Información y democracia •
Gerardo Albarrán de Alba
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Zócalo
Saúl López/Cuartoscuro
E
l regreso de Carmen Aristegui a la primera emisión de Noticias MVS refrenda que la libertad de expresión debe ser el valor supremo de cualquier empresa mediática, y que debe estar por encima de valoraciones políticas y comerciales extraperiodísticas. Ver rectificar a un medio es atestiguar el reconocimiento que la información es un bien que pertenece a la sociedad, no a los periodistas como gremio profesional ni mucho menos a una empresa que finalmente lucra con ella. Aun cuando es temprano para asegurar que el affaire Aristegui MVS ha llegado a su desenlace, es posible identificar tres cuestiones que marcan pautas para la sociedad general, para la profesión periodística y para las empresas mediáticas. Una es la reafirmación de que el derecho a la información prevalece sobre el derecho a la privacidad de los funcionarios públicos, cuando ésta puede afectar o afecta la toma de decisiones que inciden sobre el conjunto de la sociedad. Esto, que en otros países es materia de jurisprudencia, en México sirvió para que los más dirimieran filias y fobias –periodísticas y políticas– en lugar de centrarnos en el debate sobre los límites y alcances de dos derechos fundamentales en colisión. También puso en evidencia lo poco acostumbrados que estamos periodistas y medios para dirimir en público temas que resultan fundamentales para el periodismo y trascendentes para la sociedad a la que supuestamente sirven. La segunda es la difusión del código de ética de la primera emisión de Noticias MVS, el cual transparenta los criterios periodísticos que rigen la labor de Aristegui y su equipo de trabajo, así como los límites de lo permisible El defensor del lector, del para la empresa privada radioescucha o del televique explota una conce- dente no es un censor, sus sión pública del espacio recomendaciones no son radioeléctrico. Resulta vinculantes y carece de posingular que durante dos der para sancionar práctiaños de relación profe- cas periodísticas antiéticas. sional entre Aristegui y MVS, dicho código se hubiese mantenido en el ámbito privado de las partes que firmaron un convenio que lo incluía como parte esencial. Consideremos que, de no haber explotado la relación entre las partes, la sociedad ignoraría ya no digan su contenido sino su misma existencia. Gracias a que fue hecho público apenas hace unos días, hoy sabemos, por ejemplo, que existe un Comité Editorial que cada lunes de-
Imagen de Aristegui el 21 de febrero a su regreso a la emisión matutina de Noticias MVS
bería reunirse como espacio deliberativo y de planificación informativa. El código de ética divulgado atiende en lo básico a los conflictos más comunes en la relación periodista-mediopoder que históricamente se han padecido en México y que se tradujeron tanto en prácticas viciadas del ejercicio periodístico como en una connivencia entre dueños de medios y políticos en turno de ejercer el poder a lo largo de la mayor parte del siglo XX. También avanza hacia el desarrollo de criterios deontológicos para el tratamiento informativo, de las fuentes de información y de la audiencia a la que finalmente se debe, como los conceptos de veracidad, oportunidad, autenticidad, interés público, independencia económica y moral, posibles conflictos de interés, derecho de réplica, respeto a la vida privada (excepto, claro, cuando la conducta o comportamiento privado de los funcionarios públicos afecte su desempeño precisamente público) y separación de información y publicidad. Es un buen paso. Finalmente, el regreso de Aristegui al espacio matutino de información en MVS Radio trae consigo el compromiso de designar al que será el primer defensor del radioescucha en una radiodifusora privada mexicana, lo cual trasladará parte del debate público en México al terreno de la deontología periodística. | marzo 2011
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gerardo.albarran@gmail.com
| marzo 2011
n á l i s i s
Las audiencias se volcaron en contra de la censura al noticiero
A
En México no fue sino entrados los 90 que algunos meConviene precisar que esta antigua figura en el mundo –y dios impresos experimentaron con esta figura, aunque no relativamente nueva en México– no dota de dientes a ninlograron consolidarla. Hoy destaca la existencia de defengún código de ética. Los llamados newsombudsman son sores de la audiencia en la radio y televisión públicas, que personas contratadas específicamente para representar los es a lo menos que están obligados por su naturaleza, pero intereses del público ante un medio y gestionar sus quejas la mayor parte de los periódicos, revistas, radiodifusoras y particulares por coberturas y tratamientos periodísticos detelevisoras privadas del país carecen de mecanismos de auterminados. El defensor del lector, del radioescucha o del torregulación como éstos. televidente puede ser un miembro activo de la redacción, El defensor del lector, del radioescucha o del televidente alguien que se ha jubilado como reportero o editor, o incluno es un censor, sus recomendaciones no son vinculantes y so una personalidad externa al medio, con un elevado perfil carece de poder para sancionar prácticas periodísticas ande credibilidad y autoridad moral, condición indispensable tiéticas. Esto puede sonar frustrante para quienes crean que para generar confianza tanto hacia dentro como hacia fuera un newsombudsman pondrá un coto a Carmen Aristegui o a del medio, e incluso para lidiar con las resistencias internas MVS Radio o a los dos. Ni de lejos es ésa su función. Conde la redacción, que no siempre se muestra bien dispuesta a viene precisar aquí que quien desempeñe próximamente esa reconocer sus errores. El newsombudsman básicamente recidelicada posición será –nada más ni nada menos– que el be e investiga quejas de los lectores de un medio impreso o principal aliado de la audiencia de ese noticiero en la defensa de la audiencia de estaciones de radio y televisión sobre la de su derecho a la información, pero tampoco la sustituye: precisión, equilibrio y hasta de buen gusto en la cobertura esa sigue siendo tarea ciudadana. periodística. Él o ella recomiendan remeLa buena noticia es que todos estos hedios apropiados o respuestas para corregir El convenio original entre Aris- chos deberán contribuir a la formación de tegui y MVS Radio ya contenía una audiencia crítica que, llegado el caso, o clarificar las notas. El primer defensor del lector en el la figura del “arbitraje particu- tendrá a su disposición ambos instrumenmundo surgió en 1922, en el diario japo- lar de buena voluntad”, cuyo tos –el código de ética y el defensor del ranés Asahi Shimbun, y no llegó a nuestro papel era interpretar los térmi- dioescucha– para reclamar a la periodista continente sino hasta 1967, en Estados nos del acuerdo y el código de y a la empresa el cumplimiento cabal de Unidos, y a Europa en 1969, en Suecia. ética, en caso de diferendo. sus deberes deontológicos y el respeto a su El primer defensor del lector que se coderecho a la información. noció en Latinoamérica fue en el diario brasileño Folha de Curiosamente, el convenio original entre Aristegui y Sao Paulo, en 1989, y de ahí ha saltado a varios países, como MVS Radio ya contenía la figura del “arbitraje particular Colombia, Argentina, Uruguay, Ecuador, Puerto Rico y de buena voluntad”, cuyo papel era interpretar los términos Bolivia, por citar algunos. del acuerdo y el código de ética, en caso de diferendo, y emitir una opinión por escrito “del asunto que se le someta a su consideración y de esta manera se resuelva la eventual diferencia”. El documento especifica que ese arbitraje sería ejercido por Javier Corral Jurado, un panista que ha hecho carrera política en torno a temas de medios y telecomunicaciones. La mayoría no sabe las causas reales de que MVS Radio despidiera a Aristegui, y menos todavía las razones y condiciones específicas para que le devolviera el espacio radiofónico que ocupaba. Ignoramos si Corral fue consultado sobre este caso y si, en su momento, emitió una opinión. En este sentido, es de lamentar el haberse perdido una oportunidad inmejorable para transparentar ante la sociedad los términos de los vínculos entre periodistas, medios y poder político. Aun con esas limitaciones, el affaire Aristegui ha abierto una puerta para que la sociedad mexicana se involucrarse en una cuestión que no sólo le interesa, sino que la involucra: la relación que existe entre información y democracia, un tema que ya no debe bajar de la agenda pública.
LIBERTAD DE PRENSA
Defensor de las audiencias
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