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Una Mirada en el Tiempo - Hector Vega

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Satya - Veracidad

Satya - Veracidad

Una Mirada en el Tiempo

Hoy la mayoría que ve mi trabajo en redes conoce sobre lo que hago como fotógrafo de aventura en rutas de todo terreno, recorriendo junto con vehículos offroad los caminos más complicados y fantásticos del país.

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El gusto por la fotografía lo tomé a temprana edad cuando descubrí el equipo

fotográfico de mi padre, una Nikon FM2 y una Zeiss Ikon ambas con estuches de piel junto con cajas de flashes de bombilla que disfrutaba haciéndolos estallar en un haz de luz rápido e intenso.

Así fue c o m o fui conociendo el mecanismo de una cámara, sus partes, su funcionamiento, su relación del fotómetro con el obturador y cortinilla, me gustaba jugar con el enfoque del visor que era un circulo divido en dos con la imagen dividida a la mitad, girando el lente se lograba ajustar que ambas mitades de la imagen coincidieran y ese era sistema para saber que estaba enfocado y listo para la toma, también tenía un símbolo de + y otro de – para abrir o

cerrar el diafragmar y calcular con el fotómetro la iluminación ideal según la velocidad.

Así jugando me termine las cámaras de mi padre, aprendí lo básico por su parte y de manera empírica me adentre en

un gusto que se fue convirtiendo en una pasión que combine junto con mi gusto por viajar y conocer lugares.

De esta forma lo natural fue iniciar con fotografía de naturaleza y urbana, en tiempos que resultaba muy costoso, complicado y tardado llevar carretes de película, revelarlos e imprimirlos.

Esas fotos no eran muy buenas, la mayoría me dejaba insatisfecho, pero me fueron gustando los amaneceres y puestas de sol, los contraluces y la experiencia de imaginar la toma, hacerla y esperar a ver el resultado final en la impresión, recuerdo que hacía tablas donde ponía rollo, valores, hora y fecha de las tomas para así ir viendo en que podía mejorar o retomar de mis aciertos y fallas.

Me mantuve en eso por muchos años, aun con la llegada de los equipos digitales me rehusaba a cambiar mi equipo de 35 mm, una Canon AE1 con un lente Tamron 28- 70 y que me sirvió para mis practicas durante la carrera, donde tuve la oportunidad de conocer la teoría y con practica adentrarme mas directo en algo que aún se mantenía en un gusto personal, pero que ya

podía distinguirse con un estilo personal de paisaje con profundidad de campo, evitando gente en las tomas.

Con el tiempo fue irremediable y di el salto a lo digital, coincidiendo con un viaje a China, donde conocí a una amiga que me ayudaba como traductora y fue la que me motivo a hacer

foto con modelo, claro ella era la modelo de esas primeras experiencias donde inicie a dirigir y comunicarme según pensaba mi disparo; y fue un acierto, descubrí algo que me gusto y fue un nuevo reto personal con nuevas y amplias posibilidades.

En China continue con mi foto de paisaje, urbana y probando el nuevo campo de modelaje callejero; a mi regreso a México, me intereso el cosplay, en esos tiempos no tan difundido ni conocido, la mayoría de las chicas cosplayers hacían sus propios trajes y accesorios, no como ahora que hay cosmakers especializadas, puedes mandar a hacer tus espadas, diademas, comprar cualquier peluca o traje con alta calidad; con eso me mantenía de forma amateur practicando, conociendo poses, temas, locaciones, sets hasta que decidí enfocarme de

forma profesional en la fotografía y tome un diplomado digital con lo que ya podía usar herramientas y software especializado, lograr un resultado profesional y así comencé en armar books y sesiones de modelaje.

En este fantástico quehacer de la fotografía, uno de mis mayores gustos fue participar y exponer obra en el Museo Soumaya en el concurso “México en una imagen”, también par-

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