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Congresos internacionales

Congreso internacional “Educación inclusiva en la misión de Fe y Alegría”

En el 2013 la Federación Internacional de Fe y Alegría celebró en Brasil el congreso XLIV.

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Presentamos extracto del documento resumido del Documento Final del LXIV Congreso Internacional “Educación inclusiva en la misión de Fe y Alegría”.

¿Qué

La inclusión no debe verse meramente como una manera de tratar a personas con capacidades diferentes, más bien, se refiere a una valoración de la diversidad cultural, étnica, lingüística, religiosa, social, de modos de aprender, de capacidades, de género, entre otras, como un enriquecimiento de la comunidad educativa y de la realidad en pleno. Todo esto requiere de una transformación profunda de imaginarios que repercutan en un cambio de actitudes y acciones concretas: metodologías, sistemas de enseñanza, infraestructuras y comunidades educativas que respondan a la diversidad.

significa una educación inclusiva?

En la pedagogía, la educación inclusiva es un concepto que intenta abordar de mejor forma una de las características principales de nuestras sociedades, como lo es la diversidad. Es un término que aspira superar el término de integración, ya que no son los y las estudiantes quienes deben adaptarse al sistema educativo, sino que éste debe adaptarse a ellos y ellas: el nuevo sistema educativo debe abrirse a la diversidad, entendiéndola como una riqueza y sin pretender homogeneizarla.

La UNESCO plantea a la inclusión como el cuarto y más importante paso en esa escalera que va de una educación excluyente a una educación inclusiva. Históricamente se ha puesto en evidencia un largo proceso que ha partido de la exclusión profunda para pasar a la segregación o conformación de guetos en los que eran confinados todas las personas consideradas como diferentes. Luego, se logró el paso a la integración, creando espacios “especiales” para integrar a quienes no se adaptaran al sistema educativo dominante. Pero a lo que se quiere llegar es a una verdadera inclusión, creando una nueva cultura de apertura a la diversidad, en la que la equidad y la calidad sean inseparables. Esta escalera podría ilustrarse de esta forma:

¿Por qué Fe y Alegría opta por la educación inclusiva?

La desigualdad puebla nuestro mundo. De manera desproporcionada, se han concentrado los recursos, los ingresos y las oportunidades en manos de un sector minoritario de la población mundial, situación que se viene afianzando sistemáticamente desde hace varias décadas debido principalmente a políticas neoliberales, ocasionando así una profunda pobreza. Esto se expresa no sólo en el ámbito económico, sino en el educativo, cultural y humano, ya que hablamos de desigualdad de oportunidades para gozar de los derechos fundamentales: el acceso a la salud, la vivienda, el trabajo, la participación y la educación.

Los sistemas educativos no contrarrestan esta desigualdad; por el contrario, la reproducen y legitiman. Lejos de generar desarrollo e inclusión, la educación ha producido desintegración social y discriminación. Esta realidad excluyente afecta principalmente a los pueblos indígenas, a las mujeres, a los que han sufrido de migración forzosa, y a quienes presentan algún tipo de diversidad funcional o intelectual. El origen étnico y social, la orientación sexual y el género siguen siendo causas de exclusión en nuestras sociedades y, por ende, en el ámbito escolar.

Fe y Alegría apuesta por una construcción colectiva de una cultura inclusiva, entendiendo que en nuestros países significa una apuesta contracultural y contextualizada. Es un proceso en continua tensión; no existen patrones o recetas que respondan por igual a las situaciones de cada contexto social. Para lograr comunidades inclusivas se hace necesario un cambio en la cultura del sistema y del centro educativo.

Considerando la inclusión educativa como una nueva cultura, sus características más relevantes son:

• ser colaborativa, • tener expectativas altas para estudiantes y docentes, • lograr un consenso en los valores, • poseer habilidades para trabajar eficazmente con las diferencias, • Debe estar apoyada por un entorno ordenado y seguro, • reconoce y estimula a los docentes para que asuman una variedad de roles de liderazgo.

Desde la educación inclusiva se plantea la necesidad de una sociedad para todos y todas y construida también entre todos y todas, lo que significa un cambio estructural y cultural. Desde Fe y Alegría asumimos la denuncia e incidencia pública sobre las barreras que promueven la exclusión y apostamos por la promoción de una ideología inclusiva. Para acercarse a las metas propuestas se debe luchar por políticas que estén al servicio de una educación justa, equitativa, con igualdad de oportunidades, entendida ésta como el reconocimiento de los rasgos y necesidades comunes, así como de la singularidad de cada estudiante, sus “saberes” y “haceres”.

La inclusión ha estado presente desde nuestro origen y es fundamental en nuestra práctica. Siempre se ha optado por el derecho de los empobrecidos, excluidos y marginados a recibir una educación de calidad con la finalidad de transformar sus realidades. La educación debe estar al servicio de la transformación social, lo

cual define nuestra concepción de una espiritualidad sustentada en el servicio para lograr una vida más digna y humana para todos y todas.

Desde Fe y Alegría se impulsan prácticas para lograr condiciones de equidad, calidad integral, continuo educativo, fortalecimiento de la docencia, financiamiento público y gestión educativa equitativa y de calidad.

Como Movimiento, Fe y Alegría busca la constante desestabilización creativa, audacia, autocrítica y una relectura permanente de la realidad, así mismo promueve la práctica de una pedagogía de la inclusión, de promoción social, desarrollo comunitario, formación para el trabajo e inserción laboral y uso de las TIC, involucrando a todos los actores de la comunidad.

¿Cómo asume Fe y Alegría la educación inclusiva?

Para Fe y Alegría, una educación inclusiva es la condición sin la cual es imposible construir sociedades justas, equitativas y democráticas. Una educación equitativa y de calidad es un poderoso instrumento de transformación social, lo cual es posible lograr si se incide en el contexto con acciones concretas, creando espacios en el ámbito público que permitan una participación activa. Desde ahí, Fe y Alegría asume el reto de avanzar hacia una educación cada vez más inclusiva, abierta a la diversidad para crear nuevas relaciones sociales y de poder.

Desde nuestras diversas áreas y modalidades educativas (formal, no formal, radiofónica, técnica, de inserción

Congreso XLIV,

Educación inclusiva en la misión de Fe y Alegría, en Brasil 2013.

laboral, especial, de promoción social y desarrollo comunitario, etc.) valoramos y celebramos la diversidad cultural, étnica, lingüística, religiosa, social, de capacidades, de modos de aprender, de género, y otras, pues sabemos que enriquece nuestras comunidades educativas y a cada uno de nosotros.

Fe y Alegría entiende la inclusión desde: la presencia, un lugar común al que todos tengan acceso regularmente, el centro educativo; la participación de los estudiantes, sus puntos de vista, valoración; y un desarrollo integral de sus potencialidades y el ejercicio de la ciudadanía activa, la integración social y laboral, promoviendo la cohesión y el compromiso colectivo del centro educativo y la comunidad.

¿Cómo educamos desde la inclusión?

Frente al reto de la construcción de una educación inclusiva, Fe y Alegría se plantea los siguientes desafíos:

• Optar por los excluidos con la convicción de atender a los más vulnerables. • Revisar permanentemente los criterios de admisión, acompañamiento o prosecución de los y las estudiantes para evitar que se encubran mecanismos excluyentes. • Revisar el currículo, el cual suele ser causa de exclusión por no tener en cuenta las especificidades de los contextos y las personas. • Propiciar una educación inclusiva de calidad que promueva el desarrollo integral de todas y todos los estudiantes. • Promover una sociedad construida en colectivo, en procura de la transformación cultural.

• Superar los procesos de clasificación académica que reproduzcan los modelos de desigualdad. • Valorar la diferencia promoviendo un sistema colaborativo de aprendizaje entre pares heterogéneos. • Incidir ante los Estados en el incremento de la inversión de fondos públicos en educación, ya que se sabe que la educación inclusiva tiene un costo económico mayor pues requiere de más especificidad en los profesionales y una atención más individualizada. • Estimular y favorecer el protagonismo de los excluidos en las acciones de incidencia, sensibilizando para la valoración de la diversidad y la búsqueda de estrategias educativas inclusivas.

Compromiso de los educadores por una educación inclusiva

Se necesitan docentes y equipos directivos apasionados por la educación, que sean capaces de adaptarse a los cambios, a aprender y desaprender prácticas, modificar ideas, concepciones, actitudes. Es clave que se hagan honestamente la pregunta sobre lo que realmente piensan sobre la inclusión, cuáles son sus miedos, aprensiones y esperanzas. La reflexión y una actitud interrogativa respecto a sus propias creencias sobre sus dificultades para aprender de sus propios estudiantes, puede conllevar a un avance significativo en el desarrollo de nuevas formas de enfrentar las barreras hacia el aprendizaje y la participación.

Los equipos directivos tienen también un papel clave en la promoción de una educación continua e inclusiva. Son los responsables de crear las condiciones para que las y los educadores puedan reflexionar y constituirse en una comunidad educativa verdaderamente colectiva.

Y tú como educador o educadora ¿cuál es tu compromiso por hacer vida a la educación inclusiva en tu centro educativo?

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