Nº 21 The Way Out Magazine

NúMER0 21 - octubre 2014 - WWW.THEWAYOUTMAGAZINE.COM

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LENA, PUBLICA ESA CLASE DE LIBRO_JAZZ Y CIGARRILLO COMO TERAPIA EN TELEVISIÓN_ATRAPAR EL PRIMER PLANO_MUSAS COMO NOTAS MUSICALES_IMPRESIONES DE UN BESTIARIO ANIMAL_SALIR DEL ARMARIO A ESCONDIDAS

NúMERO 21_octubre 2014

la televisión de los desastres

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esa clase de chica

capturas del primer plano

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ISSN 2341-2682 calle del Gobernador nº6, 28014, Madrid contacto@thewayoutmagazine.com

sumario

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musas que dan la nota

impresión y carácter de riuson

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a escondidas en las salas de cine

Edición gráfica y diseño_ Fernando Santise i Edición y comunicación_ Alejandra Garcés i diseño web y redacción_ juan pablo merchán | Redacción_ Montserrat de la Iglesia y Alberto López i Colaboraciones_ juan cardenal, aashta martínez, laura reyero y riuson i foto de portada_ Chris Buck

miedomedia

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DESPUร S DEL FIN DEL MUNDO POR JUAN CARDENAL

Treme y The Leftovers son dos series sin similitudes aparentes, sin embargo tras un breve anรกlisis aparecen grandes semejanzas que las descubren como cronistas de una misma historia.

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reme y The Leftovers son dos series de la cadena HBO con, en principio, muy poco en común. La primera está creada por David Simon (The Wire) y está ambientada en una Nueva Orleans post-Katrina reflejada de la manera lo más realista posible como es costumbre en Simon, si bien se ha tomado ciertas licencias. La segunda, creada por Damon Lindelof (Perdidos), es una historia de ficción donde el planeta Tierra ha visto cómo el 2% de la humanidad ha desaparecido de golpe sin dejar rastro. Visto así es difícil encontrar la relación entre ambas, y es cierto que existen enormes diferen-

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cias formales y argumentales, pero sin embargo no es imposible observar una gran serie de similitudes una vez ambas comienzan a contar su historia. Tanto Treme como The Leftovers no buscan centrarse en la tragedia misma, sino en cómo ha afectado ésta a los personajes y cómo se enfrentan al día después.

En el caso de Treme, la historia trata sobre un grupo de personas de esa Nueva Orleans devastada intentando recuperar los pocos pedazos de sus vidas en una ciudad herida casi de muerte. Los personajes, ya fuera Antoine Batiste (Wendell Pierce), Al-

bert Lambreaux (Clarke Peters) o Janette Desautel (Kim Dickns), se debatían ante dilemas tan terrenales como el propio huracán: reconstruir un hogar, buscar a una persona desaparecida, tratar de mantener o conseguir un trabajo, enfrentarse a un desahucio inminente, la corrupción policial y política que buscaba aprovecharse de la tragedia... Éstos se veían obligados a buscar su lugar en un mundo nuevo y hostil. En The Leftovers, la catástrofe no es un evento natural, sino paranormal: el hecho de que una de cada 50 personas se haya desvanecido de la faz de la Tierra sin la menor explicación de a dónde o por

qué, ha provocado una grave crisis espiritual en sus habitantes. La civilización sigue, en apariencia, como siempre. Es por dentro donde está devastada, y es a un nivel más metafísico donde Kevin Garney (Justin Theroux), Matt Jamison (Christopher Ecclestone) y compañía se debaten. Lo que buscan son señales que les permitan seguir adelante, y es por eso que tantos personajes se convencen a sí mismos de que algunos eventos aleatorios significan más de lo que en realidad son.

Treme y The Leftovers cuentan, al final, una historia no tan diferente si bien cada una lo

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hace desde un punto de vista y una mecánica propios: dos mundos devastados por dos eventos catastróficos que dejan a la humanidad indefensa.

Son así dos series que enfocan esos mundos centrándose

lismo y especialmente por la palabrería vacua y pretenciosa de algunos personajes, que se lanzan a conversaciones y monólogos supuestamente profundos y reveladores pero que en realidad no sólo no tie-

Treme y The Leftovers cuentan una historia no tan diferente, si bien cada uno lo hace desde un punto de vista no en la destrucción sino en el intento de reconstrucción de la vida, de la civilización y del alma. Con todo, ambas tienen grandes diferencias: la obra de David Simon no aborda el tono larger than life que tanto parece gustar a los guionistas de The Leftovers, y tampoco cae en las metáforas de brocha gorda de la serie de Lindelof. El existencialismo palpitante de Treme no tiene necesidad de artificios argumentales, y la búsqueda de un lugar en el mundo de sus personajes está siempre descrito desde el realismo más absoluto. Por su parte The Leftovers no puede evitar verse atraída por el pretendido pero en ocasiones excesivo falso simbo-

ne significado sino que tampoco ayudan a comprender lo que está sucediendo. A The Leftovers todavía le queda mucho por demostrar tras una primera temporada satisfactoria, especialmente para saber a dónde pretenden llevar la serie los guionistas. Hay dos opciones: permanecer acompañando a los personajes en su proceso de duelo y aceptación o acentuar el componente sobrenatural que ya ha tenido gran cuota de protagonismo este año. De Treme, con la serie terminada desde hace casi un año, hay poco que decir que no se sepa ya: una de las mejores obras de ficción que han pasado por la HBO. Y eso es mucho decir.||

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perfil de frente

LA VOZ DE UNA GENERACIÓN DISLOCADA POR ALBERTO LÓPEZ

Si en el negocio del espectáculo norteamericano existe alguien que haga honor a la palabra hipster es ella. Lena Dunham escribe, dirige, protagoniza, edita, posa, crea controversia, marca tendencia y polemiza. Ahora se edita en Estados Unidos su primer libro: Not that kind of girl (a young woman tells you what she’s “learned”).

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uele ocurrir que de progenitores iconoclastas nazcan hijos con pasiones semejantes, sobre todo por el hecho de mamarlo desde bebés. Los padres de Lena Dunham (Nueva York, 1986) no son una excepción. Su padre, Carroll Dunham, es un pintor con toques picassianos que mezcla la cultura pop con la abstracción; la madre, Laurie Simmons, es fotógrafa, escritora y directora. Como no podía ser de otra manera, la hermana de Lena, Grace, también ha hecho sus pinitos en el mundo de la interpretación.

Queriendo hacer del entorno familiar una oda al modernismo, a la autocomplacencia y a la cultura elevada, la protagonista de Girls ha configurado una carrera en apariencia variopinta focalizada en un tema central: el paso a la vida adulta. El humor autoconsciente, la parodia nada diligente, la frivolización de la banalidad y la inteligente ofensiva contra los retrógrados son las claves de su éxito.

PRE-GIRLS

Junto a su inseparable Alex Karpovski, Lena es parte del movimiento mumblecore. Sus primeros trabajos audiovisuales –todos ellos rodados con un presupuesto ínfimo– son cortos que versan casi en exclusiva sobre crecer; la explicación del orgasmo femenino en Pressure, su primera referencia, es una clara muestra de la voz tan personalísima que ha ido definiendo con el paso del tiempo. Después vendrían seis cortos más en los que su familia asumiría los personajes y un largometraje llamado Creative Nonfiction que ayudarían a conformar una personalidad artística única y engrosar el número de títulos de la comunidad mumblecore.

Sin embargo, el espaldarazo definitivo llegó con Tiny Furniture. Independent Film Channel le ofreció la oportunidad de contar la historia de Aura, una chica comenzando la veintena que vuelve a casa de su

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madre después de su paso por la universidad. Los papeles secundarios, una vez más, están interpretados por su madre y su hermana, quienes prácticamente se interpretan a sí mismas. Igual ocurre con la protagonista; escrita, dirigida y protagonizada por Lena, es una historia tan semejante a su vida que es imposible ver algo de imaginación o fantasía en ella. La madre es fotógrafa, la hermana no sólo sigue sus pasos sino que los mejora y ella viene de estudiar en Ohio (concretamente en Oberlin, donde la Lena real se licenció en Escritura Creativa).

El largometraje pule esas características que sus anteriores trabajos habían apuntalado. Tiene claro su público

y empatizar con ella es una tarea agradable, pues es una narradora comprometida con el espectador. Más allá de su prosa fílmica, la película sirvió para formalizar su relación artística con el ya citado Karpovski y con la hipnótica Jemima Kirke y, gracias a su aclamado paso por el festival South By Southwest, para concederle la oportunidad de crear para HBO.

GIRLS

Con tan sólo un cuarto de siglo a sus espaldas, Dunham ya había saboreado las mieles del éxito independiente gracias a su segunda película. En el mencionado festival, conocer a Judd Apatow –el mesías de la nueva comedia americana autor de largos como Lío Embarazoso (2007) o Hazme reír (2009)– supuso para ella la ocasión por la que todo joven creador con ínfulas de cineasta soñaría: la posibilidad de desarrollar una serie para la cadena de televisión más grande del mundo.

Apatow se centraría en producir y pulir las ideas de Dunham, mientras que para ella quedaría el papel (compartido) de showrunner, jefa de guiones y directora de la mayoría de los episodios, amén del papel protagonista y la voz

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SUS INQUIETUDES CULTURALES DESAPEGADAS DEL MAINSTREAM LA CONVIERTEN EN UN PRODUCTO JUGOSO P A R A L A P R E N S A cantante en las decisiones de casting.

La lotería puede tener muchas formas diversas y, sin duda, ésta es una de ellas.

Pero la suerte de Lena no acaba con el hecho de poder firmar una primera temporada de 10 episodios. El show cayó en la cadena adecuada; si bien las audiencias no han sido nunca un hito, la crítica ha recibido la serie desde el primer momento con los brazos y la mente muy abiertos.

Y eso HBO lo premia, concretamente con (hasta ahora) cuatro temporadas, la última por estrenarse.

POST-GIRLS

Más allá del éxito de la serie (considerada como la Sexo en Nueva York de la generación hipster) y las nominaciones y premios conseguidos, la protagonista ha visto cómo su fama crecía exponencialmente hasta convertirse en una it girl. Su falta de escrúpulos a la hora de mostrar su cuerpo, sus inquietudes culturales desapegadas del mainstream, la imagen de niña buena; se

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ha visto convertida en un producto jugoso para la prensa.

Para bien o para mal.

Que hablen de uno, aunque sea mal. Esta máxima la ha puesto en el centro de polémicas por supuestas diferencias creativas, retoques fotográficos o discusiones tuiteras con coetáneas y colegas de profesión. Si Lena se corta el pelo, Instagram arde.

Más allá de su imagen, la todopoderosa Random House le ha ofrecido tres millones y medio de dólares por publicar su primer libro, el cual se publica este mes de octubre y promete, al menos, ofrecer lo mismo que Girls –que verá su cuarta temporada estrenada a principios de año-.

Dos largometrajes, 28 años, una serie longeva, portadas de Vogue, novios famosos, un primer libro millonario. El poder de seducción de Lena Dunham, entendible o no, sólo tiene un límite: ¿será su vida siempre un fértil caldo de cultivo? Habría que preguntarle a Woody.||

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laura reyero

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cocheras

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EL HYPE DE LAS

MUSAS POR JUAN PABLO MERCHÁN

Un grupo de mujeres copan las listas de mejores álbumes del año. La industria musical sigue buscando nuevas fórmulas para vender música mientras ellas están decididas a salvar sus escenarios sólo con su talento musical como arma.

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n grupo de mujeres copan las listas de mejores álbumes del año. La industria musical sigue buscando nuevas fórmulas para vender música mientras ellas están decididas a salvar sus escenarios sólo con sus talento musical como arma.

directamente su producto en los dispositivos móviles (Songs of Innocence de U2).

Las cosas están difíciles si eres músico y a pesar de estar en el siglo XXI, aún más complicado lo tienen las mujeres, que a pesar de ello se las arreglan para Son malos tiempos para dar forma a gran parte de lo la música, o al menos eso más destacado del año. Las lleva tiempo transmitiendo su cabezas pensantes detrás industria. Los artistas perciben de las artistas con más éxito cada vez menos por ventas comercial han encontrado de álbumes (en su formato la fórmula. No se trata de físico o digital) y los ejecutivos desprestigiar los talentos buscan nuevas fórmulas para artísticos que pueda tener, por que su trozo del pastel se vea ejemplo, Miley Cyrus, pero es reducido lo menos posible. evidente que una fuerte carga Del ‘paga lo que quieras’ de de provocación y erotismo Radiohead (In Rainbows) la (cada vez más subido de tono industria musical ha llegado y directo) es una variable fija al delirante punto de instalar en estas cantantes.

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Ante este panorama, unas cuantas mujeres de magnífico talento hacen música de alto nivel sin recurrir a inescrutables técnicas de marketing o a acumular millones de visualizaciones en Youtube a base de provocación.

Algunas de ellas han dado forma a los mejores trabajos de lo que va de año: desde la psicodelia de Warpaint hasta la fascinante modernidad de St. Vincent.

imposible no quedarse absorto ante su carisma.

Lejos de Oklahoma, en California, crecieron las hermanas Haim, protagonistas del mayor hype de 2013.

El trio supo lidiar con las expectativas en Days Are Gone y son muchos los que quieren colaborar con ellas, desde Primal Scream hasta Arctic Monkeys. El segundo y próximo disco será su gran test. Pueden fijarse en Lana También conocida como del Rey, que ha sobrevivido a Annie Erin Clark, St.Vincent ha otra expectación exagerada, girado definitivamente desde el la de Born to Die, firmando rock hasta una amalgama de un espléndido trabajo con distintos géneros en los que Ultraviolence. En él, se disfruta puede dar rienda suelta a su de su talento, inteligencia y capacidad multinstrumental, misterio. Dan Auerbach lo con una fuerte presencia de la produjo en mayor parte y música electrónica. Su último es lo mejor que ha hecho el trabajo es el cuarto, y de título miembro de The Black Keys homónimo; una reafirmación desde Brothers. de su nueva personalidad.

Fascinante en el escenario Lana coincidió en la última y espectacular guitarrista, es edición de Glastonbury

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con Warpaint, con quienes compartirá también posiciones altas en las próximas listas de lo mejor del año. Estas chicas, que se atreven hasta con Ashes to Ashes de David Bowie, han tardado cuatro años en publicar su segundo álbum (Warpaint) pero la espera ha merecido la pena.

Suave psicodelia para quienes se han cansado de Tame Impala y Temples.

En un género musical distinto se mueven Savages. Silence Yourself, publicado en 2013, es probablemente el mejor disco de punk publicado desde hace una abrumadora cantidad de años. Su aproximación al género es más digerible que el de, por ejemplo, Perfect Pussy, la formación de la vocalista Meredith Graves cuyo debut Say Yes to Love ha sido muy aclamado por la crítica, lo que les garantizará además popularidad.

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Menos agresiva que el cuarteto londinense es Angel Olsen, estadounidense que practica un folk con reminiscencias más europeas que norteamericanas.

Prolífica, Olsen ha publicado tres discos en tres años, el más destacable el último y primero en el sello Jagjaguwar, Burn Your Fire For No Witness, que contiene Hi-Five, una de las canciones más brillantes y audaces del año.

Las mencionadas forman una armada de mujeres que han creado gran parte de la música más excitante de los últimos meses, pero hay muchas otras como Grimes, Laura Marling o Erika Wennestrom y sus Heartless Bastards, entre otras, que ojalá pronto sigan mostrando con sus nuevos trabajos que el género femenino salvará la música.

Es el arte de las musas.||

unas cuantas mujeres de magnífico talento hacen música de alto nivel sin recurrir a inescrutables técnicas de marketing

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sala cinco

el armario adolescente POR AASHTA MARTÍNEZ

Una historia de amor, un drama sobre la inmigración y un montón de dudas son los principales ingredientes de A Escondidas. La última película del cineasta bilbaíno Mikel Rueda ya se ha vendido a más de 10 países.

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Escondidas fue recibida de forma positiva en la XVII edición del Festival de Cine Español de Málaga. La apuesta, una historia sobre la inmigración y el amor homosexual en la adolescencia, era arriesgada. Lo sabe bien su máximo responsable, que dice que fueron necesarios siete años para sacar adelante el proyecto. A partir del próximo 10 de octubre, fecha escogida para su estreno en salas comerciales de toda España, el público podrá juzgar si la espera bien ha merecido la pena.

La película arranca de forma muy prometedora, a pesar de recurrir con demasiada frecuencia a los flashbacks, un recurso narrativo arriesgado que puede llegar a confundir en más de un momento. Curiosamente, ésa era la intención de Rueda, que pretendía conseguir que “el espectador se perdiese igual que lo están los personajes”.

El argumento de la cinta se centra en la historia de Ibrahim (Adil Koukouh), un joven marroquí de 16 años que vive en un centro de menores para

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inmigrantes y al que acaban de comunicar que en dos días será expulsado del país, y de Rafa (Germán Alcarazu), de 15 años, que empieza a cansarse de la presión a la que se ve sometido por su grupo de iguales y cuya vida cambiará cuando conozca a Ibrahim.

La película está protagonizada por los consagrados Ana Wagener y Álex Angulo, recientemente desaparecido, así como por dos jóvenes promesas para los que A Escondidas ha marcado su primera incursión en la gran pantalla. Rue-

da cuenta que quiso prescindir de la figura de actores profesionales porque buscaba esa inocencia y verdad que transmiten los ojos de quien nunca antes se ha puesto delante de una cámara. Por esa razón, se convocó un casting que logró reunir a más de 3.500 adolescentes en varias ciudades de España.

zación en las relaciones amorosas entre adolescentes homosexuales, un tabú en el cine español. A pesar de su excesiva contención, y de que en algunos momentos se desvía demasiado la atención de la trama principal, el resultado final es notable, como notable es su intensidad emocional en determinados momentos.

De acertada banda sonora y bella fotografía, la crítica social está presente a lo largo de toda la cinta. No en vano, el leitmotiv de su realización es la búsqueda de la normali-

Se trata, en definitiva, de un relato sobre el amor adolescente, pero también es una historia sobre la amistad, sobre la búsqueda constante de aceptación y sobre lo difícil de

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apostar por ser uno mismo y no convertirse en aquella persona que los demás esperan que seas.

Surgen las posibles comparaciones con otras películas basadas en historias de amor homosexual entre adolescentes, como la reciente La vida de Adèle. Rueda explica que, “más que en lo que es lógico que pasará después del primer beso”, prefiere detenerse “en lo que esa situación les genera a los involucrados emocionalmente”.

“Creo que esta película puede ayudar a mucha gente. Me parece increíble que hoy en día la homosexualidad siga estando mal vista y que aún haya gente que sufra acoso por esta razón”, apunta Alcarazu. El drama de la inmigración, muy presente en el largometraje, también ha estado presente en la vida de Koukouh, motivo por el cual comenta que no le costó demasiado meterse en la piel de su personaje. “Cosas como que te pare la policía en la calle por ser inmigrante o que entres a una tienda y ya estén dos vigilantes detrás de ti me siguen pasando aún hoy.

Espero que la película ayude a ver las cosas de otra manera”, sostiene.

El guión de la película, así como el excelente trabajo que

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los coaches realizaron con los jóvenes actores, convierte en veraces las sensaciones que el director pretende transmitir.

Lo peor es que el largometraje termina, dejando al espectador con ganas de saber qué pasaría después. Es justo entonces cuando uno se da cuenta de que acaba de presenciar una de las historias de amor adolescente más bonitas que jamás se han llevado al cine.||

LA APUESTA ERA ARRIESGADA: UNA HISTORIA SOBRE LA INMIGRACIÓN Y EL AMOR HOMOSEXUAL EN LA ADOLESCENCIA

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