Carta a la muerte

Page 1

CARTA A LA MUERTE 8799 -Millennial Magazine

Volumen 6 / 03 de noviembre del 2017

Foto: Irvin Tobias


Foto: Irvin Tobias


87

8799 MILLENNiAL MAGAZINE

C R É D I TO S

Director General Miriam Oliva. Subdirector Arianna Chávez.

Jefe de Redacción Diana Rodríguez. Jefe de Información Karen Merino. Jefe de Diseño María Velasco Community Manager Paulina García.

Reporteros Juan José Martínez. Juan Francisco López. Karim Castañón. Donovan González. Paola Gómez. Aranza Ganzo. Edson Valencia. Paulina García. Priscila Torres. Invitados especiales Marcia Trejo. Verónica Lupercio. Raúl Gómez. Carlos Prego. Edgardo López.

99

Foto: Irvin Tobias.


“L a

muerte es

democrática , ya que a fin de cuentas ,

güera , morena , rica o pobre , toda la

gente acaba siendo calavera ”.

J.G.P osada .


S E CCIÓN 1

S E C C I ÓN 3

02

C ARTA A SOF ÍA

13 M A M Á

Marcia Trejo

Anónimo

05

C ARTA A GOD O F R E D O

17

C A RTA A LA M U ERTE

Raúl Gómez

Diana, Mr. Vava, Aranza, Paulina y Francisco

26

C A RTA A A U R A

Karen, Arianna, Miriam y Priscila

S E CCIÓN 2 08

C ARTA A E LV IR A

Carlos Prego

10

C ARTA A FE R

Vero Lupercio

11

C ARTA A FE R

Edgardo López

12

S EC C I ÓN 4 35

M O R ÍR EN M ÉX IC O

Hackerman

37

M U N D O ZO M B IE

Hackerman

39

A SÍ LA S C O SA S

Priscila

C ARTA A DOB Y

Karim

Foto: Irvin Tobias


Un tomo escrito para aquellos que ya no están. Un tomo para unas últimas palabras. Nuestro corazón abierto ante ustedes como homenaje. Aprendamos a respetar la vida, a valorarla y sobre todo a disfrutarla. Va para todos aquellos que perdieron a alguien este año. Y por todos los que ya no están.

Directora General

Miriam Oliva


1

GRACI AS MABEL


2

S OFÍA

Sofía: Hoy es un buen día, hace sol, el cielo decidió vestirse de un favorecedor azul y el aire –en una clara muestra de rebeldía- se siente puro. Hará cosa de unos días, alguien me pidió que escribiera una carta para ti porque se acerca el 2 de noviembre; me pareció una buena idea, porque como vendrás a visitarnos, estoy casi segura que podrás leerla. Me puse a pensar qué decirte y entendí –como se entienden las cosas ciertas- que la carta no debía ser para ti, sino para mí… porque tú estás bien, pero yo sigo resintiendo tu ausencia… Así que reinicio…


3 Marcia: Sí, a ti, la Marcia después de Sofía, a esa que todavía tiene “En reparación” un pedazo del alma, a esa que se parece a tantos cercanos suyos. Lamento que hayas tenido que vivir de nuevo esa pérdida que cualquiera teme: la de alguien que le rompe el esquema a la Vida de una patada en los bajos, ese orden que suponemos inamovible y que asume que los viejos se van primero… Lamento que ahora haya sido con alguien que a punta de alegría y sonrisas se asentó –como quien se sabe seguro de que es bienvenido- en un sitio de tu corazón. Lamento que recordaras que la vida no es justa, es más que ni siquiera tiene intenciones didácticas, que simplemente es y que a ti te toca asignarle sentido… o no. Lamento que nuevamente te fuera arrebatado un trozo más de inocencia, que a estar alturas ya era poca la que te quedaba. Lamento que no te alcancen ni las intenciones ni las razones, y que tengas que inventar explicaciones que te aquieten el vacío. Lo que no lamento es tu convencimiento de que más vale sufrir la pena, que no haber vivido lo que ahora echas en falta; que es preferible secarse las lágrimas, que arrancarse los recuerdos.

No lamento tus pláticas en clase, las risas frecuentemente compartidas, los recuerdos de box y farapu, los conciertos a dueto y a todo pulmón del repertorio princesesco de Walt Disney (que, por cierto, siempre acallabas porque no querías que interrumpieran las clases del salón contiguo), tu sorpresa de que tal cantidad de comida pudiera caber en un cuerpo tan pequeño y que siempre clamaba por más alimento, tu agradecimiento de que las malas experiencias no hubieran opacado esos ojos color chocolate, tus sonrisas ante el obsesivo orden y colorido de las páginas de su cuaderno, el cómo te conmovía su juventude inocencia. No lamento que comprendas la elasticidad del tiempo, que podemos estirarlo y estirarlo y estirarlo mediante los recuerdos… que es la manera como timamos nuestra finitud y mortalidad. No lamento que hoy la extrañes, porque eso es sólo la constancia de que coexistieron en un espacio y un tiempo… y eso, Marcia, créeme, es lo que los laicos llamamos milagro. Marcia (la de antes de Sofía)



5

GODOFREDO Es imposible, considerando el tamaño nuestro claustro docente, no haber sabido qué tipo de profesor eras. Te recuerdo, en los primeros días, tímido en extremo. Cortés, pero distante. Luego los alumnos descubrirían, como a todos nos sucedió, la manera de tallar una versión adecuada a sus necesidades. Poco a poco te convertiste en el nombre de referencia para las materias de economía. Generaciones pasaron bajo tu sabiduría, terminando en padrino de algunas, que te dieron el rol de mentor. Jamás fuimos amigos, pero acabé por admirar tus acciones, tu estilo y tu empatía con los chicos. Anécdotas más, anécdotas menos, indicaban una comunión ideológica; me gustaba el discurso del libre mercado y la demostración dura de la pobreza mitotera. Me hubiera preocupado un planteamiento al revés. Es el ser humano el que hace la diferencia, no la casualidad y menos la ideología grillera. Un día moriste. Así en corto y en directo. Justo en una temporada generalizada de decepciones y traiciones. Saberte muerto no fue fácil de aceptar. Sé que por edad estamos en el centro de las estadísticas mortales, pero eras joven con respecto a mí. La situación se complicó más al ser designado para sustituirte en uno de tus grupos que te consideraban su forjador indiscutible. Pensé varios días en una solución digna

y respetuosa a tu memoria. Cada vez que meditaba, me embargaba una tristeza enorme. Definitivamente no podría considerarte una mala persona. Jamás te metiste con alguien o diste mayor problema. Los jóvenes te querían. Y ahí estaba yo, el ogro, el eterno “ente” conflictivo y complicado. Recuerdo la misa organizada por la escuela. El templo dando cabida a nuestra comunidad. Lágrimas sinceras y silencios atronadores. Uno de nosotros faltaba. El primer día de clases frente a tu grupo. Hice lo correcto. Reconocí las tristes circunstancias. Confesé a garganta quebrada, que no se valía la fregadera de la Muerte. Que tú debías estar ahí, en ese escritorio. Juramos hacer el mejor semestre de la materia y dedicártelo. Trabajamos duro y nuestras alcanzaron cierta paz.

almas

Fuera del salón de clases, los profesores mantuvimos un estado de incredulidad y de renuencia a no volverte a ver más. Al final del semestre, fui designado por tus alumnos padrino de generación. No comprendí del todo la designación, sin embargo, la asumí y quise en el discurso oficial transmitir en mis palabras, algunas de tus ideas. Dicen que fue uno de mis mejores discursos. No lo sé. Lo que sí admito es que tu muerte me regresó de un trancazo a la mortalidad. Me abrió una gran fisura en la coraza


6 de mi cinismo. Me hizo preguntarme la sinrazón de la existencia. ¿Valía la pena entregar tanto a una actividad que en México es tan devaluada? ¿Merecía pelearse una guerra a favor de la inteligencia cuando las apuestas están del otro lado? ¿Se puede vivir de la vocación y los principios?

Si no fuera de esa manera, estoy seguro que estarías en este momento cerrando filas para recuperar el semestre y ayudando a los jóvenes a regresar de esa realidad trastocada. Quizás yo sonreiría al pescar por los pasillos un comentario adverso al populismo ramplón de la izquierda patito.

Cuando alguien me pregunta ¿quién era el maestro Godofredo? Suelo contestar: uno de los grandes talentos que han dictado verdadera cátedra aquí.

Somos otros, Godofredo, nos han pegado en la línea de flotación, no obstante, vamos a salir. Te lo debemos a ti y a nuestros otros muertos.

Hoy que se me pide escribir de las ausencias. Decidí centrarme en alguien que no conocí a fondo y cuya pérdida duele. Somos parte de una comunidad de jóvenes que nos inoculan (o así lo creemos) el virus de la eterna juventud. Ojalá fuera cierto. Somos jóvenes de mente y ya. El tiempo es cruel e insobornable.

Godofredo, eres un MAESTRO (en mayúsculas y negritas) a quien me orgullece haber topado en mi vida.

Después del 19 de septiembre pasado, nuestra comunidad enfrenta desafíos jamás vistos. Dejándome llevar un momento por la metafísica, supongo que estuviste al pendiente de nosotros en esos minutos de destrucción, que no nos dejaste solos y que interviniste para ponernos a salvo.

Donde estés que tu luz siga iluminando lo que hacemos. SALUDOS RAÚL GÓMEZ MIGUEL

PD- Tus exalumnos siguen triunfando.


Fotos: Irvin Tobias


8

E LVIRA Dolor apalabrado 2 En algún otro escrito lo dije…”somos a un tiempo, distancia y paso” Se fue…la mujer amable, con encanto, elegancia…la siempre pacífica Libra de signo...“garbanzo de a libra” como mujer, madre, esposa y amiga Sociable y sensible a las necesidades de quien la rodeaba Se fue…la luchadora. La que sobrevivió a 2 guerras, 3 hijos y un marido La hija de Matilde…de quien heredó la valentía, la nostalgia y el fervor Nací de su cuerpo…lugar donde sus palabras y gestos me construyeron Se fue “Elviriña”…la siempre amada, la de los “zezeos” españoles y la resbalada S La esposa del “gallego”, la que jugaba “pula”, “paco” y hasta “pokarito” La “madrina” de muchos” y la “comadre” de más Hoy perdí lo que mis palabras quisieran llamar Quizá nunca me pareceré a ti…pero es un orgullo ser tu hijo Me reencuentro como soy…triste, imbécil con los pies por delante Hoy vuelvo a repetir: Escribir…es un asunto de cicatrices y sollozos In memorian Elvira Berjón Tejedor Carlos Prego


9

GRAC IAS FER


10

FER Querido Fer de Luz: Amiguito del bosque, animalito de la creación , ser de luz y obscuridark, mi ferniamorss, el todo de lulú… la verdad ya no sé de cuántas formas te decía y me decías, era obligado ir a saludarte antes que subir a dar clase porque siempre me regalabas una sonrisa, y pensar en ti siempre me pone de buenas. La vida nos da la oportunidad de convivir con todo tipo de personas y cada una de ellas nos da un poquito de su ser, pero también es cierto que este planeta cuenta con “personas múltiples “, que son aquellas que tienen la capacidad de dar luz, risa y amor a los que las rodean aunque sean diametralmente opuestas a ellas. Así eres tú (todavía no puedo escribir eras y creo que nunca lo haré), a veces te veía con el más conservador , o con el más risueño, o la más dispersa, o la más gruñona , o con el ogro de la escuela o la más fresa del salón y todos sonreían. Todavía paso por el pasillo de las compus, cerca de tu espacio y siento que me miras con tus ojos llenos

de “maldá” e ideando alguna broma. ¡Cómo quisiera ir y pedirte uno de esos masajes locos que a veces nos dabas “paquitarnos el mal” y sentirnos mejor. Fer amigo mío, compañero de trabajo que te convertiste en confidente, en hermano, amigo, pareja de baile, compañero gastronómico, cómplice de maldades y botellas de vino y bandejas de embutidos, rival de ajedrez ¡cómo olvidar tus disfraces y entusiasta participación en los concursos de altares! Fer, mi fer de luz, me siento afortunada de haberte conocido, de compartir contigo un momento en este planeta, en esta vida, en este plano o en lo que se adjunte esta semana. Me duele no verte, no poder estallar en carcajadas o simplemente “verte conectado”, pero lo que más me pega es la presencia de tu ausencia. Vero Lupercio.


11

FER Querido Fer: Antes que otra cosa ocurra quiero saber cuántos amigos hiciste allá arriba; eso parece ser una idea muy tonta porque, sabiendo cómo eres, seguro ya te hiciste amigo de todos o de la mayoría.

Aquí todos estamos muy bien, ya regresé a vivir al departamento del centro, sé que no me estás rentando tú, pero tu hijo Pavel es tu vivo retrato, es muy amable, mucho más serio que tú pero muy educado y con un gran corazón.

¿Sabes? Te perdiste de los dos terremotos que azotaron México hace poco tiempo y estoy seguro que a pesar de la desgracia estuviste presente para echarnos la mano e invadirnos con ese espíritu de ayuda que siempre te caracterizó.

Mi querido Ferchis, te extrañamos todos los que te queremos y lo digo en presente porque aún no abandonas nuestros corazones; te recuerdo como lo que eres, un ser de luz que siempre tuvo una sonrisa para mí y que siempre procuraste ayudarme.

Eres, fuiste y serás de los mejores amigos que he tenido, espero seguir con tu legado para ser un ejemplo y excelente amigo como lo que fuiste tú.

No me queda más que decirte que te quiero a montones y que tarde o temprano nos juntaremos toda la bandera para seguir echando la “chorcha” y divertirnos como siempre.

Hasta ese entonces sólo pido que nos cuides donde quiera que estés.


12

DOBY Te echo de menos y pienso en ti todo el tiempo. Eras bueno y nunca me faltabas. Espero que no sufrieras demasiado tiempo. Realmente traté de ser paciente y le pedí a los médicos ser honestos conmigo, pero todavía me sorprende la noticia de no tenerte conmigo.

Has dejado un gran vacío en mi y no puedo imaginar la vida sin alguien como tú.

Soy consciente de que estabas tan feliz de verme, los besos que me diste y los grandes abrazos, que no tenías idea de lo que estaba por venir para mí, pero siempre has puesto una buena cara para mí, incluso cuando te contaba mis problemas y lloraba en tu pecho. Y te lo agradezco.

Tú fuiste el mejor… siempre serás el mejor… y con el tiempo sé que voy a pensar en ti y una sonrisa se dibujara en mi cara otra vez.

Eras tan bueno fingiendo que todo estaba bien. Siempre fuiste muy valiente, todavía sonrío al recordar que justo antes de irte tus ojos me decían que íbamos a estar juntos, que no me preocupara más. Tú eras tan especial, has tocado a todos los que vieron tu sonrisa y tu increíble manera de dormir.

Ese es tu legado: mis sonrisas, la vida que tuvimos juntos y los juegos interminables.

Me gustaría ser más como tú, vivir el momento. Tú eres un gran ejemplo de lo que todos debemos hacer: esforzarnos por ser buenos, puros y amorosos. Muchas gracias Doby. Te extraño, peludo.

Karim Castañeda.


13

MAMÁ Muerte y vida Me es difícil hablar de lo sucedió conmigo al saber la muerte de mi madre, no sabría como expresar mis sentimientos, las emociones que aún siento hasta este día. Simplemente el mundo se me vino abajo, fue como un derrumbe de lo que soy y todo lo podía ser. De pronto escenarios de ella en mi futura boda, aconsejándome sobre mi bebé, regañando a mi novio cuando hace alguna tontería... todo... todo se desvaneció, todo se rompió con una sola palabra, “murió”, y fue como si por un segundo yo también lo hubiera hecho. Si hubiera sido por mí, estaría derrumbada, rota y tirada en el rincón de mi casa, pero no pude, tuve que hacer todo a un lado, reponerme sin mirarme un segundo, sin saber cómo pero lo hice, porque llevaba tres semanas de embarazo, si perdía a mi bebé por mi falta de conciencia en mi interior, seguro me habría vuelto loca, pero lo hice y este bebé y mi novio es el motivo por el que me levanto cada día, no hay más, no existe otra cosa que valga que abra los ojos cada día. Mi madre donde sea que esté, sé que es lo que querría. Solo lamento que ese estar, no sea a mi lado. Anónimo.


14

A BUELA Carta a ti… Realmente yo, jamás te conocí en persona, ni siquiera estuve cerca de hacerlo, después los años pasaron y supe de ti. Estas palabras son para ti, que dejaste un hueco en mi corazón, un poco diferente, uno que nunca se lleno, siempre ha estado intacto y así se quedará hasta el final de mis días. Muchas veces en mi vida, tantas que ni siquiera puedo contarlas, he pensado como sería mi vida si hubieras estado aquí, mi infancia hubiera sido una totalmente diferente, no habría pasado tantas cosas y hubiera crecido con tu amor y cariño, que créeme… tanta falta me ha hecho. Me atrevo a hablar no solo por mí, si no también por mi mamá, que aunque ella no sufrió tanto tu partida porqué era muy pequeña, en momentos me ha confesado que siempre le hiciste falta, también su vida hubiera sido muy diferente, tal vez hasta ella misma sería otra. Ni se diga de mi abuelo, creo que el cambió radicalmente desde tu partida, no me lo imagino de otra forma a como es ahora, pero sé que contigo él pudo haber sido un mejor hombre, habrían

criado de otra forma a mi mamá y mis tíos. ¿Pero sabes algo? Cuando intentan sacar este tema con él, siempre lo evade, creo que sigue siendo muy duro para mi abuelo. Si te he de ser sincero, no sé que pasa exactamente por la mente de mi tía Lorena y mi tío Alejandro, por supuesto que a ellos les hiciste la misma falta o hasta más, por que eran más pequeños que mi mamá cuando partiste, pero han podido salir adelante, no tengas pendiente. Yo no sé porqué razón pasaron así las cosas, creo que nadie tiene las respuestas o las consigues cuando ya se es muy viejo, solo pienso en que mi vida hubiera sido otra desde el inicio contigo aquí, existirían los fines para ir a visitarte, tendría fotos contigo en mis cumpleaños, cargándome cuando era bebé, en fin miles de anécdotas, pero sé que dónde sea que estés, sigues amando a tus hijos y, algún día se reencontrarán y tendrán la eternidad para hablar sin parar de todo lo que quedó pendiente. Y yo también… Te quiero Abuela. Con amor, Juanjo.


15

M A RIANA Querida Mariana: Hace 7 años que te fuiste, no ha pasado ni un solo día en el que no piense en ti, cuando dejaste de respirar ningún ángel bajó a consolarme, nada ni nadie podía mitigar el dolor que sentí, pero sé que ahora estás mejor y eso me alivia, me da esperanzas para seguir adelante. No quiero que te preocupes por nosotros, todos estamos bien, tu papá y yo pronto te daremos un hermanito, y estoy segura de que tú lo cuidarás por siempre, le platicaremos lo bonita e inteligente que era su hermanita.

Pequeña, las cosas poco a poco vuelven a tener sentido, sólo quiero agradecerte por todo lo que nos diste en tan poco tiempo, nunca me hubiera imaginado que me enseñarías tantas cosas y me darías cientos de lecciones de vida, prometo que nunca dejaré de pensar en ti, siempre serás la hermana mayor, no sabes cuánto me hubiera gustado acompañarte al kínder todas las mañanas, prepararte tu comida favorita para que cuando regresaras de clases comiéramos juntas, que me platicaras lo que te enseñan en clases y ayudarte a hacer tu tarea; sé que ya no estás aquí físicamente, pero estás a mi lado en todo momento. Te extrañaré por siempre. Con amor: mamá.


Fotos: Irvin Tobias


17

M UERTE Una carta a la muerte, por los que seguimos aquí. Después de todos mis reclamos al fin me has escuchado, y ni siquiera sabía que lo hacías. A lo largo de mi vida he enfrentado pérdidas dolorosas, difíciles de afrontar, otras aún no asimiladas, pero lo que sí tengo que agradecerte son las segundas oportunidades que has brindado a la gente que me rodea, personas sin las que mi vida sería la misma. En múltiples ocasiones me has demostrado lo cerca que estás, que no hay forma alguna de evadirte, pero también me has mostrado prudencia, piedad. Hay una frase que se suele decir en ocasiones como ésta: “Cuando te toca, aunque te quites y cuando no te toca, aunque te pongas”. Ahora ya no dudo la veracidad en ella. No sé a quién debo agradecer el regalo de compartir otro día a su lado, o si quiera si debo atribuírselo a alguien y no sólo al destino, pero, al escribir esta carta, mis agradecimientos van dirigidos a ti. Gracias por esas muertes que nos

dejan enseñanzas, gracias por hacernos entender que nuestra vida es tan frágil como un vaso de vidrio que se tambalea a la orilla, gracias por obligarnos a vivir intensamente cada uno de nuestros momentos, gracias por dejarme compartir nuevas experiencias a diario, gracias por no quitarme a los que amo. Gracias, muerte, porque es a causa tuya que entendemos aunque sea un poco la vida. Gracias, vida, porque es por ti que hemos conocido la muerte. Un día, cuando nos tengamos que ver de frente, a pesar del temor que pueda llegar a sentir, sabré que antes fuiste, en varias ocasiones, condescendiente. Alguien me dijo que no había razón para celebrar los cumpleaños, deberíamos entristecernos en ese día, cuando se nos arrebata un año más de vida; hoy puedo asegurarlo, no sólo hay que celebrar ese acontecimiento, hay que celebrar a cada momento, porque a pesar de que el reloj sigue corriendo, no se ha detenido. Y ahora, muerte, te lo digo, a pesar de que no dejaré de reclamar cada una de mis pérdidas, te estaré eternamente agradecida por darle sentido a mi vida. Diana Rodríguez


18

M UERTE QUERIDA: Para empezar, me gustaría citar la letra de una de las canciones de Hello Seahorse “no es que no te quiera, es que te necesito lejos”. Y es cierto, no es que no ame o quiera a la muerte, sino que la prefiero lo mas lejos de mí para así poder amarla; aunque en varias ocaciones estuvo muy pero muy cerquita de mí, hasta me abrazó, podría decir que sólo me dijo “no te olvides nunca de mí”. Aún recuerdo aquel día que supe de ti, era un chamaco, disfrutaba mi niñez en Cancún cuando abrazaste a mi ser más querido en ese momento, yo le llamaba Pola, mi querida abuela. Fue sorpresa para mí el saber que tú, querida muerte, llegaste por primera vez a mi vida sólo para dar malas noticias, tú, mi querida, hiciste que viera llorar por primera vez a mi padre, algo que nunca pensé que sucedería, no en esta vida. Desde ese momento empece a pensarte, a soñarte y, podría decirse, a tener miedo de conocerte. Te alejaste de mí sólo por un momento como para hacerme pensar en lo que habías hecho y, sabiendo que ya estaba bien, fuiste a tocar la puerta de mi abuelo y lo invitaste a una gran fiesta que no pudo rechazar; así te llevaste a dos seres queridos, aquellas dos personas llenas de historia, locura y amor, a las que me faltó conocer, fue aquí donde vi triste por primera vez a mi madre.

No te odio, querida, al contrario, te amo porque me hiciste disfrutar más de la vida. Dulce día aquel que me saludaste, querida; fue la primera vez que luché por mi vida y no fue una gran batalla, pero recuerdo que tragué mucha agua y aquel ser, al que llamaba primo, me salvó de pasar una larga noche a tu lado; te tengo que agradecer, querida, por no llevarme y dejarme disfrutar de toda mi adolescencia, de todas aquellas experiencias, incluidas risas, lagrimas, abrazos, pero también te agradezco porque fue aquí donde entendí que me seguirías el resto de mi vida y que el mar no es como lo pintan, que es bello por fuera pero “culero por dentro”. Gracias, querida. Por último te quiero agradecer por estar presente en mis sueños, aunque tu creatividad y locura dentro de estos es muy bizarra y hay veces que sí me espanta, gracias por eso, mi querida, no dejes de espantarme nunca y porfa que sólo se quede en eso. P.D. Ese último abrazo llegará.

Mr. Vavava


19

M UERTE La vida es muy corta, un día estamos aquí y al otro, quién sabe. Siempre hay que disfrutar a los que nos rodean, sonreír, dar las gracias, decir que los queremos porque un un día puede ser muy tarde y esa persona se puede ir; que triste que siempre que alguien se muere es cuando más le demostramos nuestro amor. ¿Por qué no hacerlo todos los días? No quedarnos con lo que sentimos, disfrutar a las personas que queremos pues cuando menos nos los esperemos ya no estarán con nosotros, no importa la edad, el día, la condición social, la muerte nos va a llegar a todos. Por eso debemos de aprovechar el tiempo viviendo y no pensando en cuándo vamos a morir. Sí, vamos a morir, hay que vivir amando, disfrutando segundo a segundo a esos seres que algún día ya no estarán. Vivir la vida que tenemos ahora, esa que nos tocó y a la que hay que abrazar como un bebé recién nacido. Cada mañana nacemos otra vez, recibimos el regalo de un despertar más… un despertar que tarde o temprano terminará. El año pasado perdí a uno de mis mejores amigos, el 27 de octubre del 2016, yo lo había visto el lunes de esa semana y el jueves en la madrugada fue el accidente; me quedé asombrada porque el lunes lo vi, hablé con en él y el viernes por la mañana me levanté y vi en Facebook la noticia, terrible… por eso es que esta carta es para una futura víctima. Esta carta va dirigida para dos de mis mejores amigos Rubén y Jesús, un jueves 14 de septiembre del 2017 salimos para

festejar el cumpleaños de Jesús, nos peleamos por ciertas cosas y yo le dije a uno de ellos “ya no me hables nunca más”, el lunes 18 de septiembre estando en la escuela a la hora de la salida, me fui enojada con ellos dos. El martes 19 de septiembre antes del temblor, me estaba peleando con Rubén y por WhatsApp sonó la alarma sísmica, dejé mi celular y cuando pude entrar al edificio donde me encontraba me pude contactar con toda mi familia, Rubén me mandó un mensaje que todo estaba bien, yo no podía contactar a mi amigo Jesús, se me hizo un nudo en la garganta y me imaginé lo peor, no me contestaba; en Facebook publiqué “Jesús por favor dime si estás bien” y un compañero en el salón que iba me mandó un mensaje diciéndome que él estaba bien. Sentí tan feo cuando no me contestaba y pensé que si les hubiera pasado algo y estuviéramos peleados es algo con lo que cargaría toda la vida, así que en esta carta les escribo: No tenemos tiempo para todo, se quedarán muchas cosas en el camino, muchos sueños sin cumplir, mucha gente que se marchó antes que nosotros y muchos proyectos sin concluir. Pero hay algo que podemos dejar atado y bien atado antes de morir y es dejar escrito todo lo que pensamos y sentimos en una forma de carta. No quiero que se tome esta carta como el adiós definitivo, porque en realidad es un mensaje de amor. Allá donde me lleve la muerte, los esperaré. Cuando lleguen los estaré esperando con un abrazo y un beso. El día que nos


20 todos los momentos. llegue a pasar algo a alguno de nosotros tres, nos esteramos esperando. Por algo pasan las cosas y les digo que hoy estoy muy contenta en mi nuevo No es una carta para llorar, sino para grupo y que me ha ayudado estar en mi recordar todo lo que hemos vivido en nuevo salón, eso sí, me volví muda y ya 3 años, desde que íbamos en primer no sacan a nadie por mi culpa, me siento semestre y teníamos clase con Hilario, muy orgullosa por ustedes, ya están a examen y nos fuimos; las mil veces que meses de graduarse y sé que les irá muy sacaron a Jesús de clase por mi culpa, bien en lo que hagan. Nuestra amistad no cuando Rubén y yo decidimos reprobar es sólo por estar en la escuela, nuestra una materia, lo que hemos vivido dentro amistad durará hasta que la muerte nos y fuera de la escuela. separe y, el día que lo haga, siempre nos recordaremos como éramos para reírnos El día que decidí reprobar el semestre de todo lo que vivimos dentro y fuera de hablaron conmigo y me dijeron de todo, la escuela. intentaron que entrara en razón pero la decisión ya estaba tomada; casi lloré Este es el motivo de esta carta, porque porque ya no iba a estar con ustedes, decirles que los quiero sería repetirme Rubén y yo que éramos los locos del demasiado, tantas veces se los he dicho, salón, Jesús que me regañaba porque día a día; pero ahora la intención es nunca me callaba, valoro todo lo que dar las gracias por lo que hicieron, por hemos vivido. Siempre estuvieron ahí ser partícipes y artífices de mis días de para apoyarme y nunca me dejaron felicidad. Por eso, por muy lejos que sola, siempre lo he dicho, esta amistad me llegara a marchar, siempre estarán es verdadera y es una amistad que va conmigo. a durar para siempre, así como hemos pasado buenos momentos, los hemos pasado malos, nos hemos peleado, Cuando llegue el adiós definitivo, gritado, nos hemos dejado de hablar, siempre estarán conmigo. pero sabemos que siempre contaremos el uno con el otro. Para mí ustedes dos son de las personas más importantes en mi vida y yo sé que algún día partirán, pero De una futura victima: Aranza Ganzo. mientras estén aquí hay que disfrutar


Fotos: Irvin Tobias


21

M UERTE Carta a la muerte de un ateísta: El no creer en ti como figura no hace que no sienta miedo con tu consecuencia. Es difícil escribirle a algo en lo que no se cree, no te creo física ni metafísica, eres una causa que responde a una acción, y gracias a ti es que mi ateísmo se ha reforzado. ¿Cómo un “Dios” puede permitir la muerte? Si es tan malvada y dolorosa, yo no suelo pedir explicaciones de ¿Por qué ha muerto? Pero es bastante tranquilizador pensar que están mejor ahora en no sé dónde, realmente es un pensamiento que me surge cuando estás presente y necesito calmar mi alma y corazón, cuando se pasa el susto, recuerdo que no eres otra cosa más que fin. Un fin total. De ti lo único que me aterra es el olvido, hacemos tanto y se acaba tan rápido. Normalmente el hecho de ser creyentes y enterrar a tus muertos creyendo que están mejor y que vas a volver a verlos ayuda a mitigar el dolor del duelo, ¿Cómo lo vemos los ateístas? ¿Cómo tratamos con ese dolor? Supongo que para todos es distinto, yo por ejemplo, trato de hacer que la vida perdida tenga un poco de sentido ya que la muerte no lo tiene, no pido explicaciones, así es el ciclo de la vida y así termina, no agradezco a nadie porque no hay nada allá, no vamos a volvernos a ver, porque ya no seremos materia. El luto, es algo importante para cada persona ya que ayuda a eliminar o tratar de aliviar el dolor, es raro pero no hay rituales, las cosas más simples son las que se hacen: Llorar, enojarse, aceptar. Las mismas fases que los demás pero sin rezar.

Las pérdidas humanas si Dios existiera no deberían existir ¿Por qué causar tanto dolor a alguien por un ciclo poco mágico/religioso? Pues Dios sabrá. Dios un tipo raro que te da algo por un tiempo determinado y luego se lo lleva porque es muy buena/o, Él que sabe porque hace las cosas, no protestes, murió porque Dios quiso. Son las justificaciones más religiosas que conozco. Si era bueno Dios lo quería con él y si era malo Dios lo castigó. No tienen sentido para mi… claro se debe igual a mi falta de creencia del más allá. Más allá ¿Existe? No tengo la menor idea, lo que si puedo creer es en el poder de las energías que se mantienen mucho tiempo como el amor y el recuerdo. Para mi eso es el cielo o el infierno después de morir, el ¿Cómo te recuerda alguien? Fuiste amado y bueno, siempre estarás en el corazón y la mente de la gente. Fuiste malo y nadie te quería, eso es el infierno, lo que dejas. Al final, la tradición se antepone a mis creencias y me gusta ir al panteón (por si las dudas) a ver a algunos de mis ancestros muertos. México el país más surrealista del mundo, donde ateos o no, a todos nos gusta pensar que un poco del amor que les tuvimos regresó a nosotros aunque sea un solo día. Un amor sin respuesta. Amando de lejos y extrañando lo “hubiera”. A veces me gustaría creer, la creencia da consuelo y da esperanza. Paulina García.


22

M UERTE ¿Me recuerdas? Soy yo... La muerte y tienes una cita conmigo... Te envío este memorando, para notificarte que mañana te toca a ti... ¡SÍ! ¿Pensaste que vivirías mil años? Calma, no te lamentes; no te lamentes... Ni te preocupes más... Todavía te resta todo un día... Y un día puede ser toda una vida... Si lo sabes aprovechar. ¿Cómo? Ya no postergues tu vida... Ya no renuncies a ella jamás. Tienes 24 horas para demostrar tu cariño, tienes 24 horas para decirle que le amas. Para bailar bajo la lluvia, para disfrutar aquella melodía, para sentir el sol, para soltar tú llanto, para entregar tu alma. Tienes todo un día para pedir perdón, para ser un niño, para ser un sabio, para reír con fuerza, para gritarle al viento, para disfrutar del resto de vida que queda en tu corazón... La vida te está rodeando a cada instante, aunque la busques en el futuro, aunque creas haberla olvidado en el pasado... La vida está allí contigo. Te envuelve con su magia, pero tú como un ciego prefieres ignorarla. Es por eso que te envío este memorando... Para que recuerdes que tienes que morir... Que mañana tomaré tu mano y te llevaré de aquí... Y quiero preguntarte... ¿Podrías describirme el aroma de las rosas? ¿Podrías decirme lo que sientes, cuando el viento te envuelve con su ternura, con su brisa y con su fuerza? ¿Conoces la maravillosa sensación que brinda el amor? ¿Has bailado al ritmo de tu corazón? ¿Haz disfrutado el arte de hacer el amor sin ningún límite? ¿O te ha detenido el temor?

Disculpa si soy indiscreta... Lo que pasa es que me causa mucha gracia el pensar que mañana que te tome en mis brazos... Vas a estar muerto completito... Al 100%... No habrá ningún asomo de vida en ese cuerpo tuyo... Y sin embargo hoy que estas vivo, el 75% de tu ser parece estar muerto. Tengo aquí a muchos suicidas que en el justo momento que me vieron de frente, descubrieron que la vida es muy bella y mucho más grande que todos esos problemitas que creyeron irremediables... Justo cuando sus ojos dejaron de percibir colores, cuando su piel dejó de tener sensaciones, cuando sus oídos no escuchaban ni siquiera el silencio, cuando su boca no pudo decir: “te amo”, “ayúdame”, “te perdono”, “te extraño”, “eres especial”; cuando sus brazos ya no pudieron abrazar, cuando sus piernas ya no pudieron correr, cuando sus labios dejaron de sonreír... En ese momento todo suicida me suplica una oportunidad sin entender que cada instante, de cada hora, de cada día de su vida es una oportunidad... una oportunidad para vivir con intensidad y que yo, la muerte, sí doy oportunidades. Pero solo a aquel que sabe usar la vida, solo a aquel que se da cuenta que la vida no se puede comprar con ninguna cantidad de dinero... Que la vida es como una montaña rusa, a la que te subes y lo disfrutas al 100% porque sabes que el final está cerca y que no podrás comprar otro boleto. ¿Sabes? Existe mucha gente con enfermedades que los tienen al borde de


23 la muerte... Gente admirable que lucha por vivir, por conseguir sus sueños, por gritar su amor, por extender su mano... Por dejarle al mundo la huella de su corazón. Gente que aun sabiéndose desahuciada sonríe feliz, persigue sus sueños y sabe vivir... A muchos de esos guerreros de la vida sí les doy una oportunidad. ¡Porque merecen VIVIR! Y cuando uno de esos seres que supieron vivir llegan a mis brazos... Los recibo contenta, porque no se quejan con el clásico “si yo hubiera...”

Fotos: Irvin Tobias

Ellos hicieron todo lo que quisieron hacer... Y por eso les indico el camino que han de seguir… Ese camino que sin duda les hará volver a vivir. Así que si no me recordabas, ¡aquí estoy! Porque mañana te toca a ti... Te queda un solo día... ¿Qué harás con él? Si me convences puede que te permita vivir. Hoy estás en los brazos de la vida... Pero mañana... Mañana estarás en los míos...

Francisco López


24

GRAC IAS JULS


25

JULIA Empezaré con un te quiero, como las cartas a los enamorados, dejaré ese te quiero suspendido mientras recuerdo tu sonrisa y todo lo que vivimos juntas, los cafés y las tardes de películas. Lo dejaré suspendido porque me hubiera gustado decírtelo más veces, espero que los últimos días hayan sido gratos para ti. Se que ahora estás mejor, porque no hay nadie que te lastime, ni te engañe. Ojalá hubieras recibido el doble de amor, porque lo merecías. Recuerdo ese ultimo día frente a tu ataúd, todo parecía tan falso, no podía creer que estuvieras ahí dentro, escuchaba un sermón de fondo y solo seguía a los demás porque no entendía nada de lo que estaba pasando. Éramos tan diferentes, y sin embargo, estábamos en el mismo lugar hablando de amor y desamor. Juls gracias por no cansarte de buscar la felicidad, por nunca dejar de creer en el amor, gracias por cruzar mi vida y mostrarme que la gente puede ser feliz pese a que todo se mueva de forma inversa. María Velasco


26

GRACIAS AU


27

AURA A ti que todavía te extraño y que no asimilo que ya no estás aquí:

los recuerdos, las vivencias que nada ni nadie jamás podrá borrar.

No, no es fácil asimilar una noticia como la que recibí hace 6 meses. Se hace el silencio, te sientes pequeñito en la inmensidad, te das cuenta de que hoy estás y que mañana ya no, que la vida y la muerte están separadas por un estrecho hilito que se rompe en un segundo, que pasamos por la vida como aquel que pasea un rato en el parque, que hoy estamos y que mañana ya no.

¿Sabes? Hay días que tengo tantas ganas de abrazarte, de contarte cómo me siento, de escuchar tus consejos o que simplemente me llames “Nina”, aunque sea una ultima vez. ¿Pero sabes? Por lo menos me quedo con la imagen de esa niña que siempre sonreía, que siempre tenía la mejor actitud, esa que nuca decía que no y que nos contagiaba a todos con su alegría.

Cuando me dijiste que te hablara a contar cómo me estaba yendo en ese viaje que tanto necesitaba para dejar todo atrás y volver a empezar, y de repente me dieron la peor noticia que nunca pensé que iba a recibir. ¡Pensé que era un broma! Pero cuando realmente la escuche a ella me di cuenta que no, que en realidad ya no iba a volver a verte, a escuchar tu voz, tu risa, esos sonidos raros que tanto me hacían reír, que ya no iba a tener con quién bailar.

Yo se que lo que menos quieres es verme triste, siempre me lo decías: “me encanta la Nina loca” y créeme que es por ti que intento ser fuerte y estar bien. También se que ese día tan difícil para nosotras tú estuviste ahí, tú nos cuidaste, porque seguramente todavía no es momento de que estemos juntas y echando desmadre.

En días como hoy no es fácil describir con palabras qué se siente cuando se pierde a una de esas personas que han sido parte de mi vida. ¿Qué te puedo decir? Desde que paso todo no he dejado de pensar en todo lo que hicimos, en todos esos momentos que vivimos juntas y que nos hicieron ser tan felices en nuestras vidas. No puedo evitar pensar en todo lo que nos falto vivir, en todos nuestro planes que en un abrir y cerrar de ojos se esfumaron. En que ya nunca más íbamos a volver a ser las tres mosqueteras. Te has ido sin decir adiós, te fuiste sin despedirte, aunque a todos nos dejaste

Muchas personas llegan en la vida, existen las que sólo llegan por un momento y se van y las que se quedan y llegan a cambiarla, tú definitivamente eres de las que se quedan para siempre. Lo único que me queda decirte, Titín, es que todos los días te extraño, darte las gracias por todo lo que me enseñaste, por siempre sacarme una sonrisa y estoy segura que nos volveremos a ver y que, en donde quiera que estés, estás contagiando a todos con esa alegría que siempre tuviste. No sabes lo que te quiero y lo importante que siempre vas a ser para mí. Karen Merino.


Foto: Priscila Torres


29

AURA Entonces yo… Odio decir que te quiero. Odio sentir que te necesito. Odio saber que tu voz solo será eco. Odio hablarte y que no contestes. Odio no poder comunicarme contigo. Odio tener que conformarme con tus fotografías. Odio que mis memorias no se puedan proyectar. Odio verte en muchas personas al caminar. Odio buscar tu mirada de complicidad. Odio ver en el espejo mi reflejo sin el tuyo. Odio que mis lágrimas sean para ti. Odio escuchar “así es la vida”. Odio no poder odiarte por no decir adiós. Odio que tu dulce olor ahora sea amargo. Odio haberte amado en tan poco tiempo. … Quiero ver tu aura de nuevo. Quiero ver tus majestuosos ojos brillar. Quiero tu eterno recuerdo en mi piel, en mi alma. Quiero que tu aura me cobije a cada tropiezo, tal como solías hacerlo. Quiero que regreses. Quero abrazarte. Quiero escucharte. Quiero caminar contigo. Quiero mirarte y sonreír sin razón. …quiero dejar de odiar. Arianna Chávez.


Foto: Priscila Torres


31

AURA No lo entiendo. Te fuiste de pronto… sin avisar…. sin despedirte. Y aún creo que entrarás por la puerta del salón con tu inconfundible “chuuuurryyyy”, con esa hermosa sonrisa, tu cabello, tu estilo al vestir y esos ojos que son (si, son) los más puros que he visto en alguien de nuestra edad. Tengo tantas ganas de abrazarte una vez más, solo una para volver a reír y bailar contigo. Solo una vez para platicar y escuchar tu voz. Solo una para disfrutar tu presencia. Solo una para hacerte reír. Solo una para verte. Solo una por favor. …. Hasta en tu ausencia sigo aprendiendo de ti y solo puedo decirte que ésta va por ti, cada día por el resto de mi vida. Miriam Oliva


Foto: Priscila Torres


33

AURA “Cuando sabes que será la última vez que veas a una persona, todo tu mundo se detiene, e intentas que se quede en ese preciso momento, antes de que se marche, pero es imposible y simplemente el tiempo avanza y todo termina.”- lo leí en tumblr. Todo terminó, pero te quedaste en el rincón más profundo de mi alma, en el más profundo porque ahí no podrás salir nunca aunque suene egoísta. Preciosa, estoy escribiéndote esto con la playlist que nos gusta, Lana del rey y una que otra canción de reggaetón viejito. Off to the races sonaba hasta el cielo y nuestras risas en el coche eran imparables. Vernos reír es el mejor y mayor recuerdo que tienen. Estoy esperándote, cada día con más desesperación, hiciste real mi mayor miedo, el que me comía todos los días al llegar a la escuela; “por favor, vida, que nunca me abandone, que no se canse de mí, ojalá terminando la carrera siga acordándose de Priscila Torres.” Pero ya no estás, dejé mi corazón dentro de tus brazos. Estoy regalándote mi vida, mis sentimientos, mi humildad. Veintidós de abril y me morí, todos los días respiro, todos los días me río y camino teniendo una imagen tuya a mi lado, fantaseando con que tomas mi mano, la sostienes con esa seguridad de querer quedarte a mi lado siempre, apoyándome, dándome fuerza, queriéndome por lo que soy. Respirar no significa vivir, yo vivía de tus risas, de nuestros sonidos extraños, de nuestras ocurrencias tan inoportunas, de tus

abrazos espontáneos, de tus caricias en la palma de mi mano, de tus besos tronados, de verte dormir. Eres sin duda quien más sabe de mí, en mis sueños acostumbro contarte todo, desde cómo están las cosas por acá, quién está saliendo con quien nos gustaba, quien ganó las apuestas que teníamos, y quién decidió alejarse del amor que le teníamos; eres con quien más risas he compartido en la vida, la que me hacía sentir dolores estomacales por tremendas risas a la hora de la comida, con la que he podido desahogar mi sentir cada madrugada que la paso mal, también con la que más feliz he sido, No cabe duda, mis mejores momentos también son tuyos. Veintidós de abril y me estrujé, me estrujé de rabia, cuestionando a todos, muriendo lentamente de coraje, gritándote todas las noches que vinieras por mí, que me ahogaban las lágrimas que te lloraba, que me dolía respirar, que mi alma gemela tenía prohibido irse, y te extraño, y me sigues haciendo falta. Dueles más que el primer amor, incluso más que la vida propia, dueles hasta las entrañas, te necesito; y te vuelvo a gritar que te amo, que regreses, que me rompes el alma. Y a pesar de todo, de las personas que huyen, que se cansan, que se enojan, que cambian, tu sigues aquí, a mi lado porque eso hacen las mejores amigas, las mejores gemelas, porque así nos acostumbramos, mi alma. Sé que estoy protegida y que nunca nos fallaremos. Sigues levantando mi ánimo en los peores momentos.


34 Te pienso siempre cantando. Por favor, Titin, nunca dudes de cuanto te amo y que gracias a la vida siempre te lo demostré, estaré a tu lado aunque las •El cristal - Mon Laferte (Te la dedico, circunstancias siempre estén en contra. gatita) Te lo digo con toda la certeza del mundo, no morirás hasta que sea mi turno, mientras… yo me encargo del resto.

•El fantasma - Árbol

GRACIAS POR CAMBIARME LA VIDA, TITIN.

Priscila Torres.

PORQUE AHORA SÍ PUEDO DECIR QUE AMÉ HASTA MORIR.

Foto: Priscila Torres

•Born to die - Lana del rey


35

M ÉXICO Morir en México es completamente diferente a morir en cualquier otro país, las tradiciones, el amor, la fiesta, la comida. Morir en México es celebrar en grande la vida. Algunas personas dicen que los mexicanos somos amigos de la muerte, y cómo va a ser de otra manera si nada más aquí está la entrada al Mictlán.

Planea cómo quieres que sea tu funeral para que veas cómo vas a morir.

El momento de la muerte es también momento de reflexión, para las dos perspectivas. Si un ser querido muere recuerdas todos los momentos juntos, analizas qué tanto te ha dejado (no, la herencia no cuenta) y claro, todo lo que le vas a extrañar pero sabes que nunca te va a dejar, alguien que vive en la memoria no muere nunca. Si estás ya haciendo las maletas para visitar el Mictlán, piensas en todo lo que vas a meter; los logros, el amor recibido, el amor dado, los momentos especiales, el recuerdo del camino de la vida, lo que no dio tiempo de hacer y todo lo que vas a extrañar.

Ataúd acolchado para estar cómodo, dalias, un trío que cante boleros, todos vestidos de blanco, tristes pero sin tanto drama. En un viaje a la selva, una tortuga te come vivo.

El miedo a que habrá después es algo latente en cualquier etapa de la vida; por eso las lenguas mexicanas dicen que ante ese viaje desconocido es mejor aprovechar, amar y dar cuando ya tanteaste el camino que se ve cercano, celebrar la vida mientras se tiene y honrar a los muertos que tanto nos han dejado.

Ataúd clásico de madera, rosas blancas, mariachis, todos van de negro, felices y bailando. Logras viajar en el tiempo pero tu cuerpo no soporta las enfermedades del futuro y mueres.

Ataúd vintage, con gerberas de colores, la música que te gustaba, todos deben ir vestidos con colores excepto negro, felices de que vas a seguir de fiesta. Sacrificaras la mitad de tu existencia por la inmortalidad, algo así como medio muerto y medio vivo, para siempre. Ataúd viejo, rosas rojas, sin música, todos vestidos de negro y llorando mares por ti. Te vas a morir del susto, te preocupas demasiado por las cosas. Nadie ha regresado a contar qué hay, cómo es y qué tal se la están pasando, por cualquier cosa hay que vivir al máximo aquí y, si se puede, disfrutar de lo que hay allá. Hackerman


Fotos: Irvin Tobias


Por definición un zombie es un muerto viviente; literariamente, en gran cantidad de historias y de historietas incluso, es una persona servil que mataron y le lavaron el cerebro para que su única función sea obedecer. En la época actual la fantasía de los zombies ha evolucionado a que no tienen cerebro ni racionalidad, su único propósito es comer humanos. Y, ¿esto no suena un poco a la actualidad? El no racionalizar y solo seguir lo que se dicta.

La tecnología, como todo, tiene su lado negativo y ahora vivimos en la época de los zombies tecnológicos. No, no son robots que se quieren comer tu cerebro. La dependencia de la tecnología es algo muy común en la actualidad y vemos como algo raro que alguien no esté conectado todo el tiempo en la red. Cada vez nos comunicamos más a través de dispositivos móviles que de frente; preferimos enviar mensajes antes que tener interacción social y llamar por teléfono, preferir chatear con otras personas cuando tene-


mos compañía e incluso, chatear con la persona que tenemos de frente antes que hablar. Un estudio realizado en el MIT expone que una persona revisa su smartphone en promedio cada seis minutos y medio; algunos aseguran que tienen toda su vida dentro del dispositivo. Se ha vuelto una extensión de la persona, al grado de no poder interactuar si no lo tiene en la mano. Aún con tanta “interacción social” las personas se sienten vacías y desconectadas, porque no tienen ninguna interacción real ni contacto con otras personas, suprime la empatía. Un estudio realizado en México por la UDEM incluye también actitudes como irritabilidad, impulsividad, inconsciencia y que viven fragmentados entre la realidad y lo que crean como su realidad virtual.

El área de psicología de la misma institución añade que estos “zombies” son impulsivos porque la tecnología no tiene límites, en el mundo virtual hacen lo que les place en el tiempo que quieren, pero en la realidad deben tomar en cuenta la opinión, sentimientos y tiempo de otros. Son incapaces de enfrentar las frustraciones y la incertidumbre porque tienen la costumbre de que las acciones tengan una respuesta y metas claras.



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.