

AAA056

ARCHIVOS DE ARQUITECTURA
ANTILLANA
Director/Editor
Gustavo Luis Moré
Coeditora
Lorena Tezanos Toral
Coeditora sección DoCoMoMo
Mauricia Domínguez
Colaborador sección DoCoMoMo
Alex Martínez Suárez
Sección interiores
María del Mar Moré
Consultor de diseño
Massimo Vignelli (†)
Directora de arte
Chinel Lantigua
Asistente gráfico
Manuel Flores / John Noyola B.
Fotografía
Ricardo Briones / Gustavo José Moré
Gerente administrativa
María Cristina de Moré
Gerente de ventas y mercadeo
Patricia Reynoso
Consultora de mercadeo
María Elena Moré
Secretaría / Ventas / Suscripciones
Mádeline Espinal
Corrección de estilo
María Cristina de Moré
Asistente
Luis Checo
Preprensa e impresión
Editora Corripio
Santo Domingo, RD
Suscripción, venta y publicidad
Santo Domingo, RD
Patricia Reynoso
Tel 809 687 8073 / Fax 809 687 2686
Miami, Fl
Laura Stefan
Cel. 786 553 4284
San Juan, PR
Emilio Martínez
Tel. 787 726 7966
Santiago de Chile
Humberto Eliash
56 22 480 3892
AMÉRICA LATINA Y GRAN CARIBE
Antillas Francesas: Gustavo Torres, Serge Letchimy, Jack Sainsily, Bruno Carrer
Argentina: Ramón Gutiérrez, Fernando Diez, Jorge Ramos, Mario Sabugo, Cayetana Mercé
Bahamas: Diane Phillips
Bolivia: Javier Bedoya, Gustavo Medeiros
Brasil: Roberto Segre (†), Ruth Verde Zein, Hugo Segawa
Chile: Humberto Eliash, Andrés Téllez, Sebastián Irarrázabal, Horacio Torrent, María de Lourdes Muñoz
Colombia: Silvia Arango, Carlos Niño Murcia, Alberto Saldarriaga Roa, Sergio Trujillo, Claudia Fadul, Daniel Bermúdez, Lorenzo Fonseca, Gilberto Martínez
Costa Rica: Bruno Stagno, Luis Diego Barahona
Cuba: Mario Coyula (†), Eduardo Luis Rodríguez, José Antonio Choy, Omar López
Curazao: Ronald Gill, Sofía Saavedra, Ronny Lobo, Michael Newton
Ecuador: Sebastián Ordóñez
El Salvador: Francisco Rodríguez
Guatemala: Blanca Niño Norton, Ana Ingrid Padilla, Cristian Vela, Raúl Monterroso
Jamaica: Patricia Green, Jaquiann Lawson, Patrick Stanigar, Mark Taylor, Robert Woodstock
México: Carlos Flores Marini (†), Louise Noelle, Fernando Winfeld, Jaime García, Eliana Martínez
Panamá: Silvia Vega, Eduardo Tejeira Davis, Sebastián Paniza, Carlos Morales
Paraguay: Jorge Rubiani
Perú: Pedro Belaúnde
Puerto Rico: Manuel Bermúdez, Segundo Cardona, Luis Flores (†), Emilio Martínez, Ricardo Medina, Andrés Mignucci, Jorge Rigau, Enrique Vivoni
República Dominicana: Rafael Calventi, Eugenio Pérez Montás, Esteban Prieto Vicioso, Mauricia Domínguez, Omar Rancier, José Enrique Delmonte, Lowell Whipple, George Latour, Marianne de Tolentino
Suriname: Jacqueline Woei A. Sioe
Trinidad y Tobago: Mark Raymond, Jenifer Smith
Uruguay: Sebastián Schelotto, Conrado Pintos, Nelson Inda
Venezuela: Francisco Feaugas, Ramón Paolini, Enrique Larrañaga, Martín Padrón, David Gouverneur, Federico Vegas
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
Honolulu: William Chapman
Miami: Roberto Behar, Andrés Duany, Elizabeth Plater-Zyberk, Rafael Fornés, Carmen Guerrero, Luis Trelles, Teófilo Victoria, José Gelabert Navia, Jean François Lejeune
New York: Joaquín Collado, Rafael Albert, Germán Pérez, Rafael Álvarez
Washington D.C.: Aurelio Grisanti, Francisco Ruiz
COMUNIDAD EUROPEA
Austria: Mayra Winter
España: Antonio Vélez, Lluis Hortet, Oswaldo Román, Víctor Pérez Escolano, Juan Antonio Zapata
Francia: Kyra Ogando
Italia: Carmen A. Corsani, Stefano Topuntoli, Julia Vicioso
Suiza: Marilí Santos Munné
ASIA
Japón: Cathelijne Nuijsink
AAA © es una edición trimestral. Publicada en marzo, junio, septiembre y diciembre.
Santo Domingo: Número 56, diciembre 2015.
Para envío de colaboraciones, cartas o informaciones favor contactar al editor en:
Gustavo Luis Moré / AAA, E.P.S. P-4777, 8260 NW 14th st. Doral, Florida 33126 USA.
Dirección oficinas de redacción: Calle Benigno Filomeno Rojas #6, Penthouse 7 Norte, Torre San Francisco. Santo Domingo, República Dominicana.
Tel.: 809 687 8073. Fax: 809 687 2686.
E-mail: gustavoluismore@gmail.com Sitio Internet: www.archivosdearquitecturantillana.com
Permitida la reproducción parcial siempre que se admita la fuente.
El editor no se hace responsable de los conceptos emitidos por los articulistas.
Publicación registrada con el No. 83238 del 15/4/96 en el Ministerio de Industria y Comercio de la República Dominicana ©. ISSN 1028-3072. LCCN 99110069 sn 98026218 OCLC number (OCoLC) ocm 40640773
Portada principal sureste del Monasterio de San Francisco, en Santo Domingo, RD. Fotografía de Ricardo Briones.




AAA: la construcción de un estatuto esperanzador
Gustavo Luis Moré
Una revista es una suerte de visión hecha pública con el objetivo de compartir un punto de vista, de llamar la atención hacia determinados asuntos que quien publica, considera pertinentes de señalar.
Desde esta perspectiva esta revista, ha sido un publicación que ha querido mirar más allá del horizonte y del tiempo, hacia geografías que se nos antojan culturalmente inmediatas, y que de alguna manera, nos debieran resultar importantes. El nombre «re vista» implica, si se quiere, algo que ha sido visto más de una vez, o también, algo que ha sido revisado en profundidad.
Cada edición de AAA es pautada con un sentido de escogencia muy riguroso. No solo se propone dar al lector un contenido armónico y con coherencia temática, sino que se pretende a través de sus infinitas lecturas potenciales —desde la puramente gráfica hasta el más enjundioso análisis del investigador— incidir en el devenir de las ideas, de proseguir en la construcción de un estatuto de cosas esperanzadoramente mejores. Este es un objetivo de improbable comprobación, estamos conscientes. Pero bien ha intuído el gran uruguayo Eduardo Galeano: «como toda utopía, el horizonte, aunque no exista, solo sirve para continuar en su búsqueda...».
Esta edición AAA056 presenta varios especiales de diversa naturaleza. Gracias al apoyo del buen amigo guadalupeño Arq. Jack Sainsily, hemos armado una selección de obras y proyectos realizados por la institución pública radicada en Pointe a Pitre y dirigida por él, CAUE Guadeloupe, la Junta de planificación de arquitectura, urbanismo y medio ambiente de Guadalupe. Este organismo, estructurado dentro del marco legal francés, se ha dedicado a planificar, diseñar y ejecutar muchas de las obras de mayor calado en esta isla francófona tan particular del Caribe oriental. La CAUE mantiene un nivel de calidad poco frecuente en otras islas de las Antillas Menores, no solo por la estructura asumida, sino, por la capacidad de gestión y profesionalidad del Arq. Sainsily y su equipo. Nos parece muy relevante poner en evidencia este fenómeno, «re visar» con detenimiento sus logros y aprender de su realidad.
Otra sección de gran significado es la organizada, junto al equipo del Ministerio de Turismo de la República Dominicana, como reseña del proceso seguido en el concurso internacional para las Ruinas de San Francisco y su entorno, uno de los elementos claves del Programa de Fomento al Turismo Ciudad Colonial de Santo Domingo. De nuevo se trata de un grupo de arquitectos y de otros profesionales, quienes desde el ámbito público, actúan con fondos mayormente internacionales, sobre el territorio urbano. En este caso, presentamos en detalle, con un texto introductorio escrito por la Arq. Maribel Villalona, Directora de la Unidad de Proyectos, los aspectos más representativos del monumento mismo y de los participantes en este polémico concurso. Se trata de las ruinas del primer monasterio franciscano y uno de los primeros conventos del Nuevo Mundo, actualmente descuidado después de una intervención de consolidación de atinado criterio dirigida en los años 70 por el Arq. Víctor Bisonó. El espacio en torno a este monumento nacional consiste hoy en un lugar abierto de dimensión considerable cuyo contenido arqueológico ha debido ser respetado paralelamente a la operación de aprovechamiento de los espacios verdes y zonas residuales en las propuestas de diseño de los equipos participantes. Agradecemos al MITUR el confiar en AAA para divulgar este contenido, y esperamos colaborar con el entendimiento ciudadano de una de las iniciativas que más impacto
habrán de tener sobre este delicado espacio patrimonial dominicano. Como parte de una serie de compendios dedicados a clasificar las obras más relevantes de la modernidad dominicana, este número presenta la 4ta. entrega del Catálogo del DoCoMoMo Dominicano, para el que hemos contado con la colaboración editorial —al igual que en las 3 entregas anteriores— de la Arq. Mauricia Domínguez, presidenta del capítulo dominicano de este colectivo internacional para la documentación y conservación de la arquitectura, sitios y barrios del movimiento moderno, y del Arq. Alex Martínez Suárez, tesorero del grupo y uno de sus miembros más activos. Ambos, junto a Lorena Tezanos y el resto del equipo AAA, hemos abordado un inventario —como todo inventario, incompleto y parcial— de la arquitectura tardomoderna dominicana, realizada a partir de la década del 60 hasta el advenimiento del posmoderno en los años 80. Se han identificado dos tendencias principales, denominadas como tardomoderno propiamente dicho y neoexpresionismo moderno, introducidas por dos ensayos: «La transformación de las cajas blancas: el tardomoderno dominicano», de Domínguez Rodríguez; y «Buscando la forma: neoexpresionismo moderno en la arquitectura dominicana», de Martínez Suárez.
AAA056 incluye además varios artículos, ensayos, reseñas y noticias de interés. Omar Rancier ofrece dos textos escritos para los lanzamientos de sendos libros relativos al urbanismo de la ciudad de Santo Domingo: el más reciente es el que introdujo al público La historia crítica de la ciudad de Santo Domingo, de la autoría del profesor Arq. Cristóbal Valdez, el 25 de junio de este año en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU); uno anterior, de 2001, precedió la puesta en circulación del célebre libro La ciudad del Ozama: 500 años de historia urbana, de Eugenio Pérez Montás. Ambos textos refieren temas de aguda visión crítica, que consideramos oportuno vincular. Les acompaña un texto corto recientemente publicado por quien escribe, dentro del volumen editado por el MoMA para la muestra Latin America in Construction: Architecture 1955-1980, que resume y comenta algunos de los principales hitos de la bibliografía dominicana sobre arquitectura y urbanismo en las últimas décadas.
Esta edición aparecerá públicamente pocas semanas antes de la celebración del Seminario de Arquitectura Latinoamericana XVI (SAL XVI), que se desarrollará en Santo Domingo y San Pedro de Macorís del 2 al 7 de noviembre de este año. Hemos incluído aquí un programa preliminar del evento que congregará por primera vez en la República Dominicana a centenares de colegas del continente, reunidos para discutir el estado de situación de la arquitectura de la región. AAA participa como organizadora y auspiciadora del encuentro junto a un consorcio de facultades y escuelas de arquitectura dominicanas, entre ellas la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), la Universidad Central del Este (UCE), la Universidad Iberoamericana (UNIBE) y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)
Confiamos en que este SAL XVI será un espacio de reflexión a la altura de las 15 ediciones previas, y que situará la mirada continental en la región caribeña tan aislada de los flujos de pensamiento y divulgación frecuentes en América Latina.
Un ensayo que exige resaltar, es el de Beatriz del Cueto, «Moldes y prefabricados en el trópico caribeño: los mosaicos hidráulicos y los bloques de concreto», centrado en la introducción, uso y ejemplos de arquitectura realizados con la técnica industrial del hormigón prefabricado a inicios del siglo XX, en Cuba, República Dominicana y Puerto Rico.
Biblioteca
Omar Rancier
Biblioteca
Omar Rancier
Biblioteca
Gustavo Luis Moré
Biblioteca
Humberto Eliash
Convocatoria
Comité Organizador SAL XVI
Panorama
Alex Martínez Suárez
Panorama
AAA
Ensayo histórico
Beatriz del Cueto
La historia crítica de la ciudad de Santo Domingo, de Cristóbal Valdez
Reproducimos en ensayo crítico elaborado por el Arq. Omar Rancier, decano de la Facultad de Arquitectura de la UNPHU, con motivo de la puesta en circulación del libro La historia crítica de la ciudad de Santo Domingo, del Arq. Critóbal Valdez, el pasado 25 de junio de 2015.
La ciudad del Ozama: 500 años de historia urbana, de Eugenio Pérez Montás
Otro ensayo crítico del Arq. Omar Rancier elaborado en 2001 con motivo de la puesta en circulación del libro La ciudad del Ozama, del Arq. Eugenio Pérez Montás. Ambos libros tienen en común el tema urbano de la ciudad de Santo Domingo, Primada de América.
Notas sobre la bibliografía de la arquitectura dominicana, 1955-1980
Recuento bibliográfico escrito por el Arq. Gustavo Luis Moré, donde analiza las publicaciones más sobresalientes sobre la arquitectura moderna dominicana. Este escrito fue publicado en el catálogo de la última exhibición del MoMA, Latin America in Construction: Architecture 1955-1980 (New York: MoMA, 2015).
Le Corbusier y América a 50 años de su muerte
Ensayo del arquitecto e investigador chileno Humberto Eliash con motivo de la publicación de su más reciente libro Dos proyectos de Le Corbusier en Chile: Atelier Dávila en Santiago y Casa Errazuriz en Zapalla (Chile: Universidad de Chile, 2015).
Programa preliminar SAL XVI Santo Domingo 2015
Calendario de actividades y conferencias del Seminario de Arquitectura Latinoamericana XVI, a celebrarse en Santo Domingo, República Dominicana, del 2 al 7 de noviembre de 2015.
Epílogo moderno
Manifestación artística de un grupo multidisciplinario que ha generado una reflexión en pro de la conservación del patrimonio del siglo XX de la Ciudad Colonial de Santo Domingo.
UNIBE celebra VI Jornada de Diseño de Interiores
Esta jornada reunió a expertos nacionales e internacionales del área del diseño para abordar temas de interiorismo, paisajismo, iluminación, técnicas constructivas innovadoras, entre otros.
Moldes y prefabricados en el trópico caribeño: los mosaicos hidráulicos y los bloques de concreto
Artículo de investigación de la arquitecta e investigadora puertorriqueña Beatriz del Cueto, donde estudia las tecnologías de construcción de principios del siglo XX que utilizaron el cemento Portland en Puerto Rico, Cuba y República Dominicana.
Omar Rancier
* Palabras del Arq. Rancier para la puesta en circulación del libro, 2015.

La historia crítica de la ciudad de Santo Domingo
Cristóbal Valdez
Santo Domingo: Publicaciones UNPHU, 2015
La ciudad de Santo Domingo, la primera ciudad de modelo europeo en el Nuevo Mundo, es más que una ciudad, una historia; una historia que sigue escribiéndose cotidianamente, tejiendo su urdimbre cada vez más compleja y complicada. Y como toda historia, ha tenido sus historiadores, sus cronistas, el último de los Cronistas de Indias, he dicho en más de una ocasión, es el querido amigo y admirado profesor, humanista y consejero Arq. Eugenio Pérez Montás1, quien nos ha enseñado que la historia está hecha de retazos de sueños que se entremezclan con destellos de realidad. Aquí asistimos a la epifanía de un nuevo cronista: el cronista crítico, aquel que trata de profundizar las causas de los hechos desde una epistemología diferente que podríamos calificar de dialéctica e ideológica.
El texto está estructurado en tres grandes bloques, con prólogo, introducción y epílogo. Un primer bloque, «Santo Domingo en el siglo XVI», trata de los años iniciales de la ciudad y el desmontaje del mito de la Ciudad de Ovando. Un segundo bloque, «Santo Domingo siglos XVII-XIX», donde se plantea la ciudad detenida, la ciudad en la era del azúcar y la prosperidad; y un tercer bloque, «Santo Domingo siglo XX», que trata desde la primera expansión de la ciudad hasta el «Nueva York chiquito».
Cristóbal Valdez aborda la historia de esta ciudad de más de 500 años; cuyo nombre fue violado y rescatado, que fue golpeada y destruida por huracanes y guerras, que ha sido asaltada y desvalijada por piratas y por políticos; con la intención de develar contradicciones y de desmitificar, que no enderezar entuertos2, como el legendario caballero de La Mancha, y lo hace con la metodología del relojero, encajando la pieza precisa en el lugar exacto.
Sus análisis de las razones del traslado de la ciudad a la ribera occidental iluminan un tema que nunca había sido explicado de una manera tan racional. Lo mismo sucede con el desmontaje de los aportes del Comendador de Lares a la Ciudad Colonial y el cuestionamiento de la llamada Ciudad de Ovando, tan presente en la actualidad con la ejecución del programa de incentivo al turismo en la Ciudad Colonial de Santo Domingo (CCSD) que financia el Banco Interamericano de Desarrollo, primer programa de grandes inversiones en CCSD desde los gobiernos del Dr. Balaguer, y que ha producido desplomes físicos y conceptuales. Y el autor lo hace a partir de un complicado rizoma ideológico que vincula el pasado colonial hispánico con una modernidad dictatorial, señalando al Dr. Balaguer como el autor de tal denominación por la admiración expresa de este último con el riguroso e inhumano método de gobernar de Ovando, a quien, siempre según
Valdez, emula en sus propios gobiernos; y compara, de una manera magistral, diferentes acciones sobre la Ciudad del Ozama separadas por más de 500 años de desmadres urbanos y de una urbanofagia desvergonzada, todo esto acompañado de unos análisis gráficos construidos a partir de una documentación histórica acreditada. El autor plantea unas reflexiones que sirven la mesa para un debate necesario, debate que la Facultad de Arquitectura y Artes de la UNPHU asumirá a través de lo que llamaremos «Tertulia sobre la Historia Crítica de Santo Domingo» que será coordinada por la Maestra Arq. Mauricia Domínguez, nuestra coordinadora de investigaciones.
A lo largo de sus análisis el autor plantea como las ciudades, y la ciudad de Santo Domingo en particular, se han ido construyendo a partir de los impactos de las decisiones políticas extraterritoriales y por las influencias de los sectores de poder, identificando así una práctica que se repite desde la colonia hasta nuestros días, demostrando históricamente lo que Emilio Brea y yo llamamos en su momento «El trasfondo de las transformaciones urbanas»3
La historia de la ciudad se hace más explícita a la luz de los análisis de Valdez, que insiste en cómo la vieja ciudad de Santo Domingo se ha ido conformando a partir de intereses particulares. Resulta revelador como identifica las incidencias de los políticos sobre la ciudad, coincidente con la de los promotores inmobiliarios, que persisten desde los inicios mismos de la ciudad hasta la actualidad, en no considerar el espacio público, ese articulador necesario que permite que las ciudades sean más vivibles, como parte esencial de los proyectos que formulan; y señala, en una de las precisiones críticas más certeras del libro como se conceptualiza esta fórmula con el cambio del nombre de «espacio público» al de «área verde», considerada, dice el autor, como un «... área baldía en la mayoría de los casos y sin ninguna relación con las comunidades que se supone debe servir»4, dejando entender que la misma pudiese ser cualquier espacio residual o accidente topográfico.
Antonio Vélez Catrain, ese dominico-español, creativo y emprendedor que tantas veces ha arrimado su hombro con el nuestro para concretar ideas sobre la ciudad de Santo Domingo, califica el libro de nuestro amigo «Tobi», al prologarlo, de «militante». Comparto con ustedes lo que dice Vélez: Este es un libro documentado y valiente. Pocas veces coinciden estos calificativos en un libro dedicado a la investigación urbana. Pero además, y no menos interesante y oportuno para su salida a la luz, también se destacan su amenidad y su visión comprometida, diría que militante, en la defensa de la razón que debería presidir y guiar estos procesos en lugar de la pasión de los políticos que sucesivamente ocupan el poder, los cuales, en general —no solo en la República Dominicana— de la ciudad saben bien poco5 .


Nada más claro para definir esta obra que hoy se pone a la disposición de todos, desde los lectores interesados y los estudiosos de la ciudad, hasta los políticos que no teman auto-indigestarse cuando descubran en el texto sus propias veleidades urbanas.
Nos parece que el leit motif de esta historia crítica se desliza entre dos ideas fundamentales: la incidencia de las decisiones políticas y extraterritoriales sobre el destino y la conformación de nuestra ciudad, y la cantidad hechizada, como diría Lezama6, de las oportunidades perdidas para mejorar este contexto urbano receptáculo de sueños y pesadillas cotidianas.
En ese sentido, pienso en los planes de Bernardo Giner de los Ríos, de 1939, el republicano español y exministro de la República Española en el exilio, que fuera contratado por el dictador Trujillo a sugerencia del embajador español en el exilio, Fernando de los Ríos, primo de Giner7; pienso también en el Plan Vargas Mera-Solov, que como dice nuestro autor: «fue un intento del dictador de poner freno a las migraciones del campo, que ya en el año 1956 se estaban incrementando fuertemente». Y donde «Se introdujo el concepto de límite urbano y una zona suburbana de expansión que absorbería el crecimiento en el futuro». Y que «...contenía un proyecto de viviendas de interés social para los barrios marginados»8
O el plan del consorcio Padco-Borrell, ganador de un concurso para hacer un plan de ordenamiento territorial de la ciudad de Santo Domingo, relacionado con el financiamiento por parte del BID de un nuevo acueducto a finales del gobierno del Dr. Balaguer en 1978, con un estudio que «…estaba dividido en dos partes: el diagnóstico y el diseño del plan. Sólo se llega a hacer la primera parte, el diagnóstico, ya que el nuevo gobierno no continúa el proyecto del acueducto y, en consecuencia, el BID no sigue con el financiamiento de la segunda parte del proyecto: el diseño del plan9». Continuando con una de las grandes conclusiones de su libro: «De nuevo decisiones políticas, de dentro y fuera del país, afectan el desarrollo de la ciudad e impiden que se realice un plan»10
Sigue nuestro autor explorando su tesis central de que las decisiones políticas exteriores y locales han desgraciado nuestra ciudad, y analiza los proyectos que se desarrollan en la década final del siglo pasado, de base esencialmente social, como los proyectos de El Caliche, proyecto modelo de mejoramiento urbano con la agencia de cooperación alemana GTZ, parcialmente ejecutado; el Plan Cigüa y el Plan Resure, llamado al inicio del gobierno del Dr. Fernández «el megaproyecto contra la pobreza», que fue desplazado prontamente por otro megaproyecto más acorde con las ideas del gobernante.
El autor reseña eventos importantes como las seminarios «Santo Domingo 2000», en 1975, realizado por la Facultad de Arquitectura y Artes de la UNPHU y el ADN, con el


objetivo de analizar los problemas de la ciudad y las posibles soluciones para el año 2000; y su secuela de 1995, «La ciudad de todos, Santo Domingo 2000, veinte años después», organizado para «...realizar un análisis retrospectivo de las propuestas surgidas en el 75 y proponer acciones concretas para el fortalecimiento de las estructuras urbanas de Santo Domingo».
Y llega así «como del rayo», como dice el gran poeta y luchador español Miguel Hernández en su «Elegía a Manuel Sijé»11, pasando por el plan de Peña Gómez sobre la ciudad y luego sobre el proyecto del malecón, tampoco realizados, hasta el «Nueva York chiquito», esa «...“modernidad” concebida por el Dr. Fernández [que] se concreta en dos proyectos emblemáticos de su gestión: la remodelación de las avenidas 27 de Febrero y John F. Kennedy, que atraviesan la ciudad de este a oeste. Amplía estas vías llenándolas de pasos a desnivel y disminuyendo las aceras, dándole mayor espacio al automóvil y menos al ciudadano de a pie. Estas avenidas urbanas se convirtieron en carreteras rápidas dentro de la ciudad»12. Termina Valdez esta parte con una declaración lapidaria: Nuevamente se trata de intervenciones que, igual que en los tiempos de Balaguer, no correspondían a ningún plan de ordenar la ciudad y fueron concebidas para el símbolo de la modernidad: el automóvil. Una de las consecuencias de estas intervenciones ha sido la desvalorización del suelo sobre ambas avenidas, la velocidad del tránsito y la imposibilidad de uso peatonal, además de la pérdida total del espacio público13 .
Creemos que en esta parte, la parte de la ciudad moderna, es que nuestro cronista crítico despliega toda su militancia ideológica que muchos considerarán radical, pero a la cual me adhiero totalmente. Nuestra ciudad, esta ciudad novelada, descrita indistintamente como un poema delicioso o una espeluznante pesadilla; esta ciudad que sufrimos y amamos con igual pasión, se ha conformado a tropezones dirigidos por los intereses políticos, nacionales e internacionales y los sueños petulantes de gobernantes insomnes.
Permítanme referirme ahora al libro como un objeto de diseño en un mundo donde el libro debe competir con las publicaciones en línea y las redes sociales que han conformado un lector de imágenes y resúmenes de no más de 140 caracteres, según twitter, ese pájaro que nos devora y que hace que confundamos los amigos con los seguidores, según el cantante belga Stromae en su canción «Carmen»14 .
Historia crítica de la ciudad de Santo Domingo es un bello libro y un objeto que conjuga un magnífico texto con unas gráficas explicativas y bellas y un diseño tipográfico contemporáneo. Constantinos Saliaris me señalaba, por ejemplo, lo que el llama «un detalle exquisito» en el diseño del libro, la parte histórica, desde la colonia hasta finales del siglo XIX, se imprime en un papel color sepia con textura, un código de color en naranja oscuro y una tipografía Garamond. La parte moderna del siglo XX está impresa
Santo Domingo, una ciudad de contradicciones.


en papel blanco satinado con un código de color azul aqua y una tipografía Gotham. Todo completando una propuesta atractiva y capaz de satisfacer tanto al público joven devoto de las redes sociales como a aquellos que aún disfrutamos el libro como un ritual de conocimiento.
Al final, en el epílogo, se descubre el optimismo del autor cuando declara: Santo Domingo es una ciudad con grandes recursos y oportunidades que, bien orientados y coordinados, podrían convertirla en poco tiempo en una ciudad referente para su región y en la que la calidad de vida de sus ciudadanos sea el reflejo de su belleza. Apostamos a una mejor ciudad centrada en el hombre, en la que la calidad del espacio público llene de orgullo a sus ciudadanos15
Cristóbal Valdez, como buen cronista, ha sido él mismo actor y testigo de excepción de muchos de los capítulos modernos de su historia crítica y asume valientemente, como también lo califica Vélez en su prólogo, su posición ideológica y técnica, una posición comprometida con esa idea que el neoliberalismo, que trata de ponerle precio a todo y que ha piloteado esta civilización hasta llevarla al borde del colapso, ha tratado, sin resultado, de estigmatizar. Cristóbal Valdez, como muchos de nosotros, está comprometido con la utopía, esa utopía que el maestro Eduardo Galeano, citando al director de cine argentino Fernando Birri, decía: «...que está en el horizonte»; y siguía diciendo: «Yo sé muy bien que nunca la alcanzaré, que si camino diez pasos ella se alejará diez pasos. Cuanto más la busque menos la encontraré, porque ella se va alejando a medida que yo me acerco. Esa utopía que sirve para eso, sirve para caminar»16
Cristóbal Valdez es un caminante de la Utopía, un peripatético encantador de serpientes —y no me refiero a ningún político en particular—, un sembrador de ideas y promotor encantado de la ciudad buena, que, como dice el poeta sevillano Antonio Machado, ha hecho camino al andar.
Omar Rancier 25 de junio de 2015
Referencias:
1 Omar Rancier, «La ciudad, forma urbis: historia y apologética urbana», Presentación del libro La ciudad del Ozama (Santo Domingo: Centro de Altos Estudios Humanísticos y del Idioma Español, UNPHU, 2001), 504-512.
2 Miguel de Cervantes, Don Quijote de La Mancha (Madrid: Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, 2004).
3 Emilio Brea y Omar Rancier, «El trasfondo de las transformaciones urbanas», en 100 Hojas de Arquitectura (San Pedro de Macorís: Universidad Central del Este, 1984), 121.
Santo Domingo, una ciudad de contrastes. (Cristóbal Valdéz)

4 Cristóbal Valdez, Historia crítica de la ciudad de Santo Domingo (Santo Domingo: Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, 2015), 89.
5 Antonio Vélez Catrain, «Prólogo», Historia crítica de la ciudad de Santo Domingo, 13.
6 José Lezama Lima, La cantidad hechizada (Ediciones Júcar, 1974).
7 Omar Rancier, «Arquitectos españoles en el exilio en Santo Domingo», conferencia, Seminario Internacional: El exilio republicano español en la República Dominicana, 2010.
8 Cristóbal Valdez, Historia crítica de la ciudad de Santo Domingo, 106.
9 Ibíd., 120.
10 Ibíd., 120.
11 Miguel Hernández, Elegía a Manuel Sijé, en http://www.poemas-del-alma.com/miguel-hernandezelegia.htm.
12 Cristóbal Valdéz, Historia crítica de la ciudad de Santo Domingo, 133.
13 Ibíd., 134.
14 Stromae, Carmen, en http://youtu.be/UKftOH54iNU.
15 Cristóbal Valdéz, Historia crítica de la ciudad de Santo Domingo, 143.
16 Eduardo Galeano, ver en http://youtu.be/GaRpIBj5xho.
Biblioteca
Omar Rancier
* Palabras del Arq. Rancier para la puesta en circulación del libro La Ciudad del Ozama, 2001.

La ciudad del Ozama: 500 años de historia urbana
Eugenio Pérez Montás
Barcelona: Centro de Altos Estudios Humanísticos y del Idioma Español, 1998.
La ciudad forma urbis, historia y apologética urbana* Asumo esta presentación como un honor, un inmerecido honor, que me hace uno de los arquitectos más respetados de nuestro país, quien ha demostrado a más de una generación que la cultura es esencial para el conocimiento de nuestra ciudad y para la construcción de la forma urbis, esa forma urbis de la que trata, principalmente, su libro
La Ciudad del Ozama: 500 años de Historia Urbana. Y es un honor doble, por cuanto el otro arquitecto invitado a comentar el libro es Rafael Tomás Hernández esa «figura bondadosa, estable y consejera» como le llama el propio arquitecto Pérez Montás.
Pero la verdad es que las ciudades no se parecen a ningún fenómeno natural, porque son creaciones artificiales, aunque de un género curioso, integradas por elementos debidos, tanto a la voluntad consciente como al azar, y controlados imperfectamente. Si hemos de referirnos a la fisiología, a lo que más se parecerá una ciudad será a un sueño.1
Primera aproximación: texto cortaziano Hace tiempo leí un excelente libro sobre semiótica en la arquitectura. Se titulaba Arquitectura y significado2 y estaba editado por Charles Jencks y George Baird. En aquel libro se decía, entre otras muchas cosas interesantes, que «...un libro siempre habla de otros libros» y que «...el libro es una máquina para pensar». Y aquel libro era una verdadera máquina para pensar; estaba editado de tal manera que los artículos reproducidos, de un importante grupo de teóricos de la arquitectura y de la teoría de los signos, aparecían con los comentarios y contra comentarios de los demás participantes del proyecto y del autor del artículo.
Así el libro de Jencks y Baird cobraba un inusitado y estimulante dinamismo. Cuando pienso en el libro del arquitecto Pérez Montás, pienso en él, de alguna manera, relacionándolo con aquel libro sobre semiótica, pues La Ciudad del Ozama es un libro dinámico y estimulante. Este libro del arquitecto Pérez Montás, lo he descrito como un texto cortaziano, o rayeluano, como me corregía un amigo hace poco.3 Es un libro que aunque se estructura a partir de una cronología histórica estricta, puede ser abordado por cualquiera de sus temas y capítulos sin perder su integridad ni su sentido. Esto, obviamente lo hace una especie de texto cruzado entre lo histórico y lo poético, un texto desarrollado entre la construcción de una imagen de una ciudad que muchas veces se desdibuja en el tiempo y la ciudad interior y autobiográfica del arquitecto Pérez Montás, que se construye con fragmentos de una realidad personal mucho más rica y compleja.
Para mí, este libro largamente esperado, no es simplemente un libro de historia urbana, es más que eso, es la cantidad novelada de una ciudad que se vislumbra en 500 años como una ciudad abierta, que le importa a muy pocos, y entre los que les importa se encuentra en primera fila nuestro arquitecto, profesor y amigo, con el cual he cultivado una relación de respeto y admiración en la misma contradicción de nuestras posiciones ideológicas.
Segunda aproximación: crónica e identidad
La Ciudad del Ozama es un texto obligado para quien desee conocer, por simple curiosidad o por interés histórico, arquitectónico, urbano o académico, sobre la ciudad de Santo Domingo. Es una excelente recolección de datos dispersos sobre la ciudad y de gráficos que atestiguan su conformación morfológica paso por paso. Es una crónica de la ciudad, desde su fundación hasta nuestros días.
Eugenio Pérez Montás es un cronista. Cronista de las peripecias de una ciudad que se asoma, entre las ondas del río Ozama, al mítico mar de los indios caribes combatiendo piratas de viejo o nuevo cuño, o entonando un bolero entre las brisas de un atardecer lúdico. Quizás sea el último cronista de la estirpe de los Cronistas de Indias. Un cronista que ha escrito un libro excepcional sobre una ciudad también excepcional.
Santo Domingo, con su carga de cinco siglos e innumerables utopías castradas, es una ciudad que le cabe perfectamente esa denominación: ciudad excepcional. La excepción dominguense es, sí se quiere, infusa, está ahí, con todas sus formaciones y deformaciones, saqueada cada cuatrenio por una horda nueva y amenazada continuamente por las más retrógadas. La morfología, dominguense, permítanme usar este calificativo, ha sido mito y pesadilla para muchos habitantes de ese recodo final del Ozama.
Su estratificación espacial, que va de una ciudad conformada de acuerdo a unas concepciones coloniales, a una ciudad fractal, que puede ser definida con aquellos versos de Pedro Mir que dicen: «Brota, cruje y se derrama / como una vena rota»,4 encierra una organización escalonada que da, a pesar de todo, continuidad a una propuesta que se acoge a unas condiciones socioeconómicas y climáticas muy particulares.
Sin una identidad conocida, Santo Domingo se conforma en una suma de identidades parciales, y así lo deja entender Pérez Montás en su crónica finimilenaria cuando nomina cada capítulo con el apelativo de ciudad calificada: «La ciudad antigua», «La ciudad republicana» y «La ciudad contemporánea», y utiliza el mismo recurso con más precisión en los temas desarrollados en cada capítulo.
El tema de la identidad ha sido un tema álgido y obligado. Las recientes declaraciones atribuidas a Alan Tourain, nos colocan de repente, en el ojo del huracán y de nuevo vienen a mi pensamiento los versos de Mir:
«Este es un país que no merece el nombre de país
Sino de hueco, tumba, féretro o sepultura»5
La identidad quizás sea un concepto intrascendente en el devenir de una ciudad de sobrevivientes como Santo Domingo, y lo que se desprende de la lectura de un libro como La Ciudad del Ozama es una sensación de construcción cotidiana de identidades (así en plural), unas identidades que no son las mismas para la ciudad burguesa que para la ciudad marginal.
La diferencia entre una y otra ciudad queda salvada por una ciudad que se estructura a partir de elementos primarios, o sea, de los diferentes nodos espaciales que se han generado alrededor de las diferentes megalomanías hechas monumentos.
Tercera aproximación: multiplicidad de lectura, poética y apología En términos prácticos el libro tiene otros aciertos, la calidad cortaziana del texto se expresa no sólo en la posibilidad de abordarlo por el capítulo o el tema que se desee, sino en la estructuración en capas de profundidades epistemológicas variables de acuerdo a la capacidad intelectual del lector.
Así el libro puede leerse como una crónica elemental en el estrato de los resúmenes que acompaña cada capítulo; como un texto novelado, en las extensas partes autobiográficas del libro; como un texto académico, en las documentadas secciones históricas y como una apología ideológica en las partes referentes a las realizaciones de Balaguer.
Esta cualidad lo hace, de acuerdo a lo que plantea Umberto Eco en «Apostillas del nombre de la rosa», un texto poético.6 Para Eco esa cualidad de poética, pertenece a los textos capaces de generar diferentes significados, como es el caso de La Ciudad del Ozama
Otra lectura crítica del libro de Pérez Montás es la de un libro escrito por un personaje que asume tres posturas diferentes frente al desarrollo de la ciudad de acuerdo a su posición en el proceso de conocimiento y construcción de la misma. Una primera persona es el historiador que cuenta la historia de la ciudad desde su fundación hasta los años 60. Una segunda persona es el testigo de excepción, que ve modificarse la ciudad ante sus propios ojos desde el ámbito familiar, académico y profesional desde mediado de los años 40 hasta principio de la década de los 70. Y, por último, una tercera persona que es actor directo y protagonista principal de los proyectos urbanos y paisajístico de Balaguer, de quien actúa como fiel apologista.
Historiador, cronista y apologista, tres en uno, guiado por una ideología que públicamente he cuestionado pero que respeto dentro de una práctica profesional y académica que se ha mantenido, por su parte, respetuosa frente al comentario crítico; un comentario que el mismo autor entiende que debe ser «estimulante, creativo y orientador» aunque más adelante establece que «muchas veces la crítica es una maquinaria industrial de neologismos irreconciliables y confusos»7
Cuarta aproximación: diseño gráfico
El humorista norteamericano Groucho Marx, cuestionado sobre la capacidad educativa de la televisión, para referirnos a uno de los artefactos que más rudamente ha competido con los libros, respondía que para él, ciertamente, la televisión era un vehículo de cultura: «cada vez que la encienden en mi casa me encierro en la biblioteca».
El libro que comentamos probablemente sea uno de esos libros que puede competir con cualquier medio de comunicación moderno. Su audaz diseño gráfico lo hace muy atractivo, tanto como pieza para ver que como lectura, aunque también provoca un cierto grado de confusión iterativa, ese concepto de repetición de la misma cosa a diferentes escalas, algo que por demás he disfrutado desde mi nicho fractal8 que tanto interés ha producido en nuestro arquitecto, aunque quizás las gráficas del mismo no ilustren eficiente y objetivamente el texto como debiera.
Sin embargo, el concepto de diseño gráfico desarrollado por Lourdes Periche es una especie de provocación que hace el libro más estimulante. Una estrategia similar la usó recientemente el arquitecto holandés Rem Koolhaas en su exitoso libro S, M, X, XL, quien ha planteado, a propósito de lo que quieren convertir a Santo Domingo, la teoría de la ciudad genérica, especie de ciudad sin carácter, propia para la cultura de la globalización, que se compara, de acuerdo a Koolhaas, con la impersonalidad de los aeropuertos y que comienza, aquella teoría, con el tema de las identidades diciendo entre otras cosas:
La identidad concebida como una forma de compartir el pasado es una proposición perdedora: no sólo hay, en un modelo estable de expansión poblacional continua, cada vez menos que compartir, sino que la historia adquiere una suerte de media vida envidiosa que mientras más se abusa de ella se convierte en menos significativa al punto que su disminución se convierte en insultante. Esto es exacerbado por la constantemente incrementada masa de turistas, una avalancha que, en una perpetua búsqueda de «carácter» sepulta identidades exitosas debajo de una basura sin significado.9
En más de una oportunidad, y esta es una de ellas, de frente a los desaciertos urbanos actuales, me he preguntado: «¿Querrán, ciertamente, convertir a Santo Domingo en una ciudad genérica, además de un “Nueva York chiquito”?».10
Quinta aproximación: civitas y ciudad
Una de las cualidades de los libros es la de estimular la reflexión. El libro de Pérez Montás me ha estimulado a reflexionar sobre la ciudad, o más bien sobre la civitas, entendida ésta en el sentido más amplio que interesa no solamente a la parte física de la ciudad sino a su complejo contenido social, económico, político y cultural.
Una cita del libro es suficientemente reveladora sobre el estado actual de nuestra civitas, entendida como producto histórico; en los dos últimos párrafos de la página 160, escribe nuestro arquitecto: Otro analista del comportamiento social dominicano, en una entrevista también reciente (se refiere a José Antinoe Fiallo en entrevista realizada por Carmen Imbert en febrero de 1998) habla del autoritarismo en la actualidad, pero previamente lo sitúa en la historia: «uno de los problemas más importantes es que las propuestas liberales o democráticas terminan aceptando que la única manera de modernizar es pactando con las fuerzas conservadoras. Parte de los trinitarios se alían al baecísmo, los liberales cibaeños a Santana; después de la Restauración algunos liberales se unen a Báez; Meriño tenía a Lilís de Secretario de Interior; después de Lilís se alían los liberales con Cáceres, y otros que se oponían a la ocupación terminan pactando y de ahí salen los liberales apoyando a Trujillo; matan a Trujillo y Juan Bosch consigna el borrón y cuenta nueva; y en el 78 el PRD retoma esa consigna y ahora tenemos la experiencia del Frente Patriótico». Efectivamente —sigue diciendo Pérez Montás—, podría establecerse una ecuación entre autoritarismo y democracia, movilidad social y desarrollo urbano. Esto adquiere particular relevancia durante el siglo XX, después de concluir la dictadura de finales del siglo XIX. No sabemos si el caos de la ciudad moderna puede compararse
con el orden y la limpieza proclamados durante treinta años, después de haber sido destruida y reconstruida la ciudad en 1930. Parecería que la realidad social y económica no refleja la realidad urbanística. A veces esta última le sirve de pantalla al engaño y a la mentira. El sortilegio de las grandes estructuras construidas por el poder alimenta el sueño. Después, todo se olvida.11
Esta cita doble es un retrato de la sociedad dominicana de hoy, de la proyección de la misma sobre la forma urbis y de la manipulación social a que nos someten continuamente los políticos que, desgraciadamente, se convierten y han convertido históricamente en una serie de aberraciones urbanas, de todos conocidas, que han deformado la ciudad en aras de una modernización neoliberal que desdeña toda sensibilidad urbana y arquitectónica a favor de un definido régimen de ganancias económicas y prebendas políticas.
No soy de los que pueda ver la ciudad simplemente como espacio social y cultural sin un sentido crítico; creo que la ciudad es el escenario natural de todas las contradicciones interclasistas interpersonales que se dan en una sociedad. Creo que el espacio urbano es un producto que es consumido por los actores sociales. Pero también creo en la ciudad que cultiva la calidad de la vida. En tal sentido entiendo que en la actualidad, Santo Domingo está siendo consumida por uno de los grupos sociales más insaciables que jamás han dirigido la cosa pública. Un grupo que desprecia profundamente la ciudad como escenario para la vida y solamente la entiende como campo de batalla económica y social, resoluble en términos viales. Me permito de nuevo citar a nuestro arquitecto cuando escribe: El automóvil no es la ciudad. La ciudad es algo más que eso. Es solo que el dominio del hombre sobre la ciudad y sobre su territorio regional require de esas máquinas. El correcto equilibrio entre la realidad necesaria y la realidad social y económica hipertrofiada, constituyen la meta del planeamiento urbano contemporáneo. La ausencia de planificación impulsa el caos. La ciudad se deshumaniza cuando el diseño urbano se orienta al tránsito vehicular.12
Excelente reflexión que alguien debiera leerle a algún secretario de Estado.
Final
Al final del libro, cuando Pérez Montás aborda la ciudad del futuro, habla del «cinturón verde» como uno de los proyectos claves para Santo Domingo. Quiero finalizar mi comentario también con este tema.
El «cinturón verde» es el recurso y el instrumento más importante para el desarrollo futuro de la ciudad y el más agredido en la actualidad, donde la especulación inmobiliaria, apoyada en despachos ministeriales, presiona y violenta reglamentaciones y leyes en nombre de un cuestionable progreso y en una más cuestionable «libertad empresarial» que no acaba de entender que el bien colectivo debe de estar siempre sobre el bien individual. El «cinturón verde» es un bien de la ciudad, vale decir de todos y cada uno de sus moradores que debe de preservarse a toda costa tanto de los depredadores de cuello blanco como de los invasores marginales.
En este contexto, desesperanzador y decadente, y al mismo tiempo esperanzador y regenerador de utopías, como todo fin de siglo, el libro La Ciudad del Ozama es, por lo menos, eso quiero creer, un llamado de atención sobre el destino de nuestra urbe que podría servir eventualmente para revertir la flecha del tiempo de los desaciertos que hemos presenciado ayer y hoy en Santo Domingo y otras ciudades de la República. Después de todo Einstein decía que el tiempo es sólo una ilusión.13
Referencias:
1 Joseph Rykwert, La idea de la ciudad: antropología de la forma urbana en el mundo antiguo (Madrid: Hermann Blume, 1985)
2 Charles Jencks y David Baird, Semiótica y arquitectura (Madrid: H. Blume, 1975).
3 Se hace referencia a la obra Rayuela de Julio Córtazar.
4 Pedro Mir, Hay un país en el mundo (Santo Domingo: Taller, 1982).
5 lbid.
6 Umberto Eco, Apostillas a El nombre de la rosa (Barcelona: Lumen, 1985).
7 Eugenio Pérez Montás, La ciudad del Ozama: 500 años de historia urbana (Barcelona: Centro de Altos Estudios Humanísticos y del Idioma Española, 1998).
8 Se refiere a la geometría fractal o geometría de la naturaleza, propuesta por el científico estadounidense de origen franco-judío Benoit Mandelbrot, que es parte de las ideas que se estructuran en la llamada teoría del caos, y que plantea que se deben aceptar las irregularidades y las variaciones infinitesimales para comprender la naturaleza de las cosas.
9 Rem Koolhaas, S, M, L XL (Rotterdam: 010 Publ., 1995).
10 Se refiere a una declaración del presidente de la República, Dr. Leonel Fernández, en el sentido de que uno de sus sueños es el convertir a Santo Domingo en un Nueva York chiquito.
11 Eugenio Pérez Montás, La ciudad del Ozama, citando a José Antinoe Fiallo.
12 Eugenio Pérez Montás, La ciudad del Ozama.
13 Illia Prigogyne, El tiempo es una ilusión, citando a Albert Einstein.
Gustavo Luis Moré
Emilio José Brea, et al., Santo Domingo: Guía de arquitectura / An Architectural Guide (Santo Domingo - Sevilla: Junta de Andalucía, 2006).
Notas sobre la bibliografía de la arquitectura dominicana 1955-1980
* Texto publicado in extenso y en idioma inglés en el catálogo del MoMA, Latin America in Construction: Architecture 1955-1980 (New York: MoMA, 2015).
La República Dominicana fue uno de los escasos países latinoamericanos ausentes en la hoy célebre exposición realizada por el MoMa en 1955. Ninguno de sus destacados arquitectos modernos ni de sus numerosas obras aparecen en el estupendo catálogo. Esta ausencia puede ser atribuida a dos fenómenos: en primer lugar, a la enorme animadversión internacional hacia la persona del exdictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, quien gobernó férreamente desde 1930 hasta su asesinato en 1961; y en segunda instancia, al desfase que esta limitante situación produjo en las relaciones internacionales de los autores locales, creciente al momento de la redacción de este evento en Nueva York. De hecho, muchas de las obras más reconocidas obedecen al temprano racionalismo de los años 30 y 40, haciendo poca alusión a la tónica predominante en el catálogo de muros cortina, quiebrasoles y superficies revestidas en materiales naturales, tan propios de casi todos los países de la región hacia estos años.
Tal hecho tiene una correspondencia singular en la producción bibliográfica; los pocos textos de mayor calado fueron dedicados al estudio y análisis de la relevante arquitectura colonial dominicana, en particular aquellos escritos por el docto judío-alemán Erwin Walter Palm. En 1949 aparece, casi apócrifamente, el único documento relativo a la arquitectura de la época, precisamente redactado por el principal autor vinculado al régimen, Henry Gazón Bona, La arquitectura dominicana en la era de Trujillo (Ciudad Trujillo: Imprenta Dominicana, 1949). Este libro ofrece un insólito panorama si bien parcializado, de las abundantes construcciones oficiales dispersas por toda la geografía nacional, entre ellas, las diseminadas en la frontera con Haití, como parte del programa de dominicanización. Ningún otro texto local ha trascendido, sin embargo, 4 artículos en publicaciones periódicas internacionales —Architectural Forum, Interiors, Proyectos y Materiales y The Caribbean Library— son conocidos, centrados en la luminosa obra del Hotel Jaragua de Guillermo González Sánchez, uno de los principales hitos de la modernidad dominicana, lamentablemente perdido en 1985.
Con el fin de la dictadura en 1961 el país avanza democráticamente, se funda el gremio de arquitectos posteriormente convertido en el CODIA, que inicia una revista de inestable frecuencia, único documento que orienta los caminos de la nueva arquitectura de la democracia dominicana. No es sino hasta los años 80, como se evidencia en la bibliografía elegida para esta reseña, que le arquitectura dominicana tiene alguien que le escriba, momento al que debemos asomarnos para estudiar la obra realizada en el periodo que compete a esta exposición, 1955-1980.
Los cambios en la tónica posmoderna de la arquitectura internacional son propicios para la toma de consciencia de toda una nueva generación de autores, críticos e historiadores que asumen el enorme vacío documental con una determinación contagiosa. En 1979 se funda el Grupo Nueva Arquitectura, colectivo de jóvenes arquitectos dedicados al estudio, la divulgación y la promoción del patrimonio construido nacional, alcanzando con sus iniciativas a estimular escenas paralelas en otros países de la región, como Cuba, Puerto Rico, Guadalupe, etc. El GNA produce la primera revista de carácter analítico, Arquivox, y mantiene por varios años una página de arquitectura de gran resonancia, todos los martes en El Nuevo Diario, posteriormente recogida en la recopilación 100 Hojas de Arquitectura Esa década abre la puerta hacia un autoreconocimiento de proyección internacional que dibuja, hasta el día de hoy, las más diversas iniciativas editoriales dominicanas.
Rafael Calventi, Arquitectura contemporánea en República Dominicana (Santo Domingo: Banco Nacional de la Vivienda, 1986).


El primer estudio panorámico de la mejor arquitectura dominicana del período es el dirigido por uno de los más reconocidos autores del momento, Rafael Calventi Gaviño. Este título, Arquitectura Contemporánea en la República Dominicana, presenta un compendio riguroso, organizado tipológicamente, de las obras más relevantes de esos años en los que la tardomodernidad daba paso a una vehemente posmodernidad, tan arraigada en el país.
El interés hacia la región del Gran Caribe, consolidada por el Plan CARIMOS / OEA, se establece a través de varios estudios, entre ellos el Manual Bibliográfico de la Arquitectura y el Urbanismo en el Gran Caribe de quien esto escribe, los cuales abren el camino a la eventual publicación de la revista Archivos de Arquitectura Antillana. Con una visión amplia, la publicación No.33 del Journal del DoCoMoMo International y la edición No.34 de la revista AAA, abordan el panarama regional, siendo la edición de AAA producto de un encuentro concertado por el MoMA y la UTech de Jamaica sobre el tema de la modernidad en el Gran Caribe.
Eugenio Pérez Montás sintetiza años de estudios y erudición en su monumental volumen La ciudad del Ozama, dedicado a la narrativa histórica de la ciudad de Santo Domingo. Otros textos de índole urbana son Tendencias urbanísticas en América Latina y el Caribe, del profesor Ramón Vargas Mera; las Reflexiones urbanas, de Cristóbal Valdéz; las Ideas urbanas para Santo Domingo, de Antonio Vélez Catrain; y la Guía de Arquitectura de Santo Domingo, de un colectivo de autores dirigido por José Enrique Delmonte.
Dos textos de origen internacional sitúan la arquitectura dominicana en perspectiva: la tesis doctoral en Heidelberg del panameño Eduardo Tejeira Davis sobre el caribe hispano, y el pivotal Arquitectura Antillana del siglo XX, de Roberto Segre, uno de los autores de mayor cobertura e influencia en la región.
Dos narrativas que han consolidado respectivos análisis sobre el urbanismo y la arquitectura dominicanos, son Historias para la construcción de la arquitectura dominicana, 1492-2008, editada por Gustavo Luis Moré para el Centro Cultural E. León Jimenes, y 60 años edificados, editada por José Enrique Delmonte para INCA. Ambos abordan la arquitectura reciente del país, tanto histórica como críticamente.
Un libro de reciente aparición hace un recuento fundamentalmente gráfico de la arquitectura moderna dominicana, en la ocasión de la Bienal de Venecia 2014, editado por una grupo de autores bajo los auspicios del Laboratorio de Arquitectura Dominicana.
El panorama de hoy es mucho más alentador que el de tres décadas atrás. Tanto publicaciones periódicas consolidadas, como AAA, AAA/Pro_Files, Arquitexto, Hábitat y otras, mantienen diversos enfoques complementarios de la escena nacional y regional, así como libros de temas y obras más específicos, enriquecen el inventario patrimonial. Habrá que profundizar en una visión más crítica y actualizada para situar con mayor precisión la difícil y a veces incómoda presencia de la República Dominicana dentro del difuso panorama latinoamericano, visto desde estas paradójicamente marginales aguas.
Cristóbal Valdez, Reflexiones urbanas: Artículos y cartas (Santo Domingo: INTEC, 2007).

Gustavo Luis Moré, et al., Historias para la construcción de la arquitectura dominicana, 1492-2008 (Santo Domingo: Grupo León Jimenes, 2008).

Bibliografía:arquitecturadominicana,1955-2014
Grupo Nueva Arquitectura, ed. 100 hojas de arquitectura
San Pedro de Macorís, República Dominicana: Universidad Central del Este, 1984
Prólogo de Plácido Piña
Rafael Calventi
Arquitectura contemporánea en República Dominicana / Contemporary architecture in the Dominican Republic
Santo Domingo, República Dominicana: Banco Nacional de la Vivienda, 1986
Ensayo introductorio de Gustavo Luis Moré
Gustavo Luis Moré
Manual bibliográfico sobre la arquitectura y el urbanismo en la historia del Gran Caribe, 1492-1900
Santo Domingo, República Dominicana: Museo de las Casas Reales, 1987 (1ra ed.), 2007 (2da. ed.)
Eduardo Tejeira-Davis
Roots of Modern Latin American Architecture: The Hispano-Caribbean Region from the Late 19th Century to the Recent Past Heidelberg: Deutscher Akademischer Austauschdienst, 1987
Eugenio Pérez Montás
La ciudad del Ozama: 500 años de historia urbana
Santo Domingo: Patronato de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, 1998
Andre Dunoyer de Segonzac
Basílica Nuestra Señora de la Altagracia Santo Domingo, República Dominicana: Banco Popular, 2000
Antonio Vélez Catrain, ed.
Ideas urbanas para Santo Domingo
Santo Domingo: Ayuntamiento del Distrito Nacional y BHD, 2002
Omar Rancier and Cristóbal Valdéz, ed.
Concurso de Diseño de Vivienda Santo Domingo: Asociación Popular de Ahorros y Préstamos, 2003
Roberto Segre
Arquitectura Antillana del siglo XX La Habana, Cuba: Arte y Literatura, 2003
Ramón Vargas Mera
Tendencias urbanísticas en América Latina y el Caribe: la situación a finales del siglo XX
Emilio José Brea, et al., 60 años edificados: Memorias de la construcción de la nación (Santo Domingo: Industria Nacional, 2008).

Santo Domingo: Amigo del Hogar, 2004
Emilio José Brea, Mauricia Domínguez, Linda María Roca, Risoris Silvestre
José Enrique Delmonte, director
Santo Domingo: guía de arquitectura / An architectural guide
Sevilla: Consejería de Obras Públicas y Transportes, 2006
Gustavo Luis Moré, ed.
Banco Central: 60 años de historia, arquitectura y arte
Santo Domingo: Banco Central de la República Dominicana, 2007
Textos de Omar Rancier, Marianne de Tolentino y Roberto Segre
Cristóbal Valdez
Reflexiones urbanas: artículos y cartas
Santo Domingo: INTEC, 2007
Emilio José Brea García, et al.
60 años edificados: memorias de la construcción de la nación
Santo Domingo, República Dominicana: Industria Nacional, 2008.
Gustavo Luis Moré, ed.
Historias para la construcción de la arquitectura dominicana, 1492-2008
Santo Domingo: Grupo León Jimenez, 2008
Gustavo Luis Moré, et al., Banco Central: 60 años de historia, arquitectura y arte (Santo Domingo: Banco Central de la R.D., 2007).

LAD - Laboratorio de Arquitectura Dominicana, Arquitectura en el trayecto del sol: entendiendo la modernidad dominicana (Santo Domingo: Amigos del Hogar, 2014).

Gustavo Luis Moré and Eduardo Luis Rodríguez, ed. «El Movimiento Moderno en el Caribe Insular» do.co.mo.mo 33, septiembre 2005: 44-57. Archivos de Arquitectura Antillana (AAA) 001-052 Santo Domingo: 1996 a la fecha University of Technology, Jamaica y el Museum de Arte Moderno de Nueva York
AAA034: «Caribbean modernist architecture», septiembre 2009
Gustavo Luis Moré, ed.
AAA040: «Gazcue 2011», agosto 2011: 26-67
Melisa Vargas «16 años de arquitectura y urbanismo públicos en República Dominicana»
AAA046, marzo 2013: 56-69
Alex Martínez Suárez
«Universidad de Santo Domingo: conjunto urbano moderno 19441961»
AAA046, marzo 2013: 60-63
Gustavo Luis Moré
«Casa, jardín y ciudad: la arquitectura doméstica en el Polígono Central Santo Domingo»
AAA047, junio 2013: 74-101
Textos de Esteban Prieto, Eugenio Pérez Montás, Gustavo Luis Moré y José Enrique Delmonte
Omar Rancier y Emilio Brea, eds.
Arquitectura en el trayecto del sol: entendiendo la modernidad Dominicana / Architecture in the path of the sun: understanding Dominican modernity
Santo Domingo: Laboratorio de Arquitectura Dominicana, 2014 Textos de Marcos Blonda, Emilio Brea, Gustavo Luis Moré, Omar Rancier, Juan Mubarak Mauricia Domínguez, Alex Martínez Suárez and Melisa Vargas, coeditores
Revistasespecializadasyartículos:
Arquivox 01-05, Grupo Nueva Arquitectura: publicación trimestral de estudios sobre arquitectura, asentamientos humanos e historia
Santo Domingo: 1984-1986
Arquitexto 01-086, Santo Domingo: enero 1986 a la fecha.
Alex Martínez Suárez
«Los Hypar en la Arquitectura Moderna Dominicana» Arquitexto 83, octubre 2013: 38-47.
DoCoMoMo Journal 033, Netherlands: 1993 a la fecha
Mauricia Domínguez
«La verdadera historia: los barrios y ensanches del Polígono Central de la ciudad de Santo Domingo»
AAA047, junio 2013: 50-73
AAA Pro_Files 01-07. Santo Domingo: marzo 2012 a la fecha
Gustavo Luis Moré, ed.
«Oscar Imbert & Antonio Segundo Imbert»
AAA Pro_File 01, marzo 2012: 01-123
Gustavo Luis Moré, ed.
«José Horacio y Alejandro Marranzini»
AAA Pro_File 03, septiembre 2012: 02-149
Gustavo Luis Moré, ed.
«William J. Reid Cabral, Carlos y Patricia Reid Baquero»
AAA Pro_File 06, mayo 2014: 04-292
Gustavo Luis Moré, ed.
«José Antonio Caro Álvarez, José Antonio y Danilo Caro Ginebra, Juan Cristobal Caro Gómez: tres generaciones modernas en la RD»
AAA Pro_File 07 (en proceso)
Humberto Eliash
Planta de la casa Errazuriz dibujada por estudiantes de la FAU de la Universidad de Chile.
Le Corbusier y América a 50 años de su muerte
«La arquitectura de los tiempos modernos es una nueva etapa de la historia de la humanidad. Las técnicas modernas nos han dado el fundamento prodigioso del aparecer de un nuevo lirismo».
Le Corbusier
El pasado 27 de agosto de 2015 se cumplieron 50 años de la muerte de Le Corbusier. Tenía 77 años, cuando este suizo autodidacta, hijo de un relojero y una pianista, murió ahogado en la playa del pueblo Roquebrune-Cap Martin en la costa azul francesa vecino a Montecarlo, lugar de origen de su mujer Ivonne Gallys. Ese día, dejó su existencia material uno de los arquitectos más importantes del siglo XX cuyo trabajo trascendió más allá del propio ámbito de la arquitectura, impregnando el arte, el diseño y el urbanismo con su genialidad. Con obras y proyectos en 4 continentes cambió los paradigmas de la arquitectura, integró arte-diseño-arquitectura-urbanismo-planificación territorial, cuestionó la forma de concebir las ciudades y sentó —junto a otros pioneros de su época, Mies, Gropius, Wright, Aalto— las bases de la Arquitectura moderna del siglo XX a nivel mundial.
Ese 1 de septiembre, la tierra y el agua estuvieron presentes en el funeral de Estado que le organizó el gobierno de Charles de Gaulle en el museo del Louvre. Los arquitectos griegos portaron un cofre con tierra del Acrópolis, los arquitectos de la India trajeron un ánfora con agua del Ganges. Los arquitectos japoneses vaciaron un puñado de hojas de cerezo de Kioto y los brasileros, representando a América Latina, depositaron tierra roja de Brasilia sobre sus cenizas. El fuego también se hizo presente en las 20 antorchas que portaban los 20 soldados franceses que llevaban su féretro mientras se escuchaba la marcha fúnebre de Beethoven.
América fue para él un temprano y obsesivo objeto de sus deseos. Estuvo 12 veces en este continente, en las cuales visitó Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Colombia y Estados Unidos. Realizó ambiciosos planes urbanísticos para Bogotá y Buenos Aires, que no se llegaron a concretar. Sembró bocetos y proyectos de arquitectura de norte a sur del continente pero solo logró construir la casa del doctor Curutchet en La Plata, y el Carpenter Center de la Universidad de Harvard en Boston, a pesar de sus reclamaciones de autoría en la Sede ONU en Nueva York y el Ministerio de Educación y Salud en Río de Janeiro. La embajada de Francia quedó a nivel de anteproyecto, el cual en definitiva terminó por desarrollar el chileno Guillermo Jullian de la Fuente excolaborador de Le Corbusier. También quedó a nivel de anteproyecto el mausoleo Delgado-Chalbaud para el cementerio de Caracas. Realizó innumerables bocetos para propuestas urbanas en Río, Sao Paulo y Montevideo. En Buenos Aires imaginó un edificio de 40 pisos en el parque Palermo y un condominio de 17 casas tipo Ville Savoie.


Sus sueños siempre fueron más allá de las reales posibilidades de materializarlos. Sin embargo su influencia fue fundamental en el desarrollo de la arquitectura moderna en momentos en que una buena parte de los países de América Latina comenzaba un proceso de modernización social. El arquitecto Carlos Herrera Mac Lean, uno de los promotores de su viaje a Montevideo se preguntaba en 1929 «¿De dónde extrajo Le Corbusier sus nuevas teorías? De la observación de la vida nuestra. A tal vida tal arte. Y que sea, como fue en otros tiempos, la arquitectura el espejo de la vida».
Su pensamiento revolucionó la arquitectura y la forma de pensar las ciudades. Cometió errores propios y formó decenas de discípulos que a su vez crearon obras y nuevos discípulos y también errores propios en nombre de la modernidad y el nuevo urbanismo.
La primera vez que pisó suelo americano fue en 1929. Argentina lo recibió con los brazos abiertos y con admiración, pese a las provocaciones que él hizo apenas había bajado del transatlántico Massilia que lo trajo desde Burdeos. En la primera de las diez conferencias en la sede de Amigos del Arte de la calle Florida espetó: «Buenos Aires capital sud del nuevo mundo, aglomeración gigantesca de energía insaciable, es una ciudad que está en el error, en la paradoja, una ciudad que no tiene espíritu nuevo, ni espíritu antiguo, sino simplemente una ciudad de 1870 a 1929, donde la forma actual será pasajera, donde la estructura es indefendible, excusable pero insostenible…» Además les dijo que los profesores de la escuela de arquitectura eran «perfectamente idiotas» y criticó a Mario Palanti y las Casas baratas. Pese a ello, Victoria Ocampo y Matías Errazuriz le encargan sus respectivas casas en Buenos Aires y Zapallar.
En ese viaje no concretó sus intenciones de hacer urbanismo a gran escala en Buenos Aires ni Río de Janeiro, como tampoco lo logró en el año 1939 en Chile con la reconstrucción de las ciudades de Chillán y Concepción tras el terremoto de ese año. Pero consiguió que le contrataran en 1938 el plan director de Buenos Aires con Ferrari y Kurchan, y el plan piloto y plan regulador de Bogotá en 1947 con Sert y Wiener.
En Chile nunca estuvo físicamente pero realizó dos proyectos que no llegaron a ser construidos: la casa para Matías Errázuriz en Zapallar (que finalmente la diseñó para el mismo cliente el arquitecto mexicano Carlos De Landa) y la ampliación de la Casa de Roberto Dávila en Santiago Poniente. Esas casas fueron en definitiva meras excusas para establecer redes de contactos que lo llevaran a concretar encargos de mayor escala como grandes edificios o reconstrucción de ciudades. Él veía el continente americano como una tierra de oportunidades donde sembrar la nueva arquitectura, lo que, en definitiva, no pudo lograr como sí lo consiguió en la India.
Casa Curutchet en La Plata. Croquis de Humberto Eliash.
Boceto para el
Casa Errazuriz, proyecto de Le Corbusier en Zapallar, Chile.


Entre sus colaboradores americanos podemos mencionar: al pintor Roberto Matta y los arquitectos Emilio Duhart, Roberto Dávila, Bruno Stagno y Guillermo Jullian de Chile; a los colombianos Rogelio Salmona y Germán Samper; a los argentinos Amancio Williams, Jorge Ferrari Hardoy y Juan Kurchan; y al mexicano Teodoro González de León. En Estados Unidos, a José Luis Sert y Paul Lester Wiener. Su influencia en la arquitectura del continente va mucho más allá de estos nombres y la podemos apreciar en obras tan diversas como la iglesia de los Benedictinos, la sede Cepal en Santiago, el edificio Copelec en Chillán, la Unidad Vecinal Portales y el Instituto de Biología Marina en Reñaca, por citar algunos.
La obra de Le Corbusier permanece con su legado cargado de humanismo y creatividad que plasmó en sus obras y en sus escritos y que aún sigue ejerciendo influencia como referente cultural del siglo XX y XXI
Fue menos un urbanista que un reformador social, un artista integral, un activista cultural, un visionario que siempre estuvo mirando más allá de la contingencia apostando a un futuro mejor. Como dijo en Londres al recibir el premio medalla de oro: «Lo bueno de nuestro quehacer de arquitectos es que nuestros sueños pueden ser realidad mañana».
Pese a las críticas que han reaparecido recientemente por episodios de su pasado que lo vinculan con Benito Mussolini y sus simpatías con el régimen de Vichy, no han logrado disminuir el peso de su influencia sobre la arquitectura y el urbanismo del siglo XX. Un peso que ha sido particularmente importante en la definición de un modelo de modernización que siguieron varios países de nuestro continente.
Aquel 1ro de septiembre —después de recibir el homenaje de los monjes en La Tourette— el ministro de cultura francés André Malraux en su discurso en el funeral dijo: «Es hermoso que aquí estén presentes el oriente y el occidente, en unión fraternal entre el mundo físico y el mundo espiritual, el agua, la tierra y el fruto de ambos».
El mismo año de su muerte, el ministro André Malraux le encargó realizar el Museo del siglo XX en Nanterre, París, intentando saldar la deuda que el Estado galo mantenía desde que se nacionalizó francés en 1930. ¿Llegó demasiado tarde para sus expectativas? Nunca lo sabremos. Lo concreto es que ése fue el último dibujo que dejó en su tablero antes de partir de vacaciones a Cap Martin. Bajó a la playa a disfrutar de los últimos días de vacaciones. Pero no regresó a su mítica cabaña. La muerte lo sorprendió en el mar nadando contra la corriente como siempre lo hizo en su vida.
(*) Humberto Eliash es arquitecto chileno, autor de varios proyectos en América Latina y profesor titular en la Facultad de arquitectura y urbanismo de la Universidad de Chile. Es miembro de los SAL (Seminarios de Arquitectura Latinomericana) y del comité internacional de la revista AAA.
Maqueta del Atelier Dávila. Al centro, Monasterio Benedictino Santísima Trinidad de Las Condes; y Hotel Cap Ducal, Valparaíso, Chile. Abajo: Fotomontaje realizado por J.M. Manzano del estudio Eliash arquitectos con motivo del aniversario de la muerte de Le Corbusier.




proyecto del Ministerio de Educación en Rio de Janeiro, Brasil.
Comité Organizador del SAL XVI
Programa Preliminar: SAL XVI
Santo Domingo 2015
SAL XVI, Santo Domingo 2015: «El archipiélago latinoamericano: Tránsito del sincretismo a la heterotopía».
Lunes 2 de noviembre:
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña UNPHU
9:00 am - 1:00 pm: Tours programados por la ciudad
3:00 pm - 4:15 pm: Inscripciones
6:00 pm - 6:30 pm: Acto de apertura: palabras del Arq. Miguel Fiallo Calderón, Rector de la UNPHU; palabras del Arq. Omar Rancier, Decano Facultad de Arquitectura y Artes UNPHU
6:30 pm - 7:30 pm: Conferencia magistral: Eugenio Pérez Montás - República Dominicana
8:00 pm: Cena miembros del SAL, Santo Domingo Country Club
Martes 3 de noviembre:
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña UNPHU
Presentación: «El Caribe y/o la dimensión arquitectónica», José Antonio Constanzo, Director de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo UNPHU
9:00 am - 10:45 am: Panel estudiantil 1
• «La casa dispersa en el edificio: articulación entre lo público y lo privado», Brayan Leonardo Garavito Gómez - Colombia
• «Evolución de la vivienda vernácula dominicana», Anais Reinoso Naut - Rep. Dom.
• «Configuración del hábitat vernáculo en Sabana Buey», Virna Castillo Reyes - Rep. Dom.
• «El Batey: Símbolo y tradición», Judith López González - Rep. Dom.
• «Vivienda social moderna, “Los Cajones”», José Alberto Herrera - Rep. Dom.
10:45 am - 11:00 am: Coffee break
11:00 am - 1:00 pm: Panel profesional 1
• «El límite del sincretismo: la claridad estilística y los criterios de valor en la arquitectura latinoamericana», Humberto Viccina - Perú
• «Rito y ceremonia, arquitectura y tradición en Oaxaca», Dulce María García Lizarraga y José Ángel Campos Salgado - México
• «Distantes cercanías: Intentos de hilvanar el archipiélago latinoamericano», Ernesto Rodríguez Matos - Puerto Rico
1:00 pm - 2:30 pm: Almuerzo / Sesión de posters
2:30 pm - 3:10 pm: Panel profesional 2
• «La mediatización de proyectos de arquitectos franceses en América Latina: una mirada a los ejemplos publicados en “La Construction Moderne” durante el periodo de entre-guerras», Andrés Ávila Gómez - Francia
• «Peugeot 1961: Visiones del sincretismo latinoamericano a través de un concurso internacional de arquitectura», Patricia Méndez y Ana Esteban Maluenda - Argentina / España
3:10 pm - 4:45 pm: Panel profesional 3
• «Obras y proyectos: Jungle Architecture Group», Frank Brasselet - Guyana Francesa
• «Modernidad y raíz rioplatense: arquitecturas pioneras y presentes», Jorge Ramos - Argentina
• «Obras y proyectos: Simples Arquitectura», Antonio Segundo Imbert - Rep. Dom.
4:45 pm - 5:00 pm: Coffee break
5:00 pm - 6:30 pm: Panel profesional 4:
• «Obras y proyectos: Millet Architects», Jean Bernard Millet y Jeanine Liautaud - Haití
• «Obras y proyectos: Pile et Face Architectes», Emile Romney - Guadalupe
• «Obras recientes del estudio Choy-León», José
Humberto Eliash (Chile), Louise Noelle (México) y Gustavo Luis Moré (R. Dominicana), durante el SAL celebrado en Concepción, Chile.

Antonio Choy - Cuba
6:30 pm - 7:00 pm: Reconocimientos Día de la Arquitectura Dominicana
7:00 pm - 8:00 pm: Conferencia magistral: Nataniel Fuster - Puerto Rico
Miércoles 4 de noviembre: Universidad Iberoamericana UNIBE
Presentación: «Centroamérica y/o la dimensión urbana», Elmer González, Director de la Escuela de Arquitectura de UNIBE
9:00 am - 10:45 am: Panel estudiantil 2
• «El Caribe y la arquitectura contemporánea: cuatro casas paradigmáticas», Zegella Toloza y Ricardo Baracaldo - Colombia
• «Gestación espontánea del espacio-tiempo en el Caribe urbano», Jéssica Corredor, Álvaro Castellanos y Andrés Peña - Colombia
• «Conjuntos históricos rurales en el paisaje cultural yucatanense: transformaciones en el siglo XXI», Blanca Paredes Guerrero y Julio Cesar Pat CanulMéxico
• «La pobreza como espacio de fragmentación socioespacial», María Alejandra Sanabia - Rep. Dom.
• «Los hitos urbanos en contexto latinoamericano», María Alejandra Hernández y Juan Manuel GarcíaColombia
10:45 am - 11:00 am: Coffee break
11:00 am - 1:00 pm: Panel profesional 5
• «Ciudad y cine: lectura sobre Santiago proyectado», Marcelo Vizcaino - Chile
• «Auge y dependencia en inversiones urbanas ponceñas», Fernando Pabón - Puerto Rico
• «La dimensión urbana: formal /informal», Alexander Vallejo - Colombia
• «Vivienda social y espacio público: El caso del barrio “Pedro Ferré” de la Ciudad de Corrientes, Argentina», Miguel Ángel Riera - Argentina
Mauricio Rocha, arquitecto Mexicano. Foto: www.espacio-blanco.com

Antonio Segundo Imbert, de República Dominicana.

1:00 pm - 2:30 pm: Almuerzo / Sesión de posters
2:30 pm - 4:30 pm: Panel profesional 6
• «De las ciudades fortificadas a las urbes heterotópicas: encuentros y desencuentros en las ciudades modernas del Caribe», Jorge Lizardi, Manuel Bermúdez - Puerto Rico
• «Desarrollo urbano y patrimonio: divergencias y coincidencias en el patrimonio tangible e intangible. La República Dominicana tendencias en el desarrollo urbano», Juan Mubarak - Rep. Dom.
• «La nueva herencia heterópica», Mizoocky MotaRep. Dom.
• «Del sincretismo a la heterotopía (¿lo que nos pasa sin saberlo?)», Juan Penabad - Puerto Rico
4:30 pm - 5:30 pm : Panel profesional 7
• Andrés Mignucci - Puerto Rico
• Humberto Eliash - Chile
• Juvenal Baracco - Perú
5:30 pm - 5:45 pm: Coffee break
6:00 pm - 7:00 pm: Panel profesional 8
• Mark Raymond - Trinidad y Tobago
• Eduardo Tejeira-Davis - Panamá
• «Arquitectura y naturaleza en el hábitat del Caribe mexicano», Louise Noelle Gras - México
7:00 - 8:00 pm: Conferencia magistral: Victor CañasCosta Rica
Jueves 5 de noviembre: Universidad Central del Este UCE
7:30 am: Salida hacia San Pedro de Macorís. Punto de encuentro: Facultad de Arquitectura y Artes, Edificio 1, UNPHU
Presentación: «Latinoamérica y/o la dimensión territorial», Francesco Gravina, Director de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo UCE
Mark Raymond, de Trinidad y Tobago.
Eugenio Pérez Montás, arquitecto dominicano.


9:30 am - 10:45 am: Panel estudiantil 3
• «Dispositivos urbano arquitectónicos para el manejo del agua en Sincelejo, finales del S.XIX», Judith Estefanie Iglesia Vergara, Marianela Mendivil, Apolinar Ceballos, Francisco Moterroza y Francesca Martínez - Colombia
• «Contaminaciones: hacia un paisaje abstracto e impuro», Eduardo Tapia - Colombia
• «Las dimensiones del territorio: Geografía cultural del Caribe», Duvier Alejandro Gómez - Colombia
• «Movimientos sociales en la historia del urbanismo: el mutualismo en Colombia siglos XIX y XX», Diana Sevilla - Brasil
• «Paisaje cultural en Matías Cardoso: diálogo y relaciones que impregnan entre el río San Francisco, la colina, la ciudad, la iglesia y la cultura general», Anderson Ricardo dos Anjos - Brasil
10:45 am - 11:00 am: Coffee break
11:00 am - 1:00 pm: Panel profesional 9
• «La Arcadia y el desencanto de la máquina tropical», Marisa Oliver - Puerto Rico
• «Artistas y actores itinerantes de la Carrera Séptima de Bogotá: convierto el espacio, luego lo apropio», John Farfán - Colombia
• «Paisajes contradictorios: los sitios de interés cultural y la valoración patrimonial», Alonso Gutiérrez Aristizabal - Colombia
• «Las autopistas de Caracas y la construcción contingente del paisaje moderno (1947-1972)», José Ignacio Vielma Cabruja - Chile
1:00 pm - 2:30 pm: Almuerzo / Sesión de posters
2:30 am - 3:30 pm: Panel profesional 10: Proyectos públicos de arquitectura y desarrollo urbano en R.D.
• «Proyecto Ciudad Colonial BID - MITUR», Maribel Villalona
• «Proyecto La Nueva Barquita URBE - M.A.P. Rep. Dom.», Patricia Cuevas
• «Proyecto Ciudad Juan Bosch», Lena Ciccone
Silvia Arango, de Colombia.

3:30 pm - 3:45 pm: Coffee break
3:45 pm - 4:45 pm: Panel profesional 11
• «Heterotopía en América Latina y el Caribe», Mario Sabugo - Argentina
• «Carlos Gómez de Llerena», Hannia GómezVenezuela
• Carlos Martner - Chile
• Silvia Arango - Colombia
4:45 pm - 5:45 pm: Tour casco histórico San Pedro de Macorís
5:45 pm - 6:45 pm: Conferencia magistral: Mauricio Rocha - México
Viernes 6 de noviembre: Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña UNPHU
9:00 am - 10:00 am: Panel editorial y revistas (ARLA); Moderador: Archivos de Arquitectura Antillana (AAA)
10:00 am - 1:00 pm: Post-SAL, miembros del Comité Internacional del SAL
5:00 pm - 6:00pm: Conferencia magistral: Ramón Gutiérrez - Argentina
6:00 pm - 7:00 pm: Premios América
7:00 pm: Acto de clausura
Comisario: Alex Martínez Suárez Epílogo
Moderno:
visiones para el patrimonio arquitectónico del siglo XX en la Ciudad Colonial de Santo Domingo
Exhibición en el Centro Cultural de España en Santo Domingo, en el marco del encuentro «Memoria Ciudad» del 13 de julio al 12 de septiembre de 2015.
Texto Curatorial
Con la demolición del Hotel Jaragua en 1985, quizás el proyecto más importante de la arquitectura moderna dominicana, en nuestro país se ha evidenciado aún más la problemática de la ruina moderna. Mientras muchos de nuestros edificios modernos se siguen enfrentando a su condición de supervivencia ante el deterioro, la obsolescencia y la ruina, el concepto de «conservación» se debate con otros temas como el cambio, la permanencia y la temporalidad. Entre conflictos y contradicciones, el tópico del patrimonio del siglo XX sigue siendo al día de hoy un tema muy vigente.
Ante este escenario, «Epílogo Moderno» es una manifestación artística de un grupo multidisciplinario conformado por arquitectos, diseñadores, fotógrafos y creativos que han generado una reflexión en pro de la conservación del patrimonio del siglo XX de la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Este colectivo propone nueve visiones como una forma de rescatar, poner en valor y expandir el conocimiento en torno a los entes patrimoniales que cada día más se hacen invisibles ante nuestros ojos.
Entre los edificios intervenidos encontramos desde las propuestas protomodernas hasta las más racionales dentro de la arquitectura moderna ejemplar en Santo Domingo. Dichos inmuebles tienen como común denominador, en la actualidad se encuentran en un penoso estado de deterioro, el silencio y el olvido frente a todos nosotros.
Este ejercicio proyectual ha sido una plataforma para explorar nuevos mecanismos y alternativas para habitar estos inmuebles y ha brindado una oportunidad para reflexionar y provocar a través de visiones contemporáneas que servirán como estrategias de vanguardia para su conservación, respetando la esencia de su naturaleza, pero a la vez reinventándola y llevándola útilmente al siglo XXI
Como epílogo, no se entiende este ejercicio como una conclusión, sino todo lo contrario, es una iniciativa propositiva que a la vez hace alusión a una importante exposición del MoMA, «Latin America in Construction 1955-1980» —de abril a julio 2015— en la que por primera vez la República Dominicana tiene una minúscula mención en tal contexto, y que al mismo tiempo sigue evidenciando el poco interés en esas «minorías latinoamericanas» históricamente ignoradas.
Desde esta tribuna, hoy somos el epicentro.


Marcos Cabrera Díaz / Mario de Ferrari. H-OLA: Edificio Feris; Ángel Vetilio Rivera (1950)

Ben




Esteban González / Freddy Jana La suerte del Saviñón: Edificio Saviñón;Octavio y Gloria Iglesias (1946)
Melisa Vargas Rivera / Iván Samuel Cordero Núñez. Capas de Temporalidad: Edificio Cerame; Benigno Trueba (1924)

Conservacionismo y Continuismo: Instituto de Señoritas Salomé Ureña. Leo y Marcial Pou Ricart (1944)

Laura Castro / Mónica de Moya
Casa Gráfica: Edificio Fernández
y Leo
Ángel Rosario / Fernando Soriano Copello, Mall Cultural: Edificio Copello Guillermo González (1939)


Pérez Chávez
Patricia Núñez Almánzar
Casa Abierta: Edificio Jaar
William Reid y J.M. Reyes (1955-56)

Ian Víctor / Eduardo Suárez Estudio empírico de la implosión del buen gusto arquitectónico de SD: Edificio Ricart; Fernando Ricart (1950s)
Aleshiang
Torres / Ysel Jáquez
Salvador
Maurice Sánchez / Máximo del Castillo. Baquerocentro: Edificio Baquero; Benigno Trueba (1927)
José Antonio Caro Álvarez
Pou Ricart (1936)
Arriba: Arq. Gustavo Moré, Dis. Margaret Díaz M., Arq. / Dis. Marco Mora, Dis. Sandra Gómez, Arq. Juan Bernardo Dolores, Dis. Marisabel Gómez, Dis. Patricia Alvarez, Arq. Bienvenido Pantaleón y Dis. Sandra Ehlert. Medio: Arq. Gustavo Moré recibiendo el «Premio Iberoamericano CIDI»; y estudiantes de diseño en los talleres junto a los docentes Marco Mora y Carlos Alegría. Debajo: Invitados nacionales e internacionales junto al rector de UNIBE, Dr. Julio Castaños, la Vicerrectora académica, Dra. Odile Camilo y la directora de la Escuela de Diseño, Dis. Sandra Gómez.
UNIBE celebra VI Jornada de Diseño de Interiores
La Escuela de Diseño de Interiores de UNIBE celebró su VI Jornada de Diseño de Interiores, con el tema «Más que diseño», reuniendo a expertos nacionales e internacionales en el área del diseño para abordar diferentes temas relativos al campo profesional. Entre las invitadas internacionales figuraron, la destacada diseñadora de interiores mexicana, Marisabel Gómez Vázquez —reconocida en la Hospitalidad en Latinoamérica—; la diseñadora italiana del Instituto Marangoni, Elena Porqueddu; el diseñador mexicano Juan Bernardo Dolores González —presidente del Consejo Iberoamericano de Diseñadores de Interiores (CIDI)—; el costarricense Marco Mora Von Rechnitz; el destacado diseñador de interiores de Puerto Rico, Carlos Alegría; y María Fernanda Sabogal, diseñadora colombiana especialista en escenografía para cine y televisión. Asimismo, participaron destacados diseñadores del ámbito nacional, entre ellos, Sandra Ehlert, Virginia Cabral, Bienvenido Pantaleón, Elisa Escobal, Pamela Mallén, Luis Sturla, y Milcíades Willmore.
La Jornada se desarrolló del 30 de junio al 3 de julio de 2015, ofreciendo ponencias, talleres, estudios de casos, exposiciones y mesas redondas. El programa cubrió temas no sólo del diseño y del interiorismo, sino también del paisajismo, la iluminación, la implementación, ejecución y las técnicas constructivas. Se promovió la innovación y la creatividad, con estudios de casos destinados a solucionar problemáticas de la sociedad actual.
Durante el acto de inauguración de la Jornada «Más que diseño», y como parte de la misión presidencial del Consejo Iberoamericano de Diseñadores de Interiores (CIDI), la Federación Panamericana de Instituciones de Enseñanza del Diseño de Interiores (FEDPADI) y de la Asociación Latinoamericana de Carreras de Interiorismo, la Escuela de Diseño de Interiores de UNIBE fue nombrada miembro educativo del CIDI. Asimismo, el presidente del CIDI, Juan Bernardo Dolores González entregó al Arq. Gustavo Luis Moré, el «Premio Ibeoroamericano CIDI: Trayectoria Editorial de Excelencia 2015» a la revista Archivos de Arquitectura Antillana (AAA), por sus 19 años de trayectoria de excelencia, y por su amplio reconocimiento en la República Dominicana y en Latinoamérica, como revista de arquitectura, diseño de interiores, urbanismo, historia y cultura en las islas del Gran Caribe. También la diseñadora Margaret R. Díaz Muñoz, presidenta del CODDI, Colegio de Diseñadores y Decoradores de Interiores de Puerto Rico, recibió el reconocimiento como el «Colegio Decano en Latinoamérica, 1976 – 2015».






Moldes y prefabricados en el trópico caribeño: los mosaicos hidráulicos y los bloques de concreto
Las ciudades portuarias por lo general se benefician de diseños innovadores a un ritmo más rápido que los asentamientos del interior, sirviendo frecuentemente como campos de prueba y laboratorios técnico-edilicios. Este fue el caso de las tecnologías de construcción que son el foco de esta investigación. En la región del Caribe, las edificaciones y el tejido urbano de las ciudades portuarias de frente al mar Caribe y el océano Atlántico fueron importantes exponentes de una evolución y revolución tecnológica, específicamente desde mediados del siglo XIX a principios del siglo XX, enmarcadas en la Revolución Industrial y por las guerras que definieron el período.
Este estudio se centra en las Antillas Mayores y las tres islas que conforman el Caribe Hispano —Cuba, República Dominicana (parte oriental de La Española) y Puerto Rico. Denominadores comunes incluyen su bagaje cultural y lingüístico como antiguas colonias españolas, la geografía (terremotos, tsunamis), clima (calientes y húmedos, huracanes), y la flora y fauna (hongos, insectos xilófagos) —factores que influenciaron el diseño de sus edificaciones.
Las tecnologías de construcción de principios del siglo XX que utilizaron el cemento Portland, han sido poco estudiadas en los trópicos. La meta de la presente investigación es lograr un mejor entendimiento del importante papel que los elementos arquitectónicos fabricados con este material jugaron en la evolución de la arquitectura tropical en el Caribe hispano, sirviendo además para promover la conservación adecuada y compatible de edificaciones existentes.
Como nuevos materiales de construcción, los morteros hidráulicos a base de cal evolucionaron para convertirse en los cementos Portland1 del siglo XIX. Estos produjeron cambios importantes y permanentes en la industria de la construcción a nivel mundial. El fraguado rápido del cemento igualó la evolución veloz de la sensibilidad artística de la época. En las grandes ciudades, estos cambios viabilizaron una expansión urbana acelerada, así como la construcción de vivienda accesible para una emergente población citadina. La estandarización y la manufactura simplificada de elementos arquitectónicos prefabricados con cemento Portland posibilitaron diseños innovadores y una expresión arquitectónica audaz.
Los productos manufacturados con cemento Portland fueron mercadeados inicialmente a través de las exposiciones europeas donde ganaron popularidad y en la última década del siglo XIX habían llegado a América. Los materiales se anunciaban en los catálogos de grandes empresas como permanentes, a prueba de agua y de fuego. Estas virtudes y características sobrepasaban los requisitos de las ordenanzas de construcción del siglo XIX en Cuba, la República Dominicana y Puerto Rico. Como consecuencia, los mosaicos hidráulicos, y los bloques de concreto con celdas huecas2, como elementos
tanto ornamentales como estructurales, se convirtieron en el vocabulario predilecto para la arquitectura residencial, religiosa e institucional en los trópicos.
La característica innata del cemento Portland de fraguar excepcionalmente bien en un clima caluroso y de humedad ambiental considerable, lo convirtió en el material ideal para productos innovadores de cemento en las regiones tropicales del Caribe. El diseño de componentes estructurales, fachadas de edificios, así como los interiores de edificios fueron profundamente impactados por elementos arquitectónicos posibilitados por un molde con mezcla de cemento Portland, que permitió todo tipo de siluetas y formas. La pre-fabricación facilitó la instalación, y proporcionó competitividad en costo. La relativa sencillez de la manufactura del mosaico hidráulico y el bloque de concreto, que no requería hornos, calor artificial, ni áreas amplias para su fabricación, facilitó la producción local de estos materiales de construcción. Los moldes y prensas de metal, además de los equipos relativamente pequeños requeridos para crear ambos productos, eran fáciles de importar y montar en casi cualquier lugar.
Durante la última década del siglo XIX, tanto empresarios como artesanos emigraron al Caribe hispano debido a conflictos bélicos o la falta de oportunidades económicas en su tierra natal. Productos de cemento Portland fueron inicialmente importados del Viejo Mundo a estas Indias occidentales hasta que se establecieron las primeras fábricas de cemento y las industrias locales prosperaron. Luego de la Guerra Hispanoamericana de 1898, durante un período de crecimiento económico debido a la productividad y ventas del azúcar, hubo un aumento significativo en los proyectos de construcción y por consiguiente, en el uso del cemento Portland como nuevo material edilicio. Encabezando la lista de mayor importación de cemento a la región estuvieron Alemania, Estados Unidos, Dinamarca, Bélgica, Inglaterra y Francia. La nueva tecnología de construcción había llegado para quedarse.
El primer fabricante de cemento Portland en el Caribe hispano fue la Fábrica Cuba en La Habana, fundada en 1895 (de las Cuevas 2001, 116-117). En la República Dominicana, la Fábrica Dominicana de Cemento, fue la primera empresa nacional de su tipo, inaugurada en 1947 (Penson 2005, 68). La primera planta de cemento establecida en Puerto Rico perteneció al gobierno. Construida en 1936 bajo el Puerto Rico Reconstruction Administration, adoptó su nombre (del Cueto 2014, 9).
Mosaicos hidráulicos: los pavimentos se convirtieron en alfombras El modernismo, art nouveau, y los estilos eclécticos, influenciaron grandemente las tendencias de diseño en el Caribe hispano durante la última década del siglo XIX. Es entonces cuando los mosaicos hidráulicos, como elementos arquitectónicos, se convirtieron en uno de los protagonistas principales en el diseño de interiores.
La estandarización de elementos arquitectónicos pre-fabricados posibilitó expresiones arquitectónicas innovadoras. (Tavares, 1931)

Casa habanera del siglo XVIII cuyos pisos originales fueron sustituidos por mosaicos hidráulicos de la Fábrica La Cubana, ca. 1903 (Colección privada, La Habana); y detalle del diseño para las baldosas (Catálogo de Mosaicos La Cubana, s.f.).

Los mosaicos hidráulicos, como se les conoce comúnmente, o baldosas de cemento, losas criollas o losas isleñas, como se les llama en el Caribe hispano, miden 20 centímetros cuadrados por 2.5 centímetros de espesor, y les caracterizan superficies altamente ornamentadas a color. Están compuestos por tres capas que se comprimen en un molde mediante una prensa: una superficie fina decorada (mezcla de arena fina, polvo de mármol, cemento y pigmentos, que a la vez sirve como capa resistente y artística); una capa de unión intermedia (partes iguales de arena y cemento que unen las otras dos capas y que absorbe la humedad); y un soporte o capa inferior donde se coloca el sello del fabricante (arena y cemento Portland, aproximadamente 4: 1) (Rosell 1985, 25).3
La composición final de estas baldosas fue el resultado de recetas maestras y mucha experimentación utilizando cal local, además de cemento importado de Francia y pigmentos importados de Italia durante los procesos más tempranos de fabricación. El origen de este pavimento se le atribuye a inventores catalanes y franceses, aún cuando, la materia prima y equipos para su producción fueron manufacturados y traídos desde el sur de Francia, incluyendo el propio cemento Portland. Las empresas Orsola Solá i Cia. fundada en 1876, y Escofet Fortuna i Cia. establecida en 1886, jugaron un papel protagónico en el desarrollo del mosaico hidráulico.4 Los mosaicos, sin embargo, no serían plenamente aceptados hasta diez o quince años más tarde cuando el modernismo, el art nouveau y los períodos eclécticos echaron raíces. Los inmigrantes catalanes al Caribe hispano, desde la última década del siglo XIX hasta principios del XX, no sólo trajeron el gusto por estos pavimentos, sino también el conocimiento técnico para su fabricación.
La nomenclatura «hidráulica», que forma parte integral del mosaico o baldosa hidráulica, no se debe a la utilización de mortero hidráulico o cemento Portland como materia prima del proceso de fabricación. El nombre se asocia principalmente al uso de la prensa hidráulica, equipo indispensable para el proceso de fabricación de estas baldosas que mejoró considerablemente el método de la prensa de mano original y resultó en un producto de mucha mejor calidad (Rosell 1985, 27). Las especificaciones para la instalación de los mosaicos estaba incluida en sus catálogos, e informaban que sólo se requería un albañil experimentado.
Las baldosas se colocaban comenzando desde el centro del espacio hacia los muros. Los diseños más comunes consistían de un patrón central, enmarcado por una cenefa cuadrilátera, que se completaba con un borde de transición de mosaicos unicolor. Se instalaban utilizando la técnica «a truco de maceta», que fijaba las baldosas individualmente utilizando el mango de un mazo para nivelarlas. Los mosaicos hidráulicos debían instalarse perfectamente nivelados, ya que la superficie de cemento decorado no podía ser desbastada para luego nivelarla. Durante la década de 1890 muchas empresas
establecieron plantas de fabricación en España, Francia e Italia, lo cual indica que la demanda había crecido y se había convertido en negocio rentable. La fama y aceptación del mosaico hidráulico en Europa, y particularmente en Barcelona, fue traída al Caribe hispano en la última década del siglo XIX, a través de catálogos y la importación de los propios mosaicos, en conjunto con los fabricantes experimentados, obreros, y artesanos catalanes que se aventuraron a las colonias insulares.
Existe documentación que sugiere que La Habana, Cuba, fue el primer lugar en el Caribe hispano, donde se estableció una fábrica de mosaicos hidráulicos en 1886, sin embargo la fuerte competencia entre el producto local y la importación de baldosas, causó el fracaso de la compañía. Aún así, el auge de la construcción, impulsado por los beneficios económicos de una industria azucarera saludable «...lograron aumentar la demanda y surgieron nuevos fabricantes» (Hernández-Navarro 2007, 13). En La Habana, La Balear, fábrica fundada en 1894, manufacturaba un producto excelente que competía con las baldosas importadas, y en 1909 su producción había aumentado de 1,000 a 40,000 mosaicos al mes. La Fábrica de Cemento Cuba añadió la producción de mosaicos hidráulicos a su empresa nombrándola «La Cubana», y con 200 empleados producía semanalmente 100,000 mosaicos hidráulicos (The Cuba Review, octubre 1907, 15). Al igual, ferias y exposiciones industriales en Cuba mercadeaban elementos arquitectónicos moldeados y prefabricados utilizando cemento Portland. Dos instancias significativas fueron la exposición en Palatino de 1909 y la exposición nacional de 1911 donde se presentaron las compañías que producían estos materiales.
Saneamiento e higiene pública también jugaron un papel importante en la promoción de la industria del mosaico hidráulico en el Caribe hispano. La preocupación por la propagación de la peste bubónica, presente en todas las ciudades portuarias de la época, dio lugar a ordenanzas estrictas en cuanto a los espacios destinados al almacenamiento de mercancías. Estos reglamentos requerían losas o tortas de hormigón o mosaicos hidráulicos para los pisos de estos espacios para facilitar su limpieza y desinfectarlos (The Cuba Review, agosto 1912, 9).
Desde la primera década del siglo XX, la industria del mosaico hidráulico se había convertido en un mercado competitivo que se extendió rápidamente a través de las principales ciudades de Cuba. Su gran peso y la fragilidad de sus bordes contribuyeron a la descentralización de la industria. Muchas veces era más práctico llevar consigo las pequeñas prensas (semi-portátiles) y la materia prima más cerca o al sitio del proyecto propiamente, para evitar el transporte de las baldosas sobre los caminos irregulares de principios del siglo XX, en su mayoría sin pavimentar. En La Habana de 1926, la cantidad de fábricas de mosaicos hidráulicos sumaba 32 empresas5 .
Los bloques de concreto más tempranos se construían uno a uno en la misma obra. (Harris, 1910)

Al igual que en Cuba, las baldosas hidráulicas importadas de Cataluña hicieron su entrada a la República Dominicana durante la última década del siglo XIX, donde fueron adoptadas como parte del vocabulario arquitectónico de edificios institucionales y residenciales. El nuevo producto trajo polémica, cuando «...Los inspectores de sanidad atribuyeron a su fría temperatura la aparición de las fiebres palúdicas... Se acusaba así al mosaico de ser perjudicial para la salud... muy frío para los pies, dañino para la vista» (Ortega y Mitila 2008, 63). Los funcionarios del gobierno insistieron en que las baldosas no se utilizaran en los edificios públicos, debido a las continuas protestas. Aún así, prevaleció su uso, ya que una de las virtudes de estos pavimentos es que, al mantenerse frescos, ayudan a menguar las cálidas temperaturas de los espacios interiores caribeños.
Como consecuencia de la Guerra Hispanoamericana, algunos inmigrantes catalanes establecidos en Cuba se trasladaron a la República Dominicana en busca de nuevas oportunidades de negocio. Entre ellos estaba José Turull-Vilanova, a quien se le atribuye haber establecido la primera fábrica de mosaico hidráulico en la ciudad capital de Santo Domingo en 1896. Unos años más tarde, Jaime Malla-Shalom estableció la primera planta de mosaicos hidráulicos en San Pedro de Macorís. El empresario Juan TavaresJuliá, estableció una fábrica para producir mosaicos hidráulicos, piedra artificial y otros elementos arquitectónicos de cemento en 1921, y luego compraría las fábricas de Turull y de Malla con el fin de consolidar la producción del mosaico hidráulico dominicano bajo una misma empresa. Para 1925, Tavares era el único fabricante de mosaicos en Santo Domingo, publicando en sus catálogos de 1925 y 1931 distintos tipos de elementos arquitectónicos (columnas y capiteles, bloques, balaustres, y acroteras entre otros) fabricados en moldes con cemento Portland.
Similar a lo ocurrido en las otras Antillas Mayores, los mosaicos hidráulicos importados desde Barcelona entraron al mercado edilicio de Puerto Rico en la última década del siglo XIX. Las primeras fábricas de baldosas locales no serían establecidas hasta cerca de 1904. Durante este período de crecimiento económico, grandes residencias, así como importantes edificios institucionales exhibieron losa criolla o losa isleña, según se le conoció en Puerto Rico. Los nuevos gustos habían entrado al mercado local con la difusión de los catálogos de las empresas catalanas, así como una clase acomodada influenciada por los últimos estilos y la moda europea. Al igual, una nueva generación de arquitectos que habían estudiado en el extranjero, atraídos por los materiales de construcción innovadores utilizados fuera del Caribe hispano, propagó el uso de estos productos en Puerto Rico.
Porto Rico Mosaics, en Yauco, fue uno de los primeros fabricantes establecidos en Puerto Rico alrededor de 1904. No solo manufacturaban mosaicos, sino también,
El banco de hierro de la prensa manual fue sustituido por la prensa hidráulica. (Rosell, 1985)

elementos arquitectónicos ornamentales prefabricados y moldeados (columnas, molduras) con cemento Portland (Torres-Santiago 1999, 135, 143). Otros fabricantes de la primera década del siglo XX establecieron empresas similares en rápida sucesión, incluyendo a Jiménez, Ribot & Co., fundada en Santurce ca. 1911, y la Ponce Mosaic Co. establecida en 1912. La fábrica ponceña se convirtió en una de las mayores manufactureras de mosaicos hidráulicos y otros elementos arquitectónicos de cemento. Sus mosaicos eran anunciados en los periódicos y revistas sociales de Puerto Rico, guías de teléfono y comerciales, así como en ediciones del Listín Diario, periódico de la República Dominicana. Esto indica que las baldosas tenían un buen mercado tanto en Puerto Rico como en el vecino país. El mosaico hidráulico también se utilizó para los trabajos de reconstrucción, específicamente luego de desastres naturales de gran magnitud (huracanes, incendios, terremotos) que ocurrieron entre 1899 y 1928 en Puerto Rico (Bustello-Morán 2011, 26). Nuevos reglamentos y ordenanzas promovieron productos de cemento o aquellos materiales y tecnologías de construcción que fueran seguros para las estructuras en Puerto Rico.
En las décadas de 1920 y 1930 la industria alcanzó su mayor popularidad y riqueza propiciando que más fabricantes se instalasen en Cuba, la República Dominicana y Puerto Rico. Ésta perdió fuerza para la década de 1940 cuando patrones y diseños mucho más sencillos, en gran parte simulando mármol, servirían para pavimentar grandes proyectos públicos de vivienda. Para la década de 1960, gran parte de las empresas del mosaico hidráulico habían dado paso a los pavimentos de terrazo que se habían popularizado en todo el Caribe Hispano por su instalación, aún más simple, y los cambios en la moda de la época.
Bloques de cemento o concreto: verdaderas «piedras artificiales» Rapidez, economía y eficiencia caracterizaron los primeros productos de cemento Portland. Este fue el caso del bloque de cemento o concreto, que en 1906, según varios autores, fue un auténtico invento estadounidense. Su uso se extendió por los Estados Unidos y el mundo rápidamente, cuando miles de empresas e individuos los manufacturarían, a pesar de que la industria tuvo un comienzo difícil y detractores a todos los niveles (Torrance 1906, 52). Independientemente de las fuertes críticas, más que nada, de la cara del molde que imitaba roca o piedra natural, los bloques de «piedra artificial» fueron aceptados como material de construcción tipo «imitación». Las unidades se manufacturaban rápidamente, eran económicas, fiables, y podían utilizarse en todo tipo de edificios. Los bloques de concreto fueron tema de numerosos artículos técnicos; y el período comprendido entre 1900-1905 sirvió para realizar pruebas innumerables, experimentación y la carrera por las patentes.
Dinamarca fue uno de los países que exportó grandes cantidades de cemento Portland al Caribe Hispano. (Guía de Teléfono – P.R. Telephone Company 1928, Archivo General Puerto Rico)

Muestrario de mosaicos «La Balear» durante Exposición en Palatino, La Habana. (El Fígaro 1909, 144)

Los moldes de prueba y ensayos para la fabricación de los bloques de concreto ocurrieron durante el siglo XIX. A Harmon S. Palmer se le atribuye el primer proceso de fabricación de bloques que fuesen factibles y accesibles. Su «... invento de una máquina de hierro fundido con núcleo extraíble y laterales ajustables ...»6 (Simpson 1999, 11) fue un éxito instantáneo. La patente estadounidense de Palmer fue concedida en 1900 y su empresa, fundada en 1902, produjo y vendió un kit para fabricar bloques a US$200.00 cada uno. Los bloques podrían ser hechos rápidamente a mano en el sitio del proyecto, no requerían hornos ni equipos grandes para fabricarlos, se almacenaban fácilmente y estaban listos para su instalación en un mes. La tecnología tuvo imitadores inmediatos, por lo tanto, ya para esta época, el bloque de concreto había establecido su lugar en la historia de la construcción (del Cueto 2015, 76). Para 1907, material promocional generado a través de grandes empresas norteamericanas como Sears, Roebuck & Co., exhibió varios modelos de la máquina para fabricar bloques de concreto, los moldes con los distintos diseños para las unidades y herramientas relacionadas. Estos anuncios, accesibles al público en general, convirtieron al bloque de concreto en un material conocido que se anunciaba como más económico que la madera, ladrillo o construcción en sillares, y era a prueba de fuego.
El triunfo inicial de la fabricación de bloques de concreto y su uso en los Estados Unidos sirvió para promoverlo como una tecnología de construcción exitosa que se extendió rápidamente por todo el país así como en lugares de intercambio comercial. Este fue el caso del Caribe hispano donde existe evidencia de que las máquinas estadounidenses para fabricar bloques de concreto llegaron tan temprano como 1901. En las islas, el nuevo material fue adoptado, modificado, desarrollado, y utilizado en conjunto a otras tecnologías innovadoras como el acero estructural y el hormigón armado.
Cuba parece ser el primer país en el Caribe hispano en el que se utilizaron bloques de concreto como material de construcción. Prueba de que el uso del bloque fue iniciativa estadounidense, se confirma al establecerse en La Habana una sucursal de la firma de diseñadores y contratistas de Nueva York: Purdy & Henderson (Cody 2003, 94-95). Sus proyectos más tempranos en la capital cubana, entre los años 1901 a 1907, incluyeron varias edificaciones de acero estructural con bloque de concreto. Entre éstas sobresalen residencias en el Vedado, el Hotel Miramar, las primeras sucursales en Cuba del Royal Bank of Canada, y de igual manera, las del Banco Nacional de Cuba donde se utilizó el mismo sistema edilicio. La firma había inventado su propio bloque de concreto, que incluía una barrera interna impermeable, utilizado para sus proyectos en Cuba.
Catálogo de Mosaicos La Cubana, s.f., Fábrica establecida en La Habana durante 1903. (Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, La Habana, Cuba)

El pueblo de Mariel, al oeste de La Habana, aparenta ser el segundo lugar donde se utilizó bloque de concreto como material de construcción en Cuba, esta vez para edificar la mansión monumental del abogado Horatio Rubens entre 1905 y 1906; fecha temprana, incluso para edificios de bloques de concreto contemporáneos en los Estados Unidos. En este proyecto, los bloques, los cuales disminuyen en dimensiones generales según asciende la estructura, fueron utilizados como elementos estructurales, ya que sus cavidades interiores fueron rellenadas con varillas de acero para proveer el arriostramiento lateral necesario tanto por la altura del edificio de cuatro niveles, como por su ubicación en un monte elevado desprovisto de protección natural contra los huracanes que afectan la región. La exuberancia del edificio fue proporcionada por innumerables ornamentos arquitectónicos, al igual, moldeados y prefabricados con cemento Portland que probablemente fueron manufacturados en el sitio del proyecto debido a la ubicación remota de la propiedad.
Otras estructuras construidas de bloques de concreto que datan de la primera década del siglo XX en Cuba están directamente asociadas con los grupos religiosos protestantes que llegaron desde los Estados Unidos al final de la Guerra Hispanoamericana. Este es el caso de la impresionante Iglesia Presbiteriana de La Habana inaugurada en 1906, de tres pisos de altura con un campanario de dos pisos adicionales. Del mismo modo, la Iglesia Metodista en Cienfuegos utilizó la misma tecnología y fue inaugurada en 1908.7
Proyectos más modestos de bloques de concreto en Cuba incluyeron conjuntos de viviendas. La Cuba Company, empresa ferroviaria estadounidense, en 1907 construyó veintiocho casas de bloques de cemento para sus empleados. En 1909 un grupo de casas de bloques de concreto fueron edificadas para la clase trabajadora en el área de Vedado de La Habana. Material técnico de la época hacía referencia a la práctica cubana de utilizar moldes de madera para la fabricación de bloques de concreto en lugar de los moldes metálicos utilizados en los Estados Unidos, aunque el proceso de fabricación era similar utilizando la mezcla de una parte de cemento por cuatro partes de arena, apisonadas a mano.
La «arquitectura del molde» compuesta por piezas prefabricadas, convirtió la manufactura de estos componentes, con piedra artificial o cemento, en un negocio rentable en toda La Habana. Esquemas decorativos e innovadores podrían multiplicarse con el uso de moldes que facilitaran elementos arquitectónicos portátiles, «...El molde fue el elemento propio de la industrialización aplicado a la arquitectura de la serie infinita, repetible y combinable; una arquitectura para ser consumida y asimilada por la sociedad de masas que ha marcado el siglo XX...» (ChateloinSantiesteban 2007, 253). Se podía consultar un catálogo y seleccionar rápidamente la
Interior de casa del siglo XIX en Trinidad, Cuba. (Foto por la autora, 2015)

Baldosas similares a las del Catálogo de Orsola, Solá i Cia. en vivienda dominicana a finales del siglo XIX. (United Methodist Church, General Commission on Archives and History)

Elementos arquitectónicos producidos con piedra plástica o cemento Portland, Fábrica de Mosaicos Tavares, Santo Domingo. (Tavares, 1931)

combinación preferida de ornamentos y componentes. La gran variedad de elementos arquitectónicos de cemento Portland que se produjeron en los primeros talleres incluyó «estructura portante», lo que significaba, columnas y bloques de concreto huecos que cuando se rellenaban con varillas de acero y mortero de cemento servirían como soportes estructurales para un edificio (del Cueto 2015, 83-84).
A pesar de que no existe fecha exacta para la importación de las primeras máquinas y moldes para manufacturar bloques de concreto a la República Dominicana, parece haber sido una industria directamente ligada a la de la fabricación de los mosaicos hidráulicos y otros productos moldeados con cemento Portland. Los propietarios de las residencias de las clases acaudaladas, industriales y comerciantes, por lo general interesados en los materiales de construcción progresistas y de moda utilizados en otros países, hubieran deseado emular las expresiones arquitectónicas y tecnologías promovidas en el extranjero. Debido a las relaciones comerciales de la clase industrial dominicana con los Estados Unidos, existe la probabilidad de que durante la primera década del siglo XX, la tecnología del bloque de concreto podría haber sido importada a la República Dominicana por los contratistas o constructores del periodo.
La residencia de bloques de concreto simulando sillares construida para el banquero puertorriqueño Santiago Michelena-Belvé data de 1912. Éste parece ser el primer edificio de bloques de concreto construido en la República Dominicana.8 Varias residencias similares, igualmente construidas con bloques de concreto, fueron edificadas durante la década de 1920, específicamente en el área suburbana de Gazcue. Esto fue más bien debido al establecimiento en Santo Domingo de una industria de productos de cemento Portland en 1921, conocida como J.T. Tavares, donde se produjo un bloque de concreto almohadillado o tipo «verruga», como se le llamaba localmente (Penson 2005, 72). En el segundo catálogo impreso por esta compañía en 1931, un segmento completo de la introducción está dedicado a las virtudes de los bloques de concreto (piedra artificial) y otros productos de construcción manufacturados por esta fábrica (Tavares 1931, 7-9)9
El huracán San Zenón, fenómeno extremadamente destructivo, azotó la República Dominicana en 1930 nivelando gran parte de la ciudad capital, principalmente compuesta por edificios de madera. Fotos tomadas justo después del desastre muestran varios edificios de bloques de concreto que sobrevivieron. Un edificio de tres pisos de altura, hoy día conocido como la Barra Payán, con muros estructurales de bloques de concreto, sobrevivió a la tormenta. Fotos históricas documentaron barras de refuerzo o varillas que se extienden verticalmente desde el interior de los núcleos huecos de las esquinas del edificio de bloques de concreto durante su construcción, que si luego eran llenados con hormigón, habrían formado columnas
Jiménez, Ribot & Co. de Puerto Rico «Fabricantes de los afamados Mosaicos Hidráulicos Delta». (BustelloMorán, 2011; y Puerto Rico Ilustrado, 1929.)

estructurales adecuadas. Estos refuerzos sirvieron como amarre lateral, protección indispensable para edificios en áreas sísmicas o donde ocurren huracanes. Cuando el gobierno dominicano inició el proceso de reconstrucción, tanto los bloques de concreto, como elementos arquitectónicos prefabricados con cemento Portland (columnas, capiteles y balaustradas), se convertirían en los protagonistas de edificaciones nuevas en Santo Domingo. Esta innovadora arquitectura también incorporó, en muchos casos, los pavimentos de mosaicos hidráulicos.
Como consecuencia de la Guerra Hispanoamericana, un gran número de norteamericanos se establecieron en Puerto Rico. El nuevo gobierno insular emprendió un ambicioso plan de construcción de carreteras, puentes y escuelas. Gran cantidad de los edificios institucionales y de vivienda de la época utilizaron cemento Portland como parte de la mezcla para la manufactura de los bloques de concreto y el hormigón armado, imitando modelos introducidos por el Gobierno colonizador, grupos religiosos protestantes y los militares (del Cueto 2014, 8).
Hacia 1904-1905, moldes de metal para la fabricación de bloques huecos de hormigón fueron traídos a Puerto Rico a través de los misioneros protestantes de los Estados Unidos a fin de acelerar la construcción de sus nuevas iglesias, escuelas, universidades y hospitales para y por sus congregaciones. Los primeros bloques mayormente simulan sillares o piedra cortada. Su fabricación era económica, su peso como material edilicio mucho más ligero y eran a prueba de fuego, cualidades que popularizaron su uso local. Los primeros moldes hacían los bloques en obra uno a uno, utilizando los agregados que se encontraban en las inmediaciones de los proyectos.
Se considera al orfanato para niñas George O. Robinson en San Juan como la primera estructura de bloques de concreto construida en Puerto Rico durante 1906. La Iglesia Metodista Episcopal Collins Memorial en Aibonito, construida entre 1906-1907 aparentemente fue la primera Capilla Metodista construida en Puerto Rico y la segunda estructura de bloques de concreto construida en la Isla. El tercer edificio local de bloques de concreto parece haber sido la Escuela Santiago Palmer construida en Salinas durante 1907. El bloque de concreto que simulaba sillería fue seleccionado para los tres edificios, con algunas áreas de bloques lisos, que combinados, concedían el carácter institucional requerido para los edificios religiosos y escuelas de la época. El bloque, como sustituto de la piedra natural, había sido utilizado como material para la construcción de escuelas y arquitectura religiosa contemporánea estadounidense. Este material fue importado junto a las nuevas tipologías de arquitectura institucional que sirvieron como importantes precedentes para proyectos en Puerto Rico.
A Harmon Palmer se le atribuye el «... invento de una máquina de hierro fundido con núcleo extraíble y laterales ajustables ...» para fabricar bloques de concreto; se facilitaba la manufactura de las unidades entre dos obreros utilizando moldes de hierro y morteros de cemento Portland; Sears, Roebuck & Co. mercadeaba varios modelos de las máquinas y moldes para fabricar bloques. (Simpson, 1999; Pallister, 1908; y Sears Catalogue, 1907)
Fachada y detalles de construcción con bloques de concreto, Banco Nacional de Cuba, sucursal de La Habana, 1904. (El Fígaro, 1907; y Colección de dibujos, proyectos en Cuba de la firma Purdy & Henderson en micro-película, Office of Metropolitan History, NY)
El Palacio Rubens (1906), Mariel, Cuba, aparenta ser el edificio más alto y de mayor área edificado totalmente de bloques de concreto en Caribe Hispano. (El Fígaro 1906, 461)




Los primeros dos edificios fueron construidos con fondos de la misión de la Iglesia Metodista Episcopal. Las escuelas de Puerto Rico, como proyectos públicos, fueron diseñadas por arquitectos de la Oficina del Comisionado de Educación, bajo el Departamento del Interior. Para 1906, la directiva general de esta oficina había decidido abandonar la madera como material de construcción para edificios escolares y su sustitución por bloques de cemento, ya que escaseaban distribuidores puertorriqueños con suficiente inventario de madera buena y seca. Esto en sí fue un incentivo para utilizar la nueva tecnología de los bloques en las escuelas, que a la vez proporcionó estructuras de albañilería permanentes en una región tropical plagada por insectos xilófagos, huracanes y terremotos. Un anuncio encontrado entre los documentos históricos de las escuelas, explicaba: «Hercules Stone es utilizado exclusivamente por la Junta de Educación de Puerto Rico (para la construcción de sus escuelas)». Importada de Nueva York, «La Máquina Hércules de Piedra Cemento, fabricada por el Century Cement Machine Company», anunciaba que podía producir «...cualquier forma y tipo de piedra artificial»10 .
La Misión Presbiteriana estableció el Instituto Politécnico de Puerto Rico en San Germán circa 1910. Los bloques de concreto fabricados a mano y la construcción de los edificios del campus eran actividades requeridas a los estudiantes varones como parte de su formación universitaria. El reverendo Will Harris, quien estableció el instituto, había utilizado la tecnología desde 1907 cuando él mismo, con la ayuda de miembros de su misión, habían erigido dos edificios de bloques de cemento con textura de sillares en el pueblo: la Iglesia Presbiteriana y la casa del pastor. Harris posiblemente importó los moldes y máquinas para hacer bloques a la parte occidental de la Isla, cuando las comunidades presbiterianas estaban estableciéndose en la región.
El uso de bloques de concreto tuvo su apogeo en Puerto Rico durante la primera década del siglo XX, cuando sus cualidades ornamentales y moda, así como su sencilla fabricación e instalación rápida fueron ventajas importantes. El equipo necesario para la fabricación de los bloques debe haberse propagado rápidamente por toda la Isla, ya que desde 1906-1910 se construyeron un número significativo de todo tipo de edificios con el uso de esta tecnología. Como fue el caso de los Estados Unidos donde la superficie preferida era aquella que simulada sillares o piedra natural, pero fotos históricas indican que por lo general, utilizaban más de un diseño de la placa frontal de los moldes para crear fachadas altamente ornamentales. A pesar de ello, numerosos documentos históricos hacen referencia a estructuras construidas con bloques de superficie plana o sin decorar que requerirían una capa de enlucido de cemento como acabado final. Los tipos de edificios que usaron bloques de concreto en Puerto Rico incluyen residencias unifamiliares, sub-estaciones eléctricas, edificios comerciales, almacenes de tabaco, edificios de apartamentos y hoteles de dos, tres y cuatro pisos, dormitorios universitarios y oficinas entre otros.

A diferencia de los mercados cubanos y dominicanos, la documentación relativa a industrias o fábricas puertorriqueñas de materiales ornamentales moldeados con cemento Portland, son sumamente escasas. Sin embargo, estas empresas probablemente existieron desde la primera década del siglo XX. La ornamentación arquitectónica moldeada estuvo muy presente desde los primeros usos del bloque de concreto y el hormigón armado en la Isla. Los primeros ejemplos de ornamentos arquitectónicos moldeados locales probablemente fueron fabricados utilizando moldes comprados traídos a la propia obra, como se detalla en las especificaciones de construcción para las escuelas de Puerto Rico (del Cueto 2015, 93-95).
La pasión por el uso de los bloques de concreto como material estructural, se extinguió rápidamente en Puerto Rico, principalmente debido a la preferencia por el uso de hormigón armado, una tecnología contemporánea a los bloques, que fue adoptada rápidamente por la industria de la construcción local acostumbrada a construir estructuras de albañilería utilizando formaletas y encofrado igual que había sido el caso para las estructuras antiguas de mampostería. Otro factor que contribuyó al cambio, fue el terremoto de gran magnitud de 1918 que provocó cambios en los códigos y reglamentos de construcción que garantizaran el uso de materiales y tecnologías apropiadas y seguras. Las nuevas ordenanzas recomendaron el hormigón armado sobre cualquier otra tecnología, por su resistencia probada a los huracanes y terremotos, así como por la economía que representaba su uso (del Cueto 2014, 9).
Conclusión
Los materiales de construcción prefabricados de cemento Portland —los mosaicos hidráulicos y los bloques de concreto— jugaron un papel fundamental en la arquitectura de fines del siglo XIX y principios del XX en las tres islas del Caribe hispano: Cuba, República Dominicana y Puerto Rico. Su uso marcó, no solo avances en tecnologías y procesos constructivos, sino que definió el estilo de una época y de un lugar, el trópico caribeño.
Sus propiedades materiales, particularmente el ser a prueba de fuego, agua y sabandijas, junto a los procesos de prefabricación, estandarización y rapidez de manufactura e instalación revolucionaron la manera de construir en el Caribe. La historia de estos materiales exhibe orígenes comunes en las tres islas —un origen catalán a fines del siglo XIX amplificado por una creciente influencia norteamericana a partir de la Guerra Hispanoamericana y la consecuente bonanza económica, producto de la explotación de la caña de azúcar.
Residencia de Santiago Michelena-Belvé (1912) en Santo Domingo. (El Libro Azul de Santo Domingo, 1920; Listín Diario: ediciones del 1919 - anuncios)

Edificios de bloques de concreto tipo «veruga» en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana. (Fotos por la autora, 2014)

Ambos materiales de construcción se enfrentarían cara a cara o coincidirían en una región tropical que representaba el cruce entre mundos dispares, que concurrentemente aceptaba todas las influencias. Estas tecnologías edilicias importadas desde Cataluña y los Estados Unidos se mezclaron en el Caribe hispano, donde fueron utilizadas juntas o de forma independiente. La arquitectura resultante exhibiría nuevas formas de utilizar materiales de construcción moldeados y prefabricados de cemento Portland que sobrevivirían indefinidamente.
Hoy día, el estudio y documentación de estos materiales y tecnologías servirá como instrumento indispensable para la preservación y conservación de edificaciones de este periodo en el Caribe hispano. Es importante constatar que las especificaciones y recomendaciones originales de principios del siglo XX para la preservación y el mantenimiento de estos materiales son de igual relevancia hoy día que cuando fueron redactadas hace más de cien años.11 En gran medida aquí yace la clave para su supervivencia y perdurabilidad en el futuro.
Notas:
1 Un interés renovado por los materiales hidráulicos comenzó en el norte de Europa (Inglaterra y Francia) a finales del siglo XVIII. John Smeaton, ingeniero inglés, descubrió que el mejor mortero provenía de calizas que contenían mayores porcentajes de arcilla. Las investigaciones de Joseph Aspdin para el «cemento Portland» (llamado así porque la mezcla era similar al color y textura de la piedra caliza de Portland, Inglaterra) fueron patentadas en 1824. Luego de sus patentes, comenzó la carrera para producir «cementos Portland» similares, aunque no siempre con el mismo éxito. La necesidad de construir canales, carreteras, puentes y obras de ingeniería civil durante la Revolución Industrial, exigió materiales de alto rendimiento como los morteros hidráulicos de cemento, la piedra artificial o la piedra plástica. Estos productos fraguaban rápidamente, endurecían bajo el agua, alcanzaban resistencia temprana y protegían los edificios del agua y contra el fuego (del Cueto 2014, 8).
2 El término «bloque de cemento» en lugar de «bloque de concreto» fue encontrado por la autora en todo tipo de documentos de construcción de principios del siglo XX. En teoría, como el cemento era el aglutinante manufacturado para un producto nuevo en el mercado internacional de la época, la nomenclatura se ha seguido intercambiando hasta el presente. «Concreto» es un anglicismo que proviene de la palabra concrete y que más bien se refiere al hormigón armado.
«Concrete block is produced from a mixture of Portland cement and aggregates» (Jester 1995, 80).
3 Texto traducido del catalán por la autora.
4 Mosaicos hidráulicos de ambas compañías catalanas fueron encontrados y documentados en Cuba, la República Dominicana y Puerto Rico entre los años 2009 a 2015.
5 Como las baldosas, los nombres de algunas de las fábricas de mosaicos hidráulicos reflejaban un vocabulario colorido y patriótico: La Habanera, La Lira Cubana, La Rosita, El Modelo Cubano, El Clavel, La Cubana, El Trianón, La Flor de Cuba, La Castellana, La Perla, El Morro y La Luz, entre otros (Cámara de Comercio, Industria y Navegación de la Isla de Cuba 1926, 51).
6 Texto traducido del inglés por la autora.
7 Los grupos de misioneros protestantes pudieron haber traído consigo desde Estados Unidos el
La Escuela Santiago Palmer (1907) fue el primer colegio edificado en Puerto Rico con bloques de concreto. (Gráfico, 1914)


equipo necesario para fabricar los bloques para ambas estructuras, ya que esto habría facilitado el establecimiento de sus misiones en estructuras «permanentes» que albergaran la difusión del trabajo de la misión.
8 Diseñada por el arquitecto Antonín Nechodoma, esta residencia pudo haber sido edificada por el contratista Frank B. Hatch. Ambos profesionales laboraban juntos a menudo y tenían oficinas y proyectos tanto en Puerto Rico como en la República Dominicana. Además, contaban con vasta experiencia para diseñar y construir utilizando bloques de concreto, en gran parte, la tecnología edilicia más utilizada para sus proyectos puertorriqueños que incluyeron templos, edificios institucionales y residencias durante los primeros 15 años del siglo XX.
9 La autora le agradece al Sr. Jorge Aguayo de la empresa Industrias Aguayo de Construcción en la República Dominicana el uso de la copia original del Catálogo de Tavares de 1931.
10 Traducción del inglés por la autora.
11 Para ver especificaciones y recomendaciones en cuanto a estos procesos, consulte Aguayo Tiles, 2014; del Cueto 2015, 137-147; Gaudette et al. Preservation Brief 15; y Jester et. al. 1995, 84-85.
Bibliografía:
Bustello-Morán, Hernán. «La “losa criolla”: historia del mosaico hidráulico en Puerto Rico». Patrimonio, 3 (2011): 20-27.
Cámara de Comercio, Industria y Navegación de la Isla de Cuba. Guía comercial e industrial de Cuba. La Habana: La Prueba Press, 1926.
Chateloin-Santiesteban, Felicia. «De la arquitectura del molde o la identidad de la ciudad cubana». Trocadero 19 (2007): 251-264.
Cody, Jeffrey W. Exporting American Architecture 1870-2000. London and New York: Routledge, Taylor & Francis Group, 2003.
De las Cuevas-Toraya, Juan. 500 años de construcciones en Cuba. La Habana: Chavín, Servicios Gráficos y Editoriales, S.I., 2001.
Del Cueto, Beatriz. «Historia en concreto: la evolución de los morteros hidráulicos y el uso del cemento en Puerto Rico». Archivos de Arquitectura Antillana, AAA050 (2014): 8-11.
Del Cueto, Beatriz. «Concrete blocks and hydraulic cement floor tile in the tropics: advent, history, conservation». Manuscrito sin publicar, New York: Fundación James Marston Fitch, 2015.
El Fígaro - Revista Universal Ilustrada. «El palacio de Mr. Horacio Rubens en el Mariel» (9 septiembre, 1906): 461. «Mosaicos La Balear» (7 marzo, 1909): 144.
El libro azul de Santo Domingo (The Dominican Blue Book). New York: Compañía Biográfica, subsidiaria del Pan-American Publicity Corporation, 1920, re-editado en 1976.
Gaudette, Paul y Deborah Slaton. «Preservation of Historic Concrete». National Park Service Preservation Briefs 15 (Washington, D.C,. Government Printing Office, s.f.).
Ejemplos de estructuras edificadas con bloque de concreto en Puerto Rico. (Fotos por la autora, 2014); La Ponce Mosaic fue una de las grandes compañías de mosaicos hidráulicos en PR. (Puerto Rico Ilustrado, Año XIX, no. 946 (abril 21,1928)


Detalles de pavimento de mosaico hidráulico de la fábrica «La Villareña» en Santa Clara, Cuba. (Foto por la autora, 2015)
Sede del Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico ubicada en la antigua residencia González-Cuyar, construida circa 1910 con bloques de concreto y mosaicos hidráulicos. (Proyecto de restauración y fotos por la autora, 1994)
Buen estado de preservación de Barra Payán, Santo Domingo que demuestra la calidad y durabilidad de materiales que fueron moldeados y pre-fabricados con cemento Portland ca. 1920. (Foto Pantel, 2014)

Gráfico - Revista Semanal Ilustrada. Año XV, No. 13 (28 marzo 1914).
Hernández-Navarro, Mario Arturo ed., y Yamira Rodríguez-Marcano (introducción). Havana Tile Designs. Amsterdam: The Pepin Press BV, 2007.
Industrias Aguayo de Construcción. «Aguayo Tiles - Guidelines for installation, care and maintenance». San Cristóbal, República Dominicana: www.aguayo.com.do, s.f.
Jester, Thomas C., ed. Twentieth Century Building Materials – History and Conservation Washington, D.C.: Archetype Press, Inc., 1995.
Ortega, Carmen y Ana Mitila-Lora. El mosaico hidráulico: arte en evolución. Industrias Aguayo de Construcción, C. x A., 2008.
Penson, Enrique. Arquitectura dominicana 1906-1950. Santo Domingo: Mediabyte, S.A., 2005.
Rosell, Jaume i Joan Ramón. El Mosaic Hidráulic. Barcelona: Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Barcelona, 1985.
Sears, Roebuck and Company. Catalogue of cement block machines: cement brick machines, concrete mixers, etc. sold exclusively by Sears, Roebuck & Co. Chicago: The Co., 1907.
Simpson, Pamela H. Cheap, Quick & Easy - Imitative architectural materials, 1870-1930 Knoxville: The University of Tennessee Press, 1999.
Tavares, J. T. Fábrica de mosaicos de J. T. Tavares, Catálogo No. 2. Santo Domingo: Litografía Ferrua, 1931.
The Cuba Review and Bulletin
«Tile and Shoe Factories». The Cuba Review and Bulletin 5 (1907): 11. New York: Munson Steamship Line, October (15).
«Making Concrete Blocks in Cuba». The Cuba Review and Bulletin 6 (1908): 8. New York: Munson Steamship Line, julio (15-16).
«To Investigate Cuba». The Cuba Review and Bulletin 10 (1912): 9. New York: Munson Steamship Line, agosto (9).
Torrance, William M. The Manufacture of Concrete Blocks and their use in Building Construction, Second Prize in Engineering News Competition of 1905. New York: The Engineering News Publishing Company, 1906.
Torres Santiago, Jerry. «Une folie bourgeoise: arquitectura y valores sociales en Yauco y Ponce a principios del siglo XX». En E. Vivoni ed., Ilusión de Francia: arquitectura y afrancesamiento en Puerto Rico. Río Piedras: Archivo de Arquitectura y Construcción de la Universidad de Puerto Rico, 1999.


(*) Beatriz del Cueto es arquitecta licenciada en Puerto Rico con especialización en el campo de la Conservación Histórica, Fellow del Instituto Americano de Arquitectos, Fellow de la Academia Americana en Roma, Fellow del James Marston Fitch Foundation, y Premio Henry Klumb 2012. Es socia principal de la firma Pantel, del Cueto & Asociados en Puerto Rico desde donde ofrecen asesoría en asuntos relacionados al patrimonio construido y temas que incluyen la historia, la arqueología y la arquitectura tradicional.
La arquitecta Beatriz del Cueto estableció y fue la primera Directora del Laboratorio de Conservación Arquitectónica de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Puerto Rico donde fue docente por 17 años. Ha estudiado a fondo los materiales y tecnologías edilicias tradicionales en Puerto Rico y la región del Caribe, y ha enfocado sus nuevas investigaciones y publicaciones en tecnologías y materiales más recientes como el cemento Portland y el hormigón armado. Sus artículos técnicos y proyectos de arquitectura han recibido numerosos premios y han sido publicados en revistas profesionales de prestigio.
CAUE Guadeloupe Junta de Planificación, Arquitectura,
Urbanismo y Medio Ambiente: obras recientes
CAUE
Taller de Arquitectura BerthelotMocka Celestine
Architecture-Studio
ANONYM’ART, M. Hugues Rostal
Arquitecto DPLG -Urbanista / M.
Mark Frampton / M. Brahim Daroui
ANONYM’ART, M. Hugues Rostal
Arquitecto DPLG -Urbanista / M.
Mark Frampton / M. Brahim Daroui
Taller de Arquitectura Dore-Marton
EURL ARK
EURL ARK
URBIS / Emile Romney / Marc Jalet
Taller 13, Périne Huguet, Eric Ramlall, Laurent Lavall / ACAPA, Frédéric Pujol
EURL, Périne Huguet, Laurent Lavall, Eric Ramlall / Jungle Architecture Group (JAP)
Genarchi Architectes, Charlot Ramassamy y Philippe Bernier
AR Architecture, Jean-Marc Borel y Franck Saint-Martin / Atelier D
La CAUE: Junta de Planificación, Arquitectura, Urbanismo y Medio Ambiente de Guadalupe
Artículo de introducción a este especial donde se explican los objetivos y tareas de la CAUE, para promover la calidad de la arquitectura, el urbanismo y el paisaje.
Mémorial ACTe de Guadalupe
Proyecto conceptualizado mediante una «caja negra» y raíces de malla plateada.
Centro de Salud Universitario de Pointe-à-Pitre / Abymes
Nueva generación de hospital de «alta calidad medioambiental» para medicina moderna.
Nueva Sede del Rectorado de Guadalupe
Sobrio edificio que busca transmitir una imagen institucional e integrarse a su territorio.
Pabellón de la ciudad de Petit-Bourg
Edificio «símbolo» de la municipalidad, en un sitio excepcional con vista al mar. El uso de madera y paneles curvados de Danpalon le dan una imagen contemporánea y tradicional.
Grupo de la escuela Rafael Jolivière de Pointe-à-Pitre
Escuela que ofrece un amplio espacio público abierto a la ciudad, con un jardín de infantes y una escuela primaria claramente diferenciadas.
Escuela Infantil Eugène Alexis en Gosier
Escuela de posición concéntrica alrededor de un patio con cuatro espacios de aprendizaje.
Residencia de 60 viviendas estudiantiles, «Crous» de Guadalupe
Edificio con 60 habitaciones y 20 estudios diseñado con una segunda piel, con el fin de tener un confort térmico y acústico óptimo.
Locales comerciales, Boulevard de Marie-Galante, Raizet, Abymes
Proyecto que busca crear nuevos espacios de interacción social para preservar la historia e identidad del barrio.
Sede del Parque Nacional de Guadalupe
Edificio de carácter sostenible que integra la arquitectura con el paisaje natural circundante y asegura ventilaciones e iluminaciones naturales.
Biblioteca Municipal de la Ciudad de Baie-Mahault
Proyecto que integra la arquitectura contemporánea en un tejido urbano histórico mediante un edificio abierto y transparente, de carácter sostenible y funcionamiento fluido y legible.
Reconstrucción del Kinder del Pueblo
Edifico de bloques definidos y una fachada artística con mosaicos de brillantes colores.
Polo Regional de las Artes Escénicas
Proyecto de marcado carácter sostenible y gran innovación en términos de materialidad, por la amplia utilización del bambú.
CAUE
La CAUE: Junta de Planificación, Arquitectura, Urbanismo y Medio Ambiente de Guadalupe
El CAUE de Guadalupe consta de un equipo multidisciplinario conducido por el arquitecto Jack Sainsily, urbanista OPQU y Presidente Honorario de la Federación Caribeña de Asociación de Arquitectos (FCAA). El CAUE agradece a sus empleados y a la arquitecta Marie Noelle Martial por su colaboración en la realización de esta publicación.
La Junta de Planificación de Arquitectura, Urbanismo y Medio Ambiente de Guadalupe (CAUE) es una organización de interés público establecida por la Ley de la arquitectura del 03 de enero 1977. La CAUE está abierta a todos: a los funcionarios locales electos, los servicios técnicos de los municipios, profesionales de la construcción, funcionarios estatales, constructores, maestros, asociaciones y particulares.
La CAUE de Guadalupe es una especialista de la cultura regional, basada en los campos de la arquitectura, el urbanismo, el medio ambiente y el paisaje. Para los funcionarios electos y técnicos regionales la CAUE juega un papel de apoyo de la gestión de proyectos, desde la reflexión previa hasta la definición del proyecto para una implementación exitosa. Su equipo multidisciplinario y su extensa red de socios profesionales ayudan a las autoridades locales de Guadalupe, en su vida de cada día y en cada etapa de su política de desarrollo y el desarrollo sostenible.
La experiencia adquirida en el campo durante más de 30 años, posiciona la CAUE de Guadalupe como un organismo de referencia en la zona. CAUE tiene como objetivo promover la calidad de la arquitectura urbana, del paisaje y del medio ambiente, con las siguientes tareas:
- Informar
Informar al público sobre la calidad de la arquitectura, el urbanismo, el medio ambiente, el paisaje y el patrimonio a través de excursiones, conferencias, exposiciones, publicaciones populares y el espíritu de participación: debates, mesas redondas, talleres educativos, etc.
- Aconsejar
Aconsejar a los particulares y a los gobiernos locales en sus esfuerzos hacia la construcción y desarrollo, sobre todo, en los aspectos y factores que contribuyen a la calidad de vida y el medio ambiente; y en los procedimientos y la elección de los profesionales.
- Acompañar
Acompañar a las comunidades de diversas formas: con el conocimiento de los funcionarios electos y la arquitectura, la calidad urbana y del paisaje; con el apoyo a las decisiones; con el desarrollo de sus documentos de planificación; con los puntos de referencia en el complejo proceso de desarrollo; con la construcción de las habilidades necesarias para llevar a la responsabilidad del poder adjudicador; con la evaluación de la necesidad de una iniciativa para ayudar en la preparación de la orden y el uso de la gestión privada de los proyectos; entre otros.
- Formar
Formar a los funcionarios electos en el conocimiento de las áreas y su evolución; a los profesores que deseen integrar el conocimiento del entorno construido y natural en su programa educativo; y a los profesionales e interesados en el medio ambiente, con retiros temáticos y programas de trabajo adaptados de forma continua.
- Federar
Federar la población que vive a través de los lugares de intercambio y puesta en común de experiencias, referencias y herramientas en los campos de la arquitectura, el urbanismo y el medio ambiente.
La CAUE en colaboración con la ADEME, la Región Guadalupe, Guadalupe archipiélago de EDF y Europa, también ofrece orientación en cuanto a la energía a través de dos servicios:
- El Consejo de Energía Compartida (CEP)
Este es un servicio a las comunidades locales para respaldar su política de conservación y apoyo de energía para la gestión energética de sus activos.
- Espacio de Información Energética (EIE)
Se proporciona a los individuos el asesoramiento neutral, independiente y libre, y soluciones prácticas para la eficiencia energética y uso de energías renovables.
De arriba a abajo: taller del RDV (le rendez vous) CAUE; consejo en un salón; actividad de la EIE, Espacios de Información Energética.



De arriba a abajo: taller de diálogo del RUDG: Réseau D’Urbanisme Durable; taller técnico del Consejo de Energía Compartida, CEP; exposición en el pabellón de la ciudad de Pointe-a-Pitre.



Mémorial ACTe de Guadalupe
Taller de Arquitectura Berthelot-Mocka Celestine
Raíces de plata en una caja negra
La parte arquitectónica del edificio M Acte se podría definir de esta manera: raíces de plata en una caja negra. La caja negra que alberga la exposición permanente representa la base que contiene la riqueza que constituye el conocimiento del pasado y sobre la que se construye, en parte, la memoria colectiva. Esta caja se trata, por tanto, como una joya que se debe proteger y valorizar. Los fragmentos de cuarzo en la fachada simbolizan los millones de almas víctimas de la trata y la esclavitud.
Esta caja constituye igualmente la base, física esta vez, del desarrollo de las raíces, materializadas de malla plateada con formas audaces. Esas raíces traducen también la parte global de la fundación, sugiriendo un crecimiento, un impulso, un movimiento: como la higuera maldita, capaz de lanzar raíces conquistadoras a distancias impresionantes. La comunidad guadalupeña, de ahora en adelante, se habrá fortalecido en conocimiento y difusión del pasado fundador que hoy es capaz de brillar sobre el mundo entero.
Por lo tanto, esta parte orgánica da una forma refinada, dinámica y moderna al edificio, lo que significa que el pasado permite entender el presente y mirar hacia el futuro.






Planta de conjunto
Sección transversal



Proyecto
Mémorial ACTe de Guadalupe
Superficie
4,500 m²
Fecha competencia
Enero 2008
Fecha inicio construcción
Marzo 2013
Ubicación
Darboussier, Pointe à Pitre
Mandatario
SEMSAMAR
Arquitectos mandatados
Taller de Arquitectura BMC
Arquitectos cocontratantes
Taller de Arquitectura Dore-Marton
Arquitecto paisajista
Agencia TER
Estudios técnicos (carreteras y servicios)
Oficina de estudios técnicos de construcción Imobiliaria
Estudios técnicos de estructuras
Oficina de estudios técnicos de construcción Imobiliaria
Estudios técnicos de fluidos
FI Ingenierie
Estudios de alta calidad medioambiental Colorado
Estudios técnicos acústicos
Sigma Acoustique
Oficina de control
Socotec Antilles
Coordinación protección seguridad y salud
Oficina Veritas
Centro Hospitalario Universitario de Pointe-à-Pitre / Abymes
Proyecto y construcción del Centro Hospitalario Universitario de medicina, cirugía y obstetricia
Este establecimiento de última generación constituye un modelo de futuro. El proyecto ofrece una simbiosis entre los últimos avances médicos y tecnológicos y el entorno cultural de Guadalupe. El hospital se adapta perfectamente al clima y al modo de vida insulares. Su concepción responde tanto a las dificultades programáticas sanitarias como a las sísmicas e incluso ciclónicas. Constituye un modelo renovado del hábitat de Guadalupe.
El proyecto garantiza la eficacia desde el punto de vista médico a la vez que constituye una «ciudad hospitalaria» estructurada en torno a un eje central, la «rue caraïbes», que es la señal de identidad del hospital y que permite el acceso a los diferentes sectores del mismo.
El Nuevo Hospital Universitario se desarrolla en polos siguiendo una organización horizontal, identificable y abierta. Esta estructura está ideada para afrontar las posibles transformaciones, evoluciones y extensiones, y permite el desarrollo de una medicina moderna en constante evolución.
En el centro neurálgico del sistema se sitúa el edificio que reúne los servicios médicos y tratamientos de alta tecnología. Este edificio tiene una cimentación antisísmica que permite su correcto funcionamiento en caso de terremoto.
A la altura de un servicio público, que integra las particularidades propias del archipiélago de Guadalupe, el nuevo CHU ofrecerá al equipo médico, a los pacientes y a los visitantes, un ambiente de calidad, agradable y funcional. El Centro Hospitalario Universitario Point-àPitre / les Abymes será el hospital de referencia en las Antillas y en la Guyana.



Planta de conjunto




Proyecto
Nuevo Centro Hospitalario Universitario de medicina, cirugía y obstetricia
Superficie
77,600 m2
Fecha competencia
Marzo 2012
Fecha inicio construcción
Enero 2016
Fecha de entrega prevista
2020
Ubicación
Zona de actividad de Dothémare
Perrin, Les Abymes
Gestión de proyectos
Centro Hospitalario Universitario de Pointe à Pitre / Abymes
Asistente de gestión de proyectos
Icade - Semsamar
Arquitectos mandatarios
Architecture-Studio
Arquitectos asociados
Babel / L’Agence
Arquitecto paisajista
Agencia TER
Estudios técnicos (carreteras y servicios) ETEC
Estudios técnicos de estructuras
INGEROP
Estudios técnicos de fluidos
INGEROP
Estudios de alta calidad medioambiental TECSOL
Economista
CYPRIUM
Oficina de control y coordinación protección seguridad y salud
Veritas / SOCOTEC
Nueva Sede del Rectorado de Guadalupe
ANONYM’ART, M. Hugues Rostal Arquitecto DPLG -Urbanista / M. Mark Frampton / M. Brahim Daroui
El Rectorado como un edifico público, institucional y simbólico
El Rectorado no es un edificio como cualquier otro. Es un edificio público que encarna la representación física de una institución del Estado. Entre otras cosas, trata de manifestar uno de los principales pilares de la república que es la educación nacional, que regula y administra la transmisión del conocimiento. El Rectorado es un símbolo, al igual que un juzgado o una prefectura.
La especificidad de este edificio determina la elección de elementos que involucran tamaño, legibilidad y eficiencia. Estas políticas nos han llevado a adoptar una forma orgánica que articula a través de una calle y jardines interiores, un cuerpo avanzado de buen aspecto, a una serie de compartimientos funcionales. Esta programación compacta y altamente articulada, valora la estructura institucional mientras se alínea con las principales características del sitio, incluyendo su vertiente general y su modesto tamaño.
Contexto de integración
El proyecto se ha diseñado e implementado en el sitio para marcar la imagen de una institución pública importante y afirmarse en el paisaje de la región. Su arquitectura monumental expresa la necesidad de visibilidad requerida por su función soberana.
Tratamiento arquitectónico
La sobriedad del edificio es el resultado de tres factores:
• Un volumen general sobrio, debido a los volúmenes simples y armoniosos que interactúan entre sí y se acompañan mutuamente.
• La elección de materiales de tonos naturales organizados de manera sobria y armoniosa en volúmenes.
• Además de los muros de hormigón y madera, en su estética general, el proyecto es sutil evitando crear un catálogo con materias y materiales de construcción.
El contexto urbano y sociocultural del proyecto es tomado en cuenta a través de un enfoque integrado y fácil de usar del edificio. Está integrado en la zona de desarrollo y en continuidad allí con las estructuras existentes, imponiéndose ante éstas. También es el motor de una nueva relación con el medio ambiente valorizando la ventilación natural. El contexto sociocultural también se tiene en cuenta en los informes de los usuarios a la construcción y la creación de espacios que promueven la convivencia.
La realización de estos objetivos se hace a través de los siguientes elementos arquitectónicos:
• El escudo: Se torna hacia la carretera Nacional para disfrutar del espectáculo del paisaje y proteger el resto del edificio del ruido y del polvo.
• La calle interior, protegida por el escudo, distribuye las funciones de todos los servicios de la Rectoría, sin dejar de ser un lugar de relajamiento y convivencia. Es un refugio íntimo de paz; su objetivo es facilitar el acceso a los diferentes sectores administrativos y controlarlos. Además, reduce el uso del aire acondicionado gracias a la ventilación natural y ofrece un paseo arquitectónico al aire libre, en el corazón de la rectoría con vistas a los jardines interiores.
• Los patios, pozos de luz y ventilación natural, mejoran la calidad de vida y el confort del usuario y les permite hacer la elección entre medios naturales y artificiales, lo cual reduce considerablemente el consumo de energía.
Además de la simple organización de sus funciones, el proyecto cumple con un doble objetivo: responder a la creación de una imagen institucional y ser parte de su territorio, por los aspectos socio-culturales y el uso de materiales, creando un buen entorno propicio al trabajo.




Planta de conjunto






Proyecto
Nueva sede de la Rectoría de Guadalupe
Superficie
6,000.00 m2
Fecha competencia
Octubre 2011
Fecha construcción
En proceso
Ubicación
Zona de desarrollo de Dothémare
Ciudad de Abymes
Gestión de proyectos
Ministerio de la Educación Nacional
Asistente de gestión de proyectos
ICADE Promotion
Arquitectos mandatarios
ANONYM’ART, M. Hugues Rostal Arquitecto
DPLG -Urbanista
M. Mark Frampton
M. Brahim Daroui
Arquitectos paisajistas
Agencia de Paisajes, M. Kamel Khemeri
Estudios técnicos de carreteras y servicios públicos, de estructura y de fluidos
EGIS BATIMENT, Agence Antilles-Guyane
Estudios técnicos de alta calidad medioambiental
OPCET SAS, M. Henri Monar
SOLENER, M. Mohamed Abdesselam
Economista
CARIBE CONSULTANTS, M. Alain Wachter
Programación, gestión y coordinación
GEC INGENIERIE, Agence Antilles-Guyane
Oficina de control
Veritas
Coordinación de protección de seguridad y salud
APAVE
Pabellón de la ciudad de Petit-Bourg
ANONYM’ART, M. Hugues Rostal Arquitecto DPLG -Urbanista / M. Mark Frampton / M. Brahim Daroui
• Contexto de integración
Hemos diseñado el proyecto del pabellón de la cuidad de Petit-Bourg con el fin de mejorar este sitio excepcional con vista al mar que domina desde el balcón. El ambiente creado alrededor de los edificios y zonas ajardinadas, está destinado principalmente para mejorar el acceso a la costa mediante la vinculación del proyecto del paseo marítimo, situado a pocos metros más adelante. Esta conexión se hace a través de una gran escalera.
• Tratamiento arquitectónico
El pabellón está diseñado en un estilo arquitectónico que busca diseñar un edifico «símbolo» de la municipalidad. Por lo tanto, tiene una mentalidad confirmada sin dejar de ser un conjunto de volúmenes específicos con el concepto del pabellón, como el de la Residencia Departamental de Gosier. Del mismo modo, el pabellón se encuentra en una fuerte demarcación de los partidos de acogida con la rotonda y porche, reservada a los invitados y VIP
El Pabellón delimita la zona de meta y el jardín privado, que se construirá para permitir la organización de fiestas en el jardín y otras recepciones de prestigio en la extensión de la terraza de 200 m². El pabellón está orientado principalmente a lo largo de un eje este-oeste que se vuelve hacia el jardín, dejando una vista al mar de calidad.
El pabellón se inscribe en una dinámica de alta calidad medioambiental a través de su ventilación natural y su techo de paneles curvados Danpalon, dejando entrar la luz del día, y así creando un ambiente natural en la habitación y limitando los gastos de consumo de energía. Una malla horizontal filtrará la luz del sol desde el techo translúcido, creando una iluminación suave específica para el edificio. Por lo tanto, será la firma de la construcción.
Al estar el edificio situado junto al mar y en altura, la creación de un techo translúcido constituye una señal visible del mar. Esto ayudará a animar la costa, haciendo de él un verdadero faro lleno de actividades al llegar la noche. Las terrazas y los pasillos tienen forma de olas gracias a las ondas que recuerdan el mar al frente del edificio.
• Paisajismo
El futuro pabellón de la ciudad de Petit-Bourg da la bienvenida desde su privilegiada ubicación. La parte del jardín, cercana al paseo marítimo, fue diseñada teniendo en cuenta que su cercanía al mar exigía el uso de especies vegetales que soportasen la capa de rocío y los fuertes vientos.
El paisaje es determinante en la definición de las formas y la cubierta vegetal de los estacionamientos, el acceso y los signos. Para ello, contamos con diferentes paradigmas de plantación: alineaciones, árboles aislados, setos, etc… Una paleta de plantas debe ser tanto variada como económica. El ahorro de agua y de mano de obra determina que seleccionemos una flora resistente a la sequía y a las condiciones del suelo (sustrato, vestidores basales, la parte superior de apósitos).
La gran explanada dará la bienvenida a los huéspedes con mucha comodidad con el fin de mostrar el carácter hospitalario y solemne del lugar. Del lado del mar, el proyecto de paisaje pone en práctica una amplia zona de césped plantado con árboles altos y flores coloridas. El modelado del terreno y la elección de las especies son ideales para la instalación de carpas y la organización de eventos relacionados con recepción o relajación.
Este proyecto de paisajismo busca, sobre todo, la manera de crear un fuerte vínculo entre el mar y el pabellón.
• Elección de los materiales
Entre los materiales utilizados destaca el uso de la madera para toda la carpintería y la barrera solar. Sin embargo, vigilamos de no exponerlos a la intemperie debido al riesgo de daño por el sol y el rocío del mar. Este proceso tendrá como objetivo reducir los costos de gestiones comunitarias.
También utilizamos los paneles Danpalon para crear las ondas ligeras y aireadas como las ondas marinas. Este material también es utilizado en el techo luminoso, logrando una imagen contemporánea y tradicional por su forma.


Inserción
Planta de conjunto












Proyecto
Pabellón de la ciudad de Petit-Bourg
Superficie
1,120.00 m2
Fecha competencia
2011
Fecha inicio construcción
Pendiente
Ubicación
Ciudad de Petit-Bourg
Gestión de proyectos
Ciudad de Petit-Bourg
Asistente de gestión de proyectos
SEMAG
Arquitectos mandatarios
ANONYM’ART, M. Hugues Rostal Arquitecto
DPLG -Urbanista
M. Mark Frampton
M. Brahim Daroui
Arquitectos paisajistas
Agencia de Paisajes, M. Kamel Khemeri
Estudios técnicos de carreteras y servicios públicos
BECT, M. Gilles Morty
Estudios técnicos de estructuras
SETBAO, M. José Cafournet
Estudios técnicos de fluidos y ambientales
OPCET SAS, M. Henri Mona
Elevación este
Elevación oeste
Elevación sur
Sección A-A’
Elevación norte
Sección B-B’
Elevación este
Elevación oeste
Sección B-B’
Sección A-A’
Elevación norte
Elevación sur
Grupo de la Escuela Rafael Jolivière de Pointe-à-Pitre
Taller de Arquitectura Dore-Marton
La plaza del barrio
La escuela ofrece un amplio espacio público abierto a la ciudad: el atrio, la plaza del barrio. Esta plaza teje vínculos sociales, ofreciendo a los niños, sus padres y a los residentes, el poder intercambiar y reunirse. Por su modularidad que permite la mutualización de espacios seguros, la escuela autoriza la extensión del lugar en su seno vía su foro.
El jardín de infantes
Al acceder, el Jardín de infantes y la escuela primaria se distinguen. Situados en la primera planta y ligeramente elevados del nivel de la calle, el jardín de infantes se organiza en torno a su patio diseñado como «nido» protector y sigue abierto más allá del jardín criollo hacia la ciudad.
La escuela primaria
La entrada es por el foro, patio protegido que permite recoger y organizar los alumnos antes de acceder a los niveles superiores, hacia las aulas. El patio de recreo de la escuela primaria se encuentra en R + 1 que es «el balcón». Tiene varias ventanas que dan sobre el barrio, promoviendo de esta manera la ventilación natural y la interacción de los niños con el entorno en toda seguridad.
El foro es un espacio de usos múltiples. Se utiliza normalmente como un patio de recreo, protegido de la lluvia y vinculado a la cafetería de la escuela. También puede servir como extensión a las salas de evolución/motricidad o espacios para reuniones y eventos públicos abiertos a la plaza en ocasiones especiales.







Planta de conjunto
Planta arquitectónica 1er nivel
Elevación corta
Elevación larga
Sección B-B’
Sección A-A’
Sección C-C’




Proyecto
Grupo Escolar Raphael Jolivière
Superficie
3,600 m²
Fecha competencia
22 de julio 2009
Fecha inicio construcción
Octubre 2010
Ubicación
Pointe à Pitre
Gestión de proyectos
Ciudad de Pointe à Pitre
Conductor de operaciones
Icade Promotion Antilles-Guyane
Arquitectos mandatarios
Taller de Arquitectura Dore-Marton
Estudios técnicos de estructuras
Delta Ingenierie
Estudios técnicos de fluidos
FI Ingenierie
Estudios de alta calidad medioambiental
Economista
Programación, gestión y coordinación
LTC
Oficina de control
Oficina Veritas
Coordinación protección seguridad y salud
Antilles Controles
Escuela Infantil Eugène Alexis en Gosier
La Escuela Infantil Eugene Alexis, en Gosier, tiene una disposición concéntrica alrededor del patio que recuerda la forma de un huevo con el fin de asegurar al niño; pero también permite tener un control visual constante del patio. Los dos edificios protegen el patio como brazos alrededor de un niño.
Las zonas comunes del patio de recreo fueron diseñados como espacios de apredizaje y pueden dividirse en cuatro zonas distintas: el teatro al aire libre, el jardín de descubrimiento, el estanque y el bosquecillo.
• El teatro al aire libre: ubicado al este de la parcela se adapta a la topografía. Presenta un conjunto de gradas frente a un escenario de césped. Este espacio puede ser utilizado para las representaciones teatrales, las historias o simplemente para la merienda durante el recreo.
• El jardín del descubrimiento: es un pequeño huerto donde los niños pueden aprender a plantar tomates o vegetales.
• El estanque: es una alegoría a los muchos estanques que se encuentran en los valles. Una marca en el suelo blando, azul, materializa este estanque y está equipado con estructura de toboganes y juegos.
• El pequeño bosque: situado en la parte oeste de la trama, funciona como un filtro hacia la pista principal protegiendo del ruido y de la puesta del sol. Es un espacio verde que puede ser utilizado en diversas actividades recreativas. Para ir a las actividades deportivas, los estudiantes pueden cruzar la acera para acceder al campo de deportes en la parcela vecina.


Planta de conjunto
Zonificación



Proyecto
Grupo Escolar Eugène Alexis
Superficie
1,921 m2
Fecha competencia
Julio 2013
Fecha construcción
En progreso
Ubicación
Gosier
Gestión de proyectos
Ciudad Gosier
Arquitectos mandatarios
EURL ARK
Estudios técnicos de carreteras y servicios públicos
Ingénierie Plus
Estudios técnicos de estructura
Ingénierie Plus
Oficina de control
Veritas
Coordinación de protección de seguridad y salud
Antilles Controles
Residencia de 60 viviendas estudiantiles, CROUS de Guadalupe
EURL ARK
La Rectoría de Guadalupe ordenó la construcción de dos edificios: un edificio con 60 habitaciones y 20 estudios en el terreno del CROUS de Fouillole.
Nuestro proyecto ganador fue diseñado con el fin de tener un confort térmico y acústico óptimo. Por su aplicación, así como el procesamiento de una segunda piel, estos edificios cumplen con los requisitos térmicos de las últimas regulaciones. En su fachada oeste, el edificio de 60 habitaciones ofrece una pared vegetal frente a balcones que procuran sombra, frescura e intimidad a las habitaciones.
Por su instalación y carácter arquitectónico, hemos querido integrar estos edificios en una lógica de desarrollo urbano del CROUS, cumpliendo con las nuevas exigencias de confort y seguridad. Además de su resistencia al fuego, su durabilidad, facilidad de mantenimiento que favorecen el aislamiento acústico, la elección de materiales viene de la diversidad encontrada en el campus, con el uso de materiales nobles y dignos de una arquitectura del Caribe moderna e inscrita en un contexto local.




Planta

Proyecto
Residencia de 60 de viviendas estudiantiles
Superficie
1,897.70 m2
Fecha competencia
Octubre 2012
Fecha construcción
En progreso
Ubicación
CROUS de Fouillole, Pointe-à-Pitre
Gestión de proyectos
Ministerio de la Educación Nacional / Rectorado
Arquitectos mandatarios
EURL ARK
Arquitectos paisajistas
Oficina de estudios paisajistas Caraibes
Paysages
Estudios técnicos de carreteras y servicios públicos
Ingénierie Plus
Estudios técnicos de estructura
Ingénierie Plus
Economista
Ingénierie Plus
Programación, gestión y coordinación
Ingénierie Plus
Oficina de control
Veritas
Coordinación de protección de seguridad y salud
Guez Caraibes

Planta de conjunto
Locales comerciales, Boulevard de Marie-Galante, Raizet, Abymes
URBIS / Emile Romney / Marc Jalet
La ciudad de Abymes se embarcó en la conversión voluntaria (Ph. Estebe, 2004) del distrito de Raizet, a mediados de 2000. Si la primera parte del enfoque se orienta hacia el conocimiento detallado de los invariantes de este distrito, la segunda parte es para comenzar la puesta en funcionamiento basada principalmente en la renovación de este pedazo de ciudad. Es en esta dinámica de transformación radical que se ajusta la recalificación de la calle Marie-Galante, el canal de Raizet y la renovación de la avenida.
Si la organización espacial del distrito se caracteriza por su red de carreteras, es el apoyo de una economía, que es sedentaria y que ha caracterizado con el tiempo la identidad del barrio. Este espacio clave (JL Arnaud, 2008) funda la materialidad de la actividad humana, incluyendo la consideración que constituye el mayor desafío de nuestro pensamiento y nuestras elecciones.
De hecho, la reubicación de esta actividad no es un acto inofensivo, pero participa en la (re)creación del lugar (JP Charbonneau, 2000) por una operación de construccióndemolición-reconstrucción. Por lo tanto, es hacia la creación de nuevos espacios de interacciones sociales que este proyecto se compromete, preservando la historia y la identidad del barrio. Pero esta operación es también una invitación a nuevos usuarios, lo que significa la creación de nuevos usos. En comparación, la fertilización cruzada de las funciones, las actividades en estos dos canales contiguos debe preservar y aumentar lo que ahora es objeto de esta ciudad.
Nuestro proyecto de construcción y desarrollo se ha vuelto hacia las instalaciones de actividades revisitadas en reemplazo de los actuales «restaurantes». Estos nuevos «localesrestaurantes» son contenedores de 20 pies, constituidos en un conjunto diverso de uno, dos o tres elementos. Serán construidos y abiertos, para crear espacios comerciales amistosos, que cumplirán con las normas de higiene y seguridad vigentes. Estarán dispuestos a lo largo de un centro comercial totalmente peatonal e integrados en el paisaje existente que permita el acceso a todos desde el parqueo. El aspecto gráfico de los locales está diseñado para dar un nuevo impulso a esta área de actividad. Estos espacios de vida y convivencia restaurarán una nueva dinámica a estos lugares de intercambio e interacción entre los habitantes del distrito de Raizet.
Si la liberación de los locales actuales destaca y hace resaltar el canal, fue porque nuestro pensamiento se orientó hacia una planificación que integra las cuestiones de diversidad biológica. De hecho, una simple exploración del canal reveló que una diversidad biológica cuya conservación, más aún la restauración o la re-naturalización ha surgido. Es a una escala más global que nuestra reflexión se refiere y permite introducir el proyecto de reurbanización del canal en un corredor ecológico para el movimiento de la fauna y la flora favoreciendo los intercambios entre las especies. Por lo tanto, la calle Marie-Galante ha hecho soporte para funciones ecológicas, participando en los servicios urbanos y transportes pasivos.
Si nuestro pensamiento ha dirigido los canales existentes hacia la infraestructura verde lineal, el límite de esta intención se encuentra a los pies de la propiedad residencial, con un valor de espacios verdes para mejorar la calidad del medioambiente y el desarrollo de esta conectividad ecológica. La creación de zonas peatonales y espacios verdes a lo largo del canal, de puentes, pérgolas y ampliaciones permiten mejorar la conectividad.
La integración del transporte público en sitio propio puede reforzar la idea de un lugar más pacífico, pero activo, reforzando la noción de pertenencia a un espacio y a un bien común. El establecimiento de una carta, resultado de la consulta con los usuarios y un dispositivo de acompañamiento, apoyo de una cohesión: el futuro urbano de esta ciudad comenzará a escribir una nueva historia…

Planta de conjunto





Proyecto
Creación de locales comerciales en Raizet
Superficie
650 m2
Fecha competencia
Julio 2011
Fecha construcción
En progreso
Ubicación
Distrito de Raizet - Les Abymes
Gestión de proyectos
Ciudad Abymes


Asistente de gestión de proyectos
SEMSAMAR
Urbanismo mandatarios
URBIS
Arquitectos
Emile Romney / Marc Jalet
Arquitectos paisajistas
BASE
Estudios técnicos de carreteras y servicios públicos
Infraplus
Estudios técnicos de estructura
BETCI
Programación, gestión y coordinación
Ingénierie Caraibes
Oficina de control
Antilles Controle


Elevaciones locales-restaurantes
La nueva sede del Parque Nacional de Guadalupe
Taller 13, Périne Huguet, Eric Ramlall, Laurent Lavall / ACAPA, Frédéric Pujol
Las oficinas del Parque Nacional de Guadalupe no podían concebirse sin empujar hasta el extremo la inserción del edificio en el sitio con pleno respeto a su entorno inmediato y el medio ambiente de Guadalupe. Así, el edificio está diseñado en cumplimiento con todos los desafíos del desarrollo sostenible, la calidad ambiental caribeña y la integración de la arquitectura con paisajes naturales.
El edificio, hecho al 80% de madera, se establece siguiendo las curvas de nivel. Evita los bosquecillos de árboles notables, se ofrece a los flujos de los vientos dominantes para asegurar una ventilación natural, y además, tiene una protección solar reforzada y una iluminación natural optimizada.
Para evitar la impermeabilización del sitio y garantizar el confort térmico, un tercio del edificio está cubierto por un techo verde y el aparcamiento consta de un complejo de tierra / piedra que estabiliza el suelo, manteniendo la vegetación. La vegetación rodea, sumerge y entra en el edificio para protegerlo e integrarlo a la naturaleza guadalupeña.
Este es el primer edificio terciario de Guadalupe con energía positiva, equipado con un sistema fotovoltaico para autoconsumo. Un edificio energía cero. El consumo del proyecto «PNG», a menos de 100 kWh / m² / año, es una eficiencia energética real para un edifico terciario en el clima tropical.







Proyecto
Sede del Parque Nacional de Guadalupe
Superficie
1,600 m2
Fecha competencia
Marzo 2008
Fecha construcción / entrega
Febrero 2013
Ubicación
Saint-Claude
Cliente
Parque Nacional de Guadalupe
Asistente de gestión de proyectos CED
Arquitectos
Taller 13 (Périne Huguet, Eric Ramlall, Laurent Lavall)
ACAPA (Frédéric Pujol)
Ingeniería eléctrica
A2E
Ingeniería estructura y civil BIEB
Consultores de alta calidad medioambiental
Robert Célaire
Ingeniería de técnicos fotovoltaicos
EQUINOXE Laurent Seauve
Biblioteca Municipal de la Ciudad de Baie-Mahault
Taller 13, Périne Huguet, Laurent Lavall, Eric Ramlall / Jungle Architecture Group (JAP)
Con especial sensibilidad a todas las cuestiones de la revalorización de los centros de las ciudades, la integración de la arquitectura contemporánea en un tejido urbano histórico y también el desarrollo sostenible, hemos diseñado la nueva biblioteca de Baie-Mahault, biblioteca de proximidad, como un verdadero polo, «rótula» de animación, transmisión y transición. Un polo en el que el municipio puede confiar para desarrollar la reconquista de su centro y de la apertura de la ciudad sobre el mar.
Para ello, nos hemos comprometido a desarrollar las siguientes áreas:
• La integración del antiguo edificio como un elemento importante de la nueva biblioteca.
• La apertura de la plaza Childéric Trinqueur frente al mar y el desarrollo de un polo de atracción para el futuro desarrollo de la costa.
• La apertura y la transparencia del edificio como una atracción hacia la cultura.
• La transición arquitectónica entre la ciudad, área natural, urbana y costera.
• Un funcionamiento fluido y legible desde la llegada del equipo.



Planta de conjunto
Sección








Proyecto
Biblioteca Pública de Baie-Mahault
Superficie
1,500 m2
Fecha competencia
Marzo 2007
Fecha término construcción
Junio 2012
Ubicación
Plaza del Ayuntamiento
Ciudad de Baie-Mahault
Cliente
Ciudad de Baie-Mahault
Arquitectos
Taller 13 (Périne Huguet, Eric Ramlall, Laurent Lavall)
Jungle Architecture Group (JAP)
Ingeniería eléctrica
A2E
Ingeniería estructural y civil BIEB
Consultores de aire acondicionado y alta calidad medioambiental
TECSOL
Oficina de control
ANCO, Paul Quistin
Reconstrucción del Kinder del Pueblo
Genarchi Architectes, Charlot Ramassamy y Philippe Bernier
La ciudad de Trois-Rivières, con su paisaje verde y de naturaleza volcánica, es llamada comúnmente «la cuna de la civilización precolombina» por el parque de rocas grabadas.
La parcialidad no es hacer pastiche de este patrimonio tan conocido, pero sí sacar provecho de los elementos que componen el sitio y la naturaleza del paisaje en el que se inscribe la ciudad.
Nuestro proyecto, visto de manera global, está organizado como bloques dispersos en la vegetación. Un guiño a la roca con la forma de techos rotos del patio que se distingue como tres bloques incrustados en el sitio. Como recordatorio a las rocas grabadas, nos centramos en la entrada de la escuela, con un contraste de color entre las rocas y el paisaje. Destacamos esta fachada con colores brillantes como mosaico de culturas, pueblos, de historia y de aprendizaje.
Recordemos que el mosaico es un arte muy querido por los estudiantes, un arte lúdico lleno de conocimientos y despertar. Pintura, corte, montaje, pegamento, color… la diversidad en la misma unidad. Queríamos marcar la escuela en una composición general y en una armonía de colores con el fin de crear una fachada artística, una escuela que invite al descubrimiento y al aprendizaje, simplemente divertida.
Nuestra visión como diseñador: «Queremos que esta escuela refleje el alto valor que le damos al aprendizaje, para que los niños y las familias se sientan a gusto al utilizarla. Una escuela es mucho más que una simple institución educativa, es una herramienta estructural, de unificación y de alta calidad medioambiental».



Planta





Proyecto
Reconstrucción del Kinder del Pueblo
Superficie
1,743 m2
Fecha competencia
Diciembre 2010
Fecha construcción / entrega
Entregada
Ubicación
Trois Rivieres
Gestión de proyectos
Ciudad de Trois Rivieres
Arquitectos mandatarios
Genarchi Architectes, Charlot Ramassamy y Philippe Bernier
Estudios técnicos de carreteras y servicios públicos
Beta Ingenierie
Estudios técnicos de estructura
Beta Ingenierie
Estudios técnicos de fluidos
FI Ingenierie
Polo Regional de las Artes Escénicas
AR Architecture, Jean-Marc Borel y Franck Saint-Martin / Atelier D
El enfoque urbano y de paisaje
El Polo Regional de las Artes Escénicas (PRAS) se formará en el corazón de la Ciudad del Conocimiento, con tres objetivos operativos:
• Asegurar la transición entre la Ciudad del Conocimiento y las parcelas vecinas; la vertiente sur dará la bienvenida, en este sentido, al parque urbano y al teatro de verdor, instalaciones de plantas y minerales ligeros, que proporcionan una reconversión futura de la destilería contigua.
• Inducir una nueva urbanidad por la constitución de un frente urbano al este de la parcela. La orientación norte-sur del edificio también proporcionará una continuidad espacial al igual que la fluidez del tráfico peatonal con la Universidad de las operaciones que se extiende al norte. El tratamiento de este edificio y sus alrededores ofrece accesibilidad y vista a los demás usuarios de la Ciudad del Conocimiento.
• Reflejar la diversidad de las actividades de equipos: la organización espacial fragmentada propuesta garantizará la autonomía del funcionamiento y gestión de las diferentes sub-divisiones.
El marco es también parte de la firme voluntad de mejora del paisaje. El edificio frontal asegurará una transición entre esta nueva urbanidad y la apertura a la naturaleza. Además, los otros edificios del PRAS tendrán una forma más orgánica de piedras facetadas, que saludarán a la topografía y la geología particular de este sitio.
El espacio urbano y el espacio colectivo como un lugar de expresión cultural
Corolario de la organización del espacio explotado, el proyecto del PRAS gira en torno a un espacio central, diseñado de acuerdo a la lógica del lakou. Este espacio plano pone el tráfico peatonal en el centro del proyecto. También es un lugar de entretenimiento, de expresión y representación cultural. Su tratamiento semi privado facilitará su uso, como el lakou urbano, son ellos los que dan significado, por su asistencia y sus prácticas, a esta configuración socio-espacial particular.
Enfoque integral al concepto de desarrollo sostenible
El concepto de desarrollo sostenible se entiende aquí en un sentido amplio:
• En términos ambientales, la conservación de áreas con vegetación y zonas de percolación del agua lluvia, la mejora del paisaje, la reutilización de los materiales naturales del lugar y del país, darán al PRAS la identidad del punto verde de la Ciudad del Conocimiento.
• En términos económicos, el diseño fue guiado por un imperativo de crecimiento y rendimiento económico mediante la movilización de habilidades y materiales locales al igual que la búsqueda de un funcionamiento eficiente.
• En términos sociales, es importante equilibrar la accesibilidad y la seguridad de los equipos. El proyecto garantiza la accesibilidad y la circulación de peatones discapacitados.
El tratamiento de los espacios al aire libre y acceso al edificio también permite un acceso controlado y seguro de otros usuarios de la ciudad y, en ciertas circunstancias, del público en general.
Materialidad
La innovación en términos de materialidad se debe a la amplia utilización de bambú. El uso de esta especie, considerada invasora en el Parque Nacional, que refleja sobre todo en el simbolismo de retorno a la naturaleza que guió el diseño general. Se propone, en primer lugar, que la doble piel de los edificios sea de bambú. Esta protección solar se fortalecerá en las fachadas oeste con una malla más densa para formar sombrillas reales. El bambú también se usa para diseños interiores para ilustrar el propósito mismo del PRAS. Árbol musical por excelencia que contribuirá a la calidad de la luz y los ambientes.




Planta de conjunto
Elevación suroeste
Sección 5-5’
Sección 6-6’






Proyecto
Polo Regional de las Artes Escénicas
Superficie
6,132 m2
Fecha competencia
2009
Fecha construcción
En curso
Ubicación
La Ciudad del Conocimiento, Saint-Claude
Gestión de proyectos
Consejo Regional de Guadalupe
Asistente de gestión de proyectos
SEMSAMAR
Arquitectos mandatarios
AR Architecture, Jean-Marc Borel y Franck
Saint-Martin / Atelier D
Arquitectos paisajistas
Caraibes Paysages
Estudios técnicos de carreteras y servicios públicos
Delta Ingénieurie
Estudios técnicos de estructura
Delta Ingénieurie
Estudios técnicos de fluidos
FI Ingénieurie
Estudios técnicos de alta calidad medioambiental
Addeo
Sección
Sección 1-1’
Le CAUE, un outil Guadeloupéen pour les elus et les techniciens des collectivités territoriales
Le CAUE de la Guadeloupe se compose d’une équipe pluridisciplinaire conduite par l’Architecte DPLG Jack Sainsily, Urbaniste OPQU et Président Honoraire de la Fédération Caribéenne d’Association d’architecte (FCAA). Le CAUE a fait appel à ses employés et à Marie Noelle Martial, Architecte Consultante, pour la réalisation de cette publication quelle en soit remerciée.
Le Conseil d’Architecture d’Urbanisme et de l’Environnement de la Guadeloupe (CAUE) est un organisme d’intérêt public créé par la loi sur l’architecture du 3 janvier 1977.
Le CAUE est ouvert à tous: élus locaux, services techniques des municipalités, professionnels de la construction, représentants de l’Etat, maîtres d’ouvrage, enseignants, associations ou simples particuliers.
Le CAUE de la Guadeloupe est un spécialiste de la culture territoriale, dans les domaines de l’architecture, de l’urbanisme, de l’environnement et des paysages.
Pour les élus et les techniciens territoriaux, le CAUE joue un rôle d’accompagnement de la maîtrise d’ouvrage, depuis la réflexion préalable jusqu’à l’assistance à la définition du projet permettant une mise en œuvre réussie.
Grâce à son équipe pluridisciplinaire et son vaste réseau de partenaires professionnels, le CAUE accompagne les collectivités territoriales de Guadeloupe, dans leur quotidien et à chaque étape de leur politique de développement et d’aménagement durable.
Désormais, l’expérience acquise sur le terrain depuis plus de 30 ans, positionne le CAUE de la Guadeloupe comme un organisme référent du territoire.
Le CAUE a pour vocation la promotion de la qualité architecturale, urbaine, paysagère et environnementale, avec pour missions de:
- Informer
le grand public à la qualité de l’architecture, de l’urbanisme, de l’environnement, des paysages et du patrimoine —visites, conférences, expositions, publications de vulgarisation— et à l’esprit de participation: débats, tables-rondes, ateliers pédagogiques, etc.
- Conseiller les particuliers et les collectivités territoriales dans leurs démarches de construction et d’aménagement:
• sur tous les aspects et les facteurs qui contribuent à la qualité du cadre de vie et de l’environnement;
• sur les démarches administratives et le choix de professionnels compétents.
- Accompagner
Les collectivités à plusieurs niveaux:
• sur la sensibilisation des élus et agents à la qualité architecturale, urbaine et paysagère;
• sur l’aide à la décision;
• sur l’élaboration de leurs documents d’urbanisme
• sur des repères dans le processus complexe de l’aménagement;
• sur le renforcement des compétences nécessaires à l’exercice de la responsabilité de maître d’ouvrage;
• sur l’évaluation de la pertinence d’une initiative;
• sur l’aide à la préparation de la commande et au recours à la maîtrise d’œuvre privée; etc.
- Former
• les élus à la connaissance des territoires et de leur évolution;
• les enseignants qui souhaitent intégrer la connaissance de l’espace bâti et naturel dans leur projet pédagogique;
• les professionnels et les acteurs du cadre de vie, par des journées thématiques de réflexion et de travail et des programmes de formation continue adaptés.
- Fédérer les acteurs du cadre de vie à travers des lieux d’échanges et de partage d’expériences, de référentiels et d’outils dans les domaines de l’architecture, de l’urbanisme et de l’environnement.
Le CAUE, en partenariat avec l’ADEME, la Région Guadeloupe, EDF Archipel Guadeloupe et l’Europe, apporte également des conseils en matière d’énergie à travers deux services:
- Le Conseil en Energie Partagé (CEP)
C’est un service destiné aux collectivités locales, pour un accompagnement dans leur politique de maîtrise de l’énergie et une aide à la gestion énergétique de leur patrimoine.
- L’Espace Info Energie (EIE)
Il propose aux particuliers des conseils neutres, indépendants et gratuits, ainsi que des solutions concrètes pour l’efficacité énergétique et le recours aux énergies renouvelables.
Projet n°1 : Le Mémorial ACTe de la Guadeloupe Taller de Arquitectura Berthelot-Mocka Celestine
Silver roots on a black box
Le parti architectural du bâtiment du MACTe pourrait se résumer ainsi: des racines d’argent sur une boîte noire.
La boîte noire qui abrite l’exposition permanente représente le socle renfermant la richesse que constitue la connaissance du passé et sur lequel se construit en partie la mémoire collective. Cette boîte est donc traitée comme un bijou à protéger et à valoriser. Les éclats quartzés de la façade symbolisent les millions d’âmes victimes de la traite et de l’esclavage.
Cette boîte constitue également le socle, physique cette fois, d’un développement racinaire matérialisé par une résille argentée aux formes audacieuses. Ces racines traduisent elles aussi le parti global de la fondation, en suggérant une croissance, un élan, un mouvement: à l’image du figuier maudit, capable de lancer des racines conquérantes sur des distances impressionnantes, la communauté guadeloupéenne est désormais, forte de la connaissance et du partage de ce passé fondateur, aujourd’hui capable de rayonner sur le monde.
Ce parti organique confère ainsi une forme épurée, dynamique etrésolument moderne au bâtiment, signifiant que le passé permet de mieux appréhender le présent et de se tourner vers le futur.
Projet n°2 : Centre Hospitalier Universitaire de Pointe a Pitre / Abymes Architecture-Studio
Conception et réalisation d’un Centre Hospitalier Universitaire Médecine-Chirurgie-Obstétrique.
Cet hôpital «HQE» de nouvelle génération s’inscrit dans une perspective d’avenir. L’ensemble complet propose une symbiose entre la performance technique et la culture guadeloupéenne. Adapté au climat et au mode de vie insulaire, il est conçu comme un hôpital «des extrêmes», qu’ils soient sismiques, cycloniques ou sanitaires.
Synthèse renouvelée des systèmes pavillonnaires et monoblocs d’autrefois, le projet permet de garantir une parfaite fonctionnalité médicale, tout en offrant une véritable cité hospitalière grâce à une «rue Caraïbe». Centrale et abritée, elle est le point d’identité du CHU et dessert l’ensemble des secteurs.
Le nouveau CHU se développe selon une organisation horizontale par pôles, simple, lisible et ouverte, ce qui offre une flexibilité optimale et une souplesse d’évolution.
Centre névralgique, le plateau technique regroupe l’ensemble des fonctions médico-techniques de haute technologie. Il est protégé des secousses sismiques par un système d’isolateurs.
Le nouveau CHU permettra l’exercice d’une médecine moderne en constante évolution, à la hauteur d’un service public de qualité prenant en compte les particularités et contraintes propres à l’archipel Guadeloupéen. Il offrira au personnel un cadre de travail agréable et fonctionnel, aux patients et visiteurs une qualité d’accueil, de soin et de vie.
Le centre hospitalier universitaire «Pointe-à-Pitre/Abymes» deviendra la référence de l’hospitalier aux Antilles-Guyane.
Projet n°3 : Le nouveau siège du Rectorat de la Guadeloupe
ANONYM’ART, M. Hugues Rostal Arquitecto DPLG -Urbanista / M. Mark Frampton / M. Brahim Daroui
Le Rectorat comme édifice public, institutionnel et symbolique
Le Rectorat n’est pas un bâtiment comme un autre. Il incarne la représentation matérielle d’une institution de l’Etat, et c’est un édifice public. Il a entre autre, vocation de rendre manifeste l’un des principaux piliers de la République, l’Éducation Nationale régulateur et administrateur de la diffusion des savoirs. Le Rectorat est donc un symbole, au même titre qu’un Palais de Justice ou d’une Préfecture.
La spécificité d’un tel édifice commande le choix d’un parti associant grandeur, lisibilité et efficacité. Ce sont ces orientations qui nous ont amené à adopter une forme organique qui articule, par le biais d’une rue et de jardins intérieurs, un corps avancé de grande prestance à une série de compartiments fonctionnels. Cet ordonnancement compact et fortement articulé valorise l’édifice institutionnel tout en étant en adéquation avec les principales caractéristiques du site, notamment sa déclivité générale et sa superficie modeste.
Intégration au contexte
Le projet est conçu et implanté sur le site de façon à marquer l’image d’une institution publique majeure devant s’affirmer dans le paysage de sa région. Son architecture, monumentale, exprime la nécessité de sa visibilité exigée par sa fonction régalienne de premier plan.
Traitement architectural
La sobriété du bâtiment est le résultat de trois facteurs:
• Une volumétrie générale sobre due à des volumes simples et harmonieux qui dialoguent entre eux et s’accompagnent mutuellement.
• Le choix de matériaux de tonalité naturelle disposés de manière sobre et harmonieuse sur les volumes.
• Outre les murs en béton et les menuiseries, dans son esthétique générale le projet a la subtilité d’éviter de constituer un catalogue de matières et de matériaux de construction.
Le contexte urbain et socio culturel du projet est pris en compte par une approche intégrée et conviviale du bâtiment. Celui-ci est intégré à la ZAC et s’y inscrit en continuité avec les ouvrages existants, tout en s’imposant. Il est également le moteur de nouvelles relations avec l’environnement en revalorisant la ventilation naturelle. L’environnement socio culturel est également pris en compte par les rapports des usagers au bâtiment et par la création d’espaces suscitant la convivialité.
La formalisation de ces objectifs se fait par les éléments architecturaux suivants:
• Le bouclier: Il se torse face à la Route Nationale en vue de profiter du spectacle du paysage et de protéger le reste du bâtiment du bruit et des poussières.
• La Rue intérieure, protégée par le bouclier, distribue les fonctions de l’ensemble des services du Rectorat, tout en étant un lieu de détente et de convivialité. C’est un havre de paix intimiste; Elle à pour vocation de permettre l’accès aux différents secteurs administratifs, tout en les contrôlant. De même, elle permet de réduire l’usage de la climatisation par sa ventilation naturelle et de créer une promenade paysagère et architecturale au coeur du Rectorat grâce à
un traitement paysager donnant sur les jardins intérieurs.
• Les patios véritable puits de lumière et de ventilation naturelle, améliorent la qualité de vie et le confort des usagers en leur permettant de faire le choix entre les moyens naturels et artificiels. Réduisant ainsi fortement la consommation d’énergie.
Outre la simple organisation de ses fonctions, le projet cadre avec un double objectif: Répondre à l’image institutionnelle et être un édifice inscrit dans son territoire, par l’aspect socio culturel et par l’usage de matériaux tout en créant un environnement propice au travail.
Projet n°4 : Le Pavillon de la Ville de Petit-Bourg
ANONYM’ART, M. Hugues Rostal Arquitecto DPLG -Urbanista / M. Mark Frampton / M. Brahim Daroui
Intégration au contexte
Nous avons conçu le projet du Pavillon de la Ville de Petit-Bourg de façon à valoriser le site remarquable tourné vers la mer, qu’il domine en balcon; L’environnement, créé autour des bâtiments et dans les espaces paysagers, vise principalement à valoriser l’accès au littoral en reliant le projet à la promenade maritime située quelques mètres plus bas. Cette liaison se fait par un escalier de grande dimension.
Traitement architectural
Le Pavillon est conçu avec une écriture architecturale fortement marquée par la volonté de concevoir un édifice «symbole» de la commune. Ainsi, a t‘il une mentalité affirmée tout en s’inscrivant dans un jeu de volumes spécifiques à la notion de pavillon, à l’instar de la Résidence Départementale du Gosier. De la même façon, le Pavillon de la Ville est implanté suivant une démarcation forte des parties d’accueil avec le giratoire et le Porche, réservés aux invités et aux VIP
Le Pavillon délimite l’aire d’arrivée et le jardin privatif qui seront aménagés de façon à permettre le déroulement de Garden Party et autres réceptions prestigieuses dans le prolongement de la terrasse de 200 m2. Le pavillon est principalement orienté suivant un axe Est-Ouest qui le tourne vers le jardin tout en laissant une vue de qualité vers la mer.
De par sa ventilation naturelle et son toit constitué de panneaux de danpalon cintrés, laissant pénétrer la lumière du jour, créant ainsi une ambiance naturelle dans la salle et limitant les frais liés à la consommation d’énergie, le Pavillon de la Ville s’inscrit dans une démarche de haute qualité environnementale. Une résille de brises soleil horizontales filtrera la lumière du jour issue du plafond translucide créant ainsi un éclairage tamisé qui sera spécifique à ce bâtiment. Ainsi, constituera t ‘il la signature de l’édifice.
Le bâtiment étant situé en bordure de mer et en hauteur, la création d’un toit translucide constitue un signal visible loin depuis la mer. Celui-ci contribuera à animer la côte, faisant de lui un véritable phare à l’occasion d’activités en son sein, la nuit tombée. Les terrasses et coursives ont la forme de vagues par leurs ondulations et rappelleront la mer faisant face au bâtiment.
Traitement paysager
Le futur Pavillon de la Ville de Petit-Bourg est accueilli dans un lieu exceptionnel de par sa situation. Le parti paysager, dominé par la situation en bord de mer, se devait de tenir compte de la spécificité du matériel végétal à employer : Espèces supportant les embruns et vents forts.
Le paysage rentre en ligne de compte aussi dans la définition des formes et du couvert végétal des stationnements, des accès et de la signalétique au loin. Pour cela, nous disposons de différents paradigmes de plantation : alignements, arbres en isolé, haies vives etc…
Une palette végétale se doit d’être aussi variée que économe en besoins. L’économie d’eau et de main d’oeuvre nous commande de faire nos choix dans une flore résistante à la sécheresse et aux conditions édaphiques (substrat, fumure de fond, fumure de surface). Une vaste esplanade (Parvis) permettra l’accueil des
convives avec beaucoup de confort de façon à afficher au plus tôt le caractère hospitalier et solennel du lieu.
Côté mer, le projet paysager mets en oeuvre une vaste pelouse plantée d’arbres à haute tige et de parterre de fleurs colorées. Le modelage du terrain et le choix des espèces sont parfaitement adaptés à la mise en place de tentes et animations à vocation de réception et de détente. Ce projet paysager vise particulièrement à créer une liaison forte entre la mer et le complexe du Pavillon.
Choix des matériaux
Les matériaux utilisés sont principalement le bois concernant l’ensemble des menuiseries, et les brises soleil. Toutefois, nous avons particulièrement veillés à ne pas exposer celui-ci aux intempéries du fait des risques de détérioration par le soleil et les embruns de la mer. Cette démarche visera à réduire les coûts de gestions par la Collectivité.
Nous avons également utilisés du danpalon afin de créer des coursives légères et aériennes reprenant les ondulations marines ; Ce matériau est également utilisé pour le toit lumineux, celui-ci lui donnant une image contemporaine et traditionnelle à la fois de par sa forme.
Projet n°5 : Groupe scolaire Raphaël Jolivière à Pointe-à-Pitre
Taller de Arquitectura Dore-Marton
La Place du Quartier
L’école propose un vaste espace public ouvert sur la ville: Le Parvis, La Place du Quartier. Cette place retisse les liens sociaux en proposant aux enfants, à leurs parents ainsi qu’aux habitants, échanges et rencontres.
Par sa modularité permettant une mutualisation des espaces en toute sécurité, l’école autorise de prolonger la place en son sein par son forum.
La Maternelle
Dès l’accès, maternelle et école élémentaire sont distinguées. Située au RDC et légèrement surélevée par rapport au niveau de la rue, la maternelle s’organise autour de sa cour conçue comme «un concon» protecteur et néanmoins ouvert, par-delà le jardin créole, sur la ville.
L’école Élémentaire
L’entrée se fait par Le Forum, cour protégée permettant de rassembler et d’organiser les élèves avant d’accéder aux niveaux supérieurs vers les salles de classe. La cour de récréation de l’élémentaire est située au R+1, c’est «Le Balcon». Elle est ouverte de plusieurs «fenêtres» sur le quartier favorisant ainsi ventilation naturelle et interaction des enfants avec leur environnement en toute sécurité.
Le forum est un espace à vocations multiples. Il est normalement utilisé comme une cour de récréation, protégée de la pluie et liée au restaurant scolaire. Il peut également servir de prolongement aux salles d’évolution/motricité ou encore d’espace de rencontre et d’évènements publics ouvert sur le parvis lors d’une occasion particulière.
Projet n°6 : Ecole Maternelle Eugène Alexis au Gosier EURL ARK
L’école maternelle Eugène Alexis au Gosier présente un aménagement concentrique autour d’une cour rappelant une forme d’oeuf de manière à sécuriser l’enfant mais aussi à permettre un contrôle visuel constant sur la cour. Les deux corps de bâtiments protègent cette cour comme des bras autour d’un enfant. Les espaces communs de la cour ont été conçues comme des espaces d’apprentissage et se déclinent en 4 zones distincts: Le théâtre de verdure, le jardin de la découverte, la mare et le petit bois:
• Le théâtre de verdure à l’Est de la parcelle épouse au mieux la topographie du terrain. Il présente une série d’estrades
engazonnées faisant face à une scène. Cet espace pourra être utilisé lors de prestation théâtrales, moment du conte ou simplement lors de la prise des goûtés pendant les récréations.
• Le jardin de la découverte est un petit espace potager ou les enfants pourront apprendre à planter des tomates, ou des légumes.
• La mare est une allégorie aux nombreuses mares retrouvées dans les grands fonds. Un marquage au sol souple en bleu matérialise cette mare et est équipé de structure de toboggan et de jeux.
• Le petit bois sur la partie Ouest de la parcelle fait tampon avec la voie principale et protège du bruit et du soleil couchant. Il nous créé un écran de verdure et peut être utilisé pour des activités ludiques variés. Pour se rendre aux activités sportives les élèves pourront le traverser pour accéder au trottoir amenant au terrain de sport sur la parcelle voisine.
Projet n°7 : Résidence de 60 Logements d’étudiants pour le CROUS de la Guadeloupe
EURL ARK
Le Rectorat de la Guadeloupe a commandé la construction de 2 bâtiments : un bâtiment de 60 chambres et un de 20 studios sur le site du CROUS de Fouillole.
Notre projet lauréat a été conçu dans un souci de confort thermique et acoustique optimal. De par leur implantation ainsi que par le traitement d’une seconde peau, ces bâtiments répondent au mieux aux exigences des dernières réglementations thermiques en vigueur. Sur sa façade Ouest le bâtiment de 60 chambres propose un mur végétal au devant des balcons qui apportera ombre, fraîcheur et intimité aux chambres.
Par leur implantation mais aussi par leur caractère architectural, nous avons souhaité intégrer ces bâtiments dans une logique de développement urbain du CROUS tout en répondant aux exigences nouvelles de confort et de sécurité. Outre leur classement au feu, leur résistance, leur durabilité, leur entretien facile favorisant l’isolation acoustique, le choix des matériaux vient de la mixité rencontrée sur le campus, avec toutefois l’emploi de matériaux nobles représentatifs d’une architecture caribéenne moderne s’inscrivant dans un contexte local.
Projet n°8 : Création de locaux d’activités, Boulevard de Marie-Galante, Raizet, Abymes URBIS / Emile Romney / Marc Jalet
La ville des Abymes s’est lancée dans la transformation volontaire (Ph. Estebe, 2004) du quartier de Raizet, au milieu des années 2000. Si la première partie de la démarche s’est orientée vers la connaissance fine des invariants de ce quartier, la deuxième partie consiste à entamer la traduction opérationnelle visant principalement la rénovation de ce morceau de ville. C’est dans cette dynamique de transformation radicale que s’inscrit la requalification de la rue de Marie-Galante, du canal du Raizet et du boulevard de la Rénovation.
Si l’organisation spatiale du quartier est caractérisée par son réseau viaire, ce dernier est le support d’une économie, qui s’est sédentarisée au cours du temps et qui a caractérisé fortement l’identité du quartier. Cet espace déterminant (JL Arnaud, 2008) fonde la matérialité d’une activité humaine, dont la prise en compte a constitué l’enjeu majeur de notre réflexion et de nos choix. En effet, la relocalisation de cette activité n’est pas un geste anodin mais participe à la (re)fondation du lieu (JP Charbonneau, 2000) par une opération de construction-démolition-reconstruction. C’est donc vers la création de nouveaux espaces d’interactions sociales, que ce projet engage, tout en préservant l’histoire et l’identité du quartier. Mais c’est aussi une invitation à de nouveaux usagers et donc à la création de nouveaux usages, que s’adresse cette opération. Par le rapprochement, la fertilisation croisée des fonctions, les activités sur ces deux voies contiguës doivent préserver, voire augmenter ce qui fait aujourd’hui la matière de cette ville.
Notre projet de construction et d’aménagement s’est tourné vers la réalisation de locaux d’activités revisités en remplacement des actuels «restaurants». Ces nouveaux «locos restos» sont constitués de containers de 20 pieds, constitués d’un assemblage varié d’un, de deux ou de trois éléments. Ils seront aménagés et ouverts, afin de créer des espaces de vente conviviaux, répondant aux normes actuelles d’hygiène et de sécurité. Ils seront disposés le long d’un mail entièrement piétonnier, et intégrés dans l’aménagement paysager existant et permettant ainsi l’accessibilité de tous, depuis le parking. L’aspect graphique des locaux est étudié pour donner une impulsion nouvelle à cet espace d‘activités.
Ces lieux de vie et de convivialité redonneront une dynamique nouvelle à ces lieux d’échanges, d’interactions entre les hommes, du quartier du Raizet. La libération des locaux actuels mettant en exergue et en lumière le canal, c’est tout naturellement que notre réflexion s’est orientée vers un aménagement intégrant les enjeux de biodiversité. En effet, une simple exploration du canal a révélé une biodiversité dont la préservation, voire la restauration ou la renaturation s’est imposée. C’est donc à une échelle plus globale que notre réflexion fait référence et permet d’inscrire le projet de requalification du canal dans un corridor écologique permettant les déplacements de la faune et de la flore et favorisant les échanges entre espèces. La rue de Marie-Galante s’est donc fait le support de fonctionnalités écologiques, participant aux aménités urbaines et aux déplacements doux. Si notre réflexion a orienté les voies existantes vers des infrastructures écologiques linéaires, la limite de cette intention s’étend aux pieds des immeubles d’habitation, valorisés par des espaces verts visant à l’amélioration de la qualité de l’environnement et au développement de cette connectivité écologique. La création de cheminements piétons et d’espaces verts, le long du Canal, d’équipements tels que les passerelles, belvédères et élargissements permettent ainsi d’accentuer cette connectivité.
L’intégration d’un Transport en Commun en Site Propre devrait renforcer l’idée d’un site plus apaisé, mais actif, tout en renforçant cette notion d’appartenance à un espace, à un bien commun. La mise en place d’une charte, fruit d’une concertation avec les usagers et d’un dispositif d’accompagnement, support de cohésion, que le futur urbain de ce quartier entamera l’écriture d’un nouveau récit...
Projet n°9 : Le nouveau siège du Parc National de la Guadeloupe
Taller 13, Périne Huguet, Eric Ramlall, Laurent Lavall / ACAPA, Frédéric Pujol
Les bureaux du parc national de la Guadeloupe ne pouvaient être conçus sans pousser à l’extrême l’insertion du bâtiment dans le site dans un parfait respect de son environnement immédiat et de l’environnement de la Guadeloupe.
Ainsi le bâtiment est conçu dans le respect de tous les enjeux du développement durable, de la qualité environnementale caribéenne et de l’intégration de l’architecture aux paysages naturels.
Le bâtiment, construit à 80% en bois, est implanté suivant les courbes de niveaux, il contourne les bosquets d’arbres remarquables, il s’ouvre aux flux des vents dominants pour assurer une climatisation naturelle et il bénéficie d’une protection solaire renforcée et d’un éclairage naturel optimisé.
Pour éviter l’imperméabilisation du site et assurer le confort thermique, 1/3 du bâtiment est couvert par une toiture végétalisée, les parkings sont constitués d’un complexe terre/pierre qui stabilise le terrain tout le gardant végétalisé.
La végétation entoure, submerge et entre dans le bâtiment pour le protéger et l’intégrer à la nature guadeloupéenne. C’est le premier bâtiment tertiaire de Guadeloupe à énergie positive en autoconsommation photovoltaïque. Un bâtiment zéro énergie. La consommation du projet PNG, inférieure à 100 kWh/m²/an constitue une réelle performance énergétique pour un bâtiment tertiaire en climat tropical.
Projet n°10 : La Bibliothèque municipale de la Ville de Baie-Mahault Taller 13, Périne Huguet, Laurent Lavall, Eric Ramlall / Jungle Architecture Group (JAP)
Avec une sensibilité particulière à tous les enjeux de la revalorisation des centres bourgs, de l’intégration de l’architecture contemporaine dans un tissus urbain ancien et, également du développement durable, nous avons conçu la nouvelle bibliothèque de Baie Mahault, médiathèque de proximité, comme un véritable pôle, «rotule», d’animation, de transmission et de transition.
Pôle sur lequel la municipalité peut s’appuyer pour développer la reconquête de son centre bourg et son ouverture de la ville sur la mer. Pour cela nous nous sommes attachés à développer les axes suivants :
• L’intégration du bâtiment ancien comme un élément majeur de la nouvelle bibliothèque
• L’ouverture de la place Childéric Trinqueur sur la mer et le développement d’un pôle attractif vers les futurs aménagements du littoral.
• L’ouverture et la transparence du bâtiment comme un attrait vers la culture.
• La transition architecturale entre la ville, zone urbaine et le littoral zone naturelle
• Un fonctionnement fluide et lisible dès l’entrée de l’équipement.
Projet n°11 : L’école maternelle du Bourg de la Commune de Trois-Rivières
Genarchi Architectes, Charlot Ramassamy y Philippe Bernier
La commune de Trois-Rivières, avec son paysage verdoyant et de nature volcanique, est communément appelée le «berceau de la civilisation précolombienne» de par son histoire avec le Parc des Roches Gravées.
Le parti pris n’étant pas de faire du pastiche à ce patrimoine si bien connu mais de tirer parti des éléments qui composent le site et la nature du paysage dans lequel la ville s’inscrit. Notre projet vu d’ensemble s’organise comme des blocs parsemés dans la végétation.
Un clin d’oeil au rocher, avec la forme des toits brisés du préau qui se distingue comme trois blocs ancrés dans le site. En rappel aux roches gravées, nous mettons l’accent sur l’entrée de l’école, avec un contraste de couleurs entre rochers et paysage. Nous soulignons cette façade avec des couleurs vives comme une mosaïque de cultures, de peuples, d’histoire et d’apprentissage.
Rappelons que la mosaïque reste un art très bien apprécié par les écoliers, un art ludique rempli de savoirs et d’éveil. La peinture, le découpage, l’assemblage, le collage, le coloriage… une diversité dans une même unité.
Nous voulions marquer l’entrée de l’école dans une composition globale et dans une harmonie colorée afin de créer une façade artistique, une école qui invite à la découverte et à l’apprentissage, tous simplement être ludique.
Notre vision en tant que concepteur «Nous souhaitons que cette école reflète la grande valeur que nous accordons à l’apprentissage, afin que les enfants et les familles aient plaisir à utiliser. Une école est bien plus qu’un simple établissement éducatif, c’est un outil structurel, fédérateur et de haute qualité environnemental».
Projet n°12 : Pole Regional des Arts du Spectacle
AR Architecture, Jean-Marc Borel y Franck Saint-Martin / Atelier D
L’approche urbaine et paysagère
Le Pôle Régional des Arts du Spectacle (PRAS) s’inscrira au coeur de la Cité de la Connaissance avec trois objectifs opérationnels:
• assurer la transition entre la Cité de la Connaissance
et les parcelles limitrophes; le versant sud accueillera, dans cette optique, le parc urbain et le théâtre de verdure, aménagements végétaux et minéraux légers, qui ménagent la requalification à venir de la distillerie mitoyenne.
• Induire une nouvelle urbanité par la constitution d’un front urbain à l’est de la parcelle. L’orientation nord-sud de ce bâtiment assurera également une continuité spatiale et une fluidité des circulations piétonnes avec l’université des métiers, sise au nord. Le traitement de ce bâtiment et de ses abords offrira tout de même une accessibilité et des percées visuelles aux autres usagers de la Cité de la Connaissance.
• Refléter la diversité des activités de l’équipement: l’organisation spatiale éclatée proposée garantira ainsi l’autonomie de fonctionnement et de gestion des différents sous-pôles.
Le bâti s’inscrit aussi dans la forte volonté de valorisation paysagère. Le bâtimentfront assurera une transition entre cette nouvelle urbanité et l’ouverture sur la nature. Davantage, les autres immeubles du PRAS auront une forme plus organique de galets à facettes, afin de saluer la topographie et la géologie particulière de ce site.
L’espace urbain et l’espace collectif comme lieu d’expression culturelle
Corollaire de l’organisation spatiale éclatée, le projet du PRAS s’articule autour d’un espace central, conçu selon la logique des «Lakou». Cet espace plat de circulation met le piéton au centre du projet. Il est également un lieu d’animation, d’expression et de représentation culturelle. Son traitement semi-privatif facilitera son appropriation par les usagers; à l’instar des «Lakou» urbaines, ce sont eux qui donneront sens, par leur fréquentation et leurs pratiques, à cette configuration sociospatiale particulière.
Approche globale de la notion de développement durable
La notion de développement durable s’entend ici dans une acception large:
• En termes environnementaux, la préservation des zones végétalisées et des zones de percolation de l’eau pluviale, la valorisation des paysages, la réutilisation des matériaux naturels du site et du pays conféreront au PRAS l’identité de point vert de la Cite de la Connaissance.
• En termes économiques, la conception a été guidée par un impératif de croissance et de performance économique par la mobilisation de compétences et de matériaux locaux et la recherche d’une exploitation efficiente.
• En termes sociaux, il est important de concilier accessibilité et sécurisation de l’équipement. Le projet garantit l’accessibilité et la circulation des piétons et des personnes à mobilité réduite. Le traitement des espaces extérieurs et des accès aux bâtiments permet également une accessibilité contrôlée et sécurisée des autres usagers de la Cité et, en certaines circonstances, du grand public.
Matérialité
L’innovation en termes de matérialité tient à l’utilisation extensive du bambou. L’emploi de cette espèce, qui est jugée invasive au sein du Parc National, traduit avant tout la symbolique du retour à la nature qui a guidé la conception globale; il est proposé tout d’abord que la double peau des bâtiments soit en bambou. Cette protection solaire sera renforcée sur les façades ouest par un maillage plus dense afin de constituer de véritable brise-soleil. Le bambou sera également utilisé pour les aménagements intérieurs afin d’illustrer l’objet même du PRAS. Arbre musical par excellence, il concourra à la qualité de la lumière et des ambiances.
The CAUE, a Guadeloupean tool for elected representatives and technicians of the local and regional authorities.
The CAUE of Guadalupe is constituted by a multidisciplinary team led by architect Jack Sainsily, urban planner OPQU, and Honorary President of the Caribbean Federation of Architects Association (FCAA). The CAUE is deeply grateful to their employees and to architect Marie Noelle Martial for the fulfillment of this publication.
The Council of Architecture, Town planning and Environment (CAUE) of Guadeloupe is a public interest organization created by the Architects Act of January 3rd, 1977.
The CAUE is open to all: local elected officials, technical services of municipalities, construction professionals, State representatives, contracting authorities, teachers, associations or private individuals.
The CAUE of Guadeloupe is a specialist of territorial culture, in the fields of architecture, town planning, environment and landscapes.
For the elected officials and the territorial technicians, the CAUE plays a role of support of the project ownership, from prior reflection until assistance to the definition of the project allowing a successful implementation.
Thanks to its multidisciplinary team and its vast network of professional partners, the CAUE assists the local authorities of Guadeloupe, in their everyday life and in every stage of their spatial planning and sustainable development policy.
From now on, the experience acquired on the ground for more than 30 years, positions the CAUE of Guadeloupe as an organization referent of the territory.
The CAUE is dedicated to promoting the quality of architecture, town planning, landscapes and environment with the following missions:
- Inform
The general public in the quality of architecture, town planning, environment, landscapes and the heritage —visits, conferences, exhibitions, accessible publications— and in the spirit of participation: debates, round tables, educational workshops and so on.
- Advise
Private individuals and the local authorities in their steps of construction and planning:
• On all aspects and factors which contribute to the quality of life and the environment;
• On administrative procedures and choice of skilled professionals.
- Assist Communities at several levels:
• On elected representatives and agents’ awareness to the architectural, the urban and the landscape quality
• On decision-making support;
• On the elaboration of their town planning documents
• On getting marks in the complex process of development;
• On the strengthening of the required skills to exercise the responsibilities of a contracting authority;
• On the evaluation of an initiative relevance;
• On the help to the order preparation and to the recourse to private work management; and so on.
- Train
• Elected representatives in the knowledge of territories and their evolution;
• Teachers who wish to integrate the knowledge of the built and natural space into their educational project;
• Professionals and the actors of the living environment,
through thematic days of reflection and work and adapted continuing education programs.
- Federate
The actors of the living environment through places for exchanges and sharing of experiences, of repositories and tools in the fields of architecture, town planning and environment.
The CAUE, in partnership with ADEME, la Région Guadeloupe, EDF Archipel Guadeloupe and Europe, also provides advice on energy through two services:
- Le Conseil en Energie Partagé (CEP)
The CEP is a service intended for local authorities, for a support in their policy of energy control and a help to the energy management of their heritage.
- L’Espace Info Energie (EIE)
The EIE provides neutral, independent and free advice to the private individuals, as well as concrete solutions for increasing energy efficiency and using renewable energy.
Project n°1: The Memorial
ACTe of Guadeloupe Taller de Arquitectura Berthelot-Mocka Celestine
Silver roots on a black box
The architectural design of the MACTe building could be summarized as follows: silver roots on a black box.
The black box which houses the permanent exhibition, represents the base containing the richness that constitutes the knowledge of the past and on which the collective memory is partly being built. This box is therefore treated as a jewel to protect and enhance. The quartz chips of the facade symbolizes the millions of souls who have been victims of human trafficking and slavery.
This box is also the physical base of a root development represented by a silver net taking audacious forms. These roots reflect as well the global design of the foundation, by suggesting a development, an impulse, a movement: just like the cursed fig tree, able to throw conquering roots on impressive distances. Today, and from now on, the Guadeloupian community is, with the wealth of knowledge and sharing of this founding past, able to shine on the world.
This approach therefore confers an uncluttered, dynamic, and resolutely modern shape on the building —meaning that the past allows to better understand the present and look to the future.
Project n°2: Pointe a Pitre / Abymes University Hospital Centre Architecture-Studio
Conception and execution of a University Hospital Centre for Medicine, Surgery and Obstetrics.
This High Environmental Quality, new generation hospital results from a forward-thinking process. The whole complex offers a symbiosis between technical performance and Guadeloupian culture. Fitted for the island climate and way of life, it is designed as a hospital for «extreme» situations, whether seismic, cyclonic, or sanitary.
This project guarantees perfect medical functionality, while offering a true hospital centre thanks to a «Caribbean street». The new University Hospital is organised horizontally into different sections. Simple, clear and open, it offers an optimal flexibility and adaptability in terms of expansion.
As a real nerve centre, the technical section regroups the entire medico-technical high-tech functions. It is protected from seismic activities thanks to a system of isolators.
The new University Hospital will pave the way to a modern way of medicine that is constantly evolving, and is at the height of quality
public service - integrating the particularities and constraints of the Guadeloupian archipelago. It will offer a pleasant and functional work setting to the staff, and a great welcoming service where patients and visitors will be given quality care.
The university hospital “Pointe-à-Pitre/Abymes” will become the reference in the French West Indies and Guiana.
Project n°3: The new headquarters of the Rectorate of Guadeloupe
ANONYM’ART, M. Hugues Rostal Arquitecto DPLG -Urbanista / M. Mark Frampton / M. Brahim Daroui
The Rectorate as an institutional and symbolic public building
The rectorate is not a building like others. It is a public building that embodies the material representation of a state institution. It has the vocation to make manifest one of the main pillars of the Republic, the Ministry of National Education which regulates and administrates the spread of knowledge. The rectorate is therefore a symbol, in the same way as a Courthouse or a Prefecture.
The specificity of such a building commands the choice of a design combining grandeur, legibility and efficiency. These are the foci which led us to adopt an organic shape which articulates, through a street and internal gardens, an advanced imposing network to a series of functional compartments. This compact and highly articulate organisational model enhances the institutional building while matching the characteristics of the site, including its general declivity and its modest surface.
Integration with the context
The project is designed and built on the site so as to mark the image of a major public institution that must assert itself in the landscape of its region. Its monumental architecture expresses the need for its visibility required by its regal importance.
Architectural processing
The sobriety of the building is the result of three factors:
• A sober general size due to simple and harmonious spaces which dialogue with one another and come along mutually.
• The choice of materials in natural tones arranged in an understated and harmonious way on the volumes.
• Besides the concrete walls and the woodwork, the project subtly avoids being a catalogue of construction materials.
The urban, sociocultural context of the project is supported by an integrated and user-friendly approach of the building. Constructed within the Urban Development Zone, the latter evolves in continuity with the existing works, while standing out. It is also the catalyst of new relationships with the environment by highlighting natural ventilation.
The socio cultural environment is also taken into account by the relationship between users and the building, and by the creation of spaces promoting conviviality.
The formalization of these objectives is done by the following architectural elements:
• The shield: it positions itself facing the main road to enjoy the scenery and protect the rest of the building from noise and dust.
• Protected by the shield, the interior street distributes the functions of all the Rectorate services, while being a place of relaxation and conviviality. It is an intimate haven of peace; it has the vocation to allow the access to the various administrative sectors, while also controlling them. Similarly, it allows to reduce the use of the air conditioning thanks to its natural ventilation and it creates a landscape with an architectural walk at the heart of the Rectorate.
• Providing light and natural ventilation, patios improve the quality of life and the comfort of users by allowing
them to choose between natural and artificial resources —significantly reducing energy consumption. Besides the simple organisation of its function, the project is suited for two objectives: respond the expected institutional image and be a building which is part of its territory, intended for comfort and performance.
Project n°4: The Pavilion of the city of Petit-Bourg ANONYM’ART, M. Hugues Rostal Arquitecto DPLG -Urbanista / M. Mark Frampton / M. Brahim Daroui
Integration with the context
We designed the project of the pavilion of the city of Petit-Bourg so as to show off the beauty of the site including a balcony that overlooks the sea.
The environment, created around the buildings and in the landscaped spaces, mainly aims at highlighting the access to the coast by connecting the project with the maritime walk located a few meters lower. This connection is made by a large staircase.
Architectural processing
The pavilion is designed with an architectural approach strongly marked by the desire to design a building which would be a symbol of the town. It therefore has an assertive mentality while revealing a play of volumes specific to the notion of pavilion, like the Résidence Départementale of Gosier. In the same way, the Pavilion of the city stands out, bolstered by welcoming elements such as the roundabout and the porch, especially reserved for guests and VIPs.
The Pavilion separates the arrival area from the private garden which will be fitted to allow the progress of Garden parties and other prestigious receptions in the extension of the terrace of 200m2
The pavilion is mainly oriented along an East-West axis that turns to the garden while providing a quality view of the sea. Due to its natural ventilation and its roof made of curved Danpalon panels that let in daylight, thus creating a natural atmosphere in the room and reducing energy costs, the pavilion of the city has a high quality environmental approach. A net of horizontal shading devices will filter the daylight from the translucent ceiling thus creating a soft lighting that will be specific to the building. This will be the signature of the building.
The building is located high on the edge of the sea. The creation of a translucent roof therefore projects a visible signal away from the sea. This one will contribute to liven up the coast, making it a true lighthouse at night events. Terraces and passageways have the shape of waves by their undulations and will be reminiscent of the sea facing the building.
Landscaping
The future Pavilion of Petit-Bourg is welcomed in an exceptionally well situated place. The landscape project, dominated by the situation of being by the sea, had to take into account the specificity of the plant material to be used: plants that can resist sea spray and strong winds.
The landscape also dictated the definition of the vegetation cover and forms of car parks, of accesses, and signs. For that purpose, we have different paradigms of plantation: alignment, isolated trees, hedgerows and so on…
A plant pallet must be as varied as it is efficient. The economy of water and labour commands us to make our choices in a flora resistant to drought and edaphic conditions (substrate, basal and top dressing fertilizers).
A vast esplanade (Square) will allow the comfortable reception of the guests so as to reveal, as soon as possible, the hospitable and solemn character of the place.
On the seaside, the landscaping project implements a vast lawn with high-stemmed trees and a colourful flowerbed. Shaping of the ground and species selection are perfectly adapted to the setting up of tents and events intended for reception and relaxation. This landscaping project aims particularly at creating
a strong connection between the sea and the pavilion complex.
Material choices
The materials used are mainly wood on all the joins, and shading devices. However, we particularly ensured not to expose it to bad weather because of the risks of deterioration by the sun and the sea spray. This approach will aim at reducing management costs by the Community.
We also used the Danpalon system to create light and air passageways imitating the marine undulations; this material is also used for the bright roof and provides both a contemporary and traditional image by its shape.
Project n°5: The Raphaël Jolivière School complex, in Pointe-à-Pitre
Taller de Arquitectura
Dore-Marton
The Square
The school offers a large public place open to the city: the square, the place of the district. This place re-establishes social links by proposing to children, their parents, and to the inhabitants, opportunities for exchange and meetings. By its modularity, which allows the reunification of safe spaces, the school authorizes the extension of the square by its forum.
The Nursery School
From the entrance, nursery and elementary schools are distinguished. Situated on the main floor and slightly heightened from the street level, the nursery school is organized around its yard which is designed as a protective «cocoon», while still being open to the city beyond the Creole garden.
The Elementary School
Access is through the forum, a protected yard which allows the personnel to gather and organize the pupils before reaching the higher levels towards classrooms. The playground of the elementary school is situated on level 1: it is «the balcony». It is opened by several «windows» on the district thus favouring natural ventilation and interaction of the children with their environment in complete safety.
The forum is a multipurpose vocational space. It is normally used as a school playground, protected from rain and connected to the school restaurant. It can also be used as an extension to the evolution and fine motor skills rooms or even as a space for meetings and public events open to the square on special occasions.
Project n°6: The Eugène Alexis Nursery school in Gosier EURL ARK
Located in the city of Gosier, The Eugène Alexis nursery school presents a concentric arrangement around a courtyard, recalling an egg shape so as to secure the child but also enable constant visual control on the yard. The two main buildings protect this yard like arms around a child.
The common spaces of the yard were designed as learning spaces and come in 4 distinct areas: the open-air theatre, the discovery garden, the pond and the small wood:
• Situated on the east side of the plot, the open-air theatre perfectly fits the topography of the land. It presents a series of grassy platforms facing a stage. This space may be used for theatrical performances, story time or simply when taking snacks at playtime.
• The discovery garden is a small vegetable garden where the children can learn to plant tomatoes or vegetables.
• The pond is an allegory of the numerous pools found in the valleys. A soft blue design on the ground represents this pond and is equipped with a slide and playground.
• On the West side of the plot, the small wood acts as a buffer with the main road and protects from noise and the setting sun. It creates a screen of greenery and can be used for various fun activities. To get to the sports
activities, the pupils will be able to cross it to reach the pavement to the sports field on the adjacent plot.
Project n°7: Residence of 60 students houses for the CROUS of Guadeloupe
EURL ARK
The Rectorate of Guadeloupe ordered the construction of 2 buildings: a building of 60 rooms and one of 20 studios on the CROUS site of Fouillole.
Our winning project was designed in a concern of optimal thermal and acoustic comfort. Due to their location as well as their double skin façade, these buildings can best meet the new requirements of thermal regulations. On its west façade, the 60 room building proposes a plant wall in front of balconies which will provide shade, a cool feeling and privacy to the rooms.
By their implantation but also by their architectural character, we aimed at integrating these buildings into a logic of urban development of the CROUS while responding to the new requirements of comfort and safety. Besides their fire classification, their resistance, durability, and easy maintenance favouring the sound insulation, the choice of materials comes from the diversity met on the campus, with the use of noble materials representative of modern Caribbean architecture in a local context.
Project n°8: Creation of business premises, Boulevard of Marie-Galante, Raizet, Abymes URBIS / Emile Romney / Marc Jalet
The city of les Abymes has embarked in the voluntary transformation (Ph. Estébe, 2004) of the district of Raizet in the mid-2000s. If the first part of the approach has focused on fine knowledge of the invariants of the district, the second part is to initiate the operational translation mainly aiming at renovating this part of city. It is in this dynamic of radical transformation that fits the requalification of Marie-Galante Street, Raizet Canal and Renovation Boulevard.
If the spatial organization of the district is characterised by its street network, the latter is the support of an economy, which has settled over time and which strongly characterized the identity of the district. This determining space (JL Arnaud, 2008) establishes the materiality of human activity, whose consideration was the major challenge of our thinking and choices.
Indeed, the relocation of this activity is not a harmless act but participates in the (re) foundation of the place (JP Charbonneau, 2000) by a construction-demolition-reconstruction operation. Therefore, it is towards creating new spaces of social interactions, that this project moves, while preserving the history and identity of the area. However, it is also an invitation to new users and to the creation of new uses. By approximation, the cross-fertilization of the functions and activities on these two contiguous paths must maintain, or even increase what today makes the material of this city.
Our construction and development project turned towards the design of revisited business premises, in place of the current «restaurants». These new «premises-restaurants» consist of 20 feet containers, made up of a varied assembly of one, two or three elements. They will be built and opened, to create userfriendly spaces, meeting the current standards for hygiene and safety. They will be arranged along a fully pedestrian mail, and integrated into the existing landscape providing accessibility for all from the parking lot. The graphical appearance of the premises is studied to give a new impetus to this business park. These places of life and conviviality will give a new dynamic to these spaces of exchange, and build interaction between the inhabitants of the Raizet district.
The vacating of the current premises, highlighting the canal, our thinking is of course oriented towards a development incorporating biodiversity issues. Indeed, a simple exploration of
the canal revealed a biodiversity whose preservation, restoration or renaturation has emerged.
Our thinking therefore refers to a more global scale and allows to register the requalification of the canal project in an ecological corridor that enables movement of flora and fauna and facilitates exchanges between species. Marie-Galante Street has thus made the support of ecological features, participating in urban amenity and green transportation. If our reflection has oriented linear green infrastructure to existing canals, the limit of this intention extends to the feet of residential buildings, valorised by green spaces aimed at the improvement of the environment quality and the development of this ecological connectivity. The creation of pedestrian pathways and green spaces along the Canal, of equipment such as footbridges, belvederes and enlargements, enables to accentuate this connectivity.
The integration of a public transport system should strengthen the idea of a more calm, but active site, while reinforcing the notion of belonging to a space, and to a common good. The establishment of a charter is a companion device, a support for cohesion, and the fruit of consultation with users. The urban future of this district will begin writing a new story...
Project n°9: The new headquarters of the National Park of Guadeloupe
Taller 13, Périne Huguet, Eric Ramlall, Laurent Lavall / ACAPA, Frédéric Pujol
The offices of the National Park of Guadeloupe could not be designed without optimising the integration of the building into the site in full respect of its immediate environment and the environment of Guadeloupe.
The building is therefore designed with proper regard for the sustainable development issues, Caribbean environmental quality and integration of architecture in the natural landscapes.
Built in 80 % wood, the building is set following the curves of levels. It bypasses the groves of remarkable trees, opens to the flows of dominant winds to insure natural cooling, and benefits from reinforced sun protection as well as optimal natural lighting.
To avoid the site waterproofing and to ensure thermal comfort, 1/3 of the building is covered with a green roof. The parking lots consist of a ground stone complex which stabilizes the ground while keeping it green.
Vegetation surrounds, submerges, and enters the building to protect it and integrate it into the Guadeloupian nature.
It is the first tertiary positive energy building of Guadeloupe using the photovoltaic systems for self-consumption. A zero energy building. The consumption of the proposed National Park of Guadeloupe, below 100 kWh/ m²/year, is an actual energy performance for a tertiary building in a tropical climate.
Project n°10: The Municipal Library of the city of Baie-Mahault
Taller 13, Périne Huguet, Laurent Lavall, Eric Ramlall / Jungle Architecture Group (JAP)
Particularly sensitive to issues related to town centres revalorisation, integration of contemporary architecture into an old urban area, as well as sustainable development, we designed the new district media library of Baie-Mahault as a true pole, «rotula» of entertainment, transmission and transition. A pole the municipality can rely on to develop the reconquest of the town centre and the city opening onto the sea.
For this purpose, we attempted to develop the following points:
• The integration of the old building as a major element of the new library
• The opening of the Childéric Trinqueur place on the sea and the development of an attractive pole towards the future coastal development
• The opening and transparency of the building as an
attraction to culture
• The architectural transition between the city as an urban zone, and the coast as a natural zone
• A fluid and clear functioning upon the equipment arrival
Project n°11: Rebuilding of the Nursery School
Genarchi Architectes, Charlot Ramassamy y Philippe Bernier
The municipality of Trois-Rivières, with its verdant landscape and volcanic nature, is commonly known as the «cradle of the pre-Columbian civilization» due to its history with the Engraved Rocks Archaeological Park.
The bias is not to pastiche this well-known heritage but to take advantage of the elements that make up the site and the characteristic landscape of the city.
Our project, in its overview, is organized like blocks scattered among vegetation in reference to the rocks. With the form of broken roofs, it will stand out as three blocks embedded in the site.
To recall the engraved rocks, we focus on the school entrance, with a contrast of colours between rocks and landscape. We emphasize this façade with bright colours like a mosaic of cultures, peoples, history and learning.
It should be reminded that mosaic remains an art which is very well appreciated by schoolchildren, a playful art filled with knowledge and enlightenment. Painting, cutting, assembling, pasting, colouring... a diversity of activities within a single unit.
We wanted to mark the school entrance in a global design and a coloured harmony to create an artistic façade; a school which invites children to discover and learn, in a playful way.
Our vision as a designer: “We would like this school to reflect the high value we place on education, so that children and families have fun to use it. A school is much more than a simple educational institution; it is a structural and unifying high environmental quality tool.”
Project n°12: Regional Performing
Arts Centre
AR Architecture, Jean-Marc Borel y Franck Saint-Martin/Atelier D
Urban and landscape approach
The Regional Performing Arts Centre will be at the heart of the City of Knowledge with three operational objectives:
• Insure the transition between the City of Knowledge and the neighbouring land; the south side will host, in this context, the urban park and the open-air theatre, light vegetable and mineral facilities, sparing the upcoming re-qualification of the adjoining distillery.
• Lead to a new urbanity by the constitution of an urban front east of the land. The north-south orientation of this building will also ensure spatial continuity and a steady flow of pedestrian traffic with the University of Crafts and Trades, located in the north. The treatment of this building and its surroundings will still provide accessibility and viewing corridors to the other users of the City of Knowledge.
• Reflect the diversity of the activities: the proposed exploded spatial organization will therefore guarantee the autonomy of operation and management of the different sub poles.
The building also fits in the strong desire to enhance the landscape. The front building will ensure a transition between this new urbanity and openness to nature. Further, other buildings of the RPAC will have a more organic form of faceted stones to salute the topography and the particular geology of the site.
The urban space and the collective space as a place of cultural expression
As a corollary of the exploded spatial organization, the RPAC project revolves around a central space, designed according
to the lakou logic. This flat area of movement puts pedestrians at the centre of the project. It is also a place of entertainment, expression, and cultural representation. Semi-private treatment will facilitate its appropriation by the users; like the urban lakou, through their attendance and practices, they are the ones that will give meaning to this particular spatial configuration.
Comprehensive approach to the concept of sustainable development
The concept of sustainable development should be understood here in a broad sense:
• In environmental terms, the preservation of the vegetated and rainwater percolation areas, the landscapes enhancement, and the reuse of natural materials of the site and the country, will give the RPAC the identity of «green dot» in the City of knowledge.
• In economic terms, the design was guided by an imperative of growth and economic performance by the mobilization of local skills and materials, and searching for an efficient operation.
• In social terms, it is important to balance accessibility and security of equipment. The project ensures the access and movement of pedestrians and persons with reduced mobility. The treatment of outdoor spaces and access to buildings also allows a controlled and secure accessibility of the other users in the city and, in certain circumstances, of the general public.
Materiality
Innovation in terms of materiality is in the extensive use of bamboo. The use of this species, invasive in the National Park, symbolizes, above all else, the «back to nature» idea that guided the overall design; firstly, it is proposed that the double skin of the buildings be in a bamboo frame. This sun screen will be strengthened on the west façades by a denser mesh to create genuine outdoor blinds. Bamboo will be also used for interiors in order to illustrate the subject of the RPAC. Musical tree par excellence, it will contribute to the quality of light and atmosphere.
Centro de Eventos Ruinas de San Francisco y Entorno: Ficha técnica del proyecto
Estudios previos
Investigación histórica y etapas constructivas del convento Ruinas de San Francisco, levantamiento topográfico y volmétrico, estudios arqueológicos previos, 1era fase:
- Arq. Carlos Clemente San Román, especialista en restauración, investigador gerente general
- Arqueólogo Idelfonso Ramírez, investigaciones arqueológicas
- Ing. José Miguel García, análisis y estudios de los materiales de construcción del convento
- Ing. Alejandro Valdivieso, topografía y levantamientos
- Arqueólogo Francisco Coste, consultor el arqueología del programa
Estudios geotécnicos
Ing. civil Rafael Osiris de León, Geofitec SA
Dirección de proceso
Unidad Coordinadora del Programa de Fomento al Turismo Ciudad Colonial, Ministerio de Turismo (UCP – MITUR)
Proyecto financiado con fondos de cooperación internacional del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), apegado a las políticas del BID
Coordinación general
Arq. Maribel Villalona
Coordinación técnica de la licitación: Componente I, desarrollo de la oferta turística clave
Arq. Alejandro Suárez Ceretti, coordinador
Arq. Wilfredo Feliz, especialista en conservación y restauración del patrimonio
Arq. William Guzmán, arquitecto, dibujos planos arqueológicos
Aspectos tecnicos, logisticos y de comunicación
Arq. Carla Quiñones, coordinadora del componente II, Integración local en el desarrollo turístico.
Arq. Amín Serulle, coordinador del componente III, fortalecimiento de la gestión turística
Proceso de adquisiciones
Ing. Ydalia Martínez, encargada adquisiciones
Lic. Emmanuel Then, especialista adquisiciones
Aspectos financieros
Lic. Domingo Rondón, encargado financiero del programa
Cláusula
El 12 de octubre del 2011 la República Dominicana y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), suscriben el contrato de préstamo No. 2587/OC-DR para la cooperación en la ejecución del Programa de Fomento al Turismo-Ciudad Colonial de Santo Domingo (PFTCC) y su ejecución por intermedio del Ministerio de Turismo de la República Dominicana (MITUR), dejando constancia de su capacidad legal y financiera para actuar como tal.
En cumplimiento con una de las condiciones previas del contrato de préstamo para la ejecución del PFTCC, el 14 junio 2012 queda conformada la Unidad Coordinadora del Proyecto (UCP). La UCP es un equipo técnico especializado, integrado por personal del
MITUR y consultores de apoyo con experiencia en distintas áreas técnicas, dirección, gestión, planificación y control de proyectos; elaboración y supervisión de planes operativos, de seguimiento y evaluación de inversiones; especialistas en el manejo fiduciario, adquisiciones y contratos ejecutados bajo las Políticas del BID para las adquisiciones de bienes y obras (GN-2349), y la contratación de consultores (GN-2350).
La UCP del MITUR es responsable de la preparación y ejecución del PFTCC, bajo la revisión, asistencia y supervisión por parte del BID, quien se cerciora de que los procesos se llevan a cabo de conformidad con dichas políticas.
Ficha técnica: Firma mejor calificada y contratada
Consorcio Rafael Moneo Arquitecto / Moneo Brock Studio / Blasco Esparza Arquitectos / Jesús Jiménez Cañas y Asociados / R. Urculo Ingenieros Consultores
Equipo de proyectistas
Autor y Director: Arq. José Rafael Moneo Vallés, Premio Pritzker, Premio de Arquitectura
Contemporánea Mies Van der Rohe, Premio Príncipe de Asturias de las Artes
Gerente
Ing. civil Jesús Jiménez Cañas
Ingeniería estructural
Ing. civil Jesús Jiménez Cañas / Ing. civil Rafael Úrculo
Diseño urbano
Arq. Belén Esparza Estaún / Blanco Esparza Arquitectos
Diseño paisajismo
Arq. Claudia Herrari
Restauración monumentos
Arq. Manuel Blasco / Arq. José Polo
Dibujos y renders tridimensionales
Arq. Fabrice Leray
Concurso Internacional MITUR: Centro de Eventos Ruinas de San
Francisco y Entorno
Reseña
Maribel Villalona Núñez, Arq. MA
Reseña del Concurso MITUR
Ildefonso Ramírez
Carlos Clemente
Firma precalificada
Firma precalificada
Firma precalificada
Firma precalificada
Firma de la lista corta
Firma de la lista corta
Firma de la lista corta
Firma de la lista corta
Firma de la lista corta
Firma seleccionada
Rehabilitar las Ruinas de San Francisco, una oportunidad para la cohesión territorial de la Ciudad Colonial
Reseña escrita por la Arq. Villalona, coordinadora general del Programa de Fomento al Turismo
Ciudad Colonial, donde explica los antecedentes, estudios previos, procesos de licitación y reacciones del concurso internacional: Centro de Eventos Ruinas de San Francisco y entorno.
Concurso Internacional MITUR: Centro de Eventos Ruinas de San Francisco y Entorno
Artículo de introducción a este especial donde se explican las bases del concurso, sus fases, participantes y comités de evaluación.
Secuencia Arqueológica del Convento de San Francisco
Análisis y modelado de las 3 etapas del Convento: período fundacional, implantación franciscana y proceso de saturación.
Levantamiento Arqueológico del Convento de San Francisco
Levantamiento planimétrico del Convento con un desglose de áreas, fábrica y materiales.
Consorcio Elemental - Arup
Propuesta que plantea “una vuelta al origen” que potencia el espacio público verde y muestra una arquitectura lo más simple y neutra posible.
Consorcio Juan Herreros - Gustavo Luis Moré Arquitectos
Proyecto que cree «en la pertinencia de construir espacios públicos flexibles, elásticos, ajenos a toda rigidez». Se proponen intervenciones de la máxima neutralidad, con una postura de «máximo respeto».
Paredes Pedrosa Arquitectos
Propuesta que se articula en base a dos ideas: mantener el carácter topográfico del monasterio y garantizar la continuidad mediante la conexión con el resto de la ciudad.
Shankland Cox Asia LTD / ACONURAI Atelier Consultores Turísticos
Plan urbano que se basa en la integración de 3 componentes: la Plaza España, las ruinas de San Francisco y la capilla de San Antón con sus escalinatas.
Epsa Labco - Euroconsult - Cristóbal Valdez
Planteamiento que considera el parque arqueológico como «vehículo para convertir todo el territorio alrededor de las ruinas, en una verdadera plaza pública». Las intervenciones sugeridas para las ruinas sólo evitan su deterioro, conservando su condición de «ruinas».
Gonçalo Byrne Arquitectos / AFA Consult / PROAP
Se establecen dos prioridades: el nuevo edificio del Centro de Eventos —consolidando las ruinas y rehabilitando el monasterio— y el Centro Cultural —completando las ruinas, edificando los techos y condicionando el espacio para su uso.
INCONSERCA / DSDHA
Busca consolidar el nuevo recinto como un espacio armónico, de contemplación, donde «las ruinas, la naturaleza, y la contención de los edificios propuestos, junto a la diafanidad del espacio, y su fácil acceso aspiran a hacer del lugar un sitio privilegiado».
Ingenus - Tecnalia / Pemán y Franco Arquitectos / MFC Arqs.
Afirman que la actuación en las ruinas debe consistir, primero, en obras de consolidación de los muros y bóvedas, y segundo, en rehabilitar y reconstruir los cuerpos en torno al claustro.
Nieto Sobejano Arquitectos / Sánchez & Curiel Arquitectos
Estrategia de intervención que se base en dos planteamientos: crecimiento homotético de los volúmenes y crecimiento homotético de los patios.
Rafael Moneo Arquitecto / Blasco Esparza Arquitectos / Moneo Brock Studio / Jesús Jiménez Cañas y Asociados / R. Úrculo Ingenieros Consultores
Propuesta ganadora que base su diseño en cuatro premisas: adaptación de la volumetría al entorno; conservación y cubrimiento de las ruinas de las dos iglesias; desarrollo del proyecto mediante 5 claustros o patios; y mantener libre de toda edificación la planta de entrada.
Reseña
Maribel Villalona Núñez, Arq. MA
Coordinadora
General del Programa de Fomento al
Turismo Ciudad Colonial
Rehabilitar las Ruinas de San Francisco, una oportunidad para la cohesión territorial de la Ciudad Colonial
Contexto
El ámbito conocido como Ciudad Colonial de Santo Domingo, primada de América, ocupa un área aproximada de un kilómetro cuadrado dentro del Distrito Nacional de la República Dominicana, distrito que a su vez forma parte del área metropolitana de Santo Domingo, y que junto con 7 municipios conurbados, conforman la mancomunidad.
Se trata de un Centro Histórico amurallado de cuya declaratoria como Patrimonio de la Humanidad se conmemoraran 25 años, el 8 de Diciembre de este año 2015, que además de concentrar las primicias de la América colonial española, entre sus murallas guarda lecciones de trazado y estructura urbana, y de proporción y calidad en sus espacios públicos, que sirvieron de base para la construcción de toda nueva ciudad iberoamericana. Y es que estando Europa en pleno Renacimiento, estas tierras ofrecieron la posibilidad de que se construyera y fundara en ellas una urbe inspirada en las ciudades clásicas, de ahí, su trama y geometría en retícula, el predominio de la línea recta, la calidad de sus espacios públicos contenidos, el cuidado de las proporciones y la armonía lograda en la disposición de sus bloques, lotes y edificaciones, resultando todo ello en un tejido en el que las estructuras eclesiásticas y las plazas tuvieron un rol determinante en su organización espacial y social y como consecuencia, en la alta calidad de la vida urbana lograda, que persiste hasta el día de hoy.
Pero probablemente la lección más importante que aporta el Centro Histórico de Santo Domingo a las generaciones futuras, aunque muy poco valorada o interpretada, lo sea su capacidad de disponer en su interior, en secuencia y armonía cuasi perfecta, trazados, estructuras, arquitecturas y usos del suelo que representan 400 años de evolución de la sociedad y de una ciudad que hasta principios del siglo XX, no avanzó más allá de sus murallas y que cuando lo hizo, en el caso de Ciudad Nueva (1916), fue a partir de respetar los principios fundamentales de la arquitectura y el urbanismo de contexto, como son la continuidad de las secuencias espaciales, de las alineaciones y de las escalas a ambos lado de la muralla, entretejiendo el límite, el adentro y el afuera y superando la dimensión física de la condición de borde.
En lo que respecta a la arquitectura, hasta mediados del siglo XX la ciudad estuvo abierta a todos los estilos y técnicas, a la arquitectura de autor o anónima, a los autores locales o internacionales, y a materiales contemporáneos o antiguos, siempre y cuando se respetaran esos códigos relativos al carácter esencial de la ciudad, de la pervivencia del bloque compacto, de la conservación de los patios, del respeto de las alineaciones y del respecto a la escala humana, siendo esta suma de arquitecturas, usos, estilos y tradiciones de diferentes épocas la que hoy otorga riqueza y vida a la urdimbre del Centro Histórico de Santo Domingo y lo que junto a sus monumentos y espacios coloniales únicos constituye su principal activo de cara al siglo XXI.
Sin embargo, desde sus orígenes, la ciudad presenta fracturas socio espaciales en su interior, especialmente remarcadas por el accidente geográfico del farallón que atraviesa la ciudad histórica en sentido Este-Oeste a la altura de la vía hoy conocida como calle Mercedes, que marca el límite de sectores tradicionales consolidados, localizados al norte, entre ellos el sector de Santa Bárbara, tan antiguo como la ciudad misma, y otros de factura muy posterior, pero que testifican que desde el periodo colonial y hasta la fecha la zona norte del ámbito amurallado ha estado al margen del resto de la ciudad.
Otra fractura pero de tipo histórico se produjo en la década de los 60s del siglo XX, y específicamente con la Revolución de Abril de 1965 que marcó un punto de inflexión determinante para la ciudad, porque motivó la salida de buena parte de su población y el que su carácter de centralidad se viera desplazado a las afueras, con la consecuente retirada de buena parte de sus comercios, entidades bancarias y centros de negocio, tendencia que paulatinamente se vio incrementada. Desde entonces, esta situación ha sido objeto de preocupación de los estudiosos del Centro Histórico, porque esta huida de la población de la ciudad histórica pone en riesgo el patrimonio y hace que toda esta riqueza cultural sea subvalorada y subutilizada.
En diferentes momentos de la 2da mitad de ese siglo XX, la ciudad fue objeto de intervenciones e inversiones públicas cuantiosas, que contribuyeron a la preservación y puesta en valor de los edificios y ambientes urbanos considerados más nobles, con soluciones que en muchos casos por ser acertadas, fueron emuladas por ciudades de países vecinos, pero que en algunos casos, hoy ya se reconoce que no lo fueron del todo porque los criterios de intervención alteraron el devenir de la historia, las dimensiones originales de algún espacio público o porque recreaban falsos históricos, todo ello muy influenciado por determinadas escuelas de conservación de la época.
Estas intervenciones que permitieron la conservación y puesta en valor de inmuebles y espacios patrimoniales hasta entonces poco valorados, no siempre fueron concebidas a partir de una visión integral, de conservación y gestión activa y sostenible o como una vía para la generación de desarrollo, constituyendo esta una de las razones por la que a pesar de los esfuerzos de trabajos técnicos especializados y de esas inversiones cuantiosas realizadas, la Ciudad Colonial continuó su acelerado ritmo de deterioro y de pérdida de inversión y de población.
Durante este mismo periodo (1960-2000) el país incurre en la industria turística y se posiciona como líder regional esencialmente bajo el modelo de sol y playa y hoy el Estado Dominicano reconoce la industria turística como un rubro fundamental de nuestra economía, pero pese a las excepcionales condiciones que posee Santo Domingo como destino turístico cultural, de negocios y de compras, la ciudad aún no alcanza un
posicionamiento acorde con su potencial. Esto quedó evidenciado en el marco de las mesas de diálogo para la formulación de la ley No. 1-12 del año 2012, que oficializa la Estrategia Nacional de Desarrollo (ENA) 2030. Este escenario permitió analizar el estado actual de la industria del turismo dominicano, los beneficios que éste aporta a la economía nacional y sus espacios de oportunidad, y oficializar la estrategia en la que ya venía trabajando el sector, de diversificar y cualificar la oferta nacional como vía para lograr el crecimiento de las llegadas y la elevación del gasto promedio del turista. La ENA recoge la necesidad de fomentar el desarrollo de actividades complementarias, en particular de aquellas que incorporan acervo cultural, histórico y medioambiental a la oferta turística (ENA, acápite 3.5.5.11), y la necesidad de desarrollar redes viales que faciliten la integración de los Centros Turísticos entre sí y con las comunidades del entorno, como medio para propiciar y extender la estadía, y llevar hacia las zonas aledañas los beneficios de la actividad turística (ENA, acápite 3.5.5.14). En lo que se refiere a Santo Domingo, ambos mandatos de la Estrategia son asumidos por el Estado, de ahí que durante los últimos 10 años, el Estado promoviera la construcción de la infraestructura vial que ha permitido reducir la distancia entre Santo Domingo y los destinos de sol y playa localizados al Este, al Noreste y al Sur del país, acercando su distancia espacio temporal en relación con Santo Domingo, y colocando dentro de un rango isócrono de no más de dos horas a cada uno de estos destinos en relación con la Ciudad Primada de América. Es en este contexto en el que es concebida una nueva inversión para la Ciudad Colonial.
El ministerio de Turismo como órgano ejecutor, a través del Programa de Fomento al Turismo Ciudad Colonial de Santo Domingo y con financiamiento externo, proveniente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pretende dinamizar la competitividad del sector turístico dominicano, mediante la diversificación de la oferta actual para permitir satisfacer segmentos de demanda de alto gasto, generar mayores beneficios para la población local y disminuir la presión sobre la costa. En este caso creando las condiciones para incorporar a la oferta nacional el acervo cultural más importante con que cuenta el país, la Ciudad Colonial Primada de América. Lo que se inicia el 12 de Octubre de 2011, cuando El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Gobierno de la República Dominicana suscriben el contrato de préstamo 2587/OCDR para la ejecución de este programa y se designa al Ministerio de Turismo como órgano ejecutor.
Esta decisión del Estado constituye una oportunidad sin precedente para llevar a cabo acciones tendentes a la puesta en valor del patrimonio y a elevar la calidad de vida de los residentes de la Ciudad Colonial, segundo objetivo del programa. Incrementando el ingreso y el empleo generado por el turismo a través del desarrollo de productos de alto potencial competitivo, lo que redundará en la generación de riquezas y derrama económica. De esto se puede inferir que no se trata de un programa de infraestructura o urbanismo, de conservación o de servicios turísticos, sino que se trata de un proyecto de desarrollo, que podría tener repercusión a nivel nacional y que será medido mediante indicadores de resultados y de desarrollo.
Los objetivos se abordan mediante el diseño e implementación de unos cuarenta proyectos estratégicos enmarcados en tres ejes de carácter también estratégico: fortalecimiento de la oferta turística clave (1), incorporación de la población local al desarrollo turístico (2), y fortalecimiento institucional para la gestión turística (3). Si bien no es la primera vez que este tipo de programa se establece en centros históricos de Latinoamérica, se hacen esfuerzos por conocer y aplicar a este caso las buenas prácticas y lecciones aprendidas en casos de éxito de países y ciudades que han cursado esta experiencia antes.
Antecedentes
El programa integra proyectos vinculados a la adecuación del espacio público, la
seguridad vial, la animación urbana, la recuperación de fachadas históricas, la calidad de los servicios turísticos, la adecuación de micro-negocios, la animación urbana, entre otros; sin embargo uno de sus proyectos más relevantes lo constituye la intervención de las Ruinas del Monasterio de San Francisco, proyecto que fuera incorporado al proceso en el año 2010 durante la etapa de identificación de las inversiones requeridas. Fue en este periodo en el que los consultores internacionales de la empresa EPIPSA, diseñadores del programa, realizaron consulta a instituciones y actores claves de la Ciudad Colonial y recibieron del Vice Ministerio de Patrimonio del Ministerio de Cultura, la solicitud de inclusión entre los proyectos de inversión del programa, del proyecto Centro Cultural Ruinas de San Francisco, que había sido elaborado entre el 28 de Mayo de 2001 y el año 2002, fecha en que el Comité Consultivo de Proyectos de la Oficina Nacional de Patrimonio Monumental avanzó en la elaboración de los criterios o términos de referencia y en el esbozo del diseño del proyecto. La solicitud y criterios entregados fueron asumidos por esos consultores y posteriormente incorporados por la UCP del programa a los términos de referencia resultantes.
El proyecto planteado
El conjunto de Las Ruinas de San Francisco, se encuentra ubicado al noreste de la ciudad, en el espacio comprendido entre la avenida Duarte y las calles Juan Isidro Pérez, Hostos y Restauración. Está conformado por las ruinas de las antiguas capillas del convento, su claustro y los restos arqueológicos de las estructuras que completaban el conjunto del convento (cimientos y restos de antiguas edificaciones, noria, cisterna etc.) esparcidos en una buena parte del suelo del bloque de manzana que lo aloja, todo ello en condición muy degradada, sin posibilidades actuales de sostenibilidad, cerrado al público y en peligro desde el punto de vista estructural, con un entorno que lejos de beneficiarse de su cercanía a este patrimonio tan importante, se ve afectado por la condición en que se encuentra.
La relevancia que el programa ha dado a este proyecto radica en su potencial para accionar a favor de la cohesión territorial y social de la Ciudad Colonial, imprescindible para su desarrollo integral, y la oportunidad que presenta tal y como lo indicara el proyecto esbozado por el Ministerio de Cultura, para incorporar una nueva oferta a la experiencia del visitante. Esto llevó al órgano técnico de la UCP a mirar más allá del lote que ocupan las Ruinas hoy día y a proponer la ampliación del ámbito de actuación del proyecto para incluir los barrios San Antón y Santa Bárbara, la Plaza España, la Avenida del Puerto y motorizar la recuperación de los lienzos de muralla.
Resultando en un proyecto que habrá de alojar un Centro Cultural o de Eventos y que tiene como objetivo fundamental ampliar la oferta turístico-cultural de la Ciudad Colonial y motorizar la regeneración del tejido urbano y la inclusión social de los barrios localizados al norte. Todo esto mediante la rehabilitación de las Ruinas del Monasterio de San Francisco, la incorporación de un nuevo programa de usos, la recuperación de la muralla como espacio de conexión y habitable, la consolidación de la secuencia espacial urbana y la adecuación de los espacios públicos de los barrios Santa Bárbara y San Miguel. Todo ello en procura de crear las bases para la deseada cohesión territorial y revalorizar la zona. Lo que queda claramente establecido en el llamado a licitación de esta iniciativa en la que se promueve la consolidación, preservación y puesta en valor del conjunto de las Ruinas, y la integración funcional y socio-espacial de este complejo monumental a las comunidades localizadas al norte de la ciudad, y de éstas al resto de la ciudad.
Los términos de referencia surgieren a los participantes la inserción de nuevos usos culturales y de eventos en un área predominantemente habitacional, para propiciar una nueva centralidad capaz de insertarse en el circuito de espacios representativos de la ciudad y de interactuar con la Plaza España, mediante una secuencia espacial de calidad
que mejore las condiciones de habitabilidad de sus residentes, en procura de contribuir a fijar la población residente, a la par de incorporar usos mixtos compatibles con la vida tradicional de los barrios.
Se propone a los interesados el manejo de al menos tres escalas de actuación:
• Plan Maestro: Desarrollar un plan maestro que estructure el entorno urbano al Norte y Oeste del conjunto de las Ruinas de San Francisco, que mejore la calidad y secuencia espacial de sus espacios públicos y que promueva la integración de la población residente en los sectores tradicionales localizados en su entorno a la creciente dinámica urbana y turística de la Ciudad Colonial.
• Consolidación Ruinas San Francisco: Consolidar, preservar e interpretar las Ruinas del Convento de San Francisco por su valor simbólico e histórico.
• Centro de Eventos y Parque Arqueológico: Dotar a la Ciudad Colonial de un centro cultural y de eventos y de un parque arqueológico en el conjunto de las Ruinas de San Francisco, de influencia metropolitana y alta capacidad de revitalización, concebido como una oferta complementaria y un referente arquitectónico y urbanístico cuya actividad sitúe el lugar en el imaginario colectivo como una nueva centralidad.
Estudios previos
Estudios arqueológicos previos y geo escaneo 18 noviembre 2013 a la fecha
Equipo profesional:
-Agamemnon Gus Pantel, arqueólogo, antropólogo y asesor en el manejo de patrimonio cultural internacional, de origen griego y radicado en Puerto Rico
-Arqueólogo Kent Schneider (Atlanta)
-Arqueóloga Paola Schiappacasse (Puerto Rico)
-Geofísico Dean Goodman (Los Ángeles)
-Arqueólogo Francisco Coste, consultor en arqueología, miembro de la Comisión Consultiva de Arqueología del Ministerio de Cultura
Levantamiento topográfico y fotogrametría, estudio analítico de materiales 5 de agosto 2014 al 13 de mayo 2015 Orto foto de toda la estructura de las Ruinas, que incluyen ortofotos Norte, Sur, Este y Oeste y secciones de iglesias y claustro a ambos lados. Planta general del conjunto; juntas de sillares y mampostería como pañetes históricos de revoco, enlucidos, restos de policromías y cualquier otro elemento tanto estructural como de recubrimiento existente. Secciones longitudinales y transversales del Evangelio Este, de la Epístola Oeste y del altar mayor de la iglesia renacentista y del Evangelio Norte, del portal del Monasterio, de la sala del claustro y de la Epístola Norte de la iglesia gótica con fotogrametría de bóvedas de capillas, pañetes, tapial, pintura, histórica y de cualquier otro elemento tanto estructural como de recubrimiento existente. Incluye investigación histórica y etapas constructivas del convento.
Equipo profesional:
-Carlos Clemente, arquitecto restaurador
-Ildefonso Ramírez, arqueólogo e investigador
-José Miguel de García, ingeniero de minas
-Alejandro Valdivielso, topógrafo
-Francisco Coste, consultor en arqueología
Estudios geotécnicos especializados 23 de abril 2015 al 30 de junio 2015 Consultor: Osiris de León, geotécnico.
Se realizan 21 sondeos mecánicos con recuperación de muestras y ensayos de penetración estándar; 3 líneas de exploración geoeléctrica, y 2 líneas de medición de ondas sísmicas.
Toda esta documentación ha permitido documentar la condición de las ruinas existentes del monasterio franciscano y las condiciones del suelo del lote en que se aloja, así como determinar cómo pudo haber sido la estructura original y las transformaciones experimentadas en el tiempo. La calidad y rigor de estos trabajos constituyen en sí mismos documentos valiosos aportados por el programa.
El proceso de licitación
Atendiendo a las políticas del Banco Interamericano de Desarrollo y a las características del proyecto, se procedió a abrir una licitación internacional del tipo «Selección Basada en la Calidad, SBC». Proceso que se inicia con el llamado a presentar expresión de interés a toda firma interesada. Una vez vencido el plazo, se constató que el ejercicio planteado para la licitación generó la credibilidad y el interés de 42 empresas o consorcios, que remitieron sus portafolios a tiempo. Veinticinco de estas empresas de origen Europeo, cuatro de Norteamericana, dos Suramericanas, una de Centroamérica, nueve Dominicanas y una firma del continente asiático. La mayor parte de las empresas extrajeras incluían una alianza con una empresa local.
En base a criterios preestablecidos, entre el 6 de junio y el 25 de julio de 2014 estas 42 firmas fueron objetos de precalificación, por el equipo técnico de la Unidad Coordinadora, resultando seleccionadas 13 firmas o consorcios, provenientes de Portugal, España, Chile, México, Reino Unido, República Dominicana, Francia y Holanda y China, a las que se les requirió presentar propuestas esquemáticas de diseño.
El 26 de julio de 2014 fueron recibidas 10 propuestas esquemáticas y se procedió a su evaluación para la conformación de la lista corta. En esta segunda etapa del proceso fueron invitados a participar en calidad de evaluadores externos, profesionales, expertos en las diferentes temáticas que aborda la licitación, contándose con la participación del Arq. restaurador mejicano Carlos Flores Marini, quien falleciera meses después, Arq. Antonio Vélez Catrain (Dom-Español), Arq. restaurador Carlos Clemente., Dr. Rafael Emilio Yunén (geógrafo), Arq. Gustavo Rodríguez, y Arq. Claudia Herasme (diseñadora urbana). Y como asesoras interinstitucionales de la segunda etapa del proceso fueron invitadas la Arq. Edda Grullón, Directora Oficina Nacional Patrimonio Monumental y la Arq. Diana Martínez, Directora Oficina del Centro Histórico del Ayuntamiento del Distrito Nacional.
De entre estas propuestas esquemáticas fue seleccionada una lista corta de seis equipos a los que se les requirió presentar propuestas técnicas, resultando seleccionados, los proyectos presentados por las firmas: Consorcio Rafael Moneo Arquitecto, Blasco Esparza Arquitectos, Moneo Brock Studio, Jesús Jiménez Cañas y Asociados y R. Úrculo Ingenieros Consultores (española), Consorcio Gonzalo Byrne – Proap – Afaconsult, (portuguesa), Nieto Sobejano Arquitectos (española), Consorcio Ingennus – Tecnalia – Pemán y Franco Arquitectos (española), Consorcio DSDHA – INCONSERCA (Reino Unido), y Consorcio Epsa Labco - Euroconsult - Cristóbal Valdez (dominicana).
Como un modo de garantizar que los profesionales pre-seccionados pudieran presentar propuestas técnicas maduras, se les invitó a asistir a tres jornadas de trabajo en la República Dominicana, que les permitieran conocer el lugar objeto del ejercicio de diseño
y presentar a todo público interesado los trabajos similares elaborados por sus firmas en República Dominicana u otros lugares del mundo. A estos fines la UCP organizó junto a la Universidad Iberoamericana, el 1er Seminario de Arquitectura Contemporánea en Centros Históricos, en el auditorio de UNIBE, que a toda capacidad congregó a profesionales y especialistas nacionales en las áreas de turismo, arquitectura, ingeniería, así como representantes del sector turismo.
Una vez recibidas las seis propuestas técnicas, para esta tercera fase de evaluación la UCP también se hizo acompañar de Evaluadores Externos, entre ellos el arquitecto y diseñador urbano Carlos Jorge, y la Arq. restauradora Linda Ma. Roca Pezotti, Marianela Pina Basilis, especialista en Turismo MICE, Arq. Antonio Vélez Catrain (Dom-Español) y Arq. restaurador Carlos Clemente, resultando mejor puntuado el proyecto presentado por el consorcio liderado por el arquitecto español Rafael Moneo.
Al ser analizadas la totalidad de propuestas recibidas, se leen posturas recurrentes en varios de los proyectos, como la introducción de la arquitecta contemporánea en el ámbito de las Ruinas del Monasterio; la intención de regenerar espacio techado en las capillas; el manejo del entorno mediante la recuperación de la Ronda de la Muralla, al Norte y Noreste del área de intervención; la introducción de vegetación o paisajismo blando para el manejo de la escala de la Plaza España o la Avenida del Rafael Caamaño Deñó, entre otros.
Una vez constatado que el monto ofertado por la firma seleccionada estaba en el rango permitido por la disponibilidad financiera del programa, se notifica a la firma que ha resultado ganadora y se pasa a establecer las condiciones para su contratación, quedando establecido que tal y como propusiera este consorcio durante la primera fase, el diseño y la intervención del proyecto correspondería al centro de recepción que habría de incluir los espacios de la Iglesia del Convento y de la Iglesia de la Orden Terciaria. Mientras que el diseño de la segunda y tercera etapas serían objeto de trabajo posterior y que las zonas del proyecto correspondientes a esas segunda y tercera parte requeriría ajustes en cuanto al programa de áreas, la disminución del porcentaje de edificabilidad y en introducir medidas tendentes a aligerar las estructuras. La firma es contratada el 6 de marzo de 2015.
Durante todo este proceso, la Unidad Coordinadora del Programa contó con el seguimiento de los Especialistas del BID, que tuvieron conocimiento de cada fase del proceso y previa evaluación de los documentos suministrados emitieron No Objeción en los momentos en que las políticas de licitación lo requieren.
Luego de un mes de trabajo y habiéndose definido el diseño de la primera etapa del proyecto, los proyectos de consolidación y arqueología y el anteproyecto para la rehabilitación de la 1era fase son depositados ante las instituciones correspondientes ADN y DNPM del Ministerio de Cultura, para su conocimiento y opinión, en fecha 17 de abril de 2015. Posteriormente, el 24 y 26 de junio de 2015 respectivamente, se entrega formalmente el proyecto de Diseño Fase 1, ante la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental y Ayuntamiento del Distrito Nacional, Oficina Centro Histórico a los fines de su evaluación.
En el mes de junio el Ministerio de Turismo a través de la UCP, invita a representantes del Consorcio ganador a presentar en vista pública el proyecto a los fines de iniciar el proceso de socialización y consulta que nutriría el proyecto y a sus proyectistas durante el periodo de diseño contratado. El proyecto es presentado por el Arquitecto Rafael Moneo y su equipo, primero al Comité Consultivo del Programa, el 02 de julio de 2015. El 3 de julio, en un segundo momento se hace una presentación del proyecto abierta al público;
unas 300 personas, en su mayoría profesionales se dieron cita en el auditorio del Instituto Salomé Ureña de la Ciudad Colonial; y en un tercer momento el proyecto es presentado en el barrio por el Arq. Rafael Moneo y su equipo, en una actividad en la que estuvieron presentes los principales líderes comunitarios y buena parte de los residentes en sectores y barrios colindantes a las Ruinas.
Reacciones
Si bien todas estas presentaciones transcurrieron sin incidencias, a partir de ellas en los medios de comunicación se han emitido comentarios relativos al volumen de implantación del proyecto y a si la propuesta pone en peligro o no el carácter universal de las Ruinas existentes, o si de lo que se trata es de una propuesta de reconstrucción del monumento o de privatización del espacio público que para algunos constituye el vacío urbano vallado en el que se encuentra el parque arqueológico. El debate motiva que en fecha 02 de julio de 2015, el proyecto fue remitido por MITUR a la UNESCO para su conocimiento y opinión, y ésta a su vez lo remite a ICOMOS internacional.
Mientras, el Ministro de Turismo convocó a un diálogo abierto en el que queda claro que importantes profesionales y académicos de la arquitectura, el turismo, la ingeniería, así como inversionistas de la Ciudad Colonial y representantes de instituciones que conforman el Comité Consultivo sostienen posturas equilibradas y dan el voto de confianza a la empresa contratada para continuar trabajando el proyecto hasta su consenso. Se observa que todos los presentes están de acuerdo en que las Ruinas de San Francisco merecen ser intervenidas, consolidadas y rescatadas de su condición de degradación y pobreza. Los resultados del foro relativos a la arquitectura fueron remitidos a los diseñadores del proyecto a los fines de su ponderación.
Reflexiones
La Unidad Coordinadora del Programa, entiende: que el proyecto ganador se basa en una rehabilitación del inmueble, no en una reconstrucción, y que la rehabilitación es una técnica para recuperación de patrimonios históricos construidos muy recurrida en la actualidad por lo exitoso que resulta volver a habilitar para el uso un monumento sin pretender replicarlo o agregarle elementos actuales a modo de falso histórico, pretendiendo que parezcan parte del monumento original, lo que sí sería una reconstrucción. Que la implantación propuesta para el lote no privatiza espacios públicos hoy inexistentes, pero que la edificabilidad puede ser disminuida y que el programa planteado por el proyecto ganador admite reducción, aunque sería interesante profundizar en la progresión urbana del lote y en la implantación edificatoria que ha tenido en el devenir de su historia. Valora la sensibilidad mostrada por los proyectistas al no intervenir la plaza de San Antón y la calidad que ha impreso al espacio propuesto para las iglesias, que ya va tomando color. Valora además la capacidad mostrada por el Ing. Jesús Jiménez para manejar el diseño de la estructura requerida y la apertura total que tienen los proyectistas de continuar haciendo los ajustes necesarios y de acompañar al MITUR en esta fase de consenso.
El Ministerio de Turismo ve el diálogo público que ha motivado el proyecto como una oportunidad para que las autoridades y los profesionales locales podamos volver a analizar las cartas de UNESCO para la preservación del patrimonio, revisar conceptos e incorporar mecanismos y técnicas actualizadas para la conservación y puesta en valor del patrimonio y para la sostenibilidad de las inversiones. El Ministerio de Turismo no ve como constructivas las posiciones radicales y cree firmemente que este momento representa una oportunidad quizás irrepetible para propiciar la recuperación y conservación de las Ruinas del Monasterio de San Francisco, para generar la deseada cohesión territorial de la zona norte de la Ciudad Colonial y para crear las bases para un modelo de gestión distinto en el que todos se sientan representados.
Aspiramos además a que esta coyuntura presente permita reflexionar acerca del rol que está llamada a jugar la Ciudad Colonial de Santo Domingo en el desarrollo de la ciudad y del país, debido a que tal y como señala Luis Sáenz García1, en su articulo «5 razones por las que los centros históricos serán piedra angular de la nueva agenda urbana», los centros históricos en America Latina, son claves para el futuro desarrollo de nuestras ciudades en el siglo XXI.
Y no nos referimos a esa confusa y antigua presunción de que este tipo de programas motiva la preservación de los centros históricos sólo por su atractivo turístico o valor mercantil, aunque no nos afiliamos a las cruzadas a nombre de la preservación del patrimonio cultural como ente inerte. Entendemos que ambas son posiciones superadas, dado que tal como refiere Sáenz, durante los últimos 40 años se ha registrado una evolución positiva en el debate internacional y la actuación local, frente a la protección y conversación del patrimonio cultural, que dejó atrás la aproximación enfocada exclusivamente en el patrimonio construido. La gestión pública actual adelanta esfuerzos para abordar el reto de los centros históricos de manera integral, buscando estrategias de revitalización y conservación que los dinamicen. Es en este tipo de estrategias en la que se enmarca el programa que hoy se desarrolla en la Ciudad Colonial y específicamente el proyecto de recuperación de las Ruinas de San Francisco y su entorno2 .
En America Latina existen unos 44 centros históricos declarados Patrimonio Nacional y muchos de ellos han avanzado más en su preservación y revitalización que la Ciudad Primada de América, Patrimonio de la Humanidad. Es hora de entender que valorar la Ciudad Colonial, pasa por la capacidad de reconocer su relevancia para el desarrollo urbano y ciudadano debido a que como todo Centro Histórico:
-« Concentra un entorno construido único donde conviven infraestructuras del pasado y del presente, obligando a explorar patrones de desarrollo urbano especiales que solucionen problemas apremiantes de movilidad, espacio público y servicios urbanos para el centro y la ciudad, integrando el patrimonio.
- Atrae un alto flujo de capital humano en la forma de turistas, residentes, estudiantes, trabajadores, entre otros, que debe ser capitalizado con estrategias de desarrollo económico local que fortalezcan las cadenas de valor del centro, fortaleciendo enclaves económicos y atrayendo nuevas inversiones.
- Es manifestación viva de la cultura de cada ciudad, donde se reúne buena parte de la identidad tangible e intangible de una ciudad, permitiendo el fomento de actividades e industrias relacionadas a la cultura y la creatividad, y revitalizando el sentido del lugar y la identidad cultural.
- Ofrece oportunidad para la cohesión social, a través de estrategias que, reconociendo la diversidad de residentes del centro, aumenten su capacidad habitacional y ofrezcan soluciones adecuadas a diferentes grupos socioeconómicos.
- Presenta dinámicas democráticas especiales, abriendo oportunidades para que funcionen como pequeños laboratorios de innovación cívica, dónde sector público, privado y ciudadanía exploren alternativas de colaboración innovadoras para la construcción de soluciones urbanas»3
EL Ministerio de Turismo, el Ministerio de Hacienda, el Banco interamericano de Desarrollo y buena parte del Estado Dominicano y de su ciudadanía, reconocen este potencial en nuestra ciudad amurallada y la oportunidad que presenta de emprender la puesta en marcha de estrategias y programas para abordar el reto de su recuperación integral. Más allá de su patrimonio arquitectónico o urbano, de su preservación y puesta en valor, se requiere identificar nuevas oportunidades que puedan existir para mejorar la realidad socioeconómica, potenciar la cultura y nuevos modelos de gobernanza, lo que habrá de motivar nuevas inversiones públicas y privadas, fijar la población existente y atraer nuevos residentes hacia la Ciudad Colonial al poder ofertar un cambio real en la urbe en la que se propicien ambientes urbanos animados y humanizados.
Notas
1 Luis Sáenz García, «5 razones por las que los centros históricos serán piedra angular de la nueva agenda urbana», BID Mejorando Vidas, 24 septiembre 2015, http://blogs.iadb.org/ urbeyorbe/2015/09/24/5. Consultor del BID en programas de Vivienda y Desarrollo Urbano para la división de Gestión Fiscal y Municipal (FMM). Previamente trabajó como coordinador de proyectos de consultoría en planificación y gestión urbana para el sector público en Geografía Urbana S.A.S y para el American Planning Association (APA).
2 En la nueva agenda global para el desarrollo y la urbanización con los objetivos de desarrollo sostenible y hábitat III, las ciudades y el patrimonio cultural son reconocidos como una prioridad para el desarrollo sostenible (objetivo 11, meta 4). Se reconoce que los centros históricos constituyen una oportunidad como instrumento para impulsar un desarrollo urbano sostenible y sensible a la cultura, que contribuya a combatir problemas de la urbanización contemporánea como la inequidad, la segregación, el deterioro ambiental y la deshumanización del espacio urbano. Luis Sáenz García, 5 razones
3 Luis Sáenz García, 5 razones
Reseña del Concurso
Concurso Internacional MITUR:
Centro de Eventos Ruinas de San Francisco y Entorno
Descripción del Concurso
El Proyecto «Centro de Eventos Ruinas de San Francisco y Entorno», tal y como establece el llamado a concurso, promueve la consolidación, preservación y puesta en valor del Conjunto de las Ruinas de San Francisco, y la integración funcional y socioespacial de este complejo monumental a las comunidades localizadas al norte de la ciudad, especialmente a los barrios de San Antón y Santa Bárbara, actualmente segregados de la dinámica urbana, turística y económica de la Ciudad Colonial.
Se requirió a los participantes la inserción de nuevos usos culturales y de eventos en un área predominantemente habitacional, pretendiendo generar una zona atractiva y de nueva centralidad, capaz de insertarse en el circuito de espacios representativos de la ciudad y de interactuar con la Plaza España, mediante una secuencia espacial de calidad que mejorara las condiciones de habitabilidad para que el uso residencial permanezca en la zona, además de los usos mixtos compatibles con la vida tradicional de los barrios.
El conjunto de Las Ruinas de San Francisco, ubicadas en el espacio comprendido entre la Avenida Duarte y las calles Juan Isidro Pérez, Hostos y Restauración, está conformado por las ruinas del las antiguas capillas del convento, su claustro y los restos arqueológicos de las estructuras que completaban el conjunto del convento (cimientos y restos de antiguas edificaciones, noria, cisterna) esparcidos en una buena parte del suelo del bloque de manzana que lo aloja.
El concurso propone el manejo de al menos tres escalas de actuación:
• Plan Maestro: Desarrollar un Plan Maestro que estructure el entorno urbano al Norte y Oeste del conjunto de las Ruinas de San Francisco, que mejore la calidad y secuencia espacial de sus espacios públicos y que promueva la integración de la población residente en los sectores tradicionales localizados en este ámbito, a la creciente dinámica urbana y turística de la Ciudad Colonial.
• Consolidación Ruinas San Francisco: Consolidar, preservar e interpretar las Ruinas del Convento de San Francisco por su valor simbólico e histórico, mediante un proyecto dinamizador del área que contribuya a incrementar los niveles de satisfacción en la experiencia de residentes y turistas y propiciar la derrama económica perseguida por el Estado.
• Centro de Eventos y Parque Arqueológico: Dotar a la Ciudad Colonial de un Centro Cultural y de Eventos y de un Parque Arqueológico en el Conjunto de las Ruinas de San Francisco, de influencia metropolitana y alta capacidad de revitalización, concebido como una oferta complementaria y un referente arquitectónico y urbanístico que sitúen el lugar en el imaginario colectivo como una nueva centralidad.
Fases del Concurso
1. Primera Fase: Evaluación de las expresiones de interés: Precalificación de firmas en base a la experiencia y personal propuesto (6 de junio de 2014 al 25 de julio de 2014)
Evaluadores: Equipo Tecnico Unidad Coordinadora del Programa
1. Agrofuturo (Rep. Dom.)
2. Arquitectos Restauradores (Colombia)
3. Ars Progetti – Sercitec (Italia)
4. Consorcio Rafael Moneo Arquitecto, Blasco Esparza Arquitectos, Moneo Brock Studio, Jesús Jiménez Cañas y Asociados y R. Úrculo Ingenieros Consultores (España)
5. Br - Typsa – Pax (España)
6. Cav Diseño E Ingenieria (Mexico)
7. Cf Arquitectura (España)
8. Conherde (Rep. Dom.)
9. Conurma – Mendar (Rep. Dom.)
10. Disconsy (Rep. Dom.)
11. Ecosistema Urbano (España)
12. Elemental – Arup (Chile)
13. Epsa Labco - Euroconsult - Cristobal Valdez (Rep. Dom.)
14. Epypsa – Almonte (España)
15. Erv + Arquitectes Associats (España)
16. Esteyco – Transvialsa (España)
17. Foa Consulting (Mexico)
18. Frade Arquitectos (España)
19. Frenak Jullien (Francia)
20. George Latour – Elmudif (Rep. Dom.)
21. Gina Barcelona (España)
22. Gonzalo Byrne (Portugal)
23. Grupotec - Gomez - Ferrer - Inp (España)
24. Henk Doll (Holanda)
25. Estudio Herreros - Moré Arquitectos (Rep. Dom.)
26. Hydea – Proambiente (Italia)
27. Idel (Panama)
28. Idom (España)
29. Inconserca – Dsdha (Reino Unido)
30. Ingennus – Tecnalia – Peman y Franco (España)
31. Inypsa (España)
32. Legorreta & Legorreta (Mexico)
33. Menis Arquitectos (España)
34. Nieto Sobejano Arquitectos (España)
35. Paredes Pedrosa Arquitectos (España)
36. Proskene (España)
37. Ruiz – Larrea (España)
38. Shankland Cox (China)
39. Tejada y Torres (Rep. Dom.)
40. UNPHU (Rep. Dom.)
41. 3Ti Progetti - 3Bo Group (Italia)
42. Wrl - Aranda – Otero (USA)
2. Segunda Fase: Evaluación de las propuestas esquemáticas: Conformación lista corta de firmas en función de las ideas de diseño presentadas por las firmas precalificadas (26 de julio de 2014 al 11 de noviembre de 2014) Evaluadores: Comité Evaluador F-2, Consejo Asesor Interinstitucional (CAI). Nombres de las 13 firmas preseleccionadas (solo 10 presentaron propuesta esquemática):
1. Consorcio Gonzalo Byrne – Proap – Afaconsult (Portugal)
2. Nieto Sobejano Arquitectos (España)
3. Consorcio Ingennus – Tecnalia – Peman y Franco (España)
4. Paredes Pedrosa Arquitectos (España)
5. Consorcio Rafael Moneo Arquitecto, Blasco Esparza Arquitectos, Moneo Brock Studio, Jesús Jiménez Cañas y Asociados y R. Úrculo Ingenieros Consultores (España)
6. Consorcio Elemental - Arup (Chile)
7. Legorreta & Legorreta —no presentó propuesta esquemática— (México)
8. Consorcio Dsdha - Inconserca (Reino Unido)
9. Consorcio Estudio Herreros - Moré Arquitectos (Rep. Dom.)
10. Frenak Jullien —no presentó propuesta esquemática— (Francia)
11. Henk Doll —no presentó propuesta esquemática— (Holanda)
12. Shankland Cox (China)
13. Consorcio Epsa Labco - Euroconsult - Cristobal Valdez (Rep. Dom.)
3. Tercera Fase: Evaluación de las propuestas técnicas:
Proyectos de diseño (11 de noviembre de 2014 al 6 de febrero de 2015) Nombres de las seis firmas que conformaron la lista corta, en orden de mérito, de mayor a menor puntuación
Evaluadores: Comité Evaluador F-3, Especialista Consultados, Equipo Técnico UCP.
1. Consorcio Rafael Moneo Arquitecto, Blasco Esparza Arquitectos, Moneo Brock Studio, Jesús Jiménez Cañas y Asociados y R. Úrculo Ingenieros Consultores
2. Consorcio Gonzalo Byrne – Proap – Afaconsult
3. Nieto Sobejano Arquitectos
4. Consorcio Ingennus – Tecnalia – Pemán y Franco Arquitectos
5. Consorcio DSDHA – INCONSERCA
6. Consorcio Epsa Labco - Euroconsult - Cristóbal Valdez
4. Cuarta Fase: Apertura propuesta de precio y negociación de contrato de la firma que obtuvo el primer lugar en orden de mérito (6 de febrero de 2015 al 6 marzo de 2015)
1. Consorcio Rafael Moneo Arquitecto, Blasco Esparza Arquitectos, Moneo Brock Studio, Jesús Jiménez Cañas y Asociados y R. Úrculo Ingenieros Consultores
Comités de Evaluación
Primera Fase: Evaluación de las expresiones de interés y evaluación de las propuestas esquemáticas:
• Carlos Flores Marini (+) - Evaluador Arquitecto Restaurador, Presidente de CARIMOS (Organización del Gran Caribe para los Monumentos y Sitios) y Presidente de la Comisión de Cultura de la Federación Nacional de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana.
• Antonio Vélez Catrain - Especialista, Arquitecto con especialidad en Restauración de Monumentos. Docente en la Escuela de Arquitectura de Madrid desde 1967, profesor invitado en las Universidades de Columbia (NY) y en USC (California). Responsable desde 1987 de la organización española del Concurso «Europan» para jóvenes arquitectos europeos y representante de España en la organización europea del concurso.
• Carlos Clemente - Evaluador, Arquitecto restaurador y académico investigador. Primer Director del Instituto Español de Arquitectura. Fundador y Director del Master en Restauración y Rehabilitación del Patrimonio y Director del Instituto Español de Arquitectura de la Universidad de Alcalá de Henares y miembro del Comité evaluador de los Premios anuales del Patrimonio de Europa Nostra para España.
• Rafael Emilio Yunén - Evaluador, Geógrafo, Planificador Urbano y Ex-Director General del Centro Cultural Eduardo León Jiménez.
• Claudia Herasme - Evaluador, Arquitecta y Diseñadora Urbana Asociada del Departamento de Planificación de la Ciudad de Nueva York.
• Gustavo Rodríguez - Evaluador, Arquitecto dominicano destacado en el extranjero.
• Edda Grullón - Asesor Interinstitucional, Directora de Patrimonio Monumental del Ministerio de Cultura.
• Diana Martínez - Asesor Interinstitucional, Directora de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Segunda fase evaluación de las propuestas técnicas:
• Antonio Vélez Catrain - Evaluador
• Carlos Clemente - Evaluador
• Carlos Jorge - Evaluador, Arquitecto y diseñador urbano, Director de la firma CJA arquitectos y Arcoplan, realizando diversos proyectos y obras en República Dominicana. Profesor en la Universidad Católica de Santo Domingo y la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.
• Linda Ma. Roca Pezotti - Evaluador, Doctora Arquitecta en Restauración de Monumentos, Directora de la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental 2006-2008. Docente en las Universidades UNIBE, UNPHU y PUCMM. Presidenta del Comité Dominicano del ICOMOS por los períodos 1998-2001 y 2002-2004. Miembro de la FEWP y del DoCoMoMo Dominicano. Es Académica Colaboradora de la Academia Dominicana de la Historia.
• José Ml. Batlle - Evaluador, Especialista Consultado, Arquitecto restaurador de Monumentos.
• Marianela Pina Basilis - Evaluador Especializado MICE, Directora de Congresos e Incentivos del Ministerio de Turismo.
• Víctor Bisonó - Especialista Consultado, Arquitecto restaurador de Monumentos, Conservador de las Ruinas de San Francisco.
• Freddy Ginebra - Especialista Consultado en Gestión Cultural, Presidente Clúster Turístico Santo Domingo.
Secuencia Arqueológica
del Convento de San Francisco
Ildefonso Ramírez
Periodo Fundacional
La fundación presenta un modelo típico de órdenes mendicantes de finales del siglo XV y principios del XVI. Se trata de un compás formado por una edificación sencilla y una iglesia de una sola nave con cubierta mudéjar, en madera, dentro de los modelos conocidos como ad aula
Lo que se produce en la capilla mayor del templo, en un momento inmediato de su construcción, es el cambio del sistema de cubrición por unas bóvedas en ladrillo que van alejándose de los elementos tardo góticos y empiezan a presentar elementos romanos. Será a mediados del siglo XVI cuando se concluya la sustitución del sistema de cubrición de la nave por un falso cañón.
Implantación Franciscana
El desarrollo de la comunidad en América y las modificaciones que sufre la orden en Europa hacia el conventualismo, supuso la creación de un gran complejo que utilizará la pequeña iglesia fundacional como eje constructivo (circa 1520).
Junto a las reformas del templo que apuntamos antes, se le va a adosar al sur un claustro cerrado por crujías que mantienen un modelo de distribución mudéjar de grandes salas y alhanías. El nuevo compás tendrá como referencia el acceso por la portería y la puerta que se sitúa a los pies de la iglesia ad aula
Una de las obras más significativas es la reducción del patio por la construcción de un sobreclaustro.
Proceso de saturación
La importancia que el convento dominicano tendrá en el desarrollo de la orden en toda América se va a trasladar en continuas ampliaciones hacia el oeste, facilitadas por la gran huerta que llegó a poseer.
Una de las obras más significativas es la construcción de una nueva iglesia bajo un modelo de predicación, que si bien empieza con líneas anteriores al Concilio de Trento, su azarosa vida hizo que presentara una complicada evolución.


Esta nueva iglesia crea un último compás de acceso, el que tiene la puerta de ésta con la Puerta del Cordón. La nueva iglesia no se hará sobre la huerta y sí en el desnivel del altozano a la ciudad; lo que obligaría a un complejo juego de contrafuertes.




Maqueta de la implantación franciscana
Maqueta del periodo de saturación
Maqueta del periodo fundacional
Levantamiento Arqueológico
Carlos Clemente
Fotogrametría: Proceso de trabajo
Previo al inicio de los trabajos, se describe el área de San Francisco para el levantamiento taquimétrico con 5 estaciones. La radiación fue observada, mejorando la precisión de las coordenadas mediante el sistema Bessel automático para mejorar la precisión final.
Los siguientes pasos en el proceso fueron:
1. Captura de fotografías de campo.
2. Modelado de la distorsión de la lente.
3. Carga de imágenes y alineación calculada de sus posiciones.
4. Modelado 3D del edificio.
5. Edición del modelo 3D
6. Creación de ortoimágenes a partir de los modelos texturizados.
Planimetría: Convento de San Francisco
1. Iglesia ad aula, tardogótica y fundacional. Contrafuertes de sillería y fábrica resistente de tapial armado con ladrillo.
1a. Cabecera tardogótica, en ladrillo con nervaduras y terceletes sin claves, muros de tapial y pilastras de ladrillo con yesos y policromías ocres imitando la piedra.
1b. Nave de la Iglesia ad aula, con las pilastras de ladrillo de formeros. Posteriormente se realizan juegos de formeros y perpiaños para centrar las cargas de la nueva bóveda de cañón rebajada. Capillas al exterior con bóvedas semiesféricas de doble rosca de ladrillo y Puerta del Sol tardogótica de sillería. Conservan los mechinales de los retablos y tienen criptas con enterramientos.
1c. Portada de la iglesia ad aula, con pilastras de ladrillo de arista octogonal. Compás de la antigua portada del convento. Cubre ese compás el posterior acceso a la sacristía de la Iglesia renacentista. Todas aquellas fábricas de tapial y ladrillo.
2. Iglesia renacentista con la traza de Rodrigo de Liendo (1548). Contrafuertes de sillería, entrepaños murarios de mampostería concertada con tapial armado e hiladas de ladrillo.
2a. Crucero, con bóvedas de cañón en sillería rebajadas resueltas con claves de medio ensamble con las nervaduras que se conservan en los depósitos inventariados, se mantuvo en pie hasta hace pocos años (circa 1970).
2b. Cabecera, contrafuertes de sillería y entrepaños de tapial con ladrillo. Bóvedas de dos roscas reforzadas con nervaduras del s.XVII en ladrillo. Con mechinales del retablo mayor y ventanales del s.XVII. Fabrica de mampostería concertada con tapial y contrafuertes de sillería.
2c. Intradós de la Portada de Iglesia renacentista, con arranques del coro en sillería, arco de portada original del s.XVI y portada actual del s.XVII. Capillas laterales abovedadas de sillería con claves a medio ensamble con los nervios.
3. Claustro tardogótico con sección ochavada y realizado con ladrillos recortados o afeitados.
3a. Sala de portería del convento, con fachada este.
3b. Galería del claustro, tardogótico con sección ochavada y realizados con ladrillos recortados o afeitados. Bóvedas rebajadas sustentadas en pechinas y muros sustentantes de cajones de tapial con bases de ladrillo y apoyo inferior en mamposteria.
3c. Galería del claustro con pilares de primer trazado y de sobreclaustro del s.XVII, alzado interior del refectorio. Fabrica de ladrillo y tapial con ménsulas de piedra de primera planta de 4.18 m. (5 varas, y piso alto de 4 varas de 3.34 metros).
3d. Noviciado del s.XVII en la ampliación sobre la huerta, arranque de muros arqueológicos.
4. Convento. Fábrica de ladrillo y tapial, característica de la arquitectura civil y religiosa castellana en época de RRCC, con especial atención en este caso a las normas de los mendicantes franciscanos impuestas desde el Capítulo General de Narbona de 1260.
4a. Portada del Cordón (1540-50), sillería acuñada. Remontada posiblemente en este punto en el s.XVIII.
4b. Cuadras y alhanías, cuartos de sala de Portería (1.510), fábrica de encofrados de tapial armado, ladrillo y zócalo de mampostería apoyada sobre roca a 40 cm.
4c. Pabellón de cocinas, refrectorio y bibliotica del convento Tardogótico.
5. Iglesia de Predicación. Fábrica renacentista (desde 1548) de piedra coralina de sillería y mampostería concertada.
5a. Capillas de bóvedas de cantería, sillería, en cuarteles-cuadrícula cuya estereotomía se resuelve con claves de llaves a medio engarce de ensamble.
5b. Crucero de fábrica de piedra, en sillería y mampostería concertada con cúpula y bóvedas de cañón tabicadas de dos roscas de ladrillo macizo resistente, armadas con nervaduras de sillería en cuarteles-cuadrícula cuya estereotomía se resuelve con claves de llaves a medio engarce de ensamble.
5c. Presbiterio —altar mayor—, cabecera poligonal de fábrica de encofrado armado de tapial y contrafuertes de piedra con sillería y mampostería concertada. La bóveda es una media naranja tabicada sin cimbra de dos roscas de ladrillo armada con nervaduras (1.751).




5.
Fotogrametría Convento de San Francisco



Acueducto e infraestructuras fundacionales de la ciudad (1506):
1.1 Tina y conductos acueducto
1.2 Fosa séptica y muros
1.3 Molino
2. Convento fundacional (1510):
2.1 Iglesia Ad Aula del Altar Gótica 1510:
2.1a Presbiterio con Altar
2.1b Nave de Capilla reformada 1520 aprox.
2.2 Capillas:
2.2a Capilla 1
2.2b Capilla 2
2.2c Capilla 3 Bartolomé Colón
2.2d Capilla 4
2.2e Capilla 5
2.2f Capilla 6
2.3 Accesos:
2.3a Atrio, puerta exterior Norte
2.3b Puerta exterior principal
2.3c Puerta interior desde el claustro
2.4 Sacristía:
2.4a Sacristía Capilla
2.4b Ampliación Sacristía
2.4c Antesacristía
2.5 Claustro-Convento:
2.5a Galería
2.5b Patio
2.5c Sala de portería
2.5d Puerta
2.5e



Topografía Convento de San Francisco
Planimetría Convento de San Francisco
Planimetría Convento de San Francisco
Alejandro Aravena, Elemental - Arup
Firma precalificada
Esta propuesta de Plan Maestro plantea una vuelta al origen, que va mas allá de la recuperación y cuidado de la construcción más antigua y se extiende hasta la naturaleza primordial porque no deberíamos perder de vista que la historia está siempre condicionada por la geografía. Esto no sólo nos parece que es la manera en que se despliega el mayor potencial e impacto de las ruinas, sino también provee un acceso universal al patrimonio para todos los ciudadanos y no sólo los turistas. El espacio público verde como el terreno común sobre el cual visitar la historia acerca los monumentos a los ciudadanos y eventualmente puede disolver el conflicto entre hacer inversiones para los turistas o para quienes usan y viven todos los días en la ciudad.
El centro cultural entonces tiene como primera condición de diseño ser una infraestructura que permite la consolidación de un espacio público verde y lo más natural posible. La arquitectura amurallada no sólo permite integrarse a lo existente sino permite conquistar plataformas horizontales verdes. Toda la edificación se ubica por debajo del nivel de las ruinas existentes para no competir con ellas. La ventaja es que el terreno tiene una pendiente que permite que colocarse bajo el nivel de las ruinas no significa enterrarse; basta con tomar el punto más bajo de las calles existentes y desde ahí caminar a nivel para acceder a las nuevas edificaciones propuestas quitándole por tanto cualquier condiciones subterránea. Tanto el centro cultural como los estacionamientos tienen fachadas pero sus elevaciones superiores, las quintas fachadas, son prados verdes; es lo mismo que ha ocurrido naturalmente con las murallas existente del fuerte de San Antón.
El centro cultural toma el partido general más simple posible, porque la evidencia muestra que mientras más neutra sea su arquitectura, más flexible es su uso y mayor es su potencial de sustentabilidad económica: Salas que puedan ser subdivididas en salones menores, que permitan grandes eventos pero seminarios menores también, garantizan una mayor tasa de ocupación. La capacidad de los programas públicos como la cafetería, de poder funcionar abierto a la ciudad sin tener que abrir todo el centro cultural, son del tipo de cosas que dan mayor vida urbana a este tipo de programas.
En la plataforma superior se propone una operación muy sencilla: unas pasarelas que definan las circulaciones —y que de hecho siguen las huellas y los atajos existentes en el entendido que el uso diario es una de esas fuerzas con las que mas vale estar de acuerdo— evitando la circulación por encima de las ruinas y su consecuente deterioro. Tal pasarela es a la vez una banca urbana y el elemento sobre el cual se coloca la información arqueológica e histórica del lugar. Se pretende equilibrar mantener la continuidad del espacio público y ordenar las circulaciones para proteger la ruina.



Nivel de parques y plazas
Nivel centro de eventos y estacionamientos
Planta de conjunto —anillo de parques—






Ruinas y nueva plaza de San Francisco
Centro de eventos
Recorrido temático parque arqueológico
Corte fugado plaza de estacionamientos
Plaza de estacionamientos San Antón
Recorrido temático parque arqueológico
Consorcio Juan Herreros - Gustavo Luis Moré Arquitectos
Firma precalificada
Masterplan: Una red urbana
Antes de entrar en la descripción de los elementos diseñados para el recinto arqueológico de las Ruinas de San Francisco, conviene detenerse en el proyecto urbano en el que se inscriben, que comprende además del enclave principal, las Plazas de España y San Antón y las calles que las conectan. El conjunto formado por estas piezas debe aspirar a una clara definición en términos de paisaje urbano para constituir un circuito legible y fluido, que enlace el patrimonio histórico con un menú de usos contemporáneos, que pueda servir tanto como guión del itinerario de una visita como parte de los recorridos cotidianos por el Centro Histórico.
Creemos en la pertinencia de construir espacios públicos —tanto urbanos como edificados— flexibles, elásticos, ajenos a toda rigidez. Tanto en el Recinto de las Ruinas —Área Arqueológica y Centro de Eventos— como en el espacio urbano, se tratarán como un conjunto de espacios adaptables a usos múltiples bajo unos criterios de intervención guiados por el respeto obligado a la historia y a la puesta en valor de la ciudad como patrimonio cultural. El Salón de Usos Múltiples y las naves de las iglesias podrán programar un sinfín de actividades. Las plazas propondrán programas de actividades múltiples e imprevisibles de estancia, juegos, restauración, celebraciones, espectáculos al aire libre, etc. Las calles a tratar no se escapan de este planteamiento: funcionarán como espacios públicos alargados capaces de albergar programas diversos (paseo, mercados, fiestas populares, etc.). Se trata en definitiva de entablar un diálogo ordenado y respetuoso del presente con el pasado sin que ello impida que los dispositivos de activación de estos espacios respondan a facturas contemporáneas y diseños avanzados, siempre que se guarde la simplicidad y el rigor citados anteriormente.
El sitio de San Francisco: Criterios de intervención
Para el patrimonio arqueológico, la postura es del máximo respeto. Se trata de un conjunto monumental consolidado y ya asumido en su estado actual como parte de la ciudad y sus lugares. Las acciones son elementales, basadas en la construcción de un sistema de pasarelas de diferentes anchuras a las que se les superpone un programa museográfico pero que transmiten claramente la idea de que «los restos arqueológicos no se tocan». Para las ruinas de edificios con presencia física —Basílica de San Francisco, Claustro, Capilla de la Orden Tercera— las intervenciones que se planean son de la máxima neutralidad y siempre en lenguajes discretos y ajenos a cualquier código estético historicista.
Para las nuevas edificaciones, se busca un compromiso con el tiempo presente en cuanto a técnicas constructivas, sistemas estructurales, materialidad y espacialidad. Sin embargo, su presencia, volumetría y composición se guían por el máximo respeto a las preexistencias históricas con las que debe convivir. Ello se expresará con gestos como minimizar el contacto con el suelo o restringir las alturas para que no haya obstrucciones visuales indeseables. La simplicidad y la ligereza física, visual y conceptual será una guía permanente en todas las decisiones de diseño para evitar conflictos con la fuerza expresiva y documental de las ruinas.
En este esfuerzo por delimitar los dos tiempos, el histórico y el presente, propiciando una armonía pero a la vez evidenciando su independencia, cobra especial importancia la delimitación del complejo por un cerramiento acompañado de un paseo de circunvalación desde el que se adivine el juego volumétrico de las nuevas construcciones y su diálogo con las antiguas.
Elementos constitutivos del proyecto
• Un sistema de pasarelas para visitar el «Área Arqueológica» que contienen un programa museográfico, con áreas pedagógicas.
• Un Edificio de Servicios que atiende simultáneamente a todos los programas del «Sitio de San Francisco», que incluye vestíbulo, recepción, área de interpretación, taquillas, vestíbulo para eventos, aseos públicos, restaurante, tienda de recuerdos y artesanía, aulas pedagógicas, oficinas y terraza-observatorio.
• El edificio propiamente dicho del «Foro Santo Domingo», constituido por un gran salón plano programable en diversas configuraciones, concebido bajo el modelo del black-box en el que pueden realizarse un sinfín de actividades. Estará equipado con muelle de carga, back-stage, sala técnica, cabinas de traducción, almacenes de mobiliario, camerinos y aseos para uso interno y sala VIP. En los dibujos se ha reflejado un peine opcional para tramoyas de escala mediana cuya implantación dependerá de su aceptación pues su perfecto funcionamiento exige levantarse sobre la cota más alta de las ruinas si bien, esto ocurre en el punto más alejado y con las vistas menos frecuentes de las ruinas.
• Sistema de cubiertas para activar la Basílica de San Francisco, la Capilla de la Orden Tercera y el Claustro como espacios programables de alta versatilidad.
• Pequeña edificación de apoyo a los recintos de las ruinas citados con almacenes, aseos y cocina para banquetes reciclando, cubriendo y completando el volumen que flanquea las ruinas en su acceso sur-este.


Plazoleta de San Antón
Plaza de España







Vista del interior del restaurante
Área arqueológica
Cubrición de la basílica de San Francisco
Acceso desde la calle Restauración
Paredes Pedrosa Arquitectos
Firma precalificada
Concepto de la propuesta
La propuesta del Estudio Paredes Pedrosa para la recuperación de las ruinas del convento de San Francisco y su entorno supone ir mas allá de su mera restauración y puesta en valor como monumento histórico. Es importante para este fin insertar, en esta parte de la ciudad colonial, la vida y actividad de la ciudad contemporánea. La propuesta se articula entorno a dos ideas claras:
• Mantener el CARÁCTER TOPOGRÁFICO del monumento y respetar sus ámbitos perimetrales como lugares de esparcimiento y disfrute de los ciudadanos de las comunidades de San Antón y San Miguel, recuperando la cota alta que un día existió entre San Francisco y la plaza de San Antón, permitiendo así ubicar bajo ella un aparcamiento, y mantener su parte superior como plaza, ahora en continuidad con el resto de la intervención.
• Garantizar la CONTINUIDAD mediante la conexión adecuada con el resto de la ciudad colonial. Disponiendo de recorridos peatonales tratados ambientalmente, pavimentos, fachadas y eliminación de accesorios urbanos contaminantes visualmente, que garanticen su integración en el circuito turístico de la ciudad colonial.
Esta estrategia persigue la conservación del conjunto de San Francisco, mediante la consolidación y completamiento de aquellos muros que sean necesarios para que la estructura pueda ser utilizada, y mantenida en el futuro, disponiendo nuevos usos tales como exposiciones y otros eventos. Nuestra propuesta se ha detenido especialmente en la proyecto arquitectónico del nuevo centro de eventos, al considerarle vital para ordenar en entorno y poner en valor las ruinas del convento de San Francisco.
Plan Maestro y consolidación de las ruinas de San Francisco
El plan maestro se centrará en facilitar la movilidad peatonal turística a través de espacios urbanos históricos rehabilitados y renovados. Las conexiones peatonales discurrirán por calles con marcado carácter comercial, formando un recorrido continuo que une monumentos históricos y espacios públicos emblemáticos como la Plaza de España. Se potencian las zonas verdes, restaurando las existentes y creando nuevas, que formarán un cinturón vegetal continuo sobre el perímetro amurallado. Se garantiza la facilidad de relación entre todos los monumentos, espacios públicos, zonas verdes y áreas comerciales consolidadas de la ciudad colonial.
El centro de eventos será el futuro dinamizador del área a través de sus múltiples actividades. El nuevo edificio, proporcionado a sus usos, articula sus distintas partes en un volumen de dos alturas que recorre todo el lote, fraccionando su escala y buscando la armonía tanto los espacios interiores como las plazas arboladas y patios que va creando alrededor. Cada uno de estos espacios obedece a necesidades concretas: el volumen mayor acoge el auditorio del centro de eventos, mientras que las áreas auxiliares se adosan a las medianeras de la edificación existente para cubrirlas. El edificio se puede atravesar peatonalmente para acceder a su interior y visitar el parque arqueológico.
Otro brazo de la nueva construcción se prolonga hasta las ruinas de San Francisco para alojar dependencias como salas menores de eventos, exposiciones y para facilitar el acceso al interior del templo, ahora sala de exposiciones. Su construcción mediante doble fachada presenta elementos laminares de color que sombrean la fachada, que alternan huecos y llenos, y garantizan su adecuación escalar. Además crea una imagen de continuidad como fondo del monumento de San Francisco que resalta su imagen.
Se esboza el diseño y la solución de estacionamiento bajo la plazoleta de San Antón, realizando el acceso y salida del mismo a través de la calle Restauración.

Diseño esquemático del plan maestro

Planta de conjunto








Planta arquitectónica con programa de áreas
Vista hacia el parque arqueológico
Vista desde Plaza de San Antón
Programa de áreas
Sección
Shankland Cox Asia LTD / ACONURAI Atelier Consultores Turísticos
Firma precalificada
Conceptualizacion arquitectónica y paisajista del Centro Histórico
El concepto de diseño para el Centro Histórico es el de lograr la integración del conjunto de las ruinas con su nueva función y el diseño arquitectonico y paisajista que unifique el Centro Histórico. El concepto de diseño para el Centro Histórico esta estructurado con los siguientes componentes:
• Plaza España
• Las Ruinas de San Francisco y Sitio Arqueológico
• Capilla de San Antón y Escalinatas
La integración urbana de los tres componentes será estructurada a través de un eje de acceso principal representado por la calle Emiliano Tejera que conecte los distintos elementos de Centro Histórico. Los diferente componentes serán integrados con el uso de un diseño especial en el pavimento del eje principal y el tratamiento paisajista integral de las diferentes áreas.
Diseño Conceptual
El diseño paisajista será un elemento importante para permitir la unificación del diseño en:
• Ruinas de San Francisco, sitio arqueológico y entorno. La conservación de las ruinas de San Francisco requerirá la integración del conjunto de ruinas y el Sitio Arqueológico con el entorno urbano y el diseño paisajista que integre las distintas partes del área con un diseño único. Los jardines del Sitio Arqueológico brindarán la oportunidad de ser diseñados integralmente con la utilización de pérgolas, plataformas peatonales y espejo de agua de manera tal que integren las Ruinas de San Francisco con las Escalinatas y Capilla de San Antón así como también con la Plaza España.
• Capilla San Antón, escalinatas y murallas de Atarazana. La plazoleta de San Antón será utilizada para eventos multipropósito. El espacio de la plaza cubriendo el parqueo estará dedicado a representaciones teatrales, de actividades populares haciendo uso de las escalinatas para sentarse durante una función. Un parqueo de automóviles será construido en principio bajo la plazoleta de San Antón delimitado por la Ermita, las viviendas y la calle Restauración, para proveer estacionamientos de vehículos a esta parte aislada de la ciudad colonial. Las Escalinatas serán estructuradas con balcones en plataforma de madera para restaurantes y bares y el uso de espejo de agua como tema similar al de las ruinas.
• Plaza España. Diseñar la Plaza España atendiendo a su escala, uso y lugar para nuevos eventos requerirá un rediseño que integre las distintas partes de la Plaza y provea de zonas con sombra para determinadas partes de la plaza. La plaza provee zonas con gran capacidad para espectáculos. La escala de la plaza brindará la oportunidad de ser diseñada integralmente con la utilización de pérgolas, palmeras acentuando la entrada a la plaza y la renovación del pavimento en un diseño paisajista integrado.
Propuestas para nuevos usos, funciones y eventos
El objetivo principal es el de proponer nuevas funciones y eventos en las ruinas de San Francisco y Parque Arqueológico, iniciar la renovación de las calles perimetrales y embellecimiento de los accesos de San Antón y Puerta de Atarazana como así también modificar el diseño de la Plaza España atendiendo a su escala, uso y lugar para nuevos tipos de eventos. Los nuevos usos considerados consisten en los siguientes:
1. La Plaza España con una nueva configuración de la plaza (en tres partes) (de por lo menos 5000 a 8000 personas) con gran capacidad para espectáculos
2. Capilla de San Antón y la restauración de las murallas
3. Diseño de la plazoleta para eventos multipropósitos y área de actividad
4. Centro de eventos en el interior de las Ruinas de San Francisco
5. Celebraciones en frente de las Ruinas de San Francisco
6. Sitio arqueológico y galería de exposición arqueológica a lo largo de la plataforma escalonada
7. Plataforma escalonada para espectáculo «Luz y Sonido» sobre las Ruinas de San Francisco
Complementando estas acciones se ejecutará el plan para la eliminación y el soterramiento de todas las líneas eléctricas y de comunicación del entorno de las ruinas. Las nuevas funciones, eventos y espectáculos considerados en esta propuesta van a inyectar un nuevo contenido al área para atraer turismo y consolidar al mismo tiempo el elemento social e histórico de la ciudad capital.










Elevaciones del conjunto presentando los volúmenes luego de la intervención
Eventos exteriores propuestos / Plaza de San Antón
Eventos exteriores propuestos / Parque arqueológico
Planta de conjunto / Usos propuestos y facilitdades
Parque arqueológico y reconstrucción de las Ruinas de San Francisco
Espectáculo luz y sonido
Epsa Labco - Euroconsult - Cristóbal Valdez & Asocs
Plan maestro
EL plan maestro rescata una serie de actividades existentes que son complementadas por nuevas actividades propuestas principalmente alrededor de tres espacios importantes que son: las Ruinas de San Francisco, la Iglesia de Santa Bárbara y la plaza España para crear nuevas centralidades y reforzar las existentes. Estos tres elementos a su vez se constituirían en una nueva centralidad dentro de la zona colonial.
La estrategia fundamental respecto a la incorporación de un centro de eventos en esta zona, parte del reconocimiento de dos hechos concretos: por un lado, el valor que las ruinas tienen para la ciudadanía por su condición escenográfica, como un entorno con características únicas para eventos y actividades. Por otro lado, la manzana donde se encuentran las ruinas es un territorio amplio, con porciones sin mayores compromisos arqueológicos, que permite convertirlo en un gran espacio público y dar respuesta al programa solicitado, sin afectar las ruinas. La tensión entre estos dos polos provoca un diálogo que garantiza el uso del espacio.
Estacionamientos Plazoleta de San Antón Se aprovecha el estacionamiento propuesto debajo de la Plaza de San Antón para que conjuntamente con el cambio de sentido de la calle Restauración, se organice una «marquesina» urbana en el espacio público contiguo a este estacionamiento. La idea es dejar y recoger a visitantes, permitir que quienes usen el parqueo encuentren el contacto de entrada pública al área de las ruinas y la plaza, y acomodar los espacios de paradas para los vehículos de circulación interna en la zona colonial, trenes, microbuses, autos, bicicletas, coches de caballo y segways.
Para lograr la cantidad solicitada en el programa, 100 estacionamientos, se plantea una planta de parqueos a nivel de calle, una soterrada y un mezzanine, aprovechando el escalonamiento superior. La plaza actual queda intacta y los accesos a las viviendas existentes se resuelven a través de rampas.
Parque Arqueológico
El parque arqueológico será el vehículo para convertir todo el territorio alrededor de las ruinas, en una verdadera plaza pública. Para lograr esto, se define un sector geométrico donde se concentran la mayor parte de los restos arqueológicos, delimitados bajo una plataforma ovalada de pavimento desmontable y parcialmente transparente, que permita ver los restos estando sobre ellos. Esta plataforma ovalada permite introducir una marca en el paisaje de evidente morfología contemporánea que re-escala el espacio público potencializándolo. El resto de elementos arqueológicos que se elevan sobre el nivel de la plaza, como la noria y su tina, son integrados como parte del paisajismo del espacio público.
Las intervenciones sugeridas para consolidar las ruinas están dirigidas a tomar acciones para evitar su deterioro, conservando su condición de espacio «en ruinas». Las recomendaciones son de carácter estructural y arqueológico.
El centro de eventos se coloca en el lado oeste de la manzana con aspiración de edificio con anonimato arquitectónico, que conserve el protagonismo en las ruinas. La composición de este edificio se basa en la integración de dos elementos: un portal atravesable, y una bandeja en «L» suspendida a manera de balcón. Todo armado como una gran «instalación» que completa el espacio público. Esta composición queda completada por la recreación de manera abstracta de un gran chaflán hacia la esquina de la Duarte con la Juan I. Perez. La idea es que todas las áreas de este Centro de Eventos asuman como fondo visual el espacio de la plaza y las ruinas.



Parque arqueológico
Restos arqueológicos
Sección








Vista de torre de observación y centro de visitantes de Ruinas (calle Hostos)
Vista de un concierto en escenario de Ruinas
Vista desde la torre hacia el parque arqueológico y centro de eventos
Vista plazoleta de San Antón y estacionamientos
Vista de fuerte y muralla norte
Vista centro de eventos parque arqueológico
Vista centro de eventos desde calle Duarte
Vista centro de eventos desde parque arqueológico
Gonçalo Byrne Arquitectos LDA / AFA Consult /
PROAP Estudos e Projectos de Arquitectura Paisagista LDA
Firma de la lista corta
Plan maestro urbano
La propuesta urbana presenta la ampliación del sector urbano monumental y cultural en relación al plan existente, englobando una serie de calles además de las ya previstas, sobre todo en la parte Norte de la ciudad, constituyendo un importante centro histórico, donde se encuentran los principales puntos de interés turístico. Esta operación es también importante para mejorar la permeabilidad social. Es verdad que la relación con la población se hace espacialmente, pero cuando se recalifica se están generando recursos económicos, que van a permitir una regeneración urbana y social integrada, así como van a reducir la exclusión social. Es importante para la población hacer parte de la recalificación sobre todo porque es parte también de su identidad.
La ampliación del sector urbano permite aún crear un anillo —uniendo Plaza de España, Santa Bárbara, San Antón y San Francisco— en torno de esos puntos de interés y crear un recorrido continuo muy agradable para los turistas, con experiencias espaciales muy diversificadas, donde puedan comprender la historia de la ciudad desde sus puntos claves, pero también a partir de una experiencia en el «suelo», viviendo la ciudad a partir de su topografía, paisaje y arquitectura. Es muy bello poder mirar el puerto, el río y el mar desde esos puntos, y viajar por la ciudad a pie, descubrir sus calles y su historia. En el sector urbano monumental y cultural, la propuesta determina también la ampliación de las áreas verdes de la ciudad, promoviendo la integración de las Carreteras. La propuesta provee calles solo para peatones, pero es importante en las calles abiertas al tránsito diseñarlas con zonas propias para los peatones y minimizar el impacto del coche en el centro histórico.
El Plan Maestro propone así cuatro áreas de intervención con grados distintos de prioridad: San Francisco es ciertamente la prioritaria y después las áreas de San Antón (comprendiendo el baluarte) y de la Plaza de España, como dos importantes puntos del anillo; Santa Bárbara y los recorridos a través de las Murallas se siguen y, por último, lo que llamamos Paseo Ozama, que hace la conexión entre el río y el centro histórico.
San Francisco asume la prioridad, porque propone un programa que permite simultáneamente relevar la historia de la ciudad (es un condensador histórico), generar ciudad a través de la consolidación de las rutas turísticas culturales (que culminan en el centro que ofrece eventos culturales, ricos y diversos) y catalizar efectos de urbanidad, contaminando las calles circundantes, que deben ser consolidadas a partir también de la lectura espacial y urbana del Centro San Francisco. Por su vez, en el Centro San Francisco establecemos las siguientes prioridades:
• Prioridad 1 - Centro de eventos: Comprende la consolidación de las ruinas (la Iglesia y las Capillas de la Orden Tercera), el nuevo edificado del Centro de Eventos y la parte de la rehabilitación del monasterio que pertenece al Centro de Eventos, el aparcamiento y el parque arqueológico. Este es el programa prioritario, que permite consolidar el perímetro de la manzana y el eje de la Plazoleta de San Antón, conectando con el Centro de Eventos y el Parque Arqueológico con sus recorridos.
• Prioridad 2 - Centro Cultural - La ambición del Plan Maestro, en sus componentes urbanos, sociales y económicos, encuentra su eco en la ambición del Centro San Francisco. El aporte de un componente cultural más amplio al programa inicial del centro de eventos permite que esta nueva entidad se pueda leer como signo de una nueva ciudad colonial, una nueva Santo Domingo. La incorporación de las ruinas en el programa del Centro expresa esta actitud de forma muy clara. Es en este momento cuando se prevé la ocupación de las ruinas y con eso es decir completarlas, edificar sus techos y condicionar el espacio para poder habitarlo. Esta prioridad comprende también la compleción del jardín tropical y del teatro que cierra la fachada Sur. De ese modo puede un espacio ganar calidad, atraer las personas y potenciar efectos positivos en la ciudad alrededor.


Ampliación del sector urbano monumental y culturalAmpliación de áreas verdes

Centro de San Francisco, esquema funcional

Elevación Norte

Elevación Sur

Sección A

Sección E






Recorrido arqueológico y jardín tropical
Sala de eventos
Iglesia - Área de recepciones
Vista desde la Plazoleta de San Antón - Acceso Norte
Capilla de la orden tercera - Restaurante
Portal de la iglesia - Acceso Sur
INCONSERCA / DSDHA
Firma de la lista corta
Propuesta planeamiento urbano
Los nodos urbanos que conforman el ámbito de incidencia del concurso Plaza España, Ruinas de San Francisco, Plaza de San Antón, Muralla, Plaza de Santa Bárbara, Avenida del Puerto, Avenida Mella, se relacionan utilizando como medio el sistema de calles de los barrios Santa Bárbara y San Antón. Estos barrios se encuentran en un estado de decadencia y abandono, que imposibilitan las relaciones urbanas sostenibles. Nuestra propuesta tiene como objetivo principal: impulsar en estos Barrios un conjunto de soluciones, mejoras y actuaciones encaminadas a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, mejorar las relaciones urbanas, la accesibilidad y los aspectos de movilidad urbana, promover usos comerciales y culturales que activen esta zona, tanto para residentes como para visitantes. Hemos identificado y promovemos los usos de mayor importancia para lograr nuestros objetivos:
• Plazas y parques: como generadores de ciudadanía
• Comercial: como ejes de activación y renovación urbana
• Colmados: aspectos urbanos que tocan la cultura social y el carácter endémico de las ciudades y las culturas
• Edificios de nueva planta, hoteles, usos culturales y educativos: actuaciones en forma de acupuntura que sirven para mejorar su entorno próximo
Propuesta para el proyecto Ruinas de San Francisco El nuevo recinto de San Francisco busca consolidarse como un espacio armónico, que transmita el sentimiento de contemplación propio de un convento franciscano, como fondo para una actividad intensa. Las ruinas, la naturaleza, y la contención de los edificios propuestos, junto a la diafanidad del espacio, y su fácil acceso aspiran a hacer del lugar un sitio privilegiado donde cualquier transeúnte pueda detenerse y disfrutar.
A la vez, el mismo espacio tiene una función cultural, y de soporte de actividades. Desde el itinerario del parque arqueológico al espacio de encuentro, pasando por la sala de exposiciones temporales, la gran sala de eventos, o el teatro semienterrado. Cada uno de estos espacios ofrece un carácter y una experiencia espacial completamente diferente entre si y son manejados como elementos de interpretación.
Espacios propuestos:
• Claustro: recuperará sus arcos, restableciendo el deambulatorio perimetral. El espacio será abierto al público, formando parte del parque, y sirviendo como acceso al interior de los edificios.
• Espacio de encuentro: Se utiliza el lindero existente del antiguo convento para acoger el núcleo vertical, y el control de acceso. Sobre este elemento existente se amplia con un volumen nuevo hacia el sur, con una planta baja acristalada, que domina tanto la esquina sobre la calle Hostos como el parque arqueológico. En este espacio se produce la presentación del conjunto, con un área de información, y exposición que dan comienzo al recorrido histórico del edificio. En el nivel superior se desarrollaran las aulas y talleres con una envolvente de hormigón.
• Sala de eventos: La sala principal del Centro de Eventos se localiza en el interior de la antigua iglesia. Se plantea como un volumen liviano, estableciendo una separación clara con los muros existentes, de manera que éstos conserven su protagonismo. La iluminación a través de los arcos de madera se produce de manera continua, también desde el techo, incorporando una protección solar sobre la cubierta acristalada en bóveda.
• Sala de exposiciones temporales: La Capilla de la Tercera Orden se utilizará como sala de exposiciones, o como sala secundaria para eventos. Se pretende recuperar la volumetría original. Esta reconstrucción se hará con materiales y sistemas constructivos modernos.
• Teatro: El cine–teatro se produce en un volumen independiente al otro lado del
parque arqueológico, hacia la calle Duarte, conectado al edificio principal.
• Tiendas y bares: A lo largo de los linderos de las fachadas sur de las edificaciones vecinas, planteamos una serie de kioskos que pueden ser utilizados como tiendas y cafes. Con esto lograremos generar más actividad al parque planteado.
• Espacios administrativos y de servicios: Sobre los linderos de las fachadas este de los edificios existentes, consideramos las oficinas administrativas y los espacios de servicios sanitarios, hidráulicos y eléctricos.
• Nuevo espacio libre: parque arqueológico: El parque arqueológico está abierto al público general, integrado con el resto del parque. El recorrido pedagógico por él se puede realizar de forma aleatoria a través de la señalética explicativa de las diferentes excavaciones, o como continuación de la exposición del centro de interpretación a la entrada del edificio.


Propuesta planeamiento urbano
Propuesta planeamiento urbano








Sección 1 (norte-sur) por San Antón
Sección 2 (este-oeste) por el claustro
Sección 3 (este-oeste) por el claustro
Planta general
Ingenus - Tecnalia / Pemán y Franco Arquitectos / MFC Arqs.
Firma de la lista corta
Plan maestro
Se propone un Plan Maestro que se basa en las siguientes estrategias generales:
• Revitalización socio-económica mediante la implantación de nuevos usos, como el centro de eventos y la puesta en valor de profesiones tradicionales de la comunidad
• Fortalecimiento de las capacidades de la comunidad local mediante planes de formación específica para su participación en la recuperación de zonas a intervenir
• Puesta en valor de los monumentos y de la muralla ubicados en la zona de intervención, mediante su recuperación formal y constructiva, y su accesibilidad
• Integración funcional de los sectores de San Antón y Santa Bárbara en la trama urbana de la Ciudad Colonial
• Establecimiento de pautas para la priorización de intervenciones de rehabilitación en patrimonio arquitectónico residencial por medio de herramientas multicriterio
• Replanteo del carácter viario o peatonal de alguna de las calles, y la búsqueda de soluciones al problema de estacionamiento público
El Monasterio de San Francisco y su entorno: propuesta de actuación
Nos reafirmamos en que la actuación en las ruinas del Convento debe consistir, en primer lugar, en las obras de consolidación de los muros, paramentos, bóvedas y restos de estructuras abovedadas, incluyendo el perfilado y terminación de algunos elementos, e incluso en el recrecimiento parcial de algunos machones o muros.
En segundo lugar, y formando parte de la misma estrategia de puesta en valor y explicación del convento, y de la ruina que ha llegado a ser, proponemos la rehabilitación y reconstrucción, en su caso, de los cuerpos que alojaban las dependencias en torno al Claustro para proporcionar una identidad tipológica y ordenar los vacíos existentes de modo que puedan utilizarse los espacios recuperados para albergar paneles, maquetas y materiales diversos explicativos del convento, de su historia y en relación con la fundación e historia de la ciudad. Desde aquí se podrán organizar los recorridos desde la entrada y realizar la acogida y recepción de visitantes.
En definitiva, consideramos que esta reconstrucción de las pandas del claustro tiene el carácter de un «completamiento» que tiene la justificación de una reconfiguración tipológica fiel al tipo original y que se apoya también en el objetivo de clarificar el sitio histórico y de proporcionar una escala. Por otra parte es el lugar más apropiado para introducir un centro de interpretación con sus servicios y despachos.
• El conjunto de las ruinas Convento de San Francisco Se proyecta la ubicación del programa cultural y turístico propiamente dicho en el área de las ruinas de las iglesias, claustro y convento, área que se relaciona con los flujos principales que se originan en el Polígono Turístico y en particular con el de la Plaza de España y el recorrido propuesto en el Plan Maestro entorno al Camino de Ronda de las murallas.
• Centro de eventos: La capacidad propuesta en el Centro de Eventos supone una oferta para este tipo de actuaciones diferenciada del resto de salas de estas características de la ciudad de Santo Domingo. En el Centro de Eventos se prevé una Sala de actos para una capacidad de 600 localidades. Todas las salas se encuentran situadas en la primera planta y mirando hacia el gran espacio central que conforma la plaza y la vista sobre el convento. Junto al convento se ubica la cafetería / restaurante, accesible para los usuarios.
• Locales comerciales: En los bajos del lateral de la calle Juan Isidro Pérez se prevé unos espacios «en blanco», sin un uso inicial concreto. Su uso definitivo, compatible con los usos generales del complejo, quedaría abierto a la iniciativa privada o vecinal, siendo ellos los responsables de su acondicionamiento interior. El objetivo, una vez más, es que todo el conjunto pueda integrarse en la dinámica natural de la
población, y resulte un complejo atractivo y e intenso en su utilización.
• Equipamiento local: En la parte norte de la manzana, en el bloque lineal adosado a la medianera de edificios residenciales que dan a la calle Restauración, se prevé un equipamiento de barrio. La tradición lúdica y festiva en los espacios públicos adyacentes, con manifestaciones espontáneas en la Plaza de San Antón o más programadas como el Bonyé, sugiere la posibilidad de tener continuidad en este renovado lugar. El programa sugerido en este punto se corresponde con una escuela de música y danza, a desarrollar en planta baja y primera de esta parte del edificio.
• Estacionamiento subterráneo: Bajo el complejo del Centro de eventos se sitúa un aparcamiento con capacidad para 105 plazas. Este estacionamiento tendría acceso desde la Ave. Duarte y salida, con dirección hacia la avenida, por la calle Restauración.

Propuesta de solución viaria (en rojo), peatonalización de calles (en verde), ubicación de aparcamientos existentes (azul), aparcamientos propuestos (naranja) y ubicación de las estaciones intermodales de transporte (amarillo).
Puesta en valor de los focos turísticos









Centro de Eventos y configuración lineal que define el espacio central
Alzado Avenida Duarte
Alzado calle Juan Isidro Pérez
Alzado plaza
Imagen conceptual del espacio entre la Plaza de San Antón y el Convento de San FranciscoVista
desde el vestíbulo del centro de eventos de la plaza-parque arqueológico y el monasterio al fondo
Vista de la relación de la zona de cafetería con la plaza
Arquitectura propuesta para completar las ruinas
Nieto Sobejano Arquitectos / Sánchez & Curiel Arquitectos
Firma de la lista corta
Plan maestro: Estrategias urbanas y de paisaje
Las estrategias que se proponen desde el Plan Maestro tienen como objetivo principal la revitalización de los sectores de San Antón y Santa Bárbara, y su integración con la zona turística de Plaza de España. Son las siguientes:
1. Construcción de nuevo intercambiador y nuevo estacionamiento bajo la Avenida Mella. El nuevo intercambiador y el nuevo estacionamiento atraerán hacia el norte de la Ciudad Colonial el flujo de turistas que actualmente permanecen en el entorno de la catedral y la Plaza de España, revitalizando la zona.
2. Revitalización de calles. Para potenciar el recorrido peatonal se considera positivo extender las actuaciones de revitalización de las calles y embellecimiento de fachadas que actualmente están previstas. El nuevo intercambiador y estacionamiento promoverán que la presencia de vehículos transitando y aparcados en las calles vaya reduciéndose paulatinamente.
3. Anillo verde. La densidad de la Ciudad Colonial hace que en su interior haya escasez de espacios abiertos. Sin embargo, en torno a la muralla, se encuentran una serie de espacios abiertos completamente desestructurados en los que podría actuarse para fomentar la recuperación del trazado de la muralla con la creación de un anillo verde.
Proyecto Ruinas de San Francisco y entorno
La estrategia de intervención sigue los siguientes planteamientos para establecer un diálogo espacial y formal capaz de dar integridad a la propuesta:
• Crecimiento homotético de los volúmenes
• Crecimiento homotético de los patios
El claustro del monasterio conserva su función de patio, y el jardín arqueológico se configura como un espacio abierto contenido entre los nuevos volúmenes y las ruinas, actuando como un segundo patio. Ambos patios sirven como elementos de conexión y distribución entre las diferentes zonas abiertas del entorno.
Estrategias de actuación
Nuestra propuesta se basa esencialmente en el diálogo entre las estructuras arquitectónicas existentes y las intervenciones contemporáneas. Las estrategias de actuación se dividen en dos partes:
• Estrategia de intervención sobre la ruina. A nivel conceptual se pretende recuperar el volumen de las construcciones desaparecidas, y mantener el carácter de los espacios que existieron. Las naves de las iglesias continuarán siendo espacios de congregación para acoger diferentes tipos de eventos. El claustro seguirá siendo un espacio abierto central, conector y distribuidor, que servirá como vestíbulo y lugar de expansión de los elementos que le rodean. Se restaurarán y consolidarán las estructuras existentes y se colocarán los nuevos elementos generando un impacto mínimo sobre las ruinas.
• Estrategia de intervención en la nueva edificación: La intervención se divide en tres piezas que pueden funcionar de forma independiente. El Centro de Eventos se macla con una pieza alargada de menor altura que albergará los usos de Mediateca y Cafetería. Una tercera pieza, adosada a la medianera de la zona habitacional de la calle Restauración, albergará el uso de restaurante. Los dos principales volúmenes de nueva construcción se articularán formalmente mediante un mecanismo de maclado. La pieza servidora se deslizará bajo la pieza principal, creándose una grieta que acogerá un espacio semicerrado con vistas a la ciudad.
Usos generales del conjunto Como resultado de la estrategia de intervención en el conjunto, el proyecto queda dividido en usos claramente diferenciados por volúmenes.
• Museo: Se ubicará en el interior de las estructuras rehabilitadas de las iglesias y en
los volúmenes que reconfiguran el claustro.
• Centro de Eventos: La nueva pieza principal contendrá un centro de eventos diseñado para funcionar con enorme flexibilidad.
• Mediateca y Cafetería: Dentro de la pieza longitudinal que constituye el frente urbano se creará una mediateca pública y una cafetería.
• Restaurante: La pieza que se adosa a las viviendas del bloque noroeste acogerá en su interior un restaurante, que se abrirá al espacio ajardinado al norte del entorno y tendrá vistas sobre el jardín arqueológico. En el extremo de la pieza longitudinal se creará una plaza bajo un largo voladizo en cuyo centro se colocará la cafetería, con espacio para mesas al aire libre bajo la sombra de la gran cubierta. Esta plaza en sombra bajo el gran voladizo será un nuevo espacio urbano y funcionará como punto de acceso desde el sureste a todo el conjunto.


Nuevo intercambiador y estacionamiento


Anillos verdes recuperando el trazado de la muralla
Actuaciones de paisajismo a lo largo del anillo verde


Planta arquitectónica









Usos generales del conjunto
Alzado este
Alzado norte
Sección A
Sección 3
Rafael Moneo Arquitecto /
Blasco Esparza
Arquitectos /
Moneo
Brock Studio / Jesús Jiménez Cañas y Asociados / R. Úrculo Ingenieros Consultores
Firma Seleccionada
Propuesta urbana: plan maestro Las conclusiones finales del estudio están encaminadas a la recuperación de un tejido en el que confluyan los impactos sobre el ambiente urbano, sobre sus aspectos sociales y sobre el Patrimonio. Esto se traduce en una única intervención con dos zonas, una eminentemente destinada al turismo y la otra de «rescate» residencial. La parte de la ciudad que queda entre la Plaza de España y el nuevo Centro de Eventos, se consolida como una zona comercial / terciaria. La edificación podrá ser completamente destinada a estos usos, solo en la zona indicada, quedando la calle Restauración y la calle Emiliano Tejera como nuevos ejes turísticos comerciales.
Intervenciones en el entorno:
• Recuperación y restauración de las murallas. Las murallas son ahora el hilo conductor de un nuevo paseo, de una nueva manera de recorrer la ciudad.
• Recuperación y restauración del Fuerte de San Antón, transformándolo en una nueva puerta de acceso a la ciudad colonial.
• Recuperación de calles. Intervención en las calles, restaurándolas, reestructurándolas y transformándolas.
• Posible aparecamiento disuasorio, en Avenida Mella. Se considera esta parcela adecuada por su posición estratégica en lo que podría ser una puerta de acceso a la zona norte de la ciudad colonial junto al nuevo edificio centro de eventos.
• Aparcamiento bajo el centro de eventos, de entre 200 y 300 plazas. Se sitúa en los sótanos del edificio extendiéndose bajo la Ave. Duarte y la calle Juan Isidoro Pérez.
• Posible aparcamiento disuasorio en la zona norte Santa Bárbara.
• Recuperación y restauración del área de Santa Bárbara. Jerarquizar las vías de comunicación, peatonalización de las mismas y revitalización del potencial comercial y residencial. Potenciar los espacios públicos atractivos existentes.
• Parque de las murallas. Dar prioridad a las murallas y recuperarlas paisajisticamente, haciendo de ellas el nuevo «skyline» de la Ciudad Colonial. Reducir la afección del tráfico y potenciar su uso urbano y turístico.
• Plaza de España. Intervención en la Plaza de España, reordenando los accesos y haciéndola totalmente accesible. Se potencian los valores que posee la plaza. Creación de zona de sombra y actividades del palmeral.
Área de las murallas
Se propone una intervención global sobre la zona de las murallas para poner en valor este elemento y al mismo tiempo integrar las ruinas existentes en el recorrido turístico de la ciudad colonial. La zona este de la ciudad colonial se encuentra ya pavimentada y en estado aceptable. Los restos arqueológicos están estratégicamente expuestos y puestos en valor. No obstante, los aparcamientos en superficie, así como el tráfico denso del Paseo Presidente Bellini, desmejoran lo que podría ser el parque de las murallas de la ciudad.
La intervención propone la eliminación de todo elemento que no sea perteneciente al parque / paseo de las murallas, así como la creación de una barrera verde en el borde con el Paseo que disminuya visual y auditivamente el impacto del tráfico.
Área de San Antón
La intervención sobre la Plazoleta de San Antón se restringe a labores de limpieza y consolidación de los elementos existentes, sin colocar en este espacio el aparcamiento disuasorio que define el pliego del concurso. Parece más adecuado situar estos equipamientos en otras zonas de la ciudad que en este espacio que en la actualidad queda adjudicado al peatón.
La Ermita de San Antón se configura como un pequeño jardín con el edificio restaurado que lo complementa y lo pone en valor. Se propone recuperar el jardín trasero y generar
un espacio de asiento como remate del desnivel existente entre el plano de la calle peatonal y el del jardín. El Fuerte de San Antón, está actualmente semiderruido y en franco estado de abandono. Se propone el rescate de este elemento como nueva puerta de entrada a la ciudad y al circuito de las murallas. El fuerte se vacía para alojar el punto de acogida de visitantes.
La acera de la avenida Mella se extiende creando una playa en donde puedan desembarcar sin interrumpir el tráfico los transportes públicos y autobuses de viajeros. Desde esta playa, se accede al fuerte de San Antón, punto de acceso a la ciudad intramuros.
Área de Santa Bárbara
La zona de Santa Bárbara se constituye como otra gran puerta de acceso desde el norte a la Ciudad Colonial. Esta zona se organiza en torno a la iglesia de Santa Bárbara y al lienzo de la muralla que tiene tras ella. Se propone, al plan de Santa Bárbara, como primera medida la generación de un espacio pavimentado como atrio de la iglesia de Santa Bárbara que salva el desnivel existente, conservando todos los árboles de la zona y convertirlo en un punto de encuentro para el barrio. El espacio tras la iglesia se configura como un talud natural manteniendo los ejemplares de mayor tamaño que se encuentren en buen estado.
La intervención sobre la muralla consiste en completar el paso sobre la entrada de la calle Arzobispo Merino para conseguir un recorrido sobre la muralla que va desde el fuerte de San Antón hasta el de Santa Bárbara. El fuerte de Santa Bárbara se repavimenta y se configura como un gran mirador de la ciudad.
La muralla se pone en valor mediante la posibilidad de habilitar el paseo de ronda y mediante la limpieza de la zona exterior de la misma. Se sustituyen los parterres por zonas pavimentadas, que adornan las murallas y permiten la circulación peatonal sin interferencias con el tráfico rodado. La zona exterior de la muralla junto al Fuerte de Santa Bárbara se reordena como aparcamiento para autobuses, evitando la entrada de estos vehículos turísticos a esta parte de la Ciudad Colonial.
Área de la Plaza de España
Se considera este espacio como vital para la configuración turística de la zona. Del mismo modo se entiende que esta zona tiene una gran carga simbólica y de pertenencia a los habitantes de la Ciudad Colonial. Debido a lo anterior parece sensato realizar las mínimas intervenciones, siempre orientadas a mejorar el lugar desde un punto de vista de la accesibilidad y potenciación de sus características.
El espacio de la Plaza de España, nunca tuvo la dimensión que presenta actualmente. En un urbanismo pensado desde la medida del hombre, es un espacio desmesurado. Las características constructivas de la plaza en la actualidad, son más que satisfactorias. El diseño de la pavimentación, referente para los materiales de las intervenciones de las calles, es un motivo reconocible y un valor a mantener.
Por tanto, se mantiene el diseño del pavimento y se define un nuevo volumen vegetal en la plaza. Se propone también la conexión peatonal de la bajada a la puerta de Don Diego y la plataforma superior de la Plaza de España. Mediante la inserción de rampas permitimos la eliminación de las barreras arquitectónicas en esta parte de la plaza y permitimos la conexión —para usuarios con limitaciones motoras— con el nivel del parque de las murallas. Las actuaciones sobre la plaza son mínimas, encaminadas únicamente a ordenar y poner en valor lo existente y al mismo tiempo conseguir la conexión peatonal para todo tipo de personas mediante rampas, uniendo el nivel de la Ciudad Colonial con el de la estación de Don Diego.



Axonométrica de la zona del Fuerte de San Antón reformada como centro de visitantesAxonométrica del parque de las murallas
Plan maestro
Proyecto Ruinas de San Francisco y entorno
La escala de la propuesta
Nuestra propuesta se desarrolla en torno a varias premisas fundamentales, siendo la primera que la volumetría se adapte perfectamente al entorno del centro histórico al que pertenece. El solar no se trata de un modo unidireccional, regido únicamente por la presencia de un edificio importante; sino que se entiende como una superficie con la suficiente masa crítica como para hacer que tenga incidencia en todo el resto de la ciudad, en todas las calles y en todo el perímetro que lo define. Es un proyecto de alineación con las calles, pero a la vez abierto y permeable a los ciudadanos, al albergar un parque público en su interior. La propuesta utiliza un lenguaje arquitectónico de líneas simples, paños rectos y cubiertas suavemente inclinadas, donde los claustros no se basan en la repetición de la columna, sino que superada esa necesidad estructural, se adaptan a las exigencias espaciales del programa y del entorno.
Restauración y cubrición de las iglesias
La segunda premisa es la conservación y cubrimiento de las ruinas de las dos iglesias del Convento de San Francisco, la Capilla de la Orden Terciaria y La Iglesia Principal o de Predicación, que recuperan así su volumen y su espacio interior. Nada puede conservar mejor la memoria del convento de San Francisco que mantener las ruinas que están todavía en pie y recuperar para las mismas su condición hoy perdida, incorporándolas a la vida de la ciudad de Santo Domingo. Y para ello se propone que coincidan y se solapen ruinas y nueva construcción, lo que da lugar a una renovada iglesia que deviene inmediatamente en icono arquitectónico en el que presente y pasado se hermanan. Ello dará lugar a que todo el solar de San Francisco esté dominado por la capacidad iconográfica de la iglesia que puede llegar a ser muy potente. Las ruinas no se contemplan ya solo desde su condición estética; las ruinas quedan literalmente embebidas en arquitecturas útiles.
Y otro tanto podría decirse de la iglesia mudéjar isabelina, perteneciente a la Orden Terciaria, en la que su mejor estado hace más clara la intervención. El acceso común planteado con una pequeña plazuela y una escalinata para las dos iglesias, daría lugar a un diálogo entre la puerta todavía con resonancias de la arquitectura isabelina y la puerta clasicista de entrada a la Iglesia de indudable atractivo arquitectónico, reconociendo el decisivo papel que juegan en la estrategia urbana con la que actuar en la manzana.
La intervención arquitectónica implica la construcción de una nueva cubierta de lámina de hormigón ligera literalmente apoyada sobre los elementos estructurales en pié y reforzados. Se mantendría la integridad de la Iglesia original sin dar pie al equívoco de la restauración literal. La lámina de hormigón refleja, en cierto modo, la estructura que tuvo la Iglesia al dar importancia al cruce que se produce entre las dos naves, cruce que queda enfatizado con entradas de luz, como puede verse en los dibujos.
La tipología del claustro / patio
La tercera premisa es el desarrollo del proyecto mediante «claustros» que arrancando del claustro histórico existente permiten responder al programa sectorialmente. Cabría distinguir los siguientes patios / claustros: Claustro Histórico; Claustro de las Ruinas; Claustro de la Noria; Claustro de la Comunidad; Recinto del Árbol; y Patio del Convento. El conjunto de nuevos claustros/ patios, conectados entre sí, forman un conjunto versátil y sobre todo aportan flexibilidad en los usos.
Los claustros ayudan a distribuir el programa en un piso superior estableciendo diversos sectores y áreas —convenciones, recepciones, exposiciones, oficinas, teatro, etc.— mientras el suelo queda abierto y a disposición de las gentes y accesible desde los cuatro costados. Pues, en efecto, el estructurar y configurar las nuevas construcciones que
demanda el programa mediante modernos claustros /patios da lugar a una secuencia de espacios al aire libre y cubiertos que nos definen el Parque Arqueológico que aglutina y da continuidad al conjunto de edificios que reclama el Plan Maestro. La mayor parte del programa del Centro de Convenciones se dispone en la planta alta, y al hacer uso de una construcción de «pilotis» sobre el Parque Arqueológico, garantiza una mínima incidencia sobre las ruinas.
La cuarta decisión de la propuesta es que la planta de entrada se mantiene libre de edificación para no destruir las ruinas. Ello permite liberar y hacer accesible al visitante las ruinas del Parque Arqueológico. Sobre las ruinas se dispone una trama de pasarelas de madera que permite la visita y el uso de este Parque Arqueológico y jardín; una construcción ligera que garantiza la integridad de las ruinas y el que prosiga el estudio de las mismas. Esta cota es también aquella de las iglesias y el convento por lo que la accesibilidad para personas con minusvalía queda garantizada en todo el proyecto. La estrategia de claustros / patios muestra ser extraordinariamente eficaz para servir a un Plan Maestro en el que la versatilidad y la flexibilidad son puntos clave, y además consigue mantener todos los árboles de gran porte que hay hoy en el recinto, que es nuestra quinta premisa. Convendría insistir en la importancia que en un proyecto como éste tendría la intervención de los expertos en paisajismo y jardinería.
Programa de áreas
• Auditorio: con capacidad para 690 personas, es un espacio destinado tanto a presentaciones y congresos como para proyecciones de cine u obras de teatro de carácter lúdico y cultural. Se ha dispuesto un doble acceso, sea desde la calle Juan Isidro Pérez o desde la planta alta del Centro de Convenciones. Al situarlo en esta posición podemos enterrar parte de la platea y el escenario ya que se sitúan sobre zonas sin valor arqueológico. Logramos así su completa integración volumétrica con su entorno. Aun con una tramoya esplendida, su volumen no supera la altura de la casa que se encuentra enfrente. La fachada del auditorio consta de una celosía que nos ayuda a dinamizar su volumen.
• Centro de visitantes / Recepciones: El Centro de Visitantes e Interpretación Arqueológica haría uso de la edificación antigua del convento todavía en pie. Desde este centro de visitantes se daría acceso al Parque Arqueológico. El espacio alrededor del claustro histórico anexo a las capillas serviría de gran vestíbulo para los actos y además se podrían realizar exposiciones temporales. La ubicación de este centro arqueológico dentro del convento histórico y rodeado de las ruinas, nos parece oportuna. Ensalzamos así la fachada histórica del convento, su puerta sobre la que se haya tallado el cordón franciscano, su escudo, y facilitamos el entendimiento de la importancia histórica de estas ruinas. Su piso superior se podría utilizar como sala de exposiciones.
• Centro de eventos / convenciones: albergará la celebración de congresos nacionales e internacionales y actividades de carácter ferial. Desde la calle Juan Isidro Pérez —peatonal— y desde la calle Duarte se accede al Centro de Convenciones, al Teatro/ Auditorio y a la Cafetería. El Centro de Convenciones está situado en la planta alta. Su espacio principal, capaz de albergar 438 personas, se vuelca sobre un doble corredor que lo limita y garantiza un fácil uso y acceso. El espacio puede dividirse en tres salas con capacidad cada una para 146 congresistas. Desde los citados corredores se disfrutaría de la contemplación del Parque Arqueológico.
• Centro de la Comunidad: Alrededor del Claustro de la Comunidad disponemos los usos Administrativos: gobernación —despachos de dirección, contabilidad, mantenimiento, vigilancia— y además usos relacionados con la comunidad. En el sótano ubicamos las áreas para personal de control, mantenimiento, vestuarios, almacenes de útiles y sala técnicas.






Claustros
Planta arquitectónica nivel sótano 2
Planta arquitectónica nivel sótano 1
Planta arquitectónico segundo nivel
Planta arquitectónica primer nivel
Vista de conjunto











Alzado oeste
Sección
Sección
Alzado sur
Alzado norte
Sección
Alzado este
Sección









Puertas de acceso
Vistas del Interior de la iglesia
Vista de las iglesias
Vista suroeste, plaza de acceso
Interior de la Capilla de la Tercera Orden
Catálogo de la Tardomodernidad en la República Dominicana
Completando el Catalogo de Arquitectura Moderna Dominicana, la cuarta entrega corresponde a dos tendencias cuyo desarrollo se solapan en el tiempo, el «Tardo Moderno» y el «NeoExpresionismo», a desarrollarse en las siguientes dos décadas post dictadura. La pureza de los volúmenes de la arquitectura blanca finaliza, en parte, con la finalización forzosa del régimen trujillista; y nuevos actores se integran al quehacer arquitectónico en el convulso panorama de los años 60s.
Con la muerte de Trujillo en 1961, se produce un cambio radical en la forma de hacer ciudad y arquitectura. Será relevante la visión personal del estadista, Dr. Joaquín Balaguer, quien ostentaba la presidencia de la República, y su plan de crear una nueva metrópolis acondicionada a nuevas necesidades. Su proyecto de nación es interrumpido por su salida del poder en 1962 y recuperado a su retorno en 1966, cuando pone en ejecución su vocación de constructor. La década de 1960 fue sumamente conflictiva, debido a los procesos de democratización que culminaron con la guerra civil de 1965, y por los problemas derivados de la segunda intervención norteamericana. Siempre se ha especulado que esta década no fue fructífera para el quehacer arquitectónico nacional, debido a los conflictos políticos para restaurar la democracia, luego de treinta años de sistema dictatorial; nada mas lejos de la realidad. Los planes de crecimiento y de renovación urbana para las barriadas pobres se inician menos de dos meses después de la muerte de Trujillo. Nuevos profesionales llegados al país iniciaron un nuevo repertorio de obras que demuestran las nuevas corrientes en boga en el extranjero. Para una nación que despertaba de un letargo político, se realizan una serie de proyectos privados y públicos, que mostraremos, en parte, en esta entrega. Vale también destacar los últimos cuatro años del decenio, donde se incrementaron las obras de infraestructura y de dotación de servicios públicos y privados en todo el territorio nacional.
Las dos décadas de estudio a presentar en esta edición de AAA, 1960-1970, demuestran planteamientos nuevos acorde a los movimientos internacionales del momento, de mano de la segunda generación de arquitectos dominicanos que regresaban de sus estudios en el exterior, principalmente en Estados Unidos y Europa. Entre ellos destaca el grupo conocido como el «Eje Italia», influenciados por las soluciones estructuralistas de Pier Luigi Nervi, Felix Candela y Oscar Niemayer así como por las soluciones del «Béton Armé» promulgadas por Le Corbusier mucho antes de 1958.
En esta edición incluimos en el catálogo de obras dos corrientes paralelas y contemporáneas: la tendencia Brutalista /Neo-expresionista y la continuidad de una arquitectura moderna mas apoyada en la tectónica, con un énfasis dado a la expresión de los materiales y los sistemas constructivos, y con un enfoque regionalista que responde a una adecuación climática mucho mas consciente a través del uso de Brise-soleil. Por otro lado, la corriente expresionista se refiere a una tendencia desarrollada por algunos precursores de la arquitectura moderna y que tendrá su mayor desarrollo durante los inicios de los años 60s. En el país tenemos una obra de vanguardia predecesora de lo que será posteriormente el Neo-expresionismo: el proyecto de la Basílica de Higuey; pieza trascendental que marca con anticipación el futuro desarrollo, con mucho éxito, de las estructuras parabólicas en el país.
Siguiendo la lógica de las publicaciones anteriores, estos 20 años son representados mediante la mejor selección de los modelos representativos de ambas corrientes. Un total de 49 obras se presentan en esta entrega, dentro de las cuales 22 pertenecen al Neo-expresionismo / Brutalismo y 27 a la tendencia Tardomoderna. Un ensayo teórico introductorio analiza cada una de estas tendencias para entender el contexto en el que se desarrollan, seguido del itinerario de obras organizadas de manera cronológica. También incluimos un cuadro sinóptico, en donde las obras en negrista son aquellas presentadas en este volumen.
Es innegable la labor que continúa haciendo AAA al realizar esta catalogación documental de la arquitectura moderna dominicana, la cual sabemos no es exclusiva sino inclusiva, faltando todavía muchas mas obras por referenciar.
DoCoMoMo Dominicano / Miembros:
Mauricia Domínguez Rodríguez (Presidente)
Alejandro Herrera
Alex Martínez
Amando Vicario
José Enrique Delmonte
Luis Brea Franco
Marcelle Pérez Brown
Carlos Jorge Marcelo Alburquerque
César Payamps Melisa Vargas
Eduardo Guzmán
Edwin Espinal Hernández
Esteban Prieto
Omar Rancier
Ricardo Martínez
Sara Hernández
Gricelys Rosario Virginia Flores
Guaroa Noboa William Guzmán
Zaíra Batista
Colaboración especial en esta edición:
Mauricia Domínguez Rodríguez
Alex Martínez Suárez
Lorena Tezanos Toral
Fuentes documentales y fotográficas:
• Archivo General de la Nación
• Archivo del Ayuntamiento del Distrito Nacional
• Archivo DoCoMoMo Dominicano
• Archivo de Archivos de Arquitectura Antillana
• Archivo del Laboratorio de Arquitectura Dominicana (LAD)
• Archivo familia González Fernández Canivell, cortesía familia Despradel Catrain
• Archivo CARALVA
• Archivo Edgardo Vega Malagón (AGN)
• Archivo fotográfico Max Pou
• Archivo Imágenes de Nuestra Historia
• Archivo Gustavo Luis Moré
• Archivo Onorio Montás
• Archivo César Payamps
• Archivo Edwin Espinal
Bibliografía:
Brea, Emilio José, et al. Santo Domingo: Guía de arquitectura / An architectural guide. Sevilla: Consejería de Obras Públicas y Transportes, 2006.
Calventi, Rafael. Arquitectura contemporánea en República Dominicana / Contemporary architecture in the Dominican Republic. Santo Domingo: Banco Nacional de la Vivienda, 1986.
Dunoyer de Segonzac, André. Basílica Nuestra Señora de la Altagracia. Santo Domingo: Banco Popular, 2000.
Gobierno de la República Dominicana (R.A. Font Bernard y Aliro Paulino hijo, directores). La vivienda popular en la República Dominicana. Santo Domingo: Ediciones Alpa, 1966.
Gobierno de la República Dominicana (José Miguel Mondesí y Rafael Tomas Hernández, editores). Viviendas y renovación urbana en la República Dominicana. Santo Domingo: 1966-1968.
Gobierno de la República Dominicana (R.A. Font Bernard y Aliro Paulino hijo, directores). Hechos: la revolución sin sangre rinde cuentas, 68-69. Santo Domingo: Editora Nivar, 1970.
Grupo Nueva Arquitectura. 100 hojas de arquitectura. San Pedro de Macorís: Universidad Central del Este, 1984.
Martínez Suárez, Alex, Melisa Vargas Rivera, Omar Rancier y Mauricia Domínguez. Arquitectura en el trayecto del sol: entendiendo la modernidad dominicana / Architecture in the path of the sun: Understanding Dominican Modernity Santo Domingo: Laboratorio de Arquitectura Dominicana (LAD), 2014.
Moré, Gustavo Luis. Historias para la construcción de la arquitectura dominicana, 1492-2008. Santo Domingo: Grupo León Jimenes, 2008.
Núñez Collado, Mons. Agripino. La UCMM: Un nuevo estilo universitario en la República Dominicana. Santiago: Universidad Católica Madre y Maestra, Colección de Documentos, 1977.
Ensayo
Mauricia Domínguez Rodríguez
Ensayo
Alex Martínez Suárez
Catálogo
AAA / DoCoMoMo
André Duyoner de Segonzac / Pierre Dupré
Victor Thomen / Victor Pizano
Manuel Salvador Gautier / Erwin Cott
Julio Hernández
Fred Goico
Varios autores
Edgardo Vega Malagón
Varios autores
Vital García
Guillermo Santoni / Ketty Bisonó
Manuel Salvador Gautier / Erwin Cott
Manuel Baquero / Milán Lora
Teófilo Carbonell
Luis Despradel
Pedro Gamundi / César Arturo Abréu
Varios autores
Edgardo Vega Malagón
Varios autores
Edgardo Vega Malagón
Manuel Baquero
Fred Goico
Varios autores
M. Baquero / Vega Malagón / José Frómeta
Mera, Muñoz y Fondeur
Roberto Bergés
Pedro José Borrell
Francisco Camarena / Gerardo Ulate
Rafael Calventi
Milán Lora / Manuel Baquero
Manuel Baquero / Edgardo Vega / M. Polanco
Eduardo Selman
William Reid Cabral
Plácido Piña
Arquitectura Moderna en la RD 4ta entrega: Tardomodernidad Dominicana
La transformación de las cajas blancas: el Tardomoderno Dominicano
Mauricia Domínguez, presidente del DoCoMoMo Dominicano y docente de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), introduce la investigación publicada en esta edición dedicada a la Arquitectura Tardomoderna Dominicana.
Buscando la Forma: Neo-expresionismo Moderno en la Arquitectura Dominicana
Artículo que explora la arquitectura Neo-expresionista en República Dominicana en los años sesenta y setenta, su evolución y sus representantes y obras más destacadas.
Catálogo de la Tardomodernidad Dominicana
Itinerario ilustrado de los más destacados ejemplos de la arquitectura tardomoderna en la República Dominicana, con fotografías de la época, planos y textos descriptivos escritos por Mauricia Domínguez y Alex Martínez Suárez.
Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, Higuey, La Altagracia
Templo Adventista (Auditorio La Voz de la Esperanza)
Capilla Salesiana, Hogar Escuela Santo Domingo Savio
Mercado Central de Puerto Plata
First National Bank (Proseguros)
Universidad Católica Madre y Maestra, Santiago de los Caballeros: Edificio de Administración UCMM / Biblioteca
Central J. Armando Bermúdez UCMM / Centro de estudiantes UCMM / Tanque de agua UCMM
Superintendencia de Bancos
Proyectos de Viviendas Multifamiliares: Habitacional La Feria (Matahambre) / Habitacional Honduras del Este / Plaza La Trinitaria y edificios multifamiliares
Residencia García Abarca
Iglesia de Los Prados
Conjunto Shell Conalco
Edificio San Rafael
Palacio Municipal de Santiago de los Caballeros
Conjunto Fuerzas Armadas
Iglesia del Colegio Agustiniano
Centro Olímpico Juan Pablo Duarte: Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto / Estadio Olímpico
Banco Nacional de la Vivienda
Plaza de la Cultura: Museo de Historia Natural / Biblioteca Nacional / Teatro Nacional / Museo Hombre Dominicano / Galería de Arte Moderno
Residencia Pol
Residencia Rivera
Aeropuerto Internacional Las Américas (AILA)
Conjunto Habitacional Anacaona: Condominios Mirador Sur / Condominios Bella Vista Cancha de Polo / La Trinitaria y los Jardines del Embajador
Edificio Antonio P. Haché
Edificio Metropolitano I, Santiago
Biblioteca Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña
Edificio de Oficinas Gubernamentales Juan Pablo Duarte
Asociación Cibao de Ahorros y Prestamos
Banco Central de la República Dominicana
Hotel Sheraton
Edificio Hermanos Haché, Santiago
Galerías Comerciales
Asociación Popular de Ahorros y Prestamos
Banco Hipotecario Dominicano, BHD
Mauricia Domínguez Rodríguez
La transformación de las cajas blancas: el Tardomoderno Dominicano
Prolongación de la Avenida 27 de febrero y la inserción de los edificios «pantalla».
Detalle de la cabina del teleférico de Puerto Plata.


Si hablamos del concepto de tardomoderno en la mayoría de los casos nos refiere a definiciones y textos que vinculan la tardo modernidad a un proceso de la arquitectura de finales de los años 70, representado por dos tendencias de ese momento, el High Tech y el deconstructivismo —incorporación de la alta tecnología y la oposición a la racionalidad ordenada. En nuestro medio, lo reconocemos como la etapa de la arquitectura posterior a la era de Trujillo, donde los proyectos reflejan una preocupación por resolver las condiciones climáticas imperantes de un país tropical, sin renegar los planteamientos racionalistas y funcionalistas del Movimiento Moderno (MoMo), pero reclamando una arquitectura más humana. Ya el Estilo Internacional, con el apoyo del sector industrial, había podido implantarse en cualquier clima con la ayuda de sistemas de refrigeración que estandarizaron las condiciones de confort para todos los habitantes del planeta; esta condición corroboraba el paradigma de inadaptabilidad al clima de la arquitectura moderna.
Será el propio Le Corbusier, el mayor exponente del MoMo, quien comprenderá la necesidad de adaptarse climáticamente a las necesidades humanas. Cuando en 1929 lo procesaron judicialmente por el sobrecalentamiento del muro cortina de la «Cité de Refuge» en París, el fracaso de su muro cortina lo dejó intrigado, hasta que encontró pistas para el control solar en ejemplos de construcciones populares brasileñas, por medio del muxarabis brasileño (proviene de la masharabiyya árabe, especie de celosía) y el combogós, en su viaje a Sudamérica el mismo año. Reflexiona y evoluciona su trabajo, pero manteniendo su interpretación original de la arquitectura —donde la forma juega un papel primordial—, a una concepción más sensible al entorno y a las energías presentes en él. Comienza a investigar la relación con el medio, llegando a clasificar esta relación en tres ámbitos: control de la radicación solar, control de ventilación y humedad, y construcción con materiales autóctonos.
La Arquitectura Moderna desde el 1er Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) en 1928, consideraba que la transformación económica y social determina el desenvolvimiento de la arquitectura y que ésta debía expresar el espíritu de los tiempos (Le Corbusier,1957). Es en «la arquitectura nueva para un hombre nuevo» donde se aplica a la disciplina el concepto de racionalización y normalización industrial y ocurre la ruptura radical a nivel de tecnología y materiales. Es la organización del espacio, la forma y la plástica con materiales nuevos —acero, hormigón y vidrio—, lo que permite la verticalidad de los edificios y una mayor libertad estructural —al liberar las fachadas de su función de carga—, logrando grandes superficies acristaladas pues el nuevo paradigma para los requisitos de higiene es el sol.
Un planteamiento defendido por Le Corbusier es que la entrada del sol en los edificios «es el nuevo y más imperativo deber del arquitecto», problema que otros reconocerán por su falta de idoneidad a las condiciones climáticas de muchos lugares en el mundo. La solución que plantea al referirse a la fuerte incidencia solar y a la entrada catastrófica del
sol en verano, principalmente en aquellos climas tropicales (sus experiencias en Brasil y África lo sensibilizan) lo llevó a considerar que era necesario controlar su entrada y «obstruir las ventanas ... y diagramar el paño de vidrio», con el objetivo de ampliar las posibilidades de la vida moderna, al implantar soluciones tradicionales mas adecuadas a las condiciones climáticas de los nuevos ambientes modernos. Fruto de sus investigaciones surgen sistemas constructivos de protección contra el sol y el clima; serán sus objetivos la búsqueda de ventilación cruzada, la prolongación de cubiertas y pavimentos más allá de la fachada, así como diversos elementos de protección para las caras más expuestas al sol. En esta búsqueda logra la re-interpretación de los elementos de protección al sol de África del Norte, al utilizar lamas o toldos de sombra, salientes verticales de hormigón y el brise-soleil
Raposo (2014) plantea que estas búsquedas permitieron numerosas combinaciones de formas, materiales y colores, que se van a convertir en los nuevos elementos de la estética moderna que se generaliza en países tropicales valorando los planos lisos, las formas puras y la decoración depurada permitidos por la estructura del hormigón armado. Será entonces Le Corbusier quien difunda y desarrolle los elementos para la protección solar, influenciando de esa manera a los arquitectos del MoMo, principalmente en los países africanos de lengua portuguesa y en Brasil, con sus visitas para trabajar en Río de Janeiro. Sus discípulos, muchos de ellos portugueses, definieron la arquitectura adaptada a esas regiones tropicales posteriormente a la Segunda Guerra Mundial. Lejos de las metrópolis, en las colonias portuguesas en África, se realizaron proyectos innovadores, donde aplicaron con mayor libertad los principios que regían la arquitectura moderna al adaptarse a las condiciones tropicales imperantes. Las repercusiones de estos sistemas de protección llegan tarde a Santo Domingo; ejemplos aislados, precursores en su momento serán el uso del brise-soleil en el edificio Saviñón en la calle El Conde (1946); en la fachada frontal de la Basílica de la Altagracia en Higüey (1947-49); en la Feria de la Paz (1955) y en el edificio El Metropolitano (c. 1964). Este último está mucho más relacionado con el trabajo de Le Corbusier en la Unité d’Habitation de Marsella (1945) o el Palacio de los Hilanderos en Ahmedabad (1954).
Entonces, hablar del Tardo Moderno en la República Dominicana, es iniciar con los sucesos de 1961, dos meses después del asesinato del dictador Rafael L. Trujillo. El presidente en funciones, el Dr. Joaquín Balaguer, idea con sus asesores e ingenieros de confianza, el replanteamiento de grandes sectores de la ciudad, con una nueva visión de renovación urbana integral. El inicio de los años 60 será una época de cambios, principalmente para la ciudad de Santo Domingo; las ideas de desarrollo urbano del presidente Balaguer se verán interrumpidas por un golpe de Estado militar, obligándolo a salir exiliado hacia Nueva York y Puerto Rico. Inmediatamente hay un llamado a elecciones democráticas ganadas por Juan Bosch. Son unos años turbulentos en términos de la estabilidad política, que dan lugar a la guerra civil del 24 de abril de 1965; guerra que provocará la fragmentación de la vida comercial y económica de la ciudad de Santo
Partido


Domingo, hasta ese momento concentrada en lo que es hoy el Centro Histórico. Es en ese momento cuando se consolidan nuevas áreas de expansión de la ciudad, hacia donde emigra el comercio y la banca. La formalización del proyecto Naco II, concebido desde finales de los cincuenta, encuentra ahora un sector de la población dispuesto a alejarse de las zonas conflictivas donde interactuaron las fuerzas de intervención y los constitucionalistas durante de la guerra de abril. Se desarrollan e impulsan nuevos espacios urbanos, de índole privada, con proyectos habitacionales complementados con equipamiento urbano y servicios comunales autosuficientes.
Es la época de una segunda generación de arquitectos, idealistas y políticamente progresistas, dedicados al diseño y construcción de nuevos equipamientos para la ciudad, como serán escuelas y colegios, hospitales, hoteles, fábricas, mercados, salas de cine, iglesias, museos, aeropuertos, campos universitarios, edificios públicos y residencias, muchas de ellas en edificios o bloques de viviendas colectivas. Es una época de experimentación derivada de las particularidades climáticas locales, donde la preocupación por establecer espacios con ventilación cruzada se lograba mediante el uso abundante de celosías, que tradicionalmente se habían utilizado de madera en la arquitectura popular tradicional. Algunos nombres pertenecientes a la segunda generación son: Roberto Bergés, Rafael Calventi, Erwin Cott, Manuel Salvador Gautier, Fred Goico, Edgardo Vega, Manuel «Tin» Polanco, Eugenio Pérez Montás, Manuel Valverde Podestá, Leopoldo Franco, Milán Lora, Leopoldo Espaillat Nanita, Rafael Tomás Hernández, César Iván Feris Iglesias, Teófilo Carbonell, Benjamín Paiwonsky, Manuel Baquero, Guillermo Santoni, Ketty Bisonó y Honré Haché.
En términos de urbanismo se perdieron grandes oportunidades para crear un plan racional de crecimiento de la ciudad. La planificación, muchas veces realizada pero no ejecutada, se rescata a girones. Algunos planteamientos del Plan Vargas Mera son retomados, aunque se adaptaron a los criterios personales de decisión del presidente Balaguer. Su vivencia de ciudades europeas y latinoamericanas, cuando ejercía como diplomático, lo llevan a tener una idea muy clara sobre cómo debería ser una ciudad moderna. Santo Domingo crece, se amplía y define con criterios de embellecimiento y mejoramiento de su apariencia en nombre de la renovación urbana; se aplican las tres materias primas del urbanismo: el sol, el espacio y lo verde. Se aboga, en el momento, por la demolición de barrios enteros, insalubres, de ocupación ilegal por campesinos que en oleadas invaden zonas de alto riesgo cercanas a cañadas y ríos, a la entrada de la ciudad; con la caída de la tiranía se suaviza la vigilancia y los permisos para residir en la capital. Estas migraciones del campo crearon ocupaciones marginales de casuchas que afeaban la entrada de la ciudad. Se prepara un programa de reconversión para nuevos asentamientos funcionales, a partir de la topografía y la densificación en edificaciones multipisos donde se mejorará la calidad de vida de las familias de escasos recursos. Los proyectos se acompañarán de los servicios comunales necesarios para ayudar a cambiar las experiencias personales y psicológicas de cada ciudadano, a partir de entonces con la oportunidad de crecer en un lugar con
La Nacional de Seguros, hoy sede del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, en la Ave. Máximo Gómez, diseñado por William Reid Cabral (1976).

mayores oportunidades y debajo de un techo seguro. La nueva generación de arquitectos tendrá espacio de acción en estos desarrollos urbanos, experimentando en entornos externos al centro de la ciudad, que hasta esa época estuvo dentro de los límites de la ciudad amurallada. Se realizan nuevas edificaciones, muchas de ellas de índole bancario, comercial y habitacional. El proyecto de Plaza Naco es representativo de ese momento donde, en la nueva modernidad, el planteamiento de edificios multipisos, en altura, gobernaban el panorama de la nueva ciudad en crecimiento. No solo es Santo Domingo la beneficiaria de una nueva tendencia en el quehacer arquitectónico, la ciudad de Santiago también cambiará su perfil con la creación del campus universitario para la Universidad Católica Madre y Maestra, concepción original trabajada por Francisco «Cuqui» Batista y que posteriormente definirá un equipo de arquitectos encabezados por el arquitecto mexicano Francisco Camarena. Un repertorio de edificios insertados dentro del entorno circundante, de alta cualidad plástica y tectónica, salpican los extensos terrenos destinados al campus y que, desbordándose de su perímetro, influirán en la arquitectura de la ciudad.
Durante esta década se consolida el método de concursos para la obra pública y también la privada, conformando un itinerario nunca antes conocido en el país (Moré, 2009). Los primeros concursos, concretizan la democratización de la práctica arquitectónica para jóvenes arquitectos deseosos de darse a conocer. En la primera mitad de la década se someten a concurso los proyectos para:
-Los laboratorios, dormitorios y otros edificios de la UASD, ganados por Rafael Calventi y Fred Goico en 1962.
-El edificio para el Ayuntamiento de Baní, ganado por Fred Goico en 1962.
-El edificio de la Cruz Roja Dominicana, ganado por Erwin Cott y Manuel Salvador Gautier en 1964 (proyecto no realizado).
-El concurso de Vivienda Social organizado por el CODIA, ganado por Rafael García.
Posteriormente, durante los doce años de gobierno del Dr. Balaguer, termina de consolidarse este proceso con obras de mayor envergadura. Sin embargo, muchas de las obras trascendentales de servicios comunitarios urbanos serán otorgadas de grado a grado por el presidente a los arquitectos de su confianza.
Es para 1966 cuando es elegido de nuevo el Dr. Balaguer, por primera vez de forma democrática, y retoma el programa de gobierno de «Renovación Urbana», planteado en 1961. En la puesta en ejecución se quedan cortos los proyectos propuestos con anterioridad; ahora se llevarán a cabo inversiones de mayor envergadura, triplicándose las propuestas de intervención en barrios como La Fuente, Guachupita, La Loma del Chivo y Los Minas, entre otros.
La firma Hernández y Mondesí, con el liderazgo de Rafael Tomas Hernández, será «quien
Chase Manhattan Bank, en la Ave. John F. Kennedy esquina Avenida Tiradentes, diseñada por William Reid Cabral (1967).
Reformista de Santiago de los Caballeros, diseñado por Francisco (Cuqui) Batista (1974).
Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, Higuey (1947-71)
lleve las riendas en los ensayos por definir una arquitectura de mínimo costo y máxima expresión plástica, dentro de los simplificados modelos propios de esta tipología» (Moré, 2009). Queda para entonces institucionalizada la práctica de crear barrios de vivienda subvencionada en sectores marginales, política replicada en muchas de las ciudades del país, con los edificios multifamiliares. A la vez que se renuevan los sectores marginales se plantea un programa de reubicación de las familias en el mismo sector que habitaban. Se crean también nuevas barriadas, como Honduras del Norte, nuevas avenidas que amplían el perímetro urbano y extienden el perímetro de la ciudad, como la prolongación de la avenidas Jiménez Moya, la Winston Churchill, la 27 de Febrero y la Luperón. Se conformará así una ciudad cuyas amplias vías permitirán el fácil acceso y desplazamiento a través de ellas, beneficiando en muchos casos, con la plusvalía de los terrenos, a personas relacionadas con el Dr. Balaguer. La conexión de la avenida 27 de Febrero con el puente Duarte convertirá esta avenida en la principal arteria este-oeste, atravesando los barrios pericentrales. La inserción de la vía modifica la trama urbana existente, insertándose una serie de edificios de acompañamiento, de tipología mixta de comercio, oficinas y viviendas a todo lo largo de la cirugía urbana, lo que modificó radicalmente la fisonomía de Santo Domingo. Para este momento se consolida el término de edificios «pantalla» pues muchos entendían que se quería ocultar los barrios populares detrás de ellos; sin entender que se buscaba una arquitectura más proporcional con el nuevo ancho de la vía.
La nueva política urbana impulsó el desarrollo de importantes proyectos habitacionales en las nuevas avenidas construidas, muy alejados del centro económico y comercial de la ciudad, lo que promovió el crecimiento urbano hacia esos sectores. El gobierno realizó una serie de proyectos habitacionales para la clase media financiados económicamente a través de las nuevas asociaciones de ahorros y préstamos, que se habían creado para ayudar a la población a adquirir una vivienda. La construcción la manejaba el Estado, y la venta se realizaba de forma privada, una política que permitía al gobierno no regalar las nuevas viviendas. Con esta modalidad de adquisición se desarrollan los proyectos de apartamentos de la avenida Anacaona, los residenciales Anacaona I, II y III.
Otros proyectos sometidos a concurso durante los doce años de Balaguer fueron:
-El Mercado de la Av. Duarte, ganado por Rafael Calventi en 1969.
-El Aeropuerto de las Américas en Punta Caucedo, ganado por Fred Goico en 1970.
-La urbanización y viviendas para la Falconbridge, de Mariano Sanz y otros concursantes, en 1969.
-El Edificio de Oficinas del Estado «Huacal», ganado por Pedro José Borrell en 1970.
-El Banco Central de la República Dominicana, ganado por Rafael Calventi en 1971.
-El Estadio Olímpico, ganado por Fred Goico, José Antonio Caro y Danilo Caro en 1972.
-El Palacio de los Deportes, ganado por ICANTROBAS en 1972.
-El Velódromo Olímpico, ganado por Haza y Pellerano en 1972.
-El edificio sede del CODIA, ganado por Pedro José Borrell en 1972.
-El conjunto de apartamentos de la antigua Cancha de Polo, ganado por Luis Despradel y Pedro José Borrell en 1974.
-El conjunto de apartamentos Jardines del Embajador, ganado por un grupo de arquitectos participantes, entre ellos Fred Goico, los Caro, Borrell y Asoc. y Luis Despradel en 1974.
-El desarrollo turístico de la Playa de Najayo.
-El edificio del Ateneo de Santiago, ganado por Nelson Viñas, en 1976.
-La Catedral de la Vega, ganada por Erwin Cott y Manuel S. Gautier en 1978.
A finales de la década de los 70 se presentaron varios concursos, cuyas propuestas no fueron ejecutadas:
-El Hipódromo, ganado por Rafael Calventi.
-La Sede del Banco Popular Dominicano, ganado por Rafael Calventi.
-La Sede del Banco Hipotecario Dominicano, ganado por Plácido Piña, posteriormente modificada.
El repertorio de obras ejecutadas durante los tres gobiernos del doctor Balaguer, entre 1966 y 1978 (conocidos como los doce años) van a permitir el florecimiento de una gran cantidad de edificaciones que modificaron el perfil arquitectónico de la ciudad, dentro de su política de «varilla y cemento». La época se inicia con una plástica que corresponde a una etapa de transición entre el moderno internacional de los años 50 y el brutalismo que ya se perfilaba en la nueva generación emergente. Es una época de arquitectura de autor, de libre expresión ante los requerimientos de la propia obra. Quedarán vigentes aún los remantes de la modernidad y se utilizará el brise-soleil para perfilar una ciudad de edificios más altos y protegidos con elementos verticales; el repertorio de los mismos será muy abundante, destacándose los proyectos del Banco Central de Rafael Calventi y el edificio de oficinas Gubernamentales Juan Pablo Duarte, de Pedro José Borrell, obras muy significativas para la arquitectura tardomoderna dominicana.
Otros proyectos destacados del momento serán la creación de la Plaza de la Cultura y el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. En la Plaza de la Cultura —lugar donde estaban las residencias de Rafael Leónidas Trujillo y de su hija Angelita— se ubicaron una serie de edificaciones de índole cultural, con un repertorio de la mejor arquitectura de la época. El planteamiento urbano del conjunto es adjudicado a Erwin Cott, quien sitúa en el eje principal, entre grandes jardines con fuentes escultóricas, el Teatro Nacional (1973), obra academicista del veterano Teófilo Carbonell. Entre los demás edificios del conjunto se encuentran la Biblioteca Nacional (1971), de blanca racionalidad, y el Museo del Hombre Dominicano (1973), de un clasicismo expresionista, ambos de los hermanos José Antonio y Danilo Caro Ginebra; la Galería de Arte Moderno (1973), de estilo neo-expresionista, de José Miniño y Antonio Casasnovas —convertida luego en museo—; y el Museo de Historia Natural (1974), de Héctor Tamburini, Miguel Vila y Federico Fondeur. Todos ellos
Templo Adventista (1960) Iglesia de Los Prados (1961) Capilla Salesianas (1965) Centro de Estudiantes, UCMM (1965) Mercado Central, Puerto Plata (1965) Edificio de la Liga Municipal (c. 1970) Residencia Nader (1966) Superintendencia de Bancos (1967-70) Conjunto Shell Conalco (1969) Resd. García Abarca (1969) Edificio Casa Funcia (c.1970) Plaza La Trinitaria y edificios multifamiliares (c. 1970) Iglesia Colegio Agustiniano, La Vega (1970) Paseo de los Indios (1970-72) Banco Nacional de la Vivienda (1970-75) Biblioteca UCMM, Santiago (1971-72) Residencia Pol (1972) Edificio de Administración UCMM, Santiago (1972) Tanque de Agua UCMM, Santiago (1972-74) Edificio Antonio P. Haché (1973) Palacio de los Deportes (1974) Edifiicio de Oficinas Gubernamentales JPD (1974) Museo Arte Moderno (1976)
Edificio El Metropolitano (c.1964)
Proyecto Habitacional José Contreras (c. 1966)
Proyecto Honduras (c.1966-67) Proyecto Citibank (1967) Habitacional La Feria (c.1968) Edificio San Rafael (1969-71) Conjunto Fuerzas Armadas (1970) Biblioteca Nacional (1971) Maternidad San Rafael (c.1972) Palacio del Ayuntamiento, Santiago (1971) Anacaona I (1972) AILA (c. 1972) Casa Rivera (1973) Teatro Nacional (1973) Museo Hombre Dominicano (1973) Museo de Historia Natural (1974) Edificio Goico Castro (1974) Biblioteca UNPHU (1974-89) Banco Central (1974-78) Conjunto Bella Vista Cancha de Polo (1975) Oficinas Administrativas Industrias Nigua (c. 1975) Jardín Botánico Nacional (1976) Compañía Nacional de Seguros (1976) Residencia Mastrililli (1977) Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos (1977-78) Hotel Sheraton (1978) Edificio Hnos. Haché, Santiago (1978) Condominio Dolmen (1978) Galerías Comerciales (1978-79)
constituyen un conjunto de proyectos representativos de la época. Comparativamente con la Plaza de la Cultura, el proyecto para el Centro Olímpico se perfila a partir del traslado del aeropuerto General Andrews, con la idea de crear un gran parque metropolitano. Los terrenos del parque se reducen en la época del Triunvirato, al ceder parte de los terrenos a expropietarios. Con la solicitud para la realización en 1974 de los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe, se formaliza la ejecución de las instalaciones del Parque Olímpico Juan Pablo Duarte, gestión iniciada por Wilchy García Saleta a inicios de los años 60. La primera concepción urbana se realiza en la oficina de Planeamiento Urbano que dirigía Manuel Salvador Gautier. Las edificaciones principales, como ya vimos, fueron sometidas a concurso. Majestuosas edificaciones dentro de la tendencia brutalista se realizarán en breve tiempo, para la celebración de aquel compromiso nacional.
Otra generación emergente se destaca durante estos años con innumerables obras, que no tenemos espacio para describir, en ella sobresalen Eduardo Selman, Pedro José y Rodolfo Borrell, Plácido Piña, Harry Carbonell, Atilio León y Federico Fondeur, quienes serán solo algunos de los que dejarán su huella en el perfil urbano de las ciudades dominicanas.
Bibliografía:
Benévolo, Leonardo. Historia de la arquitectura moderna. Barcelona: Gustavo Gili, 1999. Brea García, Emilio José, et al. Santo Domingo: Guía de arquitectura. Sevilla: Junta de Andalucía, 2006.
Frampton, Kenneth y Jorge Sainz. Historia crítica de la arquitectura moderna. Barcelona: Gustavo Gili, 2007.
Frampton, Kenneth. Le Corbusier (Vol. 25). Madrid: Ediciones Akal, 2002. Martínez Suárez, Alex, et al. Arquitectura en el trayecto del sol: entendiendo la modernidad dominicana. Santo Domingo: Laboratorio de Arquitectura Dominicana, 2014. Moré, Gustavo Luis, ed. Historias para la construcción de la arquitectura dominicana, 1492- 2008
Santo Domingo: Grupo León Jimenes, 2009. Prado, Roberto G., Paz Nuñez Martí, et al. La modernidad ignorada: arquitectura moderna de Luanda. Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá, 2012. Requena Ruiz, Ignacio, et al. Le Corbusier y el brise-soleil. Universidad de Alicante, 2009.


Columna derecha, de arriba a abajo: cuartel de bomberos de la ciudad de Santiago, diseño de Francisco «Cuqui)» Batista (Años 70); Edificio de la Liga Municipal Dominicana, en Santo Domingo, diseño de Honré Haché (1968-1970); y Residencia Nader, en la Ave. Roberto Pastoriza, Santo Domingo, diseñada por José Manuel Reyes (1966), en proceso de demolición.

Alex Martínez Suárez, DoCoMoMo Dominicano
Buscando la forma: neo-expresionismo moderno en la arquitectura dominicana
Basílica Catedral Nuestra Señora de la Altagracia, Higüey; André Dunoyer de Segonzac y Pierre Dupré; 1947-1971.

El término «expresionismo» en arquitectura, se refiere a una tendencia desarrollada por precursores de la arquitectura moderna cuyos proyectos mostraban una demostración de ruptura al contexto social, político e histórico, y se desarrollaba en Europa a inicios del siglo XX. Erich Mendelsohn, Bruno Taut, Josef Franke, Hans Poelzig, entre otros arquitectos sobresalientes, buscaban una nueva expresión en la plástica de la arquitectura con una concepción artística implícitamente centrada en la novedad y la originalidad, con la intención de deleitar y sorprender al usuario. Utilizaron materiales como el ladrillo, el hormigón, el vidrio y el hierro, apoyándose del potencial creativo del artesano.
A partir de la mitad del siglo XX, y siguiendo las pautas de las obras de aquellos precursores, un grupo de «maestros modernos» se atrevieron a explorar la simbología y la evocación de formas escultóricas y dinámicas en la arquitectura. Aquí nacen las tendencias organicistas y «neo-expresionistas» (que hace alusión a un nuevo capítulo en la arquitectura moderna) y se destacan arquitectos como Alvar Aalto con el Baker House, Frank Lloyd Wright con el Museo Guggenheim, Eero Saarinen con la Terminal TWA, Le Corbusier con la Capilla de Ronchamp y Hans Scharoun con la Filarmónica de Berlín; mientras tanto en América Latina la obra de Félix Candela en México, Oscar Niemeyer en Brasil y Carlos Raul Villanueva en Venezuela se deja influenciar por dichas tendencias.
En República Dominicana la arquitectura neo-expresionista tuvo su mayor auge durante los años sesenta y setenta. Era la época de las estructuras parabólicas, abovedadas, conoides, cáscaras autoportantes, pañetes con nervaduras, volúmenes en hormigón visto, celosías de aluminio, bloques calados, y elementos en granito.
Durante estas décadas en nuestro país se vivió un momento de luchas políticas y sociales, una etapa de transición de la dictadura a la libertad que coincidió con la llegada al país de la llamada segunda generación de arquitectos dominicanos, quienes empezaron a ver la arquitectura desde otro punto de vista. Muchos habían realizado sus estudios de grado o posgrado fuera del país y regresaban con ideas y técnicas nuevas. A ese grupo le tocó trillar el camino de una arquitectura que evolucionara desde la tradición moderna hacia una nueva visión, al mismo tiempo que se establecían las bases del urbanismo dominicano que aún estaba en pañales. Dentro de este grupo se destacan Rafael Calventi, Fred Goico, Eugenio Pérez Montás, Roberto Bergés, Leopoldo Franco, Manuel Salvador Gautier, Erwin Cott, Milán Lora, César Iván Feris Iglesias, Guillermo Santoni y Luis Despradel. Muchos se integraron a la docencia en las escuelas de arquitectura, mientras ejercían su práctica privada.
Las influencias estructuralistas de Pier Luigi Nervi, las cáscaras y paraboloides de Félix Candela y la exuberante expresión formal de Oscar Niemeyer estimularon
Mercado modelo de Santo Domingo, S.D.; Henry Gazón Bona y José R. Baez López-Penha; 1944.

decididamente a una parte de esta generación motivada por la búsqueda de innovar y experimentar con un nuevo lenguaje en la arquitectura local.
Una de las primeras manifestaciones de una arquitectura neo-expresionista en la República Dominicana es el diseño de los franceses André Dunoyer de Segonzac y Pierre Dupré para la basílica de Higüey, luego del concurso Internacional realizado entre 1947 y 1949 y cuya construcción comenzó en 1954 y fue inaugurada en 1971, durante el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer. Esta obra funge como predecesora de una tendencia (desde un punto de vista formal y experimental) que surgiría en el panorama local diez años más tarde. También se podría afirmar que el Teatro Agua y Luz de Carles Buigas en 1955 es otra de esas obras precursoras.
Entre otros proyectos pioneros de este tipo, realizados durante la década de los cuarenta y cincuenta se destacan el Mercado Modelo de la Av. Mella, la concha acústica del Hotel Embajador y otras estructuras abovedadas efímeras construidas para la Feria de la Paz de 1955.
A inicios de los años sesenta se empezaron a ver obras donde se evidenciaba esa búsqueda a través de exploraciones con riesgos estructurales, nuevas concepciones espaciales, maneras diferentes de interactuar con el entorno, el uso de materiales vistos y soluciones más elaboradas para las cubiertas; también la utilización de un lenguaje común a partir del uso de elementos como las superficies permeables, cierres frágiles, detalles traslúcidos, combinación de calados y paneles prefabricados.
A finales de 1958 dos ingenieros dominicanos, Víctor Thomén y Víctor Pizano, ambos egresados de universidades norteamericanas, dieron los primeros pasos para realizar estructuras parabólicas en el país. Empezaron con dos simples sombrillas de hormigón en el exterior de una finca ubicada en la carretera que iba a San Cristóbal y este experimento sirvió como ensayo para la materialización de la Iglesia Adventista ubicada en el Av. Máximo Gómez (nombre original del proyecto Auditorio La Voz de la Esperanza) realizado dos años después. Construida y diseñada por el ingeniero Thomén y calculada por Pizano, esta iglesia fue la primera gran estructura del país hecha con paraboloides hiperbólicos. Esta icónica pieza escultural consiste en un espacio circular cerrado con vidrio y con un techo parabólico autoportante formado por dos triángulos inclinados que se quiebran hacia el centro. Hasta el momento, en varias publicaciones sobre arquitectura dominicana se le había otorgado la autoría de dicha obra al arquitecto Guillermo Santoni, sin embargo, el testimonio del calculista del proyecto desmiente este dato.
También en 1960 los arquitectos Hugo Quezada y Noel Giraldi (Giraldi trabajó con Dunoyer de Segonzac en el proceso de terminación de la basílica de Higüey), junto


con los ingenieros Rafael Cucuyo Báez y Jimmy Durán, diseñaron y construyeron La Técnica, tienda de exhibiciones de Peugeot en el país, ubicada en la Máximo Gómez con Nicolás de Ovando (hoy modificada y ocupada por Tiendas Corripio) la cual tiene una techumbre parabólica muy interesante.
Otro despacho pionero y quizá el que más trabajó experimentando con este tipo de arquitectura en nuestro país fue el de la dupla Cott y Gautier, quienes al regresar de sus estudios en Italia empezaron a usarlos en los techos de naves industriales (Laboratorios Collado e Industrias Petroquímica, en Santo Domingo) para lograr aperturas de luz entre las estructuras. En 1965 realizaron la capilla del Orfanato Salesiano de Haina (hoy Hogar Escuela Santo Domingo Savio), uno de sus proyectos más importantes: una notable estructura techada con una imponente cubierta parabólica donde utilizaron la naturaleza como cierre, con calados que dejaban pasar el aire. Es un templo abierto con detalles interiores muy mínimos, donde el pie del altar y el ambón eran paraboloides de hormigón. La capilla de Haina era originalmente asimétrica, y luego se construyó de manera simétrica. Junto a la antigua capilla encontramos un bloque de aulas con estructuras parabólicas en vuelo, de cuya construcción no se tiene ninguna información.
Vale la pena mencionar que durante la década de los cincuenta, tanto Erwin Cott como Manuel Salvador Gautier estudiaron en Roma bajo la tutela de Pier Luigi Nervi, cuando éste realizaba importantes trabajos para los juegos olímpicos de 1960 y la feria internacional de Torino de 1961. Durante su práctica, tuvieron la oportunidad de intercambiar opiniones sobre su obra con Kenzo Tange y Félix Candela, en distintas oportunidades y encuentros internacionales.
En los años posteriores plantearon otros proyectos que experimentaban con la morfología que desafortunadamente no fueron construidos, como el concurso del edificio de la Cruz Roja de 1964, un edificio con peristilo y techado en paraboloide; la Iglesia de la Santísima Trinidad, muy influenciada por las de Candela; y la iglesia Pio X.
Recién llegado de Italia en 1965, el arquitecto Víctor Bisonó realizó su primer proyecto en Moca, un complejo para el antiguo noviciado salesiano, hoy Albergue Infantil Educativo de Moca. Una tipología atípica de cubierta parabólica con bordes curvos de tan solo siete centímetros de espesor cubría dos bloques que originalmente estaban destinados a dormitorios, aulas y áreas administrativas. Un tercer bloque de oficinas de administración se articula con los otros por medio de pasarelas de cubiertas parabólicas sencillas. Originalmente sus cierres eran muros de bloques pintados de blanco que no llegaban hasta la cubierta y completados por calados y aperturas superiores para lograr que la ventilación y la luz natural penetraran al interior.
Antiguo Noviciado Salesiano de Moca (hoy Albergue Infantil Educativo de Moca); Victor Bisonó; 1965.

También alrededor de 1965, mientras trabajaba en el Departamento de Arquitectura de la Liga Municipal, el arquitecto-ingeniero Julio A. Hernández fue comisionado para realizar un nuevo mercado municipal en Puerto Plata. Se trata de una estructura circular con vuelos de gran apertura, techada con una superficie plana que articula toda la cubierta parabólica y cubre todo el segundo nivel con triángulos de luz que le dan un movimiento imponente a la volumetría.
En 1969 Guillermo Santoni y Ketty Bisonó diseñaron la antigua iglesia de Los Prados (hoy modificada), uno de los proyectos expresionistas de la época. El templo es un edifico sencillo con una cubierta formada por cuatro sombrillas parabólicas excéntricas que no se unían y dejaban entrar la luz por la junta; sus columnas eran poliformes, y en su perímetro se cerraba con calados y vidrios de colores. Llama la atención el campanario a modo de torreón, compuesto de tres curvas convexas plegadas de hormigón.
Alrededor de 1969, Cott y Gautier realizaron el conjunto Conalco-Shell de la avenida Máximo Gómez, compuesto por un interesante edifico de oficinas de tres niveles —con estructura vista— y una estación de servicio techada con cinco paraboloides de diferentes alturas. El área de oficina de servicios estaba suspendida sobre el suelo, y estructuralmente se colgaba de uno de los paraboloides. El edificio Conalco fue el primer edificio peristilado de Santo Domingo y tenía evidentes rasgos estructuralistas de la escuela de Nervi.
Ese tramo de la avenida se convirtió en una esquina dinámica, con una imagen «futurista» de la ciudad por la presencia de estas impactantes edificaciones, contiguas al templo adventista (mencionado anteriormente) y una moderna edificación del supermercado dominicano en la misma cuadra con una fachada que integra losas abovedadas en voladizo (realizada por el ingeniero Ricart).
Entre otros proyectos que se destacaron por su experimentación formal se encuentra el mercado de Los Mina, de Jimmy Durán, y el Mercado Nuevo de la Av. Duarte, de Rafael Calventi, en 1969. Este último fue construido por los ingenieros Everaldo Roa y Víctor Pizano, quien comenta que en el complejo del mercado se encontraba un amplio catálogo de estructuras laminares de hormigón: bóvedas de crucería y cilíndricas, paraboloides y «hasta réplicas de obras de Nervi». El ingeniero Pizano admite que la entrada fue una copia fiel de la entrada de la sede de la Unesco de París, realizada por Pier Luigi Nervi en 1952-1958. Posteriormente se replicaron muchas de estas estructuras en el proyecto del mercado Mercado Central de Pueblo Nuevo en Santiago.
Capilla del Orfanato Salsesiano de Haina, S.D. (hoy Hogar Escuela Santo Domingo Savio); Erwin Cott y Manuel Salvador Gautier; 1965.
Proceso de construcción Iglesia Adventista de Gazcue, S. D.; nombre original: Auditorio La Voz de la Esperanza; Victor Thomén y Victor Pizano; 1960.
Conjunto Conalco-Shell, S.D.; Erwin Cott y Manuel Salvador Gautier; 1969.


También cerca de 1969, se realizó una de las estructuras parabólicas más populares de nuestra ciudad, el pabellón localizado en la Plaza de la Cultura, justo detrás del Museo de Arte Moderno, donde durante un tiempo estuvo el restaurante Maniquí. Este pabellón de paraboloides fue un trabajo colaborativo de un equipo de la Dirección General de Edificaciones de la Secretaría de Obras Públicas, en el que el ingeniero Rafael Marión-Landais sugirió y calculó el tipo de cubierta, mientras que el arquitecto George Asmar materializó la obra.
Para estas fechas la escala residencial también tuvo sus elementos expresionistas. En 1966, la residencia Nader, de José Manuel Nani Reyes, aparece con un juego de estructuras —tipo sombrillas— en el garaje que, además de proteger los vehículos, cubren el recorrido de entrada de la casa. Entre 1972 y 1974 se concluyó la residencia Sierra Fernández, una de las primeras casas del sector Los Cacicazgos, diseñada y construida por el joven arquitecto y artista plástico Gustavo Sierra para sus padres. Esta vivienda de dos niveles fue una propuesta muy peculiar con una estructura de hormigón tipo sombrilla. En 1974, el arquitecto Hugo Quezada realizó un gran proyecto habitacional con paraboloides en el ensanche Quisqueya de La Romana; era una solución económica y flexible: se realizaron 200 viviendas con techos parabólicos invertidos.
En la ciudad de La Vega, a partir de 1968, el arquitecto Pedro Gamundi y el ingeniero Cesar Arturo Abréu, justo cuando regresaron de terminar sus estudios en Estados Unidos y España, respectivamente, estaban motivados a trabajar con formas, fórmulas y modelos estructurales de libros provenientes de Estados Unidos, los cuales incluían cáscaras y láminas de hormigón con múltiples posibilidades de experimentación. La primera obra que realizaron fue la sede de la Asociación de Ahorros y Préstamos La Vega Real (Alaver). El proyecto consistía en una estructura tipo sombrilla con cierre frontal de vidrio, hoy muy modificada. En 1970 realizaron la imponente iglesia del Colegio Agustiniano que, planteada en principio como un salón cultural, se convirtió en la primera estructura atrevida de la ciudad de La Vega.
Terminado este proyecto, realizaron la capilla del Instituto Agronómico y Técnico Salesiano (Iatesa), ubicado en las afueras de La Vega; allí plantearon una capilla pequeña, simétrica y austera, techada por cuatro paraboloides que flotan y no se tocan entre sí, solo queda una brecha de luz en forma de cruz como lucernario traslúcido (idea parecida a la de la Iglesia de los Prados). El cierre perimetral está logrado con puertas de cristal en el centro y calados de hormigón que no llegan hasta el techo, lo que permite que la luz resalte la pureza y la geometría de su estructura. Al hacer la capilla ya se habían construido en 1968 las pasarelas parabólicas que articulan los edificios del conjunto.
Pasarelas del Instituto Agronómico y Técnico Salesiano (Iatesa); Mera, Muñoz y Fondeur; 1960s.

Entrada Parque Zoológico Nacional, S.D.; Manuel Valverde Podestá; 1970s.

En la década de los setenta se continuaron haciendo proyectos como la entrada del Parque Zoológico Nacional, diseñada por Alfredo Ricart, en la que se utiliza la misma estética de los kioscos del parque Mirador Sur y del Aeropuerto Internacional Las Américas, de Fred Goico. El arquitecto Manolito Baquero proyectó una cubierta parabólica para los almacenes de Casa Velásquez, de la avenida Leopoldo Navarro. Esta técnica de experimentar con el hormigón también se puso de moda para resaltar las entradas y portales de fincas y complejos privados de todo el país.
Es indudable que durante esta época se intentaba plantear un cambio espacial y sensorial en los centros religiosos con una estética expresionista que se nota en proyectos como la antigua iglesia de San Antonio de Padua en Gazcue, la capilla del cementerio Cristo Redentor y la iglesia del Colegio Claret. Esta última, realizada en 1972, se hizo a partir de un proyecto original concebido por un arquitecto de apellido Freites y fue construido por el Arq. Francisco López Rodríguez y calculada por Ingeniería Read. Su techo está formado por dos juegos de estructuras de cáscaras soportada en los bordes por arcos parabólicos; dos arcos desplegados se cruzan en X en el centro del templo.
A inicios de la década de los setenta se realiza el complejo deportivo Centro Olímpico Juan Pablo Duarte en un gran lote donde estuvo anteriormente el Aeropuerto General Andrews, bajo la dirección del Ing. Juan Ulises García Saleta «Wiche», y con un esquema preliminar de Doi Gautier (en 1962). En este complejo fueron celebrados los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1974 y se destacan proyectos como el Velódromo (Haza y Pellerano), el Palacio de los Deportes (ISTME) y el Estadio Olímpico (Fred Goico), todos con importantes influencias en la arquitectura expresionista.
También en los setenta se realizó un salón polivalente en cáscara de hormigón, en forma de concha, en el complejo del Club para Oficiales de las Fuerzas Armadas, diseñado por Luis Despradel; y en Puerto Plata una icónica glorieta en el Parque Central de un pueblo llamado El Mamey-Los Hidalgos.
El auge de la tendencia neo-expresionista en la arquitectura dominicana duró aproximadamente 15 años, y según el testimonio del arquitecto Doi Gautier, la posibilidad de realizar estas obras se daba por el relativo bajo costo de la madera, que incluso competía con las estructuras metálicas. A pesar de que el país no contaba con la tecnología requerida para hacer este tipo de estructuras, estos arquitectos se arriesgaban a hacerlas con los recursos que tuvieran a su alcance y cada proyecto era un reto constructivo.
Al final, este tipo de arquitectura no trascendió, precisamente por su dificultad constructiva y por los elevados costos de realización. Para ese entonces era la gran
Antigua «La Técnica», tienda de exhibiciones de Peugeot, S.D.; Hugo Quezada, Noel Giraldi, Rafael (Cucuyo)Báez y Jimmy Durán; 1960.


novedad, un lenguaje que se puso de moda, en la que un determinado grupo de arquitectos, ávidos de experimentar, se sintieron entusiasmados con estas posturas, pero al final se desgastó y rápidamente desaparecieron los proyectos de este tipo. De todas maneras, muchas de estas edificaciones siguen en pie; esto destaca el gran mérito de esa generación que —interesada en explorar una arquitectura escultórica, expresionista, y con una nueva concepción espacial, estética y plástica— forjó el camino hacia una arquitectura ejemplar para las nuevas generaciones.
Bibliografía:
Brea García, Emilio José, et al. «Santo Domingo: guía de arquitectura». Sevilla: Junta de Andalucía, 2006.
Domínguez R., Mauricia, «La verdadera historia: los barrios y ensanches del Polígono Central de la ciudad de Santo Domingo». Archivos de Arquitectura Antillana, AAA047 (Junio 2013): 50-73.
Martínez Suárez, Alex. «Universidad de Santo Domingo: conjunto urbano moderno, 1944–1961». Archivos de Arquitectura Antillana AAA046 (Marzo 2013): 62-63.
Martínez Suárez, Alex. «Los hypar en la arquitectura moderna dominicana». Arquitexto 83 (Octubre 2013): 38-47.
Martínez Suárez, Alex, et al. Arquitectura en el trayecto del sol: entendiendo la modernidad dominicana. Santo Domingo: Laboratorio de Arquitectura Dominicana, 2014. Moré, Gustavo Luis, ed. Historias para la construcción de la arquitectura dominicana, 1492- 2008. Santo Domingo: Grupo León Jimenes, 2009.
Segunda Iglesia Evangélica Dominicana, Ciudad Nueva, S.D.; Pujadas, Armenteros y Asocs.; 1970s. En el medio, dos fotografías del Mercado Central de Pueblo Nuevo, Santiago; 1960s.





Capilla del Instituto Agronómico y Técnico
Salesiano (LATESA), La Vega; Pedro Gamundi y César Arturo Abréu; 1970s.
Proyecto Iglesia Pío X. Erwin Cott y Manuel Salvador Gautier; 1965.
Glorieta en el Parque Central del Municipio El MameyLos Hidalgos, Puerto Plata; 1970s. Debajo, Mercado Municipal de Puerto Plata; Julio A. Hernández; 1965.
Basílica Nuestra Señora de la Altagracia
Higüey, La Altagracia
André Duyoner de Segonzac / Pierre Dupré
Propietario: Diócesis de Higüey
Ave. La Altagracia esq. Ave. Laguna Llana, Higüey 1947 - 1971
La Basílica de Higüey fue construida entre los años 1954 y 1971 para reemplazar un antiguo santuario de piedra colonial. El proyecto surge de un concurso internacional ganado por los franceses Duyoner de Segonzac y Pierre Dupré.
El esquema de planta corresponde al tipo basilical de naves con crucero en forma de cruz latina. El interior está constituido por una nave principal y crucero, cubierto por un conjunto de bóvedas que penetran para reforzarse y escalonarse majestuosamente. Su audacia estructural se hace notar en la intersección de las naves, donde se alza una bóveda parabólica que reproduce, a escala monumental, el perfil de las bóvedas de la cubierta, y cuyo arco mas alto se eleva 80 metros. El material que más predomina en la obra es el hormigón visto. Macizos pilares de sección variable definen los tramos interiores de la nave principal, limitada lateralmente por robustos muros que se acusan con fuerza en su fachada principal. Los tímpanos de las bóvedas acogen vitrales de intensa policromía. Una gran plaza frontal se limita con un pórtico de paraboloides que define una clásica planimetría elíptica, a la manera de la Basílica Vaticana de San Pedro, donde hay amplias galerías cubiertas que ofrecen protección a miles de peregrinos.
En su interior, la basílica tiene varias capillas dispuestas para los oficios religiosos. En el centro del altar, el Cuadro de la Virgen está colocado en un simbólico naranjo confeccionado en caoba, plata y oro por el escultor de origen español Antonio PratsVentós. La Basílica tiene un campanario de 45 campanas, hermosos vitrales y murales como parte de su ambientación y una amplia extensión de jardín. El conjunto del templo, atrio, pórtico, sacristía, patio y jardín abarca un área de 40,000 metros cuadrados.


Planta arquitectónica


Sección

Templo Adventista (Auditorio La Voz de la Esperanza)
Víctor Thomen / Víctor Pizano
Propietario: Iglesia Adventista Ave. Máximo Gómez esq. Juan Sánchez Ramírez, Santo Domingo 1960
Esta pequeña obra religiosa, donde actualmente se encuentra el Tempo Adventista de Gazcue, tuvo como nombre original «Auditorio La Voz de la Esperanza» y se destaca principalmente por tener una cubierta escultural autoportante de diseño singular.
Los autores del proyecto fueron dos ingenieros dominicanos, Victor Thomén y Victor Pizano, quienes habían egresado de universidades norteamericanas, y dieron los primeros pasos para realizar estructuras parabólicas en el país. Esta iglesia fue la primera gran estructura del país hecha con paraboloides hiperbólicos. Su techo está concebido como dos láminas de forma triangular que se interceptan en el centro, donde producen un pliegue que las conduce hacia el terreno. Este gesto sobresale por la serenidad con que la estructura toca el suelo, dando la sensación de estar suspendida en el aire. Debajo de la techumbre se dispone de un espacio circular con cerramiento flexible en vidrio, efecto que contribuye a la imagen de ligereza que produce la estructura. La entrada principal está definida por un cuerpo independiente con techumbre parabólica sobre una columna de sección cuadrada.
Muy cerca de este templo estaba ubicada una estación de gasolina —hoy demolida— con techos parabólicos (conjunto Shell-Conalco). Ambos edificios formaban un maravilloso conjunto arquitectónico urbano ahora inexistente en la ciudad. Hasta el momento, en varias publicaciones sobre arquitectura dominicana se le había otorgado la autoría de dicha obra al arquitecto Guillermo Santoni, sin embargo, el testimonio del calculista del proyecto desmiente este dato.


Víctor
Pizano
Capilla Salesiana, Hogar Escuela
Santo Domingo Savio
Manuel Salvador Gautier / Erwin Cott
Propietario: Orfanato Salesiano de Haina Carretera Sánchez km. 11½, Santo Domingo
1965
La capilla del Orfanato Salesiano de Haina —hoy Hogar Escuela Santo Domingo Savio— es una notable estructura techada con una imponente cubierta parabólica donde utilizaron la naturaleza como cierre, con calados que dejaban pasar el aire. Pionera en cubiertas tipo cáscara, está construida completamente en hormigón armado.
La obra fue un reto constructivo para un país que en esos años no contaba con la tecnología adecuada para el vaciado de losas autoportantes. La firma Cott & Gautier concibió un templo abierto y cubierto con una losa multiforme que descansa sobre cuatro columnas inclinadas. Debajo del techo, se organiza un espacio circular ausente de mobiliario, con excepción del altar vaciado en hormigón armado sustituido recientemente. El presbiterio se eleva sobre un basamento de dos peldaños con relación al piso restante. La decoración interior es prácticamente nula, donde se destaca el uso del hormigón visto para los pisos y los muros en su color natural. Tanto el pie del altar y el ambón eran paraboloides de hormigón. Para limitar el espacio ceremonial se colocó un muro de bloques calados a media altura, diseñados especialmente para el templo.
La fuerza interior que produce este espacio religioso es impresionante, donde se destaca, además, la calidad constructiva del mismo. El criterio de realizar una obra con un mantenimiento mínimo y evitar inversiones en mobiliario y adornos, fue una de las premisas del diseño, que logró, mediante la propuesta de la cubierta, una de las primeras estructuras hiperbólicas de la ciudad.





© Onorio Montás
© Alex Martínez Suárez
Mercado Central de Puerto Plata
Julio A. Hernández
Propietario: Gobierno Dominicano
Calle Villanueva esq. El Morro, Puerto Plata
1965
En 1965, mientras trabajaba en el Departamento de Arquitectura de la Liga Municipal, el arquitecto-ingeniero Julio A. Hernández fue comisionado para realizar un nuevo Mercado Municipal para la ciudad de Puerto Plata.
El proyecto consiste en un moderno complejo emplazado justo al norte del centro histórico, y consta de dos piezas arquitectónicas muy interesantes. La primera es un volumen rectangular de 3 niveles que se va ajustando al nivel del terreno. Su primer nivel se eleva sobre pilotes y en los pisos superiores componen un sistema de pasarelas perimetrales, rampas y escaleras que permiten la circulación vertical. El tercer nivel tiene fachada corrida con quiebrasoles verticales que le dan cierre y unidad al volumen.
La segunda pieza consiste en una estructura circular con vuelos de gran apertura, techada con una superficie plana que articula toda la cubierta parabólica y cubre todo el segundo nivel con triángulos de luz que le dan un movimiento imponente a la volumetría.


First National City Bank (Proseguros)
Fred Goico
Propietario: City Bank
Ave. John F. Kennedy esq. San Martin, Santo Domingo 1967-1969
Este edificio está ubicado en la intersección de la Ave. San Martín —antiguo camino de salida hacia el oeste de la ciudad— con la Ave. John F. Kennedy, para la fecha, recién abierta sobre la pista norte del antiguo aeropuerto General Andrews. En la planificación de la ciudad, la John F. Kennedy debía continuar por la calle Barahona hasta interceptar el puente Duarte, por mandato del presidente Balaguer al tomar el mando a la muerte del tirano. Balaguer entendía que este era el ultimo sitio libre de Ciudad Trujillo para realizar la unión de las grandes rutas del centro urbano con la Autopista Duarte, ensanchándola a 60 metros para que se constituyera en «una gran vía urbana a cuyos lados se instalaran grandes negocios adecuados a las amplias dimensiones de la ruta». Este punto es relevante para entender la importancia de la ubicación de este edificio como sede principal del First National City Bank.
El cuerpo principal, longitudinalmente colocado en dirección este-oeste, y paralelo a las vías, aprovecha la correcta orientación para la alternativa de iluminación y ventilación natural. El edificio fue planificado para tener aire acondicionado, por lo que todas las ventanas de los pisos superiores son protegidas mediante un sistema de elementos verticales seriados a forma de parasol, que subdividen las aberturas enfatizando la horizontalidad de la ventana apaisada, tan utilizada en el movimiento moderno. Los pisos inferiores estaban destinados a la institución bancaria y los superiores a oficinas de alquiler.
El edificio consta de cuatro niveles, de los cuales los dos superiores forma un cuerpo que sobrevuela los pilares inferiores a doble altura, produciendo sombra sobre las altas cristaleras de los dos primeros niveles. La planta libre para las oficinas permite la acomodación autónoma de éstas. Un sólido cuerpo bajo, de un nivel para las áreas de servicio al público, intercepta perpendicularmente el cuerpo longitudinal a partir del segundo pilar. El retroceso sirve como porche cubierto a doble altura que antecede a la puerta principal de acceso. Este acceso es colocado al este, mirando hacia la intercepción de las dos vías sobre las que se ubica el edificio.
La necesidad de expansión de la institución lleva posteriormente a la construcción de un piso y medio más, para lo que se contrata al mismo arquitecto Fred Goico. Éste coloca dos cuerpos quebrados en los extremos para circulación vertical, ascensores y escaleras de emergencia, que modifican totalmente las proporciones originales y el acceso principal; Asimismo, se le da la espalda al norte, enfatizando solo el lado de la Avenida John F. Kennedy.




Planta arquitectónica 1er nivel
Planta arquitectónica típica
Universidad Católica Madre y Maestra
Santiago de los Caballeros
Francisco Camarena / John Frehill / Pedro Borrel / Rafael Veras
Propietario: UCMM
Autopista Duarte Km 1½, Santiago c. 1965
Luego de la instauración del campus de la Universidad de Santo Domingo en la década de los años 30, el campus de la Universidad Católica Madre y Maestra, en Santiago, es la primera institución de estudios superiores de iniciativa privada realizada en el interior del país. Su inauguración se realiza el 26 de enero de 1967, en las afueras de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Con la mayor extensión para un recinto académico, ocupa un área de 950,000 metros cuadrados como campus-jardín, donde las edificaciones disfrutan de grandes extensiones verdes llenas de árboles. Se ha convertido en un importante pulmón ecológico para la región. En el libro Historias para la Construcción de la Arquitectura Dominicana:1492-2008, Gustavo Luis Moré afirma: «obedece a una planificación de campus abierto, integrado a la pródiga naturaleza cibaeña, en el que se disponen, con criterios eminentemente paisajísticos, las piezas arquitectónicas de apoyo. El conjunto, si bien disperso, crea una agradable y funcional atmósfera para el estudio y la relajación».
La UCMM tiene sus orígenes en 1962, en una vivienda de madera del centro de Santiago. De allí pasa a ocupar un ala del Politécnico Femenino Nuestra Señora de las Mercedes, e inmediatamente se dan cuentan que necesitan un espacio definitivo para establecerse. A finales del 1963 logran arrendar 300 tareas de tierras en la autopista Duarte justo a la entrada de lo que hoy es el campus. El 23 de febrero del 1964 se coloca la primera piedra de la futura ciudad universitaria, como ya se había realizado en otros países latinoamericanos. La visión de crear un amplio campus universitario se formaliza ese mismo año, luego de la visita de un experto universitario que aconseja adquirir la mayor cantidad de terreno posible, pues 300 tareas no eran suficientes para un moderno campus universitario, ampliando el terreno con 600 tareas adicionales.
La primera etapa de planificación y desarrollo del nuevo campus la realiza Francisco Manuel (Cuqui) Batista, entre 1964-1967, cuando pasa a formar parte del equipo de planificadores de la universidad por solicitud de Monseñor Hugo Polanco Brito, quien lo envía a Estados Unidos de América a estudiar los campus universitarios. Su trabajo durante estos años abarca el diseño de: las Residencias Universitarias, el Centro de Estudiantes, el Taller de Tecnología Mecánica, los edificios de Profesores I y II y la Extensión Cultural Padre Arroyo.
A partir de acuerdos con la Universidad de San Luis, en 1967 llega a Santiago el Arq. Francisco Camarena, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, México; era Director del Departamento de Arquitectura y miembro de la Oficina de Planificación, para trabajar con el plan maestro de desarrollo de la universidad. Ante la inmensidad del paisaje, el arquitecto mexicano concibe el diseño del campus respetando la topografía y la belleza original del lugar con un concepto moderno de funcionalidad. Un equipo de profesionales jóvenes dominicanos acompañaron a Camarena en el proceso de diseño del campus y de las edificaciones necesarias para desarrollar la vida académica universitaria.
Fuente: Mons. Agripino Núñez Collado, La UCMM: Un nuevo estilo universitario en la República Dominicana (Santiago: Universidad Católica Madre y Maestra, Colección de Documentos, 1977).





de Administración
UCMM
Francisco Camarena / Gerardo Ulate
Propietario: UCMM
Autopista Duarte km 1½, Santiago
1972
Utilizando el recurso del medio nivel entre volúmenes, la edificación se adapta espontáneamente a la topografía natural del terreno; el edificio administrativo separa cuatro cuerpos articulados mediante desniveles y pasarelas de hormigón para la interconexión de las funciones administrativas. El punto articulador es el vestíbulo de entrada y núcleo de circulación vertical. La estructura portante, enteramente en hormigón armado visto, intercala en las panderetas de cierre superficies rugosas blancas que contrastan con la dureza del cemento gris; los huecos de las ventanas se protegen por aleros que las enmarcan. Otro elemento llamativo en el diseño de la edificación fue la incorporación de pequeñas láminas horizontales en forma de brise soleil realizadas con tablas de palma y pintadas de color naranja, destacando su textura sobre el hormigón y los paneles blancos; la incorporación de un material vernáculo en arquitectura académica fue un hecho innovador y sin precedentes en nuestra historia arquitectónica.
La sutileza de los detalles interiores, se evidencian en el manejo de los encofrados para crear texturas y patrones visibles al visitante. El recurso del hormigón vaciado se repite en las balaustradas de escaleras y los antepechos de los huecos, que contrastan con la calidez de las losas cuadradas de barro para el pavimento. El manejo de patios interiores con claraboyas, y ventanales en el techo para la iluminación interior de las oficinas, demuestran la intención de crear el primer edificio sostenible con ahorro energético al aprovechar los recursos de ventilación cruzada e iluminación natural. El modulo estructural se basa en losas ortotrópicas moduladas a espacios múltiplos de 1.20 m. Entre los dos cuerpos en que se divide el edificio se ubica el núcleo de baños que funciona como muro de corte para las fuerzas horizontales.
La Rectoría se ubica en la parte frontal del segundo nivel, aprovechando un pasillo externo que le permite visualizar el campus. Salas de reuniones, la oficina de planificación del campus, contabilidad y otras dependencias administrativas se distribuyen en los cuatro niveles en que se desarrollan el edificio.



Planta arquitectónica 1er nivel
Planta arquitectónica 2do nivel




© Onorio Montás
Biblioteca Central José Armando Bermúdez, UCMM
Francisco Camarena / José Andrés Urtecho
Propietario: UCMM
Autopista Duarte km 1½, Santiago 1971 - 1972
Dos cuerpos longitudinales se interceptan, a medio nivel uno del otro. El punto de intercepción se convierte en el área de recepción, circulación y distribución de las funciones de la biblioteca. Aprovechando los desniveles del terreno el cuerpo sur, de dos niveles, acoge en la parte inferior salas de uso múltiple, servicios técnicos y un amplio espacio para exposiciones, abierto hacia el paisaje circundante a través de grandes cristaleras seccionadas de piso a techo, solo interrumpidas por la estructura de hormigón visto. El segundo nivel se extiende en vuelo sobre el primero, contrastando con la planta baja por la disposición de grandes paneles ciegos hacia el exterior que solo se abren del lado sur, en un monumental hueco retraído hacia el interior para protegerse de la incidencia solar, donde se ubican la hemeroteca, área de microfilm y libros raros. En el perímetro del volumen norte se desarrollan las salas de lecturas, para aprovechar la iluminación natural; en el exterior se utilizan planos verticales intercalados de llenos y vacíos que permite al espacio interior de doble altura relacionar con el exterior los niveles colocados al centro, donde se ubican las estanterías de libros.
El acceso se realiza por una doble escalinata con plaza frontal delante de las puertas de entrada. El vestíbulo como espacio distribuidor, relaciona los dos cuerpos por medio de la altura y la entrada de luz cenital de claraboyas en el techo, de donde cuelgan lámparas de barro realizadas por artesanos locales. La combinación diáfana de los materiales constructivos al natural, hormigón y barro cocido, contrastan con las rugosas superficies planas de color blanco. Prevalece la horizontalidad sutilmente rota en la intercepción de los cuerpos principales. Un antepecho continuo sobre vigas en vuelo unifica magistralmente ambas piezas.
La biblioteca fue inaugurada en enero de 1972, siendo la primera biblioteca privada del país. Proyectada para el futuro crecimiento del recinto académico, ocupa 5,000 m2 de construcción, y tiene una capacidad para más de 1,000 usuarios cómodamente sentados.

arquitectónica 1er nivel

Planta arquitectónica mezannine

Planta arquitectónica 2do nivel


Planta
Sección



Onorio
Montás
Centro de estudiantes UCMM
Manuel Francisco (Cuqui) Batista
Propietario: UCMM
Autopista Duarte, km 1½, Santiago 1965-1966
Robusta edificación diseñada por Cuqui Batista para aulas, oficinas administrativas y otros servicios estudiantiles. Es uno de los primeros edificios construido en el campus universitario. Según Juan Inoa «la edificación es pionera en la exploración formal del espacio dentro del campo volumétrico, visualizando usos alternativos del hormigón, lo que sorprendió a la comunidad local de arquitectos, por los grandes y pesados volúmenes en voladiza de su composición morfológica estructural».
Ubicado hacia el centro del campus y alejado de las vías perimetrales, el Centro de Estudiantes se alzaba imponente como centralizador de las actividades de la universidad. Los volúmenes puros en voladizo juegan con la composición alternándose en rítmica secuencia. En su interior, el espacio se abra en una mayor altura. Hay un evidente contraste, entre lo cerrado de la edificación hacia el paisaje circundante y la apertura interna lograda por la doble altura. Una preocupación evidente de Batista es la ventilación cruzada, a partir de artilugios en el uso de bloques calados que protegen y ayudan a la climatización interna de forma natural.
Fuente: Juan Inoa y Oscar Almánzar, «PUCMM Armonías del medio construido y el medio natural». Urbania 2, No. 2 (Enero–abril 2013): 28-45.


© Archivo
Eduardo Sánchez
Tanque de agua UCMM Santiago
Francisco Camarena
Propietario: UCMM
Autopista Duarte km 1½, Santiago 1972 - 1974
Por las grandes dimensiones del campus universitario se necesitaba un reservorio para el agua. Aprovechando la gravedad para distribuir el agua a todo el recinto, se decide construir un tanque elevado que se coloca en la entrada principal de la universidad. Combinando la estética con la funcionabilidad, el tanque de agua se convirtió en la imagen y símbolo de la UCMM, dando no sólo la bienvenida al campus sino también a la ciudad de Santiago de los Caballeros.
Tres columnas huecas, de 0.80 cm de diámetro en el interior, soportan y atraviesan el tanque cilíndrico de fondo cónico, simbólicamente representando la Santísima Trinidad. Cada columna sirve para una función especifica: escalera de acceso a la cubierta, tuberías de alimentación e instalaciones eléctricas para la iluminación. En el perímetro, 33 cáscaras semicilíndricas de 0.15 cm, en forma de anillo rodean el tanque y ayudan al anillo superior a soportar la losa plana de hormigón armado que forma la tapa. Cada semicilindro está dividido en cinco segmentos, cuyos extremos varían de dimensión alternándose rítmicamente para evitar una monotonía en los bordes; se conectan a la vez a nervaduras de hormigón en el fondo cónico. Los semicilindros tienen funciones adicionales, pues sirven como rebosadero y a la vez convierten al tanque en una monumental fuente ornamental para ocasiones especiales.
Los 33 tubos de desagüe simbolizan los treinta y tres años de vida de Jesucristo antes de su Pasión y la fuente, simboliza la luz y la vida que emanan de Él.
En años recientes se ha colocado una iluminación en azul que acrecienta el efecto del agua cuando cae desde lo alto. Es innegable que, debido a su diseño, se ha convertido en el reservorio de agua artificial mas espectacular del país. Es un ícono indiscutible que representa una de las academias mas prestigiosas de la República Dominicana.




Superintendencia de Bancos
Edgardo Vega Malagón
Propietario: Gobierno Dominicano Ave. México No. 52 esq. Leopoldo Navarro, Santo Domingo 1967-1970
Pequeño edificio de oficinas gubernamentales de tres niveles, síntesis del legado moderno en Santo Domingo. Orientado a lo largo de la Ave. México, se aprovecha una correcta ventilación e iluminación de las oficinas. En los extremos de mayor asoleamiento, un muro curvo en hormigón plegado se levanta para aislar del sol las oficinas, durante las mañanas y las tardes. El edificio es de estructura aporticada, disimulada por una composición intercalada de paños de muro y paneles acristalados de piso a techo. Los paños de cristales se dividían en tres partes, al centro la ventana, y debajo y encima de éstas, paños fijos de color azul. Esto provocaba una interesante combinación de color, con el azul de los paños, la estructura en blanco y el hormigón en su color natural.
El primer nivel se maneja como base sobre la que se sustentan los dos niveles superiores, separados por un pliegue que envuelve el segundo y tercer nivel. Se destaca también el vuelo de la marquesina de acceso que emplea un tratamiento similar a las piezas laterales de hormigón. El sutil gesto de la curvatura en cada extremo del edificio, nos recuerda a Le Corbusier, mientras que la caja transparente sigue los lineamientos de Mies van der Rohe. Los recursos empleados en la combinación de materiales y la expresión vista del hormigón referencian al brutalismo utilizado por Vega y que coincide con la llamada Tardomodernidad.
La obra se colocaba sin estridencias en un entorno verde de edificaciones de pocos niveles. El cuarto nivel fue agregado posteriormente para ampliar la capacidad del edificio, continuándose la línea del paño curvo. En el año 2003 un proyecto de remodelación modificó los cerramientos originales, eliminando el color natural del hormigón, y asignando a toda la edificación dos tonos de azul; además se añadió en ese momento un edificio anexo en la parte posterior. El edificio ha sufrido otras modificaciones posteriores; se agregó, por ejemplo, una verja, demasiado trabajada, que obstaculiza las visuales del edificio, así como una serie de estacionamientos automatizados en la parte posterior. No obstante las modificaciones efectuadas, el edificio aún conserva la calidad de su diseño original.




© Archivo
Emilio Brea


Proyectos Multifamiliares
Rafael Tomás Hernández et al.
Propietario: Gobierno Dominicano Santo Domingo

Proyectos de Viviendas Multifamiliares
Propietario: Gobierno Dominicano
1966-1970 / 1970-1974 / 1974-1978
Desde la ascensión al poder en 1966 del Dr. Joaquín Balaguer, se implementa la ejecución del Plan de Renovación Urbana patrocinado por la Presidencia de la República, y motivado por el gran problema habitacional de la ciudad, al incrementarse la población urbana luego de la caída de la tiranía. La migración campesina había ocupado terrenos de alto riesgo, de forma ilegal, con ranchos construidos con materiales de pobre calidad. Ante esta situación, el Gobierno decide implementar la remodelación de estas barriadas paupérrimas con proyectos de urbanización, infraestructura, mejoramiento del ornato público y viviendas adecuadas, aunque de bajo costo. Esta idea fue gestada en 1961 para las barriadas de La Fuente, Guachupita, Los Guandules y Gualey, pero no pudieron ponerse en práctica por la salida del poder del mandatario.
A su regreso al poder, se retoman los planes inconclusos, y el 3 de noviembre de 1966 el Dr. Balaguer anuncia en su discurso el inicio del Plan de construcción de viviendas de interés social en la ciudad de Santo Domingo, con carácter prioritario. Dos días después se inicia el Plan, con la erradicación del arrabal y del mercado, ubicados en la intersección de las avenidas Abraham Lincoln y José Contreras, en el sector conocido como Matahambre (1966-67). A continuación se realiza el rescate de los terrenos frente al Centro de los Héroes (1967-68) y la Urbanización de los terrenos del Escuadrón de Caballerías denominado Honduras del Este (1967-68). Estos tres proyectos se ejecutaron de forma simultánea. Posteriormente, el Plan incorpora la renovación de los sectores alrededor de la cabeza del puente Duarte, para modificar el aspecto de la entrada a la ciudad. Se realizan los proyectos de Plaza La Trinitaria, La Fuente y Loma del Chivo, un conjunto de tres sectores arrabalizados que trasformaron el aspecto de recibimiento a la ciudad. Se continúa el programa con Guachupita y Los Minas, así como el proyecto de Villa Estela, en Barahona.
El Gobierno realizó grandes esfuerzos para lograr un cambio en el mejoramiento del ornato público, los planes de progreso y de adecentamiento del ambiente en el que habitaban las familias dominicanas de escasos recursos económicos. Estos proyectos del periodo 1966-1970 se canalizaron a través del Instituto Nacional de la Vivienda, el Instituto de Auxilios y Viviendas, el Banco Nacional de la Vivienda y la Oficina de Ingenieros al Servicio del Honorable Señor Presidente de la República. El programa ejecutó en los dos primeros años 2,000 unidades de viviendas, tanto en edificios multifamiliares como en casas unifamiliares, en 6 barriadas saneadas y dos nuevas urbanizaciones. Estos proyectos habitacionales de renovación urbana son realizados por el Arq. Rafael Tomás Hernández junto al Ing. José Miguel Mondesí.
Hasta esa época el único proyecto de magnitud similar ejecutado en el país había sido el Ensanche Luperón durante la Era de Trujillo. Realizado durante dos años, las mil viviendas construidas llegaron a un costo de RD$4,000,000 de pesos. En el mismo lapso de tiempo, la firma Hernández Mondesí ejecutó 1,928 viviendas con servicios comunales a un costo de RD$7,000,000 de pesos con su relativo impacto en la dinamización de la economía nacional.
Se convirtió en una norma, durante cada periodo de Gobierno subsiguiente, la realización de proyectos habitacionales, no siempre dirigidos a las clases menos pudientes. La magnitud de los mismos dependerá de las condiciones económicas imperantes en el momento y de las intenciones del mandatario de turno. Los primeros proyectos habitacionales estaban dirigidos a la desarrabilización de la ciudad, a las clases marginadas. Se implementa entonces una acertada solución de incluir locales comerciales
en el primer nivel de los edificios de apartamentos, que con los años se fue perdiendo en otros proyectos de edificios multifamiliares.
Más tarde, se incluyeron propuestas de mayor densidad y altura, dirigidas a otros niveles sociales y a la venta para el mercado inmobiliario, ofreciendo facilidades de adquisición a las familias de clase media. La utilización de grandes terrenos, propiedad ahora del Estado, permitió el desarrollo de grandes proyectos de viviendas, como los de la Ave. Anacaona y los de las proximidades del Hotel Embajador.
La cuadra donde se encuentra ubicado el Hotel Embajador tiene varios desarrollos de proyectos habitacionales que fueron ejecutados por el Gobierno entre 1974 y 1978. Estas propuestas arquitectónicas de un alto nivel de diseño constituyen uno de los grandes ejemplos de la arquitectura habitacional realizada desde las instancias públicas para una clase social de mayor poder adquisitivo y de los allegados al Estado. Utilizando el antiguo campo de golf se desarrollaron varios proyectos de vivienda multifamiliares y un centro comercial. Se inició con el Condominio Mirador Sur, luego con La Trinitaria y posteriormente con el centro comercial. Se ejecutan de último los proyectos de los Jardines del Embajador, resultado de un concurso de diseño donde participaron importantes firmas y arquitectos, entre ellas Fred Goico con los hermanos Caro, Luis Despradel y Radhamés Díaz.





Edificio de apartamentos en Villa Duarte, Santo Domingo
Proyecto Guachupita (margen oeste del río Ozama)
Habitacional La Feria (Matahambre)
Rafael Tomás Hernández / José Miguel Mondesí
Propietario: Gobierno Dominicano Ave. Emilio Jiménez Moya esquina Ave. Independencia, Santo Domingo 1966-1968
El Habitacional La Feria, mejor conocido como «Matahambre», es de los primeros proyecto a ejecutarse del Plan de Renovación Urbana patrocinado por la Presidencia de la República en 1966. Se inicia con la erradicación del arrabal ubicado en la intersección de las avenidas Abraham Lincoln y José Contreras en el lugar conocido como Matahambre. Inmediatamente se continúa con el proyecto hoy conocido como La Feria, en el sentido opuesto, para rescatar los terrenos aledaños al Centro de los Héroes. Este proyecto permitió rescatar al mismo tiempo la propuesta de la Ave. Cardenal Spellman —hoy Jiménez Moya y Winston Churchill—, previamente desechado por la ocupación ilegal de los terrenos por donde debería pasar la avenida. Relata el Arq. Rafael Tomás Hernández, que mas de 50 casas importantes estaban ya construidas sobre el trazado de la vía. El proyecto de La Feria y Matahambre contempló 296 apartamentos, una escuela, dispensario médico, biblioteca, parque y salones comerciales a un costo de RD$1,103,690.68.
El proyecto, al igual que otros, maneja el criterio de confort y seguridad en las viviendas; maneja un promedio de área de 11 m2 por persona —en ese momento era un promedio mayor a los utilizados en países mas desarrollados— y gran ventilación en todas las áreas. La urbanización contaba con servicios públicos, áreas verdes y deportivas, juegos infantiles, salones para comercio y escuelas. Fue ejecutado como proyecto piloto compuesto de 13 edificios multifamiliares con 132 apartamentos y 4 salones comerciales en primera planta; 60 casas unifamiliares con cuatro modelos distintos y diversidad de áreas comunes.
Los edificios de tres y cuatro niveles fueron construidos con bloques de concreto sin columnas. Se logró reducir la altura de entrepiso a 2.40 m, lo que permitió cumplir con la Ley de ornato 6-75 de altura máxima permitida, y así los huecos de las ventanas no necesitaban dintel, resolviendo la carga de la losa de entrepiso o techo, y agilizando el proceso constructivo. Tres modalidades de edificios se diseñaron para este proyecto los tipos X, T y H. Los edificios tipo X constan de 12 apartamentos con sala-comedor, 3 dormitorios, baño, cocina y balcón en 75 m2. Los edificios tipo T, frente a la avenida Jiménez Moya, constan de 9 apartamentos y 2 locales comerciales, aumentando su tamaño a 100 m2 por vivienda. Los ubicados a los extremos del proyecto se plantearon con cuatro plantas y los locales comerciales en la primera, los ocho intermedios (tipos T y H) se definieron de 3 plantas, solamente habitacionales.
El parque central del proyecto se mantuvo intacto hasta años recientes en que se construyó un kiosco de hormigón armado en el centro. La Escuela también permanece, aunque se le haya agregado una alta verja perimetral. Sus paredes de bloques calados de barro permitían una ventilación cruzada de las áreas.

Fuente: Viviendas y Renovación Urbana en la República Dominicana. Obras realizadas por la Oficina al Servicio del Honorable Señor Presidente de la República. (Santo Domingo, 1968).

Planta de conjunto

tipología cruciforme (X)


arquitectónica tipología en forma de «T»

arquitectónica tipología en forma de «L»

tipología en forma de «L»

tipología en forma de «L»

Elevación tipología en forma de «T»

Elevación tipología en forma de «T»
Elevación
Elevación
Planta arquitectónica
Planta
Elevación tipología cruciforme (X)
Planta
Habitacional Honduras del Este
Rafael Tomás Hernández / José Miguel Mondesí Propietario: Gobierno Dominicano Honduras, Santo Domingo 1966-1968
Inmediatamente luego de iniciados los dos primeros proyectos de renovación urbana en el sector de Matahambre, se continúa con el tercer proyecto ubicado en el antiguo Escuadrón de Caballerías de la Policía Nacional, denominado «Honduras del Este». El Plan de construcción de viviendas contemplaba ubicar 1,000 familias, en una extensión de terreno de 300,000 m2; a través de un desarrollo mixto de edificios de cuatro niveles, viviendas dúplex y unifamiliares, en varios modelos y tamaños, además de servicios comunes como escuela, iglesia, oficinas, salones comerciales, centro comunal, áreas verdes y canchas deportivas. El proyecto Honduras fue una urbanización nueva pensada para dar continuidad a los proyectos de renovación cercanos; su ubicación entre las avenidas Correa y Cidrón, José Contreras e Independencia, la conectaba con el resto de la ciudad, renovando todo un kilometro cuadrado de terreno. Parte de los beneficiados con vivienda eran los desalojados de Matahambre. Los proyectistas confiaban en que estas urbanizaciones mejorarían las características psicológicas de las familias desplazadas, al cambiar inmediatamente la forma de su vida material, social y recreativa.
La primera etapa del proyecto fue inaugurada el 21 de julio de 1968, entregando 288 viviendas y 2 salones comerciales. La totalidad consta de 45 edificios multifamiliares con 4 salones comerciales en primera planta, y 176 casas entre dúplex y unifamiliares con cuatro modelos distintos y diversidad de áreas. Es en este proyecto donde aparecen los primeros edificios «Pantalla», como les denominaron en ese momento Rafael Tomás Hernández y José Miguel Mondesí por su altura y longitud —posteriormente el vocablo tendrá otra acepción relacionada al acto de ocultar las barriadas populares—. Además aparece en este proyecto, el primer edificio curvo, ubicado frente a la iglesia; solución del agrado del Dr. Balaguer que posteriormente será requerido para otros proyectos.
El total de 696 apartamentos, con una escuela, dispensario médico, biblioteca, parque y salones comerciales, se realizó a un costo de RD$2,613,824.83. El planteamiento urbano desarrolla el proyecto en la parte baja del farallón, con vías de conexión a la parte alta, en el oriente, y hacia el poniente. Al final solo se ejecuta la Ave. Italia, hasta la Ave. Anacaona, eje donde se ubicarán parte de los edificios multipisos, en la intersección con la Ave. Independencia. El criterio fue ubicar todos los edificios en las manzanas del sur y las viviendas unifamiliares hacia la parte norte. Se crea un centro con amplias áreas verdes donde se ubican, en manzanas independientes, cada uno de los servicios comunitarios. En un eje preponderante, se ubican la iglesia —una réplica del templo San Rafael, a un costado del Palacio Nacional—, la escuela de 12 aulas con auditorio y oficinas, el centro cultural–deportivo, un edificio para oficinas, además de un parque infantil de recreación. El complejo incluye edificios «pantalla», edificio tipo X —de 2 plantas—, edificio tipo XE de 3 y 4 plantas, casas tipo dúplex, unifamiliares de un piso y dos pisos. Todas las viviendas constan de sala-comedor, tres habitaciones, cocina, baño, closets, galería, terraza y marquesina.
En el Centro Comunal o Centro de la Juventud se preparó un edificio en altura: una esbelta torre circular de 10 pisos destinada para alojar oficinas para grupos deportivos y culturales. Cada piso servía a uno de estos pequeños grupos de servicio a la comunidad. Dos cilindros desiguales se interceptan, el menor, de carácter sólido, sirve para la circulación vertical; y el mayor, elegante y ligero, se apoya en una estructura interior que permite ventanas perimetrales continuas. Dentro de este conjunto habían instalaciones deportivas complementarias como canchas y piscina olímpica, auditorio y dispensario médico. Las funciones originales del conjunto han sido reemplazadas por otras de índole institucional hace muchos años, impidiendo a la comunidad circundante aprovecharlas.




© Archivo Rafael Tomás Hernández

Planta de localización módulo edificio de apartamentos curvo

Planta arquitectónica módulo edificio de apartamentos curvo

Elevación norte módulo edificio de apartamentos curvo

Elevación este módulo edificio de apartamentos curvo


Planta arquitectónica tipología de vivienda unifamiliar

Elevación frontal vivienda unifamiliar

Elevación posterior vivienda unifamiliar

Plaza La Trinitaria y edificios multifamiliares
Rafael Tomas Hernández / José Miguel Mondesí / Benjamín Paiewonsky / Teófilo Carbonell / et al.
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. 27 de Febrero esq. Josefa Brea, Santo Domingo 1967 - 1969
A partir de la vuelta al poder del Dr. Joaquín Balaguer en 1966 se retoman los planes de mejoramiento de la ciudad. Dentro del Plan de Renovación Urbana para Santo Domingo, se inicia en el 1967 el cuarto proyecto, la adecuación de la entrada a la ciudad, en la cabeza oeste del puente Duarte. A Balaguer le preocupaba la arrabalización, la ocupación ilegal de terrenos por campesinos, y entendía que afeaban la entrada de la ciudad y otras partes (Valdez, 2015). Desde que asciende al poder, manda a limpiar e intervenir el área de la incineradora de basura, conocido como «La Fuente», la zona central de la cabeza del puente donde se construye la Plaza de la Trinitaria, y los edificios en los alrededores que sirvieran como telón de fondo a la entrada de la ciudad. De inmediato se realiza, para completar la entrada, el proyecto de «La Loma del Chivo», donde tres grandes terrazas permitían alojar al borde de la loma, edificios curvos, de dos niveles, en forma escalonada. Fue una operación de resemantización y recualificación de las áreas centrales, en este caso la entrada a la capital.
El proyecto de las cabezas del puente Duarte, tanto del lado occidental como oriental, se concibió como un gran proyecto de renovación urbana y vial muy sofisticado y sin precedentes en Santo Domingo. Amplias vías y pasos a desnivel aprovechaban la accidentada topografía del lugar, y grandes isletas irregulares con jardines acompañaban una espectacular entrada a la ciudad. Casi todas las obras fueron realizadas simultáneamente; se inicia por el lateral norte, con el proyecto conocido como La Fuente, donde se reubican las primeras familias desalojadas en 16 edificios con 217 apartamentos y 26 salones comerciales, para poder realizar los trabajos respectivos de renovación. Este proyecto se conecta con el de la avenida de circunvalación Francisco del Rosario Sánchez en la parte alta del farallón que da al río, y con el proyecto subsiguiente de renovación en Guachupita.
Luego de trabajar liberando los alrededores de la incineradora de basura, que poco funcionaba ya, se trabaja el espacio para la Plaza La Trinitaria y sus edificaciones de borde. La arquitectura de acompañamiento a la plaza, ocultará los barrios populares detrás de ella. Se buscaba una solución efectiva a la demanda habitacional y se optó por edificios de mediana altura. Una característica de la época fue la creación de estos edificios altos (para la época no era costumbre cuatro pisos para edificios de apartamentos) y longitudinales tipo «Pantalla», denominación por las que se conocieron posteriormente este tipo de construcciones. En el edificio de fondo, que funcionó realmente como una pantalla de recibimiento y telón de fondo del monumento conmemorativo a la Trinitaria, se colocó por mandato del Dr. Balaguer un letrero de bienvenida a la ciudad, solicitando a la empresa tabacalera que lidereaba el mercado local: Montecarlo. Por muchos años se relacionó la imagen de esta valla comercial con la llegada a la ciudad de Santo Domingo.
Es notable el tratamiento paisajístico de la plaza realizado por Benjamín Paiewonsky, un recuerdo de los trabajos de pavimento bicromáticos de Burle Marx en Rio de Janeiro, Brasil. Asimismo, es interesante el uso por primera vez de plantas nativas para la vegetación que acompañaba las jardineras de la plaza, entre ellas la palma Yarey. El monumento a la Trinitaria es una poética escultura abstracta de tres columnas ascendentes hacia el infinito, alegóricas a los tres padres de la patria, entre dos planos forrados en mármol con el escudo nacional y la bandera. Todos los elementos están colocados sobre una plataforma en voladizo, desde la cual, cortinas de agua iluminadas caían a un estanque perimetral. El acceso se plantea a través de una escalinata en voladizo, muy etérea. Los edificios de Rafael Tomás Hernández y José Miguel Mondesí, de cuatro niveles, combinan negocios en la planta baja y apartamentos en los pisos
superiores. Las ventanas sin dinteles superiores, las escaleras traslúcidas con persianas alternadas con paneles de cristal, y las delgadas losas planas para las techumbres, fueron recursos que aligeraban la pesadez del conjunto a la entrada de la ciudad. En la azotea, los cuerpos de escalera se coronan de una losa plegada que le ayuda a romper la pesadez del cuerpo longitudinal. Este elemento será repetido posteriormente con mayor fuerza en el edificio principal ubicado en la cabeza oriental del puente. El conjunto ha perdido su carácter recepcionista, de contenedor de la realidad de un pueblo, principalmente a partir de la introducción del elevado de la Ave. 27 de Febrero, que desvirtuó el espacio de público de la plaza.
El proyecto consituyó, por muchos años, el telón de fondo que planteó la idealización de un progreso racionalizado para la ciudad de Santo Domingo. El conjunto fue finalizado con la adecuación de «La Loma del Chivo» en forma aterrazada, eliminando todas las casuchas y dejando espacios verdes y una visual abierta hacia el río.







Elevación principal multifamiliar curvo 7B-1-4
Elevación frontal del módulo «A» especial
Planta arquitectónica 1er nivel multifamiliar curvo tipo 6A-1-4
Planta arquitectónica multifamiliar curvo 7B-1-4
Planta arquitectónica 2do nivel multifamiliar curvo tipo 6A-1-4
Elevación oeste multifamiliar curvo tipo 6A-1-4
Elevación norte multifamiliar curvo tipo 6A-1-4







Residencia García Abarca
Vital García

Residencia García Abarca
Vital García
Propietario: Vital García Abarca Ave. Gustavo Mejía Ricart esq. Santa María, Naco, Santo Domingo 1969
Planos cortesía de Kirssy Vásquez / Santo Domingo: Guía de arquitectura (2006)
Construida en 1969, esta casa unifamiliar ubicada en la Calle Gustavo Mejía Ricart esquina Calle Santa María, en el ensanche Naco, fue diseñada por el arquitecto Vital García para sus padres. Fue la primera obra proyectada por el arquitecto desde Madrid (en 1968).
El emplazamiento de la vivienda es una de las claves de su fuerza expresiva. La casa, con un programa para una familia pequeña, es manejada como una pieza colocada suavemente sobre un terreno rocoso. Se aprovecha el lote de esquina para crear una composición de escalones ajardinados que conducen hacia la entrada, parte integrante de su aporte al aspecto urbano. Las equilibradas proporciones de los planos y el recurso de la combinación de texturas y materiales le dan un aspecto doméstico y expresivo a la vez. La planta se organiza con el concepto de ambientes adaptados a la topografía, con lo que se buscaba realizar una arquitectura innovadora y renovadora.
En el interior, se conectan espacios a partir de un juego de desniveles similares al tratamiento externo. La volumetría exterior que aparenta casi un solo nivel, al interior oculta un sótano para servicios y garaje cerrado, un primer nivel con áreas sociales y terraza posterior relacionada al patio trasero, y un segundo nivel con terraza y techo jardín. El arquitecto diseña cada uno de los detalles interiores de la casa, las lámparas, el trabajo en madera del mobiliario, etc., buscando unificar el criterio de diseño del conjunto.
El crecimiento en altura de las propiedades posteriores ha modificado la escala perceptiva de la vivienda. El elemento mas llamativo es su permanencia en el tiempo como una arquitectura contemporánea.

Planta arquitectónica 1er nivel


1. Recibidor 2. Baño 3. Sala 4. Comerdor 5. Estar 6. Terraza 7. Cocina 8. Habitación 9. Garage
Balcón



© Gabriel Castillo
Iglesia de Los Prados
Guillermo Santoni / Ketty Bisonó
Propietario: Misioneros Sagrado Corazón Calle Amelia Francasi esq. José López, Santo Domingo 1969
Esta Iglesia, de planta rectangular, fue realizada para los moradores del sector «Los Prados» —desarrollo urbano de principios de la década del sesenta— en una gran extensión de terreno expropiado a la familia Trujillo. A gran distancia de otros templos católicos era necesario para la feligresía un lugar de culto. Se aprovechan entonces los jóvenes arquitectos formados en el extranjero, para incursionar en la experimentación de estructuras parabólicas, ya muy utilizadas en otros países desde años antes.
La década de 1960 fue época de experimentación en la arquitectura dominicana. Estos arquitectos introdujeron la estética brutalista-neoexpresionista a través de propuestas con fuerte incidencia estructural. En este ejemplo se concentran los criterios de un planteamiento formal que tenía como objetivo lograr belleza con la mayor economía de recursos. El edificio, aunque se plantea como una planta libre, insinúa tres naves a la manera tradicional; el módulo de los paraboloides deja al centro un espacio doble y en los lados la mitad. Se maneja una escala humana y hay un planteamiento espacial y sensorial nuevo para centros religiosos. Se compone de cuatro paraboloides hiperbólicos excéntricos, de hormigón visto, apoyadas sobre columnas poliformes con caras talladas en diamante. Ninguno de los paraboloides se tocan, lo que provoca una fisura en forma de cruz en el techo, cubierto por una media bóveda en material acrílico. Los elementos de fachadas eran autoportantes y separados del techo —vitrales con soportes de metal—.
El uso de vitrales geométricos para las paredes proporciona una riqueza de luz y color propios de un expresionismo dentro de la arquitectura de su tipo. Destaca el torreón donde se colocó una gran cruz, detrás del altar, compuesto por tres cáscaras semicirculares verticales plegadas. Dos de ellos coinciden en el interior con el altar, por donde entraba la luz natural y enfatizaba la imagen de Cristo.
El templo está emplazado justo en la curvatura de la calle y sobre un promontorio que le permite un mejor aprovechamiento de la perspectiva. El edificio se asienta serenamente en el terreno y transmite la sobriedad de un espacio destinado para la oración. Actualmente, ha perdido su uso de templo por la construcción de otro de mayor capacidad cercano al mismo. Con el paso del ciclón David en 1979, muchos de los vitrales hacia el este, sufrieron por la fuerza de los vientos. Se tomó la decisión de eliminarlos y sustituirlos por bloques calados, suprimiendo el efecto de color del interior. Solo permanecen algunos en la zona donde estaba el altar. Además todo el hormigón visto ha sido pintado de blanco, afectando esto también la imagen del edificio.



Conjunto Shell Conalco (estación demolida)
Manuel Salvador Gautier / Erwin Cott
Propietario: Shell Conalco Ave. Máximo Gómez esq. Juan Sánchez Ramírez, Santo Domingo 1969 (estación demolida)
El conjunto Conalco-Shell de la avenida Máximo Gómez, está compuesto por un interesante edifico de oficinas de tres niveles –con estructura vista– y una estación de servicio de gasolina, techada con cinco paraboloides de diferentes alturas.
El edificio de la esquina es un paralelepípedo de proporciones muy bien logradas, definido por un esqueleto estructural a la vista que envuelve la caja utilitaria que se resuelve dentro, ligeramente elevada del suelo como para hacer sentir que está «colgando» dentro el sistema estructural que la sostiene y contiene. Fue el primer edificio peristilado de Santo Domingo y tenía evidentes rasgos estructuralistas de la escuela de Pier Luigi Nervi en Italia.
Justo al lado, la estación de servicios consistía en un doble paraguas de hormigón que servía de múltiple marquesina, sin embargo, fue derribado en uno de esos intentos de modernización de la empresa. El bloque de oficinas que sustentaba administrativamente esta estación de gasolina, era la imagen corporativa de la sede de la transnacional Shell & Cía. y no fue tocado en el momento de la demolición de los paraboloides, pero sí cambió de actividad por traslado de la sede a otro edificio. Sin embargo, dada su compacta expresión formal, sus nuevas funciones no han podido vulnerar la expresión visual del bloque rectangular sobreviviente.
Este proyecto constituye un hito referencial del avance formal y técnico de la arquitectura en su fusión con los cánones de la más avanzada ingeniería estructural.




Seguros San Rafael
Manuel —Manolito— Baquero / Milán Lora
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Leopoldo Navarro esq. San Francisco de Macorís, Don Bosco, Santo Domingo 1969 - 1971
En 1969 se construye el primer nivel del que pudiera ser considerado el más atractivo edificio institucional del momento, completado en 1971 con la construcción de los cinco pisos restantes y la caja de escalera. Masivo pero equilibradamente rasgado por sus texturas, este edificio se inserta imponentemente en una pasiva barriada de techos bajos y coloridos. Gris y opaco, aparentemente desnudo, sin cosméticos innecesarios, ni superfluas alusiones, este edificio destinado a alojar una institución estatal dedicada al ramo de los servicios de seguros, constituye un hecho sin precedentes en la historia de la arquitectura dominicana. Es el primer edificio estatal construido después de la dictadura y sin mayor dilación balbucea la amétrica democratizadora que vivía el país. Hereda las formas impuestas pero abre su interior a una interesante relación con el exterior mediante un reiterativo sistema de enormes persianas fijas que suben y bajan por paredes que a su vez se retraen o avanzan. Éstos intentan y logran romper una insinuada monotonía de enlaces superficiales que asoman en sus acompasadas fachadas, cuatro recursos de respeto a la envolvente del entorno que en ese punto se va agotando porque la ciudad llegaba justo hasta ahí. El aeropuerto General Andrews había marcado el límite de la ciudad hacia el alto oeste urbano, y el edificio San Rafael rememora un poco aquella despedida espacial.
Las cajas de escaleras, centralizadas al enmarcar la entrada principal, aportan un diálogo de contradicciones hipotéticas. Una parece sorda porque es muda y no expresa nada, siendo lisa pero rugosa. La otra es abierta, habla el sencillo idioma de la relación interior exterior y se expresa con elocuencia urbana donde empieza una nueva ciudad, la ciudad democrática.


Palacio Municipal de Santiago de los Caballeros
Teófilo Carbonell
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Juan Pablo Duarte No. 85, Santiago c. 1968 - 1969
Importante obra realizada en el primer periodo del Gobierno Constitucional del Dr. Joaquín Balaguer para la ciudad de Santiago. El nuevo edificio para el ayuntamiento saca la institución del centro histórico, donde originalmente se localizaba. El proyecto consiste en un amplio volumen rectangular con patio central que se coloca paralelo a la Ave. Juan Pablo Duarte, en un amplio solar con jardines frontales. Cada lateral se trabaja a diferentes alturas. Los cuerpos al este y norte son los más altos, de cuatro niveles, el lateral oeste tiene solo dos, y la parte posterior un nivel, con accesos a una plaza de estacionamientos al descubierto. Se aprovecha un ligero desnivel del terreno para los cuerpos mas elevados, de tal forma que el primer nivel solo se observa hacia el exterior, quedando el patio central a la altura del segundo piso. En los dos extremos del cuerpo frontal y a cada lado de las esquinas, se desarrollan amplias escalinatas protegidas por marquesinas en vuelo, de suaves superficies alabeadas por debajo, que se extienden para jerarquizar los accesos hacia el interior.
La estructura del cuerpo principal es de 18 pórticos de cuatro niveles, con entrepisos de alturas diversas, de acuerdo a las funciones a que están destinadas. El tercer piso es el de mayor jerarquía, destinado para las salas de recepciones y eventos oficiales. La segunda planta localiza en sus extremos los vestíbulos de acceso y distribución hacia las oficinas ubicadas en los niveles superiores; mientras que una logia abierta en el centro une ambos extremos e integra el patio interior con los jardines frontales, a manera de «Salón de pasos perdidos»; con dos hileras de columnas centrales revestidas de mármol. Sobre la logia, los paños superiores modifican el ritmo de los vanos al introducir planos verticales que reducen las cristaleras.
Los pisos de oficinas se plantean con pasillos centrales y oficinas a ambos lados. La volumetría propuesta como un solo volumen escalonado desde el exterior, se interrumpe por el alero alabeado de la segunda planta y la marca del entrepiso visible detrás del cerramiento de la perfilería de aluminio y vidrio desarrollados de piso a techo en los dos niveles superiores. Una doble franja en amarillo resalta como cinturón en las esquina, disimulando la estructura de entrepiso. Un antepecho simple unifica el coronamiento.
El edificio también alberga amplios salones de actos, de sesiones, cafetería, oficinas y jardines, etc.. Arañas de cristal modernas adornan e iluminan los espacios interiores. Además, se incorporan copias de esculturas de los más grandes artistas de la historia del arte: entre ellos el David y la Piedad de Miguel Ángel, la Venus de Medici de Giambologna, las Tres gracias de Canova. Éstas son solo algunas de las piezas que adornan salones y jardines del Palacio Municipal de Santiago.



© Jesús Natalio Puras Penzo
© Ricardo Briones
Conjunto Fuerzas Armadas
Luis Despradel
Propietario: Gobierno Dominicano Ave. 27 de Febrero esq. Ave. Luperón, Santo Domingo 1970
El conjunto de las Fuerzas Armadas se compone de dos partes: la Secretaría de Estado, ubicada en el promontorio hacia la intercepción con las dos grandes avenidas (27 de Febrero y Luperón); y el Club para Oficiales, compuesto por cuatro pabellones unidos por pasarelas. Ambos proyectos se relacionan dentro de un mismo terreno, bordeado por una verja realizada con revestimiento de lajas de piedra caliza.
La Secretaría prevalece en volumen y tamaño; se enfrenta lateralmente a la Plaza Independencia, al centro de la intercepción vial, al prevalecer la orientación longitudinal este-oeste. Es la única edificación alrededor de la Plaza que no mantiene el mismo lenguaje estético de diseño. De cuatro niveles, y totalmente dedicado a oficinas, a este edificio se accede por una marquesina al centro del edificación que marca un evidente eje axial. La primera planta se maneja mas abierta que los pisos superiores, donde elementos seriados verticales se desplazan por la fachada frontal.
Un acceso peatonal comunica ambos áreas de funciones diversas. En el Club de Oficiales los pabellones se organizan alrededor de una plaza con piscina en un lateral. El edificio principal se retrae paralelamente con la ave. 27 de Febrero, y está dedicado para juegos de mesa, biblioteca y salas de reuniones. La cafetería se ubica en un pabellón independiente, al igual que el salón de usos múltiples, destinado para las actividades sociales y el restaurante.
Compositivamente las funciones de cada pabellón se expresan diferenciando sus esquemas formales y soluciones estructurales. El restaurante se desarrolla con una ordenación en forma de flor: una cáscara de hormigón armado que recuerda el proyecto de Félix Candela para el Restaurante Los Manantiales en Xochimilco, México en 1958 — una solución muy repetida en varias partes del mundo a partir del proyecto ejecutado por Candela—. En este caso la bóveda de planta circular es de 12 gajos menos peraltados, provenientes de seis paraboloides hiperbólicos, cuyo espesor es mas grueso que el de las bóvedas de Candela y de altura inversa: el espacio central es mas alto que los labios de borde. La descarga de la estructura se realiza en el borde externo de los paraboloides. El espacio se cierra con paños de cristal con carpinterías metálicas. Dentro, funcionaba como un restaurante, pero hoy día funciona como salón de usos múltiples con servicios de baños y cocina para suplir los eventos. Este volumen se destaca en el conjunto por el contraste entre la suavidad de sus formas y la rigurosa geometría ortogonal de los demás elementos del lote.



© Onorio Montás
Planta de conjunto
Iglesia del Colegio Agustiniano, La Vega
Pedro Gamundi / Cesar Arturo Abréu
Propietario: Colegio Agustiniano
Ave. Prof. Juan Bosch No. 100, La Vega
1970
Imponente edificación en el centro de la ciudad de La Vega, emplazada en la propiedad del Colegio Agustiniano. Fue planteada en principio como un salón cultural y luego se convirtió en iglesia. Es considerada la primera estructura atrevida de la ciudad de La Vega.
La obra consiste en una majestuosa y escultural cubierta que se pliega hacia los cuatro puntos con cierre original de ventanas de madera —hoy de aluminio— y piezas prefabricadas de asbesto cemento en las zonas superiores.
En su disposición interior, unas piezas curvas de hormigón visto realzan el área del altar y fragmentan el gran espacio, generando un espacio más íntimo hacia el otro lado: una capilla para ceremonias más pequeñas.





© Francisco Manosalvas

Centro Olímpico Juan Pablo Duarte

Centro Olímpico Juan Pablo Duarte
Varios autores
Propietario: Gobierno Dominicano Ave. 27 de Febrero esq. Ortega y Gasset, Santo Domingo 1974
El proyecto del Centro Olímpico surge, en parte, a partir del traslado del Aeropuerto General Andrews hacia Punta Caucedo en 1959. Se decide realizar un gran Parque Metropolitano para Santo Domingo en el espacio que ocupaban las instalaciones del aeropuerto. A la muerte de Trujillo, el Consejo de Estado dispone devolver varios de los terrenos que habían sido comprados o expropiados por el gobierno, a insistencia de algunos de los propietarios, quienes devolvieron el dinero que les obligaron a tomar. Es en ese momento donde se rompe el sueño y la oportunidad de realizar el Parque Metropolitano, cuya declaratoria había sido aprobada ya por el gobierno de Balaguer tres meses después del ajusticiamiento de Trujillo. Todo el lado este de la Ave. Máximo Gómez es devuelto o entregado a expropietarios e instituciones de ayuda, como Rehabilitación y la Cruz Roja, entre otras. Entonces, queda reducido el parque a casi la mitad, y Juan Ulises —Wilchie— García Saleta le propone al Arq. Manuel Salvador Gautier, quien estaba a cargo de la oficina de Planificación de la ciudad, el especializar una parte del parque para deportes. Le invita a visitar la ciudad olímpica de ciudad México, donde acude acompañado de su socio, en ese momento, el Arq. Erwin Cott. Gautier entiende las posibilidades de la propuesta y acepta destinar parte del parque a actividades deportivas. Se inician entonces los diseños generales del parque desde la oficina de Planificación dirigida por Gautier, durante los primeros años de la década del sesenta. La reserva de área verde se mantuvo durante años dentro del ámbito de crecimiento físico de la ciudad.
Es a principios de la próxima década cuando Santo Domingo es seleccionada como ciudad anfitriona para la celebración de los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe, a partir de las gestiones realizadas por Max Reynoso. Sin contar con las instalaciones necesarias para un evento de esa magnitud, se apresuran los trabajos para diseñar y construir las grandes estructuras que pudieran albergar las distintas disciplinas olímpicas. Éste fue el primer gran compromiso del deporte dominicano, con el respaldo del Gobierno de J. Balaguer. El evento sirvió para consolidar como parque olímpico deportivo el último terreno libre de lo que fuese el antiguo aeropuerto. De allí nace el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, con un perímetro de 3,048 m de fachadas frente a cuatro de las más importantes avenidas de la ciudad (Máximo Gómez hacia el este, 27 de Febrero hacia el sur, Ortega y Gasset hacia el oeste y John F. Kennedy hacia el norte). En 1972 se sometieron a concurso las principales edificaciones que constituirían el importante conjunto deportivo, convocando a las firmas de arquitectura del país. El complejo fue inaugurado el 27 de febrero de 1974, y los juegos se convirtieron en el acontecimiento deportivo más grande que hasta entonces se había presentando en el país.
El más importante de los edificios levantados es el Estadio Olímpico, que contiene el campo de fútbol y las pistas de atletismo. En su interior se realizan las pruebas de lanzamiento de jabalina, martillo y peso, así como salto con pértigas y salto de longitud. Otros edificios importantes son el estadio, con una cubierta poliédrica de amorfa anatomía, que alberga las competiciones de baloncesto; la piscina Olímpica, con su foso de saltos; y el velódromo, de atractiva forma, muy bien adaptado a la topografía y mimetizado entre el frondoso follaje.
Sin muchas pretensiones estilísticas, este conjunto impone su escala dentro del ambiente urbano vecino, destacándose por la severidad de volúmenes y formas, el desprejuiciado desdén por los atractivos y la esencial oferta puro visualista. El pabellón de baloncesto, denominado popularmente como «La media naranja» —por su forma y el color de su cubierta— es la solución estructuralista más compleja de todo el conjunto; y de mayor atractivo formal.
La envolvente vial del conjunto, de alto tráfico, y las verjas semitransparentes impiden una mejor relación paisajística con su entorno inmediato. En las últimas modificaciones — en la intercepción de la Ortega y Gasset y la 27 de Febrero, y en la Ave. John F. Kennedy—, se le han extraído al conjunto partes del perímetro original, modificando la verja y ampliando el espacio peatonal para dar espacio a las salidas del metro y los puentes peatonales de interconexión en las vías rápidas.

© Stefano Topuntoli
Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto
ISTME
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. 27 de Febrero esq. Ortega y Gasset, Santo Domingo 1974
El Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto constituye la mayor estructura deportiva cubierta de la ciudad de Santo Domingo. Fue construida para la celebración de los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en 1974, y se ubica en la esquina suroeste del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
El edificio tiene capacidad para 10,000 espectadores, y está cubierto por una cúpula esférica de 102 metros de diámetro, cuya estructura fue realizada con cerchas curvas de acero y anillo de compresión en la parte superior. El lucernario está cubierto por una cúpula translúcida, de menores dimensiones, que ilumina el espacio interior con luz natural. Pirámides de poca altura, realizadas con planchas de madera y cubiertas con lona impermeabilizada de color naranja, forman la superficie de cerramiento de la cúpula.
Los empujes de la cúpula son transmitidos hacia el terreno por medio de columnas inclinadas. Cuatro grandes rampas permiten el acceso al nivel medio de las graderías; debajo se hallan los servicios y áreas de entrenamiento. De sumo interés, es la solución para el desagüe pluvial del techo, en los extremos opuestos de la estructura.




Sección
Estadio Olímpico
Fred Goico
Contrastistas: José Antonio Caro, Jaime Battle y Danilo Caro
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Ortega y Gasset esq. John F. Kennedy, Santo Domingo 1972 - 1974
Este recinto sigue la pauta formal ateniense del estadio alargado y cierres semicirculares que conforman un gran óvalo, dentro del cual se realizan diferentes prácticas de diversas disciplinas deportivas, siendo las más destacadas las de campo y pista y fútbol.
Las graderías son los elementos volumétricos que dan forma al contenedor y sirven para alojar a los aficionados que asisten a las competencias deportivas. Éstas se sustentan en un sistema estructural de gruesas columnas inclinadas de sección variable que, distanciadas bajo un estricto ritmo de compás preciso e inalterable, rodean la edificación dejando espacio para las bocas de entradas y salidas de evacuación o ingreso. Un énfasis volumétrico es puesto en la zona de los palcos de honor y la sección de prensa, que se levanta sobre la altura promedio jerarquizando el lugar sobre el resto de las graderías.
El estadio es sencillo, descubierto, y sin los rebuscamientos estructurales en boga hacia finales del siglo XX. Posee aleros de amplia cobertura sobre los palcos centrales, lo que no impide el intenso asolamiento tropical que lo baña, a pesar de su correcta orientación norte-sur. Las torres metálicas que soportan el alumbrado son piezas independientes del cuerpo modular. El pebetero está centralizado en el lado opuesto al palco presidencial, y la pista de carreras, de material sintético, está separada de las graderías por un foso de seguridad que conduce a los espacios internos de preparación del personal. El amplio alfombrado de grama utilizado para el campo de fútbol es el mismo que sirve para otras disciplinas (salto, jabalina, disco, etc.).
El Estadio Olímpico ha sido utilizado para espectáculos multitudinarios en diversas ocasiones, por su gran capacidad para alojamiento de espectadores.











Banco Nacional de la Vivienda
Edgardo Vega Malagón
Propietario: Gobierno Dominicano Ave. Tiradentes No. 56, esq. calle Heriberto Pieter, Naco, Santo Domingo 1970 - 1975
El Banco Nacional de la Vivienda es otra obra de Gai Vega donde el arquitecto demuestra de nuevo su inclinación brutalista por el uso del hormigón visto como expresión material estética. Originalmente fue concebido de dos plantas, con una base de soporte de estructura de tipo expresionista en color blanco y paños de cerámica azul cielo, que soportaba un coronamiento ensanchado con ventanas continuas en todo su perímetro. Pocos años después de su terminación en 1975, se decide realizar una ampliación donde se adicionan los dos últimos niveles.
La volumetría general es básicamente una caja de hormigón con esquinas curvas y franjas horizontales de hormigón estriado alternadas con ventanales continuos de vidrio color bronce, que reclaman con fuerza su emplazamiento urbano. Un detalle delicado son los retalles blancos debajo de las estrías de hormigón. En los extremos cortos, los ventanales se ensanchan en la parte superior con un arco rebajado que refiere a las suaves líneas del primer nivel. Este primer nivel tiene una estructura modular compuesta por tres arcos rebajados. Los niveles superiores en voladizo perimetral forman un bloque de esquinas redondeadas, con vidrios fijos curvos, una novedad para la arquitectura dominicana de esos años.
La entrada a la edificación se realiza por el arco central que comunica con el núcleo de accesos verticales y los parqueos ubicados en la parte posterior. En la primera planta se ubican las oficinas de atención al público en general, mientras que en los niveles superiores se localizan las oficinas generales y de ejecutivos junto a las salas de reuniones. El último piso se contrae en los extremos creando terrazas abiertas que permiten la expresión de la proporción exacta del volumen.
Como puede notarse en las fachadas laterales, el anexo, realizado por el mismo arquitecto en el 1975, logró mantener la armonía del concepto original. Ésta no fue la única propuesta de Vega para agrandar el edificio; existe otra propuesta de ampliación que contemplaba una torre posterior con una fuerte carga expresionista, lamentablemente no realizada. Las últimas intervenciones sobre la obra, no del todo agraciadas, fueron la inserción de una verja baja en el perímetro, y la pintura gris sobre el hormigón visto de las franjas horizontales.



© Ricardo Briones
© Onorio Montás


Planta arquitectónica 1er nivel

Planta arquitectónica típica

Planta arquitectónica 1er nivel de la remodelación





Planta de conjunto con anexo
Elevación oeste con anexo
Elevación este con anexo
Elevación oeste del anexo
Elevación sur con anexo
Planta de conjunto
Plaza de la Cultura
Varios autores
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Máximo Gómez esq. Pedro Henríquez Ureña, Santo Domingo
1971


Plaza de la Cultura
Varios autores
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Máximo Gómez esq. Pedro Henríquez Ureña, Santo Domingo
1971
La Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte ocupa los antiguos terrenos de las residencias del dictador Rafael L. Trujillo y de sus familiares. La propuesta pretendía borrar de la memoria uno de los lugares de mayor carga negativa en la población. El proyecto propone eliminar varias manzanas y cortar el tráfico de algunas calles para desarrollar una mega manzana donde se ubicaran las nuevas edificaciones de índole cultural, colindando al este con la Embajada y la residencia del embajador de los Estados Unidos de América. Todas las edificaciones dentro del perímetro planteado son demolidas a excepción de una escuela que es reciclada para el museo de Historia y Geografía.
En la nueva mega manzana se introducen calles internas y se ubican las instituciones culturales mas relevantes del país, entre ellas, el Teatro Nacional, el Museo de Historia Natural, el Museo de Arte Moderno, el Museo de Historia y Geografía, el Museo del Hombre Dominicano y la Biblioteca Nacional. Estos edificios se ubican a cierta distancia rodeados por parques y espacios verdes con fuentes y pequeñas plazuelas con esculturas clásicas de reconocidos artistas europeos. Una verja perimetral protege el conjunto y lo aisla del ambiente urbano de la calle, limitando el acceso al interior en horas no laborables. La presencia de grandes árboles, fuentes, esculturas y paseos peatonales lo convierten en uno de los espacios urbanos más agradables de la ciudad.
Cada edificio fue asignado a arquitectos reconocidos, quienes propusieron obras diferentes y marcadas por el estilo internacional. La Plaza de la Cultura es el segundo espacio urbano destinado para instituciones públicas culturales que posee la ciudad.



© Gustavo José Moré
Museo de Historia Natural
Héctor Tamburini / Miguel Vila / Federico Fondeur
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. César Nicolás Penson, Plaza de la Cultura, Santo Domingo 1971- 1974
Concebido inicialmente para cinco niveles, el juego de volúmenes y de planos en este edificio se vió afectado en sus proporciones originales, pero sigue siendo definido formalmente por este juego volumétrico. El presidente Joaquín Balaguer tomó la decisión de reducir la construcción a sólo tres niveles.
El Museo de Historia Natural está destinado al estudio y exhibición de la flora, fauna y medio ambiente nacionales. El edificio se organiza mediante varios volúmenes sólidos de diferentes formas intercalados con planos menores transparentes. El dinamismo de sus espacios interiores se articula en torno a un espacio central de triple altura bañado con luz natural a través de una apertura en el techo. Un amplio vestíbulo permite la distribución hacia las múltiples salas de exposición, salas de conferencias y reuniones, así como hacia la cafetería y las oficinas administrativas. Su distribución interior se caracteriza por la fluidez de las conexciones entre sus espacios y por la eficiencia como se desarrollan las diversas actividades que lo conforman.
Es el único edificio de la Plaza de la Cultura que se alza sobre un terreno irregular, condición que fue integrada a la propuesta arquitectónica del Museo a través de diferentes accesos, tanto en su cara norte como en la sur. Esta condición contribuye a la organización y dinámica de su interior, donde la continuidad espacial se manifiesta tanto en forma horizontal, como vertical, detalle pocas veces manejado en la arquitectura local. Es notable el contraste del volumen que contiene el piso superior, cuya forma de H con aristas curvas descansa sobre el volumen de planta rectangular de los pisos inferiores. Notable es también el diseño de la escalera principal que conecta los ambientes de los pisos superiores.
En los últimos años se han incluido en los volúmenes exteriores unas figuras de animales extintos que alteran y compiten con la pureza volumétrica del edificio.




Planta
Biblioteca Nacional
José Antonio Caro Álvarez / José Antonio Caro Ginebra / Danilo Caro Ginebra
Contratista: Jaime Battle
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. César Nicolás Penson, Plaza de la Cultura, Santo Domingo 1971
Ubicada en el extremo sureste de la Plaza de la Cultura, la Biblioteca Nacional es un ejemplo de arquitectura tardomoderna en Santo Domingo. Se caracteriza por su simetría y por la repetición del esquema compositivo en cada una de sus caras. Consta de cuatro niveles; en el primero se ubican las áreas de actividades culturales, administración y servicios; en los dos pisos intermedios, las salas de lectura y depósito de libros; y en el último piso se encuentra la hemeroteca.
La entrada, al centro del edificio, comunica con un amplio pasillo que lleva al vestíbulo para recepción de bultos u otros objetos no permitidos al interior de las salas. A su lado derecho, un hueco con iluminación natural a toda la altura del edificio, contenía un móvil colgante del artista Cristian Martínez [eliminado en la reciente remodelación].
El bloque se identifica por su composición clásica y por la limpieza de aditamentos, tanto en su interior como en las superficies externas. La base está definida por un pórtico que encierra el corredor perimetral. El cuerpo central posee protectores solares verticales que introducen un ritmo modulado y una imagen de apertura. Por último, el coronamiento corresponde al volumen que contiene el cuarto piso, y es trabajado como un cuerpo sólido que descansa sobre la ligereza de los cuerpos inferiores. Las superficies lisas y monocromáticas forman parte de su fuerza compositiva.
Un proyecto de ampliación fue realizado en 2006-2012 por los arquitectos Gustavo Luis Moré y Juan Cristóbal Caro. La ampliación se desarrolló hacia los laterales, con la finalidad de dar respuesta a las nuevas funciones y requerimientos de la biblioteca, luego de 40 años de funcionamiento. El proyecto rompió con la monocromía del edificio y se utilizaron nuevas texturas que identifican las adiciones contemporáneas.







Teatro Nacional
Teófilo Carbonell
Propietario: Gobierno Dominicano Ave. Máximo Gómez No. 35, Santo Domingo 1969 - 1973
El Teatro Nacional se emplaza al oeste de la Plaza de la Cultura, dando el frente a la Ave. Máximo Gómez, y enmarcado por dos de los principales accesos al recinto cultural. A sus lados, se ubican dos fuentes ornamentales con importantes esculturas. Con la gran masa de su caja escénica, el Teatro aloja la más importante sala de espectáculos de la ciudad.
El edificio se caracterizada por la serenidad de sus formas y la presencia de grandes volúmenes revestidos de mármol travertino, diseño que refleja la influencia clásica dentro de la modernidad. Una serie de arcos rebajados perforan sus superficies en un juego de cierres y aperturas de notable resultado. La fachada principal se organiza simétricamente, con una galería porticada a triple altura en su centro, precedida de una losa volada que funciona como marquesina. El cerramiento que da acceso al interior se compone de una pared acristalada de piso a techo que arroja luz al vestíbulo y contribuye a aligerar el volumen. A ambos extremos del centro, el volumen cerrado se interrumpe con jardines techados con arcos rebajados. Las fachadas laterales mantienen el mismo criterio de la principal y se establece un diálogo entre la transparencia y las masas sólidas, utilizando falsos cerramientos y superficies lisas.
La planta se dispone en torno a la gran sala de espectáculos de planta trapezoidal con anchura media de 30 m., que también contiene un gran balcón trasero y otro de menor

tamaño en el tercer nivel; además cuenta con cinco palcos laterales a cada lado. La capacidad de la Sala Principal es de 1,589 espectadores, de los cuales 918 se ubican en la platea, 589 en el balcón y 82 distribuidos en los palcos laterales. La escena dispone de cuatro escenarios dispuestos en T invertida, con cortina de boca de 18 metros de ancho, foso con escotilla y torreón central para levantar el telón. Alrededor de la sala de espectáculos se encuentran ubicadas las oficinas, las salas menores de espectáculos, las salas de ensayo, ambigú [cafetería] / cocina, los camerinos y depósitos; todo simétricamente dispuesto.
De cara al oeste, el foyer principal antecede la entrada al interior de las salas de espectáculos y se destaca por su dinamismo y riqueza espacial lograda a través de una triple altura. La Sala Principal se caracteriza por la sobriedad en su decoración, lograda exclusivamente a través del lenguaje moderno, con revestimientos de madera, plafones de paneles móviles y terminación a base de yeso y mármol. La estructura es de hormigón armado y pretensado para las losas del techo, los balcones y las ménsulas de soporte en la caseta de iluminación.


Planta arquitectónica
Sección

Museo del Hombre Dominicano
José Antonio Caro Álvarez / José Antonio Caro Ginebra / Danilo Caro Ginebra
Contrstista: Jaime Battle
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Pedro Henríquez Ureña No. 5, Plaza de la Cultura, Santo Domingo
1973
El Museo del Hombre Dominicano aloja la colección permanente de arqueología prehispánica nacional y exposiciones de investigaciones antropológicas del hombre dominicano.
El edificio consiste en una estructura compuesta de un cuerpo central protegido por cuatro bloques externos de escaleras, que establecen un contraste entre la solidez de los cuerpos laterales y la ligereza del centro. Su exterior se caracteriza por la presencia de pórticos que soportan, mediante ménsulas, el volado de la gran masa cerrada que contiene el último piso. El cuerpo central combina la transparencia del primer nivel y el juego de volúmenes de los pisos intermedios.
Un espacio abierto de planta libre recibe al visitante y lo introduce al gran salón del primer nivel, donde se destaca la escala y el marcado intercambio entre el interior y las áreas exteriores. Este primer piso permite la instalación de exposiciones temporales y actividades culturales. Los pisos superiores se desarrollan en torno a patios interiores que permiten la organización del recorrido en las salas de exhibición circundantes. A partir del segundo nivel se desarrollan las salas expositivas conectadas por un monumental atrio interno con pasarelas para acceder a los niveles superiores e iluminado naturalmente desde el techo.
El equilibrio entre la iluminación natural y la oscuridad necesaria para las funciones propias del Museo, es una de las particularidades de este edificio representativo de la década de 1970 en Santo Domingo. La espacialidad interior se encuentra intacta a pesar de los años trascurridos desde su construcción.






Galería de Arte Moderno
Hoy Museo de Arte Moderno (MAM)
José Miniño / Antonio Casasnovas
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Pedro Henríquez Ureña No. 1, Plaza de la Cultura, Santo Domingo 1976
Dentro del conjunto de edificios que conforman la Plaza de la Cultura, la Galería de Arte Moderno [actual Museo de Arte Moderno] es una de las estructuras de mayor fuerza compositiva. Fue diseñada para ser escenario de importantes exhibiciones de artes plásticas y bienales.
El edificio, realizado en concreto armado, utiliza el recurso de estrías de hormigón, franjas de pañete blanco y paños lisos, para revestir los planos de compleja volumetría, tanto en las fachadas exteriores como en los espacios continuos del interior. La composición de tres niveles y sótano combina volúmenes cúbicos y terrazas abiertas que se alternan en un juego pictórico y escultórico de notable calidad plástica. El mayor de los volúmenes enfatiza la entrada en la fachada principal, ubicada hacia el norte.
Un foso recorre el frente con sendas aperturas en los laterales del puente que comunica con la entrada al recinto; su función, a nivel del sótano, es de patio de esculturas a cielo abierto. Este patio en el sótano solo se comunica visualmente con el nivel superior desde la plaza de acceso. El sótano contiene, además, los depósitos de obras artísticas, los talleres de restauración, la biblioteca y las áreas de servicios.
Todos los niveles se organizan a través de un espacio central abierto de forma pentagonal que gira alternándose en cada planta, lo que dinamiza el ambiente interior; al finalizar se recubre con una cubierta de bóvedas transparentes, iluminando e integrando todos los niveles. En la planta baja se localiza el vestíbulo de acceso, dos salas para exposiciones temporales —a desnivel sobre los pasillos de acceso—, una pequeña tienda de arte, auditorio, ascensor y cajas de escaleras dispuestas enfrentadas en cuerpos semicirculares con claraboyas en los descansos. El segundo y tercer nivel se dedican a las salas de exposición permanentes.
En el juego exterior de volúmenes se destacan las salas cúbicas apoyadas en columnas centrales de sección cruciforme, con balcones y jardineras perimetrales; por debajo, las losas aligeradas por cajones se utilizan como parte de la composición estética de la edificación. La monocromía en el uso del color, blanco y gris, ha constituido una de las principales características de esta edificación.




1er nivel


Planta arquitectónica nivel soterrado
Planta arquitectónica

Residencia Pol
Edgardo Vega Malagón
Propietario: Familia Pol
Ave. Gustavo Mejía Ricart No. 19, Naco, Santo Domingo 1972
Pequeña vivienda en el medio de una cuadra, que, junto con la residencia García Abarca, constituyen dos ejemplos de arquitectura respetuosa de su ambiente.
El proyecto consta de dos niveles, un primer nivel (a nivel de la calle pero semi-soterrado por la topografía del terreno), donde se ubican la marquesina y las áreas de lavado, almacén y servicios, y un segundo nivel donde se desarrollan todas las áreas de la casa (cocina, áreas sociales y dos dormitorios, cada uno con su baño).
Desarrollada en hormigón visto con ligereza y frescura, la casa parece posarse suavemente sobre el terreno irregular. El bloque de dos niveles mimetiza el nivel inferior entre la roca natural del terreno. Se enfatiza de esta manera sólo el piso superior. La cubierta plana corona con un amplio alero la fachada frontal, sujetada por delgados soportes de metal, que al interceptar el vuelo sustraen su contenido, produciendo una arquitectura ligera y transparente.
La articulación estructural demuestra la aplicación de criterios tropicales sin referencias vernaculares, a través del manejo de una abstracción moderna caribeña. La casa Pol representa, dentro de las corrientes actuales, un ejemplo de minimalismo adelantado a su tiempo.


er nivel

2do nivel
Planta arquitectónica
Planta arquitectónica 1
Elevación frontal


Residencia Rivera
Manuel Baquero
Propietario: Aida de Rivera
Ave. Pedro Henríquez Ureña No. 121, Santo Domingo
1972
La residencia Rivera está ubicada en la parte baja del tercer farallón de la ciudad, casi en la esquina de la Ave.Tiradentes. Se apoya suavemente sobre el desnivel del terreno sin eliminar la roca natural del mismo. La casa se desarrolla en un nivel principal pero, para aprovechar la topografía, se introduce en la parte delantera un nivel para marquesina cerrada y áreas de servicio; áreas que en la parte posterior quedan enterradas al subir el patio.
El acceso principal se coloca desde la calle en lo que parece un segundo piso, con varios peldaños que ascienden hacia la puerta de madera, resaltada en color rojo. Éste es el único punto de color en toda la fachada blanca, estructurada mediante el juego de
planos geométricos sólidos y transparentes. La composición recuerda un cuadro de Piet Mondrian, por el manejo de los contrastes.
Un balcón horizontal en vuelo se destaca independiente de la entrada hacia el oeste. Los cuerpos salientes y entrantes encajan sutilmente uno dentro del otro. Al interior, la espacialidad se maneja con la misma maestranza que al exterior. Los espacios se amplían y se extienden en visuales hacia el patio posterior.
Originalmente la verja frontal era un muro bajo que permitía percibir la volumetría de la casa desde la calle.

Aeropuerto Internacional Las Américas
AILA
Fred Goico
Propietario: Gobierno Dominicano
Punta Caucedo, La Caleta, Santo Domingo 1970-1972
Desde el traslado del aeropuerto General Andrews en 1955 a Punta Caucedo —a 25 km de la ciudad— y su puesta en funcionamiento en 1959, una vieja terminal había funcionado en el lugar. A partir de la democratización de las políticas del Estado se consolida un sistema de concursos para la obra pública y privada. En 1970 se llama a concurso para el diseño de una nueva terminal aeroportuaria, con la intención de que la terminal existente terminara dedicándose a la carga aérea. El concurso es ganado por Fred Goico, joven arquitecto de 34 años, formado con Louis Kahn en Philadelphia en los años 60, e identificado como parte del «Eje Italia» en el país. El aeropuerto fue su primer proyecto ganado por concurso.
La nueva terminal es un proyecto innovador, sin referencia tipológica en el país, de gran calidad y riguroso control. El proyecto consiste en un amplio edificio porticado a tres niveles, cuya estructura podía crecer longitudinalmente. Un primer nivel sirve para el manejo de la llegada de pasajeros, entregas de equipajes y los servicios de aduana; en el segundo nivel se desarrolla la recepción de pasajeros de las líneas aéreas; y en el tercer nivel se ubican las oficinas, distribuidas a lo largo de los ejes longitudinales. Al igual que los aeropuertos extranjeros, las funciones de llegada y salida se separan para facilitar el funcionamiento de las áreas.
Una pasarela vehicular permite elevar los vehículos de pasajeros hasta el segundo nivel, para desmontar los viajeros de salida. Éstos accedían entonces al amplio espacio a doble altura, con techo de losas plegadas de hormigón armado, con terminación en pañete rustico. Los extremos triangulares superiores quedaban abiertos para la circulación natural del aire. El extremo sur se planteó con un gran paño de cristaleras sobre perfilería metálica, para permitir la ampliación hacia esta parte. El lateral norte contenía las escaleras y un magnifico mural de paneles flotantes, suspendido por cables, los primeros en su género en el mundo, de técnica similar al colocado en la Biblioteca Nacional posteriormente. Este mural era de la autoría del artista y arquitecto Crismar (Cristian Martínez). Esta pieza fue desmontada durante las ampliaciones y se desconoce su paradero.
Desde el segundo nivel podía observarse la llegada de las naves y el descenso de los pasajeros. Frente a la pista, una pasarela soportada por columnas en forma de V corría paralela a la terminal y permitía a los pasajeros una protección climática mientras se acercaban al edificio. El crecimiento posterior del aeropuerto se debe a proyecto del mismo arquitecto Fred Goico, quien planifica la inserción de dos satélites para el mejoramiento del movimiento de los pasajeros y las aeronaves.




© Onorio Montás

Conjuntos habitacionales Anacaona
Atilio León Lebrón / José Manuel Mallen Maya / Borrell & Asoc. / Luis Despradel

Condominios Mirador Sur
Atilio León Lebrón y José Manuel Mallen Maya
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Mirador Sur 1974 - 1975
El proyecto «Condominios Mirador Sur» es la primera parte de un conjunto mayor de bloques de apartamentos realizados dentro de la mega manzana donde se ubica el Hotel Embajador. Consiste en un proyecto de 33 apartamentos trabajados en un concepto de alineación sobre las vías frontales donde se ubica. El edificio servía como marco a la avenida Mirador Sur y la calle Pedro A. Bobea, dando inicio al parque Paseo de los Indios, realizado dentro del programa de obras del Dr. Balaguer en el periodo 1974-1978.
El Arq. Atilio León, a su retorno al país, presenta al presidente un nuevo concepto para el diseño de apartamentos; y éste, muy complacido con la propuesta, le sugiere contactar a Rafael Tomas Hernández para que le asigne un lugar donde realizar el proyecto. Para ese entonces se trabajaba el parque Mirador Sur y el conjunto de bloques blancos de la cancha de polo.
Utilizando celdas combinadas aleatoriamente, el Arq. León desarrolla apartamentos de 1 a 3 habitaciones. Esta especie de módulo, alternado como si fuese un panal, rompe la monotonía de los elementos repetitivos en un frente de fachada tan continuo. La gracia y
la combinación de los módulos lograron armonizar el conjunto con su contexto, dando una respuesta nueva a la concepción de los proyectos de apartamentos tradicionales que se realizaban en la ciudad. Además se integran nuevas tipologías, como el apartamento estudio y los baños sin bañera —sólo con un plato de ducha—, algo inusual en la época. Las propuestas se combinaban con apartamentos tradicionales de tres habitaciones.
Las cajas de escaleras y los estacionamientos se ubican en la parte posterior, para evitar visibilidad desde las avenidas. La alternancia de los módulos permite dejar algunos interrumpidos, dinamizando así la fachada con terrazas al aire libre y otras techadas con vistas al parque y al litoral marino. No hay duda de que esta fachada de esquina continua es la de mayor longitud del país, y la de mayor movimiento y dinamismo.
Lamentablemente en la actualidad el proyecto se encuentra muy descuidado e intervenido por los particulares, y no se aprecian ya correctamente sus virtudes arquitectónicas; que en su momento lo hicieron un ejemplo indiscutible de los avances de la arquitectura dominicana.

Condominios Bella Vista (Cancha de Polo)
Borrell & Asoc.
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Anacaona No. 1, Santo Domingo
1975
El lugar donde se encontraba la antigua cancha de Polo de Ranfis Trujillo, se destina en la década del 70, para un complejo de viviendas en altura. Inicialmente el proyecto fue concebido como privado y presentado al Gobierno para conseguir apoyo en la inversión. Cuando el Dr. Balaguer conoce el proyecto decide realizarlo totalmente con fondos públicos.
El conjunto se desarrolla en 6 torres blancas y 2 edificios bajos. Cada torre consta de cuarenta apartamentos de tres habitaciones, con una distribución similar a la desarrollada en los Condominios Anacaona, siguiendo el estilo «Selman». Las torres, de 10 niveles, consisten en dos bloques unidos por una junta de expansión. Cada bloque contiene dos apartamentos por planta y un cuerpo de escaleras con un par ascensores. El núcleo de circulación vertical permite, a través de un vestíbulo de acceso, desplazar hacia adelante uno de los apartamentos, lo que rompe la longitud de la fachada. En el último piso los apartamentos se desarrollan en dos niveles, con una amplia terraza descubierta.
Todos los bloques están dispuestos en sentido este-oeste para aprovechar la ventilación cruzada; éstas fachadas son las mas angostas y son protegidas del sol por lienzos de muro inclinados en toda su altura. Amplios jardines rodean los edificios, con plazas de estacionamiento en frente. En los bloques bajos se destinaron espacios para algunos locales comerciales para dar servicio al conjunto.
En el momento de la ejecución, el Ing. Bebecito Martínez tomó la decisión, por la complejidad del conjunto, de dividir la construcción, asignando cuatros edificios a otros profesionales, entre ellos Teófilo Carbonell y Bolívar Patiño. El resto fue construido por Borrell & Asoc. Este conjunto de bloques en altura fue el primero construido en la ciudad —pues aunque el conjunto de Plaza Naco se concibió con anterioridad, su construcción no concluyó hasta muchos años después.





© Stefano Topuntoli
© Archivo
Pedro José Borrell
© Mauricia Domínguez
© Mauricia Domínguez
© Mauricia Domínguez
La Trinitaria y los Jardines del Embajador
Pedro --- y Zoilo Grullón / Luis Despradel, Teófilo Carbonell, Fred Goico et alt.
Propietario: Gobierno Dominicano
Calle Embajador y Ave. Sarasota c. 1977 – 1978
Entre los proyectos habitacionales realizados en los alrededores del hotel Embajador está un conjunto de 33 apartamentos en el lado noreste conocido como «La Trinitaria». La construcción estuvo a cargo del Ing. Zoilo Grullón y fueron diseñados por un arquitecto de Santiago de nombre Pedro. Cuando fueron terminados, hacia el final del periodo de gobierno del Dr. Balaguer en el 1978, estos apartamentos fueron asignados a militares.
Los edificios del proyecto «La Trinitaria», de tres apartamentos cada uno, tienen una apariencia externa que simula una vivienda amplia. Los apartamentos se desarrollan en varios niveles, los laterales de dos pisos y el central de tres, como una especie de casas apareadas. Cada casa-apartamento colinda con los otros dos y tiene su fachada principal hacia una de las caras laterales. Los bloques se ubicaron en la calle interna de comunicación hacia el hotel, en dos grupos de tres edificios a los que se accede desde un cul-de-sac; otros cinco edificios fueron colocados en hilera en la calle periférica de la manzana, hacia el este.
Al contrario del proyecto «La Trinitaria», el lado noroeste fue desarrollado en base a un llamado a concurso para el diseño de propuestas de viviendas. Para los edificios bajos fue elegido ganador el proyecto de Luis Despradel; para dos torres altas de 10 niveles se seleccionó el proyecto de Teófilo Carbonell; y para el centro comercial resultó ganadora la propuesta de Fred Goico. Sin embargo, no está claro los arquitectos participantes ni el proceso de selección de los ganadores.
El conjunto se compone de dos torres oblicuas al terreno y colocadas hacia el interior de la manzana. Siguiendo el esquema de edificios apareados implementado en la cancha de polo, en este caso el desplazamiento se realiza en la junta de expansión; un bloque de menor altura funge como acceso al núcleo de circulación vertical. En la propuesta del concurso estas torres se desplazaban en los pisos superiores creando un edificio inclinado en altura, lo cual fue rechazado por el presidente Balaguer al no creer posible su construcción.
Alrededor de 15 edificaciones bajas, de tres y cuatro niveles, se agrupan en tríos para aprovechar las playas de estacionamiento que les an acceso. Desde el aire, la conformación de los edificios asemejan aves en pleno vuelo. La orientación predominante, norte-sur, permite el aprovechamiento de la ventilación cruzada, a través de amplios balcones que comunican con el espacio central de sala-comedor. Los extremos se han tratado en forma escalonada, lo que acentúa las esquinas suavizándolas. El acceso vertical se ubica al centro, por lo que se eleva sobre pilotes este cuerpo central sobresaliente, para poder dar acceso a las escaleras.
Hacia la calle Embajador se colocó un centro comercial de tres niveles, con siete módulos que dan a la fachada un movimiento y secuencia variada. Un retroceso al centro sirve de acceso a un vestíbulo de doble altura, donde se desarrolla una escalera que permite acceder al segundo nivel desde donde se accede por un pasillo a otra escalera en la parte posterior para subir a la tercera planta. El tratamiento de este amplio espacio recibidor se realiza utilizando una arcada frontal y bovedillas trasversales para la cubierta. Como la orientación de la edificación es paralela a la calle, las fachadas se enfrentan al oriente y poniente, por lo que se han creado unos amplios vuelos inclinados que ayudan a la protección solar de ambas caras.



Planta arquitectónica con jardinería
© Mauricia Domínguez






© Mauricia Domínguez
© Mauricia Domínguez
Antonio P. Haché
Manuel Baquero / Edgardo Vega Malagón / José Amable Frómeta
Propietario: Antonio P. Haché & Co.
Ave. John F. Kennedy No. 40 esq. El Carmen, Naco, Santo Domingo 1973 - 1974
Edificio mixto de cinco niveles, compuesto de tres cuerpos: el primero sirve como plataforma desarrollando un nivel comercial a doble altura (con mezzanine); el segundo es un vacío sobre el que descansa un tercero que es el volumen rectangular de las oficinas. El cuerpo intermedio aísla la plataforma de la parte superior de oficinas y es utilizado como área de estacionamientos. Fue el primer estacionamiento para automóviles en un segundo nivel realizado en el país. La franja del estacionamiento se remarca por dos elementos: un amplio alero realizado con vigas prefabricadas y la única línea de color del conjunto, un grueso pasamanos de forma rectangular de mosaicos de color rojo. El último cuerpo esta rematado por un alero de menores dimensiones en las dos caras longitudinales.
Originalmente, la estructura de vigas doble T se presentaba sin recubrimiento en los niveles inferiores y en los exteriores, dentro de los planteamientos de la corriente brutalista. Todas las instalaciones mecánicas y sanitarias quedaban suspendidas y visibles dentro del espacio de la tienda. En los niveles superiores se dispusieron locales para oficinas con dos entradas independientes, provistas de ascensores en los extremos del bloque. En años posteriores fue modificada su distribución interior, se ocultaron las instalaciones y se anexaron unas marquesinas blancas en las dos fachadas principales para enfatizar las entradas peatonales. Para entonces también se pintó el hormigón visto de blanco, y se colocó una franja de losetas de cerámica de formato 20 x 20 cm a lo largo del entrepiso del mezzanine. De igual forma, se anexó un cuerpo de dos niveles hacia el ala oeste, como extensión del área comercial, que modifica la concepción original del volumen rectangular y monocromático.
El edificio demuestra el cuidado de sus diseñadores en el manejo del hormigón visto y en la composición estética del mismo. Es interesante el logotipo de la empresa, ubicado sobre un pedestal piramidal en el ángulo noreste del edificio, diseño del arquitecto Amable Frómeta.
El edificio Haché fue un hito referencial dentro del paisaje urbano de la capital y sobre el eje de la reciente y majestuosa avenida John F. Kennedy.


© Onorio Montás
© Adolfo Despradel / Eddy Guzmán
Edificio Metropolitano I, Santiago
Mera, Muñoz y Fondeur
Ave. 27 de Febrero, Santiago c. 1978
Proyecto comercial realizado para la firma Mera, Muñoz y Fondeur en la ciudad de Santiago. El proyecto, ubicado en un solar angosto y de esquina, aprovecha la conjunción de dos calles para lograr tres fachadas urbanas, que junto a la topografía en pendiente, producen un edificio con fachadas variadas. Hacia la calle Metropolitana, en la parte posterior, se perciben cuatro niveles; en cambio hacia la avenida principal se convierten en tres —con un nivel comercial y dos de oficinas.
Debajo se localiza un sótano para parqueo, con acceso directo desde la calle trasera. Uno de los elementos llamativos del edificio es el retranqueo frontal con la intención de ubicar huecos de iluminación y ventilación para el parqueo semisoterrado; puentes en forma de pasarelas comunican las aceras con el nivel de comercio.
En los extremos del edificio, amplias cajas de escaleras en rampa enfatizan las formas cúbicas de hormigón visto, cuyos fondos están abiertos —en contraposición al cuerpo principal central. Cada nivel tiene un tratamiento diferente en los cerramientos y en el juego de la volumetría. El bloque es coronado por un imponente vuelo de vigas T, enfatizadas por el ángulo del muro en el último nivel. El manejo expresivo del hormigón armado visto hace de esta obra una pieza definitoria del lenguaje brutalista en el interior del país.



Biblioteca Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña
Roberto Bergés
Propietario: UNPHU
Ave. John F. Kennedy, km 7½, Santo Domingo 1974 - 1989
La biblioteca central de la UNPHU se ubicó en un pequeño promontorio centralizado entre los demás edificios construidos dentro del recinto. El proyecto, de forma circular, posee cuatro plantas y un sótano, con un núcleo central y dos cilindros externos, en posiciones opuestas, para las escaleras de emergencia. En el interior de estos cilindros, las escaleras fueron construidas en vuelo, apoyadas solamente desde el muro perimetral. En cada nivel se interconectan al cuerpo central mediante pasillos abiertos.
La estructura del edificio está desarrollada en pórticos de hormigón armado con simetría rotacional apoyadas al centro. En la entrada principal se desarrolla la biblioteca en dos niveles. Un amplio vestíbulo da acceso al mostrador de control, desde donde se abre una doble altura que permite la distribución a las distintas salas de consultas.
Los cuatro niveles del edificio se manejan interiormente con dobles alturas. Al exterior un entrante, realizado con dos franjas de hormigón, a modo de cinturón, separa los dos niveles superiores de los inferiores; el primer nivel es un basamento totalmente cerrado, solo interrumpido por columnas dobles en forma de contrafuertes. Hacia el exterior, en todo el perímetro, se desarrollan muros en forma de U revestidos por ladrillos de barro cocido. La repetición constante del módulo de pilares en todo el perímetro crea una composición dinámica y cambiante. Toda la estética se maneja con la clara definición de materiales constructivos, hormigón visto, violinado y ladrillos de barro para un bajo mantenimiento posterior.











Planta arquitectónica
Planta arquitectónica con jardinería
Planta de conjunto del campus
Elevación Norte
Elevación Sur
Sección A-A’
Sección B-B’
Detalles de muros perimetrales
de Oficinas Gubernamentales Juan Pablo Duarte
Pedro José Borrel
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. México esq. Leopoldo Navarro, Gazcue, Santo Domingo 1974
Este edificio, en hormigón armado visto, construido para alojar distintas dependencias gubernamentales, fue la propuesta ganadora de un concurso nacional celebrado en 1970. Está ubicado en el pequeño polígono de edificios públicos que cambiaron las características urbanas del sector de Gazcue durante la Era de Trujillo. El sector fue consolidado con otras edificaciones de carácter público durante los primeros gobiernos del presidente Balaguer, convirtiéndose el área en un centro de administración pública y financiera del Estado.
El edificio se compone de una torre rectangular de 14 pisos de altura, emplazada sobre una plaza abierta que abarca toda la manzana donde se ubica el proyecto. En la plaza se colocó una pieza escultórica y mobiliario urbano especialmente concebidos para el proyecto y realizados en el mismo material de construcción de todo el complejo. Estos elementos han desaparecido al ser encerrada toda la plaza pública con una verja de hierro, para convertirla en estacionamientos; en detrimento del criterio espacial original de apertura e integración con la ciudad.
Un cuerpo bajo de dos niveles sobresale la huella de la torre, y sirve para ubicar varias dependencias como, un pequeño auditorio, almacenes, oficinas de la administración del edificio, estafeta de correos y cafetería. En la parte posterior, exento del cuerpo principal se encuentra el núcleo para la circulación vertical, con seis ascensores y dos escaleras de emergencia a los lados. Un amplio pasillo ventilado conecta el área de ascensores con los pisos de oficinas de planta libre. El esquema de planta libre de la torre facilita la distribución específica de cada Secretaría, compartiendo pisos algunas y otras ocupando la totalidad del nivel.
La obra se destaca por la calidad de su construcción, con una propuesta estética monocromática realizada en hormigón visto. El uso de quiebrasoles es una acertada respuesta a las condiciones climáticas imperantes que, junto a las columnas semicirculares en forma de U y los volúmenes limpios en hormigón, contribuyen al equilibrio estético del edificio. Al igual que el edificio Baquero, también monocromático, mantuvo su hegemonía en ser el edificio mas alto de la ciudad por varios años. Los aspectos tecnológicos considerados para esta obra fueron pioneros en su época, donde los materiales y cálculos estructurales se concentraron en la realización de un edificio con alto grado de seguridad. El pueblo le conocía como «El Huacal», en una analogía a las cajas para transportar refrescos que tienen numerosos huecos para colocar las botellas, parecidos a los de su fachada, y que representaban para la población la cantidad de «botellas» que trabajaban en el interior.




Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos, Santiago
Francisco Camarena / Gerardo Ulate
Propietario: ACAP
Calle 30 de Marzo No. 27, Santiago
1977 - 1978
Edificación de ocho niveles para uso institucional, insertado dentro del pujante centro histórico de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Su altura descontextualizó la proporción de las edificaciones circundantes, mayormente de índole residencial.
La solución estructural de tipo aporticada, se planteó con estacionamientos en el sótano y en el segundo nivel. El primer piso, a nivel de calle, es una doble altura con mezzanine, dedicada a los servicios bancarios abiertos al público. Los niveles superiores, luego del estacionamiento, son plantas libres típicas, sin columnas intermedias, dedicadas a las oficinas administrativas de la institución.
Una clara separación de volúmenes se percibe en la fachada, estructurada mediante una base de dos niveles de altura, un espacio intermedio y un amplio coronamiento. El cuerpo inferior acristalado, se retrae del lindero frontal y sobresale lateralmente del cuerpo superior, intentando armonizar en altura con los inmuebles del perfil de la calle. El estacionamiento sobre éste sirve como elemento separador entre ambos, al dejar un vacío que aparta y distancia los lenguajes estéticos trabajados. El cuerpo superior de 5 niveles se posa


transversalmente sobre el inferior; sólo las escaleras de emergencia de hormigón estriado, totalmente abiertas y colocadas frontalmente, dan continuidad a ambos cuerpos. Estructuralmente la escalera exterior está separada del conjunto aporticado por una junta en cada piso.
Ejecutada en hormigón visto, la estructura aporticada se deja sentir en el sutil manejo de las texturas y el color. Los elementos estructurales conservaron su color natural y los muros panderetas fueron pintados de blanco, un recurso muy utilizado en la arquitectura de Francisco Camarena. Un sistema de protección solar a base de elementos seriados en vuelo, no-portantes, rodean las fachadas protegiendo los cerramientos de vidrio de las oficinas.
Sin duda la maestranza en el manejo de la solución arquitectónica es evidente, pero su inserción dentro del centro histórico de Santiago fue el detonante que desequilibró la volumetría general del entorno y la permanencia de las estructuras históricas.

© Onorio Montás
Planta arquitectónica 1er nivel

Banco Central de la República Dominicana
Rafael Calventi

Banco Central de la República Dominicana
Rafael Calventi
Propietario: Gobierno Dominicano
Ave. Pedro Henríquez Ureña esq. Leopoldo Navarro, Santo Domingo 1974 - 1978
A raíz del segundo gobierno del Dr. Joaquín Balaguer, a comienzos de los años setenta, se inician una serie de concursos para la realización de obras de gran envergadura. La nueva visión de ciudad de Balaguer contemplaba la organización de infraestructuras para servicios de la maquinaria estatal y de la población. Se trata de consolidar el centro administrativo y cultural dentro del barrio de Gazcue, que se había iniciado durante el régimen del dictador Trujillo con los edificios del antiguo Banco Central, el Palacio de la Policía y algunas Secretarías como la del Tesoro. Este nuevo espacio de poder se consolida con el nuevo programa del Banco Central y su imagen emblemática de poder económico. Justo frente al edificio diseñado por José Antonio Caro en 1956, se encontraba la manzana ocupada por la residencia de Richard Thormann, una de las más viejas del sector, que permitiría la conexión entre las funciones de ambos edificios destinados a la misma función.
Para la ejecución del proyecto se realizó en 1971 un concurso, en el que participaron varios arquitectos dominicanos. La obra fue otorgada al arquitecto Rafael Calventi y su equipo, quien realizó lo que se pudiera considerar uno de los proyectos más destacados del ámbito nacional. Como planteamiento urbanístico, se propone la articulación de dos volúmenes distintos colocados sobre un podio. Una torre de 14 plantas de oficinas y un volumen bajo para Centro de Congresos, se integran por medio de dos plazas abiertas, diagonalmente opuestas, que intervienen como mediadoras entre la escala de los edificios y la calle.
El edificio de oficinas es de planta libre, con núcleo de servicios al centro y sótano de tres niveles destinado a estacionamientos y zona de seguridad. Su acceso principal, hacia el norte, se enfrenta con el antiguo edificio del banco. El edificio bajo, destinado a Centro de Congresos, aloja dos auditorios con capacidad para 900 y 200 personas, con acceso desde de la plaza Oeste. Esta plaza recibe a los visitantes con una escultura de tubos de colores colocados sobre un espejo de agua, que disimula su función de chimenea desde los sótanos inferiores.
En la torre se percibe la persistencia de la composición clásica en la simetría de los elementos estructurales y la división tripartita del cuerpo. Se destaca claramente el basamento, el cuerpo central y el coronamiento. Éste último se divide en varias partes, la primera produce un vacío que soporta el próximo piso que se ensancha —con un tratamiento distinto al de pisos anteriores—, y finaliza en su parte superior con un cuerpo de menor tamaño para los tanques de almacenamiento de agua, que por gravedad abastecen el edificio.
Otro elemento identificador es el riguroso uso de quiebrasoles, parte fundamental de la composición rítmica de las fachadas, que logran el aislamiento solar y térmico del interior del edificio. Al igual que la estructura exterior, se realizan en hormigón de color rosa pálido con texturas, logrado con una mezcla especial de arena y cemento, traída desde Estados Unidos, que le mantiene inalterable desde su construcción, alejando el conjunto de la fría reiteración del gris característico de este material.
El tratamiento del Centro de Congresos mantiene los lineamientos de la torre, dos niveles aparentes ocultan los seis niveles necesarios para el perfecto funcionamiento de los dos auditorios y sus respectivas áreas de soporte, como camerinos, cabinas de traducción, salas de reuniones, teléfonos, cafetería y vestidores. El acceso desde las plazas interiores permite el paso a un vestíbulo de doble altura que comunica a la sala principal. Al interior,
el auditorio cuenta con balcón y plafones acústicos; en el nivel soterrado se desarrolla la segunda sala de menores dimensiones. Toda la manzana cuenta con niveles de estacionamientos soterrados que no pudieron suplir la demanda en los años siguientes, por lo que fue necesario crear hacia el oriente otra edificación destinada a parqueos.

Planta arquitectónica del conjunto

Planta arquitectónica típica


Hotel Sheraton
Milán Lora / Manuel Baquero
Propietario: Cadena de Hoteles Sheraton Ave. George Washington No. 365, Santo Domingo 1978
El Hotel Sheraton se erige frente al litoral marino de la ciudad, siendo el tercero ubicado en el malecón. Tanto el Jaragua como el Napolitano, que lo precedieron, eran soluciones paralelas a la línea costera. Por lo angosto del lote, en el Sheraton se aplica la solución de un cuerpo de once pisos perpendicular al mar, donde las 260 habitaciones dispuestas a ambos lados de un pasillo central, están giradas diagonalmente para obtener las visuales de la costa. Fue la primera vez que se utilizó este recurso de distribución en el país, y constituyó una solución innovadora que permitía a todas las habitaciones tener visuales hacia el frente marino. Los hoteles construidos previamente tenían un frente de habitaciones mirando al mar y el otro mirando hacia la ciudad.
Los dos primeros niveles están dedicados a las áreas sociales y de servicios. La recepción se integra a un gran espacio a doble altura cubierto por bovedillas transparentes que iluminan un jardín tropical, conector de las diferentes áreas que hacia él se vuelcan. De aquí se puede acceder al núcleo de circulación vertical y al área de piscina, en el segundo nivel, a través de una elegante escalera de caracol en vuelo sobre un estanque artificial. La terraza superior, acondicionada con vegetación para tomar el sol junto a la piscina, permite al huésped la integración visual con las actividades que se realizan en la avenida durante todo el año.
A finales de los años noventa fueron modificadas las áreas del primer nivel, agregando unos salones al este para nuevos restaurantes y otro volumen al oeste para casino, áreas comerciales, vestíbulo, salones de reuniones; también se reorganizó el acceso de vehículos. En ese momento se eliminó uno de los elementos más característicos de esta obra, un monumental muro cortina de agua que ocultaba la entrada de vehículos hacia la recepción, el cual se podía atravesar peatonalmente por un túnel en material acrílico transparente. La cascada del Sheraton era una sensación para los visitantes nacionales y extranjeros de la ciudad.




Hermanos Haché, Santiago
Manuel Baquero / Edgardo Vega / Manuel Polanco
Propietario: Antonio P. Haché & Co. Ave. Estrella Sadhalá esq. Bartolomé Colón, Santiago 1978 - 1979
Luego de la construcción en Santo Domingo del edificio Haché, la compañía necesitaba cambiar su fisonomía en su sucursal de Santiago. Siguiendo la misma línea expresionista y utilizando el material al desnudo como expresión, se diseña el edificio de Santiago, en honor a los predecesores de la compañía: los hermanos Nacif, Julián y Antonio. El diseño es realizado, en parte, por el mismo equipo que había trabajado en la propuesta de la capital.
En la intersección de dos vías de gran flujo vehicular, el nuevo edificio de índole comercial y administrativo se levanta imponente con una volumetría de dos cuerpos separados y rotados. La parte de la ferretería, en la esquina de menores dimensiones, se trabaja como un cuerpo oblicuo y cubierto de ladrillos de barro, posible reminiscencia de los orígenes del comercio en Puerto Plata y Santiago. El volumen bajo está bordeado por un amplio pórtico de arcos rebajados al descubierto, con un revestimiento de ladrillos en su parte superior. Este tratamiento enriquece las superficies con color y textura, aportando unidad al conjunto.
El programa administrativo se resuelve en una pequeña torre de seis niveles, en hormigón visto, recedida a un segundo plano. Este centro comercial aloja en su interior tiendas, almacenes, oficinas, bancos y cafetería.



Galerías Comerciales
Eduardo Selman
Propietario: Eduardo Selman
Ave. 27 de Febrero No. 254, El Vergel, Santo Domingo
1978 - 1979
Es el primer edificio que combina exitosamente una plaza comercial de dos niveles y oficinas en los pisos superiores. La edificación comercial transcurre paralela al eje de la avenida, e incorpora al final de los años setenta una nueva concepción de plaza comercial abierta hacia el exterior. La crisis energética de esos años se reflejaba en los centros comerciales cerrados y la necesidad de sistemas de refrigeración artificial, poco exitosos en el país por aquellos años. Esta solución, a partir de amplios pasillos frontales abiertos hacia la avenida, permite el acceso a los locales comerciales en los dos primeros pisos. En los niveles superiores el pasillo se coloca al centro, para ampliar la disponibilidad de oficinas a ambos lados.
Con una altura de seis pisos, los dos primeros niveles se dedican exclusivamente a locales comerciales. Los niveles superiores destinados a oficinas, tienen acceso desde un núcleo de circulación en el centro del edificio.
Varios elementos innovaron y caracterizaron la obra: el uso de rampas exteriores en los extremos para conectar de forma fluída el piso bajo con la galería frontal del segundo nivel de locales comerciales; el juego de muros oblicuos de los pisos intermedios, enfatizados por las sombras; y la degradación cromática en tonos de grises que acentuaba y disimulaba el hueco de las ventanas. Lamentablemente, este juego cromático fue eliminado, perdiéndose uno de los elementos mas característicos de la edificación. Es notable también, el tratamiento del último piso que acentúa el control de la incidencia solar en el interior.
El carácter volumétrico de las fachadas queda identificado por el contraste entre los sólidos planos superiores y las superficies acristaladas de las vitrinas de los niveles inferiores. Durante la década de los ochenta, esta obra marcó un punto referencial entre las nuevas generaciones de arquitectos.





Planta arquitectónica 1er nivel
Planta arquitectónica 2do nivel
Planta arquitectónica típica
Asociación Popular de Ahorros y Préstamos
William Reid Cabral
Propietario: APAP
Ave. 27 de Febrero esq. Máximo Gómez, Santo Domingo 1978 - 1981
Colocado en una de las intersecciones mas relevantes de la ciudad, el edificio para las oficinas principales de la APAP, se constituyó en un valioso aporte a la arquitectura tardomoderna dominicana, sobre todo por su exploración de un nuevo lenguaje escultural y expresivo del hormigón y el cristal; y la posibilidad de combinarlo con una tendencia más clásica de diseño. Por otro lado, la inserción del edificio en la trama urbana también se caracteriza por una sensibilidad hacia el peatón y la ciudad, que otorgaba amplios espacios verdes al entorno inmediato. La inseguridad ciudadana provocó la colocación de una verja perimetral que ha eliminado estos espacios verdes al transeúnte.
La edificación consta de un nivel soterrado para cafeterías y servicios y cinco niveles superiores de plantas de losas aligeradas totalmente libres, sólo interrumpida por dos núcleos de circulación vertical. La planta arquitectónica, idéntica en todos los niveles, sólo varía en el último piso, que sobresale 3 metros en voladizo a todo alrededor (sirviendo de terminación a la galería perimetral del primer nivel).
El carácter expresivo del bloque viene dado por el pórtico de columnas esculturales que le bordea, creando una galería perimetral que permite la circulación exterior y define el acceso al edificio. El volumen principal parece retroceder para generar esta galería, delimitada por 9 columnas de sección variable que inician en el primer nivel y terminan en el voladizo del quinto, interconectadas todas a nivel del segundo piso. La gracia y ligereza de las columnas y el anillo recesado de la articulación superior, con su rol no estructural, parecen flotar con una gracia exquisita.
La monumentalidad y fuerza escultural del exoesqueleto contrasta con el minimalismo del bloque acristalado. La composición del bloque, organizado en torno a una base, un cuerpo y un coronamiento, aporta una sobriedad y solemnidad de marcado carácter clásico al conjunto. La base (o zócalo) se reviste en mármol con amplias superficies acristaladas para resaltar los accesos; el cuerpo (niveles 2 al 4) es recubierto de una completa cortina de cristal de carácter minimalista, sustituida en el 2014 por cristales de mejor comportamiento térmico; mientras que el coronamiento (quinto nivel) contiene un ventanal apaisajado continuo, al estilo Corbusiano.
El conjunto crea una dualidad entre modernidad y clasicismo, simpleza y monumentalidad, minimalismo y expresionismo estructural, que denota una búsqueda por nuevas alternativas expresivas, al momento de su diseño. La belleza del conjunto se basa en el magistral manejo de la escala y la proporción, y en el efecto plástico logrado por el ritmo y la elegancia de las columnatas. El diseño, la supervisión y la decoración estuvo a cargo del Arq. William Reid Cabral, con la colaboración de sus hijos Carlos y Patricia Reid, mientras que la construcción fue ejecutada por Haza & Pellerano, Ingenieros y Constructores entre 1980-81, con Cristian Ciccone como Ingeniero encargado.



Sección
Elevación sur
Planta arquitectónica 1er nivel



Banco Hipotecario Dominicano, BHD
Plácido Piña
Propietario: BHD
Ave. 27 de Febrero esq. Winston Churchill, Evaristo Morales, Santo Domingo 1980
El edificio del BHD ha sido, desde su concepción, una pieza de arquitectura que como los buenos perfumes vienen en frascos pequeños. La obra, cargada de calidad constructiva y de valores simbólicos, «representa la desintegración volumétrica en planos incorpóreos y la búsqueda de la perfección material de la piel de hormigón armado». Es un volumen prismático de planta rectangular, con cuatro niveles de oficinas, un quinto nivel sin techo para las maquinarias (con alto antepecho), y un sótano.
Los accesos se resuelven desde los extremos del edificio que, junto a los núcleos de circulación vertical, crean vestíbulos porticados de doble altura abiertos hacia el exterior. El acceso principal se ubica hacia la intersección de las dos avenidas; y en años recientes este espacio fue incorporado al interior del edificio. Asimismo, una ampliación de la avenida 27 de Febrero, redujo la plaza frontal del edificio, acercándolo a la zona de tránsito y desproporcionando su escala urbana.
El tratamiento de las fachadas da soluciones plásticas individualizadas en cada uno de los niveles, según la jerarquía de los espacios y sus funciones. La primera planta manejada como una doble altura, alberga los servicios al público, integrando el segundo nivel como una mezzanine.
El proyecto desde sus inicios contemplaba la incorporación de una torre de oficinas en una segunda etapa; ésta fue realizada en 1983 por el arquitecto Eduardo Selman. El arquitecto trató de conectar las dos edificaciones mediante la materialidad y mediante la repetición de los huecos circulares de la fachada original, en el coronamiento de la torre. Treinta y cinco años después, en 2015, se construye una torre de estacionamientos como parte del conjunto, diseñada por Plácido Piña, en un lenguaje que demuestra la evolución de su trabajo y que plantea los mismos principios que hicieron del volumen del BHD un paradigma de la arquitectura dominicana.




Sección
Planta arquitectónica mezzanine
Planta arquitectónica 1er nivel









Oscar Imbert y Antonio Segundo Imbert
Juanchy Zorrilla y Trini Baquero
Juan Pérez Morales Arquitectos
Atilio y Lui León Arquitectos
José Horacio y Alejandro Marranzini
William J. Reid Cabral, Carlos y Patricia Reid Baquero