AAInteligencia 2004 Pdf. Anual

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INDICE

I. Inteligencia y Gobierno a. Politización y Persuasión: Buscando un Equilibrio entre Evolución e Involución en Inteligencia Estratégica. Russell Swenson y Susana Lemozy b. Inteligencia Gubernamental, un Imperativo Frente a la Globalización. Manuel Balcázar c. 11-M, «ATOCHAGATE»: La Manipulación de la Información. Eleonora Giovio

II. Anecdotario de Inteligencia a. Los Exploradores: Inteligencia, 1200 Años Antes de Cristo. Guillermo Campos

III. Tendencias a. Inteligencia Estratégica. Visión Preventiva y Visión proactiva para la decisión. José Raúl Cáceres b. Las Operaciones no Bélicas u Operacines Cívico-Militares. Mario Castillo Paredes


I. Inteligencia y Gobierno

POLITIZACIÓN Y PERSUASIÓN: BUSCANDO UN EQUILIBRIO ENTRE EVOLUCIÓN E INVOLUCIÓN EN INTELIGENCIA ESTRATÉGICA Por: Russell G. Swenson1 Director, Center for Strategic Intelligence Research, The Joint Military Intelligence College Washington, USA. Traducción y colaboración: Susana Lemozy2 Resumen A través de las Américas, la rehabilitación de la inteligencia ha sido acompañada, y no sólo accidentalmente, por mayores oportunidades para practicar el profesionalismo a nivel operacional, mientras continúa la actividad de inteligencia en su rol tradicional, a nivel estatal o estratégico. En la actualidad, el incremento del profesionalismo de inteligencia a nivel estratégico parece guardar una relación inversa con su aceptación por parte de las figuras políticas —una función de la politización de la inteligencia— que persiste en ser un anatema para los profesionales del área. Dondequiera uno mire, ya sea en la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Méjico, Perú o en los EEUU, hay evidencia de un crecimiento de “órganos” u “organismos” ministeriales y departamentales–una evolución hacia lo que bien puede identificarse como “inteligencia operacional”. Uno puede inclusive etiquetar este desarrollo como una involución de la inteligencia estratégica nacional. Un apreciable peligro acompaña a esta tendencia, como quedó demostrado recientemente en los EEUU. El continuo enfoque operacional sobre las amenazas priva a los decisores nacionales de la visión estratégica que les pueden proporcionar los profesionales de inteligencia o los “planificadores de políticas”, quienes se atreven a arriesgar estimaciones sobre los efectos y consecuencias de las políticas nacionales. Este ensayo propone la “politización” de dichas estimaciones de inteligencia estratégica por los profesionales de inteligencia mismos y por sus órganos oficiales, para asegurar que estas estimaciones reciban, por parte de los líderes nacionales, una justa apreciación como juicios razonados y objetivos, aunque no imparciales. Introducción El concepto de inteligencia estratégica resulta familiar a todos aquellos que se interesan por la inteligencia gubernamental. En los EEUU, Sherman Kent fue un temprano exponente del género y un portavoz ubicable en algún punto híbrido entre la aproximación académica y la aplicada. Su premisa básica es que la inteligencia estratégica está en el “más alto nivel de la inteligencia exterior positiva” y es “el conocimiento que nuestros hombres ubicados en los más altos cargos civiles y militares deben tener, para salvaguardar el bienestar nacional”.3 Esta definición inclusiva fue puesta en práctica por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y eventualmente por la “comunidad” de inteligencia responsable de proteger a la nación. Sin embargo, la proliferación de agencias ha acarreado semillas de involución en la práctica de la inteligencia estratégica. Algunos autores han aludido a su declinación, pero no se han referido a ella encuadrándola en términos de un proceso de evolución entrópica.4 Este ensayo explora evidencias de esta involución en los EEUU y en algunos otros países en las Américas, y se pregunta si una re-centralización de la inteligencia podría promover una reconstrucción o reinvención de la perspectiva estratégica en la inteligencia nacional.


El ascenso de la inteligencia operacional En décadas recientes, la tradicional subordinación de la función de inteligencia a oficinas operacionales en departamentos gubernamentales o ministeriales, donde la inteligencia tiende a ser considerada meramente una “fuente de información”, ha coincidido con el avance de la Sociedad o la Era de la Información. En este entorno rico en información pero políticamente restringido, existe un espacio muy pequeño para la tolerancia del pensamiento no-partidario, bien informado, visionario y “de opinión”, oficialmente autorizado, que pueda llenar las expectativas de Sherman Kent y, más específicamente, las de Berkowitz y Goodman. En cambio, el profundo espacio divisorio entre la inteligencia táctica y la estratégica ha sido llenado con la inteligencia “operacional” que alimenta principalmente las campañas militares o paramilitares y las acciones de socorro en caso de emergencia civil. No resulta muy difícil encontrar ejemplos que ilustren el boom de mercado de la inteligencia operacional. En Brasil, en cuanto comience a funcionar el sistema de monitoreo basado en radares y enfocado sobre la cuenca del Amazonas, SIVAM, los especialistas oficiales se verán inundados de información pasible de ser organizada para su aplicación tanto en campañas militares y paramilitares como en acciones de socorro. Ensayos recientes han explorado este aspecto.5 En Colombia, el foco de atención puesto en la inteligencia operacional por parte de las fuerzas marítimas y policiales y la exclusión de la búsqueda de respuesta a los interrogantes de “inteligencia estratégica” es documentada por dos profesores del Center for Hemispheric Defense Studies en un reciente libro.6 En Méjico, la Policía Federal Preventiva (PFP) estaba anteriormente incorporada dentro de la organización de inteligencia civil de ese país, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), como su brazo operacional. La PFP opera en la actualidad de forma independiente, sacando ventaja de las conexiones e información de inteligencia para brindar apoyo a operaciones relacionadas con la seguridad interna.7 Esta separación entre el análisis y las operaciones de inteligencia puede dejar en libertad a los analistas del CISEN para concentrarse sobre objetivos y estimaciones estratégicas. Sin embargo, según Sergio Aguayo, profesor de relaciones internacionales y periodista, que nos ha brindado, “desde adentro”, el mayor informe de la evolución de los servicios de inteligencia en Méjico, el ímpetu de la producción de inteligencia del CISEN está enteramente empeñado en apoyo de las operaciones de gobierno y no funciona precisamente como un muy bien informado “thinktank”. Aguayo remarca, por ejemplo, el hecho de que a pesar de los informes diarios, semanales y mensuales de inteligencia, y de los reportes irregulares y locales, el Presidente Fox recientemente expresó su deseo de que los productos del CISEN adopten un tono todavía más inclinado “a la acción”.8 La clara indicación es que el CISEN, al igual que otros servicios de inteligencia nacionales, tienen por objeto producir inteligencia de nivel operacional y que no poseen un brazo lo suficientemente distanciado de los decisores gubernamentales para promover o permitir la emergencia de productos que presenten una “opinión” estratégica independiente. En los EEUU, asimismo, la expectativa de la inteligencia para los decisores en teatros de operaciones y de organizaciones ejecutivas, como la Federal Emergency Management Agency o la Drug Enforcement Administration, es acercarse lo más posible al “tiempo real” operacional más que hacer prevalecer la inteligencia estratégica. La función de inteligencia ahora es llevada a cabo en celdas de planeamiento estratégico. Regularmente, sin embargo, los “pensadores” en dichos compartimientos no son personal de inteligencia con amplios y profundos conocimientos del los procesos y objetivos de la misma. En su lugar, hay individuos familiarizados con las operaciones tradicionales del departamento o de la agencia o son los que han accedido al cargo por nombramientos políticos. De este modo, se mantiene la desconexión o el vacío entre quienes hacen preguntas sobre cuestiones estratégicas y aquellos que están en capacidad de cosechar y ordenar la información proveniente del caudal de la recolección de datos para inteligencia.9 La declinación de los preceptos estratégicos en la inteligencia de los EEUU Continuando con el caso de los EEUU y su Comunidad de Inteligencia, el escenario pintado en párrafos anteriores no es el que siempre ha prevalecido. En 1973, el Director de la Central de Inteligencia (DCI) William


Colby implementó con la Comunidad de Inteligencia el sistema National Intelligence Officer (NIO) como un reemplazo menos centralizado para la Office of National Estimates (ONE). A este pequeño grupo de oficiales senior de la comunidad, los consideraba el DCI como expertos en sus respectivas disciplinas y de ellos se esperaba que interactuaran rutinariamente con otros analistas a través de la Comunidad y con los planificadores políticos de mayor jerarquía interesados en las cuestiones de importancia estratégica.10 Aunque este sistema sigue operando, ahora como el National Intelligence Council, y ha sido extendido a los niveles de departamento y agencia por los Defense Intelligence Officers y SIGINT NIOs, (SINIOs),11 como institución dentro del sistema de inteligencia, la NIO está fuertemente sujeta a la personalidad y las predilecciones individuales de los titulares de turno; ergo, es menos “corporativa” que la vieja ONE.12 En la práctica, la gente de NIO, antiguos analistas y expertos senior en tópicos y áreas regionales, está acostumbrada a tratar datos específicos y cuestiones limitadas más que lidiar con los asuntos de mayor amplitud estratégica que preocupan a aquellos que son políticamente responsables de la dirección de los asuntos internacionales de los EEUU.13 El propio William Colby presagió la obligación de la Comunidad de Inteligencia de dirigirse hacia los asuntos globales a largo plazo, que trasciendan la miopía propiciada por la excesiva atención prestada a la inteligencia operacional. Para decirlo con sus palabras: “....miopía de amenazas futuras, por ejemplo....un anacrónico foco puesto sobre nuestra seguridad militar mientras los peligros reales del futuro crecen en las frustraciones sociológicas de las poblaciones masivas del Tercer Mundo y sus economías subdesarrolladas”.14 Alrededor del comienzos de la década del 90, al menos una visionaria en inteligencia estratégica—Adda Bozeman—reflexionando sobre el fin de la Guerra Fría de mediados del siglo veinte, exhortaba a los analistas de inteligencia a hacer revivir su perspectiva estratégica, re-enfocándola como una Guerra Fría permanente— cuya primera gran batalla fue la librada por España contra la ocupación islámica de la Península.15 En primer lugar, Bozeman reflexiona sobre la pérdida del dominio de la inteligencia estratégica en los EEUU: Si los EEUU pueden todavía encontrar el camino de regreso hacia el pensamiento estratégico es cuestionable, y por añadidura la clase de inteligencia estratégica que distinguió a la diplomacia de estado en los primeros años de su existencia, a menos que den marcha atrás en su breve viaje a través del mundo de la política con la mirada dispuesta para localizar el error crucial que los ha llevado a las dificultades del presente. Desde mi punto de vista, podemos identificar este cambio de dirección por dos factores interrelacionados: la diplomacia de guerra / paz anunciada en la era de Woodrow Wilson y la interpretación académica de los contenidos de estos conceptos en nuestras instituciones de altos estudios. [Esto último]... responsable de detener la evolución del pensamiento erudito sobre los componentes estratégicos para la política exterior del estado y por haber inundado las currículas académicas con estudios “de paz”, que evitan entrar en contacto con las realidades de la guerra y el conflicto.16 Resumiendo su propio trabajo, la autora se pregunta “¿Cómo podríamos pensar la Guerra Fría en el Siglo XXI?” Los servicios de inteligencia en Occidente deben preparase para un futuro en el cual el leninismo y el Islam, por separado o en combinación, continuarán afectando las políticas locales, regionales e internacionales y por las siguientes razones. El marxismo-leninismo ha sido oficialmente declarado en bancarrota y totalmente nefasto para la humanidad. Sin embargo, sus semillas fueron tan profundamente sembradas por sus propagadores en todas las regiones del mundo, que inevitablemente seguirá alimentando procesos de pensamiento individuales y colectivos y atizando conflictos caracterizados por el terrorismo y la agresión, hasta que se marchite o quede definitivamente obsoleto al ser superado por otras influencias. El Islam, por contraste, es una vigorosa fe y una doctrina política que ha trascendido el tiempo y que estará con nosotros para siempre. En efecto, el historiador alemán Leopold von Rilke (1875-1886) vio el conflicto Este-Oeste entre la Europa cristiana y Asia islámica como el más grande de todos los problemas históricos y políticos–uno tal que pasaría de siglo en siglo, y que Europa sólo podría mane-


jar siempre y cuando estuviera unida. En resumen, es prudente presumir que en un futuro previsible, dos guerras frías permanecerán en agenda para los planificadores políticos y los analistas de inteligencia. ¿Cómo podrían esforzarse para lidiar con ello? He aquí la gran pregunta.17 Es para tomar especialmente en cuenta la elección que hace Bozeman de los analistas de inteligencia y los planeadores de políticas, como los que tienen la responsabilidad de comprender etsa Guerra Fría permanente y concebir e implementar una estrategia contraria. Su mensaje es explícito. Se espera que los analistas de inteligencia circulen en la “gran estrategia,” un concepto y responsabilidad que va más allá de lo que atañe a la estrategia operacional. Son ellos quienes pueden mejor reconocer—esto es, adoptar—la propuesta política de que es ilusorio el compromiso, como el que tienen los profesores de “estudios de paz”, con “reflexiones ideológicas sobre la igualdad o la equivalencia del pensamiento y comportamiento humano a través del mundo”18 intentando mantener una perspectiva “imparcial”.19 Como se explica debajo, adelantar una perspectiva “imparcial” en el análisis y síntesis de inteligencia estratégica se contrapone con el propósito de aplicar apropiada y permanentemente el valor de la objetividad dentro del sistema de valores tradicionales de Occidente. Observaciones sobre Inteligencia y el nuevo Proceso de Decisión Estratégica en los EEUU Mucho se ha hablado en los medios de la “politización” de la inteligencia, especialmente respecto a justificación política de las acciones de los EEUU en Irak. En estos momentos, nuevos detalles y la búsqueda de evidencias más minuciosas son legión.20 En términos de inteligencia estratégica, el centro de atención ha sido la Office of Special Plans, una pequeña unidad adjunta a la Secretaría de Defensa a la que se le asignó la función de “buscar información sobre las intenciones hostiles de Irak o conexiones terroristas que las agencias de espías de los EEUU pudieron haber pasado por alto”.21 Se creó inmediatamente después del 11 de septiembre de 2001 y duró hasta marzo del 2003.22 Todas las observaciones sugieren que los líderes políticos o miembros de su staff son responsables de politización. La Comunidad de Inteligencia no está acusada de ello, salvo que el concepto de politización sea extendido a las acciones de individuos que “filtraron” información o a quienes trasladaron a la prensa la convicción de que los documentos de estimación de inteligencia eran utilizados selectivamente por los consumidores para sustentar la estrategia preconcebida de invadir Irak. Dentro de la Comunidad de Inteligencia de los EEUU el camino convencional para los analistas indica que sus contribuciones de apoyo, no sólo para la toma de decisiones operacionales sino también en el caso de políticas más amplias, son y deben ser “imparciales”. Utilizando las palabras de un experimentado analista de la CIA, la inteligencia no debe ser partidaria o sentirse “tentada de defender sus preferencias políticas cuando va por recolección y análisis.”23 Especialmente para la CIA, la sensibilidad sobre este hecho resulta comprensible en el contexto de su historia reciente. En 1978, por ejemplo, los analistas de esta agencia consideraron demasiado difícil hacer estimaciones estratégicas con respecto a la viabilidad del régimen del Shah de Irán, dado que el lado operativo de la CIA se hallaba comprometido en acciones de apoyo al régimen y que la recolección extensiva y los informes necesarios para realizar una estimación de inteligencia válida conduciría a la propia red de inteligencia del Shah a considerar que la administración de EEUU le estaba brindando un apoyo indeciso. En este episodio se pone de manifiesto que si el esfuerzo de recolección y análisis de la CIA hubiera sido más enérgico, como el que podría haber realizado una agencia más independiente, probablemente se hubiera contado con la “munición” necesaria para producir una oportuna Estimación Nacional de Inteligencia. Tal como sucedió, la estimación no fue elaborada.24 Un esfuerzo de recolección y análisis más “parcial”, pero aún así “objetivo”, por parte de la CIA podría haber sido la consecuencia ésta si hubiese seguido sus propias “preferencias políticas de inteligencia”. Esto es: la CIA se hubiera beneficiado con la “politización”, ejecutando adecuadamente su misión analítica.


¿Cuál es el significado de la “politización de la inteligencia “tal como puede ser practicada por la propia Comunidad? Aunque los profesionales de inteligencia, como de costumbre, podrían reaccionar de manera muy negativa frente a este concepto, la clase de politización de la que una agencia nacional de inteligencia debería poder “evadirse sin castigo”* puede ser caracterizada por el reconocimiento de algunas sutiles distinciones entre “percepción”y “realidad”. En primer lugar, examinaremos la percepción y realidad del pensamiento de inteligencia corriente de la Comunidad, tal como fue expresado por Petersen, quien resalta, solemnemente y con seguridad, que La función de inteligencia es única porque se concentra en la realidad, en el modo en que el mundo es. Prácticamente todo en la estructura de seguridad nacional se concentra en cambiar la realidad a través de la política. Si los decisores políticos quieren ser exitosos necesitan una comunidad de inteligencia que se centralice en los factores que determinarán el éxito o el fracaso de una política, no un pronóstico de que serán exitosos.25 Obviamente, la idea de “realidad” a la que aquí se hace referencia está realizada desde el punto de vista del observador y en función de su percepción individual. Esta advertencia no niega que la existencia de “realidad” pueda ser ostensiblemente demostrada, pero aún con este sobrentendido, todos los observadores deberían estar presentes, además, al mismo tiempo y en el mismo lugar frente a dicha “realidad” y estar todos de acuerdo con lo que están observando, como base inicial para el discurso.26 Naturalmente, esta condición no puede cumplirse. Petersen se manifiesta en contra de “pronosticar si una política será exitosa” pero eso es lo mismo que decir que los analistas o las agencias de inteligencia se despreocupen de los resultados de una política. Este comentario sugiere que los que practican la profesión de inteligencia permanezcan desconectados de las consecuencias. Pero si esto fuera así, las instituciones de inteligencia podrían con razón ser acusadas de apoyar la política de un decisor individual o de un conjunto de ellos, pero no necesariamente la Constitución de EEUU, que hace responsable a todos los civiles que prestan servicios de “proveer a la defensa común y promover el bienestar general” del pueblo de los Estados Unidos de Norteamérica.27 Uno no tiene que buscar mucho en la literatura de inteligencia para encontrar consideraciones de que la inteligencia interesada por los resultados socava el trabajo de los funcionarios políticos y que, en consecuencia, el mejor camino es “obrar con cautela” y no declarar, al menos por escrito, una posición “política” sobre un tema.28 Esta percepción, por parte de los profesionales de inteligencia, resulta debilitante. Como resultado, la inteligencia en los EEUU permanece concentrada en el desarrollo de la inteligencia operacional, en lugar de producir una evaluación de inteligencia estratégicamente operativa y a la vez “políticamente orientada”, para utilizar el poder militar, diplomático o económico e influenciar en el pensamiento de los oponentes a los intereses internacionales de los EEUU. Por ejemplo, como recuerda el General (R) Colin Powell, él sugirió que algunos movimientos “estratégicos” por parte de los EEUU podrían haberse intentado durante el período previo a la invasión de Kuwait en agosto de 1990, pero los mismos no fueron encarados.29 No existe evidencia de que alguna sección de la Comunidad de Inteligencia haya ofrecido a los hacedores de políticas una evaluación sobre la utilidad final de las opciones de disuasión estratégica.30 Si esta impresión es válida, sugiere entonces una debilidad estratégica de la Comunidad. Esta flaqueza “política” de la Comunidad de Inteligencia es el resultado de la equivocada percepción de que las valoraciones de consecuencias vigorosamente defendidas con respecto a prospectivas sobre política exterior, constituyen “zonas prohibidas.” La validez del concepto de que la “inteligencia” políticamente orientada siempre “socava” la implementación de políticas no sobrevive a un celoso escrutinio, si las valoraciones estratégicas son anunciadas con la suficiente anticipación para influir sobre la adopción de las decisiones nacionales.31 Con confianza en la evaluación de inteligencia prospectiva a largo plazo, independientemente de la calidad de la política exterior de los EEUU, la inteligencia puede adoptar la posición de “abogado del diablo”, apropiada para el status de su personal y su


condición de servidores públicos civiles no electos “seleccionados- de- por vida,” en lugar de “partidarios” que imiten a la rama legislativa o representativa de gobierno. Desafortunadamente, cuando esto ha sido probado en los confines de la Comunidad, como en el caso de las estimaciones de la CIA sobre las complicaciones de los EEUU en Vietnam, no se tuvo confianza en los resultados.32 De manera similar, cuando el NIO para Latinoamérica testificó frente a un comité del Congreso sobre el carácter de Aristide, presidente de Haití, la politización de la inteligencia tuvo lugar en una dependencia partidaria.33 Claramente, es menos destructivo para el método del “abogado del diablo” de la Comunidad de Inteligencia permanecer dentro de los círculos del brazo ejecutivo. Este rumbo evita la politización de la inteligencia por “partidarios”. Sin embargo, si los profesionales de inteligencia no tienen más opción que “filtrar” su perspectiva a la prensa, donde el foro de la opinión pública es informado a veces desde un punto de vista más allá del partidismo, entonces desaparecería la oportunidad de cultivar influencia hacia la implementación de una “visión de consecuencias”. El TC Murphy Donovan hace la lista de las opciones disponibles para un profesional de inteligencia como sigue: Cuando la evidencia y la argumentación fallan, él tiene cuatro opciones: resignación, confrontación pública, capitulación o subversión burocrática. La resignación y confrontación pública son similares en cuanto a sus probables consecuencias: el suicidio de su carrera. Ni la una ni la otra es probable o realista, pues cada una representa una elección entre la integridad y la manera de ganarse la vida. En un real callejón sin salida, la capitulación y la subversión burocrática se vuelven más atractivos y menos saludables. La claridad del análisis, bajo fuego, puede buscar apoyo más en la temperancia política que en la integridad de la inteligencia.34 En el actual entorno en los EEUU, tenemos conocimiento de profesionales individuales en la Comunidad de Inteligencia, o recientemente retirados de la misma, que han elegido tres de las opciones, menos la capitulación.35 Estos individuos, basados en información de inteligencia, están articulando un punto de vista contrario al que proclama la administración Bush con respecto a la justificación de la invasión de Irak a principios del 2003. Ellos están haciéndolo fuera del brazo ejecutivo, pero también (al menos por ahora) fuera del entorno partidista del Congreso de los EEUU. Según parece, a través de los informes de prensa, el principal estímulo para esta politización individual del conocimiento de inteligencia fue el éxito competitivo de la Oficina de Planes Especiales. La ausencia de dimisiones en masa dentro de la Comunidad significa que la alternativa más común es la capitulación. Aún considerando que la Comunidad de Inteligencia está solamente marginalmente representada por esos informes de prensa, parece que el forum normal para el debate—la preparación de la estimación nacional de inteligencia—no estaba disponible como un medio para arbitrar una evaluación estratégica. Supuestamente, ninguna NIE (Estimación Nacional de Inteligencia) se empleó sobre Irak antes de que fuera tomada la decisión de derribar el régimen iraquí, en el verano del 2002.36 La NIE se completó en octubre de ese año. Declarar la posición política de la inteligencia puede devenir más aceptable y probable, si el Director de la Central de Inteligencia se vuelve un miembro genuino o “de facto” del gabinete presidencial, además de ser el asesor de inteligencia del Consejo Nacional de Seguridad.37 Sin embargo, un DCI con un fuerte pedigree político naturalmente se volverá mucho menos independiente que lo que esperamos del director de una agencia de inteligencia o de la Comunidad en general. Sea el oficial de inteligencia de mayor rango políticamente independiente o no, la fuerte tradición en la literatura de inteligencia refuerza la percepción de que la institución debería mantenerse apolítica y de ese modo no minar las decisiones. Sin embargo, dado que la información y la evaluación de inteligencia dirigidas a cuestiones estratégicas son inherentemente políticas, en el sentido de que siempre existen alternativas de hacer una u otra cosa–y no hacer nada también es una opción—la propia inteligencia tiene la opción de admitir su mandato político en el brazo del ejecutivo.38


Operacionalizando la politización “burocrática” de la inteligencia La politización de la Comunidad de Inteligencia en el interior de la rama ejecutiva de gobierno, involucra apropiadamente una temprana atención a nivel estratégico a problemas que puedan ser analizados restringiendo el área donde la recolección puede concentrarse para contrastar las diferentes respuestas. A esas respuestas no refutadas, construidas dentro de una teoría o posición, los portavoces pueden “retocarlas” al trasmitir su historia de un modo políticamente convincente dentro de la rama ejecutiva de gobierno. La fuerza de un argumento descansa no sólo en la evidencia en mano o en la que se puede recolectar, sino también en la fuerza de la convicción. Como arriba se anota, la convicción no está ausente en la actual Comunidad de Inteligencia, dadas las renuncias individuales y la confrontación engendrada por la política de guerra de los EEUU en Irak. Si dentro de la rama ejecutiva no existe un ámbito para escuchar objetivamente la fuerza de un argumento, entonces, frente al riesgo de cargar con el partidismo, el mismo puede ser transportado fuera de la rama ejecutiva hacia los foros ya mencionados. El ex-oficial de inteligencia de alto rango Gregory Treverton analiza minuciosamente las relaciones entre la inteligencia y los funcionarios políticos y recomienda que se concentren primero en las a menudo no declaradas cuestiones o supuestos que subyacen bajo las opciones políticas y que implican “misterios” estratégicos, en lugar de involucrarse primariamente en “rompecabezas” tácticamente orientados, que pueden ser equiparados con descubrimientos “secretos”.39 En el caso de la decisión de los EEUU de desmantelar el gobierno iraquí a comienzos del 2003, un observador acota que “Si los más altos funcionarios de la administración de algún modo fueron negligentes de notificar al Sr. Bush sobre los informes de inteligencia que refutaban las piezas clave del caso contra Irak, ellos no estaban haciendo su trabajo.”40 Sin embargo, un panorama más alentador es presentado por otro comentarista, quien expresa que El último verano, en el Comité de Inteligencia del Senado, los demócratas, incluyendo a Bob Graham de Florida y a Dick Durbin de Illinois, pidieron a la CIA producir una estimación nacional de inteligencia que pudiera reconsiderar todas las grandes cuestiones relacionadas con Irak. La Comunidad de Inteligencia se resistió, accediendo sin embargo a producir una estimación más estrechamente concentrada sobre el status de los programas de armamento de Irak.41 Como sabe cualquiera que intente formular un argumento o “escribir una tesis”, la Comunidad estaba acertada al limitar el problema asignado, ya que de este modo podrían ser construidas y examinadas hipótesis claramente refutables de manera que, positivamente, la “evidencia” negativa contra algunas o todas las hipótesis pudiera ser desarrollada—en lugar de seguir aceptando la ausencia de evidencia. La evidencia negativa automáticamente se vuelve “estratégica”y “política” porque debería influenciar en el nivel decisorio.42 Parece claro que descomponer en partes o analizar los problemas estratégicos hasta el punto donde una recolección proactiva pueda explorar eficientemente en busca de información para refutar una proposición, conlleva la mayor promesa para construir un caso “político” a favor o en contra de una política en particular. El relato de Treverton de las audiencias del DCI Robert Gates, cuando fue acusado de politizar evaluaciones sobre la Unión Soviética, proporciona un caso puntual. Como Director de Inteligencia de la CIA Gates había pedido una evaluación de la evidencia de que los soviéticos habían estado detrás del atentado para asesinar al Papa en 1981. Como Gates no solicitó una evaluación abierta, dando plena libertad para la refutación, este específico informe fue politizado en las audiencias partidistas del Congreso porque parecía que él quería un cierto resultado–que los soviéticos estaban ciertamente implicados.43 De hecho, la CIA y cualquier otra organización de inteligencia estratégica podrían indudablemente beneficiarse brindando prioridad a la refutación para desconfirmar la evidencia de cualquier hipótesis. Isaac-Ben-Israel ha incontestablemente demostrado, aunque retrospectivamente, la validez de un enfoque “epistemológico aplicado” a la sorpresa estratégica en el caso del ataque de los estados árabes contra Israel en octubre de 1973.44


Epílogo Un elocuente crítico del sistema de inteligencia de los EEUU, Angelo Codevilla, cierra su detallado libro con esta nota: Nuestra proposición sobre la inteligencia como un todo ha sido que ella es una parte integrante del gobierno. De acuerdo a una vieja máxima, la inteligencia es “los ojos y las orejas del Rey”. Pero solamente los ojos y las orejas–no el corazón, la mente, los brazos, las piernas. Un defectuoso conjunto de ojos y orejas puede indirectamente dañar las otras partes, pero aún la más aguda visión y oídos no pueden compensar un cuerpo inestable. En el largo plazo, los gobiernos consiguen la inteligencia que se merecen.45 Codevilla se equivoca al no distinguir entre “gobiernos” y “administraciones” específicas; de hecho, sólo son las administraciones en particular, por medio de sus acciones en definir e implementar políticas, que están adecuadamente relacionadas con la recolección y el análisis de inteligencia. Más allá, considerando el argumento expuesto en el presente ensayo, el agregado de su propio trabajo (Informing Statecraft) es impropio. Al menos en la arena de las relaciones internacionales, resulta de interés que la inteligencia sea más que los ojos y orejas del cuerpo político: las expectativas parlamentarias sobre la Comunidad de Inteligencia de EEUU se centran en su obligación de proveer el alerta estratégico a la rama ejecutiva del gobierno, en salvaguarda de la nación.46 La inteligencia en el nivel nacional no es un inocente “servicio de información”, sino, como puntualizó Sherman Kent, es una organización, una actividad y un proceso. El requerimiento de inteligencia para el alerta estratégico, y no meramente para los niveles operacional o táctico, hace a la Comunidad inherentemente política, desde que debe “convencer” a aquellos que están en posición de actuar, y hacerlo independientemente de las preferencias políticas de los líderes de la rama ejecutiva. Consecuentemente, los servidores civiles de inteligencia a nivel nacional en cualquier gobierno, y ciertamente en los EEUU, deben prestar temprana y explícita atención a la “politización” de las evaluaciones que tienen en consideración las consecuencias de las opciones políticas. Tales evaluaciones no son partidarias y tampoco “imparciales”; son “objetivas”. La mayor parte de la continua evolución de la inteligencia en los EEUU se centra en la relación entre los profesionales de inteligencia y los políticos. Desde la promulgación del Acta Nacional de Seguridad en 1947, que creó la CIA, el Departamento de Defensa y el Consejo Nacional de Seguridad, la “Comunidad” de Inteligencia de los EEUU, como llegaría a ser conocida, ha tendido, al menos en los círculos civiles, a adoptar el “enfoque de Sherman Kent”47 Esto es, que lo esperado es que la inteligencia se mantenga distante de la política y de los políticos, para poner un cerco a las oportunidades de politización. Y aunque de Kent, como deán de la “inteligencia estratégica”, puede esperarse que perdone la interacción con el máximo nivel de los funcionarios políticos, los representantes del lado “político” adquieren para él un marcado tinte operacional, más que mostrar un compromiso con la “gran estrategia”: “Lo que estoy diciendo es a menudo expresado por las palabras “sesgo”, “línea”, “posición” y “visión”.48 Kent reconoce que los decisores políticos son “hombres de acción” que trabajan en un mundo completamente humano. Wilmore Kendall, a diferencia de Kent, trabajó sólo brevemente en inteligencia. Criticó a Kent por su preocupación por la “predicción...[ y ] la eliminación de la “sorpresa” para los asuntos externos”. También urgió a la inteligencia de los EEUU a prestar cercana atención a las alternativas para política exterior ya organizadas y hacerlo para los más altos niveles de audiencia, más que para el nivel medio de los “planificadores de políticas” en el Departamento de Estado. Prefería que los especialistas en inteligencia estratégica recrearan las imágenes (“pictures”) que los funcionarios políticamente responsables tenían en sus cabezas. Esto apoyaría su “gran tarea” que es “esculpir el destino de los EEUU en el mundo como un todo”49 El enfoque de Kendall puede reavivar la inteligencia estratégica en los EEUU. El presente autor encuentra que su llamado por una más “politizada” inteligencia nacional no coincide con la visión de Kent ni totalmente con la de Kendall, pero que tiene algunas congruencias con las ideas de éste último. Las evaluaciones de inteligencia necesitan tener abogados—defensores—explícitos dentro de la Co-


munidad. Ese abogamiento es lo que constituye la “politización burocrática de la inteligencia” aquí recomendada y descansa en la adopción de las habilidades requeridas en la profesión legal, armonizada con la rama judicial del gobierno. La adopción de la idea de una defensoría política en beneficio de una estimación de inteligencia no deviene natural y fácilmente al analista embebido en la tradición de la “imparcialidad”. Los más inteligentes analistas tienen dificultades para constituirse en defensores porque ello va contra su naturaleza objetiva. El proceso de abogar se caracteriza por la oposición y sus líneas de conducta provienen de la profesión legal donde la abogacía se ha enraizado como un fino arte y donde las trampas de la abogacía inapropiada son bien comprendidas.... Las reglas para un proceso de oposición son diferentes a las de la investigación. Las primeras permiten el sesgo o el testimonio oblicuo y las segundas están dirigidas hacia la evaluación objetiva.50 En consonancia con el argumento realizado por Brooks (ver nota al pie 36) para que las agencias de inteligencia armonicen sus evaluaciones más ajustadamente al proceso político, algunos especialistas de la comunidad científica, cuyas aproximaciones y hallazgos están también sujetos a la politización, ahora argumentan que es tiempo de “dejar la torre de marfil de la academia para probar el supuesto barro del [adversario] político. Los sucesos recientes indican que debemos hacerlo así.51 En los EEUU, entonces, el escenario está ahora dispuesto para la adopción de una relación controvertida entre inteligencia y política. A lo largo de las Américas, encaramos como interrogante si la re-centralización de la inteligencia nacional–con la concomitante moderación del énfasis en la inteligencia operacional—acarreará una reconstitución o la re-invención de una razonada perspectiva estratégica. Este interrogante es ahora más importante que nunca, cuando estamos puestos a prueba por la borrosidad de las líneas distintivas entre inteligencia exterior y doméstica para encarar a los adversarios no-estatales y transnacionales de la tradición occidental. Una respuesta a este problema queda sugerida en el presente ensayo: a través del Hemisferio, los profesionales de inteligencia no tienen un grupo de votantes a quienes pueden apelar, como pueden hacerlo los políticos electos, para crear evaluaciones de manera objetiva aunque con parcialidad; estos profesionales de inteligencia, sin embargo, deben lealtad a sus respectivas constituciones nacionales, por cuanto éstas son verdaderas expresiones de aspiraciones democráticas. Pueden usar el sentido encarnado en esos documentos para guiar sus juicios sobre cuestiones sensitivas. Esas cuestiones incluyen la cuestión estratégica de cómo, y con qué profundidad, compartir información de inteligencia a través del Hemisferio para enfrentar las amenazas propuestas por oponentes a la seguridad personal y nacional. Notas Russell G. Swenson es desde 1988 profesor y desde 1995 director de investigaciones aplicadas del Colegio Militar Conjunto de Inteligencia de los EEUU. Es editor o autor de numerosos estudios sobre procesos de inteligencia, colaboración internacional en inteligencia y profesionalización en el campo de inteligencia gubernamental. (Ver http://www.dia.mil/Jmic/Publications/index.html) Se desempeñó como analista de inteligencia (aptitud lingüística) en la Fuerza Aérea de EEUU de 1966 hasta 1969. Fue profesor de Geografía en la Universidad de Illinois (región occidente, 1976-1986). Egresado de la Universidad de Kansas (Geografía, Español, Estudios Latinoamericanos) y de Wisconsin-Milwaukee (maestría y doctorado en Geografía). 2 Susana C. Lemozy es profesora y asesora en el Instituto de Inteligencia de las Fuerzas Armadas-Estado Mayor Conjunto, Argentina, desde su fundación en el año 2000. Desde 1990 desempeñó cargos docentes en la Escuela Superior de Guerra, la ex-Escuela de Inteligencia del Ejército y la Escuela de Defensa Nacional. Egresada de la Universidad del Salvador, USAL, Buenos Aires (Ciencia Política). 3 Sherman Kent. Strategic Intelligence for American World Policy (Princeton, NJ; Princeton University Press, 1949), 3, vii. 4 Bruce D. Berkowitz and Allan E. Goodman, Strategic Intelligence for American National Security (Princeton, NJ: Princeton University Press, 1989); Carl Builder, “Keeping the Strategic Flame,” Joint Force Quarterly 14, (Winter 1996-97): 76-84; Amy B. Zegart, Flawed by Design (Stanford, CA: Stanford University Press, 1999). Berkowitz y Goodman definen la inteligencia estratégica como lo que está “diseñado para proporcionar a los funcionarios una ‘gran fotografía’ y el pronóstico de largo alcance que necesitan para planear para el futuro,” 4. 1


5 Humberto José Lourenção, “A defensa nacional e a Amazônia: o projeto Sivam,” y Major Peter Wittkoff, USMC, “Brazil’s Amazon Surveillance System (SIVAM): Promoting Cooperation Against international Crime and Terrorism”, ensayos presentados en REDES 2002, 7-10 August 2002, Brasilia, URL: http://www.ndu.edu/chds/redes2002/; ver también Larry Rohter, “Brazil Employs Tools of Spying to Guard Itself,” New York Times, 27 July 2002, www.nytimes.com, accessed 27 July 2002 6 Andrés F. Sáenz e Ismael Idrobo, “Formulando preguntas: evoluciones de la Inteligencia Estratégica en Colombia,” (“Asking the Right Questions: The Evolution of Strategic Intelligence Discourse in Colombia”) in Intelligence Professionalism in the Americas, ed. Russell G. Swenson and Susana C. Lemozy (Washington, DC: Joint Military Intelligence College, 2003), 475-532. 7 Sergio Aguayo Quezada, La Charola (México: Grijalbo, 2001), 270; Omar Rodríguez, “Inteligencia y profesionalismo en la transición democrática de México,” (“Intelligence and Professionalism in Mexico’s Democratic Transition”) in Intelligence Professionalism in the Americas, 223, 243. 8 Aguayo, 268-269. 9 Los profesionales de inteligencia, en cuyas organizaciones la recolección es secreta, están también legalmente autorizados para clasificar información. Por lo tanto, por definición, tienen acceso exclusivo a un cache de información reservada más amplio que otros, aún dentro de los círculos gubernamentales. Como sugiere Camilo Ricardo Milano, en su ensayo “Relaciones Entre la Inteligencia Estratégica y el Análisis Estratégico,” Inteligencia Total 1, no. 1 (October2003/ March 2004): 24-35, los funcionarios ministeriales o departamentales pueden proveer “análisis estratégico” aún cuando no tengan acceso a la información controlada exclusivamente por los servicios de inteligencia. Sin embargo, las expectativas de lealtad política dentro de un régimen significan que aún cuando exista una institucionalizada inclinación por el análisis estratégico, ésta no provee un entorno para hacer libremente preguntas sobre asuntos estratégicos como las que pueden realizar en el nivel nacional los oponentes políticos del gobierno o régimen político. 10 William Colby, Honorable Men: My Life in the CIA (New York: Simon and Schuster, 1978), 352-353; 463-464. Inicialmente, Colby tuvo una visión del NIOs como una replica de la propia DCI, “Ellos no van a tener no más que un asistente y una secretaria así podrán identificarse totalmente con mi posición y no desarrollar una función por sí mismos.” Todavía él recomienda más tarde en su libro que “......deberían ser seleccionados agentes nacionales de inteligencia subordinados…”, y de ese modo delimitar el escenario para que el NIO se aplique a cuestiones estratégicas menos globales.. 11 Para una visión de las oficinas Departmental and Agency NIO, ver http://www.fas.org/irp/news/2003/04/fbi040303.html and http:// www.intelligence.gov/1-members_dia_org.shtml. 12 Gregory F. Treverton, Reshaping National Intelligence for an Age of Information (New York: Cambridge University Press, 2001), 102111, 130, 188, 206-207. 13 Una excepción de este patrón apareció en 1999, y está disponible en http://www.cia.gov/nic/pubs/conference_reports/china_future_implications.htm. Es el reporte de conferencia abierta co- esponsoreada por el National Intelligence Council y la Library of Congress y trata sobre el futuro de China y las implicaciones para los intereses de los EEUU. Los registros de una más reciente conferencia, del 10-11 September 2003 en Charlottesville, VA, son presentados en “Intelligence for a New Era in American Foreign Policy” (Washington, DC: Center for the Study of Intelligence, January 2004). Los participantes de dicha conferencia reflejaron su preocupación por las grandes cuestiones y discutieron enfoques no tradicionales para encararlas, aunque no sugirieron la “politización” de la Comunidad tal como ha sido desarrollada en el presente ensayo. 14 Colby, 463. 15 Adda Bozeman, Strategic Intelligence and Statecraft (Washington, DC: Brassey’s Inc., 1992). 16 Bozeman, 14. 17 Bozeman, 253. 18 Bozeman, 14. She refers here to the concept commonly known as “cultural relativism.” 19 Como hizo notar Susana C. Lemozy, en “El proceso de investigación de inteligencia como ciencia aplicada,” en Swenson and Lemozy, eds., Intelligence Professionalism in the Americas, 437 and 460, “objetividad no debe ser confundida con imparcialidad,” en tanto la objetividad es un concepto filosófico, la imparcialidad es un concepto moral y político. Ver también Mario Bunge, Las Ciencias Sociales en Discusión (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1999), 9. Edition in English: Social Science under Debate (Toronto: University of Toronto Press, 1999). Importante para destacar: La doctrina del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas de los EEUU declara que la “objetividad” es un “atributo de calidad de la inteligencia.” No se hace referencia a la “imparcialidad” Ver JCS Pub 2-0, Joint Doctrine for Intelligence Support to Operations (Washington, DC: GPO, 1995), IV-14-IV16. 20 Cada uno de los principales periódicos publicó resonantes artículos. Entre ellos: Barton Gellman and Walter Pincus, “Depiction of Threat Outgrew Supporting Evidence,” Washington Post, 10 August 2003, A1, A9-A11; Warren P. Strobel and John Walcott, “CIA Lacked Info to Counter Claims About Iraqi Weapons,” Miami Herald, 3 June 2003 (www.herald.com); Nicholas D. Kristof, “On Day 71 of the Hunt for Iraqi W.M.D., Yesterday, Once Again Nothing Turned Up,” New York Times, 30 May 2003 (www.nytimes.com). Este se encuentra resumido en Kenneth M. Pollack, “Spies, Lies, and Weapons: What Went Wrong?,” Atlantic Monthly 293, no. 1 (January/February 2004): 78-92. 21 Eric Schmitt and Thom Shanker, “Rumsfeld Assigns His Own Intelligence Unit to Sift Reports on Iraq,” New York Times, 25 October 2002, at http://www.subliminalnews.com/archives/000061.php. 22 Julian Borger, “The Spies Who Pushed for War,” Guardian, 17 July 2003, en http://www.guardian.co.uk/Iraq/Story/0,2763,999737.html, declara que la misma “funcionó como un gobierno en las sombras, gran parte de él fuera de nómina oficial y supervisión del Congreso. Pero se mostró lo suficientemente poderoso como para prevalecer en la disputa con el Departamento de Estado y la CIA para hallar una justificación para la guerra.…La OSP misma contaba con menos de 10 integrantes full-time de su staff, y entonces, para ayudar a


lidiar con la carga, la oficina contrató una veintena de ‘consultores’ temporarios. Incluyeron abogados, empleados del Congreso y estudiosos de políticas procedentes de los numerosos thinktanks de derecha en Washington. Algunos tenían experiencia en inteligencia”. Ver también Seymour Hersh, “Donald Rumsfeld tiene sus propias Fuentes especiales. ¿Son ellas dignas de confianza?,” New Yorker, 12 May 2003. Hersh cita, sin dar nombre, a un oficial del Pentágono que trabajó en esta oficina: “Hice el trabajo cuando la comunidad de inteligencia no hizo el suyo. Reconocimos que ellos no habían hecho el análisis. Nosotros estábamos proporcionando a Wolfowitz información que él no había visto antes. La comunidad de inteligencia está todavía buscando la misión que tenía durante la Guerra Fría, cuando le daba de comer con cuchara a los policymakers.” 23 Martin Petersen, “What We Should Demand from Intelligence,” National Security Studies Quarterly 5, no. 2 (Spring 1999), 109. Petersen utiliza el término “partidario” como sinónimo de “político”, pero es útil distinguir el significado de “política“ como “el intento de convencer a otros para que adopten un postura particular para la resolución de una cuestión” dentro de la rama ejecutiva del gobierno, y reservar el término “partidario” para describir la adhesión a las creencias y valores de los funcionarios oficiales electos. (Demócratas, Republicanos, Independientes, entre otros) en la rama legislativa del gobierno. 24 Staff Report, Subcommittee on Evaluation, Permanent Select Committee on Intelligence, U.S. House of Representatives, Iran: Evaluation of U.S. Intelligence Performance Prior to November 1978 (Washington, DC: Government Printing Office, 1979). • “get away with” en el original. N. de T. Petersen, 109. Ayn Rand, Introduction to Objectivist Epistemology (New York: Mentor, 1979), 52-53. 27 La prevalencia de la obligación de lealtad a la Constitución de los EEUU por parte de los oficiales de inteligencia, en lugar del presidente u otros oficiales gubernamentales, es enfatizada por el Director de la Central de Inteligencia Willliam H. Webster en “With Fidelity to the Constitution,” en Central Intelligence Agency, Extracts from Studies in Intelligence to Commemorate the Bicentennial of the United States Constitution (Washington, DC, 1987), 85-90. 28 Hans Heymann, Jr., por ejemplo, en “The Intelligence-Policy Relationship,” Studies in Intelligence 28, no. 4 (Winter 1984): 57-66; LtCol G. Murphy Donovan, USAF, “Policy, Intelligence, and the Billion-Dollar Petroglyph,” Air and Space Power Chronicles (January/February 1986), disponible en http://www.airpower.maxwell.af.mil/airchronicles/aureview/1986/jan-feb/donovan.html 29 El enfoque operacional de la inteligencia en 1990 es evidente en lo que sigue extraído del “Public Broadcast Service’s Frontline program”, “Oral History: Colin Powell,” 2001, disponible en http://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/gulf/oral/powell/1.html. “Q: Por qué considera que la administración prefirió la opinión de los Mubaraks and Fahds, y demás, a las recomendaciones que estaban obteniendo de su propia gente de inteligencia? Powell: Estoy seguro de que usted se lo hubiera preguntado a la gente de inteligencia, pero la inteligencia estaba mezclada casi hasta el final de julio. Fue realmente en aquellos últimos días antes de la invasión que se volvió claro como el cristal que eso tenía que ser algo más que una simple postura. Y que sólo en los últimos dos días, yo creo, la CIA y especialmente Dick Kerr, se pronunció y dijo que eso iba a ser una invasión. Y aún entonces no estaba claro qué clase de invasión era...”. Según la inteligencia de los EEUU, la invasión de Kuwait por Irak está caracterizada más como un caso de sorpresa táctica u operacional que un caso de sorpresa estratégica, de acuerdo con el criterio introducido por Ephraim Kam, in Surprise Attack: The Victim’s Perspective (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1988), 2, 16-22, and Richard K. Betts, Surprise Attack: Lessons for Defense Planning (Washington, DC: The Brookings Institution, 1982), 4-5. 30 La Comunidad de Inteligencia de los EEUU continúa con el foco de interés puesto en el nivel operacional al experimentar con procedimientos de apoyo de inteligencia en operaciones “basadas en los efectos”. Ver, por ejemplo, http://www.jfcom.mil/about/experiments/ mne3.htm. Sin embargo, las cuestiones estratégicas en gran escala, en el nivel nacional, aparentemente permanecen sin ser tratadas por esta Comunidad, con alguna excepción ocasional (ver nota al pie 11). 31 Aunque no fue elaborada por profesionales de la Comunidad de Inteligencia misma, una estimación estratégica gubernamental de probables consecuencias de acciones estadounidenses que empezaron en marzo de 2003 en Irak fue disponible a oficiales electos nacionales, bien antes de la entrada de fuerzas militares de EEUU, como es documentado en James Fallows, “Blind Into Baghdad,” Atlantic Monthly 293, no. 1 (January/February 2004): 52-74. Naturalmente, tales estimaciones de consecuencias comúnmente se producen y se publican en libros y comentarios periodísticos, contribuidos por académicos y eruditos de “think-tanks”. Un ejemplo: Michael O’Hanlon y Mike Mochizuki, Crisis on the Korean Peninsula: How To Deal with a Nuclear North Korea (New York: McGraw-Hill, 2003). 32 Seymour M. Hersh, The Price of Power: Kissinger in the Nixon White House (New York: Summit Books, 1983), 46-51; Thomas Powers, The Man Who Kept the Secrets: Richard Helms and the CIA (New York: Alfred A. Knopf, 1979), 248-250. Powers llama la atención sobre cuán disgustados estaban los analistas de la CIA porque su estimación sobre los efectos del bombardeo de Camboya in 1970 (“ni invalidante ni permanente”) era intencionalmente ocultado de Nixon y Kissinger porque Helms pensaba que “ellos lo habían decidido previamente.” Al menos uno de los analistas disidentes renunció a la CIA. 25 26

33 Ver Robert Novak, “Allegations about Aristide,” Washington Post, 28 October 1993, y John A. Gentry, “A Framework for Reform of the U.S. Intelligence Community” , Informe a la “Aspin Commission on Intelligence Roles and Mission,” 6 June 1995, disponible en http:// www.fas.org/irp/gentry/chapter2.html. El informe “Aspin” fue publicado el 1º de marzo de 1996 como “Preparing for the 21st Century: An Appraisal of U.S. Intelligence” y está disponible en http://www.access.gpo.gov/int/report.html. Ver también Treverton, 188-189. 34 Murphy, 10. 35 Por ejemplo, el analista retirado de la CIA, Melvin Goodman, ha publicado su opinión de que las Armas de Destrucción Masiva iraquíes fueron excesivamente exageradas en “Weapons Failure,” en el Baltimore Sun, 22 May 2003; el analista—retirado—(de Defense Intelligence) Patrick Lang ha criticado el trabajo de la “Office of Special Programs”, como se menciona en Gary Leupp, “Faith-Based Intelligence: the Office of Special Plans, the Niger Uranium Fraud and Neocon Arrogance,” Counterpunch on-line newsletter, 26 July


2003, en http://www.counterpunch.org/leupp07262003.html; P. Mitchell Prothero, “Top White House Anti-Terror Boss Resigns,” United Press International, 19 March 2003 y Laura Blumenfeld, “Former Aide Takes Aim at War on Terror,” Washington Post, 16 June 2003, A1, A6 debate el caso de Rand Beers, analista de inteligencia y funcionario del National Security Council, quien disiente con la política nacional contra el terrorismo. También ver James Risen and Douglas Jehl, “Expert Said to Tell Legislators He Was Pressed to Distort Some Evidence”, New York Times, 24 June 2003, que describe las declaraciones del analista de inteligencia del Departamento de Estado Christian Westermann de que el clima en la Comunidad no era favorable para el análisis objetivo. Otros ex oficiales adoptaron un punto de vista opuesto; por ejemplo, ver Carl Limbacher and NewsMax.com Staff, “CIA, State Department, Undermined War on Terror,” NewsMax.com, 6 August 2003, que presenta las opiniones del experto en terrorismo y ex-asesor de la administración Clinton Laurie Mylroie. 36 Ray McGovern, “Intelligence Shouldn’t Exist Just to Serve Policy,” Miami Herald, 5 August 2003 (www.herald.com). El autor es analista de la CIA desde hace 27 años. La preparación de la NIE de octubre 2002 pasó más tarde a revisión dentro de la CIA, de acuerdo con un artículo de James Risen, “Iraq Arms Report Now the Subject of the C.I.A. Review,” New York Times, 4 June 2003, A1, A18 37 William J. Casey fue el primer DCI que oficialmente prestó servicio como miembro del gabinete presidencial. Fue eminentemente “politico”, estando implicado en campañas políticas; ver Joseph E. Persico, Casey, the Lives and Secrets of William J. Casey: from the OSS to the CIA (New York: Penguin Books, 1991); ver también, de Bob Woodward, Veil: The Secret Wars of the CIA 1981-1987 (New York: Simon and Schuster, 1987). George J. Tenet, habiendo sido suficientemente político para prestar servicio a un presidente demócrata y a un republicano, como DCI es un miembro “de facto” del gabinete presidencial en la administración Bush. 38 Por supuesto, esta afirmación permanece controvertida. Dos recientes declaraciones de observadores cercanos ofrecen puntos de vista contrarios: David Brooks, “The CIA: Method and Madness,” New York Times, 3 February 2004, A27 alega que “por décadas, la CIA ha propagado el mito de que posee métodos analíticos que deben de estar en prístino aislamiento del turbulento mundo de la política. Ella [impropiamente] ha contado con esta aura de objetividad científica para su prestigio.” Desde el interior de la Comunidad, el oficial del Consejo Nacional de Inteligencia Fulton T. Armstrong argumenta que los oficiales de inteligencia deben estar muy informados de la política y de los debates políticos y utilizar “hipótesis rivales” para brindar respuesta a las cuestiones estratégicas. Pero que al mismo tiempo deben [permanecer imparciales] y “abstenerse de los juicios de valor.” Ver su “Ways to Make Analysis Relevant But Not Prescriptive,” en Studies in Intelligence 46, no. 3 (2002): 37-43 (URL: http://www.cia.gov/csi/studies/vol46no3/article05.html). 39 Gregory F. Treverton, 209. 40 Paul Krugman, “Denial and Deception,” New York Times, 24 June 2003, A31. 41 James Risen, “Iraqi Arms Report…” 42 El Director de la CIA George J. Tenet presentó su cuidadosa respuesta a esta pregunta en una charla en Georgetown University, 5 February 2004. Ver http://www.cia.gov/cia/public_affairs/speeches/2004/tenet_georgetownspeech_02052004.html. 43 Treverton, 198-199 44 Isaac Ben-Israel, “Philosophy and Methodology of Intelligence: The Logic of Estimate Process,” Intelligence and National Security 4, no. 4 (October 1989): 660-718. 45 Angelo Codevilla, Informing Statecraft: Intelligence for a New Century (New York: The Free Press, 1992), 449. 46 U.S. Congress, House Permanent Select Committee on Intelligence, “Intelligence Authorization Act, Fiscal Year 1992,” 102d Congress, 1st session, 1991. H. Report 102-65, Part I, 7. “La más alta prioridad de la comunidad de inteligencia es el alerta sobre las amenazas a los intereses de seguridad nacional de los EEUU en el mundo entero.” 47 Jack Davis, “The Kent-Kendall Debate of 1949,” Studies in Intelligence 35, no. 2 (Summer 1991): 37-50. 48 Sherman Kent, 198-199 49 Jack Davis, 41-42. 50 De “The Obligations of Scientists as Counsellors: Guidelines for the Practice of Operations Research,” Minerva 10, no. 1 (January 1972): 115, citado en Robert M. Clark, Intelligence Analysis: A Target-Centric Approach (Washington, DC: CQ Press, 2004), 9. Ver también R.V. Jones, “Temptations and Risks of the Scientific Adviser,” Minerva 10, no. 3 (July 1972): 441-451. 51 Raja Parasuraman and others, “Opinion: Defending the Independence of HF/E Science,” Human Factors and Ergonomics Society Bulletin 46, no. 11 (November 2003): 1, 5.


I. Inteligencia y Gobierno

INTELIGENCIA GUBERNAMENTAL, UN IMPERATIVO FRENTE A LA GLOBALIZACIÓN Por: Manuel I. Balcázar Villareal52 Cientista Político, especialista en temas de Inteligencia y Seguridad Nacional Chiapas - México, Abril 2004 Resumen El presente texto señala la necesidad de los servicios de inteligencia de incrementar y eficientar su producción explorar en temas estratégicos directamente relacionados como los temas electorales, financieros y políticos, entre otros, de manera conjunta con todos los partidos políticos, a fin de tener un sistema de inteligencia gubernamental que posibilite el ejercicio del poder político sin colapsos sociales o turbulencias financieras, como ha sucedido en varias naciones de Latinoamérica. Se hace énfasis también en la necesidad de evolucionar los servicios de inteligencia hacia un nuevo paradigma sustentado en la tercera ola (servicios, conocimiento e información) y visiones compartidas entre la esfera gubernamental y la de seguridad pública. También se integra una comparación en la necesidad de interacción de las autoridades con los líderes de corrientes influyentes, que desde la época de la Francia independiente hasta nuestros días, han sido necesarios para garantizar la gobernabilidad. Finalmente se esbozan de manera general algunas ideas que posibiliten la participación de los partidos políticos en la producción y definición de inteligencia gubernamental, en una especie de modelo para armar que deberá tomar en cuenta las particularidades de los actores políticos participantes. Introducción Frente a las cada vez más graves y recurrentes crisis políticas surgidas recientemente en América Latina, una constante ha definido a estas naciones: la falta de un sistema integral de inteligencia gubernamental que permita a los gobiernos la planificación de acciones y la toma de decisiones en un contexto institucional que permita el ejercicio de la gobernabilidad sin riesgo de ruptura social o colapso económico. En este escenario es evidente que los gobiernos nacionales afectados por crisis sociales o financieras han carecido de servicios de información profesionales enfocados a garantizar el ejercicio de la gobernabilidad en un contexto democrático; en donde la visión central de la producción de inteligencia se enfoca hacia cuestiones de tipo militar o asociado a problemas de seguridad pública, dejando en segundo plano temas de carácter electoral, financiero, empresarial y social, que constituyen por su naturaleza temas estratégicos de largo plazo y con especial importancia para la inteligencia gubernamental. Este hecho refleja también la falta de una delimitación conceptual sobre la prioridad de las agendas de los servicios de inteligencia, que frente a la coyuntura de la guerra contra el terrorismo y amenazas como el narcotráfico y el crimen organizado, dejan sin delimitar la frontera entre la inteligencia destinada a la gobernabilidad (gubernamental), y la relacionada con la seguridad pública. Bajo esta perspectiva de indefinición sobre la inteligencia gubernamental, el fenómeno de la globalización se presenta como una especie de factor adverso que genera una amplia cantidad de información en el campo nacional e internacional que motiva el sub análisis de la realidad y el sobre crecimiento de las amenazas a largo plazo para la capacidad de gobernar de cualquier administración pública, y que impactan


dramáticamente en las estructuras gubernamentales motivando la desconfianza ciudadana y la salida violenta de gobiernos democráticamente electos. Ante estas circunstancias queda claro que no ha existido una visión enfocada a la producción de inteligencia gubernamental que permita detectar, entender y desactivar las amenazas de largo plazo directamente relacionadas con el ejercicio del poder público. Esta falta de visión es entendible por la falta de un nuevo paradigma en los sistemas de información al servicio del Estado, ya que actualmente la mayoría de los servicios de inteligencia tiene como eje rector el modelo de segunda ola (Toffler), inspirado en la visión industrial-productiva y de masas, en donde la dimensión cuantitativa es el elemento central. Sin embargo, el fenómeno de la globalización irrumpe como un referente de la tercera ola como alternativa para entender la transición de la modernidad y las reformas obligadas de los partidos, el Estado-Nación y la sociedad misma; así, la tercera ola se enfoca fundamentalmente al sector servicios, el cual se caracteriza por una dimensión cualitativa de alta eficacia y racionalidad, en donde la toma de decisiones del Estado debe guiarse por un ejercicio puntual y sistemático de inteligencia gubernamental, a fin de poder dar viabilidad al proyecto de gobierno y disminuir las turbulencias sociales y financieras que suelen acompañar a las administraciones que comprometen el futuro por tratar de atender el presente. Finalmente se destaca la importancia de redefinir los servicios de inteligencia a fin de atender los temas gubernamentales sin restringir los esfuerzos relacionados con las tareas de seguridad pública y combate a nuevas amenazas no convencionales, que frente a los vacíos institucionales atacan con mayor dureza las instituciones democráticas. Inteligencia gubernamental Tradicionalmente en América Latina los servicios de inteligencia se han manejado bajo un concepto de seguridad nacional eminentemente militarista, contextualizado en un mundo bipolar de segunda ola, en donde la amenaza a la expansión comunista y las hipótesis de conflagraciones bélicas obligaron al fortalecimiento del poder nacional desde la vertiente armada y de enemigos internos, en donde los mecanismos de gobernabilidad fueron sustituidos con esquemas de seguridad y represión en algunos casos. Con la desaparición del modelo bipolar de manera paralela al surgimiento de la globalización y el libre mercado en el hemisferio occidental, también las concepciones tradicionales de seguridad se han redefinido mediante nuevos dispositivos de seguridad y protección que llevan a los servicios de inteligencia a redefinir el paradigma de acción de la visión militarista de la guerra fría bipolar, a un campo civilista multipolar estigmatizado por la guerra contra el terrorismo. Es necesario señalar que los atentados del 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas marcan puntualmente el inicio de una nueva etapa para los servicios de inteligencia a nivel internacional, pues por primera vez se toman elementos de la esfera civil para desarrollar acciones ofensivas contra los ciudadanos de una nación; así, todo y todos son sujetos de sospecha al interior de las naciones, en donde priva la incertidumbre frente a nuevas amenazas no convencionales y con gran capacidad de destrucción, que obliga a los cuerpos de inteligencia a redefinir misiones y métodos de acción para la seguridad del Estado. Indudablemente las nuevas condiciones del contexto internacional hacen más compleja la labor de los servicios de inteligencia, especialmente por que las bases conceptuales de su operación cambiaron sustancialmente, de manera tal que los antiguos enemigos del sistema político o del régimen, hoy son actores institucionales con capacidad de negociación e influencia en segmentos importantes de la población, que abanderan movimientos de derechos humanos, democratización o transparencia en el ejercicio de gobierno. Derivado de estos cambios de orden estructural, pareciera que aún quedan muchas resistencias por vencer hacia el nuevo paradigma sustentado en la tercera ola, que como se comenta en párrafos anteriores, se caracteriza por enfocarse al sector servicios, matizado por la información y el conocimiento altamente especializados como elementos centrales del nuevo modelo. En esta crisis de modelos es entendible el surgimiento constante de recurrentes crisis de gobernabilidad que hacen evidente la falta de inteligencia gubernamental que permita a los tomadores de decisiones articular acciones que den viabilidad a los proyectos de gobierno y fortalezcan la capacidad de gobernar en un contexto de legitimidad.


Frente a la complejidad de las nuevas amenazas, los gobiernos enfrentan la necesidad de recuperar la credibilidad ciudadana más allá de las urnas, a fin de poder consolidar el ejercicio del poder político sin riesgo alguno de fractura; es decir, se ven forzados a desplegar nuevas estrategias y capacidades de consenso ciudadano para garantizar la gobernabilidad. En función de esta situación la inteligencia gubernamental puede percibirse como la recolección de información vital y estratégica del Estado para la mejor selección de alternativas que un funcionario de gobierno debe elegir en un momento determinado ante circunstancias específicas para tomar una decisión que posibilite el ejercicio de la gobernabilidad.53 Sobre esta definición se ha señalado que la recolección no es lo sustantivo, sino el análisis; al respecto puede señalarse que se habla de “información vital y estratégica del Estado”, es decir, no es cualquier información que se pueda encontrar en la Internet, sino datos que bajo el enfoque de tercera ola, son de alta especialización, lo que significa su clasificación de vital y estratégica; y que bajo el enfoque industrial y de masas, evidentemente podrían percibirse como datos crudos de fácil acceso en la red o cualquier otra fuente de información; pero que no lo son, e implican en si mismos el acceso a la inteligencia gubernamental, especialmente porque significan productos de inteligencia altamente especializados que se presentan con la visión de Estado tendiente a la gobernabilidad, y no bajo ópticas militaristas o de seguridad pública. Uno de los espejismos que enfrenta la inteligencia gubernamental es la cesión mayoritaria de acopio de información a fuentes y dispositivos tecnológicos, que en cuestiones de temas de gobernabilidad difícilmente permiten tener una perspectiva integral de las discontinuidades surgidas en el entramado social o en los sistemas financieros internacionales, que han sido el motor de graves crisis de gobernabilidad. Ante esta realidad surge el dilema entre el uso mayoritario de las fuentes tecnológicas (TECHNINT) o las fuentes humanas (HUMINT) para el diseño y desarrollo de productos de inteligencia en la esfera gubernamental, lo que puede resolverse analizando que en el nuevo paradigma de inteligencia, y más el que se enfoca hacia la gobernabilidad, los actores involucrados, a diferencia del narcotráfico, terrorismo o crimen organizado, no son enemigos de las instituciones de gobierno; por el contrario, son actores interinstitucionales que participan en el juego institucional de la esfera pública, en donde es necesario conocer de cerca el pensamiento de los líderes sindicales, dirigentes magisteriales y formadores de opinión, es decir, se debe desplegar la “recolección de información vital y estratégica del Estado a fin de poder diseñar una agenda de Estado institucional que permita al funcionario gubernamental minimizar los riesgos de las decisiones de gobierno. De la seguridad pública a la inteligencia gubernamental Dentro de los sistemas de seguridad nacional, como se escribe en líneas anteriores, prevaleció de manera especial la vertiente asociada a la seguridad pública y la visión militarista desde la formación del EstadoNación contemporáneo, con la Revolución Francesa, en donde uno de los actores centrales de ese momento histórico reflexionaba puntualmente sobre el enfoque policíaco de la seguridad;. Así, en el siglo XVIII el Ministro de Policía José Fouché apuntaba que todo gobierno tiene necesidad, como primer garante de su seguridad, de una policía vigilante, cuyos jefes sean firmes e ilustrados. La tarea de la alta policía es inmensa (...) es aun mas difícil porque nada se transparenta hacia fuera: en la oscuridad y en el misterio hay que ir a descubrir trazos que solo aparecen ante miradas investigadoras penetrantes (...) me di cuenta en una palabra, que no era ni con escritos ni con informes como se hacia la alta policía, que había para ello medios mas eficaces; por ejemplo, que el propio ministro debía estar en contacto con los hombres marcados o influyentes de cada opinión, de cada doctrina, de todas las clases superiores de la sociedad. Este sistema siempre me ha dado buen resultado y he conocido mejor la Francia oculta, mediante comunicaciones orales y confidenciales y por conversaciones expansivas, que con el fárrago de escritos que me han pasado ante los ojos. Por eso nada que fuera esencial para la seguridad del Estado se me pudo escapar jamás...54 Tres siglos después, en el umbral del siglo XXI , esta concepción resulta totalmente aplicada a los servicios de inteligencia, en donde basta sustituir la palabra policía por inteligencia para tener un esbozo del modelo sobre el cual se deben desarrollar los productos de información gubernamental. También resulta evidente que actualmente, dada la multiplicidad de actores, corrientes y conocimientos, resultaría altamente complejo tener contacto con todos los hombres influyentes de todas las tendencias en el contexto internacional; sin embargo, mediante la producción de inteligencia gubernamental los funcionarios públicos estarían en oportunidad de priorizar las tendencias más


relevantes en términos de interés estratégico de los gobiernos nacionales y desarrollar los planes para fortalecer los sistemas de inteligencia y seguridad nacional. El contexto de las naciones hoy las obliga a destinar la producción de los servicios de inteligencia a cuestiones mayoritariamente policíacas o de seguridad pública, como es el combate al narcotráfico, crimen organizado trasnacional, tráfico de personas y terrorismo, lo que distrae y limita la posibilidad de desarrollar una vertiente enfocada en la inteligencia gubernamental, lo cual en el largo plazo representa un grave riesgo, que fractura a la sociedad y abre vacíos para el arraigo de fenómenos que atentan contra la seguridad nacional desde el crimen organizado al amparo de crisis de gobernabilidad recurrentes o bajo la amenaza de que sucedan, sin importar el partido político que esté al frente de las instituciones nacionales. En virtud de esto, resulta imperativo entender el contexto global en el que hoy los países enfrentan las nuevas amenazas no militaristas y escondidas en el contexto ciudadano, por lo que será misión de los servicios de inteligencia en los próximos años redefinir el nuevo paradigma marcado por la sociedad global y la tercera ola, para estar en condiciones de entrenar nuevos profesionales de la inteligencia que dimensionen plenamente la amenaza que representan para la viabilidad de las propias naciones el carecer de inteligencia gubernamental. Conclusión En la búsqueda de esta nueva redefinición hacia la inteligencia gubernamental se debe señalar que las tareas de los servicios enfocados a la seguridad pública y combate de amenazas trasnacionales como son el terrorismo y el narcotráfico entre otros, son también prioritarios en el desarrollo de la consolidación democrática de las naciones, especialmente el corto plazo. Sin embargo, no puede omitirse la necesidad de generar productos de inteligencia políticos, administrativos, financieros y electorales para que los tomadores de decisiones gubernamentales puedan interactuar con los demás actores del entramado social e invitarlos a ser partícipes de las acciones de gobierno. Frente a la complejidad múltiple de actores políticos, que de manera conjunta con la acelerada producción de datos, motivan un sub análisis de la realidad que dificulta las tareas de análisis de la información, es claro que al interior de los servicios de inteligencia debe estructurarse una reforma tendiente a consolidar un sistema de inteligencia gubernamental que cuente con la participación de todos los partidos políticos nacionales, para lograr acuerdos de corresponsabilidad entre todas las corrientes de opinión con influencia en la sociedad. Quizá pudiera parecer difícil la participación de todos los partidos políticos; sin embargo es necesario tener un esquema que les permita participar en la vertiente gubernamental de los servicios de inteligencia mediante una Comisión de Vigilancia que les otorgue derecho a voz y voto, y con facultad de veto para el director de los servicios; evidentemente también resultará necesario dar capacitación en la materia a los representantes partidistas y establecer las bases y marco legal para la participación de los partidos en estas instancias, que hoy más que nunca deben enfrentar de manera integral los retos que significa la globalización para todas las naciones, y especialmente para las de América Latina.

Notas Manuel Balcázar se ha desempeñado en los tres niveles de gobierno en México, en donde ha colaborado en la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Seguridad del Estado de Chiapas, y la Secretaría de Seguridad Municipal, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; en el área editorial participa como asesor en temas de seguridad para el suplemento “Rostros” del periódico “El Diario de Chiapas”. Actualmente participa en los trabajos de la Comisión Nacional de Vigilancia del registro Federal de electores, dependiente del Instituto Federal Electoral. 53 Balcázar Villarreal Manuel, Seguridad Nacional y Poder Legislativo en México, en Profesionalismo de Inteligencia en las Américas, Pág. 393, DIA-CHDS, Washington, 2003 54 Fouché José, Memorias 52


I. Inteligencia y Gobierno

11-M, « ATOCHAGATE »: LA MANIPULACION DE LA INFORMACION « El que tiene una sonrisa en los labios es que aún no ha escuchado las últimas noticias » Bertolt Brecht Por: Eleonora Giovio Cientista Política, Italia Abril 2004 Los hechos El jueves 11 de marzo entre las 7.34 y l as 7.37 diez explosiones en cuatro trenes de cercanías de Madrid causan la muerte de 190 personas y dejan más de 1.900 heridos. A las 9.55 el Presidente del Gobierno José María Aznar, al informar de la situación al candidato socialista para las elecciones del 14-M, José Luis Rodríguez Zapatero afirma: “Espero que nadie dude de que es un atentado de ETA”55 . A la media hora, Arnaldo Otegi, líder de la ilegalizada Batasuna56 , declara que “ETA no es la autora de los atentados, más bien puede ser un operativo de sectores de la resistencia árabe”57 . A las 10.50 la policía localiza una furgoneta sospechosa cerca de la Estación de Alcalá de Henares; las declaraciones del Partido Popular (PP) y del Ejecutivo a las 12 y 14 horas no citan culpables y no incluyen la palabra ETA58 . Sin embargo, a las 13.30 el Ministro del Interior Ángel Acebes, comparece en rueda de prensa citando a ETA como culpable de los atentados59 . A las 15.30 la policía descubre en la furgoneta siete detonadores y una cinta en árabe con versículos del Corán60 . A las 15.51 el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) redacta un informe en el que se considera “casi seguro” que ETA es autora de los atentados. A las 17.29 la Ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, envía una nota a los embajadores de España en el extranjero para que afirmen la autoría de ETA61 . A las 20.20 Ángel Acebes vuelve a comparecer en rueda de prensa y, al dar cuenta del hallazgo de la furgoneta y de una bolsa de deportes con explosivo descubierta por la Comisaría de Vallecas, afirma que “la línea esencial de investigación sigue siendo ETA”, pero da orden para que “no se descarte ninguna hipótesis”62 . A las 20.45 el Presidente José María Aznar, en conversación con el periódico El País, ratifica que el atentado es obra de ETA. A las 21.00 horas el periódico árabe Al Qods al Arabi, editado en Londres, recibe una misiva en la que el grupo Abu Hafs al Masri, vinculado a Al Qaeda, reivindica la autoría del atentado. A las 2.40 horas de la madrugada, los servicios de desactivación de explosivos reciben una llamada de la Comisaría de Vallecas, en la que requieren su presencia por haber descubierto un artefacto explosivo y un teléfono movíl dentro de una de las bolsas recogida en el lugar de los atentados63 . A las 11.30 del día siguiente, viernes 12 de marzo, el Presidente Aznar insiste en la “voluntad criminal” de ETA, que está dispuesta a “descargarla sobre personas inocentes”64 ; a las 18.15 horas el Ministro Acebes deja claro


que “ETA es la principal línea de investigación”65 . Media hora más tarde ETA misma, a través de un comunicante anónimo, manifiesta al diario vasco GARA que “no tiene ninguna responsabilidad”. Estos son los acontecimientos más destacables ocurridos entre el 11 y el 12 de marzo. Queda claro un hecho muy importante: la nota del CNI que coincide con el análisis de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se redactó a las 15.51 del jueves 11 de marzo. Sin embargo, el Ministro del Interior Ángel Acebes no contó con ese informe a las 13.30, cuando compareció por primera vez en rueda de prensa asegurando que el atentado había sido cometido por ETA. El documento del CNI tampoco sirvió para justificar las instrucciones del Ministerio de Asuntos Exteriores a las misión española ante las Naciones Unidas otorgadas alrededor de las 13.3066 . Es decir, el Gobierno del PP confió en un informe del CNI de las 15.51, aunque antes ya había atribuido el atentado a ETA, que reconoce que carece de “datos fundamentales de la acción criminal”67 , pues no evalúan el hallazgo de la furgoneta y que, sobretodo, afirma rotundamente “estar a la espera de que la investigación policial extraiga datos concretos y concluyentes”68 . Cabe preguntarse cómo y por qué los Servicios de Inteligencia españoles primero avalaron las declaraciones del Presidente José María Aznar y luego se retractaron. ¿Qué ocurrió con la información que a partir del atentado fue recibiendo el Gobierno de Aznar y, cómo fue administrada ante la opinión pública? ¿Por qué el Consejo de Ministros decidió desclasificar los documentos del CNI? La actitud del Gobierno frente a los atentados Los Servicios de Inteligencia españoles, a través de una nota informativa fechada 11 de marzo a las 15.51 horas, apuntaron a la autoría de ETA con numerosas cautelas, pues se advierte que se trata de las “primeras conclusiones”. Al mismo tiempo señalan que “no puede afirmarse que alguna organización ligada a la Jihad pudiera ser responsable”69 , pero recalcan que tal afirmación se hace “con los datos disponibles hasta el momento”70 . En los dos informes redactados por el CNI y desclasificados por el Consejo de Ministros, se avala, aunque con mucha cautela, la tesis del Gobierno sobre la autoría de ETA. No hay que olvidarse de que todo cuanto había a disposición del Presidente Aznar y del CNI en ese momento para apuntar a ETA, eran los antecedentes de las tentativas de la banda terrorista de atentar en Madrid, la última tres semanas antes, cuando la Guardia Civil interceptó en Cuenca una furgoneta con 500 kilos de explosivos. ¿Podemos considerar 500 kilos de explosivos como un indicio fundamental para atribuir a ETA el mayor atentado terrorista de la historia española? Hay que recordar que ETA, a lo largo de su historia, nunca ha situado a la población civil como fin último de sus atentados, sino a “objetivos precisos”71 (consejales, políticos, polícias, militares, jueces, fiscales o periodistas) y siempre ha avisado de la colocación de explosivos. El modus operandi y los objetivos (civiles y no políticos) de la masacre del 11-M parecían entonces descartar la hipótesis de que fuera ETA la autora de los atentados72 . Estos hechos, por sí solos, hubieran tenido que provocar cierta cautela y prudencia en las investigaciones del Gobierno y del CNI. Aunque el CNI valoró en primera instancia la tesis del Gobierno sobre la culpabilidad de ETA descartó esa hipótesis a raíz de las investigaciones posteriores sobre el hallazgo de la furgoneta, de la cinta en árabe con versículos del Córan y, sobretodo, de la composición del explosivo almacenado en la Comisaría de Vallecas73 .


El viernes 12 de marzo las fuentes de los servicios antiterroristas empezaban ya a inclinarse por la pista islámica e incluso, por una conexión entre varios grupos terroristas. Sin embargo, el Presidente José María Aznar insiste en confirmar que ETA es la principal sospechosa de la masacre del 11-M y ratifica su respaldo al Ministro del Interior Acebes afirmando a las 11.00 horas del viernes 12 de marzo: “No concedo el beneficio de la duda a quien mantiene su voluntad criminal y ha estado siempre, y lo ha hecho, dispuesto a descargarla, sobre personas inocentes. Este criterio lo comparten la mayoría de los españoles y es el único que puede desarrollar con responsabilidad un gobierno”74 . El mismo Ángel Acebes confirmará la autoría de ETA a las 18.15 afirmando que: “No hay en estos momentos ningún motivo para que (ETA) no sea la principal línea de investigación”75 . Resumiendo: los servicios antiterroristas descartan la hipótesis sobre la autoría de ETA al concluir las investigaciones sobre el explosivo encontrado en una bolsa de deportes que hubiera tenido que explotar el mismo 11-M mientras que el Gobierno sigue sosteniendo la idea de que es ETA la responsable de la matanza76 . Que el atentado haya sido organizado por ETA o por Al Qaeda no afecta en modo alguno al rechazo del terrorismo, compartido por todas las fuerzas políticas, pero sí hubiera podido tener efectos políticos y electorales muy diferentes77 . A mi juicio, esta es la clave que nos permite entender porque el CNI descartó, al concluír su análisis, la hipótesis sobre la autoría de ETA y el Gobierno siguió, por el contrario, convencido de que era la organización terrorista vasca la culpable de la masacre del 11-M. El Partido Popular, en vísperas de las elecciones políticas del 14-M, estaba muy interesado en considerar a ETA como la principal sospechosa de los atentados: eso le hubiera permitido justificar su política en contra de cualquier forma de nacionalismo regional (ya sea el vasco o el catalan)78 ; le hubiera permitido demostrar que la “línea dura” adoptada en las relaciones políticas con los nacionalistas, era la más viable para asegurar la unidad del estado español. Por el contario el único interés de los servicios de inteligencia españoles era identificar a los culpables de la masacre lo más rápido posible, al margen de “cálculos políticos”79 : es decir le hubiera dado igual que se repudiara el terrorismo como tal. Conclusiones El Gobierno vendió la autoría de ETA sin indicios materiales y contra las conclusiones iniciales de los profesionales de la polícia. José María Aznar y el PP no podían dejar que la realidad les estropeara la noticia de que se trataba de ETA, a cuatro días de las elecciones; pues se apostó por una « preferencia » en la autoría de la masacre, y esa preferencia era ETA. La opción islámica hubiera significado rescatar del pasado el “fantasma” de la Guerra de Irak, a la que se opuso rotundamente el 90% de la población española. El Presidente Aznar no dudó nunca en presentar el atentado, ante los medios de comunicación, como obra de la banda terrorista vasca; la Ministra de Exteriores Ana Palacio ordenó a sus embajadores que actuaran en el mismo sentido80 ; el representante español en el Consejo de Seguridad de la ONU obtuvo la inclusión de la autoría de ETA en la resolución de condena del alto organismo internacional. En muchos medios de comunicación afines al Gobierno incluso se llegó a considerar sospechosa cualquier interpretación o análisis que excluyera la “verdad oficial”. Todo esto choca con la opinión internacional basada en análisis de expertos en antiterrorismo, gobiernos, servicios de seguridad y defensa sobre el carácter del atentado y, sobretodo, con la actitud de los medios de comunicación próximos a ETA en el País Vasco, que siempre han desmentido su vinculación con los atentados.


Sólo el sábado por la noche, faltando 7-8 horas para las elecciones, Ángel Acebes admitió que la línea de investigación sobre el terrorismo islamista se había convertido en la principal. Este viraje del Ministro del Interior aporta graves dudas sobre la gestión de la información de los atentados por parte del Gobierno. Habría que preguntarse por qué el Consejo de Ministros decidió desclasificar una semana después de los atentados los informes del CNI que, como veremos, no sirven para demostrar que el Gobierno no mintió. Para justificar la decisión del Gobierno81 , el Ministro portavoz Eduardo Zaplana dijo que tales documentos “prueban y acreditan con rotundidad que ninguno de los miembros del Gobierno ha mentido, ni ha manipulado, ni ha retrasado la publicación de información que obrara en su poder y nadie podrá demostar lo contrario”82 . Pero tal afirmación no es cierta, ya que el CNI subrayó que a la hora de redactar el informe faltaban “datos concretos y concluyentes”. Además existen indicios de que ya en la madrugada del viernes 12 de marzo, los profesionales de la policía le explicaron al Ministro del Interior Acebes tres razones que parecían descartar la participación de ETA en la masacre83 . La verdad es que el PP necesitaba que la autora fuera ETA por obvias razones electorales y cuando las evidencias apuntaron a grupos islámicos continuó manipulando la opinión pública (como en su día hizo para justificar la Guerra en Irak) restando verosimilitud a esa posibilidad cuando era mucho más que una simple hipótesis. Al desclasificar los documentos sobre el 11-M, cuatro días después de perder las elecciones, el Gobierno intentó librarse desesperadamente de cualquier sospecha de manipulación informativa, culpando al CNI por una mala gestión de las investigaciones. Parece que el Gobierno ha hecho un “uso partidista” y una utilización política de los documentos del Centro Nacional de Inteligencia para justificar una decisión política y salvar el honor del Ejecutivo tras las mentiras en las horas posteriores a los atentados. Con esa medida, lejos de exculparse frente a la opinión pública, el Gobierno ha dañado gravemente la credibilidad del CNI, tanto ante la ciudadanía española, como ante los servicios de inteligencia extranjeros. Fuentes del CNI acusan al Gobierno de que “desclasificar unas notas informativas y otras no, crea una gravísima falta de respeto hacia los agentes operativos que se juegan la vida con los intereses de España”84 . Estas declaraciones suponen un hecho importante: puede, como creen algunos exponentes del PSOE, que haya más documentos por desclasificar. Existe una denuncia aún más grave: el Centro Europeo de Inteligencia, un organismo no gubernamental que asesora tanto a gobiernos como a empresas privadas, dice que “el Gobierno de Aznar, obligó el CNI a mentir. Al menos en dos ocasiones tuvo que llamar a servicios secretos europeos asegurando que ETA estaba detrás de la matanza” y que algunas de esas llamadas se realizaron incluso 48 horas después de los atentados85 . Lo que es cierto es que, como hemos visto, existen indicios claros de que ya el mismo jueves del atentado el Gobierno tenía conocimiento de la investigación sobre la pista islámica pero el Ejecutivo no lo dio a conocer. Tal hecho hace que los papeles desclasificados por el Consejo de Ministros con el fí se ha mentido sean irrelevantes.

n de demostrar que no

Queda un último hecho cuanto menos curioso: entre todos los documentos desclasificados no existe ni una explicación aceptable de cómo la “debilitada organización terrorista vasca” había planeado y ejecutado con tanta eficacia el atentado más importante y espantoso de toda su historia. Y si ese documento no lo envió el CNI ¿cómo y por qué no lo pidió el Gobierno?


Bibliografía Periódicos: El País Páginas Webs: www.cadenaser.com www.elmundo.es www.larazon.es Notas Citado en El País, 19/3/2004. Herri Batasuna, brazo político de ETA, fue ilegalizada el 28 de marzo de 2003 por el Tribunal Supremo. 57 En El País, 19/3/2004. 58 Entre las 12 y las 13 horas hay una reunión en la Secretería de Estado entre el titular y los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Según los documentos desclasificados por el Consejo de Ministros la conclusión fue la siguiente: “Autoría de ETA por amenaza cierta en tiempo electoral, evitada la semana pasada. Por precedentes: Diciembre 2002, Nochebuena 2003, Furgoneta 500 kg. Y por indicios: Objetivo el Corredor de Hénares. Atentado en tren con mochilas o maletas. Conocimiento intento atentado 12 mochilas Baqueira-Beret. Indicios TEDAX de que la dinamita del explosivo es la habitual de ETA”. 11-M, Secuencia Hechos, en www.elmundo.es 59 “Desgraciadamente, en esta ocasión ETA ha conseguido su objetivo. El Gobierno no tiene ninguna duda (…)”. Citado en El País, 19/3/ 2004. 60 La cinta se traslada a la Polícia Científica para su tratamiento y reproducción, labor que se extiende hasta las 17.30 – 18.00 horas, en que pasa a los servicios de información para su traducción. 61 El telegrama decía que ETA era la responsable de atentado y advertía contra intentos “políticos” de manipulación en referencia a otras autorías. Así la nota: “El Ministro del Interior ha confirmado la autoría de ETA. Así lo confirma el explosivo utilizado y el patrón utilizado en los mismos, que es el habitual de ETA, así como otras informaciones que aún no se han hecho públicas por razones obvias (…). Deberá VE aprovechar aquellas ocasiones que se le presenten para confirmar autoría de ETA de estos brutales atentados, ayudando así a disipar cualquier tipo de dudas que ciertas partes interesadas puedan querer hacer surgir entorno a quién está destrás de estos atentados. Y si lo considera oportuno acudir a los medios para exponer estos hechos”. 11-M, Correo Palacio, en www.elmundo.es 55

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Citado en El País, 19/3/2004. Sobre las 5.15 horas los citados servicios han culminado su labor de desactivación del artefacto explosivo. 64 Citado en El País, 19/3/2004. 65 Ibíd. 66 Se trata de instrucciones telefónicas para la presentación de una resolución de la ONU de condena a los atentados de ETA. 67 Citado en El País, 19/3/2004. 68 Nota informativa del CNI desclasificada por el Gobierno, en www.elmundo.es Las negritas son del autor. 69 Citado en El País, 19/3/2004. 70 Ibíd. 71 La única vez que murieron 21 civiles y resultaron heridas otras 45 personas fue el 19 de junio de 1997, cuando ETA hizo explotar una bomba en el centro comercial Hipercor de Barcelona. 72 Es más, los detonadores (de cobre del tipo Riodet S.) y el explosivo utilizado en los atentados (Goma-2 ECO), de fabricación española, no son de los empleados por ETA en los últimos años, ya que ésta dispone de dinamita Titadyne (de fabricación francesa) y detonadores fabricados en México (en colaboración con una firma de Estados Unidos). Datos en El País, 13/03/2004. 73 A las 5.15 horas del viernes 12 de marzo la policía logra desactivar el explosivo hallado en una bolsa de deportes que se había llevado a la comisaría de Vallecas. Los investigadores analizan su composición y afirman que se trata de Goma 2 ECO, un explosivo que ETA no utiliza hace años. Ibíd. 74 En El País, 13/03/2004. 75 Ibíd. 76 Según el portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, el CNI informó al Gobierno en la tarde del mismo día de los atentados que estos podían haber sido obra « del radicalismo islámico » lo que no figura en los informes desclasificados por el Consejo de Ministros. Rubalcaba y Jesús Caldera acusan al Gobierno de haber desclasificado sólo algunas de las notas redactadas por el CNI, las que más le convenía al Ejecutivo, pues no le parece creíble que el principal Centro de Inteligencia del Estado, ante el mayor atentado terrorista de la historia 62 63


española, « solo haga tres papeles en tres días ». Fuentes oficiales de La Moncloa descartan esa idea y afirman que no hay ningún otro informe del CNI sobre la autoría del atentado al margen de los conocidos. El País, 20/03/2004. 77 La política del PP en relación al Plan Ibarretxe por ejemplo (no es más que una propuesta de reforma del Estatuto de Autónomia del País Vasco) y a cualquier forma de nacionalismo regional fue en cierto sentido devastadora. El Partido Popular tenía, a mi juicio, todo el intéres, para mostrar, faltando 3 días para las elecciones, hasta qué punto quería llegar la “locura política” del nacionalismo vasco. 78 De hecho es la actidud que adoptó el PP durante los ocho años de gobierno al mezclar el tema del nacionalismo con el del terrorismo. El verdadero fallo del CNI no fue errar en su primera valoración sobre la autoría, sino no avisar de que un hecho de este tipo podía producirse, sobretodo a raíz de la política internacional del Presidente Aznar en relación a la Guerra en Irak. Es más, el terrorismo islamista fue incluido entre las prioridades del CNI sólo dos meses antes del 11-M. Datos en El País, 09/04/2004. 80 Las afirmaciones de Ana Palacio resultaron ser falsas: el explosivo hallado en la bolsa no era el habitual de ETA, sino Goma 2 ECO. 81 Lo de desclasificar documentos secretos por iniciativa propia es algo sin precedentes en el Estado español. La única vez que un Gobierno ha desclasificado documentos secretos fue en abril de 1997, cuando levantó el secreto de los papeles del CESID (predecesor del CNI) sobre la guerra sucia contra ETA, por mandato del Tribunal Supremo. 82 A la pregunta de una periodista sobre si el Ejecutivo también habría desclasificado los documentos secretos sobre las armas de destrucción masiva de Irak o el accidente YAK-42, para demostrar que el gobierno no había mentido, Zaplana contestó simplemente que “iba a tomar buena nota”. En El País, 19/03/2004. 83 Primero: ETA no avisó como hizo habitualmente; segundo, suponía un cambio estratégico, a saber, los ataques masivos e indiscriminados, el “terrorismo negro”; tercero, el uso de explosivo muy potente para el tamaño de las bolsas. El País, 15/03/2004. 84 En www.larazon.es/ediciones/anteriores/2004-03-20/noticias 85 En www.cadenaser.com/articulo/2004-03-20/ 79


II. Anecdotario de Inteligencia

LOS EXPLORADORES: INTELIGENCIA, 1200 AÑOS ANTES DE CRISTO Por: Guillermo Campos Teniente Coronel (R) del Ejército Argentino86 Mayo 2004 Los primeros antecedentes La historia nace – podríamos decirlo así – a partir del momento en que el hombre comienza a escribir, o más exactamente, a partir de cuando deja rastros de lo que podemos reconocer como escritura. Estos rastros, dejados por los sumerios, que vivían en el actual Irak, se han atribuido al 3100 A.C. aproximadamente, aunque los orígenes de los símbolos utilizados pueden ser cinco mil años más antiguos y originarse unos ocho mil años antes de Cristo, cuando el hombre abandonó determinadas regiones en las que vivía de la caza y la recolección para asentarse y trabajar la tierra (Keegan, 1995). En este orden de ideas, el antecedente histórico más antiguo de la Inteligencia lo encontramos en el Antiguo Testamento, en el libro de los números, Cap. XIII también llamado “Los Exploradores”, escrito, según se cree, en el siglo V A.C. Antes de avanzar en el desarrollo de este breve estudio histórico, creemos conveniente establecer un marco conceptual, amplio, acerca de lo que entendemos por Inteligencia, como sistema de gestión del conocimiento en cualquier organización. Marco, cuyos principales rasgos constitutivos – adelanto – podrán reconocerse en este conocido episodio de la historia común de la humanidad. El marco conceptual: ¿Qué es la Inteligencia...? En primer lugar debemos decir que no podemos definir la Inteligencia, desde la propia Inteligencia, puesto que ésta carece de sentido por sí misma. Para entender qué es Inteligencia, debemos comprender cual es el papel de la información en el marco de una organización. Más aún comprender porqué, de qué manera y para qué las organizaciones buscan y usan la información. Para ello debemos ver a la organización más que como una estructura, como “un cuerpo de pensamiento, pensado por pensadores pensantes” (Weich Karl. 1979. Cognitive Processes in Organizations”). La información es un componente intrínseco de casi todo lo que hace una organización. Tomemos una organización cualquiera: Esta tiene una Misión, está inserta en un Entorno o Contexto (Foro, Mercado, Ambiente Geográfico o Teatro de Operaciones), con el cual interactúa y en cual operan otros Sistemas Racionales oponentes o cooperantes. El Entorno a su vez, está compuesto por variables o atributos de tipo Político, Económico, Psicosocial, Geográfico y Militar que lo configuran. La modificación de alguno de estos atributos tiene influencia o afecta de algún modo a los demás, afectando así al sistema en su totalidad (Entorno y Sistemas Racionales). Asimismo, las decisiones que se toman en la Organización se expresan en conductas o comportamientos que se traducen en pautas de acción o inacción, en alguno de los ámbitos antes señalados (político, económico, psicosocial, militar y geográfico), afectan al entorno y a los sistemas racionales oponentes o cooperantes que este contiene. Los responsables de tomar las decisiones en cada nivel dentro de esta organización requieren CONOCER, INTERPRETAR y ANTICIPAR:


1. el comportamiento de las variables que configuran el Entorno. 2. la conducta de los sistemas racionales oponentes y cooperantes. 3. las consecuencias de sus propias decisiones. Podemos afirmar luego, que: Ö Ö Ö

sin decisión, no hay ejercicio del poder sin conocimiento, no hay decisión, al menos decisión racional... por tanto, el conocimiento - en toda organización - es la base del poder

El pensamiento actual en teoría de dirección y organización (Chun Wei Choo. 1999) hace énfasis en los tres campos en los que la creación y el uso de la información desempeñan un papel estratégico para determinar la capacidad de una organización para crecer y adaptarse a su medio ambiente: 1. La organización utiliza información para percibir cambios y desarrollos en su medio ambiente externo, para interpretar su significado y desarrollar respuestas adecuadas. 2. Las organizaciones crean, organizan y procesan información a fin de generar un nuevo conocimiento a través del aprendizaje organizacional, a fin de desarrollar nuevas capacidades, mejorar los procesos y diseñar nuevos productos o servicios. 3. Las organizaciones buscan y evalúan información a fin de tomar decisiones importantes. Herbert Simon, dice que dirección es toma de decisiones, por lo que el mejor modo de analizar la conducta de la organización es analizar la estructura y los procesos de toma de decisiones. En este orden de ideas, podemos decir que cualquiera sea este sistema u organización: estado nacional, fuerza armada en operaciones, empresa o cualquier grupo humano organizado con algún fin, la Inteligencia como actividad organizada, es la proveedora del conocimiento que los distintos sistemas y niveles de toma de decisiones requieren para interpretar proactivamente los cambios del entorno y generar las respuestas adecuadas. Inteligencia entonces, es un conocimiento resultado de procesos humanos y organizacionales, claramente orientado hacia la percepción, creación de nuevo conocimiento y toma de decisiones, que carece de sentido por si misma y que existe como actividad multidisciplinaria, dinámica e imprescindible en apoyo de los decisores. Por tanto es el decisor, como cabeza de ese sistema de gestión de conocimiento, quien diseña el sistema de inteligencia y organiza y orienta la actividad según sus necesidades de conocimiento para la adopción de decisiones. Desafortunadamente, los mensajes y señales sobre sucesos y tendencias en el medio ambiente son siempre ambiguos y están sujetos a múltiples interpretaciones. Tantas como personas interviene en los procesos de análisis y toma de decisiones. Clausewitz, en el Siglo XIX (De la Guerra. Libro 1. Capítulo 6), vio claramente que “una gran parte de las noticias que se reciben en La guerra son contradictorias, una parte aún mayor es falsa y casi todas son poco seguras y fidedignas”. Es por esto que, orientada hacia el decisor y sus necesidades, como enfoque práctico, podemos afirmar que la inteligencia busca disminuir el grado de incertidumbre con que se enfrenta el sistema en un proceso de toma de decisiones. Es su responsabilidad mejorar el conocimiento del contexto y de los sistemas racionales interactuantes con el propio, tratando de que la información parcial disponible, permita estructurar el problema a resolver tendiendo al riesgo y no a la incertidumbre. Establecido el marco el teórico, pasemos al análisis del hecho histórico.


Hace 1200 años, en el desierto... En “Los Exploradores” se narra el episodio en el cual Yavé, ordena a Moisés – caudillo político militar de los judíos – realizar un reconocimiento de la Tierra Prometida, al cabo de su marcha desde Egipto a través del Sinaí. Este hecho, según algunos historiadores bíblicos ocurrió en la segunda mitad del reinado de Ramsés II (1250 – 1224 A.C.) o bien bajo Menaftá (1224 – 1214 A.C.).87 Dejemos hablar sin embargo al texto: “El Señor habló a Moisés diciendo: Envía hombres que exploren la tierra de Canaán que yo voy a dar a los hijos de Israel; enviad un hombre por cada una de las tribus patriarcales; todos los jefes. (...) Moisés los envío a explorar la tierra de Canaán y les dijo: Subid de aquí por el Negueb, subid después la montaña, ved la tierra cómo es y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, escaso o numeroso y cómo es la tierra en que habita, si es buena o mala; y como son las ciudades en que habita, si abiertas o fortificadas, y como es la tierra, si fértil o estéril, si en ellas hay árboles o no. Sed valientes y tomad los frutos de la tierra.”88 Aquí encontramos entonces el embrión del conocimiento sistematizado para alcanzar un fin, empleando medios y formulando requerimientos para inteligir a partir de una decisión previa89 Dijimos antes, que las decisiones que se toman en cualquier nivel de una organización, requieren que quién las toma adquiera el mayor conocimiento posible acerca de su medio ambiente externo (Ambiente Geográfico, Foro o Mercado), acerca de las otras organizaciones con las que interactúa y también estar atentos a los resultados de su acción. Estos requisitos se definen en la terminología militar con el nombre de Inteligencia y Control, que constituyen dos de los elementos de lo que desde hace ya varios años se ha dado en llamar C3I (Comando “liderazgo – mando”; Control; Comunicaciones e Inteligencia). Acertadamente señala Keegan (La Máscara del Mando. 1987) que las nuevas definiciones no cambian sin embargo las viejas realidades: los elementos básicos de la acción del jefe son desde siempre, saber y ver”. Es decir, saber como conocimiento general del enemigo /ambiente geográfico y ver, como adquisición de información actual sobre la situación problema a resolver. Podemos encontrar claramente delineados en el fragmento trascripto, estos elementos antes citados: El fin político establecido por Yavé: entregar un territorio al Pueblo Elegido, su pueblo. Un Objetivo operativo: ocupar la Tierra Prometida. Un conocimiento necesario y previo a la acción acerca del ambiente geográfico y el enemigo: “ved la tierra como es y el pueblo que la habita...” Requerimientos; “...si es fuerte o débil, escaso o numeroso y como es la tierra en que habita, si es buena o mala; y como son las ciudades...y como es la tierra, si fértil o estéril, si en ella hay árboles o no...” Medios de reunión: los hijos de los jefes de cada tribu patriarcal. Doce en total. Pero el relato contiene además otros elementos interesantes y actuales desde el punto de vista de Inteligencia. Al cabo de cuarenta días los exploradores regresan y presentan su informe a la Asamblea de los Hijos de Israel: “Hemos llegado hasta la tierra a la que nos enviasteis; verdaderamente mana leche y miel; y he aquí sus frutos. Pero el pueblo que habita este país es poderoso, las ciudades están fortificadas y son muy grandes. Allí hemos visto también a los descendientes de Enac...No podremos subir contra este pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y desacreditan la tierra que habían explorado diciendo a los Hijos de Israel: La tierra por la que hemos pasado...es una tierra que devora a sus habitantes y toda la población que hemos visto en medio de ella son hombres de gran talla. Allí hemos visto los gigantes, hijos de ENAC de la raza de los gigantes. A nuestros propios ojos nosotros éramos como langostas y así aparecíamos también a sus ojos”90


Sin embargo esta visión no era uniforme y compartida por todos los exploradores: “Caleb hizo callar al pueblo que murmuraba contra Moisés y dijo: subamos pues y apoderémonos de ese pueblo, porque ciertamente le podremos”91 , más adelante, “Josué hijo de Num y Caleb hijo de Jefroné...hablaron a la Asamblea de los Hijos de Israel, diciendo: Si el Señor se complace en nosotros nos hará entrar en esa tierra y nos la dará; es tierra que mana leche y miel. Pero no os rebeléis contra el Señor y no tengáis miedo de la gente de esa tierra, porque serán nuestro pan: su sombra les ha abandonado y el Señor está con nosotros; y no los temáis”92 El relato nos muestra un fenómeno muy estudiado hoy por la psicología: la percepción. La relación entre el hombre y su entorno es de carácter perceptual. El decisor no decide en base a los elementos de la realidad que observa, sino en base a la imagen que él se forma de la realidad observada. Y esa imagen estará condicionada por su cultura, su formación profesional, su temperamento, su estado de ánimo, la presión del grupo, etc. De allí que cada hombre construye una imagen distinta – a veces sólo en matices – de una misma realidad, que es dada. Josué y Caleb, con mayor fe en el señor; de un temperamento seguramente más valeroso y también optimista, vieron en la realidad observada una oportunidad; los diez exploradores restantes con menor fe y valor, vieron en ella una amenaza, y ésta, insuperable. De aquí, también otra enseñanza, el comandante, el decisor, - cabeza de este sistema de información – decisión – es el responsable de unificar esas visiones divergentes a partir de su visión del conflicto. La visión del comandante, conocida, comprendida, compartida y comprometida, permite a la organización, al sistema de inteligencia funcionar con Unidad de Doctrina (Bases, 1993). No fue este el caso de Moisés, quién no supo transmitir su visión y no tuvo además la prudencia de saber qué comunicar, cuánto comunicar, a quién comunicar y en qué oportunidad comunicar, por lo que sufrió el mismo castigo del pueblo temeroso y falto de fe: el Señor los condenó a no entrar en la Tierra Prometida y a caminar 40 años por el desierto, un año por cada día de la exploración de la tierra de Canaán.

Notas 86 Guillermo Campos es oficial del Arma de Comunicaciones, Oficial de Inteligencia y Oficial de Estado Mayor. Licenciado en Estrategia y Organización. Realizó el Curso Avanzado de Inteligencia en la Escuela de Inteligencia del Ejército de Colombia. Tiene posgrados en Inteligencia Estratégica y en Docencia Superior; realizó el Curso de especialización en Inteligencia Estratégica “Siglo XXI” en la Escuela Nacional de Inteligencia de la Presidencia de la Nación. Fellow 2004 del Center for Hemispheric Defense Studies. National Defense University. Cubrió destinos en unidades de Comunicaciones y de Inteligencia. Fue Jefe de la Compañía de Comunicaciones Paracaidista 4. Fue profesor de Comunicaciones y Guerra Electrónica y de Estrategia Operacional en la Escuela Superior de Guerra en los años 1991 a 1993. Es profesor invitado en la Escuela Nacional de Inteligencia y en otros institutos de nivel superior. Desde 1997 se desempeña como Director del Curso de Extensión Universitaria de Inteligencia Estratégica en la Escuela Superior de Guerra del Ejército Argentino y profesor titular de la Cátedra de Inteligencia Estratégica en el Curso de Estado Mayor de esa misma Escuela. 87 Sagrada Biblia. Pedro Trasquera. José María Solí. Regina S.A. Barcelona. 1978. 88 Sagrada Biblia. Nm 13, 1-2; 17 – 20; 31 - 33 89 ESG. Bases para el Pensamiento Estratégico. Tomo III. Estrategia Operacional. Buenos Aires. 1993. 90 Sagrada Biblia. Nm. 13, 27-29 91 Sagrada Biblia. Nm. 13, 30 92 Sagrada Biblia. Nm. 14, 6-9


III. Tendencias

INTELIGENCIA ESTRATÉGICA. VISIÓN PREVENTIVA Y VISIÓN PROACTIVA PARA LA DECISIÓN “La buena inteligencia es el preludio de la victoria” Sun Tzu Por: Capitán de Navío ( R) José Raúl Cáceres G.93 Especialista en Inteligencia Santiago, Chile. Introducción El dominio del conocimiento o saber ontológico del escenario futuro, su real o aproximada fisonomía, el riesgo político inherente, las oportunidades explotables y, en fin, de los elementos componentes de las realidades políticas, estratégicas, sociales, económicas y culturales, ha apasionado al hombre desde los primeros tiempos y desde que tuvo forma la primera estructura organizacional de la incipiente sociedad. La más elemental de las decisiones precisó de datos, nociones, conocimiento del entorno ambiental y de sus habitantes, como de los riesgos y amenazas presentes y previsibles. No constituye un secreto para nadie que tal capacidad inherente a la Inteligencia, en cualquiera de sus expresiones, otorga la facultad de anticiparse a los hechos, bien para administrar el cambio como gestor o actor significativo del mismo, actuando en forma proactiva, o bien para adoptar y adaptarse al mismo, actuando en forma preventiva u oportunamente reactiva. Ahora bien, actuar en forma proactiva no consiste en otra cosa que no sea fundamentar la acción en un razonamiento que se basa en un pensamiento proactivo, es decir, aquel criterio que permite la concepción de hechos o circunstancias que aún no se han manifestado, sino que se conciben como realidades posibles, en tanto su factibilidad. El criterio preventivo, por su parte, orienta al razonamiento de anticipación a algún hecho posible de ocurrir, en tanto ya ha ocurrido anteriormente94 . Al parecer, una sutil diferencia conceptual marca una enorme diferencia ante la contingencia emergente. En uno de sus artículos publicados en 1993, el Conde francés Alexandre de Marenches95 señala, refiriéndose al terrorismo fundamentalista: “...nuestro diagnóstico se ha cumplido sistemáticamente desde los años 70 y se basa en las siguientes premisas: 1. La 4ª Guerra Mundial será una guerra norte – sur. 2. Los barones de la droga y del terrorismo serán cada vez más crueles, creativos y su accionar llegará al modelo Kamikaze. 3. Será objetivo prioritario desestabilizar las democracias nuevas y antiguas, utilizando cualquier método, abierto o encubierto. 4. No será una guerra ideológica, porque las ideologías ya demostraron su fracaso, será una guerra por el Poder, en su más amplio espectro de posibilidades y no se está preparado para ello. 5. El terrorismo atacará en el corazón de los Estados Unidos. 6. Drogas y anarquismo realimentarán la inseguridad pública y obligará a reaccionar con restricciones que el pueblo norteamericano no está acostumbrado a pagar como precio de su libertad, y... 7. Los carteles de la droga utilizarán a EE.UU. como base principal futura de sus negocios y de su dominación territorial. EE.UU. continuará culpando a los países en desarrollo, sin darse cuenta que el mal nace de su propia permisividad”.


Algunos autores coinciden en señalar que la concepción estratégica para elaborar planes o lineamientos de futuro para alcanzar metas objetivo ha venido a requerir de una Inteligencia de naturaleza proactiva, es decir, producida en el marco de la visión de futuro. Aparece así una extensión comprehensiva del concepto de Inteligencia, en este caso, la llamaremos “Estratégica”, en tanto se concibe bajo una visión prospectiva de lo posible y lo deseable. En consecuencia, aparte de ubicarse en los más altos niveles de decisión e involucrar grandes esfuerzos, incorpora el elemento tiempo en su concepto, posibilitando que su producción resulte útil al proceso decisional de cualquier naturaleza concebido para plazos futuros. En cualquier circunstancia, la profunda comprensión pormenorizada de los acontecimientos, la imaginación creativa, la facultad de relacionar los elementos constitutivos de un escenario con sentido integrativo y la correcta interpretación con arreglo a la visión de futuro, vienen a categorizar las instancias del análisis y su utilidad para la producción de inteligencia, en tanto ésta forme parte de un proceso decisional de cualquier orden. Conceptos Básicos A.- Examinaremos algunas definiciones y conceptos alrededor del tema del “análisis” y de “Inteligencia”. La Real Academia Española señala: Análisis: «Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos. «Examen que se hace de una obra, de un escrito o de cualquier realidad susceptible de estudio intelectual» Se conoce también el Análisis (Factorial) como un «Método estadístico usado para cuantificar la importancia de cada uno de los factores actuantes en un fenómeno» Académicamente puede definirse como: «Estudio pormenorizado de un asunto referido a parámetros y o normas preestablecidas»; o bien, «Proceso mental metodológico desarrollado por el analista que transforma informaciones en inteligencia, como producto final útil para la toma de decisiones». Como un aporte a la comprensión del concepto central de análisis, el autor plantea la proposición siguiente: «Método comprehensivo e interpretativo de situaciones y sus estadios, incorporando escenarios y actores, con arreglo a procesos y criterios acorde con la naturaleza de los problemas». Al comparar las definiciones y conceptos antes mencionados encontramos elementos comunes: estudio, desagregación, comprensión, metodología, escenarios, actores, criterios, fenómenos, tiempo, etc. Lo significativo de cualquier concepto radica en que “el análisis transforma en juicios el saber ordinario vago e inexacto, mediante procesos científicos96 . Estos procesos se caracterizan por la dificultad que se presenta al intentar separar lo esencial de lo accesorio, cuyo propósito consiste en obtener una visión objetiva sobre el “Objeto” que es percibido a través de “imágenes” por el “Sujeto” o “Analista”. El producto ontológico de captar la esencia de los seres y las propiedades de las cosas configura la “utilidad” de la Inteligencia. El problema central radica en la formación de criterios analíticos, sin sesgos ni prejuicios e idealmente ajenos a influencias de cualquier índole, como base de la cultura, independencia y especialización de un analista. En cuanto a una definición conceptual de Inteligencia, hay quienes la definen como: “Organización destinada a recolectar informaciones y transformándolas en un producto útil para la toma de decisiones por un, así llamado, “Usuario”, o autoridad que debe resolver sobre una situación actual o futura”. También se puede conceptualizar como: Aquella función de la mente humana que le permite acceder al conocimiento con sentido epistemológico”.


En el marco de un Estado Mayor Militar se define como: “Aquella función primaria que proporciona los escenarios posibles que afectarán el cumplimiento de la misión propia”. B.- Lo Axiológico en la Inteligencia Estratégica Evidentemente, la epistemología o teoría del conocimiento, dice relación con la lógica97 como su fundamento y como tal, sus «leyes», dan cuenta de la «ciencia ordenada al raciocinio», transitando de proposiciones verdaderas a otras, dando paso a la Metodología98 , como teoría del uso de las leyes lógicas en diversos dominios del saber. Sin embargo, debemos agregar, en mérito a la interpretación que le asignamos a los significados ontológicos, un sentido de valor, es decir, un sentido ético99 . Si bien la Inteligencia, en un concepto puro, corresponde a la verdad sobre los acontecimientos, pasados, presentes o futuros, al servir a la toma de decisiones involucra a la estrategia en su más amplia y moderna acepción. Las decisiones que se adopten corresponde a ésta última disciplina en el marco de la Política, en otras palabras las decisiones sobre las sociedades se caracterizan por ser colectivizadas, concepto politológico que según Sartori100 , significa que se toman por el resto de la sociedad, la cual ha depositado su confianza el la dirigencia, al menos en un sistema democrático. Y, ¿a qué nos conduce esta idea fuerza?... A incorporar en la decisión, el concurso necesario de la Inteligencia, bajo la interpretación axiológica que se deriva de la ética social o, mejor dicho, del “ethos cultural” de la sociedad objeto de la decisión. He aquí un problema no menor para las elites dirigentes en las diferentes sociedades políticas del mundo. ¿A qué valores se suscriben las distintas culturas, habida consideración que éstos no poseen en si un carácter universal?...¿Chocarán las civilizaciones, como lo plantea Samuel Huntington?101 ...¿Qué efectos tendrán las “verdades” producidas por la Inteligencia en los diferentes núcleos culturales?... ¿Habrá que reapreciar la dimensión y alcance de los “Intereses Nacionales” a la luz de los nuevos acontecimientos de la realidad emergente?... En síntesis, habrá que determinar el escenario en el cual una sociedad particular se manifiesta satisfecha con su progreso y su seguridad, en el marco de su cultura. Ante este desafío se plantea una última interrogante... ¿Está el liderazgo de Occidente preparado? Desde una perspectiva psicológica la percepción de las realidades se complementa con el “valor” que le asignamos a los objetos de conocimiento, de lo contrario nos reduciríamos a lo meramente epistemológico, que podría tender a los «absolutos»102 . La «ética axiológica» fundada en la teoría de los valores le otorga un sentido valorativo al contenido del objeto esencia. A partir de tales principios ya podemos comprender el actual rol que debe cumplir la Inteligencia. Desde la perspectiva epistemológica obtendremos el conocer o el saber, en tanto desde la perspectiva axiológica obtendremos el «valor de lo aprehendido», como fundamento útil para la toma de decisiones en el siglo XXI. La Prospectiva, La Estrategia y La Inteligencia La Prospectiva la define el diccionario de la Real Academia como: “Conjunto de análisis y estudios realizados con el fin de explorar o predecir el futuro, en una determinada materia”103 Si bien algunos especialistas afirman que no puede haber Estrategia sin Inteligencia, existe una estrecha relación de ambas con la Prospectiva, aun cuando ésta última disciplina o indisciplina104 posee un horizonte de más largo plazo. Este factor tiempo le otorga una característica exploratoria a la reflexión prospectiva que la hace particularmente útil para la producción de Inteligencia Estratégica. Volvemos a considerar la antes mencionada diferencia entre prevención y proacción, asociándolas esta vez con la Estrategia. El reciente acontecimiento noticioso referido al ataque con caracteres terroristas de que fue objeto los Estados Unidos, nos conduce a reflexionar si el criterio preventivo era posible de aplicar en tal caso, es decir, ¿Había


algún precedente de tal naturaleza y estilo táctico que indujera a la adopción de medidas preventivas especiales o excepcionales, que impidieran la acción criminal?... la respuesta es ¡No!...Entonces, ¿Qué criterio se podría haber aplicado en la producción de Inteligencia?... Tal vez si se hubiera reflexionado con criterio proactivo se habría podido imaginar el escenario posible deducido de un análisis de factibilidad. No obstante, las simulaciones o Juegos de Guerra que lo hayan concebido, se aprecia una sub valoración de la amenaza en cuanto al “Cómo” de su modus operandis. No es razonable plantear una crítica sin el conocimiento de otros pormenores que desembocaron en el lamentable éxito de la acción terrorista, sino valga la oportunidad para reflexionar sobre algunos puntos ya señalados por Marenches. El Conde menciona en un artículo sobre la Guerra de Mentes que, a su juicio, es la que se libra en el escenario de la 4ª Guerra Mundial...”La antigua idea de la destrucción mutuamente asegurada, se ha transformado simplemente en “destrucción asegurada” sea física o intelectualmente, con la creatividad del desesperado y con la recuperación del “ojo por ojo”. Esta mentalidad medioeval comienza a asentarse como un nuevo balance de poder y terror, mediante la infiltración y el fanatismo. Las armas del terror pueden ser más o menos sofisticadas, pero las nuevas batallas revivirán el espíritu de las cruzadas, con la diferencia que, por nuestra parte comenzarán como actos de autodefensa. Ellos creen en la muerte y aman la muerte, el sacrificio sublime, nosotros no!, por eso es tiempo de reconstruir nuestra percepción del enemigo y la imagen del aliado, porque esto es un nuevo capítulo de historia secreta de la civilización que luchará en la oscuridad y deberá aprender a moverse como un ciego en ella. Ningún enemigo será más o menos que otro...etc..” Conscientes del rol que le compete a la Inteligencia, particularmente a la estratégica, resulta razonable pensar que los primeros pasos de cualquier estrategia norteamericana, como de las operaciones que resulten de ella, no podrán ser concebida, la primera, ni ejecutadas las segundas, sin el insustituible concurso de la Inteligencia. Su importancia radicará en la selectividad del esfuerzo político y militar en el escenario actual y debiera permitir resolver con una clara visión de los escenarios futuros que podrían generar las resoluciones que se adopten en la coyuntura actual. En si, esta labor demanda un esfuerzo conjunto y multidisciplinario caracterizado por la complejidad de elementos cruzados, como por la particular incertidumbre al enfrentar una amenaza no convencional, transnacional y sin apego al Derecho Internacional. Vivimos en una sociedad, aunque con naturales diferencias, del conocimiento105 . En efecto, el fenómeno de crecientes interrelaciones comerciales y financieras, llamado “globalización” a nivel mundial, facilitado también en forma creciente, por un desarrollo amplio de las “comunicaciones”, sumado a una demanda también creciente e ilimitada de la “necesidad de saber” para poder optar, presenta un escenario de alta complejidad, en donde convergen la vertiginosidad del cambio, asociado a un volumen progresivo y disponible de información, que para la autoridad que debe tomar decisiones, le resulta inmanejable106 . En torno a esta realidad, a la que se enfrentan hoy políticos, economistas, diplomáticos, militares, en general, la elite de estrategas del futuro, surge la necesidad de crear o recrear organismos de asesoría de alto nivel, de carácter inter y multi disciplinario, que provean el valioso aporte de un producto útil para la toma de decisiones cual es la Inteligencia, independiente de las diversas denominaciones que adopta según el nivel decisional al que asesora107 , o bien de acuerdo al área de gestión en donde se desenvuelve108 . En otras palabras, la metodología de producción integral que resume un conjunto de herramientas y métodos adecuados para el procesamiento de la información necesaria, no solo se valida, sino que adquiere una importancia vital en cualquier proceso decisional, que tenga como objeto la planificación actual del futuro109 , con sentido estratégico inmediato o mediato. La prospectiva entonces, representa un conjunto de herramientas metodológicas que contribuirán sensiblemente al análisis destinado a la previsión de riesgos y amenazas y a la identificación anticipada de oportunidades que pudieren afectar o puedan ser explotadas por algún actor en pos del logro de sus objetivos.


Concurren a este proceso algunas consideraciones determinantes de Objetivos, tales como: 1.-. Un proyecto País u Objetivo Nacional claro. 2.-. Una visión de la Sociedad del futuro. 3.- Los intereses permanentes y emergentes de la sociedad. 4.- Los valores universales y aquellos propios de la cultura social. Etc. No obstante, un fenómeno muy común en la actualidad se manifiesta como la ausencia o dificultad que experimentan algunos actores para concretar una visión de futuro, motivada por diversas razones110 , entre las que podemos mencionar: 1.- Persistencia o recurrencia de “crisis interna”, propiciando un permanente estado de inestabilidad y en algunos casos de ingobernabilidad. 2.- Alto grado de dependencia económica, sea ésta comercial o financiera, lo cual introduce una serie de variables exógenas, ajenas al control propio. 3.- Multiplicidad y coexistencia de conflictos de diverso orden, externo e interno, como también de diferente naturaleza, carácter y fisonomía. 4.- Paradigmas, procedimientos y modelos inadecuados por anacronismo, incongruencia o incompatibilidad cultural. 5.- Resistencia al cambio en la sociedad, en forma corporativa o individual. 6.- Desconocimiento del “ethos” cultural de la sociedad. Etc. Reflexiones Finales, A Modo De Síntesis. La metodología de análisis viene a ser lo suficientemente amplia y flexible para adaptarse a diversas instancias de la problemática social. Al incorporar herramientas de estudio del futuro, en términos de un conjunto de métodos y procesos y sin pretender representar una suerte de pronóstico infalible, la Inteligencia puede ser producida con mayor rigor científico. La “utilidad”, como principio básico de la Inteligencia adquiere mayor relevancia al reducir significativamente el espacio de incertidumbre que natural y crecientemente rodea a una decisión adoptada y cuyos efectos se apreciarán en el futuro. El análisis prospectivo posee intrínsecamente el carácter estratégico al comprender el concepto de “plazo” como el elemento “tiempo”, propio de una “visión estratégica” en cualquier nivel de decisión. Los decisores del siglo XXI se ven enfrentados a contingencia no previstas ni imaginadas, en algunos casos. La pregunta ¿Qué pasaría si...? parece ser mayormente válida como base de una Planificación de Contingencia.


La importancia de un análisis inter y multidisciplinario que debe caracterizar a la producción de Inteligencia, no solo debe orientar la estructura del organismo, sino que debe ser incorporado como criterio de estudio metodológico propia del analista, particularmente necesario en la etapa integrativa e interpretativa del proceso. La aproximación multidireccional al estudio de un problema comenzando por esferas o áreas separadas o desagregadas, necesariamente debe dar paso a la interacción de las variables diversas dentro del sistema. Un problema o una situación en análisis, sobre todo si se trata del futuro, estará de cualquier manera afectada por el comportamiento de esas múltiples variables de distinta naturaleza científica o disciplinaria, dentro de una perspectiva flexible que permita racionalmente las modificaciones y el reconocimiento de la pluricausalidad. Cabe una reflexión en torno a la formación de analistas de alto nivel, es decir, de quienes deberán llevar a cabo la compleja tarea de producir Inteligencia para la toma de decisiones políticas y estratégicas. La estructuración de un Sistema Nacional de Inteligencia debiera considerar la selección rigurosa de sus componentes privilegiando el profesionalismo y la experiencia por sobre cualquier otra consideración, cautelando de esa forma su sentido ético y minimizando riesgos que ocasionaría la incorporación de aficionados o, peor aún, de interesados. Finalmente, recogiendo la perspectiva del Conde Alexandre de Marenches, a la luz de los lamentables acontecimientos que preocupan a la humanidad a comienzos del siglo XXI, estimo conveniente destacar la viabilidad de la Inteligencia y su insustituible rol para con la sociedad toda. Es momento de precisiones y decisiones ante un escenario incierto de proyecciones imprevistas. El rol de los líderes y de la dirigencia política en nuestro sistema democrático occidental debe ser un reflejo de nuestra cultura axiológica social, asumiendo la conducción de los Estados Naciones conscientes de la nueva forma de conflicto por el poder y del escenario emergente, en donde aparece la globalización del terrorismo como elemento constitutivo del mismo y su carácter transnacional sin identidad ni patria. Bibliografía 1.- “Enfrentando el Futuro” Yehezkel Dror. Edit. Fondo de Cultura Económica. México. 1990. 2.- “Capturando el Futuro”. Balbi y Crespo. Edit. Buenos Aires. 1991 3.- “Pronósticos. Estrategia y Planificación para el siglo XXI”. Spyros Makridakis. Edit. Diaz de Santos. 1993. 4.- “Inteligencia Estratégica” Sherman Kent. Edit. Círculo Militar. Buenos Aires. 1951. 5.- “Crónica de las Ideas para comprender un fin de siglo”. Jaime Antúnez Aldunate. Edit. Andrés Bello. 1988. 6.- “La Tercera Ola”. Alvin Toffler. Edit. Barcelona. Plaza and Janes. 1993 7.- “La Máquina de la Guerra Económica”. Cristian Harbulot. Edit. Económica. París.1996. 8.- “Análisis de Inteligencia y su Evaluación”. D. Charters. U. of Brunswick. London UK. 1998. 9.- “Inteligencia en la Encrucijada”. Roy Godson. Edit. Brassey’s. Washington – London. 1998.


10.- “Las Nuevas Realidades”. Peter Drucker. Edit. Hermes. 1992. 11.- “ Elementos para el Análisis Político”. K. Kvaternik. Buenos Aires. 1992. 12.- “Del Gobierno y de la Alta Gestión Pública”. J. Barrientos. Ediciones Rumbos. Santiago 1999. 13.- “De la Anticipación a la Acción”. Manual de Prospectiva y Estrategia. Michel Godet. Editorial Alfaomega Marcombo, Barcelona. 1993. 14.- “La Cuarta Guerra Mundial: Diplomacia y Espionaje en la era del Terrorismo”. Conde Alexandre de Marenches. 1992. 15.- Apuntes sobre:

- “Lógica y Metodología de Análisis” (Seminario U. de Chile 1993. - “ Decision Making in Crisis Management” (Holsti) - “Teoría General de Sistemas”.

Notas 93 Capitán de Navío IM . Oficial de Estado Mayor. Profesor de Academia en Inteligencia. Magíster en Ciencia Política; Magíster en Ciencias Navales y Marítimas con mención en Estrategia; Profesor de la Academia de Guerra Naval y concurrente en Academias de la Defensa y de Estudios Políticos y Estratégicos. Profesor concurrente en: Universidad de Chile (Instituto de Ciencia Política) y Universidad Marítima de Chile (Escuela de Graduados).

“De la Anticipación a la Acción”. Manual de Prospectiva y Estrategia. Michel Godet. Edit. Alfaomega, Marcombo, Barcelona. 1993. Cap 1: La Prospectiva, una indisciplina intelectual. 95 El Conde de Marenches nació en Francia en 1920, perteneció al Ejército francés durante la IIª G. M.. El llama la 3ª G. M. a la Guerra Fría, pasando a designar como la 4ª G. M. a aquella contra el terrorismo internacional. Se desempeñó como Director de SDECE Servicio de Documentación Exterior y Contraespionaje francés, bajo los gobiernos de De Gaulle, Pompidou y Miterrand. Entre otras publicaciones es autor del libro “La Cuarta Guerra Mundial: Diplomacia y Espionaje en la Era del terrorismo”.1992 96 «Operación del entendimiento que consiste en comparar ideas para conocer y determinar sus relaciones». «Facultad de distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso». Diccionario de la Lengua Española. “Juicio teleológico”, Kant en Crítica del Juicio. Relación entre la causalidad mecánica y las consideraciones éticas. 97 Desde Aristóteles la lógica ha experimentado diversas transformaciones e interpretaciones, no obstante, en J. Jungius encontramos la estructura del «arte de pensar», como fundamento del saber o epistemología. Por otra parte, la lógica también se ha explicado como un efecto de la tradición, de un comportamiento psicológico esperado en virtud de valores regionales, de un raciocinio matemático, del pensamiento cartesiano, de una cosmovisión, del empirismo, o como señala John Stuart Mills, la lógica de la inducción, la cual sería el resultado de generalizaciones empíricas. Según los normativistas, la lógica debe responder a la interrogante ¿Cómo debemos pensar para que nuestro pensamiento sea correcto?; su expresión metafísica la encontramos en la lógica dialéctica de Hegel, también aparecen otros autores que consideran las lógicas concretas, la lógica histórica, la lógica vital y la lógica existencial. 98 “Método» se define como : un ordenamiento con un fin, en el pensamiento científico. 94

Ver Revista de Marina 3/2001 “Ética y Consecuencia” del mismo autor, pags.de la 258 a la 262. Ver Cap 14 “Técnicas de Decisión” en “Elementos de Teoría Política” de Sartori 1993. 101 “El Choque de las Civilizaciones” Samuel Huntington. Editorial Paidós. Buenos Aires. 1997. 102 Ver pag. 72 Diccionario de Filosofía de Ferrater Mora Edit. Alianza 1994. 103 Diccionario de la lengua española. Real Academia”. 104 Ver “De la Anticipación a la Acción” Michel Godet. Pag 1 105 Alvin y Heidi Toffler en “La tercera Ola”, señalan con acierto que nos encontramos entrando a una era de cambios significativos en la sociedad mundial, que depende fundamentalmente del manejo, ya no de la información, sino del conocimiento, entendiendo por tal, un producto del procesamiento de datos. 106 En Inteligencia se dice que “es tan grave no contar con informaciones que contar con demasiadas”. El concepto se refiere al principio de “OPORTUNIDAD” de la disciplina, en términos de utilidad para la toma de decisiones. Un exceso de informaciones retarda el proceso de producción, más aún cuando el que decide debe también procesar. 107 En algunos países se denomina Inteligencia política o nacional la que asesora las decisiones al nivel gobierno, Inteligencia político – estratégica al nivel gobierno en relación con el conflicto exterior o interior, Inteligencia estratégica la referida al materias de decisiones 99

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militares, Inteligencia operativa la referida al empleo de las fuerzas militares operativas durante un conflicto e Inteligencia táctica la que emplean las unidades militares durante el combate. Todas con su correspondiente nivel de Contrainteligencia. 108 De acuerdo a las áreas de gestión suele denominarse: Inteligencia económica con sus divisiones financiera, comercial y competitiva, Inteligencia científica y tecnológica, Inteligencia sociológica, Inteligencia militar, Inteligencia geográfica, Inteligencia biográfica, Inteligencia policial, etc. No obstante, todas ellas concurren a los diferentes niveles de acuerdo con la naturaleza del problema en cuestión. 109 Con respecto a la vigencia de la inteligencia en el tiempo, algunos autores casi universalmente coinciden en otorgar gran importancia a la “continuidad” como principio sustentador de la producción de inteligencia, que evita su pérdida a lo largo del tiempo. Tal es así, que se denomina Inteligencia básica a la base de datos, memoria o archivo con que cuenta cualquier órgano de inteligencia, Inteligencia actual a aquella que, partiendo de la básica, define escenarios y actores con posibilidades contingentes en torno a las materias en cuestión en el presente e Inteligencia prospectiva a aquella que, partiendo de la actual, diseña escenarios y prevé actitudes de actores en el marco de una visión de futuro. A esta última la llamaremos Inteligencia Estratégica, porque como se señaló en los primeros párrafos y a juicio del autor, el concepto estratégico incorpora el elemento “TIEMPO” a la decisión o idea estratégica, de tal forma que tal denominación a la Inteligencia que sirva a ese proceso decisional de futuro debiera ser denominada de igual forma. 110 Yehezkel Dror, menciona en “Enfrentando el Futuro”, lo que denomina “la crisis de misiones”, sintetizando la condición de dependencia de algunos Estados a tal punto que les es imposible determinar con algún grado de autonomía los componentes concretos de una visión futura en la forma de meta objetivo y, en consecuencia, lo inconducente e inútil de cualquier estrategia.


III. Tendencias

LAS OPERACIONES NO BELICAS U OPERACIONES CIVICO-MILITARES “La nueva generación de líderes se ha percatado que los ejércitos no solo pueden defender a sus países, también pueden ayudar a construirlos” John F. Kennedy. Por: Capitán 2do. de Infantería Mario Antonio Castillo Paredes111 Ayudante del Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional de Guatemala. Mayo 2004 Finaliza el siglo de las Guerras. Con la caída del muro de Berlín en 1989, concluye la llamada “Guerra Fría” o “Bipolaridad”, hasta ese momento existente entre las dos superpotencias, los Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La amenaza de una guerra nuclear llegaba a su fin quedando como un triste recuerdo del pasado. Durante las tres últimas décadas del siglo XX la expansión comunista en el continente americano, propiciada y apoyada por los soviéticos, sumergió a cierto número de países en conflictos armados internos, que también verían su final, con el ocaso del siglo. El fin de la amenaza comunista, llevaría al replanteamiento de las funciones de las fuerzas armadas de los países del continente americano, principalmente, de aquellos que se vieron involucrados en este tipo de conflictos, llamados también de baja intensidad. Hay quienes, incluso, opinan que las Fuerzas Armadas ya no tienen “razón de ser”, y que el dinero presupuestado de los Ministerios de Defensa, seria mejor utilizado en salud, educación, vivienda, etc., lo cual ha dado origen a recortes en dicho presupuesto, reducción de efectivos y cierre de Bases Militares. Nuevo siglo: nuevas amenazas. Con la entrada del nuevo siglo, si bien las llamadas “Viejas Amenazas” van perdiendo auge, por el contrario, resurgen otras, como por ejemplo: terrorismo, mafias, narcotráfico, lavado de activos, tráfico de armas, contrabando; conocidas también como “Nuevas Amenazas”. La globalización, la revolución tecnológica en la informática y en las comunicaciones, entre otros; son factores que de una u otra manera, ejercen influencia en las llamadas “Nuevas Amenazas”, ya que transacciones monetarias, compra - venta de bienes y activos, intercambio de información y otros, están a disposición de cualquier persona, entidad u organización. Cabe mencionar, el hecho de que, existe una gran diferencia entre los medios y facilidades que poseen estas amenazas y los cada vez más recortados presupuestos de Defensa. Otro factor a considerar, es el hecho de que en la gran mayoría de los países de América Latina, la corrupción es un mal, cuyas raíces han penetrado en algunas instituciones del Estado; por lo que es también pertinente recordar que, “Las Fuerzas Armadas son la reserva moral de las naciones”. La producción, almacenamiento y tráfico de estupefacientes, provenientes principalmente de Sur-América y con destino final, (en gran porcentaje), a los Estados Unidos de América, nos hace recordar que las amenazas pueden ser distintas, pero siguen siendo eso, amenazas que en determinado momento pueden convertirse en una agresión a la Seguridad Nacional. Sumado a lo anterior, fenómenos naturales como huracanes, terremo-


tos, sequías, inundaciones, etc., golpean constantemente a nuestras naciones, sobrepasando en la gran mayoría de los casos, la propia capacidad para responder a los efectos causados por esta clase de fenómenos. Aunado a lo anterior, el 11 de Septiembre de 2001, el mundo entero presenciaría lo que hasta en ese momento parecía inimaginable, un ataque terrorista contra los Estados Unidos de América. Aviones comerciales secuestrados por extremistas islámicos, impactaron contra el Pentágono en Washington D.C, dañándolo seriamente y contra las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York, destruyéndolas en su totalidad, miles de personas pierden la vida. El último acontecimiento que podemos mencionar, es el atentado terrorista en España, contra la principal red ferroviaria (Atocha), matando a casi 200 personas y dejando un saldo aproximado de 1.500 heridos. Además en el contexto de las Naciones Unidas, es muy común que en la actualidad, sean contingentes multinacionales, los que intervengan en Operaciones de Mantenimiento, Sostenimiento e Imposición de paz. Con todo lo anterior, la pregunta es entonces, ¿Tienen o no razón de ser las Fuerzas Armadas? ¿Que deben hacer los Países de América Latina para enfrentar los nuevos retos de este siglo? ¿Es o no papel de las Fuerzas Armadas intervenir en estos casos? Operaciones No Bélicas. Son aquellas en donde el Ejército de Guatemala participa en apoyo a las autoridades e instituciones nacionales; ejércitos y organismos internacionales en misiones dentro y fuera del territorio nacional en caso de emergencia, catástrofe, calamidad pública o cuando sea requerido. Este tipo de Operaciones requiere de unidades versátiles y bien adiestradas para que puedan responder a situaciones diferentes y a la posible evolución de la operación principal siendo estas: Operaciones de Cooperación Integral, Operaciones de Evacuación de Personas, Operaciones de Apoyo a la Paz, las cuales a la vez se dividen en Operaciones de Prevención de Conflictos, Operaciones de Mantenimiento de la Paz y Operaciones de Consolidación de la Paz; Operaciones Humanitarias, entres las cuales se pueden distinguir tres tipos: Socorro en Desastres, Ayuda Humanitaria y Ayuda a Refugiados y Desplazados112 . Operaciones Cívico-Militares Las operaciones cívico-militares, son actividades de un Comandante que establece, mantiene, influye o que aprovecha las relaciones entre las fuerzas militares, organizaciones y autoridades civiles gubernamentales y no gubernamentales, y la población civil en un área de operaciones amiga, neutral u hostil con el fin de facilitar las operaciones militares y consolidar y alcanzar los objetivos de la nación. Las Operaciones Cívico-Militares pueden incluir la ejecución, por fuerzas militares, de actividades y funciones normalmente de responsabilidad del gobierno local, regional o nacional. Esas actividades se pueden presentar antes, durante o después de otras acciones militares. También se pueden presentar en ausencia de otras operaciones militares. Las Operaciones Cívico-Militares pueden ser ejecutadas por fuerzas de asuntos civiles designadas, por otras fuerzas militares o por una combinación de asuntos civiles y de otras fuerzas.113 La razón de ser de las Operaciones No Bélicas Si bien es cierto, las Fuerzas Armadas se entrenan constantemente en Operaciones Ofensivas, Defensivas y Retrogradas (Ejército o Fuerza de Tierra), Operaciones de Control de Mar y Operaciones de Proyección (Fuerza Naval o Fuerza de Mar) y Operaciones Estratégicas, Tácticas y de Defensa Aérea (Fuerza de Aire o Fuerza Aérea) que son lo que podríamos llamar la respuesta de los estados hacia las “Viejas Amenazas”; se deben de considerar también, otro tipo de operaciones, como lo son las Operaciones No Bélicas u Operaciones CívicoMilitares, que junto a las Operaciones de Estabilidad y las Operaciones de Apoyo, como son llamadas en el Ejército de los Estados Unidos de América, serían la respuesta a las “nuevas amenazas”.


Entre las Operaciones de Estabilidad podemos mencionar: Operaciones de Paz, Operaciones de Mantenimiento de Paz, Operaciones de Imposición de Paz, Apoyo a las Operaciones Antidrogas, Combate al Terrorismo, Operaciones de Evacuación de no combatientes, Asistencia Humanitaria y Cívica. Asimismo, las Operaciones de Apoyo las dividimos en dos: Operaciones de Apoyo Doméstico y Operaciones de Asistencia Humanitaria en el exterior.114 Es importante hacer notar, que en la actualidad, el enemigo no necesariamente tiene que ser otro ser humano; en algunos casos, el enemigo a combatir puede ser el hambre, la desolación, la destrucción, la calamidad, etc. Con lo anteriormente expresado, podemos decir, que las Fuerzas Armadas buscan adecuar sus roles, a los nuevos desafíos que en la actualidad se le presentan, buscando aliviar condiciones, tales como dolor, enfermedad, hambre o privación, que representan una amenaza para la vida o perdida de la propiedad y dando respuesta con ello, a los riesgos y a las amenazas en contra de la paz, la estabilidad y la Seguridad Nacional. Si entendemos que la Seguridad Nacional, es el estado de vida de la Nación, en el cual se garantizan la dignidad del ser humano y el desarrollo pleno de sus potencialidades en sus manifestaciones políticas, económicas, sociales y culturales; asimismo, se contrarrestan las amenazas a la soberanía e institucionalidad democrática del Estado y a la integridad del territorio.115 Tomando en cuenta que el fin supremo del Estado es la manutención y conquista de los Objetivos Nacionales, englobados estos en seguridad y desarrollo, por lógica las estrategias nacionales versaran sobre estos dos temas. Entonces, los ámbitos en que se desarrollará la Seguridad Nacional son la seguridad exterior y la seguridad interior. En el curso de Operaciones Cívico-Militares (CMS-1-2) impartido en Fort Benning, Georgia, Estados Unidos de América a 38 alumnos de 14 países latinoamericanos, además de lo referente a las Operaciones CívicoMilitares, Operaciones de Estabilidad y las Operaciones de Apoyo, se efectuó un ejercicio real de manejo de desastres en compañía de personal policial y civil de la Comunidad de Columbus Georgia, experiencia que puede ser aprovechada en nuestros países. Sin dejar de lado, las funciones que las Constituciones Políticas de cada uno de los Estados le encomienden a sus Fuerzas Armadas, si tomamos en cuenta el espíritu de sacrificio, honor, valor, lealtad, abnegación, constante entrenamiento y profesionalismo de sus miembros y sabiendo que las amenazas, sean estas internas o externas, siguen latentes; entonces esto responderá por si solo a las preguntas que anteriormente nos planteamos. Creo firmemente, que las Operaciones No Bélicas u Operaciones Cívico-Militares son una buena y acertada opción con la cual pueden contar las naciones latinoamericanas para hacer frente a las “Nuevas Amenazas”.

Notas 111 El Capitán Mario Castillo ha realizado cursos de Paracaidista de Salto Libre, Operaciones Especiales, Kaibil, Buceo Básico y de Combate Básico de Infantería, Operaciones Cívico Militares (Fort Benning, Georgia E.U.A.) Actualmente elaborando tesis para la Licenciatura en Administración de Recursos y Tecnología, Universidad Galileo, Guatemala. Actualmente es Ayudante del Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional. 112 Manual de Doctrina del Ejército de Guatemala, tercera parte, capitulo I. Págs. 15, 16 y 17. 113 Manual FM 41-10, operaciones de asuntos civiles del Ejército de los Estados Unidos de América, capítulo I. Pág. 1-1. 114 Manual FM 3-0, Operaciones del Ejército de los Estados Unidos de América, capítulo X Páginas 10-1 a 10-6, capitulo IX, paginas 9-6 a 9-15. 115 Libro De La Defensa Nacional De La Republica De Guatemala, Capitulo III. Pág. 20.


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