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Australia, ejemplo de modernización en gestión del agua
Después de atravesar una crítica situación hídrica, el Estado australiano junto a productores realizaron acciones que permitieron superar y evitar futuras sequías.
En mayo de 2018 se realizó el Australian Irrigation Education Tour, una gira técnica organizada por la empresa Rubicon para observar los distintos mecanismos de riego implementados en Australia.
Entre los participantes, estuvieron Luis Urriza, subsecretario de Agricultura de Nación; Santiago Nocelli Pac y Diego Heinrich, de Aapresid; Rubén Villodas, director de Recursos Hídricos en Irrigación de Mendoza; Martín Pasman, presidente de Industrias Valmont Argentina; Hugo Ghio, director de BioCeres y socio fundador de Aapresid; Martin Baya, director ejecutivo de Irrigate. También formaron parte de la comitiva el Intendente de Riego de Pedro Luro en la Corporación de Fomento del Río Colorado (CORFO), Juan Ignacio Carbó y Diego Echegaray, gerente técnico del Consorcio Hidráulico del Valle bonaerense del Río Colorado.
Durante la visita se mantuvieron reuniones con funcionarios de gobierno y se trataron temas como la respuesta a la sequía del milenio y la inversión en modernización de riego. El secretario de Agricultura del Departamento de Desarrollo Económico proporcionó una visión general de la amplia gama de inversiones en tecnología agrícola que se están haciendo y que permiten posicionar mejor la industria alimentaria asegurando un crecimiento sostenible a largo plazo. Debido a la extracción excesiva de agua del río Murray, se han visto degradadas varias zonas de importante valor medioambiental situadas alrededor de los 2.500 km que mide el río. Además, la zona agrícola en la que se cosecha un tercio de los alimentos distribuidos en Australia se encuentra en la cuenca de este río. El programa Living Murray se estableció con el fin de rehabilitar las zonas más importantes del río y reducir la extracción de agua sin afectar la producción agrícola sostenible. El enfoque principal del programa fue renovar las infraestructuras hídricas de transporte y distribución que resultaban poco eficaces. Los anfitriones explicaron que las distintas zonas de riego de la cuenca perdían el 30% del agua sustraída del río durante el transporte y la distribución. La recorrida también incluyó la visita a la localidad de Shepparton, donde se pudo apreciar la operación del Distrito de Irrigación Goulburn-Murray (GMID), que se encuentra totalmente automatizado con la tecnología de Rubicon y es administrado por Goulburn Murray Water. El área operativa cubre 68.000 kilómetros cuadrados con 400.000 hectáreas de tierra irrigada. El GMID tiene alrededor de 14.000 regantes y 4.300 reguladores automáticos. En cercanías de la localidad de Coleambally se visitaron establecimientos de Coleambally Irrigation, la cuarta cooperativa de agricultores más grande de Australia, responsable del manejo del riego en dicha localidad. Cuando este grupo de productores se enfrentó a una disponibilidad de agua cada vez menor, la cooperativa decidió modernizarse para proteger las prácticas agrícolas de sus miembros. Así, la automatización de su distrito les permitió ser la primera zona con riego por gravedad en Australia que logró el 90% de eficiencia de distribución. En la localidad de Griffith se realizó una pequeña gira con representantes técnicos de Murrumbidgee Irrigation, una de las empresas más grandes de irrigación privada que presta servicios a más de 3.300 establecimientos, propiedad de más de 2.500 clientes dentro de un área de 670.000 hectáreas. Desde 1996 usan el software de gestión de Rubicon y actualmente están implementando un programa de modernización que les permite ahorrar gran cantidad de agua. A partir de lo observado en el tour, Diego Echegaray destaca el sistema bajo el que opera la gobernanza del recurso hídrico luego de la catastrófica sequía del milenio sufrida en Australia. De esta manera, retoma las principales diferencias con nuestro país.
Diferencias entre Australia y el valle de CORFO
Los sistemas de riego en Australia son manejados por entes constituidos por los mismos usuarios o compañías privadas. En todos los distritos visitados, coinciden en que el sistema es más eficiente que cuando lo manejaba el Estado. Este tipo de experiencias son incipientes en nuestro país, con algunos modelos que están tendiendo a este sistema, sobre todo desde la red secundaria hasta la propiedad del productor. Respecto al sistema de entrega de agua, en Australia es a la demanda a diferencia de CORFO donde es a la oferta, al igual que la mayoría del país. Hay un mercado del agua donde el valor del gigalitro cotiza en bolsa, lo que le da transparencia al sistema. De esta manera, el cobro del agua es por volumen utilizado e incluye también el costo de mantenimiento y operación del sistema más un plus por precio del mercado, según oferta y demanda del año. En nuestro país el derecho de agua es intransferible. En CORFO se cobra el valor de operación y mantenimiento del sistema, y no el volumen utilizado; por lo que, con la disminución de los caudales del río Colorado, al productor le resulta más caro el litro de agua recibido.
Ventajas del sistema australiano
Según explica Echegaray, debido a la gran crisis hídrica atravesada, el gobierno australiano trabajó junto a los productores para modernizar el sistema de riego y se mejoró todo lo referido a la gestión de agua. Hay sistemas de riego con más de 400.000 hectáreas totalmente automatizados, en los que el productor solicita el agua en su compuerta y el operador de forma remota verifica su estado de cuenta y le entrega los litros de agua requeridos en el momento pactado. Las mayoría de las obras de modernización destinadas a mejorar el sistema son financiadas por el Estado. El agua que ahorra el Estado australiano, la deriva porcentualmente para consumo humano, medioambiente, agricultura o la reserva para momentos de crisis. En este sentido, tiene un gran volumen de reserva que le permite a los productores guardar agua de una campaña para otra. A su vez, los ríos están redireccionados de zonas no productivas a zonas productivas y el agua se puede transferir de una propiedad a otra a más de 1000 km de distancia. Las zonas productivas son de muy baja pendiente, del orden de 0,1 o 0,2%, por lo que prácticamente todos los canales son de tierra y de grandes secciones debido a la pendiente. Los riegos son totales y no complementarios, por eso es difícil que el productor migre a los sistemas presurizados como pivote en los cultivos extensivos, ya que los limita el costo energético y la mayoría de los campos bajo riego ya están sistematizados.