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Sistema Chacras define su futuro

Con un enfoque participativo y talleres de co-creación el Programa definió su nuevo plan estratégico 2030.

A lo largo de intensas jornadas de trabajo interinstitucional e interdisciplinario en la Facultad de Agronomía de la UNR, el Programa Sistema Chacras de Aapresid definió su Plan estratégico 2030. La metodología implementada se basó en un trabajo de co-creación a través de mesas de trabajo grupales en las que participaron los técnicos del Programa, socios, GTDs de las Chacras, expertos y referentes.

La primera etapa de este proceso se basó en la identificación de oportunidades para el Programa y su agrupamiento en cinco ejes principales: el desarrollo de estrategias de diversidad e integración, la mejora en la comunicación, el agregado de valor en origen, la incorporación de la mirada social y ambiental y la contribución a la formación.

Luego se trabajó sobre las restricciones deseables de superar, siendo las políticas públicas, la resistencia al cambio, el cortoplacismo y la falta de visión sistémica las limitantes más importantes.

Las oportunidades y restricciones se cruzaron para configurar una matriz que fue el punto de partida de la etapa de ideación, donde la consigna fue encontrar ideas y acciones concretas que permitieran aprovechar la oportunidad y superar la restricción. Las ideas se priorizaron por votación y se agruparon en clusters.

Entre las ideas surgidas se destacaron: la mejor comunicación de experiencias, la promoción del asociativismo para el agregado de valor, la incorporación de nuevas visiones a la mesa de decisiones, la generación de capacidad para influir en políticas públicas y la evaluación de impacto social y ambiental de los proyectos.

En un ejercicio se definió mediante votación el horizonte del Programa: “en 2030, Sistema Chacras es el espacio que genera conocimiento científico para responder a la demanda del productor y el desarrollo local a través del agregado de valor, teniendo como premisa fundamental, los aspectos ambientales, económicos, sociales, tecnológicos y energéticos”.

Luego se trabajó en la propuesta de líneas de trabajo necesarias para alcanzar esta visión. A través de preguntas disparadoras se pensaron aquellos los aspectos a cambiar, hacer, reducir, eliminar para hacerla realidad. Por ejemplo, para que SC se consolide como espacio de generación de conocimiento científico será necesario, entre otras cuestiones, recopilar mayor información para entender los problemas y demandas del productor, crear una mesa de expertos interdisciplinaria que incluya actores de la sociedad civil, etc.

Para apostar al desarrollo local será necesario integrar a la comunidad para co-construir valor agregado, potenciar ideas innovadoras, con posibilidad comercial y que mejoren la diversidad productiva.

Para lograr un programa que considere aspectos ambientales, sociales y económicos de cada proyecto será clave conformar una mesa de expertos en temas de triple impacto y que incluya a la sociedad civil, generar indicadores específicos, así como modelos productivos que lo consideren.

Para terminar, las líneas de trabajo se priorizaron por importancia y urgencia y cada uno de los seis equipos trabajó sobre las iniciativas con el fin de identificar objetivos concretos, métricas, responsables, y financiamiento para así terminar de construir el nuevo plan estratégico del Programa.

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