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Respuesta a la fertilización con N y S en maíz de segunda en el sudeste bonaerense

La alta capacidad de mineralización de los ambientes de la zona determinaría escasa o nula respuesta a la fertilización con N. Ante disponibilidades medias, hay respuesta al agregado de S.

AutoresBarbieri, P.A. 1 ; Crespo, C. 1 ; Divito, G.A. 2 ; Jensen, J.P. 2 ; Kitroser, J. 3 ; Omaña, J. 4 1 Unidad Integrada Balcarce, (INTA-FCA).2 Regional Necochea AAPRESID.3 Regional Tandilia AAPRESID.4 YARA.

INTRODUCCIÓN

El maíz sembrado luego de cereales de invierno cobró relevancia en el sudeste bonaerense en los últimos años. La combinación de su elevada demanda de nutrientes, la baja oferta del suelo debido al consumo de los antecesores y la elevada inmovilización en los residuos (Salvagiotti el al., 2016) pueden generar marcadas deficiencias en el cultivo. Sin embargo, en la zona existe poca información respecto a las dosis óptimas de nitrógeno (N) y la respuesta a la fertilización con azufre (S), por lo que el presente estudio adquiere relevancia.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizaron dos ensayos en 2 sitios experimentales (Tandil y Necochea). Se evaluaron 5 dosis de N (0, 30, 60, 90 y 120 kg ha-1) y la aplicación de 15 kg ha-1 de S en dos dosis de N. La fuente de N fue nitrato de amonio calcáreo, YARABELA Nitrodoble (27-0-0) y la de S sulfato de amonio YARABELA Sulfan (24-0-0 + 6 % S). Los tratamientos se establecieron en el estadio V1 del cultivo.

La fertilización se realizó al voleo en cobertura total. En ambos sitios se aplicó superfosfato triple de calcio (18-46-0) a razón de 150 kg ha-1 a fin de evitar deficiencias de P. Se empleó un diseño en bloques completos aleatorizados y cada parcela tuvo una superficie de 5 surcos de ancho por 10 m de largo.

En ambos sitios el cultivo antecesor fue cebada. La fecha de siembra fue el 28 y 25 de diciembre para los sitios Necochea y Tandil, respectivamente. En Necochea el híbrido de maíz empleado fue Pioneer 38A57 (MR 96) con una densidad de siembra de 37.000 (sembrados a 70 cm). En Tandil, por su parte, el híbrido fue STI- NE 9734 VT3Pro, sembrado a razón de 58.000 pl ha-1 (52 cm entre surcos). En ambos sitios, el suelo en donde se desa- rrolló la experiencia fue un Argiudol Típico. En la Tabla 1 se presentan algunas características obtenidas a partir del muestreo realizado a la siembra del maíz.

Tabla 1 Algunas características del suelo en los sitios experimentales

En el estadio R1-2 se realizaron mediciones del índice de verdor (IV) empleando el clorofilómetro Minolta SPAD 502. En madurez fisiológica se colectaron las espigas de 8 m lineales en dos surcos centrales de cada parcela y se desgranaron con una trilladora estacionaria. Luego se determinó el contenido de humedad y el rendimiento expresado al 13,5 % de humedad.

Se realizó análisis de la varianza utilizando el procedimiento ANOVA incluido en el programa estadístico R (R Core Team, 2016). Cuando las diferencias entre tratamientos fueron significativas, se empleó el test de la diferencia mínima significativa (LSD) con un nivel de significancia de 0,05.

RESULTADOS

CONDICIÓN CLIMÁTICA

Las precipitaciones registradas durante el período enero–abril fueron 207 y 340 mm para los sitios Necochea y Tandil, respectivamente. El balance de agua (Figura 1) mostró deficiencias hídricas al inicio del ciclo del cultivo (enero) más marcadas en Necochea debido a la escasez de precipitaciones registradas durante diciembre (Figura 1). Durante el periodo crítico (mediados-fines de febrero y marzo), Necochea mostró mayores deficiencias de agua que Tandil (Figura 1). Esto pudo haber afectado el rendimiento del cultivo en mayor medida en Necochea, respecto de Tandil.

ENSAYO DE RESPUESTA A NITRÓGENO

Índice de verdor En el sitio Necochea, el IV mostró diferencias significativas entre el Testigo y los tratamientos fertilizados (Figura 2). No obstante, no hubo diferencias en el IV entre dosis de N. Para el sitio Tandil se determinaron diferencias significativas entre dosis, siendo el tratamiento que mostró el máximo valor IV la dosis de 120 kg de N ha-1 y los menores valores el tratamiento testigo y la dosis de 30 kg de N ha -1 (Figura 2). Las diferencias más marcadas entre dosis de N para el sitio Tandil pueden estar relacionadas a una mejor disponibilidad hídrica que en el sitio Necochea, lo que podría haber limitado en menor medida la absorción de N.

Rendimiento El rendimiento del cultivo de maíz para la localidad de Necochea fue, en promedio para todos los tratamientos, de 3367 kg ha-1. Mientras que para Tandil fue de 7623 kg ha-1. Estas diferencias podrían responder a que en Necochea se produjeron mayores deficiencias hídricas durante el periodo crítico (mediados-fines de febrero y marzo) respecto de Tandil (Figura 1).

Por otra parte, en Necochea se determinó respuesta significativa a la aplicación de N (Figura 3). El tratamiento Testigo mostró menor rendimiento respecto de los tratamientos fertilizados. La dosis de 30 kg de N ha -1 permitió maximizar el rendimiento del cultivo, mientras que aplicaciones de N superiores no produjeron incrementos en el rendimiento del cultivo (Figura 3).

Figura 2 Índice de verdor (IV) determinado en el estadio R1-R2, para el cultivo de maíz de segunda en la campaña 2018/19 para las localidades de Necochea (arriba) y Tandil (abajo) para los distintos tratamientos de fertilización nitrogenada. Letras iguales entre tratamientos indican diferencias no significativas (p<0,05, LSD).

La respuesta promedio a la aplicación de N (Testigo menos el promedio de los tratamientos fertilizados) fue de 765 kg ha-1 (28 %). Para Tandil no se determinó respuesta a la aplicación de N. Esto podría ser consecuencia de que el suelo de este sitio presentó un mayor contenido de MO y Nan (Tabla 1), por lo tanto, mayor capacidad de mineralización de N que pudo haber cubierto los requerimientos de N del cultivo.

La ausencia o baja magnitud de la respuesta a N contradice lo reportado por Salvagiotti et al. (2016) a partir de ensayos realizados en la provincia de Santa Fe. En ellos se observó una baja disponibilidad de N a la siembra y la inmovilización del nutriente que generan los residuos del cultivo de invierno antecesor, por su alta relación carbono:nitrógeno. Asimismo, estos resultados tampoco concuerdan con las diferencias entre tratamientos que se determinaron con el índice de verdor (Figura 2). Esto podría deberse a un aumento en el aporte de N del suelo por mineralización hacia fines del ciclo del cultivo. El aporte de N por mineralización toma especial relevancia en maíz de segunda, dadas las altas temperaturas durante el ciclo, que permiten incrementar el potencial de mineralización de N.

Figura 3 (abajo) Rendimiento del cultivo de maíz de segunda en la campaña 2018/19 para las localidades de Necochea (arriba) y Tandil (abajo) en función de la dosis de N. Letras iguales entre tratamientos indican diferencias no significativas (p<0,05, LSD).

ENSAYO DE RESPUESTA A AZUFRE

Índice de verdor (IV) En ningún sitio se determinaron diferencias significativas en el IV medido en el estadio R1- R2 por el agregado de S (Figura 4).

Rendimiento Al igual que lo mencionado para N, los rendimientos de maíz para Necochea fueron inferiores respecto de Tandil 3587 y 7857 kg ha-1, respectivamente. En ambos sitios se determinó el mismo comportamiento ante el agregado de S. Los mayores rendimientos se obtuvieron con la dosis de 60 kg de N ha-1 y 15 kg de S ha -1 (Figura 5). El incremento en la dosis de N junto a la aplicación de S produjo reducciones en el rendimiento (interacción NxS). Este comportamiento podría deberse a que cuando el agua no fue tan limitante, el crecimiento de las plantas fue mayor en los tratamientos con dosis altas de N y S. Luego esto produjo un efecto negativo durante el período crítico, llenado de granos y rendimiento del cultivo. Rizzalli (1998) reportó este comportamiento para fertilizaciones con dosis crecientes de N en maíz.

Figura 4 (arriba) Índice de verdor (IV) determinado en el estadio R1-R2 para el cultivo de maíz de segunda en la campaña 2018/19 para las localidades de Necochea y Tandil en función de la aplicación de N y S. Letras iguales entre tratamientos indican diferencias no significativas (p<0,05, LSD).

Figura 5 Rendimiento del cultivo de maíz de segunda en la campaña 2018/19 para las localidades de Necochea (arriba) y Tandil (abajo) en función de la dosis de N y S. Letras iguales entre tratamientos indican diferencias no significativas (p<0,05, LSD).

bcCONSIDERACIONES FINALES

Los resultados obtenidos en dos ensayos realizados en la campaña 2018/19 indican:

• Ausencia o muy baja respuesta a N del cultivo de maíz de segunda, asociada a la capacidad de liberar N por mineralización durante el ciclo del cultivo.

• Respuesta al agregado de S, cuando la disponibilidad de N fue media (dosis de 60 kg de N ha -1 ).

Durante la campaña 2019/20 se repetirán los ensayos a fin de continuar recopilando información que permita un mejor manejo del cultivo.

BIBLIOGRAFÍA

• Rizzalli, R. H. 1998. Siembra directa y convencional de maíz ante distintas ofertas de nitrógeno. Tesis Magister Scientiae. Programa de Postgrado en Producción Vegetal, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Mar del Plata. Balcarce, Buenos Aires.

• Salvagiotti, F., Enrico, J. M., Barraco, M., Prieto, G., and Agosti, M.B. 2016. Componentes de la eficiencia de N en maíz de siembra tardía con diferentes antecesores. Actas XXV Congreso Argentino de Ciencia del Suelo. Rio Cuarto. AACS.

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