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Alfalfa: pautas para elegir la mejor variedad
Actualización en mejoramiento y desarrollo de variedades nacionales de alfalfa. Desde la EEA INTA Manfredi brindan algunas consideraciones para asegurar una correcta elección.
Por: Odorizzi, A. Ing. Agr. (Dr.) - Mejoramiento de Alfalfa - EEA Manfredi - INTA
Llegó el otoño y con él la época más apropiada para la siembra de alfalfa (Medicago sativa L.) en Argentina. La EEA Manfredi es la sede del programa nacional de mejoramiento genético de alfalfa del INTA. Las actividades se llevan a cabo con la asistencia financiera de la empresa Palo Verde S.R.L., a través de un Convenio de Vinculación Tecnológica (CVT) que lleva 10 años en vigencia y ya se firmó su renovación por otros 10 años más. El programa se inició en el año 1987 y ya se han inscripto en el Registro Nacional de Cultivares del INASE un total de 18 cultivares de alfalfa de los grados de reposo invernal (GRI) 6 a 10: Monarca SP INTA, Victoria SP, Costera SP INTA, Perla SP INTA, Rocío SP INTA, Esmeralda SP INTA, Gloria SP INTA y Bárbara SP INTA, ProINTA Carmina, ProINTA Luján, ProINTA Patricia, ProINTA Mora, ProINTA Super Monarca, Pulmari PV INTA, Traful PV INTA, Limay PV INTA y las dos más recientes Kumen PV INTA con tolerancia a la salinidad y Amaya PV INTA para producción de heno de calidad.
En Argentina se cultivan actualmente poco más de 2,5 millones de hectáreas de alfalfa entre cultivo puro y consociado, especialmente con gramíneas templadas. La oferta de variedades en el mercado tanto nacionales como importadas es amplia y, a pesar de ser sumamente positiva para el productor agropecuario porque incrementa sus posibilidades de producción, al mismo tiempo torna complicada la identificación y elección de aquellos materiales más apropiados. Si bien es difícil definir pautas de aplicación universal que permitan la elección de las variedades más aptas para cada zona del país, es posible sugerir conceptos generales que orienten las decisiones.
En primer lugar, debe consultarse toda información imparcial y confiable que se ofrezca sobre ensayos de evaluación (producción de forraje, persistencia y respuesta fitosanitaria) de los cultivares. En ese sentido, y sin perjuicio de otras fuentes, la información suministrada por la Red Nacional de Evaluación de Cultivares de Alfalfa del INTA, a través de su publicación “Avances en Alfalfa”, constituye una valiosa herramienta de consulta para la identificación de cultivares de buen comportamiento en cada zona alfalfera del país. La información de la red (16 localidades) es resumida y publicada anualmente por la EEA Manfredi - INTA y la información está disponible en https://inta.gob.ar/documentos/directorio-de-avances-en-alfalfa.
En segundo lugar, para la provisión de semillas se debe recurrir preferentemente a empresas de reconocida trayectoria que ofrecen la garantía de la calidad genética y física de la semilla. No tiene sentido arriesgar la implantación de una pastura (que constituye una inversión importante que debe amortizarse en varios años) por el supuesto y pequeño ahorro que significaría sembrar una semilla más barata, pero de dudosa procedencia y calidad (genética y física).
En tercer lugar, se debe prestar atención al grado de reposo invernal y al comportamiento sanitario de cada cultivar. A grandes rasgos, las variedades sin reposo invernal a extremadamente sin reposo invernal (GRI 8-10) se recomiendan para aquellos planteos en donde la producción invernal de forraje es importante, como es el caso de los tambos o los planteos intensivos de producción de carne. Las variedades de reposo intermedio (GRI 6-7) se recomiendan principalmente, aunque no en forma excluyente, para la producción de carne y/o producción de heno. Las variedades de mayor reposo invernal (GRI 5) se recomiendan para los mismos casos que las de GRI 6-7 pero en zonas más frías, como la pampeana sur y los valles patagónicos.
En cuanto al comportamiento sanitario, cuanto más elevado sea el nivel de resistencia a la mayor cantidad de plagas y enfermedades, tanto mejor. Pero atendiendo a las características del país, debería buscarse por lo menos resistencia (>30 %) a los pulgones azul y moteado, y a fitóftora. En un segundo plano se ubican enfermedades como la antracnosis y la fusariosis, y plagas como el pulgón verde.
Por último, hay que tener en cuenta que la adaptación local de los cultivares desarrollados en el país ofrece generalmente mayores probabilidades de un mejor comportamiento agronómico que el de aquellas variedades seleccionadas para las condiciones ambientales y de uso de otros países. En este aspecto, en el INTA Manfredi se seleccionan variedades de alfalfa que combinan altos rendimientos de forraje con elevados niveles de persistencia y altos niveles de resistencia múltiple a las principales plagas y enfermedades del cultivo. Entre éstos últimos cabe mencionar: pulgón moteado (Therioaphis maculata), pulgón azul (Acyrthosiphon kondoi), pulgón verde (Acyrthosiphon pisum), podredumbre húmeda o fitóftora (Phytophthora megasperma), antracnosis (Colletotrichum trifolii) y fusariosis (Fusarium oxysporum). El método de mejoramiento se basa en el desarrollo de variedades sintéticas, combinando la selección a campo con ciclos de selección recurrente fenotípica en ambientes controlados o semicontrolados. A fin de cubrir todas las áreas alfalferas del país, se desarrollan materiales con un rango de GRI 5 a 10.
Dentro de las nuevas características de selección, se destacan las siguientes: a) el desarrollo de cultivares sin reposo invernal con un menor potencial timpanizante (“alfalfas antiempaste”) por medio de la selección de plantas con una menor desaparición ruminal inicial, por medio de la espectrofotometría de absorción del rojo cercano (NIRS); b) la selección de plantas de mayor calidad forrajera (mayor relación hoja/tallo); c) el desarrollo de cultivares con tolerancia a factores abióticos como sequía, anegamiento o salinidad; y d) utilización de técnicas biotecnológicas para el desarrollo de cultivares con resistencia a enfermedades y herbicidas, combinando las capacidades institucionales del INTA con las capacidades de empresas privadas y/o centros de investigación de otros países. Hasta el presente, los resultados de estos trabajos son muy promisorios.
En la EEA Manfredi se realiza la selección y la evaluación de las plantas madres, reuniendo ejemplares destacados (principalmente en producción y persistencia) de alfalfares longevos en unidades del INTA y/o campos de productores. En caso de ser necesario, se eleva el nivel de resistencia a plagas y enfermedades en los insectarios a infectarios. Por último, se procede a la síntesis de la semilla pre-básica o “breeder” de cada línea experimental en jaulas de polinización forzada con abejas melíferas. Seguidamente, estos materiales son multiplicados en Hilario Ascasubi, bajo apropiadas condiciones ambientales y empleando también jaulas de polinización forzada con abejas melíferas.
Las líneas experimentales que han finalizado su ciclo de selección y multiplicación son evaluadas por producción, persistencia y comportamiento a plagas y enfermedades en la Red de Evaluación Interna del CVT Alfalfa, que incluye a las EEAs de Rafaela, Manfredi, General Villegas y Santiago del Estero. Estos ensayos se conducen por un mínimo de 3 temporadas, bajo condiciones de secano o riego y bajo corte. Los materiales superiores son finalmente inscriptos en el INASE y multiplicados a escala comercial para su lanzamiento al mercado.
Sumado a la elección correcta de la variedad, es necesario tomar decisiones acertadas ya que una alfalfa productiva y persistente se logra teniendo en cuenta una serie de consideraciones. Para que la variedad elegida pueda expresar su potencial de producción, se debe partir de un lote que reúna las condiciones mínimas de fertilidad química y condiciones físicas, y que esté libre de malezas de difícil control. Luego, deberá sembrarse en época óptima y usarse adecuada densidad y profundidad de siembra. Seguidamente, se controlarán malezas (particularmente durante el establecimiento) y plagas, y se procederá a un manejo racional del corte o pastoreo, respetando los períodos de descanso e intensidades de defoliación.
Desde INTA Manfredi estamos a su disposición:
Odorizzi Ariel
Arolfo Valeria
Olivo Silvia
Basigalup Daniel
Urrets Zavalia Gaston