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El abc para lograr un trigo de 10.000 kilos en Norpatagonia

Jorge Fraschina y Magalí Guitierrez repasan algunos de los trabajos y experiencias que permitirían lograr altos rendimientos de trigo en los valles irrigados norpatagónicos.

DISERTANTES M. Gutiérrez; J. Fraschina (Chacra VINPA).

Lograr 10 mil kilos por hectárea de trigo en el norte de la patagonia representa un desafío productivo grande, incluso en las mejores zonas trigueras argentinas. Para compartir algunos conceptos y experiencias realizadas por la Chacra Valles Irrigados del Norte Patagónico (VINPA) y el INTA, estuvieron presentes los ingenieros agrónomos Jorge Fraschina y Magalí Gutierrez.

Fraschina repasó algunos conceptos de la ecofisiología del trigo, ciencia que estudia cómo interactúa el ambiente y los cultivos. En este sentido, remarcó “la importancia de conocer el ambiente de producción y buscar la mejor combinación entre las características de la variedad y la disponibilidad de recursos necesarios”.

Para entender y proyectar los resultados de trigo cosechado en los VINPA, el especialista del INTA los comparó con los resultados de investigación publicados por la Universidad Austral de Chile, realizados en la localidad de Valdivia, cuya latitud es similar a la de Viedma pero con un ambiente muy favorable y con clima marítimo que le permite al trigo permanecer más tiempo en el campo, postergando la espigazón. De acuerdo a los resultados, en Valdivia se observa una alta correlación del rendimiento con la producción de biomasa y con el número de granos, en un intervalo que supera las 15 tn. Respecto al número de granos en relación al peso de granos, hay combinaciones que permiten alcanzar 16.000 kg por ha.

En el plano local, Fraschina mostró los resultados obtenidos por la Chacra VINPA en 2019, a partir de ensayos de fertilización y de densidad de siembra, con dos variedades en ambientes distintos. “Los resultados superan las 10 tn/ha, con un número de granos superior a los 25.000 granos por m2 y peso de mil granos superior a los 48. Esto significa que estamos relevando datos de 12.000 kg/ha”, destacó.

Por su parte, la GTD de la Chacra VINPA, definió al trigo como un aliado para los sistemas de producción en norpatagonia. “El trigo, con su sistema radicular y su alta capacidad de recorrer todo el suelo en raíces, se transformó en un aliado estratégico para el desarrollo de los suelos con deficiencias de fertilidad física y química”, destacó.

De acuerdo a mediciones propias que llevan adelante desde el 2015, en sitios sin deficiencias hídricas, se midieron rindes a campo de 12.500 kilos/ha. A partir de esta información, se plantearon la hipótesis de que es posible alcanzar el 80 % del potencial promedio observado (10 ton/ha), y que fue comprobado por el establecimiento El Carbón, en 2019, que logró rindes promedios de 10.100 kg/ha.

¿Cómo lo lograron? Los elevados rendimientos se lograron en planteos que alcanzan los 26.000/28.0000 gr/m2 con pesos de grano >40 mg. “El principal componente a fomentar con manejo agronómico para lograr ese número de granos son las espigas por m2, apuntando a lograr un stand superior a 700 espigas/m2”, dijo Gutierrez. También apuntó a ubicar el período crítico (PC) con las mejores condiciones de radiación y temperaturas medias bajas (alto Q), y que se logró con una FS entre el 15/20 de junio con ciclos intermedios-largos. Asimismo, se debe lograr una densidad de siembra que permita captar al máximo la radiación al inicio del PC, sosteniendo los niveles de agua útil por encima del umbral de stress todo el ciclo. En materia de nutrición, al trabajar con suelos deficientes de N, para alcanzar 10.000 kg se debe absorber 260 kg/ha N = 340 kg N/ disponible (suelo + fertilizante).

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