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Tecnología de proceso para lograr suelos siempre verdes y siempre vivos

Cinco profesionales y miembros de Aapresid mostraron cómo producir imitando a la naturaleza

Sistemas productivos siempre vivos, siempre verdes.

DISERTANTES M. Arriola; P. Lopez Anido; J. Mazzieri; B. Romano; J.L.Zorzin

En el marco del XXVIII Congreso Aapresid “Siempre Vivo. Siempre Verde”, cinco profesionales y miembros activos de Aapresid compartieron una charla titulada “Sistemas productivos siempre vivos, siempre verdes”. El punto de partida fue la captura de la energía del sol a través de la fotosíntesis para montar una cadena de procesos que generan productos y que debe estar en equilibrio con el menor impacto ambiental. Es sabido que se necesitan agua, nutrientes, luz, dióxido de carbono y temperatura, recursos disponibles en Argentina, y el panel puso en claro cómo es posible producir y generar riquezas de modo sustentable con la siembra directa.

Marcelo Arriola, director de Sistemas Chacras y miembro de la CD de Aapresid, comenzó hablando de la biolabranza y la ligazón con la rotación, lo que implica que la biología del suelo puede modificarse según los cultivos. “A medida que intensificamos, aumentamos el stock de Carbono en distintos campos”, recordó como algo que los incentivó desde el inicio, del mismo modo que otras demostraciones de vida en la tierra lo hacían.

Arriola hizo hincapié en la biomasa con intensidad: “A medida que más le damos de comer al suelo, teniendo todo el año el campo verde, podemos aumentar nuestra biomasa”, expresó. “Pensar en la biología del suelo no es solo aumentar la cantidad de Carbono capturado, sino que debe haber verde todo el año para darle de comer a la macro fauna. Hay que darle continuidad al sistema”, aconsejó.

En la misma línea, remarcó: “Es indudable que la intensificación y la rotación favorecen la abundancia de algunos grupos biológicos de meso y macro fauna para la biolabranza del suelo. Son tecnologías de proceso. El deterioro del suelo sucedió en un tiempo relativamente largo, entonces tenemos que darle tiempo para que los procesos se manifiesten y resulten en una mejor salud del suelo”, concluyó.

Pablo López Anido, productor de Bandera y director adjunto de la Red de Conocimiento de Malezas Resistentes de Aapresid (REM), contó que con rotaciones con cultivos de servicio (CS) y manejo de malezas, como lo hacen en la Chacra Bandera, fueron viendo cómo respondían las distintas malezas y se iban suprimiendo. También mostró trabajos de cultivos consociados de leguminosas y gramíneas, y también con siembras aéreas.

“Los CS para el manejo de malezas son una tecnología de procesos y no de insumos, por lo que es necesario adaptarlos a cada caso”, recomendó. Destacó que “cuando aparte del cultivo de servicio se usa barbecho químico, el control de malezas es casi total”.

Finalmente sugirió tratar de aumentar la diversidad de las rotaciones, yendo de una frecuencia de cultivos a una matriz que irá variando según el ambiente. “Y en caso de incorporar ganadería, la matriz sería mayor”, dijo.

Jorge Mazzieri sumó la experiencia de la Chacra VINPA a donde llegaron por la oferta ambiental y generaron un suelo productivo a través de la intensificación de la rotación y con riego total. En siete años lograron mejorar la materia orgánica, la infiltración y obtienen de 8 a 10 toneladas de trigo por hectárea, de 4 a 4,5 tn/ha de soja y de 13 a 15 tn/ha de maíz. Esos resultados se proyectan igualmente positivos para la ganadería.

Bernardo Romano, de la Regional Bragado-Chivilcoy, compartió tips para mejorar el ambiente y ser rentable en campos arrendados trabajados bajo sistema de siembra directa con cultivos de trigo, soja y maíz, intensificados desde hace doce años con doble cultivo de cosecha y CS. En el balance destacó el incremento de la actividad biológica del suelo, la mejora sostenible del Carbono orgánico cerca de la superficie, la mejora en la estructura del suelo y la disminución del uso de fitosanitarios y fertilizantes químicos. También remarcó la mejora en el control de malezas resistentes, la disminución de la brecha productiva y el consabido aumento de la rentabilidad. Ratificando lo dicho por sus pares de panel, Romano advirtió que no se debe caer ante la falta de resultados inmediatos pues, a medida que pasa el tiempo, todas las mejoras se potencian.

José Luis Zorzín, de la Regional Los Surgente-Inriville aportó los beneficios de los sistemas siempre verdes sobre el problema de los excedentes hídricos, que afecta a casi toda la región productiva, especialmente la pampeana. “Hay un nuevo escenario productivo desde hace más de diez años”, pero “la dinámica de la napa está fuertemente influenciada por el balance hídrico y las acciones del hombre”, aseguró.

Zorzín apuntó que “de los componentes del balance hídrico, la producción puede intervenir a través del consumo para mitigar los efectos adversos”, y citó a la intensificación y las tecnologías dentro del cultivo. También puso el acento en la intensificación ganadera que va surgiendo naturalmente, para refrendar que “es económicamente viable y sustentable”.

La Agricultura Siempre Verde y el secuestro de carbono

Los suelos representan la mayor reserva de Carbono en los ecosistemas terrestres: cerca de 700 mil millones de toneladas de Carbono se encuentran almacenadas en los primeros 30 cm del suelo. Si se lo lleva al metro de profundidad, este valor se va a casi el doble.

El secuestro de carbono orgánico del suelo se destaca como una de las estrategias más promisorias para la mitigación de los gases de efecto invernadero (GEI) y se suman otras ventajas como las mejoras en la porosidad, infiltración de agua, nutrientes, entre otros.

Argentina presenta niveles elevados para secuestrar carbono y reducir emisiones a través del incremento de carbono orgánico de los suelos. En este sentido, se observa una importante variabilidad en cuanto a las emisiones y la capacidad de secuestro entre distintos ambientes, rotaciones y sistemas de manejo.

El Ing. Agr. Guillermo Peralta compartió algunas proyecciones que se hicieron desde INTA y Aapresid sobre el balance de carbono a lo largo del tiempo para conocer cuál puede ser la capacidad de secuestro de las distintas rotaciones y ambientes en el largo plazo. Los resultados muestran que las rotaciones menos intensas, logran tasas estables de carbono; las rotaciones de mayor intensidad y diversidad, presentan tasas más elevadas; y aquellas rotaciones que incluyen ciclos de pasturas, muestran una tendencia favorable durante las pasturas y estable en los ciclos agrícolas posteriores. Esto permite proyectar un rango medio de ganancia en el largo plazo de alrededor 200 kg de ganancia de C/ha.año, lo que permitiría remover de la atmósfera cerca de 1 tn de dióxido de carbono/ha.año.

Al día de hoy, existen brechas entre los niveles actuales de Carbono y los alcanzables que pueden ser exploradas y reducidas a partir de la intensificación. Según afirma Peralta, “es fundamental pensar en sistemas de monitoreo y cuantificación del carbono del suelo para conocer la capacidad de secuestro que tienen los distintos ambientes en relación a las emisiones. Esto permitirá ver cómo evolucionan nuestros sistemas y cuán eficientes somos”

Capacidad de secuestro de carbono de diferentes regiones bajo agricultura siempre verde.

DISERTANTE G. Peralta.

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