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Cambios en el consumo generan nuevas tendencias en los mercados de alimentos y bioproductos
La agroindustria y la bioeconomía argentina tienen una oportunidad sin precedentes. ¿Qué buscan ahora los consumidores? ¿Cómo podemos satisfacerlos?
Por: Mansilla, M. GTD Chacra de Valor Agregado enOrigen
La Chacra de Valor Agregado en Origen se conformó a raíz del interés de un grupo de socios de Aapresid para buscar alternativas que les permitan mejorar la rentabilidad de sus empresas, diversificar riesgos y contribuir al desarrollo sustentable. Las posibilidades de generar productos y servicios a partir de las materias primas son muchas, pero de ahí a que un proyecto pueda ser viable y competitivo hay una larga distancia.
Un punto clave en cualquier negocio que emprendamos es conocer los mercados, los diferentes nichos de consumidores y las tendencias. El concepto de valor tiene que ver con lo que está dispuesto a pagar un cliente por un producto en función de la percepción que tiene acerca de él y los beneficios que le brinda. Por lo que, si no conocemos cuáles son sus necesidades y los aspectos que valora, es muy difícil generar valor en una empresa. Es por ello que desde la Chacra trabajamos en un taller para analizar y discutir las nuevas tendencias en el consumo.
La globalización, internet y el desarrollo de nuevas tecnologías en los últimos años cambiaron rotundamente nuestras vidas, y la forma de hacer negocios no es la excepción. Vivimos en tiempos donde, las empresas ya no deciden qué producir. Pero si las empresas no lo deciden, entonces, ¿quién lo hace? La respuesta es simple, EL CONSUMIDOR.
El acceso a la información de manera masiva y pública, así como la posibilidad de poder expresarse y compartir con otros usuarios a través de diferentes medios sus experiencias de compra, sus gustos, sus valores, les dieron herramientas a los consumidores, los empoderaron, y son ellos los que traccionan la demanda y a quiénes debemos analizar para satisfacerlos si queremos tener éxito en cualquier proyecto que emprendamos.
Características del nuevo consumidor
Este consumidor súper informado, tiene acceso en tiempo real a todo tipo de consultas a través de su dispositivo móvil y puede elegir entre cientos de opciones de un mismo producto. Es crítico, exigente, quiere respuestas de forma rápida y práctica. Cada día está más abierto a usar nuevas tecnologías, especialmente post pandemia, compra más cosas de manera virtual y usa menos dinero en efectivo.
Este consumidor también es cada vez más consciente de su responsabilidad como tal y comienza a valorar las empresas confiables por la calidad de sus productos, transparentes por la información que brinda acerca de cómo fueron producidos, y responsables con los derechos humanos, con el medio ambiente, con los animales y con el desarrollo local.
Por último, con tanta información y millones de opciones, están abiertos a probar nuevas experiencias y quieren productos personalizados que respeten sus gustos y valores.
Por todo esto, podemos concluir, que no solo importa lo tangible de un producto, sino también todo lo intangible que viene con él. Según GlobalData, “el 60% de los consumidores están centrados en la experiencia de compra y no en el producto. Como tal, vivimos en una economía de experiencias donde el valor de los alimentos y bebidas incluye algo más que el sabor. Cualidades como la textura y el aroma se han dejado a veces aparcados y llega el momento de innovar en ello”.
En relación a esto, un estudio de IBM (Haller et al., 2020), realizado en consumidores de 26 países de los 5 continentes, muestra estadísticas contundentes:
El 81% valora la confianza de la marca (información, transparencia, calidad, trazabilidad, responsabilidad social y ambiental).
Los consumidores de todas las edades o ingresos están dispuestos a pagar primas mucho más altas por productos alineados con sus valores personales.
El 70% de estos compradores pagaría un 35% más para compras sostenibles, como productos reciclados o ecológicos.
El 57% de ellos incluso está dispuesto a cambiar sus hábitos de compra para ayudar a reducir el impacto ambiental negativo.
El 79% declara que es importante que las marcas brinden autenticidad garantizada, como certificaciones y transparencia total, dispuestos a pagar por ello un 37% más de dinero.
Muchos de estos cambios de hábitos generan fuertes tendencias en los mercados globales, en especial en los de alimentos y bioproductos que se pueden generar en reemplazo de productos derivados del petróleo o de síntesis química que atentan sobre la salud y el medioambiente. Esto significa una oportunidad sin precedentes para la agroindustria y la bioeconomía argentina.
Tendencias en los mercados alimentarios
1) La salud y la alimentación van de la mano
Hay una conciencia muy fuerte de los beneficios que trae a la salud una dieta equilibrada y nutritiva. Se comen menos hidratos de carbono y grasas, y aumenta la demanda de proteínas, vitaminas y fibras. En lo que respecta a las proteínas, en Oriente el consumo seguirá aumentando principalmente de carne de cerdo, pollo y vaca. En Occidente, comienza a bajar levemente el consumo de éstas al reemplazarse por proteínas de origen vegetal como las legumbres y semillas.
También, comienza a demandarse cada vez más y a mayores valores, aquellos alimentos y/o componentes que aporten beneficios específicos a la salud física y mental, en la reducción del riesgo de enfermedades crónico-degenerativas, en las funciones nutricionales básicas, metabólicas o fisiológicas. Son los llamados alimentos funcionales y nutracéuticos. Podemos observar el incremento de productos que tienen altos contea) nidos de una proteína, un mineral, en fibras o alguna molécula esencial, que ayudan a prevenir o tratar una enfermedad.
Por otra parte, se habla de “superalimentos” (como término “marketinero”, ya que de forma oficial no están reconocidos como tal), a productos como las semillas de cáñamo, chía, quínoa, sésamo, arándanos, paltas, almendras, granada, kale, hierba de trigo, maíz morado, coles, entre otras que podemos producir en Argentina.
Se piensa en sustitutivos del azúcar a base de frutas y verduras. Aparte de las alternativas como stevia, miel y jarabes de plantas, se pueden generar sabores dulces con almíbar de frutas y almidones. Swerve, por ejemplo, es un sustituto no glucémico y 0 calorías del azúcar, que combina el eritritol con ingredientes de frutas y hortalizas para producir un edulcorante.
Las marcas están apuntando a la próxima generación con productos más originales, ampliando la oferta más allá de alimentos tradicionales con ingredientes más saludables.
Las marcas están apuntando a la próxima generación con productos más originales, ampliando la oferta más allá de alimentos tradicionales con ingredientes más saludables. Apuestan por snacks más nutritivos como frutas deshidratadas, alimentos fermentados, con un poco de picante o con sabor umami (delicioso, de regusto prolongado), uso de harinas alternativas, etc.
Pero la mayor de las preocupaciones del consumidor es la seguridad de que lo que come sea inocuo y seguro. Según la FAO (FERG. 2015), cada año en el mundo se enferman 600 millones de personas -casi 1 de cada 10 habitantes- por ingerir alimentos en mal estado y alrededor de 420.000 mueren por esta causa. Es por ello que se valora muchísimo la calidad de las materias primas y los procesos, pudiéndose certificar, para conocer su origen y el camino recorrido hasta llegar a sus manos, o lo que llamamos trazabilidad. Sin ella no se puede acceder a muchos mercados ni obtener diferenciales de precio, al igual que pasa con muchas certificaciones.
2) Dietas especiales
En los últimos años se dio una gran proliferación de productos sin TACC, libres de gluten, grasas, alérgenos u otros componentes. También se desarrollan segmentos de mercados para un público determinado como los adultos mayores, niños, deportistas, entre otros, con nutrientes específicos según los requerimientos de cada nicho.
Pero sin duda lo que está revolucionando el mercado de los alimentos es la fuerte tendencia al vegetarianismo y veganismo. Las causas son variadas: la sensibilidad que genera en algunas personas el consumo de productos de origen animal, por el impacto ambiental que estos pueden generar, por gusto, moda, etc.
La proteína vegetal se ha convertido en una de las más buscadas. Se espera que su demanda crezca en un 43% en 2030, casi tres veces más que el crecimiento estimado de la proteína animal. Un informe de la Comisión Europea (2018) señala que el mercado de alimentos para proteínas vegetales está experimentando un crecimiento de dos dígitos, impulsado por la demanda de alternativas a la carne y a los lácteos. Se estima que su mercado pasará de 18.500 millones de dólares en 2019 a 40.600 millones de dólares para 2025, según datos de la plataforma de investigación de mercado MarketsandMarkets (2020).
Además, y a diferencia de lo que se cree, en la actualidad no son únicamente los vegetarianos y los veganos quienes buscan alimentos realizados con proteínas vegetales. El 86% de las personas que compran productos con este componente comen carne. Esto demuestra que, lejos de ser consumidas únicamente por un nicho, las proteínas vegetales atraen a un grupo cada vez más amplio de compradores.
El mercado incluso resulta atractivo para las empresas cárnicas que no quieren quedarse fuera del juego. Estas incluyen a multinacionales como Tyson Foods, Cargill y Campofrío que ya ofrecen productos alternativos a la carne. Otras compañías como Nestlé y Unilever también han lanzado productos veganos. Burger King revolucionó cuando lanzó la “Impossible Burguer”, una hamburguesa idéntica a una de carne pero hecha 100% a partir de plantas. El éxito fue tal, que a su competencia McDonald 's no le quedó otra alternativa que anunciar la suya a partir de este 2021. En Rosario la empresa local Frizata hizo su propio lanzamiento.
Por último, una ola abstemia, sobre todo entre los más jóvenes, obliga a repensar el portafolio de bebidas sin alcohol. En el mundo crece el mercado de las aguas saborizadas, las bebidas energizantes y otro tipo de infusiones a base de frutas y hierbas, ya sean frías o calientes.
3) Comer y algo más: una experiencia
Como mencionamos antes, no sólo importa el producto en sí sino los atributos que vienen con él, los valores que persiguen y los servicios que brinda.
Así observamos, en diversos estudios, cómo crece año tras año la demanda de alimentos orgánicos, muy por encima de lo que lo hacen los alimentos convencionales. A su vez comienzan a valorizarse aquellos productos que fueron producidos cuidando el planeta, o que respetan el bienestar animal, o están libres de antibióticos. También, se aprecian los aspectos sociales, como el comercio justo, las empresas responsables socialmente y que agregan valor a las comunidades.
La mesa familiar también está sufriendo transformaciones. Por un lado, se reducen los tiempos en que todos los miembros del hogar se sientan a la mesa, muchos incluso viven solos y hacen varias de sus comidas fuera de su casa. Esta situación genera la necesidad de no solo alimentarse, sino que además el alimento llegue hasta el cliente de manera fácil y rápida, por lo que una enorme cantidad de personas optan por comidas listas, semi preparadas o pre cocidas donde sólo hay que calentar o cocinar unos minutos. El crecimiento de franquicias como Frioteka o Frizata así lo evidencian. Y el delivery alcanza un nuevo nivel a través de las nuevas aplicaciones del celular como Pedidos Ya, Rappi o algunas empresas que desarrollan sus propios envíos a domicilio. Se compra por internet y se paga con tarjetas y billeteras virtuales. Esto a su vez permite potenciar un negocio, pudiendo llegar a miles de clientes, sin necesidad de tener grandes estructuras y pudiendo prescindir de una distribución propia, sistemas de cobranzas y otros servicios.
Otro punto, fruto de la globalización e internet, es cómo se empiezan a popularizar las comidas étnicas como la comida mexicana, japonesa, peruana, entre otras y cada vez son más los consumidores que comienzan a probar nuevas comidas. Tacos y burritos, sushi, sopas, hamburguesas caseras, falafel, hummus, risotto, paella, pastas y panes típi- cos, chop suey, tamales, fondue, entre tantos otros, abren la oportunidad de mercado a cientos de ingredientes que podemos producir en el país. Salir a comer afuera y el turismo gastronómico no son nuevos, pero los consumidores cada vez lo ponderan más. Hay claros ejemplos de cómo aprovechar los productos locales creando valor en los diferentes eslabones de la cadena como la del vino en Mendoza, las truchas en Bariloche, el cordero en la Patagonia o los quesos y salames criollos de Tandil.
No sólo importa el producto en sí sino los atributos que vienen con él, los valores que persiguen y los servicios que brinda.
b) Tendencias en los mercados de bioproductos
Así como mencionamos muchos cambios en la demanda de alimento por cuestiones ambientales y de salud, el resto de los sectores de la economía no son la excepción. Descarbonizar la economía, reemplazar productos derivados del petróleo y compuestos de síntesis química por productos naturales, renovables y/o amigables con el ambiente es una tendencia general.
Construcción: La construcción sostenible y de baja demanda energética es el concepto de moda que tiene a la madera y al bambú como principales estrellas, como forma de secuestrar carbono y por las importantes propiedades térmicas que poseen. Según las estimaciones de FAO (2009), la demanda mundial de madera se va a incrementar significativamente en el futuro próximo. El rollo industrial crecería un 45%, de 2005 a 2030, mientras que la producción bioenergética aumentaría casi un 50%. Un caso a destacar es el bambú. Hay edificios construidos con él, andamios más resistentes que el acero, cañerías, durmientes de ferrocarril, pisos, techos, cubiertas de barcos. Plazas y jardines se ornamentan con bambú, que permanece verde todo el año con poco mantenimiento. La industria mundial del bambú genera 12 millones de empleos y comercializa US$70.000 millones al año.
Industria textil: La demanda de mezclas de fibras naturales aumenta, como las fibras de yute, cáñamo, lino y otras fibras naturales que pueden mezclarse con el algodón, así como el uso de materiales biodegradables y biopolímeros.
Turismo: Después de la pandemia, los viajeros a nivel mundial preferirán un turismo sostenible (34,6%), con inmersión natural (29,3%) y de experiencias locales auténticas (52,0%). Los Centennials o Generación Z son el grupo de consumidores más activos en este ámbito. Captify revela que “eco” es el atributo más importante al reservar un viaje. La búsqueda de opciones ecológicas de viaje aumenta un 144% en 2019, en comparación con el año anterior y post pandemia se incrementa aún más. El turismo rural y de naturaleza en Argentina comienza a despegar.
Energía: Otra tendencia es el aumento en el uso de energías limpias, entre ellas las provenientes de la biomasa. En el caso de los biocombustibles se prevé un aumento del 15% de 2016-2026 con aumentos de precios.
Farmacéutica y cosmética: El mercado de los productos de higiene personal orgánicos facturó 8.23 billones de dólares en 2013 y, según el informe de mercado de Grand View Research, en 2020 alcanzó los 15.98 billones de dólares. Los extractos naturales ganan terreno año a año frente a los fármacos de síntesis química.
Packaging: El concepto que prima es la reducción del mismo, incluso en algunos casos a cero, y la reducción de polímeros derivados del petróleo. El papel, el cartón, los bioplásticos y otros materiales biodegradables ganan terreno.
Bonos verdes, empleos y servicios verdes: este tipo de iniciativas suman adhesiones, incentivos, beneficios fiscales, fondos de inversión a nivel global.
Oportunidades para capturar valor
Todos estos mercados se encuentran en expansión por el crecimiento poblacional pero también por el crecimiento de la clase media global, y varios de esos mercados incluso hoy ya se encuentran insatisfechos. Como la demanda excederá la oferta, es lógico pensar que los valores de estos nichos continuarán incrementándose y la brecha de precios entre productos convencionales y diferenciados será mayor. Las empresas que mejor entiendan las necesidades de los consumidores y las que estén en eslabones más próximos a ellos son las que tendrán mayores posibilidades de capturar valor.
Estos mercados descritos tienen algo en común: demandan productos cuyas materias primas se pueden producir en nuestros suelos de forma muy competitiva, contribuyendo a diversificar la matriz productiva y a pasar del negocio de los commodities al negocio de productos más especializados, de mayor valor, permitiéndonos avanzar en diferentes eslabones de la cadena e integrarnos con otros sectores.
Por ello, representa para nuestra bioeconomía una oportunidad sin precedentes, en especial para la agroindustria. En primer lugar, porque solo 10 países van a tener excesos de materias primas en los próximos años: Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos, Rusia, Ucrania y los 4 países del Mercosur. Pero además, los argentinos tenemos algunas ventajas sobre ellos. Los dos primeros no van a poder seguir incrementando su producción por limitantes ambientales, frente a los norteamericanos podemos producir a menores costos y frente al resto tenemos mayor diversidad de ambientes y mayor tecnología. Además, lo podemos hacer de forma sostenible y eficiente.
Ahora bien, necesitamos transformar esto en ventajas competitivas, diversificando, trazando, certificando, procesando, adaptando, agregando conocimiento y servicios, mejorando la calidad del producto y de los procesos, innovando. Y para ello, necesitamos crear equipos interdisciplinarios y alianzas estratégicas. Sobre estos temas continuaremos profundizando con la Chacra de Valor Agregado en Origen, lo importante aquí es dimensionar por dónde pasan las enormes oportunidades que tenemos y entender a lo que le da valor el mercado.
BIBLIOGRAFÍA
• Haller K, Lee J, Cheung J. 2020. Meet the 2020 consumers driving change, IBM. EEUU
• https://www.ibm.com/downloads/cas/EXK4XKX8
• Grupo de Referencia sobre Epidemiología de la Carga de Morbilidad de Transmisión Alimentaria (FERG). Estimaciones de la OMS sobre la carga mundial de enfermedades de transmisión alimentaria. OMS, Grupo de Referencia sobre Epidemiología de la Carga de Morbilidad de Transmisión Alimentaria (FERG). https://www.who.int/foodsafety/publications/foodborne_disease/ fergreport/es/
• 2018. INFORME DE LA COMISIÓN AL CONSEJO Y AL PARLAMENTO EUROPEO sobre el desarrollo de proteínas vegetales en la Unión Europea. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/?uri=CELEX%3A52018DC0757
• World Health Organization. 2015. WHO estimates of the global burden of foodborne diseases: foodborne disease burden epidemiology reference group 2007-2015.
• MarketsandMarkets. Informe Agosto 2020. Mercado de proteína vegetal texturizada por aplicación (alternativas a la carne, cereales y bocadillos, otros), forma, fuente (soja, trigo y guisantes), tipo (rebanadas, copos, trozos y gránulos) y región: pronóstico global para 2025
• https://www.marketsandmarkets.com/Market-Reports/textured-vegetable-protein-market-264440297.html
• Deloitte. Enero, 2020. Estudios seriales del "Futuro del consumidor" II Introspección del consumidor basada en big data.
• https://www2.deloitte.com/content/dam/Deloitte/cr/Documents/consumer-business/estudios/deloitte-big-data-insights-delconsumidor.pdf