6 minute read

Certificando el Progreso

UPA Regional Aapresid Pergamino-Colón

A pocos kilómetros de Pergamino, las Buenas Prácticas Agrícolas fueron las protagonistas en la Estancia “San Miguel”.

Para abrir la jornada, el Presidente de la Regional Pergamino-Colón, Eduardo Crimella (centro), manifestó la relevancia de comprobar la calidad y evolución de los sistemas productivos; y AC es el camino.

Los pilares de Agricultura Certificada (AC) fueron discutidos a campo en un encuentro organizado por el Grupo Regional Pergamino Colón, el pasado 19 de febrero ante más de 100 productores y técnicos. La principal limitante de la zona es la pérdida de suelos generada por las marcadas pendientes, ello derivó en la disminución de rendimientos. Esta situación se vio agravada por un sistema productivo basado en labranza convencional y monocultivo de soja. Con la implementación de la siembra directa y la rotación de cultivos se atenuaron los mencionados problemas, obteniéndose resultados productivos muy favorables.

Las Estaciones

Los encargados de dar la bienvenida y dar apertura a la jornada fueron Eduardo Crimella y César Belloso, miembros del Grupo Regional Aapresid Pergamino-Colon. Los representantes de la institución manifestaron la relevancia de comprobar la calidad y evolución de los sistemas productivos, hacer las cosas bien y dar garantía de eso, estas son las bases de AC. Por su parte, Santiago Barberis, miembro de la Regional, se refirió a la importancia de llevar registros y asentar la información generada en el campo. Tomar muestras de suelo evaluando parámetros como el pH, determinará la dotación de nutrientes disponible para los cultivos y así la estrategia de fertilización. Barberis también hizo foco en el monitoreo de plagas como herramienta para decidir el control con plaguicidas. Para ello no sólo nos tenemos que basar en el umbral de daño, sino que también hay que considerar el estado fenológico del cultivo.

Contexto nacional de la producción de maíz

El análisis de la situación actual del cultivo de maíz lo realizó Martín Fraguío de Maizar. El representante institucional, marcó una caída de la superficie sembrada y la producción nacional de dicho cultivo. Para revertir esa tendencia, el ingeniero sostuvo que la solución está en aumentar el valor agregado de toda la cadena, crear mercados, mayor apertura a exportaciones y desgravar el precio de los fertilizantes. Todo ello redundará en una mayor presencia del maíz en la rotación. Haciendo mención de la cadena productiva de maíz y sorgo, Fraguío explicó que se trata de un sistema complejo y que todos los eslabones deben funcionar de manera eficiente para lograr un crecimiento sostenido del cultivo y de todas sus industrias conexas.

Enfermedades y manejo de fungicidas: En pleno lote de soja, el fitopatólogo Marcelo Carmona (FAUBA) repasó los tres requisitos que deben cumplirse para que se produzca una enfermedad: patógeno presente, planta susceptible y ambiente favorable. Si uno de ellos no se da, no es necesario aplicar un terápico, expresó el especialista. Además, manifestó que podemos aumentar la eficiencia en la utilización de los fungicidas llevando registros, anotando las enfermedades que se presentan, estado fenológico y posición en la planta en la cual aparecen (estrato), condiciones meteorológicas, historial de aplicaciones (momento, condiciones y método de aplicación). El período crítico de un cultivo, es aquél en el cual una planta debe contar con todos los requerimientos necesarios para poder expresar su máximo potencial, y cualquier adversidad en dicho período va a afectar los distintos componentes del rendimiento. Para referirse particularmente a soja, Carmona afirmó que la ventana crítica está comprendida entre R3 y R5.5. Allí las enfermedades afectan el número de granos, y de R5.5, se afecta el peso del grano. El fitopatólogo también mencionó diferentes grupos químicos para realizar un control y destacó la importancia de rotar productos en el lote para evitar generar resistencia. Respecto a los fungicidas actuales, manifestó que los triazoles tienen efecto curativo inmediato y las estrobirulinas dan residualidad a la mezcla de 20 y 25 días, evitando infecciones futuras. Para cerrar, Carmona dijo: “la diferencia entre aplicar y no aplicar fungicidas en soja representa un 15 o 20% de rendimiento”.

Plagas y Manejo de nuevos productos Diego Álvarez (Agritest) y Marcelo Arriola (miembro de la Regional Aapresid) comunicaron la importancia de realizar un monitoreo de plagas siguiendo una metodología de trabajo para que el mismo sea eficiente y eficaz:

• Uso del paño vertical

• Número de muestras a tomar según cantidad de hectáreas

• Forma en que se debe recorrer el lote

• Número de golpes según la distancia del espaciamineto entre surcos A esa información hay que sumarle el estado fenológico del cultivo, el número de las plantas por metro cuadrado, cuantificar la defoliación discriminada por estratos, medir la cobertura del entre surco, etc. Álvarez y Arriola puntualizaron la importancia de contar con registros para predecir el comportamiento de una plaga, evaluar con mayor objetividad un producto, tener un mayor control sobre las actividades que se realizan, usar la información para planificaciones futuras, etc. Para cerrar la charla, los técnicos repasaron los diferentes tipos de insecticidas que existen en la actualidad, citando los tradicionales y la nueva generación de plaguicidas.

Nutrición estratégica

“La intensificación y diversificación de las rotaciones provoca el ciclado de los nutrientes, aumentando el contenido de materia orgánica y la cobertura del suelo”, afirmó Gustavo Ferraris de INTA Pergamino. Según Ferraris, intensificar los sistemas productivos permite ser más eficientes en el uso de los recursos, alcanzar una mayor rentabilidad y sustentabilidad. Respecto a la fertilización general del sistema, el especialista sostuvo que antes de evaluar y decidir el fertilizante, la dosis y cómo lo vamos a aplicar, es necesario acumular agua en el perfil y lograr una estructura del cultivo que permita captar los recursos disponibles. “La fertilización estratégica por ambiente nos permite alejarnos de la receta, apuntando a un manejo integrado y estratégico”, dijo el ingeniero para finalizar.

Suelos salinos sódicos y su manejo

La producción agropecuaria de una amplia zona del país se ve limitada por la presencia de suelos salinos. Federico Varela (Regional Aapresid Pergamino-Colon) y Miguel Taboada (FAUBA) profundizaron éste tema, comentando el origen de la salinización de los suelos y cómo impactan las sales, como el sodio, en nuestros sistemas. Taboada expresó de qué manera los procesos geomorfológicos y el relieve influyen de forma decisiva en la aparición de las sales en el perfil, siendo otro factor muy importante el tipo de suelo y subsuelo. El agua para los cultivos de secano puede surgir de la lluvia o de la napa freática. En este último caso habría que evaluar el tipo de sal que presenta la misma, pudiendo tratarse de una sal dura (sódica) la cual traerá problemas de sodificación moderada acompañada de restricciones hídricas, o de sales blandas, como los bicarbonatos, los cuales producirán encostramientos, sellado y desestabilización estructural. Para la rehabilitación de suelos salinos sódicos, los ingenieros, sugirieron manejar los excedentes hídricos a nivel de cuenca para luego proceder a su recuperación, la cual puede ser química, física y/o biológica. Las constantes de esta jornada fueron las BPA´s. Todo un sello de Aapresid

A la hora de implantar soja, hay que tener en cuenta la caracterización del ambiente, la fecha de siembra, la variedad y la elección de grupos madurez, manifestó Nicolás Rios Centeno

This article is from: