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Dosificacion variable de insumos

Ing. Agr. Andrés Méndez - Técnico Juan Pablo Vélez - Técnico Diego Villarroel Proyecto Maquinas y Agrocomponentes Precisos – INTA Manfredi

Máquinas precisas, asociadas a la experiencia del productor y asesor, permiten definir dentro de un lote, sitios con distinta potencialidad de rendimiento que tendrán diferente manejo y requerimiento de insumos

La Agricultura de Precisión (AP) es una tecnología de información basada en el posicionamiento satelital; y una de la ventajas que brinda es la de obtener datos georeferenciados de los lotes para un mejor conocimiento de la variabilidad de rendimiento expresada por los diferentes cultivos en los diferentes sitios del campo. Los lotes pueden presentar distintos tipos de variabilidad: por topográfica, por génesis de suelo, por distinto tipo de manejo, entre otras causas. Y existen herramientas a través de las cuales se pueden recolectar como ser: mapas de rendimiento de cultivos anteriores, fotografía aérea, mapas topográficos, imágenes satelitales, carta de suelo, etc. que asociadas con la experiencia del productor o asesor permite definir dentro de un lote, sitios con potencialidad de rendimiento diferentes que tendrán diferente requerimientos de insumos los cuales pueden ser aplicados con Tecnología de Dosificación Variable (VRT). La VRT posibilita realizar los cambios de dosis y densidades en tiempo real siguiendo prescripciones o recomendaciones que son cargadas previamente en monitores de máquinas inteligentes equipadas con GPS o en forma manual por medio de un operario conocedor de la variabilidad espacial del lote.

La rentabilidad de la VRT cambia en relación el precio del cultivo y de los insumos, el costo de la tecnología de VRT, el tamaño de las zonas de manejo y su porcentaje de variación. Es decir mientras mas caro sea el insumo en cuestión, mientras más bajo el precio del grano, mientras menos costosa sea la VRT, mientras mayor sea tanto el tamaño de las zonas como la diferencia en sus rendimiento, mas rentable será la VRT. Experiencias realizadas por Koch (2004) establecieron que el potencial de mejora de la rentabilidad debido a la aplicación variable de estos insumos depende de 1) la identificación de áreas en el campo en el que los aportes adicionales de insumos aumentará los ingresos en una escala mayor que los costos adicionales que genere dicho aporte y / o 2) la identificación de áreas en las que la reducción de los insumos disminuirá los costos en un escala que es mayor que la reducción potencial de ingresos correlacionado con un menor rendimiento de grano. Pero la VRT, si bien es un concepto intuitivamente atractivo, esta tecnología está inmadura ya que se cuentan con todas las herramientas tecnológicas para realizarla a muy bajo costo, pero existe una limitante: no se cuenta con el conocimiento ni la estructura para administrar e interpretar los datos y decidir en base a ellos. Con el incremento de la experiencia y la expansión de la frontera de conocimiento en la materia de administración y procesamientos de datos esta limitante desaparecerá y el monitor de rendimiento pasará a ser el mayor protagonista en el circuito de la AP.

Máquinas Precisas

El monitor de rendimiento permite la posibilidad de que ningún productor o asesor tenga justificada la duda de si da resultado o no el cambio de determinada tecnología, ya que esta herramienta de recolección de datos permite realizar ensayos a gran escala y en nuestro propio campo. El desarrollo de la experiencia en el manejo y administración de datos es generalmente el producto más duradero que deja el probar una nueva tecnología o herramienta y construir la capacidad para una correcta utilización de la VRT puede ser la inversión de mayor utilidad. La VRT abarca la variación de la tasa de fertilizante liquida y sólida (N, P, K, S, etc.), la variación de la densidad de siembra y la variación de correctores de ph de suelo, tanto en cultivos de cereales y oleaginosas como en pasturas. Para una correcta toma de decisión se debe partir de un correcto diagnóstico, para lo cual es necesario seguir una serie de pasos fundamentales.

1. Delimitación de las zonas de manejo.

2. Programación del muestro con GPS (en grilla o por zonas)

3. Muestreo de Suelo y observación del paisaje.

4. Análisis físico químico de las muestras de suelo.

5. Interpretación de los datos de laboratorio.

6. Recomendaciones de aplicación por zonas

7. Confección de la prescripción.

La delimitación de las zonas de manejo se puede decidir mediante la integración de toda la información georeferenciada disponible tales como: mapas de rendimiento, mapas de conductividad eléctrica, muestreo en grilla de suelo, mapas de profundidad de tosca y napa, carta de suelo, altimetría, fotografías aéreas, imágenes satelitales, etc. Es importante saber que los métodos utilizados para un campo pueden no funcionar para otros campos, ya que no toda la variabilidad se explica de la misma manera y lo más importante a la hora de decidir un manejo variable es el conocimiento del encargado o asesor del campo sobre los lotes a trabajar. La delimitación de zonas con mapa de rendimiento es el método mas utilizado debido a lo generalizado de su uso y a que brindan una información extra y crucial para la VRT que es la de mostrar el potencial de rinde que posee cada zona de manejo. Hay situaciones en las que se hace necesario utilizar otra información georeferenciada ya que se carece de mapas de rinde o para complementar y respaldar la decisión tomada en base a estos. Es importante lograr una correcta interpretación de los mapas de rendimiento por lo que es necesario el conocimiento de las condiciones bajo las cuales se sembraron, desarrollaron y cosecharon los cultivos que lo generaron, ya que el seguimiento del cultivo ayuda a entender las causas de la variabilidad en el rendimiento y estar seguros de que los datos son fieles a la realidad.

La programación del muestreo con GPS permite diseñar y seguir circuito de exploración y se realiza una vez delimitada las zonas y utilizando un software SIG (Sistema de Información Geográfica) y un receptor de GPS (Sistema de Posicionamiento Global) de mano. El SIG es un sistema de información capaz de integrar, almacenar, editar, analizar, compartir y mostrar la información geográficamente referenciada, el cual se comunica con el GPS enviándole la información generada, que en este caso son las coordenadas de los sitios de muestreo. La cantidad de muestreos en cada zona depende de la variabilidad que posea el lote, mientras más variable sea el lote, mayor la cantidad de muestreos que serán necesarios para disminuir el error y obtener mayor representatividad de la realidad. Una vez que programamos el muestreo se recorre el lote con el GPS de mano y sobre cada punto georeferenciado se debe realizar el muestreo de suelos compuesto por 10 submuestras. Este muestreo se debe realizar a su vez a diferentes profundidades, lo recomendable es a 0 – 20 para nutrientes de baja movilidad (P, K, Ca, Mg) y 20 – 60 para los de alta movilidad (N, S, B) (Darwich, 2003). Esta muestra compuesta se debe identificar perfectamente con el número correspondiente al esquema de muestreo georeferenciado y la posición dentro del perfil sin perder su identidad (ejemplo: muestra nº 1 - profundidad 0-20). Una vez tomadas las 10 submuestras se deben homogeneizar bien. Considerando el costo del análisis de laboratorio, se permite que las muestras correspondientes a cada zona delimitada se mezclen para así obtener solo una muestra por zona pero sin mezclar las correspondiente a cada sector del perfil (ej: todas las de la zona de alto potencial y separadas en 0-20 por un lado y 20-60 por otro), de todos modos mientras más muestras se lleven a laboratorio mejores serán los resultados. Tengamos en cuenta que la capa superficial del suelo de una hectárea de terreno pesa aproximadamente entre 2,2 y 2,4 millones de Kg. o sea que si se tiene una zona de 20 has estamos hablando de 44 a 48 millones de Kg., que nosotros vamos a representar con una muestra de 200 gr. que es lo que se envía a laboratorio. Pensemos entonces en la importancia que tiene el muestreo para lograr representar al lote en cuestión. Para el cálculo de contenido de humedad del suelo, la muestra se debe tomar a la profundidad que se requiera (Maíz 2 m, Girasol y Soja 1,5 m, Trigo 1 m), esta profundidad está correlacionada con la profundidad de inspección de las raíces de cada cultivo y es relativa según las condiciones de suelo que existan, ej. suelo con napa, tosca, arenoso, etc.

Enviar las muestras inmediatamente después de extraídas a laboratorio; y hasta la llegada al mismo mantener la muestra en lugar fresco y en el caso de análisis de nitratos, enviar las muestras refrigeradas, esto es importante ya que al exponer al suelo a las condiciones atmosféricas hay procesos propios de suelo que se aceleran alterando la composición química original, tal es el caso de la evaporación del agua, y la pérdida de N por volatilización.

El análisis de suelos químico en laboratorio, permite conocer el suelo, identificar las principales limitantes y potencialidades, implementar técnicas de producción, conservación y mitigación, establecer necesidades de fertilización y ajustar dosis de aplicación. Con el análisis de suelo se pretende determinar el grado de suficiencia o deficiencia de los nutrientes del suelo, así como las condiciones adversas que pueden perjudicar a los cultivos, tales como la acidez excesiva, la salinidad, y la toxicidad de algunos elementos. Molina, 2002). Los datos de laboratorio se emiten con todos los parámetros químicos que le hayamos solicitado al laboratorio e identificados con la zona y el sector dentro del perfil que representa, dichas identificaciones se extraen de la etiqueta debidamente colocadas en las muestras al momento de la toma de la misma. Para la interpretación de los datos de laboratorio existen valores de referencia general expresados en tablas en donde se diferencian los niveles óptimos de aquello que no lo son que conjuntamente con el potencial de rendimiento extraído de los mapas de rendimiento se realiza la recomendación de aplicación por zona (Tabla 1). En cuanto a la densidad de semilla, otro insumo fundamental y de gran impacto en los márgenes, la óptima a utilizar no surge solamente de parámetros químicos o físicos de suelo sino que, es aquella que se ajuste a las características de cada ecorregión a la que pertenece y a las especificaciones del híbrido o variedad a utilizar definida por el área foliar de cada una de las plantas, de la disposición de sus hojas, de la fecha de siembra y del grupo de madurez. El cultivo de maíz es el más sensible a la variación de la densidad de siembra, en cuanto los recursos para el crecimiento se tornan limitantes, se reduce la capacidad de las plantas para crecer durante la floración y aumenta el riesgo de aborto de granos. Dicho riesgo debe ser prevenido y una de las alternativas puede ser sembrar una menor densidad que permita mejorar la disponibilidad de recursos para cada planta y revertir su granazón (Cirilo, 2003). En cuanto a los cultivos de trigo y soja la respuesta a la densidad de siembra no es significativa debiendo procurar de no solo mantener los umbrales óptimos según especificaciones de cada variedad sino también incrementarla a medida en que las condiciones se tornen mas deficiente en detrimento de una correcta germinación y transcurso de los primeros estadios de la planta. Sí existen estudios del espaciamiento entre surcos en cultivo de soja, arrojando beneficios en el achicamiento del espacio cuando las condiciones del suelo se vuelven limitantes debido a una mejor distribución de las raíces. Los resultados de recomendación de fertilización y siembra por zonas se utilizan para realizar la prescripción. La prescripción es un mapa electrónico georeferenciado que contiene la receta a aplicar en cada zona, y a través de la cual el implemento automáticamente relaciona su ubicación con la dosis aplicar y acciona los variadores en forma automática.

Conclusión

A modo de repaso general podemos mencionar nuevamente 7 pasos a tener en cuenta si se quiere lograr una ambientación. 1. Delimitación de las zonas de manejo. 2. Programación del muestro guiado con GPS (en grilla o dirigido). 3. Muestreo de Suelo y observación del paisaje. 4. Análisis físico químico de las muestras de suelo. 5. Interpretación de los datos de laboratorio y asociación con la ambientación según herramienta utilizada 6. Recomendaciones de aplicación por zonas dependiente del cultivo. 7. Confección de la prescripción. Esta metodología es actualmente la más común debido a la fácil disponibilidad de los elementos que intervienen. En muchas ocasiones se logra una recopilación de mapas de rendimiento de varios años sin saber que hacer con ellos, o lo que es peor muchos mapas se pierden sin considerar que son una fuente de información muy valiosa. El muestreo dirigido permite realizar el muestreo de suelo en forma más eficiente ya que la AP brinda la posibilidad de dirigirlo utilizándose para esto software y equipamientos que se pueden adquirir a muy bajo costo. La desventaja de este sistema es la demanda de conocimiento y tiempo que requiere el manejo e interpretación de datos georeferenciados, siendo esta demanda la principal barrera a la adopción de esta tecnología. Por otra parte existen empresas especializadas en el mapeo de productividad que a partir de imágenes satelitales, aerofotografías, mapas de conductividad eléctricas, modelos digitales de elevación altimetría, muestreo de suelos, elaboran recomendaciones de fertilización variable ahorrando tiempo y esfuerzo.

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