Revista Técnica Red de Innovadores Planteos Ganaderos 2016

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ISSN 1850-0633

REVISTA TÉCNICA DE LA ASOCIACIÓN ARGENTINA DE PRODUCTORES EN SIEMBRA DIRECTA

Planteos Ganaderos SD Editor responsable Ing. Agr. María Beatriz “Pilu” Giraudo Redacción y edición Lic. Victoria Cappiello Colaboración Rocio Belda, Ing. Matias Bertolotto, Ing. Florencia Cappiello, Ing. Lucia Casco, Ing. Guadalupe Covernton, Ing. Tomás Coyos, Santiago Gasparini, Ing. Andrés Madias, Ing. Martín Marzetti, Ing. Santiago Nocelli, Ing. Sabrina Nocera, Gerónimo Ponte, Ing. Leandro Ventroni. Desarrollo de Recursos (Nexo) Ing. Alejandro Clot Marcio Morán Febrero 2016

Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa. Dorrego 1639 - Piso 2, Of. A, (S2000DIG) Rosario. Tel/Fax: +54 (341) 4260745/46. e-mail:aapresid@aapresid.org.ar www.aapresid.org.ar


PLANTEOS GANADEROS Implantación de pasturas templadas en suelos marginales Agnusdei, Mónica Graciela; Bertram, Nicolás.

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Verdeos de invierno: Actualizando el panorama Gimenez, Fernando J.; Moreyra, Federico; Conti, Verónica; Vallatti Alejandro; Gonzalez Germán.

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Valles Irrigados Norpatagónicos: estrategias para asegurar la oferta forrajera de verdeos invernales Gutierrez, Magalí; Madias, Andrés; Gonzalez, Sergio; Ventroni, Leandro.

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Calidad nutricional y producción de forraje en sistemas pastoriles tropicales y subtropicales Fernández Mayer, Anibal; Fortes González, Dayleni; Herrera, R.; Torres Cárdenas, Verena; Toral Pérez, Odalis; Lenin, Iván.

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Recría de novillos en digitaria (Digitaria eriantha) con y sin suplementación proteica y engorde a corral Frasinelli, Carlos A.

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Fertilización foliar en pasturas Núñez, María Laura; Tiseira, Omar.

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Fertilización de alfalfa en Entre Ríos Pautasso, Juan Manuel; Bongiovanni, Francisco; Isaurralde, Rubén.

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Ergoalcaloides en las pasturas Llada, Ignacio; Migliavacca, Juan; Cantón, Germán; Odriozola, Ernesto.

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Hacia una ganadería de carne competitiva Sarlangue, Horacio.

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Rediseñar la ganadería Palau, Hernán.

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Recrías rentables y sustentables en el NOA Ferrero, Oscar.

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Las vacas de cría más eficientes son de la raza Holando Argentino Elizalde, Juan C.; Riffel, Sebastián L.

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Tricomoniasis: un brote problemático Diruscio, Ivana; Ibarlucea, Juan; Scandolo, Daniel; Abdala, Alejandro; Maciel, Martín; Anziani, Oscar; Aleman, R.

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Análisis de estrategias productivas en los tambos argentinos Centeno, Alejandro; Gastaldi, Laura; Suero, Marta; Litwin, Gabriela; Maekawa, Marina; Engler, Patricia; Cuatrin, Alejandra; Comeron, Eduardo.

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Balance y perspectivas para el sector porcino nacional Brunori, Jorge.

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Novedades Empresas Socias

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Buenas Prácticas Ganaderas

Mónica Graciela Agnusdei y Nicolás Bertram; Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Estación Experimental Agropecuaria Balcarce y Marcos Juárez. E-mail: agnusdei.monica@inta.gob.ar, bertram.nicolas@inta.gob.ar.

Implantación de pasturas templadas en suelos marginales

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Estrategias aplicadas en agropiro alargado para convertir ciertos suelos marginales en áreas ganaderas productivas.

Palabras Claves: Agropiro alargado; Suelos Marginales; Implantación; Establecimiento; Densidad de siembra; Arreglo espacial.


Las soluciones de compromiso aplicadas corrientemente para resolver este desfase en cuanto a demanda y oferta de nutrientes para el ganado son variadas, pero rondan mayormente en torno al uso de diferentes tipos de verdeos y complementos agrícolas (granos y rastrojos). Sin embargo, una proporción importante de los ambientes ganaderos no está utilizando en la actualidad las tecnologías disponibles para incrementar la producción de forraje a partir de pasturas perennes o de pastizales en buena condición forrajera. No hay dudas que los nuevos escenarios de intensificación nos proponen un camino a recorrer en cuanto al desarrollo de tecnologías que sean acordes con una ganadería ambiental y económicamente sustentable. A pesar de ello, es escasa hoy en día la aplicación a campo de técnicas de alto impacto en la producción y persistencia de pasturas perennes templadas adaptadas a suelos no agrícolas. Los resultados de producción animal que estamos obteniendo en módulos experimentales y en campos del medio muestran producciones de carne no menores a 500 kg por ha de pastura por año en condiciones climáticas favorables durante la primavera, aspecto que sin dudas puede ayudar a subir varios escalones en la capacidad de carga de muchos de los planteos productivos predominantes en la actualidad. Entre los alientos que disponemos para intensificar los sistemas ganaderos con pasturas perennes vale destacar: 1- hay en la región gramíneas templadas muy bien adaptadas a persistir en los ambientes marginales (v.g. agropiro alargado, festuca alta), y cuya capacidad productiva es varias veces superior a la tradicionalmente atribuida a este tipo de recursos forrajeros (i.e. Agnusdei et al., 2001; Fernández Grecco y Agnusdei, 2004); 2- en muchos de estos ambientes es factible producir y pastorear volúmenes elevados de forraje dentro del año de implantación (Bertram, 2008; García Mancilla, 2010; Bigliardi, Castaño, 2011);

Es prudente tener en cuenta, finalmente, que en la medida en que las condiciones edáficas sean más restrictivas, las expectativas productivas estarán fuertemente influenciadas por factores que no son directamente manejables y que están ligados a las características propias de cada tipo de suelo (Taboada et al., 1998). En este artículo presentaremos algunos conocimientos y resultados experimentales sobre implantación de agropiro alargado (Thynopirum ponticum (Podp.) Barkworth et Dewey) que pueden ser de utilidad para convertir ciertos suelos marginales relativamente improductivos en áreas ganaderas productivas. Agropiro alargado es la especie forrajera más usada en suelos con limitantes por alcalinidad o salinidad en regiones de clima templado, abarcando desde ambientes de alta pluviometría hasta condiciones semiáridas. Los conceptos valen también para otras especies propias de estos ambientes, tales como festuca alta. Valor forrajero de agropiro alargado Las pasturas de agropiro alargado son generalmente descuidadas y poco valorizadas respecto de los recursos forrajeros típicos de suelos de buena aptitud productiva. Sin embargo, por su tolerancia a ambientes no aptos para la mayoría de las plantas, tiene el potencial de transformar áreas prácticamente improductivas en pasturas de excelente aptitud para uso ganadero y para conservación de suelos. En las regiones de clima templado-húmedo, el ciclo de crecimiento de agropiro alargado cubre prácticamente todo el año cuando las condiciones de fertilidad del suelo son razonables para el crecimiento de las plantas. Por su fuerte vocación productiva primavero-estival, dada en gran medida por su fenología reproductiva, la especie tiene un importante potencial para incrementar el uso del agua durante ese período del año, formando una cubierta perenne que ayuda a reducir la evaporación de la superficie del suelo y la eventual concentración de sales sobre la misma. Esta dinámica también ayuda a mitigar la posterior saturación y anegamiento del perfil cuando el período otoño invernal es lluvioso. En la práctica, sin embargo, existe bastante desconocimiento respecto del potencial productivo y de rehabilitación edáfica de la especie. Este fenómeno constituye una de las principales barreras para que la “ganadería de suelos marginales” sea incluida como una pieza importante en los planteos de ganadería vacuna, principalmente en las etapas de cría y recría. La problemática planteada se origina en dos puntos clave: la dificultad para lograr una buena implantación – problemática que comienza desde el inicio mismo de la vida de la pastura - y el desconocimiento de cómo manejar apropiadamente la especie para que pueda expresar sus excelentes cualidades forrajeras.

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Los suelos no agrícolas, también denominados marginales, tienen características edáficas que limitan seriamente o impiden el desarrollo de la mayoría de los cultivos de cosecha y de las pasturas cultivadas (v.g. alcalinidad, salinidad, alto contenido de arcillas, baja capacidad de retención hídrica, susceptibilidad a la inundación, etc.). La intensificación del uso de estos ambientes marginales no fue necesariamente acompañada por tecnologías de manejo de suelos y pasturas especializadas para tales situaciones. Lo que generalmente ocurrió, en cambio, fue una intensificación obligada y desorganizada del uso de los suelos no agrícolas. Ello implicó aumentos significativos de la dotación de animales por unidad de superficie no sustentados necesariamente por la capacidad de carga actual de esos ambientes.

3- para los casos más complejos, como los suelos salinos y salinizados, la incorporación de especies forrajeras perennes tolerantes tiene el potencial de rehabilitar y mejorar sustancialmente la capacidad productiva de estos ambientes (Zamolinsky, 2001).

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Introducción La agregación territorial entre agricultura y ganadería ocurrida recientemente en la región pampeana húmeda (Rearte, 2007) planteó la necesidad de revalorizar la capacidad productiva de los ambientes menos aptos para la agricultura. Estos suelos juegan hoy en día un rol clave en la consolidación y viabilidad productiva de los agro-ecosistemas en el largo plazo.


Implantación y establecimiento El adecuado desarrollo de las fases de implantación 1 y establecimiento2 es muy importante para favorecer la persistencia de largo plazo de la pastura.

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Esta etapa también es decisiva para lograr un arranque de alta producción de forraje dentro del año de implantación, incrementando así la seguridad económica de la inversión.

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Dicho aspecto es clave para el caso de los ambientes marginales, sometidos frecuentemente a eventos climáticos extremos (e.g. inundación, sequía) y, por ende, a un alto riesgo de pérdida de las pasturas. La decisión de establecer una pastura perenne tiene un horizonte de largo a muy largo plazo, que puede verse severamente comprometido cuando no se toman los recaudos necesarios durante las fases de implantación y establecimiento. Se trata de etapas de extrema susceptibilidad para las pasturas debido a que las plántulas y plantas jóvenes, de sistema radical poco desarrollado, están frecuentemente sujetas a estreses ambientales de variada severidad. El panorama es naturalmente más complicado en el caso de los suelos marginales. Para resolver exitosamente esta etapa crítica deben tenerse en cuenta los siguientes puntos clave: i) control previo de la competencia de otras especies (malezas adventicias y vegetación residente); ii) calidad de la semilla; iii) aporte de nutrientes (principalmente P y N en nuestra región); y iv) estrategia de siembra (momento, profundidad, densidad de semillas y arreglo espacial). Los tres primeros puntos, que constituyen la línea de base para la implantación de cualquier pastura, están ampliamente difundidos al medio y son válidos también para las pasturas de agropiro alargado. Sin embargo vale resaltar ciertos aspectos. En primer lugar, los pastizales degradados que son reemplazados por pasturas de agropiro alargado están generalmente colonizados por especies muy competitivas en cuanto al uso del agua: gramilla (Cynodon dactylon (L) Pers) y pelo de chancho (Distichlis sp. (L) Greene). La gramilla y el pelo de chancho son especies estivales de difícil erradicación, por tanto, el proceso de “limpieza” del potrero con cultivos antecesores debe programarse con uno o dos años de anticipación, dependiendo del diagnóstico de situación inicial. Asimismo es importante remarcar que si bien el agropiro alargado es una especie de germinación lenta comparada con otras forrajeras, cuando la semilla es de excelente calidad tiene una energía germinativa destacable que permite implantaciones suficientemente rápidas y efectivas. A continuación nos referiremos concretamente a la estrategia de siembra, focalizándonos en la densidad de semillas y el arreglo espacial de la pastura en suelos alcalinos no salinos.

Siembra en suelos alcalinos no salinos Las sembradoras de uso corriente en la actualidad no son herramientas específicamente diseñadas para pasturas. El resultado de ello es bien conocido: las pasturas recién implantadas presentan indefectiblemente estructuras sub-óptimas, con líneas más separadas que lo deseable para favorecer una rápida cobertura del suelo. Este hecho se ve muchas veces agravado por la dificultad de obtener un establecimiento razonablemente uniforme. El manejo de la densidad y del arreglo de siembra representa algunas de las vías posibles para mitigar los defectos previamente planteados. Se ha demostrado que tales manipulaciones tienen resultados productivos muy exitosos en el caso de cultivos de cosecha que presentan reducida plasticidad morfológica (v.g. maíz), o en condiciones en que la misma es afectada por factores ambientales (Steiner, 1986; Andrade et al., 2002). Las gramíneas forrajeras, al ser plantas que colonizan el suelo a través de renuevos vegetativos (llamados “macollos”), podrían responder poco y nada a este tipo de manipulaciones. Sin embargo, estas características no son totalmente representativas de agropiro alargado. Las pasturas de esta especie presentan generalmente una reducida capacidad de macollaje comparada con pasturas de ambientas más favorables (Borrajo y Alonso, 2004; Agnusdei et al., 2007), hecho asociado a características intrínsecas de la especie (Lemaire y Chapman, 1996), como también a restricciones de índole edáfica propias de los ambientes donde se la implanta (Scheneiter, 2006). Los estudios de implantación de pasturas desarrollados en el país se focalizaron mayormente en especies adaptadas a suelos de mejor aptitud que los destinados corrientemente para agropiro alargado. En los últimos años se han realizado diversas experiencias en varios INTAs de la región (Balcarce, Bolívar, Gral. Villegas, Pergamino) con la finalidad de aportar información específica para este tipo de condiciones (Ojuez et al., 2006; Scheneiter, 2007; Bertram, 2008). Se trabajó en suelos tipo “barro blanco” de alta alcalinidad en superficie (Balcarce, suelo alcalino, pH 9,4 y CE 0,2 dS.m-1; Gral. Villegas, suelo alcalino-salino moderado, pH 10,7 y CE 5,2 dS.m-1; Pergamino, suelo alcalino, pH 9,7 y CE 0,9 dS.m-1), y las siembras se realizaron en directa durante el otoño. Los aspectos más salientes de los resultados observados en estos trabajos fueron los siguientes: 1- la densidad de plántulas presentó un techo en la fase inicial de establecimiento cercano a las 200 plántulas.m-2 logradas para los arreglos de siembra en línea, y superior a las 300 plántulas.m-2 para el arreglo cruzado (evaluado sólo en Balcarce) (Figura 1a, Adaptado de: Ojuez et al., 2006; Scheneiter, 2007; Bertram, 2008); 2- en todos los casos, el máximo % de logro se alcanzó con una densidad de siembra de alrededor de 300 semillas.m-2 (Figura

Implantación: período en el cual se deposita la semilla en la línea de siembra y ésta comienza el proceso de imbibición. Establecimiento: proceso en el cual la plántula se independiza de las reservas de la semilla a través de la fotosíntesis foliar, llega al estado de planta adulta y se propaga vegetativamente.

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4- los resultados indican, a modo orientativo, que la densidad de siembra más apropiada se ubicaría en el rango de las 300 a 400 semillas. m-2, equivalente a 25-30 kg. ha-1 de semilla de excelente calidad.

1- las ventajas iniciales del arreglo de siembra cruzado en densidad de plántulas en la fase de establecimiento inicial (otoño e invierno) no se mantuvieron en primavera, asociado a las condiciones hídricas progresivamente más desfavorables. En esta situación, las pasturas sembradas en línea mostraron mayor densidad de macollos promedio que la siembra cruzada (alrededor de 1400 y 1000 macollos.m -2, respectivamente, Figura 2a-b);

Figura 1

Asociación entre la densidad de semillas sembradas (número.m-2) superficie con: (a) la densidad de plántulas (número.m-2), y (b) el % de logro para agropiro alargado sembrado en otoño en suelos no agrícolas de Balcarce (suelo alcalino, pH 9,4 y CE 0,2 dS.m-1), Gral. Villegas (suelo alcalino-salino moderado, pH 10,7 y CE 5,2 dS.m-1) y Pergamino (suelo alcalino, pH 9,7 y CE 0,9 dS.m-1). La línea discontinua indica densidad de semillas con % de logro en cada localidad. Las flechas indican el rango entre 300 y 400 semillas sembradas/m2 (aproximadamente 30 kg/ ha de semilla viable). L y C indican arreglo de siembra en línea y cruzado, respectivamente.

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3- coincidentemente, a partir de una densidad de siembra 300 semillas.m-2 el incremento de la densidad de plántulas logradas tiende a frenarse (indicado con flechas en la Figura 1a, Adaptado de: Ojuez et al., 2006; Scheneiter, 2007; Bertram, 2008);

Los aspectos más salientes de la evaluación del arreglo de siembra realizado en INTA Balcarce en pasturas sin restricciones nutricionales en ese período - 100 kg. ha -1 de PDA a la siembra y 120 kg. ha-1 de urea a principio de primavera - fueron los siguientes:

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1b, Adaptado de: Ojuez et al., 2006; Scheneiter, 2007; Bertram, 2008). Esto es un indicio de que, por encima de esa densidad, la supervivencia de las plántulas se vería afectada por razones de competencia intra-específica;


2- la mayor densidad poblacional de las pasturas sembradas en línea se asoció a una marcada superioridad productiva (5000 y 3000 kg MS. ha-1, respectivamente, Figura 2);

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3- si bien la densidad de siembra no afectó la producción de forraje, su incremento favoreció una mejor y más rápida cobertura inicial del suelo, así como una anticipación de la oferta de forraje de alrededor de una a dos semanas (flechas grises y negras, respectivamente, Figura 3), hecho clave en ciertos planteos productivos.

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Trabajando dentro del mismo rango de densidades de siembra, otros autores encontraron efectos positivos de este factor sobre la densidad de macollos (suelo mejor poblado) hasta los 18 meses posteriores

a la siembra (Scheneiter, 2007). Si bien esto no necesariamente se traduce en mayor productividad, la alta densidad poblacional es sin dudas una característica altamente deseable en cualquier pastura, y más aún en las que desarrollan en suelos marginales. Teniendo en cuenta los múltiples factores que pueden incidir en la siembra de pasturas, es prudente evitar generalizaciones o aferrarse a recetas fijas. Sin embargo, los resultados comentados indican que ~25-30 kg. ha-1 de semilla de alta calidad serían adecuados para alcanzar logros exitosos en implantaciones de pasturas de agropiro alargado sobre suelos con elevado número de limitantes, dada la variación de condiciones que pueden presentar estos ambientes, sin embargo, puede ser en muchos casos recomendable superar los niveles antes indicados.

Figura 2

Evolución de la densidad de individuos (plántulas en la fase de establecimiento inicial y macollos en la pastura establecida) en pasturas de agropiro alargado sembradas con densidades de 20 y 40 kg.ha-1 de semilla viable y con arreglo de siembra: (a) en línea (L), y (b) cruzado (Cr), en un suelo Natracuol típico (pH 9,4) de Balcarce. Las líneas verticales indican los desvíos estándar de la media. Adaptado de Bertram (2008).


Figura 3

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Evolución de la producción de forraje (kg MS ha-1) en pasturas de agropiro alargado sembradas en línea (Ln) con densidades de 20 y 40 kg.ha-1 de semilla viable en un suelo Natracuol típico (pH 9,4). Las flechas horizontales indican los días de adelantamiento del crecimiento entre ambas pasturas, siendo la más oscura el adelantamiento máximo observado. Adaptado de Bertram (2008). Las líneas verticales indican los desvíos estándar de la media.

Existe actualmente un paquete razonable de información básica sobre el potencial productivo y para la conservación y rehabilitación de suelos de agropiro alargado. Obviamente el rango de los ambientes aptos para la especie implica, necesariamente, que no habrá una única solución de manejo para todas las situaciones. Sin embargo, la especie presenta comportamientos generales comunes al resto de las especies forrajeras, con particularidades sobre las que ya se dispone de bastante información local. Si bien queda mucho por estudiar y definir en cuanto al comportamiento y al óptimo manejo de agropiro alargado, se dispone hoy de una buena base de conocimientos para respaldar el desarrollo de una ganadería de ambientes marginales con buenas perspectivas económicas y de sustentabilidad ambiental.

Bibliografía AGNUSDEI M.G., COLABELLI M.R., FERNANDEZ GRECCO R.C.. 2001. Crecimiento estacional de forraje de pasturas y pastizales naturales para el sudeste bonaerense. Boletín Técnico N° 152. CERBAS, INTA Estación Experimental Agropecuaria Balcarce. 16 p. BERTRAM N. 2008. Respuesta de agropiro alargado (Thynopirum ponticum) a la densidad de siembra y al arreglo especial: desarrollo del área foliar, estructura poblacional e intercepción lumínica en el año de implantación. Tesis MSc en Producción Animal, Fac.Cs.Agrarias-UNMP, 71 p. BIGLIARDI M., CASTAÑO J. 2011. El éxito comienza desde la siembra. Visión rural 90: 5-10. BORRAJO C.I., ALONSO S.I. 2004. Germinación, emergencia y germinación de variedades experimentales de agroprio alargado. Revista Argentina de Producción Animal, 24:29-40. BORG D., FAIRBAIRN L. 2003. Dundas tall wheat grass, Our number one saline agronomy species for the high rainfall zone (550 mm +). Department of Primary Industries Victoria. FERNÁNDEZ GRECO R. C., AGNUSDEI M.G. 2004. Fertilización nitrogenada en un pastizal de la Pampa Deprimida: acumulación de forraje y composición botánica. Revista Argentina de Producción Animal, 24:199–206. GARCÍA MANCILLA F. 2010. Revolución ganadera en bajos y en suelos no agrícolas. XIX Jornadas Ganaderas de Pergamino. 16 de Julio 2010. Sociedad Rural de Pergamino. Disponible en (Julio 2010): http://www.engormix.com/ENGEVCD-S-GDC-1083-46895-F5392/revolucion-ganadera-bajos-suelos-agricolas-tecnologias-triplicar-produccion-pasto-forrajiculturaprecisionsuplementacion-campo-pasturas-megatermicas LEMAIRE, G and CHAPMAN, D. (1996). Tissue flows in grazed plant communities. In: In: Hodgson.J and Illius A.W (Eds.) The ecology and managegment of grazing systems.. CAB International, UK. pp.33-36. OJUEZ C., LAURIC A., SIOLOTTO R., SCHENEITER O. Efecto del ambiente y densidad de siembra sobre la implantación de agropiro alargado (Thinopyrum ponticum (Podp.) Barkw. and Dewey)) en el norte de la Provincia de Buenos Aires. Disponible en (Julio 2010): http://www.inta.gov.ar/bordenave/contactos/autores/lauric REARTE D. 2007. Distribución territorial de la ganadería vacuna. Programa Nacional de Carnes, INTA. Disponible en (Julio 2010): http://www.inta.gov.ar/balcarce/Carnes/DistribTerritGa nadVacuna.pdf SCHENEITER O. 2007. Implantación de pasturas en suelos ganaderos. En: “Cómo optimizar la producción y utilización forrajera en suelos ganaderos” Curso INTA Estación Experimental Agropecuaria Pergamino. Pp 54-62.

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Comentarios finales


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Giménez, Fernando J.; Moreyra, Federico; Conti, Verónica; Vallatti Alejandro y Gonzalez Germán. Grupo de Mejoramiento y Calidad Vegetal, EEA INTA Bordenave. E-mail: gimenez.fernando@inta.gob.ar, moreira.federico@inta.gob.ar

Verdeos de invierno: Actualizando el panorama

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Los altos costos de inversión y el rol de estos cultivos en los sistemas ganaderos actuales hacen de la correcta elección de cultivares y fecha de siembra dos factores determinantes.

Palabras Claves: Verdeos de invierno; Cultivares; Centeno; Cebada; Avena.


Si bien la elección de los cultivares a sembrar es uno de los factores más importantes, generalmente los productores dan a esta variable mucha menos importancia que en los cultivos agrícolas. La mala elección de un cultivar, o directamente la siembra de verdeos sin identificar, es el factor que mayor pérdidas de producción genera. Cerca del 90% del mercado de semillas constituye la denominada bolsa blanca, que además de ser ilegal no tiene identificación, o la misma resulta dudosa. Hay en Argentina muchos cultivares viejos e introducciones con numerosos problemas de productividad, susceptibilidad a enfermedades, pobre rebrote, etc. Actualmente se dispone de un amplio panorama de cultivares con diferentes características como producción total, ciclo de producción de forraje, resistencia a enfermedades, entre varias de interés. La variedad de ciclos de producción de las distintas especies y, dentro de cada especie, de los diversos cultivares, permiten elaborar cadenas forrajeras en cada región del país. Avenas La avena, por su superficie sembrada de aproximadamente 1,5 millones de hectáreas, es el principal verdeo de invierno. Además de por su alta producción de pasto, se destaca de otros verdeos por mantener una alta calidad en estadios reproductivos. También es utilizada como doble propósito para la producción de granos, la confección de reservas de forraje (silajes de planta entera y rollos) y la generación de cobertura en sistemas agrícolas de siembra directa. Los últimos cultivares de avena desarrollados en la Estación Experimental Agropecuaria INTA Bordenave son Carlota INTA y Marita INTA. Recientemente se liberó Julieta INTA y están en trámite de inscripción dos nuevos cultivares, Elisabet INTA y Lucia INTA. Carlota INTA se destaca por su alta producción de forraje verde, excelente rebrote y muy buen comportamiento a la roya de la hoja. Posee un alto crecimiento invernal, especialmente en el segundo y tercer corte. Es de crecimiento inicial algo más lento que el resto

Marita INTA se destaca por su alta producción de forraje verde y su equilibrada distribución durante todo el ciclo de crecimiento. Es de ciclo similar a Violeta INTA, aunque se diferencia de este por su mayor producción, de al menos más del 10% de forraje en la mayor parte de las regiones, y por su mejor comportamiento a enfermedades como roya de la hoja, mancha marrón y bacteriosis. Es muy resistente a frío y sequía. Se caracteriza por poseer una amplísima adaptación a diferentes regiones, manejos y lotes. Es un cultivar de ciclo intermedio con buen comportamiento a vuelco y desgrane. Su estructura de planta y su excelente rebrote lo destacan en planteos de pastoreo intensivo.

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Los costos de los verdeos de invierno son elevados debido al corto periodo de utilización. Sin embargo, el costo de la ración está directamente relacionado con la cantidad y calidad de pasto que éstos produzcan. Para obtener altas producciones es necesario realizar una correcta elección del lote - en especial en lo que se refiere al contenido de agua en el perfil y la fertilidad -, una adecuada elección del cultivar y una siembra en fecha óptima.

de los cultivares mencionados, pero permite efectuar siembras más tempranas compensando la producción inicial. Actualmente es el cultivar de mejor comportamiento a la roya de la hoja, además de poseer una alta respuesta a buenos ambientes y fertilización. Es de hábito de crecimiento juvenil semirrastrero y posee excelente comportamiento al pastoreo intensivo. Es muy resistente a frío y tiene un alto potencial de rendimiento en grano, el cual presenta a su vez muy buena calidad comercial debida a su gran tamaño, su alto peso hectolítrico y su buen tenor de proteínas, siendo así apto para la industria alimenticia.

11 Julieta INTA posee una alta producción de forraje verde combinada con un muy buen crecimiento inicial y una alta tasa de crecimiento durante el invierno. Se destaca por su rusticidad, sobresaliendo por su excelente comportamiento a frío y sequía. Si bien posee una amplia adaptabilidad a diferentes ambientes, este nuevo cultivar sobresale en aquellos más hostiles, por lo que es más recomendado para la región pampeana oeste de Argentina. Es tolerante al virus del mosaico amarillo de la cebada (BYDV) que afecta al cultivo hacia fines de otoño y principios de invierno y que se potencia en años con sequías y heladas fuertes. Posee un comportamiento intermedio a la roya de la hoja y, dependiendo de la raza del patógeno que se presente, superior a los cultivares Violeta INTA y Graciela INTA. Es tolerante a bacteriosis y mancha marrón. Para el próximo año podrían estar disponible para la multiplicación de semillas las nuevas variedades Lucia INTA y Elisabet INTA, ambas pertenecientes a una nueva generación de cultivares que combinan una mayor producción de forraje con excelente sanidad, siendo tolerantes a roya de la hoja, mancha marrón, virosis y bacteriosis. Cebada pastoril Las cebadas pastoriles se diferencian de las graníferas (grano forrajero y grano cervecero) en su producción de forraje y en su capacidad de rebrote. Estas cebadas se caracterizan por su rápida producción de forraje que adelanta el primer pastoreo. Son ideales para comenzar los encadenamientos forrajeros. Los nuevos cultivares se destacan de los tradicionales por su mayor producción de pasto total y especialmente en invierno; además poseen mayor tolerancia a enfermedades. Hay dos nuevos cultivares de estas cebadas en el mercado y otro que se lanzará en 2016. Los mismos poseen una producción de al menos

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Los verdeos de invierno son de gran importancia en muchos sistemas de producción de carne y leche por cubrir la escasez de forraje en otoño, invierno y principios de primavera. Existen varias especies, como la avena, la cebada pastoril, también llamada forrajera - aunque esta última denominación genera confusiones con cebadas para grano forrajero - y el centeno. Cada especie tiene sus propias características, aunque existen grandes diferencias entre los cultivares de cada una.


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un 20% más que los antiguos cultivares Alicia INTA y Melipan INTA, pudiendo incluso llegar a duplicarla en algunas regiones.

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Rayén INTA, cultivar de espigas de 6 hileras, se destaca por su alta producción de forraje durante todo el ciclo. Es tolerante a las principales enfermedades de la cebada. Si bien posee una amplia adaptación, responde muy positivamente a buenos ambientes, como los del este de la Región Pampeana y la Mesopotamia. También con espigas de 6 hileras, el cultivar Huilén INTA se destaca por su alta producción de forraje y muy buena adaptación a ambientes con mayores limitantes, siendo más recomendado para el oeste de la Región Pampeana. Nélida INTA, que a diferencia de los anteriores es un cultivar de espigas de 2 hileras, combina una alta producción de forraje con un mayor rinde de granos, ideal para doble propósito o silajes de planta entera. El grano tiene muy buena calidad como forrajero, ya que posee un mayor contenido de proteínas que las cebadas graníferas. Centenos Los centenos se caracterizan por su tolerancia a frío y sequía, siendo por excelencia los verdeos invernales de los suelos someros y arenosos del oeste de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y sudoeste de Córdoba. En estas regiones se complementan con avenas, como verdeo secundario, ya que esta especie pierde mucha calidad forrajera cuando empieza a encañar. Existen cultivares precoces que producen forraje rápidamente y deben ser pastoreados para evitar que encañen. Los mismos están teniendo gran difusión como cultivos de cobertura o puentes verdes entre dos cultivos de verano. El pase al estadio reproductivo hace que pierdan calidad forrajera y generen un pobre rebrote. Sin embargo esta característica es muy favorable para

hacer cultivos de cobertura, ya que además de generar más biomasa, el mayor contenido de lignina contribuye a producir más materia orgánica joven. Uno de los cultivares dentro de este grupo es Ricardo INTA, un centeno de ciclo corto de muy alta producción de forraje, sobre todo en otoño. Es ideal para empezar encadenamientos forrajeros y cultivos de cobertura. Responde muy bien a buenos ambientes. Don Ewald INTA es un centeno de ciclo precoz con mucho potencial de rendimiento de forraje y grano. Responde muy bien a ambientes más hostiles y es recomendable para cultivos de cobertura. Emilio INTA es de ciclo largo y se caracteriza por su alta producción de forraje y grano. Permite adelantar las fechas de siembra debido a su alta resistencia al encañado precoz, lo que se traduce en una mayor producción de forraje por alargamiento del periodo de crecimiento. Este cultivar se destaca por su alto potencial de rendimiento de grano y por ser el único centeno que posee calidad industrial. Por último, Don José INTA se destaca por su alta producción de forraje durante todo el ciclo y su amplia adaptabilidad a diferentes ambientes. Es el centeno con mejor comportamiento a frío y sequía del mercado. Es de ciclo largo a intermedio. Posee muy buena tolerancia al encañado precoz. Como conclusiones podemos agregar que el atraso en la fecha de siembra genera menor producción de forraje, en especial en los cultivares de crecimiento rápido, y un atraso proporcionalmente mucho mayor en el primer aprovechamiento. Realizar una correcta elección de los cultivares y sembrar semilla identificada y debidamente rotulada son las claves para no arriesgar la inversión.

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Analizamos el comportamiento productivo y frente a la avutarda – plaga de la región - de distintos verdeos invernales en planteos ganaderos de la Patagonia Norte.

Palabras Claves: Verdeos invernales; Oferta forrajera; Avutarda (Chloephaga sp.); Valles irrigados Norpatagónicos

Buenas Prácticas Ganaderas

1- Sistema Chacras AAPRESID; 2- Ea. Chocorí.

Valles irrigados Norpatagónicos: estrategias para asegurar la oferta forrajera de verdeos invernales

13 Planteos Ganaderos 2016

Magalí Gutierrez1, Andrés Madias1, Sergio Gonzalez1,2, Leandro Ventroni1.


Buenas Prácticas Ganaderas Planteos Ganaderos 2016

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Introducción Los planteos ganaderos de ciclo completo en establecimientos bajo riego de la Patagonia Norte requieren atender la alimentación de los terneros de destete en el período otoño-invernal a fin de cubrir las demandas necesarias de aumento de peso vivo diario objetivo del productor. Los recursos forrajeros utilizados actualmente son los montes- con sus especies forrajeras nativas -y pasturas perennes irrigadas como alfalfa, festuca y agropiro, implantadas según el tipo de suelo en cuadros de riego. Desde septiembre a marzo estos recursos brindan una muy buena oferta de forraje pero en el período desde mediados de otoño y durante el invierno la misma presenta un bache, siendo este momento coincidente con el ingreso de terneros de destete a la recría, los que requieren de forraje en cantidad y calidad. Es aquí donde los verdeos invernales cobran interés como posible herramienta para satisfacer dicha demanda. En la zona, una de las problemáticas para la producción de verdeos es la presencia de cantidades muy importantes de avutarda (Chloephaga sp.), ave que arriba a la zona a mediados de abril y permanece hasta fines de agosto, diezmando por pastoreo directo la producción de los verdeos y cultivos de gramíneas invernales y generando así la necesidad de desarrollar estrategias de manejo que mitiguen sus efectos. Las siembras tempranas y ultra tempranas de verdeos, como las de mediados o fines del verano se presentan como una alternativa interesante a las siembras normales de principios de otoño, debido a que permitirían que el cultivo escape al ataque del ave durante la etapa de implantación, crítica para

maximizar la producción posterior de forraje. Sin embargo, se carece de información acerca del comportamiento de los verdeos invernales en la zona Norpatagónica para este tipo de fechas de siembra. El objetivo del ensayo fue evaluar el comportamiento productivo y el impacto de la avutarda en diferentes especies de verdeos invernales sembradas en fechas de siembras aún no evaluadas en la zona. Cumplir con este objetivo permitirá diseñar estrategias que aseguren una oferta forraje desde mayo a agosto. Materiales y métodos El presente trabajo se realizó dentro de la Chacra Valles Irrigados Norpatagónicos de Aapresid, puntualmente en un lote de producción bajo riego presurizado del Ea. Colonia Chocorí (39°57’ S; 64°55’ O), a 45 km de General Conesa, Río Negro. Se utilizó un diseño factorial con bloques completamente aleatorizados con 3 repeticiones. Los factores evaluados fueron fecha de siembra (FS) y especie (ESP); del factor FS se evaluaron 4 niveles (FS1: 22/01, FS2: 10/02, FS3: 26/02 y FS4: 19/03) y del factor ESP se evaluaron 5 niveles (trigo var. Biointa 3005, cebada var. Scarlett, avena var. Violeta, triticale var. Don Norman y centeno var. Don Enrique). Complementariamente se sembró una cuarta repetición para poder hacer un seguimiento fenológico de cada tratamiento sin alteraciones por cortes mecánicos. Cada parcela tuvo un tamaño de 4 m de ancho por 50 m de largo, con una distancia entre surcos de 0,16 m. La densidad promedio lograda fue de 340 pl/m2 para el centeno, 190pl/ m2 para la avena, 173pl/m2 para la cebada, 134pl/m2 para el triticale y

Tabla 1

Precipitaciones (mm) ocurridas durante el ciclo de verdeos. Ene 68

Feb 56

Mar 35

Abr 60

May --

Jun --

Jul --

Ago 10

Sep 32

Oct 18 Fuente: Ea. Chocorí

Figura 1

Duración de la etapa emergencia-encañazón en (a) tiempo térmico acumulado y (b) días, de cada especie para las distintas fechas de siembra.

Fuente: Ea. Chocorí, Río Negro.


Se cosecharon 3 sub-muestras de 0,25m2 de cada parcela en cada corte, dejando un remanente de 8 cm. De cada una de ellas se efectuó una separación de hojas y tallos con el objetivo de determinar la producción de materia seca (MS) y tener una medida de la calidad de la misma (% de hojas). Los cortes se realizaron cada 750 °Cd (T°base: 5°C). Luego de cada corte se pasó la desmalezadora por el resto de la parcela. Las parcelas con trigo y triticale fueron descartadas para la determinación de MS por haber contaminación con otras especies. En la cuarta repetición se registró la evolución fenológica de cada tratamiento (FS x ESP) según la escala Zadoks (1974) para evaluar el comportamiento natural de los materiales ante las condiciones imperantes de la región. El registro de precipitaciones se obtuvo de datos del propio establecimiento y el registro de temperatura se obtuvo de la estación meteorológica de la AER INTA Conesa (http://siga2.inta.gov.ar/).

Resultados y discusión 1) ¿Cómo se comportaron fenológicamente la especien en cada fecha de siembra? El trigo fue la especie que tuvo el período de macollaje más extenso para todas las fechas de siembra evaluadas, mostrando requerimientos de frio (vernalización) propios de la variedad evaluada (BioINTA 3005) (Figura 1a). En las tres primeras fechas de siembra el trigo encañó en el mismo momento (31 de julio). La cebada y el centeno fueron los materiales con periodo de macollaje más corto en todas las FS, mientras que la avena y el triticale tuvieron una duración intermedia de esta etapa respecto a los demás materiales, siendo algo más larga en triticale. Estos últimos dos materiales fueron los que extendieron en mayor medida el periodo de macollaje al atrasar la FS y someterlos a temperaturas más frías (Figura 2a).

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Los suelos predominantes corresponden a la asociación Chocorí, con presencia de torripsamentes, durortides y, en menor proporción, haplargides. Respecto a la disponibilidad hídrica, el ensayo recibió solo 30 mm de riego en marzo (por dificultades operativas), dependiendo casi exclusivamente de las precipitaciones ocurridas (Tabla 1).

Se relacionaron los registros fenológicos con las variables climáticas para generar información acerca del comportamiento fenológico de cada especie al modificar la FS. Se realizó ANAVA y test de comparación de medias sobre los datos de producción de MS total para cada combinación de ESPxFS mediante el software estadístico INFOSTAT (Di Rienzo et al. 2014). Se obtuvieron curvas de producción de MS de cada combinación de FSxESP para conocer la dinámica de oferta de forraje de cada una en relación al periodo de tiempo en que el mismo se necesita.

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La cebada y el centeno mostraron ser los materiales más precoces, seguidos de la avena, el triticale y por último el trigo (Figura 1b). En

Figura 2

Fenología de cada especie en cada fecha de siembra en las parcelas sin corte hasta el 14/11/2015 (fin del seguimiento). Los cuadrados negros indican que la especie completó su ciclo normalmente y las cruces negras indican una interrupción del ciclo por heladas. Las flechas enmarcan el período de necesidad de forraje.

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108pl/m2 para el trigo. Se fertilizaron todos los tratamientos con 184 kg N/ha (urea).


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general todos los materiales mostraron respetar aproximadamente el mismo tiempo térmico (con pequeñas variaciones) a encañazón en todas las fechas de siembra, menos el trigo que cuanto más temprano fue sembrado más prolongó dicha etapa, efecto atribuido a los requerimientos de vernalización de la variedad utilizada.

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Aunque manejando el pastoreo de los verdeos podemos modificar dentro de ciertos límites la duración de la etapa de macollaje, es de ayuda evaluar los verdeos sin alteración para detectar aquellos materiales que naturalmente tengan periodos de producción de hojas más extensos. Observando las fases fenológicas planteadas en la Figura 2 podemos relacionar las mismas con nuestro periodo de necesidad de pasto mayo-agosto y realizar las siguientes observaciones: En la FS1 todos los materiales llegaron muy avanzados fenológicamente al inicio del periodo de interés, excepto el trigo, el cual se encontraba a mediados de macollaje y se destacó como una opción válida a considerar. La cebada y centeno ingresaron a este período con muy baja calidad forrajera al estar espigados, por lo que deberían ser descartados para esta FS. Podría realizarse, a inicios de mayo, un aprovechamiento del triticale a fines de encañazón o pastorear la avena en grano lechoso (aún con calidad forrajera), sin embargo, el riesgo de heladas comienza con un 10% el 9 de abril, por lo que no es seguro contar con ellos al momento de la demanda de alimento. La misma situación se repitió en la FS2, disminuyendo en cierta medida el riesgo de helada para el triticale al estar más retrasado fenológicamente, y transformándose en una opción válida para ofrecer alimento al inicio del periodo. En la FS3 nuevamente encontramos al trigo produciendo biomasa aérea la mayor parte del periodo de interés, presentándose nuevamente como una buena alternativa. El triticale adquiere importancia al haber estado en macollaje desde el inicio hasta mediados del periodo de demanda. La avena se presentó como una opción para ofrecer alimento a inicios de mayo, con riesgo de helarse hacia fines del mismo mes al entrar en encañazón, por lo que no debe considerarse para aprovechamientos futuros. La cebada y centeno

se encontraron en encañazón desde el inicio del periodo, con alto riesgo a helarse y con baja calidad forrajera, por lo que pueden ser descartados para esta FS. Observando la FS4, el trigo se encontró en macollaje el 100% del periodo de interés, el triticale el 80 % y la avena el 60% aproximadamente. La cebada y el centeno pueden ofrecer buena cantidad de pasto al inicio del periodo dado que se encontraron en macollaje, sin embargo se inducen a encañazón a fines de mayo con riesgo de helarse, lo que puede comprometer su oferta futura de forraje. Cabe resaltar la alta resistencia al frío del centeno en encañazón por sobre la cebada. Esto se observó claramente en la cuarta FS, cuando una helada de -11°C interrumpió el ciclo de la cebada sin afectar al centeno. Esta rusticidad del centeno ante el frío ha sido reportada por otros autores (Amigone y Tomaso, 2008) y es una característica muy destacada de la variedad de centeno utilizada en este ensayo (var. Don Enrique). 2) ¿Cuánto forraje produjeron y en qué momento? El primer corte de los verdeos de FS1 y FS2 se realizó a los 46-44 días, y a medida que fueron expuestos a menores temperaturas los días entre cortes se fueron prolongando (Figura 3a). El tiempo térmico transcurrido entre cortes fue de 733 °Cd promedio (T°base= 5°C). La avena se destacó por sobre la cebada y al centeno en producción de MS total para casi todas las FS, excepto en la FS3 en donde se vio afectada por heladas que diezmaron su producción, quedando el centeno como la especie de mayor producción (Figura 3b). Con respecto a la producción de MS de hojas, la avena fue superior en las dos primeras FS estudiadas, mientras que en las últimas dos obtuvo valores similares a los del centeno y la cebada. La cebada en FS1 y FS2 produjo MS total en niveles intermedios entre la avena y el centeno; sin embargo en FS3 y FS4 su producción decayó debido a ser afectada gravemente por heladas y por pulgón.

Figura 3

a) Días entre cortes para cada fecha de siembra evaluada; y b) producción de MS total (barras grises) y de hojas (barras negras) de cada especie en cada fecha de siembra. Las letras indican diferencias significativas en la producción de MS total entre tratamientos (LSD Fisher, α=0,05).


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Combinando el uso de diferentes especies en las distintas fechas de siembra podemos apuntar a generar una cadena de pastoreo (Figura 4) para cubrir la demanda de alimento necesaria para mantener el aumento de peso vivo diario en el periodo otoño-invernal. Analizando en conjunto los datos de producción y fenología se destaca la importancia que toma en estas siembras tempranas la elección de especies y genotipos de ciclos largos, incluso con requerimientos de horas de frio para evitar su inducción precoz, limitando el macollaje y la posterior producción de forraje a lo largo de su ciclo.

Respecto a la FS3, la cebada se vio algo afectada al igual que el trigo, que también fue afectado en FS2 y FS1. Cabe destacar que para estas FS los materiales se encontraban bien implantados y con buen desarrollo al momento de la llegada del ave, por lo que la defoliación no constituyó un daño significativo. Asimismo, el ave tendió a asentarse y atacar principalmente sectores ralos y despejados, como borduras o zonas con fallas de implantación. Asegurarnos verdeos tupidos, altos y sin fallas de siembra al momento del arribo de la avutarda puede ayudar a incomodar su asentamiento y alimentación.

Daño en hojas por avutarda.

3) ¿Cómo se comportó la avutarda? En la campaña en estudio el ave arribó a la zona en los últimos días de abril y comenzó su retirada alrededor del 10 de agosto, desapareciendo casi totalmente para los inicios de septiembre. El impacto del pastoreo realizado por esta ave se observó principalmente en las especies más retrasadas fenológicamente - que fueron las de la FS4 - y prefirió al trigo, seguido de la cebada, el triticale y en último lugar la avena. El centeno no presentó daño alguno. Si elegimos sembrar en FS4 deberemos considerar las preferencias del ave para no comprometer la oferta de pasto.

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Foto: Magalí Gutiérrez.

Figura 4

Curva de producción de MS (kg/ha) de cada especie en a) FS1, b) FS2, c) FS3 y d) FS4. La flecha negra indica la FS y los puntos señalan la MS generada en cada corte para cada material. El recuadro gris indica el momento en el año donde se ubica el bache forrajero a cubrir.

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El centeno obtuvo en FS1 los menores valores de producción de MS total, mientras que en las sucesivas FS fue mejorando su productividad respecto a las otras especies hasta alcanzar los mayores valores de producción de MS total en la FS4. La producción de hojas por parte del centeno presentó igual comportamiento que la cebada: fue baja en las dos primeras FS y aumentó en las últimas dos, con valores similares a los de los demás materiales.


Conclusiones y comentarios finales

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• La duración de las etapas fenológicas variaron entre las especies y las FS. El centeno y la cebada fueron las especies más precoces, seguidos por la avena, el triticale y por último el trigo. El trigo variedad BioInta 3500 fue la especie con mayores requerimientos para inducirse a estado reproductivo, demostrando requerimientos de vernalización.

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• La avena fue la especie que alcanzó las mayores producciones de MS total en casi todas las FS, excepto en la FS3 donde fue afectada por heladas. El centeno se destacó productivamente en FS3 y FS4. • La avutarda arribó a fines de abril y atacó principalmente los tratamientos en estados fenológicos menos avanzados - los de la FS4 -, especialmente el trigo y la cebada. El centeno no presentó daño en ninguna FS. • Mediante una combinación de especies y fechas de siembras tempranas y ultra tempranas podemos generar cadenas de recursos forrajeros adecuadas para satisfacer las demandas del rodeo del periodo mayo-agosto, con posibilidades de minimizar el daño de la avutarda. • Se lograron elevados niveles de producción de MS (hasta 7.000 kgMS/ha) con verdeos creciendo casi exclusivamente con las precipitaciones ocurridas durante el ciclo de los cultivos. La utilización de verdeos invernales puede ayudar a captar el agua de estaciones lluviosas como el otoño, generando alimento sin necesidad - o con muy bajo uso - de agua de riego. • La utilización de cultivos invernales de gramíneas con fines pastoriles, integrados en una rotación con cultivos de grano, puede significar en numerosos beneficios al sistema de producción. En primer lugar, brindan forraje en un período del año donde las pasturas primavero-estivales declinan su producción y en segundo lugar podrían contribuir al desarrollo de los suelos Norpatagónicos, poco evolucionados y con deficiencias físicas y químicas. Es decir, el costo de producir un verdeo invernal no sólo tendría su retribución mediante la producción de carne, sino también mediante la posible mejora de la salud del suelo, traduciéndose en beneficios para las producciones posteriores.

Bibliografía Di Rienzo J.A., Casanoves F., Balzarini M.G., Gonzalez L., Tablada M., Robledo C.W. InfoStat versión 2014. Grupo InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. URL http://www. infostat.com.ar Gallego, J. Verdeos invernales: su rol en los sistemas ganaderos de los valles norpatagónicos. Valle Inferior informa Año 8 N°63. EEA Valle Inferior del Rio Negro. Febrero 2015. Sistema de Información y Gestión Agrometeorológica del INTA. Estación AER Conesa. (http://siga2.inta.gov.ar/). Zadoks, J.C., T.T. Chang and C. F. Konzak. 1974. A decimal code for the growth stages of cereals. Weed Res. 14: 415-421. Amigone, M. A.,Tomaso J. C. 2011.Principalescaracterísticas de especies y cultivares de verdeosinvernales. (http://inta.gob.ar/documentos/principales-caracteristicas-de-especies-y-cultivaresdeverdeos-invernales.

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1- INTA Bordenave; 2- Instituto de Ciencia Animal (ICA), La Habana, Cuba; 3- Estación Experimental de Pastos y Forrajes de Indio Hatuey. Perico. Matanzas, Cuba. E-mail: afmayer56@yahoo.com.ar.

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A. E. Fernández Mayer1, Dayleni Fortes González2, R. Herrera2, Verena Torres Cárdenas2, Odalis Toral Pérez3 y Iván Lenin3.

Calidad nutricional y producción de forraje en sistemas pastoriles tropicales y subtropicales

¿Cuál es el impacto de las coberturas arbóreas de Leucaena, del momento e intensidad del pastoreo sobre la calidad y la producción de P. maximun?

Palabras Claves: Guinea, Monocultivo, Bajo Leucaena, Producción MS y Calidad nutricional


El objetivo de este trabajo fue evaluar la producción de MS y algunos parámetros nutricionales (PB, FDN, FDA y LDA) del Panicum maximum cv Guinea likoni en monocultivo y bajo Leucaena leucocephala cv. Cunningham. Materiales y métodos Se realizaron 2 experimentos en los que se evaluó el Panicum maximum cv. Guinea likoni en 2 sitios, uno en el Instituto de Ciencia Animal (ICA) ubicado en San José de las Lajas, provincia de Mayabeque (22°53’N 82°02’E, a 80 m SNM y a 60 km de la ciudad de La Habana) y otro en la Estación Experimental de Pastos y Forraje de Indio Hatuey en el municipio Perico, provincia de Matanzas (22°48'N - 81°1'O y a 19,01 m.s.n.m.), ambos en Cuba. En el primer sitio el experimento se realizó sobre un monocultivo de Guinea mientras que en el segundo en asociación con Leucaena leucocephala cv. Cunningham. La extensión de ambos experimentos fue de 120 días (15/07 al 13/11/14). Las condiciones de las áreas experimentales, en el ICA e

El suelo sobre el que se realizó el estudio experimental presentaba topografía plana, catalogado como ferralítico rojo lixiviado (Hernández et al. 1999) (Tabla 2). En ambos sitios se instalaron 6 tratamientos - definidos por las fechas de corte o defoliación - con 6 repeticiones por tratamiento (marcos de 1m2). El primer corte o defoliación (tratamiento T1) se realizó cuando las plantas alcanzaron los 35-40 cm de altura. A partir de allí los sucesivos cortes (tratamientos) se realizaron con un intervalo de 15 días uno del otro hasta llegar a panoja con grano pastoso-duro (madurez fisiológica). Para definir la altura de planta se utilizaron los protocolos provistos por las Redes de Forraje del INTA. La intensidad lumínica se determinó mediante Luxómetro. El experimento se desarrolló bajo un diseño completamente aleatorizado (DCA), donde la unidad experimental fue el marco de madera de 1 m2. Los datos se procesaron con software estadísticos IBM-SPSS 2006 versión 22, mientras que los parámetros químicos de los alimentos a través del SAS/STAT 2005, procedimiento GLM. Se evaluó la calidad de forraje en cada tratamiento y en los rebrotes de cada tratamiento. Los parámetros analizados fueron la proteína bruta (PB), fibra detergente neutra y ácida (FDN y FDA) y la Lignina detergente ácido (LDA). La Guinea se sembró en surcos a 60 cm hace más de 15 años. En ambos sitios el “corte de homogenización” se realizó entre el 1 y 5 de mayo de 2014. El material cosechado de la parcela se pesó en el mismo lugar. Se tomó una muestra (300 g) por parcela en cada corte. Durante la fase experimental no se aplicaron fertilizantes ni se efectuaron controles de malezas.

Tabla 1

Parámetros meteorológicos de los sitios experimentales del ICA e Indio Hatuey (T° promedio y precipitaciones acumuladas). Temperatura 25.3 26.6 -5 %

ICA IH Diferencia ICA vs IH

Temp. máxima 31.6 33.3 -5.1 %

Temp. mínima 21.9 22.9 -4.4 %

Precipitaciones 959 1.099,7 -12.8 %

Tabla 2

Análisis del suelo utilizado en el ensayo de Indio Hatuey y el ICA.

ICA INDIO HATUEY

Profundidad

MO (%)

pH

P2O5 (mg/100g)

0-20 cm 0-20 cm

3,8 3,53

6,05 6,31

12.0 10.0

Ca 18,0 18,55

Cationes (cmol/kg) Mg K 2,65 0,19 2,70 0,18

Na 0,61 0,67

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En los últimos años, y a lo largo de todos los países que viven esta realidad, se han desarrollado diferentes estrategias para superar estas dificultades. Entre las más exitosas se encuentran los sistemas silvopastoriles o la implantación de forrajes tropicales bajo cobertura arbórea. La Leucaena leucocephala es una leguminosa arbórea muy utilizada por varios motivos, entre ellos, su alta calidad nutricional (altos valores de PB, DMS y bajos niveles de fibra), su impacto positivo sobre la fertilidad nitrogenada de los suelos, su capacidad de generar un ambiente o confort adecuado para los animales y su regular intercepción de la radiación solar que permite un buen desarrollo de algunas especies forrajeras tropicales ubicadas bajo la cobertura arbórea, como por ejemplo el Panicum maximum cv Guinea likoni, etc. (Obispo et al. 2008 y 2012).

Indio Hatuey, se corresponden con un clima clasificado como de sabana tropical, característica de Cuba (Academia de Ciencias de Cuba 1989 e Instituto de Suelos 2012). En él predominan condiciones tropicales marítimas con marcada estacionalidad de las lluvias (el 80% se registran entre mayo a octubre), cuyo promedio anual es de ±1.100 mm (Tabla 1). Entre los meses de noviembre y abril (otoño e invierno para el hemisferio norte) las masas de aire árticas y polares continentales hacen sentir su influencia, provocando una fuerte reducción en las precipitaciones.

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Introducción Los sistemas de producción de forraje en “monocultivo” de las regiones tropicales y subtropicales están expuestos al impacto de condiciones ambientales adversas (altas temperaturas, radiación y humedad). Ante esta situación se ven afectados ciertos parámetros nutricionales, observándose bajos niveles de PB y DMS, altos tenores de fibra detergente neutra y ácida (FDN y FDA) y lignina detergente ácida (LDA) (Fernández Mayer 2006), los cuales afectan seriamente la respuesta en producción de carne (Fernández Mayer y Tomaso 2003, Rearte 2010, Fernández Mayer et al. 2012).


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Por su parte, las plantas de Leucaena están instaladas cada 18 m2 (6 m entre hileras y 3 m entre plantas) y se comenzaron a explotar en el año 1996, cuando alcanzaron la altura de 2 m. De enero a abril se practica la poda escalonada de las plantas en función de la disponibilidad de pastos acompañantes. La poda coincide con la época seca, con la prolongación de los días de estancia y con la menor oferta de pastos. La misma se planifica según el número de árboles por cuartón y el número de rotaciones que se prevé para la seca, teniendo en cuenta además que los árboles que se cortan en un año no se cortan en el otro, por lo que la poda individual de cada árbol se realiza cada dos años. Esta práctica se realiza a una altura de 1.50 m y propicia en cada rotación un vigoroso rebrote que los animales consumen con avidez. En la época lluviosa los árboles no se podan y los animales pastorean y ramonean su follaje, cuando su talla lo permite.

Resultados y discusión En las Tablas 3, 4, 5 y 6 se presentan la producción de forraje del 1° corte y de todo el ensayo (temporada húmeda) realizadas sobre el P. maximum cv Guinea likoni (ICA e Indio Hatuey). En el experimento de Guinea likoni bajo Leucaena se probó si el número de macollas difería significativamente entre tratamiento, obteniéndose valores significativos únicamente para la variable altura, por lo que las medias de los tratamientos están ajustadas. Para el resto de las variables las medias de los tratamientos no están ajustadas (covariable no significativa). En las Tablas 7 y 8 se presentan los parámetros de calidad del primer corte de cada tratamiento en el ensayo de corte con Guinea likoni (ICA e Indio Hatuey).

Tabla 3

Producción de forraje del 1° corte de cada tratamiento (ICA 2014). Trat. 1 2 3 4 5 6 Promedio DS

Altura1 (cm) 37,5a 51,67ab 65,83ab 77,5b 90,0 90,0c 68,75 21,24

EE (±) 1.303 1.393 1.649 1.843 2.128 2.128

Materia Verde2 kg MV/ha) 14.216,7a 24.650b 48.133,3c 79.616,7d 80.466,7d 98.333,3e 57.569,45 3360,37

EE (±) 224.95 240.48 284.54 318.13 367.34 367.34

Materia Seca2 (kg MS/ha) 3.483,08a 4.584,91a 11.600,13b 19.744,93c 20.140,81c 26.140,28d 14.282,36 894,54

EE (±) 57.8 61.79 73.12 81.75 94.39 94.39

MS (%) 24,5ab 18,6a 24,1ab 24,83ab 35,17bc 55,7c 30,48 1,30

EE (±) 0.556 0.658 0.736 0.52 0.85 0.85

Tabla 4

Producción de forraje de todos los cortes por tratamiento (ICA 2014). Trat. 1 2 3 4 5 6 Promedio DS

Rebrote 7 6 4 3 2 2 4,00 2,10

Altura1 (cm) 46,4a 45,4a 50,8a 59,6a 64,7a 61,4a 54,70 8,26

EE (±) 1.505 1.505 1.505 1.843 2.128 2.607

Materia Verde2 (kg MV/ha) 115.466,7ab 107.850,0a 120.166,7b 148.133,3c 166.504,7d 124.833,3ab 130.492,45 1375,12

EE (±) 259.7 259.7 318.1 367.3 449.9 449.9

Materia Seca2 (kg MS/ha) 24.414,8b 20.782,9a 23.654,7b 29.313,9c 39.283,9d 27.483,8bc 27.489.0 416,04

EE (±) 66.75 66.75 81.75 94.39 115.61 115.61

MS (%) 21.1b 19.8a 19.7a 19.8a 23.5c 31.0bc 22.48 0,02

EE (±) 0.601 0.601 0.736 0.85 1.041 1.041

Tabla 5

Producción de forraje del 1° corte de cada tratamiento (Indio Hatuey 2014). Trat. 1 2 3 4 5 6 Promedio DS R2: CV: Efecto trata: Ef. n° macollos

Altura1 (cm) 40,82a 70,98b 114,59c 136,06d 138,00d 142,33d 107,13 41,93 0.97 5.98 *** P<0.03

EE (±) 1.415 1.933 1.326 1.055 1.048 1.569

Materia Verde2 (kg MV/ha) 13.716,7c 26.550d 28.410d 8.550a 7.240a 10.240b 15.784,45 3360,37 0.84 26.18 *** NS

EE (±) 222.7 156.3 385.6 177.4 356.8 238.7

Materia Seca2 (kg MS/ha) 3.174,7a 5.812,1bc 10.745e 4.391,5b 4.066,5b 6.690,1c 5.812.31 916,36 0.84 28.77 *** NS

EE (±) 60.15 55.96 86.23 102.4 85.64 75.63

MS (%) 23,11b 21,88a 37.8c 51.4d 56.2d 65.3e 42,6 1,77 0.58 6.46 *** NS

EE (±) 0.901 0.635 0.478 0.983 0.475 0.289



Tabla 6

Buenas Prácticas Ganaderas

Producción de forraje de todos los cortes por tratamiento (Indio Hatuey 2014).

Planteos Ganaderos 2016

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Trat. 1 2 3 4 5 6 Promedio DS

Rebrote 6 5 3 3 2 2 3.5 1.64

Altura1 (cm) 38,08a 47,42b 58,63bc 65,45c 81,00d 78,83d 61,57 17,04

EE (±) 1.089 1.568 1.287 1.009 1.485 1.745

Materia Verde2 (kg MV/ha) 126.896,7e 105.416,7d 91.576,7c 56.616,7b 43.776,7ab 36.740a 76.837,25 1417,27

EE (±) 206.3 358.1 478.2 194.1 458.4 205.6

Materia Seca2 (kg MS/ha) 26.611,9b 22.081,2b 23.193,8b 12.137,7a 11.911,7a 11.879,9a 17.969,37 2140,31

EE (±) 56.9 78.4 49.8 74.6 89.7 45.9

MS (%) 20.97a 20.95a 25.3b 21.43a 27.21b 32.3c 24.69 14.52

EE (±) 0.856 0.475 0.712 0.863 0.741 0.856

Ref. 1- promedio de altura de todos los cortes; 2- producción total de MV y MS / ha del 1° corte de cada tratamiento. EE (±) error estándar. Letras diferentes indican diferencias significativas (P<=0.05); DS: Desvío Estándar.

Tabla 7

Parámetros nutricionales del 1° corte de cada tratamiento de Guinea likoni en el ensayo de corte (ICA). Letras de color gris indican parámetros “adecuados”. Trat. 1 2 3 4 5 6 (acumulado) Promedio DS EE (±) Significancia R2

MS (%) 24.5b 18.6a 24.1b 24.83bc 35.17c 55.7d 30.48 3,93 2.63 P<0,001 0.97

PB (%) 11.28d 10.06c 9.07b 8.15ab 7.18a 7.0a 8.79 2,33 1.74 P<0,001 0.87

FDN (%) 61.78a 63.55b 63.66b 64.57c 65.13c 68.0d 64.45 3,45 2.56 P<0,001 0.92

FDA (%) 40.35a 43.10b 43.87b 43.83b 45.56c 47.92d 44.1 3.16 2.44 P<0,001 0.92

LDA (%) 6.65a 7.25b 8.05b 8.66bc 9.7c 10.35d 8.44 2.06 1.47 P<0,001 0.87

Tabla 8

Parámetros nutricionales del 1° corte de cada tratamiento del Guinea likoni bajo Leucaena leucocephala en el Ensayo de corte (Indio Hatuey). Letras de color gris indican parámetros “adecuados”. Trat. 1 2 3 4 5 6 (acumulado) Promedio DS EE (±) Significancia R2

MS (%) 23,11b 21,88a 37.8c 51.4d 56.2d 65.3e 42,6 1,77 1.63 P<0,001 0.95

PB (%) 20,43e 16,04d 12,62c 10,05b 8,97a 7,77a 12,65 1,35 2.74 P<0,001 0.85

FDN (%) 55,73a 58,16ab 61,85b 62,33bd 65,67d 66.98d 60,75 4,05 1.66 P<0,001 0.95

FDA (%) 44,41a 48,00b 50,38c 52.27d 54,09e 55,89e 50,55 2.76 1.66 P<0,001 0.91

LDA (%) 6,52a 6,97ab 7,26b 7,33b 7,44b 7,78bc 7,22 0.96 0.89 P<0,001 0.85


La producción de MS del primer corte y del total de los muestreos fue significativamente mayor (P<0.001) en el ensayo “a pleno sol” (ICA) que “bajo Leucaena” (Indio Hatuey), 14.282 y 27.489 vs 5.812 y 17.969 kg MS/ha, respectivamente. Obispo et al. 2012, utilizando P. máximum, observaron que las mayores producciones de MS se obtuvieron, también, con niveles “bajos de sombra o a pleno sol”, alrededor de ±14.000 kg/ha. Mientras que con niveles medianos y altos de sombra la producción fue inferior a 10.000 kg/ha (P<0,05). Ambas producciones fueron similares a las obtenidas en esta tesis. Estos autores atribuyeron ese comportamiento a la menor cantidad de radiación incidente sobre la gramínea (en este trabajo las intensidades lumínicas fueron 20.000 vs 55.500 lux, para el Guinea bajo sombra y a sol pleno, respectivamente), lo que repercute en una menor actividad fotosintética. Este comportamiento pudo deberse a factores inherentes al ambiente (suelo, temperaturas y precipitaciones), ya que en Indio Hatuey (bajo Leucaena) se registraron mayores temperaturas y precipitaciones (+5% y +13%, respectivamente) que en el ICA (pleno sol) y a la mayor fertilidad nitrogenada generada por la Leucaena (Hernández et al. 2001). Al recibir menor intensidad lumínica, las plantas bajo sombra elevan su altura buscando captar mayores radiaciones solares para cumplir con sus requerimientos fisiológicos de la fotosíntesis (Hernández-Gil 2014). En este trabajo las alturas fueron 68,75 y 107,13 cm para el 1° corte “a pleno sol” y “bajo Leucaena”, respectivamente. Además, Guinea bajo sombra tuvo una menor densidad ya que compartía el terreno con la Leucaena, que estaba implantada cada 18 m2.

Buxton y Fales (1994) encontraron que en las regiones tropicales la reducción de la intensidad de radiación por el efecto de la sombra cambia la composición química de los forrajes y, en especial, sus componentes celulares, aunque las respuestas son variables según la especie. Cuando se comparan los resultados obtenidos en el ICA con los de Indio Hatuey (IH), se observa una mejora significativa en los diferentes parámetros evaluados en favor del Guinea “bajo Leucaena” (IH). Estos resultados fueron producto de mejores condiciones ambientales generada por la Leucaena. Entre ellos se destacan un crecimiento más rápido y con mayor desarrollo de los rebrotes (54,7 vs 61,57 cm de altura, promedio de todos los cortes, “a pleno sol” y “bajo Leucaena” respectivamente), una anticipación en la llegada a la madurez fisiológica (grano lechosopastoso) de 40 días y mayores niveles de MS (42.6 vs 30.48% MS para el primer corte y 24.69 vs 22.48% MS para el total de cortes para “a pleno sol” y “bajo Leucaena” respectivamente). El “manejo tradicional” de los pastos tropicales en general, y de los Panicum en particular, se realiza con cultivos en avanzado estado de crecimiento y madurez con el objetivo de buscar mayor producción de forraje (kg MS/ha), sin evaluar que ello provoca una caída significativa en la calidad de los mismos (Juárez Lagunes et al. 2005). Todo ello afectaría de manera muy significativa la producción de carne (Dimarco y Aello 2004) y explicaría las bajas ganancias de peso (<0.400 kg/cabeza/día) que se obtienen en diferentes regiones de América Latina y el Caribe (Cornacchione et al. 2003). Los estados fenológicos del primer corte de los T1 y T2 también se caracterizaron por permanecer en el estado de “pasto” (escalas Zadoks Z 1.0 a 1.5 y 1.5 al 2.4, respectivamente, FAO 2010), mientras que a partir del T3 en adelante las plantas entraron en la fase reproductiva (panojamiento y formación de grano) (escala Zadoks Z 3.1 a Z 7.3). Todos los parámetros químicos evaluados de los T1 y T2 resultaron mejores bajo Leucaena respecto a monocultivo (con niveles de PB de 18,25 vs 10,62, FDN de 56,94 vs 62,66 y LDA de 6,72 vs 6,92, respectivamente),

Tabla 9

Estudio con Luxómetro “bajo Leucaena”, corte en Indio Hatuey. Ivan Lenin, EE Indio Hatuey, 2014. Fecha de la observación Julio y octubre 2014 DS

LUX

μmoles/m2/seg

Temp. (°C)

Humedad (%)

19.966,67

379.37

30.88

74.0

8445,75

160.47

0.38

0.45

Tabla 10 Fecha de la observación Julio y octubre 2014 DS

LUX

μmoles/m2/seg

Temp. (°C)

Humedad (%)

55.531.67

1055.1

24,35

57,37

1257.46

23.89

1.07

0.49

Buenas Prácticas Ganaderas

El P. maximum cv. Guinea likoni es una especie tolerante a la sombra. Tiene una relación hoja:tallo de 80:20% MS (promedio), lo cual le permite una mejor calidad y acceso por parte de los animales (Ruiz y Febles, 2005).

En general, las pasturas como el pasto Guinea, con ciclo fotosintético tipo C4, alcanzan su máxima producción de MS con altos niveles de intensidad lumínica (Obispo et al. 2008).

25 Planteos Ganaderos 2016

En las Tablas 9 y 10 se presenta la información brindada por el Luxómetro, expresada en 2 unidades (lux y μmoles/m2/seg) del ensayo de corte de Guinea bajo Leucaena. Para ello, se muestreó en 2 sitios diferentes (bajo Leucaena y sol pleno) con 10 repeticiones.


Buenas Prácticas Ganaderas Planteos Ganaderos 2016

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a excepción de la FDA (46,2 vs 41,72). Los mejores valores del Guinea “bajo Leucaena” representan parámetros nutricionales claves en las plantas C4 (Aello y Dimarco 2004 y Fernández Mayer 2006).

regiones templadas con clima continental, mientras que la longitud del día tendrá mayor efecto en altas latitudes y en regiones templadas con clima marítimo (Salisbury et al. 1994).

La propuesta de este trabajo es, justamente, aprovechar estos forrajes tropicales (Guinea) en etapas fenológicas juveniles (T1 y T2), buscando lograr un incremento significativo de los principales parámetros nutricionales y con él, la producción de MS digestible y aprovechable asociada a la concentración energética de la MS (Aello y Dimarco 2004).

Las temperaturas óptimas a nivel de hoja para un eficiente proceso de fotosíntesis suelen situarse entre 25 y 35ºC. A partir de 30 ºC se observa una inhibición progresiva de la actividad enzimática, aumento de la fotorrespiración y de la respiración oscura o cierre estomático, que se agrava aún más en presencia de un déficit hídrico. Todo esto disminuye la fotosíntesis (Lissarrague et al. 2014). La fotosíntesis depende de la temperatura de la hoja dado que esta última regula la cinética de las enzimas que catalizan las reacciones (García 2014).

El mayor crecimiento del Guinea bajo sombra favoreció un menor depósito de pared celular y de lignina, mejorando significativamente los niveles promedio de PB (12,65 vs 8,79%, respectivamente) (Van Soest, 2014). Además, por efecto de la mayor fertilidad nitrogenada generada por la Leucaena (Hernández et al. 2001), los niveles de fibra fueron mejores respecto al monocultivo, los de FDN 60,75 vs 64,4% y la LDA 7,22 vs 8,44%, respectivamente. En diferentes trabajos realizados con Guinea se observó que el contenido de N en P. maximum disminuyó a medida que aumentó la intensidad de luz natural, y que la acumulación de N en esta especie mejoró significativamente bajo la sombra (60 y 40 % de luz solar total). La sombra incrementa la absorción de N en la planta al mejorar la mineralización de éste en el suelo (Pentón, G, 2000). Ello puede explicarse por el hecho de que en condiciones de baja intensidad de luz el N soluble total se incrementa, debido inicialmente a la acumulación de nitratos en las hojas, aun sin fertilización nitrogenada (Pentón y Blanco 1997).

El proceso de fotosíntesis es mucho más rápido que el de respiración. Durante los días calurosos la tasa de crecimiento (g MS/día) es mayor, influenciada también por la intensidad de la luz. En este balance entre fotosíntesis:respiración (síntesis y destrucción de glucósidos solubles) predomina la primera. Por ende, el resultado neto será positivo, es decir, a más temperatura mayor crecimiento (Baldelomar et al. 2008). El óptimo de temperatura depende en gran medida del régimen de temperaturas en el que se ha desarrollado la hoja, pues existe una aclimatación de la misma. Esta aclimatación es la manifestación de modificaciones morfológicas, fisiológicas y bioquímicas (Lissarrague et al. 2014).

Paciullo et al. (2007) encontraron incrementos en la digestibilidad de las plantas con los mayores niveles de sombra, por menores niveles de pared celular (FDN y FDA), y una mejora significativa en los contenidos de PB, con manifiesto incremento de la degradabilidad de los mismos. Similares resultados fueron encontrados por Alonso y Flebes (2003), quienes evaluaron el impacto de la sombra de Leucaena leucocephala sobre el Guinea likoni. Asociado a esto, Obispo et al. (2008) encontraron un incremento en los niveles de FDN y FDA debido al aumento de compuestos polifenólicos que produce la mayor intensidad lumínica. Estos valores oscilaron entre 69,9 a 76,6 y 33,9 a 42,6 para FDN y FDA, respectivamente.

El aumento de la temperatura, especialmente la nocturna, altera todos los procesos enzimáticos y de biosíntesis, reduciendo los niveles de azúcares solubles y elevando los de lignina, la cual provoca una fuerte caída de la digestibilidad y, por tanto, de la calidad nutricional de la planta (Del Pozo, 2002 y Van Soest, 2012).

Sin embargo, largos periodos de oscuridad “cerrada” reducen la calidad del forraje, porque parte de los nutrientes son movilizados, pero ninguno de ellos es producido. Las plantas bajo sombra prolongada poseen menos cloroplastos, menos componentes de la cadena transportadora de electrones, menos Rubisco (Ribulosa 1,5-bifosfato carboxilasa/ oxigenasa) y menos nitrógeno por unidad de área. Esto, en conjunto con otros factores morfológicos y fisiológicos, reduce la capacidad de carboxilación y de transporte de electrones, lo que limita la capacidad fotosintética de estas plantas (Lambers et al. 1998).

La intensidad lumínica (lux) y su correlación con la radiación solar (μmoles/m2/seg) tuvieron un comportamiento diferencial. El Panicum maximum cv Guinea likoni “bajo Leucaena” recibió menor intensidad lumínica (20.000 lux ó 380 μmoles/m2/seg) que a pleno sol (55.500 lux ó 1.055 μmoles/m2/seg). Ambos valores estuvieron muy lejos de los niveles de saturación lumínica (75.000 lux o 1.425 μmoles/m2/seg) como para verse afectada la fotosíntesis (Del Pozo, 2002 y Romero, 2014).

La tasa de digestibilidad está relacionada con la latitud, la longitud del día y las temperaturas, mostrando una relación inversa con estas dos últimas variables (Aello y Dimarco 2004). En tanto, los forrajes tropicales reducen su digestibilidad en latitudes inferiores a los 30-38 grados por efecto combinado de altas temperaturas y escases de precipitaciones (Van Soest 2014). La temperatura tiene efectos dominantes en latitudes tropicales y en

En estas condiciones los productos generados en la fotosíntesis son rápidamente convertidos en componentes estructurales, reduciéndose la síntesis de nitratos, proteínas y de carbohidratos solubles, mientras se incrementan los componentes estructurales de la pared celular, en especial la celulosa y lignina (Bernal y Espinosa 2003 y Van Soest, 2012).

Se concluye que hubo un comportamiento diferencial del Guinea en monocultivo vs. “bajo Leucaena”. Mientras que la producción de MS fue superior en monocultivo, “bajo Leucaena” se observaron mejora en todos los parámetros nutricionales. Esto estaría indicando que bajo un manejo y aprovechamiento más intensivos (mayor defoliación) y utilizando las primeras etapas fenológicas (T1 y T2) se puede esperar un incremento significativo en producción de carne en sistemas de Guinea “bajo Leucaena”.



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Esquemas de recría y engorde bajo diferentes niveles de restricción alimenticia invernal y su impacto sobre el rendimiento y calidad de carne en sistemas ganaderos de San Luis.

Palabras Claves: Recría; Engorde; Restricción alimenticia invernal; Digitaria; Suplementación proteica; Rendimiento y Calidad de carne.

Buenas Prácticas Ganaderas

Recría de novillos en digitaria (Digitaria eriantha) con y sin suplementación proteica y engorde a corral

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Frasinelli, C.A. (INTA San Luis). Adaptación de Frasinelli, C. y Col. 2014, en: “Sistemas bovinos sobre gramíneas megatérmicas perennes en San Luis”. Frasinelli, C y Veneciano, J. Editores.


Buenas Prácticas Ganaderas

Introducción En la provincia de San Luis la formulación de sistemas de producción de bovinos basados en especies forrajeras largamente perennes contribuye a disminuir los costos de alimentación y a mejorar la cobertura y estabilidad de los suelos.

Planteos Ganaderos 2016

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Bajo condiciones caracterizadas por inviernos fríos y lluvias moderadas concentradas claramente en verano, las gramíneas perennes de crecimiento estival como el pasto llorón constituyen un recurso relevante para los planteos ganaderos de la región. Sin embargo, en la estación de reposo (otoño e invierno) el material diferido de estas especies presenta baja calidad. A diferencia de lo que sucede con el pasto llorón, con Digitaria los animales de recría pueden mantener su peso vivo durante la estación invernal. La suplementación de ese forraje diferido de baja calidad con proteína favorecería el consumo y la digestibilidad, por lo que esta práctica podría constituir una importante herramienta para disminuir el grado de restricción. Dependiendo de su duración y severidad, la penuria podría determinar diferentes tasas de crecimiento, pesos de faena, grados de terminación y/o calidad del producto obtenido. Más aún, existe la posibilidad de llevar los novillos restringidos hasta peso de faena, si la realimentación permite compensar el menor ritmo de crecimiento impuesto. Entonces, para evaluar: i) la posibilidad de recriar y engordar novillitos con diferentes niveles de restricción alimenticia invernal, y ii) el rendimiento y calidad de carne, se realizó el presente trabajo. La comprobación de este planteo se realizó en el Establecimiento “La Esperanza”, situado sobre la ruta 148, 5 km al sur de la ciudad de Villa Mercedes, San Luis. Las mediciones de campo se extendieron entre junio de 1997 y agosto de 1998 (427 días), concluyendo con la faena de los animales. El paisaje es una llanura arenosa con médanos estabilizados. El valor medio de precipitación pluvial para la serie 1903 – 2011 (109 años) fue de 605,1 mm.año-1, con un coeficiente de variación (CV) del 24,6 % y un rango de 230 – 993 mm año-1. Se utilizó una pastura de Digitaria sembrada en diciembre de 1993. En octubre de 1996, libre de material muerto, se fertilizó el sector destinado a uso invernal con 46 kg de N ha-1. Para la alimentación y el manejo se establecieron diferentes períodos: Período de restricción (129 días): de una población de 120 animales, se eligieron 30 novillitos Hereford de 8 meses de edad, de similar peso vivo inicial (PVi), y frame medio (BIF, 1986) que se distribuyeron al azar en tres tratamientos. Los niveles de restricción fueron de 0 (T0), 1 (T1) y 2 (T2) kg de Glutenfeed (GF) pelleteado con 21 ± 1 % de PB por novillo y por día respectivamente. Dichos niveles fueron previamente evaluados en estabulación (consumo y digestibilidad in vivo de materia seca). Los novillitos se alimentaron en pastoreo continuo el diferido acumulado durante el ciclo de crecimiento 1996-97 desde junio hasta mediados de octubre, en tres parcelas (una parcela por grupo) asignadas al azar. Se muestreó disponibilidad antes del ingreso de los animales y al final del pastoreo. Período de realimentación (298 días): basado en dos etapas claramente definidas, una pastoril y otra en corral. La primera se realizó a partir de

octubre, en coincidencia con la disponibilidad del rebrote de la pastura, y se extendió por 176 días. Se unificaron los tratamientos en pastoreo directo y rotativo sin suplementación. A principios de otoño, un retraso en la disponibilidad de los alimentos para el inicio de la alimentación a corral obligó a una mayor permanencia de los animales en la pastura con baja disponibilidad. Se incluyó en un solo período (otoño) la adaptación a la nueva ración junto con la permanencia extra en digitaria, evitando así que se afectara la respuesta en la etapa de encierre a corral. Esta segunda etapa se extendió desde mediados de abril de 1998 durante 122 días, período en el cual los animales permanecieron en corral con una ración de 7,5 kg de maíz molido + 4,5 kg de heno de alfalfa (18,3 ± 1.2 % PB), en dos suministros diarios (09:00 y 17:00 h). El suministro de maíz se aumentó en 1 kg cada 3 días hasta llegar al valor estipulado. La alimentación con concentrado se planeó para lograr el grado de terminación demandado por el mercado. En todas las etapas, se estimó la respuesta animal a través de pesadas quincenales sin desbaste previo. En la etapa de engorde el tiempo transcurrido entre la última pesada en el establecimiento (peso vivo final= PVF) y el peso vivo en la playa de faena del frigorífico (PVFp), situado a 700 km de distancia, fue de 24 h, y de 40 h entre el último suministro y PVFp. Luego del sacrificio, se pesaron y sumaron ambas medias reses (PR), y con PVFp se calculó el rendimiento porcentual de res en caliente (R) de cada novillo. Se estimó la productividad individual sustrayendo el PVi al PVFp y PR para el cálculo de aumento de peso vivo (APV) y producción de carne de res (PCR) respectivamente. Las reses fueron tipificadas según normas de la ex Junta Nacional de Carnes. Resultados y discusión En el período invernal los tres tratamientos tuvieron una asignación de H de 3,67 kg MS 100 kg PV-1 día-1, casi dos veces mayor al consumo medido por novillos de la misma edad y peso. Al inicio del pastoreo del diferido el porcentaje de PB en H fue igual a 4,12 %, y 2,13 % en T, y al final del período invernal fue de 3,70 y 1,44 % respectivamente. La alimentación exclusiva con forraje de esta calidad (T0) afectó el crecimiento de los novillitos. El suministro de 1 y 2 kg de GF incrementó 3,1 y 6,6 veces la GDPV. La calidad de Digitaria diferida permitió el mantenimiento del PV de los animales sin suplemento (T0: Tabla 1), y aunque se observó que el estado general de este grupo decayó, su vitalidad no se vio comprometida. El PVi fue igual a 164,0 ± 1,64 kg (Tabla 2), valor considerado normal para terneros destetados en otoño en la provincia de San Luis. En el período de realimentación pastoril, la asignación forrajera de H fue de 5,73 (ingreso) y 4,07 (salida) kg MS 100 kg PV-1 día-1, respectivamente. Durante la realimentación en primavera no hubo diferencias en ADPV (Tabla 1) y los animales mostraron elevadas tasas de ganancia diaria. Es posible suponer que los animales de todos los tratamientos realizaron compensación durante la primavera. Los ADPV diferenciales en verano (Tabla 1) se debieron a que los animales con mayor restricción siguieron compensando por más tiempo respecto de los que tuvieron una restricción más moderada: el menor requerimiento de mantenimiento de los primeros sería el factor determinante que les permitió continuar con mayores ADPV por un tiempo más prolongado. La compensación entre tratamientos fue



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máxima durante la primera etapa de la realimentación, y los diferenciales en el aumento de peso se fueron diluyendo paulatinamente a medida que los animales alcanzaron el peso vivo normal. La duración del período de compensación para los animales más restringidos fue de 122 días, lo que significa que las tasas entre grupos extremos se igualaron 54 días antes de finalizar el pastoreo estival.

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En otoño el retraso en la llegada del alimento (maíz y heno de alfalfa) y el tiempo de adaptación a la nueva ración (Tabla 1) ocasionaron similares pérdidas de peso vivo en todos los tratamientos, a tasas inferiores a los 500 g día-1. El APV durante el encierre a corral tampoco mostró diferencias entre tratamientos. Al analizar el período completo de realimentación (Tabla 1) puede verse que T0 (que no difirió de T1) tuvo mayores ADPV que T2, lo que sugeriría que la compensación entre tratamientos se mantuvo a lo largo de todo el período, aunque en realidad esas diferencias sólo reflejan los aumentos que los distintos tratamientos tuvieron durante el verano. Esto se explica porque, como ya se mencionara, los ADPV no difirieron

durante el encierre a corral, y las tasas de T0 y T2 se igualaron entre las semanas 17ª y 18ª de la realimentación. Las regresiones individuales para calcular ADPV del período total de engorde (Tabla 1) no mostraron diferencias entre tratamientos, lo que demuestra que las diferencias generadas durante la restricción invernal fueron compensadas durante la realimentación posterior. Los resultados confirman que, para animales de esta edad, peso y tamaño, y dentro de los niveles de restricción evaluados, la penuria que impone el pastoreo de digitaria en invierno puede ser compensada por la misma pastura durante la época de crecimiento. La suma de las dos categorías superiores de la clasificación en frigorífico (NOJJ y NOJ1) representó, para todos los tratamientos, del 75 al 83 %. Rendimiento carnicero y calidad de la carne En las Tablas 3 a 6 se presentan los resultados de los análisis de rendimiento carnicero, característica del bife, terneza objetiva y evaluación de panel.

Tabla 1

Aumento diario de peso vivo promedio de novillos con diferente grado de restricción invernal. Establecimiento “La Esperanza”. Nivel de restricción T0 T1 T2 R2 CV, %

Invierno

Primavera

Verano

0,049 c 0,201 b 0,374 a *** 0,610 48,69

1,086 a 1,010 a 1,070 a

0,772 a 0,700 ab 0,604 bc ** 0,345 15,65

0,085 11,90

ADPV, kg día-1 Prim-Ver 0,891 a 0,803 b 0,799 b ** 0,338 8,67

Otoño#

Corral

Realim.

General

-0,563 a -0,518 a -0,553 a

1,036 a 1,039 a 1,023 a

0,674 a 0,671 a 0,676 a

0,006 -49,51

0,012 15,53

0,735 a 0,705 ab 0,653 bc ** 0,298 8,94

0,005 6,64

En la columna, cifras seguidas de distinta letra difieren significativamente: ** p<.01, *** p<.001 Otoño#: periodo de baja disponibilidad y acostumbramiento al corral. Realimentación: periodo total.

Tabla 2

Performance individual de novillos con distinto grado de restricción invernal. Establecimiento “La Esperanza”. Nivel de restricción T0 T1 T2 R2 CV, %

PVi Kg 162,5 a 168,4 a 154,5 a 0,168 6,64

PVF Kg 435,3 a 442,3 a 437,3 a 0,001 6,05

PVFp Kg 418,5 a 425,2 a 420,8 a 0,016 5,25

PR Kg 247,6 a 258,2 a 248,5 a 0,078 6,34

R% 59,1 a 60,7 a 58,9 a 0,146 3,04

APV Kg 256,0 a 256,8 a 266,3 a 0,058 7,08

PCR 85,2 a 89,7 a 94,0 a 0,056 16,34

En la columna, cifras seguidas de distinta letra difieren significativamente: p<.01. Pvi: peso vivo inicial; PVF: p.v. final en establecimiento; PVFp: p.v. final en playa de faena; PR: suma de las 2 medias reses en caliente; R: rendimiento de res a partir de PVFp; APV: aumento de p.v. total = PVFp – Pvi; PCR: estimación de prod. de carne de res= PR - Pvi.

Tabla 3

Rendimiento carnicero del cuarto pistola. Grado de restricción ALTA BAJA

Músculo 56,9 a 57,4 a

Composición del cuarto pistola (%) Hueso Grasa interna 7,3 a 6,2 a 6,9 a 5,9 a

Grasa externa 7,8 a 7,8 a


Tabla 4

Caracterización del bife. Grado de restricción

Largo (cm) 12,1 a 12,2 a

ALTA BAJA

Ojo de bife (OB) Ancho(cm) 6,85 a 6,48 a

Área (cm2) 60,2 a 58,9 a

Nivel 1 10,1 a 12,5 a

Espesor de grasa dorsal (mm) Nivel 2 17,7 a 18,0 a

Nivel 3 12,0 a 12,7 a

Tabla 5

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Nivel 1= tercio del OB más alejado del cuerpo vertebral; Nivel 2= tercio medio del OB; Nivel 3= tercio del OB más próximo al cuerpo vertebral.

Tabla 6

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Medición de terneza objetiva. Músculos Semitendinosus (peceto) Semimembranosus (nalga) Biceps femoris (cuadrada) Longissimus dorsi (bife)

Terneza objetiva (lb.plg-2) Restricción ALTA 8,40 a 9,64 a 9,41 6,87 a

Restricción BAJA 7,65 a 9,15 a a 9,14 a 6,87 a

Escala: 0 a 5= muy tierna, 15 a 20 = muy dura.

Variables evaluadas por panel Flavor Jugosidad Terneza de fibras Terneza global Tejido conectivo

Grado de restricción ALTA 6,30 a 3,87 a 5,53 a 5,49 a 7,41 a

BAJA 6,00 a 3,98 a 5,40 a 5,53 a 7,30 a

Consideraciones finales • La restricción en calidad que impone la utilización de Digitaria diferida a novillitos en crecimiento sin suplementación proteica determina que éstos sólo puedan mantener su peso vivo durante el invierno, mientras que el crecimiento estival de la pastura permite compensar plenamente el diferencial de aumento de peso impuesto, al compararlos con animales con ganancia de 360 g.día-1. La duración y el nivel de la restricción evaluada no afectaron la performance individual en ninguna de las variables estudiadas. En los sistemas de engorde basados en pastoreo de Digitaria y terminación a corral, se puede prescindir de programas de suplementación proteica invernal. La duración y el nivel de restricción no afectaron el rendimiento ni la composición del cuarto pistola, como así tampoco las características del bife ni la terneza. • Para los niveles de restricción considerados en este estudio, el uso del crecimiento compensatorio no se correspondió con diferencias en el peso de faena, grado de terminación o calidad del producto logrado.

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Análisis sensorial del músculo Longissimus dorsi (bife).


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Ing. Agr. María Laura Núñez1 y Tec. Agr. Omar Tiseira2. 1- Asistente Técnico Regional (ATR) y 2- Presidente de la Regional AAPRESID Saladillo.

Fertilización foliar en pasturas

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¿Cuál es el verdadero impacto de esta tecnología en los planteos ganaderos de la Cuenca del Salado?

Palabras Claves: Fertilización foliar nitrogenada; Pastura; Rendimiento.


Pastura consociada de festuca y trébol blanco. Establecimiento El Palmar.

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Los sistemas productivos bien gestionados, cualquiera sea su grado de intensificación, requieren estabilidad en la oferta alimenticia durante gran parte del año. De este modo, el aporte estacional de forraje verde, junto con la incorporación de otros ingredientes más energéticos, contribuye a lograr dietas mejor balanceadas y una respuesta animal más previsible. Para nuestra zona, situada en la Cuenca del Salado, es fundamental generar conocimientos en cuanto a producción de forrajes, tendientes a ser cada vez más eficientes y sustentables en nuestros planteos ganaderos. Objetivo Evaluar a campo el incremento en rendimiento de las pasturas tratadas con fertilizante líquido como complemento de la fertilización edáfica tradicional. Materiales y métodos El producto a probar es Nutrifer Nitrógeno (Nitrógeno total 27%). Este producto es un fertilizante foliar a base de urea y nitrato de amonio. Su formulación está destinada a corregir las deficiencias de nitrógeno en el cultivo y debe ser aplicado por pulverización foliar. Los tratamientos se realizaron sobre pasturas de festuca pura y festuca con trébol blanco en los establecimientos Los Puestos Margarita y El Palmar de la ciudad de Saladillo, provincia de Buenos Aires. Los tratamientos se realizaron sobre festuca Cajun, festuca Aprilia y trébol blanco El Lucero. La primera constituye un material de amplia adaptación y altos rendimientos, proveniente de cruces entre festucas de tipo “europeas” y “mediterráneas” que le confieren una alta capacidad de adaptación a distintos ambientes y la dotan de gran tolerancia tanto al calor como al frio. Presenta elevados rendimientos de materia seca y maduración temprana. Es una festuca resistente a roya, tolerante a suelos pesados, encharcables y alcalinos-sódicos, con valores de hasta pH 9. Presenta un sistema radicular extenso y fibroso que le permite tolerar muy bien los veranos secos. Tiene excelente rebrote y es ideal para

planteos de cría y recría en ambientes con restricciones edafoclimáticas. Por su parte, festuca Aprilia constituye la evolución de Mylena con mejoras en la producción de materia seca, sobre todo en otoño/ invierno. Es de origen francés, seleccionada por su alta producción de forraje de altísima calidad. Al tacto, sus hojas son similares a un Rye grass. Presenta una floración más tardía que la anterior y baja producción de macollos florales, contribuyendo a su alta calidad. Del tipo de las mediterráneas, tiene muy buena producción invernal y no posee latencia estival, con excelente respuesta si se presentan adecuadas condiciones de humedad. Presenta gran resistencia a royas y una altísima respuesta a la fertilización nitrogenada, siendo un material insuperable en rendimiento en suelos con condiciones de humedad y fertilidad. Ideal para planteos exigentes de tambo o invernada. Tiene rápida implantación y alta persistencia. El trébol blanco El Lucero es un material muy vigoroso, con foliolos de gran tamaño, de excelente persistencia y elevadas producciones de MS/Ha. En las siguientes tablas (1 y 2) se resumen la fecha de siembra, densidad, fertilización, fertilidad de los lotes y datos de lluvia.

Tabla 1

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Introducción En Argentina las pasturas perennes son la base para el desarrollo de la ganadería. En la región pampeana ocupan el suelo durante todo el año con una cubierta vegetal verde y raíces activas, lo que favorece un mejor uso de los recursos ambientales (energía solar, agua y nutrientes). Así, conocer su manejo resulta fundamental para ser eficientes y sustentables en la producción de kilos de MS/ha/año.


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Tabla 2

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Resultados Los resultados por tratamiento se presentan en las tablas 3 y 4. La información recopilada revela claramente que no existieron diferencias significativas en la producción de biomasa entre las muestras tratadas y las muestras testigo en ninguno de los dos establecimientos. Tampoco se observaron cambios en la coloración de la pastura ni en el desarrollo de macollos.

Durante el período de 30 días ocurrido entre la aplicación del fertilizante foliar y el corte de medición de materia seca, no se registraron eventos de stress ni problemas sanitarios en el cultivo. El estado eco fisiológico de la especie principal de la pastura (festuca) corresponde a macollaje. La obtención de muestras se realizó a través del corte de materia verde a la altura de un puño, según método del aro al azar. Luego se realizó el secado de las muestras y el correspondiente cálculo de materia seca.

Tabla 3

Tabla 4


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Parcela tratada a la derecha de la varilla, testigo a la izquierda de la varilla.

• La respuesta a nitrógeno en gramíneas presenta una alta correlatividad y es la herramienta más importante para incrementar la producción de biomasa en estas especies. • Esta respuesta está ligada a diversos factores que varían a lo largo del año, entre ellos la disponibilidad de otros nutrientes y agua, la variación en la tasa de crecimiento de la pastura, etc. A fines de invierno y principios de primavera las tasas de crecimiento en pasturas resultan máximas ya que en este momento las gramíneas están pasando al estado reproductivo, cuando encañan, florecen y semillan inducidas por las condiciones climáticas. En verano el crecimiento de las gramíneas disminuye, puesto que las mismas se encuentran en estado reproductivo avanzado y porque es cuando suelen darse ciertas deficiencias hídricas en el suelo. • Podemos decir que, en general, los requerimientos de nitrógeno resultan bajos cuando las tasas de crecimiento y desarrollo son bajas, mientras que cuando ambas variables aumentan también lo hacen los requerimientos de nutrientes. Por ello, para nuestra zona se recomienda una fertilización nitrogenada a principios de primavera. • Luego del análisis de los resultados obtenidos, y considerando los aspectos edafoclimáticos para el período y la ecofisiología del cultivo, concluimos que el fertilizante foliar Nutrifer Nitrógeno no ha producido ningún efecto en el incremento de la producción de biomasa en pasturas de festucas puras y/o festuca consociada con trébol blanco. • Tampoco se observaron diferencias con respecto al testigo en cuanto al número de macollos, coloración o tamaño.

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Conclusiones



1- AER INTA Diamante; 2- Agente de Proyecto Cambio Rural II; 3- EEA INTA Paraná.

Fertilización de alfalfa en Entre Ríos

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Juan Manuel Pautasso1; Francisco Bongiovanni2; Rubén Isaurralde3.

El análisis de suelo es una herramienta clave en ambientes donde el nivel de fósforo disponible tiene más impacto en la producción de alfalfa que la fertilización en sí misma.

Palabras Claves: Fertilización; Fósforo; Azufre; Boro; Pasturas de alfalfa; Entre Ríos; Análisis de suelos.

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Buenas Prácticas Ganaderas Planteos Ganaderos 2016

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Introducción En Entre Ríos la superficie dedicada a la implantación de forrajeras es del 33% del total cultivable, sumando un poco más de 415 mil hectáreas, de las cuales el 66% corresponde a pasturas perennes, fundamentalmente alfalfa, de acuerdo a información suministrada por el INDEC (2002).

Materiales y métodos Los ensayos se diseñaron en bloques completos al azar con tres repeticiones sobre lotes comerciales de alfalfa pura. En todos los casos los suelos pertenecen al Orden Molisol, subgrupo Argiudol vértico. Para estimar la producción, la superficie cortada en cada unidad muestral fue de 0.25 m2.

La aptitud de los suelos en Entre Ríos está condicionada al uso de tecnologías como la siembra directa, una adecuada rotación y una correcta nutrición de los cultivos. Entre otras limitantes, se encuentra la baja fertilidad fosfatada de los suelos, siendo generalizada la deficiencia de fósforo debido a los bajos contenidos de este elemento en los materiales originarios (Quintero, 2000).

Boro: Por un lado se evaluó en tres ensayos el impacto de la fertilización foliar con Boro (150 gr ha-1), utilizando el producto comercial Bortrax, a razón de 1 litro ha-1. La misma se realizó con mochila de gas carbónico, con una aplicación de 150 litros ha-1 cuando el cultivo de alfalfa presentaba una altura de 25 cm. Los días entre aplicación y corte fueron de entre 18 y 21, evaluando sólo el primer corte luego de la aplicación.

En las pasturas, la fertilización es una herramienta clave para modificar la composición de las especies y para maximizar la producción. El fósforo es un nutriente fundamental que afecta la producción de pasturas a base de leguminosas, presentando una mayor respuesta frente a las gramíneas. En la región pampeana se han detectado asimismo respuestas a azufre, en zonas de suelos arenosos y de baja materia orgánica. Con respecto a los micronutrientes no existen diagnósticos claros para predecir las respuestas (García y col.; 2002). Quintero y colaboradores (1995), en pasturas base leguminosas sobre suelos Argiudoles vérticos y Vertisoles, encontraron que por debajo de 12 ppm de fósforo extraíble - medido como P Bray I -, los incrementos fueron de 24% y de 90% con el agregado de 8 y 64 kg de P ha-1 respectivamente; mientras que por encima de 12 ppm las respuestas no superaron el 27%. Estos autores definieron un umbral de 23 ppm de P Bray I al momento de la siembra de la pastura base alfalfa donde la disponibilidad es óptima. El objetivo del presente trabajo fue identificar el o los nutrientes limitantes para la producción de pasturas de alfalfa en Entre Ríos a partir de la información de ensayos de fertilización realizados en Diamante, Entre Ríos.

Fósforo: Se evaluó la aplicación de fósforo como SFT en cinco ensayos. El análisis de suelos se realizó antes de la aplicación del fertilizante, al momento de la siembra. Los detalles de cada ensayo se muestran en la Tabla 1. Azufre: En dos ensayos realizados sobre suelos con baja dotación de azufre (sulfatos) se compararon tratamientos con y sin agregado de sulfato de calcio. La dosis de azufre fue de 0 y 22 kg ha-1, agregado a la siembra como sulfato de calcio. Se evaluaron los dos primeros cortes en cada ensayo. En ambos tratamientos la fertilización fosfatada fue de 200 kg ha-1 de SFT. Se utilizó el programa de análisis estadístico InfoStat versión 2011 (Di Rienzo et al., 2011). El Test de comparación de media utilizado fue Tukey, con un alfa de 0,05. Resultados y discusión Aplicación de boro foliar En la Tabla 2 se informan las producciones logradas en los ensayos con aplicación de boro foliar. Si bien el incremento no fue significativo, los tratamientos que recibieron boro presentaron una media de producción de materia seca 12% superior a los testigos no tratados.

Tabla 1

Características generales de los ensayos de agregado de fosforo. Ensayos Racedo 1 Racedo 2 Racedo 3 Ramírez Fontana

Año implantación 2013 2014 2014 2015 2015

Cortes medidos 11 2 2 2 2

P extraíble (P Bray I) 5,3 90,0 13,9 4,2 24,1

Dosis de P (kg ha-1)* 0-20-40-60 0-20 0-20 0-20-40-60 0-20-40-60

(*): para expresarlo como SFT debe multiplicarse por 5.

Tabla 2

Rendimientos logrados en los ensayos con aplicación de boro. Sitio

Año pastura

Racedo 1 Racedo 2 Protestante

3 2 1

Para cada ensayo, medias con una letra común no son significativamente diferentes (Test Tukey; p > 0.05)

Testigo Tratado Producción promedio por corte (kg ha-1) 1565 a 1684 a 901 a 998 a 1772 a 2085 a


Agregado de Fosforo En la Tabla 3 se resume la información lograda en los ensayos de fertilización con fósforo. En la Figura 1 se muestran las respuestas obtenidas en cada corte según el nivel de P del suelo. Para el promedio de los tratamientos se observa una respuesta positiva a la fertilización fosfatada hasta el nivel de P Bray I de alrededor de 30 ppm. En la Figura 2 se relaciona el rendimiento de los testigos en cada corte, como producción de materia seca por hectárea, y el nivel de P Bray I de

Figura 1

Respuesta promedio al agregado de P según fósforo extraíble.

los suelos. El incremento de materia seca es de 36 kg por cada ppm de P extraíble medido en el suelo. Separando los ensayos según el umbral propuesto por Quintero y col. (1995) de 23 ppm de P extraíble, Los rendimientos promedio de los testigos entre ambos grupos fueron significativamente diferentes (p < 0.05). Así, para los sitios donde el P Bray I fue inferior al umbral, en cada corte de los testigos se lograron 1502 kg de materia seca por hectárea. En los sitios con P Bray I superior a 23 ppm el rendimiento por corte para los testigos fue en promedio de 3386 kg de materia seca por hectárea. En las siguientes figuras se observa el impacto de la fertilización fosfatada en los ensayos Racedo 1 y Ramírez con bajo P Bray (Figura 3 a) y en el ensayo Fontana con alto P Bray (Figura 3 b).

Figura 2

Rendimiento de los testigos y nivel de fósforo extraíble.

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En cultivos de leguminosas más estudiados, como la soja, las respuestas a la aplicación de boro han sido aleatorias, informando incrementos en algunos ensayos del orden del 10%-20% (Torri y col.; 2010), similares a los logrados en esta experiencia.

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Figura 3

Producción promedio de materia seca por corte según tratamiento de fertilización fosfatada: a) ensayo por debajo del umbral; b) ensayo por encima del umbral. Para cada ensayo, medias con una letra común no son significativamente diferentes (Test Tukey; p > 0.05).


Como se observa en las figuras y tablas, la fertilización fosfatada puede incrementar alrededor de un 90% la producción de materia seca por corte en suelos donde el fósforo disponible es menor al umbral sugerido.

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Sin embargo, el mayor impacto productivo estuvo relacionado al nivel de P disponible de los suelos. Los ensayos que se realizaron sobre suelos con P Bray por encima del umbral tuvieron testigos que

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rindieron 125% más que los testigos de los ensayos establecidos en suelos con bajo P disponible. Agregado de azufre: Los resultados obtenidos de los cortes realizados en los ensayos donde se aplicó sulfato de calcio a la siembra se informan en la Tabla 4. No se verificó respuesta a la aplicación de azufre.

Tabla 3

Detalles y rendimientos promedio por corte obtenidos en los ensayos de fertilización fosfatada. P extraíble

Dosis de P

Testigo

ppm

100 kg SFT ha-1

200 kg SFT ha-1

300 kg SFT ha-1

Producción promedio por corte (kg ha-1)

5,3

0-20-40-60

1273

1455

2034

2069

90,0

0-20

4299

4034

---

---

13,9

0-20

3017

2925

---

---

4,2

0-20-40-60

1179

1881

2025

2619

24,1

0-20-40-60

2474

2387

2520

2589

Tabla 4

Datos de los análisis de suelos y rendimientos de los ensayos de azufre. Sitio

P Bray A

zufre de SO4

Cortes medidos

ppm

Testigo

Con Azufre

Producción por corte (kg MS ha-1)

Ramírez

4,2

5,5

2

2025 a

1976 a

Fontana

24,1

8,2

2

2520 a

2469 a

Para cada ensayo, medias con una letra común no son significativamente diferentes (Test Tukey; p > 0.05).

Conclusiones • El nutriente limitante para la producción de alfalfa en la provincia de Entre Ríos es el fósforo, y las respuestas son dependientes del nivel de P disponible en el suelo. Se registraron respuestas a la aplicación de fósforo con niveles de hasta alrededor de 30 ppm de P disponible. • En planteos ganaderos, uno de los objetivos para maximizar la producción de pasturas debe ser el aumento de los niveles de P disponible de aquellos lotes en donde se planifica sembrar alfalfa. • El análisis de suelos es el primer paso para un manejo racional de la fertilización, ya que el nivel de fósforo disponible tiene más impacto en la producción que la fertilización fosfatada en sí misma.


Bibliografía Di Rienzo J.A.; Casanoves F.; Balzarini M.G.; Gonzalez L.; Tablada M.; Robledo C.W. InfoStat versión 2011. Grupo InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. URL www.infostat.com.ar [Fecha de verificación: diciembre 2015]

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García F.; F. Micucci; G. Rubio; M. Ruffo e I. Deverede. 2002. Fertilización de forrajeras en la región pampeana. Edición INPOFOS. ISBN 987-20486-0-6. 72 páginas. INDEC, 2002. Encuesta Nacional agropecuaria 2002. Ministerio de Economía, obras y servicios públicos. Buenos Aires, Argentina. Quintero C.; N. Boschetti; y R. Benavidez. 1995. Fertilización fosfatada de pasturas en implantación en suelos de Entre Ríos. Ciencia del Suelo 13:60-65. Quintero C. 2000. Estado de fertilidad de los suelos de Entre Ríos. Principales Limitaciones. En: Revista Facultad de Agronomía. UBA, 20: 15-19. Torri, S.; S. Arricariet; G. Ferraris y R. Lavado. 2010. Capítulo 5. Micronutrientes en agroecosistemas. En Fertilidad de suelos. Caracterización y manejo en la región pampeana. R. Álvarez; G. Rubio; C. Álvarez y R. Lavado (editores). Editorial Facultad de Agronomía UBA. ISBN 978-987-27793-4-4. Páginas: 447-480.

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Buenas Prácticas Ganaderas

Ignacio Llada, Juan Migliavacca, Germán Cantón, Ernesto Odriozola; Grupo de Sanidad Animal INTA EEA Balcarce. E-mail: odriozola.ernesto@inta.gob.ar

Ergoalcaloides en pasturas

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Estos compuestos presentes en especies forrajeras son los causantes del síndrome distérmico en bovinos, una afección peligrosa durante el verano.

Palabras Claves: Ergoalcaloides; Síndrome distérmico; Festuca alta; Claviceps purpurea.


Los ergoalcaloides producidos por estas especies son capaces de provocar diferentes síndromes en los bovinos que los consumen, siendo el síndrome distérmico el más caracterizado. En estos cuadros los bovinos no pueden disipar el calor por la vasoconstricción periférica que provocan los ergoalcaloides, viéndose muy afectados por los días de mayor humedad y temperatura ambiente (superior a 25ºC). Así, los

Observación microscópica del hongo endótifo E. coenophiala en una muestra de festuca alta (SDVE INTA EEA Balcarce).

Este cuadro afecta tanto a los machos como a las hembras en época de servicio o primeros estadios de la gestación, provocando mermas reproductivas. La alta temperatura corporal afecta negativamente la función ovárica y desarrollo de los primeros estadios embrionarios, aumentando la ocurrencia de mortalidad embrionaria. En los toros se ve afectada la calidad espermática y libido, lo cual impacta negativamente en las tasas de concepción. En otras épocas del año, los animales que los consumen pueden manifestar cuadros clínicos diferentes, como gangrena en tejidos con circulación terminal (extremidades, cola y punta de orejas), generalmente asociado al consumo durante periodos de bajas temperaturas. Estos episodios pueden agravarse aún más si la festuca parasitada se encuentra infestada por esclerotos de C. purpurea. Prevención y control En el caso de poseer pasturas de festuca viejas - muy probablemente contaminadas con E. coenophiala - es importante determinar el porcentaje de consociación de la misma y el grado de infestación con el hongo endófito, a fin de estimar su potencial tóxico. Se consideran moderadamente infestadas aquellas pasturas donde el 20-35% de la festuca muestreada se encuentra infestada, y altamente infestadas aquellas con valores superiores al 50%, siempre considerando el porcentaje de consociación, ya que si la festuca representa un bajo porcentaje de la oferta forrajera, la toxicidad se reduce. En aquellos casos donde el porcentaje de infestación de la festuca sea moderado a bajo y se desee evitar la propagación del endófito, es recomendable realizar cortes para evitar la producción de semilla. También se recomienda realizar henos o ensilados para ser consumidos en épocas de baja temperatura, evitando así problemas clínicos en los bovinos. En el caso que la infestación de festuca sea muy elevada se recomienda clausurar la pastura para evitar su consumo en los meses de mayor temperatura ambiente, sobre todo de vacas en servicio. De la misma manera, si se detectara una elevada infestación con C. purpurea. Luego de este periodo crítico las pasturas podrían ser consumidas, incluso por vacas gestantes (preñeces más avanzadas), que no se ven afectadas en este estadio.

Animales afectados por el síndrome distérmico permaneciendo en el agua (SDVE INTA Balcarce).

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Otro hongo que produce ergoalcaloides es Claviceps purpurea que, a diferencia de E. coenophiala, es capaz de infectar a una mayor cantidad de especies de gramíneas, algunas comúnmente empleadas en mezclas forrajeras como raigrás (Lolium multiflorum), festuca alta, agropiro (Thinopyrum ponticum) o pasto ovillo (Dactylis glomerata) y otras presentes en campo natural (como Paspalum spp.) o cereales, como centeno (Secale cereale), trigo (Triticum spp.), avena (Avena sativa) y cebada (Hordeum vulgare L.). Otro aspecto que lo diferencia del endófito de la festuca es su dependencia de condiciones climáticas propicias para su desarrollo, dadas por inviernos secos y primaveras húmedas. Permanece en el suelo en su forma de resistencia (escleroto o “cornezuelo”) y cuando las condiciones son favorables invade el ovario de las gramíneas. Son estos esclerotos los que concentran los ergoalcaloides.

animales suelen manifestar agitación, respiración con la boca abierta, protrusión de la lengua y aumento de la frecuencia respiratoria, además de tender a buscar sombra y fuentes de agua o permanecer en el agua, entre otros signos. Asimismo disminuyen el consumo de alimento con las consiguientes pérdidas en la ganancia de peso y producción de leche. En casos críticos se puede registrar mortandad del ganado afectado.

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El síndrome distérmico ha sido vinculado a bovinos consumiendo alimentos contaminados con ergoalcaloides durante el verano. Estas toxinas son producidas por diferentes hongos que pueden parasitar especies forrajeras. Una de ellas es la festuca alta (Lolium arundinaceum, Festuca arundinacea o Schedonorus arundinaceus), quizás la gramínea templada otoño-invierno-primaveral perenne más difundida en la Argentina, tanto en pasturas puras como consociada con otras especies forrajeras. La festuca alta presenta características agronómicas y forrajeras sobresalientes, que dependen únicamente de su composición genética. Sin embargo, su potencial se ve beneficiado por un estado de simbiosis con el hongo endófito Epichloë coenophiala asexual (ex Neotyphodium coenophialum). La planta permite al hongo su desarrollo y multiplicación, mientras ésta experimenta un mayor crecimiento, tolerancia a insectos y a estrés ambiental. Por otra parte pierde palatabilidad, lo que hace que los animales seleccionen para su consumo las plantas sanas, las cuales van perdiendo vigor y tienden a desaparecer, proliferando así las infectadas.


En el caso de gramíneas infectadas con Claviceps se debe evitar el consumo de las inflorescencias realizando un corte mecánico, y pastorear con una alta carga animal instantánea para impedir la floración. Si estos potreros se destinan a reservas de forrajes se recomienda realizarlas antes de la espigazón. Debiera prestarse especial atención si se decidiera implantar una pastura luego de la cosecha de cereales, ya que las maniobras actuales de siembra quizás permitan que esclerotos de este hongo permanezcan en la superficie, pasando la infección de un año a otro.

Todos estos aspectos deberían ser tenidos en cuenta cuando se acerca esta época del año, cuando posiblemente consumimos forrajes afectados por estas infecciones fúngicas.

Presencia de esclerotos de C. purpurea (flecha) en muestras de festuca alta (A), raigrás anual (B) y pasto ovillo (C) (SDVE INTA Balcarce).

De no quedar otra opción forrajera, el consumo de pasturas con festuca mediana o altamente infestada por Claviceps debe acompañarse con adecuado acceso a agua de buena calidad y en cantidad suficiente. Además se recomienda reservar los potreros con sombra para estos periodos críticos. Deben evitarse arreos y encierres durante días con temperaturas superiores a los 30ºC o bien, de ser necesario, se recomienda realizar estos movimientos temprano en la mañana o a última hora del día. En caso de querer reemplazar la festuca tóxica debe tenerse la precaución de no sembrar sobre ella una nueva mezcla forrajera, porque muchos de los macollos existentes o el banco de semilla sobrevivirán a las labores y aparecerán sobre la nueva pastura, compitiendo con las recién sembradas. Por lo tanto, conviene rotar 2 ciclos de cultivos anuales previo a volver a implantar festuca, teniendo la precaución de realizar un análisis previo de la semilla, o bien de utilizar semilla certificada como libre de endófito.

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Ing. Agr. (MSc) Horacio Sarlangue. Extensionista EEA Balcarce-INTA. E-mail: sarlangue.horacio@inta.gob.ar.

Hacia una ganadería de carne competitiva

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La actividad está en condiciones de dar un salto significativo, sólo hacen falta políticas que brinden previsibilidad al negocio y premien la productividad en lugar de la especulación.

Palabras Claves: Ganadería de carne; Competitividad; Índices de proceso; Buenas Prácticas de Manejo de Pasturas.


Agriculturización y aumento de la carga En los últimos años, como consecuencia del proceso de agriculturización observado en varias regiones del país - que significó la transferencia de unas 12.000.000 de hectáreas del sistema mixto para el exclusivo uso agrícola -, la producción ganadera ha sufrido importantes cambios en sus sistemas de producción. La drástica reducción de la superficie de uso ganadero y el desplazamiento de cabezas a zonas menos productivas, provocaron un fuerte aumento de la carga animal, proceso no acompañado por una adecuada planificación forrajera, lo que ha generado una gran inestabilidad en los índices reproductivos de los sistemas de cría. Cuando el año es bueno los índices de procreo son normales, mientras que cuando ocurren sequías o inundaciones las pérdidas de terneros se incrementan notablemente. La evolución de la agricultura - y en menor medida otras actividades agropecuarias - en los últimos 40 años ha sido incesante. Durante ese período no sólo se incrementaron los rendimientos unitarios de los cultivos realizados en la región pampeana, sino que también muchos aumentaron su superficie. Esto vino impulsado por diferentes factores, entre los cuales el clima jugó un papel muy importante, acompañando a la nueva genética, al mayor uso de nutrientes y al cambio de sistema de labranza. Los investigadores en temas climáticos coinciden en que en el inicio de la década del 70 comenzó un ciclo húmedo que, si bien originó importantes inundaciones en diferentes zonas del país, permitió elevar los techos de rendimientos. Los pronósticos actuales señalan que habría mayor inestabilidad climática y, en consecuencia, mayores riesgos productivos. Recursos forrajeros-condición corporal-índices de procreo En forma recurrente, y desde distintas esferas del quehacer nacional, se habla de la necesidad de aumentar el número de vientres del rodeo a nivel país. Lo hacen indicando que el tamaño del rodeo actual está estancado en unos 51-52 millones de cabezas, con una población de algo más de 42 millones de habitantes. Si nos comparamos con Uruguay, con un rodeo de 10 millones de cabezas y una población de 3 millones de personas, la diferencia entre ambos países es más que evidente. Argentina, con 1,22 cabezas por habitante contrasta fuertemente con

Muchas veces se realizan planteos críticos sobre el estancamiento del stock ganadero. Aún con las diferentes cifras que presentan los especialistas y analistas del rubro, podemos sostener que existe un número de cabezas totales algo superior a los 51,5 millones, de los cuales unos 22 millones son vientres, que en esta campaña producirían unos 12 millones de terneros; es decir, 54% de destete. La pregunta que surge es la siguiente: ¿hay que aumentar el stock de vientres o mejorar los índices reproductivos del rodeo actual? Creo que la respuesta es clara. Hay que ir por más terneros. Pero para ello debemos conocer sobre qué recursos alimentar a dicho rodeo, por qué tantas vacas quedan vacías y qué herramientas utilizar para determinar en forma anticipada el comportamiento reproductivo de los rodeos. Primero… ¡más terneros! Si bien coincido con la necesidad de incrementar el rodeo nacional para poder abastecer un mercado mundial con demanda creciente, pienso que ese concepto oculta la realidad argentina en la producción de carne vacuna. ¿Cuál es esa realidad? Las estadísticas señalan que más del 45% de los vientres “se toma vacaciones” y no produce un ternero por año. Por ello, desde mi punto de vista, la clave es aumentar la eficiencia reproductiva. Ninguna empresa, de las características o rubro que fuere, crece en tamaño hasta tanto logre utilizar al 100% las instalaciones, las maquinarias y/o los recursos humanos. Por ejemplo, todo productor de cerdos o pollos utiliza primero su capacidad instalada al 100% para luego, si lo desea, comienza a ampliar su fábrica. De allí que primero hay que aumentar la cantidad de terneros con el stock actual, y para ello es clave fijarse la meta de pasar, en una primera etapa, de un 52-54% de terneros logrados por año a nivel nacional a un 65%. Eso significaría pasar de los 11,4-11,9 millones de terneros de la campaña actual a unos 13,8-14,5 millones, sin que crezca el tamaño de la fábrica. Esto puede y debe lograse. ¿Y a nivel regional? A pesar del impactante crecimiento de la superficie agrícola y de la reubicación de parte del rodeo en otras regiones productoras, la provincia de Buenos Aires continúa conservando casi el 60% del rodeo nacional. ¿Y cuál es su nivel productivo? Si bien la eficiencia es mayor, produciendo 67-70 terneros cada 100 vacas que entran a servicio, continúa siendo baja, aún considerando el ambiente marginal que ocupa la cría. ¡Hay mucho para mejorar! Eso puede verse cuando se analizan los números

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A nivel global se carece de información precisa sobre índices de parición y destete, impacto de pérdidas subclínicas de enfermedades parasitarias, deficiencias de minerales, alternativas de cadenas forrajeras, condición y manejo de los pastizales, eficiencias de engorde, entre otros. A nivel de establecimiento podemos decir que, en buena parte de los mismos, no se mide lo que ocurre. Y quien no evalúa resultados mal podrá corregir las fallas porque no sabe en qué parte del sistema ocurren.

las 3,3 cabezas por habitante del Uruguay. Sin embargo, nuestro país puede y debe incrementar su producción de carne con el stock actual.

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En líneas generales la calidad de la información sobre la evolución del sector agropecuario ha ido mejorando con el advenimiento de las imágenes satelitales, la tecnología digital, las redes de seguimiento y evaluación y la profesionalización de organizaciones, instituciones y entidades vinculadas con la actividad. Sin embargo, existen diferencias entre los subsectores. Mientras que en agricultura se avanzó en el registro de información confiable -nivel de reposición de nutrientes, áreas de siembra, uso de tecnología por ambientes, humedad del suelo, alerta sobre enfermedades, mayor eficiencia de cosecha, disminución de pérdidas en postcosecha, sistemas de almacenaje, entre otras-, en la cadena de ganado y carne existen vacíos sobre aspectos básicos que hacen a la eficiencia de este rubro productivo.


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de los campos ganaderos bien manejados, tanto de pequeña, mediana o de gran escala. En muchos de esos establecimientos se destetan 8892 terneros cada 100 vientres que tomaron servicio 17-20 meses antes. Con políticas activas, en poco tiempo podríamos pasar de cosechar 7,3 a unos 9,3 millones de terneros. Dos millones más manteniendo el tamaño de la fábrica, pero aplicando en ella cuidados y técnicas de procesos para aumentar la eficiencia productiva y reproductiva.

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La Pampa Deprimida sufre sequías e inundaciones recurrentes, y parece que esa situación nos inmoviliza, nos quita creatividad, nos hace perder eficiencia en el uso de los recursos forrajeros. En definitiva, transcurren los años y en esa amplia región ganadera no se registran cambios significativos en la actividad de cría. La oferta forrajera se caracteriza por un amplio predominio (75-85%) de pastizales naturales - muchos de ellos degradados por inadecuado manejo -, una escasa superficie cubierta con pasturas de agropiro y/o festuca -buena parte del año encañadas por mal manejo-, algunos lotes de maíz y/o sorgo diferidos y verdeos de invierno (avena y promociones de raigrás anual), entre los principales recursos. Algunos datos Un grupo de profesionales de la Estación Experimental Cuenca del SaladoINTA encabezado por el Dr. Sebastián Maresca, viene monitoreando desde hace más de una década el manejo forrajero, la sanidad y la condición corporal (CC) en más de 55 rodeos pertenecientes a productores de Grupos CREA y de Cambio Rural. La última campaña evaluada contempla 52 rodeos con 12.278 vientres entorados (2013), 11.173 (91%) preñados (2014) y 10.134 (90,7%) terneros destetados (2015). Tomando los datos de comienzo del entore (12.278 vientres) hasta el destete (10.134 terneros), se puede apreciar que la eficiencia global del ciclo 2013/2015 fue del 82,5%. Esto quiere decir que, de 100 vacas puestas en servicio en la primavera de 2013, se destetaron 82,5 terneros en 2015. Esas pérdidas “punta a punta” por encima de la media tienen su explicación: a) el servicio 2013 coincidió con altas temperaturas durante los meses de diciembre y enero 2014, estimándose una pérdida de 3-5% por muertes embrionarias debido a estrés térmico de los vientres, y b) en los meses de julio-agosto-septiembre de 2014 hubo inundaciones en casi toda la provincia, lo que provocó mayores pérdidas por muerte de terneros nacidos en el agua, arrastre por arroyos desbordados e inanición. Si ajustamos las cifras por el efecto año, podemos llegar a un 88,3% de ternero logrado, lo que realmente es un buen resultado para un rodeo de más de 12.000 vientres monitoreados. Si lo contrastamos con los promedios de la región (66-68%), vemos claramente que entre ambas realidades hay una brecha de más de 20 puntos, y es allí donde habría que poner todos los esfuerzos para aumentar la productividad del rodeo. Si bien se reconoce la responsabilidad de las enfermedades venéreas como una de las causas de bajos índices de preñez, su incidencia no ha sido en este caso determinante, debido al gran trabajo de control realizado en los toros. Estudios realizados por el INTA en la Cuenca del Salado revelan que la principal causa de los bajos porcentajes de preñez es el estado o condición corporal (CC) de los vientres al comienzo del servicio. Así, las vacas que presentan una mala condición corporal al momento de parir tienen dificultades para reanudar la actividad reproductiva, presentando largos intervalos entre el parto y el primer celo. Esta situación provoca bajos porcentajes de preñez en el primer mes de servicio y, de no mejorar en forma significativa el estado de los vientres,

la aparición de vacas en celo al final de la época de servicio. Muchos productores tratan de resolver este escenario alargando la duración de los servicios, lo cual retroalimenta a su vez el círculo vicioso. El estado o condición corporal de los vientres puede ser evaluado utilizando una escala que permite cuantificar las reservas corporales a través de un método práctico y útil para la toma de decisiones. Evaluar el estado corporal es más práctico que pesar los animales. Existen dos escalas para hacer dichas observaciones: la propuesta por Lowman y col. (1976) que otorga una puntuación de 1 a 5, y la de Whitman (1975) que la plantea de 1 a 9. Si bien se trata de una escala visual utilizada por diferentes personas donde las evaluaciones pueden diferir, la experiencia indica que el desvío entre observadores es poco importante. Cuando se trabaja en la manga - diagnóstico de preñez, vacunaciones, etc.la precisión puede aumentarse porque permite la palpación de los puntos clave. En otros momentos del ciclo productivo los vientres se encuentran en estado avanzado de gestación o con la cría al pie, por lo que se deben evitar movimientos y así la evaluación debe realizarse a campo. Se recomienda determinar la CC en forma individual en, por lo menos, el 50% de las vacas. Momentos clave para evaluar la condición corporal Los momentos más importantes para evaluar la condición corporal son: 1) al tacto, ya que permite definir el manejo durante el otoño-invierno; 2) al parto, punto clave porque es el que permite inferir la duración del anestro posparto y con ello definir el manejo del rodeo en primavera para lograr altos % de preñez; y 3) al servicio, muy importante puesto que es la última oportunidad para aplicar medidas correctivas que mejoren la condición corporal de aquellos vientres que estén por debajo de los umbrales recomendados para obtener elevados índices de preñez. Mejorar la alimentación… y también la sanidad Está demostrado que en suelos bajos de la Pampa Deprimida, donde hoy se ubica el grueso del rodeo, es posible desarrollar una ganadería eficiente, productiva y sustentable, utilizando pasturas perennes de agropiro, festuca o bien mezclas simples que incorporen alguna leguminosa como acompañante. Ambas especies poseen una excelente adaptación y producción de forraje de calidad en suelos marginales, siempre y cuando sean bien manejadas. Y aquí aparecen los nuevos criterios: las Buenas Prácticas de Manejo (BPM) de siembra, fertilización y pastoreo. Si bien se han producido avances en la calidad de implantación de pasturas, los fracasos continúan ocurriendo. Las razones son varias pero podemos decir, con bastante certeza, que se le presta mayor atención a la siembra de cultivos anuales (trigo, maíz, soja, girasol) que al establecimiento de praderas, cuando ellas deben producir forraje en cantidad y calidad por lo menos durante 4-6 años. En estos momentos, donde la ganadería tiene buenos precios, es la oportunidad para hacer las cosas bien y pensar en la próxima siembra. Elección del lote a sembrar La planificación con tiempo es la llave del éxito. En la medida de lo posible deberán sectorizarse los distintos ambientes de acuerdo a porcentaje de sodio intercambiable (PSI), conductividad eléctrica y/o pH. También es importante utilizar especies guías - como gramón o pelo de chancho -, definir superficies en cada caso y analizar la posibilidad de realizar tratamientos diferenciales, así como evaluar la profundidad de la napa. La presencia de gramón, pelo de chancho o raigrás anual semillado entre


En este sentido, debemos desterrar la falsa creencia -bastante arraigada en el ambiente ganadero - que sostiene que las pasturas nuevas producen muy poco forraje durante el año de implantación. Si se cumple el protocolo de buenas prácticas de manejo de los antecesores; si se planifica con tiempo la preparación del lote elegido, controlando las malezas; si se definen los componentes de la mezcla de especies de acuerdo a la calidad del lote y objetivo productivo; si se adquieren semillas de alta calidad y se planifica adecuadamente la siembra y si la misma se realiza en tiempo y forma, estamos en condiciones de asegurar un aprovechamiento durante el primer otoño.

En resumen, para lograr resultados globales buenos y estables a través de los años, es necesario: 1) planificar anticipadamente cada etapa; 2) manejar las pasturas, verdeos y el campo natural con criterios flexibles, modernos y eficientes; 3) observar la tasa de crecimiento de los diferentes forrajes, la disponibilidad de las pasturas y campos naturales; 4) monitorear la condición corporal de los vientres tres veces al año para ajustar, en caso de ser necesario, dietas diferenciales que permitan mantener las vacas en la CC deseada; 5) cumplir el plan sanitario acordado; y 6) estar capacitados para anticiparse a situaciones críticas o inesperadas. Finalmente, es clave orientar todos los esfuerzos a “cuidar la fábrica” para que produzca la mayor cantidad de terneros en cada ciclo productivo.

Si hay buenas condiciones de humedad en el suelo y la siembra está bien planificada, la nueva pastura estará en condiciones de producir un primer pastoreo en el mismo otoño de implantada, rebrotar y acumular forraje para un segundo pastoreo a fines de julio-principios de agosto y así, en adelante. De esta forma queda demostrado que una pastura nueva -implantada como indica el manual de Buenas Prácticas de Manejo de Pasturas- se puede pastorear el primer año y, con parte de los kilos/ha ganados en esa primera primavera, cubrir con creces los costos de siembra y fertilización. Muchas veces se acompaña el proceso “desde atrás”, pero la ganadería de carne - sea la cría o la invernada a campo- exige una alta capacidad

Consideraciones finales • Por razones económicas, éticas y ambientales es preciso incrementar los índices de procreo y la producción de carne de base pastoril en la Pampa Deprimida. Para ello existen “viejas” especies adaptadas a los suelos alcalino-sódicos que, mediante el uso de prácticas que responden a un “nuevo” manejo con énfasis en tecnologías de procesos, viabilizan el logro de aquel objetivo. • El uso de las Buenas Prácticas de Manejo del pasto no es para productores “ausentes” o “tenedores de vacas”. Por el contrario, requiere de la presencia frecuente del dueño o del responsable técnico de ganadería, así como de personal estable en el campo, con buenas comodidades, comprometido con la producción, motivado y capacitado. La ganadería actual se desarrolla en un contexto que demanda la incorporación de nuevas herramientas de manejo del pastoreo. De allí la importancia de capacitar al equipo de trabajo de cada establecimiento para poder aprovechar, de la forma más eficiente posible, el gran potencial de producción de estas especies forrajeras que demandan un manejo preciso. • Por último, una ganadería moderna, capaz de explotar adecuada y sustentablemente los ambientes marginales, con bajo o nulo riesgo climático, debe contar con muy buenas pasturas perennes, correctamente manejadas, como base importante de la oferta forrajera. No hay milagros ni secretos bien guardados; hay acciones que, ordenadas y sistematizadas por personas comprometidas, producen resultados favorables.

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Dicha planificación exige un horizonte de 2-3 años de anticipación, de modo tal que durante ese tiempo se vaya preparando cada lote, eligiendo los cultivos antecesores y las mezclas de herbicidas apropiadas al tipo de malezas a controlar, evitando utilizar herbicidas residuales que puedan afectar la emergencia de las leguminosas. Es clave no dejar semillar el raigrás. El cultivo antecesor debe ofrecer una cama de siembra firme y pareja, liberar el lote temprano, dejar un rastrojo manejable y, permitir el control de malezas sin uso de herbicidas residuales.

de “anticipación” a los hechos para que el daño o los perjuicios no sean importantes. En este sentido, es clave estar: i) informados sobre los mercados, el clima y los pronósticos a mediano plazo; ii) bien asesorados en los aspectos productivos y sanitarios; y iii) abastecidos con personal de campo capacitado, para manejar de modo eficiente los recursos forrajeros, y motivado, para atender los rodeos durante la parición, minimizando las pérdidas entre parto y destete. Premiar el plus de productividad es fundamental en una cría eficiente.

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otras malezas problema, indican la necesidad de un buen control previo a la siembra de la pastura, con una rotación de cultivos anuales forrajeros.


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Ing. P. Agr. Hernán Palau. Magíster Agronegocios UBA, Prof. Adj. Agronegocios-FAUBA, Prof. Posgrados y Maestría en Agronegocios-FAUBA.

Rediseñar la ganadería

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Es tiempo de entablar una agenda de decisiones para el sistema de ganados y carne vacuna, es tiempo de dejar las tácticas para pensar en verdaderas estrategias. ¿Por dónde empezar?

Palabras Claves: Sistema de ganados y carne vacuna argentino; Mercado interno; Mercado externo; Competitividad; Estrategia.


Por lo tanto, en mi humilde opinión, es tiempo de rediseñar la ganadería vacuna argentina. Como docente y consultor he participado de varios procesos de diagnóstico y planificación estratégica sectoriales en la Argentina y Uruguay. Todos ellos procesos colectivos en los que se busca contar con una visión compartida, una misión colectiva y agendas comunes (Ordóñez, 1999; Ordóñez, 2002; Senesi, 2012). El rediseño no implica tirar por la borda lo hecho hasta hoy, pero sí revisar y – tal como lo señalara el leitmotiv de uno de los congresos de Aapresid –“darse cuenta” de que no podemos continuar así. En este sentido, los cambios de regla de juego impulsados por el gobierno nacional por estas fechas no es más que otra táctica más, un cambio de reglas que pasarán sin pena ni gloria si no estamos preparados estratégicamente. Mi intención, a través de esta nota, es realizar un diagnóstico del sistema que pueda ser útil para plantear una serie de decisiones estratégicas de corto, mediano y largo plazo. A mi entender se debería partir de la base de que el sistema de ganados y carne vacuna NUNCA debe desabastecer el mercado interno, ni en volumen ni en precio (o sea, debe haber carne siempre para el consumidor local a un precio acorde con su capacidad adquisitiva). La otra premisa es que debe exportarse tanto como el mercado lo permita y lo demande. Dicho esto, a continuación se resumen los principales factores que influyen sobre el sistema, en términos institucionales, organizacionales, tecnológicos y comerciales. Si bien hay muchas variables en juego aquí se listan las que a mi juicio podrían ser las más relevantes. A nivel institucional: - La fiebre aftosa y “vaca loca”: claramente es un problema, no en cuanto a la enfermedad y su control (somos libres con vacunación, lo cual es una buena señal para los mercados) sino a las apariciones recurrentes de la misma. Por otra parte, la Argentina cuenta con el status de “país de riesgo insignificante de EEB”, condición fundamental para el comercio exterior de carne vacuna. -

Las trabas institucionales: aunque se han profundizado en estos años, históricamente ha sido recurrente el control de parte de

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El doble estándar sanitario y fiscal: existe un doble (triple y cuádruple) estándar en lo que refiere a las exigencias y control sanitario de frigoríficos y mataderos según sea el destino de la faena. Algo parecido pasa en cuanto a las exigencias de pago de impuestos y cargas sociales de trabajadores. Esto genera distorsiones en la competencia entre los que pagan (por obligación) y los que reciben menores controles o estándares.

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La evasión: siempre se menciona que la ganadería (y la comercialización de carne) trabaja con algún grado de informalidad fiscal. La evasión genera competencia desleal sobre aquellos que por convicción o por obligación no evaden (Palau, 2005). Dicen que el negro 100% desapareció, aunque continúan ciertos “achiques” que llevan a la existencia de distintas escalas de grises. No voy a discutir si es ésta la única manera de “sobrevivir” frente a un Estado voraz desde el punto de vista fiscal, pero sí voy a rescatar que una cadena competitiva nacional e internacionalmente no puede tener estas distorsiones, puesto complican la transparencia y la confianza entre los actores del sistema.

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Negociaciones bilaterales y multilaterales: históricamente la Argentina ha sido líder en el mercado internacional de carne vacuna pero hoy son varios los países que compiten, y lo hacen mucho mejor que nosotros. Algunos de ellos (Australia, Uruguay) cuentan con agendas de negociación con estados y bloques comerciales para reducir barreras arancelarias y para-arancelarias. La Argentina no cuenta con una agenda clara a nivel nacional e incluso es muy confusa la agenda a nivel Mercosur.

A nivel organizacional: - Atomización y escala: existe una tendencia a la atomización de los productores y de la industria frigorífica. Las últimas perturbaciones institucionales generaron la desaparición de algunos actores del sistema, tanto productores como industriales. Sin embargo, aún persisten productores de pequeña escala e incluso muchos frigoríficos de exportación son pequeños en comparación con la industria internacional (Brasil, Australia y EEUU). -

Coordinación vertical y horizontal: cuando uno ve la cadena aviar en la Argentina, o cómo se desarrolla el negocio de ganados y carne a nivel global, se identifican interrelaciones de mediano y largo plazo entre los actores del sistema, a través de contratos en los que se especifica qué producir, cómo, cuándo entregar, etc. Nuestra ganadería se coordina vía precio, y las señales muchas veces llegan tarde o la adaptación a las mismas lleva mucho tiempo. Incluso, existen situaciones de oportunismo que repercuten en altos niveles de costos de transacción1. En términos horizontales, no existen (o hay muy pocos) casos de asociaciones y cooperativas

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Pero ¿cuál ese nuevo punto de partida? ¿Qué es lo que tenemos por delante? Ahí es donde quizá las opiniones entre los actores del sistema de ganados y carne vacuna no se encuentran alineadas. Desde hace varios años –y varios autores lo plantean así–, la estrategia de cada actor de la cadena es distinta. Muchas veces lo que le conviene a la industria frigorífica no es conveniente para el invernador/feedlotero, ni hablar del criador o el cabañero. Y en otro orden, hace tiempo me pregunto qué genética desarrollan las cabañas, es decir ¿en función de qué mercado? ¿Qué estrategia? Siento que en realidad no hay una cadena de abastecimiento coordinada sino un sinnúmero de actores que hace lo que puede, cómo puede, incluso con miradas de muy corto plazo que llevan a que no haya una estrategia individual (y menos colectiva); todas son tácticas.

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distintos gobiernos. Control de precios internos, control de peso mínimo de faena, intervención del Mercado de Liniers, trabas para las exportaciones, retenciones, ROEs, el encaje productivo y la “gran barata”, la no devolución del IVA a las exportaciones, la eliminación de reintegros, etc. han sido algunas de esas trabas. Muchos autores ya han explicado los impactos que tienen las mismas sobre el negocio; uno reciente fue la reducción de 10 millones de cabezas del stock en los últimos años.

Hacia fines de diciembre pasado las noticias confirmaron lo que muchos esperaban: el fin de las retenciones a los granos y productos de economías regionales, incluso de la carne vacuna. También la liberación del cepo y la suba de la cotización del dólar oficial a un valor cercano a $13,80. La noticia se celebró con alegría y cierta cuota de optimismo. El fin de las trabas institucionales marca un nuevo punto de partida.


Por ejemplo, las mayores deficiencias de los frigoríficos tipo B (de tránsito federal, que cubren el 50% de la faena nacional) están en los procesos de tipificación y en la consistencia de la cadena de frío, mientras que los frigoríficos tipo C y mataderos municipales (habilitación provincial y departamental, que cubren entre un 20 y 30% de la faena) tienen muy baja escala, casi ausencia de sistema de frío y deficiencias en las instalaciones. No se sabe en qué medida pueden evitar o controlar posibles ETA (enfermedades transmitidas por alimentos como E. coli, entre otras). A esto le sumamos que en los últimos 10-15 años los niveles de inversión en tecnología fueron casi nulos.

de productores ganaderos, ya sea para mejorar condiciones de compra de insumos, para contar con servicios en conjunto, o bien para desarrollar sistemas de comercialización interna/externa colectiva (ej. grupos de productores exportadores).

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El rol de organismos públicos y privados: a nivel público contamos con organismos que facilitan las cuestiones sanitarias (SENASA) o brindan conocimiento de tecnología (INTA). Se destaca el rol de las fundaciones y el control que estas realizan. Queda pendiente evaluar si las mismas pueden cumplir otras funciones que puedan apalancar la competitividad del sector.

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La representatividad sectorial: el organismo emblema sería el IPCVA. Sin embargo, son varias las voces que indican que debemos mejorar en cuanto a contar con un organismo que represente a todos los sectores y que oficie de comunicador y negociador de la cadena en su conjunto. Creo que el IPCVA debe tener ese rol, hay que ver cómo se re-estructura en los próximos años.

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Costos de transacción micro: muchas veces ocurre que en el intercambio (transacción) no está bien definido el activo a transar; por ejemplo, ¿cómo se determina la calidad de carne o el rendimiento al gancho de un animal faenado? A esto se suman otras fallas de mercado producto de la información asimétrica, como por ejemplo la no finalización de pagos. El resultado es un círculo vicioso que desincentiva la inversión y los contratos y promueve la comercialización informal.

A nivel tecnológico: - A nivel producción primaria: la ganadería vacuna argentina es, desde ya, de primer nivel en el plano internacional. Tenemos la mejor genética del mundo y una cultura productiva que muchos países envidian. Está faltando inversión, lo que repercute en bajos índices de preñez y destete, terminación deficiente de la hacienda, bajo peso de la hacienda para faena, etc. -

A nivel industria: las plantas frigoríficas presentan disparidad en cuanto a los niveles de tecnología invertida, capacidad de frío y desposte, capacitación de operarios, uso de energía, estructura de costos, etc.2 Podríamos decir que las habilitadas para exportación tienen un mayor nivel de tecnología invertida, mientras que los mataderos y ciclos I presentan grandes deficiencias. En comparación con la industria frigorífica internacional nuestras plantas son de baja escala, tienen altos costos de energía y mano de obra y problemas de manejo, lo que les resta competitividad.

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La media res: la media res es funcional a la evasión fiscal y sanitaria, y es causa de la escasa diferenciación de producto, de la posibilidad de la subfacturación o subdeclaración y de los no registros (Palau, 2005). Además genera una incorrecta asignación de los cortes en función de la demanda. Contreras (2010) y Palau et al. (2014) demuestran que los cortes “de lujo” (lomo, peceto, cuadril) tienen un menor precio en barrios y zonas de menor poder adquisitivo, mientras que los cortes “populares” (asado, vacío, osobuco, entraña, falda) parten de precios superiores que en aquellos barrios de mayor poder adquisitivo. Si todas las plantas frigoríficas contaran con la posibilidad de exportar, despostar y comercializar cortes envasados al vacío en función de la demanda, los cortes “de lujo” podrían comercializarse en los mercados internacionales y destinarse los “cortes populares” al mercado interno, con un valor menor (Palau et al., 2007). Otra externalidad positiva de la comercialización de carne por cortes es la mejor valorización de los subproductos de la despostada, sebo y huesos (ver Santágelo, 2013).

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Las certificaciones de origen y calidad: el consumidor global exige cada vez más certificaciones que garanticen el origen y calidad de las carnes. Tuvimos varios ejemplos en la Argentina (Prinex, Exal, Carne Angus Certificada, Carnes Hereford, Consorcio Pampas del Salado, entre otros) que buscaban darle garantías al consumidor mediante la implementación de protocolos de producción ganadera (de alimentación, raza, edad de faena, tipo de manejo, etc.) e industrial (etiquetado de cortes, trazabilidad, marmoreo y garantía de terneza, etc.). La demanda sigue ávida de estas garantías, y se le suman cuestiones ligadas a lo ambiental (huella de carbono) y al manejo responsable (bienestar animal). Sin embargo, la incertidumbre en la exportación de carne vacuna ha llevado a la discontinuidad de estos programas.

Son aquellos costos no siempre visibles que surgen de negociar, bosquejar y llevar a cabo una transacción –ex-ante–; y los costos por una mala negociación, ajuste y/o salvaguarda del contrato en cuestión –ex-post–, ya sean por errores,omisiones y/o alteraciones inesperadas (Williamson, 1993) o acciones oportunistas (Hallwood, 1990). 2 En un estudio realizado por Santángelo (2013) se consigna lo siguiente: “… es de destacar que no existe un relevamiento efectivo para la industria frigorífica de donde surjan los índices que muestren la evolución de su dinámica, el estado de situación respecto a la tecnología disponible y/o necesaria, el grado de obsolescencia de la infraestructura plantada, las necesidades de ampliación sobre perspectivas de crecimiento de la actividad, entre otras cuestiones”. Esto habla a las claras de la dificultad de realizar un diagnóstico completo de las distintas plantas frigoríficas que existen en la Argentina. Los resultados aquí expuestos son meras aproximaciones de parte del autor del informe. 1


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Dependencia comercial: en muchos períodos de la historia la Argentina ha tenido dependencia comercial con algún país o bloque. Lo que antes pudo haber sido la UE, fue luego Rusia y ahora es China. Dicha dependencia puede ser perjudicial en momentos de retracción económica del mercado destino o de aumento de la competencia.

En virtud de este breve diagnóstico es posible repensar el sistema de agronegocios de ganados y carne vacuna en la Argentina. Utilizaré el método EPESA (Senesi, 2009) a fin de plantear elementos que puedan ser útiles para instalar una agenda de mejora del mismo. No son recomendaciones, no es un plan estratégico, no es la única verdad. Es sólo un punteo de “decisiones” que, de alguna manera, pueden servir de disparador para posteriores discusiones entre los distintos actores (Tabla 1). A modo de conclusión, lo anterior no es más que un listado de dificultades y fortalezas que el sistema de ganados y carne vacuna argentino tiene. Muchas de las mismas han sido profundamente estudiadas y hay varias voces coincidentes.

Precio de la carne de exportación: si bien es claro que los cortes Hilton son los más caros (actualmente cercanos a los 15.000 dólares la tn), existen cortes de mucho menor valor que podrían ser exportados a mercados que paguen más. También podría generarse valor a través de certificaciones, garantías de calidad y de abastecimiento.

La avidez de carne del mercado internacional y la alta competencia del mismo (aunque a mi entender los otros países no prometen muchas posibilidades de crecimiento en términos de producción de carne) nos ofrecen una plataforma inmejorable para este sector. Está en nosotros el hecho de ser competitivos internacionalmente sin descuidar el mercado interno.

El consumidor local: el argentino gusta de comer carne, siendo el principal país a nivel global en consumo per cápita. El IPCVA ha hecho un buen trabajo para identificar los patrones de los consumidores y preferencias, pero hace falta mayor conocimiento

Resta entablar una agenda de discusión de las decisiones propuestas. En su defecto, seguiremos dependiendo de la táctica y de las decisiones que otro tome. En estrategia, uno es artífice de su propio destino o queda supeditado a las decisiones de los demás.

Tabla 1

Decisiones estratégicas para el sistema de agronegocios de ganados y carne vacuna en la Argentina Etapa

Decisiones de producción, de productos, Investigación y Desarrollo e innovaciones

¿Qué debe hacerse?

Impacto

1. Mapear regiones productivas y establecer módulos de producción, utilizando distintos métodos y abordajes (desde inversión en tecnología dura hasta capacitaciones e inversión en procesos y gestión de procesos).

1. Mejora en los índices productivos y reproductivos; instalación de programas de certificación y garantía de trazabilidad; mejora en la calidad de la carne vacuna.

2. Adecuación de plantas frigoríficas, mejorando la infraestructura y brindando herramientas para habilitar todas las plantas para la exportación.

2. Posibilidad de distribución de carne por cortes, tanto para el mercado interno como externo; mayores exportaciones de carne.

3. Diseñar productos cárnicos en función de la demanda (a través de certificaciones, procesos y protocolos).

3. Diversificación de la matriz de demanda; mayores ingresos por productos de mayor calidad.

4. Establecer alianzas con entidades de consumidores internacionales; mejorar la relación con embajadas y agentes comerciales.

4. Mayor conocimiento sobre la demanda internacional; mayor agregado de valor al producto.

5. Intensificar programas de investigación y desarrollo, de extensión y capacitación focalizados por zonas, a través de INTA y universidades.

5.

6. Incentivar la creación de grandes empresas proveedoras de insumos y servicios, regionales y de alto conocimiento local.

6. Menores costos de insumos; insumos y servicios disponibles para todas las escalas de productores.

Mejora en los índices productivos y reproductivos.

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y divulgación en cuanto a la demanda de cortes, a fin de distribuir los mismos en función de la disposición a pagar por barrios o segmento de mercado. El actual sistema de distribución de carne a través de la media res no es funcional a una distribución eficiente de cortes según la demanda.

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A nivel comercial: - Mercado externo versus mercado interno: históricamente existió una “rivalidad” entre ambos mercados, dado que se asume que lo que no se exporta queda en el mercado interno y viceversa. También se habla de “saldos exportables” como si tuviéramos primero que abastecer el mercado local para poder obtener “la habilitación” de exportar. Esta situación genera disconformidad en los actores del sistema, y lo que es peor, políticas restrictivas para la exportación. Otra consecuencia es la inseguridad de abastecimiento que percibe el comprador internacional, pudiendo impactar en una reducción del precio o bien en un cese de la compra, que se realizará a países que ofrezcan mayor certidumbre.


Buenas Prácticas Ganaderas

Decisiones de producción, de productos, Investigación y Desarrollo e innovaciones

Decisiones de comunicación

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Decisiones de distribución y logística (incluyendo exportaciones)

Decisiones de capacitación / RRHH

7. Promover la creación de grupos de productores, ya sea para la producción de carne con garantías de calidad certificadas como para la mejora de las condiciones de producción (al estilo Cambio Rural).

7. Mayor calidad de carne y mayor valor del producto; mejora en los índices productivos y reproductivos.

8. Adecuar los sistemas ganaderos y los productos cárnicos en función de las exigencias institucionales en los distintos mercados destino.

8. Sistemas de abastecimiento coordinados desde el origen, con menores costos de transacción y mayores ingresos para los actores.

9. Adecuar el engorde a corral y la industria frigorífica en función de normas y disposiciones de sustentabilidad ambiental.

9. Menor impacto ambiental; menores costos de producción; menor impacto de barreras paraarancelarias.

10. Adecuar envases y packaging de carne vacuna en función de los mercados.

10. Mayor calidad de carne y mayor valor del producto.

1. Mejorar la comunicación entre los actores del sistema.

1. Aumento de la transparencia y reducción de costos de transacción.

2. Mejorar la comunicación con los actores externos al sistema (consumidores, formadores de opinión y medios, funcionarios ministeriales, etc.).

2. Eliminación de distorsiones y errores de concepto sobre el sistema; diseño de políticas públicas correctas.

3. Diseñar distintos planes de comunicación en función del tipo de público al que se quiere comunicar.

3. Adecuación y presupuestación de la comunicación; definición de indicadores de comunicación.

4. Alcanzar una posición y un mensaje únicos sobre los productos generados por el sistema.

4. Definición de una marca país de carne vacuna.

5. Realizar un benchmark de organismos sectoriales en Australia, EEUU, Uruguay y Brasil.

5. Mejora en la comunicación, aprendiendo de los errores de otros.

1. Implementar un sistema de distribución de carne vacuna por cortes (boxed beef) a nivel nacional.

1. Mayor eficiencia; mayor valor de los productos y subproductos; mayor satisfacción del cliente.

2. Crear un “tablero de control” de valor de los distintos cortes en función de los distintos mercados.

2. Mayor eficiencia; mayor captura de valor.

3. Conformar consorcios de exportación; agrupar industrias frigoríficas para consolidar cargas.

3. Reducción de costos de exportación y logística.

4. Diversificar mercados (países) y clientes (brokers, supermercados, distribuidores, etc.), identificando posibles integraciones verticales a fin de capturar mayor valor del mercado.

4. Creación y captura de valor por parte de empresas argentinas.

5. Estudiar la estructura de compradores por país.

5. Definición del modo de entrada y negociación con compradores.

6. Importar cortes populares de países limítrofes.

6. Consumidor interno más satisfecho; mejora en la balanza comercial.

7. Mejorar condiciones de transporte de hacienda.

7. Transporte adecuado a bienestar animal y carne de mayor calidad.

1. Definir sistemas de capacitación en función de distintos planteos técnicos y de gestión de la empresa ganadera.

1. Mayor eficiencia en el uso de los recursos; mayor conocimiento.

2. Mejorar las condiciones de trabajo y entrenamiento de operarios de plantas frigoríficas.

2. Trabajadores más motivados; menores desperdicios; mayor calidad de la carne vacuna.

3. Ofrecer cursos de perfeccionamiento en comercialización de carne vacuna a nivel nacional e internacional.

3. Mayor eficiencia y menores costos de comercialización.


2. Mejorar la infraestructura de establecimientos ganaderos de cría, invernada y feedlot.

2. Mayor eficiencia productiva y reproductiva.

3. Intensificar la producción de carne utilizando una mayor proporción de granos.

3. Aumento del volumen de carne producida; menores conflictos consumo interno vs. exportación.

4. Mejorar las plantas frigoríficas elevando el estándar sanitario, habilitándolos para exportación e invirtiendo en salas de desposte y cámaras frigoríficas para maduración de carne.

4. Mayor eficiencia de producción; menores costos y mayor eficiencia en la distribución de carne en función de la demanda.

5. Unificar las alícuotas impositivas y reducir impuestos para productores e industrias que desarrollen innovaciones organizacionales y tecnológicas.

5. Eliminación de distorsiones impositivas; menores costos de inversión y producción.

6. Mejorar el sistema de tipificación de carne y el control del rendimiento en la faena.

6. Menores distorsiones en la comercialización; menores costos de transacción y mayores incentivos.

7. Promover nuevas leyes en función de las necesidades que tenga el sistema.

7. Adecuación del ambiente institucional a la nueva realidad del sistema.

8. Establecer propuestas de sistemas de solución de conflictos entre los actores.

8. Menores distorsiones en la comercialización; menores costos de transacción e mayores incentivos.

Bibliografía Contreras, D. 2010. Problemática y consecuencias de la comercialización de carne vacuna basada en el sistema de media res. Impacto sobre el productor invernador y el consumidor. Tesis presentada para acceder al título de Ingeniero Agrónomo. Facultad de Agronomía-UBA. Hallwood, C.P. 1990. Transaction costs and trade between multinational corporations: A study of offshore oil production. Unwin Hyman, Boston. Ordóñez, H.A. 1999. El Capital Social. Clave competitiva. Documento interno Programa de Agronegocios y Alimentos. Facultad de Agronomía-UBA. Ordóñez, H.A. 2002. Aportes metodológicos de estudio e intervención en los agronegocios. Una teoría, tres modelos y tres casos. Trabajo presentado en la XXXIII Reunión Anual de la Asociación Argentina de Economía Agraria. Buenos Aires, Argentina. Octubre. Palau, H. 2005. Agronegocios de ganados y carnes en la Argentina. Restricciones y limitaciones al diseño de sistemas de aseguramiento de origen y calidad. Estudio de caso múltiple. Tesis presentada para acceder al título de Magíster de la Universidad de Buenos Aires Área Agronegocios y Alimentos. Escuela Para Graduados, Facultad de Agronomía-UBA. Palau, H.; Senesi, S.I.; Otaño, C. 2007. Estudio de las problemáticas y oportunidades de mejora en la comercialización de carne vacuna para el mercado interno en base a la incorporación del sistema „boxed beef‟. Trabajo realizado según convenio FAUBA-IPCVA. Palau, H.; Senesi, S.; Contreras, D.; Daziano, M.; Mogni, F. 2013. Distribución de carne vacuna en la Argentina: diagnóstico e identificación de oportunidades de mejora a nivel industrial, organizacional y logístico. Trabajo presentado en la XLIV Reunión Anual de la Asociación Argentina de Economía Agraria. San Juan, Argentina. Noviembre. Santángelo, F (2013). Análisis de diagnóstico tecnológico sectorial-Frigorífico Bovino. Publicación realizada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Presidencia de la Nación. República Argentina. Senesi, S.I. 2009. Estudio y planificación estratégica de los sistemas de agronegocios. Método EPESA. Documento interno Maestría en Agronegocios y Alimentos. Escuela Para Graduados, Facultad de Agronomía-UBA. Senesi, S.I. 2011. El capital social como factor de producción en los sistemas de Agronegocios en Argentina. Un análisis comparado de los sistemas aviar, vitivinícola y vacuno. Tesis presentada para acceder al título de Magíster de la Universidad de Buenos Aires Área Agronegocios y Alimentos. Escuela Para Graduados, Facultad de Agronomía-UBA. Williamson, O. 1993. Transaction cost economics and organizational theory. Journal of Industrial and Corporate Change. Vol. 2, pp. 107-156.

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1. Mayor acceso al crédito y a menores tasas.

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Decisiones de coordinación y adecuación al ambiente institucional

1. Mejorar las condiciones de otorgamiento de créditos para la producción.


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Oscar Ferrero. MV (UNR) y Especialista en Prod. Bovina (UCC). E-mail: ferrerooscar@arnet.com.ar, oferrero@cabanapilaga.com.ar

Recrías rentables y sustentables en el NOA

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Producciones de carne de hasta 400 kg/ha/año en el norte de Santiago del Estero gracias a un modelo de recría basado en pasturas y reservas forrajeras de megatérmicas y suplementación estratégica.

Palabras Claves: Recría; Noroeste Argentino (NOA); Pasturas megatérmicas; Reservas forrajeras; Suplementación.


Las pasturas subtropicales están hoy ampliamente difundidas en el NOA, como parte de planteos silvopastoriles que permitieron hacer desmontes más racionales y sustentables. Gran cantidad de desarrollos ganaderos implantaron estas forrajeras cuyo techo productivo, aún hoy, desconocemos. En el noroeste argentino las pasturas megatérmicas muestran un período de activo crecimiento de octubre a mayo y un período de reposo de junio a septiembre. Entre las pasturas megatérmicas existe una gran variabilidad de adaptación a los distintos ambientes del NOA. El valor de la recría Una res balanceada proviene siempre de un animal bien recriado, por lo tanto la recría es una etapa determinante. Esto permitirá reducir la edad de faena, lograr reses de mejor calidad y, finalmente, aumentar la eficiencia global de la producción de carne, que se refleja en un mejor resultado económico de la cadena. Existen dos modalidades de recría bien definidas: a campo (sobre recursos forrajeros más suplementación estratégica), o en corrales de recría. En esta etapa no se buscará maximizar la ganancia diaria sino generar en el animal la estructura necesaria para poder incorporarle más kilos en la etapa siguiente, que sí será netamente de terminación. Es decir, la planificación nutricional de la recría tendrá como objetivo ganancias

En el plano económico, la recría, y especialmente la pastoril, es un eslabón muy importante para determinar el resultado del negocio ganadero. Producir kilos baratos a campo permite diluir el alto costo de compra de la invernada en un ambiente en donde la escasez del ternero es relevante, tanto por la coyuntura de nuestro país como por la tendencia a nivel mundial (reposición a precios cada vez más altos). El modelo de recría santiagueño Pilagá es una de las cabañas más emblemáticas del Braford argentino y fue adquirida en 2013 por CAPIL, un grupo empresario cordobés con otras operaciones agropecuarias en Santiago del Estero. Actualmente, además de su oferta de reproductores y animales de elite de la raza Braford, Pilagá desarrolla en esa provincia su proyecto de producción de carne. Así, tanto la preparación de sus reproductores para zona sucia como la recría y terminación de novillos se realiza en el Establecimiento Las Palmitas, en la localidad de Campo Gallo, al noreste de Santiago del Estero. Al igual que en el resto del NOA, la producción forrajera de Las Palmitas está determinada por precipitaciones con marcada estacionalidad y variación interanual, y el Gatton Panic es la megatérmica que más superficie cubre. Esta realidad implica trabajar con márgenes de seguridad importantes en materia forrajera. Desde hace varios años, la empresa basa su estrategia nutricional en las reservas forrajeras y la suplementación estratégica. En cuanto a las reservas, en Las Palmitas se pica y ensila Gatton Panic (en el momento de mayor volumen) todos los años, a fin de asegurar la disponibilidad de fibra efectiva para los años secos (no se busca calidad sino cantidad). La estimación se realiza en base a las necesidades de todo un año: la premisa es tener siempre un año de silo guardado. Los lotes de Gatton Panic de Las Palmitas y del resto de campos del grupo tienen más

Gráfico 1

Distribución de la producción anual del Gatton Panic (EE INTA Saenz Peña, 2014).

Buenas Prácticas Ganaderas

La actividad ganadera del NOA enfrenta más variaciones climáticas que otras regiones, por lo tanto es fundamental gestionar los márgenes de seguridad de variables clave. Sin dudas una de las más importantes es la oferta forrajera, cuyas reservas serán determinantes a la hora de sobrellevar años secos.

de peso óptimas, las cuales no coinciden con las ganancias de peso máximas, sino con aquellas que permitan respetar las curvas normales de crecimiento osteomuscular de acuerdo a la categoría de que se trate.

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La ganadería en el NOA El Noroeste Argentino (NOA) tiene, por sus condiciones ambientales y sistemas de producción, el potencial para ser altamente competitivo en la producción de carne vacuna de calidad. Actualmente podemos encontrar en la región desde sistemas pastoriles puros hasta engordes a corral altamente tecnificados y las más diversas combinaciones entre estos.


Gráfico 2

Buenas Prácticas Ganaderas

Estacionalidad de las precipitaciones (mm) promedio histórico (1960-2014) en Campo Gallo (Santiago del Estero).

Gráfico 3

Variación interanual de las precipitaciones (mm). Establecimiento Las Palmitas (Campo Gallo, Santiago del Estero).

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de 10 años de implantados, por lo tanto la estrategia de producir reservas (silo) a partir del picado de éstas se ha convertido en una de las maneras de producir fibra más económicas y amigables con el medioambiente.

la empresa tiene sus planteles de cabaña. Allí se adaptarán a la zona de garrapata los 200 toros y 250 vaquillonas que anualmente serán vendidos en sus remates de Formosa y Quimilí (Santiago del Estero).

En tanto, la suplementación estratégica en la región deberá ser principalmente proteica, utilizando los productos que normalmente se consiguen en la zona: semilla de algodón, expeller de soja o girasol, entre otros. En los últimos años, Pilagá y su grupo empresario incorporaron la burlanda seca entre los alimentos para su hacienda, primero en las dietas de terminación a corral y luego en las suplementaciones de recría a campo. Este subproducto de la destilería del maíz es valorado por su aporte de proteína bruta y energía, además de su excelente palatabilidad. Si bien las destilerías más cercanas se encuentran a unos 800 kilómetros de Campo Gallo - en localidades de la provincia de Córdoba -, las unidades de proteína aportadas hacen competitivo el producto frente a otras fuentes, sin tener en cuenta el valioso aporte de energía que también realiza.

La recría de ejemplares de cabaña se realiza a base de pastura megatérmica con suplementación estratégica invernal, para poder cumplir con las curvas de crecimiento osteomusculares adecuadas para la raza, evitando el engrasamiento temprano. El objetivo en la recría de cabaña es lograr vaquillonas que se entoren a los 18 meses y toros que serán comercializados a los 2 años de edad, con el desarrollo adecuado para trabajar en los campos duros del norte. Será determinante durante la recría la suplementación estratégica proteica y un volumen importante de pasto, a fin de evitar las curvas serrucho que afecten a los futuros reproductores.

Recría y preparación de reproductores Los terneros y terneras Braford, futuros reproductores, llegan a Campo Gallo al destete procedentes de Mercedes (Corrientes), donde

Recría y terminación de novillos La producción de novillos para faena también se realiza en Las Palmitas. El origen de la hacienda es tanto marca líquida como adquirida a terceros, ya sea mediante operaciones de compra tradicional o a través de proyectos participativos como canje de toros por terneros, esquemas de capitalización en recría y hotelería en feedlot.


Este modelo permite al grupo lograr producciones de carne de más de 400 kg/ha/año (sólo para la etapa de recría), a través del sostenimiento de ganancias mínimas promedio de 600 gramos por día. Además, los novillos faenados no superan los 18/20 meses de edad (según el destino comercial sea consumo interno o exportación). Los ajustes del modelo permiten minimizar los tiempos de suplementación estratégica solamente a los meses de invierno o cuando resulta necesario (para sostener la ganancia diaria) y a la etapa de terminación a corral. El objetivo central del modelo es producir la mayor cantidad de kilos a pasto sin descuidar los tiempos, de ahí el foco en la ganancia diaria en toda la etapa de recría.

Tabla 1

Experiencia sobre lote de novillitos Braford recriados para ser terminados a corral con destino consumo interno. Cabezas ingresadas Kg/cabeza ingresada Superficie (has) Kg producidos por cab / mes Kg producidos por cab / día Kg producidos por cabeza recría Duración en meses Kg/cabeza salida de recría Kg totales producidos Kg/ha (período) Kg/ha (anualizado)

Cabezas 1,235

Kilos 181,545 147 625 19.4 0.647 105

Meses

61

5.41 252 129,675 207 460

Nota: para mantener el ADPV de 647 gr se suplementó estratégicamente desde el 6/7/2015 al 9/11/2015 con ración sobre Gatton Panic diferido (1,5 kg de burlanda seca y 0,5 kg de sorgo húmedo molido).

Conclusiones • No hay límites tecnológicos para producir carne en el NOA. La intensificación de la producción ganadera en esta región sobre bases sustentables implica la permanente identificación de pasturas, granos y subproductos que permitan aumentar la producción y mejorar el resultado económico. Además, requiere una mayor comprensión de las limitantes ambientales y estructurales que afectan la producción y en consecuencia, de la aplicación de estrategias de manejo adaptadas a la realidad regional. Entender sobre la necesidad de gestionar márgenes de seguridad (especialmente forrajeros) es condición sine qua non para encarar la ganadería del NOA. •

La consolidación de la figura del recriador será determinante para aprovechar el potencial ganadero del NOA, producir carne de calidad y mejorar finalmente la rentabilidad (que incluye la sustentabilidad) de la empresa ganadera y de toda la cadena.

• No es novedad que la ganadería aporta sustentabilidad a los negocios agropecuarios, pero su inclusión y permanencia dependerá, sin duda, de la competitividad económica que logre la actividad. Nuestra tarea será la de continuar en el camino que definitivamente nos transforme en verdaderos ganaderos de precisión.

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La recría dura entre 6 y 8 meses dependiendo del peso de entrada y del mercado final objetivo (consumo o exportación). Tras esta etapa los novillitos entran en los corrales de terminación. En este esquema el feedlot es determinante en la valorización final del producto. El objetivo es la terminación en tiempo y forma, valorizando los kilos baratos logrados a campo. Es decir, la terminación a corral es considerada como

un complemento necesario y que da "el toque final" a la etapa de recría, comportándose como el eslabón final de la cadena de carne del norte. Sin embargo, en este modelo es la recría la etapa que verdaderamente ha revolucionado el concepto de negocio ganadero.

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Los terneros comprados arriban al establecimiento (generalmente recién destetados) con un peso aproximado de 150 kg por cabeza. Se reciben en ensenadas con dietas de alta participación de fibra (silo de Gatton Panic) y altos niveles de proteína, con el objetivo de equilibrar la condición corporal y sanitaria de los terneros. Solo así éstos podrán lograr, posteriormente, aumentos de peso de forma barata y eficiente a campo, mediante el uso de la misma pastura megatérmica y la implementación de suplementaciones estratégicas con la finalidad de mantener una ganancia diaria de peso mínima promedio en el año (0,60 kg de ADPV).


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Ing. Agr. Ph.D. Juan C. Elizalde, Ing. Agr., M. Sc. Sebastián L. Riffel E-mail: jelizalde@arnet.com.ar; sebastianriffel@hotmail.com.

Las vacas de cría más eficientes son de la raza Holando Argentino

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Las altas tasas de preñez de las vacas lecheras y la posibilidad de imputar el mantenimiento parental al tambo hacen de esta raza la mejor opción para producir carne.

Palabras Claves: Holando Argentino; Producción de carne; Eficiencia.


La lechería argentina, aún bajo las mismas condiciones políticas y económicas, ha dado muestras de mejora en eficiencia a través de los años - al menos desde el punto de vista productivo y reproductivo -, y puede a su vez, ser una gran aliada para mejorar la producción de carne vacuna a nivel país. El ternero macho de la raza Holando Argentino siempre fue estudiado y evaluado como un potencial productor de carne, tanto para consumo como para exportación, ponderando su eficiencia de conversión. Los estudios de producción y eficiencia alimenticia se han realizado con machos desde el nacimiento hasta la edad adulta, con gran peso de terminación. Su baja precocidad determina que la etapa de crecimiento (deposición de hueso, músculo y agua) sea prolongada y el nivel de engrasamiento esté condicionado por el peso, la edad y la concentración energética de la dieta. Estos factores han determinado que se observe al macho Holando como un animal igual, o incluso más eficiente, que los de razas cárnicas. Cabe aclarar que, en muchos casos, las comparaciones entre machos Holando y aquellos de razas cárnicas son erróneas, porque no se han realizado a igual madurez fisiológica, nivel de marmóreo o composición corporal. Además se han comparado a distintas edades o pesos de ingreso a la recría y/o al engorde, lo cual es relevante si se considera que el Holando puede iniciar la recría a pesos muy bajos y salir de crianzas artificiales con 60 -70 kg, versus los 160 kg con los que salen los terneros de carne del destete convencional. Si bien podría existir una cierta ventaja de la raza Holando en términos de conversión, ésta podría derivar del ingreso de animales livianos al

Para estimar las diferencias en eficiencia biológica entre la producción de animales que requieren mantener la población parental de padres (razas cárnicas) respecto de aquellos cuya población parental forma parte de otro proceso productivo (leche), se establecieron cuatro situaciones de producción: 1- Ciclo completo con razas de carne. Planteo I (cría - recría a pasto y engorde a corral) Los cálculos se basan en asumir un rodeo promedio donde una vaca alimentada con pasto tiene el 65% de destete de terneros de 160 kg. Es decir que para producir un ternero hay que mantener 1,54 vacas en el rodeo. El 50% son machos que se recrían a pasto hasta los 300 kg a una ganancia diaria de 0,5 kg/animal/día y luego se terminan a corral con un peso 450 kg. Un 40 % de las hembras (20% del total de terneros) que no se destina a reposición es recriada a pasto hasta los 220 kg y luego encerrada a corral hasta terminación con 320 kg. El 60% restante de las hembras (30% del total de terneros) es recriado a pasto a 0,5 kg/día para reposición del rodeo hasta inicio de la gestación. 2- Ciclo completo con razas de carne. Planteo II (cría a pasto y engorde a corral sin recría) El planteo II es muy similar al planteo I en cuanto a los porcentajes de destete y al manejo de las hembras de reposición a pasto. La diferencia respecto del primer planteo reside en que las hembras de descarte y los machos no son recriados hasta los 220 kg y 350 kg respectivamente sino que, una vez destetados, son engordados a corral desde los 160 kg hasta 320 kg, en promedio. 3- Machos Holando (desleche y engorde a corral) En el caso de los machos Holando no se ha computado el requerimiento de materia seca para el mantenimiento de la población parental ni para la reposición de las vacas que se descartan anualmente, dado que estos gastos son imputados a la actividad lechera. El planteo consiste en considerar un peso al nacimiento de 42 kg, una crianza artificial de 60 días y luego una recría colectiva hasta los 80 kg con ganancias promedio de 600 gramos por día durante ambas etapas. A partir de este kilaje y hasta el peso final de terminación de 360 kg son alimentados a corral con ración de terminación con una ganancia de peso de 1,3 kg/día. La eficiencia global de este planteo es el resultado del proceso de recría iniciado a los 42 kg hasta la terminación con 360 kg.

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engorde y la venta con menor engrasamiento respecto de los pesos de ingreso y terminación de animales mestizos livianos. Esta ventaja, si bien es muy importante, no muestra un beneficio sustancial en la producción de carne con animales Holando obtenidos en los tambos. La gran contribución de la raza Holando a la producción de carne proviene de otro hecho mucho más significativo: el ahorro en términos de alimento y de materia seca requeridos para mantener una población parental equivalente a la cantidad de vacas lecheras que dispone cada país o región. La vaca Holando utiliza energía para mantenerse y gestar un ternero para iniciar la curva de lactancia productiva, además de generar obviamente, hembras de reposición. El macho Holando es el resabio no deseado de la industria láctea, pero puede hacer una contribución muy importante a la mejora de la eficiencia biológica de la producción de carne. Este efecto deriva, más que de su supuesta mejor conversión del alimento, del hecho de no requerir una vaca de cría que lo produzca (y que haya que alimentar específicamente para ello).

63 Planteos Ganaderos 2016

La producción ganadera vacuna está afectada por cambios en las condiciones políticas, económicas y productivas bajo las cuales se desarrolla la actividad. Estos cambios implican, entre otras consideraciones, la menor superficie ganadera disponible y su escasa praderización, la alta volatilidad productiva de los recursos forrajeros y, en algunos casos, un encarecimiento del kg de forraje producido debido al mayor impacto de las contingencias climáticas. Por otra parte se verifica una mayor participación del uso de granos en los procesos de recría y engorde. A modo de ejemplo, la mayoría de los terneros que se ofrecen en los remates televisados están encerrados a corral o “saben comer”, lo cual no implica que coman bien. También ocurre una disminución notable y progresiva de la participación de novillos en la faena y el consecuente aumento de terneros y novillitos. Este menor peso de faena de cada animal (derivado de un proceso de recríaengorde más corto) puede resentir aun más la producción de carne si se consideran los bajos porcentajes de marcación de los rodeos del país. Esto es particularmente importante dado que la cría es el componente más ineficiente del ciclo ganadero - en términos de transformación de alimento en producto - y el demandante de entre el 55 al 65% del requerimiento de materia seca del ciclo total. El mantener vacas de cría y además el lograr sólo un 60% de terneros destetados a nivel país genera una pobre eficiencia de conversión alimenticia, superior 30 kg de materia seca por kg de ternero destetado. Esto, unido a las dificultades crecientes para producir pasto en forma abundante y barata, hace que cualquier esfuerzo tendiente a mejorar la eficiencia alimenticia de la cría (aumentar la cantidad y el peso de los terneros) sea una condición imprescindible si se quiere aumentar la producción global de carne. Lamentablemente, el historial del panorama reproductivo no es muy alentador dado que, desde hace más de 60 años, el porcentaje de terneros logrados se mantiene en el orden del 50% de las vacas en servicio. Es decir que desde hace más de 60 años necesitamos mantener casi dos vacas para lograr un ternero por año.


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4- Machos Holando (de leche, recría a corral y a pasto y luego engorde a corral) Este último planteo es similar al anterior hasta los 80 kg, momento a partir del cual los animales son recriados a corral hasta los 160 kg con una ganancia de peso de 0,8 kg/día. Posteriormente son recriados a campo desde los 160 kg hasta los 400 kg, a una ganancia de 0,55 kg/día. Finalmente son terminados a corral hasta los 550 kg de peso final con una ganancia de 1,4 kg/día.

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La demanda de materia seca de alimentos, la producción por animal y la eficiencia de conversión global de alimento en carne para cada planteo se presentan en el Cuadro 1. Considerando los dos planteos con razas de carne, la producción por cabeza es mayor en el planteo donde el novillo se recría y vende con 450 kg en lugar de 320 kg (además de que la hembra desde los 160 kg a los 220 kg se recría a pasto, mientras que en el planteo II se recría a corral). En el caso de machos Holando la producción es menor cuando el ternero se termina liviano (318 kg/animal) respecto de cuando se termina pesado (508 kg/animal). La eficiencia global de conversión de alimento en carne se obtiene dividiendo el requerimiento de materia seca por la producción lograda. En el caso de los planteos de carne (Cuadro 1) la eficiencia de producción es levemente superior en el planteo I, donde se venden novillos pesados (23,6 kg/kg), respecto del II, donde se venden novillitos livianos (24,4 kg/kg). La mayor producción del planteo I respecto del II - derivado de una recría y terminación a mayor peso - genera una mayor dilución del requerimiento alimenticio de la fase de cría. La eficiencia de conversión

de la cría es similar en ambos planteos (35,5 kg materia seca/kg ternero destetado), por ende cualquier proceso que tenga mejor eficiencia de conversión (recría – engorde) y cuanto más largo sea, mejorará la eficiencia de conversión global. La eficiencia de conversión de la recría a pasto en el planteo I es de 11,4 kg de materia seca forraje/kg producido, mientras que la del engorde es de 7,2 kg/kg. La eficiencia de conversión de recría-engorde a corral del planteo II es de 6 kg/kg a corral. A priori debería esperarse una eficiencia global de conversión mucho mejor en el planteo II, dado que la fase de recría-engorde se hace en su totalidad a corral y con elevada eficiencia productiva, por encerrar animales livianos. Sin embargo, como el planteo II produce pocos kg vendiendo un animal liviano, la mejor eficiencia de la recría-engorde (6:1) no es suficiente para generar una mejor eficiencia de este planteo respecto del planteo de novillo pesado. Por lo tanto, el planteo de novillos pesados produce más kg (aunque menos eficientemente) pero diluye, con la mayor producción en recría y engorde, la baja eficiencia de conversión de la cría que le dio origen. La eficiencia global de producción es sustancialmente mejor en el caso de los machos Holando respecto de la obtenida con rodeos de carne, independientemente del planteo que se considere. El motivo fundamental radica en la pobre eficiencia de conversión en carne de la fase de cría de vacunos de carne (ausente en el caso de los Holando). Este requerimiento - necesario para mantener la población parental - aumenta aún más si los porcentajes de marcación son bajos. Esto determina que la principal ventaja del macho Holando a nivel global es el nulo requerimiento de mantenimiento de la población parental. Por ende, la vaca Holando es muy eficiente para producir terneros de carne dado que básicamente los requerimientos de mantenimiento se imputan al sistema de producción de leche.

Cuadro 1

Requerimientos de materia seca, producción de carne y eficiencia de conversión para lograr animales terminados en dos planteos de carne de ciclo completo y dos planteos de recría-engorde de novillos Holando. Ciclo completo razas de carne Demanda de materia seca (kg/an) Mestizos: Vaca de cría 1 Recría Reposición 1 Recría Hembra descarte y de machos a pasto Engorde a corral Holandos: Leche y recría I (42 a 80 kg) Recría a corral y a pasto Terminación a corral Demanda Total Mat. Seca, kg Peso final, kg Producción de carne (kg/an) Ef. Conversión Global (kg Mat. Seca/Kg carne producida)

Machos Holando

Planteo I (recría a pasto y engorde a corral)

Planteo II (recría y engorde a corral)

Recría y engorde a corral

Recría a corral, luego a pasto y luego engorde a corral

5675 2187 1137 796

5675 2187 672

-

-

-

-

140 1428

140 4220 1500

9795 411 415 23,6

8534 320 350 24,4

1568 360 318 4,9

5860 550 508 11,6


Las diferencias en eficiencia de conversión también se traducen en diferencias en la producción de gases de efecto invernadero, dado que la generación de los mismos aumenta conforme el deterioro que sufre la eficiencia de conversión de carne derivada de una baja

Desde el punto de vista de la eficiencia de producción cárnica sería sumamente conveniente que el país pudiese expandir sus rodeos de producción lechera, dado que permitirá no sólo aumentar la producción láctea sino también hacer más eficiente la producción de carne a través de la producción terneros machos. Esto puede observarse en los países de sólida base lechera, como Nueva Zelandia (vacunos) o Pakistán (bufalos), que son muy eficientes en la producción de carne a partir de los machos generados en tambos. Una limitante a la producción de machos Holando es el notable avance tecnológico de la actividad lechera que permitió duplicar la producción de leche con un 30% menos de vacas (y por ende menos terneros machos). Otra limitante a la producción de terneros machos es el uso de semen sexado hacia una mayor producción de hembras. Los machos Holando poseen una genética muy uniforme y se producen en al menos dos épocas de parición que son las de otoño y primavera (en proporciones 50:50). Esto permite disponer de terneros uniformes en peso y edad durante gran parte del año. La principal desventaja de los terneros Holando es la falta de estímulo a las empresas lecheras para ofrecerles el mismo manejo que se da a las terneras hembras durante las primeras semanas de vida, lo que genera mortandades elevadas durante la recría. Otra desventaja derivada de un animal seleccionado para producir leche es el menor rendimiento de los animales Holando respecto de los mestizos terminados a igual peso.

Conclusiones • La actividad lechera genera una importante cantidad de terneros machos cuya eficiencia productiva global es superior a la obtenida con el ciclo completo en vacunos de carne. Esto se debe fundamentalmente a los altos costos de mantenimiento de la población parental en vacunos de carne, siendo éstos más importantes cuando las tasas de marcación son muy bajas. Los terneros Holando no necesitan mantener una población parental, la cual se imputa a los costos de mantenimiento de la producción láctea. La producción lechera tiene, por otra parte, altas tasas de preñez derivadas de la muy buena alimentación requerida para sostener la lactancia. En consecuencia, la vaca lechera es la mejor vaca de cría, porque genera un ternero a cambio de iniciar la lactancia. • Las consideraciones anteriores indican que, además de aumentar la producción y rendimiento de las vacas lecheras, las medidas de estímulo a la lechería a nivel país podrían, por carácter transitivo, ser muy beneficiosas para el aumento de la producción de carne a partir de machos Holando. La principal limitante a este desarrollo es que la producción de leche se realiza cada vez con menos vacas (menos terneros) que producen cada vez más leche. Si esto ocurriese en la producción de carne (cada vez más carne con menos vacas), significaría un avance importante en la eficiencia de productiva de la ganadería de carne.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES

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Los machos Holando recriados y engordados a corral son más eficientes que aquellos recriados a campo y engordados a corral (4,9 vs. 11,6 kg/ kg, Cuadro 1). Este efecto es contrario a lo que sucede en animales de carne (Planteo I, 23,6 kg/kg versus Planteo II, 24,4 kg/kg). Esta inversión se debe básicamente a que los planteos de carne incluyen el impacto del mantenimiento de los padres que los animales lecheros no tienen.

producción animal. Cuando la producción es baja se destina una mayor proporción de alimento a mantenimiento (que aumenta los gastos y las fermentaciones estomacales) sin traducirse en producto animal, o haciéndolo con baja eficiencia productiva.

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Los machos Holando engordados exclusivamente a corral producen menos carne por animal que los recriados a corral/pasto y luego terminados a corral (308 kg versus 508 kg. por animal, respectivamente). La producción de machos Holando pesados demanda más del doble de alimento por kg producido (11,6 kg materia seca/kg producido) que la necesaria para producir machos livianos (4,9 kg/kg). Esto se debe a dos motivos: por un lado, las raciones altas en energía utilizadas en el engorde de animales livianos producen mayor ganancia diaria y una mayor dilución del costo de mantenimiento respecto de aquellas de recría; por el otro, el sistema de engorde de animales livianos aprovecha a su vez la mejor eficiencia de conversión de un animal joven respecto de uno más pesado, independientemente del alimento utilizado. Por lo tanto el costo del alimento por kg de materia seca debería ser menos de la mitad cuando se producen machos pesados (11,6 kg/kg) que cuando se producen machos livianos (4,9 kg/kg), sin considerar que además deben cubrirse los costos financieros devengados de un mayor período de recría/terminación. Visto de otro modo, el precio del animal pesado debería ser mayor al del animal liviano para diluir el mayor costo por kg producido.


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Ivana Diruscio1, Juan Ibarlucea1, Daniel Scandolo2, Alejandro Abdala2, Martín Maciel2, Oscar Anziani2, Aleman R.3. 1- AER INTA San Cristóbal, 2- INTA EEA Rafaela, 3- Actividad privada.

Tricomoniasis: un brote problemático

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El fuerte impacto productivo de la enfermedad sobre rodeos de cría justifica la implementación de verdaderas estrategias de prevención y manejo.

Palabras Claves: Tricomoniasis (Tritrichomonas foetus); Rodeo de cría; Impacto productivo; Prevención; Control.


Luego de la monta infectante, Tritrichomonas foetus provoca infertilidad en vaquillonas y vacas, que puede durar entre 90 y 120 días aproximadamente. No obstante, este período podría ser aún mayor y, excepcionalmente, existen hembras que pueden gestar y mantener una preñez coexistiendo con el parásito. A éstas se las denomina vacas portadoras.

Tricomoniasis bovina: puntos básicos para recordar.

Para conocer la magnitud de estas pérdidas y determinar la importancia de su prevención, se realizó un análisis sobre el impacto de la enfermedad en un rodeo que realiza seguimientos reproductivos sistemáticos y muestreos en vientres con abortos con el fin de diagnosticar enfermedades reproductivas. En este trabajo se presentan las estimaciones de las pérdidas económicas causadas por un brote ocurrido en un rodeo que se encontraba libre de esta enfermedad. Los animales El rodeo en estudio pertenece al establecimiento experimental de cría “La Palmira”, ubicado en la localidad de Las Avispas, en el departamento San Cristóbal de la Provincia de Santa Fe. Parte del mismo es inseminado en forma artificial y el resto se mantiene bajo servicio natural. Desde el año 2004 se vienen registrando datos reproductivos de manera sistemática y se realizaron anualmente extracciones de muestras prepuciales de todos los toros para el diagnóstico de tricomoniasis. Dichos análisis revelan que en el período 2004-2010 no se detectaron animales positivos en los raspados post-servicio. Durante 2011 se detectaron 3 toros positivos a T. foetus en muestreos realizados luego de finalizados los servicios. Cabe destacar que durante 2010 y 2011 se observó la presencia esporádica de reproductores pertenecientes a un establecimiento vecino ingresados a través del alambrado. En mayo de 2011 (aproximadamente 60 días después de retirados los toros del servicio) se realizó el tacto anual de preñez. La Tabla 1 sintetiza los resultados reproductivos obtenidos por servicio natural para las categorías de vaquillonas, vacas primíparas y vacas multíparas respectivamente, así como la relación con los dos períodos anteriores.

Tabla 1

Resultados reproductivos por servicio natural para: a) vaquillonas en servicio natural; b) vacas primíparas y c) vacas multíparas, para los períodos 2008-2009, 2009-2010 (sin presencia detectable de T. foetus) y 2010-2011 (detección de T. foetus). a) Período de servicio Nº vaquillonas entoradas Nº vaquillonas preñadas % de preñez 2008-2009 2009-2010 2010-2011

37 35 29

29 29 8

78 83 27

Período de servicio 2008-2009 2009-2010 2010-2011

Nº vacas entoradas 28 42 33

Nº vacas preñadas 25 35 18

% de preñez 89 83 54

b)

Período de servicio 2008-2009 2009-2010 2010-2011

Nº vacas entoradas 104 190 116

Nº vacas preñadas 72 132 65

% de preñez 69 69 55

c)

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El agente que la causa es un protozoario flagelado que se denomina Tritrichomonas foetus, y habita en las mucosas reproductivas de los bovinos de ambos sexos (el prepucio en los machos; la vagina, el útero y el oviducto en las hembras). En los toros provoca una infección generalmente permanente, mientras que en las hembras la misma es temporaria.

Esta enfermedad parasitaria es una de las principales causas de pérdidas productivas en los sistemas de cría basados en servicios naturales, y su impacto económico puede ser considerable.

67 Planteos Ganaderos 2016

La enfermedad La tricomoniasis bovina es una enfermedad parasitaria de transmisión venérea. Se caracteriza principalmente por provocar pérdidas embrionarias tempranas, abortos y piómetras.


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Las pérdidas Considerando que la oferta forrajera y la condición corporal al inicio del servicio del período 2010-2011 fue superior a la de años precedentes (Gráfico 1), los porcentajes de preñez esperados eran de -al menos85%, 80% y 70% para las categorías de vaquillonas, vacas primíparas y multíparas, respectivamente. Estos datos son inferiores a los estimados de los promedios de preñez para estas categorías en los tres ciclos reproductivos anteriores al 2010-20111.

Además de los bajos porcentajes de preñez obtenidos al momento del tacto, el resultado de 76 terneros se debe a los abortos ocurridos durante todo el período de preñez (desde la gestación hasta el parto). El total de abortos fue de 35 y se detectaron por tactos seriados y planificados para corroborar el avance de la enfermedad en el rodeo.

Los antecedentes de este establecimiento indican también un porcentaje promedio de pérdidas entre vientre preñado y ternero destetado (años 2008 a 2011) del 9 %2. En el Gráfico 1 se observa que la condición corporal de los vientres al inicio de servicio está por encima de la registrada en otros años para la misma época. En este contexto, sería posible esperar un número de 132 terneros nacidos y 120 destetados aproximadamente, en lugar de los 76 obtenidos en el destete realizado el 30 de marzo del 2012 -por servicio natural- para el presente ejercicio.

Dentro de las pérdidas por kilos de terneros en la IATF de otoño se consideran 22 hembras que deberían haber quedado preñadas (tomando un porcentaje de preñez del 50% para la IATF) y 100 kilos de terneros no logrados para la fecha de destete convencional del resto del campo, es decir, 50 kilos menos que el resto de los terneros con servicio de primavera.

La diferencia entre los 120 terneros esperados y los 76 que finalmente se obtuvieron es de 44 terneros que podrían haberse vendido con 150 kg y a un precio local promedio (para mayo del 2012) de $ 12,83 por kg vivo. Por lo tanto, la pérdida estimada fue de $84.480.

En las Tablas 2 y 3 se muestran las estimaciones sobre las pérdidas económicas directas ocasionadas por la enfermedad.

En los gastos de IA extras (Tabla 2) se consideraron aquellas inseminaciones que no se realizan rutinariamente en el establecimiento, como por ejemplo con detección de celo e inseminación a partir de los 16 días posteriores a realizada la primera IATF de vaquillonas (19) y de vacas vacías (18). A su vez, el número de vacas vacías duplicó el promedio histórico anual de esta categoría, por lo que también se consideran en este ítem (30).

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Gráfico 1

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Condición Corporal en vacas multíparas al inicio de los servicios.

Tabla 2

Gastos ocasionados por episodio de Tritrichomonas foetus en el primer ciclo reproductivo posterior a la detección. Muestreos Extras Reposición toros Gastos IATF* Otoño Gastos IA** extras en primavera 2011 Total

Cantidad 3

* Inseminación Artificial a tiempo fijo. ** Inseminación Artificial. Datos de elaboración propia. Datos propios del establecimiento 3 Dato extraído de http://www.pkfsrl.com.ar/ 25 de octubre de 2012. 1 2

Costos Unitario $ 30,00 $ 10.000,00 $ 120,00 $ 120,00

Animales 12 3 65 67

Costo Final $ 1.080,00 $ 30.000,00 $ 7.800,00 $ 8.040,00 $ 46.920,00


Tabla 3

Pérdidas estimadas por episodio de Tritrichomonas foetus en el primer ciclo posterior a la detección. Costos Unitario $ 4.500,00 $ 12,80 $ 12,80

Animales 35 44 22

Costo Final $ 157.500,00 $ 84.480,00 $ 28.160,00 $ 270.140,00

Tabla 4

Ventas de toros positivos y vacas abortadas y diferencia con respecto a los gastos. Ventas Toros Vacas

Cantidad 3 35

Precio/kg 6,26 5,02

Kg Vivo 710 510

Diferencia entre los gastos y las ventas En la Tabla 3 se consideró la compra de 35 vaquillonas para reemplazar los vientres que se descartaron por abortos. En la Tabla 4 se muestran los precios reales que se obtuvieron por la venta de animales en una feria de la zona. Teniendo en cuenta la diferencia de gastos con las ventas generadas por el rechazo de animales se obtiene la cifra de $ 214.119,20. Considerando las 634 has del campo se puede afirmar que se estarían perdiendo $337,7 por ha, entre lo que se deja de ganar y el aumento de los gastos directos. Asimismo existen pérdidas indirectas más difíciles de determinar, como pueden ser las ocasionadas por una menor cabeza y mayor cola de parición de los terneros logrados (menor peso al destete) y una menor presión de selección en los reemplazos del rodeo. Tener animales improductivos en el establecimiento (vacas vacías) durante el período de invierno afecta la producción final en kilos de carne, perdiendo la oportunidad de generar nuevos ingresos por nacimientos de terneros de vacas preñadas. A su vez, esta categoría problemática debe manejarse aisladamente y en potreros alejados de los machos, ya que podrían seguir infectando a toros negativos. Algunas estrategias Para el servicio primavera-verano 2011-2012 se plantearon algunas estrategias orientadas a evitar la expansión de la enfermedad y mejorar los índices de preñez. Una de ellas consistió en realizar IATF en las vaquillonas de primer servicio y vacas vacías que se habían guardado del servicio pasado. A los 16 días de la inseminación se les colocó pintura para ayudar en la detección del celo, la cual se realizó durante los 7 días posteriores al igual que la inseminación con el sistema AM-PM.

4

-

Total $ 13.333,80 $ 89.607,00 $ 102.940,80 $ 214.119,20

En la categoría de las vacas primíparas se realizó IATF a las que parieron en forma temprana y un posterior repaso con toros jóvenes. Al tacto pre-servicio se detectaron vacas que no habían parido y estaban vacías, procediendo a eliminarse las mismas antes de entrar nuevamente al servicio por sospecharse infectadas. A los toros que entraron a servicio se les realizaron dos raspajes preservicio para constatar que sigan sanos. En la Tabla 5 se muestran los datos de preñez correspondientes a inseminación artificial detectados por ecografía y tacto el 4 de enero de 2012.

Tabla 5

Resultado de la Inseminación Artificial. Categorías Vaquillonas Vacas Vacías Primíparas

% Preñez 74% (56/76) 48% (21/44) 50% (9/18)

Luego de la inseminación se asignaron toros para todas las categorías. A las vaquillonas y vacas primíparas se las liberó con toros jóvenes de 3 años, recientemente adquiridos y vírgenes. A las primeras se las manejó de manera aislada del resto del rodeo, de manera que no haya traslado de animales de este lote a otro y viceversa. Este manejo fue fundamental para obtener los resultados finales en esta categoría. Al lote de vacas multíparas no se les realizó inseminación, y se las asignó con toros desde el 15 de noviembre hasta el 15 de febrero. El período de servicio de las vaquillonas y de las vacas que estaban vacías, se extendió desde el 27 de Octubre (primera IATF) hasta el 30 de enero.

Terneros que se estima no se obtuvieron debido a la pérdida en puntos en la preñez de servicio natural y a los abortos detectados.

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Kg por ternero 150 100

69 Planteos Ganaderos 2016

Reposición de Vaquillonas Pérdida4 Pérdida IATF Otoño Total


Tabla 6

Resultados de preñez al finalizar el servicio.

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Resultado tacto de mayo 2012 Vaquillonas Vacas Vacías Primíparas Vacas Multíparas Total

Planteos Ganaderos 2016

70

% preñez IA 74%(56/76) 48% (21/44) 50% (9/18)

% total preñez 93,5% 77% 62% 51% 66%

N° de vacas preñadas/ total 72/77 45/58 28/45 77/152 222/332

Es importante resaltar que, al finalizar el servicio, se realizaron 4 raspados a los toros, y de un total de 12 animales volvieron a encontrarse 4 positivos. Ello da la pauta de que hubo un contagio que podría estar relacionado con alguna de las categorías de vacas multíparas (vacías o rodeo general).

Manejo del rodeo y profilaxis Los datos aportados permiten dimensionar el impacto de la Tricomoniasis sobre rodeos de cría. Es así que resulta fundamental tener en cuenta ciertas medidas preventivas como las que se detallan a continuación:

A su vez, hubo traspaso de toros de un lote de vacas a otro. Esto explica los porcentajes bajos de preñez y los 4 abortos detectados para mayo, sobre todo en los animales que sólo recibieron servicio natural.

• Tener un rodeo ordenado, con la correspondiente identificación de todos los animales.

Con estos resultados - y la certeza de que la enfermedad está presente en el establecimiento - se prosiguió a realizar otro tacto en junio de 2012 para detectar abortos y eliminar estos animales. El examen determinó 12 nuevos abortos de servicio natural que se relacionaron a T. Foetus, debido a que los análisis de los sueros de las vacas resultaron negativos para otras enfermedades reproductivas. Algunas propuestas El impacto económico negativo que produce la enfermedad en los rodeos de cría enfatiza la necesidad de un adecuado diagnóstico y control, así como la consideración de factores de riesgo que favorecen la presencia de la misma. Actualmente no existen drogas efectivas para el tratamiento de los toros infectados con T. foetus, por lo cual la venta a faena es el destino que deben tener estos animales. Existe una vacuna disponible para aplicar en las hembras, pero su principal limitante es que no impide la infección, aunque parece limitar el período de infertilidad. Para un diagnóstico eficiente, la Asociación Argentina de Veterinarios de Laboratorios de diagnóstico sugiere realizar un mínimo de dos o – preferentemente - tres muestreos en los establecimientos sin antecedentes de enfermedades venéreas y, ante la aparición de toros positivos realizar tantos muestreos como fuera necesario hasta obtener, después del último positivo detectado, dos muestreos negativos sucesivos en toda la torada. Entre los factores de riesgo de mayor importancia se encuentra la edad de los toros (mayor edad, mayor prevalencia de la enfermedad). En este contexto, y en la medida de lo posible, se sugiere cambiar los mismos luego del tercer período de servicio. Otro factor a tener en cuenta es el estado de los alambrados, que de no ser adecuado permite el paso de hacienda entre rodeos o entre establecimientos. La eliminación de vacas vacías al final del servicio debe realizarse de forma sistemática, previa evaluación sanitaria.

• Contar con servicios estacionados que ayuden a un mejor control en el desempeño de los vientres y de los toros. • Controlar el estado sanitario de los machos en forma rutinaria una vez finalizado el período de servicio. • Llevar registro de los toros que se liberan a servicio en cada lote de hembras. • Evitar el ingreso de animales al establecimiento provenientes de rodeos vecinos. • Evitar el intercambio de toros entre rodeos durante el servicio. • Asegurar que los toros permanezcan en el rodeo de hembras asignado desde el inicio hasta el fin del servicio, evitando el cruce de alambrados o su traslado hacia otro rodeo. Si por alguna razón un toro debe ser retirado del servicio y la causa de este retiro cesara posteriormente, el animal sólo podrá retornar al rodeo de donde fuera retirado inicialmente. • Reponer vientres incorporando hembras preñadas con gestaciones mayores a los 6 meses. • Reponer anualmente por los menos un 25% de los machos, evitando que superen las tres estaciones de servicios en el rodeo. Con esta medida se evita tener toros viejos en el campo, los cuales – según se mencionara anteriormente – se asocian con una mayor prevalencia de la enfermedad. • Maximizar, en rodeos donde se detecte la enfermedad, la utilización de IA a través de los sistemas de IATF (Inseminación artificial a tiempo fijo) con re-sincronización o repaso por medio de detección de celo. Cuando el repaso se realice con toros, estos deberían estar libres de la enfermedad (chequeados previamente). • Servir a las vaquillonas con toros nuevos de 2 años de edad y con chequeo previo, por ser la categoría más susceptible.

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Proyecto INTA “Sustentabilidad de los sistemas de producción de leche bovina” (PNPA 1126043).

Análisis de estrategias productivas en los tambos argentinos

Buenas Prácticas Ganaderas

Centeno Alejandro, Gastaldi Laura, Suero Marta, Litwin Gabriela, Maekawa Marina, Engler Patricia, Cuatrin Alejandra y Comeron Eduardo.

Evaluación del efecto de la carga animal y el uso de concentrados sobre el resultado de la empresa.

Palabras Claves: Tambo; Intensificación; Concentrado; Carga animal.

Planteos Ganaderos 2016

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Buenas Prácticas Ganaderas

Introducción Al igual que en otros países productores de leche, la estructura del sector primario argentino ha cambiado, modelado principalmente por la disminución en el número de tambos y el aumento de escala productiva de los mismos. El aumento de la producción nacional se produce con un menor número de vacas, establecimientos y unidades productivas, lo que manifiesta un aumento en la producción individual (Sánchez, et al. 2012).

Planteos Ganaderos 2016

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En los últimos años, el contexto económico del país y la fuerte competencia por el recurso tierra han llevado a replantear el modelo de producción de leche, en donde el pastoreo de las vacas en ordeño es una de sus características principales. Esta situación, despertó la vieja discusión acerca de cuál debe ser la orientación estratégica de la explotación lechera argentina: “el modelo extensivo” o “el modelo intensivo” (Arzubi y Schilder, 2006). Los avances tecnológicos están generando cambios en la asignación de los recursos productivos (tierra, capital y trabajo) y modificando la importancia relativa de los mismos en estos nuevos modelos de producción (Centeno, A. 2013). En el mundo, el proceso de intensificación en los tambos consistió básicamente en el aumento de la carga ganadera, la adquisición de ganado con mayor capacidad productiva y el aumento en el uso de concentrados en las raciones alimenticias (Pérez y Machado, 2001; Sineiro y Valdés, 2001-Citado en Álvarez et al., 2007). De igual manera, el proceso de intensificación en la Argentina ha buscado lograr mejoras productivas y económicas. La productividad está relacionada en primera instancia a la carga animal y en segundo lugar a la producción individual, siendo a su vez ambas variables el resultado de la interacción de otros factores que en mayor o menor medida afectan el resultado productivo y económico de la empresa. La carga animal y la producción individual de leche por vaca en ordeño explican conjuntamente el 85 % de la variación total en la producción anual de leche (Castley et al., 1972, citado en Viglizzo, E., 1981).

Metodología El presente trabajo emplea datos productivos y económicos del ejercicio 2012-2013 provenientes de una muestra representativa de 118 empresas tamberas de la región pampeana (Gastaldi y otros, 2015). Para avanzar en el estudio del efecto de la carga animal y el uso de concentrado sobre el resultado obtenido en el sistema, se clasificó la muestra en base a dos variables de decisión: la Carga animal (cab VT/ha) y el Consumo de concentrado VO/día. En función de las variables seleccionadas, la muestra quedó dividida en dos grupos de acuerdo a su posición, por encima o por debajo, del valor de la carga promedio (1,3 cab/ha VT). Las empresas que se ubicaron por encima de este valor se consideraron como de Alta Carga (ACa) y las que quedaron por debajo como de Baja Carga (BCa). Lo mismo se hizo con la variable Consumo de concentrado por VO/ día, considerándose como de Alto Concentrado (ACo) a aquellas que se ubicaron por encima del valor medio 6 Kg MS/VO/día, y de Bajo Concentrado (BCo) a las que quedaron por debajo del mismo. Luego de realizar las combinaciones correspondientes entre ambos grupos, quedaron definidas cuatro estrategias: ACa ACo (alta carga y alto uso de concentrado) que busca lograr altas productividades por vaca y por hectárea (estrategia más intensiva); ACa BCo (alta carga y bajo uso de concentrado) orientada hacia la minimización del gasto de alimentación priorizando el consumo de pasto; BCa ACo (baja carga y alto uso de concentrado) enfocada en el logro de una mayor producción por vaca y BCa BCo (baja carga y bajo uso de concentrado) que busca la minimización del gasto de alimentación y la alta productividad por hectárea (estrategia más extensiva).

Figura 1

Distribución de las diferentes empresas en función de la estrategia productiva asumida.

Hoy, la intensificación marca un camino confuso. Los tambos están en permanente cambio y en este proceso asumen estrategias productivas complejas, y esta mayor complejidad no es sinónimo de mayor rentabilidad. Dentro de las variables asociadas a la intensificación, se distinguen las de decisión y las de respuesta. Las primeras hacen referencia a las variables sobre las cuales el productor decide, por ejemplo: los kilogramos de concentrado que son utilizados por vaca en ordeño (VO) por día y la carga animal con la que trabaja. Mientras que las variables de respuesta son aquellas condicionadas por las primeras, por ejemplo: los litros producidos por vaca por día y los litros producidos por hectárea de VT/ año (productividad física). El objetivo de este informe es identificar las estrategias productivas y analizar los resultados productivos y económicos obtenidos en los tambos argentinos.

En la Tabla 1 se presentan indicadores productivos y económicos asociados con las cuatro estrategias productivas definidas ad-hoc. Los valores medios fueron comparados mediante el ANOVA propuesto por


• La estrategia BCa BCo se asoció con los tambos de menor rodeo (117 cab VT).

Kruskal y Wallis (1952), el cual permite comparar las esperanzas de 2 o más distribuciones sin necesidad de asumir el supuesto de que los términos de error se distribuyen normalmente.

• Los tambos ACo obtuvieron mayores niveles de producción individual (l/VO/día) que los tambos con BCo, respuesta posiblemente asociada a una mejor relación energético/proteica de la dieta.

De la tabla anterior pueden extraerse los siguientes comentarios de carácter general: • El 59 % de la muestra analizada asumió la estrategia BCa, mientras que el restante 41% se inclinó por la estrategia ACa. • Las estrategias basadas en ACa trabajaron con una carga promedio de 1,77 VT/ha VT mientras que en las de BCa el promedio fue de 0,98 VT/ha VT.

• Las estrategias de ACa permitieron obtener un mayor nivel de productividad y también un mejor margen que las estrategias de BCa.

• Las estrategias basadas en ACo consumieron en promedio 8,3 Kg MS de concentrado y 4,9 Kg MS pasto/VO/día, siendo casi inversa a la alimentación promedio de los tambos BCo (4,4 Kg MS de concentrado y 8,9 Kg MS de pasto por vaca en ordeño y por día).

• Las estrategias de ACo mejoraron la producción individual y global de la empresa pero no garantizaron una mayor productividad y margen por hectárea, siendo la Carga Animal la variable de decisión que más impacta en la productividad parcial de los sistemas lecheros.

• No se visualizó una asociación directa entre la estrategia y la escala de la empresa en términos de superficie destinada a las vacas adultas.

Buenas Prácticas Ganaderas

• La producción diaria de leche fue menor en BCa BCo. Por su parte, los tambos ACa ACo presentaron mayor producción diaria que los ACa Bco, pero no se diferenciaron de los tambos BCa ACo.

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Estrategias productivas en base a la carga animal y al uso diario de concentrado por vaca ordeñe. Variables

Promedio general

Estrategias productivas BCa BCo

BCa ACo

ACa BCo

ACa ACo

118

47

23

21

27

100%

40%

19%

18%

23%

Superficie vacas adultas (ha VT)

137

123 ab

180 c

97 a

156 b

Vacas totales (VT)

175

117 a

191 b

171 b

264 b

Carga (VT/ha VT)

1.30

0.94 a

1.06 a

1.79 b

1.76 b

Vacas en ordeño (VO)

143

92 a

154 b

141 b

223 b

Concentrado (Kg MS/VO/día)

6.0

4.2 a

8.0 b

4.7 a

8.6 b

Silaje (Kg MS/VO/día)

4.9

4.1 a

5.9 b

4.4 a

5.7 b

Pastoreo estimado (Kg MS/VO/día)

7.2

9.2 b

5.4 a

8.1 b

4.5 a

Producción diaria (l/día)

2866

1674 a

3248 bc

2616 b

4810 c

Producción individual (l/VO/día)

19.2

18.1 a

20.6 b

17.7 a

21.3 b

Productividad (l/ha VT/año)

7576

4947 a

6473 b

9738 c

11411 c

Costo Corto Plazo (CCP)*

91%

94% a

97% a

84% a

86% a

Margen bruto (l/ha VT/año)

2122

1584 a

1846 a

2949 b

2650 b

Nº de casos totales y por estrategia Distribución

"Prueba de Kruskal Wallis"; medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0.05) * CCP expresado como % del precio recibido.

Planteos Ganaderos 2016

Tabla 1


Comentarios finales

Buenas Prácticas Ganaderas

• La estrategia productiva “alta o baja carga animal y/o alto o bajo uso de concentrados” puede responder a múltiples factores, como por ejemplo: i) la aptitud agropecuaria de la tierra y las condiciones climáticas zonales que afectan la receptividad ganadera, ii) la coyuntura económica y las relaciones de precios que condicionan las decisiones de suplementación, iii) la escala de la empresa, iv) el perfil de riesgo y la capacidad empresarial de los productores, siendo este último el de mayor peso al momento de definir resultados productivos y económicos en la empresa.

Planteos Ganaderos 2016

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• En este sentido, es el productor quien a través de sus decisiones determina cómo se relacionarán los factores productivos disponibles, y quien incide en consecuencia sobre el resultado productivo y económico de la empresa.

Bibliografía Álvarez, Antonio; Del Corral Cuervo, Julio; Pérez, José Antonio y Solís, Daniel (2007). “Efecto de la intensificación sobre la eficiencia de las explotaciones lecheras”. Economía Agraria y Recursos Naturales. ISSN: 1578-0732. Vol. 7, 13. pp. 91-106. Arzubi, A. y Schilder, E. 2006. Una observación de los sistemas de producción de leche realizada desde la eficiencia. Asociación Argentina de Economía Agraria. Actas XXXVII Reunión Anual de la Asociación Argentina de Economía Agraria. http://www.cil.org.ar/docs/Arzubi.pdf. Centeno, A. 2013. Intensificación en el tambo. ¿Qué cambió? Hoja de información técnica N°33 INTA UEEA San Francisco. Julio de 2013. ISSN: 2250-8546. Sanchez, C., Suero, M., Castignani, H., Terán, J. y Marino, M. 2012. La lechería argentina: estado actual y su evolución (2008 a 2011). Trabajo de investigación presentado en XLIII Reunión Anual de Economía Agraria. Corrientes, Argentina. Viglizzo, E. 1981. Dinámica de los sistemas pastoriles de producción lechera. Ed. Hemisferio Sur SA. Argentina.

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Grupo Porcino INTA Marcos Juárez. E-mail: brunori.jorge@inta.gob.ar.

Balance y perspectivas para el sector porcino nacional

Buenas Prácticas Ganaderas

Med. Vet. Jorge Brunori.

De cara al cambio de gobierno, la cadena enfrenta nuevos desafíos. Quienes la conforman deberán defender su consolidación aprovechando el impulso de un 2015 positivo.

Palabras Claves: Sector porcino; Balance; Perspectivas; Mercado interno; Exportaciones; Precio; Rentabilidad.

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Buenas Prácticas Ganaderas Planteos Ganaderos 2016

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Desde nuestro grupo de trabajo consideramos que el año 2015 cierra nuevamente con un crecimiento sostenido del sector dado que los animales faenados crecieron más del 7% con respecto al año anterior (Boletín octubre MAGPYA). El crecimiento en la producción fue de más del 8% en relación al año 2014 y se observó una consolidación en el consumo interno, marcado por un crecimiento del 5%, según la misma fuente. A estos indicadores se suma la baja en las importaciones, que este año rondó el 19% respecto a las toneladas importadas en 2014 (AAPP). Continúa como cuenta pendiente de la cadena porcina consolidarnos como país exportador, dado que este año cerraremos con aproximadamente 7.000 tn exportadas, un valor muy parecido al de 2014. Este año, y como ocurre desde 2009 (según lo declara un informe de la Asociación de Productores Porcinos en su página web), se dieron dos periodos totalmente diferentes en cuanto a precios y rentabilidad del sector. Desde marzo y hasta aproximadamente agosto, se produjo una retracción de la demanda producto de una disminución en el consumo (causada por cuestiones propias de la economía del país como es comienzo de clases, paritarias, inflación, etc.) Esto repercute en el consumo general de carnes, y el cerdo es la cadena que más demora en acomodar los precios al consumidor. A diferencia de las otras cadenas, el sector reacciona no con adecuación inmediata en el precio al público sino con una baja en la demanda de cerdos, lo que complica mucho a los productores, en especial a los pequeños y medianos, que entran en la “angustia” de otras épocas. Esta situación genera un rápido descenso del precio con una caída de la rentabilidad. En el segundo semestre del año la realidad de acomoda: los precios comienzan crecer nuevamente, el argentino recibe incrementos de sueldo que se acuerdan en la paritaria y se restablece en cierta medida el consumo, lo que nuevamente hace girar la demanda de carne de cerdo y por ende el precio del capón se actualiza. Estos ciclos, que ya no duran los históricos cuatro años, se vienen dando sistemáticamente desde 2009. En este escenario anual cíclico y reiterativo, el balance del año 2015 producto de los indicadores mencionados y de la baja de los precios de los granos -ha sido, en promedio, positivo para el sector. Estos hechos positivos, que consideramos quedan expresados en los indicadores mencionados, reflejan un crecimiento del sector en animales faenados y en producción. A esto puede agregarse el continuo crecimiento de la calidad de producto que, con la adecuación del sistema de medición, muestra valores de magro del 53%. Con una restricción muy importante de las importaciones, la consolidación del consumo interno sigue siendo el aspecto más importante de la cadena porcina, que según los informes se sitúa entre 12 y 14 kg de carne/habitante/año, constituyéndose en la tercera carne consumida por los argentinos y la única que todavía tiene perspectivas de crecimiento sin techo a la vista. Este hecho nos permite ser optimistas respecto de la situación de esta cadena para los próximos años. Como aspectos negativos o a definir por el sector está, a nuestro entender, la necesidad de incrementar el volumen de carne exportada, pues esto generaría no sólo una alternativa más de mercado sino también una mejor posición del sector dentro del contexto político agropecuario nacional, pues nos convertiría en proveedores de divisas para al país. Nuestras condiciones agroecológicas, tanta veces mencionadas, son una ventaja que no podemos desaprovechar, y basta mencionar que en las últimas cuatro campañas sólo se destinó a la producción de carne de cerdo un promedio del 2% del total de maíz, soja, sorgo y cebada producidos. En un mundo que demanda alimentos y en un país que produce 10 veces más

alimento del que consume es difícil entender como Argentina representa solamente el 0.10% de las toneladas comercializadas en el mundo de la proteína cárnica más consumida. A esto podemos agregar que ser un sector con mercado exportador importante nos permitiría una mayor integración de la res porcina, ya que podríamos colocar en el mercado externo muchos cortes de la res que actualmente son “descartados” por las carnicerías (cabeza, patas, colas manos etc.), especialmente por aquellas establecidas en el interior del país, impactando sobre el precio al mostrador. El 2016 se presenta como un año de incertidumbres. Demás está decir que comienza un nuevo gobierno, lo que marca el fin de un ciclo político y el comienzo de una nueva visión de la política agropecuaria del país. Si bien los anuncios hasta el momento permiten predecir aspectos positivos y negativos para la producción porcina, como la quita de retenciones - en especial al maíz - y la movida del dólar- lo que generaría en lo inmediato un aumento del costo de producción -, habrá que ver cómo se acomoda el precio del cerdo. Otro aspecto a observar es la posible flexibilización de las importaciones que pueden afectar al sector. Asimismo, y de acuerdo al nivel de devaluación que se establezca y la política de adecuación de tarifas que se implemente, debe considerarse la caída del poder adquisitivo de los asalariados, que - al menos hasta que se establezcan las paritarias podría disminuir el consumo. La política de retorno a la exportaciones bovinas que seguramente se implementará en lo inmediato, puede tener un impacto positivo, puesto que reducirá el stock de animales con el consiguiente aumento del precio de la carne bovina en el mercado interno y la baja en el consumo- que ya se están dando -, mejorando así la competitividad de la carne de cerdo. En lo referente a aspectos internos de la cadena porcina, este nuevo año seguramente será muy demandante en términos de ajuste de los dos aspectos quegarantizan la sostenibilidad productiva de los sistemas: la eficiencia y la escala. Más que nunca será necesario considerar estas variables en nuestros establecimientos y el gran desafío - como viene ocurriendo en los últimos años - será para los pequeños y medianos productores, que constituyen la mayoría en esta cadena. Necesitamos además consolidarnos como sector y tratar determinados temas estructurales para madurar como cadena eficiente, equitativa e inclusiva. Algunos de estos aspectos son la distribución y adecuación de la industria, la profundización de la participación gremial de los productores, el ajuste de la legislación obsoleta- en especial en cuestiones sanitarias - y la generación de políticas ambientales, de bioseguridad – a fin de continuar con nuestro status sanitario nacional – y crediticias, que faciliten el financiamiento del crecimiento. Asimismo es crucial el fomento y profundización de estrategias de trabajo asociativo tendientes a generar escala, así como la creación de valor agregado - en especial en los pequeños y medianos productores – y la generación de ámbitos coordinados y sistemáticos de formación para profesionales, productores y operarios. Estos son algunos de los aspectos a “poner en la mesa de discusión porcina nacional” en los próximos años, pensando en consolidar un sector que tiene un potencial de crecimiento como no lo tiene otra cadena agropecuaria del país. Todo dependerá de nosotros; llegó la hora de enfrentar los momentos críticos con criterio y madurez, no pensando en irnos - como ocurrió en otros años -, sino en consolidarnos como productores que apuestan con pasión y gestión a esta actividad, enfrentando los momentos difíciles para poder aprovechar al máximo los prósperos.

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Empresas Socias 77

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Pasturas


Los requerimientos nutricionales varían según el nivel de producción y el manejo al que está sometido el cultivo. En el caso de una alfalfa de corte, presenta altos requerimientos debido a que no existe el reciclado de nutrientes como nitrógeno, potasio y fósforo a través de la orina o bosta. El fósforo es necesario para lograr un establecimiento exitoso y un buen desarrollo de las raíces. Además, en condiciones adversas -como suelos fríos o sequías, que reducen la absorción de los nutrientes- ayuda a que continúe el desarrollo radicular y se asegure la supervivencia de la planta. La alfalfa obtiene el nitrógeno mediante su relación simbiótica con el Rizobium. La cantidad fijada dependerá principalmente del número de plantas que tiene la pastura. El potasio es demandado en altas cantidades y es esencial para aumentar la tolerancia al frío y para brindar una mayor resistencia a ciertas enfermedades. El calcio es vital para la fijación del nitrógeno y para promover el desarrollo radicular. Por su parte, el magnesio está relacionado con la actividad fotosintética, lo cual incide en la productividad del recurso forrajero. Las deficiencias se presentan cuando el umbral en el suelo desciende por debajo de 0,6 meq/IOO g, o cuando existen antagonismos con el potasio, en casos en los que se encuentren concentraciones elevadas, como dr observa en algunos suelos de la región pampeana. El azufre interviene en la síntesis de las proteínas. Es deficitario en los suelos arenosos y esa situación se acentúa a partir del segundo año de cultivo. El boro actúa sobre el movimiento del calcio en la planta y es fundamental en la velocidad de crecimiento radicular, en las nuevas hojas y en el desarrollo de yemas. El umbral crítico se ubica alrededor de 1 ppm en el suelo o en 30 ppm en las plantas.

Fertilización foliar con Línea YaraVita Recientemente, se ha evaluado a través de ensayos realizados en la localidad de Landeta, provincia de Santa Fe, la respuesta a la fertilización foliar en praderas de leguminosas. Aplicaciones de YaraVitaTM BORTRAC y YaraVitaTM CROPLIFT BIO luego de un estrés, tal como el corte mecánico de la pastura, muestran un incremento de la producción de MS/ha. Los resultados reflejaron en promedio una diferencia de 394 kg MS/ ha, entre las parcelas tratadas y no tratadas. Además se observó una mayor cantidad de materia verde (hojas) producida por la planta, mejorando la calidad forrajera ya que es en

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La utilización de fertilizantes foliares es una herramienta para incrementar la oferta de pasto y la reducción de los costos fijos de materia seca producida. Esta práctica tiene como objetivo aportar nutrientes a las plantas, en forma instantánea y en momentos de alta demanda de los mismos, que en general no pueden ser suministrados por el suelo en tiempo y forma. Es importante destacar que la aplicación foliar es un complemento de la fertilización de base y no un sustituto de la misma.

Las respuestas a la aplicación de boro varían, según el tipo de suelo, temperatura, humedad y balance de otros nutrientes en el suelo.

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Aumentos de productividad en alfalfa a través de la fertilización foliar. Siempre que pensemos en intensificación ganadera, el uso intensivo del recurso forrajero es parte fundamental de la estrategia de manejo. En este sentido, la fertilización foliar es una herramienta que puede tener un impacto significativo en la productividad.


estas estructuras en donde se alojan nutrientes importantes y de alto valor como las proteĂ­nas.

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En conclusiĂłn, la fertilizaciĂłn resulta beneficiosa para maximizar el uso de la pastura, que es la principal fuente de alimento del planteo productivo y sumado a un manejo racional, nos brinda posibilidades de ganar competitividad en la actividad.

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Los recursos forrajeros que crecen con niveles de nutrientes adecuados, utilizan mĂĄs eficientemente los recursos del ambiente, crecen a mayores tasas, adelantan la oferta de forraje y generalmente presentan mayor calidad que aquellos que crecen con deficiencias nutricionales.


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