Venezuela
Año 11 Número 467
12 de agosto 2016
www.abcdelasemana.com
Precio Bs.F. 120,00
Emili J. Blasco
En EEUU finalmente está saliendo a la luz que Hugo Chávez instituyó en Venezuela un narcoestado / 6 Yoani Sánchez
El colapso de Venezuela está significando para Cuba connotaciones de verdadero tsunami económico / 13 Carlos Alberto Montaner
Para los musulmanes, Estados Unidos es una sociedad de oportunidades / 14
Jim Wyss
Ningún otro país exportador de petróleo tiene gente hambrienta en la calle o niega medicamentos a la población
EDITORIAL
SI NO ES ASÍ, NO SERÁ CARLOS BLANCO El referéndum revocatorio se convirtió en objetivo porque responde a lo que la oposición ha pregonado como su mantra: es democrático, constitucional, pacífico y electoral. No implica riesgos de violencia inmediata para el ciudadano que firma (aunque sí mediata pues lo pueden despedir de su trabajo) y es una manera de hacer “algo” concreto de carácter individual. El régimen se propuso impedirlo y lo ha logrado mediante demoras; a cambio ha lanzado un manjar llamado “diálogo” sobre el que se han precipitado ciertos golosos. El mensaje del régimen en una especie de negociación metafísica es: no te doy el referéndum revocatorio pero a cambio reconozco a algunos de ustedes en la gimnasia dialogante. La situación al día de hoy es que no hay fecha para el 20% requerido para el revocatorio; tampoco diálogo que no sea la pantomima de Zapatero; no hay libertad de los presos políticos; buscan detener a los diputados de Amazonas; y no se respeta nada que provenga de la Asamblea Nacional. Si éste fuese el fin de la historia el balance sería que Maduro, representante de una exigua minoría, sumido en una crisis terminal que lo tiene como su principal culpable, con un partido engullido por las contradicciones, habría logrado imponerse con la represión. El asunto es que la mayoría y la minoría son categorías que se constituyen, miden y ejercen
efectos prácticos en elecciones que se respetan o se hacen respetar. Para una dictadura las elecciones no son instrumento para que las mayorías dirijan sino para que legitimar el poder autoritario; si los autócratas ganan, celebran complacidos; si pierden, anulan los resultados en la práctica o anulan los efectos de las mayorías que pasan al control de las instituciones, como ocurrió con el referéndum constituyente de 2007, al imponer luego lo que fue derrotado en las urnas, y con la abrumadora victoria democrática del 6-D, al no reconocer las decisiones de la AN. Las dictaduras no entienden de mayorías y minorías electorales, sino de fuerzas. Es decir, poder de fuego, poder de intimidación, estratagemas psicológicas, para lo cual las leyes, la cultura, la civilidad no son sino obstáculos a apartar. En esta situación, existe la necesidad de una fuerza que obligue al régimen a aceptar el referéndum o a irse. Éste sería el tema de un diálogo serio: cómo hacer que Maduro se vaya sin provocar un enfrentamiento sangriento. Tal propósito requiere la alineación de la fuerza civil, la movilización de la opinión internacional y la fuerza militar capaz de no acatar órdenes ilegales. Así fue el 6-D. Si no es así, no será. @carlosblancog carlos.blanco@comcast.net * Como en ocasiones anteriores, esta semana cedemos nuestro espacio editorial a una columna de especial interés.
/ 16 y 17 El ABC de Rafael Simón Jiménez / Historiador y dirigente político
La Generación del 28, abrió al país el camino entonces remoto de la democracia y el progreso • Fue la generación más trascendente después de la de los padres fundadores • Entre Villalba y Betancourt nació una rivalidad que no lograron resolver a lo largo de cincuenta años • Aun así, compartirían algunos capítulos estelares como el “Pacto de Puntofijo”, ya incorporado Caldera, luego del encuentro de Nueva York /8 y 9
Andrés Oppenheimer:
Queda poco tiempo para evitar en Venezuela una catástrofe mayor / 11