Venezuela
Año 11
11 de noviembre 2016
Número 480
www.abcdelasemana.com
Precio Bs.F. 140,00
José Toro Hardy
Un gobierno que enfrenta una crisis humanitaria y a la vez un 80% lo adversa, tiene los días contados / 5 El País
Donald Trump, un peligroso líder en la Casa Blanca, sume al mundo en la más completa incertidumbre / 13 Alonso Moleiro
Los venezolanos estaban orgullosos de sus Fuerzas Armadas, pero ahora son rechazadas por el 65% de la población / 10
Elizabeth Burgos
¿Diálogo? Pactar no tiene cabida en quienes han sido formados en la ideología del castrismo / 16 y 17
EDITORIAL
CHAPEAUX HENRIQUE SALAS RÖMER Cuba ha venido moviendo sus piezas diplomáticas para impedir que la OEA, organismo al que no pertenece, aplique a Venezuela la Carta Democrática Interamericana. Para lograrlo, acudió a la mediación de Ernesto Samper (UNASUR), conjuntamente con la de otros tres expresidentes que le son confiables. Las acciones de Cuba son legítimas en cuanto responden a sus intereses nacionales. Perder a Venezuela significaría perder asistencia financiera, también perder el ancho territorio venezolano que sirve de zona de alivio para las FARC y, en suma, perder poder. Lo que sorprende es su ingeniosa habilidad. En medio de una difícil transición política, y en condiciones de creciente precariedad económica, el régimen cubano ha logrado imponer su agenda geopolítica a EEUU. Y, por carambola, a El Vaticano también. No, no exagero. De lo contrario ¿cómo comprender el encuentro de Cartagena, celebrado aun antes de que el pueblo colombiano se pronunciara, algo artificioso, diseñado para avalar el Pacto de La Habana, un arreglo concebido para poner a salvo un cartel guerrillero militarmente derrotado? Y ahora, ¿cómo comprender la torpe intromisión en Venezuela, cuando las fuerzas de Oposición, actuando desde la Asamblea Nacional, y en defensa de un pueblo depauperado, habían sentado -tras la ruptura del hilo constitucional- las bases para la aplicación de la Carta Democrática? ¿Qué puede ganar EEUU a cambio? A mi juicio, tranquilidad. Washington rehúye los conflictos hemisféricos porque se siente atado de manos para resolverlos. La historia al menos parece sugerirlo. En 1998, faltando treinta días para la elección presidencial, cuando estuvo en serio peligro el triunfo
de Hugo Chávez, poderosos intereses se movieron para convencer al entonces embajador de EEUU, John Maisto de que la derrota del Comandante generaría en Venezuela un frente guerrillero paralelo a las FARC. Convencido Washington, que hasta entonces albergaba fundadas reservas respecto a Chávez por su pasado golpista, se alinearon los cañones (mediáticos y financieros) que serían decisivos para sofocar la amenaza y convertir a Hugo Chávez en presidente. Hoy, la historia se repite. Todo parece indicar que la diplomacia cubana ha logrado despertar en Washington temor en dos sentidos: Temor a que, de cesar la ayuda que Venezuela les proporciona, su economía colapsaría, desatando un éxodo incontenible de cubanos hacia Florida. Y -con la ayuda de Santos- temor a que, de no intervenir EEUU (lo que habría sido políticamente inviable sin el acompañamiento de El Vaticano), la MUD “sería rebasada por un movimiento nacionalista”, estallaría una guerra civil (¿Será el mismo baño de sangre al que aludió Monseñor Claudio María Celli?), y se complicaría la realidad socio-política de una Colombia ya dividida tras el triunfo del NO. Lograr que EEUU y el Santo Padre asumieran su causa como propia no fue una hazaña menor. Mucho más cuando los países fundadores de Mercosur se habían fijado la meta de excluir a Venezuela en diciembre, y en vísperas a celebrarse la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, donde Perú, en respaldo a la iniciativa del Secretario General de la OEA, pediría la aplicación inmediata de la Carta Democrática Interamericana. ¿Casualidades? Hay que quitarse el sombrero ante el régimen cubano. ¡Chapeaux! hsr.personal@gmail.com @h_salasromer
El ABC de Oscar Arnal / Abogado y profesor universitario
Mucho me temo que esto terminará en una salida de hecho y una transición • La Unión Europea ha dado su visto bueno al diálogo, lo está siguiendo EE.UU., la OEA con Almagro, el Vaticano también • Al final, el gobierno no negociará nada, pero la Oposición gana no parándose de la Mesa 8y9
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Vladimiro Mujica:
La MUD es una alianza electoral que hace milagros para funcionar como dirección política / 7