Venezuela
Año 7
16 de mayo 2013
Número 319
www.abcdelasemana.com
Precio Bs.F. 5,00
N U E S T R A HENRIQUE SALAS RÖMER
P A S I Ó N
E S
L A
V E R D A D
EDITORIAL
A la Toma de Posesión de Carlos Andrés Pérez, en 1989, asistieron las figuras más emblemáticas de la política mundial. Por su magnitud y boato, el evento se realizó, no en el hemiciclo del Senado, sino en uno de los más imponentes escenarios del continente, el Teatro Teresa Carreño. Se habló socarronamente entonces de la “coronación” de CAP, cuando paradójicamente, la historia lo recordaría como el inicio de su penoso vía crucis. Uno de los invitados más notorios fue Fidel, hoy más distante pero más aquí. Otro fue Felipe González, Felipillo, primer ministro español, igualmente solidario con Carlos Andrés. Los tres son recogidos en la gráfica mientras conversan plácidamente, poco antes de la ceremonia oficial. CAP lucía pleno de optimismo, y lo estaba. Sin embargo, las medidas que debía tomar para corregir los desequilibrios heredados, pronto provocarían el más grande estallido popular que recoja la historia. Mucho se ha especulado sobre los orígenes de aquella explosión, la del 27 de febrero, pero testigo presencial que fui de los acontecimientos, puedo dar fe de que fue una reacción espontánea. Malcolm Gladwell, en su obra The Tipping Point, recoge numerosos momentos cuando un acontecimiento en apariencia inocuo, pro-
mientos… y centenares de muertos, volvió a reinar la paz. A Maduro, sin el carisma de CAP o las habilidades histriónicas de su padre político y mentor, le ha tocado una suerte similar. La de recibir un gobierno “quebrado”, a sabiendas de que el pueblo que votó por él, lo hizo no por sus propios méritos, que los desconoce, sino para garantizar la continuidad de las misiones que, en 2012, un Hugo Chávez enfermo repartió con gruesa ñapa para lograr su reelección. Las similitudes son impresionantes. En el ’89, el pueblo esperaba de CAP, un nuevo CAP. En 2013, el pueblo espera de Maduro, un nuevo Chávez. Pero el Presidente impugnado no ha tenido ni tendrá otra opción que tomar medidas heroicas. Tanto que mientras escribo estas líneas, se anuncia un aumento pronunciado en el costo del pasaje. ¡Cuidado! Quizás por eso se adelantó Maduro en militarizar a Caracas, en sacar al Ejército antes y no después de la explosión… Los estallidos como los terremotos son, por supuesto, impredecibles. También es impredecible, se me ocurre, la disposición del Ejército a disparar. Pero hay hechos innegables. El sepelio de Chávez superó en pompa la coronación de CAP. Y las actuaciones del nuevo Chávez, delatan su nerviosismo.
MILITARIZACIÓN Y NERVIOSISMO
vocó un estallido desproporcionado. En nuestro caso fue un incidente ocurrido en Guarenas cuando una señora reaccionó visceralmente ante el aumento del pasaje del transporte colectivo. La reacción se multiplicó en todo el país, pero especialmente en Caracas, transformándose en actos de violencia y de saqueo que en pocas horas envolvieron a la ciudad capital. La pólvora que hizo correr las lla-
mas pudo haber sido, sin embargo, el choque existencial que se produjo entre las expectativas que se habían producido con el regreso de CAP, a quien se le recordaba por la bonanza de los años ’70, y la adopción de medidas que a contrapelo del anhelo popular, éste tomaba al iniciar su mandato. La historia es harto conocida. El Ejército tuvo que ser llamado a la calle, y tras varios días de enfrenta-
El ABC de Franzel Delgado Senior / Médico siquiatra y conferencista internacional
Hay personas que se intoxican al ejercer el poder y otros buscan ejercerlo para intoxicarse • Sentirse y asumirse como ”predestinado” es siempre expresión de una estructura patológica que mantiene a la persona fuera de la realidad • A los pensamientos de persecución son más propensos aquellos que han ejercido el poder violando las normas y los derechos ciudadanos o cometiendo delitos • La depresión es la afección más frecuente en quienes ejercen el poder / 8 y 9
Moisés Naím
Un Gobierno seguro de haber ganado no debe tener miedo de contar los votos / 11 Alberto Barrera Tyszka
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Chávez metió la política dentro de una rockola y nos hizo creer que la gerencia pública es un asunto amoroso / 6
Mientras Francia, Italia y España se despeñan, Alemania impone su modelo económico, sin perder soberanía / 13
Francisco G. Basterra:
Fernando Mires
Paralelamente al descenso del chavismo, asciende una alternativa que trasciende a la Oposición y a su propio líder / 14 y 15
Obama prefiere presionar sin intervención militar directa, hasta que El Asad se dé cuenta de que tiene la guerra perdida / 12