REVISTA HUILA No. 61 Junio - Diciembre de 2010

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1910: 22 DE MAYO 1931: 22 DE SEPTIEMBRE 1956: 25 DE FEBRERO

PRIMERA FUNDACIÓN SEGUNDA FUNDACIÓN TERCERA Y DEFINITIVA FUNDACIÓN



Academia Huilense de Historia Fundada el 22 de mayo de 1910

NEIVA - 2010


DIRECTOR REDACTOR COMITÉ EDITORIAL

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Don Camilo Francisco Salas Ortiz Don Luis Eduardo Cortés Ortiz Don Alvaro León Cabrera Guzmán Doña María de los Ángeles Olaya Leguízamo Don Fernando Antonio Torres Restrepo

PORTADA Diseño

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Cien Años Academia Diego Falla

EDITORA

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Academia Huilense de Historia Centro Cultural y de Convenciones “José Eustasio Rivera Salas” Carrera 5 No. 21-81 Piso 2 – Bloque 2 Telefax 8740147

FOTOGRAFÍAS

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ARTES Y DISEÑO EDITORIAL

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Edgar Avilés Antury Leo Cabrera Guzmán

IMPRESIÓN

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SERVI-IMPRESOS Tel.: 8712964 Neiva

REVISTA HUILA

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Órgano de la Academia Huilense de Historia Vol. 14 No. 61 junio – diciembre de 2010 Neiva: La Academia 2010

E-mail: academiahuilensedehistoria@gmail.com Martín Borrero Urbanski Archivo Academia Huilense de Historia

Periodicidad irregular ISSN 0120-8438 DIRECTORES (1956-2010) Jenaro Díaz Jordán, Nos. 1 a 14 (10 fascículos) David Rivera Moya, Nos. 15 a 18 (4 fascículos) Alvaro Ramírez Vargas, Nos. 19 y 20 (2 fascículos) Eduardo Unda Losada, No. 21 Gilberto Vargas Motta, No. 22 José Jaime Rodríguez Rodríguez, No. 23 Gilberto Vargas Motta, Nos. 24 a 42 (19 fascículos) Reynel Salas Vargas, Nos. 43 a 45 (2 fascículos) Camilo Francisco Salas Ortiz, Nos. 46 y 47 (2 fascículos) Reynel Salas Vargas, Nos. 48 y 50 (3 fascículos) Jaime Bravo Motta, No. 51 Margarita Cuéllar de Rivera, Nos. 52 y 53 (2 fascículos) Camilo Francisco Salas Ortiz, Nos. 54 a 61 (8 fascículos) Los artículos publicados en la presente edición son de responsabilidad exclusiva de sus autores. La Dirección.


JUNTA DIRECTIVA PRESIDENTE VICEPRESIDENTE SECRETARIO GENERAL TESORERO BIBLIOTECARIO COORDINADOR

: : : : :

Don CAMILO FRANCISCO SALAS ORTIZ Doña Ma. DE LOS ÁNGELES OLAYA LEGUÍZAMO Don ALVARO LEÓN CABRERA GUZMÁN Don LUIS EDUARDO CORTÉS ORTIZ Don FERNANDO ANTONIO TORRES RESTREPO

MIEMBROS EMÉRITOS General JOSÉ JAIME RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ Don ALVARO RAMÍREZ VARGAS Doña MARGARITA CUÉLLAR DE RIVERA

MIEMBROS DE NÚMERO POR ANTIGÜEDAD Doña Don Don Don Don Don Don Doña Don Don Don Doña Don Don Don Don Don Don Don Don Pbro. Don Doña Don

MARÍA DE DE LOS ÁNGELES OLAYA LEGUÍZAMO REYNEL SALAS VARGAS CAMILO FRANCISCO SALAS ORTIZ BERNARDO TOVAR ZAMBRANO JORGE ALIRIO RIOS OSORIO BOLÍVAR SÁNCHEZ VALENCIA ALFREDO OLAYA AMAYA LUZ MARINA CANENCIO DE IBARRA DELIMIRO MORENO CALDERÓN JAIME BRAVO MOTTA JAIRO RAMÍREZ BAHAMÓN MARTHA CECILIA CEDEÑO PÉREZ ANANÍAS OSORIO VALENZUELA MISAEL GARCÍA GARCÍA JORGE BERMEO ROJAS CARLOS EDUARDO AMÉZQUITA PARRA LUIS EDUARDO CORTÉS ORTIZ FERNANDO ANTONIO TORRES RESTREPO ILDEFONSO TRUJILLO VARGAS ROBERTO LIÉVANO PERDOMO JAIRO TRUJILLO POLANCO ALVARO LEÓN CABRERA GUZMÁN MARÍA ANGÉLICA SUAZA ESPAÑOL GABRIEL CALDERÓN MOLINA


MIEMBROS CORRESPONDIENTES Doña Doña Doña Don Don Don Don Don Don Don Don Don Don

ROCÍO MARTÍNEZ COVALEDA ROCÍO POLANÍA FARFÁN MARTHA ISABEL BARRERO GALINDO LEONARDO UNDA GONZÁLEZ NORBERTO INSUASTY PLAZA GUSTAVO HERNÁNDEZ ARBELÁEZ JAIME SUÁREZ VARGAS HUMBERTO MONTEALEGRE SÁNCHEZ PEDRO PABLO TINJACÁ RUÍZ ORLANDO MOSQUERA BOTELLO ALVARO FALLA ALVIRA ALEXANDER QUINTERO BONILLA JUAN CARLOS ACEBEDO RESTREPO

ACADÉMICOS CORRESPONDIENTES DE OTRAS CIUDADES Doña Doña Don Don Don Don Gral. Gral. Cnel. Pbro. Pbro. Fray Don Don Don Don Don Don Don Don Don Don

ASCENETH AMAYA DE SEGURA ROSARIO FERNÁNDEZ ALJURE FRANCISCO SEGURA ALVARADO CÉSAR JAVELA ORTIGOZA BENHUR SÁNCHEZ SUÁREZ RICARDO MOSQUERA MESA LUIS ALBERTO ANDRADE AMAYA JOSÉ ROBERTO IBÁÑEZ JULIO LONDOÑO PAREDES LUIS CARLOS HERRERA MOLINA S.J. FORTUNATO HERRERA MOLINA S.J. LUIS CARLOS MANTILLA RUÍZ O.F.M. ROBERTO VELANDIA ANTONIO CACUA PRADA HORACIO GÓMEZ LATORRE CAMILO ORBES MORENO EUGENIO GUTIÉRREZ CELY CARLOS PERDOMO AVILA RODRIGO SILVA VARGAS BENJAMÍN ANTONIO VINASCO AGUDELO FERNANDO MAYORGA GARCÍA RUBÉN ORDOÑEZ ORTEGA


CONTENIDO 9

PRESENTACIÓN

12

SESIÓN SOLEMNE CREACIÓN

13

DISCURSO DE ORDEN

31

PALABRAS DE LA SEÑORA SECRETARIA DE CULTURA Y TURISMO DEL HUILA, DOCTORA NUBIA STELLA MONJE MEDINA, COMO DELEGADA DEL SEÑOR GOBERNADOR DURANTE LA CEREMONIA DE CELEBRACIÓN DE LOS100 AÑOS DE FUNDACIÓN DE LA ACADEMIA HUILENSE DE HISTORIA

36

DISTINCIONES CENTENARIO

43

MENSAJES RECIBIDOS

51

SIMPOSIO SURCOLOMBIANO

54

PALABRAS DE APERTURA DEL SIMPOSIO CONMEMORATIVO DEL BICENTENARIO “NEIVA VIVE SU HISTORIA”. EL PROCESO DE INDEPENDENCIA EN LA PROVINCIA DE NEIVA Y EL SURCOLOMBIANO.

62

PONENCIAS

62

POSICIÓN POLÍTICA DE PASTO, DURANTE EL PROCESO DE LA INDEPENDENCIA DE LA NUEVA GRANADA: 1.809 1.824.

PRIMER

RECIBIDAS

CENTENARIO

CON

DE

MOTIVO

SU

DEL


80

PROVINCIA DE MARIQUITA

89

LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA

107

EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y LA HISTORIA EN FUNCIÓN DE LA CIUDADANÍA Y LA NACIONALIDAD

131

¿QUE NOS DEJARÁ EL BICENTENARIO?

136

HISTORIA HOY - APRENDIENDO CON EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA

140

LA ESCLAVITUD EN LA PROVINCIA DE NEIVA - ARQUEOLOGIA HISTÓRICA DE LA NUEVA GRANADA

168

LITIGIO POR LA LIBERTAD DE UN ESCLAVO Y SU MUJER

191

RAÍES FEDERALISTAS DE NUESTRAS INSTITUCIONES

195

CLONCLUSIONES HISTORIA”

“SIMPOSIO

SURCOLOMBIANO

DE


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PRESENTACIÓN Es centenario el camino que lleva recorrido la Academia Huilense de Historia, como organización sin ánimo de lucro, sembrado de realizaciones que la enaltecen y proyectan su histórica misión hacia el destino que el tiempo le tiene señalado. Realizaciones representadas en su permanente laboriosidad investigativa y divulgadora de la Historia, en el culto a las tradiciones en las cuales está fundada el alma de la Patria; en la veneración a los próceres y mártires quienes nos dieron la Independencia y forjaron la República. En la publicación de libros y de la Revista “Huila”, Órgano de divulgación de la Corporación, además de la investigación, de la revisión y del análisis de la historia, desde los diferentes enfoques de las ciencias sociales y humanas, características que han hecho de ella, una de las más respetables y serias publicaciones del país; todo lo cual viene a enriquecer el conocimiento de la historia regional como componente fundamental de una cultura académica de apropiación social del conocimiento sobre la identidad y el patrimonio cultural, la memoria histórica y la mentalidad doctrinal, en el contexto geopolítico colombiano y universal. Así como se publican libros, revistas, folletos, C.Ds., se conmemoran las efemérides nacionales y regionales. La Academia ha sido también una cátedra de consulta y asesoría para los organismos oficiales y particulares, los estudiantes y profesores de las instituciones educativas, y en general del público, quienes diariamente acuden a la Sala Huila, a su biblioteca Jenaro Díaz Jordán, a su hemeroteca y a sus oficinas en procura de información sobre diversos temas de historia e incluso de geografía del Huila y de Colombia, materias que hoy han perdido su importancia en los establecimientos de educación. 9


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La Academia, con la esperanza de revivir este noble magisterio de la colombianidad, que ha sido el más urgente celo desde los primeros días de su fundación (22 de mayo de 1910), ha venido postulando el restablecimiento de la enseñanza de la Historia en los colegios de bachillerato, que es precisamente donde más conviene llevar al conocimiento de las nuevas juventudes la noción de Patria y nacionalidad; suprimida por decreto 1002 de abril de 1984 del presidente Belisario Betancur. Otros de sus empeños han sido la preparación de los actos conmemorativos del Primer Centenario de la Fundación de la Academia, del Bicentenario de la Independencia, de los 400 años de la creación de la Provincia de Neiva, de los 150 años de la creación del Estado Soberano del Tolima y de los 400 años de la Tercera y Definitiva Fundación de Neiva, que se cumplen los dos primeros, en este año 2010, el tercero el año entrante (2011) y la última en el año 2012, compromisos perentorios que son no solo de la Academia Huilense de Historia sino también de todas las instituciones educativas, culturales y gubernamentales. Las celebraciones de las anteriores efemérides, deben ser las oportunidades para proyectar y emprender un nuevo modelo de actitud tanto individual como colectiva de los huilenses. Con motivo de las celebraciones del Primer Centenario de la fundación de la Academia Huilense de Historia y del Bicentenario de la Independencia de Colombia, con el ánimo de dejar un legado histórico, la Corporación y la Secretaría de Cultura y Turismo de Neiva, realizaron durante los días 29 y 30 de julio de 2010, el SIMPOSIO NEIVA VIVE SU HISTORIA: EL PROCESO DE INDEPENDENCIA EN LA PROVINCIA DE NEIVA Y EL SURCOLOMBIANO. Publicamos, a continuación de las actividades ejecutadas con motivo del Centenario de la Corporación, las Memorias del Simposio, 10


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documento de investigación, consulta, estudio y patrimonio documental al alcance de todos, el cual, explica nuestros procesos frente a la historia, ante un pasado que sigue influyendo en el presente y que da pistas para la construcción del futuro. Esperamos con esta obra contribuir a la difusión del conocimiento de nuestra historia, “para que la memoria no se olvide”.

Académicos asistentes a la sesión solemne del día del Centenario de la Corporación. Mayo 22 de 2010. Sentados, de izquierda a derecha: Pedro Pablo Tinjacá, Rocío Polanía, María Angélica Suaza, Misael García y Martha Isabel Barrero. Atrás, de izquierda a derecha: Guillermo Plazas, Alexander Quintero, Fernando Antonio Torres, Jorge Alirio Ríos, Alvaro León Cabrera, Alfredo Olaya, Delimiro Moreno, Bernardo Tovar, Roberto Liévano, Camilo Francisco Salas, Nubia Stella Monje, Orlando Mosquera, Carlos Eduardo Amézquita, Jairo Ramírez, Luis Eduardo Cortés, Bolivar Sánchez, Ananías Osorio, César Augusto Orozco y Gabriel Calderón.

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SESIÓN SOLEMNE PRIMER CENTENARIO DE LA CREACIÓN DE LA ACADEMIA HUILENSE DE HISTORIA Mayo 22 de 2010 Orden del Día 1. Interpretación de los Himnos: a. De la república de Colombia b. Del departamento del Huila c. De la ciudad de Neiva 2. Discurso de fondo a cargo del Honorable Académico, don Camilo Francisco Salas Ortiz, Presidente de la Corporación. 3. Lectura de mensajes 4. Condecoraciones 5. Intervención del señor Gobernador doctor Luis Jorge Sánchez García. 6. Copa de vino 7. Concierto de la Sinfónica de Vientos del departamento del Huila.

Instalación de la sesión solemne. De izquierda a derecha: Luis Eduardo Cortés Ortiz, Académico Directivo; Ramiro Falla Cuenca, Secretario de Cultura y Turismo de Neiva; Camilo Francisco Salas Ortiz, Presidente de la Corporación; Nubia Stella Monje Medina, Secretaria de Cultura y Turismo del Huila. 12


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DISCURSO DE ORDEN PRONUNCIADO POR EL HONORABLE ACADÉMICO DON CAMILO FRANCISCO SALAS ORTIZ, EN LA SEDE DEL MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DEL HUILA, EN LA SESIÓN SOLEMNE REALIZADA CON MOTIVO DEL CENTENARIO DE LA CREACIÓN DE LA ACADEMIA HUILENSE DE HISTORIA.

Quiero iniciar, mi intervención, invitándolos a reflexionar sobre estas sentencias: “Se debe mantener la historia viva de los pueblos porque ella entraña la raíz y la fuerza de la nacionalidad”. “La historia es testigo de las edades, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida y heraldo de la antigüedad”. (Cicerón; De Oratore, II, 9). Gracias a las relaciones del hombre con la historia, se ha mantenido vivo el pasado en el presente. 13


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La historia no es creación del hombre: la historia es su discurrir en este mundo. Cada gobernante, piensa que la historia comienza con él. El hombre es un ser histórico: su vida es un caminar en la historia. Sin ella, toda actividad humana carece de sentido y permanencia. El saber histórico es producto de la ciencia, el arte o la técnica que permite la conservación de la civilización y la cultura. La historia hace presente el pasado; por ella nada de lo que alguna vez fue, se pierde. Es la realidad humana, su problemática: de conciencia, de interrelación del hombre con el entorno, con el medio geográfico, con sus semejantes en la lucha y en la convivencia: Caín contra Abel; el pueblo escogido contra idólatras y panteístas; las hordas contra el Imperio; en la edad media, el príncipe contra la iglesia y la nobleza, en busca de poder; las guerras religiosas de creyentes contra herejes y apostatas. La lucha de clases, capital contra trabajo; terroristas contra orden establecido y pueblo en mayoría. Así, aparecen los narradores, primero en Grecia, los logógrafos, quienes cuentan los hechos memorables de las familias y las ciudades, conservando un cierto orden cronológico. Luego vienen quienes dejan su nombre e impronta: el primero Heródoto (¿484-420? a. de J.C.), el Padre de la Historia, registra simple y llanamente lo que ve y oye, entre fábula y realidad. Con el tiempo, otros, a la vez que cuentan, hacen juicios de valor, indagan los móviles de la conducta como Tucídides (465-395). En Roma, Polibio (210-125) es objetivo, ama la verdad, no toma partido; demuestra las relaciones de causa a efecto, en su sentir, la única misión del historiador. Flavio Josefo (siglo I: 37-95), cronista, considerado modelo de imparcialidad; y Plutarco (50-125), el gran biógrafo. Se empiezan a distinguir las formas de la narración de los hechos: la historia la hacen los pueblos, la relatan los historiadores y puede escribirse muchas veces e ser interpretada cada vez mejor. Se habla ya de historiografía, catalogación de las narraciónes propiamente dicha, el arte de escribir la historia: por ejemplo, Jenofonte (427-335) refiere la vida de los hombres ilustres de Grecia; Thomas Carlyle (1795- 1881) al escribir sobre los grandes hombres, se propuso comprobar la tesis de la herencia del genio y del héroe. J. Bta. Weiss 14


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sostiene que “solo donde se halla un progreso en el conocer y obrar, donde se muestre la diversidad de caracteres individuales, aparece la Historiografía, delineando la imagen de la humanidad”. Y de Historiología, propiamente Filosofía de la Historia, la interpretación de la historia, “el sentido de la vida de la humanidad toda, el sentido de la Historia (Uribe Ferrer, René). El primer filósofo de la historia es San Agustín en “La Ciudad de Dios”; y en el siglo XX, Karl R. Poper y Karl Jaspers. Característica de la historiografía clásica es la importancia dada al héroe, ensalzado en su individualidad. De los griegos heredó occidente, la concepción de la historia como producto de grandes personajes inaccesibles al común de los mortales, despojados de toda miseria humana. En la Edad Media se reconoce la importancia de acudir a las fuentes de la historia para hacer la narración digna de todo crédito. En el Renacimiento aparecen las historias nacionales sujetas al mandato del Príncipe, con la exaltación de sus hazañas hasta el heroísmo. En el siglo XVIII la historiografía empieza a interesarse por el burgués, por el hombre común como sujeto de la historia. El Romanticismo “siglo XIX- prohíja la novela histórica, llena de entusiasmo patriótico por el rescate de las glorias nacionales, iniciada por Walter Scott. En el siglo XX los movimientos sociales plantean una nueva manera de ver la historia, la historia social, cuyo protagonista es el pueblo, las masas; inconcebible en tiempos de los griegos, quienes ni siquiera pensaron en que la sociedad pudiera tener papel principal en el desarrollo de los acontecimientos. Hoy se tiende a presentar una historia científica, más objetiva, explicativa, ajustada a las fuentes. Analítica, crítica, para preservar el equilibrio entre la importancia del pueblo que produce el hecho y el conductor de ese pueblo; conciliando lo que se aprecia a simple vista, la apariencia “exterior”, por ejemplo, que Bolívar venció en Boyacá el 7 de agosto de 1819; con lo que podría considerarse el 15


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contexto “interior”: estrategias, decisiones, causas y consecuencias, calidad humana de los protagonistas. Los hechos presentan diversas facetas. Cada historiador los examina desde su propio contexto, desde sus valores, quizá desde su historia personal; y sin apartarse de la verdad aprecia aspectos distintos. El mismo hecho relatado por varios autores, difiere de acuerdo con la concepción de cada uno, con el marco de referencia que tenga de él. La gesta libertadora de América tiene un significado para los europeos y otro para nosotros; mientras España condenaba a Bolívar como insurrecto, la Nueva Granada lo aclamaba como a su Libertador. Paradójicamente, la historia misma se encarga de decantar todas las distintas apreciaciones. Pero no se trata solamente de escribir la historia, o las ciencias o las letras y de cómo se escriben. En los albores de la cultura ya se siente la necesidad de compartir el saber, de alternar con los iguales, de examinarse en verdaderas justas de la inteligencia. Quizá, de guiar a otros en el conocimiento y en la conservación del pasado. Por eso se dice que “la historia es la gran maestra de la vida”; y “el pueblo que la olvida está condenado a repetirla”. Pero pretender olvidar el pasado para empezar de nuevo, es según Ortega y Gasset, “aspirar a descender y plagiar el orangután”. (Cfr. La Rebelión de las Masas). Margaret Mead, nos dice “Para construir una cultura en la que el pasado sea útil y no coactivo, debemos ubicar el futuro entre nosotros, como algo que está aquí, listo para que lo ayudemos y protejamos antes de que nazca, porque de lo contrario sería demasiado tarde”. ¿QUÉ ES UNA ACADEMIA DE HISTORIA? El término “ACADEMIA”, tomado de los jardines de Academo, significa el lugar donde Platón impartió sus lecciones de Filosofía. Pasó entonces a designar un grupo escogido del saber. También con este término se designa a la Universidad y de manera más amplia, a los establecimientos de enseñanza. La verdadera patria de las Academias es Egipto. Ptolomeo Sotero, 305 antes de Cristo, fundó en Alejandría el Museo que reunió los 16


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talentos de la época, para deliberaciones artísticas y científicas; quizá históricas, aunque no fuera ésta su principal preocupación. En el siglo I de nuestra era, los romanos fundaron algunas academias llamadas así en memoria de Platón; fueron precisamente ellos los que acuñaron el término con la significación de hoy. Los árabes aún, antes de difundir su ciencia y su arte por España crean las Academias de los Califas y los Abbasidas, cuyo objeto no ha sido muy claro. También crearon asociaciones literarias y científicas que dieron origen a las Academias de Granada y Córdoba. En el Renacimiento se multiplicaron estas instituciones, pero desaparecieron a la muerte de sus fundadores. Perdura la Academia de Ciencias de Nápoles fundada en 1560. La Academia de Historia de España fue fundada en 1738 por Real Decreto de Felipe V, para el estudio y la conservación de la Historia de España, y a sus miembros les concedía los mismos honores y prerrogativas de los de la Real Academia de la Lengua Española, fundada años antes, también, como cuerpo consultivo. Se lee en la Historia Extensa de Colombia, cómo, desde la Conquista, con Jiménez de Quesada, empezaron a organizarse grupos con intereses comunes científicos y literarios. Los hubo también en la Colonia: el más representativo de ellos, creado en 1783, la Expedición Botánica, centro de estudios que ayudó a definir la conciencia nacional. Avanzada la República aparece un grupo informal, El Mosaico, de clara orientación literaria, costumbrista. Años más tarde, ya terminando el siglo XIX, se crea la Gruta Simbólica, en franca reacción contra el romanticismo del Mosaico. Se funda también la Academia Colombiana de la Lengua, estrechamente vinculada a la Real Academia Española. Es cierto que nada tiene que ver estas organizaciones con grupos o centros de estudios históricos; sin embargo representan la gran vitalidad cultural que, sumada a las muchas obras de carácter histórico escritas en el siglo XIX, había de desembocar en la fundación de la Academia Colombiana de Historia. El 11 de mayo de 1902, por Resolución 115, firmada por el doctor José Joaquín Casas, Ministro de Instrucción Pública y en el ejercicio de la Presidencia el Vicepresidente doctor José Manuel Marroquín, se 17


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creó una “Comisión de Historia y Antigüedades, la que por Decreto 1808 del 12 de diciembre del mismo año pasó a ser la Academia Colombiana de Historia, de “carácter oficial y cuerpo consultivo del gobierno”. Corporación identificada con el común denominador de amar, investigar, conservar y ¡contar! la vida de la patria, de sus héroes, los sabios y los santos. De las élites y los pillos. De las instituciones y del pueblo; de sus luchas a veces inacabadas, y de los logros que entretejen la vida. En 1958 perdió el carácter oficial, pero sigue siendo cuerpo consultivo. El 2 de diciembre de 1903 por autorización de la Academia Colombiana de Historia, solicitada el 3 de noviembre de ese mismo año, se fundó la Academia Antioqueña de Historia. El 7 de agosto de 1904 se les tomó el juramento a sus primeros dignatarios. Para la época de la fundación de ambas Academias, el país atravesaba tiempos difíciles. La guerra de los Mil Días acababa de terminar; en octubre y noviembre de 1902 se habían firmado los tratados de Nerlandia, Wisconsin y Chinácota que sellaban la paz. Quizá no ha habido una época más infortunada para la patria. Sin embargo un grupo de hombres ilustres, tanto en Bogotá como en Medellín, decidió crear altísimos centros de investigación y difusión de la historia, la Academia Colombiana de Historia y la Academia Antioqueña de Historia, no porque estuvieran de espaldas a la realidad sino porque la identidad nacional debía preservarse, porque la historia, por dura que sea, debe ser contada. Desde entonces, se empezaron a crear las Academias Departamentales (actualmente hay 25 organizadas) las cuales han sido fieles a los objetivos que le fijaron los fundadores, de investigar y de difundir la historia, especialmente las regionales. El de estudiar los procesos económicos, sociales, políticos, ideológicos y mentales de las historias departamentales y municipales para contribuir a la comprensión del pasado y a la formulación de políticas integrales de desarrollo regional. Promover el conocimiento de los valores culturales y arquitectónicos de los departamentos y trabajar por la difusión de la producción intelectual de su gente. Velar por la conservación del patrimonio histórico y cultural, para el fortalecimiento de nuestra identidad y propender por el estudio de las ciencias afines a la historia; servir de cuerpo consultivo a las entidades oficiales en todo 18


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lo referente a asuntos históricos, y dinamizar las conmemoraciones de los acontecimientos que han tenido importancia en la formación de la república, los departamentos y los municipios. En síntesis, las Academias trabajan en la comprensión científica del pasado para apoyar el desarrollo regional, favorecer la integración y la solidaridad social y enriquecer la identidad cultural. Para lograr estos objetivos, como tarea imperativa se debe “potenciar el pensamiento como fundamento para la generación de un espíritu interrogativo, e inventivo” (Amaya de Ochoa Graciela), que permita comprender el pasado con el compromiso de mantener una actitud crítica, de juicio y discernimiento, fomentando el sentido de pertenencia en los miembros, como fundamento de toda relación afectiva o intelectual. El sentido de pertenencia, a la Academia, significa lealtad, identidad, patriotismo y profundo orgullo y la supervivencia de estas instituciones depende de la voluntad de sus miembros y del dinamismo que impriman a su vida interna. Pero el logro de sus objetivos y el cumplimiento de sus tareas, no siempre depende de ellas mismas: están condicionados, en gran parte, por las relaciones con el medio social y cultural y por su influencia en la educación y en la cultura. Por desgracia, el Plan Nacional de Desarrollo, apenas toca tangencialmente la importancia de la labor que cumplen de manera significativa en cada departamento y municipio colombiano, las personas dedicadas a la historia y a la cultura, y por ende la de los miembros de Academias y Centros de Historia; olvidando que el Estado está en la obligación de atender debidamente la educación y la cultura, pues son derechos inalienables. Para la mentalidad económica neoliberal, la educación es una inversión y el talento humano es el producto. Se impuso una “concepción de desarrollo sin conciencia humana, sin cultura y sin historia” (Díaz C. Jaime). La cultura no vende. El empresario colombiano está siendo formado en técnicas foráneas, sin sustrato humanístico, ni arraigo en la propia historia. Cabe aquí la afirmación de Ortega y Gasset “la gente más culta de hoy padece de una ignorancia histórica increíble”. (Cfr. La Rebelión de Las Masas). 19


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CENTRO DE HISTORIA DE NEIVA “La Historia es ciencia del devenir de los hombres en el tiempo. Viene de ayer y va hacia mañana” (Marc Bloch). La Academia Huilense de Historia tuvo como origen el Centro de Historia de Neiva, creado por la Academia Nacional de Historia, el 22 de mayo de 1910, e integrado por las siguientes personalidades de la región: generales Olegario Rivera, Pedro Rivera, Julio Borrero y Alejandro Villoria; doctores Ramón Salas H. y Arcadio Charry y los señores Gabriel Perdomo, Calixto Leyva, Milciades Gómez C., Eliseo Cabrera, Federico Arboleda y Federico Villoria, quienes celebraron su primera sesión en la Sala Rectoral del Colegio Santa Librada por convocatoria de la Academia Nacional, cuyos delegados, el doctor Rafael Escobar Roa y el señor Gabino Charry G., el “Padre de la Historiografía en el Huila”, la presidieron y expusieron que el objetivo general de la reunión era el de organizar en esta ciudad un “Centro de Historia”, dependiente de la Academia Nacional que tenía como misión inmediata, jalonar la celebración, con éxito, del Centenario de la Independencia Nacional y el Centenario de la Independencia Absoluta de la Provincia de Neiva. Luego procedieron a elegir los dignatarios de la nueva corporación, saliendo escogidos, como Presidente, el general Olegario Rivera Ortiz; como Vicepresidente, el doctor Rafael Escobar Roa y como Secretario-Tesorero, el señor Gabino Charry Gutiérrez.1 El Acta de declaración oficial de constitución de este Centro de Historia de Neiva, fue suscrita el 1º de junio de 1910, por el doctor Adolfo León Gómez, presidente en ese entonces de la Academia Colombiana de Historia. Este Centro tuvo duración efímera, aproximadamente 6 años, durante los cuales celebraron con toda pompa los Centenarios de la Independencia Nacional (20 de julio de 1910) y de la Independencia Absoluta de la Provincia de Neiva (8 de febrero de 1914). Además don Gabino Charry G., escribió el libro “Frutos de Mi Tierra: Geografía Histórica del Departamento del Huila”, obra que el gobierno editó, en la Imprenta Departamental, en 1922. 1 20

Boletín de Historia y Antigüedades. Vol. VII, pág. 253.


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Estos centros de Historia, tenían como objetivos: 1. Escribir la historia, rigor, especialmente la Nacional y la de las regiones, previa investigación profunda. 2. Servir de cuerpo consultivo a las Entidades Oficiales en todo lo referente a asuntos históricos. 3. Velar por la conservación del patrimonio histórico y cultural. 4. Colaborar en las celebraciones patrias. 5. Velar por el cumplimiento de las leyes y normas que estimulen la investigación histórica. 6. Divulgar las investigaciones históricas, de los fenómenos, procesos y dinámicas político-administrativas del departamento y los municipios. 7. Propender por el estudio de las ciencias auxiliares de la historia. CENTRO DEPARTAMENTAL DE HISTORIA. “Nada hay nuevo en el mundo, excepto la historia que se desconoce”. (Truman). A principios de la década del 30, luego de soportar esa otra crisis económica de renombre y de realizarse en Bogotá, el primer Congreso Nacional de Historia de Colombia, se fue creando un nuevo ambiente, un resurgimiento entre los valores que habían sobrevivido a las terribles contiendas fratricidas y un culto a los formadores de la nacionalidad. Así, el 22 de septiembre de 1931, “se reunieron en los salones del Centro Social de Neiva, varios caballeros y damas con el fin de elegir hasta diez individuos que fundaran el Centro Departamental de Historia”. Según el Acta de instalación del Centro Departamental de Historia, luego de la exposición del doctor Rafael Meza Ortiz, sobre temas históricos, “se procedió a votar y luego a verificar la votación obteniéndose el siguiente resultado: Joaquín García Borrero, 25 votos; Alfonso Medina Camacho, 25 votos; Julio Eduardo Riveros, 18 votos; Joaquín García S., 16 votos; Rafael Leyva Charry, 14 votos; Alfonso Tovar y Tovar, 14 votos; Ángel María Riveros, 11 votos; José Manuel Urrea, 11 votos; Presbítero Octavio Hernández Riaño, 11 votos; y Pedro Pablo Anzola, 10 votos”. De esta manera, las anteriores personas quedaron registradas como los fundadores del Centro Departamental de Historia. 21


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El Jueves 5 de noviembre de 1931, se efectuó la segunda reunión para consolidar la creación del Centro, procediéndose a elegir los primeros dignatarios, así: Presidente, Ingeniero Joaquín García Borrero; Vicepresidente Presbítero, Octavio Hernández Riaño; Secretario, don David Rivera Moya; Tesorera Bibliotecaria, doña Soledad Silva Gamboa; y Fiscal, don Luis Carlos Gutiérrez; estas personas “declararon aceptar sus cargos, sirviendo con fidelidad, dentro de sus capacidades, y quedaron, de hecho, posesionados”. Como objetivos del Centro fueron fijados: a) b) c) d)

Investigar y difundir la historia, especialmente la del Huila; Velar por la conservación del patrimonio histórico; Propender por el estudio de las ciencias afines a la historia; Servir de cuerpo consultivo a las entidades oficiales en todo lo referente a asuntos históricos; e) Colaborar con las celebraciones patrias y cívicas y fomentar el culto a los formadores de la nacionalidad; f) Conservar, utilizar e irradiar los archivos oficiales y particulares, los museos y las bibliotecas; y g) Contribuir generosamente al desarrollo intelectual del Huila y la Nación. Como lema de la Corporación, fue escogido por unanimidad: “VERITAS LIBERABIT VOS” (“La verdad os hará libres”). La instalación solemne se realizó el día 8 de febrero de 1932, en conmemoración del 118 aniversario de la declaración de independencia absoluta de la Provincia de Neiva, con asistencia de las autoridades civiles, eclesiásticas y militares y un nutrido número de personas de la sociedad huilense, entre los cuales sobresalían, el vate don David Rivera Moya, el Ingeniero Joaquín García Borrero, los sacerdotes Octavio Hernández Riaño y Pedro José Ramírez Sendoya, historiador y antropólogo, doña Enriqueta Solano Durán, doña Sinforosa Durán de García, doña Soledad Silva Gamboa, el cuentista Manuel Felipe Trujillo Díaz, el mentor de juventudes Víctor Trujillo, el abogado Julio Eduardo Riveros, el escritor Hugo de Saray (Heliodoro Sánchez), el abogado Alfonso Tovar y Tovar y los señores José Joaquín Ramírez, Francisco Flórez, Ramón Alvira Durán, Luis Carlos Gutiérrez, Manuel José Fonseca Buendía, Lázaro M. Charry, José Manuel Urrea y Martiniano Perdomo. 22


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La Asamblea Departamental, por medio de la Ordenanza 029 de abril 4 de 1932, reconoció este Centro y le dio un carácter especial, ordenando su vinculación a la Academia Nacional de Historia y mediante el Decreto 231 del 27 de agosto de 1934, la reglamentó. Para esta época se había empezado a editar la Revista “Huila Histórico” que enmarcó sus actividades y nos cuenta el esfuerzo que esos titanes realizaron para cristalizar una ponderosa labor de investigación histórica que logró levantar nuestro nivel espiritual divulgando nuestra cultura y nos llevó hasta metas nunca antes soñadas, adquiriendo justo renombre en el panorama nacional. Por espacio de cuatro años largos iluminó el cielo de nuestra comarca este fanal de la inteligencia. En ese lapso se editaron veinticuatro números de la Revista, los cuales contaron con el decidido apoyo del gobierno departamental. Pero al morir el padre Octavio Hernández Riaño en marzo de 1936 y debido a la ausencia de otras descollantes personalidades que supieran colocar muy en alto los colores de su patria en otras latitudes, se extinguió esa llama ardiente de los cultores de la historia. Cuando el filósofo, historiador, pedagogo y periodista Gilberto Vargas Motta estuvo al frente de la Dirección Departamental de Educación (hoy Secretaría), en 1950, intentó infructuosamente reactivar este ideal en asocio del Cervantista egregio Julián Motta Salas, del presbítero Jenaro Díaz Jordán y de don Gustavo Andrade Rivera, quedando como testimonio de esas inquietudes la fundación del Conservatorio de Música, de los Salones de Arte, y la Biblioteca de Autores Huilenses. Además, el diseño del Escudo del Huila; la conmemoración del 8 de febrero, Día de la Independencia de la Provincia de Neiva y la institucionalización del 24 de junio, como el día de la Música Huilense. CENTRO CULTURAL DEL HUILA: En 1956, seis años después, en el mes de febrero, circuló la siguiente esquela: “David Rivera M., saluda atenta y cordialmente al señor . y se permite invitarlo a una reunión que habrá de llevarse a cabo a las 8 de la noche 23


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del sábado venidero, veinticinco (25) del presente mes, en casa del presbítero doctor Jenaro Díaz Jordán, calle 10 No. 6-60, con el fin de tratar asuntos de interés relacionados con la cultura del Huila. Confío en que usted permanentemente preocupado por el buen nombre de nuestro departamento en todas las órdenes, de manera especial en el campo de las inquietudes intelectuales y espirituales, habrá de llevar a dicha reunión brillantes iniciativas que, puestas en acción, nos lleven a la formación de un núcleo de huilenses, que se apresten a la nobilísima labor de restauración de la cultura que en un pasado no lejano, relievó con caracteres inconfundibles el nombre glorioso de nuestra muy amada comarca huilense.- Neiva, febrero 22 de 1956”. Tal como lo habían previsto, el sábado 25 de febrero de 1956, a las 8:00 p.m., en la residencia del levita, orador sagrado, escritor, historiador, pedagogo y humanista doctor Jenaro Díaz Jordán, se reunieron los esclarecidos intelectuales huilenses: David Rivera Moya, Guillermo Montenegro Azuero, Arturo Espinosa Celis, Gustavo Andrade Rivera, Gilberto Vargas Motta, Pedro J. Alarcón Charry, Marcos Puyo Riveros, Amadeo Anzola M., Marco A. Barona, Saúl Perdomo Rivera, Tulia Rosa Espinosa Celis y Leonor Rivera de Ramos, y ellos declararon fundado el Centro Cultural del Huila. Fue electo primer Presidente, su principal animador presbítero doctor Jenaro Díaz Jordán; primer vicepresidente, quien formulara la primera citación, el poeta don David Rivera Moya; primer Secretario, el periodista y escritor don Gustavo Andrade Rivera y primer administrador el epónimo educador don Arturo Espinosa Celis. Como Secretarios Auxiliares y como un estímulo al amor por las letras de los jóvenes bachilleres Libradunos, fueron escogidos: Hernando Toro y Jairo Torres. Por el mes de mayo de este mismo año (1956) se editó el número uno de la “Revista Huila” como órgano del Centro Cultural del Huila y se empezó a celebrar el día de Neiva, el 24 de mayo, fecha de la tercera y definitiva fundación de la Capital del Departamento, en el primer número aparece un discurso del padre Jenaro Díaz Jordán sobre don Diego de Ospina y habla de las primicias de ese movimiento espiritual refiriéndose al Centro. Así lo expresa el mismo sacerdote: “Es un grupo de heraldos cuya misión y consigna es clamar, despertar y congregar a todos los de 24


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buena voluntad para rendir a la Patria Grande y a la Patria Chica, el homenaje del espíritu que vale tanto como el homenaje de la sangre”. “Anuncia la buena nueva de la cultura, de la historia; llama, despierta y congrega a todos los que tienen buena voluntad y le rinde a Colombia y al Huila un homenaje permanente de amor y sacrificio, de divulgación, de difusión de conocimientos y se aprestan a permanecer en constante guardia para defender lo más hermoso de nuestro patrimonio: la historia de la raza”. Por Ordenanza 014 del 28 de noviembre de 1958, se le dio al Centro Cultural del Huila, el carácter de cuerpo consultivo del Gobierno Departamental en asuntos culturales e históricos. “Para construir una cultura en la que el pasado sea útil y no coactivo, debemos ubicar el futuro entre nosotros, como algo que está aquí, listo para que lo ayudemos y protejamos antes de que nazca porque de lo contrario sería demasiado tarde”. Transcurridos cinco años desde su fundación, la Revista “Huila”, volumen III, número 16, dice así de la Corporación: “El Centro Cultural del Huila no es un círculo simplemente literario, histórico o artístico. Aspira a ser una tribuna de divulgación de todo aquello que sea importante de saber, en tal forma que toda inquietud trascendente, toda iniciativa loable, toda realización fecunda pueda ser conocida, comentada y tenida en cuenta por la ciudadanía, incluyendo naturalmente las producciones literarias e históricas, porque ellas hacen parte de la adecuada información popular en orden a la superación intelectual, que es fuente de progreso. Por lo demás, el Centro propugna con ahínco por la realización de las iniciativas que tengan relación con el desarrollo cultural en el departamento”. “Dos son los medios de divulgación: las conferencias quincenales que se dictan en el salón de la Biblioteca Departamental, y que son transmitidas por la radio y la publicación de esta Revista, donde se reproducen aquellas conferencias, para que no desvanezca el esfuerzo de sus autores con la efímera vida de la expresión hablada; fuera de lo cual trae otras colaboraciones de interés general”. 25


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INSTALACIÓN OFICIAL DEL CENTRO HUILENSE DE HISTORIA: “El conocimiento de la historia es indispensable para quienes quieren edificar un mundo mejor” (Ludwin Von Misés). El 6 de agosto de 1971, en la sede del Instituto Huilense de Cultura, siendo las 8:00 p.m. y en cumplimiento de lo dispuesto por el Decreto 229 del 24 de mayo de 1971, emanado de la Gobernación del Departamento y reglamentario de la Ordenanza 29 de 1932, se reunieron los señores: Maestro Eduardo Carranza, como delegado de la Academia Colombiana de la Lengua; doctor Armando Gómez Latorre, como delegado de la Academia Colombiana de Historia; Coronel José Jaime Rodríguez Rodríguez, Comandante de la Novena Brigada; doctor Gilberto Vargas Motta, presidente del Centro Cultural del Huila; don Guillermo Cabrera Dussán, Secretario del Centro Cultural del Huila; doña Tulia Rosa Espinosa Celis, doña Stella Bahamón de Perdomo, doña Rosario Fernández Aljure, Secretaria de Educación Departamental; doña Margarita Cuéllar de Rivera; doña Isaura Tarazona de Mosquera; doña Viviana Molina Sterling, directora del Instituto Huilense de Cultura; doña Elcira Olaya de Cleves; doña María Helena Cuéllar Lara; doña Stella Paredes Polanía; don Eduardo Unda Losada; don Ezequiel Perdomo Rivera; don Arturo Espinosa Celis; don Miguel Ángel Díaz; don Silvio Bolaños Cerón; doctor Emilio Cuéllar Lara; don Luis Fernando Montoya; Coronel Guillermo Rodríguez Guzmán y el Mayor Alberto Ramón Torres, con el objeto de instalar oficialmente el Centro Cultural del Huila. El discurso de fondo en este acto solemne estuvo a cargo del filósofo, pedagogo, historiador y periodista, doctor Gilberto Vargas Motta, Presidente hasta ese día del Centro Cultural del Huila, quien hizo una síntesis de los estudios históricos en el departamento, destacando los valores representativos en este campo, como don Gabino Charry Gutiérrez, el ingeniero Joaquín García Borrero, los sacerdotes Octavio Hernández Riaño, Pedro José Ramírez Sendoya y Jenaro Díaz Jordán, el coronel Julio Londoño, el arqueólogo Luis Duque Gómez, el abogado y filósofo Julián Motta Salas, el abogado y genealogista Francisco de Paula Plazas Sánchez y el bardo David Rivera Moya. El doctor Armando Gómez Latorre, representante personal del Presidente de la Academia Colombiana de Historia, hizo una apología de la significación del Huila en la vida colombiana. Además, 26


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informó que habían llegado de España copias de las sentencias de los fusilamientos de varios patriotas huilenses, como los Coroneles Benito y Fernando Salas Vargas, el teniente coronel Francisco López y el doctor Luis Jorge García, prometiendo remitir copias de esas sentencias. Exaltó la figura procera de La Gaitana y declaró formalmente instalado el Centro Huilense de Historia. El maestro Eduardo Carranza, vate sobresaliente, representante de la Academia Colombiana de la Lengua, ofreció un magnífico recital poético. La orquesta y el conjunto folclórico del Conservatorio Departamental engalanaron el ambiente de este maravilloso acto interpretando magistralmente las notas del Himno Patrio, el Himno de Neiva y otros aires folclóricos regionales y nacionales. Los miembros del Centro Cultural del Huila habían propuesto el nombre del abogado, magistrado del Tribunal Superior de Neiva y genealogista Francisco de Paula Plazas Sánchez, quien es Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de Historia y de un gran número de Centros de Cultura del continente, por sus obras, sus méritos y sus conocimientos, para presidente del Centro Huilense de Historia, pero ante la negativa de acudir a la cita, movió a los concurrentes a proclamar el nombre del Coronel José Jaime Rodríguez Rodríguez, Comandante de la Novena Brigada, quien con la discreción que lo caracteriza agradeció este gesto de distinción y aceptó el cargo, manifestando que: “no son los hombres los que honran las instituciones, sino las instituciones las que honran a los hombres”, y prometiendo poner todas sus capacidades en el desempeño de la presidencia. Inmediatamente después se aprobó por unanimidad la siguiente proposición: “Declárese al historiador y arqueólogo doctor Luis Duque Gómez como Miembro Honorario del Centro de Historia del Huila y señálese su obra científica como ejemplo para juventud y de entrañable aprecio para el pueblo y para la tierra huilense”. ACADEMIA HUILENSE DE HISTORIA En ese mismo año, 1971 a iniciativa de la diputada doña Elcira Olaya de Cleves, el Centro Cultural se convirtió en la actual Academia Huilense de Historia, correspondiente de la Nacional y órgano consultor en 27


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materias históricas y culturales de la Gobernación del Departamento, según la ordenanza 007 de 1971 sancionada por el gobernador Héctor Polanía Sánchez, siendo su secretaria de educación, María Helena Cuéllar Lara. Presidida y animada fundamentalmente por la pasión de Gilberto Vargas Motta, la Academia, el ente cultural no pedagógico más antiguo del Huila, se erigió en rectora de la actividad intelectual del Departamento y animadora principal de la celebración de sus efemérides históricas, con motivo de lo cual ha colocado en numerosos sitios placas conmemorativas y monumentos de diversa importancia. Al surgimiento de las Casas de Cultura y con el impulso del Instituto Huilense, hoy Secretaría del ramo, la Academia ha continuado trabajando en coordinación con esas entidades sin por ello desanimarse en su propia actividad. Para la muestra, ha celebrado cuatro Congresos de Historia Departamental y tres Simposios del Sur de Colombia, en uno de los cuales bajo la presidencia del académico Reynel Salas Vargas, se cristalizó la idea de investigar, escribir y publicar una Historia General del Huila, que fuera modelo de este tipo de investigaciones y publicaciones en Colombia. En 1998, bajo mi primera presidencia, se preparó un homenaje al historiador, y adalid cultural, ingeniero-sociólogo Joaquín García Borrero con motivo de los cincuenta años de su fallecimiento, el cual incluyó una ofrenda floral ante su busto en el Parque de los Periodistas de Neiva, el 28 de febrero de 1998, fecha exacta del cincuentenario, y una sesión solemne de la Academia en el Salón de Gobernadores de la Gobernación del Huila, el 20 de marzo siguiente, con asistencia del primer mandatario del Departamento y su gabinete y de distinguidas personalidades y en la cual la Cámara de Representantes impuso póstumamente a Joaquín García Borrero la condecoración Orden de la Democracia, la cual fue recibida en su nombre y el de su familia por su hija Inés García de Durán. Luego, la Academia con el apoyo del gobernador y académico Jaime Bravo Motta, celebró, en 1999, el tercer Congreso Departamental de Historia y el Segundo Simposio de Historia Surcolombiana. El cuarto Congreso tuvo lugar los días 13,14 y 15 de mayo de 2005, simultáneamente con el I Congreso Nacional de Retrospectiva 28


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y Prospectiva del Ordenamiento Geopolítico Colombiano y el III Simposio de Historia Surcolombiana. De los cuatro congresos y de los tres simposios se han publicado las Memorias respectivas. Y aquí cabe el agradecimiento sincero a los gobernadores Rodrigo Manrique Medina, Julio Enrique Ortiz Cuenca, Jaime Bravo Motta y Rodrigo Villalba Mosquera, quienes los convocaron, y los patrocinaron y asistieron con buena voluntad. El mayor patrimonio de la Academia Huilense de Historia, que lo es además, de todos los habitantes del departamento del Huila, lo constituyen el Archivo Histórico, la Sala Huila y la Revista Huila. El Archivo Histórico está compuesto por el fondo documental de las notarías primera y segunda de Neiva. Contiene documentos que registran el momento en que comenzaron a funcionar estos despachos de la fe pública hasta mediados del siglo pasado. La Notaría Primera, por ejemplo, ancla sus raíces varios años antes de la muerte del fundador de la ciudad, don Diego de Ospina y Medinilla, la cual ocurrió en 1630. El archivo, también, tiene una valiosísima copia del informe elaborado por la empresa petrolera Richmond sobre la propiedad de la tierra en el Huila, informe que ha permitido rescatar algo del incinerado archivo de la Villa de Timaná en Garzón. Finalmente, el archivo notarial sigue esperando los fondos documentales de otras notarías, como de la primera de Garzón, a fin de asegurar su cuidado y su consulta. La Sala Huila es un proyecto de vida de la Academia. Está constituida por buena parte de los libros que se han publicado en el Huila desde la década del veinte en el siglo pasado; así mismo, guarda las obras que sobre el departamento se han publicado en otras partes del país. Estos libros han sido recogidos con abnegación por los miembros de la corporación a lo largo de seis décadas, haciendo esfuerzos para convencer a los autores de que en Neiva existe un sitio donde sus libros son lo más importante para valorar la producción intelectual del Departamento y a donde están llegando los investigadores que quieren comprender nuestro pasado. La Revista Huila es otro proyecto vital de la corporación. Entre sus integrantes existe la convicción de que no puede pasar un año sin que se publique por lo menos un número; saben que no hacerlo sería 29


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condenar su pensamiento al ostracismo, algo así como encender una vela y dejar su llama bajo el celemín. Proceder de este modo sería aniquilar el objetivo que anima a la Academia. El historiador Jacob Burckardt dijo: “Solo el conocimiento del pasado nos da la pauta para medir la velocidad y la fuerza del movimiento en que vivimos”. Los cambios y la dinámica social exigen instituciones proactivas, y la Academia Huilense de Historia, a partir de hoy, camina hacia sus próximos cien años, dentro de ese marco referencial.

Grupo de asistentes a la Sesión Solemne de la Academia, con motivo de su Centenario.

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Palabras de la señora Secretaria de Cultura y Turismo del Huila, doctora Nubia Stella Monje Medina, como delegada del señor Gobernador durante la ceremonia de celebración de los 100 AÑOS DE FUNDACIÓN DE LA ACADEMIA HUILENSE DE HISTORIA

Para mí como Secretaria de Cultura y Turismo del Departamento es un orgullo estar hoy en este recinto participando de la celebración del CENTENARIO DE LA ACADEMIA HUILENSE DE HISTORIA. El Señor Gobernador Dr. Luis Jorge Sánchez García estaría complacido de haber participado de las efemérides de esta importante institución, 31


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pero se encuentra en la capital de la república realizando gestiones como vocero de los demás gobernadores del país ante la reforma al sistema de salud que está liderando el Gobierno Nacional. Saludo de forma especial a la Junta Directiva y a todos los miembros de la Academia Huilense de Historia y a quienes han decidido acompañarnos en esta ocasión especial para la historia del Departamento del Huila. Así como hoy estamos celebrando el primer Centenario de la Academia, quiero igualmente señalar la serie de aniversarios que honran la cultura huilense, como son los 398 años de la fundación de Neiva, los 65 años de la Biblioteca Departamental “Olegario Rivera” (personaje quien fuera el primer presidente de la Academia) y el quincuagésimo aniversario de la institucionalización del Festival Folclórico y Reinado Nacional del Bambuco. Siempre he creído, porque lo viví, que la Academia es un espacio de encuentro de personas estudiosas de la historia con el fin de apoyar y dinamizar el desarrollo de la investigación histórica en general y del estudio sistemático de la historia de nuestro Huila. Departir con personas que han dedicado su vida a buscar nuestras raíces, nuestros orígenes, fue para mí una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida profesional, Todo ello me dio herramientas para la comprensión histórica del desarrollo integral de nuestro Departamento y del País. En este proceso conocí cómo la Academia al igual que nuestra ciudad fue fundada tres veces, inicialmente como Centro de Historia de Neiva el 22 de mayo de 1910, luego se constituyó como Centro Departamental de Historia. Después de un receso, reanudó las labores el 25 de febrero de 1956 como Centro Cultural del Huila, reconociéndola como cuerpo consultivo del gobierno departamental. Posteriormente, se le dio el carácter de Academia Huilense de Historia, convirtiéndola así en el ente cultural no pedagógico más antiguo de Huila, igualmente en rectora de la actividad intelectual del Departamento y animadora principal de la celebración de sus efemérides históricas, por lo cual ha colocado en numerosos sitios placas conmemorativas y monumentos de diversa importancia. Igualmente ha celebrado cuatro congresos de historia departamental y tres simposios del sur de Colombia. 32


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Igualmente La Academia se encargó de Investigar, escribir y publicar una Historia General del Huila, modelo de este tipo de investigaciones y publicaciones en Colombia. Así mismo conocí las dificultades de esta tarea, resumida en esta frase que escribió Menéndez y Pelayo: “Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a su irrevocable muerte; puede producir brillantes individualidades aisladas, rasgos de pasión, de ingenio y hasta de genio y serán como relámpagos que acrecentarán más y más la oscuridad de la noche”. Las nuevas promociones huilenses que han padecido este desacato, por ignorancia y desconocimiento, han perdido nada menos que la identidad regional. No saber ni sienten su hogar y su tierra como propia, porque no se les ha enseñado de dónde venimos, cómo se formó la Región y que es el Huila. Esta indiferencia por nuestra historia, es el síntoma más significativo del debilitamiento del alma regional. La historia constituye el factor más esencial de esa “unidad de conciencia” que es considerada como el factor mismo de la nacionalidad. Sólo los pueblos que arraigan vigorosamente sus raíces en el pasado, son los que pueden evolucionar consientes y serenamente hacia el porvenir. La Administración Departamental que preside el señor Gobernador Luis Jorge Sánchez García, plantea que la cultura es la dinámica constante que alimenta y mantiene los sistemas de interacción social, fortaleciendo los lazos a partir de los cuales la sociedad vive y se desarrolla, conformando un tejido social lleno de una rica y variada oferta cultural, que nos permite potencializarnos hacia una alternativa de desarrollo económico, basado en el turismo cultural. En pro de lograr ese objetivo hemos venido trabajando durante estos 28 meses de gobierno, lográndose cristalizar megaproyectos que muy pronto van a convertir al Huila en el polo de desarrollo del sur colombiano, fortaleciendo los diferentes sectores productivos. La construcción del distrito de riego Paicol-Tesalia y de las vías Isnos “Paletará” Popayán, La Plata “Inzá” Totoró y Colombia “La Uribe”, la puesta en marcha de la central hidroeléctrica “El Quimbo”, el fortalecimiento del sector productivo y el desarrollo del Plan Departamental de Aguas, uno de los más destacados del 33


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país, son apenas algunos de los principales proyectos que ya han sido viabilizados y que se van a convertir en la piedra angular para consolidar el futuro promisorio que posee esta región del país. Estas acciones han generado el interés de grandes consorcios que ya han manifestado el propósito de construir hoteles 5 estrella en Neiva, Pitalito y San Agustín. Home Center ha mostrado de igual forma su interés de ingresar al Huila y en eso estamos trabajando. Se adelantan trabajos que consolidarán la infraestructura de los aeropuertos de Pitalito y Neiva al Departamento, logrando de paso que cada línea aérea aumente el número de vuelos de Neiva hacia la capital del país. En ese mismo sentido, se realizan gestiones que permitan la autorización por parte de la Aerocivil para rutas aéreas que lleguen hasta Pitalito de forma que el turismo arqueológico se incremente. El fortalecimiento del Festival Folclórico, Reinado Nacional del Bambuco y Muestra Internacional de Folclor como evento integrador de la cultura nacional es otro de los aspectos esenciales que el Gobernador ha incluido en su Plan de Desarrollo. Lográndose una mayor toma de conciencia por parte de la empresa privada que en la actualidad está aportando mayores recursos para la celebración de nuestras tradicionales fiestas sampedrinas. A la fecha se ha logrado pasar de una comercialización de 600 millones de pesos a 1.600 millones que nos permitirán continuar fomentando nuestros valores, patrimonio y cultura en el ámbito regional, nacional e internacional. Consideramos que es indispensable intensificar y fomentar ampliamente el estudio y el amor por los referentes culturales y por el devenir histórico de la región. La historia no es solamente el relato verídico de hechos importantes ocurridos en forma aislada. Ellos suceden dentro de un momento y lugar pero necesariamente deben concatenarse con otros para poder analizar su auténtica proyección y deducir sus verídicas consecuencias. Tal como lo dijimos en el pasado Encuentro Departamental de Bibliotecas Públicas, estas instituciones culturales tienen que 34


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convertirse en un espacio de recuperación de la memoria y la voz de las comunidades y de las personas que allí viven. Todo esto nos lleva al reconocimiento y apoyo social, a sumar los esfuerzos con todos los interesados en el tema, en la búsqueda de formar ciudadanos independientes y analíticos, aquellos que toda comunidad necesita para su desarrollo. Esfuerzos que el Gobierno Departamental valora en su magnitud, Por ello, la Condecoración al Mérito Huilense que hoy entregamos a la Academia Huilense de Historia en el marco de su Centenario, es solo parte del agradecimiento de la sociedad huilense para tan insigne institución. Distinción que entregamos a la Junta Directiva actual, en manos del su presidente don Camilo Francisco Salas, para ellos nuestras felicitaciones y gratitud de siempre.

Vista parcial de asistentes al acto realizado con motivo del Centenario de la Corporación. 35


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DISTINCIONES RECIBIDAS CON MOTIVO DEL CENTENARIO

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La Secretaría de Cultura y Turismo del Huila, doctora Nubia Stella Monje Medina, hace entrega de la Orden al Mérito Huilense, otorgada por la Gobernación del Huila a la Academia, a don Camilo Francisco Salas Ortiz, Presidente de la institución.

Imposición de la presea “Diego de Ospina y Medinilla, al Mérito Cultural”, concedida por la Alcaldía de Neiva a la Academia Huilense de Historia, en la persona de su Presidente, por el señor Secretario de Cultura y Turismo de Neiva, doctor Ramiro Falla Cuenca. 37


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La Asamblea Departamental del Huila, por intermedio del honorable Diputado Aurelio Navarro Cuéllar y la Secretaria General de la Corporación, hace entrega al Presidente de la Academia, de la Proposición de saludo y felicitación por cumplir el ente histórico los primeros 100 años de vida institucional.

El Diputado Aurelio Navarro Cuéllar, en compañía de los honorables Académicos, oriundos de Campoalegre, Luis Eduardo Cortés Ortiz, Camilo Francisco Salas Ortiz y Jairo Ramírez Bahamón. 40


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El honorable Concejal de Campoalegre, ingeniero Ronald Polanía Perdomo, hace entrega al Presidente de la Academia, de la Proposición de saludo y felicitación, por llegar la Corporación a los 100 años de existencia.

Concierto de la Banda Sinfónica de Vientos del Huila, con motivo del Primer Centenario de la fundación de la Academia Huilense de Historia. 42


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MENSAJES RECIBIDOS

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Ibagué, mayo 21 de 2010

La ACADEMIA DE HISTORIA DEL TOLIMA, saluda con alborozo a la ACADEMIA HUILENSE DE HISTORIA, en el cumplimiento del primer centenario de vida institucional, que la ha hecho merecedora de ocupar uno de los primeros lugares como institución, marcando un camino en la conservación de la memoria histórica regional y el esclarecimiento del pasado de la historia nacional. Les deseamos que continúen esta gran labor, que fortalece e impulsa el trabajo que las academias departamentales de historia venimos realizando, en beneficio de la identidad y cultura en cada una de las regiones de Colombia. Como académicos y amigos una efusiva felicitación de nuestra parte.

Con sentimientos de mucho aprecio.

MARIA YOLANDA JARAMILLO GAVIRIA Presidenta CAMILO PÉREZ SALAMANCA Vicepresidente JAIME LEGUIZAMÓN CAICEDO Secretario 46


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ACADEMIA NARIÑENSE DE HISTORIA

MOCIÓN DE CONGRATULACIÓN No. 004 La Academia Nariñense de Historia expresa por medio de la presente a la ACADEMIA HUILENSE DE HISTORIA:

MOCIÓN DE CONGRATULACIÓN

Por cumplir Cien Años de su fundación y por su labor en pro del desarrollo del pensamiento y la cultura de la comunidad huilense y del pueblo colombiano. Que el tesón en el trabajo, la constancia, el amor por la patria, siga alimentando en el mañana, la conquista de los laureles del espíritu. Dada en San Juan de Pasto a los veinte (20) días del mes de mayo de dos mil diez (2010),

LYDIA INÉS MUÑOZ CORDERO Presidenta

ALONSO MAFFALA BILBAO Académico Secretario 47


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Con una copa de vino brindaron los asistentes a la Sesiรณn Solemne de la Academia Huilense de Historia, realizada con motivo del primer Centenario de su fundaciรณn

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SIMPOSIO SURCOLOMBIANO “Neiva vive su Historia. El Proceso de Independencia en la Provincia de Neiva y el Surcolombiano” PRESENTACIÓN Colombia, al igual que varios países latinoamericanos, celebra los doscientos años de su independencia nacional; desde diversos sectores se han organizado significativos eventos conmemorativos. La Academia Huilense de Historia, con el auspicio del municipio de Neiva por intermedio de su Secretario de Cultura y Turismo, acoge como propio este gran acontecimiento con la realización del Simposio “Neiva vive su Historia. - El Proceso de Independencia en la Provincia de Neiva y el Surcolombiano”. OBJETIVO GENERAL Rememorar el papel y aporte de la Provincia de Neiva y el Surcolombiano en el hecho histórico independentista y de su incidencia en el proceso en la construcción del país. OBJETIVOS ESPECÍFICOS Precisar el contexto histórico en que se dio la independencia. Resaltar el papel de la Provincia de Neiva en los gritos independentistas y sus consecuencias. Valorar el aporte del Surcolombiano a la construcción del país en estos doscientos años. METODOLOGÍA El Simposio se desarrollará en torno a dos modelos: el primero centrado en ponencias magistrales, en las que los expositores presentarán sus reflexiones académicas; el segundo en paneles de estudio, en los que los panelistas expondrán sus temáticas y luego se generará un espacio de diálogo con los asistentes. PARTICIPANTES El Simposio está dirigido a autoridades civiles, eclesiásticas y militares, miembros de Academias y Centros de Historia, profesores de historia en todos los niveles, docentes universitarios, representantes del mundo de la política, la economía, la cultura, el periodismo, la empresa pública y privada e invitados especiales. 51


Academia Huilense de Historia

PROGRAMA Jueves, 29 de julio de 2010 08:00 09:00 10:00 10:30

12:00 14:00 15:30 16:00

9:00 Inscripciones 10:00 Instalación del Simposio Metodología 10:30 Refrigerio 12:00 Primera Ponencia Ponente: Dra. Lydia Inés Muñoz Cordero (Nariño) “Posición Política de Pasto durante el proceso de la Independencia: El discenso y la resistencia social”. 14:00 Descanso 15:30 Segunda Ponencia Ponente: Dr. Hernán Clavijo Ocampo (Tolima) “El Tolima y el Proceso de Independencia“ 16:00 Refrigerio 18:00 Panel Moderador: H. A. Alexander Quintero Bonilla Primer Tema: H. A. Reynel Salas Vargas “Una Experiencia de Geo-referenciación de lugares históricos. El caso de la Independencia en la Provincia de Neiva”. Segundo Tema: H.A. Alvaro Falla Alvira “Litigio por la Libertad de un esclavo y su mujer. Villa de Timaná 1.800” Tercer Tema: H.A. Silvio Rubiano Suárez (Caquetá) “Qué nos dejará el Bicentenario”. Viernes, 30 de julio de 2010

8:00 8:30

10:00 10:30 12:00 14:00

16:00 18:00 52

8:30 Ambientación 10:00 Tercera Ponencia Ponente: Dra. Zamira Díaz de Zuluaga (Cauca) “El Sur-Occidente de la Nueva Granada en la Guerra de la Independencia” 10:30 Refrigerio 12:00 Cuarta Ponencia Ponente: Dr. Daniel Gutiérrez Ardila (Cundinamarca) “El Interregno Nuevo Granadino” 14:00 Descanso 16:00 Panel Moderador H. A. Orlando Mosquera Botello Primer Tema H. A. María Angélica Suaza Español “La Esclavitud en la Provincia de Neiva” Segundo Tema H. A. Delimiro Moreno Calderón “Origen Federalista de las Instituciones Colombianas”· 7:00 Conclusiones Clausura.


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Instalación Simposio Conmemorativo del Bicentenario “Neiva Vive su Historia: El Proceso de Independencia en la Provincia de Neiva y el Surcolombiano”. Neiva 29 de julio de 2010. De izquierda a derecha: Gladys Rodríguez, Gestora Cultural Banco de la República; Ramiro Falla Cuenca, Secretario de Cultura y Turismo y Alcalde Encargado de Neiva; Virgilio Barrera Castro, Rector Universidad del Huila “CORHUILA”; Camilo Francisco Salas Ortiz, Presidente Academia Huilense de Historia; Lydia Inés Muñoz Cordero, Presidenta Academia Nariñense de Historia y Ponente; Silvio Rubiano Suárez, Miembro Numerario Academia de Historia del Caquetá y Ponente.

“MÁS HISTORIA, MÁS COLOMBIA”

Ramiro Falla Cuenca, Alcalde Encargado Virgilio Barrera Castro, Rector de la de Neiva, instala oficialmente el Simposio Universidad del Huila “CORHUILA”, da la bienvenida a los participantes del Conmemorativo del Bicentenario. Simposio “Neiva Vive su Historia”. 53


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PALABRAS DE APERTURA DEL SIMPOSIO CONMEMORATIVO DEL BICENTENARIO “NEIVA VIVE SU HISTORIA”. EL PROCESO DE INDEPENDENCIA EN LA PROVINCIA DE NEIVA Y EL SURCOLOMBIANO El Proceso de Independencia en la Provincia de Neiva

Camilo Francisco Salas Ortiz Presidente Academia Huilense de Historia

El tema de la libertad ha sido un valor que ha permanecido constante a lo largo de la historia del Huila. Así lo expresa la lucha de La Gaitana, de los Comuneros, de los Mártires de la Independencia, de los defensores de los diferentes credos políticos en el siglo XIX y de quienes marcharon a defender la frontera sur cuando el Perú se tomó a Leticia. Formulación y Delimitación: La hoy Colombia, surge como entidad administrativa en 1549, al crearse la Audiencia de Santa Fé de Bogotá; convertida en 1564 en Audiencia y a la vez Presidencia dependiente del virreinato de Nueva Castilla (Perú). Formaban parte de esta Presidencia las gobernaciones 54


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de Darién, Panamá, Santa Marta, Cartagena, Popayán y el llamado Reino de Nueva Granada (cuya capital era Santa Fé de Bogotá). Temporalmente estas gobernaciones fueron convertidas en virreinato separado (Virreinato de la Nueva Granada) en 1717 y hasta 1723; pasando luego a la situación anterior dependiendo del virreinato del Perú. En 1739 fue convertida definitivamente en virreinato, del que dependían las Presidencias - Audiencias de Quito y Panamá. En 1751 la Audiencia - Presidencia de Panamá fue suprimida y la gobernación agregada al virreinato. En 1777 se le separó el Oriente, las Provincias venezolanas, creándose la Capitanía General de Venezuela, de jurisdicción Independiente. El proceso de reconocimiento y conquista termina con la creación, en 1610, de la Provincia de Neiva, en la región del Alto Magdalena, cuyos límites están comprendidos entre el río Saldaña, en el norte, y el Macizo Colombiano, en el sur. Bajo su jurisdicción se colocaron la Villa de Timaná y las ciudades de La Plata y Neiva (Salas Vargas, 1992). Este territorio desde la época prehispánica estaba poblado por indígenas yalcones, andaquíes, paeces y pijaos, quienes vivían de la pesca, la caza, recolección de frutos y raíces, así como de una agricultura rudimentaria; tenían su propia organización políticoadministrativa basada en los cacicazgos. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI a la región, se establece un nuevo sistema económico en la comarca, comienza a florecer entonces, una economía pastoril y agrícola. Estas nuevas actividades económicas, dan lugar a las nuevas estructuras y fenómenos socio-raciales con sus relaciones y conflictos, sociales, políticos y culturales. De la organización de los cacicazgos indígenas se pasa a un sistema colonial monárquico, acompañado de los poderes eclesiásticos, en la cual los curas cumplen un papel de adoctrinamiento político a través de la evangelización, no obstante, en las luchas intestinas de la provincia de Neiva en el período de la independencia y en los albores de la república, algunos párrocos se caracterizan por abrazar las causas criollas. La provincia estaba conformada por ciudades y villas. Las jurisdicciones de estas territorialidades a su vez, la integraban 55


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asentamientos, sitios o pequeños poblados, donde se erigían en lo eclesiástico las parroquias, viceparroquias y curatos y, en lo civil, los partidos, resguardos, pueblos o corregimientos de indios. La gobernación como representante de la Corona y máxima autoridad judicial, militar, política y administrativa de la provincia tenía gran ingerencia como resistencias en los cabildos y en los pueblos de indios. De ahí que las autoridades españolas no gozaran propiamente del respeto de los neivanos. Así por ejemplo, Manuel Álvarez de Aguilar al ser designado gobernador de la provincia en 1721, su nombramiento no fue bien recibido, en tanto que los miembros del cabildo se ausentaron para no posesionarlo y posteriormente, se reunieron para destituirlo del cargo, lo insultaron y lo atropellaron, según queja de Álvarez, quien fue reintegrado por un breve tiempo cuatro años después. (AGN, Empleados Públicos Tolima, t,8, fs. 909968). Ahora, en lo político y administrativo, la gobernación dictaba prohibiciones, aceptaba renuncias y profería licencias, así como ordenaba construcciones, arreglos, limpiezas e incluso se entrometía en asuntos de orden religioso. Surge por consiguiente, el interés y la motivación de investigar los fenómenos, procesos y dinámicas de política y el manejo de la provincia, que junto a la evangelización han moldeado las mentalidades y comportamientos de la vecindad y los sectores poblacionales de mestizos, indígenas, esclavos y blancos pobres, al igual que han provocado conflictos, solidaridades, acatamientos, ingerencias entre los diferentes niveles administrativos del estado español y la iglesia en las provincias del Alto Magdalena, con repercusiones en la vida social, económica y cultural, en la cual el clero desempeñó un rol importante en las decisiones de las diversas instancias administrativas y políticas de la república española. La Colonia La larga siesta colonial con que algunos historiadores han definido lo experimentado por nuestros pueblos durante los años comprendidos entre la consolidación de la conquista y el principio de la independencia no tiene vigencia en el territorio huilense. Por el contrario, la vida de su gente en Timaná, La Plata y Neiva estaba cruzada por los efectos de las competencias civiles y eclesiásticas de sus respectivas autoridades y por la reacción de los gobernados. Con la erección de 56


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la Provincia del Valle de Neiva, cuyo gobierno se entregó a Don Diego de Ospina y Medinilla y a dos generaciones suyas, inicialmente, se inauguró un nuevo período político en la región. Don Diego y sus descendientes, en uso de sus atribuciones, repartieron las tierras del actual departamento entre sus capitanes y seguidores y legalizaron la posesión de los antiguos propietarios, residentes estos últimos, por lo general, en Timaná y Santafé. En 1679, en cumplimiento de una Cédula Real que ordenaba la composición de tierras con el fin de precisar títulos de propiedad y de obtener recursos para la Armada Real Española, se calificó que cerca del 60% del territorio estaba repartido entre 67 propietarios, cifra que habla de la presencia de un grupo social privilegiado que influía notoriamente en los aconteceres públicos de la región (Salas Vargas, 1992). Diego de Ospina y Medinilla era oriundo de Remedios, en el actual departamento de Antioquia, y se dedicaba a la minería, al igual que toda su familia. Juzgado por haber esclavizado indígenas de la región Sur del Tolima para llevarlos a las minas, negoció su pena ofreciendo al presidente Juan de Borja un contingente de soldados para luchar bajo su mando contra los pijaos. Vencedor en estas justas, fue nombrado gobernador de la Provincia en 1611, y en tal calidad impulsó el desarrollo de la ganadería, la agricultura y el comercio, a través de la producción de panela y además destilando licores, apoyados en la mano de obra de los indios tamas, traídos de las vegas del río Caguán, en el Caquetá. Lo producido en estas tierras era vendido en los mercados de Santafé y Popayán, ciudades que se unían por un activo camino que atravesaba al Huila desde La Plata hasta Villavieja. La gente de estas provincias generalmente se mantuvieron aisladas en su territorio, resguardadas por altas cordilleras y por calurosas y extensas llanuras, excepto por lo contactos comerciales que se originaban en la producción de ganado, aguardiente, panela y cacao, principalmente, y por las comunicaciones con los centros de poder en asuntos administrativos, políticos y religiosos. Además, la gente de la provincia asistió a diferentes protestas, originadas por diversas causas y con variada intensidad. A pesar de no corresponder al periodo señalado, es preciso reseñar que en 1553 Alvaro de Oyón, con cien 57


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soldados, asaltó a San Sebastián de La Plata donde dio muerte a su fundador y otras importantes personalidades. De igual forma, atacó a Timaná donde, además de robar a la población, sustrajo las arcas del Cabildo, y lo propio hizo con Neiva. Por su parte, la resistencia de los aborígenes se expresó en forma violenta una vez más, como lo señala un informe de 1656, según este en Laboyos, Cálamo, el Hato de Las Juntas, el Hato de Picuma, El Tobo y en Cozansa crearon intranquilidad. Durante este período surgieron unos pequeños poblados con base en los indígenas que se agrupaban para recibir el adoctrinamiento religioso y un trozo de tierra donde subsistir. Esos poblados son: Caguán, Otás, Hobo, Teruel, Iquira, Nátaga, Pital, La Jagua, Naranjal y San Antonio de Anaconia. Posteriormente, y en la medida que los descendientes de los españoles fueron mejorando la tierra y la economía, se crearon nuevas poblaciones. Así, después de la década del 30 del siglo XVIII fueron apareciendo muy cerca de las vegas cacaoteras los actuales municipios de Yaguará (1734), Aipe (1741), Agrado (1753), Paicol (1755), Tesalia (1772), Gigante (1782), Garzón (1783), Tarqui (1787), Suaza (1788), y Altamira (1794). Poco después, ya en el siglo XIX, un monumento de significativo crecimiento y progreso, amparado en la dinámica comercial de las reformas borbónicas. Las apreciaciones de injusticia también originaron protestas, como las registradas en el Caguán en 1763 por Pedro León Perdomo Blanco, llamado “El Precursor de los Comuneros” y luego en Neiva en julio de 1777 encabezada por Juan Ascencio Perdomo. Éste último, cansado de la persecución de que fuera objeto por parte de Miguel Ramírez, su acusador, decidió obligar al gobernador a firmar algunos acuerdos en el templo, ante el Santísimo, so pena de expulsarlo de la ciudad, solitario, en una balsa río abajo. En estas mismas circunstancias, en 1781, las poblaciones de Aipe, Villavieja, Fortalecillas, El Caguán, Piravante y Neiva se conmovieron con la revuelta comunera que generó aquí sus propios conflictos, además de la destrucción de estancos y alambiques, la muerte del gobernador Policarpo Fernández y del comunero Toribio Zapata. Según Héctor J. Martínez, el levantamiento en la provincia de Neiva se caracterizó por implicar, como líderes, a gente de prestancia local, como los Charres de Aipe. 58


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El ambiente político colonial de la Provincia registrará profundos cambios a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. Uno de los principales efectos fue la desmembración de la Villa de Timaná y la consecuente pérdida de su trascendencia local como resultado del surgimiento, en poco tiempo, de siete parroquias. Igual sucedió en el norte del Huila, aunque sin afectar a Neiva. En estas condiciones se formó un hombre particular, enriquecido con valores específicos y poseedor de una cultura y un folclor propios. Los años de la Colonia habían avanzado lentamente, consolidando la nueva realidad del mundo descubierto, en la misma medida en que España y Europa eran alcanzadas por los cambios sociales, económicos y políticos. Las medidas adoptadas por la Corona a partir del reinado de los Borbones dejaron ver las inconsistencias existentes en las relaciones que sostenía España con sus colonias americanas, lo cual provocó los conflictos independentistas que estallaron a principios del siglo XIX, de los que no estuvo ausente la provincia de Neiva. La Independencia Hacia finales del siglo XVIII llegaron a la Nueva Granada, y por tanto a nuestra tierra, gente procedente de la Península para dedicarse al comercio y a la administración pública, a través de la compra de impuestos y alcabalas. Ellos se unieron a nuestra sociedad y adquirieron importantes posesiones, como las famosas haciendas de La Manga y La Manguita. Además establecieron, entre otros, lazos de amistad y de negocios con distinguidas personalidades de Santafé. Por eso, cuando el Cabildo de Bogotá declaró la independencia, el 20 de julio de 1810, bajo el animoso verbo de José Acevedo y Gómez, un grupo de residentes en Neiva, amigos del Tribuno del Pueblo, por vínculos de negocios, hicieron lo propio en esta ciudad el 27 del mismo mes y año; los Salas, los López, los Díaz y los Tellos, entre otros, iniciaban dicho proceso de libertad siguiendo a sus socios de la capital del Virreinato. La causa de la independencia, que recogió el malestar de algún sector de la población que ya se había manifestado durante el alzamiento de los Comuneros en 1781, de cuyos dirigentes se recuerda a Toribio Zapata, Pedro León Perdomo, Gerardo Cardozo, Jacinto Rojas, Vicente Navas; Pascual Castañeda, Salvador Herrera, 59


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Francisco de Charres, Cristóbal Rodríguez, y las matronas Manuela Olaya de Charres, Teresa Olaya, Juana Gutiérrez de Celis y Ventura Celis, comprometió a la Provincia de Neiva y a sus hombres en un largo proceso de sangre y dolor. En nombre de la libertad, el Consejo Revisor Electoral de Neiva declaró la Independencia Absoluta en la Provincia de Neiva, el 8 de febrero de 1814. Fueron firmantes del Acta: don Diego Miguel Dussán, Miguel María Ortiz y Durán, Manuel Tello, José Antonio Amézquita, Nicolás de Pombo, José Manuel de Silva, José Rafael Cabrera y Francisco Ramón Parra. En las Campañas Libertadoras del Sur (1811-1816), los neivanos tuvieron acciones intrépidas. Después del movimiento del 27 de julio de 1810, los patriotas decidieron organizar un ejército regular para la defensa de su causa. El brigadier José Díaz y el Párroco de La Plata, doctor Andrés Ordoñez, organizan sus guerrillas para enfrentar a las fuerzas realistas comandadas por Miguel Tacón, gobernador de Popayán, en el año de 1811; en los sitios de Inzá, Paniquita y Silva logran hacer prisioneros 16 enemigos, y se aprovisionan de armas y municiones. Respecto de estas batallas, el historiador Gilberto Vargas Motta señala en su obra El Huila, Pregón de Libertad (1982): “Fueron estos encuentros el bautismo de la República y fueron los huilenses los primeros en regar con su sangre el suelo de Colombia Independiente. Nuestros soldados se incorporaron al Ejército Republicano e hicieron gala de su coraje al mando de Antonio Nariño, representante de los Centralistas, en la Campaña del Sur en 1813 y de Antonio Baraya y José María Cabal en las batallas de Alto Palacé, Calibio, Popayán, Cebollas, Tacines y Ejidos de Pasto, donde tuvieron que saborear el cruel acíbar de la derrota”. En 1815 se expidió la Constitución Federal de la Provincia. Luego, viene la época del terror desatada por Pablo Morillo, mal llamado “El Pacificador”. En la plaza principal de Neiva fueron sacrificados el 18 de septiembre de 1816 el brigadier José J. Díaz, los coroneles Benito y Fernando Salas Vargas, el teniente coronel Francisco López, el capitán José María López, el doctor Luis José García, y el teniente Nicolás Monsalve. El 7 de octubre del mismo año fue sacrificado el coronel Manuel Ascencio Tello; además, fueron desterrados el cura y vicario de Neiva, doctor José Antonio Rueda, la familia de los Salas y el niño José Antonio Solano, quien después sirvió a la patria y alcanzó el grado de capitán. 60


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“También la mujer huilense, con admirable vocación de heroína, afrontó con altivez e hidalguía todas las vicisitudes de la vida; ni la muerte ni el sufrimiento la arredra cuando de cumplir sus deberes para con Dios y para con la patria se trata. Juana Casanova de Díaz, Juana López de Salas, Feliciana Torrente de Salas, María Josefa Salas de Tello y María de los Ángeles Vivas de López son nombres que la historia recoge con sacrosanta devoción; ellas entregaron sus esposos a la república y aceptaron valerosas su destierro y el de sus hijos. Y qué decir de las heroínas neivanas Rosaura Rivera, Dolores Salas, Martha Tello, Antonia Moreno y Mercedes Loaiza, quienes ofrendaron sus preciosas vidas en el altar de la patria entre 1816 y 1817, bajo la furia de Morillo. Con sobrada razón expresa el Libertador Bolívar refiriéndose a Neiva: Allí no perecerá el sentimiento de independencia por más que Morillo y sus esbirros asesinen a los patriotas”. Posteriormente, los soldados neivanos (huilenses) acompañaron a Bolívar en la Campaña del Sur, y con el Libertador fueron hasta el Perú y Bolivia, cubriéndose de gloria y honor. Finalmente, cuando celebramos el Bicentenario de la Independencia, debemos tener en cuenta, una vez más que: someter se torna injusto y exagerar los impuestos por encima de las posibilidades del pueblo es ignorancia. Determinar la vida sin el consentimiento del sujeto y exagerar el control de las actitudes humanas es eliminar los medios de realización. Callar las opiniones es matar el pensamiento. Cuando el concepto de las realidades cambia, porque las circunstancias cambian también, se da la resolución. Así, las neogranadinos en 1810, ante la injusticia del pésimo gobierno colonial que asfixió las exiguas posibilidades de subsistencia con inhumanos impuestos y controles. Cansados de soportar el peso de los malos manejos y adolorida la espalda por el irresistible yugo, vislumbraron la forma del cambio y se lanzaron a la lucha. Hoy, 200 años después, decimos: desconocer las facultades de la gente común, individualizar el poder y personalizar los servicios, agudizar las diferencias, son elementos que fácilmente conllevan a la catástrofe general. Se requiere un ideal si se aspira a controlar el futuro. La realidad lo está gritando: MAS JUSTICIA PARA MEJORAR LA LIBERTAD. 61


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PONENCIAS Posición política de Pasto, durante el proceso de la Independencia de la Nueva Granada: 1.809 - 1.824.

Lydia Inés Muñoz Cordero Presidenta Academia Nariñense de Historia 62


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EJERCICIO DE ANTOLVIDO Todo encuentro y congregación para recordar esto es “pasar por el corazón”, presupone el ejercicio del antiolvido, porque en medio de una sociedad individualizada y globalizante, el recuperar las historias matrías o microhistorias, se convierte en una necesidad y exigencia para recuperar autoestima social y colectiva e identidad histórica y cultural. Al respecto dice: Heublyn Castro: “La época contemporánea tiende a ser a-histórica, no antihistórica. La sociedad de consumo trata con demandas y deseos actuales, sin tener en cuenta el pasado; este en sí mismo no es importante. Siendo ella algo contrario a la sensación profunda e inherente de la experiencia humana, porque estamos enraizados en el pasado. Ya sea en el pasado de nuestras familias, en el pasado nacional; no existimos sólo ahora. Uno no puede entender quién es a menos que entienda de donde viene”2. Todo el diario vivir depende de la carrera del tiempo, las marcas de horario para el trabajo y la fiesta, para las citas laborales o de amor. Es la modernidad la que se afinca en el vértigo y la velocidad del instante y el ser humano se olvida de vivir en pleno, sujetándose o quedándose en el éxtasis. Es la tecnología la que conecta a seres máquinas, que han reducido su propio lenguaje a la cortedad de los monosílabos o textos breves en el e-mail o al chatear con alguien al otro lado del mundo y qué decir del uso del celular, pero allí en ese pequeño aparato queda el registro de llamadas pérdidas y llamadas recibidas y en diminutos aparatos o USB, queda la memoria del quehacer humano. Milán Kundera y otros autores preconizan el ejercicio del placer de la lentitud para rescatar la esencia humana de las trampas y riesgos del vértigo. 2

CASTRO, Heubly. Cómo sacarle partido al Bicentenario. En: Periódico al Tablero, No. 46, M.E.N, Bogotá, 2.008, pág. 11 63


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¿Por qué entrar en los vericuetos del tiempo, la velocidad y la lentitud, si el tema convocante es otro?. Existe una conexión ineludible, la vocación por el pasado, exige tener a la mano el espejo retrovisor para guiarse con seguridad en el camino hacia adelante, por cuenta y riesgo de aquellos y aquellas que se decidan por el mundo, laberinto o cuarto de luces de la investigación histórica. Este mundo es ancho y de todos aquellos que vayan con la paciencia y el disfrute de la lentitud al atravesar las fases de los procesos, y volver a repensar las preguntas iniciales o generadoras e igualmente, repensar una y otra vez los hallazgos o respuestas - generadoras de nuevas preguntas, porque existe un principio científico en la historia, las respuestas o verdades que se lleguen a descubrir siempre tendrán un carácter provisional. Dice el físico Juan Bautista Flores, que el único tiempo que existe es “el pasado” como atribución del marco de la matemática cuántica. Entrando en el tema en cuestión, esta palabras que se han alimentado de otras palabras de diverso origen o fuente, cuenta procesos viejos de hace 200 años, presuponen encuentros posibles con sociedades y personas de pensamiento, costumbres, ideales distintos o quizá prevalente en el tiempo y enmarcados en condiciones y contextos diferentes. La conmemoración del Bicentenario del Grito de Independencia en Santafé, capital de la Nueva Granada (1.810 - 2.010) es la oportunidad de “hacer memoria”, momento exacto para recordar “pasar por el corazón” y proceder a la investigación, lectura, escritura y difusión hacia los cuatro puntos cardinales de Colombia hoy respecto a la apropiación de la verdadera historia e interpretación de la posición política del pueblo pastuso, durante el proceso independentista, entendido éste como de larga duración en el contexto causal remoto en sus antecedentes específicos y secuelas que atraviesan la malla del tiempo y donde se vislumbra su sueño más íntimo: la búsqueda de la autonomía a través de la resistencia social y política, la búsqueda del respeto a su diferencia, disenso, alteridad sobre la forma de gobierno a partir de la lucha armada de defensa hasta el estoicismo, calificado como etnogénesis o persistencia histórica de un pueblo y cultura. 64


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La historia según Jesús Henao y Gerardo Arrubla, reseña que: en 1.813, don Antonio Nariño, hizo la apertura de las sesiones del Colegio Electoral en Cundinamarca, con estas palabras: “Cuando nuestra suerte dependía de unos amos fieros y altaneros, nos bastaba saber obedecer; pero hoy que depende de nosotros mismos, es preciso saber pensar, saber sofocar nuestras pasiones, nuestros resentimientos, nuestros vicios, y saber sacrificar generosamente nuestros intereses y nuestras vidas. Advertid que ya estáis en alta mar y que no basta arrepentiros de haberos embarcado para llegar al puerto; es preciso no soltar los remos de las manos, si queréis escapar de la tormenta”3. Es allí como se advierte el alto nivel de pensamiento y decisión del proyecto político inicial que no se quedaba en agua tibias sino en acciones de cambio revolucionario. Las miradas subjetivas sobre la conducta del pueblo pastuso como las del historiador José Manuel Restrepo quien expresa sobre el papel de don Basilio García: “él por medio de oficiales inteligentes había fortificado las mejores posiciones de Juanambú, él había recorrido el país excitando el entusiasmo un poco amortiguado de los ignorantes e indómitos pastusos…”4. Así quedó ensartada en la conciencia nacional, una leyenda negra, que no condujo sino a la segregación y exclusión peyorativa de los pastusos en cuanto a la actitud o posición política asumida previo conocimiento de “causa”, en su tiempo, como ejercicio del derecho de gentes de pensar y ser diferentes. La estigmatización como “fortín realista” o reaccionarios al proyecto libertario o ser la expresión de la llamada contravía, termino por subjetivizar la historia del pueblo pastuso. 3 4

HENAO, Jesús Ma., y ARRUBLA, Gerardo. Historia de Colombia, tomo I. Academia Colombiana de Historia. Plaza y Janes. Historia. 1ª Edición, 1.910, 2ª Edición. 1.985, pág. 430, s.n. RESTREPO, José Manuel. Historia de la Revolución de Colombia. C.E.N., pág. 372, s.m.d., s.n. 65


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¿CUÁLES FUERON LAS CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN EN AMÉRICA? Las causas de tipo estructural que sacuden el sistema colonial se pueden desglosar según su orden en lo político, económico, ideológico, cultural y social. El vacío del poder registrado en la metrópoli española, ante la sustitución del monarca Fernando VII, por la regencia francesa, provoca una fuerte compulsión en la propia España y en América, frente a la alternativa del quehacer político, y así propiciar el ascenso social del criollismo ilustrado. Los estancos al tabaco y al aguardiente, fueron los motivos entre otros que habían generado las protestas y los movimientos comuneros de 1.781 y 1.782 en Nueva Granada, en el Socorro, Antioquia, Garzón y en otras poblaciones, entre las que se cuentan hacia el suroccidente, Genoy, Jongovito, Catambuco en los alrededores de Pasto hacia 1781 y Tumaco en 1782. Más tarde la insurrección comunera de los pastos en 1.800 en contra del aumento en el cobro de diezmos, la de Sibundoy en 1.802, van a desatar los razones del descontento popular por un lado, dada la situación económica deprimente generalizada y por la otra, señalaría las contradicciones y desigualdades (económicas y sociales) existentes en el sistema colonialista que había imperado por más de tres siglos. Importantes cambios ideológicos se estaban propiciando en toda América. En la Nueva Granada circulaban -en Santafé- las nuevas ideas y concepciones sobre la igualdad, la libertad y la fraternidad, al igual que los derechos humanos, herencia de la revolución francesa. La república y ciudadanía, eran el sustrato de la revolución social que pretendía invertir las estructuras políticas, pero con paso muy prudente y mesurado, es decir agotando procesos, porque así lo reclamaban las condiciones dadas. Algunas causas mediatas fueron de origen cultural, el caso de la Expedición Botánica adelantada en todo el Reino de la Nueva Granada (1.786) deparó una vertiente de conocimiento científico que en pleno siglo XVIII, posibilitó la formación de un grupo de jóvenes pensadores e ilustrados como Francisco José de Caldas entre otros, para adelantar la misión de preconizar los cambios necesarios. 66


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ENFRENTAMIENTO DE PENSAMIENTOS Y DE VÍAS POLÍTICAS EL PENSAMIENTO ILUSTRADO Y LOS PROYECTOS POLÍTICOS EN PUGNA: El llamado Pensamiento Ilustrado, como corriente - gestora de la revolución en toda Latinoamerica del fenómeno político de la emancipación de España, es de carácter exógeno, la inspiración teórica proviene de Rousseau, Diderot, que hablan del Pacto Social, de la igualdad y de los derechos. Aún más las experiencias exitosas de las revoluciones independentistas tanto de Estados Unidos (1.776) como de Francia (1.789), atraen afiliaciones entre jóvenes intelectuales que hacen parte del criollismo en lo que hoy son Venezuela, El Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia. En el movimiento precursor de Quito, estará Francisco Eugenio Santacruz y Espejo, quién con su hermana Manuela y otros personajes nobles e ilustrados, además de los neogranadinos como Camilo Torres y el venezolano Francisco Miranda, fundara la Asociación de Amigos del país en 1794, es en esta corporación donde se empiezan a gestionar los planes de la futura revolución. Durante los años de 1.789 y 1.794, don Antonio Nariño en Santafé de Bogotá, difunde a través de la tertulia y en su periódico la Bagatela (más tarde) los Derechos del hombre y del ciudadano, al igual que empiezan así a circular las ideas de la Ilustración y de la Revolución Francesa. Nacía una nueva concepción y filosofía de vida y pensamiento que derivada de la corriente de la Ilustración traía un cambio en la mentalidad del sector medio o élites, llegando hasta los “oídos del pueblo”, la novedad de las categorías de: independencia autonomía, república, soberanía popular, estado de derecho, ciudadanía. El proceso ideológico del pensamiento y conducta del criollismo ilustrado, traduce una necesidad vital de adoptarse o involucrarse al vértigo del “cambio de gobierno” en América, inmerso en un proceso vertiginoso surgido a partir de la “crisis del poder real” o “vacío de poder” en España, se gana “un cuarto de hora”, una oportunidad para su reemplazo en “interinidad” a través de la organización de las llamadas Juntas Supremas o Juntas Patriotas. 67


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Para soltar los hilos de la dependencia política y social de más de tres siglos, se cae en ambigüedades, pasos falsos al comienzo pero en el fondo es donde el gran cambio se empieza a promover a favor de la causa de la igualdad. Recuérdese que Don Camilo Torres, vocero del Cabildo de Santafé de Bogotá, espacio donde se discuten y conciben rupturas con el pasado y los nexos en las formas de pensar, ser y sentir o actuar en el Reino de la Nueva Granada, pero con visión crítica para aspirar a la igualdad social. Así, Don Camilo Torres en el Memorial de Agravios, interpela: -“tan españoles somos como los descendientes de Don Pelayo”5. En ese marco de choque y cuando empiezan las guerras por la autonomía en Nueva Granada, se empezarán a “visibilizar” los proyectos políticos en ciernes: a) El Realismo; b) El P. Patriota; c) La Autonomía (Separatismo). LAS VÍAS POLÍTICAS DEL GOBIERNO CRIOLLO EN NUEVA GRANADA: a) Centralismo; b) Federalismo. Cuando ya se tiene entre las manos el poder político, por parte del criollismo local se ven enfrentados al dilema del sistema político a adoptar. Allí surgen las primeras controversias que impiden consolidar el proceso revolucionario de la independencia que ya viene caminando desde 1.809 y 1.810, hace doscientos años. Así, se da pie a una disección en el horizonte político y a la pugna interna entre centralistas como don Antonio Nariño y federalistas como don Camilo Torres. Unos y otros argumentan sus respectivas corrientes políticas, pero en la vida del nuevo sistema por el afán de construir estado se olvidan de la nación, ésta categoría será visible cuando se hable de las cartas constitucionales por elaborar, aprobar a través de congresos y aplicar en la práctica social. 5 68

GUTIERREZ CELY, Eugenio y URREGO ARDILA, Miguel Ángel. Biblioteca práctica para el estudiante.


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Desde 1.810 hasta 1.816 se conocerá como el momento de la “Patria boba”, por su indefinición política y confrontación interna. El problema de la organización del nuevo gobierno criollo, no estará resuelto aún, la guerra entre patriotas y realistas todavía será un proceso de larga duración donde es interesante observar para el caso de las provincias del sur, la participación histórica por géneros, es decir hombres y mujeres sin condición de edad, corriente política o posición social, de las minorías étnicas, indígenas y afrodescendientes en distintos escenarios: a) Área Andina b) Área Costera del Pacífico y Litoral c) Fronteras geopolíticas: - El río Juanambú al norte - El río Guáitara al sur d) El área del actual Municipio de Pasto: Ciudad de Pasto: Alto de Aranda, Alto del Calvario, Alto de Santiago, Alto de Caracha, Genoy, Catambuco POSICIÓN POLÍTICA DE PASTO, DURANTE EL PROCESO DE LA INDEPENDENCIA DE LA NUEVA GRANADA: 1.809 – 1.824 EL GOBIERNO AUTONOMISTA DE QUITO Y LA POSICIÓN EN DISCENSO DE PASTO. CONSECUENCIAS. En Nueva Granada y más precisamente en su capital Santafé, repercutirá la voz del Cabildo, cuando a través del Memorial de Agravios, que redacta y sustenta Camilo Torres, habla de la igualdad social como un derecho natural por el que hay que luchar. Se establece así una especie de prospectiva legítima, para no aceptar de ninguna manera: “superioridad alguna de las provincias españolas respecto a las americanas”6. 6

Ibid, pág. 34 69


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En años anteriores en la ciudad de Quito, en la “calle de las 7 cruces” habían empezado a aparecer “banderitas” de color blanco y encarnado, con la invitación a liberarse...7. Eran señales en el camino que anunciaban cambios para todo el continente. El plan insurreccional de los patriotas quiteños se ejecuta el 10 de agosto de 1.809, con la conformación de la JUNTA SUPREMA y la decisión de reemplazar el gobierno en nombre de don Fernando VII, bajo la premisa “mientras su majestad recupera la Península o viene a imperar en la América” y se extiende a todos los barrios de Quito. Entre las medidas prioritarias del gobierno autonomista quiteño, están las de difundir la noticia y reclamar delegados de las provincias dependientes de la Real Audiencia. Así se dirigen comunicaciones a Santafé, Popayán y Pasto. El Cabildo de la ciudad de San Juan de Pasto, en acta de la sesión del 16 de agosto de 1.809, cuestiona la creación de la Junta Suprema de Quito y entra en ejercicio de su derecho a disentir: “…cuyo presidente* pretende seducir la fidelidad notoria y perpetua de este noble cuerpo y sus ciudadanos que con la más sumisa diferencia han jurado el vasallaje a su soberano y suprema junta que lo represente”8. Se produce de esta manera el choque entre dos visiones y formas de pensar diferentes, los quiteños embarcados en la causa del Gobierno autónomo y provisional y Pasto antepone su discenso. 7

DE GUZMAN POLANCO, Manuel. Manuela Cañizares. La heroína de la Independencia del Ecuador. Presidencia de la República. Quito, agosto, 2.006, pág. 17. * se refiere al Marques de Selvaalegre 8 ARCHIVO HISTÓRICO. Libros Capitulares de Pasto Acta Capitular del día 16 de agosto de 1.809. En: GUERRERO, Gustavo, (Compilador). DOCUMENTOS HISTÓRICOS DE LOS HECHOS OCURRIDOS EN PASTO EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA, Imprenta del Departamento, Pasto, 1.912. 70


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No satisfechos con la respuesta del Cabildo, la Junta Suprema Quiteña asume el camino equivocado de la invasión armada contra Pasto, para obligar a afiliarlos a su causa. El 16 de octubre de 1.809 en la Tarabita de Chapal de Funes se produce el enfrentamiento entre el ejército patriota quiteño al mando de Francisco Javier Ascásubi y el ejército de voluntarios pastusos y de paisanos provenientes de Yacuanquer, Taminango, El Tambo entre otros, bajo el comando del capitán José María Villota. La victoria fue de los pastusos sobre los quiteños en defensa legítima de sus ideas y territorio. El teniente Coronel Camilo Riaño, analiza que la acometida quiteña contra los pastusos no fue un acierto y que ello acarreó distintas consecuencias: “en el proceso de la emancipación. Tal fue el problema con el pueblo de Pasto, uno de los más virtuosos de nuestra nacionalidad, por su lealtad inquebrantable, su valor y su hidalguía, de las cuales ha dado prueba fehaciente durante toda la vida de la República…”9 Fue Camilo Torres, pensador e ideólogo de la emancipación neogranadina, quién se manifestó primero de acuerdo con “la ideología de los caudillos quiteños y encabezó el grupo de los partidarios de un gobierno provincial acorde con España y con las necesidades de la Nueva Granada”10. Los procesos autonomistas se van a manifestar con mayor relevancia entre 1.810 y 1.812. 9

RIAÑO, Coronel Camilo. Historia militar, tomo 1, La Independencia (1.810 – 1.815). En: Historia Extensa de Colombia, Vol. XVIII, Bogotá, 1.971, pág. 99, s.n. 10 OCAMPO LÓPEZ, Javier. El proceso político, militar y social de la Independencia. En: Nueva Historia de Colombia, Planeta Col, Editorial, Bogotá D.E, 1.989, pág. 17. 71


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LOS CABILDOS ABIERTOS Y EXTRAORDINARIOS EN SANTAFÉ DE BOGOTÁ: 20 de julio de 1.810 y EN PASTO: 13 de Septiembre de 1.811 y 16 de octubre de 1.811 Durante el proceso por la independencia de Nueva Granada - al igual que en toda América - el Cabildo Abierto constituía la instancia ideal para la participación democrática del pueblo, en las decisiones fundamentales sobre el curso de la vida urbana y social. Tal es así que el 20 de julio de 1.810 se celebró Cabildo de carácter extraordinario en la ciudad de Santafé de Bogotá, y es el pueblo el que convoca y nombra sus tribunos, al lado de ellos estaban también las mujeres. La reunión desembocó en la declaración de la “Independencia”, suscrita a través de un acta. Resulta interesante reconocer cómo las mujeres santafereñas se involucran en el proceso. Los testigos presenciales informan sobre la participación femenina en el tumulto: “Durante todo el día se mantuvieron en la plaza, adornados sus sombreros con la divisa “Viva la Junta Suprema” y durante la noche, frente al temor de que la ciudad fuera tomada por un ejército de negros armados, una mujer le dice a su hijo: “Ve tu a morir con los hombres mientras nosotras (hablando con los demás mujeres) avanzamos a la artillería y recibimos la primera descarga y entonces vosotros, los hombres pasareis por encima de nuestros cadáveres, cogeréis la artillería y salvareis la patria”.11 Al parecer las mujeres del pueblo estaban armadas de piedras, mientras los hombres empuñaban sus espadas, en medio del tumulto. El valor y decisión de unos y otras, impulsa el éxito de la causa común. El sastre José María Caballero fue testigo de estos momentos de la historia patria y revela que el día 13 de agosto de 1.810 el pueblo se encarga del traslado del Virrey Antonio Amar y Borbón y de su esposa, con destino a la cárcel pública y comenta que en el camino, en un trayecto relativamente corto se contarían más de “600 mujeres”, 11 MARTINEZ CARREÑO, Aida. Presencia femenina en la Historia de Colombia. Santafé de Bogotá, D.C., 1.997, pág. 41 y 42, s.n. Cita el diario de J.M. Caballero “En la Independencia”. 72


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no obstante que la virreina estaba siendo escoltada por clérigos y autoridades civiles, “ por debajo se metían las mujeres y le rasgaron la saya y el manto”12. Se habla de que “las mujeres y más atumultados procedían con irrespeto de boca y obra”13, contra ella. Un año después, la guerra ya se había extendido por todo el país, Pasto ha sentido su peso y consecuencias, y el Cabildo local reflexionan profundamente al respecto, conservan en la memoria los parlamentos y convocatoria del Doctor Don Joaquín Caicedo y Cuero. El 16 de septiembre de 1.811, se convocará al primer CABILDO ABIERTO, el que efectivamente resultó concurrido y se decide por: “una capitulación honrosa, sin menoscabo de los derechos de la religión”14 La decisión es unánime y justifican: “la Capitulación con honor, antes de seguir el derramamiento de sangre y la total ruina que amenaza la ciudad”15 Y un mes más tarde, el día domingo 13 de octubre de 1.811, se desarrollará en la ciudad un nuevo Cabildo Abierto, en el que se invita para que resulte “cuanto pleno y popular”, con el fin que el pueblo pastuso participe y asuma “el reconocimiento libre del nuevo gobierno, para jurarle la debida obediencia”.16 O sea que cuando el pueblo pastuso pudo intervenir en las decisiones políticas de su época, fue capáz de anteponer los intereses colectivos, a los particulares, preocuparse por las secuelas de la guerra, y por el desarrollo urbano, así como asumir con dignidad la capitulación para obedecer “el nuevo gobierno”.

12 Ibid, pág. 42. Cita a José María Caballero. 13 Ibid, pág. 42, s.n. 14 HIDALGO, Tomás. Actas Patrióticas. En: Revista Ilustración Nariñense, No. 2, Serie 1, Pasto, diciembre de 1.924. 15 Ibid, s.n. 16 MUÑOZ CORDERO, Lydia Inés. Filosofía del Pensamiento Político del Realismo Pastuso, Pasto, 1.989, pág. 162, 163. 73


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En pleno Cabildo Abierto, Pasto toma la mejor decisión según consta en el Acta de la fecha: “Que reconocían la Junta Suprema de Santafé de Bogotá, que se hermanaban con la de Popayán, y que tanto los Cabildantes como el clero secular y regular y el pueblo abrazaban la causa patriota”.17 En este gesto colectivo se identifica la sociología de un pueblo como el pastuso, actúa siempre en el marco de la legitimidad, la consulta amplia y la decisión libre frente a posiciones y opiniones políticas. El proceso que se agota en la coyuntura independentista y que termina con la posición patriótica del Cabildo y del Pueblo de Pasto en 1.811, ha recorrido un largo camino. Ante las presiones ideológicas, él responde con ideas ante las invasiones manejadas de opinión “actuación de los quiteños (octubre de 1.809 y julio de 1.811)” el pueblo responde con las armas. El ejemplo inmediato del beneficio de la unión de las ciudades hermanas, para enfrentar objetivos comunes a través del Gobierno confederado de las ocho ciudades y la situación viva de las secuelas de la guerra, es verdaderamente lo que motiva un cambio en la actitud política. UNA GUERRA DESIGUAL SOBRE PASTO: POR EL NORTE Y POR EL SUR: 1.812 y 1.821 En 1812, las fuerzas patianas se suman a las milicias pastusas para detener los avances patriotas al mando del doctor Joaquín Caicedo y Cuero y luego del coronel Alejandro Macaulay, en misión de rescate de la prisión del primero y para la toma de Pasto, con el fin de cerrar la campaña libertadora de las provincias del sur. El ejército realista bajo la comandancia de Miguel Tacón sufre una ruidosa derrota en el rio Iscuandé, dejando este último a, Tumaco, Barbacoas, bajo la bandera patriota, Io que significa un avance en el proceso emancipador. Cuando Alejandro Macaulay, acantonado en el Ejido de Pasto, envía mensajes de presió4n al Cabildo, en alguno dice: 17 Ibid, pág. 163, s.n. 74


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“Así pues, no hay más arbitrio ni queda otro recurso para ustedes ni para nosotros, siendo este el día que confiados en nuestra justa causa, en el favor de Dios, en la fuerza de nuestras armas, se decidirá la suerte“18 Como para los patriotas la independencia y el anhelo de la República, era su “justa causa” para los realistas su lucha se encarnaba en la “santa causa”. Días antes en respuesta a las amenazas e insultos para someter a rendición a los pastusos y la entrega de los prisioneros patriotas, el cabildo había escrito a Macaulay: “No crea usted es pueblo bárbaro con quien trata, valiente si, constante en la defensa de las obligaciones que tiene para con Dios, con el Rey y sus justos derechos: mira con horror el perjurio, siente la desolación y el estrago que ha causado el olvido de la fidelidad a Dios y al Rey y está resuelto esperar ser reducido á cenizas antes que faltar a sus deberes”19. Los improperios de la Junta Superior de Popayán y del Comandante patriota Macaulay, unos y otros trataban de intimidar al Cabildo, so pena de la destrucción total de la ciudad. Pero en su contestación se presenta el perfil sociológico del pueblo pastuso: consciente de su rol, valiente, firme en sus convicciones y deberes según vínculos de fidelidad aceptados y juramentados, decidido a morir en ese empeño. Es el carácter colectivo el que sale a la superficie de esta historia. 18 GUERRERO, Gustavo, (Compilador). DOCUMENTOS HISTÓRICOS DE LOS HECHOS OCURRIDOS EN PASTO EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. Carta que envía desde el campo de Popayán en el sitio del Ejército de Pasto, a las siete de la mañana, y a 26 de julio de 1.812. Imprenta del Departamento, Pasto, 1.912. 19 Carta dirigía a Macaulay, el 20 de julio de 1.821, suscrita por Blas de la Villota, José María Rojas, Manuel Ángel Zambrano, Francisco Miguel Ortiz, Juan de Chaves Erazo, Eusebio Burbano. En: GUERRERO, Gustavo, Ob.cit. 75


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Tiempo anterior, en las instrucciones de los patriotas de Popayán, dadas a Macaulay incluía tratamiento de las monjas conceptas reconocidas como afectas a Ia causa realista “tomado parte activa en la insurrección y mal ejemplo, en lugar de servir de estímulo a la virtud”20, se les destierre a Quito y se destruya el convento. Es en 1.812 donde Alejando Macaulay advierte que en el fondo, Pasto quiere separarse para instaurar un proyecto político de gobierno autónomo. A finales de aquel año, el 11 y 12 de diciembre las mujeres pastusas: Domitila Sarasti, Luisa Figueroa, Dominga Burbano y la payanesa Andrea Velasco serán fusiladas en la cárcel de Pasto - ipso facto en la noche del día 11 y en la madrugada del día 12, por intentar disfrazadas de hombres propiciar la fuga de los patriotas Joaquín Caicedo y Cuero, Alejandro Macaulay y otros ofíciales. Son ellas las primeras heroínas en la historia de la independencia. Sus nombres no aparecen en los anales y en un solo registro las reconocen como mujeres caucanas, negándoles su verdadera procedencia. La tercera fase de la resistencia pastusa, comprendida entre 1.814 al 1.821, tendrá la Santa Causa como su emblema y dirección política: la forma será el realismo pero, en Io ontológico se fundamentará en la defensa de su matria, el solar nativo. Don Ramón Bucheli, Mariano Santacruz, Ramón Tinajero, Francisco de la Villota Z., Francisco Díaz H., Francisco Zambrano y José Eusebio Burbano, miembros de la Sala Consejal de Pasto en 1.814, se dirigen a Don Antonio Nariño que está en desarrollo de su campaña del sur, con el propósito de la toma de Pasto: “Seria una impertinencia preguntar a Usía con que autoridad viene a invadir a un pueblo que halla su conveniencia en vivir bajo las sabias y equitativas leyes del gobierno español; porque por Io mismo que se trata de invasión, no hay que hablar de otros derechos,de otra autoridad ni de otra ley que la del más fuerte y, puesto que Usía no nos deja otro arbitrio al presente que este, no obstante de 20 ORTIZ, Sergio Elías. Agustín Agualongo y su tiempo. Biblioteca Banco Popular, Vol. 61, Bogotá, 1.974, pág. 257 76


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ser el más bárbaro que la ciega ambición ha podido inspirar a los hombres, puede Usía escoger a Io largo del Juanambú, el punto que le parezca más a propósito para terminar nuestras diferencias. En todos ellos encontrará Usía pastusos y encontrará victimas generosas, deseosas a ser inmoladas sobre los altares de la patria...”21 Allí en esas palabras se trasluce la asimetría de la situación política, el no respeto a la diferencia de pensamiento, el cabildo justifica su posición realista en aras de una ética y axiología social. Protesta ante la invasión injusta porque ya corre riesgo la población civil y se muestra inconforme ante la guerra porque Io considera un método bárbaro, no obstante debe proceder a defender su derecho al discenso por la acción de las armas. En mayo de 1814, las mujeres salen en procesión con la Virgen de Mercedes en andas y la imagen de Santiago Apóstol, con “La Chicha” y “La Guarapo” al frente, para interponer el paso del ejército patriota al mando de don Antonio Nariño. La acción victoriosa de los pastusos hombres y mujeres es alabada por los Cabildos de Ipiales, Barbacoas, Guayaquil y Quito. Desde esta ciudad, doña Manuela María de Vicuña, en recompensa de la participación de las mujeres, hace el envío de “20 cabos de bayeta, para vestir la desnudez de las pobres valerosas y devotas vecinas de esa ciudad, comparado con los generales beneficios que ha concluido su fortaleza, religión y fidelidad al soberano.”22 En el proceso emancipatorio subyace la tensión política entre los bandos en conflicto, como se ha llegado a la recta final de la confrontación armada, el pulso se mide de distintas maneras. Del lado de los realistas que a finales de 1.818, pasan por preocupaciones sobre el futuro de la causa, acuden a la táctica del ocultamiento de esa realidad, a la simulación para evitar “perjudiciales resultas”. Juan Ramírez, gobernador de Guayaquil se dirige al Presidente de Quito, para tratar asuntos de vital importancia. Dice que ante la exigencia del virrey de Perú, que requiere auxilio de tropas en 21 GUERRERO, Gustavo. Ob. 22 Carta suscrita en Quito, el 6 de enero de 1.816, pero que menciona el envío de las bayetas. En: DIAZ DEL CASTILLO Z., Emiliano. Ob.cit. pág. 492 77


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número de 500 o 600 hombres y que en Io posible se consigan de las milicias pastusas, contesta que no Io puede cumplir: “Por la distancia en que se halla la ciudad de Pasto y porque la experiencia tiene acreditado que aquellos naturales, aunque fieles y muy aparentes para la defensa de sus hogares, no Io son para separarse de ellos a lugares remotos, no considero conveniente ocurrir a la expresada ciudad…”23 Más que defender la monarquía en abstracto, los milicianos pastusos y los habitantes en general, por carácter e idiosincrasia revelan arraigo al terruño, alto nivel de topofilia, apego a sus hogares, de ahí que el mayor castigo para cualquier godo o goda, no era la muerte, sino el destierro, que les alejaría definitivamente de su tierra y de sus seres queridos. Respecto a las noticias de la guerra se enfatiza: “como no sean favorables a la causa de S.M., deben simularse, y aún ocultarse absolutamente si fuere posible, para evitar con esta cautela otros más perjudiciales resultas”24. LA ÚLTIMA FASE DEL REALISMO PASTUSO: RADICALIZACIÓN DEL DISCENSO: 1.823 - 1.824 En esta fase de la posición política del realismo pastuso, comprendida entre los años de 1.822 y 1.824, se decantan los altibajos del proceso, la ciudad y la provincia sufren las secuelas de la guerra. Después de la batalla de Bomboná, con la firma de la capitulación por Don Basilio García, sin consultar al pueblo pastuso, éste vuelve a tomar las banderas de la rebelión con Benito Boves a la cabeza. La resistencia es conducta colectiva de hombres, mujeres, niños, religiosas conceptas y milicianos, hasta los límites de la radicalización y el estoicismo. 23 ARCHIVO GAZETA DE SANTAFÉ DE BOGOTÁ, No. 14, 31 de octubre de 1.819, pág. 59, 60. Carta suscrita en Quito el 29 de diciembre de 1.818. En: DOCUMENTOS SOBRE LA CAMPAÑA LIBERTADORA DE 1.819. Recopilados por Horacio Rodríguez Plata y Fr. Alberto Lee López, O.F.M., Tomo III, Bogotá, D.E., 1.971, pág. 176, s.n. 24 Ibidem, pág. 176, s.n. 78


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El batallón Rifles por orden del general Antonio José de Sucre, ataca a Pasto, durante tres días, en la navidad de 1.822. Las fuerzas realistas están reducidas en número y se encuentran impotentes ante la arremetida de los patriotas que traen la compañía formada por patianos. La población civil lleva la peor parte, estocadas mortales a la moral y dignidad, al ser atacados los símbolos de su resistencia. Al entrar triunfante Simón Bolívar a Pasto, en enero de 1823, Agustín Agualongo y Merchancano reiniciarán la resistencia sin cuartel, si la guerra es a muerte, el reto será morir peleando. La estrategia de Agualongo Io llevará hasta Ibarra para enfrentarse a Bolívar, en julio de 1823, con un saldo de más de 500 pastusos muertos en desigual batalla, en las afueras de la ciudad blanca. Para 1824, la compañía militar de la resistencia pastusa avanzará hasta Tumaco y Barbacoas, y Agualongo seguirá la ruta del Patía. En El Castigo será tomado prisionero, luego de combates con las fuerzas patriotas de Tomás Cipriano de Mosquera. El 24 de julio de 1824, muere fusilado el líder realista pastuso, Juan Agustín Agualongo Cisneros, en la ciudad de Popayán, muere de frente al sol “firme como su tierra y su estirpe”, gritando vivas al Rey de España. EPÍLOGO El clima de la guerra excluye el ejercicio del derecho natural al disenso, a pensar diferente a sentir diferente, a actuar diferente. El realismo pastuso como posición política en la forma defendía un tipo de gobierno determinado, opuesto al proyecto patriota pero en el fondo su lucha intrínseca tenía como dirección el llegar a separarse de todos los poderes omnímodos de Quito, Popayán, Santafé y convertirse en ciudad - estado, sede del gobierno autónomo, de la Casa de la Moneda y de otras prerrogativas. 79


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PROVINCIA DE MARIQUITA

MarĂ­a Yolanda Jaramillo Gaviria Presidenta Academia de Historia del Tolima 80


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CONFIGURACIÓN DEL ESPACIO TERRITORIAL Si bien la provincia como entidad territorial viene con la ocupación española esta era concebida como “lugares, aldeas o territorios campestres muy reducidos donde los habitantes se identificaban entre sí por costumbres, dialectos y estilos de vida”. Aunque la intensión en el momento de elegir la provincia era de establecer una correlación de identidad entre territorio y grupo social este propósito para la época de la colonia no se cumplió. Más bien, por lo que se infiere de la documentación de archivo del siglo XVI el término de provincia en el Nuevo Reino de Granada se utilizó, en algunos casos, para señalar un espacio geográfico indeterminado y, en otros, a un “territorio tribal mal definido y en ocasiones sin conquistar ni colonizar”. No obstante que, en la mentalidad española era establecerla tal como se había heredado de la Europa Medieval. En cuanto a la delimitación de las Fronteras de la provincia de Mariquita que se configuró a partir de la segunda mitad del siglo XVI, y que subsistió hasta mediados del XIX correspondió más a intereses administrativos de la época que a un criterio de identidad. Las entidades territoriales, como veremos, contempladas en las constituciones del siglo XIX en busca de un ordenamiento políticoadministrativo así lo demuestran. Pues, los cambios de fronteras, al igual que la jurisdicción, estaban mediados por la incorporación de territorios inexplorados, fundación de ciudades y por los intereses de una elite política. Una mirada histórica a lo que hoy en día se llama Departamento del Tolima, basta para comprender lo caótico que ha sido la búsqueda de un ordenamiento territorial para Colombia. Interesante es señalar, cómo el término de provincia que ahora acoge la Constitución de 1991 fue tenida en cuenta en casi todas las constituciones del siglo XIX. El proceso de búsqueda de un ordenamiento territorial se empieza a dar a partir de la Constitución de Cúcuta de 1821 que subdividía los departamentos que había creado el Congreso de Angostura, en 1819, en provincias, cantones y parroquias. Posteriormente cada constitución habría de hacer relativo a las identidades territoriales: la de 1832 suprimía los departamentos y la de 1853 los cantones. Con la Constitución de 1853 que llamó 81


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al país Confederación Granadina desaparecerían las provincias y distritos parroquiales, dividiendo el territorio en estados. ACONTECIMIENTOS POLITICOS SOCIALES PREVIOS A LA CONSTITUCIÓN DE MARIQUITA “El 4 de Marzo de 1813 el Subpresidente IGANCIO DE HERRERA convocó a una asamblea en Honda para tratar sobre la separación o independencia de Cundinamarca, con cuyo Gobierno no estaba muy conforme”. El deseo revolucionario cada día avanzaba más, hacia la independencia absoluta a medida que los pueblos adquirían conciencia de sus derechos y se preparaban para el manejo del gobierno y la lucha emancipadora. Al interior del país, respecto de este momento se produce la declaración de independencia de Cundinamarca el 16 de Julio de 1813, proclamada por su colegio electoral y por el Presidente don ANTONIO NARIÑO, y las provincias de Mariquita y Neiva fueron las primeras en solidarizarse con Cundinamarca. Así fue que el 14 de agosto de 1813 fue jurada y proclamada la Independencia de Cundinamarca en Mariquita por el cabildo en sala plena como consta en el Acta respectiva. Esta fue jurada por Ambalema, por la curia de Santa Fe, donde el clero se vinculó, a este proceso a través de la juramentación del Acta. Así, el 9 de noviembre la juraron en Ibagué los Franciscanos FRAY MIGUEL DUEÑAS, EL PADRE JOSÉ MARIA DEL ESPIRITU SANTO Y FRAY AGUSTÍN VELASCO religioso laico de la misma orden, procedió el gobierno de Cundinamarca retirar los escudos reales de las oficinas y cabildos, el Subpresidente de Honda contesto al Gobernador y consejeros del estado: “Según lo que V.E. me previene en Superior Decreto del 19 del corriente, para que se borren y quiten las armas de la Corona de España que solían ponerse en las oficinas y cabildos, lo he circulado, sin embargo de que de antemano se había practicado esta diligencia. Dios guarde a V.E. ms. as. Honda 25 de septiembre de 1813 Excmo. Sor Nicolás Manuel Tanco” La caída del general Nariño en Pasto y la consiguiente derrota del ejercito de Cundinamarca, a parte del quebrantamiento moral y militar 82


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que produjo, conmovió profundamente a todo el reino, de tal manera que si se fusilaba a Nariño, pasarían al patíbulo a todos los Oficiales Españoles más de 60 que tenían prisioneros. El Subpresidente de Honda, don JOSÉ LEON ARMERO hizo una convocatoria a las armas para reforzar los ejércitos patriotas, a través, de proclama entre otros apartes decía: “Que se castigara de muerte a todo hombre que en estas circunstancias manifestarse ideas contrarias a la salvación de la patria. Ciudadanos, hermanos todos, olvídense para siempre las diferencias pasadas y no se oiga otro grito que el de morir o ser libres”. Publíquese y fíjese en los lugares comunes. Dado en Honda el 1º de Junio de 1814. José León Armero. En virtud de dicho mandato, se procedió al reclutamiento de patriotas, siendo especialmente Honda y Mariquita, quien contribuyó más a la campaña emancipadora de la Nueva Granada, en la Villa de Honda se centralizo el gobierno y ella fue convertida en el principal cuartel de las tropas patrióticas. El 12 de diciembre 1814 Simón Bolívar al mando de las tropas federales, reenvía a la ciudad de Santa Fé, pocos días después Cundinamarca se incorporaba al gobierno de las provincias unidas. Esta es la oportunidad que Mariquita aprovecha; dice Paris Lozano, en los cabildos de Ibagué y Espinal habían propuesto a José León Armero convocar a elecciones “para formar una convención electoral de la provincia, que debía decidir si esta debía continuar anexa a Cundinamarca o formar un estado independiente”. Reuniose en efecto aquella asamblea en Honda, el 20 de diciembre de 1814 y el 22 del mismo mes, declaró que la provincia de Mariquita seria independiente de España, de Cundinamarca o de cualquier otro gobierno que no fuera elegido popular y legítimamente por los pueblos, y nombre presidente interino de la Nueva República al señor José León Armero. La obra más trascendental del gobierno de José León Armero, “Fue la constitución de Mariquita” que tuvo su inicio el 3 de marzo de 1815, siendo promulgada en su texto final el 21 de Junio de 1815; sancionada en el Palacio de Gobierno de la ciudad de Honda el 4 83


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de agosto de 1815 por el Presidente José León Armero. Cuyo texto a continuación analizamos brevemente de acuerdo a los elementos ideológicos, orgánicos, materiales y sociales. ELEMENTO IDEOLÓGICO Ideológicamente la Constitución se ciñe a la declaración de los derechos del hombre nacidos al calor de la Revolución Francesa y proclamados clandestinamente por el General Nariño en la Nueva Granada, y piso jurídico a nuestra Nacionalidad; cuando se afirma en el artículo Primero “Todo el poder político pertenece al pueble y se deriva de él”. Lo anterior es fundamento en la conciencia de un pueblo que se asomaba desconcertado a los aires de libertad, con una mano puesta en los fusiles y otra sobre las tablas de la Ley, que nada sabía de los bienes que depara el sistema democrático y de la institución Republicana. Fué la constitución de Armero la voz y la voluntad de una generación heroica cansada del peso de las cadenas de la tiranía impuesta por la corona Española. La conquista de España por Napoleón en 1801 fué un gran momento para las colonias dependientes de España empezaran la Independencia. En los primeros decenios del siglo XIX el centro y el sur del continente Americano hicieron la revolución. La idea de la libertad empezó a bullir en los pueblos de América Latina desde el momento en que las colonias inglesas lograron su emancipación. En 1812 los EE.UU. le declararon la Guerra a Gran Bretaña fué está en cierto modo, una segunda guerra de independencia, ya que antes de ella los americanos del Norte, no habían alcanzado todavía un plano de igualdad dentro de la familia de las naciones. Cuando esa guerra terminó muchas de las graves dificultades que la joven República había encarado desde la Revolución, ya habían desaparecido, la unión Nacional bajo la Constitución estableció un equilibrio entre la libertad y el orden. Se abrió frente a la Nación una perspectiva de Paz, prosperidad y progreso social. Es así, que en la constitución se consagra: en el título V Forma de Gobierno. Artículo Primero la provincia de Mariquita acuerda solamente formarse ella misma en un estado libre, soberano e independiente, bajo la forma de un gobierno domestico y representativo. Tal parece que la presencia del clero (Dominicos y Franciscanos) en el proceso de independencia condujo a admirar a la religión como un 84


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elemento espiritual fundamental de la sociedad, siendo proclamada, reconocida y garantizada la Fe Católica, apostólica y romana como la única del pueblo y del estado: “Fuera de la cual no hay esperanza y salud eterna”. ELEMENTO ORGÁNICO La arquitectura política señala por esta Constitución manifiesta la necesidad del acto para asegurar la libertad y el goce de los derechos del pueblo, sin más independencia que la reconocida en el cuerpo de la obra respecto del gobierno de las provincias unidas de la Nueva Granada. Es un plan idéntico al de todas las constituciones de la época revolucionaria, en primer lugar, toma como parte fundamental la declaración de los derechos de los habitantes de la República de Mariquita, conjuntamente con los deberes del hombre en sociedad y la religión proclamada, reconocida y garantizada (la católica, apostólica y romana) como la del pueblo y del Estado. Se aprecia en sus primeros títulos una mezcla de derechos civiles, naturales, individuales y políticos, igualmente garantías populares. En cuanto se refiere al derecho privado, al publico, Constitucional y Administrativo no existió diferencia clara entre estas ramas del derecho. En el título V Art. 2 trata de los poderes Legislativos, Ejecutivo y Judicial, declarando que no podrán ser ejercidos por una sola persona o por un mismo cuerpo; El ejecutivo está representado por un Presidente, Un Presidente Gobernador y un Teniente Gobernador; por el Legislativo está representado por un Senador y una Cámara de Representantes y el poder Judicial representado por la Corte Suprema de Apelaciones, una Sala de Conjueces, los Jueces Mayores de Paz y los Alcaldes Ordinarios y Pedáneos. El poder Ejecutivo de la República de Mariquita estaba representado por el Gobernador, que tenía el tratamiento de excelencia en todo lo oficial, de elección popular, para un mandato de 2 años; las calidades del Gobernador o jefe abarcan lo político y lo militar. Está autorizado para el libre nombramiento del personal subalterno y de los funcionarios públicos en general; vigilará la observancia rigurosa de los mandatos de la constitución y de las leyes; acusará las infracciones constitucionales de los miembros de las ramas del poder público ante el Senado y a los demás funcionarios ante los jueces respectivos, pero no invadirá la jurisdicción o atribuciones del poder judicial. 85


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El poder Legislativo se compone de diputados elegidos a razón de uno por cada mil habitantes, con cuatro años de duración, renovables por mitad cada dos y nunca reelegibles para el periodo inmediato. Así como en la Nación no hay más que una Cámara Legislativa y en las provincias es ejercido por un solo cuerpo llamado Legislatura. La Legislatura tiene todas las atribuciones que le son propias y entre ellas la de dar instrucciones a los representantes que tenga la provincia en el Congreso de la Unión. Es así que cuando el poder Ejecutivo objeta un proyecto de Ley, la Legislatura lo considera, y si insiste por simple mayoría el proyecto debe ser sancionado; si el ejecutivo no lo ejecuta, se convoca al Senado para que los dos cuerpos insten al Gobernador, si continua rehusándose es causal de destitución. El Senado no participa en la formación de las Leyes, su principal labor es velar por el cumplimiento de la Constitución e impedir que sean atropellados los derechos de los ciudadanos, en un vigilante del cumplimiento de las responsabilidades de todos los funcionarios públicos. El poder Judicial es ejercido por los jueces subalternos y por cuatro entidades superiores que son: El Senado (delitos de responsabilidad; la Sala de apelaciones, la alta Corte de suplicas y la alta Corte de residencias, encargada de los juicios de residencias a los funcionarios públicos, cuando ha finalizado el ejercicio de sus funciones. Siempre se tenía como punto de vista el exagerado poder de la acción del poder judicial en cuanto a la propiedad, libertad, honor, seguridad. Por consiguiente las leyes para la gran defensa, para alejar el riesgo del abuso y de la opresión. Por lo tanto, la Ley, y no el hombre sean los que juzguen, absuelvan o condenen y el Juez por ningún caso asuma las funciones de legislador. ELEMENTO MATERIAL El análisis del elemento material nos permite determinar lo siguiente: Encontramos que en la Provincia de Mariquita existía una elite criolla que influenciada por factores ideológicos externos de independencia, impulsaron un movimiento que condujo a la formación de la independencia de Mariquita, garantizando así un gobierno autónomo, más no su independencia total de España estando de todas maneras 86


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bajo la influencia del gobierno de las provincias unidas de la Nueva Granada. Así mismo el clero fué elemento consolidador con su presencia en la Constitución del poder ideológico y económico. En la Provincia encontramos un sector que poseía los medios económicos y otro que estaba representado por la gran mayoría siendo estos desposeídos y asalariados. El movimiento de independencia estuvo impulsado por un grupo de criollos que además de poseer medios económicos, estaban compenetrados de la filosofía Europea y profesaban un patriotismo ingenuo y ardiente. Este sector criollo deseaba el manejo total del gobierno de acuerdo a su propia forma y planes, prescindiendo de Cundinamarca y otras provincias que quisieran imponer su dirección. La elite de comerciantes, transportadores estaba representada, así como los propietarios en la Constitución y defendían sus intereses, la situación de caos en España produjo en las provincias una ausencia de gobierno, situación que contribuye y es la oportunidad para el impulso de un gobierno propio. ELEMENTO SOCIAL Esta admirable constitución define ampliamente lo que debe tener relación con los aspectos de la convivencia social, en cuanto a los deberes del estado para el mejoramiento económico, social y cultural de los ciudadanos, destacándose entre otros los siguientes: Fomento a la Educación y para todos los habitantes; elevación del estado social del trabajador y su familia inclusive en casos de incapacidad laboral; los colonos fueron beneficiados con un trato en la medida que contribuían en el desarrollo económico de la región; se intento purificar el voto de influencias extrañas y que no existieran impedimentos legales para su ejercicio. Con respecto a la administración de la justicia se tomaron medidas que facilitaban la igualdad y la equidad del juzgamiento. Se consagró el derecho al elector para proponer y motivar reformas y mejoras que superaran la constitución. Se consagro la libertad de los ciudadanos para escribir o reimprimir libremente cualquier información; pues la libertad de información se considero pilar fundamental del Estado. Como elemento fundamental de la constitución se provee la supresión paulatina de la esclavitud, tomándose medidas como la prohibición de la importación de los esclavos, crea también un fondo de manumisión, 87


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solicita que no se les desampare en la edad avanzada y declara libre de los vientres de manera que en lo sucesivo los hijos de esclavos sean manumitidos a la edad de 16 años. Finalmente podemos indicar que la seguridad social se contemplaba como el interés y la unión de todos los ciudadanos para asegurar el goce y la conservación de los derechos. Sorprende la gran cantidad de derechos proclamados y la importancia de los mismos que a todos luces es una gran contribución al desarrollo social de los habitantes de la América Española; derechos que aún hoy en día se siguen consolidando en un proceso lento y difícil. TRASCENDENCIA DE LA CONSTITUCIÓN DE 1815 José León y Armero al redactar su constitución del estado de Mariquita vertió en todos sus capítulos los principios proclamados en los derechos del Hombre, de la Revolución Francesa, traducidos por el General Nariño. Inició la Libertad de los esclavos. Impuso por ley los derechos del pueblo la elección de los candidatos o representantes del pueblo a los Cuerpos Colegiados. Declaro que absolutamente nadie podía ser atropellado por las autoridades. Que no se le podía hacer declarar contra sí mismo ni contra miembros de su familia ante los tribunales de la justicia. Que no podía haber cárcel por deudas contraídas. Que el derecho a la pertenencia de la tierra no podía ser disputado, ni desalojado el campesino de su parcela por ningún motivo. Que todo ciudadano podía libremente cambiar de sede, sin permiso previo de la autoridad local. Impuso la obligación de la enseñanza primaria. Prohibió los jueces de azar. Impuso normas para el comercio de los ganados, y su sacrificio. Prohibió el allanamiento de los hogares. Declaró la libertad de opinión. Instauró los tribunales de justicia e impartió su reglamentación. Impuso las reglas de la moral ciudadana y señalo los castigos por la violación de la Ley. Legisló para proteger los reguardos de los indígenas y señaló sus derechos. Impidió el abuso de los terratenientes contra sus aparcaderos. Determinó el alcance del derecho Positivo, definió las normas que constituyen el estado de Derecho. Con sus dictados constitucionales le abrió paso a la nación en su llamada independencia nacional. 88


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LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA

Daniel Gutiérrez Ardila Investigador del Centro de Estudios en Historia (CEHIS), Universidad Externado de Colombia

Cabe afirmar que la guerra es consubstancial a las revoluciones, pues difícilmente puede producirse una gran mudanza sin desacuerdos, sin discordias y sin luchas intestinas. En el caso neogranadino ello equivaldría a decir que, en realidad, las guerras del período independentista comenzaron en 1810. En efecto, a finales de 1810 se produjeron las primeras escaramuzas en las que las tropas de algunas capitales provinciales se enfrentaron a cabildos o a pueblos subalternos que habían aprovechado la coyuntura para establecer gobiernos autónomos. Fue así como las juntas de Cartagena, Pamplona, Tunja y Honda, al enfrentar respectivamente a Mompox, Girón, Sogamoso y Ambalema, derramaron “la primera sangre”, como la llama el historiador José Manuel Restrepo. Resulta pues, que las batallas tempranas de la Independencia, tenían como objetivo restaurar la integridad territorial de los corregimientos y gobernaciones, y devolverlos a un estadio anterior, tal y como existían antes del mes de julio de 1810. 89


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El escalonamiento del ámbito de la guerra Con la progresiva constitución de los Estados provinciales y el afianzamiento de la revolución, la guerra en el Nuevo Reino conoció una doble mudanza que concernía tanto a la naturaleza de los combatientes como a la motivación de las hostilidades. Un buen ejemplo de ello lo constituye la provincia de Cartagena que a partir de 1811 tuvo que enfrentar la amenaza regentista encarnada en la vecina gobernación de Santa Marta. Un segundo ejemplo es la aniquilación de la junta pro-gaditana de Honda a manos de un ejército confiado por él gobierno de Santafé a don Manuel del Castillo y Rada, en marzo del mismo año. Lo propio puede decirse con respecto a Popayán y a Pasto, cuyas autoridades, decididamente regentistas, fueron combatidas de manera conjunta por los cabildos del Valle del Cauca, las tropas santafereñas y las tropas neivanas. En los tres casos, las discordias ya no tenían como objetivo la defensa de los términos provinciales, sino la naturaleza del vínculo que debía emparentar a los neogranadinos con España y con los Borbones. La lucha contra los regentistas del Nuevo Reino sólo podía encontrar una justificación en el supuesto según el cual aquel territorio constituía un verdadero cuerpo político, cuyas partes estaban ligadas entre sí por vínculos más fuertes que aquellos que unían al antiguo virreinato con la metrópoli. En consecuencia, ninguna provincia, ciudad, villa o pueblo podía resistirse de manera legítima a participar en el proceso de reconstitución de la unidad neogranadina iniciado justo después de la deposición del virrey Amar y Borbón y de los miembros de la Audiencia de Santafé. Las guerras contra los territorios regentistas serían una constante en el interregno neogranadino. De hecho, para el momento en que arribó el ejército pacificador en 1815, aún continuaban activos los frentes de las riberas del río Magdalena y del sur de la gobernación de Popayán. La constitución de Estados Soberanos El fracaso del efímero Congreso del Reino/que se había instalado en la capital neogranadina en diciembre de 1810, tuvo consecuencias de primer orden. Por un lado, la incertidumbre sobre la posible creación de un gobierno general para el Nuevo Reino trajo consigo la convocatoria de un colegio electoral y constituyente en la provincia de Santafé. Dicha asamblea, que en realidad era una convención, 90


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dio origen al Estado de Cundinamarca. En los meses siguientes, el ejemplo de la antigua capital virreinal fue seguido por la mayor parte de las provincias neogranadinas. De ahí en adelante los actores de la revolución no serían ya gobiernos interinos y precarios (como lo eran las juntas de 1810), sino Estados soberanos e independientes debidamente constituidos. Como es obvio, esta transformación tuvo consecuencias inmediatas en lo que a la guerra concierne. El gobierno de la provincia de Santafé, que se resistía a tomar parte en una confederación de pequeños Estados como la que plebiscitaban los cartageneros, concibió un proyecto de asociación diferente en el que se verían involucrados cinco grandes departamentos. La propuesta equivalía, en algún grado, a la constitución de entidades semejantes a las intendencias, cuya institución había sido frustrada por la revuelta de los Comuneros y la crisis dinástica de 1808. La política expansionista del Estado de Cundinamarca Como los gobiernos revolucionarios provinciales se mostraron contrarios al plan departamental, el Estado de Cundinamarca emprendió una verdadera campaña expansionista. Esta puede considerarse como el tercer gran momento de las guerras de Independencia. Don Antonio Nariño, quien accedió a la presidencia el 19 de septiembre de 1811, fue el gestor de estas expediciones cuyo objetivo era la consolidación de la llamada “Provincia legal de Santafé”, es decir, de la unificación, bajo un solo gobierno, de los territorios comprendidos entre el mar Caribe, el río Magdalena y los suelos fronterizos con Venezuela. A la postre, el plan del gobierno de Santafé fracasó. Aun así, las tropas cundinamarquesas consiguieron la anexión del Socorro, de la Villa de Leyva y de Sogamoso, antes de protagonizar una deserción en masa y alianza con el enemigo, que sucedió en el momento en que las tropas comprendieron que la expansión militar decretada por Nariño amenazaba con provocar la adhesión de los gobiernos de Tunja, Pamplona y Casanare a la federación de Venezuela. La tercera fase de las guerras de Independencia no enfrentó a las juntas contra poblaciones rebeldes ni a gobiernos provinciales autonomistas contra territorios fieles a la Regencia. Ella opuso a un 91


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Estado pequeño,*! hambriento de territorios y de recursos, con las provincias circunvecinas, a las cuales necesitaba engullir para poder consolidarse de manera independiente a la federación neogranadina a la que pretendía darse .....vida en ese entonces; Las Provincias Unidas Pasados casi dos años de esfuerzos vanos por constituir un gobierno general para las provincias insurgentes del Reino, el Congreso de las Provincias Unidas fue instalado finalmente en la Villa de Leyva a comienzos de octubre de 1812. El proceso había iniciado el 27 de noviembre del año anterior, cuando los plenipotenciarios de cinco provincias suscribieron un tratado de alianza y confederación conocido con el nombre de Acta de federación. Durante los meses siguientes, la mayor parte de los gobiernos revolucionarios ratificaron los pactos y nombraron diputados que los representaran en el gobierno colegiado de la confederación. Si bien la esquiva Cundinamarca estuvo presente en la instalación del Congreso de las Provincias Unidas, muy pronto la concordia se rompió, provocando nuevas guerras que durarían hasta diciembre de 1814, fecha en la que Simón Bolívar, a la cabeza de las tropas confederadas, consiguió incorporar por la fuerza al Estado de Cundinamarca a la unión neogranadina. En esta cuarta fase de los conflictos bélicos de la Independencia un conjunto de provincias ligadas por un gobierno general se enfrentó con éxito a la antigua capital virreinal y a los pueblos de su comprensión. Al término del proceso, que se produjo con el arribo del ejército pacificador, tan solo permanecían ajenas a la confederación neogranadina las provincias del istmo de Panamá y de Quito, así como las gobernaciones de Santa Marta y Riohacha y el tozudo cabildo de Pasto. Las formas cambiantes de la guerra Con el anterior-esbozo de tipología de los conflictos bélicos, es posible afirmar que al comienzo del interregno neogranadino se produjeron combates que opusieron a los gobiernos provinciales y a los pueblos disidentes. Poco después estallaron los enfrentamientos entre las provincias rebeldes y las regentistas que habían de prolongarse durante todo el período. Ya en 1811 las batallas involucraron a 92


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Estados del oriente neogranadino, o para ser más precisos al Estado de Cundinamarca y a las provincias que éste ambicionaba incorporar a su territorio. Finalmente, entre 1813 y 1814 se enfrentaron una vacilante autoridad neogranadina y una provincia que se resistía a someterse a la voluntad general. En síntesis, la evolución de la guerra demuestra también la gradual consolidación de instancias superiores en el Nuevo Reino de Granada en el período comprendido entré la deposición de las autoridades virreinales y la llegada del Ejército Expedicionario de Costa Firme. La radicalización del conflicto con España En Venezuela, las rápidas y sucesivas alternancias entre patriotas y realistas en el gobierno generaron unos índices de violencia muy superiores a los que en el mismo período conoció el Nuevo Reino de Granada. Las exacciones, los secuestros, los embargos, las prisiones y las ejecuciones, estudiadas por Germán Carrera Damas en su libro clásico sobre Boves, produjeron una escalada de las hostilidades en el territorio de la Capitanía General que llegó a su punto culmen con la declaración hecha por Simón Bolívar de la guerra a muerte en Trujillo el 15 de junio de 1813. Bolívar había emprendido la Campaña Admirable financiado por los gobiernos neogranadinos y al mando de soldados que, en su mayoría, eran originarios del Nuevo Reino de Granada. En el desenvolvimiento de la campaña, Bolívar destinó a la muerte a todos aquellos peninsulares y canarios que no cooperaran activamente en la lucha libertadora. En virtud del mismo decreto, el caraqueño perdonó la vida a cuanto americano combatiese culpablemente a los independentistas. Clément Thibaud ha mostrado cómo las dificultades materiales y morales obligaron a Bolívar a optar por una campaña corta que le permitió apoderarse de la capital venezolana en poco más de seis meses. Para ello, el militar escogió una estrategia de acercamiento directo. Su estratagema pone en evidencia que Bolívar pertenecía, bien sea de manera consciente o inconsciente, al universo cultural inaugurado con la Revolución francesa. En opinión de Thibaud, la declaración de la guerra a muerte permitió definir la identidad del enemigo mediante la creación de un chivo expiatorio encarnado en la figura del “español”. Ciertamente, dicha figura tenía bordes desdibujados y era característicamente ambigua, 93


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tal como lo demuestra el hecho de que aún en 1809, conspicuos neogranadinos reivindicaban su pertenencia a la “nación española”. La fragilidad de la categoría de lo “español” se revela, además, en los “contradictorios” orígenes de muchos de los líderes independentistas, quienes en realidad eran hijos o nietos de peninsulares. Victorias pírricas El triunfo conseguido por Bolívar en la campaña de Venezuela fue pírrico, no sólo porque la segunda república de Venezuela fue aún más breve que la primera, sino también porque tuvo un precio demasiado elevado. La eficacia militar se sustentó en una transformación de la guerra que, como bien muestra Thibaud, dejó de ser “cívica” para volverse popular y quiso convertirse en nacional en detrimento de su carácter eminentemente civil. El artificio empleado por Bolívar para hacer efectiva esta transformación fue declararles la guerra a muerte a los españoles, lo que trajo consigo una intensificación sin precedentes de la violencia ejercida y experimentada por ambos bandos. A la larga, la actitud del ejército revolucionario enajenó el ánimo de los habitantes de las provincias venezolanas que se volvieron en contra de las tropas. Tal fue al menos la versión adoptada por una porción significativa de la población neogranadina influyente que responsabilizó a Bolívar por la caída de la segunda república venezolana. El desprestigio del caraqueño lo promovieron, en buena medida, los militares del Reino presentes en la campaña de Venezuela, como Manuel del Castillo y Joaquín Ricaurte. El oscilante prestigio de Bolívar en el Nuevo Reino El deslucimiento incipiente de la figura de Bolívar, se consolidó a finales de 1814 con los excesos de la toma de Santafé. A partir de entonces la descalificación, cuando no la franca repugnancia, se convirtió en la regla que se habría de seguir entre los políticos más influyentes del Nuevo Reino. A comienzos de 1815, el venezolano Pedro Gual, a la sazón gobernador de Cartagena, escribió a las autoridades de la Unión para que desistieran de enviar a Bolívar a la cabeza de la expedición contra Santa Marta. Según expresó, los cartageneros habían formado una idea “bien infausta” del caraqueño. Pocos días después, Juan de Dios Amador, que reemplazó a Gual como gobernador de Cartagena, 94


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consideró como una “calamidad y un decreto de ruina” la llegada de Bolívar a su jurisdicción. Y con base en esto justificó su negativa a cooperar con él, así como su desobediencia a las providencias de las autoridades de la Unión. Amador veía ambas medidas como la única línea de acción capaz de salvar la provincia de las extorsiones, las crueldades y el despotismo. En agosto de 1815 José María del Castillo y Rada, en carta a su hermano Manuel, se refirió a Bolívar como al “maldito Libertador” y lo acusó de haber arrasado con la Nueva Granada. Al escribir sus memorias treinta años después, su opinión sería la misma. De hecho, José María del Castillo acusó al militar venezolano de haber abierto las puertas del Reino al “feroz Morillo”. En el mes de octubre del mismo año, Joaquín Ca-macho se mostró arrepentido de haber defendido a Bolívar en el Congreso. Se refirió al militar como al “ermitaño de Jamaica” y expresó sus deseos de que no saliese jamás de su retiro. El doctor Ignacio de Herrera construyó la defensa de dos jóvenes comprometidos en insurrecciones ocurridas en 1815 sobre la mala reputación que tenía Bolívar. Cartagena había dado a luz papeles denigrantes, el Diario de Filaddfia lo pintaba como a un monstruo, el escritor Blanco White no hacía mucho honor a sus procedimientos; el presbítero Juan Manuel García del Castillo lo presentaba como el mayor azote del Reino, el jefe de brigada Joaquín Ricaurte vociferaba haber sido testigo de sus excesos, las quejas, acusaciones y censuras se multiplicaban por segundo. Paradójicamente, aquel que había sido designado como el causante de la aniquilación de las Provincias Unidas se transformó, en cuestión de tres años, en el Libertador. Para entonces, su manera de entender la guerra y las relaciones con los pueblos que con tanto rigor había sido censurada, fue sostenida con entusiasmo por los líderes revolucionarios del Nuevo Reino. Los excesos de la Reconquista tanto como la guerra irregular rehabilitaron la figura de Bolívar y transformaron sus antiguos errores en una clarividencia histórica que alcanza su mejor momento con la batalla de Boyacá que pone fin y otorga el éxito a la Campaña Libertadora del Nuevo Reino de Granada. El rápido aprendizaje de la guerra Las bisoñas milicias del virreinato neogranadino se transformaron al cabo de una década en ejércitos aguerridos capaces de derrotar 95


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a las tropas españolas, no sólo en Tierra Firme sino también en el Perú y en el Alto Perú. ¿Cómo explicar semejante transformación? En primer lugar es preciso señalar que la caída de la primera república venezolana provocó la emigración de militares experimentados que provenían de aquel país, así como de mercenarios europeos que habían sido reclutados en las Antillas. Las consecuencias de la llegada de dichos refugiados no se hicieron esperar. En efecto, a finales de 1812 el Estado de Cartagena enfrentaba serias amenazas de disolución ante los embates de los regentistas de Santa Marta y la contrarrevolución de las Sabanas de Tolú y el partido del Sinú. La suspensión del tráfico por el río Magdalena así como el cierre del comercio de cabotaje -fuente esencial de víveres para la plaza estuvo presto a generar la caída de las autoridades revolucionarias. La presencia de los emigrados venezolanos y europeos cambió por completo la situación, de tal suerte que en apenas unos meses las tropas cartageneras consiguieron aniquilar la insurrección de las Sabanas y apoderarse de la ciudad de Santa Marta. Juan del Corral y el Estado antioqueño En el Estado de Antioquia se produjo un cambio similar con la invasión de la provincia de Popayán por parte de las tropas regentistas de Quito. Temiendo correr la misma suerte que sus vecinos del sur, las autoridades antioqueñas revistieron a don Juan del Corral con la dignidad dictatorial. El mandatario Del Corral, además de perseguir realistas y de embargarles sus bienes, declaró la independencia del Estado antioqueño el 11 de agosto de 1813, siguiendo el ejemplo de Caracas, Cartagena, Neiva y Cundinamarca. Según refiere Restrepo, un testigo presencial de los hechos, aquellas medidas tenían como finalidad incrementar el sentimiento de patriotismo en los habitantes de la república y decidirlos a morir combatiendo por la causa revolucionaria. A pesar de dichas acciones, no se confirmó con ellas la instalación de un presidente-dictador. Juan del Corral disciplinó una columna de 300 infantes y seis batallones de milicias, de a 500 hombres cada uno. A continuación, creó una nitrería en Medellín y una maestranza de artillería en Rionegro, donde con la sola ayuda de algunos libros, se pudieron perforar cañones de fusil y de artillería ligera. Ambos establecimientos estaban motivados por la dificultad crónica de obtener armamento y la carestía del escaso material bélico que se podía conseguir en el Caribe como consecuencia de las guerras 96


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europeas. Las declaraciones de independencia de algunas provincias neogranadinas y el concomitante acrecentamiento del patriotismo no podían tener más que consecuencias positivas en las faenas de la guerra. Lo propio puede decirse con respeto al restablecimiento de Fernando VII en el trono español y, sobre todo, al anatema que el monarca blandió en relación con la Constitución de Cádiz. En adelante, toda transacción entre los rebeldes y las autoridades de la península era impensable y sólo quedaba el camino de la guerra para resolver la contienda. La Reconquista Según Alian Kuethe, en vísperas de la revolución de Independencia, los militares gozaban de muy escaso prestigio en el Nuevo Reino de Granada puesto que les había tocado en suerte la tarea de apuntalar las impopulares reformas borbónicas. Se hace en extremo significativo que para 1814 comenzaran a aparecer publicadas acerbas burlas a la figura estereotipada de los abogados en los periódicos neogranadinos. Se les describía como seres trastornados por las lecturas de Raynal, Rousseau y de Paine, y completamente ineptos en todo lo referente a la guerra. En las gacetas antioqueñas sobre todo, la comparación entre los “togados” y los militares indica que unos y otros representaban dos modelos de revolución entre los cuales había que elegir de manera forzosa. Ni los notorios adelantos en la ciencia militar, ni el veloz crecimiento del espíritu público impidieron que la expedición militar confiada por Fernando VII a don Pablo Morillo en 1815, se apoderara con facilidad de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. La represión emprendida por los jefes del ejército pacificador fue feroz: las ejecuciones y los destierros de los más conspicuos líderes revolucionarios, los embargos y las persecuciones sufridas por sus familias, así como el alto costo que la “pacificación” del Reino tuvo para los pueblos, prepararon el triunfo de aquel que Sergio Mejía llama “el partido de los Libertadores”. En efecto, el puñado de sobrevivientes que halló refugio en los llanos de Casanare no olvidaría la lección y desde entonces repetiría sin cesar que sin un gobierno fuerte y centralizado era imposible ganar la guerra. La guerra de guerrillas Como es apenas lógico, los rebeldes neogranadinos se unieron muy 97


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pronto a los venezolanos que en los llanos de Apure acosaban con éxito a las tropas españolas bajo el mando de José Antonio Páez. La guerra irregular, que según apunta Clément Thibaud, se caracterizó por el ocaso de los notables tradicionales y el ascenso de jefes carismáticos revestidos de indisputables habilidades guerreras, constituye la quinta fase de los conflictos bélicos de la Independencia en la Nueva Granada. En dicho contexto, el objetivo básico de las hostilidades constituía la supervivencia de los refugiados, lo cual explica el que éstas fueran emprendidas por pequeños grupos de combatientes con gran movilidad. La toma de Angostura, el 19 de julio de 1817, significó una ruptura mayor en el concierto de las luchas guerrilleras, que desde el año anterior constituían el único brazo armado de la causa independentista. A partir de entonces, los rebeldes contaron con un puerto y un canal expedito de comunicaciones con el exterior. Pudieron así proveerse de armas y pertrechos y recibir mercenarios y recursos de todo género que el agente Luis López Méndez comenzó a dirigir hacia Venezuela desde Londres. Adicionalmente, Angostura se convirtió en la sede de un rudimentario gobierno militar que emprendió la ardua tarea de regularizar las guerrillas y de crear instituciones que dieran solidez y brillo a la revolución. Siguiendo la línea de argumentación de Thibaud, este conjunto de sucesos permiten aseverar que en 1817 la guerra de Independencia llegaba a la “edad de la razón”. La campaña libertadora Armando Martínez ha referido cómo, a finales de mayo de 1819, el general Simón Bolívar comenzó a planear la toma de Santafé desde una choza humilde a orillas del río Apure. En principio, tres columnas envolventes debían marchar hacia la capital neogranadina: Páez tomaría la ruta de Pamplona y Soatá desde los valles de Cúcuta; Santander ingresaría desde el Casanare al territorio de la “provincia de Tunja por el valle de Tenza, y el propio Bolívar enfilaría con sus hombres hacia Soatá por La Salina y Chita. Este primer plan se vio frustrado por la incapacidad en que se hallaba Páez de cumplir con la parte que le había tocado en suerte. En consecuencia, Bolívar decidió marchar el 27 de mayo con una única columna hacia Tunja y Santafé. Después de recorrer 300 kilómetros en siete días, llegó a Guadualito el 1° de junio, donde descansó tres noches antes de cruzar el río Arauca. Para entonces ya las lluvias tenían inundada la sabana, lo 98


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que llevó a que el general ordenara la construcción de botes de cuero para poder transportar las armas y las municiones, mientras que sus hombres se veían obligados a avanzar con el agua hasta la cintura. El 12 de junio Bolívar entró a Tame, el lugar proyectado para la reunión con la división comandada por Francisco de Paula Santander. Los 3.500 hombres que componían las tropas del Ejército Libertador emprendieron el ascenso de la cordillera Oriental por Nunchía, Paya y el páramo de Pisba. El itinerario, que era el más arduo de cuantos podían señalarse, fue escogido por Bolívar en razón de la escasa custodia apostada por los españoles en la zona. Habiendo atravesado Pore, el río Pauto y la sabana de Chitacoba, los independentistas atacaron con éxito la posición realista de Paya. Quedó así despejado el páramo de Pisba -en cuya travesía perecieron cerca de cuarenta llaneros-, y la entrada a la provincia de Tunja. La táctica de avance sorpresivo había dado resultado. El enfrentamiento definitivo El primer choque con la vanguardia española se produjo el 10 de julio, pero la batalla decisiva no tuvo lugar sino dos semanas más tarde, cuando los ejércitos patriotas derrotaron a Barreiro y a sus hombres en el Pantano de Vargas. El golpe de gracia a los realistas se propinó el 7 de agosto en la intersección del camino real que iba a Santa Fe con la ruta de Samacá, cerca de un pequeño puente de tablas sobre el río Teatinos. Al conocer la noticia de la derrota durante la noche del 8 de agosto, el militar don Juan Sámano, último virrey del Nuevo Reino, decidió emprender una marcha precipitada hacia Cartagena por el camino de Honda. El 10 de agosto el Libertador hizo su entrada triunfal en Santafé que en virtud de la Ley Fundamental de la República de Colombia, adoptaría el nombre de Bogotá desde ese momento. La primera frase dictada por Simón Bolívar a su secretario para inaugurar el libro Copiador de órdenes fue la siguiente: “Restablecido felizmente el Gobierno Liberal de la República, por la fuga de los tiranos que la oprimían [ ].” Era el reconocimiento de la gesta constitucional y política de los estadistas de la primera república federativa, cuya destrucción emprendieron las tropas del ejército expedicionario en 1815 y 1816. 99


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La “Colosal República” El 17 de diciembre de 1819 en la ciudad de Angostura, y como consecuencia de la exitosa campaña libertadora, el Congreso de Venezuela expidió la ley fundamental que reunió bajo un mismo gobierno a las provincias de ese país y de la Nueva Granada, que dio origen a la República de Colombia. El acto era a todas luces defectuoso, puesto que en el seno de la asamblea que lo sancionó, el único territorio neogranadino debidamente representado era el del Casanare. Sin embargo, existía una gran premura en la creación de Colombia, suscitada por imperativos diplomáticos y militares. En opinión del Libertador, la indiferencia con la que Europa y Estados Unidos habían tomado en consideración a los nuevos Estados hispanoamericanos hasta entonces, se debía a la indebida multiplicación de los mismos:”Secciones, fragmentos que aunque de grande extensión no tienen ni la población, ni los medios, no podían inspirar ni interés ni seguridad a los que deseasen establecer relaciones con ellos”. La República de Colombia fue concebida como una entidad política susceptible de conseguir el reconocimiento de las potencias. Con la ley fundamental expedida por el Congreso de Venezuela a mediados de diciembre de 1819 comienza una nueva fase de la diplomacia revolucionaria en la Tierra Firme. La unión de la Nueva Granada con Venezuela significó la creación de una “colosal república” poblada por tres millones de habitantes, bañada por dos océanos, poseedora de rentas apreciables y encabezada por un gobierno poderoso y por eso mismo, más digno de consideración. Finalmente, después de casi diez años de lucha, la Tierra Firme podía presentarse ante los gabinetes extranjeros en una actitud digna que había de permitirle, en menos de una década, establecer relaciones de amistad con las potencias extranjeras y elevarse al codiciado rango de nación. Colombia, máquina de guerra y diplomacia La República de Colombia también fue concebida como una máquina de guerra. El gobierno unificado y centralizado de un territorio tan extenso y poblado ofrecía grandes ventajas militares. Difícilmente pueden explicarse de otro modo los triunfos de Bolívar en el Perú y el Alto Perú. La república colombiana se convirtió en el centro motor que animó los avances libertadores de Bolívar y que llevó a que 100


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éxitos como aquel de José Antonio Páez en la campaña de Apure se replicaran en distintos escenarios del continente americano. Este último gran momento o fase de las guerras de Independencia se encuentra íntimamente relacionado con las gestiones diplomáticas emprendidas en la época. En efecto, los representantes de la república en el extranjero consiguieron establecer canales de crédito y de aprovisionamiento de armas, pertrechos y vestuarios esenciales para dar aliento a la gran ofensiva militar iniciada en 1819. Como era de esperarse, dichos canales sólo podían entrar en vigor con la consolidación de una entidad política lo suficientemente grande y potente como para inspirar la confianza de los inversionistas. El joven gobierno de Colombia, situado en las márgenes del Orinoco y alejado de las ciudades importantes y de los centros mineros y agrícolas, tuvo que sobrellevar grandes dificultades para adquirir pertrechos debido a su iliquidez. En el primer semestre de 1820 la situación continuaba siendo crítica: más de la mitad de las tropas de la república estaban desarmadas, los pueblos se encontraban indefensos y “grandes divisiones muy bien disciplinadas” permanecían inactivas por falta de fusiles. Los mercenarios Si bien los oficiales y soldados extranjeros constituyeron el principal vector de transmisión de la táctica moderna europea en la guerra -desconocida hasta entonces en la Tierra Firme-, el balance de su participación en las contiendas de la Independencia es más bien negativo. En efecto, el descontento cundió entre los contingentes extranjeros, lo que generó grandes dolores de cabeza a los Libertadores. Baste referir, por ejemplo, que en junio de 1819 los miembros de la Legión Irlandesa, llenos de ira y hartos de licor, incendiaron la ciudad de Riohacha. Las razones del disgusto generalizado entre los militares extranjeros deben buscarse en los incentivos utilizados para su reclutamiento, que en gran medida constaban de promesas excesivas que no podían cumplirse. Francisco Antonio Zea describió la situación en una carta de comienzos de 1821. Según explicó, a su llegada a Europa, había constatado serios abusos en la representación de Colombia/Un tal Francisco Maceroni, autorizado por José María del Real y Luis López Méndez, disponía de agentes en París, Bruselas, Hamburgo y Bremen que se libraban a un provechoso 101


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tráfico de patentes “hasta el grado de coronel”, girando letras, contrayendo obligaciones y haciendo promesas extraordinarias que no podían producir más que un descrédito consumado. A ello habría que añadir las miserias y clamores de las viudas, “que imploraban la caridad de los ricos y grandes señores “maldiciendo al gobierno de Colombia”, a cuyo nombre habían sido engañados sus maridos”, así como las quejas y escritos de los oficiales supérstites y las cartas de los descontentos que no podían devolverse. Reclutamientos engañosos Las declaraciones de los militares extranjeros apresados en Riohacha en 1819 tras la fallida expedición de Gregor MacGregor dan a conocer en detalle la manera fraudulenta en que se realizaban los enganches. Antes de embarcarse, los reos que eran originarios de Portugal, Inglaterra, Manda, Alemania, Bélgica y los Países Bajos, ya habían confiado sumas importantes de dinero a los agentes revolucionarios de la Nueva Granada en Europa con la esperanza de obtener, poco tiempo después, “un premio” que oscilaba entre 20% y 50%. Los crédulos reclutas extranjeros fueron condecorados con títulos vanos (de edecán o teniente coronel, por ejemplo) y se mantuvieron ignorantes del destino preciso al que se dirigían hasta el último momento. AI llegar a Los Cayos, donde recaló la expedición, muchos de los recién enrolados comprendieron las dimensiones del engaño e intentaron “buscar destino honesto” o fugarse a las montañas. Finalmente, las autoridades-haitianas obligaron a los militares,-que mantenían una actitud reacia ante la idea de embarcarse nuevamente. De manera paralela al escándalo generado por el enganche de militares extranjeros, el gobierno colombiano se enteró en 1819 de que el embajador español en Londres, incapaz de frustrar el embarque de las expediciones de mercenarios, había optado por introducir espías en ellas. Todo lo anterior explica la decisión de Bolívar de prohibir la admisión de tropas y oficiales extranjeros en el ejército de Colombia en septiembre de 1820. Misión diplomática en España En 1821 las autoridades de la República de Colombia despacharon una importante misión diplomática a España. Para asegurar el éxito 102


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de aquella misión de importancia capital, el gobierno revolucionario se mostró dispuesto a quebrantar notablemente los principios diplomáticos que se había fijado y que consistían en abstenerse de negociar cualquier tratado de comercio que no tuviera por base “la igualdad”, en cuanto fuere posible, y “la reciprocidad más estricta”. El desacato a estos principios diplomáticos se explica por las ventajas incomparables que podían obtenerse de un avenimiento con España: el reconocimiento de la independencia por la corte de Madrid no sólo significaría el fin de la guerra onerosa e incierta que arruinaba al país, sino que también suponía la entrada inmediata de Colombia a la comunidad de las naciones. Todas las potencias entablarían con premura relaciones oficiales con la república colombiana, una vez que la antigua metrópoli hubiera sancionado debidamente su existencia. El gobierno de Bogotá conseguiría así de golpe y en conjunto lo que de otro modo podía costarle múltiples negociaciones particulares, inmensos sacrificios y un tiempo dilatado. Las circunstancias de la misión a España eran ciertamente propicias, en 1820 la revolución de Riego había restablecido la Constitución de Cádiz y había frustrado el envío de ejércitos de refuerzo a América. Además, los creadores de Colombia podían esperar llegar a un acuerdo con los liberales españoles, máxime tras la firma de un armisticio de seis meses de duración y de un tratado de regularización de la guerra en la ciudad de Trujillo el 27 de noviembre del año mencionado. Por la importancia de los resultados que podía arrojar la misión cerca de la corte de Madrid, es comprensible que el gobierno revolucionario se mostrase dispuesto a hacer sacrificios de envergadura. Las instrucciones de Bolívar y su ministro a los enviados José Rafael Revenga y Tiburcio Echeverría demuestran que el Libertador estaba dispuesto, eventualmente, a cederle a España el “departamento de Quito” o el istmo de Panamá a cambio de un tratado de paz “honroso y glorioso”, que reconociera de manera explícita” la absoluta independencia, libertad y soberanía de Colombia como una República o Estado perfectamente igual a todos los demás Estados soberanos e independientes del mundo, con la renuncia expresa y bien significada de parte de la España, su pueblo y gobierno por sí y sus sucesores a cualquiera título, derecho y pretensión de propiedad o soberanía sobre el todo y cada una de las partes que forman la república de Colombia”. En consecuencia, las autoridades revolucionarias se mostraron contrarias a entrar en cualquier clase 103


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de federación con la corte de Madrid, mas no descartaban la firma de un tratado de confederación defensiva y ofensiva con ella. A cambio de la paz y el reconocimiento, el gobierno colombiano estaba dispuesto a conceder grandes ventajas comerciales a España e incluso a abstenerse de inmiscuirse en las contiendas del continente, reconociendo y garantizando la soberanía de la península sobre México y los demás países americanos que no alcanzaran la paz e independencia por sí mismos. El fracaso de las negociaciones con los liberales españoles Los pormenores de la infructuosa misión cerca de la corte de Madrid, no serán analizados aquí. Baste decir que los agentes de Colombia llegaron a Cádiz el 14 de mayo de 1821 y permanecieron en la península hasta el 2 de septiembre del mismo año, fecha en que emprendieron viaje hacia Bayona tras ser expulsados del reino. Entre tanto, la incorporación de Maracaibo a la república y la batalla de Carabobo, así como la expedición de la Constitución de Cúcuta contribuyeron a la consolidación de la posición adoptada por los revolucionarios. Al tener conocimiento sobre los triunfos capitales de las tropas revolucionarias, Pedro Gual, ministro de Relaciones Exteriores, escribió a Revenga y Echeverría -a quienes suponía aún en Españapara indicarles que había cesado el tiempo de hacer “sacrificios onerosos a la república”. En adelante, los agentes debían dar a conocer los progresos de las armas libertadoras y limitarse a pedir el reconocimiento de la independencia absoluta de Colombia, dejando de lado la posible cesión del departamento de Quito y el istmo de Panamá a España, y sin arriesgar así, la integridad del territorio, “comprendido en toda la extensión de la antigua Capitanía General de Venezuela y Virreinato de la Nueva Granada”. ¿Cómo finalizar la guerra? La guerra es, de cierto modo, consubstancial a la revolución. Cabe preguntarse si en el caso de la República de Colombia, el triunfo de los independentistas produjo también el fin de las contiendas armadas. La imposibilidad de negociar la paz con España obligó al “partido de los Libertadores” a imponer el fin de la guerra por la vía de las armas. Para ello, fue necesario llevar los ejércitos colombianos más 104


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allá de los límites de la república, ya que hasta que no se consumara la expulsión definitiva de las tropas españolas del sub-continente, el gobierno de Bogotá no podría sentirse a salvo. Tras la famosa batalla de Junín librada en agosto de 1824 por tropas revolucionarias bajo el mando del general Antonio José de Sucre, y tras la otra gran batalla del Perú en la que el general Sucre recibió el sobrenombre de” Gran Mariscal de Ayacucho”, a finales de 1824, los funcionarios del gobierno de Bogotá comenzaron a ver que la finalización de la guerra era una de las empresas más arduas. ¿Qué hacer con un número de soldados tan elevado?, ¿cómo evitar que los generales de la Orden de los Libertadores se valieran de ellos para expresar el más mínimo descontento? Paradójicamente, la estabilidad de la república se ponía en riesgo con el fin de la contienda contra España. El mismo Simón Bolívar, poseído por el fantasma de la gloria, ¿se contentaría acaso con ejercer un poder temperado por las leyes y limitado en el tiempo? El concierto internacional A aquellos riesgos se sumaban otros directamente ligados al contexto internacional. Con la llegada de los ejércitos colombianos al Alto Perú, la influencia de la república alcanzaba ahora el Río de la Plata, como lo demuestra la convocatoria que hizo el mariscal Antonio José de Sucre, de una Asamblea Deliberante que decretó la independencia del Alto Perú en Chuquisaca el 6 de agosto de 1825. En las cartas que Santander dirigió a Bolívar por aquella época se notan sus esfuerzos por convencerlo de no tomar parte en las diferencias que enfrentaban a Buenos Aires con la corte del Brasil En cuanto al Caribe, la creación de la Santa Alianza en Europa y la destrucción del gobierno liberal español a manos de los ejércitos de la segunda restauración francesa encendieron nuevamente las alarmas. Fue en ese momento cuando las autoridades de Bogotá contemplaron la posibilidad de emprender la conquista de Cuba y de Puerto Rico, los últimos dos reductos del poder peninsular en América. Antes de organizar el ataque, las autoridades colombianas sondearon la opinión de los gabinetes de Londres y París por medio de sus agentes en Europa y al resultar ésta adversa al plan de combate, desistieron de continuar con el proyecto. No está demás agregar que la unión, por medio de tratados de alianza defensiva y ofensiva de la América antes española, y, en particular, la 105


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convocatoria del Congreso Anfictiónico de Panamá, se enmarcaban dentro de un contexto internacional que dejaba prever un posible ataque conjunto de las potencias europeas a los nuevos Estados. Finalmente, la oposición inglesa al proyecto de la Santa Alianza hizo desvanecer las amenazas de asalto. Ni la consolidación de la revolución con los triunfos del Perú y el Alto Perú ni la terminación de la contienda con España trajeron consigo el fin de las guerras de Independencia. En efecto, el hecho de que varios hombres allegados a Bolívar promovieran la adopción de la Constitución boliviana en la República de Colombia desencadenó el comienzo de una nueva etapa combativa y de un nuevo tipo de conflictos que se prolongarían hasta la disolución definitiva de la “colosal República”: las guerras civiles. BIBLIOGRAFÍA

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EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y LA HISTORIA EN FUNCIÓN DE LA CIUDADANÍA Y LA NACIONALIDAD

Hernán Clavijo Ocampo Miembro Numerario Academia de Historia del Tolima

La conmemoración del Bicentenario de la Independencia es un despliegue de posibilidades según los sujetos y las condiciones sociales y políticas en las que la realice este acontecimiento que por su naturaleza es en sí mismo más que historiográfico de cultura política. Los gobiernos, los centros académicos y escolares, las organizaciones sociales, por ejemplo, tienen diferentes contenidos e intereses en el bicentenario. No obstante que la tradición nacionalista y patriotista de la significación de la Independencia tiende a diluirse en que la fuerza del contexto global en la que se inserta su conmemoración bicentenaria, la atracción social por el significado de la Independencia es local y provincial a la vez que nacional. En todo caso es una gran oportunidad de sintonizar la memoria y el pensamiento, la conciencia 107


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y los discursos, los imaginarios y las representaciones, los valores y creencias, las utopías y los proyectos para exponer lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo y lo que deberíamos pensar, sentir y hacer. Como lo fue la conmemoración del V Centenario de América, la del Bicentenario es una coyuntura diagnóstico de nuestro proceso histórico latinoamericano en la larga duración. A diferencia de este último, el debate no ha logrado plantearse en términos subcontinentales sino nacionales y se ha limitado a los recintos oficiales y académicos. Una línea de percepción e interpretación es la de determinar los contextos mundial y regional en los que ocurre la conmemoración y los intereses que la acompañan. Otra es la de interpretar los contenidos que hoy el Estado y la Nación en Colombia, recientemente reformulado con la Constitución de 1991 y la adopción del modelo neoliberal. En este sentido se trata de pensar los desarrollo históricos de lo que conmemoramos; es decir, asociar la evolución del proyecto con la dinámica de los conflictos políticos y armados y las diferentes guerras de imaginarios y jurídicas que han venido hibridando el acumulado de utopías frustradas. En medio de los procesos anteriores, la ley 397 de 1997, conocida como ley de la Cultura, está posibilitando un proceso novedoso, la etnización de los ciudadanos, especialmente de las llamadas minorías, los grupos juveniles y, quizás, marginalmente, en todo caso, los desplazados lo cual ha quedado subordinado a las dinámicas mediáticas. En todo caso la interculturalidad es una de las perspectivas más novedosas. Nuestro punto de vista se construye en un borde del conocimiento que el desarrollo de las Ciencias Sociales y la Historiografía ha tenido en las décadas recientes y que nos descubren un nuevo pasado y los múltiples presentes, resultantes de investigaciones y publicaciones que han innovado la concepción, los enfoques y los patrones de análisis e interpretación de las realidades social e histórica. El objetivo es aportar algunas ideas sobre el problema del significado del Bicentenario desde la perspectiva de la investigación sobre el siglo 108


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XVIII neogranadino y la historia regional al igual que de las relaciones internacionales. Como docentes al servicio del proyecto educativo del Estado con la juventud y la sociedad hoy ya no estamos seguros de estar participando en la construcción de una Nación colombiana de la primera mitad del siglo XXI sino de un fragmento de la humanidad y, para plantearlo en términos alternativos al discurso de la modernidad; es decir, del discurso racional y científico asociado a y al servicio de los Estados Nacionales sujetos a los patrones hegemónicos de los grandes centros del capitalismo mundial, de una de las tantas sociedades poscoloniales del llamado tercer mundo, como lo es el caso colombiano. Aprender a situarnos geográfica y culturalmente en el mundo es una prioridad para cultivar la perspectiva histórica de la vida. Sin duda los profundos cambios que ha sufrido Colombia desde la conmemoración de los bicentenarios del Movimiento de los Comuneros en 1981 y de la Expedición Botánica, así como del sesquicentenario de la muerte de los fundadores emblemáticos de la república de Colombia, Bolívar y Santander, al igual que del centenario de la constitución de 1886 seguido de la expedición de la nueva Constitución de 1991 y el sesquicentenario de la libertad de los esclavos, a más de los centenarios de la Guerra de los Mil Días, la muerte de Mutis y la revolución de Quito entre otros hitos de la memoria nacional, le dan contenido a la realidad histórica desde la cual se celebra este bicentenario la cual, a su vez y en cierto modo, condiciona la interpretación de lo que conmemoramos. El Bicentenario es más que acontecimiento, un proceso cuyo espesor en el tiempo histórico y el imaginario social abarcará por lo menos hasta el año 2019 o el año 2021, según lo periodicemos con base en la Batalla de Boyacá o la Constitución de Cúcuta. Por lo tanto el interés desborda lo puramente anecdótico, acontecimental y tiende a estar inscrita en la larga duración del proceso emancipador con sus diferentes etapas históricas, incluidas las inconclusas. 109


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El proceso que se conmemora tiene un contenido muy diferenciado que modificará los énfasis por la diversidad de naturaleza de los fenómenos que se dieron en el periodo y que incluyeron debates, constituciones, guerra civil, negociaciones diplomáticas, guerra de reconquista y, finalmente las guerras de liberación nacional o de independencia. De otro lado, supone conocer, y esto nos parece decisivo, de una parte los efectos de una forma de pensar la Independencia sobre las condiciones para conocer el propio pasado. De otro, el papel de los contextos de la política internacional en el significado de dicho acontecimiento ayer y hoy. Según el tono tradicional de este tipo de celebración, solemos hacer abstracción de los contextos a nivel mundial y regional de nuestro pasado. Nuestro punto de vista es reflexionar el significado del Bicentenario de la Independencia de Colombia en el marco de lo que era la política mundial en el periodo 1776 1822, es una estrategia para contrastar la tendencia a reducirlo a lo que pasó en 1810. Ciertamente podríamos limitarnos a interpretar el lugar que tiene el bicentenario en el imaginario político de Colombia en la actual coyuntura histórica, electoral e internacional. Pero como son pocas las oportunidades para abordar en escenarios como éste un tema de tanta trascendencia para nuestra construcción como sujetos pedagógicos y políticos, es decir como ciudadanos con un sentido de la historia, de la cultura y del territorio, conviene abordar el asunto desde una perspectiva no convencional pero igualmente crítica y propositiva. LA INDEPENDENCIA COMO RUPTURA Y EL PROYECTO DE UNA HISTORIA PROPIA. Si con ocasión del V centenario de América quedó la conciencia de un pasado común que efectivamente nos remontó a finales del siglo XV y, sobre todo, al siglo XVI, simultáneamente se nos revelaron los vacios que subsisten en nuestro conocimiento de los diferentes periodos, concretamente de los siglos XVII y XVIII, el cual resulta honestamente decisivos para encontrar nuevas interpretaciones y significados a la Independencia. 110


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Un problema sobre las realidades ocultas por la ilustración y la ininteligibilidad de nuestro propio pasado proviene no sólo de la acumulación de formas precarias de comprensión de las propuestas teóricas del positivismo, del marxismo, del estructuralismo y posestructuralismo, así como de las propuesta posmodernas sino de la no superación de las fronteras culturales que impuso la geografía cultural de la contrarreforma y, sobre todo, la ignorancia de lo que sobrevive de las culturas ancestrales de América. La invasión de las corrientes e intereses intelectuales, ideológicos y pragmáticos de ingleses y franceses entre nuestras elites y centros educativos han creado hábitos de pensamiento subordinado, simulador y concreto que muchos estudiosos de nuestra historia y realidad educativa han caracterizado. Un problema abierto en la historiografía actual y en las Ciencias Sociales sobre el proceso de la Independencia es el de los significados del discurso y los hechos de los próceres y de los que han pensado a posteriori lo uno y lo otro. Ese problema está cubierto por un fenómeno de tipo sociocultural que ha producido la expansión y el alcance de la Ilustración y de la modernidad en las claves del proyecto liberal, concretamente sobre el conocimiento del propio pasado. Otro problema es el desencadenado por el fin de la vigencia del principio ordenador de las relaciones internacionales que fue el tratado de Westfalia con la aparición del nuevo orden mundial; es decir, el fin del Estado Nación como único actor de las relaciones internacionales y la emergencia de las empresas multinacionales y las organizaciones no gubernamentales. Como lo han advertido notables científicos sociales, este fenómeno fue precedido por la crisis de la modernidad a nivel del discurso y sus utopías científicastecnológicas y políticas. Empezaré por la cita de un historiador extraño y poderosamente sugerente casi desconocido en nuestra tradición historiográfica. Se trata del erudito austriaco Victor Frankl en su admirable y detallado estudio sobre el Antijovio del Mariscal don Gonzalo Jiménez de 111


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Quezada. Debo advertir que se trata de un libro clásico del siglo XVI, escrito en la etapa final de la vida del fundador de Santafé de Bogotá, hacia 1567, al parecer en la ciudad de Mariquita. Dice Frankl en la Introducción a su obra: “La independencia de Hispanoamérica .ha traído consigo un fenómeno de suma gravedad que no existe en otros círculos culturales: la negación de todo recuerdo de la época colonial por los mismos intelectuales hispanoamericanos, y con ella, la interrupción en el mundo hispanoamericano de todo contacto, tanto vital como intelectual, con las raíces de la propia existencia; y en el vacío dejado por la eliminación, de la esfera de la conciencia, de las propias experiencias históricas nacionales y continentales más grandes y más creadoras, del propio pasado y de la propia tradición, entraron y están entrando influencias extrañas, de incomparablemente menor rango moral y espiritual, que han producido la caída del Continente en un nuevo coloniaje intelectual y económico, mucho peor en cierto sentido que el anterior coloniaje político español, por faltar a aquél el equivalente incluido en éste de la transmisión a Hispanoamérica de sublimes valores espirituales”.25 Frankl postula la grandeza moral e intelectual del origen del propio ser histórico y el efecto que tiene para una “sana vida cultural, política y económica de los países hispanoamericanos”26. Se trata de una tesis exótica para nuestro ambiente social y académico. Sin embargo, la argumentación crítica de este postulado pasa por la deconstrucción de nuestro imaginario y conocimiento historiográfico de los periodos de la Conquista con su largo y accidentado proceso de institucionalización y de la Colonia. Ya en los comienzos del siglo XX la historiografía académica reconocía la necesidad de construir la nacionalidad desde el conocimiento de esos procesos históricos. A la luz del desarrollo que la historiografía sobre la Conquista y sobre la Colonia ha tenido en Colombia en las últimas décadas 25 FRANKL, Victor. EL “ANTIJOVIO” DE GONZALO JIMÉNEZ DE QUEZADA. P.p. 13-14. 26 Ibid. 112


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podemos asegurar que al menos en ciertos ámbitos académicos el juicio de Frankl ya no resulta tan válido como antes. Los trabajos de antropólogos y arqueólogos de una parte y, particularmente, el mejor ensayo sobre la historiografía colonial de Bernardo Tovar Zambrano que aparece en el tomo 1 del libro “La Historia al Final del Milenio”, prácticamente desconocido en el ámbito de la escuela27, seguramente han contribuido a llenar el vacío de conocimiento de nuestro propio pasado. Si Frankl hubiera escrito esta obra al comenzar el actual milenio seguramente tendríamos un juicio más balanceado, aunque aparecería más contundente el problema curricular de las ciencias sociales integradas a la historia. Sin duda, un rasgo de nuestra cultura política es que la socialización del conocimiento de ese propio pasado se ha centrado en uno de los componentes del programa de la Revolución Educativa del Ministerio de Educación Nacional, en la exaltación de las Fuerzas Armadas y particularmente del Ejército Nacional como locus de los héroes del bicentenario y en diferentes congresos de académicos de historia. Como profesor de Historia de Colombia en la Universidad del Tolima durante tres décadas puedo advertir el carácter marginal de estos aprendizajes en la coyuntura de la transición de la Seguridad a la Prosperidad Democráticas. Lo peor del asunto es que no existen condiciones, salvo la buena voluntad del educador, para derrotar la colosal ignorancia que de nuestro pasado existe en las nuevas generaciones, agravada por la avasalladora invasión de la información de las TIC´s y de las nuevas modas culturales de tipo audiovisual. Los vacíos de la memoria colectiva y del conocimiento histórico de nuestro propio pasado son obstáculos para la formación de los nuevos ciudadanos como sujetos culturales con una identidad local y nacional fuertes como forma del sujeto político ideal para un mundo globalizado. Los nuevos paradigmas epistémicos y pedagógicos de la producción colectiva de saberes ofrecen algunas esperanzas para enfrentar el problema a nivel del aula y de la escuela. 27 TOVAR ZAMBRANO, Bernardo (EDITOR). La Historia al Final del Milenio. Ensayos de historiografía Colombiana y Latinoamericana. Vol. 1. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 1994. P.p 21 -134. 113


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En resumen, el conocimiento de nuestro propio pasado es una tarea formidable que incluye además de una apropiación del saber acumulado en décadas de investigación sobre las complejas épocas de la Conquista colonial y los apasionantes siglos XIX y XX. En el ambiente académico universitario la época precolombina y, sobre todo, las de la Conquista y la Colonia son mucho mejor conocidas gracias a las investigaciones de por lo menos dos generaciones de antropólogos, arqueólogos, historiadores, lingüistas, sociólogos y, en algunos casos, economistas y abogados. La superación de los marcos nacionales y nacionalistas, regionales y regionalistas como referentes privilegiados y exclusivos de las perspectivas de análisis y comprensión de nuestro pasado histórico es una tarea sociocultural que no nos hemos planteado todavía y que resulta del trabajo de los marcos geográficos e históricos latinoamericanos, del Caribe y americanos, afroamericanos, cuando no occidentales y globales. La conciencia de pertenecer más que a una nación a regiones de esta, a una raza más que a una clase social, y a un territorio más que a un Estado, a redes sociales más que a una comunidad internacional, a una familia sanguínea más que a la humanidad, revelan los patrones de complejidad que el desarrollo conceptual de las ciencias sociales y la historia han planteado y están todavía trabajando. EL CONFLICTO INTERNO EN ESPAÑA Y LA CONSERVACIÓN DEL IMPERIO. UNA GESTA OLVIDADA. Los enfoques historiográficos coinciden en enfatizar los factores externos de la Independencia, es decir, el estudio de las condiciones históricas del contexto de la política europea, particularmente de las revoluciones francesa e industrial, concretamente en el marco de los conflictos internacionales entre España, Inglaterra y Francia desde la Revolución Francesa. A nuestro juicio el enfoque de la revolución de Independencia de las colonias británicas en Norteamérica en el periodo 1776 -1822 nos permite dimensionar la dinámica y las transformaciones de la comunidad internacional desde su origen en 114


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el Tratado de Westfalia - 1648 -, con la aparición de nuevos Estados Nación y su difícil incorporación hasta las revoluciones democrático burguesas en Europa y las Guerras de Estados Unidos y Francia con México. Además, nos revela la naturaleza de nuestros procesos internos, especialmente los campos político, militar y cultural a partir de la Guerra y la postguerra Fría; es decir en los periodos 1948 1989 y 1990 - 2010 respectivamente. Se trata de trabajar la categoría de la larga duración propuesta por el historiador francés Ferdinand Braudel al proceso histórico iniciado con la independencia de las colonias españolas de modo que el caso de Colombia sea la oportunidad para comprender un capítulo muy poco conocido de la política internacional y que hoy tienen especial relevancia por el ascendiente de la Unión Europea y particularmente de España en América Latina y el Caribe y, concretamente en Colombia; se trata del proceso político español a partir del fin de la Dictadura Franquista en 1975 y la subsiguiente restauración de la Monarquía. La historia española tiene entonces algunas claves para comprender desde la perspectiva hispanoamericana la coyuntura de la globalización en la cual estamos conmemorando el bicentenario de la Independencia; es decir, la crisis cíclica mundial y en particular los desarrollos de uno de los últimos capítulos de la Guerra Fria en Colombia y Venezuela. El viraje de la política exterior norteamericana con motivo de su derrota en Viet - Nam del Norte, tiene para nosotros dos momentos muy especiales. El de la visita a la China de Mao Tsé Tung en 1972 y la intervención en Chile en 1973 en el derrocamiento del presidente Salvador Allende. En 1976 el Rey Juan Carlos es recibido en una sesión especial del Congreso Norteamericano con motivo de los preparativos de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Estados Unidos. En esta oportunidad el nuevo Rey de España pronunció un discurso donde reivindicaba el papel de España en la Independencia de las trece colonias, germen territorial y cultural de 115


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la nación norteamericana28. El tema es de interés por varias razones. En primer lugar porque Inglaterra apoyó decididamente el proceso de emancipación de las colonias españolas. En segundo lugar porque Estados Unidos y Francia aprovecharon desde mediados del siglo XIX la debilidad económica y política de los gobiernos de México y Colombia para extender sus intereses a costa de los de estos países como después, en 1898, lo harían sobre Filipinas y Cuba para empezar su carrera imperialista. En tercer lugar porque inaugura e ilustra el compromiso de la monarquía española con la democracia liberal. La importancia del discurso del Rey Juan Carlos ante el Congreso de Estados Unidos no solo está en la visión que tenía del pasado de España, sino las categorías conceptuales con las cuales expone tanto esa visión como la relación pasado, presente y futuro, la cual incluye elementos ideológicos y político culturales que ya comenzaron a manifestarse desde la famosa frase del ¿porqué no te callas? y que tal vez próximamente se pondrían de manifiesto en la coyuntura del bicentenario. Esta vez la presidencia española de la Unión Europea mostraría los cambios del contexto internacional en el cual América Latina expone su nuevo ser histórico. Finalmente, este análisis nos prepara la tarea de comprender el cambio de discurso y práctica de las coronas de España e Inglaterra y el gobierno francés, en su actual política exterior hacia los países latinoamericanos y viceversa. Por lo pronto, todos sabemos como España, bajo el paraguas de la Unión Europea, ha hecho por anticipado su propia reconquista en América Latina como actor neoliberal de nuestra historia económica reciente. En primer lugar, el rey reivindica el pasado para examinar el presente y el futuro empezando por constatar como “Hace doscientos años nació en esta tierra un sistema de vida pública que habéis preservado con fidelidad para que llegue intacto hasta el día de hoy. Su filosofía, inspirada en el respeto a la libertad del hombre y a la soberanía del pueblo, dio vida y forma a vuestra nación, cuya fundación ahora 28 Palabras de Su Majestad el Rey al Congreso de los Estados Unidos de América. Washington (EE.UU), 2 de Junio de 1976. 116


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celebráis y celebramos todos los países amigos. Habla en nombre del pueblo de España para alabar la vida nacional norteamericana en este Bicentenario”. Los conceptos subrayados nos reconocen las marcas ideológicas del discurso del Rey y, al pensar en nuestra propia realidad, descubrir las variaciones y el porqué de ellas. De otro lado reivindica su derecho a interesarse por la historia del continente americano, por haber descubierto y traído a través de sus súbditos la fe cristiana, la lengua española, formas europeas de vida y de pensamiento y un concepto radical de la igualdad esencial del género humano como aparece en las Leyes de Indias. Subraya la concepción española de la dignidad de la persona humana, expresada por nuestros teólogos y nuestros juristas a propósito del indio americano, modificó para siempre el derecho de gentes y sentó las bases del moderno derecho internacional. La mencionada reivindicación destaca la escala de valores e intereses de sus vasallos en las gestas del descubrimiento y conquista: “su esfuerzo en beneficio común de la humanidad”, “… al destino de la humanidad al romper las barreras de la naturaleza que incomunicaban a los pueblos”. Las compara con la empresa que en el siglo XX llevó a otros hombres, dotados de la tecnología moderna, a lanzarse a la exploración de los espacios siderales. En tercer lugar, rinde homenaje a la independencia proclamada en el Congreso de Filadelfia hace doscientos años y recuerda el papel que desempeñaron los españoles y España, con sus recursos políticos, diplomáticos, financieros, navales y militares, en a lucha global cuya victoria consagró el reconocimiento de la independencia de los Estados Unidos. Recuerda como la noticia del Congreso de Filadelfia encontró en España una resonancia inmediata. “un periódico español, el Mercurio Universal, comentó en enero de 1776 La pintura de sus quejas y agravios, el recuerde y m4durez que han reinado en su Congreso, el esfuerzo varonil con que se muestran unánimemente - resueltos a hacer frente a todos los peligros.., todo parece hacer respetable y sagrada su resistencia y sus justas pretensiones”. 117


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Las formas de participación de España en la Independencia de Estados Unidos son descritas como “prestación de ayuda efectiva y apoyo logístico a la insurrección por medio de la utilización de los puertos españoles del Caribe por los barcos norteamericanos y el envío de socorros en forma de equipo militar, vestuario, medicinas y dinero. El ataque y toma de Pensacola por Bernardo de Gálvez, en mayo de 1781, significó el triunfo de la causa norteamericana en Florida y en el golfo de México. Fue un anticipo de la batalla decisiva de Yorktown en octubre de aquel año en cuyo éxito también llevaron parte los españoles de La Habana, que proporcionaron recursos económicos, necesarios para sostener la campaña. Ciertamente estas categorías de legitimación de la revolución política resultan de aplicación exclusiva. La victoria aliada de los Nuevos Estados Unidos de América y España dio forma al Tratado de 27 de octubre de 1795, cuyo artículo 1º. Decía así: “Habrá una paz sólida e inviolable y una amistad sincera ente Su Majestad Católica, sus sucesores y súbditos, y los Estados Unidos y sus ciudadanos, sin excepción de personas ni lugares”. Sobre advertir que este tratado fue violado varias veces a lo largo del siglo XIX en las guerras en la frontera con México y en Cuba. De otra parte, un anticipo de la separación de la hibridación étnica de la cultural es la comparación que el Rey Juan Carlos hace de los fenómenos de integración de elementos heterogéneos en la unidad nacional en España y en Estados Unidos. España, recuerda, se ha formado en muchos siglos con elementos íberos, celtas, romanos y germánicos, y en la Edad Media fue un conflictivo crisol de razas y de culturas, musulmana, judaica y cristiana, cuya síntesis, sin embargo, ha dejado una huella imperecedera en nuestra nación. Lo que importa, advierte, es el hilo conductor de la unidad nacional. España era en 1976, una nación moderna de treinta y seis millones de habitantes que, según el Rey Juan Carlos, apreciando su tradición, miraba con fe y optimismo al porvenir. Es una rica variedad de regiones y pueblos. “España“ dice- es hoy una nación joven, en cuya población 118


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dos tercios tenemos menos de cuarenta años. Somos una raza vieja, pero somos al mismo tiempo un pueblo nuevo, dinámico, enérgico, austero y trabajador”. Por otra parte, al margen de una interpretación de la relación entre el autoritarismo del nacionalcatolicismo español del General Francisco Franco y la profunda transformación económica de España en las últimas décadas de su dictadura, el Rey dice: “nos convertimos en potencia industrial la décima del mundo; la explosión cultural llenó escuelas y universidades e hizo que el nivel tecnológico de nuestros trabajadores y de nuestros profesionales en general sea equivalente al del resto de la Europa occidental”. Esta vez habla de “nuestra comunidad española” que trabaja por la creación “de una sociedad cada vez más próspera, más justa y más auténticamente libre”. En quinto lugar, el discurso del Rey caracteriza a la Monarquía española como una institución abierta a la participación política de todos los ciudadanos sin discriminación de ninguna clase y sin presiones indebidas de grupos sectarios y extremistas, garantizando a través del derecho y mediante el ejercicio de las libertades civiles, el imperio de la justicia. La Monarquía como símbolo y agente de la unidad de nuestra nación comprometida con el refuerzo del sentido de la familia y del trabajo en la vida cotidiana de los súbditos, con la promoción de la asimilación de la historia por las jóvenes generaciones, fundamental para proporcionar un renovado propósito y una nueva dirección a la sociedad de nuestro tiempo. La Monarquía respeta la soberanía y la dignidad nacionales y por la localización del territorio en una región del mundo vital expresa el anhelo popular de lograr la descolonización de Gibraltar y su reintegración pacífica al territorio nacional. Desde el punto de vista de la ubicación geográfica de su territorio España ocupa un lugar estratégico de primera magnitud entre el Atlántico y el Mediterráneo, lo cual les hace necesarios y aptos, a juicio del Rey, para el mantenimiento de la paz, de la seguridad y de la libertad. 119


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De otro lado, el Rey reivindicaba la pertenencia de España a Europa. Recuerda la suscripción de la Declaración de Helsinki sobre la Seguridad y Cooperación en Europa y expresa su interés de integrarse a la comunidad económica europea. España sería admitida con riguroso cálculo estratégico en 1986, a punto para preparar el V Centenario de América que sin duda potenció geopolíticamente tanto a España como a Portugal. Igualmente reconoce los vínculos de España, por su situación y por su historia, los pueblos del norte de África. En este sentido incluía en la agenda de la nueva política exterior la descolonización del Sahara Occidental en paz y armonía. Además acrecentaría su cooperación con los Estados del norte de África para la paz y desarrollo de la región. Finalmente se refiere al continente americano, a los lazos íntimos e indestructibles que unen a España con los países de este hemisferio de su misma raza e idioma en los que aún la llamaban “medio patria”. Son las naciones independientes de la América española, que olvidado de los hechos de Chile supone mal eran llamadas, que no tratadas, por los Estado Unidos como Repúblicas hermanas cuando El, reclama, también podía llamar como español, hermanas. El Rey elogiaba a Estados Unidos por ser una sociedad abierta y libre situada a la cabeza del progreso tecnológica, dadora de oportunidades a la iniciativa, al talento y al ingenio de cada cual, producto de lo cual ha hecho prosperar y crecer sin límites la economía y la riqueza de vuestro país. Como resultado de la vigencia de estos principios durante doscientos años de vida, veía a Estados Unidos como la primera potencia del mundo en el orden militar y político que por lo mismo tenía el deber de compartir de modo prominente las responsabilidades del orden internacional. Se trata de una sociedad abierta cuya filosofía de la vida pública mantenida a lo largo de doscientos años sin apenas retocar la Constitución, a la que Burke llamó «obra maestra del espíritu humano”, 120


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inspirada en una profunda religiosidad. Sin la referencia a un poder divino, advierte el Rey, no tendría sentido el valor moral reconocido a la libertad del individuo y a su responsabilidad, en el ejercicio de una democracia. Sin esa apelación, la sociedad humana perdería la cohesión que la sostiene, concluía el Rey. Los conceptos e ideas expuestas por el Rey en el discurso ante el congreso norteamericano en una coyuntura privilegiada como fue la del bicentenario de la independencia de Estados Unidos, es hoy un documento privilegiado para repasar la evolución histórica de América Latina y, particularmente, Colombia, en su bicentenario de la Independencia, sobre todo para interpretar el cambio histórico producido por el cambio de componente político del neoliberalismo; es decir, de las dictaduras a la democracia. Los sobresaltos de esta en el caso Andino son motivo digno del mayor interés sobre todo a partir de la ruptura de relaciones diplomáticas de Ecuador con Colombia y la ostensible reducción del comercio exterior colombiano con Venezuela. LOS CIUDADANOS COLOMBIANOS Y EL BICENTENARIO. El bicentenario es una oportunidad de pensarnos como comunidad política e histórica, como nación. La conmemoración del bicentenario es una coyuntura diagnóstico del proceso histórico que han vivido las repúblicas o los estados nación surgidos de la desintegración del Imperio Español con motivo de la invasión de Napoleón en 1808. Ciertamente el proyecto histórico que empezaron a construir las elites ilustradas criollas fue el del Estado Nación bajo el modelo de la democracia liberal inglesa y la modernización. Un ejercicio indicativo de la autorepresentación que tenemos como ciudadanos colombianos hoy es evaluar las respuestas que demos a la pregunta colectiva de la imagen que tenemos de nuestro vecinos venezolanos, ecuatorianos, panameños, dominicanos, jamaiquinos, brasileros, peruanos, nicaragüenses y costarricenses pasa por la imagen que otros tienes de nosotros. El caso es que la definición de nosotros depende hoy de lo que seamos capaces de conocer a los demás y de conocernos 121


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a nosotros mismos. Las transformaciones que ha tenido Colombia especialmente en el último medio siglo no han sido percibidas a cabalidad por los colombianos. Por encima de conciencia de la magnitud y los patrones urbanísticos y demográficos, de la longitud y calidad de las redes troncales de carreteras, contrastados con la cantidad y calidad de los puertos y aeropuertos está la valoración creciente de la biodiversidad ecológica y cultural de nuestro país. Sin duda el elemento cultural que tiende a tipificar al ciudadano colombiano en el momento del bicentenario es el de la crisis de los partidos políticos como estructuras de poder que se disputan democráticamente el control del estado y el gobierno de la república está participando en las elecciones presidenciales del 2010 como resultado del una ola de integrismo religioso en medio del conflicto interno armado articulado al narcotráfico y en medio de una recesión económica y de un debilitamiento agudo de las estructuras básicas de la sociedad como son la Familia, la Escuela y las organizaciones sociales. Las magnitudes y los aspectos cualitativos del desplazamiento, la informalidad, la marginalidad y la exclusión en los nuevos patrones culturales contrastan con el dominio voraz del sistema financiero y el capital corporativo que se ha tomado el control de las empresas de servicios públicos, los medios de comunicación y las inversiones públicas del estado colombiano. Sin duda para la inmensa mayoría de los colombianos, especialmente para los habitantes del Tolima y del Huila, la conmemoración del Bicentenario se reduce a un anecdotario disperso de hechos lejanos y poco relevantes. La nación que supuestamente existe en la región está transfigurada en los múltiples patrones territoriales, ciudadanos, étnicos y culturales carentes de referentes cohesivos y de unas utopías comunes. En el bicentenario el concepto Independencia tiene que ver tanto más que con el proceso complejo de un cambio histórico que se desencadenó a partir de la ruptura del dominio político de las sociedades coloniales con la metrópoli del Imperio Español y con 122


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la emergencia de un nuevo orden ideológico, político e institucional más que con un nuevo orden social y cultural. El periodo tiende a verse como una oportunidad política de exaltar a los héroes, próceres y mártires más que a estudiar integralmente el significado de las independencias para los cabildos, provincias y estamentos que la vivieron. Sabemos que bicentenario remite al concepto de temporalidad histórica e Independencia tiene que ver con el cambio histórico que se desencadenó a partir del proceso de ruptura del dominio político de las sociedades coloniales con la metrópoli del Imperio Español. Este proceso tuvo, como nos lo advirtió hace casi tres décadas uno de los mejores estudiosos de éste, el historiador caldense, Javier Ocampo López, una dimensión compleja: social, ideológica, política, económica y militar. Debemos agregar también geográfica y cultural. Así, las categorías tradicionales de etnia, clase, nación y cultura están hoy relativizadas y matizadas por las de modernidad, modernización, posmodernidad, prácticas, representación, discurso, globalización, tic´s, territorio, comunicación, centro, periferia, caos y frontera. La mayoría de estos conceptos padecen de la enfermedad crónica de la ambigüedad y los estudios concretos sobre el proceso de la Independencia en esta región no aparecen sino marginalmente en estudios más generales. De otra parte, un enfoque del desarrollo histórico de la Independencia no aparece asociada a los estudios de larga duración de nuestra historia social, económica y cultural que dé cuenta de las grandes transformaciones que han tenido el paisaje, el poblamiento, las estructuras de poder, los modos de pensar y los comportamientos de tolimenses y huilenses, como erosiones de las herencias coloniales. Ahora bien, el uso de esas categorías está asociado al modo como el Estado Nación resulta articulado al proceso de modernización promovido por el capitalismo y sus modos hegemónicos de 123


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pensar, imaginar y conocer como son el racional, teórico, científico y académico funcionalmente articulados al orden, el progreso y la civilización; es decir, según el proyecto democrático liberal, a una nación de ciudadanos disciplinados, laboriosos y con una fuerte ética pública. Al lado de este coexisten, sobre todo en los sectores socialmente subordinados, creencias, imágenes, símbolos, mitos locales y populares donde las estructuras del poder de la razón no son hegemónicas. No conocemos aún el estado de la demografía en las provincias de Neiva y de Mariquita a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX tanto en relación con las economías del oro, el cacao, el tabaco y la quina como en relación con la transformación histórica del patrón de poblamiento centrado en las parroquias. Tampoco conocemos la relación entre la vida civil y la vida eclesiástica a nivel de las ciudades, villas y parroquias que componían esta región poco antes de la Independencia. Es escaso y casi nulo el conocimiento de la representación política a nivel del cabildo antes y durante la Independencia como tampoco sobre la ampliación de la representación política en este proceso. De otra parte, los contenidos sociales e ideológicos de la vida política y el poder estatal y eclesiástico en cada una de las entidades territoriales de las provincias mencionadas nos son todavía muy poco conocidos. El caso es que tenemos la oportunidad y el deber de repensar en los campos de la investigación, la educación y la cultura, mediante un estudio que innove las condiciones y los paradigmas metodológicos y hermenéuticos de la Independencia en las provincias de Neiva y de Marquita a partir de nuevos actores, individuales y colectivos, corporativos y territoriales que permitan desbordar los enfoques e interpretaciones tradicionales de este periodo. Más concretamente que integre los recientes avances de la historiografía sobre el periodo, especialmente los trabajos de Armando Martínez, Daniel Gutiérrez, Alvaro Cuartas y Hugo Viana con los hallazgos del estudio 124


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del siglo XVIII en las provincias de Mariquita y de Neiva en los campos diplomático, constitucional, geohistórico, biográfico, étnico, demográfico, socioeconómico, institucional y fiscal, con el fin de tener una visión histórica más comprensiva del periodo en la región. APÉNDICE Palabras de Su Majestad el Rey al Congreso de los Estados Unidos de América. Washinton (EE.UU), 2 de Junio de 1976 Señor Speaker, señor Presidente en funciones, miembros del Congreso, me honra sobremanera vuestra invitación a dirigir este mensaje al Congreso de los Estados Unidos y, a su través, al pueblo que vosotros representáis. Permitidme comenzar hablando del pasado de nuestros dos países, para luego pasar a examinar el presente y el futuro. Hace doscientos años nació en esta tierra un sistema de vida pública que habéis preservado con fidelidad para que llegue intacto hasta el día de hoy. Su filosofía, inspirada en el respeto a la libertad del hombre y a la soberanía del pueblo, dio vida y forma a vuestra nación, cuya fundación ahora celebráis y celebramos todos los países amigos. Os dirijo en nombre del pueblo de España votos sinceros de felicidad y de larga y próspera vida nacional en este Bicentenario. España no puede ser indiferente a nada que acontezca en el continente americano, puesto que lo descubrió y trajo a él, de 1492 y durante siglos, con sus propios hijos e hijas, la fe cristiana, la lengua española, formas europeas de vida y, de pensamiento y un concepto radical de la igualdad esencial del género humano que palpita en las Leyes de Indias promulgadas por mis antepasados La concepción española de a dignidad de la persona humana, expresada por nuestros teólogos y nuestros juristas a propósito del indio americano, modificó para siempre el derecho de gentes y sentó las bases del moderno derecho internacional. Un Reina de Castilla, Isabel, de la que yo desciendo en línea directa, llevada del instinto profundo que caracteriza el alma femenina, nombró almirante de la marina española a un desconocido, pero experto navegante, Cristóbal Colón, para que hiciera realidad sus proyectos y sus sueños. Las naves de España se encontraron con América, que les esperaba para entrar de lleno en la historia y convertirse en pocos siglos en singular protagonista del destino humano. Como primer Rey de España que visita los Estados Unidos, deseo tributar un recuerdo a los exploradores españoles del siglo XVI que en menos de cincuenta 125


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años recorrieron en sus frágiles embarcaciones y con medios rudimentarios todas las costas atlánticas de Norteamérica, desde Río Grande hasta Cabo Bretón, y gran parte de la costa del Pacífico, remontando desde California hasta el Sur de Oregón y cruzando después el océano hasta Hawai. Y junto a los navegantes he de recordar también a aquellos otros exploradores que, en plazo aún es corto, se internaron por los territorios de dieciséis de los actuales Estados de la Unión, llegando hasta tierras de Nebraska, Kansas y Missouri, y siendo ellos los primeros hombres del viejo Mundo que templaron el impresionante paisaje del Cañón del Colorado, y los primeros que alcanzaron las orillas del Mississippi. Esos hombres no sacaron ningún provecho material para ellos, ni para la Corona de España. Muchos dejaron en el empeño sus vidas, agotados por la enfermedad, en lucha con las dificultades (le la naturaleza, destruidos por las mismas ilusiones, a veces fantásticas, que les sirvieron de estímulo. Pero su empresa significa algo más que un sueño vano o una aventura intrascendente, porque realizaron su esfuerzo en beneficio común de la humanidad. Ellos contribuyeron a romper el confinamiento continental en que los hombres vivían separados por la geografía impenetrable, y sirvieron al destino de la humanidad de romper las barreras de la naturaleza. El mismo empeño que en muestro siglo ha llevado a otros hombres, dotados de la tecnología moderna, a lanzarse a la exploración de los espacios siderales. Hoy rendimos homenaje a norteamericana, a la independencia proclamada en el Congreso de Filadelfia hace doscientos años. Este homenaje no puede limitarse a unas frases protocolarias, porque tiene motivos históricos profundos en vivencias comunes en las que han participado nuestras dos naciones. En este año del Bicentenario nos complace acordar el papel que desempeñaron los españoles y España, con sus recursos políticos, diplomáticos, financieros, navales y militares, en a lucha global cuya victoria consagró el reconocimiento de la independencia de los Estados Unidos. Ya, la noticia del Congreso de Filadelfia encontró en España una resonancia inmediata, y hoy podemos hacer nuestras las palabras con que un periódico español, el Mercurio Universal, comentó en enero de 1776 aquel acontecimiento histórico. Dicen así: “La pintura de sus quejas y agravios, el recuerde y m4durez que han reinado en su Congreso, el esfuerzo varonil con que se muestran unánimemente - resueltos a hacer frente a todos los peligros.., todo parece hacer respetable y sagrada su resistencia y sus justas pretensiones”. En 1776 la Monarquía española se extendía por inmensos territorios del continente Americano, y aún mantenía su ritmo expansivo: en el mismo año de la declaración de independencia los españoles fundaron la ciudad de San Francisco. A la vez que las sociedades de la América hispana experimentaban importantes transformaciones, el se dispuso gobierno español a reorganizar un aparato defensivo y diplomático, reconociendo la beligerancia de las Trece Colonias y procediendo con ellas a un intercambio del misiones diplomáticas extraordinarias. 126


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La prestación de ayuda efectiva y apoyo logístico en los primeros años de la insurrección de los colonos, antes de la entrada de España en la guerra, se realiza por medio de la utilización de los puertos españoles del Caribe por los barcos norteamericanos y el envío de socorros en forma de equipo militar, vestuario, medicinas y dinero. Además de esta ayuda directa, alcanzó gran importancia la ayuda indirecta que representaban los preparativos bélicos que ya entonces hacía España. En septiembre de 1777, tras la capitulación de Saratoa, España quiso evitar el choque frontal con Gran Bretaña e intentó actuar como mediadora, asegurando el principio de la independencia de los nuevos Estados Unidos. Al fracasar este intento, España entró por fin, en la guerra. En ella iba a tratar, entre otros objetivos, de recuperar Gibraltar. La conquista del puerto de La Mobila y, sobre todo el ataque y toma de Pensacola por Bernardo de Gálvez, en mayo de 1781, significó el triunfo de la causa norteamericana en Florida y en el golfo de México. Así, esta victoria de Pensacola es un anticipo de la batalla decisiva de Yorktown en octubre de aquel año en cuyo éxito les toca también una parte a los españoles de La Habana, que proporcionaron recursos económicos, necesarios para sostener la campaña. Muy pronto la paz consagró los frutos de la victoria aliada. En virtud de ella, los Nuevos Estados Unidos de América y España entraron en vecindad geográfica. Para reglamentarla se llegó a la firma del Tratado de 27 de octubre de 1795, cuyo artículo 1º. Decía así: “Habrá una paz sólida e inviolable y una amistad sincera ente Su Majestad Católica, sus sucesores y súbditos, y los Estados Unidos y sus ciudadanos, sin excepción de personas ni lugares”. De modo particular, los ciudadanos de habla española de los Estados Unidos constituyen hoy día una realidad social viva y una extraordinaria esperanza para el futuro de vuestro gran país. El mapa de los Estados Unidos está lleno de centenares de nombres españoles., comenzando por la ciudad de San Agustín, fundada en 1555, que vosotros consideráis la más antigua ciudad de la Unión. Todos esos nombres recuerdan una historia lejana en el tiempo, un momento distinto del actual, pero que no por ello deja de ser significativa expresión de la vieja comunicación entre 1as raíces históricas, de nuestras dos naciones, cuyos destinos -convergen .otra vez en nuestros días hacia el futuro del mundo, de es el mundo que ha de ser forjado por todas las naciones libres. Los españoles sabemos que los fenómenos de integración de elementos heterogéneos en unidad nacional suscitan problemas y no son fáciles de asumir. España se ha formado en muchos siglos con elementos íberos, celtas, romanos y germánicos, y en la Edad Media fue un conflictivo crisol de razas y de culturas, musulmana, judaica y cristiana, cuya síntesis, sin embargo, ha dejado un hilo imperecedero en nuestra nación. Lo que importa es el hilo conductor de la unidad nacional. Para el pueblo norteamericano, el espíritu generoso de libertad que ha inspirado a sus portavoces eminentes y a sus leyes, y la ejemplar fidelidad 127


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a sus ideales por la que siempre se ha distinguido, encierran la clave de un porvenir de creciente concordia y de nobles realizaciones. Señor Speaker, señor Presidente en funciones, miembros del Congreso, el Rey de España es hoy el Jefe del Estado de una naci5n moderna de treinta y seis millones de habitantes que, apreciando su tradición, mira con fe y optimismo al porvenir. España es hoy una nación joven, en cuya población dos tercios tenemos menos de cuarenta años. Somos una raza vieja, pero somos al mismo tiempo un pueblo nuevo, dinámico, enérgico, austero y trabajador. En un inmenso esfuerzo desarrollado en las últimas décadas, la economía de mi país sufrió una transformación profunda; nos convertimos en potencia industrial la décima del mundo; la explosión cultural llenó escuelas y universidades e hizo que el nivel tecnológico de nuestros trabajadores y d nuestros profesionales en general sea equivalente al del resto de la Europa occidental. La evolución de nuestra sociedad no deja de ofrecer tensiones, dificultades, contratiempos y hasta violencias. Sufrirnos la crisis actual del mundo, es decir, que el paro, la inflación, la contracción de la demanda y los altos costos productivos figuran entre nuestras prioritarias preocupaciones de gobierno. Pero ningún obstáculo se opondrá decisivamente a que nuestra comunidad española siga adelante trabajando por la creación de una sociedad cada vez más próspera, más justa y más auténticamente libre. La Monarquía española se ha comprometido desde el primer día a ser una institución abierta en la que todos los ciudadanos tengan un sitio holgado para su participación política sin discriminación de ninguna clase y sin presiones indebidas de grupos sectarios y extremistas. La Corona ampara la totalidad del pueblo y a cada uno de los ciudadanos garantizando a través del derecho y mediante el ejercicio de las libertades civiles, el imperio de la justicia.. La Monarquía hará que, bajo los principios de la democracia, se mantengan en España la paz social y la estabilidad política a la vez que se asegure el acceso ordenado al poder de las distintas alternativas de gobierno según los deseos de los pueblos libremente expresados. La Monarquía simboliza y mantiene la unidad de nuestra nación, resultado libre de la voluntad decidida de incontables generaciones de españoles, a la vez que coronamiento de una rica variedad de regiones y pueblos, de la que nos sentimos orgullosos. Haremos que la Monarquía refuerce el sentido de la familia y del trabajo en nuestras vidas cotidianas, promueva la asimilación de la historia por las jóvenes generaciones proporcione un renovado propósito y una nueva dirección a la sociedad de nuestro tiempo. La Monarquía, vinculada desde su origen a la independencia nacional, velará en todo momento por su preservación. No admitirá injerencias ni presiones extranjeras y toda colaboración con los demás países del mundo, que España vivamente desea, habrá de realizarse desde el más escrupuloso respeto a la soberanía y a la dignidad nacional. 128


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Señor Speaker, señor Presidente en funciones, miembros del Congreso, España asume con decisión el papel que le corresponde en el concierto internacional Situados en un lugar estratégico de primera magnitud entre el Atlántico y el Mediterráneo estamos dispuestos a poner todo nuestro esfuerzo para el mantenimiento de la paz, de la seguridad y de la libertad en tan importante región del mundo vital par a nosotros El pueblo español anhela la descolonización de Gibraltar y su reintegración pacifico territorio nacional. España es parte de Europa, y en cuanto tal hemos suscrito la Declaración de Helsinki sobre la Seguridad y Cooperación en Europa, cuyos principios inspiran nuestra política relativa al continente europeo, así con lo nuestro propósito de mantener relaciones pacíficas y fructíferas con todos los Estados. Al mismo tiempo, España está dispuesta a reforzar su relación con las Comunidades Europeas, con vistas a su eventual integración en ellas. España se encuentra estrechamente ligada, por su situación y por su historia, a los pueblos del norte de África. Nuestro gobierno ha puesto de su parte los medios necesarios para que la es Colonización del Sahara Occidental se realice en paz y armonía. De ahora en adelante, España se esforzará en acrecentar su cooperación con los Estados del norte da África para la paz y desarrollo de la región; En cuanto al continente americano, son bien conocidos los lazos íntimos e indestructibles que unen a España con los países de este hemisferio de su misma raza e idioma en el que aun la llaman medio patria Yo deseo rendir homenaje hoy también ante vosotros a las naciones independientes de la América española, a las que si vosotros podéis llamar hermanas como Republicas de América yo puedo llamar hermanas como español. Señor Presidente, señora de Ford, señoras, señores, Agradezco muy sinceramente sus palabras, señor Presidente. Yo también le traigo el mensaje de ni pueblo que ama y respeta al vuestro, que hace doscientos años vive su existencia independiente. Nosotros admiramos en la nación norteamericana que Vos representáis una serie de cualidades que la caracterizan de modo singular. Por ejemplo, el respeto a la individualidad de los hombres y al derecho que tienen a realizarse libremente según el dictado de su conciencia y el profundo sentido de igualdad que aparece en los documentos fundacionales. Habéis logrado en los Estados Unidos una sociedad abierta, en la que las oportunidades se ofrecen a la iniciativa, al talento y al ingenio de cada cual, lo que ha hecho prosperar y crecer sin límites la economía y la riqueza de vuestro país. Habéis convertido, en doscientos años de vida, a vuestra nación en la primera potencia del mundo en el orden militar y político y ello os hace compartir de modo prominente las responsabilidades del orden internacional. Pero nunca habéis querido olvidar el espíritu del 76, el propósito de los padres fundadores de Filadelfia. Vuestra Constitución, basada en un sabio rodaje de equilibrios entre los distintos rodajes del poder, tiene a que el pueblo elija democráticamente a sus gobernantes para que éstos ejerzan el poder con 129


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el consenso de los gobernados, y bajo el mandato de la ley. Filosofía de la vida pública que habéis no sólo mantenido a lo largo de doscientos años sin apenas retocar la Constitución a la que Burke llamó «obra maestra del espíritu humano, sino que la habéis hecho funcionar adecuándola a la vida moderna, a la democracia industrial de mas y a las numerosas, contradictorias y a veces violentas corrientes que confunden hoy en una sociedad libre, y situada, como la vuestra, a la cabeza del progreso tecnológico. Muchos se preguntan, con interés, al contemplar ese fenómeno histórico de larga pervivencia en el tiempo de vuestra Constitución, redactada a fines del setecientos, cuál puede ser el motivo fundamental de tan extendida vitalidad en un texto político. Personalmente, creo que el cimiento de vuestros textos constitucionales está en la profunda religiosidad que los inspira. Sin la referencia a un poder divino, no tendía sentido el valor moral que concedéis a la libertad del individuo y a su responsabilidad, en el ejercicio de una democracia. Sin esa apelación, la sociedad humana perdería la cohesión que la sostiene y, por no haber respetado en muchos casos ese principio, hubo tantos sistemas políticos en el viejo mundo que se inspiraron en vuestro modelo sin que llegaran en realidad a sobrevivir durablemente. “In God we trust” es vuestro lema fundacional. También España, el pueblo español y la Monarquía que yo represento confiamos en Dios. Que El haga de nuestra estrecha cooperación y amistad en todos los terrenos un pacto de paz y para la paz de los pueblos. Que nuestra amistad sea sincera y basada en la justa y equitativa reciprocidad.

Grupo de estudiantes participantes en el Simposio Conmemorativo del Bicentenario 130


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¿QUÉ NOS DEJARÁ EL BICENTENARIO?

Silvio Rubiano Suárez Miembro Numerario Academia de Historia del Caquetá

No se sabe que habrá de quedarnos. Del Gobierno se tiene, por lo pronto, “2019 Visión Colombia y II Centenario”, documentos encargados por el Presidente Álvaro Uribe Vélez al Departamento Nacional de Planeación, que proponen “unas metas ambiciosas en paz, justicia social, infraestructura, calidad de vida, productividad, competitividad, consolidación de la democracia pluralista, democracia de libertades no retóricas sino efectivas”. 131


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Como ocurrió con las celebraciones del Bicentenario de la Revolución Francesa, creo que las reflexiones sobre los grandes principios, valores y acciones de la era revolucionaria, serán sustituidas por programas masivos de televisión y grandes juegos pirotécnicos. Gracias a la magia mediática, los gobernantes de los Estados Hispanoamericanos fabricarán mensajes estereotipados, ajustados a sus intereses. Eso será posiblemente, lo que deje el Bicentenario a nivel oficial. Habría que agregar la emoción patriótica por los desfiles militares, los discursos veintijulieros, solemnes Tedeums, sesiones de académicos, centros culturales en los que sus partícipes repetirán una y otra vez los consabidos relatos de lo que aconteció en nuestro territorio y en los demás virreinatos, presidencias y capitanías generales Indoamericanas en 1810 y años subsiguientes, cuando las clases criollas, enteradas de la realidad de la Familia Monárquica de España, cargada de deshonestidades, invasiones napoleónicas y traiciones domesticas, aprovecharon para alegar el derecho a gobernarse por sí mismas “…sobre las bases de libertad e independencia…”. (Marco Palacios. Un Periódico, No. 129, pág. 8). Parece oportuno, entonces, que cada quien se ocupe en desentrañar el alcance de la conmemoración bicentenaria, aún desde la perspectiva de su propia provincia. Al autor le parece fundamental evaluar lo que a lo largo de los tiempos se ha dicho y escrito respecto de lo acontecido en Santafé de Bogotá y en las provincias que constituían el Virreinato de la Nueva Granada, porque además de los sucesos de la capital, fueron muchas las ciudades, villas y poblados en los que tuvieron ocurrencia, incluso con anticipación al 20 de julio de 1810, pronunciamientos populares de indudable significación autonomista. Tal como ocurrió en Santiago de Cali el 3 de julio, en El Socorro el 9 y 10 de julio; y desde finales de 1810 en las ciudades del valle del río Cauca, donde sin dubitación fueron desconocidas las autoridades coloniales. Cali, Cartago, Buga, Anserma, Toro y Caloto, conformaron lo que se denominó “Confederación de las Ciudades Amigas del Valle del 132


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Cauca”, recuperando, a manera de ejercicio, los antiguos fueros medievales, el derecho a la autodeterminación, la implementación de la administración política, militar y fiscal con total autonomía. Las actas de adhesión a las Juntas Supremas de Santafé de Bogotá y Cali, suscritas a lo largo de febrero y marzo de 1811 por los cabildantes, religiosos y vecinos connotados en esas seis ciudades constituyen, como bien lo dijo Tulio Enrique Tascón, verdaderas Actas de Independencia y, también, ejercicio espontáneo del poder municipal, como que sin pedir autorización a autoridad alguna y solo bajo la invocación a Dios, los signatarios decidieron romper todo vínculo con quienes venían gobernándolos en representación de la Corona y asumir por sí mismos la administración de los respectivos núcleos de población. Ese poder municipal fue reconocido por la Ley 3ª de 1848, sancionado por el entonces conservador General Tomas Cipriano de Mosquera y su Secretario de Relaciones Exteriores, encargado del Despacho de Gobierno, Manuel María Mallarino. Luego se institucionalizó en la Constitución de 1853, sancionada por el General José María Obando. La Carta de 1886 solo le dio un tímido reconocimiento, por cuanto otorgó mayor importancia a los Departamentos. Apenas el proceso descentralizador, adelantado en Colombia a partir de la década de los 80s del siglo pasado, ha tratado de recuperar ese indudable valor democratizador, fuente de paz y de progreso a la vez que salvaguarda de la unidad nacional. Razón tuvo Alexis de Tocqueville, el más profundo y acertado estudioso de la realidad política de los Estados Unidos, cuando señaló, como elemento esencial de la prosperidad de esa gran Nación, el reconocimiento que allá siempre se ha hecho de la libertad municipal. En su obra “La Democracia en América”, expresó: “...Un país puede ser libre, un país puede tener instituciones libres, pero un país solamente conocerá el verdadero espíritu de la libertad si tiene instituciones municipales libres” Bajo el ejemplo de lo ocurrido hace ya doscientos años, podemos concluir que la descentralización no puede ser un simple instrumento 133


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de la política del Estado sino, como parece más acertado, una verdadera política estatal, a la que todos debemos adherir sin dudas ni vacilaciones, contribuyendo a su real ejercicio. Sobre Florencia, fundada el 25 de diciembre de 1902 por Fray Doroteo de Pupiales -un nariñense, doctora Lydia Inés- y nuestro Departamento de Caquetá hay que decir que el bicentenario solamente cobija parte de la última centuria por cuanto es a partir del 17 de junio de 1912 que el Gobierno Nacional mediante Decreto 642 crea el Municipio de Florencia y a la vez la Comisaría Especial de Caquetá; los caqueteños tenemos claros recuerdos de Generales, de los muchos que heredó la República de las guerras civiles del siglo pasado, que eran nombrados Comisarios, y de Alcaldes de Florencia, jueces, funcionarios de la rama jurisdiccional y hasta historiadores que llegaban procedentes de Pitalito, Garzón o Campoalegre, recomendados por los caciques políticos de turno de aquella época de este hospitalario departamento opita. Aún en la década del 70 del siglo XX todo el cuatrienio del Presidente Pastrana Borrero tuvimos a mi colega periodista, Gustavo Hernández Riveros, cuatro años de Intendente Nacional del hoy Departamento de Caquetá. Es que sobre Caquetá, la clase política imperante del Huila, en la última centuria de este bicentenario, ejerció influencia política preponderante. La sesión inaugural del primer Concejo de Florencia, por ejemplo, fue presidida por nadie menos que Misael Pastrana Pastrana, padre y abuelo de los ex presidentes Pastrana Borrero y Pastrana Arango, quien el lluvioso viernes primero de septiembre de ese año de 1912, en su discurso inaugural, dijo el novel concejal: “Venimos a bautizar con el óleo de la democracia a una población que hoy nace a la vida pública y al funcionamiento legal de las instituciones; Florencia no muy tarde habrá de ocupar puesto importante en el rol de las principales ciudades del país. Hagamos, pues, de Florencia, un centro de cultura y de trabajo; laboremos por su engrandecimiento y prosperidad”, concluyó el joven concejal florenciano que con el transcurrir del tiempo fuera Gobernador del Huila, Representante a la Cámara y Senador de la República por la circunscripción electoral de este bello departamento huilense. 134


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Vistas parciales de asistentes al Simposio Conmemorativo del Bicentenario

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HISTORIA HOY. APRENDIENDO CON EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA

Reynel Salas Vargas Miembro Numerario Academia Huilense de Historia

Con ocasión de la celebración del Bicentenario de la Independencia el Ministerio de Educación Nacional lanzó el proyecto Historia Hoy: Aprendiendo con el Bicentenario de la Independencia, “como un plan amplio, participativo y plural que encuentra en la celebración de los 200 años de la Independencia nacional, un argumento perfecto para estimular el desarrollo del pensamiento científico y para reflexionar sobre la manera como estamos enseñando y aprendiendo historia y ciencias sociales”. El proyecto en referencia está compuesto por tres etapas. La primera se denominó: Los estudiantes preguntan y comenzó a desarrollarse desde agosto del 2008. A la segunda se le dio el nombre de: Construyendo respuestas, y su ejecución cubrió el año 2009. La tercera etapa se llama: Historias locales, memoria plural, la cual se viene realizando desde finales del año anterior y durante el presente año, 2010. 136


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Para dar cumplimiento a la tercera etapa, el Ministerio de Educación y la Asociación Colombiana de Universidades, entidad ejecutora, definieron que debía haber una primera fase, la cual se llevaría a cabo, de manera experimental, en los departamentos de Casanare, Huila y Cauca. El propósito de la fase era identificar y relacionar las fuentes primarias y secundarias, que existan en cada uno de los departamento, y que resultan útiles para investigar el proceso de la Independencia nacional. Así mismo, tenía como finalidad identificar y describir los museos, archivos, edificaciones, lugares de valor histórico, caminos y rutas, monumentos y objetos que tuviesen algún significado histórico para cada uno de esos departamentos en el contexto de la Independencia. Una segunda fase de esta tercera etapa consistía en que con el material identificado debía elaborarse un listado llamado de georreferenciación, en el cual se enriquecería con la siguiente información: tipo de bien, nombre, datación, ubicación geográfica y dirección precisa. Finalmente, con base en el listado, se elaboraría una ficha para cada uno de los bienes; dicha ficha estaba destinada a ser subida a internet a través de Google Earth, a fin de que pudiese ser consultada en todo el mundo. Para tal efecto, la ficha estaba constituida con los siguientes datos y elementos: mapa de la región de Colombia en donde se halla el bien, en este caso, el departamento del Huila; mapa del Departamento en donde se localiza el municipio en donde se encuentra el bien; por último, plano de la zona del municipio y localización del lugar exacto en el cual se puede visitar el bien. Además de los mapas y del plano, la ficha está compuesta de una o dos fotografías del bien, al igual que un texto que lo describe de manera sintética. La descripción contiene las siguientes partes: nombre del bien, datación, características propias, relación con el proceso de independencia y observaciones generales sobre horarios, funcionamiento, acceso y otros datos que se consideren de interés para quien los consulte en Internet. Cada uno de los componentes de la ficha se abre, una vez conectado a la página web, haciendo un clic en el espacio correspondiente. El proyecto correspondiente a la tercera fase del proyecto fue ejecutado en el departamento del Huila por don Reynel Salas Vargas, miembro de número de la Academia Huilense de Historia, bajo la dirección de los doctores Darío Campos Rodríguez y Nelly Rodríguez Melo, 137


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profesores del Grupo de Investigación en Enseñanza de la Historia, del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia. Por su parte, el material para conformar cada una de las fichas fue procesado por la diseñadora gráfica, señora Ivonne Suárez Ramírez. El material así elaborado se divulgó durante el Simposio Conmemorativo del Bicentenario “Neiva vive su Historia: El Proceso de Independencia en la Provincia de Neiva y el Surco lombiano”, como una colaboración de la Academia Huilense de Historia con la ciudadanía de Neiva y del departamento del Huila la que, estimulada por la Secretaría de Cultura y Turismo de la capital huilense, dedicó dos días a reflexionar sobre el proceso de la Independencia en la región surcolombiana. Nota de la redacción: La presentación, bien recibida y aplaudida por los asistentes al certamen, consistió en una serie de 88 proyecciones en video, que dieron a conocer el contenido fotográfico y los textos que identifican y describen los bienes y elementos históricos y culturales reseñados en el Huila, georeferenciados en sus coordenadas satelitales, los cuales tienen significación para la gentes del Departamento, dentro del proceso de Independencia Nacional. Dichos bienes y elementos son: Archivo Histórico de la Academia Huilense de Historia, casas donde se hospedó Simón Bolívar en las tres ocasiones en que pasó por el territorio del actual departamento del Huila (La Lindosa, en La Plata; El Juncal, en Paicol; y El Ancón, en El Gigante); Institución Educativa José Miguel Montalvo, El Gigante; Aeropuerto Benito Salas Vargas, Neiva; Parque Santander, Neiva; Plaza Cívica, Neiva; Parque Simón Bolívar, Garzón; Parque Custodio García Rovira, La Plata; municipio de Acevedo, municipio de Baraya y municipio de Yaguará; Camino Real, (tramo Palermo- Buenos Aires); obelisco a los Mártires de la Independencia, Neiva; Estatua Pedestre de Francisco de Paula Santander, Neiva; obelisco que conmemora el paso de Bolívar por Villavieja; Ceiba de La Libertad, El Gigante; placas en honor de los Mártires de la Independencia, Neiva; placa que conmemora la Independencia Absoluta de la Provincia de Neiva, Neiva; placa que conmemora del paso de Bolívar por La Plata, placa que conmemora la batalla de La Plata, busto de Simón Bolívar en el parque principal de La Plata; mesa donde almorzó Simón Bolívar en uno de sus viajes al sur, localizada en la vereda El Almorzadero, municipio de Teruel. 138


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LA ESCLAVITUD EN LA PROVINCIA DE NEIVA ARQUEOLOGIA HISTÓRICA DE LA NUEVA GRANADA

MARÍA ANGÉLICA SUAZA ESPAÑOL Miembro Numerario Academia Huilense de Historia 140


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ORIGEN DE LA ESCLAVITUD En su inicio la esclavitud no estaba asociada con los africanos negros, sino blancos procedentes de la Germania y de otras regiones como Rusia y Asia, principalmente paganos29. A partir del Siglo XIV, los europeos empiezan llevar a africanos como esclavos a sus tierras, convirtieron las palabras negro y esclavo en sinónimos, así fue el color del africano lo que lo convirtió en “su característica definitoria [...] y la palabra llevaba connotaciones de tenebrosidad, mal, bajeza, miseria e infortunio”30 . Fueron varios los factores que convergieron para la intensificación de la trata, el principal fue el incremento de los cultivos de azúcar, a raíz de la gran demanda de este producto en Europa, y la escasez de mano de obra31. Paralelamente, tal como lo señala Borja, incentivaron la trata, los progresos mercantiles del Siglo XIII, la crisis poblacional europea del siglo XIV, y las guerras de la “Reconquista”32. De esta forma la esclavitud colonial en la Indias fue una prolongación de la ya existente trata negrera Ibérica33. Los portugueses establecieron relaciones con los monarcas africanos para cambiar sus prisioneros de guerra por mercancías europeas, y dieron inicio a la captura de esclavos del Africa Central, región con una larga historia, de grandes imperios, como los sudaneses occidentales o los llamados imperios legendarios (Malí, Congo y Ghana)34. 29 BORJA GOMEZ, JAIME HUMBERTO, Rostros y rastros del demonio en la Nueva Granada. Indios, negros, judíos y otras huestes de Satanás, Bogotá, Editorial Ariel, 1998, pág. 105 30 BRION DAVIS, DAVID, El problema de la esclavitud en la cultura occidental, Bogotá, Editora Uniandes, 1996, Pág. 437. 31 FRIEDEMANN, NINA y AROCHA JAIME, De sol a sol. Génesis, Transformación y Presencia de los negros en Colombia, Bogotá, Planeta Editorial, 1986. Pág. 22 32 BORJA JAIME,. Rostros y rastros. Op.cit. pág. 105 33 Ibid 34 FRIEMANN, NINA y AROCHA, JAIME. De sol a sol. Génesis, transformación y presencia de los negros en Colombia, Bogotá, Planeta Editorial, 1986 141


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En las costas africanas el comercio negrero se alimento de la población africana ya esclavizada, y con métodos como “la caza directa y utilizando la violencia, el fraude, promoviendo las guerras intertribales y fomentando la avaricia en príncipes y gobernadores africanos, a quienes se les convirtió en intermediarios del comercio”35. Los comerciantes de esclavos, generalmente los obtenían a través del trueque de vino, armas, tejidos, hierro, caballos y ganado36. Cabe anotar que la esclavitud en Africa no era igual a la que impusieron los europeos, un esclavo en Africa podría lograr a obtener un alto estatus dentro de la sociedad que lo había esclavizado. La justificación para esclavizar al negro africano, estaba cimentada en la construcción que a través de milenios el europeo hizo de la imagen del negro africano. Este último se sustentó en antiguas tradiciones y en valoraciones simbólicas actuando aún más el carácter de condenación como raza y su consecuente demonización. Así la relación entre raza negra y esclavitud se remonta a la tradición judeo-cristiana, tomando como punto de partida el día y la noche y la idea escatológica del combate cósmico entre el bien y el mal, entre Cristo y Satanás. Y el relato que los teólogos cristianos utilizaron para justificar la esclavitud del negro fue la maldición de Noé sobre su hijo Cam, quien según la tradición cristiana dio origen a los pobladores de África37. El negro fue traído en condiciones infrahumanas en los barcos negreros, donde fueron sometidos a un régimen nutricional insuficiente, transformando sus hábitos alimenticios. “Sus creencias mágico-religiosas fueron sometidas al rigor del señalamiento y de la censura. Así, el negro por encima de sus diferencias étnicas, debió aceptar por grado o por fuerza, su propia negación; sufrir el desarraigo de sus culturas, su condición de no hombres y aceptar la tecnología de su reducción hasta en la forma de sus cuerpos”38. 35

PALACIOS PRECIADO, JORGE, La esclavitud y la sociedad esclavista, En: Nueva Historia de Colombia, Vol. 1, Bogotá, Editorial Planeta, 1989, Pág. 157 36 Ibid. Pág. 158 37 BORJA, JAIME, Rostros y rastros, Op. Cit, Pág. 109-110 38 BARONA, GUIDO, Problemas de la historia económica y social colonial en referencia a los grupos negros, Siglo XVIII, En: La participación del negro en la formación de las sociedades latinoamericanas, Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1986, pág. 72 142


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Las primeras noticias de la introducción de esclavos negros señalan que Colón traía esclavos en su viaje39. Los primeros esclavos que cruzaron el Atlántico “eran criados reclutados entre los muchos negros, esclavos que había en esa época en España y Portugal” y eran ladinos porque ya hablaban español40. Según Richard Price41 la flota del Gobernador Ovando que se dirigía hacia la Española en 1502 llevaba unos pocos negros traídos por sus amos, pero dado que huían hacia juntaban con los indios, enseñándole malas costumbres y nunca podían ser cogidos”. Ante esta situación la Reina Isabel acoge favorablemente la petición de Ovando y determina que no se deje pasar a las Indias sino esclavos blancos. Sin embargo, en 1510 el Rey de España ordena de nuevo la introducción de negros en La Española. Pero en el año de 1516 el Cardenal Ximenes de Cisneros suspende la entrada de esclavos negros al continente por el temor de los alzamientos que han ocurrido, y que “al multiplicarse se alzarían infaliblemente imponiendo a los españoles las mismas cadenas que ellos han llevado” 42 .Pero la fuerza de los hechos inclina al gobierno español a establecer definitivamente la trata de hombres negros, el trabajo de un (1) negro equivalía al de cuatro (4) indios. No obstante la oposición del cardenal Cisneros en 1518 Carlos V otorgó licencias y asientos a los flamencos para reclutar negros en el Africa Occidental con destino a las Indias Occidentales43. Esta situación de tire y afloje entre las autoridades coloniales españolas con conquistadores con respecto a la introducción de esclavos negros en las Indias Occidentales, tuvo su ápice a favor de la esclavitud, como consecuencia de la disminución de los grupos indígenas por diferentes motivos, como la explotación, los malos tratos, las guerras, las epidemias y el mestizaje. 39 ESCALANTE, AQUILES, El negro en Colombia, Monografías sociológicas, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 1964. 40 MORNER, MAGNUS, La mezcla de razas en la historia de América Latina, Buenos Aires, Paidos, 1969, Pág. 28 41 PRICE, RICHARD, Sociedades cimarronas, México, Siglo XXI, 1981. Pág. 11 42 ESCALANTE, AQUILES, El negro en Colombia. Op. cit 43 Ibid 143


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Otro de los argumentos esgrimidos por los españoles para la introducción de esclavos negros al Nuevo Mundo se relaciona con la necesidad de incrementar las explotaciones de oro, al descubrirse importantes minas en el norte de Antioquia: Cáceres, Zaragoza y Nueva Remedios44. Esta situación genera la necesidad apremiante de mano de obra; por lo tanto, se incrementó la entrada de esclavos provenientes del Africa. Así, los esclavos se trajeron de diferentes partes del continente africano, de numerosos grupos tribales y lingüísticos y de diferentes sociedades en cada región, muchas de las cuales eran altamente desarrolladas. Provenían de Guinea, Cabo Verde, San Tomé y Angola, predominando los esclavos de Guinea y cabo Verde: yolofos, biáfaras, los branes, los berbesíes y los mandingas. A partir de 1626 los africanos esclavizados llegados a Cartagena provenían en su mayoría de la zona bantú bajo las denominaciones angolas, congos y manicongos45. Los africanos negros fueron embarcados como cargamentos y pesados en toneladas. Al llegar al sitio donde iban a ser dejados genéricamente se volvieron bozales que, al adaptarse al comportamiento y costumbres de los europeos o de sus hijos blancos se les reconocía como ladinos. Al fugarse eran perseguidos como cimarrones, zapacos o palenqueros y, finalmente cuando pudieran comprar su libertad fueron señalados como horros o libertos 46. Los hombres y mujeres esclavizados fueron traídos de diferentes partes del continente africano, de numerosos grupos tribales y lingüísticos y de diferentes sociedades en cada región, y por ende no compartieron una misma cultura, “los negreros no capturaban toda una tribu, sino individuos que no siempre compartían la filiación étnica y cultural”47. 44 DEL CASTILLO, MATHIEU NICOLAS, Esclavos negros en Cartagena y sus aportes léxicos, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, No. LXII, 1982, Pág 45 Ibid 46 FRIEDEMANN, NINA y AROCHA, JAIME, De sol a sol, Op. Cit. Pág. 173 47 Ibid. Pág. 36 144


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PRIMEROS ESCLAVOS EN LA PROVINCIA La Provincia de Neiva no fue ajena a la presencia negra. Siguiendo un escrito de Bernardo Tovar48 se puede entrever como desde fechas muy tempranas había esclavos en la provincia, así, en “una Probanza realizada en la Villa de Guacacallo en 1544, o sea, seis años después de fundada esta población se hacía constar que la mayor parte de los indios “siempre han estado y estan alzados y de guerra y no quieren venir a dar obediencia a su Majestad”; que habían dado muerte a “mas de cien cristianos y negros y esclavos49 [...] y otros indios de este término, así mercaderes como capitanes” y que habían ido a dicha villa con muchas armas de lanzas, hondas, dardos y flechas para asolar y matar a los cristianos que estaban en ella”. El fenómeno de la esclavitud en esta provincia no era ajeno, si se tiene en cuenta que Neiva era un punto de paso para el comercio entre el interior y el sur del Reino, lo que permitía que los traficantes junto con los esclavos negros pasaran por esta provincia vía a Popayán, Quito y Perú. Popayán en esencia fue una sociedad esclavista, de lo que se desprende que el número de gente negra que paso por esta provincia hacia esa ciudad debió ser alto, incluso algunos tratantes debieron vender esclavos en la ciudad de Neiva en su viaje rumbo a Popayán. En la Provincia de Neiva en la primera mitad del siglo XVII poco a poco se iban introduciendo negros en calidad de esclavos por parte de la familia de Diego de Ospina y de otros vecinos; así la hija del fundador doña Catalina de Ospina y Medinilla, viuda del licenciado Diego de Zorrila, quien fue oidor de la Real Audiencia de la ciudad de Quito, el 20 de octubre de 1635 da poder a Francisco Martínez de Ospina, su hermano, para que venda al esclavo Pablo, quien contaba con 48 TOVAR ZAMBRANO, BERNARDO, Conquista española y resistencia indígena en las provincias de Timaná. Neiva y La Plata, en: Historia General del Huila, Tomo 1, Neiva, Academia Huilense de Historia, 1995, Pág. 237 49 Subrayado mío 145


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veinte años de edad50; y en mayo de 1636 confiere poder al Mercader de Campo Don Gaspar de Mena Loyola, residente en Mariquita y a Francisco de Montoya, residente en el Puerto de Honda, para que reclamen al Capitán Don Primitivo Morales, quien fue corregidor de la ciudad de Mariquita seis piezas de esclavos negros y todo lo referente a este cobro51. LA HACIENDA COMO HABITAT COLONIAL La hacienda en el Nuevo Reino de Granada tuvo su auge durante el siglo XVII, esto como consecuencia de mayor mano de obra disponible para trabajar en ella. Algunos hechos favorecieron este fenómeno, entre ellos, el aumento de la población mestiza, igualmente la política a favor de los terratenientes criollos para explotar mucho más a los mitayos52, y la ampliación de la población esclava negra y mulata. En la Provincia de Neiva en el siglo XVIII, la hacienda fue la unidad económica y social dominante. Existían dos tipos de hacienda relacionadas con las distintas zonas de vida presentes en esta provincia: de labranza y de ganadería. La ampliación de los cultivos de cacao, que se producía en las regiones de Timaná y Neiva y la expansión de la demanda por ganado en pie en el mercado extraregional, que obedecía al crecimiento poblacional de todo el Nuevo Reino presionaron por la extensión de la hacienda en esta provincia53. 50 ARCHIVO HISTORICO DEL HUILA (en adelante AHH). Richmond Petroleum Company of Colombia, 1948. Notaria Primera de Neiva (en adelante RCNPN). Vol. VII Tomo I. Pág. 85 51 Ibid. Pág. 88 52 KALMANOVITZ, SALOMÓN, Economía y nación, Una breve historia de Colombia, Bogotá, Editorial Siglo XXI, 1985, Pág. 46 53 MARTINEZ COVALEDA, JAIME, Haciendas y arrendatarios durante el siglo XVIII, Los casos de las Provincias de Mariquita y Neiva, Bogotä, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Económicas, Tesis de Magíster en Economía, 1993. 146


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La hacienda se convierte en una zona de contacto, entre indígenas, españoles y negros. Retomando a Mary Louise Pratt zona de contacto es “el espacio de encuentro colonial, espacio en el cual personas separadas geográfica e históricamente, empiezan a tener contacto entre sí, estableciendo relaciones continuas, que usualmente involucran condiciones de coerción, desigualdad y conflictos inmanejables”54. Paralelo a la zona de contacto viene la cultura material de contacto, que no sólo se manifiesta en los objetos de los indígenas, sino también los importados a América junto con el conocimiento que traen los españoles y africanos de técnicas, formas y usos tanto domésticos como rituales para ellos; ahora bien, la cultura material indígena sufrió un gran impacto dado que la invasión europea “destruye y trunca el desarrollo orgánico de ésta”55. Sin embargo, pese a ello en la colonia con el intercambio cultural que se estaba gestando, tanto la cultura material indígena y africana en procesos de negociaciones y transgresiones logra sobrevivir, mimetizarse en procesos adaptativos que llegan hasta el presente. LAS ACTIVIDADES DE LOS NEGROS EN LAS HACIENDAS Durante los siglos XVI y XVII hubo una presencia considerable de los africanos y sus descendientes en las haciendas de la Provincia de Neiva56. Las labores que desempeñaban esta población incluía diversas actividades, entre ellas, se destacan: arrieros, vaqueros, carpinteros, curtidores, sombrereros, herreros, alfareros, cocineros, lavanderos, sastres, cargadores de agua, constructores de casas, aljibes y cercas, y nanas. Para este escrito sólo se retomaran algunos de estos oficios para mostrar cómo los esclavos fueron protagonistas en el devenir histórico, social y cultural de la Provincia de Neiva. 54 PRATT, MARY LOUISE, Imperial eyes, Travel writing and transculturation, London, Routledge, 1992, Pág. 6. 55 BAUER, ARNOLD, Goods, Power, History, Cambridge Universty Press, 2001, Pág. 11 56 SUAZA ESPAÑOL, MARIA ANGELICA. Los esclavos en las Haciendas de la Provincia de Neiva durante el Siglo XVIII. Arqueología Histórica de la Nueva Granada, Neiva, Fondo de Autores Huilenses, 2007. 147


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El trabajo en la construcción: hacedores de tejas, ladrillos y baldosas En las excavaciones arqueológicas realizadas en las Haciendas de Bateas y de Tune57 se encontró bastante material de construcción en las diferentes unidades de excavación. Los restos estaban constituidos básicamente de tejas, ladrillos y baldosas. La técnica de construcción y el estilo de la casa principal de la hacienda se basada en diseños que dan cuenta de una herencia arquitectónica española. En este aspecto la interacción entre culturas debió ser rica, si bien es cierto que la técnica de construcción era española, los indígenas conocían mucho mejor las bondades de las tierras en esta provincia, para la obtención de mejores arcillas para la elaboración de tejas, ladrillos y baldosas, así como en la consecución de bejucos para el amarre de las vigas. Igualmente, los esclavos debieron trabajar como mano de obra en la elaboración de las casas de las haciendas. FIGURA No. 1. RECONSTRUCCIÓN DEL TEJAR DE TUNE

Levantamiento Plano: Arquitecta Julieth Rojas

57 148

Ibid


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Los ladrillos, tejas y baldosas eran elaborados en hornos construidos en el espacio de la misma hacienda, los llamados tejares. Los tejares fueron construidos en las laderas o pendientes de lomas cercanas a los ríos, los constructores de los tejares utilizaban la forma de la pendiente en la construcción del tejar, de manera que quedara incrustado dentro de la formación geográfica. Igualmente la estrategia de ubicar los tejares cerca de los ríos permitía la obtención más rápida y con menor esfuerzo físico de agua, indispensable para esta labor. Alfareros Para los arqueólogos la cultura material permite distinguir y definir estilos y tradiciones. Así, basados en la estilos cerámicos fue posible identificar la contribución de la población esclava en la conformación de la nueva sociedad surgida del intercambio cultural que se estaba entretejiendo en las haciendas. Orlando Patersson plantea que el esclavo es una persona muerta socialmente58, sin embargo, pese a este estatus dentro de la sociedad, el esclavo culturalmente no esta muerto. Tal como se puede apreciar en los vestigios arqueológicos encontrados en Bateas y Tune. Su saber y sus experiencias contribuyeron a la creación de la nueva cultura o nuevas culturas que surgieron en el contacto con españoles e indígenas en tierras americanas a través de las relaciones intérnicas. Dado que la cultura material refleja la correlación de la gente con los objetos, y a través de ella es posible entender la relación de los negros con los otros grupos en términos de alianzas, indiferencias y antagonismos. Es indudable tal como la plantea Mary Loise Pratt59, que dentro de la imagen que construyó el europeo de América quedaron subordinados los aspectos culturales de los negros e indios, aspectos dentro de los que se incluyen la cultura material. En contraste el blanco no valoraba la cultura material negra e indígena, y por lo tanto en los testamentos las vasijas construidas por los alfareros tanto indígenas como negros no representaban valor monetario alguno y eran ignoradas como parte del cuerpo de los bienes del testador. 58 PATTERSON, ORLANDO, Slavery and social death: a comparative study, Cambridge, Harvard University Press, 1982, Pág. 5. 59 PRATT, MARY LOUISE, Imperial eyes, Op. Cit. 149


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De acuerdo a las excavaciones tanto de Bateas como de Tune, la mayor parte de las vasijas utilitarias fueron de producción local, se podría generalizar y afirmar que los habitantes de la Provincia de Neiva básicamente para el cocinar y el comer usaban vasijas manufacturadas en las propias haciendas. Para los comerciantes traer vasijas de cerámica y de loza de origen europeo (Figura No. 2) hasta la Provincia de Neiva, resultaba demasiado difícil dado que había que venir en barco hasta Honda y luego seguir el camino en mulas de arría. En el viaje se debía vencer varios obstáculos, inicialmente los ataques de los indios pijaos, andakí y páez, y por otra parte cruzar los ríos, algunos caudalosos y peligrosos como el Río Grande de la Magdalena. En esta provincia algunos comerciantes murieron ahogados cuando intentaban cruzar con sus mercancías por el Magdalena, tal fue el caso del comerciante Juan Bautista Charry quien murió de esta forma en 174460. FIGURA No. 2. FORMAS GENERALES DE CERÁMICA HISPÁNICA

Tomado: DEAGAN, K, Artifacts of the Spanish Colonies of Florida and the Caribbean, 1500-1800. Vol. 1, Washington D.C. Smithsonian Institution, Press.

60 150

AHH, Libro 15, Fol. 354v a 412r. Fol. 355v


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Entonces, traer mercancía tan delicada y que podía romperse en el viaje no debía resultar fácil ni rentable. Esto explica que en el tipo de cerámica hallado tanto en Bateas como en Tune se encuentren muy pocas vasijas de otros lugares, incluso los vidriados son escasos y sólo fueron encontrados escasos fragmentos de botijas en las excavaciones arqueológicas. FIGURA No.3. BORDES Y DECORACIÓN DE TRADICIÓN INDÍGENA

Tomado de Galeano, Clara. Arqueología en el curso bajo de la Quebrada de la Tatacoa, Villavieja-Huila. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Tesis de grado Antropología, 1989. S.P.

Por otra parte, se encontraba la tradición cerámica indígena de la zona. Esta tradición indígena manejaba unas formas globulares, ollas y cuencos; la decoración característica consistía en incisiones de forma triangulares, e incisiones de líneas y puntos y pintura negra y roja. 151


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FIGURA No. 4. BORDES DE CERÁMICA DECORADA DE TRADICIÓN INDÍGENA

Tal como se aprecia en la figura No. 4, la tradición decorativa de los indígenas de esta zona (totoyoes, doches e incluso pijaos), no sólo se limitaba a las incisiones, sino también a aplicaciones con las cuales se formaban diversas figuras en la parte exterior de la vasija. La evidencia arqueológica producto de las excavaciones arqueológicas realizadas en Bateas y Tune, arrojan como resultado que estilos de decoración en la cerámica casi desaparecen, sin embargo las formas globulares continúan haciendo parte de la cultura material de la hacienda, conjuntamente con nuevas decoraciones y nuevas formas. Pese a la intrusión de los españoles, que llevó a la casi aniquilación de las comunidades indígenas, los sobrevivientes trabajaron en las haciendas como por ejemplo Bateas. Allí pusieron a su servicio el conocimiento no sólo en lo relacionado con la cerámica, sino también con herramientas que en algún momento debieron ser necesarios para las actividades cotidianas especialmente cuando los utensilios metálicos debieron ser escasos. Así en las excavaciones fue posible encontrar instrumentos líticos, como raspadores y metates. En la región que en la colonia fue llamada Provincia de Neiva, los grupos indígenas que habitaban este territorio tenían una tradición cultural cerámica. Luego los españoles importaron de su continente formas y estilos nuevos como botijas, bacines, jarras, escudillas y platos (Figura No. 2). Pero en la colonia surge un elemento estilístico completamente nuevo que rompe con la tradición indígena y peninsular: las aplicaciones en los bordes con diferentes motivos. 152


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FIGURA No. 5. ALGUNOS BORDES CON APLICACIONES. BATEAS Y TUNE

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Con respecto a estos bordes, en las investigaciones arqueológicas realizadas en Cartagena se encontró esta característica en alguna cerámica. Meyers asocia las decoraciones aplicadas de la tradición Crespo con las vasijas de Costa de Oro africana y Yabba de Puerto Royal (Jamaica)61. “Esto se interpreta como una evidencia de que las tradiciones alfareras del Africa Occidental no sólo no eran desconocidas para las colonias del Caribe, sino que además eran afines. De acuerdo a lo señalado por Meyers, los diseños africanos presentes en los materiales Crespo de Cartagena serían la decoración aplicada, que consiste en pequeños rollos de arcilla húmeda aplicados a la superficie con los dedos pulgar e índice, formando protuberancias u ondulaciones en el reborde, y la impresión por sello o estampado, que consiste en la presión de un sello sobre el barro suave y húmedo mediante una herramienta tallada que puede ser de metal, hueso o madera”62. Ahora bien, de acuerdo a la comparación entre algunas evidencias cerámicas encontradas en Cartagena y la Provincia de Neiva (Bateas y Tune), se encontró la similitud no sólo en las aplicaciones en los bordes, igualmente el tipo de material utilizado para la manufactura. La tradición cerámica Tipo Crespo arenoso de Cartagena (figura No. 6) revela la mezcla de rasgos de grupos “con diferentes trayectorias culturales y de un orden social ya consolidado socialmente [...] y la influencia de las tradiciones como la europea y africana”63. Esta tradición tiene como característica una textura arenosa, con inclusiones a la vista de color café y a menudo con núcleo gris o negro, con superficie externa alisada. Entonces, estas características de la tradición cerámica Tipo Crespo arenoso de Cartagena, son similares a las descritas en las tradiciones cerámicas de Bateas y Tune, específicamente con los tipos de desgrasante arenoso (Tipo Bateas desgrasante arenoso, Tipo Bateas desagrasante arenoso variedad negro, Tipo Bateas desgrasante arenoso variedad café, Tipo Bateas desgrasane arenoso variedad café grueso, Tipo Tune desgrasante arenoso, Tipo Tune desgrasante arenoso variedad negro)64. 61 THERRIEN, MONIKA, et al. Catalogo de cerámica colonial y republicana de la Nueva Granada, Bogotá, Banco de la República , FIAN, 2002 62 Ibid 63 Ibid. Pág. 48 64 SUAZA ESPAÑOL, MARIA ANGELICA. Los esclavos, Op. Cit. 156


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FIGURA No. 6. BORDES TIPO CRESPO ARENOSO

Tomado de: Therrien Monika, et al. Catálogo de cerámica colonial y republicana de la Nueva Granada. Bogotá: Fundación de Investigaciones arqueológicas nacionales. Banco de la República, 2002. Pág. 55

Así, teniendo como referente tanto los trabajos arqueológicos realizados en Cartagena y en Jamaica y de acuerdo a la evidencia de las excavaciones arqueológicas de Bateas y Tune, se puede afirmar que en las haciendas de la Provincia de Neiva la presencia negra quedó manifiesta no sólo en las archivos sino en las huellas que dejaron plasmadas en la fabricación de vasijas, básicamente utilitarias. 157


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Ahora bien, algunas de estas vasijas con este tipo de aplicado en los bordes tenían la forma de paila, entonces esta decoración no era visible fácilmente, servirían posiblemente para hacer más fácil el sujetarla y que no se resbalara, igualmente era un sello de identidad dentro de la población heterogénea que constituía la hacienda en la Provincia de Neiva. Pero este tipo de decoración en las pailas no era exclusivo de esta región, tal como lo menciona Therrien65 en Cartagena “se vuelven corrientes las pailas en cerámica, a las que con frecuencia se les agrega un rollo extra de arcilla pegado al borde que se decora ejerciendo presión con los dedos. Posiblemente las variaciones mas visibles obedezcan a la influencia de tradiciones africanas”. En la tradición cerámica de Bateas y Tune los alfareros y ceramistas negros y mulatos elaboraron vasijas con formas españolas, indígenas y posiblemente africanas, sin embargo a muchas de estas formas le imprimieron su sello particular: las aplicaciones en los bordes. Así, en las haciendas como Bateas y Tune se encuentra este tipo de decoración en ollas globulares, cuencos, escudillas, pailas y bacines. Entonces, lo que estamos apreciando es una dinámica interétnica al interior de la hacienda, que busca dar soluciones a los problemas cotidianos. Así, el proceso de manufactura de la cerámica en la Provincia de Neiva, muestra el proceso de recombinación cultural, indicando una selección cultural y el uso de dos o más elementos de dos o más culturas dentro de un mismo comportamiento personal para conseguir una acción social más eficiente. La recombinación cultural es un reflejo de las relaciones interétnicas que se daban al interior de la hacienda. Tal como lo plantea Esteva-Fabregat “implica el uso de una estructura institucional flexible y de una organización social continuamente abierta a la adopción de nuevas formas de vida66. 65 THERRIEN, MONIKA, et al. Catalogo, Op. Cit. Pág. 49 66 ESTEVA-FABREGAT, CLAUDIO, El mestizaje en iberoamérica, Madrid, Editorial Alambra, S.A., 1988, pág. 6. 158


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FIGURA No. 7. BACIN EUROPEO Y BACIN FABRICADO EN BATEAS CON APLICACION EN EL BORDE

Para los españoles de la Provincia de Neiva resultaba difícil traer desde Europa las vasijas a las cuales estaban habituados, entonces impusieron su gusto en algunas sus formas predilectas y con el conocimiento en el manejo de la alfarería por parte de indígenas y esclavos se elaboraron las vasijas. Sin embargo estas vasijas fueron objeto de transgresiones y de negociaciones en la elección y predilección de normas y comportamientos, que llevaron a que adquirieran una estética diferente. En la interrelación cultural que se estaba presentando en las haciendas de la Provincia de Neiva entre las diferentes etnias y grupos raciales en la imposición y elección de gustos y preferencias en torno a la elaboración, formas y usos de las vasijas, debió existir un proceso (no necesariamente consciente) mediante el cual se concertó y aceptó entre los pobladores de la hacienda estilos que perduraran hasta ser convertidos por el inconsciente en un hábito. Tal como lo plantea Gregory Bateson “existe un proceso mediante el cual el conocimiento (o el hábito, sea de acción, de percepción o de pensamiento) desciende hasta niveles cada vez más profundos de la mente”67. 67 BATESON, GREGORY, Pasos hacia una ecología de la mente, Buenos Aires, Carlos Lohle, 1976, pág. 162 159


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Así este conocimiento debió convertirse en recurrente, ó en redundante en términos batesonianos, hasta convertirse en hábito. Desde el punto de vista arqueológico el principio de recurrencia se refiere a la identificación de los patrones de conducta socialmente aceptados cuya expresión física se encuentra en la repetición de los rasgos y elementos que permiten establecer contextos asignables a una misma forma de conducta, a lo largo de un tiempo dado o de un espacio determinado68. En conclusión, la evidencia arqueológica en lo que se refiere al grupo conformado por los negros y mulatos, muestra resistencia cultural manifestada en respuestas creadoras en la elaboración de las vasijas. Así al tener la oportunidad el esclavo pone su conocimiento al servicio de la hacienda, imprimiendo en la cultura material un rasgo identitario. VIVIENDA En la Hacienda Bateas fue posible encontrar los cimientos de la casa de los esclavos; la tradición oral de la ubicación se conservó dentro de la memoria de los habitantes que vivieron en la hacienda por mucho tiempo69. Ubicada al oriente de la casa de la hacienda se encontraba completamente tapada por rastrojos y árboles al igual que el empedrado.

68 LUMBRERAS, LUIS GUILLERMO, Métodos y técnicas en arqueología, En: Boletín de Antropología Americana, No. 16, diciembre, 1987, pág. 67 69 El anterior administrador de Bateas, quien vivió desde su niñez en Bateas, y a la vez su madre trabajo toda su vida en ella, recuerda que se mencionaba que en dicho lugar fue la casa de los esclavos. 160


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FIGURA No. 8. CIMIENTOS DE LA CASA DE LOS ESCLAVOS Y EMPEDRADO

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Francisca Reyes Verdugo, junto con sus hijos posiblemente vivió en los cuartos continuos a la cocina, donde actualmente es el cuarto destinado a la vivienda del mayordomo y su familia; es lógica que si Francisca era la encargada de la cocina, su habitación se localizará cerca a la cocina. Hacia el oriente de la casa de los esclavos se encontró un empedrado. A diferencia de la casa de los jesuitas estaba construido no sólo con piedras sino con restos de ladrillos, lo cual le daba un aspecto no tan uniforme como el del empedrado que rodea la casa principal, este sitio probablemente era el lugar utilizado para secar el maíz de las parcelas que poseían los negros esclavos en esta hacienda. FIGURA No. 9. PLANO GENERAL DE LA HACIENDA BATEAS. SIGLO XVIII

Planta de casas jesuitas. 2. Casa esclavos. 3. Empedrado casa de esclavos. 4. Pesebrera. 5. Carpintería. 6. Corrales. 7. Aljibe. 8. Basurero-UE-1 . 9. UE-2. 10. UE-3 Levantamiento de los planos: Arquitecta Julieth Rojas Villalba 162


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Si se compara la casa de los jesuitas con la de los esclavos, esta última resultaba demasiado pequeña en comparación de la gran casa, sin embargo no debió ser muy molesto para ellos. En Virginia, en la Plantación de Kingsmill, Kelso70 plantea que algunos esclavos implantaron en sus casas diseños y técnicas de construcción africanas. FIGURA No. 10. CASAS DE FAMILIAS NEGRAS EN VIRGINIA Y NIGERIA

70 KELSO, WILLIAM, Kingsmill Plantation, 1619-1800, Archaeology of country life in colonial Virginia, Florida, Academic Press, INC, 1984, Pág. 28 163


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Casa de familia negra. Richmond-Virginia.S.XIX Casa Yoruba en Nigeria. Siglo XX Tomado de: KELSO, WILLIAM, Kingsmill Plantation, 1619-1800, Archaeology of country life in colonial Virginia, Florida, Academic Press, INC, 1984, Pág. 29 y 32

Kelso sustenta esta afirmación comparando las dimensiones de las casas de los esclavos con casas africanas (Yoruba-Nigeria), al igual que con casas de familias negras que se conservaban en la segunda mitad del siglo XIX en Virginia- Estados Unidos (Figura No. 10) . El autor lo argumenta con las dimensiones de las casas de los esclavos encontradas en las excavaciones arqueológicas, éstas eran de 10mtx10mt, y 12mtx12mt, rasgo predominantemente africano. Lo cual reflejaría la preferencia cultural africana, aún cuando el diseño de la casa fuera angloamericano. “En otras palabras, estas casas pequeñas con sus cuartos minúsculos fueron como sentirse en Africa, un espacio culturalmente definido donde los africanos no se sentirían incómodos”71. 71 KELSO, WILLIAM, Kingsmill Plantation, 1619-1800, Archaeology of country life in colonial Virginia, Florida, Academic Press, INC, 1984, Pág. 28 164


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FIGURA No. 11. BURACO DE TATU, 1763

Tomado de: SCHWARTZ, STUARD, Mocambos, quilombos e Palmares: A resistencia escrava no Brasil colonial, En: Estudios económicos, Instituto de pesquisas económica USP, número especial, 1987, pág. 73.

Igualmente, Roger Bastide sugiere que en la tradición cimarrona de Recife (Brasil) las casas son rectangulares en oposición a las casas circulares de indios que vivían en la periferia de los palenques, esto preferencia por la forma rectangular por parte de los negros cimarrones es evidente en los levantamientos y planos de las casas encontradas en las investigaciones arqueológicas realizados por Stuard Schwartz en los quilombos de Palmares (Figura No. 11). En Bateas la casa que por tradición oral se asocia a los esclavos responde a este mismo parámetro e incluso tiene semejanza con la casa Yoruba que aparece en la Figura No. 10. La casa de los esclavos encontrada en Bateas, tenía unas dimensiones de 5.10mtsx4.25mts, en su parte exterior, teniendo como referencia el empedrado, y su área interior de 3.55mtsx2.65mts. Como se ve una casa muy pequeña, con pisos de tierra. Sus paredes, dadas sus dimensiones, debieron ser de bahareque o tabla, y su techo de palma, rasgo que puede ser común para los africanos. En las investigaciones arqueológicas realizadas 165


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por Leland Ferguson, se hace referencia a la casa de los esclavos en estos términos, “tres casas pequeñas de dos cuartos, están debajo de pinos y robles llenos de musgos [...] Los tejados era de tablones y entechados con palmito y las paredes de arcilla y sin ventanas”72. En comparación con la gran casa de los jesuitas la casa de los esclavos se veía muy pequeña, pero tal como se ha mostrado parece que los negros traídos del Africa tenían una predilección por las casas pequeñas. Dentro de la escasa descripción que se encontró de la casa de la Hacienda de Bateas, existen algunos datos que permiten visualizar la casa grande. En 1772 tenía tres puertas en cuero73, hacia 1782 le habían incorporado puertas y ventanas de madera y sólo contaba con una puerta de cuero74. FIGURA No. 12. LEVANTAMIENTO CASA DE LOS ESCLAVOS

72

FERGUSON, LELAND, Uncommon Ground. Archaeology and Early African America, 1650-1800, Washington, Smithsonian Institution Press, 1992 Pág. xxi. 73 AGN, Negros y esclavos,Tolima.,Tomo 19, Fol. 973 a 978 74 AHH, Varios, Libro 27, Fol. 49v a 227r 166


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Así, frente a este panorama la vivienda de la hacienda Bateas la constituían la casa principal con su cocina, horno, corrales y mangas; la casa de los esclavos, posiblemente una casa para los administradores, y las casas esparcidas por todo el territorio de la hacienda de arrendatario y concertados. La inmobiliaria de la casa de los esclavos en la Hacienda Bateas, teniendo en cuenta sus dimensiones debió ser mínima, podría decirse que estaría limitado a la cama, e incluso algún tipo de mueble para la ropa donde se podría guardar o colgar. En síntesis, es posible apreciar como el africano y sus descendientes que estuvieron en calidad de esclavos en las haciendas de la Provincia de Neiva, pese a su condición subordinada, en la cotidianidad y de manera inconsciente fue protagonista a través de negociaciones, transgresiones e invenciones en la formación de una nueva sociedad que surgió como producto del mestizaje y del intercambio cultural, y que ahora llamamos cultura huilense.

Vista parcial de asistentes al Simposio “Neiva Vive su Historia”

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LITIGIO POR LA LIBERTAD DE UN ESCLAVO Y SU MUJER Villa de Timanรก, 1800

Alvaro Falla Alvira Miembro Correspondiente Academia Huilense de Historia

INTRODUCCIร N Esta investigaciรณn es una realidad gracias a la existencia del archivo histรณrico del Juzgado Primero Civil Municipal de Garzรณn, Huila. 168


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Se propone relatar un litigio judicial en el régimen de la esclavitud colonial en la Villa de Timaná y además, divulgar esta fuente documental para que los investigadores de la historia, de la historia del derecho, de los comportamientos individuales y sociales, etc., tengan la noticia y se aproximen a ella. Desde 1501 o 1502 los españoles desembarcaron esclavos negros en América; en las islas del Caribe. Primero en La Española. Al valle del Magdalena seguramente los trasladaron desde 1631 los jesuitas, quienes como lo afirma Germán Colmenares,75 comenzaron en esa fecha a establecer la hacienda de Villavieja; otros hacendados y comerciantes quizás para el mismo Siglo XVII y Siglo XVIII los llevaron a la Villa deTimaná, una vez los compraban en el mercado de Popayán. A partir del estudio de un proceso decidido por las autoridades judiciales españolas, iniciado en 1800 por un esclavo viejo y enfermo quien demandó por la libertad suya y la de su mujer, se obtienen anotaciones de un pequeño trozo de la realidad de la vida de los esclavos en esta región y más especialmente en la Villa de Timaná, al final de la tarde del sistema colonial, así como de la actividad judicial de la época, que invitan a la reflexión. Los movimientos antiesclavistas dieron sus frutos en Inglaterra en 1807, año en el que quedó prohibido el comercio de esclavos en las colonias inglesas. Con anterioridad un movimiento abolicionista en Haiti lo llevó a su independencia de Francia y a la emancipación de los esclavos, declarada el 1o de enero de 1804; pero en 1579 negros rebeldes, después de un movimiento antiesclavista importante, en Portobelo firmaron un tratado de paz con los colones españoles mediante el cual obtuvieron libertad colectiva.76 En Francia fue abolida en 1794; pero restituida por Napoleón en 1810, solo desapareció definitivamente en 1848. 75

Las haciendas de los Jesuítas en el Nuevo Reino de Granada, Siglo XVIII. Bogotá, 1969. Universidad Nacional de Colombia, Dirección de Divulgación Cultural. Pág. 104. 76 Simo, Tamara. 2006. Crónica de la Esclavitud en América. 169


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España declaró libres a los nacidos de esclava, en 1868. En 1873 emancipó a los esclavos de Puerto Rico y en 1868 a los de Cuba. Las leyes de los Estados Unidos la prohibieron en 1862 y en 1863 los declaró libres a todos, como resultado del triunfo del Norte. Empero, ya desde 1787 prohibieron la esclavitud en los territorios al norte y oeste del río Ohio. Ulteriormente a las guerras de independencia, en México se le puso punto final en 1813; en Venezuela y Colombia en 1821; sin embargo en nuestra patria solo se inició su definitivo proceso de abolición, el 1º de enero de 1852; en Venezuela en 1851. En Centroamérica en 1823-24; en Ecuador en 1852-56; en Argentina en 1853; en Paraguay en 1869 y en Brasil en 1888. En Chile en 1823. Perú en 1854. La manumisión era un acto jurídico por el cual el amo se desprendía de su propiedad y el esclavo recuperaba su condición de hombre libre.77 Era uno de los modos aceptados, inclusive desde las Siete Partidas,78 para alcanzar la libertad; ocurría como un acto voluntario del amo, o por la compra de la libertad, o por la mezcla racial. LA VILLA DE TIMANÁ EN 1800. Timaná fue fundada por Pedro de Añasco en 1538. A finales del Siglo XVIII y comienzos del Siglo XIX, el Cabildo estaba compuesto por dos alcaldes ordinarios y un procurador General, que se nombraba cada año. Su progreso empezó a decaer; para entonces la aislaban 77

Colmenares, Germán, Historia Económica y Social de Colombia. Popayán una Sociedad Esclavista 1680 - 1800. Tercer Mundo Editores, S.A., 1979, pág. 74. 78 El código de las Siete Partidas es un cuerpo normativo redactado en Castilla durante el reinado de Alfonso X El Sabio, rey de Castilla y de León desde 1252 hasta 1284. con esta codificación se propuso conseguir una cierta uniformidad jurídica del reino. Su nombre original era el Libro de las Leyes y, solo hacia el Siglo XIV recibió su actual denominación, dadas las secciones en que está dividida. 170


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la maleza y los malos caminos. La Villa era bien pequeña, de apenas cincuenta familias, pero muy dilatada en su territorio en el que además de los pueblos de indios, habitaban muchas familias en granjas y hatos de ganado mayor.79 A comienzos del Siglo XIX el Cabildo solicitó al virrey don Pedro Mendinueta, que ordenase el traslado de la Villa y del Cabildo, a Garzón. Es probable que no hubiera escuela de enseñanza primaria puesto que en 1808 Juan Francisco Barreiro le manifestó al Cabildo que se encontraba en disposición para desempeñar el oficio de maestro de primeras letras por medio de una escuela pública en la Villa de Timaná o en el sitio de La Viciosa.80 El Cabildo lo nombró con condiciones y convocó a los padres de familia para tratar acerca del salario del maestro e intimarles las obligaciones de poner a sus hijos a la escuela sin pérdida de tiempo.81 LEYES DE LA ESCLAVITUD EN 1800 En las Leyes de Las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, dice en la Partida IV, Título XXIII que: Omes o son libres, o son siervos o aforrados a que se llaman en latín libertos. En la Partida IV, Ley I, Título XXI dice: Servidumbre es postura é establecimiento, que fizieron antiguamente las gentes, por la qual los omes que eran naturalmente libres, se fazen siervos, é se meten a señorío de otro contra razón de natura. E siervo tomó este nome de una palabra que llaman en latín servare, que quiere tanto dezir en romance como guardar. 79

Díaz Jordán, Jenaro. Proceso Histórico de Pueblos y Parroquias de la Diócesis de Garzón. Imprenta Departamental del Huila, 1959. Pág., 149. 80 Díaz Jordán, Jenaro, op., cit., Pág.,248. 81 Díaz Jordán, Jenaro, op., cit., pág., 248. 171


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En la Partida IV, Ley VI, Título XXI: Llenero poder ha el señor sobre su siervo, para fazer del lo que quisiere. Pero con todo esso, non lo deve matar, nin lastimar, maguer le fiziesse porque, á menos del mandamiento del juez del lugar, nin lo deve ferir, de manera que sea contra razón de natura, nin matarlo de fambre; fueras ende si lo fallasse con su muger, ó con su fija. ó fiziesse otro yerro semejante destos. Ca estonce bien lo podría matar. Otrosi dezimos que si algun ome fuesse tan cruel a sus siervos, que los matasse de fambre: o les diesse tan grand lazerio, que non lo podiessen sofrir, que entonce se puedan quexar los siervos, al juez. E al de su officio, deve pesquerir en verdad si es assi: e si lo fallare verdad, develos vender, e dar el preço a su señor. E esto deve facer, de manera que nunca puedan ser tomados en poder, ni en señorio de aquel, a cuya culpa fueron vendidos. En las Leyes de Indias y en la Recopilación de Leyes de los Reinos de Las Indias, en el Libro VII, Título V, Ley VIII, se estableció: Don Carlos y el Cardenal Gobernador. 15 de abril de 1510. Que las audiencias oigan y provean justicia á los que proclaman á libertad. Ordenamos a nuestras reales audiencias, que si algun negro o negra, ú otros cualesquiera tenidos por esclavos, proclamen á libertad, los oigan y hagan justicia, y provean que por esto no sean molestados de sus amos. Eran las leyes de la esclavitud, precisamente para mantenerla, en el tiempo en que el mulato Luis Calderón demandó justicia ante las autoridades coloniales en la Villa de Timaná en 1800. ASPECTOS GENERALES DEL EXPEDIENTE Y DEL PROCEDIMIENTO El documento es un expediente que pertenece al archivo histórico del Juzgado Primero Civil Municipal de Garzón, departamento del Huila. Consta de treinta y un (31) folios cosidos por el lomo con un finísimo hilo blanco, que así como la numeración, corresponde a la época. Se encuentra en muy mal estado de conservación, como lo está todo este archivo histórico, en el que se descubren expedientes desde el siglo XVIII, que dan cuenta de múltiples procesos judiciales. 172


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Luis Calderón el mulato esclavo, dio comienzo a su batalla judicial contándole al Síndico Procurador General Protector de Esclavos su fallido intento por alcanzar la libertad que había comprado a su amo Don Antonio Calderón, y el deseo por obtenerla. No consta en el expediente la manera como lo hizo; Las VII Partidas no lo indican, es decir, si oralmente o por escrito; y tampoco si imploró también por la manumisión de su mujer ante la nombrada autoridad española. El Síndico Procurador General Protector de Esclavos pidió al Virrey Presidente Regente y Oidores de la Audiencia, que se digne mandar librar providencia a las Justicias Ordinarias de la citada Villa de Timaná, para que oyendo a este infeliz por medio de aquel Procurador General, le administren toda la que tenga, sin permitir que de modo alguno lo moleste Don Antonio Calderón; y que de lo que obraren en execución de vuestro superior mandato, den cuenta a esta Superioridad para los efectos, que haya lugar. Santafé y noviembre diez de mil ochocientos.82 Luis Calderón el esclavo presentó ante el Alcalde Ordinario de la Villa de Timaná, su súplica de libertad, escrita en página y media, el 6 de diciembre de 1800 y la acompañó de una prueba muy importante, representada en un testimonio escrito por don Manuel Antonio Losada, en el que comunica que le consta el trato entre el esclavo y don Antonio Calderón del Castillo, por el cual este y su hijo don Juan Calderón, recibieron del mulato esclavo, dinero y otros bienes a cuenta de su libertad. No cuenta que en ese acuerdo estuviera incluida la mujer. Empero en su escrito dirigido al Alcalde Ordinario, el mulato relató que el trato comprendía la libertad de su mujer, ya vieja, cansada de criar diez hijos que le ha dado a mi dicho amo.83 Presentó también la providencia dictada por la Real Audiencia en Santafé, que al recibirla el Alcalde Ordinario le aplicó la fórmula de obediencia: la que vista por mi el Alcalde Ordinario, la besé y puse 82 83

Folios 2 vuelto, 3 y 3 vuelto, del expediente. Folio 5 ibid. 173


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sobre mi cabeza como carta de mi Rey y señor natural.84 Dispuso que la otra parte conociera y quedara impuesta del documento, así lo certificó. Es decir, en los términos del derecho procesal actual, corrió traslado de la demanda al amo don Antonio Calderón del Castillo. AUTORIZACIÓN DEL REY CARLOS IV A TRAVÉS DE LA AUDIENCIA Y CANCILLERÍA REAL DEL NUEVO REYNO DE GRANADA, PARA QUE POR INTERMEDIO DEL SÍNDICO PROCURADOR GENERAL PROTECTOR DE ESCLAVOS, EL ALCALDE ORDINARIO DE LA VILLA DE TIMANÁ, LE ADMINISTRE JUSTICIA AL ESCLAVO Incitativa para que el Alcalde Ordinario de la Villa de Timaná administre justicia a Luis Calderón por medio del Síndico Procurador General sobre lo que representa en el escrito inserto. Don Carlos85 por la gracia de Dios Rey de Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Jersulen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Sevilla, de Mallorca, de Menorca, de Cerdeña, de Córdova, de Corcega, de Murcia, de Jaen, de Los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar de las Islas Mariana, de las Islas Orientales y Occidentales, Islas y tierra firme del mar océano, Archiduque de Armeria, Duque de Borgoña, de Brabante, y de Milan, Conde de Abspurg, Flandes, Tirol, y Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina = Por quanto en mi Audiencia y Chancilleria Real del nuevo Reyno de Granada se dio el escrito cuio tenor es el siguiente = Mui Poderoso Señor = El Sindico Procurador General como Protector de Esclavos por Luis Calderon, que dice serlo de Don Antonio Calderon Vecino de la Villa de Timaná ante Vuestra Alteza con su acostumbrado respeto dice: que este infeliz le ha representado que conciencia, y consentimiento del citado su amo trató y contrató, y que del producido de sus negociaciones, le entregó diferentes cantidades para su rescate, y libertad. Que para el complemento restaba solamente, quarenta pesos, y que a este pretexto le quitó una carga de cacao, una yegua, un potro, y una potranca, que exceden mucho en valor a aquella cantidad que se restaba. Que no obstante se ha resistido a otorgarle la carta de ahorro, y libertad, y a devolverle el exceso de su legitimo precio.= Este procedimiento si es tal qual se refiere es el mas 84 85 174

Folio 5 vuelto in fine ibid. Don Carlos IV, Rey de España de 1788 a 1808; padre de Fernando VII.


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irregular merecedor de reprehencion, por haverse dirigido contra un miserable, que se ha visto necesitado a recurrir por el remedio a este Superior Tribunal, pasando al efecto grandes molestias, y trabajos.= El Protector pues en desempeño de su cargo y ministerio pide a Vuestra Alteza que se digne mandar librar providencia a las justicias ordinarias de la Citada Villa de Timaná, para que oyendo a este infeliz por medio de aquel Procurador General, le administren toda la que tenga, sin permitir, que de modo alguno lo moleste Don Antonio Calderon; y que de lo que obren en execucion de vuestro Superior mandato, den cuenta a esta Superioridad, para los efectos, que haya lugar. Santafé y noviembre diez de mil ochocientos. Tomas Tenorio Carvajal = Y visto por mi Virrey Presidente Regente y oidores de la citada mi Audiencia se proveyo en trece del corriente, mes, y año el auto siguiente = Librese la correspondiente Real Provision incitativa para que el Alcalde Ordinario de la Villa de Timaná le administre justicia a esta parte sobre lo que representa, por medio del Sindico Procurador General = Por tanto fue acordado por los enunciados mis Ministros el que se debía librar esta mi carta la que he tenido a bien y por ella os ordeno y mando a vos, mi Alcalde Ordinario de la Villa de Timaná, que luego que la recibais, beais su contenido, y en su cumplimiento haréis lo tenga el auto inserto, segun y como en el se os manda sin hacer cosa en contrario, ni dar lugar a queja, pena de doscientos pesos para mi Camara y fisco. Dada en Santafe a catorce de Noviembre de mil y ochocientos # Chanciller Mayor 86 LA PRUEBA DEL TRATO El 28 de septiembre de 1800 escribió el testigo: Digo yo Don Manuel Antonio Losada que me consta en mi presencia trato Don Juaquin Calderón y su padre con el mulato Luis Calderón esclavo de dichos señores lo que dio a cuenta de su libertad setenta pesos en ganado y yeguas y quedo restando cuarenta pesos y quede yo obligado por dicho mulato y despues le cogieron sus amos treinta pesos que le avia prestado a Don Luis Antonio Navarro y una yegua y un potro que tenia en la Jagua me parece que para quarenta que restaba para su libertad antes le sobra plata y dicho mulato a tratado 86

Folios 2, 3 y 4 ibid. 175


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toda su vida con sus mesmos amos pues les a echo suplicantes y es quanto me consta sobre el particular. Y para que conste lo firmo en dicho dia mes y año Manuel Losada la presente carta dada por don Antonio Losada su contenido y firma, es cierto y verdadero, y por tanto lo firmamos, y declaramos ante la real Justicia, Jose Salvador Losada Antonio Losada Firmada con petición en este Juzgado Ordinario Juez Velasco87 Como se observa, el documento fue firmado por don Manuel Losada junto con dos testigos y presentado para cumplir el protocolo de autenticación, ante el Juez Ordinario de la Villa de Timaná, se entiende, puesto que en su texto no consta la sede del Juez, pero fue en esa localidad en la que se adelantó el proceso. LA DEMANDA DEL ESCLAVO Señor Alcalde Ordinario Luis Calderón, Esclavo que fui de mi amo Don Antonio Calderón del Castillo, de este vecindario ante ilustrísimo como mas haya lugar en derecho paresco, y digo que el sitado mi amo me dio carta para que buscara el amo que quisiere comprarme con mi mujer; y despues de haber solicitado con diligencia nuevo amo, no fue posible hallar quien quisiera comprarme ni a mi ni a mi mujer, el havernos puesto sobre caros, pues esta a la vista mi enfermedad, que ademas el ser viejo, y quasi sin vista, soy quebrado, y mi mujer, ya vieja, cansada de criar diez hijos que le ha dado a mi dicho amo; en cuya suposicion; y habiendome puesto en cien pesos a mi, y a mi mujer en ciento, y cincuenta pesos passe con el amo Don Antonio Losada, y en su presencia le entgregué a mi amo Don Joaquin Calderon {hijo de mi amo Don Antonio, y quien le maneja sus intereses,} todos los bienes que habia adquirido con su mesmo consensa, y beneplacito; necesitando para libertar a mi mujer, una carga de cacao; que la tengo vendida en el Chaparral en sesenta pesos. De los primeros bienes 87 176

Folio 1 ibid.


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que di al citado mi amo Don Joaquin en pago de mi libertad, valieron setenta pesos y quedé restando el resto para el completo de los ciento en que me habian puesto; para lo cual quedó obligado dicho Don Antonio Losada, como consta en su carta, que es la mesma que solemnemente presento; de que resultó que hallandome en el sitio de Don Luis extraña justicia libraron carta Don Jose Antonio Losano de aquella feligresía, para que me remitiera preso como esclavo, denegandome ya a mi libertad como que pidieron los bienes que tenia; que pido se hagan avaluar por perzonas desinteresadas, y en conciencia, y lo mismo mi perzona, y que sacada la dicha cantidad de mi valor, el sobrante quede para libertar a mi mujer; pues no hay duda que restando solo quarenta pesos han recaudado mucho mas como se patentaron de la citada carta, que dejo referencia. Por tanto y para que se me ampare en mi libertad guardandoseme en todo la justicia que solisito; hago solemne presentación con el juramento debido a la Ilustrisima Provision de las Justicias de la Real Audiencia del Distrito para que con anuencia del Señor Procurador General y Protector se le de su devido cumplimiento, segun se lo suplico reverentemente y hacer que a la mayor brevedad me otorguen mi carta de libertad, como es de justicia y se me de el sobrante de mis bienes, para que quede en parte de pago de la libertad de mi mujer. Que siendo todo conforme y arreglado en justicia, ante señoria rendidamente pido y suplico que haviendome presentado con la Provision y documento que relaciono, se sirva provea, y mandar como solisito, juro no proceder de malicia. Luis Calderón Timana 6 de Diciembre de 1800 Por presentado con el documento y la Provision que acompaña librada por la Real Audiencia del Distrito, la que vista por mi el Alcalde Ordinario, la besé, y puse sobre mi cabeza como carta de mi Rey, y señor Natural, que Dios guie para su cumplimiento y execute su tenor y forma guardandose justicia a la parte con anuencia del Procurador General a quien se le pasara vistas de todo para que pida lo que corresponda a favor del interesado. Asi lo obedesco, mando, y firmo yo Don Iñigo Alonso y Velasco. 177


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Incontinenti yo dicho Alcalde hice saber el Documento anterior a la parte. Quedó impuesto, asi lo certifico = Velasco El 9 de diciembre de 1800 el Síndico Procurador General y padre de Menores88 manifestó su acuerdo con la petición y pidió llamar al Juzgado al obligado a otorgar la carta de libertad. En la misma fecha el señor Alcalde dispuso: Por la antecedente petición del Síndico: Comparesca en este Juzgado Don Antonio Calderon, o Apoderado instruido a imponerse de las excepciones puestas por Luis Calderon; y con lo que resulte se provea. Asi lo decreto, y firmo yo Don Iñigo Alonso y Velasco Alcalde Ordinario con testigos a falta de Escrivano= Iñigo Alonso y Velasco Testigo Camilo Antonio Carvajal Testigo Vicente Joaquin Ordoñez Inmediatamente adelantó la siguiente notificación: Incontinenti yo dicho Alcalde hise saber el Decreto anterior al señor Procurador General. Quedó impuesto. Certifico = Velasco Seguidamente practicó la siguiente diligencia, de la que dejó constancia: En quince del corriente Diciembre, yo dicho Alcalde hise saber la presente Provision de su alteza, y diligencias que siguen, a Don Joaquin Calderon, hijo legítimo, y apoderado general, de Don Antonio Calderon; y le corrí traslado de todo para que esponga lo que tenga para conveniente y lo firma con migo = Iñigo Alonso y Velasco José Joaquín Calderón 88

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Esta denominación obedece al cumplimiento de las Leyes IX, X, XI, XII y XIII. Título XXXI, Novísima Recopilación de Leyes de España, dictadas por el rey Don Carlos III en 1779, 1780, 1781, 1783 y 1784. Es un antecedente del Patronato de Menores que en el Siglo XX tuvo aplicación en Colombia. Tomado de MENORES DELINCUENTES EN EL HUILA CAQUETÁ Y AMAZONAS. 1937 - 1962. Silencios del pasado que piden la palabra en el presente, de Álvaro Falla Alvira. Sin publicar.


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EL ALEGATO DE LOS AMOS Senor Alcalde Ordinario Don Jose Joaquin Calderon vecino de esta Villa de Timana, a nombre de mi Señor Padre Don Antonio Calderon, ausente en su Hacienda, y enfermo, y en virtud de las facultades que me tiene conferidas para el manejo de sus intereses;89 y prestando voz y caución en toda forma, ante Vos conforme a Dios paresco y digo: El referido esclavo en ningun tiempo ha tenido licencia tacita ni expresa de su referido dueño, para tratar y contratar; y mucho menos arbitrios legales, para adquirir porcion equivalente a su libertad, ya que toda su vida ha estado destinado al cuido de las Haciendas de ganado y cacaguales que su señor ha mantenido, y mantiene en esta jurisdicción, y sujeto a racion como es notorio; y por consiguiente se persuada que cualesquiera interés que se le conoscan se han de suponer sin disputa, correspondientes a las Haciendas a que ha estado dedicado, aunque mas le quisieran salvar Don Antonio de Losada, Don Josse de Losada, y Don Antonio de Losada, con la carta que le han dado para hapoyar la inicua pretensión de la libertad, con desmedro de la buena conducta de mi referido Padre, que en ningun tiempo ha dado campo para presumpciones contrarias, y por lo tanto desde su niñez ha concerbado una reputacion respetuosa. Los intereses del citado esclavo no solo se encaminan a el libertinaje, sino tambien a que sus delitos de cavezas de motín, que fraguó con sus compañeros , queden impugnes y sin castigo contra las disposiciones de derecho, y sobre que de ningun modo deve haver desimulo para este Juzgado por haberse establecido en el, en Abril ultimo querella por Don Francisco Iriarte contra dichos esclavos, por el crimen de haber a desoras de la noche pasado a su cassa, y armados para sacar a violencia de ella a Juan Agustin Rosas; con la intencion detravada que se deja entender, tan solamente por haberle confiado la conducion de una mulata hija del mencionado Luis, que 89

No consta que se le hayan conferido tales facultades, para actuar a nombre del padre. 179


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se vendió en la de Popayan por justas causas, como es notorio, con el que últimamente perpetraron de desobediencia y tumulto contra mi anciano padre, que les trató de castigar en lo posible el consideró, de que sobresedio al verlos despistados, y con armas, con resolucion de estorvar la correpcion; de manera que sino haver arbitrado la suspension del justo castigo, no hay duda que hubieran quitado la vida a mi padre, y a mi en aquel acto, y a la sombra de vernos solos y sin aucilios para contener el motin, que solo Dios fue bastante a cautelar las fatales consequencias que aparejava, alumbrandonos el medio de proponerles livertad para que buscasen amos para mejor ocacion el castigo a Delitos tan recomendados en las leyes, y en que tanto se interesa la quietud, y bien del estado, y con esto asi se conciguio para que divididos fueran aprendidos y castigados, a ecepcion del Luis que se trasladó a la jurisdiccion de Ivagué en donde se ha mantenido hasta que perseguido, como el lo alega, se vio en el estrecho de desamparar aquel territorio, tomando el arbitrio reprobado de presentarse en el Tribunal, y ocultando sus delitos y añadiendo el de desonrar a mi padre, para conseguir su libertad, y vivir a su salvoconducto; que es por lo regular a lo que aspiran sin temor de Dios, los de su gerarquia y díscolos sin tener respecto a los Ministros destinados a vigilar sobre la quietud y buen orden de los pueblos en que estriba todo el ser de la soberanía. Pidió justicia para que sirva de escarmiento y se conserven las Haciendas con utilidad del Estado. No aceptó que el esclavo quedara sin castigo y se le diera su libertad, porque entendía que dados los delitos que relató, no lo permitían las leyes. Lo presentó el 17 de diciembre de 1800 y fue autenticado y de él se corrieron los traslados de rigor, como en los anteriores documentos.90 El Síndico Procurador General Protector de Esclavos y Padre de Menores, advirtió el 7 de febrero de 1801 que evidentemente el 90 180

Folios 7 y 8 ibid.


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esclavo había cometido un delito de la mayor concideración, qual es el de aber amotinado a sus compañeros para sacar a violencia de la casa de Don Francisco Iriarte, a Juan Agustin Rosas, quien condujo a la de Popayán huna hija del Luis; a que agregó el de resistencia a la horden de su Amo quando intento, corregirle el primer exceso y como la intención piadosa del Soberano en amparar en la carta a los infelices, que la han adquirido Legitimamente, y no de Dicemular, excesos o delitos que favorescan en agravios a la vindicta Publica, para que se proceda en esta Causa segun corresponde parece a este ministerio, por mi acertado el que se Acesore, con un profesor de Derecho ( ) a costa de Don Antonio Calderón.91 El Alcalde Ordinario de Timaná aceptó el parecer del Síndico Procurador General Defensor de Esclavos y Padre de Menores y con tal finalidad ordenó enviar a Popayán el expediente al Doctor Don Felix Restrepo, el 7 de febrero de 1801.92 No consta la fecha de la remisión. El expediente fue enviado a Popayán, al despacho del Doctor Don Felix Restrepo, quien el 5 de mayo de 1801, es decir casi dos meses después de la decisión de pasarle el expediente, dijo: Esta causa debe reabrirse a prueba por el término ordinario, que podrá prorrogarse a solicitud de las partes, siguiendose por sus términos hasta la definitiva, en cuyo estado, podrá usted devolvermela para su determinación.93 En Totumal,94 el 21 de mayo de 1801 recibió el expediente el Alcalde Ordinario de Timaná y abrió la causa a pruebas por nueve días, notificó a las partes y al Procurador General.95 91 92 93 94 95

Folio 9 ibid. Folio 9 vuelto ibid. Folio 10 ibid. Hacienda de propiedad del amo Don Antonio Calderón. Folio 10 y vuelto ibid. 181


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Una vez el esclavo se enteró de los conceptos del Procurador, el 3 de julio de 1801 presentó un reclamo y una solicitud ante el Alcalde, e insistió en que en la Real Provisión que acompañó a su demanda se previene que el señor Procurador General desta villa, haga personeria por mi, o entienda en mi defensa, cuya Alta Recomendacion demandaria en realidad su puntual y exacto cumplimiento. Pero apunta que en contrario sentido intervienen particulares (se refiere sin duda al doctor Félix Restrepo, el profesor de derecho), dependientes y amigos de mi Amo (…). Así, le advierte al Alcalde que en lo subcecivo se entienda la defensa conmigo y no con dicho señor Procurador General que ha hecho de verdadero Fiscal.96 En la misma fecha el Síndico Procurador General le solicitó al Alcalde, en respuesta al esclavo, que comparezcan los sujetos que nombró el esclavo y reconozcan sus firmas que contiene dicho documento y que recibió Don Antonio Calderón en abono de la libertad y además de la legitimidad con que este esclavo adquirió tales bienes. Se refiere al documento suscrito por Don Manuel Antonio Losada el 28 de septiembre de 1800 que el demandante aportó como prueba,97 junto con la Real Provisión. Los testigos firmantes del documento suscrito por Don Manuel Antonio de Losada el 28 de septiembre de 1800 (f. 1), fueron Don José de Losada y Don Antonio de Losada. No consta en el expediente notificación alguna a estos testigos, para su cita al despacho del Alcalde Ordinario, juez de esta causa; pero el primero de ellos se presentó el 14 de julio de 1801 y el segundo, el 27 siguiente. Dijeron, después de jurar conforme a derecho y en Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, ante el Procurador General Defensor de Esclavos y Padre de Menores, una vez puesto a vista el documento, lo siguiente: Don José de Losada, que la firma es la suya, pero que 96 97 182

Folio 12 ibid. Folio 1 ibid.


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nada de lo que contiene el documento, sabe ni le consta, sino que por haverselo hoydo a Don Antonio Losada, y que yo ignoro con que legitimidad adquirio y de donde sacó los intereses para su libertad dicho esclavo. Agregó que era de edad de más de treinta y quatro años. Don Antonio de Losada testificó que era su firma y que es cierto el contenido del documento, citado que las voces que en el se expresan son las mismas que expuso y que en ellas se ratifica. Digo ser de edad de treinta y sinco años. El 5 de septiembre de 1801 el Procurador General le solicitó al alcalde que citara Tres sujetos de onor y verdad, de aquellos mas inmediatos a las haciendas del citado Don Antonio Calderón, para que digan cuanto les conste sobre el contenido del ya citado documento. Se refiere al mismo presentado por el esclavo, suscrito por Don Antonio de Losada. Tal cual lo ordenó el Alcalde el 6 de septiembre de 1801, sin nombrar a los testigos que irían a declarar. A la hacienda del Totumal, de propiedad de Don Antonio Calderón, por orden del Alcalde, acudieron Don Josef Ibarra, Don Justino Quissa y Don Antonio Ibarra, de quienes ante testigos a falta de Escrivano, previo juramento ( ) conforme a Derecho a Dios Nuestro Señor y por una señal de la cruz vajo cuia gravedad, ( ) ofrecieron decir verdad en lo que supiesen y les fuera preguntado. Los tres testigos entregaron una misma versión acerca del contenido del documento firmado por Don Manuel Antonio Losada, en tanto dijeron haber oído. El primero, con más de quarenta y ocho años, no precisó a quién; el segundo, de sesenta años mas o menos, que le escuchó al mismo mulato y el tercero, agregó tener más de quarenta y seis años, a Don Antonio Losada. A ninguno le consta sobre la legitimidad de los bienes adquiridos por el esclavo. Manifestaron en su orden, no tener generales con ninguna de las partes.98 98

Folios 15 y 16 ibid. 183


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Don José Joaquín Calderón insistió en el delito en que incurrió el mulato, por haber intentado entrar armado con otros esclavos de su padre, a la casa de Don Francisco Iriarte a sacar violentamente a Agustín Rosas, a quien Don Antonio Calderón había confiado la conducción (de Timaná a Popayán), de una hija del mulato, que se vendió en Popayán y además por haber sugerido a los otros esclavos de su padre, que se amotinaran para evitar el castigo a que por tales excesos los quería someter el amo; para demostrarlo, presentó un cuestionario de siete preguntas, acerca de las cuales el Alcalde debía escuchar a sus testigos, a quienes no mencionó y tampoco dijo cuantos. La primera pregunta fue la siguiente: Primeramente digan sobre el conocimiento de las partes; noticias de esta causa; edad y generales de Ley. La segunda pregunta dirigida a indagar si a los testigos les consta que el mulato con otros esclavos, en marzo de 1800, a eso de las ocho o nueve de la noche, armados, abordaron la casa de Don Francisco Iriarte, donde estaba posado Juan Agustín Rosas, para sacarlo con violencia. En la tercera pregunta si los testigos saben que cuando Don Antonio quiso castigarlos, se amotinaron contra su padre y contra él y que lograron evadir el escarmiento. En la cuarta se les preguntó si sabían que pasados algunos días se les aprehendió y castigó y que después fueron vendidos sin utilidad, a menos precio, al fiado, a largos plazos, por salir de ellos. La quinta les pide que digan si el esclavo y sus compañeros se han mantenido al cuidado de las haciendas de su padre: si han adquirido bienes legítimamente. La sexta indaga que si les consta que por haber vendido a los esclavos, quedaron casi abandonadas las haciendas de su padre. La séptima pregunta si su padre es sujeto de respeto por su calidad, como por sus buenos procedimientos. La petición de pruebas fue presentada el 22 de mayo de 1801 ante al Alcalde Ordinario, quien el mismo día enteró al Procurador General (f. 17), e inició la diligencia para escuchar a los testigos que presentó el solicitante; no fueron citados puesto que no constan los nombres de 184


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estos antes de la iniciación del testimonio; se les conoce al momento de rendirlo. El primero en responder las preguntas ante el Alcalde Ordinario, fue Don Francisco Iriarte y dijo después de la fórmula de juramento, que conose a Don Antonio Calderón y a su legitimo hijo Don Joaquin Calderon de trato vista y comunicación; y lo mismo a Luis Esclavo del primero: que el que depone es de edad de treinta y tres años mas que menos, que no tiene generales de Ley. Respondió que es cierto cuanto se le pregunta y que el mulato abordó su casa con otro mulato y que trataron de llevarse a Rosas, pero que él lo defendió. Que no reparó si el mulato estaba armado. Que fue cierto que se resistieron al castigo de su amo y que se les dio permiso para que buscaran amo, que lo estuvieron buscando y que después les dieron unos azotes. Conoce de la venta de los esclavos y que Luis se retiró de las haciendas y que no ha regresado. Le consta que las haciendas de Don Luis Calderón están compuestas de ganado y cacaguales. Que al Luis lo ha visto hacer uno que otro cambalache de yeguas y vacas, pero que ignora si tenga licencia de sus amos para hacerlo y por tanto si los efectos referidos eran bien o mal havidos. Que las haciendas quedaron escasas de servicio por la venta de los esclavos y que por tanto le infiere el perjuicio del amo. Agregó que Don Antonio Calderón es persona de respeto y distinción. De la misma manera, casi con idénticas palabras contestaron al interrogatorio Don Luis Antonio Navarro, de edad de treinta y nuebe años; Don Vicente Sanchez, de edad de quarenta años; Don Francisco Almanza, de edad de mas de setenta años y Don Ignacio de Silva, de edad de mas de sinquenta años.99 El Procurador General Defensor de Esclavos y Padre de Menores no asistió a estas diligencias. Era el defensor del esclavo Luis. Pero este funcionario le pidió al Alcalde que concluyera el término probatorio para que las partes aleguen lo que haga a su favor, y se concluya definitivamente. 99

Folios 18 vuelto, 19,, 20, 21 y 22 ibid. 185


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La solicitud anterior firmada en octubre 20 de 1801, fue aceptada en la misma fecha por el Alcalde y dispuso además que se entregaran los autos por su horden a las partes, para que aleguen de vien probado y concluyan la sentencia. En la misma fecha le fue entregado el expediente, primero al Procurador General, quien expuso en su alegato de fecha 1 de noviembre de 1801, que al esclavo le ha de servir la justificación (el documento suscrito por Don Manuel Antonio Losada, folio 1), por tanto se ha de declarar que el citado amo le otorgue la correspondiente escritura. Anotó que el referido documento acredita que el esclavo tiene abonada la mayor parte de su libertad y que para el resto de quarenta pesos quedó obligado el mismo Don Antonio Losada. Añadió que tambien se justifica por el mismo citado documento que aquellos bienes que dio en pago de la libertad los adquirió con previo consentimiento de su señor. Encuentra que el exceso o delito que se le justifica (…) de ninguna manera puede impedir el efecto de su libertad, combencido en el delito, solo se le sugetaria a la pena correspondiente a el, sin que esta pudiese impedir, imbalidar, ni entorpeser la libertad solicitada anteriormente. Pidió al Alcalde que se pronunciara a favor de la libertad con expresa condenacion de costas, costos, Daños, y perjuicios, que asi corresponde en justicia que pide este ministerio.100 El 4 de noviembre de 1801 dio por presentado el alegato del Procurador y los autos y los trasladó a Don Antonio Calderón, para el suyo. Para Don José Joaquín Calderón, apoderado de su padre, las peticiones del Procurador General son una afrenta a su padre, a él y a los testigos. Calificó de temerario el juicio. El caracter que distingue al buen patricio es el amor al Rey, y a la Patria; mi padre como tal ha mirado las cosas del Soberano ( ) ha 100 Folios 23 vuelto y 24 ibid. 186


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clamado y clama por que se castigue al mencionado su esclavo Luis para ejemplo de otros y tambien para que se corrijan y penen todos aquellos que tengan parte en la conducta de los sierbos ( ) a cada paso se experimentan estos Desmanes, de modo que no hay Hacendado que pueda conserbar sus esclavos ( ) ya que están viciados al Latrocinio, al Juego, y a la embriaguez, viendose los Dueños obligados a benderlos en la Gobernacion de Popayán, y por eso es que ya no hay esclavos en esta jurisdiccion y los Hacendados van a menos con el notorio perjuicio del bien publico. Reverentemente suplico provea como llevo pedido, en Justicia que Imploro a Nombre de mi Padre y juro.101 Fue presentado el 21 de noviembre de 1801.102 El Alcalde Ordinario dictó en la misma fecha un auto en el que dio por presentado el alegato del apoderado de Don Antonio Calderón y para su definitiva, y concluir sentencia, pase este expediente al Asesor nombrado, con el onorario correspondiente, y agaseles saber a las partes para su inteligencia.103 Sin embargo, el Procurador General se había dirigido de nuevo a la Real Audiencia de Santafe, en fecha que no aparece en el expediente, pero que fue anterior a los alegatos de las partes, de acuerdo con la fecha de la Real Provisión que pronunció por segunda vez esta autoridad el 3 de septiembre de 1801, de forma que puso fin al proceso, sin que fuera enviado a Popayán a manos del asesor. LA DECISIÓN EN 1801 No la dictó el Alcalde Ordinario de la Villa de Timaná, Juez de la causa, sino que lo hizo de nuevo la Real Audiencia con sede en Santafe, en los siguientes términos: 101 Folios 25, 26, 27, y 28 ibid. 102 El alegato es extenso, pero están muy deteriorados los folios que lo contienen, de manera que por ahora no es posible su total lectura. 103 Folio 28 vuelto ibid. 187


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Don Carlos por la gracia de Dios Rey de Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Jerusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Corcega, de Murcia, de Jaen, de Los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar de las Islas Mariana, de las Islas Orientales y Occidentales, Islas y tierra firme del mar océano, Archiduque de Armeria, Duque de Borgoña, de Brabante, y de Milan, Conde de Abspurg, de Flandes, Tirol, y Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina = Por quanto en mi Audiencia y Chancilleria Real del nuevo Reyno de Granada se hizo la representacion siguiente = muy Poderoso Señor = El Sindico Procurador General como Protector del Esclavo Luis Calderon, ante Vuestra Alteza como mas haya lugar en derecho dice que este esclavo se quexa porque no se le ha dado por los Jueces de la Villa de Timaná su debido cumplimiento a la Real Provisión que el Tribunal se sirvió despachar a su favor entendiendo su quexa contra el mismo Procurador General de aquel Cabildo que devió interesarse en su defensa, como resulta de la copia del Escrito que exhivo con la devida solemnidad. La pretension de este Esclavo es tan sencilla que dentro de pocas oras se pudo haver liquidado, y evitandole los trabajos que está pasando y los perjuicios que se le estan siguiendo. Ella consiste en que su amo le abone a la cantidad de cien pesos en que está abaluado setenta y nueve pesos y medio que le tiene entregados en estas partidas. Siete Yeguas y seis Reses á cinco pesos, y quatro pesos y medio de un Tabloncito de Caña = O el amo confiesa haber recibido estas partidas, o lo niega: si lo primero son de legitimo abono en el momento qué lo confiese. Si lo niega, el Esclavo puede justificarlo. Luego no hay motivo para estarlo entreteniendo, y oprimiendo en términos que hasta los pobres bienes de su manejo se los han embargado, de que ha provenido haversele muerto una Yegua, y un muleto en el embargo, sin duda por la falta de cuidado. Para aclarar pues en lo principal el punto interesante á su rescate, y reclaman los perjuicios que está sufriendo este infeliz con lo demas que convenga, el Procurador General suplica a Vuestra Alteza se digne mandar librar la correspondiente Real Provisión para que el Juez que ha conocido de este negocio con citacion de los interesados 188


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Remita los autos originales dejando el competente testimonio, que en vista de ellos protexto pedir á beneficio de este miserable Esclavo lo que haya lugar en Justicia. Santafé veinte y siete de Agosto de 1801 = Doctor Jose Ignacio de San Miguel = Y en su virtud se proveyó por mi Virrey Presidente, Regente, y Oidores de la enunciada mi Audiencia, y Chancilleria Real en dos del corriente mes, y año el auto que dice asi = Vistos: Librese Real Provision para que el Juez que conoce de la causa que se expresa remita testimonio de ella sin perjuicio en su continuacion con citacion de las partes = Por tanto fue acordado por los enunciados mis ministros el que se debia librar esta mi Real Carta, lo que he tenido á bien, y por ella os ordeno y mando á vos el Juez que conoceis de la causa que se expresa por don Luis Calderon, que luego que la Recivais, veais su contenido, y en su cumplimiento haréis lo tengáis en todas sus partes el auto incerto segun, y como en el se contiene sin hacer, ni permitir se haga cosa en contrario pena de doscientos pesos de multa aplicados para mi Camara, y Fisco. Dada en tres de Septiembre de mil ochocientos y un año.104 En noviembre 12 de 1801 dijo el Alcalde: Por recibida, esta Real Provision, del Rey mi Senor que Dios Guarde la que se obedece en la forma acostumbrada y se le da el puntual cumplimiento en todas sus partes, con prebia sitacion de las partes. En el mismo día notificó a las partes. CONCLUSIONES El expediente, aunque maltrecho, está completo. Así terminó el proceso. Ha de entenderse que quizás el esclavo ganó su libertad y que además el amo fue condenado a pagarle los gastos del proceso y lo perjuicios causados; tal condena no aparece tasada, liquidada, ni pagada. 104

Folios 29, 20 y 31 ibid. 189


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Dos historias que ligeramente se mencionan en estos folios semidestruidos, descansan en esos lugares: la primera, acerca de la mujer de Luis el esclavo, de cuya libertad no se ocuparon las autoridades judiciales españolas; la segunda, de la hija vendida en el mercado de esclavos de Popayán, desaparecida para la familia, en la realidad de la esclavitud. La mentalidad esclavista de la sociedad, el capricho del rey, la carencia de reglas que orientaran el proceso y la arbitrariedad de la justicia española, constituyen la pilastra del litigio que aparentemente ganó Luis Calderón.

Grupo de participantes en el Simposio Surcolombiano

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RAÍCES FEDERALISTAS DE NUESTRAS INSTITUCIONES

Delimiro Moreno Calderón Miembro Numerario Academia Huilense de Historia A raíz de la invasión de España por los ejércitos napoleónicos en 1808, una ola de proclamaciones de la reasunción de la soberanía popular, inclusive con el reconocimiento del derrocado rey Fernando VII, recorrió la mayoría de las colonias españolas en América. De esa ola formó parte el golpe de Estado que la oligarquía criolla de Santafé de Bogotá dio el viernes 20 de julio de 1810, que el centralismo bogotano ha querido siempre hacer aparecer como si hubiera sido el primigenio y exclusivo “grito de independencia” y como tal lo viene celebrando. Pero el pronunciamiento de Santafé ni fue el primero ni el más importante de ese proceso. Antes de que este ocurriera, las juntas populares 191


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tomaron el poder mediante golpes semejantes, no concertados entre sí, en varias regiones de América (Quito, Caracas, Montevideo, Buenos Aires) y la Nueva Granada. Todas esas juntas proclamaron su sumisión al rey cautivo Fernando VII, y sólo meses o años después se animaron a declarar su independencia de la Monarquía española, que era, en realidad, su objetivo primario. El 20 de julio de 1810, ni Bogotá ni el resto de las provincias rebeldes que muchísimos años después formarían la actual Colombia “que entonces no existía-, declararon su independencia; Santafé apenas derribó el virrey. Pero, como todos los movimientos similares anteriores y posteriores al 20 de julio, entre ellos el desarrollado en Neiva el siguiente 27, fue el comienzo del proceso final de independencia que sólo culminará para el centro de Nueva Granada “no para su periferia- el 7 de agosto de 1819 con la victoria de Boyacá. En lo que sería Colombia, Camilo Torres quiso federar (es decir, unir lo que estaba separado) todas esas regiones que habían proclamado autónomamente su independencia de España y propuso la creación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, a la cual no quiso adherir Santafé de Bogotá liderada por Antonio Nariño, quien pretendía convertir su ciudad en la capital dominante del nuevo estado que estaba en formación. Esto provocó la primera guerra civil entre centralistas y federalistas e impidió de tal manera la unidad de las provincias que facilitó la Reconquista española en 1816. La ferocidad de las fuerzas de Morillo llenó de mártires todas las regiones y las convenció de la necesidad de unirse, bajo el liderazgo del ejército multinacional de Bolívar, para sacudirse del sangriento régimen imperial. Pero la frágil unidad basada en el centralismo que se llamó ilusamente “Colombia” se rompió primero en tres repúblicas: Quito, Venezuela y Nueva Granada, y luego éstas en estados federales, y la última, la Nueva Granada, en 9 que formaron los Estados Unidos de Colombia, fruto de la revolución radical de 1859-1862, más acorde con la realidad política de entonces y las raíces federalistas de nuestras instituciones, nunca rotas a pesar de los intentos centralistas de la contrarrevolución conservadora de 1886. Porque es necesario señalar que las raíces federalistas de nuestro país se encuentran en su mismo origen: los pueblos indígenas que poblaban nuestra América mestiza antes del descubrimiento de Colón 192


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no formaban unidades políticas centralistas, ni siquiera en los dos grandes imperios que existían: México y Perú, que en realidad eran grandes federaciones de pueblos orgullosamente independientes; los invasores españoles que dominaron estos pueblos tampoco procedían de una nación centralista porque España era “y continúa siendo- una gran federación de naciones distintas que incluso hablan idiomas diferentes; y los africanos que completan la trietnia de nuestra actual realidad mestiza (mezcla de indígenas, españoles y negros) procedían de diversas naciones no sólo distintas sino inclusive enemigas entre sí, lo cual permitió su esclavización por Occidente. Por otra parte, el Imperio Español no formó en América una sola Colonia homogénea, centralizada, sino varias, entre Virreinatos, Capitanías generales, Audiencias, gobernaciones, cada una de las cuales era independiente, sólo recibía órdenes del imperio, con él comerciaba a través de la Casa de Contratación de Sevilla, tenían expresa prohibición de comerciar entre sí, de modo que no era posible su relación y entendimiento, y razón por la cual al derrumbe de la autoridad central del imperio con la detención de Fernando VII por Napoleón y su abdicación ante él, cada una de esas colonias reasumió autónomamente su soberanía, sin reconocer, porque no existía, ningún centro de poder político en América. El rey de España dominaba sobre una federación de colonias americanas, aunque no se llamaran así. José Celestino Mutis, director de la Expedición Botánica señalaba desde el siglo XVIII, la realidad federal de la Nueva Granada con sus diversas regiones, y en la misma acta de independencia de Santafé de Bogotá del 20 de julio de 1810, se reconocía esta realidad al pedir expresamente que se depositara en la Junta formada por los líderes santafereños “el Gobierno Supremo de este Reino, mientras la misma Junta forma la Constitución que afiance la felicidad pública, contando con las nobles provincias, a las que en el instante se les pedirán sus Diputados, firmando este cuerpo el reglamento para las elecciones en dichas Provincias, y tanto este como la Constitución de gobierno deberán formarse sobre las bases de libertad e independencia respectiva de ellas, ligadas únicamente por un sistema federativo”. (Subrayado nuestro). 50 años después, al asumir la presidencia el general Tomás Cipriano de Mosquera decía: 193


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“Colombia entera pedía en 1828 la forma federal; se le negó y el resultado fue la guerra civil y la desaparición de aquella nación (La Gran Colombia. Nota de DMC). El sentimiento federal fue explotado en 1840 (en la guerra conocida como de los Supremos. Nota de DMC), para tener séquito porque era el sentimiento nacional, aunque no el motor de la revolución”. (Registro Oficial No. 99, Bogotá. 24 de marzo de 1863). Constituida la federación en los Estados Unidos de Colombia, el país vivió su época más progresista del siglo XIX, libre de las guerras civiles (sólo se produjo una: la de 1876, desatada por los conservadores contra la reforma educativa radical progresista), en la cual se inició la construcción de los ferrocarriles y se fundaron los primeros bancos y empresas de seguros. Una crisis económica mundial cuyos efectos fueron desastrosos para Colombia, permitió el triunfo de la contrarrevolución conservadora de 1886 dirigida por Núñez y Caro e instauró el centralismo, devolvió al clero el dominio de la educación, como en la Colonia, sumió al país en un régimen oscurantista y provocó la separación de Panamá en 1903. Futuro Pero el federalismo no es solo una cuestión del pasado. Es de nuestro presente y nuestro futuro. A pesar de más de cien años de centralismo, la idea del federalismo está viva entre nosotros, viva entre antioqueños, costeños, santanderianos, caucanos, opitas, llaneros y todos los demás pueblos colombianos autónomos que ya exigen el respeto a su propia autonomía. En las elecciones del pasado 14 de marzo de 2010 los habitantes de la Costa Atlántica depositaron 2.502.907 votos, o sea la mayoría de esa región, a iniciativa de los gobernadores de la Costa, a favor de crear la “Región Caribe”, ¡ya!, dentro de la república de Colombia; y ese histórico y trascendental hecho, certificado oficialmente por el Consejo Nacional Electoral, es el comienzo del nuevo federalismo colombiano que tendrá que ser aprobado por el Congreso Nacional en la Ley de Ordenamiento Territorial (proyecto que deberá ser presentado por el gobierno de Santos para cumplir una promesa de su campaña electoral), Ley que durante cerca de 20 años han boicoteado los voceros del anacrónico y absurdo centralismo colombiano en el Congreso Nacional, a pesar de que es una orden de la Constitución adoptada por el pueblo colombiano en 1991. 194


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CONCLUSIONES “SIMPOSIO SURCOLOMBIANO DE HISTORIA”

Alvaro León Cabrera Guzmán Secretario General Academia Huilense de Historia

Los ponentes, panelistas, moderadores, relatores y asistentes al Simposio “Neiva vive su Historia. Proceso de Independencia en la Provincia de Neiva y el Surcolombiano”, obtuvieron como producto de sus deliberaciones una serie de conclusiones que presentamos a continuación: 195


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1. Solicitar al gobierno departamental y al de cada uno de los municipios del Huila, el cumplimiento de la Ordenanza No.055 del 12 de diciembre 2002, por la cual se creó el Archivo Histórico del Departamento del Huila. 2. Promover entre los gobiernos departamentales del Huila y Tolima, así como entre las respectivas Academias de Historia, la celebración del Sesquicentenario (150 años) de la creación del Estado Soberano del Tolima, el cual se cumple el próximo 12 de abril de 2011. 3. Insistir ante el gobierno municipal de Neiva (Alcalde), para que firme el contrato y entregue, al ente escogido, el aporte pecuniario ofrecido con destino a la investigación, redacción e ilustración de la Historia Comprehensiva de Neiva, que se editará con motivo de los 400 años de su tercera y definitiva fundación; efeméride que se cumple el 24 de mayo de 2012. 4. Adelantar gestiones ante las universidades públicas y privadas que existen en el departamento del Huila tanto de orden presencial como semi-presencial y virtual, el ofrecimiento de la carrera de Historia a nivel de pregrado o postgrado. 5. La Academia Huilense de Historia debe adelantar como prioritario el estudio de la participación de la mujer en la Independencia y en los procesos sociales y económicos de la Provincia de Neiva, del Departamento del Huila y de la región Surcolombiana. 6. Agradecer al municipio de Neiva el apoyo económico que otorgó para la realización del Simposio “Neiva vive su Historia. El Proceso de Independencia en la Provincia de Neiva y el Surcolombiano” y saludar a las autoridades municipales, en cabeza del señor Alcalde, doctor Héctor Aníbal Ramírez Escobar y del señor Secretario de Cultura y Turismo, doctor Ramiro Falla Cuenca. 7. Agradecer a las Academias de Historia de los departamentos de Cauca, Nariño, Caquetá, Tolima y Cundinamarca la participación en el Simposio “Neiva vive su Historia. El Proceso de Independencia en la Provincia de Neiva y el Surcolombiano”. 8. Publicar el contenido de cada una de las ponencias, en las Memorias del evento, las cuales se editarán en la Revista Huila, órgano informativo de la Academia. 196


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Académicos participantes en el Simposio De izquierda a derecha: Alvaro León Cabrera Guzmán, Reynel Salas Vargas, Jairo Ramírez Bahamón, Roberto Liévano Perdomo, Luz Marina Canencio de Ibarra, Camilo Francisco Salas Ortiz, Orlando Mosquera Botello, Ildefonso Trujillo Vargas y Alexander Quintero Bonilla. PONENCIA

PONENTE

1.

Posición Política de Pasto durante el proceso de la Independencia: El discenso y la resistencia social”

Lydia Inés Muñoz Cordero: Doctora en Historia. Licenciada en Filosofía. Docente universitaria e investigadora. Miembro Numeraria y Presidenta de la Academia Nariñense de Historia

2.

Independencia de Santafé y las Provincias de Neiva y Mariquita”.

Hernán Clavijo Ocampo: Doctor en Historia. Licenciado en Ciencias Humanas y Artes. Docente Universitario e investigador. Miembro Numerario de la Academia de Historia del Tolima.

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3.

“Una Experiencia de Geo-referenciación de lugares históricos. El caso de la Indepencia en la Provincia de Neiva”.

Reynel Salas Vargas: Magister en Historia Sociopolítica de América Latina. Licenciado en Filosofía. Docente e investigador. Miembro Numerario y Expresidente de la Academia Huilense e Historia.

4.

“Litigio por la Libertad de un esclavo y su mujer. Villa de Timaná 1.800”

Alvaro Falla Alvira: Doctor en Derecho y Ciencias Poíticas y Sociales. Magister en Historia. Especialista en Derecho de Familia. Profesor Universitario. Magistrado y Presidente del Tribunal Superior de Neiva. Miembro Correspondiente de la Academia Huilense de Historia.

5.

“Qué nos dejará el Bicentenario”

Silvio Rubiano Suárez: Comunicador Social. Historiador. Escritor. Miembro Numerario de la Academia de Historia del Caquetá

6.

“El Sur-Occidente de la Nueva Granada en la Guerra de la Independencia”

Zamira Díaz de Zuluaga: Doctora en Historia. Licenciada en Ciencias Sociales y Económicas. Directiva, investigadora y profesora universitaria. Presidenta de la Academia de Historia del Cauca.

7.

“El Interregno Nuevo Granadino”

Daniel Gutiérrez Ardila: Doctor en Historia de la Universidad La Sorbona de París. Investigador del Centro de Estudios en Historia de la Universidad Externado de Colombia. Autor de varios libros, entre ellos “Un Nuevo Reino”, recientemente publicado.

8.

“La Esclavitud en la Provincia de Neiva”

María Angélica Suaza Español: Magister en Historia. Antropóloga. Investigadora. Miembro Numeraria de la Academia Huilense de Historia.

9.

“Origen Federalista de las Instituciones Colombianas”·

Delimiro Moreno Calderón: Comunicador Social. Investigador. Escritor. Miembro Numerario de la Academia Huilense de Historia.

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