REVISTA 055

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Ana María Matute - Almudena Grandes - José María Merino -Antonio Martínez Menchén -José Hierro - Claudio Rodríguez - Félix Grande - Angel Garda López - Santos Sanz Villanueva - Luis Mateo Díez. INFORMACIONES: ACE, CEDRO,TRADUCTORES CRITICA Y RESEÑA DE LIBROS.

A ?JnRO .......................................................................... CON EL PATROCINIO DE CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos)

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ASOCIACION COLEGIAL DE ESCRITORES Andrés Sorel

.8111#4"''44#'' Junta Directiva de la A. C. E. CJpillicí ..

Juall MoUá, Salltos Sallz Villanueva, Luis Mateo Díez, Raúl Guerra Garrido, Antollio Colinas, Gonzalo Santonja Alltollio Hemálldez, Félix Grallde, Diego Jesús Jiménez, Juall Malluel GOllzález, Ramón Hemálldez

millé"wQilJi Meliano Peraile, Gregorio Gallego, Esther Benítez, Femalldo Martínez Laíllez, Rafael de Cózar, Víctor Alperi,

mimo''';; Ramóll Sánchez Lizarralde T"nlrn

Luis Araujo

.lJiMbMOiI'q¡¡ Jesús Pardo

'G' hi "!t. D'iiliil'I'Pijifi ,ft' Victorillo Polo

REDACCIÓN YDISTRIBUCIÓN ,

ASOCIACION COLEGIAL DE ESCRITORES Sagas tu, 28, 5.~ • 28004 Madrid Tclér.: 446 70 47/ Fax: 446 29 61 Lus tl'ahajos e infol'maciones publicados en

REPÚBLICA DE LAS LETRAS pucden sel' I'epl'oducidos lihl'emente siempl'e que se cite su procedencia ¡'''PI';IIIC: Gl'líliCIISSúnchcz, S. G. l. , S. L. - LA"'A, 19 - 28004 M.drid Dcpó ;10 LC~III: M·8872-1980 1. S. S. ~ . : 1133-21~8


JUNTA DIRECTIVA DE LA A. C. E. PRESIDENTE: JUAN MOLLÁ VICEPRESIDENTES: SANTOS $ANZ VILLANUEVA LUIS MATEO DíEZ SECRETARIO GENERAL: ANDRÉS SOREL TESORERO: GREGORIO GALLEGO ASESOR JURíDICO: JUAN MOLLÁ VOCALES : ANTONIO HERNÁNDEZ MELlANO PERAILE DIEGO JESÚS JIMÉNEZ ESTHER BENíTEZ FÉLIX GRANDE FERNANDO MARTíNEZ LAíNEZ JUAN MANUEL GONZÁLEZ CONSEJEROS: RAÚL GUERRA GARRIDO ANTONIO COLINAS GONZALO SANTONJA JESÚS PARDO RAMÓN HERNÁNDEZ

SECCIONES AUTÓNOMAS ASTURIAS: VíCTOR ALPERI ANDALUCíA: RAFAEL DE CÓZAR TRADUCTORES: VICENTE CAZCARRA AUTORES DE TEATRO: JOSÉ M,a RODRíGUEZ MÉNDEZ SOCIOS DE HONOR:

ÁNGEL M, a DE LERA DANIEL SUEIRO FRANCISCO GARCíA PAVÓN JESÚS FERNÁNDEZ SANTOS EDUARDO DE GUZMÁN LAURO OLMO CARMEN BRAVO-VILLASANTE ELENA SORIANO


SUM. ARIO

5. Editorial

Andrés Sorel

EL FORO DE L.AS LETRAS 9. El Foro de las Letras 11. Ana María Matute 31. 35. 39. 45. 49. 51. 55. 57. 59. 61. 63. 65.

Luis Mateo Díez Conversación con Santos Sanz Villanueva

Almudena Grandes José María Merino Antonio Martínez Menchén Serapio y La iniciación José Hierro Teoría y alucinación de Berlín Claudia Rodríguez Ajeno - Lágrima Angel García López Exactitud prudente Félix Grande Adiós ausente

Antonio Martínez Menchén José Hierro Claudio Rodríguez Ángel García López Félix Grande

OPINiÓN 71 . "El valor de educar» que no se le supone 85. Fernán Caballero: La dama del costumbrismo andaluz 95. J. Mallorquí: a los 25 años de su muerte

Francisco Carrasquer Juan Manuel González Manuel Blanco Chivite

CRíTICAS Y RESEÑAS 103. En este día gris 104. La casa deshabitada 105. . Una poesía fuera de su tiempo "El jardín sin límites», último libro de Juan Mollá 111 . Poesía sin límites: El jardín en penumbra

Cocha Zardoya Valentín Cárdenas Ramón Hernández Pedro J. de la Peña


115. Acreedor de eternidades Basilio Rodríguez Cañada 116. Causas y efectos: José Luis Morante 119. La salvación por el amor 121. Ciro Bayo: La España de principios de siglo 123. Mentes Greativas Howard Gardner 126. 4 Libros de Gredas 129. «Con el viento en las velas» Antonio Martínez Menchén

José Ramón Trujillo Basilio Rodríguez Dionisia García Juan Manuel González Miguel Catalán Valentín Cárdenas

INFORMACiÓN 135. Informe sobre el Encuentro de Escritores en Andalucía 139. Información CEDRO 141. A. C. E. Traductores 147. Fernando Martínez Laínez, elegido vicepresidente de la AIEP 148. Carta a Daría Fa; Premio Nobel de Literatura 150. Carta al Director 151. Premios Literarios Ciudad de Irún Ganadores en la Edición de 1997 153. 11 Premio de Poesía "Antonio Machado» en Baeza 155. Otras literaturas Peqeuñas joyas árabes 157. Canadá, mil hilos para una alfombra. Apuntes sobre la cultura y nueva literatura canadiense

Víctor Corcoba Carlos Álvarez

Ramón Sánchez Lizarralde Elisa Fenoy


EDITORIAL -.l2

editorial

¿También e n los editoriales utilizaremos la rutina? ¿Nos limitaremos a señalar lo que ya ha de leerse en los textos que publica la revista? Y si la caridad encubre la búsqueda de la justicia, la queja contra la «mercantilización de la cultura» y la farsa que rodea hoy, tantas veces , al libro, no deja de ser sino un subterfugio en que encalla la impotencia. Estamos acostumbrándonos a ser presos ideológicos, a amoldar nuestro lenguaje a los usos y costumbres, a las leyes y las censuras. Mientras por doquier se expande la maldita verborrea que en medios de comunicación, tertulias radiofónicas, debates (?) televisivos, secan la imaginaci ó n, arrasan la utopía. Nos uncen a un presente tan maldito como deses peranzado. La literatura ha buscado , como el auténtico arte, los muros , para gritar s iempre: «La imaginación al poder». La literatura ha apostado por la conquista de la libertad. Y la libertad no tiene ni fronteras ni límites. Del rey abajo nin g un o. En e l sueño , en la conciencia, todo. Siempre se ha luchado, por los inquisidores que buscan el gobierno de muchos, por crear palabras sagradas, poderosas palabras que nos encadenen al conformismo, a la sumisión. Y el esc ritor ha de, a su vez, contrarrestar esas poderosas palabras con otras todavía más poderosas , que le liheren de las cadenas de la vulgaridad, de la sumisión al


mercado , que expandan aire puro en

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andrés sOTel

la cloaca de la cultura . La «actualid ad» no ex is te: la act u a lid ad es la duda, la angusti a, la muerte, el amor,

la luj uri a, la s ubversió n del tiempo, la otra lectura de la hi s tori a, la negac ión del fetichismo del progreso, la locura. La ac tualidad es la manipul ac ión de la vida, y la búsqueda de la belleza, la co ns trucc ión del len g uaje , la úni ca identidad

posib le , la de l co nocim ie nto por utó pico que esto parezca, no pueden ser prog ramad as , medidas . tasada s. Quejarnos de la basu ra cultura l es perder el tiempo. Contemplar pasivamente los ed ificios en ruin a es co ntribuir a nuestra propi a esc lerosis . Lame ntarnos po r las víctim as del presente es apostar por las víctimas del futuro. Nunca existió un a revol uc ión co nso lidad a. Nunc a se ha escrito definitivamente un lib ro . La revolución y e l libro están gestá ndose continuamente, día a día, hecho a hec ho , palabra a palabra . Es un a travesía que no tiene des tino. Una navegac ió n etern a por la que hemos de internarnos s i no queremos encallar e ntre las algas pod ridas. También en e l le ng uaje se produce un a escleros is que nos ll eva a se r pri s io neros de l mi s mo . Liberarle a é l tanto como a l pensamiento , s upo ne apostar por algo qu e está más all á del mercado y de la actualidad, que reside e n lo más profun do de nues tra sens ibilidad . Y la sensibilidad no puede ve nd e rse.

gazi q I t(szevbegova bibeiot cka

5ARACJEVO


e

55 ASOCIACIÓN COLEGIAL DE F.lCRITORF.I DE ESPAÑA

FORO DE LAS

~

LETRAS

CENT R O M ES ON E RO ROM A NO S

FORO DE LAS LETRAS

Reproducción

de las intervenciones Transcripción:

Laura MARTÍNEZ y

ValenlÍn CÁRDENAS

NARRATIVA Ana M. a MATUTE Almudena GRANDES

POEsíA José HIERRO Claudlo RODRíGUEZ

Modera: Andrés SOREL

Modera: Juan MOLLÁ

NARRATIVA José M.a MERINO Antonio MARTfNEZ-MENCHÉN

POEsíA Ángel GARCíA LÓPEZ Félix GRANDE

Modera:

Santos SANZ VILLANUEVA

Ram6n HERNÁNDEZ

Modera:

PRESENTACiÓN: Luis Mateo DíEZ



EL FORO DE LAS LETRAS -.L!

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f o r o

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1a s

letras

El Foro de las Letras celebró los días 20, 2l, 22 Y 23 de octubre su ciclo de otoño en el Centro Mesonero Romanos del Ayuntamiento de Madrid, en la Casa de la Panadería. Después de lo que supuso como presentación y definición de sus intenciones el ciclo de primavera, que colmó sobradamente las expectativas del mismo, este segundo ciclo otoñal ha obtenido un enorme éxito, y el local de conferencias del Mesonero Romanos contó en todas sus . sesiones con un público atento, preferentemente joven, dispuesto a escuchar a los autores convocados y a intervenir en los debates. El Foro de las Letras ha sido posible gracias a un convenio del Ayuntamiento de Madrid con nuestra Asociación Colegial de Escritores y nació con la idea de convertirse en una tribuna de participación y encuentro de escritores en Madrid. Su idea es la de promover la creatividad literaria y reflexionar sobre la vida cultural que irradia en la ciudad. Los


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EL FOR O DE LAS LETR AS luis mateo díez

ciclos del mismo, dos al año, irán proponiendo una evaluación de esa creatividad en los distintos gé neros: novela, poesía, teatro, ensayo, a tra-

vés de sus más significativos protagonistas y estudiosos. Una muestra de los textos que den constancia de las aportaciones al Foro irán apareciendo en nuestra revista, en esta sección que ahora arranca de manera formal. Al Foro de primavera, en el mes de mayo pasado, concurrieron los dramaturgos José Luis Alonso de Santos e Ignacio Amestoy, moderados por Jerónimo López Mozo, los narradores José Manuel Caballero Bonald, Jesús Pardo y Andrés Sorel, moderados por Santos Sanz Villanueva y Ángel Basanta, y los poetas Luis Alberto de Cuenca y Diego Jesús Jiménez, moderados por Antonio Hernández. En el Foro de otoño estuvieron Ana María Matute y Almudena Grandes con Andrés Sorel. José María Merino y Antonio Martínez Menchén con Ramón Hernández. José Hierro y Claudio Rodríguez moderados por Juan Mollá, y Ángel García López y Félix Grande moderados por Santos Sanz Villanueva. En el Foro se ha logrado ese tono confesional y conversacional que facilita la participación de los asistentes, la vivacidad e interés de los coloquios.


ANA M. a

MATUTE ~

Ana María Matute en la actualidad

conversación pública de ana maria matute con santos sanz villanueva «si algo define a casi todos los escritores es su malestar en el mundo» Dentro de las «Confesiones de autor» organizadas por la Fundación Duques de Soria y celebradas en la ciudad castellana en el verano de 1997, tuve la oportunidad de conversar públicamente con Ana María Matute. Fue un diálogo franco y largo, lleno de esa cordialidad que emana de la reciente académica -aún no había sido recibida en la institución cuando se celebró la entrevista- y que produjo la reacción de los asistentes que llenaron el salón de actos de la antigua Audiencia soriana. La esfera, suplemento cultural del diario El Mundo, dio un adelanto de esta charla en vísperas del ingreso de Matute en la Real Academia Española. SANTOS SANZ VILLANUEVA.

-Ana María Matute es uno de los nombres cimeros, de los más respetados de nuestras letras. Es una escritora con una obra tan larga que nos llevaría toda la sesión siquiera mencionar sus novelas, sus relatos infantiles, y necesitaríamos una sesión y media si añadiéramos los innumerables premios que, desde su arranque con Los Abe) en 1948, ha obtenido. Así que vamos a suprimir esta parte más informativa y que por otro lado, cualquiera de ustedes que tenga un poco de curiosidad puede encontrar en muchos sitios,


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ANA M. MATUTE

por supuesto en las enciclopedias

santos sanz villanueva

corrientes, y daremos paso a las opi-

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nion es d e Ana María , que ahora mismo me estaba diciendo: «éste es el momento peor, éste es el momento del miedo ». Buenas tardes, Ana María. ANA MARíA MATUTE

-Buenas tard es . Pues sí, es verdad, es el momento del miedo porque yo soy una mujer muy tímida y, a pesar de que llevo haciendo estas cosas durante innumerables años , siempre, cuando me toca sentarme ante vosotros, me da mucho miedo y lo paso muy mal. Pero luego ya, al cabo de un ratito , cuando la cosa se va calentando, me olvido, pienso que estoy con unos cuantos amigos charlando y espero que lo recibáis así.

-Este año de conmemoraciones centenarias se celebra también otro aniversa ri o importante: es el cinc uente nario de tu aparición co n Los Abel. Cincuenta años. ¿ Cómo ves este medio siglo de permanencia tuya al pie de las letras? - No lo había pensado, ahora me lo haces tú ver y me da un poco de ringu

ringu. ¿Cómo lo veo? Pues hombre, lo veo normal, porque, desde que era muy niña, lo que yo quería hacer era escribir. Siempre quise escribir, fue una obses ión desde niñ a porque era lo que más me interesaba. He de reconocer que era una niñ a introvertida, una niña con problemas y, de repente, cuando a mí me leían cuentos y yo veía que de aquellas páginas en blanco, atravesadas por hileras de hormiguitas negras que yo no comprendía todavía, se levantaban mundos enteros, personas, criaturas, paisajes, lenguajes ... aquello me fasc in aba . Y yo pensaba: yo, cuando sea mayor, seré escritora. Y, en efecto, lo fu.i. Es en la única cosa que no me equivoqué, en las demás, bastante.

-Además, si no tengo mala información, lo hacías un poco como con una cie rta venganza, porque creo que cogías el cuaderno de matemáticas y machacabas el cuaderno de matemáticas escribiendo cuentos. -A puro cuento. Y además no solamente por eso. Yo siempre he dicho que escribir, en el fondo , por lo menos para mí, es una forma de protesta y una pregunta, una larga pregunta. Pero también es -y lo he dicho alguna vezuna for ma de venganza. Me acuerdo de que cuando era niña' pensaba «yo seré escritora para vengarme de las personas mayores». Y lo he hecho.

-En el año 66, en un trabajo tuyo, una reflexión que se titula El autor enjuicia s u obra, decías: «esc ribo porque no estoy contenta, porque no estoy con -


forme, ni do rmida, ni c i ega, ni muerta ».

ANA M.' MATUTE santos sanz villanueva

-E n efecto. Y s igo p e n sa nd o lo mi s mo. Y ade más escr ib o porque no sé h ace r otra cosa. Y porque me g us ta , i·c a ramba' Porque me g usta. Porque para mí esc ribir es un a forma de estar e n e l mundo , para mí no es ni siq uiera provocació n. Por s upuesto, no es un a profesión , es una for ma de estar en el mundo , de ser, y no puedo hacer o tra cosa ... Bueno, coc in ar, tampoco lo hago mal. Pero escribir es mi forma de com uni car con el mundo, es mi forma de tender una mano, de e ncontrar a lg uien que p ie nse conm igo las mismas cosas que a mí me preocupan . El esc ritor es muy di feren te entre sí, hay mucha s c lases de escr itores, como muchas c lases de hombres y de mujeres. Pero hay algo que creo yo que nos define a casi todos y es e l malestar en el mundo.

-Hablabas de la infancia. Ése es uno de los temas repetidos en toda tu literatura. ¿ Qué recue rdo s tienes de la infancia? -Yo creo que la infancia nos marca, no s marca de un a manera tremenda . Hay quien lo co nf iesa, h ay quien no lo co n f ie sa, y h ay quien no se ac uerd a, pero nos marca de un a m a nera tremenda. La in fa nc ia es e l primer paso e n e l mundo , e n la vida , yeso es para sie mpre. Mis recuerd os de i nfa nci a fueron primero de una niña so litaria que no podía comunicar con los dem ás porque era tarta muda y se expresaba muy mal; y las niñas no la querían. Y en cambio los niños sí; me decían «vente con nosotros », y yo me iba con ellos. Pero claro, yo era una niña, y siempre fui una niña y echaba de menos, muchísimo, la compañía femenina . Entonces , eso , unido a una forma de ser que me hacía ser un a criatura so ñadora, una voluntad tremenda de que mi s sueños se materia li zara n de alguna forma, en un a pasión por la literatura ... Yo entré en la lite ratura por los cuentos de hadas, como much as personas , unos lo dicen y otros no, pero como muc has personas. Los c uentos de hadas, que son esa joya maravillosa de la lite ratura universa l, y que ahora a lgunos tontainas nos los quieren cortar y hacerlos políticamente correctos y todas estas bobadas, lo s

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cuentos de hadas son la voz del pue-

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sanz villanueva

blo , la voz qu e ib a reco g iendo el pueblo bo ca a bo ca, historias que luego han parecido cuentos y que, en

e l fondo , e ra n c iertas , lo que pasa que transform adas por la im ag inación popu lar, de madres a hij os. Hubo un as personas estupendas y maravillos as que se ll amaron Han s Ch ri stian Andersen, los hermanos Grimm , Perrault, y algunos otros, que sup ieron recoger eso para que no se perdiera. Y ahí están los clásicos c ue ntos de hadas , los perversos, malignos, extraordinarios, astutos, maravi ll osos cuentos de hadas; los poéticos , realistas y fantásticos cuentos de hadas. Me parece que me he perdido e n el bosq ue, ¿no?

-No. Estamos en pleno bosque e iba a decirte que justamente a Andersen, los hermanos Crimm ya Perrau lt dedicas Olvidado Rey Gudú. Pero también lo dedicas «a todo lo que olvidé y a todo lo que perdí». ¿ Qué has olvidado y qué has perdido ? -He olvidado tantas cosas que no debería haber olvidado, y he perdido tantas cosas, como todo e l mundo. Cuando se llega a los 71 años, se da cuenta uno , mirando hacia atrás, de que la vida es una suces ión de pérdidas. Claro, hay hallazgos mu y gra nd es, hay cosas in a movibles y maravillosas y extraordinarias. Pero es una sucesión de pérdidas. Yeso es lo que yo he querido recuperar, eso es lo que yo he querido recoger en este libro yeso es lo que he querido también devo lver a mi memoria, que no se me olvidaran ciertas cosas que yo había aprendido de niña -y de ado lescente, y de joven- y no quería que se perdiera n. -La infal/.cia tuya , como acabas de decir, no fue ese paraíso de los primeros

aiíos ... -Es muy difíc il que la infan cia sea ese paraíso que dicen los tontos. No es paraíso la infancia. La infancia es una etapa de aprendizaje, es una etapa tremenda, fuerte , extrao rdin ariam e nte viva. La infancia no es el proyecto de una vida sino de alg unas vid as, la mayo ría de las cuales so n lo que queda de aquella in fancia. Para mí no es un a etapa, para mí es un mundo , todo un mundo, cerrado, redondo. Después , te exp ul sa, o te caes tú de é l. Por eso he dich o muchas veces -es un a cosa que la he dicho varias veces pero que no me importa repetirl a- que los ado lescentes tienen carita de ná ufrago , porque ti enen que ir nadando , exp ul sados de esa isla , o de ese mundo, hac ia un continente donde no saben qué les espera, donde hay una p laya que aún no han alcanzado, dond e hay una se lva en la que , probablemente, hay caníba les, ¡yo la c reo que los hay!, y. en fin ...


-Ol vid ado Rey Gudú es una especie

de suma de toda tu obra, de todas tu s

ANA M •• MATUTE santos sanz villanueva

preocupac ioll es, de todos tu s planteam iell to.\' , pe ro ha ta rda do muchísimo ell publi carse. El otro día mirando

U II OS

recortes de periódico, vi qu e

en el ario 7 / ya estaba anun ciada y se dec ía que tenía mil pág inas, que son po r lo mell OS , las mil que tiene ah o ra. ¿ Qu é ha pasado desde el 7 J ? - Oc urri ó un a cosa . .. Prim ero te ngo que explic ar mi fo rm a de escribir. Yo, hago s ie mpre dos vers io nes , co mo mínim o . Hago primero un a vers ió n abso luta me nte to rre nc ia l, do nde no me deten go a correg ir nada - e sto no quiere dec ir qu e no sepa lo qu e vaya escr ibir, lo ten go mu y c laro dentro de mí, lo te ngo tota lme nte es truc turado-o Esta primera versió n después la retomo y es e nto nces c ua ndo esc ribo e l libro, lo voy co rri giendo, lo voy hac iendo , lo voy puli en do , de ntro de lo q ue yo pu edo hacer. H as ta el punto de que me lo tienen qu e arra nca r de las ma nos , po rqu e s i no, soy mu y reac ia a e ntregar mi s libros ; mi s ed itores se ha n deses pe rado más de un a vez por eso . Este libro lo escrib í hace 2S años ap rox im ada me nte, en un a p rimera vers ión s in correg ir. Y de repe nte me d i cue nta de qu e no era el momento de publi ca rl o. Realmente , yo reco nozco qu e es un a li te rat ura inu sual e n Espa ña. Este tipo de literatura no se ha c ul tivado e n España. ¿Qué sé yo?, qui zá porqu e no ha habid o un Hans C hris tian Andersen, ni ha habi do un Perra ul t, ni ha habido un os he rm a nos Gr imm q ue se ha n ded icado a recoger ese tesoro de l pu ebl o y trasladarlo a libros , do nde eso quede ya para s iempre f ij o. Eso no se ha hec ho e n Es pa ña. Qu izá por esa ra zó n, o qué sé yo po r c uál, no te ngo por q ué saber lo ta mpoco , este tipo de literat ura en España no era corrien te ni usua l. Ni tampoco lo es ahora. Y los se ñores c rítico s tampoco estaban acost umbrados a este tipo de literatura, por lo meno s en España. Entonces, yo pe nsé: «No es e l momento, déjalo dormir». Y, en efecto, lo dejé. Y hace un par de años lo retomé, lo hi ce, lo trabajé, y ahí está. Y creo que tampoco me he equivocado, vaya, me parece.

- Justamente lo que senalabas, esta falta de costumbre de lo fantástico y lo l1!aravilloso en la li teratura espaFiola ... -No es exactame nte eso, no es so lamente esa falta, porque en la literatura españo la hay gra ndes dosis de fantasía, no. Yo no lo puedo explicar, es un tipo de literatura que inc lu so alg un os ... porque no todo el mundo está capacitado para e ntende rl o todo y pueden ser personas inteligentísimas que no están capac itadas para entender ciertas cosas, es que lo desprecian un poco. Por

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ejemplo, en España ha sido muy tar-

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día la producción literaria de los grandes escritores para niños, no ha habido escritores para niños excepto Elena Fortún. Yo me he tenido que nutrir, de niña, de escritores anglosajones, nórdicos , germa nos, porque en España no se escribía para niños. Se consideraba que era una literatura menor, y para mí no hay literatura menor, hay literatura , buena o mala , y nada más.

-Lo que quería decirte es que esta falta de hábito en lo fantástico , aunque exista el/ algún sector, y ahí está la novela de caballerías, por ejemp lo, ¿ no ha causado ul/a cierta in comprensión de aquella parte de tu literatura que es más realista pero que también concede un espacio a la invención, a la fantasía? -Sí, es posible. Ahora , yo de esto ya no entiendo.

-y aparte de esa literatura para-infantil, de esos cuentos mágicos ... -Llamada infantil , porque no fue escrita para los niños, fueron los niños los que la adoptaron , siem pre mucho más inteligentes que las personas mayores, por supuesto .

-También parece que en Rey Gudú hay una influencia de la novela artúrica, de la novela de caballerías ... -Hay una influencia de todo, de todo lo que yo leí cuando era niña , adolescente y joven. Por sup uesto del rey Arturo. Por s upue sto de hadas , por s upuesto de todo lo fantástico que ha llegado a mis manos. Yo tenía una gran pasión por tocio lo fantástico porque culminaba mis ansias de crear historias un poco más allá de lo conocido, atravesar ese telón, ese velo de la realidad visible hac ia la realidad invisible , que también existe. Porque este libro es mu y realista , lo cua l no impide que haya criaturas de otro mundo , que haya una fantasía, porque yo estoy fascinada por la Edad Media. Estoy fascinada por la Edad Media, de entrada , porque yo entré e n la literat ur a po r los c ue ntos de hadas , y el no ve nta

por

cie nto de e ll os oc urre Edad

en

la

Media.


Para mí, la Edad Media es como un inmenso bosque donde todo puede ocurrir , todo . Desde las pequeñas criaturas de la hierba que apenas se perciben , más se intuyen que se perciben, ha s ta Gile s de Rais., que se merendaba a lo s niños. Todo puede ocurrir e n la Edad Media. Pero ade- . más es el momento en que el hombre , e l se r humano , se levanta y empieza a atisbar los claros del bosque, empieza a ati sbar esos rayos de so l que atraviesan el enramaje y empieza a ser esp iritu a l, e mpieza a concebir una espiritualidad, algo que, después de los sig los osc uros, tiene que recuperar. Yeso para mí es fascinante . Si un o quiere esc ribir un libro, o un cuento, o lo que sea que transcurra en esas épocas, no puede presc indir de lo s seres fantásticos , porque sería un libro fa lso. Es decir, la Edad Media era un mundo cruel , era un mundo tremendo, perverso , muchas veces, pero también era mágico, también era muy espiritual y también la ge nte creída profundamente en los elfos, en los duendes , en las hadas. Yo s iempre digo que en aquell a época un caballero que no se hubiera encontrad o co n un hada en una fuente era un caballero sospechoso; un conve nto donde no se hubiera aparecido el diablo, ¿qué convento era ése? Todo era un mundo llen o de fantasía, de leyenda, de visiones, de adivinaciones, de se ntimi e nto y de terror, y de mied o, pero también de un a gran espiritualidad y de una gran poesía.

-Hay presencias humanas en Olvidado Rey Gudú, pero hay gnomos, hay ondinas, hay brujas ... ¿!la te dio un poco de miedo lanzar un lib ro donde conviven presencias que eran inhumanas con ... ? -C laro, por eso no lo publiqué hace 25 años, pero ahora sí. Porque yo co nfío mucho en mi s lectores, son inteligentísimos todos.

-Hay una cosa que a mí me parece un acierto espléndido en e l Rey Gudú. Lo defines, entre otras muchas actividades, todas ellas pqco positivas, por su incapacidad de amar, pero bueno, esto pasa en la vida con cierta frecuencia, digo que lo defines por su incapacidad d e amar, pero,


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sobre todo a mí me parece un acier-

ANA M: N "1 santos sanz villanueva

to esp léndido el que lo definas por su incapacidad de llorar. -Claro. El que no ama, no llora. O

llora co mo los cocodrilos. Para llorar de verdad , hay que amar mucHo. Y hay que haber s ido muy odiado, también . Y sabemos q,ue el odio y el amor son dos ca ras de la mi sma moneda . Él no puede llorar, porque hay una cláusu la que lo impide , po rque el día que llore , desaparecerá todo . Pero está co ndi c ionado e l llorar a l a m ar. El hombre que no llora, la mujer que no llora, malo.

Ir> '

-Estás reivindicando en la narración la capacidad de exp resar en el llanto las emociones y, un poco más allá, yo creo que una de las propuestas más importantes de tu libro es una proclamación de la ternura. Yo veía un poco, leyen.do este libro, en el que no está Ana María Matute en persona, yo, en cambio, veía un retrato emocional de Ana María Matute. Tú has tenido una vida difícil, con muchos premios, muchas distincion es, un éxito temprano, pero n.lUchas amarguras. ¿ Cómo se incorpora la experiencia humana, tan rica y tan dolorosa como la tuya, a la literatura ? ¿Cómo sefab ula ? ¿Cómo se con-

vierte en arte lo que otros no sab ríamos decir si no fuera en tono afirmativo? -No lo sé. De una manera natural , porque antes he dicho que para mí escribir es una forma de ser y de estar en el mundo, y de una manera natural tú vas creciendo, te vas hacie nd o j ove n, te vas haciendo maduro , te vas haciendo viejo , y todo eso es mu y importa nte a la hora de escribir. Es decir, que yo nunca he escrito una novela a utob iográfica, jamás , y, si n embargo, yo estoy e n todos mis libros, porque todo lo que me preocupa, todo lo que me hace pensar y retlexionar, todo lo que me hace ll orar y todo lo q ue me hace reírporque en el li bro también h ay mucho humor- es lo que me hace escribir, es una forma de exp resa r mi vida, es una forma de preguntar a l lector, de estar con e l lecto r, de comunicarle todo eso que yo siento y que de otra manera no podría hacerlo .

-(: El/ qué persol/aje se enc uentra más Al/a María Matute"! -Eso es muy difícil. Yo no me encuen tro nunca e n ningún pe rso naje . Es como cuan-


do me preg untan , a veces, ¿a cuál

ANA M. ' MATUTE santos sanz villanueva

perso naje quieres más ? Yo no quiero a mi s personajes , yo quiero a mis libro s. Para mí, los perso najes son como peo nes de un gran juego de ajedrez. A mí me interesa el jaque mate, a mí me interesa el libro . Los personajes so n los peones, las torres, lo s alfiles, los que me ayudan a

esc ribir esa historia , que es una historia dentro de muchas historias, como todas las vidas . Es lo que me importa. De todas maneras, te voy a decir una cosa: hay algún perso naje por ahí que me resulta especialmente simpático. Por ejempl o , e l borrachín me encanta .

-(: Cónw se te ocurrió esa imag en tan cordial, tan simpática? ¿ Quizá el borrachín te daba más libertad para ... ? -Sí, porque me encantaba un rasgo . . . no creo que exista ... qUlza en algún c uento de hadas irlandés debe de haber, a lo me'j óT, algún gnomo, algún genio o algún e lfo a l que le g usta el vinillo, pero , desde luego, que yo recuerde, no . Pero me se rvía mucho para el libro, era 'muy importante que un perso naje que no e ra hum a no se enamorara de los seres humano s, lo cual está mal visto por los perso naj es no humano s, está muy mal visto. Entonces, ¿cuál era la vía? La vía era el vino, porque se. emborrachaba y, cuando se emborrachaba , se parecía más a los hombres cuando se emborrachaban también , y era el único momento en el que lo veían a é l un poco y él los veía a ellos y se sentía cerca de ellos. Y aquella aleg ría, luego se evaporaba pero existía. y después , ·a través de ese vino, des-

c ubre la otra vía, que es la más peli g rosa de todas , que es el amo r, e l amor a los humano s.

- Yjunto (/ eSf({ visión de la vida -ahora volveré a ella-, tenía anotados los muchos I/ lO /JI.enlOs que hay de humor, de ironía, de pura diversión , de un componelll e claral1lente lúdico. ¿ Por qué introduces esos elementos en una historia lal/ terrible

CO /11 0

la del reino de Olar ?

- Porque I~) hay historia de un reino o de un a persona -y nada se parece más a la hi stori a ele un pueblo que la hi stori a de un hombre o de un a muj er-

donde no

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haya elementos cómicos y verdadera-

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mente grotescos a veces. En los entierros se han producido las carcajadas más grandes y peor sofocadas. La naturaleza humana es así. No puede hablarse trascendentalmente todo el tiempo y amargamente todo el tiempo o poéticamente todo el tiempo sin introducir momentos de verdadera comicidad y de ironía y de humor y de bastante sarcasmo. -A mí, en las ya unas cuantas veces que hemos coincidido en otros lugares,

siempre me ha admirado el enorme vitalismo que tienes, tu capacidad para percibir la vida, para disfrutar con una mesa, para mantener una charla ... Eres ulla persona entrmiable. Y la novela es despiadada, la novela a mí me parece que es lo más amargo, de un nihilismo feroz, lo más duro que hayas escrito ilUnca. -Sí. Bueno, porque una cosa es que a mí me guste la vida, que yo sea muy vitalista, que me encante exptimir de la vida lo más hermoso, lo más bello, lo más poético, lo más humano, y otra cosa es que yo sea tonta o ciega y no me dé cuenta de toda la crueldad y de toda la brutalidad que rodea la vida humana . Sería una escritora muy pobre, digo yo, si no pudiera explicar, protestar de esa brutalidad y de esa crueldad que caracteriza al ser humano. Ya se ve en este libro, bastante, que de la naturaleza humana no tengo una opinión precisamente excelsa. -¿ Cómo se llega a ese desenlace tan tremendo de tu novela, cómo se te ocu-

rrió que todo se disolviera en el olvido? -Porque todas las vidas se disue lven en el olvido, no es solamente e l reino de Olar, todo desaparece. Todo se acaba. Todo termina . Nadie es eterno.

- y entonces, ¿ qué es la vida para ti, Ana María? -Ahora. Este momento. Y, si luego, al salir, nos tomamos unas co pitas, maravi ll oso.

-¿ y cómo compaginamos las copitas con

esto que conduce directamente al suicidio o al silencio? Es un libro de una ... a mí me dejó trastornado, aplanado ... -No será para tanto.

-Sí, porque al ser una novela tan llena de historias, de aventuras, uno se mete en un Ana María Matute t!n 1948. cuando tenía 22 años.


mundo, vive ese mundo y, cuando

ANA M.' MATUTE santos sanz villanueva

acaba el mundo , te encuentras con que no ha)' nada, que es lo peor. Podías haber salvado a alguien, podías haber creado un reino ... -Bueno, hay una parejita que se salva. Son los únicos que se salvan porque son los inocentes , que se meten en una barca y van no se sabe dónde. Se van a tiempo.

- ¿ y no desaparecen el/. el reino del olvido? -Mira, yo muy claro no lo tengo, me lo imagino . -¿ Una novela SOl/. emociones, son ideas, sentimientos, es instruirnos, es

deleitamos'! (: Qué importancia tiene para ti el contar historias? -Hombre. el contar historias es una de las cosas más maravillosas que existen. Contar historias es añadir historias a la historia de todo el mundo. Es enriquecer la historia privada con las historias de losdemás. ¿Tú me puedes explicar si has conocido a un sólo ser humano cuya hist.oria sea únicamente la suya? Yo no conozco a nadie. Todo el mundo está hecho de su historia y las historias que se han desprendido de su historia o que le han fabriCado también su historia. La historia de una persona no es única, es una historia muy ramificada. Y siempre influida por las vidas, las historias, incluso las historias contadas.

-Hay ciertamente un componente oral en los relatos que tú vas uniendo a esa trama. -Hay una sola historia que, naturalmente, tiene los brazos, los pies, la cabeza de todas las historias que la han conformado y que ella ha conformado a su vez. Pero hay una única historia.

-Yen un escritor tan inventivo, tan creativo, tan imaginativo como tú, esta qf'ición a inventar historias ¿no será de alguna manera un modo de vivir otra vida en esta vida '! -Hombre, eso a lo mejor te lo podría explicar.

-Pero tú di!!':fi'utas inventando. -Yo me lo paso pipa, me lo paso bomba. A mí me encanta, a mí lo que más me gusta en el mundo es escribir, y también lo que más me cuesta, porque

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escribir es muy difícil , escribir es

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v ill anue va

difi c ilísimo . El que dig a que no es difícil , o miente , o escribe mal. Es muy difícil escribir. Escribir no sale

así como así. no . Esc ribir lle va un a ref lexi ó n muy grande , primero hay que hace r la estructura , un a estru ctura válida, que te sirva para explicar esto que tú quieres contar, eso que tú qui e res preguntar, yeso por lo que tú quieres protestar. Eso ya ll eva mu c ho esfuerzo, un enorme esfuerzo. Y después, eso, darlo, ponerlo por escrito y que no te defraude a ti, porque al primero que no le tiene que defra udar un libro es al propio autor. Porque s i no , vamos li s tos .

-Decía que Olvidado Re y Gudú es un poco la suma de toda tu obra. -Bueno, eso lo han dicho, yo no he dicho nada .

-B uel/.o, lo decí({ yo.

-¿ Tú lo decías ? Pues sí, a lo mejor sí. -Están aqu í, pues, tus temas desde Los Abel hasta La torre vigía ... -Buen o, pero no eres e l único que lo ha dicho, porque lo ha n dicho otro s también , que parece que todo mi mundo - todo el mundo tien e un mundo, evide ntemente, e l mío es literario- es tá ahí. Yo no lo hice a propós ito, no me di c uenta. Bueno, no me di cuenta y sí me di cuenta. Porque, mira, sí tengo que decir un a cosa : éste es ese libro que yo siempre quise escribir, desde que e ra niña . Es un libro que yo he ll evado dentro. Naturalmente se ha id o transformando con los años , dentro de mí se ha ido pervirtiendo co nmi go, se ha ido e nriqu ecie nd o, ha id o cambiá ndose, modificá ndose como yo, ha ido envej ec iendo, pero ése es e l libro que si em pre

Ana María Matule

qui se escr ibir. Por tanto , no es extra ño lo

Luciérnagas

que tú has dicho y lo que han d ic ho otros también, que esté todo mi mundo ah í. Es posible.

-Si le parece, re/w,wnLOS algunos asul/.tos qu e salel/ el/ este libro y que estaban en ot ros IUyos ; por eso te decía que es como ul/a especie de SUl1!a , porque so n aSUl/.lOS qu e habí({s to cado , pero de ul/a

Ed ición de t .¡IC'itirllllgll.l'. nove la q ue quedó rinali sla dd Nad al en 194<) y que. por problemas co n la ce nsura. rehizo con ellílu lo EII c.I'llllierl'll ( 1955). En 1993 MaLuLe recuperó la vers ión ori gin ,¡1.

I Ediciones

D~s ¡ino Ánconl .1'


manera mfí.\· aislada, más monográfi-

ANA M: MATUTE

ca, y aquí entran todos como ... como

santos sanz villanueva

la Summa teológica , es to es como Santo Tomás ell el cin cuen tenario del na cimiento de la obra literaria de la obra de Ana María Matute . El cainismo, por ej emplo. -¿A h , s í? Eso es a lgo tremendo . Es to me lo ha bé is hec ho ver vosotros, los críticos, porque yo no me daba cuenta. Realmente , el problema, el

.

mito, la hi s toria o como queráis llamarlo, de Caín y Abel subyace en casi todo lo que yo he esc rito. Yo no sé, pero puede ser -y esto me lo han preguntado much as veces y siempre he contestado lo mi s mo- que tenga su origen, aunque uno nunca sabe, en la guerra española. Yo tenía diez años cuando estalló la guerra civil española y , entonces, por primera vez me di cuenta -porque un niño de diez años es un niño pero no es tonto y los niño s se dan cuenta en seg uida de muchísimas cosas, de las cosas más esenciales , quizá- , tuve un enorme aso mbro al ver que era una guerra entre hermanos . Yo oía continuamente que en un lado está un hermano y en el otro, otro, y a lo mejor se están matando. Yeso a mí me impres ion aba mu chísim o, enormemente. Quizá brota de ahí, no lo sé.

-El segu /l.do tema qu e yo que ría pla/l.tea rte es el de la gue rra, que aquí adqu iere una espec ie valor absoluto. EII otros libros tuyos, la guerra civil está como un trasfolldo histórico, probable, incluso COII una crono logía muy precisa, como memoria, pero aquí adquie re un poco catego ría de parábola, es una especie de condición de la natura leza humana. -Ten en cue nta que en la época en la que tra nscurre es te libro , que se supone que es más o menos el sig lo

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ANA M:' MATUTE santos sanz villanueva

X, la guerra era tan habitual como los gnomos. La guerra era la forma de vida y de expansión de los pueblos , no había otra forma de consoli-

darse, de defenderse y de estar, de ser, y la guerra es un personaje más.

-Otro asunto que ha salido en muchas páginas tuyas, quizá es uno de los motivos que atraviesa tus novelas, es el del odio y la venganza. Pero aquí, en Olvidado Rey Gudú, yo creo que le has dado a estos motivos una fuerza ver-

daderamente arrasadora, sal! capaces de acabar con todo. -El odio es terrible . No lo digo porque yo me quiera hacer la buena: yo nunca he odiado a nadie ni creo que lo haga jamás. Primer~ porque me da pavor la idea, porque he visto hacer por odio cosas indescriptibles. Pero además es que es muy incómodo odiar, y estar enfadado con alguien es incomodísimo también. Y yo no soy capaz de odiar no porque sea buena , sino porque me da pereza y es incomodísimo. Eso por un lado. Ahora, yo no soy del todo tonta y me doy cuenta de lo que puede hacer el odio; precisamente es de lo s se ntimiento s hum a no s que más me ha impactado en la vida y he tenido la desgracia de ver el odio muy cerca de mí y de haberme sobrecog id o ante un sentimiento que convierte a un ser humano en un ser diferente , en una criatura verdaderamente espantosa, capaz de hacer c u alquier cosa , la s más abominab le, la más horrible , la más impensable. El amor es extraordinario, el amor también transforma a las personas, pero tristemente hay que decir que el odio es más fuerte que el amor, por lo menos po r lo que yo he visto. El odio aplasta al amor. Y no me gusta decirlo , pero mentiría si dijera otra cosa . Me encantaría cambiar de opinión, pero, por ahora, no me parece .

-¿ y la venganza? -La venganza es algo muy parecido alodio, van juntos generalmente, la venga nza y e l od io va n muy unidos.

- Vi enes a decir en este mundo imaginario, además con una fuerza expresiva impresionante, qu e la venganza es la razón vital de mucha gente. ¿ Tanta fue rza crees que tiene? -Tr is te me nte, sí. Por lo que yo he co noc ido , la gente se quiere ve ngar de un a manera tremenda y, además, las pe rso nas que lo co nsiguen resu ltan muy vi s ibles, se nota n mu c ho , más que la s que no. Una venganza


llevaba a cabo , bien estructurada y

ANA M. ' MATUTE santos sanz vi Ilanueva

bien hecha , iuf! , eso no se olvida.

- y el poder. -El ansia de poder. Para mí es también otro de esos sentimientos que yo no comprendo, pero que debe de ser muy incómodo también , eso del poder.

-Los que lo riellell parece que lo disji'uwlI mucho. -Yo qué sé.

-Por lo

IIICIIOS,

hacen mucho para tellerLo.

-Bueno , claro, porque son personas que están ya hechas para eso , los perezosos como yo pensamos que eso del poder debe de ser muy incómodo, ¿no?, qué responsabilidad. como si no tuviéramos bastantes responsabilidades con todas las cosas de la vida, ahora encima cargar con el poder.

-Pero el poder puede servir para transformar el mundo. - y sin embargo e l poder es uno de los grandes motores del mundo.

El odio, el amor y el ansia.

-Estos eLementos son Los que forman parte de esa trama <<negativa» en la parábola deL mundo que haces en Rey Gudú, pero también hay algo de esperanza -aunque, tal como yo leí la novela, parece que aL filial se pierde, pero que por momentos tiene mucho relieve ell esta caudaLosa y mágica historia- que es la libertad. ¿ Qué es para tí la libertad ?

-Respirar.

-(; Sólo '! - Respirar. pero respirar no só lo físicamente , poder producirse de una manera natural , sin hacer daño a nadie y sin molestar con

tu

respiración a nadie , pero

respirar. Respirar en todos los sentidos, sentirse vivo, sentirse amado, amar, es tar tranquilo . no hacer daño a nadie y, por supuesto , que no te lo hagan a ti . -¿ y qué pl/ ed e ha ce r la libertad fr ente a gentes .. . ? - Poca cosa. - ¿ y qu é esp eral/ za l/OS queda ?

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-Yo qué sé. Yo creo en el indivi-

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duo. Yo creo en e l ser humano , en e l

villanueva

individuo. En la humanidad, no. Si por ahí ves una esperanza ... , no lo sé. - y el/ esa tel/siól/ que hay entre lo ideaL, Lo beLLo, Lo hermoso y la injusticia

-fue UHa de las il/ cert idumbres en La Lectura-, eL sentido jinaL del Libro es negativo, pero yo veía

CO I/LO

ramalazos de idealidad, como ul/a apuesta que

luego hUI/días el/ elmu l/do prosaico. -Por la historia de Elisio y Aek, aparte de la historia de Tontina y Predi lecto , que es un poco especial. Claro que sÍ. Hay momentos en el lib ro, incluso los personajes más desagradables , in cluso entre lo s soeces , hay momentos de amor entre los hermanos, hay momentos en personajes profundamente desagradables y malvados pero que tienen su momento. Por ejemplo, e l sent imi ento del amor fraterno y, bueno, muchas cosas que yo puse en ese libro , que las puse y no me arrepiento de haber las puesto, a unque a lo mejor estén mal.

-No. están muy biel/ ... -A mí es que me han g ustado .

-A mí tal1lbiél/. porque justamente lo admirable es ... -Supongo que entienden ustedes que yo bromeo un poco, yo siempre bromeo porque a mí me parece que es muy insoportable mantener una conversación o lo que sea e n un tono trascendente, yo no lo soporto, yo quito hierro , proc uro hacer bromitas , porque s i no ...

-Lo admirable es ver cómo metes tanta materia, tanta vida, tanta vioLencia y tanta mezquil/dad, pero tanta hermosura, tanta idealidad ... -Es que eso es lo que yo he aprendido en la vida, a ver y a soportar, a veces.

-¿ No has escrito poesía ? -Nunca .

-¿ y si yo te dzjera que éste es un Libro lírico, poético ? -Me lo creería, porque lo han dicho también otros . A veces, ¿no? La naturaleza para mí es muy importante.

- ¿ y te rec reas el/ ella '! -A mí me ocurre una cosa muy curiosa con la naturaleza y es que yo no la contemplo, me s iento parte de ella. Es una cosa que me ha ocurrido desde muy niña. Yo, cuando me encuentro en un bosque -y digo lo de bosque porque me apasio na n los bosques-, o en el mar, a mí me encanta sumerg irme, ta nto en un bosque como en el mar, todos los espacios donde yo me puedo sumergir me e nc a ntan , me so n muy a fines, entonces, yo soy una espectadora


de la naturaleza , yo soy parte de la

ANA M. ' MATUTE

natura leza , y lo noto de una manera

santos sanz villanueva

muy intensa. Y supo ngo que eso se nota en e l libro , c laro, porque surge de mí de una manera muy natural, muy espontánea, como casi todo lo que yo escribo.

-Has estado , Ana María. veintitantos G/los apartada de la publicación. bueno. salvo algún relato infantil. rescataste Luciérnagas ...• pero ahora con este libro has tenido un reconocimiento extraordinario y justo. la Academia también ... t:cuándo)' sobre qué pre vés ... ? -Bueno , yo pienso que así me he comprometido, por lo menos, a tener el discurso ya listo a mediados de octubre, pero . pronunciarlo, a primero s de diciembre me imag ino que será. En cuanto al tema, no lo puedo decir, porque está prohibido, parece ser.

-Este mundo de los escritores es un mundo bastante cainita. y ... -Bueno, el de los escritores, y el de los carpinteros, y el de los políticos ... todo el mundo es cainita.

-Pero tú eres un poco una excepción. Todo el mundo habla bien de ti. -¿Sí? Pues qué bien . Bueno, yo nunca me he metido con nadie. A mí me pasa una cosa, que como yo sé lo duro que es escribir, lo difícil que es escribir, tengo un respeto profundo por todo el

Ana Maria Matute

Los niños tontos

que escribe, sea mejor, sea peor, me guste, no me guste, tengo , antes que nada , un profund o respeto por esa persona que ha dedicado tiempo de su vid a, quizá años, quizá toda su vida, a algo como es esto, como es la escritura. Para mí esto es muy importante y yo nunca jamás atacaré a nadi e que haga eso, porque yo sé lo difícil y lo duro que es.

Ed ic iones Des tino Áncora y Delrín

-Lo que no es común es que todo el mundo te tratemos con afecto. con respeto. con estima literaria. -Es que soy muy bue na (no os lo creáis, no). Pero bueno . No lo sé. A mí me encanta

Uno de los libros de relatos de Ana María Matute.

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28

ANA M. santos sanz villanueva

que sea así, me encanta . Realmente, todos los escritores que conozco y conozco muc hísimos , prácticamente casi todos los españoles y extranje-

ros bastantes, la verdad es que yo me llevo muy bien con todos . - ¿ y cómo ves. desde tu persp ecti va de hab er conocido en vivo y participan-

do acti vamente de una man era muy destacada en toda la posg uerra española, cómo ves el momenro actual ? -Ho mbre, mu y es peran zador. Mu y bueno me parece a mí. Despu és de haber pasad o todos es tos a ños tremend os - ma ra villo sos po r otra parte ,

~orque

había un a ac ti vid ad se micl andestin a pero fantá stic a- , yo creo que ahora hay mu c ha ge nte qu e es tá esc ribi e nd o muc ho . Hombre , yo no te vo y a dec ir que tod os so n marav ill osos, porque algunos a lo mej or so n in c lu so malos, pero es mu y bu eno qu e e xista es to y que sobre tod o no haya capillitas, la escuela de ta l, la esc ue la de cu a l, los de aquí, los de a ll á ... no , hay un gra n eco, hay cantid ad de ge nte j ove n qu e es tá esc ribi e nd o y cad a un o a su man era, s in preoc upa rse de parece rse a la ma ne ra de ... No, cada uno según s u c riter io y seg ún su se nti do de lo q ue es la lite ratura. Y eso me parece a m í mu y pos itivo .

- (: Te alreve rías a hacer una comparación entre esta literatura más joven, recien le, y la de tu p romoción ? -No, es to qu ed a más para la ge nte co mo tú , que e res c ríti co, yo so y un a esc rito ra más.

- Pero, por comprometerte un poco ... - N o me vas a co mpro m ete r, no voy a so lt a r pre nda

-y después de l Rey eudú, ¿qué? -Pues sí, te ngo ot ra nove la, una nove la que e n pri ncip io ...

-¿ De ésa no está proh ibido hab lar ? -No, de ésa no, po rqu e la úni ca q ue pu edo manda r e n eso soy yo , e n lo otro mand an cantid ad de señores académicos. Pero no me g usta habl ar de e ll o porque soy muy supersticiosa, te rribl eme nte superst iciosa, pero no con las supersticio nes norma les de gatos negros y de escaleras ... , no, si no co n lo que me invento yo. Po r ejem pl o, la supers-


tición tre menda de no hablar nun ca

ANA M.• MATUTE

d e l libro qu e es toy esc ribiendo, se

santos sanz villanueva

me quitan la s ganas de escr ibirl o s i lo cuento. Eso es terrible . Pero s í tiene título la novela , es lo primero qu e pienso . Es muy importa nte para mí te ne r un título . En ca mbio , el arranque es lo que má s me c uesta . No porque yo no sepa lo que quiero escribir, es que yo c reo que las frases primeras so n fundamentales en un libro , es lo que te hace seg uir leyendo y lo que te hace deja rl o, much as veces . Hay que e nco ntrar esas frases ini c ia les que te den el tono. El libro también es para mí co mo un a sinfon ía , cad a libro ti e ne su tono , su tono especial, y e ncontrar ese tono, para m í, es lo más difíc il. Es un a nove la que yo ya la tenía más o menos antes que ésta, pero luego pe nsé que era és ta la que tenía que publi car. Se ll a ma Paraíso illhabitado. Es de época act ual , no tiene nada que ver co n ésta más que , quizá , e n esos tics míos que no se pueden ev itar. Y todas las que pueda hasta que me muera.

- y que sea n muchas. Todas seráll interesantes porque la verdad es que Alla María Matute siempre ha s ido una escritora importante. Siempr e, desde el primer momento, fue una auto ra que empezó con mucha

fuerza,

que

empezó con un estilo propio, que empezó con un mundo muy personal, que lo ha mantenido, que lo ha modificado, Cubiel1a de la l .' ed ición de Los Abe/. J 948 .

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que lo ha amplificado, pero que yo

30

villanueva

me atrevería a decir que ha sido siempre sustancialmente fiel a un núcleo de preocupaciones y a una

manera de cO l/tarlas

COI/

ul/a tensión entre la realidad y la imaginación, que

nos ha hecho vivir rnomentos bastante ama rgos en sus libros, que también nos ha el/trerenido y a veces nos ha hecho casi llorar de risa, que nos ha ayudado LlIIO

CI

cOl/ocer mejor el mundo y, probablemente, a conocemos mejor cada

a sí mismo. Lo cual no sé si es bueno porque la lección que uno saca de

lo que es el l1lundo y de lo que somos los humanos es bien poco positiva, pero , la verdad, para eso están los escritores. De modo, Ana María, que l1luchas gracias por las horas buel/as y malas que nos has hecho pasar. -Muchas gracias a ti.


EL FORO DE LAS LETRAS ~

Al margen de las mod as, de las escuelas literarias y de las corrientes que predominen en un momento determinado, los escritores que tengan hoy la misma edad que Almudena Grandes han de confesar que su presente como narradores tiene un rasgo común. Arrancó de un pasado lector e n el que se av ituallaron con libros traducidos de lenguas europeas y con las obras de la literatura iberoamericana. No se trata de abrir un de bate so bre

~a

pérdida de raíces o de las

señales de identidad, por cuanto, como confiesa. Almuden a Grandes, nadie leía literatura española e n aquell os años, sino de hacer comprender c uál era la situació n por la que se atravesaba entonces, y mostrar al lector de hoy , lo que sazonó culturalmente las obras de los escritores ri gurosamente coetáneos de Grandes . Es indu-


TRAS

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almudena grandes

dable que sus obras ahora tienen una fisonomía propia y unas particularidades innatas a cada uno de ellos. En el caso que nos ocupa, esta escri-

to ra mad ril eña ac umul ó sentimie ntos de esperanza o deseperanza, desencantos, escepti c ism os e intui c io nes que flotaban dispersas en las líneas de aquellas lecturas , y ahora las transmite a su vez, co ncebidas con s u propia vocación, estructurad as segú n e l tiempo e n el que está inmersa, manipul ando según su talante el ento rno que nos qui ere transmitir. Su vida ahora es la vida de s us semejantes, la hi stori a que vive es la mi sma hi storia problem áti ca de los demás , los impulsos y las actitudes el e es te ti empo so n las que se plasman en s us libros. A unque e n la literatura que predomin a sig ue siendo mon struosamente mayoritari a la ang lopa rlante traducida a nuestro idiom a, obediente a un negocio de rápida expendiduría y di gest ión para que por encima de todo sea lucrativo , en este senti do, y si lo co mparamos co n tiempos pretéritos , Grandes piensa que se ha dado un g iro positivo , que, al fin, parece que el lector español ha reaccio nado y que hoy se lee much o a los escritores de casa . Quizás, por e l hecho de que por primera vez en mucho tiempo, el libro se ha co nvertido e n un negocio más, si bi e n han de sufrir y ag uantar los e mbates con sumi sió n y desaliento. A l hilo de nove las que dejan tra nsparentar un a realidad más o menos cruenta, co n la críti ca tomando e l pulso a obras que están a caballo entre los reportajes que pretend e n de.iar testimonio o que, al co ntrario, sólo ofrecen una síntesis preci sa de un tema de act ua lid ad co mo meros productos vendibles, y entre libros que c uaj a n porque los escri ben co lumni stas de los diarios, Almudena Grandes irrumpió e n e l panorama literario con «Las Edades de Lulú ». Este título fue premio «La So nri sa Vertical » e n el año 1989. Apostó por ella misma y por su siguie nte novela , «Te ll amaré Viernes », preocupada ante todo para que no se pareciera en nada a la primera. Lo consiguió. Al menos a los ojos de los que no están familiarizados co n la orfebrería emplead a por ella para la creac ión de la nove la. A lmud e na Grandes siempre sos tien e que las dos novelas son la misma. y qu e só lo el desenl ace es el elemento bás ico diferenciador. No obsta nte, se puede considerar que todo ello forma parte de las reg las de un juego, en e l qu e e l esc ritor lo que pretende es traspasar el co ra zó n de un lector, aunque só lo sea uno. Pero s i de eleme ntos básicos hablamos, hay que referirse a los dos que vertebran, al menos las no ve las men c io nad as. Son la influ e ncia del ad ul to e n e l mundo ele la infancia , y e l deseo como motriz de la voluntad . Para A lmudena Grandes, un adulto es la consec uencia de lo que se fue como niño . La infan cia


no sólo es la edad de la inocencia, es

EL FORO DE LAS LE TRA S

también la edad del conocimiento, del

almudena grandes

aprendizaje. Este aprendizaje engendrará amargura y soledad, por cuanto ll egado ci erto momento en que la inocenci a se pi erde , se abrirá un mundo de autodestrucción. De ahí, ·que las fi guras centra les de sus narraciones sean niños malamados, que pasan de un mundo inocente al mundo de los adultos transportando toda esa carga de desamor. El otro elemento es el deseo. Pero no entendido como deseo sexual, sino co mo voluntad de un personaje que pretende doblegar las encrucijadas de la ex istencia a sus propias ambiciones. Dentro de las últim as tendencias de vanguardia de la literatura española, que pone n, al descubierto obras recién engendradas por nuevos autores de nuevas téc ni cas, las de Almuden a Grandes son propuestas con un fuerte sabor representati vo de lo que es actualmente nuestro espacio vital , donde predominan espíritus qu e so n incapaces de apreciar el mundo tal como es, s"Í bien están dentro de la in es tabilidad y están dom inados por un a s uerte de ca mu flaj e de sentimi e ntos . En la o bra d e Almud e na Gr a nde s a p rec ia m os

m e nsaje s

hum anís ti cos , có di gos o s ig no s d e un a rea lid ad interna que pa ra que deje de ser un a in cóg nita, ell a tr a ta d e reflejar co n la mayor propi edad pos ibl e. Por un . lad o enco ntramos el co ntex to f rag me ntario de un cos mos personal, la ex is ten c ia hum a na con tod as s us pro fundid ades dr a m á ti cas, y p o r o tr o lado te ne mos la lu ci de z con qu e se nos muestra la

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34

LETRAS

exactitud del personaje creado. Este mundo repleto de claroscuros, contado de forma propia se puede ap reciar en «Malen a no es un nombre

de tango» y en sus más recientes «Modelos de mujer». Atestigua la historia con una prosa elaborada de forma concienzuda, con una estructura patentemente enriquecida s i hablamos del idioma. No ignora los dramas de su tiempo, y en sus novelas encontramos las relaciones humanas, pero recreadas y transformadas en literatura. No son textos de evasión, carente de conflictos , sino crónicas de lo más elemental donde, sin embargo, se encuentran los entresijos pasionales de unos personajes que hacen lo posible para cuajar de forma mil veces distinta, y no caer torpemente en la vulgaridad.


EL FORO DE LAS LETRAS ~

La trama: o rga ni zada bás icame nte a lrededor de la id entidad, Il amémos lo también problema del suj eto. E l fondo de la creación: los mun dos pos ibl es de lo fict icio. Co mo suma: un uni verso narrati vo. Los diseños co mp osit i vos de José María Merino, propician la ruptura de límites y fronteras , un a inte racció n e nriquecedora entre lo que sign if ica sueño o fa ntasía y lo que sig nifica real idad , que dan como resu ltado un a entidad narrativa, med ida, ll ena de c laves profundas. José María Meri no es un experto en juegos de espejo, en suti les e ncue ntros y desencue ntros, e n e ni g máticos juegos co n ám bitos, personajes e, incluso, aco ntec imientos hi stó ri cos que a través de misteriosas superpos ic io nes tras ladan a l lector e nvue lto e n un a red oscura hasta las entrañas li tera ri as do nde, lo cotid iano ado bado co n lo fa ntástico, permite, a l parecer, que


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EL FO RO DE LAS LETRAS josé maría merino

sea posible la visualización del secreto

último de las cosas y de la vida.

José María Merino establece en su obra como criterio teórico unas perspecti vas fantásticas sin por ello alejar sus novelas de la vida cotidiana. Quizá en España sea, hoy por hoy , el escritor que mejor reinterprete lo que es simplemente realidad utilizando elementos objetivos y subjetivos para que lo novelesco, que siempre ha tomado como referencia a la propia vida, ahora ~me como referencia a la propia novela. Empezamos a movernos, dicho esto, dentro de los parámetros de la metanovela: la literatura suplanta a la vida o la vida se convierte en literatura. Puede dar la impresión de que sus mundos ficticios son de un relieve complejo, montados a partir de unos ejes poderosamente conflictivos y con un alto grado de dificultad. Esa dificultad característica de los escritores que poseen obra extensa, de di versos planteamientos y diferentes objetivos. Pero si esfuerzo supone la construcción para este autor leonés, así como las sucesivas fases de desbaste y posterior pulido que realiza en sus textos , también es necesario por parte del lector un esfuerzo para desentrañar lo propuesto. Pero una vez precisado el origen del conflicto, el sentido primordial de lo narrado, la tensión entre el ámbito y los signos de arraigo que pertenecen al mundo de los personajes, se entiende lo que claramente pretende Merino . Remitir al mundo de la imaginación bajo patrones simbólicos y de orden mítico . Reflexionar sobre las disgresiones del mitema , morir para renacer tras una experiencia de transformación, pensar en las sutiles fronteras que existen entre el sueño y la vigilia, las transformaciones de la esencia del ser y de su apariencia o la suplantación de ese ser por él mismo, y la irrupción de los mitos en la vida de cada día. Es decir, el lector no debe imponerse límites acomaditicios, debe rendirse ante la tensión narrativa que manej a Merino y que se antoja ineludible por cuanto tiene de equilibri o entre ambas partes. Entre el narrador y el lector, y podríamos afirmar también , que dentro de la novela o el relato, el equilibrio que se mantiene entre lo ficticio y lo real. Un equ ilibri o que mientras subsista, hará subsistir a la imaginación creadora de ficcio nes que signifiq uen comunicación .

y es que para Merino, la realidad está repleta de elementos tan infa libles como opacos, tanto pasados como por ven ir, que sólo se pueden conocer a través del mundo de ficción de las novelas . Merino también reclama una atención especial sobre el tratamiento del tiempo. El pasado, o mejor dicho, varios pasados que constituyen fantasmas de la im aginación, que no tienen solución de continuidad entre ell os, lejanos ti empos de


distinta profundidad que configuran un entramado especial. El tiempo

El FORO DE LAS LETRA S josé maría merino

como proceso de huida de la realidad mediocre y de única dirección , el tiempo como razón de ser dentro del argumento . Claro ejemplo es su novela «La orilla oscura». Obra donde se interelacionan con plenitud metaliteratura elementos fantásticos de toda índole que configuran metamorfosis extraordinarias para una razón vital: son los personajes los que narran otras tramas y la novela en conjunto es un ser viviente. Un país lejano, desconocido y exótico . Un protagonista colocado entre dos bordes, el de la ensoñación y el de la realidad. Una semántica llena de vigilias y duermevelas. Un concepto de espacio y tiempo que sitúa en el mismo plano el final y el comienzo de lo narrado. La vida que vuelve a depender de la literatura. y más ejemplo.s en · sus últimas novelas. En «El centro del aire» cuando el per-

sonaje principal quiere escribir una novela con la que recuperar su infancia per-

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38

EL FO. josé maría merino

LETRAS

dida en el olvido, que no deja de ser un a s imple lucha contra el tiempo, como la de cualquier mortal , su vida se convierte en un mito y en una

aventura, la de la supl a ntación . Otro tema, el del desdoblamiento , con el que se s ie nte es pec ia lm e nte li gado Merino. En «Los trenes del verano»/«No soy un libro», la no ve la se ni ega como tal y se convierte en una materia viva. M ás de una vez, José María Merino, ha afi rmado que la de inventar fi cc iones, e n sí mi sma es un a actividad que so lame nte se libra del puro delirio por la aceptación lec tora. Pe ro dentro de la perspectiva purame nte creadora, y con independen c ia del es pac io cu ltural e n que se produce ; los aspectos estrictamente imag in at iv os pe rte nece n a la esfera de lo delirante . Cuando se convierte en estructura comunicable, leg ibl e y verosímil , pasa a formar parte de l entorno de la razó n. Merin o afirm a que toda creación artísti ca, y en especia l la creació n de ficciones literari as; parte de un a relación entre el creador y un desdoblamiento s uyo, un s'e g und o que se e ncu e ntra en un mundo paralelo y que es e l único verdade ram en te capaz de penetrar y de acceder a los rincones asombrosos do nde el c reado r no puede aventurarse. Unas veces ese doble es un adversario eminentemente literari o que acaba ve nc ie nd o co n s u se ntido comú n y s u lóg ica racionali sta al propio creador, y o tras veces se acabará co nvirtiendo, co mo oc urre en las tradiciones mágicas y rura les, en un fatídico av iso de la mue rte. Pero de momento, no hay que preoc uparse . La relac ión de Merino co n s u doble es pac íf ica y fec un da.


EL FORO DE LAS LETRAS ~

Los tratadistas de novela española contemporánea que se han ocupado de mí, suelen considerar mi primer libro «Cinco Variaciones » , como una de aquellas obras que comandadas por «Tiempo de Silencio», establecían una ruptura con la denominada novela social de los cincuenta. Ciertamente hay algunas diferencias entre mi novela y las más característica de aquella época, aunque por otra parte, también existen notables afinidades. De una parte la novela de los cincuenta no es tan uniforme como muchos han pretendido y podríamos decir que su carácter de no vela militante, de novela que de una manera más o menos explícita pretende dar un testimonio contra el régimen entonces vigente en España y s us consecuencias


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TRAS martínez menchén

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político soc iales , es su vínculo común más visible, algo que tambié n ocurre co n la poesía soc ia l. Pero aparte de es to lo s ca mino s literario s son muy

d iversos, aunque, sa lva ndo la personalidad de los distintos autores, podríamos establecer dos grupos: e l de los cercanos a la novela social de la anteguerra, y el de los que con pa labras de Castellet en s u por e ntonces muy influyente obra «La hora del lector» estarían den tro del apartado del objetivismo. Mi nove la es , por s upuesto, una nove la realista y, aunque de una manera menos ev ide nt7 y consciente que la de las obras más militantes de la postguerra, también crítica de los va lores que sustentaba e l régimen del general Franco. Pero lo que claramente d iferenci a a mi nove la, lo mismo que a Tiempo de Silenc io de la novela de los c incuenta, es e l decidido abandono de la objetiv id ad. E n otras palabras , la d iferem; ia es ante todo, un a diferencia en los grandes autores que unos u otros tOJilamos co mo mode lo. La generación de los c in c uenta, co n in depende ncia de aquell os a uto res más e n lín ea de la novela soc ial de la anteg uerra y de la novela sov iética, reciben e n ge ne ral la influenc ia de la nove la ame rican a de Fitzgera ld, Hammett y Hem ingway. En s u ya c itad o libro Castellet señala a estos dos últimos auto res como maestros del objet ivismo co nducti sta, y res ulta ev idente la hue ll a de los c uentos de Hemingway en los magníficos cuenti stas de esta generac ión. Pero junto a los me ncionados escritores amer ica nos, tamb ié n puede se ña larse la influ enc ia de los neorrealistas italianos , y muy espec ialmente Pavese, en alg unos autore s de este grupo , concretamente en las primeras obras de los Goytiso lo. Es cierto que aparecen , como no podía ser menos, otros intluj os. E n s u libro Faulkner en España , María Eugenia Bravo ha seña lado como muc hos de los a utores de l ll amado real ismo soc ial no permanecen aje nos a las inn ovacio nes de l gran maestro americano , aunq ue por supuesto ell a se detiene mucho más en e l influjo que e jerció en Volverás a Región -el más ev idente y meditado-, e n Tiempo d e Silencio y en mis propias Cinco Variaciones . Pero con independencia de este influjo faulkneriano, lo que, a mi parecer establece la ruptura entre mi novela y la ele Martín Santos co n las obras de los narradores de los cincuenta , es la influencia ele Joyce, inexistente en la novelíst ica de los auto res de esta generación. En mi caso concreto esta in fluencia se manifiesta no so lo por la utili zac ió n e n mi primera novela de procedim ie ntos de técnicas narrati vas utilizados en e l Uli ses , y muy conc retamente el emp leo del mo nólogo interior co mo «fl~jo de


co m:ie nc la » .

S 1110 ,

so bre todo, y esto

c reo qu e ha pasado más desa pe rc ibi-

E

FORO DE LA LE TRAS antonio martínez menchén

do, po r e l mag isteri o qu e e n mí eje rc ic ió s u libro de re latos Dublineses. Leí Dublineses antes q ue Ulises y me ca usó un a profun da y durade ra impres ió n. Cas i s in da rm e c ue nta, in corpo ré a mi qu e hace r li te rari o esa téc ni ca que los c ri ticos de Joyce ha n de no min ado e pífa ni as . es dec ir, la de desarro ll a r un s uceso o s itu ac ió n va na l pe ro que en s u apa re nte in tra nsce nd e nc ia s irve pa ra desve la r lo más profund o de un person aje, y de la qu e Los muertos s ig ue s ie ndo un eje mpl o in s uperabl e. Pe ro no so la me nte Dublineses me s irvió desde el punto de vista de la influencia li te raria. s in o q ue ta m bié n m arcó lo que pa ra muc hos es mi espec ia lid ad co mo c reado r: e l c ul tivo de l re la to corto. En este se nti do .. mi s dos prim e ros libros se ña la n c la ra me nte es ta co nfu sa a mbiva le nc ia qu e a veces se e nc ue ntra e n mi produ cc ió n e ntre la nove la y e l re la to co rto. Q ui e ro seña la r q ue Cinco Variaciones apa rec ió com o re latos, y s i bien e ll o se deb ití a un capri c ho de l edito r, la ve rd ad es que la o bra bie n podía, en co ntra de la o pini ó n de s us pro pi o auto r, ser con s id e rada como un co njunto de c in co re latos. E n efecto. cada una de las 5 pa rtes de l libro pu ede leerse co mo un re la to in depe nd ie nte, s in neces id ad de co mpl eta rse co n la lec tura de los o tros. C la ro está qu e es to ta mbi é n pu ede oc urrir co n Las Palmeras Salvajes que mu c hos co ns ide ra ro n co mo la y uxtapos ic ió n de dos novelas, s in pe rc ibir la unidad qu e Fa ul kne r co ns ig ue a tra vés de un marav ill oso trata mi e nto co ntrapuntístico. Yo ta mbi é n prete ndí co nseg uir un a unidad e n es tos c in co re la tols apa re ntem e nte ind e pe nd ie ntes estab lec ie ndo e ntre e ll os un a re lac ió n s ig ui e nd o la técni ca mu s ica l de las va riac io nes, a partir de un te ma to mado de un re la to de K af ka. E n realid ad los di ve rsos pe rso naj es que a parece n e n las c in co pa rtes so n e l mi s m o en di ve rsas c irc un s ta nc ias de edad y sexo . M ás qu e un pe rso naj e pro pi a mente di c ho , ca br ía habl a r de un a de te rmin ada actitud , e n e l senti do q ue este té rmino tie ne e n la mode rn a ps ico logía. As í tratado , a mi e nte nder e l libro e ra un a no vela . ci ad o e l ca rác te r m ás bie n a mpli o y de d ifíc il determin ac ió n que este gé nero ha ll egado a te ne r e n la narra ti va de l prese nte s ig lo. Pe ro muc hos de los c ríti cos lo co ns id e raro n

C0 l11 0

un libro de re la tos , s ie ndo Go nzal o So bej a no e n un a c ríti -

ca pu b li cada e n Papeles de Son Arm adan y pos te ri o rme nte en s u co noc id o li bro so hre la nove la es pa ño la, e l prim e ro e n sos te ne r que era un a nove la, tes is

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en la que después también incidie-

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martínez menchén

ron otros críticos y tratadistas. Pues bien, ocurrió que mi segundo libro, Las Tapias, compuesto de diez relatos -o al menos esa era

mI intención cuando lo escribí-, seg uramente por e l equívoco sobre el género donde encuadrarlo que había producido el primero, fue recibido como una novela. Ciertamente en el libro hay un tema en común, el de unos comportamientos neuróticos o psicóticos producidos por el entorno neurotizante de la sociedad en que los personajes se desenvuelven , y algunos de ellos aparecían en

,

dos o más de los relatos o, según otros, capítulos. Pero yo puedo asegurar que mi intención al escribir e l libro no fue hacer una novela, sino un libro de relatos, aunque esto no quiere decir que quienes posteriormente lo clasificaron de nove la estuviesen equivocados. Un libro es lo que es, con independencia de las intenciones del autor que muchas veces se ve desbordado por su propia obra y encuentra en ella, con ayuda de sus lectores y críticos, cosas en las que nunca pensó: El novel ista no suele ser el mejor crítico de sus propias novelas, de ahí que actos como en el que este momento estamos viviendo sean poco esclarecedores. Podría preguntarse por qué me he detenido en el examen de estas mis dos primeras obras , tan lejanas y, en la actualidad, de dificilísimo por no decir imposible acceso . La respuesta estaría en que estas dos primeras obras, en muy buena parte, cond ic io nan toda mi obra posterior. Yo pienso que la mayoría de los escritores tienen un mundo propio que ya se fija en su primera obra, siendo las ulteriores tan solo variación, ampliación y perfeccionamiento de aquella. En Pobres Gentes está ya en embrión toda la monumental obra de Dostoievski, y podríamos considerarla como un apu nte, un ligero esbozo de ese monumental cuadro que constituyen Los hermanos

Karamazov. De ahí que en estas primeras obras mías también estén ya en embrión lo que va a ser mi obra posterior, sin que desgraciadamente, pues no soy Dostoievski , ex ista entre e llas la inmensa distancia que media entre Pobres

Gentes y Los Karamazov. Pero lo cierto es que aquí aparece ya una temática a la que voy a ser fiel a lo largo de mi vida. En primer lu gar aparece esa dualidad novela-relato corto siempre presente en mí. Después enco ntramos el antihéroe solitario, el enajenado aplastado por un entorno hosti 1 que es el de la España tradicional, o mejor aún, tradicionalista, que encontró una de sus máximas expresiones en la dictadura de Franco. Otro de los temas recurrentes es el de la impotencia del intelectual o, preci sando más, del artista, que incapaz de adaptarse y mucho menos de modificar la reali-


dad hos til co n la que choca, se refugia e n s u cá rce l de c ri s tal onírica que

El FORO DE LAS LETRA S antonio martínez menchén

muchas veces acaba por co nduc irle a la loc ura ; c hoqu e elel eterno perdedor co ntra e l poder cuyo m ás logrado desa rrollo dentro de mi obra s e e ncue ntra a mi e nte nde r en la novela co rta La caja China. Otra característica ya prese nte en mis dos prim eros libros se ría su tono melancólico . Finalmente, y desde el punto de vista técn iCIl. la escasa acción y e l parco uso de los diálogos, sustituidos por el monólogo interio r directo o indirecto, en contra de la propuesta objetivista de Caste ll et y de la téc n ic a m,ls usada por una buena parte de los escritores de los 50, es otra de las pec uliarid ades de mi s dos primeras obras que se ha mantenido constante en mi producción posterior. Un libro de re la.tos , Inquisidores , introdujo algunos cambios respecto a las dos obras a las que me he estado refiriendo . En primer lugar, un moderado aumento del interés pres tad o a la acción narrativa . En segundo, la introducción junto al mundo rea li sta e n e l que siempre me muevo de ap un tes fantásticos, apuntes que ya aparecían e n a lg un os de los relatos de Las Tapias. Finalmente, y ésta creo que es la nota más esenci al e n mi posterior evo lución literari a, el protagonismo que e n tres de sus relatos te nían los niños, y la am bientación de los mi smos en la España de la primera postguerra, la España de los años cuarenta que era la España de mi niñ ez, co n la recuperación crítica, dolorosa y al par nostálgica de mi tiempo perdido. Esta te máti ca so bre la España de los cuarenta vista desde la infancia la desarrollaré aún más e n mi libro de relatos Una infancia perdida . Aparece también, de forma n1<ís atroz, y tratada en contrapu nto con los ad ultos que viven la larga ago nía de l ge ne ral Franco, e n Pro Patria mori e incido de nuevo en este mundo en mi última nove la, en vías de publicación , La edad de Hierro . Fue prec isa mente es ta reconstrucción de la postguerra desde el protagonismo infantil lo qu e me condujo a la creatividad literaria que más he frecuentado en es tos últimos a ños : la narrat iva infantil y juvenil. Estaba yo rea li za nd o los re latos que después agr uparía en e l libro Una infancia perdida, qu e tienen todos ellos, como nota común su protago nismo infantil y su a mbi e ntac ió n e n la inmedi ata postguerra, c uando un editor me propuso hacer una no ve la destinada a un público in fanti l. Entonces se me ocurri ó escribir una nove l ita e n que s in apa rtarm e de la temática que estaba desarrollando en mis

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relatos, fuese tanto por s u le nguaje

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antonio m a rtínez menchén

más se ncillo como por un tema fantástico que se yuxtapo nía a la descripción de l mundo de la pos teg ue rra y a

la evocación de mi propia infancia, ap ropiada para niños de 10 u II años . Es así co mo nac ió mi prim e r libro para una colecc ión in fa ntil y ju ve nil, Fosco, pub licado e n el año 19R1). A es te s iguieron otros dos libros más, El despertar de Tina y Fin de Trayecto, co n lo que co nfo rm aba un a tril ogía e n la que preten día rec rea r e l mundo ele los años c uare nta en un a pequeña c iudad de prov incia , vis ta a tra vés ele los oj os infantiles, y que repito, p ueden perfectamente a lin earse co n los re latos para lecto res adultos de Una infancia perdida. Desde e nto nces ve ngo co mpaginando mi producción para adu ltos co n la destinada a los lecto res infa ntil es y juveniles. En es tas obras puedo desarro ll a r p lenamente e l e le me nto fant ástico que ya ap untaba e n algunos de mis relatos p a ra adultos. Así mi s mo e n li bros como La espada y la rosa ye n e l de rec ie ntís ima aparición Con el viento en las velas, aparte de apro xim arse a gé ne ros co mo la no ve la ca ball e resca y la no ve la de aventuras, juego también co n la c ita lite raria y la lite ratura dentro ele la lite ratura. He inte ntad o seña la r, de un a. forma un tanto deso rdenada y ob li gadame nte brev e , a lg unas de la s característ icas de mi obra. Repito que generalmente el autor es un mal crít i<.:O , sobre todo de su propi a creac ión. De ahí que todas estas no tas que he qu e rido señalar co mo propias de mi producción , a lo mejor no tienen nada qu e ve r con la misma . De toel as formas lo qu e sí pueelo afirmar con casi abso luta certeza, es que he procurado e n toelo momento mantenerme fiel a mí mi s mo, si n buscar cambios impues tos por e l gi ro de la ve leta de la moda . Pos ibl emente esto es lo que haga qu e e n es te momento me enc uentre un poco marg inado , desfa sado in c lu so. No me impo rta . P ie nso que una de las g randes virtudes del artista es la s inceridad , y yo c reo qu e soy s in cero. T e ngo una ét ica y un a estética, que acaso sean e rróneas, pero qu e s ie mpre he proc urado seg uir. Si e mpre he pen sado que la mi s ión de un nove li sta es ciar un tes timonio -palabra, por s upuesto, des terrada por la modernidacl-

ele la época que le tocó vivir, a través de sus propias vivencias

transformadas artísticamente . Mej or o peor, esto es lo qu e he procurado s ie mpre hace r.


EL FORO DE LAS LETRAS ~

dos cuentos de antonio martlnez-menchén leidos en el Foro de las letras antonio martínez menchén

y bi e n me sé yo qu e e l Serapi o s ie mp re ha te nid o pocas luces y qu e es más bi en fl oj o y a lgo ido, pero no po r ma la ley si no po rqu e cada c ua l es co mo es y é l nac ió así. Y ta mpoco sé yo si es que nació as í o le he mos hecho así e ntre todos , e m peza nd o po r pad re, qu e

SERAPIO

desde un prin c ipi o le mos tró ma la vo luntad. Po rque bi e n mirado é l no tu vo la culpa de qu e m adre muri ese e n e l pa rto , s in o qu e fu e s u mala estre ll a, esa mala estre ll a que le aco mpañó al nacer y de la que ya no pudo des pre nde rse. Pero a padre se le puso e ntre ceja y cej a y yo creo q ue e n e l fo ndo bi e n q ue desea ba que la lec he de cabra co n q ue le cri aro n se le vo lviese tós igo y reventase. Pero no reve ntó, s in o qu e ma l qu e bi e n fue sa li e ndo ade la nte aunqu e, eso s í, a lgo des medrado y f if iri c hi ,


porque no es lo mismo criarse con

antonio martínez menchén

leche de cabra que co n la teta de la madre. Él no es que valga mucho; a decir

verdad , vale bien poco. Pero padre tampoco le ha ayudado y siempre le ha tratado mal. No es que le pegase , porque padre no es de los que pegan, pero hay cosas que duelen más que los go lpes . Y esa manera que tiene padre de reírse de él y hacerle de menos yo sé que ha ido minando al Serapio y acentuando su hosquedad y esa forma de ser suya , s iempre taciturno y con la mirada perdida, como si estuviese en las Batuecas. Y es que para padre todo lo que hace está mal hecho y yo no digo que esté bien pero tanto machacar y machacar no puede llevar a nada bueno y hasta una gota tras otra y tras otra acaba por horadar la piedra. y esto ha sido así desde niñ o, que bien me acuerdo co mo se reía cuando el

Serapio de chico se ponía a ordeñar la cabra y ésta, cuando la colodra estaba medio llena , soltaba su cagarruta en la leche. Y despues, ya algo mayor, cuando iba con las ovejas y dejaba que se metiesen en el sembrado , ya teníamos a padre pregonando que ni para pastor servía. Y así siempre. Todo tiene un límite. Por eso hoy, cuando delante de Justino y el Agapito, padre empezó con que si é l araba tres hazas mientras su hijo araba una, estalló mi hermano y dijo que si él no araba más y más derecho que mi padre se la cortaba . Así que de la discusión pasaron a los hechos y ocurrió lo que tenía que ocurrir, que fue padre quien labró más y mejor. Y mientras mi padre hacía reír al Justino y al Agapito a costa de mi hermano, éste, mohino y cabizbajo, se fue sin decir palabra hm:ia el cueto y ésta es la hora en que, a pesar de haber anochecido, sigue si n aparecer. Estábamos terminando la sopa cuando se abrió la puerta de golpe y Serapio se detuvo un momento en el umbral. Al verle con la azue la en la mano, me levanté temiendo que fuera a matar a padre. Entonces fue cuando me di cuenta que toda la parte delantera de su pantalón se hallaba enrojecida. Soltó la azuela, avanzó tambaleándose hasta la mesa y tiró dentro del plato de mi padre un pingajo sangriento. Era su hombría. Antes de desplomarse aún pudo gritar: -Té ngala , padre, es suya. Usted me la ha ganado :


EL FORO DI: LA LETRAS antonio martínez menchén

Que uno vaya de niñas por primera vez, porqu e cuando se está en la mili un hombre debe de conoce r mujer , y se e ncu e ntre con que la moza que va a iniciarle es s u propia hermana , es algo que só lo me ha ocurrido a mÍ. Y lo mejor es que cuando me entró en s u cuarto y comenzó a de s nudarse no la conocí, pues , aparte de lo s año s

LA , INICIACION

transcurridos , aquella tía rubia y pintarrajeada poco tenía que ver con la muchachita morena q ue yo guardaba en mi memoria . Pero el caso es que desde el principio la encontré un no sé qué familiar que me hizo permanecer quieto mirándola embobado. Y ella que tampoco me había conocido, y mal podía conocerme pues yo era un crío cuando se fue , me dijo: «Vamos, desnúdate. ¿O es que te doy miedo?». Y fue por la voz por lo que la conocí, y más cuando se quitó la combinación y vi en s u muslo derecho aquel antojo que tenía y del que decía madre que menos mal que le había salido en la pierna en vez de en la cara. Entonces ya no tu ve la menor duda , así que me acerqué y le dije : «¿Es que no me conoces. Amparito? Y ella, crispando la boca como la crispaba cuando se ofendía , replicó: «¿ Qué dices tú de Amparo? Yo soy Rosa» Mas, sin hacerla caso, in s istí. «¿ Pero es que no me conoces Amparo? Soy tu hermano Teo». Entonces e ll a dijo Teo mientras me tomaba la cara con las dos manos y me

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miraba fijo , fijo. Des pués me dejó

antonio martínez menchén

y se se ntó en la ca m a, y a llí permaneció, inmóvil , s u buen tiempo.

y a unqu e no so ltab a ni un a mala lágrim a yo sabía que estaba llorando por de ntro. Y e ra igual que la tarde aquella tan leja na e n que se fue . Ella se ntad a. inllHiv il. s in decir nada. s in moverse, mientras la gr itaba mi herm a no Alejandro .. . Si n d ec ir nada , pero ll o rando por dentro . Lo curioso es que pad re también estaba ca ll ado. Y era Alejandro, mi hermano ma yor, quien hacía todo el gasto . Y a hora , vié ndola allí, medi o d es nuda y senta da e n la cama. recorda ba aquella esce na tan lej a na co mo s i fue se ayer. « Vam os -g ritaba e l A lej andro- di qui é n ha s ido para que cump la. ¿ No quieres decir lo ') Se hab rü acostad o la mu y zo rr a co n medio pueblo o co n algún casado y por es o se empeña e n c a ll ar. Menos mal que madre ya no v ive para verte. Pe ro s i s ig ues así. s in dec ir qui e n fu e, ya sa bes lo qu e te es pera» . Le es peraba lo qu e a tod as las mozas de mi pueb lo qu e quedan preñadas y no tienen a nadi e para res pond e r. Irse. Nun ca más s upim os de e ll a ni nadie vo lv ió a pro nunci a r su no mbre .

y ahora estaha allí. se ntada e n la cama medi o desnuda y llorando por dentro. De pronto se Icv anttí y. ace rcá ndo se, fue y me dij o: « iAy T ea! Mi T ea ya es un ho mbre. U n hombre que se d edi ca a ir co n malas muj e res para gas tarse e l dine1"0

y pillar lo qu e no t ie ne ».

y cuando le co ntes té. y aún no sé po r qu é , qu e era la prim e ra vez que iba a un a

casa , me preg unt6 qu e s i nun ca ha bía es tad o co n una mujer. Deneg ué con la cabeza . E ntoll ccs e ll a acarició mi s cabe ll os y dij o co mo pa ra sí. «¿Co n quién mej o r qu e co n la propi a he rmana ?» . La apa rté de un c mpuj ó n. Pero e ll a, co n una so nri sa triste, me dijo : «¿ Por qué no con el he rmano s i ya lo hice co n e l padre?» Y al ve r mi ges to d e asombro, s us urró : «C laro . tonlO . Po r eso es taba ca llad o padre, y yo tenía que ca llar tambi é n» .


EL FORO DE LAS LETRAS ~

Premio Adonais en 1947 por s u obra «A leg ría ». Desde entonces otros cincuenta a ños de ga lardones. José Hierro es un poeta que los críti cos españoles han colocado dentro del grupo que a finales de los años cuarenta y principio de los cincuenta cultivaban lo que se vin o a denomin ar poesía soc ial. Como ocurre co n c ualqui er encasillamiento, la obra completa queda limitada enormemente en cuanto a su comprensión global. Así, pasa n inadvertidas tendenci as de las que el poeta bebió en su momento, e influencias o refere ntes inevitabl es. En el caso de José Hierro ha bría que remontarse a las lectu ras de los poetas de la ge neración del 27 o a las vinculaciones, por poner un ej e mpl o, con Rilke y el romantici smo. De la mencionada generación encontraríamos en sus poemas tonalidades panteístas y co n respecto al poeta ale mán podríamos distinguir y estab lecer paralelismos simboli stas. Es c ierto que todas las influ encias, res ultan vitales e imprescindib les para cualquier c reado r. Pero al marge n de estas co ns iderac io nes sobre lo q ue influyó o no e n su ob ra, y dichas s ie mpre co n reservas lóg icas, e n las penúltimas e ntregas


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. LAS LE TRAS

poéticas de José Hierro, ya podemos comprobar que ha alcanzado una poesía fuertemente original y valiosa en su conjunto, y con la que todos dis-

frutamos. La poesía de Hierro es de una personalidad arrolladora con rasgos estilísticos particulares, como pudieron comprobar los asistentes a la jornada del Foro de las Letras-; cuando leyó algunos de sus poemas. Sus versos se extendieron como un co njuro sob re la sala, y se pudo valorar el tratamiento que Hierro hace del tema de la muerte, del tiempo y del movimiento . En su caso particular, la muerte es abordada desde una perspectiva carente de religiosidad, convirtiéndose así en un sentimiento que nos eleva hacia lo absoluto, y el tiempo no se trata desde el punto de vista del instante único, ni ha de co ns iderarse como discontinuidad, sino que hay que verlo comp tiempo prisión, como ente generador de nostalgia . Y en cuanto a la preocupación por e l movimiento, no es sino un intento por separarse de la realidad, sig uiendo las vías de la meditación, la experiencia, y preguntando a la vida en so ledad, porque el que algo mira , se distancia de lo que está contemplando . Todo ello expresado con una forma melódica basada en interrogantes entrelazadas y coincidentes, en las repeticiones desde conceptos parecidos. El tono, coloquial, un tanto confesional, como si se tratara de una conversación entre Hierro y el lector o el oyente. Es fácil encontrar varias veces un «nosotros» que los situará a cualquiera de e ll os en e l plano de las confidencias. Sin embargo , para comprender el espacio interior de este poeta, no hay que

01 vidarse de sus experiencias biográficas, no hay que ignorar que s u discurso fundante es e l mismo que el de una generación que vivió la guerra civil, y que eso les enfrentó co n una realidad trágica. De ahí, quizás, sus sentimientos de nostalgia por un tiempo no conocido pero deseado, y su afán por unirse a un algo, armonía, unidad o permanencia, que les reintegrara a un universo sin barreras entre los hombres. El resultado, un desdoblamiento, digamos interior, y una incesante búsqueda del lenguaje, directo, cotidiano y sencillo , como el que hemos descrito en la poesía de Claudio Rodríguez. Un lenguaje que no s upusiera límites y, a través del cual, se pudieran difundir las ideas y perpetuar aq uello de lo que el poeta pretende persuadir a sus se mejantes. Este carácter testimonial , es el molde tóp ico y recurrente que la crítica toma como cons ideración para proyectar la obra de Hierro dentro de la generación poética del ci ncuenta. Pero detrás , hay un co ntlicto entre la realidad y la interpretación de los signos -hay que escudriñarlos y ordenarlos- entre el instinto del poeta y sus experiencias complejas.


EL FORO DE LAS LE TRAS josé hierro

TEORÍA Y ALUCINACIÓN DE BERLÍN 1

TEORÍA

Un instante vacío de acción pued'f poblarse solamente de nostalgia o de vino. Hay quien lo llena de palabras vivas, de poesía (acción de espectros, vino con remordimiento). Cuando la vida se detiene, se escribe lo pasado o lo imposible para que los demás vivan aquello que ya vivió (o que no vivió) el poeta. Él no puede dar vino, . nostalgia a los demás: sólo palabras. Si les pudiese dar acción ...

La poesía es como el viento, o como el fuego, o como el mar. Hace vibrar árboles, ropas, abrasa espigas, hojas secas, acuna en su oleaje los objetos que duermen en la playa La poesía es como el viento, o como el fuego, o como el mar: da apariencia de vida a lo inmóvil, a lo paralizado. y el leño que arde, las conchas que las olas traen o llevan, el papel que arrebata el viento, destellan una vida momentánea entre dos inmovilidades.

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E L FO RO.) E L A S L ET RA S jasé hierro

Pero los que están vivos. los henchidos de acción. los palpitantes de nostalgia o vino. esos ... felices. bienaventurados. porque no necesitan las palabras. como el caballo corre. aunque no sople el viento. y vuela la gaviota. aunque esté seco el mar.

y el hombre llora. y canta. proyecta y edifica. aun sin el fuego.


EL FORO DE LAS LE TRAS josé hierro

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ALUCINACIÓN Me acuerdo de los árboles de Dublín. (Imaginar y recordar se superponen y confunden; pueblan, entrelazados, un instante vac ío con idéntica emoción. Imaginar y recorda r... ) Me acuerdo de los árboles de Dublín ... A 19uien los vive y los recuerdo yo.

De los árboles caen hojas doradas sobre el aJialto de Madrid. Crujen bajo mis pies, sobre mis hombros, acarician mis manos, quisieran exprimirme el corazón. No sé si lo cOI/siguen ... Imaginar y reco rdar... Hay un momento que no es el mío, l/ O sé si en el pasado, en el futuro, si el/ lo imposible... Y lo acaricio, lo hago presente, ardiente, con la poesía.

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jasé hierro

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que pueda hacer que (,[/I/te,

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su corazón, para sel/tirse vivo.

"p ectro ihre


EL FORO DE LAS LETRAS ~

Cuando escribió «Don de la ebriedad» tenía só lo dieci s iete años. Aquella ebriedad de aquellos poemas era un estado de ánimo. La inspiración, el entusiasmo, el éxtasis que le hac ían reproducir un a serie de sensaciones. Los versos brot aro n por mor del contacto directo del ento nces adolescente C laudio Rodríguez co n la realidad de la tierra y de la geografía donde vivía. Zamora. Sus primeras andanzas y conocim ientos sobre la tl uencia de la vida, y del pulso que las gentes de su tierra mantenían con esa vida, alentaban la articulación de sus composiciones. Además , como el prop io poeta reconoce , otro ingrediente que formaba parte de los versos de esos días, era su ignoranci a. De ahí, el tono irracional de sus primeros poemas. Eran, ante todo, intuitivos.


ETRAS

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claudia rodrigue z

Aquí podríamos abrir un debate sobre la experiencia . Confiesa Claudio Rodríguez que él no era consciente de que la contemplación y las caminatas

po r los ca mpos e ntrañ aba n acercamiento a la rea lidad , que sin sa berlo , eran ceremonias vitales. Después, para configurarlas y modifi carlas, para expresar la visi ón de aqu e llas cosas , de aquellas formas de la materia , de aq uellos primeros resplandores dc conoc imi ento, enco ntraría un plan o donde expandirl as entre la transparencia y la opac idad . med iante las posibilid ades de la téc ni ca . Una téc ni ca que en el caso de Claudi o Rodríguez parte de l lenguaj e oral, la voz, la palabra human a. la tradición qu e a veces está tan ce rca na al es píritu , e ntendid o éste co mo in spiración. Todo lo que co mpo nía su entorno, lo co ntemplado co n ojos c uri osos y los ritm os infantil es qu e esc uchaba, sus merod eos j uve nil es y e l devenir del ti empo, ya le iban av isando , le iban acompaña ndo y le iban enseñando el camin o hacia la exact itu d. Se ll ega, así, a un mom ento en el que la in dagac ión se co n viert e en sa biduría. Esto sign ifi ca. co mo afirm ó él mi smo durante el desarro ll o de la ses ión, reproduc ir desde la lu c id ez la alu cinac ión. La exa ltación de la poesía prim era se enca lm a y se mad i fica . El proceso creador resul ta ser un método de l conocimi ento. Se nutre és te de referentes se ncillos que se transforman en un léx ico igual de se nc ill o. Es entonces cuando el tono intuiti vo se co nvierte en un tono med itati vo, sc co mplementan objet ividad y subjet ividad , incertidumbres y certezas de la expe ri enci a. co nexio nes imperso nales e impulsos ese nci ales. ¿No es esto otra cosa que habita r el poema? Porque la poesía es aventura ind efinible , porq ue es la vida mi sma, rea li dad e intimidad . Este dual ismo, pod ríamos in clu so til darlo de fr icción . es en el fo ndo un a ident ificación co n las sensacio nes co ncretas que dan lugar a que la poesía de Claud io Rod ríguez sea, tal vez, la más origina l de la denominada generación ele l cin cuenta, por co locar en algún lu gar generacional s u poética. Por que lo que sí se puede afirm ar sin lugar a d udas , es que es la rmís fie l a sí misma , y la que más fác ilm ente se puede des li gar de influ enc ias.

Claudio Rodríguez entre otros, leyó el poema titulado «Ajeno» que pertenece a su poemario «Alianza y Condena»


I.J.\ LETRAS claudia rodríguez

EL FOR0

AJENO LarRo se hace el día a quien no allla y él lo sabe. Y él oye ese tañido

co rlO y duro del cuerpo , su cascada concián, siempre sonando a lejanía. Cierra su puerta y queda bien cerrada; sole y, por

U/I

//lam ento, sus rodillas

se le vall hacia el suelo. Pero el alba, con peligrosa gellerosidad, le re.fi"esca y le yergue. Está muy clara su ca lle, y la pasea con. pie oscuro, y coj ea en seguida porque anda

sálo con su fatiga. Y dice aire: palabras muertas

CO II

su boca viva.

Prisionero por no querer, abraza su pro¡Jia soledad. Y está seguro, más seguro que nadie porque nada ¡)()see rá ; y él bien sabe que nunca vivirá aquí, en la tierra. A quien r: crjIJw

podemos conocer o

110

ama,

CÓ17/.0

¡Jerc!ollor ? Día largo y aLÍn más larga la lIo che. Mel/.tirá al sacar la llave. Entrará. Y nunca habitará su cosa.

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S8

EL FORv ). L ~ LETRAS claudia radríguez

LÁGRIMA Cuando el sollozo llega hasta esta lágrima, lágrima llueva que eres vida y caes, estás cayendo y nunca caes del todo, pero me ascielldes hasta mi dolor, tú, que eres tan pequetía

y amiga, y silenciosa, de armoniosa amargura. Con tu sabo r preciso me modelas, CO l/.

tu sal que me llega hasta la boca

que ya no dice nada porque todo lo has dicho.


EL FORO DE LAS LETRAS ~

Ángel García López ha llegado en su trayec,,toria poética a un punto que se puede conside:" rar como la consecuencia de un irrevocable proceso. y en este punto, podría decirse de madurez o quizá de significado, podría decirse de experiencia o quizá de espiritualidad, la palabra muestra todo su esplendor expresivo, yen su territorialidad, sencillamente palpita la belleza. Es la cu lmin ación de un discurso instaurado en y sobre la memoria. La memoria sería el soporte y el co ntraste contra lo que sig nific a el tiempo, su transcendencia y sus sensaciones simultáneas. Así da la impresión de que su obra es una colección de instantes, sucesi vos o no, de la vida del propio autor. Santos Sanz Villanueva en su exposición de esta jornada del Foro de la Letras, lo presentó co mo poeta fuertemente biográfico, un bebedor de s u propia biografía, sea cual sea e l trasfondo temático al queise acerque pormenorizaclamente a través del poema. No o bstante, esta concepció n del tiempo de los aparentemente in conexos hilos de la memoria, no es la única


característica de la poesía del poeta

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ángel garcía lópez

gaditano. L a otra la constituyen las claves si mbólicas de s u lenguaje, que debemos interpretar como formas, no

como abstracciones , para visualizar la concreción de la plenitud del ser con el tiempo , de las correspondencias del uno con el otro. Es decir, cada símbolo tiene como referencia otro , que encuentra en el anteri o r su ra zó n para existir. El poema queda co nst ituid o , entonces, por un conjunto de correspondencias que son y se co noce n las unas a las otras, impregnándose mutu ame nte. A través de esta impregnació n y ampliando la idea de correlación entre un tiempo en el que aparecen unos sig nos o símbolos que a s u vez aparecen sim ultá neos de un tiempo adoptado . podríamos ver e n la obra de Ángel García López una especie de palimpsesto ex istencial. Por un lado el tiempo que él adopta , y por otro el tiempo en el que e l autor se asume y en el que transciende su identidad. Pero no obstante, engarzados, para que la memoria se articule en el espacio. Así, por muy variados que sean los registros de este poeta , su gramática y su concepción verbal, siempre se ponen en movimiento alrededor de simultáneos tiempos inscritos dentro de lo visualizable y unitario . Si bien la crítica trató de definirlos como tal , no se puede hablar estrictamente de grupo generacional, sino de un extracto de poetas de los años sesenta, a los que pertenecerían tanto Ángel García López como Félix Grande, el poeta que compartía mesa con él esa tarde , cuya preocupación estética principa l es el empleo artísti co del lenguaje. García López en seguida vino a ocupar un lugar muy des tacado entre los componentes de aquella estética, al ser reconocida muy temprano su obra por los críticos.

Esta preocupación por el uso del lenguaje, en Ángel García López sólo se comprende dentro de un sentido clásico de la literatura. Partiendo de aquella poesía del siglo XVI , sutil y de alegre rima consonante, de indudable musicalidad, que no obstante se practicaba como un arte menor, y utilizando sus metros y sus motivos, pero haci éndolos coincidir con elementos cultos y refinados, y unido a esas claves nucl ead as en el tiempo y simbólicas que modelan los contornos de belleza antes mencionados, Ángel García López consigue una suma vibrante, segura en s u fluir hacia la limpieza estilística. Es decir, conforme con las referencias tradicionales, éstas son recreadas en su poesía actual a la búsqueda de una polimetría legítima y admirable. Para Ángel García López lo que prima es la manera de decir las cosas. En palabras suyas: «Cantar el mismo vers~ con distinta agua».


Ánge l Ga rc ia L6 pez nac ió e n Rota en e l año 1l):l5. Ha obte ni do cas i todos

'(TRAS

FOR

á ng e l g ar c ía lópez

los m<Ís prest ig iosos pre mi os q ue se oto rga n en Es paña Ado nais en 1969, Nac io na l dc Literatu ra e n 1973, Bosc<Ín e n 1974. Anda lu cía en 1975, Lcopo ldo JVI a r ía Pane ro e n 1976 , Nacio nal dc la Crítica en 197X, Ju an Ra mlÍ n .Iilll l5 nez en I l)XX y el Intern ac ional Ci udad de Me lill a en 199 1. E l co nj unto de lo editado apa rece recop il ado en anto logías perso na les que abarca n hasta lo

1l1 ¡Ís

inmediato y último . Ha sido trad ucido al árabe, po laco, albanés,

ing lés. francés e ita lia no. Los siguientes poemas, reprod ucidos co mo muestra de la poesía de Ánge l Ga rcía López, perte nece n a su poe mari o «De latroc ini os y vir ginidades ». que fue e n 1983 prem io «Tertu lia Hispanoamerica na» de l Instituto de Coope rac ión Ibe roameri cana.

A l reco rda rte pu edo presci/l.dir hoy d el m U/l.do. Ja lllÚs

CO I/ LO

esta noch e d uració/l. di a mi rei/l.o.

A se r mi cuerpo he vuelto buscándom e el/ el tuyo. Seguro que hoy podría conoce rme de lejos. El/ ({{I/ {(Is veces I/ unca pude ve rm e a lIlí m ismo. Es{{{ I/ oche. cOl/lIligo. he salido a busca rm e. A l llegar a tus oj os pa rece que me he visto. Qu.e lile he visto po r d entro con mi ropa de all tes. Después de verm e a ciegas, po r t e/l. me he con.ocido. La I/ oche ha cOl/ segu.ido que p ueda saluda rme. Mi cue rpo. elltre tus brazos, ha vuelto a se r el m ío. Ha vuelto a su en volt ura de esplendo r )' de aire.

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ángel garcía lópez

Exactitud prudente es tu belleza y mu cho mayor

Sil

dura ción. No sin embargo verla

de Ul/ It0lpe y consumirla, después , como una encina el/ el /¡ 0lta r. Sé cauta, hermosa mía, puesw que a l corazón todo le cabe. Cuida l/ue I/ada triste pueda mermar la ya potente decisirJl/ de tu rostro. Pues ello es lo más cierto que obtendré de ti misma. Y ta l vez. lo exclusivo que l0ltre el/ elfuturo envanecerm e. - Todo lo qlle I/lU evel/ las olas de aquí hacia allá l/ O sirve. /l/ira el/ to m oTrata sólo de ser su salvaciól/ . esa obse rval/ cia (/lI e l/lIs cO I/ vertido el/ tuya y es mi aplauso. Pll es lo que tel/ gas, poco o mu cho, es mío. Y esto puede il//l/ortalizarme.


EL FORO DE LAS LETRAS ~

A utor de más de veinte libros de poesía, re latos y estudi os literari os, in ves ti gador de temas re lac io nados co n e l f lame nco , col aborado r en dia ri os co mo co lum nista , el versáti l Fé li x G rande, e nfrascado ac tu alme nte e n la edic ió n de los versos de Lu is Rosa les, tambi én es un poeta vincu lado a l fervo r del id io ma. El ejercic io meti c u lo o d e e sc ribir poes ía, j ú b ilo y horror a l uníso no , a é l le parece un aco ntec imi e nto espiritu a l que revel a que ex iste algo de sag rad o, eso té ri co y profun do e n la espec ie hum a na. Co mo G urcía López, es ig ualm e nte defen sor de la exactitud de las for mas clás icas, .s i bien opina q ue e l esti lo depende de la personalidad. Y vo lveríamos a lo repetido: Decir lo que han dicho los demás pero de forma distinta. Félix Grande también afirma que la poesía


de hoy queda algo desvalida por una féli x grande

cierta distanc ia ese ncia l entre el lenguaje y la materia. Su querencia por este uso artíst ico del leng uaje co mo

prioridad dentro del ali ento poético, es algo que viene desde atrás, desde hace muchos años y que se ha mantenido hasta hoy como un a elecció n co nstante por s u parte, adherido a la emoc ión , obst inado en un oleaje de serena tibieza.

Félix Gra nde persig ue la lujuría comunicativa, lo que tal vez constituya un alargamiento más de su caracter so lid ario con los marginados . Fé li x Grande es un es pectador dolorido del mundo , si bien aun esperanzado y reivindica como Ca mu s e l derecho a pensar que e l paraíso se encuentra en este mundo . Sólo que para ganar lo. hay que construi rl o entre todos y para todos. Este poeta está in exorablemente comprometido con un futuro dialogado. In sc rito en la aventura de la libertad. él es el símbolo del rechazo , es la denuncia contra el oscuro arrastrar del hombre. provocado por las represiones y por las inju sticias demagógicas y humillantes.

Si consideramos la poesía como una interelación entre la realidad y la experienc ia poét ica, un a conjunción de la pasividad de los sentidos con el subj etivo sentimiento, nos pod e mos orientar dentro de los versos de Fé li x Grande para comprobar que es también un poeta biográfico. Sus versos so n sinceros, porque sus e lem entos fundantes. decididamente tratados con pasión, parten de hechos de la vida de maestros poéticos para el autor y de la propia certidumbre personal. La infancia. los días en Tomelloso , el padre fuerte y tierno , la ge nerosa madre, la esposa, la hija. los amigos , la marea ex istenc ial de la memoria, los signos de la fatiga, los deterioros , los juegos este ntóreos, los resplandores intercalados dentro de otras oscuridades envueltas , o interpoladas, o confund id as dentro de su espac io y dc su tiempo hi stó ri co, co nfiguran una perspectiva como la que tran scri be y transmite Fé li x Grande. En definitiva, para tomarle el pulso a la vida, el discurso se IIcna de un a emoción que palpita ardiente y exa ltada, que se prende sie mpre firme y por completo en sus versos , si n concesiones, con convicc ión.

En la poética de Félix Grande hay un cúmu lo conc reto de motivos poéticos, eleme nto s habituale s que se concentran en los motivos human os del llanto: el


amor e terno, la se parac ió n y la angus-

EL FORO DE LAS LETRAS féli x grande

tia tan parecida a l se ntimi e nto de la muerte que se ex perim e nta cuando se produce ta l lance, las fuerzas siempre act u a nt es y nun ca dominadas de co ho rtes deso lado ras, muros y puertas que se c ie rr an sob re la lib e rta d , la

amistad dispersa y las palabras de so lid arid ad morosas en los labios. Fé li x G rande ha obte nid o e ntre otros, los premios Adonais, Guipúzcoa, Casa de las Américas, e l Nacional de Poesía, y el Nacional de Flamencología.

ADIÓS AUSENTE 1 Llegó con ulla daga oculta en el confíli de su prestig io: amor era esta llaga que sucede al litigio entre la pesadumbre y el prodigio. A pan sonó la vida; nutricio el ser, retrocedió la muerte. Pero luego la herida por donde el ser se vierte l/OS dejó el/ esta pena y de esta suerte.


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félix grande

Gloriosamente un día, desprevenidos, fuimos inmortales sin ver que llega ría esta noria de males derrama l/do relojes puntuales. Amor era tenerlo todo en las manos dulcemente en vilo. ¡Tener ahora que verlo como ul/a hebra de hilo quebrándose en el alma yen sigilo! Que se enlute mi lengua: ningún reproche ante este horror le brote. Padezca yo la mengua de tan mágica dote sin que ni el luto ni el horror se note. Con gratitud y calma tanta desdicha recordar prefiero. y prosiga mi alma viva por el sendero por donde avanzo, sufro, olvido y muero.


El FORO DE

II

Buenas /loches, ausente. Cesó La nieve, apareció La Luna. y silenciosamellte

lIuestra mala fortulla silellcio, ausencia)' larga noche aÚlla. La nieve fue avanzando como

UII

suave motíll de roedores

devorando y dejando nuestros tiempos mejores entre desfallecidos estertores. No estos años: la vida, La vida entera en un febrero avanza como una bestia herida que rogara venganza ya sin febrero casi ni esperanza. Vn poco de febrero te mando con un mucho de tristeza. Todo cuanto te quiero y te he querido, empieza (/ resonar a nieve ell mi cabeza.

,.

¡Música de la lIieve, qlle suella a frío)' que redobLa a muerto! ¡Música vasta)' Leve que deja alll¡ulldo incierto ,,_ y escuchando aterido este concierto!

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68

EL FOR félix grande

LAS LETRAS

La fa rde ha encallecido nevalldo adiós sobre esta pena bruna y dejando al oído

una canción de cuna muerta de bruces al salir la luna. La poca luz contemplo de nieve oscura ya y de luna triste, como orando en un templo donde la nada i"viste con su liturgia a todo cuanto existe. Ya no somos eternos. Febrero y nieve y pena es nuestro sino: una alfombra de inviernos como único camino donde cansarnos y pensar sin tino. A la noche le toca, concluida ya la gloria de esta historia, refi·escarnos la boca sedienta, con su noria por donde vierte estragos la memoria. Adiós, ausente. Bebe de un trago solo y rápido y profundo mi ausencia entre la nieve, mielltras que yo confundo si es nieve o lUlla o noche o nada el mUlldo.


,

OPINION Francisco CARRASQUER (Fernando Savater) Juan Manuel GONZÁLEZ (Ferm(n Caballero) Manuel BLANCO CHIVITE 005é Mallorquf)



OPINIÓN ~

«el valor de educar» que no se le supone ,

francisco carrasquer

Hay que celebrar, ante todo, que una de nuestras cabezas más claras y poderosas de nuestra intelectualidad haya dedicado un libro a tema tan esencial (más que «el tema de nuestro tiempo»: el tema de todos los tiempos) como es el de la EDUCACIÓN. Y si lo ha hecho, será por algo, y muy probablemente porque algo falla. ¿No es la tarea del intelectual señalarle a la opinión pública los fallos de la organización social? Pues sí, en efecto, algo falla . Y una de las cosas sobre las que nos advierte Savater que no va, en materia de educación, es que, aun estando todo el mundo de acuerdo en que educar es de importancia capital para la buena marcha y sano progreso de las sociedades humanas, no se es consecuente y no se hace todo lo que requiere esa reconocida importancia capital de la educación. Lo mismo pasa con el robar y el matar: que todos los tratados de moral , todas las religiones y todos códigos y fueros condenan el robo en todas sus formas y grados y el homicidio, el asesinato y las violaciones de todo género, pero la humanidad sigue robándose, violándose y matándose sin parar. Y no sólo entre socios , conciudadanos y paisanos, sino ya desde el Poder. O como quien dice, desde la ley, mientras la ley siga siendo el Poder. , FERNANDO SA VATER . " El valor ¡JI:! t:¡Jucar». Arit:1. Barcelona, 1997. 222·p.


y partir de aquí, ya podemos trazar

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franc isco carrasquer

una raya en el suelo para marcar dos mundos humano s: el que miente , o por lo me no s falta a la palabra , no

hace lo que promete, usa de la hipocresía y del disimulo ; y el que siente lo verdadero y ajusta su comportamiento a ese sentir. No esperemos, pues, que el primer mundo nos oiga, porque no hay peor sordo que el que no quiere oír. Y dirijámonos só lo al seg und o, que a lo mejor logra co nve ncer a la opinión pública de la razó n que nos as iste al denunciar el pésimo estado de la ed ucació n. Y únicame nte e l sentido co mún. hecho opinión pública puede subsa nar faltas , remitir pecados y

e nll~~ ndar

la plana de esta nuestra sociedad del bi enestar para hacerla

tafT!bién del biellser. Nos .p.arece, pq,r otra parte, perder el tiempo y la moral rec urrir al Pode r para pedir mejo ras en la educación, porque so n entid ades antitéticas por definici ón e inversamente proporcionales: a más poder menos educación y a más ed ucac ión menos pode r. Y a esto vamos, debemos ir. El otro fallo es es pecíficam ente intrínseco e inherente al siste ma educacional mi smo. Savater ha visto que la pedagogía del siglo XX se apoya so bre algunas co lumn as que. a lo mejo r con toda buena fe , resultan ser quintas columnas. O sea, que va n minando los «quintacolumni stas», por dentro , estructuras útiles y ponen fuera de juego factores de in comparab le servic io, que sustituyen por seudorrealidades si n c imi entos, órga nos si n función natural. En última insta ncia, tal vez podría redu cirse todo a la noción de representatividad. Para los autoritarios , el maestro es «maftre»', dueño, jefe. Y para los otros

del «laissez fa ire/ lai ssez passer» es el maestro poco menos que un cero a la izquierda, sac rifi ca ndo al alumn o o al ap rendi z en aras de un a libertad mal entendida, lu ego de un a no-libertad . Pues sí, nos va llega nd o un tiempo en que se impone un serio reajuste de las prácticas de la libertad en nuestra co nvivencia y en nuestra estructuración soc ial y ya no digamos política. Quiero decir que ya va siendo hora de poner a la libertad en su siti o, de tratarla ni privilegiada ni discriminatoriamente. Ponerl a detrás de justicia, ya hemos visto por los ejempl os de los países com uni stas el desastre de intentarl o con el resultado de privarse aún más de justicia al privarse de libertad, puesto que la una no va sin la otra. Mas, por el contrario, privilegiarl a hasta lo abso lu to, como hacen y han hecho los pedagogos libertari o~, es perderse muchas oportu ni dades que se dan espontánea y naturalmente. Más aún: sacrifi carlo todo a la libertad, en pedagogía al menos, es antidemocrático, por no dec ir antihumanistao Porq ue la li bertad no puede hacerse viab le en sociedad, si no se atiene a un orden consensuado, o mejor: a lodos los órdenes en que la libertad es su elemen-


too Ya quedamos en que sin libertad no

OPINiÓN

puede haber justicia ni igualdad ; pero

francisco caTTasquer

igual poclemos decir que también la verdad y tmís aún si cabe la creación científica y artística , necesitan criarse en un medio «ecológico» libertario ... pero sin que invadan el de la libertad otros terrenos ni otros imperativos soc iales ( justicia, igualdad , verdad, creación ... ). De ahí que, para evitarlo, tenga que establecerse un orden previo que ya ha de venirnos dado por y para la educación: e l orden de la conservación y perfeccionamiento que la sociedad nos exige tan unánime como justiticadamente. E igual que el niño saca de la lengua de sus mayores su propio lenguaje, así ha de sacar de sus padres y allegados y de sus maestros .. que le ofrecen el acervo cultural en presencia, su propia cultura. Esta adqui s ición del niño está obligada a proporcionársela la sociedad y si, por lo mi smo , el niño tiene ese derecho, también tiene el deber de aprovechar al máximo semejante aportación de su entorno humano y más específicamente de sus educadores para no perder tiempo ni esfuerzos innecesariamente. Pues qu e de la misma manera que nos parece urgente cohonestar libertad con orden valiéndonos de automatismos socio-jurídicos en un juego de reglas claras e inequívocas para evitarnos más del 85 por 100 de contlictos sociales (véase mi e nsayo «El grito del sentido común. De los automatismos a la libertad», Libertarias/Prodhufi, Madrid, 1994, 296 págs.) podemos extrapolar ese mismo principio al sistema educacional y, en vez de temer no sé qué peligros liberticidas por practicar leyes miméticas naturales y tomar medidas de orden, estar, por el contrario , propicios a entender la educación como una tarea necesaria, como un trabajo tributario sin el que no se puede tener el derecho de ciudadanía ni la carta de naturaleza de la condición humana . Porque , como muy bien dice Savaler, el objetivo de la educación no es otro que el de hacer hombres. Y hombres sólo son los que saben escuchar por el habla o por escrito, los que saben expl icarse , . Ios que saben reír y llorar, los que son capaces de entusiasmarse y deplorar. los que poseen juicio crítico y lo ejercen, los que piensan y repiensan lo que el pensamiento universal nos brinda, en fin, los que se han hecho con una filosofía propia filtrada de las filosofías universales y de la cultura general, m<Ís una praxis profesional deontológicamente correcta y acorde con lo aprendido de sus maestros, monitores y modelos . El derecho a la educación ha de corresponderse con el deber de educar y han de garantizarse y exigirse uno y otro recíprocamente como el derecho a ser libre de

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cada cual y e l deber de cada un o a

74 francisco carrasquer

hacer libres a los demás . O dicho de otro modo más profundo y protoplásmico : como el derecho a v ivir y e l

deber de dejar vivir . Ahora bi e n; para ejercer esos derechos y deberes de la ed ucación no puede haber límites , ni plazos ni jubilaciones. Todo lo que sea necesario, hay que hacerlo a raja ta bla , autom áticamente si puede ser, por ley o mnivin culante. Co mo en Sanidad. Se ha de hacer lo pos ible para sat isfacer tod a necesidad de l ciudadano , jo ve n o viej o , va rón o hembra, a aprender, ya sea e nseñanza media o supe rior (la prim aria ya es ob li gatoria de entrada) , para c ualquier especialidad , ampliac ió n de es tudi os, cualificaci ón profes iona l, estudi os de campo, in vestigación , experim entac ión , etc. Lo que sea , mi entras se trate de aprender algo. Porque todo lo que aprenda el individuo redundará e n benefic io de toda la sociedad , e n la medida e n que, co mo ya dijimos, el estudio-aprendizaje educador es un trabajo tributario, como el pagar la contribución . Tampoco hay que imponer límites de ca lidad . Pongamos por caso la educación de los superdotados. No por prurito de igualitari smo vamos a dejar que se pierdan talentos , c uando no genios , capaces de dar más saber, vi rtud y felicidad

p todos los hombres. Como

tampoco , por e l mismo prurito, vamos a tratar didáctica y pedagógicamente igual a un desca pacitado que a un educando normal. Cada cual en s u lugar y un lugar para cada cua l. En fin, el modo más cómodo para atender a todas las necesidades indi viduales , de grupo y de la soc iedad, en materia de educación, sería instaurar uni versalmente la esc uela mixta y laica obligatoria, las academ ias gratuitas y las universidades realmente universales, libres, abiertas a todo e l mundo para estudiarlo todo . Por una vez, obedeciendo a la ley tan traída y llevada de la oferta y la demanda. porque aquí no hay agio posible ni intermediarios lucrantes. Es dec ir, la demanda de matriculados en una materia condic ionará el profesorado ad hoc . Pero no ha lu gar a subastas , acaparadores ni regateos. A una educación permanente

COIllO

la que proponemos, corresponde obligatoriame nte una e nseñanza

a todos los ni ve les de todas las discipli nas. Entre tantas citas' que tran sc ribe el memorión de Savater, empiezo por referirme a la idea que recoge del etó logo Eibl E ibesfeldt cuando éste aseg ura que estamos ge nét ica mente progra mados para adq ui rir des trezas que sólo pueden enseñarnos los de más, lo que estab lecería un a complemen tariedad intrín seca entre herenc ia biológica y herencia cultural (págs. 27-28) . Y esa herencia cultu, Aquí vuel vo a quejarme de la falta que acostumbra n a hacer nuestros e nsayistas al no poner un índ ice oJ! omüs li w en sus libros eo n buen número de aul o res citados. itan cómodo que es para el lector contar ~" " esa previsión!


ra l la lega y d ota la ediJ cac ió n, pero

OPINiÓN

no só lo e n e l se ntid o de qu e es la co n-

francisco carrasquer

tribu c ió n de los e du cad o res d e un o (pa dres y m aes tros) , s in o la mi s ma base a la e né s im a po te nc ia qu e se e leva gene rac ilÍ n tras ge ne rac ió n, ta l co mo se va fil tra nd o e n cad a un o a través de los Ill a ntill os pe rm ea bl es, un os más perm eab les que otros, seg ún las dotes de pe netrac ilÍ n de cada c ua l, qui é nes más abo nados para las c iencias, quié nes mej or para las artes , o para la in venc ió n o para la espec ul ac ió n eco nómi ca o fi losófica , etc. E n la educac ió n ac tu a l se corre el pe l igro de l encauzami e nto - s i no ya del «e nganc he»-

po r determin ad as di sc iplin as qu e la socie-

dad (o e l Pode r ab usiva mente en su no mbre) pri oriza o pro pi c ia co mo, a ejemp~o

de Estados Uni dos , e n E uro pa ya cas i es hegemó ni co e l tipo de estudi a nte

«beta» (cien c ias. téc ni cas o tec no logías) para nutri r has ta la saturac ió n la indu stri a , e l co merc io y los servic ios , co n grave desc uido de l tipo «a lfa » (l etras , filosofía , a rtes. hum a nid ades e n ge ne ra l). Ca li f icam os de «g rave» ese descuid o po rq ue e l ho mbre no está so lo destin ado a se r s úbd ito del re ino de la neces idad , co nd e nado al est ud io de lo útil y a la apli cac ió n de todo lo que es o parece ser provec hoso o lu crat ivo , sin o que tambié n se s ie nte vocado a acti vidades intelec tu a les de abs tracc ió n, introspecci ó n, indu cc ió n y creac ió n fi losófica y poéti ca, d es d e la é ti ca a la es té t ic a y desde la res po nsabilidad artísti ca a la guía de la felicid ad por e l camin o de la perfecc ió n. Co n es ta te ndenci a uti litari sta ve mos qu e van dregradá ndose las di sc iplin as a lfa, po rque no se puede co n e ll as frango ll ar ni acelerar o e mbu tir. s in o que requi e re n s u ti e mpo para que e l a lumn o vaya as imil a ndo la sav ia de un poe ma', de una no ve la o de un e nsayo por le nta c irculac ió n interior has ta hace rl os suyos y ser capaz de tra nsmitir a su vez su fo rm a y co nte nido . A es te prop\is ito podr ía traerse a co lac ió n aqu e ll o de la «reso na ncia mórfi ca» de qu e nos ha bla e l bió logo británi co Rupe r She ldrake , la me mori a qu e se enriquece y pe rfecc iona d e ge nerac ió n e n ge ne rac ió n e n todo ser na tura l (min e ra l, vege tal. a nim a l y human o mayo rme nte. (Vid , su o bra «La prese nc ia de l pasado»). Pe ro aqu Í, e n educac ió n -.-co mo e n eco nomía y e n soc io log ía-, ¿de qué

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sirve e laborar teo rías y max im alizar ca rr as qu er

proyectos en abstrac to viabl es, s i lo úni co qu e puede ll evarl os a la realidad es la políti ca y és ta no o bedece

ITIélS

qu e a inte reses es puri os empuñ ados po r los que tiene las riend as de l poder?

Así que pa ra darl e a la educac ión la pri oridad que le corresponde, hay que barrer todos los obst<Íc ul os que se lo impi den, reducir la vid a soc ial a sus más simpl es principi os y desembarazarse defin iti vamente de la mi to logía del Poder, de los tres poderes: el polít ico, el eco nóm ico y elmed iáti co. Hay que simplificarl o todo para ver c laro y te ner co nciencia de que todo lo que nos comp lica la vi da y nos la hace inj usta y abs urda es porque la ed ucació n está mani pul ada po r el Poder, enemi go nato de la verd ade ra ed ucac ión, si es que la ed ucación tiene por mi sión prim ordial hacer hombres . Y para que la ed ucac ión dese mpeñe esta función, no só lo ha de

haber libertad co n que ejercer críti ca en todos los ámbitos y actividades del hombre, si no también justic ia para que nada ni nadie impi da el óptim o desarroll o de los med ios edu cat ivos en todos y en cada uno de los componentes de una comunidad. Y, en fin . también ha de rein ar la igualdad para que no haya di scrimin ación, segregac ió n ni trato des igual para co n los educandos según su clase, estado de sa lud física y/o mental. edad, sexo, color, etc. Lo que signifi ca que, como condición prev ia de entrada hay que suprimir, negándole vigencia políti ca, a todo aqueI

110 que entrañe usurpac ión, ex pl otac ión, lucro, ag io, plusvalía, más lo que implique violencia. desde la tortura hasta la muerte. Son cosas éstas en que todo el mund o es tá de ac uerdo. ¿Por qué, pues, no hacemos de este consenso un a ley universa l, un a carta mag na o un a Co nstitución de es tri cta y ge neral obedienc ia? Trabaja ndo todos igual y ganado todos lo mismo, estando ocupados las mi smas horas (ahora co n la tec nolog ía bi en apli cada muy pocas), podríamos educarnos y educar un a gran parte de l día. Porque todos podemos enseñar algo a los dem ás, pero en todo caso, la soc iedad está obli gada a ofertar buen personal de enseñanza para su pro pi o bien. Así como, a su vez, todo el mundo tiene derecho a recibir enseñanza: instrucc ilÍn , formaci ón, educac ión, del prójimo. Por un lado, pues, un par de leyes qu e acatar y hacer cumplir a rajatabl a, mejor aún : automáticamente, co mo a go lpes de se m<Ífo ro. Y, por o tr o, se r libr es y hace r libres para in ve ntar, desc ubri r, ex pl orar, ex peri mentar, emp rende r. ave nturarse, rev isa r lo hec ho pos ible y fu tur iza r lo imp os ible hasta e l prese nte. En dos pa labras : estud iar y crt:a r.


Ahora deslindemos bien claro los dos tiempos de la educación, partiendo del

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francisco

principio de la ed ucaci ó n permanente. Hay un tiempo en que la educación es trabajo obligatorio. Y otro e n que es asueto. O bien , un primer es tadio en que se aplica la educación a adquirir una cu ltur a comlln por ob li gac ió n , más una no me nos ob ligacla formación profesional: y un seg und o estad io en que se adquiere y se practica una cultura de afición, cu yos puntos de ap li cación son infinitos y para c uyo desarrollo por especialidad () «violon d ' lngres » es casi s iempre bueno que se haga por grupos ad hoe: fundacio nes , patronatos , soc iedades, clubes, tertulias, ONG's , etc. Y a este fin , inc um be a la sociedad fomentar tales actividades no remuneradas aportando o proveyendo medios: uni versidad abierta, cursos o cursi llos por televisión, convocator ias para estudios no oficiales o extraordinarios becados o subvencionados, etc. Todo esto implica una concepción de la educación absolutamente nueva. Con las tecnologías al uso, los ciudadanos aptos para el trabajo no tendrían más que trabajar dos o tres horas diarias. Y el resto podrían destinarlo a la educación y culturización de su ser y existir. Ya no digamos los que están en edad de educarse sin obligación de producir para ganar su sustento. Una educación del solaz y la afición abriría espontáneamente campos fascinantes que cultivar, formación de equipos de investigación científica, de experi. mentación artística (teatro, danza , música , exposiciones de escultura al aire libre o de otras artes plásticas en galerías y museos ; así como juegos, espectáculos, empresas de aventura, mientras qLl e pam los creadores solitarios: escritores, pensadores, poetas , no les habrían de faltar medios estimulantes y ayudas para trabajar con los materiales necesarios y garantías de subsistencia dadas según los resultados de sus actividades controladas por la sociedad que los protege y ayuda . Claro qu e tocio esto no es para hoy ni para mañana , evidentemente. Seguramente habrán de pasar siglos para que la gente se convenza de que la pe rsecuci ó n de l dinero, más que humanizar, deshumaniza ; que el ser rico, no sólo es injusto , sino delictivo , puesto que todo lo que le hace a uno ser rico es


todo lo que al otro le hace ser pobre,

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o sea, que la rique za (a masada por es pecul ac ión , por exp lotación con plusvalía o usura) es robo .

y no la mera propiedad , como decía Proudhon, puesto que la propiedad nos parece un derec ho inalien able. Y siguiendo con lo ya apuntado más arriba, ¿no sería asi mi smo más fácil todavía ponerse de ac uerdo en que violentar o violar, torturar o forzar , oprimir, someter, reprimir, esclavizar y matar es un crimen que en mayor o me no r grado todas las religiones y todas las morales, códigos y fueros del mundo en todos los tiempos han condenado? Pero la humanidad no ll ega fáci lmente a ser libre en sentido spinoziano , a respetar al prójimo hac ié ndo lo libre, de paso, y al mismo tiempo a dominar sus pasiones y no deja rse esclavizar por ellas , ni por nada que no avale la razón , supremo guía del hombre. Puesto que, en definitiva, si se cometen todos esos c rímenes es por dejarse llevar por e l egotismo, o por afán de tesaurizar, por la van id ad de poder alardear de tener mucho, más que los otros, o por el delirio de poder, por querer mandar, mangonear, llevar la voz cantante, jactarse de fuerte y poderoso hasta creerse dioses y, con esta creencia ya está todo justificado: se puede e limin ar a los enemigos o estorbos, se puede masacrar a multitudes de esc lavos o mujiks que ni siq ui era se rebelan, se puede ametrall ar a los huelguistas y no digamos a los revolucionarios. Y no es broma lo que digo, porque los césares (aun siendo romanos con fama de pragmáticos y todo) se creían divinos , y casi hasta hoy todos los reyes se han tenido por semi o c uarti dioses . Pensemos en e l arq uetipo de lo que queremos decir: Calígula. Pues no, todo esto no entra en la embaru ll ada mollera de la opinión pública. Los políticos se c uid a n de ir e nred ando la madeja en que se ofusca esa opinión. Decir cosas ta n simp les, tan fác iles y claras como las que acabamos de decir es clamar en e l desierto o hablar en galimatías babé lico . Pero la verdad es que, hasta que no se erradique la creencia de que e l Poder es útil , no entrarán en e l cacumen de las ge ntes estas verd ades últimas y primeras . Dicho esto, creo haber abu ndado en las razones que le asisten a Savater para no c reer demasiado en que los po líticos hagan de la educación lo que dicen que debe hacerse . Luego, veamos ya el segundo caba ll o de batalla del libro que nos ocupa, «El va lor de educar». No vamos a dedicar ni una línea a la grey partidaria de una educación a lo «dómi-


ne Cabra» ni a los de «la letra con sa ngre e ntra». s ino qu e va mos a cerner

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trancisco

harinas qu e han pasado por sumamente progres istas. va nguardi stas e innovadores. Bastarü con recogerl es el guante a unos pocos co nceptos de esos «liberadores» de la nu eva pedagogía, co mo son los que propugnan a rajatabla por una autogcstió n en la ense ñanza , por la supres itín de diplomas y títulos y hasta por la desaparición del maestro o profesor en cuanlo se cree n llamados a impartir iY no compartir! sus conocimientos a los alumnos o estudiantes, cuand o so n éstos los que se han de educar a sí mismos (!). Creo que con estos tres temas bastará para glosar el mensaje savateriano. 1.° LA AUTOGEST1ÓN .-EI error se comete por falta de reali smo o sobra de

ideal ismo. nos parece. Y si algo hay contrario a la educación es, precisamente, e l id ea li sll1o . Y sustancialmente, porqu e por idealizar al niño se minimiza al adulto . ¡,No es la educación justamente el camino para llegar a hacer un adulto del niño'? Al niño no se le coarta la libertad por enseña,rle, más bien todo lo contrario : se le da fundamento a su libertad y medios para sustentarla y hacerla crecer. Pt;: ro alengümonos ya a la autogestión, concretamente. ¿Qué quiere decir? Que la geslión la hagan los propios gestionados. «Contraditio in terminis», si queremos ser un poco sofistas: si son gestionados no pueden ser a la vez gestionarios (aparte lo de «gestores» para no enredar más las cerezas), Bueno, dejemos el jueguecito, En primera instancia, la palabra no se encuentra en los diccionarios (ni en el último de la R. A , E,. ni en el Casares, ni en el Moliner ni en la Enciclopedia Espasa). Por suerte es de fácil e inequívoca interpretación, como «autoservi c io». autogobierno , etc. Pues bien ; para que la autogestión sea algo racional , y democrático. tiene que poder aplicarse sobre un plano homogéneo , como los sumandos para sumarlos; o dicho de otro modo, entre personas de una misma responsabilidad . Y en el caso de la educación, la responsabilidad recae so bre e l educador, no sobre el educando, Éste es responsable de lo que haga como pe rsona en la comunidad, pero gestionariamente es un ente pasivo , Porque,

i,C ('1I110

podría ser responsable de lo que no conoce? Y hablando de res-


ponsabilidad en la educación, hemos

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francisco carrasqu€r

d e hablar de métodos, prácticas y ca lidad hecha resultados culturales en e l ed ucando. cosas todas éstas que

dependen úni c;¡ y exc lu siva mente de los ed ucado res. Puede hablarse de a utoges ti ó n para la administración de una escue la, de un in stituto , de un a academia y de una univ \.: rs idad. pUl' ej e mpl o, para administrar tales estab lecimientos de e nse ña nza. l1\.:ro este aspecto me ram e nte administrati vo no es re leva nte para el e je rci cio de la edu c ac ión , puesto que lo verd ade ra me nte importante aquí es el « va lor de edu ca r». e l provecho que de e ll a saque n los alumnos; y e n este as pecto los padres ta mpoco so n res po nsab les, aunque son libres, eso sí, de coadyugar

y alentar a los maes tros e n su labo r profesional, así co mo ta mbi é n para c riticarlos e incluso sacar a sus hijos de su mag iste ri o si les parece qu e ha de ejercer malas influ e nc ias sob re e ll os: pe ro no son responsables. S i puedo contar a UIJa de caba ll o mi experienc ia sobre e l particular, confieso que, en e l conato de auw ges ti ó n y otras « libera li dades» pedagógicas que tu vo luga r e n la uni vers idad donde e nse ñé durante 28 años (e n Holanda) y e n aquellos a ños e n que se puso de moda e l au togobiern o y la cogestió n e ntre profesores y estudiantes (allá por los aiios últimos de los 60 y primeros de los 70), no se consig ui ó nada serio e n absoluto, porque. para e mpezar, los estudi antes ni siquie ra asis tía n a las asa mbl eas , sli lo un os c uantos y s ie mpre los mismos - liderc illos e n germe n o portavoces in spe- . Y respecto a la práctica metodología y didáctica de la e nseña nza c ie ntíti came nte inno vadora, nada de nada . Y es natural; en lo admi ni strativo, ¿qué les importaba a los estudian tes las faenas de Secretaría e n decanatos y rectorados? y para lo impo rtante . ¿qué pueden decir los estudi a ntes s i no sabe n de qué va

todavía') A hora bien; para poder ejercer su crítica han de di spo ner e n toda ocasión de los med ios con qué ejercerla. Y lo más práctico y practicado es que los estudiantes dispo ngan de una revista de la facultad , de un boletín de l paquete de asignaturas de l departamento o a l menos de un mural o tablón de a nuncios para exponer sus que jas. sus iniciat ivas, sus dudas y proble mas prácticos y/o teóri cos. A ni ve l de responsab les. la a utogestió n es bueno ll evarl a a cabo mediante reuniones de lo s maestros y profesores , claro. Por lo que a l nivel de alumnado o estu d iantado respecta . ya se supo ne que funcionan los s ind icatos de bachilleres y de est udiantes desde donde plantear las reivindicaciones opo rtunas.


Aborde lll os ahora el seg und o punto en debal e: ex<Í menes y titulac ion es.

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francisco

Empece mos pnr In seg und o, ya que si presc indim os de títulos no hacen falta ex éÍm enes . dado qu e és tos se sufren co mo garantía y grad o de aptitud para la profesi(ín qu e se qui ere ejercer. La soc iedad no pu ede pri varse de titulaciones. pues to que se trata siempre de tener gara nti zado un mínimo de capacid ad profesional a la hora de desempeñar una profesi(í n con res po nsabilidad ante la ley y comprom iso deontológico ante la soc iedad rep rese ntada en la clientela y usuarios. Un ciud adano no puede ni debe confiarse a cua lqui era para curarse, pl eitear, escoger tierras de culti vo, aprender un oficio o es tudi ar una carrera. Todo el mund o ex igirá la más probada co mpetencia al méd ico. al abogado. al ag rónomo, al maestro artesanal y al profesor de enseñanza superior. etc. ¡; Y có mo ac red itarse? Como lo hace un policía: enseñando la chapa . O sea. mostrand o un documento, ll ámese placa, diploma, certi ficado de estudi os o cualqui er tipo de título . ¿Y quién o quiénes extienden ese documento de aptitud. capac id ad o co mpetencia? Han de ser, forzosamente, los que han enseñado el oficio o profesiún de qu e se trate, reunidos en tribunal co n representantes de todas las as ig naturas qu e se ex ige co nocer para obte ner el título de opc ión. En cuanto a la cuestión de los exámenes, l a queja que má s se oye ve r sa sobre el modo de someter a examen a los cand id atos a un título profesional.

y el argumento capital es que todo se fíe a un momento de interrogato rio

poco menos que inquisitorial. Para evitar este trago se reco mienda que se hagan varias pruebas durante el curso, pref erentemc nte por esc rito o en forma de trabajos prácticos, y a fi n de curso, se forma el trib un al que ju zg ue toclas las pruebas de todos los alumnos COrso a curso. H éÍgase de l modo méÍs cómodo y eficiente posibl e, segú n las circu nstanc ias en cada caso. pero héÍgase. Es más: co n el tiempo se irá impl antando el sistema de reva li daci6n de títul os a base de pruebas para posg radu ados a fin de co mprobar pe ri ód icam ente si el profesiona l no ha perdido facu ltades o no ha hecho el siguimi ento co nve ni ente de la marcha de su profesión (adel anto y descubrimi entos c ic lltífi cos , métodos más efi cientes, téc ni cas más efi caces, co rrecc ión


de errores o mejoramiento , e n fin, de

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francisco carrasquer

la teoría y la práctica de la di sc iplina, oficio o espec ialid ad). Si una de las necesidades vita les que

nos acucian a los humanos, ya desde niños, es la seguridad, aun por delante de otra tremendam e nte ex igente como es la de la afirmación de sí mismo, sin dip lomas ni previos exámenes que los acrediten, no podríamos estar seg uros de nuestros profesiona les, si es que puede llamarse profesional a quien no puede acreditarse

COl1l0

tal. Y sin esa garantía la vida en sociedad sería imposible.

Así de tajante. Un corolario derivado de esta temática podría provocar debate: nos referimos a la f iabilidad de los tests. E l test, por científicamente elaborado y co ntrastado que esté, nunca es ni puede ser un oráculo, si no que es un humilde instrumento o medio con e l que acceder al conocimiento de la inteligencia, la se ns ibilidad , el se ntido común y la conciencia de respon sabilidad, así como la capacidad creativa, que conforman la personalidad del testado. El test, o la batería de test, son particularmente útiles para la orientac ión y selecció n profes ionales. Pero son ya imprescindibles para destinar a los al umnos a una de las tres áreas de la población escolar: deseapacitados o débiles mentales , normales o supranormales. Aunq ue se cometa al.gún pequeño error en las franjas fronterizas , es cosa que s iempre se puede corregir si tanto conv iene afinar. Como último tema por debatir, veamos cómo se presenta esa idea tan idealista que recomienda que el maestro se eclipse para dejar brillar tan sólo a los alumnos o discípulos, quien es así pueden gozar de toda libertad, manteniéndoles de este modo activos pero «si n perniciosos estímulos de competitividad». Pues bien; alumnos si n maestros es algo inconcebible, como al revés. A la escuela se va a aprender, por descontado. Y para aprender tiene que haber alguien que enseñe. Y no a tontas y a locas , sino con orden y concierto. Este es el terrible malentendido de muchos amantes de la libertad: que creen que el orden es el enemigo de su objeto amoroso, cuando lo cierto es que no hay , no puede haber libertad sin orden. Y si pasamos de orden a disciplina, peor me lo pones. Vaya dar dos citas muy a mano para aclarar la cuestión . La primera es del genial mimo franc és Marcel Marceau: «La liberté c'est le triomphe de la discipline». y la segunda aún va más lejos y es del tino periodista y escritor tan tierno como agudo. Vicente Verdú, quien ha llegado a escribir en una de sus colum-


nas en «El Pa ís» que «la fe licidad neces ita ele la di sc ip lin a».1

OPINiÓN franc isco carrasquer

Disciplina , ya e n la tín , s ig nific a ba in s tru cc iti n. e nseña n z a , po rqu e es voca b lo qu e v ie ne de dis cipulus, e l que a pre nde , e l qu e ac ud e a un loca l pa ra apre nd er e n e l que hay maes tros qu e e nse ñan . Nos q ued a e n nu es tra le ng u a un re s to se m á nti co c ua nd o habl amos dc «di sc iplilléls» co mo de sectores de es tudi os , bl oques de asignaturas, c ie nc ias o materi as para un pl an de estudi os, ramas c ie ntíf icas, como : matemát icas , fís ica , quími ca, hi storia , filol og ía, literatura, fil osofía, derecho , psicolog ía , soc io log ía, etc . M arcea u, co n su frase tra nscrita , quiere decirnos -un poco co mo S pin oza-, qu e e l arti sta c reado r no es libre has ta que no llega a d o min a r los ma teri a les , acc io nes y reacc io nes de la prác ti ca, de las técnicas, de todo lo que se ll ama «oficio» de su arte . Y ese do mini o del of icio no se puede adqui rir sin mucho en saya r y equi vocarse (<<ta nteos y errores» qu e di ce n los p s icó logos) , ni s in muc ha puntu alid ad ho rari a y esfuerzo ve ncedo r de perezas y ve le idades. Lo que impli ca qu e todo a rte tiene un a ma te ri a prim a qu e e labo rar y reel aborar, y un os model os qu e imitar co mo prime ros pasos pa ra and ar luego un o po r su c uenta y respo nsabilidad ca rrera artís -

, La ci ta de Vice nl c Verdü no se presta aquí a mucho co mentario. a no se r que venga a coronar el senlid o de Irasce nd enoencia qu e le atribuimos a la noción dis ciplina. Supongo que quiere decir Ve ro ü qu e 111) se cs. fe li z as í por las buenas y que la feli cid ad, co mo el amor, hay qu e prepararla, co nqui starla cada día y mantene rla en bu en es tado. cuidando de su infraestru ct ura con disciplina, y gozar Oc sus res ullad os 11 CIII/ ciel/ cia. co ntrari amente a la idea qu e se hace n muchos de que la fe licidad es un eSI;u lo de enajenac ión (droga. e mbri ag uez) o de vacuum menta l (idi otez o cretinismo), sin o que puede se r un vivo sl:llIimi cnto de lucidez desencadenado por el hall azgo de un pensami enlO - prop io o aie no- lan enriquecedor como esclarec iente; o una ex ul tante sensación en la conte mplacilín de un ;1 hdil: za: o un a de tanl as emoc iones que proc ura e l amor. desde un a mirada turbadora haSla e l supremo goce de l orgasmo; o, en fi n, cualquiera de esos momentos qu e ll amamos eufóricos oebid os a un a pl ace nl era ce nes tes ia y a un perfecto equili bri o homeostático qu e puede propi ciar el heeho de seguir la lend encia pro pia a la fil osofía de la alegría y la beatitud. a la qu e nos in vita en su «ÉTI CA » Barueh Spin m.a. y ya no hace fa lta volver a recordar que Spinoza fund a e l disfrute de las gran dcs vil'lu des Illllllanas: la li bertad. e l amor y la feli cidad. en el esfuerzo desp legado para domi nar las irracio nail:s pasioncs hum anas ta n esc lav izadoras. Y que ese esfuerzo entrañ a ejercicio ordeIWO O. di sci pl in;1,


tica ade lante . Ya libre. E nto nces sÍ.

francisco carrasq u€r

Porq ue no pued e hab er creac ió n sin libertad. In sistimos en que en estos desarro ll os de plantea mi ento «doctri-

nal » se da t: 1 t: rror definiti vo porqu e, a lo mejor, no se enti ende bi en la noc ió n de li bertad. Ap li cada a la soc iedad , que es la única aplicación posib le, la libertad es siempre un jut:go eq uilibrad or entre derechos y deberes, y no de derechos s6lo, sino también de obligaciones co rrespo ndi entes, de atencio nes de respeto mutu o y de favores recíprocos . Pero antes de la madurez, por la qu e se accede al reino de la lihert ad y se asume , hay que pasar inevitablemente por el reino de la neces idad . Y en ed ucació n es el ed uca ndo el que necesita ser enseñado para aprend er. motivado por dos neces idad es primordial es : hace rse hombre por l a c ultur a (derec ho) y ha ce rse c iu dadano útil y di gno en y para l a soc iedad (deber) . A cambio de este deber de ser útil se gana el derecho a que la sociedad cubra sus necesidades. Bueno, pues, en el reino de la neces idad se irllpone el orden por sí so lo. Para satisfacer nuestras neces idades prec isamos ord en, ya que sin orden no se pu ede organiza r nada y si n organización nada es pos ibl e en la soc iedad humana (y ya es sab ido que el hombre só lo ex iste en soc iedad). Por otra parte. disciplinarse no significa para el educando esclavizarse, sin o admitir unas reglas del juego educati vo qu e a todo niño le parec e lo m<Ís natura l del mund o. y c umplir de paso con un co nse nso implícito , una es pec ie de pacto socia l tác ito. seg ún el cual se ha de aprender si no se sabe y, si se sabe, hay que enseñar. Pero la sociedad ha de tomar sus medidas oportun as y nec esa ria s para asegurarse de 'que los que ense ñan sa ben y sepa n tambi én enseñar, a ser posible. Pero este mundo. no es del dominio público y ahora mi smo es tá neutra li zado y ento rp ecido l10r mil y un a in st itu ciones que se cree n co n derec hos superiores y profesionales que te men que diluyéndose tanto la enseñanza como supone esta disposici6n cu llurali sta universal. perd erían sus pri vil eg ios y status social. Tod o un ca tac li smo. vamos. Y po r eso el va lor de educar no se supone en nuestra soc ied ad , co m() el va lor del ofic ial antes de su bauti smo de fuego , sin o que se

propone. Si. co m() decía Renan, «el hombre propone y Dios dispone», ya es cosa de Dios. Nosotros só lo so mos hombres. Y aquí va nuestra proposición . abundando en l a de Fer nando Savaler. buen piloto y co n buen ru 111 bo.


OPINIÓN n

fernán caballero: l a dama del costumbrismo andaluz juan manuel gonzález

E lemento siempre prese nte de fo rm a subyace nte en la narr ati va y la poes ía es pañ o las desde los es bozos medi evales de és tas , el costumbri smo ser viría más ta rd e en nu es tro ámbito como pu ente entre mov imi entos literari os aparentemente tan distintos como el romanti cismo y el rea li smo. Al margen de que tal vez c iert o romanti cism o y c ierto rea lismo no estén tan di sta ntes entre sí como pudi era parecer a prim era vis ta, el cos tumbri smo ac tu ó durante nu es tro sig lo pasado co mo vía de co municaci ó n y en t re la za mi ent o para amb os mov imi entos. Y esa fun ción de cauce,

él

veces de

id a y vuelta, es tu vo en buena medid a

él

cargo de

f iguras fe menin as de nu es tra literatura. A lo largo de tod o el siglo X I X, y mu y espec ialm ente en su seg und a mi tad, di ve rsas mujeres esc rit oras co ntribuye ro n de manera dec isi va a este tránsi to de l ro manti cis mo al reali smo a través del costumbri smo . D e Ge rtrudis G ó m ez d e A ve ll a neda y


Carolina Coronado h as ta Emilia

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manuel gonzález

Pardo Bazán y Rosa lía de Castro esa función co muni cado ra fue c reciendo , ase ntánd ose e n pilares de basa mento

tradicional e n s u mayoría y de los que co nstitu ye espec ia l s ill a r la obra de Cecilia Bohl de Fabe r o «Fernán Caballero». La inclin ac ión lite rari a al mestizaje de géneros y al maridaje ta nto co n los últimos tiempos románticos como con e l ini cio del rea lismo es co mpren si bl e en Cecilia Bbhl de Fabe r ape nas se co ntemp len los rasgos clave de s u biografía. Nacida en un a época que si rvió de bisagra a dos co ncepc io nes estéticas y de pensamiento distintas, Cecilia Bolh de Faber era heredera además s imultá neame nte del espíritu uni versa lista alemán y de la estri cta tradición españo la, y se vio a bocada a los choques efec ti vos y a la inm e rs ió n e n la vid a durante unos años marcados por el hundimi e nto del viejo régi me n soc ial, econó mi co y político , y la co ns trucción apres urada de otro nuevo, e ntonces todavía s in definir. De ahí vie ne quizás -y por e nc im a de l reciente seg un do ce nte nari o de su nacimiento- e l interés del estud io actual de su obra; hoy , al igual que en época de Ceci li a Bohl de Faber, se asiste a la transformación ace lerada de un mundo , de sus formas c ultura les, económicas e ideo lógicas , s in vislumbrarse con claridad los contornos de aq uell os que, desde lo nuevo , sust ituya a los destruido. Época donde cabe la posibilidad de que, al ig ual que en los días de la autora de «La Gaviota» , la literatura y el arte tengan que realizar a la vez un a doble, difícil y apa rente me nte co ntradi ctoria función : rescatar p<Jjte de l legado de la tradición, remozándolo , y ave nturar la creac ión de fo rm as , técnicas y conceptos radicalmente nuevos. Hija de l hispan ista alemán Nico lás Bbhl de Faber, estab lec ido e n Cádiz y casado con una gad itana de madre irl andesa, Francisca Javiera de Larrea y Aherán, Cecili a se nutrió muy pronto de la personalidad y trabajos literari os de sus progenitores. Su padre fue uno de los mejores defensores de la rehabilitac ión del teatro de Ca ld erón , era un e namorado de l romanticismo de raíz tradicional , y se dedicó a recop il ar y estud iar la poesía popular española y nuestro teatro clásico: ya en 1821 había ed itado una «Flo resta de rimas a nti g uas castell anas» e n Hamburgo. De él heredara la afic ión al Roma ncero y a la líri ca popular. Su mad re, traductora de Byron , se dedicaba también a la recolección de tipos, decires y costumbres andaluzas, y tal inte rés fue inculcado a Cec ili a Bohl de Faber y co nstituyó el precedente de su obra y sus in vest igac iones. Nacida en Morgués, ca ntó n s uizo de Berna, en d iciembre ele 1796, parte de su educac ió n tuvo lugar e n Alemania, bajo la vigi lanc ia de su abue la Cecilia Lutkens , de la que rec ibi ó s u no mbre. Precoz en su vida sent im enta l, es desgraciada e n ell a -con tres maridos españoles y un


amante bri l<Í nico y vo lte ri ano-, quedando viuda de s us matrimonios: pri -

JI"

juan

m e ro del cap it<Ín de granaderos Antonio Planells Bardají (18 16), que la Il ev(¡ a /;1 fuerza a Puerto Rico dond e és te moriría - , segundo de l Marqués del Arel> He rm oso, Francisco Ruiz ( 1 K24) . Y te rce ro del joven A ntonio Arrolll de Aya la ( 1837), có ns ul de España en Sidney , que se suicidaría e n Oxford e n l K59 . Aparte de c ierto as unto sentimental con e l inglés Cuthbert durante una esta ncia e n París , la vida de la escritora no se distinguió por la tendencia a la aven tura, s in o más bien po r e l deseo de un a es tab ilid ad económica y se ntim e ntal que nunca log ró del todo; inc l'uso su vida soc ial estuvo determinada por la adscripci6n familiar a los círculos cató li cos y co nse rvadores, y ape nas so bresa len e n ella su amistad con la reina Isabe l JI , Juan Eugenio Hartzenbusch y e l Padre Clllollla . y 'e l e ncuentro con Washington Irving en IlQ8 , cuando ma ntenía a costa del Marqués del Arco Hermoso un sa lón o tertulia literaria. Adopt<í el seud<Ínill1o de Fern <Ín Caballero para publicar «La Gaviota» en 1849, cua ndo ten ía ya 52 años, tomándo lo a l parecer de un a localidad manchega llamada así y donde había tenido lugar un crime n, según supo por un periódico; esta decisión fu e. tom ada -de ac uerdo con revelaciones de algunos de sus coetáneos-

para evita r ataques de la crítica a causa de su condic ió n de mujer y s us

o rígen es extranjeros -al poco de aparecer «La Gaviota» ciertos críticos llegaron a propon e r al poeta sevillano Gabriel García Tass ara como la persona que se ocultaba tras e l seudónimo de Fernán Caballero-. Resulta c urioso observar co mo esta dec isió n de Ceci li a Bühl de Faber de adoptar un se udón imo masculino surg ió de planteamientos co nservadores, mientras un a decisión s imilar , la que tomaría la francesa Amare Dupin para convertirse en Geo rge Sand, s urgiría a su vez d e pos iciones vanguardistas, tendentes in c lu so a la utilización del escándalo como revulsivo soc ial. De todo ello parece deducirse .que tanto en las filas de la reacci(ín como de la revolución era más prudente para cua lquier mujer, esc ribiera «La familia de Alvareda» o «La Mare au Diable», camuflarse lite rariamente bajo un seudónimo varonil. Ceci lia Biilh de Faber -ya Fern án Caballero- se convirtió en escritora profesiona l de manera tardía y por razones económicas, tras enviudar, arruinarse y rec hazar una pensión de la reina y otra del Duque de Montpensier. Para sobrevivi r vend ió la propiedad de sus obras al editor Fra ncisco de Paula Mellado, retinínclose a Sallllícar; fue disuadida de ingresar en un conve nto , y trüs considerarse

87


e n sus últim os años «só lo una buena

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ju a n ma nu e l go nz á lez

viej a qu e co ntaba cue ntos», muri ó en Sev illa e n la primavera 1877 , acompañada por Isa be l 11. Su gran ami go Juan

Eugenio Hartze nbusc h diría de ell a co mo epíl ogo a su vid a y trabajos que fue «grand e e n el in ge nio. grande en las virtudes, grande en la desgrac ia» . La aprox im aciú n a su ob ra requi ere en prim e r lu gar es tabl ecer las lind es y profundid ad ue su ideo log ía , ese ncialm e nte co nser vadora y de ali e nto ca tó lico , pero cuyo puri smo no e ra e n ese ncia ex clu yente o integ ri sta , y que ca be con te mplar sobre touo a la lu z de l miedo y la desolac ión ante los ca mbios soc iales y po lític os. Co mo muj e r y como esc ritora, Cec ili a Bbhl de Faber manti e ne un a dobl e perso na li uad. Es ta dualid ad se manifi esta en las difere ntes suge re ncias de s u co rrespo nd e ncia ep isto lar y de s u obra literari a; e n s u o bra propiamente dich a es se ria. morali sta y de inte nción did ác tica e informati va, y en s us cartas es aleg re. intui tiva. espo ntá nea y muestra cierta curi os idad bi e ninte nc ionada por las pos iciones d ista ntes de su id eo log ía. y p a rt icip a ndo ue a mb as esfe ras, la

escr ito ra as um e co mo idea ce ntra l la opos ic ió n al e nte ndimi e nto si éste co nstriñ e los se ntim ie ntos: pa ra ell a el e ntend imi e nto justifica la capac idad de crea r

FERX .i.:\· CABALLi':RO OBRA S COMPLETAS

y de se ntir. pe ro la naturaleza ofrece un a poesía supe ri or e n sí mis ma. En ca rta a Hartze nbusc h puntu ali za r<Í: «No, ami go

V I-<

NOVELA CONTEl\ !POR.-\NEJ\

mío. El día qu e no esc ri ba co n mi cora-

PO.

D. JO st. MARlA ASENSIO

zón ti ra ré mi plum a a l bas urero por la

~OVELAS

se ncill a razó n de qu e no te ngo otra in spirac ión. otro guía. otro num en que él».

1. LA

FA~'II L1 A

DE AI.\.'AREDA

Su co nse rvad uri s mo se materi ali za en la defe nsa del Antiguo Rég imen, en el marco ue un tard orrol11a ntic ismo incrustado de cree nc ias ue ca ri z cat<íli co. Dentro de la co mún prcoc up ac i(¡n de los romá nticos po r los sentimie ntos y la hi stori a, Fern án Caball ero se deca nta por la vía conservado ra, el naciona li smo y el populi smo. Su roman ti cis mo encontraba en lo autócto no el mejo r antídoto contra la contamin ac ión

MADRID 1ST. T I Nlr:~CO !lffcr.SO~tS Tir. nl\" .4n¡¡:~R\""U

Pueo d. San. Vt.xOlO! n~m . • 0


extranjera, y de ahí su intención didácti-

OPINi ÓN

ca, basada e n la tarea de dar una versión

juan manuel gonzález

de la vida españo la tmís «auténtica» que la que estaban dibujando los escritores foráneos que v isitaban el país. Sin em bargo , e lla esc ri bió -paradój icame nte- pensando también en sus lectores extranjeros, tal vez por el hecho de que Illuchos de sus coterráneos no parecían demasiado interesados en desentrañar la esencia de su patria. Una tendencia c lave de su pensamiento es la definida por la idealización y el bucolismo. la añoranza de paraísos perdidos y el deseo de catequizar al pueblo que late bajo esa añoranza. Sus principios la llevan a describir una sociedad virtuosamente id ea l, que s uele encontrarse en los pueblos y el campo (como Pereda so l ía situarla en las aldeas) , y en consecuencia muchos de sus textos narrativos -e n espec ial sus cuentos- están inspirados en la tradición. En realidad , poseía una especie de sensi bilidad rou ssoniana de derechas, un conservadurismo que nacía de su convicción de que el pueblo de antaño era digno de ser preservado , y que servía al objetivo de demostrar que el pueblo era bueno en sus raíces: si algo había cambiado en éste se debía al negativo influjo de 10 ll egado de otras lat itudes. Otro de sus rasgo s básicos era la devoción por un naturalismo providenciali sta; y en relación directa con éste sustentaba una visión teocéntrica de la sociedad: la aceptación de que hay una organización inmutable de la sociedad presidida por la divinidad, y ,. en ella cada criatura ocupa por naci" miento un lugar en su estamento, dentro del cual podrá salvarse, realizarse y ser feliz. Este mundo teocéntrico -para la escritora- ha sido torpemente quebrantado por circunstancias y por criaturas inadvertidas que no saben aceptar humildemente su situación; por ello buscar el cambio de la estructura emanada de lo divino, o la movilidad, el paso de una esfe ra a ot ra s uperior tiene todas las características, a lo s ojos de Fernán Caballero, de poco menos que una blasfemia, un alzamiento irreverente contra e l orden «natural » de las cosas. Estas posiciones tendrán su complemento y prolongación e n un acendrado puritanismo social, que impreg na toda su creación


li te rari a : e n e l ca pítul o IV de «L a

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j ua n m anu e l go n zález

gav iota» expo ndrá a través de un perso naje ari stocráti co sus id eas nove líst ico- morales, a l reco me nda r « no

saca r (e n nin gun a na rraci ón) sed uccio nes ni adulterios», «no profa nar los textos sag rados dl: la l:SC ril ura» y «no in trodu ci r el espantoso sui cidi o». Sus obras fUl: f"()n con virti é nd ose en lec tura habit ual pa ra un tipo es pec ia l de públi co, que en un siglo de intensos ca mbios sociales y eco nómi cos se obstin aba en co nceb ir co mo ve rd adera un a reali dad ya inex istente, ideo lóg icamente con servadora y archical<í lica . La escri tora viv ió una época apas ionante que trata de ex pl icarsl: y ex plicar a los de más, la época de los ferrocarri les y su ex tensión , del capitali smo industri al. del liberali smo, de los profundos co nfli ctos soc iales, del crecimi ento de los ban cos y soc iedades anónim as, un ti empo en el que las I

ge ntes ad optan in co nsc iente mente nu evas co nductas y nu evos va lores. Para ell a, co mo para ta ntas ot ras perso nas, aquél debi ó de ser un mund o en el qu e nad a parecía perm anece r en su sitio. Se siente angusti ada ante las tra nsform ac iones qu e prese nci;¡ y reacc ion a de un a parte arti culand o se rm o nes narrati vos para dete ner e l ca mbio . y de otra' intentand o refu giarse en los res tos del mun do que desaparecl:. en lo qUl: toda vía qu eda de trad icional en los pueblos y campos, allí uonde se mantie ne ese espec ial es pa ño li smo que ell a vive intensam ente. Mi entras en su trabajo cos tumbri smo y romanti cismo no tienen por qué ser mo vimie ntos opuestos . la mayo r parte de sus novelas serán un conj unto bien trabado de cuad ros cos tumbri stas. engarzados por un a endeb le y por lo común míni ma línea conductora. Una de las característi cas bás icas de sus obra es su proximidad al rea li smo. un rea li smo que nunca ll ega a formul ar teóri camente, pero que se desprend e de sus ideas y de su producción narrati va e in vesti gado ra. En los pró logos de sus tex tos s iempre ti ene espec ial interés en reca lcarn os que no inventa, sino que copia : su misión dec larada es transc rib ir la rea li dad , y por ell o se la reconoce precurso ra del rea li smo español. En las primeras lín eas del prólogo de «La gav iota » a l"irlll ,¡ qu e «para escr ibirl a no ha sid o prec iso má s qu e recopi lar y cop ia r» . a «Cleme ncia » la s u bt itul a «Nove la de cos tumbres », mi e ntras «Lágri mas » es ca l i I"icada de «nove la de costumbres cOlltemp0r<Í neas», y de otro lado para c ua lq uie r lector «La fam il ia de I\lva reda». «Un serv il ón y un libera l» y «Un verano en Bornos» se prese ntan CO Ill O obras que prete nden descri bir un¡¡ sociedad determi nada de


un ti e mpo dado , e n un luga r y co n las costum bres carac terísti cas.

oPINiÓN juan manue l gonzález

Co ntra ri a a la im ag in ac ió n y a la fantasía p ro pia s de la ge ne ra lid ad d e l Ro ma nti c is lll o e n s us prim e ras é pocas , Fe rn á n Ca ba ll ero reco mi e nd a la o bse rvac ió n d irecta de la rea lid ad , la fluid ez e n e l di sc urso na rrati vo y la prec is i<Í n rea li sta . A l parecer, y seg ún s us coetá neos . g usta ba de to mar no tas de l natura l y de o bservar a las gentes y estab lec e r co nve rsac ió n co n e ll as . Sin embargo, la idea lizac ió n, antítes is del rea li smo . vi e nt: a se r otra c lave de la s íntes is g lo ba l de la obra de Cec ili a Béihl de Fabt: L q ui e n tie ne un a c lara tend e nc ia a la idea li zac ió n de la rea lidad , al me nos de la rea l id ad li gada a fo rm as trad ic io nales de sociedad y pe nsam iento . Una idea li zac ió n q ue , e n lugar de arcádi ca al es til o de los ilu strados, se nutre más de un buco li sino a nta ñó n. Otra de s us pa radoj as , e n es te caso mu y ventaj osa, res id e en su no total españolidad : Fe rn á n Caba ll ero esta ba capac itada co mo nadi e para ve r co n pe rspecti va las pec ul iaridad es es pañ o las , dado que no so lo era de cultura mestiza, sin o que e n sus co mi e nzos fu e Iluís bien hi spa ni sta qu e esc rito ra espa ño la -teniendo inclu so qu t: hacerse trad uc ir a l caste ll a no sus primeros escritos- , y p udo así en s us inici os c ontempl a r E s p a ña co n oj os de extranjera. Si tom amos su obra e n co njunto observaremos que hay algo de lo que participa toda ella: el interés por el costumbri s mo co mo un a manifestac ió n fo lkl órica que, a su vez es un aspecto de la realidad . Su s nov el as princip a les so n una colecc ió n de cuad ros de costumbres , y t: n todas se inc luye n cuentos popul ares, anécdotas , refranes y rim as fo lkl óricas . Su no ve lísti ca se c imenta en cuadros de costumbres (andaluzas) como los de Pe rt:da (f1lontañ esas) o los de Ga ldós (madril eñas), dent ro de una corrien te que podría llam arse de nove las reg io na les. E n un a de sus cartas a fray Di ego de Val e nc ia manifi esta e n este se ntido: «Lo que yo he escri to mejor son los cuadros populares . pequeños dibuj os al dag uerrotipo que pocas personas contempl an a la lu z qu e les es ve ntajosa y que permanecerán aun cua ndo el río haya arrebatado el be llo ori g inal. Todo es allí verdade ro : el as unto y los deta ll es».

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La re ndida admirac ió n de los lectores

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juan m a nu e l gonz á lez

d e Fern ,l n Caba ll e ro e ra provocada por la galería de tipos, cos tumbres y ex pres io nes que retlejaba y e ncontra-

ba po r todas pa rtes y que, tocados po r los múltiples influj os de las transformac io nes de la Illou e rnidad pa rec ían des tinad os a la ex tinc ió n. T raj es festivo s, ex pres io nes co loqui ales, ofic ios d ive rsos, pe rso naj es s in g ul a res , usos po pu lares, a mbi e ntes todavía vivos , neces itaba n ser resca tados de la vul ga r cotidi a nidad qu e los devora . A la ve ra de l costumbri s mo y de l cast ic is mo, Cec ili a B o lh de F aber co bij a e n s us ob ras rasgos nítid os de populi s mo y fo lklor is mo, qu e la s itúa n co mo mat ri a rca de l fo lkl o re es pa ño l. La esc rito ra se dedi ca en prim e r lugar a esc uc ha r, a recoger. y lu ego esc ribi r co n su propi o es til o, co rn o hace n los mej ores fo lklo ri stas de l XI X. En e l prefacio de «C ue ntos y poesías popul a res andalu zas» ( 1H59) se iia la Fern á n Caballe ro que «e n todos los países c ultos se han aprec iado y co nservado c ui dadosa me nte no so lo los ca ntos , s in o los c ue ntos, co nsej as, leyendas y trad ic io nes popul ares e infa ntiles; e n todos me nos

d

e l nuestro.

Este d.esdé n es ta nto más de ex tra ñar c ua nto que se o bse rva e n pa ís poseedo r de cos as ta n be ll as com o ori gina les e n es tos géne ros, y que ti e ne la g lo ri a de que los ca ntos pop ul a res que e n o tros ti e mpos se colecc io naro n e n los R o ma nceros, sean e n e l día joyas c uya poses ió n adquirid a a peso de oro, se di sputa n nac io nales. y ex tra njeros». La esc ri to ra se pe rfil a co mo di scípul a e n alg un os mo mentos de los he rm a nos G rimm , y co mo e ll os se da c ue nta, de la un iversa lidad de a lg unos c ue ntos y tradi c io nes po pu lares , uni ve rsalidad que dej a fluir e n toda s u obra, y e n espec ia l e n los tomos ti tul ados «C ue ntos y poesías po pul a res a nd a luzas» ,

«C ue ntos, o racio nes, ad ivin as y refr a nes» y «C ue ntos infa ntil es re li g iosos». Po r últim o, cabe resal ta r e ntre las concepcio nes literari as de Cecili a Boh l de Faber las p rove ni e nt es de l Ro ma nti c is mo; és te c rece e n Fern á n C aba ll e ro so bre una nueva base, e n la qu e el rea li smo -en su sentido más ingenuo de re presentación ve ros ímil de la rea li dad- se o po ne só lo a lo fa ntástico y lo in verosími l o más difíc ilme nte c reíble . Y dado que e n e l mov imi e nto ro mántico co nvivía n desde los primeros mo me ntos dos fo rmas de representac ión: una de to nalid ad realista y otra de colo ri do fa ntüs ti co , se puede aceptar y da r cabida al té rmin o «rea li smo subj e ti vo» e n la ca rac teri zac ió n de ciertas reali zaci o nes de l período tardorro mántico, e in c lu so e n mu c has de las o bras de Cec il ia Bahl de Faber. Perte nece pues Fern á n Ca ba ll e ro . tanto po r co nvicci o-


nes como por cro no logía, a l prim e r

OPINiÓN

grupo ge nerac ional del romantic ismo

juan manuel gonzález

españo l: el ele Martínez de la Ro sa , Alcal á Galiann y Estebanez Calderón, e incluso al segu nd o grupo , el de Hartzenbusch , Mesonero Romano s y Ventura de la Vega. Pero la escritora nunca se consid erará «sentimental », y llegará a afirmar tajantemente al hablar ele la ll amada «novela sen ti mental » que «e l sentimentali smo es tan opuesto a nuestro carácter como la jerga sentimenta l al habla de Castilla». De es pecial atracti vo para contemplar las líneas esenciales del trabajo de la escritora

son

s us

«Cuentos y poesías popul ares andal uzas», obra de 1857 articulada en un volumen donde se integran diez relatos, ent re ellos algunos del éxito de los titulados «La oreja de Lucifer», «Las ánimas » y «Juan soldado». La estruct ura de los cuentos que forman esta ob ra es casi s iempre

idéntica:

Fernán Caba ll ero entra en casa de un campesino y le pide que le

Copia del último retrato de la autora, ejecutado por D. A. Morgado

c uente un cuento, de acuerdo con su declarado papel de recolec-

tora y copista por e nc ima de todo. E n varios de estos cuentos e l narrador es el tfo Roma nce -nombre sim bó lico- y en otros la tía Sebastiana, su mujer; ambos viejos so n un a especie de archivo viviente de la tradición , y el trazado de sus perfi les y la función que se les asigna recuerda a procedimientos similares utilizados por los Grimm. La redacción de este vo lumen parle de un eiTor inicial de

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Cec ili a Bbhl de Fabe r, q ui e n c reía que

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ju an ma n ue l go n zález

todo lo recopil ado por e ll a e ra c reac ió n única del pue bl o a nd alu z, s i bi e n es te e rro r es pa rc ial pu es la m ayo ría

de ta les re latos se ubica n y recogen e n esa regió n, y refl eja n e n bu e na medid a e l inco nsc ie nte co lec tivo de lo a nda lu z. So n di áfa nos y verd ade ros c uadros de costumbres de l pueb lo a nda lu z, rec reador de la mayo ría de la seri e de c ue ntos y co nsej as q ue Fe rn ,í n Caba ll ero recoge, ordena y prese nta. La esc rito ra- recopil ado ra hace gala ade más de un le ng uaje pop ul a r, co loq ui a l, mu y fa mili a r, sa lpi cado de d ichos pin to rescos , proverbios y refranes , copl as e incluso habl ares rim ados e n prosa . s in preoc upa rse por las frecue ntes ca ídas e n lo que nosotros hoy ll a ma ría mos tlÍp icos. Esc rito ra pues a caba ll o e ntre e l ro ma nti cismo y e l rea li smo, y c reado ra moderna de l cost umbri s mo es paño l, Cec ili a Bb hl de Fa be r nos o fr ece e n toda la exte ns i(Í n de su ob ra un co rpus na rrat ivo que re presenta un proceso g radual de ace rca mi e nto a la ex iste nc ia cotid ia na, co n la proyecc ió n de e le me ntos co nc retos de l espac io de la rea li dad e n e l espacio nove lístico . Ell a adop ta un método de recop ila r y co pi ar. no exe nto de interp retac io nes y se lecc io nes s ubjeti vas, q ue la ll eva a hace r ap un tes de l natural, y a c rear un a o bra e ntre e l hi s toric is mo soc io lógico y e l fo lklo ri s mo, una obra q ue s in re negar de s us o rígenes y aditame ntos ro má nticos c uaj a e n un perso na l y prematu ro rea li s mo.


OPINION ~

,.,

J. mallorqul:

a los 25 anos de su muerte

«La novela es para mí la reina de todas las

artes ... En la novela disponemos de todo libremente». La frase es de José Mallorquí. Se la dijo al periodista Antonio D. Olano en 1967. Había escrito más de quinientas; era, pues , un conve ncido de lo que decía. E l 7 de no viembre de 1972, e l creador de «El Coyote», dec idi ó quitarse la vida co n la ay ud a de uno de aquell os revólveres de su co lecc ió n de armas, que podía haber pertenec id o a cualquiera de sus muchos personajes. Desde ento nces, han pasado veintic inco años sin que sus libros se hayan olvidado, ni s us lectores desaparecido .. M ientras escribo estas líneas e l director de c ine Mario Cam us filma e n Extre mad ura un a nueva película del Coyote y tiene prometidas tres ave nturas


del mi smo perso naje para Antena 3 b l anco chivite

Telev isión. José Mallorquí hizo honor a su admiración por el género novelístico y sigue

siendo hoy e l mejor autor dentro de los géneros populares que ha tenido España en este siglo. El púb licn recompensó co n creces sus esfuerzos: de sus obras se han vendido só lo en nuestro país y en un cálculo aprox imado, unos quince millones de ejemplares. Una buena parte de su inmensa producción , en especial la seri e del Coyote, fue traelucida a 14 idi omas consiguiendo un notable éx ito en países como Alemania, Italia, Portugal, Inglaterra, Francia, Finlandia, Argentina , Méjico, ... En los dos prim eros las ave nturas del jinete enm ascarado alca nzaro n los 100.000 ejemplares por título. Pero no só lo fue El Coyole, «La venganza de Amarguras», de su serie Novelas del Oeste, alcanz6 en su primera salida 130.000 ejemplares . Su bi ografía ele Billy el Niño superó los I(lO.OOO. Su larga serie «Dos Hombres Buenos», en la que recuperaba personaj es creael os en los años 40 con el seudónimo Amaeleo Conde y el título general ele «Tres Hombres Buenos», co nstituyó un multitudinario y larguísimo éx ito rael iofóni co. más ele quince años, y en los libros publicados por edi ciones Cid. Aunque su fallla se deba sobre toelo a las novelas del Oeste, un Oeste, por cierto, muy parti cul ar. culli vó también con no poco mérito cas i todos los géneros populares: po li cíaco. rosa , aventu ras, ciencia-ficción, terror .. . Desde 1934 toda su vida fue la esc ritura. «Hay que in ventar constantemente», elecía. José Mallorquí nació en Barcelona, el 12 de febrero de 1913, en la calle Hospital , a pocos metros, casualm ente, de la ca ll e Botella donde vería la lu z vei ntitrés años después Manuel Yázquez Montalbán, el creador de Pepe Carva lho. El prim er trabajo de Mallorquí en el mundo de las letras fue como traductor para la editoria l Mo lin o en mayo de 1934. Se inici ó sin saber apenas inglés y gracias a la ayuda de un am igo de dicha nac ionalidad. Entre ambos tradujeron «La Trampa».--de Sabatini . Su segund o trabajo, ya en solitario y con un buen diccionari o en las manos fue , «La muerte de Lord Edgware», de Agatha Christie. Ambas se pub licaron en la Bibli oteca Oro de Mo lino en 1934. Aun hoy , si uno busca la última ed ició n de esta nove la ele A. Chri stie, de 1996, podrá comprobar que la trad ucc ión es la que hi zo Mallorquí en la fecha indi cada . Para Molino tradujo también un a se ri e ele nove las de terror que, cuando su extensión res ultaba algo escasa para las dimensiones que debían tener los libros, Mall orquí co mpletaba la paginación con algún relato de l mismo género que se publicaba sin firma y que, obv iamente, el Icctor adj udicaba al aulor traducido. La recuperación de esta parte


prim eri za de s u obra es prácticamente impos ibl e ho y.

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manuel

Los re latos agradaron a Pablo Molino . lo que facilitó que aceptase la primera se ri e de no ve la s co rt as que escribió Mallorquí : « La novela deportiva ». Serie publ icada entre 1939 y 1941. Su prolongaciún en «La novela deportiva Nueva serie» cubri6 de l 42 al 45 . A nim ado. se decidió a escri bir su primera novela larga de carácter policíaco. género que e n esos años é l deseaba cultivar; su título «El primer fracaso del comisario Martínez». Molino la rec hazó . Pese al desánimo que le produjo el rechazo. insistió en e l género poi idaca durante 1942 con «El ídolo azteca». «El misterio del hermano fantasma ». «El mi sterio de los guantes negros» y «El misterio de los tres suicidas» publi cadas co n los seud ó nim os Ju an Montara y J . Figueroa Campos entre 1942 y 1944. En esta mi s ma época vieron la luz otras novelas largas con el segundo se ud ó nimo c itado: «La travesía del Audaz» y «Ébano». del género de aventuras, «E l va ll e de l 01 vid o», «El despertar de cenicienta» novela rosa traducida al portugués y ll evada al ci ne con el título «Dos cuentos para dos». A final es de l 42 y e n e l 43 se ini c ian e n la colección «Hombres Audaces» dos seri es deb idas a s u pluma. «3 Hombres Buenos» firmados co n un nuevo seudónimo Amadeo Conde y «Duke», de corte polic ial y aventurero. firmada J . Figueroa Campos . Co n «l Hom bres Buenos » se acerca ya a lo que sería e l marco geog ráfico. el ambi e nl e y e l tipo de personajes que le llevarán a lo más e laborado de su obra y a la fama internacio nal : e l Oeste americano centrado en las antiguas colonias españolas, Ca lifornia , Nuevo Méjico ... . y el protagonismo de personajes latinos frente a los personaj es anglosajones. Los tres Hombres Buenos so n un español César G uzmán : un portu g ués. Joao Silveira y un mejicano Diego de Abriles. En 1941 Ge rmán Plaza. dueño de la empresa de distribució n «Comercial Gerpla» decide pasa rse al campo de la edición y convertirse en el principal competidor de Molino co n la editorial Clipe. Llama a Mall orquí y juntos ponen e n marcha la co lecc ión Novelas del Oeste. que nuestro autor simultanea co n la última fase de «3 Hombres Bue nos» y «Duke» . E n Nov e la s de l Oeste aparecen nu evos se udónimo s. Leland Kitchell. Carter Mulford . E. Mallory Ferguson .... tras los que se oculta Mallorquí. Un ocultamjento cada vez más inútil pues su éx ito y el carácter de su obra van tomando perfiles cada vez más definidos e identificables.


E n esta co lecc ió n cosecha algunos éxitos a los que ya hemos hecho referencia y, sobre todo , verá la lu z un a peculiar aventu ra con un per so naje no menos pecu li ar y ll e no de pos ibilidades «E l Coyote», n.O 9 de la colecc ió n y firmado con e l seud ó nim o Carter Mulford . En la gestac ión del nuevo héroe ha te nido muc ho que ve r la esposa de l autor, Leonor del Corral, y es e ll a la que Fon más claridad vis lumbra las potencialidades del personaje. La idea de una serie «El Coyo te» es ofrecida primero, según relata J. F. M acías, en un excele nte estudi o sob re nuestro autor de 1972, a Moli no, que no la acepta. Será, pues, Plaza quien se atreva co n ell a. Curiosamente el primer títu lo de la ya serie se titu la : «La vue lta del Coyote» y aparece, co mo todos los restantes, con la firma J. Ma ll orquí. «E l Coyote» de Nove las del Oeste volverá a public arse e n la serie como n. o O de los «Ex traordinarios» de la co lecc ió n. La seri e se ini cia e n septiembre de 1944, y ll egó a las 194 no velas. «E l Coyote» es una de las obras cumbre de J. Mallorq uí. Con César de Echagüe, nombre real del enmascarado j inete justiciero, se c rea un nuevo tipo de héroe del Oeste, y un nuevo tipo de ave ntura del Oeste. En ell a, los «buenos» so n los que, habitualmente . e n las novelas escritas por a ng losajones. hacen e l papel de «malos» , hi spa nos , lati nos, mej ica nos, mestizos, indi os y, viceversa , los perversos so n los a nglosajones , dedicados a la rapiña de tierras y haciendas de las antig uas familias españolas de Ca liforni a, ámbito geográfico de nuestro héroe. El Oeste que describe, perfectamente doc umentado y reconstruido, es el que durante muc hos años dominaron los españo les y e n el que dejaron su huell a cultu ral, reli giosa y ling üística. Las ave nturas del Coyote so n un a reivindicación de lo hispano, de lo mejicano, de lo latino en genera l y del indio fre nte al empuje imparable del espíritu burgués y opresivo del anglosajón . Sin embargo, en Mallorquí no hay , ele manera simp li sta , «buenos» y « malos» ; en Ma ll orq uí hay matices, hombres y mujeres de carne y hueso.


Se ha dicho , se di ce o se tiene la idea de que las nove las de «El Coyote» o las

OPINI ON manuel blanco chivite

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de J. Mallorquí en general , so n «novelas de acción ». No es así. Son novelas el e pe rsonaj es y el e situaciones; la acción es poca y, a veces , inclu so, se obv ia o se resue lve e n muy pocas líneas. El dibujo de los ca racte res puede ocupar una buena parte de cada novela. Para César Mallorquí, e l hijo menor del escritor y prestigioso escritor a su vez en e l terreno de la Cie nc ia Ficción, su padre, «no era tanto un escritor de argumentos como un esc rito r de personajes y diálogo». A mi ente nder esta norma se rompe para enriquecerse con acc ió n y descripciones dinámicas de g ran fluidez y maestría, en e l caso de las 16 novelas dedicadas a Jíbaro Vargas , quizás lo mejor de su obra. «Modelos de perfección en su género», esc ribi 6 Mac..:ías , «lo mejor de mi padre», según su hijo César. Co n es ta ser ie exp lica Macías, J . Mallorquí, quiso crear la «novela negra» del Oeste . S i lo quiso , hay que reconocer que lo consigui ó. El Oeste aparece aquí duro, sangriento, dramático y canallesco, sin concesiones a lo bl ando, al sentimiento. A Jíbaro Vargas, de origen hispano como El Coyote le preocupa poco eq ui vocarse e n e l objetivo de su venganza. Una vez muerto su contrincante, siempre hay una justi ticaci ón para las acciones de Jíbaro Vargas. Tanto en las mejores ave nturas del Coyote, como en Jíbaro Vargas, o en las mejores de sus Novelas del Oeste e l estilo de Mallorquí es elegante y fluido , sus textos se co nstru ye n con habilidad y solidez; los personajes se defienden por sí mismos , con vida propia y los diálogos resultan creíbles, hábi les; e l uso de la réplica, tan hab itual , por ejempl o , e n los grandes de la nove la negra norteamericana, es en Mallorquí in ge ni oso y co ntundente. Su prosa, mantiene hoy , para quien desee acercarse a su obra y descubrirl a una vez más , una vigencia asombrosa, pese a que, en a lguno de sus numerosos textos algunas co ncepciones nos acerquen a un españoli s mo quizás un poco rancio. En su última etapa en Barcelona y con Plaza, a partir de 1952, J. Mallorquí se convirtió e n uno de los primeros autores de Ciencia Ficc ión en nuestro país . J. Ma ll orquí presenta la idea de una colección de este género en la que pudieran publicarse los grandes de l género, por entonces desconocidos en nuestro país y cuyos derec hos estaban libres , primero a Molino, que la rechazó y luego a Plaza. Este último se dec idi(í a crear ed iciones Futuro y la colecc ión del mismo nombre, pero no

a

comprar los derec hos ele los grandes del género, sino que encomendó la elaboración


100

OPINiÓN manuel blanco chivite

de los textos, el formato y hasta las portadas al propio J. Mallorquí quien, años más tarde, en el artículo «Recuerdos de mi futuro », escrito para «Nueva

Dimensión» pero inédito por diferentes circunstancias hasta 1992 en que lo publicó el fanzine «Cy ber Fantasie», contaba así la experiencia: «Yo aspiraba a conseguir exclusivas de las obras de Bradbury, de Sturgeon, Asimov y otros, entonces totalmente libres. No lo conseguí. Tuve que recurrir a mis propios originales y a las adaptaciones más o menos originales de otros autores». Así nació, pues, la colección Futuro y un nuevo personaje de J . Mallorquí, el Capitán Pablo Rido, aventurero del espacio y dueño de una agencia de viajes por el tiempo. Su primer título «Capitán Rido» apareció con la firma J. Hill. En 1954, Eduardo Manzanos pide a nuestro autor que se traslade a Madrid para tratar de la adaptación cinematográfica de sus novelas. La experiencia resultó un fracaso, pero, sin embargo, en la capital solicitan su pluma como guionista para la I

radio (La SER, radio Madrid). El hecho constituye el inicio de una nueva etapa creativa y de éxito masivo en la carrera de nuestro autor. La serie «Dos Hombres Buenos» y sus diversas derivaciones -Lorena Harding, Los Bustamante, Miss Moniker- se prolongó durante más de quince años. Todas sus novelas fueron reeditadas' por ediciones CID, vinculada a la SER, y todos los guiones fueron convertidos en novelas que aparecieron en la citada editorial. Para Juana Ginzo, una de las actrices más emblemáticas y completas de la radio española, los guiones de J. Mallorquí eran perfectos. Juana Ginzo trabó una fuerte amistad con Mallorquí y su esposa Leonor a quien atendió durante la etapa más dura de su enfermedad. Leonor del Corral, esposa de J. Mallorquí, a quien conoció en 1931 y con quien se casó en 1936, falleció el I de junio de 1971. En el artículo «La última aventura del Capitán Rido» (1992), César Mallorquí recuerda los últimos meses de la vida de su padre y cuenta cómo el mismo día del entierro de Leonor, las relaciones profesionales le obligan a volver a casa y ponerse ante la máquina de escribir como si no hubiera ocurrido nada. Pero, J. Mallorquí, al perder a Leonor, había perdido lo más valioso de su vida, el motor más potente de la misma. Dieciséis meses después, J. Mallorquí decidía abandonarlo todo. Un disparo acababa con su vida.


I

CRITICAS

Y e __ R resenas í T



POEsíA ~

e n

e s t e

d

, 1

T 1 s concha zardoya

a

q

(Para Andrés Sorel)

SOLAPADA tristeza adviene dulcemente ell este día gris que han olvidado los pájaros errantes. Como un vaho impreciso descendiendo a ese centro del alma que se oculta: desde los ojos viene a refugiarse. Quisieras libertarla y libertarte de esa gravidez que la sostiene en interior vacío de nostalgia. Mas su peso es un hálito, respiro del corazón que sabe los secretos ocultos de la luz y del espíritu. Cautelosa tristeza nos convoca a vivir en la niebla de ese Tiempo que transcurre, fatal , y nos deshace. (De Senecta, libro en camino ... )


10 4

_RiTle valentín cárdenas

«LA CASA DESHABITADA» Teresa llarbero

LA CASA DESHABITADA

Teresa Barbero Colección Melibea. Edición patrocinada por el Excmo. Ayuntamiento de Talavera de la Reina. 1997. Las imáge nes se cubren de nosta lgi a, el olor de las rosas está melancólicame nte unido al pasado y los mananti a les de la ri sa fácil se han vuelto más cadenc iosos. Y la casa está vac ía, ya no sabe del bullir de los hijos , del esposo, de los amigos. Quizá por eso, todos los objetos que la habitan , parecen aferrarse desesperadamente a cualquier hi lo de vida que quede, que aún los mantenga en el presente. Sin embargo, será este libro el último

LXI COI. EC(; IÓN ¡\IE I. /lJ E'\ Talu\'l!.ra dt 1., Reina 1997

habitante, entre sombras y si lencios, entre fantasmas,. olvidos y colores estremecidos, entre aires que caen poquito a poco, a l com-

pás del tiempo y de los besos trai cionad os por la memoria. «La casa deshabitada» obtuvo e l premi o Rafae l Morales en su convocatoria de 1996. Teresa Barbero ya obtuvo un accés it de este mi smo galardó n e n 1987, co n «Prese nc ia ajena», y aq ue l poemario alguien lo catalogó como un in tento por parte de la a uto ra de regresarnos a los momentos viv idos. La misma afi rmac ió n podría servir para definir «La casa deshabitada» .

V. C.


-

CRíTICA - POES íA ~

,

una poesla fuera del tiempo «el jardin sin limites», último libro de juan mollá ramón hernández

ENDYMION - - - - 1

En cuidada edición de Endymión nos llega El

jardín sin límites, último libro de poesía de Juan Mollá, escritor de variados registros en

Juan Mollá

¡L JARDÍN SIN LÍMITES

- - - poesía

casí todos los géneros literarios, destacando entre sus obras de narrati va Sueño de

Sombra, Agua india, y Cristo habló en la Montaña (Destino , 1962), tril ogía asturiana realizada en colaboración con Víctor Alperi;

Segunda

Compañía

(P remi o

Laguna

Española, de Plaza y Ja nés, en ediciones de 1963 y 1993 ); El Solar (A lfag ua ra, 1965 );

Fuera de juego (A lfag uara, 1967) ; Cuarenta vueltas al sol (Cunillera, 1973); y La caraco la herida (Noega, 19 82) . Como ensay ista, Mollá ha publicado un interesante estudio sobre la poesía de Bousoño , también e n colaboraci ón con Víctor Alperi , titulado Ca rlos

Bousoño en la poesía de nuestro tiempo (dos

-----~

ed iciones, en 1989 y 1995); Y Teatro españo l


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POESIA CRíTICA ramón hernández

e iberoamericano en Madrid (Society of Spanish-American Studies, 1993). Pero es en e l género poético donde Juan Mollá enc uentra su ámbito más

intenso y personal de expresión , en un periplo creador sosegado pero sin pausa , dando vida a un corpus poético intrísecamente coherente, cuya primera entrega , Pie del silencio (ediciones en 1958, 1979 Y 1992) significó ya un c laro gesto de presencia de un poeta verdadero, con voz propia , diáfano en su concepción expres iva, y de intensa palabra. Subtitulado Canto al Cares este primer poemario se vincula estrechamente con las altas coordenadas geográficas de los Picos de Europa, con vertidos sus versos en muralla poética de conceptos cósmicos , desfiladero de sutilezas estéticas , aéreo éxtasis en pos de una síntesis entre el mundo físico y esa otra realidad más sustantiva del espíritu humano. En ese libro , encontró Vicente Aleixandre «luces c laras, azul y oro, I

alto techo e interrogaciones melodiosamente sonadas ». Dámaso Santos, no dudó en ca li fi car esa obra como «bello poema, que nos hace señas en un lenguaje desconocido , en una aspiración a perfecciones , a

revel a~iones

últimas; y

ello enciende en el hombre atracciones explicables solamente a través de la voz del poeta» . Otros críticos, como José Bugeda, manifestarían el elogio de un texto que , s i bien podía interpretarse como iniciática andadura, en nuestra opinión venía ya preñado de hondas sensaciones previas , íntimos anhelos, y ans iedades expresivas. Y , sobre todo, una diamantina pureza poética, genera li zada en toda la obra de Mollá, pero ya evidenciada en estrofas como éstas: « llega un viento s in nombre rompiendo sus perfiles. La muralla se abisma; delante, e l mundo se abre . Se abre un mundo sin fondo flotando sobre el cielo , difícil mundo exacto , reino lunar de nadie . .. » . A este libro de poemas siguieron País de la lluvia (1967); Milenios ( 1980); Memoria de papeles amarillos

( 1982); Sombra, medida de la luz (1985); Y Animales impuros (dos ediciones en 1992). Expresiones coherentes de un plan poético autó nomo , co hesionado y global , sin fisuras, tan existencial como lírico, signado por el doliente enigma del temblor y la duda que es consustancial con el ser pensante. Signos de identidad lírica que en Milenios una de sus obras más logradas, concita una suerte de unánime opinión que consagra a Mollá como artífice de una expresión medida y estudiada , ta l y como precisó el prestigioso crítico Antonio Tovar al definir su poesía como «hecha con pocas palabras, con las precisas, con palabras escogidas que llegan allí donde las sentimos y ente ndemos» . Luminoso

pathos, también advertido por otro crítico, Enriq ue Sordo, cuando destacó de esta poesía «una luz dura, casi mineral, de la palabra exacta ... ». O estas otras


definiciones de l novelista y ensayista Andrés Sore l, al considerar la obra

CRíTICA - POEsíA ramón hernández

poética de Mollá «poesía remansada, clara, tran sparente, sens ual, insinuantemente social , claramente vinculada al hombre y a la naturaleza; poesía e n la que la palabra importa tanto como la mús ica que la envuelve y en la que el concepto , más que dogmatizar, insinúa . .. » . Referencias todas coincidentes en una verdad objetiva, cua l es la insigne génesis poética de este autor y su

prax is transparente , sin excesos , sin lastre, decantada hasta convertirse en una bella fórmula literaria, en una ecuación que responde a las numerosas incógnitas que plantea. Racionalidad puesta de manifiesto por Carlos Bousoño, al destacar e n Mollá su capacidad para estructurar su discurso poético: « .. . perfecta estructuración no só lo de cada poema si no de la obra en su conjunto . . . , racionalidad de la construcción poética y la irraciona lid ad simbólica de los sig nifi cados ... », nos dice. Una trayec to ri a literaria s in solución de continuidad que, como se apuntó más arriba, hace de Juan Mollá, al margen de la ceremonia de la confusión donde se gesta n e log ios y famas en nuestro país , un medium poético que permanecerá e n el espacio y más allá del tiempo, la tesis que su último libro, El jardín sin

límites, pone de manifiesto con ax iómatica convicción. Dividido en cuatro partes, e l libro nos abre las puertas con un poema, Cave Canem , de fastuosa traza clás ica , con un verbo que parece venir del más all á con lucidez lapidaria. «Los jardines se encierran entre muros de piedra . . . ; enjauladas rosaledas . . . Jardines como pozos, como c laustros, como ten una esmera ld a sumergidos . .. Pero el viento no sabe de murallas ... », nos advierte Mollá en el mismo umbral de su jardín . De la mano del poeta, e l lector conoce que la senda sin límites «q uizá lleva hasta e l mar». Es decir, esta tierra de memorias y goces fenecidos, transformados e n e l co nstante devenir que co nstituye nuestra peripecia vital, conducirá ta l vez a esa o tra tluida inmensidad del mar donde posiblemente surgió el primer sueño , e l a urora l delirio libe rador. Nos cerca la noche y «todo el jardín se puebla de lejanos aullidos, de ll amadas distantes . .. Yen el cielo estrellado el jardín se hace inmenso» . Infinitud de ese otro piélago más evanescente aún , donde e l pas ado s urge espectra l, casi torturador, como las sombras de los á ngele s de Rilke, «esos seres más fugaces que nosotros mismos ». Cuarta dimen s ión abierta a «mundos in sondabl es», poblados por «profundos ecos que ll enan e l o lvid o». Ya emp ieza aq uí el dolor, la pérdida, se inicia una crisis, no

107


lA

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ramon hernández

sabemos s i ges tada en la s esferas infer iores de nues tra adjetiva razón de ser, o más arriba, en e l ámbito de las co nste lacio nes inhum anas, tal y

co mo nos s ugi ere e l poe ma La medida del cielo . Duda y temb lor de un jardín inte rior tatuado po r las arcanas c laves celestes, metamorfoseado posiblemente e n se lva: « .. . 0 se lva do nde bu sca r caminos de salida , de sa lvac ión, de libertad ... , hac ia el jardín prim ero». Paraíso perdido por donde el poeta vaga en s u poema Por el ESTe, «e ntre s us labe rintos olvidados» . Esos afec tos, esas im ágenes que se desvanecieron en e l sofis ma del tiempo, de la edad , y de la efímera cro nología . Es por eso por lo que e l poeta viaja e n «trenes (q ue) van at ra vesa ndo los co ntin e ntes ence ndi dos por los so les que caen . . . », e n un c ~m a ti s mo de in finitas distancias has ta ll egar a la enigmática estación terminal donde puede esperarnos « un rum o r, una pa labra, un abrazo s in fin» . Pero también , una decepci ó n, el despojo de «un espejo quebrado como una mar».

EnTon ces, aqu(, seg unda parte del libro, es donde nos subyu ga la nosta lgia, la melancolía in ve ncib le del aye r perdid o cuando «mece co n ma no torpe e l viento leve mente las lánguidas hamacas vaCÍas». Se oyen rumores de ag ua, un nadador en la piscina; e l eco de un a raqueta go lpeando un a pe lota. Magistral poema e l titulado Raque{{{, e l go lpea r obses ivo, anónimo , violento , impl aca bl e. Nada tan expresivo , tan dinámico , ta n literari o, tan cinematográfico como esta anatóm ica poes ía mu sc ular qu e «rompe e l cerco del silencio» e n la hora canicular en la que e l alma se queda abso rta y tibia, co mo huérfana. Nadie oye ese patético golpear , salvo e l poeta. El mismo que, a contin uaci ón, ¿anta la elegía de la muerte de un joven que se ll evó este jardín sin límites «parado en su mirada». decá logo en un Sinaí en e l que La jara ardiente «nos oculta s u sec reto», como

La cuerda que yace sob re la hi erba , s ugiriendo al poeta e l interrogante terrible: «Qué dulce niñ a se co lgó un a tarde de este trozo de cáñamo podrido que ll evas e n e l fondo de los s ueñ os desde tu insomne adolescencia». ¿Subreali smo? Un Buñue l haría co n este poema otra Viriadiana. Un a lma al acecho , en la

Presencia oscura, cuando «Ex plorabas e l ojo de la noche . Tu pie cruzó una osc ura raya. Te tocaro n e l hombro . Respondiste. Tu propia voz te devolv ió tu nombre». Una magia de la ficc ió n na rrat i va qu e a lienta en estos versos de Ju an Mollá , los fantas males personajes de nove la, mejo r , de un libro de memori as, que deambul an en


la noch e, c uand o « se oye n pa sos leves e n la g ra va des ierta» . Y las pre-

CRITICA ramon

g untas se multiplican interroga nd o a l IILtm em del

e l/i~ l1l a

«po r qu é un pája-

ro mu erto, por qu é un s ue ño olvidado, una lla ve he rrumbro sa, una lu z en la noc he qu e se e nc ie nde y se apaga» . Es to, co mo exp li ca e l poema s igui e nte, es un crimen, un «asesinato , parric idi o , c ri men ... U na a l uc in ac ió n . Un pe nsa miento c iego ... » Carencias de un espíritu s in flores , s in apen as v id a, que combate por rec uperar s u ese nc ia anheland a sabe r «si vo lve rá otra vez la primavera . Aunque no trai ga flores » . Un pozo ciego, un os pasos cOlltados, tercera parte del libro qu e se abre con una dec linac ión fl o ra l pronunciada po r una voz de anhelos y observada p or los ojos se lvá ti cos e irrac io na les de un petirrojo qu e, no o bs tante s u in ane a nim a lidad , nos reconoce n. Y e l Vuelo de día, co mo cuando Rimbaud escrib ió s u Le bateau i vre (E l barco ebr io ) y s upo que «L a tempete a béni mes éve li s m aritimes ... » bendiciendo la to rm e nta s u despertar marítimo . Nauta vo lador, Mollá sob rev ue la «un g ra n mapa marcado so bre el s uel o como la copia extraña de algú n astro ya ex tinto» . Hac ia la orilla, «e n e l mi sterio de las olas, en el jardín s in límites de l mar», para , a l fin, iniciar e l último rito , la Invoca ción al espa-

cio. Deshechado el tiempo , só lo el espac io somos nosotros, como explica el poeta Anto n io Colinas en el introito de los poemas fi nales: «Solo sabemos que estamos inmersos en el espacio fundacional ... En ese espacio espe ramos la revelación, esperamos que el Ministerio se nos revele para sa lvarnos de la M ue rte». Geometría de etern idad es infinitas, esfera armilar «perdida en el espacio sin límites del caos» . Sublimado en luz, el poeta, pronta ya s u cu lminac ión, próximo al éxtas is de l cá li z que es s u e uca ri stía, co ncluye s u esplelldo r con un a súp li ca: «Da me a beber tu lu z y deja que me duerma penetrando e n tu espacio de s ueño para s iempre» . Porq ue, «Dios está en todas partes y por eso acaso pueda ser fe li z». Est rofas pos tre ras que so li cita n «un Universo sin memoria» en e l que el espacio y só lo é l nos libere del tiempo q ue se extingue inexorable, haciéndonos «in s tante poderoso», e n « las inmen sidades paralelas » , como «las múltipl es

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110

señales del silencio y la luz ». El

A

poeta quiere, pues, ser eterno, perpe-

hernández

tuarse en el infinito de la «ubicuidad s in fin, s in amenaza. Fuera, el tiempo». Últimas palabras y últimas voluntades de un hermoso y estremecedor libro de poesía, escrito , se ntido y vivido por un poeta mayor: Juan Mollá.

«LA VOZ (DE DIOS) ENTRE EL ROMERO». Juan Calderón Colección AL T AZOR de poesía de la Asociación Prometeo. 1997 He abierto los ojos y /la puedo entender que Dios permita

todo el horror que he visto por las calles. A pesar de lo que pudieran s ugerir la lectura de estos primeros ve rsos del poem ario de Juan Calderón, por e ncima del reali s mo y de la preocupación social que emana de los poemas que lo integran, es este un libro de homenaje a la propia vida y al Creador de la JUAN CALDERÓN

misma. Más a ll á de los andamiajes de la

LA VOZ (DE DIOS) ENTRE EL ROMERO

existencia tras lo que se intuye el destino, el lenguaje de Juan Calderón só lo indica las voces interiores y anónimas para sentimien-

tos limpios que c icatricen llagas y disipen la polvareda tras la que el poeta se ha perdido. E l poeta bu sca a Dios en una encrucijada de huell as y direcciones encontradas, do nde los enigmas se han instalado aprovechándose del miedo que ha descendido sobre los plácidos sueños. Juan Calderón ha publicado «Camino ancho, paso desolado» ( 1977); «Ritos de la memoria» (1993) Y «Ago nía de las estaciones» en 1994.

V. C.


CRíTICA - POES íA ~

,

pOeSla e 1 j a r d

sin in

e n

l1mltes: penumbra

pedro j . de la peña

Temo decir algo extravagante al afirmar que no creo 'que la poesía actual represente nuestra época, al menos la poesía que se promociona, que se difunde, que' se premia y que se critica. Creo que una de las mayores limitaciones de la poesía consiste en vincularla a la realidad y todavía mayor la de convertirla en depositaria de la utilidad. La poesía es esencialmente festiva, esencialmente orgiástica e inútil. Es ilimitada o no es. En raras, en escasas ocasiones, tropezamos con un libro que desborda esa simple frontera del espejo reproductivo o de la anécdota cotidiana. Pero esas ocasiones tan raras y difíciles son en cambio suficientes y espléndidas. Demuestran que hay una verdad literaria irreductible y que su valor, su ejemplo, su capacidad de emoción, no van a dejarse embridar ni someter por ninguna tendencia dominante. Decir que El jardín en Penumbra de Alberto Torés es uno de esos libros resulta casi un pleonasmo. Porque Alberto Torés nos había dado muestras en toda su anterior trayectoria de ser tan independiente en la literatura como para no merecer ni un solo elogio de la crítica que consagra, pero alcanzar fervorosos lectores entre quienes comulgan con la poesía algo más allá de las reseñas de la frivolidad. Todo el poemario de Alberto Torés se nutre de la disconformidad, del temblor y la desnudez.


Es un teITitorio abrazado a los sueños, a

112

peña

las indagaciones, a los impulsos incontenibles y tanto más poéticos cuanto menos utilitarios y previsibles.

En el libro se percibe una insistencia constante en la renovación de metros, en la indagación de ritmos, en la búsqueda de símbolos, en la creación de ambientes, en todo lo de sugestivo, por ser un teITitorio más allá de la naturaleza, que ex iste en la palabra. Formado en las literaturas de vanguardia, lector asiduo de la poesía francesa, permanente auditor de la música negra americana, Alberto Torés desenfunda su pal abra con esa facilidad del que tiene otros dioses para sustituir la falsedad de los mitos. Su libro no es iconoclasta porque se limite a romper las estatuas ex istentes sino porque propone otras estatuas nuevas para los mismos pedestales. No busca el vacío sino la alternati va y ante el abismo en blanco de la fa lta de originalidad e imaginación propone esos segmentos nocturnos en donde las esquinas de la luz parten la noche desde abajo y amplitican el día cada vez más como quien cieITa un paraguas y deja convelt ida en una mínima línea negra toda la oscuridad susti tuida por la plenitud del sol. La misma disposición de sus títulos «En postal los mitos» o «En siluetas al azar» dicen con claridad que aq uí se busca fervorosamente otra gramática. En un magnítico poema como «La muerte de Billi e» se dice también que aq uí se busca otro sentimiento. Poesía nada fác il , que tampoco elude el poema de ironía tenebrosa como «Comisión de servicios», o «Sección de archi vos» poesía que se trabaja desde la ruptura con la linealidad y con el racioc inio tan corruptor de la verdadera expresión literaria. La razón sí, pero no el raciocinio como una lógica de causa-efecto que desmembre la posibi lidad para convelt irla en un ívoca celteza. Albelto Torés no es un cartesiano de la cotidianidad sino un hombre que porq ue vive sabe que toda vida es prodigiosa. En franca contradicc ión con lo que se lleva (que es lo que siempre pasa) la poesía de Alberto Torés se entrecruza de «gloriosos laberintos, de luces que se tej en». No redobla como los tambores, sino que golpea en el aire cada vez un sonido distinto, una vibración que sil ba y que es música ig norada para el habitual percutir de la palabra anodin a. En la emoción, en la dicha de los hallazgos, en la soteITada persistencia de una literatura que ejerce su verdad en nuestro testimonio más íntimo y oscuro - «Conversaciones con Blu m»- es do nde encontramos la verdadera dimensión personal, el empeño por decirse a sí mismo apoyado en cualquier verdad propia, desestimando la verdad de todos. Auténtico man itiesto en favor de la originalidad, El jardín en Penumbra resulta por el lo un li bro heterodoxo. Porq ue heterodoxa es siempre toda fidelidad interior. Sólo hacen escuelas y tendencias quienes no tiene vida propia. Los que la tienen, como Albelto, escri ben poesía.


CRíTICA - pOEsíA ~

« a e r e e d o r d e e ter n ida d e s » basilio TOdTiguez cañada jasé ramón trujillo

La hermosa y cuidada ed ic ión realizada por el

Basilio Rodn'guez Cañada

ed itor José Esteban de Acreedor de eternidades (Madrid , 1997) s upo ne la posibilidad de que el gra n público acceda a este poemario , cuya primera edición, realizada por la Sociedad Internacional de Amigos de la Literatura en 1995, se encue ntra agotada desde hace tiempo y

se ha co nvertido ya en pieza de bibliófilo. E l autor, Basilio Rodríguez (Navalvil lar de Pela,

'Acreedor de eternidades

196 1), gestor cultural de prestigio reconocido en

Madrid , es además un fecundo y prolífico poeta ex tremeño . Desde que apareciera la primera ed ición de Acreedor de ete midades ha dado a la imprenta la tercera edición (cosa insólita en e l mundo de la poesía) de Las adolescentes (ACAA L , 1997) , Afluentes d e la memoria (Huerga y F ierro, 1997) y la antología Poesía

ultimísima: 35 voces para abrir

UII

milenio

(Libertarias. 1(97), y ha sido merecedor de un a beca de ay ud a a la creación del MEC panl la c reac ió n de su próximo título La firellte de jade. Los elos poemarios c itaelos, junto al libro que estamos reseñando , forman un ciclo cerraelo sobre e l co ncepto ele l viaje y la ini ciación amorosa . Bajo el título de Las

ado lescelltes e nco ntramos los textos de su primera j uventud y ele su ado lescencia,


114

CRíTICA - POESIA j asé ramón trujilla

que nos hablan de su experiencia en la tierra de origen, por la que siente gran devoción, de su insatisfacción espiritual y amorosa y del comienzo de su

peregrinar. Ajluentes de la memoria supone la culminación del aprendizaje sentimental del autor, y la memoria de sus encuentros y caídas, de la conciencia de la pérdida amorosa. De la asunción del desamor y de la imposibilidad de un amor completo y la desazón que produce en el autor. De la memoria y de la valoración del goce y del dolor.

Acreedor de eternidades, muy revisado y ampliado en su nueva edición, es el paso intermedio entre ambos, una continuación de Las adolescentes, con un yo narrador ya plenamente afirmado, que se declara un eterno y enamorad izo adolescente. Un I

yo imaginario inmerso siempre en una historia de amor abocada al fracaso o a la ausencia, y que podría hacer suyas, aunque de otro modo, aquellas palabras de Petrarca que decían: Amo, sed quod non amare amen, quod odisse cupiam. Amo

tamem sed invirtus, sed coactus, sed mestus et lugens. El libro toma la forma de un lento diario donde viajes y amores se entrelazan, de un álbum de impresiones y de ausencias. Un cahier de voyages y de doléances a un mismo tiempo, recogido con morosa dedicación por un lector atento de Casanova, fragmentos poéticos como pinceladas inconclusas, impresionísticas, de una multitud de vicisitudes y conocimientos. Muchos poemas escritos en segunda persona son explícitas cartas de amor que se extienden ante nuestro ojos . Otros intentan recoger la sensación que provoca la ausencia de ese tú femenino siempre implícito. Imágenes sensuales, incluso abiertamente eróticas, se alternan con otras en que la amada es comparada a la naturaleza donde se encuentra, ya sea una playa, el campo en todo su esplendor o la belleza de una ciudad . Viajero impenitente, como escenario de aquello que sucede en el poema nos ofrece un vago perfil de las ciudades y caminos que recorre. Playas de Cuba y Santo Domingo, rejas y sombras perfumadas de Sevilla y Granada, pueblos dormidos del Camino de Santiago, calurosas siestas extremeñas, gárgolas de Notre-Dame, trenes y cafetines magrebíes y la dilatada geografía de un Madrid fantástico . Viñetas cotidianas y escenas del camino se mezclan, en breve número, con su tema central: el devenir amoroso del poeta. Ahora bien , la anécdota amorosa va quedando en un segundo 'término conforme avanza el libro, para fijarse en los detalles del paisaje, las situaciones que el viaje le depara . En los últimos capítulos se olvida por un instante de la amada para contemplar los libreros de las orillas del Sena, describir a los compañeros de vagón o


a los co me nsa les de un restaurante del

115

tin del mundo. U n c uade rn o de v iaje que ac umul a ráp id os esbozos a pluma de escenas y sensacio nes , de amo res fugaces o imag in ari os. Un cuaderno q ue no cesa de crecer y, anun cia la voz ya personal e inconfundible de Basilio Rodríguez , que va a desar ro ll arse de forma plena en Afluentes de la memoria.

« ... Y

•• (La

y el Sur

singularidad en la poesía andaluza actual)

EL SUR».

José Garda Pérez Corona del Sur. 1997 No pretende esta anto logía demostrar que ex iste un a poesía característicamen te a ndalu za , ni pretende dar a conocer una única

Monuel AlclÍntul'U . Mario Victoria Atenciu .Juonu Cu .. tro ~ Carlos Clemen&son· Juun Drogo tonió Enrique· Domingo F. Fuílde . FranciRco Fortuny Concho GurdA' Ángel Gorcía IApez - Rufuel GuiUén onio ,H ernández . RufR<,1 [nglada . Munuel Jurado J..ópcz Jote- Lupiiiñcz . Aurora Luquc . Monuel Mantero lanU'el Moya· Pilor Poz PflIIiArnOr ....·.·ancisco P<,mlto MODuel RioH Ruíz· Antonio Rodrfb'"ll'z .Jiménez

Pedro Rodrít.'\u."z Pachccn . Francisco Rui7- N0b'Ucra : ". '}: JO!ié Antonio Sáez - Morin 80nz :~ '-'" José Sorria - RafRel Soto Veruébi i~~ .106é Téllez Rublo· Fernun"" de Ville na

forma de co ncebir la poesía dentro del abani co literario and al uz. Sería esta una visión red uccionista de un amplio espectro de poe-' tas nacidos en esas lati tudes, manantial de creació n poética. Pero como desde un punto hay que partir, la a ntología empieza situándose e n la que se ha dado en llamar la gene-

J osé García Pérez

ración del c incue nta y continúa hasta llegar a la poesía última escrita por jóvenes crea-

.

. .,. ' CORONA DEL SUR . - .

dores and aluces. Ninguno de los a nto logados se somete a un cód igo forma l de escritura, ni tampoco ex iste entre e ll os un código s imbó li co. So n treinta uni versos distintos ,

una muestra s ig ni f icativa de diferentes visio nes , intereses y causas. José García Pérez es coo rdin ador de «papel literario », s uplemento de Diario Má laga- Co s ta de l Sol y es s ocio fundador de la Asociación de Críticos L ite rarios de Anda lucía. Es autor de sei s poemarios.

v. c.


116

CRíTICA - POES íA basilio rodríguez

causas y efectos jasé luis morante ~-------------------------------

El poeta abulense José Luis Morante (El Bohodón, 1956), trabajador infatigable y animoso: dirigió la revista de literatura Luna Llena, el programa de radio «Tiempo de poesía», coordina actualmente la revista gráfica y de textos Prima Littera, que se edita en Rivas (Madrid), colaborador habitual del suplemento cultural La Mir,da, en El Correo de Andalucía, organizador de los ciclos de Lecturas Poéticas «Una biblioteca un libro»,

actividades que simultanea con la docencia en un instituto madrileño, nos ofrece su poemario Causas)' efectos (Sevi lla, 1997) que ha sido galardonado con el Premio Luis Cernuda que entrega el Ayuntamiento de Sevilla. Este poemari o se suma a los ya conocidos: Rotonda con estatuas (Madrid, 1990), Enemigo leal (Sevi lla, 1992) y Población activa (Gijón, 1994), consolidando una tra-

yectoria literaria digna de ser tenida en cuenta. En breve aparecerá también Una simetría del caos, ensayo introductorio sobre la obra poética de Amparo Amorós.

Morante obtuvo igualmente una Ayuda a la Creación Literaria del Ministerio de Educación y Cultura en 1996. Asumiendo tareas de antólogo, ha preparado el monográfico Última fila, un estudio-antología sobre la poesía española del 90 (Revista Sin embargo, Huelva, 1997).

Polifacético autor, definido por Luis Felipe Comendador como «un poeta en el que concurren el hacer concienzudo y minucioso, la lectura exhaustiva, la pulsión vitalista, el verso claro y la más fina ironía que, junto a la seriedad expresiva ya un atinado concepto del ritmo, conforman una de las poéticas más interesantes de los últimos años». José Luis MOI'ante nos invita en las dieciocho composiciones de «Camino de Megara» , la primera parte de las dos que vertebran el libro, a un interesante recorrido por el paisaje ensoñador y melancólico de su adolescencia y primera juventud, etapas que configuran la personalidad del poeta mediante experiencias amorosas, la alternancia de brotes de natural rebeldía y obligada sumisión, el ineludible <.:ompromiso social, la soledad como com-


pañera, la omnímoda ti gura del padre y el

CRI

cálido cobijo de la amistad. Argume ntos

ICA - POEsíA basilio rodríguez

que se transforman en nítidos referentes de su ex istenc ial co ntradi cc ió n: sensibl e y apasionad o, aunqu e de lucidez serena y re tlex iva, para desembocar en los mares de la cruda realidad: la densa y aplastante madurez. C itemos algunos versos de «Los tiempos heroi cos»:

«Tiempo de can.tautores y trencas, noches de celtas cortos y hachís, canciones de Serrat y Víctor Jara, en un coro de voces en falsete,

y te recuerdo Anumda cuya letra pasara a mano en un cuaderno inglés U/la estudiante de cabello tall largo como una duna alfilo de noviembre. Socios de cineclub de arte y ensayo, ella desentr([/laba los subtítulos, Y)'O

luchaba torpe COII el botón difícil,

escudero de nácar que tallfiel protegía la aurora sofocame de su pecho. Eran días de tesoros ocultos, ilusorios reclanws, juventud». En la segunda parte del poemario, titulada «Mar de agosto», Morante recoge trece poemas, que son los efectos de aquellas causas, transitando el autor de una decepcionante realidad , menos utópica que la imaginada, reiterados trayectos con la certeza de lo cotidiano, sueños quemados junto con el alquitrán y la nicotina de tantos cigarrillos en el desvelo del desasosiego. Las inalcanzables musas de papel cuché han desplazado a las que nos enseñaron las ocultas veredas del deseo, las suaves cumbres de la pasión antaño. Y el poeta mira de reojo a las protagonistas de la más sencilla realidad, creando historias ilusorias, recreando la perdida adolescencia. Así, el hijo asume los roles del padre, mítica y controvel1ida tigura que se proyecta sobre la blanca pared de la inocencia recobrada ... Pero cuando no encontramos las respuestas, cuando impera la retórica del desconcierto, siempre podemos reculTir a la seda de los sueños:

117


A

11 8

«Sé que hay suenos tristes y gozosos, oscuros)' diáfál/os, ocasiol/ales)' obsesivos; sé también que hay sueños tan hermosos que el tiempo los indulta y perseveran, .\' /'lO

envejecen nunca»,

De esta manera, al hacer el repaso de la nómina de las mujeres que llenaron los espacios de la madre, de la amante y de la compañera, todas ellas se funden, por momentos, en una amalgamada y fUltiva som bra que se refleja en las adOlmecidas esquinas de la alcoba fainiliar, Para mantener, de esta manera, un hálito de ilusión y de vida, José Luis Morante enhebra pulcros y aceItados endecasílabos con los que, citando a Antonio GutiélTez TUITión, «revive la idea del desélITaigo, estudiado con la perspectiva temporal del que vuelve a la infancia ya la juventud desde la madurez de la cultura y de la experiencia», Porque según el mismo MOI'ante: «Cada poema constituye una realidad, un gesto del pasado, una referencia autobiográfica, un sentimiento, una reflexión, un anál isis, Es vehículo de un a forma de ser y ex istir y la suma de actitudes comporta la creación de un sujeto poético que debe presentarse como un tipo coherente, creíble, que concibe el mundo que le rodea de una determinada manera y que se desenvuelve en un ámbito cotidi ano, situabl e y cercano, En él disuenan la voz impostada, la pompos idad de lo solemne, el engolamiento artificioso, los derroches de ingenio, Es preferible la monotoníá' de la coherencia, el disfraz que confunda bajo la misma máscara al personaje y al autor, si n que ell o conlleve una entronizac ión fetichista del yo porque cada vez más vivimos el auge creciente de una literatura del ego y un escandaloso alejamiento de lo social», Causas)' efectos es un libro que incita al lector a zambulli rse en el espacio y el tiempo

de la adolescencia como red uctos edénicos envueltos en la niebla, gozosa y dolorosa a la vez, desde el prisma de la distancia y de la madurez de un buen poeta que, al igual que Wordsworth está convencido de que «la poes ía procede de la emoción recordada en la serenidad»,


CRíTICA - POESIA ~

1a

salvación

por

e1 am or

ROSAS DE FUEGO. Clara Janés. Poesía/Cátedra, 1996. DIV ÁN DEL ÓPALO DE FUEGO. Clara Janés. Colección Ibn Al ' Arabí, 1997. La voz singular de Clara Janés nos llega, una vez más, en dos de sus libros, Rosas de

fuego y Diván del ópalo de fuego, libros que hemos querido recoger en este comentario dada la relación de sus signiticados, el complementarse entre ellos, el ser continuidad el uno del otro, de modo que se precisen entre sí para su entendimiento. Digamos que Rosas de fuego, el libro publicado en primer lugar, nos muestra el ajustado timbre de una voz amorosa que clama y busca en el amor, un amor sublimado y ascendente, detenido en cada hálito de vida, en cada ser, animado o no, puesto en el mundo para ser advertido. Para ellos, se han dispuesto momentos de silencio, que alberguen y protejan a quien apasionadamente inicia la búsqueda, se funde y confunde en ella (<<mi cuerpo son los prados/ encendidos de billis»), búsqueda y deseo de esa fusión a través de la convocatoria natural en un mundo que no defrauda. No sólo las ondas rumorosas del río sino «el sordo caer de la bellota» son presencias, casi tangibles, en un espacio sensorial que no tiene límites y que torna innecesario todo lo demás, incluso el no querer ser en ese ir y venir hacia la participación amorosa (<<quedar tija amando en pos de lo inaccesible, sin ser notada»). Existe empeño en la consecución de lo sublime, en ese convocar al silencio, para oír mejor el tumulto apasionado del corazón amante, que incluso en ocasiones puede redimir de lo inerte, de lo impasible. «Cada tronco el cuerpo del amado», leemos en el décimo poema del libro, y es en ese bien natural aludido donde el amor se puebla de un aura imperecedera. El humano es ausencia, se ha hecho prescindible. Francisco de Asís se hermana con el mundo para deiticarlo. El hermanamiento de Clara Janés no busca otro fin que encenderse en un amor, que pasa a ser clamor en la palabra comunicada, e intenta la poeta liberar dicho amor del «mal y su asechanza». Es otro modo de ascender místicamente, de indagar en un camino donde el despojamiento de la propia individualidad, ese desnudar de «Ias-


tres» los senti dos, faci li ta la vía hac ia la

120

dionisia garc ía

búsqueda y el encuentro con lo natural. De tal manera que una piedra, un pájaro, el evanescente humo de la aurora, no son

lo otro, sino que se desvelan y acercan , se confunden, en el encuentro amoroso, porque C lara Janés lo ha hecho posible con la palabra, capaz de provocar el f uego de las rosas con la insistencia de su mirada. Un fuego no miti gado, tras su consecución, sino pród igo y perm anente en otro espacio poético donde dos amantes encuentran su lugar para ir desgranando una bell a y dramática historia de amor, redimida tinalmente por la palabra, que losynifi ca, ya li bres de la corporeidad . E n Diván del cípalo de .fitega cuenta la poeta la hi stori a de los amantes Machnún y Lay la. Lo ll eva a cabo durante un intenso y detenido trayecto que pasa por la infancia, la separación y la loc ura, la muel1e y unión final de los amantes más all á de lo telTeno . Se trata de un li bro singular, en él, cada poema in vita a un recorrido intelectivo, donde no solamente cabalga la espiritualidad sufí, sino el mundo que C lara Janés ha cread ,?, y por el que tran sita su poesía en una identiticación que traspasa lo corpóreo (<<Mi cuerpo son mi s versos,lnegaré lo demás/pero nunca mi voz»). Y es desde esa ausencia de lo materia l, de lo tangible, desde donde se instala su ánimo que es, a la vez, uno y vario, al transmutarse en Machnún y ser poema en él, porque la palabra es el arma vali osa que Janés utili za y , en ell a, alcanza altas cotas, manifiestas al apurar la belleza. No sólo cuando nos dice del «celeste candil» , sino cuando retiere algo más cotidi ano como el preparado atav ío con cascabeles en los tobillos, o las coloridas telas del Yemen. A l detenernos en otros aspectos, podríamos afi rm ar que este poema úni co y singular pertenece a un só lo momento de escritura que surgió necesari o desde el comienzo, y qui so ser ideado por la poeta, conocedora y estudi osa del mundo oriental, en el que se sitúan varios de sus libros. Entregados a la lectura del Diván del ópalo defitego advertimos, no solamente la bel la historia de Mac hnún y Layla, si no un íntimo y perso nal planteamiento de la propia ex istencia, universalizado al distanciarse de él la poeta. Buena muestra de ell o puede ser el bellísimo poema «Machnún co ntempl a el cielo estrell ado», donde el eje central es la espera de Lay la, la amada, pero los interrogantes en el poema sobrepasan la intención inicial (<<Oh pastor de la noche/di ¿qué sabes/de las primeras líneas trazadas por el alba,la dónde va la lun a.. .). C lara Janés ha intentado en este libro, y en el precedente, la sa lvac ión por el amor, no desentendiéndose de los permanentes interrogantes del ser humano, ni de buscar el sentid o de su propia ex istencia, inquietud que plasmada queda en sus poemas, ya sea en el canto amoroso con todo lo creado, como sucede en

Rosas de ./ite}io, o en la hi stori a particul ari zada de dos amantes bedu inos, expresada magistralmente en Diván del ópalo de.fitef!.o.


CRíTICA - ENSAYO ~

Clro bayo: 1a España de principios de siglo

'Ilrtalia li<: la t<:rc<:ra <:dici!Íll . Madrid . Pu <: yo. I'.nO.

juan manuel gonzález

No hace muc ho, y releyendo un viejo rel ato de misterio de Guy de Maupassant, recordé por boca del protagoni sta de aq ue ll as líneas que al me nos somos dos razas distintas so bre la tierra: los tendentes a l gregari smo y los inclinados a l a is lam iento . O como esc ribi ó en «¿Quién sa be?» e l francés «U nos es tán dotados para v ivir hacia afuera , otros para vivir hacia adentro» . E ntre los representantes de la primera raza , la de los ext rovertid os y curiosos sob resale el

gremio de los

viaje ros y, sobre todo, e l de los viajeros que además son escr itores. A este último club, que alcanzó a tener s us mejores galas a l ca lor de la li teratura británica y v icto ri ana del pasado sig lo, pertenecen ta nto e l autor semi o lvidado como e l responsable act ua l de la publicac ió n de un a o bri ta s in gul ar e n e l marco de la literatura es pañola co ntemporánea: «Lazarill o españo l», impresa e n M adrid hac ia! 191 I como «Guía de vagos en tierras de España, por un peregrino industrioso » . Su autor, C iro Bayo, co mparte a través de l tiempo la ficción a la


bohemia, la indagación y el viaje con

122

gonzález

el estudioso José Esteban, responsable hoy del rescate y edición de la obra de aquél.

Poseía C iro Bayo un a personalidad de perfil dieciochesco, rara en el ámbito hi stórico que le tocÓ vivir, definido por el desmoronam iento ace lerado de la sociedad tradicional , y discordante respecto a su generac ió n, la del 98 , cuyos integrantes se s ig nifi caron por su sedentaris mo y horror al viaje. Y tal vez fue esta personalidad si ngu lar, abierta s in recato al exterior en una época de ensimismamiento y recogida interior, la que le convirtió para bien en un escritor de herm osos itinerarios y periplos , y también la que paradójicamente le llévó a viv ir só lo y morir abandonado a mediados de 1939 en e l Hospital General de Madrid. Auto r de una multitud de libros de encargo y de una magnífica saga de vagabundeos por América inici ada en 1912 y fina li zada en 1935 -dentro de la c ua l recreó en la entrega «Los Marañones» por primera vez figura amazónica e in s urgente de Lope de Aguirre-, Ciro Bayo completa con «Lazarillo español » la tradi ció n de los escritores viajeros por nuestro país. Deudora durante años del estilo inglés alentado por Richard Ford en sus manuales para viajeros «y lectores en casa», George Borrow y sus diarios de propagandi sta bíblico, y Thomas Roscoe y sus apuntes «The Touri st in Spain » -célebres desde su publicación en el «Jennings Lanscape Annua l» de 1837-, esta tradición de escritores viajeros por España cobra con el libro de Bayo un colorido que aúna lo riguroso y lo cast izo , sin caer en caricaturizaciones ni simp lezas descriptivas. No lejanas de la meticulosidad observadora de la escuela abierta en 1850 por los «Recuerd os y bellezas de España (Reino de Granada)>> de Pi y Margall y el grabador Parceri sa, las páginas de «Lazarillo español» poseen sin embargo un vigor narrati vo y naturalista que las hace a trechos aledañas de cierto expresionismo, al tiempo que las vuelve accesibles y atractivas para lectores españoles si n apenas referencias culturales previas y cosmopolitas. El itinerario que en ellas se narra, iniciado con la sal id a de Madrid al cruzar el Manzanares en dirección al entonces pueblecito de Villaverde y finalizado en el Montjuich barcelonés en la onomástica de la hermana mayor de Alfonso XIII -María de las Mercedes de Borbón-, ofrece al lector toda una serie de cuadros y perfiles hallados con ánimo vitalista y pluma ág il en tierras de La Mancha, Andalucía, Murcia , Valencia y Cataluña. Carente de retórica y servilismos clasici stas, este libro, tal vez conocido por Cela antes de redactar su paseo por La Alcarria, llega así hasta nosotros -y gracias a la intuición de la editorial Cátedra y del inquieto José Esteban- con una frescura mantenida sin grietas desde los años de su ya lejana aparición.


CRíTICA - ENSAYO ~

mentes

creativas

HOWARD GARDNER. Barcelona. Paidós, 1996. 459. pp.

Howard Gard ner es un estudioso de la mente, profesor en Harvard y Boston, que ya había ab ierto con su obra más conocida. Frames 'd.f Mi} .d, nuevas perspectivas sobre el funcionamiento de la inteli gencia. 0 , mejor, en su concepto, de las inteli gencias, pues Gardner mantiene que no hay nada que responda al título de «la» inteligencia, sin o en su lugar habi li dades mentales más o menos integradas que en algunos casos presenta n escasa relac ión interna. En Mentes creativas, Gardner intenta demostrar que hay una anatomía de la personalidad creativa a través del estudio comparati vo de las vidas de siete personalidades que revo lu cionaron en térm inos abso lutos sus res pecti vos ca mpos de trabajo: Sigm und Freud, Albert Ein stein , Pablo Picasso, Igor Stravinsky, T. S. Eliot, Martha Graham y Mahatma Gandhi . En el desarro ll o cog niti vo y afecti vo de estos siete genios de la actividad creati va, Gardner ha enco ntrado , entre otras menos significativas , las siguientes coi ncidenCIaS:

1.-

Renuncia permanente de tipo ascético a alguno de los placeres o estados de bie-

nestar que tenían a la mano (lo que ll ama Gardner el pacto faust ino) . 2.-Apoyo incondi cional , afectivo y cogniti vo, de una fi gura cercana y prestigiosa en el crítico m()mento de avance (momento en que se rompe el esquema de interpretac ión y creac ión que prev iamente se ha domin ado): Freud encontró este apoyo del «ex perto próx imo», en Fli ess , Pi casso en Braq ue, Strav in sky en Roeriz, Eliot en Ezra Pound, Ga ndhi en Anayra Sarabhai, Graham en Horst, Eisntei n en Besso. 3.- Tiempo in vertido en el aprendizaje de

un campo.

Ese pl azo med io se cifra en

un

decenio: así, por citar solo dos casos , Picasso, que comienza a pin'tar a los 4 años,


AYO

12 4

ll ega a los 14 a do minar e l campo en que más adel ante introducirá su escalpelo creati vo; Stravinsky, que comenzó al tinal de la adolescenc ia, no lo dom inará

has ta la treinte na.

4.- Período de aislami e nto e n el momento prev io al avance (desc ubrimi ento o in venc ió n más fec unda).

5.- Asincl"Onía fecunda. El creativo debe sin excepción soportar grandes tensiones contrapuestas: entre ell as, la ausencia durante el primer deceni o de aprendizaj e del reconoc imiento mínimo, por parte de los expertos y del público, que se presta a los no creati vos: el reco noc imi ento de su perte nencia al campo de trabajo. A esa aparentemente paradójica indife renc ia de los expertos y el público ante lo realmente nuevo, los creati vos anali zados por Gardner opusieron una no menos obstinada indiferencia.

y no só lo eso, sin o que cuando la resistencia de la asincronía no la opo nía e l medio, ell os mi smos procuraban establecerla. Es el caso del poeta y critico T . S. E liot, e l único entre los autores estudiados que no encontró serias dificultades de partida para ingresar en el campo reconocido; Eliot, un estudiante bien dotado proveniente de una própera y culta famili a, se embarcó a conciencia en un matrimonio que sabía iba a resultar poco gratiti cante y se empeñó en irse a vivir en el extranjero de· sus propios ingresos. En otro plano, el bastardo que por tin ingresaba en el campo de trabaj o reco nocido después de superar grandes obstáculos, abandonaba de pronto ante el asombro de sus colegas la fórmula del éxito para explorar un área distinta sin la menor perspecti va de que el éxito se pudiera repetir. D os ej empl os que rescato de los anal izados por Gardner son los de Stravinsky y Picasso; tras El pájaro de fu ego, Stravinsky abandona su propia consagración y las aclamac iones de l nacionalismo musical para zambullirse en un neoclasicismo antiacadémico a partir de 1920; Picasso, tras el reconocimiento conseguido con sus períodos azul y rosa en un país que no era el suyo, en una época y un lugar tan saturado de grandes pintores y en un lugar como el París de principios de siglo, echa todo por la borda para ponerse a balbucear en un improbable estilo geométrico que hacía sonreír a los marchantes. En este estudio de enorme capacidad sugestiva, los problemas para establecer conclusiones positi vas, no obstante, no son pequeños. En primer lugar, al partir de una fue nte de info rm ación indirecta, como es la biografía escrita, las inferencias se realizan sobre la base de una materia rel ati vamente in seg ura ; en segundo lugar, nos enco nt ramos co n la diti cultad del criterio de selección del materi al estudiado. Es cierto que cada uno de los individuos estudiados representa una <~inte l igencia» diferente, en el catálogo de Gardner, y, también que todos ellos introdujeron novedades


radi ca les e n su ca mpo de

tra b~ o.

Pero

CRITICA - ENSAYO

la discrec ionalidad en la e lecc ión sigue

m iguel cata lán

s ie nd o a mpli a. ¿Por qu é se escoge la poesía dentro de l ca mpo de la literatura? Y, ya dentro del género, ¿por qué escoge r a E li ot ent re todos los poetas de todas las lenguas del mundo? ¿Por qué la coreografía de ballet y no la de patinaje? A este pel igro de una muestra no aleatoria se añade la incoherencia que supone introducir un reformado r social como Gandhi en el número de los creativos si n formular una ex plicaci ó n co nvince nte de su in clu sión; e n ese sentido, com parar la «marcha de la sal » inducida por Gandhi con la coreografía de Primavera en los

Apa/aches de Martha Graham no deja de resultar un e mpeño algo chocante. Una última observación obligatoria es la de señalar que en todos los casos se trata de creatividades «cumplidas» o de éx ito; esta elección previa que excluye las creatividades que fracasaron en su día y obtuvieron el prestigio tras su muerte añade a la virtud de aseg urar e l tiro por un lado, el vicio de que reduce en compensación el campo visual. Quizás en otra ocasión.

Mentes creativas, a pesar de sus grandes dificultades a la hora de extraer conclusiones detinitivas (dificultades intrínsecas a la metodología adoptada, por otra parte) , tiene un innegabl e interés de lectura para el público culto interesado en el fascinante tema de la psicología de la creatividad: no añade dificultades imaginarias a las dificultades natural es de la psicología cognitiva, incluye una buena cantidad de información psico lógica y soc io lógica y, gracias a varios años de trabajo, presenta en síntesis siete intensas biografías de lectura apasionante. Nos quedamos para terminar con la idea central subyacente de que los grandes creadores prec isan -además de talento y coraje- de un ambiente que los estimule en su juventud y de alguien que crea en ellos mientras fraguan sus propi as armas. Es el «triángulo de la creatividad» establecido por Gardner: la persona, el campo de trab{ljo y e l ámbito de expertos que evalúan ese trabajo. A menos que la persona

conecte en e l momento adecuado con el ámbito y con el círculo de expertos que puedan hacerl e cobrar conciencia de su talento , el propio talento se convertirá en un mero futuribl e hipotético.

125


CRíTICA - ENSAYO ~

4

1 1 b T O S

d e

G

T

e d

O S

«ESTILO Y TEXTO EN LA LENGUA» JOAQu lN GARRlDO MEDINA

Joaquín Garrido Medina. Editorial Gredos. 1997.

ESTILO Y TEXTO

ENLA LENGU A

Tr ad ic io nalmente es tudi ado c ua nd o se tra ta de entende r la diversidad hi stóri ca y soc ial de la lengua, al uso que hacemos de ésta es necesari o busca rl e un lugar dentro de la gramáti ca . Para ell o, hay que ev itar la co ntrapos ición de la lengua co mo un sistema teóri co, definid o por el so met imi ento a un as estri ctas reg las, y el uso como un a expl os ión de la divers id ad en la práctica, impredecible. No só lo hay siem pre mu chas maneras de decir cas i lo mi smo, sin o que se hace de l todo obli gatori o eleg ir entre las opc iones. Además, hay que con ectarl o con lo qu e el oye nte o lector co noce n, y co n lo que se ha di cho antes o se va a dec ir posteriorm ente. As í pues, el

es tilo no es un añadi do soc iolin güístico al sistema de la lengua, sino un conjun to de opc iones lin güíst icas para co nectar cada da to a los otros y para co nstruir la re lac ió n soc ial co n un pos ibl e receptor. Ju an Garr ido , catedrát ico de lengua española en la Facultad de Cien cias de la In for mac ión de la U. C. de Mad ri d, ded ica la prim era parte de l libro a ac larar las conex iones de l esti lo co n la retó ri ca, y el actu al peri odi smo con la correcció n y la dive rsidad cul tural de la lengua. En la seg und a parte de l volum en se presenta e l disc urso co mo un idad gramat ica l do nd e surge la interpretac ión, gober nada por prop iedades intcrn as de la lengua. Lus di sc ursos, a su vez, se


, O

127

Gredas

conectan entre sÍ, segú n pautas de género. Por último, el libro se cierra integra ndo las categorías de estilo y género en

las unidades e n las que respectivamente tienen lugar el discurs·o y el texto.

A);IlRlW P. DEUl CK I

HISTORIA DE LA POESÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX DESOE L,\

" O IJ F.R ~IDA D

IMST A F.L I'R ESEl\-rE

«HISTORIA DE LA POESÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX». Desde la modernidad hasta el presente». Editorial Gredos. 1997 Los enfoques sobre las tendenci as de la poesía española del siglo XX, siempre se han realizado sobre un modelo basado en las divisiones generacionales . Esta visión fragmentada só lo contribuye a que la poesía quede reducida a una serie de enfrentamientos de un grupo contra otro, o a ensalzar cambios de orientación que más respondían a reacc ionar sobre episodios históricos o políticos que a verdaderos giros relacionados con las literaturas europeas o mundiales. Esta obra del profeso r Andrew P. Debicki adopta una perspectiva diferente, por cuanto trata de relacionar las corrientes estéticas e históricas funda-

mentales con los rasgos esti IÍsticos de las poéticas particulares . Los atributos de la modernidad, el gradual desmoronamiento de la poesía de vanguardia, las facetas ele la poesía de postguerra , los detalles innovadores o el estancamiento que producen las circunstancias de la hi stori a, las características de las poéticas ele los años cincuenta y sesenta, la interpretación innovadora de los años setenta

y la poesía de los novísimos es abordada con rigor, destaca ndo corrientes y cambios que traspasa n las diferencias generacionales. El profesor Debicki escoge para ello textos claves y los comenta detenidamente para mostrar ·actitudes y estilos de diversa índole que intluyen en la experiencia concreta del lector.


i:

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Gredos

«CANTAR DE GUILLERMO» Traducción de Joaquín Rubio Tovar. Gredos. Clásicos Medivales. 1997

Se trata este «Cantar de Guillermo» de uno de los textos más difíciles de la épica francesa. Fue descubierto en 1903. Y desde entonces, los med ieval istas no han dejado de investi gar la extraña naturaleza de esta composición, porque es en ell a donde confluyen todas las preguntas que se han hecho los estudiosos de la épica del romanticismo. Lo único cierto, es que ninguna de las grandes teorías sobre el ori gen, fo rm ac ión y tran smi sión de los cantares de gesta pueden exp licar la complejidad del texto de «Cantar de Guillermo», y que las in vestigac iones de los últimos años sólo ponen de relieve que no debe manejarse una única hipótesis que sirva para explicar el origen .... .. . . .. . ,

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y desarrollo de los cantares. Todo indica que no se crearon a partir de un proceso uniforme y en ellos se funden elementos procedentes de trad iciones muy distintas.

De cualqui er fo rm a los perso najes que desfil an y partic ipan en el «Ca ntar de Gu illermo», particul armente, forman un friso excepcional de la épica medieval. Joaquín Rubio Tovar, profesor de ti lología románica en la Universidad de Alcalá, es un experto en traducc iones y en libros de viajes medievales.

«LffiRO DE TEBAS» Traducción de Paloma Gracia. Gredos. Clásicos Medievales. 1997 «El li bro de Tebas)) inaugura el género literario del romal/, ( 11 50) sin duda el más prolílico de la Edad Media y el que iba a constituirse como el género antesala de lo que conocemos por novela moderna. El autor de esta obra fue un clérigo de Poitou. «El libro de Tebas» es, a grandes rasgos, una adaptación de la Tebaida de Estacio. Narra la excped ición del ejército argivo a Tebas y el posterior sitio a la ciudad, que ocupa la mayor palte de la narración. Sin embargo, una síntesis de la leyenda de Ed ipo, ajena a la mencionada Tebaida, sirve de prólogo a la guerra fraticida entre Eteocles y Polinices. El significado de esta introd ucción só lo tiene por objeto explicar cómo la condición de Edipo determina la suene funesta de sus dos hijos varones, evidenciando así que el destino de ambos no es fruto de la hltalidad, sino del incesto que hi zo posible su naci miento. Paloma Gracia, la traductora, es profesora de filología románcia en la Uni versidad de Granada, y es autora de estudios sobre literatura altúrica.


CRíTICA - ENSAYO ~

con e 1 viento en 1 a s velas

«CON EL VIENTO EN LAS VELAS» Antonio Martínez Menchén Alfaguara. 1997 El último monarca de los habsburgo, testa en favo r de Felipe· de Anjou, nieto del Rey Sol. Este Felipe sería quinto y con él ll egaban los borbones a España, que se di vide. Por un lado, los rese ntidos con la pérdida de influencia con respecto al reinado anterior se decl aran hosti les al de Anjou, y por otro, la ari stocracia, que abraza la opción borbónica. La nueva dinastía te ndrá la mirada puesta en la rec uperació n del prestigio mili tar, en un momento en que la demográfica es ya, al parecer, un hecho, y en que la economía parece que lo va haciendo, aunque entre bostezos y de una fo rma que allana el camino hacia una soc iedad de cl ases y acentuará los desequilibrios reg ionales. El borbón introd uce cambios en el Estado que permiten una mayor go bernabilidad por parte de la monarq uía, cambios que suscitan rechazos, como la reforma fiscal o e l sistema de levas para instaurar el servicio militar obligatorio. Así com ienza el siglo XVIll en España, el siglo que llamarían de las Luces. Intelectualmente, a remolque de las corrientes de pensamiento que llegaban desde la Francia de Luis XIV. Sin embargo, el sig lo

xvm también verá una nueva era de reformas q ue aspiraban a

transform ar el mundo. Las c lases más cultas y activas pretendían librar de la ignorancia al vul go, tratar de convencer a las gentes que era posibl e la renovación y necesari o in ve rtir e l orde n tradicional. E n plena efervescencia intelectual se e laboran las bases para un compromiso en e l que la monarquía fac ilite la enseñanza y la educa-


ción a las clases más desfavorecidas ;

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cárdenas

aparecen las tertulias científicas y literarias. Con el cambio de siglo triunfan los métodos de observac ión directa y a li -

vian su intlue ncia Ptolomeo, Hipócrates y Aristóteles . La química avanza, y hasta los j)oetas, como Quintana y Meléndez Valdés escriben ve rsos loando los adelantos de las c ie ncias. Ese es el sig lo XVfII, el siglo de la defensa de la libertad de pensamiento e indi vi Jual. de la luc ha por las innovaciones ed ucati vas y los derechos políticos. Quizás las nuevas tilosofías tenía n que solventar las tentaciones de sus e nunc iados lastrados por e l barroco, por lo que sus pautas intelectuales y sus voces reivindicativas se difuminan hasta casi el ini cio del siglo XIX. Cuando se atreven a pensar ya vestirse de tilosofía, ya casi están impregnadas por las corrientes románticas. y es e l s ig lo XVIII e l s ig lo del nacimiento de la nove la burguesa, con sus s ubdivisio nes, y de otros géneros de carácter ensayístico como la utopía político-soc ia l y I

la sátira filosMica. Y es e n el siglo XVIII cuando Berquin ya reivindica una literatura dirigida ,\ los niños para conducirlos por el camino de la virtud. En estos Jías en quc la mayoría de los jóvenes se muestran tan renuentes haci.<I la lectura, la forma de captarlos es a través de historias y tramas que se suponen atraen su atención. con un fondo que retrate problemas con los que se s ientan identificados. Es esta un a opci6n. Otra, podría ser, y s iempre hablando de los géneros literarios, e l e mbarcarlos e n novelas de ave nturas o de índole policíaco, géneros imaginarios que no c ue ntan con demas iado crédito desde el punto de vista académico . Hay que dejar se ntado que si bien de la lectura se desprenden beneficios formativos en c ua nto a los aspectos ed ucativos y cultural es se retiere, e l beneficio esencial se ha de encontrar en e l s im ple hecho de leer. No se trata de rei nici ar o de proseg uir la di sc us ión sobre s i las co lecciones pensadas especíticame nte para un público juvenil , que se a mparan en la captación de futuros lectores para justificar su existencia, so n necesarias o inútiles, beneficiosas (} contraprod ucentes. lógicas o in sig nifi cantes en sus aportac iones para e l fomento de la lectura dentro del panorama editorial. Evidentemente estas di squi s ic iones se convie rten en banales c ua nd o cae en nuestras manos un libro de una de estas menc ionadas co leccio nes , y co mpro bamos con so rpresa, agradab le claro, que está escrito desde unos panlmetros comprometidos con lo que podríamos e ntender como li teratura necesaria para los jóvenes. O mejor, s implemente, necesaria . Está c laro. «Con e l vie nto en las velas» es una novela de aventuras, de piratas y neg reros. Pero s u desarrollo so bre e l trasfondo de las cuestiones filosóficas y humanísticas que recorrieron todo el sig lo XVIII, le confieren otro alca nce que el del mero e ntre te nimi e nto para jóvenes inquietos .


Si esc ribir una novela , es forzosamente

CRíTICA - NARRAT IVA

enmarcar un tie mpo dentro de unas

valentín cárdenas

se ñal es concretas, si la preten sión es colocar al lector y a sus sentidos dentro de otras dimensiones, no es menos cierto qu e lee rla , si no un a huida , sí al menos supone un viaje a un mundo más all á del conocido. Aún más, cuando el viaje propuesto es a un tiempo como el del Siglo de la s Luces . El espacio novelesco de la a ventura de Antonio Martínez-Menchén es tá trazado con tal verosimilitud que permite siempre una rec reac i!Ín por parte del lector de unos ámbitos geográficos y de unos dramas humanos cuyas vicisitudes, nos pueden parecer tan inolvidables como un viaje verdadero. Y esto s(')lo es pos ible mediante la lectura de una trama urdida por un poderoso narrador. Un narrador que nos transmite el espíritu de aquellas lecturas de adolesce nte, que servían de gozoso escape para soportar los rigores de unos años oscuros, y al tiempo le formaban desde el punto de vista humano y del conocimiento. Se trata de despertar inquietudes, apostando por un lenguaje que no es el que pide el lector tonto y sin preferencias, en cuanto que es rico y amplio. El de Martínez Menchén es

Ull

tono narrati vo sin subterfugios, pensado para el buen lector, un lec-

tor ya formado, y está mu y lej os, como cabría esperar de los libros de estas colecciones, de esa monorítmica técnica literaria que se asienta sobre la premisa de que el destinatario es un jovenzuelo arropado bajo la tutela de un marketing que le quiere hacer lecto r de «s us» obras mayores en un futuro. La realidad, la cruda, está en la televisión, en los periódicos, en el flujo continuo del simple vivir, accesible en cuanto que cerca na. Y también está en los textos literari os, en otros. Sin negarle su aspecto formaliVO. soc ial y humano, dado que el mundo de la li teratura es amplio y variado, cualquier li bro puede servir para leer y

~iercer

su poder pedagógico, pero en el caso

de la lectura de ¡'i cc iones no hay que olvidarse de la calidad o de la belleza. Sólo a pwtir de ahí. de textos atractivos y no vacuos, el lector incipiente puede llegar a convertirse en un lector habitual, que pueda por si solo determinar sus temas de interés. ¿Para qué in ventar una literatura específica cuando ex isten libros «Como el viento en las velas» .)

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N,..,RRATIVA

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«Co n el viento en las ve las» es una novel a de algo más de ciento setenta páginas cuyos di álogos y descripciones constituyen un a rica recreación de un

tiempo marcado por las estrategias militares para dominar el e!ipacio marítimo, los pl anteami entos establ ec idos para conseguir la evolución hacia un nuevo modelo de sociedad , la búsqueda de respuestas a serias dudas planteadas filosófica y religiosamente, nuevas manifestac iones culturales que marcarán el inicio para abandonar prejuicios y aceptar aspectos ya com unes y sabidos en nuestros días, -como lo es el disponer de cuerpos muertos con finalidades de investigación científica- o los discursos sobre la explotación del hombre; rebeldes condicionados

y blasfemos , aman-

tes de lo desconocido, confusiones del entendimiento, alaba nzas a los esfuerzos por obtener la libertad. Todo eso está detrás y dentro de esta narrac ión plena en su tensión y aderezada con tintes propios del ensayo. Algo que como lector agradezco personalmente, ya que el disfrute de la lectura ha ido aparejando con el de conocer el pensamiento dom in ante de aquel siglo, ampliando y complementando las nociones que uno siempre ha retenido del

xvrn extraídas del estudio de los libros de Historia.

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«TE MORIRÁS SIN SABERLO» Miguel Catalán Huerga y Fierro Editores. 1997 Con esta ficción es espiral, que es por otro lado su primera no ve la, Miguel Catalán pretende un viaje al fondo de la conciencia de un os personajes a los que ha dotado, además de sus propias característ icas particul ares, con una dens idad hi stórica para co nstruir , mediante el recurso de la intri ga, un impl acab le reco rdatorio de los más recientes acontecimie ntos de nuestro país. Es, tamb ién, un estudio exhausti vo sobre lo que compo rta la idea lización del ser amado. Miguel Catalán (Valencia, 1958) siempre repartió sus inquietudes entre las vertientes teóricas de la escritura y las facetas creativas de la misma . La primera se re ve la en sus ensayos y en su doctorado sobre e l pragmatismo norteamericano; la seg unda en sus 'narraciones, que han obtenid o diversos galardones y han visto su publicación en revi stas especializadas. Una recopilac ión de esos relatos aparecerá próximamente en formato libro y bajo e l título de «Sólo por si acaso».


ORMACION



INFORMACiÓN - A. C. E. ~

informe sobre encuentro de escritores en Andalucia

SEVILLA. VIERNES, 12 - SÁBADO, 13 DE DICIEMBRE DE 1997 Organizado po r la Asociación Colegial de Escritores de España (A.

c. E.)

y

patrocinado por el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) . Asisten en torno a t:incuenta escritores de las diversas provincias andaluzas, además del Presidente de la A. C. E . ." D. Juan Mollá y el Secretario General D. Andrés Sorel. así como el representante de la sección autónoma de traductores , Don Ramó·n Sánchez Lizarralde y el presidente de la Asociación de Críticos Literarios Andaluces, D . Antonio Hernández. El pri ncipal t:Ometido del encuentro ha sido el de informar a los escritores andalut:es de los fines y el funcionamiento de CEDRO así como de la labor que viene desarrollando dicha entidad en la asistencia social de los escritores, la difusi6n de la cultura y el apoyo a la creación y la edición literaria. El encuentro ha servido también para dar a conocer las principales actividades de la citada Asot:iación de Críticos, y de la sección autónoma de traductores, así como la síntesis del proceso seguido hasta ahora por la Sección Autónoma Andaluza de la A. C . E., desde su constitución en el año 1983, al tiempo que se procedía a la renovación de la junta directiva de la misma , que ha quedado constituida del siguiente modo: Presidente: D. Rafael de Cózar Sievert. Secretario General: D . Fernando Álvarez Palacios. Secretario de Organización : D . Francisco Vélez Nieto . Vocal de la Set:t:ión de Au·tores Dramáticos: D. Mauro Zorrilla. Responsable de Internet: D. Rafael Raya .


Delegados po r provincias: A lmería: D." Berta Ma ría Zea .

Jaé n: O. Manue l Urbano.

Cádiz: D. José Rui z Mata

Má laga: O. José García Pérez.

Córdoba: O. Antonio Rod ríg uez Jimé nez .

Meli ll a:

Granada : O. Ma nue l Villar Raso.

Sev ill a: D ." Carme n Ramírez.

O: E ncarna León.

Próx imam e nte se procede rá a designar también un re prese nta nte por Hue lva, as í co mo por la secc ió n autó no ma de traductores dentro de la A. C. E. E ntre las co nclu s ion es de l enc uentro pueden destacarse: -

L a reelaboración del fic hero bi o-b ibli og ráfico de los escritores a ndalu ces

miembros de la A. C. E., co n indi cac ión de especialización de los mi s mos en gé neros y temas , co n vis tas a s u e nvío posterior a las in stituc iones culturales y orga n ismos pú bl icos, materi al que tam bién se integrará e n internet mediante la c reac ió n de una pág ina propia. -

La e labo ración periódi ca de un c uade rn o o boletín info rm at ivo que se in ser-

tará e n la rev is ta de la Asoc iac ión Co legia l de Esc rito res de España, República de las Letras, que se imprim e en Madrid. En e l c itado bo letín se incluirá la información ge ne ra l de las ac ti vid ades relacionadas co n los escritores en el á mbito de la Co munidad Autónoma , as í co mo reseñas y datos so bre las obras de los mismos, e ntre ot ros aspectos. -

Reorga ni zac ió n de las funciones de la Sección Autónoma en s u régimen

interno , as í co mo e n las re lacio nes co n las In s tituc io nes, los medios de difusión, etc., potenciando a la vez los co ntactos con otras asociac io nes de escritores así como de los restantes secto res del libro. Los representa ntes provinciales se ocuparán fund amenta lm e nte de la difusión de la A. C. E. e n s u zo na así como de la representac ión de la misma ante las in stituciones loca les. -

La real izac ió n de un nu evo encue ntro de esc ritores e n un plazo no s uperio r a

dos años co n vis tas a un balance de la act ivid ad desarrollada has ta e nton ces. PROGRAMA

Viernes, 12 de diciemhre 17.0011 .: Inrorl11e sohre A. C. E. Andalucía de Rarael de Cózar. Presidente de la Sección Autónoma de los escrito re s andaluces de A. C. E. 17.4511 .: Co loq ui o y l1ropues ta s de LOdos los as istentes. 1H.45 11.: Pausa . 19.30 11.: Inrorme soh re CE DRO y los rines sociales y cultu ra les de dicha entidad, y los plameamientos de A . C. E. Andrés Sorel. Secretario General de A. C. E. 20. 1S 11. : Co loquio y propuestas de lus asistentes .


Sáhado, 13 de diciemhre 10 . 00 h .: Palahra s d e Ju an M o ll á, Pres idente de A. C. E. 10 .3 0 h. : Inro rm e de Ramó n Sánch ez Li z arr ald e. Sec r e tari o G e neral de l a Secc ic')n A Ulún o m a de tr adu c tores d e A. C. E. y A ntoni o Hern ández. Pres idente de l a As ocia c ió n A ndalu za de Críti cos Literario s. 11 .3 0 h.: Co l oqui o y pro pu es tas de los asistentes . 12.00 h.: Pausa. 12.3 0 h.: Res um en de propu es tas de l as Jorn adas y relalori o de las mi smas. 13.00 h.: Votac ión a las candidaturas de Delegados. 14.00 h.: Concl usiones y reso l uciones. 14.30 h.: Co mida de clausura del Encuentro.

INFORMACIÓ

- A. C. E.

RELACIÓN DE ESCRITORES PARTICIPANTES SEVILL A Juan Ca rl os A rias R.aned o Rosa C i ntas Se rra no C ri stó ba l Fig ue ro y eJ e l Campo Ros ari o G il Fe rrer Jose María de Me na Ca rlos Muñi z Rom e ro Ca rme n Ra m írez Rafa e l Sü nc hez Seg ura A ngé li ca Val e ntin etti Fran c isc o de l Vall e Pérez José María Vaz de Soto Juan Es lava G al ün A ndrés MirlÍn Joaquín V<Ízqucz Parlad e E nriqu e So ria Medina Rafae l de C(h ar José Manu e l Gó mez y Mé nd ez Fern ~ nd o Á lvarez Pal aci os Manu e l Á nge l Véízqu ez Mede l Antoni o Rodríguez Almod ó var Sa l vad o r Compá n Jes ús Le rate Jes ús Díaz E milio Durá n Pabl o de l Barco Pedro Pi ñe ro .Juan Rey J. Antonio More no Jurado A . Le iva CÁ DIZ Jesú s Fe rn<Índ ez Palac ios

Flor Herrero Al arcó n José Ruiz Mata J . Ruiz Torres Ju an José. Té ll ez Alejandro Luque de Di ego Mercedes Escolano Antonio Hernánd ez MÁLAGA Encarna León Ju venal Soto Mauro Zorrilla Franc isco Pe ralto Vicari o Ignacio Caparrós Valderram a José Sarri ó n Cuevas F. Ruiz Nog ue ra José G arcía Pérez GRANADA Manuel Vil lar Raso Antonio Enrique CÓRDOBA Antonio Rodríguez Jimé nez Ju an Campos Reina ALMERÍA Berta María Zea JAÉN M a nue l Urbano JUNTA DIRECTIVA A . C. E. Ju an Moll á Andrés Sore l Ramón Sá nc hez Lizarra lde

b!u

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Entre los planes figura un curso en la UIMP

La Asociación Valenciana de Escritores acuerda su ingreso en la nacional La Asociación Valenciana de Escritores y Críticos se ha fusionado con la Asociación Colegial de Escritores, de ámbito nacional. La razón principal de la decisión ha sido dotar a los autores de un interlocutor válido con las instituciones autonómicas. ADELA SALGUERO VALENCIA

Al anunciar la decisión. el Presidente de la Asociación Valenciana de Escritores, Pedro J. de la Peña, atirmó ayer que lo que los autores pretender conseguir con ell a es ampli ar hori zo ntes , perso nales y cu lturales: «queremos damos a conocer y cono-

cer nosotros. Adelllás, esperamos que esta decisión sirva de estímu lo a la escena cultural valenciana, que tanto los necesita actualmente». En opi ni ón de Pedro J. de la Peña, el ingreso en una asociación de ámbito nacional y con una trayectoria ele 21 años de trabajo en pro de los derechos de los autores no hará sino mejorar la situación de los escritores valencianos: «De esta manera, la

asociación valenciana se convuierte en un interlocutor válido para las instituciones valencaiw/{{, tanto autonómicas como locales. Los escritores no pueden depender de la buella reloccú5n personal de sus representantes COIl quienes gobiernen en cada momellto. » Pedro ./. de la Pcña y el presidente de la Asociación Colegial de Escritores, Juan Mollá anu nciaron ayer los primeros proyectos que emprenderán de forma conjunta. Entre e ll os figura la organización de un curso en la Universidad Internacional Menendez Pelayo de Valenc ia sobre el escritor y los medios audiovisuales . Mollá señaló además que la Comunidad Valenciana podría participar en unas jornadas que la asoc iaci ó n naci o nal prepara para el año próximo, con motivo del cente nario de la Generac ión del 9H. Estas jornadas tituladas provisionalmente Del 98 al 98. analizarán el último siglo ele la literatura española y repartirán sus sesiones entre Madrid, M urcia y ahora posiblemente también Valencia . La Asociación Colegial de Escritores agrupa en este momento más de dos mil autores a los que ofrecen asesoría jurídica y fiscal. La asociación ce lebra actividades cul turales a lo largo de todo el año, tales como ta ll eres gratuitos. conferencias, seminarios y coloquios.

(Pub licado en «Levante», 24- / 0- / 997)


INFORMACiÓN - CEDRO ~

f e d e T p T e s

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Federi co Ibáñez So ler es Presiden te de CEDRO desde el pasado día 6 de noviembre. Su elección fue avalada de fo rm a unánime por todos los miembros de la Junta Directi va. La consolidac ión de la Entidad , la protección de la cultura y la creac ió n, así como la defensa de los derechos de autores y ed itores recogidos en la Ley de Propiedad Intelectual son las prioridades que ha marcado para CEDRO. Esta es la seguncl a vez que Ib,1ñez se hace cargo de la pres idencia de CEDRO, entre los años 89 y 90 también ocupó el vértice de la E ntidad. S u carrera profes ional siempre ha estado ligada al mundo del libro y la cultura. Federico Ibáñez es Director de la Editorial Casta li a, anteri orme nte fue presidente de diversas asoc iac io nes y organi zaciones como e l Gremio de Editores de Madrid , el Centro de Ex portac ión de L ibros Español es, la Sección de Ed itores de Cámaras de l Libro,


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INFORM ACI O N - CEDRO

y también Director General del Libro y Bibliotecas, desde el año 91 al 92. En esta nueva etapa que se abre, Federico lbáñez' quiere consol idar el tra-

bajo que ha realizado la Entidad en los años que lleva de andadura. Las principales prioridades son la protección de la cultura y la creación y la firme defensa de los derechos reprográficos de autores y editores. Para ello, no dudaní en desarrollar todos los medios técnicos de los que dispone CEDRO, utilizando las vías de diálogo oportunas. Federico lbáñez <.:Onsidera importante contar con la colaboración de todas las asociaciones profesionales de escritores, periodistas y editores relacionadas con CEDRO.

CEDRO Y LOS ESCRITORES ANDALUCES. FRANCISCO VÉLEZ NIETO Sin caer en el tópico de que escritores andaluces significa escribir por Andalucía, la Patria y la Humanidad -cosa muy respetable- y mucho menos al socaire del andalucismo de aldea, lo cierto es que durante los días 12 y 13 de diciembre ha tenido lugar en Sevilla el Encuentro de Escritores de Andalucía, donde se han discutido los problemas del gremio y nombrada una nueva gestora para una próxima etapa en favor del oficio de escribir y la defensa de todo lo escrito, cuestión que no es una utopía, sino la única manera de defender los derechos de autor. Dicho encuentro patrocinado por Cedro (Centro Español de Derechos Reprográficos), fue só lo para la gente de la pluma, evitando toda representación política de instituciones, por lo que lógicamente no hubo ni fotos I ni so nrisas de cara a la ga lería. Es sí, por vecino se encontraba Pacheco el de Jerez con los morros hinchados por la cosa ésta del automovilismo y su boutade. Pero bueno. También se habló sobre reproducciones piratas y el papel que en este campo juega Cedro, cuyo principal fin es la protección del autor y del editor de obras impresas, campo en el que tanto el editor como el escritor de libros se encuentran totalmente desamparados, aunque ya un poco menos gracias a que Cedro viene logrand o unos controles que permiten ir percibiendo ingresos por derechos de autor de aquellos escritores cuyos libros hayan sido fotocopiados. Si esto de las fotocopias es una se lva, al menos ya existe un camino que conduce a que e l esfuerzo intelectual no sea un rico y fácil yacimiento p ra la piratería. Fragmcntos dc un trabajo publicado en In prensa de Sevilla


INFORMACiÓN - TRADUCTORES ~

A. C. E. Traductores

NUEVAS INCORPORACIONES A LA JUNTA DIRECTIVA DE ACETT En la Asamblea General Ordinaria de la Sección Autónoma de Traductores de Libros (ACEtt), celebrada el pasado 4 de septiembre de 1987 según informábamos en el número anterior, se procedió a la renovación estatutaria de la Junta Directiva. A iniciativa de un nutrido grupo de colegas residentes en Cataluña, que se han destacado en el último periodo por su act ivid ad y sus constructivas iniciativas, se propuso y se aprobó por unanimidad la incorporación a aquella de Albert Freixa Vidal y Juan Gabriel López Guix, quienes, como destacados integrantes de aquel colectivo, contribuirán a que se establezca un vínculo más fluido y eficaz entre la entidad y los co legas residentes en Cataluña, además de aportar nuevos cri terios y capacidades al órgano de gestión de ACEtt. En cuanto a l resto de los cargos, fueron reelegidos aquellos cuya renovación era preceptiva: Como Secretario General, Ramón Sánchez Lizarralde , y como vocales, Cata lin a Martínez Muñoz y Ju li o Grande Morales. Nuestro veterano colega Carlos Alonso Otero, al que saludamos desde aquí y damos las gracias por su prolongada co ntribu ción , debido a las exigencias de su actividad profesional, decidió declinar su reelección como vocal en esta oportunidad. Continuan en sus puestos -su renovación no se ejercía en esta Asamblea, pero lo anotamos como reco rdatorio-: Vicente Cazcarra Cremallé, Pres idente ; Eduardo Zúñiga Amaro, Tesorero; Esther Benítez, vocal.


DOMINIO PROPIO Y PÁGINA

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WEB DE A

.c. E.

TRADUCTORES Merced a la financ iac ió n de CE DRO , nu es tra asoc iac ión tien e ya abierta e n Inte rn e t una pügina we b: http//www.acetraductores.org, qu e aunque se encue ntra aún e n pe ri odo d e construcción , pu ede se r co ns ultada des de primeros de e ne ro d e 199 X. Ad e mús d e info rmaci ó n so bre nu es tra e ntidad y la forma de incorporarse a e lla . so bre la rev is ta Vasos CO lllllllicCllltes y algunas ac tividades pa rti c ularm e nte destacadas . e n dicha pág in a pod rá n encontrarse direcciones de inte rés para nu es tra actividad. in c lu ye ndo las pág inas de otras asociaciones qu e ya ha ya n sido abiertas. E n breve plazo se incorpora rá e l Cellso de Tradu cto res de nu estra e ntidad . co n e l fin de fa c ilita r el co ntacto y la co ns ulta , tanto a los co legas como a los editores y o tros inte resad os. Se trata . no obstante. nada más que del co mi e nzo y esperamos mejorar tanto la púgina co mo las utilidad es que se puedan o bten e r a partir de ella para nues tros asociados. Para e llo confiamos e n que todos qui e nes te nga n inte rés nos envíen informacion es y s ugerenc ias, co n e l fin de incorporarlas e n lo posible. Co mo es fúcilmente deducible. A. C. E. Traductores dispone ya d e dominio propio e n Internet. Co n e ll o y la co ntribu c ió n de todos, ire mos a mpli a ndo los servic ios que facilitamos a los asoc iad os, así co mo ga ranti za re mos una presenc ia pública pe rman e nte d e la e ntid ad y sus act iv id ad es e n un med io d e tanta tra nsce nd e ncia pa ra nu es tra act iv id ad como és te.

CELE BR ADAS LAS JORN ADAS DE TARAZONA 1997 De l 17 al 19 de octub re se ce lebra ron las V Jornadas e n torno a la Tradu c'c ió n L itera ri a e n Ta razona. orga n izadas por ACEtt en co laborac ió n co n la Casa d e l Traductor y bajo e l pat rocin io d e CEDRO, el Mini s terio de C ultur a, e l Minister io de As untos Exte rio res y e l Ayu ntam ie nto de Tarazona. E l e nc ue ntro fue de nu evo un éx ito de part ic ipac ió n - e n torno a l ce nte na r de pe rso nas - y por el ni ve l de las inter ve nc io nes d e los co legas y o tros in v itados , co mo e l csc ritor M igue l Súnc hez Ostiz. Todos ellos , ju nto co n e l co njunto de los as istentes . hi c ieron nuevamente de estas J o rnadas un a re uni ó n act iva. participativa y abierta que contribu irü a la co nso lid ac ió n y ex te ns ió n d e l prestig io de esta cita anual de los traductores litera ri os. En breve plazo. Vasos Com unicante s publ icará los materiales de di c h as Jornadas. y espe ram os que sea n de l ag rado e in te rés de nu es tros soc ios y ami-


g o s . Apro vec hamo s la oportunidad

lNFORMAClot! - TRADUCTORES

para pediro s v ucstras propu e stas y s uge re ncia s ace rca de l programa de futura s edi c ion es de esas Jornadas .

NUEV ¡\ DIRECTORA DE LA CASA DEL TRADUCTOR E n C on sejo Ge ne ra l d e la C asa d e l Tradu c tor . rc un ido con fec ha 17 de oc tubre de 1997 e n la c iud ad de Tarazona e n ses i<Í n ordinaria apro bó e l no mbramiento de la nu eva directo ra , seleccionada me diant c Co nc urso y Proc edimi e nto Abierto, de la Casa del Traductor de Tarazon a . Se trala de nu es tra co lega y miembro de A . C. E. Traductores Maite Solana Mil'. espccializada en traducción de ensayo y de reconocida trayectoria. Su incorporación al cargo ha tenido ya lugar, el día I de enero de 1988, y s ustitu ye e n é l a Francisco J . Úriz , fundador de la Casa, quien presentó su dimisión hace meses . Nuestra enhorabu e na y nuestros mejores deseos a Maite Solana, junto con nuestra franca voluntad de colaboración en su trabajo . Y también nuestra felicitación y agradecimi e nto a Paco Úriz, por sus esfuerzos en ese proyecto que, por fin. parece consolidarse definitivamente . Precisam e nte e n este sentido , en el curso de la misma reunión del Consejo G e neral sc aprobó la necesaria modificación de los Estatutos , requerida para la incorporación del Ministerio de Cultura al Consorcio , hecho éste que debió haberse producido hace tiempo y que, como decíamos , consolida la existencia de la Casa del Traductor de Tarazona.

TALLERES DE TRADUCCIÓN EN EL CÍRCULO DE BELLAS ARTES DE MADRID Des pu és de un no deseado «periodo de carencia», ACEtt ha reanudado su colaboración con el C írculo de Bellas Artes de Madrid , organizando los que llegaro n a se r cas i tradici o nal es talleres de traducci ó n. De l I al 4 de diciembre, ambos días inclu s ive, se impartieron dos talleres de fo rma s i multá nea , a cargo de nuestros co legas Mi g ue l Sáe nz - «L a traducción d e Es c u e lllo

lar~ o,

d e Günt e r Gr ass »-

y Ju a n Gabri e l L ó pez Gui x -

«Ex pli car e in ve ntar. la tradu cc ió n de lo cultura l»- . E l jueves día 4 tuvo lu gar una mes a redonda con e l te ma: «Tradu cc ión y c ultura escrita» , e n la que partici-

143


paran Vicente Cazcarra, Ju a n Gabriel

144

López Guix , Cata lin a Martínez Muñoz y Miguel Sáe nz, mo d e rados por Ramón Sánchez Lizarralde . S i bien se ec lHí de menos la asistenc ia de no pocos co legas, los ta ll e res con ta ro n con una buena participac ión de personas interesadas e n la activ id ad traductora , así como la mesa redonda, acerca de c uyos conten id os se ofreced c umplid a informacilÍn en próximos núm eros de Vasos Comunica ntes. Esperamos que es te ree ncue ntro con e l Círc ul o, que tantas veces nos ha acog id o ya , seña le e l in ic io de una nue va y larga colaboración, e n beneficio de ambas entid ades y de todas las personas a quienes atrae e l ejerc ic io práctico de la traducción lite raria .

14ÉIVIES ASSISES DE LA TRADUCTION LITTÉRAIRE EN ARLES De l X al I () de nov iemb re se ce lebró co n nutrida asistencia la dec im oc uarta edic ión de estos vetera nos encuentros de traducción de los co legas franceses, e n la que tomaron parte. ade mús de va ri os ce ntenares de aquellos, numerosos asistentes de d istintos países de Europa. En esta oportunid ad, la de legación de A . C. E. Traductores . que obtiene una ayuda anual co n este fin del Mini s terio de Educac ió n y C ultura. est uvo formada por siete socios, que part iciparon en los diversos actos y ta lleres y d isfrutaron de la oportun id ad de e nco ntrarse co n traductores de otras latitud es e inte rcambiar inqui et udes y puntos de vista. Entre la densa actividad que estas jornadas incluyen y como mu es tra de los as untos que en e llas se abordan , merece la pen a destacar las mesas redo nd as acerca de « Los traductores de He inri ch Heine» y «La traducción de dialectos y hab las populares e n e l teatro», además de la ponencia «Vlad imir Nabokov y la traducción ». a cargo de Hé le ne Henry, junto co n la proclam ac ión de los premios Halpérine-Kami nsky. Nelly Sachs , Gulbek ian (de poesía portu g uesa) y Arnédée Pichot de la ciudad de Aries. El dom in go y e l lun es tuvi e ron lu gar los ta ll eres, diez en esta oportunidad , un o de e llos de esc ritura , en ocho le ng uas d istintas . Part icular in terés luvo la mesa redonda «El j us to precio de un a traducción », moderado con s u habiLUal buen hacer por nuestra co lega Fran~oise Cartano, e n e l que mantuvieron un animado co loqui o Pau l Bensimon, Peter Bergs ma, Fra n ~o i se Pasquier, Michel Marian y C hri stiane Montécot, ed itores y traductores . Los encuentros anuales de A ri es so n organizados por ATLAS, asoc iac ió n fundada en IlJX3 co n este fin g rac ias a l es tímulo de la ATLF (Asoc iac ió n de


Tradu c tores Li te rarios de Francia) , y

INFORMACiÓN - TRADUCTORES

reúnen durante tres día s a varios ce nte nares de colegas en e l agradabilísimo marco de la ant igua ciudad de Ar ie s, al borde del Ródano. En co laborac ió n co n la editorial Actes Sud, ATLAS publ ica a nu a lmente las actas de las Asisses, que so n entregadas -las de l año precedente- como mater ial de trabajo a lo s participantes e n cada edición . En todo caso, la participaci ó n e n estas Asisses constituye una experiencia que no debería perderse nin gún co lega que ten ga suficiente co nocimi e nto de la lengua francesa.

NUEVO CENSO DE TRADUCTORES En e l momento de cerrar es ta ed ició n se encuentra a punto de sa lir a la calle una nu eva edic ió n actua li zada y co rregi da del Censo de Traducto res. Si bien la responsabilidad de la edic ión co rrespo nde a ACEtt, e n esta oportun id ad dicho ce nso inclu ye a los traductores literarios de todas las asociaciones existentes en nue s tro país: además de ACEtt , ACEC , AELC, ATG, APETI Y EIZIE. De este modo, tanto los propios profesionales de la traducción como los editores -q ue ya ve nía n utili zando co mo material de co nsulta nu estro censo- dispondrán de una in for mac ió n, co nc isa pero sufic iente y actualizada , ace rca de la mayor

de traductores

parte de los traductores de libros en eje rc ic io. Co n e l fin de facilita r su co nsul ta, e l Censo d ispo ne de se ndas relaciones de traductores tanto por sus lenguas de partida co mo de lle-

tt¡cr:

gada, así como breve referencia a la obra publicada por cada uno, s us especialidades y actividades.

145


146

INFORMACiÓN - TRADUCTORES

JA VIER ALBIÑANA, PREMIO STENDHAL 1997 El miércoles 14 de enero de 1998 el Jurado del Premio Stendhal ha concedido el galardón para obras traducidas en 1997 a Javier Albiñana, por su traducción de El testamellto francés , de Andrei Makine. Javier Albiñana, licenciado en Románicas y catedráti¡;o de francés, reside en Barcelona y ha realizado desde finales de los sesenta hasta hoy buen número de traducciones del francés, entre las que cabe destacar: Bella del Señor, de Albert Cohen. Las diabólicas, de Barbey d' Aurevilly, Colomba, de Prosper Mérimée,

El astrágalo y Lafuga, De Albertine Sarrazine, Aquel domingo y El desvanecimiento, de Jorge Semprún, etc. El premio, concedido anualmente por la FUNDACIÓN CONSUELO BERGES, instituida por la eminente traductora Consuelo Berges años antes de su muerte, se otorga a una traducción del francés al español publicada el año anterior y presenta la singularidad de que el Jurado está formado, por expreso deseo de la fundadora, exclusivamente por profesionales de la traducción . Otra peculiaridad del premio es su dotación, que, aunque modesta -400.000 pesetas en la actualidad- proviene de los derechos de autor que las traducciones de la señora Berges siguen devengando , complementada con un bronce de la escultora Maire Defruc. El premio, que goza de un gran aprecio entre los profesionales, se ha concedido en sus años de vida -por primera vez en 1983,' mientras aún vivía la señora Berges y con motivo del centenario de Stendhal, y anualmente a partir de 1990, por lo cual va ya por su novena edición- a prestigiosos traductores del francés como Juan Victorio, Antonio Martínez Sarrión, M : Teresa Gallego e Isabel Reverte, Lui s Martínez de Merlo, y Carlos Manzano, entre otros. El jurado de este año estuvo compuesto por M : Teresa Gallego, José Luis López Muñoz , Luis Martínez de Merlo, Alicia Martorell (premiada el pasado año) e Isabel Reverte, actuando como secretaria la de la Fundación, Mercedes Saorí.


INFORM.ACION b r

fernando martinez lainez, elegido vicepresidente de la AIEP Fernando Martínez Laínez, vocal de la A. C. E., ha sido elegido Vicepresidente para Europa Occidental de la Asociación Internacional de Escritores Policíacos (AIEP, en el Congreso que esta organización celebró en Zaragoza entre los días 18 al 21 de noviembre. La escritora británica Susan Moody resultó elegida nueva Presidenta de la Asociación para los próximos cuatro años. La AIEP, fundada en 1986 en Cuba, agrupa a más de 300 escritores de una veintena de países especializados en literatura criminal. Desde su fundación ha mantenido una línea activa en defensa de la libertad de expresión, y se declara, de acuerdo con sus estatutos, una organización independiente, sin afiliación política o reli giosa, que actúa de acuerdo a los principios culturales y humanitarios de la UNESCO . En el Congreso de Zaragoza, la AIEP apoyó la creación de una agencia literaria, que llevará el nombre de «Agencia Novela Negra», para promover la difusión del género en España y facilitar la aparición de nuevos autores.


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INFORI víctor corcoba

e a r t a a darlo f o ., no b el de l;teratura

Querido Daría: Un don nadie se permite tutearte, y tatuarte de mis risas, cuando más ilustrísimos te lleven . Sé que a ti eso te importa un pimiento. Esa clase de gente , clasificada en las apariencias , se creen que somos unos cretinos. No vale la pena nombrarles ni en usted . Tú ya sabes , que mi tuteo, nace del respeto que siempre he sentido por tu forma de hacer arte literario sobre el escenario , utilizando el cuerpo y el alma , es decir, dándolo todo , porque todo es el arte de hacer arte . Como puedes imaginar, maestro de la risa , me he sentido tan gozoso de que la Academia Sueca premiase tus sátiras revolucionarias que me afano en escri bi!"te a través del aire ; y lo hago de esta forma , por si en la poca soledad que sin duda te dejarán los compromisos , puedes oírme. Mejor sentirme: Gracias. La rebeldía cultural aunque al principio no es comprendida por algunos sectores, acaba con el paso del tiempo, espigando en aplausos. Aquel rótulo que decía: «Si quieres hacer caridad con un pobre, dale cinco monedas,

dos para el pall y tres para cultura»; no era más que una muestra de tu culto a la cultura. Llegar a ser Nobel de Literatura, el premio de los premios, también es una aventura que se sUllla a tu aventurera vida . Toda tu vida la has vivido como un golfo cómico, golfo de bien al fin y al cabo. Te entregaste a la farsa cósmica de este mundo disfrazado por el hombre, manejado por unos pocos que todo lo dominan, y lo hiciste con enorme valentía, a pesar de recibir más tortas que tartas. Tú espíritu solidario te IIcvó a cultivar una escenografía y un reino de


'a utor- actor y d e actor-directo r, qu e

IIIIACION

t¡l ntas veces me hi zo ll o rar a carcaja-

víctor coreaba

das. Rid ic u Iiza r co n sabias i nterpretac io nes las duras y dramát icas vivenc ias de l mund o. desde un a opos ic ió n a l pode r qu e todo lo puede para sí, te ha co n vert ido e n un leg ítimo demóc rata. Has sido. y e res, un guerrill ero d e la palabra qu e lucha co ntra los abusos de los poderosos a tra vés de la cívica literatura teatral. Habe rte dado e l pre mio Nobel s upo ne mu c ho. Mu cho para el teatro. Muc ho para la li bertad de exp res ió n. Aye r revo lu cionaste e l teatro , co n tu espíritu profundam e nte de izqui erdas , y romp iste co n e l teatro burgués prevaleciente, Hoy no te fa lt (Í coraj e para ve rte a nte e l espej o y declarar , a pecho descubierto co mo lo hac e n los ve rdaderos poetas, tu se ntimiento : «Me complace pensar

que se ¡1lI prellliado o la cohe rencia de nu estro dis curso, o al me1lOS, por los allOS que helllos buscado ser coherentes. Me doy cuenta que a veces hemos fallado y helllos sido demasiado

e~!jóri cos

Y ligeros. Esta es la crítica que me

haMO: d e ¡/(IIJe r enji'entado, a veces, con U1l discurso triU/~falista el tema de la

lu cho de c!oses, oU/uJue sólo nosotros la l/amemos así». Mañan a, y siempre, rec ibe e l afec to de algui e n que s ueña con un mundo más equitativo como tú y el efecto de una ca rcajada de satisfacción, que me in vade, desde que me enteré que se ha premiado e l teatro militante . Ha s ta tu próxima mueca mora li zante para unos y desmoral izante para otros , pero siempre, tan autént ica co mo la vida misma.

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carta al director ~~------------------------------

D. Andrés Sorel ASOCIACIÓN COLEGIAL DE ESCRITORES Sagasta, 28. S." 28004 MADRID

«Agradezco a don Ángel-L ui s Pujante s u aclaración sobre la escena del acto IV de Hamlet que no aparece e n su versión publi cada en la co lección A ustral (350-A) por causas que exp licaba en s u pró logo, pero que no recordaba -o me habían pasado indad vertidas- cua ndo esc ribí mi co me ntario sobre la vers ión ci nem atog ráfica de Kenneth Brannagh».

Un abrazo

Carlos Álvarez


INFORMACiÓN ~

premio literarios ciudad de irún ganadores en la edición de 1997

NOVELA EN CASTELLANO:

Grande, Pepe Hierro y Antonio

PREMIO 1.200.000 PESETAS

Colinas,

Y CASTILLO

Ganador: Miguel Sánchez Robles Título de la obra: «Frente al espejo

N,O de obras presentadas: 136

triste del tiempo en que vivimos»

Componentes del jurado: Álvaro Bermejo, José Manuel Costas, José

ENSAYO EN CASTELLANO:

María Mendiola, Raúl Guerra Garrido

PREMIO 1.000.000 PESETAS

y

Romualdo Salcedo,

Y CASTILLO

Ganador: Luis Leante Título de la obra: «La edad de

N,o de obras presentadas: 23

plata»

Componentes

del

jurado:

Ana

Basualdo, José Luis Orella , Mitxel POESÍA EN CASTELLANO:

Ezquiaga, Santos Sanz y Andrés Sorel.

PR,EMIO J .000.000 PESETAS

Ganador: Herbert Morote

Y CASTILLO

Título de la obra: «Vargas Llosa, tal cual»

N,O de obras presentadas: 203 Compon'entes del jurado: Francisca

NOVELA EN EUSKERA: PREMIO

Aguirre, Ángel García Ronda, Félix

1.200.000 PESETAS Y CASTILLO


152

premios y convocatorias

N.O de obras prese ntadas: 7

Ganador: Karlos Santiesteban

Componentes del jurado: José María lri ondo , Juan María Lek uo na , José

Zimarro Título de

Antonio M ujik a , Paulo l zk uet a y

Basaltoan»

la

obra:

«A rima

Arantza Urretabizkaia.

Ganador:

Yolanda

Arr ieta

MalaxetxebarI"ia

ENSA YO EN EUSKERA: PREMIO 1.000.000 PESETAS Y CASTILLO

Título de la obra : «.Jostorratza eta Haria»

N.O de obras prese ntaelas: 3

POESÍA EN EUSKERA: PREMIO 1.0()().()()() PESETAS Y CASTILLO

Torrea ld a i, Miren Azkarate, Jesú s

Componentes del j ur ado: Ju a n M . María Lasagabaster, J osé Anto ni o Loidi y Ana Toledo.

N.Ode obras presentadas: lO

Ganador: Joxe Azurmendi Otaegi

Compo nen tes del jurado: Sa nti ago

Título de la obra: «Tekn ikaren

Aizarna, Endri ke Knorr, Patri Urkizu y

Meditazioa»

Loureles Otaeg i.

" Nire soneto beroak" Luis Mari Mujika


IN~ORMACION ~

,

premlo de poeSla «Antonio Machado» en Baeza 11

I

,

En la Ciudad de Baeza, donde fuera profesor el poeta Don Antonio Machado , la Excma. Diputación Provincial de Jaén y el Excmo. Ayuntamiento de Baeza convocan este Premio de Poesía, en el que podrán participar todos aquellos autores que se atengan a las siguientes: BASES l .") Los autores participantes deberán presentar sus obras, escritas en castellano, obras que habrán de ser inéditas y no premiadas en otros certámenes o concursos. 2.") Las obras serán en verso , de tema libre y de 500 a 700 versos, mecanogra fiados en folios a doble espacio y por una so la cara. 3.") Los originales deberán ser presentados por quintuplicado y bajo seudónimo o lema . En un sobre cerrado, que se adjuntará a los originales, constará una breve reseña bio-bibliográfica del autor, domicilio , teléfono y fotocopia del D . N. 1. ll PREMIO DE POESÍA

4.") La convocatoria queda abierta ha sta el día 22 de

"ANTONIO MACHADO»

fe brero de 1998 (a niversario de la muerte del Poeta),

Di I3AEZA

debiendo entregarse los originales perso nal mente o por


INF0k premios y convocatorias

154

correo certificado en el Departamento de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Baeza , en Pasaje Cardenal Benavides , 7 - 23440 Baeza (Jaén),

indicando en el sobre claramente para el 11 Premio de Poesía Antonio Machado en Baezu. 5.") El Jurado estará formado por cinco miembros de reconocido prestigio en el campo de la literatura, y un secretario, con voz pero sin voto. 6.") El premio estará dotado con: -

Seiscientas mi I pesetas (600.000).

La p'ublicm;ión del libro ganador en la Editorial Hiperión, patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento de Baeza y la Delegación Provincial de Educación y Ciencia de Jaén. -

Un trofeo en bronce, donado por la Escuela de Artes «Gaspar Becerra», de

Baeza. -

Al ganador se le entregarán cincuenta ejemplares del libro publicado y se

entiende que la dotación económica del premio suple los derechos de autor en la primera edición. 7.")

Lo~

originales no premiados podrán ser retirados por sus autores o persona

debidamente autorizada, dentro de los dos meses siguientes a la publicación del fallo, pasados los cuales los responsables de esta convocatoria no asumen la pérdida o estravío , pudiendo incluso ser destruidos. 8.") El fallo se hará público a finales de junio, en un acto oficial que se celebrará en el Paraninfo del Instituto de Bachillerato «Stma. Trinidad» (antigua Universidad) , donde impartió clases Antonio Machado, siendo comunicado personalmente al autor por el Presidente del Jurado. La entrega del II Premio de Poesía y presentación del Libro se realizará en el mes de noviembre de 1998.

Baeza, noviembre de J997


OTRAS LITERATURAS ~

pequeñas joyas árabes ramón sánchez lizarralde

EL VIAJE DEL HIJO DE FAT.UMA. Naguib Mahfuz Traducción: M. Luisa Prieto, 135 páginas NOS LO CONTÓ ABU HURA YRA. Mahmud al-Masadi Traducción: Santiago Martínez, 125 páginas EL CANTO DE LA LLUVIA. Badr Shakir al-Sayyab Traducción: Carolina Fraile, 187 páginas Todos en Huerga y Fierro Editores Por una vez, hemos de felicitarnos de que las crisis empresariales no destruyan los proyectos editoriales . Hablamos de la colección AI-Kalima , consagrada a la edición en español de textos contemporáneos árabes, ya sean poesía o narrativa, que dirig e María Luisa Prieto. Vio la luz el primero de sus títulos -un espléndido Zaini Borakar. de Gamal El Guitani, bajo el sello de Ediciones Libertarias, y pese a las tensiones y peripecias de la empresa, la colección sigue su camino, lento pero alrat:ti vo, bajo los auspicios de Huerga y Fierro , y llega con El canto d e la {{L/ via

a su número siete. El hecho merece ser reseñado, aunque sea tarde,

particularmente para los enamorados de la creación literaria de ese universo tan inmenso t:01110 di verso -sólo la torpe reducción intelectual puede conformarse


con una palabra para designar pareci-

sánchez lizarralde

da riqueza- , pero también para lla mar la atención de lo s cu rio sos y ha cer justicia a quienes trabajan

calladamente. si n el reconocimiento que su obra merece , en el traslado de esas literaturas a la españo la y se atreven todavía con empresas tan cargadas de dificultades. Un egipcio, un tunecino y un iraquÍ. Tres muestras bien distintas no sólo por su origen, si no también por los medios que emplean y las tradiciones en las que se insertan. En cuanto a El viaje del hijo de Fatuma, co ns titu ye, dentro de la feraz producción de Mahfuz, un a incursión en el género tradicional del relato de viajes (rih/o) . y es un libro delicioso de la búsqueda de la sabiduría mediante e l descubrimiento de otros universos y distintas formas de vivir, del hechizo de la sorpresa y la diferencia. Un nue vo intento de integración de la tradición narrativa árabe con los nuevos instrumentos de contar. De un viaje nos habla tambi én AI-Masadi, pero esta vez de un recorrido místico -plagado igualmente de peripecias-, fundado en el Abu Hurayra hi stórico , y ensaya un renovado encarnamiento entre la vida -la vida gozosa y plural, por oposición a la grisura y el adocenamiento- y la revelación y la mística islámicas de los primeros tiempos. Calificada como «narrativa poética», esta obra bebe en las fuentes del mundo en el que se desarrolla: el Corán y el Hadiz, al est ilo del segu ndo , en una prosa intensa y be llísima que -quien pueda- habría de leer en su LÍrabe cl,ísico original. Finalmente, El callto de lo llu via es una recopilación de los poemas del revolucionario irakí AI-Sayyab, prematuramente desaparecido en 1964 , donde se reúne buena parte de lo mejor de su obra -editada por primera vez en Europa-. Un libro ardiente y hermoso que traza parte del itinerario personal del autor desde un panteismo que pretende asumir toda la tradición y el legado de los sig los . para re unirlos en una poesía que sea al tiempo instrumento de lucha contra el mal y testimonio de belleza, en dirección al existencialismo desgarrado de sus últimos versos. Siempre anclado en la realidad hiriente de su mundo, comprometido en la extinción de sus lacras y consumido por ellas ...


OTRAS LlTER.ATURAS ~

canadá, mil hilos para una alfombra apuntes sobre la cultura y nueva literatura canadiense elisa fenoy

Ca nad á es un país j oven que as ienta su ide ntificación nac ion a l y cultural e n la s um a de c ulturas que lo integra n. Es e l país de la con vive nc ia y e l desarrollo po r exce le nc ia. E n este c lim a germin an las di stintas mani fes tac io nes artísti cas y lite rari as qu e parte n de un as bases a nti g uas debid o a la here nc ia francesa e ing lesa, princ ipa lm e nte, a las qu e se sum a n nuevas o las de inmi g rac ió n más tardías qu e trae n sus pro pias aportac io nes. M ultitu d de razas co n sus creenc ias y co lor de piel habitan Canad á, lo que no la di fe re nc iaría de otras nac io nes como por ejemplo de s u vec in o Es tados U nidos. Pero s í la a uté nti ca y no fict ic ia, natura l y no impuesta, germin adora y no destru ct iva mezco la nza q ue se vive d iariame nte, e n todas las esferas , hasta las últim as co nsec uencias. Los matri mo nios no so n e ndogá m icos si no variop intos, nad ie se so rpre nde de las mezc las . No es un desho nor tener un jefe que no sea bla nco , los hay de c ua lqui er co lor. I ncl uso los c hinos ab ren s us calles no sólo al turismo , mientras C hinatow n de Nueva York es hoy un mercadillo barato con artif ic ioso sa bor o ri e nta l, en Mo ntreal desca nsan ancianos de ojos rasgados o no en los ba ncos de l barri o y pati na n los adolescentes amari ll os o no tanto a l ritmo vert ig inoso de un a integ ración igua lmente veloz. Ni siquiera los italianos, tan


numerosos y ce losos de s us cos tum-

elisa fenoy

bres, se han cerrado en s í mi smos, los g hettos no existen en Canadá. Nadie se avergüenza de s us raíces, su

pasado y s u histori a . Co nservan e l idi oma de los padres co n orgullo no para leva ntar barreras asentadas norm a lmente en el mi edo o la vanidad . Es un paso de ad ulto que aún no han sabido dar otros países que sig ue n marg in a ndo la difere ncia dificultando la integ rac ió n y sembra nd o e l germen de la autodefen sa, la puesta e n guardia y. un paso más al lá, e l ataq ue. La violencia no es díficil de e nte nd er s i se parte de la marg in a lid ad impues ta. A España nos ha llegado una red ucida se lecc ió n de esc rito res canadienses, los best se ll er

COIllO

MarRa re! Atwood o e l libro de mod a que in spiró la película de

mismo nombre. «E l paciente inglés» de Michael Olldaatje que nacido en Ceilán e migró a Ca nadLÍ e n 1963 y qu e proviene de una tradici ó n anglófona pues se ed ucó en ln glaterra . E l desconocimiento de la c ultura canadien se en nues tro país es ev id e nte pero no so rpres ivo pues excepto la literatura del boo m s udamericano , o la fran cesa e in g lesa más bien del sig lo pasado, o la nueva alemana y a ustríaca, qué se conoce de f uera . Quizás nos falte la avidez por descu brir de un pueblo tan joven que ll ena s us sa las de ci ne e n los festivales donde se muestra n películas a merica nas, e uropeas y o ri entales. Almodóvar, Saura y Camus so n ídolos en e l país de l creador de Léolo. En la secc ión de literatura hi spá nica de las librerías de los camp us uni vers itarios se puede e ncontrar mucha y buena de nu estra li teratura ya consagrada y hasta se nota e l esfuerzo de los profesores y depa rtam entos por intentar estar a l día, aunque co n e ll o se cometan olvidos y excesos. Esto es aún más evidente e n los mostrad ores de las librerías comerci ales , las novedades españo las que exponen están marcadas más por el sello editorial qu e por la ca lidad, por co nsig ui ente no está n todos los que deberían estar, ni todos los que están deberían figurar a l men os como representantes omnipotentes en una no dilatada y sobre todo poco lóg ica se lección que , eso s í, es Jl1u c ho Jl1 L1S importante que la de nuestras librerías en literatura canadiense. Apa rte de las difere ncias literarias innegables inn atas al autor, la literatura del Quebec está e n francés y la del resto del país en inglés según las di s tintas tradiciones ang lófo na o francófona . Como oc urre en cualquier país con varios idiomas ofic iales cada uno pretende asen tar su iden tidad confrontándol a co n la contraria, de tal manera que hay un a pugna paralela del poder ang lófon o o francófono so bre todo a nivel institucional. Hay un a literatura ca nadien se germinada e n Canadá pero que evoca recuerdos de antepasados y se s itú a e n c ualqui er parte del mundo , co mo la de Cabrielle Rol' que se s umerge e n s u Manitoba


natal. Los esc ritores contemporáneos

OTRAS LI Tr

hablan de Tomnto o de Montreal. AdemiÍs. y esto si es muy interesante, se pu e de n dividir los textos en dos categorías. los que sobreentienden la diversiuau cultura l y omiten analizarla , la dan por hecha. y aquellos te xtos que se preocupan en dar voces a las distintas cu lturas esforzá ndo se en entro ncarlas e n una común. Manique PrauLx, en su libro «Les Aurores Montréales » . hace hablar a orientales , africanos, indígenas y franceses entre otros . Los destinos miÍs diversos se cruza n e n Montreal para amarse, equivocarse. y descubril:st:. Hay un nu ev o lenguaje literario , directo hasta hacer daño pero no burdo, y una nueva mant:ra de ordenar los textos para componer un IÍbro en los que ya no es tan f¡Ícil determinar en qué momento se produce un punto de giro o se llega a una conclusión. Tan aniÍrquica como nuestra vida diaria pero que pretende ser literatura y que seguramente lo consigue. En la difusión de estos autores han participado revistas literarias como «Liberté» , «Stop», «XYZ» o «la Revue de la Nouvt:lle». Flora BalWl/o ha alcanzado un gran éxito de venta y de críticas a pesar de haber sido editada en una edición barata dentro de una sencilla editorial. Los escritores canad ienses nos demuestran con sus obras no sólo una valía profesional sino la utilidad y la trascendencia de la literatura en sí misma, como vía de divulgacilín de la búsqueda del conocimiento y la comprensión . Cada uno con su pluma , uniendo letras que representan voces y espíritus, tejen los mil hilos distintos que conformarán la gran alfombra cultural de la multifacética CanacJ¡í en la que . no nos sorprendamos, también hay sabor hispano.

159


11





I

REP~BlI(A DE lA5 Asociacion [oleqial de Escritores de España c::::~....... ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• I

Director : AHURÉS SOREL Consejo de Redaccción Junta Ulrectiua de la ACE Secretaria de Redacción : UALEHTiH CARDEHAS Haquetación : GUILLERHO ALOHSO DEL REAL HICOLAS ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• 1

Saqasta 28. 5-28004 Madrid - Tel. : 446 70 47 - Fax : 446 2g 61 Impllme: G,-ár,cas Sánchez. S.L. L ~ ril. 19 - 28004 Mad,-,d DepósIto Legal: M-8872-1980

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