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• HELDENPLATZ
Cumbres, abismos literarios SANTIAGO ALBA
Fidelidad al regeneracionismo TZVETAN TODOROV
Crítica de la crítica LITERATURA BRASILEÑA ¿LA POESIA SOCIAL EXISTE?
LA LITERATURA CHICANA HOY
N ' Sí'R1iT' ~RES ~N Dt')rAr' L, D AS - '.J10~IAfr'1iO i ~~ltl : ~JL~ l ': i"~Tr \J.U~~\J~ ~~ E ~ ..J~ ·f i U _ ~ , " !
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Andrés Sorel
·ti""#401,*#"Junta Directiva de la A, C. E. °1,illiólI
Juan Mollá, Santos Sanz Villanueva, Luis Mateo Díez, Raúl Guerra Garrido, Antonio Colinas, Gonzalo Santonja
Antonio Hemández, Félix Grande, Diego Jesús Jiménez, Juan Manuel González, Ramón Hernández mílipii6i§Oil
Meliano Peraile, Gregorio Gallego, Esther Benúez, Fernando Martínez Laínez, Rafael de Cózar, Víctor Alperi,
'nm@'likg. Ramón Sánchez Lizarralde
Jesús Pardo ,miiii¡"'!itliii'B'¡!igi'$'!6i
Victorino Polo
REDACCIÓNYDISTRIBUCIÓN
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JUNTA DlRECTIVA DE LA A. C. E. PRESIDENTE: JUAN MOLLÁ VICEPRESIDENTES: SANTOS SANZ VILLANUEVA LUIS MATEO DíEZ SECRETARIO GENERAL: ANDRÉS SOR EL TESORERO: GREGORIO GALLEGO ASESOR JURíDICO: JUAN MOLLÁ VOCALES: ANTONIO HERNÁNDEZ MELlANO PERAILE DIEGO JESÚS JIMÉNEZ ESTHER BENíTEZ FÉLIX GRANDE FERNANDO MARTíNEZ LAíNEZ JUAN MANUEL GONZÁLEZ CONSEJEROS: RAÚL GUERRA GARRIDO ANTONIO COLINAS GONZALO SANTONJA JESÚS PARDO RAMÓN HERNÁNDEZ SECCIONES AUTÓNOMAS ASTURIAS: VíCTOR ALPERI ANDALUcíA: RAFAEL DE CÓZAR TRADUCTORES: RAMON SÁNCHEZ LlZARRALDE AUTORES DE TEATRO: . JESÚS CAMPOS GARCíA SOCIOS DE HONOR: ÁNGEL M.a DE LERA DANIEL SUEIRO FRANCISCO GARCíA PAVÓN JESÚS FERNÁNDEZ SANTOS EDUARDO DE GUZMÁN LAURO OLMO CARMEN BRAVO-VILLASANTE ELENA SORIANO
SUMARIO 5. Heldenplatz: Cumbres, abismos literarios
13. La literatura chicana hoy 31. Santiago Alba, 46. 58. 67. 75. 83. 85.
93.
fidelidad al regeneracionismo ¿La poesía social existe? La poética que acecha Tzvetan Todorov, crítica de la crítica Literatura brasileña: Un continente (semO desconocido Recuperación castellana de unos cuentos gozosamente gallegos Literatura patagónica y fueguina: La palabra en el fin del mundo. Una brevísima antología Antonio Gómez Rufo "El amor es un juego en el que al final se pierde»
Andrés Sorel
Manuel Villé;l.r Raso Tomás Val Carlos Álvarez Antonio Hernández Juan Manuel González Sonia Mollá Ramón Sánchez Lizarralde
Mónica Riaza
Juan Manuel González
CRrTICAS - CONVOCATORIAS 103. Poesía Canción de la carne de horca 123. Narrativa 128. Ensayo
B. Brecht
INFORMACIONES - A, C~ E... CEDRO TRADUCTORES -, CARTAS AL. DIRECTOR 135. VI Congreso de Escritores de España 137. Homenaje a Juan Mollá López 139. 143. 14 7. 149.
Ingeniería, Derecho y Poesía Información A. C. E. - Traductores Información CEDRO Escritores de novela negra fundan la A. E. E. P. en Gijón 151. En torno a una polémica
Pedro-A. Clemente del Barrio Juan Mollá
Fernando Martínez Laínez Fernando Martín Iniesta
MARGENES DEL 98
Juan Manuel de Prada . Anlon lo Her nán du Manuel Ma ni era' Grupo Cantlco Juan ManlJcl Conzalel' Hans -Georg Gad amer Vic torino Po lo · Dcla vlo Pal
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heldenplatz de thomas bernhard cumbres abismos literarios
¿Cómo continuar este oratorio literario moral que nos conduce a la última morada de un infierno cuyas tumbas ya no son identi ficab les porque los seres humanos, e n s u inm e nsa m ayoría, dejaron hace tiempo de ex istir? Este hombre, este esc rito r, ha horadado nuestra concienc ia, arra ncándo le, con su luc idez y profundidad , los más descarnados pensamientos que pudiera n restarla. Uno lee esta obra e n voz alta una y d iez veces, en las plazas públ icas, en las di scotecas, en los Parlamentos, en las redacciones de los periódicos, en las fábricas, en lo s es tudio s d e te l ev is ión , e n la s esc uelas, para recibir toda la ira , e l vómi to , de quienes hace tiempo, ordenados y dirigidos, navegantes de la conducción luminosa plana -e llo s dicen c ibernéticos- perdieron la capac idad de pensar por sí mismos . El sindicali sta obrero, e l
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HELDENPLATZ
dirigente político, el director bancario,
andrés sorel
el obispo de turno, el juez de Tribunales, el militar de misiles, el redactor de tertulias radiofónicas o periódicos diarios, es decir, la chusma, ajustándose la corbata para escupir al maldito, al judío no, no sólo, al maldito, al maldito. Leer este drama. Y luego pensar. Situar estos diálogosmonólogos (la voz del propio Bernhard) en la Hendenplantz (¡Plaza de los Héroes: la de ayer, la de hoy, la de siempre, Dios salve a los Reyes, gobernantes, y a la estulticia humana!). Y luego navegar. Con palabras, no con dibujitos . Con ideas, no con fórmulas o consignas. Navegar por la realidad: no la de los juegos: la de la razón. Allí. Aquí.
y al tiempo. El ayer. El hoy. Es descarnado el lenguaje.
No
hay
amargura. Cuando el ser humano ya no
HELDENPLATZ
agoniza, simplemente no existe, las
andrés sorel
lágrimas no tienen cabida en el derrame del espejo que ha dejado de transmitir o reflejar imágenes. Escuchemos a l3eethoven de frac y traje largo, asépticamente, sin ideas, insensibilizados, dormidos. ¿Existió, existe él, un, Profesor? ¿En Viena o en Madrid? Pensemos. Busquemos. Quien lo encuentre, que dé el primer, postrer grito exultante. Dicen que todos se han suicidado ya. ¿Seguro no resta, en el bosque petrificado, aquel en que yacen los restos del recién desaparecido Kurosawa, ninguno? Escribo en septiembre. Recién terminado el verano de Marbella, y el semen derramado o consumido por Clinton-Aznar-GonzálezMaastricht. Quienes fueron bombardeados que se pudran bajo tierra: es su sino: nacieron pobres: enchufan la televisión: consumen: que ya nadie apuesta por el terrorismo, por otro terrorismo, que el por ellos ejercido. Salvo Thomas Bernhard: el último terrorista literario. El patriarca Alfonso Sastre, mientras a la hoguera es conducido, en su otoño literario y humano, nos introduce, tan sabia como amargamente, en la obra: «Oímos los últimos suspiros de lo que fue una alta burguesía iluminada, que ya no tiene otra cosa que decir sino reconocerse entre las tumbas del cementerio y poner unas flores sobre la suya propia, y añorar acaso la dudosa belleza de unos tiempos pasados, en los que ni ellos mismos, con todos sus privilegios y prejuicios, fueron felices. El coro de las viejas tragedias es aquí la gritería nazi en la Plaza de los Héroes, que sigue resonando mortal. ¿Mera alucinación en la cabeza de una anciana exactriz? ¿Anuncio de un futuro próximo? ¿Profecía? ¿Esta última cena es el Apocalipsis de un mundo perdido y podrido?». La obra. El profesor Josep Schuster se ha suicidado. Imposible seguir vivo en medio de la iniquidad, la corrupción, la miseria del mundo actual: «Cuando el ser humano no tiene ya salida, tiene que matarse». En su casa, cerca de Heldenplatz, le evocan su ama de llaves y una criada. Sobre la vida cotidiana el lamento antiguo «En lo mínimo se manifiesta lo inmenso», que dice Holderlin. La historia no es malentendido: es la continuidad del horror que nos hizo, que nos hace, que deshace el mundo. Modélico monólogo para pasar de la cotidianidad a la reflexión filosófica: el lenguaje coloquial envolviendo, arropando la profundidad hi stórica. Sólo quienes de locos son tildados comprenden a qué grado de abyección ha llegado la estupidez humana. Dice el ama de llaves del difunto:
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HELDENPLATI andrés sorel
«Creemos que engendramos seres humanos y no son más que imbéciles carnívoros». El profesor, como Bernhard , no quiere representaciones teatrales en su entierro: ni flores ni personas: que le dejen so lo , como estuvo de por vida, el profesor Bernhard, todo aquel que abomina de la farsa del mundo actual, e l de los ruidos, el de la publicidad, e l de las sonrisas de los e ncor.'j I
batados que acuden a la s fiestas de academias o co nciertos, e l int e rn etia no que ya domina perfectamente el in glés. El co ro griego. Y los se res human os. La s hij as. La mujer. El compañero d e Universidad. El admirador. El círculo cerrado y aislado e n el infierno qu e destila a ho go y vómito por s us bíbli cos pu entes desgajado s d e l Pla-
neta que creara la invención del hombre. Hace cincuenta años. Hoy. El fas-
HELDENPLATZ andrés sorel
cismo ayer en la plaza. El fascismo hoy en todas partes: en la tetelevisión y en las relaciones humanas; en la Iglesia y el Parlamento; fascismo de burgue"ses y trabajadores, de profesionales y vendedores:' cabezas mentes fascistas para alimentar la hoguera del gran horno fascista del mundo que ahora se denomina democracia:
«Universidad llena de idiotas, vida intelectual asfixiada en la bajeza yen la estupidez de sus traficantes de puestos», católicos-socialistas-nazis que escuchan tranquilamente en el gran auditorium a Beethoven mientras uno ha de cerrar todos los ojos y todos los oídos si quiere entrar realmente en la música, comprendiendo que, además de loco, se ha vuelto demasiado complicado para continuar viviendo: ¿cómo sonreír, pasear, saludar a quien el reflejo de la sociedad en que habita sólo le provoca odio?
porque por todas partes lo aniquilan todo, por todas partes aniquilan la Naturaleza, la Naturaleza y la arquitectura todo Pronto todo habrá sido aniquilado el mundo entero será pronto irreconocible cincuenta años de aniquilamiento: los gobernantes, los arquitectos, los intelectuales, el pueblo, los partidos, la iglesia, la industria ... ellos son los culpables.
mientras los millones de habitantes de esta locura furiosa reclaman continuamente, a voz en grito, su director, quien les dirija, un director-actor, un director que sepa representar su papel, para el que le han puesto quienes lfn realidad dirigen la comedia grotesca, la farsa de las naciones, allí, aquí, con bigotito o sin él. Y, todos entonces, austríacos, españoles, ingleses, protagonistas de ese fascismo que sólo los fracasados terminan por descubrir.
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hace ya tiempo que la palabra socialista me suena como un insulto repugnante, que me da tanto miedo como la palabra nacional socialismo.
y al fin el Estado es una cloaca hedionda y mortífera la iglesia una abyección universal las personas que te rodean abismalmente feas y estLÍpidas el mundo entero no es más que un gran cinismo
HELDEMP LAT I and l és sOTel
el canciller Federal sube al estrado en traje de rayitas y disparata ante sus compañeros los dirigentes sindicales hacen juegos malabares escritores orondos van a las prisiones y leen a los presos sus hipócritas inmundicias como obras de arte un mundo cínico, un mundo totalmente depravado y los periódicos escriben basura también en los periódicos se escribe en un lenguaje que revuelve el estómago hoy ya no me interesan ni la literatura ni la música todo es ya sólo una gran declaración de quiebra la realidad es tan mala que no puede describirse ningún escritor ha descrito aún la realidad como realmente es eso es lo horrible Lo que preferirían si fuesen sinceros sería gaseamos el americanismo lo ha destruido todo aquí quién piensa sólo pude sentir náuseas al levantarse
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el oratorio dodecafónico, Alban Berg,
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memoria de un final tan patético como literario: la palabra sonido, la palabra grito, la palabra como único Dios de la historia, la palabra espejo cruel en el que la literatura se desnuda y levanta el vuelo de la libertad. ¿Todo aniquilado? Ah, no: con Bernhard, la literatura sigue respondiendo: nos sigue quedando la literatura.
Thomas l:3ernhard
HELDENPLATZ
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literatura
chicana
h o y
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"S'W"P"S'.fU·'
En la época de mis estudios en la Universidad de Nueva York, a principios de los años 60, apenas había interés alguno por la cultura de las minorías étnicas, salvo por la literatura negra, gracias a Ralph Ellison, autor de El Hombre invisi-
ble, que fue uno de mis profesores; pero ni sola palabra sobre literatura chicana. Los puertorriqueños en el este eran grupos marginados, poco menos que salvajes, y lo s chicanos del sudoeste ni existían. Fue a finales de los 60 cuando, coincidiendo con el mayo francés, empezamos a oír hablar en Europa de una minoría ruido sa, llamada chicana, y del teatro campesino de César Chávez. De mi primer viaj e a San Diego, por aquellas fechas, recuerdo un conato de conversación en español con una camarera chic ana que, antes de res ponderme, miraba con suspicacia a su jefe anglo, sentado en la caja. Había visto chicanos envilecidos por sus patronos anglos en películas , pero no tenía ni idea de su marginación real. También recuerdo de aquel viaje un tour César Chávez
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LITERATURA CHICANA
en autobús por San Diego, en el que
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el conductor-guía explicaba la historia de California, cargando el acento en la masacre sobre la población nati-
va cometida por misioneros y conquistadores, a los que de acuerdo con Bartolomé de las Casas denunciaba como criminales. Si en aquel momento alguien me hubiera preguntado por mi nacionalidad, no hubiera sabido dónde ocultarme. A mediados de los 80 hice el mismo viaje. El camarero, también chicano, no sabía cómo dirigirse a mÍ. Finalmente me preguntó de dónde era y, al responderle que de España, me contesta: ¡Ándele!, ¿y por qué me habla en inglés? Hice el mismo tour alrededor de San Diego y el conductor-guía del autobús explicaba con orgullo los orígenes europeos de la ciudad, la segunda de los Estados Unidos después de San Agustín gracias a España y mucho antes de que el Mayflower anclara en las costas de Nueva Inglaterra. La permanencia de una población autóctona hispana, anterior al tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848 y la entrada de millones de braceros, que se sentían en California como en su casa, habían hecho el milagro de la hispanización de este estado y, mutuamente, de la anglonización de los hispanos , mientras la visión de una España bárbara de conquistadores, toreros y flamenco había cambiado drásticamente. Pero el cambio tenía raíces más hondas: Viajando del desierto de Altar a Yuma, oí decir a un scholar de la universidad de Arizona que estábamos en Aztlán, la región arquetípica donde vivieron los aztecas antes de que se asentaran en Tenochtitlán, hoy ciudad de México. Se trataba de una vasta región, en un tiempo española, que comprendía los estados de Nuevo México, Arizona, California, Texas, Nevada, Utah, Colorado y Wyoming. Más tarde, en una librería de la universidad de Tucson cayó en mis manos Peregrinos de Aztlán, de Miguel Méndez, y la leí fascinado. Luego compré El sueño de Santa María
de las piedras y quedé al punto atrapado por la cultura de una minoría silenciosa, como a ellos les gusta llamarse, en la que la lengua de Cervantes llamaba a las puertas de Shakespeare con la exigencia de compartir con él el estatus de lengua oficial. De Méndez pasé a Rolando Hinojosa, autor de una saga a lo Faulkner sobre Río Grande, llamada Belken County ; luego les sucedieron Tomás Rivera, tan próxima a lo real maravilloso de Carpentier, Rulfo y Márquez; Pocho de Villarreal, tal vez la primera novela sobre el mundo chicano, El Diablo en Texas de Aristeo Brito, Bless Me, Ultima de Rudolfo Anaya, hijo espiritual de Rulfo y de William Faulkner, y tantos otros. El Tercer Mundo, como a muchos norteamericanos tanto les gusta llamar a las tierras al otro lado de Río Grande y Ciudad Juarez, no empezaba en esa frontera porque, al menos
en lo cultural, lo tenían dentro de los Estados Unidos, en una minoría chicana que tenía sus raíces en Santa Fe, fundada por los españoles en 1585, y en la propia Los Ángeles, visitada por los españoles en 1769 y fundada unos años más tarde . Los nativos americanos, con un híbrido de español e inglés, no eran por tanto unos advenedizos, sino una minoría traumatizada que a pesar de todo conservaba su lengua y estaba creando una literatura desconocida y nueva para la literatura española, que era urgente dar a conocer en España, como así se hizo en Granada, en 1998, donde se celebró bajo mi dirección el primer congreso de lengua y literatura chicana en Europa, al que acudieron una veintena de escritores ...
Búsqueda de identidad No intento rastrear aquí la hi storia intelectual y artística de los hi spano s o latino s, de un a complejidad que me sobrepasaría, ya que tendría que incluir a grupos tan complejos como los puertorriqueños, cubanos, etc., me limitaré a una serie de reflexiones sobre el legado d e España, tod av ía sin la consideración que se merece, as í como sobre el importante caudal cultural que la minoría chicana del sud oeste, incluida la emigrac ión a esos estados, apo rta a la propia cultura norteamericana. Por empezar con una definición, Bruce Novoa ' define que chicano quiere decir todo ser humano de ascendencia mejicana que reside en los Estados Unidos, quiera o no. La apaI Bru ce Novoa. Antología rest rospecti va del cl/ ent o chica no. Consejo Nacional de Poblaci ón. México. 1988. p. 11.
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LITERATU RA CHICANA manuel villar raso
labra deriva de la pronunciación popular de MEXICANO-MESHICANO-SHICANO-CHICANO; pero el origen y la evolución de la litera-
tura chicana sigue siendo tema de debate. Críticos como Luis Leal lo sitúan en la conquista de estas tierras incluso antes 2, en el siglo XVI, en tiempos de Cabeza de Vaca y en las expediciones de Coronado, De Soto y Oñate . Cabeza de Vaca, en efecto, sufrió una experiencia chicana en su larga marcha desde Pensacola, en la Florida, donde encalló su barco, hasta la ciudad de México, donde al fin se encontraría con gente de su raza después de cuatro años de andar entre los indios. Vestido como ellos , no parecía español y se había convertido en otro, aunque no del todo, que es lo que les sucede a los mexicanos que van a los Estados Unidos o los chicanos que van a Méjico. Si ser chicano quiere decir tener sus raíces en México, entonces España tendría poco o nada que ver con lo chicano; pero si ser chicano significa estar en contra de la cultura principal, anglo y española, entonces lo chicano nace cuando España se convierte en el imperio más poderoso del mundo. Si ser chicano es sufrir la discriminación y la explotación de los Estados Unidos, sólo por el hecho de ser mexicano o hispano, entonces sin duda existe desde 1836, cuando México perdió Texas y la mitad de su territorio en el Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848. De la década de los 20 es la siguiente letrilla:
Un día desesperado por tanta revolución, me pasé para este lado sin pagar la inmigración Qué arrepentido qué arrepentido de haberme venido.
, Lui s Leal. «Mexican-american Literature: A Historica! Perspective». Modern chicallo Writers: A Collectioll of Critica! Essays eds . Joseph sommers and Thomas Ybarra-Frausto. Englewood Cliffs, N. J.: Prentice Hall, 1979, p. 21.
LITERATURA CHICANA
manuel viJlar raso
y esta otra: Ya me vaya trabajar al norte papagarme yo mucho dinero. Luego que yo quiera divertirme, yo me vengo a pasear a Laredo. En Laredo se encuentra de todo, ven aquí si te quieres pasear. hay cerveza, mariachis, canciones, y mujeres que saben amar.
Literatura pre-chicana: Juan Rodríguez distinge tres frases en la literatura chicana: 1.0, de 1848 a 1945; 2. 0 , de 1945 a 1960 y 3. 0 , el florecimiento·. Pero no está claro que la literatura chicana nazca en el vacío, aunque su novela sea un fenómeno reciente. Existe una literatura, llamésmola pre-chicana y de carácter histórico o semihistórico en el Sudoeste, donde hoy vive la mayoría de los chicanos. Entre sus obras, tenemos Las relaciones de Álvar Núñez Cabeza de Vaca; Las relaciones
del descubrimiento de las Siete Ciudades de Fr, Marcos de Niza; los diarios de Juan Bautista de Anza, Miguel Constanzó, Fr. Palou, Fr. Crespi; Fr. Tomás de la Peña, Caspar de Portolá y Fr. Junípero Serra, así como un buen número de
historias, memorias, recuerdos, anales y apuntes, el más significativo, tal vez, La historia de Nuevo México, una historia rimada de la conquista de treinta y cuatro cantos, de Gaspar Pérez de Villagrá. Juan Rodríguez distingue tres fases en la literatura chicana: l.0, de 1848 a 1945; 2. 0 , de 1945 a 1960 y 3. 0 , el florecimientos. Lo que está claro es que la literatura chicana no nace en el vacío, aunque su novela sea un fenómeno reciente. De los ' Tino Villanueva. Chicanos. Antología histórica y literaria . Fondo de Cultura Económica Madrid, 1996, pp. 8-9 . • Juan Rodríguez. «El florecimi ento de la literat ura chicana». La otra cara de México: e l pueblos chicana., ed. David Maciel. Méx ico: el Caballito, 1977, p. 71. , Juan Rodríguez. «El florecimiento de la literat ura ch icana». La otra cara de México: el pueblo chicana, ed. David Maciel. México : el Caballito, 1977, p. 71
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LITERATURA CHICANA
años sesenta, cuando la comunidad
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latina y negra hacen oír su voz con fuerza y los norteamericanos se enteran de que existen otras etnias, desta-
can los buenos ejemplos: Luis Valdés con su Teatro Campesino y Rodolfo González con Yo soy Joaquín, obras en las que se protesta por el tratamiento y explotación que reciben los chicanos Búsqueda de identidad; La novela más representativa y que ya plantea el problema de la realidad e identidad chicana, de forma magistral, es Pocho (1959), de José Tonatiuh-Quinto Sol International, Ine. Publishers of Ctúeano Literature Berkeley, California
Antonio Villarreal, si bien ...y no se nos tragó la
tierra (1971), de Tomás Rivera, es un texto al mejor estilo Rulfo, más atractivo.
Pocho se inicia con el retrato de Juan Rubio y su desilusión con la revolución mejicana de 1910. Seguidor de Pancho Villa contra Obregón, Juan Rubio es un hombre que odia todo lo que no es mejicano, sea ang lo o español. Espera que lo llaM.E.Ch.A. Movimiento Estudiantil Chicana/o en Aztlan University of California at Berkeley
men para ir a las armas y finalmente se une a la masa de emigrantes causada por la guerra. Lucha en un a cantina por el hon or de una prostituta y en la lucha muere su chulo español. Es una víctima de sus ídolos, Zapata y Villa, y acabará refugiándose al otro lado de la frontera, enfrentado a la edad, a la pérdida de su masc ulinidad y de la estructura familiar. En Santa Clara, donde se le
M.E.Ch.A. University of Utah Salt Lake City. Utah
une su mujer, Consuelo, le nace su hijo, Richard, cuyos va lores ya no son los del padre y contemporiza con lo anglo, rivalizando con otros de su etnia e n ver quién es más a m er icano . Allí Consuelo pierde su dignidad y Juan Rubio se irá a vivir con Pilar Ramírez, otra mexicana.
Novela chilena en español: M.A.L.C.S. Mujeres Activas en Letras y Cambio Social University of lllinois at Ctúeago
Son contados los autores que han hecho su obra e n es pañol, entre los má s importantes están
Miguel Méndez, Rolando Hinojosa,
LITERATURA CHICANA
Brito, Ulibarri, porque la mayoría lo
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hacen en inglés, fundamentalmente porque el resto de los autores conoce el español hablado, pero no el escrito, que el) los Estados Unidos cada vez se estudia menos en la ~scuela. En «El año perdido», cuento introductorio de la novela de Tomás Rivera, .. .y no se
nos tragó la tierra, el protagonista se mira al espejo y se da cuenta de que lo que ve es él mismo, como es de esperar, él mismo se ha I1amado, él mismo ha creado su realidad. Va en busca de trabajo y sabe que el viaje es inútil y terminará como tiene que terminar, sin encontrar
Cenzontle Chicano Short Stories and Poelry University of California, lrvine 1979
el paraíso. Y en el último cuento, «Cuando I1eguemos», el protagonista dice: -Cuando lleguemos, cuando I1eguemos, ya la mera verdad estoy cansado de llegar. Es la misma cosa I1egar que partir porque apenas I1egamos y ... la mera verdad estoy cansado de I1egar. Mejor debería decir, cuando no I1eguemos
Association for lhe Advancement of Mexican Americans Houston, Texas 1977
porque esa es la mera verdad. Nunca I1egamos ( 114). Miguel Méndez, es autor de Peregrino s de
Aztlán, El pueblo de Santa María de las Piedras, Los muertos también cuentan, novelas que interpretan varios aspectos de la experiencia chicana.
Peregrinos, narrada desde diversos puntos de vista, cuenta los recuerdos de Loreto Maldonado, un viejo indio y aqui, su vida rural y urb ana
BRACERO Organo Infonnativo de la Liga Ricardo Flores Magon San Antonio, Texas
como lavador de coches, en una ciudad nortea-
?,Sl Ari s teo Brito . El diablo en Texas . Tucson . Editorial Peregrinos, 1976, p. 79 . 7 Rolando Hinojosa. Generaciones y semblan zas. Berkeley: Editorial Justa, 1877, p. 49. Se trata de un libro modelado por el de Ferán Pérez de Guzmán, Generaciones y semblan · zas, del siglo XV, la primera colección de biografías y retratos de ilustres españoles.
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ADELANTE RAZA Raza Newspaper Appleton, Wisconsin 1973
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LITERATURA CHICANA
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mericana sin identificar en la frontera
LITERAT URA CHICANA
de Arizona con la Sonora. Sus pensa-
manuel vil lar raso
mientos, sueños e ilusiones dan una visión de la sociedad desde el estrato superior al inferior. Aztlán es la región perdida , hoy mítica, de los estados de Texas, Nuevo México, Arizona, California y parte de Colorado y Nevada, hoy perdida y que en la novela está sembrada de personajes como Rosario Cuamea; un guerrero que «desfloró a la muerte», o Jesús de Belem a quien «muchísimos lo adoran por sus milagros». Pero es la ci udad fronteriza la que se convierte en el leitmotif de la estructura de la novela, la protagonista real, que en ocasiones niega lo más básico de la existencia a los «peregrinos de Aztlán ». La muerte de Frankie Pérez en el Vietnam, años después , nos muestra cómo los chicanos han sido manipulados por el sistema para luchar guerras que no son las suyas. El tema grande, por excelencia, de Peregrinos es la explotaci ón del chicano. El buen chuco es otro de los personajes inolvidables: «topé con el buen Chuco en el centro de Los Ángeles, Aztlán . iQué acabado! Arrugadito como una pasa ... Lo reconocí por-
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Ju an Ventura Sandoval. «Casas viej as y vin o nuevo». La Palabra y el hombre, N° 17, 1976, p. 89
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LITERATURA CHICANA
que en ese momento provocaba la
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indignación de varios peatones; pues se había sentado a media a'c::era en posición fetal... » (P. 37).
Las piedras de Santa María de las Piedras, recientemente publicada en Granada, colección Port Royal, es un ejercicio de estilo que puede incluirse entre la mejor novela latinoamericana. Las conversaciones de unos viejos crean el pueblo y con su muerte éste desaparece. Los muertos también cuentan es la historia de un yaqui, un pachuco y un conquistador, ya muertos, y en busca de su sepultura. Pocos autores como Méndez exploran las tantas facetas de la realidad chicana: la frontera, el desierto, los espaldas mojadas y en una lengua tan novedosa, vida y original, que es su mayor logro.
El diablo en Texas, de Aristeo Brito es la historia de Presidio/Ojinava en el Río Grande, un pueblo en el que los colonos norteamericanos van despojando de sus tierras a los incultos mexicanos, de unas tierras que llevan trabajándola siglos pero de las que no tienen papeles. La ciudad está entre el cielo y el infierno. Son ánimas en pena, masacradas por bárbaros como Ben Lynch y otros, que luchan desesperadamente por sobrevivir. El hijo no nacido de Marcela, mujer de José, racionaliza las razones del descontento de su madre: «Es que traen cien años, Fíjate chonito, de historia indignada en la panza. Su enfermedad es de palabras, que no pueden salir de aquí, de sus entrañas».6 El valle de Río Grande de Tejas tiene una de las mayores concentraciones de chicanos de los Estados Unidos. Es el lugar donde sucede parte de la obra de Tomás Rivera ... y no se nos tragó la tierra y de la obra de Rolando Hinojosa, que empieza con Estampas del Valle, Generaciones y semblanzas, Klail City y
sus alrededores. Los personajes principales son Malacara y Rafa Buenrostro y el tema central, la relación de los chicanos con los bolillos o anglos. También la familia Tamez juega un papel importante: «A jovita de Anda la preñó Joaquín, el mayor de las Tamez. En esos casos es difícil saber qué va a pasar. »7 Hinojosa tiene una habilidad especial en poner en boca de sus personajes una lengua nada gramatical. La combina de forma anárquica además con el inglés, pero lo importante es su interpretación de la vida y de la historia chicana durante décadas del siglo XX. Crea como Faulker un condado, The Belken County, que provee a las vidas de la gente su identidad colectiva y sus temas son la guerra, la emigración, el barrio y las tensiones entre chicanos y bolillos. Alejandro Morales ha publicado, aparte de una extensa obra en inglés, dos nove• Juan Ventura Sandoval. Caras viejas y vin o I/uevo. La Palabra y el hombre, N °. 17, 1976, p. 89.
las en español , Caras nuevas y vino
LITERATURA CHICANA
vi ejo (1975) y La ve rdad s in voz (1979), a mbas urbanas y sobre la experiencia del barrio. En ambas, el tem a de fondo es el puente entre la realidad chicana y mejicana, aunque la
manuel villar raso
acogida por parte de M éxico no ha sido buen a y Juan Ventura Sandoval dice, por ejemplo, que «no hay manejo brill ante del lenguaje, saboreamos resabios de un español contamin ado por el inglés y observamos una pobreza gramatical que en nada significa su obra»8. El protagonista, Mateo, hace a veces de testi go y de conci encia: «La vecindad lucía un a belleza íntima: el barri o es un lugar bello si uno lo siente como lo sentía él», (p. 4 1.) El barrio le ofrece protección y respeto al chicano, pero fuera del barri o sigue la expl otac ión. Es una visión sin duda ideali zada del barrio y el tema central es el conflicto entre generaciones, Juli án/Edmundo. Juli án pertenece a la nueva generac ión de delincuentes, a los que Edmundo se refiere como cabrones,
• Tzvetan Todorov, e n The Fa ll/aSlic: A Slruclllral Approach 10 a Lilerary Gel/re. It hac a. N. Y.: cornel Un iversity Press, 1970, p. 25, dice que «th e fanta sti c is that hes it atio n experi e nced by a perso n who knows o nlu y the laws of nature, co nfro nti ng an apparetn ly superna tura l event » Louis Vax , en Arte y literatura fa ntásti cas. Bu enos A ires. Edi tori al Uni ve rsit aria, N°. 4, 1967, pp. 232-233, añade q ue la narrac ión Fa ntá sti ca «se de le ita e n prese nt arn os ho mbres co mo nosot ros, situados súb itame nte en presenc ia de lo inexp licab le, pero dentro de nuestro mundo rea l» .
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LITERATURA CHICANA
manuel villar raso
sinvergüenzas, místicos, malas astiHas. La imagen del mundo anglo es muy negativa, incluso caricaturizada y de caracterización pobre, como en el
caso de Bárbara. El sexo es intrumento de violencia ... , aunque indudablemente el barrio provee bases culturales positivas a sus miembros. La novela tiene el mérito de haber sido publicada por una gran casa comercial, pero como queda dicho, no se justifica en ella su uso incorrecto del español; aunque en su defensa hay que decir que Morales no trata de gustar a los puristas del lenguaje y sí captar la lengua, los pensamientos y actos o experiencias de la población chicana. Su diferencia con Hinojosa es importante. En Hinojosa la experiencia chicana es positiva, mientras que Morales proyecta un mundo muy pesimista y al borde del caos. Novela chicana masculina en inglés: California y el sueño americano:
y si la novela chicana en lengua española ha
EL JVVEVO SOL
Movimiento Estudiantil Chicana I Chicano en AztIan University of Southern California 1977
dado novelistas tan relevantes como los citados, en la lengua inglesa, la experiencia chicana no le va a la zaga, en parte por imperativo del mercado y en parte no menor por desconocimiento del
•
Notlclero~
Chicano
••
University 01 Arizona 1976
español escrito por la mayoría de los autores actuales. Los mejores ejemplos están en California. California tiene la mayor población chicana de los Estados Unidos. Sigue siendo la tierra prometida, el lugar por excelencia del sueño americano y a ell a se desplazan la mayoría de los emigrantes mexicanos. Un buen ejemplo es Raymon Barrio, autor de The Plum Plum
Pickers. Nash Candelaria, con Memories 01 the .. Serving the Barrios of Houston"
Texas 1972
Alhambra y Ron Arias en Th e Road to Taman zuchale. The Plum Plum Pickers narra la vida de los emigrantes , de la familia Gutiérrez y Delgado, así como de gran parte de la población trabajadora,
-
trabajo y condiciones de vida, hostilidad de los an glos y el problema de la identidad de jóvenes
U ·"'OO!SO DI
LO! !UQ:!AHTU DIl!U! HLA kOI.lDA
South Aorida Migrant Workers ImmokaIee, Aorida 1970
como Margarita Delgado, que cuestiona sus orí-
genes, problema del color y de la lengua; de Lupe, quien para encontrar
LITERATURA CHICANA manuel villar raso
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trabajo es el colmo del éxito. No es una novela optimista y sin embargo, la novela enfatiza la capacidad de lucha y la habilidad en sobrevivir de los chicanos. Los personajes de Memories of the
Alhambra pertenecen a la clase media e intentan identificarse con el mundo anglo y conseguir de él los f!1ayores beneficios. Es una de las novelas chicanas más
celebr~das
por la crítica, pero el
problema para los personajes sigue siendo el mismo: quiénes son y dónde van . La novela
1056 Antonio Burciaga Author - Artist, Casa Zapata Stanford University. California
comienza con el funeral del padre de José Rafa y acaba con el funeral de José . Entre estos dos sucesos, el narrador traza el desarrollo de dos generaciones de Rafas, que se consideran españoles y no mexicanos -la palabra Mexican significa para ellos inferioridad-, y que se despla-
Cbicano newspaper. Colorado
zan de Alburquerque a Los Ángeles, destacando la fina caracterización de Theresa Trujillo, mujer de José. José pertenece a la comunidad hispana de Nuevo México desde 1706, año en el-que se funda Alburquerque. De California viene a España en busca de sus raíces , pero no las encuentra o encuentra que cada hombre debe ser juzgado por lo que es en el presente y no por el pasado.
South Broadway Cultural Center Albuquerque. New Mexico
José ama y odia a los anglos. No consigue reconciliarse con esa cultura y ello sólo lo logrará su hijo Joe, químico de profesión, gracias a sus mayores conocimientos de la historia y al hecho de conseguir cambiar su modo de vida y aceptar su puesto en la sociedad anglo, aunque el tema de la identidad continúa y también la recompensa fallida del sueño americano, que no acaba de llegarles.
Cbicano Press Association
Macho, de Edmund Villaseñor, es la
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historia de un joven indio tarasca, que igualmente intenta llegar al sueño americano, pero no voy a entrar en ella por falta de espacio, y sí en The Road lo Tamazunchale, de Ron Arias, una de las obras que más me ha interesado de la experiencia chicana. Se trata de una novela que va más allá del social realismo y que entra en el reino de la fantasía y de la magia. El personaje central es el moribundo Fausto Tejeda, cuyo proceso mental oscila entre la realidad de la~ autopistas y nieblas de Los Ángeles y la fantasía de una edad heroica en el pasado. Las imágenes de muerte que se repiten son la flauta, que corresponde a su angustia, y el pastor, en su mitología el conductor de las almas a la tierra de los muertos. Fausto sueña con traer trabajadores en barcos al sueño americano, cosa que no consigué en la realidad, pero sí en el sueño. La imagen central, Tamazunchale, representa el paraíso, el mundo sin estropear de los incas, que es en realidad el suelo de su habitación; el parque Elysian, donde se reúne con sus amigos, es otro !it11O DB SOl
-- - :f: --.
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I
Chicano Poetry
lugar mágico y sim-
A CRITI( Al J:>ITROllt ICTION
bólicamente un lugar de desc anso, adonde
i
_._M r,toi¡'.. :! J." Voz 'Poéfiu ~t CkiullO ~:r
Fausto Tejada llega finalmente en amistosa camaradería con otros animal es y con la naturaleza. Se trata de una novela qu e también se
EL ESPEJO·THE &IIRIlOR 1It1ricte4 lIelicu-Americu
l.i~ratllfe
8ETWEEN BORDERS: r:3Scl,.~ 011 MeAh,:ftniSlChICAn4l1tIllor"
centra en el problema c hi cano, a unque tratado de una manera sim b ó lic a, de un a vove la di fe rente y autónoma, que ha que juzgar ya co mo ficció n y no tan só lo
In 1967 OUcaoo Intcllcctual and crea Li ve history was made again.lhis time in Berkeley, Callforrua, by thc Chicano publishlng group Quinto Sol. whlch publi sbed El Grilo (Firsl conlcmporary Joumal oC Chicano inle.llectual lhought), El Espejo (first anthology of Chlcano creative writlng). and
Voias (flrSl anthology of academic writings dealing exclusiv<ly wlth Chlcaoos and by Chlcanos). AII were editoo by Octavio Romano. ThJs tradltion continues with a profusion oC writi ngs which are cmanating (rom the ehicano cornmunity .00 Chicaoo publishc<s tooay.
como realismo social, tema q ue s in duda Ron Arias trasc iende.
NUEVO MÉXICO O LO REAL Y MARA VILLOSO
LITERATURA CHICANA
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manuel viJlar raso
Nuevo México es el único estado en el que lo español priva sobre lo mexicano y donde la cultura española ha
.
sabido interpretar maravillosamente en ambiente humano y natural. Tres autores importantes: Rudolfo Anaya. Orlando Romero y Xavier Ulibarri son los que hacen de esta tierra un encanto literario especial para los españoles, con realismo mágico incluido y elementos de lo fantástico. 9 Bless Me Ultima cubre varios años de niñez de Antonio Márez, los recuerdos de la curandera Ultima y su lechuza, así como su influencia en la comunidad de Guadalupe. Es una de las obras de más éxito en los Estados Unidos, a caballo entre el mito, el curanderismo, y la realidad social, vida de sus padres y hermanos, tensiones entre granjeros y vaqueros, emigración del llano a Las Pasturas de Guadalupe. Es la novela de iniciación a la madurez del joven Antonio, su niñez, escuela y aprendizaje en la vida, con leyendas como la de la carpa dorada (relativa San Aotooio, Texu
a gente castigada que se convierte en pez por desobedecer a Dios) e incursiones en la cosmogonía azteca. La presencia del río le da al muchacho un atractivo sentido de armonía y comunión con la naturaleza y Ultima, la
~~
Oakla.d, .....~--..'" CaUlomlo
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LITERATURA CHICANA
manuel villar raso
bruja, que exorcisa a los demonios y controla a las hijas de Tenorio. En el fondo, esta novela trata del bien y del mal, de la inadecuación del catolicismo
con la vida y de las imperfecciones de la naturaleza. Su enorme éxito ha llevado a Anaya a escribir Alburquerque, mucho más comercial, casi una novela rosa y de atractiva lectura, en la que no vaya entrar porque carece de la complejidad de Bless
me Ultima. Lo mismo sucede con Heart ofAztlán, que dejo por idénticas razones. Nambé Year One, de Orlando Romero, consiste en una evocación poética de los recuerdos y aspiraciones de Mateo Romero, nativo de Nambé, a los pies de las Montañas de la Sangre de Cristo, en pleno Llano, con gitanas, aventuras de pesca, encuentros con La Bartola o La Llorona, penitentes, santeros, una novela en suma que intenta captar el misterio que palpita en las cosas, en la vida, en las acciones humanas, no muy diferentes en suma a So Far From God de Ana Castillo. De Ulibarri hay que resaltar Tierras amarillas. No es una novela. Son historias de esta región, al norte de Santa Fe, donde nace Ulibarri y que nos recrean un español soberbio que hará las delicias del lector español. Algunas de las historias, como «Mi abuela fumaba puros», son sencillamente magistral con un protagonista, parecido a Antonio Márez, que bucea en la historia de sus antepasados, abuelos y padres, vida del campo, muerte del abuelo y toma de las riendas fami li ares por parte de la abuela, que al morir su marido sigue sus mismos pasos y costumbres, tras haberle guerreado sin tregua en vida, incluso la de fumar puros como él. En otras de sus historias, Ulibarri nos habla de su pueblo, del cura anglo que viene a él a la muerte del cura español, con un inglés incipiente que hace la delicia de los parroquianos. Otra hi storia inolvidable es la titulada «Mi caballo mago», con introspecciones en el paisaje, la naturaleza y la vida de gentes ancladas en la cultura hispana, como en una isla, en medio de la fagocitaria sociedad anglo que intenta por todos los medios integrarla. Creo que estos ejemplos ilustran de maravilla la trayectoria y corrientes dentro de la novela chicana, la peripecia, protestas y creatividad de un pueblo que busca desesperadamente integrarse en el sueño americano sin perder por ello su identidad y que ha creado una literatura única, cada día con mayor sentido universal.
La novela chicana femenina: La mujer entra tardíamente en la literatura chicana, pero su aportación no es menos interesante. Aparece con su florecimiento, en los setenta, pero cada día su voz es más poderosa, tanto en novela como en poesía. En poesía tenemos mujeres tan
importantes
como
Loma
Dee
Cervantes, autora de Emplumada, libro
LITERATU RA CHICANA manuel villar raso
que estudia de nuevo la identidad y en el que la protagonista viaja a México en busca de sus raíces y encuentra que México le es tan ajeno como la cultura anglo. Alma Villanueva es otra poeta con parecida fuerza. Su poema Mother,
May I? trata de nuevo el tema de la iniciación e identidad de una joven hacia su madurez, pero con un estilo sencillo, claramente influido por William Carlos Williams, aunque naturalmente referido temátic amente al mundo femenino. Otras mujeres con voz igualmente poderosa, aunque en el mundo político, lesbiano y feminista son Cherrie Moraga y Gloria Anzaldúa. En historias cortas es de resaltar, The Last of the Menue Girls; la extraordinaria autora, Estela Portillo Trambley, autora de una historia corta extraordinaria: «El vestido de París», y la no menos interesante novela, The Rain of Scorpions, en la que rememora su niñez en la ciudad fronteriza de El Paso, en cuya universidad trabaja; «Las Polillas» de Helena María Viramontes es otra historia corta antológica y, yendo ya a las obras importantes, que han acaparado la atención si no mundial sí al menos de España, La casa de Mango Street de Sandra Cisneros y Lejos de Dios de Ana Castillo.
La casa de Mango Street es de nuevo una historia de iniciación, en este caso de una muchacha que vive en un barrio de Chicago, donde hay una gran comunidad chicana. En un estilo extraordinariamente sencillo, Cisneros cuenta los avatares de su niñez, la vida en la calle, relaciones primeras con chicos y chicas hasta la madurez. De Ana Castillo deben resaltarse dos novelas
Mixquihuala Letters y Lejos de Dios. La primera es la historia de una mujer que vuelve a México en busca de sus orígenes. Va acompañada de una amiga y la novela, estructuralmente, son las cartas de la protagoni sta a su amiga en la que se cuentan las relaciones tenidas con hombres, divorcios y, en definitiva, su inadactación tanto en el mundo mex icano como en el norteamericano.
Sandra Cisneros
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En consonancia temática con Anaya y
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Rolando, Ana Castillo ha explorado en
Lejos de Dios, el mundo hispano de Nuevo México , con personajes que parecen sacados de Buñuel. Toma como modelo una familia de cuatro hermanas y va desgranando sus vidas, relaciones, confrontación con el mundo anglo, curanderi smo brujería y realismo mágico, con personajes que mueren y resucitan milagrosamente. Es una novela notable que resume la extraordinari a aportación que la mujer, tardíamente integrada a esta literatura, está consiguiendo en estos momentos. BIBLIOGRAFÍA Vill arreal, José Antonio. Pocho. New York. Anchor Books, 1970. Rivera, Tomás . . . y no se nos tragó la lierra. Berkeley, Quinto Sol, 197 1. Mi gue l Méndez. El suelto de Sonia Ma ría de las Piedras. Granada, Port Royal, 199 7. Miguel Méndez. Río Sonia Cruz. Granada, Osun a, 1997. Miguel Méndez. Pereg rinos de AZllán. T ucson, editorial Peregrin os , 1974. Rolando Hinojosa. ESlampas del Va lle. Berke ley. Quinto Sol, 1973 . Rolando Hi noj osa. Generaciones y semblan zas. Kerkeley. Editori al Ju sta, 1977. Aristeo Brito. El diabLo en Texas. Tucson. Editori al Peregrinos, 1968. Alej a ndro Morales. Caras viejas y vino lluevo . Méx ico. Joaquín Mort iz, 1975 . Alej andro Morales. La verdad sin voz. Méx ico, Joaq uín Morti z, 1979. Nove listas chicanos en in glés: Ray mo nd Barri o. The Plu m Plu m Eaters. Bin ghamton. New York, Bilingual Press, 1984. Nash Cande laria. Memories of Ih e Alhambra. San José, Cibola Press, 1977. Ose ar Zet a Acos ta , Osea r Zeta, The Revo ll of Ih e Cockroach People. Sa n Fra nc isco, S traig ht Arrow, 1973. John Rechy. Cily of Nighl. New York , Grove Press, 1967. Ron Ari as . The road lo TamaZllllchale. Reno. West Coast Poetry Re view , 1975 . Edmund Vill areal. MadlO. New York , Bantham Books, 1973 . Nuevo Méx ico y lo real marav ill osos: Rudolfo Anaya. Bless Me, Ullima. Berke ley, Quito so l, 1972. Orl ando Ro mero. Nambé Year Dil e. Berke ley , Tonatiuh Intern ati ona l, 1976. Kavier Ulibarri . Tierras amarillas. Alburquerque. Arte Púb lico Press. Kavier Ul ibarri . Mi abllela f ilmaba pllros. Alburqu erque. Arte Públi co Press. Nove li stas chicanas: Novelistas chica nas: Ana Castillo. Women Are NOI Roses. Houston. Arte Pú bli co Press, 1984. Ana Castill o. The Mixqllihllala Lellers. Binghamton. N. Y.: Bili ngua l Rev ie w Press, 1986. Ana Cas ti ll o. T he Mixquilu a la Letters. Bin ghamton. N. Y.: Bilin gual Rev iex Press; 1986. Ana Castill o. So Fa r From God. New York. Plu me, Penguin Group . 1993. Sandra Cisneros. The HOllse of Mango Slreet. Houston. Arte Públi co Press , 1983 . Sandra Cisneros. My Wickel Wickel Ways . Bl oo mington. Ind . Third Woman Press, 1987. Lorn a Dee Ce rva ntes. Emplllmada. Pitt sburgh, Uni ve rsit y o f Pi ttsburgh , 1982. Denise Chavez. Th e Lasl ofthe Menlle Girls. Houston. Arte Públi co Press, 1986. Erl inda Gonza les-berry. «Paletill as de Gu ay ava». Estela Porti ll o Tramb ley. Rain of Scorpions al/{I Olher Stories. Berke ley. Tonatiuh Internac ional, 1975. Isabell a Ri os. Viclllum . Ventura. CA.: Di ana-Etn a, 1976. Villanueva, A lma. «Mother, May ],>. Viramontes, He lena. Th e Moth s all d Oth er Stories. Housto n, Arte Público Press, 198 2.
L 98 AL 98: CIEN AÑOS DE LITERATURA ESPAÑOLA E HISPANOAMERICANA ~
santiago alba, fidelidad al regeneracionismo tomás val
E l co ncepto ac uñad o por Azo rín e n 19 13 - Generaci ón de l 98-
ha sid o
un o de los más firme mente arraigados no sólo en los ámbitos literarios, sin o en toda cu ltura españo la . U nam un o, Baroj a, Azo rín , Va ll e ... nos res ul ta n, inclu so pa ra aque ll os qu e nun ca han hojeado ni ngun a de sus obras, fami liares. La que algunos autores ha n ll amado Nueva Edad de Oro de la Literatu ra españo la -equipará ndo la en importancia y cantidad a los días de Lope, Quevedo o Cervantes- y otros desde mi punto de vista más acertadamente- han denominado Edad de Plata, ha generado más estudios y trabajos críticos que ninguna otra época española . Puede dar la impresión, a estas alturas del centenario, de que LA IH.JI.¡"¡" :-'A
nI"
I ,\
e \ II. I U.\ O ~
f l ·cmpn.,.: O('fI\ :1".,.'",
¡bl ~I •
.,
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DEL 98 AL 98: CIEN AÑOS tomás val
nada queda por decir de aquellos intelectuales a los que, por resumirlo en boca de Unamuno -quizás -el único con Santiago Alba que encaje perfec-
tamente en el prototipo del 98- les dolía España. Lo cierto es que ninguno de los componentes de la Generación del 98, exceptuando a Miguel de Unamuno y a Santiago Alba, alzó su voz en ese año clave de nuestra historia. Egoistas por naturaleza, como por otra parte resultan, si no todos, gran parte de los escritores, se mostraban más preocupados por sus personales' empresas anarquistas o ácratas, y por cambiar la Literatura, por asesinar al padre -en este caso encarnado por el bueno de Benito Pérez Galdós- que por cambiar a esa España que más tarde tan importante pareció en sus vidas. Pero vayamos por partes, como diría Jack el Destripador. La nómina de los componentes del 98, o de los modernistas, como prefieren algunos autores -recordemos las palabras de Machado- Modernista del año
tres, se definió a sí mismo, ha de ser obligatoriamente más amplia que la de Juan Ramón, citada anteriormente. Sawa, Bonafoux, Blasco Ibáñez, Ganivet, Lanza, Mariano de Cavia, Ruiz Contreras, Martínez Sierra, Gómez Carrillo, Villaespesa y, sobre todo Lucas Mallada con su libro Los Males de España, publicado en 1890, Costa y Luis Morote han de ser obligatoriamente añadidos a los anteriores. Y Santiago Alba, mucho más importante como político que como literato, porque encarnó como nadie el movimiento regeneracionista que se inició en esos años y se mantuvo fiel a él hasta el final de sus días, en 1949. Los otros -siempre con la excepción de Unamuno, voluble ideológicamente como nadie, y Machado- abandonaron, si alguna vez la tuvieron, su posición inicial. A partir de un determinado momento , como nos recuerda Machado,
cada cual el rumbo siguió de su locura; aunque añada que compartieron el tiempo y un dolor común. Más tarde veremos el rumbo de cada una de esas locuras, cuando la vida y la política les exigieran otra cosa más que Literatura. Santiago Alba nació en Zamora un 23 de diciembre de 1872, el mismo año que Baroja y uno antes que Azorín. Procedente de una acomodada familia burguesa, en 1893, junto con César Silió Cortés, adquirió el periódico El Norte de
Castilla, en la actualidad el decano de los diarios españoles. El 3 de noviembre, fecha de la adquisición, se iba a inaugurar la historia contemporánea del periodismo moderno y ese mismo día hacían pública su declaración de intenciones:
En Castilla nacimos; en la misma tierra que vio nacer a los que nos legaron la tarea de seguir defendiendo sus derechos. y con Castilla estarán siempre nuestras plumas y ni los halagos ni las amenazas torcerán nuestra voluntad.
En el reparto de papeles, Silió iba a ser el director -la ley no permitía
DEL 98 AL 98: CIEN AÑOS tomás val
que lo fuera Alba por ser menor de edad
y
oficiaría
de
gerente.
Recuérdese que estamos hablando del año 93 y que, mientras los demás comenzaban su andadura, Alba era gerente y director en prácticas de uno de los periódicos liberales más importantes de España. García Venero, en su libro Santiago Alba, monárquico de razón, y José María Marín Arce, en Santiago Alba y la crisis de la Restauración, nos recuerdan su biografía: En el instituto obtuvo sobresaliente y premio en Literatura. Por expreso deseo de su padre, a la vez que estudia, aprende un oficio en la imprenta de la Diputación de Valladolid. Antes de cumplir diecisiete años, empieza a publicar cuentos de tendencia social, lo que después se llamaría Literatura de testimonio, en La Lealtad, diario conservador y reformista
de
Valladolid.
Luego, en La Opinión, un tri semanario de corta vida fundado por su compañero de universidad Mariano Martín Fernández, oficiará de reportero y se curtirá en todas las labores del periodismo. Más tarde, su firma se hará habitual en El Eco
de Castilla, diario de Germán Gamaza, el político liberal, cuñado de Maura, que en 1898 fundaría El Espaiiol que dirigiera
el
conservador
Sánchez Guerra, más tarde heredero de Dato y jefe de gobierno en los días precedentes a la dictadura de \'1') 11',\ Of S :\1. .\L HOS I'IT '\L DE (OI.ER IClJS ,O,hul() (le C..... ~h:11
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DEL 98 AL 98: CIEN AÑOS tomás val
Primo de Rivera. Por esas mismas fechas, en un homenaje a Bretón, Alba se reveló como magnífico orador y, siguiendo la máxima de Valle
Inclán , que afirmaba que el periodismo es una buena escuell:!- siempre que se abandone a tiempo, se dispuso a ingresar en la política activa. Fue nombrado concejal de Valladolid y, en 1898, asistió a Zaragoza en representación de la Cámara de Comercio , donde nació la Unión Nacional de Joaquín Costa. Tanto destacó en ese congreso el joven Alba que se le encargó que organizara otra Asamblea, esta vez en Valladolid, para el año 1900, en la que quedaría definitivamente constituida la Unión Nacional y Santiago Alba nombrado primer secretario. En 1899 obtuvo el acta de diputado y, en 1903, Fernández Villaverde le nombra Subsecretario de la Presidencia. En 1906 fue ministro de Marina en el gabinete de Moret, que no duró más que tres días. En 1912 se hizo cargo de la cartera de Gobernación y después de la Hacienda en una de las épocas más precarias de la economía española y donde alcanzó un éxito resonante con su di scurso sobre los beneficios extraordinarios y la necesidad de que los empresarios reinvirtieran esos beneficios para la modernización del país. Formaba parte del gabinete de García Prieto cuando surgieron las Juntas militares, con las que Alba se enfrentó y dimitió para evitar nuevas escisiones en la política española. Dado que esa divergencia de criterios se produjo en el partido liberal, del que Alb a formaba parte, creó su propio partido, Izquierda Liberal Democrática, que llegó a contar con más de cincuenta diputados. Después de la dictadura de Primo de Rivera y de la dimisión de Berenguer, Alfonso XII le ofreció la presidencia de Gobierno, pero por desavenencias con el mon arca, surgidas durante la época de la dictadura, rehusó el ofrecimiento. Al proclamarse la República se afilió al Partido radical de Lerroux y fue nombrado pres idente de las Cortes. Al estall ar la guerra civil se exilió y no regresó sino e n el momento de su muerte, en 1949. Pero antes de seguir adel ante, observemos un poco cómo era aquella España de fin a les d e s ig lo en la qu e Sa nti ag o Alba , y e l res to de mi e mbros de la Generac ión del 98, ini ciaban su andadura y en la que surgió el regene racionismo, ese mov imi ento c uyos pres upues tos ideol óg icos ya hunde n sus raíces en cierto pensa mi ento activo en la Literatura di eci ochesca y que está estrecha mente vincul ado a la fil oso fía kra us ista y a las ideas pedagóg icas de la In stitución Libre de Enseñanza . La c ri s is económica a la que antes me re ferí propició un aumento de la e mi grac ión al otro lado del At lánti co. En el año que nos ocupa, la cifra de emi grantes a Améri ca superaba los sesenta mil , de los que más de la
mitad eran agricultores. La crisis económica degeneró, inevitablemente, en
DEL
8: CIEN AÑOS tomás val
otra social de enormes consecuencias. En este momento aparecieron las organizaciones sindicales. La ley de asociaciones de 1887 permitió la celebración en Barcelona de los congresos fundacionales de la UGT y el PSOE. Algo semejante cabe decir del asociacionismo obrero de inspiración ácrata. Al mismo tiempo, la libertad de imprenta
.
permitió ampliar de manera muy importante la propaganda de las ideas . El socialismo emergente tuvo, en aquella época, muy poca importancia, debido principalmente al desarrollo del anarquismo. Este movimiento sedujo principalmente a estudiantes e intelectuales. Santiago Alba jamás militó en esas ideas, pero recordemos que Azorín, en 1894, escribía: La humanidad camina hacia el
comunismo anarquista, pero camina con paso tardo. La sociedad anarquista será un hecho, no es posible detener el progreso ni hacerle dar saltos, pero en nuestra mano está acelerar su marcha. A Baroja se le llamó muchas veces
... /-.1 IT J(I·: r, ·\("O,\ U'-\ N .\ I Ul D I:1. nOCTo!t c,\ ,\ lI sn,..,.. D IS'l lUUI Jn , SOI"<,HH.IlS ..\ Los IIElunns nON .-\ ."flCI I I s ~ I kOlI C) ll l.' - 1)1: C/\ M P.·\Ñ ,\ . - (1)1111.• ) 1' .1.-1 'l.Il,; . :, I, l'''''r l \':,nb;" .
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8 AL 98: CIEN AÑOS
anarquista teórico. El propio Maeztu, que acabó militando en las filas más reaccionarias, se declaraba en 1897:
nosotros, los escritores socialistas. Valle, en el prólogo a Sombras de vida, de Melchor Almagro San Martín, escribía: La juventud debe ser arrogante, violenta, apasionada, iconoclasta ... En el
arte, en la vida, destruir es crear. El anarquismo es siempre un acto de regeneración y, entre nosotros, la única regeneración posible. Podríamos seguir con muchos otros ejemplos que demostrarían que los intelectuales de entonces abrazaron el anarquismo, más que como idea política, con ese afán destructivo del que hablaba el autor de Tirano Banderas. Había que derrocar lo viejo, sobre ' todo en Literatura, y su mayor empeño fue asesinar al padre, a Galdós, aunque ello supusiera ensalzar al abuelo, que puede estar representado por Larra. Por entonces, Santiago Alba fundaba, con Joaquín Costa, el político regeneracionista por excelencia, la Unión Nacional, en la que nuestro protagonista defendía ardientemente, desde su puesto de Diputado, la descentralización económica y el fomento de la riqueza nacional. La guerra de Cuba eclipsó cualquier otro acontecimiento. Lo que se ha dado en llamar Desastre del 98 fue, desde mi punto de vista, el final de una situación auténticamente catastrófica. Al final de la guerra habían muerto cincuenta y cinco mil soldados por enfermedad y poco más de dos mil en combate. Las colonias no le servían a España más que para masacrar a la juventud a través de las famosas quintas y para mantener negocios privados que se sufragaban con capitales de la metrópoli. No conviene olvidar que, a finales de siglo, más del 90 por 100 de las exportaciones cubanas se dirigían a EE UU. La defensa de las Antillas interesaba, sobre todo, a gentes como Antonio López, marqués de Comillas, el más importante capitalista de la época que mantenía su imperio con plantaciones esclavistas y que , durante la guerra, fue el transportista de las tropas españolas a Cuba y uno de los prestatarios al Estado para financiar el conflicto. La mayoría de los políticos e intelectuales de la época no supo ver la conveniencia aceptar la última oferta de EE UU., en la que ofrecía 300 millones por la isla de Cuba. Santiago Alba pecó, como todos los periodistas y políticos, al menospreciar al enemigo. Durante mucho tiempo, desde las páginas de El Norte, se fomentó el triunfalismo, cuando no la desinformación. España, para entonces, era una potencia de segundo orden, en claro declive , y resultó sui cida oponerse a la potencia emergente, mejor armada y con un a flota escandalosamente superior. El martes, 19 de julio de 1898, El Norte publi caba la sigui ente nota: No son
ciertamente agradables, aunque no
DEL
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constituyen tampoco una sorpresa
tomás val
para el público, las noticias que continuación . a insertamos Transmitidas en extensos e interesantes despachos de nuestro corresponsal a las once y cuarenta y cinco minutos de la noche de ayer, no han llegado a esta redacción hasta las nueve de la mañana de hoy, efecto, sin duda, de las tormentas. Bien quisiéramos ocultar la triste noticia de la capitulación de Santiago, si el sacrificio de nuestros informes bastase para evitar el sentimiento público. Como otros periódicos no habrían de callarlo; como el mismo gobierno -presidido entonces por Sagasta--"":' no pone gran empeño en atenuar la transcenden-
cia del acto; y como en definitiva la opinión reclamaba, ante todo, que se pusiera término a una incertidumbre insoportable, no ha de dejar El Norte de satisfacer el interés público que a él acude en busca de noticias. Claro es, sin embargo, que como nos parece criminal comerciar con las desdichas de España, harmonizamos -curiosamente con hache- este sentimiento
=-' .
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' -'-
..
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de nuestra dignidad periodística y el deber de que nuestros lectores no carezcan de lo que otros periódicos concederían más tarde, no vendiendo
este Suplemento, repartiéndolo gratis a nuestros suscriptores y fijándolo en el Salón de El Norte yen algunos centros públicos. Repetimos que, como patriotas, trasladamos al papel las nuevas de Santiago de Cuba con dolor profundo y sincero. Forzoso es, sin embargo, que, como hombres de espíritu valeroso y sereno, contemplemos la magnitud de nuestra desdi cha, no para volver la cara llorosa a otro lado, harta ya de presenciar amarguras y catástrofes, sino para mirar el porvenir, a un porvenir muy próximo y muy cierto, en que Espaíia exigirá, sin duda, mayores y más positivas cuentas de sus legiones, de sus barcos, de su honor y de su bandera. Se nota en estas líneas un primer afán regenerador, una intención de pedir responsabilidades y un claro deseo de cambiar la realidad nacional. Desde esa Unión Nacional , preconizada por Costa, Santiago Alba dejó oír su voz por todo e l país pidiendo escuelas, des pe nsas y algo de lo que más tarde abominaría: un cirujano de hierro . Los males del país, opinión que compartieron muchos de los escrito res del 98, no podían curarse sino con la inte rve nción de alguien que arrasara con tantos e rrores pasados. España, en 1900, tenía un 63 por 100 de analfabetis mo, frente al 26 por 100 de Francia. El sistema cac iquil, como en los mej ores ti e mpos del Anti g uo Régim en, seg uía vigente y, aunque desde 1890 ex istía e l sufragio universa l, eran unos pocos los que dec idían en realidad los votos y los go bi ernos. Otro de los probl e mas e merge ntes en la soc iedad fin esec ul ar f ue e l de los reg ionalismos c ul tu rales que se conv irti ero n en naciona li smos re ivindicativos. Hay que busca r aq uí la fascinación que los de l 98 sintieron por Cas till a : cuando nacieron f uerzas ce ntrífugas, e ll os quisieron ver en esta tierra un a f ue rza cent rípeta y la esencia de la españolidad. Res ulta curioso que gentes que c lamaban para qu e e l cofre del C id se cerrase bajo siete ll aves , quedaron seduc idos por los paisajes por los que cruzó e l guerrero burga lés. La fi gura de Sa nti ago Alba, en este aspecto, es nuevamente vital. Pero antes de ana li za r so meramente la visión que de Casti ll a tuvie ron todos, ana li ce mos su posición ante los reg ionalismos o naciona li smos. Baraja, en Moment l/m Catastrophicul11, esc ri bía: esta-
mos oprilllidos por Castilla, dicen los nacionalistas. Qué necedad. ¿ Dónde está la opresión ? Hasta se puede preguntar: dónde está Castilla. Y, más adelante, continuaba: qué obra de la de los catalanistas y bizcaitarras. Excitar el odio
interregional, fomentar el canibalismo espal1ol, ya dormido. Qué pobreza, qué
miseria moral. A propósito de este asunto, Don Pío añade: Aquello que
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se cOntaba de Arana y Goiri que cuando veía a un pobre castellano le decía «vaya usted a que le socorra el cónsul de su nación >~ es ridículo y bajo. Machado, el más inmortal de todos los componentes de la Generación del 98, dejó escrito; De aquellos que dicen ser gallegos, catalanes, vascos, extre-
meños, castellanos, etc., antes que españoles, desconfiad siempre. Suelen ser españoles incompletos, insuficientes, de quienes nada grande puede esperarse. Maeztu, en 1901, antes de su conversión ultraconservadora, dejó escrito en La
Vanguardia: Nada tan antivascongado como el espíritu regionalista. Nuestros intereses materiales y espirituales están en toda España. Allá donde Arana y sus amigos no ven más que tristeza y desolación, vislumbramos nosotros para Vasconia, con la invasión de razas más pacientes, más equilibradas, más amigas de la contemplación admirativa, una existencia menos hosca, donde sea posible la vida intelectual y no se desgaste tan pronto la maquinaria humana y la gente no vuelva la cabeza a la obra del pensador y el artista. Unamuno, el sin par Unamuno, en su discurso de los juegos florales de Almería, en 1903, manifestaba: Nadie más regionalista que yo, pero de un
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regionalismo generoso, quiero decir,
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pródigo y agresivo, que invada y luche por dar el espíritu de cada región a la patria común, pues solo el que lo da lo conserva. Refiriéndose a sus paisanos vascos, en Las Noticias, escribía: Hay que demostrar que el vasco se diferencia de todos los demás pue-
blos españoles, más que estos entre sí... Todo eso es soberanamente ridículo, pero es más ridículo cuando para apoyar tendencias que tienen hondas raíces y profunda justificación se acude a falsear la ciencia en estudios lingüísticos y etnológicos. Santiago Alba fue mucho más prudente en sus manifestaciones, quizás porque su ejercicio político le obligaba a batallar con tirios y troyanos. Y porque su condición de castellano -y el hecho de no ser un escritor puro, circunstancias capital para entender a sus compañeros de generación- le libraban de romanticismos y esteticismos. En una posición que recuerda a la adoptada por los políticos mucho más tarde, se mostraba partidario de cooperar en la medida de lo posible con los entonces llamados regionalistas y de aunar voluntades. En El pensamiento político de Santiago Alba, escribía: Y, sin embargo, .
no cabe confundir, no confundiré yo nunca errores y apasionamientos como los iniciados con el deber ineludible de acudir ahora a la solución del problema catalán y procurar la incorporación efusiva de aquella hermosa región de España a la obra total de reconstrucción moral y política de la patria. Un gobernante tiene el derecho, y muchas veces la obligación dolorosa, de oponerse a movimientos populares, si los cree eq uivocados o daJiosos para el interés colectivo, que le ha sido confiado. Lo que no es lícito, en la vida pública menos aún que en la privada, es burlar y defraudar aspiraciones que se han estimulado y enardecido. Los miembros del 98, bien es cierto que como mera postura estética mucho más que política, opusieron su castellanismo a los nacionali smos emergentes, principalmente al catalanismo y vasq uismo. Santiago Alba fue mucho más pragmático, mejor político, aunque peor escritor. El hecho de haber nacido en Castilla, de conocerla y tener en ell a importantísimos intereses económicos, le llevaron a reclamar un regeneracionismo que poco tenía de literario. Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, incluso Machado, quedaron prendados de Castilla, de sus espacios abiertos, de su luz sin fronteras. Todos provenían de la periferia y fue inevitable que, en la búsqueda de ese nuevo espíritu nacional - la expresión no es gratuita- que pretendían , quisieran ver en esta tierra las esencias de la españolidad. Pero, desde mi punto de vista, nunca hubo una Castilla menos real que la
que describieron o inventaron los escritores puros del 98. No hay hom-
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bres en esa tierra: únicamente sentimientos místicos, luces y caminos. Mientras Azorín se ocupaba del paisaje, Santiago Alba reclamaba desde el gobIerno que se abrieran escuelas y aseguraba que Ca'stilla nunca saldría del ostracismo y el atraso si no se potenciaba la educación y se luchaba contra el caciquismo. No conviene olvidar que, desde el gabinete de concentración nacional presidido por Maura, mantuvo una feroz disputa para que se dignificara la vida de los maestros y se les otorgara un sueldo anual de 1.500 pesetas. Como fracasara en su intento, abandonó la cartera ministerial y fue el Conde de Romanones , su sucesor, el que poco después consiguió que se aprobara esa norma. A diferencia de sus compañeros de generación, Santiago Alba no Iiteraturizó a Castilla; su máxima preocupación fueron los hombres que la poblaban. Paradojas del destino, tendrían que pasar unos decenios para que un familiar suyo, Miguel Delibes, desnoventayochizara a Castilla, aprovechando la expresión de Francisco Umbral. Para Delibes, el paisaje sin hombres no es nada y en eso participa del albismo finesecular. Una de las características más valiosas de Santiago Alba es que nunca traicionó sus ideales liberales y democráticos. Aquellos jóvenes anarquistas, piensen en Azorín, en Baroja, mudaron hasta convertirse en caricaturas de sí mismos, políticamente hablando. Lo que ocurre es que yo dudo que algún día tuvieran alguna idea política, algo diferente a una postura meramente estética ante la vida. Suele se r causa común entre escritores: la construcción de un mundo particular, de palabras, excl uye cualquier postur;l de fuerza ante la realidad.
A
los
escrito res puros , co mo s in duda lo eran las figuras más descollantes del 98,
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les interesan las palabras, sus personajes. Nadie, sin elucubrar, puede decir cuál era la ideología de Azorín. Una revolución, para la Literatura, es inte-
resante desde el punto de vista estético, jamás desde el social. Quizás aquí tengamos que remitirnos a lo que ya sabían los antiguos y lo que Platón desarrolla en
La República, la inconveniencia del rey filósofo, y que, más recientemente , Roberto Aramayo trató en su ensayo, publicado por Taurus, La quimera de) Rey
filósofo . La Literatura es la actividad más excluyente: pocas como ella incapacitan para ciertas cosas. La ' obra literaria de Santiago Alba, excepto aquellos primeros cuentos de tendencia social, es prácticamente inexistente. Sin embargo, su obra política reviste una especial importan~ia para comprender esa España de finales del XIX y principios del XX que tantos altibajos sufrió. En 1899, puso un largo prólogo a su traducción del libro de Edmond Demolins titulado ¿ En qué con-
siste la superioridad de los anglosajones? en el que realiza una profunda reflexión acerca de la derrota y pérdida de. las colonias, critica ácidamente la situación de la enseñanza, la escasa proclividad de los inversionistas a arriesgarse y, sobre todo, del caciquismo, que ahoga cualquier intento reformista . Este mismo prólogo es recogido en su libro Los problemas de Espaí'ía, publicado en 1916, en donde vuelve a incidir en los mismos asuntos que, a pesar del tiempo transcurrido, no han hecho sino agravarse. Los otros títulos de Santiago Alba son los siguientes : Durante la Regenc ia: movimientos organizados de
opinión La izquierda liberal: campaña política de D. Santiago Alba. El problema militar: el problema administrativo. Bajo la Dictadura: Al servicio de la verdad y de la Justicia. Del proceso. después de la dictadura: el pensamiento político de D. Santiago Alba y una recopilación de sus artículos en el periódico El Sol. De entre todos aquell os hombres que clamaban por el advenimiento de un nuevo tiempo, los que clamaban por la abolición del Viejo Régimen, los que denunciaban las prácticas políticas y militares, só lo dos fueron perseguidos con saña tras el pronunciamiento -que, a pesar de estar tan avanzado el siglo XX, revistió las maneras de los mej ores tiempos de Isabel II- de Primo de Ri vera en 1923 . Unamuno y Alba fueron los grandes perseguidos. El que años más tarde tuviera su enfrentamiento con Millán Astray, el que propici ó el sa lv aje grito de Muera
la inteligencia, encontró en Alba al único defensor de su ultraje al ser desterrado a Fuerteventura. Santiago Alba, ministro de Estado por aquel entonces, consiguió salvar la vida de puro milagro y se exilió a París, desde donde escrib ió El
pensamiento político de Santiago Alba, verdadero ideario ideológico. Ese volumen, publicado por Imprenta
Castellana de Valladolid en 1930, constituye todo un ejercicio de profecía política y de repudio de las dictaduras. En el prólogo de Netti, el que fuera Presidente de Italia, se advierten cosas como que ahora existe el odio.
No había núcleos republicanos en España, salvo una pequeña minoría. Ahora hay republicanos, y tienen, además, argumentos que utilizar. El ejército ha sido mezclado con la política. Más adelante, señala: Revolución, reacción, son fenómenos de la misma naturaleza; se siguen y una engendra a la otra. Un ejército que no eSfudia ni trabaja, se deprava con la política. En Espaiia hay todavía demasiados analfabetos
y una clase rica que no está a la altura de
las circuns-
tancias. La democracia, dijo Aristóteles, es el gobierno de las clases medias. Seis años antes de que estallara la Guerra Civil española, Alba y Netti denunciaban los peligros que se acercaban con una c1ari videncia sobrecogedora. En 1936, después de ocupar la presidencia de las Cortes de 1933, nuevamente se rebela Alba contra la tiranía y se exilia hasta el 7 de abril de 1949, fecha en la que volvió a morir en San Sebastián. Para saber del comportamiento que los miembros de la Generación del 98 tuvieron ante aquell a guerra, les remito a la obra de Andrés Trapi ell o Las armas y las letras, publicada en Pl aneta, Azorín , escritor
gubernamental, según la opinión de Baroja, describió a Franco como maestro de los nuevos escritores . Sólo Machado, herid o de mu erte , y Un amuno , con su heroi co grito de Venceréis, pero no convence réis, fueron fieles a su pregón. Pero dejemos ese asunto, que el mi edo, al fi n y al cabo, es la más potente de las armas ex istentes. G a rc ía Ve ne ro, e l bi óg r afo d e A lb a , d efini ó
su
v id a
co mo trágico desti-
na ib é ric o d e un político de centro y Grego ri o Ma rañó n, que fu e su médico y ami go, dej ó dicho :
Qui en ha d ej a d o
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como él un surco de amor tan profundo en el recuerdo de los suyos y de sus amigos , era en verdad de la madera de los claros varones de
Castilla que todos quisiéramos imitar. Dejo para el final la obra más importante, perdurable y significativa de Santiago Alba: El Norte de Castilla, el periódico que es el decano de todos los diarios españoles . El 3 de noviembre de 1893, Silió y Alba adquirían un periódico , sin una especial importancia, que convertirían en uno de los más modernos e influyentes diarios liberales del siglo que estaba a punto de empezar. Se inició esta etapa con una serie de primicias informativas -que entonces se llamaban pisotones- para tratar de superar a su rival, el también vallisoletano La
crónica mercantil. Quizás la que tuvo más resonancia se produjo justamente un 19 de julio de 1898 , fecha de la derrota española en la guerra de Cuba. Por las noches, la gente de la calle acudía ansiosa a la redacción de El Norte para conocer las noticias que llegaban de Madrid acerca de las colonias. En la noche del desastre, se suscitaron rumores en toda España de que la escuadra del almirante Cervera había conseguido burlar el asedio de la flota norteamericana. Sin embargo , pasaban las horas y ningún telegrama llegaba a la redacción . A la una y media de la madrugada, se puso que la censura había prohibido la circulación de telegramas. Entonces , Santiago Alba se dirigió a un redactor: -Va mos a la estación . El Norte tiene que informar mañana a sus lectores. Enseguid a ll egará a Valladolid el expreso que sale de Madrid a las ocho de la tarde. Es muy probable que algún viajero traiga algún ejemplar de los vespertinos madril eños. Se refe ría Santi ago Alba a la Correspondencia de Espaiia o al Heraldo de
Madrid. A las dos y cinc uenta y sei s minutos entraba el expreso en la estación. Los dos peri odi stas recorri eron todo el convoy , pero nadie parecía llevar un periódico. E l tren es taba a punto de partir cuando el redactor le indicó a Santiago Alba a un viajero qu e, arrell anado en su butaca, hoj eaba un Heraldo. Mientras el jefe de estac ión hacía sonar su silbato, dando la salida del tren, Santi ago Alba abrió la puerta del co mpartimento y arre bató el di ari o de las manos del viajero. Al día sigui e nte, El Norte in fo rmaba a sus lectores de las últimas notici as de la guerra. Pero, aparte de anécdotas, Alba puso todo su e mpeño en re formar un diario y dota rl e de las más modern as técnicas, tanto de maq uin ari a como informativas.
El Norte fue un o de los pi oneros en el género de las entrev istas y una de las más cé lebres fue la que se le hi zo al padre Lui s Coloma, el jes uita que , con
novelas como Pequeñeces alcanzó
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enorme popularidad. Como dato
tomas val
curioso, cabe reseñar que, en esta entrevista, por más que el periodista lo intenta, no logra conocer la opinión que Coloma tenía de Benito Pérez Galdós. Una de las firmas que Alba incorporó a El Norte fue la de José Ortega Zapata, que tuvo una sección titulada «Solaces de un vallisoletano sesentón» que, posteriormente, recogió en un libro. Ortega Zapata fue padre de José Ortega Munilla y abuelo de Ortega y Gasset. Uno de los empeños mayores de Alba fue el de hacer de El Norte un periódico con empaque literario. A las firmas locales, consiguió unir las de Emilio Castelar, José Zorrilla, Gaspar Núñez de Arce, Emilio Ferrari, Emilia Pardo Bazán, Unamuno, Maeztu, Grandmontagne. Puede afirmarse, sin duda, que su labor tuvo continuación a lo largo del tiempo y que pocos periódicos pueden jactarse de haber tenido directores como Delibes o Jiménez Lozano, por citar los más famosos. En manos de Alba, El norte, más que en un periódico político propiamente dicho, se convirtió en una excelente tribuna literaria y en un acérrimo defensor de los intereses morales y económicos de Castilla. Para dar una pequeña idea de la magnitud de la e mpresa y de la dificultad para lograr que El Norte se convirtiera en uno de los más importantes diarios liberales de España, importancia que hoy nadie le discute, bastará con recordar que Valladolid, a finales de siglo, era un a ciudad que no llegaba a los setenta mil habitantes y que ahí se empezó a gestar la denominac ión el Times de Castilla con el que se conoció a El Norte. La dignificación de un periódico no era tarea fácil. Existían por entonces cientos de diarios, la mayoría apenas algo más que hojas volanderas, que se elaboraban desde las posturas más dispares . Las rotati vas y redacciones estaban instal adas en lóbregos y húmedos sótanos que conferían a la actividad periodística de un aire clandestino e insalubre. Como recuerda en su Histo ria de El Norte de
Castilla José Altabella, en el Imparcial de Madrid aparecía un anuncio con el sigui ente texto: Alquílase local, propio para cuadra o imprenta. Una de las primeras medidas de Santiago Alba fue la de adquirir los talleres de la Imprenta Castellana, un local ámplio y luminoso que se mantuvo hasta hace apenas dos años y a c rear El Salón, un recinto destinado al público e n donde se leía e l periód ico, se anticipaban las más importantes not icias y que se convirtió en verdadero centro ne urál gico de Valladolid y de Cast illa entera.
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Santiago Alba encarna como nadie el espíritu del 98 y un regeneracionismo que, en su caso, no pecó del acentuado pesimismo que lo caracteriza. Él
no se limitó a buscar respuestas espiritulistas a problemas concretos, sino que batalló contra ellos con todas sus fuerzas. Quizás, junto con Unamuno, sean las dos figuras que más empeño pusieron en cambiar la vieja España. Si a uno le dolía la patria, al otro le escocía Castilla y para remediar sus males empleó buena parte de su vida y sus esfuerzos.
SoroBa - «Unamup.o»
L 98 AL 98: CIEN AÑOS DE LITERATURA ESPAÑOLA E HISPANOAMERICANA ~
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ex;ste?
Que la crítica se ejerce desde tribunas que inevitablemente tienden a ser burguesas es un hecho difíci lmente rebatible, ya que los medios desde donde se ejercita -el periódico diario, la revista especiali zada, la conferencia que se escucha en un aula revestida de prestigio académico , las emisoras radiofónicas o las cadenas telev isivas- están en manos de la burguesía o, dicho de modo más directo, están en manos del capita l o del poder político, siempre, por su propi a naturaleza, conservador, ya que, como la Historia, que es la maestra de la vida -como todo el mundo sabe- muestra a sus estudiosos, las tentativas que se hicieron en nombre de la Revolución , si fueron coronadas por el éxito, al transformar a sus ejecutores en nuevos administradores del Poder, perdieron su virulencia revolu cionaria ya que quienes lo alcanzaron olvidaron sus objetivos sociales y se convirti eron en nuevos detentadores de la violenci a, revestida otra vez de conse rvadurismo. Lo que se denomina poesía social, inevitab lemente choca con el poder económico y con el poder político porque su fundamento consiste en que, al mostrar una dolorida preoc upac ión por el destin o del ser humano al que se contempla -las más de las veces desde un a confortable barrera-, pone en duda la bondad de los sistemas dirigidos por tan concretos empresarios, que la consideran demagógica. (Demagogia, defini ó Vústrid Kalminari, es el nombre que da la derecha a la justa denunci a que de sus atropellos hace la izquierda). No es de
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carlos álvarez
extrañar que quienes se sienten atacados por el espejo que la poesía social pone ante ellos, los que se consideran perjudicados o en peligro se defiendan
de toda crítica con las armas y por los medios que las circunstancias históricas les posibiliten. Que unas veces ha sido el paredón de fusilamiento; en circunstancias no tan propiciadoras de la brutal barbarie, la cárcel, y, cuando la apariencia es democrática, el silencio o el menosprecio. Un poeta comprometido a quien bien conozco, y que por aullar durante las noches de plenilunio vivió varias vidas durante largos períodos históricos, me dijo un día consiguiendo ponerme los pelos como púas erizadas de colérico puercoespín: «Que el rey, si pudiera, me ahorcaba, se deduce del hecho de que el rey, cuando pudo, me ahorcó. Que el papa, si pudiera, me quemaba, se deduce del hecho de que el papa, cuando pudo, me quemó». Ahora, en nuestras coordenadas geográficas, hi stóricas y culturales, el destino del poeta inconformista no es tan patético, aparentemente al menos; incluso tenemos en nuestro mundo la ventaja sobre Salman Rushdie de que mientras los mahometanos creen en Dios, los católicos, generalmente, son de hecho ateos, lo que permitió que ni lean-Luc Godard por haber filmado l e
vous salue, Marie, ni Martin Scorsese por haber llevado al cine La última tentación de Cristo de Nikos Kazantzakis, tuvieran que esconderse de las posibles iras de un fanático. Pero el hecho de que desde revistas y periódicos independientes (algunos de ellos supuestamente independientes, pues quién no depende del dinero, y quién lo tiene) se ejerza una más honesta y rigurosa crítica no modifica, por su escasa incidencia estadística, la improbabilidad de que se valore por ellos mismos lo que le es hostil a quienes tienen las armas financieras y de las otras, que por tal causa puede compl ementar su panoplia con las armas ideológicas de la descalificación estética. Hay un equívoco que conviene deshacer, aunque yo mismo hay a fingido no reparar en ello hasta este momento, y es el que identifi ca dos conceptos parecidos, pero que sin embargo no son identifi cables, al menos en su totalidad, ya que muchas veces el poema participa de ambas tendencias: lo político y lo social. Se entremezclan tanto que, a veces, resulta difícil diferenciar la intencionalidad política de la lamentación social (y alguna señ al para que se diferencien ambos objetivos creo que es toy in sinuando al formu larlo as í). Se tiende a la generali zación equívoca ca lifi cando de «social » muc ho poema que, en realidad, debería ser calificado de «político». Cas i todo el mundo rec uerda algo que leyó en su juventud y le impresionó por algun a razón cuya causa no puede encontrar. Son muchas cosa s, claro . Una de
ellas, en mi caso, está en uno de los cuentos -«Los tres jinetes del
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Apocalipsis»- que integran Las
paradojas de Mr. Pond, leído en mi adolescencia. Hay un momento en el que, refiriéndose a un personaje a quien se creía indolente, Chesterton escribe: «y todos supieron que una ira superior a las palabras le había convertido en hombre de acción ». ¿Qué es lo que, en mi opinión, transforma la poesía social en poesía política? O, formulado de otra manera: ¿cuándo el
dol~rido
sentir de un poeta le impulsa a romper los valla-
dares del mesurado tono de su verso para convertir la palabra en gesto vindicativo? Si estudiamos la obra de los escritores, de los poetas en los que la preocupación sociopolÍtica ha ido abriéndose paso dentro de su sentimiento hasta el punto de que haya llegado a dominar gran parte de su tiempo de trabajo, comprobamos que es muy difícil diferenciar dónde acaba en el hombre -o en la mujer- preocupado por un mundo ajeno a él la simple conciencia estremecida del dolor que un sufrimiento que no es suyo le produce y dónde empieza ese dolor a apretarle los puños a impulsarle, a tomar de una u otra forma las armas contra un piélago de y, haciéndoles frente, acabar con ellas. El que quizá fuera el más politizado de los poetas de postguerra a los que es imposible no referirse cuando se les estudia, Grabriel Celaya, que llegó a odiar la poesía del que no toma partido, partido hasta marcharse, pasa por otros estados de ánimo en los que es un simple fluir de preocupación social -la carta a Ramón Basterra- fruto de la mala conciencia de quien se sabe pese a todo un burgués, o, aún más lejos de la política, un enternecimiento trascendido ante la evocación del Sancho-Pueblo sobre quien pesan los trabajos y los días la materia de su verso solidario, de su búsqueda del significado oculto de la palabra. Porque cuando el mismo poeta escribe que la poesía es un arma cargada de futuro , un instrumento para cambiar el mundo, se limita, en mi opinión, a seguir el razonamiento iniciado por Holderlin cuando descubrió que el don de la palabra es el más peligroso. La poesía, la poesía escrita, es el fruto de una tensión di aléctica entre un sujeto y un objeto, y el arco que impulsa esa tensión es ese peligroso bien, ese peli groso don, la pal abra, que pronunciada con acierto en el momento exacto puede determinar acciones conducentes a conquistar un 25 de Octubre -según e l Calendario Juliano- el Palacio de Invierno. La Poesía Social de Postguerra es
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un tema demasiado amplio, porque la postguerra empezó en 1939 , primer año triunfal , pero si ha terminado o no en estos momentos en que me diri-
jo a vds. es un tema más que discutible, lo digo hoy, 13 de agosto de 1998 , año supuestame nte catastrófico, aunque yo personalmente opine que en el 98 del siglo anterior no se perdieron Cuba ni Filipinas ni Puerto Rico , por la sencilla razón de que no se puede perder lo que no se tiene, yesos países no eran nuestros, ningún país puede ser de otro, lo que dicho sea de paso, también puede ser un tema recurre nte en e l que se e ntretenga el fervor soc ial de un poeta con inquietudes morales. Que la burguesía o el rey perdieran la esc uadra, sí parece ser un hecho cierto -como que muchas personas perdieron sus vidas- pero esa pérdida del rey tuvo su contrapartida en que quienes, porque eran pobres, no podían e ludir e l honroso servicio a la patria (¿y cómo el dinero puede servir para el udi r la honra, me pregunto yo?), ya no tuvieran que ir al menos hasta tan lejas tierras, donde nada se les había perdido porque no les ll evaba a e llas un personal afán de aventuras . P uesto que de cuantificar tempora lmente la postguerra hablamos, creo que ya que en 1936 se subl evó e l Ejército contra la República, y esa República aún no ha
~ ido
restaurada, seg uimos, en efecto, en
postguerra. Refirámonos en primer lugar a sus tiempos aurora les: ¿fue la preocupación socia l de algunos egregios ciudadanos que tenían e l don de la palabra poética, recuperada para la crón ica de lo cotidiano por un hijo de la ira a quien conmovió un a mujer que llevaba un a alcuza, consecuencia de las duras condiciones de vida creadas por la dictadura del general? Desde luego, pero, ¿cuándo no ha estado el pueblo sometido a unas duras condiciones de vida?, pregunta que halla su respuesta en otra: ¿y cuándo ha dejado el pueblo de expresar mediante la poesía su dolorido sentir socia l? Al fin y al cabo, una vez ac larado que no fue lo que se supone lo que dijo Jorge Manrique, tampoco es cierto que cualquier tiempo pasado fue mejor. Por e l contrario, fue peor. Ahora, al menos, la injusticia, la crueldad, hay que disimularla: en otros tiempos se hacía de ella espectáculo público. y es que una de las pocas cosas que se ha conseguido con la lucha política ha sido obligar a los que actua lmente ejercen el dominio al desarro ll o de una característica negativa que, paradójicamente , influye de forma positiva en el entramado de las re lac iones entre los de abajo y los de arriba: la hipocresía. Ta l vez sea lo único que hemos logrado : imponer a los poderosos la necesidad de disimular la explotación, e l ases in ato o la tortura. Quienes en épocas para ellos más afo rtun adas podían j actarse de l ejercicio de la crueldad, se ven ahora obligados por imperativos de una moral a
cuyo nac imi ento no ha sido ajeno el
DEL
avance tecnocrático creador de nue-
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vas relac iones de producción a impedir e l conocim ie nto de sus crímenes, a di simul arlos, y, al tener que disimularlo s, a re ducirlos produciendo e n se ntido inv e rso un salto cualitativo que la di sminución en cantidad reduce en su dime nsión aberrante. Los fines perseguidos por la clase en e l poder sig uen siendo los mi smos: pero como no pueden seguir siendo idénticos los procedimientos para alcanzarlos, los mi smos fines se ven mermados en su posibilidad. Cualquier tiempo pasado fue peor. Que aq uell a poesía de postguerra alertada por la conci enci a soc ial tiene , o tuvo, su inmed iato precedente en Mac hado y su bú squeda de la nueva sentimentalidad parece evidente (como qu e Antonio Machado se limitó a m irar, co mo Quevedo, los muros de la patri a suya), y supon go que ya se habrá señalado suficie ntemente estos días: un a nueva sentime ntalidad que intenta separarse del propio yo, pero no alejarse, porque eso rompería la esenc ia mi sma de la poesía, que está en la irrenunciable comunicación personal, en la entrega del propio pálpito; separarse leve mente del propio yo para in vad ir el ámbito de l nosotros , ¿pero como fin en sí, lo que ta l vez conduciría a la realización de un s impl e ejercicio es téril ? Creo que no, sino como medio para converti r la co mpetición en coope rac ión, lo que sería la más importante de las hazañas c ulturales que pudiera acometer el hombre, fue ra o no poeta. También la lej ana influe nci a de Walt W hi tman es perceptible e n el intento de, al multiplicar e l yo por la ansiedad plural, convert irl o en un nosotros que pueda ser suj eto uni versa l de un a nueva conciencia. Ese suave aleja mi ento machad iano tiene su extremo -que, qui zá, por extremista, ha influido menos en las generaciones posteriores- en la posición de Valle-Inclán, que intenta convertir a la multitud e n protagon ista, pasánd olo ade más por la deformac ió n espe rpéntica del ca ll ejón Álvarez Gato, que se expa nde a cada bocanada de la pipa de kif con que moldea sus vis io nes el autor de Divinas palabras y alg un as otras palabras no tan divinas. Pero volviendo a la poesía así ca li ficada de la inmediata postguerra: ¿es si mpl emente soc ial, o tiene un a dimensión, un a proyección política la obra de Celaya, de Otero, de Hierro, de Á ngela Figuera, de Leopo ldo de Luis, de Agustín Millares, de Victoriano Crémer, de E uge ni o de Nora, de ... de. Por si e ll o nos aportara algú n dato, recordemos (pues de la inmediata, la primera postg ue rr a h a bl a mo s) qu e e l b e llí s im o libro de Mig ue l Hernández
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Cancionero y romancero de ausencias, ¡de Miguel Hernández, que algo tuvo que ver con la poesía políticosocial, del poeta del Quinto Re-
gimiento!, es un libro que no molestaría al más exquisito degustador de la poesía pura, a ningún crítico dictaminante desde las trincheras en las que se exigía abstracción lírica limpia de cualquier temporalidad anecdótica. ¿Es que Miguel Hernández había renunciado a sus ideales, había dejado de preocuparle la política, renegada del tren de los heridos o la canción del esposo soldado? ¿Ya no le bastaba mirar, ya no se le llenaba de verdad la mirada ? Pues no. Lo que ocurría era , simplemente, que estaba en la cárcel. Y que era un preso supervigilado. Y que los cacheos eran continuos . Y que, aún estando en la cárcel , pueden meterle a uno en la cárcel: en esa otra cárcel que encierra cualquier caja china y que, en este caso, se llama celda de castigo. Que son, las celdas de castigo, muy desagradables . Supongo que es por eso -me limito a suponerlo, claro- por lo que no escribía alegatos político-sociales. Tal vez los creara -lo hizo, muchos años más tarde, otro poeta de muy inferior vuelo, que pudo publicarlos después-, pero si los mantuvo en el último rincón de su cerebro, donde no podían ser descubiertos en un cacheo, están enterrados, con su memoria, en un cementerio de Alic ante. Los que vivían en una cárcel de dimensiones mucho más amplias -la geog rafí a de presidio s qu e e n aquel entonces era Esp aña- no estaban tan ex pues tos como Miguel o José Luis Gall ego, otro gran poeta encarcelado, al cac heo continuo. Pero, muchos de ellos al menos, sí a la vigilancia policial. Y, ade más, el que escribía poemas lo hacía con la inte nción de publicarlos, lo que si ya en aquell os mome ntos res ultaba difícil ante la simple exposición de un dolor soc ial se convertía en imposibl e cuando lo que se intentaba era, además o ade menos, señalar la posible solución política. Hasta que una ira superior a las pa labras los conve rtía en hombres de acción . En la respuesta de Leopoldo de Lui s para la Antol og ía de la Poes ía Social de 1965, Victoriano Cré me r di ce que más qu e de una fórmula poética parece trata rse de una fó rmul a de conjurac ión cl andestina. Algo de eso ha habido siempre , lo que nos obli ga a cons iderar que, probabl e mente, los poemas de inspiración socia l son los que presentan un a mayor diferenci aci ón entre la intención inicia l de l autor y el res ul tado fin almente obtenido. Si es frecuente que, sea cual fue re la idea primi geni a muchas veces el pensa mi ento, la in spiración o lo que sea se mod ifica en el transc urso del ejercicio literario hasta el punto de que el poema esc rito ti ene poco que ver con el que pretendíamos reali zar, cuando de un poe ma de los ll amados lamados sociales se trata, muchas veces con una
abierta carga de virulencia política,
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hay que tener en cuenta que se inter-
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fieren durante su elaboración factores ajenos al criterio del autor. Aunque el poeta sea el más desinteresado de los creadores literarios, hasta el punto de que la imposibilidad de vivir de la poesía determine que su creación escape a las leyes del mercado, a la que son mucho más obedientes el novelista, el comediógrafo o el dramaturgo, no por eso quien se plantea el esfuerzo, a veces triptolémico, de lograr nada menos que algo que merezca la consideración de poema se sitúa al margen del condicionamiento exterior. Porque 10 más probable es que quiera publicarlo, y este hecho, que no influye en la elección de sus palabras cuando habla del temor a la muerte o el íntimo deliquio que la posible efusión amorosa le proporciona, sí se entromete cuando se refiere a temas relacionables con la sociedad en la que vive y con su estructura política, ya que, precisamente, cuando más se siente acuciado por dar libre expresión a su ánimo en torno a estas materias es cuando la injusticia y las trabas a la libertad (¿cuándo no, dicho sea de paso?) enseñorean la vida de la comunidad más o menos amplia dentro de la cual se mueve. Y el conocimiento de la tijera censora -como mal menor, que los hubo, hay y habrá muchos más graves- modifica a veces, ya en el cerebro del escritor, su tendencia a utilizar la palabra exacta. ¡Quién no ha sustituido alguna vez una palabra, 10 que en la creación poética es especialmente grave, hasta el punto de dañar a su propia esencia, para facilitar la posibilidad de que el poema pase censura! No quiere decir esto, ni mucho menos , que el poeta de preocupación social se haya plegado siempre a la exigencia de su vocación comunicativ a porque ya tocando la boca, ya la frente, silencio le avisaran o le amenazaran miedo; que haya buscado sie mpre el posibili smo en cuya co ntroversia se enza rzaron en el ámbito teatral Buero Vallejo y Alfonso Sastre, pero no es menos cierto -yo puedo citar mi propio caso, que es el que mejor conozco y así no ofendo a nadi e- que, en algun as ocasiones, se ha optado por la palabra, o por el concepto, o por la visión políticamente descafe in ada para qu e pasara e l poema en un mundo político e n que una bomba e ra, periodísticamente, un artefacto; una huelga, un conflicto, y un obrero un operario acomodado. (Recordemos, como eufemismo divertido , la Fiesta de San José Artesano) . También la ilu s ión imaginativa tuvo entonces su oportunidad: recuerdo, por eje mplo , cuando mi buen amigo y excelente poeta inves ti gador en dife re ntes
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aventuras vanguardísticas Gabino Alejandro Carriedo me recitó un poema en el que aproximadamente decía : «Por aquí pasó e l Sabio,! por
aquí algo se nota ... », mi entras, dándome un codazo en e l hígado, me aclaraba: «Se refiere a Lenin ». Así consigu ió Vladimir Ili ch Uli anov pasar algun a vez ante la s propias narices de l censor, pero, claro , con la capa invi sible que le prestaba la cautela del poeta. Ha habido much as alusiones así res ueltas en nues tra poesía político-soc ial de postguerra, porque, volviendo a Crémer, iqui é n dice amor, si la pa labra esta ll a! O a la bonhomía de Garciasol , o a la ironía de Eugenio de Nora que, como es natural, no podía decir en Espmia, pasióll de vida lo que s í e n Pueblo cautivo, libro que atribu yó al autor de La vida de Laza rillo de To rln es, que tambi én lo escribi ó Anónimo. Ese señor, Anónimo, debió de ser, probab lemente, uno de los más indi scutibl es genios de la literatura, políglota además, porque se ex presó en inn umerab les lenguas, como si hubi era rec ibido, con e l peligroso don de la pa labra, los beneficio s de haber es tudi ado e n la Academ ia de Idiom as Pentecostés, la más reputada de su tiempo según la Biblia. Que todo poeta obsesionado por lo socia l ha pasado por momentos en los que una ira superior a las pa labras lo convertía en hombre de acc ió n, hasta e l buenazo de Elad io Cabañero, es evidente si repasamos s us ve rsos. Au nque en alg uno de e ll os prevaleciera la tendencia cristiana, ya que e l hecho de que ni siquiera Jesús de Nazareth estaba muy seguro de ofrecer la otra mejill a al recibir e l pri mer bofetón es algo que se desprende del ep isod io de la maldición de la hig uera , que no se apresuró a regar, o de la expulsión de los mercaderes del templo. También José Martí mentía como un cosaco al decir: «y para el cruel que me arranca / e l corazón con que vivo / cardos ni ortigas cu lti vo . / Cu ltivo una rosa blanca». «Mentira . Murió con un arma en la mano, como era lógico: no cultivando una rosa para su enemigo, sino una ba la. Como Dios manda. Pero sí es cierto que hubo una mayor tendenc ia a quedarse en eso que he mos ll amado, o lo llamo ahora, pasivo llanto social, en vez de airado activ ismo político , en los poetas que no tuvieron re lación con los núcl eos más o menos relacionables con quienes en aq uell os tiempos mantenían viva la antorch a de la dignidad co mo militantes de los partidos que conducían la lucha antifranq ui sta, lo que nos obliga a reducir el plural a s u más simp le dimensión, ya que, como es sab ido, los cuatro evangelistas fueron tres: san Feli pe y san Andrés. Y sobra un o. La poesía social existe. En realidad, mi torpeza y escasa ag udeza de o ído, multiplicadas considerablemente cuando hablo por teléfono , me impidieron apre-
ciar cuando hablé con Teresa Pellicer en torno a mi partici pación e n estas
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jornadas si me sugería ese título a mi exposición como afirmación o como pregunta. En rea lidad, da ig ual, porque es una afirmación y una pregunta. Toda afirmación ll eva implícita un a pregunta para quien, sin necesi dad de ser Hamlet, se e ncuentra frecuente me nte ac uciado por la duda. (U n li bro poe mático de gran be ll eza de Rafae l Montesinos se titula ace rtadísimamente La verdad y otras dudas. Mi ho menaje.) En la pugna entre observac ión de la realidad, que por sí so la no es bastante como instrumento para e l eje rcic io artísti co, y la creac ión imag inativa, que subjetiviza la anterior percepc ión, e l juego dial éc ti co e man ado de la ten sión intelectua l en tre el suj eto y e l objeto, si se convierte en palabra trascendente que sintetiza con belleza la com uni cac ió n, es algo q ue, si no se identifica co n una posib le definición de la poesía, sí al menos parece te ner que ver aunque sea mínimamente co n e ll a. No hay duda de que e n cua lqui er tiempo y lu ga r la incógnita ante el mi ste ri o de la eternidad ha dictado sent imi e ntos convertidos en palabras, en frases, en aserciones o suge renc ias visio narias a las que después hemos ll amado poesía. Y que e l amor -carnal, fraterno, fi li al o de cua lqui er otra índole- han si do fuentes de l sentimi e nto y la expres ión poética. Es dec ir: porque ex iste la muerte ha hab ido poesía. Porque existe e l amor ha habido poesía. Porq ue existe, en definitiva, la vi da, y la naturaleza, y la euforia, y la paz, y la tristeza, y e l dolor, han existido las creaciones literari as a las que ll amamos poemas. Y, hecho aceptado referido a determi nadas épocas, porque hubo problemas socia les, hubo poesía soc ial. ¿ Po r qué hubo problemas soc iales? ¿En algún lugar y época dejó de haberlos? ¿Ahora, en España, ha dejado de haberlos y, por tanto, no se escri be poesía soc ial? Soy un lec to r perezoso, no leo todo lo que se pub li ca, ni compro c uanto me ofrecen los escapa rates. Sé, eso sí, sobre poco más o menos, qué es lo que se publica, y también que el momento pendu lar de la moda no señala una abrumadora presencia de poesía de inspiración socia l en nuestras librerías. Pero ahora ca igo en q ue acabo de decir «en nuestras librerías». Para que un libro llegue a un a librería, es obv io, no basta con que haya sido escrito: es necesario también que un editor haya aceptado s u publicación lo que, qué se le va a hacer, las cosas son así, presupone que haya una demanda general de ese tipo de obra que se ofrece. Por lo que pode mos dec ir con mayor seguridad que se publi ca poca
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poesía con preocupación social que si aseguramos que se escribe poca poesía inspirada por los temas ·solidarios. Puede ser incluso -así lo creo al
menos con bastante vehemencia- que se escriba menos ahora sobre esos temas, por una razón política. ¿Por qué han desaparecido los problemas sociales? En su lenguaje arcaico, diciendo magüer, supongo que ya Alfonso VI, al que conocemos más porque fue contemporáneo del Cid que por sus propias vilezas, diría no que España iba bien, sino que iba bien Castilla. Y que a partir del matrimonio de Isabel y Fernando, cuyo espíritu impera, y de la no muy jurídicamente aceptable anexión de Navarra (mal empezábamos), ya se pudiera decir -gracias a la infertilidad de Germana de Foix- que España iba bien. Todos los gobernantes lo han dicho, a pesar de que al mirar los muros de la patria suya Quevedo los descubriera más bien desmoronados. Pero el hecho es que España no va bien, como demuestran entre otras cosas todas esas manos extendidas en las aceras de la mendicidad, porque ya no bastan las esquinas, y que generalmente sorteamos con vergüenza. Hay problemas sociales. ¿Hay poemas sociales? Sabido es que, cuando no hubo libertad de expresión porque lo existente era una dictadura sin disimulo, tanto el dramaturgo como el novelista como el poeta -como el pintor o el grabador, recordemos Estampa Popularpracticaron el intrusi smo en el terreno periodístico y, a través de la novela, del drama, del poema, pusieron ante la realidad el espejo en el que no gustaba de contemplarse el gobernante. Escribir poesía con contenido político o social era, en los años de postguerra, de aquella parte de la postguerra, una forma posible, peligrosa pero viable, de enfrentarse con el franquismo . Yo no creo que hayan variado demasiado las cosas, excepto en el terreno de la expresión, en esta postpredemocracia en que vivimos, pero sí es indiscutible que libertad de expresión, haberla, hayla, siempre, eso sí, que no se ataque a la intangible Corona, sobre cuyos antagoni stas suele echarse el manto no de la prohibición pero sí de la máxima dificultad mediática. Pero, claro, es que si no hubiera libertad de expresión, sobre la que de todas maneras algunas amenazas pesan, no se podría formar parte de eso que suelen ll amar «el concierto de los países democráticos», que son los desarrollados ... de esa Unión Europea que responde al slogan político, nominalmente de inspiración marxista, «Propietarios de todos los países ... uníos! » Es por ello por lo que el acti vista político que dio cauce a su necesidad de acc ión impulsada por la ira por los ámbitos fluvia les de la poesía soc ial no escribe ahora poemas para expresar lo que puede decir directamente en prosa escribiendo artícu los, reservando el poema para juzgar con los senti mi entos más
tradicionalmente relacionados con la
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lírica. Pero esto es sólo una generalización discutible, ya que no sólo el remedo del activismo político impulsó la poesía social sino , desde Hesiodo hasta nuestros días, también, por sí mismo , el sentimiento social se hizo hueco en la inquietud íntima de cada ser humano cuanto más se alejaba éste de la especie animal de la que procedemos.
José Hierro
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Ahora, sí, más alejada la urgencia
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política como objetivo del poema, la poesía se hace más social, más llanto reflexivo, menos panfletaria. Ahora, cuando se escribe poesía social no se escribe para decir que Franco, o González, o Aznar, son muy malos, que lo era, que lo son, sino para expresar un sentimiento de solidaridad, desde un ángulo lírico, en busca del hombre cooperativo. ¿O no es, por ejemplo, un poema social el que descubre la tristeza de José Hierro al equiparar a las viejas piedras reunidas en los Claustros del Nueva York con los ancianos abandonados por sus familiares porque ya son un estorbo y los ve convertidos en las piezas de museo de un asilo de ancianos? Si leemos cualquier periódico veremos que trae sangre igual que de costumbre. Hoy, sin ir más lejos al venir hacia acá, he visto, con Félix Grande, que el periódico venía chorreando como la tráquea de un ternero sacrificado; que, en definitiva, hoy el periódico rezumaba sangre lo mismo que otros días. ¿Y nadie habrá de sentirse conmovido, a nadie conmoverá esa sangre? La menor inmediatez producida por un mayor disimulo de las instituciones -ya advertí al principio que nuestro gran logro ha sido obligar II practicar la hipocresía, una importante virtud ... hasta el punto de que algunos la llaman Civilización- hace, quizá, más sutil la curva caligráfica de quienes siguen preocupándose por el destino del hombre. El mundo no va bien , España tampoco. Y el poeta consciente sigue siendo consciente de ese tema. Por eso se olvida a veces de su temor a la muerte, de su pregunta en torno al infinito, de los apacibles sentimientos que se experimentan de la contemplación de los campos y de los aún más apacibles que provocan la fembra placentera o, desde el punto de vista complementario, el guerrero en su reposo, y, de cuando en cuando, se integra con sus propias pal abras en la plaza del abrazo unánime que cantó Vicente Aleixandre e intenta diluir su minúsculo yo en la primera persona del plural.
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p o é t.i e a
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U
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a e e e h a antonio hernández
El padre m á s reconocib le del Mod e rni s mo , R u bén Darío , dejó escrito aque ll o fi li ador de ¿qu ién qu e es no e s rom á n tico? , y co n esas pa la br as s elló el reco no cimi e nt o d e l ro m a ntici s mo c omo base de la nueva es tética. Pero más que como un a esc ue la propi amente di cha, el Mode rni smo fu e una actitud frente a la vida y, sobre todo, un a lucha por reori entar e l rumbo de la poes ía es pañ ola en manos del f il osofis mo prosa íco y le rd o d e Ca mpoa mo r y la retórica hueca de Nú ñez de Arce y s us seg uid o res . Se p ued e dec ir qu e lo s j óve nes ta le nt os f ini sec ul a res hi c ie ro n ca u sa co m ú n a nt es qu e nin g ún mov imi e nt o uni fo rm e co n t ra la
Jorge Guillén y Lui s Cernuda
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esclerosis dominante en nuestra poesía, con algún rasgo común no descartable como la utilización de un lenguaje donde la palabra, con todas
sus posibilidades rítmicas y sensoriales, ocupó el centro de atención. El hecho de esa falta de uniformamiento lo pregona la singularidad inmediata de sus componentes: el nihilismo de Antonio Machado; la profundización dinámica de Juan Ramón , tan sensible a las innovaciones; la musa bohemia de Carrere; la policromía musical de Darío; el escepticismo de Manuel Machado. A este respecto de variedad enriquecedora en cada uno de los poetas compañeros, el último de los citados señaló como factores esenciales del Modernismo el predominio del sonido, de la forma de la libertad cuando en La guerra Literaria dio el golpe de gracia al afirmar que el mismo «no fue en puridad más que una revolución literari a de carácter principalmente formal (y que) en cuanto al fondo , su característica esenc)al es la anarquía». Juan Ramón Jiménez, tan cáustico que ll egó a ll a mar a don Antonio Machado «poetón aportuguesado », a Neruda «gran mal poeta», «sufragista» a Jorge Guillén y poeta «directamente traducido al inglés» a Luis Cernuda, no se sintió pelos en la lengua cuando lo identificó con el villaespesismo , añadiendo para probarlo que el autor de La
copa del rey de Thule, Franci sco Villaespesa, fue «el modernista que nunca se dio cuenta de lo que era e l Modernismo ni de lo que no era, de lo que no podía ser o podía ser; y, por tanto, fue el único de nosotros que siguió siendo moderni sta hasta el fi n». Y, sin e mbargo, el movimiento que preparó el terreno de las vanguardias tan peculiares españolas y lo dejó expedito para su gran poesía, fue algo más : un espléndido sincretismo en que irían a beber las voces personales de nuestro primer cuarto de siglo . A e fectos prácticos de fijación, creo necesario delimitar una vida que, si para Ju an Ramón Jiménez supuso un siglo, para Federico de Onís tuvo como límites los años 1882 y 1932 Y para Ricardo Gull ón e l medio siglo comprendido entre 1880 y 1940. Y, no obstante, habría que conve nir en que los albores de la lírica modernista so n precedentes co n la publicaci ó n de Andantes y aleg ros, 1877 co rdobés pontan o Manuel Reina, quien se adelanta a las Noventa estrofa s del malagueño Salvador Rueda. Darío, el gran impul sor, viene despúes, y con é l trae quintaesenciado los idea les de bell eza , la indagació n culturalista y las técnicas renovado ras. Por sup uesto que esa palabra, renovación, es la clave dinamizadora dominante, «Los nuevos creado res, hé roes de la palabra , discrepan en s u sentir exq ui-
sito, refinado y a veces morboso, con la sensibi lidad y la moral de la época
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de la Restauración . Por fuerza tenían que reconocerse extrañados de la sociedad españo la, burguesa , vulgarizadora y acomodatic ia. Ellos bus caban un sentido nuevo a la poesía, a la vida, y, sin embargo, le s h a bía tocado vivir en un ambiente inhóspito a cualq ui er renovación. Incluso se habían atrevido, como antaño hicieran los románticos, a identificar verdad y belleza, algo abso lutamente impermi sible en un mundo en que e l desa rrollo industri al tendía a uniformar, a mas ificar, la cultura y las costumbres. Al ser la belleza e l objeto de la sensibilid ad particular, person al, la verdad ide ntificada con aqué lla no podía ser en modo algun o un iforme, general, si no re lativa , temporal e indi vidu a l. Con ello la adecuación moderni sta entre ambos conceptos imponía la norma de lo subjetivo, lo origina l y lo excepc ional frente a la habitual norma de lo uniforme , lo establec ido y lo común ». Una estét ica como és ta era lóg ico que no e ncontrara de momen to resonancia genera l con e l co nsigui ente aisla mi ento de los nuevos poetas, los c uales se sentían ajenos a una realid ad de c uyos principios no se sentían sol id arios. Y de ahí el q ue fueran motejados de escapi smo, evanescencia a la que colaboraron las posturas personales de sus intérpretes: el dandi smo de Juan Ramón; el decan dentismo in cesante de Villaespesa; e l desdén de Manuel Machado o la bohemia airada de Va ll e Inclán y la pedigüeña de Carrere. La rebeldía contra toda norma, el antid og mati smo, cristalizaron en pl antea mi entos fo rmal es novedosos que junto a la herencia romántica -subjetivismo transformador, ansia de libertad, rechazo de lo vu lgar, cierto irracionalismo, evasión reconfo rtante, traducción de l pes imismo en melancolía, la ideali zación del pasado o la cuestión erótica- fund aro n un a poética, por dec irl o co n palabras de Rubén, sentimental, sensib le y se nsitiva que, co mo en los románticos, ab razó e l predominio de la pas ión sobre la razón ; de la emoción sobre la reflexión; de la sensación sob re la lóg ica; de lo o níri co, misterioso, sob re natural y quimérico sobre toda imposición de la rea lid ad. «Con e llo impulsaron un tipo de poes ía e n la que se rendía culto a lo original y cuyo marco de real ización, lo subjeti vo, apa reció enaltec ido por una sensibi lid ad q ue convertía en modelo artístico y en ejemplo moral las secretas galerías de l alma y la ficció n más superfic ial y vana; la ensoñación, lo confuso y e l artifici o be ll o y conscie nte; lo in st inti vo y la liturgia prefrabrica-
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da; lo bárbaro y lo exquisito; lo oscuro y lo di áfano». El vitalismo optimista al lado de la melancolía, el amor espiritualizado y
el pagano, lo angelical y lo demoni aco y toda clase de ejercitamientos en la paradoja fueron el resultado inventor contra lo precario de la realidad circundante: japonesismos, chinoseries, orientalismo arábigo, retorno a los mitos clásicos, a la decadente Francia dieciochesca, la Italia renacen tista y la España cañí, por un lado; y por el otro lado del Atlántico, lo mismo y además un vuelco hacia el hecho nacional representado por los motivos precolombinos de la historia y por la resistencia contra los españoles de príncipes y caciques. Temáticamente hablando hay mucho más, pero hay que decir cómo su transformación en poesía se debió fundamentalmente a la indagación tesonera en técnicas varias procedentes sobre todo del simbolismo: se crearon neologismos, se adoptaro n palabras de otros idiomas, se potenció la adjetivación y la sinestesia fue la reina de la disposición versal. La métrica modernista llevó hasta extremos insospechados las posibilidades rítmicas de los esquemas tradicionales y, por influencia simbolista y parnasiana, el alejandrino y el eneasílabo camparon sobremanera sobre el endecasílabo y el octasílabo tradicional del soneto y del romance. S ir vió , en s um a, para despejar las vías muertas de lo s poetas dichos , Campoamor, Núñez de Arce y etcé tera largo de tribu líri ca obsoleta. Sólo Villaespesa, a poco, le siguió profesando su amor: «Me encerra ré en la torre de mi org ullo, y entre s us ruina s moriré ap lastado», dijo erre que e rre, tosudo, numantino. Y se ratificó en su retard arismo mi entras que Juan R amón caminaba hacia La estación total:
Mi arte es un a epopeya de mi prop io egoísmo. Yo sólo sé el enig ma de mi risa y mi llanto. Como los ruiseiiores canto para mí mismo. Sin pensar en que alaben o censuren mi canto. ¿ Yeso fue todo? De l Modernismo qu eda lo que de l s urrea li s mo y que no estriba en sus cons tantes como caracteri zac iones de la poesía poste ri o r. Queda e l hecho de que empezó en nosotros y ya no se puede esc ribir s in que ll eve mos adheridos alg un os de s us ac ie rtos, bien incorporados co mo desc ubrimi e ntos propios
as imil ados , indepe ndi ente mente de que, de c uand o en cuando , retornen modas poéticas cercanns a s u espíritu . Los novísimos s upu sicron s u reediO
ción aproximada también como una
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apuesta de poesía más rica de palabra
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y musicalmente hablando que la coloquial de los poetas del cincuenta, y ahora mismo, contra la tendencia dominante de los llamados poetas de la experiencia, se alzan frentes que recuerdan en su rebeldía y búsqueda de lo bello el primer movimiento modernista, tendente a romper moldes desgastados. Sobre todo por parte de los llamados poetas de la diferencia, algunos de cuyos componentes -José Lupiáñez, Antonio Enrique, Fernando de Villena- apuestan por una poesía de color, rítmica y sonora en parte de su obra, la más esteticista. Valga un botón --espléndido- de muestra, obra del primero de ellos: ECO EN AGMAT
Qué será de mis campos de jade, de mis fieles paraísos enaltecidos por el rumor de las corrientes y el sonido de las blancas fontanas, qué será de mis campos al sol, de mis campos solares, de mis espigas áuricas que se cimbrean al atardecer. qué será de mis sendas, de mis huertos ocultos, de mis racimos dulces y copiosos. Qué será de mis amplios palacios, de mis altas terrazas ... Qué de mis auroras y ponientes, de mis paisajes de prohibida aureola, aquéllo donde aún se reclina mi memoria. Qué será de mis frágiles danzarinas, de las amantes de mis noches, de la música hasta el amanecer. Qué será de mis arcas doradas, rebosantes de dinares y de gemas como rebosa el negro de los cielos de puntos luminosos. Qué será de mis largas veladas, de mi alfang e que ha segado las vidas de los príncipes y de los favoritos que será de las tiendas de caza, de mi alazán, brioso como el deseo de un corazón que ama.
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Qué de mis aves, que llevaron el júbilo en sus picos y avivaron el mundo con victorias. Qué de mis sueiios pacificos, de mis torres girantes, de mis diademas en el aire. Qué será de mis héroes, los que elevaron alto la medialuna de mi nombre. Qué será de los ríos caudalosos que cruzaban mis reinos, y de mis altozanos, y de mis llanuras y de cuantos descienden de mi sangre. Qué habrá de se r de mi espíritu en sombras si el Destino varía lo fiel de su balanza y la suerte abandona mis dominios. Los pájaros de la duda revolotean sobre mi cabeza ahora que el Poderoso me prueba en su crisol, y siento que mi vida se extingue entre las llamas como una simple brizna. Lloradme todos, llorad a quien ya es sombra fundida con las sombras.
¿No puede pasar éste por un poema modernista? Aparte de su atmósfera expresiva arab igoandal usí, la adj et ivación in só lita, la ri ca ornamentación ex pres iva, la profusión de elementos decorativos, los decadentes, la añoranza de los mitos, etcétera, tornan lo pose ído en un deje de melancolía que acaba en la reflexi ón sob re la fugacidad de las cosas, donde ya se instala el barroco. La poesía ya es mezcolanza, esencia y vestido, símbolo y realidad, ama lga ma. Pero sobre todo be ll eza; belleza y pasión como si la verdad só lo pudi era encontrarse en la turbación del corazón que ama . Un grupo muy amplio de poetas españo les están cansados, como los modernistas aurorales, de un a poesía de pl antill a, átona y áptera, sin vuelo y sin imagin a-
ción, aparcada en la estática de la
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poesía coloquial que no trasciende la
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aduana del social realismo. Y existe una guerra entre los poetas que marca las trincheras de siempre: a un lado, la tradición inmovilista; al otro, la tradición dinamizada por el revulsivo que busca luz en lo misterioso. Como a los poetas modernistas les será difícil hacerse entender, pero creo que, como siempre, terminará imponiéndose la vanguardia que, un día, será tradición y blanco de otras revoluciones. La poesía es siempre lo lejano, lo recóndito y un permanente acercarse a la plenitud, que no cede del todo, o al misterio, que nunca acaba de entregarse. Es como una conquista que descubre nuevas tierras ofrecidas, las que irán surguiendo otras más fascinantes y vedadas, indefinidamente. Y no siempre el obstáculo lo pone ella sino quienes la pensaron suya, una y limitada, fácil y clónica, epigonal, sin emoción, sin aventura. A eso, y a una utilización de la misma para intereses menos generosos que los de la búsqueda de la belleza, se refiere Rodríguez Pacheco, un modernista combativo de los de ahora que solemne retrata:
Aquel que busca sólo la belleza ni su sombra tendrá; el que la gloria, olvido eterno; quienes poder, malditos ellos; el que s61010 '!UlnanO, se encontrará a sí mismo en cada esquina.
y como participando de esa dualidad en oposición modernista, irónico, fresco y lleno de gracia, satiriza a la conservadora y elemental pOética de la experiencia: Tanta palabra helada, tanto eterno simulacro, este infierno adonde llego sin acompaiíante, que no me guío del Dante ...
o sea, Modernismo, así que hayan pasado cien años .
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La Cultura 1
• se copia.
Cada año se pierden ci entos de ideas. de innova ci on es, d e ha as de trab aj o '1 SiJctifido . Cada año se deja n de edila r dento s de publi caCiones Dar el uso indis"iminado de l as fOl oco pias. Es un
delito ,calital cooias ilegales. PetO es mucho peo r no deiar ( ue nuestra eulluta se desalronc. Que buenas idea s de hoy no vea r la
luz mañana. (olabora con la Cultura. aunQue solo sea Do r luS id e s.
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OPINiÓN
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tzvet an todorov, critica de la critica juan manuel gonzález
Concebida como una obra en la que se integran elementos puramente ensayísti cos con otros aledaños a la narrativa, Crítica de la crítica constituye un sugerente acercamiento a los problemas susc itados en torno a la crítica, su alcance, factura y validez, a partir del período de entreguerras europeo. Su autor la considera con ac ierto e imaginación «una -inacabadanovela de aprendizaje», suscitada a partir de la ajustada percepción de que «en cada in sta nte del tiempo coex isten momentos del pasado más o menos lejanos, del presente y hasta del futuro ». Desde tal percepción, que no implica de manera automática la aceptac ión de la relatividad del tiempo y mucho menos de la cultura, Tzvetan Todorov efectúa un recorrido por los autores y esc uelas críticas más significat i-
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OPINiÓN juan manuel gonzález
vos de nuestra historia próxima, desde los formalistas rusos hasta Mijail Bajtin y Northrop Frye, pasando en profundidad por los «épicos»
Doblin y Brecht, el «realista» Ian Watt y los críticos-escritores Sartre, Blanchot y Barthes. Todo ello siendo consciente de que «no basta con escoger autores del siglo XX para asegurarse de la modernidad de .su pensamiento», y de que si se desea interrogar al pensamiento crítico de este siglo «además hay que cerciorarse de que estos autores no se conforman con repetir ideas recibidas y confirmar así la tradición, sino que expresan lo que es específico de su época» . Realizada con una estructura quizás demasiado flexible y expresada con un lenguaje lastrado por ciertos altibajos y tonos «coloquiales» innecesarios, esta obra es sin embargo fundamental para el conocimiento de las corrientes críticas esenciales desde una postura metodológica tan original como irreprochable. Entre sus aciertos destacan la excelente valoración de la alternativa épica de Doblin, la apreciación de la importancia de las voces y su comunicación mediante las aportaciones de Brecht, y la diferenciación entre tipos de crítica -y de críticos- para defender una «tercera vía» entre.la inmanencia y al exégesis. Junto a ello, Tzvetan Todorov parec~ nutrirse de un sentido democratizador de la crítica que cristaliza en su apoyo a la crítica dialógica, bajo el que late el deseo de acortar las distancias entre el crítico, el autor y su obra, y el lector. En esta línea, al final de la obra Todorov fija sus posiciones afirmando que «La críti. ca dialógica habla, no acerca de las obras, sino a las obras, o más bien, con las obras; se niega a eliminar cua lquiera de las dos voces en presencia . . . Pero el diálogo es asimétrico, ya que el texto del escritor está cerrado mientras que el de l crítico puede seguir indefinidamente. Para no hacer trampas en el juego, el crítico debe hacer escuchar lealmente la voz de su interlocutor». Sabedor de que «la crítica dialógica es corriente en filosofía, donde uno se interesa por los autore s a causa de sus ideas », e l autor de Crítica de la crítica concluye su obra con un a consideración prácticamente irrefutable: «La crítica dialógica existió,
ciertamente, desde siempre (así -como las demás), y en rigor se podría pres-
OPINIÓN juan manue.1 gonzález
cindir del adjetivo, si se admite que el sentido de la crítica reside siempre en ir más allá de la oposición entre dogmatismo y escepticismo». No sin antes precisar que «para no someter la investigación del sentido a una verdad que poseyéramos de antemano, no tenemos razón alguna para renunciar a la búsqueda, al mismo tiempo, de la verdad, y su confrontación con el sentido del texto. Por eso llamo a esta 'crítica dialógica. La clase de verdad a que aspiro no puede abordarse sino. mediante el diálogo ... El dogmatismo conduce al monólogo del crítico; ·el imanentismo (y por consiguiente el relativismo) al del autor estudiado». Por si estas consideraciones no fueran suficientemente sugerentes, el estudioso traza también los contornos .de otra cuestión' fundamental: las relaciones -e interacción- entre crítica y literatura, señalando: «encuentro de nuevo la cercanía entre Iiteratu-·· ra y crítica. Se dice a veces que la primera habla acerca del mundo y la segunda acerca de los libros. Pero eso no es cierto. En 'primer lugar, las obras mismas hablan siempre de obras anteriores o, en "todo caso, las sobreentienden: el deseo de escribir no se origina en la vida sino en otros libros. En segundo lugar, la crítica no debe ni siquiera puede limitarse a hablar de libros; a su vez se pronuncia siempre acerca de la vida». Todorov inicia su análisis globa l de las cuestiones relativas a la crítica contemporanea subrayando por otro lado que el reconocimiento de la diversidad y de la igualdad entre los hombres condu'cen al relativismo, al individualismo y al nihilismo, al tiempo que intenta desbrozar la estética y la ideología románticas -viendo en cada autor la ideología romántica y los elementos de su pensamiento
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y los épicos modernos. En el primer
OPINiÓN juan manue l gonzález
territorio, integrado por aportaciones de Jakubinski, Jakobson y Korzybski -entre otros-, se detecta que el len-
guaje poético encuentra su justificación y valor en si mismo, es su propio fin y no ya un medio, y tiende hacia la palabra fonética; e incluso la prosa narrativa obedece a leyes de combinación de sonidos .. . En todos los niveles del lenguaje, la esencia del artificio poético consiste en periódicas reiteraciones. Todorov señala además que para Jakobson la palabra es experimentada como palabra y no como simple representante del objeto nombrado ni como explosión de emoción, mientras que para Korzybski la relación automática entre palabras y cosas es nefasta para ambas, ya que las sustrae de la percepción y únicamente favorece la intelección . Respecto a los épicos modernos , Tzvetan Todorov fija primero que éstos -encabezados por Düblin y Brecht- elaboran programas de acción literaria, de cómo debe ser la literatura, y no disertaciones que aspiren a la verdad . En su lectura de Düblin, el autor de Crítica de la crítica aprecia en aquel el deseo de oponer la actividad utilitari a del escritor, dependiente de fines exteriores, a la actividad intransitiva del poeta, que sólo se preocupa por los intereses propios del arte mi smo. Luego, y desde la di fe renciaci ón entre «Novela» y «Epopeya», apunta el analista que e n la épica cada elemento guarda su autonomía, se avanza fra g mento a frag me nto, por aglutinación , y no hay sometimiento a un punto cu lmin ante único , como en la nove la ; para afirmar seguidamente que e l género épico absorbe todos los demás géneros. Todo rov enti end e -a l tras luz de Düblin- qu e e l auto r é pico no se puede co nte ntar con observar y
EX-lIBRIS
transc ribir la realid ad; debe tambi én «traspasa rla », ir más a ll á de és ta para encontrar situ ac io nes esenc iales y características de la Humanidad más que de los indi vidu os. S in e mb argo, e l a utor de Crítica de la
crítica adv ierte qu e e l poeta épi co c lás ico no hacía s in o esc uchar la voz de la colect ividad , y e n la nueva ép ica hay que esc uchar dos voces s imultáneame nte: la de l poeta y la de los de má s, interi o ri zada; es un diálogo inter io r. Apa rte de l precedente qu e es ta real id ad constitu ye respecto a la propia e la bo rac ión por Todorov de los pres upuestos de la crítica dia lóg ica -con sus juegos de voces-, la é pica y su
vocación colectiva suscita una nuev a
OPINiÓN
ideología -que e l estudioso cree lej a-
juan manuel gonzález
na al tér mino colectivista-, una nueva ideología contraria al individuali s mo burg ués y ligada a una nuev a literatura épica. Quizás esta nueva ideología participaría en sus deri vaciones estrictamente literarias tanto de la intencionalidad de los primeros escritores soviéticos como de la estética y transfondo de los autores alemanes nucleados alrededor de Emst Jünger, al margen de los distintos signos políticos que «protegen » y enmascaran ambas tendencias narrativas. Tendencias de preguerra en las que -al igual que en DCiblin- se detectan obras centradas en personajes ej empl ares, y pensadas como cauce de diálogo entre el autor y e l consenso -y el imaginario- colectivo; ante una interacción entre la fusión con la colecti vidad y el aislam iento de ésta. Al aproximarse después a Brecht, Todorov remarca cómo éste defiende un teatro didáctico, incompatibl e con la intransiti vidad del arte. Crítica la identificación actorpersonaje-público, y propugna el distanciamiento para lograr la lucidez, un procedimiento que debe ser común a todas las artes y que se materializa mediante el resorte de sacar de lo ordinario las cosas para hacerl as insólitas. El escritor dramático usa por otro lado un lenguaje rebuscado para las cuestiones prosaicas, y prosa ico para las cuestiones elevadas; a modo de truco de di stanciamiento. Bajo este esquema general, el autor muestra la no coinc idencia entre él y el personaje, hace escuchar dos voces simultáneamente e impide la identificación del espectador-lector con el personaje. En rea li dad,
Brecht
persigue
el
es -
tablec imiento de un teatro de lo heterogéneo, donde la pluralidad reina en lugar de la unidad, pero consc iente o inconscientemente consigue un efecto en apariencia contrad ictorio que se constituye como complementario: a pal1ir de la negación de la
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OPINION juan manuel gonzález
negación de la uniformidad y de la elevación de la heterogeneidad y la pluralidad articula una nueva forma de unidad y de sentido crítico colecti-
vo a través de la indi vidualidad. En definitiva Brecht -leído correctamente por Todorov- «postula de hecho que toda comprensión, todo conocimiento; exige una separación entre sujeto y objeto, un distanciamiento; por consiguiente el teatro épico no es simplemente una forma históricamente apropiada sino el mejor medio para acceder a la verdad». Ante los. escritores-críticos (y no los críticos-escritores) el autor de Crítica de la
crítica se pregunta no por problemas de la crítica practicada por escritores, sino por cuestiones de la crítica que se convierte en una forma de literatura. Desde la modernidad de esta observación, Todorov comenta las aportaciones de Sartre, Blanchot y Barthes primero, para luego acercarse a las de Bajtin, Northrop Frye, Watt y Bénichou. De entre toda esta panorámica, vista.a la luz de los anárisis del autor de Crítica de la crítica , cabe resaltar especialmente las
aporta~iones
de
Blanchot y Barthes. En el primer caso, Todorov establece que para saber lo que dice exactamente · Blanchot de .Ia literatura y de la crítica hay
EX LIBRIS
que comenzar por admitir su tesis de que las pal abras -preferentemente en poesía- «no deben servir para. designar algo ni dar voz a nadie, sino que tienen sus fines en ellas mismas ». La palabra poética · es una palabra intransitiva, que no sirve; no significa, es. Y en cuanto a la crítica, Blanchot parte de lo que él considera una evidencia: que el ideal del comentario reside en volverse invisible, «en sacrificarse en el altar de la comprensión de la obra», dice Todorov. Por ello, se defiende una di scontinuidad radical entre la literatura y la crítica -una afirma, la otra se borra- y prohíbe al crítico asumir una voz que le sea propi a. Parafraseando a Blanchot puede afirmarse que la crítica es como la nieve que , al caer, hace vibrar una campana , y luego tiene que derretirse y desaparecer. En esta vía, otra exigencia dirig ida a la crítica literaria es la de
VICTOR R®ZEN
renunciar a todo afán de trascenden-
OPINiÓN
cia, y así a toda referencia a los valo-
juan manuel gonzález
res situados en el horizonte de ese afán.
Blanchot,
entrevistado
por
Todorov, define el objetivo de la crítica como el deber de estar «asociada a una de las tareas más difíciles, pero más importantes de nuestro tiempo ... la tarea de preservar y de liberar el pensamiento de la noción de valor». Por último, Tzvetan Todorov se sitúa alrededor del legado de Roland Barthes para recordar que la definición de literatura de éste conserva dos de las características que le atribuían los románticos: el carácter intransitivo -extendido de la poesía a toda la literatura- y la pluralidad de los sentidos. La concepción de la crítica en Barthes es también, según Todorov, claramente romántica, pues para aquel la tarea de la crítica reside «no en descifrar el sentido de la obra estudiada, sino en reconstruir las reglas y coacciones de la elaboración de ese sentido ... el crítico no tiene que reconstruir el mensaje de la obra sino su sistema». Así, la labor crítica es «puramente formal », y el propio Barthes terminará por considerarse no un crítico, «sino más bien un novelista, escribano no de la novela, es cierto, sino de lo novelesco». Todorov comprende en definitiva que dentro de la perspectiva de Barthes la crítica nueva tiene que ser «un acto de plena escritura», y que este autor «se asimila a los demás críticos-escritores, y esto no sólo por las cualidades de su estilo, sino porque pone entre paréntesis la dimensión de verdad de la crítica, y porque insiste, en cambio, en su aspecto ficcional o poético (donde el lenguaje deja de ser instrumento para volverse problema)>>. De tal suerte, Tzvetan Todorov arroja luz sobre alguna de las cuestiones esenciales p..:specto a la crítica, su teoría y su función e incidencia reales. Búlgaro de nacimiento, pero asentado en Francia desde 1963, donde es director en el Centro Nacional para la Investigación Científica, el autor de Crítica
de la crítica nos ofrece con las páginas de
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esta obra -ya c\ásica-
OPINION Juan manue
un material
de reflexión especialmente valioso en los tiempos de frivolización, vaciamiento y comercialización de las tare-
as del crítico literario que sufrimos -al menos en nuestro país-oAutor de volúmenes igualmente esclarecedores, como Teoría de la literatura, Poética de la
prosa, Simbolismo e interpretación, Semántica de la poesía, Gramática del Decameron o Introducción a la literatura fantástica, Todorov -de quien acaba de imprimir en España la editorial Taurus su interesante obra autobiográfica El
hombre desplazado-
es en definitiva un observador profundo de las espirales
de la literatura, mas -esto es lo más decisivo- un observador que , sin renegar de su pertenencia a los mundos del libro y de la crítica teórica y práctica, intenta señalar sin subterfugios las fisuras, superfialidades, equívocos y defectos que es capaz de detectar en ambos.
EX LlBRIS
ftRThURrJEUsrl\Dr
DE OTRAS LITERATURAS
in
lfteratura brasileña: un continente (semi) desconocido sonia mollá
¿Qu ién ha leído ya una novela de autor brasil eño? Pocos, sin duda, y paradójica mente, es muy posible que los lectores no sean los habituales consumi dores de «alta li teratura» si no los devoradores ocasionales de best sellers.
Río de Janeiro. Grabado 1894
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DE OTRAS LITERATURAS sonia mollá
Así, tal vez sean ya muchos los españoles que hayan leído a Paulo Coelho, uno de los fenomenos literarios más significativos del siglo XX:
con más de 21 millones de ejemplares vendidos, es uno de los quince autores más leídos en todo el mundo. El Alquimista, su novela estrella, ha sido número uno en la lisla de ventas de 18 países y ya ha vendido más de 9,5 millones de ejemplares. Elogiada por sensibilidades tan diversas como la del premio Nobel de Literatura Kenzaburo Oé y la de Madonna, que la considera sudibro favorito, El AlquimiSta ha inspirado un musical en Japón, obras de teatro en Francia,
Bélgica, Esmdos Unidos, Turquía, Ital:ia y Suiza, ha sido tema de dos sinfonías en Ita lia y iEstados Unidos y ha sido ilustrada por el prestigi"Oso dibujante Moebius. y no sólo El Alquimista ha explotado en los mercados editoriiales. Novelas como El per(!grino de Compostela, Diario de un Mago (ambas
in~piradas
en el
peregrinaje 'compostelano del propio autor), A orillas del río Piedra me senté y lloré o La quinta montaña; también han sido best sellers en 30 países y han sido
traducidas a 39 lenguas. Su última novela Veronika decide morir, es número uno indiscutible en Brasil desde su aparición, hace más de un mes. Pero, ¿cómo comprender este éxito arrollador en países tan dispares como Estados Unidos, Eslovenia, Israel, Bulgaria, Francia, Emiratos árabes, Finlandia o Canadá? La explicación de la crítica erudita es demoledora: ,Paulo Coelho presenta el reader 's digest de una espiritualidad vaga y universalizan te, una tienda milagrera que aporta soluciones sencillas para los grandes problemas. El lector medio no puede dejar de sentirse identificado en un «pot pourri» de influencias orientalizantes, platónicas .y new age, que da soluciones caseras a los eternos interrogantes de la humanidad (la muerte, el amor, la locura, el dolor, el más allá), creando falsas profundidades donde no las hay y liquidándolas con fórmu las precocinadas donde si existen. ¿Envidia del éxito? ¿Nostalgia de los se lectos cenobios literarios? A Paulo Coelho poco le importa, y sigue vendiendo. El segundo autor brasileño más vendido y también más conocido por el lector europeo es el «Nobelizable» Jorge Amado. Novelas como Gabriela, clavo y canela, Doña Flor y sus dos maridos o Tieta de Agreste, han sido llevadas al
cine con éxi to y también han sido profusamente traducidas. Representantes del savoir vivre del noreste brasileño, Jorge Amado es un personaje tan querido como sus propios entes de ficc ión. Habitante risueño del paraíso de lihéus, cerca del Salvador, vive en la atmósfera tropical y bienhumorada
que empapa sus novelas . Un realmaravilloso brasileño que ha contri-
DE OTRAS LITER ATU RA S sonia mollá
1'7
buido a forjar una imagen simplificada del país, pero cordial y sin pretensiones, de costumbrismo leve y observaciones astutas aunque generalmente estilizadas en tipos genéricos: el sambista, el hombre de orden, el seductor, la prostituta maternal, el intelectual.. . Aún .así, toda su literatura rezuma color y desenfado, maestría y técnica indudables,ímuy de agradecer en estos tiempos de crítica esterilizante. Pero .aparte de estos dos autor.es, la literatura brasileña 'está llena de sorpresas estimulantes. Tal vez algunas .de ellas ya hayan sido descubiertas por el lector curi0so, pero muchas otras esperan aún en la sombra. Conviene destacar, en una crondlogía necesariamente selectiva, a los siguientes autores:
* Machado de Assís (1839-190'8) : El gran clásico de las ,l etras brasileñas, de la talla de un
E~a
de Queirós e infinitamente menos conocido. Un clásico y bas-
tante más , por su prodigiosa modernidad: capítulos breves, voz narrativa subjetivada en el «punto de vista», precisión psicológica, ironía y digresiones desmitificadoras, desprendimiento brechtiano avant la lettre, juego de géneros e incursión de la duda constructiva. Un perspectivismo que en el caso de su obra más lograda, Memorias póstu-
mas de Bras Cubas, ha despertado el e ntus iasmo de Carlos Fuentes. El escritor mexicano ha elogiado recientemente su carácter cervantino y ha destacado como la novela latinoamericana que abre las puertas a la literatura moderna del continente. :La propia Susan Sontag se ha interesado por ell a e n va rios estudios, subrayando ta mbi é n es te ca r ácter
tran~gr e sor.
Otras de sus no vel as más conocid as
Don Casmurro , construida sobre un a cuid adosa ambi güedad superadora del rea li smo s y romanticismos t ardío s, aún sigue despertando las dudas del
Machado de Ass is
DE OTRAS LITERATURAS sonia mollá
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lector: ¿hubo adulterio o no lo hubo? El final más misterioso de las letras brasileñas.
*
Eucl ides da Cunha (1866 - 1909):
Conocido sobre todo por su ópera magna Os Serto es, que inspiró a Vargas Llosa en su novela La guerra del fin del mundo. Obra espesa y de difíci l lectura , combina elementos naturalistas, históricos y geográficos con los clásicos portugueses para describir la guerra de Canudos (1897), matanza del ejército Republicano de los seguidores de Antonio Conselheiro, un líder mesiánico que encabezó la revuelta del pueblo miserable de Canudos, en interior desértico de Pernambuco, y alentó una defensa de heroísmo numantino. Obra ambiciosa y totalizadora en la que se rescata la belleza lírica y la épica inflamada.
* Mario
de Andrade (1893-1945): uno de los representantes más brillantes del
modernismo brasileño . Conocido sobre todo por su novela-rapsodia
Macunaíma, el héroe sin ningún carácter, en que se ha querido ver la primera re flexi ón sobre la identidad de l brasileño contemporáneo. Es una obra intrincada por la proliferaci ón de léxi co indígena, des bord amiento botánico y zoológico e inmersión en los mitos amazó ni cos. Aún así, el humor es rabelai siano y brill ante y la prosa indud ablemente moderni sta a pesar de l marco silvestre. Sus
Cuentos Nuevos son una j oy a de pertinencia psicológ ica , emoción contenida, prec isión ling uística y orfebrería estilística. Imperdibl es.
* Erico
Veríss imo (1905 - 1975): Autor de In cidente en Antares y sobre todo de
El tiempo y el Viento, un a trilog ía y saga familiar que acompaña la formación de l sur de Brasil desde 1745 has ta 1945 . Gran no vedad literaria : el tercer volumen recupera las peripec ias de l primero desde un a perspecti va analítica, en un ejerc ic io in édito de autoc ríti ca lite rari a dentro de la propi a novela . L itera tura refl ej ada e n sí mi sma.
* loao
Gui maraes Rosa (1908 -1 967): Monstruo sagrado de la literatura brasi-
leña, con su nove la catedra li c ia Grande Se rtao: Ve redas Obra maes tra, laboratorio lingü íst ico y es tu ari o ver ba l, const itu ye un a re nov ac ió n de la pros a que se vuelve autorefe renc ia l. Vocab ul ari o co mplej o e n un mo nó logo interi o r barroco y cos mogóni co do nde se mezclan los arcaís mos, e l léx ico e rudito y las expre?iones regiona les . Epopeya ambientada en e l interio r de l Es tado de Minas Gerais donde se transpone e l mito de la lucha de l ho mbre co ntra e l Diab lo.
*
Clarice Linspector ( 1925 - 1977): La Gran Clarice, ta m b ié n ll a m a d a la
«V irginia Woolf de las letra s brasileñas», aunq ue e ll a mi sma dec la ra ra no haber leído nunca a la autora inglesa . Su obra es extensa, desde co lecc io nes
de cuentos (Lazos de familia , La feli-
cidad clandestina, El vía crucis de
DE OTRAS LITERATURAS sonia mollá
cuerpo» ... ) hasta narrativas más largas, como Cerca del corazón salvaje,
La ciudad sitiada, La pasión según G. H., Agua viva y sobre todo La
manzana en lo oscuro, su obra más hermética y ambiciosa: la construcción de un hombre. Experiencia de un lenguaje limítrofe, en el filo de lo expresable, en los albores del pensamiento . La palabra es mi cuarta dimensión, declara uno de sus personajes . Una regresión titánica a los orígenes de la conciencia y una búsqueda de la vibración de la existencia muy próxima a la experiencia mística, siempre rescatada de los momentos inertes de la vida, que se abren por seg und os, transformando el lugar común en una experiencia vertiginosa . Una lucha metafísica para f undirs e en el corazón del mundo , en la luz de la Epifanía, la súbita revelación de la verdad. Entre los autores vivos se destacan:
* Lygia
Fagundes Telle s: Intimi s mo
de emoc iones antagónicas en ambientes surrea les. No falta el halo sob renatura l de los sue ños, dobl ando la realidad co mo un a som bra. Su novela Las
horas desnudas fue alabada e n Francia donde se de stacó la originalidad del punto de vista narrativo, encarnado en un ga to observador de la decadente protagonista. En La est ructura de la
pompa de jabón, s u libro de re latos más conocido, late el flujo patológico entre lo real y lo irrea l, un mundo de aza r , misterio, co ntradiccion es y aso mbros . También fue muy bien recibido en Francia su Seminario de los
raton es.
* Rubén Fonseca: e l representante más talentoso de la novela negra brasil eña. Relatos urbanos por los que circulan
Jorge Amado
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DE OTRAS LITERATURAS sonia mollá
marginales, empresarios asesinos, comisarios y escri tores fracasados, pobres diablos de vidas rotas y -sexo triste . Son textos veloces y lúcidos,
de un realismo seco a veces suavizado, en los relatos de El agujero en la pared por un lirismo inesperado o una comicidad blanca. Sus novelas más conocidas son: Los prisioneros, El caso Morel, Feliz año nuevo. El cobrador, Bufo &
Spallanzani y Agosto. * Josué Montuello: De escritura clásica, comparado a Machado de Assís, es uno de los más perfectos constructores de tramas de la literatura brasileña. Los tam-
bores de Maranhao ha sido saludada por la crítica internacional como la gran epopeya de la raza negra . Una noche y algunas horas del día siguiente que recubren el arco de tres siglos de historia, desde la llegada de los barcos de esclavos hasta la incorporación del negro en la sociedad. Es el autor preferido de Wilson Martins, el más exquisito e implacable crítico brasileño. También han sido celebradas Noche sobre Alcántara, Diario de la noche iluminada, y Una sombra
en la pared.
* Raduan
Nassar: ejemplo de escritor que, con una obra mínima, ha concitado ·
entusiasmos unánimes. Se estrena en literatura con la novela Labranza arcaica (1973), escribe en 1978 Un vaso de cólera y publica en el 97 Menina a camin-
ho, una recopilación de relatos de los años 60 y 70. Yeso es todo. Pero Un vaso de cólera, con su escritura tensa y exacta, se ha convertido en una de las referencias de la literatura brasileña. El espacio cerrado de la pareja, el sexo, las pasiones, los resentimientos en un escenario espeso y asfixiante de lucha cuerpo a cuerpo. El cuerpo antes que la ropa, dice uno de los personajes.
* Joao
Gilberto Noll, una de las revelaciones literarias de los años ochenta.
Narración enj uta e incisiva de imágenes rápidas y superposición de cuadros. A través de detalles superficiales se adquiere una densidad dramática que, inexorable, concluye en la inutilidad y el páramo de los seres deshechos perdidos o solitarios. Se destacan: El ciego y la bailarina, La furia del cuerpo, Rastros de
verano , A cielo abierto, Harmada y Hotel Atlántico.
* Joao Ubaldo Ribeiro:
verborr'Íg ico, irónico, tierno y carioca militante, mez-
cla con agilidad de cocinero ha mb riento la prosa más elaborada con la oralidad y los modismos de barrio. Su novela Viva el pueblo brasileíio es ya un clásico. También han sido celebrados La sonrisa del lagarto y Siempre los domingos.
* Sergio Sant' Anna:
La mirada mini at urista de Henry James, desvelando la ley
de las emociones y fundida en un pastiche de lujo. Mezcla de géneros, desde la
epístola a la crónica policial. Un
DE OTRAS LITERATURAS
malabarismo entre el gozo y el arte
sonia mollá
en un mundo de pasiones rigurosas y raciocinios imprevistos. Se destacan:
Confesiones de Ralfo, La señorita Simpson, La tragedia brasileiia y los relatos de El monstruo.
* Moacyr
Scliar: novelista y sobre
todo cuentista prolífico. En sus relatos incorpora la dimensión de lo insólito con la naturalidad de la mirada infantil sobre el mundo. Son personajes carentes de identificación, seres sin nombre fluctuando en un universo múltiple. Pequeñas parábolas sobre el hombre y su destino: la muerte, la tristeza, la emigración, el desarraigo.
* Dalton
Trevisan : un cuentista prodigioso, de concisión hiriente. Su objetivo
declarado es adelgazar su prosa hasta acercarla al haikujaponés. Pero nada más lejos de la delicada vaguedad oriental. Son relatos inclementes sobre la clase media del industrioso sur brasileño, sus vicios ocultos, sus mezquindades y delicadezas íntimas. Afiliados como estiletes, minimalistas y ácidos, construidos en los detalles banales de las vidas mediocres, son un descenso al abismo de la condición humana. Grotescos y tenebristas, esculpidos en frases sincopadas que esconden más de lo que muestran. Se destacan El vampiro de Curitiba, La trompeta del ángel vengador, Novelas nada ejemplares y Cementerio de elefantes . .
Hasta aquí el pasado y el presente. ¿Y las tendencias del futuro? En este desconcierto de fin de siglo y de milenio, cuatro ámbitos se abren en la literatura comercial brasileña, según Godofredo de Oliveira Neto, profesor de literatura de la Universidad de Río de Janeiro. Son obras que tienen el éxito asegurado desde su aparición: los libros que exaltan el auto-conocimiento y glorificación del individuo, por lo que parece haber Paulo Coelho para rato; los libros históricos, que recuperan la fundación del Estado brasileño (O
Chala~a
de José
Roberto Torero); las biografías de personajes famosos, desde Tom Jobim, mítico compositor de La Chica de Ipanema, hasta los astros del fútbol (Garrincha,
estrella solidaria, de Ruy Castro) y las novelas que excavan las zonas oscuras de la sociedad: favelas, violencia y miseria (La ciudad de Dios, éxito de Paulo Lins sobre una favela de Río) . Una perspectiva que, en los tres primeros casos, no parece diferir demasiado de un fenómeno más global observado también en Estados Unidos y Europa. El cuarto punto correspondería al hambre de las naciones civilizadas por la litera-
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tura periférica, las obras que reflejan la vida de las minorías étnicas en las grandes ciudades y el texto «fusión » de referencias cruzadas.
Sao Paulo. Septiembre 1998.
Atentado con tra D. Pedro II de Brasil y su autor.
DE OTRAS LITERATURAS ~
recuperación castellana de unos cuentos gozosamente gallegos ramón sánchez lizarralde
DE CÓMO ME ENCONTRÉ
Ánxel Fole
CON EL DEMONIO EN VIGO. Ánxel Fole. Traducción de M iguel Hernández Sola. Trama editorial. 179 páginas Fiel al propósito que parece haberse señalado desde el inicio de su actividad y que puede rastrearse en los títulos anteriores a ell a debidos, Trama ed itorial rescata en este vo lumen a un autor que, si bien es prácticamente inédito en lengua caste ll a n a, en gal lego h a conoc id o numerosas ediciones, tanto por lo que se refiere él
De cómo me encontré con el demonio en Vigo
la poesía como al relato o el cuento, caso este
último el que nos ocupa.
y o( ro.,
Como se afir m a bien a las c la ras en el «Umbral» de este vo lumen, Fole se inclina por la literatura «co ntada », y para ello dirige su mirada, más bien su oído, a los cuentos de las
Tr;uI\J
~dilOriJl
(: II t: llI t l ~
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DE OTRAS LITERATURAS e
aldeas gallegas, a lo que le contaron de niño, y hasta la estructura misma de la mayor parte de los cuentos que ha seleccionado Hernández Sola, traduc-
tor y antólogo de buen hacer, remite constantemente a las historias que alguien va recogiendo a lo largo' de su vida diaria, contadas de viva voz por sus supuestos protagonistas o por otros que los oyeron de ellos. No es un estilista nuestro autor, no parece interesarle eso, como tampoco se aplica al desarrollo y recreación de una lengua literaria pura o resultado de la alquimia: Fole prefiere el habla, las hablas imperfectas, cargadas de castellanismos y de modismos que algunos considerarán bárbaros, el gallego que hablan las gentes de las ciudades y las aldeas de la Galicia que conoció. Se trata, puede que ya el lector sospechando, de una literatura zumbonamente galleguista, pegada a la tierra y a la bruma, a la piedra húmeda de las ciudades y a los bosques frondosos y empapados de misterio. Magia con control, pues, fantasmas y ánimas con es humor propio de la tierra donde se inventó y mejor se practica eso de contestar a una pregunta con otra. La sencillez que Fole reivindica es sólo aparente, y en todo caso sirve para conducir al lector por los senderos de la sensibilidad sin aspavientos, poco a poco, conquistándolo con la recreación de un mundo en el que los contornos son vagos y las cosas evanescentes, donde casi nada es lo que parece, como las personas mismas, o como la facilidad con que se sigue el relato. Pues todo termina pareciendo como la realidad de allí mismo, historias que se suceden unas a otras, por las que desfilan personajes y seres diversos , para ofrecer al fin una única narración, la de la vida de allá. Y nadie piense que se trata de literatura «campesina». Precisamente uno de los descubrimientos que puede hacerse en este libro de Fole es el hecho de que Galicia es vieja, astutamente culta, sutil, trágica en su humorismo un tanto negro y desde luego penetrante, y su pueblo como sabedor de que las cosas importantes no están en el plástico o los conglomerados urbanos, sino en un as relaciones sociales y entre las personas y su medio -incluidas las creaciones de su propia fantasía-, que tienen muchos siglos de darse vueltas las unas a las otras, de complicación, de obligada sencillez, para que nos entendamos.
DE OTRAS LITERATURAS ~
li teratura patagónica y fueguina: la palabra el fin del mundo. una brevisima antologia mónica riaza *
Al Sur del continente americano se encuentra la Patagonia y La Isla Grande de la Tierra del Fuego. Tierras que apenas tienen cien años de historia desde que se extinguió a sus habitantes originales, pertenecientes a las etnias más antiguas del planeta. Se fue repoblando primero con pastores , militares y presos del Penal de Ushuaia, aventureros, buscavidas, anarquistas, exiliados políticos y finalmente con obreros de todo tipo y nacionalidad. Actualmente pertenecen a dos países, Chile y Argentina. Los paisajes y climas son extremos, duros y hermosos. En sus interminables estepas, en sus frondosos bosques de len gas y hayas, impera el silencio absol uto y la atmósfera es tan pura que el amanecer y el ocaso dan a su cielo el color del magma incandescente. Aquí también ha brotado la literatura y lo ha hecho en nuestra lengua, con características culturales propias: la esperanza y el desamparo del hombre en estas tierras tan agrestes, el dramatismo histórico, las batallas contra el olvido, el canto y la denuncia , el paisaje mágico y la búsqueda de un tiempo perdido en algún lugar de la memoria; un arte urgente y necesario cargado de sabiduría y de anhelos. Vayan los siguientes autores, con una muestra de sus obras. Son parte de una aventura literaria en la que merece la pena sumergirse por ser a la vez tan remota y tan . Alumn a ele Taller de Literatura ACE.
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DE OTRAS LITERATURAS
cercana, tan original y tan distinta como universal, y hermana de la
m贸nica Tiaza
nuestra:
MANIFIESTO
No creo en los grandes hacendados de la poes铆a, en los latifundistas de la tinta. Creo en el ovejero de las letras, que con los perros rigurosos de las situaciones cotidianas van trashum.antes con su pi铆io de ideas afrontando cuero al cielo, la palabra, para darnos abrigo. Ellos son los que saben que no es cuesti贸n de esperar la esperanza, sino de ganarla. Los arquitectos de la literatura que sigan con sus escuadras, compases y balanzas. Nosotros, -peones constan/esa fuerza de imagen construiremos la justa casa del hombre.
JULIO LEITE,
Ushuaia 1957.
DE OTRAS LITER ATURAS mónica ri aza
BIENVENIDA SEA LA POESÍA DEL FUTURO Bienvenida sea la poesía del futuro . Esa poesía que reventará como una flor en plena calle, o como un cadáver después de varios días. Bienvenida sea la poesía colgada de las nubes
y de los edificios. La que soltará en este mundo su alma de bestia carroiiera. La que olfateará a la muerte desde lejos. La que llegará delgada y tenue como las primeras lluvias del otoiio, y suave como los tejidos de las vísceras.
Bienvenido sea su ritmo de agua en caída libre, o su sonido de artefacto eléctrico. Pronto estará entre nosotros, bendiciendo el acto sexual entre la especie, o comiéndole los oj os a los muertos. Hasta aquí llegará con su espíritu redentor func ionando, o con su instinto homicida adiestrado y carnívoro
como el que empuiian las tropas de asalto. Bienvenida sea la poesía del futuro. Bienvenidos sean sus actos de magia. Sus contorsiones acrobáticas. Sus caricias y besos de película. Sus espectaculares suicidios archivados en las páginas rojas de los periódicos.
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DE OTRAS LITERATURAS monica riaza
Aquí, y en ninguna otra parte, establecerá su reino, su hacienda, su recinto milagrero abierto al público. La verán caminar sobre las aguas. La verán dormir en los parques. La verán las noches de luna
como suspendida de aquella luz fantástica. La verán aullando y con espasmos, tirada en el suelo. Podrán verla haciendo latir las memorias, o en cada herida cortante que dejará el paso del olvido sobre los rostros. Bienvenida sea, por fin, la poesía del futuro. Ábranle las puertas y las ventanas, las arterias, los huesos, los ojos, y prepárense para lo que pueda ocurrir,
porque vendrá de todos modos, así sea para velar por la paz de sus almas, o bien, para levantarles la tapa de los sesos.
PAVEL OYARZÚN,
Punta Arenas 1963.
DE OTRAS LITERATURAS mónica Tiaza
LA GUERRA Cualquier suceso es bueno para distraer la atención de los espectadores, y los payasos (precisamente) no ahorran en escrúpulos. Bajo estado de guerra los payasos se excitan demasiado, ellos tienen una visión muy particular de lo que significa: La Patria. Así convocan gesticulan, conjeturan, especulan hasta recurren a las páginas de la historia para rescatar el heroísmo (dicen) de algún otro payaso que, en viejos tiempos, defendió del ataque invasor espacios circenses que, en realidad, otros invasores les dejaron en consignación. A pesar de que cuentan con todos los favores de la propaganda, la posición que adoptan tiene un límite muy frágil. Nunca se sabe muy bien (no hay suficientes pruebas) en qué momento empiezan a ser traidores: si desde el mismo inicio de la campaña de exaltación de los valores patrios o cuando después de obligar a sus seguidores a ir al combate, ellos se quedan como si nada. Riendo. Manipulando la información y tomando whisky con el enemigo.
DANIEL QUINTERO,
Buenos Aires 1959.
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DE OTRAS LITERATURAS mónica riaza
TRANSPIRO SUEÑO Escoro la madera náufraga. Subo, (aunque no te vayas: animal en gota porque la savia es eso). Océano para entretener sueños orín de hierro en líquidos de ola, espacio de garganta, orilla, Nace la ventana quimera acostumbrada al paso, higieniza un chorrillo el grito-garza del desagüe.
MANUEL ZALAZAR, Buenos Aires 1944.
APUNTE 44 Sucede de repente cuando el mundo crece y se descuelga detrás de la ventana de un café, en una esquina y a propósito de un a ciudad que navega aún en su fantasía. Sucede, quiero decir, tal vez un domingo, sin ri sa y sin erizos, con obsesionadas culpas y ganas de golpear las puertas y las ventanas después de las noticias. Puede, entonces, presentarse, ese intento de no convertirse en una de todos, en el pasajero que sube-baja de un ómn ibus o en un número en una caja de seguros, el cliente de l banco de la otra call e, e n el carcelero de una mismo, que martilla dos veces la ll ave de un a puerta para encontrarse el velador encendido, una copa de vino hasta la mitad, la ropa tirada en el suelo , la cama destendida, ese libro leído a medias y una interminable li sta de deseos que se confunden en el sueño.
OseAR BARRIONUEVO, Tamaillá 1963.
DE OTRAS LITERATURAS mónit:a riaza
Le sucedía, como le ocurre a tantas personas, que apenas alcanzaba a entender y a recordar la última palabra, y en ocasiones también la penúltima, de una conversación. Cuando ella le dijo: «Ya no te amo», el sólo entendió: «Te amo, te amo ... ». El pobre no podía entender de dónde venía tanto dolor. GUILLERMO LUIS RODRiGUEZ, Río Gallegos
1947.
INCONSISTENCIAS Antes de ayer fue hoy y mañana es tan futuro como más rato, pero mis promesas se añejan rápidas, sueños que se entibian en la almohada cada amanecer, ya no creo
DINKO PAVLOV, La Serena
1943.
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DE OTRAS LITERATURAS monica r iaza
MASCARAS Y HERIDAS
Los de las máscaras continúan aplastando, metiendo cuchillo al corazón del mundo. Los de las heridas continuaremos escupiendo sangre a la máscara y su dorso; hasta salpicarles el maldito cuello.
WASHINGTON BER6N,
San Rafael 196J.
ENTREVISTA ~
antonio gómez rufo el amor es un juego en el que al final se pierde
Anoche en uno de los viejos corazones de Madrid, el extendido sobre la plazuela de Chueca y sus estrechas calles radiales. Entre la humedad, las macetas de yedra refugiadas e n las venta nas de las viejas casas vec in ales, los gatos grises de tejado, y los primeros destellos de neon de los bares de encuentros y de algunas que otra tasca vi natera y superviviente , un escritor, Antonio Gómez Rufo, paladea el placer de hojear su nueva novela: Si tú supieras . Ese ir y venir de páginas entre los dedos , ante la lucha de los muros desconchados y las paredes recién remozadas -decadencia contra progreso-, pone de manifiesto esa curiosidad de autor que convierte a cua lqui er narración publica da,
haga
ésta
el
número que haga e n la propia cu e nta, cas i e n un primer int ento de encue ntro con el lector y co n uno mi s mo. No es prec isame nte Gómez Rufo un de butante e n e l tra bajo lite ra rio , s ino más hi e n un ve te ra no
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ENTREVISTA juan manuel gonzález
de muchas guerras con crédito narrativo garantizado en todas y cada una de sus obras , pero la inquietud, la ilusión de su mirar, cuando entramos
en uno de los locales de la zona para charlar acerca de su nuevo libro, podría ser la de cualquier escritor al inicio de su andadura. En el caso que nos ocupa, su actual trabajo titulado Si tú supieras, ese crédito se ve revalidado por un producto en el que el autor trata sin melindres, con un lenguaje exacto y medido, y una capacidad de sugerencia que desborda los aparentes límites realistas del asunto a tratar, una cuestión tan actual -y antigua- como poco reflejada en la tradición de la narrativa castellana: el amor, la pasión -siempre agridulce- entre sexos iguales, en esta ocasión entre mujeres . Gómez Rufo rompe así el corsé de lo «políticamente correcto», un corsé que, aún en ciertos textos de autores de las últimas generaciones presuntamente valientes y centrados en reflejar temas ya casi de lo cotidiano, sugerente, todavía comprime por desgraci a el impulso de creación e imaginación de buena parte de nuestra narrativa. Gómez Rufo, a pesar de su larga labor como escritor, aún mantiene el deseo, · la ilusión poco común, de ofrecer al mismo tiempo al lec tor elementos de entretenimiento artístico contando historias -no otra cosa es en primera instancia la novela como género-, y elementos de reflexión sobre la vida y las concepciones e ideas que nos pueden ayudar a comprender los vericuetos de ésta. Y ello, ese intento del escritor como creador y recreador integral de la realidad -mejor, las realidades- es lo que, junto a amplias dosis de sinceridad, es lo que primero se advierte y dibuja con trazos de interés y confianza en el ahora autor de las líneas de Si tú supieras. Sin dejar de manosear el nuevo volumen, girando los cantos de las páginas de atrás hacia adelante y viceversa, Gómez Rufo se acomoda sin prisas
en
un
sofá minúsculo, cretona granate, al amparo de una esbelta estatua, ángel desnudo
y poli -
cromo de materia indefinible, que domina el local y parece querer escu-
ENTREVISTA juan manuel gonzález
char en silencio nuestras palabras ...
-Lo primero lógicamente, en toda novela, es ese instante en el que se toma la decisión de escribirla, de adentrarse en sus líneas para no retroceder, para llevar a término una idea narrativa; ¿ cómo decidiste escribir Si tú supieras? -Esta novela surgió de forma en cierto modo casual, al conocer una historia de amor entre mujeres. A lo largo de mi obra siempre me interesó el mundo de la mujer, pues me despierta más tonalidades de sensaciones. He advertido a lo largo de años de escritura y observación que cuando una historia de amor permite ahondar en lo femenino, se llega a la conclusión de que el amor es básicamente igual por encima del sexo. Creo que el amor sin sexo es mística, pero las relaciones entre seres humanos poseen una intensidad que desborda los límites del sexo. En realidad da igual cuál sea el objeto de la pasión ... lo más fuerte son las pasiones y los sentimientos, y cuando éstos brotan con fuerza el sexo, en sentido estricto, queda en un segundo plano. Ésta es, sobre todo, una historia de amor vivida por dos mujeres.
-Pero el amor, en sus diferentes variantes, es algo casi eterno y consubstancial a la literatura, algo que puede ser inocuo a fuerza de manosearlo, o puede caer en el artificio, el morbo o -más comúnmente- en el empalago; ¿cuál es el perfil propio, la singularidad de esta novela ? -En
primer
lugar, tal vez que se nutre de la consideración de que la pérdida es aún la media del a mor. Todos tenemos cierta re si s tencia a reconocer que estamos solos, pero incluso en
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ENTREVISTA
el amor siempre acabamos estando
juan man uel gonzá lez
solos. Esta novela responde a una visión antropo-pesimista, pues cuando alguien se enamora y es abandona-
do lo demás no importa; es como una muerte que se impone a todo, una muerte de los sentimientos. Ahora bien, las tomas de posición de la mujer y del hombre ante lo amoroso son diferentes: la mujer cuando cree que ha encontrado el amor lo considera el valor prioritario, y se entrega a éste creyendo que puede ser eterno, mientras al hombre le acobarda entregarse al amor en gran medida; él tiene otra jerarquía de valores.
-En los tiempos que corren ... ¿ todavía se puede hablar y escribir de entrega total, de amor total? ... ¿ sin caer en escapismos espirituales o vitalismos tirando a desalmados? -Creo que sí es posible, que aún es posible si nos aproximamos a los hechos amorosos con la mirada clara. Hay que tener en cuenta que el amor libera y esclaviza a través de la entrega. Esta novela es una novela de sentimientos, y una novela de soledad. Por eso en sus páginas se narra una historia de amor que, al margen de superar barreras sexuales, es cruel, cruel como todas las historias de amor. Si tú supieras nos recuerda que el amor es algo así como jugar un juego sabiendo que al final, inevitablemente, siempre se pierde.
-Sin embargo, tus protagonistas, fuertes y débiles, comunes e individuales a la vez, no tienen, al igual que cualquier lector, la certeza de esa crueldad ... -Para cualquier personaje literario, y quizás para cualquier persona real, el amor se mueve siempre en la inseguridad, para bien y para mal. Por un lado, nunca se percibe del todo la seguridad total de la derrota definitiva, y por otro el amor sin inseguridad es una petu lancia, nadie que se muestre enteramente seguro en el amor deja de ser un cretino. La vida afectiva transcurre en una serie de laberintos, a trechos positivos, a trechos negativos, y la inseguridad es en todos los
aspectos
existencial y amplia. A veces la inseguridad, en especial en el tipo
de vida que hoy llevamos, castra muchos sentimientos o deseos; te aga-
ENTREVISTA . juan manuel gonzález
rra con la fuerza de una maroma y te domina. Un camarero joven y atildado, con un desaliño más bien premeditado ycuidados o, nos sirve dos vasos; a mí de licor de moras, y a Gómez Rufo, que es tirando a abstemio, de naranjada. Los dos, cortos y con hielo. Creo que Gómez Rufo ha hecho un quiebro premeditado en su trabajo narrativo con esta novela, se ha comprometido más que en otras precedentes, se ha dejado arrastrar por la intuición, y hasta ha comprendido que el lenguaje narrativo puede punzar a trechos lo poético sin que ello vaya en demérito -sino todo lo contrario- de una estructura y un tono novelístico. Él se moja los labios, y yo miro de reojo a dos muchachitas de pelo caoba, que se entrelazan (,::on dis, creción en un ángulo poco iluminado del salón; frente a ellas dos chicos morenos, con camisetas deportivas inician un movimiento · similar. El ángel de colores, cada . vez menos estatua , no pierde ripio de nada ; se hace el indiferente, pero nos escucha a nosotros , y a ellos los observa .. . Fuera comienza a caer una lluvi a leve de otoño. Retomo la conversación, y planteo sin rodeos una cuestión que me ronda en la cabeza desde el principio
de
este
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ENTREVISTA
encuentro:
-En estos días parece estar de moda lo ... llamémoslo «es cabroso », lo prohibido; tanto en cine como en literatura, incluso en las relaciones personales. ¿No temes que algún lector entrevea en esta novela un deseo artificial, interesado, de provocar simplemente morbo? -Es algo que ni siquiera me he planteado. Lo que algunos llaman «sexualidad heterodoxa» es un hecho real e intemporal a la vez . Al menos dos mil años de integrismo religioso y moral pesan ya sobre el lesbianismo. Y hay ejemplos para todo: en Londres la novela lésbica El pozo de la soledad fue secuestrada y quemada en esta década en los sótanos de la policía, pero en los Estados Unidos alrededor del treinta por ciento de las mujeres son lesbianas y en la India el amor entre mujeres es algo culturalmente normal que forma parte de la tradición. En nuestro propio país , es cierto que día a día se abre el mundo del lesbianismo a la curiosidad de lectores de libros y espectadores de cine, pero ese mundo no es más que una rea lidad que como escritor me interesa en estos momentos , al margen de las modas y el tráfico comercial de sentimientos e i ncl inaci ones. No se puede negar, de otro lado, que la sexualidad entre lesbianas es singu lar, pues requiere un tempus más lento de juegos y acercamiento, mientras la sexua lid ad he terosex ual es más directa, pero al margen de estas diferencias ambas sex ualidades forman parte natural de nuestra hi storia y de nuestros sentimientos. Desde la primera lectura del original ahora hecho libro, uno de los e lementos que más me at rajeron de sus líneas fue, aparte de la trabazón de escenarios y acciones, la so lidez de los personajes, su verosimi litud; la capacidad de Gómez Rufo para «imaginar» los impul sos, pálpitos, desgarros y pensamientos de unos personajes en definitiva femeninos. La pregunta es casi indiscreta, pero siempre necesaria, y aún más en relación con esta nove la ... - ¿ Cómo han crecido en cada página los pe/files de esos personajes? -Son personajes que se definen al trasluz de sus acciones y sus pensa mientos , y llegan así incluso a conformarse físicamente. No se trazan a priori. Son dos biotipos, dos caracteres diferentes: Andrea representa lo femenino, y Carmen lo masculino. Se produce entre ell as la atracc ión de los contrarios. El tercer personaje,
loan, el marido de Carmen , es puramente instrumental, como la localización geográfica en una gran ciudad de las posibilidades narrativas de Barc~ l ona. Andrea juega el papel de Pigmalión para introducir a Carmen en el mundo del lesbianis-
mo, luego se enamora de ella, como su
ENTREVISTA
obra, y ello justifica el exceso en la
juan manuel gonzález
pasión que termina por sentir la propia Andrea. La pasión se transforma poco a poco en algo cada vez más profundo. Por otra parte, he tratado de que los espacios, sobre todo los espacios cerrados, sean también una especie de personajes dentro de la novela. Ha sido un proceso consubtancial al desarrollo de la novela desde sus primeras páginas. En Si tú supieras el espacio es determinante, más que el tiempo; es una metáfora de lo que siente en cada momento el personaje. Otro de los resortes claves, no ya en la narración de la historia, sino además en la carga dramática de la acción y -sobre todo- de los personajes es el lenguaje elaborado para la ocasión por Gómez Rufo. Él intuye lo que estoy pensando, y sonríe. La siguiente cuestión que le deslizo sobre el tapete circular de la mesita que compartimos no le toma de sorpresa ... -¿ y el lenguaje ? ¿ Cómo has construido un lenguaje al tiempo accesible y
capaz de expresar toda la complejidad no sólo de la historia, sino de los protagonistas de ésta? -El lenguaje que he utilizado en estas páginas es un lenguaje tomado de la realidad, producto de la tensión entre los personajes y de la observación de la que presumiblemente es -o sería- su realidad. He intentado, eso sí, que la crueldad de la historia se vea paliada por el lirismo, para que la medicina del mal amor se asimile y asuma sin excesivo dolor. Además ... todos sabemos que la mejor manera de explicar lo amoroso se da desde el comienzo de la literatura en el lenguaje poético.
-Pero ese lenguaj e, entreverado de notas líricas, ¿ no podría llegar a ralentizar en algún momento la acción? -Confío en que no. Creo que acción y lenguaje no se hallan aquí disociados . En la última parte de la novela, por ejemplo, la acción se acelera y lo metafórico y simbolista en el lenguaje casi desaparece. Esto no es gratuito. Es así por el hecho de que toda relación de pareja es brusca en su final. Todos tenemos alguna experiencia al respecto ... Regresa otra vez el joven camarero a nuestra mesa y trata de rellenar nuestros vasos. Licor de moras y naranjada. Inútilmente. Apenas han sido vaciados. La conversación ha podido más que la tentación dulzona de la bebida. Le recuerdo entonces a Gómez Rufo que muy posiblemente toda consideración sobre el
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amor, incluido el lésbico, resulta anti-
ENTREVISTA juan manuel g onzález
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gua e infinita, y que incluso la unión de los opuestbs que' nutre a sus personajes -desde el paraíso .entrevisto y
el infierno vivido- se resolvía ya en algunos breves poemas de Catulo. El autor de Si tú supieras asiente, acaricia los bordes de su vaso, se decide a beber y concluye: - Es cierto, tan cierto como que en Catulo aparecen tres elementos del amor moderno: la elección, la libertad de los amantes y el dasafío, la aceptación del amor como una transgresión. Esto último, el sentido de la transgresión, y lo que has citado, la unión y desunión de los opuestos, de los caracteres diferentes, son en definitiva elementos que circulan también por los párrafos e interlineados de esta novela. Releemos en voz baja las primeras líneas de Si tú supieras: «Andrea 'cometió dos equivocaciOJ!les: desnudarse en los brazos de un hombre y permitir que él le presentara a su mujer». En el rincón aparentemente más inocuo del bar, las dos jovencitas de pelo caoba siguen abrazadas. Sobre ellas, tras el humo intermitente de unos velones, una reproducción todavía visible de un grabado en madera de ~
..... .
Maillol, que ilustró con un instante de pasión entre muchachas cierta edición de las Odas de Horacio, nos reta y deslumbra, a nosotros y al ángel de colores, desnudo y /
quedo, que desde el
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, i nC l 0 n
POEsiA ~
d e
1a
C
a r n e
d e
Para que el mal pan vuestro no se nos atragante lo echamos hacia abajo con vuestro vino malo, vaya a se r que nuestro hipo se adelante. También será horrible nuestra sed en el palo. Os dejamos tranquilos vuestra Sagrada Cena
a cambio de estos vinos que no saben tan mal ... Pecados sí tenemos. Pero ninguna pena. Vosotros en cambio tenéis vuestra moral. De todo lo mej or nos llenamos la panza. Esto os cuesta a vosotros sudor y lag rimones. Se nos llena la boca mucho para la chanza. Sil! embargo a vosotros de Kirieleisones
y si entre cielo y tierra una vez columpiamos como f ruta y call1paiia, cigüeiia y Jesucristo, vuestras vacías ga rras plegad os suplicamos hacia un Padre Vu estro que responde: No existo.
h o r
C
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POEsíA b . brec ht
Con delicia os cogemos las mujeres amadas, nos pagáis en secreto por ultrajar las zorras que son deliciosamente destrozadas y que después nos siguen incluso a las mazmorras.
A las hembras con pechos jóvenes como brisas más ágiles les somos que el marido pesado. Les gusta quien les roba tras la cama camisas, antes de despedirse, que su esposo ha pagado. Hasta el cielo sus ojos levantan
y sus faldas más allá del trasero y hasta las nueces de Adán les encantan si es fresco el más tonto grosero. Mejor que la nata de tu leche no hubo, en especial si por ti mismo comprada. Nosotros te metemos la cabeza en el cubo para que tragL,teS la leche desnatada. Si al cielo no nos llega la zancada, tampoco vuestro mundo fue de nuestros calibres. ¿Te das cuenta, hermano de la espalda encorbada? '¡Somos libres, hermano, somos libres!
Traducción: ]. L.
REINA PALAZÓN
CRíTICA - POEsíA ~ AMADOS ÁNGELES. LuzmarÍa Jiménez Faro. Ediciones Torremozas, 1997.
-
"-'
~!MR1A JIMItNEZ FARO
~
Olvidos y tiempos rotos, imágenes que se encienden y se apagan, humos, desengaños, exterminios, voces vulgares y cafés
OS
donde pas ar las tardes equivocadas pero almacenadas en la
GELES
memoria. De esas tardes puede que queden testigos que también sientan el sabor y el vértigo de aquellas horas ; pero lo que sí es seguro es que hubo ángeles que contemplaron todos esos instan-
f
tes con celestial indiferencia o quizás con intensidad de pasión. Es el privilegio de aquellos que derrocaron a Satán y que asentados entre nuestras cosas más queridas cartografían desde su condición de custodios, los miedos y la inocencia que se va gas tando en noches hostiles y miserables cegadas para el futuro. Después de Mujeres y café, 1995, y de recopilar y antologar en dos tomos -están en preparación otros dos- a las más signifi-
cativas poetisas españolas desde el inicio del siglo, la directora, desde su creación, de Ediciones Torremozas, hace un repaso en este poemario de todos aquellos ángeles que son posibles, incluido el de la poesía, incluido el de la muerte. Ofrecemos dos muestras del Poemario ARCÁNGEL RAZIEL
Se congregan en ti todas las claves del Universo, todos los misterios .. . En tu libro pusiste por escrito todo el saber del cielo
y de la tierra. Su código secreto jamás descifrarán ni las más altas jerarquías celestiales. No sirven ni plegarias ni conjuros
y sólo la fe salva tantos interrogantes. Tal vez si en sueíios tú vinieras de tu sacro mutismo arrepentido, revelarme podrías el secreto de la fuga z belleza de las rosas.
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CRITICA- POEsíA
USTED, EL ÁNGEL DE LA MUERTE
Usted y yo tenemos una cita. Sé que jamás se retrasó en la hora. Tal vez pueda darme algo de tiempo para mirar mi vida. ¿Podré volver la vista hasta mi patio? Allí la madreselva era alegría, su aroma resbalaba por los sueños de mi sangre crecida. Será muy puntual. Siempre lo ha sido. Usted perdonará si me entretengo y acaricio mis libros con ternura. Comprenda usted ¡son tantas horas juntos! que así, partir, tan fríamente, no me parece bien. Se quedan solos ... Quiero que sepa que sé que ha de venir para llevarme con usted, y créame si digo que estoy lista. He tratado de aprovechar mi tiempo: Amar. Vivir. Vivir y amar. No puede imaginarse el equipaje que llevo en la memoria ... Usted ¡qué culpa tiene! Sólo es usted el ángel de la muerte, y usted y yo tenemos una cita.
CRíTICA - pOEsíA --.Lrr
.
palabra,
,
clara Jan e s espacio, t i e m p o juan mollá
Estoy leyendo un libro que me sumerge en una de las corrientes por donde parece fluir la expresión de nuestro tiempo, la palpitación última de la palabra que se crea y se destruye, que crea destruyendo y señala eludiendo. El lenguaje desdoblándose y multiplicándose, la margarita deshojándose, la rosa que pronuncia su evidencia cuando va a abrirse. Juan Ramón Jiménez había pedido: «Inteligencia. dame el nombre exacto de las
cosas». Se trataba de encontrar la expresión única, nítida, exacta, pura. Ahora se busca quizá el concepto exacto a través de la expresión múltiple, deconstruida, difusa, incluso contradictoria, impura. En el camino abierto por Beckett, cuando va aproximándose al hecho poético a través de datos incoherentes como tanteando en la penumbra. Este libro que ahora me reaviva la cuestión se llama Facilidad del aire y recoge poemas de Antonio Ramos Rosa, traducidos limpiamente por Clara Janés. También es de Clara Janés el estudio preliminar, conciso y sabio, que quizá es lo que más me ha hecho centrarme otra vez en esta vía poética con la que me siento bastante identificado. Ex plica Clara Janés que la poesía de Ramos Rosa es « nub e
sob re la pág ina ».
diaconías y sintonías, acordes,
s imultaneidad es,
movimiento que es tambi én
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CRíTICA - POESíA
quietud -porque ·«10 improbable es
juan mollá
el horizonte de lo que es dicho»- a través del cual nos remontamos a estratos tan antiguos como el taoísmo
y a la vez estamos en descubrimientos tan recientes como la matemática fractal. Robert Brechon compara sus versos con los de Pessoa por lo que se refiere a su relación con lo real a través de la «desmultiplicación » de las sensaciones . Catherine Dumas subraya que «hace de su poesía un ejercicio de no-
saber que le aproxima a su vez al «deconstruccionismo» preconizado por Caeiro y a la filosofía zen .. . Lo que ve Ramos· Rosa es una realidad de simultaneidades y no se siente paralizado por la paradoja ni le asusta la contradicción ... » Hoy sabemos que todo es y no es y remite a «otra cosa», que las partículas son algo cuyo ser consiste en «estar llegando a ser» y que el vacío está «lleno de vibraciones». Así, Clara Janés nos zambulle en las coordenadas donde realmente se entiende la poesía de Ramos Rosa, y de nuestra poesía también. Uno, inevitablemente, tiende a ver fuera lo que ya tiene dentro, y en la poesía de los otros descubre la poesía que le es propia, o la que quiere o cree hacer. Sobre todo, si uno no es un crítico profesiona l, sintoniza preferentemente con aquell as vibraciones que ya res uenan en sus propios balbuceos creadores. Quizá por eso esta poesía, que descubre un panorama interior sorprendente, una visión del mundo emocionante y sobrecogedora, un concepto vivo y personalísimo de la palabra, me ha reafirmado también en mis caminos personales, en mis luces y mis sombras, en mi propio jardín sin fronteras . La primera sensación que captamos en este libro es la que el mundo y la palabra se desarticulan, rompen. sus moldes, liberándose de las leyes que los ordenan y ciñen; que asciende a la superficie «lo impronunciable», «las vocales perdidas»,
«La inicial incertidumbre torna azul el enigma y un ágil velero navega sobre las olas de piedra»
Más explícitamente:
«Una cabeza sin sentencias entra las máscaras respira. El cuerpo recibe los despojos blancos entre los monstruos
y las piedras. Todo se vuelve azul e indolente, como un barco navegando entre dos mundos».
CRíTI CA- POESíA juan mollá
Sabemos que el poeta ha dicho:
«Escribir es actualizar la posibilidad de identificarse con este flujo oscuro que la palabra reaviva en su silencio esencial». «Escribo sin creer; escribo, esto es, voy de sombra en sombra». «La palabra es la semejanza y la diferenciaJo la salvaje unidad incendiada». «y el poema es ahora constelación de sang re/que atraviesa las murallas de la nocturna lengua». Es la lucha de la palabra por balbucir una «medida incierta», la voz de la piedra, entre el viento y el olvido: «Soy alguien que espera ser abierto por una
palabra». «En un acierto desorden distraído se agrupan palabras pero ninguna toca aún el suelo donde se erguirían sin prisa y sin miedo, llevadas por el viento que tal vez es un barco a través del follaje ». Otra vez el barco, el viento, la piedra, las palabras, el vacío, el silencio, la sombra. La repetición subraya las obsesiones, las claves. Como la idea de ola, que bate en todo el libro: «La ola de piedra», «¡Qué ale-
gría ser la ola», «olas que descansan en su gesto nupcial», «una onda de voluble unidad», la «ola inmóvil», < <Isla u ola », «muerte en cada ola». Las ondul aciones inconstantes del mar, que parecen pronunci ar una palabra con mil palabras diferentes :
«oh mar, oh presencia ondulante del infinito oh retorno incesante de la presión frigidísima oh violenta indo lenta siempre lejana, siempre ausente oh catedral profunda qu.e desmoronándose permanece».
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CRíTICA-POESíA juan mollá
Así este lenguaje se cumple desmoronándose. Y a través de ese desmoronamiento va imponiéndose la-·evidencia de la multidimensión, la simulta-
neidad, la quiebra de los rígidos esquemas. Lo inmaterial se convierte en piedra; la piedra respira, habla, flota. El movimiento se vuelve estático, la inmovilidad se agita aceleradamente, el espacio se advierte como algo duradero y simultáneo, inmenso en el cuerpo del ser amado, permanente y unánime en lo ausente, «presente en la distancia ». El espacio va centrando, en mi lectura, la atención poética. La palabra reúne la evidencia y la distancia «y ya en el espacio se forma como espacio/ y en la
ausencia habitable se rezaga ... » Las palabras «son la substancia concéntrica de lo lejano» . «No se distingue lo próximo de lo distante/ y todo se reúne en un solo acorde oscuro », «anhelante y tranquila es la rosa azul del espacio». Curiosamente, encuentro inexplicables coincidencias con versos míos ya antiguos: «Besas el soplo luminoso/de un cuerpo que es espacio y mar y arboleda/y
que resplandece en un inmenso rocío azul ». Me recuerda mi poema «Esplendor», en donde se acaricia el cuerpo desnudo como el más puro espacio que as ume y sobrepasa el tiempo, que salva del tiempo. Sí, el espacio trasciende al ti empo; el espacio simultáneo, permanente o perdurable, inmediato lejano, infinito y concreto, inmóvil, o al menos más lento que nosotros, <<lento, con la lentitud de un barco», instantáneo y áureo: «En la rea-
leza del instante el espacio se dora ». «La inmensidad íntima del espacio». Pero <<leve es la gloria del espacio que sólo es espacio ». Porque el espacio del poeta está saturado de «sutil espesura, de aérea intimidad». «Toco el río y la
piedra en la distancia intacta ». «En su enamo rada ete rnidad/el cuerpo (el espacio) es ala, piedra y nube». «Un tenue y total desmoronamiento/nos abre a
la antigüedad de la materia ». «De todo lo que fluye y casi inmóvil p erdura/nos viene la lenta protección tranquila ». En esta poes ía, frases y conceptos tan enfren tados, tan cuidadosa mente contradictorios y paradójicos, conservan un a cohe rencia profunda, un sentido totalizador y unificador que impregna cada apare nte dilogía y la respa lda , dándonos la seguridad que nad a hay en ta les palabras de arbitrario o superficial. La aparente dispersión, la ac umulación de términos contrapues tos o polivalentes, la yuxtaposición de planos plurales, mu estran un unive rso multiforme, de infinitos giros simu ltáneos, complejísimo y a la vez esencia l, e n e l qu e no no s se ntimos extranjeros, porque osc uramente intuimos que esa plasmación verba l refleja el mundo en que gira mos, a la lu z del moderno conocimi e nto de l mismo, de la
dinámica de la materia, del cosmos en
CRíTI CA-POESíA
expansión. Y en ese contexto hasta
juan mollá
los términos más contradictorios encajan en un sentido unitario y a la vez tienen múltiples sentidos. No se busca la pala.bra exacta, la realidad captada en un solo trazo, sino que, con múltiples palabras mudables, se hace intuir una realidad más exacta, una realidad que hoy sabemos múltiple, dinámica y cambiante, en que energía, vacío, movimiento, espacio y tiempo se compenetran . Es evidentemente una vía más de la expresión poética que busca el conocimiento y la emoción del mundo y del hombre de nuestro tiempo. Pero es una corriente certera, adecuada en su forma a la forma viva, que pretende captar.
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CRITICA-POESíA
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LOS CAUDALES DEL LEUDO . Mercedes Estíbaliz Ediciones Torremozas, 1997.
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LOS CAUDALES
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DELLEUDO
Poesía altamente intimista para interpretar desde una pers-
pectiva marcadamente femenina, la memoria, el idilio con la fantasía, los mitos y las ilusiones que sostienen lo cotidiano. La sensibilidad, el gusto por el lenguaje, la interpretación del ritmo en los versos, son los elementos significativos entre los que se expanden individualidades propias y jacula-
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torias colectivas que tallan con esencial desnudez frisos en los que están grabados para siempre ins alvables ausencias y juegos de infancia, actitudes ocultas y borrosos interiores de amores que no por conocidos dejan de sorprendernos.
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Definir este poemario de Mercedes Estíbaliz es intentar descri-
Co!t-cciólI Torrem(Iz.l.ls "f;.~ ....r;t\P
bir los recodos postergados que quedan en los armarios imposi-
bIes y los pasos incompletos que se quedaron atrapados entre los adoquines de ciudades que siempre miraremos con nostalgia. Los caudales del leudo nos cubre con sensaciones de bosques infantil es pero también de vísceras sorprendidos por las texturas y las sonrisas de otras pieles.
TALISMÁN DE IDENTIDAD. Elena Andrés. Editorial Torremozas, 1992 Ni los dedos más suti les pueden retener el viento entre ellos. Las ascuas extinguidas nunca rebrotarán con un nuevo pálpito ni las fechas fijas dejarán por ello de pasar. La poesía de Elena de Andrés, si bien es la cOJlsecuencia de buscar su propia identidad por parte de la poeta, parece llegar desde una dimensión distinta, a veces se diría caótica, que no deja de suponer una coherencia consigo misma; se diría que nos llega desde un recorte agónico o desde el aleteo desesperado de una crisálida. A veces es W;iG:':;·· ~
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TALISMÁN DE IDENTIDAD
como una resurrección sorprendente en la que el lenguaje es una plenitud de emociones que implican el retrato de lo percibido desde lo íntimo y personal. Estas páginas son una memoria mitificadora del papel del poeta, del paraíso desaparecido y agotado tras un viaje al país de las confesiones interminables. E lena Andrés es madrileña . Colabora como crítica en revistas lite rarias españolas y de otros países. Sus poemas han sido recog idos en dive rsas antologías, y parte de su obra ha
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sido traducida a l italiano , francés , polaco e inglés.
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Co/rcció/J Torremo:as ...... _ _ r~. .,._
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ÚLTIMA VOZ
CRíTICA-POESíA
DE SANTIAGO TENA Santiago Tena (Montevideo, 1965) hijo de diplomático, vivió durante sus primeros años en diversos países americanos y europeos. Licenciado en derecho, ejerce el columnismo en ABe y desempeña labores de edición y relacionadas con la poesía. Ha publicado Última
voz (Murcia, 1995), libro que obtuvo el Premio Antonio Oliver Belmás en 1994. La mansedumbre calculada, es un poemario cuya primera parte se constituye por una colección de sonetos reunidos por una coherencia interna, a la manera de los cancioneros de corte petrarquista. Si en su libro anterior, Última voz, el yo del poeta se manifestaba eminentemente bajo el prisma del lirismo más amoroso, Tena en esta última entrega recupera, o al menos confiesa, el camino de búsqueda de un equilibrio humano, un plantearse sus señas identificatorias como hombre que anhela la trascendencia a través del amor y de una autoconciencia que se encuentra en el otro, no solamente en un tú femenino y amoroso. Nos encontramos así con una maduración del yo poético y de una serie de temas que ya estaban planteados en sus entregas literarias anteriores: la búsqueda de la divinidad, desde un sentido de trascendencia de raíces cristianas, consciente de la deuda de heredar una palabra. Tena asume con gran pericia formal su conexión con la tradición clásica senequista y en donde resuenan los ecos de la mejor poesía moral de nuestro siglo de Oro. En esa fusión de tiempos, líricos y humanos, es donde la anécdota vivencial queda escondida; entre las líneas del poema podemos intuir el sufrimiento de un ser que siempre es presente y que, como los personajes agónicos, en lucha, de Unamuno , se enfrenta a la ardua tarea del vivir. En esa fusión de tiempos , como decía, se deposita la palabra, nacida desde el sentimiento trágico de la existencia, de las dificultades del amor, desde la consciencia dolorosa de la futilidad del ser. Esa palabra crece, se retuerce, juega con el concepto, se vuelve una línea quebrada que reconoce el denominador común del tiempo clásico . En esa asimilación cultural y humana de tiempos , mezcla el amor, la ironía, la duda, la rabia de saberse imperfecto, de franca inspiración ética, cercano ya a nuestro siglo que sucumbe, y nos ofrece una voz, que ya no es la última, de un yo poético fieramente humano y que ya domina el pulso de la escritura lírica. BEATRIZ HERNANZ
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CRITICA-POESíA
. UINCE ANOS NO ES NADA José María Muñoz Quírós
QUINCE AÑOS NO ES NADA José María Muñoz de Quirós Ediciones Libertarias, 1997.
En el ámbito cercado por el tiempo y la vida, entendida esta última como experiencia, y el primero como fatalidad y recurso medidor inventado por el hombre, encontramos el suceso poemático de un Muñoz de Quirós que retrocede en su obra a la búsqueda de significados que trasciendan la realidad de lo cotidiano. Así, las interrelacciones entre lo personal y las circunstancias se convierten aquí en un viaje sentimental en cuanto que esta antología de poemas seleccionados por el autor es un recorrido de quince años. Entre 1982 y
Poesía
1997 fueron once los libros publicados por este poeta abu-
~ Ediciones Li bertarias
lense. En este poemario se conjugan presente y pasado, una temporalidad que se ordena en imágenes y símbolos conno-
tativos de una poesía emotiva y de plenitud lingüística, donde tanto el testimonio consciente como la salvación intuida forman una unión fraterna para una muy personal manera de poetizar el sentido del mundo .
SIEMPRE TIEMPO Enrique Gracia Trinidad Asociación Amigos de Juan Alacide, 1997. Enrique Gracia Trinidad fig ura en varias an tologías. Colabora con varias fundaciones y centros públicos, organiza talleres de creatividad e imparte conferencias, todo ello dentro de un a dedicación exclusiva a la divulgación cultural. Tiene publicados ya cinc o libros de poesía, y éste, el sexto, editado por la Asociación de Amigos de Juan Alcaide de Valdepeñas, le valió el XVIII Premio de Poesía que ll eva el nombre del poeta manchego. S I EMPR. I~
T I EMPO
Con versos en los que no caben ni se di scuten los artificios, Gracia Trinidad derrama sobre el lector del poemario una pizca de amor, una respiración que sa le gratis y una luz de libros lejanos. Todo en forma de versos con los que trata de dialogar y sacarle partido al viento del ca nsancio y de la mediocridad envolvente. Es como la balsa que se tiende a un náufrago.
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HOJAS SUELTAS Juan Tena Corredera Ateneo de Córdoba, 1997.
CRíTIC A- PO ES íA
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Con Hojas sueltas, el cordobés Juan Tena Corredera obtuvo el XII Premio Juan Bernier de Poesía. A modo de regreso de un dios exiliado, nos traslada a su consumida infancia y a los pasos vacilantes, los primeros. Pero también nos traslada hasta el resurgir de aquel que se
olvi~
JUAN TENA CO RREDERA
da del miedo y que o bien maldice o reza para agigantarse entre los brillos tristes y los lánguidos silencios. Como un rumor de agua en el surco o como el gozoso instante que inevitablemente se ha de desvanecer en el vacío, estudia y clasifica la libertad con escritura escrupulosa y con pertinaz sensibilidad, expone en confesión los falsos indicios del ayer a través de los que se encuentran, hoy, realmente a sí mismo. Hojas sueltas para nuclear lo lícito y lo ilícito, lo obsesionado del pecado y de los remordimientos melancólicos que se amontonan en la sangre. Tena nos demuestra que exhibimos la inutilidad de nuestro des-
HOJAS SUELTAS
tino en la semi oscuridad de la indiferencia fragmentada por nuestras urgencias.
SOBRE EL TRAZADO MAL VA DE LOS SIGNOS. María Huidobro. Betania, 1997. Es posible que ciertos signos rasguen el velo de lo desconocido y que yertos trances que nos son ajenos se acerquen hasta nosotros para decimos que si no huímos en ese momento la herida de lo anodino nos inundará de tristeza. María Huidobro nos habla de corrientes empapadas de nostalgias y de desazones que se encienden de repente con las líneas onduladas de lo antaño feliz. María Huidobro le da nombre a esos signos que enfrentan lo negativo y lo desesperado con
;\ I nrin Iluidn hrfl
SOllRE EL ·IR \ L\DO .' I AIX ..\ DE LOS S ICi\OS
la sensibilidad lírica de la hi storia humana. Crisis profundas que laceran el ser con un dolor cósmico por que las palabras, como signos que son, pierden su sentido y son incapaces para aprehender la vida. María Huidobro descubre esa melodía que compone la vida dado que ha buscado respuestas y las ha encontrado dentro de una sustancia espiritual que trasciende de forma rica y formativa volcada a su vez en este poemario. .eTANIA
CRITICA-POESíA
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ÉGLOGA URBANA. Pura López Cortés.
Riomardesierto, colección de poesía, 1990. El poemario es una antología preparada por la autora misma, Pur"
Lóp4'!7.
Cortés
Egloga Urbana (1974 . 1990)
en la que recoge fragmentos de su obra publicados entre 1974 y 1988. En un trayecto que no ha de ser indefectiblemente lineal, pero que podría decirse que abarca desde el nacimiento hasta la muerte, Pura López contrapone elementos incorpóreos a entidades devenidos con la civilización industrial, por consiguiente urbana, deshumanizadora y cuyos rituales alienantes, rutinarios, todos conocemos y padecemos. Si los denominamos versos urbanos es por el condimento y la iconografía con la que remite al lector a ciertas imágenes, puente a modo de acceso eglógico para un contrapunto o enfrentamiento, al final del cual, la poeta intenta llegar hasta la purificación. El poemario no sólo es testimonial de un tiempo y de un vivir enojoso, es también
solidario con los infelices que no pueden dar nada y con aquellas realidades inermes y angustiosas de los que luchan aún por el mañana desde un naufragio extenso.
DE VARIA ESPAÑA
Manuel Quiroga Clérigo (compilador). Ediciones la Rana, México, 1997. El propi o Quiroga Clérigo ha dicho que en esta recopilación se ha tratado de representar una poesía de la se nsibilidad, de mostrar el particular esfuerzo de un os pocos por hacer de la poesía una forma de vida, con todas sus connotaciones . Así pues, los versos recogidos en este libro son primeramente muy diversos, plagados de matices diferentes y diferenciadores, son los versos de voces poéticas bien definidas, yen todo cuanto ha sido posible, alejados de las Dc "aria España
pautas oficialistas y enmarcadoras que puedan ahora estar en boga.
Qllirog.l C/¡'igo
Al margen de estas premisas, el afán compilador no obedece a nin-
,\f.I 1J /lrl
c.ompil.1o.for
guna razón más allá del estricto interés por la poesía, ni sigue ningún hilo conductor que impida apreciar algo tan íntimo y personal como la fo rma de enfrentarse a cuestiones, preferencias del propio quehacer poético de los autores seleccionados. De varia España es un esfuerzo por mostrar, a partir de la ~en s ibilidad y de la variedad , otros criterios y e l rostro cambi ante)de la poesía.
CRíTICA - POEsíA ~
errante
v a g a r
SÓLO ME LLEVARÉ. Autora Cristina Maristany. Huerga & Fierro Editores, Madrid Compañera de Rafael Lorente durante 24 años, Cristina Maristany llora la ausencia del poeta y del hombre de letras que Lorente f ue en versos delicados e inspirados que formaron parte del libro Más allá del silencio y que ahora co nforman un bell o poemario títulado Sólo me llevaré en ed ici ón de Huerga & Fierro publicada en su colección «Fenice poesía». Unos versos del propio Lorente, «Junto a la mar del
S UD>,
epílogo del libro, nos permiten conocer
el di álogo que aún manti ene Cristina con el compañero fallec ido en 1990: «Cuando sepa que ex istes/ por un a gav iota/ que me so ll oce amores/, o conozca que has muerto/ por un rayo de luna/, te soñaré muy so lo/ te lloraré muy solo». Maristany nos permite un dolorido recorrido por la profunda ause nc ia, co mp artir ese «e rrante vagar» que da título a un o de sus poe mas: » ... yo qui siera ree ncontrarte;/ amadri ga rme en tus brazos,! acaric iarte de nuevo,! y recuperar los in sta ntes,! olvid ando la absurda rare za de tu a use ncia». Ni pretende la autora can lar al mundo que le rodca ni ti ene más
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CRITICA-POESíA
futuro que su recuerdo. Por ello sus
manuel quiroga clérigo
versos son cáusticos aunque vehementes, intensos, simplemente amargos. Su testimonio es el de la ternura
y el amor. La suya es una noche triste, con escasas concesiones a la alegría o al bullicio que puede recorrer jardines y paisajes. Y ahí está su mejor hondura, su gran valor lírico, su incisiva claridad: «Sólo me llevaré /algunas cosas pequeñas/ cosas,! fotos, cartas y/ poemas,! sobre todo poemas.! Sólo me lleva,ré/ mis lágrimas/ y los recuerdos/ de aquellos lejanos días». Es una poesía de la existencia, el reflejo fiel de un afecto que sólo la muerte pudo interrumpir. Hay una música dramática en este monólogo con la tristeza, una especial violencia que sólo el recuerdo de los momentos felices sabe aminorar. «No quiero/desandar/ los caminos/ que recorrimos/ juntos», escribe la autora en ese inefable deseo de permanecer anclada en un pretérito de apacibles aristas, de incuestionable felicidad. Y así seguimos permaneciendo al lado de esa maravillosa aventura irrepetible que hoy forma parte de un presente donde se hacen posibles todas las nostalgi as ... «Mis pasos/continuarán/buscando siempre/ la huella/ de los tuyos». GLOSOLALIA Ángel García López Algaida, 1998 Autor de diecisiete libros de poemas de los que se han extraído cinco antologías personales, traducidos sus versos a las más variadas lenguas europeas e, incluso, al árabe, galardonado con los más prestigiosos premios poéticos, y de sobra conocido y seguido, poco más se puede decir de Ángel García López. De su tratamiento del lenguaje o de su manera de entender la poética, de cuál ha de ser su ritmo y su materia, de cómo manejar las incl emencias de las conjunciones o la presencia del poeta dentro de la rea lidad o de la ex periencia es algo que forma parte de su escuela y son productos de sus esponsales con la poesía. Para ente nd er mej or todo lo mencion ado anteriormente, es de lectura obli gada este Glosolalia merecedor del 1 Pre mi o de Poes ía «Ciud ad de Sa lamanc a», creación que reflej a mej or que cualqui er tratado o es tudio sobre García López la irre pet ibl e e impl acabl e hermosura de la obra en conj un to del poeta gaditano.
CRíTICA - POEsíA ~
pa;sajes
e o n j u
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a d o s
«PAISAJES CONJURADOS» Elena Andrés Huerga & Fierro Estos Paisajes conjurados de Elena Andrés nos despiertan a un mundo intenso, imantado, vibrante de preguntas y visiones, «vivencias densas en situación
límite , vivencias que poseen asociaciones con el entorno muy hondas, originarias, en clave, a veces del subconsciente », como la propia Elena Andrés destaca en su «autoanálisis fina l». Asociac iones de raíz que llegan a una simbiosis auténtica, vita l, con lo telúrico, con lo cósmico. Esos «Paisajes conjura-
dos » son el propio «yo» integrado en el éx tas is acti vo. «Testimonio lírico de un itinerario, camino cir-
cular interno, a varios niveles de percepción, emo ción, vida y lenguaje ». En efecto, todo el libro está empapado, saturado, de emoción lírica, arrebatada , en el límite del éxtasis o HUClCA
t!I FICHO •
la exasperación. La maga conjura no
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sólo los paisajes , sino los espectros de la realidad, las presencias invisibles que se agolpan en el bosque de lo aparencial, que ululan sobre el pantano hirviente. Y a la vez evoca los hondos espíritus del tiempo, el desamor, la tristeza, la muerte, el miedo, el rencor, el presagio, la nada . La evocación es apasionada, poderosa, llena de energía, de magnetismo, de revelación; incontenible. Se mezclan impresiones luminosas, táctiles o auditivas, con una embriaguez que se expresa en una música constante pero violenta: «Ruge en ritmo lo mágico cautivo». «Flauta de lo sufriente», «delirantes
silencios trastocados», «de gritos vomitados en mudez destructiva »...
y resalta la rebelión de los colores asaltando imágenes, vibraciones, pensamientos; invadiendo terrenos del sabor, el olfato, el oído o el tacto: «La ternu-
ra / de carne azul». «Aureola malva de tristeza tierna»; «el desamparo añil»; «la tierra gualda»; «claridad /color amari llo limón que amo tanto»; «moléculas rabiosas escarlatas»; «las veredas se trastocan, se embriagan de amari-
llo»; «la pradera morada »; «el rayo verdinegro »; «el pájaro morado de la locura »; «eléctrico azul-noche de rencor submarino »; «mágica niebla áurea»; «con lujurias azules»; «aureolas de azul que yela y arde» ; «¿ Quién se acerca purpúreo ?»; «dramáticas sorpresas irisadas»; «los poderosos ácidos verdosos». A veces , la intensidad ronda lo gongorino: «ojos vidriosos de medusa acerba»;
«turbiedad en huida centelleante »; «Negror de esmalte, bóveda-parábola / habitada de enigmas y de imanes»; «Sacudiendo ofendidas mariposas violáceas». Estos paisajes, tan exacerbantemente conjurados, retratan un mundo en palpi tación donde lo cósmico se ve trascendido por la evidencia de lo invisible, el pulso oscuro del misterio. Los valores que nos han sorprendido en primer lugar - la música, el clamor, los colores, la pasión- no ocultan el sentido profundo del lib~o, porque no pretenden ser una envoltura , sino que son consecuencia de la tensión emocional de esa hondura y del an helo de belleza que brota de ella y que es una constante en la poesía de Elena Andrés:
«Un grito: ¡Belleza! ¡Por favor, belleza! Descorred telones, por favor, belleza. »
En lo profundo, pero ocupando todo
CRíTICA-POESíA
el cuerpo de cada poema, e mpap án-
juan mollá
dolo , la angu stia ex istencial , la concie ncia de se r para la muerte, pero que «se encara I con su efíme ro ristre
a l Absoluto », como se dic e e n e l poema d ed ica d o a Francisco d e Quevedo.
« y una gota de sangre, una voz grave deja en Tu Siesta, Dios, Tu pesadilla; caos turbio, indecisión pregenesíaca; nebulosa rotando entre relámpagos de síes y noes incandescentes, súbitos ». Una muerte existencial, pero que no ex cluye una permanencia o un a res urrecció n; aunq ue también pavorosa: «Sólo un espacio en blanco len blanco, len
blanco que ni siquiera ya se llama muerte». «Todo me hace temer Ique hace ya miles de aFias que me enterraron viva ». «Es grito de resucitada, Isuena a arena ronca de una muerte irgu iéndose .. . » .
y así de sde el principio (<<Tiras de nuevo al viento Ila ca rta de suicida »), pasando por «Los seres de la noche», hasta el «Apoteosis» fin al. Lo dramático, lo trágico, no l' ulmin a en absoluta desesperación , pues persiste un a esperanza de salvación , de 1:, derrota del vacío, la terca resistenc ia fre nte a la invasión de la so mbra, la vol ull lad de seguir luchando :
«y sigues avanzando, flotando. Ya volando. Ya vol .. . » En la mi sma línea de anteriores libros: « y seguir avanzando, como si hubiera
alfando luna boca de luz que nos llamara». Elena Andrés alcanza con este libro un a de las expresiones más inten sas, sinceras y estremecedoras de la poesía actual.
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CRITICA-TEATRO
AHLÁN Jerónimo López Mozo Ediciones de Cultura Hispánica, 1997.
U na ampli a galería de personaj es desfi la por es ta obra de Jeró nimo López Mozo . Todos e llos defiende n no sólo s us señas de identidad, sino tam bién el simpl e derec ho a viv ir de una for ma di gna. Co mo núc leo alrededor de l q ue g irar, Larbi , un j oven marroquí, sím bo lo de la e mi grac ió n c landestina, y por consiguiente de la es peranza de conseguir lo an helado. Estirpes diversas que han ido emergiendo de invasiones y de la promiscui dad y de la mezcla con pueb los que e ll os mi smos derrotaro n, ahora niegan esa plurin ac io na lid ad y odi an a l extranjero. Puebl os cínicos que, amparándose en la conciencia cul tural de nac ión, le niegan la ma no a aquel que viene de más all á de un as fronteras impuestas por no se sabe bien q ui én, impiden vínculos y que pretenden, si no pueden de una fo rma burocrática y prev isora, haciéndolo de forma agresiva, alcanzar un particul ari smo de un a ordenada uniformidad centrífuga. Esta obra es una alegoría contra todo chov inismo o xenofobia.
PERROS DE LA LLUVIA Xabi Puerta Argitaletxe HIRU, S. L., 1998 PERROS DE LA LLUVIA EL NACIMIENTO DE UN ÁNGEL X:lhi Put:rr-.J
Aquí está Perros de la lluvia. E n un os pocos años, Xab i
PERROS DE LA LLUVIA
se refiere, un salto desde su condi c ión de auto r notab le, in c i-
Puerta ha dado, en lo que a su trabaj o como auto r d ramáti co piente y muy prometedor, a la de d ramaturgo mad uro e n la pl enitud de esas facu ltades que hacen de un autor «te ntativo», como muchos lo somos a lo largo de toda nues tra v ida, un esc rito r dramático definitivo y a ltame nte e loc uente. He En la. IlIer.uur" ) c:n d dr,¡m.J. 1.. , '''I)~ , ..... ¡:nn.h:~ \1.1011'1.1" .... nltrllan h len.) ",,;¡ cobr.1 (un
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aquí ya un lenguaje cuajado y una fabulación que se produce
como si nada, como sin esfuerzo. No es poco deci r.
CRíTICA-NARRATIVA ~
crimen internacl-onal david azpiazu
No necesariamente la presencia de Phillip Marlowe define al género negro. Ni Hércules Poirot, Simenon, o el resto de clásicos de rigor. No es un c0njunto de grises, la muerte es sólo anecdótica, la violencia, inevitable. No, no resulta fácil clarificar el hilo, el filamento mágico que convierte en un plato de característico gusto a un conjunto de situaciones heterogéneas como los productos de un supermercado. Y, sin embargo, existe ese nexo de unión entre sexo·, fría venganza, muerte, matemáticas resoluciones a cargo de taimados detecti.ves, trabajados desfalcos telefónicos a un banco, eficientes recaudadores usureros conscientes de su obligación, peligros selváticos, ajedrecísticas deducciones en diez segundos y demás elementos sociales relacionados con el filo de la navaja legal. La humana rebeldía de conculcar las leyes fijadas en nombre del interés común . Por supuesto que la sutil unidad no se encuentra en los estilos literarios ni en los visuales. Es de un carácter mucho más psicológico e, incluso, moral.
Crimen internacional, recientemente editado por el Ayuntamiento de Zaragoza, es un exquisito plato de degustación de la cocina «negra». Un verdadero lujo literario a cargo de la Asociación Internacional de Escritores Policíacos. La lista de autores quita el hipo: Thomas Adcock, Jürgen Alberts, Juan Carlos Arias , Javier Azpeitia, Lawrence Block, Raúl Guerra Garridú, Atana s Mandazhiev, Susan Moody , Manuel Quinto , Mariano Sánchez S.o ler, Juan
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CRíTICA-NARRATIVA david azpiazu
Madrid , Jordi Sierra i Fabra , Chris Rippen , y así hasta treinta y tres ingredientes del más alto nivel. Una verdadera ensalada a engullir entre
lágrimas, pa lpitac iones card iovasc ul ares extremas, sonrisas cómplices y, por qué no reconocerlo, a lgun a carcajada perdurable. Y es, asimismo, una buena ocasión de inte ntar dilucidar el sentido real del género , lejos de los acartonados tópicos hollywoodienses. Porque, si bien la so mbra de Ray mond Chandler es alargada (e l libro no está exento de relatos al gusto tradicional con so mbreros calados, cue ll os de gabard in a a modo de escondites faciales, interrogatorios polici ales de celuloide, y todo eso) en nuestros días, e l maniqueísmo debe ser camuflado bajo coordenadas más ampli as, más real es. Esto es lo que ha conducido a que e l género negro no deba ser considerado un género meno r, un simple medio de e ntretenimiento (lo que, indudable y afortunadamente, seguirá sie ndo
per secula seculorwn). En esa cuerda fl oja se mueven e l bi en y e l mal al ritmo de un a música rebelde e individualista frente a las arbitrarias norm as judicia les indefectibl e mente desplazadas a otro plano, una dimensión bie n lejana al hombre. Sí un a de las características de lo negro es que es personal e intrasferibl e, sea por mor del trabajo bien hec ho, ob li gación inexcusab le de quien se gana el pan co n toda la dignidad en ese mundillo , sea por la fue rza - s uperior, qué d uda cabe- de las emoc ion es humanas, pasiones ajenas a la cárcel de la racionalidad. El individuo se sepa ra de la com unidad, de la Organización, se destaca en su altiva ejecución frente a l qué dirán. Los mandos , los jefes palidecen ante el dedo que ap rieta el gati ll o. Las excusas so n ridículos ax iomas frente al fatalismo, para qué los móvi les. El individuo, e l ho mbre gana cuando pierde y convierte su victoria en la más inexorable de las derrotas frente al Otro. Pero eso no se juzga. El parentesco de los relatos se torna más y más c laro en relación a esta premisa. Recordamos a Albert Camus (en El Hombre Rebelde) : «Yiyir es un juicio de valor ... Resp ira r es juzgar». En un a soc iedad que, s in duda alg un a, lapidaría a la bíblica muj er adú ltera, en la que nuestra entrega de poder individua l a las diferentes instituciones organ izativas de nu estra vida cotidiana nos exime de c ulpa y nos libra de pecados personales, e n un mundo en e l que se permite matar co lect ivamente de insolidaridad, hambre y g ue rras, los ejecutores del género negro parecen reafirmar su lasciva sub ve rsión egó latra de lante de las narices de lo -permítase el modi smo- políticamente co rrecto, de la Mora l Establecida. Si estos personajes salvag uardan el rin cón desobediente y pasional del ser humano, cuando no su propio honor, no habrá pi ed ra capaz de caer sob re sus cabezas.
En consecuencia, las di squisiciones p s ico-t éc nic as están de más . L as
CRíTI CA - NARRATIVA david azpiazu
s itu acio nes límit e calzan paso s de plomo , llevan al revoltijo interior de l lector. Esto es, la realidad mental de los relatos se proyecta e n la me nte receptora, de ahí que su e lipsis en e l re lato sea casi un a condición sine
qua non para que la fuerza transmitida en las historias encadene las reacc io nes de quien las dirige. Lo demás es una suerte de congelador de emoc io nes que impide e ntrar en el alma vita li sta de la r uptur a mo r a l de los protagonistas . (¿Acaso no es Los Hermanos
Karamazov una nove la negra? S i su grandeza reside en haber implicado a las fuerzas del es píritu en los juicios de va lor o en su negación, probablemente haya trascendido al género. Es una obra irrealizable en la actual idad postexistencia li sta y post-tantas cosas). Los relatos literarios actuales se forman y colorean en las mentes que está n al otro lado de las páginas. Los autores sólo las esbozan. ¿Es esto el género negro? La impresión tras la lectura de crimen internacional es que tal vez estemos ante una punta de lanza del desarrollo artístico del fut uro próximo. No creo que sea exagerado: un a mirada a la carte le ra cinematográfica de nuestros días , obras de teatro y, en general, al entorno creativo de consideración (excluyo alg un as manifestaciones televisiva s) pueden estar corroborándolo. Porque aq uí cabe todo: e l prólogo de Fernando Martínez Laínez (que también participa con un integrante relato mostrando la Nada) es suficientemente esc larecedor al respecto. Las emoc iones, todas las emociones, están presentes. Todos los est il os, todas las nacionalidades , todas las realidades personales , todos los gustos. Por supuesto, todas las interpretaciones. ¿Qué cajón de sastre da más? Probab lemente nin gún género esté crec iendo y madurando en su sutil eza como el negro. Los encuentros li terarios y reun iones en torno al género, cada vez más en boga, son una buena muestra. Aunque, dada la inmensa ca ntidad de tonalidades co loristas que forma n las hi storias , quizá sea abso lu tamente incorrecto e improp io hablar e n singu lar. No só lo e l gris es graduab le en tonos; también e l negro, espec ialme nte los negros mágicos del género.
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CRITICA-NARRATIVA
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LOS MALIGNOS INOCUOS Y ARBOLADOS MARES DE ESTE MUNDO Jorge Ferrer-Vidal SeuBa Ediciones, 1998 Sólo una atrevida ignorancia puede subvalorar el escenario y la orfandad de los personajes que retrata Ferrer-Vidal en este volumen de cuentos de tan largo título . En medio de las promesas de modernidad y de opciones nuevas para todos, los protagonistas de sus relatos se ven atados a una subordi-
las mRlIaDOS ImeDaS y .2
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RRBOIRDOS mBRESIE EllE .DDDI
nación a las reglas de siempre. Sus temporales sueños y sus derrotas sólo son un deseo imposible de oponer una barrera a la conflictividad entre la que se ven obligados a desenvolverse. En todos ellos existe cierta ansiedad defensiva, una arrogante ingenuidad contra la malignidad de la suerte, contra el caos de la existencia. En medio de situaciones que no dej an de estar próximas a nosotros, y de anécdotas alegóri-
cas que captan al detalle la intransigencia, el egoísmo, la soledad o el desamor, el lector debe confiarse a una corriente que drene su pensamiento y alcance, así, a en tender las alturas o las lejanías de las sombras más desesperadas de la condición del hombre y de sus idea les. Esplendoroso en su lirismo y emotividad, en ocasiones bronca, la tensión y lo conciso de un buen relato queda plasmado magistralmente en estas narraciones.
LA VIOLACIÓN DE LAS MARIONETAS
l\\iren Díez
de Jbarrondo . . La violación
Miren Díez de Ibarrondo. Huerga y Fierro, 1995 .
de las marionetas Ambientada en la Ceuta de los años inmediatos a la postguerra civil, el hilo argumental y las problemáticas situ aciones en las que se desenvuelven los person ajes de la trama perfectamente podrían encontrar hoy su contexto de actualid ad. Finalista del Premio Nadal, La violación de las marionetas es ante todo rea" " U ~"" • ~ • , t
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lista, de un a crudeza es tremecedora, en la que Miren Díez de
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Ibarrondo se pregunta si hay posibilidad de olvido, hasta dónde
ha de llegar la sumisión por miedo ,
CRíTICA-NARRATIVA
hasta dónde las reacciones violentas ante provocaciones y procederes injustos han de encontrar un límite para no abnegar aún más la situación ya de por sí conflictiva y desagradable. La autora reflexiona sobre la impotenci a que producen el terror y la mordacidad destructiva, para lizadora del pensamiento cuerdo. Miren Díez Ibarrondo ya fue finalista del Nadal en ot ras dos ocasiones con
Hogueras al natural y con El obispo y la gata ciega, e ig ualmente con El grito roto finalista del Planeta. Vitoriana, ha publicado nume rosos cuentos en revistas literarias y es autora de dos obras de teatro: La abuela está en su casa y El
fonógrafo.
SER TEMIDO, SER AMADO
José Rodríguez Chaves Huerga y Fierro, 1998. En esta novela Rodríguez Chaves da voz a la vio lencia del alma hum ana, cuyos entresijos pueden transformar cualquier signi f icado que se trate de expl icar. Enfermo o no , cruel o no, e l hombre siempre ti ene la mano abierta para recibir con naturalidad tanto placer como amor, sabe ab rirse camino entre la fatiga mediante se ntimi entos nobl es o implacab le altanería. Ser temido, ser amado expone, en un proceso disipativo de dudas, las esca lin atas ocultas o las arcadas desiertas que constituyen los comportamientos del ser humano . Podríamos denominar, entonces, ejercicio psicoliterario e l entramado de la narración , donde los personajes se consideran cada uno de e llo s habitantes de sublim es riesgos y destinos, a veces entre la desazón y e l desprecio por el prójimo , en ocasiones como personas inteligentes y amables . Los personajes de la no vela nunca se ec han atrás , no sienten miedo de afrontar la vid a, y acepta n sin soberbia la angustia de l fracaso o la felicidad del triunfo antes vedado. Son pl eamar y bajamar, aceptan ob li cuamente sus cogniciones y se >
agitan oblicuamente ha sta que se cierre e l cerco co n la muerte .
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CRITICA-ENSAYO
FLORES ROJAS PARA MIGUEL SERVET Alfonso Sastre Argitaletxe Hiru, 1997.
No es la primera obra que Alfon so Sastre compone alrededor de la figura de Mi g ue l Servet. Atraído por la dimens ión de l cit ado pe rso naj e, ya c ri stali zó su inte rés por é l e n e l dra ma escrito en 1965 y titul ado La sangre y la ceniza. La o bra es un a cró ni ca de los años en los que Migu e l Serve t estaba en pl ena luc ha con su ti e mpo, con el conflicto que se dirim ía e nt re la relig ión o lI amé mos la fe, y entre la ci enc ia o lI a mé mos la razó n. No pi e nse e l lecto r, por tanto, qu e se encuentra ante un a obra c ientífica ; más bi en Sastre ha sido notari o de un re lato a lej ado de l es ti lo de los docume ntos hi stó ri cos o de los info rm es engo lfados de referencia eruditas y testimoni os fa rragosos de la época. Se trata tan sólo de un a narrac ión en la qu e se trata de ex poner de un a form a amen a la confrontaci ó n entre lo arbitrario y lo que ti ene fund amento, el s ie mpre injusto triunfo de la into lerancia y la ceguera sobre lo que ha de resplandecer como verdad.
POESÍA Y ESTILO DE PABLO NERUDA Amado Alonso Ed itorial Gredos, 1997. Se re únen en estas pág inas de A mado A lonso un trabaj o escrupulosamente crítico y un intento por clarif icar la poesía del chil eno Pablo Neruda, para que de la mano de este libro el estudi oso o e l simpl e lector encuentren un in strumento y un medi o para inici ar o para entende r la obra nerudiana. No es fác il moverse entre el bagaje literario y lingüístico de la poesía de Neruda, así que contamos con Amado Alonso como mediador e intérprete de su poes ía; di ga mos que es el que intentará maniatar los POESÍA Y ESTILO DE PABLO NERUDA
cabos sueltos, y para ello analiza los elementos diferentes que la componen, nos transmite las intuiciones que no proceden de la lógica y nos adentra en la poesía subjetiva del poeta chileno. Es importante recalcar que el estudio de Amado Alonso no abarca la totalidad de la obra de Neruda, sino solamente una parte importante que esta ría compuesta por un recorrido que abarca desde las primeras obras hasta Tercera Residencia, excl uyendo los li bros posteriores.
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EL RABO POR DESOLLAR
CRíTICA-ENSAYO
Agustín Sánchez Vidal Xórdica, 1998. Sánchez Vidal lleva desde los dieciséis años escribiendo en periódicos y han sido muchas las publicaciones a las que ha estado vinculado de un modo más o menos esporádico. Sus trabajos están reeditados ahora en est.e volumen, encontrándose entre ellos de forma preferencial los que hizo en colaboraciones de cierta envergadura: Sol y Sombra,
1982-1990; El Siglo de las Luces, 1994-1997 y Diario 16 en abri l de 1989. Material en torno al cine y al medio audiovisual y entrega semanales en diversas publicaciones que ahora toman forma de libro , que ha dividido en diferentes apartados para entender mejor el orden de inclusión de los artículos y diferentes trabajos periodísticos que retardan la perplejidad, la ironía o la socarronería con la que se reciben en este país los cambios históricos , o cómo se relativizan las noticias que aparecen todos los días en las páginas de la prensa.
LA NOVELA LÚDICA EXPERIMENTAL DE JULIO CORTÁZAR M. a Dolores Blanco Arnejo. Editorial Pliegos. 1996 Rayuela se publicó en 1963. A pesar de su gran repercusión dentro del panorama literario argentino de aquellos años, Cortázar tiene mejor fortuna editorial escribiendo cuentos, género por el que era más conocido, si bien es la variedad lo que domina en su producción. Después parecerían tres novelas: 62. Modelo para armar, Libro de
Manuel y Los autonautas de la cosmopista. Ninguna de ellas ha gozado de una amable reacción por parte del público. Quizás porque se trata de obras ante todo experimentales, de difícil aceptación. Así, este trabajo que, como conclusión final , trata de establecer las líneas de su evo lución novelística, y las dos características que se repiten con claridad: su afán experimentador y los juegos que propone al lector, propone el acercamiento y la lectura cuidadosa del mencionado trío de novelas. Para ell o, el presente ensayo analiza las novelas, considerado fundamental-
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mente los aspectos lúdico y experimental en ellas, así como el papel del lector ante este tipo de literatura, sin olvidar el análisis lingüístico.
I---ENDYMION --~ AGArrro IÓ'AllAlllEl.A ALBORN<>.S
CANCIONERO DE CASULLA
CANCIONERO DE CASTILLA Agapito Marazuela Albornos Endymion. 1997 Trescientas treinta y siete piezas recopiladas , que dan buena cuenta de la riqueza musical de Segovia y de las provincias limítrofes. Elenco musical que abarca no só lo el año natural, sino también los ciclos productivos e incluso refleja el ambiente religioso de la vida de una aldea por pequeña que sea ésta. Rondas, enramadas, cantos de boda, romances,
1 - - - rmísicll . (CUUO y ci nc
seguidillas, canciones de cuna, villancicos, piezas bailables o
no para procesiones o pascalles. Muestras que merecen permanente recuerdo po rque pertenecen a nuestra hi storia, que forman parte de un repertorio poético
y mus ical que es necesario salva r de la extinción y del olvido. Agap ito Mazaruela nac ió el 20 de noviembre de 1891 en Val verde de Majano, una aldea situada muy cerca de Segovia, ciudad en la que murió en 1983. En 1932, el entonces Ministerio de Instrucción Pública, en concurso nacional , premia es ta colección de música popular española. ENHIQUE Bi\L: li \:\iAs
VIAJE AL GUADAÍRA. Enrique Baltanás Área de Cultura y Ecología (Diputación de Sevilla) Si hacer un viaje por rincones desconoc idos ya es agradable, no es menos e l que nos propone Enrique Ba ltanás por la ruta del GuadaÍra. El viajero que esté interesado, deberá seguir su último libro , viaje al guadaíra , sin prisa , acercándose despacio a los sitios que c ita para descubrir las huellas y las sombras de l pasado, un pasado abandonado, pero que aún se puede capturar en la aventura del viaje. Después de mucha s horas y días de camino, Baltanás, nos va descarnando bajo un inmenso sudario de peregrino la presenc ia de la fauna y la flo ra, así como e l enc ue ntro de personas que le ayudan a descubrir lo s
lugares más recónditos. Sin volver la
CRíTICA-E:NSAYO
cabeza atrás, va comprendiendo cada uno de los recibimientos y los no recibimientos que van a formar parte de esta historia andariega. Pasión insobornable es la que le lleva a recorrer toda una ruta de anécdotas, curiosidades y bellezas naturales. Momentos en que se impregna de espíritu conquistador, explorando las riberas del río hasta conseguir el fondo y las raíces que sostienen la inquietante ruta del Guadaíra. Pasea por recoletos barrios de pueblos con perfumes moriscos y con imágenes de rejas forjadas a golpe de esclavitud. Se recrea en las albahacas, en las azoteas y en la celosía verde de balcones. El viajero-lector va a encontrar entre sus páginas las cosas que sueña, porque han sucedido, y también va a recordar las fiestas populares que antaño dieron motivo a su vida. El viajero-lector va a encontrar los pasos de un río de poetas, de espléndidos palacios, de antiguos colegios, de refugios de peregrinos y nobles plazoletas. Todo lo que narra forma parte de un mundo de libros que, sin ser leídos, los va recibiendo de boca de sus amigos de camino. Camino fantástico para un futuro de leyendas. Almacena este viaje, no menos agradable, una serie de ilustraciones en fotografías a todo color que hace de la lectura un auténtico gozo al observar la belleza descrita. Todo ello se le debe alojo mágico de Javier Andrada, que ha puesto imaginación y voluntad en el manejo de la cámara al pararse ante tanta riqueza y hacernos disfrutar de instantes de misterio, de duende y de colorido. Nada queda atrás en este viaje, todo se envuelve en un arrebato de amor por descubrir el encanto del pasado, al ser espía de lo bello, al ser eterno enamorado de las sombras huidizas que cumplen su misión en las salas desnudas de conventos, al ser maestro en las sensibilidades y en la minuciosa plástica que enriquece las escenas del recuerdo. A su paso por los ventorrillos y las casitas blancas frecuentadas pOI:· viajeros y gente de trato, nos va descubriendo el desnudo de nombres que entonaron poemas y prosas para ocultar sus amores entre rejas. Creo que vale la pena emprender el viaje a la lectura de este Guadaíra, para luego hacerlo realidad en la visita de tan pintoresca ruta, que transmuta la belleza natural hasta lograr una Andalucía poética no menos real que la verdadera, en un ambiente embalsamado de rui señores y de aire diáfano y sutil que permite
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ver las luminosas estrellas y la luna más clara, revelando cosas del pasado . Y cuando el viajero, ya en su casa, paladee el recuerdo de la visita,
y recuerde el perfume apasionado de los campos, seguro que reelerá las páginas de esta luz Guadaíra y le incite a volver de nuevo por la ruta del verdadero corazón de Andalucía, por los espacios y las ruralías cercanas al río con enormes pinares y murallas majestuosas de antiguas catedrales. En este escenario es donde se desenvuelve nuestro autor silencioso, entre aleros de caserones, de hierbas que crecen en las junturas de las piedras y rompen el silencio de la tarde con rumor de campanas. Nadie transita por estas tierras . Los verdaderos habitantes son los ruidos del silbido de los aires que meditan sobre la filosofía de la vida, tolerando las canículas de los veranos. En este ritmo lento, tópicamente andaluz, queda el rastro de familias que integraron sus largas vivencias a los pueblos llanos , donde se hallaban casas solariegas pertenecientes a familias de nobleza. Así, en esta prolongación de naturaleza y queriendo poner un punto y seguido, felicitamos a Enrique Baltanás, desde estas páginas, por su frescor en el lenguaje y en la forma de narramos excepcional:mente y en breves cuadros, este viaje al guadaíra. JESÚS SOLANO
EN LA CRUJÍA DEL CORAZÓN. Raimundo Escribano Edición del propio autor. 1996 Sonetos sin sofisterías reducidos a elementos esenciales en su construcción. Equilibrio en la concepción formal Rue deja claros los rumbos del poeta. Lleva éste una actitud particular frente a la vida y la poética, dejando claro que el suyo es un combate de carácter introspectivo librado para descubrir y crear la belleza. Raimundo Escribano fue el fundador y el primer director del Grupo Literario Guadiana. Asimismo fundador de la revista Manxa, pertenece a l In s tituto de Estudios Manchegos. Es autor de un ensayo que vio la luz en 1986 y de tres poemarios: Agenda íntima y otros sonetos, La pala-
bra y el viento y ~~miza de los días. Figura en numerosas antologías y ha ganado más de una treintena de premi os literarios.
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INFORMACiÓN A. C. E. ~
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Se celebrará en Granada entre el 9 y el 12 de diciembre de l presente año. Organizado por la A. C. E. y con el patrocin io de CEDRO, la Junta Di rectiva de la Asociación Colegial de Escritores ha acordado que se desarrolle el siguiente temario: TEMARIO Tema 1) E l 98: Cien años en la literatura y en la cultura española. Tema 2) Federico García Lorca: Creación literaria y compromiso del escritor. Tema 3) La literatura ante e l nuevo sig lo. Tema 4) La traducción literaria entre lenguas peninsulares. Tema 5) Medios de comunicación y literatura. Tema 6) Los problemas profesionales del escritor: las nuevas tecnologías y la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual. Tema 7) CEDRO Y el servicio asistencial y promocional de los escritores.
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INFORMACiÓN A. C. E.
Los responsables de las ponencias y comunicaciones serán dados a conocer en el programa de mane que se publicará antes de l Congreso . Se
espera la participación -como ponentes- de sesenta escritores de las distintas comunidades del Estado español y cuarenta de Andalucía. Especialmente importante el grupo de los escritores residentes en Granada. El Congreso será abierto para todos los escritores de la A. C. E. que quieran participar en los coloquios, y en las Conclusiones que en un acto final y en el curso de un vino se desarrollarán en la tarde del sábado día 12 de diciembre. Los escritores que deseen asistir correrán con sus gastos de estancia y desplazamiento, pero estarán exentos de derechos de inscripción, y deberán notificar a esta Asociación antes del 15 de noviembre, fecha límite de la inscripción, su deseo de participar.
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INFORMACiÓN - A. C. E. ~
h omenaje
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pedro-antonio clemente del barrio
El 17 del pasado septiembre, el Presidente de la Asociación Colegial de Escritores recibió el Título de Colegiado de Honor en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, en un acto al que asistieron numerosos escritores y en el que oímos al presidente del Colegio, José Antonio Torroja Cavanillas, enumerar los méritos hechos por Juan Mollá como para ser acreedor a tal honor, tanto en la defensa jurídica de diversos ingenieros inmersos en procesos, como en la elaboración de unas normas colegiales más acoraes con los tiempos y en mayor consonancia con las técnicas que la ingeniería aplica en la actualidad. Acto seguido, habló claro José Fernández-Carnicero González, como Subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, destacando la personalidad del homenajeado como abogado y poeta, citando unos versos en los que Juan Mollá hace mención a la luz y el mar que lo vio nacer en su Valenci a natal. A continuación, tomó la palabra Víctor Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín en su calidad de Subsecretario del Ministerio de Fomento, que estuvo breve y emotivo, destacando su pertenencia al Colegio, así como que uno de los sei s o siete que con el homenajeado lo son de Honor, es su padre, Leopoldo CaIvo-Sotelo. Sonora voz la de Eugenio Gay Montalvo, Presidente del Consejo General de la Abogacía de España, el que luego de destacar la valía profesional , humana y literaria de Juan Mollá, hizo una encendida defen s a de los abogados.
Finalmente, el homenajeado, luego de arrio
agradecer nuestra asistencia, aceptó el nombramiento y dio las gracias por el honor recibido.
COMENTARIO Es evidente que la sociedad moderna y próspera se asienta en lo que se ha dado en llamar tejido social fuerte. Y este tejido necesariamente ha de tejerse con las diversas hebras de los estamentos sociales. De ahí que veamos con satisfacción que el poeta y abogado Juan Mollá haya sido nombrado Colegiado de Honor en el Colegio que aglutina inquietudes, voluntades, intereses y prestigios de los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Honor en el que, si se me permite, en alguna medida participamos los por él presididos en la Asociación Colegial de Escritores. Esforzado presidente en la lucha diaria que, conjuntamente con la Junta Directiva, mantenemos los escritores, por y para que esta profesión, que lo es sin lugar a dudas, alcance el respeto debido ante una sociedad que, desde siempre, nos ha regateado derechos, haberes y honores, o que nos ha reconocido muy cicateramente y en contadísimos casos. Porque, se quiera o no reconocer, las asociaciones de escritores aglutinan en gran medida la inquietud que da origen a los diversos pensamientos; no sólo literarios, también sociales, políticos, religiosos, económicos, y a las restantes y diversas motivaciones ; es decir, al fermento intelectual que hizo y hace posible el progreso en la hi storia de los pueblos. Por lo demás, evidente se nos hace que Juan Mollá, quizá siguiendo las huellas de Antonio Machado, ha sabido que en la poesía el buen poeta no encuentra caminos hechos, por lo que ha de hacerlos al andar, huyendo de las sendas trilladas sistemáticamente. Juan Mollá López, ingeniero que construye puentes jurídicos sobre antagón ic as orillas y, a la vez, traza cauces o canales por los que su humana poesía discurre haci a los anchos puertos de mar.
P. D. Juan Mo ll á continúa así la labor de Juan Benet, el escritor que fue también recibido como Colegiado de Honor en este ilustre Colegio, pasando a ser e l segundo escritor nominado honoríficamente en el cargo.
INFORMACiÓN ~
,
ngenierla
derecho,
,
poeSla juan mollá
Soy consciente de la singularidad del hecho de que un Abogado sea nombrado Ingeniero de Honor. Sin embargo, he podido comprobar que entre Ingeniería y Derecho, como entre las profesiones de Abogado y de Ingeniero, existen relaciones profundas,
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INFORMACiÓN
denominadores comunes que superan
juan mollá
lo puramente paradójico y aun lo metafórico. Y ello pese a los lengua-
jes antagónicos que nos condicionan y pese a los elementos aparentemente dispares que manejamos. El número y la palabra. La fórmula matemática y la institución jurídica. La ecuación y el silogismo. El proyecto técnico y el discurso forense ... No son conceptos antagónicos: están estrechamente entramados en un juego apasionante. Matemática y dialéctica se funden en la pureza de la forma y de la estructura y en el misterio de sus claves secretas, como en la música y la poesía: El número de oro, la escala musical , la precisa calificación jurídica, el poliedro
prodigioso del soneto. Quizá su misterio compartido sea el esplendor del orden, la magia de la exactitud, el milagro de la demostración de la realidad . Ya dijo Goethe:
«Es la Matemática, como la Dialéctica, un órgano del sentido superior; un arte, como la elocuencia ... Un abogado perspicaz en un proceso justo y un matemático perspicaz muéstranse igualmente semejantes a Dios ante el cielo estrellado». Por otra parte, Ingeniería y Derecho se hallan sujetos por Leyes que se presentan como implacables pero son con frecuenci a dudosas o mudables y se estrellan a veces, unas contra la imprev isibilidad de la Natural eza y otras contra la voluntad cam biante de los hom bres. En cuanto a la Ingeniería, -no sólo se trata de las Leyes naturales y científicas que rigen la gravitación de las masas, la resistenci a y la tensión de los materi ales, el movimiento de los flu idos o las potencias de la Naturaleza. Me refiero tamb ién a las Leyes impuestas por la Sociedad, convenciones que constriñen y regulan, discrecional y aun arbitrari amente, el propio quehacer de los técnicos y que trascienden sobre su responsabilidad. Toda ob ra de Ingen iería determina un riesgo, en cuanto supo ne un desafío a los ele mentos naturales, bien sea para aprovec har el ca ud al ca mb iante de un río mediante una Presa más o menos audaz pero siempre sobrecogedo ra; bien sea para domar el tigre de un sa lto de agua mediante un a Centra l; bien para modificar las ·costas mediante diques que osan enfrentarse al mar; o bi en para sa lvar un cauce o un desfiladero con el arco mágico y a veces di vi no de un puente. Y digo divino porque las obras geni ales; co mo enseña Platón en ·su Ion, no las
crean los hombres por la perfección
INFORMACiÓN
de su técnica, sino sólo cuando son
juan mollá
poseídos por los dioses . Ese riesgo pende como una espada sobre el autor de la obra. Antes, era el Ingeniero solitario, a veces visionario, quien cargaba sobre sus espaldas toda la invención, toda la gloria y todo el peligro. Ahora , trabaja generalmente en equipo , en empresas varias, Consultings, Constructoras, Laboratorios o Administraciones, en cuyos esquemas jerárquicos parece diluirse. Pero siempre, en último término, será un hombre solo, un Ingeniero a solas con su ciencia y su conciencia, el que habrá de sufrir la demanda de la Sociedad, que se empeña siempre en buscar un culpable. y serán la Justicia y el Derecho quienes habrán de ampararle, estableciendo qué riesgo debe asumir, cuál es el equilibrio entre lo que la sociedad quiere gastar para afrontar ese riesgo y el precio en daños y en vidas que está dispuesta a pagar a cambio: mínimos de resistencia, períodos de retorno, índices de previsibilidad ... Son normas que los juristas tienen que calibrar, interpretaciones que los jueces han de sopesar para dilucidar la responsabilidad de los técnicos. Pero no acaba ahí el paralelismo y la confluencia entre Ingenieros y juristas: Entre la técnica del Ingeniero en sus proyectos o en su práctica y la técnica
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del Abogado en sus planteamientos,
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sus escritos, su estrategia, el ordenamiento de sus argumentos y el uso de los resortes legales -a veces tan intrincados como los vericuetos científicos de la Ingeniería- hay una extraña semejanza, unas leyes lógicas, una matemática equivalente que yo he podido comprobar día a día a lo largo de estos lustros de colaboración estrecha con un nutrido grupo de Ingenieros extraordinarios con los que me he relacionado intensamente y de los que tanto he aprendido. Ambas profesiones participan de una técnica y unas artes, un a función y una forma , una ética y una estética -y también una inspiración venida de los dioses- que se me antojan profundamente emparentadas . Además de todo eso, de esas afinid ades intelectuales comunes, hay una relación personal que a veces supera los límites de las relaciones de clientela, para convertirse en vínculos de honda amistad. Más todavía: de identificación. Yo puedo decir que cada vez que he defendido a unos Ingenieros acusados de calcular mal una cimbra, de no asegurar una zanja, o de haber utilizado en una Presa unas compuertas obsoletas o una Fórmula de Füller pretendidamente desechable, he sentido que se me acusaba a mí mismo. Y mi alegría por sus absoluciones era también alegría porque yo mi smo, como ellos, había sido absuelto. Ésa es, al fin y al cabo, la pasión, la carga y la gloria del Abogado. Cuando , además de defender el prestigio y la libertad de las personas individual es, se defiende el prestigio de la Ingeniería española, esa labor, esa carga, esa glori a, alcanzan el máximo nivel. y ta l ha sido la tar ea colectiva en la que muchos hemos tenido la suerte de par-
ticipar, en la medida de nues tras fuerzas . Una labor en la que hemos contado con el apoyo de asesores, in stituciones, Mini steri os. Sobre todo, de entrañabl es amigos a los que se debe el méri to y el éx ito. Porque, si puedo acoger con digni dad, aunque con rubor, esta di stinci ón que me otorgáis y que me conm ueve hasta lo más íntimo, es porque la siento diri gid a a todos cuantos me han rodeado en los largos años en que hemos gas tado juntos nuestra ilusión, nuestra inteligencia y nues tra edad al serv icio de aquel obj eti vo de defender la Ingeniería españo la. Termino: E l título de Colegia do de Honor que hoy me dais representa para mí, junto al orgu llo de figura r en un cuadro tan selecto, la profunda sati sfacci ón de saberme hermanado fo rmalmente con tan tos in geni eros de qui enes ya, en lo más hondo de mi vida, me siento hermano desde hace ta ntos años.
INFORMACiÓN A. C. E. - TRADUCTORES ~
i nformación a. c. e.
traductores
VI JORNADAS DE LA TRADUCCIÓN LITERARIA ESPAÑOLA EN TARAZONA Las VI Jornadas en torno a la Traducción Literaria debatirán la traducción de Shakespeare, los clásicos griegos y la poesía árabe de Al-Ándalus, así como el papel jugado por Menéndez y Pelayo en la investigación sobre traducción en España. Las Jornadas contarán con la participación de Ana María Matute como escritora invitada y de los Premios Nacionales de Traducción de 1997, el helenista Antonio Melero y la poetisa Clara J anés Los talleres de la presente edición se dedicarán íntegramente a problemas de traducción de textos contemporáneos. Las Jornadas en tomo a la Traducción Literaria constituyen el encuentro anual de los traductores literarios españoles. Están dirigidas a traductores profesionales, profesores de departamentos uni versitarios de filología y traducción, y cuantos practican la traducción literaria . Desde su pri mera edición en 1993, se han realizado en Tarazona, sede de la Casa del Traductor española. Las Jornadas están coorgani zadas por la Sección de Traductores de Libros de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE Traductores) y la Casa del Traductor.
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INFORMACiÓN A. C. E•• TRADUCTORES
En esta sexta edición, las Jornadas están patrocinadas por el Centro Español de Derechos Repmgráficos (CEDRO), entidad de autores y edito-
res que gestiona los derechos reprográficos en toda España, con la colaboración · del Ayuntamiento de Tarazona, la Diputación General de Aragón, la DiputaciÓn Provicional de Zaragoza, el Ministerio de Educación y Cultura, y el Ministerio de Asuntos Exteriores. La escritora invitada en la presente edición es Ana María Matute, quien ofrecerá una conferencia sobre algunas claves interpretativas de su obra, y debatirá sobre la difusión de sus novelas en otros países con María Nicola, traductora de
Olvidado rey Gudú al italiano, y Sheila Farr, traductora de Olvidado rey Gudú en Estados Unidos. Las sesiones plenarias de las Jornadas estarán dedicadas en la presente edición a la poesía árabe de AI-Ándalus, la traducción de los clásicos griegos, y la obra crítica e histórica sobre la traducción realizada por Menéndez y Pelayo. Los ponentes de las sesiones plenarias serán, entre otros, el helenista y catedrático de la Universidad de Barcelona Caries Miralles, traductor de Sófocles, la arabista y profesora de la Complutense de Madrid Teresa Garulo, traductora de diversos poetas árabes , junto con la s profesoras MarieUa Gargatagli y Nora Catelli, que recientemente han publicado un extenso estudio sobre la historia de la traducción literari a en España e Hispanoamérica. Las sesiones plenarias se completan con la conferencia inaugural de Ángel Luis Pujante, traductor de la obra de Shakespeare y catedrático de filología inglesa de la Universidad de Murcia. Los talleres de la presente edición se dividen en talleres dedicados a obras específicas y talleres dedicados a problemas generales. En la edición de este año, los talleres de obras específicas se dedicarán a la nueva versión que aparecerá próximamente de 1984 de George Orwell, así como la traducción de La premiére gor-
gée de hiere de Phillipe Delarm, una novela que acaba de obtener un inesperado éxito de ventas y crítica en Francia. Los talleres dedicados a problemas generales están dedicados a los límites de la práctica traductora y problemas de traducción en el ensayo. Entre otros, impartirán talleres Olivia de Miguel, profesora de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y traductora de Oscar Wilde, Lewis Carrol y George Orwell; Javier Albiñana, traductor de Guy de Maupassant y novela francesa contemporánea, que obtuvo el año pasado el máximo galardón en la traducción del francés al español, el Premio Stendhal; y Jordi Fibla, traductor de Henry James, Lawrence Durrell , Jhon Updike y Philip Roth. Este capítulo se
compléta con un taller de catalán y
INFORMACiÓN A. C. E•• TRADUCTORES
otro de euskera, dedicados respectivamente al discurso de la oralidad y la poesía de Joan Salvat Papasseit. El programa de Jornadas incluye asimismo un debate sobre la situación actual de la profesión, de traductor literario, en el que participarán todas las asociaciones profesionales de traductores literarios (española, catalana, vasca y gallega). La última sesión estará dedicada a los Premios Nacionales de Traducción de 1997, con la intervención de los dos galardonados, el helenista Antonio Melero, quien obtuvo el premio a la mejor por Testimonio y fragmentos de los sofistas, y la poetisa Clara Janés, quien obtuvo el premio a la obra de toda una vida. Durante las Jornadas tendrá lugar un homenaje al fundador de la Casa del Traductor, Francisco J. Úriz, Premio Nacional de Traducción, con la participación de diversos poetas y traductores de otros países europeos. Entre otros invitados nacionales e internacionales, está previsto que asistan a las Jornadas el director del Centro Británico de Traducción Literaria, Peter Bush, el presidente de CEDRO y editor Federico Ibáñez, y el Director General del Libro del Ministerio de Educación y Cultura, Fernando Rodríguez Lafuente.
VASOS COMUNICANTES N.o 11 En el momento de cerrar esta edición , acaba de salir de imprenta el número 11 de Vasos Comunicantes, la rev ista de A. C. E. Traductores editada con el patrocinio de CEDRO. En esta entrega la rev ista ofrece en sus páginas, entre otros trabajos, un a entrevi sta con uno de los decanos de la traducci ón literaria en España, Francesc Payarols, fa ll ec ido en febrero de 1998 a los 102 años de edad y después de muchísimos consagrados a esta actividad; Francesc Parcerisas escribe so bre la traducció n de los tex tos bíblic os; Catalina Martíne z y Encarna Castejón, sob re la ex pe ri e nc ia de tradu ci r a Steiner; Olivia de Miguel acerca de Marianne Moore, un a moderni sta nortea merica na. La mesa redond a «Traducción y cultura escrita», que tuvo lugar en el Círcu lo de Bell as
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INFORMACiÓN A. C. E.• TRADUCTORES
Artes de Madrid, en diciembre de 1997, con la participación de Catalina Martínez Muñoz, Miguel Sáenz, Juan Gabriel López Guix y Vicente
Cazcarra, ocupa una buena porción de páginas. Finalmente, además de un artículo de iniciación a los recursos informáticos para el traductor literario, obra de Antonio Roales e Íñigo Sánchez-Paños, completan el número las habituales secciones «Juegos de palabras» (dedicada a William Blake), «Textos a propósito de la traducción» (Maurice Blanchot), «La profesión» y «Noticias de la Casa del Traductor». La reseña de libros se limita en esta oportunidad a una antología, en lengua vasca, de los primeros trabajos de traducción a dicha lengua de la posguerra, recogidos en un libro editado por la asociación de traductores al euskara, EIZIE. El número se abre con un a modo de saludo a los traductores del Presidente de CEDRO, Federico Ibáñez, entidad bajo cuyo patrocinio se edita esta revista.
MIGUEL SÁENZ, PREMIO EUROPEO DE TRADUCCIÓN El pasado día 28 de septiembre, en Estocolmo, el jurado del Premio Europeo de Traducción Aristeion acordó conceder dicho galardón a Miguel Sáenz, por su traducción de Es cuento largo, de Günter Grass. El premio Aristeion es el más importante de Europa en ese campo y su jurado es tá compuesto por representantes de todos los países de la Unión Europea, además de Islandia y Noruega . En esta ocasión el miembro español del jurado fue el escritor y trad uctor Mariano Antolín Rato, miembro de A. C. E. -Trad uctores. M iguel Sáenz poseía ya muy diversos premios por su labor como traductor literario, entre ellos el Premio Nac iona l de Traducción. A lo largo de su ya larga y brillante trayectoria , Miguel Sáenz, miembro de stacado también de A. C. E. -Traductores, ha sobresa lido por sus traducciones de T homas Bernhard, Günter Gra ss, Salman Rushdie, Emine Sevgi Ogda~ar, Goethe, Brecht y muchos otros grandes autores de lengu a alemana o inglesa.
INFORMACiÓN CIDRO ~
décimo aniversario de cedro En 1998 se cumplen diez años de la Fundación CEDRO. Desde sus inicios A. C. E. estuvo representada en su formación y desarrollo. Elide octubre la entidad agrupaba a 2.512 autores y 625 editores. El 30 de junio pasado celebró su Asamblea General, que aprobó la gestión realizada en 1997, Y en septiembre se ha firmado un protocolo de colaboración entre la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas y el Centro Español de Derechos Reprográficos. Con motivo del décimo aniversario de CEDRO se presentará en público un Libro Blanco explicativo del carácter de la Entidad, de sus ámbitos de actuación y que incluye una reflexiones de cara al futuro. En los Cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander se celebró un encuentro sobre la edición en Iberoamérica. En los últimos años, Cedro ha estado presente en varios países de Latinoamérica impulsando la lucha contra la práctica ilegal de la fotocopia de libros. Reproducimos en REPÚBLICA DE LAS LETRAS el trabajo del Presidente de CEDRO, sobre este tema, y que ha aparecido en el número 8 del boletín informativo de la entidad. PROTEGER LOS DERECHOS DE IBERO AMÉRICA La reprografía ilegal no es sólo un problema nuevo ni tampoco localizado en nuestro país, la fotocopia de obras sin el permiso de sus creadores es una práctica extendida por todo el mundo desde que la tecnología lo permite. Ya en los años sesenta, varios países, como Austria, pusieron en marcha entidades de gestión colectiva de derechos de reproducción para intentar paliar este
problema. Y años después, en 1980, se
creó
IFRRO
(lnternational
Federation of Reproduction Rights Organisations), organización internacional que agrupa a entidades que, como CEDRO, trabajan para controlar y limitar la actividad reprográfica ilegal y procurar que los titulares de derechos de reproducción reciban una justa compensación por el uso de sus obras . En gqm parte de los países europeos, algunos asiáticos, en Norteamérica y en el .....
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¿ónhi1ént~ africánó hay ' otg~nízaCiond qué trabajan 'para 'que se' respeten los derechos de autores y editores. Y desde IFRRO se promueven iniciativas muy interesantes y con gran'des: asp'iracio'des para potenciar la creación de entidades de gestión en los países donde toda'vía no se han' puesto en marcha. Este es el caso de ' los países de Latinoamérica, donde se estima que 250.000 millones de páginas son fotocopiadas ilegalmente y, par el' momento, sólo en Brasil, México y Jamaica existen entidades de gestión. Desde CEDRO, por compartir una misma lengua, raíces culturales y por la histórica relación comercial que nos une, podemos transmitir nuestra experiencia, avalada por diez años de trabajo, a nuestros compañeros latinoamericanos para que autores y editores se unan , tal y como hicimos aquí, para poner en funcionamiento entidades de gestión que nosotros apoyaremos para que velen por sus derechos. Así lo ha entendido IFRRO y, por eso, recientemente, ha nombrado presidente del Comité de Latinoamérica y Caribe a nuestro gerente, Juan Jaenicke. Pero los principales interesados en que se respeten los derechos de autor en el área son los propios autores y editores de aquellos países. Así, en algunos ya han constituido entidades de gestión y otros han dado los primeros pasos para alcanzar ese objetivo, como es el caso de Argentina, donde tras la visita que realizamos el pasado abril, pudimos comprobar como se estaban poniendo los cimientos para construir una entidad de gestión. También CERLAC (Centro Regional del Libro para América Latina y el Caribe) nos ha solicitado ayuda para crear entid ades en su área de influencia. CEDRO apoyará todos estos proyectos que beneficiarán a los autores y editores de ambos lados del Atlántico. Nuestro deseo es avanzar solidariamente en la protección de los derechos de autores y editores para que sea una realidad en todas las regiones del mundo.
Federico Ibáñez Soler PRESIDENTE
INFORMACiÓN ,~ 1'1'
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es cr;tores de novela n e g r a f ~n.dan la A. E. E. P . en G;j ó,n fernando martínez laínez
Escritores de novela negra procedentes de Madrid , Cataluña, Castilla-La Mancha, Andalucía, País Vasco , Asturias, Francia y Austria , reunidos en la «Semana Negra» de Gijón, cele brada de l 17 al 26 de j ulio, han fundado la Asociación Española de Escritores Policiacos (AEEP), integrada en la Asociación Internacional de Escritores Policiacos. La Junta Directiva de la AEEP, elegida en esta reunión, está compuesta por: FERNANDO MARTÍNEZ LAÍNEZ, Presidente. MANUEL QUINTO, Vicepresidente. JUSTO V ASCO, Secretario. CRISTINA MACIÁ , Tesorera. Vocales: RAÚL GUERRA GARRIDO, RODOLFO MARTÍNEZ, JUAN CARLOS ARIAS RANEDO, JOSÉ JAVIER ABÁSOLO, JAVIER AZPEITIA
y MIGUEL AGUSTÍ. La AEEP publicará en breve un bo letín trimestral titulado «Letra Negra», con relatos , información y artículos sobre la literatura de signo crimina l, y pedirá a sus asociados la participación en un fondo de relatos, donados por los autores miembros de la AEEP, para ser publicados en diarios, revistas o anto logías.
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INFORMACiÓN
Con el fin de reunir una base de datos
fernando martínez laínez
sobre obras y autores españoles del género negro, la AEEP creará un archivo, con sede en Gijón, y una
página Web en Internet. La asociación acordó también designar una comisión de lectura para seleccionar anualmente los títulos en lengua castellana, editados en España y nominados para los premios internacionales «Hammett» y «Rodolfo Walsh», que se otorgan en la Semana Negra. Finalmente, y con objeto de fomentar la aparición de nuevos escritores, la recién fundada AEEP decidió conceder un premio anual de relatos de género negro para autores que todavía no hayan publicado ninguna novela.
CARTAS AL DIRECTOR ~
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polemica
Contestación de Fernando Martín Iniesta al Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria NOTA DE LA DIRECCIÓN DE REPÚBLICA DE LAS LETRAS No somos muy partidarios de las polémicas personales. Creemos en la crítica y en el derecho de cada autor a expresarse como desee, sin censuras de ninguna índole. Publicamos en R. de L. un artículo de Fernando Martín Iniesta bajo el título de «Ideo logía y desmitificación en el teatro infantil». Recibimos una carta de D. Ramón Maruri Villanueva, que reproducimos íntegramente. En ella se acusaba, en nombre de otra persona -cuya portada del libro reproducíamos, aunque no nos lo pidieran- de «plagio » al autor del artículo. Recibimos ahora una ca rta de Fernando Martín In iesta que igualmente reprodu cimos. Sin enjuiciar por nuestra parte a ninguna de las partes. Que el lector, a través de los textos ofrecidos, juzgue. Igualmente, ofrecemos estas páginas a la autora del libro «Es tudio de los textos teatrales para niños», Isabel Tejerina Lobo, para que exponga, si lo desea, sus razones. Otra cosa no podemos hacer: no somos jueces: sólo escritores; las ideas, el estilo literario, la originalidad de los textos y del tratamiento de los mismos, pertenece a los autores. Ellos se expresan. REPÚBLICA DE LAS LETRAS, simplemente, les abre sus páginas. Y los lectores también tienen la palabra.
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c'A ~tAS AL DIRECTOR
fernando martín iniesta
Querido director: Bilbao, 20 de agosto de 1998
Mi ausencia de Madrid, durante estos meses, ha motivado que no tuviese conocimiento de la carta, de fecha 3-3-98, del Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria y de su publicación en REPÚBLICA DE LAS LETRAS, fotocopia que me envías, acompañada de otra fecha 3-6-98 del mismo señor. N,o es aventurado deducir que lo que quiere ese señor no es una aclaración, ni ul). ri.lzonamiento que justifique mi artÍCulo «Ideología y desmitificación en el td"at;o ' infantil», publicado en el número correspondiente a octubre de 1997, en REPÚBLICA DE LAS LETRAS, sino mi condena, al más puro estilo inquisitorial, sin oír al reo, sin juicio previo alguno. El fallo ya está dado: «la descalificación científica y ética del autor, de un trabajo en el que no se respeta la «propiedad de ideas ajenas» -el subrayado es mío-, y para ello te ofrece la oportunidad de enriquecer tu biografía haciendo de verdugo, tarea para la que no tienes ni vocación ni condiciones. El Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria me acusa, pese a no escribir la palabra, de plagio. Veamos lo que dice la vigente Ley de Propieda,d Intelectual sobre quien tiene la propiedad intelectual, al que concibe y realiza alguna obra científica o literaria, o crea y ejecuta alguna artística, siempre que emplea las prescripciones legales. Al parecer, este señor está ejerciendo un derecho que no le corresponde ya que la Propiedad Intelectual, en nombre' de la cual actúa el señor Director de Publicaciones: Real Decreto de 3 de septiembre de 1988, título primero, Capítulo primero, 2. Se considera autor, para los efectos de la Ley de Propiedad Intelectual, es de la Señora Tejerina Lobo. Para atribuirse el derecho para el que no está facultado, ya que no hace menci ón de ante qué notario y con qué número de protocolo, la autora le nombra «defen sor» de su propiedad intelectual , vuelve a implicarte en una responsabilidad de dudosa li gitimidad: «siendo usted, como yo editor, y debiendo en todos los casos defender nuestras ediciones y los derechos intelectuales de nuestros autores y autoras» (carta 3.6.98). La vi gente Ley de Propiedad Intelectual deja claro y sin equívocos lo que se co ns ide ra como pl agio . Exi ge que cuando se utilice n «frag mentos o párrafos e nte ros » se cite s u o ri gen. Citas por mi parte qu e son reconocid as por el Di rector de Publi caci ones su carta de 3-3-98. «y aunque és ta es citada e n el artícul o del señor Martín Ini es ta, no lo es como lo ex igiría una decidid a voluntad de lim itar muy bi e n los ca mpos de la propi edad intelec tu al». Si rea lme nte es así, puede deberse a va ri os fac tores: torpeza expres iva por mi pa rte , por la que es taría d ispuesto a pedir perdón, por cie rta mi op ía, o mani fiesta mala intención por pa rte de qui e n lee , ja más a un propós ito de apoderarme de lo «aj e no». Resumi endo: cuando hay cita, no hay plag io. Por lo que resulta in ace ptabl e el párrafo de la carta de (30.3 .98): «Di sconformidad que no deriva en absoluto del contenido de dicho artícul o, sino de la forma y el estil o del mi smo». ¿Qui én es el
Director de Publicaciones de la 153 CARTAS AL DIRECTOR Universidad de Cantabria para imponer fernando martín iniesta una forma y un estilo? ¿Qué entiende el Director de Publicaciones por estilo? Ante la insistencia, reiteración y obsesión del Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria en fijar la «propiedad» de las ideas que afirma he «robado» a la Señora Tejerina Lobo, justo será reconocer que quienes han creado esas ideas, son los autores. ¿Ha sido la señora Tejerina la creadora de personajes como El Rey, La Reina, La Princesa, El Ogro, La Bruja, etc .... ? ¿Ha creado la señora Tejerina las peripecias y aventuras de éstos y otros personajes? ¿Ha cargado de significación el trabajo, el valor, la monarquía, la religión, etc.? ¿Es ella la creadora de los mitos, de las ideologías? Sólo los autores son los «propietarios» de esas ideas que se atribuyen a la señora Tejerina Lobo. Estudios sobre el cuento, el teatro infantil y juvenil, son muchos los que se han realizado antes que lo hiciera la señora Tejerina, Leí bastantes de ellos, yencontré observaciones idénticas a las recogidas en Estudio de los textos teatrales para niiios. Tuve largas conversaciones con autores de textos. Con Fernando Almena, repasamos los temas más significativos, vivos y preocupantes que ·en estos tiempos predominan en el teatro Infantil y Juvenil, y creo que fue el señor Almena quien me puso en la pista del libro de la señora Tejerina Lobo . . Con ésta y otra documentación saqué mis propias conclusiones. Pero al parecer según se desprende del tono -repito- inquisitorial del Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria, yo no tengo autoridad «intelectual », para encontrar lo que otros encontraron. Sigamos. La obsesión por atribuir propiedades a la señora Tejerina Lobo del Director del Servicio de publicaciones de la Universidad de Cantabria roza lo insólito. Copio de la citada carta: «La desmitificación de los modelos convencionales », de Isabel Tejerina páginas 51-68 . «Desmitificación», de Fernando Martín Iniesta, páginas 39-41. «El componente ideológico de la obra literaria» y «Dimensiones del contenido de los textos», de Isabel Tejerina, páginas 72-88 . «Ideología», de Fernando Martín, página 42-44, etc .... ¿También, es dueña la señora Tejerina Lobo de las palabras? ¿Hay que pedirle permiso para utilizarlas? Si esa es la idea del Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria, se ha quedado corto, ya que ha podido acusarme de utilizar palabras como «teatro», «infantil », «juvenil », «personaje» «Peripecia», etc ., etc. , etc. En modo alguno lo anteriormente dicho supone una infravaloración del trabajo de la señora Tejerina Lobo. Muy al contrario, su Estudio de los textos teatrales para niíios, me parece una obra seria, respon sable, y me atrevería a decir que importante dentro del escaso número de ensayos sobre el lema con que con la-
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mos. Pero al César lo que es del César. La lectura de Estudios de los textos teatrales para niños, me supuso una gran satisfacción, ya que «encontraba» en este trabajo la confirmación de los propósitos que me habían llevado a escribir «Ideología y desmitificación en el teatro infantil», en cierto sentido, avalaba las ideas con las que yo trabajaba. Me haría ver que no andaba descaminado en mis apreciaciones : Creo que si se mira con objetividad mi modesto artículo, se encuentra cuando afirmo. En mi forma de citar, es fácil descubrir un propósito de atraer la atención sobre Estudio de los textos teatrales para niños. El último párrafo de la carta del Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria «exige poner en la pluma de su autor lo que realmente es original suyo, y en la de nuestra autora, lo que se ha tomado de su libro». No puedo, en mi molestia, hacerme acreedor de «ideas propias», sino de propósitos. La señora Tejerina, hace un ensayo global de los textos teatrales para niños. Yo escribo un artículo de opinión sobre la ideología de algunos personajes de cuentos infantiles, el intento de desmitificación de ciertos autores sobre temas que configuran esa ideología, y sobre todo, pretendo alertar de la gran responsabilidad que tienen cuantos trabajan en Teatro Infantil en nuestro país, y la deformación que puede ocasionar en las conciencias infantiles la propagación de falsos valores que han servido para dar una imagen tendenciosa de la realidad: la valoración social de la diferencia de clases, el valor de lo religioso como verdad absoluta, la falacia de que la virtud entendida como sumisión, es el gran premio, la monarquía como ejemplo, el trabajo como redención, el maniqueísmo, etc., etc. La señora T~jerina Lobo estudia lo que se ha hecho en el Teatro Infantil. Yo opino, intentando advertir, acaso ingenuamente, de los caminos que se utilizan para deform ar las frágiles conciencias infantiles. Dos propósitos muy distintos. Si así se quiere ver. No me resulta grato recordar al Director del Servicio de publicaciones de la Universidad de Cantabria, que ha negado, con su pedagógico cabreo, toda la nobleza de que han hecho gala cuantos se dedican a la investigación, al ofrecer sus hallazgos a quienes puedan s.erles útiles . Ese sentido de la propiedad que ex ige el Di rector de Publicaciones no se presenta como una aportación para quienes emprendan futuras tareas, sino como un derecho exclusivo, cuya airada defensa no oculta cierto tufillo publ icitario. Puedes hacer el uso que quieras de esta carta, pero te rogaría que se publicase en República de las Letras, ya que en su publicación se ha pedido a bombo y platillo mi «descalificación científica y ética».
CARTAS AL DIRECTOR fernando martín iniesta ·
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Un saludo de F ERNAN DO MARTÍN INIESTA
ÚNETE A CEDRO Entidad de Gestión Colectiva al Servicio de Autores y Editores utores y editores no pueden controlar individualmente la reproducción indiscriminada de sus obras.
A Eúnica entidad del país
l Centro Español de Derechos.Reprográficos (CEDRO) es la que ges tiona de manera colectiva los derechos de autor e n e! sector de la obra impresa. Ya son casi 2.500 escritores y 600 editores los que la integran. stá constituida como Asociación E sin ánimo ele lucro reconocida como Entidad ele Gestión por o rden y
ele! Ministerio ele Cultura, ele fe cha 30 de Junio de 1988.
s
u principal objetivo es la protección de los derechos, irrenunciables para autores y editores, regulados en la Ley de Propiedad Intelectual. nte e! inevitable avance A tecnológico, CEDRO se presenta como la única alternativa posible ante los problemas que surjan por la reproducción de obras en la socieelad digital.
(ada lño se IIlerd!n (lentos de Idus, IIe Innollclones. de horas de
trabaJo, nulflclo. Cida alio se dejan de edltu (lentos de
publlciclones lIor el uso Indlscrlmln.do de lu 1010(011115. Es un delito realizar cODlas lIelales. pero es mucho peor no dejar que
nuestra (ultu,a se denrro ll e. lIue ~uuu Idus de tlOJ no Jeln l. luz mañana. (o labora (on la (ultu,., IInQue sólo su lIor tus Ideu.
EDRO recauda los e1erechos e1erivados de la reproducción de C las obras para su distribución
La Cultura ~ se copia.
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entre los titulares de los mismos.
torga licencias, con ciertos límites bajo remuneración, para e! uso de su repertorio. Lucha contra la reprografía ilegal O con toelos los medios materiales y judiciales a su alcance y, al mismo y
tiempo, promueve actividades y servicios en beneficio ele sus asociados, ele! mundo del libro y ele la cultura en general.
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