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Ayuda a la Iglesia Necesitada

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Esperanza y miedo

Esperanza y miedo

El Miércoles de Ceniza marcará el inicio de la Cuaresma, en la que la fundación pontificia ACN quiere lanzar este año una campaña cuaresmal especial en favor de la Iglesia que sufre en Nigeria Esta campaña pretende llamar la atención sobre la grave situación de los cristianos nigerianos que, tras años de terror islamista sembrado por Boko Haram, sufren ahora una nueva oleada de brutales ataques perpetrados por grupos extremistas y criminales. Se incendian iglesias, se maltrata, secuestra y asesina a sacerdotes, religiosos y creyentes, y cientos de miles de personas emprenden la huida y sobreviven en condiciones infrahumanas Naturalmente, con esta campaña pretendemos reunir muchos donativos para poder ayudar a la Iglesia nigeriana con proyectos concretos, pero también aspiramos a algo mucho más grande

Al hacer el bien al prójimo, “aumentamos” nuestra participación en el infinitamente precioso “capital de gracias” que Jesús donó a su Iglesia con su sufrimiento en la cruz. Él pagó con su sangre todas nuestras deudas y nos hizo beneficiarios de una riqueza inconmensurable Pero ¿cuántos están realmente interesados en buscar y adquirir ese tesoro oculto, esa perla inconcebiblemente preciosa, y en lugar de ello prefieren mirar por su propia riqueza y méritos?

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Son los cristianos necesitados y perseguidos los que nos enseñan a reunir verdaderos méritos cuyo inestimable valor se deriva del sacrificio de Cristo en la cruz, pues están dispuestos a pagar el precio para que el tesoro de gracia de la cruz, el amor infinito de Dios, habite en el corazón de todos los hombres y los enriquezca con todos los dones del cielo. A sí lo testimonia el obispo auxiliar John Bakeni de la sufrida diócesis de Maiduguri, en el norte de Nigeria, cuando nos dice: “Nosotros sacamos fuerzas del poder de la cruz. Evidentemente, también nos preguntamos ¿por qué tanto sufrimiento?, y a veces nos sentimos abandonados por Dios, por el Gobierno y por los hombres. Pero al final estamos unidos con el sufrimiento de la cruz Si nuestro testimonio ayuda a otros a crecer en la fe y el amor, ello nos da fuerza”

Todos podemos “contribuir al capital de gracias” para que, por el poder de la cruz, el mundo obtenga la salvación y todo se renueve en Jesús. Como escribió San Pablo en una de sus Cartas de la Cautividad: “Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros: así completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su cuerpo que es la Iglesia” (Col 1,24). Sí, lo que “falta” es que haya tantos que todavía no reconocen el poder y la riqueza del amor que Jesús ha ganado para nosotros y que siguen viviendo en la esclavitud del pecado y la muerte Con cada oración, cada Santa Comunión, cada perdón, cada intención sincera de conversión, cada renuncia por amor, cada ser vicio y cada donativo contribuimos a la grande y divina “campaña de la cruz” y acumulamos con Jesús un tesoro que nos depara un futuro seguro y la vida verdadera

Os bendice vuestro agradecido

P Martin M Barta Asistente eclesiástico

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