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EXITOSA EDICIÓN DEL DIA MUNDIAL DE LA MIPYME
Representación Gremial
Más de 350 empresarios asistieron a la tercera celebración del Día Mundial de la Mipyme organizada por Acopi Bogotá-Cundinamarca, Onudi y la Universidad Católica de Colombia. Foto: Felipe Ortiz López
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Atendiendo el llamado de la ONU, Acopi Bogotá-Cundinamarca, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial -Onudiy la Universidad Católica de Colombia, organizaron el pasado 6 de junio, en el Centro de Convenciones de la universidad la tercera celebración del Día Mundial de la Mipyme: Unidos por la industria, que contó con la asistencia de más de 350 empresarios. El evento tuvo como finalidad reconocer la importancia de esté segmento empresarial por su aporte a la economía, pues genera el 80% por ciento del empleo y el 35% del PIB en el país.
Las temáticas fueron abordadas en una conferencia inicial sobre las mipymes en América Latina y luego en tres paneles: Política Industrial; La Innovación y La Revolución 4.0; y Políticas Diferenciales para las mipymes, en el caso de la ley de plazos justos. En los diálogos
participaron organismos internacionales como la Onudi y la Cepal, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Congresistas de la República, empresarios de Acopi Bogotá-Cundinamarca, académicos y otros gremios invitados.
Tendencias y políticas que impactan a la Mipyme en América Latina
La conferencia dictada por Johannes Dobinger, en su momento Representante de Onudi para la Región Andina, contextualizó la situación empresarial mundial y en la región, y expuso las diferencias que existen entre el sector mipyme latinoamericano y el europeo. Puntualizó que en América Latina y Colombia son pocos los productos con contenido tecnológico mientras que en la mayoría del mundo se avanza en el tema. Dobinger
también expresó que “las mipyme son el motor de la economía en el mundo, pero en la región están muy rezagadas, lo que puede afectar la creación de empleo. Mientras en Europa este sector aporta el 56% al PIB, en América Latina el promedio es de tan solo 25%”.
El diplomático recalcó que para que estas brechas puedan superarse son necesarias algunas medidas como “el financiamiento adecuado para las mipymes, que existan instituciones de apoyo para canalizar los subsidios directos, que se apoye la asociatividad se brinde, soporte para que exista calidad e innovación en los productos y se les busque acceso a varios mercados, así como que se establezcan preferencias tributarias y alivio administrativo”.
“Las mipymes son esenciales para la mejora de la productividad, especialmente en países como Colombia, así como para crecimiento más inclusivo y equitativo”. A continuación dijo que “también pueden ser un vehículo para facilitar la diversificación de la economía y la adaptación a las grandes tendencias económicas (industria 4.0, economía circular, etc.), pero para esto se requieren políticas industriales proactivas que aprovechan este potencial”, el representante de Onudi concluyó su intervención para abrir paso al conversatorio sobre política industrial, moderado por él.
Política Industrial
En el panel sobre política industrial participaron Juan Carlos Ramírez, director de la oficina de la Cepal en Bogotá; Sandra Acero, directora de Mipymes del MinCIT; Camilo Llinás, presidente de Acolfa; Juan Manuel Lesmes, director ejecutivo de Fedemetal; Guillermo Criado, en su momento presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines; y Francisco Montoya, miembro de la Junta Directiva de Acopi Bogotá-Cundinamarca, quienes discutieron sobre medidas arancelarias y las propuestas aprobadas en el Plan Nacional de Desarrollo, entre otras.
Uno de los temas que suscitó diferencia de posiciones fue la guerra comercial entre Estados Unidos y China, pues se trasladó al debate sobre los aranceles en Colombia, ante lo que Camilo Llinás afirmó que “el Estado debe ponerse las pilas, preguntarse qué puede pasar con el exceso comercial de China, ya que puede ser una oportunidad pero también una amenaza. El Estado debe proteger a los empresarios colombianos”. Frente al tema, la Directora de Mipymes del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo dijo que “no es una necesidad en este momento, para el Gobierno, tener una política arancelaria, ni para subir ni para bajar aranceles”.
Al respecto, Guillermo Criado expresó que celebraba la subida de los aranceles a las importaciones en el marco de la coyuntura comercial de EE.UU. con China, y dijo que frente a la subida de aranceles del país norteamericano, ya tomaron medidas naciones como “México, India y Brasil. En buena hora estos aranceles son bienvenidos, ojalá el MinCIT tome rápidamente esta misma decisión”.
Francisco Montoya, por parte de Acopi Bogotá-Cundinamarca, añadió que frente a la competencia con esos países “la infraestructura es precaria y el Estado debe garantizarla, y para las cadenas de valor se deben entregar beneficios tributarios para poder competir con países como esos gigantes”. El empresario también reafirmó los postulados de Acopi de defender la industria nacional y el empleo de los colombianos.
Innovación y Revolución 4.0
En este conversatorio, moderado por Mario Valencia, director de Cedetrabajo, se discutió sobre la aplicación de la ciencia y la tecnología en la producción. Sobre esto, Nohora Fonseca, directiva de Acopi Bogotá-Cundinamarca, afirmó que “la Cuarta Revolución industrial es una realidad diferente para las pymes, ya que no son iguales los estándares para estas, y se puede llegar a la gran conclusión de que no hay innovación, o hay muy poca, pues en la aplicación no aparecen las pymes, así que la mirada que deben dar las universidades y el Estado es hacia estas realidades”.
Enrique Romero, director del Sena Distrito Capital, afirmó que la institución “está interesada en seguir desarrollando las acciones de formación y transformación, hay que mirar las vocaciones regionales, la vocación industrial, el comercio, los servicios. El Sena enfoca su investigación a un escenario de practicidad”.
La intervención de la academia estuvo a cargo de Óscar Herrera, vicedecano académico de la Universidad Central, quien dijo que “la cuarta revolución es una transformación que en el mundo se está dando pero en la práctica nos golpea día a día” y que “las universidades juegan un rol importante al incorporar a las empresas con la academia. Esa dupla le pueda brindar un valor agregado a lo que se hace. Pero la alianza empresa-universidad debe ser impulsada por el Estado”.
El panel concluyó con que en Colombia hay innovación de forma muy insipiente, y que para potenciarla es necesario
que se conozca e integre a las regiones, así como cerrar la brecha existente entre las empresas y las instituciones, además de que las políticas al respecto deben aplicarse de forma diferencial de acuerdo con tamaño de las empresas.
Políticas diferenciales para la mipyme
El punto principal de este conversatorio fue sobre el Proyecto de Ley de Plazos Justos, que al cierre de la edición ya había pasado a debate en Comisión Tercera de Senado, y que pretende que los pagos para los proveedores mipymes se hagan en periodos de tiempo más cortos. En este participaron los senadores John Jairo Berrío, del Partido Conservador, y Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático Alternativo, junto a Romsery Quintero, presidente ejecutiva nacional de Acopi, y Pedro Alarcón, miembro de la Junta Directiva de Acopi Bogotá-Cundinamarca.
Frente al tema hubo respaldo por parte de los Congresistas, pues consideran que el flujo de caja de las mipymes no debe verse afectado por las grandes empresas. “Las empresas micro, pequeñas y medianas, afectando su funcionamiento, contratación, inversión, entre otras, están financiando a las grandes empresas y a las multinacionales, mientras que estas tienen mayores ventajas tributarias, músculo económico, etc. Es un proyecto justo para quienes generan mayor empleo en país”, aseveró el senador Robledo.
Por su parte, el senador Berrío dijo que iba a apoyar a las empresas desde su curul, como lo venía haciendo,
y puso de ejemplo el caso de los artículos del PND que ponen aranceles a las confecciones provenientes de los países con los que no se tienen acuerdos comerciales firmados.
Rosmery Quintero, la dirigente gremial, explicó al auditorio cómo termina por afectar a las mipymes lo que calificó como “una práctica que podría ser calificada como desleal, pues existe de hecho una posición de dominio”. También resaltó el estudio “Simplificación Normativa y Políticas Diferenciales para Pymes” realizado por Acopi en 2017, que encontró que 4 de cada 10 empresas factura sus bienes y servicios a un plazo de entre 60 a 90 días, mientras que los otros 6 lo hacen a periodos que exceden incluso los 120 días.
Por último, Pedro Alarcón, empresario del sector de químicos farmacéuticos, respaldó la medida y comentó que “se debe ver cómo se incluyen a todas las empresas en esta medida, es decir, cómo se hace obligatoria para el cumplimiento”, ya que uno de los debates fuertes con otros gremios que han atacado la propuesta ha versado sobre la obligatoriedad de la medida y han propuesto que “se deje abierta la posibilidad de que los plazos sean diferentes a los estipulados en el proyecto de ley, siguiendo la costumbre mercantil”. El empresario concluyo diciendo que esa medida debe ser de Orden Público y obligatorio cumplimiento, que no permita acuerdos diferentes entre las partes, o de lo contrario la ley se convertiría en letra muerta.
El conversatorio terminó con los panelistas recalcando la importancia de que existan políticas diferenciales para las mipymes y que iniciativas como el Proyecto de Ley de Plazos Justos son fundamentales para la el fomento de la industria nacional.
Conclusiones
La intervención final estuvo a cargo del presidente de Acopi Bogotá-Cundinamarca, Alfredo Castellanos, quien resaltó la nutrida participación de empresarios y “la calidad de los panelistas invitados, la pertinencia de los temas tratados y la activa participación de los asistentes” dijo que el evento suscitó serias reflexiones y planteó importantes desafíos que merecen la atención del empresariado, el Gobierno y la opinión pública del país.
El directivo gremial destacó que ante la evidente brecha existente entre América Latina y Europa, así como
con otros países del mundo, insistiendo en que el Estado colombiano debe mejorar el ambiente en el que las empresas colombianas producen bienes y servicios, así como incentivar la aplicación de tecnología. Para esto, debe tomar medidas como la renegociación de los TLC, el aumento de aranceles, e incentivos a la industria manufacturera.
Castellanos también le dio relevancia a la necesidad de que en el país se establezca una política de desarrollo industrial que impulse los sectores que generen mayor empleo y valor agregado. Así mismo, dijo que es fundamental el fortalecimiento de las cadenas de valor, el mercado interno y la capacidad exportadora del país con bienes tecnológicos y de capital.
Sobre la innovación, el Presidente de Acopi Bogotá-Cundinamarca dijo que esta “sí es posible y la prueba de ello es que muchas empresas han logrado sobrevivir en las actuales condiciones, pero se debe impulsar más la vocación industrial de las regiones, así como cerrar la brecha institucional en esa materia”.
Para Castellanos, “el Proyecto de Ley de Plazos Justos es fundamental, ya que las actuales normas no propician un ambiente de desarrollo y crecimiento para las mipyme, por el contrario, generan un clima de zozobra e incertidumbre materializado en inestabilidad jurídica”. Y exhortó a los congresistas presentes a seguir trabajando en favor de las empresas nacionales.
“Para finalizar, quiero manifestar en nombre de Acopil Bogotá-Cundinamarca y su Junta Directiva que acogemos con beneplácito la propuesta de la Cámara Colombiana de las Confecciones y Afines, de llenar el vacío gremial que existe en el sector industrial, mediante la creación de una entidad intergremial que aglutine empresas y gremios del sector manufacturero y trabaje con criterio patriótico por el desarrollo industrial de Colombia”, puntualizó Alfredo Castellanos, quien también invitó a los asistentes a participar en la siguiente versión del Día Mundial de la Mipyme, e hizo un llamado a los empresarios a fortalecer el gremio afiliándose y conformando comités sectoriales para trabajar por el entorno de las mipyme y en defensa de la industria nacional y el trabajo de los colombianos. También rechazó el alza al predial, el alto e injustificado cobro por valorización, y la falta de incentivos para la manufactura en el proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial.