El primer día de un maravilloso viaje a Venecia, mi familia y yo, nos montamos en una góndola. Podíamos observar este paisaje: Justo delante de nosotros se extendía un hermoso canal inmenso y si final de aguas que parecían contaminadas. Sobre ese canal, una góndola estaba navegando con dos personas en su interior y un poco más lejos se contemplaba otra góndola pero no se puede contar el número de personas que sostiene, debido a que no se puede observar con detalle. Alrededor de ese canal, en su orilla, existían un grupo de casas, de diferentes tonos marrones y anaranjados. Sus paredes estaban llenas de plantas verdosas, con algunas flores. En su acera crecían farolas oscuras con una brillante luz amarilla. Las casas son muy antiguas ya que su ciudad también lo es. Los balcones son de un color negro, oscuro. Casi todas las casas tienen uno de ellos.