La mujer a través de la historia

La Mujer a travĂŠs de la Historia

Sara Gil Casado Febrero, 2015

ÍNDICE:

PREHISTORIA. La Mujer en el Paleolítico....................................................................Pág. 2.

La Mujer en el Neolítico......................................................................Pág. 3.

EDAD ANTIGUA. La Mujer en el Antiguo Egipto...........................................................Pág. 4.

La Mujer en la Grecia Clásica.............................................................Pág. 6.

La Mujer en Roma................................................................................Pág. 8.

EDAD MEDIA. La Mujer en la Cristiandad Medieval...............................................Pág. 10.

EDAD MODERNA. La Mujer en el Renacimiento.............................................................Pág. 13.

La Mujer en el Barroco........................................................................Pág. 15.

La Mujer en el Siglo de las Luces......................................................Pág. 18.

EDAD CONTEMPORÁNEA. La Mujer en el s. XIX............................................................................Pág. 21.

La Mujer Sufragista..............................................................................Pág. 24.

El Siglo de la Mujer..............................................................................Pág. 27.

Actualidad: las "Otras" Mujeres.........................................................Pág. 29.

BIBLIOGRAFÍA..................................................................................................Pág. 32.

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LA MUJER EN EL PALEOLÍTICO. Periodo y Contexto Social.

Es la etapa más larga de la historia. Se inicia con la aparición del ser humano hace millones de años hasta, aproximadamente, el año 10.000 a. C., cuando se descubre la agricultura. En el Paleolítico o edad de la Piedra Tallada, el hombre evoluciona, caza, descubre el fuego, fabrica instrumentos y desarrolla las primeras creencias religiosas. Formaban pequeños grupos nómadas, que estaban continuamente trasladándose buscando alimento.

La Mujer Paleolítica.

El trabajo es compartido por hombres y mujeres. Aunque los hombres suelen ser los que más van de caza, por su mayor fuerza física, las mujeres también cazan pequeños animales. Además, pescan y recogen frutos. Tampoco hay división en la fabricación de utensilios.

La mujer tiene gran importancia dentro del grupo como madre, creadora de vida, lo que garantiza la supervivencia del grupo.

La Vestimenta y la Vivienda.

Iban desnudos o con prendas no muy elaboradas, hechas con pieles de animales. Al ser nómadas, vivían en cabañas o cuevas, donde se protegían del frío. En estas cuevas era frecuente que pintasen en las paredes, como parte de sus creencias religiosas.

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LA MUJER EN EL NEOLÍTICO. Periodo y Contexto Social El Neolítico o edad de la Piedra Pulimentada abarca desde el año 10.000 a. C. hasta la aparición de la escritura. En torno al año 10.000 a. C. se produce el descubrimiento de la agricultura, lo que permite a los hombres y mujeres poder permanecer en un lugar, y alimentarse sin que se acabe la comida. También se empieza a domesticar animales, iniciándose así la ganadería.

La Mujer Neolítica.

Se considera a las mujeres como las descubridoras de la agricultura. Mientras los hombres iban a cazar, la mujer se quedaba en el hogar, lo que le dio la oportunidad de aprender los ciclos de las plantas, y controlarlos.

Empieza la división del trabajo. Tanto hombres como mujeres participan en las tareas agrícolas y artesanales, pero las mujeres se encargan de recoger la cosecha y fabricar los tejidos principalmente.

Es la encargada de cuidar del hogar y de los hijos pequeños.

La Vestimenta y la Vivienda.

La ropa se sigue haciendo con pieles de distintos animales, aunque están mejor elaboradas.

Se inicia la artesanía textil, con la creación de mejores tejidos. También se ponían abalorios de hueso, marfil o piedra. Por primera vez viven en asentamientos sedentarios.

Son pequeñas aldeas formadas por cabañas de adobe y paja, de una sola habitación o dos habitaciones, el salón y el almacén.

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LA MUJER EN EL ANTIGUO EGIPTO. Periodo y Contexto Social.

Se trata de una etapa muy amplia, que se remonta al año 4.000 a. C. hasta que Roma toma el control de Egipto hacia el siglo I a. C. Esta civilización se extiende a lo largo del río Nilo, que cruza el desierto. Este río permite que haya suficiente agua para vivir allí.

La sociedad se dividía por un lado en privilegiados, que son la nobleza, los sacerdotes y sacerdotisas de los diferentes dioses y los funcionarios del faraón. Por otro, estaban los artesanos, campesinos y mercaderes, la mayor parte de la población. Por último, había esclavos, aunque no eran muy numerosos.

La Mujer Egipcia.

La mujer en el Antiguo Egipto se ocupaba del cuidado de la casa, de los hijos y de la comida. Muchas también ocupaban su tiempo en la fabricación de tejidos, una industria muy importante.

Las mujeres campesinas tenían un trabajo muy duro, al igual que los hombres, ya que participaban en las labores agrícolas, generalmente sembrando y recolectando los frutos. Podían ejercer, además, todo tipo de oficios, como mercaderes, sacerdotisas, etc.

Tenían una gran libertad de movimientos; por ejemplo, podían andar libremente por las calles, vender y comprar, asistir a fiestas, tocar y escuchar música. Además, tenían acceso a la educación si su familia podía permitírselo.

La mujer no dependía del hombre, ya que podía tener sus propiedades y heredar riquezas. La herencia se hacía de madres a hijos, y no de padres a hijos.

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La Vestimenta y la Vivienda.

Las mujeres egipcias llevaban vestidos de lino muy fino, por el calor, generalmente de colores claros. Se adornaban con joyas, usaban pelucas y se maquillaban el rostro.

La mayoría de la población, campesinos y artesanos, vivían en casas sencillas, de un solo piso y con el techo plano, hechas de barro y adobe. Apenas utilizaban mobiliarios: camas de madera, esteras de paja y junco, sillas o taburetes y arcones para guardar los objetos.

Las familias acomodadas vivían en grandes villas rodeadas de jardines. Tenían muchas habitaciones dedicadas a distintas actividades, como la sala central, el harén para las mujeres, cocinas, estancias para los sirvientes, etc. Tampoco tenían muchos muebles, aunque éstos eran de mejor calidad, y las paredes podían estar decoradas con pinturas.

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LA MUJER EN LA GRECIA CLÁSICA. Periodo y Contexto Social.

El periodo de la Grecia Antigua o Grecia Clásica abarca desde el siglo VIII a. C. (año 770 a.C. aproximadamente) hasta el siglo IV o III a. C. No se trata de un único estado, sino de muchas ciudades-estado o Polis, que son independientes, siendo la más importante Atenas.

La sociedad estaba dividida entre hombres libres, llamados ciudadanos, y sus familiares (mujeres e hijos), extranjeros o metecos, que se dedicaban al comercio o la artesanía, y esclavos, que eran muy numerosos. Los ciudadanos tenían buena posición económica y quienes hacían casi todo el trabajo eran los esclavos y esclavas.

La Mujer Griega.

El matrimonio y la maternidad estaban considerados como la máxima aspiración de la mujer. A la hora de casarse, era el padre de la novia quién elegía a su futuro esposo; ella no tenía derecho a opinar sobre el asunto. Existía el divorcio; el hombre podía separarse cuando quisiera, pero ella no, y los hijos se quedaban con el padre.

La mujer siempre estaba bajo el dominio del hombre. Pasaba de estar bajo la tutela del padre a estar bajo la tutela del marido. Si se quedaba viuda, pasaba a estar bajo la tutela del hijo mayor. No tenía derechos ni libertades.

La vida de las mujeres en Grecia era privada, es decir, estaba siempre en la casa.

Pasaba la mayor parte del tiempo en la estancia reservada para las mujeres, el gineceo, tejiendo y cuidando de sus hijos pequeños. Salía poco a la calla, siempre acompañada, para acudir a actos públicos religiosos.

Las madres educaban a sus hijos pequeños hasta los siete años. Después, las niñas permanecían con sus madres. Las niñas y jóvenes aprendían de sus madres y nodrizas a cuidar de la casa, a ser buenas esposas y madres.

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La Vestimenta y la Vivienda.

Casi todas las mujeres se vestían con el PEPLOS, especie de camisa larga de lana. Eran holgados y ligeros, de colores lisos. También podían llevar túnicas largas hasta los pies o mantos de tela más gruesa, sobre el peplos. Llevaban el pelo recogido de distintas formas, adornados con cintas o cubiertos con los mantos. Utilizaban sandalias.

Las casas eran de una sola planta o podían tener un piso para los sirvientes. Todas las habitaciones daban a un patio interior. Los miembros de la familia utilizaban distintas habitaciones, por ejemplo las mujeres estaban en la zona reservada para ellas, el gineceo.

Tenía poco mobiliario y la decoración dependía de la riqueza de la familia.

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LA MUJER EN ROMA. Periodo y Contexto Social.

Esta etapa abarca aproximadamente desde el año 753 a. C., año en que se funda la ciudad de Roma, hasta el siglo V (año 476 d. C.). Aunque se produzcan grandes cambios a lo largo de esta etapa, se puede decir que la sociedad siguió teniendo las mismas características.

La sociedad romana se dividía entre personas libres y esclavos. Las personas libres podían ser patricios, es decir, los nobles y adinerados, o plebeyos, la mayoría de la población.

La Mujer Romana.

La mujer romana dependía siempre de la autoridad de un hombre, primero del padre o del hermano mayor cuando estaba soltera, y después del marido cuando se casaba. Aunque el padre seguía teniendo un control sobre sus hijas por encima de los maridos. Podían casarse a partir de los 12 años, y eran las familias las encargadas de arreglar el compromiso, aunque también era importante que los novios estuviesen de acuerdo.

Las niñas podían asistir a escuelas públicas o aprender en casa conocimientos básicos de lectura y escritura, aunque la mayoría de las niñas plebeyas no lo hacían.

Si la familia tenía dinero, las hijas eran educadas en casa por tutores particulares.

Sobre todo se les enseñaba para que fueran buenas esposas; aprendían a llevar una casa, canto, costura, matemáticas y a recitar poemas.

Las mujeres carecían de la mayoría de derechos. Ya fueran ricas o pobres, no podían participar en la vida política. Sin embargo, sí podían tener propiedades y disfrutaban de gran libertad en su día a día. Podían andar libremente por la calle, aunque si eran solteras tenían que ir acompañadas, participaban en cualquier fiesta, espectáculo o actividades públicas, al igual que los hombres.

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Si vivían en el campo, participaban en las labores agrícolas junto con los hombres, y si vivían en la ciudad, podían llevar sus propios negocios o ser comerciantes, pero aunque fueran las dueñas, dependían siempre de la autoridad o tutela de algún hombre.

La Vestimenta y la Vivienda.

Las mujeres romanas vestían con túnicas largas y holgadas, con muchos pliegues y de colores llamativos, y podían cubrir sus cabezas con un velo o recogerse el pelo de distintas formas. Usaban sandalias y llevaban joyas, como pendientes o pulseras.

Las DOMUS eran casas unifamiliares, donde vivían las familias más ricas e importantes.

Estaban lujosamente amuebladas y decoradas con pinturas y mosaicos. Todas tenían las mismas habitaciones: atrio (patio central), triclinium (comedor), tablinum (despacho), etc.

Las INSULAS eran edificios de varios pisos formados por muchas casas, donde vivían las familias humildes. En la planta baja había comercios y talleres.

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LA MUJER EN LA CRISTIANDAD MEDIEVAL. Periodo y Contexto Social.

Se trata de un periodo que abarca desde el siglo V al siglo XV. La caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 marca el inicio, y el descubrimiento de América en 1492 marca el final. Es una etapa caracterizada por la desaparición de las ciudades, una mayor importancia de la religión cristiana y un paso atrás en la cultura y el conocimiento.

La sociedad de esta etapa se conoce como sociedad FEUDAL y se divide en tres grupos o ESTAMENTOS (formar parte de uno u otro estamento venía dado por el nacimiento): la nobleza, el clero (que son los privilegiados y dueños de la tierra) y el pueblo (que depende de los privilegiados para trabajar). Cada uno tiene características diferentes, se dedican a actividades distintas, y se relacionan con los de su clase.

La Mujer Medieval Cristiana.

Todas las mujeres estaban sometidas a los hombres, ya fuera el padre, el marido o los hermanos. El principal papel de la mujer era dar hijos al marido, sobre todo las mujeres nobles. En este caso, el matrimonio era utilizado como una forma, por parte de los hombres, de agrandar sus propiedades y tierras, ya que en la mayoría de los sitios la mujer no tenía propiedades, sino que eran de su esposo.

Las mujeres nobles salín poco del castillo, donde dirigían a los sirvientes. En sus habitaciones, junto con sus damas de compañía y criadas, cosían o bordaban. Si sabía leer y escribir, como era el caso de la mayor parte de las mujeres nobles, intervenía en la educación de sus hijos pequeños. También tenía un papel muy importante a la hora de ocupar el lugar de su esposo, cuando este estaba ausente, ya que era ella quien tomaba las decisiones.

Las mujeres campesinas se dedicaban a las labores domésticas, como tejer y hacer el pan, la cerveza y las conservas. Colaboraban en la mayoría de los trabajos agrícolas y

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artesanales, y cuidaban y educaban a sus hijos. En su tiempo de ocio, que no era mucho, podían participar en todos los actos de la aldea.

En las ciudades, que empezaron a crecer a finales de la Edad Media, las mujeres podían ejercer otro tipo de oficios, como en la industria y la artesanía, formando parte de los GREMIOS, sobre todo en la elaboración de telas y vestidos; aunque los gremios eran controlados por los hombres, y las mujeres siempre ganaban menos.

También podían dirigir pequeños negocios y tiendas, o participar en actividades comerciales.

Durante la Edad Media hubo un gran número de mujeres que ingresaron en conventos para ser monjas. Unas lo hacían por sus creencias religiosas, otras para evitar un matrimonio no deseado. Pero la gran mayoría lo hacía porque sus padres no podían mantener a tantos hijos (en el caso de las campesinas) o no podían casarlas con alguien de buena posición (en el caso de las nobles). En los conventos, la vida se regía por normas estrictas. Sin embargo, no dependían de ningún hombre y tenían mayor libertad y acceso a la cultura.

La Vestimenta y la Vivienda.

El vestido de la mujer medieval variaba según el país o la posición social. Varió a lo largo de los siglos siguiendo las modas, sobre todo entre la nobleza. Las campesinas se vestían con túnicas toscas y mantos de cáñamo o lana, de forma muy sencilla; por el contrario, las nobles vestían ricas telas de colores con bordados, y diferentes tocados en el pelo.

Los nobles vivían en castillos, grandes construcciones de piedra, cuya finalidad era la protección de sus habitantes frente a posibles ataques, y no la comodidad; eran oscuros y fríos. Un castillo medieval estaba formado por varios edificios, el más importante era la torre del homenaje, donde vivía la familia del señor del castillo. Allí estaba el salón para celebrar reuniones y banquetes, y las habitaciones donde la mujer pasaba el tiempo con sus hijos pequeños.

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Los campesinos vivían encasas pequeñas y muy pobres. Solo había dos habitaciones, una para los animales y otra para las personas. En ésta última se encontraba el hogar o fuego para cocinar y calentarse, y la estancia servía tanto como comedor, sala de estar y dormitorio para toda la familia.

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LA MUJER EN EL RENACIMIENTO. Periodo y Contexto Social.

El descubrimiento de América en 1492 marca el final de la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna. Se trata de una época de grandes cambios, como el contacto entre dos mundos desconocidos. Los monarcas tienen cada vez más autoridad y crecen las ciudades.

Hay conflictos religiosos y, sobre todo, se produce un "renacer" de la cultura clásica, Roma y Grecia, que influye en el arte, la ciencia y la filosofía.

La sociedad sigue dividiéndose en ESTAMENTOS. Los privilegiados, la nobleza y el clero, y los no privilegiados, el tercer estado o pueblo. Pero dentro de este surge un nuevo grupo, la BURGUESÍA, que viven en las ciudades, se dedican al comercio y tienen una gran riqueza.

La Mujer de los siglos XV y XVI. El papel de la mujer está encaminado cada vez más hacia la maternidad, por encima de cualquier otra actividad. Tanto las mujeres de buena posición como las de baja posición tuvieron como su principal objetivo el ser madre de numerosos hijos. Los atributos más importantes en una mujer eran la belleza, la honradez y la discreción.

Las mujeres de buena posición no ejercían ningún tipo de oficio, sino que permanecían en el hogar, rodeada de sus sirvientes, y cuidando de sus hijos. Se esperaba de ellas que tuvieran una vida recogida. En algunas ciudades italianas, como Roma y Venecia, las mujeres nobles y burguesas tuvieron una mayor libertad a la hora de acceder a una educación o participar en la vida pública asistiendo a fiestas.

Las mujeres de baja posición también tuvieron la maternidad como su principal objetivo. Aunque era necesario que ayudasen a la economía familiar, cada vez son más los hombres los únicos con oficio dentro de la familia. En las ciudades son excluidas de los GREMIOS, por lo que suelen permanecer en el hogar, siendo su único trabajo el de esposa y madre.

En el campo, las campesinas si siguen ayudando en las labores agrícolas, además de cuidar de los hijos y la casa. También realizan otro tipo de trabajos para ayudar a la

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economía familiar, como la elaboración de tejidos. Estas mujeres trabajaban todo el día por sueldos muy inferiores al de los hombres.

En cuanto a la educación y la cultura, aunque esta etapa supuso un "renacer" de los saberes, una mayor atención al conocimiento en todas las materias, tanto las ciencias como las artes, la mujer se vio cada vez más excluida de estos ámbitos. De hecho, se dictaron leyes restringiendo el acceso de la mujer a la cultura humanista.

La Vestimenta y la Vivienda.

La vestimenta de la mujer varía a lo largo de estos siglos, dependiendo de la clase social y sobre todo, según la moda de cada país o región. Las campesinas no varían mucho su vestimenta en esta etapa, siguen llevando ropas sencillas, de telas toscas como la lana, aunque es frecuente que utilicen colores llamativos. Las nobles y burguesas se visten con tejidos de mayor calidad y mejor adornados. Se trata de vestidos pesados y rígidos, con muchas capas de telas; algunos resultan muy incómodos para moverse. El peinado y los adornos también variaban en cada región.

La vivienda de los campesinos y la nobleza no cambia mucho con respecto a la Edad Media.

Destaca la construcción de viviendas en las ciudades en crecimiento, sobre todo las pertenecientes a familias burguesas, como los palacios renacentistas. Tienen varias plantas, y un patio interior con fuente. Están ricamente decorados y amueblados.

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LA MUJER EN EL BARROCO. Periodo y Contexto Social.

El Barroco es el periodo que abarca el siglo XVII. Los reyes tienen un gran poder y se enfrentan entre ellos continuamente, por lo que hay muchas guerras. También se producen hambrunas y epidemias. La ciencia y la filosofía siguen adquiriendo gran importancia frente a la religión, aunque ésta última sigue estando muy presente.

La sociedad se sigue dividiendo en ESTAMENTOS: nobleza, clero y tercer estado. La nobleza es muy poco numerosa, en el clero se distinguen el alto clero (ricos y poderosos) y el bajo clero (muy humildes). Por último, dentro del tercer estado hay grupos muy diferentes, desde campesinos, artesanos, comerciantes y burgueses.

La Mujer del s. XVII. El lugar de la mujer está en su casa, donde debía educar a sus hijos pequeños.

Después, los niños eran separados de las niñas y educados de forma separada. Las niñas aprendían de sus madrea a llevar una casa, a comportarse y a prepararse para ser esposas y madres. La gran mayoría no sabía ni leer ni escribir, ya que esto está cada vez más reservado únicamente a los hombres. La honra, la belleza y la discreción son los atributos que se buscan en una mujer.

Los matrimonios se arreglan entre los padres de los novios. Los padres de la novia debían pagar una dote al futuro marido, que era mayor en función de la posición social de la novia; era frecuente que el novio tuviese interés únicamente en la dote.

Aunque estuviese casada, la mujer seguía teniendo gran relación con su familia.

Muchas mujeres optaron por ingresar en conventos, sobre todo entre las familias adineradas. La gran mayoría lo hacía por sus creencias religiosas, ya que las mujeres

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del siglo XVII eran muy religiosas, pero otras lo hacían porque en los conventos no dependían de la autoridad del padre o del marido, y tenían acceso a la cultura.

En la ciudad, las mujeres de baja posición no ejercían ningún tipo de oficio, sino que permanecían en la casa cuidando de los hijos. No solían salir, salvo para participar en las fiestas o actos religiosos que hubiese, por lo que su vida no tenía muchas distracciones. Las únicas mujeres de clase baja que trabajaban en las ciudades lo hacían como sirvientas en casas de ricos, pero era un trabajo muy duro y con un sueldo muy bajo.

En el campo, la mujer siguió trabajando en las labores agrícolas y en manufacturas caseras, principalmente en la elaboración de tejidos; muy importante se hicieron en esta época los encajes y bordados, hechos siempre por mujeres. Sus sueldos eran inferiores al de los hombre, pero necesario para ayudar a la economía familiar. Era una vida dura, en la que no había tiempo para el ocio.

La Vestimenta y la Vivienda.

La vestimenta de la mujer cambia en cada país o región. Cuidan mucho su apariencia, sobre todo en las ciudades, y se visten lo mejor que pueden. Las mujeres de elevada posición llevan vestidos muy ajustados en el talle por el uso del CORSÉ, pero con faldas anchas y pesadas, con ricas telas de colores y encajes y bordados. El pelo podían llevarlo recogido de distintas formas, o suelto.

Las más humildes utilizan ropa sencilla y cómoda. Utilizan corpiños y faldas largas. En algunos lugares llevaban camisas escotadas, dejando ver el cuello y los hombros, pero en otros iban mucho más tapadas, incluso con mantos o pañuelos en el pelo.

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En el campo o los pueblos, los campesinos viven en casas de ladrillo y madera, de una sola habitación, que compartían toda la familia y un altillo. En las ciudades, las familias humildes vivían en pisos llamados corrales de vecinos, la casa de cada familia era muy pequeña, pero estos corrales tenían un patio interior, que compartían todos los vecinos, con lavaderos, hornillos para cocinar, etc.

Los nobles y ricos vivían en las ciudades, en casas de dos plantas, con muchos salones que se comunicaban entre sí, cada uno con una función, como el despacho, el comedor, la habitación para las reuniones. No tenían muchos muebles, pero estaban decorados con cuadros y tapices.

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LA MUJER EN EL SIGLO DE LAS LUCES. Periodo y Contexto Social.

El Siglo de las Luces o Ilustración es como se conoce al siglo XVIII. Se trata de una época de cambios, en los que se empiezan a extender una serie de ideas como la libertad y la igualdad de todos los hombres. La ciencia y la naturaleza tienen una mayor importancia, frente a la religión. Los reyes tienen un poder absoluto, pero toman medidas para mejorar las condiciones del pueblo.

La sociedad sigue estando dividida en ESTAMENTOS. Sin embargo, las diferencias entre ricos y pobres son cada vez mayores. La aristocracia y alta burguesía tienen grandes propiedades y viven lujosamente, mientras que el pueblo apenas tiene para vivir.

La Mujer del s. XVIII. La casa se considera el ámbito propio de la mujer. La política y la economía son cuestiones del hombre. Esto queda plasmado, sobre todo, en las familias de buena posición, ya que en las familias humildes la mujer debe trabajar también. Se considera que el papel de la mujer es casarse y tener hijos, o ingresar en un convento sin no consigue casarse.

Su educación siguió estando encaminada hacia su futuro papel de madre y esposa.

Sin embargo, se hace común entre las clases altas que las mujeres reciban una educación mucho más amplia, con conocimiento en las artes y las ciencias, pero siempre enfocado a su comportamiento social; es decir, estaba muy bien visto que la mujer de clase alta tuviera todo tipo de temas de conversación.

Las mujeres de la aristocracia y la alta burguesía tuvieron una mayor libertad en su día a día, al ser esta una época menos estricta. Dentro de la casa eran las que controlaban el servicio o las cuentas. Fuera de ella, empezaron a tener mayor presencia en los actos sociales, reuniones y fiestas, donde se relacionaban tanto con mujeres como con hombres de todas las edades, compartiendo y aprendiendo los

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conocimientos. En algunos sitios seguía estando mal visto que la mujer pasase tiempo fuera de la casa, pero en otros ya no.

En el campo, la situación de la mujer humilde no cambió mucho con respecto a épocas anteriores. Además de cuidar de la casa y los hijos, tenía que ayudar en las labores agrícolas y en las manufacturas caseras. Tenían el doble de trabajo que los hombres.

En las ciudades ocurría entre las familias humildes que la mujer tenía el doble de trabajo que el hombre. Se encargaban de la casa y los hijos. Además, por primera vez, empieza a tener una mayor presencia en los talleres, sobre todo textiles. Su sueldo, aunque muy inferior al de los hombres, era cada vez más necesario para ayudar a la familia; tanto mujeres casadas como solteras empezaron a trabajar fuera de la casa.

Tanto en el campo como en la ciudad, las mujeres humildes empiezan a participar en las revueltas y protestas que se producen. Los hombres piden derechos políticos, pero las mujeres piden pan y alimento para sus hijos.

La Vestimenta y la Vivienda.

La vestimenta de las mujeres humildes no varió mucho en esta etapa. Por el contrario, la ropa entre las mujeres de alta posición cambiaba continuamente, y era frecuente que la moda de un país llegase hasta otro. Los vestidos tenían distinto nombre según su forma o procedencia, como el vestido francés, la polonesa, el vestido a la inglesa.

Las mujeres de buena posición empezaron a llevar vestidos muy recargados, con volantes, encajes y colores llamativos. Usaban el CORSÉ para estrechar la cintura y elevar el busto, necesitando la ayuda de las sirvientas para cerrarlo, y el PANIER para hacer la forma ancha de la falda. Solían llevar una camisa larga de tela ligera como ropa interior, y enaguas de la cintura a los tobillos. Por encima de todo esto iba el vestido, lo que hacía que fuera difícil moverse.

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Eran muy importantes los accesorios, como los guantes y el abanico. Además usaban pelucas blancas, adornadas con sobreros, flores o plumas, y zapatos de tacón. También se daba importancia al maquillaje.

En cuanto a la vivienda, hay que tener en cuenta que este es el siglo del ROCOCÓ, estilo artístico muy recargado, con decoración abundante, lo que se vio reflejado en los palacios de la aristocracia y las grandes casas de los burgueses. Las distintas habitaciones están decoradas con pinturas, grandes lámparas de araña, muchos espejos. Los muebles son abundantes, también muy decorados. Las estancias más importantes son los salones, donde se reúnen los miembros de la familia y se realizan fiestas.

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LA MUJER EN EL SIGLO XIX. Periodo y Contexto Social.

El siglo XIX es el siglo de la Revolución Industrial. Hay grandes avances en la ciencia y la medicina. Las ciudades crecen porque la gente del campo se va a trabajar a las fábricas.

La sociedad cambia. Ya no se divide en ESTAMENTOS (nobleza, clero y pueblo), sino en CLASES: es el dinero el que determina la posición (ricos y pobres), y no la familia donde se nace. Las diferencias entre clases se siguen haciendo más grandes. Además, ahora trabajan y viven de forma separada: hay barrios para ricos y barrios para pobres, no trabajan juntos, no van a las mismas escuelas, y se divierten de forma separada.

La Mujer del s. XIX. Existía una total división entre el mundo masculino y el femenino, entre el ámbito del hombre y el ámbito de la mujer. Las mujeres debían casarse con alguien de su propia clase social, siempre pensando en el interés de su familia. El matrimonio era una negociación entre los familiares de la futura pareja. Aunque era frecuente que también se tuviera en cuenta que sintiesen amor o afecto. La mujer dependía de marido por ley, no tenía propiedades y no podía trabajar sin su permiso.

Las mujeres de buena posición debían permanecer en el hogar. Como no era necesario que trabajasen para ayudar a mantener a la familia, estaba mal visto que desempeñasen cualquier oficio. Su lugar se encontraba en su casa, en su papel de madre y esposa, con una vida discreta. Estas familias tenían numerosos hijos.

Entre las clases humildes de las ciudades, era frecuente que la mujer trabajase, ya que el sueldo del marido no era suficiente. Sus trabajos solían ser de criada, cocinera, o en las fábricas y minas, pero siempre por un sueldo muy inferior al de os hombres.

No tenían muchos hijos, ya que no podían mantenerlos a todos.

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En el campo, la situación de la mujer no varía mucho. Sigue dependiendo del marido para todo, cuida de la casa y de los hijos. Debe trabajar en las tareas agrícolas, sobre todo si es soltera, ya que las casadas dejaban de trabajar. Pero el sueldo nunca se lo quedaba la mujer, sino que era para el padre o el marido.

La educación se hace universal, es decir, para niños y niñas de todas las clases. En las ciudades eran más numerosos los niños y niñas humildes que iban a la escuela, que en el campo. Pero aprendían sólo lo básico, como leer y escribir, y dejaban pronto de ir a la escuela para trabajar y ayudar a sus familias. La educación estaba divida por sexos y era se enseñaban cosas diferentes.

En las clases acomodadas, las niñas y jóvenes recibían una mejor educación, pero siempre encaminada a su papel de esposas y madres, y no para desempeñar ningún oficio o actividad. Recibían clases de buenas maneras, pintura, música o aprendían otros idiomas.

En cuanto a lo que hacían en su tiempo libre, variaba según su clase social. En el campo, la mujer estaba más controlada por la familia, pero no permanecía encerrada en la casa y participaba en la vida del pueblo y en las fiestas. En las ciudades, las mujeres humildes no tenían mucho tiempo libre, pero era frecuente que se reuniesen en los patios de las casas vecinales a charlar con otras mujeres.

Las mujeres de clase media y alta no salían mucho a la calle, a no ser que estuvieran acompañadas, pero si se reunían en salones o cafés, para charlar o tocar música; podían ir a conciertos de música o a la opera.

La Vestimenta y la Vivienda.

La forma de vestirse y las modas cambian cada vez de forma más rápida, sobre todo entre las clases medias y altas, ya que las obreras o campesinas no varían mucho su vestimenta.

Las mujeres utilizaban el CORSÉ, que les comprimía la cintura, y el GUARDAINFANTES, una estructura bajo la falda que la hacía mantenerse ancha. Además llevaban camisolas y enaguas bajo el vestido. Esto hacía que resultase muy difícil moverse. Las mujeres humildes no llevaban nada de esto, ya que debían moverse para realizar sus labores.

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Los trajes no dejaban ver la piel: cuellos cerrados, faldas y mangas largas. El pelo lo solían llevar recogido y con sombreros. Utilizaban guantes, pañuelos, abanicos o sombrillas.

Las casas de la aristocracia y la burguesía eran grandes y cómodas. Podían tener varios pisos; los de arriba eran para las habitaciones de los criados. Estas casas estaban divididas en zonas exclusivas para los hombres, como el despacho o la sala de fumar, zonas para las mujeres y zonas comunes, como el comedor, la sala de estar, el jardín o la biblioteca.

Estaban muy bien decoradas y tenían muchas comodidades, gracias a los nuevos inventos, como luz eléctrica o calefacción.

Los obreros vivían en pisos muy pequeños e insalubres, fríos, húmedos y mal iluminados, donde era fácil enfermar. Eran comunes las casas vecinales, edificios en los que todos los pisos daban a un patio interior, donde se reunían las vecinas. En campo y los pueblos, las casas de los campesinos eran un poco mejores. Aunque eran muy sencillas y pobres, eran más grandes, estaban mejor iluminadas, y eran menos frías e insalubres.

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LA MUJER "SUFRAGISTA".

Periodo y Contexto Social.

En el periodo que abarca desde finales del siglo XIX a principios del siglo XX se produce un proceso de industrialización, en el que muchos campesinos se marchan a las ciudades para trabajar en las fábricas. Los países importantes de Europa, como Inglaterra, Alemania o Francia tienen grandes conflictos entre sí. Esto llevara a la Primera Guerra Mundial (19141918), la guerra más grande de la historia hasta el momento.

En cuanto a la sociedad, hay una diferencia cada vez mayor entre las clases altas, que son muy ricas, y las clases pobres, los obreros de las fábricas, que se manifiestan para mejorar su situación. Y, por primera vez, las mujeres empiezan a protestar para conseguir la igualdad con respecto a los hombres.

La Mujer de finales del s. XIX y principios del s. XX. En Estados Unidos nació el movimiento SUFRAGISTA, que pedía la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. En muchos países, las mujeres empezaron a protestar y a manifestarse por su situación de desigualdad, exigiendo a los gobernantes que cambiasen las leyes. La mayoría eran mujeres de las clases medias de las ciudades, cuyo máximo objetivo es conseguir el voto femenino.

Debido a estos movimientos, se empiezan a reconocer algunos derechos de la mujer, sobre todo si eran mujeres casadas y viudas. Podían tener la mitad de la propiedad y de la herencia del matrimonio, o disponer de su sueldo, en lugar de dárselo a su marido. Y tenían más facilidades para trabajar y estudiar.

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En el trabajo también se producen cambios. Con la industrialización, un gran número de mujeres solteras de clase humilde empezaron a trabajar en las fábricas, sobre todo textiles. El sueldo era muy bajo y podían trabajar hasta 16 horas, todos los días de la semana; además, las niñas también trabajaban. El servicio doméstico era la otra ocupación más frecuente, ya que las mujeres de clase alta tenían muchas criadas como signo de distinción. Las criadas trabajaban casi 24 horas al día, por salarios más bajos que en las fábricas.

Al tener que estar tantas horas trabajando, muchas mujeres casadas no podían hacerlo, ya que tenían que cuidar de su casa y sus hijos pequeños. Sin embargo, el trabajar en las fábricas estaba mal visto por muchos, porque era el hombre quien debía llevar el sueldo a casa.

También entre las clases medias se hizo normal que las mujeres trabajasen, tanto las solteras como las casadas. Las jóvenes empezaron a ejercer trabajos como institutrices y maestras, como damas de compañía, enfermeras, modistas, o dependientas en las tiendas.

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) supuso un mayor cambio para la situación de la mujer. Como la mayoría de los hombres estaban en el frente, era necesario que las mujeres ocupasen todos los trabajos que antes ejercían los hombres. De este modo, las mujeres (y la sociedad en general) pudieron ver que no tenían que depender de los hombres para vivir, y que podían hacer el mismo trabajo que ellos.

Pero la transformación más grande de todo este periodo, se produjo en la mentalidad de la sociedad, cambiando por completo el comportamiento y las aspiraciones de la mujer. Empezaron a ser más libres e independientes: podían conducir, fumar, salir solas. Y, sobre todo, empezaron a ir a academias y universidades, para tener una educación igual que los hombres.

Aunque en las ciudades la libertad de las mujeres era mayor, también en los pueblos empezó a haber una mayor igualdad, y la mujer, incluso las que eran solteras, participaban en actividades y fiestas al igual que los hombres, o tenían una mejor educación.

Y, por primera vez, casarse y tener hijos dejó de ser el único papel de la mujer, y quedarse soltera ya no estaba tan mal visto.

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La Vestimenta.

En esta etapa, la vestimenta de la mujer experimenta un gran cambio, relacionado con la nueva situación de libertad que está viviendo. Los vestidos se hicieron más sencillos y cómodos para moverse. Durante las décadas finales del siglo XIX y primeras del XX, todavía llevaban el CORSÉ, que les comprimía la figura, y los trajes eran largos hasta los pies, pero podían llevar los brazos descubiertos.

Después, se extendió entre las mujeres una moda mucho más moderna: dejaron de utilizar el corsé, llevaban vestidos holgados, enseñaban las piernas e, incluso, podían llevar pantalones. Además, se empezó a llevar el pelo corto, algo que antes sólo podían hacer los hombres. Estos cambios también son consecuencia de la mayor libertad que estaba teniendo la mujer.

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El SIGLO DE LA MUJER. ¿Por qué "el Siglo de la Mujer"?

El siglo XX es conocido como el "Siglo de la Mujer" por el cambio definitivo que se produjo en su situación, no sólo desde el punto de vista legal, sino social y culturalmente. A lo largo de este siglo se produjo un proceso de equiparación entre el Hombre y la Mujer en todos los ámbitos. De todos los acontecimientos ocurridos en el siglo XX, este uno de los más importantes, ya que afecta a la mitad de la población del mundo, es un proceso que no tiene vuelta, y que ha cambiado por completo la vida en el planeta.

La mujer desde mediados del s. XX. Debido a que muchos hombres murieron en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), millones de mujeres tuvieron que ocupar sus puestos de trabajo. Esto las hizo independientes económicamente.

Además se hicieron una serie de inventos, que hacían la vida doméstica mucho más cómoda para la mujer (la plancha, la aspiradora, la lavadora, etc.). ya no necesitaban tanto tiempo para cuidar de la casa, lo que les permitía que pudieran trabajar fuera.

Sin embargo, en un primer momento, la gran mayoría de mujeres únicamente trabajaban hasta casarse, y lo hacían en condiciones inferiores a los hombres.

La educación superior dejó de ser "cosa de hombres", cada vez eran más las mujeres que estudiaban carreras universitarias. En este ambiente, las jóvenes empezaron a quejarse por su situación de discriminación, y se hicieron comunes las protestas exigiendo igualdad de derechos y oportunidades. Como consecuencia, se fueron dictando leyes que establecían esta igualdad, tanto política como laboral.

También se produjo desde mediados de los años 60 una "revolución sexual" para la mujer. Con la aparición de los métodos anticonceptivos, ya podían controlar el momento en el que querían ser madres, y cuántos hijos tener. Es decir, la mujer podía ELEGIR. Poco a poco, dejó de estar mal visto que las mujeres, en especial las

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jóvenes, tuvieran relaciones antes del matrimonio, o incluso que no se casasen. Esta "revolución sexual" fue muy importante, ya que dejó atrás la idea de que la mujer debía ser discreta, recatada y decente, siguiendo unas pautas morales.

Las distintas discriminaciones que pudieran sufrir las mujeres en los derechos, la sociedad y el trabajo, fueron desapareciendo a lo largo de las décadas finales del siglo XX, a base de luchar por el cambio. Un papel muy importante lo tuvieron las madres, que educaron a sus hijos e hijas en la idea de la igualdad.

A lo largo del siglo XX, la mujer conquistó cualquier meta que se propuso. Lograron destacar en las Artes, las Ciencias, los Deportes, la Política. Podían ser madres o no serlo; casarse o no. También las actividades de ocio dejaron de hacerse separadas por sexo; hombres y mujeres se divertían juntos y se comportaban igual. Dejaron de existir las cosas "sólo de hombres" o "sólo de mujeres".

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ACTUALIDAD: LAS "OTRAS" MUJERES. Diferencias en el Mundo.

En países de Europa o América la mujer ha conseguido estar en una situación de igualdad con respecto al hombre. Pero esto no ha ocurrido en todo el mundo. En la mayoría de países, la mujer vive una situación peor a la del hombre, ya sea en el trabajo, en la educación o en el matrimonio. Incluso hay lugares en el mundo donde las mujeres viven sometidas al hombre, sin ningún tipo de derechos.

La mujer en el África Subsahariana.

En la gran mayoría de los países del África Subsahariana, la situación de la mujer es muy difícil, ya que no tiene casi ninguna protección por parte de los gobiernos, y siempre se la ha considerado inferior al hombre.

El matrimonio depende casi siempre de las familias; no se tiene en cuenta el bienestar de la futura esposa, sino si la familia de ella obtiene algún beneficio de la unión. Dentro del matrimonio es el hombre el que manda, la mujer no tiene opinión (incluso si toma una segunda esposa, no tiene que pedir permiso a la primera).

En general, es menor el número de niñas que recibe una educación. El futuro de las niñas es casarse con quién le diga su familia.

En el campo, la mayor parte de los trabajos (cuidado de la casa y los hijos, recogida de agua y leña, tareas agrícolas y ganaderas) son realizada por las mujeres, mientras que los hombres tienen el tiempo libre.

En algunos países, sin embargo, la mujer tiene una mejor situación debido a su importancia en las actividades económicas. Al haber pocos hombres, son las mujeres las que tienen que ocupar los puestos de trabajo, como en el comercio o la administración, haciendo que se las considere necesarias e independientes.

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La mujer en el Mundo Islámico.

En la mayor parte de los países islámicos, la mujer se mantiene en una situación de total discriminación. Se trata de una situación complicada, ya que se utiliza la religión (el Islam) para mantener a la mujer en una situación de sumisión con respecto al hombre. Sin embargo, en realidad el Islam no es el que dice que la mujer es inferior al hombre, sino que es una cuestión de la cultura de cada país.

Los matrimonios son pactados entre familias, la mujer está obligada a obedecer al marido, el marido puede repudiar a la mujer y divorciarse, pero ella necesita la autoridad de un juez. El marido debe tratar bien a la esposa y protegerla, como si se tratase de un niño al cuidado de su padre.

Entre los países islámicos hay grandes diferencias. En Arabia Saudí o Afganistán, por ejemplo, la mujer no tiene ningún derecho y depende completamente de los hombres de su familia, y de lo que decidan sus padres para ellas.

En otros países como Irán, la mujer tiene derecho a trabajar, conducir, recibir una educación (incluso universitaria), sin tener que pedir permiso a su padre o marido.

Pero, aún así, tienen menos derechos que los hombres en cuestiones como la herencia, los divorcios o el trabajo.

El problema más grave, es que la situación de discriminación de la mujer en el mundo islámico no se debe únicamente a las leyes de cada país, sino a que socialmente, los hombres musulmanes han sido educados para mandar sobre las mujeres, considerándolas como inferiores.

La mujer en la India.

En la India se han hecho leyes para evitar la discriminación de la mujer. Pero el problema de la discriminación está relacionado con la situación económica. Mientras que en las familias con dinero, las mujeres tienen casi las mismas oportunidades que los hombres, tanto en la educación como en el trabajo, la situación cambia radicalmente si nos fijamos en el resto de las mujeres.

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Dentro de la gran pobreza de la India, las mayores perjudicadas son las mujeres.

Apenas reciben tratamientos médicos (muchas madres mueren al dar a luz) y el acceso a una buena alimentación es más difícil para ellas, ya que se las considera inferiores a los hombres, por lo que se pone más atención en el cuidado y alimentación de los hombres y niños. Por este motivo, las niñas y mujeres son más vulnerables a las enfermedades.

También se considera menos importante que las niñas reciban una educación, ya que acabarán casadas y será el marido quien cuide de ellas.

Han de trabajar el doble de horas que los hombres, porque cuidan de los hijos, realizan las labores domésticas y trabajan fuera de la casa. A pesar de ello, no tienen independencia económica, ya que lo que ganen es para el marido.

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