Nツー1
20 Aテ前S
STAFF
AUTORIDADES Secretario General
Secretario Adjunto
Secretario Gremial
Secretaria Finanzas
Ariel Osatinsky
Raúl Mira
Walter Díaz
Dorkas Patricia Andina Guevara
Secretario Prensa y Rel. Institucionales:
Secretario Actas y Administrativo:
Mario Vittar
Diego Toscano
Humor Gráfico
Fotografía
REVISTA PEDES IN TERRA Dirección y Edición
Colaboraciones
Artista Invitado
Ana Luisa Coviello
Carlos Figueroa Santiago Gándara Catalina Hynes Esteban Piliponsky Roberto Pucci Antonio Roselló Ramón Ruiz Pesce Maria Stella Taboada Diego Toscano
Alejandro Gómez Tolosa
Diseño y Diagramación Nadia Bachoer
ISSN EN TRÁMITE - FOTOGRAFIAS DE TAPA GENTILEZA DE LA GACETA Cada autor es el único responsable de las ideas vertidas en sus correspondientes artículos.
Pablo Iván Rios
Sebastián Lorenzo Pisarello Pablo Mamaní Segura Valentín Mopty
ÍNDICE
LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR - 20 AÑOS Breve Repaso de la Legislación Universitaria Argentina El Peronismo, La Ley de Educación Superior y el Asalto Contra la Autonomía Universitaria Ley de Educación Superior - Veinte Años ¿No Es Nada? LA UNIVERSIDAD COMO INDUSTRIA ACADÉMICA CARRERA DOCENTE Proceso de Gestación e Historia de La Carrera Docente La Carrera Docente - Un Derecho Inalienable de los Universitarios UNT: ¿REFUNDIRLA O REFUNDARLA? AGENDA CULTURAL
Pág. 2 Pág. 4 Pág. 9 Pág. 14 Pág. 18 Pág. 21 Pág. 24 Pág. 28
PALABRAS
INICIALES POR ANA LUISA COVIELLO
SUBSECRETARIA DE CULTURA ADIUNT
ESTIMADOS COLEGAS
H
emos elegido Pedes in terra –Los pies en la tierra- para nombrar esta revista cultural que inauguramos, como una manera de orientar el horizonte de expectativas de los lectores, en especial de los docentes de nuestra Universidad Nacional de Tucumán, hacia un campo de vacancia hoy en los relatos oficiales de la UNT: el de la realidad. En efecto, Pedes in terra propone un espacio en el que los docentes podamos hablar de lo que efectivamente sucede en nuestra comunidad universitaria y en nuestra sociedad más amplia, sin máscaras que disfracen lo acontecido, sin maquillajes que disimulen o escondan los atropellos, sin metáforas que manipulen los hechos y los tornen fulgores en el vasto firmamento hacia el que nuestras miradas debieran estar enfocadas, mientras unos pocos operan, abajo y a la sombra. Tenemos los pies en la tierra para echar un poco más de luz, para tratar de ver las formas de lo real, para intentar vislumbrar lo que se oculta: para decir verdades.
Consecuentemente, es nuestra intención que estas páginas pertenezcan a todas aquellas voces de la docencia universitaria que no encuentran canales en los medios de comunicación que la UNT posee pero a los que solo unos pocos acceden, esto es, un lugar alternativo de expresión en el que se privilegiará la realidad real de nuestra universidad y del sistema universitario argentino, esa que no admite eufemismos, ni dilaciones, ni elipsis, ni disfraces. Queremos que su nombre, esa primera expresión del lema de la UNT, que en un principio fuera pensada como fundamento de la segunda, ad sidera visus, se constituya en el amplificador del sonido que circula hoy configurado en murmullo, índice de un malestar profundo y sostenido a lo largo de muchos años, y que cada tanto se convierte en clamor, como el que sostuvo la lucha masiva de aquellos ochenta y nueve días del 2014. Pedes in terra es una revista cultural que abordará temas de nuestra sociedad en un sentido más amplio, PÁGINA 1
sin las urgencias de una publicación diaria o de un boletín informativo, ni las limitaciones temáticas de una publicación exclusivamente gremial. Es una revista donde el arte y la ciencia, las efemérides y las conmemoraciones, y el amplio espectro de disciplinas que nuclear o marginalmente entrarían en lo que llamamos “cultura” pueden dialogar, en páginas de reflexión crítica. Con un conmovido sentimiento de solidaridad y con renovadas esperanzas, los invitamos a leer y a contribuir en los números por venir, teniendo en mente siempre la consigna que nos guía: la de dar cauces a quienes no los encuentran, la de hacer conocer el trabajo silencioso de la docencia tucumana, la de iluminar lo que permanece en la oscuridad o lo que se intenta echar bajo la alfombra de nuestra realidad institucional. Pasen. Vean. Lean. Escriban. Propongan. Siéntanse en casa. Pongamos los pies en la tierra.
BREVE REPASO DE LA
LEGISLACIÓN UNIVERSITARIA ARGENTINA Por Diego Toscano*
E
l momento no podría ser más oportuno, pues las verdaderas consecuencias de esta Ley no se pueden aprehender en el estudio abstracto de capítulos y artículos sino en la vivencia física de un choque contra el objeto, la propia lucha. Su “longevidad” sorprende: veinte años es bastante tiempo en la agitada historia de la legislación universitaria argentina. Sin embargo, sorprende aún más el hecho de que una de las leyes emblemáticas del “neoliberalismo” argentino no haya sido ni derogada ni modificada por gobiernos que se presentaron a ellos mismos como sus antítesis. Esta pequeña introducción tiene como objetivo ubicar a la LES en la historia de la legislación universitaria argentina, una historia plagada de tensiones y contradicciones. LEY AVELLANEDA Y PERÍODO REFORMISTA La primera ley orgánica que buscó organizar las universidades argentinas data de 1885: es la llamada “Ley Avellaneda”, de orientación profesionalista y hermana menor de la Ley 1420 de educación pública, laica y obligatoria. Tiene antecedentes importantes: la nacionalización de la Universidad de Córdoba
Este primer número de Pedes in terra está dedicado al vigésimo aniversario de la Ley de Educación Superior (LES). Los docentes de la ADIUNT nos debíamos la tarea de volver a debatir acerca de ella. en 1854, la creación de la Universidad de Buenos Aires en 1821, y el debate sobre la autonomía de 1871. No obstante, la “Ley Avellaneda” es la ley matriz de la Educación Superior argentina. Su principal herencia, la autonomía de las universidades con relación al Estado, debe ser pensada en relación con el proceso de consolidación de las elites gobernantes en el que tuvo lugar. Apenas comenzado el siglo XX, nace en nuestras universidades el movimiento estudiantil, que impulsó una reforma profunda en las viejas Casas de Estudios sin apelar a un cambio de legislación. La vigorosa lucha desarrollada por el movimiento de la Reforma Universitaria produjo sus transformaciones y conquistas (autonomía, cogobierno, docencia libre, etc.) por la vía de los Estatutos, no de un cambio de la Ley. Su ejemplo se expandió a universidades de todo el continente y puso en evidencia la estrecha relación entre la transformación educativa y la transformación social. En esta etapa emerge también el “cuerpo docente”, que viene a reemplazar a las viejas elites académicas formadas por los “hombres representativos de la política, la burocracia, la banca, la industria”, como lo denunciara en 1929
uno de los principales dirigentes reformistas, Emilio Ravignani. Con este nuevo “cuerpo docente” surge el problema de su remuneración y el de la “carrera académica”. (Buchbinder, 2005:116) El proceso reformista chocó de entrada con fuertes resistencias. Durante el gobierno de Marcelo Torcuato de Alvear (1922-1928), las camarillas que habían sido parcialmente desplazadas recuperan su poder. La vía de los cambios de Estatuto muestra así todas sus limitaciones, pero es la intensa lucha del movimiento reformista (ya por ese entonces docente-estudiantil) la que logra mantener en pie algunas conquistas, pese a la represión y a las intervenciones que se sucederán con el golpe de 1930. LEYES PERONISTAS Estos choques se extienden prácticamente hasta 1943, cuando el nacionalismo ultracatólico se lanza al asalto de las universidades y elimina la autonomía, la participación estudiantil y designa a dedo a los rectores. Con este asalto llega una nueva Ley Universitaria, la 13031, promulgada en 1947 durante el primer período peronista, que somete las universidades a las orientaciones del gobierno. Con el fin de la Segunda Guerra Mun-
LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR - 20 AÑOS | Breve Repaso de la Legislación Universitaria Argentina
dial se desarrolla en gran parte del mundo la masificación de los estudios universitarios. En Argentina la matrícula crece de un modo considerable. Es el peronismo el encargado de adecuar la infraestructura universitaria a esta nueva realidad: se crean nuevas Casas de Estudio, emergen los proyectos de ciudades universitarias, hay una política de becas. La eliminación de los exámenes de ingreso permite un salto cuantitativo en el registro de inscripciones. El peronismo busca capitalizar los cambios que ha producido reformando nuevamente la Ley Universitaria y a solo siete años de su primera modificación se sanciona la 14297 (1954), que profundiza la fuerte intromisión del Poder Ejecutivo en la vida de las universidades. DICTADURAS Y MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES La caída del peronismo abre una etapa convulsiva. El decreto 6403 de la Revolución “fusiladora” habilita a las instituciones privadas a expedir títulos, hasta ese momento potestad de las instituciones públicas. En 1958, la decisión de Frondizi de reglamentar este decreto y permitir a las universidades privadas la emisión de títulos, desata la mayor lucha educativa de la historia argentina, la lucha de la “Laica o Libre”. La derrota de los laicistas permite un cambio en la matriz de la educación universitaria argentina y emergen como hongos las universidades privadas. La fuerza del movimiento estudiantil revitaliza, empero, la vida política en las universidades públicas, y al calor de la Revolución Cubana se da un proceso de radicalización juvenil. Las universidades recuperan autonomía, pero dura poco tiempo: el golpe de 1966 interviene casi todas las universidades, su-
prime el gobierno tripartito, cesantea docentes, encarcela estudiantes y busca imponer una política limitacionista: exámenes de ingreso, regularidades, ataques a los comedores, etc. En 1967 sanciona la Ley 17245. El movimiento estudiantil y docente enfrenta a brazo partido este embate. Los alzamientos estudiantiles de Corrientes y Rosario y luego los obrero-estudiantiles de Córdoba, Rosario, Tucumán, Mendoza, etc., alertan a las clases gobernantes acerca de la necesidad de descentralizar las grandes universidades. Siguiendo la receta post Mayo Francés, se alza el Plan Taquini para descentralizar la UBA, y se crean nuevas universidades públicas y privadas, incluso universidades provinciales. En la primera mitad de los años 70 llega la Ley 20654, que busca reforzar el control del Poder Ejecutivo sobre la vida universitaria. La incapacidad de los continuadores de Juan Carlos Onganía, primero, y del peronismo después -pese a su Triple A, a la Misión Ivanissevich, a la intervención de universidades, al asesinato de estudiantes y docentes para contener ese ascenso obrero y juvenil- lleva a la dictadura de 1976. La dictadura suprime los órganos colegiados, cierra universidades, facultades y carreras; cesantea masivamente docentes, asesina y hace desaparecer a miles de estudiantes; aplica el limitacionismo a punta de fusil: exámenes de ingreso, ajuste, aranceles (1978). Como todos los anteriores avances de los sectores reaccionarios, esta embestida busca ser consagrada en una nueva ley universitaria, que llega finalmente en 1980, bajo el número 22207. PERÍODO DEMOCRÁTICO La caída de la dictadura abre una nueva etapa. Cientos de docentes y miles de
estudiantes vuelven a las aulas entre 1984 y 1986. Alfonsín sanciona la Ley de Normalización de las Universidades, la 23068. El movimiento estudiantil emerge nuevamente como un factor dinámico y las universidades recuperan la autonomía. Pero la agenda del gobierno radical, que domina ampliamente las mayores universidades, es la de las reformas de mercado. 1987 es un año marcado en nuestra historia tanto por el brutal ajuste salarial como por la histórica huelga de Conadu y el Congreso Educativo Nacional, donde el radicalismo y el PJ tejerán el consenso de lo que años después serán las leyes gemelas contra la educación pública: Ley Federal de Educación (1993) y Ley de Educación Superior (1995). A partir de allí, comienza la instrumentación del asalto “neoliberal” a las universidades. En 1988 llega la Ley sobre el Régimen Económico-financiero de las UUNN. En 1993 se crea la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) y el Programa de Incentivos. También nacen los planes FOMEC, con apoyo del Banco Mundial y se crea la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). El 20 de julio de 1995, dando la espalda a una enorme movilización estudiantil y docente, el Congreso de la Nación sanciona la Ley 24521, que conocemos como Ley de Educación Superior (LES). *Docente de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Filosofía y Letras.. Buchbinder, P. (2005): Historia de las Universidades Argentinas. Buenos Aires: Sudamericana. 1
Caldelari, M. (2010): “Repasando la legislación universitaria argentina: 1885-1995” en Pensamiento Universitario, Nº 13, Buenos Aires: Prohistoria. 2
Ciria, A. y Sanguinetti, H. (1987): La Reforma Universitaria/1. Buenos Aires: CEAL. 3
Pucci, R. (2013): Pasado y Presente de la Universidad de Tucumán. Buenos Aires: Lumiere. 4
Ilustraci贸n: Alejandro G贸mez Tolosa
LEY DE EDUCACION SUPERIOR - 20 AÑOS | El Peronismo, La Ley de Educación Superior y el Asalto Contra la Autonomía Universitaria
EL PERONISMO,
LA LEY DE
EDUCACIÓN
SUPERIOR
Y EL ASALTO CONTRA LA
AUTONOMÍA UNIVERSITARIA
Por Roberto Pucci* Esteban Piliponsky*
De inspiración neoliberal y sancionada por iniciativa del peronismo menemista, la LES estableció diversas formas de intervención del poder central sobre la autonomía universitaria, que llegan incluso a lo académico. PÁGINA 5
E
n 1995, en el marco de lo que el peronismo menemista denominó “la reforma del Estado”, el Congreso Nacional sancionó la Ley de Educación Superior Nº 24.521 (LES), pese al rechazo generalizado de los partidos políticos opositores, de las federaciones docentes, del movimiento estudiantil y de las propias universidades nacionales. Dicha ley, de inspiración neoliberal, que concibe a la educación no como un derecho social sino como un gasto que deben solventar los usuarios-ciudadanos, fue impuesta en el marco del proceso de mercantilización y privatización de las universidades y del resto de la educación en la Argentina. De manera que, en el cuarto de siglo transcurrido desde que el peronismo capturó el poder en 1989, el sistema educativo argentino se transfiguró hasta volverse irreconocible. Allí, donde desde comienzos del siglo XX predominaban las escuelas primarias y medias de carácter público, gratuito y laico y las universidades públicas nacionales, la política neoliberal transformó el paisaje educativo argentino mediante una descontrolada proliferación de escuelas, colegios y universidades privadas, de carácter confesional y/o empresarial, que hoy representan más de la mitad de todo el sistema educativo. Sin embargo, y en aparente contradicción con su propio discurso neoliberal, el peronismo no procedió a disminuir el llamado gasto educativo: se ufana incluso de haberlo incrementado a niveles no alcanzados con anterioridad, lo que es cierto. Sólo que más de la mitad del presupuesto que se destina a escuelas y universidades se dirige a financiar las instituciones privadas; y la otra mitad queda en manos de un ministerio que no tiene ninguna escuela a su cargo, pero dispone de esas sumas astronómicas de manera arbitraria y con fines clientelísticos. LES Y NEOLIBERALISMO En cuanto a su dimensión estrictamente política, la LES de 1995 no hizo sino replicar los objetivos históricos de la legislación universitaria peronista desde 1945 en adelante: esto es, eliminar o limitar, hasta volver ineficaz, todo rastro de autonomía universitaria. Vale decir, el derecho que la legislación histórica
había concedido a las universidades estatales de gobernarse a ellas mismas, de trazar sus pautas educativas y científicas y, para que lo anterior sea realizable, de contar con autarquía financiera. Pero ese tipo de universidad autónoma responde a un modelo de estado democrático y republicano, en las antípodas del cual se ubica el peronismo. Como movimiento que se proclama “nacional”, su propósito es subordinar al conjunto de la sociedad civil a las directrices de un estado patrimonial férreamente controlado, cuyo modelo de universidad consiste en convertirla en un espacio meramente reproductor del relato del poder. Nada sintetiza mejor esa concepción sectaria e ideologizada que el slogan de sus fieles: “Universika”. Se repite con frecuencia que el neoliberalismo postula un “Estado mínimo” o ausente. Por el contrario, el neoliberalismo reivindica la concentración del poder, similar a la concentración económica, y en el camino ficcionaliza todo rastro de autonomía institucional de las organizaciones de la sociedad civil en nombre de un falso eficientismo, lo que se traduce en la erección de un férreo poder verticalista y un control cada vez más asfixiante por parte del Poder Ejecutivo Nacional. Esta búsqueda de acumulación de “caja” y de poder, que se profundizó con el neoliberalismo, es un aspecto de clara continuidad entre la última década y sus predecesores de los años ’90. LA AUTONOMÍA EN JAQUE Es discutible si la autonomía universitaria se aplicó alguna vez en plenitud desde su puesta en vigencia, con la Reforma del ’18, hasta nuestros días. Porque lejos de eso, las universidades sufrieron consecutivas intervenciones y toda clase de ataques mientras gobernaban autoridades legalmente elegidas. De todos modos, siempre estuvo vigente la concepción de la autonomía universitaria como un valor a defender entre un importante sector de la sociedad. Y el peronismo tuvo esa circunstancia muy presente cuando, al imponer la LES en 1995, buscaba un rápido avance de la privatización y de la anulación PÁGINA 6
de la gratuidad en el nivel superior del sistema educativo. Pero se enfrentó con la enérgica resistencia de una gran parte de la comunidad educativa del país, de modo tal que la ortodoxia neoliberal plena en el ámbito universitario se vio frenada en sus aspectos más inmediatos: tal fue el logro de las huelgas y luchas docentes y estudiantiles, tildadas hoy como ayer de ineficaces. Podría pensarse, aunque sería tema de otro artículo, que pese al avance arrollador y destructor del neoliberalismo en el país en la década del ’90, su logro fue menor en aquellos espacios públicos cuya gestión era autónoma e independiente del poder central, como es el caso de las universidades. Y ese es el motivo por el cual los continuadores actuales del menemismo en el poder se proponen terminar con la autonomía universitaria. Con ese fin, el gobierno peronista recurrió a diversos instrumentos y medidas. Mediante la LES, con un profuso y extenso texto de 89 artículos, estableció diversas formas de intervención, abierta o embozada, del poder central sobre la autonomía universitaria. En primer lugar, al determinar la conformación del gobierno universitario, cuyos consejos superiores y directivos deben contar con mayoría docente, eliminando el concepto histórico de cogobierno igualitario de los diversos estamentos universitarios. Luego, al otorgar al CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) un organismo burocrático que subordina los rectores a la voluntad de los agentes del Ministerio de Educación un poder inusitado respecto a los asuntos internos de las Casas de Altos Estudios. Como corolario, se permitió al CIN que pudiese determinar el salario de los rectores y demás funcionarios (electos y designados). Esto implica que, en nuestros días, un rector recibe un sueldo más de treinta veces mayor que el salario docente más bajo, y aproximadamente tres veces más alto que el máximo. Ello promovió la creación de una casta que, si bien proviene del estamento de los profesores, tiene intereses propios que, en muchos casos, no coinciden con los de sus (ex) pares.
LEY DE EDUCACION SUPERIOR - 20 AÑOS | El Peronismo, La Ley de Educación Superior y el Asalto Contra la Autonomía Universitaria
A esto debe agregarse la política de frenética creación de universidades nacionales por parte del kirchnerismo, que en los diez años que lleva en el poder procedió a engendrar al menos quince de estas nuevas instituciones universitarias, cuyos rasgos principales son: primero, la absoluta improvisación en su diseño, fines y composición académica; segundo, la decidida vocación propagandístico-ideológica de las mismas, diseñadas no para la creación y circulación de saber crítico y científico, sino para la reproducción de los discursos que descienden del poder; tercero, la naturaleza estrictamente partidaria de tales universidades, cuyos rectores y docentes son escogidos entre los adeptos y fieles al partido gobernante; cuarto, el rol de estas pretendidas universidades “nacionales” (que se concentran de modo abrumador en el conurbano bonaerense) viene a ser doble en su aporte a la construcción de lo que los kirchneristas denominan “hegemonía”: por una parte, porque han contribuido a imponer una mayoría a la fuerza en el seno del CIN, con rectores “normalizadores” que deben su posición al favor puro y exclusivo del PEN; por la otra, porque aportan a su vez al proceso de asfixia financiera con el que el
PEN somete a las universidades nacionales históricas, ya que el dinero que les sustrae lo desvía hacia estas nuevas creaciones a su entero capricho, privilegiando la inversión allí de donde extrae rédito político ilegítimo. A todo lo referido debe sumarse el avance sobre lo académico. La CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), creada por la LES, y cuyo accionar se fue acrecentando en los últimos años, es la herramienta para legitimar la intervención del gobernante de turno sobre planes de estudio, perfiles profesionales, pautas de evaluación, etc. Esta comisión tiende a homogenizar las universidades públicas con las privadas, aspira a quitarle peso a las carreras de grado a favor del posgrado arancelado, promueve exámenes de ingreso y un largo etcétera. Cumple una teórica función de “evaluadora externa”, pero su papel consiste, notoriamente, en disciplinar a las universidades, controlar el grado de ajuste y subordinación a los fines políticos del poder, y castigar antes que sugerir soluciones, como un claro ejemplo de aplicación del poder en un modelo neoliberal.
LA CONEAU, CREADA POR LA LES, CUMPLE UNA TEÓRICA FUNCIÓN DE “EVALUADORA EXTERNA”, PERO SU PAPEL CONSISTE, NOTORIAMENTE, EN DISCIPLINAR A LAS UNIVERSIDADES, CONTROLAR EL GRADO DE AJUSTE Y SUBORDINACIÓN A LOS FINES POLÍTICOS DEL PODER, Y CASTIGAR ANTES QUE SUGERIR SOLUCIONES, COMO UN CLARO EJEMPLO DE APLICACIÓN DEL PODER EN UN MODELO NEOLIBERAL.
“Con LES y CONEAU no hay educación pública”. Tomada de http://posdataweb.com.ar/conocenos/
PÁGINA 7
Educación para el cambio social. Revista del ENEOB (Espacio Nacional de Estudiantes de Organizaciones de Base)
EL ESTRANGULAMIENTO FINANCIERO Finalmente, algunas consideraciones sobre el tema presupuestario. El ahogo de la educación pública fue ejecutado por Menem de una forma mucho más básica y salvaje que en la década actual: recortando al máximo posible el dinero que circulaba en todos los niveles del sistema. Los acontecimientos del 2001 hicieron imprescindible un viraje en la estrategia gubernamental, sin que eso implicase un cambio de dirección. Hoy existe más plata rondando en el sistema, aunque es menos de la que se sostiene desde el discurso oficial. Pero la estrategia es igual o incluso más perversa que antes, por la forma en que se manejan los fon-
dos existentes. El tan celebrado 6% del PBI, es administrado en un 40% por el Ministerio de Educación: un ministerio sin escuelas, ni universidades, ni docentes. Para el caso de las universidades, esta lógica va de la mano con el ahogo presupuestario. El aspecto más castigado es el salario docente, el que comparado con otras actividades, incluso con las de la docencia media y primaria y con el del mismo personal no-docente que trabaja en este ámbito educativo, resulta desfavorecido y aún indigno. Baste señalar que aproximadamente un 60 por ciento de los docentes universitarios de todo el país, aquellos que ocupan una posición intermedia o menor, reciben un ingreso que ronda los 5.000 pesos mensuales. Y sin PÁGINA 8
embargo, conducen la actividad del aula, lidian con cursos de centenares de estudiantes, y deben multiplicarse en dos, tres o más puestos para sobrevivir. Las partidas destinadas a investigación y los incentivos a la docencia e investigación, sin actualizarse durante años, se han convertido en una parodia o en una burla. En suma, el desfinanciamiento y el acoso presupuestario constituyen una estrategia en toda la regla para el actual gobierno peronista: humilla a los docentes con sueldos indignos, mantiene congelado el presupuesto del sector educativo superior y empuja a las universidades a medrar en la miseria, carentes de los recursos imprescindibles para afrontar siquiera sus gastos corrientes. *Docentes de la Carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras.
LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR
VEINTE AÑOS
¿NO ES NADA? Por Antonio Roselló* - Santiago Gándara*
Programa estratégico, político, científico, académico y pedagógico de las clases dominantes, incluidas las autodenominadas nacionales y populares, la LES es una ley antinacional, antipopular, que atenta contra los principios de la Reforma del 18 y contra la autonomía científica y pedagógica de las universidades. PÁGINA 9
1
2
L
a introducción de la educación como mercancía por la Organización Mundial de Comercio (OMC), los acuerdos de Bolonia y el arancelamiento y restricciones a la universidad, las deudas estudiantiles con el sistema financiero en los países centrales, la privatización y tercerización de la enseñanza, los denominados títulos basura, la precarización del trabajo docente y de los auxiliares técnicos y, más en general, la desinversión en educación e investigación tienen un solo origen: la crisis capitalista. El Mayo Francés, la Primavera de Praga y sus correlatos en todo el mundo, incluyendo el Cordobazo, también reconocían un mismo origen: la crisis conjunta del imperialismo y la burocracia soviética, basada en la crisis de acumulación capitalista de los falsamente denominados “treinta años dorados”, que no fueron ni treinta ni dorados para las clases oprimidas. Esa rebelión del movimiento obrero y la juventud era la de la única clase que produce valor contra la tendencia irrefrenable de la baja de la tasa de beneficio capitalista y del intento de las clases dominantes por desvalorizar el trabajo para ralentizar esa tendencia. Desde 1979, el imperialismo munPÁGINA 10
dial con la colaboración directa de las burocracias obreras y los nacionalismos burgueses inician una ofensiva general contra las conquistas obreras alcanzadas ante la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial. Una de las grandes conquistas de la clase obrera y los movimientos populares fue, justamente, el acceso universal a la educación primaria, la ampliación de la escuela media y la extensión de la Educación Superior y la investigación, que pasaron a considerarse en ese período como un derecho y ya no solo como una mercancía o un bien público a disposición de las elites. A partir de las presidencias de Ronald Reagan y Margaret Thatcher comienza un profundo cuestionamiento de estas conquistas, en un marco donde la flexibilidad laboral y la privatización del conjunto de los bienes y servicios públicos era la tónica. Es decir, era no solo un ataque a la educación sino un ataque general a las conquistas de las masas, a su poder adquisitivo, para llevar el lucro a todos los sectores de la economía y la sociedad. La caída del muro de Berlín y la implosión de la URSS abrieron en 1989 una nueva etapa en esta ofensiva. El llamado fin de la historia trajo,
LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR - 20 AÑOS | Ley de Educación Superior - Veinte Años ¿No Es Nada?
por parte del imperialismo, desde el Consenso de Washington hasta nuevas instituciones imperialistas como la Organización Mundial del Comercio (OMC) o la Unión Europea que regirían la “libre” circulación de personas, capitales y saberes. El fin de la historia no fue tal y las crisis económicas de 1997, 1999, 2001 y 2007, demuestran que la historia sigue viva y que el capitalismo tiene inherentemente el gen de la disolución, la guerra y el aumento de la tasa de explotación. Es decir, la desvalorización de la fuerza de trabajo y la restricción de las conquistas obreras y populares. Es de allí que, en el plano de la Educación Superior, surge la novedad de que los saberes adquiridos son una mercancía. Vaya novedad: desde hace seis siglos todo lo que toca el capitalismo es una mercancía. Pero esta redefinición de los círculos imperialistas pretende ahora dejar plas-
mado en el papel, para todos los sectores de las capas explotadas, que la educación superior ya no es un derecho sino un bien que se compra y vende en el mercado. De allí la feroz ola de privatización y arancelamiento del sistema de Educación Superior en todo el mundo, empezando por Estados Unidos. A esta altura del artículo queremos dar un ejemplo que ilustra con crudeza nuestra tesis sobre la desvalorización de la fuerza de trabajo, incluido de aquel que tiene “certificado” universitario de capacitación. Hoy, en los Estados Unidos, las familias adeudan al sistema financiero 1,3 billones de dólares. Esto es, el 8% del PBI de los Estados Unidos, el segundo ítem de endeudamiento de las familias con el sistema financiero. Esta deuda, que representa cuatro veces la producción argentina, se acumula por dos razones. Primero, por el incremen-
3
1- Primavera de Praga 2- Cordobazo 3- “LA LUTTE CONTINUE”. Stencil del Mayo Francés
PÁGINA 11
to del arancelamiento de las universidades. Segundo, por los bajos salarios percibidos por los graduados que transforman en impagable la deuda contraída. Tras este telón se desarrolla la verdadera obra: el capitalismo financiero norteamericano ha encontrado una nueva veta de lucro que consiste en encadenar al conjunto de los graduados a una deuda eterna, impagable e incobrable. Esta deuda, como lo fue lo de las hipotecas subprime, será parte de la próxima catástrofe capitalista que sucederá más temprano que tarde. Es desde esta perspectiva teórica que analizamos nuestra Ley de Educación Superior (LES). En el frío papel, la LES es un calco de los dictados de la OMC, por un lado, y de los acuerdos de Bolonia, por el otro. Pero, ¿qué pretenden los acuerdos de Bolonia?
y su pase al posgrado (arancelado). Es en este cuadro que en los últimos veinte años se crearon más de cuarenta universidades privadas que cuadruplicaron su matrícula y miles de posgrados arancelados. Es con este sentido general que se creó y funciona la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) que no solo regimenta los contenidos científicos pedagógicos sino que además se opone a que la universidad pública se ponga al servicio de la mayoría nacional. Para ejemplificar este proceso acudimos a un paper del entonces secretario de Políticas Universitarias
de su título. O ni siquiera ingresará. La descarta también: la crisis del sistema educativo del nivel medio es tan profunda que reconoce que casi no habría ingresantes y esto generaría, por otra vía, nuevas resistencias. Tercera propuesta: que florezcan las universidades privadas y que derivemos en masa, allí, a los estudiantes. Cuestión que, efectivamente, se llevó a cabo, y que no ha afectado a la masa de estudiantes que sigue inscribiéndose en la universidad pública. El artículo sigue enumerando otras opciones que descarta hasta llegar a una última conclusión que, si bien no le satisface enteramente, resulta la única posible en este contexto: “tendríamos que reorganizar el sistema bajo la modalidad de ciclos”. Esto es, dos primeros años para una tecnicatura, otros dos años para una licenciatura y el resto cubierto por una vasta y sobre todo arancelada oferta de posgrados. De ese modo, en 2002 pero evaluando el período inaugurado con la promoción de la LES, Del Bello decía resolver el problema de la masividad, pero lo que hacía efectivamente era proponer la liquidación de la universidad pública y gratuita, limitar brutalmente el acceso y desvalorizar las titulaciones.
LA LES GARANTIZA AL RÉGIMEN, HACIA EL INTERIOR DE LAS UNIVERSIDADES, TRES PUNTOS SUSTANTIVOS. PRIMERO, TRANSFORMA A LAS ALTAS CASAS DE ESTUDIO EN ENSEÑADEROS; SEGUNDO, PROMUEVE LA INJERENCIA DIRECTA DEL CAPITAL A TRAVÉS DE LOS CONVENIOS Y DE LOS DENOMINADOS FONDOS PROPIOS; TERCERO, PRECARIZA Y TERCERIZA LABORALMENTE A DOCENTES, INVESTIGADORES Y NO DOCENTES.
Estos acuerdos se basan en la conocida fórmula del 3+2. La imperialista Unión Europea y el conjunto de las camarillas de las históricas y emblemáticas universidades del viejo mundo resolvieron emitir certificados subprime, luego de tres años de cursada; mientras que, en nuestro país, para acceder a un título mayor, de licenciado, ingeniero, arquitecto, se necesitan al menos cinco años. Resumiendo: en Europa vaciaron los títulos de grado masificando la oferta de los posgrados en dos años que complementan la formación. En la mayoría de los países europeos, los cursos de grado son arancelados. Un lector argentino se preguntará, entonces, dónde está el negocio. Pues bien, por un lado, en percibir el doble y hasta el triple del valor de la matrícula en los dos años de masters, pero, de conjunto, en la desvalorización de la fuerza de trabajo. Queda demostrado así que no son palabras huecas las enarboladas por el movimiento estudiantil y docente, en estas dos últimas décadas en nuestro país y en el mundo. Son una realidad contrastable el vaciamiento de contenidos del grado (gratuito)
durante el menemato y actual rector de la Universidad Nacional de Río Negro, una de las más precarizadas, el Dr. Juan Carlos Del Bello 1 . Allí, Del Bello propone un menú de alternativas, algunas realizadas y otras solo apuntadas en el papel, para desguazar el sistema de Educación Superior y ajustarlo a los dictados de los organismos multilaterales. La primera opcion para Argentina es el arancelamiento del grado. Pero inmediatamente concluye que, de hacerse, el movimiento docente, estudiantil y no docente ocuparía las calles por la eternidad. Descartada, propone una nueva: establecer algún tipo de validación excesiva, certificados, a los estudiantes del nivel medio –como el modelo chileno. El estudiante ingresará en aquella universidad que le habilite la validación PÁGINA 12
Por todo esto es que la LES impuesta por el menemato se sostuvo incólume bajo el gobierno de la Alianza y los doce años del kirchnerismo. La LES es, en consecuencia, la síntesis legal del modelo imperialista de Educación Superior para el trabajo y su complemento dialéctico: su desvalorización. La LES garantiza al régimen, hacia el interior de las universidades, tres puntos sustantivos. Primero, transforma a las Altas Casas de Estudio en enseñaderos; segundo, promueve la injerencia directa del capital a través de los convenios y los denominados fondos propios; tercero, precariza y terceriza laboralmente a docentes, investigadores y no docentes.
Esta planificación realizada por los círculos imperialistas y de ejecución en todo el mundo tiene en el centro de la mira terminar con la investigación, la producción del conocimiento y el pensamiento crítico. Efectivamente, no son pocos los autores2 que, con malestar, recusan el actual estado del campo intelectual o el estado del conocimiento científico en términos de creciente burocratización de los saberes y las prácticas, de la circulación administrativa de papeles que nadie lee (se habla incluso de paperismo) en congresos en los que se participa para coleccionar certificaciones que puedan adjuntarse a los CVs ante el próximo concurso o ante la inminente convocatoria a un proyecto de investigación. ¿Acaso no expresa este malestar, que recorre los pasillos del grado y el posgrado, la también creciente alienación del trabajo docente cuya investigación y cuya enseñanza se hace extraña al ser traducida en el lenguaje estandarizado de los criterios de evaluación que siguen la lógica impuesta por el capital financiero? Para poder combatir este modelo es que realizamos estas precisiones. No podemos basarnos en letanías de que todo tiempo pasado fue mejor. Hoy, el capitalismo a nivel global y en la Argentina desprende la investigación de la universidad, asignándole a ella el rol de educar para el trabajo, tal como lo plantea la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el organismo multilateral por excelencia que regimenta los derechos de los trabajadores y los somete (doblemente) al supuesto arbitraje con las patronales y el Estado que está al servicio de estas. Los acuerdos de 1994 de Doha (de propiedad intelectual y conocimiento), establecido por la OMC, son la piedra de toque de la privatización de la investigación científica, artística y cultural. Estos acuerdos que permiten la patentabilidad de los genes del reino animal, vegetal e incluso de seres humanos, sacan el conocimiento científico y tecnológico del ágora universitaria y lo llevan para la aplicación industrial, siendo las universidades de todo el mundo subsidiarias o centros periféricos
del modelo dirigido e implementado por los grandes oligopolios. Siguiendo la lógica de este planteamiento, las universidades se han transformado en capacitadores de mano de obra ¿calificada? El modelo desarrollado en el punto anterior, sumado al ahogo presupuestario permanente, sea en forma directa o indirecta, al que son sometidas las universidades, han llevado a las mismas a producir y/o profundizar, según sea el caso, el establecimiento de convenios con empresas privadas o con el propio Estado capitalista. Es decir, han abandonado por treinta dineros la autonomía científica por la que lucha la universidad desde el siglo XVIII, con el ascenso de la burguesía al poder, sea esta autonomía en el modelo continental, humboldtiano o anglosajón. La autonomía científica conquistada por la sociedad desde el siglo XVIII hasta el XX ha sido sustituida por los dictados del capital directamente sobre los planes de estudio. Para imponer este giro estratégico se debe terminar, antes que nada, con los derechos conquistados a las carreras de investigación y docencia, desde el tenure en Estados Unidos a las oposiciones europeas o a la estabilidad laboral en América Latina. Introducir la precarización y la polivalencia permite, por un lado, la escisión entre la investigación y la docencia. Por otro, la adaptación del docente a las necesidades de los cursos impuestos por el capital a través de convenios. Asimismo, introduce los premios y castigos, monetarios y simbólicos, contenidos en la denominada “evaluación de calidad”. Y finalmente, aumenta la tasa de explotación sea por la baja lisa y llana de salarios o atando los mismos a la productividad laboral. Esta misma inestabilidad, polivalencia y precariedad se presenta entre los no docentes y asistentes técnicos, donde incluso reina la privatización y tercerización de servicios. Concluyendo, debemos armar al movimiento docente y estudiantil con una caracterización correcta de lo que significa la LES. De allí los conceptos vertidos en el presente artículo. Por ninguna causa PÁGINA 13
podemos limitarnos a responder solo con reclamos corporativos de los estudiantes, docentes y no docentes o a etiquetar a la Ley como producto del neoliberalismo. La LES ha cumplido veinte años no porque no es nada sino porque es un programa estratégico, político, científico, académico y pedagógico de las clases dominantes -de sus representaciones políticas, incluidas las nacionales y populares- de poner la universidad al servicio de sus intereses y, fundamentalmente, en contra de los procesos de emancipación personal, colectiva y nacional, de los trabajadores y de los sectores populares que constituimos la mayoría. Sin duda, es una Ley antinacional. Sin duda, es una Ley antipopular. Sin duda, es una Ley que atenta contra los principios de la Reforma del 18. Sin duda, es una Ley que atenta contra la autonomía científica y pedagógica de las universidades. Es por ello que, como docentes, junto con los estudiantes y los no docentes, debemos profundizar la construcción de un movimiento, más allá de la comunidad educativa, que confluya con el movimiento de los trabajadores y los sectores populares, para derogar la LES, reorganizar la universidad sobre nuevas bases sociales y ponerla al servicio de las mayorías nacionales. En este camino debemos recuperar nuestras organizaciones gremiales de docentes, estudiantes y no docentes, expulsando a todas las burocracias de ellas y siguiendo las experiencias más recientes de La Rioja y Tucumán, convocar a todo el pueblo a la transformación de su universidad. *Docentes de la Carrera de Ciencias Económicas y de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, respectivamente. Del Bello, J. C. (2002). “Desafíos de la política de educación superior en América Latina: Reflexiones a partir del caso argentino con énfasis sobre la evaluación para el mejoramiento de la calidad.” Recuperado de: http://www-wds.worldbank.org/external/ default/WDSContentServer/WDSP/IB/2005/07/25/00 0011823_20050725103917/rendered/PDF/3244200A R0Desafios0LCSHD0PAPER0SERIES070.pdf 1
Solo en América Latina, y limitado al campo de las Ciencias Sociales, podemos citar a Grüner, E. (2002). El fin de las pequeñas historias. De los estudios culturales al retorno (imposible) de lo trágico. Buenos Aires: Paidós. Mangone, C. (2003). “La burocratización de los análisis culturales”, en Zigurat, n.4, Buenos Aires. Richard, N. (2005). “Globalización académica, estudios culturales y crítica latinoamericana”, en Cultura, política y sociedad. Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires: CLACSO. 2
Ilustración: FILM "THE WALL" - 1982
LA UNIVERSIDAD COMO
INDUSTRIA ACADÉMICA En los últimos veinticinco años la universidad ha sufrido un cambio de paradigma que ha afectado a la diversidad cultural, a la conciencia histórica de las disciplinas, al pensar reflexivo y crítico, a las relaciones interpersonales, a la investigación como búsqueda de la verdad y a la estabilidad laboral. El panorama es sombrío. Por Catalina Hynes*
Q
uien quiera que haya transitado la vida universitaria durante, al menos, los últimos 25 años, ha podido constatar que experimentamos —y padecemos— un cambio de paradigma en lo que a universidad se refiere. Una profunda transformación en cuanto a la naturaleza, funciones y objetivos de la universidad ha tenido lugar sin que protestáramos por ello. Me refiero al tránsito desde la universidad tradicional hacia la universidad como “industria académica”. Tomo esta expresión del economista Carlos Hoevel quien denomina así al “resultado de aplicar los criterios de la industria y de las empresas en la definición de los objetivos, la organización y la evaluación de la docencia y la investigación en la universidad”1. Cuando
PÁGINA 14
LA UNIVERSIDAD COMO INDUSTRIA ACADÉMICA
escuché a Hoevel por primera vez, me alegró saber que mi descontento con el “sistema” no era un hecho aislado sino que, además, muchas de las críticas que personalmente hago ya han sido testeadas y corroboradas —mediante estudios científicos amplios y rigurosos— como defectos del paradigma en sitios donde viene aplicándose inflexiblemente. Haciendo un poco de historia, la transición mencionada parece haber ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial y su prolongación en la Guerra Fría: los cambios en la economía, y las necesidades de las industrias bélica y espacial imprimieron una dirección nueva a la educación. El filósofo francés Jean Luc Marión va aun más lejos y señala a la Revolución Francesa como la responsable de “sustituir las universidades por escuelas profesionales y luego transformar las universidades mismas en escuelas profesionales”2. Si bien es difícil datar exactamente una tendencia histórica y, en el caso que nos ocupa, probablemente sus raíces sean tan antiguas como las del capitalismo, lo cierto es que todo el proceso se intensificó con los cambios acaecidos en los mercados durante los ‘80-’90 del siglo XX. La crisis financiera del 2007/08 ha agravado notablemente el cuadro acelerando la situación de asfixia de las universidades. Las instituciones humanas no son perfectas, y, desde luego, las universidades tampoco. Su autonomía no reside en estar ajenas a los cambios económicos, sociales y políticos; ellas tienen que adaptarse —en cierta medida— a los nuevos tiempos, aunque lo que se espera, sobre todo, es que mantengan cierta independencia a fin de diagnosticarlos, evaluarlos críticamente y diseñar salidas posibles. A la universidad tradicional se le achacaba, por ejemplo, el divorcio de sus contenidos de enseñanza con “la realidad” (por “realidad” léase simplemente “mercado”), una educación demasiado enciclopedista y con poca “aplicabilidad”. La respuesta debería haber surgido creativamente desde el seno mismo de las universidades
pero uno tiene la impresión de que éstas simplemente se rindieron a la presión externa y ahora tienen que enfrentar los deplorables resultados obtenidos e, incluso, la posibilidad de su fin. Lo paradójico del caso es que la universidad que debería enseñar a pensar críticamente ha capitulado sin condiciones, sin considerar siquiera la posibilidad de que los supuestos (tanto económicos como pedagógicos, filosóficos y éticos) sobre los que descansa el nuevo modelo de universidad pudieran ser erróneos. Que la universidad sea vista como una industria significa, más o menos, que debe regirse con la lógica de la productividad industrial: fabricar la mayor cantidad de bienes de razonable calidad (egresados, artículos, libros, obras de arte, vacunas, inventos o teorías científicas) en el menor tiempo y —esto es lo decisivo— con el menor costo posible. Muchas veces no somos conscientes de que detrás de la palabra “excelencia”, la palabra preferida del paradigma, se esconde el verdadero fin de nuestras universidades actuales: “más productos y cuanto más baratos, mejor”. LAS PALABRAS NO SON INOCENTES Como todo cambio de paradigma, éste entraña la adopción de un nuevo léxico que nos enseña a mirar el mundo de otra manera. “Recursos humanos” equivale a lo que antaño podrían haber sido discípulos o aprendices; “capital humano” es el claustro docente y los administrativos con los que “se cuenta”; “producción” es el rótulo bajo el que hay que ubicar las obras literarias, filosóficas, científicas…; “transferencia” es el nombre genérico para catalogar todo aquello que se haya podido vender afuera de la universidad; “créditos” es la moneda académica internacional; “cuotas” o —en nuestra UNT— “puntos” es lo que vale el salario de un profesor. Un profesor que se jubila no deja un puesto vacante que será ocupado por otro sino que “libera algunas cuotas (…) del presupuesto (…). Una parte de la cuota —nos dice Claudio Magris— podrá ser capturada a la manera de un impuesto, por la administración central, otras partes serán subdiviPÁGINA 15
didas o sumadas para contratar a un asociado más medio investigador, o a un investigador y medio más quizás un calefactor”3. En lenguaje más informal, se nos enseña a utilizar títulos “vendedores” para los eventos científicos, los cursos de posgrado o los libros. Algunos son maestros en el arte de titular sus artículos de tal forma que suenen atractivos, aunque el lector tenga que adivinar el contenido del mismo o el área de interés del caso. Lo peor de todo es que la mentalidad mercantil, de compra-venta y de acumulación de puntaje, se ha adueñado de estudiantes y profesores al punto de averiguar primero cuántos créditos/puntos otorga el próximo paso que van a dar en la “carrera” académica. Leer un libro, cultivar una vida intelectual, ver una película, disfrutar de una compañía, claro está, no otorgan puntaje. ALGUNAS CONSECUENCIAS DEL PARADIGMA DE UNIVERSIDAD-INDUSTRIA La vida universitaria tiene muchas facetas y todas ellas han sido afectadas negativamente por el cambio de modelo de universidad. Señalemos unas pocas consecuencias dentro de los límites espaciales que este artículo permite: a) De la diversidad cultural a la uniformidad global. En aras de facilitar el desplazamiento internacional de los estudiantes (léase “conseguir clientes también en otros países”), el sistema de créditos internacionales tiende a la estandarización de la educación, con la consiguiente pérdida de la identidad y de las tradiciones de investigación de las universidades. b) De la conciencia histórica a la inmediatez sin tiempo. Cuando se trata de formar profesionales capaces de cambiar de oficio y de trabajo con la rapidez de los cambios en el mercado, toda profundidad histórica de las disciplinas —especialmente las científicas— es dejada de lado en favor de su “actualidad”. Como todos sabemos, nada hay más viejo que el diario de ayer, y el supuesto saber que esa “actualidad” otorga se diluye a cada momento. En Humanidades, por ejemplo, el artículo escrito ayer
a la tarde ha reemplazado en buena medida a la lectura de los clásicos. Los profesores tienen verdadero horror a no estar “actualizados”. Pero hay que decir que ni las Ciencias ni las Humanidades ganan con esta pérdida de la dimensión temporal, por el contrario, se convierten en el escenario de una novedad chata que se evapora minuto a minuto. c) Del pensar reflexivo y crítico al pensar reglamentado. En la universidadindustria la lógica de la eficiencia — esto es, la del costo-beneficio— es, básicamente, una lógica de control. Todas las actividades han de ser reguladas y monitoreadas, incluso las más creativas. Se desconoce por completo que no hay recetas para la “producción” de una obra maestra, la generación de una hipótesis novedosa o de un descubrimiento. Cuando se estudia a fondo la creatividad humana, vemos que los verdaderos avances, las soluciones de problemas o las ideas más fértiles, tienen lugar en los momentos en que nuestro cerebro “descansa” y se “distrae” de su trabajo habitual: durante el sueño, en un paseo o durante un juego. La historia de la ciencia está llena de ejemplos sobre esto. El lógico, matemático y filósofo Charles S. Peirce llamó musement a esa ensoñación creativa en la que nuestros pensamientos vagan, aparentemente, sin ton ni son, pero durante la cual van enlazando datos y problemas hasta hacer surgir las hipótesis que solucionan nuestros problemas. Los teóricos de la universidad-industria parecen creer, por el contrario, que se puede escribir una obra filosófica con el mismo empeño de quien fabrica las piezas de un automóvil. Un profesor que no publica nada en varios años es ineficaz y habría que prescindir de sus servicios… o podría ser Kant en los diez años que precedieron a la escritura de la Crítica de la razón pura. Lo cierto es que
lo más auténticamente humano escapa al control de los controladores. d) De las relaciones personales y académicas a las relaciones contractuales. Las relaciones entre las personas: sean entre profesores y estudiantes, colegas, profesores y autoridades, como todas las cosas valiosas, necesitan paciencia, tiempo —en fin— cultivo. Todo ello en un ámbito de libertad que se resiste, nuevamente, a la regimentación. Lo que más me ha sorprendido de los estudios científicos sobre la industria académica es que la paradójica baja de calidad del desempeño estudiantil (a pesar de haberse utilizado todos los medios técnicos disponibles para mejorarla) se atribuya al deterioro de las relaciones interpersonales. La educación actual es impersonal —menudo oxímoron—: profesores agobiados por las exigencias de producción y capacitación permanentes (por no mencionar las tareas administrativas que se han agregado a sus ya abultadas agendas) que no tienen tiempo, ni energía, para dedicarse al cultivo del antiguo magisterio. Cultivo que requiere conocer a sus estudiantes lo más posible, auscultar sus necesidades y sus temores, empeñarse en alentar sus logros y ayudarlos a conseguirlos. El efecto del deterioro en las relaciones puede verse, entre otros síntomas, en la fobia a los exámenes y en los sentimientos de soledad que abruman a los estudiantes. Para Robert Cowen la explicación de esto es sencilla: los profesores se han convertido en burócratas, funcionarios aplicados a llenar planillas, administrar el exiguo presupuesto y llenar informes para presentar a las autoridades (léase en nuestras pampas: fichas docentes de categorización, sigevas, sedro-
nar, CVar, que, en los últimos años, nos han tenido el mes de marzo – como mínimo– sin poder hacer otra cosa). En ese contexto, lo que menos se hace es orientar al estudiante4. e) De la investigación como búsqueda de la verdad a la producción de insumos para la “economía del conocimiento”. Dentro de la lógica de la universidad-industria se considera que la investigación “debe estar sujeta a los mismos criterios de división del trabajo, productividad y evaluación de resultados que se aplican en economía”5. El objetivo de este monitoreo incansable es, como ya se ha visto, “aumentar la producción”, lo que significa, poco más o menos, aumentar el número de publicaciones. Ahora bien, hay un error categorial básico consistente en medir cuantitativamente algo que es cualitativo, esto es, la calidad de lo que se publica, por ejemplo. A todos nos parecería un despropósito comprar libros por su peso pero la industria académica no hace algo muy diferente de esa tontería. Los estudios actuales muestran que, en vez de aumentar, la calidad de las publicaciones ha disminuido. Ortega y Gasset vería hoy confirmado su vaticinio con la opinión de muchos editores. Él dijo una vez que la mayor generosidad con el presente consiste en publicar menos y hoy leemos afirmaciones como esta: la mayoría de los artículos que recibía cuando era editor —nos dice Robert Clower, editor del American Economic Review— eran “absolutamente tontos, les faltaba cualquier tipo de idea nueva (…) habría sido mejor que jamás hubieran sido escritos”6. La pre-
Que la universidad sea vista como una industria significa, más o menos, que debe regirse con la lógica de la productividad industrial: fabricar la mayor cantidad de bienes de razonable calidad (egresados, artículos, libros, obras de arte, vacunas, inventos o teorías científicas) en el menor tiempo y —esto es lo decisivo— con el menor costo posible. Muchas veces no somos conscientes de que detrás de la palabra “excelencia”, la palabra preferida del paradigma, se esconde el verdadero fin de nuestras universidades actuales: “más productos y cuanto más baratos, mejor”. PÁGINA 16
sión por publicar (sumada a la presión por buscar fuentes de financiamiento) que experimentan los profesores, lejos de ser motivadora, es la responsable del aumento de patologías tales como la depresión, el estrés, el síndrome de burnout… y el plagio. f) De la plaza académica a la precariedad laboral. Un rasgo notorio de la universidad-industria es la pérdida de la estabilidad laboral. “La estabilidad laboral de los profesores pende de un hilo” —ha afirmado recientemente Noam Chomsky7— “Es lo mismo que la contratación de temporales en la industria, aquellos que Wall Mart tilda como ‘asociados’: empleados sin derechos sociales ni cobertura sanitaria” (…). “La contratación de trabajadores temporales se ha disparado en el período neoliberal y en la universidad estamos asistiendo al mismo fenómeno”. El diagnóstico de Chomsky es lapidario: “Cómo se afecta la calidad cuando los profesores no tienen estabilidad laboral: se convierten en trabajadores temporales, sobrecargados de tareas, con salarios baratos, sometidos a las burocracias administrativas y a los eternos concursos para conseguir una plaza permanente”8. En Argentina podemos suscribir, sin modificar ni un poco, estas palabras del filósofo estadounidense. CONCLUSIONES El listado de rasgos característicos de la universidad como industria académica —que acabamos de ver— podría ser más extenso pero basta lo dicho para dar un panorama sombrío, sin duda, acerca de la encrucijada histórica en la que nos encontramos. Ni siquiera quienes implementaron las reformas en la educación universitaria están conformes: los resultados han sido contraproducentes aun para la industria. Los más pesimistas auguran que así como explotó la burbuja financiera en 2008, la
próxim a burbuja en explotar podría ser la de la Educación Superior. Estamos en el momento crucial de repensar y rediseñar la universidad o bien dejarla morir. Si optamos, como debiéramos, por repensarla y recrearla, no debemos caer en la ingenuidad de creer que se trata solo de “educación”. Personalmente me espanta la poca conciencia política de muchos profesores, estudiantes y “gestores”. Es como si no alcanzaran a ver que un proyecto de universidad se enmarca, sí o sí, dentro de un proyecto más general: una visión del país, de su economía, de sus leyes, etc. No es posible, en absoluto, seguir fingiendo que mientras uno realice lo mejor que pueda su propia tarea una mano invisible acomodará mágicamente el resto. Se trata de protagonizar un cambio mucho mayor que el de unas técnicas pedagógicas o del modo de administrar unos recursos. Puestos a la tarea de cuestionar los supuestos sobre los que descansa el modelo de universidadindustria, debemos repensar también la relación de la universidad y las empresas a las que se les vende servicios y/o productos o de las que se reciben regalías. Si permitimos que empresas transnacionales muy cuestionadas por su efecto negativo sobre la salud y el medioambiente (léase Monsanto, Chevrón o las mega mineras) subsidien parcialmente a nuestras universidades y otros organismos de investigación, como por ejemplo el CONICET, podemos estar seguros de que perderemos nuestra independencia de pensamiento. De hecho, ya ha ocurrido. Conseguir fondos a costa de la contaminación de nuestras cuencas acuíferas y del PÁGINA 17
aumento descomunal de los casos de cáncer o malformaciones congénitas, por citar sólo unos pocos ejemplos, no sólo es inmoral, es una muestra palmaria de que el valor supremo que rige a nuestra universidad-industria es sencillamente el dinero. Y, aunque suene exagerado, es casi lo mismo que obtener fondos del narcotráfico o de la trata de personas. Muchos de nuestros consejeros (tanto de facultades como del HCS) prefieren ignorar de dónde viene el dinero. Del mismo modo que parecen ignorar también hacia dónde se fue. Nuevamente, se trata de mirar más allá de la lógica del ahogo presupuestario y tener el coraje de examinar los fines de la universidad, su rol y su importancia. Cien años de universidad tucumana no solo nos habilitan a hacerlo sino que nos lo exigen.. *Docente de la Carrera de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras 1 Cf. Hoevel, C. (2013). “¿Productividad o cultura? El dilema de la universidad actual” en Communio, Año 20, N° 2, p. 59. Theodor Adorno (1991) ya había utilizado la expresión “industrias culturales” en su libro The Culture Industry: Selected Essays on Mass Culture. London: Routledge. 2 Marión, J. L. (2013). “La Universalidad de la universidad” en Communio, Año 20, N° 2, p. 5. 3 Magris, C. “Tra quote, crediti e inutili reunioni l’ universitá muore di aziendalismo”, Corriere della Sera, 16 de marzo de 2014, p. 22. Subrayado mío. Citado por Hoevel, C. “La bolsa y la vida: la Universidad bajo el imperio del mercado global”, artículo publicado en Casalla, M. y Casalla, M. M. (comps.) (2008). Pensar la educación. Encuentros y desencuentros. Buenos Aires: Altamira. 4 Robert Cowen es especialista en Educación Comparada del Departamento de Educación de la Universidad de Londres. El comentario citado fue recogido por Hoevel en “La bolsa y la vida…”, op. cit. “El miedo al fracaso es hoy mayor que la esperanza de tener éxito (…). Esto ha intensificado aún más una percepción subjetiva de soledad que se expresa en desorientación, miedo al fracaso, aislamiento y comportamiento anómalo” (Bargel, T. “Solitude and Commitment – Life and Values of Contemporary Students”, citado por Hoevel (2013:63). 5 Hoevel, C. (2013:64). 6 Cit. por Hoevel C.(2013:65). 7 Durante una reunión del Sindicato Universitario de Pittsburgh, Estados Unidos, en la que participó vía Skype. Sus palabras fueron recogidas en el artículo de El Espectador, 13 de marzo de 2014, titulado “El neoliberalismo tomó por asalto a las universidades: Noam Chomsky”. 8 Cf. “El neoliberalismo tomó por asalto…”. Loc. cit.
PROCESO DE GESTACIÓN E HISTORIA DE
LA CARRERA DOCENTE Por Carlos Figueroa*
L
a historia del Proyecto de Carrera Docente de ADIUNT comenzó en el primer semestre del 2005. Mercedes Testa y Walter Díaz eran los Secretarios General y Adjunto, respectivamente, de la Asociación desde abril del año 2004. Apenas concluía la primera lucha por la democratización del Directorio de ASUNT, que en ese momento estaba en crisis por la desfinanciación provocada por los salarios en negro y el mal manejo del Rector Mario Marigliano, lucha en la que ADIUNT participó activamente y produjo la renuncia del Director Humberto Mussa y su reemplazo por el Contador Rodolfo Succar. Para esa fecha, los delegados por la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (FACET) en ADIUNT nos centramos en los problemas causados a los docentes de la Facultad por la falta de una reglamentación que resguardara derechos laborales tales como la estabilidad o el derecho al ascenso. Después de los primeros debates sobre el tema en la Comisión Directiva, ADIUNT mandó el 17/05/2005 un comunicado que incluía a la Carrera Docente como una de las reivindicaciones en el plan de lucha de CONADUH en el siguiente párrafo: Carrera docente con estabilidad laboral. A la vez planteamos que el régimen de promoción y permanencia en los cargos
La mecánica participativa decidida desde el comienzo determinó un proceso largo, zanjado por estancamientos diversos en paritarias locales, que culminó en la huelga histórica del 2014 y dio como fruto la efectivización de su tratamiento en la Asamblea Universitaria. está fuertemente distorsionado, también por el efecto de la misma política de ahogo presupuestario y por un régimen de concursos anticuado y deformado por la precarización laboral. Sostenemos que el régimen de promoción y permanencia tiene que ser reelaborado, a partir de la discusión colectiva de la Comunidad Universitaria, para hacer posible el reclamo de la carrera docente con estabilidad laboral, dentro del marco democrático que asegura la idoneidad. El texto es importante porque indica el método que nos trazamos para elaborar el Proyecto. La idea era que este surgiera de un debate colectivo, protagonizado por todos los que quisieran aportar ideas. Conscientes de que era imposible conquistar estos derechos sin luchar, buscamos generar un proyecto y un compromiso colectivo. Entonces, por iniciativa de la vocalía de Ciencias Exactas, comenzaron las jornadas de discusión, sobre la base de un “borrador” que podía ser cambiado libremente a propuesta de los docentes. En ese borrador proponíamos que el ingreso a la Carrera Docente fuera por medio de un concurso único de ingreso. Esta primera propuesta incluía un sistema de ascenso automático por medio de evaluaciones hasta el cargo de Profesor Asociado. Hicimos una primera jornada de debate
PÁGINA 18
en la Facultad de Ciencias Exactas, con unos cuarenta asistentes. A esta primera reunión asistieron colegas de varias facultades y allí surgió la propuesta de la indemnización para quienes perdieran el concurso en su cargo de revista. Era notorio, de modo casi excluyente, el reclamo por parte de los docentes de tener que rendir repetidamente concursos en un mismo cargo. Luego hicimos una segunda jornada de debate en la Facultad de Filosofía y Letras, con más de ochenta asistentes. A partir de esta reunión el Proyecto fue tomando su forma definitiva, sintetizado en “ingreso por concurso, permanencia por evaluación y ascenso por concurso”. Estaba claro que lo que estábamos proponiendo era la derogación del régimen de “periodicidad de cátedra” establecido en el Estatuto y que las autoridades de la UNT no concederían un cambio como ese graciosamente y sin una postura combativa y unitaria por parte de nuestro estamento. Es necesario recordar que el 2005 fue el año de la gran lucha que obtuvo el blanqueo de los salarios y una recomposición relativa que tuvo efectos hasta el 2009. El debate acerca del Proyecto se fue extendiendo por las distintas facultades. La Estabilidad y la Carrera Docente se fue instalando como una cuestión fundamental en nues-
CARRERA DOCENTE | Proceso de Gestación e Historia de La Carrera Docente
*
#
concursos
#
# permanencia!! indemnización!! *
#
#
2005 PRIMER SEMESTRE Discusiónen Comisión Directiva de ADIUNT sobre la falta de estabilidad laboral y el derecho al ascenso.
JOR NADAS
A instancias de la ADIUNT la Subsecretaría Académica del R ectorado hace rondas de consultas formales a todas las facultades.
2006
#
2008
Cambios en el borrador del Proyecto:
Se incluye a las
SEGUNDO SEMESTRE
El Rectorado compulsivamente llama a concursos sin garantías para docentes de las escuelas experimentales.
SURGE LA PRIMERA LUCHA ESPECÍFICA POR CARRERA DOCENTE
Ratificaron la unidad y lucha de nuestro estamento en pos de obtener el reconocimiento de nuestro derecho a la Estabilidad Laboral y la Carrera Docente.
ESCUELAS EXPERIMENTALES
2009
Jornadas de debate en la FACET (Facultad de Ciencias E xactas y Tecnología) y FFyL ( Facultad de Filosofía y Letras). Extensión de las discusiones a otras facultades.
2011
ELABORACIÓN DE UN VOLUMINOSO EXPEDIENTE CON LAS OPINIONES DE LOS DOCENTES
a 2011 Empantanamiento de las discusiones en paritarias locales.
Carrera Docente como anexo en los pliegos de reivindicaciones.
2014 PÁGINA 19
tra lucha constante por sostener la universidad pública, y pasó a formar parte de la miríada de reivindicaciones y postergaciones que nos tiene siempre movilizados. Durante el 2006, debido a los reiterados pedidos de ADIUNT, la Subsecretaría Académica del Rectorado inició de modo formal una consulta a todas las Facultades sobre la propuesta de Carrera Docente y Estabilidad Laboral, opiniones que figuran en un voluminoso expediente. Estas opiniones, en su mayoría favorables al pedido, pueden ser reconocidas en los debates actuales en la Asamblea Universitaria sobre este tema. Las jornadas y las discusiones se repitieron de forma despareja en las diferentes unidades académicas, y en algunas facultades el tema demoró en instalarse. Durante el 2008, se hicieron cambios en el Proyecto para incluir a nuestros colegas preuniversitarios. La misma mecánica participativa elegida implicó un proceso largo, propio del desarrollo de cualquier consenso, y, finalmente en el año 2008, se presentó en la Comisión Paritaria Local un Proyecto cuyo encabezado decía lo siguiente:
nera de evaluar a los aspirantes a todos los cargos docentes de la Universidad. La exposición pública, un sistema adecuado de selección de jurados y la presencia estudiantil en los mismos aseguran el marco democrático fijado por la Reforma del 18, esencial para garantizar la excelencia académica. Este sería un esquema básico que podrá tener ciertas diferencias dentro de cada una de las diversas disciplinas que se dictan en la Universidad, pero cuyas características esenciales son fundamentales para la eficacia del sistema. A la vez es necesario debatir un sistema de evaluación permanente, también abierto y transparente, que per-
fondos necesarios para la implementación de la Carrera Docente, y la Universidad se dotará del marco regulatorio apropiado para esto. La siguiente propuesta para la reglamentación de la Carrera Docente en la UNT, surgida del trabajo de los docentes que concurrieron a las Jornadas de Debate organizadas por ADIUNT más los aportes de la Comisión de Estatutos y Reglamentos del gremio. La situación al respecto no registró avances significativos, al empantanarse la discusión en la Comisión Paritaria, hasta el año 2011. Durante ese año, el llamado compulsivo por parte del Rectorado a una serie de concursos sin las garantías adecuadas para los docentes en las escuelas preuniversitarias desató la primera lucha específica por la Carrera Docente y la Estabilidad en la UNT. Hasta entonces, estas cuestiones siempre habían figurado como anexos en los pliegos reivindicativos.
EN EL AÑO 2011, EL LLAMADO COMPULSIVO POR PARTE DEL RECTORADO A UNA SERIE DE CONCURSOS SIN LAS GARANTÍAS ADECUADAS PARA LOS DOCENTES EN LAS ESCUELAS PREUNIVERSITARIAS DESATÓ LA PRIMERA LUCHA ESPECÍFICA POR LA CARRERA DOCENTE Y LA ESTABILIDAD EN LA UNT.
Propuesta para el ingreso, evaluación y promoción La implementación de nuestra carrera es una vieja aspiración de todos los docentes de la UNT, ya que una reglamentación que defina las condiciones de estabilidad y de promoción en un marco democrático y de un adecuado sistema de evaluación, es una condición necesaria para el logro de una verdadera Universidad Pública, Gratuita, Autónoma, Cogobernada, Científica y Democrática. Lo que buscamos es básicamente un sistema de concursos con estabilidad. Defendemos el sistema de concursos abiertos de antecedentes y oposición, con clases públicas y presencia estudiantil en los jurados, como la mejor ma-
mita un control eficaz de las tareas de docencia e investigación. La idea es implementar un sistema de evaluación democrático y riguroso, y a la vez asegurar el ascenso automático para los docentes idóneos. Este ascenso automático regiría hasta el cargo de Profesor Asociado, a partir del cual, para ascender al siguiente cargo, es necesario establecer su necesidad por parte de la cátedra, área o asignatura respectiva. En caso de dos informes negativos consecutivos, el agente perderá la estabilidad y se sustanciará el concurso para su cargo. El Estado Nacional, a través de la Ley de Presupuesto, deberá asegurar los
PÁGINA 20
La lucha se extendió durante el primer semestre y en esta participaron también los docentes de las facultades. Durante su transcurso, y como un logro de la misma lucha, se realizaron negociaciones en la Comisión Paritaria Local que permitieron perfilar un mecanismo de regularización de los docentes preuniversitarios que, de hecho, anulan la periodicidad de cátedra y configuran un antecedente de la Estabilidad Laboral. Además, esta lucha del 2011 es un ejemplo de un proceso de “lucha y negociación” en el que las autoridades se ven obligadas a responder de forma positiva a los reclamos de nuestro estamento. Después de la huelga grande del 2014, ha quedado más claro que la unidad y la lucha de nuestro estamento han sido condiciones necesarias para que al fin obtengamos el reconocimiento de nuestro derecho a la Estabilidad Laboral y la Carrera Docente. *Docente de la Carrera de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología.
LA CARRERA DOCENTE UN DERECHO INALIENABLE DE LOS UNIVERSITARIOS El proyecto de ADIUNT ha servido de base para los debates que hoy se realizan en la Asamblea Universitaria, cuya convocatoria fue también un logro del gremio y de la presencia multitudinaria de docentes en las medidas de fuerza del año 2014 Por María Stella Taboada* TRAZOS DE UN CAMINO RECIENTE
E
l año 2014 constituyó un punto de llegada de una larga trayectoria de trabajo de ADIUNT para lograr la aceptación por parte de las autoridades universitarias (en todos los niveles de gestión local y nacional) de la Carrera Docente1. Año bisagra en que el horizonte se acercó hasta hacerse camino certero en función de una presencia docente multitudinaria que marcó un hito en la historia de ADIUNT. El reclamo por nuestros deteriorados salarios y la manipulación constante de las paritarias (fuimos el único gremio sometido a esperar casi un año y medio para la actualización de los sueldos), fue incrementando y fortaleciendo las medidas de fuerza (y ¡de esfuerzo!) y posibilitó anudar -en la conciencia y en los hechos- el tema salarial al de la Carrera Docente y la Ciudadanía de los docentes preuniversitarios. Con esos faros (no exclusivos, pero sí prioritarios) exigimos y logramos la convocatoria a la Asamblea Universitaria. En ese punto, comenzó una nueva instancia de trabajo. Con la propuesta previa de la ADIUNT en mano, un equipo conformado principalmente por quien escribe (en ese momento Secretaria Gremial), el entonces Secretario General, Oscar Pavetti, y los vocales Mariela Maidana y Mario Vittar nos lanzamos a elaborar un nuevo proyecto acorde con nuestras
condiciones actuales de trabajo y en el marco del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), que había sido acordado por el CIN y los gremios y que incluye la CARRERA DOCENTE como derecho laboral. La elaboración y presentación en tiempo y forma del proyecto - y su posterior difusión- implicó numerosas reuniones con docentes y consejeros de las facultades en aras de lograr una propuesta consensuada dentro de un reglamento preciso. ¿POR QUÉ LA CARRERA DOCENTE ES UN DERECHO URGENTE Y PRIORITARIO? La Carrera Docente es el marco legal que garantiza los derechos de los docentes al ingreso, permanencia, estabilidad y ascenso en su trayectoria laboral. Es, a la vez, un derecho individual de los docentes que ingresan por concurso a la universidad y, a la inversa, una obligación institucional. La implementación de la Carrera Docente, en términos de ingreso, permanencia, estabilidad y ascenso (urge repetirlo cuantas veces sea necesario, para que se comprenda cabalmente) implica de hecho la existencia de un presupuesto que garantice su efectiva concreción. Exige, por lo tanto, definición a nivel de las políticas nacionales de presupuestos acordes con las necesidades de cada una y de todas las UUNN. Requiere igualmente el compromiso efectivo (y no meramente discursivo) PÁGINA 21
de los rectores para garantizar ese presupuesto en las instancias gubernamentales que correspondan y como actores fundamentales de las paritarias nacionales. Por otra parte, la Carrera Docente reasegura la tan mentada “excelencia académica” y una mejor formación profesional en el marco de una institución pública y gratuita, porque promueve la actualización permanente del docente
como plataforma para su ascenso y, al mismo tiempo, favorece el equipamiento de las cátedras con todas las categorías docentes, lo que redundará en la sistemática formación de nuevos recursos humanos destinados a la docencia. ¿QUÉ DICE EL ESTATUTO DE LA UNT EN VIGENCIA? El actual Estatuto de la UNT, de los derechos que involucra la Carrera Docente, sólo contempla el ingreso por concurso público de antecedentes y oposición en el artículo Nº 83. Considera la opción de una evaluación al término de la primera designación, que dota al docente de idéntico período de permanencia si resulta positiva. Pero nada dice respecto de lo que ocurre al término de la designación por evaluación académica. Existe por lo tanto un vacío legal en relación con la permanencia, estabilidad y ascenso. Cumplidos ambos períodos, el docente queda sometido a una condición de absoluta vulnerabilidad como si fuera un trabajador contratado a término, que en los hechos intenta paliarse con la figura del interino, sin que haya en el Estatuto enunciado que refiera esta posibilidad. De modo que queda sujeto al arbitrio y discrecionalidad de las autoridades de turno.
poco definido en términos de carga horaria. En el artículo Nº 81 se especifican las “clases de dedicación”, pero no se atiende al derecho a un cambio de dedicación por lo que se presupone que el docente o queda atado a la misma de por vida o la instancia de cambio de dedicación responde a decisiones discrecionales. EL PROYECTO DE ADIUNT En función de estos aspectos y de otros que ha aportado el CCT, el proyecto de ADIUNT que ha servido de base para los debates que hoy se realizan en la Asamblea Universitaria propone:
LA CARRERA DOCENTE ES UN DERECHO INDIVIDUAL DE LOS DOCENTES EN CUANTO ACCEDEN POR CONCURSO AL CARGO DE PROFESOR AUXILIAR Y EN MODO ALGUNO IMPLICA QUE VAYAN A LIMITARSE LAS POSIBILIDADES DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PARA OTROS. POR EL CONTRARIO, PERMITIRÁ EL EQUIPAMIENTO DE LAS CÁTEDRAS CON TODAS LAS CATEGORÍAS, YA QUE EL ASCENSO DE UN DOCENTE DEBERÁ COMPORTAR LA APERTURA DE LA CATEGORÍA EN LA QUE SE DESEMPEÑABA ANTES.
En lo que se refiere a las categorías docentes, el Estatuto evidencia una discriminación jerárquica que “inviste” a los docentes desde Adjunto a Titular con la designación de “Profesor”, atributo del que no gozan los que se encuentran en las categorías iniciales. Cabe agregar que no hay en este Estatuto ningún artículo que aluda al cambio de dedicación que, por otra parte, no está tamPÁGINA 22
a) La designación de Profesor para todas las categorías e incluye en ese marco a los docentes preuniversitarios. b) El ingreso y el ascenso por Concurso público y abierto de antecedentes y oposición. Se exceptúa de este marco la promoción/ ascenso de Auxiliar a JTP, que se realizará por concurso cerrado, de acuerdo con el CCT. Se propone que el ascenso de Asociado a Titular sea también por concurso cerrado de antecedentes y clase, pero exclusivamente cuando el profesor haya cumplimentado todo el trayecto de la Carrera Docente con evaluaciones positivas y concursos de ascenso ganados desde el cargo de Auxiliar
Cabe insistir en que la Carrera Docente es un derecho individual de los docentes en cuanto acceden por concurso al cargo de Profesor Auxiliar y que en modo alguno implica que vayan a limitarse las posibilidades de acceso a la universidad para otros. Por el contrario, como lo hemos especificado antes, permitirá el equipamiento de las cátedras con todas las categorías, ya que el ascenso de un docente deberá comportar la apertura de la categoría en la que se desempeñaba antes.
CARRERA DOCENTE | La Carrera Docente - Un Derecho Inalienable de los Universitarios
El proyecto de ADIUNT propone, entre otros puntos, la eliminación de la categoría de docente interino puesto que, en los términos en que está planteada la Carrera Docente, su inclusión permitiría de nuevo la discrecionalidad y arbitrariedad en las designaciones. Además, contempla indemnización para el docente que pierda su cargo. c) La permanencia y estabilidad por medio de evaluaciones periódicas, cada cuatro años, manteniéndose el docente como regular mientras no obtenga como mínimo dos evaluaciones negativas. En ese caso, se llamará a concurso. El docente que pierda su cargo tendrá derecho a ser indemnizado. d) La explícita reglamentación para los mecanismos de cambio de dedicación, estipulando la carga horaria para cada una. e) La jerarquización de los antecedentes docentes tanto para las evaluaciones como para los concursos. f) La eliminación de la categoría de docente interino puesto que en los términos en que está planteada la Carrera Docente, su inclusión permitiría de nuevo la discrecionalidad y arbitrariedad en las designaciones. g) La inclusión de la categoría de docente suplente para la cobertura de vacantes transitorias o definitivas que resultan del reemplazo de un docente regular. Se establece (en consonancia con el CCT) que deberá privilegiarse a aquellos docentes regulares de la categoría inmediata inferior de la cátedra o asignatura correspondiente en primer lugar y de la disciplina o área, en segundo término. Si la vacante fuera definitiva, deberá llamarse a concurso en cuanto se propone la promoción transitoria.
PROSPECTIVAS El proyecto de ADIUNT fue elevado en tiempo y forma y abordado por la Comisión de Carrera Docente de la Asamblea Universitaria. Sin embargo, el consenso en el reconocimiento de los derechos docentes en el marco de una universidad del Estado sigue siendo una asignatura pendiente en la UNT. En este contexto, el discurso de las autoridades en la página web de la reforma2 , en lo que atañe al “eje” de la Carrera Docente es una evidencia explícita de la resistencia a ese reconocimiento: Resulta necesario aclarar que el convenio colectivo de trabajo para docentes de las instituciones universitarias nacionales no es de aplicación obligatoria para la UNT, atento a su autonomía consagrada en el artículo n° 75, inciso 19, de nuestra Carta Magna, y en el artículo n° 29, apartado A, D, G, H, I, y demás artículos afines de la Ley de Educación Superior (Ley n° 24.521). Replicando la forma de enunciación de la cita, “resulta necesario aclarar” que una vez homologado el CCT, con Decreto PEN Nº 1246/2015, y publicado en el Boletín Oficial, es de aplicación obligatoria sin reservas. Cobra vigencia y fuerza de ley a partir del 3 de julio y por lo tanto el diseño de Carrera Docente deberá sine qua non adecuarse a este marco legal. La permanente dilación en relación con el reconocimiento y reglamentación de nuestros derechos (hecho que no ocurre
con otros sectores de la comunidad universitaria que con justicia tienen convenio colectivo) encuadra en lineamientos políticos nacionales que no sólo retrasaron deliberadamente la publicación del CCT en el Boletín Oficial para su puesta en vigencia, sino que quitaron el exiguo monto de jerarquización que se estipulaba en el Convenio (5% anual de aumento salarial durante cinco años), dejando su consideración a una Comisión ad hoc. En más de medio año de sesiones de la Asamblea Universitaria sólo se ha acordado –y en un marco aún altamente relativo- el Preámbulo de la UNT. En su debate se llegó a poner en tela de juicio la gratuidad de la Educación Superior. Las permanentes objeciones por parte de un número importante de asambleístas a la definición de una carrera docente acorde con el CCT revelan que aún siguen en vigencia matrices de autoritarismo y verticalismo que entraman con las ideologías de las dictaduras y encuentran en la Ley Superior de Educación, aún en vigencia, un terreno fértil. No por casualidad, la misma designación de Carrera Docente fue objetada en el tratamiento del articulado y para poder zanjar la cuestión y avanzar terminó suplantándose por la de “Carrera Académica”, que figura en la citada ley. En este contexto, entendemos que es imperioso articular, retomando el protagonismo colectivo que supimos conseguir, nuestros reclamos salariales con la exigencia de su aprobación y puesta en vigencia. Avanzado el Siglo XXI, en un país que ha logrado más de treinta años de gobiernos constitucionales, es hora de que nuestros representantes se den cuenta de la urgencia de cimentar nuestros derechos laborales, profesionales y académicos. *Docente de la Carrera de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras. Ver artículo de Carlos Figueroa en este número.
1
Ver http://www.reforma.unt.edu.ar/wpcontent/uploads/2014/09/Los-ejes-y-susart%C3%ADculos.pdf 2
PÁGINA 23
Ilustración: Alejandro Gómez Tolosa
UNT
¿REFUNDIRLA O REFUNDARLA?
DE LA CORRUPCIÓN Y BANCARROTA A LA DIGNIFICACIÓN Y DEMOCRATIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA TUCUMANA”
El vaciamiento económico-financiero que viene produciendo el saqueo universitario conduce a la infamia de los salarios docentes, a la bancarrota y el rojo de las cuentas universitarias y a la hipercorrupción de sus funcionarios y ex funcionarios. Por Ramón Eduardo Ruiz Pesce*
A
Juan B. Terán y a sus compañeros de la Generación del Centenario se les estrujaría el corazón y se les revolverían las tripas si vieran la degradación en la que está sumida la universidad pública tucumana que ellos prohijaron, haciendo realidad un sueño y utopía que convirtió a la Universidad Nacional de Tucumán en una institución de excelencia en la docencia, la investigación y la extensión. Honrar la memoria de sus creadores es afrontar día a día la alternativa de hierro de refundirla o refundarla; derruirla o recrearla. Sería cómodo y simplista endilgarles a las actuales autoridades de la UNT (Rectorado y Consejo Superior) la responsabilidad excluyente de la decadencia de la universidad pública tucumana, habiendo descendido quizá al punto más crítico de la bancarrota, producido concomitantemente por el punto más elevado de la corrupción estructural de la institución. Pero sí se les puede endilgar, parafraseando a Camus, que “no son del todo culpables porque no iniciaron esta historia, y que no son del todo inocentes porque la continúan”. La opción entre PÁGINA 24
refundir y refundar, derruir o recrear la UNT es la opción entre el círculo vicioso y el círculo virtuoso de la política universitaria. DE LA RECUPERACIÓN DEMOCRÁTICA A LA BANCARROTA ARGENTINA (1983 A 2001/2002) De Alfonsín a Menem se fue cocinando a fuego lento una tragedia educativa y universitaria que no es sino la contracara de la bancarrota política o la tragedia democrática que explotó en el 2001, esa hora aciaga en la que De la Rúa salía de la Casa Rosada en helicóptero. Nos preguntamos cuál es el fin o propósito de la universidad, tensionado entre la tragedia y la utopía. En tal contexto de la historia de la universidad pública argentina, desde la recuperación democrática, más allá de los méritos cívicos inocultables e imprescriptibles de ese gran estadista que fue Raúl Alfonsín, la política universitaria que se hizo bajo su alero propició esa tragedia universitaria, engendrando universidades “Franja Morada”. Esa hegemonía “morada”
UNT: ¿REFUNDIRLA O REFUNDARLA? DE LA CORRUPCIÓN Y BANCARROTA A LA DIGNIFICACIÓN Y DEMOCRATIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA TUCUMANA
un club, ni una ONG, ni un comité, ni una unidad básica; su compromiso indeclinable es con la autonomía y dignidad en aras de honrar su misión de alcanzar la excelencia en docencia, investigación y extensión, puestas al servicio de la comunidad regional, nacional y global de la que procede y a la que se debe.
Mientras Cerisola habla, una joven sostiene atrás el cartel de protesta. LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLO
primó en la UNT desde 1983 hasta fines del 2013, momento en el que golpes de timón del ex Rector Juan Alberto Cerisola –ex morado- pone la proa de la UNT hacia el kirchnerismo, razón por la que expulsa a sus capitanes de fragata radicales; primero le tocó el turno a José Hugo Saab, quien fuera reemplazado por Luis Sacca, quien a su vez sería desplazado por la intromisión universitaria de la agrupación kirchnerista “La Cámpora”, ubicada desde entonces en el riñón del poder de la UNT, situación que se mantiene hasta el día de hoy, bajo la conducción de Alicia Bardón; con bolsones de supérstites morados como José Hugo Saab. El legado fatídico de esta “política universitaria” es la corrupción de militantes estudiantiles rentados, autoridades universitarias con privilegios, prebendas y “exilios dorados”, rectores que al terminar su gestión – como es el caso de Rodolfo Campero, Mario Marigliano y Cerisola – representaron a la UNT en YMAD muy lucrativamente para sus haberes personales, financiando para ellos y otros sus carreras políticas con fondos universitarios, donde quizá el más notorio ejemplo es José Cano, hoy candidato a Gobernador por Tucumán, y Luis Sacca, Diputado Nacional, que va por más. En honor a la verdad sea dicho que lo acotado del presupuesto de la UNT en los años de los primeros rectorados “Franja Morada” tucumanos, de Rodolfo Campero (1986-1993 –completado hasta 1994 por Héctor Ostengo–), de César Catalán (1994-1998) a Mario
Marigliano (1998-2006), quedaron circunscriptos a márgenes de manipulaciones dinerarias y presunta comisión de delitos, relativamente estrechas; se puede conjeturar que sus conductas o inconductas universitarias, según los casos, no estaban necesariamente motivadas por la virtud o la integridad, sino por la estrechez de los fondos universitarios de los que disponían. Todo eso cambió abruptamente en el año 2006, cuando se empezó a incubar el huevo de la serpiente de los negocios tóxicos entre el extractivismo megaminero de La Alumbrera y la UNT. DE LA TRAGEDIA EDUCATIVA A LA BANCARROTA POLÍTICA. UNT 2002-2006 El segundo período del rectorado de Mario Marigliano, con el telón de fondo de la bancarrota política del país del “que se vayan todos”, ostenta los rasgos oscuros de esa conjunción de tragedia universitaria y corrupción política en Argentina. Entonces nos preguntábamos, y nos seguimos preguntando ahora, cómo afrontar la corrupción en la universidad pública. La otra cara de esa misma moneda nos lleva a pensar cómo recuperar su autonomía, su dignidad, su ética y su excelencia. La sumisión a leyes extrañas a la universidad pública ha adulterado tanto la lógica como la ética. Y en este descalabro han jugado y siguen jugando un papel nefasto los intereses político-partidistas, corporativos y facciosos que a través de la corruptela y el clientelismo han privatizado el espacio público. Y la universidad no es ni una iglesia, ni
PÁGINA 25
Ahora bien, para reconquistar la autonomía y la dignidad de una universidad en serio, tenemos que encender debates a fondo sobre las políticas universitarias, y lanzarnos al combate por la emancipación y la renovación democrática. De no hacerlo, los universitarios, con nuestros silencios y con nuestra pasividad, por omisión o por pusilanimidad, nos convertimos en cómplices de la corrupción. Entonces, ¿por qué callamos los universitarios? ¿Por qué no luchamos con energía, convicción y lucidez? Algunos dicen que callan por miedo a las represalias de los funcionarios de quienes creen depender para obtener cargos, dedicaciones, subsidios, incentivos, prebendas o canonjías. Otros porque prefieren refugiarse en islotes de “academia” o en sus “científicas” torres de marfil, y no contaminarse con la atmósfera viciada de esa “política” tumultuosa y bulliciosa. Otros, quizá, por inopia, incuria o indiferencia. Afrontar estos desafíos es asumir lo que la sociedad puede esperar de la universidad pública argentina: el compromiso con la producción de conocimiento, la búsqueda de la verdad y el resguardo de la cultura; ellos constituyen la esencia y dan el sentido a la universidad. El privilegio de la libertad y la autonomía de que goza es una concesión que la sociedad moderna le delegó para resguardar esos dones y el bien común y los bienes comunes. Bien se ha dicho que “si la universidad pública no es capaz de concebirse y ponerse de pie como `intelectual colectivo`, como espacio democrático de disputa y debate de ideas, de construcción de nuevos sujetos, comprometida con la producción de conocimientos y la cuestión social, no sólo negará su sentido y misión sino que también correrá el riesgo de su deslegitimación definitiva frente a la sociedad, falta de legitimidad que hoy ha puesto en cuestión a la clase política como tal”1.
DE LA CORRUPCIÓN Y BANCARROTA A LA DEMOCRATIZACIÓN Y RECREACIÓN DE LA UNT (2006/2015…) Los dos períodos rectorales de Juan Cerisola (Cerisola-Hernández 20062010 y Cerisola-Bardón 2010-2014) fueron continuados y radicalizados coherente y consistentemente por la matriz corrupta que conducen hoy Bardón y José García. Ello es el fruto amargo de los negocios tóxicos que la UNT viene realizando en connivencia y complicidad con la criminalidad del extractivismo saqueador y contaminante de La Alumbrera, que hoy quieren prolongarse en Agua Rica y Bajo el Durazno. Como escribía Eduardo Rosenzvaig (1951-2011) en el Manifiesto Universitario de Otra UNT es posible, a fines del año 2009 –en los prolegómenos de la elección de autoridades universitarias en que triunfó la fórmula Cerisola-Bardón: “Todo lo que el oro minero toca en esta universidad tucumana está manchando e hipotecando el futuro de una UNT digna y decente. Y este patrón oro se ha convertido en medida de los valores, en precio de los seres humanos, en una degradación de principios convertidos en mercancías; y esta mercantilización universitaria olvida lo esencial: la universidad es un bien público a salvaguardar; un bien no privatizable; un bien no negociable. Las construcciones y otras ‘obras’ subsidiadas por ese oro contaminante, son las libertades universitarias que nos faltan. Y el miedo, sabemos, es el correlato de la servidumbre. Ante el miedo a la libertad que impera en la UNT hoy, se
impone afrontar el dilema crucial ante el que estamos parados: o nos inclinamos por el oro cuya extracción supone una desertización de la biósfera y de las conciencias, o apostamos por la democratización del bien público universitario. ¿Es acaso imposible una reforma democrática y emancipadora de las universidades públicas, en general, y de la UNT en particular?” Los universitarios tucumanos venimos de un histórico proceso de lucha en el cual el accionar conjunto de la docencia y de buena parte de los estudiantes de la UNT llevamos a cabo un paro de casi noventa días el año pasado. Luchamos por recuperar la dignidad
El disparador gremial del conflicto fue y sigue siendo (hoy más que ayer) la recomposición salarial. “Sin salarios dignos no hay educación”, decíamos; pero pronto advertimos que con una matriz corrupta infestando a la UNT no puede haber salarios dignos. Nuestro salario se expresa en cinco afrentosas palabras que empiezan con “i”: injusticia, ignominia, inequidad, infamia e indignidad. Es por ello que entendemos que nuestra lucha por un salario digno es la lucha por una universidad del siglo XXI que honre la memoria de la universidad pública, laica y gratuita que nos legaron los reformistas de 19182. Estamos parados ante la corrupción y bancarrota expresadas en el triple vaciamiento: académico, económico-financiero y político. Y el vaciamiento académico de la universidad pública se cifra en la tenaza del neoliberalismo y del populismo que imponen acríticamente modelos universitarios que orientan sus planes curriculares; prescriben prácticas de docencia, investigación y extensión en consonancia con los mandatos que, por la derecha neoliberal o por la izquierda populista obran en sintonía con el capitalismo. Estos vaciamientos enajenan la autonomía y se somete a la universidad a los designios políticos de la Nación o de la provincia; algo que evidencian hasta la náusea las políticas viciadas y corruptas de los Marigliano, Cerisola y Bardón en virtual asociación ilícita con los Alperovich y los Kirchner.
NUESTRO SALARIO SE EXPRESA EN CINCO AFRENTOSAS PALABRAS QUE EMPIEZAN CON “I”: INJUSTICIA, IGNOMINIA, INEQUIDAD, INFAMIA E INDIGNIDAD. ES POR ELLO QUE ENTENDEMOS QUE NUESTRA LUCHA POR UN SALARIO DIGNO ES LA LUCHA POR UNA UNIVERSIDAD DEL SIGLO XXI QUE HONRE LA MEMORIA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA, LAICA Y GRATUITA QUE NOS LEGARON LOS REFORMISTAS DE 1918 y la justicia en la UNT. El balance de lo logrado en ese paro es claramente insatisfactorio. Los objetivos que nos propusimos en relación con la recomposición salarial, la carrera docente, la ciudadanía de las escuelas medias universitarias, el desmantelamiento del aparato represivo del Rectorado, la democratización de la universidad, la erradicación de la corrupción, distan de estar logrados. Ilustración intervenida: Christian Rimando “The MSTRPLAN”
PÁGINA 26
Y el vaciamiento económico-financiero, viene produciendo el saqueo universitario que conduce a la infamia de los salarios docentes, a la bancarrota y el rojo de las cuentas universitarias y a la hipercorrupción de sus funcionarios y ex funcionarios. Ante ello se han iniciado denuncias ante la Justicia Federal (ver denuncia de Ramón Eudal, causas que se tramitan en sede de la Justicia Federal, Expte. Nro. 400.360/2010 y ampliaciones, s/ Ramon Eudal denuncia a autoridades UNT; y Expte. 9382/14 y ampliaciones; s/Ramón E. Ruiz Pesce, denuncia pre-
UNT: ¿REFUNDIRLA O REFUNDARLA? DE LA CORRUPCIÓN Y BANCARROTA A LA DIGNIFICACIÓN Y DEMOCRATIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA TUCUMANA
Visita realizada por consejeros y el entonces Rector de la UNT, Juan Cerisola, a La Alumbrera. - FOTO: A LAS 7 http://www.tucumanalas7.com.ar/nota.php?id=18568
suntos actos ilícitos de los que resultan perjuicios patrimoniales a la UNT). Y el propio gremio de ADIUNT se ha presentado como parte querellante en esta denuncia (Expte. 9382/14 con fecha 05/08/2015). Pero la lucha es ardua porque la Justicia Federal, que debiera prestar el servicio de la justicia –jueces y fiscales–, salvo honrosas excepciones, forma parte del mismo entramado corrupto. Para el saneamiento de la situación económico-financiera de la UNT, y la concomitante y perentoria recomposición salarial de la docencia universitaria es imperioso y de modo expreso publicitar los estados de cuentas de la UNT, el historial de los presupuestos, sus ejecuciones y el presupuesto universitario actual. Hacer públicos los sueldos del personal jerárquico de la, universidad; prescribiendo que el hiato entre el sueldo máximo del rector o rectora no establezca una relación de 30 o de 25 a 1 con el sueldo del escalafón más bajo de la docencia sino a lo más una relación de 5 a 1. Encargar, también en un plazo perentorio, auditorías integrales externas –probas e idóneas– para deslindar responsabilidades en la comisión de presuntos delitos económico-financieros o electores por parte de universitarios, que hubieran afectado el patrimonio universitario. Emprender una auditoría integral interna e iniciar una revisión de cuentas que pudieran conducir a juicios académicos y sumarios administrativos de los funcionarios, ex funcionarios o universitarios de todos los
estamentos que hubieran incurrido en actos ilícitos en perjuicio de la UNT. Iniciar, en forma inmediata, una auditoría científica, económica y legal para determinar si se han cometido delitos ambientales económicos y contra la legislación de protección ambiental, fruto de la sociedad de la UNT con emprendimientos extractivos como son o serían los relacionados con la megaminería (verbigracia, La Alumbrera, Agua Rica y Bajo el Durazno). Todo ello tendiente a la desvinculación a presente y a futuro de cualquier emprendimiento que vincule a la UNT con los del extractivismo expoliador y contaminante, que afecten los Bienes Comunes de la Nación Argentina. A MODO DE CONCLUSIÓN: LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA A un año de los casi noventa días de la épica lucha de los universitarios tucumanos en 2014, nos encontramos indignados, presionados y agobiados. Los paupérrimos logros obtenidos por tamaña gesta, nos dejan desmovilizados, desmotivados y descorazonados. Sin embargo, sólo podríamos decir que ya no existen motivos para seguir luchando si acordáramos que lo que motivó o encendió nuestra lucha ya no existe. Si, por el contrario, aun contamos con reservas de indignación y espíritu de lucha ante la indignidad y el maltrato que nos dispensan las autoridades nacionales y las de la UNT, entonces tenemos que asumir que la única alternativa que tenemos es radicalizar y profundizar la lucha. No existe otra opción.
PÁGINA 27
La frase de Albert Camus, que al comienzo referíamos a las autoridades actuales de la UNT, conviene que nos la apliquemos a nosotros mismos: no somos (los universitarios tucumanos, en nuestro caso) del todo culpables porque no iniciamos esta historia de indignidades, inequidades e iniquidades; pero, en contrapunto, no somos del todo inocentes porque permitimos que continúe. Está en nosotros interrumpir esa situación de oprobio y sometimiento. Está en nuestra convicción y en nuestro ánimo de lucha, en nuestra indignación ante las injusticias e indignidades el fuego de una rebelión que alimente las energías que nos permitan insuflar el espíritu para habitar la utopía, los sueños y la esperanza de que comencemos a escribir una nueva historia para la UNT.Una vez más, en la encrucijada universitaria actual, la opción es nuestra: derruirla o recrearla; refundirla o refundarla.
*Docente de la Carrera de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras. Pedro Krotsch (2002). La universidad cautiva y en silencio. Para recuperar una universidad como espacio democrático del debate de ideas. La Plata. 1
Abel Peirano es quien se revuelve cuando donó los yacimientos mineros Aguas de Dionisio (YMAD) a la UNT diciendo: “Cuando ofrecí ese yacimiento a la Universidad Nacional de Tucumán, pensé que una Institución de esa clase, bien dotada de personal docente y de elementos de trabajo y estudio, será lo más útil para el progreso intelectual, moral y material de nuestro pueblo. Nuestras Universidades están pobres de elementos de enseñanza, no pueden pagar sueldos suficientes a buenos profesores y ni siquiera tener locales adecuados…” Abel Peirano, mayo de 1957. Y hoy, julio de 2015, como ayer, un puñado de universitarios sinvergüenzas ultrajan su memoria y el resto de la comunidad universitaria no encuentra las energías para combatir la corrupción estructural que está saqueando la UNT. 2
AGENDA CULTURAL
Por colaboraciones enviar correo electrónico a: r.pedesinterra@gmail.com
2° CONCURSO LITERARIO ADIUNT Con la idea de generar un espacio de producción artística y de difusión del trabajo de los autores locales, la Subsecretaría de Cultura de ADIUNT abre la convocatoria para el 2° Concurso Literario ADIUNT “Microrrelatos en 140 caracteres”. En esta oportunidad, se trata de un certamen que pretende una experimentación con las formas del microrrelato e indagar en las relaciones entre un género tradicional y el lenguaje de las redes sociales.
EL CONCURSO ESTARÁ ABIERTO PARA TODOS LOS INTERESADOS, QUIENES DEBERÁN ENVIAR UN TEXTO DE TEMA LIBRE QUE NO SUPERE LOS 140 CARACTERES. ESTOS SERÁN DIRIGIDOS A LA DIRECCIÓN POSTAL DE ADIUNT, LA RIOJA 437, HASTA EL DÍA MIÉRCOLES 30 DE SEPTIEMBRE DE 2015. El jurado estará integrado por Diego Rojas (periodista y escritor, autor del libro Argentuits); Ana María Mopty de Koircheff (docente y escritora, autora de numerosos libros de microrrelatos y compiladora de distintas antologías del género) y Silvia Natalia Ferro Sardi (docente e investigadora, ganadora de la edicición 2015 del III Concurso de Microrrelatos y Micropoemas Musa & Cafeína).
NOCHE DE JAZZ EN LA CASA HUMOR DE ADIUNT ESCALANTE JAZZ TRÍO
El viernes 3 de julio a las 21 horas, “Escalante Jazz Trío” ofreció un recital público y gratuito. La banda, formada por Juan Escalante (voz y batería), Julio González Goytía (guitarra) y Gonzalo Aragón (bajo) interpretó piezas clásicas del repertorio del jazz, tales como “Round about midnight”, de Thelonious Monk, o “The man I love”, de George Gershwin, entre otros. Entre tema y tema, Juan explicó algunas diferencias entre el jazz clásico y el free jazz, habló sobre el swing y recomendó títulos de discos y películas. La energía en la ejecución y los mágicos momentos de improvisación hicieron estallar los aplausos del público. Inigualable comienzo de un ciclo de música que promete. PÁGINA 28
Los tres microrrelatos que el jurado seleccione como ganadores serán publicados en el próximo número de Pedes in terra con una ilustración de Juan Pablo Villalobo, y el primer premio se llevará además una orden de compra para libros.
LAS BASES SE ENCUENTRAN DISPONIBLES EN LA PÁGINA WEB DE ADIUNT. Para mayor información, dirigirse por correo electrónico a:
r.pedesinterra@gmail.com
ARTISTA INVITADO: ALEJANDRO GÓMEZ TOLOSA Tucumán, 1966. Artista Visual, Master Universitario en Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (UNED – España/ 2003). Especialista en Artes Visuales (UNAP – Chile/2008) y Licenciado en Artes Plásticas (UNT – Argentina/1992), realizó además una ESPECIALIZACIÓN en Grabado en Metal en la Academiè Royale Des Beaux-Arts (ARBA - Bélgica/1995). Obtuvo becas del Rectorado de la UNT, Fundación Antorchas, Fondo Nacional de las Artes, Fundación Telefónica, Fundación Ace, Fundación Peisa, realizó más de 250 muestras nacionales e internacionales, y obtuvo 33 premios (3 de ellos internacionales). Es Docente de la Facultad de Artes de la UNT.
ADIUNT