Pedes In Terra 4

Page 1


REVISTA CULTURAL- Año 2 – N° 4- Septiembre 2016 -Tucumán – Argentina

DISTRIBUCIÓN LIBRE Y GRATUITA

ISSN 2451-7402


STAFF AUTORIDADES Secretario General

Secretario Adjunto

Secretario Gremial

Secretaria Finanzas

Ariel Osatinsky

Raúl Mira

Walter Díaz

Dorkas Patricia Andina Guevara

Secretario Prensa y Rel. Institucionales:

Secretario Actas y Administrativo:

Mario Vittar

Diego Toscano

REVISTA PEDES IN TERRA Comité Editorial

Dirección y Edición Colaboraciones

Ana Luisa Coviello Ana Luisa Coviello Diego Toscano María Eugenia Orce de Roig María Marta Lobo Alejandro Gómez Tolosa Valeria Mozzoni Sebastián Lorenzo Pisarello

Ariel Osatinsky Oscar Pavetti Silvia Nassif Ana Luisa Coviello Tierra para Vivir Tucumán Paula Boldrin Verónica Ovejero Diego Toscano

Arte de Tapa e Ilustraciones

Diseño y Fotografía Artista Invitado Diagramación Sebastián Lorenzo Pisarello Rolo Juarez

Alejandro Gómez Tolosa

Nadia Bachoer

ISSN 2451-7402 Cada autor es el único responsable de las ideas vertidas en sus correspondientes artículos.

Valentín Mopty

ÍNDICE

DOSSIER -50 AÑOS DEL CIERRE DE LOS INGENIOS EN TUCUMÁN La crisis azucarera de los años 60 y su impacto regresivo en la economía y en los trabajadores de Tucumán por Ariel Osatinsky 1966 - 2016. A cincuenta años del cierre de los ingenios tucumanos por Oscar Pavetti Las conmemoraciones del pasado teñidas por las necesidades del presente por Silvia Nassif Entrevista a Gabriela Tío Vallejo por Ana Luisa Coviello De la resistencia indígena a la declaración de independencia por Tierra para Vivir Tucumán Los Vázquez y sus múltiples aristas para contar una historia por Paula Boldrini A 50 años del nacimiento de LW 83 Canal 10 de la UNT por Verónica Ovejero La doble expropiación de Canal 10 y la complicidad de la UNT por Diego Toscano

Pág. 2 Pág. 8 Pág. 12 Pág. 15 Pág. 19 Pág. 21 Pág. 24 Pág. 27


PALABRAS

INICIALES POR ANA LUISA COVIELLO

SUBSECRETARIA DE CULTURA ADIUNT

ESTIMADOS COLEGAS

L

a cuarta entrega de nuestra Revista cultural conmemora los cincuenta años del cierre de los Ingenios tucumanos por parte de la dictadura de Juan Carlos Onganía, presidente de facto de la autodenominada Revolución Argentina, que, lejos de hacer honor a su nombre, en esos días funestos de 1966 afianzó el poder hegemónico de fábricas azucareras con mayor capacidad productiva, dejó sin trabajo a miles de familias que debieron emigrar de la provincia y determinó para ella una tasa de desocupación de la que no se recupera hasta el día de hoy. También son cincuenta años los que transcurrieron desde la creación de la emisora universitaria de televisión, LW 83, Canal 10, concebida con claros fines educativos, a los que parece haber abandonado. Por otra parte, este número de Pedes in Terra reflexiona sobre la conmemoración del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Argentina, que tuvo a Tucumán como centro de las miradas del país durante el mes de julio. Para evocar la desventurada decisión del cierre de los ingenios, dos docentes y una egresada de nuestra Casa de Altos Estudios han contribuido en este número: Ariel Osatinsky analiza el impacto regresivo que tuvo la crisis azucarera, en particular el cierre de los ingenios, en el mercado productivo y laboral de nuestra provincia; Oscar Pavetti habla de esa misma circunstancia histórica en términos de un proceso de concentración económica a favor de las empresas más fuertes, en un movimiento claramente capitalista, en favor de las leyes del libre

mercado; por último, Silvia Nassif, destaca la contracara de los padecimientos sociales ocasionados por esa drástica medida del Onganiato: la resistencia obrera y la lucha política. Creemos que estas colaboraciones, fruto de investigaciones científicas sociales, ayudarán a nuestros lectores a comprender la verdadera dimensión del hecho político de la dictadura de Onganía y sus desafortunados efectos sobre la economía y la sociedad de la provincia. Respecto del Bicentenario de la Independencia Argentina, entrevistamos a Gabriela Tío Vallejo, a quien inquirimos acerca de los significados de esa coyuntura hace doscientos años y los sentidos que asume el concepto de independencia y sus lecturas, hoy. La docente e investigadora advierte sobre la necesidad de madurar el pensamiento histórico y político a partir de la asunción de una actitud más abarcadora de la complejidad del pasado. También el colectivo Tierra para Vivir Tucumán reflexiona, en este caso, sobre las deudas de este Bicentenario, cuestionando la posibilidad de hablar de un festejo del Bicentenario cuando la cuestión indígena pone al descubierto que la independencia política no ha llegado a todos en nuestro país y permanece inconclusa. Algo similar plantea Paula Boldrini al interpelar nuestras prácticas académicas desde otras deudas sociales con la independencia como son los barrios populares, sobre los que pesa una mirada condenatoria y hacia los que una ciencia socialmente concernida debería dirigirse. El compromiso de la UNT en la erradicación de las múltiples dependen-

PÁGINA 1

cias en barrios como Los Vázquez es deuda pendiente en este Bicentenario. Por último, los cincuenta años de la creación del canal de televisión universitario LW 83 Canal 10 son motivo de otra conmemoración sobre la que habla Verónica Ovejero, cuyas investigaciones de posgrado han girado sobre este medio de comunicación. En su aporte, recuerda que el primer Estatuto del Canal planteaba a la televisión como un recurso de las actividades de docencia e investigación, cuyos contenidos educativos buscarían privilegiar la calidad por sobre lo comercial. También de nuestro Canal se encarga el artículo de Diego Toscano, quien invita a recorrer su historia reciente de expropiaciones y de dependencias del gobierno provincial, tan desafortunada como para negar a la audiencia información veraz y confiable sobre los sucesos de saqueos y barricadas durante la crisis policial de diciembre de 2013 y de fraude electoral de agosto de 2015. Pedes in terra se enorgullece de contribuir con la comunidad de docentes e investigadores de la UNT ofreciendo contenidos que cuestionan la realidad que construimos, nos invitan a pensar sobre nuestras prácticas académicas y sociales, y nos ofrecen información sobre aspectos o ámbitos de nuestra cultura que no conocemos o conocemos fragmentariamente. Que sigamos con los pies en la tierra y no nos distraigan con fuegos de artificio.



LA CRISIS AZUCARERA

DE LOS AÑOS 60 y su impacto regresivo en la economía y en los trabajadores de Tucumán

Ariel Osatinsky*


DOSSIER

Desde el cierre de los ingenios, la provincia registra elevado desempleo, con valores superiores al promedio del país.

E

n la década de 1980, mientras la tasa de desocupación se situaba en valores menores al 10% en casi todas las áreas urbanas de la Argentina, en el Gran Tucumán-Tafí Viejo alcanzaba niveles cercanos o superiores a ese porcentaje, lo que expresaba las características estructurales que tenía el problema. Durante la mayor parte de aquellos años, el aglomerado tucumano tuvo los niveles de desocupación más elevados del país1.

Ahora bien, no se puede comprender tal deterioro laboral sin tener en cuenta el impacto que tuvo en el mercado de trabajo provincial la crisis azucarera, en particular el cierre de los ingenios ocurrido en la segunda mitad de la década de 1960, lo cual, debido al significativo peso que tenía esa agroindustria en la

PÁGINA 4

estructura productiva, afectó profundamente la economía provincial y agravó los problemas de empleo. El presente artículo analiza algunas de estas problemáticas socioeconómicas.

IMPORTANCIA DE LA AGRICULTURA Y LA INDUSTRIA EN LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO DE TUCUMÁN POR IMPULSO DE LA AGROINDUSTRIA AZUCARERA Desde fines del siglo XIX, la actividad azucarera se fue transformando en la más importante de la economía tucumana, beneficiada por diversas acciones del gobierno nacional. Siendo una producción destinada al consumo del mercado interno, vinculada a un conjunto importante de actividades económicas desde su fase primaria hasta la comercial, gran parte de la estructura productiva provincial pasó, con los años, a depender de ella. En las décadas de 1930, 1940 y 1950,


50 AÑOS DEL CIERRE DE LOS INGENIOS EN TUCUMÁN - La crisis azucarera de los años 60 y su impacto regresivo en la economía y en los trabajadores de Tucumán

Tabla 1. Participación porcentual de los sectores Agropecuario e Industria en la estructura productiva -Producto Bruto Geográfico2- y en el total de ocupados de Tucumán. SECTORES

PBG

POBLACIÓN OCUPADA

1953 %

1946 %

Agropecuario

29,6

27,4

Industria

23,3

26,0

Total

100

100

Fuente: PBG: CFI – Instituto Torcuato Di Tella, 1963. Tomado de Rofman y Romero, 1997. Población Ocupada: IV Censo General de la Nación, Tomo I: Censo de Población 1947.

El hecho de que gran parte de los procesos laborales de Tucumán se encontraran ligados a la actividad azucarera implicó que los problemas de empleo se acrecentaran con la crisis de dicha producción y su impacto en la estructura productiva provincial.

LA CRISIS AZUCARERA Y SU IMPACTO EN LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA PROVINCIAL En el marco de la segunda fase de la industrialización sustitutiva de importaciones, los diferentes gobiernos, en nombre de la eficiencia y la productividad, promovieron un mayor uso de capital y tecnología, en detrimento de la mano de obra, fomentando la concentración de la producción. En ese contexto y en relación con la actividad azucarera, los recursos que destinó el gobierno nacional a partir de entonces, se orientaron, sobre todo, a beneficiar a los ingenios y cañeros más concentrados. En los primeros años de la década de 1960, la producción de azúcar creció rápidamente3. En 1965, se llegó a producir 1.200.000 toneladas de azúcar para un mercado interno que consumía 800.000, en un contexto de caída del precio internacional debido a una mayor producción mundial, lo que, a su vez, disminuyó las posibilidades de exportar los excedentes (Boneo et. al, 1973; Bolsi y Pucci, 1997). En esa coyuntura crítica, el gobierno de Onganía propició la sobrevivencia solamente de aquellos sectores más eficientes y concentrados. En 1966, impuso una limitación general a la producción de azúcar del 70% respecto de lo producido en 1965, y estableció cupos estrictos, eliminando del mercado legal de caña a todas aquellas explotaciones menores a tres hectáreas. A ello se sumó el cierre de once de los veintisiete ingenios de la provincia entre 1966 y 1968, la prohibición de instalar nuevas fábricas azucareras o de ampliar la capacidad productiva de las ya existentes, y la eliminación del crédito estatal para los emprendimientos agrícolas o industriales vinculados al azúcar (Boneo et. al., 1973). Estas medidas ocasionaron un descenso importante de la cantidad de hectáreas con caña, en el número de explotaciones y en la producción de azúcar4.

Demolición de las chimeneas del ingenio Santa Ana, Santa Ana , Tucumán - 19 de noviembre de 1977 - ARCHIVO LA GACETA

PÁGINA 5

DOSSIER

hubo una expansión de la superficie destinada al cultivo de la caña de azúcar y de la producción azucarera, lo que se tradujo en un importante crecimiento de la superficie total cultivada y del sector manufacturero de Tucumán. En 1953, las actividades agropecuarias y la industria explicaban más de la mitad de los bienes y servicios producidos en Tucumán (Tabla 1). Esto, a su vez, tenía su correspondencia en el mercado de trabajo tucumano, puesto que más de la mitad de la población ocupada se hallaba vinculada con estos sectores económicos (Tabla 1).


Carteles de protesta- Muestra Tucumán Arde

DOSSIER

El gobierno de Onganía argumentaba que sus medidas expresaban una solución al problema azucarero, puesto que la existencia de ingenios ineficientes y endeudados, que no cumplían con los pagos, ocasionaba un clima de intranquilidad social permanente que amenazaba el futuro de obreros y cañeros (La Gaceta, 22/08/1966). Sin embargo, el interés del gobierno estaba puesto en beneficiar a los sectores más eficientes y concentrados de la actividad. En ese sentido, los ingenios del norte incrementaron su participación en la producción total de azúcar en el período considerado. A su vez, los ingenios tucumanos que permanecieron en la actividad también se beneficiaron ya que pudieron obtener mayores porciones del mercado, fruto de la menor competencia.

Tabla 2. Estructura del Producto Bruto Geográfico de Tucumán entre 1953 y 1970 (%, años seleccionados)

SECTORES

1953

1961

1967

1970

Agropecuario

29,6

24,8

15,8

22,4

Industria

23,3

15,5

13,3

13,6

Construcción

4,07

,6

11,96

,0

Comercio y Servicios

43,1

50,2

56,85

6

Total PBG

100

100

100

100

Nota: no se incluyeron los sectores Minas y Canteras, y Electricidad, Gas y Agua, por tener un peso muy reducido en la estructura productiva. Fuente: 1953: CFI – Instituto Torcuato Di Tella, 1963. Tomado de Rofman y Romero, 1997; 1961-1970: Dirección de Estadística de la Provincia de Tucumán, 1978, Producto Bruto Geográfico 1966-1972. Informe preliminar.

´

La crisis azucarera afectó profundamente la estructura productiva tucumana. A comienzos de la década de 1970, era evidente el retroceso de los sectores agropecuario e industrial, que representaban menos del 40% de la economía provincial. Por entonces, era el sector terciario (Comercio y Servicios) el que explicaba más del 50% de la estructura productiva tucumana (Tabla 2).

PÁGINA 6


50 AÑOS DEL CIERRE DE LOS INGENIOS EN TUCUMÁN - La crisis azucarera de los años 60 y su impacto regresivo en la economía y en los trabajadores de Tucumán

La crisis azucarera y el cierre de los ingenios agravaron los problemas de empleo y afectaron a miles de trabajadores. El cierre de ingenios y la reducción de personal en los que siguieron en actividad ocasionaron una disminución de cerca de veinte mil puestos de trabajo en las fábricas azucareras tucumanas (Boneo et al., 1973; Crenzel, 1997). El número de trabajadores empleados en tareas de cultivo y cosecha de caña de azúcar también experimentó una pronunciada disminución: de 96.307 a 64.230 obreros entre 1965 y 1969 (Canitrot y Sommer, 1972). De conjunto, más de cincuenta mil personas fueron desplazadas de la actividad, cifra que es incluso mayor si se tiene en cuenta el conjunto de actividades que estaban ligadas, directa o

vo deterioro laboral que afectó a los trabajadores tucumanos como consecuencia de las medidas regresivas que se tomaron en la principal actividad económica de la provincia.

REFLEXIONES FINALES La dictadura de Onganía, con la justificación de avanzar hacia la eficiencia, la modernización y la productividad, benefició a los sectores económicos más concentrados. Las medidas que impuso en relación con la agroindustria azucarera provocaron el declive de los sectores manufacturero y agropecuario en la estructura productiva tucumana, cambios que perdurarían en el tiempo. Estas transformaciones económicas regresivas ocasionaron un pronunciado deterioro laboral. Miles de trabajadores de las fábricas azucareras y de las explotaciones agropecuarias perdieron sus puestos de trabajo. El sector agropecuario y la industria concentraron un menor porcentaje de la población ocupada provincial, mientras que el cuentapropismo se expandió.

EL HECHO DE QUE GRAN PARTE DE LOS PROCESOS LABORALES DE TUCUMÁN SE ENCONTRARAN LIGADOS A LA ACTIVIDAD AZUCARERA IMPLICÓ QUE LOS PROBLEMAS DE EMPLEO SE ACRECENTARAN CON LA CRISIS DE DICHA PRODUCCIÓN Y SU IMPACTO EN LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA PROVINCIAL. indirectamente, con la agroindustria azucarera. No sorprende, entonces, que la desocupación tuviese un importante incremento en la capital tucumana, afectando a más del 10% de la PEA en el período 1967-1972, valor muy elevado para aquellos años. La crisis azucarera produjo también una pérdida de peso de las actividades agrícolas y manufactureras en el conjunto de los ocupados, mientras que la ocupación por cuenta propia se expandió, siendo ésta una expresión de mayor informalidad laboral. Las transformaciones señaladas eran manifestaciones del significati-

La desocupación alcanzó, a fines de la década de 1960, tasas superiores al 10% en San Miguel de Tucumán, adquiriendo un carácter estructural. Tucumán fue a partir de entonces una provincia con elevado desempleo, con valores superiores al promedio del país. Con posterioridad, los trabajadores sufrirían el golpe de la dictadura de Videla, Bussi y demás genocidas, años en los que los grupos económicos concentrados obtendrían nuevamente importantes beneficios, mientras se desarrollaba un pronunciado proceso de desindustrialización. A partir de 1983, ninguno de los gobiernos impulsó medidas que afecta-

PÁGINA 7

ran las ganancias e intereses de los grandes industriales y productores, y permitieran a los trabajadores alcanzar un empleo digno. El desarrollo industrial, una economía que no se concentre en la exportación de recursos primarios, terminar con la concentración de la tierra, con la desocupación y la precariedad laboral, siguen siendo materias pendientes.

* Docente de las Carreras de Trabajo Social y Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT e Investigador Asistente del CONICET.

1 Desocupado es todo aquel que, sin tener ocupación, la busca activamente. Junto a los ocupados conforman la población económicamente activa (PEA). La tasa de desocupación mide qué porcentaje de la PEA está afectada por el desempleo. 2 El Producto Bruto Geográfico (PBG) abarca al conjunto de actividades económicas de una provincia. 3 El aumento de precios en el mercado mundial, las buenas condiciones climáticas de algunos períodos y mayores posibilidades de exportación, explican tal crecimiento (Boneo et. al., 1973; Bolsi y Pucci, 1997). 4 En los primeros años de la década de 1970, la producción de azúcar recuperaría los niveles previos a 1966.

.

Bibliografía -Bolsi, A. y Pucci, R. (1997): “Evolución y problemas de la agroindustria del azúcar”, en A. Bolsi (Dir.), Problemas Agrarios del Noroeste Argentino (contribuciones para su inventario), San Miguel de Tucumán, Universidad Nacional de Tucumán – Junta de Andalucía, pp. 113-133.

-Boneo, H., Cavarozzi, M., Lavergne, N. y Picabea, G. (1973): Análisis y evaluación del plan de transformación agro-industrial de la provincia de Tucumán. Informe Final. Serie Técnica Nº 17, Buenos Aires, Consejo Federal de Inversiones.

-Canitrot, A. y Sommer, J. (1972): Diagnóstico de la situación económica de la provincia de Tucumán, Buenos Aires, Centro de Investigaciones Económicas del Instituto Torcuato Di Tella.

-Crenzel, E. A. (1997): El Tucumanazo, San Miguel de Tucumán, Facultad de Filosofía y Letras – UNT.

-Rofman, A. B. y Romero, L. A. (1997): Sistema socioeconómico y estructura regional en la Argentina, Buenos Aires, Amorrortu editores.

DOSSIER

EL DETERIORO LABORAL OCASIONADO POR LA CRISIS AZUCARERA


DOSSIER

1966 2016 A cincuenta años del cierre de los ingenios tucumanos Oscar Pavetti*

PÁGINA 8


T

ucumán es azúcar” es un lema aún en vigencia en nuestra provincia que caracteriza, por un lado, la importancia de la industria azucarera y, por el otro, la defensa orgullosa del protagonismo del azúcar, clave para diferenciarse de las otras provincias que registran esa misma actividad aunque en menor escala.

nal emblematizada por un gobernador (Lázaro Barbieri) con una base electoral minoritaria propia y, para colmo, ungido por un Colegio Electoral mediante el acuerdo de varios grupos políticos, en medio de incidentes violentos, era la rúbrica de la escasa credibilidad del sistema, que mantenía afuera al peronismo encendido en su “resistencia”.

Esa suerte de identidad “tucumana” fue agredida por una serie de disposiciones aplicadas por la dictadura instaurada el 28 de junio de 1966 y encabezada por el general Juan Carlos Onganía. El resultado fue conocido como “el cierre de los ingenios” y comenzó a partir del 21 de agosto de ese año, mediante el Decreto-Ley Nº 16.926, que ordenaba inicialmente el cierre de siete ingenios. Aunque no todos ellos fueron clausurados definitivamente, con el tiempo se sumaron otros más, hasta ascender finalmente a once, de un total de veintisiete que estaban en actividad en la última zafra de 1965. Estas medidas provocaron el éxodo de más de doscientos mil tucumanos en búsqueda de trabajo y una vida mejor, además de sostener un estado de movilización popular que convulsionó a la provincia hasta 1975.

En este contexto, resulta imposible desligar la situación política y social de la provincia de la perfomance azucarera; en tanto que la superproducción de azúcar que arrojó la zafra de 1965 –de 1.200.000 toneladas, de los cuales sólo 800.000 podían ser consumidos en el país–, exponía descarnadamente una crisis capitalista que venía siendo mediatizada por la intervención del Estado: superproducción, caída del precio del azúcar y, por ende, descenso de la tasa de ganancia de los productores cañeros e industriales. Entonces desde el Estado se impuso un ajuste sobre el sector azucarero, que terminó impactando en el resto de las actividades económicas. Los atrasos salariales para con el personal del sector azucarero empezaron a ser corrientes desde fines de 1965 y como contrapartida se agregó el incumplimiento fiscal de los ingenios y cañeros que pusieron al Estado provincial prácticamente en cesación de pagos.

La situación política previa estaba caracterizada por una creciente inestabilidad nacional y provincial. El gobierno del presidente Arturo H. Illia (1963-1966), asediado por la mayoría de las fuerzas políticas y corporativas, como los sindicatos, la iglesia y el ejército, y sumido en una debilidad congénita, fruto del escaso volumen electoral logrado en su elección y de la proscripción del peronismo desde 1955, no tuvo el respaldo necesario para afrontar con éxito su misión de gobernar la República, a pesar de la recuperación económica que vivió el país en ese periodo. En el plano provincial, la situación no era mejor, de modo que Tucumán resultó uno de los pretextos más importantes para derribar el gobierno del presidente Illia. La situación política, caracterizada como ‘explosiva’, entre otras cosas, por la presencia legislativa de diputados radicalizados, recurrentes movilizaciones obreras, debilidad político institucio-

El 21 de agosto de 1966, el ministro de Economía de la dictadura, Néstor Salimei, expuso la necesidad de un ajuste en el sector azucarero para paliar la crisis de superproducción y las escasas posibilidades de exportación. Se trataba, entonces, de adecuar la oferta a la demanda, lo cual significaba reducir producción, ingenios, volumen de caña cultivada y, por supuesto, mano de obra; sin dudas que se ocultaba el objetivo de derrotar la resistencia de las clases populares, y la desocupación, se pensaba, sería la herramienta más eficaz. Pero el problema fue que sólo la provincia de Tucumán debía hacer el ajuste. Eficiencia y racionalización para sanear la economía y diversificar la producción resultó la consigna del gobierno para solucionar la crisis. El Estado nacional se propuso entonces: 1) intervenir y cerrar los ingenios PÁGINA 9

DOSSIER

50 AÑOS DEL CIERRE DE LOS INGENIOS EN TUCUMÁN -1966- 2106 Los 50 años del cierre de los ingenios tucumanos


Los fuegos del tucumanazo - http://horacioelsinger.blogspot.com.ar/2011/11/los-fuegos-del-tucumanazo.html

DOSSIER

de la provincia de Tucumán, considerados obsoletos y con sus explotaciones deficitarias; 2) garantizar a los obreros desocupados el pago de sus salarios durante un año y; 3) iniciar un programa de transformación basado en la diversificación de los cultivos, mecanización de labores y radicación industrial alternativa. Así, en el comienzo se dispuso la intervención de los ingenios Bella Vista, Esperanza, La Florida, Lastenia, La Trinidad, Nueva Baviera y Santa Ana. Estos siete ingenios, además del San Antonio que fue declarado en quiebra poco tiempo antes, no participaron sino mínimamente en la zafra de 1966, cuando en 1965 habían fabricado el 21% de azúcar en la provincia. Tres de ellos finalmente no fueron desmantelados (Bella Vista, La Florida y La Trinidad) y recuperaron sus niveles normales de producción, en 1968. Posteriormente, mediante la firma de convenios particulares con sus propietarios, se cerraron los ingenios San José, Los Ralos, Amalia, Mercedes, Santa Lucía y San Ramón, que se comprometieron a cesar en su actividad industrial azucarera a cambio de conservar sus tierras. Asimismo, se fijaron cupos para bajar la PÁGINA 10

producción, afectando a los ingenios tucumanos mediante una reducción del 30%, en tanto que a los de Salta y Jujuy, con una de sólo un 17%; la medida no se aplicó a los pocos y pequeños ingenios del Litoral. El objetivo anunciado fue el de terminar con las ayudas del Estado nacional para el salvataje de los ingenios tucumanos y adecuar esta política de eficientismo (tal como se pretendía en otras áreas como los ferrocarriles y portuarios), para poder sanear las finanzas nacionales. Las medidas, que implicaron un neto beneficio a los ingenios de las provincias de Jujuy y Salta, supusieron una clara discriminación negativa hacia la actividad azucarera local. De esta manera, se abrió un proceso de concentración económica a favor de las empresas más fuertes, tanto industriales como cañeras, lo que provocó, como contracara, la desaparición de los ingenios con dificultades financieras e insolventes y de los pequeños cañeros del típico minifundio tucumano. Estaba claro que los cambios propiciados por el gobierno dictatorial del general Onganía apuntaban a modificar la estructura económica de la provincia basados en la lógica capi-


50 AÑOS DEL CIERRE DE LOS INGENIOS EN TUCUMÁN -1966- 2106 Los 50 años del cierre de los ingenios tucumanos

A pesar del declamado carácter “revolucionario” que se atribuyó la dictadura, las medidas tomadas reafirmaron las tendencias que caracterizaron a los once años anteriores, es decir, el mantenimiento (y, en alguna medida, aumento) del alto grado de intervención del Estado y un abandono de la orientación “distribucionista” típica de los años peronistas; todo esto alentado por las ideas desarrollistas que se instalaron en América Latina, las que insistían en la modernización fabril, las inversiones privadas y extranjeras y la libre vigencia de las leyes del mercado, en contraposición con el nacionalismo económico, el compromiso social y los derechos sociales desarrollados en la era peronista de 1946 a 1955. Al final un efecto dominó se abatió sobre Tucumán y todas sus actividades. El carácter mayoritario de la actividad azucarera puso de manifiesto una lógica mortal al derrumbarse su pilar más importante. Los sindicatos azucareros, afectados en primer grado por las medidas, quedaron divididos en dos grupos: aquellos de los de ingenios en actividad con la amenaza en ciernes y los cerrados, que buscaron alternativas: la de seguir explotando el ingenio bajo una figura jurídica distinta o acondicionar la fábrica para otra actividad, como fue el caso

del ingenio Santa Ana y su proyecto fallido de empresa de madera aglomerada, y el del ingenio Los Ralos, con la breve experiencia de la empresa Textil Escalada. La desocupación provocada por el cierre de los ingenios y el fracaso de las medidas alternativas para cambiar el perfil productivo de la provincia, provocaron un vaciamiento demográfico del orden de las doscientas mil personas. Según cifras censales, en 1965 se contabilizaban novecientos treinta mil habitantes, en tanto que, en 1970, ese número descendió a setecientos sesenta y seis mil. Esta emigración, en su mayoría, se estableció en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, alimentando sus villas miserias.

mento neoliberal de ajuste estructural del capitalismo argentino que, posteriormente, volvería a ensayar la última dictadura militar en los años 1976-1983, con la apertura aduanera indiscriminada que destruyó la industria nacional, con el crecimiento incontrolable de la deuda externa, además de encarnizarse con las clases populares y provocar un baño de sangre y 30.000 desaparecidos. Tiem-

“SI BIEN LA RESISTENCIA DE LAS CLASES POPULARES AFECTADAS DIRECTA O INDIRECTAMENTE NO FUE HOMOGÉNEA, SIN DUDAS QUE TUVO HITOS IMPORTANTES COMO LA REPRESIÓN Y MUERTE DE HILDA GUERRERO DE MOLINA, EN BELLA VISTA, EN ENERO DE 1967; LAS GRANDES MANIFESTACIONES CONOCIDAS COMO ‘TUCUMANAZOS’ (1970 Y 1972) Y UNA EFERVESCENCIA POLÍTICA Y SOCIAL PERMANENTE, QUE CONVIRTIÓ A TUCUMÁN EN LA PRIMERA VÍCTIMA DEL TERRORISMO DE ESTADO, TRAS LA OCUPACIÓN MILITAR DE 1975 Y LA INSTALACIÓN DEL PRIMER CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN: LA ‘ESCUELITA’ DE FAMAILLÁ.”

Si bien la resistencia de las clases populares afectadas directa o indirectamente no fue homogénea, sin dudas que tuvo hitos importantes como la represión y muerte de Hilda Guerrero de Molina, en Bella Vista, en enero de 1967; las grandes manifestaciones conocidas como “Tucumanazos” (1970 y 1972) y una efervescencia política y social permanente, que convirtió a Tucumán en la primera víctima del Terrorismo de Estado, tras la ocupación militar de 1975 y la instalación del primer Centro Clandestino de Detención: la “Escuelita” de Famaillá. Este proceso histórico, con epicentro en la provincia de Tucumán, puede ser considerado como un primer experiPÁGINA 11

po después, recuperada la Democracia y luego del interregno alfonsinista (1983-1989), fueron los gobiernos de Carlos Menem (1989-1999) y Fernando de la Rua (1999-2001), los que, en un contexto internacional hegemonizado por las políticas neoliberales, volvieron a imponer la misma receta en forma generalizada, que terminó en el fracaso y la tragedia argentina de los años 2001 y 2002.

* Docente de la Carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT.

DOSSIER

talista de la libre competencia y con la promesa de nuevas inversiones productivas. Inicialmente no se registraron grandes cuestionamientos y la mayoría de la población lo vivió como un periodo de gran esperanza, promisorio de una vida mejor. La crítica, más que nada en tono de advertencia, alcanzaba a los aspectos instrumentales con que se llevarían adelante los cambios. Las razones de productividad, de viabilidad económica y de libertad de mercado, se impusieron para postergar las necesidades sociales y ahogar la voz de los perjudicados. La economía provincial, hegemónicamente azucarera, con el compromiso de que el cierre de ingenios se compensaría con la apertura de otros emprendimientos industriales y una diversificación agrícola, más que como una pérdida, veía a la crisis como una salida fundacional para una economía sana.


LAS CONMEMORACIONES DEL PASADO TEÑIDAS POR LAS NECESIDADES DEL PRESENTE

Silvia Nassif* Los padecimientos sociales que generaron el cierre de los ingenios por parte de Onganía tuvieron como contracara la resistencia obrera y la lucha política.

E

n las décadas de 1960 y 1970, Tucumán sobrellevó distintas intervenciones militares que provocaron drásticas transformaciones económicas, sociales y políticas. A partir de 1966, la dictadura de la “Revolución Argentina” cerró once de los veintisiete ingenios existentes, generando un cambio sin precedentes en la economía de la provincia. Esta política profundizó la concentración monopolista de la industria azucarera, extinguió más de cincuenta mil puestos de trabajo, provocó el empobrecimiento de productores cañeros y generó una sangría demográfica de más de doscientas mil personas. Muchas de las localidades de ex-ingenios pasaron de ser pujantes centros urbanos a ser pueblos carcomidos por el hambre, la desocupación y la expulsión de su población. En esos lugares, la crisis social se profundizó con la clausura de los servicios bá-

sicos, el rebrote de distintas enfermedades directamente asociadas al aumento de la pobreza, y un notable incremento de la mortalidad infantil. La emigración generó la división de los núcleos familiares. Al marcharse de la provincia en búsqueda de trabajo, muchos no mejoraron sus condiciones de vida, sufriendo a la vez un fuerte desarraigo. También se produjo el desmembramiento del tejido social, con un fuerte incremento de la deserción escolar, de la violencia en los hogares, el agravamiento del alcoholismo y otros padecimientos de origen social. La contracara de estos efectos negativos fue la resistencia y la lucha política a través de los sindicatos y los nuevos nucleamientos. Así, frente al escenario de crisis, la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (FOTIA) formuló un programa que implicaba la explotación integral de todos los subproductos PÁGINA 12

de la caña de azúcar, la formación y capacitación de los obreros, la nacionalización y estatización del complejo agro-industrial, y la participación de los trabajadores y de los pequeños y medianos productores cañeros en la producción y en las ganancias. En definitiva, un abanico de soluciones que fue antagónico con el camino que trazó la dictadura de 1966 y que luego se impuso tras el golpe de 1976. Los obreros se opusieron a la política de “racionalización” económica practicando distintas modalidades de lucha y ocupando un lugar central en la política provincial. En esa confrontación con la política dictatorial, la lucha de la clase obrera se desarrolló en un movimiento sinuoso y ascendente: comenzó con huelgas en defensa de sus fuentes de trabajo y pasó a cuestionar abiertamente al gobierno dictatorial, culminando con levantamientos populares que, en de-


50 AÑOS DEL CIERRE DE LOS INGENIOS EN TUCUMÁN - Las conmemoraciones del pasado teñidas por las necesidades del presente

De este modo, en el caso tucumano, las políticas de cierre de ingenios agudizaron los conflictos sociales y generaron un desarrollo de las movilizaciones obreras que fueron creando condiciones sociales y políticas y anticiparon rasgos del auge de lucha que se abrió, a escala nacional, con el Cordobazo, que también tuvo su correlato en Tucumán. La modalidad de estos levantamientos populares se manifestó en Tucumán de manera embrionaria, en enero de 1967, con el asesinato de Hilda Guerrero de Molina, que derivó en una “pueblada” en la localidad donde está emplazado el ingenio Bella Vista. Luego, en abril de 1969, con la “pueblada” en Villa Quinteros, localidad en la que funcionaba el exingenio San Ramón. Y posteriormente, se profundizó con los Tucumanazos de noviembre de 1970 y junio de 1972, en un movimiento general de carácter simultáneo y en interacción recíproca con el proceso nacional.

La ofensiva dictatorial y la desarticulación del movimiento obrero El 24 de marzo de 1976, día del golpe de Estado, la FOTIA se encontraba realizando un paro de treinta y seis horas en repudio al asesinato del secretario general de la Federación, Atilio Santillán, ocurrido dos días antes. Ese mismo día, Antonio Domingo Bussi, a través del uso de las fuerzas represivas, suspendió y prohibió el paro e intervino la Federación de los azucareros y, también, la CGT Regional.

“¿DÓNDE ESTÁN AQUELLOS OBREROS QUE FUERON EXPULSADOS POR EL CIERRE DE SUS FUENTES DE TRABAJO? SUS HIJOS, SUS NIETOS ¿HAN PODIDO MEJORAR SUS CONDICIONES DE VIDA? ¿CUÁL ES EL PAPEL QUE JUEGA LA FOTIA EN LOS CONFLICTOS OBREROS ACTUALES?”

La represión dictatorial se concentró en el movimiento obrero y en los sectores populares combativos. No fue casual entonces que la geografía represiva siguiera los pasos de lo que anteriormente había sido el reguero de luchas: los puntos bordearon los dos núcleos principales donde se establecía la agro-industria azucarera: uno, concentrado en la zona del noreste, cer-

PÁGINA 13

Bussi visita un cañaveral - http://www.laizquierdadiario.com/FOTIA-era-un-enemigo-a-vencer-para-los-industriales-azucareros

DOSSIER

terminadas circunstancias, adquirieron un carácter pre-insurreccional. En estas luchas también participaron activamente el movimiento estudiantil y los docentes, especialmente los de ATEP, presidida por Isauro Arancibia –asesinado por las fuerzas represivas junto a su hermano Arturo el mismo 24 de marzo de 1976.


cano a la capital de la provincia y el otro, en la zona extendida a la vera de la Ruta Nacional 38, desde la capital hacia el suroeste de la provincia.

Logo de la Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azucar

De esta manera, ese circuito coincidió exactamente con los núcleos obreros más importantes en Tucumán. La FOTIA sufrió el secuestro y desaparición de una de las camadas más combativas de su historia: dirigentes como Benito Romano, del ex ingenio Esperanza; Leandro Fote, del ex ingenio San José; Simón Campos, del ingenio Santa Rosa; Martín Décima, del ingenio La Florida; Jacobo Ortiz de La Fronterita y Zoilo Reyes, del ingenio Concepción, para mencionar sólo a algunos de los secretarios de los sindicatos de base de la Federación y en ellos, a los cientos de obreros desaparecidos. EL BICENTENARIO Y LAS PREGUNTAS PENDIENTES

DOSSIER

Atilio Santillan - Lider sindical

Al momento de escribir esta nota, los tucumanos pasamos la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de nuestra patria. Resaltó la invitación especial que el macrismo realizó al rey emérito de España, Juan Carlos I de Borbón a los “festejos” oficiales (que se sumó a Alfonso Prat Gay pidiendo “disculpas” al gobierno español y al monopolio Repsol). Los primeros en rechazar esta visita fueron las comunidades originarias, quienes a través de la Unión del Pueblo Nación Diaguita de Tucumán, manifestaron que desde 1492: “…los pueblos originarios en general, y en particular nuestro pueblo diaguita, han sido víctimas del mayor genocidio cometido en nuestra América, justamente por la institución que esta persona representa, constituyéndose en una deuda histórica que España nunca reconoció ni reparó, y cuyas consecuencias son los innumerables problemas que debemos enfrentar en el presente por la permanente violación de nuestros derechos colectivos”. (Delfín Gerónimo, secretario general de la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita en Tucumán, San Miguel de Tucumán, 29 de junio de 2016) Intentar borrar la historia y negar las diferencias entre un país depenPÁGINA 14

diente del tercer mundo y un país imperialista no es un mecanismo nuevo; ya lo vivimos en la conmemoración de los cuarenta años del último golpe de Estado, cuando el macrismo intentó que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, representante de uno de los países impulsores de aquel golpe, visitara la ex-ESMA, hecho que suscitó el repudio de vastos sectores de la población, quienes lograron que se retrocediera parcialmente en tal actitud: Obama vino a la Argentina, pero no visitó la ex- ESMA. Los “festejos” de este 9 de Julio de 2016 condensan actuales problemáticas históricas y, para los tucumanos, son la antesala de las futuras conmemoraciones por los cincuenta años del cierre de los ingenios azucareros en Tucumán. Nuevamente, nuestra provincia será el lugar en el que se desplegará una fuerte disputa ideológica y cultural. Todavía el gobierno no ha dado a conocer cuál será la “agenda” para rememorar ese hecho que tanto daño causara a nuestra provincia. No obstante, al igual que lo que ocurrió en 1992 con los contrafestejos por los quinientos años de la conquista de América, y ahora con el Bicentenario de la Independencia, diferentes sectores populares están organizando actividades para recordar los cincuenta años del cierre de ingenios: en todas ellas, el pasado está invadido por las necesidades del presente. Es así que desde la actualidad surgen también inquietudes estrechamente vinculadas con este acontecimiento: ¿dónde están aquellos obreros que fueron expulsados por el cierre de sus fuentes de trabajo? Sus hijos, sus nietos ¿han podido mejorar sus condiciones de vida? ¿Cuál es el papel que juega la FOTIA en los conflictos obreros actuales? No es mi propósito responder a estas preguntas, pero sí dejarlas planteadas. Ellas implican procesos protagonizados por los trabajadores y demás sectores populares. Procesos que hoy continúan abiertos. * Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Facultad de Filosofía y Letras, UNT. Doctora en Historia, egresada de la UBA. Becaria Pos-doctoral del CONICET.


1976 - 2016 40 AÑOS - 40 AÑOS DEL GOLPE CÍVICO MILITAR ECLESIÁSTICO

Por Ana Luisa Coviello*

La especialista en Historia de América reflexiona sobre la renovación de las lecturas de los procesos independentistas, en el marco de los bicentenarios celebrados en los últimos diez años, e invita a dejar de lado el pensamiento dicotómico y abolicionista que simplifica y se traslada a la política argentina.

PÁGINA 15


La Dra. por El Colegio de México Gabriela Tío Vallejo es Profesora Asociada a cargo de la Cátedra de Historia de América, de la Carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras (UNT). Ha dirigido el Instituto de Investigaciones Históricas Ramón Leoni Pinto (INIHLEP). Sus investigaciones han girado en torno a los procesos políticos y sociales de las primeras décadas del siglo XIX y, actualmente, a la historia social de la Justicia, esfuerzos que han redundado en numerosas publicaciones. Su dedicación y capacidad la han llevado a coordinar una Colección de Historia de los Municipios de Tucumán, de diecinueve volúmenes, uno por cada Municipio, con un equipo

ENTREVISTA

-La verdad es que todo lo referido a la lectura de los procesos de independencia se renovó muchísimo en los últimos años, no solamente por las preguntas propias del devenir historiográfico, que han ido cambiando, sino por los mismos eventos de las celebraciones. Estamos, prácticamente desde 2008, conmemorando bicentenarios; hay una serie de eventos, de publicaciones, de compilaciones que salen y que han propiciado una concentración. Varias cosas han cambiado. Por un lado, no pensar en 1810 como el origen de la nación. No había ninguna nación en 1810, lo que había eran ciudades en el marco del Virreinato, con actores principales que reivindican los derechos de los pueblos, en general; un plural que es corporativo, estamental, del Antiguo Régimen, atado a la tradición política española pactista, del pacto del pueblo con el soberano, Dios mediante; toda una cultura jurídica española muy antigua, en contraposición con la idea de que la Revolución de Mayo es una revolución burguesa, moderna.

“SERÍA UNA GRAN ENSEÑANZA A SACAR DE ESTOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO EL PENSAR CON MÁS COMPLEJIDAD LOS PROCESOS, CONSIDERAR A TODOS LOS ACTORES, TODOS LOS CONTEXTOS, TRATAR DE TENER UNA LECTURA MÁS CRÍTICA Y MENOS EMOTIVA, TAMBIÉN. YO CREO QUE HAY QUE PONERLE MÁS RAZÓN A LAS COSAS”.

de autores -en su mayoría miembros del INIHLEP-, que, próximamente, va a publicar el Ente Provincial del Bicentenario, con fondos del Consejo Federal de Inversiones. Con ella hemos mantenido un diálogo que, esperamos, colabore a echar luz sobre el Bicentenario de la Independencia Argentina y sobre los sentidos que le damos, incluso, a nivel político. -¿Cómo lee hoy la Historiografía argentina la Declaración de la Independencia de 1816?

Por supuesto que hay diferencias entre los diversos espacios en América. Hay una revolución rioplatense un poquito más moderna que las otras, que los otros horizontes más tradicionales, en el sentido de que tenemos figuras como Moreno, como Castelli, como Monteagudo, que han leído a Rousseau, pero cuyas ideas no es lo que dicta el transcurso del proceso revolucionario. Hay un proceso de retroversión de la soberanía que está incluido en una idea pactista, propia de la tradición política española, y ése es el argumento jurídico que se toma como centro PÁGINA 16

para todo el movimiento de separación: el rey está cautivo, la soberanía vuelve al pueblo. ¿Quiénes son los sujetos de imputación soberana? Las ciudades, los cabildos. Esa es una gran relectura: no es la nación y no es una revolución a la francesa. Y después, al proceso de la declaración de la independencia, en sí, hay que situarlo en el contexto. Lo que hay, en general, en la Historiografía, es una lectura mucho más contextual y menos atada a lo que se llama la teleología, es decir, a leer desde el final de la historia y sostener que tal cosa es la preparación para llegar a esto otro. No. Veamos cómo era; cuáles eran los ingredientes que tenían en la cabeza esos actores y cuáles las fuerzas que se manejaban en ese momento. En eso sí hay como una cierta prevención en contra del anacronismo, a la lectura desde el presente. Siempre se lee desde el presente, pero no poniendo el resultado en el proceso histórico, de antemano, ni buscando los antecedentes de esto que tenemos hoy, ni llevando la idea de nación a 1810. -Dijiste recién que la de 1810 no es una revolución “a la francesa”, sino que se tiene que ubicar en el marco de la tradición española… ¿qué significa eso? -Al margen de estas ideas que se pueden ver de algún lector de Rousseau, el proceso francés no es bien visto por los actores del período. Lo que están viendo del proceso revolucionario francés no son las cosas “buenas”, que uno podría llegar a pensar como logros de la revolución, sino las cortadas de cabezas de los jacobinos, y a Napoleón expandiéndose por toda Europa. Es decir que el proceso revolucionario, en sí, no aparece como algo deseable. Además, no nos olvidemos de que estos procesos revolucionarios son encabezados por individuos de las élites locales, que tienen privilegios y ningún interés en abrir el juego de la revolución hacia otros sectores sociales que van a poner en cuestión esos privilegios, esa posición dentro de la sociedad.


DOSSIER

-En ese sentido y considerando otros movimientos independentistas de América, como la de los negros en Haití, ¿se puede decir que la independencia argentina se declaró desde una postura elitista con el fin de sofocar la revolución? -A ver… Por un lado, la dirigencia revolucionaria pertenece, evidentemente, a un sector de notables; en esos contornos de debates jurídicos, es una revolución obviamente de letrados. Pero eso no quiere decir que no haya sectores populares que acompañen ese proceso revolucionario, que sí los hay. Es decir, hay un pueblo, no ya de las ciudades sino sectores populares, subalternos, que acompañan al proceso revolucionario. La guerra es una gran

educadora. La propaganda que se hace en su transcurso convence a la gente de los beneficios de esta revolución, de lo que pueden ser los nuevos derechos y todo lo demás. Como en todas las revoluciones, hay un acuerdo entre diferentes sectores, donde cada uno busca sus propios intereses y, muchas veces, esos intereses son contradictorios. A lo largo de la revolución, se va viendo cómo esas cosas se empiezan a contraponer. La otra cosa es que la Declaración de la Independencia es, en realidad, la de las Provincias Unidas de Sudamérica. Si hay una idea de nación tiene un sentido muy amplio, porque la guerra se combate en esos marcos. Se piensa en términos continentales; además, es la única manera de sostenerla. PÁGINA 17

-Situándonos ya en el Bicentenario, es muy difícil revertir la idea simplista de la historia argentina y comenzar a hacer ver que la nación ha sido una construcción y no algo que surgió de la noche a la mañana el 25 de mayo de 1810. -Yo creo que debería ser una gran enseñanza a sacar de todo este proceso de celebración del Bicentenario el empezar a pensar con más complejidad el pasado. Me parece que estamos acostumbrados a un pensamiento muy dicotómico. Aún cuando decimos que revisamos, lo hacemos en los mismos términos, solo les cambiamos el sentido a los antagonismos. Es un poco lo que hace (Felipe) Pigna. Cambio estos próceres por estos otros, pero la historia sigue siendo una historia


na. Después, durante el transcurso de la guerra, las cosas cambiaron. De todas maneras, no creo que Macri haya estado leyendo la historiografía reciente como para sacar esa conclusión. Me parece que no sumaba nada y que restaba mucho. ¿Qué necesidad había de tergiversar lo que era el sentido de esa celebración pidiéndole disculpas al rey? Un anacronismo total y absoluto. ¿Qué tiene que ver la España de hoy con la España de entonces? Bueno, qué sé yo… los usos de la Historia.

ENTREVISTA

simple de opuestos y de héroes. Entonces, me parece que eso sería un gran avance, pensar con más complejidad los procesos, considerar todos los actores, todos los contextos, tratar de tener una lectura más crítica y menos emotiva, también. Yo creo que hay que ponerle más razón a las cosas. Pensar a la sociedad argentina desde un lugar de adultos, de más raciocinio, porque esas simplificaciones después se trasladan a la política. -¿Qué alcances y qué límites tuvo la independencia en estos doscientos años? Independencia es una palabra muy fuerte… -En realidad, los objetivos de las dirigencias revolucionarias eran mucho más sencillos. Independencia significaba, en 1816, simplemente, cortar un vínculo político con España y darse sus propias leyes. No mucho más que eso. De hecho, la mayor parte de las ciudades hispanoamericanas pensaron en seguir vinculadas a España, pero con un nuevo pacto; replantear los privilegios y tener más derechos y demás, pero seguir dentro de esa Commonwealth que podía ser el Imperio español. De modo que siempre hay un grado de abstracción, hablamos de los alcances de esa independencia acotada que era la de los revolucionarios del 10. “Independencia”… Independencia, digamos, en la era global, es prácticamente una especie de utopía, porque ni siquiera se la puede pensar en térmi-

nos políticos. Y en términos de economía global, ni siquiera depende de países. Entonces ¿puede realmente un país ser independiente, hoy? Tengo mis serias dudas… El concepto de nación está totalmente desdibujado, quizás para bien ¿no? Si te ponés a pensar en la economía global, en la globalización de los problemas ambientales, en lo que significa la web, el mundo globalizado de Internet… ¿existen las fronteras nacionales? A medida que aumenta la globalización, baja esa curva de lo nacional y sube también lo local. Por otro lado ¿qué significaría ser independientes ahora? Es un concepto que suena hasta anacrónico. -Por último: ¿qué opinás de la invitación al festejo del Bicentenario cursada al Rey Emérito de España y del discurso que pronunció Mauricio Macri el 9 de julio? -Me parece terrible lo del rey. Porque más allá de que nosotros, en la actualidad, podamos tener una excelente relación con España y el rey Juan Carlos no tener la culpa de lo que hizo Carlos IV, no era el momento. Se pueden hacer miles de visitas protocolares, pero ésta tiene una carga simbólica muy fuerte. No me he enojado tanto con el tema de la angustia, porque, en realidad, es verdad que estos criollos que se rebelaron contra España se consideraban hijos de España. Consideraban que Carlos IV era su rey y tenían un sentimiento de lealtad hacia la CoroPÁGINA 18

-¿Qué reflexión final se puede hacer sobre esta conmemoración? -Tenemos que pensar el pasado con más complejidad, intentar realizar lecturas más críticas, menos emotivas, menos dicotómicas. Como, por ejemplo, la de la Batalla de Tucumán atravesada por la figura de la Virgen de la Merced. En la celebración del Bicentenario de la Batalla de Tucumán, en 2012, me invitaron a un Acto en la Legislatura, que estuvo presidido por la imagen de la Virgen de la Merced. Yo no podía creerlo. Estábamos volviendo doscientos años atrás. Hay cosas que tienen un peso… parecería que realmente se cree que fue la Virgen la que ganó la Batalla ¿Cómo no se va a reproducir esta simplificación en las escuelas? Sucede algo similar con el cambio de nombre de la calle Rivadavia. Esa es otra cosa abolicionista que tenemos. Podemos no estar de acuerdo con Rivadavia, pero fue Secretario de la Primera Junta, hizo una serie de reformas… cambiarle el nombre a la calle para ponerle el de “Virgen de la Merced”… derogamos un pasado e iniciamos otro. Hay falta de madurez en la lectura de los procesos históricos. Y la historia es a la sociedad como la terapia a los individuos, una forma de relectura de nuestro pasado con mayor madurez y complejidad, no una especie de purga o reparto de culpas, ni, como dice Halperín Donghi, una “expedición punitiva al pasado.” * Docente de las Carreras de Ciencias de la Comunicación y de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT.


50 AÑOS DEL CIERRE DE LOS INGENIOS EN TUCUMÁN - De la resistencia indígena a la declaración de independencia

DE LA RESISTENCIA INDÍGENA

A LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA Trabajadores e indígenas en la actualidad e historia reciente

El debate sobre la cuestión indígena en la Argentina es tan antiguo como el propio choque de civilizaciones del siglo XV, cuando el marino genovés Cristóbal Colón, buscando la ruta hacia las Indias orientales, marchó en sentido contrario a este punto, visto desde el continente europeo. Muchos fueron los hitos que se tomaron para la reflexión, el rechazo o la justificación del avance de Europa sobre el territorio luego denominado América y, en particular, sobre lo que hoy es nuestro país. Quinientos veinticuatro años pasaron desde ese hecho (mal llamado “descubrimiento”) y doscientos desde el 9 de julio de 1816, cuando se declaró, en Tucumán, la independencia del dominio de España.

Estado en territorio Diaguita de los Valles Calchaquí, Tafí y Trancas, luego de la invasión de encomenderos devenidos terratenientes. Por esos tiempos el Estado se instituyó con la falacia de la civilización para expropiar la economía comunitaria basada en la reciprocidad, reconvirtiéndola para el enriquecimiento de las “familias tradicionales”. Toda una sociedad basada en los ayllus fue destruida. Así se consolidó la ocupación del territorio para el desarrollo de una economía, donde la función asignada a las familias originarias era la servidumbre en las estancias, el pago de pastajes y medierías a “los

y provinciales a acatar dichos mandatos para resarcimiento de nuestros pueblos, por toda la degradación vivida desde los inicios de la invasión europea. Se impulsaron políticas públicas hacia los Pueblos Indígenas, en el marco de la consulta y la participación. En algunos casos, con mayor compromiso, en muchos otros, sólo ofreciendo respuestas de emergencia desde lo políticamente correcto. Además de la incorporación de artículos en la Constitución Nacional y provincial en el caso de Tucumán, estas instancias abrieron el cauce para que se llevaran a cabo, tímidamente, acciones de reparación histórica, como la Ley de relevamiento territorial de las comunidades y la teórica prohibición de desalojos; la implementación de la educación intercultural; el acceso a la salud y a la justicia, en tanto culturas diferentes.

“HABITUALMENTE, SE DA POR SENTADO QUE EL PROCESO EMANCIPATORIO DE LUCHA SE PRODUCE EN LA EXTENSIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO NACIÓN, SIN ADVERTIR QUE EL MISMO SE DELINEÓ CON BASE EN EL GENOCIDIO Y EXCLUSIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.”

Sobre esto –sin ahondar aquí en cuestiones históricas–, Eugenio Zaffaroni, ex Juez de la Corte Suprema de Justicia, remarca que “No es posible desconocer que en nuestro territorio, en tiempos posteriores a la proclamación de la Independencia, lejos de proceder de modo acorde con ésta, se ha continuado con su obra de depredación y genocidio, no sólo por omisión sino también por acción violenta y abierta”. 1 La situación actual de las comunidades indígenas en Tucumán es el resultado de un proceso de siglos de sostenimiento de instituciones, donde nuestros abuelos resistieron la instalación paulatina del

dueños”, para su enriquecimiento. En otros casos, la ocupación territorial la realizó directamente el Estado, incorporando territorios indígenas al fisco. LEGISLACIÓN Y DERECHOS Con el correr del tiempo, con la conformación de la República y ya avanzado el siglo XX, vino la promulgación de múltiples normas jurídicas nacidas al influjo de la lucha de los pueblos a nivel mundial. Éstas obligaron a los estados nacionales PÁGINA 19

Aunque importantes estos avances, es menester remarcar con José Carlos Mariátegui que “la reivindicación indígena carece de concreción histórica mientras se mantiene en un plano filosófico o cultural. Para adquirirla –esto es, para adquirir realidad, corporeidad– necesita convertirse en reivindicación económica y política. El socialismo nos ha enseñado a plantear el problema indígena en nuevos términos”2. El marxista peruano nos recuerda que no se puede solucionar el problema del indio sin resolver el problema del territorio.

BICENTENARIO DOSSIER SEMBLANZAS

C

on el estado de la cuestión indígena en la Argentina ¿se puede festejar el bicentenario?

Tierra para Vivir Tucumán*


Las organizaciones indígenas atraviesan una profunda crisis en torno a su posicionamiento frente al actual gobierno, sin una representación unificada a nivel nacional. Esto no es nuevo, viene de años atrás, cuando, para desarrollarse políticamente, algunos sectores se alinearon como oficialismo a ultranza y manejaron una estructura y caja desde el Estado.

La Comunidad Diaguita se movilizó para exigir a la Justicia por Chocobar - http://enotpo.blogspot.com.ar

EL TERRITORIO, EL ESTADO Y LA ACTUALIDAD

DOSSIER BICENTENARIO

Habitualmente, se da por sentado que el proceso emancipatorio de lucha se produce en la extensión territorial del Estado Nación, sin advertir que el mismo se delineó con base en el genocidio y exclusión de los pueblos indígenas. Tal como lo expresa el Parlamento de Pueblos y Naciones Indígenas de Argentina: “En el próximo mes de julio de 2016 se cumplirán 200 años de la formación del Estado Argentino, que se construyó a sangre y fuego sobre nuestros pueblos”.3 Desde la nueva izquierda, se busca dar un paso más, incluyendo una materia fundante en la inconclusa tarea de liberación de América Latina o AbyaYala: la cuestión indígena. En tal sentido, Osvaldo Bayer nos recuerda que “Los estados nacionales que se constituyeron en América tras las guerras de la Independencia buscaron homogeneizar, es decir, forzar una cierta uniformidad cultural, social y biológica que se creía necesaria para garantizar la “unidad nacional”.4 Bayer amplía el carácter de esta homogeneización: “(…) para la constitución del estado argentino se apeló a la coerción tanto de los pueblos originarios en un principio como de los trabajadores casi de manera inmediata”.5 Cabe agregar que quienes integran las Comunidades Indígenas, si bien mantienen características culturales, geográficas, de cosmovisión y económicas en común, no son una clase social homogé-

nea y tienen las mismas contradicciones que cualquier sector que resiste al capitalismo. Esto, que parece una obviedad, tiende a confundirse cuando se las considera como una unidad, habiendo dentro de ese reconocimiento como originarios, trabajadores y trabajadoras de distintos sectores, campesinos, obreros rurales… pero, también, pequeña burguesía, terratenientes medianos, comerciantes, con intereses opuestos entre sí.

KIRCHNERISMO, MACRISMO Y DESPUÉS La presente crisis política y económica en la que nos encontramos inmersos es fruto de las medidas del gobierno de Macri y Cambiemos, que favorecen a sectores concentrados de la economía, impactando negativamente, sobre todo, en los sectores populares, incluyendo a los indígenas. En los doce años de gobierno previos al macrismo, se impulsaron políticas públicas hacia diversos sectores excluidos, que, muchas veces, tuvieron como base la cooptación a manera de clientes políticos de las organizaciones sociales. Esto dio sus frutos con muchas comunidades originarias hermanas, pero no con todas. En algunas provincias, sólo hubo lugar para la resistencia, principalmente en respuesta a los permanentes ataques de los caudillos locales y al brutal saqueo territorial de las multinacionales extractivas del petróleo y pooles sojeros, de fuertes vinculaciones con los gobiernos, hasta hoy.

PÁGINA 20

Con respecto a ese punto, existen dos alternativas respecto de cómo pararse ante el gobierno macrista: por un lado, quienes impulsaron la ya decretada Mesa de Trabajo y Diálogo Político de los Pueblos Indígenas con el Estado Nacional. A tal efecto, reclamaron su inclusión en las políticas públicas de la agenda de este gobierno neoliberal, antipopular y, en consecuencia, anti-indígena. Esta postura, sin duda, alberga posiciones ingenuas y carentes de visión histórica de la marcha del Estado y del movimiento indígena en nuestro país. Por otro lado, están quienes creen que este Estado monocultural extractivista no puede tener una genuina política hacia los pueblos indígenas, ya que sirve a la clase que gobierna, a los grupos económicos concentrados y sus representantes. Se debe cambiar de raíz la matriz del mismo Estado, hacia una sociedad sin explotadores ni oprimidos. El camino hacia el entendimiento como hermanos y hermanas recién comienza a transitarse, ya que muchas veces sólo se apoyaba a los indígenas en sus reclamos. La unidad para resistir el ajuste deberá provenir de la construcción del poder popular aunando los sectores de desocupados con los trabajadores y trabajadoras de distintas ramas, con las organizaciones políticas, socioambientales y con los Pueblos Originarios en lucha, independientes del Estado. * Corriente de Organizaciones de Base La Brecha.

1

Zaffaroni, E. R. (2010): “Prólogo”, en Convenio 169

de la O.I.T. sobre Pueblos Indígenas Su aplicación en el derecho interno argentino, autores: María Micaela Gomiz y Juan Manuel Salgado, Neuquén, Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas. 2

Mariátegui, J. C. (2009): 7 ensayos de interpretación de

la realidad peruana, Buenos Aires, Capital Intelectual. 3

Conclusiones del II Parlamento de Pueblos y Na-

ciones Originarias (2016), disponible en http://parlamentodepueblosindigenas.org/conclusiones-delii-parlamento-de-pueblos-y-naciones-originarias/ 4

Bayer, Osvaldo (coord.) (2010): Historia de la cruel-

dad argentina. Julio A. Roca y el genocidio de los Pueblos Originarios, Buenos Aires, Ediciones El Tugurio. 5

Idem.


http://apaprensa.com.ar/wp-content/uploads/2015/06/IMG_0141.jpg

LOS VÁZQUEZ Y SUS MÚLTIPLES ARISTAS PARA CONTAR UNA HISTORIA - Desafíos de la ciencia y la política

LOS VÁZQUEZ

Y SUS MÚLTIPLES ARISTAS PARA CONTAR

UNA HISTORIA

Paula Boldrini*

DESAFÍOS DE LA CIENCIA Y LA POLÍTICA La deconstrucción del mito estigmatizante contribuye a cambiar la mirada hacia los barrios populares, considerados habitualmente focos de violencia, y a diferenciar entre ciencia socialmente útil y ciencia exclusivamente teórica o enclaustrada. PÁGINA 21


E

l barrio Los Vázquez es un ejemplo de lucha para el desafío que implica revertir la multiplicidad de conflictos alrededor de las adicciones y el narcotráfico en nuestra Provincia. Esto, que para muchos representa un problema que debe resolver otro, que es visto como ajeno a nuestras posibilidades ciudadanas –salvo cuando se asume la responsabilidad de la elección de gobernantes capaces de contrarrestar el problema–, se ha convertido en la preocupación principal de jóvenes, madres y padres alcanzados directamente por el problema, de organizaciones sociales de diferentes orígenes y de profesionales de distintas disciplinas que trabajan en el territorio y construyen, desde ahí, nuevas teorías y vínculos capaces de contrarrestar este fenómeno.

BICENTENARIO

“¿CUÁNTOS EQUIPOS DE INVESTIGACIÓN ESTÁN DISPUESTOS A BRINDAR RECURSOS HUMANOS PARA SUMERGIRSE EN LA INCÓMODA Y DOLOROSA REALIDAD? ESTA POSICIÓN FRENTE A LA PRODUCCIÓN CIENTÍFICA CONSTITUYE LA BASE PARA UN CAMBIO ESTRUCTURAL DE LOS CONTENIDOS Y PRÁCTICAS INHERENTES A LA DOCENCIA Y LA EXTENSIÓN Y, A LA VEZ, PERMITE MULTIPLICAR LAS TRANSFORMACIONES DESDE LA RAÍZ. SIN ESTAS TRES PATAS, CONTINUARÁN VIGENTES LOS PARADIGMAS DOMINANTES DE ÉXITO DEL MERCADO.”

En los barrios populares en particular, las adicciones y el narcotráfico se manifiestan con una dinámica específica que debe ser comprendida para poder intervenir de manera apropiada. Este artículo se propone un recorrido acotado por diferentes aspectos constitutivos de la compleja trama de dificultades que atañen a la resolución de este problema, considerado urgente en los barrios po-

PÁGINA 22

pulares y que necesita pasar al mismo plano en la academia y la política. Las nuevas dinámicas urbanas y barriales se están transformando de manera acelerada, en sus lógicas de organización interna y en la forma en que se vinculan con el resto de la ciudad. Se exacerba la mirada pública que estigmatiza los barrios populares como focos de conflicto y responsables de la inseguridad hacia el resto de la ciudad consolidada, en lugar de asumir que allí conviven los sectores de mayor urgencia social y más amenazados por un negocio que los subsume en una instancia aún peor de vulnerabilidad. El narcomenudeo es la última instancia de una red cuyos principales beneficiados no viven en los barrios populares. Hace tres años, en una asamblea interbarrial, se presentaba el problema de la droga como preocupación principal. Como arquitecta dedicada al trabajo integral en el hábitat popular, me sentía incapaz de dar respuesta a esta problemática; esto me separaba de los barrios cuya posibilidad de participación se encuentra siempre de la mano de las necesidades urgentes. Parecía que nada podía hacer con mis herramientas profesionales hasta que, hace poco más de un año, encontré repuestas junto a los dispositivos de salud pertenecientes a la Secretaría de Adicciones del Ministerio de Desarrollo Social. Escasamente respaldados por la institución pública, pero sólidamente constituidos desde su concepción e instrumentación epistemológica, los dispositivos desarrollan su tarea terapéutica en los barrios. El desafío profesional los –y nos– interpela a crear nuevas estrategias basadas en la certeza de que será en el territorio y de manera colectiva, como se multipliquen las posibilidades de superar el flagelo de las adicciones. Se trata de una propuesta que, desde la intervención local, es capaz de constituirse en política pública a macro escala. El caso del barrio Los Vázquez es paradigmático. Un grupo de jóvenes dispuestos a liberarse de las drogas y con el apoyo profesional apropiado, emprende la mejora del barrio, a partir del proyecto de un club, que retoma la idea de espacio de cohesión barrial, en un nuevo y difícil contexto. Los “adictos del barrio”, como los lla-


LOS VÁZQUEZ Y SUS MÚLTIPLES ARISTAS PARA CONTAR UNA HISTORIA - Desafíos de la ciencia y la política

man adentro y afuera, empezaron organizando su vida cotidiana alrededor de un merendero que alimenta más de ochenta niños, tres veces a la semana. Se trata de una estrategia terapéutica que incluye tanto la puesta del eje organizativo de sus vidas diarias alrededor de una actividad que aporta a una necesidad sensible del barrio, como a la construcción de un espacio grupal que respalda los procesos de salud individuales, y a la vez, produce nuevos proyectos de mejora integral de sus condiciones de vida. Es en este marco que surge la necesidad de una cancha de fútbol para que, sobre todo, los niños cuenten con un espacio propio para el deporte. Este proyecto fue el epicentro de objetivos más amplios que van desde la mejora integral del barrio hasta el club, idea superadora que integra una multiplicidad de actividades y un eje organizativo para el barrio. Los clubes, como se plantea de manera nítida en la película Luna de Avellaneda, representan un nodo comunitario centralizador y multiplicador de relaciones interpersonales integradoras, alrededor de actividades que conllevan la salud y el fortalecimiento comunitario. En este caso, no se trata de un club impuesto por un Programa u operatoria pública, sino de un proyecto que nace del seno de la propia idea, organización y compromiso barrial.

Estas estrategias coinciden con las que algunos técnicos, desde otras disciplinas, desarrollamos y pregonamos que se conviertan en políticas públicas, o sea, políticas desarrolladas mediante equipos interdisciplinarios formados para trabajar, de manera integral, en el territorio. Fue por eso que el ensamble entre nuestro ETI (Equipo Territorial Interdisciplinario) y los dispositivos fue potenciador. El proceso terapéutico es la columna vertebral de una secuencia de proyectos, e hilvana necesidades individuales, grupales y comunitarias de manera dialéctica, comprometiendo la articulación de disciplinas que no tienen más remedio que enlazarse para resolver necesidades de manera conjunta. Interdisciplina a los golpes, porque si bien es masivamente proclamada, en la práctica es dificultosa y no siempre alcanza más que la coexistencia de disciplinas, sin imbricarse. Y ésta es, quiero valorarlo especialmente desde mi lugar de trabajo, la raíz de cualquier proceso de investigación que pretenda resolver necesidades sociales. Nace del más crudo encuentro con aquellos procesos compartidos, en los que los obstáculos propios de la práctica concreta se convierten en temas de investigación. Es la certeza de que allí surgen las preguntas necesarias para re-instrumentarnos y formar a los nue-

PÁGINA 23

vos profesionales en las universidades. ¿Cuántos equipos de investigación están dispuestos a brindar recursos humanos para sumergirse en la incómoda y dolorosa realidad? Esta posición frente a la producción científica constituye la base para un cambio estructural de los contenidos y prácticas inherentes a la docencia y la extensión y, a la vez, permite multiplicar las transformaciones desde la raíz. Sin estas tres patas, continuarán vigentes los paradigmas dominantes de éxito del mercado. Desde la práctica concreta, la deconstrucción del mito estigmatizante contribuye a cambiar la mirada hacia los barrios populares, considerados habitualmente focos de violencia, y a diferenciar entre ciencia socialmente útil y ciencia exclusivamente teórica o enclaustrada. Casos como Los Vázquez junto a los dispositivos de salud son baluartes de lucha contra un modelo de dependencia vigente, al margen de los festejos por el Bicentenario. Romper con la funcionalidad de la academia hacia el modelo de dominación es una obligación moral. *Investigadora ISES-CONICET, del Centro de Estudios sobre Territorio y Hábitat Popular(CETyHaP) de la FAU-UNT. Docente de IPDU de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNT. El proceso del barrio Los Vázquez cuenta con el respaldo de un Voluntariado Universitario desarrollado desde el CETyHaP.

BICENTENARIO

http://apaprensa.com.ar/jovenes-de-los-vazquez-jugaron-su-mejor-partido/


´

´

A 50 AÑOS DEL NACIMIENTO DE LW 83 CANAL 10 DE LA UNT

LÍMITES Y PROYECCIONES DEL AUDIOVISUAL TUCUMANO Verónica Ovejero*

A

mediados del siglo XX, en pleno auge de la radio como medio de comunicación, países de Latinoamérica como México, Cuba y Brasil pusieron en marcha los primeros sistemas televisivos en esta parte del continente. En Buenos Aires, la televisión se inauguró el 17 de octubre de 1951. Quince años después, arribaría a Tucumán, de la mano de la UNT, en un clima de demanda general de la sociedad para que nuestra provincia contara con ese medio. Hoy, transcurridos cincuenta años de aquel acontecimiento, me propongo esbozar algunas consideraciones y bosquejar una reflexión sobre la Universidad Nacional de Tucumán y su relación con los medios de comunicación audiovisuales. Sabemos que a lo largo de gran parte del siglo XX, Tucumán fue considerado un polo de desarrollo cultural indiscutido del NOA, dentro del cual la UNT se erigía como el centro académico por excelencia. Por lo tanto, no fue casual

que fuera esa institución la que asumiera el compromiso de introducir la TV en la provincia. Ese lugar destacado en la escena cultural de la región fue el que quizás le dio impulso para emprender proyectos de envergadura en materia audiovisual. En 1946, durante el rectorado de Horacio Descole y bajo el estímulo de los hermanos Héctor y Abel Peirano, la UNT había creado el “Instituto Cinefotográfico” (en la actualidad denominado ICUNT) con el propósito de llevar adelante una tarea de producción y asistencia audiovisual a los diferentes Departamentos y Facultades de la Universidad, así como de promover la producción de películas tanto documentales como de ficción. Esta experiencia, inédita en el país, fue perdiendo vigor en las décadas subsiguientes, debido, en gran medida, a la falta de coordinación y a los problemas presupuestarios que afectaron su desempeño. La denominada “Revolución Liberta-

PÁGINA 24

dora” (1955) generó el clima propicio para la transferencia de emisoras radiales y de licencias televisivas a algunas universidades nacionales, en tanto que el objetivo de la nueva política de medios fue poner fin al sistema que había caracterizado al peronismo. De ese modo, en noviembre de 1957, se sancionó la nueva Ley de Radiodifusión que se proponía, además de la “desperonización”, generar las condiciones para la consolidación del modelo de televisión privada. Así, en abril de 1958, durante el rectorado del Ing. Eugenio Flavio Virla, la Universidad de Tucumán se hizo poseedora de LW3 Radio Splendid. Hacia 1960, la UNT dio impulso a otro espacio de fomento audiovisual al que denominó “Centro de Comunicaciones Audiovisuales” (CCA) y aunque prontamente este proyecto se frustró, llegó a dictar algunos seminarios de formación y técnica audiovisual, ya que entre sus objetivos estaba el de colaborar con todo


A 50 AÑOS DEL NACIMIENTO DE LW 83 CANAL 10 DE LA UNT: límites y proyecciones del audiovisual tucumano

La adjudicación de la licencia de TV no se produjo hasta 1964, momento en el que se otorgó a la UNT un canal experimental. El permiso establecía que se trataría de una televisora cultural y que, de ninguna manera, difundiría publicidad comercial. En los dos años subsiguientes, todos los esfuerzos de la UNT se orientaron a poner en marcha la primera señal de televisión de la provincia. Si bien inicialmente Virla deseaba concretar el proyecto para 1964 con el fin de que coincidiera con el cincuentenario de la UNT, la imposibilidad lo condujo a preparar todo para el Sesquicentenario. Una comisión organizadora de la TVU actuó, entre 1964 y 1966, definiendo cuestiones de infraestructura, técnica y personal. Conformada por personalidades de reconocida actividad cultural, se encargó de nombrar al primer Asesor Organizador del Canal, Juan Guillermo López, proveniente de la TV Universitaria de Córdoba, quien asumió el cargo el 1 de diciembre de 1965. Posteriormente, asumiría la dirección del Canal. Entre otras cuestiones se definió que, al estar vedada la publicidad comercial, los medios por los cuales se sostendría la TVU provendrían del presupuesto universitario. El 9 de julio de 1966, a la vez que transcurrían los festejos por el Sesquicentenario de la Independencia, en la provincia se inauguraba el primer canal de televisión: LW83, Canal 10. Muchos de sus primeros técnicos provinieron del Instituto Cinefotográfico y, durante mucho tiempo, el material del Servicio Informativo fue revelado en los laboratorios de ese viejo Instituto. Como ya señaló Néstor Díaz Suárez, director del ICUNT durante su última etapa, la creación del Canal, en 1966, y los fondos destinados al mismo agudizaron la crisis del Cinefotográfico, resintiendo su producción y equipamiento, lo que

lo condujo a un progresivo deterioro. El primer Estatuto sostenía que la TV era un poderoso auxiliar de la docencia y la investigación. Asimismo, se ponía especial énfasis en las capacidades de la TV como medio de transmisión del conocimiento en ámbitos que no son propios de la Universidad, aludiendo con ello a la franja de niños, adolescentes y adultos pertenecientes a la comunidad extra-universitaria. A través de estos principios, la UNT buscaba diferenciarse de la TV comercial o privada, en tanto y en cuanto, mientras ésta tenía como fin último lograr la mayor audiencia por sobre la calidad de sus programas, la TVU buscaría enriquecer la pantalla con contenidos educativos.

“EL PRIMER ESTATUTO SOSTENÍA QUE LA TV UNIVERSITARIA ERA UN PODEROSO AUXILIAR DE LA DOCENCIA Y LA INVESTIGACIÓN. ASIMISMO, SE PONÍA ESPECIAL ÉNFASIS EN SUS CAPACIDADES COMO MEDIO DE TRANSMISIÓN DEL CONOCIMIENTO EN ÁMBITOS QUE NO SON PROPIOS DE LA UNIVERSIDAD. LA UNT BUSCABA DIFERENCIARSE DE LA TV COMERCIAL O PRIVADA: MIENTRAS ÉSTA TENÍA COMO FIN ÚLTIMO LOGRAR LA MAYOR AUDIENCIA POR SOBRE LA CALIDAD DE SUS PROGRAMAS, LA TVU BUSCARÍA ENRIQUECER LA PANTALLA CON CONTENIDOS EDUCATIVOS”.

Aunque con algunas cuestiones de infraestructura pendientes y en un clima político tenso provocado por el reciente golpe de estado, se llevó a cabo la inauguración del Canal teñida por la ausencia de Lázaro Barbieri, Gobernador de la Provincia que había sido separado de su cargo y reemplazado por el interventor Delfor Félix Otero, quien tuvo la tarea de presidir ese acto de inauguración, con el Rector Virla. Los discursos entusiastas sobre la relevancia de concretar el sueño de una TV propia escondían las incertidumbres sobre lo que la realidad política y social deparaba al país.

La pronta intervención a las universidades nacionales representó un duro golpe para la autonomía universitaria y, en consecuencia, para el flamante canal de televisión. En poco tiempo, Virla se alejó del cargo de Rector y junto con él, muchos miemPÁGINA 25

CANAL 10

lo que sea fuera necesario para la creación de un canal de televisión educativo en la provincia. Las Memorias de la UNT del año 1962 dan cuenta de que el CCA fue incorporado como “Sección de Comunicaciones Audiovisuales”, organismo integrante del Instituto Cinefotográfico, ya nombrado.


bros del primer equipo del Canal, entre ellos, nuestros reconocidos cineastas Gerardo Vallejo y Gustavo Moris, como también el director cordobés Juan Guillermo López.

CANAL 10

El desafío de llevar adelante una televisora cultural en la provincia fue rápidamente puesto en jaque por varios factores, algunos de los cuales estaban presentes desde antes de su inauguración: los problemas presupuestarios se agudizaron, generando malestar en todas las esferas de la UNT e imponiendo límites al Canal en cuanto a la generación de contenidos propios; el clima autoritario que se tornaría más pesado la década siguiente representó un gran obstáculo para la libertad de expresión, lo cual quedó plasmado en el alejamiento y cesantías de muchos trabajadores. Los esfuerzos que hizo todo el equipo de técnicos, locutores, noveles periodistas y artistas por mantener en pie las transmisiones y por generar una incipiente producción local, que hasta el día de hoy es recordada por los tucumanos, constituyeron la contracara de estas adversidades. En los años sucesivos, las cosas no fueron mejores para la TVU. Hacia 1970, los constantes cambios de Directorio, la falta de presupuesto y de planificación desembocaron en una seguidilla de críticas internas y externas a la UNT, en las que se ponían de manifiesto las profundas tensiones entre la idea de una TV cultural y la de una comercial. Los cuestionamientos se orientaron en dos direcciones: por un lado, la necesidad de solvencia económica de

la TV condujo a que cobraran mayor fuerza las voces a favor de la incorporación de publicidad comercial; por el otro, desde la prensa se cuestionaba el contenido de los programas y la relegación de los objetivos culturales en pos de los de entretenimiento. Finalmente, en 1972, se implementó la publicidad, a pesar de las voces que expresaban los perjuicios que esto representaría para una TV cultural y educativa. Desde aquel momento, se hizo cada vez más difícil diferenciarse de todo el espectro de televisiones comerciales que proliferaban en el país y, salvo algunas breves experiencias como la que caracterizó a la gestión de Stella Maris Garbarino durante el gobierno de Perón o algunas producciones de contenidos locales de gran valor en las décadas posteriores, Canal 10 no supo consolidar las ideas presentes en su constitución y apeló, cada vez más, a la repetición de contenidos de emisoras porteñas, mediante la proyección de “enlatados”.

universitario debió haber influido en la programación y la producción de contenidos, provocando un clima de inestabilidad entre los trabajadores.

Es posible que el proyecto de una TV cultural y educativa haya resultado ambicioso, en tanto y en cuanto requería de mucho más que de la mera puesta en el aire de un Canal con un Estatuto con principios altamente nobles. Seguramente, estos dejaron de ser una prioridad en el mismo momento en que se evidenció la falta de presupuesto, lo que repercutió de manera negativa en la realización de contenidos locales, como también en la provisión y mantenimiento de la infraestructura y el equipamiento técnico. Sin dudas, en sus orígenes, el contexto político autoritario del gobierno provincial y

Si se repasa la historia de Canal 10 y se analiza desde la actualidad, con la complejidad de los nuevos soportes y formatos que están haciendo perecer al sistema televisivo tradicional, podemos concluir que, al margen de esta coyuntura, estamos ante un Canal que prácticamente no refleja en nada aquel espíritu del Estatuto con que fue creado. Tal vez deberíamos preguntarnos si sólo fue la arremetida de la TV comercial la que lo hizo fracasar o si existió algún margen de acción que la Universidad no supo o no quiso aprovechar.

En síntesis, las marchas y contramarchas de los emprendimientos audiovisuales de la UNT pueden ser entendidas como la evidencia de la débil autonomía de las universidades nacionales en el contexto político de los sesenta y setenta, y la falta de coordinación y compromiso con dichos proyectos. Las experiencias del Instituto Cinefotográfico como de la TVU coinciden en que, ante la falta de soporte institucional, fueron los esfuerzos del personal técnico y de sus trabajadores los que sostuvieron, muchas veces, su funcionamiento. Esto no quiere decir que desde la UNT no hayan existido voluntades interesadas en el desarrollo de esos ensayos innovadores, pero los problemas económicos y organizativos que afrontó la UNT anularon esos propósitos.

*Docente de la Carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras y becaria de CONICET.


CANAL 10

LA DOBLE EXPROPIACIÓN DE CANAL 10

Y LA COMPLICIDAD DE LA UNT Caso testigo del fracaso de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual por democratizar una comunicación todavía bajo el dominio del gran capital y de los gobiernos de turno. Diego Toscano*


E

l general Otero estaba nervioso. No era la primera vez que se enfrentaba a las cámaras de televisión, pero algo de ese ambiente acelerado desbordaba su templada serenidad militar. Todos fumaban, corrían, gritaban, algunos hasta se mordían las uñas. Como reflejaría al día siguiente el diario La Gaceta, se vivían momentos de “natural expectativa y nerviosidad”. Otero tenía el discurso ensayado. Tres o cuatro veces frente al espejo, como enseñaban en la Escuela Superior de Guerra. Estaba especialmente concentrado como para decir todas las veces que fuese necesario la palabra sesquicentenario sin la más mínima equivocación. Su uniforme estaba planchado, impecable y, lo más importante, sin atisbos de esa molesta ceniza negra que caía todo el tiempo en esta provincia infernal. Su turno se acercaba. Después de Virla, le tocaba hablar. Se tranquilizaba pensando que todo saldría bien, que Tucumán era una fiesta, que ese 9 de Julio, miles de personas habían salido a las calles para participar del desfile cívico-militar. Y eso que había participado el mismísimo General Onganía… un “soldado de la patria” le había mandado a decir Perón.

CANAL 10

Otero se acercó al micrófono, carraspeó y habló: de los festejos de la jornada, del desfile militar, de la “pujanza” de una provincia a la que algunas semanas después declararía en crisis y en la que cerraría once ingenios. Terminó su discurso haciendo un llamado a la unidad nacional y a que la “fe en Dios y en la grandeza de la Nación ilumine a quienes tienen en sus manos la conducción de este importantísimo medio de comunicación, garantizando así su contribución a la felicidad de la gran familia argentina.”

llamaba y haría allí su primera experiencia de gestión pública. El resto de la historia es relativamente conocida. En 1998, la UNT decidió privatizar el Canal. El beneficiario último de esa privatización, fuertemente sospechosa, fue el empresario de medios Alberto Llaryora, dueño del grupo El Periódico y de Canal 8, lo que era incompatible con la legislación vigente. Desde allí, constituyó una “Alianza político-comunicativa” con José Alperovich, que llevó a este último al Ministerio de Economía de la Provincia, en 1999, y a la gobernación de Tucumán, en 2003. El gobierno de Alperovich tuvo, desde el comienzo, una política comunicacional orientada a acallar toda voz opositora y a hegemonizar la opinión pública por medio de un férreo control de los medios de comunicación. Canal 10 fue el eje de ese entramado mediático, al que fue transformando en una agencia de propaganda gubernamental. En 2005, hubo una fisura en la alianza y Alperovich desplazó a Llaryora del canal y procedió a una re-estatización sui generis por vía administrativa. La UNT “recuperó” sus acciones, pero el control informativo por parte del gobierno provincial se vio reforzado, invisibilizando toda lucha y reclamo popular. “Alperovich TV” lo bautizó el ingenio tucumano. Esta política comunicacional no podría haber tenido lugar sin la complicidad directa de las sucesivas gestiones universitarias, especialmente la de Cerisola-Bardón.

“NINGUNO DE LOS RECTORES NI DE LOS CONSEJOS SUPERIORES QUE SE SUCEDIERON DESDE 1984 INTENTÓ RECUPERAR EL CANAL, EXPROPIADO EN UN 30% POR LA DICTADURA MILITAR DE LA DÉCADA DE 1970. LES QUEDABA CÓMODO GESTIONARLO EN CONJUNTO CON LA PROVINCIA, ALTERNANDO A RADICALES Y PERONISTAS EN SU DIRECTORIO.”

Por el hecho de ser pronunciado por un interventor militar, por su estructuración discursiva, por su alcance ideológico y por el intento evidente de influir sobre la construcción simbólica de ese acto inaugural, el discurso del general Delfor Otero constituye el primer acto de expropiación del canal de televisión de la U.N.T. Lamentablemente no fue el único. En 1975 y como parte del Operativo Independencia, Canal 10 fue puesto bajo control directo de los grupos de tarea del Ejército. Informativos manipulados, programas censurados, trabajadores cesanteados y hasta un periodista desaparecido. Unos años después, el gobierno militar expropiaría el 30% de sus acciones, que pasarían a manos del gobierno provincial. Ninguno de los Rectores ni de los Consejos Superiores que se sucedieron desde 1984 intentó recuperar el Canal. Les quedaba cómodo gestionarlo en conjunto con la provincia, alternando a radicales y peronistas en su Directorio. En 1987, la UNT propuso a un, por entonces, desconocido contador radical entrar al directorio de Canal 10: José Alperovich se

PÁGINA 28

En la comunidad universitaria, diversas voces se alzaron: en 2009, en medio de la histórica huelga autoconvocada de los trabajadores de la salud, la UNT, por presión de docentes y estudiantes, hizo un llamado de atención sobre la cobertura informativa que Canal 10 estaba realizando de esa lucha. En diciembre de 2013, cuando se sucedieron en la provincia saqueos, barricadas y una pueblada posterior, Canal 10 fue masivamente repudiado por haber desinformado sobre lo que ocurría en la provincia, algo que se repitió en Agosto de 2015, con la violenta represión a quienes protestaban contra el fraude electoral de Juan Manzur. El hecho más destacable fue el de la toma del Canal 10 por parte de docentes y estudiantes de la UNT, en Junio de 2014, contra la censura informativa que realizaba de la histórica huelga de la ADIUNT. Canal 10 constituye un caso testigo del fracaso de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual por democratizar la comunicación y los medios de comunicación del país, que siguen estando bajo el dominio completo del gran capital y de los gobiernos de turno. De toda esta experiencia, no obstante, la comunidad universitaria debe sacar conclusiones que le sirvan para luchar por la recuperación de su canal de televisión y proceder a su democratización. *Docente de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Filosofía y Letras.


Autorretrato en lavanda

ARTISTA INVITADO: ROLO JUÁREZ Tucumán, 1971. Artista, Licenciado y Profesor en Artes Plásticas por la Facultad de Artes (UNT), ejerce allí la docencia en Práctica de Taller II y es Investigador de un Proyecto de Investigación en Prácticas artísticas y culturas digitales financiado por la SCAIT. Desde los años ‘90 pertenece a la escena del arte tucumano. Obtuvo becas de la Fundación Antorchas y del Fondo Nacional de las Artes. Participó en muestras individuales tales como “El retrato ideal” (Museo Provincial de Bellas Artes, 2015), en salones y ferias de artes como Arte Abasto (2013), Arte BA (La Rural, Buenos Aires, 2013) o UniArt (Buenos Aires, 2010), y en exposiciones colectivas, entre las que se destacan “Diálogo entre maestros” (MUNT, 2016) y “Metáforas de la supervivencia” (Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro, 2014). Su formación continua se evidencia en su participación en congresos y jornadas, cursos de posgrado y concursos internacionales, nacionales y provinciales, en los que ha obtenido premios y menciones de honor.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.