Revista marxista de Teoría y Política "La Batalla" N°4 PTR CcC

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Sumario

Director Revista Nicolas Miranda

Colaboradores

Antonio Paéz Santiago Aguiar Dolores Mujica Francisco Torres Antonio Justo Juan Valenzuela Gabriel Muñoz Alejandra Valderrama Fabien Puelma Barbara Brito

Domingo Cuminao Vicente Molina

Diagramación Gabriela Mendoza


Indice Presentacion

Página 7

DOSSIER Reformismo burgués senil y

Página 9

lucha de clases en un escenario político fluido

“Millerandismo”“parlamentarismo revolucionario” y

Página 16

la actitud del marxismo revolucionario ante las instituciones burguesas

Debates marxistas sobre defensa y

Página 28

ataque en la estrategia revolucionaria

Los trotskistas, el parlamento y las luchas obreras en los ‘30 Un balance crítico del parlamentarismo revolucionario de la primera organización trotskista en Chile

Página 35

Las organizaciones de los “movimientos sociales” en Chile: Frentes anti neoliberales y partidos amplios anticapitalistas Una polémica desde el marxismo revolucionario

Página 41

LUCHA DE CLASES Huelgas y paros en el 2013: Intensificación de la lucha de clases de la clase trabajadora, y tres

Página 53

nuevas tendencias en el movimiento obrero

Poder obrero en el lugar de trabajo: Experiencias de organización de base de los

Página 66

trabajadores en los lugares de trabajo

Empleo joven y precariedad laboral,

Página 71

una nueva cara de la clase trabajadora

La emancipación de las mujeres en tiempos de crisis mundial

Página 76


La emancipación de las mujeres en tiempos de crisis mundial (II)

Página 81

El movimiento estudiantil ante el gobierno de Bachelet

Página 86

TEORIA MARXISTA Resonancias Militares Una lectura de Theodor W. Adorno. Educación para la emancipación, Conferencias y conversaciones con Hellmut Becker (1959-1969)

Página 92

Pasado y Presente de las Leyes Laborales

Página 98

Apuntes para una estrategia desde el marxismo revolucionario

Página 101

La mecánica del trabajo enajenado

Página 109

POLEMICA La Organización Comunista Libertaria-Frente de Estudiantes Libertarios (OCL-FEL): El Partido Anarquista de la Restauración Burguesa

Página 114

INTERNACIONAL Por un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista Cuarta Internacional

Página 147


y acumula nuevas contradicciones NICOLÁS MIRANDA

En poco más de 2 meses, el Gobierno de la Nueva Mayoría logró retomar la iniciativa política. Es quien impone la agenda, con la reforma tributaria, la reforma al binominal, los primeros proyectos de ley de la reforma educacional, el anuncio de reformas laborales como el cuarto pilar del Gobierno.

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El gobierno retoma la iniciativa,

La Batalla

Presentación

El fin es usurpar las demandas puestas por la lucha de clases, centralmente el movimiento estudiantil, y también los trabajadores. Por eso estas políticas se plantean como que los poderosos paguen más, que se sepultará en neoliberalismo en la educación.

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Presentacion

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Y su efecto inmediato fue pasivizar los procesos de la lucha de clases, al movimiento estudiantil y de los trabajadores; por su izquierda. Pero avivó los ánimos por su derecha: el empresariado se declaró injuriado. Y entonces, a equilibrar: el Gobierno comienza a plantear sus políticas como emparejar la cancha, responsabilidad fiscal para asegurar la paz social, etc. ¿Se trata entonces de una reversión de las tendencias en sentido contrario: una mayor actividad de la lucha de clases, una impugnación de las herencias de la dictadura, una crisis –contenida- del régimen? Más bien, parece la apertura de una coyuntura de equilibrio inestable entre ambas tendencias. Para estabilizar esta coyuntura, el Gobierno está obligado a responder a las demandas puestas por la lucha de clases. Aparece aquí un elemento de lo nuevo: el rechazo a la llamada política de los consensos, es decir, que la minoría política y parlamentaria de la derecha, impusiera sus términos, sus límites a las políticas del Gobierno. Mediante el simple ejercicio de la mayoría parlamentaria… ¡que la derecha repudia! Pero ese equilibrio inestable, sólo puede romperse favoreciendo a una u otra fuerza social. Lo contrario de la política del Gobierno de dejar contentos a moros y cristianos. Entonces, la burguesía se empieza a movilizar contra las reformas. Y pone todo en movimiento: la Iglesia, los medios de comunicación. La derecha que se prepara para salir a las calles, con volantes, articulando movimientos universitarios. Los empresarios que se reagrupan, por ejemplo asociando a miles de PYMES para articularse como oposición social por derecha. Y hasta la intervención abierta y explícita del Embajador de Estados Unidos. Del otro lado, pasivizado, el movimiento estudiantil actuó en la práctica otorgándole una tregua al Gobierno. Empujados, debieron convocar a movilizarse el 8 de mayo: mostró una vez más su disposición a la lucha. Aunque moviéndose en forma indiferenciada: entremezclados desde los que apoyan al Gobierno hasta los que se oponen frontalmente. Lo que parece una fortaleza es una debilidad. El curso de los próximos meses será puesto a prueba. El movimiento de los trabajadores, también abrió un compás de espera: los fenómenos más progresivos que dio con sus

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luchas el 2013 se detuvieron. Aunque fenómenos subterráneos y moleculares, como la pugna por la emergencia de una izquierda sindical, siguen actuando. El objetivo declarado de conseguir paz social y estabilidad con las reformas que el Gobierno impulsa, no se puede descartar del todo. Aunque más que acercarse a ese fin, parece estar más bien alentando la reconfiguración de las alianzas sociales, y aunque logrando pasivizar momentáneamente los procesos de lucha de clases, abriendo una coyuntura de equilibrio inestable, no parece que revierta las tendencias que el 2011 comenzó a desplegar. Mayo 2014


lucha de clases en un escenario político fluido Primera Marcha estudiantil del año. Santiago

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Reformismo burgués neoliberal y

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Concluye el primer gobierno de la derecha de Piñera después de la dictadura, enfrentado a una crisis de su sector tras la derrota en las elecciones que le impidió darle continuidad, y habiendo ganado la Nueva Mayoría con Bachelet como la presidenta del próximo gobierno. La clave general de la derrota de la derecha, está en la apertura –inicial- de un nuevo ciclo de la lucha de clases, que modificó la relación de las clases y fracciones de clase explotadas y oprimidas, con la clase burguesa y con el régimen en su conjunto. Diferentes expresiones de la lucha de clases sacudieron al gobierno de Piñera, comenzando por el movimiento estudiantil universitario y secundario, las movilizaciones de la diversidad sexual, las luchas de los pueblos castigados de las Regiones llegando a dar verdaderas revueltas locales, y finalmente la entrada en escena de la clase trabajadora. Procesos de la lucha de clases que golpearon a un régimen que venía desgastándose, en un curso de deslegitimación, lo que llamamos una crisis contenida del régimen(1) , que se estaban gestando en un escenario de fin de ciclo(2) . Si hasta entonces prevalecía el desgaste del propio régimen y sus partidos e instituciones, desde entonces, comienza a prevalecer la lucha de clases. La Nueva Mayoría surge como respuesta a este nuevo escenario. Su composición, integrando al Partido Comunista a la coalición y al Gobierno, responde a la necesidad de tender un puente a “los movimientos sociales”, ampliar su base social, sobre todo, con la presidencia del PC de la CUT, subordinar a los trabajadores a los partidos progresistas de la burguesía. Su programa de reformas (educacional, tributaria, nueva Constitución, y en veremos laborales), pretende usurpar las exigencias puestas en la lucha de clases, para intentar contenerlas, controlarlas, canalizarlas. Se trata de reformas cosméticas, en los marcos del neoliberalismo. La mejor prueba es que no se toca ningún interés material de la clase burguesa (lo que más se acerca a esto podría ser la reforma tributaria, pero de modo marginal).

Sin embargo, probablemente, no dejen de afectar la subjetividad de las clases y fracciones de clase que protagonizan los procesos de lucha de clases. Distintos escenarios se abren que afectarán la tarea de desarrollo de la lucha de clases y construcción de un partido revolucionario de la clase trabajadora. Uno de estos escenarios, el más improbable, es el de llevar adelante las reformas tal como fueron anunciadas, que tensionará la política nacional, con una clase burguesa que se resista, pero a la vez puede en un primer momento pasivizar la lucha de clases, o reducirla a meras luchas de presión, re-apareciendo como falsos amigos del pueblo y así reavivando la alianza social que sostuvo los gobiernos de la Concertación. Otro escenario, más probable, es que se implementen reformas con letra chica, muy limitadas, que al contrario, re-impulse la lucha de clases, a la vez que dejaría conforme a la clase burguesa. Por último, una combinación abierta entre estas dos variantes. Estos escenarios –que además estarán atravesados por una desaceleración económica- estarán mediados por un mayor protagonismo del Parlamento, donde se discutirán estas reformas con el Gobierno intentando actuar como árbitro para dirimir las disputas agrias que se darán. Pero la resolución de las nuevas contradicciones que se abrirán, no es allí donde podrán ser resueltas, sino en la lucha de clases, que se desarrollará bajo estas nuevas condiciones. Y para esto es que debemos prepararnos los revolucionarios.

Se profundiza la crisis contenida del régimen: hacia un escenario político más inestable

Fragmentación política de los partidos del régimen

La La crisis contenida del régimen gana una nueva expresión, distorsionada, en las elecciones municipales y las presidenciales. En las municipales, la abstención llegó al 60%. En la segunda vuelta presidencial, también hubo una abstención cercana al 60%. Bachelet fue elegida con el 25% del universo de votantes, Matthei alcanzó apenas el 14%. 1. Ver: revista La Batalla nº 1, noviembre del 2011. Algunos parlamentarios, fueron elegidos con tan sólo el 8% del universo de votantes. 2. Ver: Dolores Mujica y Nicolás Miranda. La crisis del ciclo de la Refleja no solo el rechazo a las instituciones de un Concertación, y una fase de transición a un nuevo ciclo. Revista régimen anquilosado y esencialmente anti-obrero y anti-poLucha de clases nº 1, invierno 2011. En: http://www.revistaluchadepular, sino también la pérdida de raíces sociales de partidos clases.cl/01/index.html 8

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El paso a la defensiva Se produce una fragmentación política, pero se mantiene la unidad de clase de la burguesía. Se expresa en la decisión, tomada en sus encuentros empresariales y asociaciones (ICARE, CPC, etc) de defensa del “modelo” con mayor intervención pública y “propuestas” para definir el

carácter de las reformas que se vendrán. Así que, aunque no hay pérdida de la unidad burguesa, si hay un cambio: fueron puestos a la defensiva. Ahora, en vez del prepotente orgullo con el que “exportaban el modelo chileno”, ahora deben salir a defenderlo. La conmemoración por los 40 años del golpe, concentró esto. Manifestaciones múltiples pusieron a la defensiva a la derecha, culminando en las declaraciones de Piñera intentando desligarse de la dictadura, el cierre del Penal Cordillera, las demandas de sectores de la derecha de sacar de las Declaraciones de Principios de sus partidos la reivindicación del golpe. Fue la expresión, en este terreno, del rechazo a las herencias de la dictadura manifestadas en la lucha de clases. La educación de mercado. El Código Laboral de José Piñera. La discriminación a la diversidad sexual. Las pensiones de hambre. La subcontratación. El sistema electoral binominal. La Constitución del ’80. La concentración económica. La desigual distribución del ingreso. El saqueo de los recursos naturales. El ahogo de las Regiones. El debilitamiento de los sindicatos. Así está siendo, todo a la vez, tumultuosamente. Y todo, impuesto por los procesos de lucha de clases. Pero es un paso forzado a la defensiva, que nos los deja pasivos. Intentarán pasar a la ofensiva. Aprovechando la desaceleración económica, chantajearán al pueblo trabajador, y apuntarán sus cañones a las necesidades de nuevas “reformas estructurales”, avanzar en una mayor flexibilización laboral, profundizar la dependencia al imperialismo.

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cada vez más mediatizados y parlamentarios, verdaderas máquinas de caza de puestos en la administración del Estado y sus distintas instituciones. Además, con crecientes roces internos agudizados por el sistema electoral binominal que los constriñe en sus alianzas, que finalmente fueron desbordados. En las elecciones presidenciales, hubo nueve candidaturas: Bachelet por la Nueva Mayoría, Matthei por la Alianza por Chile, Marco Enríquez Ominami por el PRO, Franco Parisi, Alfredo Sfeir, Ricardo Israel, Marcel Claude, Roxana Miranda, Jocelyn- Holt. Tras las elecciones, rupturas. En RN, el partido de Piñera, distintos dirigentes y parlamentarios renunciaron, comenzando por el senador Horvath. Antes en la UDI había renunciado el diputado Cristian Letelier. Se impulsan nuevos agrupamientos políticos. Fuerza Pública del ex ministro de Hacienda de Bachelet Andrés Velasco, movimiento Democracia Regional de Horvath, apoyado por Cantero y Carlos Bianchi. Evópolis, de ex funcionarios del gobierno de Piñera. Se discute una posible ruptura de RN que dé lugar a Renovación Liberal. Anteriormente, se formó Revolución Democrática del ex dirigente estudiantil y ahora diputado Giorgio Jackson. Apareció en las elecciones dándole visibilidad nacional el Partido Igualdad (con la candidatura presidencial de Roxana Miranda), la Izquierda Autónoma (con la elección a diputado del ex dirigente estudiantil Gabriel Boric). Una fragmentación principalmente política, de los partidos del régimen que a la vez abre paso a la expresión de nuevos partidos por fuera del régimen antineoliberales (como el Partido Igualdad, o la candidatura de Marcel Claude), en un régimen heredado de la dictadura anquilosado que se vio desbordado. Pero que no refleja aún una fragmentación de la unidad de clase burguesa, ni supera la fragmentación de la clase trabajadora y el resto de los explotados y oprimidos

Una mayor inestabilidad del régimen La fragmentación de los partidos del régimen, el paso a la defensiva de la burguesía, los cuestionamientos a las instituciones del régimen (Parlamento, Justicia, Gobierno, etc.), y sobre todo, la necesidad de re-definir las alianzas que sostuvieron estos 25 años tras la dictadura, que un cambio al sistema electoral binominal favorecerá, y que el surgimiento de nuevos agrupamientos políticos adelanta, abren un escenario de mayor inestabilidad del régimen. Esta ya se expresó en el nombramiento del Gabinete de Bachelet, que no resistió ni siquiera llegar a la asunción, forzando la renuncia de varios subsecretarios, empe-

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zando por la de Educación Claudia Peirano, cuestionada por sus declaraciones contra la educación gratuita, a favor del lucro, y sus negocios familiares relacionados con empresas de la educación. Se trató de un primer triunfo moral del movimiento estudiantil, que deberá ser un punto de apoyo para conquistar triunfos políticos. Una mayor inestabilidad del régimen que alentará nuevos procesos de la lucha de clases y nuevos fenómenos políticos.

Huelga Portuaria, San Antonio

Un nuevo ciclo de la lucha de clases Recuperación de los métodos de la lucha de clases e imposición de la agenda política

Las luchas del movimiento estudiantil, fueron el primer embate de lo que terminó siendo la apertura de un nuevo ciclo de la lucha de clases(3) . Acompañada por la aparición ese año de un proceso de movilizaciones de la diversidad sexual y reactivación del movimiento de mujeres expresado en fuertes movilizaciones cada 8 de marzo desde entonces. Seguido de las protestas en Regiones, dando lugar a revueltas locales en algunos casos(4) . Llegando a la entrada en escena de la clase trabajadora, con sus sectores estratégicos y centrales, multiplicando sus paros y huelgas, recuperando sus métodos tradicionales de lucha, abriendo nuevos fenómenos en gestación(5) Fueron radicalizándose los métodos de lucha, con bloqueos y cortes de rutas, caminos y calles, bloqueos y tomas de los lugares de trabajo, tomas de edificios públicos. En Regiones, se realizaron verdaderas revueltas locales, que llegaron al control de algunas ciudades. Las huelgas y paros obreros comenzaron a adquirir un carácter político. El 11 de julio del 2013 la CUT convocó a un Paro

Nacional con movilización que en Santiago reunió a más de 150.000 personas, en la convocatoria de los trabajadores más grande desde el fin de la dictadura. Y que incluyó al sector privado (más del 25% no concurrió a su trabajo ese día, y si contamos los retrasos, llega hasta el 50%). Fue antecedida por un paso adelante en constituir una alianza de clases progresiva, con el paro con movilización obrero-estudiantil del 26 de junio que convocó a 150.000 personas en todo Chile, en una larga jornada de más de 15 horas con cortes de calle, barricadas, concentraciones de obreros y estudiantes, en las principales ciudades del país. Junto a los estudiantes se movilización los portuarios, los trabajadores subcontratistas del cobre, funcionarios públicos, trabajadores del sector privado, y la adhesión de la CUT. Los distintos procesos de la lucha de clases impusieron la agenda política nacional. Principalmente las de3. Ver: revista La Batalla nº 1, noviembre 2011. mandas educativas. Pero también de la diversidad sexual 4. Ver: revista La Batalla nº 2, mayo 2012. (con las discusiones y leyes –limitadas- contra la discriminación, sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo). 5 Ver: revista La Batalla nº 3, mayo 2013, y el artículo sobre paros De la clase trabajadora (cobre las pensiones de hambre, el y huelgas en esta misma revista. 10

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4% como máximo, con efectos sobre la clase trabajadora que ya comienzan a sentirse: despidos a cuenta gotas, detención de la dinámica de aumentos Nuevos fenómenos en la lucha de clases

Porque de, al menos, debilitarse el colchón del crecimiento económico, se produciría en un momento en que no sólo se intensifica la lucha de clases y se inestabiliza el régimen político, sino que se están gestando nuevos fenómenos. Tres principalmente: el paro en solidaridad, el descontento con las direcciones sindicales burocráticas, nuevas formas de organización desde la base con, por ejemplo, delegados por áreas o secciones en los lugares de trabajo. Caminos que empieza a recorrer la clase trabajadora, junto con los que está recorriendo el movimiento estudiantil, que plantean la tarea de levantarlos como banderas de lucha, para que no queden como episodios anecdóticos Desaceleración económica y posibilidad de las luchas. de exacerbar la lucha de clases Y que de conjunto, van mostrando otro estado de ánimo de los trabajadores y el resto de los explotados y opriEn estos años, la economía actuó como colchón midos. a los procesos de la lucha de clases, con un crecimiento económico cercano al 6% los tres primeros años del gobierEstado de ánimo de la clase trabajadora y no de Piñera, y la disminución del desempleo (que rondó el el resto de los explotados y oprimidos 5%), aunque creando empleo precario. Sostenido en las condiciones económicas internaSe gesta un estado de ánimo más combativo. Que cionales, los efectos de la reconstrucción tras el terremo- impugna las herencias de la dictadura. to, un boom del consumo interno, y sobre todo, el llamado Aunque hay signos que tienden hacia allí. En el mo“superciclo” del precio del cobre. Es decir, un crecimiento vimiento estudiantil, las JJCC, parte de la Nueva Mayoría, económico frágil. identificadas como freno a la lucha del 2011, y su continuiY esto estaría llegando a su fin. El déficit de cuen- dad el 2012 y 2013 con menor intensidad, perdieron la mata corriente aumenta. Y el economista José Gabriel Palma yoría de las Federaciones. En la emblemática Federación advierte que presenta rasgos similares a la crisis de 1982: de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), ganó un financiarización de la economía, importaciones improducti- colectivo libertario amplio, el Frente de Estudiantes Libertavas, déficit de cuenta corriente, todo eso junto a un clima de rios, que encendió exageradamente las alarmas de la prenoptimismo. Esto ya preocupa, porque aunque las señales sa burguesa diciendo que el anarquismo volvía a la FECH son negativas, una encuesta de enero del 2014 muestra que después de 80 años. En el movimiento obrero, surgen co71% de los hogares cree que la economía estará igual o lectivos político-sindicales que se reclaman clasistas y hasta mejor con Bachelet. El choque entre las expectativas y la anti-capitalistas. En las elecciones presidenciales surgieron realidad, en un clima de mayor lucha de clases y un régimen candidaturas anti-neoliberales que se proclaman anti-capitapolítico más inestable, puede profundizar estas tendencias. listas. Surgen las “asambleas territoriales”. Pero sobre todo, la desaceleración llevaría el crecimiento al Trotsky asigna importancia a la determinación del

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Código Laboral, el sindicalismo, etc.). Y como efecto, sobre el régimen político-electoral (sobre el cambio al binominal y la Constitución del ’80). Un empresario, en uno de sus encuentros, se lamentaba porque “todo está en cuestión”. A fines del 2013 e inicios del 2014, el proceso de paro portuario, sacudió la calma estival. Con resultados dispares, y la superposición de dos demandas -el derecho justo al pago del retroactivo por la media hora de colación, y el derecho a la negociación conjunta de trabajadores contratados y trabajadores eventuales- con esta última como una demanda que impugna uno de los pilares de las relaciones entre empresarios y trabajadores, mostró un camino para enfrentar las reformas laborales que se vendrán: este, de la lucha de clases, o el camino de los diálogos sociales, como el que está recorriendo la CUT en sus encuentros con la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC). Los procesos de la lucha de clases vienen así intensificándose.

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estado de ánimo del movimiento de masas: “Uno de los elementos más importantes de la orientación es la determinación del estado de ánimo de las masas, de su actividad y de su disposición para la lucha. Este estado de ánimo, empero, no está determinado de antemano. Cambia bajo la influencia de ciertas leyes que rigen la psicología de las masas que se ponen en movimiento por circunstancias sociales objetivas. Dentro de ciertos límites, es posible cuantificar el temperamento de las masas: circulación de la prensa, asistencia a las asambleas, elecciones manifestaciones, huelgas, etc. Para comprender la dinámica del proceso, hay que determinar por qué y en qué sentido cambia el estado de ánimo de la clase obrera. Mediante la combinación de datos subjetivos y objetivos se puede determinar tentativamente la dinámica del proceso, vale decir, efectuar un pronóstico fundamentado científicamente, sin el que sería inconcebible librar la lucha revolucionaria con seriedad. Pero un pronóstico político no posee la exactitud del plano de una construcción; es una hipótesis de trabajo”(6) . Para caracterizar el estado de ánimo de las masas hoy, consideramos que aún son fundamentalmente iniciativas de organizaciones políticas de la izquierda, sociales y sindicales. Que todavía no se da el paso a la política, y es predominantemente “posibilista”. Pero que expresa un estado de ánimo a la ofensiva y combativo, con mayor disposición a la lucha, buscando nuevas formas de organización. Aunque no hay radicalización política. Y es inicial. Pero en una dinámica que obliga a la burguesía y sus partidos de la derecha y la Nueva Mayoría a tener que responder. Y que abre mejores condiciones de posibilidad para la tarea estratégica de la construcción de un partido revolucionario de la clase trabajadora. Porque expresa, y alienta, mayores contradicciones del conjunto del régimen.

1) Como vimos, un proceso de desarrollo de fenómenos de lucha de clases, con tendencias a intensificarse, y que llevó la política a las calles. 2) Un cambio general en la relación de fuerzas, que se expresa no en victorias de la lucha de clases, pero sí en un desplazamiento a izquierda del conjunto de la situación política y el ánimo y disposición a la lucha de la clase obrera y sectores de las capas medias, logrando hasta ahora imponer sus variadas agendas; a la vez que se pone a la defensiva la burguesía (que no significa que quede inmovilizada: buscará retomar la iniciativa). 3) el surgimiento, con avances y retrocesos, de sectores de vanguardia estudiantil e inicialmente de sectores, más reducidos, de vanguardia obrera. 4) tendencias a la aparición de nuevos fenómenos políticos abriendo un “período de construcción estratégica”, es decir, de re-definiciones y debates en las organizaciones de izquierda, y de lucha por cuáles banderas, por cuáles estrategias, políticas y tácticas, organizarse para luchar. 5) Finalmente, y es importante porque la lucha de clases es una relación de choque entre las dos clases fundamentales que buscan alianzas para sus objetivos, cambios en la política de la burguesía para intentar contener y frenar, o controlar, los procesos de la lucha de clases. Centralmente dos: el más definido, es el intento de reformas cosméticas por arriba, vía parlamentaria, de la Nueva Mayoría; el otro es el de la derecha, aún indefinido.

Reformismo burgués neoliberal Un tanteo preventivo

La burguesía y sus partidos, no sólo responden con represión y ataques. Aunque está en el corazón de la defensa de sus intereses históricos. Solo bajo el gobierno de Piñera, fueron asesinados un mapuche, Rodrigo Melinao, El régimen viene acumulando un conjunto de con- un trabajador, Juan Pablo Jiménez, y un estudiante, Manuel tradicciones que están abriendo el desarrollo de cinco fenó- Gutiérrez. Sin mencionar en detalles las innumerables denuncias de torturas policiales. menos clave para la acción política de los revolucionarios: El otro camino, son las reformas burguesas, es decir, limitadas y en función de sus intereses y privilegios 6. Trotsky, “El ‘tercer período’ de los errores de la Internacional Co- aceptando perder algo para no perderlo todo, con el fin de

Un aumento en las contradicciones del conjunto del régimen

munista”, Escritos, t. I, vol. 3, p. 649. 12

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es cambiarle el carácter, al menos transitoriamente: hacerla más de presión, diluir las tendencias que empujan al surgimiento de un sector de vanguardia. Por otro lado, son cosméticas, superficiales, seniles: no tocará intereses de la burguesía (en un reciente estudio, la burguesía en Chile paga ¡1% de impuestos!). Este mismo carácter, hace que la lucha de clases, pueda pegar un nuevo salto. Se trata, probablemente, de un camino de ensayos. La burguesía y sus partidos, tendrán que tantear medio ciegamente, hasta dónde podrán o deberán avanzar. Es un camino que el régimen está empezando a recorrer para intentar impedir que se desarrollen los procesos de lucha de clases, y parece ser que es la única política seria que pueden seguir. El rol del PC

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contener y evitar, a la vez tres procesos entrelazados pero diferentes: el desarrollo de los procesos de lucha de clases, los fenómenos políticos que impulsan, y las tendencias a una política de clase, propia, independiente de toda variante patronal. Según la situación política en que se vean obligados a llevarlas adelante, será su profundidad. Chile tuvo experiencias de reformismo burgués, entre ellas, en la década de 1960, con la Democracia Cristiana y Frei Montalva. Década de radicalización política: la CUT del ’53 con su Declaración de Principios, sus huelgas generales y movilizaciones en apoyo a la Revolución Cubana; la cuasi-insurrección del 2 de abril de 1957, etc. Y se dio en el marco de la Alianza para el Progreso del imperialismo estadounidense que alentaba esa respuesta burguesa. En esa situación, el grado de reformas burguesas era mayor que las 3 reformas de Bachelet: fue la reforma agraria (limitada), la vivienda social (limitada), la chilenización del cobre (limitada), entre otras. Sus consecuencias fueron el fortalecimiento de la DC, pero dio paso a mayores hechos de la lucha de clases tomándole la palabra al Gobierno: Reforma Universitaria, huelga general de 1967, aumento de las huelgas (de 723 en 1965 a 1142 en 1967), más de 100 tomas de pobladores, 500 huelgas de trabajadores agrícolas y 100 tomas de fundo. Posteriormente, el camino reformista se radicalizó, con el Frente Popular de la UP de Salvador Allende, y que avanzaría a la formación de los Cordones Industriales. En esta situación política, las tres reformas de Bachelet, son más limitadas. No tocan intereses materiales de la burguesía (salvo, marginalmente, podría ser la reforma tributaria). Pero dadas las condiciones de trabajo y de vida de millones hoy en Chile, podrán impactar en la subjetividad de las clases y fracciones de clase que retoman los métodos de la lucha de clases. Se trata de un reformismo burgués, senil, neoliberal. El carácter de esta política de la Nueva Mayoría (con su reforma educacional, tributaria y constitucional, a la que podría agregarse una laboral) es doble: Por un lado, preventivo: la lucha de clases, como decimos, no se ha radicalizado, y está dando sus primeros embates. Pero dado el asfixiante régimen imperante en Chile, son válvulas de escape que sí pueden oxigenar al régimen. Sus efectos, como venimos planteando, pueden ser avivar “ilusiones posibilistas”. Lo que no excluye lucha de clases. Pero lo que puede hacer

Las alianzas de partidos obreros con partidos burgueses son conocidas como políticas, o estrategias, de Frente Popular. Se utilizan como último recurso antes del enfrentamiento decisivo entre reforma y revolución. Pero previamente y si la situación política y de la lucha de clases lo plantea y permite, se prueban otros caminos, como el ministerialismo (participación de los partidos obreros en los gabinetes de gobiernos burgueses), o el parlamentarismo (introduciendo reformas graduales vía el Parlamento). En este caso, la alianza del PC con los partidos burgueses de la Concertación en la Nueva Mayoría, combina esas dos formas previas. Su rol es hacer de puente con “los movimientos sociales”. Por eso su carácter es más bien socialdemócrata moderado, en los marcos del neoliberalismo. Para jugar ese rol, cuenta a su favor que alcanzó seis parlamentarios, e integrará el Gabinete de Bachelet con la ministra del Sernam Claudia Pascual. A la vez que tiene la presidencia de la CUT, y pretenden conformar la “bancada estudiantil” o de los “movimientos sociales”, junto a otros diputados. Como límite, hay dos hechos clave: 1) las JJCC han perdido todas las Federaciones (excepto, en unas elecciones denunciadas, la de la Universidad de Valparaíso). 2) las huelgas de este año mostraron que son de sectores donde la burocracia sindical de la CUT (co-dirigida por el PC y el PS) no tiene peso (como los portuarios), y donde sí tiene

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emerge un ánimo anti-burocrático (recolectores de basura, Integra, Junji, parcialmente en Municipales, etc.), o paros que dan nuevas formas de organización con democracia de bases (como los Delegados de Correos de Chile). Su objetivo general es oxigenar al régimen, a la vez que contener, y en lo posible revertir, la tendencia a la intensificación de la lucha de clases. Esto plantea nuevos desafíos a los revolucionarios de la clase obrera.

¿Cómo actuar ante políticas reformistas de la burguesía? Como vemos, un nuevo momento político se viene abriendo paso. Lo más probable es que, mediante tanteos, la burguesía, con su gobierno de la Nueva Mayoría, intente reformas en los marcos del neoliberalismo. Hay que prepararse para enfrentarlo revolucionariamente. Debemos partir por una definición general que Trotsky plantea en una situación revolucionaria, la década de 1930 en Francia: “La tesis marxista general, según la cual las reformas sociales no son más que los subproductos de la lucha revolucionaria reviste una importancia candente e inmediata en la época de la declinación capitalista. Los capitalistas no pueden ceder algo a los obreros más que cuando están amenazados por el peligro de perderlo todo. Pero incluso las mayores ‘concesiones’ de las que es capaz el capitalismo contemporáneo, acorralado en un callejón sin salida, seguirán siendo insignificantes en comparación con la miseria de las masas y la profundidad de la crisis social” (5). Esto no significa rechazar cualquier progreso en las condiciones de trabajo o de vida de los explotados y oprimidos: “La fórmula marxista, en realidad, debe ser la siguiente: mientras explican día a día a las masas que el capitalismo burgués en putrefacción no sólo no deja lugar para el mejoramiento de su situación… no pierden ni una sola ocasión de 7. Trotsky, “Una vez más, ¿adónde va Francia?”, en ¿Adónde va Francia? 8. Trotsky. La discusión en Bélgica y el Plan de Man. Escritos, libro 4. 2 de marzo 1935.

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arrancar al enemigo tal o cual concesión parcial, o por lo menos, impedirle bajar aún más el nivel de vida de los obreros”. Entonces, en primer lugar, a propósito de un plan de reformas que en esos mismos años en Bélgica impulsó el reformismo de entonces, el Partido Obrero belga, Trotsky remarcó que deberá educarse a la clase trabajadora y todos los explotados y oprimidos, que será con los métodos de la lucha de clases que se podrá avanzar: “¿En qué consiste el engaño del plan? En el hecho de que la dirección del POB, de Man incluido, no desea conducir a las masas a la lucha, y sin lucha este plan, inadecuado como es, resulta completamente irrealizable. Entonces, cuando les decimos a las masas que para aplicar este imperfecto plan es necesario pelear hasta las últimas consecuencias, estamos lejos de ocultarles el engaño; por el contrario, les ayudamos a descubrirlo a través de su propia experiencia” (6). Por lo mismo, en segundo lugar, es necesario luchar por la centralidad de la clase obrera, para la lucha misma, como por una salida de clase independiente. En el mismo texto, Trotsky decía: “el defecto fundamental del plan: sus autores desean colocarse por encima de las clases, que es lo mismo que decir fuera de la realidad. Como quieren ganarse a todo el mundo, hablan del público en general. Quieren nacionalizar la banca sin perjudicar a las altas finanzas, nacionalizar los trusts garantizándole generosamente a la gran burguesía tres generaciones más de parasitismo. Quieren acudir en auxilio de los campesinos sin violar los intereses de los terratenientes, de los trusts de fertilizantes y de las grandes compañías molineras. Evidentemente, también quieren ganarse a todos los regímenes políticos posibles, ya que afirman que su plan es neutral respecto a los partidos y hasta a los regímenes políticos”. Y agregaba: “No conquistaremos a la burguesía; su conciencia de clase es inconmovible; se ríe de nuestros consejos; se dispone a aplastarnos. Cuanto más gentiles, conciliadores y obsequiosos somos, menos nos respeta la burguesía, más intransigente y arrogante se vuelve. Me parece que esta lección surge de toda la historia de la lucha de clases. Por otra parte, al correr con nuestras súplicas tras el supuesto público en general y al hacer concesión tras concesión para pacificar al ídolo capitalista, arriesgamos disgustar a los desposeídos, que ya comienzan a decirse: “Son los consejeros de las clases dominantes y no los dirigentes de las clases oprimidas.” Nunca ganaremos el corazón del enemigo de clase, pero corremos


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Partidos y políticas anti-neoliberales

Marcel Claude y el movimiento Todos a la Moneda. Como voz de todos los movimientos sociales, que luchaba por una “sociedad de derechos”. ¿Qué país se proponía? Que “nuestro país sea un lugar democrático, justo y participativo”. Que no esté regido por “el capitalismo salvaje”. Por eso, por ejemplo, ante la re-nacionalización del cobre, se planteaba: “La participación privada debe estar sujeta al respeto irrestricto del interés nacional, y a la conservación de la riqueza y la diversidad de nuestro ecosistema”. Un capitalismo humano. Es decir, una relación armónica entre las clases antagónicas. Ya Lenin combatía esta estrategia: “El marxismo juzga los ‘intereses’ de acuerdo con las contradicciones de clase y con la lucha de clases, que se manifiestan en millones de hechos de la vida diaria. La pequeño burguesía parlotea y sueña con la atenuación de los antagonismos, cuyo agravamiento, ‘argumentan’, lleva a consecuencias perjudiciales” (8). Está configurándose también una variante, por organizaciones libertarias y anarquistas (que la entrada de un partido como el PC al gobierno de Bachelet probablemente favorezca sus concepciones contra los partidos), que está en proceso de discusión sobre su política, pero que vienen definiendo una de “ruptura democrática” (lo que los aproxima al etapismo reformista y la colaboración de clases). La actuación de estos grupos, probablemente, sea la de los zigzag: entre los acuerdos con el régimen y su impugnación, entre las mesas de diálogo y las movilizaciones, entre las movilizaciones de presión y las movilizaciones que sacudan al régimen. Ante estos caminos, se plantea más necesaria una política revolucionaria de la clase trabajadora, que enfrente el reformismo burgués neoliberal, las políticas reformistas, y sus variantes anti-neoliberales. Para esta batalla, la tarea planteada es la de luchar por poner en pie un partido revolucionario de la clase trabajadora.

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el peligro de perder para siempre la confianza de nuestra propia clase. La incomprensión de esta ley fundamental constituye la principal debilidad del plan. Tenemos que rehacerlo. Tenemos que dirigirnos directamente a los asalariados y a los explotados. Tenemos que utilizar un lenguaje claro y firme. Tenemos que transformar el plan en un programa de acción para todo el proletariado”. En tercer lugar, es necesario impulsar políticas de frente único en la lucha de clases, que contribuyan al surgimiento de organismos de democracia directa. Y que comience por la unidad de las filas de los trabajadores, hoy dispersos: “A cualquier costo es necesario el frente único de nuestra clase; unidad de acción de los trabajadores, de todas las organizaciones sindicales, políticas, cooperativas, educacionales y deportivas y, en primer lugar, unidad sindical, con un fin específico, la aplicación del plan para la nacionalización y la socialización para la conquista del poder. Debemos movilizar a los verdaderos militantes obreros en una vigorosa campaña por todo el país”. Esto requerirá acuerdos de acción incluso con dirigencias burocráticas, como las de la CUT. “El reformismo contiene siempre la posibilidad de una traición. Pero esto no significa que reformismo y traición se identifiquen en cualquier momento. Puede haber acuerdos provisorios con los reformistas cuando estos dan un paso adelante. Pero cuando, asustados por el movimiento de masas, lo traicionan, mantener la coalición con ellos equivale a tolerar a los traidores y disimular la traición” (7). En cuarto lugar, planteando un programa de acción transicional, que tienda un puente entre la conciencia actual de los trabajadores y el resto de los explotados y oprimidos, y las tareas objetivas presentes e históricas planteadas. Se trata de políticas y tácticas para una repuesta independiente de la clase trabajadora al nuevo momento político que se anuncia. Porque hay otros caminos.

Es el camino que disuelve la lucha por la hegemonía de la clase trabajadora, es decir, la construcción de una alianza uniendo detrás de sí al resto de los explotados y 9. Trotsky. Stalin, el gran organizador de derrotas. oprimidos. Es el que expresó nítidamente la candidatura de 10. Lenin. La bancarrota de la II Internacional.

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“Millerandismo”“parlamentarismo revolucionario” y la actitud del marxismo revolucionario ante las instituciones burguesas Bancada Estudiantil

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capitalista, rescatar estos debates, es rescatar la tradición del marxismo frente a sus enemigos como una “guía para la acción” revolucionaria, en la perspectiva más actual que nunca, de preparar las fuerzas para la construcción de un gran partido revolucionario de la clase trabajadora, combativo e internacionalista.

El “millerandismo” y la participación del “socialismo” en los gobiernos burgueses

“La naturaleza de un gobierno burgués no viene determinada por el carácter personal de sus miembros, sino por su función orgánica en la sociedad burguesa. El gobierno del estado moderno es esencialmente una organización de dominación de clase cuya función regular es una de las condiciones de existencia para el estado de clase. Con la entrada de un socialista en el gobierno, la dominación de clase continúa existiendo; el gobierno burgués no se transforma en un gobierno socialista, pero en cambio un socialista se transforma en un ministro burgués”. Rosa Luxemburgo

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Rescatar los debates históricos y teóricos fundamentales del movimiento obrero y del marxismo no tiene un sentido de “investigación”, sino extraer las lecciones fundamentales para preparar las victorias futuras de la clase obrera. Se apresta a asumir al poder un gobierno de reformas burguesas (seniles) que buscará restaurar la legitimidad del régimen, golpeada por la lucha de clases, y apoyado por el Partido Comunista tanto en el ministerio de la mujer como en el bloque parlamentario en la Nueva Mayoría. Buscan desviar los procesos de lucha de clases e impedir la organización y la movilización independiente de la clase obrera y el desarrollo de la tendencia al enfrentamiento entre amplios sectores de la clase trabajadora, el movimiento estudiantil, movimiento regionales y el pueblo mapuche frente a un régimen agotado, para un nuevo período de estabilidad política. Se planteará en el movimiento obrero y en las nuevas camadas que despiertan a la vida política con diversas luchas, un combate frente al reformismo que intentará subordinar estas batallas a los intereses de las reformas democráticas en los marcos del sistema capitalista y del régimen neo-pinochetista, al mismo tiempo que buscará dotarse de una mayor organicidad aislando a los sectores más combativos. Esto, por otro lado, ha abierto un rechazo en amplios sectores del activismo, mayormente estudiantil tras años de luchas frente al régimen e inicialmente en diversos sectores del movimiento obrero que despiertan con luchas largas huelgas, paros ilegales y recuperando los métodos combativos, cuestionando en algunos casos a la burocracia sindical. Esto alimenta también el fortalecimiento de tendencias “anarquistas”, reformistas de izquierda y un reaparecer del sindicalismo burocrático combativo, que mientras en gran parte comparten la estrategia de “unidad de la izquierda” y del “socialismo del siglo XXI” del Partido Comunista (chavismo y los gobiernos “progresistas”), desarrollan un discurso de “lucha y movilización” y los hace atractivos a nuevos sectores de la vanguardia juvenil e inicialmente en sectores obreros, alejando a la clase obrera y los oprimidos de la lucha por el derrocamiento del sistema capitalista y por la instauración de una República de los Trabajadores basado en sus organismos de combate y auto-determinación. Hoy, cuando muchos en nombre del “marxismo” por un lado intentan mostrar la “conveniencia” de apoyar a Bachelet en el camino de las reformas llevando a los trabajadores tras la colaboración con los partidos burgueses “progresistas”, y por otro, limitar la lucha del proletariado a conquistas “anti-neoliberales” en los marcos del régimen

La revolución conocida como la Comuna de París de marzo-abril de 1871 en Francia fue el primer alzamiento de la clase trabajadora que la lleva al poder, instaurando su propio gobierno mediante la movilización revolucionaria y la insurrección de masas encabezada por el proletariado. Ensayo de una auténtica República de los Trabajadores, fue aplastada violentamente por la alianza contrarrevolucionaria de la burguesía y los terratenientes, liberales y monárquicos, desde Francia a Prusia, que suspendieron provisoriamente sus hostilidades(1) ante la amenaza de la revolución proletaria ya no en nombre de tal cual dominación, sino de la emancipación de los trabajadores de todo régimen social de explotación y opresión. Fue el primer intento de “tomar el cielo por asalto” como diría Marx. Para Engels y Marx, la Comuna había “colocado la acción política del proletariado a la orden del día”(2) , que los llevó a duras polémicas con los blanquistas(3) y a la 1. En 1870 se inicia la guerra franco-prusiana. Tras la detención del rey a manos del ejército prusiano y proclamarada la Tercera República, ante la insurrección de la Comuna, se unen los dos ejércitos y las clases dominantes para terminar violentamente con el alzamiento.

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ruptura en el seno de la Primera Internacional con las tendencias anarquistas lideradas por Bakunin, que se negaban a la lucha por la conquista del poder político por parte de la clase obrera y a la construcción de partidos obreros independientes, dos lecciones claves de la Comuna y que servirían no solo para forjar una nueva tradición revolucionaria sino para ponerla en función de enseñanzas en la lucha por el derrocamiento de la sociedad burguesa(4) . La derrota de la Comuna abrió una etapa de restauración del poder burgués y un nuevo equilibrio en Europa con una prolongada expansión de las fuerzas productivas, la penetración de la economía capitalista en nuevas áreas y fronteras, y el dominio de amplios territorios, saqueados y transformados en colonias por un puñado de naciones imperialistas, sometidos al yugo del capital financiero. Y marcó, sobretodo un prolongado período de ausencia de revoluciones proletarias en Europa. Sólo más de 30 años después la revolución llama a las puertas de Europa, cuando la revolución rusa y la insurrección de Moscú sacudió el dominio del reaccionario imperio pan ruso de los zares. Lenin, comparándola con la revolución rusa de 1905 y la insurrección de diciembre en Moscú, señaló que “pese a la gran diferencia que había entre los objetivos y las tareas de la revolución rusa y los de la francesa de 1871, el proletariado ruso hubo de recurrir al mismo método de lucha que la Comuna de Paris había sido la primera en utilizar: la guerra civil. (…) La Comuna enseño al proletariado europeo a plantear en forma concreta las taras de la revolución socialista(5).”

2. Sobre la acción política de la clase obrera. Engels. Acta de la sesión de la Conferencia de Londres de septiembre de 1871 de la Asociación Internacional de los Trabajadores, conocida como Primera Internacional. http://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/1871accion.htm 3. Partidarios del golpe de estado revolucionario. A la vez que tenían un gran heroísmo, actuaban mediante la planificación y conspiración en pequeños grupos que realizaban aventuras putschistas, desconectada de las acciones de masas revolucionarias. 4. Anarquismo versus Trotskismo. Lo que nos une y lo que nos separa. La Batalla n° 2. 5. V.I. Lenin. Enseñanzas de la Comuna. https://www.marxists.org/ espanol/lenin/obras/1908/marzo/23.htm 18

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El caso Dreyfus y la necesidad del proletariado de “hacer política” En Francia, la Tercera República -que fue recibida en su momento, 4 de septiembre de 1870, con manifestaciones de masas- se asentó sobre la sangre de los comuneros y del fracaso militar frente a Prusia. Rodeada de instituciones monárquicas, fue fruto del pacto monárquico-liberal-republicano, que buscaba terminar con la revolución desde abajo, e impedir el surgimiento del bonapartismo. Retornaron las disputas, saqueos y repartos de poder entre las clases dominantes y la lucha política entre las camarillas monárquicas y las fracciones burguesas, entre una república conservadora pactada con los monárquicos liberales y las intrigas palaciegas de las oscuras fuerzas de la reacción militarista y clerical que amenazaba constantemente la república. El fortalecimiento de las instituciones democráticas y los intentos de renovación de los regímenes burgueses y monárquicos le planteaban al proletariado una nueva escuela buscando combinar el trabajo sindical con el trabajo al interior de las instituciones burguesas, en particular, la utilización de la táctica parlamentaria. En estas condiciones, el año 1894, surge el “Affair Dreyfus” que en doce años sacudirá Francia con agudas crisis políticas y movilizaciones sociales. El surgimiento y consolidación del Estado burgués moderno había sido acompañado de la expansión del militarismo. La conquista de nuevos dominios, colonizados por las potencias imperialistas en nombre del libre comercio y la protección de sus fronteras alimentó un reforzamiento de la industria militar y de la maquinaria del ejército y la marina. Las Fuerzas Armadas se fueron reforzando sigilosamente bajo el amparo del crecimiento económico y la hipócrita paz de naciones, que conduciría a la primera guerra mundial. Así, el problema del militarismo y del imperialismo pasó a ser durante todo este período un debate creciente en el seno de la Segunda Internacional. Alfred Dreyfus era un oficial judío del estado mayor francés, ligado a la República. En 1894, una conspiración fraguada en su contra lo acusó falsamente de colaborar con el estado mayor alemán, y una corte marcial secreta lo condena a cadena perpetua en la Isla del Diablo, Guyana francesa. El caso Dreyfus adquiere un creciente peso en la política nacional, agudas controversias públicas por el montaje judicial, las falsas pruebas y testimonios, procesos, revisiones de procesos, pericias, etc. donde se fueron desnudando las intrigadas monárquicas sacudiendo la


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gran huelga, o una manifestación callejera, o un motín de hambrientos, o una insurrección militar, o un levantamiento colonial, sino también a consecuencia de cualquier crisis política, como por ejemplo el caso Dreyfus, o el incidente de Saverne, o de un referéndum con motivo de la separación de una nación oprimida, etc”(10) . El proletariado debe estar preparado para intervenir en abruptos giros de la lucha de clases y en las grandes crisis políticas venideras. Una segunda cuestión clave “consiste, para nosotros, en que el asunto le dio la posibilidad de hacer un gran movimiento, que sacudió a todo el país, el objeto de la lucha de clases, y de esta manera se extendió, en un corto periodo de tiempo, la consciencia más socialista que podríamos haber desarrollado durante muchos años por medio de la propaganda abstracta para nuestros principios”. Por una parte, era aprovechar las condiciones de la crisis política burguesa para la movilización de las masas trabajadoras, “condición necesaria para cualquier acción grande y llena de energía”. En función de la lucha de clases, y de sus métodos. Por otra parte, es sólo una “acción grande y llena de energía”, resuelta y combativa basada en la movilización de las masas explotadas y oprimidas, la permite pegar un salto en la consciencia socialista de amplios sectores “en un corto período de tiempo”. Esta ubicación le dio la oportunidad al movimiento socialista de dirigir amplios sectores proletariado en esa campaña, y ganar para sus principios a una nueva escala. ¿Con qué política y qué tácticas intervenir? ¿con qué programa y estrategia? ¿con qué alianzas y objetivos? Estas preguntas serían el motivo de agudos debates, polémicas y rupturas., y de “dos concepciones” antagónicas: marxismo y oportunismo (reformismo).

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III República, desatando una aguda crisis y polarización política. Para Rosa Luxemburgo, en la conspiración del caso Dreyfus operaban cuatro fuerzas: el militarismo; el chovinismo-nacionalismo; anti-semitismo; y el clericalismo, “enemigos directos del proletariado”(6) . En otro artículo de la época señalaba: “El asunto Dreyfus había despertado todas las fuerzas reaccionarias latentes en Francia”(7) . Una alianza republicano, liberal y anti-clerical desarrolló una amplia campaña en la defensa de Dreyfus y contra las fuerzas monárquicas. Se suceden las manifestaciones y concentraciones, publicaciones y agrupaciones encabezadas por el liberalismo. En el marco de una profunda agitación política, el movimiento socialista francés, y la Segunda Internacional, que tenía partidos con creciente peso en la vida nacional de diversos países de Europa, discuten ¿en qué medida ésta interesaba a los trabajadores, a sus intereses de clase inmediatos e históricos? ¿Qué rol le cabo a la clase obrera desempeñar en una crisis política nacional? ¿se debe intervenir en la política donde predomina el campo de acción de la clase enemiga? ¿en su terreno? Rosa Luxemburgo, que luego se convertirá en la principal dirigenta del ala izquierda de la socialdemocracia alemana, polemiza con quienes rechazan la lucha política y utópicamente creen que pueden obviar la sociedad burguesa “a través de la fundación, en cada país, de una colonia separada (8)”. ¿Dónde radicaba la importancia del asunto Dreyfus? Una primera clave, que “por primera vez se convocó a la clase obrera a combatir en una gran batalla política(9)” Combatiendo la ideología anarquista que aleja al proletariado de la lucha de clases proletaria por la conquista del poder político, “el proletariado debe influir en todos los eventos sociales (…) en todos los acontecimientos políticos de la sociedad burguesa”. En Francia, Jean Jaurés, principal dirigente del movimiento socialista -formado por diversas corrientes y tendencias sin un partido unificado- llama a la intervención activa del proletariado en la crisis nacional para enfrentar a las fuerzas de la reacción restauradora. Para la socialdemocracia -sinónimo en ese momento de “marxista”- el proletariado no podía eludir la lucha política planteada y era un deber del movimiento marxista promover y organizar su movilización. Lenin, años más tarde, establece una interesante dialéctica entre las crisis políticas y su relación con la revolución proletaria. En su folleto La revolución socialista y el derecho de las naciones a la autodeterminación extraía la siguiente conclusión del caso Dreyfus: “La revolución socialista puede estallar, no solamente a raíz de una

6. Rosa Luxemburgo. El affair dreyfus y el caso Millerand. https:// www.marxists.org/archive/luxemburg/1899/11/dreyfus-affair.htm 7. Rosa Luxembugo. La crisis socialista en francia. http://www. marxists.org/espanol/luxem/02LacrisissocialistaenFrancia_0.pdf 8. Rosa Luxemburgo. La crisis socialista en Francia 9. Rosa Luxemburgo. La crisis socialista en Francia 10. V. I. Lenin. La revolución socialista y el derecho de los pueblos a la autodeterminación.

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El Gabinete de Defensa de la República y el “Millerandismo” Hacia 1897 el asunto va tomando primacía nacional. En 1898 se publica Manifiesto de los Intelectuales y se funda la Liga de los Derechos del Hombre, apoyando a Dreyfus. El Ministro de Guerra, general Cavaignac, busca incriminarlo con nuevas pruebas, que resultan ser falsificadas, acompañado del suicidio del autor que genera una nueva conmoción. 1899 es el apogeo de la crisis política por el caso Dreyfus. En febrero muere el presidente Faure. En junio asume la presidencia el republicano Pierre Waldeck-Rousseau, y llama a formar un “Gabinete de defensa de la República”, amenazada por las fuerzas monárquicas. Ese gobierno, de carácter hegemonizado por los republicanos burgueses tenía una novedad histórica: por primera es convocado un socialista a formar parte de un gobierno burgués. Alexandre Millerand, jefe del bloque socialista en el parlamento, ingresa como ministro de comercio. Junto a él, en el mismo gobierno, es nombrado Galifet ministro de guerra, ¡el mismo oficial que había ordenado la ejecución de más de 30.000 comuneros en 1871 en la heroica Comuna de París!(11) El conocido “millerandismo” (y luego ministerialismo, por la participación en ministerios de gobiernos burgueses) convocó en una tarea común a un “representante” de las clases trabajadoras junto a un sanguinario reaccionario devenido en “republicano”. La “unidad de la democracia” para hacer frente a la monarquía, con un programa democrático de reformas. Una política muy parecida a la que luego levantará el estalinismo bajo la estrategia de los Frentes Populares, una alianza de partidos proletarios junto a partidos burgueses “progresistas” o “antifascistas”, ya con el argumento de frenar a los fascistas y a la derecha, o de avanzar al “socialismo” y a “transformaciones estructurales”. Mismo argumento que hoy utiliza el Partido Comunista en Chile asumiendo un ministerio y cargos en el gobierno

burgués reformista de Michelle Bachelet. El “millerandismo” provoca a la vez, la primera división importante en las filas del movimiento socialista. Jaurés, que correctamente había señalado la necesidad de la intervención de los trabajadores en la crisis política, fue girando progresivamente hacia posiciones oportunistas, primero por la defensa de Dreyfus con una política de “reforma” del ejército (cuestión que Rosa Luxemburgo polemizó oponiendo el programa de las milicias armadas contra el militarismo) y luego promoviendo y defendiendo la entrada de Millerand en el gobierno republicano de “defensa nacional” formando un bloque con los liberales. Jules Guesde, que encabezada el Partido Obrero Francés, correctamente se opuso a la entrada al gobierno denunciando la colaboración con la burguesía y librando un combate contra el “millerandismo”. La denuncia de Rosa Luxemburgo

A inicios de 1901, transcurrido más de un año de la asunción de Alexandre Millerand al gobierno burgués de Waldeck-Rousseau, Rosa Luxemburgo denuncia agudamente al régimen de la III República y en particular al radicalismo burgués progresista y el liberalismo democrático, incapaces de trastocar las instituciones monárquicas y de avanzar a verdaderas transformaciones en la vida política y social francesa. Denuncia al gobierno de defensa de la república y la colaboración de los socialistas. Tras 19 meses, “la república no ha debilitado a las ordenes autorizadas(12)”. Para Rosa, los republicanos de la década del 80 habían llegado más lejos con su programa de reformas (removieron a los monárquicos del gobierno, instauraron la educación libre y obligatoria, destituyeron 600 jueces monárquicos, golpearon al clero con la ley de divorcio, redujeron el servicio militar a tres años, etc.). Ni aún así jamás hubo un apoyo a esos gobiernos burgueses por parte del socialismo. “El gabinete radical de Waldeck-Rousseau no se ha puesto a la altura siquiera de estas modestísimas medidas republicanas de los oportunistas. Con una serie de ma11. En Chile, en 1938 llega al gobierno el radical Pedro Aguirre Cerda encabezando una coalición frentepopulista de la cual forma- niobras ambiguas arrastradas durante 19 meses no logro nada, absolutamente nada. No reorganizó la justicia militar ba parte el Partido Comunista, bajo un programa de reformas deen lo más mínimo. No redujo el periodo del servicio militar. mocráticas. Bajo esa paradoja de la historia, había formado parte No tomó una sola medida para sacar a los monárquicos del del gobierno de Arturo Alessandri y sido el principal responsable, ejército, el poder judicial y la administración. No tomó una como ministro del interior, de la masacre obrera de San Gregorio sola medida contra el clero.” en 1921. El punto máximo de la colaboración con la burguesía en la defensa del régimen burgués fue con la ley de am12. Rosa Luxemburgo. La crisis socialista en Francia. 20

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Dos concepciones estratégicas antagónicas: marxismo y oportunismo. Para Jaurés, desde un punto de vista oportunista, la entrada de Millerand al gobierno burgués planteaba la posibilidad “para apoderarse de todos los poderes, sin ser absorbidos por la sociedad burguesa”. Se trataba de una batalla más general frente al revisionismo y oportunismo. Una cuestión en un primer momento “táctica”, se fue transformando en una batalla estratégica: el debate más general sobre la reforma y la revolución. Dos concepciones estratégicas antagónicas que se iban moldeando al calor de la lucha de clases y las luchas políticas. Bernstein, líder del ala derecha, reformista, de la socialdemocracia alemana acogía el “punto de vista de la introducción gradual del socialismo en la sociedad burguesa”(14). Para el oportunismo es deseable la entrada al gobierno, “penetrar poco a poco, en pequeñas dosis, el socialismo en la sociedad capitalista”, buscando la transformación gradual del estado capitalista en estado socialista. Si Bernstein había “revisado” la teoría marxista para quitarle todo filo revolucionario y transformarlo en la doctrina de las reformas en los marcos de la sociedad burguesa enemiga de la revolución proletaria, Millerand había llevado por primera vez dicha teoría a la práctica. Para Rosa Luxemburgo, había en juego una cuestión de estrategia revolucionaria. “El único método con la ayuda de la cual podemos alcanzar la realización del socialismo es la lucha de clases. Podemos y debemos penetrar

en todas las instituciones de la sociedad burguesa, y poner en uso todos los acontecimientos que ocurren allí y que nos permita llevar a cabo la lucha de clases.”Pero frente al gobierno burgués, “la naturaleza misma del gobierno excluye la posibilidad de la lucha de clases socialista (…) Un ministerio no es, en general, un campo de acción para un partido de la lucha de clases proletaria (…) El carácter de un gobierno burgués no está determinado por el carácter personal de sus miembros, sino por su función orgánica en la sociedad burguesa. El gobierno del Estado moderno es esencialmente una organización de la dominación de clase, su funcionamiento regular es una de las condiciones de existencia del Estado de clase. Con la entrada de un socialista en el gobierno, la dominación de clases sigue existiendo, el gobierno burgués no se transforma en un gobierno socialista, pero el socialista se transforma en un ministro burgués. Las reformas socialistas que un ministro que es amigo de los trabajadores puede hacer realidad no tiene nada, en sí mismo, de socialista, sino que son socialistas en la medida que se obtienen a través de la lucha de clases. Pero viniendo de un ministro, las reformas sociales no pueden tener el carácter de la clase proletaria, sino únicamente el carácter de la clase burguesa, por el ministro, por el cargo que ocupa, se une a sí mismo a esa clase de todas las funciones de un burgués, el gobierno militarista. Mientras que en el parlamento o en el consejo municipal, obtenemos reformas útiles mediante la lucha contra el gobierno burgués, mientras que ocupando un cargo ministerial, llegamos a las mismas reformas mediante el apoyo del Estado burgués. La entrada de un socialista en un gobierno burgués no es, como se cree, una conquista parcial del Estado burgués por los socialistas, sino una conquista parcial del partido socialista por el Estado burgués(15) ”. En la sociedad burguesa, la socialdemocracia, por su propia esencia, está destinada a desempeñar el papel de un partido de la oposición, no puede acceder al gobierno sino sobre las bases de la ruina del Estado burgués”(16) .

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nistía para los oficiales monárquicos. “Finalmente, después de mucho aspaviento, declaró que la republica no está en condiciones de tomar medidas contra la pandilla de canallas militares y debe dejarlos en libertad sin más. ¿Para esto era necesario la colaboración de un socialdemócrata en el gabinete?”. Rosa ataca a los seguidores de Jaurés: “Para salvar al gabinete los jaureristas votaron a favor de la amnistía y capitularon así en la campaña por Dreyfus”, quienes justificaron su actitud y capitulación con el “trabajo por la republica en su conjunto(13)”. Un sector del movimiento socialista se pasa directamente al reformismo integrando sucesivamente los gobiernos capitalistas posteriores. Jean Jaurés rompe con este sector encabezado por Aristide Briand y René Vivani, expulsados en 1906 del fomado Partido Socialista Francés (SFIO, Sección Francesa de la Internacional Obrera), aunque sin renegar del “millerandismo” que había sido condenado en el Congreso de la Segunda Internacional de 1904.

13. Bis. 14. Rosa Luxemburgo. Una cuestión de táctica. http://www.marxists.org/francais/luxembur/works/1899/rl18990706.htm 15. Rosa Luxemburgo. El affair Dreyfus y el caso Millerand. 16. Rosa Luxemburgo. Una cuestión de táctica.

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Lenin, contra el reformismo

“En efecto, para nadie es un secreto que en el seno de la socialdemocracia internacional contemporánea se han formado dos tendencias cuya lucha ora se reaviva y levanta llamas ora se calma y consume bajo las cenizas de impresionantes “resoluciones de armisticio”. En qué consiste la “nueva tendencia, que asume una actitud “crítica” frente al marxismo “viejo, dogmático”, lo ha dicho Bernstein y lo ha mostrado Millerand con suficiente claridad. La socialdemocracia debe dejar de ser el partido de la revolución social para transformarse en un partido democrático de reformas sociales. Bernstein ha apoyado esta reclamación política con toda una batería de “nuevos” argumentos y razonamientos concertados con bastante armonía. Se ha negado la posibilidad de basar el socialismo en argumentos científicos y demostrar que es necesario e inevitable desde el punto de vista de la concepción materialista de la historia; se ha refutado la miseria creciente, la proletarización y la exacerbación de las contradicciones capitalistas; se ha declarado carente de fundamento el concepto mismo de “objetivo final” y rechazado de plano la idea de la dictadura del proletariado; se ha denegado que haya oposición de principios entre el liberalismo y el socialismo, se ha rebatido la teoría de la lucha de clases, afirmando que es inaplicable a una sociedad estrictamente democrática, gobernada conforme a la voluntad de la mayoría, etc. (…) Millerand ha dado un brillante ejemplo de este bernsteinianismo práctico: ¡por algo Bernstein y Vollmar se han apresurado a defender y ensalzar con tanto celo a Millerand! En efecto, si la socialdemocracia es, en esencia, ni más ni menos que un partido de reformas y debe tener el valor de reconocerlo con franqueza, un socialista no sólo tiene derecho a entrar en un ministerio burgués sino que incluso debe siempre aspirar a ello. Si la democracia implica, en el fondo, la supresión de la dominación de las clases, ¿por qué un ministro socialista no ha de cautivar a todo el mundo burgués con discursos acerca de la colaboración de las clases? ¿Por qué no ha de seguir en el ministerio, aun después de que los asesinatos de obreros por gendarmes hayan puesto de manifiesto por centésima y milésima vez el verdadero carácter de la co-

laboración democrática de las clases? ¿Por qué no ha de participar personalmente en la felicitación al zar, al que los socialistas franceses no dan ahora otro nombre que el de héroe de la horca, del látigo y de la deportación? ¡Y a cambio de esta infinita humillación y este autoenvilecimiento del socialismo ante el mundo entero, a cambio de pervertir la conciencia socialista de las masas obreras -única base que pueda asegurarnos el triunfo-, a cambio de todo eso ofrecer unos rimbombantes proyectos de reformas tan miserables que eran mayores las que se lograba obtener de los gobiernos burgueses!”.(17)

La “utilización” del parlamentarismo revolucionario como “táctica” en la lucha por la dictadura proletaria

La cuestión del rol del Parlamento, su agotamiento “histórico” y su eventual “utilización” por parte de los revolucionarios llenó páginas enteras del debate en el movimiento marxista, y particularmente en la Segunda y Tercera Internacionales. Siguiendo con Rosa Luxemburgo, que había denunciado el gobierno burgués de Waldeck-Rousseau en Francia y la entrada del “socialista” Millerand (apoyado por Jaurés) como ministro de comercio, que ayudaba a fortalecer el Estado burgués y debilitar al socialismo, y más tarde combatió el revisionismo reformista de Bernstein, contra quien escribió Reforma o Revolución, una notable polémica en la lucha por los principios del marxismo como guía para la acción revolucionaria de la clase obrera, de igual modo combatió la ideología anarquista que eludía la lucha política cotidiana preparatoria en el camino por la conquista del poder político por la clase obrera y desdeñaba la utilización del parlamento como tribuna de agitación revolucionaria. Por eso señalaba, embargo, una “diferencia esencial entre el cuerpo legislativo y el gobierno de un estado burgués”(18) . Si un ministerio socialista fortalece al Estado burgués y debilita, al socialismo, vale decir, a la lucha de clases proletaria, por otra parte, en el parlamento, se puede desarrollar una labor revolucionaria de oposición a la legislación y al gobierno burgués en su conjunto, para fortalecer la lucha de clase del proletariado. “La socialdemocracia, 17. V. I. Lenin. ¿Qué Hacer? Problemas candentes de nuestro para llevar a cabo una acción eficaz debe ocupar todas las movimiento. http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1900s/ posiciones disponibles en el estado actual y la necesidad quehacer/ de ganar terreno en todas las partes. Pero con una condición: que éstas posiciones permitan llevar a cabo la lucha 18. Rosa Luxemburgo. Una cuestion de tactica. de clases, la lucha contra la burguesía y su estado(19)”.

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3.- “Años de la reacción (1907-1910)”, “fue esta gran derrota la que enseño a los partidos revolucionarios y a la clase revolucionaria una lección real y muy útil, una lección de dialéctica histórica, una lección de comprensión de la lucha política y del arte y la ciencia de esa lucha. Los amigos se conocen en la desgracia. Los ejércitos derrotados aprenden su lección.” 4.- “Años de ascenso (1910-1914)”. “los bolcheviques desplazaron a los mencheviques” combinando “el trabajo ilegal con la utilización obligatoria de las “posibilidades Los bolcheviques: legales””. un partido revolucionario de combate y 5.- “La Primera Guerra Mundial imperialista (1914la combinación del trabajo legal con ilegal 1917)” 6.- “Segunda revolución en Rusia (febrero a octubre En Rusia, bajo dominio del zar, se templó el bolchevismo como fracción revolucionaria del proletariado. Tres de 1917)”(20) . cuestiones centrales forjaron para Lenin al partido: la teoría marxista, el internacionalismo y una riqueza de experiencia La utilización del Parlamento y la lucha contra las “desviaciones” izquierdistas en la lucha revolucionaria “Por una parte, el bolchevismo surgió en 1903 sobre una base muy sólida de la teoría marTal como el ímpetu de la revolución de 1905, el texista (…) siguió con el mayor celo y atención cada “última palabra” en Europa y América (…) La Rusia revolucionaria, rror contrarrevolucionario constituyó una fase siguiente en en la segunda mitad del siglo XIX , logro una riqueza de la preparación de los bolcheviques. El zar Nicolás II, en venvínculos internacionales y un excelente conocimiento de ganza con el proletariado insurrecto lanzó, de la mano del las formas y teorías del movimiento revolucionario mundial ministro del interior Stolypin una brutal reacción, asesinatos, como ningún otro país” . Así “paso por quince años de his- persecuciones, cárcel, deportaciones y represión a la clase toria práctica (1903-1917) sin parangón en el mundo por su obrera(21) . A la vez, se vio obligada a ensayar tímidas meriqueza de experiencias. [...] rápida y variada su sucesión de distintas formas del movimiento, legal e ilegal, pacífica y 19. Una cuestion de tactica violenta, clandestina y abierta, círculos locales y movimientos de masas y formas parlamentarias y terroristas.” 20. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el coLenin, en su folleto Izquierdismo, enfermedad infan- munismo. https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/letil del comunismo, de 1920 esbozó las fases fundamentales nin-obrasescogidas11-12.pdf del bolchevismo, que lo llevaron a dirigir la revolución proletaria de octubre de 1817. 21. “El curso de los acontecimientos va a justificar enseguida el pe1.- “Años de preparación para la revolución (1903- simismo de Lenin. El movimiento obrero se debilita; en 1905 habla 1905). Las tres clases fundamentales de Rusia (campesina- más de 2.750.000 huelguistas, en 1906, 1.750.000, en 1907, sólo do, burguesía y proletariado) y las tres corrientes políticas quedan 750.0000, en 1908, 174.000, en 1909, 64.000 y en 1910, representantes (liberal burguesa; democrática pequeño 50.000. En pleno 1907, el gobierno de Stolypin toma la decisión de burguesa; proletaria revolucionaria) se preparan, ensayan acabar con el movimiento socialista. La coyuntura es favorable: las sus luchas y posiciones. repercusiones de la crisis mundial en Rusia, el paro y la miseria 2.- “Años de la revolución (1905-1907)”. “En cuan- permiten al zarismo utilizar el retroceso para intentar liquidar los to al aprendizaje de los fundamentos de la ciencia política elementos de organización. La represión se pone en marcha, las por las masas y los dirigentes, por las clases y los partidos, detenciones desmantelan los diferentes comités. La moral de los cada mes de este periodo equivalió a un año entero de de- obreros se viene abajo, muchos militantes abandonan su actividad. sarrollo “pacífico” y “constitucional”. Sin el “ensayo general” En Moscú, en 1907, son varios millares, hacía el final de 1908 sólo de 1905, la victoria de la Revolución de Octubre de 1917 quedan 500 y 150 al final de 1909: en 1910 la organización ya no habría sido imposible”. existe. En el conjunto del país los efectivos pasan de casi 100.000

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Partía desde un punto de vista de la independencia política de clase obrera, de la revolución proletaria que derroque a la burguesía y abra el camino a la transformación socialista de la sociedad. Sin embargo, sería el Partido Bolchevique dirigido por Lenin quienes llevarían hasta el final una práctica y estrategia revolucionaria, combinando el trabajo ilegal con el trabajo legal, que los llevaría a tomar el poder en octubre de 1917.

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didas de reformas parciales, buscando establecer instituciones parlamentarias que cubran con un manto de legitimidad “representativa” la decadente monarquía zarista. Así nació la Duma del Estado como institución parlamentaria. En 1905 ante el manifiesto del zar que busca terminar la revolución con la promesa de una constitución, los socialdemócratas se lanzaron a la huelga general, y en particular los bolcheviques siendo impulsor fundamental de la insurrección de diciembre de 1905 en Moscú(22) . La Primera Duma convocada tras la derrota de la revolución, sesionó entre abril y junio de 1906 y fue disuelta en diez semanas, llamada “la Duma del enfado general”, por la impotencia de las peticiones de reformas impulsadas por el liberalismo que luego fueron arrestados. La segunda Duma fue realizada entre febrero y junio de 1907. El menchevismo llamó a apoyar a los candidatos liberales del Partido Kadete (Demócrata Constitucional) y los bolcheviques junto a los eseristas (populistas rusos) se presentaron en Moscú y San Petersburgo. En mayo la policía zarista y el ministro del interior Stolypin, con motivo de una reunión de soldados con miembros del POSDR diputados de la Duma acusó a los diputados socialdemócratas de preparar la insurrección armada y exigió a la Duma su exclusión. Rechazado este intento del zarismo, la Duma fue disuelta el 03 de junio. Tras la ruptura entre bolcheviques y mencheviques en 1905 -además del alejamiento del Partido del Bund-, en 1906 se vuelve a reunificar el partido, reunificación que duraría definitivamente hasta 1912. Pese a la existencia de numerosos desacuerdos (por ejemplo, el ataque de Plejanov y los mencheviques a la insurrección) se mantendrían formalmente unificados en el POSDR y en la Segunda Internacional, eligiendo organismos de dirección comunes. a menos de 10.000. Por otra parte, se intensifican los desacuerdos entre las fracciones que, a su vez, se encuentran en plena desintegración.”. Pierre Broué. El Partido Bolchevique. https://www.marxists.org/espanol/broue/1962/partido_bolchevique.htm#h014 22. “El boicot (al parlamento consultivo de agosto de 1905) era correcto en ese momento, no porque sea correcta en general la no participación en los parlamentos reaccionarios, sino porque valoramos acertadamente la situación objetiva, que conducía a la rápida transformación de las huelgas de masas, primero, en huelga política, luego, en huelga revolucionaria, y, por último, en insurrección”. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo.

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“Antes de la revolución de 1905, las divergencias entre mencheviques y bolcheviques sobre las cuestiones tácticas principales eran profundas. Los sucesos de octubre, el impulso y el ataque revolucionario de 1905 zanjaron algunas divergencias, como la cuestión de saber si los socialdemócratas debían participar en las elecciones de la Duma Bouligin, o si era necesario boicotear las elecciones, como pedían los bolcheviques. La Duma consultiva Bouligin fue barrida; una nueva ley relativa a la convocatoria de la Duma del Imperio se promulgó. Pero los principales puntos de desacuerdo entre mencheviques y bolcheviques continuaron. Ni el cuarto Congreso de Estocolmo ni el quinto Congreso del partido en Londres pudieron hacerlo desaparecer. Estos desacuerdos afectaban al carácter de la revolución rusa y al papel que el proletariado debía asumir, lo mismo que la cuestión que se deducía de la actitud de los socialdemócratas, vanguardia del proletariado, respecto a la burguesía liberal. He mencionado ya que en las elecciones de la segunda Duma los bolcheviques en Petersburgo y Moscú fueron con todos los partidos revolucionarios de entonces (los socialistas revolucionarios, los socialistas populistas y la liga campesina), mientras que los mencheviques y Plejánov invitaban a los electores socialdemócratas a votar por los cadetes. Después del aplastamiento de la segundo Duma, cuando el régimen stolypiniano se consolidó, los desacuerdos se acentuaron. Afectaron esta vez a la existencia misma de nuestro partido. Plejánov declaraba ruidosamente que no era necesario tomar las armas (había visto la insurrección de diciembre de 1905 en Moscú y en las otras ciudades de Rusia); los mencheviques nos acusaban en la Prensa de haber asustado a los cadetes presentando reivindicaciones como las jornadas de ocho horas, etc. Resultaba que la revolución de 1905 se había perdido por culpa de los bolcheviques. El peso de las acusaciones que los bolcheviques recibían de los mencheviques había aumentado por el hecho de que, según éstos, no había en el horizonte esperanzas ni indicios de una nueva recrudescencia revolucionaria; el régimen stolypíniano estaba asentado por largo tiempo. Partiendo de este razonamiento, los mencheviques proponían adaptarse al régimen stolypiniano. Dicho de otra manera: el partido obrero socialdemócrata de Rusia debía obrar y militar legalmente en el cuadro de las leyes zaristas, y con este objeto arrojar por la borda el programa y la táctica del partido; es decir, liquidar éste en tanto fuese partido socialdemócrata revolucionario. Los bolcheviques tenían otra manera de ver las cosas. Declaraban que los problemas fundamentales que habían provocado la revolución de 1905 no se habían resuelto. La clase obrera


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listas que, a pesar de no hacerse ninguna ilusión sobre su verdadera naturaleza, no pueden despreciar esta forma de publicidad. A pesar del aislamiento en que se encuentra dentro de su propia fracción, Lenin no vacila en votar solo, junto con los mencheviques, contra el boicot de las elecciones en la conferencia de Kotka del mes de julio de 1907. Sin embargo, los partidarios del boicot vuelven a tomar la iniciativa después de las elecciones, pidiendo la dimisión de los socialistas que han resultado elegidos. Estos partidarios de la ”retirada”, conocidos por el nombre de ”otzovistas”, encabezados por Krasin y Bogdanov, ven aumentar sus efectivos por el apoyo del grupo de los ”ultimatistas” del comité de San Petersburgo, que se manifiestan contra toda participación en las actividades legales, incluso en los sindicatos, intensamente vigilados por la policía. Por último, Lenin se une a la mayoría de los bolcheviques, sin poder impedir la separación de los miembros de la oposición que, a su vez, se constituyen en fracción y publican su propio periódico, Vpériod, segundo de este nombre”(24) . Si Lenin había considerado ya que el boicot de 1906 era un error, aunque “secundario”, le pareció más grave los siguientes. Señaló que había sido, junto a la paz de Brest Litovsk y la cuestión de los “compromisos”, una lucha política dentro del propio partido bolchevique de una “magnitud particularmente considerable”. “En 1908, los bolcheviques “de izquierda” fueron expulsados de nuestro Partido, por su obstinado empeño en no comprender la necesidad de la participación en un “parlamento” ultrarreaccionario: los “izquierdistas”, entre los que había muchos excelentes revolucionarios que fueron después (y siguen siendo), honrosamente, miembros del Partido Comunista, se apoyaban sobre todo en la experiencia favorable del boicot de 1905. Cuando el zar, en agosto de 1905, anunció la convocatoria de un “parlamento” consultivo, los bolcheviques, contra todos los partidos de oposición y contra los mencheviques, declararon el boicot a semejante parlamento, y la revolución de octubre de 1905 lo barrió en efecto. Entonces el boicot fue justo, no porque esté bien no participar en general en los parlamentos reaccionarios, sino porque fue acertadamente tomada en consideración la situación objetiva, que conducía a la rápida transformación de las huelgas de masas en huelga política y, sucesivamente, en huelga revolucionaria y en insurrec-

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no había recibido satisfacción: no había obtenido el derecho de asociación y de coalición, ni la libertad de palabra y de reunión; la jornada de trabajo era la misma que antes de la revolución; los seguros sociales eran inexistentes; los salarios eran todavía más bajos que antes de la revolución. El campesino tampoco había obtenido nada; la tierra continuaba perteneciendo a los propietarios rurales; los impuestos no habían disminuido, el campesino estaba tan esclavizado como antes de la revolución. Por lo tanto, la revolución no estaba muerta y los antagonismos subsistían. La revolución de 1905 -decían los bolcheviques- ha sufrido una derrota momentánea, pero ella volverá con más fuerza. Basándose en esta perspectiva revolucionaria, los bolcheviques insistían no sólo en mantener las organizaciones socialdemócratas ilegales del partido, sino en continuar el programa y la táctica revolucionaria socialdemócrata”(23) . En el seno tanto de la fracción bolchevique como menchevique, se sucedieron diversas formas de agrupamientos temporales, así como otros agrupamientos en el seno del partido común. Así como en los mencheviques ganaron peso los reformistas “liquidadores”, que abandonaban la lucha ilegal como muestra de su colaboración con los partidos liberales, en la fracción bolchevique ganaron peso los “boicoteadores” de la Duma tempranamente, intentando boicotear las distintas elecciones parlamentarias. Lenin se opuso a esta orientación, incluso votando contra la mayoría bolchevique. La Tercera Duma, de 1907 a 1912 sobre la base del Golpe de Junio, estableció la hegemonía de las clases dominantes rusas, en un acuerdo con la burguesía. El Primer Ministro cambió la ley electoral y otorgó un gran peso electoral a los votos de los terratenientes y propietarios urbanos, disminuyendo para ello el de los trabajadores, campesinos y minorías nacionales. Dominada por la alta burguesía, los terratenientes y grandes capitalistas, favoreció al régimen, lo buscó “renovar”, favoreciendo al régimen zarista durante sus cinco años de existencias. Fue conocida como “La Duma de los nobles y los lacayos”. Al interior de la fracción bolchevique “La mayoría querría volver a boicotear las elecciones, esta vez porque la ley electoral de Stolypin hace imposible que la clase obrera esté representada equitativamente. Sobre esta cuestión, Lenin opina que tal consigna, lanzada en un momento de apatía e indiferencia obreras, corre el riesgo de aislar a los revolucionarios que, en lugar de ello, deberían aferrarse a todas las ocasiones que se les ofreciesen de desarrollar públicamente su programa. Tanto las elecciones corno la III Duma, deben ser utilizadas como tribuna de los socia-

23. http://www.marxists.org/espanol/piatnitsky/1926/memorias/index.htm 24. Pierre Broué. El Partdo Bolchevique.

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ción. Además, el objeto del debate era, a la sazón, saber si había que dejar en manos del zar la convocatoria de la primera institución representativa, o si debía intentarse arrancársela de las manos al antiguo régimen. Por cuanto no había ni podía haber la certeza plena de que la situación objetiva era análoga y de que su desenvolvimiento se había de realizar en el mismo sentido y con igual rapidez, el boicot dejaba de ser justo. El boicot de los bolcheviques contra el “parlamento” en el año 1905 enriqueció al proletariado revolucionario con una experiencia política extraordinariamente preciosa, haciéndole ver que, en la combinación de las formas legales e ilegales, de las formas parlamentarias y extraparlamentarias de lucha, es, a veces, conveniente y hasta obligado saber renunciar a las formas parlamentarias. Pero transportar ciegamente, por simple imitación, sin discernimiento, esta experiencia a otras condiciones, a otras coyunturas, es el mayor de los errores. Lo que constituyó ya un error, aunque no grande y fácilmente corregible*, fue el boicot de la “Duma” por los bolcheviques en 1906. Fueron errores más serios y difícilmente reparables los boicots de 1907, 1908 y los años siguientes, pues, por una parte, no había que esperar que se levantara de nuevo rápidamente la ola revolucionaria, ni la transformación de la misma en insurrección y, por otra, la necesidad de combinar el trabajo legal con el ilegal nacía del conjunto de la situación histórica ligada a la renovación de la monarquía burguesa. Hoy, cuando se considera retrospectivamente este período histórico, que ha llegado a su completo término y cuyo enlace con los períodos ulteriores se ha manifestado ya plenamente, se comprende con singular claridad que los bolcheviques no habrian podido conservar (y no digo ya afianzar, desarrollar y fortalecer) el núcleo sólido del partido revolucionario del proletariado durante los años 1908-1914, si no hubiesen defendido en la lucha más dura la combinación obligatoria de las formas legales de lucha con las formas ilegales, la participación obligatoria en un parlamento ultrarreaccionario y en una serie de otras instituciones permitidas por una legislación reaccionaria (sociedades de socorros mutuos, etc.)”(25) . Cuando en 1912, el gobierno zarista convocó a elecciones a la IV Duma, el movimiento obrero se encontraba en una nueva etapa de ascenso en sus luchas. Una oleada de huelgas remeció el imperio ruso después de los acontecimientos de las minas de oro sobre el río Lena. “La revolución ha resurgido”, decía Lenin. El estallido de la Pri-

mera Guerra Mundial en 1914 encontró al proletariado ruso en pie de lucha. Las dos fracciones de la socialdemocracia rusa decidieron participar en las elecciones a la IV Duma. En setiembre 1912, los bolcheviques se constituyeron en partido político independiente, cerrando cualquier posibilidad de reunificación con los mencheviques. En octubre, obtuvieron 6 diputados. Los bolcheviques usaron el parlamento para extender su presencia en la clase obrera. En sus discursos -publicados en la gaceta de la Duma, en el periódico legal del partido y otros medios- los diputados exponían y defendían la línea del partido (pues consideraban la fracción parlamentaria como un organismo del Partido subordinado al Comité Central), llamaban a los obreros y campesinos a organizarse y luchar por el programa del partido. Los diputados obreros utilizaron su inmunidad para formar parte de los comités de solidaridad con los huelguistas, reunirse con ellos, servir de portavoces y negociar con los patronos, y denunciar a la policía por su brutalidad, además de la denuncia al conjunto del régimen zarista. El zarismo y la policía secreta percibieron el peligro de los diputados bolcheviques -que una vez estallada la Primera Guerra Mundial se opusieron al otorgamiento de créditos para la guerra imperialista y reclamaron la paz como consecuencia de la conversión de la guerra imperialista en guerra civil contra el zarismo y la burguesía. Por tal motivo, en 1914, la policía arrestó a cinco diputados bolcheviques y los acusó de traición a la patria. Luego de serles retirada su inmunidad parlamentaria, fueron juzgados y condenados al exilio en Siberia. Lenin, a la vez que había dado un combate contra el oportunismo (reformismo) en el movimiento obrero, “principal enemigo del bolchevismo dentro del movimiento obrero”, no dejaba de combatir las tendencias anarquistas, “una especie de castigo frente a las desviaciones oportunistas del movimiento obrero”, así como contra las “desviaciones” de izquierda que se negaban a “utilizar” el parlamento para la organización independiente y la movilización revolucionaria de las masas, como “táctica” subordinada a la lucha de clases extraparlamentaria en la perspectiva de la dictadura del proletariado. La Internacional Comunista y el “parlamentarismo revolucionario”

En el folleto Izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo, Lenin plantea algunas conclusiones sobre el 25. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el co- debate en el con el “ultraizquierdismo” y el “abstencionismo” en el seno del Segundo Congreso de la Internacional munismo. 26

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sus posiciones legales, transformarlas en puntos de apoyo secundarios de su acción revolucionaria y subordinarlas al plan de la campaña principal, es decir a la lucha de masas.” La tribuna del parlamento burgués es uno de esos puntos de apoyo secundarios” (…) El Partido Comunista entra en ella no para dedicarse a una acción orgánica sino para sabotear desde adentro la maquinaria gubernamental y el parlamento”. En este se señaló claramente, que el Parlamentarismo y la democracia burguesa lejos de ser los organismos representativos de las masas trabajadoras, constituye “una ficción de representación popular que expresa en apariencia la “voluntad del pueblo” y no la de las clases, pero en realidad constituye en manos del capital reinante, un instrumento de coerción y opresión (…) Por eso el deber histórico inmediato de la clase obrera consiste en arrancar esos aparatos a las clases dirigentes, en romperlos, destruirlos y sustituirlos por los nuevos órganos del poder proletario. Por otra parte el estado mayor revoluciona-

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Comunista en 1920, posterior a la revolución de octubre. A la vez que ambos sectores consideraban que el parlamentarismo “históricamente ha caducado”, Lenin advierte que es cierto sólo en el sentido de la propaganda. Acusando no confundir sus deseos con la realidad, advierte: “Nadie ignora, sin embargo, que de ahí a superarlo en la práctica media una distancia inmensa”. “Mientras no se tenga fuerza para suprimir los parlamentos burgueses y todo otro tipo de instituciones reaccionarias se debe actuar dentro de ellos porque es allí donde se encuentran todavía obreros embaucados por los curas y embrutecidos por las condiciones de la vida en el campo; de lo contrario se corre el riesgo de convertirse en futuros charlatanes (…) Lejos de perjudicar al proletariado revolucionario, la participación en un parlamento democrático burgués, incluso pocas semanas antes del triunfo de una república soviética, incluso después de ese triunfo, en realidad ayuda a ese proletariado a demostrar a las masas atrasadas porque semejantes parlamentos merecen ser eliminados: facilita el éxito de su disolución y ayuda a lograr que el parlamentarismo burgués caduque políticamente”(26) . Planteaba la necesidad de la agitación parlamentaria no como una concesión a los reformistas, sino justamente en la perspectiva de la “destrucción” del Estado burgués, como una “palanca” para el impulso revolucionario de las masas. En su lucha contra los “liquidadores” mencheviques, su confianza en el régimen parlamentario y en la colaboración con la burguesía liberal (Partido Kadete), jamás perdió de vista la “subordinación” de la táctica a la estrategia de la toma del poder. Por eso, “la acción de las masas -por ejemplo, una gran huelga- es siempre más importante que la acción parlamentaria y no sólo durante una revolución o en una situación revolucionaria.(27) Esta misma idea guiaría las tesis El Partido Comunista y el Parlamentarismo(28) votadas en el Segundo Congreso de la Internacional Comunista de 1920. “Para los comunistas, el parlamento no puede ser actualmente, en ningún caso, el teatro de una lucha por reformas y por el mejoramiento de la situación de la clase obrera, como sucedió en ciertos momentos en la época anterior. El centro de gravedad de la vida política actual está definitivamente fuera del marco del parlamento”. Para la Internacional Comunista liderada por Lenin y Trotsky, ““El método fundamental de la lucha del proletariado contra la burguesía, es decir contra su poder gubernamental, es ante todo el de las acciones de masas. (…) En esta lucha de masas, llamada a transformarse en guerra civil, el partido dirigente del proletariado debe, por regla general, fortalecer todas

rio de la clase obrera está, profundamente interesado en contar, en las instituciones parlamentarias de la burguesía, con exploradores que facilitarán su obra de destrucción”. Así, la lucha por diputados del proletariado revolucionario “facilitaría la obra de destrucción” del parlamentarismo. “La tarea del proletariado consiste en romper la maquinaria gubernamental de la burguesía, en destruirla, incluidas las instituciones parlamentarias, ya sea las de las repúblicas o las de las monarquías constitucionales (…) Por ello, sólo debe utilizarse a las instituciones gubernamentales burguesas a los fines de su destrucción.”.

26. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo. 27. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo. 28. El Partido Comunista y el Parlamentarismo. Tesis aprobadas en el Segundo Congreso de la Internacional Comunista. http://www. archivoleontrotsky.org/phl/www/arquivo/epacoeparlamiento.pdf

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Debates marxistas sobre defensa y ataque en la estrategia revolucionaria

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Es un error difundido concebir que la teoría de la revolución permanente elaborada por León Trotsky, es traducible, al terreno estratégico, como una ofensiva permanente. Incluso el marxista revolucionario italiano, Antonio Gramsci, contribuyó a aquél error con sus escritos de la cárcel: “Es necesario ver si la famosa teoría de Trotski sobre la permanencia del movimiento, no es el reflejo político de la guerra de maniobra (recordar la observación del general de cosacos Krasnov), en última instancia, el reflejo de las condiciones generales económico-cultural-sociales de un país en donde los cuadros de la vida nacional son embrionarios y desligados y no pueden transformarse en <<trinchera o fortaleza>>. En este caso se podría decir que Trotski, que aparece como un <<occidentalista>> o europeo, era en cambio un cosmopolita, es decir, superficialmente nacional y superficialmente occidentalista o europeo. Lenin, en cambio, era profundamente nacional y profundamente europeo [...]” “Me parece que Lenin había comprendido que era necesario un cambio de la guerra maniobrada, aplicada victoriosamente en Oriente en 1917, a la guerra de posición que era la única posible en occidente donde, como observa Krasnov, en breve lapso los ejércitos podían acumular interminables cantidades de municiones, donde los cuadros sociales eran de por sí capaces de transformarse en trincheras muy provistas. Y me parece que este es el significado de la fórmula del “frente único.”(1) Contrastándola con la clarividencia de Lenin, Gramsci concibe que la revolución permanente “no es más que una previsión genérica presentada como dogma y que se destruye a sí misma al no manifestarse en los hechos.”(2)

Trotsky y la “ofensiva permanente” Es sabido que mientras Gramsci polemizaba de ese modo contra Trotsky y las ideas de R. Luxemburgo, contraponiendo a la “guerra de maniobra” atribuida a ambos revolucionarios, la “guerra de posiciones”, polemizaba prioritariamente contra la orientación ultraizquierdista adoptada por la Internacional Comunista durante el “tercer período”, que -entre otras cuestiones- cometió el crimen de no impulsar un frente único contra el fascismo en Alemania, entre los tra-

bajadores comunistas y los trabajadores socialdemócratas, factor que contribuyó al ascenso de Hitler -fundamentando todo esto en una caracterización catastrofista y un inexistente ascenso ininterrumpido del movimiento obrero, que en realidad había padecido una serie de derrotas (Alemania en 1923, China en 1927, Inglaterra en 1926, etc). En realidad, Gramsci coincidía con Trotsky en su crítica a la orientación ultraizquierdista de la Internacional Comunista. Fue tan central esta problemática en el pensamiento de León Trotsky, que la negativa a reconocer algún error en Alemania por parte de la IC, lo conduce a formular la necesidad de nuevos partidos revolucionarios y una nueva internacional y caracterizar a esta organización como muerta para la revolución. Este curso de la actividad revolucionaria de Trotsky necesariamente debe considerarse en un estudio científico de la crítica gramsciana a la revolución permanente que, en realidad, no es pertinente en relación a Trotsky. Los debates durante el III Congreso de la Internacional Comunista, son muy indicativos al respecto. No es menor que estos debates se efectúen en una situación caracterizada por el ascenso obrero revolucionario. Por aquellos años se publicaba una revista, Komunismus, avalada por Thalheimer, Frohlich, Lukács y otras figuras de la III Internacional que constituían su ala extrema izquierda. Trotsky se refiere a la idea central de esta publicación: “El rasgo principal del actual período revolucionario es que debemos, en los combates parciales, hasta puramente económicos, tales como las huelgas, luchar con las armas en la mano.”(3) “La característica principal del actual periodo de la revolución reside en que estamos obligados a llevar a cabo incluso batallas parciales, incluyendo las económicas, con las mediaciones de la batalla final” sobre todo “la insurrección armada.”(4) Estas concepciones fueron predominantes en el

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Deformación del permanentismo

1. Gramsci, Antonio; Maquiavelo y Lenin. Biblioteca popular nasimento. 2. Ídem. 3. Trotsky, León; “Una escuela de estrategia revolucionaria”, en Bolchevismo y stalinismo, editorial El Yunque. 4. Citado en Anderson, Perry; Las antinomias de Antonio Gramsci.

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Partido Comunista alemán durante la acción de marzo de 1921. La “ofensiva permanente” hizo caso omiso de un problema crucial, la unidad de la vanguardia y la masa del proletariado. Siguiendo un curso inverso al conjunto de la clase obrera que había padecido las derrotas de 1919 y 1920, en Alemania central el proletariado minero e industrial se insubordinó “manifestándose enérgicamente, realizando huelgas y tumultos, sacando a los capataces de los talleres en carretillas, organizando reuniones durante las horas de trabajo.” La respuesta de la Socialdemocracia en el gobierno fue la represión a través del agente policial Hoersing, de militancia SD. Trotsky criticó que el PC llamara a la huelga general sin un trabajo serio de preparación: “El Comité Central del Partido Comunista alemán pensó, precisamente en esta época (mitad de marzo), que era preciso hacer una política revolucionaria más activa [...] Pero ¿cómo habría que llevarla a la práctica? Al mismo tiempo que se publicaba la orden del policial socialdemócrata Hoersing pidiendo a los obreros [...] no organizar reuniones en las horas de trabajo, considerar la propiedad de las fábricas como sagrada, etc.; el Comité Central del PC lanzó un llamamiento a la huelga general para sostener a los obreros de Centroalemania. Una huelga general no es cosa que la clase obrera emprende a la ligera, a la primera indicación del Partido, sobre todo cuando ha sufrido anteriormente una serie de derrotas, y tanto más en un país donde hay, junto al Partido Comunista otros dos Partidos socialdemócratas, y en donde la organización sindical está en contra nuestra [...] Una seria acción de masa hubiera debido ser precedida evidentemente de larga agitación enérgica, con palabras de orden definidas hacia el mismo fin; tal agitación hubiese podido llevar llamamientos definitivos para la acción sólo en el caso en que se hubiera podido averiguar hasta qué grado estaban preparadas y dispuestas las masas [...] Las masas, sencillamente, no comprendieron el llamamiento.”(5) En contra del planteamiento realizado por ciertos comunistas alemanes, “según el cual debíamos, durante la época revolucionaria, hacer exclusivamente una política 5. Trotsky, León; op. Cit. 6. Trotsky, León; op. Cit.

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ofensiva, esto es, de ataque revolucionario”; Trotsky contrapuso una visión según la cual había que “aprovecharse para reunir a todos los obreros de la defensa, resistencia: el contraataque más restringido. Si son propicias las condiciones, si encuentra eco favorable la propaganda, puede pasarse a una huelga general. Si los acontecimientos se desarrollan de más en más, si las masas se sublevan, si la unión entre los trabajadores se reafirma y crece su moral, mientras que en el campo de los adversarios la falta de decisión y el desorden aparecen, entonces puede ordenarse pasar a la ofensiva. Por el contrario si no es favorable la decisión, si las condiciones y la moral de las masas no se prestan a obedecer, hay que tocar retirada, replegarse lo posible ordenadamente hacia las posiciones anteriores, obteniendo así la ventaja de haber sondeado la masa obrera, reforzado su unión anterior y, lo que es más importante, de haber aumentado la autoridad del partido, que se habrá revelado como un dirigente juicioso en todas las situaciones. “Era preciso explotar el elemento moral de la defensa, y llamar al proletariado del país entero en socorro de los obreros centroalemanes.” Sólo de ese modo “se podía romper políticamente la resistencia de la burocracia obrera y asegurar, de este modo, el carácter general de la huelga, como base posible para el desarrollo ulterior de la lucha revolucionaria.”(6) El uso del elemento moral de la defensa había sido realizado exitosamente en Octubre de 1917: la organización de la defensa del Segundo Congreso de los Soviets -cuya legalidad era reconocida incluso por los partidos conciliadores del gobierno provisional-, garantizó la victoria de la insurrección, movimiento ofensivo por excelencia. Subyace a esto la dinámica permanentista de la revolución que suprime las condiciones de existencia de etapas absolutas de la lucha de clases, mecánicamente separadas entre sí. Dicho en el lenguaje gramsciano, no existe una incompatibilidad entre “guerra de posiciones” y “guerra de maniobras”. En el caso de Alemania, el proletariado no organizó la defensa de sus destacamentos de avanzada, es decir, posiciones o fortalezas para resistir los embates y unificar a la retaguardia tras la vanguardia, al proletariado de conjunto, e ir generando las condiciones para garantizar la organización de una verdadera huelga general y no sólo su invocación estéril, es decir, el efectivo paso de la defensiva a la ofensiva, de las posiciones a las maniobras.


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La conquista de posiciones y el alcance de la hegemonía

oprimidos, gradualmente, con tiempos evolutivos, y lo que podría traducirse en presencia estatal. Una variante tributaria -quizá no del todo conscientemente- de estas nociones es la idea muy contemporánea en cierta izquierda local según la cual es una tarea en todo momento y en todo lugar -independiente a que cambien los escenarios de la lucha de clases- acumular fuerzas antes de enfrentar directamente los centros de poder. ¿Queda excluido completamente para estas lecturas reformistas la realización de maniobras? Gramsci mismo indicó que “la guerra de maniobra subsiste en tanto que se trate de una cuestión de conquistar posiciones no decisivas.” Esto no es menor. Significa que Gramsci también concibió una combinación entre “guerra de maniobras” y “guerra de posiciones”, pero de un modo radicalmente distinto al de Trotsky. Un reformista no podría negar esto: si bien su objetivo consiste en conquistar posiciones en la sociedad civil y en el Estado -eludiendo un enfrentamiento que apunte a su destrucción- no dudará en realizar maniobras supeditadas a la estrategia en la que la “guerra de posiciones” predomina. Examinemos unos pasajes de Una escuela de estrategia revolucionaria de Trotsky para contrastar la diferencia entre ambos revolucionarios. En ellos discute con representantes diversos de la llamada tendencia de ultraizquierda, partidaria de la ofensiva permanente: “Los socialistas <<de izquierda>> creen que para su tarea directa, consistente en derribar la burguesía, es inútil pararse en el camino, entrar en conversaciones con los serratianos, abrir la puerta a los obreros que siguen a Serrati, etc. Y es, sin embargo, esta tarea la nuestra principal, ¡y no es tan sencilla como pudiera creerse!” “Antes de llamar a la insurrección tratad de conquistar a los obreros socialistas, purificad los sindicatos, poned en puestos responsables a los comunistas [...] conquistad a las masas” La tarea es la “conquista espiritual de la mayoría de los trabajadores de la ciudad y el campo” “Los comunistas rusos [...] no exigen la llamada inmediata a la insurrección, sino que, por el contrario, los ponen en guardia contra las aventuras e insisten para que

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El partido revolucionario según la concepción del Trotsky del III Congreso, “que cada día crece más y mejor se sitúa a la cabeza de la clase obrera europea, debe maniobrar en la lucha avanzando y retrocediendo, reafirmando su influjo conquistando nuevas posiciones, hasta que se ofrezca el momento favorable para derrotar a la burguesía. Lo repito: este es un complejo problema de estrategia, como ya dije ampliamente en el Congreso anterior. Podemos decir que el tercer Congreso de la Internacional Comunista fue una alta escuela de estrategia revolucionaria [...] El comunismo constituye un ejército proletario activo, creciente, que maniobra y que, mientras trabaja, observa las condiciones variables de la batalla, comprueba sus armas, las afila de nuevo cuando se oxidan y somete toda su acción a la ncesidad de preparar la derrota del régimen burgués.”(7)

Es conocida la idea de Gramsci según la cual en “Oriente el Estado lo era todo, la sociedad civil era primitiva y gelatinosa; en Occidente existía una relación apropiada entre Estado y y sociedad civil, y cuando el Estado temblaba, la robusta estructura de la sociedad civil se manifestaba en el acto. El Estado era sólo una trinchera avanzada, tras la cual había un poderoso sistema de fortalezas y casamatas [...]”(8) Ciertas interpretaciones reformistas de Gramsci, a partir de estos deslizamientos en sus planteos, han concebido que habría que abandonar cualquier tentativa de asalto al Estado, cuestión crucial en la estrategia revolucionaria leninista. Se trataría de disputar en el “sistema de fortalezas y casamatas” que exceden el espacio estatal y se configuran en una sociedad civil compleja en articulación con el Estado: las instituciones culturales, educacionales, religiosas, artísticas, deportivas, políticas... En cuanto trinchera avanzada, la destrucción del Estado de ningún modo garantiza la primacía del proletariado en la sociedad en cuanto continúan en pie las fortalezas de la sociedad civil. Por ello, la guerra de posiciones para ciertos intérpretes de Gramsci, consiste en conquistar la hegemonía cultural y política en la sociedad 7. Ídem. en contraposición a cualquier enfrentamiento con el Estado. Eso es lo que incrementaría el poder de los explotados y 8. Citado en Anderson, Perry; Las antinomias de Antonio Gramsci

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se atraiga a los obreros socialistas, que se conquiste a la mayoría de los trabajadores y que, cuidadosamente, se prepare la revolución” La conquista de la mayoría de los trabajadores fue una tarea planteada en el III Congreso, y la táctica del Frente Único un medio en pos de realizarla. Eso implicaba la conquista de posiciones. Por eso Trotsky se refiere a los sindicatos, al acercamiento de los obreros socialistas y a conquistar a las masas. Es decir, que el partido revolucionario conquiste a la vanguardia y que ésta, a su vez, al conjunto de la masa obrera; única garantía de que el proletariado pueda ejercer una hegemonía sobre el conjunto de las masas oprimidas; fue considerado por el III Congreso como una condición necesaria a la hora de proponerse las tareas de la insurrección -el enfrentamiento militar directo con el aparato estatal- y la ofensiva revolucionaria. Pero hay una diferencia no menor. Es interesante la observación que realiza Perry Anderson en Las Antinomias de Antonio Gramsci: “Por el momento, lo que importa recordar es el conocido principio marxista de que la clase obrera bajo el capitalismo es inherentemente incapaz de ser la clase culturalmente dominante, porque está estructuralmente expropiada, por su posición de clase, de algunos de los medios esenciales de producción cultural (educación, tradición, ocio) -en contraste con la burguesía del Siglo de las Luces, que podía generar su propia cultura superior dentro del marco del Ancien Régime. Y no sólo esto, sino que incluso después de la revolución socialista -la conquista del poder político por el proletariado- la clase culturalmente dominante sigue siendo la burguesía en ciertos aspectos (no en todos -en costumbres más que en ideas) y durante cierto tiempo (en principio, más corto con cada revolución), como Lenin y Trotsky enfatizaron en contextos distintos. Gramsci también fue, intermitentemente, consciente de esto. Sin embargo, en tanto no se indicaba constantemente la falta de correspondencia estructural entre las posiciones de la clase burguesa dentro de la sociedad feudal y de la clase obrera dentro de la sociedad capitalista, el riesgo de un resbalón teórico de la

una a la otra estaba siempre potencialmente presente para ellos en el uso común del término hegemonía. La asimilación más que ocasional de las revoluciones burguesa y proletaria en sus escritos sobre el jacobinismo demuestra que Gramsci no era inmune a esta confusión. El resultado fue permitir que posteriores codificaciones de su pensamiento establecieran una unión directa de sus dos extensiones del concepto de hegemonía en un silogismo clásicamente reformista. Porque una vez que el poder burgués en Occidente se atribuye principalmente a la hegemonía cultural, la adquisición de esta hegemonía significaría una apropiación efectiva por la clase obrera de la <<dirección de la sociedad>> sin la toma y transformación del poder del estado, en una transición indolora al socialismo (...)”(9) Estamos ante un problema clave. Para el marxismo revolucionario es central diferenciar el aspecto cultural del político en la noción de hegemonía. El proletariado, como clase explotada y potencialmente revolucionaria, es capaz de prepararse para dirigir políticamente a los oprimidos pero no así para dirigir culturalmente a la sociedad. Sus posibilidades de hegemonía están condicionadas por su condición estructural de clase explotada. Es lo que hace aún más necesaria la construcción de partido revolucionario. Un partido que sea uno con la vanguardia obrera, que le permita dirigir a la masa obrera y a los oprimidos, conquistando posiciones, sindicatos, federaciones estudiantiles, incluso utilizando espacios de la democracia burguesa (parlamento), formando corrientes culturales, etc. Un partido que se prepare para conquistar a la mayoría de la clase obrera y los oprimidos. Pero muy distinto es aspirar a una hegemonía a escala burguesa. Por indicarlo de algún modo, la capacidad de producir hegemonía de la burguesía es enormemente superior a la del proletariado. En La Ideología Alemana, Marx advertía que la clase materialmente dominante es la clase espiritualmente dominante. Una clase que controla los medios de producción controla los medios de producción cultural, la televisión, la prensa, las universidades. Por eso el partido revolucionario es insustituible para la clase obrera. Por eso es crucial diferenciar entre la hegemonía previa a la destrucción del Estado burgués concebida por Trotsky y la 9. Anderson, Perry; Las antinomias de Antonio Gramsci que conciben los intérpretes reformistas de Gramsci. En el fondo, la crítica de Gramsci a Trotsky, expresa 10. Ver: Maiello, Matías y Albamonte, Emilio; “Trotsky y Gramsci: debates de estrategia sobre la revolución en <<occidente>>”, en la el punto débil en sus concepciones estratégicas: el momenrevista Estrategia Internacional n° 28 to ofensivo.(10)

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de partida; la acción generalizada de la clase y la dirección política, la consecuencia.”(13) En esta cita, que expresa prístinamente el carácter espontaneista de la concepción de huelga general de masas de Luxemburgo, al subvaluar los aspectos voluntarios y organizativos -a decir de Gramsci- y enfatizar la autoactividad proletaria; se visualiza también lo esencial de su crítica al concepto puramente defensivo de huelga general de la Socialdemocracia: en el clima general revolucionario y bajo la influencia de los marxistas, las simples luchas salariales devenían rápidamente en luchas políticas, en acción generalizada, en movimientos ofensivos o maniobras, excediendo pronósticos moderados. Sin duda la debilidad del concepto de huelga general de masas de Luxemburgo fue la escasa relevancia dada a los aspectos conscientes y organizativos y su escasa detención en la insurrección como momento diferenciado del proceso revolucionario y como arte específico a cultivar por la dirección revolucionaria en el momento crítico. En Una escuela de estrategia revolucionaria, Trotsky explica la evolución de las ideas estratégicas de la III Internacional a la luz de la experiencia viva de la lucha de clases: “Se celebró el primer Congreso poco después de la guerra, apenas nacido el comunismo como movimiento europeo, cuando se esperana -con fundamento- que un asalto casi elemental de la clase obrera podía derribar a la burguesía, la cual no había tenido tiempo aún de encontrar una orientación nueva ni nuevos puntos de apoyo [...] En efecto el ataque fue poderoso. El número de las víctimas, grande. Pero la burguesía soportó este primer asalto, y, gracias a ello, ha podido reafirmarse su estabilidad de clase.” Trotsky señala que el aprendizaje central del proletariado después del II Congreso fue la necesidad del partido revolucionario. Un levantamiento puramente espontáneo no puede alcanzar la victoria. Ahora bien, el debate con la “ultraizquierda” demostraba que este partido no dominaba

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Esto es claro en su valoración de las elaboraciones de Rosa Luxemburgo acerca de la huelga general de masas. “A propósito de la comparación entre los conceptos de guerra de maniobra y guerra de posición en el arte militar y los conceptos correspondientes en el arte político, debe recordarse el folleto de Rosa Luxemburgo. En el folleto se teorizan un poco apresuradamente y en forma superficial las experiencias históricas de 1905. En efecto, Rosa Luxemburgo descuidó los elementos “voluntarios” y organizativos que en aquellos acontecimientos eran mucho más eficientes y numerosos de lo que ella creía, víctima de un cierto prejuicio “economista” y espontaneísta. Sin embargo, este folleto [...] es uno de los documentos más significativos de la teorización de la guerra de maniobra aplicada al arte político.”(11) La concepción socialdemócrata clásica acerca de la huelga general, defendida tambíén por Kautsky en 1910 contra Rosa Luxemburgo(12) , resulta útil para exponer este modo de articulación específico entre guerra de maniobras y guerra de posiciones: hay que desatar la huelga general de masas sólo en caso de que los reaccionarios realicen una ofensiva contra el proletariado, cercenando sus derechos y atentando contra sus fortalezas; es decir, la huelga general es un arma puramente defensiva y, por lo demás, superflua, pues ocurre que el partido y los sindicatos son cada vez más fuertes, lo que dificulta cualquier ataque reaccionario. En el pasaje citado, Gramsci no da cuenta de la crítica esencialmente correcta de Rosa Luxemburgo al concepto puramente defensivo de huelga general de masas. Analizando la lucha de clases en Rusia, Rosa expone como la dinámica objetiva de la huelga subvirtió los dogmas tradicionales. Refiriéndose a los acontecimientos posteriores al Domingo Sangriento, nos entrega una imagen de la dinámica huelguística: “no hubo un plan determinado previamente, no hubo una acción organizada; las proclamas de los partidos apenas podían seguir el paso a los levantamientos espontáneos de las masas; los dirigentes apenas tenían tiempo de formular las consignas para la ferviente multitud proletaria. Además, las primeras huelgas de masas y generales se originaron en la confluencia de luchas salariales aisladas que, en el clima general creado por la situación revolucionaria y bajo la influencia de la agitación socialdemócrata, se transformaban rápidamente en manifestaciones políticas. El factor económico y el carácter disperso del sindicalismo eran el punto

11. Gramsci, Antonio; Maquiavelo y Lenin. 12. Ver, Las antinomias de Antonio Gramsci, Perry Anderson. 13. Luxemburgo, Rosa; “Huelga de masas, partido, sindicatos”, en Obras escogidas, ed. Antídoto.

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aun el arte de la estrategia. Fue necesario integrar la táctica del frente único -guerra de posiciones en palabras de Gramsci- para conquistar a la mayoría de la clase obrera. Pero la derrota de la revolución alemana en 1923 mostró que las posiciones, los bastiones, por sí mismos, no bastaban en la tarea de derrotar al enemigo. Faltó desarrollar la ofensiva estratégica, lo que en la concepción de Trotsky no impedía haber utilizado la moral de la defensa en ese cometido. Pero lo defensivo, en la estrategia de conjunto, queda supeditada al objetivo central: vencer. Y no se puede vencer si la estrategia se reduce a conquistar fortalezas y resistir golpes enemigos.

Gobierno obrero En una discusión contra el pacifismo predominante en el Labour Party británico, Trotsky aborda nuevamente el debate acerca de un gobierno obrero, que en el IV Congreso se había votado como táctica, “en los países donde la situación de la sociedad burguesa es particularmente insegura, donde la relación de fuerzas entre los partidos obreros y la burguesía coloca la solución del problema del gobierno obrero a la orden del día como necesidad política.”(14) Si bien formula una hipótesis puramente teórica para Inglaterra, su lógica es útil para comprender la relación entre posición y maniobra en Trotsky: “Admitamos por un instante que en las próximas elecciones vaya una mayoría obrera al Parlamento y éste, del modo más legal, resuelva empezar por confiscar sin indemnización, en beneficio de los colonos y de los parados crónicos, los dominios de los nobles terratenientes, por establecer un elevado impuesto sobre el capital, por abolir la monarquía, la Cámara de los Lores y algunas otras instituciones no menos inconvenientes. Es por tanto necesario prepararse para tomar el poder, prepararse también a todas las consecuencias necesarias de la inevitable resistencia de las clases directoras. Es preciso comprenderlo bien: si llegara al poder en Inglaterra un verdadero gobierno obrero, aun siendo por los medios 14. Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista 15. Trotsky, León; ¿Adónde va Inglaterra?, editorial El Yunque

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más democráticos, la guerra civil sería inevitable. Un verdadero gobierno obrero, en otros términos, un gobierno absolutamente consagrado a los intereses del proletariado, se vería precisado de este modo a demoler el antiguo mecanismo gubernamental, instrumento de las clases poseedoras y a oponerle el aparato de los consejos obreros, es decir, que el origen democrático del Gobierno obrero -aun si fuese posible- produciría la necesidad de oponer a una resistencia reaccionaria la fuerza de la clase revolucionaria.”(15) Lejos de cualquier ilusión gradualista, estrategia de desgaste o “guerra de posiciones” unilateralizada, Trotsky concibe que la lucha entre el proletariado y la burguesía no se puede resolver armónicamente, sin saltos, sin violencia. Si se pretende predominar es necesario demoler el mecanismo estatal burgués. Conquistar en “normalidad” un gobierno obrero por medio de una combinación parlamentaria, es imposible, pero admitiendo que lo fuese, y que éste se propusiera avanzar en contra de los intereses capitalistas, no bastaría con la pura posición gubernamental: habría que demoler el aparato estatal, contraponer el poder proletario de los consejos y desarrollar una ofensiva contra las fuerzas de la reacción. Quienes recurren en nuestro tiempo a las discusiones acerca del gobierno obrero para justificar políticas reformistas o apoyos a gobiernos de izquierda, han transformado esta noción en un posicionismo desligado de una estrategia revolucionaria que aspira realmente a vencer. La estrategia revolucionaria debe aspirar a vencer en un combate despiadado con la burguesía explotadora, en escenarios variables y con medios diversos. Vencer, derrocar el poder enemigo. No sirven las ilusiones.


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Un balance crítico del parlamentarismo revolucionario de la primera organización trotskista en Chile

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Los trotskistas, el parlamento y las luchas obreras en los ‘30

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La elección de Michelle Bachelet como Presidenta de Chile, en reemplazo del criticado gobierno de derecha, es el reflejo de un cambio en la situación política nacional. Durante el gobierno de Piñera estallaron una serie de movilizaciones masivas; desde las multitudinarias protestas contra el proyecto hidroeléctrico transnacional HidroAysén, la revuelta regional de Magallanes, las prolongadas tomas por la educación gratuita, la revuelta regional de Aysén, hasta el florecimiento de luchas legales e ilegales de la clase obrera en importantes sectores de la economía capitalista chilena. Asistimos a una crisis de régimen político de importantes magnitudes, la herencia de la dictadura está siendo cuestionada en cada lucha, en cada marcha, se hace imposible solucionar un conflicto si no es afectando de una u otra forma 1. Manuel Hidalgo Plaza. Obrero mueblista, perteneció al ala socialista del PD dirigida por Recabarren que en base a una batalla fraccional concluyó en la formación del POS. En 1922 se opuso a denominarse “Partido Comunista” pero acuerdo en adherir e ingresar a la Komintern. Fue uno de los dos senadores elegidos por el PCCh (Tarapacá y Antofagasta). La dictadura de Ibáñez lo deportó al extranjero en 1927. Regresó clandestinamente a Chile y se opuso a las directivas del BSA. Acusado de indisciplina fue expulsado en 1931, inmediatamente inició el trabajo por articular a la oposición de izquierda chilena. Fue candidato a la presidencia de la República a nombre de los comunistas opositores. En 1933 fundó la Izquierda Comunista siendo nuevamente electo como senador. Junto a sus compañeros ingresó al PSCh en 1936 donde abandonó las ideas trotskistas. Durante el Frente Popular de Aguirre Cerda fue Embajador de Chile en México y Ministro de Obras Públicas y de Economía y Comercio durante el gobierno de J.A. Ríos. Fue socialista hasta su muerte en 1967 2. Emilio Zapata. Obrero pintor de origen campesino, militante comunista durante los años ’20. En 1931 se unió a la fracción de oposición. En 1932 tomó en sus manos la organización del campesinado. Se transformó en dirigente y fundador de la Liga de Campesinos Pobres, organización que tuvo varias secciones regionales. Fue electo diputado por el distrito metropolitano de Talagante en 1932, sus intervenciones en la Cámara fueron recordadas por la dureza de sus argumentos contra los partidos políticos tradicionales. Formó la Izquierda Comunista en 1933, luego ingresó al PSCh. En 1938 tras la prohibición de la sindicalización campesina dictada por el Frente Popular, declaró su hostilidad a Aguirre Cerda, tras esto fue expulsado del partido. Fundó el Partido Socialista de Trabajadores (PST) en 1940. Vuelve al PSCh en 1944.

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la herencia de Pinochet y los intereses de los capitalistas. Esto ha movido el escenario político hacia la izquierda: Bachelet iniciará su mandato con amplias expectativas de parte de sus escasos votantes, la derecha ha ingresado en una fuerte crisis y disputa interna, se han sumado “rostros” de los “movimientos sociales” auspiciados de una u otra forma por la alianza “Nueva Mayoría” que intenta contener la crisis del régimen estrenando un reformismo burgués neoliberal que desea introducir cambios moderados desde arriba para “evitar que la calle mande”. En este escenario de una lucha de clases más fluida, pero aún inicial, comienza a resurgir el movimiento obrero luego de años de ataques propinados en su contra por la Concertación y la Derecha, los conglomerados neoliberales que preservaron en todo la herencia de la dictadura capitalista de Pinochet. Se reactivan sus organismos, la actividad huelguística comienza a preocupar a los gremios patronales y al propio gobierno. El escenario, como vemos, está proclive para que la clase obrera chilena funde nuevamente sus instituciones de clase y vuelva a intervenir en la escena política como actor independiente. Y con ello comienzan a ponerse sobre la mesa la necesidad de utilizar por parte de los obreros revolucionarios todos los métodos que le sirvan en su objetivo por desarrollar el poder de los explotados. Uno de estos, que se puso sobre la mesa ante la llegada de dirigentes estudiantiles y gremiales de izquierda al parlamento, es el de la utilización de tribunas parlamentarias. ¿Deben los trabajadores pensar las candidaturas y los puestos parlamentarios como una forma de lucha más en la defensa de sus intereses? En esta breve nota nos proponemos reflexionar sobre esta pregunta tomando un caso histórico: el parlamentarismo revolucionario de los primeros trotskistas chilenos de los años ’30 y su relación con la táctica bolchevique para la intervención en los parlamentos burgueses.

Hidalgo y Zapata Los únicos trotskistas en llegar al parlamento fueron Manuel Hidalgo(1) y Emilio Zapata(2). Ambos fueron dirigentes de la Izquierda Comunista una fracción que se denominó sección nacional de la Oposición Comunista Internacional en 1933 luego de un largo recorrido de lucha contra el estalinismo dentro del Partido Comunista de Chile (PCCh).


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Izquierda Comunista (Sec. Chilena de la Oposición Comunista Internacional – Bolcheviques leninistas) y derrocando violentamente a la burguesía explotadora, podrá conquistar el poder político, establecer la dictadura del proletariado y construir la sociedad sin clases (…)” (4). Según los trotkistas de 1933, el parlamento era una institución más del Estado capitalista y, por lo tanto, realizar una actividad para “solucionar” los problemas de “la ley” no terminaría en otra cosa que en una colaboración para su supervivencia. Un cargo parlamentario era una trinchera más. Sin embargo los trotskistas no se oponían en principio a utilizar la tribuna parlamentaria. Esta era entendida como un método más que debía ser utilizado por la clase obrera para desarrollar su lucha, esencialmente en momentos no-revolucionarios, es decir, preparativos. El terreno electoral debía ser cubierto por los revolucionarios para que los votos de los obreros no fueran a parar a las ilusiones de la burguesía sino a los esfuerzos por potenciar la lucha de clases. Lenin en 1920 enseño a sus camaradas que era un error no aprovechar los pocos espacios “democráticos” que habría la burguesía en su intento por evitar su caída. A tres años del triunfo de la revolución obrera en Rusia, su balance era el siguiente: “Hoy, cuando consideramos este período histórico completamente finalizado, cuya vinculación con los períodos subsiguientes es ahora muy clara, se comprende con singular evidencia que en 1908-1914 los bolcheviques no habrían podido conservar (y ni hablar de fortalecer y desarrollar) el núcleo del partido revolucionario del proletariado si no hubiesen defendido, en tenaz lucha, el punto de vista de que era obligatorio combinar las formas de lucha legales con las

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Hacia 1927 el PCCh se enfrentó a la dictadura militar de Carlos Ibáñez del Campo, cuyo objetivo no era otro que destruir las organizaciones clasistas del proletariado chileno para así conseguir una transición al modelo capitalista norteamericano. Es así que como una de sus primeras acciones fue la de decretar ilegal al PCCh, sus dirigentes fueron relegados y su actividad perseguida. Este momento de debilidad fue aprovechada por la estalinizada Internacional Comunista, y sus organismos regionales, para deformar burocráticamente al partido que había sido fundado por el propio Luis Emilio Recabarren y conseguir se adhesión a la estrategia reformista del estalinismo de “revolución democrático-burguesa”. Esta estrategia decía que la clase obrera y su partido debían necesariamente luchar por una etapa democrático-burguesa para resolver las tareas agrarias (reforma agraria) y anti-imperialistas (independencia económica) como “antesala” (impostergable) de la lucha por el socialismo. Esta estrategia fue el primer pilar para que luego el PCCh participara de los Frentes Populares (gobiernos burgueses reformistas) siendo incluso parte de sus ministros. Hidalgo y Zapata fueron parte del grupo de oposición al estalinismo y militaron desde 1930 hasta 1933 en el PCCh de oposición (o disidente) y hacia 1932 se pasaron abiertamente al campo de los trotskistas y la oposición internacional. En esos años la fracción comunista de oposición siguió el trabajo revolucionario que heredaron de Recabarren y constituyeron la primera organización revolucionaria bajo la estrategia de la “dictadura del proletariado” superando el centrismo inicial de la jóven organización fundada por Recabarren(3). El grupo de oposición comunista logró conseguir dos puestos parlamentarios para su actividad política: Manuel Hidalgo y Emilio Zapata, el primero senador por Antofagasta y el segundo diputado por el distrito capitalino de Talagante. En 1933 Hidalgo sintetizó muy bien cuál era la actitud de los revolucionarios en los parlamentos burgueses: “A nosotros, los comunistas, no nos interesa, como no le interesa al proletariado, el perfeccionamiento del Estado de la burguesía nacional e internacional; ni por tanto, venimos al parlamento a colaborar en la solución de las contradicciones (…). Nosotros decimos terminantemente donde estemos, sea en la fábrica o en la calle, en el campo o en la industria, en el local obrero o en este local del Estado capitalista, que solamente por la acción revolucionaria, independiente y organizada del proletariado y bajo la dirección de su vanguardia de clase, la

3. Por centrismo nos referimos a la oscilación entre reforma y revolución de una organización revolucionaria. El centrismo del PCCh se debía a la contradicción entre los principios revolucionarios de la organización política (la dictadura del proletariado) y su acción conciliadora con partidos burgueses o movimientos reformistas burgueses. Al respecto recomendamos la lectura: Miranda, Nicolás, Historia marxista del Partido Comunista de Chile (1922-1973), Ediciones Clase Contra Clase, Santiago, 2001. 4. “Las facultades extraordinarias y la Izquierda Comunista. Discurso del senador Manuel Hidalgo realizado el 27 de abril de 1933 en Sesión Extraordinaria del Senado”, Boletín Comité Central de la Izquierda Comunista, N° 2, Santiago, 1° de mayo de 1933, págs. 5-13.

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ilegales, de que era obligatorio participar incluso en un parlamento ultrarreaccionario y en una serie de otras instituciones restringidas por leyes reaccionarias”(5). Lenin sostenía que era de gran utilidad para los revolucionarios combinar la acción de masas fuera del parlamento con una oposición que simpatiza con la revolución (o que la apoya francamente y con todos sus medios) dentro de ese parlamento. Para los bolcheviques de lo que se trataba, no era tomar la actividad parlamentaria como un medio para conseguir el socialismo, sino como una tribuna desde donde apoyar y potenciar las acciones de masas del proletariado y de los trabajadores no-proletarios. Los parlamentarios revolucionarios de la clase obrera no deben, entonces, ser funcionarios del Estado, sino tribunos del pueblo. Esta es una táctica distinta con la cual se lanzaron los candidatos del actual PCCh, los cuales fueron en alianza con el proyecto de contención de la Nueva Mayoría, y ahora quieren ser parte del gobierno, tal cual como lo hicieron desde 1937 en el gobierno del latifundista Pedro Aguirre Cerda.

El parlamentarismo revolucionario como una táctica para la revolución obrera y socialista

Este último punto es quizás el más importante del parlamentarismo revolucionario. Utilizar las tribunas parlamentarias a favor de las luchas obreras en curso, a modo de fortalecerlas y extenderlas nacionalmente. El bolchevismo llegó a estas conclusiones tras años de experiencia y debate con el parlamentarismo reformista de las socialdemo5. Lenin, Vladimir Ilich, “El ‘izquierdismo’, enfermedad infantil del Comunismo”, en Obras Selectas, Tomo II, Buenos Aires, Ediciones IPS, 2013, pág. 448. 6. Vitale, Luis, Interpretación marxista de la Historia de Chile. Volumen III (tomos V y VI), LOM Ediciones, Santiago, 2011., págs. 250-253. 7. Plaza Armijo, Camilo. “Soviets, cuartelazos y milicias obreras: los comunistas durante los doce días de la República Socialista, 1932”, en Ulianova, Olga, Manuel Loyola y Rolando Álvarez (edit.), 1912 y 2012. El siglo de los comunistas chilenos, Santiago, Instituto de Estudios Avanzados Universidad Santiago de Chile, 2012, págs. 186-187. 38

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cracias. A fines del siglo XIX y a inicios del XX los partidos socialdemócratas se preocuparon de desarrollar muy bien las tácticas, entre ellas la electoral fue esencial en décadas de reflujo de la lucha de clases. La participación en elecciones se había convertido en la actividad primordial de estos partidos (principalmente europeos). Su tendencia era la de organizar sólo a los que votan, subordinando toda la actividad orgánica en la clase obrera (la actividad en sindicatos, cooperativas, clubes, etc.) a los tiempos electorales. El electoralismo de la socialdemocracia fue una tendencia duramente combatida por los bolcheviques, la cual había mostrado sus límites cuando ésta cristalizó finalmente en estrategias de colaboración que decían que era posible conseguir “mediante la democracia” el socialismo. Esa fue la teoría del dirigente Kautsky. El electoralismo redundó en compromisos con fuerzas políticas burguesas, ese mismo compromiso empujó a estos partidos obreros a apoyar a sus Estados cuando se inició la Primera Guerra Mundial, votando los créditos de guerra, traicionando así los principios fundamentales del marxismo. El bolchevismo entonces, fundó sus raíces sobre la flexibilidad táctica y la intransigencia estratégica. Las formas de intervención política debían, según el bolchevismo, adaptarse a las diversas formas del movimiento y a las condiciones políticas, pero, haciendo prevalecer en función de lo más avanzado de la experiencia real del movimiento obrero. En 1932 cuando Hidalgo y Zapata fueron electos como parlamentarios por la fracción comunista de oposición el movimiento obrero venía reconstituyendo sus instituciones tras años de persecución y desarrollo del sindicalismo legal por parte del Estado. En septiembre de 1930 las dispersas organizaciones obreras organizaron marchas en apoyo a los marinos sublevados(6), en enero de 1932 la debilitada FOCh y sindicatos dispersos convocaron a una huelga general contra el gobierno de Esteban Montero (el continuador de las medidas de Ibáñez), en junio de 1932 constituyeron consejos revolucionarios paralelos al gobierno nacionalista de la mal llamada República “Socialista”(7). La oposición de izquierda, a la vez que rearticuló a la mitad del partido, se unió a la formación de los Comités de Obras. La legislación laboral impulsada por la dictadura quiso instaurar un sistema moderno de relaciones entre el capital y el trabajo, prohibiendo la organización por oficio (la base sobre la cual se había organizado la FOCh). Aprovechando el “resquicio” de


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campesina de Ranquil en junio 1934(11). Elaboraron una ley para garantizar legalmente la sindicalización de trabajadores agrícolas y campesinos pobres, garantía no reconocida por el Código Laboral. Esta “ley de sindicalización campesina” fue posteriormente rechazada por el Frente Popular. En otra ocasión ambos parlamentarios rechazaron los decretos represivos del gobierno de Jorge Alessandri(12). La actividad parlamentaria de los trotskistas Hidalgo y Zapata, constituyó un caso de parlamentarismo revolucionario cuya significancia histórica para la clase obrera es de gran relevancia. Siguiendo el ejemplo histórico de la diputación de Recabarren a inicios de los ’20, los comunistas de oposición lanzaron sus candidatos a elecciones parlamentarias con el fin de fortalecer en la arena pública las posiciones del partido y amplificar las luchas obreras y campesinas en curso. Aunque contarán con esta fortaleza a su favor, el trotskismo autodidacta no estuvo exento de enormes errores políticos.

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“sindicatos por empresa”, la Izquierda Comunista desarrollo un importante trabajo en el gremio de los trabajadores de la construcción, una rama productiva en ascenso luego de la crisis salitrera que azotó al país desde 1927. Constituyeron el Comité Único de la Construcción (CUC) a fines de 1932, siendo elegidos en su Comité Central importantes figuras, como Pablo López Cáceres y Manuel Contreras Garret(8). Por otra parte, la Izquierda Comunista, fue la primera organización en organizar a los campesinos (proletarios y no-proletarios) en una organización gremial de defensa de sus intereses. Tal fue la experiencia de Emilio Zapata y la Liga de Campesinos Pobres, cuyas secciones afiliadas al CUC, en 1933 ya comenzaron a realizar sus primeras huelgas. Esta inserción orgánica en la clase obrera y en los sectores pobres del campesinado capitalino fue llevada al terreno electoral, con el objetivo de ser representantes de estas experiencias. Zapata fue conocido públicamente por sus duras intervenciones en la Cámara de Diputados a favor de los intereses del proletariado. Fue detenido muchas veces por hablar en las concentraciones de los movimientos campesinos. Humberto Valenzuela, dirigente trotskista de la segunda generación, recuerda cómo Zapata se defendía de los insultos a los que eran sometidos en el Congreso: “La respuesta de Zapata fue cortante: ‘El proletariado siempre está de pie frente a sus verdugos’ y tomando una galleta que llevaba consigo (pan negro que los dueños de fundo le daban a los campesinos) la arrojó sobre el escritorio de la presidencia, donde rebotó por su dureza, y agregó, dirigiéndose a los parlamentarios latifundistas: ‘ahí tenéis el pan que vosotros le dais a los campesinos. Con este pan podréis apomazar los mármoles de esta Cámara, pero no podéis alimentar el estómago de aquellos que no cometen otro delito que incrementar vuestra riqueza.’ Así habló Emilio Zapata en la Cámara de Diputados en defensa de sus hermanos de clase, los campesinos pobres”(9). Emilio Zapata y Manuel Hidalgo, además de relacionar íntimamente sus tribunas parlamentarias con lo más avanzado de la movilización obrera, utilizaron la legalidad para asegurar en el terreno legal las victorias de la clase obrera y el campesinado pobre. Así por ejemplo, ambos parlamentarios pelearon la concesión de la construcción del Policlinico N° 1 del Seguro Obrero. Esta experiencia permitió la legalidad del control obrero de la construcción de ese edificio público (10). También dieron una dura batalla por la defensa de las víctimas y arrestados de la revuelta

El peligro de los “atajos”: Comunista

el liquidacionismo de la Izquierda

El joven núcleo de revolucionarios trotskistas poco a poco fue cediendo a las presiones de la “unidad de la izquierda” y las alianzas electorales con organizaciones no-obreras. En octubre de 1932 las candidaturas de Hidalgo 8. Rojas F., Jorge, Alfonso Murua O. y Gonzalo Rojas F., La historia de los obreros de la Construcción, Santiago, Ediciones PET, 1993, págs. 40-48. 9. Valenzuela, Humberto, Historia del movimiento obrero chileno, Editorial, Quimantú, Santiago, 2008, págs. 100 y 101. 10. “El Comité U. de la Construcción. Una experiencia sindical que enseña”, Izquierda, Santiago, segunda quincena de junio de 1936. 11. “Discurso de Zapata. Los sucesos de Ranquil llevados al Parlamento por la Izquierda Comunista”, Izquierda, 11 de julio de 1934. 12. “El Compañero Zapata abre debate en la Cámara. Los trabajadores no tolerarán nuevas Facultades Extraordinarias”, Izquierda, Santiago, segunda quincena de junio de 1934.

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y Zapata fueron llevadas adelante mediante un pacto electoral con el Partido Radical Socialista, el Cartel Socialista y el Partido Socialista Unificado. El PRS ya había apoyado en 1931 a la candidatura presidencial de Alessandri. El Cartel estaba compuesto por los dirigentes de militares nacionalistas de la República “Socialista”. Estos pactos no fueron vistos como parte de una muestra de colaboración de clases, lo que los hizo depender, en última instancia, de las reglas de las alianzas electorales. Esta tendencia ya había sido estrenada con el apoyo de los comunistas de oposición a la candidatura del militar Marmaduque Grove. Hacia 1935 la Izquierda Comunista rompió política e ideológicamente con Trotsky y los dirigentes de la Oposición Comunista Internacional. En los “tiempos de la reforma” abiertos con el triunfo del Frente Popular, los trotskistas no lograron mantenerse como un templado grupo revolucionario y prefirió los “atajos”. En 1936 el Congreso de la Izquierda Comunista decidió, tras confusos argumentos, realizar un entrismo en el Partido Socialista de Chile (PSCh). En el mismo congreso donde se firmó la fusión de ambos grupos, los socialistas consiguieron la votación de los delegados a favor de la formación del Frente Popular con comunistas y radicales. La Izquierda Comunista obró a favor de su propia liquidación. Hidalgo y Zapata terminaron sus periodos parlamentarios obrando por los planes de los socialistas terminando con ello esta experiencia de parlamentarios revolucionario. No obstante este hecho, del cual debemos sacar las lecciones necesarias, su audaz pero breve experiencia está allí, quedó allí, disponible para que otros se aventuren a conocer más sobre su historia y tomar notas para ser consideradas en las luchas del presente. En momentos en que movimiento obrero comienza a recuperar sus fuerzas como clase y como actor político, se hace necesario interrogarse sobre las formas y métodos de lucha de las organizaciones obreras. Legales o ilegales cada una de las tácticas y movimientos que realicen los obreros debe ser puesto a consideración de los principios de la independencia de clase y la estrategia de auto-organización obreras. Los trabajadores no necesitan parlamentarios que pacten y negocien con los políticos burgueses, tal cual como lo hace el PCCh. Los trabajadores no necesitan tampoco de organizaciones y parlamentarios a favor de la “ruptura democrática” que precipite el gobierno de un “Estado de derechos”. Los trabajadores necesitan participar en elecciones y ejercer cargos parlamentarios como

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tribuna revolucionaria a favor de la amplificación y desarrollo de lo más avanzado del movimiento obrero, tal como planteó Lenin: “combinar la acción de masas fuera del parlamento reaccionario con una oposición que simpatiza con la revolución (o, mejor aún, que la apoya francamente) dentro de ese parlamento”.


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Frentes anti neoliberales y

partidos amplios anticapitalistas Una polémica desde el marxismo revolucionario ALEJANDRA VALDERRAMA

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Las organizaciones de los “movimientos sociales” en Chile:

“La teoría de la organización se halla estrechamente vinculada con una hipótesis acerca de la revolución y no puede ser separada de ella” Rossana Rossanda

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La crisis contenida del régimen político en

Chile y los nuevos desafíos estratégicos en la izquierda

Para comenzar a hacer una polémica desde el marxismo revolucionario sobre el surgimiento de los frentes anti neoliberales o de partidos amplios anticapitalistas, sus orígenes y contradicciones es necesario tomar en consideración que esta no es una discusión que pretenda alimentar puramente el debate abstracto dentro del marxismo y la izquierda. Sin duda es un tema complejo que en absoluto buscamos dar por cerrado, por esto pretendemos abordarlo al menos en tres aspectos que consideramos importantes: los fundamentos teóricos, las decisiones estratégicas y la práctica política, en estos tres niveles intentaremos abrir una reflexión sobre las organizaciones de los “movimientos sociales” en Chile y el surgimiento de frentes anti neoliberales y partidos anti capitalistas en el mundo. Los cambios en la situación política en nuestro país y la crisis capitalista mundial(1), ya en su séptimo año de desarrollo nos pone nuevos desafíos, en Chile el surgimiento de una nueva generación que el 2011 en la calles cuestionó la educación de mercado sumado a las revueltas locales como Aysen, Freirina, Magallanes y el 2013 con la entrada en la escena nacional de sectores de la clase trabajadora con huelgas importantes, paralizaciones ilegales e inclusive nueva formas de organización(2). Nutren el amplio abanico del escenario nacional. Sectores diversos comienzan a repudiar, desde distintas esferas, el régimen político que preservó la Concertación, profundizó la derecha y que 1. “Apuntes sobre la crisis capitalista en curso y la reconstrucción de la IV Internacional” de Emilio Albamonte 2. CPS del PTR-CcC n° 169” El avance en la gestación de un nuevo movimiento obrero, y los intentos de los partidos patronales de canalizarlo” de Nicolás Miranda 3. El historiador Gabriel Salazar abre un estudio sobre los movimientos sociales y entrega algunas definiciones sobre el concepto en “Movimientos sociales en Chile” 4. http://www.adelantechile.cl/videos/union-nacional-estudiantil-su-pensamiento/

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mantuvo intactas las principales políticas de la dictadura militar de Pinochet. Esta discusión va dirigida a estos sectores, las organizaciones de izquierda sin duda son parte de lo que algunos denominan la aparición de “los movimientos sociales”. Con este artículo buscamos abrir una arista en el debate, aun hoy subterránea sobre qué tipo de organización necesitamos para conquistar las demandas que se han planteado, tomando una de sus variantes: La conformación de frentes anti- Neoliberales o partidos amplios anticapitalistas ¿Qué nos están proponiendo?

La entrada en escena de los movimientos sociales: la relación entre lo social y lo político

Cuando nos hablan de que en Chile volvieron aparecer los movimientos sociales(3) cabe preguntarnos que entendemos realmente con este término. Parece ser el movimiento estudiantil, los trabajadores y los pobladores una misma gama homogénea que se moviliza por demandas que son aprobadas por el conjunto de la población. Pero ante esta premisa que analizan diferentes intelectuales y levantan como consigna diferentes organizaciones como la Unión Nacional Estudiantil (UNE)(4) o más recientemente el candidato a la presidencia Marcel Claude, se esconde también el nudo de un problema difícil de resolver: ¿Hay intereses generales y comunes entre los denominados movimientos sociales? ¿Cuál es la relación entre lo social y lo político? Hablar de un “movimiento social” o “ciudadano” homogéneo y sin diferencias es un tema complejo. En primer lugar consideramos que un movimiento social dado contiene diferentes sectores sociales y de clase. En segundo lugar no podemos desconocer que en el seno de lo que muchos llaman el “movimiento social” se expresan diversas propuestas y concepciones, los activistas, organizaciones de izquierda son parte de los miles de estudiantes, trabajadores y sectores populares que han salido a luchar. Y claramente no todos tenemos los mismos objetivos. En el movimiento estudiantil mas claramente estas diferencias se expresaron en las diversas salidas que se le daban al conflicto(5); Había quienes no querían poner al centro la lucha por la gratuidad de la educación terminando


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sujeto central en la lucha por acabar con el sistema capitalista. Esto lo denominamos como la estrategia de hegemonía obrera(7).

Las organizaciones de los “movimientos sociales” y las organizaciones autoproclamadas anti neoliberales en Chile. Con el 2011 y el explosivo movimiento estudiantil, más las revueltas locales y la entrada parcial de sectores de trabajadores se reconfiguró también el panorama general de las organizaciones de izquierda. Este movimiento subterráneo encontró asidero en nuevos agrupamientos políticos que tomaron como bandera, lo que en las calles se mostraba como un solo grito de repudio. Estudiantes, pobladores y trabajadores son para estas organizaciones un solo movimiento, el movimiento social. Estas organizaciones tienen como lucha central: el modelo neoliberal y muchas de ellas buscan ampliar el rol social del Estado hoy existente. No todas se declaran socialistas, pero quienes luchan por el socialismo lo hacen dentro de estos términos. Algunas nos hablan de la necesidad de una revolución pero no nos aclaran que tipo de revolución es por la que pelean. Podemos encontrar dentro de estas variantes; en el movimiento estudiantil claramente a la Unión Nacional Estudiantil (UNE), organización nacida el 2011 y que según lo que ellos mismo describen su apuesta estratégica está en “constante construcción” alejados de los “vicios de la izquierda y el sectarismo”, reivindican al mismo nivel a figuras históricas como Allende, el Che Guevara, entre otros y se plantean la necesidad de unificar a la izquierda a nivel nacional. Esta organización además dentro de su primer congreso(8) se

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con el sistema de becas y créditos como expresaban sectores de la ex- Concertación y el Partido Comunista, pero también habíamos quienes luchamos para poner al centro esta demanda como parte de un programa que transformara el conjunto el sistema educativo de mercado. Se ponía en discusión entonces si el movimiento estudiantil debía subordinarse a los tiempos de los partidos empresariales del régimen o debía ser un sector que contribuyera a la lucha contra el régimen heredado de la dictadura. Existía además una dirigencia expresada por ejemplo en el CONFECH y existía una base expresada en asambleas y marchas masivas. Diferentes organizaciones con sus propuestas componían estos diferentes niveles. El “movimiento social” es más complejo de lo que creíamos. ¿Es entonces una gama homogénea y con intereses comunes? Desde nuestro punto de vista no se pueden invisibilidar los sectores sociales y de clase; no son lo mismo pobladores, estudiantes, trabajadores, movimiento de mujeres, entre otros. Pero además desde nuestro punto de vista, esta relación entre lo social y lo político es una relación dialéctica. El movimiento estudiantil, de mujeres o de los trabajadores no tiene una conciencia espontanea, sino que están influenciados por distintas corrientes ideológicas propias de la sociedad capitalista(6). Es por este motivo que consideramos que no hay un “movimiento social” homogéneo como no hay una sociedad homogénea sin esta tensión permanente. Más bien estas diferentes manifestaciones existentes, en general hoy, contra el régimen heredado de la dictadura responden concretamente a lo que los marxistas denominamos: la lucha de clases. Quienes nos plantean que en Chile hay un resurgimiento de los “movimientos sociales” sin referirse a esta dicotomía terminan 1) diluyendo el choque evidente entre intereses antagónicos; 2) esconden el debate de estrategias en la izquierda y la relación concreta entre los diferentes sectores que salen a luchar: estudiantes, trabajadores, pobladores, etc. Nos hablan de movimientos ciudadanos, de lo social contra lo político pero terminan dejando de lado el núcleo del problema: El capitalismo. Para los marxistas revolucionarios esta relación está dada por la posición estructural que se cumple en el sistema, es por esto que nosotros no apostamos al fortalecimiento de un movimiento social en general, más bien a la construcción de una alianza revolucionaria entre trabajadores y oprimidos, que tenga a la clase trabajadora como

5. http://www.ptr.cl/nacional/balance-y-perspectivas-de-la-movilizacion-%C2%A1levantemos-una-juventud-combativa-y-revolucionaria/ 6. “La espontaneidad de las masas y la conciencia de la socialdemocracia” ¿Qué hacer? Lenin 7. http://www.ips.org.ar/?p=7888 8. http://www.adelantechile.cl/2013/02/19/un-grrito-recorre-chile-finaliza-congreso-de-la-une/

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proclama ser la sección chilena del ALBA(9) y hoy dentro de sus campañas políticas dan su apoyo irrestricto a Nicolás Maduro levantando las banderas de la “revolución bolivariana”. En el plano electoral convergieron con otro fenómeno político importante: el autodenominado candidato de los movimiento sociales el ex militante de la DC Marcel Claude que dentro de su programa planteaba la nacionalización de los recursos naturales, la educación gratuita, el fin a las AFPs entre otras demandas. Su lucha es contra el “duopolio”, la “clase política” y por una democracia “radical”(10). Detrás de esta candidatura adhirieron diferentes organizaciones como la Red libertaria (ligada al Frente de Estudiantes Libertarios –FEL), el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, convergencia MIR, entre otros. Para estas organizaciones y frentes electorales la bandera de los “movimientos sociales” como sujeto de transformación social va en directa relación con los objetivos que buscan alcanzar: No son las viejas fórmulas como ellos mismos plantean, no buscan terminar con las contradicciones de clase, ni como planteamos los marxistas poner al centro a la clase trabajadora para dar esta pelea formando un partido para la lucha de clases, no, para ellos el movimiento social en donde están al mismo nivel trabajadores, estudiantes y la población son parte de expresiones de la “ciudadanía” y sus transformaciones están dentro de la “sociedad civil”. En su campaña menciona que Chile debería adoptar un modelo parecido al de Finlandia o Vene9. Alianza Bolivariana para los pueblo de nuestra América (ALBA) Compuesto por los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela, Cuba, Iran, Siria, entre otros. 10. http://www.elciudadano.cl/2013/05/19/68709/marcel-claude-cuando-gana-la-concertacion-tambien-gana-la-derecha/ 11. http://marcelclaude.blogspot.com/2011/06/la-educacion-publica-es-posible-la.html 12. http://www.elciudadano.cl/2011/10/13/42380/la-confech-eneuropa-a-traves-de-farfan/ 13. http://www.anticapitalistas.org/node/3484 “El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) de Francia nació formalmente el 8 de febrero del 2009 en el Congreso fundacional que pretende aglutinar a toda la izquierda”

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zuela al menos en materia educacional(11). En el marco de las votaciones el candidato Marcel Claude hizo un llamado explícito al candidato del PRO Marco Enríquez Ominami, liberal progresista, a confluir en una campaña común para terminar con la exclusión del duopolio político. Una variante con una denuncia mucho más marcada a los empresarios, fue la candidata Roxana Miranda levantada por el Partido Igualdad, que si bien en un comienzo actuaron unidos junto al comando de Marcel Claude, se separaron por diversas diferencias. Ella sí nos habla de terminar con el poder de los empresarios, denunciando ferozmente las consecuencias del capitalismo y del neoliberalismo en nuestro país. Ella busca una sociedad más justa, un Estado popular y construido desde abajo en donde el “pueblo mande”. Recientemente y ante los resultados electorales diferentes organizaciones, como la Unión Nacional Estudiantil (UNE) llamaban a unificar ambos bloques electorales para enfrentar al neoliberalismo. Todas estas organizaciones, ante los hechos de movilizaciones organizadas por la derecha en Venezuela hacen campaña para fortalecer la “revolución bolivariana” y ante el viaje del Presidente Maduro a Chile para saludar la asunción de Bachelet, realizaran un acto público en donde llaman a todos quienes se declaren anti neoliberales y estén por el comercio justo entre los pueblos a manifestarse. Pero estos fenómenos políticos nuevos en nuestro país, como portavoces del “movimiento social” no surgen solamente en Chile, son parte de un fenómeno político más profundo que intentaremos detallar en este artículo.

El surgimiento de partidos amplios anti capitalistas en el mundo. En una de sus giras como dirigente estudiantil en Europa(12), Sebastián Farfán representante de la Unión Nacional Estudiantil sostuvo diversas actividades con el denominado “Nuevo Partido Anticapitalista”(NPA)(13) en Francia, organización proveniente de la organización trotskysta Liga Comunista Revolucionaria (LCR) y que en su congreso de fundación buscan dar un giro ante la nueva situación mundial y ampliar sus fuerzas re-definiendo su estrategia y haciendo que ésta esté en constante construcción, haciendo confluir dentro de un mismo partido a ecologistas, altermundistas, movimiento anti global, ex trotskistas, reformistas, etc(14).


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Resonancias noventistas: la clase obrera,

(FT-CI) en un esfuerzo por sacar las lecciones de la lucha de clases, definimos a estas organizaciones como representantes del “trotskysmo de Yalta”(16) La tarea para ellos fue ampliar las filas de sus organizaciones a cambio de transar completamente sus objetivos estratégicos y su programa. Los años noventa no son azarosos, y una característica que atraviesa todo el periodo es la restauración del orden capitalista a nivel mundial. La caída de los “socialismo reales” o Estados obreros deformados imprimió una derrota moral a la izquierda y en particular a la clase obrera. Se comienza a hablar del fin de la historia y con ello la clase obrera como sujeto revolucionario se pone en duda. A su vez la integración de los Partidos Comunistas a los regímenes empresariales, la formación de Partidos obrero-burgueses como el caso de los Partidos Comunistas de Italia, el PT de Brasil, el SDP Alemán, entre otros. Fueron parte del sello que le imprimieron al periodo: un golpe brutal a la clase obrera y tras de sí, al conjunto del pensamiento revolucionario. Las primeras movilizaciones de masas en los 90 fueron

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Para ellos el horizonte de la revolución había cambiado y en este sentido los objetivos de una organización debían cambiarse también. Los tiempos no son los mismos, la época completa para ellos se había transformado, se había cerrado el ciclo definido por Lenin como una “época de crisis, guerras y revoluciones”. Todo esto para ellos era fraseología del pasado pues vivimos desde su punto de vista una “reorganización de las fuerzas capitalistas” que obligaban a re pensar la táctica, estrategia y carácter del partido(15). El debate sobre la formación de “Partido amplios anticapitalistas” fue un debate que recorrió el conjunto de la izquierda, en Europa se expresó con la fundación Sottish Socialist Party en 1998, el Bloco de Esquerda en Portugal en 1999, el Partido de la Izquierda en Suecia, la Alianza Roja-Verde en Dinamarca (estos dos últimos a principios de los 90), la Socialist Alliance y posteriormente RESPECT el 2005 en Inglaterra. Parte de este proceso es la participación de todas las fracciones trotskystas en Rifondazione Comunista en Italia y Die Linke (la izquierda) en Alemania. Y en América Latina esta política fue llevada adelante con la fundación del PSOL con una ruptura del PT de Lula y Dilma Rosseau y con la reivindicación del PSUV (Partido Chavista). En Argentina esta discusión toma forma en la “nueva Izquierda” impulsada por el Movimiento de Trabajadores por el socialismo (MST) que intenta confluir con sectores peronistas en busca de un movimiento nacional y popular que sea “superador” y que pretenda sacar del aislamiento que por tantos años ha estado la izquierda.

14. http://www.anticapitalistas.org/node/4200 Entrevista a francés Franck Gaudichaud militante del NPA “¿De qué forma se organizan los comités anticapitalistas? “Los comités se forman territorialmente de manera inicial y llegan a ser 400 a nivel nacional. Después viene el proceso de organización y coordinación por sectores o regiones. A los comités llegan ex militantes comunistas, ex militantes de base del PS, sectores libertarios, pero sobre todo, muchos sindicalistas clasistas independientes, jóvenes pobladores, militantes altermundialistas, ecologistas radicales, feministas sin partido.”

adaptación y derrota moral

15. http://www.anticapitalistas.org/node/4200 Entrevista a francés Franck Gaudichaud militante del NPA

Pero esta marea y giro político de diversas organizaciones que traen como precedente la formación de los partidos amplios anticapitalistas en donde no es necesario hablar agudamente de lucha de clases, incluidas organizaciones trotskystas importantes, no es casual. Los atajos en la construcción de partido y las caracterizaciones sobre lo que acontecía mundialmente fueron decisivos. Sin duda, en el caso de las organizaciones trotskystas es parte de una dinámica y una lógica política particular, que no detallaremos en este artículo pero que desde la Fracción Trotskysta por la reconstrucción de la IV internacional

16. http://www.ft-ci.org/En-los-limites-de-la-restauracion-burguesa?lang=es Podemos entender como “Trotskysmo de Yalta” a las organizaciones que con una lógica “centrista” que devino en zig zags que comenzaron con la proclamación de revoluciones cualquiera con direcciones cualquiera (como el caso de Cuba y la confianza en la estrategia del foco guerrillero) hasta la concepción de revolución democrática que los llevó detrás de partidos reformistas e inclusive partidos empresariales, dio un nuevo giro en los años noventa para en el caso de variadas organizaciones terminar con su liquidación como organizaciones revolucionarias, en otros casos se mantienen como organizaciones oscilantes entre la reforma y la revolución.

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protagonizadas por el movimiento anti-global, las movilizaciones contra la guerra, entre otras, movimientos que no planteaban en sí mismas una ruptura contra el capitalismo. Las organizaciones que impulsaron los frentes amplios anti neoliberales o partidos amplios anti capitalistas durante los noventa priorizaron la confluencia con estos sectores sin ninguna estrategia revolucionaria. Este es el antecedente histórico de su surgimiento, más adelante detallaremos a que posiciones concretas los ha llevado esta concepción y como esto se expresa incipientemente en las organizaciones políticas que en nuestro país siguen la misma lógica en su guía de acción cotidiana.

El orden de Yalta y la caída del muro de Berlín: ¿Una nueva época se abría paso? Como mencionábamos anteriormente, la formación y concepciones de los partidos amplios anti capitalistas tiene sus orígenes en las consecuencias del periodo histórico nombrado. La caída del muro de Berlín y de los “socialismos reales” o Estados obreros deformados sumado a la integración de los Partidos Comunistas a los regímenes empresariales fue el escenario de la recuperación mundial del capitalismo. Se abrió entonces un amplio debate dentro de la izquierda y se comenzó a poner en duda las definiciones y la estrategia. Una de estas discusiones claves fue sobre la definición de época, ya años antes la LCR organización de la cual proviene el NPA en Francia, se comenzaba a cuestionar sobre el retroceso en el cual estaba sometida la clase obrera después de la segunda guerra mundial. Para la formación del NPA fue necesario definir que había quedado

atrás la época de las grandes revoluciones y que ante la recuperación del capitalismo había que cambiar de hipótesis central de la revolución, lo que cambiaría el eje que tomaría el nuevo partido. La acción en la lucha de clases quedó en un segundo plano y tomo principal preponderancia la conformación de frentes electorales como también la participación en distintos gobierno(17). Pero para ellos la época de crisis del capitalismo había quedado atrás y se habría una etapa de reorganización de las fuerzas capitalistas que obligaba a las organizacio-

nes, ante fenómenos de lucha nacientes, a buscar amplitud en sus convocatorias y a generar polos de resistencia anti neoliberal.

Pareciera ser que una definición es algo que aparentemente no tendría repercusiones, pero como vemos fue medular en su acción política y lo es hasta el día de hoy. Estas organizaciones de los movimientos sociales nacen en los hechos con la liquidación de las perspectivas de la revolución socialista, cambiando este objetivo histórico por la de polos anti neoliberales. Nos remitimos a dar ejemplo sobre la LCR Francesa porque son ilustrativos, pero también porque son los orígenes de una de las organizaciones autodenominadas anticapitalistas, el NPA en Francia sirve al menos como muestra de una lógica política similar consideramos, a lo que en Chile están intentando levantar fenómenos electorales como Marcel Claude, el partido igualdad o la UNE. Lo que podríamos comparar con lo señalado en Chile por los candidatos presidenciales Roxana Miranda y Marcel Claude sobre conformar un “bloque amplio anti neoliberal” o la lógica de la Red Libertaria ligada al FEL y la UNE dentro del comando Todos a la Moneda que los llevó tras ex concertacionistas con un programa que buscaba reformar el régimen político en Chile, no transformarlo de raíz ni acabar con él, es decir; Ya que hablar de crisis del capitalismo es algo alejado de la personas y sin una vigencia tal, para con-

17. http://www.ft-ci.org/Trotsky-y-Gramsci-debates-de-estrate- formar oposición hay que levantar organización en alianza con gia-sobre-la-revolucion-en-occidente Ya para la LCR la participapartidos reformistas y muchas veces partidos pequeño burgueción de la organización en lo que ello denominaban un gobierno obrero tenía como condicionantes cuestiones bastante diferentes a ses para llegar al conjunto de la población. Para hablarle la discusión que realizaban los revolucionarios como Trotsky y que al pueblo hay que hablar desde el sentido común, sin plantear fue táctica que tenía como objetivo armar a la clase trabajadora, cuestiones que estén por fuera de sus horizontes inmediatos y no para ampliar la base social de un grupo sin principios y sin una menos aun de tareas históricas. Nos hablan de un Estado parestrategia para la toma del poder, sino todo lo contrario. ticipativo, una democracia hasta el final, en el caso de la UNE Alianza Bolivariana para los pueblo de nuestra América (ALBA) del socialismo del siglo XXI como en Venezuela nos plantea Compuesto por los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela, el Chavismo: que al menos desde nuestro punto de vista es un Cuba, Iran, Siria, entre otros. “socialismo” sin expropiación y con empresarios, algo que de 46

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Consideramos que, al menos por sus definiciones: un programa que comparta toda la población sin ligarlo con una estrategia para la revolución en la práctica esto es producto de que la revolución socialista como hipótesis medular de su acción política, y para esto la la toma del poder del Estado por parte de los trabajadores esta fuera de sus horizontes. Cambiando la definición de época cambian así sus hipótesis sobre qué tipo de revolución es necesaria y de esta forma, echando por tierra la experiencia revolucionaria de los trabajadores, no es casual que estas organizaciones de los movimientos sociales actúen en los hechos como pie izquierdo de las burocracias sindicales(18) y organizaciones reformistas tradicionales(19) como el Partido comunista.

Las nuevas hipótesis estratégicas:

La disolución de la clase obrera como sujeto y el grado cero de la estrategia revolucionaria

Es en este marco en donde surgen las perspectivas políticas de las organizaciones de los “movimientos sociales”, con una nueva definición de época, la ausencia de balances de todo un periodo histórico y la búsqueda de atajos en la construcción de partido. Lo que los ha llevado a tener una práctica en donde terminan a la cola de organizaciones empresariales progresistas y del reformismo. Para la UNE por ejemplo la participación en Todos a la Moneda junto a organizaciones como el Partido Humanista o ex concertacionistas no es una contradicción, con una alianza inestable que luego culmino con el llamado a Marco Enriquez Ominami, dirigente del PRO, partido burgués liberal a realizar un bloque común. O las alianzas entre el Partido Igualdad y la candidatura de Sffeir en las elecciones a diputados, tomando en cuenta que el mismo Sffeir declaro que no se opondría a ser ministro de Bachelet. Estos hechos no son aislados. Sobre la base de: 1) cambio de época, la reorganización de las fuerzas capitalistas, 2) un partido que convocara un polo anti neoliberal en donde confluyeran todos los sectores que se reclamaran como anticapitalistas sin delimitación estratégica ni de clase.

amplio, sin contradicciones de clase desde nuestra óptica no puede aspirar a trasformar revolucionariamente el régimen existente. Haciendo del programa una herramienta mínima de reivindicaciones que se vuelve un límite que choca contra la muralla capitalista. Trotsky y el Programa de Transición dan una respuesta a esto: es necesario ligar las demandas sentidas y con fuerza vital por el conjunto de las masas con la única y sola conclusión para alcanzarlas, terminar con la propiedad privada y el capitalismo(20). ¿Cómo ligar las demandas planteadas con la lucha por la revolución? Estas organizaciones nos dan un marco escéptico para las tareas que se comienzan a abrir en la situación política mundial y que se delinean subterráneamente en Chile.

La “ilusión de lo social” y

los partidos amplios anti capitalistas:

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mínima nos debería abrir un cuestionamiento.

El tablero comienza a tambalear

La crisis capitalista mundial, su impacto y dinámica no puede no generar debates y cuestionamientos dentro de la izquierda. No desconocemos que si bien hubo una relati18. Definimos como burocracia sindical no como una clase social especifica pero si una capa social determinada que media entre los intereses de los trabajadores y el de los empresarios. Por ejemplo a la dirigencia de múltiples sindicatos en nuestro país que se ubican como un freno para la organización independiente de los trabajadores expresada en organismos de democracia directa obrera. Nos referimos a organizaciones reformistas a las que tienen como concepción la revolución social por “etapas” y como estrategia la conciliación con partidos de los empresarios. Para ellos hay que conquistar primero una fase democrático burguesa en donde las demandas sociales sean resueltas en junto con partidos empresariales progresistas. Podemos tomar como ejemplo la estrategia del “frente popular” en Chile levantada por el Partido Comunista en donde confluían organizaciones obreras como el Partido Socialista de ese entonces y organizaciones burguesas menores como el Partido Radical. 19. Alianza Bolivariana para los pueblo de nuestra América (ALBA)

Su concepción estratégica niega la lucha de cla- Compuesto por los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela, ses en los hechos, diluyendo a la clase obrera como sujeto Cuba, Iran, Siria, entre otros. y al partido como instrumento de la misma para el combate férreo contra los explotadores. Su aspiración de movimiento 20. Ver “El programa de transición” de León Trotsky.

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va recuperación económica el último año, hoy comienza a ponerse en cuestión por los mismos analistas de los empresarios abriendo inclusive la posibilidad que la crisis cambie de epicentro lo que generaría nuevas contradicciones. No lo inventamos en este artículo ni es un afán catastrofista sobre la situación mundial(21). Más aun considerando que los nuevos fenómenos políticos y de la lucha de clases han vuelto a tocar la puerta. La juventud comenzó a ponerse de pie. En un primer momento el movimiento de los indignados en España acompañado de las movilizaciones estudiantiles en Inglaterra, el movimiento Occupy Wall Street en EEUU o los procesos revolucionarios abiertos en el Mahgreb nos muestran que el tablero de la estabilidad burguesa llegó a su límite y nos obligan a pensar y afinar nuestras políticas y caracterizaciones. Más aun cuando ninguno de estos movimientos ha demostrado poder ser resuelto hasta sus últimas consecuencias por los gobiernos burgueses, es momento de pensar cuales van a ser nuestros objetivos de combate. Los partidos amplios anti capitalistas a nivel internacional han apoyado procesos como el levantado por Syriza en Grecia entre otros. Las organizaciones de los “movimientos sociales” en Chile tienen opinión sobre algunos de estos procesos y específicamente dentro del terreno latinoamericano, un ejemplo claro de nuevos fenómenos políticos dentro del escenario internacional es el caso de Venezuela, en nuestro país estas organizaciones en su mayoría se declaran chavistas: pero no dan una respuesta a que ya a más de 10 años de chavismo no ha habido medidas que terminen con la propiedad privada por ejemplo la expropiación de los recursos naturales, por otra parte no tienen posición ante los acuerdos constantes del chavismo con los empresarios para pagar la deuda externa a costa de políticas que precarizan la vida de los trabajadores venezolanos. Desde nuestro punto de vista esta política tiende a confundir en vez de buscar hacer tambalear los regímenes y a los empresarios por su acción organizada. Al igual como los regímenes burgueses comienzan a degradarse, inclusive a ser cuestionados por los trabajadores gobiernos “progresistas” como el de Evo

ilusión de reformas dentro del marco de lo existente comienza a tener límites, ya no bastan los “movimientos sociales” cuando hay una contradicciones evidente sobre intereses antagónicos y de clase.

Se comienza a hacer patente la necesidad de organizaciones que estén dispuestas a jugar un rol en la lucha de clases. Estas organizaciones han jugado un rol dentro de ella ¿Cómo han actuado? Muchas de ellas con el objetivo de buscar amplitud electoral han apoyado a gobiernos progresistas como el caso que citábamos recientemente o derechamente han visto pasar la lucha de clases ante sus ojos sin tener ningún rol.

Movimientos sociales y clase obrera

La relación entre movimientos sociales y clase obrera cada vez es más contradictoria, se tensiona cada vez que los regímenes políticos se comienzan a cuestionar. La lucha de clases hace que vuelvan a aparecer demandas en donde lo trabajadores no están ajenos. Los partidos amplios anticapitalistas ante estos hechos han actuado de una forma muy particular: se han convertido en fenómenos electorales y mediáticos. Para abordar esta contradicción volveremos a mencionar el caso del NPA en Francia pues el debate en su interior tiene estas características. En un escenario de movilizaciones tras la importante votación que tuvo su candidato al euro parlamento Oliver Besancenot consolidan esta tribuna de forma expresamente electoral sin buscar confluir orgánicamente con los trabajadores que estaban saliendo a luchar en ese momento, el nulo pronunciamiento ante la ola de huelgas obreras en Francia los ha alejado de sectores del activismo obrero que se ha tomado las fabricas e inclusive ha hecho experiencias de control obrero similares a las impulsadas por los trabajadores de Zanon y la izquierda trotskista del PTS en la Argentina. Es también expresivo el que cada vez se tienden a consolidar como partidos electorales. En Chile el comando Todos a la Moneda de Marcel Claude y sus organizaciones luego de la cobertura mediática que entregan las elecciones no tuvieron inserción ante el paro 21. http://www.ft-ci.org/La-devaluacion-argentina-no-es-un-ca- portuario que duró más de 20 días, con movilizaciones y enso-aislado?lang=es frentamientos, inclusive con nuevas formas de organización política. Y sus intervenciones en procesos como la huelga 22. http://roxanamiranda.cl/862/roxana-miranda-con-eva-morales/

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Morales apoyado entre otros por Roxana Miranda(22). La

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ha vuelto, desde nuestro punto de vista una práctica consecuencia de sus concepciones que en el grado cero de la estrategia revolucionaria no consideran lo que para los marxistas siempre fue la participación en elecciones y los acuerdos electorales: una tribuna de agitación revolucionaria(23), pero para enfrentar a los capitalistas, para la toma del poder y la destrucción del Estado, no para generar confianza en el régimen, elecciones para hablarles a miles de trabajadores no para ver como la lucha de clases se pasa por delante de nosotros y nos dejan sin nada que proponer.

Las experiencias anticapitalistas en el plano

El régimen político en Chile: Marcel Claude, el Partido Igualdad y la Unión Nacional Estudiantil

electoral y la lucha de clases

El surgimiento del Front de Gauche, candidaturas como las de Besancenot levantadas por el NPA en Francia o Siryza en Grecia ponen a prueba las concepciones de la izquierda. Nuevos fenómenos políticos y de la lucha de clases colorean el escenario político mundial. Como mencionábamos anteriormente las organizaciones de los “movimientos sociales” o los partidos amplios anticapitalistas que existen hoy en el mundo, al haber diluido hasta el grado cero a la clase obrera como sujeto revolucionario se consolidaron como organizaciones electorales: su búsqueda no estaba puesta en confluir con la clase obrera, en el caso del NPA por dar un ejemplo, su eje luego de las elecciones presidenciales fue buscar nuevos acuerdos incluso con el Front de Gauche levando por el PC Francés y un sector del Partido Socialista. Para ellos en la práctica la lucha de clases ya no es una contradicción vital a la que toda organización debe dar respuesta. Lo que denominamos el grado cero de la estrategia los ha llevado también a esta práctica particular: el electoralismo. Con la ambición de llegar a grandes capas de la población estas organizaciones como el caso del NPA francés o concretamente la UNE y su apoyo a Marcel Claude en nuestro país rebajan el programa político para el periodo congelándolos en reformas parciales y sin ningún sello que busque fortalecer la lucha de los trabajadores y oprimidos. Haciendo del método electoral una táctica en si misma de construcción de organización, en donde no importa qué estrategia tiene cada grupo que compone el bloque electoral o si habrá un acuerdo profundo para enfrentar y proponer ante fenómenos de la lucha de clases. El electoralismo se

Algunas de las referencias a los partidos amplios anticapitalistas en su lógica política podemos compararlas con algunas organizaciones en nuestro país como hemos mencionado a través de todo este artículo, con objetivo abrirnos una reflexión, dialogar con los activistas y militantes que han recorrido este camino del cual hemos demostrado evidentes contradicciones. Más aun cuando en Chile se comienza a abrir un nuevo ciclo de la lucha de clases en donde no solo el movimiento estudiantil salió a las calles a protestar y no son solo las poblaciones locales las que organizan la revuelta. Se comienza a perfilar cada vez con más fuerza la entrada de sectores de la clase trabajadora en la escena política nacional, con sus huelgas y movilizaciones que no habían encontrado tanta masividad desde la dictadura. En donde se comienzan a gestar choques directos con los pilares de la herencia de la dictadura. Recién estirando sus músculos para la pelea contra los empresarios nos plantean algunas claves de sus avances más progresivos que no pueden quedar en simples anécdotas. Los revolucionarios nos preparamos para confluir con lo mejor de esos trabajadores que hoy están saliendo a luchar, al menos toda organización seria que busque revolucionar el orden existente debería plantearse este objetivo de mayor o menor medida. Si tomamos esto como una necesidad en la lucha contra el régimen heredado de Pinochet y el sistema capi-

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de Correos de Chile entre otros, fueron más bien formales, es decir sin política. Y es que toda organización responde a sus hipótesis sobre la revolución, no es casual que quienes buscan hacer convivir el régimen con parciales reforma no busquen estar insertos en los lugares claves de lucha contra los explotadores. Cuando las demandas democráticas como las mayormente planteadas en nuestro país chocan contra un régimen completo, los movimientos sociales que representan a toda la sociedad civil comienzan a presentar límites.

23. Ver “El izquierdismo enfermedad infantil del comunismo” de Lenin

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reformistas y burgueses pueden convivir pacíficamente y la realidad nos muestra lo contrario.

El caso de Roxana Miranda también es similar, aunque con una campaña con una denuncia muy marcada al neoliberalismo, las salidas terminaban planteando la utopía entre la convivencia del Estado burgués y organizaciones “desde abajo” que den más participación.

Partidos amplios anticapitalistas y democracia radical ¿Transformaciones sociales sin tocar el Estado burgués? Como mencionamos anteriormente las denominadas organizaciones de los “movimientos sociales” y los partidos amplios anti-capitalistas aniquilan la frontera de clase en sus programas de acción política, en su estrategia e hipótesis sobre la revolución y en la conformación de sus organizaciones: no existe diferencia entre reformistas, burgueses progresistas, ecologistas y revolucionarios pues la estrategia o los pasos a seguir se irán descubriendo. Este giro al grado cero de la estrategia revolucionaria lleva tras de sí una posición frente a la democracia y el Estado. Tomando en cuenta que cada organización política representa lo que son sus hipótesis o aspiraciones de lo que busca alcanzar. Ellos nos plantean que es necesario luchar por una democracia “hasta el final”, poniendo al límite los márgenes de la democracias que conocemos en donde exista participación y justicia. Para nosotros los marxistas, esta discusión no es nueva, Lenin antes de la revolución de octubre de 1917 se empeñó en dar una fuertísima discusión dentro de la socialdemocracia Rusa contra la posición de Kautsky quien encarnaba las posiciones más conciliadoras en relación a la ubicación de los revolucionarios frente al Estado, Kautsky al igual como lo hacen los portavoces de los partidos amplios anti neoliberales, también cuestionó el término “dictadura del proletariado” acusando que Marx en realidad quería referirse a la democracia “desde abajo” y que dictadura era un término inapropiado para quienes peleamos por el socialismo. En esta discusión Kautsky suprime al igual como lo hacen organizaciones como el NPA francés, la UNE en nuestro lo que les falta es un objetivo revolucionario y una política país o el programa electoral de Marcel Claude que el choque de clase, que no la tienen y que creen que revolucionarios, entre las clases es violento, no hay acto más autoritario que talista podemos ver claramente que la práctica seguida por las llamadas organizaciones de los “movimientos sociales” no tiene mucho que decir más allá del impacto electoral y su flujo. La Unión Nacional Estudiantil después de su primer congreso cristalizó como una organización que, dirigiendo centros importantes del movimiento estudiantil, no presentó ninguna alternativa al reformismo de las JJCC, y más aun, en muchos espacios fueron meros administradores de federaciones estudiantiles. No es por mala voluntad de los compañeros de la Unión Nacional Estudiantil, desde nuestro punto de vista es por su concepción estratégica. Su deriva más abiertamente oportunista fue evidente con el apoyo al candidato ex militante de la DC Marcel Claude, en donde no hubo agitación revolucionaria ni nada, hubo un programa democrático general que planteaba reformas dentro del régimen existente que además después llamó a candidatos burgueses a converger en una candidatura única. Ellos querían apoyar un candidato para amplificar su voz, pero sin un objetivo revolucionario. El comando Todos a La Moneda expresa a esa izquierda en Chile. Ante los nuevos fenómenos de lucha que hemos comenzado a ver han brillado por su ausencia. Es parte de la lógica electoralista, crecen con la marea mediática de las elecciones pero se desvanecen como la espuma cuando esta se acaba. Los balances tras el fracaso electoral son múltiples, todos se recriminan que en realidad no tenían nada que ver los unos con los otros. Luego nos plantean que les faltó unidad con la candidatura de Roxana miranda. No,

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La predominancia estratégica en el marxismo: Poder y Estado

intentado rescatar su legado.

El debate histórico sobre el partido en el marxismo

Ante escenarios sociales convulsivos en donde quienes gobiernan se ponen en cuestión la pregunta de qué tipo organización se necesita no es una pregunta que hayamos inventado en este artículo, la historia del marxismo al calor de grandes procesos revolucionarios ha mostrado variados métodos para resolver el problema. Las organizaciones que se plantean la formación de partidos amplios, sin una clara delimitación estratégica de clase o en la confluencia de muchas estrategias, sin la toma del poder político y para eso la formación de un partido de combate como lo entendía Lenin en relación al partido Bolchevique(25) , nos ponen en frente de una discusión que no es nueva. La posición de que para la revolución era necesaria la formación de partidos de masas sin delimitación de clase, lo que abría inclusive las puertas a alianzas con organizaciones burguesas era la posición que Lenin combatió en la formación del partido Bolchevique contra el sector de los Menchevique. Además tenían una base teórica que se apoyaba en el espontaneismo de las masas, es decir que estas por su mera acción y experiencia pueden transformar la estructura del sistema sin ser necesario un partido como herramienta de elaboración y dirección política que condensa la experiencia revolucionaria en la historia. Lenin combatió estas posiciones en dos aspectos: 1) la falta de delimitación estratégica llevaba inevitablemente a suprimir el objetivo de la revolución socialista por el solo hecho de que diluía la contradicción fundamental de la sociedad: las clases sociales y 2) en el movimiento de masas se muestran diferentes tendencias y posiciones de clase, incluidas con mucha fuerza las posiciones y prejuicios burgueses, en este sentido para Lenin la “conciencia” no devendría espontáneamente, se necesitaba una herramienta para el combate dentro de la clase trabajadora contra las influencias de ideas burguesas o reformistas. El partido entonces, era justamente la condensación de las experiencias más avanzadas de

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quitarle el poder a una clase para pasársela a otra(24). Lenin ya en 1905 ponía de manifiesto esto y cuestionaba a quienes hablaban de una democracia “a secas”, sin mencionar que la democracia que conocemos es un instrumento que posee el Estado y el Estado es una herramienta de la burguesía. Pero también porque la democracia fue la mejor forma en como la burguesía encontró el equilibrio entre la contradicción del capitalismo y los choques de la lucha de clases. Lenin hace esta feroz crítica a las organizaciones que nos hablan de democracias sin apellidos y que no dan respuesta a que inclusive la democracia más participativa si el estado sigue condensando la propiedad privada en manos de una clase social, no es más que democracia para ricos. Por otra parte no se puede hacer convivir formas de organización obrera y popular con el Estado burgués creyendo que estas se podrían retroalimentar. El Estado burgués no puede convivir pacíficamente con la lucha revolucionaria y en este sentido no podemos hablar de una democracia hasta el final si no estamos hablando en realidad de extender los límites de la misma democracia que conocemos, una democracia para ricos.

El grado cero de la estrategia revolucionaria de la que parten como base las organizaciones políticas que hemos detallado en este artículo pierde la noción y la necesidad del choque violento entre las clases, lo obvian, porque no hay una contradicción fundamental que atraviese toda la sociedad. El debate que nombrábamos sobre la importancia de la dictadura del proletariado no es una cuestión menor. Es para los marxistas revolucionarios la tarea histórica que hace girar nuestra guía de acción política cotidiana, partiendo de la base de que la contradicción entre el capital y el trabajo no se ha resuelto en una síntesis superadora, más bien cada vez es más evidente que el capitalismo a nivel mundial nos arroja a miles y miles a la miseria. El siglo XX nos dio una inmensa gama de procesos revolucionarios que nutren el abanico de aprendizajes en la cadena revolucionaria, y se pusieron a prueba las estrategias. El ciclo abierto con la 24. Ver “La revolución proletaria y el renegado Kautsky” de Lenin. revolución rusa y el pensamiento de Lenin y Trotsky no se ha cerrado y nosotros, como corriente internacional hemos 25. Ver “¿Qué hacer?” de Lenin

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la lucha de clases expresadas en programa, política y táctica como instrumento de lucha para los trabajadores para la pelea decisiva por el poder. El grado cero de la estrategia revolucionaria a la que nos llevan estas organizaciones nos pone nuevamente ante esta discusión y es por lo mismo, que consideramos necesario un debate profundo sobre la necesidad de un partido revolucionario. Los objetivos que se buscan alcanzar requieren de un tipo de organización que las lleve a delante. Las organizaciones de los “movimientos sociales” que buscan transformar el sistema dentro de los marcos de lo existente no necesitan una organización de revolucionarios profesionales ni delimitación de clase porque justamente no quieren terminar con la contradicción fundamental a la que nos arroja el capitalismo: La sociedad de clases y la propiedad privada de los medios de producción.

¿Partido de los movimientos sociales o partido de los trabajadores revolucionario en la lucha por el socialismo?

Como mencionamos anteriormente los objetivos que se buscan alcanzar generan el tipo de organización que necesitan para llevarlos adelante. Ante la crisis capitalista mundial que lleva ya su séptimo año de desarrollo se repone la actualidad de la revolución, el régimen burgués no es inmutable ni intocable como nos dijeron durante más de 20 años de restauración burguesa. Las luchas de la juventud, la clase trabajadora y los oprimidos en el mundo han vuelto a poner en la discusión estratégica el dilema histórico: ¿Reforma o revolución? Los compañeros que militamos en el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) rescatamos el legado histórico de la lucha revolucionaria de la clase trabajadora y sostenemos que no será la burguesía en ninguna de sus variantes quien pueda superar las contradicciones de la sociedad capitalista: la clase trabajadora a pesar de todos los embates que han dado los empresarios sigue mostrando que es la única clase social que por su posición estratégica en los medios de producción es capaz de liberar al conjunto de la humanidad de las miserias a las que nos arroja el capitalismo. Es para los marxistas revolucionarios el sujeto vital para la revolución poniendo tras de sí y basado en sus organismos de auto organización dando al conjunto de los 52

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oprimidos una respuesta hasta el final. Para terminar con la anarquía capitalista consideramos que sigue siendo vital la pelea por el socialismo: Eliminando la propiedad privada de los medios de producción y poniéndolos bajo control de los trabajadores. Es para esta pelea que un marxismo con predominancia estratégica se vuelve clave, la toma del poder del Estado y la dictadura del proletariado como respuesta al choque violento e inevitable entre dos clases antagónicas sigue siendo parte de nuestros objetivos en el camino por construir mundialmente una sociedad comunista en donde no existan clases sociales y no exista Estado. Para estos objetivos hoy latentes, es necesario construir una organización de revolucionarios profesionales, que puedan condensar el legado y experiencia histórica de la lucha revolucionaria de los trabajadores. Se necesita un partido para la lucha de clases, que pueda darle una salida a las demandas planteadas hoy por miles en el mundo. Los partido amplios anticapitalistas o las organizaciones de los “movimientos sociales” como la UNE, el Partido Igualdad o agrupamientos electorales como el Todos a La Moneda de Marcel Claude demuestran al menos algunos aspectos que consideramos importantes: 1) En el plano teórico un escepticismo frente a la contradicciones fundamentales en la sociedad capitalista: la sociedad de clases, 2) en el plano estratégico: transformaciones que no van más allá del régimen existente separando demandas democráticas (en donde todos tenemos acuerdo: educación gratuita, asamblea constituyente, fin a las AFPS, etc) con las tareas históricas por la revolución y 3) en el plano de la práctica política: un claro sello electoralista que los termina consolidando como organizaciones mediáticas. Si bien este debate no está cerrado, desde nuestro punto de vista lo que nos proponen estas organizaciones hoy no nos presentan una alternativa, transformaciones sin revolución no pueden ser otra cosa que reformas a lo existente y le hacen un flaco favor a los trabajadores. Con este articulo buscamos contribuir en el debate sobre qué tipo de organización necesitamos. La lucha por terminar con el capitalismo no será una tarea fácil, comenzar a armarnos política y estratégicamente ante los nuevos escenarios cobra cada vez mayor importancia, a los activistas y a la nueva generación de trabajadores que hoy salen a luchar queremos hablarles, la lucha revolucionaria no parte de cero y hoy puede estar en nuestras manos tomarnos el cielo por asalto.


Intensificaci贸n de la lucha de clases de la clase trabajadora, y tres nuevas tendencias en el movimiento obrero

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Huelgas y paros en el 2013:

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Lucha de Clases

SANTIAGO AGUIAR

Mayo 2014 Lucha de Clase

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El 2013 fue un año marcado por las elecciones presidenciales y parlamentarias, pero que cerraba el período de gobierno de la derecha, la clase trabajadora protagonizó un año de paros, huelgas y movilizaciones que se caracterizaron en general por su intensificación y por la emergencia de nuevas tendencias y fenómenos, aún iniciales. Las candidaturas electorales debieron dar cuenta de estos fenómenos. La candidata ganadora, Bachelet de la Nueva Mayoría, como modo de usurpar los procesos de lucha de clases, anunció reformas (tributaria, educacional y de la Constitución), dentro de los marcos del neoliberalismo. Y que deberá llevar adelante cuando el dinamismo de la economía comienza a enfriarse. El factor principal, es el fin del llamado “superciclo del precio del cobre”. Con la consecuente disminución de los ingresos fiscales. Y con intentos de reducción de costos de las grandes empresas mineras que saquean el mineral rojo, es decir, despidos, menores sueldos, etc. La desaceleración de la economía comenzó a tener efectos, con despidos a cuentagotas y quita de derechos en la minería. Ya para septiembre, la creación de empleos se mantuvo en las grandes empresas, pero se desaceleró en las medianas y pequeñas: las firmas con más de 200 trabajadores generaron 141.660 plazas laborales; las que tienen entre 5 y 49 operarios, perdieron 38 mil puestos de trabajo. En la minería comenzaron los despidos de trabajadores subcontratados: Codelco redujo su dotación en un 9%, de 30.264 a 27.557, despidiendo a 2.707 trabajadores. Este cambio de escenario, probablemente marque hacia adelante la situación general de la clase trabajadora 1. Para comprender el proceso de huelgas en Chile el 2012, hemos construido un registro de huelgas, confeccionado a partir de las noticias aparecidas en los medios de comunicación. Aunque no contiene todo el universo de huelgas y paros, esta decisión nos permite aproximarnos a conocer su carácter y dinámica a partir de los hechos de mayor impacto público, y considerar los paros, no registrados en las estadísticas de la Dirección del Trabajo. Las cifras de 2012 de la Dirección del Trabajo (DT) registran 159 huelgas (contra 183 el 2011), en nuestro registro fueron 148 para el 2012. 2. Ver “Huelgas y paros en el Chile del 2012. Relación de fuerzas desfavorable, tendencias a la ilegalidad y predominancia de sectores estratégicos y clave”. Santiago Aguiar y Dolores Mujica. Revista la Batalla nº 3. Mayo 2013.

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Lucha de Clase Mayo 2014

en Chile. Y la posibilidad de una convergencia del enfriamiento de la economía con la crisis de legitimidad del régimen, puede agudizar los procesos de lucha de clases. A la vez, el silencio de las candidaturas respecto a las demandas de la clase trabajadora, silencio compensado por el activo apoyo de la dirección oficial de la CUT, puede alentar la pugna de la clase trabajadora por entrar en la escena política nacional. El escenario de paros, huelgas y movilizaciones, muestra su baja frecuencia, aunque con tendencia al alza. Su importancia, sin embargo, reside en los fenómenos cualitativos, las nuevas tendencias y fenómenos a que están dando lugar.

Los procesos de huelgas y paros en Chile del 2013(1): un año de alza

En nuestro anterior análisis de las huelgas y los paros del año 2012(2), decíamos que, de conjunto, los procesos de huelga se caracterizaron, de acuerdo a sus demandas, por ser corporativas: la relación particular empresario- trabajador; fragmentadas, dispersas; mayormente defensivas. Aunque, señalábamos también que lo nuevo estaba en un régimen político en crisis de legitimidad, y una tendencia a una mayor actividad de la lucha de clases, planteando que los procesos de huelgas van desarrollando –en forma desigual- nuevas dinámicas. Entre estas nuevas dinámicas, resaltábamos el desarrollo de formas más radicalizadas de huelgas y paros, que traspasan la legalidad, que tienden a sobrepasar a las dirigencias que quieren controlarlas. Estas nuevas dinámicas se desplegaron el 2013, como veremos más abajo. La tendencia inmediata, es a un alza de los paros, huelgas y movilizaciones. Mientras registramos 148 en el 2012, para el 2013 se elevaron a 247. Esto, en términos relativos, incrementó la categoría “Huelga legal o paro”, con relación a la categoría “Corte de ruta, bloqueo acceso de trabajo, o toma lugar de trabajo o edificios públicos”: entre las primeras, fueron 73 (49,5%) el 2012, y 157 (63,5%) el 2013, mientras que para la segunda categoría fueron 49 (33%) y 53 (21%) respectivamente. De todos modos, destaca que las huelgas o paros


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Paros y huelgas en Chile años 2012-2013

Tipo de demanda

Formato

Sector

2012 Frecuencia

%

2013 Frecuencia

%

Industrial

13

8,8

27

10,9

Minero

29

19,6

38

15,4

Portuario

11

7,4

6

2,4

Servicios

21

14

54

21,9

Comercio

8

5,4

20

8

Sector Público

42

28,4

72

29,1

Transporte

7

4,7

9

3,6

Pesca

1

0,7

4

1,6

Construcción

10

6,7

15

6

Agricultura

1

0,7

-

-

Diversos sectores Huelga legal o paro

5 73

3,4 49,5

2 157

0,8 63,5

Movilización

26

15,6

38

15,4

Corte de ruta, bloqueo acceso de trabajo, o toma lugar de trabajo o edificios públicos

49

33,1

52

21,1

Aumento salarial

73

49,3

107

43,3

Paro en Solidaridad

1

0,7

2

0,8

Mejoras condiciones de trabajo

9

6

31

12,5

Otras

65

43,9

107

43,3

148

100

247

100

total

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con tomas de lugares de trabajo o bloqueos corresponden a 34 marcas el 2013.

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Notas: · En esta ocasión, la categoría de “cortes, tomas, bloqueos”, registró cuando es en este formato exclusivamente, los paros o huelgas legales con corte de rutas o avenidas, se registran en la dimensión “huelga legal o paro”. · Las huelgas o paros con tomas de lugares de trabajo o bloqueos corresponden a 34 marcas. · Los paros pueden ser con movilización a las oficinas de las empresas. Sólo se registran en la dimensión “movilización” aquellas que no son con paro o huelga legal. · El sector público incluye sectores industriales (Asmar, ENAER), así como el Municipal, los Profesores, la Junji, Correos de Chile, TVN, y la Salud. · En “otras” y “diversos sectores”, se registra: el Paro Nacional de la CUT del 11/7; la movilización multisectorial de la Coordinadora No+AFP el 3/10. · Entre los tipos de demanda, la categoría “Otras”: entre ellas: contra despidos, por sueldos impagos, contra la subcontratación, por pago de gratificaciones, contra malos tratos laborales, etc Con relación al agrupamiento por sectores estratégicos y clave y tendencias a la ilegalidad, se ve, en similar sentido, una disminución en ambas categorías.

Huelgas y paros 2012-2013, según sectores estratégicos o clave y tendencias a la ilegalidad

%

Frecuencia

2013

Frecuencia

2012

%

53

35,8

81

32

Tendencias a la ilegalidad

49

33,1

52

21

Totales

72

ISectores estratégicos o clave

Totales sobre universo de huelgas y Paros 56

Lucha de Clase Mayo 2014

133 56

53

Notas: · Hemos definido los sectores estratégicos o clave a Industria, Minería y Puertos(3). Por su capacidad de afectar el funcionamiento del conjunto de la economía, en los dos últimos casos; como, en el caso de la Industria, por ser un sector clásico en la constitución del movimiento organizado de los trabajadores, y donde ha surgido su experiencia histórica más avanzada, los Cordones Industriales. El alza en las huelgas, paros y movilizaciones, se sostienen en, y a la vez alienta, el paso a la ofensiva de la clase trabajadora, con acciones de carácter político, con mayor peso de los sectores estratégicos y centrales, y con el desarrollo de nuevos fenómenos. A continuación revisamos algunos de los principales fenómenos que nos muestran estas tendencias.

Asesinato de un dirigente sindical El año se inició en enero con un ataque físico al movimiento sindical. El asesinato con un balazo en la cabeza del dirigente sindical Juan Pablo Jimenez, presidente del sindicato de Azeta, empresa contratista de Chilectra y de la Federación de Trabajadores de Azeta. Inmediatamente se declaró que se trataría de una “bala loca”, o bala perdida. Poco después, se declaró que se debería investigar a ex uniformados armados contratados como seguridad de la empresa. Pero despertó de inmediato la respuesta de una serie de sindicatos y organizaciones de izquierda, que iniciaron movilizaciones. En marzo, se anunció el cierre de la investigación de la PDI por el crimen del dirigente sindical. La familia del dirigente rechazó sus conclusiones la familia: que se habría tratado de una “bala loca”, atribuida a un adolescente internado en un hospital con 7 balas y de acuerdo a un testigo secreto. El crimen sigue en la impunidad, y la movilización y denuncia siguió durante todo el año. 3. Ver: Cuadernos de Estudios del Trabajo nº 12: Santiago Aguiar, “El concepto de “posición estratégica”. Reseña de un libro y avances de una investigación”; y también Dolores Mujica, “Oro Rojo. Los Diez Hechos Más Importantes en la Lucha de los Mineros del Cobre en Chile”, Folletos de la Biblioteca de Historia Obrera nº 8, 2012.


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Menor desempleo, trabajo más precario

familias viviendo rezagos de oportunidades tan enormes”. (Andrea Repetto, Centro de Políticas Laborales de la UAI). Otro planteo en el mismo sentido: Ahora, en año electoral, con un Imacec de 6,7 %, con 14 chilenos ultramillonarios Forbes cuyas riquezas están avaluadas en $ 29,4 millones de millones, con un problema distributivo incontrolable donde las personas que pertenecen al 5 % más rico obtienen 260 veces más ingresos (ingresos autónomos) que quienes pertenecen al 5 % más pobre (estas 260 veces reflejan un incremento de 100 % respecto al año 1990), parece irracional negar un ajuste salarial o incluso terminar por imponer uno a causa de no llegar a un acuerdo (salida auxiliar del veto presidencial) (G. Duran y M. Kremerman, Fundación SOL). Por su parte, un estudio de la OIT aparecido a mediados de mayo, destaca la enorme desigualdad: de los asalariados chilenos el 29 por ciento, gana 72 mil a 258 mil pesos, el 45 por ciento de 258 a 344 y el 66,8 por ciento, es decir dos tercios de los asalariados chilenos ganan menos de 516 mil pesos al mes. Según la Fundación SOL, en Chile la brecha de ingresos autónomos (sin ayuda del Estado), medida en veintiles, es decir, comparando los ingresos de las personas que pertenecen al 5% más rico, versus quienes se encuentran en el 5% más pobre, es de 260 veces, y en los últimos 20 años ha crecido en un 100%. Es decir, la desigualdad no se ha mantenido, se ha duplicado. · Finalmente, llegó el reconocimiento oficial de esta situación de precariedad: un informe de la Secretaria General de la Presidencia, revelaba oficialmente el carácter del empleo total (825.840 plazas) creado durante este Gobierno. Según este informe: El 45,5% de empleos creados desde 2010 corresponde a trabajadores externos (subcontratación y suministro), los trabajadores subcontratados ganan, en promedio, 27% menos que aquellos empleados de manera directa; 28,8% es cuenta propia de muy baja calificación y tiempo parcial principalmente; 2,5% corresponde a servicio doméstico y familiar no remunerado. · Por último, sólo el 8% de los trabajadores negocia colectivamente y tiene derecho a huelga (aunque de acuerdo al Código de Trabajo, el trabajador en huelga puede ser reemplazado.

A las cifras de disminución del desempleo del Gobierno, que se ubican en alrededor del 6%, se les contrapone el debate sobre la precariedad del trabajo. Que a lo largo del año puso en el debate público realidades que padecen los trabajadores. Recorramos algunas: · Más de 1 millón de trabajadores para la Fundación Sol, y 733.000 para el instituto de la UDI Libertad y Desarrollo son sin contrato. · El subempleo alcanza a casi 700.000 trabajadores, que desempeñan sus labores por 3,5 horas por día. · El debate del sistema de pensiones, sacó a la luz el monto de las pensiones para los trabajadores: $178.000. Y con ello, las condiciones de trabajo: inestable, con bajos salarios. · A pesar de la discusión sobre una ley de seguridad del trabajo, en el 2012 se incrementó el número de accidente laborales: 225.000, mientras que en el 2011 llegaron a los 182.000. · En el sector público, aunque el Estatuto Administrativo admite hasta un 20% de funcionarios a contrata, estos alcanzan el 60%. · Y alcanza una discusión más amplia. Primero, con relación a la desigualdad con origen en el trabajo. Nuevamente, se debate sobre la realidad dramática de que el 50% de los trabajadores gana menos de $218 mil. Y que la brecha en la distribución del ingreso es abismante: “que si al 2018 alcanzamos el PIB per cápita de país desarrollado, pero nuestra distribución del ingreso permanece intacta, el 20 % más pobre vivirá como se vive hoy en promedio en el Congo, mientras que el 20 % más rico vivirá como se vive hoy en Luxemburgo. Para modificar esta situación se requiere reformas profundas en muchas áreas. Una de ellas es la laboral. Es en el mercado laboral donde se juega una buena parte de la distribución del ingreso, de la incidencia de la pobreza, No se trata de ningún automatismo de mercado: la y del bienestar de las familias en términos más generales. No podemos aspirar a ser un país desarrollado con tantas destrucción de las organizaciones de los trabajadores durante la dictadura, y la mantención de esa estructura de rela-

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El proceso de movilización por el esclarecimiento de esta muerte sospechosa, re-abrió el debate sobre la subcontratación, las condiciones de trabajo, y las prácticas anti-sindicales.

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ciones laborales durante los Gobiernos de la Concertación, está en la base de este estado de cosas. Pero es un estado de cosas que comienza a ser cuestionado. Y que no solo se sostiene y es alentado por el incremento de las huelgas y los paros, sino que está dando paso a nuevos fenómenos.

Tendencias al surgimiento de un nuevo sindicalismo

Entre los nuevos fenómenos, están los intentos del surgimiento de nuevos agrupamientos político- sindicales, con un discurso clasista y anti-capitalista, que intenta organizarse en distintas expresiones. Es el caso de la Conferencia Intersindical de Trabajadores, a la que pertenecía el dirigente sindical asesinado, o del Consejo Nacional por un Nuevo Sindicalismo. A la vez, ante episodios como el incendio en Valparaíso del 14 de febrero una serie de sindicatos se movilizaron para recolectar ayuda para los pobladores damnificados. En un hecho nuevo, que se distinguió con relación al terremoto del 27/F. Diferentes sindicatos han impulsado una campaña contra las AFP. En junio se reunieron en la ANEF para coordinar estos esfuerzos la Confusam, la Fenpruss, la Anef, la Confederación Bancaria, el Movimiento Sindical por la Previsión Social y la Previsión de Concepción, el Movimiento por una Previsión Justa y Digna de Rancagua, Rebeldes contra las AFP de Arica, el Comando de Defensa de los Fondos Previsionales de la Región Metropolitana. Otras acciones por el estilo, ha sido la “Carta por un Chile justo y sin subcontrato”, presentada entre otros por la Fundación SOL, CENDA, dirigentes sindicales de Tres Montes Lucchetti, la Coordinadora Nacional de Subcontratados del Retail, FENASIPEC (Federación de los peonetas de Coca-Cola), la Confederación Bancaria. Se creó el Comando Nacional de Trabajadores de la Energía, donde participan los máximos dirigentes (o representantes) de los Sindicatos de la distribución y generación eléctrica, petrolera y gasífera, tales como CONAFE, AES Gener, ENAP, ENAMI, ENDESA, Colbún, Lipigas, CONSTRAMET, Metrogas, Gasco, Chilquinta. La Unión Portuaria de Chile irrumpió con el paro en

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solidaridad con los trabajadores en huelga en Mejillones. Se anunció la creación de un frente común para coordinar las movilizaciones de distintos sindicatos que durante el año se han manifestado por mejoras laborales, con la Confederación de Trabajadores Bancarios, el Sindicato de Asmar, Sindicato de Unimarc, Sindicato Hotel Sheraton, Sindicato Zara, Sindicato Starbucks, Sindicato Correos de Chile, Confederación Bancaria, Frente de Trabajadores, con la adhesión de la FECH y la FEUSACH. Por su parte, los sindicatos y centrales tradicionales, como la CUT, han ganado nuevos protagonismo, como veremos más abajo. Muchos de estos agrupamientos, fueron de corta vida (como el Consejo Nacional por un Nuevo Sindicalismo), otros sólo quedan en declaraciones o asesorías legales (como la Conferencia Intersindical). Pero son expresivos de procesos profundos entre los trabajadores. Pero no se trata tan solo de agrupamientos de sindicatos ya existentes o de acuerdos entre dirigentes. Lo central este año 2013, estuvo en los procesos de lucha de clases de la clase trabajadora.

Entrada de sectores estratégicos de los trabajadores y tendencias a las huelgas políticas

Los trabajadores mineros, de planta y subcontratistas, de la minería privada y de Codelco, inician en marzo un proceso de movilizaciones, que culmina en abril con un paro de 24 horas. Fue antecedido por una serie de movilizaciones, paros y bloqueos a las faenas. El más relevante, la paralización en el yacimiento Radomiro Tomic de Codelco, en rechazo a las declaraciones de un gerente ante la muerte de un trabajador, por haber afirmado que se trataba de un hecho fortuito cuando había sido advertido anteriormente por los trabajadores el riesgo. El 15 de marzo, se inició el paro portuario, que culminaría los primeros días de abril. Con tres características centrales: Primero, que comenzó por una demanda básica: bono y media hora de colación. Segundo, que promovió la irrupción de una política sindical combativa, y por fuera de las organizaciones tradicionales: la negativa empresarial,


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intervinieron en el conflicto, oponiendo de un lado a los empresarios y el Gobierno, y del otro lado a los trabajadores. El 9 de abril, fue el “paro de advertencia” de los trabajadores mineros, convocado por la Federación de Trabajadores del Cobre- FTC, de Codelco, con declaraciones y paros parciales de solidaridad de la Federación Minera de Chile- FMC, la CTC, y otros sindicatos mineros.

Paros largos y combativos: un nuevo ánimo y disposición a la lucha Una serie de huelgas y paros largos y combativos marcaron las luchas obreras el 2013. Entre las huelgas más extensas destacan:

Las 15 huelgas más largas del año 2013 Inspección

Sindicato de empresa

Días de huelga

Término

Delta Air Line

84

Hasta el 11 de Marzo

Concepción

WFS Food Service S.A

70

Hasta el 13 de Febrero

Copiapó

Comercial Astur Ltda

58

Hasta el 26 de Noviembre

Talcahuano

Soc. Pesquera Fabilia y Cia Ltda (*)

54

Hasta el 16 de Junio

Antofagasta

Soc. Aseo Profesional limitada

53

Hasta el 02 de Agosto

Chañaral

Fundación Educación El Salvador

43

Hasta el 29 de Agosto

Santiago

Carvajar Empaque S.A

50

Hasta el 02 de Octubre

Santiago

Viña Concha y Toro S.A

49

Hasta el 25 de Junio

Santiago

Sodimac S.A

47

Hasta el 22 de Septiembre

Comercial MovilHome Ltda

44

Hasta el 14 de Agosto

Santiago

Soc. Educacional Humboldt Ltda

39

Hasta el 14 de Abril

Santiago

Soc. Educacional Edutec Ltda

38

Hasta el 09 de Octubre

Temuco

Ferretería La Olleta Sp

36

Hasta el 06 de Noviembre

El Mercurio Sap

35

Hasta el 11 de Junio

Clas. Ingeniería Eléctrica e Inversiones S.A

34

Hasta el 04 de Mayo

Santiago

Arica

Valparaíso Santiago

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el recurso a la represión, el despido de trabajadores y dirigentes, polarizó el proceso, transformándolo en un paro nacional portuario en solidaridad, impulsado por la Unión Portuaria de Chile con una política sindical combativa que recupera estos métodos de los paros en solidaridad, aunque por arriba. Tercero, que alentó su conversión en una huelga política: el Gobierno y todas las asociaciones empresariales

Fuente Fundación Sol en base a Sistema Informático de Relaciones Laborales (SIRELA) Dirección del Trabajo. Nota (*): Negociación Interpresa, junto a Inversiones Lomar Ltda; Soc. Pesquera y Comercial Loar Ltda

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No solo se trató de paros largos, sino también combativos: bloqueos a los accesos y tomas de los lugares de trabajo, tomas de rutas, cortes de calles, acampes, defensa contra la represión, generación de fondos de huelga junto con los estudiantes, enfrentamientos con las dirigencias burocráticas intentando rechazar la firma de acuerdos desfavorables. Entre estos destacan los paros de los portuarios de Mejillones, de los trabajadores de Correos de Chile, los trabajadores recolectores de basura, las trabajadoras de la JUNJI y de Integra, los trabajadores mineros de Codelco, los trabajadores de Concha y Toro, los trabajadores bodegueros de Sodimac. Son muestras de un nuevo ánimo y disposición a la lucha entre los trabajadores. Los patrones no quedarían indiferentes.

dicatos, buscando resultados que no se relacionaran con las demandas de los trabajadores portuarios”. Los partidos políticos del régimen se sumaron a la reacción que el protagonismo del actor sindical generó. El diputado de la UDI Ernesto Silva afirmó que “empiezan a haber señales de una instrumentalización de los temas laborales y sociales para generar daño al gobierno”, y que “está siendo muy barato hacer actos irresponsables y no hay debida conciencia de ello”. Los empresarios, y los partidos del régimen, a la vez recurren a las fuerzas policiales para la represión, e impulsan campañas con los medios de prensa, buscan contrarrestar ese clima, y aislarlos. Por su parte los trabajadores, en el marco de un nuevo ciclo de la lucha de clases que se inició con su primer embate del 2011 con el movimiento estudiantil como protagonista (y que este año 2013 intentó un re-impulso con el Las reacciones patronales “tomazo” con 14 Universidades y más de 50 liceos en tomas En abril, los empresarios, en su tradicional encuen- o paros), buscó evitar el aislamiento, generando sus propias tro de ICARE, reaccionó ante el creciente protagonismo sin- alianzas. dical y este clima de mayor combatividad y disposición a la lucha, declaraban, en boca del director de este encuentro Tendencias a la emergencia de una fuerza social Alfonso Swett, que: “Lo que les puedo decir a ustedes es que si no están cerca de sus trabajadores, el Partido ComuEstá entonces manifestándose otra tendencia: a la nista lo va a estar”. Aunque mencionen al PC, como imagen, formación de una fuerza social, es decir, al agrupamiento de vemos que nuevos fenómenos se están desarrollando. distintas fracciones de clase detrás de una demanda común. Por su parte, el presidente de la CPC Andrés Santa Si lo vimos en modos policlasistas en Magallanes Cruz, en una columna llamó a que “no permitamos que los y Aysen, aquí lo vemos alrededor de un sector de la claparos ilegales, las acciones violentistas o la irracionalidad se trabajadora y sus luchas. Distintos sindicatos, como los prevalezcan en nuestro país como manera de corregir los mineros, apoyaron la huelga portuaria; lo hicieron también problemas”. Destacando que: “preocupan enormemente sectores del movimiento estudiantil, y algunos intelectuales. acciones que en nada colaboran con este objetivo. El paro El mes de junio estuvo marcado por el paro y moportuario, las tomas de la Ruta 5 Sur, la huelga “de ad- vilización obrero-estudiantil del 26 de junio (y por los prepavertencia” en Codelco, los encapuchados y sus actos de rativos para el Paro Nacional con movilización convocado violencia, son ejemplos de sucesos por los cuales nuestro por la CUT). país paga un alto precio. El paro portuario es el más grave El miércoles 26 de junio se realizó un paro de sectode este tipo de hechos acaecido en los últimos meses. Re- res de los trabajadores que marcharon junto a los estudiansulta una mala práctica que a una huelga ilegal que nace en tes reuniendo 150.000 personas en las calles en todo Chile. un puerto determinado se le unan, aduciendo el principio de Se retomó una así una tradición clásica: la unidad obrero “solidaridad”, otros puertos, a sabiendas del enorme perjui- estudiantil. cio que ello produce en vastos sectores del país, amén de la En una jornada de 15 horas, se inició a las 7 de ilegalidad en que se incurre. Sería un agravante, además, si la mañana cortes de calle, barricadas, concentraciones de algunos grupos hubieran intentado instrumentalizar los sin- obreros y estudiantes, en las principales ciudades del país.

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Las direcciones oficiales del movimiento CUT y la movilización de presión

obrero: la

como instrumento de negociación y apoyo a partidos del régimen

Ya desde inicios del año, la dirección oficial de la CUT marcó su política al respecto: una alianza de la clase trabajadora con los partidos del régimen y acuerdos con los empresarios. La CUT y la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) se reunieron y ratificaron la “Declaración de Voluntades” firmada en el 2012, que entre sus puntos principales destacan la seguridad laboral, la reforma al seguro de empleo y el multirut. A la vez, lo hace jugando la carta de la movilización y el intento de fortalecer las organizaciones sindicales. Para el 1º de mayo, con las demandas principales de cambios al Código Laboral, reforma tributaria y pensiones, convocó a la concentración más importante de los últi-

mos años: 50.000 se movilizaron sólo en Santiago. Mostrando un intento de recomponer su fuerza, se volcó a apoyar la candidatura de la Nueva Mayoría. Actuando en el escenario de la campaña electoral presidencial y parlamentaria, se buscó instalar el debate sobre problemas estructurales de la clase trabajadora. La CUT forcejeó con la candidata Bachelet de la Nueva Mayoría criticando la ausencia en su programa de los problemas laborales. Finalmente, se incorporaron algunos puntos, entre ellos: la regulación del uso de los multirut, la titularidad sindical, el fin de los reemplazos en huelga. La dirigencia de la CUT se congratuló con este anuncio. Aunque no está en la prioridad del próximo gobierno. Aunque la dirigencia de la CUT se congratuló con los puntos laborales integrados al programa de la Nueva Mayoría, lo cierto es que se verá obligada a impulsar este debate. Nolberto Días, vicepresidente de la CUT declaró que “creemos que se tiene que gobernar cambiando sustantivamente el Código del Trabajo que heredamos de la dictadura”, agregando que “las cosas que hay que cambiar tienen que ver con fortalecer la negociación colectiva y fortalecer la sindicalización. En este país los trabajadores tienen prohibidos los sindicatos, en la realidad, porque son perseguidos y porque son despedidos. En la realidad, en Chile la negociación colectiva no sirve para nada y esas son cosas que tenemos que arreglar. La gente tiene que tener sindicatos fuertes y negociación colectiva que proteja los derechos de las personas”. Probablemente la tensión vuelva a la Central. Este mismo dirigente, de la Democracia Cristiana, declaró también que “los trabajadores no consiguen nada si no es peleando. Sólo peleando, sólo movilizando y luchando los trabajadores logran reformas profundas al modelo. Y eso será por la vía del diálogo pero también por la vía de la movilización democrática, pacífica y respetuosa. Pero a nosotros nadie nos va a regalar nada”. A la vez, la presidenta de la CUT, del Partido Comunista, Barbara Figueroa, invitada al Encuentro Nacional de la Empresa- ENADE, se esforzó por convencer a los empresarios de la necesidad de reformas: “la posibilidad de diálogo y de reformas en nuestro país es efectiva. Estamos entrando en una nueva etapa. Esto tiene que ver con el agotamiento de un modelo, que exige profundas reformas”. Y para mayor tranquilidad, agregó: “Eso significa entonces que tienen que dejar de ganar, no señores; yo no estoy diciendo eso. Pero

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A las 8 comenzó el paro portuario, la paralización y bloqueo de los accesos a los lugares de trabajo de los trabajadores subcontratistas del cobre, la paralización de sectores de Profesores. A las 11 comenzaron las movilizaciones, reuniendo a más de 100.000 personas sólo en Santiago, donde se veían las columnas de estudiantes, y de los trabajadores: la Unión de Trabajadores Portuarios, la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), el Sindicato de Trabajadores del Cobre (SITECO), el Colegio de Profesores, la Asociación Nacional de Funcionarios (ANEF), trabajadores del sector privado como la locomoción colectiva de Valparaíso, trabajadores de la tienda La Polar, las zonales de la CUT, la Confederación de Empleados Particulares de Chile (CEPCH) y muchos otros. La CUT central adhirió a la movilización. La jornada culminó a las 19 hs. con nuevas concentraciones y cacerolazos en algunos puntos de Santiago. Uno de los debates que abre es respecto a los modos en cómo avanzar en el desarrollo de esas tendencias, y respecto a la hegemonía de clase y política en los procesos de la lucha de clases. La dirección oficial de la CUT, de la Nueva Mayoría, con la presidencia de la militante del Partido Comunista Bárbara Figueroa, comenzó a dar su respuesta.

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repartamos la torta, porque si no Chile no va a poder enfrentar un nuevo ciclo de oportunidades”, precisó. El forcejeo con la candidata de la Nueva Mayoría, Bachelet, que finalmente saldría electa, fue trabajoso. El programa laboral de la Nueva Mayoría fue presentado. El secretario general de la CUT, Arturo Martínez, fue el encargado de exponer los ejes principales del programa de Michelle Bachelet, en el Consejo Directivo Ampliado: el fortalecimiento del rol de los sindicatos, destacando la idea de la negociación colectiva con titularidad sindical, el respeto a la libertad sindical, “conforme a las normas y convenios que Chile ha ratificado en materia laboral”, el fin del uso “artificioso” del multi RUT, la ley de pisos mínimos (contra el uso de que cada proceso de negociación parte de la base de lo negociado anteriormente), el impedimento de que se recontraten reemplazantes en las huelgas. Sin embargo, en esa ocasión, la CUT advirtió sobre la ausencia de otras demandas. Entre ellas: la posibilidad de negociación interempresas y por rama, y el problema previsional (rechazando una AFP estatal). El resultado fue el anuncio de que la CUT decidía mantener su independencia en la elección presidencial. De todos modos, la CUT resaltó que el debate laboral se había instalado finalmente en la discusión electoral. Según la Presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, “avanzamos en esto y fue un mérito de una estrategia que construimos”. Finalmente expresarían su apoyo a Bachelet. Pero para negociar, deben mostrar su fortaleza. A la vez, la mayoría de las huelgas largas y combativas, fueron por fuera de la CUT. Afirmarse como la principal central sindical, era imperativo. Y el clima de huelgas y paros obliga a acciones mayores.

El Paro Nacional del 11 de julio El 11 de julio se realizó el Paro Nacional, con una movilización sólo en Santiago de más de 150.000 personas, fue la convocatoria más grande realizada por una organización de la clase trabajadora desde el fin de la dictadura. Tuvo además alcance nacional. Y lo nuevo fue la participación del sector privado: más del 25% no concurrió a su trabajo ese día, y contando los retrasos, la cifra se eleva al 50%. Sin demandas económicas, la convocatoria reflejó que el clima de protesta social alcanza a la clase trabajadora. Aún así, 62

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la dirigencia de la CUT, en los días previos, resaltó que la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), reconociera la necesidad de reformas de fondo a la institucionalidad laboral, siendo que son sus principales oponentes. En este clima, en el marco del re-ajuste anual, y a pocas semanas de las elecciones, ganaría mayor peso la lucha de los trabajadores del sector público.

El protagonismo del sector público Los trabajadores del sector público tuvieron un especial protagonismo el 2013, destacando entre otros, los paros del Registro Civil por 17 días, de las trabajadoras de la JUNJI, de Integra. Se inició la negociación por el reajuste del sector público, pidiendo un incremento salarial del 8,8%. En el mes de octubre, se realizó el paro de advertencia del sector público, en el marco de la negociación anual de re-ajuste salarial. El martes 22 de octubre convocado por la Mesa del Sector Público, integrada por 14 gremios (AJUNJI, ANEF, ANTUE, ASEMUCH, Colegio de Profesores A.G., CONFEMUCH, CONFENATS, CONFUSAM, FENAFUCH, FENAFUECH, FENATS Unitaria, FENPRUSS, FENFUSSAP, FENTESS). La demanda principal fue de un reajuste de 8,8%, además de un aumento del 10% para los sueldos menores a $750.000. La movilización fue contundente: según la ANEF, fueron 450.000 trabajadores en todo Chile. Según los medios de prensa, 50.000: en Santiago 10.000, en Concepción 15.000, en Temuco 10.000, en Valdivia 3.000, en Valparaíso 10.000, en Osorno 500, en Copiapó 3.000. Además, el paro alcanzó al 93%. La situación trasciende el problema salarial: de los 220 mil trabajadores que están en los (21) ministerios y (340) servicios públicos del Gobierno, el 60% de los trabajadores está a contrata y el 10% está a honorarios, sin cotización de salud ni previsión ni estabilidad, mientras que apenas el 30% tiene contrato de planta. Es la expresión en el sector público de las condiciones estructurales de la clase trabajadora en Chile, que se asientan en el Código de Trabajo. A diferencia de las negociaciones de años anteriores, en esta ocasión, se realizaron cuatro jornadas de paro nacional con movilización: el 22/10, 7/11, 13/11, 25/11. Sigue


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mostrando una nueva disposición a la lucha.

Un nuevo ánimo comienza a emerger

Hasta aquí, tres son las conclusiones más generales a las que se puede arribar. Una, es una tendencia a la entrada de sectores centrales y estratégicos de la clase trabajadora: sectores que ponen en jaque a toda la economía nacional, alentando las reacciones del actor empresarial. Otra, es a la recuperación de métodos históricos de la lucha de clases de los trabajadores, como el paro en solidaridad. Por último, al fortalecimiento del sindicalismo. Al menos en sectores centrales y estratégicos de la economía. Pero que pueden actuar como paraguas para sectores más débiles.

Es necesario a la vez, señalar el entrelazamiento de demandas. En el caso de los trabajadores portuarios, se trata de demandas básicas de las condiciones de trabajo: que su jornada de trabajo pagada incluyera media de colación o que se les diera una compensación por no parar a comer. En el caso de los trabajadores mineros, se trata de demandas que hacen a la estructura productiva y al entero “modelo de desarrollo”, precisamente por ser el sector estratégico y motor de la economía nacional: la mejora en las pensiones, mayor seguridad laboral, la renacionalización del cobre y el litio, la legislación de un nuevo Código laboral, un mayor respeto a la ley de subcontratación. Reflejan un nuevo ánimo en la clase trabajadora, una disposición a la lucha que comienza nuevamente a ponerse en movimiento. Pero no quedaría allí.

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Las tres claves de la lucha de clases de la clase trabajadora, y nuevos fenómenos Tres procesos emergieron en el curso de las huelgas, paros y movilizaciones. El primero, el paro en solidaridad. Que pudo verse con el paro nacional de los trabajadores portuarios durante 22 días en marzo y abril. El segundo, el descontento con las direcciones sindicales. Como pudo verse en la huelga de los trabajadores recolectores de basura, que ante la firma de un acuerdo de la dirigencia lo rechazó y pretendieron extender la huelga más allá de la firma del acuerdo, o de las trabajadoras de la Junji. El tercero, la organización en base a delegados por áreas o secciones en los lugares de trabajo. Como pudo verse en el paro y la huelga de los trabajadores de Correos de Chile. De todos modos, estos tres procesos son embrionarios. Además, simultáneos en tanto tales, no convergentes: si los trabajadores recolectores de basura expresaron su descontento con su dirigencia, no contaban con una forma de organización sindical como delegados por secciones o áreas de trabajo, que les permitiera proponer una alternativa ante el problema. A la vez, los trabajadores de Correos de Chile contaban con esta forma de organización, pero esperaban que “esta vez” la dirigencia no los defraudara: no fue así, y se firmó un acuerdo a ciegas. Pero no se trata tan sólo de estos fenómenos embrionarios, en desarrollo.

Una coyuntura especial: 40 años del golpe y la herencia de la dictadura. Politización y potencial de unificación los

de las filas de los trabajadores

En septiembre se conmemoraron los 40 años del golpe de Estado, en un modo que no se había visto antes en Chile, sacudiendo el conjunto de las relaciones políticas y sociales. 64

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Se realizó una de las más grandes movilizaciones desde el fin de la dictadura, numerosos actos, velatones, foros, movilizaciones, programas de televisión de alto impacto público. La propia derecha tuvo que realizar sus declaraciones, en algunos casos pidiendo perdón, llevándola a una extrema tensión, que culminó con las declaraciones de Piñera hablando de los “cómplices pasivos”, el cierre del penal Cordillera, el traslado de los reos, integrantes de la DINA y la CNI al penal de Punta Peuco, y el suicidio del ex jefe de la CNI general Odlanier Mena. El golpe tuvo un carácter contra-revolucionario, dirigido esencialmente contra la clase trabajadora y las organizaciones de izquierda. Que estuvieron entre sus víctimas. A mediados del año 90, cuando se constituye la comisión Rettig, la CUT da cuenta de que “el 76% del total de muertos y detenidos desaparecidos cobrados por la dictadura a partir del 11 de septiembre de 1973 corresponde a trabajadores” (Fortín Mapocho, viernes 20 de julio de 1990). Y que hubo 308 dirigentes sindicales que fueron directamente fusilados o desaparecidos. El informe Valech, que informó sobre la tortura en dictadura, precisa que más de la mitad de ellos corresponde a trabajadores. Y casi un 80% pertenecía o estaba ligado a organizaciones sindicales o de trabajadores. Pero eso fueron las condiciones para avanzar en cambios estructurales, que perduran hasta hoy. La herencia de la dictadura, en el mundo del trabajo. En 1979 se lanzó el “Plan Laboral”, elaborado por José Piñera. Buscaba romper el sindicalismo de clase. Se sostuvo en dos pilares centrales: la prohibición de la negociación colectiva por rama, y la imposibilitación del derecho efectivo a huelga vía el permiso para el reemplazo de los huelguistas. Aseguró la impunidad empresarial, expresada por ejemplo en las “prácticas anti-sindicales” (persecución para impedir la formación de sindicatos), la casi nula negociación colectiva, ni siquiera al nivel de la empresa, la extensión de la subcontratación, los bajos salarios, las bajas pensiones. Esa realidad, no fatal, sino instalada en dictadura, pervive a través de su herencia, y se actualiza una y otra vez. No solo como memoria. Con ocasión de los 40 años, dirigentes de la CUT y la ANEF rinden homenaje a Salvador Allende frente a La Moneda, para recordar la protección de los derechos básicos como salud, educación y vivienda y medidas como el medio litro de leche para todos los niños,


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Estas probabilidades, de todos modos, tendrán como uno de sus escenarios el debate parlamentario, sin excluir movilizaciones. Esto último, se enlaza con el otro gran fenómeno. Que es que, por otro lado, otras demandas (como el fin de la subcontratación), nuevos procesos (como la convergencia entre estudiantes, trabajadores y organizaciones de izquierda), nuevas organizaciones (como todo el sindicalismo no adherido a la CUT), se abran paso. A inicios del siglo XX, en la década de los años ’20, ante los llamados “sindicatos libres”, y el despliegue de huelgas combativas, el presidente Arturo Alessandri Palma presentó un proyecto de Código del Trabajo, abriendo una discusión que finalizaría con su sanción bajo el gobierno de Carlos Ibañez del Campo. El movimiento sindical se dividió entre los sindicatos libres y los legales. La FOCH de Recabarren, al inicio, resistió la legalización. A la vez, se enfrentaron dos concepciones sindicales: la de la FOCH y la del anarco-sindicalismo (IWW, FORCH, CGT, aunque finalmente convergieron, tanto en llamados comunes a huelgas, como en la participación política, por ejemplo en la USRACH). La historia no se repite, pero los problemas irresueltos y replanteados vuelven a aparecer. En el período que se abre, renovadas disputas se presentan. Entre ellas, la relación Estado, régimen, movimiento de los trabajadores; y ante su dispersión y debilitaTendencias para el período: miento, las concepciones sobre cómo recomponerlo –sin¿Qué tipo de movimiento obrero se está dicalistas, reformistas, anarquistas, revolucionarias. Cuán gestando y pugna por nacer? activas sean estas disputas, que carácter cobrarán, es algo que permanece abierto, pero que sin embargo, estarán preCon el gobierno de Bachelet y sus reformas, distin- sentes en el próximo período. tos escenarios se presentan. Por un lado, en una dinámica de protesta social, que incluye las movilizaciones estudiantiles, de Regiones, de los trabajadores, el avance o no en el debate e implementación de las promesas laborales será un elemento catalizador en los procesos de protesta obrera. De no avanzarse, alentará la movilización por el cumplimiento de las promesas. De avanzarse, puede crearse un momento de “pasivización”, pero que sea seguido por un estado de ánimo favorable para buscar resolver el problema pendiente del fin del Código de Trabajo vigente, que coadyuve a la unificación de las dispersas movilizaciones, paros y huelgas en curso.

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y concluir en “la necesidad de grandes reformas, no sólo una nueva Constitución, no sólo reforma tributaria, no sólo el derecho a educación, sino también el derecho a salud, a vivienda digna y a que a los trabajadores se nos devuelva el espacio de poder que perdimos, que se nos reconozca la organización sindical como un actor cooperante, como un actor que va a generar desarrollo también para el país y no como un enemigo, como hasta ahora se lo ha querido ver”. La CUT ha sido un actor cooperante en los 25 años de la democracia. Con sus mesas de diálogo por ejemplo. Y sus efectos están a la vista: la pervivencia de la herencia de la dictadura. Y es precisamente esa herencia, la que abre crecientes contradicciones que motorizan los procesos de lucha de clases en curso. Del movimiento estudiantil, de las regiones. Y también de la clase trabajadora. Lo nuevo, es que la paulatina instalación de las reformas laborales, el rechazo al Código del Trabajo heredado de la dictadura, actúe como un eje unificador de las huelgas, paros y movilizaciones de los trabajadores, en momentos de emergencia de nuevos procesos de carácter cualitativo como los que aquí señalamos. Esto abriría un escenario nuevo, fortalecería la dinámica a la intensificación de la lucha de clases de la clase trabajadora, y a su politización.

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Poder obrero en el lugar de trabajo

Experiencias de organización de base de los trabajadores en los lugares de trabajo

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Hoy el movimiento de los trabajadores intenta nuevamente estirar sus músculos, prepararse para los combates por venir. Aunque se expresa negativamente en la proliferación de Centrales sindicales, con la CUT como la principal, de Federaciones, de sindicatos base. En intentos separados de articulación y coordinación. En la conformación de nuevas organizaciones sindicales. En la tarea de imponer temas en la agenda pública nacional, como el grave problema de las AFP y las pensiones de hambre que esperan a todos los trabajadores; o la reforma al Código Laboral heredado de la dictadura y conservado casi intacto hasta hoy. En esta preparación, la unidad de sus filas es una tarea de primer orden. ¿Pero bajo qué banderas? Históricamente, en términos generales, con cruces, combinaciones, fuertes luchas, el movimiento de los trabajadores se organizó en distintos momentos bajo distintas banderas: las del reformismo, es decir, de la búsqueda de alianzas con sectores progresistas de la burguesía. Las del sindicalismo, es decir, planteando una pretendida autonomía de los partidos políticos pero abocado a las demandas inmediatas de los trabajadores. Las del anarquismo, también planteando una distancia con los partidos y la política pero también la lucha contra el Estado burgués, lo que los llevaba a dejar que la política la hicieran los partidos burgueses contra los trabajadores. Las de los revolucionarios marxistas, que luchan por unir las reivindicaciones inmediatas con las tareas históricas de la clase trabajadora –la lucha por el poder y para eso la necesidad de organizarse en un partido revolucionario de la clase trabajadora-, por la independencia del Estado y cualquier variante de la burguesía, por la más amplia unidad de las filas obreras, por la democracia de base de los trabajadores desplazando a la burocracia, por la alianza de los trabajadores uniendo detrás de sus filas al resto de los explotados y oprimidos.

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Los trabajadores el año 2013 en Chile comenzaron a abrir nuevos caminos. Entre ellos, cuerpos de delegados que existen en algunos lugares de trabajo, comienzan a ponerse en movimiento. Fue el caso de los delegados de Correos de Chile en su gran huelga de 22 días en agosto de ese año. ¿Qué lo puso en movimiento? El intento de la dirigencia burocrática de una negociación tradicional que nada bueno trae para los trabajadores. El sentimiento anti-burocrático se extendió también en ese año, como se vio en los paros de JUNJI y recolectores de basura, aunque sin organización de delegados que permitiera actuar a la base no logró organizar ese sentimiento y transformarlo en capacidad de acción.

Transformar la experiencia de los delegados de Correos de Chile en bandera de lucha para un nuevo movimiento de los trabajadores es una tarea del presente. ¿Pero es posible? Es parte de los esfuerzos de organización desde la base y en los lugares de trabajo que los trabajadores han ensayado incansablemente a lo largo de su historia. En Chile y en el mundo. Como la organización interna de los Cordones Industriales en Chile, los comités de fábrica en Francia, las Comisiones Internas en la Argentina, y tantas otras. Revisamos aquí algunas de estas experiencias, como patrimonio histórico para las luchas del presente que abran un nuevo porvenir, obrero y socialista. Nos concentramos, no en las muchas discusiones teóricas, estratégicas y políticas aún abiertas a partir de las distintas formas de auto-organización que los trabajadores intentaron a lo largo de su historia, sino en sus características centrales, principalmente, en cómo se organizaban. Es que, desde la dictadura hasta hoy, la política de la clase burguesa por destruir los sindicatos, consagrada legalmente en el Código Laboral anti-obrero, ha borrado de la memoria histórica las formas de organización y de lucha que los obreros pusieron en pie, naturalizando las actuales, subordinadas, con el peso de la derrota histórica del golpe y por medio de la burocracia sindical y los partidos del régimen, a la burguesía.

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Chile ’70-‘73:

La organización interna de las empresas y Cordones Industriales

la formación de los

Los Cordones Industriales en Chile surgieron en 1972, en respuesta a la ofensiva del imperialismo, la burguesía, la derecha y la Democracia Cristiana. Y se conformaron en los hechos como embriones de doble poder local, practicando el control obrero de la producción (1). Fueron parte de un proceso de ascenso revolucionario ante el cual los trabajadores buscaron formas de auto-organización. Su importancia estuvo en un que los trabajadores podían comprobar en su propia experiencia, que los patrones no eran necesarios, que podían organizar ellos mismos la producción, que no hacían falta jefes tampoco. Un cuestionamiento a la propiedad privada. La formación de los Cordones Industriales empalmó con otro proceso que se inició ya en 1970/1971: el traspaso al Area de Propiedad Social de una serie de empresas, parte del programa de la Unidad Popular, que contemplaba originalmente 91 empresas, pero que por presión de los trabajadores, incluyendo la ocupación de sus lugares de trabajo, llegaron a más de 300. En las empresas traspasadas, se buscó una forma de co-gestión entre Estado y trabajadores. Y se organizó de este modo: 1. Asambleas de trabajadores; 2. Asambleas de las unidades productivas (por sección, departamento o área de trabajo); 1. Dolores Mujica. Cronología comentada de los Cordones Industriales. Biblioteca de Historias Obreras. En: www.bibliotecaobrera.cl 2. Manuel Barrera. Participación de los trabajadores en la gestión de las empresas en Chile. Una experiencia histórica. VECTOR, Centro de Estudios Económicos y Sociales, agosto de 1979. 3. Nicolás Iñigo Carrera. La estrategia de la clase obrera. 1936. La Rosa Blindada-PIMSA. 2000. 4. Diego Ceruso. Comisiones Internas de fábrica. Desde la huelga de la construcción de 1935 hasta el golpe de estado de 1943. PIMSA – DIALEKTIK, 2010

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3. Comités de producción de las unidades productivas; 4. Comité coordinador de trabajadores; 5. Consejo de administración (con 5 trabajadores, 5 representantes del Estado, y una presidencia nombrada por el Gobierno) (2). El órgano de mayor peso era el consejo de administración. Esta nueva estructura de funcionamiento de la empresa abrió una serie de discusiones: sobre el rol del administrador nombrado por el Gobierno, sobre la relación entre estos organismos y los sindicatos, sobre el involucramiento efectivo de los trabajadores. Su participación activa se intensificó tras el paro patronal de Octubre de 1972. Es decir, dependía de la lucha de clases y la relación general de fuerzas. Esa estructura de funcionamiento de la empresa favorecía la organización de la fuerza de los trabajadores de base. Pero tenía límites que debían ser superados. De un lado, por el rol de árbitro del Gobierno al interior de la empresa que fue una fuente de tensión con los trabajadores de base, así como lo fue la política general de la UP de la devolución de las empresas a sus dueños. De otro lado, porque nuevamente se diluía, bajo nuevas formas, el peso de decisión de los trabajadores de base, trasladando esa capacidad al consejo de administración. Pero no todas las experiencias fueron fruto de un proceso de ascenso revolucionario.

Argentina y las formas sindicales de representación directa: los Cuerpos de Delegados y las Comisiones Internas En la década de 1930 e inicios de la de 1940 en Argentina, se pusieron en pie organismos de base para la organización de los trabajadores y sus luchas. Uno de los primeros ejemplos es el de los comités de empresa en la huelga de la construcción en 1935, y la huelga general en 1936, y el comité de huelga para sostenerla (3). Después, las Comisiones Internas en las industrias metalúrgicas y textiles (4). En esos años, funcionaban de hecho, sin reconocimiento legal, impulsadas por los sindicatos para la representación de las demandas ante la patronal, la vigilancia de las condiciones de trabajo, y la formación de cuadros obreros.


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y la fábrica sin patrones en condiciones de 1. El estar reguladas por ley, desempleo y precariedad 2. La condición para los delegados de estar sindicalizados, 3. Tener cierta antigüedad, En 1998/1999, es desplazada la burocracia sindical 4. Y, ahora, la posibilidad de ser elegidos por la totalidad de de la fábrica de cerámicos Zanon ubicada en la provincia los trabajadores de una determinada empresa. de Neuquén de Argentina. El 2001 se elige una nueva CoLa función de las Comisiones Internas es la de la misión Interna. Mientras tanto, la empresa inicia el despido presentación de reclamos ante la patronal, como condicio- de todos los trabajadores y un lock out (huelga patronal), nes de trabajo, salubridad, salarios, etc. Contribuyeron para hasta que el patrón se fuga con los millones de pesos con aumentar la sindicalización, garantizar la aplicación de la que el Estado subsidiaba a la empresa. El 2002, se pone en funcionamiento la empresa, demostrando que una empresa legislación laboral, organizar la lucha sindical. Pero por sobre todo, para limitar las prerrogativas puede funcionar sin patrones, pero no sin obreros. Al año siguiente, plantearán la necesidad de la estatización sin pago patronales. Aunque también, actuaban como correas de trans- y la administración obrera. Se trató de una respuesta obrera ante la crisis. misión de las burocracias sindicales. Para sostenerla, el sindicato, el 2005 aprueba nue¿De qué dependía una u otra de estas dos variantes? De la lucha de clases. Cuando la clase patronal pasó vos Estatutos, que establecían una nueva forma de organial ataque buscando desmantelar las conquistas obreras con zación sindical, y de funcionamiento de la fábrica, con estas la dictadura de Aramburu, las Comisiones Internas actuaron características: como articuladores de la resistencia obrera(6). Tras la derrota de esta resistencia, que se extendió por años, se for- 1. La asamblea es soberana, taleció la burocracia sindical nuevamente. Aunque sin lograr 2. Los dirigentes son revocables y rotan en sus cargos, 3. Las minorías tienen representación, liquidar estos organismos de base. De conjunto, podían modificar la relación de fuerzas 4. El sindicato se proclama clasista, es decir, independiente con la patronal al interior del lugar de trabajo, y eran la base del Estado, se pone al servicio de la lucha de clases y se de formas de poder obrero. Aunque la dirección política que plantea la lucha por una sociedad sin explotados ni exploorganizara las fuerzas obreras era decisiva a su vez para tadores. que se pudiera desarrollar esta perspectiva: para la burocracia sindical, peronista, que buscaba la subordinación de la clase trabajadora a la burguesía, el delegado debía ser un mero intermediario entre el patrón y el obrero, y un transmi- 5. Daniel Aspiazu, Martín Schorr, Victoria Basualdo. La industria y el sor de las directivas sindicales; para los dirigentes clasistas sindicalismo de base en la Argentina. Cara o ceca, 2010. y combativos y las organizaciones de izquierda revoluciona6. Daniel James. Resistencia e integración. El peronismo y la clase ria, un dirigente para la lucha de clases contra la patronal. trabajadora argentina, 1946-1976. Siglo XXI editores, 2005. Esto se puso a prueba y se demostró con el surgimiento de las Coordinadoras Inter-fabriles en la Argentina 7. Ruth Werner, Facundo Aguirre. Insurgencia obrera en la Argentide 1975, como alternativa a la política de la burocracia y el na, 1969-1976. Clasismo, coordinadoras interfabriles y estrategias peronismo (7). La base de estas Coordinadoras, fueron las de la izquierda. Instituto del Pensamiento Socialista, 2007.

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Desde la segunda mitad de la década de 1940, en Comisiones Internas y los Cuerpos de Delegados, que sin el Argentina la organización sindical instaló formas de repre- control de la burocracia en esos años, revelaban formas de sentación directa de los trabajadores de base: los Cuerpos democracia directa de los trabajadores de base. de Delegados y las Comisiones Internas (5). Tenían como características: Argentina, el control obrero de la producción

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¿Cómo se organizaron? Veámoslo por partes: 1. Establecieron unas Normas de Convivencia de Zanón bajo Control Obrero; 2. Realizan asambleas generales y asambleas por turno, semanales, con tres ejes: político, judicial y económico; 3. Eligen coordinadores por área de trabajo, con reuniones 3 veces por semana; 4. Eligen un coordinador general, y una reunión de todos los coordinadores como órgano de dirección máxima, junto a miembros de la Comisión Interna y del Sindicato; 5. Con rotación periódica de los cargos; 6. Los coordinadores publican en un Boletín Interno las resoluciones tomadas; 7. Que son sometidas luego a la votación de la asamblea. Se trata de una forma de organización similar a la que se conoce en la historia de las luchas del movimiento obrero como Comité de Fábrica, como desafío al poder de los capitalistas oponiéndole este poder obrero desde la base en el lugar de trabajo. También aquí, en Zanon, estuvo sometido a los vaivenes de la lucha de clases.

Unas primeras conclusiones A lo largo de su historia, en condiciones ofensivas, pero también, como muestra Zanon, defensivas y como respuesta obrera ante la crisis, los trabajadores han construido formas de democracia directa, de auto-organización, en los lugares de trabajo. Van así construyendo un poder obrero por la base. Como herramienta para la lucha contra los capitalistas, y también contra sus lugartenientes, como decía Lenin, la burocracia sindical. Repasamos aquí algunas experiencias. Buscando poner de relieve el cómo se organizaban. No se trata de modelos a imitar, sino de caminos a recorrer. Hoy, como al inicio planteamos, en el caso de Correos de Chile, los delegados fueron cruciales para la gran huelga de 22 días. Es un nuevo camino que se abre paso. Recorrerlo hasta el final, transformarlo en bandera de lucha 8. León Trotsky. El Programa de Transición. Instituto del Pensamiento Socialista, 2008. 70

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para un nuevo movimiento de los trabajadores en Chile, es condición necesaria para que los trabajadores conquisten nuevamente sus derechos, y los pongan en la perspectiva de la lucha por sus intereses históricos. Para esto, hay que partir por la lucha por la auto-organización en los lugares de trabajo, para avanzar a la lucha por formas de auto-organización como doble poder a nivel de toda la sociedad. Es que estas formas de organización, son una trinchera en la lucha de la clase trabajadora contra la clase capitalista. Una trinchera que constituye una escuela de experiencia práctica, en la que el trabajador ejerce el poder directo en la toma de todas las decisiones, y así puede reconocer su capacidad de gestionar no solo una empresa, sino, la entera sociedad. Para esto, por último, hay que diferenciar entre los ‘comités de fábrica’ y los ‘soviets’. León Trotsky los diferenciaba de esta manera: “como el comité de fábrica crea un doble poder en la fábrica, los soviets inician un período de doble poder en el país (…) El doble poder es a su vez el punto culminante del período de transición: dos regímenes, el burgués y el proletario, se enfrentan irreconciliablemente. El choque entre ellos es inevitable. La suerte de la sociedad depende del resultado” (8). El comité de fábrica agrupa a todos los obreros de la unidad de producción y a todas las tendencias que actúan en ella con el objetivo de imponerle límites al capitalista o disputar el mando de la fábrica. Así, implica un cuestionamiento de la hegemonía burguesa, pero limitado al ámbito de la fábrica. Pero puede ser un embrión de doble poder a nivel de toda la sociedad, un “soviet”, un doble poder que emerge antagónico al poder burgués. Pero para que esta potencialidad revolucionaria se despliegue, no puede quedar sometida su empuje espontáneo, o restringido. En su seno, actúan los diferentes partidos, necesitan la dirección de un partido revolucionario.


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una nueva cara de la clase trabajadora.

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Empleo joven y precariedad laboral,

ANTONIO Pテ・Z AGUILAR SECRETARIO SINDICATO DE TRABAJADORES DE STARBUCKS COFFE CHILE

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¿Qué trabajo tenemos en Chile? Mucho se ha escrito sobre el experimento que representó Chile para los ingenieros que elaboraron los planes neoliberales en el mundo. El País no podía estar en mejores condiciones para un trabajo que requería una reelaboración profunda de las relaciones sociales y de producción que tenían por objeto recuperar el terreno perdido durante los convulsionados años 60 en la relación entre capital y trabajo. La burguesía, que había visto amenazado su dominio sobre la clase obrera, movilizó al mayor defensor de sus intereses de clase –los militares- para mantener así el control de lo que embrionariamente se estaba gestando en la aparición de los cordones industriales, su coordinación con las capas empobrecidas del campo y la ciudad y la fuerte tendencia a desconocer el orden constitucional tan defendido por la UP, la DC y los partidos derechistas. Probablemente una de las primeras acciones de la dictadura –comandada por Pinochet- fue la eliminación de las conquistas obreras de todo el siglo XX. Desde cuestiones tan básicas como el derecho a la organización y la sindicalización, hasta la posibilidad -que se le presentaba producto del control obrero- de la planificación, sociabilización y redistribución del capital generado a través del trabajo. Así y tras la eliminación de los derechos laborales, Jose Piñera uno de los tantos asesores que tuvo el dictador, elaboró un nuevo código laboral que sepultaba la posibilidad legal de recuperar una correlación de fuerzas favorables hacia la clase trabajadora. Fue fácilmente para la burguesía poner de rodillas a una clase trabajadora sin organización, perseguida e incluso siendo asesinados los mejores cuadros que había dado la lucha de clases durante los años 70. Así la vuelta a la democracia se vio en medio de una tendencia a la reorganización del movimiento obrero expresada en la refundación de la CUT, pero también en las altas convocatorias que tenían los trabajadores convocados por el CNT y sus convocatorias a las jornadas de protesta, la organización del 1 de mayo, entre otras fechas. Si bien la clase obrera entró a la democracia aún debilitada, aún tenía fuerzas que ni la dictadura pudo doblegar.

1. Es posible revisar este informe en el link http://goo.gl/Ts3LeJ 72

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Democracia y una nueva institucionalidad jurídica

Con la vuelta a la democracia vino también la consolidación del reordenamiento neoliberal, donde la exigencia de la burguesía no pasaba por el aplastamiento físico/ represivo de la clase obrera, sino por terminar y consolidar los cambios iniciados durante el periodo anterior. Esto se llevo adelante a través de las políticas de flexibilidad laboral y la aprobación cada vez más profunda de leyes que ampliaron las posibilidades de tercerización de diferentes servicios dentro de una empresa (subcontratación), lo que tenía como resultado debilitar a los trabajadores a través de la imposibilidad de la unidad sindical, la existencia de varias empresas dentro de una misma empresa (multirut) y las escasas oportunidades de negociar colectivamente (pérdida del derecho a huelga). Esto ciertamente tuvo como consecuencia la baja del poder adquisitivo de los trabajadores que vivían esta nueva condición contractual. Así, la consolidación de estos nuevos órdenes legales vino de la mano de la Concertación y los constantes acuerdos realizados entre la CPC y la CUT que buscaron una especie de equilibrio entre flexibilidad y seguridad laboral (flexiseguridad). Las leyes 19.759 (modalidades de contratación, derecho de sindicalización y derechos fundamentales del trabajado entre otras materias) y la 20.123 (régimen de subcontratación, funcionamiento de las empresas de servicios transitorios y el contrato de trabajo de servicios transitorios). Ambas leyes fueron firmadas por presidentes concertacionistas (Lagos y Bachelet respectivamente) y consensuadas por oposición, organizaciones empresariales y algunas sindicales.

Trabajo flexible y trabajo precario La conocida fundación SOL en su informe sobre “Precariedad laboral y modelo productivo en Chile” (1) de diciembre del 2011, entrega algunos datos interesantes sobre la transformación que han sufrido las estructuras laborales en Chile durante los últimos años. Según el Índice de Empleo Protegido que elabora la fundación SOL, actualmente el 39% de los trabajadores tiene un empleo “protegido” o regulado a través de algún tipo de contrato. El problema de


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El trabajo “part-time”,

bajar por un salario menor al promedio, éstos no lo hacen debido a las restricciones que se tienen al momento de acceder al trabajo, es decir: Chile aún mantiene una estructura demasiado rígida en lo que respecta a relaciones laborales, cuestión que dificulta el ingreso de jóvenes al trabajo aún cuando las empresas lo que ofrezcan sean empleos precarizados. Una de las apuestas de este economista es ampliar las posibilidades de flexibilidad horaria en entorno a la jornada laboral y la mayor integración de los trabajadores de tiempo parcial o “part-time” (3).

VER Tabla 1(4) Las razones esgrimidas para no ingresar al mundo laboral por parte de los segmentos más jóvenes de la población se deben principalmente a la imposibilidad que existe de compatibilizar los estudios con jornadas completas de trabajo. Así la tabla 2 nos muestra que un 64% de los jóvenes entre 18 a 25 años no trabaja principalmente por razones de estudios, aunque este número se reduce en el caso de las jóvenes donde alcanza un 48% pero aparecen otros elementos como el cuidado de hijos (15%) o hacerse cargo de las tareas del hogar (10%). Es decir, el problema del ingreso al mundo laboral por parte de este segmento de la población se debe principalmente a su imposibilidad de compatibilizar los estudios con el trabajo. De aquí surge que la prioridad del empleo joven esté destinada a los trabajos de jornada parcial, sin necesidad de especialización o tiempos prolongados de especialización para desarrollar óptimamente el trabajo propuesto.

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la realidad nacional es que, el hecho de la existencia del contrato no es suficiente para creer en la seguridad laboral, ya que muchas veces estos contratos aún mantienen una serie de clausulas que tienden a invisibilizar tendencias a la precarización. Así sus estudios han tendido a dividir los tipos de trabajo en tres tipos de anillos jerarquizados y diferenciados en protección, continuidad y formalidad (2). El primer anillo sería el de mayor protección laboral, el segundo por empleos con algún grado de formalidad o protección y el tercer anillo sería la informalidad o inestabilidad laboral. Según los datos extraídos desde la “Nueva Encuesta de Empleo” (NENE) los sectores laborales del primer anillo se han ido reduciendo desde un 42% (2009) a un 39% (2011), además de sufrir un disminución en los marcos de sus propios niveles de estabilidad laboral a través de la inserción de jornadas parciales superiores a las 30 horas, pero inferiores a la jornada completa, es decir: las empresas han comenzado a flexibilizar las jornadas horarias de los trabajadores con empleos más estables. Los resultados de estas políticas están siendo claros: un aumento de los trabajadores temporales o con jornadas parciales, además de poner el foco en grupos de trabajadores dispuestos a trabajar jornadas parciales por menores sueldos y con menores beneficios a largo plazo, ciertamente el camino tomado por las empresas en Chile y el mundo dan cuenta de cómo el crecimiento económico de los últimos años ha sido sostenido en gran parte traspasando los costos operacionales a una reducción de los costos de mano de obra a través de un trabajo más precarizado, desprotegido y muchas veces subempleado, es decir trabajo inestable, encubierto con políticas de flexibilización.

VER Tabla 2

el trabajo de la juventud por excelencia.

Probablemente el primer interés de los empresarios fue el cómo integrar a la gran masa de jóvenes que no estaban participando del mercado laboral aún cuanto estos estaban dispuesto a ingresar con menores sueldos a los promedios de los que ya se encontraban trabajando (ver tabla 1), así Tomas Rau plantea en su trabajo “flexibilidad de la jornada laboral en Chile: una tarea pendiente” que si bien existe hoy un 19% de jóvenes que estarían dispuestos a tra-

2. Para una mayor profundización metodológica de los anillos de inserción ver Minuta de empleo Anexo Metodológico http://goo.gl/ wwQzFn 3. El trabajo a tiempo parcial se entiende como todo trabajo en donde no se exceda los dos tercios de la jornada completa, es decir hasta 30 horas semanales trabajadas (ley 19.759). 4. Extraido de http://goo.gl/arwMX

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Es clave entender cuáles son así las ramas de la de la gente, cuestión que desemboca muchas veces en el economía que sirven a este tipo de “mercado laboral”: Re- desinterés por la afiliación y la actividad sindical. tail, comida rápida y servicios. La tercera característica es producto de las otras dos: una empresa que va a tener permanentemente gente esperando entrar a trabajar no se va a interesar en aumentar Tres claves del empleo joven los costos de su mano de obra si está al tanto de que existe Es útil identificar tres características que van acom- un grupo importante de jóvenes interesados en ocupar plapañadas del trabajo “part-time” para encontrar rápidamente zas laborales flexibles. los beneficios que este posee para los empresarios: a) Altas tasas de rotación laboral, b) baja sindicalización y c) bajas El caso Starbucks expectativas de beneficios. Sobre la primera característica nos deja entrever Desde el 2009 los trabajadores sindicalizados de una realidad latente para este tipo de trabajos y que per- Starbucks hemos tenido que lidiar con todas las problejudica la posibilidad de la segunda. En general los empleos máticas que vienen aparejados con este tipo de empleo. part-time posee una rotación que varía entre el 100% y el La empresa se ha caracterizado –al igual que todo el rubro 250% de rotación anual, y eso se debe a que gran parte de la comida rápida- a reclutar un tipo de trabajador joven de los trabajadores que desarrollan sus labores no logran que realiza algunas actividades en paralelo al que realiza obtener el preciado contrato indefinido y son finiquitados en en Starbucks, así mostrando este trabajo simplemente como el filo de lo que la ley lo permite: 3 renovaciones de contrato un “complemento” o “apoyo” a la preocupación principal. Así a plazo. Esto le permite a las empresas poseer un enorme ha logrado introducir en la subjetividad de sus trabajadores stock de trabajadores sobre un número reducido de trabaja- que su permanencia en la empresa es temporal y por lo tandores “full-time” o de jornada completa. Pudiendo desarrollar to intentar la modificación de las condiciones laborales no tareas de “apoyo” en los momentos de mayor flujo en las tiene sentido. empresas, así como su utilización como medio de presión En Starbucks la rotación de los trabajadores supera para impedir huelgas o movimientos sindicales mayoritarios. el 150%, la tasa de sindicalización bordea el 7% y los “amPor ejemplo las empresas agrupadas en retail suelen tener plios beneficios” de los que se jacta la empresa, están al aruna dotación laboral por tienda de más de 250 trabajadores bitrio de la gerencia al no estar escriturados en los contratos “vendedores” pero la composición contractual del total de individuales de los trabajadores. Las condenas por prácticas trabajadores está en una proporción de 100 trabajadores antisindicales han sido recurrentes así como la intransigenjornada completa (más de 40 horas semanales), 100 media cia patronal al momento de llevar adelante dos procesos de jornada(30 a 35 horas semanales) y 50 jornadas muy redu- negociación colectiva. Para el sindicato ha sido tremendacidas (menos de 30 horas semanales). Entendiendo que los mente complejo formar una cultura sindical en Starbucks, 150 de jornadas medias y parciales no poseen contratos a teniendo que combatir constantemente la presión que geneplazos indefinidos (5) . ra la empresa sobre los trabajadores para evitar la sindicaLa segunda características es producto principal- lización, esgrimiendo la temporalidad del trabajo, la altísima mente de la primera: cuando un empleo posee altas tasas composición de trabajadores de jornada parcial (más del de rotación es casi imposible mantener un sindicato estable 60%) y la inexperiencia laboral (producto de la juventud) de y fuerte, ya que sufre una merma permanente en su afilia- los trabajadores. ción y le es muy difícil poder aumentar sus niveles de repreTeniendo en consideración estas cuestiones, es que sentación. Además debe mediar con la permanente salida las reinvindicaciones que ha levantado el trabajo sindical han apostado a la lucha por la libertad sindical y a desa5. Estas proporciones están en función de los datos entregados por creditar el discurso “igualitario” que existe dentro de la emla fundación SOL en su trabajo de investigación sobre el Retail en presa, denunciando permanentemente las diferencias en el Chile (2008)

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permanentemente llamados a la necesidad de cuestionar el trabajo precario que generan estas empresas y la necesidad de formar sindicatos en empresas como Mc Donals, Burger King, Doggis y otras, ya que son estas las empresas donde las condiciones laborales son aún más paupérrimas y se aprovechan de miles de jóvenes necesitados para costear sus estudios o complementar el ingreso familiar.

Tabla 1(4) Porcentaje de personas que trabajarían por determinados salarios Grupo

Trabajarías por Menos del salario Trabajarías por Menos del salarios promedio promedio, grupo comparable más una desviación estándar, grupo comparable

Jóvenes

223.708 (19,0%)

330.383 (28,1%)

Mujeres

546.598 (22,9%)

618743 (26,0%)

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trato entre las jefaturas (en cuanto a los beneficios) y los baristas de tienda, haciendo manifiesta la falta de cuestiones mínimas como son la entrega del uniforme de trabajo, una asignación por colación, o la falta transporte para las tiendas que cierran a horarios donde se dificulta la vuelta la casa. Si bien el sindicato ya cuenta con dos huelgas en su corta historia, se han logrado extraer ciertas lecciones que se han intentado extender al conjunto del rubro haciendo

Fuente: Elaboración sobre la base de encuesta Casen 2009

Tabla 2 Principales motivos por los cuales los hombres y mujeres no trabajan Categoría

1er lugar

2er lugar

3er lugar

18 a 25 años

Estudia (64%)

Otra razón (13%)

No tiene interés (9%)

26 a 39 años

Estudia (26%)

Enfermedad o invalidez (24%)

Otra razón (18%)

Hombres

Mujeres 18 a 25 años

Estudia (48%)

26 a 39 años

Quehaceres hogar (38%)

No tiene con quien dejar hijo (15%) Quehaceres hogar (10%) No tiene con quien dejar hijos (34%)

Estudia (4%)

Fuente: Elaboración sobre la base de encuesta Casen 2009

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La emancipación de las mujeres en tiempos de crisis mundial 4 AGOSTO, 2013 ANDREA D’ATRI, LAURA LIF EXTRAÍDO DE REVISTA IDEAS DE IZQUIERDA: HTTP://IDEASDEIZQUIERDA.ORG

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Con la crisis se torna evidente que cada derecho obtenido no es una conquista perenne, sino que está sujeto ya sea a los recortes y ajustes que imponen los gobiernos e instituciones financieras internacionales, como también – cuando no se trata de un problema económico estrictamente– a los vaivenes de las relaciones de fuerzas, ya que la crisis agudiza la polarización social y eso hace resurgir con virulencia a los sectores más reaccionarios que expresan su xenofobia, homofobia, misoginia, etc. No son pocos los gobiernos que, detrás de un discurso supuestamente “progresista”, esconden compromisos con sectores derechistas y concesiones a determinados grupos religiosos, reforzando el control social con el recorte de libertades democráticas. En la población arrojada por el capital a una vida miserable, no hay “equidad de género”: el 70% son mujeres y niñas. Pero la desigualdad no se encuentra sólo en los índices económicos. Su discriminación –como la que se ejerce también contra inmigrantes y personas no heterosexuales– contrasta con los derechos adquiridos en décadas recientes: represión, violaciones y asesinatos de mujeres en Egipto y otros países del norte de África y Medio Oriente; escalada xenófoba en Europa; multitudinarias movilizaciones, encabezadas por la Iglesia Católica, grupos de cristianos evangélicos y políticos conservadores, contra los proyectos de legalizar el matrimonio igualitario[1]. El capitalismo enseña, con estas brutales lecciones, que la emancipación femenina como la de otros grupos sociales subordinados, es una quimera mientras subsista este régimen social, político y económico. Si ésta es la perspectiva, ¿qué debe plantearse el feminismo, en tanto movimiento emancipador que denuncia la inequidad social, política y cultural de las mujeres bajo el dominio patriarcal? ¿Y qué tiene para decir el marxismo revolucionario?

Paradojas de la restauración conservadora: más derechos y mayores agravios

En el último siglo, la vida de las mujeres cambió de una manera que no es comparable a la modificación relativamente menor que experimentó la vida de los hombres en el mismo período. Pero hay otros datos que contrastan brutalmente con esta imagen de “progreso sin contradicciones”, hacia una mayor equidad de género, que es más propia de los países imperialistas y las semicolonias prósperas. ¿Cómo inscribir sino, dentro de este horizonte, que cada año entre 1 millón y medio y 3 millones de mujeres y niñas son víctimas de la violencia machista y que la prostitución se transformó en una industria de grandes proporciones y enorme rentabilidad, que a su vez permitió desarrollar expansivamente las redes de trata? Además, a escala mundial, a pesar de los enormes avances científicos y tecnológicos, mueren 500.000 mujeres, anualmente, por complicaciones en el embarazo y en el parto, mientras 500 mujeres mueren, a diario, por las consecuencias de los abortos clandestinos. En el mismo período, aumentó exponencialmente la “feminización” de la fuerza laboral, especialmente en América Latina, a costa de una mayor precarización[2]. Por eso, a diferencia de otras crisis mundiales, ésta que estamos atravesando encuentra a la clase obrera con una fuerza de trabajo

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La sintomática emergencia política de los sectores más oprimidos cuestiona la idea de emancipación como conquista progresiva y acumulativa de derechos (tal como propone un feminismo partidario, exclusivamente, de la estrategia del lobby parlamentario para la “ampliación de ciudadanía”) y pone en jaque la perspectiva de “democratizar radicalmente la democracia” (como plantea el postfeminismo), que se demuestra inviable cuando la crisis económica, social y política sigue desarrollándose.

1. En París, cientos de miles de personas marcharon contra la aprobación del matrimonio igualitario. En la manifestación, liderada por personalidades de la derecha y la ultraderecha francesa, se coreaba contra el gobierno de Hollande: “No toques el matrimonio, ocúpate de la desocupación”. En el 2008, en California, grupos derechistas –como la organización Protect Marriage– promovieron la enmienda constitucional denominada “Limitar el Matrimonio”. Algo similar ocurrió en el Estado Español, donde el PP y la Iglesia encabezaron las movilizaciones contra el matrimonio gay. Recientemente, en Brasil, miles participaron en la “Marcha por Jesús”, una manifestación de cristianos evangélicos liderados por el presidente de la Comisión de DD. HH. de la Cámara de Diputados que aprobó un proyecto de ley para que los colegios de psicólogos consideren la homosexualidad como una enfermedad y establezcan su tratamiento. 2. En las 3.000 zonas francas que hay en el mundo trabajan más de 40 millones de personas, sin ningún derecho; pero el 80% son mujeres que tienen entre 14 y 28 años.

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femenina que representa más del 40% del empleo global. El 50,5% de esas trabajadoras están precarizadas y, por primera vez en la historia, la tasa de empleo urbano entre las mujeres es levemente superior a la tasa de empleo rural[3].

do, no puede explicarse sino es remontándose a la relación de fuerzas que quedó planteada con la radicalización iniciada en los ‘60. Desde finales de esa década hasta mediados de los ‘80 tuvo lugar un ascenso revolucionario de masas que puso en cuestionamiento no sólo el orden capitalista, Es agudo el contraste entre los derechos adquiri- sino también el férreo control de la burocracia estalinista en dos –incluyendo la legitimidad que alcanzó, en las últimas los Estados obreros del Este de Europa. décadas, el concepto de “equidad de género”– y el desolador panorama de estas estadísticas. Fue buscando una El inicio de este extendido proceso de radicalizaexplicación a esta contradicción, que la feminista norteame- ción, que atravesó los continentes y puso en jaque al equiliricana Nancy Fraser expresó su insatisfacción con la tesis brio pactado entre el imperialismo y la burocracia estalinista de que “la capacidad relativa del movimiento [feminista] para a la salida de la IIº Guerra Mundial, también dio lugar al flotransformar la cultura, contrasta de manera aguda con su recimiento de otros cuestionamientos radicales sobre la vida incapacidad relativa para transformar las instituciones”[4]. cotidiana: el movimiento feminista se recreó bajo nuevas Y a ese balance impropio (que le adjudica al feminismo un premisas, originando lo que se conoció como “la segunda triunfo cultural y un cierto fracaso institucional), Fraser lo de- ola”; el movimiento por la liberación sexual salió del closet safía con una nueva hipótesis, preguntándose si acaso lo impuesto por la represión, irrumpiendo en la escena mundial que sucedió es que “los cambios culturales propulsados por con las barricadas de Stonewall y la visibilización “orgullola segunda ola, saludables en sí mismos, han servido para sa”; la población afroamericana también emergió, gritando legitimar una transformación estructural de la sociedad ca- su rebeldía y enarbolando la bandera del blackpower, mienpitalista que avanza directamente en contra de las visiones tras los campus universitarios se convertían en ámbitos de feministas de una sociedad justa”[5]. La autora se permite deliberación política y filosófica, experimentación musical y sospechar que feminismo y neoliberalismo resultaron afines, lisérgica, al tiempo que la familia tradicional, la pareja hetecuestionando la cooptación del primero y su subordinación rosexual monogámica y todas las relaciones intersubjetivas a la agenda del Banco Mundial y otros organismos interna- eran cuestionadas por el amor libre y la vida comunitaria. cionales. Pero la contraofensiva imperialista –conocida como La sospecha parece acertada. ¿Acaso el feminismo “neoliberalismo”– se descargó sobre las masas asestándosolo puede proponernos una restringida emancipación, limi- les una derrota no solo política, sino también cultural. A difetada a sectores minoritarios que gozan de algunos derechos rencia de las dos guerras mundiales, la recuperación parcial democráticos, en determinados países, a expensas de la ex- que logró el sistema capitalista no se basó en la destrucción tensión de brutales agravios contra la inmensa mayoría de de las fuerzas productivas mediante el aparato bélico. Aunlas mujeres a escala global? Esta situación paradójica, que que hubo “derrotas físicas”, la base de este “nuevo orden” las décadas de la restauración conservadora nos han lega- fue, esencialmente, la descomunal fragmentación de la clase trabajadora. Frente a este ataque imperialista a las masas y sus conquistas, las propias organizaciones creadas por la 3. OIT, Informes 2011 y 2012. clase obrera (desde los partidos como la socialdemocracia 4. Nancy Fraser, “El feminismo, el capitalismo y la astucia de la o los PC, hasta los sindicatos y los estados obreros burocratizados) actuaron como agentes de la implementación historia”, New Left Review 56, Madrid, 2009. de esas mismas medidas que reconfiguraron el dominio del capital[6]. El modelo del libre mercado y el pensamiento úni5. Ídem. co lideraron este período de restauración, caracterizado por 6. Ver E. Albamonte y M. Maiello, “En los límites de la restauración el desvío y la canalización del ascenso de masas a través burguesa”, Estrategia Internacional 27, Buenos Aires, 2011. de la extensión de los regímenes democráticos capitalistas,

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Revista Marxista de Teoria y Politica abriendo paso a medidas económicas, sociales, y políticas también permeó la cultura de masas. Para esta “integración” que liquidaron gran parte de las conquistas obtenidas duran- que estableció un “nuevo pacto” entre las clases fue necete el período anterior. sario incorporar, degradando, en la agenda de las políticas públicas, muchas de las demandas democráticas planteaEste proceso se extendió en el tiempo y el espacio, das por los movimientos sociales, incluyendo el feminismo. de una manera nunca antes vista. Aunque “más extendidas geográficamente, se constituyeron como democracias Feminismo en democracia: degradadas teniendo como base fundamental las clases de la insubordinación a la institucionalización medias urbanas y hasta sectores privilegiados de la clase obrera (especialmente en los países centrales), que tuvieEl divorcio entre la clase obrera, por un lado, con ron la puerta abierta a la extensión del consumo. La desisus direcciones encabezando la entrega de conquistas o, deologización del discurso político bajo la combinación de en el mejor de los casos, resistiendo desde un sindicalismo la exaltación del individuo y su realización en el consumo ramplón los ataques neoliberales y, por otro lado, los mo(‘consumismo’) fueron las bases de este ‘nuevo pacto’ muvimientos sociales –que, ante la derrota, abandonaron la cho más elitista que aquel de la posguerra, que convivió con perspectiva de una transformación radical del sistema gloel aumento de la explotación y degradación social de la mabal– se consumó finalmente, después de una larga historia yoría de la clase trabajadora, junto con altos índices de desde barricadas compartidas. Automarginado o integrado a las ocupación y la proliferación exponencial de la pobreza”[7] batallas por el “reconocimiento” libradas en el espacio del [las negritas son nuestras]. “Estado-democrático”, el feminismo abandonó la lucha contra el orden social y moral que impone el capital y que desMientras los sectores más altos de la clase tracarga mayores miserias y agravios contra las mujeres. En el bajadora y las clases medias eran incorporados al festín reverso, la ausencia de horizonte revolucionario y el papel consumista, las grandes mayorías eran arrojadas a la jugado por sus propias direcciones en el momento del mayor desocupación crónica, el hacinamiento en los suburbios y la marginalidad social, política y cultural. El individualismo 7. Ídem.

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ataque perpetrado por el capital, sumió a la clase obrera en un corporativismo economicista. Reformismo de dos caras: la política feminista solo se limitó a presionar a través del cabildeo a las instituciones del Estado para conseguir una “ampliación de ciudadanía” que, más temprano que tarde, se está transformando en papel mojado ante la crisis en ciernes; mientras a las mujeres de la clase trabajadora se le asigna, en el mejor de los casos, sólo el “derecho” a la puja salarial, dejando en manos de la casta política burguesa el manejo de los asuntos públicos. Las mujeres que anhelaban su emancipación no tuvieron, durante estas décadas de profunda restauración conservadora, un modelo que seguir en los países que abarcaba el denominado “socialismo real”, como había sido a principios del siglo XX. Allí solo encontraban la confirmación de que todo intento de oponerse a la dominación existente, podía generar nuevas y monstruosas formas de dominación y exclusión. El estalinismo se había encargado de manchar las banderas libertarias del bolchevismo para la emancipación femenina y transformarlas en su contrario: restableció el orden familiar promoviendo el rol de las mujeres como esposas, madres y amas de casa; derogó el derecho al aborto; criminalizó la prostitución, como en tiempos del zarismo; redujo drásticamente o directamente eliminó las políticas públicas de creación de lavaderos, comedores y viviendas comunitarias y liquidó todos los organismos partidarios femeninos. Éstas fueron solo algunas de las medidas con las que la burocracia destruyó y revirtió los pequeños pero audaces pasos dados por la Revolución Rusa de 1917. Junto con la cooptación y la integración al régimen capitalista, se avanzó en derechos democráticos elementales y se transformó la agenda feminista –antes enarbolada solo por algunos sectores de vanguardia– en “sentido común” de masas. Pero la radicalidad del feminismo de los albores de la “segunda ola” fue engullida por el sistema. Su apuesta subversiva fue desandada en el camino que se transitó “desde la calle al palacio”, de la transformación social radical a la transgresión simbólica resistente. Entre la extensión inusitada del consumo para amplios sectores de masas, la exaltación del individualismo como valor social y la reconversión de los movimientos sociales en canteras de tecnócratas para proveer de personal

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experto a las agencias de desarrollo, el feminismo igualitarista perdió su carácter crítico. Luego, el feminismo de la diferencia y el postfeminismo cuestionaron, relativamente, esa conciliación. Pero la adaptación a una época donde la revolución se alejaba del horizonte, con una clase obrera sumergida en un atraso político y crisis de subjetividad sin precedentes y la desmoralización provocada por la identificación del estalinismo con el “socialismo”, también tuvo su correlato en los nuevos fundamentos teóricos feministas y posfeministas. Sus respuestas, lejos de atacar el corazón del problema, retomando las críticas más radicales con las que el feminismo había logrado apuntar a la alianza “capital-patriarcado”, establecieron la idea de una emancipación individual, engañosamente asimilada a las posibilidades de consumo y apropiación- transformación subjetiva del propio cuerpo. Apuntes para un debate Esta reconfiguración de la situación de las mujeres, provistas de nuevos derechos y víctimas de mayores agravios, junto con la nueva composición de género de la fuerza de trabajo provocada por las transformaciones operadas en las últimas décadas, obliga a reactualizar el debate entre feminismo y marxismo sobre el carácter de la relación entre capitalismo y patriarcado, el agente de la emancipación y la cuestión de la hegemonía. ¿Está planteada la hipótesis del resurgimiento de un feminismo que no se autosatisfaga en el refugio intimista de la liberación individual y se plantee un horizonte de crítica radical anticapitalista? Ello implica no solo el combate contra las variantes reformistas que propugnan la inclusión, aun cuando lo hagan bajo las laberínticas formas de un galimatías posmoderno, sino también recuperando –contra todo reduccionismo economicista o politicismo oportunista funcionales a aquel reformismo– las mejores tradiciones de la historia del marxismo revolucionario en la lucha contra la opresión femenina.


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4 AGOSTO, 2013 ANDREA D’ATRI, LAURA LIF EXTRAÍDO DE REVISTA IDEAS DE IZQUIERDA: HTTP://IDEASDEIZQUIERDA.ORG

En el primer número de IdZ, señalábamos que el neoliberalismo reconfiguró la situación de las mujeres a escala mundial: nuevos derechos vinieron acompañados de mayores agravios, junto a la feminización de la pobreza y de la fuerza de trabajo precarizada. Hoy, cuando asistimos a la emergencia de un nuevo periodo de crisis económica, social y política, ¿cómo hacer que la “ampliación de derechos” conquistada no cristalice como estrategia última de integración, sino que se transforme en punto de apoyo para una lucha radical por la emancipación de las más amplias masas femeninas?

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La emancipación de las mujeres en tiempos de crisis mundial (II)

emerge en la llamada segunda ola, con la radicalización de fines de los ‘60 y principios de los ‘70, con su política igualitarista –en sus variadas alas que abarcaban desde tendencias liberales hasta tendencias anticapitalistas y socialistas–, era criticado por proponer la asimilación a un orden social y simbólico que invisibilizaba a las mujeres. La corriente que lo criticaba, por el contrario, proponía crear un orden simbólico distinto, partiendo del pensamiento de la diferencia sexual y la materialidad de la condición femenina. La cuestión de fondo de esta controversia era la incipiente incorporación de la agenda feminista en la política pública de los Estados, los gobiernos y organismos financieros internacionales. Obteniendo reconocimiento a cambio de integración, el feminismo había pasado de cuestionar las bases del sistema capitalista a legitimar la democracia

La italiana Carla Lonzi y el colectivo Rivolta Femminile denunciaron, en los años ‘70, que “la igualdad es un intento ideológico para someter a la mujer a niveles más elevados (…) Para la mujer, liberarse no quiere decir aceptar idéntica vida a la del varón, que es invivible, sino expresar su sentido de la existencia”(1). El feminismo reivindicativo que 1. Manifiesto de Rivolta Femminile, Roma, julio de 1970.

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burguesa como el único régimen en el que se puede lograr, paulatinamente, mayor equidad de género, a través de algunas reformas parciales que no cuestionen sus fundamentos. Pero el feminismo de la diferencia terminó reconceptualizando el género, reduciéndolo a una categoría esencialista: postulaba que la feminidad era portadora de determinados valores, inferiorizados en el discurso hegemónico masculino que se pretende universal. Este nuevo feminismo, que surgía –en cierta medida– como una reacción contra la asimilación al sistema del feminismo de la igualdad, desestimó la disputa política, replegándose en la creación de una contracultura basada en nuevos valores, surgidos de la diferencia sexual. Y junto con el rechazo al feminismo igualitarista, terminó impugnando el proyecto de una sociedad igualitaria, liberada de la explotación y la opresión.

sificación universalizante. Los comportamientos tendrían un poder constitutivo sobre nuestros cuerpos; el género sería una “posición” inestable, actos del habla, una performance auto producida, un enunciado preformativo. Incumplir con el “libreto” cultural que se nos impone a través del lenguaje, nos privaría del status de sujeto, nos excluiría de las convenciones hegemónicas que instituye el poder, nos deshumanizaría, nos transformaría en “lo abyecto”. La heterosexualidad normativa podría desafiarse, por tanto, desde las múltiples formas paródicas del género y la sexualidad. Las “imitaciones” de lo femenino y lo masculino encarnadas en lo transgénero, lo travesti, lo transexual, transgredirían las normas y estereotipos del género en su fracaso e inestabilidad, convirtiéndose en práctica política subversiva. Resignificar el discurso normativo, por medio de la parodia, sería una forma de política que socavaría la hegemonía y abriría Mientras avanzaba la restauración conservadora, nuevos horizontes de significados. ni la integración a la democracia capitalista del feminismo igualitarista ni la resistente contracultura del feminismo de la Mientras el individualismo se imponía globalmente, diferencia pudieron evitar que se siguiera reproduciendo, y de la mano de las políticas económicas que empujaba a miaumentando a escalas globales impensadas, la violencia y llones a la desocupación, que establecía la fragmentación la opresión de millones de mujeres en todo el mundo. y deslocalización de la clase trabajadora, el feminismo se fue alejando cada vez más de un proyecto de emancipación Tiempo después, mujeres lesbianas, mujeres ne- colectiva, replegándose en un discurso cada vez más solipgras, mujeres de los países del llamado “Tercer Mundo” sista, limitado a soliviantar a una élite que exigía su derecho cuestionaron esta “celebración” de los valores femeninos, a ser reconocida en su diversidad, tolerada e integrada en la que invisibilizaba las diferencias existentes entre las propias cultura del consumo. mujeres, establecidas también como jerarquías opresivas. Denunciaron que estos supuestos valores femeninos no La “cómplice oposición” del posfeminismo eran más que la forma universalista, y por lo tanto, normativa, en que se expresaba la idiosincrasia particular de las Si el feminismo de la igualdad tuvo el mérito de conmujeres blancas, anglosajonas, heterosexuales, de clase ceptualizar el género como una categoría social, relacional y media y países centrales. La diferencia sexual estalló, en- vinculada al concepto de poder, visibilizando que la situación tonces, en múltiples y cruzadas diferencias entre las muje- de opresión de las mujeres tiene un carácter histórico y no res, abriendo paso a variadas identidades nómades y a un es la consecuencia “natural” de las diferencias anatómicas, sujeto político fragmentario. el feminismo de la diferencia tuvo, por su parte, la cualidad de resistir la asimilación a un sistema fundado en la suborLuego, el posfeminismo fue más allá. De tantas y dinación, discriminación y opresión de todo lo que difiere singulares identidades, derivó la imposibilidad de estabiliza- del modelo “universal” forjado bajo el dominio patriarcal. Y ción de toda identidad. Para el posfeminismo, toda identidad si el feminismo de la diferencia recayó, finalmente, en un es normativa y excluyente, porque en el mismo acto en que esencialismo biologicista, las teorías posfeministas vinieron establece los límites que abarca –enunciando aquello que a cuestionar a la sexualidad como una invariable, volviendo define– instituye lo excluido. El género no constituye una a concebir el deseo como algo situado. El mérito, en este esencia; no es “natural”, ni puede tener pretensiones de cla-

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caso, de rechazar la idea de que la diferencia se transforme en identidad fija, inmóvil, abre un camino potente en la cultura y la construcción de subjetividad, aunque, se muestre limitado o impotente políticamente para la constitución de un movimiento de lucha por la emancipación del conjunto de los que son oprimidos por la heteronormatividad obligatoria.

decir, con diferencias; pero igualmente ciudadano, por otro. Las teorías posmodernas, que pretenden que las diferencias sean tan igualitariamente reconocidas en su especificidad al punto que se disuelvan como categorías identitarias (o no tengamos necesidad de ellas), refieren a lo excluido.

Pero al no tener en cuenta las relaciones de producción capitalistas en las que se apoyan estas exclusiones, concluye en una lucha por la “inclusión” que, en vez de subvertirlas, termina ajustándose y siendo funcional a la nueva tolerancia mercantil de la diversidad. Sin señalar la inextricable relación que existe entre el modo de producción capitalista y las múltiples fragmentaciones que coadyuvan a la dominación, el cuestionamiento radical a la estabilidad de las identidades sexuales y de la heteronormatividad pierde su potencialidad subversiva. De ahí que Terry Eagleton deLejos de tomar una posición sin ambages por la finiera al posmodernismo como “políticamente opositor [en igualdad, el marxismo propone una lectura materialista y el mejor de los casos], pero económicamente cómplice”(2). dialéctica de las diferencias: cuestiona la abstracción metafísica de la igualdad formal que aprisiona las diferencias La reivindicación de la diferencia en tanto tal o la concretas en un universalismo vacío. Porque, en el capitalis- mera proclamación de la eliminación de las identidades mo, la igualdad sólo puede existir formalmente, a fuerza de binarias en un mundo donde tales diferencias son motivo abstraer los elementos particulares de la existencia social. fundante de brutales agravios e injusticias, se termina paEl Estado capitalista consigue ese divorcio fetichista de la política y la economía, ofreciéndonos el resultado de un ser 2. Terry Eagleton, Las ilusiones del posmodernismo, Buenos Aires, humano escindido: propietario o desposeído, por un lado, es Paidós, 1998. Pero ni los grados de igualdad política conquistados en las democracias capitalistas disuelve la desigualdad social, ni los padecimientos compartidos por la pertenencia a la misma clase social de los explotados disuelve las desigualdades que genera la opresión de las diferencias. ¿Cómo imaginar una igualdad que no equivalga al reino de lo idéntico y uniforme, y una diferencia que no se constituya como identidad y jerarquía?

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reciendo más a un discurso autocomplaciente para una pequeña minoría ilustrada y progresista que a la crítica de un movimiento potente y radicalmente transformador. Por el contrario, para el marxismo, se trata de la atención igualitaria de las diversas necesidades: la única manera en que la diferencia no es jerarquía y la igualdad, uniformidad, algo que ninguna “ampliación de ciudadanía” otorgada por las democracias capitalistas podrá ofrecer (menos aún en tiempos de crisis económica, social y política como la que estamos atravesando). Sólo una sociedad de productores libres puede ser una sociedad donde la igualdad se fundamente, no en el trazado de un rasero despótico que busque ocultar las diferencias, sino en el respeto igualitario de las diferencias que establecen los elementos particulares de la existencia social.

los sectores más oprimidos, a desenvolver su potencial subversivo –demostrado en todos y cada uno de los momentos históricos de grandes crisis o cataclismos sociales, económicos y políticos–, el feminismo se encuentra divorciado de las masas, mayoritariamente alejado de la perspectiva de un proyecto emancipatorio colectivo.

Recuperar esa perspectiva nos exige reconocer que si la clase obrera tiene el poder (potencial) de hacer saltar por los aires los resortes de la economía capitalista, esa posición estratégica no es razón suficiente para revolucionar el orden dominante, si no conquista y acaudilla una alianza con otras clases y sectores oprimidos por el capital, incluyendo la unidad de las filas proletarias altamente feminizadas. Levantar un programa para la liberación de la mujer es vital para las grandes masas trabajadoras, por su propia composición y por la necesidad de establecer una alianza con otros A través de los ojos de las mujeres sectores y capas sociales empujadas a una vida miserable, La crisis económica, social y política que atraviesa arruinadas por el gran capital, pero también condenadas a la el mundo es el resultado de la impotencia del capitalismo discriminación y la marginalidad, a ser “lo abyecto” para una para sobrevivir si no es a costa de mayores penurias para cultura dominante que les niega reconocimiento. las masas y mayor degradación y vaciamiento político de Ante esa situación, gran parte de las corrientes de sus regímenes democráticos. El período de la restauración izquierda no han hecho más que amoldarse al statu quo de conservadora, que desembocó en esta nueva crisis capitalas últimas décadas de restauración conservadora. Partienlista, dejó planteado un escenario contradictorio: cooptación e integración de amplios sectores de las clases medias y do de una visión escéptica, según la cual la derrota impuesta franjas de las clases trabajadoras junto a la exclusión –lle- por la contraofensiva imperialista no podría revertirse, se esgando a la más extrema marginalidad– para las más amplias tableció, como estrategia última, la ampliación de derechos masas; fragmentación inusitada de la clase trabajadora, y al en la democracia burguesa. Si las clases dominantes se viemismo tiempo, la imposición de la asalarización para millo- ron obligadas a incorporar estas demandas para desactivar nes de seres humanos empujados a las grandes urbes y de la radicalización, cooptar e integrar a amplios sectores en el régimen, estas corrientes de izquierda en vez de considerar países enteros incorporados al mercado mundial. estas conquistas como un punto de apoyo, las establecieron Como señalamos en la primera parte de este artí- como todo horizonte último. Su programa anticapitalista se culo, por primera vez en la historia de la humanidad, este trocó por un programa antineoliberal, es decir, con el objetinuevo período de crisis capitalista encuentra una fuerza de vo mínimo defensivo de limitar los alcances más pérfidos de trabajo altamente feminizada y con una inserción urbana la restauración conservadora. que supera a la fuerza de trabajo femenina en el campo (3). En el polo opuesto, para otras corrientes de izquierPero mientras la situación mundial empuja a las mujeres, y a da, desestimar la necesidad de un programa y una política por la emancipación femenina que parta de los derechos de3. Andrea D’Atri y Laura Lif, “La emancipación de las mujeres en mocráticos conquistados, fue otra forma de adaptación: por tiempos de crisis mundial”, Ideas de Izquierda 1, Buenos Aires, julio omisión, los “asuntos” de la opresión se dejan en manos de 2013. Replicada en esta edición de La Batalla los movimientos sociales policlasistas, al tiempo que se pro-

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Revista Marxista de Teoria y Politica fundiza el corporativismo y el sindicalismo en el movimiento raíz hay que mirarla a través de los ojos de las mujeres, obrero. En última instancia, abandonar la estrategia de he- y es desde este punto de vista, que intentamos retomar el gemonía proletaria, por la vía de la abstención sectaria. método del bolchevismo para pensar, incluso los profundos cambios sociales que hubo en el último siglo y que plantean Por el contrario, quienes aquí escribimos, conside- nuevos problemas a ser tomados en cuenta. ramos que una crítica despiadada a las miserias que engendra el capitalismo, también en el terreno de la subjetividad Sabemos que el comunismo no surge del mero any las relaciones interpersonales, tiene que ser parte integral helo, aún incluso cuando se trate del anhelo de unos miles de nuestra visión marxista del mundo, de nuestro programa o millones de explotados. Es necesario no sólo desear otro y nuestra estrategia en la lucha por cambiar radicalmente orden de cosas, sino derrocar el orden existente. De aquí la sociedad de clases. Al tiempo que acompañamos todas la necesidad de que toda conquista parcial, hoy obtenida las luchas por arrancarle al sistema capitalista las mejores en los estrechos márgenes de las democracias degradadas, condiciones de vida para millones de personas sumergidas sea puesta en función de esta estrategia última. en los oprobios más inimaginables, nuestro objetivo es la conquista de una sociedad sin Estado, sin clases sociales; Es el único antídoto realista contra la utopía posuna sociedad liberada de las cadenas de la explotación y feminista de las democracias radicales y la distopía de los todas las formas de opresión que hoy hacen, al ser humano, totalitarismos burocráticos con los que la revolución fue traiel “lobo” de sus congéneres. cionada y convertida en su antítesis. En ese camino, el de la lucha de las masas femeninas por su emancipación y la Quienes anhelamos la liberación de la humanidad crítica marxista enriquecida por los aportes de las corrientes hoy sumida en la miseria y la ignominia, no podemos más feministas, surgirá un renovado feminismo socialista que que ubicarnos desde el punto de vista de los sectores más aún espera ver la luz. vulnerados entre los explotados. Para transformar la vida de

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El movimiento estudiantil ante el gobierno de Bachelet FABIĂ N PUELMA, CONCEJERO FECH DE LA FACULTAD DE DERECHO

Primera Marcha Estudiantil, Valpo Fotografia Rens Veninga

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Una crisis sin resolver y la tendencia a procesos de reforma universitaria

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El 2014 se cumplirán tres años desde la lucha estudiantil más importante en décadas. El proceso de movilizaciones del 2011 ha determinado en gran parte el actual escenario político: funcionó como un catalizador de nuevos procesos de la lucha de clases como en Aysén, Freirina y muchas otras luchas locales; fue un antecedente clave en el nuevo despertar que está viviendo la clase trabajadora; puso en el tapete el fin de ciclo político y la crisis del régimen heredado de la dictadura, que se sigue expresando en la debilidad y cuestionamientos a las diversas instituciones del régimen político; ha modificado el mapa político con el surgimiento de la Nueva Mayoría, el triunfo del gobierno reformista burgués de Bachelet y una profunda crisis de la derecha; también ha permitido el surgimiento de nuevos fenómenos políticos en la izquierda. En el ámbito educativo, el debate sobre la reforma educacional es una de las claves de la discusión política y es el eje central del nuevo gobierno. El movimiento estudiantil, pese a sus flujos y reflujos, no ha sido derrotado y se ha consolidado como un actor político con fuerte peso nacional. En su seno se mantiene activo un sector de vanguardia que sigue funcionando como gatillo para nuevos procesos de lucha y fenómenos políticos en la izquierda. El 2013 estuvo marcado por la emergencia de nuevas luchas obreras y la clase trabajadora se ha ido poniendo en el centro, con los portuarios como uno de sus sectores más avanzados. Esta combinación ha dado pie a una tendencia hacia la unidad entre trabajadores y estudiantes, que se expresó en la jornada obrera estudiantil del 26 de junio del año pasado, y a nivel molecular se ha expresado en el surgimiento de diversas instancias de unidad con los trabajadores en los espacios locales y en el inicial cuestionamiento a las formas de trabajo precario en las universidades. Cuáles son las tendencias que se juegan en el debate educativo, cuál es la situación del movimiento estudiantil frente al gobierno de Bachelet, qué proyectos políticos disputan hoy el movimiento estudiantil y qué tareas se desprenden de esta situación, son algunas de las interrogantes que pretendemos abordar. ta, con la presión de las luchas obreras, la juventud y los sectores populares, empujó a que esta crisis buscara una solución por izquierda, con el aumento de la matrícula a sectores obreros y populares, el fortalecimiento de la educación pública, la democratización de las instituciones y la formulación de la ENU. La contrarrevolución desatada con el golpe militar, “limpió” el terreno para buscar una solución por derecha: los planes neoliberales en la educación. Si bien la mercantilización de la educación fue una línea impulsada a nivel internacional junto con la ofensiva neoliberal, en Chile fue impuesta mediante la fuerza y de manera íntegra. Este modelo, profundizado por los gobiernos concertacionistas, es el que hoy se encuentra agotado. Existe, por tanto, una crisis sin resolver, que abre una tendencia objetiva a procesos de reforma universitaria y educativa en general. Lo que está en juego es quién dará una salida: O es la burguesía, o es el movimiento estudiantil junto a los trabajadores.

El marco general del debate educativo actual es la crisis estructural de la educación de mercado. Como sabemos, una de las reformas claves impulsada por la dictadura fue la creación de un mercado educativo. Esta “modernización”, como llamaron los Chicago Boys a las reformas neoliberales, fue la respuesta de la burguesía golpista al curso que fue tomando el sistema educativo a fines de los sesenta y principios de los setenta. Durante los años sesenta el modelo universitario se encontraba en un impasse y entró en crisis, motorizado entre otras cosas por la contradicción entre la creciente apertura de la universidad a las capas medias y las viejas instituciones, cátedras y orientación de la educación. Esto, junto a la radicalización política e ideológica de la juventud en los sesenta y un nuevo ciclo de lucha de clases a nivel mundial, gatilló diversos procesos de reforma universitaria y Una disputa entre los empresarios luchas estudiantiles, con la reforma universitaria del ’67 en Chile, el Mayo francés, el Cordobazo argentino, las luchas estudiantiles en Alemania, México, entre otros ejemplos. La Pero este no es un terreno pacífico para la burguesituación revolucionaria abierta en Chile en los años seten- sía, por el contrario, es un campo de disputa interburguesa,

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que por ahora no se traduce en un enfrentamiento o división abierta, pero sí en una fuerte discusión política e ideológica. La Nueva Mayoría ofreció un programa de reformas, tomando la bandera de la gratuidad. Pero sus anuncios dan cuenta del carácter de su reforma educacional: Gratuidad para un 70% durante su gobierno sin modificar sustancialmente el sistema de financiamiento basado en la demanda (y por lo tanto, mantener el subsidio a los privados), fiscalizar el lucro, impuestos a los egresados y mayores márgenes a las instituciones públicas para que compitan en mejores condiciones dentro del mercado educativo (y por lo tanto, mantener la oferta educativa basada en el mercado). Es claro que su programa no significa una solución orgánica a la crisis de la educación de mercado, sino que busca más bien corregir sus aspectos más escandalosos. Es una reforma guiada por un fin político: sacar el centro del debate de las calles, buscar desviar la lucha estudiantil con mayor diálogo y algunas concesiones. Si la relación entre el gobierno y el movimiento estudiantil se mueve dentro de este terreno y si la iniciativa la mantienen ellos, su objetivo ya estará parcialmente cumplido. Compartiendo este objetivo político, la Democracia Cristiana representa a un sector importante de los empresarios educativos, por lo tanto su rol es servir de guardián a sus intereses en consideración de que la reforma irá sí o sí. Evitar que la reforma implique afectar sustancialmente los intereses de la burguesía educativa, preservando los principios neoliberales de “libertad de enseñanza”, es la pelea de este sector. Más a la derecha, la UDI y RN han optado por una defensa del sistema de la dictadura, y quieren dar una salida al impasse perfeccionando el mercado educativo con más medidas neoliberales, siendo los más consecuentes opositores de la gratuidad y defensores del lucro. Por último, los rectores de las universidades del Estado también participan de esta puja, proponiendo un financiamiento directo a las instituciones, basado en “contratos marco” de cinco a diez años, un cambio en el marco regulatorio y eliminar las trabas burocráticas que impiden a las universidades del Estado ser competitivas en el mercado (1). A cambio ofrecen ligar más estrechamente la formación que entregan con los “objetivos estratégicos del país”, es

decir, del mercado laboral, la innovación tecnológica, la investigación, etc. Se trata, al fin y al cabo, de una disputa por los alcances y los límites de la reforma, sobre cuánto estarán dispuestos a ceder los empresarios, sobre quién se lleva la mayor tajada; todo en el marco de un objetivo político común: sacar del centro la lucha de clases. No es casual que el ministro de educación sea Eyzaguirre, pues es un buen político neoliberal que podrá encausar las negociaciones y el diálogo, tanto con los partidos, los empresarios y el movimiento estudiantil.

Fortalezas y debilidades del movimiento estudiantil en este escenario

El movimiento estudiantil deberá encarar esta disputa, sabiendo enfrentar los chantajes de los burgueses “progresistas” para poder negociar con sus pares “conservadores”, todos quienes están dispuestos a maniobrar considerando la “presión social”, pero siempre y cuando este juego se realice dentro de su terreno, es decir, en mesas de negociación, en el parlamento, a través de la prensa e incluso aceptando las marchas de presión. Y es que el movimiento estudiantil, luego de tres años del 2011, se ha consolidado como un actor político de peso, capaz de influir en las decisiones del gobierno (como se vio con la destitución de Peirano). Pese a los flujos y los reflujos, el movimiento estudiantil sigue teniendo un fuerte potencial de lucha y movilización. Esto se ve reflejado en que tanto durante el 2012 como el 2013, fuimos capaces de protagonizar luchas nacionales que se pusieron en el centro de la escena política. A su vez, se ha generalizado en la masa estudiantil no sólo el objetivo de conquistar una educación gratuita, sino que un cuestionamiento a las aristas cotidianas de la crisis educativa: la precarización, la mercantilización, el autoritarismo universitario, la represión y la precariedad laboral de los trabajadores de la universidad. En un año en donde tenderá a confluir lo local con lo nacional en el marco de la reforma educativa, estos cuestionamientos pueden transformarse en una importante fuente de energías. A su vez, se ha generalizado también una simpatía con las luchas obreras, que si bien aún no ha 1. Propuestas para un nuevo sistema de Educación Superior, Con- dado pie a un “activismo pro obrero”, ya empieza a traducirse en diversas instancias de organización que impulsan la sorcio de Universidades del Estado de Chile

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Tres estrategias de movilización en la izquierda Uno de los fenómenos que se ha ido desarrollando luego del 2011 es el desplazamiento a izquierda de la “superestructura estudiantil”. Actualmente, el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL) y la Unión Nacional Estudiantil (UNE) tienen la mayoría absoluta dentro del CONFECH (2) y están a la cabeza de la FECH, desplazando a las Juventudes Comunistas y a la Izquierda Autónoma. Pese a ubicarse más a izquierda, estas organizaciones tienen una responsabilidad directa en lo que se refiere a mantener la estructura burocrática de la organización estudiantil y en privilegiar una estrategia de presión, en vez de jugársela por una estrategia de lucha que logre partir del ímpetu de los sectores más avanzados para activar a la masa estudiantil. ¿Pero cuál será la estrategia de la izquierda para afrontar las movilizaciones este año? El Partido Comunista buscará canalizar la fuerza de “la calle” para presionar a sus

socios de la Nueva Mayoría con el fin de que se cumpla “nada más ni nada menos” del programa de gobierno. En cuanto a la izquierda extra PC, la respuesta está por verse y es una de las pruebas claves de este año. En base a la práctica política y las mismas declaraciones de los diversos grupos podemos identificar tres grandes orientaciones frente a las movilizaciones para esto año. En primer lugar, se encuentran quienes plantean una estrategia de presión, que buscan disputar el carácter de las reformas para darle un tinte “anti neoliberal”, mediante la participación del movimiento estudiantil en su elaboración, buscando incidir también en la disputa entre los distintos sectores de la burguesía mediante movilizaciones de presión, lo que no excluye que impulsen movilizaciones de carácter local que apunten a esta dirección. Con diversos matices, esta es a grandes rasgos la orientación del FEL, la UNE y la Izquierda Autónoma. En segundo lugar, se encuentran quienes plantean una estrategia de “acumulación de fuerzas”, que situándose al margen de los ritmos de la lucha de clases y de la política nacional, combinan la pelea por demandas mínimas de carácter local con un discurso más bien ideológico sobre el “proyecto educativo popular”. Esta es la orientación de grupos como el GAP, el Movimiento Popular Guachuneit (MPG), la Juventud Guevarista, entre otros diversos colectivos. Por último, estamos quienes planteamos una estrategia basada en los métodos de la lucha de clases, que apoyándose en los sectores más activos y en las demandas sentidas de carácter estructural, se plantea retomar una movilización de carácter masiva y nacional que logre imponer la gratuidad y una transformación estructural a la educación de mercado con la fuerza de los métodos de lucha de estudiantes y trabajadores. Mucho es lo que se juega detrás de cada estrategia. Como decíamos, la Nueva Mayoría está dispuesta a aceptar negociaciones y movilizaciones de presión, siempre que se desarrollen en su terreno y que no pierdan la iniciativa. El movimiento estudiantil puede retroceder, es decir, perder su carácter de movimiento político de masas y de lucha, no

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bandera de la unidad con los trabajadores (declaraciones en apoyo, movilizaciones conjuntas, secretarías, iniciativas contra la subcontratación en la universidad, etc). Uno de los límites que han tenido las luchas estudiantiles, es que ha persistido la división entre los sectores más avanzados, que empujan la movilización hacia adelante (lo que llamamos vanguardia estudiantil), y los sectores de la masa estudiantil que si bien apoyan las movilizaciones, lo hacen de manera pasiva. Para conquistar nuestras demandas se requiere de una movilización nacional, con los métodos de lucha que nos dan fuerza y que interrumpen el normal funcionamiento de las instituciones (paros, tomas, protestas callejeras) y con la confluencia de la vanguardia con la masa, que impida el aislamiento y desgaste de los sectores en lucha. Esta debilidad está directamente relacionada con la confianza que aún persiste sobre las burocracias estudiantiles y en la falta de surgimiento de organismos de auto organización desde la base, que logren organizar y dirigir los procesos de lucha. Pero esto no es simplemente un dato de la causa. Hoy más que nunca no se puede entender al movimiento estudiantil por fuera de las organizaciones políticas que actúan dentro de él y que determinan en gran parte los ritmos y la orientación que toman las movilizaciones.

2. “UNE y FEL, la oposición que Bachelet deberá enfrentar al interior del movimiento estudiantil”, http://www.chileb.cl/reporteros/ une-y-fel-la-oposicion-que-bachelet-debera-enfrentar-al-interior-del-movimiento-estudiantil/

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Revista Marxista de Teoria y Politica sólo con una derrota, sino que también con un desvío sin respuesta: Si el movimiento estudiantil no da una respuesta contundente ante las propuestas neoliberales de la Nueva Mayoría, si permite un desvío sin oponer resistencia y si el gobierno logra impulsar una reforma bajo sus términos, pero que cuente con cierta legitimidad por parte de las dirigencias, no descartamos que se produzca este retroceso. Esa es la importancia de este debate. Estamos convencidos que la estrategia de presión o la de acumulación de fuerzas (por omisión), son un camino fácil hacia la subordinación del movimiento estudiantil a la iniciativa del gobierno de Bachelet. Constituye una tarea vital superar esta estrategia con una orientación clara basada en la lucha de clases.

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Una reforma educativa impuesta bajo nuestros términos

Un plan ofensivo para encarar el gobierno de Bachelet debe partir por una premisa fundamental, que es una enseñanza de estos años de experiencia de lucha: No habrá conquistas sin una gran lucha, sólo con los métodos de la lucha de clases podremos imponer nuestras demandas bajo nuestros términos. Hay que avanzar a traducir el profundo cuestionamiento a los diversos aspectos de la educación de mercado en un programa coherente, que articule las demandas mínimas con fuerza vital (cuestionamientos a las mallas, el


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al movimiento estudiantil en secretarías, comités de acción, etc. Exigiendo que las federaciones sean instancias al servicio de levantar la democracia directa y órganos de lucha desde la base. A su vez hay que seguir potenciando la unidad obrera estudiantil como alianza estratégica para confluir en la lucha y golpear juntos por nuestras demandas. Es indispensable fortalecer y amplias las instancias de unidad obrera estudiantil ya existentes, poner las fuerzas de las organizaciones estudiantiles al servicio de las luchas de trabajadores para fortalecer los lazos y las alianzas, lograr avanzar a una lucha conjunta con los trabajadores de las universidades y buscar acuerdos prácticos de lucha entre las organizaciones estudiantiles y las organizaciones obreras, desde los sindicatos de base hasta las centrales sindicales. Esta es una pelea política que requiere de fuerza material, no sólo de ideas y papeles. Estamos convencidos que son muchos los estudiantes que comparten estas propuestas, y es una necesidad el cohesionar a todos estos compañeros, logrando organizarnos políticamente en conjunto por estos puntos de acuerdo, para dar una pelea común en las asambleas y en las calles. Como militantes de la Agrupación Combativa y Revolucionaria pondremos de toda nuestra energía en aportar a levantar estas instancias de lucha común, a la par que seguimos luchando por levantar alas revolucionarias y pro obreras en el movimiento estudiantil, que apunten a organizar a sectores de la juventud por acabar con el sistema capitalista.

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libre uso de los espacios, la lucha contra la represión, etc) y las demandas educativas estructurales (como la educación gratuita, el cogobierno, financiamiento basal a las instituciones estatales, fin a la PSU, desmunicipalización, etc), con demandas que tiendan a cuestionar el sistema capitalista, como es la lucha por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo, y no al servicio de los “intereses del país”, que no son otros que los del Estado burgués y los capitalistas. Se trata de elaborar un programa de Segunda Reforma Universitaria como posición política del movimiento estudiantil frente a los proyectos del gobierno, los rectores y los empresarios. Pero no basta con el debate programático. Hay que elaborar un plan de lucha que logre desplegar la energía de movilización del movimiento estudiantil. En un año en donde se discutirá sobre la gratuidad, es indispensable que luchemos por la gratuidad universal y financiada completamente por el Estado hacia las universidades de su propiedad, con un financiamiento basal y no a la demanda. A su vez, este año se realizarán las elecciones de autoridades en diversas universidades, por lo que es fundamental luchar por el sufragio universal de las autoridades y por la instauración de cogobiernos universitarios como máximas instancias de decisión y administración. A su vez, es clave luchar por acabar con el subcontrato en las universidades y contra el trabajo precario de los funcionarios. De lo que se trata es de discutir un plan de lucha que parta por estas demandas para apuntar a retomar la lucha nacional por acabar con la educación de mercado. A su vez, hay que desarrollar y potenciar la auto organización del movimiento estudiantil, logrando levantar organismos que funcionen como centros de discusión, organización y discusión en cada una de las luchas. Órganos de democracia directa y de frente único entre los diversos sectores del movimiento estudiantil que logren cohesionar a la vanguardia con la masa estudiantil, y que junto con la movilización, avancen a coordinaciones de carácter ya no sólo local, sino que nacional, con el objetivo de organizar desde la base al movimiento estudiantil y lograr desplegar toda su energía. Pero estas instancias no surgirán por arte de magia, es por esto que es indispensable realizar una exigencia concreta a las dirigencias estudiantiles para abrir y democratizar las diversas instancias de las federaciones, no sólo en el papel sino que en la práctica logrando organizar

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Teoria Marxista Resonancias Militares

Una lectura de Theodor W. Adorno. Educación para la emancipación, Conferencias y conversaciones con Hellmut Becker (1959-1969) BÁRBARA BRITO

No se puede querer que Auschwitz retorne eternamente porque, en verdad, nunca ha dejado de suceder, se está repitiendo siempre. Giorgio Agamben (2000) 92

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encubrir que las peores atrocidades son constitutivas de la sociedad burguesa en la que vivimos, fuera de los regímenes políticos, fuera del ropaje del cual se recubra. Aunque, afirma, “la supervivencia del nacionalsocialismo en la democracia es potencialmente mucho más amenazadora que la supervivencia de tendencias fascistas contra la democracia.” (ib., p.15) ¿Por qué? Tanto por factores actuantes como la asimilación de las tendencias fascistas y su naturalización en la vida cotidiana, como por las potencialidades de las mismas que auguran un posible retorno de la barbarie: “si figuras El nacional socialismo sobrevive y hasta la sospechosas hacen su come back (retorno) a posiciones de fecha no sabemos si como mero fantasma de lo que poder, es exclusivamente porque las circunstancias les son fue tan monstruoso, o porque no llegó a morir, o si favorables.” (ib., p.16) la disposición a lo indescriptible sigue latiendo tanto en los hombres como en las circunstancias que los La culpa y la destrucción del recuerdo rodean. (1998, p.15) El hecho de que estas tendencias fascistas perDado el formato de conferencias y conversaciones, duren tiene su propio mecanismo: el sentimiento de culpa no podré abordar la totalidad de la obra en sus especificida- es uno de ellos. Sin embargo, caben dos lecturas posibles: des, sino sólo en su fundamento y en su conclusión. En fun- la primera es que “el pasado terriblemente real pasa a ser ción de estos dos criterios es que desarrollaré particularmen- convertido en algo anodino, en mera imaginación de los que te algunos temas y debates centrales a la hora de plantear se sienten por él afectados” (ib., p.17), esto es, se utiliza a una salida contra esta barbarie que se manifestó en toda su la culpa para evadir y quitarle peso al pasado. En Chile no expresión en el régimen nazi. pasa algo muy distinto y varios ejemplos tenemos de esto. “Cada época produce las expresiones que le son Es lo que quiso relatar, desde España, Roberto Bolaño en adecuadas. Y algunas de ellas, como ‘culebrón’ o ‘desacre- su libro “El Nocturno de Chile”. Desarrollo el ejemplo: El cura ditar’, son muy buenas. Yo me pronunciaría con toda ener- Lacroix, personaje principal de la obra, plagado de culpabigía a favor de una educación capaz de llevar al descrédito.” lidad, narra su propia vida y sus propias monstruosidades (ADORNO, 1998, p.126) cometidas en plena dictadura militar en un estado de delirio ¿Al descrédito de qué? Al descrédito del orden exis- febril. Es que se ve empujado, al final de sus días y ya en tente. democracia, a contar su historia para librarse de todo pecado y, con ello, de toda culpa. La culpa se transforma en una verSobre la supervivencia de las dadera enfermedad que le carcome la piel, los pensamientos. Aparecen frente a él fantasmas, alucinaciones (el joven tendencias fascistas en la democracia envejecido) que le recuerdan su barbarie, su participación en En 1959 Adorno realiza la primera conferencia que el régimen militar. Pero su historia es unilateral, responde a configura el texto “educación para la emancipación” titula- sus propios recuerdos y mientras menos se ahonde en los da “¿qué significa superar el pasado?” En ella esboza los hechos sucedidos, mejor, mientras más superfluo y anodino contornos de una democracia que trae consigo rastros del sea el relato, el recuerdo no se hará presente ni en él, ni en pasado, tendencias fascistas que desbaratan su imagen quién escuche (en alrededor de 100 páginas el cura relatará proyectada de la felicidad, la estabilidad y la libertad post nada menos que toda su vida). La culpa actúa como puente regímenes autoritarios. El agua calma que parecía traer a entre una realidad oculta que clama por aparecer y hacerse la rivera es un espejismo, una máscara de la razón para consciente, y un imaginario creado para ocultar la barbarie.

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Estas conferencias se enmarcan en una serie de disputas pedagógicas que culminan en “educación para la emancipación”, el mismo año de su muerte, 1969. En particular Adorno se esmera en debatir contra las ideas del “sentido común” imperante en la Alemania post II guerra mundial y caída del nacionalsocialismo. La tesis central es que se presentan elementos de continuidad en la cultura alemana de lo que él llamará barbarie y, en particular, expresados en la escuela. Según Adorno:

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Pero este cura que le hizo clases de marxismo a la junta militar también participó en tertulias literarias que sesionaban en casas de tortura y se convirtió en el mayor crítico literario de Chile. Las luces titilaban por la picana eléctrica aplicada a los presos políticos en el subterráneo, mientras en el living room se leía vasta poesía. Poder político, poder religioso, poder de clase gobiernan la cultura, aquí la culpa es un mero escape, una victimización para convencer que todo pasó, que nada queda, ni siquiera el cristal con que se mira (Parra en su poema “Es Olvido”), incluso desde el terreno cultural que es el que le interesará particularmente a Adorno. La segunda es otro tipo de enfermedad que diferencia al “hombre culpable” del “hombre sano y realista que vive en el presente y se dedica a sus fines prácticos” (ib, p.17). Sobre esto Adorno menciona que:

Privándose del recuerdo y agotándose, perdido todo largo aliento, en la adecuación a lo que en el momento cuenta como actualidad, la humanidad se limita a reflejar una ley evolutiva objetiva. (ib., p.18)

Pero esta lectura presenta contradicciones prácticas: no se vislumbra salida alguna si es que la sociedad burguesa hurta la memoria. Este pesimismo es propio de la escuela de Frankfurt. Nuevamente, ¿Qué significa superar el pasado? Adorno responderá: “trazar una raya final sobre él, llegando incluso a borrarlo, si cabe, del recuerdo mismo. La indicación de que todo ha de ser olvidado y perdonado por parte de quienes padecieron injusticia es hecha por los correligionarios de los que la cometieron.” (ib., p. 15) Quizás, al responder el por qué de las borraduras, se encuentre una salida al tal consecuencia sacaría la moral de aquel ‘es tan estado intemporal del individuo y a la censura de su propia bueno como si no hubiera ocurrido’, que proviene experiencia. de Goethe, pero que es dicho en un pasaje decisivo de Fausto por el demonio para desvelar su principio Resonancias militares en la escuela más profundo: la destrucción del recuerdo. A los asesinados ha de serles sustraído así también lo único El profesor en la imagen del verdugo, una rígida que nuestra impotencia puede regalarles, la memo- reglamentación, maestros de escuela como “tiranos”. No es ria. (ib., p.17) sólo imaginería infantil o repudios de infancia, “hasta los siglos XVII y XVIII se colocaba como maestros de escuela a El hombre culpable no vive el presente y, con ello, no soldados retirados” (ib., p.71), de aquí las resonancias milidisputa la realidad. tares. Para Adorno (ib., p.71), “solo una vez desaparecida de las escuelas hasta la última huella de los azotes en el recuerHumanidad sin recuerdo do (…), cabrá esperar una transformación del complejo global”. Las bases, que funcionan como condición de posibilidad Este hombre es producto de la sociedad burguesa, de estas resonancias, son diversas. Una de ellas podríamos de su ley de intercambio intemporal, de la innecesaria expe- identificarla como la concepción de la escuela como un valor riencia. Y sus características mostrarán el aniquilamiento del por sí mismo, que reemplaza la realidad y que la mantiene recuerdo, del tiempo y la memoria. La democracia muestra lejos de sí. Por ejemplo, el infantilismo del maestro lo aleja de la sociedad, para Adorno, las reuniones de apoderados son su cara oculta, formas en las cuales evadir y sumergirse momentáneamenla humanidad sin recuerdo (…) es un fenómeno ne- te, a modo de pantalla, en su realidad adulta. Un segundo cesariamente vinculado a la progresividad del princi- ejemplo se manifiesta en el niño, el cual es arrancado de pio burgués (…) el intercambio es por definición algo relaciones acogedoras y cálidas que experimenta en el jardín intemporal, como la ratio misma, como las operacio- de infancia para chocar con una realidad ajena, fría, repleta nes de la matemática que en su forma pura apartan de obligaciones, mandatos e imposiciones muchas veces de sí el momento temporal. Así desaparece también irracionales. Experimenta así, esta vez, en este paso a la el tiempo concreto de la producción industrial (…). escuela, el shock de la alienación: “la escuela es para la evo-

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lución del individuo particular el prototipo casi de alienación latente, no oficial, basada en la fuerza física. Esta doble jesocial” (ib., p.75) y el agente de esta alienación, nuevamente, rarquía, que aún se mantiene, fue explotada por el nacional es el maestro. socialismo. A sí mismo, la contra cara de la alienación de la escuela es la descomposición del individuo. Podríamos pensar El objetivo de la escuela: la reproducción de que esta concepción que concibe a la escuela como un fin en lo existente o la adaptación. sí misma tiende a fortalecer al individuo en su diferencia. Sin embargo vemos lo contrario y su origen yace en la estructura El objetivo no es la educación en sí, el móvil princimisma de la sociedad: pal de las reflexiones de Adorno tiene que ver con la subsisSociológicamente me atrevería a añadir que nuestra tencia de los presupuestos sociales objetivos que hicieron sociedad, a la vez que se integra cada vez más, ali- posible la irrupción del fascismo allí donde la subjetividad del menta en su seno tendencias a la descomposición. individuo y su disposición quedan cortas. Ahora, la sentencia (…) La presión de lo general dominante sobre todo de Adorno es categórica: “el orden económico (…) lleva a la lo particular, sobre las personas individuales y las mayoría a depender de acontecimientos sobre los que careinstituciones particulares, tiende a desintegrar lo ce de toda posibilidad de disposición, y a la minoría de edad” particular e individual, así como su capacidad de re- (ib., p.25). En este escenario se le obliga al individuo a desprenderse de su yo, a adaptarse a las circunstancias y tamsistencia. (ib., p.81) bién a reproducirlas. En Adorno, la industria cultural propulsa Pero, cabe preguntarse, ¿qué se está cuestionan- activamente este concepto: pérdida de la autonomía, identido?, ¿la autonomía de la escuela o su fetichización? La ficación con lo existente, renuncia al propio yo. Con esto, se escuela, como prototipo de alienación social, tiene una ten- espera mantener vivas las tendencias fascistas, entendidas dencia inmanente a establecerse como una esfera dotada de en este terreno como última carta del sistema burgués para vida propia y de legislación propia, no es, en este sentido, mantener el orden de su propia organización económica, lo una imposición netamente política de parte de los regíme- que vendría a justificar su presencia en la democracia y no nes autoritarios que con tal de evadir la discusión política sólo contra ella. Pero la adaptación, motivada por presupuestos obcorporativizaron las áreas de la vida, como la escuela, las organizaciones sindicales, poblacionales, etcétera. Tiene en jetivos, se configura en realidad como una disposición forcambio mucho de objetivo, es que una escuela abierta en mal del pensamiento, como una estructura mental o como su totalidad hacia afuera perdería lo que en ella habría de síndrome. Disposición formal del pensamiento que implica la formativo y de acogedor con la intromisión del Estado, por censura de cualquier disposición ante la realidad que no sea ejemplo. Sin embargo se critica que esta autonomía sea un su vana existencia. Ahora, ¿cómo se logra una disposición fin en sí mismo, que la propia escuela se convierta en un apolítica, que se remita a convivir, a coexistir y a adaptarse fin en sí mismo, se critica su cosificación, su extrañamiento a la modernidad? ¿Cómo se logra esta razón instrumental desde la mirada de quienes la experimentan y la crean día a en el individuo? La industria cultural es una de las grandes día, se critica la propia alienación intersubjetiva de unos con herramientas. En particular, Adorno menciona en el texto el otros al interior de la escuela, finalmente, se critica su reifica- caso de la televisión como generadora de falsa conciencia. Para Adorno entonces, la adaptación es un proceso ción, su fetiche. Es que, dirá Adorno (ib., p.77), “su carácter indomeñable pues su origen es objetivo, pese a esto, la educerrado es una necesidad, no una virtud”. Además, otro elemento constitutivo de esta confi- cación y en general la disposición de la conciencia deben guración militarizada de la escuela, que permitiría su propia combatirla en todos sus aspectos y, con ello, a las herramienexistencia, es una doble jerarquía observable en su interior: tas establecidas para mantener la adaptación como proceso en primer lugar, una jerarquía oficial, basada en el espíritu, natural de formación cultural y educativa. Este combate no en el rendimiento de las calificaciones. Luego, una jerarquía puede presentarse de otra forma que no sea como mera

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resistencia. Educación para la emancipación es en realidad educación para la resistencia. Sin embargo la lectura de Adorno se torna unilateral, su pesimismo le impide ver que los fenómenos de la lucha de clases se manifiestan también al interior de la universidad, a su vez que no explicita las consecuencias objetivas y lo que significa que la escuela sea una institución al servicio de la clase dominante en el capitalismo. Sólo dos años antes de la escritura de “Educación para la emancipación”, el proceso del mayo del 68’ otorgó grandes lecciones para la transformación revolucionaria de la sociedad y, en particular, sobre rol de las instituciones educativas y del movimiento estudiantil al interior de un proceso revolucionario: El movimiento estudiantil salió a la lucha, no sólo como resistencia a un régimen educativo autoritario y al servicio del mercado y la burguesía, sino en combate contra lo existente, sus instituciones, sus autoridades. Y, junto con ello, actuó como un catalizador para que el movimiento obrero saliera a la lucha. ¿Qué pasó, por qué no se llegó al triunfo? Una respuesta posible es la que da Adorno con un pesimismo brutal: estaríamos condicionados por aquellas resonancias militares que se mantienen vigentes y solo nos quedaría resistir. Otra respuesta posible, es la ausencia de una organización revolucionaria que empujara el proceso a la toma del poder.

Educación después de la barbarie

hombre a través del ejercicio crítico. 2. Práctica pedagógica democrática. Que consiste esencialmente en la oposición de la ilustración o concienciación al olvido impuesto por la barbarie. Ejercicio de la memoria. 3. Educación de los educadores. Menciona Adorno en su texto. En particular esta definición guarda una diferencia con la concepción marxista y una consecución con su postura pesimista reflejada al final de su texto (“los intentos de transformación se ven expuestos inmediatamente a la fuerza de lo existente”) y en su teoría de la adaptación donde no cabe disposición posible frente a los presupuestos objetivos de una sociedad cimentada sobre la barbarie. Por una parte, tal como Marx que está debatiendo en sus Tesis sobre Feuerbach con la concepción materialista que afirma que el hombre es germen de las circunstancias y de la educación, plantea que esta teoría se olvida de que el propio educador también tiene que ser educado. Por otra parte, mientras Marx afirma que son estos, a través de la praxis, los que transforman la realidad, Adorno tomará la primera proposición (“el propio educador necesita ser educado”) para derivar en una segunda proposición diferenciada: los hombres podemos resistir a la realidad (en vez de transformarla). 4. Educación política. Que debe concebirse como sociología, que eduque sobre las fuerzas sociales en juego y alerte de aquel peligro que aparece cuando el Estado se sitúa por encima de los intereses del individuo, por encima de todos sus miembros.

La barbarie: “un estado en el que todas esas formaciones a cuyo servicio está la escuela se revelan como fracasadas”; “lo opuesto a la formación cultural”; “lo extremo”; “prejuicio delirante”; “represión”; “genocidio”; “tortura” (ib., p.78); “hecho, concretamente, de que en el estado de civiEn conclusión: educación para la experiencia, edulización técnica altamente desarrollada, los seres humanos cación para la resistencia, educación para la contradicción, han quedado de un modo curiosamente informe por detrás educación para la fantasía, educación para la emancipación. de su propia civilización” (ib., p.105) Adorno pretende con esta propuesta develar las resonancias Surge la pregunta ¿cómo superar la barbarie? militares que se encuentran al interior de la escuela y que reproducen nada menos que el orden económico existente. La 1. La pedagogía como una especialidad. Las pedaescuela, como mencionábamos anteriormente, se configura gogías deben tener un rol privilegiado en la escuela como una caja de resonancia de las contradicciones sociaestudiándose como especialidad y no como técniles y es tarea, según Adorno, levantar una pedagogía crítica ca complementaria a otra disciplina. El maestro no capaz de manifestar la presencia de elementos de barbarie, debe cumplir más un rol mediador en la escuela, impartir una educación que funcione como resistencia a lo sino proponerse como tarea formar el propio ser del existente, a lo cruelmente existente, no sólo frente al asedio 96

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de otro, sino al asedio de la propia institución. Todo esto en el marco de un desencanto, de una “crítica a la razón instrumental”, de una imposibilidad de transformación y de un escepticismo en la posibilidad práctica del hombre. Habría que agregar, un combate directo y propositivo por levantar nuevas instituciones democráticas. Esta nueva orientación en el conocimiento que está planteando Adorno es un imposible de no transformar, a través de la práctica política, clasista y revolucionaria, los gobiernos universitarios autoritarios, autocráticos y unipersonales, en oposición a esto, el cogobierno universitario como gobierno de funcionarios, docentes y estudiantes, es esencial para la transformación de la universidad; la orientación del conocimiento; la puesta en práctica de cátedras marxistas y de cátedras nocturnas para el estudio y especialización de los trabajadores; el acceso irrestricto. También, la lucha por la gratuidad total e inmediata de la educación, en un mundo neoliberal donde el mercado educativo se presenta como una nueva “resonancia militar”, con financiamiento estatal completo, para todos los niveles e instituciones educativas, sin autofinanciamiento ni focalización del gasto social como método de financiamiento de la educación en miras a una universidad para los trabajadores y el pueblo pobre. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Adorno, Theodor W., Educación para la emancipación. Conferencias y conversaciones con Hellmut Becker (1959-1969). Ediciones Morata, S.L. Madrid, 1998. Bolaño, Roberto. Nocturno de Chile. Editorial Anagrama, Barcelona, 2000. M. Horkheimer, T. Adorno., Dialéctica de la Ilustración. Editorial Trotta, Madrid, 1947.

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Pasado y Presente de las Leyes Laborales DOLORES MUJICAS

“La implantación de una jornada normal de trabajo es el fruto de una lucha multisecular entre capitalistas y obreros” (1) “El lector recordará que la producción de plusvalía o extracción de trabajo excedente constituye el contenido específico o el fin concreto de la producción capitalista, cualquiera que sean las transformaciones del régimen mismo de producción que puedan brotar de la supeditación del trabajo al capital.” (2) 98

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exigían los obreros y sus organizaciones. “Para defenderse contra la serpiente de sus tormentos, los obreros no tienen más remedio que apretar el cerco y arrancar, como clase, una ley del Estado, un obstáculo social insuperable que les impida a ellos mismos venderse y vender a su descendencia como carne de muerte y esclavitud mediante un contrato libre con el capital.”(4) Pero la lucha por una legislación laboral en el capitalismo, es un permanente tira y afloja. Hacia 1850 y 1855 los fabricantes había logrado hacer retroceder al Estado en la aplicación de estas leyes, organizando una asociación llamada “National Association for the Amendement of the Factory Laws” que cobraba una cuota a sus socios empresarios para pagar las multas ocasionadas por las denuncias judiciales por incumplimiento de las leyes fabriles.

¿Qué regulaban estas leyes?

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Hoy, vuelve a discutirse la necesidad de un cambio en la Legislación Laboral en Chile. Hablan de reformas desde los políticos patronales, hasta los empresarios en sus reuniones con la dirigencia de la Central Unitaria de Trabajadores. Lo cierto es que las leyes actuales fueron instaladas a sangre y fuego por la Dictadura, y que es necesaria entre otras cosas, la lucha por un ¡Nuevo Código del Trabajo! Desde estas páginas quisimos comprender mejor el significado de las leyes, en el marco de una discusión sobre la intervención de los revolucionarios en tribunas que posibilitan la agitación (como el Parlamento) pero en las que de ningún modo podemos confiar. Y para ello retrocedimos al origen de las Leyes Laborales, y su rol en Inglaterra, para entender cómo y porqué se instalaron para regular el trabajo y la vida de los obreros, a partir de la lectura de “El Capital” de Karl Marx. El primer Código del Trabajo de la historia, es bastante anterior a lo que podríamos imaginar. Data de 1349, y fue decretado por Eduardo III en Inglaterra bajo el título de “Statute of Labourers” como una respuesta a que una gran peste diezmó a la población, e hizo muy escasa la fuerza de trabajo. Estas leyes normaron entonces los salarios y delimitaron una jornada de trabajo de carácter obligatorio. Hacia 1496, Enrique VII reafirma la normativa de este estatuto. Desde 1802 a 1833 en Inglaterra, el parlamento dictó cinco leyes reglamentando el trabajo, pero quedaron en letra muerta, hasta que en 1833 se dictaron las Leyes Fabriles para la industria algodonera, del lino y la seda. Esta última legislación decretaba que la jornada normal de trabajo en las fábricas comenzaría a las 5 y media de la mañana y terminaría a las 8 y media de la noche. 15 horas era la jornada legal de trabajo. Y se podía emplear a jóvenes entre los 13 y 18 años, siempre y cuando no trabajasen más de 12 horas al día. Y aún en estas condiciones de precarización y abuso infantil, los capitalistas presionaron para que en 1835 la edad mínima de trabajo infantil fuera de 12 años. “A partir de 1838, los obreros fabriles habían adoptado como grito económico de lucha la ley de las 10 horas.”(3) Pero de 1844 a 1847 la jornada general de trabajo siguió siendo de 12 horas. Hacia 1847 se decretó una nueva ley que reducía la jornada de trabajo a 11 horas para los obreros jóvenes (de 13 a 18 años) y de todas las obreras mujeres. Y el 1° de Mayo de 1848 se conquistó al fin la jornada de 10 horas, que

Regulaban condiciones de trabajo asesinas para los obreros. Marx describe que tenían que arrodillarse para comer junto a la máquina, porque no podían ni pararla ni abandonarla. Jornadas de trabajo de 12, 14 y 16 horas. Enfermedades adquiridas por el trabajo excesivo. En 1863 el promedio de horas de trabajo semanales era de 84. ¡84 horas de trabajo semanales! Laborando niños de 13 años, que se morían de pie, cerrando sus ojitos del cansancio, en las panaderías por ejemplo. Marx dice que se trataba de la transformación de la sangre infantil en capital. Condiciones de trabajo asesinas. “El buen inglés, versado en su Biblia, sabía muy bien que el hombre no destinado por la gracia de Dios a ser capitalista o terrateniente o usufructuario de una sinecura, había nacido para ganarse el pan con el sudor de su frente; lo que no sabía era que le obligaban a comer todos los días pan amasado con sudor humano, mezclado con supuraciones de pústulas, telas de araña, cucarachas 1. “El Capital, Crítica a la Economía Política” – Volumen I - Karl Marx – Edición Fondo de Cultura Económica – México – Pág. 212 2. Idem – Pág. 237 3. Idem – Pág. 222 4. Idem – Pág. 241

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muertas y avena podrida, amén de alumbre, arena y otros ingredientes minerales igualmente agradables.”(5) Y la misma situación se vivía en las industrias. En 1824 rara vez los obreros llegaban a los 40 años, los mataban literalmente, trabajando. Los capitalistas extendían la jornada de trabajo mucho más allá de lo humanamente posible. En Chile, recién cien años más tarde, en 1924 se dictan las primeras leyes laborales, bajo el gobierno de Alessandri, después de una serie de levantamientos y matanzas obreras, que legalizaba la sindicalización, regulaba la jornada de trabajo, y obligaba a los patrones a hacerse cargo de las enfermedades laborales, en un contexto de pauperización y superexplotación del movimiento obrero, sobre todo de sus batallones estratégicos, como la minería del salitre. El último Código Laboral en Chile fue dictado por José Piñera en 1979, es decir, en plena Dictadura. Evita el derecho efectivo a huelga, introduce la posibilidad del reemplazante, limita la acción sindical a su mínimo expresión, no permite la organización por rama, y demás. Pues las condiciones de trabajo siguen estando reguladas por un tipo de Estado que garantiza la explotación y el enriquecimiento de los capitalistas. ¿Podrá el nuevo gobierno de Bachelet en el 2014 establecer un nuevo Código del Trabajo? Depende única y exclusivamente de la lucha de los trabajadores. Si no hay movilización, el gobierno va a evitar por todos los medios y con el aval de los empresarios, siquiera discutir el tema de la reforma laboral. Pero si los trabajadores en la calle, en las fábricas y faenas, estallan, Bachelet buscará apaciguar los conflictos, colaborando con la Central Unitaria de Trabajadores y su dirección del Partido Comunista, aplicando nuevas leyes laborales. Nuestra lucha será por un Nuevo Código del Trabajo. Así como por una Asamblea Constituyente, libre y soberana, en base a la movilización. Por terminar con el subcontrato y el problema de la AFP. Una lucha justa. Pero por completo insuficiente. Los trabajadores para lograr salir del tira y afloja con el capital, inevitablemente, necesitamos

5. Idem - Pág. 193 y 194 100

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avanzar hacia una verdadera Revolución Obrera y Socialista que le ponga fin a la explotación laboral, de ahí la necesidad inmediata e ineludible de construir un partido revolucionario de la clase trabajadora.


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el marxismo revolucionario DOMINGO CUMINAO

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Apuntes para una estrategia desde

Esta nota pretende ser un aporte en dar una respuesta desde el marxismo revolucionario sobre los debates en torno a los conflictos ambientales, donde los capitalistas estĂĄn hipotecando el futuro de la humanidad, partiendo por los trabajadores y pobres del mundo, quienes ven sus vidas envueltas en las miserias y podredumbres que ĂŠste exhala.

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Aspectos de los orígenes de la destrucción ambiental

La destrucción del medio ambiente es parte estructural del sistema capitalista La transformación por parte del ser humano de la naturaleza es parte inherente del ser humano, de esta se puede afirmar que el trabajo se caracteriza por ser la fuente original de una capacidad transformadora de la naturaleza, cuya principal característica es poder poner a su “servicio” los medios naturales como ninguna otra especie es capaz de hacerlo, “ Es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre”(1) pero este “servicio” puede ser destructivo como constructivo, para su propia subsistencia. Dejando de lado su expresión más evidente que es la directa violencia de entre los hombres. Vale preguntarnos ¿porque vías el trabajo humano es una fuente de destrucción?. En términos generales es cuando: los intereses sociales que lo dominan están en contradicción con resto de la naturaleza.

Es decir, son las contradicciones que surgen de la propia sociedad, con el medio ambiente que permite su existencia o como escribirá Marx: “La naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre; la naturaleza, en cuanto ella misma, no es cuerpo humano. Que el hombre vive de la naturaleza quiere decir que la naturaleza es su cuerpo, con el cual ha de mantenerse en proceso continuo para no morir. Que la vida física y espiritual del hombre está ligada con la naturaleza no tiene otro sentido que el de que la naturaleza está 1. Engels 1876.- El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre 2. Karl Marx- Manuscritos Económicos y Filosóficos de 1844 3. Dr. Marcelo Sarlingo, Diciembre 1998.- Breve descripción de la contribución de la especie humana a la contaminación del planeta 4. Ídem 102

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ligada consigo misma, pues el hombre es una parte de la naturaleza.” (2) Esto no quiere decir que antes no existiese daño al medio ambiente sólo que solía ser de una forma primitiva, aun sin desarrollo de herramientas, agricultura etc, guiada por el desconocimiento y que se podía camuflar como parte de la propia dinámica del resto de las especias que transforman su ambiente. Una prueba de esto es que son tan antiguas las fuerzas productivas como fuerzas destructivas sobre el medio ambiente. Por ejemplo: el emplazamiento del Paleolítico Superior de Gare de Couze, en Francia, era una un lugar que abarcó una extensión de 121 por 24 hectáreas, el cual arqueólogos calculan que hay entre uno y dos millones de herramientas de piedra que cayeron en desuso(3). Esto también se puede observar en las medidas tomadas contra la contaminación, Hacia el 312 antes de J.C., los romanos ya observaban un río Tíber demasiado contaminado para usarlo como agua potable y construyeron su primer acueducto. Hacia el siglo I, Roma dependía de nueve sistemas de este tipo, que tenían una extensión total de 423 kilómetros y suministraban toda el agua potable de la ciudad, abasteciendo además a 1.000 baños públicos (4). Así se pueden encontrar infinidad de ejemplos, que muestran como la destrucción ambiental es un elemento estructural de la relación histórica del hombre con la naturaleza, esto no significa una inmutabilidad de las mismas, por el contrario, tan solo significa que las contradicciones al interior de la sociedad como las existentes entre la sociedad y la naturaleza parten de un origen material común. Es el capitalismo la sociedad donde de forma más agudas se expresan estas contradicciones, pero es a su vez la sociedad que funda la posibilidad de terminar con todas ellas, al permitir el desarrollo de una comprensión más profunda de la naturaleza, de desarrollar los medios de producción, que hoy destructivos con el medio ambiente, pueden ser fuente de soluciones ambientales mañana. Que en manos de una sociedad sin clase sociales, es decir el comunismo puede ser el fin de la relación profundamente destructiva del ser humano con el medio ambiente, pero esto no basta con afirmarlo, si no que es parte de la lucha de los revolucionarios que así sea. Por lo tanto no es una ideología, ni una filosofía en


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Las distintas ideologías sobre el problema ambiental, incluyendo muchos de los estudios llamados científicos, están profundamente parcializadas. Son los propios capitalistas que destruyen el medio ambiente quienes financian gran parte de los estudios, muchos de los cuales se conforman con describir la destrucción ambiental planteando “soluciones” que no cambian nada de lo fundamental de las grandes tendencias a destruir el medio ambiente. Aun así no pueden negar el sombrío escenario: El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en su última publicación, que hace referencia al estado global del medio ambiente - GEO 5 -, declara en sus conclusiones: “las políticas y estrategias de apoyo actuales no son suficientes para lograrlo. Los estudios de escenarios muestran que sin mayores esfuerzos para aplicar políticas de corto plazo; sin cambiar las inversiones a fin de lograr los cambios estructurales y de largo plazo que son necesarios, y sin introducir cambios en el comportamiento, no será posible cumplir los objetivos de sostenibilidad” Por otra parte las estadísticas de producción de CO2 que el tratado de Kioto busca disminuir para frenar el calentamiento global no se ha logrado como muestra el siguiente grafico de la web del banco mundial

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particular, ni los medios técnicos en sí mismos los originarios de la destrucción ambiental. Con esto no se debe negar la importancia de las ideas o la tecnología, pero sería como confundir los cimientos de una casa con su techo. Es el desarrollo de las fuerzas productivas lo que da origen a una determinada división social del trabajo, es decir, que la sociedad de clases es la que fundamenta la creciente contradicción entre los modos de producción y la destrucción de la naturaleza. Esta última afirmación es más simple de observar mirando la crítica situación a la que se está encaminando el mundo actual. Es justamente desde esta comprensión materialista dialéctica o histórica que se puede entender el desarrollo de los problemas ambientales. Es necesario volver al marxismo clásico para armarnos de herramientas que permitan enfrentar estos desafíos, así como enriquecer al marxismo en los esfuerzos por explicar los actuales fenómenos, cuestión que con esta nota esperamos ser un modesto aporte en este sentido. Desde esta argumentación se puede criticar a quienes realizan llamados a una mayor conciencia ambiental basadas en explicaciones de lo importante de “nuestro” medio ambiente, o a quienes buscan en la iniciativa de cada individuo que aporte su grano de arena para cuidar tal o cual recurso, camuflando los orígenes concretos de la destrucción del medio ambiente y de paso a quienes a costa de la destrucción ambiental obtienen multimillonarias ganancias. Ahora tratar de detectar el origen del problema, no significa negar que con el capitalismo lo que era un problema escalo a transformarse en una crisis global.

Grafico N°1: Producción de CO2 a nivel mundial en Kt por año

Se está gestando una crisis ambiental de enormes proporciones

Así se hace necesario atravesar el puente entre algunos de los fundamentos generales a lo concreto. El problema ambiental existe a escala planetaria y juega un rol gravitante para el futuro de la humanidad. Es difícil poder afirmar el grado de destrucción ambiental global y sus implicancias, ya que su el ritmo avanza aceleradamente, cuestión que reconocen distintos organismos internacionales, a su vez que los intentos para refrenarlo son totalmente insuficientes.

fuente: http://datos.bancomundial.org/indicador/EN.ATM.CO2E.KT/countries?display=graph

5. Web Banco Mundial http://datos.bancomundial.org/indicador/ AG.LND.FRST.ZS/countries/1W?display=graph 6. PNUMA- en su documento La Estrategia Operativa para el Agua Dulce [2012-2016] afirma que “las fuentes de agua dulce utilizable se están perdiendo a nivel dramático”.

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Cosa similar podemos decir sobre la disminución de las áreas de vegetación selvática, que vienen en una clara disminución(5), (Web Banco Mundial) también en el tema de las aguas(6) hay una rápida tendencia a la disminución de los ecosistemas no contaminados de agua dulce, que es tan solo un 2,5% del total del agua del planeta. Hoy lo raro es encontrar un problema global ambiental que avance a resolverse, ahora no es posible decir en qué momento esta acumulación de contradicciones en esta crisis de carácter sistémico, tendrá un estallido, ni por donde se producirá, solo sabemos que destinos fenómenos climáticos (como sequías en determinadas zonas del planeta, temperaturas extremas, terremotos y otras catástrofes ambientales) de los cuales es difícil saber en qué grado y como son influidas por la propia destrucción ambiental producida por el ser humano, pero una cosa si es segura que nos recuerda que el ser humano es solo una pequeña parte del planeta, pero que lo estamos impactando en importantes proporciones “Durante el siglo XX, la producción económica global creció más de 20 veces, mientras que la extracción de materiales creció hasta casi 60 mil millones de toneladas por año. (...) es de la misma escala que los principales flujos globales de materiales en los ecosistemas, tales como la cantidad de biomasa producida anualmente por las plantas verdes”(7), solo para hacernos una idea de la escala en que se está transformando el mundo. Ahora, esto no significa terminar en alertas apocalípticas sí no que hace necesario pensar un programa que dé una respuesta, radical y de fondo, al debate ambiental, es decir, un programa que nazca de las propias contradicciones de esta sociedad. Respuestas que no llegan de la mano de los capitalistas.

de la gran mayoría de la naturaleza. En las manos de los capitalistas una cuestión fundamental para poder obtener sus ganancias, tan básica como la explotación de la propia clase trabajadora, es una utopía creer que los capitalistas se regularan a sí mismos. Esta contradicción se desprende de una de las principales características del capitalismo que señalara Marx en El capital como una de las fuentes de las crisis del capitalismo, entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación(8). De la que se desprende la inexistencia de una planificación si quiera de una real regulación es producto de esta misma contradicción comprendida como la anarquía de la producción(9), ya que al competir entre sí los capitalistas por aumentar sus ganancias cada empresa y cada capitalista se aferra a su trozo de mercado sin importar cuantos otros capitalistas estén compitiendo por el mismo, mientras que el camino para alcanzarlo es aumentar la tasa de explotación de los trabajadores. La exacerbación de este fenómeno inherente al capitalismo producto de la actual crisis económica, viene desatando distintos fenómenos de la lucha de clases.

¿Qué sucede entonces en el capitalismo con las crisis económicas respecto al medio ambiente?

Hay dos fenómenos contradictorios, simultáneos, Las crisis económicas en un primer momento significan una disminución de los ritmos de producción, quiebras, empobrecimiento generalizado, cesantía etc. Lo que en un momento inmediato significa, al menos teóricamente, una menor destrucción ambiental. El segundo fenómeno es el aumento de la competencias por los mercados, tratar de por las distintas vías aumentar la tasa de explotación, con despidos, recarga laboral El capitalismo como devorador del mundo etc. Bajo estas mismas premisas los capitalistas hacen todo para evitar cualquier freno y mínima regulación del daño amEl capitalismo es un sistema estructuralmente des- biental, hasta el que es necesario para sus propios negocios tructor del medio ambiente ya que es la apropiación privada futuros. En otros términos si las crisis económicas son parte7. PNUMA, 2013,- GEO 5 ras de guerras y revoluciones, también lo son de una mayor destrucción del medio ambiente. 8. K. Marx. El Capital Tomo II Para no ir muy lejos en la actual crisis económica mundial una nota sobre este tema compara ambas tenden9. Ídem 104

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cias, la producción industrial en el Estado español, uno de los países más golpeados por la crisis, en noviembre de 2008 cayó un 15% respecto al mismo mes del año anterior. En Europa las ventas de coches retrocedieron un 27% en enero en comparación con el mismo mes del año pasado. Siguiendo esta tendencia, el consumo de gasolina en los primeros ocho meses de 2008 bajó un 6% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos del Ministerio de Industria. Red Eléctrica de España aseguraba que el consumo de electricidad entre enero y octubre de 2008 había subido tan sólo un 2% (durante años el ritmo de crecimiento ha sido muy superior) y como resultado las emisiones de CO2 del sector eléctrico fueron un 21% inferiores Pero como contra tendencia: Frente a la caída de la producción, los diferentes gobiernos, inmersos en el mercado internacional, bajan las exigencias medioambientales para atraer a las empresas o beneficiar a las ya instaladas dentro de sus fronteras. Esto, obviamente, conlleva un aumento de la contaminación. En diciembre de 2007 en la Cumbre Mundial del Clima de Bali el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar

Gabriel, pedía al mundo valentía para “reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 50%”. Un año después, en plena crisis económica, Alemania insistía en que para sus empresas sería muy complicado cumplir el objetivo de la Unión Europea de reducir las emisiones un 20% para 2020 y que limitar por ley las emisiones de los coches hundiría la industria del automóvil. Esto es especialmente interesante para debatir en contra de quienes ven en el hundimiento económico de tal o cual compañía una esperanza para el medio ambiente. Sin considerar que las crisis traen de la mano el aumento de las guerras, que en sí mismas son catástrofes sociales y ambientales. En base a todo esto no sería un panorama extraño que las luchas de los Trabajadores, las estudiantiles, de la juventud, cada vez convienen demandas por ejemplo salariales, democráticas con demandas ambientales, tendiendo a romper con el particularismo con que han sido tratados los conflictos ambientales, en las últimas décadas, justificadas en general por las ideologías posmodernas y cientificistas.

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La radicalización de los métodos de lucha en los conflictos ambientales en chile

de estos ha sido producto de tomas de carreteras con enfrentamiento como (freirina), control de ciudades (Tocopilla y Aysén) movilizaciones nacionales de masas (hidroaysén), debates nacionales que impactan de forma decisiva sobre la popularidad del gobierno como la situación de las Thermoelectricas en el norte. Otro aspecto es que no son conflictos exclusivamente ambientales ya que están cruzados por otros fenómenos: es claro que existe una estrecha relación entre las movilizaciones de masas por Hidroaysén y la lucha del 2011, que mostraron un giro a izquierda de las capas medias. Pero también que las demandas aparecen unidas, por ejemplo el nivel de contaminación de Tocopilla, hace más urgente la necesidad de especialistas en el sistema médico, que terminó siendo uno de los puntos claves para desviar el conflicto, pero también hay una molestia específica por la contaminación en la zona. Por último no es casualidad que luego de crecientes reclamos por las condiciones de trabajo y de una huelga de los mineros en Barrick gold, uno de los trabajadores saliese denunciando los efectos ambientales que está generando la minera. Los mayores limitantes de estos fenómenos es que no pasan del rechazo común a determinados proyectos ya que como no están los trabajadores para jugar un rol clave por ser la fuerza de trabajo que permite ejecutar estos proyectos y dar salidas alternativas frente a estos, no llegamos a ningún punto resolutivo de los problemas ambientales. Hace falta una salida revolucionaria frente a la crisis ambiental, es necesario que los próximos conflictos ambientales se desarrollen en una perspectiva revolucionaria, para esto es necesario un programa que permita dar una respuesta tanto en la forma inmediata como en dar una respuesta de fondo a los problemas ambientales.

En chile, por ejemplo, cada conflicto ambiental viene teniendo expresiones de luchas con métodos radicales, pero las salidas que ha entregado el gobierno distan de resolver los problemas. Luchas como las contra Hidroaysen en todo chile, contra Agrosuper en Freirina, contra la construcción de termoeléctricas en el norte, fenómenos de luchas en zonas postergadas como: Aysen, Tocopilla y Calama, conflictos con las mineras como: con Barrick Gold, los pelambres y la contaminación del agua de Caimanes en el norte. Las marchas y reclamos contra la llamada ley Monsanto frente al tema de las semillas (ley de obtentores vegetales), las protestas y riesgos de la construcción de las represas de Alto Maipo, La ley de pesca y los conflictos con la pesca industrial, las crisis de salud provocadas por la contaminación en Ventana. Para nombrar algunos de los conflictos de importancia. Se puede decir que región por región hay al menos un conflicto ambiental, tal es la situación que recientemente se inauguraron los tribunales ambientales, como una forma de intentar canalizar los conflictos ambientales, es a su vez una forma solapada de reconocer que el sistema de estudio de impacto ambiental (SEIA), nada puede resolver a quienes se oponen a estos proyectos. Como sistema intenta embellecerlos para darles un marco mínimo de legalidad/legitimidad, pero prácticamente nunca no se ponen en duda su aprobación, lo más lejos que llega es a alargar los tiempos lo que en general es conveniente para la empresa, ya que puede esperar a que se enfríen los ánimos, aunque en algún caso aislado la espera a desincentivado algunos proyectos, pero esto es una excepción. La lucha por la revolución obrera y Hasta ahora los más emblemáticos de estos conflictos han terminado en los tribunales, que en general fallan en socialista internacional para planificar la coherencia con las permisivas leyes ambientales o canalizaproducción y terminar globalmente con la dos vía negociaciones estériles con el gobierno. destrucción de los ecosistemas: Vienen teniendo aspectos novedosos importantes para pensar las vías por las cuales estos conflictos u otros Para terminar realmente con la destrucción del mepueden emerger: La forma de saltar a la palestra pública de varios dio ambiente, es necesario terminar con el capitalismo en

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los que sufren malformaciones producto de los químicos, los sectores que están sufriendo la escasez de agua, entre otras tantas consecuencias, son los trabajadores y el pueblo. Mientras la gran mayoría de los descubrimientos tecnológicos, los beneficios de la ciencia, el acceso a los distintos entornos naturales son el privilegio de los capitalistas.

Algunos puntos programáticos para enfrentar la destrucción ambiental y avanzar en la lucha contra el capitalismo:

Nacionalización bajo control obrero de los principales recursos naturales

Los recursos naturales deben ser nacionalizados y de propiedad estatal, ya que es la única forma de propiedad que evita que sean un negocio privado y que pasen a manos de los empresarios Son los trabajadores y trabajadoras quienes en conjunto con los sectores populares deben decidir sobre cómo y cuanto producir, en base a sus propios organismos de auto-organización, quienes a diferencia de los capitalistas, pueden producir en función de un interés social, de manera sustentable que beneficie al conjunto de la sociedad. Son los mismos trabajadores y el pueblo empobrecido quienes se ven directamente afectados por el daño que se genera al medio ambiente, ellos no necesitan bajar los costos de producción, no necesitan aumentar las ganancias, si no que producir lo que realmente se necesita; y parte central de lo necesario es no destruir los propios recursos naturales y acabar con el impacto hacia la naturaleza. Así debe ocurrir también con las principales ramas de la industria, que hoy en su mayoría prefieren pagar multas, transgrediendo las ya permisivas leyes ambientales, y seguir contaminando.

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todo el mundo, para dar origen a una sociedad donde se pongan los medios de producción de forma planificada al servicio de las necesidades sociales, lo que incluye el cuidado del medio ambiente y la naturaleza en su conjunto. Una sociedad donde el hombre se libere de las cadenas de la explotación y dando paso a una sociedad sin clases sociales. Terminando con la contradicción entre producción social y apropiación privada, socializado los medios de producción y los recursos naturales. Se debe cuestionar cada paso que den los capitalistas en nuestra contra porque los que mueren en los hospitales por enfermedades respiratorias, los que viven en los barrios más contaminados, los que soportan el olor de las fábricas contaminantes, los que beben aguas tóxicas,

Un sistema educativo al servicio de las trabaja-

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doras y trabajadores y el pueblo pobre

Para terminar con la destrucción ambiental es necesaria una comprensión profunda de los procesos que genera la destrucción de la naturaleza, las tecnologías que permiten evitarlo, los hábitos culturales, desde la alimentación hasta el ritmo de vida. En el actual sistema educativo, las investigaciones científicas y sociales sobre el medio ambiente están al servicio de mantener el actual estado de las cosas, es decir, al servicio de los empresarios. En el actual contexto no existe la neutralidad, lo que no quita que los datos y los estudios no tengan bases reales, por el contrario la ciencia y el real estado del medio ambiente y los distintos debates sobre su destino son profundamente elitistas en un sistema educativo al servicio de los empresarios, es necesario luchar por un sistema educativo al servicio de los trabajadores, que sea gratuito, de calidad, sin filtros como lo es hoy la PSU, donde los conocimiento y descubrimientos, estén para resolver los grandes problemas sociales, como la destrucción ambiental. Comité de trabajadores y Comisiones de fiscalización obrera Las trabajadoras y trabajadores tienen el derecho a organizarse para decidir sobre lo que ocurre en los lugares de trabajo, debido a que todo lo que ahí sucede nos concierne, ya que son quienes producen todo. En general los patrones gerentes y empresarios, los consideran como una máquina más, que si se daña por su contaminación, que si se empobrece por sus sueldos de hambre e incluso si mueren se les remplaza por otro trabajador, intensión de los capitalistas, cada vez se ve refrenada por algo más difícil para ellos, ya que los trabajadores vienen recuperando sus métodos de lucha. Es necesario que desde los sindicatos en las empresa, se impulsen comisiones para poder fiscalizar y denunciar todas las practicas que nos perjudiquen como es la contaminación de nuestro medio ambiente, tanto en gran escala como del propio lugar de trabajo, así como todas las condiciones laborales, estas comisiones no deben ser solo un apéndice del sindicato si no que deben ser elegidas y estar conectadas con el conjunto de los trabajadores de cada lugar de producción, para que se puedan expresar las denuncias de todo tipo de abuso patronal.

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Asamblea constituyente La actual constitución es parte de la herencia de la dictadura de Pinochet impuesta a sangre y fuego, que estos años ha sido profundizada por la derecha y la concertación. La constitución actual fue creada para resguardar la propiedad privada y el derecho empresarial. Por ejemplo el código de aguas, que considera al agua como un derecho privado y permite el uso de esta sin considerar el resto del ecosistema. De forma similar ocurre con las concesiones mineras que generan multimillonarias ganancias para los empresarios y traen precariedad para los lugares donde se instalan, lo que se complementa con leyes ambientales, que no sirven para frenar si quiera los aspectos más brutales de la destrucción ambiental. Se debe terminar con todas estas leyes al servicio de los empresarios, con toda esta herencia de la dictadura, sabemos que esto no lo harán los parlamentarios, no lo han hecho en todos estos años, es por esto que debemos luchar por una asamblea constituyente libre y soberana, en base a la movilización de los trabajadores y el pueblo pobre. Sabemos que los avances en el terreno legal, serán sólo cosas transitorias, puesto que mientras manden los empresarios y su estado, cada avance serio que demos estará en contradicción con sus intereses y no dudaran en romper su propia legalidad para asegurar mantener su sistema de explotación, sus miserias y la destrucción ambiental.


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La mecรกnica del trabajo enajenado

FRANCISCO TORRES

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La propiedad privada no sólo comprende la producción de plusvalía, sino también un movimiento de producción de enajenación, de extrañamiento. Este doble proceso de producción, constituye el fondo de la propiedad capitalista. Es, el “movimiento de la propiedad privada” (“die Bewegung des Privateigentums”), donde el trabajo valoriza al capital y el capital enajena al trabajo:

T <--> C En efecto, la propiedad privada capitalista consiste en un proceso combinado de producción, objetivo-subjetivo al tiempo (o económico-psicológico al tiempo): tras la valorización objetiva del capital se encuentra la enajenación subjetiva del trabajo, y si la sustancia del capital es la plusvalía, la enajenación aparece como su alma. Al respecto, la economía política burguesa aparece como un discurso que encubre doblemente este movimiento de la propiedad privada. A) Por un lado encubre la constitución del valor. La adquisición que el propietario del capital hace de la mercancía generadora de valor es concebida como si fuera la adquisición de una mercancía común, sólo 1. Bolívar Echeverría, El discurso crítico de Marx, Ediciones Era, México, p. 82. 2. M2, La relación de la propiedad privada. 3. Breve aclaración sobre el concepto. En su original, Marx utiliza el término Entausserung y Entfremdung para definir la vivencia del trabajo en la propiedad privada. Ambas expresión se traducen al español como enajenación o alienación. La primera acepción tiene la raíz alemana ausser, que significa literalmente ´exterior´. La segunda, fremd, extranjero. Marx habla de la enajenación (“die Entfremdung”) del trabajador en el proceso de producción, y del trabajo asalariado como trabajo alienado (entausserte Arbeit). El término enajenación comprende, simultáneamente, expresiones como exterioridad, extrañeza, otredad, e incluso distanciamiento. Todas ellas sintetizan el significado general del término (Benssusan y Labica, Dictionaire critique du marxisme, PUF, 1981, p. 16.) 4. M1, El trabajo enajenado. 5. M2, La relación de la propiedad privada. 6. M1 El trabajo enajenado.

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portadora de valor. Como señala Bolívar Echeverría “el acto de apropiación de un valor ajeno es ocultado, confundido o mistificado como un simple intercambio de objetos equivalentes”(1) . B) Por otro lado encubre la enajenación del trabajo. La economía política sólo se enfoca en la forma del valor y en las leyes que se desprenden de ella, saltándose –por así decirlo- el “ciclo vital” que acaece en la producción misma….concibe al trabajo como una mera cosa. Sin embargo el capital no mueve a una mera mercancía, sino a una “mercancía humana” como dice Marx, “con conciencia y actividad propia”(2) . En lo siguiente, estudiaremos la tensión subjetiva que se abre inmediatamente después de la subsunción del trabajo en el capital, es decir, estudiaremos el proceso subjetivo que transcurre paralelo a la valorización. Describiremos, pues, la mecánica del trabajo en la propiedad privada, a partir de la sección El trabajo enajenado (M1, 1844). Allí Marx concibe tres “determinaciones” de la enajenación (con la actividad, con el producto y con el género). Hasta donde conocemos, bastantes autores presentan el trabajo enajenado en Marx estáticamente, es decir, indicando su relación con la propiedad privada pero sin seguir el nexo íntimo que los relaciona. Al contrario quisiéramos mostrar la enajenación dinámicamente, esto es, ligando sus determinaciones y comprendiéndolas en su devenir(3) .

1. Primera enajenación: con la actividad. El trabajador está trabajando. Antes que todo el trabajo es acto, actividad y movimiento concreto. La enajenación para Marx se da justamente en este proceso, donde propiedades humanas se ponen en movimiento realizando operaciones de trabajo. Como advertimos, esta actividad está subsumida en el capital; es para el capital, es el momento de valorización del capital. Según Marx, en este proceso para el trabajador: “Su propio trabajo se le contrapone cada vez como actividad ajena”(4). La propiedad privada, es “la producción de la actividad humana como trabajo, es decir, como una actividad totalmente extraña a sí misma, extraña al hombre y a la naturaleza y por ello totalmente extraña a la conciencia y a la manifestación vital”(5). Así, el trabajo le “es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser…”(6). Marx no habla aquí, evidentemente, de una


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2. Segunda enajenación: con el producto. El trabajo no es puro movimiento psicofísico, sino objetivación: el trabajador está produciendo algo. Dice Marx: “En el extrañamiento del producto del trabajo no hace más que resumirse el extrañamiento, la enajenación en la actividad del trabajo mismo”(11). Según Marx es “la vida que ha prestado al objeto” la que se presenta al trabajador como “cosa extraña y hostil”, en el objeto: “La enajenación del trabajo en su producto significa no solamente que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia exterior, sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un poder independiente frente a él; que la vida que ha

prestado al objeto se le enfrenta como cosa extraña y hostil”(12). ¿Qué significa esto? Esta relación compleja no tiene empero nada de inefable. Para Marx se trata de la fórmula concreta de la propiedad privada, la objetivación del trabajo, es al mismo tiempo acumulación del capital, es decir, “pérdida del objeto” (M´). Esta pérdida, a nuestro parecer indica en los manuscritos tanto una pérdida material, en el sentido de hurto de trabajo ajeno (acumulación del capital), como una pérdida de dirección y sentido de la actividad sobre lo producido (como en la expresión “perder el rumbo de”, “perder el sentido de”, etc.). Justamente si observamos el proceso de producción mismo, es la propiedad privada y no el trabajador quien controla y domina la producción. Al contrario que el trabajador, el capitalista o como quiera llamarse al patrón del trabajo controla y planifica a su nivel, la producción. Es decir, lleva objetivamente el proceso productivo in mente(13). Para el trabajador, en cambio, su comportamiento en la producción es meramente práctico. Según Marx: “El comportamiento práctico, real, del trabajador en la producción y respecto del producto (en cuanto estado de ánimo) aparece en el no trabajador a él enfrentado como comportamiento teórico”(14) . En la producción el trabajador se mueve y produce, pero la

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distancia exterior o física entre el trabajador y su trabajo, pues el trabajador es su propio cuerpo, sino más bien sugiere que en primera persona el trabajador sufre una distancia con su propia actividad: la extrañeza indicaría una “distancia interna” del trabajador consigo mismo: “En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo… en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro”(7). El ritmo del trabajo asalariado, está planteado para Marx como disonancia entre el acto del trabajador y su ánimo. Precisamente, la enajenación es un proceso de fuerza, entre el capital y el trabajo, donde el trabajador ciertamente se resiste y gasta fuerza para conquistarse. Dice Marx: “el trabajo mismo se convierte en un objeto del que el trabajador solo puede apoderarse con el mayor esfuerzo y las más extraordinarias interrupciones”(8). Según esta visión, el cansancio físico del trabajador es también cansancio de enajenación. La enajenación se vive como efecto reactivo, como repulsión del trabajo para sí, en cuanto repulsión en sí hacia el capital: “Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste”(9). En efecto, la enajenación del trabajador con su actividad significa para Marx la pérdida de sí mismo. “En el trabajador se da, pues subjetivamente, el hecho de que el capital es el hombre que se ha perdido totalmente a sí mismo…”(10). Pero la pérdida de la acción, es un momento de la pérdida global de la producción.

7. M1, El trabajo enajenado, (subrayado nuestro). 8. M1, El trabajo enajenado, (subrayado nuestro). 9. Ídem. 10. M2, La relación de la propiedad privada. 11. Ídem. 12. Ídem. 13. Dice Schumpter: “El paso decisivo se debe a J.S.Mill, que introdujo el termino entrepreneur en el uso general de los economistas ingleses y al hablar de las funciones del empresario pasó de la ´superintendencia´ al ´control´ y hasta a la ´dirección´, actividad que, según admite, requiere ´a menudo una habilidad no común´ (Historia del análisis económico, p. 620). 14. M1, El trabajo enajenado.

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producción le es externa, ajena, indiferente. Objetivamente el trabajador produce bajo este cierre, es decir, sin dirección ni planificación sobre lo producido. Lo que produce y mueve el trabajador en un sentido lo conoce muy bien, pero en otro sentido lo desconoce, le es ajeno y extraño. De ahí que según Marx: “cuanto más se vuelca el trabajador en su trabajo, tanto más poderoso es el mundo extraño, objetivo que crea frente a sí tanto más pobres son él mismo y su mundo interior, tanto menos dueño de sí mismo es”(15) . Para Marx el trabajo enajenado al arrancar al hombre el objeto de su producción, le arranca su vida genérica(16) .

como consecuencia global del cierre, lo está también de la totalidad económica. Para Marx, la propiedad privada justamente enajena al individuo del género, “los hace extraños”. Objetivamente la propiedad privada particular se encuentra ubicada, como dice Hegel, en un “sistema de dependencia multilateral”(17). Así, el capital particular para planificar está conectado con su mercado inmediato pues compra y vende (depende de otros trabajos para funcionar, se combina con tales especies de capital, etc) y se encuentra ligado al todo. Respecto a este punto, el capitalista puede controlar el proceso productivo a su nivel, es decir, en su propia industria particular. La totalidad económica le es indiferente, mientras siga valorizándose su capital. En el primer manuscrito Marx cita un pasaje de Pecqueur: “cada cual 3. Tercera determinación: la enajenación del produce lo que quiere, como quiere y donde quiere; produce género. bien o mal, demasiado o no lo bastante, demasiado pronto o demasiado tarde, demasiado caro o demasiado barato; Si en la anterior determinación el trabajador estaba la oferta desconoce la demanda y la demanda ignora la excluido inmediatamente de la producción interna, ahora oferta…”(18) Pecqueur subraya la tendencia anárquica de


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La propiedad privada desde el aspecto subjetivo Vista desde este nuevo ángulo, la propiedad privada para Marx es “el medio por el cual el trabajo se enajena, la realización de esta enajenación”(20) ; “es, pues, el producto, el resultado, la consecuencia necesaria del trabajo enajenado”(21) , y no meramente una relación económica productiva: “Esta propiedad privada material, inmediatamente sensible, es la expresión material y sensible de la vida humana enajenada”. Puestas así las cosas, contra todo idealismo e interpretación psicologista de los manuscritos (Fromm, Mais), se entiende la afirmación fuerte de Marx, conclusiva de su análisis, según la cual la enajenación es un “hecho económico”(22) .

15. M1, El trabajo enajenado. 16. En una carta a Feuerbach (Agosto 1844), Marx deja en claro qué entiende por género: “al bajar el concepto del género humano del cielo de la abstracción para situarlo en la tierra real, ¿qué es todo esto más que el concepto de sociedad?”.

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la propiedad privada e indica que la planificación interna deviene desorganización externa. Para Marx en el régimen de la propiedad privada se “fragmenta” justamente la producción que de hecho está unida. La propiedad privada tiene un efecto aislador de la parte con el todo, que hace del productor trabajador parte suelta del género, una mera pieza empírica. Esto es consecuencia del trabajo abstracto de la propiedad privada - sin perspectiva, unilateral y enajenado. Objetivamente en el trabajo, el todo ya está en la parte y la parte en el todo, pero la economía privada allí donde empieza el proceso de producción opera con un cierre subjetivo. De ahí que según Marx, bajo el capitalismo la vida individual y la vida genérica del hombre, se extrañan, se distancian: el género para sí se diluye como resultado del capital. En efecto, lo que para el capital es el fin del trabajo, la valorización, para el trabajo termina siendo su finalidad sin fin, su producción ciega y enajenada del todo. De esta forma el trabajador “cuanto más valores crea, tanto más sin valor, tanto más indigno él”(19) .

17. Expresión de Hegel, Filosofía del derecho, &183. 18. M1, La acumulación de capitales y la competencia entre capitalista. 19. M1, El trabajo enajenado.. El modo de producción capitalista también engendra enajenación en el no trabajador: “Por de pronto hay que observar que todo lo que en el trabajador aparece como actividad de la enajenación, aparece en el no trabajador como estado [Zustand] de la enajenación, del extrañamiento” . La enajenación que el capitalista vive para sí es la enajenación que su propio capital engendra. En la anarquía del mercado él es causante de la enajenación como capital, pero causante mediato, como capital particular. Marx sugiere que existen niveles de enajenación en el capital según el volumen de éste. Para el pequeño capital, que en ocasiones trabaja en su propia industria, la enajenación puede comportar enajenación práctica y teórica. Su propio capital se ve en ocasiones amenazado por el gran capital, y este se aniquila o él se lo tiene que “comer”. El gran capital en cambio, que tiene un mayor dominio sobre el mercado “se confirma en esa autoalienación, reconoce la alienación como su propio poder y posee en éste la apariencia de una existencia humana…” ( Marx, La sagrada Familia, Editorial Claridad, España, 2007, p. 70) 20. Ídem. 21. Ídem. 22. M1, El salario.

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Polemica La Organización Comunista Libertaria-Frente de Estudiantes Libertarios (OCL-FEL):

El Partido Anarquista de la Restauración Burguesa VICENTE MOLINA

Un nuevo periodo histórico de la lucha de clases en Chile: un nuevo periodo de definiciones políticas y de construcción estratégica

En función de un nuevo periodo abierto en la lucha de clases en Chile desde el 2011, los debates acerca de cómo vencer en las demandas de los distintos movimientos sociales que han irrumpido desde entonces han adquirido nueva fuerza después de las elecciones presidenciales de noviembre del 2013. El nuevo gobierno de Michelle Bachelet tendrá que lidiar con un movimiento estudiantil que todavía no obtiene su demanda central (educación gratuita), un movimiento obrero que está reapareciendo en la escena política con huelgas sectoriales y un pueblo mapuche que en la zona de Arauco no deja de reclamar sus tierras ancestrales. El escenario político objetivo es dinámico y fluido. La pérdida de raíces profundas en el movimiento de masas por parte del Partido Comunista (PC) ha permitido abrir un enorme espacio objetivo para que gran cantidad de nuevas organizaciones políticas de Izquierda ocupen ese lugar. Algunas de estas organizaciones se construyeron en plena dictadura militar. Muchas se forjaron durante el ciclo político de la Concertación (1990-2010). Otras se crearon hace un año o como resultado de la irrupción del movimiento estudiantil en el 2011. Mayoritariamente marginadas de la dirección política del movimiento estudiantil y sindical durante los años más oscuros de la época de Restauración Burguesa (que definiremos en el apartado siguiente), hoy en día todas las corrientes políticas se encuentran en una carrera de velocidades por quien logrará dejar su impronta en el movimiento estudiantil y sobre todo, en el nuevo movimiento laboral que está surgiendo en Chile. Es por esto que el año 2014 no solamente será un año probablemente marcado de luchas obreras, estudiantiles y populares. Este será un año que denominamos de construcción estratégica. 114

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Por construcción estratégica entendemos la fusión de la estrategia política de un partido u organización política determinada con un sector social determinado del movimiento de masas. Nos encontramos en un proceso de definiciones estratégicas con polémicas abiertas al interior de los grupos y entre distintas organizaciones. Se están reconstruyendo “corrientes históricas”: reformismo, sindicalismo, anarquismo, y el marxismo revolucionario, por nombrar las más prominentes. La Liga por un Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) viene dando una serie de batallas por la construcción estratégica desde el 2011 en todos los terrenos posibles: ideológico, estudiantil, educacional y sindical, por nombrar los más importantes. El PTR constituye una organización más dentro de un abanico de corrientes políticas que buscan empalmar con los sectores sociales que están saliendo a la vida de la lucha de clases. Para los marxistas revolucionarios, trotskistas, el eje de la construcción estratégica lo constituye la clase trabajadora, y en particular su vanguardia. Solamente la construcción de un partido revolucionario de la clase obrera será el instrumento para realizar la revolución socialista y superar la forma de producción capitalista. Por esto el PTR se hizo parte todo el año 2013 de cada lucha obrera de importancia que se dio a nivel nacional: el paro portuario de marzo-abril, la gran huelga de Correos de Chile de julio-agosto y el nuevo paro portuario iniciado en Mejillones en diciembre del 2013, que se extendió hasta febrero del 2014. Pero en estas luchas, también aparecieron otras corrientes políticas que buscaron insertarse activamente en los procesos descritos anteriormente. Dichas corrientes también se consideran revolucionarias y tienen como objetivo sepultar el capitalismo y construir una nueva sociedad sin clases. Una de ellas la constituye la Organización Comunista Libertaria-Frente de Estudiantes Libertarios (OCL-FEL) con quien queremos establecer un debate acerca de qué estrategia política es necesaria para vencer y cuáles son los puentes y caminos hacia ese objetivo.

libertaria. Sin embargo, desde el año pasado, esta corriente política se ha visto atravesada por tensiones internas que hacen relación a su ubicación ante fenómenos políticos electorales anti neoliberales a nivel nacional y su postura frente a gobiernos nacionalistas burgueses de izquierda como el régimen chavista en Venezuela. Por esto, el artículo tiene por objetivo dar cuenta de qué partido y estrategia está construyendo la OCL-FEL. Todos los apartados que trataremos a continuación se harán en función de otorgar una definición lo más clara posible de su estrategia. Esto lo adelantamos debido a que recurriremos a una serie de argumentos que para el lector pueden parecerles ajenos al problema planteado. Por el contrario, las definiciones, conceptos, y análisis historiográficos son partes esenciales del todo que constituye actualmente la OCL-FEL.

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La batalla por la construcción estratégica

La estrategia de los anarco-comunistas de la Restauración Burguesa

La OCL-FEL constituye una organización política anarquista nacida en el periodo de la Restauración Burguesa adaptando su lucha por el socialismo a la nueva estructura económica-social-cultural impuesta por esta. La máxima expresión de dicha adaptación la constituye el programa político por la “ruptura democrática” como etapa previa para luchar por el socialismo. Esta primera fase de quiebre del orden neoliberal implica la construcción de un bloque social amplio anti neoliberal que contenga en su interior no solo a las fuerzas anti capitalistas sino que también a las que se oponen al actual régimen político. De esta manera, la lucha anti capitalista por el socialismo termina disolviéndose en un movimiento anti neoliberal amplio que abre las puertas a alianzas políticas con sectores de la pequeña burguesía y el empresariado nacional. Esto plantea objetivamente la conformación de un “bloque social amplio” anti neoliberal en el que convivan tendencias anti capitalistas y anti neoliberales. En este bloque contra hegemónico la clase trabajadora no cumple ningún rol político independiente, viéndose diluida en los ambiguos márgenes del campo o mundo popular y Los libertarios sostienen que este es el momento abriéndose la posibilidad real de la subordinación a direcciohistórico para que al fin pueda surgir en Chile un movimiento nes políticas anti neoliberales. En dicho bloque las diferenanarquista revolucionario de masas. Actualmente, la OCLcias de estrategias políticas se disuelven en el “consenso FEL constituye el referente más importante de la izquierda

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vanguardia con influencia de masas. Esta concepción de partido implica vías y puentes determinados de construcción política. El PTR tiene como tarea estratégica construir un movimiento revolucionario de la clase trabajadora en alianza con el conjunto de los explotados y oprimidos. Es en función de esta concepción de partido y de qué sujeto puede ser el motor de la revolución socialista que el PTR se diferencia tajantemente de la OCL-FEL. Partamos desde el principio.

Del ascenso revolucionario de los 70 a la Restauración Burguesa iniciada en los 80 No es posible entender que es la OCL-FEL sin comprender lo ocurrido a nivel internacional y en Chile durante los últimos 40 años. A continuación realizaremos un anti neoliberal”, anulándose cualquier perspectiva clara de análisis del nuevo espacio estructural nacido durante ese la lucha por el poder y la revolución socialista. Ante esta periodo histórico y que fijó los nuevos márgenes de manioenorme contradicción es que la OCL-FEL tendrá que dar bra de la Izquierda tanto mundial como nacional. respuesta en los años por venir.

Partido revolucionario de la clase trabajadora versus Partido libertario del campo popular El PTR forma parte de una corriente política internacional, la Fracción Trotskista por la Cuarta Internacional (FT-CI), que viene dando una discusión estratégica profunda con un sinnúmero de corrientes políticas a nivel mundial en distintos países acerca de qué partido construir y que estrategia se necesita para vencer(1) . Para nosotros la construcción de un partido revolucionario de la clase trabajadora constituye una necesidad histórica para derrocar el capitalismo e iniciar la transición al socialismo. Nuestra concepción de partido es leninista. Esto implica la construcción de un partido revolucionario de 1. Ver: “Manifiesto por una Internacional de la Revolución Socialista-Cuarta Internacional”, en: http://www.ft-ci.org/Por-un-Movimiento-por-una-Internacional-de-la-Revolucion-Socialista-Cuarta?lang=es. 2. Al respecto ver: Albamonte, Emilio y Mahiello, Matías, “En los límites de la Restauración Burguesa”, Revista Estrategia Internacional N° 27, marzo de 2011, pp. 57-89. 116

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La etapa de la Restauración Burguesa: de la centralidad del trabajo al descentramiento de los “nuevos movimientos sociales”

Denominamos Restauración Burguesa a la derrota física y política que el imperialismo impuso a la clase obrera y los explotados y oprimidos del mundo, luego de frenar el ascenso revolucionario del periodo 1968-1981.(2) Esta ofensiva burguesa contrarrevolucionaria se realizó a través de “contrarreformas” en los países imperialistas y dictaduras militares en la mayoría de los países semi-coloniales y/o dependientes. La restauración recibió el nombre de “neoliberalismo”, y tuvo como expresión política la modificación de la relación de fuerzas entre el capital y el trabajo en favor del imperialismo. Con la crisis económica mundial iniciada en el 2008 el periodo de restauración burguesa encontró sus límites abriendo la transición a una nueva etapa histórica que recién está comenzando. El ataque neoliberal a las masas iniciado durante la década de los 80 tuvo su gran salto con la caída del Muro de Berlín (1989) y la disolución de la Unión Soviética (1991). Pero a partir de entonces la imposición de las transformaciones neoliberales en los distintos países del globo se realizó


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predominantemente campesina como en China, Vietnam y Cuba, al tomar el poder político en países con mayoría de población rural se plantearon inmediatamente, en diversos grados, la aplicación de “planes quinquenales” siguiendo el modelo soviético. Esto no fue más que un gran fenómeno histórico de proletarización de campesinos en función de establecer industrias para sacar a dichos países del marasmo económico. El mejor ejemplo lo constituyó China que sobre la base rural inició su proceso de “reformas socialistas”. La primera víctima del neoliberalismo fue la clase obrera industrial y el estado de bienestar. En los países imperialistas se inició un proceso único de relocalización industrial, desplazando fábricas desde los centros de producción europeos a los países de periferia. Principalmente del continente asiático que ofreció las ventaja comparativa de poseer una mano de obra de bajo costo. Con la apertura de los mercados nacionales al mercado mundial, las industrias de los países latinoamericanos fueron barridas por las mercancías de menores costos traídas desde el otro lado del Océano Pacífico. La reducción numérica de la clase obrera industrial en los países que tradicionalmente tuvieron cierto desarrollo

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bajo la cobertura de la democracia liberal. La restauración capitalista en los ex Estados obreros burocratizados trajo consigo un triunfalismo neoliberal que impuso por primera vez en la historia del capitalismo a las democracias liberales como sistema político hegemónico en todo el mundo bloqueando la alternativa de la revolución socialista. Como mencionamos más arriba, el principal efecto del neoliberalismo fue modificar la correlación de fuerzas entre el capital y el trabajo en favor de las burguesías nacionales que tuvo como expresión concreta una fractura estructural nunca antes vista de la clase trabajadora a nivel mundial. Según Göran Therborn, el siglo XX fue la centuria de la clase obrera y la década del 70 constituyó el periodo de mayor auge sindical y militante de los trabajadores urbanos como nunca ha vuelto a ocurrir en la historia humana. (3) A la par del auge obrero y popular la Izquierda mundial que tenía como objetivo estratégico la revolución socialista adquirió su mayor fuerza en este periodo. El auge y ascenso revolucionario de la clase obrera de los 70 fue frenado con los golpes militares y las “contrarreformas” ya mencionadas anteriormente. Con la derrota política de la clase obrera en los países capitalistas y en los ex Estados obreros burocratizados(4) y la aplicación del nuevo modelo económico, los viejos partidos obreros reformistas y la extrema izquierda entraron en crisis.(5) En esta última, el triunfo neoliberal trajo consigo dos efectos regresivos: la pérdida del sujeto clásico de la revolución socialista y la pérdida del socialismo como alternativa política. El sujeto referente de la revolución socialista lo constituyó la clase obrera industrial. Los trabajadores de las fábricas, minas, ferrocarriles y puertos fueron considerados la pieza fundamental para la construcción de cualquier nación desarrollada. Los Estados de Bienestar nacidos después de la Segunda Guerra Mundial en Europa y Estados Unidos fueron la respuesta de las burguesías liberales ante la lucha de clases emprendida fundamentalmente por la clase obrera urbana. Si bien se asumieron conquistas sociales de los trabajadores, estas se encuadraron en los límites que permitió la propiedad privada capitalista. Ferrocarriles, puertos mecanizados, grandes concentraciones fabriles fueron el sinónimo de progreso y también de la posibilidad de construir el socialismo. Inclusive los partidos guerrilleros y de composición

3. Therbörn, Ghoran, “Class in the 21st century”, New Left Review N° 78, November-December, 2012. Se puede relativizar la afirmación de Therbörn en el sentido de que entre 1917 y 1923 se produjo también un enorme fenómeno de militancia revolucionaria a nivel internacional producto de la revolución rusa. Además, en ese periodo histórico se produjo la revolución mexicana que arrastró a millones de campesinos e indígenas a la lucha de clases. Durante la Segunda Guerra Mundial y posterior a esta se dieron procesos de liberación nacional que implicaron la movilización de millones de habitantes de las colonias imperialistas. 4. Ver: Cinatti, Claudia, “Rusia: del stalinismo a la restauración capitalista”, Revista Estrategia Internacional Nº 22, noviembre de. 2005. En: http://www.ft-ci.org/La-actualidad-del-analisis-de-Trotsky-frente-a-las-nuevas-y-viejas-controversias-sobre-la?lang=es. Respecto al fenómeno de burocratización del Estado soviético durante la década del 30 ver: Trotsky, León, La Revolución Traicionada, Fundación Federico Engels, 1991. 5. Acerca del neoliberalismo ver: Sader, Emir & Gentili Pablo (Comps.), La trama del neoliberalismo. Mercado, crisis y exclusión social, CLACSO, 1999.

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industrial vino aparejada de la fragmentación interna de lo que había quedado de la misma: subcontratación, externalización de servicios y flexibilidad laboral. Esto descolocó a la extrema izquierda que se sintió huérfana, aislada, sin tener una base real desde donde levantarse nuevamente. Si la clase obrera clásica había sido el paradigma de la revolución y esta estaba en plena retirada, el socialismo como perspectiva estratégica comenzó a bloquearse como alternativa política. Más aún cuando en los años 90 se vivió un crecimiento económico sin precedentes en gran parte de los países que aplicaron el nuevo modelo. De este modo se proclamó el Adiós al Proletariado(6) y por consiguiente el adiós a la revolución socialista. Había muerto el sujeto de la revolución y por tanto murió la expectativa de una sociedad diferente a la capitalista. La “descentralización” del trabajo asalariado trajo consigo confusión y desmoralización en la extrema izquierda. El resultado político de esto fue una adaptación de esta a los nuevos paradigmas ideológicos que en boga aparecieron siendo su máxima expresión la posmodernidad. La extrema izquierda sufrió un vacío estratégico enorme e inició su búsqueda de nuevos sujetos y teorías sociales nacidas durante la restauración burguesa que alimentaron la única vía posible que se impuso desde entonces: cambiar el mundo dentro de los márgenes permitidos por el capitalismo. Y para lograr esto ya no se necesitaba a la clase obrera. Para esto llegaron los “nuevos movimientos sociales”, que si bien no tienen nada de nuevo, con el retroceso del movimiento sindical pasaron a ocupar un rol relevante y muchas veces central en los procesos de lucha de clases que se desarrollaron bajo la restauración burguesa: movimientos de indígenas, de campesinos, de pobres urbanos, de desocupados, y por sobre todo la irrupción del movimiento estudiantil. Aparecieron los “sujetos subalternos” con formas de organización laxas y poco estructuradas que no se correspondían con las históricas estructuras organizadas del movimiento obrero. La extrema izquierda encontró así su salvaguarda, su tubo de oxígeno y tomó una decisión estratégica.

6. En alusión a la obra de Gorz, André, Adiós al Proletariado. (Más allá del socialismo), Editorial El viejo topo, Barcelona, España, 1981. 118

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La época de la revolución proletaria se había cerrado y el eje de la construcción estratégica pasó a ser los nuevos movimientos sociales ocupando la clase trabajadora un rol netamente secundario. El objetivo no sería otro que luchar por abrir los estrechos márgenes autoritarios de la democracia neoliberal. No obstante, el socialismo quedó en la retina de gran parte de estas organizaciones políticas ocupando el lugar de un “ideal” a cumplir en algún futuro lejano. De lo que no se percataron es que si bien la clase obrera fue derrotada no desapareció como sujeto. Por el contrario, a partir de la década de los 90 el planeta vivió el mayor proceso objetivo de asalarización precaria nunca antes vista estableciendo una nueva clase trabajadora urbana que ciertamente ya no es mayoritariamente industrial. Son los nuevos trabajadores pobres y precarizados de los nuevos rubros económicos engendrados por el neoliberalismo: telecomunicaciones, Retail, y una serie innumerable de servicios públicos y privados. Sin embargo, debemos realizar un par de aclaraciones respecto a la supuesta “pérdida de peso objetivo” de la clase obrera industrial. En primer lugar, si bien la clase obrera industrial es cuantitativamente menor desde el punto de vista de la asalarización, es mucho mayor en cantidad de lo que fue hasta la década del 70. Esto se explica por la aparición de los nuevos “talleres del mundo” como efecto de la restauración burguesa: producción automotriz, electrodomésticos y línea blanca (China), fabricación textil (Indonesia y Bangladesh), producción de alimentos y acero (India), por nombrar algunas. En segundo lugar, gran parte de la clase obrera industrial es registrada por los censos de fuerza laboral como “servicios” debido a su condición de subcontratados. La externalización de la fuerza de trabajo cumple el objetivo de aparentar el fin de la clase obrera bajo la inexistencia de organización sindical y estabilidad laboral. Como veremos más adelante, esta opción estratégica ha desarmado a la gran mayoría de la extrema izquierda para intervenir en los giros abruptos que está dando la lucha de clases desde el inicio de la crisis económica internacional en el 2008, en la cual la clase trabajadora nacida del escarmiento neoliberal de los 80 ha mostrado su adaptación a la nueva estructura económica saliendo a luchar.


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La restauración neoliberal estableció un nuevo eje de coordenadas mediante el cual la extrema izquierda chilena se ha movido hasta nuestros días. Chile constituye actualmente el gran paradigma del neoliberalismo. Sobre la derrota física y moral del movimiento obrero, la dictadura militar y los gobiernos de la Concertación crearon una nueva estructura económica social y cultural en el país. Sobre este nuevo modelo lograron contener la inflación y establecer un crecimiento económico que mejoró relativamente las condiciones de vida de las masas explotadas y oprimidas a partir de la década del 90. Las principales víctimas de las transformaciones neoliberales fueron los clásicos de la clase obrera chilena: textiles, del calzado, metalúrgicos, ferroviarios, portuarios y mineros. De un 22% de fuerza de trabajo empleada solamente en la industria fabril en 1973 se pasó a un 10% en 1990, luego de la primera asonada neoliberal bajo la cobertura de la dictadura militar de Pinochet.(7) Sin embargo, surgieron nuevos sectores obreros pertenecientes a las industrias extractivas nacidas del nuevo modelo de crecimiento primario exportador: salmoneros, forestales y mineros subcontratados. En el caso de la minería del cobre, ésta emplea al 1,2% de la fuerza de trabajo del país(8). De los mineros del cobre, el 70% son subcontratados. La importancia que tiene el “oro rojo” como motor de la economía nacional, transforma a este sector en la posición estratégica de la clase trabajadora chilena. Una paralización de los mineros del cobre significa un golpe mortal a la burguesía y el Estado chileno. De este modo, durante la dictadura militar el ataque fue doble: por un lado se hizo desaparecer a la mitad de la vieja clase obrera chilena (principalmente la fabril) y por otro, la mitad restante (sector fabril liviano e industrias extractivas) sobrevivió adaptándose a los nuevos márgenes establecidos por el mercado mundial: flexibilización laboral y externalización de servicios. A esto debe agregarse que al igual que en todo el mundo, a partir de la década del 90 apareció un gigantesco ejército de asalariados precarizados sin tradición de lucha sindical, sin organización y pertenecientes a los nuevos rubros engendrados por el neoliberalismo: las

telecomunicaciones, el Retail, y subcontratados. Sin embargo, la mayor parte de las huelgas acontecidas en Chile desde el 2006 han sido protagonizadas por subcontratados y trabajadores pertenecientes a esa “vieja clase obrera” que la dictadura y la Concertación intentaron liquidar, y que para la extrema izquierda chilena ya no posee centralidad alguna. Dentro de este movimiento sindical más clásico se encuentra el sector público que ha realizado los paros por sector más importantes de la última década (salud y educación como los más relevantes). Al interior de los nuevos sectores industriales encontramos a los mineros subcontratados que desde el 2006 han realizado potentes huelgas. Además, la gran movilización de los obreros forestales el 2007 y las huelgas salmoneras en Puerto Montt el bienio 2006-2007, son muestra de que detrás de la apariencia de disolución de la clase obrera lo que ocurrió fue una metamorfosis que en ningún momento liquidó al sector industrial. Por el contrario, como ya lo hemos señalado, este se transformó bajo las nuevas premisas neoliberales. Por su parte, la extrema izquierda chilena nacida durante la restauración se adaptó ideológicamente a estas nuevas coordenadas impuestas por el neoliberalismo. Su opción fueron los “nuevos movimientos sociales”, dejando atrás la centralidad del trabajo. El ciclo político de los 20 años de gobierno concertacionista fueron suficientes para consolidar el giro a la adaptación de la extrema izquierda que logró salir de su aislamiento con la lucha estudiantil del 2011. Una de estas organizaciones que resistió el aislamiento y que se construyó durante los años más oscuros de la restauración en Chile la constituye la OCL-FEL. Desde la otra vereda, los marxistas revolucionarios del PTR se constituyeron como un polo revolucionario que resistió dicha adaptación ideológica. Surgidos en 1999 como

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La adaptación política a las nuevas coordenadas de la Restauración Burguesa en Chile: de la lucha por la revolución a la lucha por una democracia “más justa”

7. En relación a la derrota del movimiento obrero y el rol que cumplieron los pobladores durante la dictadura militar ver: Molina, Vicente, “Los trabajadores y el Movimiento de Pobladores: lucha por el trabajo, la vivienda y la integración urbana”, Revista La Batalla N° 3, mayo de 2013, pp. 133-145. 8. Ver en la Revista La Batalla Nº 3: Miranda, Nicolás, “Situación de la clase trabajadora en Chile, lucha de clases y las tareas de los revolucionarios”, pp. 21-36; Mujica, Dolores, “La posición estratégica del proletariado del cobre en el Chile minero”, pp. 55-62.

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un pequeño grupo de propaganda revolucionaria llamado Clase contra Clase (CcC), extrajeron las lecciones políticas del significado de la restauración burguesa y participaron activamente en el movimiento estudiantil. El PTR, ex CcC, mantuvo pacientemente en alto el programa de la revolución proletaria hasta que la clase trabajadora inició su proceso de recomposición social y política. De este modo, a partir de una activa inserción en cada fenómeno importante de lucha de los trabajadores y de un análisis del proceso de recomposición sindical en Chile, la estrategia revolucionaria que levanta el PTR adquiere cuerpo material real.

9. El CUAC fue fundado en 1999 como resultado de la convergencia de anarquistas chilenos pertenecientes a diversas tradiciones. Al respecto ver: Ramírez, Felipe, Arriba los que luchan: un relato del comunismo libertario en Chile. 1997-2011, Memoria para optar al título de Periodista, Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile, Profesor Guía: José Miguel Labrín, Santiago de Chile, Junio de 2013, p. 39. 10. Ver: Ramírez, Felipe, op. cit., pp. 126-131; Barret, Daniel, “Anarquismo en Chile: un congreso y bastante más”. En: http://congresolibertario.wordpress.com/2008/04/19/anarquismo-en-chile-un-congreso-y-bastante-mas/. 11. La Plataforma o Plataformismo es el nombre que recibió la corriente anarquista ruso-ucraniana Dielo Trouda (Causa Obrera) dirigida por Néstor Makhnó, Piotr Archinov e Ida Mett (anarquista polaca). Al respecto ver: “Plataforma Organizacional de los Comunistas Libertarios Dielo Trouda. (1926)”, en: http://www.kclibertaria. comyr.com/lpdf/l092.pdf. Otro de los precursores del plataformismo fue el anarquista francés Georges Fontenis, quien publicó en 1953, “El Manifiesto Comunista Libertario”. Edición digitalizada en: http:// www.kclibertaria.comyr.com/lpdf/l089.pdf. Respecto a la polémica que generó el plataformismo y la noción de partido anarquista al interior del movimiento libertario a partir de 1926 recomendamos leer el siguiente texto: Rossineri, Patrick, “Entre la Plataforma y el Partido: las tendencias autoritarias y el anarquismo”, periódico Libertad Nº 45-49, Buenos Aires, Argentina. La versión digitalizada en: http://materialanarquista.espiv.net/2012/03/23/entre-la-plataforma-y-el-partido-las-tendencias-autoritarias-y-el-anarquismo/. Según el autor de este artículo (perteneciente a una corriente anarquista anti-partido), la OCL chilena se agruparía dentro de los “partidos anarquistas” u organizaciones “plataformistas”.

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La izquierda libertaria de la restauración burguesa: la OCL-FEL La OCL-FEL se adaptó a este nuevo eje de coordenadas establecido a partir de los 80. Nació el año 2003 del quiebre del Comité de Unificación Anarco Comunista (CUAC)(9) junto a la Corriente Revolución Anarquista (CRA) al que se agrega la Federación Anarquista Organizada (FAO) el 2005.(10) Pero su adaptación ideológica no es unilateral sino dialéctica. La OCL-FEL es la síntesis entre los principales principios de la tradición anarquista y el marco ideológico impuesto por la restauración burguesa. Es decir, los libertarios adaptaron los principios anarquistas que mantienen como hilos de continuidad en su organización al nuevo marco ideológico impuesto por el periodo de restauración. Los hilos de continuidad lo constituyen: en primer lugar, el ideal por una sociedad comunista anárquica o socialista libre; y en segundo lugar, la negación de la toma del poder político propio del anti estatismo anarquista más clásico. Pero estos principios o hilos de continuidad que dan forma a la OCL-FEL se adaptaron al marco ideológico impuesto por el periodo de restauración que son principalmente los siguientes: primero, el bloqueo de la lucha por la revolución socialista los obliga a plantearse como primera tarea la lucha contra el neoliberalismo separándola de la lucha contra el capitalismo; y segundo, el sujeto social que puede motorizar la lucha anti neoliberal son los movimientos sociales contenidos en el campo popular relativizando y diluyendo la centralidad de la clase trabajadora como sujeto revolucionario. Es el campo social popular como bloque contra hegemónico el que se impondrá al bloque de las clases dominantes. Al interior de este bloque histórico contra hegemónico se disuelven las diferencias entre explotados y oprimidos anulando las diferencias de clase y de estrategias políticas. Como se verá más adelante, la noción de bloque o frente amplio social anti neoliberal abre la posibilidad real de alianzas con grupos y partidos anti neoliberales contrarios a la lucha anti capitalista. A esto debe agregarse que la OCL-FEL es una organización anarquista que se plantea la construcción de un partido libertario del campo popular, siguiendo la tradición planteada por el plataformismo(11). Esto los ha llevado a


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promotores del poder popular apoyando regímenes políticos como el chavista que frenan y reprimen el desarrollo independiente de las masas explotadas y oprimidas. Estas y otras consignas dan cuenta de una organización atravesada por la ausencia absoluta de claridad estratégica. De este modo el eclecticismo y el pragmatismo son consustanciales a la OCL-FEL. La aplicación concreta de esta estrategia libertaria la profundizaremos en el penúltimo acápite.(13) Hemos dado a conocer la nueva estructura económica social e ideológica que se impuso con la restauración burguesa. Esto constituye un pilar fundamental para entender la acción política de la actual estrategia libertaria en Chile. Sin embargo, identificar los hilos de continuidad con la tradición anarquista constituye el segundo aspecto fundamental para tener una comprensión íntegra de la practica liberaría en un momento clave de definiciones políticas de todas las corrientes de la extrema izquierda de nuestro país.

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un eclecticismo y pragmatismo sorprendentes que se manifiesta en trascender lo netamente libertario integrando en su interior a diversas estrategias políticas provenientes de otras tradiciones de la extrema izquierda (mirismo chileno, guevarismo, marxismo, autonomismo, entre otros) que tengan como denominador común la lucha por el poder popular. Marcando una diferenciación con el “sectarismo” que caracterizó a gran parte del anarquismo decimonónico, la OCL-FEL busca ampliar su margen de influencia estableciendo alianzas políticas con todos los grupos políticos que pertenezcan a la denominada “izquierda con intención revolucionaria”. Esto constituye un elemento importante en tanto que trasciende el accionar clásico del anarquismo de negarse a conformar frentes unidos con otras corrientes “partidistas” o del “polo autoritario”.(12) De este modo puede percibirse una enorme ambigüedad y poca claridad de dichos criterios de acuerdo político. En sí mismo el poder popular puede expresar múltiples estrategias divergentes y contradictorias entre sí. Esto le abre grandes contradicciones políticas a los anarco-comunistas chilenos que ya se han visto atravesados por duros debates en su interior debido a su apoyo al régimen chavista de Venezuela y a la candidatura nada anticapitalista pero si anti neoliberal de Marcel Claude en Chile. Debe tenerse en cuenta que la OCL-FEL confluye con corrientes autonomistas y con el ideario propio de la restauración de negarse a la construcción de un partido revolucionario de combate de la clase obrera y su vanguardia que busque influenciar a las masas de explotados y oprimidos. Este rechazo se sostiene en el argumento de que la conquista del poder político mediante la dirección de un partido revolucionario llevará inevitablemente a una sociedad totalitaria controlada por el Partido-Estado. Esta afirmación se basaría en la experiencia histórica de los regímenes estalinistas y sus distintas variantes. Partiendo de ese punto, la noción de partido en la OCL-FEL es la de construir un partido de las “mayorías” sin delimitación alguna de clase y de su vanguardia. Para los marxistas, construir una organización que no prepare a la clase obrera y el conjunto del pueblo oprimido para la toma del poder político, no es más que prepararla para una brutal derrota ante los empresarios y su Estado. Anarquistas por un partido amplio sin delimitación de clase, anti estatistas por educación estatal gratuita,

Miseria de la estrategia: la tradición anarquista y el partido libertario

En este acápite no realizaremos una historia del anarquismo. Nos limitaremos a extraer los hilos de continuidad que persisten en la OCL-FEL en función de las transformaciones y quiebres más importantes que sufrió el anarquismo durante el siglo XX. Para lograr nuestro objetivo realizaremos un análisis de la experiencia histórica y la estrategia del anarquismo ruso-ucraniano, chileno, español y uruguayo, considerados como algunas de las tradiciones más importantes que ha tomado la OCL-FEL. El dilema de la organización política revolucionaria en el anarquismo: Dielo Trouda y la Plataforma Anarquista El gran dilema que ha atravesado al anarquismo desde su aparición como “corriente revolucionaria” es el de si es o no necesario dotarse de una organización polí12. Gutiérrez, José Antonio, “Sobre la Política de Alianzas”, 2007. En: http://es.scribd.com/doc/145455645/Sobre-La-Politica-de-Alianzas-Jose-Antonio-Gutierrez-Danton. 13. No obstante, recomendamos la siguiente nota: Puelma, Fabián, “el Frente de Estudiantes Libertarios y su deriva anti neoliberal”, en Clase contra Clase N° 213, marzo de 2013.

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tica para luchar por una sociedad humana sin explotación ni opresión. Y de ser así, ¿qué tipo de organización? No tenemos espacio en este artículo para relatar los acalorados debates que ocurrieron al interior del mundo libertario desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Los debates entre anarquistas a fines del siglo XIX(14) y el gran debate en el Congreso anarquista de Amsterdam en 1907(15) entre los anarco-comunistas y sindicalistas revolucionarios, por nombrar algunos, tendrán que ser parte de otro dossier o artículo. En función del objetivo que busca nuestro texto de abrir el debate estratégico de qué organización revolucionaria construir para vencer, nos limitaremos a extraer la polémica más importante al interior del anarquismo que determinó el surgimiento de un ala libertaria en favor de una organización homogénea: la publicación en 1926 de la Plataforma de Unión General de los Anarquistas por la agrupación libertaria ruso-ucraniana en el exilio francés Dielo Trouda (La Causa de los Trabajadores). Este documento es considerado por el mundo libertario como el establecimiento de un sector del anarquismo que se propuso la tarea histórica de construir 14. Avilés, Juan, “Un punto de inflexión en la historia del anarquismo: El congreso revolucionario de Londres de 1881”, Cuadernos de Historia Contemporánea, Universidad Complutense de Madrid, año 2012, vol. 34, pp. 159-180. 15. Un resumen de los aspectos más importantes tratados en las sesiones de dicho Congreso pueden encontrarse en: http://www. antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/amsterdam/indice.html. En este congreso, el debate más acalorado se centró en la acción de los anarquistas en los sindicatos, cuyos máximos interlocutores fueron el anarquista italiano Errico Malatesta y el sindicalista revolucionario francés Pierre Monatte. Al respecto ver: http://www.portaloaca.com/historia/historia-libertaria/2265-anarquia-y-sindicalismo-monatte-vs-malatesta-en-el-congreso-de-amsterdam-de-1907. html. 16. Ver: Gutiérrez D., José Antonio, “El Anarco-Comunismo: Fundamentos Teóricos, Prácticos e Históricos de Nuestra Doctrina”, 2014. En: http://www.anarkismo.net/article/26606. 17. “Plataforma Organizacional de los Comunistas Libertarios Dielo Trouda. (1926)”, pp. 9-10, disponible en: http://www.kclibertaria. comyr.com/lpdf/l092.pdf.

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una organización con tintes partidistas. Creemos necesario mencionar brevemente su relevancia histórica y política, ya que constituye uno de los hilos de continuidad desde el cuál la OCL-FEL toma la idea de construir un partido libertario. La revolución rusa fue la primera prueba del anarquismo como corriente revolucionaria. Como sostuvo el anarco-comunista chileno José Antonio Gutiérrez, la revolución rusa significó un fracaso para el anarquismo.(16) Los bolcheviques demostraron que sin la construcción de un partido revolucionario de la clase obrera no era posible empujar la revolución a su triunfo. Los anarquistas rusos y ucranianos no supieron qué hacer ante el desarrollo del poder soviético. Haciéndose una autocrítica, el grupo Dielo Trouda exiliado en Francia sostuvo en 1926: “(…) el estado miserable en el que el movimiento anarquista vegeta, tiene su explicación en un número de causas, de las cuales la más importante, la principal, es la ausencia de principios y prácticas organizativas en el movimiento anarquista (…) Fue durante la Revolución Rusa de 1917 que la necesidad de una organización general fue sentida más hondamente y más urgentemente. Fue durante esta revolución que el movimiento libertario mostró el más alto grado de seccionalismo y confusión. La ausencia de una organización general, llevó a muchos militantes anarquistas activos a las filas bolcheviques. Esta ausencia es también la causa de que muchos otros militantes hoy en día permanezcan pasivos, impidiendo el uso de su fuerza, que es frecuentemente considerable.”(17) La revolución rusa generó un enorme impacto en el anarquismo a nivel internacional trayendo como consecuencia su relativo debilitamiento en favor del fortalecimiento de los nacientes partidos comunistas. Esto se vio con fuerza en Francia, no así en España, las dos fortalezas anarquistas al momento de la oleada revolucionaria de 1917-1921. De este modo, Dielo Trouda, integrado por los anarquistas ucranianos Néstor Makhno, Priotr Archinov y la anarquista polaca Ida Mett decidieron la publicación de la Plataforma de Unión General de los Anarquistas. Este documento marcó el inicio de una interminable polémica al interior del mundo libertario, ya que consolidó un bloque político en favor de la construcción de una organización anarquista de principios homogéneos que rechazó de plano el viejo “sintetismo anarquista”(18). La Plataforma concentró dos ideas fundamentales: primero, la necesidad de una organización


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cés Georges Fontenis en su Manifiesto Comunista Libertario (1953) explicitó que dicha organización política no podía ser otra cosa que la construcción de un partido revolucionario.

El Manifiesto Comunista Libertario de Georges Fontenis y la construcción del partido libertario El Manifiesto de Fontenis(20) constituye en gran parte una profundización y especificación de lo propuesto en la década del 20 por sus congéneres ucranianos. El hilo de continuidad con Dielo Trouda es la necesidad de unificar a todos los anarquistas en una organización de principios homogéneos en rechazo del “sintetismo”. Lo nuevo que planteó el manifiesto fue afirmar la necesidad de construir un partido comunista libertario para la realización de la revolución social. Denunciado por un sector del mundo ácrata como “marxista-leninista”, el Manifiesto de Fontenis se enmarca en un contexto histórico de ascenso y prestigio de los partidos comunistas a nivel internacional. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, el estalinismo se encontró en su época de mayor auge y la organización de partidos de corte marxista se impuso como la única vía posible para transformar la realidad capitalista. A partir de la década del 50, Francia se transformó en el segundo país con el PC más grande de la Europa Occidental (el primero fue Italia) llegando a tener más de medio millón de militantes. La presencia del PC en el movimiento obrero francés resultó arrolladora y logró aislar a la extrema izquierda francesa (anarquistas y trotskistas). Georges Fontenis, maestro del barrio 19 de París, fue protagonista de los debates al interior del mundo anarquista francés a partir de 1950(21) . Ante la hegemonía del estalinismo en el movimiento obrero, los libertarios franceses pertenecientes a la Federación Anarquista (FA) se vieron atravesados por un fuerte debate político en torno a qué organización anarquista construir como alternativa al PC. Finalmente, Fontenis rompe con la FA y funda con otros libertarios la Federación Comunista Libertaria (FCL) que con-

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política revolucionaria dotada de un programa unificado de acción; y en segundo lugar, la necesidad de integrar los elementos constitutivos que guiarían a la organización revolucionaria: unidad teórica, unidad táctica, responsabilidad colectiva, disciplina organizativa, programa homogéneo y federalismo. Su objetivo era unificar de una vez por todas a las dispersas agrupaciones anarquistas en el mundo. A su vez, debemos advertir que en ninguna parte del manifiesto se explicitó la necesidad de construir un partido anarquista. Sin embargo, de la lectura se interpreta un camino abierto hacia la construcción de un partido. Por esto, el manifiesto fue rechazado de manera inmediata por las máximas figuras del anarquismo de ese momento histórico: Luiggi Fabbri, Alexander Berkman, Emma Goldmann, Camilo Berneri, Sebastián Fauré, Max Nettlau, y el mismísimo Errico Malatesta. También publicó una réplica al manifiesto el ex makhnovista Volin.(19) El elemento común de la crítica a Dielo Trouda fue que la propuesta de construir una organización política anarquista de esas características no se diferenciaba de un partido político como el bolchevique. De ahí que varios de los opositores a la Plataforma (como Berkman y Volin) los tildaran de “anarco-bolcheviques” y promotores de un anarquismo de corte partidista. Una organización anarquista con un programa homogéneo, que hiciera énfasis en la unidad teórica y en el establecimiento de un Comité Ejecutivo que “guiara” y “coordinara” las acciones de la militancia, no podía ser otra cosa que una agrupación autoritaria. Y para el anarquismo las agrupaciones políticas autoritarias no eran otra cosa que los partidos políticos. Según la tradición anarquista, los partidos políticos concentran el germen del autoritarismo debido a que tienen dos objetivos: la toma del poder y ser gobierno. Un partido que luche por la revolución socialista no tendrá otra tarea histórica que imponer una nueva forma de dominación sobre los explotados y oprimidos. Se entiende entonces porqué la oposición de un amplio sector del mundo libertario a dicho manifiesto. Sin embargo, la Plataforma mantuvo dos elementos clave de su ligazón intrínseca con el anarquismo: la no aspiración a la toma del poder político y la negativa de construir un nuevo Estado. De este modo, los anarquistas ucranianos dejaron como legado a la OCL-FEL la necesidad de construir una organización política unificada. Décadas más tarde, el fran-

19. Ver: Rossini, Patrick, op. cit. 20. Fontenis, Georges, Manifiesto Comunista Libertario, 1953. Versión digitalizada en: http://www.kclibertaria.comyr.com/lpdf/l089. pdf.

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tinuó el legado de la Plataforma makhnovista. La FCL tomó la tarea de construir un partido comunista libertario para la realización de la revolución social. Expresión concreta de esto fue la participación en las elecciones parlamentarias de Francia en 1956. El Manifiesto Comunista Libertario constituyó así un quiebre con la tradición anarquista que siempre se negó a la construcción de un partido. Fontenis marcó un antes y un después del anarquismo mundial. La posguerra, el ascenso económico europeo y los procesos de liberación nacional en Asia, África y América Latina plantearon nuevas tareas al anarquismo. La nueva situación histórica caracterizada por el desarrollo de los Estados de Bienestar terminó aislando y haciendo desparecer al viejo anarco sindicalismo en los países donde había tenido fuerza. Lo interesante del Manifiesto es que se consolidó una nueva corriente del anarquismo que persiste hasta nuestros días: la que plantea la necesidad de construir un partido libertario o una plataforma. El Manifiesto de Fontenis adoptó para el anarquismo una serie de categorías marxistas para la construcción de una genuina organización revolucionaria anarquista. La división de la sociedad capitalista en dos clases antagónicas (burguesía y proletariado); la relación entre la vanguardia revolucionaria y las masas; la “minoría activa” y el programa revolucionario; la unidad ideológica y su rechazo al “sintetismo” anarquista; y la unidad táctica y la disciplina colectiva, constituyen algunas de las adaptaciones del programa marxista. Sin embargo, el manifiesto mantuvo elementos propios del anarquismo. El rechazo a la toma y ejercicio del poder político; la negativa de construir un Estado obrero; la organización federalista; la lucha por una sociedad comunista anárquica, como los aspectos más consustanciales. A partir de la posguerra apareció una corriente comunista libertaria en Europa que integró de manera ecléctica y pragmática algunas categorías marxistas. Por su parte,

en América Latina el eclecticismo se expresó en organizaciones como la Federación Anarquista Uruguaya (FAU), que como veremos más adelante integró elementos del castro guevarismo. De este modo, el comunismo libertario transitó a ser una corriente caracterizada por la ambigüedad de sus planteamientos. Esto quedó evidenciado en el rol del partido. Fontenis tuvo una enorme dificultad en explicar la relación vanguardia/masas en un proceso de ascenso revolucionario. Solamente explicitó que para evitar que la vanguardia organizada (el partido) desemboque en una agrupación autoritaria “la minoría nunca debe olvidar que su objetivo final es desaparecer al volverse idéntica a las masas al alcanzar su más alto nivel de conciencia en lograr la Revolución”.(22) De este modo, Fontenis no dejó claro que partido revolucionario construir: ¿partido de vanguardia con influencia de masas?, ¿partido amplio de masas sin delimitación de su vanguardia?(23), o, ¿construir el partido recién cuando se de la revolución? Fontenis eludió dicha discusión ya que de lo contrario lo habría llevado al verdadero problema de la estrategia revolucionaria y que es lo que rechaza por principio el anarquismo: la conquista del poder político por parte de la clase trabajadora y el conjunto del pueblo oprimido dirigidos por un partido revolucionario. Dicha ambigüedad respecto al rol de la organización revolucionaria en la lucha de clases se agravó aún más con el nuevo periodo de la restauración burguesa. Como vimos en el segundo acápite, la restauración burguesa tuvo como efecto político bloquear la lucha por el socialismo en gran parte de la extrema izquierda y extirpar de su programa a la clase trabajadora como sujeto revolucionario. Si bien la OCL-FEL mantiene el hilo de continuidad del anarquismo de luchar por el comunismo anárquico, la adaptación de esta corriente política a la ideología de la restauración que proclamó “el fin de la clase obrera” ha agravado su ambigüedad, eclecticismo y pragmatismo respecto de 21. Ver: http://www.elciudadano.cl/2010/08/11/25364/georges-fon- la organización revolucionaria que se quiere construir. Como veremos en el acápite final de este dossier, la adopción de tenis-una-figura-internacional-del-comunismo-libertario-nos-deja/ la estrategia-programa de la “revolución democrática” y de la “multi-sectorialidad” no ha traído más que la agudización 22. Fontenis, George, op. cit., p. 12. de las contradicciones políticas internas en la OCL-FEL. Su 23. En la parte final del dossier desarrollamos con mayor profun- giro inicial hacia una agrupación anti-neoliberal sin delimididad la diferencia entre partido de vanguardia con influencia de tación de clase, ni sujeto revolucionario, ni claridad en sus masas y partido amplio de masas. alianzas políticas, su apoyo a Maduro en Venezuela, por

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nombrar algunos aspectos, atisban un posible futuro de tensiones políticas aún mayores. ¿Vendrán posibles quiebres? Recordemos que la transición del CUAC de ser un grupo de propaganda libertaria a una agrupación con inserción social más real coincidió con su quiebre en varias alas el 2003. ¿Ocurrirá lo mismo con la OCL-FEL? Hasta aquí hemos realizado un breve análisis de los hilos de continuidad que mantiene la OCL-FEL con las corrientes anarquistas plataformistas nacidas en el viejo continente. Sin embargo, resulta de suma importancia establecer los hilos de continuidad y quiebre con el anarquismo chileno del siglo XX, del cual los anarco-comunistas criollos se sienten depositarios.

El anarquismo en Chile durante la época de crisis, guerras y revoluciones (1890-1973)

ra. Si bien el anarquismo clásico nunca se planteó en sus principios filosóficos que la clase obrera era el sujeto de la revolución socialista, fue en la primera fase de transición al capitalismo industrial que el anarquismo tuvo su época de gloria. Como planteara el libertario Murray Boockchin analizando el caso español, el anarquismo ha tenido su mayor fuerza en las sociedades de transición al capitalismo industrial caracterizadas por la reciente proletarización de artesanos y campesinos y por la ausencia de legislación social del Estado.(24) Precisamente, el anarquismo chileno tuvo su época de mayor influencia en el período previo a la construcción del Estado social democrático de la década del 30. Las tres primeras décadas del siglo XX chileno fueron las del surgimiento del movimiento obrero organizado. Los trabaja24. L.TBookchin, Murray, Los anarquistas españoles. Los años

A nivel internacional, el anarquismo del siglo XX heroicos. 1868-1936, Numa ediciones, 2001. Ver Capítulo 4 y las fue esencialmente una corriente política de la clase obre- Conclusiones finales.

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dores urbanos de esta época vivían en un entorno material caracterizado por la miseria: hacinamiento en conventillos, bajos salarios y extensas jornadas laborales, por nombrar las más importantes. Además, la clase obrera no tenía reconocimiento de derechos de asociación y existía una completa ausencia de protección social. Estos últimos aspectos son consustanciales al desarrollo de un Estado capitalista moderno. Cuando el ascenso del movimiento obrero en la década del 20 puso en jaque la propiedad privada, la oli25. Ver: Cristi, Renato y Ruiz-Tagle, Pablo, La República en Chile. Teoría y Práctica del Constitucionalismo Republicano, Lom ediciones, 2006, pp. 114-130. 26. Muñoz Cortés, Víctor, Sin Dios ni Patrones. Historia, diversidad y conflictos del anarquismo en la región chilena (1890-1990), Mar y Tierra Ediciones, 2013 p. 56. Negrillas nuestras. 27. Al respecto ver: Grez Toso, Sergio, Los anarquistas y el movimiento obrero. La alborada de “la Idea” en Chile (1893-1915), Santiago, Lom Ediciones, 2007; DeShazo, Peter, Trabajadores urbanos y sindicatos en Chile: 1902-1927, Santiago, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, 2007; Rojas Flores, Jorge, La dictadura de Ibáñez y los sindicatos (1927-1931), Santiago, DIBAM – Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 1993. Versión electrónica: http://www. archivochile.com/Ideas_Autores/rojasfj/ rojasfj 0001.pdf. 28. Esto no significa que el Estado no haya iniciado un lento proceso de regulación de lo social desde el 1900. La creación de la Oficina del Trabajo en 1907, el intento de aplicar las leyes sociales promulgadas desde 1906 hasta 1916, el establecimiento de mecanismos de conciliación y arbitraje desde 1917 con todas sus deficiencias, entre otros aspectos, son indicadores del proceso de transformación que comenzó a sufrir el Estado chileno a principios de siglo. Sin embargo, las instituciones que buscaron regular la relación capital/trabajo fueron escasas y pobres en recursos, posibilitando en las primeras tres décadas el libre enfrentamiento entre patrones y trabajadores. La transformación del Estado en un organismo estable de intervención en la sociedad civil solamente pudo acelerarse entre 1925 y 1932. Al respecto ver: Yáñez, Juan Carlos, La Intervención Social en Chile. 1907-1932, Ril editores, 2008. 29. Ver: Fernández Darraz, Enrique, Estado y Sociedad en Chile. 1891-1931, Lom Ediciones, 2003.

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garquía chilena tomó a regañadientes la decisión histórica de transformar el régimen político. El capitalismo chileno, si bien pobre y subdesarrollado, había engendrado batallones de proletarios y con ello una nueva sociedad. Esto requirió de un nuevo régimen político que se adecuara a los cambios sociales y económicos. El resultado histórico de esto fue la creación del Estado social liberal o la denominada República democrática del periodo 1932-1973(25). El nuevo régimen se caracterizó por la relación dialéctica entre la institucionalización de la participación política de las masas y el fortalecimiento del Poder Ejecutivo que se manifestó en la utilización de decretos ley y facultades extraordinarias. Como bien ha planteado el historiador anarquista Víctor Muñoz, “el efecto más grave para el anarquismo se ubica en la implantación forzada de la legislación social. Momentáneamente perdieron sus sindicatos y sus grupos casi no pudieron operar, pero de ello se recuperarían en unos años. Tuvieron muertos y torturados, otros renegaron de las ideas, es cierto, pero lo más grave, para ellos al menos, fue el inicio de la consolidación del sindicalismo legal”. (26) Muñoz da cuenta de la gran contradicción que nunca ha podido resolver el anarquismo: cómo puede desarrollarse un movimiento revolucionario bajo la existencia de un Estado liberal democrático que engendra de manera permanente instituciones que regulan la sociedad civil. Como planteamos más arriba, la época de mayor influencia del anarquismo en Chile fue cuando no existían instituciones estables que regularan las nuevas relaciones sociales capitalistas(27). Lo que existía era, al decir de Antonio Gramsci, un “Estado gendarme”(28). El Estado chileno de las primeras décadas del siglo XX nacido de la guerra civil de 1891 era un aparato político monopolizado por la vieja oligarquía chilena de origen colonial que mantuvo en la exclusión las demandas de la clase obrera, los campesinos y las capas medias.(29) La existencia de un Estado que solamente intervenía en los conflictos obreros con represión militar y la ausencia de una legislación que reconociera la negociación colectiva, posibilitaron la generación de un espacio fértil para que las ideas anarquistas influyeran con relativa facilidad. Los anarquistas lograron construir sindicatos combativos fuertemente organizados como los del cuero y calzado, los de imprenta, panaderos, estucadores y portuarios por nombrar los más prominentes. Esta fue la época del


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Chile (CTCh) en 1936, lo que significó la marginación del anarquismo como ideología redentora del conjunto del movimiento obrero. El triunfo del Frente Popular en 1938 sumado a la derrota del anarquismo español en ese mismo año agudizó la crisis del anarquismo chileno. En tercer lugar, a partir de la década del 30 el anarquismo tuvo que hacer frente al proceso de estatalización de lo social. Se había terminado al época del “Estado gendarme” y se dio inicio al Estado social benefactor chileno: regulación de la negociación colectiva, reconocimiento de asociaciones gremiales, cajas de seguro social controladas por el Estado, creación de nuevos canales de participación política de los sectores populares, por nombrar las más importantes. La opción del anarquismo más doctrinario fue marginarse de este proceso, lo que lo llevó a transformarse en una corriente sectaria sin inserción real en las masas. Por el contrario, el anarquismo sindicalista terminó adaptándose a los marcos del nuevo régimen político siendo absorbido por la rutina sindicalista (negociaciones colectivas anuales con los gremios patronales)(32). No obstante, mantuvo como hilo conductor de su tradición los métodos de la lucha de clases para obtener sus demandas gremiales, es decir, la huelga del conjunto de un sector productivo y la toma de fábrica. Resulta innegable que el gran aporte del anarcosindicalismo al movimiento obrero fueron los métodos combativos de lucha y organización. El problema reside en que los métodos por si mismos no determinan la política a seguir.

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anarco-sindicalismo que concibió al sindicato como la base de la nueva sociedad anárquica que sustituiría la sociedad capitalista. Esta concepción del rol del sindicato como motor de la revolución social llevó a los anarquistas a no diferenciar su propia organización de la organización sindical. Es decir, la organización anarquista no existía por fuera de la acción sindical. En momentos de establecer negociaciones colectivas por rubro, los anarquistas se imponían con éxito en huelgas generales y utilizando los métodos de la lucha de clases. Terminado el conflicto, el anarquismo como ideología tendía a retroceder(30) . En esto residió la gran debilidad orgánica del anarco-sindicalismo. En primer lugar, la lucha anarco-sindicalista se redujo a demandas gremiales como aumento salarial y mejora de condiciones laborales separándolo de la lucha por la revolución. El socialismo constituyó una idea, un horizonte a seguir o simplemente una utopía. Porque para llevarlo adelante se necesitaba unificar al movimiento obrero tras una organización política que buscara centralizar las luchas y las condujera hacia la toma del poder. Eso implicaba la construcción de un partido revolucionario que el anarquismo se negó por principio a construir. En segundo lugar, la negativa del anarquismo obrero de las primeras décadas del siglo XX de organizar a los gremios en una central sindical unificada los debilitó aún más. Esto si lo logró con relativo éxito la Federación Obrera de Chile (FOCh) dirigida por socialistas y más tarde comunistas. El federalismo anarquista preconizó la “autonomía gremial” entre los sindicatos. Esto se tradujo en la existencia de gremios fuertemente organizados que lograban imponer con éxito sus demandas a los gremios patronales, pero con la gran consecuencia de conducirlos a acuerdos colectivos anuales por rama que separaron aún más a los sindicatos entre sí. El caso de los zapateros, panaderos e impresores constituyen el mejor ejemplo.(31) La única central sindical que finalmente logró reunir diversos gremios de orientación anarcosindicalista fue la Confederación General del Trabajo (CGT) a partir de 1931, meses más tarde de la promulgación del Código del Trabajo. Sin embargo, la negativa de la CGT de incluir sindicatos legales en su organización la aisló del resto del movimiento obrero organizado que optó por legalizar sus sindicatos. El aislamiento de la CGT del resto del sindicalismo se profundizó al conformarse la Confederación de Trabajadores de

30. Al respecto ver: Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., p. 138; Grez Toso, Sergio, Los anarquistas y el movimiento obrero…, op. cit., pp. 90-92; Rojas Flores, Jorge, op. cit., pp. 97-103. 31. Ver: DeShazo, Peter, op. cit., pp. 215-256; Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., pp. 93-177. Hubo intentos de los anarquistas de conformar centrales sindicales que unificaran al conjunto de la clase trabajadora chilena entre 1919 y 1926: la Industrial Workers of the World (IWW) y la Federación Obrera Regional de Chile (FORCh). 32. Ver el caso de la Federación Obrera Nacional del Cuero y calzado (FONACC) y la Federación de Obreros de Imprenta (FOI), en: Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., pp. 160-177. Por su parte, a partir de 1938 la CGT aceptó integrar sindicatos legales que respetaran la orientación revolucionaria de esta. Ver: Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., p. 127.

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Si los métodos de lucha de clases no están subordinados a una estrategia revolucionaria clara, la combatividad termina diluyéndose y desapareciendo al momento de verse terminado el conflicto laboral. La única vía posible fue la transformación de un sector del sindicalismo antaño combativo dirigido por los anarquistas a uno que se adaptó a las conquistas sociales y económicas obtenidas por sus métodos de organización. El mejor ejemplo de esto lo constituyeron los obreros de la industria gráfica, viejo bastión del anarcosindicalismo.(33) En los albores del triunfo de la Unidad Popular el anarquismo prácticamente había desaparecido del movimiento obrero. Los viejos gremios que alguna vez fueron un bastión libertario eran dirigidos por los partidos obreros reformistas (Partido Comunista y Partido Socialista). Por otro lado, los viejos anarco-sindicalistas dirigidos por Ernesto Miranda habían decidido fundirse en la creación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en 1965. Con el golpe militar de 1973 y las transformaciones neoliberales, el anarcosindicalismo desapareció. Como planteó Víctor Muñoz, fue a fines de los 80 y principios de los 90 que el anarquismo volvió a resurgir, pero ya no como una corriente del movimiento obrero con quien cortó todo hilo conductor, sino como una expresión política ambigua de la juventud descontenta con el proceso de transición a la democracia: “En otras palabras el anarquismo chileno noventero tuvo que hacerse a sí mismo, y en ese proceso bebieron de fuentes tan diver33. Ver el caso de la Federación Obrera Nacional del Cuero y calzado (FONACC) y la Federación de Obreros de Imprenta (FOI), en: Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., pp. 160-177. Por su parte, a partir de 1938 la CGT aceptó integrar sindicatos legales que respetaran la orientación revolucionaria de esta. Ver: Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., p. 127. 34. Ver: Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., pp. 167-177. 35. Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., p. 87. 36. Por anarquismo especifista entendemos una agrupación basada en principios anarquistas con autonomía propia, diferenciada del movimiento de masas. Ver: “la estrategia del especifismo”, entrevista a Juan Carlos Mechoso, 2009, pp. 2-4. En: http://www.anarkismo. net/article/18368.

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sas como la subcultura y el mundo de la música punk, los grupos armados marxistas leninistas (MIR, FPMR, MJL), los movimientos indigenistas, ecologistas y otros.”(34) La OCL-FEL surgió de ese “hacerse a sí mismo” del anarquismo marcado por la restauración burguesa. Pero como tal retomó la tradición anarquista chilena de las primeras décadas del siglo XX. La lección aprendida de dicha experiencia histórica fue crear un movimiento anarquista amplio que trascendiera lo anarquista específico(35) para evitar caer en el aislamiento y la marginación del movimiento de masas. Esto los llevó a retomar la experiencia histórica de organización de la Federación Anarquista Uruguaya (FAU) de la posguerra. Dicha corriente anarquista planteó que la única manera de salvar al anarquismo como ideología era dotándose de una organización política propia, lo que no era otra cosa que construir un partido anarquista. También retomaron la herencia del viejo anarco-sindicalista del cuero y calzado Ernesto Miranda, quien también planteó la necesidad de construir un partido libertario. Esta idea la retomaremos más adelante. Ahora cabe preguntarse: ¿Cuál ha sido la experiencia historia del anarquismo ante la prueba de la revolución? En Chile el anarquismo nunca llegó a ese momento histórico. Cuando se planteó la toma del poder en Chile, el anarquismo era prácticamente impotente para incidir en la conducción del movimiento de masas. El único proceso revolucionario en el cuál el anarquismo cumplió un rol destacado en la dirección de amplias capas de la clase obrera y el campesinado fue en España durante la década de los 30. Realizaremos una breve narración de cómo la revolución española hizo estallar todas las contradicciones del anarquismo contenidas en la ausencia de una estrategia revolucionaria de la clase obrera para la conquista del poder político.

El anarquismo ante la prueba de la revolución: lecciones de España(36) Si el anarquismo chileno no supo cómo enfrentar la transformación del Estado gendarme en un Estado liberal democrático en un momento de ascenso de la lucha de clases, el anarquismo español no supo enfrentar al Estado capitalista en un momento donde se planteó objetivamente la conquista del poder mediante una revolución proletaria.


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forma de autoritarismo brutal contra los explotados y oprimidos. El argumento se sostuvo, entre otras cuestiones, en la experiencia de la revolución rusa que había degenerado en un Estado totalitario dirigido por el partido único autoritario cuya expresión fue el estalinismo. En segundo lugar, el anarquismo había logrado sentar hondas raíces en el movimiento obrero español sobre todo el catalán.(39) La época dorada del anarquismo obrero español coincidió con la época de transición al capitalismo moderno bajo un Estado que todavía era monárquico y en el que no existía legislación laboral ni reconocimiento de derechos democráticos mínimos. España constituía después de Irlanda y Portugal, el país más subdesarrollado y atrasado económicamente de la Europa Occidental. Las presiones que ejercía el capitalismo imperialista inglés y francés hicieron a España entrar en una enorme crisis del viejo modelo monárquico aristocrático. El proceso de proletarización que venía desarrollándose lentamente desde mediados del siglo XIX, dio un salto entre el 1900 y 1920. De ese proceso salió el joven revolucionario oriundo de la región rural de León, Buenaventura Durruti. Nueva generación de obreros combativos, nueva generación revolucionaria. De este modo, con la proclamación de la Segunda República en 1931(40) , todo lo forjado por el anarquismo español se puso a prueba. Desde 1931 hasta 1936, el anarquismo español mostró en la práctica todas las consecuencias de su negación de la conquista del poder.

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El principal país donde el anarquismo logró constituirse en un movimiento de masas con larga trayectoria fue el Estado español(37). Mientras que en los años 30 el anarquismo latinoamericano y de Europa del Sur decaía en su influencia en el movimiento de masas, en la península ibérica el anarquismo logró su mayor impronta no solo en un sector amplio de la vanguardia obrera (Cataluña) sino que también en amplias capas del campesinado (Murcia, Andalucía y Aragón). Pero el inicio del proceso revolucionario en España a partir del triunfo de la Segunda República en 1931 hizo mostrar una vez más las contradicciones de los anarquistas. Si el anarquismo pudo transformarse en un referente mundial para la revolución eso pudo ocurrir en España. Sin embargo, la experiencia española hizo que se manifestara toda la miseria estratégica del anarquismo, terminando por sepultarlo como alternativa revolucionaria. Es de suma importancia constatar esto debido a que la OCL-FEL se siente portador de la experiencia de los anarquistas españoles, de la colectivización del campo y las industrias y de la Agrupación Los Amigos de Durruti. El rol de dirección política que jugó el anarquismo en España es poco conocido entre sus seguidores. Lo que todos sabemos y que sabe el anarquista común y corriente, es que el anarquismo dio su mejor muestra de lucha en la revolución española, y que esta se perdió por una falta de recursos militares. Sin embargo, lo que ocurrió fue todo lo contrario. A continuación estableceremos las ideas centrales que muestran cuál fue el rol del anarquismo ante la gran prueba de la toma del poder.(38) En primer lugar, el anarquismo español específico construyó una organización política propia en 1927 cuyo nombre fue la Federación Anarquista Ibérica (FAI). A principios de la década del 30, la FAI logró ponerse a la cabeza de la gran central sindical que tradicionalmente había dirigido el anarcosindicalismo español: la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), fundada en 1910 en la ciudad de Barcelona. De allí que haya quedado en la retina historiográfica como la CNT-FAI y no como ambas organizaciones independientes entre sí. La CNT-FAI negó desde un principio la lucha por la toma del poder. Esto acorde a la doctrina anarquista que preconizaba el anti autoritarismo estatal. Según la doctrina de Mijaíl Bakunin, la toma del poder político implicaba la construcción de un nuevo Estado que llevaría a una nueva

37. Agradecemos los comentarios y precisiones realizadas por los compañeros de Clase contra Clase de España que posibilitaron la elaboración final de este apartado. 38. Ver Bookchin, Murray, op. cit. 39. Referente a la revolución española leer: Guillamón, Agustín, Barricadas en Barcelona. La CNT de la victoria de Julio de 1936 a la necesaria derrota de Mayo de 1937, Ediciones Espartaco Internacional, 2007; Munis, Grandizo, Jalones de derrota. Promesa de Victoria. Crítica y teoría de la revolución española (1930-1939), Muñoz Moya Editores, 2003 (1948 y 1977); Amorós, Miquel, La Revolución traicionada. La verdadera historia de Balius y Los Amigos de Durruti, Virus Editorial, 2003; Mintz, Frank, Autogestión y anarcosindicalismo en la España revolucionaria, Libros de Anarres, 2008.

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Primero, en el proceso de la caída de la Monarquía y el establecimiento de la República. Mientras la clase obrera junto a estudiantes se batía en las calles contra las fuerzas monárquicas, la CNT se debatía en una falsa polémica. Por un lado, el grupo de Ángel Pestaña(41) buscaba obtener un lugar bajo la égida de la coalición republicano-socialista. Por el otro, los faístas pretendían hacer revoluciones aisladas de las masas. En ningún momento las fuerzas cenetistas promovieron una política de independencia de clase para, junto con los trabajadores socialistas, derribar revolucionariamente la monarquía e instaurar la fuerza de la clase obrera. El gobierno de la coalición republicano-socialista que duró hasta 1933 demostró todo su conservadorismo y reprimió brutalmente las huelgas obreras y campesinas. Los anarquistas se negaron a aprovechar el ámbito electoral para levantar candidaturas obreras propias en función de movilizar a las masas contra el régimen político, bajo el argumento de que eso era engañar a las masas generando ilusión en el Estado burgués. Segundo, la desilusión del gobierno republicano hizo girar a la CNT-FAI al ultra-izquierdismo. Primero protagonizaron varios alzamientos (Terrassa, Figols, Casas Viejas, por nombrar algunos) en los cuales proclamaron el “comunismo libertario” aunque sin tener el apoyo de las masas. Intentos fallidos que los fueron alejando cada vez más de amplias capas de trabajadores y campesinos. Luego en las elecciones parlamentarias de noviembre de 1933 llamaron 40. La Primera República fue proclamada en febrero de 1873 y tuvo una corta duración siendo derrocada por los monárquicos en enero de 1874. Ver: Bookchin, Murray, pp. 103-116. 41. Ángel Pestaña fue el dirigente del ala derecha de la CNT, que hegemonizó la central durante la década del 20. Colaboracionista con Primo de Rivera, y buscando colaborar con la coalición republicano-socialista fue desplazado en 1931 por la FAI. Los “treintistas”, como se le denominó al grupo de Pestaña se alejaron de la CNT constituyendo su propia organización sindical. Por su parte, Pestaña fundó en 1932 el Partido Sindicalista que posteriormente será parte del Frente Popular. Ver: Boochkin, Murray, op. cit. Capítulo 9, “De la dictadura a la república”, pp. 285-355. 42. Autor del tan leído libro: La FORA. Ideología y trayectoria del movimiento obrero revolucionario en la Argentina, Ediciones Utopía Libertaria, 2005 (1933).

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a la abstención electoral que posibilitó un triunfo apretado de la Derecha española. Se abrió así el bienio negro que tuvo como máximo hito de la lucha de clases la comuna de Asturias en octubre de 1934. Tercero, luego de 5 años de experiencia con la Segunda República, con un gobierno republicano burgués de izquierda y otro gobierno burgués conservador de derecha, la CNT-FAI concedió un “apoyo tácito” a la nueva coalición republicana que se lanzó a las elecciones de febrero de 1936. Este apoyo tácito se tradujo en no apoyar públicamente ninguna coalición política, pero otorgándole libertad de acción a la militancia cenetista y anarquista de que votaran por la coalición que no fuese simpatizante del fascismo. Esto se tradujo lógicamente en apoyar nuevamente a la izquierda republicana. Esta vez no hubo campaña alguna pidiendo el voto en blanco por parte de la CNT. Con el triunfo del Frente Popular, el ideario anarquista anti estatista y anti autoritario continuaba su camino de disolución en los hechos concretos de la lucha de clases. El levantamiento de julio de 1936 marcó así el punto máximo de la anulación misma de los principios libertarios. Luego de derrocar el alzamiento fascista en Barcelona, la CNT-FAI pasó a controlar en los hechos el conjunto de la ciudad. El levantamiento reaccionario fue aplastado por el levantamiento del proletariado catalán. El 19 de julio fue una gran victoria de la clase obrera como punto de apoyo para avanzar en el triunfo de lo que en la práctica ya había comenzado: un proceso revolucionario socialista. El Presidente de la Generalitat (gobierno catalán), Lluis Companys, se entrevistó inmediatamente con la dirección de la FAI (García Oliver, Diego Abad de Santillán(42) y Federica Montseny) ofreciendo la dirección del gobierno a los ácratas. Estaba planteada la destrucción de la institucionalidad burguesa en Cataluña y la construcción de una nueva institucionalidad sostenida en los barrios, industrias y edificios controlados por la CNT. Pudo ser el inicio de una revolución triunfante que habría marcado un vuelco en la correlación de fuerzas a nivel internacional con el fascismo a la ofensiva. La revolución española pudo mostrar una vía real alternativa al estalinismo, tomando lo mejor de la experiencia de la revolución rusa. Pero la ausencia de un partido revolucionario que se plantee la toma del poder político mediante la destrucción del Estado burgués trajo sus consecuencias. Los anarquistas decidieron “no tomarse” el gobierno y de-


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se proclamó por un gobierno revolucionario de los trabajadores que derrocara a quienes encabezaban la República en ese momento. Sin embargo, la Agrupación Durruti se limitó a criticar a la dirección de la FAI y se negó avanzar a un quiebre total con ella. También se negó a preconizar la fusión con las alas izquierdas que fluían del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) que criticaban la conducción republicana para dar surgimiento a un genuino partido revolucionario. En última instancia la Agrupación se subordinó a la “unidad anti fascista” que pregonaba la FAI y el estalinismo (y que ellos mismos criticaban). Como sostuviera Agustín Guillamón, quizás “no podían hacer otra cosa, dado su número y su escasa influencia en la masa cenetista”(46). Detrás de la “unidad anti fascista” se ocultaba la colaboración plena con el Estado burgués. Esto significó la derrota del alzamiento de mayo y la posterior persecución y aniquilamiento por parte del estalinismo de todos los anarquistas disidentes, poumistas, socialistas de izquierda y trotskistas. En enero de 1938, cuando la revolución estaba perdida, la Agrupación Los Amigos de Durruti emitió un sorprendente pero tardío manifiesto político en el que se realizó un balance de la derrota de mayo(47). Dicho folleto fue escrito clandestinamente por Jaime Balius y lleva por título “Hacia una nueva revolución”. Solamente mencionaremos las tres

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cidieron entrar a este junto a la burguesía republicana, los estalinistas y grupos centristas, como “administradores” que defenderían las conquistas sociales obtenidas por los trabajadores el 19 de julio(43). Se había consumado la mayor traición histórica del anarquismo. Los principios anti estatistas y libertarios volaron en mil pedazos y desaparecieron al entrar en la administración del gobierno catalán. Todos los ministerios y servicios públicos contaron con “funcionarios y consejeros” cenetistas y faístas. Hasta en labores de policía interna participaron los anarquistas con la institucionalización de los Servicios de Investigación de la CNT-FAI dirigido por Manuel Escorza del Val.(44) El anarquismo mostró que su estrategia era impotente para conducir a la victoria a la clase obrera. Era la miseria de su estrategia. ¿Pero no hubo otra alternativa anarquista que criticara semejante traición y planteara el camino de la revolución? La única corriente del anarquismo que criticó semejante acto de traición fue la Agrupación Amigos de Durruti. Fue recién a principios de 1937, cuando las fábricas comenzaron a ser dirigidas por los interventores republicanos y no por los obreros, que dicha agrupación saltó a la escena. ¿Era tarde para hacer algo? No, según León Trotsky había una esperanza real de cambiar el rumbo(45) . Pero para dar un vuelco había que romper con el gobierno administrado por socialistas, republicanos, estalinistas y anarquistas e imponer un programa revolucionario que hiciera el llamado a todos los obreros y campesinos del país de que la lucha contra el fascismo solamente se ganaría mediante el programa y los métodos de la revolución proletaria y no sosteniendo por izquierda a la podrida y deslegitimada República burguesa. Pero no había partido revolucionario. Este no se había construido en el tiempo que se construyó el anarquismo. ¿La Agrupación Durruti podía ser una alternativa? Si la revolución española dio lo peor del anarquismo en su historia, también pudo dar lo mejor. Pero lo mejor que pudo dar se vio obstaculizado y limitado por la misma estrategia de la cual era parte. Los Amigos de Durruti establecieron una crítica correcta a la CNT-FAI y apoyaron el alzamiento contra la intervención del Estado en los organismos obreros. Ese alzamiento se conoció como “los hechos de mayo de 1937”. Esta Agrupación señaló correctamente que había que desplazar a la contrarrevolución gobernante y que había que formar una “Junta revolucionaria”. Es decir,

43. Lluis Companys le dijo a García Oliver: “(…) si así lo estimáis, con todo gusto os hago entrega de la Presidencia de la Generalidad (…)”. García Oliver respondió: “Puede continuar siendo Presidente. A nosotros no nos interesa nada referente a la presidencia ni al gobierno”. En una entrevista realizada en 1950, Oliver sostuvo que: “(…) Por nuestra parte, y así lo estimaba la CNT-FAI, entendimos que debía seguir Companys al frente de la Generalidad, precisamente porque no habíamos salido a la callea luchar concretamente por la revolución social, sino a defendernos de la militarada fascista”. Ver: Guillamón, Agustín, op. cit., pp. 54-55. 44. Guillamón, Agustín, op. cit., p. 90. 45. Trotsky, León, La revolución española, El puente editorial, Colección La Pluma. I. “La lección de España (última advertencia). Bolchevismo y menchevismo en España”, pp. 116-135. 46. Guillamón, Agustín, op. cit., p. 168.

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ideas centrales que sintetizan el folleto y que constituyen una impresionante autocrítica del rol del anarquismo en la revolución. El folleto contiene tres ideas fundamentales: primero, la inmensa mayoría de los trabajadores estaba al lado de la CNT, pero esta carecía de una teoría revolucionaria para vencer. Segundo, la CNT fue derrotada por la ausencia de un programa revolucionario que empujara a los trabajadores a las últimas consecuencias que eso implicara. Tercero, había que conformar una “Junta Revolucionaria” que se encargara de asuntos de Gobierno junto con sindicatos. Balius, cuando afirmaba que había que llevar la “revolución con todas sus consecuencias” nos permite inferir que no era otro camino que la toma del poder político. Dicho texto constituye el balance más crítico que se ha realizado desde dentro del anarquismo de su propio actuar en la revolución. Pero contiene el gran límite de que en tanto que anarquistas mantuvieron el rechazo a la construcción de un partido revolucionario de conformación leninista, única vía para hacer triunfar la revolución. Si la Agrupación Los Amigos de Durruti hubiese consumado su cometido se habría anulado a sí misma como corriente anarquista, transformándose en otra cosa que no podía ser más que un partido marxista. Esto significa que no había otro destino para el triunfo de la revolución que lo mejor del anarquismo español se superase a sí mismo 47. Ver el Manifiesto de la Agrupación Los Amigos de Durruti en: Guillamón, Agustín, op. cit., pp. 144-147. El folleto “Hacia una nueva revolución” publicado en enero de 1938 constituye la profundización del balance publicado por la Agrupación en junio de 1937. Ver: Guillamón, Agustín, op. cit., pp. 177-190. 48. Trotsky, León, La revolución española, op. cit., pp. 138-150. 49. Ver: Miranda, Nicolás, “Los trotskistas en dictadura”, Revista La Batalla Nº 4 (en prensa). 50. Por trotskismo de Yalta entendemos el proceso de degeneración de la Cuarta Internacional durante la posguerra. En el nuevo escenario histórico caracterizado por la “guerra fría”, el trotskismo no estableció un nuevo marco estratégico, adaptándose en su defecto a las condiciones impuestas por el imperialismo y la burocracia soviética. Ver: Albamonte, Emilio y Romano, Manolo, “Trotsky y Gramsci. Convergencias y divergencias”, Revista Estrategia Internacional Nº 19, 2003

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y se transformara en un partido revolucionario que luchara por la toma del poder. Pero eso no ocurrió. La Agrupación Los Amigos de Durruti es lo más revolucionario que ha dado el anarquismo hispánico enmarcado dentro de sus propios límites filosófico-políticos. Plantearse una organización con una teoría revolucionaria y con un programa revolucionario no es otra que la de un partido revolucionario. La lección de la revolución española quedó graficada de manera contundente por Trotsky en un artículo titulado Clase, Partido, Dirección. ¿Por qué fue derrotado el proletariado español?, meses antes de ser asesinado por el estalinismo. La lección política es la necesidad histórica de construir un partido leninista de combate que prepare a la clase obrera y el pueblo oprimido para la toma del poder político y la destrucción del Estado burgués(48). Justamente lo que el anarquismo niega como tarea histórica y lo que le pasó una trágica cuenta en España. Después de la flagrante y trágica derrota del proceso revolucionario en 1939, vino la segunda gran guerra imperialista que se extendió hasta 1945 con millones de muertos. La Unión Soviética y los partidos comunistas estalinizados a nivel mundial salieron fortalecidos y se plantearon como la única alternativa política a seguir. El trotskismo mantuvo una línea correcta de independencia política de clase durante la guerra ante las democracias liberales y el estalinismo. En Indochina y Grecia logró adquirir influencia en sectores de masas. Sin embargo, terminada la guerra se quebró en varias tendencias iniciando su deriva en una corriente política centrista que llevó a varios de los grupos a transformarse en sectas insignificantes como ocurrió en Chile(49). Durante la posguerra el trotskismo, transformado en un movimiento centrista, solamente logró adquirir una influencia relativa en Francia durante la década del 60 y parcialmente en Argentina en la década del 70. Dicho fenómeno histórico lo denominamos “trotskismo de Yalta”.(50) Por su parte el anarquismo a nivel mundial agudizó su crisis política y sobrevivió oculto en algunas corrientes sindicales a nivel nacional. ¿Era el fin del anarquismo? ¿A caso la revolución española no había enseñado a sus propias filas que el anarquismo carecía de una estrategia revolucionaria?


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En 1956 se fundó la FAU. Fue una síntesis entre el proceso de auge sindical del Uruguay de los años 40 y 50 expresado en la experiencia de los gremios solidarios(52) y de la sobrevivencia de la militancia anarquista de las Juventudes Libertarias (JJLL) de los años 30. Nos interesa rescatar brevemente las lecciones que extrajo la FAU para lo que finalmente será su “innovadora” conclusión: la necesidad de construir un partido anarquista. En el momento de su fundación la FAU se propuso crear una organización específica del anarquismo que pudiese enfrentar el problema que había llevado a la crisis al anarquismo de la preguerra: el no saber enfrentar la estatalización de lo social. Al respecto, la FAU planteó superar la tradición anarcosindicalista del periodo 1900-1930, en especial el “criticismo total” a la legislación laboral. Esto los llevó a aceptar a los sindicatos legales y la protección social del Estado. Entendiendo la nueva situación histórica mundial, la FAU se propuso crear un genuino movimiento libertario que luchara por la revolución bajo estas nuevas coordenadas de la época del Estado de bienestar social. El viejo sectarismo anarcosindicalista se había superado. Pero ocurrió un hecho que potenció aún más la necesidad de construir un nuevo movimiento anarquista. La revolución cubana en 1959 abrió una nueva luz de esperanza a toda la extrema izquierda que se había aislado ante el enorme prestigio triunfante del estalinismo de la posguerra. La revolución cubana fue dirigida por un partido no estalinista y dio el salto inmediato a la revolución socialista sin detenerse en la etapa democrática burguesa. Si bien la extrema izquierda marginal personificada en el trotskismo y el anarquismo se llenó de esperanzas para salir adelante, ambos integraron acríticamente la forma en que se había logrado la revolución en Cuba. Había nacido una nueva forma de organización revolucionaria: el partido ejército y el foco guerrillero. El ala mayoritaria de la FAU denominada “nueva izquierda” apoyó desde un principio a la revolución cubana sin ninguna crítica a la dirección castrista.(53) La revolución cubana dejó una enorme impronta en la construcción de la FAU a partir de los años 60 y por ende trajo enormes contradicciones en su acción política.

En primer lugar, se pasó de un internacionalismo proletario a un latino-americanismo de corte guevarista que integró de manera ambigua que la lucha principal era entre los pueblos oprimidos y el imperialismo. Esto produjo una ambigua separación entre la lucha anti capitalista (contradicción principal capital/trabajo) y la lucha anti imperialista que les impidió diferenciar las contradicciones de clase al interior de los movimientos de liberación nacional dirigidos por burguesías nativas. En segundo lugar, la FAU integró la noción guevarista de luchar por la revolución socialista saltándose la etapa democrática burguesa. Esto implicó negar cualquier rol progresista a las burguesías nacionales latinoamericanas consideradas aliadas locales del imperialismo contra la clase obrera(54). De este modo, la FAU se propuso la lucha por la revolución pero sin especificar si esto constituía la conquista del poder, mostrando una vez más el clásico y tradicional límite del anarquismo. Por último y lo más importante, la revolución cubana convenció a la FAU de que había que dotarse de una organización política combativa, funcional y disciplinada que preparara a las vanguardias para la revolución.(55) La in-

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La Federación Anarquista Uruguaya (FAU), el partido anarquista y la integración ambigua del marxismo(51)

51. Agradecemos a los compañeros de Juventud Revolucionaria Internacionalista de Uruguay por los comentarios y críticas respecto a este apartado. 52. Al respecto ver: Cores, Hugo, La lucha de los gremios solidarios (1947-1952), Editorial Compañero, Ediciones de la Banda Oriental, 1989. 53. Para establecer la estrategia de la FAU nos hemos basado en la síntesis de Rey Tristán, Eduardo, A la vuelta de la esquina. La izquierda revolucionaria uruguaya. 1955-1973, Editorial Fin de Siglo, pp. 185-258. La polémica que se dio en torno a la integración estratégica de la revolución cubana se dio entre la minoría principista dirigida por Luce Fabbri (hija del teórico anarquista italiano Luigi Fabbri) y la mayoría perteneciente a la “nueva izquierda” de José Jorge Martínez. Ver: Rey Tristán, Eduardo, op. cit., pp. 207-218. 54. Al respecto ver un artículo de la FAU publicado en 1968 y titulado: “En el Uruguay tampoco hay lugar para la política de la llamada “burguesía nacional”, en: Mechoso, Juan Carlos, Acción Directa Anarquista. Una historia de FAU. Tomo IV, Ediciones Recortes, 2005, pp. 82-84.

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tegración ecléctica y ambigua de la concepción de partido de vanguardia implicó reafirmar los principios federalistas libertarios para evitar caer en el “autoritarismo leninista”. Sin embargo, adoptaron formas de organización propias de un partido guerrillero como fue la Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales (OPR-33) cuya función era realizar atracos a bancos y robo de armas para apoyar las luchas sindicales y populares. Debemos precisar que la FAU no fue del todo foquista. La FAU combinó sindicalismo sin perspectiva política clara con militarismo y sustitucionismo de la vanguardia obrera y sus organizaciones. Si bien la OPR-33 fue pensada como un aparato armado que debía “suplir” a la autodefensa obrera, en la práctica terminó sustituyendo el rol de la autodefensa de los trabajadores y la perspectiva de las milicias obreras. De este modo, se inició el camino de un partido anarquista que pasó a formar parte de la denominada “izquierda revolucionaria” latinoamericana. Lo que diferenció a la izquierda revolucionaria de la izquierda reformista fue la opción por la vía armada.(56) Como veremos, la debilidad de optar por esta vía residió en no saber cómo debía realizarse dicha lucha armada, si mediante la insurrección de masas basados en sus organismos de auto-organización, o si debían realizarlas grupos armados montados sobre las masas. La combinación contradictoria entre sindicalismo y militarismo sustitucionista fue clave al momento de definir el accionar de la FAU durante el ascenso revolucionario del periodo 1968-73. En 1963, la FAU publicó un folleto titulado “Reinventar el Anarquismo”(57) en el que se planteó la necesidad de superar el viejo dogmatismo principista anarquista que según la FAU había sido responsable de la transformación

del anarquismo en una corriente marginal del movimiento de masas. Esto significó abrirse a nuevas teorías en boga en los años 60, en especial el marxismo. Como dijera el dirigente anarquista Juan Carlos Mechoso, había “que refrescar nuestra ideología, había que “reinventarla” para que resultara operativa en esta nueva coyuntura histórica”.(58) En efecto era una nueva época de ascenso revolucionario marcado por la revolución cubana, el auge del marxismo y del movimiento obrero organizado, no solo en Europa sino que también en Latino América. De esta manera, a fines de la década del 60, la FAU roturó la construcción de un partido que denominó de “intención revolucionaria”. Esta nominación se realizó para diferenciarlo de la concepción leninista de revolucionario a secas y como una directa alusión al conjunto de la “izquierda revolucionaria” de conformar un frente común. Esto los llevó a mantener una relación no libre tensiones con el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T). El concepto “intención revolucionaria” forma parte del lenguaje político recurrente de la OCL-FEL. Pero la “intención” de hacer la revolución no era más que una manera sutil de negarse una vez más a la tarea de construir un partido revolucionario que dirigiera a las masas a la conquista del poder político. Debemos afirmar que la concepción de construir un partido anarquista no es original de la FAU. Como vimos más arriba, ya se había insinuado con la Plataforma de la Unión General de los Anarquistas del grupo Dielo Troudá y se explicitó recién con George Fontenis en su “Manifiesto Comunista Libertario”. Sin embargo, la importancia de la FAU reside en que fue la corriente anarquista con mayor éxito relativo en construir un partido libertario con inserción real en las masas explotadas y oprimidas de su país. Por esta razón la OCL-FEL tomó el legado de la FAU que es lo más cercano en el tiempo histórico que se tiene de un anarquismo ligado a la lucha de clases. 55. Mechoso, Juan Carlos, op. cit., p. 80. El ascenso obrero del periodo 1968-73 constituyó la gran prueba para la FAU. Los libertarios formaron parte 56. En Chile fue el MIR. activa de la Tendencia Clasista (TC) que agrupaba en su seno a un tercio de los sindicatos pertenecientes a la Confe57. Ibid, pp. 65-67. deración Nacional de Trabajadores (CNT).(59) El resto de la 58. Ibid, p. 65. central estaba dirigido principalmente por el PC. En la TC no solo se encontraba la FAU, sino que también los Tupamaros, 59. La CNT uruguaya agrupaba a la totalidad de los sindicatos de los Grupos de Acción Unificadora (GAU), corrientes sindicaUruguay. les históricas como la del dirigente textil Héctor Rodríguez

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troizquierda burguesa. El FA es actualmente la coalición gobernante del Uruguay, cuyo Presidente es el ex tupamaro Pepe Mujica. Los anarquistas que consideraron dicho acto como una traición a la tradición anti autoritaria del anarquismo refundaron la FAU en 1986, pero bajo el nuevo marco de la restauración burguesa que ya hemos hecho alusión más arriba. La FAU actualmente es un grupo que no posee la fuerza sindical de antaño. Sin embargo, ocupan un espacio importante en el arco de la extrema izquierda uruguaya siendo la organización con mayor presencia en el movimiento sindical. Actualmente dirigen el sindicato de Taxis de Montevideo, codirigen el sindicato docente de Montevideo y mantienen una importante oposición metalúrgica al PC. Pero como dijimos más arriba, a pesar de tener una presencia significativa en el movimiento sindical uruguayo, la FAU se adaptó al marco ideológico de la restauración burguesa. Esto se expresa concretamente en la adopción de postulados autonomistas y el discurso de los “nuevos movimientos sociales” propios de la década del 90. En la práctica esto se tradujo en la transformación de la FAU en una organización anarco-autonomista que ha atenuado su “discurso clasista” de antaño y que por lo tanto separa corporativamente la lucha sindical de la organización en las juntas barriales. Un sector mayoritario de la FAU de los 70 terminó transformándose en un partido reformista del régimen burgués, el PVP. Otro sector minoritario se opuso a dicha conversión y reflotaron el proyecto anarquista de la FAU a fines de los 80 pero adaptándose a las coordenadas de la restauración burguesa. ¿Cuál es el camino que está roturando la OCL-FEL? ¿Hacia dónde se dirigen los libertaros chilenos?

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(“La Corriente”) y grupos menores como el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO). Como una forma de desviar y contener el ascenso obrero, en 1971 se fundó el Frente Amplio. La Resistencia Obrera Estudiantil (ROE), frente de masas de la FAU adquirió una posición ambigua ante este nuevo fenómeno centroizquierdista de masas. La ausencia de una claridad estratégica ante el FA los desarmó políticamente cuando la mayoría de la TC se integró a esta. De este modo, llegado el momento de plantearse una situación prerrevolucionaria en el Uruguay de los 70, los anarquistas uruguayos cayeron otra vez en la misma trampa que habían caído los anarquistas en otras situaciones históricas. Por un lado, la FAU se centró en la lucha sindical separándola de la lucha armada que correspondía a grupos clandestinos. Cuando se realizó el golpe militar el 27 de junio 1973, la respuesta obrera no se hizo esperar iniciando una huelga general de 15 días en que se enfrentó a las Fuerzas Armadas. Se planteó objetivamente el problema del poder en Uruguay, el control obrero, las milicias de autodefensa y la perspectiva de desarrollar organismos de auto-organización de tipo soviético. La contradicción entre insurrección armada de masas e insurrección de grupos armados sumado a su concepción sindical sin claridad respecto al problema del poder político, hizo que la FAU no se planteara ninguna de las alternativas objetivamente planteadas en la perspectiva de la conquista del poder. Por el contrario, se limitó a lanzar el documento de las FFF(60) que denunció el “modelo sindical” de la burocracia mayoritaria de la CNT compuesta por el PC y el PS. Con el golpe militar, la FAU se replegó a Buenos Aires donde un sector mayoritario dirigido por Hugo Cores y la ROE tomaron la decisión tardía en 1975 de disolver a la FAU y fundar el Partido de la Victoria del Pueblo (PVP) que adoptó un programa marxista. El PVP fue el resultado de años de combinación ecléctica de marxismo, anarquismo y guerrilla por parte de la FAU. Ejemplo de esto fue que a nivel internacional apoyó la línea política de la Yugoslavia de Joseph Broz Tito para diferenciarse de la burocracia soviética y china. La ausencia de una estrategia revolucionaria clarividente presente desde los orígenes de la FAU, hicieron que el PVP terminara entrando en la década del 80 al actual FA, transformado en una coalición de partidos de la cen-

La “ruptura democrática” y la vía de construcción del partido (anarquista) del ala izquierda de la colaboración de clases

Hemos realizado un análisis del periodo de restauración burguesa en el cual la OCL-FEL surgió como corrien60. Federación de Obreros y Empleados de la Bebida, Federación Uruguaya de la Salud y el Sindicato de la Fábrica Uruguaya de Neumáticos Sociedad Anónima (FUNSA).

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te. También integramos una revisión historiográfica de los momentos estratégicos clave del anarquismo internacional: Dielo Trouda, el Manifiesto Comunista Libertario de Fontenis, la experiencia histórica del anarquismo chileno, español y uruguayo, respetando sus potencialidades y límites acorde a su situación histórica. Ya tenemos una comprensión clara de los fundamentos teóricos y las tradiciones anarquistas que reivindica la OCL-FEL. A continuación veremos algunos de sus pasos prácticos haciendo especial énfasis en los debates estratégicos de la “ruptura democrática”, la “multi-sectorialidad” y su relación con el chavismo en Venezuela.

La hora de definiciones políticas: Marcel Claude y la estrategia-programa de la “ruptura democrática” la candidatura de

Pasaron 10 años de consignas como “arriba los que luchan”, “poder popular” y “luchar por la ingobernabilidad”. Pero con la coyuntura de las elecciones presidenciales del año 2013 las consignas bajaron a tierra y adquirieron cuerpo material. Se pasó de las ideas a los hechos concretos. En septiembre del 2013 el FEL publicó una declaración en la cual se saludó “el esfuerzo de la unidad de la izquierda en sus ejes programáticos y políticos, como convocatoria que está convergiendo en el espacio de Todos a la Moneda, ya que abre la posibilidad para construir un movimiento político y social amplio posterior a las eleccio61. http://fel-chile.org/declaracion-publica-fel-chile-frente-a-la-coyuntura-eleccionaria-2013/. 62. Ver: http://www.ptr.cl/nacional/lucha-de-clases-animo-a-izquierda-y-la-candidatura-de-marcel-claude-una-democracia-radicalque-no-va-a-la-raiz/. 63. Ver el programa de Marcel Claude, “8 ejes programáticos. Crear una sociedad libertaria”. 64. http://periodico-solidaridad.blogspot.com/. 65. http://www.elciudadano.cl/2013/11/04/97420/declaracion-nacional-de-ocl-ex-ocl-chile/. 66. Ibid. 136

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nes presidenciales. En particular, respaldamos a los y las compañeras de Red Libertaria, pues compartimos con ellos/ as la estrategia de Ruptura Democrática.”(61) ¿Cuál era ese espacio de Todos A La Moneda (TALM)? Desde el PTR realizamos un análisis de dicha coalición(62) que buscaba dar expresión política a las luchas sociales que se venían desarrollando desde el 2011 en Chile, en especial al movimiento estudiantil. TALM se constituyó en una coalición política que impulsó un programa político de demandas progresivas (educación, vivienda, salud) cuyo límite fue el respeto a la propiedad privada buscando acuerdos con los empresarios de todos los tamaños. No constituyó un programa de independencia de clase ni anti capitalista. Por otro lado, el objetivo de TALM era construir un nuevo “instrumento político de las mayorías” que buscara integrar a los pequeños y medianos empresarios. Esto no apuntaba a otro camino que buscar armonizar los antagonismos sociales a partir de un nuevo consenso: el anti neoliberalismo. Los anarco-comunistas están en la lucha por el socialismo. No cabe duda. Pero cayeron en la trampa de la restauración burguesa. Esta trampa implica considerar una etapa previa que genere las condiciones necesarias para fortalecer orgánicamente al “movimiento popular”. Esto implica unificar a la “disgregada izquierda de intención revolucionaria” bajo un “consenso anti neoliberal” considerado necesario para impulsar y movilizar a las masas. La expresión política de este consenso anti neoliberal lo dio la candidatura de Marcel Claude. Anti neoliberal, no anti capitalista.(63) Y las tensiones políticas internas no se hicieron esperar en la izquierda libertaria. El 3 de noviembre del 2013 una fracción de la OCLFEL que se opuso a la dirección mayoritaria de apoyar al candidato pequeño burgués anti neoliberal Marcel Claude, publicó en el periódico Solidaridad(64) un manifiesto titulado “Declaración nacional de OCL (ex OCL Chile)”. El artículo fue censurado de la web del periódico por lo que se puede obtener en www.elciudadano.cl.(65) En dicho manifiesto se afirmó que “un sector minoritario, pero amparado en cargos de dirección, dio un salto programático a algo tan relevante como hacerse parte de la campaña presidencial de Marcel Claude mediante un órgano, en principio ilegítimo dentro de la organización, como es Red Libertaria.”(66) Las respuestas de las redes libertarias que acordaron apoyar una


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migos del modelo neoliberal, en este momento se han aliado con sus defensores.(71) Para Ramírez la “ruptura democrática” busca generar condiciones para fortalecer al mundo popular en la perspectiva de una “democracia de masas”. Para García la ruptura con el legado de la dictadura militar debe forjar una “nueva institucionalidad”. Si esta ruptura democrática y nueva institucionalidad es apoyando candidatos anti-neoliberales, nos parece que esta democracia no puede ser otra más que aquella en la cual los trabajadores vean en un gobierno capitalista progresista el defensor de sus conquistas políticas y económicas. Es decir, se hace hincapié en confiar la fuerza del “movimiento popular” en un gobierno burgués progresista que permita abrir espacios a través de los cuales los explotados y oprimidos puedan desarrollar sus organismos y conquistar sus demandas. Los trabajadores se transformarían en defensores del gobierno “progresista” que ha generado las condiciones para obtener sus exigencias. Sin embargo, la estrategia es otra. Las demandas se obtienen con los métodos de la lucha de clases: huelgas, paros, tomas de empresas y el enfrentamiento con la policía e incluso con el ejército. El

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candidatura anti neoliberal sin delimitación de clase no se hicieron esperar. Respondió el ex secretario general de la FECh 2012, Felipe Ramírez(67) y la Brigada de Unidades Muralistas Luchador Ernesto Miranda (UMLEM)(68). Con esto se buscó cerrar filas y poner paños fríos a la polémica. Cerrando filas, Felipe Ramírez reafirmó su apoyo a la candidatura de Marcel Claude bajo el argumento de que expresaba coyunturalmente una de las tantas formas que podía adquirir la denominada estrategia de la “ruptura democrática”.(69) Para el ex secretario general de la FECh, “el objetivo de la Ruptura Democrática es generar condiciones para superar tanto la institucionalidad autoritaria que bloquea las demandas populares, realizando transformaciones que permitan avanzar hacia una democracia de masas[2], como aportar al proceso de rearticulación del campo popular y de la izquierda en su conjunto. De esta forma, no es una propuesta a corto plazo sino que de manera clara apunta a ser una orientación para los próximos años, ni tampoco decanta necesariamente avanzar hacia un “gobierno popular” como el configurado en países como Venezuela o Bolivia[3], sino que su centro está sobre todo en el fortalecimiento orgánico y político del movimiento popular.”(70) La “ruptura democrática” no apunta a avanzar a un “gobierno popular” como en Venezuela y Bolivia. Pero TALM tenía como referente el gobierno de Hugo Chávez. ¿A qué gobierno se quiere avanzar? Según Manu García, “El empuje democratizador expresado en las protestas populares que se desarrollan de norte a sur del país y que convocan a amplios sectores sociales puede concretarse en una ruptura con el legado pinochetista, que se exprese en una nueva institucionalidad, en una soberanía efectiva sobre los recursos naturales y los sectores estratégicos de la economía, en una legislación laboral que proporcione una mejor correlación de fuerzas para el mundo del trabajo, en un nuevo modelo económico redistributivo y con derechos sociales garantizados, en la repatriación y nacionalización de los fondos de pensiones. (…) forjar juntos un referente político que sostenga un programa de transformaciones de fondo, que enfatice la necesidad de una ruptura democrática con el actual ordenamiento institucional heredero del pinochetismo y que, además de devenir en un actor con fisionomía y personalidad propia, pueda erigirse como polo de atracción/tensionamiento para quienes, aun siendo ene-

68. http://www.sicnoticias.cl/movimiento-social/2013/11/06/brigadas-muralistas-umlem-chile-y-la-estrategia-de-ruptura-democratica-de-la-izquierda-libertaria/. 69. Un artículo que desarrolla con mayor profundidad la estrategia de la OCL-FEL a partir del 2013 es el de: Álvarez, Martín y Ramírez Diego, “La democracia de masas: una apuesta libertaria para el actual periodo”, 2 de agosto del 2013. En: http://cel-arg. org/blog/2013/08/02/la-democracia-de-masas-una-apuesta-libertaria-para-el-actual-periodo/#more-330. 70.http://periodico-solidaridad.blogspot.com/2013/11/declaracion-nacional-de-ocl-ex-ocl-chile.html. Ver también: García, Manu, “La izquierda libertaria más allá de las elecciones”, 1º de agosto del 2013. En: http://www.perspectivadiagonal.org/la-izquierda-libertaria-mas-alla-de-las-elecciones/; 71. García, Manu, “Hacia una ruptura democrática con el legado dictatorial: construyamos alternativa política”, 30 de septiembre del 2013. En: http://www.perspectivadiagonal.org/hacia-una-ruptura-democratica-con-el-legado-dictatorial-construyamos-alternativa-politica/. Negrillas nuestras.

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desarrollo de organismos de auto-organización de los trabajadores es esencial para forjar una subjetividad de independencia de clase. Por eso es tan importante plantear con claridad una estrategia revolucionaria que prepare a los explotados y oprimidos en cada posición conquistada (dentro de los límites del régimen burgués) en la perspectiva de la conquista del poder político. De lo contrario, cuando el régimen capitalista haya estirado al máximo sus márgenes, la única salvación de la propiedad privada será el fascismo o la dictadura militar burguesa. La experiencia de la Unidad Popular nos enseñó esa gran lección. Marcel Claude no aprendió la lección. ¿La OCL-FEL aprendió la lección? Meses más tarde, el libertario Daniel Pérez publicó un artículo que defendía la participación de los anarquistas en las elecciones bajo coyunturas específicas y la utilización de cargos en el Estado burgués. El autor se basó en ejemplos históricos como: la FAU en 1975 en la fundación del PVP y su llamado a elecciones, la participación de los anarquistas en el gobierno republicano de España en 1936, e inclusive la alusión del apoyo de Bakunin a Giusseppe Fanelli, anarquista italiano que fue electo diputado en 1870.(72) Los marxistas revolucionarios no tenemos problemas de principio como el anarquismo en participar del parlamento empresarial. La lógica leninista de partido concibe las diputaciones parlamentarias o cargos municipales como tribunas desde donde impulsar el programa revolucionario para influenciar a sectores de masas. Es un recurso táctico en función de la estrategia por la revolución socialista. En este sentido, los trotskistas del PTR estamos por un parlamentarismo revolucionario. Los cargos legislativos solamente cumplen la función de servir de punto de apoyo para desarrollar todos los fenómenos de auto-organización de la clase trabajadora, el movimiento estudiantil u otras movilizaciones populares. La renta recibida por participar en un cargo del Estado burgués debe servir para fortalecer las lu72. Pérez, Daniel, “Los libertarios y la “problemática electoral”, 18 de octubre de 2013. En: http://www.perspectivadiagonal.org/los-libertarios-y-la-problematica-electoral/. 73. Al respecto ver: Valenzuela, Juan, “El Bolchevismo y la participación en las elecciones hoy”, 24 de octubre de 2013. En: http://www. ptr.cl/nacional/el-bolchevismo-y-las-elecciones-burguesas-hoy/.

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chas obreras y populares. Así es como ha actuado nuestra organización hermana en Argentina, el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) ocupando una diputación nacional en Mendoza con Nicolás Del Caño. Por esto mismo, los trotskistas no estamos en contra de participar de las campañas electorales presidenciales. Si no participamos de estas el 2013 fue por una correlación de fuerzas desfavorable, en la cual todavía no surgen fenómenos sindicales clasistas y combativos que posibiliten la confluencia de un programa político de independencia de clase. Por eso el PTR agitó la consigna de que hacía falta una candidatura obrera independiente de cualquier variante patronal. Solamente un programa anti capitalista y revolucionario para las elecciones presidenciales puede servir como tribuna para llegar sobre amplias capas de la clase trabajadora y su vanguardia.(73) Por el contrario, los libertarios no solo participaron de la coyuntura electoral, sino que apoyaron a un candidato que no era anti capitalista ni revolucionario. La OCL-FEL confió el apoyo del “movimiento popular” y del “poder popular” a un candidato pequeño burgués radicalizado cuyo programa buscaba armonizar el conflicto entre el capital y el trabajo. Una vez más, la negación histórica del anarquismo por dotar a la misma clase obrera de su propio programa de independencia de clase trae como consecuencia la afirmación de su apoyo a programas políticos burgueses progresistas. Si los libertarios apoyasen un programa revolucionario de independencia de clase, eso los llevaría directamente a plantearse el problema de la conquista del poder político por parte de los trabajadores y sectores populares, que como sabemos, el anarquismo siempre ha buscado eludir. Como hemos visto a lo largo de este artículo, entre más cerca de la lucha por el poder, mayores son las contradicciones del anarquismo o comunismo libertario. Resulta notable que ante un fenómeno electoral, cuando todavía no hay situaciones de ascenso de lucha de masas, la OCL-FEL haya tenido un terremoto interno por semejante opción. ¿Qué pasará cuando salga a la calle masivamente el movimiento obrero en Chile? ¿Qué pasará si se produce un fenómeno sindical reformista pro nacionalista burgués? ¿Qué pasará si en alguna situación histórica triunfa un gobierno con un programa similar al de TALM? ¿Cuál será la ubicación política de los libertarios? Solamente su actuación real en la lucha de clases podrá responder estas preguntas.


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sobre el conjunto de los explotados y oprimidos.

La “multi-sectorialidad” constituye el otro indicador de la adaptación ideológica de la OCL-FEL a la restauración burguesa. En dicha consigna se diluye completamente la centralidad del trabajo. La alianza revolucionaria de la clase trabajadora y capas sociales explotadas y oprimidas es reemplazada por la unidad multisectorial. La “multi-sectorialidad” no es más que un neo corporativismo en el cual las distintas luchas se mantienen separadas entre sí, retomando el clásico federalismo anarquista de mantener las luchas separadas tanto en la acción como en el programa, bajo el argumento de que su centralización democrática conducirá al autoritarismo y la pérdida de la autonomía de cada gremio. Peor aún, con la multi-sectorialidad pierde toda importancia la lucha independiente de la clase trabajadora. Si bien los libertarios buscan unificar las movilizaciones, al no tener hegemonía obrera, los movimientos se despliegan en distintos tiempos de lucha lo que en la práctica se traduce en su separación. Esto obstaculiza la posibilidad de que la clase trabajadora logre integrar en sus demandas las reivindicaciones de los demás sectores populares. A través del FEL, la OCL busca elaborar un proyecto político popular que integre las demandas multisectoriales desde el movimiento estudiantil. Para esto poseen posiciones importantes como es la dirección de federaciones estudiantiles como la FECh. El movimiento estudiantil ha sido el “movimiento social” más dinámico en la historia de Chile durante los últimos 15 años. Son el movimiento social que ha impuesto la agenda política a los gobiernos de turno. No así los pobladores y trabajadores. En 1997-1998 irrumpieron los universitarios de las estatales. El 2006 lo hicieron los secundarios. El 2011 los secundarios y universitarios quebraron la “pax” burguesa de 20 años de democracia protegida. Pero como sujeto poseen el gran límite de no poner en jaque la propiedad privada. Pueden cuestionarla y rozar a un sector empresarial: el de la educación. Pero no pueden mostrar una alternativa totalizante al capitalismo. El movimiento estudiantil no es una clase social. Es una capa social heterogénea en la

que repercuten los fenómenos de la lucha de clases. Por esto los marxistas buscamos construir alas revolucionarias al interior del movimiento estudiantil que busquen hacerlo confluir con el sujeto que puede superar el capitalismo: la clase trabajadora. Al contrario de la OCL-FEL, el PTR da una lucha incansable por transformar a la clase trabajadora chilena en sujeto hegemónico de la lucha de todos los sectores explotados y oprimidos. No queremos construir un movimiento popular sin delimitación de clase. Queremos construir un movimiento obrero revolucionario que dirija a los sectores populares en la lucha por el socialismo. Por esto en las asambleas de preparación del 8 de marzo dimos la batalla política para que las tradicionales demandas del Día de la Mujer salieran de lo corporativo e integraran reivindicaciones del mundo laboral, en particular de la mujer trabajadora. Por esto dimos la batalla junto a las compañeras trabajadoras de Pan y Rosas para que asistieran dirigentes y trabajadores sindicalizados, cuya asistencia fue todo un éxito.(74) Integrar las demandas de todos los explotados y oprimidos en un todo programático hegemonizado por el programa de la revolución proletaria es estratégico y esencial en el triunfo de la revolución. Por eso luchamos para que los sindicatos hagan suyas las demandas de la mujer obrera, pobre y estudiante. Por eso luchamos con los compañeros de la agrupación Alternativa Obrera por un nuevo Código Laboral que garantice el derecho de huelga y el paso de todos los trabajadores a planta (el 70% de los subcontratados son mujeres), entre una serie de demandas.

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La estrategia de la “multi-sectorialidad” o negarse a la hegemonía de la clase trabajadora

El campo popular: el sujeto estratégico del bloque anti neoliberal

Los marxistas creemos en la hegemonía de la clase trabajadora sobre el conjunto del pueblo oprimido. Por el contrario, el concepto de “mundo popular” o “campo popular” contiene un sujeto abstracto en el que se diluye la centralidad del trabajo. El campo popular constituye una reedición de la ambigua formulación gramsciana de “bloque histórico”(75) , es decir, forjar un bloque contra hegemónico 74. Ver: http://panyrosas.cl/pyr/destacados/santiago-asamblea-abierta-para-preparar-el-8-de-marzo/.

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de las clases subalternas. Pero este bloque popular por el ran al neoliberalismo, no lo harán contra el capitalismo. El que aboga la OCL-FEL no posee delimitación de clase. Esto problema tiene su raíz en el mismo concepto de lo popular. constituye un peligro estratégico, ya que abre la puerta a Lo popular alude a los excluidos, marginados, exintegrar a clases y capas sociales que si bien se enfrenta- plotados y oprimidos por el sistema económico y político. Son los dominados, los que no ven satisfechas sus deman75. No hay espacio en este artículo para analizar el concepto de das por un sistema político determinado. Lo popular tiene “bloque histórico” utilizado por Gramsci. Solamente nos remitire- su origen en el concepto de pueblo. En la antigua Roma, mos brevemente a su acepción. Se encuentra en varios de sus el pueblo fue concebido como populus: el cuerpo de los escritos, en los Quaderni del Carciere, y en escritos anteriores a ciudadanos. Pero dentro de este se encontraba la plebs: estos. Gramsci lo utilizó para referirse a la necesidad de crear una los menos privilegiados del pueblo. Estos constituyeron los alianza revolucionaria de clases (subalternas) para avanzar en la dominados que lucharon por su derecho a ser “pueblo”, es “conquista de posiciones” para enfrentar al Estado capitalista. En decir, a ser el populus legítimo.(76) esta alianza debía participar la clase obrera. Sin embargo, no seEl pueblo y lo popular se identifican con el campo ñaló si esta dirigiría el bloque, y tampoco delimitó cuales serían social de los dominados, en antagonismo con el de los domilas clases aliadas (subalternas) que lo compondrían. Estas ambigüedades permitieron que después de la Segunda Guerra Mundial nadores. Ante la complejidad epistemológica y política que (1939-1945), cuando se publicaron los Quaderni, las corrientes trae el concepto de pueblo y lo popular, algunos cientistas socialdemócratas y los Partidos Comunistas post XX Congreso del sociales han preferido hablar de “sectores populares”. Este Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) realizado en 1956, concepto se define por el lugar que ocupan los sujetos solo utilizaran como sostén teórico para formar coaliciones electorales ciales en el conflicto político, más que en las relaciones de con partidos burgueses en su vía pacífica al socialismo. Sobre el producción(77). De este modo, constituye una esfera social concepto de Bloque Histórico utilizado por Gramsci ver: Christine más fluida, que según la situación histórica, varios de los doBuci-Glucksmann. Gramsci y el Estado. Hacia una teoría materialista de la Filosofía. Siglo XXI editores, 1988 [1975], pp. 119-125. minados pueden llegar a ser parte del campo de los dominaEn los Quaderni de Gramsci ver: “Algunos aspectos teóricos y prác- dores. Precisamente, los excluidos, marginados, explotados ticos del economismo”, en: Antonio Gramsci, Antología, Siglo XXI y oprimidos no son lo mismo. editores, 1970, pp.400-409. La explotación parte de un criterio económico (los trabajadores asalariados). La opresión es la anulación y pri76. Respecto al concepto de pueblo y su utilización política ver: vación del desarrollo de las libertades de un sujeto social Laclau, Ernesto, La razón populista, Fondo de Cultura Económica, que no ve satisfechas sus demandas (el pueblo mapuche, 2004, pp. 91-161. los estudiantes, pobladores, por nombrar los más prominen77. Ver: Romero, Luis Alberto, “Los sectores populares como suje- tes). De esta manera, los oprimidos pueden ser explotados tos históricos”, Revista Proposiciones Nº 19, Sur Ediciones, 1990, como no explotados. Además, el concepto de “mundo” se define como la expresión de la totalidad de la sociedad hupp. 268-278. mana. Pero como le añadimos el vocablo “popular”, esto 78. En una de las últimas declaraciones nacionales del FEL (31 de significa que estamos hablando del total de la sociedad huenero del 2014) se sostuvo que el acceso a la educación gratuita mana dominada o menos privilegiada (mundo plebeyo). En debe ser para todos, incluyendo a las Fuerzas Armadas: “Estamos otras palabras, el concepto de “mundo popular” es la unidad dispuestos a avanzar en aquellas (…) reformas que impliquen la de diferentes actores sociales: pobladores, trabajadores garantía irrestricta al derecho a educación pública, gratuita, participativa, de calidad y con acceso igualitario en todos sus niveles asalariados como independientes, pequeños comerciantes, (incluidas las Fuerzas Armadas), cuyos detalles y progresión de- almaceneros, pequeños propietarios, juventud marginada ben ser plenamente consensuados con el movimiento estudiantil, de oportunidades laborales y educacionales, dueñas de organizaciones de profesores y comunidades educativas.” En: casa, entre otros múltiples sujetos. ¿Tendrán cabida los pehttp://fel-chile.org/organizaciones-de-la-izquierda-libertaria-se-pro- queños y medianos empresarios, o la baja jerarquía de los nuncian-sobre-nuevo-ciclo-politico-nacimos-para-vencer-y-no-pa- aparatos de represión del Estado?(78) ra-ser-vencidosas-la-izquierda-libertaria-y-el-nuevo-ciclo-politico/. El concepto campo popular es un abstracto al no

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Todo lo sólido se desvanece en el aire:

“SociaSiglo XXI” en Venezuela

los libertarios y el apoyo al régimen político del lismo (con empresarios) del

Ramírez sostuvo que la “ruptura democrática”, de tomar una expresión electoral, no tenía por qué avanzar a un gobierno tipo Chávez en Venezuela o Evo Morales en Bolivia. Sin embargo, la OCL-FEL ha mostrado su más fraternal apoyo político al régimen político del “Socialismo (con empresarios) del Siglo XXI”(79). Aquí nos limitaremos a la última nota publicada por el sector más reformista al interior de la OCL-FEL. Ante los sucesos ocurridos en Venezuela por la movilización de la derecha golpista, Francisco Sainz sostuvo la más férrea defensa de todas las medidas y reformas impulsadas por gobierno chavista dirigido hoy por Nicolás Maduro. Lo más sorprendente es que no realizó ninguna crítica al actuar represivo de este gobierno hacia los sectores combativos del movimiento obrero organizado y a la omisión del gobierno por el asesinato del dirigente indígena yupka Sabino Romero. En la parte final de su artículo, Sainz remata con las siguientes palabras: “Tomamos partido claramente y sin concesiones por la democratización y socialización del poder político y económico, por la integración latinoamericana y la amistad entre los pueblos. Tomamos partido por la continuidad del proceso bolivariano.”(80) El apoyo de la OCL-FEL al gobierno chavista trajo consigo una violenta respuesta desde el mundo libertario venezolano. En el periódico “El Libertario”, los anarquistas venezolanos se lanzaron en picada contra la declaración de apoyo del FEL al gobierno chavista(81). Después de una plana que analiza cada párrafo de la declaración de los li-

bertarios chilenos, los anarquistas venezolanos terminaron su artículo con el siguiente párrafo: “Claro que los redactores de semejante joya no estarán a gusto con el calificativo de anarco-maduristas. Ellos prefieren llamarse “libertarios” - o “comunistas libertarios” en sus momentos de emoción radical - cuando están en Chile y el resto de Latinoamérica; aunque curiosamente sí se identifican como anarquistas cuando van a promoverse en Norteamérica o en Europa. De todas maneras, vale dejarles el mote porque les calza muy bien.”(82) Esta declaración de sus camaradas venezolanos trajo una innumerable cantidad de respuestas de diversos sectores de la OCL-FEL. Invitamos a leer la nota y sus respectivas respuestas en el link que acompaña la cita anterior. Apoyo a TALM…apoyo al gobierno de Nicolás Maduro…lo nacional tiene su expresión internacional. No pueden desligarse las políticas en ambos niveles. Por el contrario, van unidos. Como mencionamos en nuestro periódico Clase contra Clase N° 213, la OCL-FEL está derivando en una organización anti neoliberal.(83)

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identificar un grupo social hegemónico que posibilite levantar un proyecto histórico que integre al conjunto de los sectores populares en función de construir una sociedad sin clases. De esta manera, la OCL-FEL cae en la trampa del populismo de izquierda: identificar un polo hegemónico (la clase política y las grandes empresas), y otro contra-hegemónico (el mundo popular). Allí reside la debilidad de la estrategia del “poder popular”. Al interior de ese polo contra-hegemónico existen disputas de hegemonía: ¿quién tiene la capacidad de dirigir al conjunto del pueblo oprimido y obtener la resolución íntegra de sus demandas?

La deriva anti neoliberal: ¿Hacia un nuevo partido del ala izquierda de la colaboración de clases? Luchar para generar las condiciones de fortalecimiento del mundo popular apoyando candidaturas anti neo liberales o “progresistas” no es más que hacer la tarea histórica del reformismo. Hace una década ese espacio lo ocupó el PC chileno realizando un intento de forjar un bloque anti 79. http://www.elciudadano.cl/2013/03/08/64213/ocl-chile-al-pueblo-bolivariano/. 80. http://www.eldinamo.cl/blog/el-movimiento-estudiantil-chileno-y-venezuela/. 81. Ver: http://fel-chile.org/con-el-pueblo-venezolano-y-contra-el-golpismo/. 82. http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/02/desde-chile-se-lanza-documento-para.html. 83. Puelma, Fabián, op. Cit.

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Revista Marxista de Teoria y Politica neoliberal que recibió el nombre de Juntos Podemos. Si bien fue en un contexto histórico de baja lucha de clases y pasividad política y con un programa más moderado, se debe tener en cuenta que con el ascenso de la lucha de clases los programas se radicalizan y cambian las ubicaciones de los partidos y organizaciones. El PC giró a la derecha y se integró a la “Nueva Mayoría”, ahora es gobierno. ¿Quién ocupara el espacio del PC? Resulta muy probable que lo hagan corrientes anti neoliberales no anti capitalistas. Sin embargo no sabemos que agrupaciones o movimientos lideren este bloque político. ¿Marco Enríquez Ominami? ¿Marcel Claude? ¿Izquierda Autónoma? ¿Movimiento Amplio Social? Lo que sí sabemos es que los anarco-comunistas están a favor de conformar un bloque político anti neoliberal lo que traerá enormes contradicciones políticas y tensiones internas. ¿Se desprenderán sectores políticos? ¿Habrá quiebres de grupos mayores de la OCL-FEL ante semejante giro anti neoliberal?

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Como sostuvimos al principio de este artículo, la construcción de un bloque contra hegemónico del mundo popular sin delimitación de clase y diluyendo la centralidad de la clase trabajadora como sujeto de la revolución socialista abre una posibilidad real a establecer alianzas con sectores políticos ajenos al anti capitalismo. Negarse a la construcción paciente y cotidiana de un partido revolucionario de vanguardia que logre influenciar y dirigir a las masas explotadas y oprimidas en la conquista del poder no puede tener otra salida posible que las ya barajadas en la práctica histórica del anarquismo. Pero este es sólo el comienzo de un largo trecho. Solo podemos decir lo que hemos visto en los hechos concretos de la lucha de clases, y hasta el momento los anarco-comunistas están sentando las bases para la construcción de un partido del ala izquierda de la colaboración de clases. Pero todavía no hay nada consolidado. El 2014 será un año de definiciones políticas no solo para la OCL-FEL sino para el conjunto de la extrema izquierda chilena.


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anarquista que impulsa un bloque

anti-neoliberal es necesario construir un partido revolucionario de combate para la revolución socialista

El PTR forma parte de una tradición revolucionaria que ha tomado lo mejor del marxismo y la lucha de clases: el trotskismo. Esta corriente logró sobrevivir los convulsivos años 30 y la Segunda Guerra Mundial, marcados por el ascenso del fascismo, la consolidación del estalinismo y la represión de las democracias imperialistas durante la guerra. Durante la posguerra el planeta se dividió en dos bloques políticos de influencia mundial: el capitalista liderado por Estados Unidos y el mal llamado “socialista” dirigido por la Unión Soviética. Esto generó una profunda crisis en la IV Internacional, nacida en 1938 con el objetivo de construir un nuevo partido de la revolución mundial. Las divergencias al interior del trotskismo estallaron al no acordar una estrategia clara frente a la URSS y los movimientos revolucionarios que se dieron al alero de esta. Este acontecimiento histórico fue conocido como el trotskismo de Yalta y significó el quiebre continuo de las corrientes trotskistas una y otra vez convirtiéndose la mayoría en pequeños grupos centristas sin incidencia real en los movimientos de masas.

La importancia de la Teoría de la Revolución Permanente y el Programa de Transición para dotarse de una estrategia revolucionaria

No es objeto de este artículo realizar un análisis de la historia del trotskismo y el porqué de sus quiebres políticos. Lo que queremos rescatar son los hilos de continuidad del marxismo revolucionario presentes en el trotskismo desde los años 30 para proponer la necesaria construcción de un genuino partido de la revolución socialista. Estos la constituyen la Teoría de la Revolución Permanente(84) y el Programa de Transición(85), ambas obras de León Trotsky y que concentran la respuesta estratégica-programática en la época imperialista del desarrollo capitalista. En ambos textos se encuentran una serie de elementos que consideramos clave para el momento histórico

actual en el que la restauración burguesa está llegando a sus límites históricos. Primero, la Teoría de la Revolución Permanente, lejos de las clásicas caricaturizaciones de que sería la teoría del “ataque permanente” sostiene, por el contrario, que la resolución íntegra de las demandas económicas y democráticas de la clase trabajadora y el pueblo oprimido de un país solamente podrán obtenerse mediante la realización de la revolución socialista. Las conquistas de la revolución en el plano nacional, solamente podrán garantizarse de manera íntegra si se extienden a nivel internacional. Evitando la caricaturización de “revoluciones simultáneas”, esto significa que la revolución no se detiene en los límites de un solo país, sino que debe traspasarse a todos los países capitalistas en sus determinados momentos de ascensos revolucionarios. Esto implica entender que la revolución socialista en un país constituye una posición de avanzada para continuar en el menor tiempo posible la revolución internacional. Por esto queremos reconstruir la IV Internacional, el partido de la revolución mundial. De este modo, las demandas democráticas y económicas que actualmente están planteadas en Chile solamente podrán ser garantizadas con la realización de la revolución socialista. Pero para lograr ese objetivo se requiere de un movimiento obrero que subjetivamente se plantee la revolución. La gran herencia de la restauración burguesa ha sido precisamente el retroceso en la subjetividad revolucionaria de los trabajadores y del pueblo oprimido. Por lo tanto, los revolucionarios nos enfrentamos a la gran contradicción de que existen las condiciones objetivas para la revolución (mercado mundial extendido) pero no las condiciones subjetivas (movimiento y partido revolucionario). Para lograr unificar las condiciones objetivas con las subjetivas en una totalidad revolucionaria existe la herencia política del Programa de Transición de Trotsky. El Programa de Transición fue escrito en 1938 en

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Conclusión: ante la impotencia del partido

84. Trotsky, León, La Teoría de la Revolución Permanente (compilación), Centro de Estudios e Investigaciones León Trotsky, 2ª edición, 2005. 85. Trotsky, León, El Programa de Transición y la fundación de la IV Internacional, Centro de Estudios e Investigaciones León Trotsky, 2008.

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una época de enfrentamiento abierto entre revolución y contrarrevolución (nazismo en Alemania, revolución en España, ascenso revolucionario en Francia, huelgas salvajes en Estados Unidos, por nombrar algunos acontecimientos de la época). Se escribió en una situación histórica donde el capitalismo estaba al borde de hundirse. De ahí que a Trotsky el reformismo y actuales intelectuales críticos del trotskismo lo tildaran de “catastrofista”. El Programa de Transición constituyó un bosquejo para redactar programas de acción concreta dependiendo de la realidad de cada país donde existían fracciones revolucionarias de la IV Internacional. Pero el contenido político más importante y que tiene plena vigencia bajo la época de restauración es el de establecer los puentes necesarios entre las luchas cotidianas de las masas, sus reivindicaciones actuales y el programa de la revolución socialista. El gran legado es dotarse de un programa de acción que empuje a las masas explotadas y oprimidas en la lucha contra los empresarios y su Estado y que extraigan las lecciones de que solamente con los métodos de la lucha de clases se podrán mantener vigentes las más mínimas conquistas sociales y económicas. Por esto, dentro de las coordenadas de la restauración burguesa, es con tomas y paros llevados adelante por los organismos del movimiento estudiantil secundario y universitario que se logrará conquistar la educación gratuita y de calidad financiada por el Estado. Por esto el primer semestre del 2013 el PTR impulsó la política de Vamos por el Tomazo, como una forma de potenciar las luchas que nuevamente aparecieron. Ante esto, la OCL-FEL actuó en bloque junto a Izquierda Autónoma y el PC en la CONFECh oponiéndose a impulsar una nueva movilización estudiantil cuando se planteó objetivamente en la realidad. En el movimiento sindical luchamos por su refundación clasista, democrática y combativa; por el desarrollo de las tendencias más progresivas de la lucha de clases. Esto lo hacemos porque actualmente las reformas laborales están en discusión y solamente podrán ser arrancadas con los métodos de la lucha obrera. Así estuvo planteado ante el reciente paro portuario del que fuimos parte activa desde el extremo Norte hasta el Bío Bío, y no con los métodos de las negociaciones con la Confederación de la Producción y Comercio (CPC) y en el parlamento, como lo hace el PC. Si el movimiento estudiantil logra obtener la educa-

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ción gratuita será con sus propios métodos y organismos. Pero de lograrse esta conquista, si no se extraen las lecciones correctas de que es con la auto-organización política de los estudiantes que se logró el objetivo, y de que no basta con educación gratuita para resolver el problema de la educación de clases, el movimiento estudiantil estará condenado a transformarse en un movimiento conservador que se limitará a lo conquistado. Es decir, que no avance más de la posición que conquistó. Para transformar la conquista de educación gratuita (y cualquier conquista, sea sindical o de vivienda) en una posición estratégica que sirva para empujar a la clase obrera y el conjunto del pueblo oprimido en la conquista del poder, es necesario dotarse de una estrategia revolucionaria y un programa de acción que solamente puede portarlo un partido leninista de combate.

Partido leninista de combate versus partido comunista libertario

La energía que despliegan las masas y su vanguardia se disipa rápidamente si no es desarrollada por una organización revolucionaria. Un partido revolucionario es portador de memoria histórica, es el que permite unificar la experiencia de las nuevas vanguardias que nacen a la lucha con la experiencia histórica de las generaciones revolucionarias del pasado. No partimos de cero. Lo hacemos tomando lo mejor de la historia del marxismo y la lucha de clases y lo transmitimos a las nuevas generaciones obreras, estudiantiles y populares que están saliendo a enfrentar a los empresarios y su Estado. Por esto es necesario dotarse de un programa de acción que unifique las demandas del movimiento sindical, estudiantil, poblacional, mapuche, feminista y de la diversidad sexual en un todo que empuje a las masas al desarrollo de un movimiento revolucionario con hegemonía obrera. La noción de partido en los libertarios tiene dos ejes fundamentales: primero, construir un partido amplio de masas del campo popular sin diferenciación con la vanguardia obrera, y segundo, lograr unificar a la izquierda revolucionaria en un bloque en común con un programa del poder popular. Nuestra concepción de partido es diametralmente opuesta a la suya. Primero, queremos construir un partido que agrupe a la vanguardia obrera y popular y que dispute la


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de sectarismo. El PTR está a favor de impulsar activamente frentes únicos que sirvan a los trabajadores y estudiantes a fortalecer sus organismos y defenderse de los ataques del gobierno y los empresarios. En eso, los trotskistas hemos estado en la primera fila llamando a la unidad. Aquí encontramos otra diferenciación tajante con los anarco-comunistas. Nuestra concepción de los frentes unidos son tácticas que permitan fortalecer la unidad de la clase trabajadora y desarrollar los elementos más progresivos de la lucha de clases. En estos frentes la izquierda participa activamente. Pero cada uno con su programa y estrategia. Cada uno con libertad de acción en función de los puntos políticos de acuerdo del frente único. Los trotskistas actuamos en el frente único con el objetivo estratégico de fortalecer la unidad de los explotados y oprimidos, no para salvar la “unidad sacrosanta” de la izquierda. Lo ocurrido en la Coordinadora por el 8 de marzo constituye un gran ejemplo de cómo actuamos los trotskistas. La coordinadora por la reincorporación de los portuarios despedidos en Mejillones es otra muestra de nuestro actuar. No obstante lo anterior, para los trotskistas el frente único también posee un sentido estratégico. Luchamos en los frentes unidos para desarrollar organismos de democracia directa de explotados y oprimidos que posibiliten el surgimiento de órganos de “tipo soviético”. La existencia de gérmenes de doble poder obrero, surgidos de frentes

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dirección política de las masas. Segundo, el PTR aboga por unificar a la clase trabajadora y los oprimidos en la lucha por el poder. De esta especificación se extraen caminos diferenciados de construcción estratégica. La estrategia de la unidad de la izquierda termina privilegiando la necesidad de llegar a “consenso” entre las distintas estrategias irreconciliables que conviven en dicho bloque. No todas las corrientes revolucionarias tienen la misma concepción del poder y de las alianzas de clase. Peor aún, los libertarios no están a favor de la toma del poder, y si se unifican con partidos que si están a favor de la conquista del poder político, ¿cuál será su orientación práctica? Unificar a los revolucionarios en un partido en común traerá la existencia de una permanente presión centrifuga de las distintas estrategias hacia todos los puntos cardinales. En Chile hubo un experimento semejante de unificar a los revolucionarios: el MIR. La fusión de múltiples estrategias (entre ellas el trotskismo) trajo consigo la formación de un partido centrista que fue incapaz de mostrar una alternativa de independencia de clase a la Unidad Popular cuando en los 70 se planteó la conquista del poder político.(86) Si los plataformistas del siglo XX buscaron unificar a todos los anarquistas, los libertarios chilenos del siglo XXI, tomando la tradición del poder popular, buscan unificar a todos los revolucionarios. Los marxistas del PTR buscamos la unidad de todas las filas de la clase trabajadora y los sectores populares. No estamos en contra de frentes unificados con la izquierda. En los últimos meses hemos sido participes de múltiples iniciativas con los libertarios (la Coordinadora por el 8 de marzo y la Coordinadora de apoyo a la lucha portuaria, por nombrar las más importantes). No hay espacio para que nos tilden

86. Ver: Miranda, Nicolás, “MIR: estrategia y política ante la prueba del ascenso revolucionario. Un debate para la construcción de un partido revolucionario de combate hoy”, Revista La Batalla Nº 2, mayo del 2012, pp. 47-66.

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únicos constituyen la premisa desde donde pensar futuros organismos de doble poder que podrán enfrentar el poder de la clase empresarial e imponer el poder de los explotados. Estos órganos de doble poder que unifican a la clase trabajadora y los sectores populares constituyen la base objetiva para construir el nuevo Estado de los trabajadores. De este modo, la unidad de la clase trabajadora y el pueblo oprimido en organismos de doble poder cuyo desarrollo debe orientarse a la toma del poder político, constituye la verdadera alianza revolucionaria, y no la “unidad de la izquierda revolucionaria”, que es entre partidos con estrategias divergentes. De este modo, el PTR tiene por objetivo conquistar posiciones en la dirección política de los sindicatos. Constituir sindicatos donde no existen. Creemos que es necesario conformar una corriente sindical clasista, democrática, anti burocrática y combativa que se plantee la tarea de unificar a toda la clase trabajadora (su vanguardia y su retaguardia) en una central sindical única. Por eso estamos por la refundación de la CUT, por recuperarla de la burocracia del PC y la “Nueva Mayoría”. Los libertarios no plantean esta política. Al contrario, defienden una política sindical paralelista como es constituir centrales sindicales al margen de la CUT (como es su apoyo a la CGT(87) sin crítica alguna a su paralelismo). Eso significa cederle a la burocracia sindical la mayor organización sindical del país. A diferencia de los anarquistas, los marxistas no identificamos unilateralmente a las bases con su dirección. Existe una relación dialéctica entre ambas, no libre de tensiones. Por esto el PTR se hizo parte activa del paro del 11 de julio del 2013 impulsándolo ofensivamente desde las estructuras estudiantiles. A pesar de todos sus límites, la jornada del 11 de julio significó un anuncio de que los trabajadores se están reorganizando. Un partido leninista de combate debe disputarle la dirección de los sindicatos al reformismo y a los agentes de la patronal en el movimiento obrero, que en esta situación histórica la constituye la “Nueva Mayoría”. Este camino recién está comenzando. Un nuevo sindicalismo está surgiendo por fuera del sindicalismo tradicional. ¿Logrará imponerse como el articulador del conjunto del movimiento laboral? Eso lo determinará la lucha de clases y la acción de los revolucionarios en la misma. 87. Confederación General del Trabajo

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Los comunistas libertarios quieren construir un movimiento revolucionario. Un bloque anti neoliberal no logrará construir ese movimiento. La única vía posible de dicho bloque es contribuir a la construcción de un nuevo movimiento reformista de masas que confíe en los límites del régimen burgués. Hoy por hoy, la OCL-FEL está iniciando un posible camino a la construcción de un bloque anti neoliberal. De ser así, los anarco-comunistas se convertirán en un gran obstáculo en la construcción de un movimiento de trabajadores revolucionario que se plantee de una vez por todas la conquista del poder en base a sus propios organismos de auto-organización con independencia de todas las variantes burguesas. En esta tarea se encuentra el PTR. Hay todo un camino que recorrer.


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Por un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista Cuarta Internacional

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10/10/2013 Presentamos aquí la Introducción. La versión completa puede obtenerse en: www.ft.ci.org El presente manifiesto fue aprobado por la VIII Conferencia Internacional de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional, realizada en agosto de 2013 en Buenos Aires

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Construyamos un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista (Cuarta Internacional) El sistema capitalista mundial está atravesando el sexto año de una crisis económica, política y social de dimensiones históricas. Bajo los golpes de la crisis y los ataques de los gobiernos y los capitalistas, la lucha de los explotados está retornando a la escena política. La “Primavera árabe” abrió un nuevo ciclo ascendente de la lucha de clases, luego de décadas de retroceso y ofensiva burguesa. La resistencia obrera, juvenil y popular recorre los centros del capitalismo mundial, principalmente en países de la Unión Europea sometidos a los planes de ajuste, como Grecia, el Estado español o Portugal. Desde los levantamientos del mundo árabe hasta la lucha estudiantil en Chile, pasando por los indignados en el Estado español, los jóvenes del #yosoy132 en México, el movimiento OWS en Estados Unidos, las movilizaciones de la Plaza Taksim en Turquía y los cientos de miles que inundaron las ciudades de Brasil, la juventud está actuando como caja de resonancia de las contradicciones sociales, anticipando, en muchos casos, conflictos de clase. Los trabajadores vienen teniendo un protagonismo cada vez mayor. Algunos ejemplos de esta creciente intervención obrera son los paros y huelgas generales en Grecia y Portugal, la resistencia contra los despidos en Francia, los conflictos en grandes multinacionales en China, el estallido de odio obrero en Bangladesh y otros países asiáticos contra condiciones brutales de explotación, y las grandes huelgas mineras en Sudáfrica como parte de la ruptura de franjas del movimiento obrero con el Congreso Nacional Africano y la conducción de la COSATU. Si bien la crisis no ha golpeado aun de lleno en América latina, la región se ha transformado en escenario de grandes movilizaciones, principalmente de jóvenes y estudiantes, como hemos visto en Brasil y Chile. En el movimiento obrero, estamos asistiendo a las primeras etapas del desarrollo de fenómenos sindicales y políticos, con distinto ritmo y alcance en diversos países. Esto se da en el marco de un agotamiento progresivo de los gobiernos “posneoliberales” como el de Evo Morales, el de Cristina Fernández de Kirchner o el del chavismo sin Chávez en Venezuela.

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Esta nueva situación que se está abriendo pone de relieve la crisis de dirección que arrastra el movimiento obrero pero, al mismo tiempo, abre importantes oportunidades para empezar a resolverla, es decir, para construir fuertes partidos revolucionarios basados en la clase obrera y avanzar en poner en pie una internacional de la revolución social, que para nosotros implica la refundación de la IV internacional sobre bases revolucionarias. El presente manifiesto está enteramente al servicio de esta perspectiva.

Una crisis histórica del capitalismo A diferencia de la “primavera de los pueblos” de 1848, la actual oleada de luchas no es consecuencia de los dolores de parto del capitalismo sino fruto de su decadencia. A pesar de la ofensiva neoliberal de las últimas tres décadas y de la restauración capitalista en los ex estados obreros, el capitalismo no pudo encontrar el camino a un nuevo ciclo de crecimiento prolongado. Las contradicciones entre la socialización mayor de la producción y la apropiación cada vez más concentrada de la riqueza social producida, y entre la internacionalización de las fuerzas productivas y las fronteras nacionales, han vuelto a estallar llevando al sistema a una crisis de magnitud histórica. El capitalismo en su decadencia no solo amenaza la continuidad de la vida en el planeta con su creciente militarismo, el saqueo sistemático y la utilización anárquica de los recursos naturales, y la contaminación ambiental, sino que somete a millones de trabajadores a condiciones de explotación y precariedad insoportables, arrastrando al desempleo y a la miseria a gran parte de quienes solo disponen de su fuerza de trabajo para ganarse la vida. La política de los gobiernos, tanto “neokeynesianos” como “ajustadores”, es hacerles pagar la crisis a los trabajadores, los jóvenes y las clases medias empobrecidas, mientras que los bancos y las grandes empresas reciben miles de millones de dólares para salvarse y siguen haciendo jugosos negocios. Las patronales más concentradas están aprovechando la crisis para aumentar la tasa de explotación, beneficiándose de la generación de un enorme ejército industrial de reserva. Con los rescates estatales de los grandes bancos y corporaciones y la inyección de dinero en el sistema fi-


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Si lo que caracteriza a la época imperialista es la puja entre diversas potencias, las condiciones creadas por la crisis capitalista lejos de favorecer las soluciones armónicas exacerban las tendencias a las tensiones interestatales y al militarismo. Estados Unidos, la principal potencia imperialista, continúa su decadencia luego de las derrotas en Irak y Afganistán, en el marco de la emergencia de potencias regionales –como Rusia y China– que persiguen sus propios objetivos. Esta pérdida de liderazgo se vio en que el gobierno de Obama tuvo que retroceder en lanzar un ataque militar unilateral en Siria y aceptar la solución diplomática propuesta por Rusia. También en la enorme división política que amenaza con paralizar a la administración demócrata. Pero a pesar de su declinación, Estados Unidos intentará por todos los medios reafirmar su rol dominante, sacando ventajas de las fortalezas que aún conserva –como su superioridad militar y el señoreaje del dólar– aprovechando las dificultades mayores que enfrentan sus competidores, sobre todo Alemania que debe lidiar con la crisis de la UE. Eso supone políticas imperialistas más agresivas –como se ve en el intento de Estados Unidos de recuperar terreno en América Latina o en su giro diplomático y militar hacia la región del Asia Pacífico para contener el ascenso de China– lo que puede derivar en conflictos regionales y, eventualmente, llevar a guerras entre potencias, en caso de que la crisis económica diera un nuevo salto.

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nanciero, los gobiernos capitalistas y los bancos centrales pudieron alejar la perspectiva de un crack tras la caída de Lehman Brothers. Sin embargo, estos mecanismos no llevaron a la recuperación económica sino a recesión o bajo crecimiento en los países centrales y desaceleración en los “emergentes”, lo que a su vez convive con la creación de nuevas bombas de tiempo: las enormes deudas estatales que de manera recurrente parecen llevar la economía al borde del precipicio. En Estados Unidos, las dificultades para retirar los estímulos monetarios de la Reserva Federal, o el temor que genera la posibilidad recurrente de que el Congreso no logre elevar el techo de la deuda estatal, muestran que los escenarios catastróficos no han desaparecido del horizonte. Ni China ni ningún país de los llamados “emergentes”, con una estructura económica dependiente del capital internacional, puede actuar como motor capaz de sacar al capitalismo de su crisis, cuando esta tiene su epicentro en el corazón del sistema imperialista. A pesar de las desigualdades, la crisis tiene un alcance verdaderamente mundial. La desaceleración del crecimiento en China no solo puede afectar a países que dependen de su demanda de materias primas, como gran parte de América Latina, sino que puede hacer estallar las profundas contradicciones sociales internas, que se gestaron en las décadas que lleva la restauración capitalista, y llevar al centro de la escena al proletariado más concentrado del mundo. Aun no hay ninguna potencia tradicional o “emergente” en condiciones de disputarle la hegemonía mundial a Estados Unidos. Tampoco la crisis ha llevado a guerras comerciales de envergadura o a que los gobiernos adopten políticas abiertamente proteccionistas. Pero eso no quiere decir que no haya rivalidades y competencia. Los marxistas revolucionarios estamos en las antípodas de quienes consideran que las disputas interimperialistas, que en el siglo XX llevaron a dos guerras mundiales, son algo del pasado y que siempre las burguesías encontrarán salidas negociadas a la crisis. O que pacíficamente China puede transformarse en un país imperialista y desplazar a Estados Unidos sin que este intente mantener sus privilegios de gran potencia o, por el contrario, ser colonizada por los países imperialistas dominantes sin ofrecer ninguna resistencia.

Movimiento obrero y dirección revolucionaria El retorno a escena del movimiento obrero y la continuidad de la crisis mundial plantean la perspectiva de mayores enfrentamientos entre las clases. Sin embargo, a pesar de la disposición a la lucha que están mostrando los trabajadores alrededor del mundo, estos todavía tienen al frente de sus organizaciones a burocracias sindicales cuyo rol es contener la bronca obrera y popular contra los capitalistas y sus gobiernos. Para esto, se limitan a llamar a movilizaciones y acciones aisladas, evitando así la perspectiva de verdaderas huelgas generales capaces de frenar los planes de la burguesía, a la vez que condenan al ostracismo a las luchas duras de la vanguardia obrera. De esta manera permiten que pasen los ajustes y

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preparan el camino para la derrota. La clase obrera entra al combate cargando con las consecuencias de una larga etapa de ofensiva patronal bajo el programa neoliberal. La burguesía cuenta a su favor con la fragmentación interna sin precedentes de las filas obreras, a lo que se suma la restauración capitalista en los ex Estados obreros burocratizados y la desaparición de la revolución socialista del horizonte de los explotados, producto de la identificación de los regímenes estalinistas con el socialismo. Esta crisis del movimiento obrero tiene raíces profundas en los procesos revolucionarios y contrarrevolucionarios del siglo XX, entre ellos la burocratización de la Unión Soviética, la imposición del estalinismo como “socialismo realmente existente”, y la preservación de la socialdemocracia como dirección reformista del movimiento obrero en occidente luego de la Segunda Guerra Mundial. Las direcciones reformistas impidieron que los triunfos parciales –como los estados obreros surgidos en la segunda posguerra, las conquistas del estado benefactor e incluso la derrota imperialista en la guerra de Vietnam– fueran puestas al servicio del objetivo estratégico de la revolución proletaria internacional. Durante la ofensiva neoliberal, la clase obrera vio cómo sus organizaciones sindicales y políticas colaboraban con el ataque burgués. El capital aprovechó esto pero, al mismo tiempo, debilitó estratégicamente las mediaciones con que contaba y las bases materiales del reformismo. El ejemplo máximo fue el pasaje de la burocracia estalinista al campo de la restauración capitalista. La socialdemocracia dio un giro al social liberalismo y se transformó en agente directo de la ofensiva burguesa, aplicando las contrarreformas neoliberales. Los Partidos Comunistas siguieron un curso similar, muchas veces gobernando junto con la socialdemocracia.

gresos de la III Internacional, previo a su degeneración estalinista y luego en la IV Internacional fundada por Trotsky. Sin embargo, la IV Internacional, que representaba la alternativa al estalinismo y la continuidad del marxismo revolucionario, no se transformó en una organización con peso de masas. Una combinación de factores, entre ellos, el asesinato de Trotsky, el resultado contradictorio de la guerra que terminó represtigiando a la burocracia estalinista por el triunfo de la URSS ante el nazismo, el bloqueo de la dinámica revolucionaria en países centrales y el fortalecimiento del reformismo sobre la base del desarrollo parcial de las fuerzas productivas partiendo de la destrucción de la guerra, hizo que el trotskismo quedara marginado y enfrentando las presiones de las tendencias reformistas, estalinistas y tercermundistas. En el período 1951-53 el trotskismo se transformó en un movimiento centrista y, en lugar de reactualizar las bases programáticas y estratégicas en las nuevas condiciones, terminó adaptándose a direcciones estalinistas, nacionalistas o pequeño burguesas, desde Tito, Mao y Castro hasta el Frente de Liberación Nacional argelino. En este marco donde lo que primó fue la ruptura con la tradición revolucionaria, hubo luchas parciales correctas y conquistas programáticas que permitieron mantener ciertos hilos de continuidad, aunque estos se fueron debilitando hasta prácticamente cortarse tras la ofensiva neoliberal y la restauración capitalista. Paradójicamente, hoy en día, cuando la clase obrera ha empezado a intervenir más claramente con sus propios métodos de lucha en distintas regiones del mundo, en el marco de la crisis capitalista, un sector importante de la izquierda internacional profundiza su escepticismo en la potencialidad revolucionaria de los trabajadores. Este escepticismo llevó a gran parte de las organizaciones que se reivindican trotskistas a construir partidos anticapitalistas amplios sin arraigo en la lucha de clases ni delimitación estratégica, o a adaptarse a direcciones nacionalistas burguesas y populistas, como el chavismo, o variantes reformistas de El retroceso en los niveles de izquierda, como el Front de Gauche y Syriza, sustituyendo conciencia y organización de las últimas la estrategia de la revolución proletaria por la de gobiernos décadas es producto de una crisis prolongada “antiajuste” o “antineoliberales”. En este contexto de crisis del marxismo revolucionade dirección revolucionaria. rio y ante la falta de alternativas obreras, en los últimos años La experiencia acumulada del movimiento obrero se han desarrollado una variedad de tendencias inspiradas tuvo sus máximas expresiones en los cuatro primeros con- en el zapatismo mexicano referenciadas en el autonomismo

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Por un internacionalismo de combate y Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista (Cuarta Internacional) un

La necesidad del internacionalismo proletario surge del carácter mundial de las fuerzas productivas y de la propia clase obrera, que debe poner sus intereses comunes por sobre las fronteras nacionales y las divisiones que impone la burguesía. La experiencia de las revoluciones sociales del siglo XX demostró en los hechos lo que Marx ya había señalado en el siglo XIX: que es imposible construir el socialismo en un solo país. Para derrotar al imperialismo, es preciso que los triunfos nacionales que obtenga el proletariado estén puestos en función de la revolución mundial, con el objetivo de conquistar el “reino de la libertad”, es decir, una sociedad comunista basada en la planificación racional, democrática e internacional de la economía que termine con la explotación del trabajo asalariado y toda opresión.

Los diferentes imperialismos, además de sus “Estados Mayores” nacionales, han contado con sus instituciones internacionales al servicio de mantener la opresión de los pueblos y evitar la revolución. Históricamente, han respondido con todos los medios a su disposición, políticos, económicos y militares para derrotar los intentos de los trabajadores de expropiar a los capitalistas y construir un nuevo estado. Como ya demostró la Revolución Rusa, proponerse la conquista del poder en un país implica contar con la solidaridad del movimiento obrero internacional que permita mantenerlo y expandir la revolución. Por esto, el internacionalismo no es un principio abstracto sino una cuestión estratégica. La etapa que comenzó a abrirse con la crisis mundial capitalista y los nuevos fenómenos de la lucha de clases plantea con más urgencia que nunca la tarea de poner en pie nuevamente la Cuarta Internacional como organización de combate de la vanguardia obrera y juvenil. La Fracción Trotskista – Cuarta Internacional surgió a finales de la década de 1980 en una etapa de retroceso, signada por la ofensiva del imperialismo y la restauración capitalista en los ex Estado obreros, en momentos donde la mayoría de las organizaciones que se reivindicaban del trotskismo lo abandonaban. Nos constituimos como un reagrupamiento principista con el objetivo de defender la teoría, el programa y la estrategia revolucionaria, buscando profundizar nuestra inserción en el movimiento obrero y la vanguardia juvenil, y desarrollar una práctica internacionalista. Somos conscientes de que ninguna organización de las actualmente existentes que se reclaman revolucionarias puede resolver por sí misma esta tarea de magnitud histórica. Contra toda autoproclamación sectaria, sostenemos que la construcción de partidos obreros revolucionarios y la refundación de la Cuarta Internacional no será producto del desarrollo evolutivo de nuestras organizaciones ni de nuestra tendencia internacional, sino resultado de la fusión de alas izquierda de las organizaciones trotskistas y sectores de la vanguardia obrera y juvenil que se orienten hacia la revolución social, que tenderán a surgir y generalizarse al calor de la crisis y la lucha de clases. Sin embargo, no se trata de esperar pasivamente a que se produzcan estos acontecimientos, sino de llegar a ellos con la mejor preparación teórica, programática, estratégica y organizativa posible. Con esta perspectiva estamos proponiendo abrir una discusión sobre la necesidad de im-

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y el anarquismo, que niegan la necesidad de construir una organización revolucionaria y rechazan la perspectiva de la toma del poder por parte del proletariado. Sin embargo, a pesar de su retórica, estas tendencias se han adaptado mayoritariamente a variantes estatales populistas burguesas. La crisis capitalista nos da la oportunidad de intervenir de manera audaz en los procesos de lucha de clases y en los fenómenos obreros de reorganización sindical y política, para avanzar en la construcción de fuertes partidos revolucionarios e internacionalistas y dar pasos hacia poner en pie una internacional obrera. Desde nuestro punto de vista, este Partido Mundial de la Revolución Social debería ser la Cuarta Internacional refundada sobre bases revolucionarias, con un programa de reivindicaciones transitorias que permita que el proletariado se transforme en una fuerza hegemónica, capaz de poner en pie una alianza con los pobres urbanos, los campesinos pobres y todos aquellos explotados y oprimidos, para derrotar el poder burgués y dar una salida verdaderamente progresiva a la crisis capitalista. De lo contrario, serán las clases dominantes las que a su manera, con miseria, guerras y destrucción, encuentren una salida, como ya lo hicieron con las dos guerras mundiales del siglo pasado.

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pulsar un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista, como paso para avanzar hacia la refundación de la IV Internacional sobre bases revolucionarias. Hacemos esta propuesta especialmente a los compañeros del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) de Francia, tanto a quienes integran con nosotros la Plataforma Z como a aquellos que se agrupan en la Plataforma Y, que ven necesario enfrentar la política de la dirección mayoritaria del NPA de establecer un bloque permanente con el reformista Front de Gauche de Mélenchon, y a los compañeros del ex Secretariado Unificado de otros países que enfrentan la orientación mayoritaria de generalizar este tipo de bloques con reformistas, como quienes resisten la línea de subordinación a Syriza en Grecia; a los dirigentes y trabajadores que constituyen el ala izquierda de los mineros de Huanuni en Bolivia [1], con quienes venimos dando una pelea contra las presiones del gobierno y sus aliados en la burocracia de la COB para hacer retroceder el proceso de fundación de un Partido de Trabajadores basado efectivamente en los sindicatos e independiente del gobierno, el Estado y los partidos patronales; a los compañeros del Partido Obrero de Argentina y a la Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional, con quienes integramos en Argentina el Frente de Izquierda y los Trabajadores y hemos coincidido en diversos hechos de la lucha de clases nacional e internacional, y a todos aquellas organizaciones de la izquierda revolucionaria, o de la vanguardia obrera y juvenil que busquen un camino hacia la revolución. El reagrupamiento revolucionario que hoy necesita5. Es bueno recordar que el segundo dirigente más importante del LKP, Nomertin, es miembro de la corriente Combate obrero, ligada a LO y que esta corriente no constituyó de ninguna manera una alternativa política al programa de Domota, restringido a las reivindicaciones de tipo económico y que no iba hasta el final con el enfrentamiento con el imperialismo francés opresor y la burguesía béké. 6. VIGNA X., L’insubordination ouvrière dans les années 68: essai d’histoire politique des usines, Presses universitaires de Rennes, 2007, p. 378. 7. COBET, Daniela, « La classe ouvrière en France face à la crise capitaliste: bilan et perspectives de la vague de luttes de 2009-2010 et les tâches des marxistes révolutionnaires »

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mos no puede basarse solo en principios generales, sino que debe partir de acuerdos frente a las grandes cuestiones estratégicas que ya la crisis capitalista ha puesto en debate en la izquierda mundial. Este manifiesto no pretende ser un programa acabado, sino poner a consideración los principales núcleos estratégicos y programáticos que, junto con la prueba de la práctica política y la lucha de clases, desde nuestro punto de vista delimitan en el campo de la izquierda una estrategia verdaderamente revolucionaria. Sobre esta base llamamos al debate y a la acción práctica en común en la lucha de clases.


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Las imagenes incluida en esta revista han sido adquirida via online, muchas de ellas se encuentran sin data, sin embargo decidimos utilizarlas al pensar que representar la esencia de las Huelgas Obreras o Movilizaciones

Nuestro medio se interesa en la difusion de ideas y luchas de los trabajadores y el pueblo pobre.

Partido de Trabajadores Revolucionarios - Clase contra Clase sección chilena de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional, integrada por: PTS (Partido de Trabajadores Socialistas) de Argentina, LTS-CC (Liga de Trabajadores por el Socialismo - Contracorriente) de México, LOR-CI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) de Bolivia, LER-CI (Liga Estratégica Revolucionaria - Quarta Internacional) de Brasil, LTS (Liga de Trabajadores por el Socialismo) de Venezuela, LSR (Liga de la Revolución Socialista) de Costa Rica, Clase contra Clase del Estado Español, La IK (Internationaler Klassenkampf) de Alemania militantes y simpatizantes de la FT en la Plataforma 4 NPA Francia Simpatizantes de la FT en Uruguay

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