Perseverancia
05/2021
Perseverancia
Otra vez en camino Página 14 La búsqueda Página 20 La presencia de Dios Página 22
Perseverancia
Perseverancia
Perseverancia
12 Cómo desarrollar la resiliencia en los niños y jóvenes Alina Baltazar
10 Perseverancia
14 Otra vez en camino
Martin G. Klingbeil
Randy Fishell
17 Espíritu de Profecía Desesperar de nada, esperarlo todo Elena White 18 Perspectiva mundial Mirad y velad Ted N. C. Wilson 20 Voces jóvenes La búsqueda Beersheba Jacob 21 Fe en acción Un ministerio a los masáis Cepha Angira 22 En qué creemos La presencia de Dios Adelina Alexe 24 Mirada al pasado Kenneth y Dorothy Gray Milton Hook
26 Respuesta a preguntas bíblicas La conciencia 27 Salud y bienestar El cáncer de colon 28 ¿Puedo contarle una historia? El camionero Dick Duerksen 30 Fe en crecimiento El sábado, una serpiente y unos lobos — Primera parte
En espera de la belleza BILL KNOTT
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lanta la enredadera más ínfima contra la cerca del jardín, mientras imagina las gloriosas flores magenta que ha admirado en el catálogo de semillas. Quita las malezas del terreno resquebrajado, removiendo las piedras y sacrificando los gusanos que podrían arrasar su fe en florescencias inolvidables. Cada mañana, apenas pasadas las 8:00, llena su pequeña regadera verde y derrama de a poco medio litro de agua sobre la débil enredadera que parece no progresar. En el momento menos pensado, regresa al bien estudiado catálogo para confirmar la promesa: Crecimiento garantizado. Como es demasiado tarde para que florezca, este verano solo dará hojas. Cuida cada una de ellas como si el destino del mundo dependiera de ellas. Los conejos no le robarán su premio; ni los topos ni las lauchas masticarán las raíces buscando energía para el invierno. Una cubierta de plástico la protegerá de la nieve. Aguarda la segunda primavera, y con cada pimpollo, sus esperanzas se acrecientan. Comienza a formarse una flor, lo que promete otras. Observa cada una de ellas con el amor que podría otorgar a un nieto, si lo tuviera. Y en una cálida mañana de primavera, después de casi no conciliar el sueño, aparece la primera flor magenta. Para ella, es más hermosa que todas las rosas del vecino o que un campo de lavandas. Ha visto el trabajo de su alma, y está satisfecha. Nuestro énfasis especial en este número de Adventist World celebra una cualidad profundamente central a nuestra fe cristiana y adventista: la perseverancia. Aguardamos las realidades gloriosas de color magenta: las vestimentas reales del Señor que regresa, la alborada de la mañana eterna. Acoplada a esa perseverancia se encuentra la expectativa de cosas mejores –hasta gloriosas– que dan sentido a nuestra espera. De por sí, la tenacidad no es la cualidad que deseamos, porque entonces todos los parásitos y musgos serían virtuosos. Es la anticipación esperanzada y enmarcada en oración, de realidades que transcienden lo que hemos experimentado, lo que torna moralmente convincente nuestra perseverancia. Aguardamos con propósito; esperamos con propósito. Dedicamos nuestra espera a una belleza aún en el futuro. Las Escrituras describen la perseverancia posible al citar a nuestro maravilloso precursor: «Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios» (Heb. 12:2). No fue, y no es, la resistencia dolorosa de cosas difíciles lo que de por sí resulta en belleza para el reino, sino la superación consciente de dificultades para satisfacer un gozo que a veces solo la fe puede ver. De Jesús, Isaías escribió setecientos años antes: «La voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho» (Isa. 53:10, 11). La enredadera crecerá: aparecerán las flores. El reino de Dios, que a veces parece vulnerable y frágil, llegará sin embargo a ser «una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Estaban delante del trono y en la presencia del Cordero» (Apoc. 7:9). Aguardemos con propósito. Ya llegará la belleza.
Creemos en el poder de la oración, y aceptamos pedidos de oración que compartimos en nuestro culto semanal de cada miércoles por la mañana. Envíe sus pedidos a prayer@adventistworld.org, y ore por nosotros mientras trabajamos todos juntos en pro del progreso del reino de Dios.
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Instantánea
Un grupo de mujeres ríe mientras llenan contenedores con agua en una aldea de Kenia. Millones de personas en el mundo carecen de acceso al agua potable, pero la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) está trabajando para suplir esa necesidad a miles, mediante el patrocinio de proyectos de perforación en muchos países. [Fotografía: Arjay Arellano/ADRA]
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Noticias breves
«Lograr el objetivo sin una relación personal con Cristo no tiene sentido […]. Es necesario depender de Dios el ciento por ciento. Ni más ni menos». –Vanda Charrise Costillas Dejolde, estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad Adventista de las Filipinas, que aprobó el Examen de Licencia Médica de la Junta de Medicina de las Filipinas. Dejolde ocupó el sexto lugar entre las 1927 personas que completaron el examen.
Relaciones cercanas básicas Como parte de la Encuesta Global a los Miembros de Iglesia 2017-2018, se preguntó a miembros de diversas partes del mundo por la relación con sus padres. Los investigadores preguntaron a los encuestados si podían hablar libremente con uno o con sus dos progenitores. Aquí está la respuesta de 55.554 miembros.
30% Totalmente de acuerdo 41% De acuerdo 9% No estoy seguro 6% En desacuerdo 3% Totalmente en desacuerdo 11% No se aplica
Fuente: Equipo de Investigación y Evaluación de la ASTR, en colaboración con el Equipo de Investigación de la Universidad Andrews, n = 55,554
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El número de estudiantes que se graduaron en noviembre de 2020 del programa de alfabetización para adultos, en Papúa Nueva Guinea. La iniciativa, organizada por la Iglesia Adventista, representa una colaboración entre Ministerios de la Mujer, Educación Adventista y la sede de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en la Misión de Nueva Bretaña y Nueva Irlanda. El programa de educación ayuda a que las personas que abandonaron la escuela primaria durante cuarto grado o antes, se incorporen a la educación formal.
«Es una maratón, no una carrera corta, y es importante mantener el ritmo de maratón. Es también importante recordar todos los pasos tomados en el último año para mantenerse sano, y felicitarse a uno mismo por cumplirlos. Pero hay que mantenerse en guardia un tiempo más, porque ya estamos más cerca de la línea de llegada». –Luis Allen, psiquiatra y director médico del Centro de Salud Conductual de AdventHealth, al referirse a la distribución de la vacuna contra el Covid-19. A medida que más países distribuyen la vacuna, las ansias de volver a la normalidad implican riesgos.
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Noticias breves
«Cada persona necesita alimento, no importa con qué religión se identifique […]. Creemos que mediante esta tienda, muchos aprenderán de nuestro amante Creador». –Anna Sheplyakova, miembro de iglesia y pastelera, al referirse a la tienda de alimentos saludables Orange Tree en Lomonosov (Rusia). La misión de este negocio es ser una herramienta misionera.
Resolución 4074 El gobierno de Panamá votó la Resolución 4074 el 30 de noviembre de 2020, que destina una partida de US$2 millones para ayudar a los padres que no han podido pagar los estudios de sus hijos. Solo las escuelas que cumplieron con los requisitos de documentación del Ministerio de Educación accedieron a ese beneficio. Las 36 escuelas adventistas de Panamá calificaron y cumplieron con las estipulaciones del gobierno.
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El número de asistentes al reciente congreso «Mediante mi Zoom», organizado por Ministerio Adventista Internacional para Sordos y la División Intereuropea de la Iglesia Adventista. Si bien suele ser un evento presencial, el congreso virtual permitió que los participantes se vean y conecten, a pesar de la pandemia.
103 La profundidad en metros que se necesitó perforar para llegar al agua en la aldea keniana de Kwa’ Luma. Ese pozo es uno de cuarenta que planea perforar Maranatha Volunteers Internacional para 2021. Maranatha ha trabajado en Kenia desde 2016, y ha completado más de 650 estructuras. (->)
Maranatha Volunteers International AdventistWorld.org Mayo 2021
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Noticia en detalle
Iglesia Adventista lanzó juego electrónico de conocimientos bíblicos
Héroes 2 transporta a los usuarios en una travesía por las Escrituras.
Red de Noticias Adventistas, y Adventist World
El 25 de marzo de 2021, la Iglesia Adventista lanzó un juego electrónico de conocimientos bíblicos que transporta a los usuarios en una travesía por las Escrituras. El juego Héroes 2, una versión actualizada del juego original lanzado en 2013, es una iniciativa conjunta con Hope Channel, su red oficial de televisión. Según fuentes oficiales de la iglesia, el juego brinda la oportunidad de aprender de los más grandes héroes de Dios de todos los tiempos, en un lenguaje con el que los jóvenes pueden identificarse. «La Iglesia Adventista busca usar el juego para ayudar a que cada jugador comprenda mejor la Biblia y encuentre libertad, salud y esperanza en Cristo», dijeron los líderes. INTERÉS EN TEMAS BÍBLICOS
En 2017, se realizó un estudio comisionado por comunicadores adventistas sobre los términos más buscados en Google relacionados con la Biblia. Como resultado se vio que en el mundo, mensualmente, se realizaban más de 250 mil búsquedas sobre conocimientos bíblicos, juegos bíblicos y preguntas y respuestas de la Biblia. El estudio reveló que la
gente busca esos temas más que en cualquier otra área de juegos. «La Biblia es el documento fundacional de la civilización occidental, pero los jóvenes de hoy día saben más de las historietas que de las historias bíblicas –dijo Sam Neves, director asociado de comunicación de la Iglesia Adventista–. Héroes es un proyecto que habla este nuevo lenguaje visual mediante un juego de conocimientos bíblicos que trae a la vida esas historias antiguas». EL JUEGO HÉROES 2
El nuevo juego electrónico de conocimientos bíblicos sigue en las huellas de «Héroes: el Juego», que en 2013 generó más de diez millones de minutos de interacción y abrió las puertas a otros juegos producidos por adventistas. Esta versión renovada ofrece un juego completamente revisado. En Héroes 2, los jugadores comienzan su travesía con Adán y Eva, los primeros héroes de la Biblia. A medida que los héroes hacen preguntas sobre su vida, los jugadores comienzan a acumular «puntos de experiencia». Cuantos más puntos tiene un jugador, obtiene acceso a más héroes. Cada juego consta de doce pre-
El juego de conocimientos bíblicos Héroes 2 fue lanzado el 25 de marzo de 2021. Iglesia Adventista del Séptimo Día 6
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guntas, y el puntaje se basa en cuán rápidamente pueda un jugador responderlas. Al comienzo, las preguntas son fáciles, pero a medida que se progresa, presentan mayores desafíos. «En Héroes 2, los jugadores podrán desafiar a familiares y amigos compartiendo un simple enlace –explicaron los líderes que están tras esta iniciativa–. Tendrán que jugar y responder las mismas doce preguntas para tratar de tener una mejor calificación». Héroes 2 está disponible en cuatro idiomas –inglés, español, portugués y francés– con la expectativa de que pronto se agreguen más idiomas. El juego puede ser descargado del Apple App Store y del Google Play Store. ESTUDIOS BIBLICOS Y PROGRAMA DE TELEVISIÓN
Junto con el juego, Hope Channel también ofrecerá estudios bíblicos. «Cada jugador se verá inspirado con los Estudios Bíblicos Héroes –dijo Vyacheslav Demyan, vicepresidente de Hope Channel–. Al visitar hopebiblestudy.org, los héroes de la Biblia responderán a preguntas tales como “¿Qué sucede al morir?”, “¿Es Dios real?” y “Si Dios es bueno, ¿por qué sufrimos?”». Y agregó: «También estamos planeando un programa que anima a equipos de cualquier iglesia o escuela cristiana para que comprueben sus conocimientos bíblicos». Los líderes de la iglesia y los creadores del juego esperan que Héroes 2 ayude a los niños, jóvenes y adultos a familiarizarse más con la Biblia. «Queremos que todos se den cuenta de que hoy son llamados a ser héroes, así como lo fueron los personajes del pasado –dijo Neves–. Esperamos que el juego inspire a cada jugador a entregar su vida a Cristo».
Noticia en detalle
Viaje misionero virtual brinda esperanza en Guatemala
Estudiantes de la Universidad La Sierra recaudan fondos y envían decenas de paquetes.
Darla Martin Tucker, Universidad La Sierra, y Adventist World
La tarea que enfrentaba la Sociedad Premédica de la Universidad La Sierra era abrumadora: transformar el viaje misionero anual a Guatemala, –que brinda muy necesaria ayuda, conexión espiritual y obra comunitaria solidaria– y reproducirlo en línea. Durante 16 años, la sociedad, un club de estudiantes de la Universidad La Sierra en Riverside (California, EE. UU.), dirigido por el profesor asociado de biología Eugene Joseph, ha esparcido el amor de Cristo en Guatemala cada Navidad, al distribuir alimentos y zapatos; llevando juguetes y amistad a niños enfermos; orando con las familias; brindando ayuda práctica como vacunaciones al ganado, además de atención médica y odontológica a cientos de personas de zonas rurales. Todo quedó trastocado este año. Con los viajes al extranjero suspendidos, la Sociedad Premédica decidió pensar en maneras de continuar con su obra en América Central, donde el impacto del Covid-19 ha agravado el sufrimiento. Durante una videoconferencia en octubre de 2020, se decidió seguir adelante con una actividad virtual, algo que demandaría una coordinación y planificación significativas. Los líderes distribuyeron una invitación en el campus y 25 estudiantes voluntarios a cargo de nueve miembros del club conformaron un buen equipo. El grupo organizó una recaudación en enero y, junto con fondos del club, reunió 3800 dólares. Sus contactos en Guatemala usaron el dinero para adquirir 48 pares de calzado de niños y 950 kilogramos de alimentos para sesenta bolsas que contenían porotos frijoles, arroz, azúcar, harina de maíz, aceite, sopas y fideos. También
En Guatemala, voluntarios compran zapatos para donarlos a las familias locales y distribuirlos a un hospicio para niños con HIV. Noticias de la Universidad La Sierra
compraron artículos para cuarenta paquetes para los niños del Hospicio de Niños San José, que incluyeron mantas, toallitas descartables, champú de bebé, jabón y otros artículos para hogares de ancianos. Por lo general, los estudiantes y el personal de La Sierra distribuyen alimentos y calzado personalmente a las agradecidas familias. También juegan con los niños del hospicio y forman amistades en las diversas comunidades. Este año, tuvieron que hallar una manera de transmitir esa experiencia a pesar de los casi 4400 kilómetros de distancia. Organizaron un «viaje» misionero virtual el sábado 13 de febrero, que fue transmitido por Zoom, y que permitió que audiencias de Estados Unidos y Guatemala vieran cómo miembros de tres iglesias adventistas y estudiantes misioneros entregaban bolsas de alimentos y cajas de zapatos siguiendo los protocolos de seguridad. La donación virtual fue precedida por un culto y actividades para los niños por la tarde: cánticos en español, presentaciones sobre la vida de los estudiantes, canciones para niños, un experimento de ciencia, manualida-
des y, a la noche, una breve clase con juegos. Joseph ha organizado los viajes misioneros anuales a Guatemala desde 2004. «Al comparar los viajes presenciales pasados con el viaje virtual de este año, pude percibir el mismo espíritu de gratitud –dijo Joseph–. Los estudiantes también se vieron impactados por la recepción virtual que recibimos y por cómo logramos realmente ser las manos y los pies de Jesús, aun durante la pandemia». Para Kay Kim, la presidenta de la Sociedad Premédica, la experiencia única de llevar a cabo un viaje misionero superó las expectativas. «Me emocionó ver las sonrisas en los rostros de los niños mientras cada uno recibía sus zapatos –dijo–. Después del viaje virtual, me di cuenta qué bendición fue tener esa oportunidad de servir a otros».
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Enfoque regional División Transeuropea
88.583 Número de miembros de la División Transeuropea al 31 de diciembre de 2020.
«Necesitamos alimentar el centro y no caer en entretener la periferia». –Paul Tompkins, presidente de la Misión Escocesa, durante un seminario web de la División Transeuropea, sobre los jóvenes y el bienestar. A partir de sus interacciones y encuestas con jóvenes, le resulta obvio que una experiencia significativa en la iglesia y una fe personal profunda son razones por las que los jóvenes permanecen involucrados en la iglesia.
«El valor más grande de nuestra iglesia son las personas: es interno. El riesgo más grande de nuestra iglesia son las personas: es interno. Necesitamos el Espíritu Santo para transformar diariamente nuestros corazones y mentes, para ser embajadores de confianza y buena voluntad en pensamiento, palabras y acciones» –Raafat Kamal, presidente de la División Transeuropea, durante una presentación de Generation Youth for Christ Europa, en octubre de 2020.
US$570.000 El monto recaudado durante la pandemia, por el programa de recolección anual en Noruega, y destinado a proyectos en los países en desarrollo. Las iglesias y los miembros de iglesia idearon planes creativos para la recolección de fondos. Los miembros usaron los medios sociales para participar de actividades de recaudación. Algunos usaron recolecciones de cumpleaños y otros promocionaron un servicio de instalación de neumáticos de invierno en los automóviles. (^-)
«Al verme rodeado de tantas muertes, noté que lo importante es estar cerca de las personas. Muchas están solas. Si con mi compromiso logré proteger a al menos algunas de ellas, este reconocimiento está dedicado a ellas». –Tomasz Karauda, médico adventista en Lodz (Polonia), al recibir un reconocimiento de parte del Ministerio de Salud de Polonia. Karauda colaboró con la Fundación Dominika Kulczyk para adquirir y distribuir casi sesenta toneladas de equipos de protección individual.
Tor Tjeransen/Adventist Media Exchange (CC BY 4.0) 8
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Perspectiva
Kevin McGill, Gleaner de la Unión Asociación del Pacífico Norte
Mihajlo Maricic / iStock / Getty Images Plus / Getty Images
El precio de hablar libremente Dios tiene la solución perfecta para los falsos discursos y sus consecuencias. La columna que sostiene a toda gran sociedad es la libertad de expresión y la libertad religiosa. No todas las religiones son buenas, y no toda expresión es digna de alabanza. Pero si decidimos censurar perspectivas religiosas o políticas diferentes de las nuestras, nos adentramos en un camino peligroso. La libertad de expresión protege todas las expresiones. No le importa determinar si compartimos o no la perspectiva de otro. Es verdad: Si alguien elige usar su libertad para pronunciar expresiones racistas, intolerantes y dañinas, necesita comprender que puede haber consecuencias. Su empleador puede despedirlo. Puede ser bloqueado en Twitter o Facebook para que no publique mensajes de odio. Eso no es censura arbitraria: es una consecuencia. LÍMITES A LA LIBERTAD
La libertad de expresión tiene importantes límites. Los que mienten sobre otras personas pueden ser demandados por difamación o calumnias. Si se demuestra que hay expresiones directamente relacionadas con la violencia, puede y debería
procesarse al responsable. Libertad de expresión no significa libertad de sus consecuencias. Desde temprano, debería enseñarse a los niños que no pueden usar sus palabras para acosar a otros. Si no aprenden esta lección en su casa o la escuela, se darán cuenta de que su empleador tiene todo el derecho de despedirlos por lenguaje abusivo. A pesar de ello, es imposible o acaso insensato tratar de buscar y detener a cada acosador. El mejor antídoto para las expresiones malas son las expresiones buenas. En la era de los medios sociales, las buenas expresiones suelen quedar ahogadas por los discursos de odio y las teorías conspirativas. Pero no tenemos que renunciar a la creencia de que los mejores discursos e ideas vencerán. Esa libertad sigue siendo el camino hacia una unión más perfecta: al proteger las expresiones que odiamos, protegemos las expresiones que amamos. MODERACIÓN PROPIA
En nuestras interacciones con los medios sociales, deberíamos recordar que es mejor moderarnos y comprometernos a tratar a otros con respeto, a pesar de nuestras diferencias. Dos cosas pueden ayudarnos en este sentido. En primer lugar, podemos involucrarnos deliberadamente en la humanidad de los demás y tratar a las personas como amigos, no como provocadores. En segundo lugar, podemos ser curiosos con las opiniones que
difieren de las nuestras. Hacemos bien en tratar de entender perspectivas diferentes, de la manera más positiva posible. Podríamos crear un espacio para permitir que las personas expresen perspectivas distintas. Esto es un pluralismo confiado y saludable. LA SOLUCIÓN DIVINA A LOS DISCURSOS FALSOS
En su comentario sobre Apocalipsis, Sigve Tonstad escribe: «La Biblia comienza con un caso de “discurso falso” (Gén. 3:1). Termina con un despliegue sostenido de la serpiente antigua, la que engaña al mundo entero (Apoc. 12:9)».* Dios podría haber silenciado a Satanás inmediatamente, pero eligió no hacerlo. Él no silencia discursos falsos a la fuerza; por el contrario, revela su carácter. El remedio divino para los «discursos falsos» es «más discursos». Dios se opone a la falsedad con la revelación. Cuando la Biblia habla del poder de las palabras, da consejos sólidos. Pensemos en la sabiduría del apóstol Pablo: «Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Efe. 4:31, 32). El mejor discurso es redentor. En lugar de tratar de silenciar a las personas, incluye a tantos como sea posible bajo la bandera del amor. *Sigve Tonstad, Apocalipsis (Grand Rapids, Mích.: Baker Academic, 2019).
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Perseverancia
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e gustan los deportes de resistencia, en especial los triatlones: nadar, andar en bicicleta y correr. Confieso que la natación no es mi actividad favorita, pero en un triatlón, es necesario sobrevivir a la natación para llegar a las otras dos actividades. La perseverancia es una parte importante de esta disciplina. Imagine a atletas cubiertos de sudor, avanzando con dificultad para cruzar la línea de llegada después de meses de intenso entrenamiento. Esto ha incluido correr en la oscuridad del amanecer, pedalear con mal clima, músculos adoloridos y pensamientos motivacionales en la soledad de la piscina. Puede ser una actividad sumamente solitaria. ¿Por qué una persona en su sano juicio se somete a algo así? Existen, por supuesto, algunas recompensas: el increíble sentimiento de haber perseverado y cruzado la línea de llegada; la camaradería a lo largo del trayecto (en mi nivel no hay competencia entre los participantes); las multitudes que aclaman a los exhaustos atletas; mi esposa que aguarda, entusiasmada, que llegue; y sí, quizá una medalla conmemorativa que mi hijo más chico termina secuestrando y usando para sus juegos. PERSEVERANCIA CRISTIANA
Cuando no existen respuestas rápidas
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La perseverancia también es parte de nuestro vocabulario cristiano. Nos animamos a perseverar en momentos de adversidad: «Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas y las tentaciones, porque después de superarlas, recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a quienes lo aman» (Sant. 1:12, NTV).1 Hablamos correctamente sobre seguir firmes, pero me pregunto si a veces podríamos estar enfocándonos demasiado en nuestros esfuerzos. ¿Puede ser que suscribamos al concepto cuestionable de que el cristianismo es la versión religiosa de un deporte de resistencia? ¿Algo similar a la supervivencia del más apto espiritualmente? Aunque Pablo usa la analogía de una carrera que necesita ser corrida con perseverancia
Fotografía: Paul Green
(1 Cor. 9:24-27; Heb. 12:1), balancea esa imagen al describir a Cristo como nuestro precursor (Heb. 6:19, 20), y a la nube de testigos que nos rodea (Heb. 12:1). Acaso la carrera espiritual no es tan solitaria como pensamos. Hay un libro de la Biblia que presenta una muestra de la fe pública y personal, abarcando un período de aproximadamente mil años, y expresada mediante himnos y oraciones en respuesta a las acciones divinas. Los Salmos nos cuentan de maneras sumamente íntimas y personales historias de perseverancia de sus autores, en su caminar con Dios. Esas personas lucharon con alegrías y tristezas, experimentaron bendiciones y maldiciones, y enfrentaron el éxito y la adversidad. Ningún otro libro de la Biblia abre a los lectores modernos una ventana tan amplia hacia la fe de la antigüedad. Analicemos tres luchas de perseverancia en el libro de los Salmos. NO TE INQUIETES
El Salmo 37 se enfoca en la perseverancia en el contexto de que los justos están bajo el ataque de los malos. Es un tema frecuente en los Salmos y acaso también en nuestra vida. Los versículos 1, 7 y 8 exhortan «no te impacientes»; «no te alteres»; «no te excites». La frase hebrea ’al titkhar se traduce como «no te muestres enojado», o «no permitas que te consuma el enojo». Acarrea connotaciones reflexivas que se refieren al enojo consumidor que puede resultar autodestructivo. La perseverancia en medio de la adversidad apremiante y los adversarios pueden llevar al enojo y la frustración, y se anima al lector a confiar en Jehová (vers. 3), a deleitarse asimismo en Jehová (vers. 4), a encomendar a Jehová su camino (vers. 5) y a esperar en Jehová (vers. 7). Son todos buenos consejos para remplazar las frustraciones con acciones positivas de extracción divina. ¿POR CUÁNTO TIEMPO?
No obstante, ¿qué decir de nuestras luchas internas, cuando dudamos de la mera existencia de Dios, o de su interés e intervención en nuestra vida? Los salmistas conocen esos momentos en los que, por ejemplo, una seria enfermedad nos quita el aliento, y solo podemos musitar un ronco: «¿Hasta cuándo?» (Sal. 6:3). Esta pregunta se repite veinte veces en el Salterio, y refleja la protesta de los salmistas sobre la percepción de la ausencia divina mientras procuran soportar su situación.2 La percepción de ausencia, sin embargo, no es necesariamente una ausencia real. Cuando Jesús usó las palabras del salmista (Sal. 42:5, 6; 43:5) en el Getsemaní (Mat. 26:38) –acaso el ejemplo perfecto de perseverancia en la adversidad– su Padre y la hueste angélica estaban a su lado, por más que él sintiera una separación total: «Pero Dios sufrió con su Hijo. Los ángeles contemplaron la agonía del Salvador».3 Nuestra perseverancia encuentra la presencia de Dios (Sal. 73:17).
La percepción de ausencia, sin embargo, no es necesariamente una ausencia real. ESPERAR EN EL SEÑOR
Una frase que encarna esta búsqueda de perseverancia en Salmos es la exhortación a «esperar en Jehová», que junto con expresiones similares, aparece quince veces en el libro.4 El verbo hebreo qawah, «esperar, mirar ansiosamente, aguardar», suele conectarse mayormente a Dios como el objeto de nuestra esperanza (por ej., Sal. 71:5). El himno nacional de Israel se titula Hatiqva («La esperanza»), expresando una esperanza antigua para una nación moderna. Por ello, «esperar en el Señor» significa fijar nuestra esperanza en Dios, «dejar todo en manos de Yahvé, esperando todo de él y confiando tan solo en él».5 Otra perspectiva sobre la palabra hebrea qawah se encuentra en sus significados secundarios de «reunir, atar» y, como sustantivo, «línea, cuerda», lo que da la idea de que esperar en el Señor es atarnos a sus promesas como uno ataría con una cuerda una rama más débil a otra más fuerte, para fortalecer la primera. Salmos 27:14 expresa esa estrecha conexión: «¡Espera en Jehová! ¡Esfuérzate y aliéntese tu corazón! ¡Sí, espera en Jehová!». En los últimos nueve años, he corrido siete veces la Bridge Marathon (en Chattanooga), una carrera de 42,195 kilómetros que cruza siete veces el río Tennessee. Mi esposa Thandi corre la media maratón y termina mucho antes que yo. Por lo general, mi perseverancia comienza a ser probada severamente entre los kilómetros 34 y 39, un solitario tramo junto al río. Me duelen las piernas y siento poca energía, pero sé que tengo que «esperar para ver a Thandi», que se ha posicionado y me aguarda dos kilómetros antes de la línea de llegada. Ella corre junto a mí hasta el final, animándome a cada paso. Ato mis fuerzas desfallecientes a las suyas, y perseveramos juntos. Los salmistas hallaron el secreto de «esperar en Jehová» al fijar sus ojos en él y atar la debilidad de ellos a su fuerza, apoyándose en sus brazos eternos (Deut. 33:27). Bajo «perseverar», en Diccionario de la Real Academia Española, en https://dle.rae.es/perseverar?m=form. La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados. Salmos 4:2; 6:3; 13:1, 2; 35:17; 62:3; 74:9, 10; 79:5; 80:4; 82:2; 89:46; 90:13; 94:3; 119:84. 4 Elena White, El Deseado de todas las gentes (Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1955), p. 642. 5 Salmos 9:18; 25:3, 5, 21; 27:14; 37:9, 34; 39:7; 40:1; 52:9; 62:5; 69:6, 20; 71:5; 130:5. 6 G. Waschke, «qwh», Theological Dictionary of the Old Testament, ed. G. J. Botterweck et al. (Grand Rapids: Eerdmans, 2003), t. 12, p. 571. 1 2 3
Martin G. Klingbeil es profesor de Antiguo Testamento y Estudios del Antiguo Cercano Oriente en la Universidad Adventista Southern, y vive con su familia en Ooltewah, Tennessee, Estados Unidos.
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Cómo desarrollar la resiliencia en los niños y jóvenes Feature
Todos tenemos un papel que cumplir
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adie está inmune a los desafíos de la vida. La pandemia del Covid-19 ha dejado eso en claro a los que dudaban de ello, y ha elevado el tema de la «resiliencia» al tope de las informaciones más populares. La resiliencia es la capacidad de mantener un funcionamiento competente ante los principales estresores de la vida. Dado que los problemas sociales no desaparecen, ¿cómo crear una cultura en que le vaya bien a los niños a pesar de las experiencias adversas? La resiliencia no es un rasgo de personalidad con el que se nace sino una capacidad que se desarrolla. Piense en la resiliencia como un equilibrio entre las experiencias negativas por un lado y los factores de resiliencia por el otro. Cuantos más factores de resiliencia tenga un niño, mejor podrá afrontar las dificultades que inevitablemente hallará por el camino. La resiliencia se produce a niveles individual, interpersonal y comunitario. RECONOCER LOS LÍMITES
Antes de explorar cómo cultivar resiliencia, necesitamos reconocer sus límites. Las experiencias adversas de la niñez tienen un efecto acumulativo. A más traumas infantiles, peores resultados físicos y emocionales. Es por ello que una intervención temprana es clave para limitar los impactos negativos. Eso no significa que lo que se discute en este artículo no pueda ayudar a un niño que ha pasado por severas adversidades. Significa, no obstante, que las mejoras pueden resultar limitadas. A nivel individual, los niños más resilientes tienen ciertas características de personalidad. Los que tienen un nivel percibido de autocontrol, pueden adaptarse a los cambios de la vida, se conectan con otros, tienen un sentido de fe y esperanza, son extrovertidos, poseen habilidades para el manejo del estrés y suelen enfrentar mejor los estresores. Algunos niños tienen mayores probabilidades de nacer con esas fortalezas, pero estas también pueden desarrollarse en un contexto relacional. EL CULTIVO DE LA AUTOESTIMA
La resiliencia comienza con el desarrollo de la autoestima, pero eso no se produce en un vacío. Resulta de los aportes de otros, respecto de lo que hacemos y somos. Se da en el contexto de las relaciones. En forma ideal, comienza en el hogar. Cada niño tiene sus fortalezas. Sea específico y honesto al
Fotografía: Conner Baker
alentar al niño para que tenga mayor probabilidad de creer y entonces internalizar esas declaraciones positivas. Esto ayuda a edificar una conexión positiva entre el padre y el hijo. Según el Estudio Longitudinal de Salud Adolescente a Adulta de los Estados Unidos,1 más allá de la raza, etnia o nivel socioeconómico, los niños que se sienten conectados a un padre están protegidos contra diversos tipos de riesgo, lo que incluye la angustia emocional; los pensamientos e intentos de suicidio; el uso de tabaco, alcohol y marihuana; la conducta violenta; y la actividad sexual temprana. COMIDAS EN FAMILIA
Otra gran manera de cultivar la resiliencia es teniendo comidas regulares en familia. En casi todas las culturas, compartir alimentos es un elemento importante del vínculo afectivo. Las investigaciones muestran que cuantas más comidas en familia (hasta cinco por semana), más se beneficia el niño. Según la investigación, comer juntos produce menores índices de obesidad, calificaciones más altas, menores pensamientos o intentos suicidas, menor abuso de sustancias, menor actividad sexual, menos suspensiones escolares, menos bullying, y hasta mayor probabilidad de usar el cinturón de seguridad y el casco de la bicicleta.2 Las comidas familiares pueden producirse en cualquier momento del día, pero deberían ser momentos agradables y positivos. Contribuyen a que el progenitor conozca mejor lo que está sucediendo en la vida del hijo, fortaleciendo las emociones positivas mediante la interacción, mejorando la comunicación familiar, y brindando una oportunidad de ser modelos positivos. ADULTOS SOLÍCITOS
Desafortunadamente, no todos los niños cuentan con un progenitor que les brinde apoyo, ni con estabilidad en el hogar. Aun los jóvenes con una relación cálida con sus padres se benefician de tener otro adulto solícito en sus vidas. Los investigadores han
hallado de manera repetida que un factor que lleva a la resiliencia es que el niño tenga a su disposición un adulto carismático, alguien con quien puedan identificarse y de quien obtengan fortaleza. Eso también contribuye con el éxito académico. El elemento más fundamental para el éxito escolar es que el estudiante cultive una relación cercana con al menos un adulto solícito. Según un estudio de la Investigación para la Fundación de Mentores de California,3 el 98 por ciento de ellos no se convirtió en padre adolescente, y el 98 por ciento no se unió a una pandilla.4 La comunidad de la iglesia brinda una oportunidad maravillosa de cultivar esas relaciones de mentoría en la Escuela Sabática, los Conquistadores y otras actividades. Esas relaciones también son cultivadas con docentes con quienes se conectan mediante actividades tales como viajes de estudio, deportes y otras. También puede producirse en la comunidad por medio de programas como el denominado Big Brothers Big Sisters of America.5 Por supuesto, debería haber límites seguros para prevenir las relaciones inapropiadas. Algunos adultos se aprovechan deliberadamente de los jóvenes vulnerables, o con el tiempo desarrollan relaciones inapropiadas debido a la creciente intimidad. VIVIR EN COMUNIDAD
Aunque las relaciones individuales son importantes, también vivimos en comunidades. La iglesia no es beneficiosa tan solo a la hora de cultivar relaciones de mentoría sino también para brindar a los jóvenes una comunidad de fe. Aunque una buena parte del desarrollo de la fe puede producirse individualmente, esta también puede crecer en el contexto de una comunidad cristiana. Los jóvenes actuales luchan con un sentido de conexión a una comunidad, debido a su dependencia creciente a los medios sociales y a los mayores niveles de soledad. Las iglesias necesitan conectar deliberadamente a los jóvenes y animarlos a
La resiliencia comienza con el desarrollo de la autoestima, pero eso no se produce en un vacío. conectarse entre sí. Los niños pasan más tiempo en la escuela que en cualquier otra comunidad. Las escuelas que promueven conductas positivas y cooperativas son fundamentales para la prevención. Esto comienza ayudando a que los estudiantes interactúen entre sí. Puede producirse en discusiones de grupos pequeños diseñadas para animar a los estudiantes a que se conozcan. Los docentes pueden ayudar llamando a sus alumnos por nombre, estableciendo reglas y límites claros, y entonces implementando y siendo modelo de esas reglas y límites. Cuando experimentan su escuela como una comunidad, eso los ayuda a mejorar sus resultados de aprendizaje, conductuales y aun de salud. La resiliencia es fundamental en este mundo pecaminoso. Se construye con conexiones con padres, mentores, iglesias y escuelas. En nuestra esfera de influencia, todos jugamos un papel a la hora de cultivar esas relaciones. https://www.icpsr.umich.edu/web/DSDR/studies/21600 Véase, por ejemplo, https://www.apa.org/pi/families/resources/ develop.pdf. 3 https://www.camentoringpartnership.org/research 4 https://www.atlantacaresmentors.org/become-a-mentor 5 https://www.bbbs.org 1 2
Alina Baltazar es directora de la Maestría en Trabajo Social, profesora asociada de Trabajo Social en la Facultad de Trabajo Social, y directora asociada del Instituto de Prevención de las Adicciones (IPA) de la Universidad Andrews, en Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos. Gary Hopkins es profesor de investigación de la Universidad Andrews, codirector del IPA, y está al frente del Centro de Investigaciones sobre Prevención.
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Enfoque
Otra vez en camino Rendirse a Dios significa aceptar lo que él cree que es mejor para nuestra vida
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e aferré al volante y apreté los dientes. Si conduzco un poco más rápido que ayer, finalmente podré ir a cualquier lado, me dije. No, no era un estudiante de manejo que procuraba dominar el arte de conducir. Triste es decirlo, era yo: un adulto de más de treinta años, que batallaba con un trastorno de ansiedad conocido como agorafobia. Estaba procurando vencer la agorafobia mediante la «desensibilización sistemática» o la «terapia de exposición». Procuraba enfrentar mis temores, lo que implicaba alejarme de mi «zona segura». Me resultaban especialmente problemáticas las autopistas con pocas salidas. Después de todo, había sufrido mi primer ataque de pánico estando en una autopista de la ciudad de Chicago. Mi cerebro me había llevado a pensar que si evitaba ciertas condiciones, como conducir solo por la autopista, estaría bien. Pero después de años de Fotografía: Jackson David
Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 3,6 por ciento de las personas del mundo sufren de un trastorno de ansiedad. Eso significa unos 264 millones de personas.
hacer caso a mi idea, lo que a veces me imposibilitaba conducir a unas pocas cuadras de casa, estaba procurando desesperadamente desaprender mis conductas evitativas. Si busca agorafobia en Internet, verá que es un «temor a los lugares abiertos» o algo por el estilo. No es una buena definición. Para la mayoría de la gente, agorafobia significa evitar una situación que dispare un ataque de pánico. Lo sé por experiencia. Luché por décadas contra la agorafobia, el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno de pánico. Si usted jamás experimentó un ataque de pánico,
puede sentirse agradecido. La experiencia de sentir sudor, falta de aire, fuertes latidos y otros síntomas hace que la mayoría de las víctimas piensen que están por morir. No es así, pero el cerebro, que se convence contra su voluntad, llega a creerlo. Aunque los ataques de pánico no son peligrosos, producen un temor increíble. Todo parecía lógico en ese momento. Si enfrentaba mi temor, este desaparecería, ¿no es así? Por eso perseveré, día tras día y semana tras semana, con escasos progresos. Bueno, avancé un poco: unos pocos kilómetros más sin sentir pánico. Pero al pensar en mis días jóvenes en que viajaba solo e iba lejos, la repentina «victoria» de conducir a trece kilómetros de casa parecía algo insignificante. Pero yo estaba haciendo mi parte; y también oraba. De hecho, llegué a ser pastor, y a ocultar mi disfunción vergonzosa lo mejor que podía. Lo menos que puedo decir es que visitar a los feligreses no era mi punto fuerte. Finalmente, mis desafíos mentales me llevaron a abandonar el pastorado. Guardé mi diploma y regresé al ámbito de las ventas. A pesar de ello, jamás perdí la esperanza. Jamás renuncié al sueño de liberarme de las cadenas de los trastornos de ansiedad. La verdad es esta: Dios compartía mi sueño. Mis desafíos mentales no lo tomaron por sorpresa. «Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas» (Sal. 139:16, NVI). Mi Padre celestial sabía lo que un día tendría que enfrentar. Lo que yo no sabía es cuán maravillosamente se colocaría a mi lado, facultándome a su debido tiempo mientras yo seguía teniendo fe y confiando en él. Menos de un año después de dejar el pastorado, acepté un cargo editorial en la Asociación Publicadora Review and Herald. Le había confiado a mi entrevistadora y futura jefa cuál era mi situación, lo que incluía problemas para viajar. Jamás olvidaré su amable respuesta: «Randy, una cosa que he aprendido a lo largo de los años es que el dolor de una persona nos vuelve más sensibles a las luchas de otros». Entonces sonrió y añadió: «No veo que eso sea un problema». Años después, la remplacé como editor principal, y me esforcé por seguir con su costumbre de comprender y ser amable con los demás. Pasaron varios años. Había hecho escasos progresos con mi capacidad de conducir y viajar, pero no había perdido la esperanza. Sí, pensaba en darme por vencido, pero “alguien” no me lo permitía. Y sería un pecado de omisión no admitir que, en ocasiones, me sentía desesperado. Lo raro es que durante ese tiempo finalmente pude progresar. SOLUCIONES DISPONIBLES
Hasta entonces, me había dicho que podía desensibilizarme o simplemente vencer mi pozo de trastornos de ansieAdventistWorld.org Mayo 2021
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Cuando usted piensa que las cosas suceden muy lentamente, vale la pena recordar estas esperanzadoras palabras de las Escrituras: «Todo lo hizo hermoso en su tiempo» (Ecl. 3:11).
dad con el pensamiento racional. La dura verdad es que nada había funcionado en mi caso. Desesperado, llamé a un psiquiatra. Debería haberlo hecho mucho antes. Después de escuchar con detenimiento mi historia, incluida mi historia genética, el doctor Wagner pronunció cuatro palabras que había anhelado escuchar durante veinte años: «Creo que puedo ayudarlo». Su protocolo incluía medicarme –algo a lo que me había resistido por mucho tiempo– y la psicoterapia con un psicólogo capacitado. Seis meses después, conduje ciento diez kilómetros desde mi casa hasta el aeropuerto, y solo. Entonces tomé un avión para Orlando, Florida. Después de un maravilloso fin de semana allí, volé de regresó y subí a mi auto. En camino a casa, fui más lentamente para saborear el gozo de volver a conducir. A su debido tiempo, Dios había usado a un compasivo psiquiatra para ayudarme a resolver mi problema. Algo que recordar de la perseverancia: aunque a veces sintamos ganas de darnos por vencidos, jamás tenemos que olvidar que «nuestro Padre 16
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celestial tiene mil maneras de proveer a nuestras necesidades, las cuales ignoramos completamente».* Hay lugar para la terapia de exposición y muchas otras soluciones a los trastornos de ansiedad. Pero de no haber perseverado más allá de mi desánimo, las cosas habrían sido muy diferentes. Con la presencia de Dios, aun en los momentos más oscuros podemos identificarnos con estas palabras de las Escrituras: «Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos» (2 Cor. 4:8, 9). ¿Desearía que Dios hubiera «arreglado las cosas» más rápidamente? No, porque confío en que sus caminos y tiempos son los mejores. En el pasado, cuando los trastornos de ansiedad estaban entrometiéndose por primera vez en mi vida, había un programa de televisión que se llamaba Then Came Bronson [Entonces llegó Bronson]. Bronson era un motociclista que recorría el país para disfrutar de esa experiencia. Al comienzo de cada episodio paraba
en un semáforo junto a un exhausto viajero. A través de la ventanilla del vehículo, el hombre miraba melancólicamente a la moto y entonces a su conductor: «Cómo me gustaría estar en su lugar», le decía el conductor a Bronson. Y cada semana, Bronson miraba con simpatía al hombre y le decía: «Bueno, aguanta un poco más». Entonces el semáforo cambiaba, y ambos arrancaban, cada uno por su camino. «Aguanta un poco más» es una manera de decir «Persevera». Con Dios de nuestro lado, alcanzaremos la victoria. Elena White, Dios nos cuida (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 1991), p. 73. *
Randy Fishell fue editor de la revista Guide. Ha escrito sobre sus experiencias con los trastornos de ansiedad en An Anxious Kind of Mind [Un tipo de mente ansiosa], disponible en adventistbookcenter.com y en amazon.com. Randy es miembro de la Alianza Estadounidense de Enfermedades Mentales. Posee un blog –ananxiouskindofmind.com– donde escribe sobre los trastornos de ansiedad. Fotografía: Marek Piwnicki
Espíritu de Profecía
Desesperar de nada, esperarlo todo Qué dijo Elena White acerca de la perseverancia «La perseverancia en la oración ha sido constituida en condición para recibir. Debemos orar siempre si queremos crecer en fe y en experiencia. Debemos ser “perseverantes en la oración” (Rom. 12:12). “Perseverad en la oración, velando en ella, con acciones de gracia” (Col. 4:2)». En El camino a Cristo (Boise, Idaho: Pacific Press Publ. Assn., 1993) p. 98.
«[Los seguidores de Cristo] deben poseer valor, energía y perseverancia. Aunque obstruyan su camino imposibilidades aparentes, por su gracia han de seguir adelante. En vez de deplorar las dificultades, son llamados a superarlas. No han de desesperar de nada, sino esperarlo todo». En El Deseado de todas las gentes (Mountain View, California: Pacific Press Pub. Assn., 1955), p. 634.
«La vida cristiana es más de lo que muchos se la representan. No consiste toda ella en dulzura, paciencia, mansedumbre y benevolencia. Estas virtudes son esenciales; pero también se necesita valor, fuerza, energía y perseverancia. La senda que Cristo señala es estrecha y requiere abnegación. Para internarse en ella e ir al encuentro de dificultades y desalientos, se requieren hombres que no sean débiles». De El ministerio de curación (Mountain View, California: Pacific Press Pub. Assn., 1959), p. 397.
Fotografía: John Towner
«La integridad, la firmeza y la perseverancia son cualidades que todos deben procurar cultivar fervorosamente; porque invisten a su poseedor con un poder irresistible, un poder que lo hará fuerte para hacer el bien, fuerte para resistir el mal y para soportar la adversidad». De Maranata: El Señor viene (Doral, Florida: Asoc. Publ. Interamericana, 2008), p. 230.
«Por regla general, los que no han aprendido a trabajar no tienen hábitos de diligencia, perseverancia, economía y generosidad. No saben cómo arreglárselas. A menudo, por falta de atención y de sano juicio, derrochan lo que bastaría para mantener a sus familias con decencia y comodidad si lo aprovecharan con cuidado y economía». De El ministerio de curación (Mountain View, California: Pacific Press Pub. Assn., 1959), p. 147.
«Cristo sabía que debía fortalecer su humanidad por la oración. A fin de ser una bendición para los hombres, debía estar en comunión con Dios, rogando por energía, perseverancia y firmeza. Así demostró a sus discípulos dónde se hallaba su fuerza. Sin esta comunión diaria con Dios, ningún ser humano puede recibir poder para servir». De Consejos para los maestros, padres y alumnos (Mountain View, California: Pacific Press Pub. Assn., 1971), p. 307.
Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público. Estas citas han sido extraídas de varias de sus obras publicadas.
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Perspectiva mundial
Mirad y velad «¡El jefe podría llegar hoy!»
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l plan era osado: ser los primeros en cruzar la Antártida y vivir para contarlo. Cuando sir Ernest Shackleton y su tripulación de 27 hombres, 69 perros, un gato y un polizón navegaron a un extremo del continente, el 5 de diciembre de 1914, nadie imaginaba cuán difícil sería la travesía.1 A bordo del barco bien llamado H.M.S. Endurance (Resistencia), el progreso se hizo lento porque pronto se encontraron con hielo en el helado Mar de Weddell. Las condiciones empeoraron, y el 19 de enero de 1915, el barco quedó atrapado en el hielo, «congelado como una almendra en medio de una barra de chocolate», escribió el tripulante Thomas Orde-Lees.2 Durante ocho meses, la tripulación se apiñó en el atascado navío, esperando avanzar cuando el hielo se derritiera. Desafortunadamente, cuando el hielo comenzó a derretirse en septiembre, la presión se hizo tan grande que el barco terminó aplastado, y se hundió en las congeladas aguas. La tripulación tuvo que acampar en el hielo, pero como el hielo seguía derritiéndose, trasladaron sus provisiones y equipos a un témpano mayor, que terminó partiéndose en dos. En esa instancia, no les quedó otra que tomar lo que podían en tres botes salvavidas y dirigirse a la tierra más cercana. Después de seis terribles días en el gélido mar, sin agua para beber y con la mitad de la tripulación enferma de mareos y disentería, el exhausto grupo finalmente llegó a la Isla Elefante, a 556 kilómetros del lugar dónde se había hundido el Endurance. Por primera vez en más de un año, pisaron tierra firme. El grupo llegó a la punta de la isla, para avanzar hacia el oeste hasta hallar un lugar más apropiado, armando un campamento y usando dos botes salvavidas para construir cabañas improvisadas. Llamaron al sitio «Punta Salvaje».3 EN BUSCA DE AYUDA
Al darse cuenta que era muy improbable que los hallaran en esa pequeña isla deshabitada, Shackleton decidió que él junto a otros 18
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Fotografía: IBG/Royal Geographical Society
cinco hombres saldrían en un bote a buscar ayuda. Irían a un puesto para la caza de ballenas en la isla de Georgia del Sur, a más de 1300 kilómetros de allí. Asegurándole al resto que volverían, Shackleton designó a su segundo, Frank Wild, a cargo del grupo, y salió en otro terrible viaje a mar abierto, luchando contra olas monstruosas, el aullido del viento y los trozos voladores de hielo, durante dieciséis largos días. Cuando el pequeño grupo llegó a Georgia del Sur, vieron que el viento los había arrastrado al otro lado de la isla. Para llegar al puesto de caza, tendrían que enfrentar otra vez el embravecido mar, corriendo el riesgo de encallar contra las rocas, o bien trepar por montañas y bajar por glaciares congelados. Shackleton escogió esto último, y, «después de 36 horas de una caminata desesperada lograron alcanzar la estación».4 Pasaron más de cuatro meses hasta que el barco de rescate pudo llegar a la Isla Elefante, donde estaba el resto del grupo. «EL JEFE PODRÍA LLEGAR HOY»
En Punta Salvaje, mientras algunos aguardaban por el regreso del capitán, otros estaban desanimados. Viviendo en la penumbra perpetua del frígido invierno, «hicieron lámparas con latas de sardinas, usaron vendas como pabilos y quemaron aceite de sebo de foca».5 «Aguardamos con ansias el barco con provisiones», escribió una persona. «Algunos del grupo ya han renunciado a esperar –escribió otro–. No vale la pena seguir engañándonos».6 A pesar de ello, cada mañana, Wild daba la orden de que todos «tuvieran atadas y listas» sus pertenencias, porque «¡el jefe podría llegar hoy!».7 Finalmente, el 30 de agosto de 1916, cuando los hombres estaban sentados para almorzar trozos
hervidos de carne de foca, divisaron un pequeño barco en el horizonte. Era Shackleton, que venía a llevarlos a casa. Todos los miembros del Endurance se salvaron. ESPERAR CON PERSEVERANCIA
Amigos, ¿están cansados de aguardar el regreso del Señor? ¿Los han abatido las tormentas de la vida? ¿Están tentados a darse por vencidos porque la espera parece demasiado larga? ¡No están solos! La Biblia nos dice en Romanos 8: «Sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora […]. También nosotros […] gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo, porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve no es esperanza; ya que lo que alguno ve, ¿para qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos» (vers. 22-25). Asimismo, no se nos pide esperar en la oscuridad. «No os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad», escribe el apóstol Pedro en 2 Pedro 1:16. Y aún más que eso, añade: «Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día amanezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones» (vers. 19). Hoy, cuando el mundo se oscurece, la luz de la profecía brilla aún más que antes. Se hacen realidad las señales; las profecías se están cumpliendo rápidamente. ¡Jesús viene pronto! «NO PERDÁIS VUESTRA ESPERANZA»
la esperanza siguió viva, porque cada mañana, se les decía que tuvieran todo empacado, porque «¡el jefe podría llegar hoy!». Y en uno de esos «hoy», así fue. Jesús nos invita a prepararnos cada día para su venida. Se nos dice: «Al ejercitar una fe viviente hoy, conquistaremos al enemigo. Tenemos que buscar a Dios hoy, y decidir que no descansaremos satisfechos sin su presencia. Deberíamos velar y trabajar y orar como si este fuera el último día que se nos concediera».8 Y agrega: «Si estáis hoy bien con Dios, estaréis listos si Cristo regresara hoy».9 Creo que uno de estos días muy pronto será el día. Oremos y velemos. Pidamos al Espíritu Santo que mantenga el fuego encendido en nuestros corazones y que podamos compartir esa luz con otras personas. «No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene una gran recompensa, pues os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. “Porque aún un poco y el que ha de venir vendrá, y no tardará”» (Heb. 10:35-37). ¡Maranata! ¡Cristo viene! Gran parte de la información histórica de este artículo proviene de Kieran Mulvaney, «The Stunning Survival Story of Ernest Shackleton and His Endurance Crew», The History Channel, en línea en https:// www.history.com/news/shackleton-endurance-survival. 2 Ibíd. 3 «Elephant Island», Observatorio de la Tierra, NASA, en https:// earthobservatory.nasa.gov/images/147696/elephant-island. 4 Mulvaney. 5 «Elephant Island». 6 Mulvaney. 7 Ibíd. 8 Elena White, The Faith I Live By (Washington, D.C.: Review and Herald Pub. Assn., 1958), p. 249. 9 Ibíd. 1
Ted N. C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista. Se pueden consultar artículos y comentarios adicionales de la presidencia en Twitter: @pastortedwilson y en Facebook: @Pastor Ted Wilson.
Imaginen qué era estar en esa isla oscura y fría, aguardando el regreso del capitán. Cada día les habrá parecido una eternidad. Sin embargo, AdventistWorld.org Mayo 2021
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Voces jóvenes
La búsqueda
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reo que la experiencia más gratificante como cristiana es ser testigo cuando una persona decide seguir a Jesús. Cuando vemos que un individuo toma esos primeros pasos y entonces llega con el tiempo a una comprensión más plena de quién es Dios, recibimos la seguridad del plan divino de salvación. Nada renueva tanto nuestro caminar espiritual con Dios como compartir el evangelio. En algún momento, cada uno de nosotros se embarca en una búsqueda para hallar significado, propósito y amor. Casi siempre, esa búsqueda lleva a un deseo de conocer a Dios y su Palabra. Mi esposo Andrew y yo tuvimos el privilegio de acompañar a dos personas especiales en su búsqueda de Dios en medio de la pandemia. Nathan, mi hermano menor, comenzó esa Esa búsqueda búsqueda a una edad muy temprana. Su pasión por de Dios, esa Dios no conoce límites. Durante los últimos cuatro años, pasó mucho tiempo orando y estudiando hambre y sed la Palabra de Dios. A menudo era el primero en de comprenderlo levantarse para pasar un tiempo con Dios antes de comenzar su rutina diaria. Su compromiso mejor, resulta en de priorizar a Dios resultó inspirador. Ya fuera un amor más alrededor de la mesa o en camino a la iglesia, nos hacía preguntas de la Biblia y compartía su interés profundo por por aplicarlo a su vida. el Señor. Nathan tenía el deseo de ser bautizado al cumplir quince años, pero debido a la pandemia, su bautismo se atrasó. Esto no afectó su pasión por seguir aprendiendo. Nos pidió a Andrew y a mí que estudiáramos con él las creencias y doctrinas adventistas mientras estábamos en casa debido a la cuarentena. Siguió estudiando las Escrituras y adquiriendo habilidades homiléticas de nuestro padre y de un pastor. El firme deseo de Nathan de experimentar a Dios continúa, y eso ha resultado en un caminar más cerca del Señor. A veces, las preguntas constantes pueden resultar agotadoras, pero nos recuerdan que debemos procurar con entusiasmo nuestra búsqueda de Dios. 20
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Lalnunthari, una amiga de Birmania, desarrolló hace poco una gran pasión por la Palabra de Dios. Cantábamos juntas en el coro del Colegio Terciario Spicer Memorial, y nos graduamos en 2016. Nos encontramos otra vez en el 2019. Mientras recordábamos nuestros días de estudio, me compartió su sincero deseo de estudiar la Biblia. Deseaba saber más sobre Dios y la fe adventista. Así fue que comenzamos a estudiar la Biblia juntas. Lalnunthari había crecido en un hogar metodista y asistía a la iglesia con su familia. Pero quería saber más. Estudió la Biblia y comparó lo aprendido con las creencias que le habían enseñado. Tenía numerosas preguntas, y se mostró entusiasmada de compartir las verdades que estaba descubriendo al leer la Biblia. Nos emocionó escucharla expresar profundos consejos teológicos de forma simple, y nos dimos cuenta de que esto solo era posible por la obra del Espíritu Santo. Dios siguió ayudándola a crecer mediante conversaciones que mantuvimos juntas. Tenía mucha energía y gozo en descubrir la verdad. La sonrisa de su rostro lo manifestaba. Logró conectar los puntos y hallarle sentido al mensaje. Fuimos testigos oculares de su transformación. Eso es un verdadero milagro. Su búsqueda de Dios y la verdad fue real y emocionante. Esa búsqueda de Dios, esa hambre y sed de comprenderlo mejor, resulta en un amor más profundo por el Señor. Nathan y Lalnunthari decidieron dar sus vidas a Jesús y fueron bautizados el año pasado. Fue un momento de gozo. Se nos dice que el cielo se regocija cada vez que alguien decide entregarse al Señor. Dios desea que cultivemos una profunda pasión por él y perseveremos en la fe. Para algunos, la búsqueda recién ha comenzado; para otros, es algo que continuará.
Beersheba Jacob es coordinadora de recursos humanos y asistente del vicepresidente del Colegio Terciario Lowry Memorial en Bangalore, India. Está casada con Andrew.
Fe en acción
Un ministerio a los masáis La fuerza de la colaboración
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uando Lemareka Kibasisi, un estudiante de la Universidad Adventista Friedensau en Alemania, ingresó a la oficina del profesor László Szabó una mañana de 2009, tenía un pedido urgente. «Doctor Szabó, regrese por favor a Tanzania y ayude a mi gente». Szabó –vicedecano de Teología de Friendensau y exmisionero en Tanzania–, quedó impresionado por el entusiasmo de Kibasisi de compartir el mensaje del evangelio con el pueblo masái y ayudar a suplir sus necesidades físicas y sociales. «Los masáis son un pueblo a menudo ignorado o descuidado por las agencias de gobierno y la iglesia –dice Szabó– por lo que decidí hacer lo posible para ayudar». Los masáis son por tradición un pueblo nómade y ganadero, que ocupa grandes territorios en Kenia y Tanzania. Suelen tener grandes familias con varios niños. Los padres a menudo casan a sus hijas jóvenes con hombres mayores, que le pagan al padre de la novia muchas vacas como dote. Cuando los hombres mayores mueren, dejan tras sí viudas jóvenes con hijos pequeños, que tienen que luchar con la pobreza. La falta de instalaciones médicas, las infecciones infantiles generalizadas y la elevada mortalidad infantil son otras dificultades que enfrentan las familias.
Fotografía: Cortesía de László Szabó
CIRCUNSTANCIAS CAMBIANTES
Los desafíos políticos, ambientales y sociales han ido transformando gradualmente la vida de los masáis. La falta de agua tanto para familias y ganados, las sequías frecuentes y las enfermedades hacen que sea difícil ganarse la vida con la agricultura. Su estilo de vida nómade se está volviendo más sedentario. Hay escasas opciones adicionales de ganarse el sustento o de educarse. El ruego de Kibasisi llevó a que la Universidad Adventista de Friendensau organizara proyectos de evangelización y desarrollo en el norte de Tanzania. La universidad trabaja en sociedad con Restore a Child, una organización adventista que brinda protección, nutrición, educación y atención de salud a los huérfanos y niños desamparados. Los esfuerzos combinados del grupo se enfocan en las zonas masáis de Longido y Karao. Anticipan e implementan programas para responder a las necesidades de agua, educación, médicas y de crecimiento espiritual. La universidad y Restore a Child brindan financiación, personal y otros recursos a los proyectos. PROGRESO EN COLABORACIÓN
La colaboración ha resultado hasta el momento en el establecimiento de la Escuela Primaria Adventista Masái en Karao y ocho jardines maternales en Karao y Longido. Más de setecientos estudiantes asisten a
estos centros educativos. En 2020, en los exámenes nacionales, la escuela estuvo en el 15 por ciento superior de las escuelas primarias de Tanzania. El programa masái incluye ofrecer comidas diarias a los niños. En Karao, con el apoyo de socios internacionales como el Banco Mundial, el equipo instaló cañerías de agua para proveer este vital elemento a la comunidad. También dan cabras a las viudas, para que las familias tengan leche y generen algunos ingresos. Satisfacer las necesidades físicas de las personas ofrece oportunidades de compartir el mensaje del evangelio. Cientos de adventistas se reúnen actualmente en trece iglesias adventistas en Karao y Longido. LA HISTORIA DE MÓNIKA
Mónika, que estudia en la escuela masái, tuvo que caminar grandes distancias en medio de la selva para asistir a la escuela. Como tenía miedo de los animales salvajes, memorizó textos de la Biblia para repetirlos en su travesía diaria. Dice que eso le daba consuelo, y que esa experiencia le ayudó a confiar en Dios. En lugar de casarse a una edad temprana, Mónika ahora estudia en una escuela secundaria adventista de Arusha y anhela capacitarse como médica. PLANES DE CRECIMIENTO
La Universidad Adventista de Friedensau y Restore a Child continúan haciendo planes de suplir las necesidades crecientes de los masáis. Las organizaciones ahora están recaudando fondos para construir una residencia estudiantil en Karao, abrir una clínica médica y desarrollar una estructura de comercio agrario para la comunidad. Para saber más sobre estos proyectos, ingrese a https://www.thh-friedensau. de/en/ or https://restoreachild.org.
Cepha Angira es pastor adventista en Kenia.
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ada comienzo es único y, sin embargo, todos los comienzos comparten la frescura del pasado, ofreciendo una novedad reveladora. La vida está llena de comienzos: dar los primeros pasos, pronunciar las primeras palabras, los primeros días escolares, un primer novio o novia, la primera graduación, la boda, el nacimiento de un hijo, una mudanza, un nuevo trabajo, una nueva iglesia. Nuestras vidas son como un péndulo que oscila entre fines y comienzos, porque no es posible que uno exista sin el otro. DOS COMIENZOS CONECTADOS
En qué creemos
El Padre
La presencia de Dios Un comienzo sin fin
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La Biblia menciona muchos comienzos. Pero dentro de la gama bíblica de novedades, dos comienzos se conectan de manera especial marcando una característica fundamental de nuestra existencia: la presencia de Dios. Pensemos en la inauguración del sábado, según se describe en Génesis 1:31-2:3, y el comienzo del servicio del santuario, tal como aparece en Éxodo 39: 32-42 y 40:9. Estos dos comienzos siguen a la compleción de una obra de creación. El algo evidente en el uso de terminología similar, lo que en ambos episodios indica: (1) una evaluación de la obra creadora; (2) una declaración de finalización; y (3) una bendición y consagración. Una mirada más cercana lo deja aún más en claro: «Y vio Dios todo cuanto había hecho, y era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana del sexto día. Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos. El séptimo día concluyó Dios la obra que hizo, y reposó el séptimo día de todo cuanto había hecho. Entonces bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de
Fotografía: Isaac Sloman
toda la obra que había hecho en la creación» (Gén. 1:31-2:3). «Así fue acabada toda la obra del Tabernáculo, del Tabernáculo de reunión; e hicieron los hijos de Israel como Jehová había mandado a Moisés; así lo hicieron […]. Conforme a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra. Cuando Moisés vio toda la obra, y que la habían hecho como Jehová había mandado, los bendijo» (Éx. 39:32-43). «Después tomarás el aceite de la unción, ungirás el Tabernáculo y todo lo que está en él; lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo» (Éx. 40:9). En Génesis, Dios contempla su creación, la declara buena en gran manera y completa, e instituye el sábado. En Éxodo, Moisés contempla el tabernáculo, lo declara completado y bien hecho (de acuerdo con las instrucciones divinas), bendice al pueblo y unge el tabernáculo.1 Así como la creación del mundo es un acto creador, la construcción del tabernáculo es una obra creativa. Resulta interesante que la primera vez que el concepto artístico aparece en la Biblia es en el contexto de la construcción del santuario.2 Dios creó un mundo hermoso para que lo habitemos y, a su vez, se permitió usar el conocimiento artístico de la humanidad para construir un lugar para que allí habite el Creador. DIOS ESTÁ PRESENTE COMO CREADOR Y SALVADOR
El sábado es la presencia especial de Dios con nosotros en el tiempo. El santuario es la presencia especial de Dios con nosotros en el espacio. Juntos, el sábado y el santuario describen a Dios como alguien que está constantemente presente con la humanidad: primero como Creador, antes de que el pecado ingresara al mundo; y después de que el pecado
comenzó su obra destructora en nosotros, también como Salvador. Como recordatorio de la Creación, el sábado nos señala a Dios como nuestro Creador, y es una rememoración constante de nuestros orígenes: somos hijos de Dios, creados a su imagen y para reflejar su carácter en todas nuestras relaciones (Gén. 1: 27; Éx. 20:8; 31:13-17). El servicio del santuario se hizo necesario después de la caída y señaló el futuro sacrificio de Cristo por el cual habría de expiar los pecados del mundo. Ese sacrificio nos ofrece una manera de reconciliarnos con Dios y conectarnos con nuestro Creador en una relación personal.
El sábado es la presencia especial de Dios con nosotros en el tiempo. El santuario es la presencia especial de Dios con nosotros en el espacio.
LA PRESENCIA CONTINUA DE DIOS
Dado que fue creado antes del pecado, el sábado tenía que ser un servicio permanente. Isaías señala su continuidad por la eternidad: «“Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí”, dice Jehová» (Isa. 66:23). Aunque el servicio del santuario halló su cumplimiento en la cruz, el tabernáculo celestial descenderá a la tierra en la tercera venida de Cristo para inaugurar su residencia en nuestro medio. «Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado y el mar ya no existía más. Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de parte de Dios, ataviada como una esposa hermoseada para su esposo. Y oí una gran voz del cielo, que decía: “El tabernáculo de Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios”» (Apoc. 21:1-3). UN COMIENZO SIN FIN
Los comienzos y fines son una parte normal de nuestra vida. Aunque valoramos las novedades, en nuestro contexto pecaminoso, siempre vienen
acompañadas de ganancias y pérdidas. No obstante, hay un comienzo anticipado en la Biblia que carece de toda pérdida, porque no tiene fin. Es el comienzo de una eternidad en la presencia de Dios ya sin mediador. En esa eternidad él estará para siempre en nuestro medio como Creador y Salvador. Lo más asombroso es que ya podemos vivir en su presencia con confianza y gratitud y, aun ahora, podemos tener un anticipo de su bondad y el interés cercano que tiene Dios en cada uno de nosotros. Que el servicio del santuario marca un nuevo comienzo queda sugerido, entre otras cosas, por las instrucciones divinas de levantarlo en el primer día del primer mes (véase Éx. 40:2, 17). 2 En Éxodo 35, Moisés le dice a Israel que Dios «ha nombrado a Bezaleel […] y lo ha llenado del espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte» (vers. 30, 31) para liderar la construcción del santuario. De manera similar, Dios facultó a Aholiab y a otras personas habilidosas con «sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, [según] todas las cosas que ha mandado Jehová» (Éx. 36:1). 1
Adelina Alexe nació en Rumania, y actualmente es candidata al Doctorado en Teología Sistemática en el Seminario Teológico Adventista de la Universidad Andrews en Míchigan, Estados Unidos.
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Mirada al pasado
Kenneth y Dorothy Gray K
enneth Gray nació en Bexhill-on-Sea (Inglaterra), el 7 de julio de 1912. Su padre John era sastre y tenía una tienda frente a su hogar. Cuando John desapareció en 1922, su esposa Mary quedó en una situación difícil y con la salud quebrantada. Kenneth y su hermano Thomas fueron enviados muy a pesar de su madre al Orfanato Dr. Barnardo en Londres. Cuando les ofrecieron ir a Australia, aceptaron de buena gana, creyendo que podrían vivir con su hermano mayor Leslie, que había ido allá años antes. Terminaron en cambio en Sídney, lejos de Leslie, que vivía en el sur del país. EN CASA DE ADVENTISTAS
Thomas y Kenneth fueron alojados con la familia Tempest, adventistas que vivían Cooranbong. Thomas vivió con ellos dos años antes de unirse a Leslie en el sur. Kenneth permaneció allí y asistió a la escuela secundaria del Colegio Misionero Australasiano. Fue bautizado en 1926. Mientras estudiaba para ser maestro, Kenneth trabajó en los departamentos de herrería e ingeniería de la Compañía de Alimentos Saludables Sanitarium en el campus del colegio. Cuando se graduó en 1933, tuvo la opción de enseñar o seguir la carrera de ingeniería, que era más lucrativa. Escogió la educación y comenzó a enseñar el tercer y cuarto grados en la institución donde él se había formado. Al año siguiente, enseñó quinto y sexto. Durante ese tiempo, estableció una amistad con su colega Dorothy Smith. El romance entre ellos progresó, y en el último día de 1936, contrajeron matrimonio en Newcastle. 24
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Misioneros en el Pacífico Sur*
SERVICIO MISIONERO DE ULTRAMAR
Cuando Kenneth estaba enseñando en la escuela primaria en 1935, conoció a William Lock, que era misionero en Papúa Nueva Guinea. Lock estaba de vacaciones y buscaba candidatos que lo acompañaran. Le habló con entusiasmo de la Escuela de Capacitación Mirigeda (que significa «tapete de arena») que estaba estableciendo. Kenneth se sintió fascinado. Quizá algún día el también podría ser misionero como Lock. Su sueño se hizo realidad cuando él y Dorothy fueron asignados a Mirigeda justo antes de contraer matrimonio. Su vacación y luna de miel previas al embarque incluyeron un viaje apresurado a Adelaida para despedirse de la madre y hermanos de Kenneth, y un curso acelerado en medicina tropical en el Sanatorio de Sídney. Abordaron el barco Macdhui con rumbo a Papúa, el 4 de febrero de 1937. La Misión de Papúa, con sede en Mirigeda, estaba en sus comienzos. Habían pasado casi treinta años desde su establecimiento, y contaba con solo 144 miembros bautizados. Lock había adquirido algunos hogares derruidos que una compañía minera cercana en Bootless Bay había abandonado, y los había transportado parte por parte hasta Mirigeda, para reconstruirlos allí. Las instalaciones de la escuela eran primitivas, con solo una gran sala donde Kenneth y Dorothy enseñaban todos los niveles, lo que incluía a las madres que traían a sus bebés y los colgaban desde el cielo raso en bolsas de cuerdas. Para borrar sus pizarras individuales, los alumnos las restregaban con sus cabellos. Fotografía: Familia Gray
Durante cinco años enseñaron en estas circunstancias. Dorothy no recibió remuneración alguna. Además de las asignaturas usuales, a las niñas se les enseñaba a coser y a hacer pan, y los niños aprendían a pintar casas, mecánica y agricultura. Los maestros comenzaron a aprender hiri motu, la lengua de la costa papuana. Kenneth desarrolló un método para fabricar jabón a partir del aceite de coco, añadiéndole citronela como repelente de mosquitos. Esa pequeña industria les producía ingresos para la misión. Los primeros dos años, además de sus responsabilidades docentes, Kenneth trabajó también como secretario/tesorero de la Misión de Papúa. INTERRUPCIÓN DURANTE LA GUERRA
La única comunicación real que Mirigeda tenía con el mundo exterior era una línea telefónica privada conectada mediante un alambre que iba de árbol en árbol. Un día de diciembre de 1941, se enteraron de que tropas japonesas estaban avanzando por las montañas hacia Puerto Moresby. Se dio la orden de que todas las mujeres y niños extranjeros se congregaran en el muelle de Puerto Moresby, donde un barco aguardaba para llevarlos a Australia. Dorothy y la bebé Josephine se sumaron a otros 1100 pasajeros en el S.S. Katoomba, una embarcación diseñada para llevar solo trescientas personas, arribando sin problemas a Sídney. Unas semanas después, ante el avance de las tropas japonesas, se le aconsejó a Kenneth que huyera a Australia por cualquier medio que le fuera posible. Se sumó así a un pequeño grupo de misioneros que se apresuró a llegar a Cairns en el pequeño barco misionero Diari. REGRESO AL SERVICIO MISIONERO
Las batallas navales del Pacífico Sur durante 1942 dieron la ventaja a los Aliados, por lo que se consideró que era razonablemente seguro que los misioneros regresaran. Kenneth fue asignado a la Escuela Misionera Fulton, en Fiyi, en 1943. Navegó sin su familia mientras el barco tomaba todas las precauciones para no ser atacado, viajando con todas las luces apagadas. Dorothy y Josephine se sumaron a él más tarde. Pasaron cuatro años en Fiyi. Un segundo hijo, Anthony Jon Lamont, nació en Suva en marzo de 1945. Al final de cada año en Fiyi, los Gray empacaban sus cosas anticipando la mudanza a Papúa, pero los envíos no eran confiables, por lo que tenían que desempacar otra vez. En 1947, Kenneth regresó a Papúa bajo instrucciones de reabrir la escuela misionera. Descubrió que los bombardeos habían destruido todos los edificios y sus efectos personales en Mirigeda. Por ello, adquirieron un gran terreno en Bautama, más cerca de Puerto Moresby. Con la ayuda de George Johnson, un carpintero australiano, lograron rescatar materiales de edificios del tiempo de la guerra para abrir la Escuela de Capacitación de Bautama (más tarde Escuela Misionera de Papúa).
Después de establecer la institución, Kenneth fue secretario de Educación y de Misioneros Voluntarios de la Unión Misión del Mar del Coral, en Lae. Esto implicó viajes por las regiones de Papúa Nueva Guinea durante tres años, reacondicionando las escuelas misioneras que habían sufrido daños durante la guerra. Su segundo varón, John Jr., nació en noviembre de 1949. Hacia fines de 1953, se le pidió a Kenneth que estableciera una escuela de capacitación central de la Unión Misión del Mar del Coral. Se escogió un lugar en Kabiufa, en las frescas tierras altas de la isla. Se llamó inicialmente Escuela de Capacitación de la Unión del Mar del Coral. En una de sus vacaciones en Australia, Kenneth buscó bicicletas rotas o sin uso que tenían los miembros y, con partes donadas, restauró treinta bicicletas en su extaller de ingeniería. El gerente pagó el envío hasta Kabiufa, y los encantados estudiantes las usaron para trasladarse hasta Escuelas Sabáticas filiales de los distritos cercanos. Entre 1956 a 1961, Kenneth fue secretario de Educación y de Misioneros Voluntarios de la Unión Misión del Mar del Coral. Dorothy enseñó literatura inglesa en el colegio de capacitación docente del gobierno. En 1962 se mudaron a Suva (Fiyi), para que Kenneth asumiera el cargo de secretario de Educación, Misioneros Voluntarios, y Salud y Temperancia de la Unión Misión del Pacífico Central. Ocupó esos cargos hasta septiembre de 1970, cuando fue designado presidente de la Misión de las Islas Cook. JUBILACIÓN
En 1972, Kenneth y Dorothy regresaron a Australia para estar más cerca de sus hijos y nietos. Kenneth falleció el 17 de julio de 1986, y fue sepultado en el campus del Colegio Terciario Avondale, donde se había capacitado para su extenso servicio misionero. Dorothy falleció el 19 de abril de 1999, y fue sepultada en el mismo lugar. Juntos dedicaron sus vidas a su amor mutuo y al programa educacional de la iglesia, capacitando a muchos isleños del Pacífico Sur para ser maestros y obreros del evangelio. *Este artículo fue adaptado de una entrada original de la Encyclopedia of Seventh-day Adventists, que está disponible en línea en encyclopedia.adventist.org.
Milton Hook es un docente de religión, escritor e historiador de la Iglesia Adventista, ya jubilado.
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Respuesta a preguntas bíblicas
La conciencia P
¿Qué es y cuál es su propósito?
R
La conciencia suele ser considerada como la capacidad humana de realizar juicios morales personales, distinguiendo lo que está bien de lo que está mal. Examinaré algunos pasajes bíblicos que pueden ayudarnos a obtener una comprensión más clara del tema. 1. LA CONCIENCIA Y LOS JUICIOS MORALES
La capacidad humana de tomar decisiones morales es universal y asume la existencia de normas y principios morales que el individuo, como parte del grupo, ha aceptado. La conciencia no formula los principios morales, pero los usa para tomar decisiones. Los principios provienen de la cultura, la religión, la familia o muchas otras fuentes. La universalidad del fenómeno indica que los humanos han sido creados como agentes morales, y esos vestigios de la Ley de Dios se encuentran en todas las sociedades (cf. Rom. 2:14-16). Sin embargo, el pecado ha distorsionado las percepciones morales de los seres humanos, por lo que necesitamos la iluminación de la vida moral (2 Cor. 4:1-4; Tito 1:15; 1 Cor. 10:25, 26). Para los cristianos, los valores morales más elevados se encuentran en la voluntad revelada de Dios, en su ley y su expresión en la vida, las enseñanzas y el amor de Jesús (1 Tim. 1:5; 1 Cor. 2:16; 1 Ped. 2:18). Son elementos que brindan la base moral y religiosa que la conciencia necesita para realizar juicios morales correctos que se expresan en vivir «honradamente en todo» (Heb. 13:18, NVI; 1 Tim. 3:9). La tendencia universal de la conciencia de escoger lo que está bien insinúa la obra del Espíritu en el corazón humano, que lo impulsa a procurar lo bueno (Rom. 9:1).
Evalúa la decisión y la aprueba o desaprueba. Cuando actuamos en contra de ella, la conciencia se ve contaminada (1 Cor. 8:7), creando un sentimiento de impureza y culpa. Tener una conciencia buena o pura significa que, después de la evaluación del juicio moral, la conciencia no reprende a la persona (Hech. 23:1; 24:16; 1 Tim. 1:5). En esos casos, la conciencia testifica, junto con el Espíritu Santo, que hemos enunciado lo verdadero (Rom. 9:1). Frases tales como servir a Dios «con la conciencia limpia» (2 Tim. 1:3, NVI) y guardar, con una conciencia limpia, «las grandes verdades de la fe» (1 Tim. 3:9, NVI) significan que la integridad de las decisiones religiosas y morales que se tomaron son más tarde confirmadas en el tribunal de la conciencia; no las condena. Pablo expresa la idea con mucha claridad cuando escribe: «El motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios» (2 Cor. 1:12, NVI). 3. LA PURIFICACIÓN DE LA CONCIENCIA
Saber lo que es bueno y hacer lo opuesto deja al alma en un estado de inquietud y dolor interno que podría resultar insoportable. Con el tiempo, como mecanismo de defensa psicológico, la conciencia finalmente se vuelve indiferente y es silenciada (2 Tim. 1:15; 1 Tim. 1:19). Lo bueno es que la conciencia que nos acusa puede ser limpiada y purificada. Por cierto, el sacrificio de animales no podía limpiar a los pecadores; de otra manera, «ya no se habrían sentido culpables de pecado» (Heb. 10:2, NVI); ya «no tienen poder alguno para perfeccionar la conciencia de los que celebran ese culto» (Heb. 9:9, NVI). Ahora la sangre de Cristo purifica «nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente» (vers. 14, NVI; 2 Cor. 10:29). Esto alcanza su expresión plena por medio del bautismo, y es el don de la gracia perdonadora de Dios (Heb. 10:22; 1 Ped. 3:21).
2. LA BUENA Y LA MALA CONCIENCIA
La conciencia tiene otra función que se hace presente después de que se lleva a cabo una decisión moral. 26
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Ángel Manuel Rodríguez fue director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General.
Salud y bienestar
El cáncer de colon ¿Cómo prevenirlo? Tengo 30 años. Mi tío, que tiene 53, está luchando contra un cáncer de colon en estadio 4. Siempre ha hecho ejercicio y comido bien. De hecho, es vegetariano. ¿Tiene el cáncer de colon componentes genéticos? ¿Puede prevenirse?
E
s difícil hacer frente al quebrantamiento que enfrentamos en este planeta caído. Sí, el cáncer colorrectal tiene componentes genéticos. Analizaremos brevemente los factores de riesgo reversibles y los imposibles de cambiar, y mencionaremos las opciones de chequeo.1 FACTORES DE RIESGO IMPOSIBLES DE CAMBIAR:
Edad: el riesgo de cáncer de colon aumenta con la edad, en especial más allá de los 50 años. Preocupa que se esté incrementando en los menores de 50, por razones que aún no están claras. Pólipos: una historia personal de pólipos colorrectales (pequeños crecimientos del intestino) o diagnóstico de cáncer colorrectal (recurrencia), aun si son completamente removidos quirúrgicamente. Problemas adicionales de salud: diagnóstico personal de síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa. Historia familiar: familiares de primer grado con historial de cáncer de colon o pólipos adenomatosos (incluye los padres, hijos y hermanos). Genética: algunos síndromes heredados de origen genético (aproximadamente solo el cinco por ciento de los casos de cáncer de colon). Raza: puede jugar un papel de un riesgo mayor, por ejemplo, en los afroamericanos y judíos asquenazíes (judíos de ascendencia de Europa Oriental). FACTORES DE RIESGO REVERSIBLES:
Sobrepeso: el sobrepeso o la obesidad elevan el riesgo, en especial en los hombres. Inactividad física: de 150 a 300 minutos de actividad moderada por semana pueden disminuir el riesgo de cáncer de colon y otros tipos de cáncer. Dieta: de conformidad con el Estudio Adventista de Salud-2, otros análisis retrospectivos confirman la importancia de eliminar las carnes rojas y el alcohol, así como los efectos positivos de la fibra alimentaria y los alimentos integrales.2 Fotografía: Instituto Nacional del Cáncer
Tabaco: los fumadores tienen mayores probabilidades de morir por cáncer de colon. Alcohol: este cáncer está relacionado incluso con el consumo ligero a moderado de alcohol. Como carcinógeno (agente causante de cáncer), la ciencia tiene en claro que no existe un nivel seguro de consumo de alcohol en lo que respecta a los cánceres de boca, garganta, laringe, esófago, colon y seno. Diabetes tipo 2: es un factor mayormente modificable y aun reversible. Los chequeos y la detección temprana ayudan a prevenir el cáncer de colon avanzado y ya imposible de tratar. Resultan útiles los kits de detección de sangre en las heces, y pueden llevarse a cabo en la casa. Para individuos de más de 50 años, debería ser rutina una colonoscopía de fibra óptica (con visualización) cada cinco a diez años. Para los pacientes más jóvenes con factores de riesgo incambiables, debería realizarse una colonoscopía a intervalos apropiados según lo determine el médico. Como ha sucedido en tantas instancias relacionadas con el mensaje adventista de salud, la ciencia y la epidemiología alcanzan la cima de la investigación, solo para hallar que los consejos de Dios compartidos en su Palabra y en los escritos de Elena White ya habían hablado de ello. Somos privilegiados de tener ese conocimiento. A pesar de nuestro quebrantamiento, la calidad de vida y aun la longevidad pueden verse reforzadas de manera positiva y decidida si practicamos y vivimos lo que hemos aprendido. «¡Confíen en el Señor, y serán librados! ¡Confíen en sus profetas, y tendrán éxito!» (2 Crón. 20:20, NVI). La información que se brinda en esta columna está basada en Sajesh K. Veettil, Tse Yee Wong Yee Shen Loo, et al., «Role of Diet in Colorectal Cancer Incidence», JAMA Network Open 4, no. 2 (2021): e2037341, doi: 10.1001/jamanetworkopen.2020.37341. 2 Ibíd. Véase también https://adventisthealthstudy.org/studies/AHS-2. 1
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. Zeno L. Charles-Marcel es especialista certificado en medicina interna y director asociado de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General.
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M ¿Puedo contarle una historia? DICK DUERKSEN
ientras escuchaba el pedido, el hombre repasaba su calendario de compromisos. El que llamaba era un muy buen amigo, y era bueno pasar una semana con él en el colegio del cual era director. Pero su calendario estaba lleno; no tenía lugar para toda una semana de sermones en un lejano colegio con internado. «Ken, sé que estás ocupado, pero Dios me sigue señalando que te hable. Sé que él quiere que aceptes ser el orador de la Semana de Oración esta primavera. Nuestros jóvenes necesitan escuchar de Dios directamente desde lo profundo de tu corazón». El llamado era atractivo, y si cambiaba la fecha de tres reuniones, podía aceptar la invitación. Aunque sabía que surgirían otras cosas, incluyó la actividad en su calendario y le dijo a su amigo que iniciara los preparativos. Ahora tenía que decírselo a su esposa y preparar doce nuevos sermones. Las Semanas de Oración en los colegios eran las tareas más difíciles. Era como domar un caballo salvaje por primera vez. Podía pasar cualquier cosa. Escogió hablar del carácter de Dios. «Dios te ama –escribió en la primera página–. Todo lo demás es secundario». Los sermones fueron tomando forma lentamente. Usaría mayormente historias
bíblicas como manera de conocer a Dios. Algunas historias sobre niñas y mujeres, otras sobre hombres: sacerdotes, soldados, jueces, triunfadores y fracasados. Personas reales que tropezaron y cayeron. Fracasados que sintieron que los brazos de amor de Dios los rodeaban. Pecadores que escucharon que Dios los perdonaba. Ejemplos de lo que a Dios le gustaría hacer por los estudiantes que lo escucharían desde sus asientos del templo. Oró mucho por esa semana. Durante las reuniones de junta, a la hora del almuerzo y con su esposa. Oró y oró. *** La primera reunión fue la más difícil. Es bueno ser amigo del director, pero no demasiado si quería que los estudiantes confiaran en él. Era demasiado viejo para practicar deportes con los jovencitos, por lo que tendría que depender de los diálogos durante las comidas, en el campus, en los vestíbulos de las residencias estudiantiles y después de las clases. Oró sin cesar y habló con esmero. Los estudiantes lo escucharon y le respondieron con calidez. El jueves de noche hizo un llamado, una invitación para que cada estudiante «entregara su corazón a Jesús, aceptara su amor y se regocijara en su perdón». Los diálogos después del culto hicieron
El camionero Fotogafía: Nick Brookenheimer
derramar lágrimas a unos cuantos. Estaba en el vestíbulo de la residencia de varones, casi listo para retirarse a la habitación de visitas, cuando Mike le pidió un minuto de su tiempo. El director le había hablado del joven. «Mike está terminando la secundaria. Se pasa creando problemas. Sabemos que anda en algo raro, pero nunca hemos podido descubrir en qué». —Te escucho –le dijo a Mike, orando a Dios para que iluminara su mente exhausta. —Esta noche, cuando usted preguntó si quería entregar mi corazón a Dios, me sentí realmente incómodo –dijo Mike y entonces hizo una larga pausa, buscando las palabras exactas–. Quiero hacerlo, pero antes de ello, tengo que solucionar algunas cosas. O sea, he hecho algunas cosas realmente malas, y que no son fáciles de arreglar. El pastor se mantuvo en silencio, escuchando y tratando de no quebrantar la tensión que iba creciendo en el corazón de Mike. —¿Puedo contarle una historia? – preguntó Mike. —Por supuesto –respondió el pastor Ken. —Vivo en una hacienda donde abundan los equipos pesados, camiones grandes, tractores y cosechadoras. Papá me ha dejado conducirlos por años. Puedo conducir la mayoría de ellos tan bien como lo hacen papá y los hombres que contrata. Es algo que extraño aquí en el colegio. Mike se inclinó hacia adelante en el sillón del vestíbulo, estrujándose las manos. «Hay un hombre que vive a un par de kilómetros de aquí. Tiene una cantera y toneladas de equipos pesados. Camiones de basura, motoniveladoras, excavadoras y palas mecánicas. O sea, todas las máquinas que se necesitan en una empresa semejante». Los recuerdos traían lágrimas a los ojos de Mike. «Bueno, una noche salí de la residencia y fui hasta su empresa. Rompí el cerco e hice puente para arrancar uno de los inmensos camiones. Conduje hacia arriba y hacia abajo por la cantera y sobre todas las montañas de piedra. En una de las más altas, perdí el control. No demasiado, pero de tal manera que, antes de que pudiera cambiar de
marcha, la máquina se resbaló, perdió el equilibrio, se volcó y terminó deslizándose hasta la base de la montaña». Mike miró profundamente el rostro aterrorizado del pastor. «Ya sé. Yo también estaba aterrorizado. Salí ileso, por lo que salté de la máquina y hallé otro camión, que tenía una manivela, y lo usé para poner verticalmente al primero. Entonces los limpié a ambos lo mejor que pude, y los estacioné donde habían estado». —¿Entonces volviste a la residencia? –preguntó el pastor. —Sí, y jamás le conté a nadie. Jamás. A nadie. Pero ahora sé que necesito ir a hablar con el dueño de la cantera, contarle lo que hice, y pagar por los daños. ¿Puede ir mañana conmigo? *** El viernes por la mañana, el pastor Ken escuchó mientras Mike le contaba la historia al dueño de la empresa, orando en silencio mientras el hombre se iba enojando cada vez más, explotando finalmente en un ataque de furia. «¡Te apoderaste y arruinaste uno de mis camiones! ¿Y ahora vienes aquí esperando que todo se solucione porque de repente lamentas lo que has hecho?» El dueño suspiró profundamente. —¿Se puede saber por qué estás haciendo esto? —Anoche decidí entregar mi corazón a Cristo y pedirle que sea mi Salvador personal. Allí supe que como parte de mi entrega, tenía que venir y arreglar las cosas con usted. Lo siento mucho, señor, y me ocuparé de pagar todos los gastos. El dueño se hundió lentamente en su silla, con los ojos fijos en Mike. «En serio –le dijo, como pensando bien en sus siguientes palabras–. Yo jamás habría descubierto lo que le pasó a ese camión. Pero estás aquí para confesar y pagar los daños. Qué impresionante. Qué joven honrado. Esto es lo que voy a hacer: Te ofrezco trabajo como uno de mis conductores. La verdad es que vendrá muy bien tener un camionero cristiano honesto».
Editor Adventist World, es una publicación periódica internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Su editor es la Asociación General, División de Asia-Pacífico Norte de los Adventistas del Séptimo Día®. Editor ejecutivo/Director de Adventist Review Ministries Bill Knott Director de la publicación internacional Hong, Myung Kwan Comisión de coordinación de Adventist World Si Young Kim, presidente; Joel Tompkins; Hong, Myung Kwan; Han, Suk Hee; Lyu, Dong Jin Editores/Directores asociados, Adventist Review Ministries Lael Caesar, Gerald Klingbeil, Greg Scott Editores en Silver Spring (Maryland, EE. UU.) Sandra Blackmer, Wilona Karimabadi, Enno Müller, Dixil Rodríguez Editores en Seúl (Corea del Sur) Hong, Myung Kwan; Park, Jae Man; Kim, Hyo-Jun Director de plataformas digitales Gabriel Begle Gerenta de operaciones Merle Poirier Coordinadora de evaluación editorial Marvene Thorpe-Baptiste Editores invitados/Consultores Mark A. Finley, John M. Fowler, E. Edward Zinke Gerenta financiera Kimberly Brown Coordinadora de distribución Sharon Tennyson Consejo de dirección Si Young Kim, presidente; Bill Knott, secretario; Hong, Myung Kwan; Karnik Doukmetzian; Han, Suk Hee; Yutaka Inada; Gerald A. Klingbeil; Joel Tompkins; Ray Wahlen; Ex-officio: Juan Prestol-Puesán; G. T. Ng; Ted N. C. Wilson Diseño y dirección artística Types & Symbols A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE. UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. Usada con autorización. Adventist World es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea del Sur, Estados Unidos, Indonesia, México y Sudáfrica. Vol. 17, No. 5
Dick Duerksen es un pastor y narrador que vive en Portland, Oregón, Estados Unidos.
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Fe en crecimiento
Páginas infantiles
El sábado, una serpiente y unos lobos — Primera parte La siguiente historia fue publicada en KidsView en el 2011. Tendrás que esperar hasta el próximo mes para saber el final. Entretanto, te invitamos a adivinarlo y compartirlo escribiendo a kidsview@adventistreview.org. Puede que te demos alguna clave de lo que sucede a continuación. —Los editores
M
erritt Kellogg estiró los brazos y se desperezó. Todo estaba muy tranquilo. El agua del arroyo corría, cantarina, a solo unos metros. El sol brillaba, y una brisa fresca agitaba suavemente los pastizales cercanos. Era un sábado perfecto para reflexionar, leer la Biblia y disfrutar de una buena siesta. Antes de no mucho, Merritt se quedó dormido.
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Ssssss. El ruido penetró su adormecida cabeza. Ssssss. Medio dormido, Merritt procuró recordar dónde estaba. Sssssss. Irritado al ser despertado de un descanso tan agradable, abrió con desgano los ojos. Al enfocar la vista, se dio cuenta de que, a escasos centímetros de su rostro, mirándolo fijamente, se encontraba la serpiente más larga que había visto alguna vez. La cabeza
tenía siete centímetros de ancho y doce centímetros de largo. ¡Era lo más aterrador que había visto! Con el corazón latiéndole a toda velocidad, Merritt pegó un tremendo salto. Tomando un palo, pronto mató a la serpiente. Con las piernas temblorosas, levantó la serpiente muerta. Tenía 1,8 metros y siete centímetros de espesor. Ya no pudo volver a dormirse. Era 1859, y Merritt tenía 27 años. Había vivido en Míchigan (EE. UU.) toda su vida, pero los tiempos eran difíciles, y el trabajo escaseaba. Entonces, vendió su casa y todas sus pertenencias, Ilustración: Xuan Le
MERLE POIRIER
Tesoro bíblico «Yo soy el Señor su Dios. Sigan mis decretos, obedezcan mis leyes y observen mis sábados como días consagrados a mí, como señal entre ustedes y yo, para que reconozcan que yo soy el Señor su Dios» (Eze. 20:19, 20, NVI).
con excepción de dos caballos, una carreta, unas ollas, sartenes y unas pocas herramientas, y arrancó hacia el oeste con su esposa y tres hijos. Había comenzado la fiebre del oro, y muchos viajaban hacia el oeste buscando hacerse ricos. Merritt conoció al capitán Parks, un hombre que también había decidido viajar en busca de oro. El capitán necesitaba alquilar una carreta para llevar sus pertenencias, y Merritt aceptó el encargo con una condición: había aceptado la fe adventista siete años antes, y estaba decidido a no trabajar jamás en sábado. Escribió
un contrato y le pidió al capitán Parks y al resto de las personas de la caravana que lo firmaran. Así lo hicieron, acordando que jamás viajarían en sábado. Pero el capitán Parks pronto olvidó el pedido. Cuando llegó el sábado, quiso continuar viajando. Merritt le recordó el acuerdo, pero el capitán no lo escuchó; le dijo a la esposa de Merritt que no era seguro que una carreta viajara sola. Ella le rogó a Merritt que fueran todos juntos en caravana, pero él se rehusó. El sábado era más importante. Así fue que la caravana lo dejó con algo de comida, un rifle y su Biblia. Y aquí estaba
ahora, solo, con una serpiente muerta a sus pies y el corazón que parecía salírsele del pecho. Continuará.
[O escanee el código con su teléfono celular para visitar www. adventist world.org/ sabbath-snake-wolves].
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Reavivamiento
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