10/2021 «Tu benignidad me ha engrandecido» Página 10 Lágrimas irracionales Página 13 Diez camellos y tres ángeles Página 22
La fortaleza de ser amable
La amabilidad de la segunda venida BILL KNOTT
10 «Tu benignidad me ha engrandecido» Gerald A. Klingbeil
14 Me dijo que era valiosa Kryselle Craig
16 ¿Qué podemos hacer ante un mundo airado? Anthony Kent
16 De la abundancia del corazón Faith-Ann McGarrell Imagen de portada: Rawpixel / iStock / Getty Images Plus / Getty Images
13 Voces jóvenes Lágrimas irracionales Lynette Allcock 20 Perspectiva mundial La Biblia Ted N. C. Wilson 22 Devocional Diez camellos y tres ángeles Justin Kim 22 Mirada al pasado Rafael López Miranda Michael W. Campbell
19 Salud y bienestar Una actitud hostil 27 Respuesta a preguntas bíblicas Pecado es más que una acción 28 ¿Puedo contarle una historia? María Elena González de Guzmán 30 Fe en crecimiento Algo por lo cual vivir
«Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca» (Fil. 4:5, NVI). El veneno llega en sobres de papel, o se cuela por los pixeles de los correos electrónicos en mi computadora. «Si tan solo supiera de las terribles cosas que _____ está haciendo –vocifera el que me escribe– estaría avergonzado de ser adventista. ¿Dónde está su editorial sobre los pecados de ______? ¡Clama a voz en cuello, no te detengas!» «El doctor _______ puede parecer un ejemplo de corrección, pero en su interior hay un dragón rugiente», afirma otra carta, rememorando imágenes de poderosas bestias con las cuales acusar a la persona que ha decidido denigrar. El golpe no es amortiguado. Hay que denunciar el pecado y avergonzar al pecador. En una era de enojos y quebrantos –cuando los que tienen poder suelen usarlo mal y los que carecen de él claman desesperados– no debería sorprendernos que aún en la iglesia remanente los decibeles van en aumento. Los desacuerdos amables y al punto, del pasado, han dado lugar a expresiones que exponen las debilidades de los demás y los planes, perspectivas o el carácter del oponente. Observamos, un poco con terror y otro poco con regodeo, mientras titanes se lanzan palabras diseñadas, no para persuadir sino para denigrar o difamar. Y todo ello en el nombre del «bondadoso Jesús, manso y apacible».1 Pero si el apóstol Pablo está en lo correcto –y de hecho, creo que lo está– existe una profunda conexión entre la amabilidad de los fieles seguidores de Cristo y la cercanía de su venida. En la formulación críptica de Pablo, la conducta amable de los creyentes es tanto una señal de la presencia del Señor en su iglesia como un requisito urgente a la luz de su segunda venida. El vínculo entre cómo nos tratamos (creyentes e incrédulos) y la testificación efectiva de la iglesia fue anunciado sin ambages por Cristo mismo: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros» (Juan 13:35). Por ello, deberíamos preocuparnos, como individuos y como movimiento, cuando el discurso entre nosotros y la manera de tratarnos ya no muestran la bondad de Cristo, porque podríamos estar socavando activamente la testificación de la iglesia y posponiendo el reino que afirmamos buscar. A los que les gusta citar el ejemplo de Jesús cuando denunció la hipocresía de los fariseos como justificación de su propia conducta grosera no han leído lo suficiente. Elena White brinda el matiz crucial que poseía Jesús: «Nunca fue rudo ni dijo innecesariamente una palabra severa; nunca causó una pena innecesaria a un alma sensible. No censuró la debilidad humana. Denunció intrépidamente la hipocresía, la incredulidad y la iniquidad, pero había lágrimas en su voz al pronunciar sus severas reprensiones».2 Al leer esta colección especial de artículos que celebran y subrayan la bondad de Jesús, oremos por un corazón maleable por la misericordia, y por una lengua bautizada por la paz. «No con humana fuerza, mas con tu santo amor se gana la victoria en la lucha del Señor».3 Charles Wesley, «Gentle Jesus, Meek and Mild», The Seventh-day Adventist Hymnal (Hagerstown, Md.: Review and Herald Pub. Assn., 1985), no. 540. 2 Elena White, El Deseado de todas las gentes (Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1955), p. 319. 3 Ernest W. Shurtleff, «Oh Rey eterno, avanza», Himnario adventista (edición 1962), no. 375. 1
Creemos en el poder de la oración, y aceptamos pedidos de oración que compartimos en nuestro culto semanal de cada miércoles por la mañana. Envíe sus pedidos a prayer@adventistworld.org, y ore por nosotros mientras trabajamos todos juntos en pro del progreso del reino de Dios.
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Instantánea
Yemi Osibanjo, vicepresidente de Nigeria (centro), asistió a la 33° ceremonia inaugural del ciclo lectivo en la Universidad Babcock en Ilishan-Remo, Estado de Ogun, el 8 de agosto de 2021. Osibanjo felicitó a la Iglesia Adventista por invertir en educación de alta calidad. «Esta es la dirección que muchas organizaciones religiosas tienen que seguir», dijo. Fotografía: Babcock University
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Noticias breves
43.866 El número de personas que miró el programa en línea durante un reciente congreso hispano. Las iglesias hispanas de la Asociación de Kentucky-Tennessee (EE. UU.) organizaron un fin de semana de reavivamiento con cultos para las comunidades de habla hispana de la región y aún más allá. El lema del evento fue «Reconecta2», y tuvo por propósito revitalizar a las iglesias después de un año lleno de desafíos.
«Nuestra investigación valida la hipótesis original que afirma que trabajar mejor, no más duro, produce mejores resultados; la actividad moderada, combinada con una dieta de energía negativa, alcanza los mejores resultados». —Harold Mayer, profesor de la Facultad de Educación Física, Salud y Bienestar de la Universidad Adventista Southern (Tennessee, EE. UU.), sobre un proyecto de investigación en el que trabajó. Como parte de la investigación, Mayer y sus colegas realizaron pruebas a 44 sujetos femeninos de entre 25 a 44 años, para ver si sus cuerpos quemaban grasas con eficiencia o carbohidratos de manera ineficiente.
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Cómo evitar el enojo y la amargura Como parte de la Encuesta Global de Miembros de Iglesia 2017-2018, los investigadores formularon la pregunta: ¿Trata usted de evitar el enojo y la amargura en su corazón?
9 % No se aplica a mí 5 % Rara vez se aplica a mí 14 % Neutral 21 % A veces se aplica a mí 51 % Muchas veces se aplica a mí
Fuente: Equipo de Invetigación y Evaluación de la ASTR, n=56,859
15 años de edad Byron comenzó un grupo de estudio de la Biblia en el Colegio Terciario King’s Christian en Queensland (Australia) durante los almuerzos, para sus compañeros. Él es parte de un grupo de lectura de Bible Discovery en la Escuela Sabática para adolescentes de la iglesia. Propuso usar este método de estudio de la Biblia, y a sus compañeros les encantó la idea. El grupo creció rápidamente, y ahora cuenta con más de cuarenta estudiantes. Byron y los demás líderes decidieron dividirlo en un grupo de varones y otro de mujeres.
9 meses El período en el que la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) implementará iniciativas en Maiwut (Sudán del Sur), para hacer frente a los efectos de la pandemia en las escuelas y pequeñas empresas, a partir de agosto pasado. La iniciativa incluye campañas de aprendizaje seguro sobre Covid-19, mayor capital para vendedores que perdieron sus empresas, e intervenciones de conducta social con los sistemas educativos. ADRA se ha asociado con iglesias adventistas locales, escuelas primarias y centros de salud para ofrecer capacitación y mentoría.
«Dejar afuera a muchas personas por cuestión de la fecha no es lo mejor. Aunque la fecha es una cláusula constitucional ya establecida, analizaremos las posibilidades de solicitar un cambio de fecha a un día específico de diciembre, como se hace en algunos países» —Nana Akufo-Addo, presidente de Ghana, a una delegación de líderes de la Iglesia Adventista. Las próximas elecciones se llevarán a cabo el sábado 7 de diciembre de 2021. Los líderes de la iglesia se reunieron con Akufo-Addo para discutir temas de libertad religiosa en el país. Akufo-Addo les aseguró que trabajará en esas cuestiones que afectan a los adventistas de Ghana.
Noticias breves
«He aprendido a acercarme a Dios. Necesitábamos 45 mil pesos filipinos [unos 890 dólares] para un salón más grande, y Dios trajo una persona que aportó ese dinero. Me siento tan privilegiada de ser parte de esto, y de ver cómo Dios obra. Quedó claro que Dios quería esto, de manera que no podemos detenernos, sino seguir avanzando». —Amy Goc-Ong, miembro de Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASI), en referencia a un seminario «Revelación de Esperanza». Los miembros de ASI organizaron y patrocinaron el seminario en un hotel de Tagum (Davao del Norte, Filipinas). El evento culminó con el bautismo de más de doscientas personas que aceptaron el mensaje adventista.
Congreso Especial de la Asociación General 2022 Por la presente se da aviso oficial que el próximo 18 de enero de 2022 se llevará a cabo un Congreso Especial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día en la sede de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, en 12501 Old Columbia Pike en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos). La sesión comenzará a las 8.00 (Hora del Este de los Estados Unidos) con el único propósito de enmendar la Constitución de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día para permitir la participación virtual en los futuros Congresos de la Asociación General. Se insta a todos los delegados debidamente acreditados a que se hagan presente en esa instancia. Ted N. C. Wilson, Presidente de la Asociación General Erton C. Köhler, Secretario de la Asociación General
«Sonreír tiene grandes beneficios para la salud, y los jóvenes aceptaron el desafío de salir a compartir el evangelio con una sonrisa, con alguien que acaso no conociera a Dios». —Diana Díaz, voluntaria en la Unión Misión Venezolana Oriental, al referirse a los casi nueve mil adventistas que participaron en la distribución de artículos y mensajes de esperanza a los que enfrentan desafíos económicos. Miles de jóvenes de Caracas, la capital de Venezuela, salieron a las calles a distribuir bolsas de frutas e impresos en las plazas, las calles y los hospitales entre el 1 de julio y el 7 de agosto. Asociación Venezolana Central AdventistWorld.org Octubure 2021
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Noticia en detalle
Loma Linda inaugura nuevo campus médico
Las instalaciones ofrecen atención especializada, afirman los líderes.
Ansel Oliver, Larry Becker y Sheann Brandon, Universidad de Loma Linda
El Departamento de Salud de la Universidad de Loma Linda (California) inauguró el Campus Médico Dennis y Carol Troesh, el 6 de agosto. El nuevo campus en Loma Linda alberga un moderno hospital de adultos y la expansión del hospital de niños. Esta es una ocasión trascendental esperada durante años, que los líderes celebraron en una jubilosa ceremonia de corte de cintas. El edificio, construido para cumplir los códigos sísmicos actualizados para instalaciones médicas especializadas, alberga el nuevo centro médico de 16 pisos y la torre de nueve pisos del hospital de niños. Las instalaciones incorporan avances destacados en el área de seguridad y atención de los pacientes, y fueron diseñadas para continuar con el legado de 115 años de atención y educación de salud, en lo que se ha convertido en una de las regiones médicas más complejas de los Estados Unidos. El nuevo campus se hizo posible en parte por los esfuerzos filantrópicos de «Visión 2020: Campaña para un mañana pleno». Los líderes agradecieron a los filántropos Dennis y Carol Troesh por la fundamental donación de 100 millones de dólares para ese proyecto.
«Este es un día verdaderamente histórico para la institución –dijo Richard Hart, presidente de Salud de la Universidad de Loma Linda–. No hay palabras que expresen adecuadamente la sincera gratitud y el entusiasmo que sentimos al abrir estas puertas a la comunidad». El domingo 8 de agosto, Hart participó del traspaso de pacientes al nuevo centro médico. «Qué extraordinaria transición de un tranquilo sanatorio con un Colegio de Médicos Evangelistas a un centro académico de salud de renombre mundial –dijo Hart–. Hoy estamos aquí sobre los hombros de muchos que han hecho que esta transición se haga realidad». Las instalaciones están construidas sobre 126 bases aislantes que reducen el impacto de la actividad sísmica. El centro médico es el segundo hospital más alto de California y cuenta con 320 camas, mientras que la expansión del hospital de niños añade 84 camas pediátricas, para un total de 364. Kerry Heinrich, gerente general de los hospitales de la Universidad de Loma Linda, reflexionó sobre el legado adventista de la organización. Destacó que Elena White, una de las
El nuevo Campus Médico Dennis y Carol Troesh, en Loma Linda, California, Estados Unidos. Noticias de la Universidad Loma Linda 6
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fundadoras de la denominación, llegó a la zona en 1905 y expresó: «Este es el lugar exacto» que sería usado para brindar esperanza y sanación. El nuevo campus, añadió Heinrich, inicia un nuevo capítulo de ese legado. «Este lugar apoyará los intensos esfuerzos de los investigadores cuyos descubrimientos marcarán un impacto en el mundo», expresó. Una ceremonia especial adicional también se llevó a cabo en el quinto piso de las nuevas instalaciones en el Pabellón de Maternidad San Manuel. Los líderes agradecieron al Consejo de la Misión Indígena San Manuel por su contribución de 25 millones de dólares. La donación, la más grande en la historia de la tribu, reconoció la asociación centenaria con el hospital. El área de Salud de la Universidad de Loma Linda abarca ocho facultades, seis hospitales y aproximadamente 17 mil empleados. Es el centro académico insignia de Ciencias de la Salud de la Iglesia Adventista, y ha patrocinado a numerosos misioneros y servido como consultor del establecimiento de otras seis escuelas médicas adventistas en el mundo. «Los futuros médicos y profesionales de salud que aprenden aquí tendrán muchas oportunidades de capacitarse en equipos multidisciplinarios –dijo Tamara Thomas, vicepresidenta ejecutiva de Asuntos Médicos de Salud de la Universidad de Loma Linda–. Espero que el trabajo que se lleve a cabo dentro de estas paredes transforme la vida de nuestros profesionales actuales y futuros y las diversas comunidades a las que brindamos servicios».
Noticia en detalle
En Haití, ADRA se enfoca en atención a largo plazo para los sobrevivientes
La agencia establece sociedades para ayudar a los heridos y desplazados.
Kimi-Roux James, Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales
Desde que un sismo de 7,2 grados golpeó la región sur de Haití el 14 de agosto, el número de muertos siguió subiendo por semanas después de los esfuerzos de búsqueda y rescate. Según informes oficiales, hay miles de muertos y heridos y pérdidas significativas de infraestructuras. El sismo destruyó más de siete mil casas y dañó más de doce mil edificios. Eso incluye hospitales, escuelas e iglesias. Varias ciudades del sur del país fueron las más afectadas y sufrieron daños importantes. En Petit-Troude-Nippes hubo caída de líneas eléctricas, lo que dejó a la ciudad con servicios limitados de comunicación. La capital de Haití, Puerto Príncipe, fue golpeada por el terremoto, pero no se reportaron daños significativos. Tres días después del sismo, Haití se vio afectada aún más por la tormenta tropical Grace, que inundó algunas regiones del país. Eso incrementó el número de personas necesitadas de asistencia humanitaria. Además de ello, la violencia de pandillas se ha incrementado, desplazando a más de 19 mil personas en la península sur. «La península sur es un lugar de mucha violencia de pandillas y ha quedado inaccesible durante los últimos meses debido a los bloqueos de caminos y problemas de seguridad –dijo Fritz Bissereth, director de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Haití–. Se han reportado ataques al personal humanitario. Además de ello, el aumento de casos de Covid-19 se ha frenado, pero el posible desplazamiento de miles de personas ha creado condiciones para un aumento de los contagios. Esto es algo que podría abrumar más al ya debilitado
Un grupo de personas observa lo que quedó de una iglesia adventista en la península sur de Haití. Unión Misión Haitiana
y exigido sistema de salud, que tiene que ayudar a los afectados por el terremoto y la tormenta tropical». Según las autoridades locales, hasta agosto, solo el 0,1 por ciento de la población en Haití estaba vacunado. Los funcionarios de gobierno han llevado a cabo una evaluación de los daños. Según fuentes locales, llevará semanas determinar plenamente la extensión de los daños y las necesidades humanitarias. ADRA ha estado trabajando en varios proyectos de traslado para ayudar a los sobrevivientes desplazados por la violencia de pandillas. La agencia está trabajando con el Hospital Adventista de Haití en Diquini, donde los heridos pueden recibir atención y tratamientos críticos en el área de medicina ortopédica. El hospital se llenó, debido a los muchos heridos por el terremoto. «ADRA está trabajando con el hospital adventista para ofrecer apoyo y coordinación logística, y para brindar asistencia en transporte, alimentos y compra de medicamentos», dijo Bissereth. Añadió que, después de evaluar las necesidades de las poblaciones afectadas, ADRA incrementó sus planes de brindar artículos de primera
necesidad no comestibles para seis mil personas en Saint-Louis-du-Sud, Les Cayes y Camp Perrin. Hubo gran necesidad de adquirir tiendas, lonas, artículos para refugiarse, alimentos y agua, según informaron los afectados que viven en la zona. «Muchos se han visto afectados, y las familias aún se están recuperando. Algunos están tratando de procesar la devastación y la pérdida incalculable de sus seres queridos –dijo David Poloche, director regional de ADRA en Interamérica–. Gracias a todos los que han estado orando fervientemente por Haití y ADRA. Seguimos solicitando que nos tengan presentes en pensamiento y oraciones mientras hallamos fuerza para ayudar a que el pueblo de Haití se recupere de estas inesperadas catástrofes. Al combinar fuerzas con funcionarios locales, la Iglesia Adventista, sus socios y otras agencias, vemos que lo más importante es trabajar juntos para garantizar que el pueblo de Haití tenga acceso inmediato a artículos esenciales y reciban ayuda continuada, con la esperanza de que alcancen la etapa de recuperación».
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Noticia en detalle
El nuevo presidente de Zambia es adventista
Hakainde Hichilema ha prometido unir al país.
Innocent Siachitoba y Lubinda Kashewe, Asociación de Lusaka, y Marcos Paseggi, Adventist World
Hakainde Sammy Hichilema juró como séptimo presidente de la República de Zambia en Lusaka, el 24 de agosto de 2021. Departamento de Jóvenes de la Asociación de Lusaka
Hakainde Sammy Hichilema, miembro de la Iglesia Adventista, se ha convertido en el séptimo presidente de la República de Zambia, después de la ceremonia oficial de asunción en Lusaka, la capital del país, el 24 de agosto de 2021. Hichilema ganó las elecciones del 12 de agosto después de recibir 2.810.757 votos, superando al presidente en ejercicio Edgar Chagwa Lungu, quien recibió 1.814.201 votos. En la elección nacional se recibieron un total de 4.858.193 sufragios. El mensaje de Hichilema durante la campaña se centró en unir el país, que cuenta con 73 tribus, y recuperar la sufrida economía. A nivel de la iglesia, Hichilema y su esposa, Mutinta Shepande Hichilema, son miembros bautizados del Distrito Misión Chilanga en la Asociación de Lusaka. Ambos fueron investidos como Guías Mayores en diciembre de 2020 por Webster Silungwe, director del Departamento de Jóvenes de la Unión Asociación del Sur de Zambia, después de cumplir requisitos durante un año. Según la organización de noticias Reuters, Hichilema, de 59 años, nació en el sur de Zambia en una familia de 8
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bajos ingresos. Asistió a la Universidad de Zambia con una beca del gobierno, y más tarde estudió administración de empresas y finanzas en la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido. Ahora es un conocido empresario que se dedica a la administración de propiedades, la cría de ganado y la consultoría financiera. Miembros y líderes adventistas de diversas partes del mundo felicitaron a Hichilema por su nuevo cargo. «Es algo monumental e histórico –escribió Pako Mokgwane, director asociado del Departamento de Jóvenes de la Iglesia Adventista–. Ojalá continúe viviendo de acuerdo con los ideales de los Guías Mayores». La miembro de iglesia Joyce Motsoeneng escribió: «¡Felicitaciones! Que el Señor sea su líder todo el tiempo. Que él le otorgue su favor y sabiduría, como lo hizo con el rey Salomón. Que pueda liderar con integridad en el nombre de Jesucristo. Que Zambia pueda conocer a Dios como Creador del cielo y la tierra, por su medio». «Que a través de usted Dios pueda guiarnos –añadió la miembro de iglesia Thucha Emeldah–. No será un
camino fácil, pero Dios sigue siendo Dios, y él lo guiará y protegerá. También lo tendremos presente en nuestras oraciones». Durante la campaña, Hichilema ha prometido promover la libertad religiosa para todos, añadiendo que no forzaría a nadie a unirse a su iglesia, como aducían sus opositores políticos. Hichilema fue elegido en la sexta vez que se presenta para el cargo. El 24 de agosto, miles de zambianos y dignatarios extranjeros llenaron el Estadio Nacional de los Héroes, en Lusaka. La ceremonia de asunción comenzó con la lectura de un versículo bíblico y una oración, para que Dios «bendiga al presidente con sabiduría, de manera que pueda continuar promoviendo la paz […] y sienta paz en medio de los desafíos». El discurso inaugural de Hichilema abundó con un profundo sentido de gratitud a los muchos que hicieron posible ese momento. Agradeció primero a Dios y pidió su conducción. «Oro para que Dios continúe guiándonos en esta travesía; él es nuestra ancla», dijo Hichilema. Agradeció a su predecesor y opositor político Edgar Lungu por su servicio al país. Hichilema también agradeció a su compañera de fórmula y nueva vicepresidenta Mutale Nalumango, y a su esposa Mutinta. «Las palabras no pueden expresar mi gratitud por tu apoyo y consejos a lo largo de los años», le dijo a esta última. Hichilema prometió luchar por «la inclusión, no la exclusión; por reunir, no por desparramar». Prometió servir a su país de la mejor manera posible. «Estaremos realmente a vuestro servicio –les aseguró a los ciudadanos de Zambia–. Esa es nuestra promesa».
Enfoque regional División de África Centro-Occidental
889.196 Número de miembros de la División de África Centro-Occidental al 30 de junio de 2021
«Nuestras instituciones son centros de evangelización, y tenemos que usar los medios modernos para cumplir la obra que se nos ha encomendado. Mi oración es que estos materiales sirvan para esparcir las buenas nuevas en estas tres instituciones y también en otras». –Elie Weick-Dido, presidente de la División de África Centro-Occidental, respecto de una donación de proyectores a los tres colegios de la Asociación de Costa de Marfil. Los colegios adventistas de Bouaké, Abiyán y Divo recibieron veinte computadoras cada uno.
«Las escuelas son un factor poderoso de evangelismo, porque la educación y la redención son una sola cosa. Cuando hay una escuela con seis salones de clase, hay seis iglesias. Por ello, cuantos más salones de clase haya, más iglesias tendremos. Y eso impulsará la obra misionera». –Charles Assandé, director del Departamento de Educación de la Asociación de Costa de Marfil, durante un culto de dedicación de nuevas escuelas e iglesias. Ese y otros proyectos de construcción se llevaron a cabo en sociedad con Maranatha Volunteers International, que hace poco sumó un nuevo pozo de agua en la Escuela Adventista de Divo. El pozo beneficia a 1500 estudiantes y 2500 integrantes de la comunidad.
1912 El número de miembros recién bautizados que se unió a las iglesias adventistas después de una campaña de evangelización de seis semanas. Esta campaña fue organizada por la Unión Misión de Camerún e invitó como orador a Kingsley Anonaba, secretario ejecutivo de la División de África CentroOccidental. Los sermones fueron transmitidos en vivo en YouTube y Facebook. Grupos pequeños de personas se reunieron en los hogares e iglesias para mirar los sermones, y otras iglesias de países vecinos también se sumaron, como fue el caso de Gabón, Chad, Ruanda, Ghana y Nigeria. (^-)
Más de 1000 El número de mujeres que asistieron a un congreso de ministerios de la mujer. El evento, que duró cuatro días, se llevó a cabo en el Collège Adventiste Bilingue BOMA de Bertoua, y estuvo patrocinado por la Asociación Este de Camerún, bajo el lema: «Mujeres trabajando por Cristo, en un mundo sin virtudes, en momentos como estos».
Unión Misión de Camerún AdventistWorld.org Octubure 2021
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Enfoque
«Tu benignidad me ha engrandecido» Redescubramos el poder de un rasgo fundamental
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n la actualidad, no solemos escuchar la palabra «benignidad» o, un término aún más antiguo, «mansedumbre». Rara vez son parte del discurso público en el que los políticos y los líderes marcan territorio al proyectar fuerza, poder o liderazgo capaz. Los medios, incluidos los medios sociales, florecen cuando hay conflicto y tensión, pero no cuando promueven la benignidad. Si repasamos comentarios en Facebook o en sitios de noticias, incluidos sitios de la iglesia, veremos muchos ejemplos de la falta de benignidad, aun entre miembros de la misma comunidad de la fe.
¿QUÉ ES LA BENIGNIDAD?
Los sinónimos que vienen a la mente cuando pensamos en la benignidad incluyen la bondad, ternura y amabilidad. Ser benigno implica ser bondadoso. Muchas culturas a menudo equiparan la bondad con la impotencia, con la incapacidad de cambiar significativamente la realidad. A pesar de ello, en las Escrituras, muchas referencias a la bondad y a ser bondadosos nos ofrecen una imagen distinta. Dado que una imagen vale más que mil palabras, imagine por un momento la siguiente escena que ilustra bien la idea de benignidad o bondad. Imagine un bombero alto y fornido, equipado para luchar contra un gran incendio. Usa una chaqueta gruesa e ignífuga y pantalones de color brillante. Sus manos, cubiertas de guantes especiales, parecen enormes. Porta un tanque de oxígeno sobre la espalda y un casco amarillo brillante sobre la cabeza. Está cubierto de suciedad y parece sudado. Cuando agrandamos la imagen, vemos en sus manos una bolita de pelo. El bombero acaba de salvar a un gatito del incendio. Esa imagen está lista para hacerse viral. Transmite benevolencia, compasión y solicitud en medio del caos, el dolor y la destrucción. La benignidad es compasión que se ha hecho visible, a veces de maneras pequeñas y en apariencia insignificantes. La Biblia usa «bondad» o «benignidad» (junto con un sustantivo que es descrito aún más por este adjetivo) y «bondadoso» o «amable» en diversos contextos. Proverbios, destaca Leland Ryken en el Dictionary of Biblical Imagery, incluye «dos imágenes contrastantes de bondad con su poder de aplacar conflictos».1 «¡La lengua amable quebranta hasta los huesos!» (Prov. 25:15, NVI) ofrece una perspectiva única sobre el poder del lenguaje, incluido para el bien, como destaca Proverbios 15:1: «La respuesta amable calma el enojo» (NVI). La amabilidad y las palabras amables, sin embargo, no deberían confundirse con debilidad. Salmos 18:35 se refiere a la benignidad de Dios a favor del salmista y, por extensión, del pueblo de Dios. El lenguaje usa imágenes militares (vers. 32, 34, 35), pero es la benignidad de Dios lo que nos engrandece, no el poderío militar. El término hebreo subyacente traducido como «benignidad» o «bondad» está asociado con la humildad, la paciencia y la portación de las cargas de otro. Nos enfrentamos a una clara paradoja: solo la bondad y la gracia de Dios pueden engrandecer a los humanos. Solo la compasión y atención bondadosas de Dios pueden alcanzar y transformar nuestros corazones endurecidos por el pecado. EL DIOS FEROZ Y BONDADOSO
A menudo encontramos esta paradoja en las muchas descripciones de la revelación divina. Aunque las personas experimentaron el fuego y los truenos que cubrieron el Sinaí, sintieron que los terremotos sacudían el piso y temblaron ante la revelación del poder divino (Éx. 19:1620), Dios escoge un «suave murmullo» (NVI) o un «silbo apacible y delicado» (RVR1995) para revelarse a Elías cuando estaba deprimido y desilusionado (1 Rey. 19:12). En Imagen: Dzmitry Skazau / iStock / Getty Imagens Plus / Getty Imagens
las Escrituras, Dios es el Guerrero (Éx. 15:3; Isa. 42:13), pero también es el Pastor que con ternura cuida de su rebaño (Sal. 23). Es el Sanador (Éx. 15:26; Deut. 7:15), pero también el Juez (Sal. 75:7; Isa. 66:16). Como Juez, Legislador y Rey, Dios salvará a su pueblo (Isa. 33:22). Hay un atributo divino subyacente que se expresa en todas las metáforas mencionadas más arriba. Dios es impulsado por un amor inamovible hacia su creación (1 Juan 4:8) y, motivado por ese amor, pelea a favor de su pueblo, juzga a su pueblo, le da principios (o leyes) vivificantes que lo bendicen y, en último término, los salva. Éxodo 34:6, 7 ha sido descrito como el centro del discurso sobre Dios en el Antiguo Testamento. Describe un momento clave de autorrevelación divina y, aunque podemos ver el lado fiero y bondadoso del carácter divino podemos, junto con muchos otros comentaristas que nos precedieron, notar que su benignidad, compasión, bondad y misericordia preceden y equilibran sus justos juicios. LA BENIGNIDAD ENCARNADA
La llegada de Jesús a este planeta caído aceleró el ritmo y la cadencia del plan divino de salvación. El Dios-Hombre se describió como «apacible y humilde de corazón» (Mat. 11:29, NVI): listo y dispuesto a portar las cargas y los pecados. Su llegada como bebé indefenso, nacido en una familia pobre, experimentando la ansiedad de vivir como refugiado en Egipto, y creciendo entonces en el pueblo galileo poco refinado de Nazaret, no concordaba con las expectativas mesiánicas. Aun así, nos mostró que la bondad, la compasión y la ternura pueden producir una dramática transformación. Juan lo describe más tarde como «el Cordero que fue inmolado», pero que, mediante su sacrificio, recibe «el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza» (Apoc. 5:12). «La bondad es una imagen del poder subversivo definitivo de Dios que socava las estructuras de poder de este mundo», destaca correctamente Ryken.2 La compasión y la bondad de Cristo pueden verse de muchas maneras cuando él interactúa con su creación. Al ver las multitudes, fue movido a compasión y sanó a los enfermos (Mat. 14:14) y alimentó a los hambrientos (Mat. 15:32-39). Tocó a la hija muerta de Jairo antes de resucitarla (Mar. 5:42), y con ternura le dijo: «No llores» (Luc. 7:13) a una viuda doliente antes de devolver su hijo a la vida (vers. 14-17). «El Salvador iba de casa en casa, sanando a los enfermos, confortando a los enlutados, consolando a los afligidos, hablando paz a los desconsolados –escribió Elena White–. Tomaba a los niñitos en sus brazos y los bendecía, y hablaba palabras de esperanza y consuelo a las cansadas madres. Con incansable ternura y cortesía, trataba toda forma de aflicción y dolor humanos».3 Esa cortesía a menudo se comunica mediante el tacto. Vemos que Jesús toca a muchas personas al comunicarles el amor de Dios por ellos. La comunicación no verbal es sumamente importante para el sordomudo que recibe el toque AdventistWorld.org Octubure 2021
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bondadoso de Cristo (Mar. 7:31-36). De manera similar, un ciego siente el toque de Cristo y recibe la vista (Mar. 8:22-26). LLAMADOS A UNA VIDA BONDADOSA
En el Nuevo Testamento aparecen repetidas referencias a la bondad. Pablo, antes perseguidor fanático de la iglesia, menciona la bondad y la mansedumbre como expresiones del fruto del Espíritu que no nace naturalmente en el ser humano (Gál. 5:23). La verdadera bondad solo puede florecer y crecer donde el Espíritu de Dios está presente y obra. Pablo también amonesta a la iglesia de Colosas. Le dice: «Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia» (Col. 3:12, NVI). A menudo él destaca su trato cortés con las iglesias a las que se dirige en sus cartas (1 Cor. 4:21; 1 Tes. 2:7). Las actitudes enumeradas en estos textos reflejan los valores del reino de Dios que Jesús destacó en su Sermón del Monte (Mat. 5-7), pero no necesariamente las asociaciones con los poderosos y exitosos que nuestras culturas actuales celebran. La mayoría de nosotros concuerda con la afirmación de que la benignidad es una parte importante de un carácter como el de Cristo. Aun así, nos preguntamos cómo aprender a ser más amables, compasivos, bondadosos y solícitos. Nos gusta el ideal, pero reconocemos que nuestra realidad está por debajo de él. La humildad es un elemento fundamental de la benignidad. Cuando nos humillamos a nosotros mismos, comenzamos a pensar menos en nosotros y más en los demás. Nuestro valor no se basa en nuestros logros o cualidades, sino que se fundamenta en la aceptación y el amor de Dios por nosotros. Reconocemos que la gracia que hemos recibido del Sanador bondadoso se multiplica milagrosamente cuando la compartimos con los que nos rodean. Comenzamos a imitar las actitudes que podemos ver en la Deidad.
¿Cuán amable es usted? Una lista de evaluación personal Las siguientes preguntas no representan una encuesta científica, pero podrían desafiarlo a practicar la benignidad de manera más consciente y evaluar con honestidad cómo se relaciona usted con ese importante valor del reino de Dios.*
Dios a menudo usa las pruebas y los desafíos de la vida para acercarnos más a él, porque en esos momentos, reconocemos su consuelo constante. «Dios nos susurra en nuestros placeres, habla a nuestra conciencia, pero nos grita en el dolor: es su megáfono para levantar a un mundo sordo», escribe el escritor cristiano C. S. Lewis.4 Puede ser que nos sintamos confundidos por el dolor y la confusión infligida por el enemigo de Dios. Somos tentados a denunciar a Dios como culpable de la situación. Solo él es nuestra liberación, pero lo maldecimos porque procura captar nuestra atención. Pablo ofrece esta perspectiva a los miembros de Corinto: «Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y, si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos» (2 Cor. 1:6, NVI). Cuando experimentamos el consuelo benigno de Dios, somos equipados para consolar a los que nos rodean. LA LÍNEA DE LLEGADA
Quizá más que cualquier otra característica, la benignidad muestra una vida oculta con Dios en Cristo. En lugar de ser una señal de debilidad, da un testimonio poderoso del hecho de que los seguidores mansos y amables del Buen Pastor saben cuál es su valor. Están seguros en el conocimiento de que son amados y, en lugar de aferrarse a estructuras egoístas de poder, pueden compartir ese amor mediante la bondad. Aunque no siempre resulta obvio, saben que no son los ruidosos, orgullosos o implacables sino los mansos los que «recibirán la tierra por heredad» (Mat. 5:5). Leland Ryken et al., Dictionary of Biblical Imagery (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2000), p. 325. Ibíd. Elena White, Los hechos de los apóstoles (Mountain View, Calif.: Pacific Press Publ. Assn., 1957), p. 293. 4 C. S. Lewis, The Problem of Pain (New York: HarperCollins, 1996), p. 91. 1 2 3
Gerald A. Klingbeil es editor asociado de Adventist World.
¿Ha desarrollado usted humildad y autodisciplina para estar atento a las angustias y necesidades de otras personas? ¿Es usted irritable y reaccionario cuando las personas con necesidades hacen uso de su tiempo o energía? Cuando usted da instrucciones o respuestas
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a otras personas, ¿toma en cuenta sus debilidades y limitaciones? ¿Es consciente de sus propias limitaciones y desafíos de carácter? ¿Cómo se relaciona con aquellos que lo ofenden o desaniman? Adaptado de material hallado en el sitio web del Instituto Cristiano de Principios Básicos de Vida, en iblp.org.
Voces jóvenes
Lágrimas irracionales
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menudo me siento incómoda con mis lágrimas. Por alguna razón, me resulta difícil llorar aun enfrente de personas de confianza. Por ello, me molesté conmigo misma cierto día cuando, tirada en la cama, lloré por muchas cosas «pequeñas». En ese entonces, tenía un turno matutino en una estación de radio. Eso significaba que, cuando terminaba mi tarea, mis amigos aún estaban trabajando, y tenía que ir a dormir justo cuando ellos estaban listos para socializar. A veces me sentía sola y, Dios puede ese día, el sentimiento fue más marcado. tomar nuestras Comencé a sollozar porque quería simplemente que una amiga estuviera libre para frustraciones, almorzar conmigo. Entonces comencé a enojo y lágrimas, pensar con tristeza en amigos cercanos de los que no había escuchado por cierto sea que tengamos tiempo porque estaban muy ocupados, y una buena razón estábamos en etapas diferentes. De pronto, una ola de otras irritaciones menores me para sentirnos así abrumó. Además, estaba exhausta. Me o creamos que son acurruqué, cubriéndome la cabeza con la salida de baño, y lloré. Aun así, mientras razones triviales. lloraba, mi cerebro protestaba. «¡Es rídiculo! Sabes que hay razones lógicas para todo lo que te ha herido. ¡No es personal!» Mientras estaba allí, oré: «Siento que no tendría que estar así, Señor. No debería llorar. Estas lágrimas no tienen razón de ser». Entonces lloré aún más porque no quería molestar a nadie, ni siquiera a Dios, con esa tontería. Fue allí que sentí que Dios me susurraba bondadosamente al corazón: «Aprecio tus lágrimas irracionales». Dios es mucho más bondadoso de lo que yo soy conmigo misma. Y nos invita a todos para que le derramemos nuestro corazón (Sal. 62:8). En efecto, David dice de Dios: «Toma en cuenta mis lamentos; registra
mi llanto en tu libro. ¿Acaso no lo tienes anotado?» (Sal. 56:8, NVI). ¡Qué atención tan cuidadosa! Dios puede tomar nuestras frustraciones, enojo y lágrimas, sea que tengamos una buena razón para sentirnos así o creamos que son razones triviales. Él quiere la versión real y en bruto de nosotros. Una de mis citas favoritas de Elena White lo expresa así: «Presentad a Dios vuestras necesidades, tristezas, gozos, cuidados y temores. No podéis agobiarle ni cansarle […]. Llevadle todo lo que confunda vuestra mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar, pues sostiene los mundos […]. Ninguna cosa que de alguna manera afecte nuestra paz es tan pequeña que él no la note […]. Las relaciones entre Dios y cada una de las almas son tan claras y plenas como si no hubiese otra alma por la cual hubiera dado a su Hijo amado».2 Puede que tengas momentos como el mío, donde te juzgas con demasiada dureza y te preguntas si estás cargando a Dios con tus preocupaciones. Pero recuerda que Dios te acepta con compasión y te trata con ternura. Como el mismo Jesús lo expresó: «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso […]. Yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma» (Mat. 11:28, 29). * Elena White, El camino a Cristo (Boise, Id.: Pacific Press Publ. Assn., 1993), p. 100.
Lynette Allcock se graduó en la Universidad Adventista Southern y ahora enseña inglés en Seúl, Corea del Sur.
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Enfoque
Me dijo que era valiosa El camino hacia la autoestima
«Pensaste que yo valía la pena, por lo que diste tu vida para que fuera libre… sanado, para que contara a todos que me creíste digno de salvación» (Anthony Brown y el grupo therAPy, «Valioso»).
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ecordamos la historia: la mujer es descubierta en medio de un enredo extramarital con un hombre respetable. Qué conmoción habrá sido para ella ver que los intrusos no respetaban su privacidad. Imaginen la mirada de vergüenza y tormento que habrá irradiado de su rostro mientras procuraba cubrirse y explicar por qué estaba allí, en medio de los gritos, de manos que querían atraparla y puños amenazantes. Rodeada de hombres, procura hacerse a un lado y pararse con firmeza, pero no lo logra. Los demás avanzan sobre ella, y ella queda sin opciones. Se pregunta por qué su travesía ha terminado en la iglesia, dado que sabe que no es bienvenida allí. Es el edificio donde el amor por ella acabó hace años. Le gritan y la abuchean con ojos salvajes y curiosidad hostil. De pronto, nota que no está sola allí en el piso. Un hombre a su lado no la mira con desprecio sino con compasión. Desde donde está, no puede leer las palabras que escribe en el polvo. Él se pone de pie y se dirige a la multitud. Entonces regresa allí donde se había arrodillado. Mientras los hombres, uno tras otro, desaparecen, los latidos de su corazón se recuperan. Una vez más está sola con un hombre, pero la ansiedad ha desaparecido. Imagine su sorpresa cuando él le dice: «¿Dónde están todos los que atacaban? No estoy aquí para condenarte. Ve y vive libre de pecado a partir de ahora».* UNA MIRADA PERSONAL
Ahora bien, imagine que esta mujer fuera su hija, o su madre, su hermana o amiga.
En un mundo donde la superficialidad insensible está a la orden del día, un amigo como Jesús no solo resulta útil sino restaurador. Jesús suele ser descrito como manso, un término que promueve la idea de temperamento amable y débil. ¿Es sobre eso que testificamos en Juan 8 aun en nuestras imaginaciones más santificadas? Al profundizar en el pasaje, consideremos los hombres involucrados. ¿Quiénes eran los que trajeron a la «adúltera» al templo para ser juzgada? Está claro que tenían el poder de hacer que ella se sintiese indefensa. ¿Cuál era la posición del hombre con quien se había involucrado? Lo suficientemente elevada como para evitar el escarnio y la reprensión pública por la misma acción por la que a ella se la juzgaba. Los hombres en la vida de la mujer habían conspirado contra ella. Le había fallado, le habían faltado el respeto y la habían dejado, con excepción del bondadoso Jesús. Él muestra su bondad en esta situación de una manera que rara vez reconocemos. Desde la perspectiva de Cristo, la historia podría ser que una mujer le fue traída a los atrios sagrados del templo por hombres hostiles que deshonraban constantemente a su Padre. Esos hombres tuvieron la audacia de tratar de acorralar al Hijo de Dios en un rincón teológico, allí en la casa de su Padre. La divinidad de Cristo tiene que haberse visto sacudida ante el sacrilegio y la deshonra que trajeron al templo, en lugar del respeto que ese terreno sagrado merecía. En esto, cuando la multitud escogió la violencia, el buen Jesús escogió registrar en el polvo una escritura tan poderosa que los hombres se desvanecieron sin argumento alguno. Es probable que, aunque Jesús mostró compasión por la mujer, retuvo el justo juicio que podría haber aplicado libremente mediante su autoridad. Restringir su poder de aniquilarnos es una virtud por la que rara vez agradecemos a Imagen: Guillaume Bolduc
Dios. Aun así, estos hombres salieron de allí indemnes, más allá de una ligera herida a sus egos. No deberíamos pasar por alto el otro don de misericordia que Jesús, el bondadoso de la escena, nos ofreció. La mujer no solo fue protegida por su reprensión no violenta, sino que fue restaurada en su valor. En Juan 8:10 y 11, leemos el siguiente intercambio: «Enderezándose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: “Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?” Ella dijo: “Ninguno, Señor”. Entonces Jesús le dijo: “Ni yo te condeno; vete y no peques más”». LA AUTOESTIMA ES UN DON
El ángulo que Cristo toma para aproximarse al pecado de la mujer la alecciona y afirma al mismo tiempo. Él tiene el derecho y la autoridad de pedirle cuenta de sus acciones, pero escoge en cambio facultarla mediante esta oferta de un nuevo comienzo, llamándola a asumir responsabilidad. Jesús la desafía a lograr lo que él cree que ella puede hacer. Eso muestra que en contraste con su sacrificio para salvarla, la ve sumamente capaz. Esto debería inspirarnos a analizarnos también nosotros: atrapados en situaciones malas, a menudo de nuestra propia creación, pero aun así señalados por Cristo como personas que valen sus esfuerzos. Deberíamos esforzarnos por descubrir qué valor ve él en nosotros. Valorarnos a nosotros mismos va de la mano con honrar el sacrificio que Cristo hizo por nosotros. Nos damos cuenta de nuestro potencial cuando buscamos intencionalmente honrar a Dios tratándonos como él nos trata. Entre los consejos prácticos para aumentar la autoestima, menciono: Perdonar y aceptarnos a nosotros mismos. Reconocer que las personas, logros y alabanza no nos validan como individuos.
Jesús tiene el derecho y la autoridad de pedirle cuenta de sus acciones, pero escoge en cambio facultarla mediante esta oferta de un nuevo comienzo, llamándola a asumir responsabilidad. Escoger respuestas que honran la nueva persona que somos en Cristo. Ejercitar el poder que Dios nos dio de escoger y cambiar nuestra situación. Juan 8 nos muestra que Jesús busca restaurarnos al darnos la libertad de explorar la vida fuera de los confines del pecado. Depende de nosotros darnos cuenta de que esta oportunidad fue comprada y pagada con su sacrificio. Él dejó de lado su poder último para darnos a cada uno acceso a una nueva vida. Es un buen punto de partida para reconocer lo que valemos en Cristo. * La narración del encuentro de Jesús con la mujer atrapada en adulterio se basa en Juan 8:1-11.
Kryselle Craig está realizando estudios doctorales en Terapia Matrimonial y Familia, y vive con su familia en Maryland, Estados Unidos.
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Enfoque
Cómo ministrar a un mundo airado
¿Qué podemos hacer ante un mundo airado? El evangelio nos impone la obligación de actuar mejor
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o se necesita Google o un diccionario para definir o descubrir el enojo. Todos podemos identificarlo. Conocemos sus sonidos y consecuencias. Estar en presencia del enojo puede resultar perturbador, impactante y hasta aterrador. El enojo lleva consigo una tensión en el aire. «¡Se podía cortar el aire con un cuchillo!» afirma el dicho que describe la atmósfera inquietante donde está presente el enojo.
De la abundancia del corazón
L Mientras el mundo se aproxima aún más al final señalado por la profecía, las personas están peor: más enfermas, infelices y, sí, enojadas. Tenemos no obstante un trabajo que hacer. ¿Cómo hacer brillar nuestra luz en las tinieblas, sanar donde hay heridas, y dar a los enojados lo que necesitan para hallar paz otra vez? A continuación, compartimos dos perspectivas sobre cómo ministrar a un mundo airado. —Los editores
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a intensidad detrás de lo que salió de mi boca me asombró; la acción que le siguió me sorprendió aún más. Con la mano en alto, pegué con la palma de la mano sobre la bocina del auto, transmitiendo así mi molestia. El conductor de una camioneta blanca delante de mí parecía distraído, ajeno a la fila de vehículos detrás de él. Todos aguardábamos para doblar a la izquierda. Durante dos ciclos, la flecha verde que indicaba que era momento de doblar se puso amarilla y luego roja. Los motores aceleraron en punto muerto mientras las bocinas sonaban cada vez con mayor impaciencia. Aunque simplemente me dirigía a casa, la suave irritación pronto se Imagen: AZ68 / iStock / Getty Imagens Plus / Getty Imagens
Los perros pueden sentir el enojo humano y suelen escabullirse de una escena turbulenta con la cabeza y el lomo gachos mientras buscan ponerse a resguardo. Los gatos también lo saben, y desaparecen en silencio para evitar una situación airada. Hay sin embargo algunos atrapados, ya no gatos o perros, sino seres humanos. Son inocentes acorralados en la esfera de una persona airada, de la cual no pueden escapar. Me entristezco por esas víctimas y su miseria. ¿Quién merece ser atrapado en esa clase de mundo? También siento compasión por los que sufren enojo: donde la ira no es externa sino más bien interna. La tormenta se apodera de sus pechos, cabezas y manos con ráfagas, truenos y relámpagos. Pierden todo control. Tiene que ser miserable ser poseídos por una tormenta perpetua en la que rara vez hay calma. Conocemos
estos «hijos del trueno»; sabemos que tienen fusibles cortos y que sus explosiones parecen atómicas. El enojo no es una condición humana nueva. Aparece en la Biblia ya en Génesis 4:5, con el sacrificio lleno de orgullo, y finalmente rechazado, de Caín. Persiste hasta el Apocalipsis, donde tenemos las palabras memorables: «Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo» (Apoc.12:17). Por generaciones, los adventistas hemos cantado que «las naciones están airadas, pero esto sabemos: ¡Cristo muy pronto vendrá!»* Aunque algunos dudan de un calentamiento climático global, pocos dudan de que el planeta se está calentando en los niveles de enojo.
POR ENCIMA DEL CONFLICTO
transformó en intensa furia hacia «¡esa gente que no presta atención!» La luz se puso verde una tercera vez y, antes de que me diera cuenta, yo también estaba haciendo sonar la bocina y gritando al conductor de adelante. El enojo –esa emoción humana tan conocida– puede ir de una ligera molestia a una ira irracional.1 Nuestro mundo se ha vuelto cada vez más airado. En el mundo, los índices de hostilidad fueron los más elevados en 2020 debido a la pandemia del Covid19. Esas emociones, sin embargo, han estado aumentando durante los últimos diez años.2 Desde discusiones de tránsito hasta ataques no provocados en espacios públicos, vemos que pequeñas molestias terminan en confrontaciones violentas. Nos vemos inundados con titulares llenos de enojo y rodeados de airadas diatribas en las ondas del aire. Sentimos el aumento de la tensión emocional en lugares atestados –aeropuertos,
supermercados– mientras procuramos guardar el distanciamiento social y los requisitos sobre el uso de mascarillas en medio de una pandemia cambiante. De manera insidiosa, ese enojo ineludible puede deslizarse en nuestra mente y afectar la manera de interactuar con otros. Como seguidores de Cristo, somos llamados a amar y a ser pacificadores (Juan 13:34; Mat. 5:9). En un mundo en el que abunda la ira que acompaña el temor, la frustración, la tristeza y la preocupación, somos llamados a atender las necesidades de otros. No obstante, ¿cómo vivir en un mundo airado sin terminar airados nosotros mismos? ¿Cómo ministrar en medio de las molestias diarias y circunstancias que nos enojan y que son parte de vivir en este planeta? Buscamos a Dios y perseguimos la paz (Heb. 1:14). Cada día, tenemos que pasar tiempo en la presencia de aquel que es la paz (Efe. 2:14). A cada momento, tenemos que alinearnos
con el Espíritu de Dios, que produce en nosotros amor, paz, paciencia y dominio propio (Gál. 5:22-25). Tenemos que entregarnos al que puede renovar nuestra mente y transformar nuestras acciones e interacciones (Efe. 5:1-2). Miramos a nuestro interior y aceptamos el don divino de la gracia (Efe. 2:8, 9). La presencia de Dios expone nuestras debilidades, y vemos nuestra necesidad de ayudar a conquistar nuestros errores humanos.3 Necesitamos gracia para cada día, cada momento, cada aliento que damos. No sabemos por qué el conductor distraído se perdió tres luces verdes: tal vez no se sentía bien, o acaso su automóvil andaba mal. Un corazón lleno de la gracia ve las situaciones mediante los ojos de los demás. Escucha, simpatiza y reconoce la necesidad del otro aun mientras hace frente a las circunstancias. Buscamos a otros con amor (Juan 13:34). Es aquí donde las palabras
Rudyard Kipling lo expresó bien cuando escribió: «Si puedes mantener la cabeza cuando a tu alrededor todos pierden la suya y te culpan por ello… serás un hombre, hijo mío». Es un consejo que parece similar al que afirma: «No te apresures en tu espíritu a enojarte, porque el enojo reposa en el seno de los necios» (Ecl. 7:9). También se encuentra el bien conocido: «La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor» (Prov. 15:1). Parece ser que una de las mejores cosas que podemos hacer es evitar nosotros mismos el enojo. Se ha observado que las personas se enojan cuando están en problemas, angustia o dolor. Es en esa circunstancia cuando deberíamos ministrar a otros: cuando las personas están en problemas, angustia o dolor. No obstante, cuando las personas están enojadas, podemos instintivamente alejarnos. Por supuesto, las
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personas airadas pueden ser peligrosas. La muerte de Abel a manos de Caín nos recuerda esos peligros. Sin embargo, la realidad del evangelio transforma a las personas. Cambia cómo reaccionamos ante los estresores. Cuando tenemos la seguridad última de que «ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro» (Rom. 8:38, 39), nuestras razones para el enojo se disipan. Cuando, mediante el evangelio, nuestros horizontes se extienden hacia la eternidad, las dificultades de lo inmediato no resultan tan provocativas. Hay una diferencia importante entre el enojo y la indignación. La injusticia, la maldad y las conductas erróneas son causa de indignación, y esta es una catalizadora de la corrección y la reforma apropiadas. Fueron la maldad y las conductas
excelsas son puestas a prueba. En las relaciones con los demás, podemos perder la paciencia, experimentar dolor o el orgullo herido, y atacar verbalmente a otros. Tenemos que aprender a controlar nuestro enojo para que no nos lastimemos o lastimemos a otros (Sal. 37:8). Al mismo tiempo, algunas situaciones motivan una justa indignación: vemos injusticias, la victimización de los inocentes o las burlas hacia Dios. Se nos advierte que nos enojemos, pero que no caigamos en la ira improductiva.4 Al hablar con sus discípulos, Jesús enfatizó un punto destacado: lo que sale de la boca es una indicación de lo que está en el corazón (Mat. 15:18; Luc. 6:45). En último término, para ministrar a otros, necesitamos el corazón y el espíritu de Dios. Tenemos la promesa de que esto puede ser una realidad: «Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne» 18
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Cuando, mediante el evangelio, nuestros horizontes se extienden hacia la eternidad, las dificultades de lo inmediato no nos provocan tanto. erróneas que llevaron a Jesús a volcar las mesas de los cambistas del templo. Fueron las injusticias, la maldad y las conductas erróneas dentro de la iglesia prominente de la Edad Media que inspiraron a las personas para que compartieran la Biblia y sus verdades, para que la gente común pudiera ver y experimentar la belleza real de Cristo. Es trágico que la injusticia, la maldad y las conductas erróneas no terminaron en la Edad Media. Esos males están vivos, son numerosos y están presentes en todo el mundo. Aunque nos gustaría y deberíamos corregir cada injusticia sobre nuestro antiguo planeta, y a veces
nos atormenta nuestra incapacidad de hacerlo, tenemos la seguridad absoluta de que Jesús, que conoce cada injusticia al detalle, vendrá otra vez. Regresará con poder –con poder justo y santo– y en último término resucitará a todos, juzgará a todos e implementará la justicia real para todos. Es esa seguridad irrevocable que este mundo airado necesita escuchar de nuestros labios. *
The Seventh-day Adventist Hymnal, Himno 213: «Jesus is Coming Again».
Anthony Kent es secretario asociado de la Asociación Ministerial de la Asociación General.
Un corazón lleno de la gracia ve las situaciones mediante los ojos de los demás. Escucha, simpatiza y reconoce la necesidad del otro aun mientras hace frente a las circunstancias.
(Eze. 36:26). ¿Qué sería de este mundo si nosotros, como cristianos practicantes, demostráramos constantemente amor, paciencia, comprensión y aceptación, para contrarrestar el enojo y la frustración que domina por completo nuestro mundo? Al crecer en nuestra relación con Dios y nuestro prójimo, abracemos diariamente oportunidades de extender la gracia, de elevar, fortalecer y alentar a otros más allá de las circunstancias de la vida, así como lo hace Dios, quien es «misericordioso
y clemente […], lento para la ira y grande en misericordia» (Sal. 103:8). Merriam-Webster Online, «Anger», (2021): https://www. merriam-webster.com/dictionary/anger. 2 Gallup Global Emotions 2021: https://www.gallup.com/ analytics/349280/gallup-global-emotions-report.aspx?thank-youreport-form=1. 3 Elena White, Mente, carácter y personalidad (Buenos Aires: Asoc. Casa Editora Sudamericana, 1989), t. 2, pp. 534, 535. 4 Ibíd. Véase también Efesios 4:26 y Efesios 6:12. 1
Faith-Ann McGarrell es editora de The Journal of Adventist Education®.
Salud y bienestar
Una actitud hostil
¿Puede contribuir a los ataques cardíacos? Mi esposo, que tiene 40 años, ha sufrido un ataque de corazón. Hemos cambiado nuestro estilo de vida y decidido vivir realmente el mensaje adventista de salud. Me preocupan dos cosas: él tiene una historia familiar de afecciones cardíacas, y se enoja fácilmente; suele ser una persona hostil. ¿Puede esto predisponerlo a otros ataques?
H
an tomado una excelente decisión al cambiar el estilo de vida. Aproximadamente uno de cada cuatro sobrervivientes de un ataque de corazón o accidente cerebrovascular sufrirán otro. Creer, practicar y vivir el mensaje adventista de salud ha mostrado reducir las afecciones cardiovasculares. Demandará mucha disciplina y la gracia y el poder de Dios, pero realmente vale la pena efectuar ese cambio. Los factores tradicionales de riesgo de afecciones coronarias y ataques cardíacos son: ■ ■ ■ ■
■ Edad ■ Historia familiar ■ Hipertensión ■ Trastornos de colesterol o lípidos elevados
Sexo Fumar Diabetes Vida sedentaria o inactividad
Asimismo, trabajar en el turno noche, el estrés y la inflamación crónica son considerados ahora factores de riesgo. Todo, con excepción del sexo, la edad y la historia familiar puede ser modificado y reducido mediante un tratamiento cuidadoso y específico, además de intervenciones continuadas sobre el estilo de vida. La historia familiar juega un papel significativo a la hora de determinar nuestra susceptibilidad a enfermedades tales como los ataques de corazón y el cáncer. Trabaje con su médico. Asimismo, es importante recordar que los cambios en el estilo de vida (incluidos los de sus hijos) tienen que ser adoptados para la vida, no solo a corto plazo. Imagen: iStock / Getty Imagens Plus / Getty Imagens
En lo que respecta al enojo y la hostilidad, esas emociones estimulan la liberación de hormonas como la adrenalina (epinefrina), la norepinefrina (noradrenalina) y el cortisol. El ritmo cardíaco se acelera, la contracción del corazón se incrementa, la presión arterial aumenta. Esto estimula el ambiente para que la placa vulnerable (la enfermedad en la arteria coronaria) se rompa, y para que se formen los dañinos coágulos que obstruyen la arteria y dañan el corazón durante un ataque cardíaco. Las respuestas fisiológicas sostenidas y repetidas de enojo y ansiedad no son saludables. Se ha mostrado que la función cardíaca puede verse afectada negativamente por el estrés mental y el enojo, en pacientes con fallas cardíacas. Se están haciendo estudios para determinar si el enojo y la hostilidad continuos pueden causar un segundo ataque cardíaco en aquellos que ya han sufrido uno. Se ha demostrado que los pacientes que luchan crónicamente con esas emociones negativas tienen una probabilidad mayor de morir de un segundo ataque.1 Los ataques continuos de enojo, hostilidad y ansiedad requieren de ayuda constructiva. En primer lugar, buscamos una sanación divina a nuestras emociones. Puede que sea necesaria y útil la consejería profesional y la terapia cognitiva conductual. Que su familia cobre ánimo en la promesa del descanso espiritual, emocional y físico que Jesús nos ha dado: «Vengan a mí […] y yo les daré descanso […]. Aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma» (Mat. 11:28, 29, NVI). «No debemos confiar absolutamente en nosotros mismos ni en nuestras buenas obras. Sin embargo, cuando vamos a Cristo como seres falibles y pecaminosos, podemos hallar descanso en su amor».2 ¡Gracias a Dios por esa esperanza! Tracey K. Vitori, Susan K. Frazier, Martha J. Biddle, et al, «Hostility predicts mortality but not recurrent acute coronary syndrome», European Journal of Cardiovascular Nursing, 14 de septiembre de 2020, https://doi. org/10.1177/1474515120950913. 2 Elena White, Consejos para la iglesia (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 1991), p. 86. 1
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. Zeno L. Charles-Marcel es especialista certificado en medicina interna y director asociado de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General. AdventistWorld.org Octubure 2021
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Perspectiva mundial
La Biblia
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l mensaje en la calcomanía del automóvil era inconfundible. En letras firmes proclamaba a vista de todos: «LA BIBLIA: Un cuento nefasto». La afirmación era un inteligente juego de palabras con el término en inglés grim, que alude al mismo tiempo a los famosos cuentos de los hermanos Grimm. La afirmación en sí no es nueva: ateos, evolucionistas, secularistas y otros han afirmado durante casi dos siglos que la Biblia es tan solo un viejo libro lleno de cuentos inventados. Los cristianos, por otro lado, han defendido durante siglos –a veces con sus vidas– esos escritos sagrados por tratarse de la Santa Palabra de Dios. Han afirmado que, como tales, tienen que ser tomados seriamente como el relato histórico exacto de la relación de Dios con la humanidad; como proféticos, que revelan los planes de Dios para el futuro; y como enseñanzas divinas que nos guían en la vida actual. Sin embargo, es triste que ya por un tiempo, la naturaleza y el propósito de la Biblia se han convertido en motivo de acalorados debates aun dentro del cristianismo, y en el corazón de este debate se encuentra la autoridad misma de la Biblia. CRISIS DE AUTORIDAD
¿Un cuento nefasto o una luz guiadora?
En el destacado libro Understanding the Living Word of God [Comprender la Palabra viviente de Dios], el ya fallecido Gerhard Hasel citó un ejemplo de una interpretación diferente de la Biblia y escribió: «La crisis de autoridad de la Biblia depende mucho de cómo se la interprete; la crisis está profundamente influenciada por la hermenéutica (los principios de interpretación bíblica)».1 Hasel agrega: «La posición histórica consistente de adventistas representativos es que la Biblia es nuestra única regla infalible de fe, doctrina, reformas y prácticas».2 Esto refleja bien nuestra primera creencia fundamental como adventistas: 1. Las Sagradas Escrituras «Las Sagradas Escrituras, el Antiguo y el Nuevo Testamento, son la Palabra de Dios escrita, dada por inspiración divina. Los escritores inspirados hablaron y escribieron movidos por el Espíritu Santo. En esta palabra Dios dio a la humanidad el conocimiento necesario para la salvación. Las Sagradas Escrituras son la suprema autoridad, revelación infalible de su voluntad. Son la norma del carácter, la prueba de la experiencia, el relato definitivo de doctrinas, y el registro fidedigno de los actos de Dios en la historia (Sal. 119:105; Prov. 30:5, 6; Isa. 8:20; Juan 17:17; 1 Tes. 2:13; 2 Tim. 3:16, 17; Heb. 4:12; 2 Ped. 1:20, 21).»3 Esa creencia equilibrada y bíblica en las Escrituras reconoce que, aunque Dios no dictó la Biblia palabra por palabra (algo que a veces se denomina «inspiración verbal»), el Espíritu Santo jugó un papel fundamental al inspirar a los escritores bíblicos. Aunque provenían de trasfondos diferentes y períodos que abarcaron aproximadamente mil quinientos años, estos hablan con asombrosa regularidad a lo largo de toda la colección de documentos antiguos conocidos como el canon bíblico.4
Imagen: Evgeni Tcherkasski
COMPRENDER LAS ESCRITURAS
Al comprender las Escrituras, los adventistas suscribimos al enfoque hermenéutico histórico-gramatical, o histórico-bíblico. Esto significa que el texto debería ser entendido sobre la base de lo que el autor y su audiencia habrán querido que dijera, tomando en cuenta la gramática, la historia y los contextos literarios del pasaje. También significa que el lenguaje simbólico o metafórico necesita ser reconocido e interpretado de acuerdo con las definiciones halladas en las Escrituras. Esto contrasta con los métodos histórico-críticos y literarios, que excluyen el elemento supernatural de las Escrituras y colocan al lector a cargo de decidir qué significa y cómo debería entenderse, en lugar de permitir que la Biblia se interprete a sí misma. Aunque en este artículo no podemos profundizar demasiado acerca de este importante tema, el Instituto de Investigaciones Bíblicas (BRI por su sigla en inglés) de la Iglesia Adventista ha publicado hace poco un útil volumen titulado Biblical Hermeneutics: An Adventist Approach [Hermenéutica bíblica: Un enfoque adventista], editado por Frank M. Hasel, que está disponible en el sitio web del BRI.5 LA VOZ DE DIOS EN LAS ESCRITURAS
Es muy importante cómo vemos las Escrituras porque eso determinará cómo respondemos a ellas. ¿Es tan solo una obra literaria, una narración sin capítulos o versículos, muy similar a un cuento en el que se pueden hallar buenas lecciones morales? ¿O es acaso algo que diseccionar, comparándolo con «evidencias» científicas, para determinar si es que hay algo de verdad, mientras se descarta el resto? Elena White es sumamente clara al referirse a este tema. En el libro Los hechos de los apóstoles, escribe: «Las amonestaciones de la Palabra de Dios respecto a los peligros que rodean a la iglesia cristiana, son para nosotros
hoy. Como en los días de los apóstoles, los hombres intentan, por medio de tradiciones y filosofías, destruir la fe en las Escrituras. Así hoy, por los complacientes conceptos de la “alta crítica,” evolución, espiritismo, teosofía y panteísmo, el enemigo de la justicia está procurando llevar a las almas por caminos prohibidos. «Para muchos, la Biblia es una lámpara sin aceite, porque han dirigido sus mentes hacia canales de creencias especulativas que traen falsos conceptos y confusión. La obra de la “alta crítica” al criticar, conjeturar y reconstruir, está destruyendo la fe en la Biblia como revelación divina. Está privando a la Palabra de Dios del poder de guiar, levantar e inspirar las vidas humanas […]. «El seguidor de Cristo se encontrará con las “palabras persuasivas” contra las cuales el apóstol advirtió a los creyentes de Colosas. Se encontrará con interpretaciones espiritualistas de las Escrituras, pero no debe aceptarlas. Ha de oírsele afirmar claramente las verdades eternas de las Escrituras. Guardando sus ojos fijos en Cristo, caminará constantemente hacia adelante en la senda señalada, descartando todas las ideas que no están en armonía con su enseñanza. La verdad de Dios es el objeto de su contemplación y meditación. Considerará la Biblia como la voz de Dios que le habla directamente. Así encontrará la sabiduría divina».6 MÁS ALLÁ DEL TIEMPO Y LA CULTURA
La Biblia es la manera que Dios tiene de comunicarse con nosotros, trascendiendo el tiempo y la cultura, obrando mediante el Espíritu Santo que inspiró estos escritos y los protegió durante milenios, para que podamos escuchar que nos habla en el presente de manera activa y viviente. En 2 Timoteo 3:16, 17, se nos da una clara definición de lo que es la Biblia: «Toda la Escritura es inspirada
Es muy importante cómo vemos las Escrituras porque eso determinará cómo respondemos a ellas. por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra». La Biblia es mucho más que tan solo un buen «relato». Y es mucho más que tan solo un «manual de textos probatorios». Es la lámpara que ilumina nuestro sendero (Sal. 119:105), y es «más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón» (Heb. 4:12). Esta Palabra viviente, divinamente inspirada, es enviada por el Creador del universo para hablarnos, para conectarse con nosotros y enseñarnos, amonestar, inspirar, influir, dirigir, consolar y alentar a todos los que dedican tiempo a escuchar y estar en comunión con él. Gerhard F. Hasel, Understanding the Living Word of God (Mountain View: Pacific Press Pub. Assn., 1980), p. 17. 2 Ibíd., p. 73. 3 «Creencias fundamentales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día», https://www.adventist.org/beliefs/. 4 Véase Hasel, pp. 13, 14. 5 Disponible en https://adventistbiblicalresearch.org/product/ biblical-hermeneutics/. 6 Elena G. White, Los hechos de los apóstoles (Mountain View, Cal.: Pacific Press Publ. Assn., 1957), p. 378. 1
Ted N.C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista. Se pueden consultar artículos y comentarios adicionales de la presidencia en Twitter: @pastortedwilson y en Facebook: @Pastor Ted Wilson.
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Este devocional es la versión condensada de un sermón predicado en el Concilio de Primavera de la Junta Directiva de la Asociación General en abril de 2021.—Los editores.
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n las Escrituras, desde los peregrinos descritos en los salmos hasta Dios mismo, utilizan la expresión «Sí, iré» o bien «Yo iré». Aunque el término hebreo es común, su traducción como «Sí, iré» aparece tan solo en unas pocas instancias. Un pasaje destacado es Génesis 24. El versículo 1 brinda el contexto. Dice así: «Ya Abraham era viejo, bien avanzado en años; y Jehová había bendecido en todo a Abraham». La vida está llegando a su fin, y el gran patriarca siente una pesada carga por su hijo soltero Isaac. Abraham llama a su siervo y le hace jurar que no le buscará una cananea. Conocía a los residentes del lugar, por lo que quería que Isaac tuviera una esposa receptiva al pacto de Dios y sus promesas. Sabía cuán importante era tener una esposa sabia y piadosa.
LA TRAVESÍA
En el desierto, nadie suele buscar agua del pozo al mediodía, sino más bien en la mañana temprano o al caer la tarde. Sacar agua era parte de las tareas domésticas de las mujeres de esa época. Por ello, los pozos eran un buen lugar para encontrar esposa para el hijo de su amo. El siervo llega al atardecer y ora por el éxito de su misión (vers. 12-14). Sin embargo, el versículo siguiente comienza con: «Aún no había terminado de orar…» (vers. 15, NVI). Hay muchas circunstancias y problemas que simplemente no sabemos cómo resolver. Pero antes de que digamos «Amén», Dios ya está listo para dar una solución. Ese pasaje nos ofrece la seguridad de que Dios nos escucha antes de que concluyamos nuestras oraciones.
Devocional
Diez camellos y tres ángeles
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El versículo 15 continúa mencionando un cántaro sobre el hombro de Rebeca. Aunque algunos podrían imaginar un jarrón delicado de porcelana, hay evidencias arqueológicas de que se usaban grandes recipientes de arcilla para acarrear el agua. En una era sin agua corriente, se dependía de esos repetidos viajes de las mujeres hacia el pozo para tener agua para limpiar, beber y cocinar. El hombro de Rebeca no era esbelto y delicado. Tiene que haber sido robusto de tanto llevar esos cántaros. En segundo lugar, los pozos no eran aberturas bien terminadas sino, por el contrario, fuentes subterráneas en cuevas y cavernas. El versículo 16 contrasta su belleza y pureza con su capacidad de descender hasta la fuente con un cántaro de agua. DIEZ CAMELLOS
Aunque nadie se lo pide, Rebeca hace más de lo necesario, porque ofrece dar agua a los diez camellos «hasta que acaben de beber» (vers. 19). Aunque no son las más hermosas, estas bestias del desierto han sido diseñadas maravillosamente por Dios. Pueden cerrar las narices durante una tormenta de arena. Tienen pestañas largas que les protegen los ojos del polvo. Sus bocas tienen protuberancias endurecidas denominadas papilas, que les permiten comer cactus. Aunque esos animales suelen tener mal temperamento y el hábito de escupir, pueden soportar la dureza de las condiciones del desierto. Se sabe de camellos que beben doscientos litros de agua en tres
Imagen: Piotr Chrobot
minutos, cuando no tienen sed. Como mínimo, Rebeca tiene que haber acarreado dos mil litros de agua y evitado los escupitajos de diez camellos cascarrabias, ¡y con una sonrisa! ¿Pero sabía Rebeca quién era ese hombre? ¿Se levantó esa mañana diciendo: «Hoy es el día en que todo cambiará; hoy voy a ir más allá de lo que suelo hacer»? Su inocencia y servicio son expresiones de su carácter. ¿IREMOS TAMBIÉN NOSOTROS?
¿Usted le habría dado agua a un desconocido y diez camellos? La parte poderosa de este pasaje es el carácter de Rebeca al ser bondadosa más allá de lo acostumbrado, platicar con extraños, tener la voluntad de aplacarles la sed, mostrar una simpatía amante por sus necesidades, atender a sus camellos y ganar su confianza. «El éxito que se ha de obtener en esta vida, el éxito que nos asegurará la vida futura –escribe Elena White– depende de que hagamos fiel y concienzudamente las cosas pequeñas».* Estamos tan ocupados (aun en medio de una pandemia) que hemos perdido claridad en las pequeñas cosas. No reconocemos la importancia espiritual de las cosas pequeñas. Nos preocupamos y nos enfocamos en las repercusiones y circunstancias. Pero en lo que respecta al movimiento de Dios para el tiempo del fin, que es llamado a predicar las advertencias de los tres ángeles, su pueblo necesita una claridad mayor, una sobriedad sensible y una fidelidad en las cosas pequeñas, para personas en apariencia intrascendentes y sus diez camellos. ¿Cuántos litros podríamos acarrear nosotros?
DIFERENCIAS CON SU HERMANO
Contrastemos a Rebeca con su hermano Labán en el versículo 30, que ve un costoso anillo y brazaletes. A diferencia de Rebeca, Labán ve primero la recompensa y después se hace presente su deferencia. En efecto, también presta un servicio más allá de lo normal, pero su intención es ganar algo, cuando dice amablemente: «Ven, bendito de Jehová, ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos […]. Entonces […] Labán desató los camellos; les dio paja y forraje, y a él le dio agua para lavar sus pies». (vers. 31, 32). Años después, el carácter de Labán se revela aún más en su trato con Jacob por los catorce años de trabajo por sus hijas. Aquí, el texto bíblico nos dice que procura posponer el regreso del siervo (vers. 54-57). El diálogo concluye cuando Rebeca escoge su futuro. Le preguntan: «¿Irás tú con este hombre?» (vers. 58). TRES ÁNGELES
En un instante único y específico, la historia de la salvación puede ir para un lado o para otro. Rebeca reconoce ese momento y responde: «Sí, iré». No por ganancia egoísta motivada por cálculos materiales. Ella escoge en último término ser parte del pacto de Abraham, ser una bendición para todas las familias del mundo y ser parte de un linaje de antepasados mesiánicos. Su familia la bendice diciendo: «Hermana nuestra, sé madre de millares de millares» (vers. 60). Y Rebeca, en efecto, se convierte en parte del plan de salvación para millares.
En un instante único y específico, la historia de la salvación puede ir para un lado o para otro. No se trata solamente de las grandes decisiones en concilios, comisiones y deliberaciones. Es también en esos momentos con desconocidos cuando tenemos que decir: «Sí, iré», y formar parte del plan de salvación de Dios, siendo parte de los mensajes de los tres ángeles para contar al mundo de la segunda venida de Cristo. Dios llama a las Rebecas de hoy, a los que están dispuestos a dar un poco de agua a los extraños y sus diez camellos. Su gloria, o el carácter de Cristo, se revela mediante las cosas pequeñas. Dado que Dios mismo está buscando un pueblo (una esposa) para su Hijo, una vez más, que él pueda darnos la gracia de ser fieles no solo en las cosas grandes, en el carácter, en nuestra comunidad y en nuestra familia, sino también en las cosas aparentemente pequeñas. * Elena White, Patriarcas y profetas (Mountain View, Cal.: Review and Herald Publishing Association, 1954), p. 620.
Justin Kim es director asistente de Ministerios Personales y Escuela Sabática y editor de la guía de estudio de la Biblia InVerse para jóvenes, en la Asociación General en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.
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La antigua iglesia adventista de Caracas (Venezuela). Rafael López Miranda aparece sentado en el medio, en la segunda fila.
Mirada el pasado
Rafael López Miranda Un mártir adventista en América Latina
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Personas visitan la casa donde Rafael López Miranda pasó la noche antes de ser asesinado. Archivos de la Asociación General 24
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l primer adventista puertorriqueño no comenzó su vida espiritual en forma auspiciosa. Después de la muerte de su primogénito, Rafael López Miranda (1883-1922) buscó consuelo repetido en el alcohol, aterrando con frecuencia a su esposa e hijos con sus ataques de ira. No obstante, para deleite de su familia, mostró interés cuando misioneros adventistas comenzaron a predicar en Puerto Rico en 1912. Asistió a estudios bíblicos y participó de reuniones de oración, lo que culminó en su bautismo ese mismo año.1 Según el historiador adventista M. E. Olsen, López fue el primer puertorriqueño en llegar a ser obrero adventista.2 López viajó más adelante a la República Dominicana, y entonces a Venezuela, donde llegó en 1919. Vendió ejemplares de la nueva edición en español de la obra clásica de profecía bíblica Heraldos de la mañana, de A. O. Tait. Al avanzar por el interior, López encontró una familia que aceptó el mensaje adventista. A esa familia pronto se le unieron otras, y el pequeño grupo alcanzó los treinta y cinco miembros. Los líderes religiosos locales se pusieron celosos e incitaron a turbas para que quemaran los libros de López. Algunos conversos, sin embargo, se aferraron tenazmente a preciosos ejemplares de esas publicaciones llenas de verdad.
«Ayer mismo, hubo un intento de quitarme la vida con un machete, pero aquí hay dieciocho personas interesadas en la verdad, y no puedo dejarlas». Rafael López Miranda, a los 38 o 39 años. Cortesía de Lourdes Morales-Gudmundsson
EN BUSCA DE LA LUZ
En junio de 1920, López, vestido de negro, entró a una tienda. Un cliente notó su «sonrisa simple», un pequeño defecto en un ojo, y su incipiente calvicie cuando se quitó el sombrero. López caminó hasta su interlocutor, le extendió la mano, y le preguntó: «¿Es usted el señor Julio García?» Cuando López había llegado al pueblo, la gente le había contado que Julio García, un residente del lugar, estaba interesado en publicaciones cristianas, y lo enviaron a la tienda donde podría encontrarlo. —Sí, señor –replicó García–. ¡A su servicio! —Me llamó Rafael López. Le habló entonces de un libro de salud que llevaba y, después de unos diez minutos, García acordó adquirirlo. Cuando García le preguntó de dónde era, López le respondió que era de Puerto Rico, pero que «no tenía hogar, ni país, y que era un peregrino en el mundo». Esa tarde, López fue al hogar de García, donde compartió un estudio de la Biblia con su familia. «Aprendí más en esa hora y media de estudio que en los años anteriores, aun teniendo una Biblia –dijo Gar-
—Rafael López Miranda.
Cortesía del autor
cía–. Al finalizar el estudio, López me preguntó si no me gustaría orar, y con voz temblorosa, pronuncié en frases sueltas mis súplicas a Dios». López visitó una vez más el hogar de García horas después, y una vez más a las cinco de la mañana siguiente. Cuando López ensilló su asno para irse de allí, ofreció palabras «de aliento y amonestación» a García y su familia. PERSECUCIÓN Y FRUTOS ESPIRITUALES
El 3 de julio de 1920, la familia García guardó su primer sábado. Esa decisión les dio «una paz» que, dijeron, no habían sentido antes. Ese octubre, fueron parte del primer grupo de diecisiete creyentes que abrazaron la verdad en Camaguán (Venezuela). El 6 de enero de 1921, los pastores W. E. Baxter y D. D. Fitch visitaron a la familia García, pero algunos incitaron una gran turba que se reunió fuera de su casa. La turba gritaba: «Los curas de Julio García han llegado». Cuando el grupo alcanzó unas doscientas personas, Julio García dijo que deseaba que la tierra lo tragara. El pastor Baxter se paró en el balcón y «se dirigió [a la turba] en excelente español”, hablándoles de la Palabra
de Dios y «su poder de transformar vidas», calmando así a la turba. Meses después, la familia García fue atacada por la influenza, que se cobró la vida de dos de sus hijos. López envió una carta a García para animarlo: «No se olvide de que la fe tiene que ejercitarse no solo cuando las cosas van bien». Más adelante, García, junto con otros seis creyentes, estuvieron en la cárcel por su fe. Amigos de Caracas se contactaron con el presidente del país Juan Vicente Gómez, que intercedió en favor de ellos. Al octavo día de su encarcelamiento fueron liberados. Cuando ingresaron a la iglesia, los demás creyentes describieron esa liberación como un milagro. EL SACRIFICIO ÚLTIMO
Un ataque de malaria forzó a López a regresar a su hogar en Puerto Rico. No obstante, después de su recuperación, reasumió su puesto en Venezuela. «Sentí que tenía que regresar a trabajar aquí, aun a costo de mi vida». A esas palabras de mal agüero les siguió otra carta: «La sede de la misión me ha aconsejado dejar este lugar inmediatamente, porque mi vida no está segura aquí. Ayer mismo, hubo un intento de AdventistWorld.org Octubure 2021
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El pastor W. Baxter bautiza a Julio García (centro) y a su esposa Emilia en Camaguán.
La tumba de Rafael López Miranda se encuentra en el cementerio de El Cobre.
Archivos de la Asociación General
quitarme la vida con un machete, pero aquí hay dieciocho personas interesadas en la verdad, y no puedo dejarlas». En esa ocasión, la mula de López logró escapar de los asaltantes. A pesar de las circunstancias extremas, el pedido que hizo la misión a los líderes del gobierno pidiendo protección cayó en oídos sordos. Solo unos días después, el 15 de mayo de 1922, López cayó en una emboscada mientras viajaba a lomo de mula por un camino solitario en los Andes. Lo alcanzaron las balas, y cayó al piso, muerto.3 Los amigos más tarde encontraron dinero en los bolsillos de su chaqueta, lo que indica que el motivo no había sido el robo. Otro misionero, que investigó la muerte de López, entregó más adelante los pedidos de libros a los clientes. Años después, se terminó construyendo un templo adventista en el pueblo de El Cobre, cerca del lugar de su asesinato, como un monumento silencio a ese «mártir de los Andes». Cuando la familia García escuchó que el amigo que los había llevado a Cristo había sido asesinado en los Andes venezolanos, la noticia le pegó como «una avalancha inesperada». Recordaron que eran, en efecto, peregrinos en busca de una tierra mejor, y su fe fue severamente probada. 26
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INVESTIGACIÓN DEL HOMICIDIO
Después de escuchar la trágica noticia, el líder misionero D. D. Fitch viajó mil kilómetros a lomo de mula para determinar qué le había pasado al hermano López. Halló que López se había alojado por última vez en una posada en San Cristóbal. La mujer que lo había albergado le contó a Fitch que su cliente había orado con ella cada mañana, y que ella se había interesado en estudiar la Biblia. López también había dejado gran parte de su dinero con ella antes de salir a distribuir los libros. La mujer le dio el dinero a Fitch,4 quien también descubrió que el lugar junto al arroyo donde López había caído estaba marcado con una pequeña cruz de madera. «Vi cientos de esas cruces al viajar por esos caminos montañosos –dijo Fitch–. Cada una marcaba el lugar donde se había matado a alguien». Remplazó la cruz de madera con una de hierro en la que marcó el nombre de López y la fecha de su fallecimiento. Once días después capturaron a dos de los asaltantes, y en posesión de ellos se encontró el sombrero agujereado por las balas. Julio García describió más tarde a López como «un mártir de Cristo», el primer adventista en morir en manos de asaltantes, dando así su vida para contribuir con el progreso del mensaje adventista en América Latina.5
Cortesía de Lourdes Morales-Gudmundsson
Por detalles biográficos básicos, véase la Encyclopedia of Seventh-day Adventists, s.v. Rafael López Miranda, https://encyclopedia. adventist. org/article?id=GHHM&highlight=lopez; véase también la nota necrológica en Review and Herald, 10 de agosto de 1922, p. 22. 2 M. Ellsworth Olsen, A History of the Origin and Progress of Seventh-day Adventists (Washington, D.C.: Review and Herald Pub. Assn., 1925), p. 547. 3 Diversas fuentes hablan de cinco, nueve y doce balas. Más allá del número, los ladrones que aguardan en una cueva cercana cumplieron su propósito. 4 D. D. Fitch, «The Murder of Brother Rafael López», Review and Herald, 4 de enero de 1923, pp. 18, 19. 5 Julio García, «A Martyr for Christ», The Life Boat, Septiembre 1923, pp. 260, 261, 273, 275-277. 1
Michael W. Campbell es profesor de religión en la Universidad Adventista Southwestern en Keene, Texas, Estados Unidos. También es coconductor de los podcasts Sabbath School Rescue (https://tinyurl. com/7carec68) y Adventist Pilgrimage (https://tinyurl.com/4kuxa9cb).
Respuesta a preguntas bíblicas
Pecado es más que una acción
P R
En mi iglesia se ha producido un debate sobre la naturaleza del pecado. ¿Podría brindarnos una perspectiva bíblica sobre el tema? Para lo que nos concierne, pecado es la descomposición ética, moral, mental y espiritual del ser humano, que fue creado originalmente a imagen de Dios (Gén. 1:26). La descomposición implica participar de un proceso de putrefacción espiritual que, al avanzar, resulta en la desintegración de la buena creación de Dios. El proceso deja tras sí una fetidez espiritual y moral, que es repulsiva para el Señor. Este concepto de pecado, comprendido como la disolución de nuestro ser interior y nuestra plenitud, nos ayuda a darnos cuenta de que ya se encuentra activo dentro de nosotros y que es mucho más que un pensamiento o acción. 1. EL PECADO COMO REBELIÓN, ESCLAVITUD Y ALIENACIÓN
El pecado es en efecto un poder esclavizante (Rom. 6:17), algo que hemos abrazado voluntariamente en un acto de rebelión contra Dios (Gén. 3:1-7). En su manifestación original, el pecado fue un acto incomprensible de rebelión contra el buen Creador, pero se convirtió inmediatamente en una actitud interna permanente, perturbadora y destructiva que se expresa en todo tipo de malos pensamientos, palabras y acciones. Ser pecador es estar caracterizado, ser definido, por un estado de conflicto interno contra Dios, otras personas y uno mismo (Rom. 8:7; 7:23; Sant. 4:4). Si el pecado es un estado de rebelión contra Dios, entonces también es un estado de alienación de él (Gén. 3:8), la fuente misma de la vida, y los pecadores se dirigen, en efecto, inexorablemente a la extinción. La rebelión crea distancia, separación e implica independencia (Efe. 2:12). La muerte, la descomposición que mencionamos más arriba, es por definición separación en una condición
de animosidad contra Dios. Esa alienación se revela en una conducta pecaminosa. 2. EL PECADO COMO CONDUCTA
La mayor parte del tiempo concebimos el pecado como un problema conductual serio, y es correcto que así sea. En efecto, la Biblia expresa que el pecado es violación de la ley (1 Juan 3:4). La Biblia enfatiza la conducta malvada en su descripción del pecado porque las acciones revelan la condición interna del ser humano. Son una evidencia objetiva del estado del corazón humano como centro corrompido de la existencia. Jesús lo expresó de manera inequívoca: «Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad» (Mar. 7:21, 22, NVI). Hay algo profundamente malo en los humanos; hay una putrefacción en el centro mismo de nuestra existencia. Una comprensión del pecado como problema conductual es difícilmente adecuada para revelar la profunda oscuridad del dilema humano. Una comprensión limitada de la condición humana lleva a una comprensión limitada de cuán costosa fue la muerte expiatoria del Hijo de Dios. 3. RESOLUCIÓN DEL PROBLEMA DEL PECADO
La solución final al problema del pecado no es una modificación conductual, aun si se produce mediante el poder del Espíritu, sino la muerte. Cristo sufrió la muerte más terrible, separado del Padre (Mat. 27:46). La naturaleza humana corrompida no tiene que ser remendada sino destruida. ¡Fue ejecutada en la cruz de Cristo! Lo que él requirió no fue nada menos que un nuevo nacimiento (Juan 3:5), una nueva creación (2 Cor. 5:17), traída a la existencia mediante el poder de su resurrección (1 Cor. 15:44, 45). Por ahora, luchamos en un mundo de pecado, pero cuando Cristo venga, nuestra naturaleza humana pecaminosa será removida, y quedaremos vestidos de incorruptibilidad (1 Cor. 15:52, 53).
Ángel Manuel Rodríguez se jubiló después de una carrera como pastor, profesor y teólogo. AdventistWorld.org Octubure 2021
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María Elena González de Guzmán
L ¿Puedo contarle una historia? DICK DUERKSEN
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legó a la clínica rural justo antes del almuerzo, caminando descalza a través de un sembradío escarpado de frambuesas, más empinado que las escaleras de la Torre Eiffel. La enfermera que la recibió, una adolescente en su primer viaje misionero, la saludó tanto a ella como a su silencioso esposo. «¿Nombre?» «¿Edad?» «¿Estado civil?» «¿Dónde le duele?» No hablaba ni español ni inglés sino solo el quechua que había aprendido de su abuela. Su voz era suave como la piel de un conejo. «María Elena González de Guzmán». «Y... algunos más de 80». «Con él. Para siempre». «En todas partes». María Elena González de Guzmán tocó ligeramente el codo de su esposo, llevándolo hasta donde había dos sillas de madera. Se sentaron y esperaron. Juntos, como había hecho todo desde antes de que el volcán creara un relieve montañoso. Juntos. *** El gerente de la clínica, un médico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que se había jubilado para enseñar a los
adolescentes cómo cuidar de las ancianas, se detuvo junto a las sillas y quedó sin aliento. No era el sombrero perfecto de la mujer o sus ropas de lana lo que lo hicieron detenerse. Eran sus pies. Estaban descalzos. Y eran horribles. Los pies gastados de María Elena estaban retorcidos como las raíces de un antiguo árbol. Cada vez que los bajaba, se combinaban con el suelo terroso, como si fueran parte de la tierra, antes que humanos. Sus tobillos, del color vivo de madera, se elevaban por sobre esa caricatura de pies, con los dedillos hacia adelante, como si guiaran el camino de los pies. Ella esperó su turno, con los pies plantados firmes en el piso de concreto. Los llamaron juntos por número. Eran un marido y una mujer combinados en una persona, allá en la ladera de la montaña. Arrastrando los pies, ingresaron hasta llegar a las sillas de la sala que precedía al consultorio. Juntos, como siempre habían hecho todas las cosas. A partir de allí, en la clínica de montaña había dos filas. Una para los hombres y otra para las mujeres. Él la miró fijamente a los ojos y finalmente la dejó ir, sin saber si era lo correcto, pero procurando cumplir con las reglas. Imagen: Dick Duerksen
La doctora restregó con suavidad, como si ese pie fuera el de su madre. La doctora, una delgada residente de emergencia, que había llegado allí como parte de ese viaje misionero a los Andes, dio la bienvenida a María Elena al lugar donde la examinaría. Presión arterial, pulso, respiración, pulmones, otras preguntas básicas, y entonces comenzó la revisación personal. —¿Dónde le duele? —En todas partes. Su mueca y seña no necesitó de traducción. «En especial la espalda. Ahora me resulta difícil cargar la leña y el agua barranca arriba». La doctora tomó las manos de María Elena y la levantó hasta una posición semiparada, siguiendo con cuidado el protocolo de revisación de sus ojos, oídos y nivel de fuerza. Cuando terminó, María Elena se enderezó tomada del brazo de la doctora y con dolor volvió a sentarse. *** La revisación tuvo resultados claros: La espalda torcida de María Elena la haría llorar de dolor si un kinesiólogo tenía el valor de tratarla. Su cuerpo es fuerte, pero su espíritu es aún más fuerte, pensó la doctora. Trabaja la obstinada tierra como siempre lo ha hecho, si bien con mayor lentitud, ganándose la vida sin quejarse. Siempre ha estado trabajando, desde niña. Sus ojos, algo más oscuros que su piel marrón, aún son claros y brillantes. A través de ellos, ve la vida cómo yo nunca la veré: simple y predecible. Entonces la doctora miró hacia abajo. Hasta esas raíces oscuras que sostenían a la anciana encorvada, sentada ante ella como una reina inca. Las uñas de los pies que le quedaban estaban partidas y golpeadas, como la azada que su dueña cargaba hasta el sembradío cada día. La doctora encogió sus propios dedos dentro de las botas. Dentro de esas nuevas
botas, la doctora protegía sus dedos tratados por una pedicura. Entonces preguntó: —María Elena, ¿tienes zapatos? —Sí, pero se gastan rápido. Me siento mejor cuando camino descalza. «Tráeme por favor una palangana con agua –le pidió a uno de sus ayudantes adolescentes–. Y también voy a necesitar la toalla rosada que cuelga allí en el asiento trasero de nuestro autobús». Momentos después, la doctora se arrodilló ante María Elena González de Guzmán, con una palangana roja llena de agua milagrosamente tibia entre sus rodillas, y una toalla de rosado brillante sobre su hombro izquierdo. Primero ingresó el pie derecho. El polvo acumulado coloreó el agua con los tonos cobrizos del lodo. La doctora restregó con suavidad, como si ese pie fuera el de su madre, esa mujer que había ansiado que su hija llegara a ser médica misionera. Una mano, fornida de recoger generaciones de frambuesas, se estiró hasta descansar sobre el hombro de la doctora. Sus ojos se tocaron, encendiendo un fuego de honor entre ellas, y entonces derramando amor en dirección a ríos que se entremezclaron en un torrente imparable. Cuando ambos pies estuvieron limpios y se enjugaron las lágrimas, las nuevas hermanas permanecieron allí, juntas. Una, una delgada doctora del ejército, más alta de lo que alguna vez había sido. La otra, un recuerdo doblegado de la esposa que una vez corría con su esposo por los campos de la montaña. Allí permanecieron, juntas. Unidas por algo más grande de lo que podían describir. Más tarde, con su carga de nuevos tesoros de vitaminas y calmantes, la pareja de los Andes caminó por el sendero y más allá de los escalones de lodo hacia el campo de frambuesas y su cómoda choza de barro. Los pies de ella, recién cubiertos de nuevo polvo, relucían. Estaban limpios.
Editor Adventist World, es una publicación periódica internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Su editor es la Asociación General, División de Asia-Pacífico Norte de los Adventistas del Séptimo Día®. Editor ejecutivo/Director de Adventist Review Ministries Bill Knott Director de la publicación internacional Hong, Myung Kwan Comisión de coordinación de Adventist World Si Young Kim, presidente; Joel Tompkins; Hong, Myung Kwan; Han, Suk Hee; Lyu, Dong Jin Editores/Directores asociados, Adventist Review Ministries Lael Caesar, Gerald Klingbeil, Greg Scott Editores en Silver Spring (Maryland, EE. UU.) Sandra Blackmer, Wilona Karimabadi, Enno Müller Editores en Seúl (Corea del Sur) Hong, Myung Kwan; Park, Jae Man; Kim, Hyo-Jun Director de plataformas digitales Gabriel Begle Gerenta de operaciones Merle Poirier Coordinadora de evaluación editorial Marvene Thorpe-Baptiste Editores invitados/Consultores Mark A. Finley, John M. Fowler, E. Edward Zinke Gerenta financiera Kimberly Brown Coordinadora de distribución Sharon Tennyson Consejo de dirección Si Young Kim, presidente; Bill Knott, secretario; Hong, Myung Kwan; Karnik Doukmetzian; Han, Suk Hee; Gerald A. Klingbeil; Joel Tompkins; Ray Wahlen; Ex-officio: Paul Douglas; Erton Köhler; Ted N. C. Wilson Diseño y dirección artística Types & Symbols A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE. UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. Usada con autorización. Adventist World es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea del Sur, Estados Unidos, Indonesia, México y Sudáfrica. Vol. 17, No. 10
Dick Duerksen es un pastor y narrador que vive en Portland, Oregón, Estados Unidos.
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stás familiarizado con la palabra «racismo»? Si no estás seguro qué es, comencemos con una definición. La manera más simple de explicar el racismo es la idea de que las personas con diferente color de piel, o las que son de otros países y hablan idiomas diferentes, no son tan buenas y merecen ser tratadas mal y de manera injusta. Esto no es algo bueno, ¿no te parece? No solo no es bueno, sino que
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está mal. Las leyes, las prácticas y las actitudes personales que apoyan el racismo están equivocadas. Una persona de piel blanca o tostada y cabellos rubios o castaños no es mejor que alguien de piel negra y cabellos rizados, o viceversa. Alguien que habla inglés no es mejor que alguien que habla alemán. Alguien que habla español con acento de España no es mejor que alguien que habla español con acento cubano. No hay un tipo de persona que sea mejor que otro.
El problema del racismo está presente en cada país del mundo. Es lo que sucede en un planeta lleno de pecado. Entonces, ¿qué podemos hacer nosotros? Jesús nos dio sabios consejos en lo que a menudo se refiere como el undécimo mandamiento: Juan 13:34. ¿Lo notaste? Jesús no dijo que tenemos que amar a los que tienen nuestro aspecto y hablan parecido, o que son de la misma religión. Dijo simplemente que nos amemos unos a otros. Tampoco Ilustración: Xuan Le
WILONA KARIMABADI
Tesoro bíblico «Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros» (Juan 13:34, NVI).
es una sugerencia. Él nos llama a hacerlo. Eso significa que amarnos es tan importante como los mandamientos que nos ordenan no matar, ni mentir o robar. Cuando decimos que amamos a Jesús y queremos seguirlo, estamos diciendo algo serio. Significa que, así como Jesús nos ama a cada uno –a todos los creados que tienen diferencias a propósito– nuestra tarea es amar a otros y tratarlos con bondad. En algunas de nuestras familias –aun en las cristianas– podemos
escuchar expresiones que a Jesús le desagradan, cuando nos referimos a diferentes clases de personas. Recuerda: decir esas cosas que lastiman a aquellos que él ama, hiere también los sentimientos de Jesús. Puede ser que eres un niño, pero ya puedes decidir que no te sumarás a esas conversaciones y prometer que esas palabras e ideas no hallarán lugar ni en tu corazón ni en tu mente. Podemos tomar la decisión de mejorar. Si alguna vez te preguntas si algo que escuchaste es racista,
vuelve a pensar en Juan 13:34. ¿Está de acuerdo lo que escuchaste con el mandamiento de amarse mutuamente? ¿Están de acuerdo esas palabras con el amor que Jesús siente por todos? Que tus interacciones con todo tipo de personas estén llenas de amor. Aunque algunas veces te parezca difícil, puedes pedir la ayuda de Jesús. Él obrará en tu corazón. Mostrar amor a todos es algo que llena su corazón de gozo.
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DÍAS DE ORACIÓN
EL LLAMADO DE LOS TRES ÁNGELES A LA ORACIÓN 5-15 de enero de 2022
«En medio del cielo vi volar otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo». APOCALIPSIS 14:6
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