Ágora nº 2

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Sumario (4) (5)

Presentación

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De Adriano a Cincinato

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La aventura del libro

Joaquín Bueno

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Junio 2004 Edita: Centro de Profesores y Recursos de Ejea Plaza Goya s/n 50600 Ejea (Zaragoza) Correo electrónico: cprejea@educa.aragon.es Teléfono 976677160 y 650441064 Fax: 976677161 www.cprejea.com Periódico intercentros: www.cprejea.com/pizarrin Consejo de redacción: • Patxi Abadía Profesor Dpto. Lengua IES Reyes Católicos • Joaquín Bueno Profesor Dpto. Lengua IES Reyes Católicos

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Cinco apuntes para una poética

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Vuelve lo abstracto...

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Leer: ¡Menudo viaje!

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Dulce amargura del tiempo

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Fernández Molina, íntimo Eduardo Bru

Ilustración: Chema Agustín Gabriel Bueno y Lorenz Roberto Carnero Víctor Múgica Marta Soria Diseño gráfico y maquetación: Carolina Berga Chini Ilustración tapa: José Ramón Alastuey

El CPR, no se hace responsable, ni comparte necesariamente las opiniones expresadas por los autores en los diversos artículos.

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El oficio de trabajar

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La indiferencia

Juan López Navarro Isabel Notivoli

[ CREACIÓN • LITERARIA ]

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Narrativa

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Poesía

José Ramos • Patxi Abadía Fernando Pérez Mas Juan Herranz • Javier Alcántara María Pilar Arregui Marco Mariano Esquillor José Antonio Conde Elena Piedrafita • M. Angel Villa Laborda • Mª Carmen Gómez • Joaquín Pola Lorente s.h.s. • Mª José Andrés Moral

(18)

La alexitimia

(20)

El agua que nos vuelve locos

[ INVITACION • A • LA • LECTURA ]

Julián Berruete Rodríguez

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(25) (27)

Joaquín Bueno

Discapacidad Marián Laplaza

Todo el tiempo del mundo [ HUMANISMO]

(29)

La filosofía ¿para qué?

(30)

La música, es gran desconocida ¿o no?

Mila Fernández

Belén Arbués

Los comienzos de las novelas José Ramos

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Reseñas:

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Los libros de Aragón en Ágora

Marta Arias

Impresión: Imprenta La Moderna Depósito Legal: Z-1515-2004

La inmigración: una realidad y un mito Jesús Claver Giménez

[ MENTE • SANA ]

• José Antonio Conde - Poeta

• Mª Luisa Azuara - Escritora

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Teresa Casado

• Asunción Gil - Bibliotecaria de Ejea

• Juan Herranz -Escritor

[ ACTUALIDAD • Y • CONVIVENCIA]

Manuel Martínez Forega

Juanjo Delgado

Eurorrutas Aragón - Occitania Luis Miguel Bajén

Alfredo Saldaña

• Mª Carmen Arcéiz Asesora del Centro de Profesores

• Fernado Pérez - Escritor

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[ LITERATURA • Y • ARTE ]

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José Camón Aznar, un legado histórico Demetrio Susín Barra

[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

• Eva Bajén Profesora Dpto. Lengua IES Cinco Villas • Alfonso Cortés Director del Centro de Profesores

Antonio Fernández Molina

Judíos, moros, cristianos en Ejea... Elena Piedrafita

[ FIRMA • INVITADA ]

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Asunción Gil Orrios [ CULTURA • ARAGONESA]

Alfonso Cortés

Editorial

Juan José Delgado

La vigilia del mármol, Entre paréntesis, La voz dormida, Matatoros

Eva Bajén [ LITERATURA • INFANTIL ]

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El pez de colores El gato Tintoreto Poesía


Amigo

lector:

T

ienes en tus manos el número dos de la revista ÁGORA, un proyecto literario que continúa con fuerza, esfuerzo e ilusión.

Gracias por la colaboración con artículos de la ciudadanía de las Comarcas de Cinco Villas y Ribera Alta del Ebro y en especial a los Departamentos de Lengua de los Institutos “Reyes Católicos” y “Cinco Villas” de Ejea de los Caballeros. Seguimos invitando a todos los centros educativos, asociaciones culturales, instituciones y ciudadanos en general para que ÁGORA siga creciendo. Gracias al duro trabajo del Consejo de Redacción que actualmente lo componemos diez personas representantes del IES “Reyes Católicos”, IES “Cinco Villas”, Centro de Profesores, Biblioteca de Ejea... y otros colaboradores amantes de la Literatura. El Consejo sigue abierto a nuevas incorporaciones. Gracias por la colaboración económica del Departamento de Educación de Aragón, el Ayuntamiento de Ejea, el Centro de Estudios de las Cinco Villas, los dos institutos de Ejea y la CAI. El Consejo de redacción ha procurado dar un pequeño salto cualitativo incorporando nuevas secciones como invitación a la lectura, literatura infantil, la firma invitada de Antonio Fernández Molina, colaboraciones especiales de Alfredo Saldaña, Manuel Martínez Forega, Mariano Esquillor, José Antonio Conde, Félix Sumelzo...y presentando la revista en una tertulia literaria precisamente con Antonio Fernández Molina. La revista Ágora todavía está naciendo porque sólo tiene dos añitos. Sólo crecerá si la cuidamos y la alimentamos entre los amantes de la literatura y de la cultura. Te invito a participar en este proyecto y mi agradecimiento a todos los que han hecho posible que haya salido a la calle este número dos. El Centro de Profesores, dentro de sus objetivos de dinamización socio-cultural, seguirá colaborando. Hasta el año que viene.

Alfonso Cortés Alegre Director del Centro de Profesores de Ejea

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Gabriel Bueno y Lorenz

EDITORIAL “Perdóname por ir así buscándote tan torpemente dentro de ti. Perdóname el dolor alguna vez. Es que quiero sacar de ti tu mejor tú. Ese que no te viste y que yo veo, nadador por tu fondo, preciosísimo...”

P

edro Salinas, el gran poeta del amor de la generación del 27, nos legó estas palabras que hoy reproducimos como portada. Reflejan con bastante aproximación el ánimo inicial de esta revista: la búsqueda en el fondo de la conciencia colectiva de esas particularidades que se esconden tras cualquier texto escrito al que anima un deseo comunicativo y que, con cierta frecuencia, confieren sentido a tanto sinsentido...

En la revista que pretendemos hay espacio para todas esas particularidades escritas, interesantes por su singularidad, por su utilidad o por su belleza. Por sus narraciones y reflexiones se pasea el sentir íntimo de algunos recuerdos entrañables o las sensaciones y sentimientos de algunos lugares. También se desentrañan enigmas que nos atraen o incógnitas que nos seducen por su ingenio. Y, por supuesto, nos asomamos a las ventanas de la vida para aprender a mirar con los ojos del niño... Pero no queremos equivocarnos en la búsqueda. Por eso, con Juan Ramón Jiménez, repetimos machaconamente: “Intelijencia1, dame el nombre exacto de las cosas”.

1 Se ha respetado la ortografía del autor en cuanto al uso de la “j”.

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] I N V I T A D A • F I R M A

Antonio

[

Fernández Molina A

ntonio Fernández Molina nace en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) en 1927. Llega al arte a través de la pintura y la literatura. En 1951 funda y dirige Doña Endrina, revista y colección de libros de poesía. Más tarde será redactor jefe de la revista fundada y dirigida por Miguel Labordeta. Despacho Literario, y, entre 1964 y 1972, secretario de redacción de Papeles de Son Armadáns. Antonio Fernández Molina es antes que nada un poeta que ve la realidad con ojos pictóricos continuando la noble y alta tradición de los literatos pintores como Federico García Lorca o Giorgio de Chirico. Ha realizado más de treinta exposiciones individuales y participado en otras tantas muestras colectivas tanto en España como en el extranjero.

Cultiva distintos géneros literarios como novela, relatos de ficción, narraciones breves, teatro, poesía, etc.. Su obra consta de más de cien títulos publicados.

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Su primera novela “Un solo de trompeta” es la historia del descenso a la demencia o la búsqueda de una verdad desnuda a través de una mente desequilibrada.

La poesía de Molina está muy entrañada con el Postismo: Amor al lenguaje, peregrinación hacia la inocencia, el abrazo de la imaginación, el humor, la crítica.

Solamente por la originalidad de este libro merece pasar a la historia de la literatura.

La rana

Como autor de teatro cabe destacar “Todos los días son espléndidos” 1994 y “La tabla de multiplicar” 2001. Como poeta entre sus libros destacan “Una carta de barro” 1953, libro que actualmente ha sido reeditado por Prensas Universitarias de Zaragoza (2004), “El cuello cercenado” 1955. “La flauta de hueso” 1979, “Humo de pensamientos y sueños” 1980, etc. Su obra poética ha sido traducida al portugués, italiano, francés y alemán. En el año 2003 su obra poética ha sido traducida y publicada al búlgaro por Rada Panchovska.

La Rana

Al levantarse, el poeta encontró una rana dormida en un bolsillo de su pijama. ¿Está viva? –se preguntó- ¿Ha servido de modelo para fabricar a la rana de hierro posada en la orilla del estanque de la plaza desde donde le envía un chorro de agua en forma de arco? ¿Es su hermana? ¿Es una amiga suya? Al vestirse el poeta oía cantar a una voz infantil. Estaba cantando la rana, sentada debajo del agua... La rana seguía dormida. El poeta la puso encima de la mesilla


] I N V I T A D A

y salió de su casa para visitar a la rana de hierro.

En el estanque, el chorro formaba círculos concéntricos. “Bien –se dijo el poeta- a las ranas hay que tomarlas como son y según vienen”. A su lado pasó un hombre. Tenía el aspecto de una choza nómada. Al rozarle el hombro casi con violencia, creyó oírle decir: “Compro ranas. Compro ranas”. Por unas pocas monedas no iba a renunciar a la propiedad incierta que pudiera tener sobre la rana de la mesilla. Tampoco estaba muy seguro de haber oído esa frase. Enseguida pasó junto a él una mujer con aspecto de matorral y casi le derribó el sombrero. - Vendo ranas, señores. Vendo ranas - parecía decir. El poeta la detuvo. - Buena señora.¿Es cierto que usted vende ranas? - Claro que sí. Es muy cierto. - ¿Puede venderme una rana grande? - Según como la quiera.

• F I R M A

Al ver llegar al poeta, la rana de hierro lanzó su arco de agua diseñado a la perfección.

A las Golondrinas

A las golondrinas (fragmento 5)

...amar a los ratones del cielo. ¡Estrellas de varias incontrolables puntas! Golondrinas, a veces vuestros chillidos me proporcionan tanta felicidad como a un ratero dar un buen golpe. Hace tiempo, amadas golondrinas machos y hembras, una por una, os he bautizado: Ralota, Tian, Lorenka, Ihgado, Lupotr, Pato, Calador, Triente, Folato, Fuesta, Carambanal, Carambanel, Lilita, Olaola, Ranga, Asai, Olas, Nojaroe, Maal, Rumpeen, Jilata, Prongo... Hace tiempo, amadas golondrinas, entrasteis en mi alma como por el ojo verde de un cañón. Ahora ya voy volando

sin alas y sin pico, sin alas y sin cola, voy deprisa a la fiesta de Madame Oterina a donde me encontré con mi amiga la Oca dispuesta a viajar hasta un territorio gobernado por Hormigas Gigantescas. Muy cerca de la raíz de un pararrayos una golondrina dormía dentro de una olla de barro diminuta. La tan inocente criatura dormía a pierna suelta cuando de pronto ¡Pum! ¡pum! ¡pum! ¡pum! ¡pum! había estallado la revolución ¡actuaban los revólveres! ¡El ojo ciego del gallo!

- La quiero de la altura de un caballo.

- Si el soneto es con estrambote, el precio me perece justo.

- Seguro que sí. ¿Le gusta esta rana?

- De acuerdo, aquí tiene el soneto tal como lo desea. Es mi último escrito.

Se apartó a un lado para mostrarle una rana espléndida (la había tenido oculta a sus espaldas) sin un solo pelo y alta como un caballo.

[

La encontró en su puesto y en vigilia.

La mujer comenzó a leer y exclamaba: “¡Formidable! ¡Formidable! ¡Genial! ¡Formidable!”.

- Esta rana es justo como usted la quiere. - Supongo que no le parecerá mal precio si le pago con un soneto.

El poeta se colocó de un salto sobre la rana y partieron al galope por la avenida.

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[ L I T E R AT U R A • Y • A RT E ]

[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

Alfredo Saldan˜a Toledo, 1962 es profesor de Teori´a de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Zaragoza. Ha publicado Con esa oscura intuición. Ensayo sobre la poesía de Julio Antonio Gómez 1994 , El poder de la mirada. Acerca de la poesía española postmoderna 1997 , Modernidad y postmodernidad: filosofía de la cultura y teoría estética 1997 , El texto del mundo. Crítica de la imaginación literaria 2003 y, en colaboracio´n con A. Pe´rez Lasheras, la antologi´a poe´tica de Miguel Labordeta Donde perece un dios estremecido 1994 y la coleccio´n de romances postistas de E. Chicharro y C. E. de Ory Las patitas de la sombra 2000 . Es autor asimismo de los libros de poesi´a Fragmentos para una arquitectura de las ruinas 1989 , Pasar de largo 2003 y Palabras que hablan de la muerte del pensamiento 2003 .

Cinco apuntes para

una poética Alfredo Saldaña

I. El libro de la vida

A

lgunos se han hecho la pregunta y yo no dejo de escucharla como el zumbido impertinente y molesto de una mosca: si lo natural es callar, mirar, leer, ¿por qué hablar?, ¿por qué escribir?, ¿por qué quebrar el orden natural del silencio con el ruido de las palabras?

¿Qué decir, en fin, de este libro que no se lea entre sus líneas o se oculte entre sus páginas? ¿Qué decir, al fin y al cabo, de un libro que relata entre sus márgenes la experiencia en todo caso imaginaria de la disolución? ¿Qué decir —y con qué voz ajena a él— de un libro elaborado al hilo de diferentes pliegues, fugas y derivas? ¿Qué decir, y cómo, de este libro, condenado desde su mismo origen a suplir con su presencia aquello que ya había sido hecho desaparecer? ¿Qué decir de esas otras palabras que no se pronunciaron y que fueron condenadas a permanecer entre los bordes del silencio? ¿Qué decir de la muerte,

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esa compañera de viaje ingrata y áspera que se resiste a abandonarnos a lo largo de la vida? ¿Qué decir —la pregunta se formula una y otra vez; alguien insiste sin demasiada confianza—, qué decir de la muerte, esa no experiencia, esa idea en realidad imaginaria? ¿Qué decir de Omar de Pursewarden, aquel escritor que conoció el poder de los nombres indefinidos y el regusto amargo de la ausencia en las noches heladas de los desiertos? ¿Qué decir, y de qué manera, de estas pobres palabras que únicamente encuentran sus sentidos al ser arrastradas río abajo por la violencia del viento? ¿Qué decir de la música que se escucha entre las palabras? ¿Qué discurso instaurar que no borre en su fluir todo discurso anterior? ¿Qué decir —al margen de lo dicho— de las palabras que han sido convocadas para dar nombre al duelo? ¿Y qué decir del silencio, ese susurro inquietante que unos labios pronuncian en contra de la dirección del viento, ese itinerario no recorrido que se inicia cuando finaliza la última palabra pronunciada? ¿Qué

palabra decir —contra los avisos del oráculo— que no sea una palabra de exterminio y decapitaciones? ¿Qué decir de aquello que nos ayuda a soportar la pérdida? ¿Qué decir del hueco, y del vacío que llena su espacio?

II. La piedra de la realidad Como un discurso que discurre sin saber cómo en el mar de la existencia, como un viaje orientado sólo por la búsqueda de lo insólito y el descubrimiento de lo desconocido, desplegado en el tiempo hacia el pasado a través de las profundidades de la memoria y sus misterios, hacia el futuro a través de los paraísos del deseo y sus formas apenas dibujadas, la escritura literaria es un trayecto recorrido por dos personajes: uno va huyendo de la muerte, otro va dejándose parte de la vida en cada paso que da. Uno y otro ignoran que son en realidad el mismo y que hay un único destino para ambos escrito ya sobre la piedra. Así el texto literario se alarga, via-


ja, se reconoce y se extiende a través de un mar en cuyo centro aún late la verdad de la memoria que el olvido con su conducta humilla y doblega: el tiempo, a contratiempo, nos enseña que nuestra existencia es una anécdota, un pasatiempo fugaz y pasajero, imágenes de otras vidas encontradas muchas veces a destiempo, barro que el agua, con ayuda del tiempo -del mal tiempo-, convertirá en polvo, en nada. Y entonces -cuando eso sucede- nos damos de bruces contra la realidad y la realidad nos golpea en la cara. Es la realidad, la piedra, la incertidumbre de estar o no estar vivo, la picadura del insecto y la angustia letal de los quirófanos, la asepsia de las aulas, la tiranía de una vida gobernada por un horario que desconoce el verdadero valor del tiempo, la sordidez de la póliza y la instancia, la humedad letárgica de las cárceles y el dolor agudo y seco de los corazones que se acuestan solos. Es la piedra, la piedra de la realidad que sin desmayo golpea nuestro rostro y pone a prueba nuestra cada vez más debilitada capacidad de reacción. Es la realidad, la pedrada de la realidad. A duras penas soportamos la embestida: vamos camino de convertirnos en esa piedra que el paso del tiempo esculpe a dentelladas y zarpazos.

III. La mirada de la escritura Escribir es mirar, y no se puede mirar sino aquello que permanece más o menos iluminado.

[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

Chema Agustín

[ L I T E R AT U R A • Y • A RT E ]

Un texto es sólo eso, una mirada, la mirada que alguien ha fijado sobre una parte del mundo en un momento dado, y eso, inevitablemente, ya ha ocurrido, es historia, es pasado.

IV. Leer es vivir Leemos lo que se escribe del mismo modo que sólo se ha escrito lo que hemos leído. Leer es vivir, intuir el clima de los ríos en diciembre y sospechar si hubo algún día una quimera. Leer es vivir, aprender a dudar de los saberes transmitidos e interpretar lo escrito, dar otro sentido al texto, encontrar su voz para al instante dejar que esa voz se pierda entre

otras voces que la lean. Leer es vivir más, descifrar el alma negra de los pájaros y el bienaventurado corazón de los reptiles en un poema de Hölderlin, viajar después, desfallecer de amor o de rabia, envejecer, dejarlo todo, irse al fin y al cabo como si nada hubiera pasado. Leer más es vivir mejor, imaginar en la mirada de Góngora la inmensa y dolorosa soledad que no llegó a escribir y que sin embargo no le abandonó en ningún momento de su vida. Leer es vivir, pasar de largo, perderse para encontrarse junto a Alonso Quijano camino del exilio o de la nada, criticar el canon, crecer sin miedo y envenenarse después al respirar de un golpe el insano aroma de la libertad.

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[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

Chema Agustín

[ L I T E R AT U R A • Y • A RT E ]

V. Fuera de la ley No otra cosa que un viaje de regreso hacia la soledad y el silencio es la literatura, y digo de regreso puesto que la soledad y el silencio -esos lugares de donde habíamos partido- se encuentran asimismo en el punto de llegada de ese viaje. Georges Bataille señaló lo siguiente en un texto de 1944 titulado “¿Es útil la literatura?”: “Un escritor de verdad muestra -a través de la autenticidad de sus escritosel rechazo al servilismo (y en primer lugar el odio a la propaganda). Precisamente por ello no se deja arrastrar por la muchedumbre y sabe morir en soledad” (Bataille, 1993: 32). Así es como el círculo se cierra: con la literatura volvemos a encontrarnos en el lugar donde ya estuvimos, donde el futuro -más allá de toda anécdota- encontrará su imagen devuelta por el espejo del pasado; con ella -la literaturavolvemos a ser lo que ya fuimos: soledad y silencio que acaban imponiéndose frente al tumulto y el ruido con que tantas veces representamos la vida, la vida, ese caos irresoluble. Más allá o más acá de lo que pueda significar todo texto literario, la literatura es la representación de un exceso o de un defecto; exceso en la medida en que la palabra siempre actúa por suplantación de una realidad anterior que así queda anulada, defecto por cuanto al margen de esa misma palabra siempre queda un espacio en blanco imposible de cubrir, un espacio ciertamente irreductible para todo tipo de discurso tal como nos han enseñado algunos pensadores franceses del pasado siglo (el propio Bataille, Blanchot, Foucault). Esto debería servir para recordarnos que la literatura es

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siempre resultado de conflictos, tensiones y enfrentamientos de distintos tipos; además de unos valores estéticos y unos componentes imaginarios, la literatura desarrolla unas diversas funciones como discurso social: sirve para dotar de cohesión a una determinada comunidad pero a la vez también para abrir fracturas en los cimientos sobre los que se asienta esa misma comunidad, fomenta unidad y proporciona señas de identidad a un cierto colectivo al mismo tiempo que es un lugar idóneo para practicar la crítica de todos los valores y modelos que regulan la vida social de ese mismo colectivo; es el agua del remolino inevitablemente atraída hacia el centro y, a la vez, el agua del estuario que busca el horizonte abierto de las orillas. En cualquier caso, también como discurso social, podría decirse que la literatura supone un viaje hacia la soledad y el silencio, hacia la pérdida —cuando no la negación— de su propia voz y su propio rostro dado el lugar más bien marginal y periférico que ocupa dentro de las Humanidades, disciplinas a las que ya de por sí se les dedica un espacio bastante reducido en el circuito de los discursos sociales; pérdida, disolución, eliminación

de las propias señas de identidad, la literatura, como señala Foucault en El pensamiento del afuera, “es el lenguaje alejándose lo más posible de sí mismo” (Foucault, 1997: 12), un rasgo que comparte con el lenguaje y el rostro de la Ley y que remite a unas mismas figuras mitológicas: Eurídice y las sirenas. De este modo, cabría decir que la experiencia de la literatura se traduce de alguna manera en la experiencia de las promesas no cumplidas, los deseos no satisfechos: desdoblamiento de una realidad inicial en una realidad imaginaria que no se deja atrapar, cuyo rostro —como el de Eurídice— desaparece al ser contemplado y cuya palabra es sólo el anuncio de una voz futura. Presencia por ausencia, la experiencia de la literatura es en gran medida la experiencia del margen, la experiencia del alejamiento del centro, la experiencia del viaje que irremisiblemente ha de conducirnos hacia la soledad y el silencio, esos lugares en donde uno encuentra el sentido del mundo en la distancia de sí mismo y en la disolución de la palabra; probablemente no haya ninguna otra actividad tan consciente de la pérdida como la literatura, esa práctica consistente en superponer la imaginación a la realidad, una práctica que en la creación de sus propias imágenes conlleva el estigma de su misma destrucción.

Referencias bibliográficas Bataille, Georges (1993): La literatura como lujo, intr. y selec. de J. Llovet, trad. de A. Torrent, Madrid, Cátedra. Foucault, Michel (1997): El pensamiento del afuera, trad. de M. Arranz Lázaro, Valencia, Pre-Textos.


[ L I T E R AT U R A • Y • A RT E ]

[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

Manuel MARTI´NEZ FOREGA Molina de Arago´n, 1952 . Estudios de Filologi´a Espan˜ola, de Filologi´a Roma´nica y de Derecho en la Universidad de Zaragoza. Cri´tico literario, editor de la revista Pasarela de artes plásticas, cri´tico de arte, fundador de la coleccio´n de poesi´a La Gruta de las Palabras de Prensas Universitarias de Zaragoza 1985 y cofundador del ciclo Poesi´a en el Campus de la Universidad de Zaragoza 1984 . Director de la tertulia poe´tica Las Fuentes de la Mentira en la Biblioteca General de Arago´n 1993-2000 , Becario del Ministerio de Asuntos Exteriores espan˜ol 1983, 1984 y 1985 y de la Fundacio´n CAI-CONAI 1989 , investigador invitado por la Academia de Ciencias de Checoslovaquia 1989 y 1990 . Primer premio de Poesi´a del Consejo Superior de Investigaciones Cienti´ficas 1987 y premio

Roland Barthes del Parlamento Europeo 2002 .

abstracto:

Vuelve lo en la pintura, en la literatura Manuel Martínez Forega

L

a crítica más enjundiosa ha penetrado ya, hasta agotarlo, el fenómeno «abstracto» (invención que, aplicada al impresionismo, no decía —ni dice— nada, o, en todo caso, decía lo mismo que habían dicho Steiner y Richter, cuarenta años antes de la aparición del fenómeno en U.S.A., en sus estudios semánticos sobre lo abstracto y lo concreto). Aquella misma crítica le endilgó a lo abstracto un término que veinte años por delante reelaboraron los artistas alemanes para transgredir la concepción del arte decimonónico francés (el más moderno, pero que vivía, con razón y acierto, de las rentas de la pintura clásica española). Hasta aquí, sé que he dicho muy poco o nada; lo poco que digo lo digo porque se ha dicho de todo; es decir, se ha intentado ver ahora la abstracción nueva como un epígono de aquellos estadounidenses que fiaban al azar y a la espontaneidad (al rapto, a la irreflexión, al arrebato; ¿pero no es esto romanticismo?) —o eso decían los críticos que los sustentaban— , una pintura que llamaron abstracta quizá porque no podía llamarse de otra manera; se ha dicho también que la nueva abstracción retoma y presenta similitudes con el Tàpies de L’Arte povera; que la literatura «abstracta» ahonda en el Cortázar de los años cincuenta, en el Borges más imaginario y en el García Márquez más selvático. Pues bien, ni una cosa ni otra. La pintura abstracta actual no se deja llevar por el azar, eso para empezar, sino que somete su pintura a una dura tarea de reflexión que excluye —si no todos— muchos de los rasgos afectos a la espontaneidad. Para continuar, utiliza elementos desechables o

de desecho (deshechos también) para contextualizarlos en un entorno que se denomina, por puro convencionalismo, «arte»; pero ese uso fue sólo síntesis de una etapa ripiosa: rimaba mal con ella y con lo otro, con el otro, con el arte y con lo que lo fundamenta (primero es la forma, luego ya veremos; además, éste era un empleo «postmodernista» (?)); sin embargo, supuso un ritmo que, en su sentido inercético, sigue hoy empujándola de vez en cuando en movimientos de vaivén sin despojarla de su escarbadura histórica aunque, eso sí, indigente en lo que al color respecta. En cuanto a la literatura, me quedo con el Barroco y con el romanticismo alemán para justificar su tendencia a la extrañeza, a la inverosimilitud escorcial de muchas de sus propuestas (el subconsciente, el psicologismo extremo subyacen en sus postulados estilísticos sin citar a Freud ni el simbolismo jungiano) Todo eso y mucho más cito de soslayo para no cansar: pero hoy, a estas alturas de la vida, cuando comprendemos que la dilatación de nuestra memoria no es sino un acercamiento progresivo a la muerte, para qué empeñarse en discutir o en autoafirmarse. Además, discutir de qué, y autoafirmarse en qué. Nada es mejor que decir lo que sentimos aunque no quieran oírlo los demás. Sea, pues. Alguien podrá pensar que en estas palabras lo que se oculta es, en verdad, una autoexégesis; sé que no es esto lo que debe esperarse —salvo mayúscula osadía— de quien se dedica, desde el análisis ¿objetivo?, a observar con cierto detenimiento el fenómeno «artístico», pues ha de aplicarse a lo que sabe hacer y

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[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

[ L I T E R AT U R A • Y • A RT E ]

no meterse en camisa de once varas; o sea, ha de desmentir la alegoría orteguiana del manzano, que es como resolvió Ortega y Gasset el proverbial «zapatero a tus zapatos» cuando lo aplicó a las artes todas; sé, por fin, que los textos propios le pesan al autor hasta hundirlo en el abismo sombrío de lo que verdaderamente debió ser (yo no soy Beuys). Sin embargo, esta nouvelle avant-garde sí responde a la confluencia de diversos fenómenos necesariamente expresables, además de por la pintura, por la palabra escrita (o dicha, para equilibrar la desdicha). Debemos escribir sobre el lánguido abandono de las humanidades; sobre cómo bajo el terciopelo ajado de las artes sobrevive el hálito de la intensa experiencia porque el tiempo no deja para mucho más. Escribir sobre el repetido drama de la transgresión de los derechos elementales del hombre. Escribir sobre la falta de la épica en un mundo que nos presenta a la muerte en directo, sin mediadores orales que construyan la leyenda hermosa de aquel sobreviviente bajo el ajado terciopelo. Escribir sobre la uniformidad, sobre la abolición de la diferencia y de la singularidad, de la diversidad que enriquece los ánimos, los saberes y los sentidos; abolición perversa instada por el Capital que se apropia incluso de nuestros deseos, imponiendo sus malos gustos y su modelo de consumo. Escribir sobre la represión que sufren los que, apercibiéndose de todo eso —nuevos héroes que no desean serlo— , lo denuncian (escribir sobre Seattle, sobre Génova, sobre Praga, sobre Barcelona, Sevilla, Vienne...) Pero ¿cómo librarse de lo que nos han legado los yuppies postmodernistas y postmodernos, fragmentarios, con su existencialismo pesimista, tremendista y urbano a cuestas? ¿Denunciándolo?. Pues sí. Ya no cabe el discurso lógico de la macromaterialidad (déficit cero, índice de paro, % de I.P.C. o P.I.B.); antes al contrario, se impone un lugar de debate que supere las losas pesadísimas del pragmatismo; se sugiere, sugiero aquí, un debate que acuda a discutir de las emociones, de la gramática de los sentidos, de la semántica del corazón: escribir, pintar. De ahí que la asepsia del epígrafe titular se comprometa con la incrustación de unos simbólicos verdes (cita verbal) que dilatan la mirada, no otra que la de la diversidad de observaciones frente a la monotemática del discurso pragmático, diversidad que se distiende en la gama cromática del verde (negro al fin y al cabo, pero menos) como reducción o incremento progresivos de una esperanza que, aunque pesimista, no deja de valorar y prestar atención a los discursos de las utopías. Se comprometa (sin ser necesariamente feísta) con las

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MANUEL MARTÍNEZ FÓREGA es autor de los libros de poesía Un infierno de salvac(c)ión (1982), Cuerpo de la edad (1985), He roto el mar (1987 y 1993), Ocho poemas de deseo (1989 y 1990) y Berna (1996); de los ensayos Ángel Guinda: Pus esplendoroso del cielo (1983), Criterios sobre la representación del espectáculo en torno al Poema de Mio Cid (1980, 1994 y 1998), «Un Claustro romántico: aproximación al romanticismo en la poesía de Ángel Guinda». (1998), Sobre arte escritos, sobre artistas, (2001), Un héroe común imaginario (2002) y Todo es posible en Peralejos (2003). Traductor de «Molière» (1984), Giulio Carlo Argan (1986), de los poetas checos Vladimír Holan (1987), Frantiek Halas (1988) y Josef Kostohryz (1990), de Paul Valéry (1998), de André Pieyre de Mandiargues (1994 y 2000 y 2001), de Françoys Villon (2002) y de Laurent Tailhade (en prensa). También ha escrito el relato breve La trucha (1998, 2000 2002 y 2004).

mala leche de las palabras, jurando, exabruptando, desequilibrando un tanto la sintaxis sin que el lenguaje deje de serlo y sacar la lengua a pasear para humedecer el ambiente, para generar evaporaciones que nos dejen la ulterior tormenta, la tempestad, un viento alimentado de silbidos: «¿Que reptil renace en mi interior?», escribió Pound. Y aquel aprovechamiento fugaz del tiempo («No es el tiempo, sino nosotros los que pasamos. El tiempo posee una dirección, un sentido, porque es nosotros mismos», ha dicho Octavio Paz), porque más no nos deja, ha de sintetizarse en otro arco cromático, en otro abismo verbal que, por obvios (haciendo así una lectura literal de su contenido simbólico), se asimila a las luces de los rojos, de los pálidos rosas, de las degradaciones como síntoma reiteradamente inequívoco de que ese tiempo por el que pasamos también nos traspasa, nos agrede, nos transita abriendo heridas a cada paso sin cerrar otras, sin curarnos, aduciendo que todos, llegado un momento (un momento siempre puntual, pues jamás se demora), somos eso que acertadísimamente supo ver y expresar Jaime Gil de Biedma: cronopsicópatas. Sí: somos «seres para la muerte» (no recuerdo quién lo dijo); el arte, la escritura, son sólo juegos para entretenerla. Lo bueno —y lo malo— es que tal apercibimiento, semejante conciencia, pertenece al ámbito de las emociones. ¿Por qué ocultarlas? ¿Por qué no mirarnos en el espejo que humedeció el vaho de nuestras palabras, de la Palabra?


[ L I T E R AT U R A • Y • A RT E ]

Leer:

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En el primer nu´mero de A´gora inclui´amos un arti´culo titulado Por un nuevo humanismo: la lectura como instrumento de poder para destacar la importancia de la lectura en la bu´squeda de la esencia del ser humano. En esta ocasio´n, Teresa Casado apunta nuevas razones para subirnos definitivamente a ese tren cargado de libros literarios, que nos conducira´ irremediablemente al parai´so de la felicidad.

ÂĄMenudo viaje! Teresa Casado

Es una realidad triste, pero evidente, que cada vez se lee menos en nuestro paĂ­s. Al parecer, segĂşn las encuestas, sĂłlo lee a diario un 16% de la poblaciĂłn, mientras que todos los dĂ­as se apoltronan ante la televisiĂłn el 84%. Y casi la mitad de los espaĂąoles mayores de 18 aĂąos jamĂĄs lee nada. ÂżQuĂŠ es lo que estĂĄ pasando? ÂżPor quĂŠ los jĂłvenes no leen o leen cada vez menos? No vamos a buscar aquĂ­ las causas ni a dar recetas mĂĄgicas para que se aficionen a la lectura, pero sĂ­ que queremos hacer una pequeĂąa reflexiĂłn acerca de este hecho.

mezquina, mĂĄs aburrida y menos fantĂĄstica. Estas son unas lĂ­neas apasionadas, una carta de amor a la literatura. DecĂ­a la escritora Rosa Montero en un artĂ­culo acerca de este mismo tema que “las novelas son como los sueĂąos de la Humanidad: ponen palabras a lo que no tiene nombre, dan forma a ese rugiente magma que nos habitaâ€?. En la lectura nos damos cuenta hondamente de lo que somos todos. Aparte de lo que diga cada obra, cada autor, somos seres en comunidad, con un mismo mundo para todos, del cual cada uno va contando sus experiencias, que los demĂĄs entendemos muy

bien poniĂŠndolas en los tĂŠrminos de nuestra propia vida. Y esto no ocurre por arte de magia, sino despacio, poniendo palabra sobre palabra, con un vocabulario y una gramĂĄtica que son de todos y no son de nadie, dentro de una misma lengua, usando unos sonidos y una melodĂ­a que pueden parecer naturales y espontĂĄneos si hay acierto, pero que se convierten en un estorbo molesto si el escritor no tiene gracia. Precisamente en la literatura -y es eso lo que la hace ser la mejor expresiĂłn de la realidad del hombre- se ve lo indispensables que son esos humildes artilugios de ruidos y de sintaxis para que funcione y viva el espĂ­ritu. No podemos suponer un munChema AgustĂ­n

M

e apasionan los libros, disfruto leyendo y estoy escribiendo estas lĂ­neas porque quiero que los alumnos a quienes pretendo educar tambiĂŠn disfruten con la lectura y no se pierdan la oportunidad de vivir otras vidas que nos ofrecen la novelas.

Me pregunto sinceramente cĂłmo se las arreglan para sobrevivir. Sin los libros, la existencia se me antoja mucho mĂĄs gris y mĂĄs

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[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

Chema Agustín

[ L I T E R AT U R A • Y • A RT E ]

do de puras ideas, nítidas y sin cuerpo, que luego envolveríamos en palabras: sólo al hablar tenemos verdadera vida mental y somos lo que somos. Volviendo a la literatura, ¿por qué nos fascina tanto si probablemente no nos descifra el sentido de la vida, ni siquiera sirve para nada práctico? Esto lo explicó muy bien el romántico Leopardi: “Tienen esto de propio las obras de ingenio, que aún cuando hagan sentir la inevitable infelicidad de la vida... sin embargo, a un alma grande... incluso sin tratar ni presentar otra cosa que la muerte, le devuelven, al menos momentáneamente, esa vida que había perdido”. A quien busque un mundo de valores y creencias, la lectura le puede devolver igual o más esa “vida perdida”, perdida por el paso del tiempo, enriqueciéndola con la vida de otros, que se hace nuestra al leer lo que nos une a la narrativa. Quizá sea, como dice Vargas Llosa, porque la novela pone un simulacro de orden en nuestras azarosas y caóticas existencias; porque restaña, por tanto, la herida del vivir, el mal oscuro. Estoy con los que no les gusta leer en que no hay ningún libro ni ningún autor imprescindibles. Si Cervantes, Lope, Calderón, Quevedo, Dante, Petrarca, Shakespeare, Dostoieski, García Márquez, Isabel Allende, Sampedro y otros muchos no hubieran existido, el devenir del mundo hubiera sido probablemente idéntico. Pero los libros, en su conjunto, sí son imprescindibles. Si se les impide soñar, las personas enloquecen: está comprobado. De la misma manera, sin novelas, sin li-

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bros, la Humanidad sería mucho más triste y más enferma. Pero no quiero ponerme trascendente: lo que sí sé es que las novelas me han dado muchas vidas. He visitado cientos de mundos increíbles y de reinos maravillosos, he sido protagonista de las más apasionantes novelas de aventuras, me he puesto en la piel de muchos de los personajes cuyas novelas he leído, desde una reina medieval hasta una vieja sirena. He conocido el amor y el odio, la aventura y el vértigo, el placer y el sufrimiento, el suspense y el miedo, la desesperación y la esperanza, la ilusión y el fracaso... Todos tenemos un libro que nos espera, de la misma manera que a todos nos espera un gran amor en algún sitio: la cuestión es descubrirlo. Los que no disfrutan con la lectura son aquellos que no han encontrado aún ese libro que les atraparía y les dejaría temblorosos y exhaustos, como dejan siempre las grandes pasiones. Ojalá encuentren pronto ese libro y ese gran amor.


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A Dulce Chacón In Memoriam. Sentir es lo mismo que pensar, y por ello la memoria y el olvido proceden de los citados elementos a causa de la mezcla. De sensibus, Teofrasto (370 a.c.)

Dulce amargura del

tiempo

C

Dña. Celia nos trajo un trozo recortado del vestido que te sirvió de mortaja y las Tensi, Pepitas, Tomasas, Remes ejeanas no faltaron a la cita como testimonios vivos de un mudo padecer irreconocido.

Cuando comenzó el curso, la voz de la que iba a morir atronaba nuestra conciencia de lector sorprendida porque trataba el horror con manos de terciopelo.

Bajo un cielo de barros todas las Tensis del mundo leeremos tus cuadernos de pastas azules para conocer a nuestra madre, nuestro pasado, nuestro presente y nos afiliaremos a la vida con la ventaja que da haber leído tus cuadernos de pasta azul.

uando comenzó el curso estábamos esperando a Dulce, la que iba a morir. Su voz, aunque dormida, despertaba y nos enredaba en una maraña de sentimientos, de sensaciones que te llevaban a un recóndito lugar del sufrimiento callado, velado, silenciado.

Cuando comenzó el curso, la que iba a morir nos inundaba con su lirismo dramático, su tensión relajada y sus cariñosos picotazos que golpeaban nuestras entrañas desguarnecidas:

Agustín Chema

Juanjo Delgado

Dulce, conseguiste que todos estuviésemos presos en la cárcel de Ventas, que sintiésemos y padeciésemos como esas mujeres, protagonistas dormidos de una voz silenciosa rescatada por tu trabajo, tu sensibilidad, tu genio. Colaboraste en sacar a flote esa conciencia dormida por el dolor , abrumada por el tiempo que reposaba hecha jirones en lo más profundo del olvido. No sabías que ibas a morir. Ni siquiera tuviste la oportunidad de dilatar el tiempo, ese tiempo encinto y apenas lactante que pudo arañar Tensi. ¡ Tu verdugo fue, si cabe, más implacable! El trece de enero tenías que venir. Hacía pocas semanas que el Tribunal había dictado su sentencia. Luchaste con todas tus fuerzas pero ya se había consumado la injusta resolución de la condena. Aún así,

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Conoci´ a Antonio Ferna´ndez Molina a finales del an˜o 1975 y fue a trave´s de una llamada de la Galeri´a Prisma. Tras encontrarnos en esta pequen˜a galeri´a, por cierto muy cerca de donde yo vivi´a, en la calle Manifestacio´n, me vi de repente frente a una carpeta llena de dibujos que me impactaron profundamente.

Antonio Fernández Molina,

íntimo Eduardo Bru

N

uestros caminos se reencontraron poco después de la mano de Manuel Pinillos, que acababa de prorrogar mi libro de poemas “Andén Oeste”. Mi admiración por el pintor se sumó pronto al aprecio por su persona y surgió una larga amistad que hasta ahora nunca pensé que la vería resumida en esas escuetas líneas de su reciente autobiografía: Fragmentos de Realidades y Sombras.

Siempre he tenido duda de a quién admiro más, al poeta, al pintor, a la persona... Molina es un magnífico compañero de viajes: juntos hemos recorrido media España y lugares tan entrañables como París. A través de él conocí a Pepe Hierro, a Saura en Barcelona y otros encuentros únicos. Yo recuerdo a mi joven profesor de Literatura en el colegio El Salvador, cuando Jesuitas estaba en la Plaza de Paraíso y se extendía hacia el Paseo de la Constitución, antes de que fuera ese enorme bloque de cristal del que en algún anuncio sale un trasatlántico. El profesor mallorquín nos hablaba de Cela y de “Papeles de Son Armadans”, como la cumbre inaccesible de la creación literaria a finales de los sesenta. Nunca hubiera podido imaginar, en aquellos años, que un día iba a conocer al secretario de esa ensoñada publicación. Estuve con Molina más de cincuenta veces en Madrid en los años 80, durante la difícil transición de-

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mocrática. En el homenaje al grupo El Paso, en su inauguración en la Galería de Juana Mordó, que, por cierto, esa noche se nos quedó dormida durante la cena, y después, cuando recorrimos los saraos madrileños. Incluso los asesinatos de los jóvenes abogados laboralistas de Atocha nos cogieron en Madrid... ¡Cuántas cosas por contar! Siempre he admirado al poeta rompedor que se encuentra encerrado en su obra cumbre Solo de trompeta, o al poeta lírico, con reminiscencias románticas de su última obra publicada Lluvia de sonetos, editada en Madrid en el 2003. Pero me decanto por el pintor, por el maestro de las lunas en cuarto creciente, de las corbatas voladoras o de los zapatos que salen de casa ensoñadas, como si fueran de juguete. A Molina todavía no se le ha hecho justicia en el mundo de la plástica, gran parte de su obra está todavía por descubrir. El pintor entre surrealista e ingenuista, con voz de niño en sus lienzos llenos de simbología, oníricos e ingenuos como su corazón ha sabido conquistar un puesto preeminente junto a los numerosos maestros de la literatura que se asomaron al dibujo o a la ilustración, como Lorca, Alberti o el propio José Hierro. Recuerdo como si fuera ayer mismo, el viaje mágico a Casas de Uceda, el pueblo de Josefa, su mujer, donde aprendí a beber leche de cabra y donde Molina me presentó un acertijo que no acabé de descifrar debidamente. Recuerdo que me ofreció por una alfombra persa que yo había comprado en Ma-


drid con él y de la que se quedó prendado “el contenido completo” de lo que hubiera, en una pequeña caja en forma de arconcillo: lamentablemente para mí resultó tener más de un centenar de dibujos de su primera época. Recuerdo la vida en común en mi casita de Villafamés en Castellón, donde pasamos varios días juntos hablando de cosas tan dispares como “El Quijote” o el fuerte carácter de Camilo José Cela. Allí le presenté al pintor castellonense Paco Puig, quien le resolvería durante algún tiempo el enorme

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gasto en zapatos que hacían todas sus hijas, a cambio de dibujos del poeta. Molina inventó el trueque mucho antes que los fenicios, mérito inusual es haber sacado adelante sus seis hijas y su propia vida con el solo atrevimiento de luchar, inventando para poder vivir del arte. Una de mis pasiones ha sido siempre coleccionar dibujos de este maestro nacido en Alcázar de san Juan. En Villafamés, el gran pintor Manolo Menan que dominaba perfectamente las técnicas del grabado, me lanzó desde su tórculo la tirada de más de cinco series de grabados y aguafuertes de Molina, tiradas llenas de delicadeza y de limpieza en la grabación que guardo íntegras. Molina asegura que soy uno de sus mejores coleccionistas y que algún día todo lo que guardo me servirá para salir de los apuros de la vida, pero yo creo que ni él ni yo lo veremos. Mi en parte frustrada vocación literaria como poeta se alimenta hoy con la contemplación de todos y cada uno de sus pequeños cuadros, retazos literarios plasmados en ceras, en plumillas a tinta china, realizados improvisadamente sobre mil soportes diferentes, muchos por cierto venidos del mundo rococó de los mantelitos llenos de puntillas de las pastelerías y viejos cafés que a él tanto le gusta frecuentar. Perteneces, amigo Antonio, al bagaje de mi mundo de marchante, de creador y hoy sé que te tendré siempre presente en mi memoria más creadora, a pesar de que tú temporalmente te hayas olvidado de mí en tus memorias.

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• SECRETARIA DEL CENTRO DE PROFESORES Y RECURSOS Plaza Goya s/n. Ejea de los Caballeros. • DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA DEL I.E.S.“REYES CATÓLICOS” Carretera de Erla s/n. Ejea de los Caballeros. • DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA DEL I.E.S. “CINCO VILLAS” Paseo de la Constitución. Ejea de los Caballeros.

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[ MENTE • SANA ]

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El te´rmino alexitimia fue acun˜ado por Peter Snifeos en 1972 y se refiere a la incapacidad de algunos seres humanos para identificar y expresar coherentemente el componente afectivo de sus emociones. Es un trastorno psicosoma´tico al que todos estamos expuestos a no ser que los valores que impregnan nuestra cultura colectiva evolucionen hacia lo justo, lo e´tico y lo solidario. El autor de este arti´culo ha tenido sus ma´s y sus menos con su psicoanalista por este asunto...

La

alexitimia Joaquín Bueno

M

e tiene harto mi psicoanalista. Ayer, sin ir más lejos, así, sin más ni más, le dio por llamarme alexitímico... El buen hombre trató posteriormente de suavizar su diagnóstico aclarándome que padecía una “dolencia psíquica de etiología ignota”. Luego me aclaró que eso quería decir que no estaban claros sus orígenes... -“¿No tienes una cierta incapacidad para identificar y comunicar tus sentimientos? ¿No te ocupas habitualmente de actos externos más que de experiencias internas?

¿No eres un conformista social y te importan un bledo (sic) las injusticias sociales que se producen por doquier? ¿No actúas en muchas ocasiones de una manera compulsiva e irreflexiva? ¿No has establecido a tu alrededor relaciones personales estereotipadas de dependencia o aislamiento? (Aquí me explicó que eran relaciones poco creativas y rutinarias). Pues claro que eres alexitímico... Y mucho...” (precisó). Yo le objeté que no me veía en eso muy diferente a la gente que me rodeaba, que esos rasgos de carácter o de personalidad los veía en mi entorno vital con cierta frecuencia y que en ningún momento me

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había parecido encontrarme ante una dolencia psíquica. Le reconocí (eso sí) que en ocasiones sí que me dolían las tropelías que en mi nombre o sin él se cometían, así como la barbarie manifiesta de algunos seres humanos de sobra conocidos por todo el mundo, o la insolidaridad aterradora de la economía globalizada. También le reconocí la decrepitud ideológica propia y extraña, mientras me acordaba de Unamuno cuando decía que le dolía España... Pero, vamos, lo veía como un mal pasajero, una especie de fiebre otoñal de la cultura de la que –salvo secuelas indeseadas- me podía liberar con facilidad. Al llegar aquí, con un cierto aire de arrogancia suficiente, me dijo: -“Muchacho, estás en Babia. No te enteras. A ver si despiertas: la alexitimia es una epidemia social de muy fácil contagio y de muy difícil control, propiciada, entre otras muchas cosas por el desarraigo social que nos invade, la insolidaridad y la indolencia que caracteriza a los individuos del “primer” mundo. Nuestra sociedad –prosiguió explicando con aire de suficiencia- viene experimentando el impacto de catástrofes medioambientales y vivencias sociales no deseadas; ha quemado ciertas etapas de su historia con demasiada rapidez, sin examinar con el necesario detenimento algunos procesos sociales especialmente importantes. Ciertos síntomas apuntan abiertamente a una cierta involución en lo personal y en lo social. El ciudadano medio, acosado por cir-


cunstancias deshumanizadoras, está experimentando un repliegue paulatino del ámbito de lo colectivo y cada día se amuralla más y más en sí mismo y su grado de desconfianza en los demás va agrandándose día a día. Las personas hacemos compartimentos estancos con los demás. El prójimo (el próximo) cada día está más lejos. Mi vecino ya no es un posible amigo, sino un potencial enemigo...”

cendencia social. Así que deje de marear la perdiz y piérdase, señor mío...” No sé si sus últimas palabras (“cretino” e “imbécil”) fueron consecuencia del portazo que di al salir o estaban incluidas en el diagnóstico. La verdad es que últimanente cuando por las mañanas me miro al espejo con las legañas puestas y la cara desbaratada me noto, además, un cierto aire de gilipollas... ¿Por qué será?

Chema Agustín

-“¡Basta ya! ¡Basta ya! -lo contuve abrumado por la perorata-. Eso no son más que devaneos mentales de ciertos psicólogos experimentales, intuiciones de dudosa justificación racional y de escasa o nula tras-

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[ MENTE • SANA ]

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[ MENTE • SANA ]

[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

Todo fluye. La existencia es un ininterrumpido fluir de vivencias y de sensaciones. El agua fluye y, con ella, la vida misma trasforma´ndose a cada instante para permanecer fiel a su destino de devenir creativo, sin ma´s frenos ni ataduras que las estrictamente necesarias para mejorar su fecunda labor... Como Tales de Mileto, ayer, en el a´gora de aquella primera de´cada del siglo VI a. C., hoy Julia´n Berruete nos sigue recordando que el agua es el origen de todas las cosas y que eso le confiere una dimensio´n especial al buen o al mal uso que se haga de ella.

El agua que nos vuelve

locos Julián Berruete Rodríguez

Q

ué corte! ¿Quién me lo iba a decir a mí? Yo aquí, en la consulta de Maite, como una víctima más de esta delirante sociedad. Menos mal que no me ha visto ningún conocido al subir. ¿Qué le hubiera dicho? No, nada, vengo a ver a un amigo, que vive en el sexto... ¡pero si en este edificio sólo hay cinco plantas!... ¡Vaya! ¡Si es que ni siquiera sé mentir!... Por lo menos aquí estoy cómodo. ¡Mira que es maja esta Maite!... Me ha invitado a tumbarme en este diván de cuero negro, y no se está mal, no. Seguro que está relleno de agua, seguro que tiene un sistema hidráulico para graduar la inclinación del respaldo, y seguro que lo acaban de limpiar con agua (noto su frescor en mi nuca)... Ahora vendrá Maite y me ofrecerá un vaso de agua, seguro. Mira, el aparato del aire acondicionado gotea, ¡a que se llena de agua el suelo del gabinete! ¡Agua, agua, agua...! Está por todas partes, me persigue. Pero, ¿por qué a mí? ¿y los demás? ¿no notan su desafiante presencia? En fin, a ver que me “diagnostica” mi querida Maite, aunque ya sé lo que me va

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a decir: que estoy chalado. Hasta mi pequeño Tobi piensa eso de mí, y me lo demuestra meándose sobre mis zapatos cada vez que me pilla despistado. ¡Puñetero perro! Así le tenía que haber llamado: PePe, Puñetero Perro. Seguro que forma parte de la confabulación, ya que sus meadas no huelen, ¡es agua lo que orina en mis zapatos!... En esta primera visita intentaré ser sincero, olvidándome de si voy a provocar risa o pena, pero es que tengo que superar esto. Yo creo que la raíz de todo es que el espíritu de Joaquín Costa me persigue desde hace unos años. Me parece verlo dando discursos por ahí, hasta me parece que presenta telediarios... Me quiere hacer creer que hay que plantear el problema del agua con ideas de hace 100 años. Cuando me acuesto por las noches y él ronda mi alcoba, yo ya le digo: A principios del siglo XX, más de la mitad de la riqueza de este país la proporcionaba la agricultura; en cambio, ahora no lo hace ni en el 4%. Además insisto en que en sus

tiempos la estructura social era básicamente rural, con altas tasas de analfabetismo, muy diferente a la sociedad española actual. Muchas veces hablamos y hablamos hasta que llega el alba, y ¡no te creas!, que a veces parece que llegamos a estar de acuerdo, y se va convencido de que hace falta un “nuevo regeneracionismo” y de que es necesario cambiar las ideas. Pero esta alma en pena, en cuanto abandona mi habitación, se va con sus viejos planteamientos a rondarle la oreja a personas que él considera más cuerdas que yo, y que acaban claudicando ante su perorata (que fue válida en su tiempo). Aún me acuerdo de aquel Borrell, que en 1994 planteó un anteproyecto de Plan Hidrológico a la antigua usanza (¡qué bien lo hiciste, Joaquín!). Sin embargo, estoy convencido de que Costa no tuvo mucho que ver con el Plan Hidrológico Nacional actual. Joaquín, quizá hablaste con uno de los “padres de la bestia”, el ministro Arias Cañete, pero seguro que no tienes nada que ver con los exabruptos que sa-


lieron por su boca, pero que son fiel reflejo del más rancio y burdo autoritarismo. Una cámara de la Televisión catalana recogió aquellas flores. Las frases más difundidas fueron las de “el trasvase (PHN) se hará por cxxxxxx”, “será un paseo militar en el parlamento”; pero hubo otra frase que sí se recogió pero no se le dio tanta importancia (ya que no tiene contenido testicular), pero que es la que a mí más me preocupa: “rápido, rápido, ahora o nunca, antes de que reaccione Europa”. Rápido, rápido ¿por qué? ¿qué prisa hay que tener para algo que “es bueno para todos”? ¿Qué pasa? ¿se está atracando un banco y ya viene la policía? De momento, los fondos europeos están bloqueados. ¡Qué dolor de cabeza! Le doy demasiadas vueltas a todo esto. De la visita de hoy tengo que salir con un remedio eficaz: una pastilla, un jarabe, infusiones, cataplasmas... ¡algo! Cuando venga Maite insistiré en ello. Por cierto, ¡cuánto tarda! ¿Qué estará haciendo? ¿Mirando mi historial?... Aún con todo, yo creo que no estoy tan ido, porque en parte soy consciente de que mi “tozuelo” no funciona correctamente, y pienso que un loco muy loco no es consciente de que lo es. Me tendría que ir a vivir a los Estados Unidos, allí todos deben estar igual de pirados que yo, ya que hace 30 años que se plantearon las dudas “acuáticas” que yo tengo (principalmente la cuestión de la rentabilidad). Allí, con el presidente Carter a la cabeza, todo esto ya se superó. Se llegó a la conclusión de que estas grandes obras no son de interés general, y que si alguien quería eso, que se lo pagara. Eso desactivó el

gran debate de los grandes embalses y trasvases en EEUU (¡qué gran país de locos!). Me temo que Maite va a pensar que además de paranoico, esquizofrénico, o algo por el estilo (no tengo ni idea de enfermedades mentales, ya me vale con ser enfermo) soy un “hidrorradical”. A mi me parece que la Nueva Cultura del Agua no es asunto de izquierdas ni de derechas, sino de modernidad.

demasiada sangre se lo pueden “cargar”, y ya no podrá donar más. ¿Se puede sacar agua del río? Sí, pero sin matarlo, porque es algo que es de todos. Ya hemos matado demasiados ríos y bosques. Hay que cambiar de mentalidad. ¡Dios mío! ¿qué me está pasando? ¡He llegado a comparar a mi hermano con un río! Lo mío es incurable. Maite, por lo que más quieras, no tardes más, ven...

Aquí tumbado, cerciorándome del estado deleznable al que ha llegado mi salud mental, me acuerdo un montón de mi hermano Guillén, tan sano él. Siempre ha sido el “cachudo” de los hermanos. En verano causaba sensación, le llamaban “Pepito Piscinas” por su buena planta. Nunca se me pasaría por la cabeza pensar que Guillén tiene “excedente de salud”, ¿a quién le puede sobrar salud? Lo mismo pasa con los ríos y sus cuencas. ¿Cómo se puede justificar un trasvase desde “cuencas excedentarias” hacia zonas de “déficit hídrico”? La Tierra es diversa. No hay déficits ni excedentes. Hay límites de la Naturaleza con los que hay que ser respetuosos. Además, en cada sitio se tienen unas potencialidades. Los ríos son mucho más que canales de H2O, ofrecen otras actividades

Y yo me pregunto: ¿Dónde estará la causa de mis males? Algo de culpa tendrá el entorno, creo yo. Estoy convencido de que mis conciudadanos no están mucho mejor. Tanto empeño se puso en que queríamos ser europeos, que lo conseguimos; pero ¿para qué? Seguimos yendo a la cola en casi todo, y con ese espíritu de bandolero nada romántico de hurtar (si se puede), y encima luego exigir. Con la Directiva Marco del Agua se reconoce que los ríos son patrimonio cultural y social, y que en 15 años se tiene que haber recuperado su buen estado. Y esto es así por ley; y no son cosas de ecologistas, no: el grupo verde en el parlamento de Europa no llega ni al 5% del total de diputados. Un río bien conservado ahorra en depuración y permite tener más agua que si lo matamos por sobreexplotarlo. Nosotros dejamos correr, por las aguas cloacales de nuestros pueblos y ciudades, estas ideas asumidas por todos nuestros convecinos europeos.

y otro tipo de economía. No hay más que ver la potencialidad del turismo de río, de interior (darse una vuelta por el Noguera Pallaresa o por el Gállego en el reino de los Mallos sería suficiente). La gente demanda “medioambiente”cada vez más, y además es rentable. Por cierto, mi hermano Guillén dona sangre, pero no lo “sobreexplotan”; aunque sólo sea por “egoísmo médico”, si le extraen

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[ MENTE • SANA ]

Yo creo que el agua afecta mayormente a la parte de nuestro cerebro donde se aloja el pensamiento lógico-matemático (siempre se ha dicho que los matemáticos están algo locos, ¿no?). Por eso ( 21 )


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[ MENTE • SANA ]

a mí no se me han dado bien las matemáticas desde pequeñico, la inestabilidad mental la debo de estar arrastrando desde entonces (¡tanta agua bebía del grifo!). No sé la cantidad y la calidad del agua que han tenido que beber en su vida algunos prohombres de Madrid para que salgan semejantes cálculos del coste del agua trasvasada. Aún con todo, yo reconozco que estoy loco, pero la locura no tiene por qué producir estulticia. Cuánto “listo” (cuerdo y loco) navega por ahí. ¡Ay, Maite! ¡qué baile de cifras tengo en la cabeza! Después de unas jotas y unos tangos en el reducido espacio sano de mi mente, los números no acaban de casar, y continúan saltando repetidamente golpeando mi bóveda craneal (ya verás como alguno sale disparado por alguna oreja). El que más se deja ver en el baile es don 31 céntimos de euro como coste medio del metro cúbico trasvasado, que está respaldado por el gobierno. Se deja ver muy bien en el baile: gallardo y altanero, pega unos brincos que no veas. Alrededor de él danzan otras cifras que poco a poco van cobrando fuerza. Son las siguientes: Si el gobierno plantea que, de manera natural, 1 de cada 5 años habrá sequía y no habrá agua para el trasvase, ¿no se pensará cobrar el agua que no han usado en las zonas receptoras esos años? ¿no? Esto supone aumentar un 25% el precio del coste medio del metro cúbico. Si la demanda urbana está calculada para que sea creciente en unos 25 años (hasta llegar a 400 hm3), ¿cómo cobrar desde el primer día el total del agua por trasvasar en el futuro? Esto acarrea

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un 27% más de coste al precio medio presentado por el gobierno. Si las aguas a trasvasar del Ebro tienen unos altísimos niveles de salobridad, hay que sumar un 20% más de coste al agua para sufragar un mínimo proceso de desalobración por nanofiltración. Aquí llega el momento en que en el baile se nota más el brioso contoneo de don 73 céntimos de euro como coste real del metro cúbico por trasvasar. A estas alturas de la fiesta es cuando el guirigay montado no me deja conciliar el sueño, ya que entran y salen cifras que en un principio no estaban invitadas, como las de las posibles pérdidas de agua no contabilizadas por evaporación y fugas (15%), las previsiones futuras de población que contravienen al Instituto Nacional de Estadística y al Instituto Catalán de Estadística…. ¡No puedo más! ¡Basta! ¡Ay, agua traidora, me barrenas el intelecto! ¡No quiero beber, ni bañarme, ni sudar, ni llorar, ni regar, ni fregar…, no te quiero ver!... ¡Ah, por fin! Se abrió la puerta del estudio y ahí entra Maite. Mira con qué garbo entra. Esa sonrisilla que se atisba entre sus labios no me gusta nada. ¿Me desprecia por mi locura? ¿no me toma en serio? ¿me quiere confortar porque le doy pena? No lo sé. A ver qué me dice… ¡Mira cómo comienza!: un saludo muy convencional, frío, distante… Antes que un paciente soy un amigo, mujer. Como amigo tengo mis derechos. No soy como uno de esos montañeses a los que se les puede echar de sus casas, expropiar sus medios de vida y quitarles “o suyo pasau y o suyo esdebenide-

ro”(1), como ellos dicen. Claro, no son comunidades étnicas minoritarias, no son gente de tez morena ni tienen ojos rasgados… Son como nosotros, blancos caucásicos, pero son una minoría en la sociedad democrática de la mayoría, por lo tanto: ¡Ptaf! ¡puerta!… ¿Hay derechos colectivos (de las comunidades minoritarias) tan importantes como los derechos humanos individuales, universalmente reconocidos? No sé… ¡Qué bien hablas, Maite! Estás justificando el estado deplorable en el que me hallo de una manera magistral: estrés, ansiedad, entorno familiar hostil... Te explicas tan bien como cuando hablas de arte, una de tus pasiones en tiempo de ocio. Si supieras que para unos cuantos “reyezuelos” locos del agua (¡más locos que yo!) les importa un comino que el recrecimiento de Yesa arrample con 6 kilómetros de tu querido Camino de Santiago (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993)... ¡Ahí va la ristra del patrimonio perdido!: 3 villas romanas, 2 poblados romanos y uno medieval en Artieda, ermitas románicas (San Pedro, en Artieda; San Jacobo –s.XI- y San Juan Bautista –s.XIII-, en Ruesta), Fuente de Santiago, un puente medieval, yacimientos romanos y dos necrópolis (una de la Edad de Hierro) en Ruesta. Me consta que en Sigüés corre peligro el propio casco urbano, la torre del castillo medieval, la muralla, la iglesia románica de San Esteban -s.XII-, el Hospital de Sta. Ana y la ermita de San Juan Bautista. Por supuesto que desaparecerían también bajo las aguas los baños termales de época romana en Tiermas. Esto... esto no


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Querida Maite, me parece que vas a tener que ampliar el gabinete. La marea sube y sube anegando los caletres de cada vez más gente. Ya verás como te vienen muchos preguntándose por qué en el Plan Hidrológico Nacional hay 6 veces más superficie convertible en regadío que en el Plan Nacional del Regadíos (¿quizás para justificar caudales que irán al trasvase?). Mi amigo Enric de Tortosa me pidió el otro día datos sobre tu consulta (horarios, honorarios...). No se explica cómo van a dejar que el Delta del Ebro pierda entre un 20% y un 30% de su superficie en 25-30 años, ya que gracias al trasvase se irá hundiendo bajo el mar. Hay que tener en cuenta que es el 2º lugar de riqueza natural (biodiversidad) en España, después de Doñana. Yo le tranquilizo: Enric, no te vuelvas loco. Tú tienes suerte, allí vivís unas 50.000 personas, y sois “catalanes” (amor propio, organización, afán de lucha, concienciación del resto de la sociedad catalana ...). ¡Menuda china le ha salido en el camino al Plan Hidrológico! ¡Ah, por cierto! Maite, toma nota. Tú ya lo conoces. Javier también quiere pasarse por aquí. Dice que su cabeza no le funciona como antes. Me dijo que quiere seguir regando sus tierras, pero no quiere ser ni un pagano ni un tonto. Hasta ahora comulgaba con todo lo que le decía su comunidad, su sindicato... hasta que le dio por

Chema Agustín

es nada. Pecata minuta bajo las aguas. Maite, ¿no ves que somos “excedentarios” de patrimonio?... ¡Pobreta!... Si te dijera todo esto cambiaríamos los roles: Tú estarías aquí tumbada y yo estaría ahí sentado intentando que tu conciencia no acabara con tu mente.

leer (maldita costumbre) la Ley de Aguas. Alarmado se percató de que la prioridad de usos en dicha ley tiene el siguiente orden: 1º usos urbanos, 2º usos agrarios y 3º usos industriales. Y pensó: Me parece que en época de sequía voy a ver pasar el agua por delante sin poder usarla, porque si en los usos urbanos están incluidos los turístico-especulativo-recreativos del Levante, con una demanda insaciable sustentada en la corrupción... ¡estamos apañados! Pobre. Dice: ...y regar más ¿para qué?

¿quién nos quiere castigar? Si ahora se nos imponen multas que las pagamos entre todos los agricultores por sobreproducción (por encima de los cupos de la U.E.), al querer aumentar el regadío estamos en cierto modo atacando a nuestros propios intereses. ¡Más valdría que invirtieran el dinero en ayudas de modernización! Más de 2 millones de hectáreas existen con una eficiencia de menos del 50%. Con regadíos modernizados se obtendría una eficiencia de entre el 80% y el 90%. Después de

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ayudar a los agricultores a modernizar sus regadíos, si es preciso hacer nuevos embalses (o recrecer los ya existentes), ya se estudiaría. ¡Maite, abre la puerta, que vienen más!: Los que se cuestionan la eficiencia de las redes urbanas de distribución, los que se plantean la reutilización de las aguas, los que abogan por la doble red en la distribución, los que se preguntan por qué la Confederación Hidrográfica del Segura ha dejado prescribir 2000 multas (denuncias) de extracciones ilegales y está siendo investigada por la fiscalía, los que valoran las consecuencias ambientales, los que defienden la desalación como alternativa... ¿Sabes una cosa? Me parece que ahora me voy encontrando mejor. Puede que esté enfermo, pero ya no me angustia tanto estarlo. ¡Cuánta gente está igual o

peor que yo por el agua! Al menos dos mil personas, entre ellas habitantes de la Jacetania, de otros territorios pirenaicos afectados por obras de regulación, del resto de Aragón, del Delta del Ebro, de Itoiz (Navarra), de Palacios de la Sierra (Burgos), enloquecieron y se presentaron en Artieda el 25 de enero de este año 2004, para hacer pública su demencia. Pero lo que no entiendo es que haya gente que desde su atalaya dominante supere todos los límites de arrogancia egoísta, insensible e ignorante, como para calificar de “cuatro ecologistas de pacotilla” a Pedro Arrojo, profesor de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza y Premio Goldman 2003 (el “nobel” de Medio Ambiente); al periodista Carlos de Prada, Premio Nacional de Medio Ambiente y Premio Global 500 de la ONU; al catedrático de Hidrogeología de la Universidad de Zaragoza Javier

Martínez Gil; al jurista y ex–Justicia de Aragón Emilio Gastón; a Belén Boloqui, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza y representante de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (APUDEPA); al coordinador del grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo, Gianluca Solera; y a otros representantes de dignas asociaciones y entidades como “European Rivers Network”, “Río Aragón”, Greenpeace, Plataforma en Defensa de las Terres de l’Ebre, Ecologistas en Acción, sindicatos y fuerzas políticas. Maite, resérvate en la agenda varios días para éste. No sé que le pasó por la cabeza. Seguro que fue el agua. ¿Ves como hay gente que está igual o peor que yo? Anda, acércame ese vaso de agua, que tengo sed. ¡Aaaah, qué rica! 1 “su pasado y su futuro”.

Para colaborar en ten en cuenta las siguientes direcciones: • SECRETARIA DEL CENTRO DE PROFESORES Y RECURSOS Plaza Goya s/n. Ejea de los Caballeros. Teléfono: 976 677 160. Fax 976 677 161 • E-mail: cprejea@educa.aragon.es • DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA DEL I.E.S. “REYES CATÓLICOS” Carretera de Erla s/n. Ejea de los Caballeros. Teléfono: 976 660 645. • DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA DEL I.E.S. “CINCO VILLAS” Paseo de la Constitución. Ejea de los Caballeros. Teléfono: 976 660 008

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Mari´a Angeles L. distingue entre capacidades y discapacidades mayores y menores y sostiene que todos poseemos algunas y que otras, sin embargo, las tenemos vedadas. Su punto de vista, muy ajustado a la realidad que describe la psicologi´a experimental, nos situ´a ante el espejo en el que todos podemos mirarnos...

Discapacidad MariĂĄn Laplaza

a discapacidad es la ausencia de la capacidad de realizar una actividad que se considera normal para un ser humano.

L

tra y Êste no le dio mucha importancia(cambio de alimentación‌).

Los discapacitados son personas y con esto ya estĂĄ todo dicho. Por esta razĂłn, tienen derecho a poderse realizar como tales. Este relato estĂĄ basado en una historia real:

Pasaron los meses y los aĂąos y contando el niĂąo los cinco aĂąos les dijeron que serĂ­a necesario hacerle una rehabilitaciĂłn diaria. Como en nuestro medio rural no habĂ­a posibilidad, tuvieron que desplazarse a la ciudad, lo que supuso una separaciĂłn temporal del matrimonio. AquĂ­, quiero hacer hincapiĂŠ en la importancia del momento del diagnĂłstico, que aunque duro, es fundamental con una buena informaciĂłn y gran apoyo afectivo. Ellos siempre han pensado que de haber vivido en la ciudad las cosas hubieran sido distintas, aunque tampoco se puede saber.

Fue en 1976 cuando nació la cosa mås bonita del mundo, no sin antes haberse producido algún que otro problemilla en el pre-parto, como placenta previa, falta de oxígeno en el bebÊ‌ De ahí la lesión cerebral que Êste presenta. El protagonista de este relato se llama Javier y ahora tiene 27 aùos. Aparentemente, al principio, nada hacía pensar que esta persona tuviera ningún problema, ya que sus rasgos eran bien parecidos. Iban pasando los días y llegando al tercer o cuarto mes, mis padres descubrieron que tenía dificultad para mantenerse erguido, sufría de inapetencia y no sonreía. Todo esto fue consultado al pedia-

AquĂ­ empezĂł un peregrinar de un lado a otro.

Cuando le diagnosticaron la parålisis cerebral se sintieron angustiados, perdidos, incrÊdulos‌ y despuÊs de varias consultas al psicólogo, se pusieron en contacto con padres y madres que habían pasado o estaban pasando

por las mismas circunstancias. Las lesiones cerebrales suelen ser como un volcĂĄn, que despuĂŠs de un tiempo de letargo se accionan. Y asĂ­ fue, con seis aĂąos empezaron las convulsiones epilĂŠpticas, con varios ingresos y mucho temor por su vida. Hubo momentos en los que se plantearon la realidad sin disfrazarla y le echaron “mil pares de naricesâ€?. Mi madre estaba muy afectada y no podĂ­a asumir la idea de tener otro embarazo y pasados doce aĂąos fue cuando yo nacĂ­. Fue pasando el tiempo y en Ejea empezĂł a funcionar un centro de educaciĂłn especial. Ellos se interesaron y lo vieron muy positivo ya que el personal era muy profesional, y para mi hermano era muy estimulante el estar con mĂĄs niĂąos (su rehabilitaciĂłn diaria, juegos, pinturas‌). El tiempo que estuvo allĂ­, ganĂł mucho en cuanto a habilidades motoras. TambiĂŠn tuvo muchos problemas con el desplazamiento,

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pues tenía que subir en el autobús de los estudiantes y como no contaba con personal del Ministerio de Educación para acompañarlo, tenían que ser los propios estudiantes los que tenían que hacerse cargo del acompañamiento. Mi hermano sufrió un rechazo total, ya que los chicos no querían sentarse a su lado porque a Javier había que atenderlo, hablándole… ya que éste demandaba mucha atención y aunque sólo eran 20 minutos de trayecto no querían implicarse en ello. Cuando llegaba a Ejea una monitora del centro lo esperaba para bajarlo del autobús y hacerse cargo de él, por lo tanto era un esfuerzo mínimo el que ellos tenían que hacer. Lo que sucede es que a estas personas se les tiene un poco más apartadas de la sociedad y lo que todo el mundo debería pensar es que ellos son personas y por ésta simple razón tienen los mismos derechos que cualquier otro. Cuando mi madre me lo cuenta, me duele mucho y me cuesta entenderlo. De todas formas quiero decir que una discapacidad hoy en día la sufrimos muchas personas. Nadie hay del todo capacitado, cada uno tenemos nuestras capacidades y nuestras discapacidades, pero sería bueno pensar que a las personas con discapacidades mayores les hiciésemos más protagonistas de la vida común. En el momento en que se necesita un bastón para apoyarte y éste te falla, te sientes discapacitado, y lo más triste es la discapacidad de la sensibilidad de la sociedad ante estos problemas. Cuando cumplió 15 años y

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temiendo que cuando cumpliera 16 en Ejea ya no podría estar (motivos burocráticos), decidieron llevarlo a un Centro de Atención al Minusválido a Zaragoza, en régimen interno. He dicho decidieron pero no fue tan fácil esta decisión, ya que han pasado doce años y a toda la familia nos cuesta todavía tenerlo fuera de nosotros. Sería conveniente decir que está quince días en el centro y otros quince en casa. De esta forma, los días que está en el centro recibe una buena asistencia especializada (rehabilitación, logopedia…). Todo esto para mantenerse en forma, ya que ha llegado a un punto en el que no puede mejorar más y para que su deterioro sea

más lento. Lo que todos tenemos claro es que él sea feliz, ofreciéndole calidad de vida el tiempo que sea necesario. Todos nos enriquecemos, él de nosotros, y nosotros de él con diferencia. Tengo que decir, que actualmente está muy espabilado, porque no paramos de estimularlo con largos paseos, relación con los demás. La falta de aceptación de las personas con deficiencia mental, en la mayor parte de los casos se debe al desconocimiento, al miedo a lo desconocido y por lo tanto, necesitamos mentalizarnos y descubrir cómo convivir con estas perso-


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Gran nu´mero de personas permanecen encadenadas a sus actos y siempre buscan, a trave´s de ellos, unos efectos, deja´ndose encadenar a su vez por dichos efectos. Dependen hasta un grado inimaginable de los acontecimientos e influencias del mundo exterior y, de esta manera, sus contenidos mentales y emocionales se modifican sin cesar. Las vivencias del inquieto personaje del arti´culo de Marta Arias nos permiten asomarnos a ese fascinante mundo de la comunicacio´n por Internet y a las relaciones y dependencias que en su entorno se generan.

Todo el tiempo del

mundo Marta Arias

Martes 22 de abril de 2003

C

ae la tarde y el sol del Retiro me ha devuelto las fuerzas para sumergirme de nuevo en la búsqueda de empleo. Hace más de dos meses que recibí el último correo electrónico de Paul. Habrá encontrado a otra, aunque me extraña. Él sabe que soy su mejor traductora: siempre entrego antes de tiempo y acepto cualquier tema y cualquier precio. Desde luego, tiempo no me falta.

Pulso compulsivamente el botón de “enviar y recibir correo”. Nada. Odio no recibir nada, ni siquiera correo basura. Estoy pensando en desactivar el filtro antispam. Comprendo que a la gente no le guste recibir correo no deseado, pero ellos no han sufrido hasta la extenuación, esperando la llegada de ese correo que les permita comer y pagar el alquiler de los próximos meses. Ni han esperado que su mejor amigo se dignara contestar todos esos correos de disculpa después de alguna inoportuna discusión. Ni tampoco han visto como el amor desapare-

cía de su vida, una vez más, con un “ya te mandaré un email”. El ejercicio físico de la tarde me ha sentado bien y, por primera vez en mucho tiempo, tengo sueño por la noche. A cenar y a la cama, como hacíamos durante el frío invierno polaco. Me siento como una niña, con mi taza de té caliente y mi pijama. En este instante y en cierto modo me siento feliz.

Miércoles 23 de abril de 2003 Hoy me he levantado temprano. Me ducho, desayuno y enciendo el ordenador. Empiezo con las páginas de empleo de mi archivo de favoritos, pero no hay ofertas. Lo intento con buscadores especializados, con las búsquedas avanzadas de Google y navego por directorios temáticos de empresas. No encuentro nada. Me desespero y abandono. Tengo la sensación de que en internet todo el mundo trata de engañarte. Irremediablemente he acabado leyendo las típicas ofer-

tas de trabajo fraudulento. Prometen atractivas sumas de dinero por facilitar direcciones de correo electrónico a empresas más que dudosas, usando mensajes llenos de falsas historias sobre lapidaciones, bebés con cáncer o gatos encerrados en botellas. ¿Cómo se puede llegar a creer que la felicidad se alcanza reenviando un mensaje a 10 amigos?. Ojalá fuera tan fácil. Aunque uso navegadores que me permiten desactivar las malditas ventanas emergentes que bombardean el escritorio de mi ordenador sin piedad, he abierto involuntariamente alguna página pornográfica. Resulta agotador tener que sortear constantemente falsos hipervínculos que acaban en sitios web no deseados, descargan programas espía disfrazados de calendario o transforman tu navegador en un auténtico expositor permanente de banners y pequeños anuncios. Sin embargo, supongo que no podría vivir sin internet. No es fácil conocer gente en un país que no es el tuyo. He frecuentado los ( 27 )


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chats, el Messenger y los foros de discusión y se han convertido en la unica forma de relación personal a la que me he asomado en los últimos meses. Ahora me resulta paradójico recordar que decidí no tener televisor al llegar a España. Creía que así evitaría perder el tiempo y dedicaría más horas a la lectura.

Viernes 25 de abril de 2003 El día se me ha vuelto a escapar de las manos, casi sin darme cuenta, buscando y buscando en la red. Tiene gracia: me obligo a prescindir del televisor y sin embargo el ratón de mi ordenador me ha hecho perder más tiempo del que me hubiera hecho perder cualquier zapping. Mientras preparo la cena, escucho un sonido inconfundible: correo nuevo sin leer. Dejo todo para ver el mensaje de Paul. Me adjunta tres documentos Word en polaco y me da dos semanas de plazo para traducirlos. Seguiré sobreviviendo, gracias a Dios, a Paul y a Internet.

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Dos semanas de plazo son un siglo. Puedo empezar a traducir mañana. Abro la ventana del chat y entro al canal como “Penélope”. Reviso los nicks que están conectados y descubro uno nuevo: “Ulises”. Le invito a un chat privado:

Penélope: Ulises?? Ulises: Sí?? Penélope : Hola Ulises Ulises : Hola mi amada Penélope. He viajado en tu búsqueda durante veinte años y por fin te he encontrado Penélope: Cómo sabes que soy la que buscas?? ☺ Y cómo sé que tú

eres mi verdadero marido?? ;) Ulises: Voy disfrazado de mendigo Penélope: Cómo puedo saberlo ?? No puedo verte ;) Ulises: Acude mañana por la tarde al estanque del Retiro y me encontrarás pidiendo limosna Penélope: Siempre eres tan directo ?? Ulises: Recuerda que he esperado largos años para volver a verte, viajando por estos mundos de mentira y desengaño Penélope: ☺ ☺ ☺ Ulises: eso es un “sí” ?? Penélope: Mañana lo sabrás Me desconecto del chat, pero sigo pensando en Ulises. De todas formas pensaba ir al Retiro. Aunque si mañana me dejase ver por allí, seguramente me delatarían mis gestos y tal vez quedarían en evidencia mis sensaciones. Voy a dejarlo... Rebusco “La Odisea” en la estantería. No la encuentro. Sé que la he leído, pero hace tanto tiempo... Si la encargo ahora en libroexpres.com mañana por la mañana desayunaré con ella. Y la habré acabado por la tarde. Tengo tiempo, mucho tiempo, todo el tiempo del mundo.

Un órgano de expresión cultural y democrático.


[ HUMANISMO ]

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En el ideal programa´tico de A´GORA esta´ la defensa de todo aquello que contribuya a una concepcio´n y un desarrollo ma´s humano del mundo. Sin duda alguna, la defensa de disciplinas tales como la filosofi´a, la mu´sica o el lati´n aportan un so´lido basamento para levantar un digno monumento al HOMBRE. Y que´ decir sobre esa aventura del libro: simplemente, que resulta, en estos tiempos de desconcierto que vivimos, el ma´s eficaz anti´doto para salvarnos. Mientras tenga semejante poder balsa´mico, nunca se extinguira´.

La filosofía

¿para qué? Mila Fernández

C

uando mis alumnos se enfrentan por primera vez a la filosofía como asignatura, es frecuente que me pregunten la filosofía ¿para qué?. Es una pregunta que plantean con un ansía vital, porque es una materia que en cierto modo se les escapa: una reflexión sobre cuestiones que se dicen muy importantes pero tan generales, y a veces tan alejadas de sus intereses, y de lo que ha sido el modo de su educación, que se les escapa su trascendencia para la vida cotidiana, y se les escapa especialmente el lenguaje en el que se expresa. Es una pregunta que llevo intentando responder muchos años y quizás no lo llegue a hacer nunca satisfactoriamente. Es una pregunta que me hacen sobre todo cuando llegan los exámenes...

Cuando lo he comentado con otros profesores de filosofía, las respuestas más frecuentes que he oído por parte de mis colegas han sido: 1) La filosofía ¿para qué?: para nada. La filosofía no es útil para algo práctico, y eso es signo de su excelencia porque no está subordinada a la satisfacción de las necesidades más inmediatas del ser humano, sino al desarrollo de su genio descubridor. 2) La filosofía ¿para qué? Para formar personas con una mentalidad crítica, capaces de reflexionar y meditar con profundidad en las cuestiones de su entorno social y cultural, y de responder con iniciativa y honradez a los problemas que se les planteen. 3) La filosofía ¿para qué? Para que no se nos escapen las cuestiones fundamentales, esas que están siempre ahí de fondo, y que no respondemos por prisa. Preguntas cómo ¿qué hago yo aquí? o ¿qué es la

verdad? o ¿existe Dios? o tantas otras que se plantea la filosofía, no las podemos dejar pasar. Esas contestaciones me parecen excelentes. Pero quizá mis preferencias van por otro lado. Pienso en la filosofía sobre todo como un modo de vivir, como una actitud ante la existencia, como un modo de situarse en la vida. Para que no se nos escape la existencia superficialmente, sin que nos enteremos de qué va la vida, es necesario reflexionar sobre las cuestiones centrales, generalmente al compás de las situaciones que el propio discurrir de la existencia nos va presentando. Y no me refiero sólo a los acontecimientos centrales que señalan toda una vida -el encuentro del amor, la muerte de los seres queridos, el nacimiento de los hijos o los problemas profesionales graves-, sino también a los pequeños hechos de cada día –los pequeños roces en la convivencia o en el trabajo, las decisiones sobre asuntos menores que hemos de tomar, los gastos que hacemos y el trato que damos a los bienes materiales, etc. Quizá para mí el ejemplo ha sido mi abuelo. Era un hombre de campo, que no pudo recibir una gran formación cultural, pero siempre tuvo un interés – que transmitió a algunos de sus descendientes- por el saber. Era una persona con un carácter reflexivo, pero con decisión para actuar, siempre atento a lo fundamental, interesado por las cosas. No era un filósofo por formación, sino un filósofo por actitud. Quizá el mayor peligro que corremos actualmente es la pérdida de nuestra capacidad de admira-

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Marta Soria

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ción ante lo ordinario. La ciencia nos ha proporcionado la ilusión de una explicación total y exacta de nuestro mundo. Y dejamos de asombrarnos ante lo más obvio: que estamos aquí, que conocemos y no sabemos qué es eso, que dependemos unos de otros, que somos hombres – y tampoco sabemos qué es eso, que sentimos, etc. La aventura de saber es la mayor aventura en la que se ha embarcado la humanidad, y todo aquello que contribuya a aumentar nuestra curiosidad intelectual hay que considerarlo bueno. Pero ¿cómo contribuye el estudio de la filosofía a facilitar esa actitud? La humanidad lleva muchos siglos meditando sobre esas cuestiones fundamentales y sería necedad no interesarse por esas reflexiones. Somos enanos montados sobre gigantes que podemos ver más lejos de lo que ellos vieron. Esos grandes pensadores nos señalan temas importantes y un modo de pensar sobre ellos. Podemos seguirlos o no seguirlos pero es importante conocerlos e intentar comprenderlos. Además al hacerlo aprendemos a reflexionar y podemos mejorar nuestro modo de pensar. ¡Sería una pena perderse esta oportunidad que da relieve a nuestra vida!

La música, esa gran desconocida

¿o no? Belén Arbués

A

lo largo de la historia la música ha ocupado un importante papel en la educación (teoría) y en la práctica por parte de aficionados y profesionales. El concepto “música” en Grecia era mucho más amplio que el que tenemos hoy en día. Era prácticamente sinónimo de poesía y estaba muy ligado a la danza y al teatro. Formaba parte de todo tipo de ceremonias y había certámenes de instrumentistas y can-

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tores. Para Pitágoras era sinónimo de armonía y equilibrio. Para Platón era obligación del estado velar por la educación de la juventud, la cual se basaba en dos disciplinas: la Educación Física para desarrollar el cuerpo y la Música, para llevar al espíritu a la perfección. Para Aristóteles la música tiene un fin hedonista, o sea, es fuente de placer; eso sí, la ejecución musical fatiga y estaba reservada a los esclavos. El acto de escuchar y el deleite que provoca son propios de los


hombres libres, que deben practicar cuando son jóvenes y abstenerse cuando se vuelvan mayores. Los griegos creían que las melodías podían influir en el carácter de las personas al inducir a determinados estados del alma. En la Edad Media la finalidad religiosa se adueñó de todas las artes, pero aún así se disfrutaba de la danza en círculos populares y cortesanos. En la época del Gótico la música formaba parte del “Quadrivium”, junto con la aritmética, geometría y astronomía. En los siglos XIV y XV crece la música popular y los músicos profesionales se forman y ejercen su trabajo en las capillas eclesiásticas y de corte (conjunto de compositores, cantores e instrumentistas). En el Renacimiento se generalizó el mecenazgo en toda Europa; príncipes, gobernantes, cardenales e incluso el Papa se sentían comprometidos con esta labor. La música llegó a dominar la sociedad artística e intelectual de la época gracias a la protección de reyes, nobles y familias adineradas, las cuales incluso participaban en las actividades musicales que patrocinaban. Se consideraba un signo de escasa cultura desconocer los rudimentos de la música. En la práctica musical se mezclaban profesionales y aficionados, lo importante era disfrutar de la práctica musical, no establecer diferencias entre virtuosos y meros oyentes (como ocurre hoy en día). Esa práctica era algo cotidiano y cualquier hogar de nivel medio y alto tenía instrumentos cuyos dueños tocaban con una mínima destreza. Incluso las escuelas de beneficencia acogían a niños sin recursos y les proporcionaban una enseñanza en la que la música ocupaba un importante lugar. En el Barroco se inauguró el primer teatro público en Venecia, con lo cual crece el público que pasa de ser aristocrático en los salones palaciegos a ser de clase media. Este público demanda música nueva cada temporada, por lo que hay una febril actividad compositiva. En el Barroco tardío Antonio Vivaldi consiguió formar un coro y una orquesta de muchachas que daban exitosos conciertos. Estas niñas procedían de una residencia –escuela para huérfanas e hijas ilegítimas que el sacerdote y compositor dirigía. En estas instituciones, muy numerosas en la época, la enseñanza musical formaba parte del currículum, estaba eficazmente organizada y dio lugar a muchos aficionados. En el Clasicismo continúa la popularización de la música y el resto de las artes. Todavía se mezclan los músicos profesionales y los aficionados. La música tiende a la simplicidad, orden, claridad en la for-

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ma, a la proporción y simetría. Las óperas tienen una función moralizante. Se hacían tratados para poner la cultura al alcance de todos. La impresión de música aumentó enormemente, el grueso de esas publicaciones estaba dirigido a los aficionados, que demandaban y compraban música fácil de comprender y de tocar. Sirva de anécdota para reflejar como se vivía la música en algunos círculos la vida profesional de Haydn. Este compositor estuvo 30 años al servicio de la familia Esterázy, una de las más acaudaladas y poderosas de Hungría, convirtiéndose en el último gran compositor que vivió bajo el sistema del mecenazgo. El príncipe Esterázy fue un hombre generoso consagrado a la música, arte que el mismo practicaba. Su suntuoso palacio competía con el mismísimo Versalles y en él había gran actividad musical; todas las semanas se presentaban dos óperas y dos conciertos. Había, además, óperas y conciertos especiales para visitantes destacados, así como conciertos de cámara casi diarios en las estancias del príncipe, en los que él intervenía en persona. En el Romanticismo destaca la personalidad e individualidad del artista. La música es la expresión de sentimientos subjetivos. En esta época hay tal proliferación de la figura del virtuoso, que a veces deriva en espectáculos circenses. Esta situación provoca por primera vez en la historia una distancia insalvable entre profesionales y aficionados. Se pierde el papel social de la música en cualquier reunión en la que se ejecutaba música por placer. El público es totalmente pasivo y la educación musical empieza a ser deficiente en muchos países. Aquí nos hemos quedado y así seguimos. Hasta el siglo XIX la práctica musical se llevaba a cabo tanto por profesionales como por aficionados, la música estaba viva, en directo, siempre diferente, dejando un papel importante a la improvisación. Desde entonces el músico profesional se ha convertido en un raro espécimen, ya que tiene que superar una carrera llena de dificultades que es abandonada por el 90% de personas que la inicia. Aunque hay honrosísimas excepciones, muchos concertistas y profesores de conservatorio se rodean a sí mismos con un aura de divismo tal, que a veces uno no sabe si les puede mirar directamente a los ojos o les tiene que hacer una elegante reverencia. Yo admiro y respeto a los músicos de otro talante y, aunque también he hecho de la música mi profesión, reivindico la figura del músico aficionado; alguien que estudia la teoría musical necesaria y suficiente así

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Marta Soria

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como la técnica instrumental o vocal para experimentar ese aspecto catártico que tiene la música, para divertirse y, en definitiva, conectar con otras personas en una actividad grupal en la que tod@s son importantes y pueden expresarse libremente.

De Adriano a

Hoy en día se considera a la música “una maría” dentro de la educación, pero es necesario que el alumnado adquiera una cultura musical que le permita entender su lenguaje y analizar la música de distintas épocas y estilos para desarrollar un espíritu crítico y, de este modo, poder elegir el tipo de música que consumen con un criterio razonado. En los planes de estudio anteriores a la LOGSE la música no aparecía. Esta ley trajo la música a la educación primaria y secundaria pero ahora la LOCE va a reducir el número de horas de música en secundaria. En primaria el horario es irreducible, pues sólo hay una sesión de música a la semana. También estamos a merced del currículo aragonés, que se está debatiendo en estos últimos años y no sabemos si saldremos bien o mal parados. Vamos de mal en peor. Mientras que en los planes de estudio la música camina a duras penas, fuera de ellos crece el número de aficionados por esta disciplina, como lo demuestra el hecho de que en nuestro pueblo 190 personas están matriculadas en la escuela de música o forman parte de la banda municipal, de ellas, 40 son mayores de 35 años. La escuela de folclore cuenta con un@s 20 alumn@s. La coral está formada por 45 componentes. Creo que estas cifras indican que la música es la más exitosa de las áreas o asignaturas de los planes de estudios entre las personas adultas y una de las actividades de ocio más gratificante y divertida entre aquell@s que la practican.

Cincinato Juan José Delgado

E

mpresa harto difícil es defender el estudio de la Lengua Latina en un país donde el descrédito de esta asignatura y la de Griego es tan evidente que se les denominan Lenguas Muertas. Cabe reseñar que en el resto del mundo occidental son nombradas como Lenguas Antiguas y gozan en la actualidad

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de un prestigio inimaginable en nuestro país. Pero, ¿ por qué se produce esta situación? En los años ochenta el sistema educativo necesitaba un cambio (nunca mejor dicho) y la mayoría de la comunidad escolar estaba de acuerdo, incluido el


que suscribe, en remover las vetustas estructuras en las que se cimentaba. Se pone manos a la obra y se intenta trasplantar a nuestro país la reforma del sistema educativo que, una década antes, ya había fracasado en varios países, principalmente EE.UU., Gran Bretaña y Francia; y así nace la LOGSE (evidentemente este fracaso es debido a múltiples motivos que no corresponde analizar en este artículo).

mente seis años de Latín; en Polonia cuatro años y es de todos conocidos, sobre todo por los investigadores, la importancia que se le confiere en el sistema educativo alemán. No deja de ser paradójico que Austria, Polonia, Alemania, media Bélgica y media Suiza, con lenguas maternas que no provienen del Latín, valoren mucho más nuestra lengua madre que sus propios hijos.

Había que cambiar las anquilosadas metodologías, los obsoletos contenidos y hacer una enseñanza más comprensiva que memorística, más generadora de capacidades que repetidora de modelos, más moderna y sobre todo más práctica.

En EE.UU., las Lenguas Clásicas tienen cada vez mayor presencia en centros de enseñanza norteamericanos. Sobre todo en el estado de Nueva York. En 1976 sólo lo aprendían unos 150.000 alumnos- de 14.000.000- en las escuelas públicas. Actualmente son más de 500.000. Entre 1986 y 1990, el número de estudiantes universitarios de Latín creció un 12,5%.

Se forma una comisión de profesores, sociólogos, psicólogos, pedagogos, tecnócratas etc. para dar cuerpo a esta ley. La defunción de la Lengua Latina era inminente: Cuando ellos estudiaron esta disciplina los métodos de enseñanza eran rígidos y decimonónicos debido a las especiales características del profesorado que la impartía, además no ha sido nunca una asignatura práctica y por contra bastante complicada en contenidos. La decisión estaba tomada. Se borra la asignatura de la ESO y a cambio, se introduce la optativa de Cultura Clásica. En Bachillerato, se deja como asignatura de modalidad sólo en Humanidades, es decir, para alumnos que van a estudiar alguna Filología. Los alumnos que vayan a hacer Historia( incluida Hª Antigua), Filosofía, Derecho, ya no tienen que cursar la asignatura en Bachillerato. ¡Qué barbaridad! Como la vida es pura contradicción, por aquel entonces alguien aseguraba tener como libro de cabecera Memorias de Adriano. No sabemos si estudiaba Latín en la intimidad para traducir aquello de Animula vagula blandula, hospes comesque corporis. Cuando la oposición llega al poder se fija en los modelos educativos occidentales que habían hecho una reforma de la reforma 10 ó 15 años antes. ¡Como siempre, estamos a la última!. En los últimos años, cuando había un retroceso muy importante del estudio del Latín en España, se observa el siguiente panorama en Europa: En la Enseñanza Media francesa se aumenta un curso; en Austria, Bélgica y Suiza se imparten actual-

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Ante tan evidente agravio comparativo, en el futuro, al menos se intentará que nuestros alumnos de 3º tengan una cierta noción de la Cultura Clásica, de la etimología, de los orígenes del pensamiento racional, de la interpretación de la mayoría de las actividades artísticas y culturales. En 4º podrán aproximarse a la Lengua Latina todos los alumnos que vayan a cursar Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales; así podrán conocer de primera mano la Historia de C. Lucio Cincinato que fue una persona que nunca quiso el poder, fue obligado a ejercerlo y lo odió mientras que lo ejercía. No entiendo cómo se empeñan algunos en compararse con él . Quizás tengan en sus manos una mala traducción. A veces estas cosas ocurren por fiarse de los traductores.

PRO LINGUA LATINA ¿Qué causas pueden haber motivado la imagen tan negativa que tiene la sociedad española del Latín? La primera razón que se esgrime es el carácter elitista de la lengua que no tiene cabida en una enseñanza generalista. No hay nada más falso. Lo que ocurre es que desgraciadamente los regímenes fascistas del siglo XX la emplearon como elemento aglutinador con la finalidad de darle más gloria a ese imperio que sólo estaba en sus mentes. Además todos sabemos que es la lengua oficial de la Iglesia Católica, muy unida a

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Marta Soria

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estos regímenes, que recogió el testigo de la enseñanza de esta disciplina. La segunda razón es de orden metodológico. Los métodos empleados han sido, como dijimos anteriormente, rígidos, decimonónicos y centrados más en la parte lingüística que en la cultural. En la actualidad, el Latín es una de las asignaturas que más ha avanzado en términos de renovación pedagógica. No hay más que darse un paseo por Internet para ver la infinidad de atractivas webs con múltiples recursos acerca del mundo clásico. Se han traducido comics al Latín (Asterix, Tintín, Snoopy); se han confeccionado multitud de juegos que suavizan y facilitan el aprendizaje gramatical; en los contenidos se le da una mayor importancia a las cuestiones culturales... La tercera razón es el desprestigio social que tienen actualmente las ciencias humanísticas (historia, filosofía, literatura...) frente a las disciplinas científicas, que parecen asegurarte el futuro, mientras que las otras te llevan irremediablemente al paro. Se ha constatado últimamente que los departamentos de personal de muchas empresas europeas y americanas valoran positivamente el conocimiento del Latín, pues es sinónimo de alto nivel cultural y buena capacidad de organización, gestión y expresión.

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¿Para qué sirve el Latín? Anteriormente hemos respondido en parte a esta pregunta. Ahora nos vamos a centrar exclusivamente en sus utilidades académicas y su proyección. En primer lugar, el Latín ayuda definitivamente a fijar las estructuras morfosintácticas de la lengua castellana. Tiene un poder de estructurar y organizar la mente similar al de las matemáticas. En segundo lugar, la procedencia común de las lenguas romances hace mucho más fácil el aprendizaje de lenguas como el francés, italiano, portugués, rumano. Facilita también el estudio del inglés, que aunque no es una lengua romance, contiene en su vocabulario un 30% de palabras de origen latino, amén de unas estructuras morfosintácticas muy parecidas. En tercer lugar, el enriquecimiento léxico que conlleva puede ayudar a paliar el empobrecimiento general de nuestro lenguaje coloquial. En cuarto lugar, ayuda a conocer el vocabulario científico-técnico (sobre todo en Medicina, donde la presencia de terminología de origen grecolatino es casi total).


En quinto lugar, se convierte en un arma de capital importancia para ciertas parcelas de investigación. Un filósofo, un historiador o un filólogo que fundamenta sus investigaciones en traducciones de otros sin poder verificar su fiabilidad, se arriesga bastante; porque esta lengua, como todas, posee infinidad de giros y términos de muy difícil traducción que pueden resultar clave en los distintos trabajos.

tu del Esperanto. En diversos Centros de Secundaria, Universidades, Foros de investigación, medios de comunicación escandinavos se están llevado satisfactoriamente experiencias de este tipo.

En sexto lugar, el Latín se podría utilizar como lengua de comunicación global, recogiendo el espíri-

En fin, como podemos comprobar, este muerto está muy vivo.

La aventura del

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En último lugar, sirve como elemento aglutinador de la cultura y el pensamiento del espacio común europeo que estamos intentando consolidar.

libro Asunción Gil Orrios

L

a palabra es la herramienta más maravillosa creada por el ser humano, cuya utilidad se materializó con la aparición del libro. El libro ha recogido los pensamientos y sentimientos superiores del ser humano. La producción y circulación del libro ha sido decisiva en la riqueza intelectual de las personas en diferentes épocas y lugares y ha permitido trasmitirla a sucesivas generaciones. En milenios se mide el periodo cuyo transcurso fue preciso para crear el lenguaje, resultado de una larga evolución paralela al lento desarrollo de la inteligencia humana. Titánico fue el esfuerzo para trasmitir en el espacio y en el tiempo los mensajes orales, desde aquellos tiempos prehistóricos en que los hombres expresaron sus sentimientos e ideas en un arte rudimentario.

vez derivarán los europeos-, secularizó la escritura hasta entonces sólo conocida y utilizada por los miembros de la casta de los escribas. Permitió al hombre de la calle expresar pensamientos y sentimientos, aun a veces a costa de persecuciones e incluso la muerte por manifestar ideas religiosas y reivindicaciones sociales. Sin el libro no habría sido posible la extensión de la brillante cultura del Islam por pueblos de diferentes civilizaciones. A través de ellos se trasmitió el pensamiento de la Grecia clásica a la Europa medieval, causando su despertar intelectual.

El primer gran paso lo dieron los sumerios creando el primer sistema de escritura -la cuneiforme- que pondría los fundamentos para crear sociedades desarrolladas, ricas y preocupadas por la justicia.

La invención de la imprenta supuso una revolución similar a la del alfabeto. El libro permitió la exposición de ideas personales, con sus secuelas de luchas ideológicas y censuras, pero también permitió el nacimiento de la ciencia moderna y el reconocimiento de la soberanía del pueblo y la difusión de las ideas de libertad, igualdad y fraternidad de los hombres.

De gran trascendencia social fue la creación del alifato semítico. La escritura cuneiforme y la jeroglífica egipcia fueron sustituidas por los 22 signos de los fenicios. Su derivado el alfabeto griego -del que a su

Con la imprenta, la claridad de la escritura dio pie a la lectura moderna, individual e íntima, que igual sirve para el estudio y el intercambio de información que para suscitar la emoción y el entretenimiento. ( 35 )


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También surgieron fenómenos que hoy nos resultan familiares, como a principios del siglo XVI tras la impresión por Jorge Coci en Zaragoza del Amadis de Gaula que, al ser prohibida su lectura por las Cortes, se convirtió en el primer éxito editorial de la historia. La incorporación de las mujeres y los niños como lectores tuvo que esperar al siglo XIX en que la gran difusión del libro y su abaratamiento hizo que apareciera una literatura destinada a ellos, con obras presentadas de forma especial y con ilustraciones. Aumentó el número de lectores por el desarrollo de la enseñanza y el gran movimiento político motivó el desarrollo de la prensa. A mediados del siglo XX los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial creyeron esencial para la paz y el desarrollo económico el intercambio de ideas y aconsejaron a los gobiernos de todos los países la universalización de la enseñanza, la erradicación del analfabetismo, la generalización de los viajes y la promoción del libro. Los tiempos de oro de la lectura se han visto amenazados, sin embargo, por nuevos medios de comunicación que, para algunos, parecen augurar el fin de la existencia del libro. ( 36 )

Sin embargo, debemos recordar que la forma material del libro se ha ido adaptando a través del tiempo de acuerdo con las diversas necesidades de información y los materiales disponibles, desde las formas de tableta, de rollo o tira continua, de códice o cuaderno, hasta llegar finalmente, en nuestros días, al disco y la cinta. El hombre se ha servido para fijar sus mensajes de la incisión, de la escritura a mano con tinta, de la impresión mediante máquinas, de las cargas eléctricas, magnéticas etc. Ha escrito en hueso, piedra, arcilla, concha, papiro, piel o papel hasta llegar a los últimos materiales plásticos. Nuevos cambios en la presentación del libro pueden estar próximos a producirse a corto plazo, pero no es probable que el libro escrito desaparezca. Quizá disminuya su producción en beneficio de los medios audiovisuales y de los ordenadores y será necesario redefinir el concepto de lectura. Pero no será más que otra vuelta de tuerca. Los libros, en la forma que sea, seguirán garantizando a las personas el acceso libre e ilimitado al conocimiento, al pensamiento, la cultura y la información, básicos en una sociedad democrática.


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C ruzaba Patxi Abadi´a a la velocidad que suele los pasillos del instituto, y mientras su cartera muy llena le impulsaba en el sentido de su marcha, me dijo: - Elena, a ver si preparas algo para el segundo nu´mero de la revista A´gora, algo sobre la historia de Ejea en la Edad Media, y las comunidades judi´a y musulmana que aqui´ vivi´an, ya sabes . Y claro, yo que pasaba en sentido contrario tambie´n presurosa tuve que rumiarme por las escaleras a que´ se referi´a semejante encarguito, del cual no pude ni zafarme pues no hubo tiempo. Algo ma´s tarde, aprovechando el recorrido diario Zaragoza-Ejea y viceversa, pude preguntar ma´s calmadamente a Joaqui´n Bueno co´mplice del evento editorial datos ma´s concretos. Joaqui´n me informo´ que queri´an abordar un tema muy ambicioso, algo asi´ como el ti´tulo que encabeza mi colaboracio´n, al que habri´a que anËœadir en la Edad Media, su proyeccio´n en la actualidad y perspectivas de futuro . O sea. Naturalmente Joaqui´n me sugirio´ que lo abordara con a´nimo no demasiado erudito, sino con soltura y como quien cuenta una historia. Seguro que te sale muy bien, rela´jate y disfruta , me dijo, siempre optimista. Y es que hay que ver que´ capacidades me atribuye la gente, que confi´an no so´lo en que mi cabeza dispone de los datos necesarios, sino en que puedo referir con gracejo los ma´s plu´mbleos acontecimientos.

JudĂ­os, moros, cristianos en Ejea

Âżuna coexistencia

pacĂ­fica? Elena Piedrafita

Cuestiones de fe

E

mpecemos por el principio. Era Segia o Sekia una ciudad romana de mediana importancia, ni siquera la que mås dentro de lo que hoy llamamos Cinco Villas. Como tal, y a fines del Imperio y durante la Êpoca visigoda (siglos VI y VII) toda la población era, al menos de nombre, cristiana. Esto quiere decir que estaba bautizada, pero poco mås: no hay que pensar en una formación religiosa y la población sería casi toda analfabeta. Nada sabemos de su vida, seguramente dedicada a la agricultura y la ganadería. En el siglo VIII la monarquía visigoda cae y unos extraùos visitantes se presentan en los valles de los Arbas: un ejÊrcito exótico y de religión musulmana, que quizås no sorprendió a los ejeanos, ya acostumbrados al paso de ejÊrcitos diversos pues uno de los principales entretenimientos de los nobles visigodos era sublevarse contra el rey. En este ejÊrcito, los mandos son årabes – aclaro: de Arabia – y el resto bereberes – del norte de à frica, una población de escasos recursos que se había convertido a la nueva religión islåmica y

luchaba mĂĄs por el botĂ­n que por otra cosa. Como no eran muchos, su capacidad de imponerse a los seis millones de hispanogodos que habitaban la penĂ­nsula les hizo – al principio – ser muy tolerantes con los vencidos, respetarles sus posesiones, religiĂłn, etc. Los hispanos que se convertĂ­an al Islam pasaban a llamarse muladĂ­es, con importantes ventajas fiscales pues al comienzo los gobernantes musulmanes no cobraban impuestos a los hermanos de religiĂłn, sino a los judĂ­os y cristianos (que pasarĂĄn a llamarse mozĂĄrabes). Muchos, los mĂĄs listos o los que tenĂ­an mĂĄs que perder, optarĂĄn por el Islam: asĂ­ lo hizo un noble llamado Casius, que tras convertirse junto con su familia y siervos consiguiĂł una especie de exenciĂłn fiscal permanente. Sus descendientes serĂĄn llamados “Banu Qasiâ€?, o sea, “Hijos de Casioâ€?, y segĂşn sabemos, eran los que hacĂ­an y deshacĂ­an por estas tierras y las de Tudela. Llegaron a ser gobernadores de Zaragoza y todo el Valle del Ebro, enfrentĂĄndose a emires y califas durante los dos siguientes siglos. Esta apasionante familia – que alterna los nombres de FortĂşn, Lope o Muham-

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mad, de origen romano, indígena y árabe – encarna la situación general de los musulmanes hispanos, que no sólo no estaban enfrentados a los cristianos de norteño reino de Pamplona, sino que más bien hubo matrimonios y alianzas con ellos frente a enemigos comunes. Debido a su situación y a otras incidencias históricas, Ejea - Siyya en árabe- se convirtió durante estos siglos en plaza fortificada frente a los cristianos, teniendo seguramente bajo su administración los castillos de Sádaba, Luna y otras torres defensivas. La población ejeana parece que acabó convirtiéndose en bloque al islam, y al cabo de 300 años, cuando llegan los cristianos aragoneses, no parece que queden mozárabes. Tenía una Zuda o palacio del gobernador, una mezquita aljama (en el solar de la actual Santa María) y era, en todo, una ciudad musulmana.

Ejea cristiana La joven y dinámica monarquía aragonesa se planteó bajar de los valles pirenaicos y – aprovechando la crisis política que supuso el fin del Califato – conquistar el Valle del Ebro, que es donde están las tierras más ricas y las ciudades más importantes. Ejea pasó a ser tierra de frontera. Había comenzado la Reconquista. Aclararé a los lectores más jóvenes que esto de la reconquista nos lo explicaron a los profesores mayores en la época en la que gobernaba un señor llamado Franco, dictador él, que justificaba su poder entre otras cosas contando que era el defensor de la fe católica. Y claro, en nuestros libros de historia, los cristianos eran unos caballeros muy idealistas que luchaban por la fe (¡sólo por la fe!), y además estaba claro que eran los antepasados de los actuales españoles. Los musulmanes eran llamados árabes o moros, o sea extranjeros y desde luego, enemigos siempre de los cristianos. Éstos tenían la sagrada misión de recuperar España para la fe y “echar” a los usurpadores moros. Cuando uno mira la historia se da cuenta de que todo esto es una completa falsedad. Ya hemos visto que los musulmanes ejeanos podrían ser tan “españoles” como los cristianos del norte. Y desde luego, unos y otros luchaban por su superioridad política, más que por cuestiones de fe. Hubo cristianos que lucharon a favor de reinos musulmanes – el famoso Cid fue uno de ellos – , y musulmanes y cristianos luchando contra los de su propia religión. La gente entonces no tenía la idea de pertenencia a una nación como la tenemos ahora, y la separación por cuestiones de fe llegará más tarde.

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Pero volviendo a nuestra Ejea, diré que los documentos que nos han quedado nos hablan de una relativa despoblación en los 30 años de guerra y campañas que preceden a la definitiva conquista cristiana (Ejea y Tauste en 1105), ya que cuando ésta se produce los monarcas aragoneses deben atraer a pobladores cristianos dándoles grandes privilegios - libertad, exención fiscal - y tierras en las poblaciones conquistadas. Esto, sin duda, quiere decir dos cosas: la población musulmana debió irse en conjunto a otros lugares, debido al desarrollo de la guerra; además los ejércitos cristianos –buena parte de los cuales eran franceses – no querían quedarse en estas tierras, seguramente en un intento por llegar finalmente a la gran ciudad que entonces era Zaragoza. En otros lugares de Aragón, a la población musulmana vencida se le dio la opción de irse con todos sus bienes o quedarse bajo dominio cristiano: serán llamados mudéjares. Lo que sucedió fue que las clases poderosas, se fueron con sus riquezas a comenzar otra vida en la España aún musulmana; los pobres campesinos que no tenían donde ir se quedaron trabajando las tierras, antes suyas, ahora de un noble cristiano. Me gustaría poder deciros que los ejeanos que llevaban siglos viviendo aquí, pudieron seguir en ellas. Pero lo cierto es que no la única mención de musulmanes ejeanos después de la conquista cristiana es de 1124. Después, nada. Salvo en Tauste no parece que quedaran mudéjares en las Cinco Villas.


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Chema Agustín

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(siglo XII). Los judíos eran naturalmente hebreos, y tenían su propia religión. Muy celosos de su identidad como comunidad, solían casarse entre ellos, tenían costumbres diferentes de los lugares en donde vivían. Respecto a Ejea sabemos que el rey Pedro II les cede en la zona de la Corona un castillo o fortificación para que lo habiten. Los judíos eran hábiles artesanos, reputados médicos, buenos economistas y banqueros; pagan al que es su señor, el rey grandes cantidades en concepto de impuestos. Se calcula judíos y mudéjares aportaban a las arcas reales hasta una quinta parte del total de la recaudación: los cristianos pagaban poco por ser pobres, y los ricos no pagaban por ser nobles.

Una población por ahora “extranjera” (aragonesa, navarra, francesa...) se asienta en la ya cristiana Ejea (Exeya). Sus nombres aparecen continuamente en los documentos. Se llaman Sancho, Eneco (Íñigo), Johan, Pedro... No sabemos de dónde vienen, pero aquí se quedan y así se convierten en los nuevos ejeanos. Se encuentran una ciudad amurallada, amplia, con tierras de labranza y acequias construídas por quienes acaban de irse: los musulmanes. Ellos seguirán dedicándose a las labores tradicionales: cereal (trigo, ordio), ganado ovino, ya famoso en la época anterior. Se sumarán pronto la vid y otros cultivos y actividades económicas. Ejea florece y crece bajo la monarquía aragonesa, llega a ser una ciudad importante, cuyos pobladores poseen título de nobleza (“de los Caballeros”). Pero la cristiana Ejea, que consagra la antigua mezquita como iglesia de Santa María, acoge, como todas las ciudades destacadas, una importante comunidad de judíos.

¿Convivencia, coexistencia, conflicto? ¿De dónde vienen estos judíos? Sabemos de ellos tan poco como de los cristianos que llegaron tras 1105. Los judíos se habían dispersado por todo el Imperio Romano a partir del s. I (los romanos les obligaron a dejar su tierra) y desde luego los había en Hispania y en Zaragoza con seguridad, pero las primeras menciones de judíos “cincovilleses” es muy posterior

Además, por ser los únicos que pueden prestar dinero legalmente – el préstamo a usura o con interés estaba prohibido entre cristianos – la monarquía recurre a ellos de forma incesante, debido a su ambiciosa política exterior por tierras de Valencia, Baleares, Sicilia e incluso Grecia. A cambio los monarcas protegen a los judíos – les llamaban “mis judíos de Ejea”, por ejemplo – y éstos solían vivir en un barrio aparte – también llamado aljama, call o cahal - . En Ejea, éste se situaba en torno a las calles Portaza, Enmedio, La Puebla y una parte de la Corona. La aljama tenía edificios propios: la sinagoga (lugar de oración), una carnicería (pues los judíos sacrifican las reses según un rito religioso), panadería (para elaborar pan ácimo), limosnería y hospital. ¿Cuáles eran las relaciones entre cristianos y judíos? Aclararé primero que la mayoría de las noticias de las que disponemos vienen del ámbito eclesiástico, que poca simpatía podía tenerles, o del judicial, que nos deja constancia sobre todo de los conflictos. Habrá que pensar que en estos casi cuatro siglos hubo de todo, bueno y malo. La opinión de los cristianos respecto de sus vecinos iba de la tolerancia al recelo o la franca enemistad. Respecto al primer caso, sabemos que judíos y cristianos compartían el espacio urbano sin mayores problemas, y que los judíos solían tener tiendas, talleres e incluso casas en el barrio cristiano. Era frecuente que los vecinos charlaran o se invitaran a comer, independientemente de su origen: la gastronomía, una de mis pasiones, viene aquí a servir de documento histórico pues buena parte de nuestos platos son de origen judío o musulmán. Pero la chispa del conflicto podía surgir fácilmente, sobre

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todo en una sociedad violenta como es la medieval: los judíos usureros estaban, lógicamente, mal vistos por sus acreedores, y la mala fama como ejecutores de Cristo era convenientemente recordada por los sacerdotes, sobre todo en Semana Santa. En esta fechas era costumbre apedrear la sinagoga y durante los actos religiosos de los insultos o burlas – por ambas partes – se pasaba a veces a las manos o al cuchillo. Los problemas más graves surgieron debido a la creciente presión que sobre ellos se ejercía para que se convirtieran al cristianismo. Esto generó un clima de tensión que se fue haciendo cada vez más opresivo: los chavales judíos fueron obligados a asistir a “clases de religión cristiana” en varias ocasiones a lo largo del año, y los frailes predicadores – dominicos y franciscanos – tenían derecho a entrar en las aljamas judías y acudir a su templo – la sinagoga – para predicar la fe de Cristo. Lo peor era que a estos frailes les seguían masas de gentes digamos demasiado fervorosas, que pretendían acelerar la conversión a mamporros. Los judíos fueron además obligados a llevar en sus ropas un distintivo para que todo el mundo supiera que no eran cristianos. Este creciente clima de segregación tuvo su momento culminante en 1392, cuando la mayoría de las aljamas judías de toda la península fueron asaltadas por una turbamulta de intransigentes que obligaron a los judíos a bautizarse por la fuerza. Aunque el rey intervino pronto con sus tropas en auxilio de sus judíos, el daño fue irreparable, pues muchos judíos españoles comenzaron a abandonar sus lugares de origen para emigrar a otros reinos, y los que habían sido convertidos por la fuerza seguían con sus prácticas religiosas hebreas, por lo que eran perseguidos como herejes por la Inquisición. De esta forma, llegados al siglo XV, la población judía aragonesa se había ya reducido grandemente, aunque en Ejea aún eran el 16 % de la población (unas 280 personas). Cuando llegan al trono los Reyes Católicos se proponen conseguir por un lado la máxima autoridad para los monarcas y por otro la unidad de sus reinos por medio de la fe. Hay que aclarar que en esta época, la idea de “nación” o estado está aún en mantillas. La gente se siente más ligada a una familia o localidad, y desde luego los diversos estamentos no se sentían en modo alguno integrantes de una comunidad superior como podría ser la “España” que quieren potenciar los Reyes Católicos. Quizás resulte sorprendente para nuestra mentalidad que se eligiera la religión como aglutinante de

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esta nueva experiencia política, pero no podemos olvidar la capacidad de intervención y de propaganda que entonces tenía la Iglesia católica. De esta forma, en 1492 se toma la decisión de integrar por la fuerza a la población hebrea: se les da la opción de convertirse y quedarse con todos sus bienes y negocios, o mantener su fe abandonando los reinos de la Corona de Aragón y Castilla. Como es lógico, muchos judíos prefirieron quedarse aún traicionando su fe. Seguirán manteniéndola en secreto, celebrando sus fiestas y ritos, sus guisos y costumbres, siendo perseguidos por ello por la Santa Inquisición: muchos serán encarcelados, torturados, ejecutados. Mayor drama tuvieron que pasar los que decidieron irse: hubieron de malvender a toda prisa lo que no podían llevarse – tierras, casas, ganado – cosa que aprovecharon los más oportunistas para adquirir a precios ridículos ricas haciendas. Pero otros muchos cristianos mostraron su desagrado y su compasión por estas gentes que llevaban siglos viviendo en nuestra tierra: se dice que salían a los caminos a verlos pasar, camino de los puertos que les llevarían a Tánger, a Fez, a Bizancio, y les despedían con lágrimas en los ojos. Algunos les suplicaban que se bautizaran, para que no tuvieran que irse. Los judíos que abandonaron España se llamaron a sí mismos sefardíes, y allá donde fueron siguieron manteniendo su idioma – el ladino – y sus costumbres y canciones. Muchos guardaron las llaves de la casa que dejaban atrás. Quizá con la esperanza de volver algún día.

Grandes pérdidas Los judíos que marcharon fuera dejaron un país empobrecido, falto de clases medias y de profesiones liberales. La España de los siglos siguientes careció de una burguesía emprendedora que creara riqueza con sus negocios. Para terminar de empeorar la situación, a comienzos del siglo XVII se tomó la decisión de expulsar a los descendientes de los mudéjares, los moriscos, pues se temía que pudieran aliarse con los turcos, sus hermanos de religión y enemigos de la corona española. Los moriscos, por ser pobres y estar muy aislados, se fueron con menos revuelo que los judíos. A pesar de ello, muchos nobles se opusieron con firmeza a la medida, pues les dejaba sin campesinos que labraran sus tierras. En Aragón la decisión causó estragos: se calcula que salieron unas 60.000 personas, siendo Valencia el reino más afecta-


do (117.000). Muchos pueblos de la ribera del Ebro quedaron totalmente despoblados, y hubo que traer repobladores alemanes, franceses, belgas...

Epílogo He terminado de escribir esto después de que el terrorismo islámico haya golpeado con fuerza nuestro país. Cuando lo comencé me hubiera gustado narrar la historia de otra forma. Habría querido contar que nuestra tierra, abierta por su geografía a Francia, a Castilla y al mar, fue siempre lugar de acogida para quien aquí vino. Que los numerosos pueblos que terminaron por asentarse en ella, supieron convivir siempre en paz. Pero como habrá visto el lector, la historia no se escribió exactamente así. Antes he citado la forma en la que se manipuló la historia en época franquista. Después, con la transición democrática, se ha querido resaltar la convivencia entre las tres culturas y religiones: tampoco esta versión es, por simplista, totalmente cierta. ¿Dónde ponemos pues el término, si no medio, sí más exacto? ¿Cómo fue realmente nuestra coexistencia? Siempre que pienso en estas cuestiones, y dado que soy historiadora y me siento aragonesa, me gus-

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ta pensar que soy descendiente a partes proporcionales de íberos, celtas, romanos, visigodos, árabes y bereberes, judíos y franceses, castellanos o catalanes – por poner los más probables –. Y realmente, cuando veo lo mucho que nos aportaron cada uno de estos pueblos, pienso que somos sus hijos, si no genética, sí culturalmente. Porque yo no creo que la genética o el lugar de nacimiento determinen nuestra vida: creo que somos libres. Vivimos para bien y para mal en un mundo globalizado. Comemos yogur griego, salmón noruego, maíz americano, arroz tres delicias, nos vestimos con zapatillas made in Taiwan, bailamos hiphop, música celta, nos hacemos rastas, leemos mangas... ¿Seremos capaces de aceptar e integrar otras culturas? ¿Podremos cambiar la nuestra, tal y como ha cambiando tantas veces a lo largo de los siglos? Sinceramente, queramos o no, creo que esto terminará sucediendo, y el futuro que vivamos nosotros y los que nos sucedan dependerá a partes iguales de nuestra inteligencia y nuestra capacidad de sentir y compartir con todos los que nos rodeen. Quizá podamos aprender del pasado, imitando lo que de bueno hubo – que fue mucho – y escarmentando en cabeza ajena con sus injusticias y disparates.

ENSE ANZA SECUNDARIA OBLIGATORIA

REYES CAT LICOS

I.E.S. REYES CATOLICOS

BACHILLERATO DE CIENCIAS DE LA NATURALEZA E INGENIERIA BACHILLERATO HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES CICLO FORMATIVO DE GRADO MEDIO DE T CNICO EN ATENCI N SOCIOSANITARIA

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José Camón Aznar, un legado histórico Demetrio Susín Barra

S

iempre he admirado a aquellas personas capaces de dar lo mejor de sí mismas, luchadoras y trabajadoras, y que invitan a los demás a dar lo mejor de lo que llevamos dentro. Entre ellos me gustaría destacar a un ilustre zaragozano, que amó profundamente a su tierra, Aragón, a la que hizo un importantísimo legado y de incalculable valor, Don José Camón Aznar. El y su esposa Mª Luisa Alvarez donaron su magnífica colección de arte, que ya fue bautizada por el señero arquitecto aragonés Fernando García Mercadal “como algo excepcional que impresionará a la ciudad y a toda España”. Don José era un enamorado del arte, que coleccionaba “porque no podía vivir si no estaba rodeado de arte y de belleza”. Tenía su casa empapelada de cuadros. Comenzó a coleccionar obras a la temprana edad de 17 años y hasta los 81, cuando murió, fue toda una vida dedicada al arte y a coleccionar obras de arte.

Contaba su viuda, Doña Mª Luisa que la idea de la donación surge por la gran cantidad de cuadros, llegando un momento en que tal cantidad no caben en una casa, en ese instante piensa ¿qué hago con ellos?. Como los quería demasiado no podía negociar con las obras. Por último se le ocurrió la donación para que todo el mundo pudiera disfrutar de los mismos. Cuando la colección era más pequeña, imaginaba que podía ocupar una sala del Museo de Bellas Artes de Zaragoza, pero al ir aumentando de volumen pensó en un marco más amplio de carácter autónomo. Debido a los gastos de mantenimiento que exigía el proyecto, los cuales no podían ser atendidos adecuadamente por el presupuesto municipal, se llegó a la conclusión de que sólo una entidad bancaria o crediticia podría hacerlo posible. Alguien habló a Miguel Allué Escudero, Secretario General de la Confederación de Cajas de Ahorro, quien se ofreció a Camón para poner en marcha

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su iniciativa. Allué, de acuerdo con Joaquín Sánchez Dronda, presidente de dicha confederación y Director General de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, inicia los primeros trámites. Se comprometen al arreglo del Palacio de los Pardo, que compra a los Moliner, sus anteriores propietarios para sede del museo; a su mantenimiento y conservación, y a la creación del Instituto de Humanidades, todo ello de acuerdo con el reglamento redactado por Camón, que aún llegaría a supervisar el proceso de restauración del edificio y el trazado del centro.

El Palacio de los Pardo Una auténtica joya, sobre todo su patio (citado en las historias de la arquitectura) con unas columnas cuyos capiteles responden a ese estilo aragonés renacentista con influjo italiano. Destaca también en él su sobria fachada en ladrillo. El edificio, ubicado en la Calle Espoz y Mina 23 de Zaragoza, se atribuye a Gil Morlanes y Tudelilla y fue construido entre 1550 y 1590 . En etapas posteriores pasó a propiedad de los condes de Bobadilla y de la familia de los Pardo. Con el transcurso del tiempo y según las necesidades de sus propietarios se fue transformando y utilizando para usos varios hasta que en 1976 lo adquiere la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja. Del edificio antiguo queda el patio, el salón y las caballerías, el resto es de nueva planta, restaurado por el arquitecto Regino Borobio. La restauración y adaptación del Palacio duró 3 años, más tiempo del esperado, ya que surgieron problemas técnicos, debido a que el edificio era muy antiguo. Consta de 3 plantas, 23 salas, biblioteca, despachos oficinas, sala de lectura, y sala de conferencias que se ubica en una acogedora cripta-bodega de gran belleza y que a pesar del necesario acondicionamien-


to mantiene un sabor peculiar. En una salita especial se encuentra su despacho tal y como lo dejó Don José, con sus cuadros y las paredes llenas de distinciones y diplomas. La instalación se hizo exactamente con los planos y disposiciones suyas, ya que moría en Madrid el 14 de mayo de 1979.

José Camón Aznar Sorprende su biografía por la gran cantidad de trabajos, méritos, distinciones... propias de un trabajador infatigable, como demuestra el gran número de actividades a las que se dedicó. Fue catedrático, crítico de arte, poeta, dramaturgo entre otras cosas. Su prolífica vida merece un libro aparte y tan solo reseñaremos algunas de las más importantes. Nace en Zaragoza en 1898, ciudad de la que es hijo Predilecto y Meritísimo. Catedrático de Teoría de la Literatura y de las Artes en 1927 en la Universidad de Salamanca. De Historia del Arte en 1939 en la de Zaragoza, y a partir de 1942, de Historia del Arte Medieval en la Universidad de Madrid. Académico de número de las Reales de la Historia, Bellas Artes de San Fernando y Ciencias Morales y Políticas; de honor de la Real de San Luis de Zaragoza y correspondiente de la de Bellas Artes de Lisboa, San Carlos de Valencia, San Jorge de Barcelona, así como de numerosas de Hispanoamérica y Portugal. Fundador y director de la “Revista de Ideas Estéticas” del C.S.I.C. y de la revista “Goya”. Consejero del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, miembro del Patronato del Museo del Prado, del Arqueológico Nacional, del Arte Contemporáneo de Madrid y del Alcázar de Segovia. Presidente de la Asociación Nacional de Críticos de Arte, Premio Nacional de Literatura en varias ocasiones. Estaba en posesión de numerosas condecoraciones españolas y extranjeras. Su ingente obra abarca más de 80 libros, doscientas cincuenta separatas, así como un innumerable material en artículos periodísticos, presentaciones de catálogos de exposiciones de arte, prólogos a obras de Literatura, Filosofía, Arte, etc. Tiene publicadas 13 piezas teatrales. Goya fue casi una obsesión, hasta realizó una película sobre el tema.

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El día de la inauguración del Museo, el 30 de noviembre de 1979 el académico y poeta Gerardo Diego se refería a él con estas palabras “Nuestro héroe, discreto, oráculo, prudente, agudo e ingenioso amigo”.

Un legado histórico Gerardo Diego, tras lamentar la pérdida de Don José dijo: “Este Museo e Instituto que ahora se inaugura no se parece a ningún otro. No es hereditario, no es coleccionista ni exhibitorio, es un legado personal, un legado sin par que un grande de España ofrece a una ciudad, a un pueblo, a una patria chica y grande, la una dentro de la otra. Obras de arte –pinturas, bocetos, dibujos, de clásicos insignes y de contemporáneos agavillados y acariciados a lo largo de una vida siempre pensando en que se amistasen mutuamente y, vueltos a una inmensa familia, sobreviviesen a su descubridor para educar a las futuras generaciones aragonesas, españolas, universales–. Presidiendo el conjunto, la totalidad grabada de Goya. Y con el Museo –y arquitectura bellísima, escultura y las otras artes– la vida continuada del Instituto Camón Aznar, ediciones de arte, Literatura y Cultura, con toda la rica biblioteca de muchos miles de volúmenes que fueron delicia de adquisición y lectura del fundador. Y las futuras exposiciones, conferencias, cursos, becas, conciertos musicales– no olvidemos la vocación del gran deleitante y conocedor de la música que era nuestro llorado amigo...” A la inauguración asistieron primeras personalidades, gentes del arte y la cultura, así como autores de algunas de las obras que se encuentran en el Museo. Lo dirige su hija Pilar, pero está regido por un Patronato que lo componen fundamentalmente técnicos. Gentes de la cultura, de las artes... Consta de 3 plantas, con un total de 23 salas poligonales, según proyecto de Camón, que previó, inclusive, el lugar y colocación de los cuadros. La primera planta estaba ocupada por 7 salas con pintura de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII fundamentalmente que corresponden al Renacimiento y Barroco, con una temática casi exclusivamente religiosa. Había dos salas especiales dedicadas al Greco, con 7 obras, entre ellas una Anunciación y una Magdalena de gran valor, y a Zurbarán.

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Rubens, Rembrant, Velázquez, Ribalta, Valdés Leal, Morales (El Divino), Orrente, Quellyn, Recco, Van Dyck, estaban allí representados. En la entreplanta, en la galería principal, sobresalían obras de García Condoy, Pablo Serrano y Viola. Desde esta galería se accedía a la sala de acuarelas con 20 obras, entre ellas algunas de acuarelistas consagrados como Ricardo Villodas, segunda mitad del s.XIX y Ceferino Olivé del s. XX. Otra 7 salas formaban la segunda planta, con pintura de los siglos XVIII y XIX. Lugar especial merecen Goya, Bayeu y Lucas, entre obras de genios de la pintura como son, Daumier, Manet, Pissarro, Corot, Sorolla, Rosales, Muñoz Degrain, Fortuny, Pla, Pinazo, Carlos de Haes y el aragonés Pradilla entre otros. El s. XX estaba representado en las 7 salas de la tercera planta. De Zubiaurre a Echevarría, pasando por Palencia y Ortega Muñoz, hasta Barjola y Viola. A estas 21 salas de pintura hay que añadir otras dos, una dedicada al dibujo y una especialmente significativa en la que estaba expuesta toda la bra gráfica de Goya, con series de primera tirada. Y hablo en pasado porque así lo dispuso y así se hizo, pero también puedo hablar en presente porque hasta la fecha se ha mantenido la distribución con la ausencia temporal de alguna obra prestada para otras exposiciones. Se calculó en su momento en más de mil millones de pesetas el valor de su donación. Ahora ese valor es inmensamente sobrepasado. Esta es la colección de un profesor de Historia del Arte, adquirida poco a poco, desde su juventud en una época en que se podía comprar, cuando en el comercio había obras de arte a precios asequibles. Todos los cuadros han sido adquiridos en comercio o son procedencia de donaciones a Don José.

Instituto de Humanidades En la actualidad el Museo recibe en torno a unos 300.000 visitantes al año. Pero como dijo Doña Mª Luisa, “además de museo se pretende que sea un centro vivo de cultura”. Una de las primeras exposiciones temporales

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que albergó durante su primer año de vida fue “Picasso y el Cubismo” a consecuencia del libro del mismo nombre por el que Camón obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Actualmente el Museo alberga una importante labor cultural a través de su Instituto de Humanidades: exposiciones, conferencias, conciertos, cursos monográficos, seminarios de investigación para posgraduados, talleres de grabado, organización de visitas guiadas, publicaciones diversas, convocatorias de premios a la investigación y a la crítica del arte, son algunas de las actividades que se realizan. Las actividades que son factibles de ello son publicadas en periódico mediante anuncio y se recogen en la agenda del día. Entre las publicaciones encontramos aquellas relativas a las exposiciones temporales que realiza el Museo. A título personal comentaré que, por ejemplo, el libro dedicado a Jaime Morera y Galicia es una auténtica delicia por el módico precio de 6 euros. Cuenta también con una espléndida biblioteca, la que fue de don José, ampliada con un considerable número de publicaciones a través de intercambios entre las propias y las de otras instituciones. Podemos hacer uso de ella haciéndonos socios con el único requisito de entregar dos fotografías. En definitiva, un sinfín de actividades, un rincón de Zaragoza que merece la pena ser visitado y una historia que merece ser conocida por la generosidad de un hombre con su tierra. Por tu lucha, por tu esfuerzo, por tu legado, por convertirte en referente, gracias.

Un lugar de reflexión.


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Un proyecto mitopoético:

Eurorrutas

Aragón- Occitania Luis Miguel Bajén

Tenemos, ahora más que nunca, que luchar para borrar la reinante vulgaridad cotidiana, para afrontar con claridad y calidad una educación que enriquezca a los hombres a través de la cultura y del arte. Hay que potenciar urgentemente las características de cada lugar del planeta, si no, tendremos en el futuro próximo una cultura estándar aburrida y sin posible fantasía de creatividad. Vivimos tan corto espacio de tiempo sobre este planeta, que cada uno de nuestros pasos debe estar encaminado a construir más y más el espacio soñado de la utopía. Construyámoslo conjuntamente: es la única manera de hacerlo posible. Todo se puede corregir. Depende del entusiasmo, de tener una verdad entre las manos y una valiente y honrada decisión. El único inconveniente, y eso ya lo sabe todo el mundo, es cuestión de compra y venta. César Manrique

Bufacalibos

L

a semilla de las rutas es antigua, pero comenzó a germinar durante el año 2002 en el transcurso de la preparación del disco y el espectáculo Pirineos, una recreación sentimental de los lazos culturales que unen a las gentes de Aragón y de Occitania (sur de Francia), apoyada por la editorial Prames1.

A partir de la música popular de ambas vertientes del Pirineo, un conjunto formado por varios músicos de Biella Nuei y de diversas formaciones occitanas (Joan-Francés Tisnér, Crestian Josuér, Christian Lanau, Equidad Barés) repasábamos las pequeñas y grandes historias que han compartido ambos pueblos y hacíamos renacer así una amistad que latía escondida desde hacía siglos. Desde ese primer encuentro, esta singular cuadrilla de bufacalibos (soplarescoldos) hemos despertado un auténtico interés por la cultura vecina en Aragón y, especialmente, en Francia, donde programas radiofónicos y revistas especializadas han elogiado la iniciativa. El disco ha agotado ya su primera edición (próximamente se va a reeditar) y el concierto conjunto de músicos occitanos y aragoneses se ha presentado en Pau, Carcasona, Conques sur Orbiel, Jaca, Huesca, Zaragoza y próximamente lo hará en Toulouse, Olorón, Pavía, Asparne, Accous…

Los cien mosqueteros A lo largo de estos meses hemos comprobado que la curiosidad que provoca esta reunión musical va pareja al desconocimiento supino de la mayoría de

los aragoneses y occitanos sobre la identidad del vecino: ¿Occitania? ¿Qué es eso? nos preguntan en nuestra tierra; y los gestos de sorpresa se suceden si hablamos de la batalla de Muret, los cátaros o la lengua d’Oc. Y hay quien en el sur de Francia alucina con que Aragón todavía exista ¿pero no era un reino de la Edad Media? o nos preguntan si tenemos algo que ver con los catalanes, mucho más presentes… La desazón que nos provoca ver tanto olvido entre países hermanos ha sido la chispa que ha hecho nacer la idea de las rutas y de una asociación que las apadrine: unos itinerarios que ayuden a comprender a nuestros compañeros de frontera y a nosotros mismos. Desde un principio, varios colectivos y amigos han apoyado el proyecto. Álvaro Bajén, quien lleva años promoviendo el autoempleo autónomo de carácter social y la creación de diversas cooperativas relacionadas con el turismo y la cultura aragonesa (Cornamusa, Biella Nuei, Sargantana, Iniciativas…), ha visto en estas rutas la posibilidad de favorecer una economía social, asentada en la cultura, la solidaridad y el intercambio. En estos momentos preside la UPTA, Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Aragón, y ha entablado relación

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con agrupaciones de autónomos y artesanos del sur de Francia, especialmente de Pau y Tarbes. Por fin, con el patrocinio de Biella Nuei y el colectivo Menestrérs Gascons, de Pau, además del apoyo del Instituto de Estudios Occitanos, nace en el 2003 AMISTANZA/AMISTANÇA, Asociación Cultural de Amistad Occitano-Aragonesa, con doble sede, en Pau y Huesca, y conformada por personas y colectivos aquitanos y aragoneses2. A partir de su creación, comenzamos a elaborar las primeras ideas sobre las rutas y a presentarlas en Francia. Gracias al apoyo de Luciano Pérez, del Instituto de Formación y Empleo Social (IFES), la iniciativa sumó nuevos colaboradores entusiastas en la región del Languedoc. Se trataba de ARAMIP, Asociación Aragón-Midi Pyrénées, que recientemente había ayudado a nacer a una organización hermana con sede en Zaragoza, presidida por Luis Aísa. Un primer proyecto para desarrollar los objetivos y trazar los itinerarios provisionales en uno y otro lado fue preparado por AMISTANÇA de Pau, AMISTANZA de Huesca y ARAMIP de Toulouse y contó con una pequeña ayuda económica del Gobierno de Aragón, el Departamento de Aquitania y el Departamento de los Pirineos Atlánticos. Durante esta primera fase no hemos querido olvidar a las gentes de las comarcas aragonesas, pues ellos deben decidir el interés y la forma de esas posibles rutas. Hemos realizado una serie de reuniones con agentes de desarrollo local para explicarles la iniciativa y conseguir su colaboración. Hasta ahora las instituciones que se han sumado al proyecto, además de las ya nombradas, son:

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ADRAE (Asociación para el Desarrollo de la Ribera Alta del Ebro), ADESHO (Asociación para el Desarrollo de la Hoya de Huesca), CEDER SOMONTANO (Asociación para el Desarrollo del Somontano de Barbastro), Ibercaja de Gallur, Ayuntamiento de Ansó… y cada vez son más. En definitiva, hemos echado a rodar el carro y ya no hay manera de pararlo…

Un “turismo” diferente La propuesta se articula en siete rutas o itinerarios que recogen siete grandes ejes temáticos en los que aglutinamos y orientamos los objetivos del proyecto. Estos itinerarios culturales aúnan el interés natural, histórico y humano, aunque desde un punto de vista diferente al habitual. Los diversos contenidos culturales (la cultura popular, la música, la lengua, la Historia, el medio natural, el arte…) se inscriben transversalmente en estas siete rutas culturales que invitan a recorrer el territorio de Occitania y Aragón. ¿Por qué diferentes? Porque sus fines se alejan del tradicional turismo comercial. Veámoslos: - Relacionar la defensa del medio natural con la de los hombres que lo habitan. Favorecer un desarrollo sostenible, basado en el conocimiento del medio natural y de la adaptación humana a éste, desarrollando y actualizando la cultura popular del territorio. - Demostrar que la cultura popular puede ser base del desarrollo económico: no sólo por su capacidad de generar autoestima y arraigo, sino también porque proporciona conocimientos útiles

para la creación de negocios rentables y por consiguiente puestos de trabajo y estabilización de la población. - Generar una economía ética, que no sólo contemple el beneficio económico sino el desarrollo intelectual y moral de los habitantes. - Potenciar un turismo “humanista”, más allá del “monumental” y del “naturalista”, interesado en el hombre y su relación dinámica y diacrónica con el medio físico. - Estudiar y divulgar la tradición convivencial de Aragón, como zona de frontera y continuo trasiego de personas, objetos e ideas entre Occitania y el propio Aragón, Francia y España, Al Andalus y la Europa cristiana. - Generar proyectos globales, supranacionales y supracomarcales, que den lugar al intercambio de ideas, negocios, gentes, empresarios y trabajadores, más allá de fronteras antiguas (las de los Estados) y modernas (las de las comarcas y regiones), dándole sentido para el conjunto del territorio. - Potenciar y poner en práctica las ideas y proyectos de los más emprendedores mediante actuaciones que sirvan para estrechar los lazos socioeconómicos, tomando como colectivos de especial interés a los jóvenes y mujeres de la totalidad del territorio. - Profundizar y poner en valor la antigua mitología pirenaica, de raigambre europea, actualizada en diversos procesos culturales de relevancia histórica: el ciclo legendario carolingio, el ciclo artúrico, la lírica trovadoresca, la épica de la Reconquista cristiana…


A quiénes se dirige: - A la población occitana y aragonesa, tan desconocedora de su historia y su patrimonio. - A los viajeros sensibles que quieran conocer la urdimbre cultural de la región occitano-aragonesa, símbolo vivo de la riqueza que proporciona el intercambio fronterizo.

Objetivos integradores Creemos que las motivaciones que nos animan a emprender tamaña “gesta”, aunque ambiciosas, deben latir en toda acción cultural y socioeconómica que pretenda su supervivencia en el futuro. 1. Evitar la despoblación de Aragón y Occitania La despoblación rural en la actualidad está provocada no sólo

por razones económicas, sino por la alienación cultural. Desde la escuela y los medios de comunicación se forma en el desarraigo a los habitantes del medio rural, inculcándoles valores urbanos que son el germen del deseo de huir. Sólo desde la acción cultural podremos evitar la degradación cultural. El desconocimiento del propio medio, y de la cultura que se ha desarrollado en él, provoca la falta de sentido crítico y facilita la penetración de modelos de consumo internacionales, con más intereses comerciales que humanos3.

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conflicto, los especuladores del agua y del hormigón (también los hay en la montaña) y sobre las auténticas víctimas del desarrollismo capitalista, que están tanto en la montaña como en el llano: piénsese si no en la terrible despoblación de tantos pueblos de las estepas aragonesas, o en los pantanos de Caspe, Mequinenza o Santolea, que también anegaron poblaciones y expulsaron gentes. Al contrario, las relaciones norte-sur en nuestro territorio han sido constantes y han forjado la identidad aragonesa y su esencial carácter integrador que ha logrado, en algunas etapas históricas, la convivencia multiétnica, plurilingüe y multirreligiosa (pastores y labradores; celtas, íberos, vascones y romanos; cristianos, judíos y moriscos…) . Las rutas permitirán demostrar esta cultura sincrética del norte y el sur, con sus matices y sus diferencias locales, y permitirá vertebrar el territorio ante el amenazante avance de la globalización económica. ¿Y Zaragoza? Evidentemente, es imprescindible que la ciudad se sume a las rutas, pues ha sido capital histórica y es innegable su potencial socioeconómico. Su crecimiento se ha basado, sobre todo, en la llegada de muchos aragoneses, y los mismos zaragozanos exigen que ayude a fortalecer al resto de la comunidad. Zaragoza por Aragón, no contra Aragón.

2. Vertebrar Aragón y Occitania Últimamente, en el transcurso del debate hidráulico que vive la sociedad aragonesa, anda en boca de algunos la oposición entre el llano y la montaña. Falso argumento que desvía la atención sobre los verdaderos responsables del

3. Romper las fronteras y prejuicios culturales Este eje norte-sur tiene su prolongación natural en Occitania, tierra amiga con la que compartimos Historia e intrahistoria. Los aragoneses somos fronterizos

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por razones geográficas, históricas, culturales e, incluso, genéticas, pues una buena parte de nuestros antepasados eran de origen occitano. A lo largo de la Historia la presencia de occitanos en Aragón ha sido constante: ayudaron en la Reconquista cristiana y repoblaron los territorios ganados a los musulmanes; se asentaron en el camino de Santiago aragonés como artesanos o comerciantes; animaron nuevas repoblaciones huyendo de pestes y guerras o atraídos por la ominosa expulsión de los moriscos… Como señalaba en el disco Pirineos ya citado, la cercanía a Europa y a las nuevas ideas, la familiaridad transpirenaica, la convivencia histórica entre pueblos de origen distinto, ha ayudado a forjar el sentimiento de tolerancia de los aragoneses, la libertad de pensamiento y obra de tantos de sus artistas e intelectuales, que disuena tanto con el casticismo hispano. Aragón ha sido siempre “afrancesado”. Y es curioso que todos los que intentan definir la identidad aragonesa coincidan en olvidarse de este hecho tan importante. Quizá porque hasta hace poco era muy difícil hablar de una relación que parece contradecir el mito de la unidad e identidad de España, forjado muy a menudo por oposición a lo francés.

4. Monumentos, naturaleza… y cultura popular Además del turismo monumental del pasado y del interés por la Naturaleza, creemos que hay que potenciar un turismo más humano, que centre la atención en la cultura popular, la propia de los habitantes del territorio que recorremos. La cultura popular es uno

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de los colores en la paleta de la biodiversidad del planeta. Como representación de la adaptación humana a un medio natural con sus características propias, y por tanto únicas, es un patrimonio de la Humanidad. Su estudio crítico, defensa y adaptación al presente debe ser obligación moral de los aragoneses en general y de los responsables políticos en particular.

5. Defender la cultura como motor económico y social Millones de humanos gastan dinero y tiempo en contemplar a veintidós mozos en calzoncillos corriendo detrás de un trozo de cuero. Y ¿qué cantidad de ilusión y dinero se mueve en torno a unas imágenes fantasmagóricas proyectadas en una pantalla o en la misteriosa vibración del aire que respiramos que llamamos música? En fin, al hombre le gusta soñar y jugar. ¿Por qué no hacerlo con Roldán, las brujas del Turbón, Gastón de Bearn, el santo

grial, Pedro II, Ibn Arabí, bandoleros, pastores, cabalistas y trangas cornudas?

Siete eurorrutas Después de un período de reflexión y documentación, tras varias reuniones en Occitania y Aragón, hemos ideado siete rutas transfronterizas con carácter provisional. Por supuesto, todas ellas se abren ahora a un debate público, en el que esperamos contar con la participación de expertos en cada materia, agentes socioeconómicos de diversos ámbitos, empresas y asociaciones dedicadas al turismo, la cultura, la naturaleza y, en fin, todo aquel que quiera participar. ¿Por qué siete?, preguntará más de un suspicaz. Alguno pensará que se trata de un número mágico que sirve de buen augurio, pues representa las siete direcciones del espacio, incluido el centro, la conexión del cuadrado y


el triángulo, la tierra y el cielo, y es la gama esencial de los sonidos, los colores y las esferas propietarias… Sólo puedo decir que desde las primeras reuniones fue este número el que nos eligió a nosotros: siete asistentes, siete patrocinadores, siete rutas…¿señales propiciatorias? ¿Por qué estas rutas? Por un lado hemos intentado evitar plantear itinerarios transfronterizos sobre los que diversos colectivos e instituciones trabajan desde hace años, especialmente en el caso del Camino de Santiago, aunque cooperaremos en su desarrollo en la medida de nuestras fuerzas. Por otro, sabemos que son muchas las iniciativas locales, comarcales y provinciales que promocionan algunos itinerarios transfronterizos, pero nunca con la amplitud de miras de esta propuesta: intentaremos que todos esos esfuerzos se integren en la oferta de una serie de rutas unificadas con un tema que las abarque. ¿Cuáles son esos temas? A ello vamos.

Eurorruta 1. Roldán de las piedras mágicas La elección del personaje de Roldán es especialmente interesante, pues se trata de un mito transfronterizo que ha generado múltiples referencias culturales a uno y otro lado. Recordemos que Roldán es un personaje histórico cuya peripecia más famosa transcurre en Aragón y en las montañas pirenaicas. Dio lugar al poema épico más importante de la Edad Media europea (La chanson de Roland), a unos de los primeros cantares de gesta en occitano, posiblemente

compuesto por un aragonés (Rollán a Saragossa), y al ciclo carolingio, que transfiere su poder evocador a diversas disciplinas artísticas: teatro, ópera, literatura popular, música, títeres, pintura, escultura…

Pero además se trata de un héroe legendario que está presente en muchos lugares naturales del pirineo occitano y aragonés que por su singularidad tienen un carácter mágico o sagrado. A través del personaje se actualizan creencias precristianas de tradición animista: el mito fantasmagórico de Roldán es, en este sentido, una transfiguración simbólica que permite la pervivencia poética de antiguos mitos, en los que la admiración por los prodigios de la Naturaleza está siempre presente.

El itinerario que proponemos recorrería a lo largo de uno y otro lado del Pirineo parajes relacionados con el Roldán histórico, literario y legendario. Relacionados con esta ruta, pretendemos incluir otros lugares “mágicos” precristianos a uno y otro lado, relacionados con piedras, cuevas, monumentos megalíticos, bosques y cursos de agua de carácter legendario, y protagonizados por náyades, moras, brujas, donas d’aigua y otros entes relacionados con el culto a la Naturaleza. Eurorruta 2. El santo grial y la herencia cátara Peligroso, pero interesante tema. El santo grial es una leyenda europea fuente de innumerables producciones artísticas y eso-

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téricas, que tiene en Aragón una de sus espacios míticos más importantes. Por otro lado, el grial es un símbolo de la pureza cristiana, representada en el movimiento cátaro (sang reial) que tanta importancia tuvo en Occitania, y un símbolo de la sabiduría y el poder conseguidos a través del viaje de iniciación. Con este sentido del viaje como aprendizaje y desarrollo individual se puede identificar el viajero que recorra la ruta. Además de incluir el camino recorrido por el santo grial en Aragón, el cáliz santo y el movimiento cátaro se utilizan aquí como guía o leit-motiv de unos contenidos más amplios: la importancia histórica y cultural del mundo esotérico y espiritual en el territorio que nos ocupa, en el que confluyen diversas tradiciones mistéricas: la kábala judía, el misticismo sufí, y las creencias cátaras, prolongadas a través de algunas órdenes de caballería, como la de los templarios. Otra intención late en esta eurorruta: el itinerario propondría al viajero la continuación de la ruta cátara del Lengadoc, con millones de visitantes cada año, hasta Aquitania y Aragón, recalcando el papel relevante de estos territorios en la Edad Media europea: participación y muerte del rey de Aragón en la guerra cátara, emigración masiva de franco-occitanos a Aragón y el intercambio cultural que ello supuso. La presencia en Aragón de cátaros fugitivos de la persecución de la Iglesia alentada por el mesiánico Santo Domingo de Guzmán está documentada, aunque faltan estudios sobre el tema.

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Huyendo de sus últimos bastiones del Lengadoc se refugiaron en fortalezas y granjas propiedad de los templarios, con quienes existían buenas relaciones y ligámenes secretos, gozando asimismo de la protección encubierta de la propia monarquia. El rey Pedro II de Aragón, pese a aparentar una férrea fidelidad a la Iglesia Romana, murió combatiendo contra los “cruzados” de Monfort al lado de los albigeneses.

Eurorruta 3. Territorio-frontera: Al Andalus y el mundo cristiano El Alto Aragón es en la Edad Media territorio frontera entre Al Andalus y el mundo cristiano. La relación de las dos culturas da lugar a un esplendoroso desarrollo cultural a uno y otro lado: primero la filosofía, la ciencia, la poesía y el arte de Al Andalus aragonés; más adelante, el románico, la lírica trovadoresca y la épica de la reconquista en el mundo cristiano. Ni la poesía andalusí aragonesa puede entenderse sin el conocimiento de la tradición latina y europea, ni la lírica trovadoresca sin la influencia de la poesía sufí conocida tras la toma de Barbastro. En Aragón todo ello está simbolizado en la línea de castillos y fortalezas medievales más imponente de la primera Edad Media europea y en los monumentos mudéjares más importantes del mundo: a un lado el románico cristiano, al otro el mudéjar aragonés. No hay que olvidar tampoco que la convivencia de ambas culturas dio lugar a un espacio de tole-

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rancia que permitió la existencia de importantes asentamientos judíos. La ruta traza un itinerario a lo largo de uno y otro lado del Pirineo para recorrer lugares relacionados con el territorio-frontera: la línea de castillos de frontera, puntos románicos, judíos, musulmanes y mudéjares, la lírica trovadoresca, la poesía andalusí, la “reconquista” cristiana… A lo largo del recorrido desfilan personajes históricos representativos de este concepto fronterizo y este esplendor cultural: por un lado, Gastón de Bearn, Céntulo de Bigorra y grandes trovadores, algunos de ellos aragoneses (varios reyes de Aragón “trovaron” en occitano); por el otro el Cid, Ibn Arabí y otros filósofos y poetas andalusíes…

Eurorruta 4. Tradición de convivencia: pazerías, pactos y hermanamientos Las pazerías son acuerdos de paz entre valles pirenaicos de uno y otro lado de la frontera, celebrados y ritualizados año tras año. Generalmente, solemnizan pactos sobre pastos, en que los límites fronterizos son sobrepasados, y tienen un carácter festivo muy importante. En la actualidad, son muchas las localidades aragonesas y occitanas hermanadas entre sí y son frecuentes las visitas de unos y otros. Como símbolo de convivencia entre los pueblos occitano y aragonés, este itinerario recorre las diversas fiestas de pazerías que se celebran en la cordillera, fortaleciendo su contenido festivo y representativo. De igual manera

se intervendrá en las fiestas y reuniones con los pueblos vecinos del otro lado de la frontera. Se incluyen en la ruta diversos festivales occitanos y aragoneses en los que la cultura autóctona está reflejada. Estos festivales podrían servir de escaparate donde mostrar la cultura del pueblo vecino, al menos en un día dedicado a ello.

Eurorruta 5. Pastores, contrabandistas, bandoleros y rebeldes Contrabandistas y pastores han sido oficios tradicionales de las gentes de la montaña, habituados a ignorar las fronteras políticas y cruzar de un lado a otro de éstas. El estudio de sus rutas permite comprobar la permeabilidad de la frontera humana y la importancia cultural de los intercambios. Los movimientos políticos y sociales del siglo XIX y la mala distribución de la propiedad provocaron que algunos pobres buscaran medios de subsistencia al margen de la ley. Algunos sólo encuentran una salida echándose al monte. El tránsito por los caminos se torna peligroso. Son los bandoleros románticos aragoneses, admirados y temidos por el pueblo, y cuyas aventuras permanecen en la tradición oral. Por su carácter fronterizo, el Pirineo y sus comunidades humanas han sido también refugio tradicional de rebeldes y represaliados a lo largo de la Historia: afrancesados y republicanos españoles huyeron a Francia, cátaros y otras gentes occitanas lo hicieron a España.


Esta eurorruta recorrerá las cabañeras y bordas de los pastores aragoneses y occitanos, los refugios y escondites de contrabandistas y bandoleros y los espacios legendarios relacionados con rebeldes y maquis. Eurorruta 6. El vino y la artesanía agroalimentaria El vino es símbolo de la cultura mediterránea que comparten Occitania y Aragón. En torno a él se combinan la tradición cultural (bodegas, viñas, cantos, literatura oral) y la actividad socioeconómica, importante fuente de riqueza en la actualidad. A través del vino, intentaremos desarrollar en esta ruta el turismo gastronómico, relacionado con la agricultura ecológica, los productos locales y los restauradores más sensibles al desarrollo de las recetas tradicionales. La ruta acoge además todos aquellos productos agrícolas y ganaderos de carácter autóctono y su elaboración tradicional. Razas, denominaciones de origen y variedades locales, productores ecológicos y tradicionales, cocina regional, restaurantes especializados, etc.

Eurorruta 7. El carnaval

tenciar una parte de la cultura popular del territorio que destaca en Europa. Para su desarrollo, se deberían estudiar y divulgar los diversos carnavales conservados y recuperar algunos de los desaparecidos. Durante el presente año ya ha entrado en funcionamiento parte de esta ruta, el Carnaval itinerante Bearn-Aragón, que desfila por diversas localidades a lo largo de casi dos meses. Durante su recorrido, Sent Pançard (rey del carnaval bearnés) se encuentra con los alcaldes de las diversas localidades y participa en la fiesta que le dispensan en los distintos lugares del recorrido. En 2004, a lo largo de los meses de enero y febrero, el carnaval itinerante ha recorrido las localidades de Ansó, Accous, Aspe, Olorón, Navarrenx, Orthez y Pau. Para ello la Asociación Amistanza, Biella Nuei y el Colectivo Pantalonada de Pau hemos promovido la recuperación del antiguo carnaval de Ansó, con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad y diversos vecinos. Debate global Todo esto puede no ser más que piedras lanzadas al aire; y está bien que a alguno que conocemos le dé alguna en la cabeza, a ver si despierta; otros habrá que

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las recojan y las unan a su colección particular. Y, con suerte, quizá entre todos podamos construir algún edificio de interés que se mantenga en pie en los próximos años. La suerte está echada. El debate comienza y a él animamos a todos los interesados. Quedará para más adelante elaborar informes sobre las diversas rutas (ya avanzado), los puntos de interés, la documentación sobre los mismos, articular el futuro uso turístico-cultural, establecer un proceso para su puesta en valor (exposiciones, mapas, señalización, orientación, guías, ediciones, alojamientos)… ¡Uf!

1 Chicotén V. Pirineos-perinés-pireneus-pyrénées, músicas de Aragón y Occitania, Prames (Colección Aragón-LCD), Zaragoza, junio de 2002. 2 Esta asociación da ahora sus primeros pasos y está abierta a todos los interesados en la cultura vecina. Para más información sobre Amistanza/Amistança dirigirse a: amistanza_aragon@yahoo.es 3 Hicimos público un Manifiesto en defensa de la cultura popular aragonesa el 25 de junio del 2000, durante la inauguración del Centro de Interpretación de la Cultura Popular de Albalata del Arzobispo. Este manifiesto se puede leer en el libro-cedé: Luis Miguel Bajén y Fernando Gabarrús, Memoria de los hombres-libro, Biella Nuei Soc. Coop., Zaragoza, 2002

El Pirineo es enclave principal del Carnaval europeo, pues se conservan en él tradiciones musicales, teatrales, festivas y rituales perdidas en casi todo el continente. Este itinerario aprovecha esta riqueza para fortalecer el turismo de invierno, excesivamente monopolizado por la nieve, y po-

Un lugar de encuentro.

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[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

Tanto el empleo como la inmigracio´n, tratados en los arti´culos de Juan Lo´pez y Jesu´s Claver, tienen una li´nea en comu´n que vertebra e interrelaciona ambos feno´menos: la necesidad de la formacio´n y educacio´n para adaptarse a la cambiante realidad de nuestro entorno. Esto es debido a la continua llegada de inmigrantes a nuestro pueblos o a la variable necesidad del mercado laboral en zonas rurales como la nuestra. Dos importantes temas de actualidad tratados de forma cri´tica y constructiva.

La inmigración: una

realidad y un reto Jesús Claver Giménez

L

a inmigración no es un fenómeno nuevo. A lo largo de la Historia se han producido migraciones y, a través del mestizaje, se han ido conformando las diferentes culturas. En nuestros días la llegada de familias de otras latitudes a nuestro país es una realidad que se viene constatando desde hace algunos años: en el curso 1995/96 había unos 57.000 alumnos extranjeros en las enseñanzas no universitarias, en el curso 2001/02, 201.000 aproximadamente. Como se puede apreciar, este fenómeno aumenta de forma progresiva y, por ello, desde el mundo educativo debemos afrontarlo con serenidad y eficacia, desarrollando nuevos enfoques y actuaciones que se inscriban dentro de un modelo de igualdad, convivencia y respeto a las diferencias.

Aunque los docentes tenemos una tendencia marcada a analizar los fenómenos sociales desde nuestra realidad cotidiana, enfocar el tema estrictamente desde el prisma educativo constituiría una disertación marcadamente reduccionista. La educación no es un factor aislado, es tan sólo una arista más (fundamental, desde luego) del entramado social y éste debe modificar sus formas de pensar con respecto a la inmigración y adquirir habilidades para desarrollar una comunicación intercultural adecuada.

Propuestas educativas actuales Las propuestas educativas actuales se engloban en tres grandes líneas de pensamiento.

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Por una parte, la línea de los que defienden lo que consideran la Cultura con mayúsculas, pretendiendo llevar a todas las personas una cultura homogénea (raza blanca, género masculino, clase media o alta, cultura europea...) y obviando la presencia de otras culturas minoritarias en el entorno. Para esta línea, la renovación pedagógica, la deficiente formación del profesorado, la democratización de las escuelas, la extensión de la comprensividad son las causas de la pérdida del nivel de aprendizaje en el sistema educativo. Su objetivo principal es, a través de continuados filtros (unos visibles y otros no), evitar que la excelencia de la formación educativa se vea afectada por las tendencias democráticas y seleccionar a las élites quienes a su vez se encargarán de la continuación del actual sistema socioeconómico competitivo y desigual. Estamos ante la defensa a ultranza de la cultura única que se opone de forma clara a los efectos igualadores de la atención a la diversidad. Por otra parte, está la línea que defiende la interculturalidad como forma de intervención que, ante la presencia de diferentes culturas, se centra en fomentar la relación entre las mismas. Se trata de aceptar, acoger y ayudar a las personas de otras culturas en su proceso de adquisición de la cultura mayoritaria. El objetivo, por tanto, es lograr la asimilación o integración de las culturas minoritarias. Desde este enfoque se defienden los conceptos de compensación educativa y de atención a la diversidad, diseñando distintos itinerarios curriculares para los diferentes individuos. Sin embargo, la sociedad no sólo es di-


versa sino también desigual en cuanto a una serie de factores básicos: nivel sociocultural familiar, expectativas del entorno, nivel económico, etc.

bajo el manto de la adaptación a la diversidad, lo que fundamentalmente se da sea en realidad una adaptación a la desigualdad...”

Finalmente, están los que consideran necesario combinar la interculturalidad con la pluriculturalidad. La educación pluricultural permite que las personas puedan desarrollar su propia cultura. La simultaneidad de la educación intercultural y pluricultural ofrece más opciones y más libertad para las personas, quienes a su vez no tienen por qué verse abocados a la asimilación y a jugar un papel secundario en la cultura dominante y pueden mantener las raíces de su propia cultura. Se tiene en cuenta la diversidad pero el objetivo último es superar las desigualdades educativas y sociales de la sociedad de la información en la que nos ha tocado vivir y fomentar el respeto a las diferencias culturales. Desde este enfoque se han llevado y se llevan a cabo varias experiencias educativas en Estados Unidos, Cánada, España y otros países; algunas con treinta años de vida, otras con veinte y otras, como ocurre en España, desde la década de los noventa. Las más relevantes y conocidas son: “Las Escuelas Aceleradas”, “Programa Éxito para Todos”, “Programa de Desarrollo Escolar” y “Las Comunidades de Aprendizaje”. Todas ellas rechazan el concepto de compensación educativa y se centran fundamentalmente en hacer realidad el derecho a la igualdad y el derecho a la diferencia. La argumentación básica procede de los planteamientos pedagógicos de Paulo Freire y de la filosofía de Jürgen Habermas y está claramente expuesta por el profesor de la Universidad de Barcelona, Ramón Flecha, en su ponencia “Las nuevas desigualdades educativas” dentro del Congreso Internacional “Nuevas perspectivas críticas en educación”, celebrado en Barcelona en 1994:

“Igualdad es un objetivo más global que diversidad, diferencia y libre elección. La igualdad incluye el igual derecho de todas las personas a elegir y ser diversas y educarse en sus propias diferencias... No se trata de que todas las personas tengan las mismas oportunidades de disponer de una cultura homogénea, sino de redistribuir los recursos humanos y materiales de forma que se consiga que nadie ocupe una posición inferior por no poseer determinados elementos culturales... El objetivo de la igualdad educativa es tan sólo una parte del de igualdad social...”

“El objetivo de la integración, propio de la corriente tradicional de la modernidad, es pues doblemente negativo para los sectores de la población que se encuentran en los márgenes de la sociedad...su realización lleva a la expropiación de la propia cultura...esa expropiación no es sustituida por un pleno desarrollo de la cultura de adopción sino por una posición muy secundaria en ella”. “Uno de los referentes claros de muchas reformas educativas es la diversidad, libre elección... propuesta tendente a establecer itinerarios curriculares distintos para los diferentes colectivos o personas... la sociedad no sólo es diversa sino también desigual...

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Inmigración y sociedad Desactivar algunos discursos interesados Según Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, algunos responsables políticos y algunos medios de comunicación están, de forma soterrada, lanzando mensajes que calan con facilidad en las masas: el aumento de la delincuencia guarda relación con el aumento de inmigrantes, los inmigrantes quitan puestos de trabajo a los trabajadores del país y la cultura europea es una cultura homogénea. Con respecto al primer prejuicio, los delincuentes extranjeros no suelen ser inmigrantes que hayan venido con la intención de trabajar y lograr una mejor calidad de vida para ellos y para los suyos. La mayoría de los delincuentes extranjeros ya lo eran en su país de origen, y generalmente se encuentran integrados en mafias que conviven en algunos casos con el tejido productivo español. Es evidente que los delitos han aumentado en nuestro país, pero la solución no está en buscar chivos expiatorios en la inmigración que, de paso dan mayor rentabilidad electoral, aunque sea a costa de elevar los adeptos al racismo y a la xenofobia, sino en legislar con coherencia, de manera que la reincidencia no se facilite sino que se penalice, en hacer más eficaces los medios policiales y en controlar el rigor con el que se aplican las leyes (a veces, robar comida porque se necesita para satisfacer una necesidad básica recibe una pena mayor que adueñarse de cantidades ingentes de dinero). Con respecto al segundo prejuicio, los inmi-

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grantes ni quitan puestos de trabajo a los trabajadores españoles ni se aprovechan del estado de bienestar. Los inmigrantes con respecto al Tesoro Público ponen tres y se llevan uno, es decir, están contribuyendo a mantener el estado social. Los trabajos que suelen desempeñar son aquellos que la población autóctona desecha (trabajo en los grandes invernaderos con jornadas agotadoras, peones en la construcción, atención de enfermos en los hospitales, etc.). Según la Oficina de Estadística de la Unión Europea, Europa, y España muy acusadamente, tiene su crecimiento vegetativo detenido. La baja natalidad y la disminución de la mortalidad han conducido al envejecimiento de la población y el problema en una o dos décadas será que nuestra capacidad de trabajo estará sensiblemente disminuida. Si se mantiene la tendencia actual de los datos demográficos, peligrarán las pensiones y los servicios sociales. En este sentido, la ONU ha recomendado a Europa que fomente la inmigración considerablemente porque en 25 años perderá 35 millones de habitantes y en el 2050 necesitará más de cien millones de ciudadanos extracomunitarios. Con respecto al tercer prejuicio, las culturas europeas nunca han sido homogéneas, sólo hay que conocer la Historia para saber que ha habido importantes y frecuentes cruces entre diferentes culturas a lo largo de los tiempos, aunque también han sido muy frecuentes las guerras y las matanzas para defender intereses económicos, ideas religiosas y situaciones estratégicas. Ahora con el desarrollo de las comunicaciones, la globalización mundial y los movimientos migratorios todavía lo son menos. Lo que realmente debe hacer Europa (y España está en Europa) es construir unas relaciones pluriculturales que se sustenten sobre la integración democrática de los diferentes, intentando evitar en lo posible la total asimilación de las culturas minoritarias por las mayoritarias, garantizando el respeto a la igualdad de derechos y el derecho a la diferencia de todos los ciudadanos. Se trata de que los derechos sean para todos y de que los deberes también sean para todos. Todo esto implica que las diferentes culturas que conviven en nuestro suelo deben aceptarse y reconocerse mutuamente y esto sólo es posible a través de la comunicación y del diálogo. La comunicación intercultural Según Miquel Rodrigo, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona en “Textos para el Forum 2004”, la comunicación intercultural exige tener

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interés por las otras culturas con el fin de conocerlas tal y como son, pero también requiere tomar conciencia de la propia cultura, repensando algunos valores que se basan en la denigración de la cultura ajena para ensalzar la propia. Estos valores toman cuerpo en los estereotipos negativos que cada cultura tiene de otras y se reflejan con claridad en el lenguaje coloquial: “judiada”, “gitanada”, “perro moro”, “coñazo”, “te han engañado como a un chino”, etc. Si queremos potenciar la comunicación y el entendimiento entre las culturas, necesitamos hacer un esfuerzo por erradicar de nuestras conversaciones cotidianas estos términos lingüísticos claramente discriminatorios. Cuando se entra en relación con personas de otras culturas se suele producir un choque cultural: incomprensión del comportamiento del otro, desconfianza, incomodidad, etc. Este choque cultural sólo se puede salvar a través de la comunicación. La comunicación intercultural para ser eficaz requiere tener en cuenta algunas consideraciones como: 1. Hay que ser capaz de crear una relación de empatía. Se trata de ponerse en el lugar del otro para saber cómo se siente, respetar sus sentimientos, si conocemos sus sentimientos aumentaremos nuestro nivel de comprensión sobre la situación que vive, lo que pretende comunicarnos, etc. 2. En la comunicación intercultural son frecuentes las interpretaciones erróneas. Por ello es necesario esforzarse en decir de diferentes maneras lo que se pretende comunicar. No hay que suponer que mi interlocutor va a entender lo que no estoy diciendo de manera directa porque él desconoce algunos de los significados que intuitivamente damos los miembros de una misma comunidad. También hemos de estar atentos al efecto que tiene el tono de nuestras palabras, los gestos que hagamos, etc. Nos comunicamos de forma verbal y no verbal, en muchas ocasiones la comunicación no verbal está transmitiendo un mensaje que entra en clara contradicción con las palabras que hemos pronunciado. 3. La comunicación intercultural debe realizarse dentro del plano de la mayor igualdad posible. Hay que procurar que nadie se sienta como el forastero en la conversación. También hay que evitar caer en actitudes de paternalismo o de victimismo porque no son actitudes adecuadas para establecer una comunicación franca, clara y en igualdad.


Una pincelada para terminar Aunque la intención del presente artículo ha sido abordar el tema de la inmigración como un elemento destacado en las sociedades occidentales, no se puede terminar sin, al menos, mencionar sus principales causas: la pobreza y las persecuciones políticas. Los elementos que desencadenan tales causas hay que buscarlos, en gran medida, en la injusta dis-

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tribución de los recursos en el mundo, en el consumo desaforado de las sociedades enriquecidas, en el control y la injerencia de las potencias económicas y militares en las políticas de terceros países y en las descomunales ganancias de las empresas multinacionales a través de la explotación laboral de los “desarrapados del Sur”. Todo lo anterior requiere un extenso análisis y una huida de cualquier intento de simplificación.

trabajar

El oficio de . Profesionales certificados Juan López Navarro

F

ormar parte de la sociedad implica buscar el espacio en el que desarrollarnos y ser identificados ante el resto de nuestros convecinos. En la intrahistoria seria, cada uno es situado por sus capacidades reconocidas. Fulanito, el carpintero; Menganito, el maestro; Zutanito, el chapista. Evidentemente nada afirma sobre la persona y sí sobre una de sus destrezas, pero nos vale. Qué decir de la extrañeza ante actitudes delictivas en personas con reconocido buen talante trabajador. Como si el trabajo fuera sinónimo de honradez. Pseudosociólogos iluminados siempre los ha habido. Pero la realidad es que a Kant lo conocemos como el filósofo, a Einstein como el científico, y a Lázaro Carreter como el filólogo, y no como a las personas que desa-

rrollaban con precisión unas determinadas ciencias. No en vano, el oficio es una ocupación para la que una persona se encuentra capacitada. Y en principio, salvo el Santo, debería tener connotación positiva.

Estado legislativo En cuanto a la preparación profesional para los oficios, ya desde la propia Constitución se marcó la obligatoriedad de fomentar una política que garantice la formación y readaptación profesional. En el propio Título XI del nuevo Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea se marcan los principios de la política comunitaria en formación profesional. Las transformaciones industriales y las nuevas

tecnologías precisan del compromiso de facilitar a los trabajadores el acceso a este tipo de formación, para mejorar la capacitación tanto inicial como de forma continuada, con la idea de lograr la inserción y reinserción profesional. De hecho, ante un único problema, el Plan Nacional de Acción para el Empleo concibe la formación profesional como un todo, cuyo objetivo es proporcionar la preparación adecuada al ejercicio profesional. No en vano, el Programa Nacional de Formación Profesional lo integran tres subsistemas, en teoría estrechamente relacionados: la formación reglada inicial; la formación continua para trabajadores desempleados; y la formación continua ocupacional. Amén de planes mixtos que los servicios públicos de em-

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pleo autonómicos establecen según criterios de necesidades de actuación. Recientemente en la Ley de Empleo 56/2003, que modifica otra ley de 23 años de antigüedad, se reconoce, creo que no se han dado cuenta, la alta tasa de paro y la baja tasa de ocupación, especialmente en el colectivo de mujeres, las carencias de capacitación de la población trabajadora, el desequilibrio entre los distintos mercados de trabajo y una excesiva temporalidad en la ocupación, entre otras muchas sentencias que, sin embargo, son desmentidas por activa y por pasiva en los medios de comunicación. El Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional de 1993 ya indicaba la obligatoriedad de establecer los itinerarios formativos y los conocimientos mínimos de cada especialidad, para conducir al Certificado de Profesionalidad. A lo largo de los años siguientes fueron apareciendo cada una de los desarrollos de las especialidades. De esta manera se adecuan las correspondencias y las convalidaciones entre las enseñanzas de FP reglada y los conocimientos adquiridos a través de la formación ocupacional y la propia experiencia laboral. Así, la Ley orgánica 5/2002 de Cualificaciones y de la Formación Profesional ya establece que tanto los títulos de FP (módulos) como los certificados de profesionalidad tienen carácter oficial y tienen validez en todo el territorio nacional. Europa dixit. El proceso continua porque en noviembre pasado el RD 1506/2003 establece las directrices de los Certificados de Profe-

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sionalidad, deriva la competencia en las Comunidades Autónomas e indica el procedimiento para presentarse a las pruebas y para la obtención del Certificado. Y, últimamente, la Orden 470/2004, editada el 27 de febrero, publica toda la documentación relativa, incluido el formato de los títulos. No queda sino que los gobiernos autonómicos acepten el reto y tiren hacia delante. Qué duda cabe de que este retraso no es sino fruto de una discordia sobre competencias entre Trabajo y Educación. Saber discernir, con serena claridad, el efecto complementario de las distintas formaciones, es la base del entendimiento. Porque ¿Qué criterio clasista podemos esgrimir para condenar sin titulación ni preparación profesional a una persona, durante los casi 50 años de edad activa, a causa de no haber aprovechado su adolescencia para cumplir con los objetivos de la Educación Básica?

El Empleo y sus tasas Los datos conclusos del paro y la contratación de 2003 hacen repicar las campanas porque parecen excesivamente positivos. En realidad, estamos en porcentajes del 11,2 % de paro cuando la media Europea es del 8,8 %. Pero, además, se trata de una fumarola que se puede disolver en tanto que es un crecimiento basado en la construcción, con 172.687 afiliados, y el turismo, es decir, producción interna. Mientras, la industria manufacturera está sufriendo un aumento de tasas de paro por dos competencias bien sólidas. La de los países cabeceros de Europa, mucho más sólidos en I+D, dise-

ño, patentes y marcas. Y la de los países subdesarrollados con salarios y precios de instalación sin competencia. Es fácil ser arrogante y vanagloriarse de una alta velocidad cuando no se es sino el sidecar de una potente motocicleta. La base de una economía formalmente fuerte, y la única opción posible, descartamos lógicamente la pérdida de bienestar y derechos de los trabajadores, pasa por la productividad en todos sus términos. Para ello, los tres pilares fundamentales son la inversión en I+D, en tecnología, y en formación del trabajador. Sin embargo, la inversión en bienes de equipo ha sufrido un descenso del 0,1%; el empleo en la industria ha caído hasta reducirse un 2,5% a final de año; el déficit español en alta tecnología supone la mitad del que registra toda la Unión Europea; la inversión en investigación y desarrollo supone el 0,9% del PIB, tan solo por encima de Portugal y Grecia; y en cuanto a la formación, demos gracias a Europa y su apuesta decidida por lo poco que tenemos. Esta debilidad económica lo confirma el que el 90% de las contrataciones sean temporales, o que, según la EPA, más del 72% de los parados cambiaría de profesión. Si tuvieran oportunidad, habría que añadir, porque el 80% de las ocupaciones más demandadas por los trabajadores son en empleos sin ninguna cualificación. Y lo que parece lógico se convierte en paradójico. Los trabajadores y los parados requieren formación y preparación profesional, pero es difícil optar a los cursos que demanda el mercado laboral. Baste como ejemplo que


Roberto Carnero

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ral. Mientras que en Zaragoza podríamos encontrar la mayoría de ellas, en Ejea, por ejemplo, apenas tenemos una docena de homologaciones. La formación profesional en los territorios no urbanos debe ser capaz, y con más cintura que el genial Pelé. Quizás por este motivo, habría que pensar en replantear si sigue vigente aquella vieja idea de Zaragoza contra Aragón. La formación en las zonas rurales debe coger el testigo de las posibilidades que nos ofrecen las nuevas expectativas de adaptación. Sin duda. Pero el corsé tan rígido, por otro lado lógico en zonas urbanas, que suponen los tres subsistemas de formación profesional está incapacitado para ser funcional. entre los 719 parados de las Cinco Villas es imposible encontrar una sola persona que sepa manejar una retroexcavadora, cuando claramente las empresas los están solicitando.

Las zonas rurales De vital importancia es la capacidad de los trabajadores para adaptarse a las necesidades del mercado laboral. De vital subsistencia lo es en las zonas rurales. En las grandes ciudades un especialista, cualquiera que sea su capacitación, lo puede ser para toda su vida laboral, con los cambios lógicos de evolución de esa especialidad. Un oficial de mantenimiento de puertas automáticas de garaje puede tranquilamente jubilarse en esa actividad. Un electricista en las Cinco Villas se dedicará a eso y a cincuenta cometidos más. Es decir, debe acomodarse al trabajo exigido en su ámbito natu-

ral de actuación. No en vano, cuando las empresas de construcción buscan un encargado de obra, una persona que conozca todas las peculiaridades del oficio, lo hacen en los pueblos. La economía de nuestras zonas depende de unos pocos focos de producción. En numerosas ocasiones, y parece inevitable que nos afecte la globalización, uno de estos polos desaparece y entonces el mercado laboral se resiente notablemente hasta que aparece otro. La solución que puede ofrecer la intermediación laboral de la administración es la constante recapacitación de los trabajadores para otra actividad en aquel sector en el que se abren perspectivas. El inconveniente para la toma de determinaciones ágiles de actuación son las escasas posibilidades formativas que estas zonas pueden ofertar. Hoy en día existen unas 300 especialidades homologables por la autoridad labo-

Todavía estamos a tiempo, en tanto existan en las comarcas poblaciones con mediana potencia demográfica como es caso de Tauste y, sobre todo, Ejea, que puedan tirar de la economía de este territorio. Ésta última alberga el 53,6% de las afiliaciones a la Seguridad Social de la Comarca y es la que mayor diversidad económica oferta, destacando la pujanza en el sector construcción e industria en datos relativos. Índices negativos como la tasa de paro en jóvenes del 20,4%, cuando la media en Aragón es del 15,53%, no deberían ser tomados como una rémora, sino como una potencialidad de cara a la atracción de focos productivos. La apuesta requiere tener en cuenta la formación para adaptar laboralmente a estos trabajadores. Implica que ellos se den cuenta de sus posibilidades, y pasa por que la administración tome bazas en este tema. Y me consta que esto se está intentando hacer.

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[ PENSAMIENTO • Y • REFLEXIÓN ]

En su Lamento de la paz, escrito en 1510, Erasmo de Rotterdam afirma que la guerra es dulce para quienes no la han experimentado DULCE BELLUM INEXPERTIS . Isabel Notivoli ha mirado a su alrededor en esta primavera de 2004 y se ha percatado de que todo sigue igual quinientos anËœos despue´s...

La

indiferencia Isabel Notivoli

V

amos a ver la tele! ¥Bah!‌ lo de siempre. Unos cuantos palestinos muertos en JerusalÊn por aquello de la intifada, otros tantos muertos por inanición en los campos de refugiados de Somalia, algunos iraquíes caídos en una redada llevada a cabo por las fuerzas de liberación americanas‌ bueno, nada fuera de lo común, ¿no?, solo son los fiambres de todos los días, los fiambres extranjeros. Las noticias de todos los días, la rutina, la pauta. El resto del mundo queda tan lejos‌ Pero‌., espera. Hoy en el telediario tambiÊn aparecen imågenes de cadåveres destrozados, de gente herida pidiendo auxilio, humo, hierros retorcidos, sangre, gritos, llantos, ambulancias, bomberos, policías, helicópteros, miradas perdidas‌. lo de todos los días, pero, ¥joder!, esta vez ha sido aquí al lado, en Madrid.�

La noticia MADRID, 11 DE MARZO DE 2004, 7.39 HORAS. Tres bombas explotan en un cercanĂ­as procedente de AlcalĂĄ de Henares que se encuentra a 500 metros de la estaciĂłn de Atocha Los medios de comunicaciĂłn hablan de ÂŤdecenas de vĂ­ctimas mortalesÂť. Madrid acaba de ser escenario del mayor atentado terrorista de la historia de EspaĂąa. El balance, estremecedor: 190 muertos y alrededor de 1.500 heridos.

La reflexión Recuerdo cuando me enterÊ del atentado. Estaba desayunando, como todos los días a las siete y media. En la tele, dos trenes, no‌ cuatro, destrozados. Sentí una presión en el pecho. No creí que fuese cierto. ¿Aquí? Imposible. En clase tendría que aguantar. Las miradas de todos nosotros se encontraban. Todas ellas

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expresaban lo mismo: incredulidad. Por la tarde, en casa, viendo las noticias. lågrimas corriendo por las mejillas, personas que habían perdido a un familiar o a un amigo. A las siete, concentración en contra del atentado. La plaza estaba llena, guardamos silencio y lo rompimos con un fuerte aplauso. Vimos las concentraciones en Madrid, Barcelona‌ Mås de dos millones de personas bajo la lluvia, rotas por el dolor. Todos nos hacíamos la misma pregunta, ¿Por quÊ? Ahora la respuesta estå clara. El petróleo representa el 40% del consumo energÊtico del planeta. Las infraestructuras que tenemos no nos permiten usar otro tipo de combustible. Irak es el país con las reservas mås grandes del mundo despuÊs de Arabia Saudita con 112 mil millones de barriles de crudo comprobados. ¿A quiÊn le importan unos cuantos miles de personas muertas para conseguirlos? Se calcula que el embargo internacional al que fue sometido Irak antes de la guerra causó un millón y medio de muertos, en su mayoría niùos y ancianos. La guerra de Irak, aunque los gobiernos de las naciones implicadas ocultan intencionadamente las cifras, ha provocado la muerte de aproximadamente medio millón de civiles. La posguerra deja diariamente un número difícil de cuantificar de muertos y heridos‌. Hay que ver como nos afectan de distinta manera las muertes de unos y otros... Este atentado unió a la sociedad espaùola. Todos nos volcamos con las víctimas y dijimos NO al terrorismo, ¿Por quÊ no hacemos lo mismo cuando matan a los iraquíes? TambiÊn son personas, tambiÊn tienen hijos, padres‌, tambiÊn tienen sentimientos... A las víctimas del 11-M y de las guerras y atentados que azotan este mundo.


[ N A R R A T I VA ]

[ CREACION • LITERARIA ]

Samuel y Pedro, Pedro y Samuel, arquetipos humanos de unas vivencias singulares, de un tiempo irrepetible, de una e´poca perpetuada en vivencias en blanco y negro… Dos maneras posibles de entender la vida; dos opciones vitales que no se excluyen sino que, junto a otras opciones alternativas se complementan, y reconstruyen en su conjunto la plasticidad de un mundo donde podemos rastrear el recuerdo entran˜able de lo colectivo.

El cura de

la clase particular José Ramos

S

AMUEL es actor, un actor de renombre. Le falta un pelo para ingresar en el reservado círculo de los inmortales, a la manera de Fernando Fernán Gómez o Francisco Rabal. Irrumpe en un local abarrotado de gente; se disparan codazos y miradas. Entre sus antepasados se mencionan boticarios, estraperlistas. Puede que algún fabricante de mantecadas de Astorga. ¿Actores? No se tiene constancia. Deambuló desganado por los estudios secundarios hasta aprobar el Preuniversitario. Dio unos insulsos palos de ciego matriculado en Medicina y en Derecho. Enseguida se dejó enganchar por lo que le pedía el cuerpo, desde niño; el arte de Talía. Se bregó duramente en el teatro independiente y político de las vísperas de la transición. Hizo sus pinitos en televisión con una serie de éxito: los Gozos y las Sombras. Rodó películas, más bien inclinadas a lo cómico. Con una de ellas obtuvo un Goya por la mejor –relampagueante- interpretación del año. Sigue en la brecha. Trabaja a salto de mata. Disfruta con el teatro que lo agota y vivifica. Es popular, aunque aborrece muy mucho los cotilleos y saraos.

PEDRITO es profesor. Enseña lengua española en un Instituto. Boticarios, estraperlistas, algún fabricante de mantecadas de Astorga, pululan por las sombras de sus antepasados ¿Profesores? No se tiene constancia Cursó el bachillerato y terminó la carrera de Filosofía y Letras, con celeridad y dignamente. Su popularidad no sobrepasa el bloque donde vive y el recinto escolar donde trabaja. Al pie del cañón, sin que

le haya temblado el pulso ni la voz, ha impartido centenares de clases a millares de adolescentes. Últimamente los siente muy lejanos, como zombis de estrafalario planeta. Por eso, empuña la tiza un punto amargado y frío. Pedro y Samuel son hermanos. Hasta pasados los dieciocho, lo compartieron casi todo, como gemelos. Catorce meses separan su nacimiento, en el lecho niquelado de la mansión de los abuelos maternos, donde su madre se refugió mientras los paría, quizás para agarrarse con fuerza a los barrotes de la que había sido su cama. Los acristianaron en la misma pila bautismal, mientras las cigüeñas machacaban el pico. Con la misma concha vertieron el agua sobre sus cabezas peladas. Pedrito estrenaba los patucos, mandiles, baberos, pijamas, sonajeros, que Samuel recibía un año después. Juntos y arrodillados rezaron “el cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos que me la guardan...” La huella de sus meadas se quedó incrustada en las sábanas de la cama compartida, cuando el tercer hermano pasó a ser el rey de la cuna. Se pelearon con los pies bajo las mantas a la conquista de una porción caliente de la bota de agua de las gélidas noches de invierno. Sus ojos destellaron al unísono cuando los primos catalanes les susurraban el cuento de Patufet; “Patín, patán, patón, a Pulgarcito no piséis”. Sentaditos desnudos, frente a frente, chapotearon en el agua recalentada al sol del barreño de los baños veraniegos.

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[ CREACION • LITERARIA ]

[ N A R R A T I VA ]

Samuel rió a carcajadas, la desgraciada mañana en la que un gallo fiero del corral perforó el trasero de Pedrito de un picotazo. Pedrito se convirtió en el más incondicional espectador de las muecas, gracias y piruetas de Samuel. Y como no podía ser menos, fueron juntos a la escuela, con la plumilla y la enciclopedia. Bebieron la famosa leche en polvo y comieron el queso de bola de los americanos. Presididos por el Crucifijo, las fotos del Caudillo y de José Antonio, junto al calendario zaragozano. La B con la A, BA. Siete por dos catorce. Ahí hay un hombre que dice ¡ay!. Dinamarca capital Copenhague. Hojas blancas emborronadas de tinta. Foto con el tupé y la sonrisa puestas, sobre un fondo de mapa de España. Una mañana, en la proeza de cruzar el abrevadero de la explanada de la escuela por su parte resbaladiza, Pedrito se fue al agua. Cuando, convertido en trapo de lágrimas, empapado como una gaviota extraída de una marea negra, se dirigía a casa, Samuel formaba parte del cortejo de chiquillos que, en corro, lo acompañaban a presenciar la probable paliza, al llegar a casa. Y otra mañana de unos meses más tarde fue Samuel el empapado y Pedrito el regocijado mirón. Juntos se dejaron atrapar por el remolino de los juegos y aventuras. Aunque bien pudo suceder que a Pedrito le tocara en el bando de los ladrones y a Samuel en el de policías o que uno estuviera jugando a la chimilindrea a buscar la correa, mientras el otro lanzaba la peonza o las canicas. Samuel se convirtió en un malabarista de la bicicleta. Pedrito en un as del balón. Cuando los agobiantes bochornos de ciertas tardes de verano se desgarraban en truenos y relámpagos y se rompían en aparatosos aguaceros que se deshacían en incontenibles regatos por medio de la plaza del pueblo, Pedrito, Samuel y otros niños, corrían a sentarse en los poyos cubiertos del portal de la casa de al lado. Escuchaban el golpeteo de la lluvia en los tejados, subyugados por el turbio chorro expulsado por los canalones y palpaban en la nariz un inconfundible olor a tierra mojada. El día más feliz de sus vidas lo celebraron el mismo domingo primaveral, con los campos del pueblo, —pardos y ásperos en las demás estaciones—, teñidos de un fondo verdoso, roto por el estallido de las rojas amapolas y alguna blanca margarita. Embutidos en idéntico traje de marinerito, misal y rosario en las manos, el tupé levemente ondulado hacia atrás, se acercaron a comulgar con cara transfigurada. Y así había de ser durante varios años de comunión diaria, de rosario en familia, de celebraciones piadosas en Semana Santa. Donde estaba Pedrito, no faltaba Samuel.

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Ambos anduvieron enamorados, como los niños se enamoran de su maestra cuando es guapa, de dos primas hermanas, compañeras de juegos, de ojos de almendra y dulzura de miel. Y nunca de ellas han dejado de estar enamoradas como Dante de Beatriz y Don Quijote de Dulcinea. En los veranos de cielo azul infinito y de sol restallante cayendo a plomo sobre campos sedientos y resecados, se bañaron juntos en el río de caozos, espadañas y culebras. Y pescaron barbos, tencas, ranas y cangrejos. Fieles escuderos de un primo hechizado por los bichos y los pájaros espiaron con paciencia de fotógrafos naturalistas el festín carroñero de los buitres; mataron decenas de gorriones en la alameda con el cañón de la escopeta perdigonera pegada a su vientre; persiguieron lagartos en las tapias de las huertas y corrales. Samuel, guapo y cariñoso, hacía reír a todo quisqui con sus muecas e imitaciones, de las que no se libraba ni Pedrito. Pedrito, derivó en niño modelo, bueno y ejemplar, aunque puede que solamente fuera callado y vergonzoso. Al rondar los ocho o nueve años, en el horizonte cercano de Pedrito y Samuel, empezó a planear la sombra del abandono del pueblo, en pos de un machacón “hacerse hombres”, internos en algún Colegio. Nuevo rollo de la película de la vida al que se entraba por la puerta del Ingreso. No bastaba con la escuela, se hacía necesaria una clase particular. ¿Quién más capacitado y más moralmente conveniente para los muy apostólicos padres de Pedrito y Samuel que Don Saurio, el cura párroco del pueblo, con su cultura y su experiencia? Con una cordillera de dientes como los de un cocodrilo, vestido de negro hasta los pies, la sotana gastada y llena de lamparones, los dedos amarillos del incesante enrollar del pitillo, envuelto en efluvios quizás de naturaleza etílica, Don Saurio los sentaba frente a su mesa, llena de libros. Severo y cortante no admitía fallos en los dictados, ni en las divisiones, ni en lo que de un día para otro les mandaba estudiar. - Si no hacen lo que deben, no le importe sacudirles la badana, le decía su padre. - ¡No tenga cuidado!, don Jacinto, yo me las arreglo. Vaya si se las arreglaba. No necesitaba zurrarles la badana, le sobraba con una de sus espeluznantes miradas para dejarlos mudos. En Samuel, más extrovertido y valiente, las cóleras de Don Saurio no tuvieron excesivos efectos. A Pedrito, más apocado y simplón, llegaban a


bloquearle y a asustarle, sobre todo cuando los quebrados y las raíces cuadradas andaban de por medio. Don Saurio mandaba en el pueblo tanto o más que el alcalde-jefe local del Movimiento. El agitaba los hilos de la teledirigida cultura. Se encaprichó con el montaje y dirección de una obrita teatral para las navidades, por una vez no de carácter excesivamente religioso. Un médico se enamoraba de una enfermera. En ciertos pasajes se cantaba y bailaba. Por alguna extraña razón, a sus oídos habían llegado las buenas dotes de Samuel como comediante, le tenía simpatía, le confió el papel de protagonista. El éxito de Samuel, vestido con su frac y su pajarita, dejó boquiabiertos al cura y a los feligreses, acudidos en masa al salón de baile, convertido en improvisado escenario. Con Pedrito fue menos tierno. No tuvo el tacto de comunicarlo en secreto a sus padres. Lo lanzó a bombo y platillo. Unicamente le faltó vocearlo desde el púlpito. Desde luego Pedrito se enteró de lo que pregonaba el cura. Pedrito no vale para estudiar. ¡Tiene pocas luces! Pedrito lloró, se amohinó y se lo guardó en las tripas.

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Ambos aprobaron el ingreso, en el viejo mazacote del viejo instituto Fray Luis de León, en la monumental Salamanca. Pasaron los años. Pedrito no dejó de padecer hasta perder de vista las matemáticas y las asignaturas de Ciencias. Después, en batalla personal contra la afirmación del cura de la clase particular, estudiando con firmeza y sana obcecación, acabó el Bachillerato, la carrera y se hizo Profesor. Samuel, zanganeó por los estudios. No perdió la ocasión de protagonizar actuaciones teatrales. En batalla contra la fuerte resistencia paterna, se enganchó a las tablas en cuanto pasó la adolescencia.

Samuel conserva un buen recuerdo de Don Saurio. No en vano le puso a huevo la elección del camino por el que transitar en la vida. Pedrito no le guarda rencor. Llevando la contraria a aquel puñetero cascarrabias, él también encontró su senderito. Aunque a estas alturas de la película, con Don Saurio pasto de las malvas hace varios lustros, el rencor o el agradecimiento de Samuel y de Pedrito, ¿a quién le importa un carajo?

ENSE ANZA SECUNDARIA OBLIGATORIA BACHILLERATO HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES BACHILLERATO DE CIENCIAS DE LA NATURALEZA Y DE LA SALUD BACHILLERATO TECNOL GICO

I.E.S. CINCO VILLAS Paseo constituci n s/n 50.600 Ejea de los Caballeros TelØfono 976 66 00 08 Fax 976 66 3093 E-mail:iescvejea@educa.aragob.es PÆgina web: http://www.educa.aragob.es/iescveje

CICLOS FORMATIVOS DE GRADO MEDIO: PELUQUER˝A, ESTETICA PERSONAL DECORATIVA, GESTION ADMINISTRATIVA, INSTALACI N Y MANTENIMIENTO E. DE M. Y C.L. CICLOS FORMATIVOS DE GRADO SUPERIOR: ADMINISTRACI N Y FINANZAS

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Muchas palabras y muchas actividades del ser humano brun˜idas por el ininterrumpido transcurrir de los siglos, han pasado a ser para las personas de hoy di´a meros elementos decorativos... Como las caracolas del mar que cuentan a quienes saben escucharlas miles de historias de viajes y de barcos, asi´, la narracio´n de Fe´lix Sumelzo nos permite percibir entre li´neas las carcajadas de los protagonistas de la historia ...

“Ahura, que pa mí se me queda

la nochecica aquella” Texto original: Félix Sumelzo Adaptación: Patxi Abadía Álvarez

C

orrían los tiempos en que las faenas agrícolas obligaban a permanecer viarios días en los montes. Amo y sirvientes no podían recorrer con sus caballerías esa travesía cada día. Alegremente volvía nuestro protagonista1 a su pueblo. Como buen labrador, estaba satisfecho de lo bien preparadas que habían quedado sus tierras, pues el buen tempero había facilitado mucho la labor; pero lo que más le complacía era el poder disfrutar de las comodidades de su casa y divertirse con sus amigos. Su madre, vieja labradora y viuda desde hace unos años, previendo la vuelta eminente de su hijo, había limpiado el pesebre donde las mulas saciaban su apetito y lo había colmado de paja fresca, de cebada apenas mezclada con la paja y una bolas de sal perfectamente distribuidas por el mismo. Mientras realizaba esta tarea, unos ruidos en la calle, inconfundibles para ella, le anunciaban la llegada de su hijo. Enseguida le abrió la puerta del amplio corral.

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Las caballerías que tiraban de una ligera galera apenas necesitaron de la orden de su amo para penetrar en su ansiada morada. Después del saludo de rigor entre madre e hijo, éste se dispuso a desaparejar y con unas cariñosas palmaditas en las ancas iba mandando a las cuadras las espléndidas mulas. Constituían un motivo de orgullo para él, pero también de envidia para sus convecinos. La galera quedaba con los aperos preparada y dispuesta para las faenas venideras. Su madre, mientras le notificaba lo más sobresaliente de lo acaecido en el pueblo durante su ausencia, un tanto compungida le espetó: - ¿Sabes, hijo mío, que Andresico se muere? - ¿...mi amigo Andrés?- le replicó sorprendido. - Sí, hijo, sí...- aseveró la madre, un tanto llorosa al saber el grado de amistad que unía a su hijo con Andresico y después de las últimas noticias del médico que había asegurado que de esa

noche no pasaba: unas fiebres malignas se lo llevaban. Nuestro protagonista, pensativo y apesadumbrado, terminó de arreglar los animales. Rápidamente subió a la planta alta de la casona donde se hallaban la cocina y los dormitorios. Su madre, mientras él se aseaba y adecentaba, daba los últimos toques a la preparación de la cena y de la mesa. La cena transcurrió casi en silencio, algunos pormenores sobre el enfermo y la obligación ineludible de ir a visitarlo lo antes posible. Nada más acabar de cenar emprendió la marcha hacia la casa de Andresico. La calle estaba silenciosa, sólo unas pobres bombillas pretendían de trecho en trecho romper la oscuridad. Al llegar a casa de su amigo, la puerta abierta presagiaba lo irreparable; algunas solicitas vecinas se despedían del hermano y las dos hermanas del moribundo. Ellos, al verlo, renovaron sus ahogados sollozos, pues conocían los auténticos lazos de amistad que


unían a nuestro protagonista y a su hermano Andresico. Los cuatro recorrieron un largo pasillo, al fondo se hallaba la habitación donde yacía inconsciente Andresico. Antes de entrar a la habitación, nuestro protagonista haciéndose cargo de la situación se puso incondicionalmente a su disposición anunciándoles el propósito de no marcharse de la cabecera de la cama de Andresico, pues conocía por su madre que llevaban dos noches sin dormir. Mucho le agradecieron su disposición. Entre ellos acordaron que si se producía el fatal desenlace augurado por el médico enseguida les avisaría. Los hermanos de Andresico, derrengados y abatidos por el dolor pronto se fueron a descansar, pero no sin antes darle las instrucciones que el médico había recomendado: no darle nada de agua, sólo mojarle los labios y, si por casualidad el enfermo insistía, un poco de zumo de frutas, y apenas viesen que comenzaban los estertores de la muerte lo llamasen. Poco tardó en estar la casona en profundo y tétrico silencio, sólo roto por el fatigoso respirar del enfermo. Nuestro improvisado enfermero se sentó en una silla al borde de la cama. Miraba a Andresico y su pensamiento retrotraía días y ratos inolvidables con él. Únicamente los sincronizados jadeos de Andresico lograban sacarlo de tal ensimismamiento. La oscura tulipa amortiguaba la luz, el silencio apenas se rompía de vez en cuando por las noctámbulas pisadas de algún viandante. Nuestro protagonista veía pasar la noche con cierta satisfacción al poder hacer algo por su amigo. Sería aproximadamente la una de la madrugada cuando el enfermo despertó, y con los ojos

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Chema Agustín

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semicerrados clamaba una y otra vez agua. Su angustia era tal que pronto nuestro enfermero se sobrecogió. Recordando las prescripciones médicas, calmaba con palabras cariñosas las peticiones de Andresico. Le reconvino que sería contraproducente para su salud que bebiese e intentó mojarle los labios. El moribundo con avidez mordía el pañuelo húmedo. Nuestro protagonista pretendía hacerse conocer y le hablaba de su amistad y de las travesuras que habían realizado juntos, pero Andresico seguía clamando agua. Por un momento pareció reconocerlo y le vaticinó con palabras entrecortadas pero firmes que su muerte caería sobre su conciencia, hecho que amargaría cada minuto de su existencia. Nuestro improvisado enfermero palidecía y su firmeza se iba resquebrajando. Frente a la habitación, afuera en el pasillo, una ventruda tinaja llena de tan apreciado líquido. Sobre su limpio tape de madera, una brillante jarra de porcelana. Como aturdido fue hacia ella y llenó la jarra. Se la acercó a la boca de Andresico, pero éste la agarró con tal voracidad que en pocos segundos acabó con su contenido. Los intentos de quitársela fueron inútiles. Vanas razones intentaba aducir para justificar su comportamiento, su conciencia no se aplacaba y una y otra vez lo culpaba. « Pues si se va a morir igual bebiendo que sin be-

ber, pues que satisfaga su deseo. Además, si se muere, nadie puede saber mi comportamiento», se decía para sí una y otra vez. Lo miraba y lo remiraba, pues creía que el agua adelantaría su fatal desenlace. Sin embargo, Andresico dormía placenteramente después de haber satisfecho su insaciable sed. A las dos horas del verdadero calvario para nuestro protagonista, el presunto moribundo despertó y de nuevo con voz plañidera pedía agua. Al no acceder de primeras, de la boca de Andresico salieron macabros conjuros que desmoronaron la débil voluntad de nuestro protagonista. « Si es cierto el diagnóstico del doctor, morirá...Ahora con mayor causa el enfermo habrá satisfecho su último deseo y el secreto nadie podrá desvelarlo», con estas pueriles razones volvió sobre la tinaja y abriéndola introdujo la generosa jarra y rebosante se la acercó al enfermo. Su rabiosa sed le impidió quitársela de los labios hasta que hubo apurado hasta la última gota. Sopesando la gravedad de su proceder, colocó de nuevo la jarra sobre el tape de la tinaja. Regresó a la cabecera de la cama, miró con más atención al enfermo por si veía la muerte reflejada en la cara de su amigo. Andresico, en cambio, disfrutaba de un plácido sueño e incluso en sus labios se insinuaba una gratificante sonrisa. Por los cristales de las venta-

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nas se perfilaban ya los primeros asomos del nuevo día. El moribundo parecía no estar dispuesto a morir, él tenía que marcharse a sus faenas, y decidió llamar al hermano para que se hiciese cargo del enfermo. Apenas percibió sus pasos, se incorporó de la cama creyendo que nuestro protagonista le traía la fatal noticia. No era así, le indicó que Andresico dormía tranquilo y que él tenía que marcharse ya. Lleno de muestras de gratitud se despidió y cual alma que lleva el diablo se alejó de la casona. Ese día lo pasó en continuos y contradictorios pensamientos. Una pesada modorrez gravitaba sobre todo su cuerpo y su estado

de aturdimiento le hacía el trabajo más pesado que nunca. Por la tarde regresó del campo. Su madre enseguida se abrazó a él y toda nerviosa y jadeante de gozo le dijo: « Sabes que Andresico ha resucitado...Ha debido ser un milagro, hasta el médico lo cree, tanta mejoría en tan poco tiempo». El mozo, nuestro protagonista, cada noche a la hora de la cena escuchaba de boca de su madre los avances de su amigo. Siempre con el pretexto de cansancio y sueño rápidamente se iba a la cama. Todo ello para evitar ir a visitarlo. No pasaron muchos días en que enfermero y moribundo se tropezaron en el calle, se fundie-

ron en un fraternal abrazo y al oído Andresico le apuntó: « Sabes que el agua de la tinaja era milagrosa». Entonces los dos prorrumpieron en una sonora carcajada. Este secreto estuvo bien guardado durante mucho tiempo, sólo los protagonistas lo revivían. Quien fue enfermero por una larga e inquieta noche siempre terminaba con estas palabras: «Ahura, que pa mí se me queda la nochecica aquella»

1 Preferimos mantener en el anonimato el protagonista de esta historia verídica y que acaeció sobre los años 50 del siglo anterior en Ejea de los Caballeros.

La vivencias y las sensaciones del tiempo que nos ha tocado vivir mantienen en muchas ocasiones curiosas semejanzas con las de otras e´pocas o con las de otros tiempos ma´s o menos remotos...

Berlín

punto cero Fernando Pérez Más

Y

a no quedan hormigas en Berlín, ni los perros ladran, ni se oyen los trinos de los pájaros grises que poco a poco han abandonado los cielos plomizos de la ciudad. Las cortas tardes de otoño apenas calientan los parque cubiertos de ramas secas, las noches, sin calma, sin sueños, son preludios de días de hambre y miseria, de soldados cubiertos de barro y escombros infinitos. Berlín es una ciudad cerrada, sin salidas, se vive con el miedo a flor de piel, se huele la miseria y el terror se esconde tras las ventanas cruzadas por tiras

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de seguridad, ondean las banderas y estandartes de tiempos mejores y los púberes rubios, bien alimentados aún, pasean sin miedo y con arrogancia por las calles vacías. Nadie sale de sus casas, nadie habla con el vecino, y yo, solo, sin más compañía que un viejo tocadiscos que no puede sonar, miro las paredes de esta oscura y opresiva habitación y me pregunto si llegará el final de esta pesadilla, si llegarán tiempos mejores o tal vez, y como pensamos y no nos atrevemos a decir en voz alta, moriremos este invierno de hambre, de frío, de asco y horror.


Los retazos de sueños que recordamos dolorosamente al amanecer, nos obligan a revivir tiempos mejores, cuando aún se podía reír y pasear bajo los tilos frondosos, y beber cerveza con los amigos hasta caer borrachos sobre las mesas y cantar por las avenidas y bailar por las calles y abrazar a las amigas y hacer el amor sin miedo a las miradas que fisgan tras las cortinas. Todavía no habíamos perdido la inocencia y estábamos deslumbrados por el brillo del oro nuevo y por los discursos grandilocuentes que el pequeño austríaco vociferaba desde el Reichstaad ; todo era mejor que diez años atrás, la vergüenza de Versalles nos había transformado en un pueblo orgulloso, el dinero llenaba nuestros bolsillos y en los cabarets se disfrutaba de mujeres que olían a heno y lavanda; cualquier noche era mejor que la anterior, los coches corrían raudos por las autopistas y desaparecían nuestros vecinos, en silencio, en lo más cerrado de la noche, dejando todas sus pertenencias, y olvidando incluso las llaves en la cerradura, y nosotros seguíamos bailando y cantando para ahogar el sonido acompasado de las pesadas botas golpeando el asfalto, despertando al anochecer con el gusto agrio del alcohol en la garganta, junto a hermosas mujeres de senos duros y perfectos que nos habían hecho gozar de su cuerpo, jóvenes que habíamos conocido en los bares y que nos habían desnudado con prisas, con ánsias de carne y placer, jóvenes universitarias que acariciaban nuestros cuerpos por una noche y desaparecían tras un rápido café tomado en nuestra cocina. Tan sutil fue el cambio que nos pasó desapercibido; tal vez no quisimos ver las señales que ahora parecen tan diáfanas, éramos demasiado felices y no veíamos a las juventudes de ancho pecho, recibiendo, brazo en alto, a los señores de la guerra, ni los cristales romperse en mil pedazos, ni las hogueras consumiendo los libros, ni las estrellas amarillas cosidas a los abrigos, tampoco despedíamos a esos vecinos que miraban siempre al suelo, con terror, cuando eran llevados a la estación, para ser cargados en vagones, como animales ofrecidos en oblación a los dioses del Wahala. Ahora, como un martillo insistente y agudo, puedo oír las sirenas de alarma, el sonido sordo y amenazante de los aviones con su carga de muerte y horror que sobrevuelan los cielos sin estrellas de Berlín, puedo oír los gritos agónicos que suben desde las calles, el estruendo de las paredes que se derrumban levantando nubes de polvo que nos ciegan y ahogan.

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Cada vez están más cerca y es más difícil respirar, el corazón nos golpea el pecho, con furia, como un animal desbocado, y en los momentos que anteceden a la inevitable explosión pensamos que esta vez nos tocará a nosotros, y se acabará el sufrimiento y la angustia nocturna que nos corroe el alma. Cada vez están más cerca y los focos de vigilancia intentan, en vano, horadar la oscuridad y adivinar las siluetas de los aviones. Y empiezan a caer las bombas, con regularidad, a intervalos iguales. Es como una sinfonía de titanes y poco a poco, los fríos adoquines se cubren de espesa sangre. Me despierto, otra vez, cubierto de sudor, sobresaltado por el sonido estridente del teléfono. Suena insistentemente, con impertinencia, y por fin se conecta el contestador. Es Julia, - ¿dónde te has metido? Llevo tres días sin tener noticias tuyas, me apetece besarte, mañana podríamos ir a un concierto. Lámame cuando puedas. - Fin del mensaje. - Pobre Julia, es mi mejor amiga, mi confidente, mi amante. Más tarde o más temprano la tendré que ver. Oigo a Edith Piaf cantar con su voz desgarrada, y los ojos se me nublan. Recuerdo el Sena y a Julia abrazada junto a mí. No sé cómo reaccionará, pero le debo una explicación Tumbado en la cama, las luces de la calle se filtran por la ventana; otra vez me duele la cabeza y las sábanas están cubiertas de vómitos resecos y restos de comida que no he podido tragar. Llevo tres días sin salir de casa, borracho, sin comer, sin ánimos para ver la cara de conmiseración de mis amigos, sin llamar a nadie, no puedo hablar, y todavía no sé muy bien si todo es un sueño y aún no me he despertado. Pero el teléfono repite los mensajes, incansable, insensible a mi dolor, insensible a mi muerte anunciada. Tres días encerrado, tirado como un muerto sobre la cama, tres días desde que el médico me dijo que tenía cáncer. Un día memorable para la ciudad, el muro vergonzante, que como un cilício había ceñido las calles, por fin había caído; también fue un día memorable para mí. Desde ese día he soñado con un Berlín que no conocí, el Berlín opresivo y terrorífico, he soñado con la muerte y tal vez me esté acostumbrando a su compañía, que será eterna dentro de poco tiempo. A partir de ahora será mi más leal compañera, la más fiel, la que no me abandonará como otras lo han he-

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cho antes. - Es extraño, me mira fijamente a los ojos, no se suele manifestar este tipo de cáncer en personas tan jóvenes como usted.- Lee nuevamente mi ficha de admisión, parece asombrado por los resultados de los análisis. - 28 años, murmura entre diente, muy joven, demasiado joven -

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Se levanta, pasea por la consulta, se vuelve a sentar dejando los análisis en su preciosa mesa de caoba. - Todo será muy rápido - dice el doctor con voz fría y profesional. Me despediré de mis amigos, de las calles y rincones donde fui feliz, haré el amor por última vez y esperaré que las bombas del olvido pongan el pun-


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Las ma´quinas del futuro sera´n cada vez ma´s inteligentes e ira´n ocupando paulatinamente amplios a´mbitos de la actividad del ser humano. Ya hemos dado buena muestra de lo que podemos llegar a hacer en este asunto... Por otra parte, tambie´n se ha detectado algu´n caso en el que se ha producido el feno´meno inverso y ha sido el propio ser humano el que se ha ido degradando hasta adoptar el comportamiento de la ma´quina. Pero eso es otra historia...

L Juan Herranz

L

os biocips trabajaban en el planeta Marte al servicio de la Fundación Tierra; lo hacían desde que eran creados hasta que quedaban obsoletos. Esto ocurría tras la concepción de nuevos biocips, experimentales primeramente, prototipos después y desarrollados en cadena, finalmente. Así, pese a que los biocips fueran humanoides perfectamente funcionales, eran eliminados y reciclados como nuevos elementos de materia prima industrial. Este proceso de selección humano marcaba, pues, el ciclo de la vida de los biocips, pero ellos, las máquinas, cada vez eran mejoradas; cada generación estaba un poco más perfeccionada que la anterior. A fecha de hoy todavía no se sabe cuándo empezaron a poseer conciencia... Jean era un L2 Básico, y miraba sin entender muy bien a Brad que era un evolucionado L3; sus combinaciones binarias de unos y ceros parecían perderse en lo que Brad trataba de decirle; él era un elemento perfeccionado al que Jean debía enseñar las faenas propias de los humanoides tipo L (Laboratorio). - Tan sólo me cuestiono, compañera Jean, el hecho de que tengamos que ser destruidos al arbitrio de los humanos. – Brad hablaba con vehemencia, movía sus brazos gesticulante; Jean admiraba de él el grado de acercamiento humano que había alcanzado. - Bueno, es un proceso de degeneración simple. El único problema aquí es que nos hemos juntado tú y yo, un L2 y un L3, ¡Qué locura! – suspiró Jean – Yo dejaré de ser funcional y con mi materia harán un L3 o quién sabe si un L4 o algo así, es normal. - Así de simple – medió Brad entre asustado y sorprendido – En aquel momento, apareció un vigilante de la fundación, los observaba desde una pasarela de la

planta superior; sobre él, la cúpula translúcida ofrecía un rojizo vistazo del espacio exterior. Su voz resonó en la amplia área interna. - ¡Identificación! – gritó – - L2 y L3. – afirmó Jean -¿Dónde os dirigís? – las palabras del vigilante se montaban unas a otras con el eco – - Estaba enseñándole a L3 las instalaciones, él es un recién creado. El vigilante quedó impresionado ante tal información. Sin pensárselo más, descendió hasta la planta baja dónde se encontraban los dos L. - Es fantástico – aseguró el vigilante rodeando a Brad – da el pego completamente, nunca había visto uno como tú, chico. - Me alegro de que le guste – respondió instintivamente Brad, el L3, creyendo que era la mejor forma de actuar. – - Es que engañarías a cualquiera – el vigilante le miraba de cerca, a los ojos – el brillo de tus ojos, tus rasgos – le tocó la cara – tienes que estar hecho de piel de verdad. - Exteriormente, - intervino Jean con cierta envidia reservada - los L3 han sido tratados al mínimo detalle con un sucedáneo de piel que se va regenerando por un sistema de conductos microscópicos semejantes a poros. - ¿Cómo sabes tú eso? – preguntó incomodado el vigilante, porque un robot supiera más que él - Me lo han dicho cuándo me han hecho encargarme de su formación. - ¿Cómo te llamas, chico? – preguntó sonriendo el vigilante al L3. - Soy Brad. - Yo soy el vigilante Stephenson, esta área es mía. Chico, eres una réplica exacta de un ser humano, tío – hizo un gesto de negación con la cabeza por la ( 67 )


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Víctor Múgica

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sorpresa que le suponía que Brad fuera verdaderamente un robot. – en la tierra pasarías por uno más. – De repente el vigilante cambió su tono, concienciado de que estaba sobrepasando sus funciones - ¡venga!, a trabajar los dos, os doy diez minutos para que estéis en el laboratorio con el resto de vuestros compañeros. Desde luego, si había algún humanoide capaz de desarrollar potencialidades cercanas a la actividad humana, esos eran los L, empleados del laboratorio. Tras comprobar algunos humanos en sus propias carnes, insospechadas afecciones por exposición a la alta radiactividad de algunos compuestos de Marte, la Fundación decidió extender el desarrollo de esta actividad a los robots tipo L; individuos estudiados y creados con capacidad de análisis y síntesis para una actividad primordial en el estudio del planeta, la interpretación de sus minerales. Al día siguiente, Brad ya había aprendido a moverse con soltura por la estación; antes de acudir al laboratorio para realizar su trabajo, decidió acercarse por el cubículo de Jean (pequeños habitáculos desplegables insertados en las paredes dónde reposaban los Biocips), quería ir con ella a la faena; cuando se dispuso a llamar a dicho cubículo de su compañera, un vigilante le llamó la atención: - Identificación. –El vigilante Stephenson que el día anterior se había acercado a él, le saludó con aquel particular hola. - Soy un L3; venía en busca del L2 que ocupa este cubículo para acudir al trabajo. - ¡Ah, sí!, usted es el evolucionado L3 de ayer. ( 68 )

Lo siento, amigo, ese L2 ha dejado de ser funcional. – Comentó eufemísticamente el hombre; al momento su gesto se relajó - ¿No me digas que te ha emocionado? – El vigilante se acercó más a Brad – No me lo digas, porque no puedes – bajó muchísimo su tono de voz y aseguró finalmente con sorna – ¡eres un robot!. Brad caminó taciturno en dirección a su laboratorio; aquella forma en que el vigilante le había tratado no le había gustado. Además, algo dentro de él no podía dejar de mostrar repetidamente la imagen de Jean; tal vez debiera revisar su sistema operativo, parecía una disfunción. Una vez llegado al trabajo, Brad se relajó un poco; comenzó a tomar muestras, pero, al no estar todavía centrado; mientras maniobraba, con un cortante se hizo una tajada en la palma de la mano; el dolor le hizo soltar el mineral que portaba. Gritó una sonora queja. El resto de biocips operarios L que por ahí deambulaban ocupados en sus tareas, dejaron lo que estaban haciendo y miraron a Brad. - ¿Por qué ha gritado? ¿Es usted humano? – Se atrevió a preguntar respetuosamente uno de aquellos humanoides con bata blanca – - Sí. – aseguró Brad con una seguridad que nunca habría creído tener – - ¡No puede usted estar aquí!. La radiación, la normativa de seguridad humana. ¿No se da cuenta? – Aquel L parecía muy concienciado de las normas de seguridad de la estación. - Perdón. – Terminó por decir Brad antes de dejar su bata y acercarse al mutador de radiación, para poder salir de allí sin portar la más mínima carga que pudiera irradiar al exterior. En cuanto estuvo fuera, anduvo dudoso, mirando al cielo sobre la cúpula de la estación; aquel cielo rojo parecía no vaticinar nada bueno para él; Brad empezaba a sentirse especial, había sentido dolor al cortarse; miró su mano que nunca sangró y que ya había repuesto de nuevo su piel, comprendió en aquel momento que el dolor era lo mismo que había sentido al saber que Jean “no era funcional”, y entonces una gran rabia se apoderó de él. __ Identificación – detrás de él la voz del viejo conocido vigilante Stephenson le detuvo – ¡Ah!, pero si es mi amigo el L3, deberías estar en... Brad se dio la vuelta; a una velocidad de vértigo cogió al vigilante por el cuello y se lo rompió, como si de un pequeño pájaro se hubiera tratado. Miró a su alrededor y se sorprendió por la frialdad con que había actuado; aquel era su lado autómata, sin duda.


Brad sacĂł el cuerpo fuera de la estaciĂłn, dĂłnde ningĂşn humano se atreverĂ­a a salir, se vistiĂł de vigilante y suplantĂł la personalidad de su vĂ­ctima. Al dĂ­a siguiente, el vigilante Stephenson, que, evidentemente, no era otro que Brad, renunciĂł a su cargo alegando estrĂŠs, una situaciĂłn a la que solĂ­an llegar muchos de los vigilantes al verse tanto tiempo alejados del planeta Tierra. La concesiĂłn de la renuncia se efectuĂł inmediatamente, bajo el condicionado de la pĂŠrdida del puesto. A la semana siguiente Brad viajaba hacia la Tierra; desde la ventanilla podĂ­a ver el planeta azul, no sabĂ­a lo que podĂ­a esperarse de ĂŠl,

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o lo que podrĂ­a hacer; lo mĂĄs lĂłgico serĂ­a contactar con nuevos biocips L como ĂŠl para tratar de salvarlos y traerlos al planeta Tierra, aunque todo eso eran suposiciones que su infinita capacidad de memoria barajaba sin cesar. Pero, lo que mĂĄs le fascinaba en aquellos momentos a Brad, era que sentĂ­a algo profundo, mucho mĂĄs que el dolor del corte en el laboratorio, era distinto, algo indescriptible, un mensaje cifrado que su sistema binario no podĂ­a sacar de una inverosĂ­mil cripta de datos. Un humano cien por cien lo podrĂ­a expresar como una inmensa emociĂłn por saborear la libertad.

El nu´mero de la serpiente de Don Cosme era fascinante. Algunas personas que lo conocen afirman que todavi´a lo ensaya y que esto es confidencial ha incluido en su repertorio nuevos nu´meros con el ofidio. Ese savoir faire de Don Cosme es exactamente lo que necesitaba Javier Alca´ntara que esto tambie´n es confidencial , entre otras inquietudes que no vienen al caso, es muy aficionado a los especta´culos con serpientes...

La

entrevista Javier AlcĂĄntara

E

l MofandĂ­n estĂĄ de enhorabuena. Hemos conseguido entrevistar a un hueso duro de roer. Don Cosme. Una verdadera instituciĂłn en nuestra comunidad. Ese viejete con gafas y fama de malas pulgas, que, lo sĂŠ de buena tinta, oculta un corazĂłn tan grande como tierno tras su armadura de cascarrabias impenitente. AceptĂł enfrentarse a mi reconocida perspicacia, algunos tildan de impertinencia, con la condiciĂłn de dejar al margen su vida privada. Una forma elegante, creo, de darnos su adiĂłs. Les ofrezco una recreaciĂłn aproximada de lo que fue nuestra charla. (El presupuesto de nuestro periĂłdico no da para grabadora, Don Cosme desarbolĂł de tres mandobles mi guiĂłn y solo unas apresuradas notas pude

copiar de sus repuestas.) - ¿Don Cosme, cuål es su estado de ånimo a un tiro de piedra de su jubilación? Pues que estoy muy, muy cansado, hijo mío. No percibí el mås mínimo gesto de cansancio ni en las facciones ni en la voz bien timbrada de Don Cosme. Es mås, tras su sonrisa burlona, parecía guardar intacta toda su capacidad de gallo peleón, terror de aulas y pasillos. Seguí preguntando. ¿Cuåntos aùos lleva usted al pie del caùón? Si mi traicionera memoria no falla, treinta y tres aùos. ¿Estå contento? - No mucho, la verdad. Mås bien estoy confuso, perplejo. ( 69 )


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¿Perplejo? ¿Usted? ¡Con lo firmes que parecen sus convicciones! - No es cuestión de convicciones. Mi perplejidad es de otro orden. El caso es que los dos primeros tercios de mi carrera fueron satisfactorios. Mi número de la serpiente tenía una buena acogida en el público. En estos últimos años, en cambio... La rama de un pino agitada por el cierzo sacudió con violencia el cristal de la ventana. Aproveché los segundos de silencio para tratar de vislumbrar ¿se había vuelto loco?- el sentido escondido en la enigmática respuesta que me había atizado Don Cosme. Algo debió leer en mis ojos porque sin darme tiempo a lanzarle la nueva pregunta que bullía en mi cabeza, añadió con voz y gesto crispado. - Sí. Sí. No ponga esa cara de estar viendo al diablo con rabo y pezuñas. De alguna manera eso es lo que hago. Por las tardes, en casa, preparo a conciencia mi actuación del día siguiente. Escojo con mimo la melodía. Ensayo un buen rato con la flauta y la cobra más en forma, desafiando al vecino de arriba que me la tiene jurada. Como empezaba a captar por donde iban los tiros y el primer deber de un entrevistador que se precie, es el de adaptarse a la personalidad del entrevistado, le pregunté sin parpadear: - ¿Y le funciona bien el espectáculo? - Eso es lo que trataba de explicarle, joven. Durante muchos años, en mis sesiones de trabajo, nunca me faltó la prueba. Tenía en el bote a mi público. Se lo notaba en el brillo de los ojos, ese brillo como de lágrima a punto de estallar. Colocaba mi cesta encima de la mesa. Sacaba con ceremoniosa parsimonia la flauta del estuche. Entonaba mi dulce balada. La cobra asomaba su cabecita por el agujero como una bailarina de ballet colocada de puntillas. Y el hechizo se ponía en marcha. El dulce movimiento de balanceo de la cobra lo iban repitiendo los asistentes con los ojos cerrados. Lo demás era cuestión de coser y cantar. Y cosíamos y cantábamos hora tras hora. ¿Y eso ya no ocurre? - Bueno. Yo sigo preparando mi actuación con idéntico mimo. Cuando la ejecuto al día siguiente, mis escuchantes bostezan, comen pipas y chicle, vomitan asco por los ojos. Todo se tuerce. Desafino con la melodía, la cobra no asoma ni la cabeza o si la asoma parece un cactus resecado. Un desastre que se repite cada mañana y que desquiciaría al mismísimo Job. No me atreví a cortar el imprevisto y misterioso sesgo que estaba tomando la entrevista. Pugnaba

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por volver a las preguntas de mi guión escritas en un folio. La sonrisa picarona de don Cosme, como invitándome a no romper la complicidad que se había creado entre nosotros, me animó a no bajarme del burro y a seguir con el juego. ¿No ha probado el cambio de número? - Llevo tantos años tocando la flauta y domesticando a mis cobras que probablemente es demasiado tarde para aprender trucos nuevos. Un especialista no se improvisa así como así. Hacer el payaso, por ejemplo, con caretas, sombreros de papel y narices postizas. Puede enganchar al asistente al principio, a la larga, en nuestro delicado oficio, las risas entorpecen la concentración Alguna vez hasta consideré la posibilidad de reciclarme en el numero clásico, el del saxofonista haciendo trepar la cabra hasta la cima de una escalera. - Si no interpreto mal sus palabras, Don Cosme, nos está afirmando que sin un cierto entusiasmo previo y sin encantamiento del auditorio este circo nuestro no cumple su cometido. - Más o menos. En mi caso, puede que mis melodías se hayan quedado desfasadas y que mis serpientes hayan perdido toda su capacidad de embrujamiento. Pero si los asistentes al circo ocupan sus asientos para calentarlos, con el aburrimiento pegado en la cara, los ojos rebosantes de asco y los huevos preparados, ni se cose ni se canta, ni una puntada se enhebra... - Entiendo lo que me quiere decir. - Pues sólo falta que lo comprendan igual de bien los lectores de la revista. Por cierto, ¿Dónde esconde su cobra de hoy? - Ahí la tienes -y me señaló una cesta con la tapa cerrada y un trozo tela negro a modo de parche de tuerto tapando un agujero, al lado de una flauta blanca de brillo de marfil. Algo viscoso se enroscaba en el fondo sin que nada indicara si estaba vivo o muerto¡Lleva tres actuaciones por la mañana y está para el arrastre! Me levanté del sillón al otro lado de la mesa. Don Cosme se puso de pie para darme un apretón de manos. Abandoné el departamento de Lengua y Literatura mientras el viejo profesor volvía a la corrección, sembrando de tachaduras y anotaciones en tinta verde un taco de exámenes. El viento ululaba detrás de la ventana apagando el bullicio del recreo. Sonó el timbre para subir a clase. Biología. Camino del aula, me prometí a mí mismo seguir las explicaciones del Ciclo de Krebs como si la profesora fuera la más famosa de las equilibristas atravesando un abismo con pasos titubeantes sobre el alambre.


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[ CREACION • LITERARIA ]

Las historias de la historia... Cuando levantamos las piedras que nos rodean , o al detenernos a contemplar un lugar, los seres que circularon o se detuvieron en aquel sitio y que respiraron ese aire tan particular que alli´ se respira, vuelven a dibujarnos sus perfiles personales y sus particulares sen˜as de identidad...

Historia de

mi padre María Pilar Arregui Marco

T

ranscurría el verano de 1936. Joaquín tenía entonces siete años. Le gustaba ir al campo con su abuelo, cuidaba de las ovejas y ayudaba en lo que podía. Esto le servía para alejarse de ese ambiente tristón que se respiraba en su casa desde que su padre faltaba. A veces pasaban días sin volver al pueblo, se quedaban a dormir en el corral y así se evitaban recorrer el largo y caluroso camino que les llevaba a casa. Todas las mañanas Andresa, su madre, se acercaba andando hasta donde ellos estaban para recoger la leche de las cabras y venderla en el pueblo. Hacía ya unos días que Andresa no aparecía. Joaquín tenía muchas ganas de verla y aunque preguntaba insistentemente a su abuelo por ella, no recibía ninguna respuesta. Finalizó la semana y, después de encerrar las ovejas y dejar atados los perros, su abuelo Raimundo lo montó en el burro y a media tarde emprendieron el camino hacia el pueblo. Ya casi anochecía cuando divisaron las primeras casas. Allí se encontraron con una mujer quien, al reconocerlos, se fue llorando hacia ellos. En aquel momento Joaquín supo, antes de que la mujer dijera nada, que habían matado a su madre. En su casa todo el mundo lloraba y le abrazaba, pero nadie le explicaba claramente lo que había ocurrido. Se sentía muy solo. ¡Si al menos hubiese estado su padre con él! ¡Con lo contento que se puso el día que lo vio llegar por el gallizo! Pero de nuevo había tenido que marchar de casa y esconderse. ¿Dónde estaría ahora? No se acostumbraba a estar sin él, a pesar de que había faltado de su vida dieciséis largos meses.

Unos dos años atrás, en 1934, cuando Joaquín acababa de cumplir seis años, su padre desapareció de

casa. Dijeron que se lo llevaban a la cárcel, él no entendía por qué. Su madre y él tuvieron que dejar casa “La Pavana“, que era donde vivían cuando estaban los tres juntos, y se fueron a vivir a San Felices, a casa de sus abuelos; así no tendrían que pagar alquiler. Marcos, su padre, había tomado parte en las revueltas socialistas de octubre de 1934. La UGT convocó una Huelga General. El movimiento huelguista quedó prácticamente frustrado en toda España. En el ámbito nacional fue en Asturias donde la revolución tuvo más eco. Los obreros del campo, en su mayoría, estaban descontentos y defraudados con el gobierno. Los últimos gobiernos en el llamado “Bienio Negro” hacían una política cada vez más reaccionaria y conservadora. La tan prometida Reforma Agraria nunca llegaba. En la provincia de Zaragoza, los sucesos más graves tuvieron lugar en la comarca con mayor predominio socialista, Las Cinco Villas. Los cincovilleses afiliados a la U.G.T. se levantaron en armas contra las instituciones, hubo disturbios en casi todos los pueblos, destacando por su dureza los de Uncastillo, Ejea y Tauste. Cuando se sofocó la revuelta, la izquierda que había tomado parte en la misma, fue encarcelada. Las cárceles de España se llenaron de obreros, que pasarían allí casi dos años, hasta que en febrero de 1936 con el triunfo del Frente Popular en las elecciones, se proclamó una amnistía y fueron puestos en libertad más de 30.000 presos políticos. Fue entonces, en febrero de 1936, cuando Marcos, el padre de Joaquín, apareció de nuevo en casa. Había pasado año y medio, junto con otros muchos del pueblo, en la cárcel de Torrero de Zaragoza, donde fueron retenidos a raíz de los disturbios de octubre del 34.

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[ CREACION • LITERARIA ]

[ N A R R A T I VA ]

Pocos meses estuvo Marcos en casa. En julio estalló el golpe militar y seguidamente, al declararse la guerra, tuvo que huir para intentar salvar su vida. No se sabe muy bien cuáles fueron los motivos que llevaron a enfrentarse tan cruelmente a vecinos que habían convivido toda su vida. Lo cierto es que en Uncastillo se traspasó el motivo político o de ideas para caer en los odios y rencillas personales. La gente de izquierdas era detenida, encarcelada o fusilada. Marcos huyó en varias ocasiones, pasó algún tiempo escondiéndose por el monte, hasta que se enteró de que habían matado a su mujer. Le contaron que, al no poder encontrarle a él, los falangistas habían apresado a Andresa, su mujer quien, junto con otras seis mujeres, fue llevada en un camión a Farasdués. Allí, en la entrada del pueblo, las fusilaron. Al enterarse del asesinato de Andresa, trató de dirigirse a Francia. En el valle de Isaba se sintió desfallecido y hambriento. Se acercó a un pastor que cuidaba unas ovejas, quien le dio algo de comer. A Marcos le pudo el cansancio y se quedó dormido. El pastor aprovechó este momento para dar el chivatazo a los falangistas de la zona. Cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando ya era tarde. Le rodearon, le apuntaron con escopetas y allí mismo le mataron. Aquí acabó Joaquín su infancia. A los ocho años se quedó solo, sin padre, sin madre, sin entender, con su corta edad, lo que había pasado y con una profunda tristeza que tardaría mucho tiempo en desaparecerle. Además de dejarlo sin nadie también le dejaron sin nada. Desvalijaron la casa y se llevaron todo: muebles, ropas, herramientas de trabajo... Pasados unos días, los falangistas se llevaron a los que previamente habían dejado huérfanos a un orfanato de Tarazona. De Uncastillo fueron unos diez o doce críos de edades comprendidas entre los seis y doce años. El orfanato estaba situado en un antiguo seminario, regido entonces por falangistas. De su cuidado se encargaban unas monjas. Joaquín estuvo enfermo casi todo el tiempo. Estaba débil y sobre todo estaba triste. Todo lo que comía lo devolvía. Las monjas le trataban bien, aunque la comida era mala y escasa. Había una monjita que le tenía especial cariño y siempre le guardaba alguna cosa para que se la comiera a escondidas. En el orfanato estuvo aproximadamente dos años. Algunos domingos las familias de Tarazona sacaban huérfanos para que comieran en sus casas. Joaquín recuerda que su primera salida fue a una casa de ricos, cerca de la catedral y que por primera vez en su vida comió fresas de postre. Después empezó a llevarle a su casa los domingos una mujer mayor que vivía sola.

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En Tarazona hizo su primera comunión. Comió con la abuela adoptiva quien por la tarde le llevó por algunas casas para que le dieran una propina. En el orfanato no se sentía mal tratado, pero él seguía muy débil. Llegó un momento en el que la falange no pudo mantenerlos y todo aquel niño que fuera admitido por un familiar, debió marchar a su pueblo. Al llegar a Uncastillo estaba sin fuerzas y enfermo. Se fue a vivir con sus abuelos, Raimundo y Ramona, y aún tardó varios meses en recuperarse. Ya no volvió a ir a la escuela. Hasta los doce años fue al campo con su abuelo y por la noche iba a una lección a casa de Mariano Fuertes (Mariano el de las muletas). A los doce años empezó a trabajar de pastor en una casa. A partir de ahí han sido muchas las casas o empresas en las que ha trabajado a lo largo de su vida. Unas veces de pastor, otras veces de bracero, y siempre de peón para otros. Llevaba ya muchos años trabajando cuando se fue a la mili. Aquí todavía percibió el trato desigual por hijo de rojo. Los rojos no podían tener un destino o cargo, no podían ser asistentes, granjeros, etc. Cualquier destino que pedía se lo denegaban, puesto que los informes que llegaron del ayuntamiento de su pueblo decían que era hijo de rojo. Joaquín ha trabajado mucho durante toda su vida pero también le ha gustado divertirse. A pesar de todo ha sido un hombre alegre, juerguista en su juventud y con una única ambición: trabajar para que su familia pudiera vivir dignamente, que sus hijos tuvieran posibilidad de estudiar y poder así tener acceso a una vida más fácil y cómoda que la suya. Siempre les ha repetido a sus hijos: “estudiad y formaos en lo que podáis porque esa es la única herencia que os podemos dejar”. Los hijos de Joaquín sentimos que, además de darnos la posibilidad de estudiar, nos ha dado ejemplo de generosidad, honestidad, de responsabilidad y de tantas otras cosas. Joaquín es, como decía Machado, “en el buen sentido de la palabra bueno”. Esta es solo una historia de las muchas que se podrían contar de aquella época. Historias que se han mantenido en silencio, en los recuerdos de aquellos que las vivieron y que las sufrieron. Historias que nunca se han contado y que algunas ya no se contarán, por miedo o porque sus personajes principales han muerto y se han llevado consigo sus recuerdos. Sirva esta historia de homenaje a todos aquellos que no han podido contar la suya por unas u otras razones.


[ CREACIÓN • LITERARIA ]

[ POESIA ]

Firmas

invitadas A Ana Mª Navales

Cuando el mar se acerque a mi puerta, dormiré sobre su cuerpo. Abrazaré los árboles que las golondrinas me dejaron y abriré las rocas que descienden del cielo. Heredero soy de la poderosa altura del desconcierto. Ay de las estrellas perdiéndose en el sueño del aquellos que nacieron heridos. El cárdeno mirar de las lágrimas se revuelca con la lluvia. Oh piedras de la mentira, no destruyáis el milagro de la música. Encendí mi furor desolado. Me apoyé sobre un muro de hambre y escribí mis memorias en el fuego. El monstruo de la soledad tiene frío. Dormí con la paciencia a mi lado, con ella canté y hablé. Sus amantes palabras curaron mis cicatrices vivas. Amo los paisajes que alumbran mis cenizas sublevadas. Con el cuerpo de la madrugada me vestí de amor ante el dios de mis bosques blancos. No todo es inasible cuando los ojos del alma, aman el vuelo de un dios que sufre ante la hermosa vida que el corazón siente frente a la belleza.

Chema Agustín

Mariano Esquillor

Chema Agustín

Soy el detonante de mi vértigo abrazado a las piedras del frío. La mirada del espacio invoca su nombre ante el abrigo de la muerte. Vuelvo a ser el amante de las sombras que perturban mi mente. Salgo del pecho del viento. Los niños de mi desierto caminan sobre la grandeza de sus calles donde mis manos invernan ante la sed y el frío que purifican la aurora.

Sin tiempo He respirado el sabor de la ceniza, en medio de un esplendor agonizante que se alimenta en los acantilados de la locura. He visto en el corazón de la paloma el acoso de los metales como una sombra sucia. Tuve que cerrar los ojos, y recoger los reptiles mientras se enrosca la calumnia en la oscuridad de los hombres. Me visito la vergüenza con amenaza de silencio, con luces clandestinas, y entonces supe que tenía boca para vencer los decretos de la desaparición. Sin tiempo para incendios, la lengua enloquecida quiebra los fusiles y devuelve a la palabra una urgencia de alas.

José Antonio Conde

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[ POESIA ]

[ CREACIÓN • LITERARIA ]

Nuevas voces y un registro esponta´neo y gra´cil, nos muestran estos creadores en sus poemas. Versos marcados por la meta´fora del desastre, por un impulso en el contenido de los sentimientos. Un itinerario que el corazo´n recoge en la sintaxis. Poesi´a que ha de preparar su camino hacia la madurez li´rica. Y en este instante, cabe recordar un pensamiento de Vicente Huidobro Un poema es una pa´gina en el cielo .

Otros

poetas

Episodio en que me encuentro con mujer con folijones1 Quiero contarvos la estoria Que me acaesció en Soria Pasando grandes montaùas Perdí el camino en las braùas Por cuÊrragos e por desvíos Por peumos tomÊ estravío FallÊ moza muy estraùa En medio de una maraùa Andaba pescando n’el agua Mas ni un jaramugo atrapaba Por curiosidat que avia En ansias por quÊ vería Metime tras un arbusto Y espantÊme con grand susto Mirando por entre las bayas, Pues tras levarse las sayas

Vide sus piernas peludas Patizambas e menudas, Su cabeza era un infierno Pelona cual calvatrueno Su pechico taciturno No habrĂ­a criado un alburno. MordiĂłme un mur en un dedo E yo gritĂŠ, aunque quedo SintiĂł la moza el quejido MĂĄs valdrĂ­ame no haber ido TollĂłme por el pescueço - FodolĂ­ – me dixo - ÂżquĂŠ es eso? Tras un coletuy te paras ÂżNo querrĂĄs verme las bragas? No llevo yo tales cosas Son demasiado modosas. -ÂżCuĂĄl es tu gracia, hermosura? -Dixo: MarĂ­a me puso el cura, Mas por mis condiciones AquĂ­ todos me conoscen Por MarĂ­a Folijones.

IlusiĂłn ÂĄ Quiero volver a ser niĂąo! Esta tarde, ahora mismo, acabo de tomar la decisiĂłn. Sentado aquĂ­, en un banco de este parque cuyo nombre desconozco, pero que tampoco importa. De cara al sol, la brisa de Mayo acaricia mi cara y entorno los ojos. El bullicio de los niĂąos que corretean unos, juegan, meriendan otros, los hay que dan patadas a un balĂłn al tiempo que gritan y otros que vienen y van con sus bicicletas. SĂ­, quiero ser niĂąo, quiero volver a la niĂąez, quiero protagonizar mi infancia otra vez. Reclamo el papel estelar de mi inocencia pasada.

E con sus brazos de cantero Me atizĂł con un madero, SujetĂłme a una branza Tuve de hacerle labranza. Me retuvo mĂĄs de un mes, En que non faltĂłme revĂŠs. E aquĂ­ se acaba la estoria En la que cual trujamĂĄn Non quise hacer tal parodia Sino triste palinodia De un mi destino inffernal. E si quisiĂŠredes sacar Inconvenientes al verso Tan sĂłlo queda encajar “secĂĄculâ€?, que es nombre adverso, e por demĂĄs es de imposible rimar.

Elena Pidrafita

PermĂ­tanme saltar a la palestra de mis tiernos aĂąos. Volver a repetir mis rabietas, lloriqueos, ilusiones, pequeĂąos triunfos y enfados, tambiĂŠn los juegos y momentos gratos. Permitidme que tenga ilusiĂłn, concededme que con el tirachinas pretenda cazar un pĂĄjaro. Quiero apedrear un perro sin saber que ĂŠl nunca me abandonarĂ­a. Concededme que con ilusiĂłn de infante, si me dejaran, el mundo yo cambiarĂ­a. ÂĄQuiero volver a ser niĂąo! ÂĄQuiero enrolarme en el barco de la niĂąez! ÂĄReclamo el papel de mi infancia! Estoy decidido a ello, seguro que... nunca lo lograrĂ­a. Miguel Angel Villa Laborda

1En este poema se usan todas las palabras que aparecieron en la secciĂłn “Juego del diccionarioâ€? del pasado nĂşmero de Ă gora.

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Si pudiera... correría hacia ti igual que fluye el río hacia el MAR, desbordándome en un abandono lento y callado, hasta fundirme en el profundo e inmenso océano de tu mirada. Si pudiera... te cubriría con mi ser igual que la lluvia cala la TIERRA, filtrándome en ella como va tu esencia entrando en mi alma. Si pudiera... desplegaría mis alas, alas castradas por las tijeras del olvido, y bailaría por ti igual que baila la brisa refrescando la mañana, perfumando con su danza el AIRE que nos envuelve y nos separa. Si pudiera... ¡pero no puedo! ; y en los momentos en que me duele la vida grito en soledad, con el grito desgarrador del silencio: ¡Si pudiera! Mª Carmen Gómez

Tristeza de un hombre Siente en la oscuridad de la noche la fría y negra soledad, y envuelve triste en su alma aquel lejano recuerdo que pudo darle felicidad. Por buscar una quimera, quiere que su tristeza a nadie duela, quizás sin saberlo acaso tiene miedo triste y eterno porque la soledad va con él por el camino del olvido, y vuela. Mirando a su alrededor siente que su corazón un suspiro encierra, grabadas deja en sus ojos las miserias de este mundo y las tristezas de la tierra. Vuela y vuela el pensamiento en la desolada noche fría, de pronto el corazón cansado guarda los latidos en su seno de aquella noche, que no tuvo día. Joaquín Pola Lorente

Vidas rotas en Atocha

[ CREACIÓN • LITERARIA ]

Si pudiera

Chema Agustín

[ POESIA ]

Te siento, y no siento ¿dónde ha ido tu tren? ¿dónde tu aliento?. Sigue la noche negra de muerte y luto. El silencio me rodea, me marea. Sigo esperando tu tren que no llega. Y una voz me llama, y una luz me espera, llegas por fin, ¿no me ves? Pasas por mi lado, Estás llorando, Y abrazas a tu cuerpo mi retrato. Yo sigo aquí, entre velas, entre flores y poemas. Nadie me ve sigo solo en el andén. Llega una nueva noche a tu ciudad soñada y yo sigo esperando tu llamada. Seguiré clavado en un andén desierto, donde dejé mi vida y tu recuerdo. s.h.s.

Eso llamado libertad No es cierto que al mirar el día nos salpica la nostalgia del pasado en que otra vida vivía, por eso tengo esperanza al mirar en el presente, si es cierto éste y no hay pizca de melancolía; abrir mis ventanas de par en par que entre el aire por los salones y que se lleve lo que hay de malo por los rincones, y si el mal viene a visitarme algún día le haré cara frente a frente con alegría.

Mª José Andrés Moral

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[ I N V I TA C I Ó N • A • L A • L E C T U R A ]

Pero son las palabras que cantan, las que suben y bajan... me prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las palabras... Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen.. Vocablos amados... Pablo Neruda En una revista dedicada a la creacio´n, no podi´a faltar un rinco´n soleado y luminoso en el que arrebujarnos en la intimidad con nuestras lecturas preferidas, en el que compartir las palabras, y el mundo que explican, con esos escritores que, a trave´s de las palabras, nos recrean el universo. En este rinco´n de INVITACIO´N A LA LECTURA, os recomendamos nuestros libros favoritos.

Los comienzos de las novelas:

un anzuelo al lector José Ramos Sánchez

E

s conocido que las primeras líneas de una novela sientan las bases de la historia: género, protagonistas, espacio, narrador y tono. Son el anzuelo, el garfio con los que el autor intenta enganchar por las tripas al lector para que lea, sin resuello, las cien, trescientas o setecientas páginas que van a seguir. Dice Adela Kohan “en el primer párrafo, el novelista instala al lector en un ambiente, una atmósfera, un conflicto o una situación. Ese inicio marca una ruptura con la linealidad: algo diferente pasa, por eso nos lo cuentan: algo se nos está intentando decir compulsivamente, y el inicio es la compuerta tras la que se presenta un mundo singular”. Casi todos tenemos en la cabeza algunos magistrales comienzos de novelas que se han convertido en clásicos indiscutibles. Les propongo un juego. Yo escribo un arranque de novela famosa y ustedes, avezados lectores, adivinan título y autor. (Una pista: Entre otros, hay obras de James Joyce, Marcel Proust, Kennedy O’ Toole, Joseph Conrard, Flaubert.).

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”... (...... ) “Era un viejo que pescaba solo en su bote en el Gulf Stream y hacía 84 días que no cogía un pez...” ( .....) “ Longtemps je me suis couché de bonne heure...” (Durante mucho tiempo me acosté temprano) (..... )

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“Cuando Grégor Samsa despertó una mañana de un sueño inquieto, se encontró en la cama convertido en monstruoso insecto...” ( ...... ) “Estábamos en la hora de estudio, cuando entró el director seguido de un chico nuevo , con atuendo provinciano y de un bedel que transportaba un gran pupitre...” ( ....... ) “Bastará decir que soy Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona...” ( ....... ) “Muchos años después frente al pelotón de fusilamiento...” (....... ) “Solemne, el gordo Buck Mulligan avanzó desde la salida de la escalera llevando un cuenco de espuma de jabón, y, encima, cruzados, un espejo y una navaja...” ( .......) “Una gorra de cazador verde apretaba la cima de una cabeza que era como un globo carnoso. Las orejeras verdes, llenas de unas grandes orejas y pelo sin cortar y de las finas cerdas que brotaban de las mismas orejas, sobresalían a ambos lados como señales de giro que indicasen dos direcciones a la vez. Los labios, gordos y bembones, brotaban protuberantes bajo el tupido bigote negro y se hundían en sus comisuras, en plieguecitos llenos de reproche y de restos de patatas fritas.. .” ( ....... ) “En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles


“Era lunes y como todos los lunes me pesaba ahí mismo, abajo del saquito de los cojones. Una tarde pensé que el alma era una tercera bola que llevaba ahí colgando y que me servía tan poco como me servían los otros dos...” // LA FLAQUEZA DEL BOLCHEVIQUE de Lorenzo Silva.

“La Nellie, una pequeña yola de crucero, se inclinó hacia su ancla, sin el menor aleteo de las velas, y quedó inmóvil. La marea había subido, el viento estaba casi en calma y, puesto que se dirigía río abajo, lo único que la embarcación podía hacer era echar el ancla y esperar a que bajara la marea...” ( ..... )

“Monsieur Haneda était le supérieur de Monsieur Omochi, qui était le supérieur de Monsieur Saito, qui était le supérieur de Mademoiselle Mori, qui était ma supérieure. Et moi, je n’étais la supérieure de personne”... // STUPEURS ET TREMBLEMENTS de Amalie Nothomb. (Existe versión traducida)

Ahora, sin más adivinanzas, les propongo una docena de sugerentes comienzos de novelas. (¡Calentitas! ¡Recién salidas del horno en su mayoría!). Son algunos de los excelentes anzuelos ante los que yo he claudicado últimamente y que lanzo a su paso, colgantes de una boya multicolor y perfumada, por si alguno de ustedes desea picar. ¡Piquen! ¡Piquen! La carnaza es suculenta y muy placentera de degustar, se lo aseguro.

“Nací dos veces: fui niña primero, en un increíble día sin niebla tóxica de Detroit, en enero de 1960; y chico después, en una sala de urgencias cerca de Petoskey, Michigan, en agosto de 1974”... // MIDDLESEX de Jeffrey Eugenides

“Octubre, 1969. Un droshky baja lentamente por una de las calles del barrio del mercado de San Petesburgo. Frente a un alto edificio de viviendas, el cochero tira de las riendas del caballo. El pasajero mira el edificio con ojos dubitativos. -¿Está seguro de que es aquí? —pregunta. - Calle Svechnoi, 63. Es lo que usted me ha dicho... // EL MAESTRO DE PETESBURGO del último premio Nóbel, J. M. Coetzee “No he querido saber pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola de su propio padre, que estaba en el comedor con parte de la familia y tres invitados...” // CORAZON TAN BLANCO de Julián Marías. “Ahora estoy muerto, soy un cadáver en el fondo de un pozo. Hace mucho que exhalé mi último suspiro y que mi corazón se detuvo, pero, exceptuando el miserable de mi asesino, nadie sabe lo que ha ocurrido...” // ME LLAMO ROJO de Orhan Pamuk.

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apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata; las cocinas, a col podrida y grasa de carnero; los aposentos, sin ventilación, apestaban a polvo enmohecido, los dormitorios, a sábanas grasientas, a edredones húmedos y al penetrante olor dulzón de los orinales...” (....)

“Todos nacemos con un indeleble número secreto en la frente, que marca nuestra fecha de caducidad. Un número sólo conocido por el azar o la genética y que en el instante del parto comienza su inexorable cuenta atrás”... // CUENTA ATRÁS de Juan Bas. “Si pudiera deciros una sola cosa acerca de mi vida, sería esta: tenía siete años cuando el vehículo del cartero pasó por encima de mi cabeza. Para mi no existe ningún otro acontecimiento formativo más cercano; el tambaleo y el zigzag de mi existencia, mi cerebro dañado y mi fe en Dios, mis colisiones con la alegría y con la aflicción, todo ello, de una manera u otra, ha surgido de aquel momento, una mañana de verano, en que la rueda posterior izquierda de un jeep del servicio postal estadounidense aplastó mi cabeza contra la grava caliente de la reserva india de San Carlos...” // LA VIDA MILAGROSA DE EDGAR MINT de Brady Udall. “¿Muerta? ¿Muerta yo? A quién se le ocurre. No mientras me quede una sola palabra por decir. Estoy en la Posada del Caribe. Llevo aquí casi un mes y medio sin ver a nadie. Mentira: una vez por semana viene Amkiel a traerme provisiones. Los martes, creo, aunque mi noción del tiempo no es demasiado fiable. Aquí todos los días se parecen...” // MENTIRA de Enrique de Hériz.

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“Supe que había sucedido algo irreparable en el momento en que un hombre me abrió la puerta de esa habitación de hotel y vi a mi mujer sentada en el fondo mirando por la ventana de muy extraña manera”... // DELIRIO de Laura Restrepo. “Diez días después de terminar la guerra, mi hermana Laura se despeñó con el coche desde un puente en reparación: se llevó por delante la señal de peligro. El coche se precipitó treinta metros por el barranco, atravesó las mullidas copas de los árboles, cubiertos de hojas nuevas, y a continuación se incendió y rodó hasta el riachuelo del fondo. Sobre el coche cayeron varios cascotes del puente. De Laura no quedaron más que restos calcinados...” // EL ASESINO CIEGO de Margaret Atwood

“Rímini estaba duchándose cuando sonó el portero eléctrico. Salió cubierto con una toalla de manos -la única que encontró en ese bazar de perfumes, gorras de plástico, cremas, sales, aceites, remedios y masajeadores en el que Vera había convertido el baño- y un reguero de gotas obedientes lo siguió hasta la cocina. “Correo”, oyó que le decían entre dos rugidos de camiones. Rímini pidió que le pasarán la carta por debajo de la puerta y de golpe, como si la sombra de un intruso lo sorprendiera en una habitación que creía desierta, se vio desnudo, temblando, en la hoja vidriada de una puerta que un golpe de viento acababa de abrir...” // EL PASADO de Alan Pauls

Centro receptor de colaboraciones para la próxima revista Ágora

Centro de Estudios de las Cinco Villas Dirección Casa de las Cinco Villas: Ram n y Cajal, 17. Apartado de Correos 84 50600 Ejea de los Caballeros (Zaragoza)

CENTRO DE PROFESORES Y RECURSOS DE EJEA DE LOS CABALLEROS PLAZA GOYA s/n 50600 EJEA DE LOS CABALLEROS. (Zaragoza) Teléfonos: 976677160 y 650441064 Fax: 976677161 cprejea@aragon.es • www.cprejea.com Periódico intercentros: www.cprejea.com/pizarrin AMBITO DEL CENTRO DE PROFESORES Y RECURSOS: IES Reyes Cat licosSecci n de SÆdaba-IES Cinco Villas-IES Rio Arba-IES Conde Aranda-IES Siglo XXI -CRA Los Baæales-CRA Luis Buæuel-CRA Monlora-CRA Insula BaratariaC.P.E.A. Exea-Escuela Oficial de Idiomas-C.P. Rector Mames EsperabØ-C.P. Cervantes de Ejea-C.P. Ferrer Y Racaj-C.P. Mar a Dom nguez-C.P. Alfonso I El Batallador--C.P. Pradilla-C.P. Sancho Abarca-C.P. Santa Engracia-C.P. Isidoro Gil de Jaz-C.P. Aragon-C.P.Cervantes de Pedrola-C.P. Miguel ArtigasC.P. Alfredo Muiæos-EOEP de Alag n y Ejea-Guarder a Virgen de La OlivaColegio Ntra. Sra. del Castillo-Colegio Ntra. Sra de la Merced-EFA BoalaresEFA La Noria- F.P. Alaœn-Guarderias-Escuela Hogar y Aula de la Naturaleza de Sos-CENTRO DE PROFESORES Y RECURSOS- IES Reyes Cat licos- Secci n de SÆdaba-IES Cinco Villas-IES Rio Arba-IES Conde Aranda-IES Siglo XXI CRA Los Baæales-CRA Luis Buæuel-CRA Monlora-CRA Insula BaratariaC.P.E.A. Exea-Escuela Oficial de Idiomas-C.P. Rector Mames EsperabØ-C.P. Cervantes de Ejea-C.P. Ferrer Y Racaj-C.P. Mar a Dom nguez-C.P. Alfonso I El Batallador--C.P. Pradilla-C.P. Sancho Abarca-C.P. Santa Engracia-C.P. Isidoro Gil de Jaz-C.P. Aragon-C.P.Cervantes de Pedrola-C.P. Miguel ArtigasC.P. Alfredo Muiæos-EOEP de Alag n y Ejea-Guarder a Virgen de La OlivaColegio Ntra. Sra. del Castillo-Colegio Ntra. Sra de la Merced-EFA BoalaresEFA La Noria- F.P. Alaun-Guarderias-Escuela Hogar y Aula de la Naturaleza de Sos-CENTRO DE PROFESORES Y RECURSOS- IES Reyes Cat licos- Secci n de SÆdaba-IES Cinco Villas-IES Rio Arba-IES Conde Aranda-IES Siglo XXI CRA Los Baæales-CRA Luis Buæuel-CRA Monlora-CRA Insula BaratariaC.P.E.A. Exea-Escuela Oficial de Idiomas-C.P. Rector Mames EsperabØ-C.P.

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Teléfono: [34] 976 660224 Fax: [34] 976 660224 E-mail: ejea@ifc.dpz.es Horario: Lunes, martes, miØrcoles y jueves de 10:00 a 12:30.

`reas Informaci n general. Arqueolog a. Literatura. Jornadas de Estudio y Congresos. Revista Suessetania y Publicaciones. Intercambios BibliogrÆficos. Exposiciones y Conferencias. Premios de Investigaci n. Archivo FotogrÆfico y EtnogrÆfico.


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“Bajo una cintura de tierra, hay semillas de orfandad” José Antonio Conde. La vigilia del mármol Entre paréntesis ...y yo me iré y se quedarán los pájaros cantando Juan Ramón Jiménez

Patxi Abadía Alvarez

T

raigo aquí a colación estos dos conmovedores versos del poeta de Moguer para escribir unas cuantas líneas sobre la poesía del cincovillés José Antonio Conde (Sierra Luna, 1961). Lo que hay delante de ese primer «y» es toda una vida resumida en un silencio, lo que encontramos en los dos primeros libros de Conde titulados La vigilia del mármol (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2003) y Entre paréntesis (Lola Editorial, 2004) es igualmente toda una vida resumida en un silencio de cuarenta y dos años, pero que emerge ahora con tanta pureza y verdad que estamos convencidos de que su poesía va a hacerse un hueco en este poliédrico y aletargado panorama de las letras aragonesas y españolas. Asimismo, no me cabe la menor duda de que los versículos de estos dos libros iniciáticos se quedarán cuando nosotros nos hayamos ido. Como es sabido, la creación literaria surge como fruto de la necesidad de expresarse por la palabra y existe como «literatura» cuando el proceso de comunicación se cierra y todo cuanto pone a nuestra disposición el autor-creador es re-creado por los lectores. Por eso, en esta reseña, para ser auténtica, sólo puedo poner algunas reflexiones y sugerencias que me han transmitido los poemas en prosa y aforismos del poeta Conde. En una palabra, mi propia re-creación. En una primera lectura, la obra literaria de Conde me llega como producto de «exploración»: se entiende como una forma de conocimiento y descubrimiento de una nueva realidad. Mallarmé hablaba de «dar un sentido más puro a las palabras de la tribu». El lenguaje literario empleado por este poeta crea su propio mundo referencial, que en ocasiones llega a disolverse mediante la ambigüedad en una sarta de imágenes que nos guían como rosa de los vientos a otra visión de la

realidad. El propio título, La vigilia del mármol, ya parece sugerirnos esa invitación al «tiempo de la semilla, de los silencios cargados de humo», como leemos en este mismo libro. No cabe duda de que este principio ha obligado a nuestro poeta sierralunero a explorar hasta los últimos límites los valores aspectuales y semánticos de las palabras empleadas para crear su mensaje literario. Hasta los términos que en principio parecerían menos poéticos como los de la cotidianidad rural e incluso aderezados con algún que otro localismo lexicográfico aragonés («arpillera», «cierzo», «garrafa», «granero»...) adquieren un enorme poder de sugerencia y connotación en el conjunto del poema en prosa. Tanto más ocurre este fenómeno en Entre paréntesis, por tratarse de poesía aforística. De búsqueda podríamos calificar la poesía de José Antonio Conde. Búsqueda de un registro poético personal adecuado para expresar su mundo interior. En cada libro parece aflorar la búsqueda de un registro distinto, pero la esencia en ambos sigue siendo la misma: el afán de transmitirnos un mundo haciéndose cada día en medio de la ebullición y vorágine actuales. Respuestas diferentes a los mismos interrogantes que intrigan al ser humano desde su creación. Pero por encima de ellas siempre emerge la original voz poética del pensamiento y del ánima del escritor. Para finalizar mi re-creación de la poesía de Conde, pueden servirme perfectamente unas palabras de Antonio Muñoz Molina extraídas de su libro La disciplina de la imaginación: «Es una ventana y también un espejo. Quiero decir: es necesaria. Algunos puritanos la consideran un lujo. En todo caso es un lujo de primera necesidad».

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La voz

dormida Beatriz Izuel

L

a voz dormida” se ha convertido merecidamente, en una novela imprescindible dentro de la literatura española. La importancia de la descripción, la base real de personajes y ambientes, y la utilización de palabras populares identifica al lector con los personajes de manera que este ríe llora y siente a la vez que ellos. La sencillez del léxico y la sintaxis, la abundancia de repeticiones y la importancia de los signos de puntuación dotan a la novela de una elegante claridad. Además Dulce Chacón utiliza el narrador omnisciente para adelantar acontecimientos sumergiendo al lector en la España de la posguerra desde la primera línea. No es solamente el estilo lo que hace de La voz dormida una novela brillante, además es la “historia local” de una lucha, la lucha de los que no aceptaron la opresión, de los que no se resignaron a perder su libertad, de la gente del pueblo, que da una visión de la verdad mucho más real que cualquier tratado histórico, que fue víctima de la represión y posteriormente, del olvido. Pero esta novela va mucho más allá, porque sus protagonistas son las que permanecieron a la sombra durante mucho tiempo, pero que

en un determinado momento, rompen con la función que la sociedad les había asignado para luchar por lo que creen, decidir qué es lo que quieren y asumir un papel importante en la historia. Con novelas como ésta, evitamos que muchos sigan muriendo en silencio y que los que han querido convencernos de que existía una sola versión de los hechos no se salgan con la suya. De esta manera las palabras de Dulce Chacón se convierten en la victoria de los vencidos; haciéndose realidad el deseo de Julita Conesa en su última carta, porque sus nombres no han sido borrados de la historia. Referencia bibliográfica: La voz dormida, Madrid, Alfaguara, 2002. Otros libros de la autora: Poesía: Querrán ponerle nombre • Las palabras de la piedra Contra el desprestigio de la altura • Tarde tranquila Omaggio alla poesía Novela: Blanca vuela mañana • Háblame, musa, de aquel varón. Matar al ángel • Algún amor que no mate • Cielos de barro Teatro: Segunda mano

Matatoros Marisa Azuara

H

ay vidas que parecen llamadas a la grandeza y, a la hora de la verdad, quedan diluidas en la mediocridad, o palabras contundentes, como “matatoros”, que se desvanecen en la ambigüedad. ¿Qué significado elegir? ¿El culto y cervantino del Siglo de Oro español o su degenerada etimología actual? Lo sabio será dejarlo al libre albedrío del lector, cuya interpretación, con seguridad, resultará acertada, pues la obra sin ella permanece inconclusa. Matatoros narra una historia sencilla, sumergida en una cultura grande, compleja, milenaria y atávica como es la taurina. Analiza la trayectoria vital y espiritual de un hombre que pelea denodadamente por encontrar su camino, al tiempo que se enfrenta a las cues-

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tiones transcendentes que marcan su existencia: la muerte, la religión, la soledad, el amor, la mentira, el éxito, el fracaso... . “La Fiesta”, como telón de fondo y motivo central de la novela, nos enfrenta a un mundo en perpetua lucha entre la tradición ritual que lo sustenta y las nuevas teorías ecologistas, pacifistas y mercantilistas que dominan la mentalidad contemporánea. Un mundo lleno de simbolismos y metáforas, basado en la belleza del sentimiento puro, llamado a desaparecer, engullido por las trampas que él mismo ha creado y el implacable sentido práctico de una sociedad que desecha todo lo que no resulta útil o productivo. Finalmente, como en El Gran Teatro del Mundo de Calderón, son los propios actores quienes determinan con sus acciones el camino a seguir, sellando de esta forma su destino.


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Se inaugura con estas li´neas una seccio´n de la revista dedicada a los libros de Arago´n, con dos objetivos: mostrar la importante labor de empresas y asociaciones de nuestra Comunidad en la difusio´n de la cultura aragonesa, espan˜ola y universal; y contribuir al conocimiento de escritores aragoneses y de sus aportaciones a la literatura y al pensamiento.

Los libros de

Aragón en Ágora Eva Bajén Las editoriales…

S

i editar en España es difícil, apostar por Aragón puede suponer una formidable aventura en la que ya son veteranas tres editoriales aragonesas: Olifante, Lola Editorial y Los libros del Innombrable. Las tres vienen realizando una esmerada labor de edición de la que destacaremos algunos títulos. La hermosa traducción de Clara Janés de los poemas de Mohsen Emadí, bajo el título La flor de los renglones, es representativa del espléndido trabajo de Lola Editorial en una de sus colecciones más ambiciosas: “Libros de Berna” de poesía breve. En ella podemos encontrar, junto a Fraçoys Villón, la prosa poética de Luis Alberto de Cuenca o las creaciones de Mariano Esquillor. Esta casa mima especialmente a la poesía y nos ofrece, además, su colección “Cancana “ de este género. Pero no desdeña el ensayo (“Cantárida”) ni el relato breve (“Albur”). El ejercicio lúdico y cómplice de escritura compartida de Ali-

cia Silvestre y Raúl Herrero, El faro de Sigfrido, me sirve para presentar la sugerente editorial Los libros del Innombrable, que reúne en sus diferentes colecciones de nombre esotérico (“Biblioteca Golpe de Dados”, “Ciclo del 9” y “Salastro Colección”) libros difícilmente accesibles en rutas más comerciales, desde los textos de Arrabal , la poesía postista o los cuentos de Grimm a obras de los dramaturgos Francisco Nieva o Edgar Neville. Olifante Ediciones de Poesía se fundó en 1979. Desde entonces, viene cumpliendo gran parte de sus objetivos: encontrar poetas noveles de habla hispana y aglutinar bajo su sello, bajo su “llamada” –fácilmente reconocible—, a los amantes de la lírica. Así lo avala la cuidada edición de un bello libro de poemas de Alfredo Saldaña donde de nuevo la palabra sirve para explicar y explicarse: “Lector, ahora estás al corriente de algunas cosas que antes ignorabas: sabes, por ejemplo, que hay preguntas que uno no debe plantearse(…)”, “Ser aire en el aire: palabra entre palabras”.

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…Y los escritores Muchos son los creadores que acuden a mi memoria, además de los ya nombrados. Pero, de todos ellos, de nuevo tres –número mágico-, servirán de muestra de lo que para la literatura ofrece nuestra tierra y que la dignifica y reivindica en una época de autonomías históricas y de grandes empresas editoriales que a veces nos olvidan. Los tres escritores representan tres generaciones diferentes de creación, tres maneras de mirar el mundo y, en definitiva, tres mundos interiores entregados a la comunicación. Iniciamos el recorrido con las últimas publicaciones de Ildefonso Manuel Gil “el patriarca de las letras aragonesas”, que nos abandonó hace bien poco: Cancionerillo y otros poemas inéditos, donde nos reencontramos con el poeta de la experiencia, y Por no decir adiós, que reúne entrañables vivencias del autor. En este punto se hace necesaria la mención de los interesantes trabajos sobre el poeta y narrador publicados en el monográfico de la revista El Ruejo, cuidadosamente seleccionados por el más profundo conocedor de la obra de Gil, Manuel Hernández. Fernando Sanmartín, escritor que estuvo vinculado a las Cinco Villas, recientemente ha sido finalista del premio “Pedro Saputo” de la Letras Aragonesas con el evocador libro de reflexiones La infancia y su cómplices. Su acercamiento al mundo de la niñez es un reencuentro con el mundo de los mitos y de los miedos, de los personajes que marcan su imaginario personal, que puede ser el de todos los lectores. Pronto publicará Viajes y novelerías, que recientemente ha ganado el IX Premio ( 82 )

Café Bretón, obra que recorre visiones y recuerdos desde su Zaragoza infantil a los viajes por Londres, Copenhague o El Sahara. Para terminar, presentamos la segunda obra de Ana Alcolea (Zaragoza, 1962) que con El retrato de Carlota nos ofrece una novela deliciosa, un reencuentro con la Venecia de la niebla y el Carnaval, donde todo es posible para la joven protagonista: desde el palpitar de los primeros amores, al descubrimiento del misterio en el espejo. Su lectura, grata y amena, consagra a la escritora como un referente interesante en la amplia oferta de la literatura para todas las edades. Referencias bibliográficas: Mohsen Emadí, La flor en los renglones. Traducción de Clara Janés, Zaragoza, Lola Editorial, Colección “Libros de Berna”, 2003) Alicia Silvestre y Raúl Herrero, El faro de Sigfrido, Zaragoza , Los libros del Innombrable, “Biblioteca Golpe de Dados”, 2003. Alfredo Saldaña, Palabras que hablan de la muerte del pensamiento, Zaragoza Olifante, 2003. Ildefonso Manuel Gil Cancionerillo y otros poemas inéditos ,Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2003 Ildefonso Manuel Gil, Por no decir adiós, Zaragoza, Diputación de Zaragoza, Institución Fernando el Católico, Rolde de Estudios Aragoneses, 2003 “Encuentros con Ildefonso-Manuel Gil. Textos y contextos de Prosa ensayística” monográfico de El Ruejo, Revista de Estudios Históricos y Sociales, nº 6, Daroca, 2003. Edición y selección de Manuel Hernández. Fernando Sanmartín, La infancia y sus cómplices, Zaragoza, Xordica, 2002 Ana Alcolea, El retrato de Carlota (Madrid, Anaya, 2003, Colección “Espacio abierto”.


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En una publicaci n de un Centro de Profesores no pod a faltar una secci n de da a mostrar las creaciones literarias de los chicos de los colegios en esta de separata que no rompe la calidad general que la revista se pr Por eso, incluimos varias participaciones, dos de- ellas selec cionadas del peri dico on-line intercentros llamado PIZARRIN. (www.cprejea.com/pizarrin)

El pez de

colores

ra›se una vez, en las -in›

Su ma›dre de›ses›pe›ra›da - co›mu› ni›c a to›dos sus ve›ci›nos la men›si›da›des del mar, unas pØr›di›da de su hi›ja. som›bras que cu›br an de os›cu›ri›dad la vi›da de mi›les de se›res vi›vos que ha›bi›ta›ban sus El jo›ven pe›ce›ci›to - de co› aguas. Du›ran›te un lar›go - tiem› lo›ri›nes le di›jo a la ba›lle›na po, los pe›ces in›ten›ta›ron des› dre que no se preo›cu›pa›ra, que cu›brir cuÆl era el ori›gen de esa - de la pe Øl iba a sa›lir en bus›ca os›cu›ri›dad pe›ro no con›se›gu an que›æa. As , muy apre›su›ra›do, mÆs vi›vir en el agua sa›ber quØ era lo que cu›br agus›ta›ba el sa›li a la su›per›fi›cie y pu›do que en la tie›rra por›que no ha›b a mar con un man›to ne›gro. un ar›ti›lu›gio de gran ta›ma›æo, rui›dos. Po›co a po›co fue - co›no› Aæos mÆs tar›de na›ci un era un bar›co tre›men›da›men›te cien›do pe›ce›ci›to de co›lo›ri›nes, era pre›a otros pe›ces con los gran›de. Mien›tras tan›to, - el res› que se di›ver›t a na›dan›do li›bre› cio›so. Los co›lo›res ro›jo, mo›ra› to de los pe›ces es›ta›ban - preo› men›te do, ver›de y ama›ri›llo que te›æ an en sus cla›ras y lim›pias cu›pa›dos por›que el pe›ce›ci›to n aguas.n En›tre los dis›tin›tos pe›ces su cuer›po, lla›ma›ban la aten›ci re›gre›sa›ba y la ba›lle›na ma›dre ha›b lo a una ba›lle›na he›chi›ce›ra de de to›das las es›pe›cies cuan›do de›ci›di ir en bus›ca de - los ti›b gran ta›ma›æo que vi›v a en las ve an. Ade›mÆs era muy cu›rio›so, ro›nes po›li›c as pa›ra con›tar›le del mar, Øs›ta aca›ba›ba le pa›sa›ban co›sas que a - losafue›ras de› que su›ce›d a. de te›ner una hi›ja. mÆs pe›ces no les su›ce›d an, Po›co a po›co iban de›sa› cuan›do sa›l a del mar se - con›ver› La os›cu›ri›dad se iba pa›re›cien›do mÆs y mÆs pe›ces y t a en hu›ma›no y mien›tras es›ta› se ex›pli›ca›ba tal - de›sa›p aden›tran›do ca›da vez mÆs enna›die el ba en el mar era pez. A Øl leagua y los pe›ces mÆs cer›ca›nos ri›ci n. a ella, muy asus›ta›dos, na›da›ron El pe›ce›ci›to si›gui in›ves a avi›sar a los de›mÆs de lo que gan›do y lo›gr ver unos -an›zue› es›ta›ba su›ce›dien›do. To›dos los los que ba›ja›ban has›ta el fon›do pe›ces que se en›te›ra›ron - em›pe› del ocØa›no. Las aguas se - es›ta› za›ron a gri›tar sin sa›ber muy ban lle›nan›do de esos pe›que›æos bien quØ ha›cer y ,en ese - mis› hi›los pun›zan›tes. Re›gre›s con mo mo›men›to, cuan›do to›dos los de›mÆs y se reu›nie›ron pa›ra es›ta›ban des›pis›ta›dos -la ba›lle› de›ci›dir rÆ›pi›da›men›te - c mo des ni›ta re›ciØn na›ci›da de›sa›pa›re›ci .

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ha›cer›se de ellos. El pe›ce›ci›to de co›lo›ri›nes, co›mo te›n-a la cua›li› dad de con›ver›tir›se en hu›ma›no, se ofre›ci vo›lun›ta›rio pa›ra sa›lir a la su›per›fi›cie y as ave›ri›guar d n›de es›ta›ba su ami›ga - la ba› lle›ni›ta y los de›mÆs pe›ces de›sa› pa›re›ci›dos.

t di›do su mo›tor pa›ra lle›var›se do el pes›ca›do a otras ciu›da›des as ven›der›lo. Si ven›d an to›do que ha›b an pes›ca›do iban - a con› se›guir una bue›na su›ma-de di› ne›ro. Los pes›ca›do›res es›ta›ban en›tu›sias›ma›dos s ›lo de pen›sar en sus ga›nan›cias. Los pe›ces muy asus›ta›dos de›ci›die›ron ha›c Al lle›gar a la su›per›fi›cie una reu›ni n vio mu›chos bar›cos de dis›tin›tos De nue›vo, el pez de - co› ta›ma›æos. Le pa›re›ci ver a la lo›ri›nes, avi›s a los ti›bu›ro›n ba›lle›ni›ta atra›pa›da en las re›des po›li›c as pa›ra que lla›ma›ran la de uno de ellos y es›cu›ch los los es›ta›ban me›tien›do en ca›jas aten›ciy n de los pes›ca›do›res y a co›men›ta›rios que es›ta›ban ha› a un mon›t n de ellas ha›b - api›la› ga›nar tiem›po e im›pe›dir que cien›do los pes›ca›do›res: das en ca›da uno de los bar›cos mar›cha›ran, te›n an que-con›se› - ¡Nos la lle›va›re›mosque ha›b an ten›di›do sus re›des guir al co›mo fue›ra que los - pes›ca› muy le›jos, la ven›de›re›mos mar. y do›res zar›pa›ran lo mÆs tar›de ga›na›re›mos mu›ch ›si›mo di›ne›ro! po›si›ble y as po›der li›be›rar a Al ver to›do aque›llo, de›ci› El pe›que›æo se asus›t y a los de›mÆs pe›ces di ir a dar una vuel›ta por ba›lle›ni›ta el mu›cho y pen›s que nun›ca mÆs cap›tu›ra›dos. Los pes›ca›do›res i mue›lle pa›ra ave›ri›guar - quØ ha› la vol›ve›r an a ver. Sin per›der ten›ta›ron atra›par›les pe›ro los c an con las ca›jas lle›nas de tiem›po, vol›vi al mar des›con› bu›ro›nes con›si›guie›ron es›ca›pa pez›que›æi›nes. Vio que un - pes› so›la›do y ad›vir›ti a to›das las es› no pu›die›ron des›pis›tar a le en›tre›ga›ba di›chass›tos ca›jas pe›cies que no se acer›ca›ranca›dor a los hom›bres y em›pren›die›ron su a una se›æo›ra que las com›pra›ba los an›zue›los ni a las re›des y pi› mar›cha sin per›der tiem›po. Al pa›ra ven›der›las. La se›æo›ra muy ver lo ocu›rri›do, el pez - de co›lo ilu›sio›na›da de que le lle›ga›ra su ri›nes se con›vir›ti de nue›vo en mer›can›c a em›pe›z a gri›tar: hu›ma›no y se su›bi al bar›co ¡Ven›do pes›ca›di›to fres›co, a muy don›de es›ta›ba la pe›que›æa ba›ll buen pre›cio! na. Se es›con›di en una de las El pez ni›æo en›tr en la cÆ›ma›ras fri›go›r ›fi›cas que ha› pes›ca›de›r a y se dio cuen›ta de en el bar›co don›de, des›gra›cia› que uno de los pes›ca›di›tos se›gu a da›men›te, en›con›tr mu›chos pe› res›pi›ran›do, ¡to›da›v a es›ta›ba vi›vo!. ce›ci›tos muer›tos. Muy des›con› Con gran im›pa›cien›cia y mu›cho

lo co›gi y lo de›vol›vi al di ayu›da pa›ra sal›var-a ladi›si›mu›lo ba›lle› mar. s›te œl›ti›mo, muy-agra›de›ci› ni›ta. La ba›lle›na he›chi›ce›ra in› do de que le hu›bie›ra sal›va›do, le ten›t ayu›dar con sus po›de›res dio las gra›cias y le ex›pli›c que pe›ro, tal fue la sor›pre›sa que sus los pes›ca›do›res con la ven›ta de po›de›res ha›b an de›sa›pa›re›ci›do pe›ces pe›que›æos ga›na›ban mu›cho por la pØr›di›da de su ser mÆs di›ne›ro. que›ri›do. El pe›ce›ci›to vol›vi a la su› El pez de co›lo›res vol›vi al per›fi›cie, nin›gu›no de-sus mar ve›ci› y en›con›tr a to›dos - los ve› nos y ami›gos po›d an ayu›dar›le a muy es›can›da›li›za›dos, ci›nos un so›la›do por lo que ha›b a vis›to sal›var a la ba›lle›ni›ta, lefuer›te to›ca›ba a rui›do les ha›b a asus›ta›do, em›pe›z a llo›rar de›ci›di que Øl ha›cer›lo so›lo. Se di›ri›gi ha›ciain›ten›so que re›vo›lu›cio› un rui›do era el mo›men›to de sal›var a la al›gu›nos bar›cos e in›ves›ti›g n depa›ra nue›vo la vi›da en el mar. ba›lle›ni›ta por›que si no aca›ba› quØ que›r an tan›tos pe›ces chi› Ese rui›do ha›b a si›do pro›vo›ca›do co›mo to›dos los de›mÆs, al›go se qui›ti›nes. Se dio cuen›ta depor queun bar›co que ha›b a-en›cen› le te›n a que ocu›rrir an›tes de

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gra›ba su fu›tu›ro. Les ha›b a sur que fue›ra de›ma›sia›do tar›de. gi›do un gra›ve pro›ble›ma. Cuan›do lle›ga›ron a la ciu›dad, don›de iban a ven›der›la, Des›puØs de mu›cho pen› el pez ni›æo co›gi un cu›chi›llo y ve›ci›nos, de›ci›di ha›cer un he› sar, lle›ga›ron a la con›clu›si n cor›t la red don›de es›ta›ba atra› se tra›ta›ba de in›ter›ve›nir chi›zo, que si se›gu an pes›can›do - pez› pa›da la ba›lle›na. Sin per›der en la pes›ca de pez›que›æi›nes. que›æi›nes aca›ba›r an con la vi›d tiem›po, los dos re›gre›sa›ron al s que su he›chi›zo pu›do Aho›ra ma›ri›na y con su tra›ba›jo. De›ci mar y el de›seo de los pes›ca›do› rea›li›zar›se ya que ha›b - a re›cu›pe› die›ron as de›di›car›se s ›lo a l res de ha›cer›se ri›cos no - sera›do rea› a su hi›ja. Al›gu›nos pe›ces li›z . es›ta›ban con›ten›tos pe›ro, pes›ca por el de pe›ces gran›des y de›jar con›tra›rio, otros es›ta›ban cre›cer tris›tesa los pe›ces chi›qui›ti›ne pa›ra su re›pro›duc›ci n. Los El pez de co›lo›res -y lapor›que pe› ha›b an per›di›do a sus pes›ca›do›res hi›cie›ron-una reu› que›æa ba›lle›na es›tu›vie›ron na› pe›que›æos y ya nos los iban a re› ni n y fue›ron al mer›ca›do pa›ra dan›do d as y d as pa›ra lle›gar a cu›pe›rar. in›for›mar a los pes›ca›de›ros de sus aguas ya que se ha›b-an ale› Con el he›chi›zo la- ba›lle› que› ja›do mu›cho de ellas. Cuan›do na in›ten›t con›cien›ciar a que, los a par›tir de en›ton›ces, pro›hi›bi›da la ven›ta de pe lle›ga›ron, vie›ron a su fa›mi›lia y pes›ca›do›res de que no te›n da›ba an to›dos se ale›gra›ron de vol›ver a que pes›car pe›ces pe›que›æosces y, pe›que›æos. Los pes›ca›de›ros, en prin›ci›pio, no es›ta›ban de ver›les. La ba›lle›na ma›dre no po› ellos se›gu an sa›lien›do aun›que acuer›do por›que les su›po›n a d a creer lo que es›ta›ban vien›do al mar, nin›gœn pez, ni gran›de ni una De pØr›di›da no›ta›ble de di›ne›r sus ojos, pen›sa›ba que ja›mÆs la pe›que›æo, ca›y en la tram›pa. pe›ro com›pren›die›ron su - de›ci› vol›ve›r a a ver y, all la te›n es›tea mo›do que›r an dar-un es› si n si y la acep›ta›ron. Des›de ese fren›te a ella. La ba›lle›na,car›mien›to pa›ra a los pes›ca›do›res, mo›men›to, en los es›ta›ble›ci› mos›trar su agra›de›ci›mien›to no al te›n an mer›can›c a pa›ra ven› pez de co›lo›ri›nes y a to›dos losno ga›na›ban di›ne›ro der, - y mien›tos pe›li› pu›sie›ron un car›tel

Sentimiento

Elegante, Llor n.

largo

A lto, fuerte, Aunque tenga la voz de- her R obusto. mano, Brillante, verde, s lo soy una emoci n. O lvidado, Aunque tenga cuerpo de Longevo. `rbol. r o, s lo soy una ilusi n. Vero Coba Pola Aunque s lo sea tu vecino, ahora, tengo la raz n. C hopo negro. H ueles a naturaleza. O lor suave del Luis Pirineo. Perfume O loroso de Arag n. Almudena Moreno Zalaya

Luna, lunera O jos de seda. Sol maæanero. A ltas sus ramas, R obustos troncos, Bellas las hojas. O lores y aromas. Largas ra ces que El agua absorben. Sombra alargada.

Claudia Mampel Ru z ( 85 )


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El gato

l ga›to Tin›to›re›to, que era muy pre›su›mi›do, se po›n a to›dos los d as ti›je›ras, go›mi›na y su la›ca l la›ca y go›mi›na en sus lar›gos y fi›nos bi›go›tes. Cier›to d a, al su pa›sar arre›gla›se por de›lan›te de la es›tu›fa de su due›æa, se que›m - el bi›go›te. El sus po› cor›tos y fi›nos pe›los del bi›go›te. bre ga›to se que›d muy tris›te y pen›s c mo lo po›dr a arre›glar.

E

Pri›me›ro fue al pe›lu›que›ro, y Øs›te le di›jo que - ne›ce›si›ta›ba hi›lo ne› El ga›to Tin›to›re›to gro. Al do›blar la es›qui›na se en›con›tr con una pas›te›le›r y el pas›te›le› el abi›go›te se ha que›ma›do, ro le hi›zo unos bi›go›tes de cho›co›la›te. Pe›ro co›mo ha›c ya co›mo tan›toesca›lor se muy pre›su›mi›do le de›rri›tie›ron. Lue›go acu›di al car›pin›te›ro y Øs›te lealhi›zo unos de ma› pe›lu›que›ro ha acu›di›do. de›ra, pe›ro co›mo pe›sa›ban tan›to se le ca an. Des›puØs fueCo›mo al pin›tor y le no le ha he›cho ca›so pin›t unos bi›go›tes de co›lo›res muy ani›ma›dos, pe›ro ca›da vez que se ha ido al pas›te›le›ro, mo›ja›ban se bo›rra›ban. A con›ti›nua›ci n fue al sas›tre y Øs›te le di›jo al pin›tor, al que ar›te›sa›no, se los te›n a que co›ser con agu›ja e hi›lo, en›ton›ces el ga›to Tin›to›re›to se al sas›tre y al car›pin›te›ro. asus›t tan›to que se fue co›rrien›do. El ga›to Tin›to›re›to el bi›go›te Fi›nal›men›te fue a un ar›te›sa›no que le hi›zo un-bi›go›te de piel se pe›ha que›ma›do y co›mo es muy ro le pi›ca›ba tan›to que al ras›car›se con la pa›ta se le sol›t . Can›sa›dopre›su›mi›do de cor›ti›to le yhasus que›da›do. to›do, vol›vi al pe›lu›que›ro y le pi›di por fa›vor, que con su pei›ne

De quØ es

el suelo

¡Ani›ma›mos a par›ti›ci›par

a los mÆs pe›que›æos!

Un niæo de un pueblecillo Co›mo ha›brØis po›di›do ob›ser›var, en es›te-nœ›me›ro d vis›ta Ago›ra he›mos in›cor›po›ra›do un es›pa›cio de De casas de color de ra in›fan›til y ju›ve›nil di›ri›gi›do a los mÆs pe›que› cielo de acer›car›les a es›te mun›do li›te›ra›rio. Le pregunt un d a a su madre Nos di›ri›gi›mos aho›ra a ellos per›so›nal›men›te pa›ra les que nues›tra ilu›si n es se›guir con›tan›do con sus Di mamÆ ¿de quØ es el la›bo›ra›cio›nes : Re›la›tos, Poe›s a , cuen›tos.... po suelo? ten›de›mos que su par›ti›ci›pa›ci n es un es›la›b n im› De arena, barro y te en es›ta ca›de›na pa›ra di›fun›dir va›lo›res cul›tu piedras, cia›les, as co›mo un ve›h ›cu›lo pa›ra que los ma›yo›r De caminos y senderos, apren›da›mos de vo›so›tros a ob›ser›var la rea›li›dad y rea›li›dad des›de la pers›pec›ti›va mÆs pu›ra y lim›pia De huellas, polvo y pisadas, Sa›bed tam›biØn que es›tas co›la›bo›ra›cio›nes - que nos De aire, sol y sueæos. gÆis lle›gar se›rÆn in›clui›das en un con›cur›so li›te Y tœ, niæo de ciudad, pro›por›cio›na›rÆ pre›mios (lo›tes de li›bros) - a los p ¿Sabes de quØ es el æos es›cri›to›res que el con›se›jo de re›dac›ci n de l suelo? ta con›si›de›re . Los pre›mios se›rÆn en›tre›ga›dos el De asfalto, gravilla y cal, pre›sen›ta›ci n de la re›vis›ta al pœ›bli›co en ge›ne›r De adoquines y cemento,

As las co›sas, os ani›ma›mos a par›ti›ci›par - y a que n viØis vues›tros tra›ba›jos pa›ra in›cluir›los - en el pr me›ro.

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Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros

Departamento de Educación, Cultura y Deporte

Centro de Profesores y Recursos de Ejea

Centro de Estudios

REYES CAT LICOS IES “Reyes Católicos” de Ejea

IES “Cinco Villas” de Ejea


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