Revista Estudiantil del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de MĂŠxico Suplemento, No. 22, enero/julio 2017
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HACIA UNA FIGURACIÓN QUEER DEL ‘HOMOSEXUAL’ EN AMÉRICA LATINA JULIO CÉSAR DÍAS CALDERÓN
UNA ‘FIGURACIÓN’ ES EL CONDENSADO DE DIFERENTES IMAGINARIOS, difusos sobre el mundo en
una imagen o forma concreta que toma significado por sí mismo.1 En el caso particular del ‘homosexual’2, existen dos vertientes clásicas: la victoriana del homosexual perverso, y la estadounidense contemporánea del homosexual normal.3 Esta dicotomía ha dominado los estudios académicos en América Latina. Cynthia Weber, en Queer International Relations: Sovereignty, Sexuality and the Will to Knowledge, presenta un método para estudiar una tercera figuración: el homosexual normal y/o perverso. Según la lógica y/o, estas figuraciones crean comunidades políticas internacionales que desarrollan múltiples arreglos de jerarquía y de anarquía internacional. Weber plantea que, a nivel internacional, la lógica queer permite explicar las relaciones internacionales de manera que “podría ser inconcebible, quizá hasta impermisible” bajo otras narraciones.4 Una pregunta fundamental que surge a partir de esta teoría es la siguiente: ¿cuáles son esos ámbitos de aplicación de la teoría queer en América Latina? Y, aún más importante, ¿son
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Cynthia Weber, “Queer Intellectual Curiosity as International Relations Methods Developing Queer International Relations Theoretical and Methodological Frameworks,” International Studies Quarterly, núm. 1, 2016, pp. 11-23. En este ensayo se mantiene el vocablo ‘homosexual’ que se utiliza en los textos de Weber; sin embargo, es necesario retomar la aclaración que Salinas Hernández retoma de Foster sobre esta palabra en el contexto latinoamericano: “Las políticas moderna y posmoderna sobre la identidad, especialmente en lo que se refiere a temas sexuales y en particular bajo la égida del modelo estadounidense que sirve al propósito de redemocratización en América Latina de la década de 1980-1989, encontraron en ‘gay’ una alternativa útil para ‘homosexual’, con mayor notoriedad donde el último término se refiere a historias individuales y gay se refiere a la historia colectiva”. Héctor Miguel Salinas Hernández, Masculinidades e Identidades Gay: Tres estudios sobre violencia, mercado y sociabilidad gay en la Ciudad de México, Ciudad de México, Voces en Tinta, 2016, p. 17. Ibid., pp. 11-12. Cynthia Weber, “What is told is always in the telling: Reflections on Faking It in 21st Century IR/Global Politics,” Millennium: Journal of International Studies, núm. 1, 2016, pp. 119-130. 2
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3 compatibles (o deseables) estas explicaciones con y ante los procesos sociales existentes en el contexto latinoamericano? ¿Cuáles son las ventajas que de ello surgen? Este ensayo parte de la necesidad de entender si es benéfico plantear una figuración queer del ‘homosexual’ en América Latina. El dilema central consiste en que el estudio del ‘homosexual’ en Latinoamérica sigue, en términos de derechos humanos, una lógica dual; por lo tanto, una nueva figuración divergiría la atención del propósito universal de garantías. Sin embargo, una tercera figuración permitiría crear, para sujetos en el espectro queer, nuevas oportunidades que amplíen sus ámbitos de desarrollo. El estudio se dividirá en tres partes. La primera de ellas se concentra en la cuestión conceptual clásica, y el objetivo es dar una explicación de la lógica esto/o (either, or) desde la tradición latinoamericana y delimitar la visión clásica de derechos humanos. La segunda parte dará justificación teórica de la tesis de Cynthia Weber sobre la importancia de la lógica y/o (and/or). Por último, se hace un análisis de cómo articular figuraciones queer en un contexto de derechos humanos en América Latina desde el ejemplo de JuanGa/Aguilera, como alternativa a la propuesta Neuwirth/Wurst de Weber. Esto permitirá dar ejemplos de ámbitos de aplicación donde las figuraciones queer dotan de nuevas oportunidades a los sujetos en Latinoamérica. LA LÓGICA ESTO/O EN AMÉRICA LATINA.
Spike Peterson establece que las teorías de Relaciones Internacionales “delimitan barreras que definen categorías de pensamiento y marcos conceptuales, que marcan quién hace qué preguntas y cómo se buscan las respuestas.”5 Estas fronteras tienen dos características: en primer lugar, hacen una distinción de las categorías sujeto-objeto, hombre-mujer, Norte-Sur; en segundo lugar, son limitaciones históricas, es decir, impuestas como prácticas contingentes, no descubiertas como dados trascendentes. Además, como construcciones sociales, pueden ser transgredidas. Para el presente estudio, la pregunta que interesa entender es cómo se transgrede la categoría del ‘homosexual’ en Latinoamérica. La respuesta, de acuerdo con el pensamiento metafísico objetivista, es que los conjuntos convencionales de conocimiento se caracterizan por lógicas duales.6 En el caso del ‘homosexual’, esta dualidad se expresa por la figura perversa o la figura normal. En América Latina, la figura perversa del ‘homosexual’ imperó durante los siglos XIX y XX, como se muestra a continuación. En el siglo XIX, la construcción de las naciones latinoamericanas se hizo a partir de la sociedad europea; en ella “se interpelaba a sus ciudadanos como individuos ‘sanos’ y 5
V. Spike Peterson, “Transgressing Boundaries: Theories of Knowledge, Gender and International Relations,” Millennium: Journal of International Studies, núm. 2, 1992, p. 183. Ibid., pp. 185-86. 6
4 ‘trabajadores’. Todo desorden y exceso, especialmente en el campo de la moral sexual, entraba en el territorio de la ‘enfermedad’. El patrón de ‘normalidad’ era la familia y sus pilares.”7 Esta figuración se radicalizó durante el siglo XX, en el cual se sometió sistemáticamente a los ‘homosexuales’ a los más crueles tratamientos, a la discriminación y a la burla. Los ejemplos clásicos son la humillación a los ‘41’ en la Ciudad de México, de 1901; los experimentos y los estudios antropométricos de los médicos paulistas de la década de 1930; y la desaparición sistemática, nunca reconocida oficialmente, de homosexuales argentinos en la truculenta dictadura de 1976- 1983.8 “En las décadas de la Identidad y Unidad Nacional mexicana, del populismo argentino y del Estado Novo brasileiro existieron políticas explícitas del Estado que regulaban la moral sexual de sus ciudadanos. Muchos países incluyeron la homosexualidad como delito en sus códigos penales.”9 En el caso argentino, a partir de 1960, dos movimientos permitieron la transición a la figura normal del ‘homosexual’. La primera fase corresponde al movimiento gay, que surge en 1960, debido a que se crean las condiciones para la visibilidad del movimiento homosexual y coinciden con los movimientos indígenas, de negros y de mujeres.10 Se trasladaron las demandas al plano de los valores políticos y se apostaba por la autoafirmación del ‘homosexual’ como sujeto social.11 La disputa político ideológica entre dos posturas fragmentaba al movimiento: “una línea de tinte anarquista ponía el acento en la reflexión sobre el ser homosexual entendido como una minoría autónoma, que cuestionaba el sistema. Otra, desde el marxismo, defendía una sociedad sin clases y, supuestamente, sin diferencias sexuales.”12 La segunda fase, que corresponde al movimiento LGBT, surge en 1980 con la aparición del VIHSida. En esta época, surgieron nuevos grupos estimulados y prohijados por las políticas de financiamiento para el combate y prevención del virus.13 Se buscaba la integración, entendida como una mejora de la posición del ‘homosexual’, por medio de la eliminación del enigma y la ampliación de sus derechos.14 También se prefirió crear un nuevo término, LGBT (lesbiano, gay, bisexual, trasvesti/transexual), que rescatase la pluralidad y la diversidad de los enérgicos movimientos que aparecieron en todo el continente.15
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Carlos Figari, “El movimiento LGBT en América Latina: institucionalizaciones oblicuas,” en Massetti, A.; Villanueva, E. y Gómez, M. (comps.), Movilizaciones, protestas e identidades colectivas en la Argentina del bicentenario Buenos Aires, Nueva Trilce, 2010, p. 226. Ibid., pp. 226-227. Ibid., p. 227. 8 9
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Loc. cit. Loc. cit. Ibid., pp. 228-29. Ibid, p. 229. Ibid., p. 230. Loc. cit.
5 El planteamiento de derechos humanos y sus políticas subyacentes tienen como eje principal la normalización en términos de ciudadanía.16 ‘Normalización’ hace referencia a lograr “un mayor nivel de aceptación en la sociedad sobre las diversas especificidades de la disidencia sexual, con el fin de alcanzar su reconocimiento y condiciones de igualdad jurídica institucional con el resto de la sociedad.”17 Estas condiciones incluyen la adquisición de derechos de ciudadanía, especialmente el matrimonio, la adopción, beneficios sociales, garantías contra la violencia y discriminación. LO LÓGICA Y/O (AND/OR)
Para Weber, la palabra queer tiene un significado analítico particular: hace referencia a “los entendimientos normativos y/o perversos del sexo, del género y de la sexualidad que cumplen con dos objeciones,”18 Con respecto a ello, la primera negativa es que el término sólo puede significar algo anti normativo, por ejemplo, un concepto que no es posible definir de manera coherente.19 La segunda objeción consiste en diferenciar queer de cualquier consideración de sexos, de géneros y de sexualidades, y de todo sistema caracterizado por una fija y rígida uniformidad.20 Todo conocimiento obtenido de una metodología queer, no puede conocer ‘la verdad’ de los cuerpos, instituciones y órdenes, pues dichas ‘verdades’ no son estables ni sus representaciones están garantizadas.”21 Entonces, todo intento de estabilizar los conceptos se convierte en un acto político.22 La aspiración de la investigación queer en Relaciones Internacionales es “rastrear cuándo emergen figuraciones queer, y cómo son normalizadas y/o pervertidas de tal forma que puedan desafiar, pero también apoyar, suposiciones, órdenes e instituciones heterosexuales, heteronormativas, cis-género, homonormativas, homofóbicas y transfóbicas.”23 La teoría de Richard Ashley sobre el arte de gobernar (statecraft) como arte del hombre (mancraft) establece que “una versión particular de ‘hombre soberano’ es inscrito como la fundación necesaria del Estado soberano”, y que en este proceso se crean órdenes específicos de relaciones internacionales.24 Derrida, por su parte, introduce el sistema logocéntrico, en el que una palabra singular, el logos,
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Ibid, p. 225. Loc. cit.
Cynthia Weber, Queer International Relations: Sovereignty, Sexuality and the Will to Knowledge, Oxford, Oxford University Press, 2016, p. 15. Loc. cit. 18
19 20 21
Loc. cit. Cynthia Weber, “Queer International Relations: From Queer to Queer IR,” International Studies
Review, núm. 4, 2014, p. 598. Loc. cit. Loc. cit. 22 23 24
Cynthia Weber, “Queer Intellectual Curiosity as International Relations Methods Developing Queer International Relations Theoretical and Methodological Frameworks”, p. 17.
6 fundamenta todos los significados en un sistema lingüístico, ya que se le considera un universal que está fuera de la historia.25 Esto permite a Ashley aclarar que el ‘hombre moderno’ es el que funciona en el discurso moderno como el ‘logos’, la voz única y original que representa la fuente sobre de verdad. El ‘hombre moderno’ como hombre soberano es el portador de la soberanía del Estado nación en un contexto de soberanía popular.26 Por lo tanto, el estudio del ‘Estado soberano’ se traslada al entendimiento de la figuración del ‘hombre moderno’ y de lo que puede ser narrado desde esa voz soberana. La pareja victoriana, por ejemplo, narraba al ‘homosexual’ anómalo como la fuente nacional e internacional de barbarie, peligro e inestabilidad para el ‘hombre moderno’. En cambio, la pareja ‘LGBT’ de la administración de Obama señala a los Estados que no reconocen los derechos del gay como las fuentes de barbarie, peligro e inestabilidad para el ‘hombre moderno.’27 La regla y/o, de Roland Barthes, es una alternativa a la lógica esto/o. Esta última obliga a escoger entre un término u otro para comprender un texto, una persona o una acción.28 Sin embargo, esta decisión se complica y se confronta cuando una persona o una cosa representa simultáneamente múltiples -y, aparentemente, contradictorios- significados. Para subsanar esta restricción, Barthes establece la lógica y/o, en la que el sujeto es tanto una cosa, cuanto la otra (plural, perverso), al mismo tiempo que es una cosa o la otra (singular, normal). La receta de Barthes es leer las figuraciones queer bajo ambas lógicas.29 Según la hipótesis de Judith Butler, las constantes interacciones de actos iguales constituyen a los sujetos que las realizan.30 Además, Butler defiende que las promulgaciones (enactment) del género hacen que el sexo sea visto como algo normal, y que determinados cuerpos sexualizados sean compatibles solo con géneros particulares.31 No obstante, cada promulgación es un evento independiente; entonces, existe la posibilidad de rehacer, recuperar y oponerse a toda noción fija de sexos, géneros y sexualidades.32 Por lo tanto, sí es posible construir una nueva figuración pese a la existencia de una lógica imperante. JUANGA/AGUILERA Y LOS SUJETOS QUEER EN LATINOAMÉRICA.
La tercera figuración del ‘homosexual’ se evidencia en Europa tras el triunfo de Tom Neuwirth y/o Conchita Wurst (que apartir de ahora se denotará como Neuwirth/Wurst) en el Festival de la Canción 25
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Loc. cit. Loc. cit. Loc. cit. Ibid., p. 19. Loc. cit. Ibid., p. 16. Loc. cit. Loc. cit.
7 de Eurovision 2014. Neuwirth/Wurst puede ser interpretado en un contexto binario como normal o como perverso. La primera visión fue expresada por la política austriaca y miembro del Parlamento Europeo, Ulrike Lunacek, quien afirma que Wurst tiene un mensaje de derechos fundamentales compartido por toda la Unión Europea: el derecho a vivir sin miedo.33 La segunda opinión fue capturada, al mismo tiempo, por el discurso del político ruso, Vladimir Zhirinovsky, quien asevera que Wurst significa ‘el fin de Europa’, donde ya no existen hombres ni mujeres, sólo cosas.34 Sin embargo, es posible hacer una nueva interpretación en la que Neuwirth/Wurst exprese normalidad y perversidad al mismo tiempo en varios aspectos. Éstos van desde el sexo (hombre o mujer), el género (masculino y/o femenino) y la sexualidad (homosexual y/o heterosexual), hasta aspectos más cercanos a las Relaciones Internacionales, como la nacionalidad (donde Neuwirth/Wurst es austriaco y/o alemán y/o colombiano) y la civilización (donde Neuwirth/Wurst es indígena y/o hispano y/o europeo).35 Weber, en Queer International Relations, afirma que un logos plural “potencialmente figura al hombre soberano y ordena la política internacional de forma que construye y deconstruye figuras y órdenes”. Así, si se desea ver a Neuwirth/Wurst bajo una lógica normal o perversa, es necesario establecer una posición del sujeto en relación con Europa y en relación con los debates europeos de integración. Sin embargo, pese a que Neuwirth/Wurst aparenta llamar a una unidad cercana al debate europeo de integración, también significa un desafío al entendimiento tradicional de integración en aspectos como el sexo, el género, la sexualidad, la nacionalidad, la raza, la civilización y la autoridad.36 El aspecto plural de Neuwirth/Wurst hace que su llamado a la unidad desde una plataforma europea de integración sea más compleja de lo que aparenta inicialmente. Neuwirth/Wurst puede funcionar como ‘hombre soberano’ singular, por medio del cual un orden normal o perverso de Europa puede erguirse; pero, al mismo tiempo, como ‘hombre soberano’ plural, por medio del cual un orden normal y/o perverso de Europa puede erguirse.37 Como paralelismo al ejemplo de Neuwirth/Wurst de Weber, este ensayo tratará la figura de JuanGa/Aguilera. El cantante mexicano Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel, también funge como una figura plural donde su voz soberana representa, a la vez, diferentes grados de sofisticación (música culta/ música popular, ‘naca’), diversas sexualidades (homosexual, ‘joto’/ heterosexual / asexuado) y variados roles sociales (embajador cultural mexicano/ ídolo nacional / ciudadano corriente, ‘aburrido’).
Ibid., p. 12. Loc. cit. Loc. cit. Ibid., p. 20. Loc. cit.
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8 Mantener su pluralidad le permitió a JuanGa/Aguilera alcanzar el grado de voz soberana en un contexto heteropatriarcal y escapar de los ámbitos de influencia propios de las figuras LGBT de ese momento. Por ejemplo, en el plano de la filantropía, JuanGa/Aguilera pudo situar su asociación en el campo de la ayuda a niños en situación de calle, un ámbito de fuerte simpatía dentro del público heterosexual.38 En ese momento, figuras LGBT (como Elton John) mantuvieron sus instituciones de ayuda en el plano del apoyo a movimientos de reconocimiento LGBT y a asociaciones de investigación y de tratamiento del VIH-Sida. Leer a JuanGa/Aguilera desde una lógica plural aclara por qué el comentarista Luis Reséndiz afirma que su padre, “quien decía en voz alta cosas como ‘los homosexuales no son de fiar’ adoraba rabiosamente a Juan Gabriel. Postal de mexicanidad.”39 Es importante considerar a JuanGa/Aguilera en el contexto de las Relaciones Internacionales, pues su naturaleza dual de ídolo popular y/o de embajador cultural mexicano hace que sus declaraciones políticas sean escuchadas como pronunciamientos de la voz soberana. Dos de sus posturas políticas importantes son las siguientes: el apoyo que declaró en 1983 al Partido Acción Nacional y el pronunciamiento por la integración de México a Estados Unidos, después de ser nombrado ‘Mister Amigo’ en la ciudad de Brownsville.40 CONCLUSIONES.
Este ensayo establece en qué manera las lógicas esto/o y y/o están presente en el estudio del ‘homosexual’ en Latinoamérica. Se plantea la existencia de una tradición que ve al ‘homosexual’ exclusivamente bajo la óptica dual, pues es compatible con los esfuerzos en materia de derechos humanos persistentes en el contexto latinoamericano. Después se introduce la lógica y/o, y se demuestra la importancia de las lecturas queer de individuos como JuanGa/Aguilera, cuyas posturas políticas pueden ser entendidos como pronunciamientos de voz soberana. Esta nueva lógica abre una amalgama de líneas de investigación que se pueden realizar con figuraciones queer. Así, una de las líneas que se pueden explorar en el futuro es la que propone Robert Richmond Ellis en They Dream Not of Angels But of Men: Homoeroticism, Gender, and Race in Latin American Autobiography, donde sujetos que se consideran heterosexuales en el análisis clásico son objeto del análisis y método queer. El ejemplo que señala Ellis es el del escritor peruano Mario Vargas Llosa y las múltiples transgresiones que realizó. El análisis de López-Vicuña del texto de Richmond Ellis hace posible rescatar 38
Jorge Saavedra, “Juan Gabriel y la Homofobia,” http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/editoriales/editorial.aspx?id=96367&md5=7241e16b522551ad4bb0c d1f410c3da7&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe, 4 de septiembre de 2014. Catalina Ruiz-Navarro, “Ni Juanga pudo quitarnos la homofobia,” http://www.univision.com/estilo-devida/trending/ni-juanga-pudo-quitarnos-la-homofobia, 31 de agosto de 2016. Carlos Monsivais, Escenas de pudor y liviandad , Ciudad de México, Debolsillo, 2004, p. 296. 39
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9 tres de estas transgresiones41: en primer lugar, Vargas Llosa se convierte en escritor en contra de los comentarios homófobos de su padre, lo que le permitió alcanzar la hegemonía masculina en la sociedad peruana que, a su vez, sería relevante por el papel que tuvo en el movimiento neoliberal de dicho país. En segundo lugar, la construcción del modelo que hace Vargas Llosa del hombre ‘heterosexual’ implica una negación de la supremacía racial asociada al origen blanco del autor. En tercer lugar, existe un elemento llamado ‘hablar sobre homosexuales’ en el desarrollo de la identidad del hombre ‘heterosexual’ de Vargas Llosa. Este discurso se utiliza como forma de afirmar su identidad y de relegar a los ‘homosexuales’ a un papel de víctimas indefensas. En el contexto internacional, por último, existe una tendencia de buscar la democratización de los espacios de participación en los foros multilaterales; lo cual permite la incidencia de nuevas corrientes de pensamiento en los documentos oficiales y en los acuerdos internacionales y regionales. Los grupos feministas, y posteriormente los sectores LGBT, aprovecharon de manera especial este proceso democrático. No obstante, pese a los avances, el estudio de los sujetos de manera individual fragmentó el discurso de equidad sin crear espacios de síntesis. La teoría queer se puede presentar como este puente que permite armonizar las agendas feministas, de género y LGBT en ámbitos de interés compartido. Uno de los objetivos comunes, por ejemplo, es la lucha contra las figuras hegemónicas del hombre y sus implicaciones en la violencia hacia las mujeres y entre los hombres mismos. De esta manera, un estudio posterior se podría encaminar a una propuesta de inclusión de figuraciones queer como parte de la agenda latinoamericana de igualdad de género. En conclusión, la existencia de ídolos latinoamericanos queer y las potencialidades de hacer este ejercicio en nuevas líneas de investigación hacen que la figuración del ‘homosexual’ desde la lógica y/o sea fundamental en América Latina.
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Ignacio López-Vicuña, “Approaches to Sexuality in Latin America: Recent Scholarship on Gay and Lesbian Studies”, Latin American Research Review, núm. 1, 2004, p. 242.
10 BIBLIOGRAFÍA Figari, Carlos, “El movimiento LGBT en América Latina: institucionalizaciones oblicuas” en Massetti, A.; Villanueva, E. y Gómez, M. (comps.), Movilizaciones, protestas e identidades colectivas en la Argentina del bicentenario, Buenos Aires, Nueva Trilce, 2010. López-Vicuña, Ignacio, “Approaches to Sexuality in Latin America: Recent Scholarship on Gay and Lesbian Studies”, Latin American Research Review, 2004, núm. 1. Monsivais, Carlos. Escenas de pudor y liviandad. Ciudad de México, Debolsillo. 2004. Richmond Ellis, Robert. They Dream Not of Angels But of Men: Homoeroticism, Gender, and Race in Latin American Autobiography, Florida, University Press of Florida, 2002. Ruiz-Navarro,
Catalina.
“Ni
Juanga
pudo
quitarnos
la
homofobia”,
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de
agosto
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2016,
http://www.univision.com/estilo-de-vida/trending/ni-juanga-pudo-quitarnos-la-homofobia. Saavedra,
Jorge.
“Juan
Gabriel
y
la
Homofobia”,
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de
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2016.
http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/editoriales/editorial.aspx?id=96367&md5=7241e16b52255 1ad4bb0cd1f410c3da7&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe. Salinas Hernández, Héctor, Masculinidades e Identidades Gay: Tres estudios sobre violencia, mercado y sociabilidad gay en la Ciudad de México. Ciudad de México, Editorial Voces en Tinta, 2016. Spike Peterson, V., “Transgressing Boundaries: Theories of Knowledge, Gender and International Relations”, Millennium: Journal of International Studies, núm. 2, 1992. Weber, Cynthia, “Queer Intellectual Curiosity as International Relations Methods Developing Queer International Relations Theoretical and Methodological Frameworks”, International Studies Quarterly, núm 1, 2016. ---------------------, “Queer International Relations: From Queer to Queer IR”, International Studies Review, núm. 4, 2014. ---------------------, Queer International Relations: Sovereignty, Sexuality and the Will to Knowledge. Oxford, Oxford University Press, 2016. ---------------------,“What is told is always in the telling: Reflections on Faking It in 21st Century IR/Global Politics,” Millennium: Journal of International Studies, núm. 1,
LA UTOPÍA DE LA WKKK: GOZAR DEL MISMO DERECHO A SER RACISTAS MARYCARMEN RUBALCAVA OLIVEROS
EL MOVIMIENTO DE MUJERES SE PIENSA SIEMPRE DE IZQUIERDA, como si aquella mujer de derecha
no tuviera temas, agendas o demandas propias. Como si hubiera una sola manera de entender la opresión, como si la derecha no quisiera equidad política, como si la ‘oposición femenina’ adoptara y siguiera sólo la política definida por los hombres. En lo que sí difieren las de derecha es en la igualdad: no todas quieren tener de iguales a todas las mujeres. Proponer esto es afirmar que existieron, y existen, rebeldías contra la dominación masculina, pero que no son plurales, que sus batallas son cerradas y exclusivas, y que prohiben la utopía de solidaridad entre compañeras peculiares. Casi como en la década de los años veinte norteamericanos, en los que se respiraba el aire de un glorioso desenlace, pero contaminado por la segregación racial de la época. En 1920, se presentaron dos eventos imprudentes en Estados Unidos. El primer suceso que puso de cabeza al mundo fue el triunfo feminista, que se expresó en la victoria del sufragio femenino; el segundo acontecimiento fue de la mano, y se expresó en la organización de mujeres del Ku Klux Klan (Women of the Ku Klux Klan, en inglés1), quienes ambicionaban la equidad política, pero sólo en tanto mujeres y hombres pertenecieran a grupos raciales dominantes. 2 La WKKK se inscribía en el movimiento de extrema derecha del Ku Klux Klan (KKK, a partir de ahora) que resurgió durante esa época, buscando la influencia de las organizaciones de supremacía blanca de Estados Unidos. La WKKK procuraba la equidad de género, pero establecía la solemne condición de A partir de ahora, se utilizará la sigla WKKK para hacer referencia a esta organización femenina Kathleen Blee, “Women in the 1920s' Ku Klux Klan Movement”, Feminist Studies, 17 (1991), p. 58. Todas las citas, a excepción de aquellas proporcionadas por el texto de Margaret Power, se encuentran originalmente en idioma inglés. La traducción es propia. 1
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12 que solamente las y los norteamericanos de sangre pura, blancos y protestantes controlaran y representaran a su nación. La búsqueda por el derecho al voto había unido a distintos grupos en la lucha, pero las razones de esa cohesión pronto se esfumaron y la simulada organización se rompió. Unas cuantas se doblaban de alegría porque la problemática sexo genérica que impedía a las mujeres votar se estaba resolviendo, otras se retorcían porque ese derecho implicaba incluir a mujeres que no merecían esa equidad. Ese desacuerdo fue retomado por la WKKK, que se oponía al sufragio universal. La organización de mujeres del KKK exhibía con seguridad su proyecto de nación, plagado de la intención de presentar una política alternativa para las prácticas sociales y culturales que se fundaban en la nueva legitimidad política que el derecho al voto le había otorgado. No sólo pretendían influir en el ámbito político electoral: el propósito era mantener la superioridad racial, religiosa y étnica.3 Las mujeres querían unirse a la WKKK porque eran hermanas, hijas y esposas que ansiaban promover la unidad familiar y salvarla de influencias negativas; porque eran blancas y querían contribuir a la definición de la política en sus naciones; porque eran mujeres con creencias y declaraciones que construirían una nueva una cultura política y social de dominio, que preservaría el orgullo nacional y protegería los derechos de la mujer , 4 arrebatándolos de las mujeres negras, y provocando el dolor y la muerte de sus familiares. 5 La convocatoria para unirse a la WKKK resonaba en todos los callejones norteamericanos, hacía eco en las paredes roídas por el racismo, resplandecía en los ojos de mujeres blancas y protestantes, sin importar la situación socioeconómica que las definía. Todas se unieron para promover la supremacía blanca y para proteger a su nación de las manos de afroamericanas e inmigrantes,6 quienes podrían obtener el voto y llevar al país a un rumbo desconocido y salvaje. Para la raza blanca, tener el voto significaba la posibilidad de triunfar sobre otros. También implicaba que podría salirse con la suya y erigirse como el grupo vigilante social que ejercía violencia,
Ibid., p. 68. Margaret Power, “La mujer de la derecha en América Latina y en el mundo: Una perspectiva comparativa”, Revista de Estudios Históricos, 2 (2005), recuperado de http://www.estudioshistoricos.uchile.cl/CDA/est_hist_impresion/0,1476,SCID%253D15006%2526ISID%253 D540,00.html. 5 Angela Davis, Mujeres, raza y clase, trad. A. Varela, Madrid, Akal, 1990, p.178. 3 4
Kelli Kerbawy, Knights in Withe Satin: Women of the Ku Klux Klan, tesis, Huntington, Marshall University, 2007, p. 6, http://mds.marshall.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1689&context=etd, consultado el 31 de marzo de 2017. 6
13 mediante tiroteos y linchamientos, para eliminar a los negros, a los judíos, a los católicos, a los mexicanos, a los inmigrantes.7 Porque la igualdad estaba bien… solamente si era entre blancos. Nada expresa mejor esa situación que un escrito con profundas contradicciones, que se alinearon de manera gentil sobre un papel que pretendía guardarse para la posteridad, que ambicionó ser el testimonio de la WKKK y que buscaba eliminar todo duda sobre su postura ―porque, claro, buscar la equidad política y ser racista no es nada fácil. El Creed of Klanswomen (credo de las WKKK) establecía los principios de la organización. El documento iba así: We believe in the mission of emancipated womanhood, freed form the shackles of old-world traditions, and standing unafraid in the full effulgence of equality and enlightenment. We believe in the equality of men and women in political, religious, fraternal, civic and social affairs wherein there should be no distinction of sex. We believe in the free public schools, where our children are trained in the principles and ideals that make America the greatest of all nations. We believe that the freedom of speech, of press and of worship is inalienable right of all citizens whose allegiance and loyalty to our country are unquestioned. We believe that that principle comes before party; that justice should be firm but impartial, and that partisanship must yield to intelligent co-operation. We believe that the current of pure American blood must be kept uncontaminated by mongrel straits and protected from racial pollution. We believe that the government of the United States must be kept inviolate from control or domination of alien races and the baleful influence of inferior peoples. We believe that the perpetuity of our nation rests upon the solidarity and purity of our native-born white, gentile, Protestant men and women. We believe that under God, the Women of the Ku Klux Klan is a militant body of American freewomen by whom these principles shall be maintained, our racial purity preserved, our happiness insured and the prosperity of our community, our state and our nation guaranteed against usurpation, disloyalty and selfish exploitation.8
7 Klanwatch Project of the Southern Poverty Law Center, Ku Klux Klan A history of Racism and Violence, Alabama, The Southern Poverty Law Center, 2011, p. 20.
Traducción propia: Creemos en la misión de la mujer emancipada, liberada de los grilletes de las tradiciones del viejo mundo, y de pie sin miedo en la refulgencia plena de la igualdad y la iluminación. Creemos en la igualdad de hombres y mujeres en los asuntos políticos, religiosos, fraternales, cívicos y sociales en los que no debe de haber distinción de sexo. Creemos en las escuelas públicas libres, donde nuestros niños y niñas serán entrenadas en los principios e ideales que hacen a América la más grande de todas las naciones. Creemos en la libertad de expresión, de prensa y de culto como un derecho inalienable de todos los ciudadanos cuya fidelidad y lealtad a nuestro país son incuestionables. Creemos que ese principio precede al partido de que la justicia debe ser firme pero imparcial, y que el partidismo 8
14 a WKKK dejó claro el mensaje. Iban a luchar de la mano con el KKK para mantener la pureza racial, para que el país fuera dirigido siempre en sabias manos, para que los derechos se respetaran y la justicia fuera siempre imparcial; pero no permitirían que los hombres fueran los únicos protagonistas del espacio público. La organización de mujeres del KKK compartía una agenda con el movimiento de extrema derecha, pero también intentaba encontrar una solución para la posición inferior que tenía la mujer. Querían la supremacía blanca, pero que abarcara a las mujeres. Querían tener el mismo derecho a ser racistas, a mandar y a tomar decisiones. Los miembros del KKK y la WKKK no se sentían intimidados por la homogeneidad, pero se sabían superiores; así, los únicos cambios en la realidad social, cultural, política y económica que permitirían serían aquellos que los coronasen inmejorables, y estaban dispuestos a eliminar la diversidad racial que pudiera arriesgar su quimera. Se habían unido para preservar y elevar la tradición y dominación de las y los blancos protestantes. Sin embargo, la agenda política de las mujeres impulsaba la posibilidad de incrementar la equidad entre mujeres y hombres blancos. Exigían y gritaban de rabia por la posición subordinada que sostenían en la familia y en la sociedad. El Klan era la mejor manera de protegerlas, de poner en el mismo nivel los derechos de hombres y mujeres, e incorporarlas en la vida política.9 Si la lucha feminista sufragista las había unido con otras mujeres, sus demandas cambiaron y promovieron una agenda de racismo e intolerancia. Era un movimiento post sufragista que se adhería a la lucha femenina, pero negaba los derechos de los no blancos, de los no protestantes y de los extranjeros. Era un movimiento de mujeres de extrema derecha que deseaban la representación política, pero no a costa de una semejanza desigual con sus homólogas afroamericanas.
debe ceder a la cooperación inteligente. Creemos que la sangre pura americana debe ser mantenida y protegida de la contaminación racial. Creemos que el gobierno de los Estados Unidos debe ser mantenido inviolable del control o la dominación de razas mestizas y de la influencia feroz de los pueblos inferiores. Creemos que la perpetuidad de nuestra nación descansa en la solidaridad y pureza de nuestros hombres nativos, gentiles y protestantes. Creemos que, bajo Dios, las Mujeres del Ku Klux Klan son un cuerpo militante de mujeres libres americanas, por las cuales estos principios serán mantenidos, nuestra pureza racial preservada, y la prosperidad de nuestra comunidad, nuestro estado, y nuestra nación, garantizados contra la usurpación, la deslealtad y la explotación egoísta. 9 K. Blee, op. cit., p. 72.
15 BIBLIOGRAFÍA
Blee, Kathleen, “Women in the 1920s' Ku Klux Klan Movement”, Feminist Studies, 17 (1991), pp. 57 -77. Davis, Angela, Mujeres, raza y clase, trad. A. Varela, Madrid, Akal, 1990. Kerbawy, Kelly, Knights in Withe Satin: Women of the Ku Klux Klan, tesis, Huntington, Marshall University, 2007, p. 6, http://mds.marshall.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1689&context=etd, consultado el 31 de marzo de 2017. Klanwatch Project of the Southern Poverty Law Center, Ku Klux Klan A history of Racism and Violence, Alabama, The Southern Poverty Law Center, 2011, p. 20. Power, Margaret, “La mujer de la derecha en América Latina y en el mundo: Una perspectiva comparativa”, Revista de
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PARALELAS DEL DESACATO: LA EXTREMA DERECHA Y LA IZQUIERDA RADICAL EUROPEA KARLA AURORA CORTÉS LOZANO
La historia de la Unión Europea vive uno de sus capítulos más dramáticos desde el estallido de la crisis financiera en 2008, cuando cedieron las suturas de unas contradicciones orgánicas que difícilmente pueden seguir postergando su resolución estructural. Los giros decisivos en la trayectoria integracionista están, en buena medida, ligados a periodos turbulentos que han fluctuado según las experiencias nacionales y las ríspidas coyunturas europeas. La consecuencia de los saltos y coacciones en los procesos de constitución de la sociedad establecen nuevos contratos y convenciones1, lo que en la UE no fue una excepción y se tradujo en que durante la crisis arraigó una determinada perspectiva comunitaria “oficial” que conllevó una dirección política estratégica. De tal modo, la crisis financiera dejó al descubierto un nuevo centro de gravedad en torno al cual se fue estructurando el conjunto de las interacciones sociales en Europa: la interrelación acreedor-deudor, un eje que trasluce la relación fundamental entre propietarios y no propietarios de capital, la cual multiplica su influjo sobre el resto de las relaciones sociales2. La lógica del capital, mediante el dispositivo de la deuda, prevalece a tal grado sobre las relaciones sociales que termina convirtiéndose en la lógica misma de las relaciones interpersonales que entabla el homo economicus, el “hombre endeudado”3. La política de austeridad, como recurso del gran capital, implicó la puesta en marcha de una reorganización del modelo social, en un sentido regresivo, que coadyuvó a la profundización de las divisiones tanto al interior de los distintos Estados miembros cuanto del continente
Mauricio, Lazzerato, La fábrica del hombre endeudado, Buenos Aires, Amorrortu, 2013, p. 51. Ibid. p. 28. 3 Ibid. p. 36. 1 2
17 en su conjunto4, así como a la alteración de la relación entre poderes públicos y privados. La deuda voluminosa fue el motivo declarado para aplicar sistemáticamente no sólo una política de austeridad, sino todo un modelo de gestión político-económica que provocó una creciente degradación social y la implosión de procedimientos democráticos a escala nacional y comunitaria, siendo emblemáticos el rechazo elitista hacia los referéndums celebrados en diversos países europeos y la imposición de "gabinetes tecnocráticos" en Italia (Monti) y Grecia (Papademos). Hace casi 10 años, lo había denunciado Fitoussi: la “dictadura de los acreedores” tiene efectos agravantes tanto para los países deudores cuanto para los asalariados, pues ambos son sometidos a una mayor dependencia y a un progresivo vaciamiento democrático5. Voces críticas de la izquierda reprocharon la sustitución del eje derecha/izquierda o capitalista/anticapitalista por el de austeridad/anti-austeridad. Sin embargo, consideramos que no se trató propiamente de un reemplazo, sino de la apertura coyuntural de un campo opositor donde la dicotomía derecha/izquierda siguió siendo operativa, en la medida en que la austeridad era indisociable de una deuda. Esta última, expresión de una relación particular que implica modalidades específicas de producción y control de la subjetividad.6 En su ya clásica obra Lenguaje e Historia, el filósofo español Emilio Lledó7 desgrana la premisa de que todo concepto emanado del lenguaje comporta un enraizamiento sociológico, lo cual no debe confundirse con algunas propuestas de lexicografía política, que sostienen que cada grupo político constituye una micro sociedad reconocida por un vocabulario propio.8 Partiendo de lo anterior, la austeridad, en cuanto palabra clave de la época y concepto que tiene un anclaje contextual, transciende la confrontación meramente nominalista cuando se emplea como componente discursivo de ciertos sectores de izquierda (especialmente las formaciones políticas del sur de Europa) con la intención de develar su carácter instrumental. Las implicaciones del complejo deudaausteridad son justamente las que intenta disfrazar la jerga técnica que tiende a objetivaciones monetarias, a través de las que se pretende esterilizar su polémico e ineludible carácter político. Habida cuenta de lo anterior, la dupla izquierda/derecha fue provisionalmente subsumida en un campo discursivo sembrado de nuevos –y no tan nuevos- ejes, con el objetivo de disputar el apoyo del electorado varado en un interregno representativo y, ampliando la mira, para construir hegemonía, partiendo de la consecución de una mayoría social capaz de identificarse en dichos ejes. Esta cuestión es desbrozada por Manolo Monereo: 4 OXFAM. “La trampa de la austeridad. El verdadero coste de la desigualdad en Europa”, septiembre 2013. consultado en: https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/bp174-cautionary-tale-austerityinequality-europe-120913-es.pdf, p. 3. 5 Jean-Paul, Fitoussi, El debate prohibido. Moneda, Europa y pobreza, Barcelona, Paidós, 1996, p. 59. 6 Lazzerato, op.cit., p. 36. 7 Emilio Lledó, Lenguaje e Historia, Madrid, Taurus, 1996, p. 57. 8 Gilberto Giménez, Poder, estado y discurso, México, UNAM, 1983, p. 130.
18 El eje izquierda/derecha existe en la realidad como dispositivo ideológico, pero afirma y se sigue afirmando sabiendo que ya no representa la centralidad de la vida pública (…) Situar el eje “arriba/abajo” no significaba ni significa que el eje de izquierda/derecha no siga teniendo sustancia social, sino la necesidad de hacer la política desde otro punto de vista, desde mayorías sociales que se oponen a una oligarquía política, económica y mediática cosmopolita dirigida por el capitalismo monopolista financiero.9
La encrucijada histórica que agudizó las tensiones interestatales, hasta desembocar en la crisis del mismo ideal de la Unión Europea, colocó a la izquierda ante la insoslayable tarea de resituar los puntos
cardinales de su lucha política; ante la necesidad de ocuparse en la “polarización de intereses antagónicos”10. A la vez, ello implica dotar de actualidad a los términos con que se aprehende la realidad en la que se aspira a incidir mediante políticas transformadoras. En la expresión de Julio Anguita, para arraigar socialmente y lograr construir hegemonía había que “mudar el lenguaje”. Ciertamente, la copiosa circulación del vocablo “austeridad” es un factor innegable de la propensión actual hacia una perversión de cierto discurso izquierdista; más afín al oportunismo políticoelectoral, propio de una posición de partido cazavotos, que a un provechoso ejercicio de autorreflexión crítico que preludie la conformación de un proyecto emancipatorio. Descartando dicha utilización ficcional, los intentos genéricos de actualización por parte de nuevas expresiones de izquierda pasaron por ahogar los impulsos miméticos para concentrarse en el escrutinio del entorno social que los guiaría en la búsqueda de la factibilidad capaz de desplazarlos, para usar la expresión de Goran Therborn11, de la casilla de partidos de testimonio a la posición de partidos de esperanza. El conglomerado de demandas que encontraron es, en muchos aspectos, el mismo que intentaba satisfacer la extrema derecha desde una postura diametralmente distinta, con la que, no obstante, también compartían ciertos elementos de impugnación. El eje de la deuda también fue utilizado para elaborar discursos mistificadores que enmascaraban las diferencias de intereses sociales en nombre de un genérico interés nacional que, en última instancia, deviene sinónimo de interés general. La confrontación austeridad/anti-austeridad, derivada de la centralidad de la deuda, se trocó piedra de toque del debate entre europeístas, euroescépticos y euro críticos. Sin embargo, la deuda y la austeridad pronto se convirtieron en armas arrojadizas blandidas por los partidos nacionalistas de ultraderecha que, paradójicamente, terminarían compartiendo un espacio de oposición con las agrupaciones políticas de izquierda. Esta coincidencia opositora versó fundamentalmente en los análisis que, pese a las hondas
Manolo Monereo, “Bloqueos reales o imaginarios ¿Podemos?”, Cuarto Poder, 8 de agosto 2016. consultado en: https://www.cuartopoder.es/cartaalamauta/2016/08/08/bloqueos-reales-o-imaginariospodemos/450. 10 Thompson, Tradición, revuelta y consciencia de clase, Barcelona, Crítica, 1979, p. 39. 11 Goran Therborn, ¿Del marxismo al posmarxismo?, Madrid, Akal, 2014, p. 129. 9
19 diferencias, convergieron en la denuncia de un catálogo de excesos y deficiencias de la UE.12 Como esclarece Aguilera de Prat, es precisamente la atribución de deficiencias al marco institucional comunitario lo que alumbra las coincidencias objetivas entre los partidos radicales de las derechas e izquierdas, sin prejuicio de que prevalezcan diferencias acusadas de principios y estrategia entre ambas familias ideológicas. Las distintas contrapropuestas compartían, además, el efecto de parecer políticamente incorrectas frente a un pensamiento europeísta más dominante (coercitivo) que hegemónico (persuasivo), lo que propicia un golpe de efecto coyuntural que convierte a los ultraderechistas en un “alternativa antisistema” cuando, en sentido estricto, se trata de un choque entre modalidades capitalistas. Los partidos afincados en los extremos del espectro político-ideológico, caracterizados por un “euroescepticismo duro”, perfilan la salida nacional como la fórmula estándar para sortear el atolladero. Por su parte, los sectores de izquierda, identificados con un “euroescepticismo blando” apuestan, en su mayoría, por una solución paneuropea que articule en pie de igualdad a las distintas soberanías nacionales. En Grecia, observamos desplegarse sin tantos retoques esta confluencia contingente, no sólo en el sincretismo político de la coalición gobernante (Syriza y ANEL); también y, sobre todo, en la concurrencia de Amanecer Dorado y el PKK –ambos de la línea dura del euroescepticismo– en lo que atañe al impago unilateral de la deuda y la opción de abandonar el euro proclamada con similares retóricas anti-imperialistas.13 La torsión de la UE hacia esa suerte de “vasallaje neocolonial financiero” conduce a las fuerzas díscolas al principio soberanista que vislumbra una superación de la crisis dependiente en gran medida del controversial filtro nacional, que es interpretado desde ángulos valorativos divergentes por la izquierda radical y la extrema derecha. Para los primeros, la indagación en el Estado-nación apuntala, al unísono, la reivindicación de la emancipación social como condición sine qua non para reconquistar una "soberanía popular". La extrema derecha, en cambio, entiende la nación de manera capciosa. Su postulado restaurador de la "soberanía nacional" pivota en la nación orgánica de sesgo étnico: lo que Cass Mudde acuñó como "nativismo", a saber, el movimiento que aspira a disolver la identidad social en una identidad nacional homogeneizante. La coincidencia aparente de la extrema derecha y la nueva izquierda se debe, según Tariq Alí, a que ambas constituyen un desafío a un modelo político de extremo-centro liberal que absorbió a los partidos tradicionales de izquierda y derecha, mismos que, al ser en múltiples aspectos indistintos en la práctica, provocan la erosión de su credibilidad y facilitan la apertura de un espacio para fuerzas políticas alternativas. Este planteamiento enlaza con el análisis de Chantal Mouffe de un orden postpolítico resultante del Kampagiannis, Thanasis, “The Brown International of the European far Right”, Left Flank, 14 de junio de 2012, disponible en: https://left-flank.org/2014/01/12/brown-international-european-far-right/. 13 Milios John, “Displacing class struggle? Syriza's argument against the euro-exit strategy”, Workers' Liberty, 30 de junio 2012, consultado en: http://www.workersliberty.org/story/2012/06/30/displacing-classstruggle-syrizas-argument-against-euro-exit-strategy. 12
20 desplazamiento de la socialdemocracia al centro del tablero, en cuyo núcleo se solapan mutuamente los partidos tradicionales. En el retorno de lo político, escrito hace más de 20 años, Mouffe14 deja apuntada una clarividente advertencia sobre la desorientación de la izquierda frente al creciente protagonismo de antagonismos identitarios, étnicos y religiosos. Hoy por hoy, vemos que el esclarecimiento frente a estas problemáticas es tanto más urgente cuanto que la política de las identidades es desafiada por los punzantes azotes de la inmigración y el terrorismo. El extremo-centro equivale a lo que Giddens, principal ideólogo de la Tercera Vía, denominó un “centro radical” que estaría exento de la gramática de izquierda/derecha, en su senda hacia el pragmatismo político. Este giro, desataría la deriva socialiberal que conllevó a lo que varios analistas críticos valoraron como el fracaso de lo político, lo cual abrió un escenario de desertificación ideológica que redundó en la ausencia de alternativas políticas partidistas capaces de despertar entusiasmo popular. Sobre este trasfondo, la reemergencia de los populismos parece abrir el horizonte de lo posible. Por ello, tanto la extrema derecha, cuanto la izquierda radical -populistas en grado variable- pueden considerarse márgenes disruptivos que, en la coyuntura actual, se tornan mediaciones políticas. Esto, en la medida en que constituyen la oferta de representación política que vehicula la vuelta de las alternativas, en tanto portadores potenciales de un cambio. Sobre tan polémico y manoseado concepto, que el mainstream mediático utiliza con frecuencia para denostar por igual a partidos de extrema derecha y de izquierda radical, Jacques Rancière señala un rasgo distintivo que explica que el populismo sea una desembocadura en la que confluyen fuerzas antagonistas: “El término ‘populismo’ no sirve para caracterizar una fuerza política definida. Al contrario, extrae su provecho de las amalgamas que permite entre fuerzas políticas que van de la extrema derecha a la izquierda radical. Tampoco designa una ideología, ni siquiera un estilo político coherente. Sirve simplemente para dibujar la imagen de cierto pueblo”15. La antipatía por los partidos tradicionales se debe no sólo a la orfandad en que sumieron a amplias capas populares, incentivando una crisis de representación que sigue multiplicando sus grietas, sino que a esto se añade la percepción popular de que persiste una deliberada omisión a sus reclamos. En el contexto de la crisis europea, la intensificación del descontento genera una polarización social que encuentra su correlato político en el desdoblamiento del soberanismo hacia derroteros ideológicos distintos. En el marco de una UE cimbrada por sus deficiencias, turbulencias y una mayor intransigencia, la extrema derecha y la izquierda radical coinciden, por ejemplo, en agudas críticas al Banco Central Europeo (BCE) y a Alemania. Si bien existen matices significativos en las razones de su crítica, no podemos obviar que Chantal Mouffe, El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical, Barcelona, Paidós, 1999, p. 11. 15 Jacques Rancière, “La denuncia del populismo quiere consagrar la idea de que no hay alternativa”, El Diario, 9 de diciembre 2016, disponible en: http://www.eldiario.es/interferencias/Rancierepopulismo_6_589051096.html. 14
21 algunos mimbres retóricos, e incluso, algunos de los argumentos esgrimidos son similares, puesto que no se fundan sólo en resortes ideológicos, sino también en constataciones in situ de la evolución del proyecto integracionista. Para entender mejor este punto, recordemos la certera daga de Habermas: "¿Cómo se siente un español, un griego o un portugués si perdió su trabajo por los recortes decididos por el Consejo Europeo? No puede sacar al gobierno alemán con su voto". Esta es la clave para entender que las desavenencias ideológicas no impidieran que el eje izquierda-derecha de impronta radical se trasladara a las antípodas de un orden europeo que ya no podía ocultar una aguda crisis de legitimidad. La impresión que de esto se desprende, es que estamos ante una versión contemporizada –y complejizada- del fenómeno de masas de posguerra, expresado en nuestros días bajo la forma de un renovado protagonismo popular, acicateado por la crisis, que dio lugar a aquello que Pietro Ingrao16 concibió como una lucha de fronteras en la que el asedio fue recíproco. La metáfora bélica hace referencia a la aparición de un entrecruzamiento de tentativas que luchaban por encauzar el descontento social, procedentes tanto de sectores avanzados de izquierda, cuanto por las formaciones políticas más derechizadas que buscaban confinar la organización de las masas a un espacio corporativo. Mutatis mutandis, con el golpe de la crisis del proyecto europeo, la metáfora recobra su validez en la tesitura europea, signada por una ruptura de la racionalidad política (tecnocrática) que propició la puesta en liza de una potencialidad reaccionaria y una potencialidad progresiva. Sin embargo, como señala Monedero, es importante que este fenómeno sea discernido sobre la base de momentos diferentes: destituyente y constituyentes. En el primero de ellos, confluyen circunstancialmente las críticas procedentes de la izquierda radical y la extrema derecha; es el momento del disentimiento que alumbra un discurso impugnador y de matiz populista que recoge el descontento social, los reclamos y demandas de amplios sectores afectados por la crisis y su gestión gubernamental. Desde el punto de vista del pensamiento dialéctico, es la fase de la negación. Y si bien ésta no conduce automáticamente a una propuesta, es posible que en el seno de la protesta en tanto negación, es decir, en el momento destituyente, pueda empezar a gestarse un elemento afirmativo. Esto inaugura la etapa constituyente que pone de relieve las diferencias sustantivas que toman cuerpo en las proposiciones programáticas que apuntan a direcciones distintas y, a menudo, antagónicas. Al aparente denominador común -el carácter anti sistémico- con que irrumpieron las fuerzas de extrema derecha y las formaciones progresistas, subyacen en realidad dos respuestas antitéticas a las profundas contradicciones que se manifestaban cada vez con mayor virulencia. La disconformidad social, que fraguó el reclamo de cambio, impuso nuevos retos políticos que fueron y son encarados por estrategias distintas y que, por consiguiente, encierran dos conjuntos de consecuencias posibles que aún están por verse. No obstante, en caso de desenlaces presididos por alguna de estas fuerzas, podemos orientarnos recordando que la
16
Pietro Ingrao, Crisis y tercera vía, Barcelona, Laia, 1980, p. 45.
22 bifurcación de la contestación tiene como vértice originario la voluntad de rescatar un papel más activo del Estado en la vida social y económica. La agenda política europea está marcada por un conjunto de temáticas de difícil digestión pública, debido que no admiten soluciones fáciles o inmediatas, lo que nos sitúa en terreno fértil para las reivindicaciones destituyentes. Sin embargo, en este punto también encontramos discrepancias considerables entre la extrema derecha y la izquierda radical. Frente a problemáticas de primer orden, la extrema derecha ha sabido dar una respuesta de aparente sentido común, en un doble movimiento que implica la denuncia de los que juzga responsables de la degradación y la interpelación de los ciudadanos vulnerados por la actuación de aquellos. Frente a la ambigüedad y porosidad prospectiva de la izquierda radical europeísta, que en ocasiones parece ir por detrás de los acontecimientos, la extrema derecha acomete la tentativa de redirigir el curso de Europa colocando sus planteos en el orden del día tanto de la política comunitaria cuanto de la nacional. Esto, le ha valido, al menos, dos logros relevantes: emerger en calidad de sonoro portavoz de la protesta y consolidarse como un vehículo gregario que consagra la comunidad nacional y, con ello, la movilización de un sentido fuerte de identidad y pertenencia. Una sensación de pertenencia nacional que, en medio de inestabilidad, se convierte en un elemento estabilizador. Marine Le Pen nos brinda elocuentes imágenes en este sentido, de las cuales mencionaremos dos que han causado gran impacto: la acusación a socialistas y republicanos de indistinción política en los temas decisivos, y la recuperación simbólica de la defensa de la República. También lo ejemplifica el triunfo del Brexit en el Reino Unido, en cuya campaña el UKIP descolló por la nitidez de su propuesta rupturista frente al relativismo de laboristas y el continuismo de los tories. La convicción europeísta que comparten los dos polos del bipartidismo británico dificultó la cristalización de un cuestionamiento que hiciera mella en la irritada sensibilidad de amplias capas populares. Finalmente, el replanteamiento se impuso por la fuerza de los hechos y la implantación del ideario estrecho del UKIP en el debate público, lo que redundó en la constatación, cada vez más extendida, de que la actual UE no es la última palabra de la historia del europeísmo. Más allá de que la agenda neoliberal de los conservadores británicos sea idiosincrática y no exportada desde las instituciones comunitarias, el Brexit es sintomático de la creciente incapacidad de los partidos tradicionales para solventar la construcción europea, frente a la cual las fuerzas de extrema derecha hacen una lectura insidiosa de la coyuntura que se resume en la metonimia de Bruselas. La eficacia de un discurso que conecta con el miedo más que con la esperanza, o más peligroso si cabe, que genera expectativas que provocan la emulsión de la esperanza en el miedo, responde en parte a que supo coaligar resentimientos nostálgicos en torno al bienestar perdido asociado en el imaginario colectivo a una época histórica donde el Estado-nación desempeñaba un rol más predominante. Al calor del acontecer agónico europeo, tales resentimientos son explotados con singular saña contra los
23 inmigrantes, a quienes se acusa de socavar la cultura del país de arribo, usurpar los puestos de trabajo, colapsar los servicios y en general minar su bienestar. La contundencia de la extrema derecha tiene la ventaja de claridad, como dejó escrito en un artículo reciente Perry Anderson: "Pero las soluciones que proponen [la izquierda] son menos radicales. A la derecha, el FN y Lega tiene remedios claros para las tensiones de la moneda única y la inmigración: salir del euro y detener el flujo. A la izquierda, con excepciones aisladas, nunca se han hecho unas demandas tan inequívocas. En el mejor de los casos, se sustituyen por ajustes técnicos de la moneda única, demasiado complicados para tener mucha aceptación popular y, por alusiones vagas y avergonzadas a las cuotas, que los votantes no entienden tan fácilmente como las francas propuestas de la derecha". El lema "recuperemos el control", azuzado por la extrema derecha, surte un efecto que no tienen las proclamas izquierdistas que orbitan abstractamente en torno a la consigna "democratizar Europa". El contraste con la rotundidad de los remedios de los ultraderechistas, independientemente de su factibilidad o carácter antidemocrático, hace de la izquierda radical europeísta una fuerza que suscita una impresión de débil consistencia propositiva. En resumen, ante los signos de anquilosamiento y deterioro del proceso integracionista, las fuerzas políticas apóstatas del europeísmo vigente mantienen una divergencia esencial: mientras que la extrema derecha rentabiliza políticamente la gestión de la distopía unionista, la izquierda radical europeísta busca sus réditos enarbolando la utopía de otra Europa.
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LA PROFECÍA DE GIOVANNI SARTORI LOS MILLENNIALS NOS ESTÁN DESTRUYENDO GUILLERMO ALDAIR VILLEGAS FUENTES
¿Cuándo voy a aprender? Las respuestas a los problemas de la vida no se encuentran en el fondo de la botella... ¡Se encuentran en la televisión! Homero J. Simpson
Después de todo, el Lic. Enrique Peña Nieto demostró que ser presidente de México en pleno siglo XXI no es tan fácil como lo aparentaba el viejo PRI. El mismo partido que decidió cambiar la forma de adquirir votos, ahora, tiene a dos aliados importantes: por un lado, los jóvenes de carácter millennial y por otro, Internet.
Grafica1
1FuturoLabs, FuturoLabs.com. 15 de Septiembre de 2015. http://www.futurolabs.com/millennials-2015, consultado el 24 de Septiembre de 2016.
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Los millennials reafirmaron tener el poder completo de todo el contenido publicado/compartido y likeado en el mundo virtual. Las redes sociales se han insertado en la vida de 88% de los jóvenes y no tan jóvenes mexicanos.2 La administración de Enrique Peña Nieto ha apostado demasiado en sus casi cinco años de gestión, pero para ello es importante recorrer los sucesos mediáticos que han marcado la carrera presidencial de Peña Nieto. Primero, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero demostró la falta de seguridad en toda la República Mexicana y, en específico, en el estado de Guerrero, donde se concretó que en pleno 2016, en un enfrentamiento con la Policía Municipal, se pueden desparecer -de la noche a la mañana y en menos de 12 horas- 43 cuerpos sin dejar huellas. Al menos, eso dice la verdad histórica de la PGR. Luego, la investigación presentada por la periodista Carmen Aristegui titulada “La casa blanca de Enrique Peña Nieto” llevó a una demostración impresionante de indignación en redes sociales; una indignación un líder que oculta la verdad. Ahora, no sólo está el escándalo del departamento de Angélica Rivera en Miami, sino también el de un “plagio” en la tesis de titulación como Lic. En Derecho de Enrique Peña Nieto en la Facultad de Derecho (la más importante del país) de la Universidad Panamericana. A todo esto, hay que agregarle el “nuevo formato” que Peña Nieto quiso imponer a su 4to informe de gestión (y que Eruviel Ávila Villegas quiso imitar en el Estado de México), donde la juventud priista se hizo presente. Dicha presencia fue motivo de crítica y burla en el video, que se estaba transmitiendo en vivo por Facebook. La transmisión en Facebook Live superó los 13,000 viewers en los primeros 10 minutos. A los 20 minutos tenía más de 17,000. Cuarenta minutos después se sumaron 34,000 facebookeros y una hora y media después, superó los 58,000 espectadores. La cobertura terminó de casi 2 horas después con 53,000 conexiones.3 Pero, ¿por qué hablar de la política mexicana y su presencia en Facebook? La respuesta es sencilla: “la política en internet, solo sirve para perder el tiempo… perder el tiempo hablando y discutiendo sin llegar a un fin”. Es claro que desde la elección del Lic. Enrique Peña Nieto para asumir el poder Ejecutivo, en Facebook podemos encontrar a cientos de miles de intentos de “analistas, politólogos y hasta abogados”, que solo cuestionan y hablan por hablar. A veces, ellos son el único peligro para nuestra sociedad, pues solo malinterpretan la verdadera esencia de los hechos políticos y difunden lo que Dios les dio a entender.
Dato proporcionado por el Instituto Nacional de Telecomunicaciones. Bermudez, “¿Cómo reaccionaron las redes sociales al IV Informe de Gobierno?”, El Economista, 1 de Septiembre de 2016, (sec. Política).. 2
3Daniela
28 Hoy podemos navegar por las distintas redes sociales y encontrar una amplia y variada galería de memes4 dedicados a cada una de las acciones de EPN, sin embargo, debemos recordar que la memecracia5 no es la herramienta más útil para insertar la verdadera esencia de hacer política en la vida de nuestros millennials. Pero… ¿Cuál es la verdadera esencia política? Consiste en un diálogo entre personas que conozcan los asuntos de la vida pública; personas (no, no son tus compañeritos del salón) preparadas para debatir con argumentos y comparar cuantitativa y cualitativamente los efectos positivos y negativos que dichos asuntos conllevan. Evidentemente, cuando digo ‘asuntos públicos’ me quiero referir a cualquier problemática o incertidumbre de carácter público. Vamos a enfatizar en un tema particular que dio mucho de qué hablar (y sólo hablar) en Facebook y Twitter. Por un lado, los intentos de analistas6 criticaron la visita del candidato republicano a la presidencia de E.E. U.U, Donald Trump, porque después de sus señalamientos contra los migrantes mexicanos, y su amenaza con elevar el muro fronterizo, los mexicanos nos desgarramos las vestiduras para repudiar su discurso. Agreguémosle a esto la invitación de Peña Nieto para que ambos contrincantes (Hillary y Trump) visitaran México. Obviamente, Hillary Clinton no visitaría7 este país hasta ser la candidata electa para ocupar la presidencia más poderosa del mundo. Todo esto dio muy buen efecto en las redes sociales, las tendencias no pararon durante esas dos semanas. Sin embargo, sólo encontramos palabras vacías y carentes de argumentos sólidos que, a su vez, eran transmitidas y recibidas por personas que -hoy me atrevo a señalar- fueron víctimas de la idiotez8. Ellas, víctimas de un sistema que por generaciones ha dado resultados favorables para la manipulación de grupos conglomerados -de la masa, pues- que el sociólogo Giovanni Sartori acusaba de videos niños9 Giovanni Sartori señala en Homo Videns: La sociedad teledirigida, que uno de los principales enemigos de la política era la televisión, e incluso se atreve a profetizar sobre los efectos negativos que podría contraer el uso indebido de la Internet. ¡Cuánta razón tenía Sartori El verdadero enemigo de la política tiene nombre, y es masa, misma que se atreve a opinar, señalar y cuestionar con base en lo aprendido (según) en la televisión y las redes sociales. No es de sorprender la existencia de grupos anarquistas -muchos de ellos virtuales- que sólo buscan la desestabilización del gobierno en turno o la perturbación del orden público. 4
Concepto utilizado por el científico Richard Hawkins para explicar la memética de la transmisión
cultural. 5 Concepto definido por la periodista Delia Rodríguez para justificar la propagación de lo viral mediante las diferentes plataformas virtuales. 6 La definición a este concepto la ofrece un servidor y me refiero a cualquier persona sin la preparación académica necesaria, que tiene un smartphone, fácil acceso a Internet y le parece correcto debatir un tema del cual conoce tal vez sólo título. 7 Ni modos, la señora se quedó con las ganas. 8 Entiéndase como la incapacidad del ser humano para discutir y resolver asuntos públicos. 9 Niños que crecieron frente a un televisor, que aprendieron como encenderlo antes de aprender a leer.
29 El sociólogo Sartori señala que es imposible creer que las opiniones creadas con base en lo transmitido por los medios de comunicación, es mera opinión basura. Esto, porque dicha opinión está fabricada para que el telespectador piense lo que las televisoras quieren, que a su vez pueden o no responderle a un gobierno o a empresarios. Retomando la idea de las polis de la antigua civilización griega, y tal vez se lea un poco radical, pero como los excelentes seres pensantes que somos, no deberíamos permitir que una gran mayoría tome las decisiones de un pueblo, ciudad o nación. Considero que debemos respetar la idea de un pacto social responsabilizarnos y adjudicarnos las decisiones que nuestro máximo representante considere necesarias. Recordemos que, en una verdadera democracia, debe existir primero una responsabilidad personal de respetar y asumir la jerarquía de las leyes donde, como buenos ciudadanos que pretendemos ser, debemos entregar completamente nuestra soberanía, y acatar las decisiones que se tomen, pues son fundamentas en medida del beneficio del pueblo. A todo esto, ¿existe en México una verdadera democracia?, ¿los jóvenes participan activamente en la construcción de un mejor país? La respuesta a estas interrogantes es no. En un país como el nuestro, donde le hacemos “memes” a Peña Nieto porque es un pendejo, no se puede hablar de un sentido de jerarquía legítima, en este país donde la participación ciudadana está disminuyendo, y donde el abstencionismo es aplaudido, no se puede hablar de una mejora para la nación. Recuerdo el 2 de octubre de 1968 como un paso importante para la participación juvenil. La forma de hacerlo fue, tal vez, incorrecta, y sabedor del poder que ostentaba, a Gustavo Díaz Ordaz no le tembló la boca al dar la orden que marcaría esa fecha en el corazón rebelde, pobre y justiciero de este país. Lamentablemente, los movimientos organizados a través de las redes sociales carecen de convocatoria, y aunque se ha conseguido una respuesta favorable, podemos advertir que el gobierno no tendrá miedo de bañar las armas de gloria como lo hicieron en Aguas Blancas, Tlatelolco, Ayotzinapa y Nochixtlán. Algo debe quedarnos claro a todos, la verdadera democracia debe ser excluyente, las decisiones son tomadas por unos cuantos y no por la mayoría. Por último, si alguien cree que por twittear o postear sobre chismes de mercado-político en la Internet, se va a equivocar, se dará cuenta de que, como lo amenazó Giovanni Sartori, diría algo así: “el ciberespacio es la herramienta más útil para idiotizar a las nuevas generaciones, que a futuro, lejos de ser seres pensantes, solo serán humanos vacíos y carentes de la capacidad para abstraer información y razonar”. Para finalizar, es preciso señalar que hoy, la amenaza para varios gobiernos son las juventudes. Afortunadamente, para muchos -como ocurre en México-, los jóvenes y algunos adultos están convencidos que es más útil y divertido cazar pokemones, ir a los XV de Rubí o gritar Wuuuu que leer, cuestionar, participar y transformar.
REBOBINA JOSÉ ANDRÉS GUZMÁN DÍAZ
Su cuerpo se acomodó en las profundidades del océano. A partir de entonces, y durante un breve momento, será alimento de algunos seres acuáticos, que tendrán la dicha de devorarlo, de reducirlo a materia digerida y defecada. Sus pulmones expulsaron el agua y poseyeron aire, el suficiente para que fuera capaz de abrir los ojos. Se retorció un poco. Se imaginó al señor que provocará su desvarío: un viejo canoso con barba hasta el piso, con un ocio tan grande que le permitirá inventar un objeto tan infernal. Hijo de puta. Ascendió hasta la superficie y recordó su último aliento. Siguió su camino hacia la cima del precipicio con brazos y piernas extendidos para gozar de la brisa. Allá, en el acantilado, contempló el cielo nuboso. Arrojarse no era parte de la cuestión, sino la vida futura de sus amados, de las lágrimas vertidas en el mar incorpóreo. “Perdónenme -pensó- madre, padre, mi querida Laura, Rex; no puedo más”. Las lágrimas retornaron a sus ojos y recordó que, algún tiempo, tuvo alma. Fue hasta su coche. Lo encendió y emprendió el camino de regreso a la ciudad. Se maldecía por haber arrojado su relómetro, pero no era culpa suya, sino de sus padres, egoístas manipulados por la sociedad para incorporarlo a él a un sistema inflexible, que acosaría a los maricas hasta el borde de un abismo para arrojarlos de una patada. Arribó a su departamento. La madrugada cedió ante una luna muy tenue, como triste. Abrió la puerta y se tumbó en el sofá, pensando en lo que hará ayer. Su vista se perdía en el universo infinito de los puntos del techo: el escape diario antes de dormir. Él durmió. Rafael está sentando junto a sus amigos. Forman una rueda chueca. Frente a él, Luis arremanga su chamarra y muestra su muñeca con disimulo. Todos los chicos miran la carátula redonda y los números que contiene: 19 083 y 11. El primero, se lee en kilómetros y, el segundo, en años. Un promedio casi de 2 000 kilómetros por año, lo cual es sorprendente a su edad. En algún punto, uno de los congregados advierte en voz alta la relación. Luis comienza a hablar de sus increíbles viajes por el Estado, lugares desconocidos por sus compañeros, así que puede darse el lujo de mitificar mucho de su narración. Rafael
31 es el mejor amigo de Luis o, al menos, eso quería pensar. No obstante, también lo odia. Luis: un niño rico cuyo destino es sentarse en un vehículo motorizado que lo ayudará a acumular vueltas en su relómetro. Rafael se traga el coraje con jugo de uva y un emparedado. Al sonar la campana, ve su propia muñeca desilusionado: 7 516 y 12. Rafael le insiste una y otra vez a sus padres hacer un viaje, aunque sea anual, para no ser uno de los últimos peores promedios de su salón. Ellos se niegan. Sale de casa, molesto con su par de progenitores desconsiderados, con su mejor amigo y mayor enemigo, con el señor cascarrabias que decidió inventar un dispositivo estúpido y con los imbéciles que decidieron eliminar calendarios y otros registros obsoletos para dar paso a la moda tecnológica. Rafael corre hacia el puente más cercano de su casa. Mira debajo cientos de carros pasar a velocidades desmedidas. Mira las llantas contra el suelo y calcula su movimiento. Asfalto contra hule. Engranajes entre engranajes entre asfalto y hule. Cierra los ojos y deja caer su relómetro. Despertó de súbito al ver el choque de su objeto vital contra el suelo. Le faltaba aire y un tanto de agua. Bebió mientras se decía pendejo. Si tan sólo… pudiera recuperar… mi vida, ¡mi sentido! Los días pasaron sin pena ni gloria. Él se esforzaba en cada uno de ellos, en todo momento, por calcular el lugar que ocupaba su cuerpo en el tiempo-espacio. Hacía largas anotaciones con referencias de sus amigos y se encabronaba al saber que habían viajado, pues la altura sobre el nivel del mar significaba un cambio gravitacional que afectaría hasta un reloj atómico. Todo era vano. Un día, caminó sin rumbo hasta que reconoció el camino a aquél puente donde se deshizo de sí mismo. Rafael, niño molesto con sus padres, llegó al mismo lugar, extendió el brazo izquierdo y lo mantuvo trémulo en el aire durante unos segundos. De súbito, un relómetro surgió de entre el concreto y el neumático y ascendió hasta su mano. Se quedó mirándolo un buen rato. Sólo la manecilla larga en movimiento. Tic… “Mi relómetro”, dijo, incrédulo. Tac... Marcaba 7 517 y 12. Tic… Rafael, en su inmadurez, pensó si debería apretar el puño y reiniciar su vida o hacer de la gravedad un cómplice de su muerte en el mar. El brazo seguirá temblando. Tac.
EL OCIO DEL DIABLO FERNANDO ILLARRAMENDI
Una insostenible pesadilla erótica parece saltar por los riscos de mi humilde morada, insistiendo en mezclar armoniosamente las tonalidades de mi angustia. Con un compromiso insostenible me despoja de las sábanas y severo dirige mi rostro a la mirilla del cerrojo. Abrigado el fraile sale de la torre, lleva un jarrón a cuestas y se dirige al arroyo, al agacharse dota de desánimo el rencor de su jornada. Harto y encapotado, se lanza con arrojo al pantano para prescindir de su pesada respiración, con asombro se levantan mis cejas negras como el carbón. Me niego a mirar más, pero el silente verdugo toma mi voluntad y con hábil capacidad me incita a contemplar. En una inaugural ceremonia al interior de la cripta, plumosas criaturas cubiertas con velos evalúan los ásperos hilos de la rueca de pan. Una cortina se corre y con prisa acaricio de un vistazo la fantástica cintura de un ser caprichoso, con delicado asombro mi deseo toma la batuta y todavía desnudo mi cuerpo se inunda de sediento placer. Enrarecido, siento mi respiración tomar diversos apuntes de la encantadora figura, suelto el broche de su cabello y sobre la delicada cabeza coloco una corona de púas. En una cascada de pasión su piel se transforma en escamas y cual rayo sobre llanura la culpa y el ardor me consumen. El fraile aparece colgado con el mismo hilo que las plumosas criaturas giraban en la rueca de pan. Mi oblicua mirada a través de la mirilla se llena de espanto, todavía con los diversos apuntes del cuerpo de la vanidosa criatura mi conciencia se llena de horror, indispuesto a seguir con semejante martirio, tomo las cuchillas del cajón y despiadado las dirijo a mis pupilas. Sangrando hasta mi desabrigado pecho, la muerte ameniza el festival de mi desgracia, y me confía el secreto de la vida, que entre las pesadillas el ocio del diablo se tranquiliza.
MARIPOSA EYSON MORALES RAYMUNDO
¿Dime por qué no vuelas, mariposa? ¿Por qué te aferras a mi piel con tanta fuerza? Y no despliegas tus alas… Si el vaivén te llama en esta noche donde todo calla
¡Y tu sombra se confunde con un ángel! La luz que a ti te llega te rodea ¡Y en tus ojos nadie mira lo que ocultas! ¿Acaso eres dueña de todo hombre?
Mariposa del jardín perdido Tus alas forman a la distancia un bello rostro Sombra de mi sombra, de mi pecho La ventana donde entraste, alguien la cierra Mientras posas como estatua de la noche … Noche donde todos parten pero tú te quedas
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¿Y a quién esperas, mariposa? ¿Por qué no vuelas? Si las rosas de mis manos ya marchitas Se doblegan con el tiempo y se recogen Si en el prado de mi rostro ahora desierto No da fruto ni hoja seca de esperanza Si en los manantiales corre el agua de mis ojos Y ante la luz de un viejo candil Puedo verte siendo la chispa entre mis párpados Entre mi pecho… ser el árbol que se cae Por el peso de las hojas en otoño…
¡Y el crujido de mi cuerpo son las ramas! El dolor que ahora persiste por el fuego Vivirá dentro de mí hasta que me olvide…
¡Dime por qué, Dios mío! Le entregaste a la muerte la vida que a mí pertenecía … Y hoy seré ceniza de la leña que alguien sopla Agonía dada por presenciar mi derrota … Y la mariposa La bella mariposa que en mi jardín estuvo esperando … y que ahora espera Verá cerrar mis ojos como flor marchita ¡Y ella posará sobre mi cuerpo! ¡Y vendrá el invierno junto a ella! ¡Y VENDRÁ LA MUERTE VOLANDO!
LOS AUSENTES ALAN DAVID ROMÁN MÉNDEZ
Hoy faltan. Trato de encontrarlos bajo el umbral pero es su silueta sólo de recuerdo. Quizá este tiempo me sirva para terminar de olvidarlos. A los ausentes, esos locos que al sol envidian mientras en polvo convierten sillas. Tienen la extraña habilidad de ser eco constante donde estaría su presencia. Los ausentes no requieren cartas de renuncia. Sólo montan los segundos para volar por caminos prohibidos. Apenas se ven pasar los gritos de la rutina, recién salidos, desplomándose contra el vacío.
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Entre la sugestión el cerebro se humea, consigues pulmones cansados. Recuerdos de vapor que expiran al por la boca liberarlos y crecen por fantasía. Los ausentes hieren sin tacto, palabras o versos, pasivo ataque de corroyente silencio. Se dice que ellos maniobran la lluvia si falta paraguas, apagan las luciérnagas, sueldan los suspiros, y rompen los jarrones de la madre China recién traídos. A los ausentes los encuentra cualquiera menos, claro, quien los busca. Hoy vuelven, es plácido verlos tan comunes bajo el umbral, hablándome. Ahora cerraré la puerta, que se salen las moscas.
SONETO MUNDANO DANIEL LORENZO ALGARVE
Esférico terror jamás pensado, el mundo engañador de triste muerte; ilustre el Hacedor, iluso el Hado por siempre dirigido al cielo inerte. Efímero tu tiempo, azul soñado, en bóvedas celestes nadie advierte el hálito final, el Dios dorado, el canto que el jazmín a veces vierte. Vendrán los invisibles vientos míos y harán de tu silencio el áspid fiero; tendrá tu maldición los ojos fríos, la cólera que es llaga y el fin certero. Más mundo de fenómenos sombríos jamás encontrarás tan ruin y austero.