En la actualidad, el agrónomo es un ser diverso, cambiante y dinámico. Se le puede encontrar como un empresario innovador, dispuesto a medirse (con mucha prudencia, claro) con las trasnacionales que tradicionalmente han dominado el mercado mexicano; se les puede ver dirigiendo centros de educación e investigación públicos y privados; se les halla asesorando a productores y empresarios agrícolas; a otros, instalando sus propios despachos profesionales; o trabajando en laboratorios especializados.