Uno de los nuevos retos de la horticultura sinaloense —y mexicana— es la sustentabilidad. El desafío es enorme, pero representa el mejor camino de hacer las cosas bien. La recuperación de los suelos, el mejor manejo del agua, el uso de opciones más amigables con el medioambiente, la inocuidad de los alimentos, son algunos de ellos. Afortunadamente, existen empresas que ya están en esa senda, y vienen empujando desde hace años.
En nuestra opinión, para asegurar un mejor desarrollo sustentable, este debe basarse en el conocimiento como un medio para transformar consciencias, pero sobre todo para actuar. Aunque la agenda es amplia, hoy se cuenta con un sinnúmero de tecnologías y productos, generados por ese conocimiento.