Entre enero y mayo de 2022, México gastó 1069 millones de dólares en la adquisición de fertilizantes en el extranjero, un incremento anual de 65 %.
En esos mismos meses, el Servicio de Administración Tributaria informó que Rusia fue el mayor proveedor de fertilizantes de México: 318 900 toneladas métricas; seguido por Bélgica, Noruega, Estados Unidos, Nigeria y Argelia.
Esta emergencia de contar con fertilizantes encuentra a México con una grave dependencia, causada por el desmantelamiento de la industria de fertilizantes: en 1982 existían 64 plantas productoras de este agroinsumo.