Los mercados internacionales tienen regulaciones cada vez más estrictas para los productos agrícolas.
Los clientes exigen alimentos saludables y más inocuos en sus mesas. Los gobiernos favorecen los modelos de producción más sostenibles, pues legislan y establecen sustancias permitidas en sus respectivos territorios.
Tal es el ejemplo de México, que limitó las importaciones del herbicida glifosato, mientras considera su prohibición en 2024. Las técnicas sustentables de manejo de plagas y enfermedades son invaluables para solventar los nuevos desafíos agronómicos.
Conocimientos como la aplicación del triángulo de la enfermedad o el manejo de las condiciones climáticas para frenar la proliferación de patógenos en los cultivos es imprescindible.