Numerosos países han restringido el uso de glifosato y otros plaguicidas debido a preocupaciones por la salud humana y el medioambiente. México concluye en el 2024 un proceso de cuatro años para eliminar gradualmente el glifosato. Esta transición no se limita a reemplazar el glifosato con otros agroquímicos.
Para lograr un manejo sostenible de las malezas, se proponen estrategias que integran prácticas de manejo, adaptadas al tipo de cultivo y la región. Esto incluye el empleo de sustancias como ácidos orgánicos y derivados vegetales con acción herbicida, junto con estrategias mecánicas o físicas. Además, se han introducido fitopatógenos especializados en arvenses, como los hongos Exserohilum turcicum y Alternaria sp., que pueden ser específicos o de amplio espectro.