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Construyendo Opinión: Rodrigo Franco
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EL CRECIMIENTO ECONÓMICO EN LA REGIÓN CENTRO-BAJÍO-OCCIDENTE DEL PAÍS Y EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Con la colaboración de: Lic. en Urb. Aída Alejandra Carrillo Arredondo (Lic. En Urbanismo de la Universidad Autónoma de Aguascalientes).
El crecimiento económico de una región da pie a un impulso que genera el progreso, buscando modernizar las estructuras económicas y sociales. Para este impulso generalmente se apuesta por la industrialización.
Es el caso de una amplia región del país formada por los Estados de Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí y Querétaro, que conforma un amplio eje industrial entrelazándose por importantes vialidades que los unen. Además de esta infraestructura cuentan con importantes indicadores económicos, sociales y educativos, que permiten este proceso de producción.
En los estados que integran la región Centro-Occidente del país se ha buscado atraer mercados de capital, sobre todo del extranjero. Como ejemplo de ello tenemos en la rama de la industria automotriz empresas transnacionales como Nissan, General Motors, Honda, Toyota, entre otras. A estas industrias y a otros giros industriales se les ha brindado todo tipo de facilidades para su desarrollo.
Existe un indicador muy importante como es el PIB en donde se muestra la gran dinámica económica que ha tenido este territorio, lo cual ha beneficiado a una gran cantidad de población que reside en esta zona del país.
En esta Región Centro–Bajío–Occidente del país, el estado que ha tenido un mayor crecimiento anual en el PIB en términos reales en relación con el año 2017 fue San Luis Potosí 4.2 %, le sigue Aguascalientes con el 3.4%, Querétaro con el 3.0%, Jalisco con el 2.9 % y por último el estado de Guanajuato alcanzando el 1.2%. Cabe destacar que, con excepción de Guanajuato, los demás estados de esta zona presentaron aumentos por arriba del nivel nacional (2.1 %).
La población que habita en esta región para el año 2015 llegó prácticamente a los 20 millones, de los cuales el 40% vive en el estado de Jalisco siendo el sitio con mayor población (7,844,830 habitantes). El 30% vive en el estado de Guanajuato (5,853,677 habitantes), le sigue el estado de San Luis Potosí con el 14% alcanzando casi los 3 millones de personas. El estado de Querétaro representando el 10% con 2,038,372 habitantes. Y por último Aguascalientes con 1,312,544 personas es decir 7% respecto al total de la Región y siendo la entidad federativa con menor número de población de los estados que conforman dicho territorio.
México llegó para el 2015 a una población de 119,530,753 de los cuales el 16.53 % se concentra en esta región
La política de la industrialización y el crecimiento económico que se genera da como resultados variados cambios en todos los rubros en que se encuentre inmersa una sociedad y esto modifica el territorio, la región y el espacio urbano de las principales ciudades de estos estados en donde se instalaron y se siguen ubicando estas macro industrias.
Es por ello de suma importancia prever y ordenar el impacto territorial y urbano con metas y estrategias en todos los indicadores urbanos como son la infraestructura, equipamiento urbano, la movilidad, el transporte, el espacio público, los usos del suelo, etc. Todos estos rubros deben estar enmarcados en los planes de Ordenamiento Territorial en donde estén involucrados los estados de la región y que se percibe la conformación de una dinámica económica, política y social. Para ello se deben de poner de acuerdo en las estrategias a seguir en este nivel de planeación y en otros niveles como es el caso de los Planes Metropolitanos que también resulta importante en su formulación adecuarse y que anexen a este gran plan de ordenamiento territorial ya que estos pueden abarcar varios municipios.
Lograr realizar e implementar estos dos niveles de planeación no es fácil debido a que se deben poner de acuerdo diferentes administraciones Estatales y Municipales con diversos límites jurisdiccionales que implican muy diversas problemáticas que los afectan y que no siempre es la misma prioridad para todos los involucrados, implicando diferencias en sus intereses, objetivos y estrategias a seguir. Pero es indispensable que se medien todas las posturas y se lleguen a consensos y acuerdos si se pretenden ordenar adecuadamente el territorio ya que con ello se obtiene un triunfo que no solo beneficia a las autoridades sino a toda la sociedad, porque en última instancia siempre se debe buscar su bienestar y de no hacerlo conllevará una serie de problemáticas que implica soluciones más difíciles y costosas.
Una vez concretados estos documentos de planeación es de vital importancia su seguimiento y evaluación, por desgracia se dan casos en que estos planes generados con gran esfuerzo se quedan sin su aplicación y se realizan otras estrategias que no surgen de un análisis profundo que implica un estudio como el ya realizado por un grupo de especialistas en esta materia.