Tomado del Agricultura familiar Mocicc
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Perspectivas
POLÍTICAS NECESARIAS A FAVOR DE LA AGRICULTURA Alan Fairlie / Jessica Portocarrero
L
a llegada de la pandemia, ha resaltado una vez más la enorme labor que realizan los hombres y mujeres del campo a favor de la seguridad alimentaria del país y el bienestar de la población. Sin embargo, también ha desnudado las enormes brechas de desigualdad existentes en las zonas rurales y la necesidad de fortalecer nuestro agro, especialmente la agricultura familiar. A diferencia de otros sectores productivos, las actividades del sector agrario son intensivas en mano de obra, representando alrededor un 13,9% de la población ocupada[1] de América Latina, las que se vienen desarrollando de forma presencial, lo cual los pone en un riesgo latente. A esto se suma la alta informalidad existente y los salarios que son inferiores al promedio, lo que los coloca en una situación de alta vulnerabilidad ante los efectos de la pandemia. Por ello, es necesario que se establezcan medidas tanto a corto como largo plazo, que permitan construir y establecer la generación de empleos más sostenibles en las zonas rurales y fortalecer la agricultura y construir sistemas alimentarios resilientes a los cambios climáticos.
[1] CEPAL (2020) Cómo evitar que la crisis del COVID-19 se transforme en una crisis alimentaria [2] Véase: www.fao.org/americas/noticias/ver/es/c/1272991/ [3] Véase: http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/rlc/docs/covid19/Boletin-FAO-CELAC.pdf
Medidas impulsadas desde organismos multilaterales: Los organismos multilaterales han venido diseñando una serie de recomendaciones a fin de que los países de la región puedan adoptar algunas de ellas, tanto para enfrentar la emergencia sanitaria, como orientadas a un desarrollo más inclusivo. En el caso del sector agrario en particular, la CELAC instó a los países de la región a declarar la alimentación y la agricultura como actividades esenciales o estratégicas, de interés público[2] en el actual contexto. Y, la necesidad de que los países implementen políticas comerciales que permitan mantener abierto el comercio mundial, con el objetivo de evitar alteraciones en los precios domésticos y disminuciones en la oferta de alimentos. Asimismo, recomendaron fortalecer los organismos de integración comercial existentes, para impulsar el comercio de alimentos entre los países de la región y el establecimiento de agendas comunes en este ámbito.[3] De otro lado, organismos como la CEPAL y la FAO proponen un conjunto de medidas orientadas a que las empresas y actores del sistema alimentario puedan realizar sus tareas sin interrupciones; y a
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