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ÍNDICE

EL TERCER REICH

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THE VELVET UNDERGROUND

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LA MEJOR NOVELA NO ESCRITA NUNCA

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JOSUÉ, O CÓMO GÓNGORA LO NARRARÍA

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yerron

EL LOBO-HOMBRE

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JUVENTUD CANÍBAL

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En Internet: http://yerron.tumblr.com/ Contacta: yerronfzn@gmail.com

CHESIL BEACH

16 yerro6 - 2013

DOG SOLDIERS

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IRREAL VISCERAL

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WALTER SIMONSON

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ÓXIDO

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DOS CREMATORIOS

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Creado por Alberto del Castillo y Ana Alvarado Colaboradores: Jeune Albert Peter Blanc David Uclés


YERRO6

y e r r o 66 y e r r o 6 y e r r o

Nada puede escapar a la literatura. Nada puede escapar en la literatura. Asistimos a una obra de teatro: ‘A veces me pierdo’ de Raquel Mirón y Ana Barcia. Quiero quedarme con algunas de las frases que dicen, pero el hecho de pensar en quedarme con esas frases, me hace impedir disfrutar del resto. Frases exactas que, con precisión milimétrica, saben cómo definir todo. Se van de la cabeza. La literatura encierra la epifanía, haciendo que se evapore, al mismo tiempo que puede recrearla en cualquier otro momento.


EL TERCER REICH

El Tercer Reich Roberto Bola単o Anagrama Por Alberto Del Castillo 4


Ya hemos hablado en las páginas de yerron de uno de los escritores más importantes del cada vez más lejano cambio de siglo, Roberto Bolaño. Tras su prematura muerte en 2003, la editorial Anagrama ha ido publicando progresivamente la novela en la que trabajaba Bolaño cuando murió, ‘2666’, pero también otras escondidas o perdidas como ‘Los sinsabores del verdadero policía’ o ‘El Tercer Reich’ de la que hablábamos.

así como una base histórica de la guerra y sus condiciones. La novela está escrita a modo de diario, el protagonista, Udo Berger nos cuenta cada día que va haciendo durante las vacaciones, así cómo se van desarrollando las partidas del Tercer Reich. Y a pesar de estar ante la primera novela de Bolaño, consigue atrapar al lector de la misma forma que otras de sus grandes novelas. Como sucede habitualmente en sus novelas, se sabe cuando se empieza a leer, pero no cuando se despegan los ojos de las páginas. La prosa inquieta e inteligente de Bolaño atrapa. Aunque también tenemos que reconocer ciertos errores que serán subsanados en sus siguientes novelas, como dejar las cosas demasiado abiertas, debido más a una falta de explicación de las mismas que a un recurso concreto.

‘El Tercer Reich’ es una de las primeras novelas que escribió en torno al final de los años ochenta, aunque fue publicada de manera póstuma en 2010. De hecho, el gran interés que tiene la novela reside en conocer cómo es el inicio de la prosa siempre brillante de Bolaño. Se trata de una primeriza novela, con aciertos pero también errores, pero sin embargo, de sus páginas se desprende la misma hipnosis que producen ‘2666’ o ‘Los detectives salvajes’, pues está claro que no nos encontramos ante un escritor cualquiera.

De esta forma, las marcas que caracterizan su prosa quedan ya marcadas desde el primer momento en su forma de escribir. Por ejemplo, la internalización tan presente en todas sus obras, se trata de unos turistas alemanes en Cataluña, en cierto sentido lo misma situación del propio Bolaño. Sigue explorando la movilización de la gente, la acción no acaba por situarse únicamente en un lugar con personajes del mismo sitio, sino que Bolaño opta por ir más allá y por buscar otras personas que acaben aportando más al relato, enriqueciéndolo. Pero también encontramos a un personaje, que por las circunstancias que le rodean, podría ser el mismo Bolaño. Eso es algo que siempre acaba sucediendo en sus novelas, encontrar a un chileno (en este caso, un sudamericano sin especificar de qué país) que se ha terminando instalando en Cataluña es algo recurrente.

En la novela se nos presenta a una pareja de turistas alemanes, que pasan unas vacaciones en la costa catalana, en un hotel que el protagonista, Udo, ya había visitado previamente. Allí conocerán a otra pareja de alemanes, así como distintos personajes autóctonos, con los que pasarán el resto de vacaciones. Tras la misteriosa desaparición de Charly, el chico alemán que conocen, las vacaciones cambian drásticamente para todos. Bolaño nos mete de lleno en los wargames o juegos de mesa estratégicos, pues el protagonista es el campeón alemán de El Tercer Reich, un juego basado en la Segunda Guerra Mundial en el que los jugadores recrean la contienda pudiendo cambiar el resultado. Es por eso que en determinados pasajes de la novela, se emplee un vocabulario lleno de tecnicismo en torno al juego,

En definitiva, estamos ante una buena novela de Bolaño, aunque, no alcanza a donde más tarde llegaría.

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THE VELVET UNDERGROUND

The velvet underground Jim DeRogatis Gingko Press Por Alberto Del Castillo 6


Es extraño que un grupo haciendo una música tan radicalmente personal y apartada de los gustos populares de la época, estuviese, sin embargo, asociada al concepto pop tan sólo por la excéntrica figura de Andy Warhol. ‘The Velvet Underground. An illustrated history of a walk on the wild side’ de Jim DeRogatis, nos explica en la mayor parte de su libro esta asociación, sin duda alguna, el aspecto extramusical más importante del grupo. Incluye incluso un texto del propio Andy Warhol en el que habla de los días de ‘Exploding Plastic Inevitable’, la serie de actuaciones que ideó mezclando a los rabiosos Velvet Underground de los inicios, con sus inclasificables y pretenciosos filmes además de los bailes provocativos de Gerard Malanga y compañía.

en uno de los más imprescindibles de la música. Aunque por otro lado, el éxito del libro de Jim DeRogatis se encuentra en el asombroso material gráfico en gran formato, pues es el componente gráfico el que predomina por encima de unos textos que no son demasiado precisos o extensos. Las imágenes de la banda y el material de archivo, y fotografías de Andy Warhol, bastante ilustrativas del período en el que jugaba con los filtros de color también en películas intragables como ‘Chelsea Girls’. Fotos bastante representativas y poderosas del pasado y la fomración del grupo, así como de los primeros conciertos. El material gráfico no se queda únicamente en fotografías de los miembros del grupo, sino que es especialmente interesante el material que anuncia los diferentes conciertos que fueron haciendo a lo largo de cada gira, o los manuscritos con los acordes y letras de distintas canciones, entre ellas, ‘Heroin’. Carteles de conciertos, o las distintas portadas de cada edición de los discos del grupo, también se encuentran en las páginas del libro.

El libro no hace un repaso completo a la historia del grupo, sino que se centra de forma extensa en la formación del grupo, desde el pasado de Lou Reed en grupos sin éxito, o la colaboración de John Cale con La Monte Young. Para pasar a la historia de Andy Warhol junto con la banda. Dejando el resto de la historia del grupo totalmente apartada, sólo unas pocas páginas para sus discos siguientes y quedando en anécdota la reunión en los años noventa del grupo.

Otro de los logros de DeRogatis es incorporar citas de los propios protagonistas, además de una entrevista a Sterling Morrison. Unas citas provocadoras y únicas, que muestran la excentricidad y radicalismo que los hacen únicos. Es sin duda, una historia diferente a las habituales biografías de grupos.

Ese es el problema del libro, se olvida casi por completo en la otra faceta del grupo, la musical e importante, pasando demasiado por encima, sin aportar las claves que convierten al grupo

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LA MEJOR NOVELA NO ESCRITA NUNCA

Por Jeune Albert Uno. En 1958, Harold Brodkey (Staunton, Illinois, 1931-New York, 1996) debutó con una colección de relatos ‘Primer amor y otros pesares’ que le valió el aplauso unánime de la crítica. En ese momento, sólo J.D.Salinger parecía más brillante. En los siguientes años, la publicación regular en el New Yorker o el Esquire de nuevos relatos, consolidó su fama y Harold Bloom, el crítico por antonomasia le calificó como el Proust Norteamericano y le pronosticó las más altas cimas literarias, e intelectuales de la talla de Susan Sontag confesaban su admiración incondicional. Era considerado por todos como un genio, lo cual no sólo no le incomodaba sino que confirmaba sus propias

expectativas, expresadas y resumidas en esta frase “No es fácil vivir sabiéndose el mejor escritor de todos los tiempos al oeste de Marcel Proust”, o en esta otra, “Es peligroso ser tan buen escritor como yo”. Si John Updike en su famoso artículo ‘Anxious days for the Glass family’, le reprochaba al mismo Salinger una adoración incondicional a sus personajes, lo que a su juicio privaba al lector de la libertad para amarles por sí mismo, en el caso de Brodkey, esa crítica habría constituido un ataque personal directo, ya que en sus libros, prácticamente sólo habla de sí mismo usando para ello a su alter ego, nada

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camuflado por cierto, Wiley Silenowicz. Su obra se centra en la rápida pérdida de la inocencia en su infancia, la maduración como adulto y de la problemática relación con su hermana y sus padres adoptivos, en un ejercicio abrumador de análisis de los sentimientos y los pensamientos humanos, en este caso los suyos.

Y cuando ya casi nadie la esperaba pensando que sería otro caso como ‘Plegarias atendidas’, el legendario “work in progress” del atormentado Truman Capote, por fin apareció en 1991, ‘El alma fugitiva’, la denominada por él mismo primera parte de la gran novela futura que se titularía ‘Party of Animals’. Como era de esperar tras las enormes expectativas generadas durante tanto tiempo y dado el carácter narcisista y conflictivo de Brodkey, que había mantenido trifulcas con casi todo el mundo literario estadounidense, y sobre todo, al comprobar que se trataba de la enésima reelaboración de lo que ya había ofrecido en sus relatos anteriores, la recepción no fue muy entusiasta, salvo en un grupo muy reducido de fieles. Así, el crítico del New York Times, Christopher Lehman-Haupt, entre otras perlas, afirmaba: “Además de examinarse la pelusa del ombligo con una minuciosidad sin precedentes, el señor Brodkey, en esta novela claramente está reclamando su derecho a un lugar destacado entre los maestros de la literatura norteamericana”, para luego rematar: “Si se puede buscar (de forma insultante) un precedente al garrulo y arrítmico lenguaje, este sería Walt Whitman, con el que guarda la más tosca semejanza… Además, la novela está llena de alardes acerca de la genialidad de Wiley. En cada encuentro con otra persona se compara con ella, invariablemente a su favor. En cada página impar diserta acerca de ser “más inteligente”.

Su estilo rápidamente se alejó del clasicismo inicial y se hizo enormemente alambicado, reconcentrado y plenamente autorreferencial. Además, la falta de un sustrato narrativo, hizo que sus relatos se convirtieran en largas digresiones sobre algunos acontecimientos de su vida, sobre los cuales iría reflexionando constantemente, por ejemplo, lo que siente y experimenta un bebé (el propio Brodkey) al ser alzado por su padre, la enfermedad y muerte de éste, el especial carácter de su madre, etc. Dos. Muy pronto se cimentó la idea, alimentada por el mismo Brodkey, de que estaba trabajando en una gran novela y que los relatos aparecidos eran apenas esbozos o pequeños atisbos de la misma. Y, considerando la calidad de estos, todo el mundo literario intuía que la novela debería ser efectivamente algo excepcional. Ungido con el manto de mesías en la sombra, Brodkey fue alargando el momento de la publicación, primero un año, luego otro, cobrando anticipo tras anticipo, cambiando de editor, hasta que casi sin darse cuenta habían pasado casi tres décadas y todavía no había novela. Durante todo este tiempo fue entregando relatos, en ocasiones brillantes, que mantenían la llama encendida. En 1988, treinta años después de su primer libro, recopila todos estos relatos en un tomo titulado ‘Relatos a la manera casi clásica’, que tuvo un moderado éxito. Pero todavía no había novela.

Tres. Brodkey no pudo completar su gran obra ya que murió de sida cinco años después, aunque todavía le dio tiempo a reflejar el transcurso de su enfermedad en una serie de artículos que fueron recopilados en el libro ‘Esta salvaje oscuridad’. A pesar de su complicada situación, todavía conservaba sus ganas de pelea: “Es tan aburrido estar enfermo, casi como estar atrapado en una novela de Updike”. Genio y figura hasta la sepultura.

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JOSUÉ, O CÓMO GÓNGORA LO NARRARÍA

A pesar de todas sus orgullosas declaraciones, Brodkey, era consciente de que la crítica había encumbrado definitivamente y sin reservas a John Cheever, como la figura fundamental dentro del grupo de los escritores nacidos y forjados en el estilo New Yorker, y que incluso el detestado Updike estaba muy por encima de él en la estima general de profesionales y público. Su ambiciosísimo intento de ser el Joyce y el Proust norteamericano había acabado en fracaso, quizás porque como afirmaba su propio amigo James Wolcott: “A veces el genio puede ser demasiado e insuficiente a la vez”, y la conclusión final de su carrera literaria era que su figura se había desvanecido y su lugar dentro de las letras norteamericanas iba a ser muy secundario.

Por David Uclés Extraído de ‘Odisto’ No sin renuencia, fecundizó Josué a su dama en un aprisco en la coyuntura de un erial y un riacho. Tras la liga en contubernio de sus bermejos sexos, una refulgente centella surtió y sesgó el zenit sobre sus ecuménicas cervices de disímil ralea.

Cuatro. Sin embargo, cuando releo sus primeros cuentos no puedo dejar de admirar el inmenso talento que atesoran. Sus relatos centrados en las relaciones familiares y la búsqueda del primer amor fluyen gracias a una caracterización extraordinaria de los personajes y una estructura clásica en el que podríamos afirmar que el sentimiento todavía se imponía al pensamiento. A pesar de que el titulado ‘La educación sentimental’ es quizás considerado el mejor, mi favorito es el que abre el libro, y el que primero escribió Brodkey denominado ‘El estado de gracia’. Remembranza de la adolescencia solitaria en St. Louis, es difícil no emocionarse con este relato sobre niños desdichados, necesitados del amor y la calidez de la amistad, de la pura alegría del juego.

El vástago fue de apodo Justo., bruñido niño nacido en día de exequias, con rubicundos carrillos y copete, el apriorismo que atisba al bozo, y un fastuoso cogote. Al cabo fue conforme que fuera hermanecido; así, tomó la esposa la mano de Josué, y concurrieron al redil de la sibila y curandera, a por el segundogénito. Pero Josué el ignominioso de pronto a su esposa aborreció, verbigracia Otelo a Desdémona, e infundió una animadversión mayor. Corolario de esto fue el adusto y desabrido gesto del varón, tachando de monomaníaca y de asaz ninfómana a su querida, de esperpento que obliteraba los deseos carnales y los convertía en puras migas de un anaquel, en sosias de un insignificante algo.

La tarea de Brodkey estaba destinada al fracaso, porque siguió dando vueltas a sus recuerdos de una forma cada vez más abstracta y solipsista, enredándose cada vez más en sus recuerdos, intentando explicar lo inexplicable cuando lo mejor de su historia y de su vida ya estaba magistralmente retratado en esos primeros relatos.

Y no es de ser alambicado y conceptista el obrar así con este narrar, pues

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en hulla y herrumbre se resume cualquier pasaje alejado de la vehemencia de este, bien acometido. No es este un pindárico, ni un costumbrista o un cervantino; tampoco un neoliberal ni un mero transeúnte de papel de lumbre; esta es un trova en narración.

pero sol debía Josué perecer, y ni el nepotismo de sus deidades más queridas, ni las alcahueterías o lenocinios más osados en el prófugo amor del alma para con el cuerpo, intervendrían en lo atañedero al statu quo del lozano mancebo; moriría.

Prosiguiendo con mi historia, se dejó llevar Josué por sus insidias, su desidia, y por sus más iracundos sentires, y con gesto algo cetrino llevó a su fin su vil asechanza: llenó de una ad hoc cicuta el labio de su amada, numen de su vida anterior, y ni la benevolencia del sugestivo Simurg en su vuelo altivo, ni la facundia de la fehaciente e inocente víctima pudieron intervenir en tal desdicha, y avivar la cuita por vivir de la ya emponzoñada.

Pronto huyeron los suyos de su lado, como Iris, nuncio de Juno, o el giboso y fastidiado Atlas, y las frases de denigro y vilipendio se abalanzaron sobre él, el mal agüero de los centenarios, y el “te nihil attinet” a su esposa. Incluso un pavo que por allí merodeaba aplicó su plumaje bajo un sicómoro, y tapó al cruel de Argos su múltiple visión, quien quería dar a Josué su empatía. El esposo murió, y al velorio ni el tato acudió.

La mujer quedó exenta de vida alguna, de “falerna vitis” y de “acahemenium costum”. Vida de plegarias rotas por un vivir nada inmarcesible.

Y así como Virgilio llorara a su Quintilio Varo, el pueblo franco sollozó por el par, enlace desdichado por un marido inmerecido, y sufrido por la afligida y doliente esposa, de nombre Rosa, per omnia saecula saeculorum…

Entonces el triunvirato de los altos pardales romanos, con una barahúnda de vuelos y plumajes, urdió contra Josué, por su malquerencia, su gran perversidad e intrínseca desdicha. La terna coincidió en que al albor del prós-

Amén

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EL LOBO-HOMBRE

El lobo-hombre Boris Vian Tusquets Por Alberto Del Castillo 12


‘El lobo-hombre’ es una recopilación de relatos cortos del mítico Boris Vian, todos ellos escritos alrededor del final de la década de los años 40 e inicios de los 50. Se trata de relatos desconectados entre sí, aunque se mantengan ciertos intereses y elementos comunes que dan una ligera cohesión al libro, aunque cada relato se disfruta más entendiéndolo como algo único, pues cada uno nos presenta un universo singular y propio.

El humor y la ironía es uno de los rasgos principales de la escritura de Vian, algo que va unido al tono surrealista general del libro. Algo que es inevitable al tratarse de situaciones llevadas a sus últimas consecuencias en mitad de universos que pretenden resaltar lo frecuente desde un punto de vista alejado y extrañado. Especialmente presente en relatos como ‘Mala pata’ o ‘El pensador’, este último un gran relato: condensado e inteligente.

El surrealismo aparece de muy diversas formas y es uno de los elementos más básicos de todo el libro. Desde la propia organización de la vida, hasta hechos fantásticos que se entienden como normales por el resto de los personajes que se nos presentan, como es el caso de un corazón de oro. Estos hechos no se ven como rupturas. No suponen en ningún caso un punto de choque para los personajes de los relatos. Otro hecho extremo es el que se nos presenta en ‘El amor es ciego’, donde después de que la niebla se coma la ciudad, haciendo variar la vida de los ciudadanos, estos no se oponen a ello, sino que lo acaban aceptando como algo normal.

Puestos a sacar elementos comunes de los trece relatos que componen el libro, debemos resaltar la presencia del sexo y la violencia. El sexo es otro de los rasgos presentes en ‘El lobo-hombre’, ocupando un lugar dominante en relatos como ‘El amor es ciego’, funcionando como verdadero punto de partida y final. La violencia también asoma en estos relatos, como el sorprendente ‘Los perros, el deseo y la muerte’, una violencia estética y alejada del propio acto violento. Boris Vian es un escritor de culto, que nos enseña un lenguaje sorprendente, así como una prosa que engancha por su agilidad, sin respiros ni descripciones demasiado cargantes, siempre virando de un punto al siguiente. Algunos de los textos están divididos en distintos apartados, como organizando los textos breves por capítulos, lo que incide en una sensación de que estos textos podrían funcionar como novelas cortas, exprimidas y condensadas al máximo.

Un punto que queda muy presente en los relatos es la presencia de lo siniestro. Lo no familiar y que resulta extraño, al menos en un primer momento, aparece casi en todos los relatos. En el caso del relato que da título al libro, la transformación de un lobo en el cuerpo de un hombre y su adaptación a la vida humana. Se trata de una inversión de los términos más frecuentes, como una aproximación al cuento de Caperucita y el lobo, desde presupuestos opuestos. Hay, por tanto, una continua extrañación ante las cosas más habituales, que aunque podría funcionar como crítica en manos de otro escritor, sólo pretende remarcar el surrealismo natural de las cosas más normales en la prosa de Vian.

Vian no abandona su faceta como músico de jazz, y también crítico (sus escritos de jazz fueron editados recientemente en español), al escribir una historia sobre un trompetista al que llaman para dar un concierto, viéndose obligado a reunir al resto de la banda en ‘Martin me telefoneó’. Tal vez, uno de los relatos más interesantes del conjunto.

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JUVENTUD CANÍBAL

Juventud Caníbal Varios Autores Reservoir Books Por Alberto Del Castillo 14


“Quería volver a su habitación, echarse en la cama y morirse” Nochecita, Niccolo Ammaniti y Luisa Brancaccio Esta ‘Antología del horror extremo’, tal y como nos dice el subtítulo del libro editado por Reservoir Books en los cada vez más lejanos años 90, reúne relatos macabros, o directamente gore, de autores italianos por aquel entonces jóvenes. Un conjunto de relatos con un claro elemento de choque, buscando la provocación y siendo altamente atractiva, aunque no es sino en pocos relatos en los que se encuentra esa chispa que sabe hacerlos especiales. Lo que mantiene unidos a todos los autores no es la temática, pues pueden ir desde la reflexión teológica hasta un simple regocijo visceral (de vísceras), sino precisamente el juego con los límites. Abandonado el realismo desde el primer instante en que entra en juego la exageración, no se llega al horror extremo que apunta el propio libro, aunque si a un cierto mal gusto que repele, debido a una narración muy explícita en cuanto a las cuestiones más “caníbales”. Literatura gore con un componente irónico muy fuerte y un lenguaje casi quirúrgico. El libro es como una carnicería donde cada página es un filete de carne, por donde pasan extremos como asesinatos arbitrarios o automutilaciones.

‘Atrocidades diarias’, ‘Adolescencia feroz’ y ‘Melancolías de sangre’ son los tres epígrafes bajo los que se recogen todos los textos, el último de ellos a un nivel claramente inferior. Y entre todos ellos destaca clarísimamente ‘Cosas que yo no sé’ de Matteo Galiazzo, que se muestra como el autor más inteligente de toda la antología. Sin olvidar todos los elementos turbios que articulan toda la antología, consigue llevar el relato hacia un terreno de humor inteligente y claridad mental. Se va pasando de un relato a otro, y dentro de cada uno, de una cosa a otra sin que haya una alternativa o decisión posible, no todo está escrito y fijado, sino que jamás podría haber sido imaginado de otra forma. ‘Juventud Caníbal’ no es una lectura cómoda en sus páginas más extremas, aunque queda compensado por el fuerte humor.

Aunque aparece lo extraño y lo siniestro, nunca a haber horror como tal, ese miedo que encoge. Quien se acerque a ‘Juventud Caníbal’ con la idea de pasar miedo, se sorprenderá entre las risotadas de incredulidad. Y es que el humor es una de las constantes de todos estos relatos, jugando con la exageración y la caricatura. Palabras oportunas que descolocan y apuntan hacía una dirección mucho más ligera de la intención principal que acaban dominando en todos los relatos.

“Según Eliah el fin de toda la historia humana era producir a Jesús. Jesús, por sus especiales características, era el único hombre que le gustaba a dios. Cuando Jesús llegó a la flor de la edad, Dios se las arregló para que le mataran y luego se lo llevó al cielo. Probablemente para comérselo.” Cosas que yo no sé, Matteo Galiazzo

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CHESIL BEACH

Chesil Beach Ian McEwan Anagrama Por Alberto del Castillo 16


que impedían moverse a su antojo a las personas de aquella época. Esta aspiración se cuela incluso en aquellos momentos en los que se habla de sexo, donde se cuela la política. Se van repasando acontecimientos importantes como una manifestaciones pacifista en Trafalgar Square en 1959, aunque McEwan persigue enseñar las conductas sociales más que políticas. Unas conductas que al final, McEwan obliga a exponerse uno a otro.

‘Chesil Beach’, una playa de piedras infinitas, es uno de los escenarios de la novela corta de Ian McEwan. Edward y Florence, una pareja recién casada, son el motor de esta historia. Dos personajes muy marcados sirven para dibujar toda una generación. McEwan se esfuerza para que en muy pocas páginas queden perfectamente definidos los secretos íntimos que les atosigan y conseguir atrapar al lector. Lo que verdaderamente persigue McEwan en ‘Chesil Beach’ no es sólo contar una historia arbitraria de un joven matrimonio en la Inglaterra de principios de los 60, sino que a través de ese relato accede a esa generación. Edward y Florence son sólo dos nombres más dentro de esa generación que no habla de sexo y que anhela escapar de la juventud para aproximarse a la generación anterior.

En un plano más superficial, se halla la cuestión del sexo. Desde un primer momento Edward y Florence se nos presentan, ante todo, como vírgenes en su noche de bodas, siendo esta cuestión la que articula principalmente sus pensamientos. Desde esta perspectiva, todo el libro se prepara desde el inicio para llegar al tercer capítulo, donde se nos narra el largamente esperado encuentro sexual, y finalmente es cuando entra en juego Chesil Beach.

“Eran adultos por fin, de vacaciones, libres de hacer lo que se les antojara. En solo unos años más, jóvenes perfectamente normales harían cosas así. Pero de momento la época les frenaba. Incluso cuando Edward y Florence estaban solos, seguían vigentes mil normas tácitas”.

Una estructura fácil de seguir que engancha y además refresca una lectura que no habría funcionado tan bien de haber seguido una estructura más lineal. El cierre es quizás el punto menos necesario, a pesar de que el final de la novela es más realista que complaciente, pues se empeña en dejar las cosas demasiado atadas y marcadas cuando sobre las piedras infinitas, habría conseguido un final mucho más visual y poderoso.

Una reflexión consciente y constante de una época que frena a unos personajes que ante todo buscan liberarse. Y lo que busca la novela no es más que desvelar esas costumbres, hacer historia reciente, poner énfasis en los corsés

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DOG SOLDIERS

IRREAL VISCERAL

Por Peter Blanc (Dog Soldiers, Robert Stone) La edición de este libro es lo primero que me llamó la atención, siempre me quejo de la a mi juicio deplorable labor de edición en España y de lo caros que son los libros, pero en este caso el libro es caro pero al menos la edición es buena, muy buena: Tapas bonitas, papel y letra excelentes. El caso es que en mis habituales paseos por las librerías este libro se me quedó grabado en la retina y en cuanto llegué a casa googlee un poco y todo eran parabienes, ¡incluso en lector malherido lo ponía bien!, ya tenía uno de los regalos para pedir a los reyes magos.

(Los detectives salvajes rework) Por Alberto del Castillo Mediados de los 70. El DF, LA CIUDAD.

Efectivamente esta novela ganadora del National Book Award de 1975 y finalista del Pulitzer es jodidamente buena y absorbente. Cruda, árida, alucinada y psicotrópica, me recordó al Cormac McCarthy de ‘No es país para viejos’ por el trato de la violencia y del mal consustancial a la condición humana, pero también me supo a Barry Gifford, a su serie de Sailor y Lula por el ambiente de tórrida road movie, por el sur, la frontera, los personajes secundarios excéntricos. Por cierto, ¿será California tan chunga como la describen todos los que he citado, Bret Easton Ellis o Palahniuk?, lo cierto es que da miedito.

Fotografías con aspecto antiguo se tumban. La inspiración. La abrumación. La falta de talento. La bohemia... Esa época... Devoro un libro, no llego a pasear bajo la lluvia con un libro de poemas. Asumo que lo que no puede ser, simplemente no es. RS, RC de Julián Hernández, el DF, de nuevo.

Me he enterado que la novela se llevó al cine, con el título en inglés de ‘Who´ll stop the rain’ (canción de la Creedence Clearwater Revival) y en castellano ‘Nieve que quema’.

Aquí ____, el páramo irreal absoluto.

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WALTER SIMONSON

Por Jeune Albert parece que su tiempo ha pasado y ya no espera más que la hora de embarcarse en las naves y abandonar la Tierra Media a los hombres.

Quizás haya sido el anuncio de que Brian Michael Bendis le ha pedido que dibuje unos números de sus Vengadores o simplemente que la memoria es caprichosa y te lleva adonde quiera que sus conexiones dicten. El caso es que me apetece hablar de Walter Simonson (Knoxville, Tennesse, 1946), un autor que paulatinamente había perdido el brillo y la fama que alcanzó con su etapa en ‘El poderoso Thor’ (desde el número 337 USA de Noviembre del 83, hasta el 382 USA de Agosto del 87 en el guión, habiendo abandonado el dibujo en manos de Sal Buscema ya desde el 367 USA de Mayo del 86).

En realidad resulta que antes de Thor yo ya era fan de Simonson, incluso sin ser consciente de ello. En 1979, y a instancias de su amigo John Workman, rotulista y a la sazón responsable de la revista Heavy Metal, realiza junto a Archie Goodwin, la adaptación de la película de Ridley Scott ‘Alien, el 8º pasajero’. Caprichos del destino el recientemente fallecido Moebius, como no se han cansado de repetir en los artículos y reportajes que le han dedicado en diversos medios, participó en los diseños de producción de la película. Y la revista Heavy Metal era la versión norteamericana de la revista bandera del nuevo cómic europeo de los 70: Metal Hurlant, que fue creada por el propio Moebius junto con otros autores procedentes de Pilote. No es muy aventurado afirmar la influencia capital del cómic (de Moebius y Mezières principalmente) en el florecimiento del género de la ciencia ficción en el cine, cuyo máxima cima sería ‘Blade Runner’, por cierto masacrada por la crítica en su estreno.

Incluso en algún momento de los 80`s pre-Watchmen, llegó a disputar el trono de mejor autor de superhéroes a gente como John Byrne o Frank Miller, pero coincidiendo con la eclosión Vértigo y el ascenso del fenómeno Image su figura se va desvaneciendo, a los problemas de gestión que sufrió en la editorial Malibu-Bravura dónde publicó una de sus series y que quedó inconclusa hasta que Dark Horse publicara el número final tiempo después, se unió la mala experiencia en el proyecto de los Vengadores Héroes Reborn y desde entonces sus obras se espacian cada vez más y ya últimamente se dedicaba a ilustrar tebeos basados en juegos de ordenador junto con su mujer Louise. Parafraseando a Tolkien, uno de sus autores de referencia,

El cómic es un gran tebeo, y una muy buena trasposición del film. Ritmo sos-

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tenido, muy buena caracterización de personajes, dominio de los códigos de la CF, un gran uso de los efectos de color y de las onomatopeyas e impactantes “splash pages”. Simonson mantenía una gran afinidad con AG, ya que habían trabajado juntos para DC en la serie ‘Manhunter’, un moderado éxito que impulsó su carrera de forma definitiva, y esta complicidad se nota en el resultado final.

blo elegido que debe superar múltiples pruebas para alcanzar un destino glorioso. Y también recoge las influencias de la space-opera más clásica, es decir de ‘Star Wars’ y no es de extrañar, porque Simonson es, como ya hemos señalado, un gran aficionado que maneja con soltura muchas referencias del género. Con esta obra se consolida como un gran autor, que utiliza muy inteligentemente los flashbacks, destacando sobre todo por el uso de unos diálogos impactantes, que le ayudan a definir a los personajes con unas pocas pinceladas. Su dibujo es muy eficaz y adecuado a sus historias, con mucho dinamismo, muy potente y en el que sigue afinando junto con Workman, su rotulista de confianza, la utilización de onomatopeyas como un elemento central. Por encima del nivel general de la obra, excelente por otro lado, destaca su impactante comienzo (sobre todo para un adolescente) que ejemplifica en tres páginas la extraordinaria capacidad de Simonson para la puesta en escena y la construcción de una historia.

Pero cuando tienes nueve años no piensas en eso, sólo estás pegado a la historia de ese terrible alienígena con un tembleque en el cuerpo tremendo. Y es que por los caprichosos azares que regían la vida de los niños que leíamos tebeos en esos finales de los setenta, mi madre nos había comprado ese tebeo junto con (lo supongo, porque no me acuerdo) algún Mortadelo. Sin embargo, ese tebeo que desgraciadamente ya no conservo, se quedó grabado para siempre en mi sugestionable mente infantil. Recuerdo el asombro ante la muerte de Dallas, el capitán que se suponía iba a ser el héroe de la historia, algo que te precipitaba en un territorio inexplorado y terrible, en el que los héroes podían morir y todo podía acabar mal. Hay que precisar que en esa época mi familia como muchas otras no se podía permitir ir al cine todas las semanas, sólo en ocasiones señaladas, principalmente en navidad y aunque hubieran podido nunca nos hubieran llevado a ver una película de terror decididamente destinada a los adultos, así que para mí Alien siempre estará asociado al cómic antes que al cine.

Inmediatamente después le asignan ‘The Mighty Thor’, otra colección en apuros que necesitaba impulso. Simonson rompe con todas las ataduras que lastraban el personaje y que habían convertido la serie en algo anodino y prescindible y en tan sólo un número presenta un nuevo escenario: adiós a Don Blake, y vuelta a las historias en las que Asgard constituye el eje central. Como todas las revoluciones que afectan a la continuidad, produjo reacciones airadas de los fans que sentían se estaba traicionando a su “personaje”, pero Simonson, impertérrito y guiado por su idea de lo que era el trabajo en la industria de los cómics, el cual concebía como un rato de jugar en la arena después de destruir los castillos de arena que habían construido los otros niños para así construir los tuyos, siguió con su plan.

En 1983 y después de unos años de intensa preparación publica ‘Star Slammers’ en la colección de novelas gráficas Marvel. También es una historia de ciencia-ficción, que recuerda poderosamente al ‘Dune’ de Frank Herbert, principalmente por el componente mesiánico, aquí también aparece un pue-

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ÓXIDO

Un aspecto fundamental de su etapa es la potenciación al máximo del aspecto coral de la serie. De repente, los angustias existenciales de Balder, las dudas de Sif, la conversión de Karnilla, las intrigas de Loki, nos importan tanto (o más en muchos casos) que las propias andanzas de Thor, el cual a cambio se reconstruye como un héroe épico tradicional que sirve de contrapunto al complejo tapiz de sentimientos desarrollado por Simonson a su alrededor. Mención especial merece Billy Rayos Beta, personaje creado especialmente para la serie y que Simonson utiliza como herramienta/espejo para la redefinición moral de Thor.

Por Peter Blanc

Dominador de una multitud de registros, la fuerza y el dinamismo de su estilo de dibujo ,tirando a feísta en una primera impresión, le facilita la creación de momentos genuinamente épicos al más puro estilo Kirby, destacando el final de la saga de Surtur. Pero también es capaz de introducir excelentes notas de humor, como ejemplo el famosísimo Thor-rana, o las tramas de enredo romántico entre varios de los personajes, que descargan la intensidad de la historia y que en muchos casos propician un magnífico desarrollo emocional de los personajes. Finalmente su recorrido acaba como empezó con una historia llena de épica, heroísmo, y sacrificio con el descenso a los infiernos y su lucha con la diosa de la muerte Hela.

Me gustaría compartir una lectura breve pero intensa: ‘Óxido’ , el debút literario de Lara Lopez. ( www.xordica.com ). ‘Óxido’ es una micro novela, una colección de poemas, de ideas, de pensamientos, imágenes y sensaciones. Un libro para leer todos los días y recrearse en alguna de las "viñetas" o fotos escritas que agrupa. Es uno de esos libros que dicen más de lo que ocupan físicamente, podríamos equipararle a los trabajos en el cómic de Adrian Tomine. Y es que además a cada uno le dirá una cosa distinta en función de su situación personal y ánimo, es un libro que podríamos haber escrito cualquiera de nosotros con nuestras vivencias, pero lo ha hecho antes Lara y con un resultado excelente.

Después se encargaría de la nueva serie de los mutantes ‘Factor-X’ junto con su mujer Louise, y de una etapa bastante fructífera en los 4 Fantásticos que los aficionados recuerdan con mucho agrado y que renovaba esos ecos de ciencia-ficción tan queridos, pero desde luego no alcanzaron la maestría y la emoción de sus obras anteriores.

Mención aparte para la maravillosa edición del libro, que le hace ser una joya tanto en continente como en contenido, ¿para cuándo las editoriales cuidarán un poquito más sus ediciones y maquetaciones?.

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DOS CREMATORIOS

Crematorio Rafael Chirbes Anagrama Por Alberto Del Castillo 22


‘Crematorio’ es una novela que entra de lleno en el modo de vida español de los últimos años antes de que la situación económica hiciera crack: la construcción desbocada, la burbuja inmobiliaria, la ambición por una casa más grande, un coche más grande y un amante más grande… ‘Crematorio’ es un completo éxito al retratar a la perfección no a una determinada clase, la que mueve los hilos, sino que también hay espacio para tratar las relaciones de esta con otros estratos sociales.

temas y situar la lupa sobre otros aspectos. También es un recurso que sirve para completar la visión que el lector toma del protagonista, Rubén, cada capítulo sirve para mostrarnos a un Rubén más real según las relaciones con el resto de personajes. Solo en unas pocas páginas se nota la ambición de la novela, que se confirma por completo una vez que se termina. Chirbes presente ilustrar una etapa que no terminaba de cerrarse en España y que aún se mantiene, aunque desplazada.

Desde su apabullante inicio, ‘Crematorio’ no cesa en relatar una sociedad compleja con una capacidad sorprendente de análisis y profundidad. La construcción es el principal tema, puesto que el protagonista es un arquitecto que recuerda cómo consigue su imperio económico y de poder, se habla también de las tácticas mafiosas que sus socios empleaban para conseguir contratos y callar las voces. La corrupción política aparece inevitablemente como un elemento innegable.

El amplio material que expone Chirbes en ‘Crematorio’ sirvió para crear una serie para el Canal Plus. A lo largo de ocho episodios, que toman como base la novela para llegar más lejos y explorar una trama de corrupción que llevó a la serie un reconocimiento especial. La serie hace una revisión donde se aportan datos propios, a pesar de ello, el libro es tan extenso en los temas que trata, que todo lo que aparece en la pantalla tiene una conexión con algo que se dice en algún momento del libro. Hasta el punto de que en ocasiones se pone en boca de los personajes frases exactas.

Hay un lugar muy importante para las relaciones familiares, un tema que Chirbes consigue tratar a la perfección. Unas relaciones que se nos presentan rotas desde la partida. Incluso hay hueco para analizar el papel del escritor, desde la figura de Federico, un escritor convaleciente.

En la serie, al no llegar a comprender a los personajes desde su interior, porque no podemos leer sus pensamientos, hay una idea general de que son mucho más fríos, más inhumanos, y más superficiales. La serie ayuda en ocasiones a diferenciar aún más a los personajes y a pintarlos desde una posición que se escapa a la vista del lector.

El estilo de Chirbes se basa en un monólogo sin pausas que ahoga, cuando se pone en boca del protagonista, Rubén. Va soltando una serie de frases sentenciosas que aclaran todo. Un estilo que no varía demasiado en el resto de capítulos donde el narrador externo nos sitúa en la mente de otros de los protagonistas. Es a través de los cambios de personajes donde vamos conociendo las distintas motivaciones de cada uno, y es el mecanismo que Chirbes emplea para cambiar los

Se trata de un proyecto interesante, pero que al igual que el resto de ficciones televisivas españolas, acaba manchada por la mala actuación de una plantilla de actores que deberían haber sido capaces de sustentar un guión más que notable.

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yerro

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