Arquitectura salteña

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Crónicas de un SALTO desconocido Aporte para un Turismo Cultural, Histórico y Patrimonial

REDESCUBRIENDO LA ARQUITECTURA SALTEÑA Alberto J. Eguiluz

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ESTUDIO DE LAS FORMAS Y LOS LENGUAJES FORMALES Alberto J. Eguiluz

Me pareció interesante esta pequeña lectura, para quienes observaron con atención las imágenes de nuestra arquitectura, pudieran entender un poco más sobre: La forma es la apariencia sensible de las cosas y la forma artística es la que surge de las manos del artista creador. En el proceso de creación, la forma se une a la materia sin la cual, como dijimos anteriormente, la primera no existiría. Las formas arquitectónicas constituyen, como las pictóricas o las escultóricas, un lenguaje que contiene la posibilidad de transmitir mensajes. Los elementos formales básicos del lenguaje arquitectónico son la columna, el pilar, el arco, la bóveda, los dinteles, las molduras, etc. Todos ellos forman parte de sistemas constructivos determinados (adintelado, abovedado,...) y, a su vez, de lenguajes arquitectónicos concretos. Al modo en que cada uno de estos lenguajes arquitectónicos se articulan y se aplican podemos denominarlo estilo. LA FORMA Y SUS LECTURAS La arquitectura, como todas las artes plásticas, presenta unas determinadas formas físicas plasmadas en diferentes materiales. En la arquitectura estas formas son puras, no figurativas, salvo en el caso de elementos decorativos, por lo que han de ser valoradas por ellas mismas, sin cabida para la interpretación a base de identificadores con la realidad y la apariencia, como ocurre con determinadas tendencias de la pintura y la escultura. El estudio de las formas arquitectónicas puede realizarse según métodos diversos. Rudolf Arnheim, por ejemplo, propone una análisis basado en la mera percepción: «Un edificio es en todos sus aspectos un hecho del espíritu humano. Una experiencia de los sentidos, de la vista y del sonido, tacto y calor, frío y comportamiento muscular, así como de los Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido pensamientos y esfuerzos resultantes». En definitiva, para Arnheim las formas tienen un determinado efecto psicológico sobre quien las contempla, efecto derivado de sus intrínsecas cualidades expresivas: así, la línea horizontal comunica estabilidad, la vertical es símbolo de infinitud, de ascensión; una voluta ascendente es alegre, mientras que si por el contrario es descendente comunica tristeza; la línea recta significa decisión, fuerza, estabilidad, mientras que la curva indica dinamismo, flexibilidad; la forma cúbica representa la integridad, el círculo comunica equilibrio y dominio, mientras que la esfera y la semiesfera (cúpulas) representan la perfección. La elipse, por su parte, al contar con dos centros comunica inquietud, inestabilidad. Otro sistema de análisis formal es el de la visibilidad pura de Heinrih Wölffin, quien realiza el análisis de cualquier obra de arte a partir de cinco pares de conceptos opuestos. Este método ha sido también aplicado corrientemente a la pintura y a la escultura, siendo su uso menos habitual en manos de la crítica arquitectónica. Las parejas de conceptos mencionados son las siguientes: 1 – Lineal - pictórico 2 – Superficial - profundo 3 - Forma cerrada - forma abierta 4 – Pluralidad - unidad 5 - Claridad absoluta - claridad relativa.

Resumen Los elementos arquitectónicos siguen reglas de composición, ritmo y armonía propios del lenguaje colonial. Todas las construcciones remanecientes de esta fase, serán consideradas tardías. Lenguaje Colonial de Segunda Fase – 1822 a 1850 Las construcciones de este período continúan con las características del lenguaje colonial de primera fase como descriptas anteriormente. a esta fase la denominamos de “Transición del colonial para el eclecticismo”.

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Crónicas de un SALTO desconocido Lenguaje de Eclecticismo Historicista – fase de 1850 a 1880 Las construcciones nuevas pasan a tener sobre techo habitable o no, platabandas generalmente agujereadas, aberturas con banderolas fijas o móviles, ventanas de abrir, con postigo, puertas principales almohadadas puertas con vidrios hacia el exterior con postigo, escalones en las entradas, puertas de acceso con hall de entrada para el interior con vidrios y para vientos. Aparecen varios tipos de elementos arquitectónicos del lenguaje neoclásico (frontón triangular, columnas clásicas) y neorrenacentistas (líneas curvas, arco plano, guirnaldas, fachadas ricas en ornamentos). Lenguaje del Eclecticismo Historicista Fase de 1900 a 1920 Los elementos arquitectónicos de composición de las fachadas comienzan a simplificar y a geometrizar, las platabandas mixtas pasan a ser ciegas. Aparecen los lenguajes del neogótico, con arcos ojivales, simples o trilobulados; del “art-noveau” con formas asimétricas y delgadas, derivadas de la naturaleza, en la composición de los ornamentos de las fachadas, rejas y portones, vidrios lapidados e iluminaciones en forma de elementos florales estilizados, surgiendo también en este lenguaje marquesinas de hierro y vidrio y la terminación de los frontones y platabandas con pináculos y rejas de hierro. También aparecen elementos del lenguaje “Art – decó” donde todos los elementos arquitectónicos de composición de la fachada se simplifican en formas geométricas. En cuanto a la implantación en el predio, sigue las características topológicas de los lenguajes anteriores. Lenguaje del Protoracionalismo Lee un lenguaje de transición entre el “Art- Nouveau” y el “Modernismo”. Lenguaje del Modernismo

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Crónicas de un SALTO desconocido Lenguajes formales El lenguaje formal, utilizado como criterio, está fundamentado en Investigaciones bibliográficas, consiste en elementos arquitectónicos dispuestos según reglas de composición, armonía y simetría producidas en un determinado contexto histórico y período de tiempo, pudiendo estar o no, desfasadas en relación a las metrópolis nacionales e internacionales. Lenguaje Colonial Son consideradas las construcciones de lenguaje colonial todas aquellas que fueron construidas en el período de 1800 a 1822, salvo construcciones tardías hasta el final del siglo, cuyos elementos arquitectónicos están constituidos con techos de tejas, normalmente a dos aguas, pudiendo ser también en tres o cuatro aguas, revestidos de tejas, algunas veces apareciendo dispositivos de iluminación o ventilación en el techo, en forma de camarines o miradores.; en los vanos, ventanas de guillotina o de abrir con postigos, puertas rejadas o almohadilladas, verjas en arco abatido, arco plano o rectos, banderolas fijas o móviles. Estas construcciones normalmente no tienen sótano, pudiendo tener o no revenimiento de azulejos; en los casos tardíos, recibe el porao, salientes en las ventanas o ángulos redondeados. Los elementos arquitectónicos siguen reglas de composición, ritmo y armonía propios del lenguaje colonial. En cuanto a la implantación, generalmente inserta en los límites del lote, aparecen las casas de puerta y ventana, media vivienda, vivienda entera, sobrado o esquina. Todas las construcciones remanecientes de esta fase, serán consideradas tardías. Lenguaje Colonial de Segunda Fase – 1822 a 1850 Las construcciones de este período continúan con las características del lenguaje colonial de primera fase como descriptas anteriormente. Cuando surgió la legislación Imperial prohibiendo el lanzamiento de aguas pluviales hacia la calle y la obligatoriedad del uso de platabandas en vez de muros, las construcciones pasan a tener una nueva fachada, conservando así todas las otras características del lenguaje colonial. a esta fase la denominamos de “Transición del colonial para el eclecticismo”.

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Crónicas de un SALTO desconocido Lenguaje de Eclecticismo Historicista – fase de 1850 a 1880 Las construcciones nuevas pasan a tener sobre techo habitable o no, platabandas generalmente agujereadas, aberturas con banderolas fijas o móviles, ventanas de abrir, con postigo, puertas principales almohadadas puertas con vidrios hacia el exterior con postigo, escalones en las entradas, puertas de acceso con hall de entrada para el interior con vidrios y para vientos. En cuanto a los ornamentos y a las variaciones, aparecen diferentes tipos de platabandas agujereadas, varios tipos de frontones y ornamentos encima de las platabandas con balaustrines, vasos copones, piñas y estatuas. Aparecen varios tipos de elementos arquitectónicos del lenguaje neoclásico (frontón triangular, columnas clásicas) y neorrenacentistas (líneas curvas, arco plano, guirnaldas, fachadas ricas en ornamentos). Todo esto se puede constatar en los grandes caserones existentes, pertenecientes a esta fase que suelen estar implantados en las esquinas. Lenguaje del Eclecticismo Historicista Fase de 1880 a 1900 Las construcciones del final del siglo XIX e inicio del siglo XX poseen en cuanto a su implantación las mismas características topológicas de la fase anterior a este lenguaje, sumándose a la de las fases anteriores la de poseer entrada lateral y retiro en los jardines parcial, no incorporada en los padrones, con rejas y portones de hierro, cercando los jardines. Surgen entonces elementos de terminación como tejados denominados de lambrís, de madera o estampados de metal.Es común en esta fase la utilización de grandes vitreaux en las puertas y en los sobresalientes y en las galerías representando diseños florales o de monogramas de las familias, además de puertas talladas o esculpidas. Lenguaje del Eclecticismo Historicista Fase de 1900 a 1920 Los elementos arquitectónicos de composición de las fachadas comienzan a simplificar y a geometrizar, las platabandas mixtas pasan a ser ciegas. Aparecen los lenguajes del neogótico, con arcos ojivales, simples o trilobulados; del “art-noveau” con formas asimétricas y delgadas, derivadas de la naturaleza, en la composición de los ornamentos de las fachadas, rejas y portones, vidrios lapidados e iluminaciones en forma de elementos florales estilizados, surgiendo también en este lenguaje Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido marquesinas de hierro y vidrio y la terminación de los frontones y platabandas con pináculos y rejas de hierro. También aparecen elementos del lenguaje “Art– decó” donde todos los elementos arquitectónicos de composición de la fachada se simplifican en formas geométricas. Otra variación de esta fase es lo plateresco, que no es en rigor un lenguaje formal, pero una ornamentación en donde se reúnen los elementos moriscos, góticos, lombardos, franceses y florentinos, produciendo un resultado profusamente decorado, con paneles arredondeados en las paredes, contorneando a veces, arcos cruzados o en herradura, ventanas geminadas separadas por columnas salomónicas, figuras humanas adosadas, ornamentos florales y geométricos y la terminación de las platabandas en pináculos. Esta es la fase que posee el mayor número de ejemplares en la ciudad ojo arquitectura de don Antonio Invernizzi. Lenguaje del Eclecticismo Historicista Fase del 1920 a 1940 En este período están los grandes caserones aislados de los lotes, cuyas características formales no traducen un estilo definido, que quedó librado a la creatividad de los constructores los cuales actuaron según las circunstancias locales. Se suprimieron las platabandas y los nuevos sobre techos nos recuerdan más a la arquitectura campestre europea que de la tradicional. La influencia norteamericana se intensificó, no sólo en lo volumétrico, con los “bow–window”, como se puede apreciar en las planta, con “living” “hall”, etc. Lenguaje Neo colonial o de Kitsch Surgió a partir de 1920, siendo un collage de soluciones de la arquitectura de época colonial, como los techos revestidos de tejas y canalones con rebordes, frontones curvos, verjas de arco abatido, trelizas, paneles de azulejos decorados, rompiendo con los criterios de composición originarios, creando así una serie de nuevos elementos decorativos. El Aspecto de la casa neo colonial, tenía en su planta, su zoneamiento, su sistema de circulación basado en la distribución francesa, era invariablemente aislada de las divisorias perpetuando los pasajes laterales para automóviles y vestíbulos en sus laterales. - 124 -

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Crónicas de un SALTO desconocido La arquitectura “Kitsch” aparece a partir del lenguaje ecléctico, resultado de las necesidades de la creación individual, de personalización y reafirmación social. En ella la función nunca es el factor determinante, si el factor accesorio, con el objetivo de alcanzar un status socio cultural, a través de la absorción de los elementos pertenecientes a productos de posiciones culturales mas elevadas. Utilizándose excesivamente de sobrecargas ornamentales, en los colores, contraponiéndose dos o más para formar efectos plásticos, de los materiales y revestimientos con varias texturas y heterogeneidades en las técnicas de construcción. En cuanto a la implantación en el predio, sigue las características topológicas de los lenguajes anteriores. Lenguaje del Protoracionalismo Lee un lenguaje de transición entre el “Art- Nouveau” y el “Modernismo” . Una arquitectura más autónoma con composición simple y elemental, de volúmenes puros. La implantación, respecta la tradición secular de “calle corredor” con el edificio ocupando las divisorias del padrón. El terreno es generalmente ocupado por función comercial ocasionando una organización de fachada tripartida en la vertical siguiendo las reglas de composición clásica, con basamento, cuerpo y coronamiento del edificio recibiendo tratamiento diferenciado. En los pavimentos más bajos es común el revestimiento noble, como barra de protección en la base de la edificación. Los accesos se dan en un plano ligeramente elevado, marcado por escalones y protegidos por marquesinas que marcan las entradas. Los ornamentos siguen los elementos decorativos del “Art –Decó”, principalmente en portones de acceso y rejas generalmente de hierro y vidrio. En las fachadas existe predominancia de los llenos sobre los vacíos. Lenguaje del Modernismo

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HISTORIA DE LA CASA DE LA INTENDENCIA Alberto J. Eguiluz

Estamos frente a dos cuadros donados al Museo Municipal de Bellas Artes por las señoras Reneé Delgado de Brum de Taranco y Lily Delgado Brum de Cardozo, familiares del extinto Dr. Asdrúbal Delgado, que dejara además en testamento al Departamento de Salto, su magnífica biblioteca con más de cinco mil volúmenes. En estos dos cuadros se ven los retratos de Don Joaquín Moreira y Viana y su Esposa Doña Petrona de Oliveira, personas desconocidas tal vez para las personas ajenas a la tradición social y cultural de la ciudad de Salto Los retratos de estilo y colorido clasicista, fueron realizados por el pintor portugués Juliao Martz, y están fechados en Viana do Castelho (Portugal), en el año 1881. En el primero de ellos el pintor nos presenta a Don Joaquín Moreira y Viana, de expresión amable, con su frente alta y digna, luciendo además - 126 -

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Crónicas de un SALTO desconocido con sencilla gallardía sobre el pecho, las condecoraciones de la Orden de la Rosa de Portugal y la Gran Cruz del Mérito. En el segundo se puede apreciar a su señora esposa Doña Petrona de Oliveira, con una mirada suave, y recatado el vestuario con un porte, que irradia simpatía y atracción. Al observarla inmediatamente se piensa en las mujeres patricias que forjaron con espíritu, corazón y vocación, el ámbito del hogar, es decir, de la patria. Don Joaquín Moreira y Viana, nació en Viana do Castelho, el 26 de julio de 1823 y murió el 16 de noviembre de 1890, en Lisboa. A los veinte años ya es marino de la Escuela Naval de Portugal. Y América le atraía con el prestigio y el imán de su bárbara grandeza.

Don Joaquín llega a Salto Joaquín Moreira y Viana se siente atraído por el Litoral. Y ya navega por los puertos del Río Uruguay. Salto apiñaba su caserío multicolor entre naranjos y palmeras tendida en sus colinas y llegaba intermitente en los días serenos el rumor de tambores asordinados del Salto Grande. Aquí conoció a Don Daniel Granada escritor, personaje de altos merecimientos quien le abrió las puertas de su casa y le presentó a numerosos compatriotas entre otros, a Don Ignacio Bautista de Oliveira, portugués de Lisboa, del más viejo arraigo en la Villa del Salto. Don Ignacio le hizo conocer a sus hijas Petrona y Bernardina, enamorándose de la primera, con quién se casó ese mismo año de 1843, él con veinte y ella con diez y nueve años de edad. Bernardina contrajo enlace con Don Pedro Real, primer Jefe Político de Salto, elegido por decisión popular en 1855. En el acta firma entre los testigos Don Joaquín Moreira y Viana. Este, a su vez, hacía 1884 era Juez Letrado Departamental.

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Crónicas de un SALTO desconocido El tiempo se sucede en su curso inexorable tramando el destino de los hombres. De la unión matrimonial de Don Joaquín Moreira y Viana y Doña Petrona de Oliveira nacieron diez hijos como en los hogares patriarcales. El amor y la amistad, la tolerancia mutua y la educación fortalecen los lazos que les unen. Son cinco varones y cinco mujeres.Aquellos se educan en Lisboa y se establecen allí en Río de Janeiro y en Río Grande del Sur. Las hijas se casan con españoles y portugueses, no así las dos menores, Julia contrae enlace con Don Julio Delgado. Son los padres del Dr. Asdrúbal Delgado y el Poeta José María Delgado. Esther, única hija mujer se une en matrimonio con Don Alejandro Osimani, profesor universitario, italiano, cuyo nombre está íntimamente vinculado a la educación de la juventud salteña. Don Ignacio Bautista de Oliveira murió el 23 de mayo de 1850. Su lápida en el panteón N° 303, dice así: “Aquí yacen los restos de Don Ignacio Bautista de Oliveira. Falleció a los 68 años de edad. Era natural de Lisboa. Uno de los fundadores de esta villa”.

Pequeña Anécdota de Don Ignacio Bautista de Oliveira La familia de tan conspicuo vecino, sufrió, como todos los habitantes de la Villa, las crueldades de la guerra, los sitios los asaltos y saqueos a la que se vio asediada durante varios años. Pero llega un momento en que la lucha es tan encarnizada que la familia de Oliveira se refugia en el Paylebot de Don Ignacio. Luego de estar a salvo todos, éste se vuelve a tierra con el fin de poner a salvo títulos y papeles familiares que tenía en su Saladero cuyas últimas piedras aún pueden verse. Al retirarse es herido de bala por la espalda, pero logra llegar al barco portando sus preciados documentos. - 128 -

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Crónicas de un SALTO desconocido La herida le pone la vida en peligro pero no era su destino morirse entonces. Al volver tierra, pasado el vendaval comprueba con dolor que le habían incendiado el Saladero que ardió por el espacio de ocho días. Los tiempos son semi bárbaros, como todos los tiempos cuando la guerra se desata implacable. La Villa del Salto vive un aire de temor y la muerte ronda por las calles. En tanto en el campo, se desmantelan las estancias y se roba el ganado. Es la ley del desorden y la fuerza. La familia de Oliveira abre las puertas de su casa para recibir a los heridos de ambos bandos.

Anécdota de Doña Petrona de Oliveira Doña Petrona de Oliveira pasado el tiempo, contaba a su hija Julia, en íntimas pláticas familiares, los desmanes de aquellos días. Garibaldi está en San Antonio y le envía sus heridos para que los cuide. La epidemia de cólera azota la Villa, el pánico y el espanto empalidece los rostros y hace temblar las manos. Doña Petrona, alma espartana, cruza con paso decisivo la calle de su casa y penetra en el zaguán de su vecina y comadre, la señora de Vidiella que se retuerce en el lecho presa de la peste. Manda sus hijos pequeños a su casa y se instala en la cabecera de la enferma. Cuando ésta muere todos huyen. Queda Doña Petrona, el Sr. Vidiella y su hijo mayor. No falta don Joaquín Moreira y Viana. Ellos colocan el cadáver en el ataúd y lo llevan al coche fúnebre. En el Cementerio lo bajan al sepulcro con sus propias manos. Los sepultureros habían abandonado el trabajo temblando de miedo.

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Crónicas de un SALTO desconocido

Don Joaquín, añorante de los caminos del mar y del puente de mando de su buque, mandó construir la casa en la esquina de las calles Real y Yacuí, hoy Uruguay, esquina Juan Carlos Gómez con un lindo y elegante mirador que entonces dominaba el caserío y que fue el primero en construirse en la ciudad. Don Joaquín decía que su nieto, José María Delgado, era el grumete de aquel puente de mando - el mirador -, y allí lo subía para contemplar el paisaje abierto y luminoso atravesado por la cinta ondulante del río, perfumado el aire por los azahares y los jazmines del Cabo, flores que hasta hoy blasonan el nombre de Salto. Don Joaquín y José María están en el mirador. Aquél, cauteloso de la agilidad y de la inquietud del niño que se trepa en la barandilla, le dice mirándole a los ojos: “Todos los hombre deberían aprender a ver y juzgar las cosas desde lo alto y a lo lejos”. José María mira con ternura al abuelo y advierte en el subconciente el sentido trascendental de la frase porque nació poeta y responde sin titubear: - 130 -

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Crónicas de un SALTO desconocido “Si, abuelo, desde lo alto y desde lejos”, y ambos miran el horizonte ilimitado y el caserío a sus pies. El oro de la tarde enciende de rosa el mirador y el azul del cielo sereno y límpido y resonante, lo recorta nítido en su infinito piélago. Doña Petrona de Oliveira, de espíritu abierto y de corazón volcado a la caridad. En su caserón de la calle Real, los sábados daba comida en una dependencia destinada a ese fin, a siete familias pobres a quienes ayudaba siempre, y los domingos, parada en la puerta de su casa hacía la caridad a manos llenas. Las viejas paredes enaljebadas, patinadas y mordidas por el tiempo, guardan las resonancias de la vida que ayer le estremecieron. El tiempo continua indiferente su marcha. Sólo el espíritu y el pensamiento de los hombres perduran más allá de la materia cuando pasión, amor y talento encendieron la llama sagrada de la vida. Actualmente en esta casa, en esta esquina se encuentra el recinto ocupado hoy por el Intendente Municipal.

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Crónicas de un SALTO desconocido

El Edificio Municipal construido en el año 1887

Ni por su masa ni por sus líneas es digno de la finalidad a que esta destinado. Instalada la Junta Económico Administrativa en la Vieja Casa Departamental, se construyó la Casa actual en 1887, en el costado oeste de la Plaza Treinta y Tres. Decía el escritor Salteño Fernández Saldaña en su libro “Su fachada carece de monumentalidad, dentro de su estilo dórico pesado. Sin mirar adelante, todavía, se cometió el error de enajenar una faja de terreno que achicó más el escaso predio donde se asienta: Totalmente cubierto, este, por las dependencias Municipales, no queda otra solución para ampliar el local, congestionado ahora por las oficinas, que aumentar el número de sus pisos. A eso debe responder el proyecto que se confeccione y en el cual, sin duda, y por el buen crédito salteño, ha de romperse, una vez por todas, con moldes de rutina y de mal gusto, - decoraciones pegadas y soluciones ilógicas, - que por desgracia, han primado en demasía”. - 132 -

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Cr贸nicas de un SALTO desconocido

Actual Edificio de la Intendencia Municipal

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