Memorias de Constitución

Page 1

Crónicas de un SALTO desconocido Aporte para un Turismo, Cultural, Histórico y Patrimonial

Emotiva evocación del ayer de Constitución Por Alberto J. Eguiluz

FUNDACIÓN DE CONSTITUCIÓN EL Poder Ejecutivo por Ley 297 del 8 de julio de 1852, dispone la creación del Pueblo de Constitución. Entre las consideraciones anotadas en aquel entonces se decía que su creación “obedecía a la necesidad de contar con un buen puerto de tránsito para el comercio con las provincias argentinas”. Dando cumplimiento a lo dispuesto, el 8 de agosto se labró el acta de parcelamiento de las tierras que abarcaría el nuevo pueblo, realizado por el Agrimensor Joaquín Teodoro Egaña, asistido por el Jefa Político de Salto Don Bernardino Alcaín. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-1-


Crónicas de un SALTO desconocido La historia recoge los nombres de los primeros pobladores que fueron: Melitón López Miranda, Juan Bautista Oxandabarat, Francisco Ubiernes, Ambrosio Lange, Pedro Olascoaga, Juan R. Puyo, Aniceto Calvo, Antonio Thedy, Isidoro Lecumberry, Andrés Barrios, Beltrán Salhá, Pedro Bordenabe, M. Anavitarte, José González y otros cuyos apellidos se han extinguido ya.

-2-

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

MEMORIAS de ISAURA PIZZAROSSA En el festejo del Centenario de Constitución Mi apreciado Amigo Jorge Andrade Ambrosoni me ha reservado un espacio en este número de Salto Actualidad dedicado a Constitución, y yo acepto agradecida esa distinción porque tengo un acendrado amor por mi pueblo y quiero exteriorizarlo en la feliz celebración de su Centenario. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-3-


Crónicas de un SALTO desconocido De esos fundadores voy a tomar – para encarnar el primer tiempo de la vida de Constitución – el tronco más robusto (cuya descendencia se extiende vigorosamente en sesenta y cinco nietos y ciento ochenta y un bisnietos) Sobre mi abuelo, Juan Bautista Oxandabarat, mi magnífico abuelo vasco, regio y erguido de cuerpo y alma. No le conocí porque él se fue de la vida cuando yo entraba en ella, pero sé cómo era, como sentía, como actuaba y cuanto se le quería y respetaba. A través de su vida veo desarrollarse el incipiente crecimiento del pueblo; el esfuerzo centuplicado, heroico, de las primeras familias fundadoras en lucha contra el medio primitivo, contra el aislamiento, contra la carencia de todo recurso técnico, sin médico, sin escuela para sus hijos, sin caminos, contando solo con el valor denodado de sus corazones para dominar los elementos y para sobrevivir. Sin embargo, surgieron pronto los campos labrados, las granjas, las vides –(los vinos de mi abuelo fueron premiados en la exposición de París de 1889)- las casas de comercio, la navegación por el Río y el comercio de tránsito desde Brasil. Constitución se unía a Salto por tropas de carretas y por diligencias, siendo la primera la de mi abuelo. Puede juzgarse la importancia del pueblo de Constitución por el dato que da la Historia del Salto, de encontrarse en su pueblo hasta dieciocho buques de cabotaje. Viene después nuestro siglo, nuestro tiempo. De tal manera esta entretejida mi vida con la de mi pueblo que no sé delimitar mi ser vital del conjunto avasallador de su destino en marcha. Es inútil que intente otra cosa que encontrarme a mí misma y es inútil que huya de mis propias huellas. Constitución significa mi casa centenaria, mis padres, mi infancia, mis juegos, mis árboles mis estivales baños en el Ceibal querido, mi camino a la escuela, mi maestra, los amigos, las dominicales visitas del querido tío Fernando, las alegrías familiares, todo eso tan bueno, ¡Tan Bueno! Que ya no tengo. Constitución actual ha crecido mucho: es un pueblo en marcha lleno de vital pujanza con el presente en el que inciden fuerzas nuevas capaces de las realizaciones progresistas más brillantes en un porvenir cercano. Quiero puntualizar que si bien me siento consustanciada con su pasado, estoy llena de esperanzas en su futuro; que rindo homenaje a los esforzados que crearon y construyeron en la etapa inicial –la más difícil -4-

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido y saludo confiada a las generaciones nuevas, sabiendo que serán dignas de vencer, a los mejores con honor. Isaura Pizzarossa. Julio de 1952.

RECUERDOS: Dedicado a Isaura Pizzarossa Nací en Salto, pero empecé a vivir en Constitución. Allí nos llevaron, a mi hermano Pedro y a mí, cuando él tenía cuatro años y yo dos. Mi padre instaló un pequeño comercio en las chacras y allí nacieron tres hermanos más: Nicolás, Clemencia y María Luisa. Sin escuela, sin juguetes, me aficioné a las flores del campo; el trébol, la margarita roja, la azucenita aristocrática que descollaba sobre las otras y muchas flores amarillas; que nunca les supe el nombre, eran mis amigas, la alegría de mis ojos. También los pájaros eran nuestros compañeros; horneros, lechuzas y calandrias, teros y avestruces ya nos conocían. A Pedro le gustaba poner una lata en un poste y tirarle piedras; era buen tirador y yo le decía: ¿Por qué no le tiras a los pájaros? Y un día se volvió hacia mí, casi con enojo, y me dijo: “porque tienen sangre!”. Después de muchos años comprendí la grandeza de aquellas tres grandes dichos sin comprender su alcance: Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-5-


Crónicas de un SALTO desconocido (“POR QUE TIENEN SANGRE!”). Pero había que volver a Salto y decir adiós a todo eso. Mi madre fue a despedirse de la familia de Oxandabarat: Don Bautista y Doña María y sus hijos. Recuerdo que llamó poderosamente mi atención un rosal trepador que allá muy alto tenía una sola flor. Era pequeña, delicada, de un rosa pálido casi transparente; la miré todo el tiempo que duró la visita y cuando salimos, me dijo mi madre que era una rosa. La llevé conmigo toda mi vida y todavía la veo a través del recuerdo como la ví en aquel lejano día de la despedida. Después de muchos años fuimos a pasar unos días al Espinillar, a lo de José Sarli, y la señora nos llevó a un casamiento. En el baile se rieron de mí: no sabía bailar, ni hablar como ellos y fui casi de mala gana al Juzgado a presenciar la ceremonia. Cuando salimos me preguntó mi amiga que me había gustado y yo le contesté: “EL JUEZ” - ¿Cómo se llama? Y me contestaron: DON GUILLERMO OXANDABARAT”. Era hijo del matrimonio aquél en cuya casa me había prendado de la rosa. Hará unos cuatro años Don Augusto Curubeto nos llevó a Constitución a visitar el pueblo que no conocía y lo sentí tan mío que me hubiera quedado allí; lo vimos todo y me atraía con su sencillez y hermosura hasta que bajamos en el Cementerio, donde vimos un pequeño panteón donde había dos urnas de mármol que guardaban los restos de Don Bautista y Doña María Oxandabarat. Uniendo estas tres épocas le encontré nombre a la rosa de la glorieta, la flor de los soñadores, de los románticos, de los poetas y de los humildes de corazón… Se llamaba… ISAURA PIZZAROSSA. De Felisa Lisasola.

-6-

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

Mensaje de Don Guillermo Oxandabarat Agradezco a “SALTO ACTUALIDAD”, la ocasión de saludar a mi querido Pueblo de Constitución, en la fecha de su Primer Centenario. En Constitución nací, allí transcurrieron los años de mi infancia y de mi plenitud, y allí vuelvo ahora, que se cierra la parábola de mi vida. Vuelvo dije y no es exacto, porque nunca estuve lejos de mi pueblo, nunca estuve ausente de Constitución. Le entregue cuanto puede dar un hombre para fortalecer su crecimiento y para levantar su nivel social, moral y económico. Estoy fuertemente unido a sus pobladores y quiero decirles, hoy, que estoy orgulloso de su progreso y que confío en su porvenir, alentándolos para poner muy alto el ideal y para ser tan recios en su conquista, como infatigables en la superación. Guillermo Oxandabarat. Rendimos hoy, nuestro Homenaje de gratitud, respeto y admiración a los fundadores de Constitución y a aquella caravana de luchadores que allá en los albores de la vida de nuestro pueblo llegaron por todos los caminos y por todas partes del mundo a contribuir con su trabajo silencioso pero fecundo creador y constructivo, para que la futura cuna de sus hijos llegara a trasponer los umbrales de un siglo a figurar en el concierto de las localidades más progresistas del país. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-7-


Crónicas de un SALTO desconocido Retrocedamos a principios de 1853, fecha en que Constitución da sus primeros pasos como población reconocida y autorizada por los poderes públicos. Sus hombres trabajan con ahínco. Sus hacendados progresistas, estudiosos e inteligentes, secundados por la naturaleza pródiga firmes en un ideal de mejoramiento sin desmayo, sin descanso logran en sus rodeos magníficos ejemplares. El Historiador Orestes Araujo, al referirse a Constitución, en una página de fines de siglo diecinueve, consigna; ”Los hermosos establecimientos de ganadería que rodean esta población son bien importantes por la buena calidad de sus ganados y la superioridad de su campos”.. A fines de 1870, el Comercio es Floreciente y por las sendas que van dejando los guerreros con el paso de sus caballerías gauchas, sendas que comunican con las poblaciones vecinas, marchan las tropas de carretas al paso cansino de los bueyes y son el único medio de locomoción de entonces en el cual se traslada a los demás mercados del país el tributo de los campos generosos de Constitución. En esa fecha nuevas corrientes y desconocidas inquietudes empiezan a palpitar en nuestro ambiente; se alambra y se subdivide la tierra y esta empieza a ser explotada racionalmente. Los campos adyacentes a la población se empiezan a poblar de familias extranjeras, a las que en forma paulatina han de empezar a imitar los criollos, que van cambiando de mentalidad. La tesonera reja del arado va buscando en las vírgenes entrañas de la tierra, el lugar donde la semilla ha de realizar el milagro creador de su germinación. Las lomas se cubren con los negros brochazos que les dan las parcelas aradas; es la agricultura que inicia su edad de oro en las hasta ayer silenciosas llanuras pampeanas. Se siembra de todo; maíz, trigo, maní, tubérculos, forrajes, y se ensayan cultivos desconocidos en el país que se creen privilegios de otras latitudes. Hace poco tiempo leía yo en un periódico de Montevideo, una publicación a título de primicia, que en cierta localidad de nuestro país se había obtenido un éxito sorprendente en un ensayo de cultivo de mandioca y se comentaba la importancia que tendría para la economía nacional la explotación extensiva de dicho renglón. El articulista ignoraba que hacen más o menos ochenta años, en este mismo lugar y con igual -8-

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido éxito, aquellos hombres que echaron las bases de nuestra agricultura, realizaron dichos ensayos y que hasta hacen unos catorce años, algunos descendientes de aquellos hombres, proseguían con dichos cultivos. Y fueron los cruzados de esta nueva actividad, Juan Bautista Oxandabarat y mi antepasado Luis Pérez los cuales eran socios, aunque me apresuro a aclarar que hiere mi modestia el hecho de que por circunstancias tan especiales tenga que nombrar a un familiar al comentar estos hechos. Estos buenos vascos franceses, igual que aquel personaje de la parábola de Rodó, que fecunda con las lágrimas de sus hijos y el polvo arrebatado al huracán las estériles pampas de granito para que crezca el árbol que dará frutos, ellos teniendo como factor contrario la indiferencia olímpica de los gobiernos de aquella época más empeñada en guerrear que fomentar el trabajo mediante una adecuada legislación, sin más respaldo que su tesón, contracción al trabajo y hombría de bien echaron las bases de la industria granjera, vitivinícola y forestal de la zona. Los vinos elaborados por esta firma, podían competir con los mejores importados.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-9-


Crónicas de un SALTO desconocido

CONSTITUCIÓN TIERRA PRÓDIGA EN VINOS A la exposición de París realizada en el año 1889, llega como un mensaje del trabajo de nuestros hombres y capacidad y fertilidad de nuestro suelo. Juan Bautista Oxandabarat que era amigo del Presidente de la Asociación Rural del Uruguay. Sr. Ordoñana, a sugerencia de éste, remitió a dicha Exposición vinos, mieles y trigo de este rincón de América, obteniendo con dichos productos medalla de bronce y mención honorífica. En ese mismo año, Luís Pérez en sociedad con Pedro Irazusta, (otro de mis antepasados), sobre una extensión de 120 hectáreas ubicadas a quince kilómetros de Constitución, dedican 25 al cultivo de la viña y en el año 1893, elaboraron en establecimientos que podían considerarse ejemplares para aquella época vinos que por su calidad, fueron considerados entre los mejores de la República. Esta firma plantó también muchos millares de plantas de ñandubay y otras especies de nuestra flora indígena, pero dichas plantaciones fueron diezmadas por las grandes invasiones de langostas del año 1895. Plantaron también en esos años los primeros naranjos que más tarde habrían de multiplicarse por millares en esta zona y a todos estos trabajos, debemos agregar 250 hectáreas de montes artificiales en la que según una crónica de la época, abundaban los durazneros y perales y entre las forestales, álamos de carolina, acacias, pinos y casuarinas. Imitaron a estos precursores, Domingo y Pascual Oxandabarat, Alejo Robadain y Juan Bautista Bergara.

- 10 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

Prof. ADOLFO ARENAS DE MANCERA Merece capítulo aparte, Alfonso Arenas de Mancera, aquel insigne maestro que colaboró con los profesores Osimani y Llerena en la fundación del Instituto Politécnico de ese nombre. Alfonso Arenas de Mancera hizo otra aula del trabajo predicando con su ejemplo en la granja que tenía en esta localidad y en la cual cultivó siete hectáreas de vid y le cabe el honor de ser el precursor de las plantaciones de algodón y también de la olivicultura al plantar once hectáreas de olivos cuyas mudas fueron importadas de España. No tengo el propósito de tejer apologías, pero muchas veces al analizar la vida de los hombres que termino de nombrar, su afán constructivo, su extraordinaria solvencia moral; su honradez sin mácula, llego al convencimiento que estaban fundidos en el mismo crisol que aquellos inmigrantes ingleses que un día, sin más armas que sus robustos brazos y ansias de superación, desembarcaron en playas americanas y pusieron la piedra fundamental de la gran Norte América. Existe en la historia local un hecho de profunda significación.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 11 -


Crónicas de un SALTO desconocido

Nace el edificio Escolar A fines del siglo diecinueve, el edificio escolar donde concurren sus hijos, no reúne las condiciones exigidas para llenar tan indispensable necesidad y estos hombres que tienen un altísimo concepto de la educación popular, no esperan años a que el gobierno les construya uno nuevo , sino que ellos mismos, mediante una gran colecta, costean en casi su totalidad la construcción del actual local de la Escuela Urbana que hoy disponemos y que por su belleza arquitectónica era hasta hace poco el edificio más hermoso del departamento. Y este edificio, como los antiguos maestros de la Grecia eterna irradiaron la luz de la sabiduría durante muchos lustros dos figuras estelares del Magisterio Nacional; las eximias educadoras Emerenciana y Clementina Izaguirre, cuyo espíritu luminoso, flota entre nosotros y en este día nos contemplan desde los cielos infinitos de la inmortalidad y sus nombres, grabados en una placa formarán el crisol en el cual se vaciará el bronce que en un homenaje que próximamente congregue a todos los hijos de este querido pueblo, signifique el mensaje que la generación presente, deposite en las manos excelsas de la inmortalidad.

- 12 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 13 -


Crónicas de un SALTO desconocido

Donación de la Policlínica El estado, en aspecto tan fundamental, está en deuda. No ha sido capaz de asegurar la continuidad en la permanencia de un facultativo, ni dotarla de una construcción adecuada para la administración de los primeros auxilios. La omisión oficial será saldada.Lo será por el esfuerzo privado Dos hombres generosos, de limpio corazón, receptible a todos los sufrimientos, aportarán lo que se requiera, para que haya un edificio en el que funcione una policlínica modelo, una modesta sala de maternidad y que el profesional que la atienda disponga de un alojamiento confortable. Don Guillermo Oxandabarat y Don Laureano Bidart, viejos pobladores de Constitución, consustanciados con su tradición pero fundamentalmente preocupados por su venidera suerte, donaron la construcción. Don Laureano Bidart, con mano firme y rostro alegre, con la serenidad gozosa que resulta de la aplicación de los buenos sentimientos, colocaba la piedra fundamental y con ademán enérgico e indeclinable, empuñó la cuchara de albañil, en la simbólica iniciación de los trabajos.

- 14 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

LOS NIÑOS DE CONSTITUCIÓN

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 15 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 16 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 17 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 18 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 19 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 20 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 21 -


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.