Parque Benito Solari.

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Crónicas de un SALTO desconocido

Parque Solari un Paseo de antaño de los salteños

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Aporte para un Turismo, Cultural, Histórico y Patrimonial

Homenaje a Pietro, Benito y Nicolás Solari Por Alberto J. Eguiluz Don Pietro Solari, nacido en la Riviera de Génova, viene al Río de la Plata en el año 1846. Poco tiempo después compró una barco de transporte mercantil llamado "Napoleón", para navegar por el río Uruguay, es por eso que en Salto se lo conoció a don Pietro con el apellido de "Napoleón" que años después por un golpe de suerte surgió en la ciudad de Salto con una verdadera posición Napoleónica. Se estableció en Salto en el año 1852 con una casa de comercio y se dedicó con aquella pasión que hacen a los hombres esclavos de su trabajo, que es la base de la verdadera prosperidad. La condición económica de aquellos tiempos, el trabajo arduo, el cansancio acumulado, la vida frugal, la autoridad paterna respetada es tenida como un factor de la espléndida fortuna de Salto. En el año 1880, don Pietro asoció a su negocio a sus hijos Benito y Nicolás formados en la escuela austera del padre, debieron ser y lo fueron sin ninguna duda eficaces colaboradores de don Pedro, cuando murió en el año 1880, fue sustituido en la empresa "B&N. Solari por Benito y Nicolás Solari. Si las cifras han de ser una elocuencia especial para conocer la importancia de la casa de "B&N. Solari" de Salto, basta con leer el libro diario de 1905 donde muestra que el movimiento diario de esta casa fue de $6.470.000 pesos. En el mismo terreno, y sobre aquel negocio que fue inicialmente de su padre comenzado con modesta proporciones, ha levantado Benito un Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido cómodo edificio donde estaba el humilde almacén del 1852 se ha transformado en una vastísima y espléndida sala repleta de mercaderías importadas directamente de las grandes capitales del Río de la Plata; de París, Hamburgo, Bremen, Manchester y Milán. El otro hermano Nicolás vive en el elegante y bello edificio de enfrente que ha costado la bella suma de cinco mil francos. En esta ciudad son queridos y estimados estos dos jóvenes de iniciativa y de progreso, elegantes en su manera de vivir cosa que no siempre se consigue con los largos estudios, ni van acompañados con el buen gusto. La prueba está en el entorno del bellísimo parque de los alrededores de la ciudad, con un basto terreno. Benito, así como Nicolás fueron Presidentes del Casino Comercial Uruguayo principal centro de reuniones de esta ciudad al cual luego les sucedió en la presidencia el Dr. Marcelino Leal. Los salteños deben sentirse orgullosos porque dentro de los miembros del Municipio está ahora don Benito Solari, el que hace una verdadera presión por mejorar el ornato público y abrir nuevas calles y la construcción de algunos puentes. Página 30 del libro "LI ITALIANI DI SALTO ALL´ESPOSIZIONE DI MILANO" MCMVI (1906) REP. O. DEL ´URUGUAY.

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- Actuación Política de don Benito Solari. - 1894 Vocal - 1900 Vocal - 1901 Vocal - 1902 Vocal - 1903 Vocal - 1904 Presidente - 1905 Presidente - 1906 Vocal - 1908 Presidente

- Donación (3 de junio de 1923)

Un salteño de generoso corazón y fuerte cariño al terruño, realizó el valioso aporte. Fue don Benito Solari, de quién el paseo ha tomado su nombre. Dedicó su vida a actividades comerciales. Forjó una fortuna. Pero, no sólo para sí. Quiso entregar su aporte al solar donde transcurriera su existencia. Lo hizo desde las funciones municipales: sus arcas particulares cubrían el déficit comunal y aseguraban la continuación de obras de progreso. A principios de este siglo, tres chacras ocupaban el lugar que actualmente constituye uno de los paseos de Salto. El 24 de agosto de 1890, Don Benito Solari adquirió una de ellas al Sr. Jaime Miró. Realizó lo mismo el 23 de octubre de 1903 y el 12 de febrero de 1904 con las chacras que pertenecían a Manuel Varese y Soledad Pacheco de Carballo. Las escrituras respectivas fueron autorizadas por los Escribanos Alberto Semblat en el primer caso y Manuel Jacottet en las dos últimas oportunidades. Dichos inmuebles constituyeron luego la quinta, que Don Benito Solari donó al Municipio de Salto, según el Testamento firmado el 3 de junio de 1923 ante Escribano Don Jorge N. Castro. "... Y casi en los instantes postreros, el mismo 3 de junio de 1923, en que se extinguió su existencia extendió el legado del precioso sitio". Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido (Revista "Salto Actualidad" Año 1-N° 27, 1° de octubre de 1952). Una de las cláusulas del citado documento establece: "... Si el Municipio cambiara el destino de la propiedad donada, por ese solo hecho, la propiedad deberá volver a sus herederos; queda igualmente prohibido el fraccionamiento de dicho bien, pues la voluntad del testador es que la mencionada quinta que se dona sea destinada a un parque Municipal con entrada libre para las familias de Solari y Olascoaga". Así quedó registrada su voluntad. Para que los niños corran alegremente, los enamorados se susurren frases melosas y los ancianos gocen del espectáculo de la naturaleza entregó a la colectividad el valioso patrimonio, en cuyo acceso un busto que le recuerda preside su entrada, como testimonio del reconocimiento colectivo de su aporte a Salto. - Inauguración (28 de diciembre de 1924) Las autoridades locales realizaron luego, en el lugar citado, las reformas necesarias a fin de adecuarlo a los fines para los que fue donado. Jardines, caminos, una verja rodeando el lago, instalación de bancos, fueron algunos de ellos.

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Crónicas de un SALTO desconocido En la tarde del 28 de diciembre de 1924 se dejó oficialmente inaugurado el paseo. Con ese motivo se realizó un acto, que constituyó además un homenaje de recordación a la memoria de su donante y quién fuera presidente de la entidad administrativa departamental. Datos extractados de "Tribuna Salteña", 27 y 28 de diciembre de 1924. El Presidente del Concejo de entonces, Sr. Argante Preve, invitó para el mismo a autoridades, prensa y pueblo en general. En esa oportunidad y en nombre del Concejo Departamental, hizo uso de la palabra el Sr. Orestes Lanza. Concurrió además la Banda Popular que dirigía el Profesor Agides Monetti, amenizando la ceremonia con un seleccionado y bonito programa.

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El Parque Solari Un paseo de antaño A Principios de este siglo, tres chacras ocupaban el lugar que actualmente constituye uno de los, paseos más privilegiados de Salto. Don Benito Solari, orgullo de los salteños por su importante colaboración en el mejoramiento de la ciudad, las adquirió entre los años 1890 y 1904 para conformar la quinta que más tarde donar al Municipio de Salto. "... y casi en los instantes postreros, el mismo 3 de junio de 1923 en que se extinguió su existencia, extendió el legado del precioso sitio", reza la Revista "Salto Actualidad" en su número 27 del 1o. de octubre de 1952.

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Dicho documento también establece "...Si el Municipio

cambiara el destino de la propiedad donada, por ese solo hecho, la propiedad deberá volver a sus herederos; queda igualmente prohibido el fraccionamiento de dicho bien, pues la voluntad del testador es que la mencionada quinta que se dona sea destinada a un Parque Municipal...". Así quedó registrada su voluntad y así fue cómo la colectividad recibió tan valioso patrimonio.

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El parque quedó oficialmente inaugurado en la tarde del 28 de diciembre de 1924. Con tal motivo se realizó un acto que constituyó además un homenaje de recordación a la memoria de su donante, quien había sido Presidente de la entidad Administrativa Departamental. En dicha oportunidad se invitó a autoridades, prensa y público en general e hizo uso de la palabra el Sr. Orestes Lanza en nombre del Consejo Departamental (Datos extractados de "Tribuna Salteña", 27 y 28 de diciembre de 1924).

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Escalinata principal

Víctor Rolando Lima en el Parque Solari Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Desde esa misma tarde se abrió al recorrido. Damas de elaborados vestidos caminaban protegiéndose del sol con sombrillas, a veces flanqueadas por caballeros de rigurosos trajes oscuros. Algunos paseantes se detenían en el puente de piedra y arrojaban migas de pan a los cisnes que orgullosos y altivos nadaban rodeando a la dama del lago, espléndida Venus de mármol de Carrara, cuya inmaculada desnudez podía apreciarse desde distintos ángulos de este paseo. - 12 -

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Avenida interior, bordeada de pinos Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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El lago,

entonces, constituía el centro de las actividades del parque. Todo convergía en él. Ya mencionamos la plástica figura que atraía las miradas para luego advertir a su alrededor las numerosas criaturas que allí habitaban, aves de diversos plumajes que resplandecían al sol e iluminaban el escenario donde transcurrían sus días.

Allí tenían lugar los paseos en bote. Una pequeña embarcación llevaba a los jóvenes a través del lago, recorriéndolo en su limitada extensión para así apreciar los verdes vivos de los arbustos ubicados en sus riberas.

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En este entorno bucólico y agreste se gestó el primer Jardín Zoológico que tuvo el departamento. Los niños descendían corriendo por las inmensas escaleras para reunirse bajo las pérgolas en flor con sus padres que disfrutaban al verlos Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido jugar en la placita de juegos infantiles o montando en algún petiso que por un real les daba una vuelta alrededor del parque. Las Santa Ritas y las rosas de diversos colores se confundían con la belleza femenina de las niñas de ese tiempo, cuando posar para la fotografía era costumbre impuesta.

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Y los recuerdos se agolpan: el quiosco donde el petiso Alves vendía las garrapiñadas, los sabrosos caramelos de leche "Zabala", los dulce de leche en cuadraditos y los chocolatines "Colibrí"; el manisero con su carro echando humo igual que un tren en marcha y que por un real llenaba los conos de papel de diario con aquellos maníes crocantes y sabrosos que luego se compartían con los monos; las retretas de los domingos, cuando la Banda Municipal dirigida primero por el Profesor Agides Monetti y luego el Maestro Bautista Peruchena se instalaba en la glorieta y amenizaba las tardes con su repertorio musical o la pista de baile donde las matinées comenzaban a la tarde y continuaban hasta la noche para delirio de las mozas y muchachos en plena juventud.

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Así era y es el Parque Solari, con piedras y árboles centenarios que se elevan en medio de una atmósfera de poesía que lo recorre. El se yergue como un monumento a la naturaleza enclavado en pleno proceso de crecimiento de la ciudad. Detrás de sus muros, un remanso de paz acalla el dolor y la angustia es vencida por el fervor contagioso que se adivina en cada uno de sus pobladores viviendo en armonía, base fundamental sobre la que se sustenta el alma viva del parque. Semejante pasado acrecienta la inmensa responsabilidad de luchar para preservar y mantener vivo este Patrimonio de - 18 -

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Crónicas de un SALTO desconocido todos los salteños. A nadie escapa que ello requiere obras en diferentes niveles de trabajo: calles, puente, flora, etc. Se trata de la preservación de un Patrimonio Histórico, el cual debe ser conservado pero en modo alguno afectado por ninguna acción fuera de las cláusulas testamentarias. Gracias a don Benito Solari, los salteños de hoy, atesoramos este Patrimonio y nos comprometemos a PRESERVARLO para nosotros y nuestras futuras generaciones.

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La niñita Lilia Rumi y una amiguita

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Bellezas salteñas, señoritas de nuestra sociedad, posando en este lugar emblemático, hoy desaparecido

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Crónicas de un SALTO desconocido Anfiteatro y Pista de Patín

La casa de Piedra Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Canales del lago interior, donde antes estaba el primer zoolรณgico - 24 -

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Busto en Homenaje a Don Benito Solari, sin la Placa de Bronce Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Antigua pista de Baile, se puede observar el círculo de hormigón en el piso. - 26 -

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Crónicas de un SALTO desconocido Aporte para un Turismo, Cultural, Histórico y Patrimonial

La Venus de Lely Por Alberto J. Eguiluz (escultura en mármol) que representa a la diosa Afrodita agachada desnuda tomando baño

 PRAXITELES. Gran escultor ateniense del siglo IV aC. Hijo del escultor Cefisodoto el Viejo, aporta un espíritu renovador a la escultura clásica, donde aumenta el virtuosismo técnico junto con el interés por las formas suaves, las transiciones matizadas y la expresión de los sentimientos. La nueva tendencia se manifiesta en sus desnudos carnosos, de ricas modulaciones, con un ritmo característico de lánguido abandono (la denominada “curva praxitélica”), y una aplicación final de una patina de cera transparente (la ganosis), que enfatizaba el difuminado y hacia resbalar la luz sobre la superficie marmórea para crear sutiles matices. La Afrodita Cnidia provocó escándalo y expectación, al representarla completamente desnuda tomando un baño, aunque al ser observada se cubre el sexo. Sin embargo escandalizaba no tanto la desnudez sino la representación de la diosa como cualquier mujer. La figura estaba colocada en un templete circular o tholoi, para que pudiese ser observada desde cualquier ángulo.

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Escultura original de la Grecia Helenística En el siglo IV aC el escultor Praxíteles creó una estatua de tamaño natural desnuda de Afrodita (Venus). Fue colocada luego en el santuario del templo de Cnidia al sur-oeste de Turquía. Es una innovación importante de la escultura clásica, y los siguientes escultores helenísticos crearon varios tipos de figuras desnudas Afrodita, que también hicieron hincapié en la naturaleza sexual de su culto. Esta tendencia tal vez refleja tanto la situación social cada vez mayor de las mujeres y los cambios en las actitudes masculinas hacia las mujeres: anteriormente sólo se hacían estatuas de hombres desnudos. La mayoría de estas estatuas muestran a Afrodita en el baño tratando de cubrir su desnudez con las manos. Esta acción de hecho, sólo consigue atraer la mirada del espectador hacia las zonas sexuales. En esta estatua, la Afrodita agachada voluptuosa baja y gira la cabeza bruscamente a su derecha, como sorprendida por la mirada del público. La tridimensionalidad de la imagen es típica de la escultura helenística, como es el estilo del peinado con su tapa elaborada nudo. Otra escultura de Afrodita se encuentra en el Museo Británico (Sc. 1578) podría ser casi la misma pero esta se encuentra de pie. Otras versiones de la Afrodita agachada son muy conocidas: algunos tienen un símbolo adicional de Eros, el dios del amor, mientras que otras muestran a la diosa arrodillada con una jarra de agua para indicar que es el baño. Esta estatua es conocida como “La Venus de Lely“, ya que una vez perteneció al pintor barroco Peter Lely (1618-80). Posteriormente fue adquirida por el rey Charles I (que reinó de 1625-49).

Esta hermosa escultura, se encuentra emplazada en el centro del lago del Parque Benito Solari, y fue donada para el deleite de la ciudadanía salteña, por don Italo Supparo - 28 -

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Venus de Lely

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Crónicas de un SALTO desconocido Aporte para un Turismo, Cultural, Histórico y Patrimonial

Revalorización de la Fuente Itinerante Por Alberto J. Eguiluz

La Convención Preliminar de Paz, firmada en el año 1828, aseguraba nuestra Independencia, una vez que la Asamblea General Constituyente sancionara la Constitución que habría de regir nuestro destino como nación libre. Cumplidos los requisitos correspondientes se fija el 18 de Julio de 1830 para proceder al juramento, disponiéndose en el Art. 70 de la misma. Con motivo de festejarse los cien años de la Jura de la Constitución, se realizaron en todo el país numerosos actos conmemorativos. En Salto, también se festejó esta magna fecha y una de las ideas surgidas, fue la colocación en la entonces Plaza 18 de Julio de un Monumento al General José G. Artigas. A tal efecto se encargó al escultor Edmundo Prati, la elaboración de un proyecto y se colocó la piedra fundamental en la mencionada plaza. Las colectividades de mayor arraigo, radicadas en nuestro departamento decidieron homenajear al pueblo salteño, de diferentes formas.

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Aporte de los Brasileños y sus Descendientes

Los ciudadanos brasileños y sus descendientes quisieron dejarle una impronta muy particular en el carácter de los salteños que aún perdura. La Sociedad Brasileña de Socorros Mutuos construyó un magnífico panteón en nuestro Cementerio Central que aún perdura. En ocasión del Centenario de la Jura de la Constitución, donaron al pueblo de Salto una magnífica Fuente construida por un escultor de origen ruso de apellido Proszynki, primeramente instalada en la entonces Plaza 18 de Julio, actual Plaza Artigas en el lado sur oeste, cerca de la esquina de las calles 18 de julio y Artigas. Pese a la “gentileza” brasileña, los salteños no estaban conformes con el obsequio. La estatua fue polémica. La desnudez no gustaba a la gente de la época, tampoco el chivo, que era la bestia, ni la relación que parecía existir entre ellos. También preocupaba que la vieran los niños de la escuela Nº 3 que estaba en calle Uruguay, frente a la plaza. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Ante tanto descontento y presión de los vecinos, finalmente la fuente fue llevada en el año 1941 a un lugar más discreto, el Parque Solari.  1941 - Primer Congreso Vocacional Diocesano, en ocasión de las Bodas de Plata sacerdotales del Obispo Mons. Alfredo Viola, y de colocarse la piedra fundamental del Seminario Menor "Mons. Camacho"(10-15 setiembre de 1941). Durante el congreso fallece el gran colaborador de Mons. Camacho, Mons. Fernando Damiani.) Primer Congreso Eucarístico Diocesano, con la asistencia de los demás Obispos uruguayos, seis Obispos argentinos y uno paraguayo y bajo la presidencia del Nuncio Apostólico (4-11 noviembre 1945); en los 25 años de la llegada de Mons. Camacho a la Diócesis.) Pese a ello cuando en noviembre de 1945 se celebra en Salto, el Congreso Eucarístico Diocesano, el pétreo desnudo fue cubierto con un gran cajón de madera, sobre el cual se depositó un gran jarrón de plata, adornado de flores.

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Crónicas de un SALTO desconocido Transcurrido este acontecimiento, la fuente es nuevamente trasladada temporariamente a la esquina de las calles Uruguay y Lavalleja, en el antiguo emplazamiento del palacete de los Errandonea donde actualmente se encuentra la sede del Banco Comercial. Para ser definitivamente instalada en la Plazoleta Franklin Delano Roosevelt. La colectividad de los hermanos brasileños era tan importante y significativa en nuestro departamento que el Gobierno Brasileño hizo que se mantuviera hasta la década del 60 un Consulado en nuestra ciudad.

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En esta fotografía podemos ver el actual emplazamiento de tan bella alegoría que con el transcurrir del tiempo los salteños amantes de nuestro patrimonio podemos disfrutar, y conocer un trocito de nuestra historia. - 36 -

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Falleció un 23 de setiembre de 1923 hoy hace 93 años de su fallecimiento

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Pedro Lisasola Nació en 1875 y falleció en 1923

La erudición estorba a la poesía; sólo un decantamiento al grado de hacerse cuerpo con la emoción; sólo la exigencia perentoria del motivo, la justicia y valida. En Pedro Lisasola se malogra por la erudición un espíritu bien dotado para la poesía. Su libro “La Semilla que no fue” (Salto, 1924), recurre a la historia, la mitología, la religión, los nombres de países lejanos y de personajes literarios, y éstos le resultan, a la postre, elementos oscurecedores, con gravitación propia, que le hacen perder el dominio del poema. Los buenos poetas del Modernismo - movimiento al que pertenece Lisasola por su léxico - manejan los mismos elementos, pero con señorío. Por otra parte, en Lisasola parece demasiado evidente la preocupación por la idea, al punto que una sección del libro es de poemas, una de pensamientos, otra de parábolas y culmina con una última, de “Cartas de Amor”. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido El afán por moralizar, le hace perder la poesía; parapeta su pensamiento en las citas, en la siembra, en un tiempo de justicia y de amor. Es representativa de su obra, la poesía que da título al libro: “La Semilla que no fue”. Extractado del libro: ”Literatura de Salto” de Leonardo Garet (Salto, 1990).

Pedro Lisasola, escritor, periodista y poeta El libro de la vida le dio sus inigualadas enseñanzas y las galas transparentes y maravillosas de la naturaleza, le dieron sus ricas e infinitas reconditeces, en la que bebió a grandes y apurados sorbos, los delicados encantamientos con que él supo vestir sus páginas hermosas. Surgió a la vida en la ciudad de Salto, el año de gracia de 1875. Su primera infancia, se deslizó entre pocos juegos y mucha escuela. Hijo de Maestro - su padre fue un educacionista - encontró en su hogar, ejemplo de virtudes y amor al estudio. Desaparecido su progenitor aún en edad muy temprana, comenzó su aprendizaje de obrero gráfico en el “Ecos del Progreso”, diario local que aparecía en aquel entonces. Empleaba sus pocas horas de ocio en la lectura, distinguiéndose bien pronto por su clara inteligencia y erudición, especialmente por sus conocimientos sobre los griegos. Fue sencillo y humilde hasta la exageración, aunque poseía carácter que puso a prueba en distintas oportunidades, conservando siempre gran independencia, por lo que no aceptó algunos puestos de significación que le fueron ofrecidos. Ya en plena juventud, fue rodeado por los hombres mejor dotados de su generación y hasta él llegaron estudiantes, abogados y políticos, en busca de su talento, dándose a todos con la misma generosidad, llegando incluso a escribir la plataforma política de algunos candidatos, triunfantes, más tarde, que luego se olvidaron del amigo humilde, que les había servido de sólida base para escalar los altos peldaños, desde donde miraban después con suficiencia de Dómines!! Fundó periódicos en distintos Departamentos de la República y haciendo de la verdad una bandera, chocó con la justeza de sus pensamientos, contra los glorificadores de la vida; fustigó con valentía las injusticias, - 40 -

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Crónicas de un SALTO desconocido cruzó el costo de los hipócritas con frases candentes y usó de la ironía como de un bisturí, que cortara las llagas para extirpar lo malo y puso el bálsamo de su palabra pura y honda, para cicatrizar un dolor. Sufrió desaires, ingratitudes e injusticias, pero salvó siempre limpios sus principios éticos, sin claudicar jamás de sus ideales. Murió por su propio designio, el 23 de Setiembre en la ciudad de Salto. Sus amigos recogieron algunas producciones suyas y publicaron un libro: “La Semilla que no fue”, título de una de sus más bellas poesías. Es de lamentar que la mayor parte de su producción, se encuentre dispersa y que hayan resultado estériles los esfuerzos realizados para recopilarlas. Puedo asegurar que sus mejores realizaciones han quedado en cuadernos inéditos perdidos en el “andas” de mano en mano, confiados al amigo que nunca los devuelve. Algunos años después de su muerte, sus admiradores le rindieron un sencillo homenaje, colocando en el “Parque Solari” de aquella Ciudad, en un lugar denominado “Rincón de los Poetas”, una placa de bronce y mármol. Dicho “Rincón “esta hoy abandonado y aun cuando hay allí muchos encargados de cuidar y hermosear el Parque, ese lugar, está cubierto de parásitos que ocultan la placa, hasta que suelen llegar los rapaces, en sus juegos inocentes, cubriendo de iniciales y garabatos el mármol que la decora, rindiendo así, tal vez, en su íntimo sentir, un homenaje sentido al viejo amigo, que supo llegar hasta sus corazones con su bondad serena. “Polvo eres y al Polvo tornarás!!”. Espíritu ateniense, a su pluma debemos bellísimas páginas de intenso sabor ático. La magia sonora de su ritmo, nos hace revivir horas inmortales, transportándonos y colocándonos, sino entre los Dioses, entre los semidioses de la poesía, bajo el cielo purismo de Grecia. Escritor multiforme y complejo, filósofo y poeta, no acertaríamos a decir en qué lo admiramos más. “Sus cartas a Amarillys” son inconfundibles, como una prosa toda, no solamente por el estilo y la galanura, sino también por su vigorosa personalidad propia.

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Crónicas de un SALTO desconocido En “La Hija del Cielo”, “El Sembrador”,” En su Lago de Oro” y “el Triunfo de Pan”, nos hace le delicado obsequio de verdaderas golosinas del espíritu primorosas joyas de regia factura. El poeta que había en él, nos dio también inolvidables cantos. Su poesía está libre de toda influencia; no siguió ninguna escuela, no acusa tendencia ni traza rumbos ni marca épocas. No es medular; es temporaria, discontinua, dispensa si cabe, pasajes, estados de alma, momentos vívidos con escepticismo o desesperanzas, amarguras y dolores, pero siempre ataviada de singular belleza. No usa rebuscamientos, ni retuerce imágenes en el “laboratorio”; es sencillo, simple, espontáneo, pero armonioso, dúctil, musical. Permanece cerrado a las manifestaciones sensibleras de lo romántico, tanto, como a las expresiones raras y atormentadas de las nuevas tendencias: ni una ni otras son de su “cuerda”. Está colocado fuera de su época, como empeñado en hacer soñar, al son melodioso de su espléndida gusla, entre los floridos jardines de Granada, bajo los balcones de Moraima la hechicera, o recostado sobre el césped bajo el dosel del ramaje, a la orilla del Bósforo encantado! Cinceló el soneto con maestría y modeló, con la preciosa arcilla de su sensibilidad exquisita, maravillosas miniaturas, dignas del cincel o del buril. Su “Cuadro Marroquí” puede ser motivo de un camafeo de Benvenuto. Trayendo en sus camellos carga selecta, llegan los mercaderes de aspecto ruines, a la morisca Tánger, la predilecta Ciudad de las mezquitas y los Muecines. Junto a la muralla clavan su tienda, - Como gallarda nave que llega a puerto y que fatigada dejó la senda que marcó veinte etapas en el desierto. En el Zoco se escuchan las latas voces que pregonan las ricas mercaderías, y los esclavos miran los albornoces con ojos que se clavan como gumías. - 42 -

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Crónicas de un SALTO desconocido Pedro Lisasola era, sin disputa alguna, la más fuerte mentalidad lugareña. Poseía gran erudición y era versado además, en varias ramas científicas. Sin embargo a Lisasola lo aplastaron indignidades de vulgares mediocridades, que no podían destacar sus mezquinos perfiles, bajo el inmenso resplandor del astro. Aprovechando su bondad infinita, se sirvieron de su talento, políticos de todo pelaje y titulados de todas clases de chapas. La ingratitud y el olvido, fueron los únicos bienes que recogió de aquellos a quienes había servido. Un día en que el tormento constante en que se deslizara su vida, hizo posible toda resistencia, se decidió morir. Buscó para lograr su deseo y de acuerdo con su modalidad, la manera más dulce dentro de lo trágico, ya que había sufrido tanto para vivir. Necesitó el arrullo de las aguas, que le harían dormir suavemente, como en lejanos tiempos, habíanle arrullado las canciones simples pero inolvidables, de los divinos labios de una madre. Era una luminosa mañana de Setiembre. Primavera había llegado en su carro de oro, cubierto de flores. - Por todas partes se veía y se aspiraba sabia vital. La grandeza de la Naturaleza, sólo era comparable con la inmensidad de su interior que a manera de una estepa, se extendía en la curva interrogante del más allá; lo demás nada. Era estrecha la cárcel de la tierra para su inmenso espíritu sediento de libertad; era demasiado grande su alma, para retenerla en la dorada jaula de los convencionalismos humanos, por los que sintió un hondo desprecio. Y convencido quizás de que su reino estaría más allá de la nebulosa desesperante del misterio, puso en fiesta su alcázar interior, dio libertad a sus pensamientos, que, como esclavos blondos se atropellan en procura de espacio, para deslumbrar, con el oro magníficante de sus cabelleras, las áureas tonalidades del Padre Sol; saturó con la mirra de sus ensueños las gracias impecables de sus sentires enjuncó la barca de su destino con la que surcaría las aguas mansas en el viaje infinito que no tiene retorno... y partió! El agua hermana se vistió de gloria. Rizó su cabellera nacarada con mil copos de espuma, puso en sus dulces ondas la canción más suave y armoniosa, que escucharon las místicas riberas, dormidas a lo largo del ribazo y miró con tal ansia y tal ternura los ojos soñadores del viajero, que Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido extendiendo sus brazos en un gesto implorante de reposo, se sumergió en el seno de la ninfa, que recibió la ofrenda de su cuerpo, como una madre cariñosa y buena. Los círculos concéntricos rubricaron el gesto, con las frágiles gracias de sus signos exóticos. Lloró el sol a lo largo de las ondas, la oración calcinante de sus rayos, como sellando a fuego el ataúd plateado de las aguas, con el beso deslumbrante de su gloria. El alma del remanso tuvo estremecimientos pudorosos y apartando sobre sí misma su espiral traicionero, con gesto divinamente femenino, dio paso al genio, que en la muerte acababa de depositar sobre el limo, los tules multiformes de su estro peregrino. Tuvo que ser así. El alma de las aguas tiene atracciones misteriosas; en ese no se que de encantamiento, que fluye quizás de su serenidad estática, que aparece hablarnos con el dulce tono de la eternidad, invitándonos a sondar sus profundidades, guardadoras de los secretos sugestivos de la leyenda, volcada siglo tras siglo, a través de todas las modalidades de que han sido capaces los hombres. Tuvo que ser así. Hermanado en su psiquis, por sus interiores milenarios secretos a los del agua hermana, preciso era buscar para morir, la blandura de su regazo muella, la caricia de sus labios de luna y de fresca suavidad turbadora de sus ondas, que como millares de brazos, estrecharían sus carnes doloridas y afiebradas, por la tortura del largo camino recorrido y el sufrimiento y cansancio producido por la enorme carga de contrariedades que le brindó la vida. Encontró en ella el poeta el reposo que tanto anhelara su corazón? ¿Gustó del infinito secreto que en el supremo instante desflorara los labios del misterio?. Acaso todo termina sobre la faz del Planeta en que habitamos. Acaso su espíritu, nos alumbre desde la comba azul, para seguir guiándonos con sus luces, como en otrora nos guiara con su pensamiento, pero de cualquier manera, sólo nos resta recordarlo y admirarlo, hasta que llegue el instante en que nos separaremos por siempre si es lo primero, o hasta que nos fundamos en un abrazo de luz, si es lo segundo.

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Sobre esta piedra estaba ubicada la placa de Bronce en Homenaje al Excelso Poeta salteño Pedro Lisasola, quien falleciera por su propio designio un 23 de setiembre en este bucólico paisaje del Parque Solari, en su homenaje este lugar pasó a llamarse El Rincón de los Poetas.

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EL ARTE DE “FAUX BOIS” (Imitación tronco de Madera período 1920 - 1940) Esta escuela de arte se remonta tan lejos como el arte mismo. Desde nuestros inicios, los artistas han estado fascinados con la infinita variedad de formas y texturas que la madre naturaleza se expresa en los árboles y su madera. Mientras que los franceses son de hecho por la acreditación de este arte dando su nombre, hay ejemplos que se encuentran tan lejos y que son anteriores a la existencia de Francia como nación. Un ejemplo lo encontramos en nuestra ciudad en residencias antiguas y también en los parques, como el caso del Parque Benito Solari.

El Faux bois (del francés imitación madera) se refiere a la imitación artística de los troncos de madera. Este estilo tiene sus raíces en el Renacimiento. Fue probablemente el primero elaborado con hormigón usando una armadura de hierro por los artesanos de jardín en Francia llamada "rocailleurs" el uso de materiales de hierro común: varillas de hierro dulce, atadas con alambre cocido. Los primeros ejemplos de este estilo sobreviven en el Parc des ButtesChaumont que fue abierto para una exposición en París en 1867. En 1873, el inventor de ferrocemento, Joseph Monier amplió sus patentes para incluir puentes. Diseñó el primer puente de hormigón armado, que cruza el foso en el Chateau Chazelet, en Francia. Fue esculpida para asemejarse a las maderas y troncos. El ferrocemento faux bois utiliza una combinación de hormigón, mortero y lechada aplicada a una estructura de acero de armadura o para esculpir las representaciones realistas de objetos de madera, el tallado final se puede hacer mientras la mezcla está húmedo, en un estado de masilla, o ligeramente rígido. Las técnicas varían entre los artesanos. Más popular a finales del siglo 19 hasta la década de 1940, el ferrocemento faux bois ha desaparecido en gran medida con el paso de los más expertos en su práctica. Lo que pocos objetos permanecen de ese periodo pico (en su mayoría en forma de jardín de arte, tales como macetas y bebederos de aves) están ahora muy apreciado por los - 50 -

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Crónicas de un SALTO desconocido coleccionistas. En México y Texas, este estilo es a veces conocido como "El Trabajo Rústico". A menudo se caracteriza por un aspecto más realista, tanto en composición y coloración, así como un acabado más finamente detallada de obra europea comparable. Un artista de gran prestigio que trabajó en este estilo fue Dionicio Rodríguez, un mexicano que se trasladó a Texas a principios de siglo. Aunque Rodríguez no se conoce ampliamente, sus instalaciones a gran escala faux bois se han enumerado en el registro nacional de lugares históricos. [1] El sobrino nieto de Dionicio es uno de los pocos artistas que crean todavía Faux Bois hoy.

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08 de Agosto de 1924

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Detalle de las barandas al descender de la Glorieta

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Busto en Homenaje a Don Benito Solari, donante de este Parque

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