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La construcción del merendero de la vizcondesa

La construcción del merendero que coronaba la cima del cerro del Cuco en la colonia de Santa Eulalia fue el culmen de unas obras de ostentación y lujo que construyeron los propietarios a lo largo del tiempo. Nada queda de aquel merendero, pero hemos encontrado algunas piezas del puzzle de la historia de esta finca que hacen aportar más valor a este lugar icónico de la historia de Sax y Villena.

EN EL TECHO DE LA COLONIA DE SANTA EULALIA

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Según parece la construcción de este merendero se llevó a cabo ya por María Avial, la que fuera mujer de Mariano Bertodano, socio de Antonio

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de Padua Saavedra en la construcción de la colonia. Doña María llegaría a la colonia de Santa Eulalia en el año 1900, pero los tejemanejes amorosos entre don Antonio y ella hicieron que la hasta entonces mujer de don

Antonio, María Concepción Fontes y Sánchez de Teruel, y Mariano Bertodano abandonaran el lugar a la suerte de la nueva pareja.

Ya vimos con anterioridad la hipótesis de que bajo los restos del merendero de la vizcondesa se encontraría el lugar donde en época musulmana se encontraba la Atalaya almohade bajo la cual se produjo la batalla de Santa Eulalia.

SI QUIERES SABER MÁS SOBRE LA HISTORIA DEL CERRO DEL CUCO Y DE LA BATALLA DE SANTA EULALIA PUEDES VER EL PRIMER CAPÍTULO DE LA SERIE SOS COLONIA DE SANTA EULALIA

TEJAS ALICANTINAS PARA EL MERENDERO

Encajar las piezas de un puzzle como el de la historia de la colonia de Santa Eulalia en ocasiones es bastante complicado, pero te contamos a continuación cómo descubrimos uno de los materiales utilizados la construcción del merendero. En la colonia de Santa Eulalia se dispersan por aquí y por allá fragmentos cerámicos. Hay una zona donde esos trozos aparentemente inconexos se regulan en el una cantidad y es así como, en un momento dado, al intentar averiguar la pieza a la que pertenecerían unos fragmentos (posible deformación arqueológica profesional que tiene uno) notamos que en la parte posterior se encontraban impresas en la cerámica unas palabras: HIJOS DE JAIME FERRER Y CÍA. El auge de la construcción a finales del siglo XIX en toda la provincia de Alicante hizo que en la capital aparecieran nuevas industrias como la de la fabricación de tejas. La Cerámica Alicantina estaba situada en San Vicente del Raspeig y fue la primera en aparecer en el año 1888 cómo hijos de Jaime Ferrer y cía.

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Tal importancia tuvo esta empresa alicantina que obtuvo premios en la exposición universal de Barcelona de 1888, año en el que se fundó, en la exposición nacional celebrada en 1910 en Valencia y en la de Buenos Aires, Argentina, celebrada el mismo año. El proceso productivo de las tejas comenzaba con la extracción de materia prima de los parajes situados alrededor de la ciudad de Alicante. La sustitución de herramientas antiguas y aparición de nuevos procesos permitieron la fabricación de ladrillos huecos y la pared la teja plana o teja alicantina que se convirtieron en una gran innovación arquitectónica. La variedad de tejas color almendra que vendía esta empresa era bastante extensa encontrándose entre sus modelos del catálogo tejas planas, o teja alicantina, media teja, caballetes,

Fragmentos de teja localizados en la cima del Cerro del Cuco

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crestería, ornamentación, chimeneas, ventiladores, claraboyas, florones y distintas aplicaciones parar las techumbres. Las tejas planas estaban indicadas para que 13 de ellas cubrieran un metro cuadrado cada una de ellas. Pesaban 2 kg y 500 g y costaban en fábrica 105 pesetas y en Alicante o en San Vicente 110 pesetas. Este tipo de tejas tienen un perfil plano pero con dos canaladuras en la parte vista para permitir el desagüe del agua. Uno de los aspectos que resaltan en el catálogo de la empresa son las condiciones de venta, donde especifica que los precios entienden al contado y salvo variación, la mercancía viaja por cuenta y riesgo de los compradores y todo primer pedido debe venir acompañado de su importe o en su defecto de buenas referencias. No fue esta la única fábrica de tejas que se encontraba en Alicante, pero sí que fue la primigenia y la que sirvió las tejas para construir la techumbre del merendero. A pesar de esto a la fábrica de hijos de Jaime Ferrer y cía. siguieron otras fábricas como la de la cerámica de Los Ángeles, la de San José o la de El Sol. Todas ellas no solamente comercializando en la provincia de Alicante, sino también a nivel nacional y llegando hasta América. Tanto es así que las distintas empresas decidieron asociarse y en el año 1920 la Unión Cerámica Alicantina aparece inscrita como sociedad en el Registro Mercantil. Fuentes M. BORREGO COLOMER, S. GUTIERREZ LLORET , H. LILLO GARCÍA, M. CASTRO BALSERA, F. FRANCO SÁNCHEZ, E. GARCÍA GARUO, J. GOSÁLVEZ LLORET , H. LEITE GARCÍA : LAS FÁBRICAS CERÁMICAS DE ALICANTE , LOS INICIOS DE LA INDUSTRIALIZACION. Canelobre. VERANO/OTOÑO 1989 REVISTA DEL INSTITUTO DE CULTURA «JUAN GILALBERT» N.o 16 http://www.museocomerci al.es/category/coleccion/a lfareria-e-industriaceramica/ Biblioteca Valenciana Digital Tejas Borja

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