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Algunas ideas fundamentales de las grandes tendencias políticas guatemaltecas
from Edición No. 27
by COMPOLITIK
Desafíos de Guatemala
INTRODUCCIÓN
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¿Sabías que los conceptos “izquierda”, “derecha”, “centro” tienen sus raíces en la disposición de los lugares en los que los diputados se sentaban en la Asamblea Nacional que surgió de la Revolución Francesa?
Los potentes, los ricos, y el alto clérigo se sentaban a la derecha; el bajo clérigo y los pobres se sentaban a la izquierda; los que hoy llamaríamos clase media se sentaban entre ambos, en el centro.
Las ideas de cada uno de los 3 grupos eran distintas. De ahí que esta distribución espacial pasó a definir 3 grandes tendencias políticas que siguen desarrollándose desde entonces.
Nosotros vamos a abordar brevemente algunas ideas fundamentales de las diversas tendencias políticas guatemaltecas, ideas que constituyen su manera de interpretar el mundo dándole un sentido y que inspiran su proyecto político. No abordamos concretamente los partidos políticos de Guatemala ya que estos no pueden ser vistos en una perspectiva de largo plazo, estos son coyunturales.
Derecha Liberal
La idea principal de la derecha
TIEMPO: 8 MINUTOS liberal es la libertad individual: el respeto a la libertad de cada persona, a su dignidad y a sus derechos es el fundamento de toda política, y su corolario: la lucha contra todo poder que limite esta libertad.
Creyendo que cada individuo es capaz de buscar su propia prosperidad, la libertad individual constituye la base para la inversión, la creación de empleos, la innovación y es la mejor lucha contra la pobreza.
El Estado por lo tanto debe estar al servicio de los individuos. Este debe dejar a cada persona la libertad de pensamiento, de organización, de acción, para que esta busque su propia prosperidad. No debe querer controlar la economía del país sino liberarla ya que el mercado tiene sus propias modalidades de autogestión, y debe privatizar las empresas públicas ya que la empresa privada es mucho más eficiente. Los impuestos deben ser reducidos a lo mínimo necesario para favorecer la inversión y el empleo.
A nivel internacional se alejan de regímenes autoritarios y despóticos, acercándose a países con regímenes democráticos y liberales, aunque su prioridad es el comercio internacional.
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Libertad individual y prosperi- dad económica son dos de las palabras clave de la derecha liberal.
Derecha Conservadora
Una de las primeras ideas de los conservadores es que, desde sus inicios, la humanidad ha venido mejorando su calidad de vida: los éxitos que gracias a sus esfuerzos la humanidad ha realizado, hay que valorizarlos.
Podemos imaginar un futuro mejor y proponernos objetivos hacia los que queremos caminar. Esto, dicen ellos, es un riesgo. La historia nos muestra cómo ha habido líderes que han prometido futuros mejores cuando su verdadero objetivo es manipular a las personas.
Los valores que nuestros padres nos han transmitido, sus ideas, sus tradiciones (Dios, patria, familia, etc.) hay que preservarlos y no dejarnos manipular por vendedores de sueños que, en nombre del progreso, buscan matar nuestras tradiciones y nuestra identidad.
Desconfiados de cambios y reacios a la innovación, los conservadores buscan darle estabilidad a su Nacion y tranquilidad a su sociedad.
A nivel internacional, buscan relaciones amistosas con políticos también conservadores, alejándose al mismo tiempo de políticos con otras culturas políticas. Tradición y estabilidad son dos de las palabras clave de la derecha conservadora.
Derecha Extrema
Históricamente la extrema derecha nació como una reacción política al comunismo en la Europa del siglo XX. Al- gunas de sus ideas fundamentales en varios campos: Político: promueven la exaltación de un líder mesiánico que es la voz del pueblo y, algunas veces también, la voz de Dios, que concentra y monopoliza el poder.
Populistas, manipulan las angustias de la gente para prometerlos lo que quieren escuchar, aunque sus intenciones y su programa político vayan exactamente en contra de estas promesas. Imponen un Estado autoritario, si no despótico.
Social: buscan mantener una población en situación de vulnerabilidad para manipular más fácilmente sus sentimientos de frustración.
Intervienen en la vida personal de los ciudadanos: en su manera de pensar y expresarse, de organizarse, e incluso en cuestiones relacionadas con la afectividad y la sexualidad.
Su discurso se centra en la promesa de orden y seguridad, mientras que otros elementos políticos esenciales como el respeto de la dignidad de cada persona, los derechos humanos o la gestión responsable del medio ambiente son prácticamente inexistentes.
Seguridad: implementan un sistema de control y vigilancia de toda la población, de amenaza y hasta de violencia contra las personas que ellos definen como sus enemigos.
Rechazando la racionalidad y el pensamiento crítico, imponen una única manera de pensar, quien no la repite es objeto de persecución y de represión.
Favorecen la desconfianza recíproca entre los ciudadanos. Estimulan la venta libre de armas de fuego favoreciendo la violencia social. Implementan la pena de muerte, así como tribunales extraordinarios capaces de realizar juicios absolutamente infundados para eliminar a toda oposición.
La “seguridad” prometida funciona porque cada ciudadano vive con miedo tanto de los órganos del Estado como de su propio vecino: cualquier autoridad y sus colaboradores tienen el poder de aplicar la violencia a cualquier ciudadano de forma absolutamente arbitraria, desde un arresto hasta la pena de muerte. Este miedo real es la base de su gobierno.
Internacional: desarrollando un sentimiento de sentirse amenazada por fuerzas exteriores malignas que están siempre conspirando contra ella, la extrema derecha es soberanista radical: considera al Estado como aislado de los demás Estados e instituciones internacionales: Estos últimos pueden ser considerados incluso como enemigos. Seguridad, autoritarismo y violencia son tres de las palabras clave de la extrema derecha.
Izquierda Social Dem Crata
Una de las ideas fundamentales de la social democracia es la armonización de la dimensión económica con la dimensión social: el sentido de vivir en sociedad no es el crecimiento económico, este es un medio para el bienestar de todas las personas.
Esta voluntad hace que las sociedades sean menos desiguales y con más justicia social, lo que favorece que cada persona cuente con las oportunidades de lograr su bienestar y su prosperidad.
La social democracia busca responder a las necesidades de toda la población, y no la preponderancia de los intereses de unos sobre otros. Esto implica un nuevo contrato social entre los ciudadanos para desarrollar un proyecto de Nación cuyo objetivo sea el bien común.
Para esto buscan implementar reformas para favorecer temas como el respeto de la dignidad de cada persona, el ejercicio de la ciudadanía, los derechos humanos, la democracia participativa, el apoyo a las minorías, el respeto del medio ambiente, el internacionalismo, etc.
El Estado tiene la responsabilidad de instaurar las condiciones políticas, sociales, económicas necesarias para construir una Nación de personas libres y responsables que asegure a cada ciudadano las condiciones necesarias para que tenga los bienes esenciales: salud, alimentación, vivienda, educación, seguridad. Es éste el sentido de los impuestos que son una muestra de solidaridad entre todos los ciudadanos.
En lo internacional consideran que los grandes problemas traspasan las fronteras de los países por lo que exigen respuestas transnacionales, privilegiando las relaciones con otros Estados y con las organizaciones internacionales. Solidaridad y justicia social son dos de las palabras claves de la social democracia.
Izquierda Indigenista
La izquierda indigenista de Guatemala es una tendencia original, propia de Guatemala. Aunque la población Maya de Guatemala sea una Galaxia, ya que está compuesta por múltiples elementos con oposiciones que lejos de darse un mismo objetivo está atravesada por intereses diversos en competencia, si no en lucha, actualmente hay ideas comunes que los ayudan a converger.
Dos ideas fundamentales pueden ser subrayadas: la primera es una perspectiva étnica que define a la población indígena de Guatemala como una población distinta y con identidad propia, estableciendo diferencias fundamentales entre la población indígena de Guatemala y la población no indígena.
La segunda considera que Guatemala está marcada por una oposición entre la estructura social, cultural, económica, política que excluye y discrimina a las poblaciones indígenas por una parte y, por otra parte, que estas poblaciones que luchan para participar de manera eficaz en la sociedad guatemalteca y sus estructuras han sido muchas veces reprimidas por el Estado.
Una tercera idea es que sus opciones, sus actores y sus prácticas pasadas y recientes han contribuido a construir este “sistema”. Por lo tanto, actualmente buscan transformar el orden social, económico y político, utilizando los procedimientos democráticos en vigor: comités cívicos, partidos políticos, elecciones, etc. Prefieren que el poder sea ejercido por sus propios líderes rechazando a los profesionales de la política.
Identidad y lucha transformadora son dos de las palabras claves de la izquierda indigenista guatemalteca.
Extrema Izquierda
La extrema izquierda guatemalteca es aquella que durante el conflicto armado interno hizo la opción de la lucha revolucionaria armada. Hostil a la democracia y a los contenidos de la constitución de la República, su objetivo era remplazar el sistema en vigor para implementar un nuevo sistema basado en elementos políticos del comunismo internacional.
Muchos de sus miembros murieron durante el conflicto armado interno. Quienes quedaron vivos, al final del conflicto armado interno guatemalteco, luego de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996 y en un contexto de fin de la guerra fría y de democratización internacional, optaron por la izquierda indigenista unos, por la social demócrata los otros.
Centro
El centrismo nació y se desarrolló en Europa Occidental en la época de la ilustración y del positivismo en la que se creía que el racionalismo, y con él el conocimiento científico, era sinónimo de objetividad y de eficacidad. Es la razón, la inteligencia, la que podrá solucionar los problemas de la humanidad.
Los centristas quieren influir de manera objetiva, inteligente y eficiente en sus sociedades, lejos de un posicionamiento ideológico y de la mezcla de sentimientos y pasiones que ellos consideran dañinos para la gestión de las sociedades.
En Guatemala, es en medio del trágico enfrentamiento armado entre ideologías extremas de derecha y de izquierda que una buena parte de la población buscó una opción centrista. “Ni a la extrema izquierda, ni a la extrema derecha: al centro” decía el fundador del primer partido centrista “Unión del Centro Nacional”, Jorge Carpio, rodeado de personalidades políticas de principios de los años 1980: Ramiro de León Carpio, José Francisco García Bauer, Fernando Díaz Durán, etc.
Actualmente los centristas continúan proponiendo el camino de la inteligencia, de la moderación y de la eficacidad para una transformación tranquila y progresiva de la sociedad guatemalteca.
El centro no es solamente una manera de pensar, es también una estrategia política que busca hacer converger fuerzas de derecha, de izquierda, liberales, conservadores, indigenistas, etc. con el objetivo de llegar al poder y transformar la sociedad por medio de un proyecto político de gestión racional, responsable y transparente del Estado.
A nivel internacional los centristas establecen buenas re- laciones con la mayor parte de países, así como con las grandes instituciones internacionales, favoreciendo la cooperación y el comercio internacional.
Objetividad y eficacidad son dos de las palabras clave del centrismo.
Conclusi N
El espacio político guatemalteco está conformado por tendencias diversas. Una de sus características es que cada una de ellas, paradójicamente, se presenta como sólida y flexible a la vez.
Sólida porque cada una posee una minoría que considera que su cultura y su proyecto político son lo mejor para Guatemala. Se trata de un grupo minoritario y convencido que lucha por sus certezas y por sus intereses contra las otras tendencias.
Líquida porque este grupo minoritario está rodeado de muchas personas que se acercan a esta tendencia por razones diversas: simpatía, atracción por un líder, manipulación, interés, etc. sin necesariamente conocer la cultura ni el proyecto político que se quiere implementar. Estos “simpatizantes” navegan políticamente: pueden estar ahora en una tendencia y mañana en otra, según las circunstancias y sus intereses.
En este sentido, estas pueden ser consideradas desde un punto de vista teórico como tendencias políticas y, desde un punto de vista práctico, como estrategias políticas. Lo cual revela una fragilidad fundamental.
Guatemala constituye ahora un lugar estratégico para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Un país sin una cultura democrática madura y sin instituciones estatales sólidas, facilita a los narcotraficantes desarrollar una doble estrategia política:
En unos lugares, los narcotraficantes compran a responsables políticos para ponerlos al servicio de intereses espurios y mafiosos, a su propio servicio.
En otros lugares, los narcotraficantes se convierten en responsables políticos. Ya no solo apoyan a ciertos partidos políticos sino, además, crean sus propios partidos políticos. Ya no apoyan a candidatos, ellos mismos se presentan como candidatos. Ya no compran a gobernantes, ellos mismos gobiernan.
El sistema político actual guatemalteco en todas sus tendencias y a todos sus niveles: candidatos, partidos políticos, elecciones, responsables políticos, instituciones, gobierno, Estado… está atravesado por esta fuerza transversal constituida por narcotraficantes transnacionales que implementan un sistema de corrupción, así como de impunidad de esta corrupción, tan cínico como eficaz.
Para estas mafias transnacionales y nacionales, las tendencias ya no importan, las ideas ya no cuentan. La política, que es el campo de la legitimidad y de la legalidad ante las fuerzas ilegítimas e ilegales, la convierten en su contrario.
Estamos ante una tragedia política para Guatemala.