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A 5 años de la lucha por la Democracia en Nicaragua: La visión social cristiana de los logros, fallas y perspectivas
from Edición No. 27
by COMPOLITIK
El 19 de abril del 2018 grupos de estudiantes y jóvenes se lanzaron a las calles para protestar por los atropellos sufridos por los ancianos de Managua y León, que reclamaban por reformas a la seguridad social que les afectaban sus condiciones de vida, protestas que no fueron convocadas por ningún grupo político o de otro tipo.
Esto se sumó a las protestas campesinas que se habían venido produciendo desde el 2013 en contra de la construcción del canal interoceánico, y las protestas por la negligencia gubernamental frente a graves incendios de reservas biológicas que provocaron el rechazo del pueblo en lo general, ya cansado de 11 años de corrupción, arbitrariedad y abandono por parte del régimen Ortega-Murillo de las necesidades de un pueblo sumido en la pobreza.
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Como reacción inmediata a la protesta generalizada que dio inicio a una convocatoria pacífica y democrática de miles de personas, el gobierno desató una represión sangrienta en contra de quienes protestaban cívicamente con barricadas, marchas multitudinarias, usando piedras, tiradoras y tubos caseros de morteros; la represión del gobierno se inició mediante el uso de turbas, miembros de la juventud sandinista, policías, paramilitares, francotiradores y posteriormente usando desalmados mercenarios cubanos.
Esos ataques del gobierno causaron más de 380 muertos, centenares de detenidos, miles de heridos, así como muchos desaparecidos y miles de exiliados.
El país se ha venido paralizando debido a la represión generalizada, afectando el ambiente para el desenvolvimiento de la economía, que va en picada y llena de incertidumbre, las actividades empresariales, el empleo y el turismo, así como la gobernabilidad del régimen que, a estas alturas, es incapaz de dirigir el país tanto política- como institucionalmente, fallando en garantizar el ambiente necesario para el normal desarrollo del proceso productivo, las libertades públicas y los servicios públicos a los ciudadanos, aumentando la intervención del estado orteguista que conduce al país a la estatización de la economía, que dada las experiencias conducirá a Nicaragua hacia una miseria similar a la de los años 80s.
Estas protestas generaron una reacción de denuncia tanto al interior del país como en el exterior, que ha llevado al régimen de Daniel Ortega a ser catalogado por los organismos internacionales, no solo de derechos humanos, sino también políticos, al igual que gobiernos democráticos, como violador masivo de los derechos humanos de los nicaragüenses, y autor de crímenes de lesa humanidad.
A cinco años de iniciados estos acontecimientos, es importante analizar la situación nacional e internacional en relación a esta etapa de lucha por la democracia en Nicaragua, y plantearse cuáles han sido los logros y las fallas de esta lucha, y cuáles son las perspectivas.
LOGROS:
1.- Se ha mostrado al mundo la verdadera naturaleza del régimen Ortega-Murillo, que a la fecha se había presentado como socialista, solidario y cristiano, usando para ello el manejo de un bajo perfil mediante un pacto con la gran empresa privada, ciertos grupos de fracciones políticas y el control progresivo de los diferentes poderes institucionales del Estado.
La represión sangrienta desatada mostró las flagrantes violaciones de los derechos humanos del régimen sobre indefensos nicaragüenses.
2.- Se ha llevado al país hacia un profundo nivel de ingobernabilidad, al desarrollarse un amplio rechazo al régi- men y al pretendido liderazgo de la pareja gobernante, siendo obvia la decidida actitud de rechazo de los grandes sectores de la población nicaragüense y de la comunidad internacional, que exigen la necesidad de tomar decisiones más efectivas.
Desde esta perspectiva, es necesario en acortamiento del periodo del actual régimen, obtenido mediante una flagrante elección fraudulenta, programando elecciones auténticas, para evitar que ciudadanos desesperados tomen el camino de la rebelión armada para desplazar a la presente tiranía, lo que permitirá la llegada de un nuevo gobierno legítimamente democrático.
3.- Si bien se había conformado un amplio movimiento cívico que había logrado convertirse en una verdadera protesta pacífica, constituyendo un medio de lucha con la mayor capacidad alcanzada por un movimiento ciudadano en la historia de Nicaragua, pero que ha sido inducido a la pasividad mediante la represión general y ahora en particular en contra de la iglesia católica, único bastión que aún queda y cuya feligresía constituye la única fuerza que puede rebelarse en algún momento, incapaz de seguir soportando tanta violación a sus derechos religiosos.
4) Pero es necesario señalar fallas importantes en las acciones de los grupos políticos que buscan el desplazamiento del actual régimen: La formación y funcionamiento de la Alianza Cívica, que, superando fallas, debilidades y contratiempos, logró mantenerse independiente, obli- gando al gobierno a sentarse a la mesa del diálogo, aceptar ciertos acuerdos, los cuales se negó posteriormente a cumplir.
5) La formación y fracaso de la Unidad Nacional Azul y Blanco, UNAB, que trataba de funcionar como núcleo de organización y orientación de la lucha cívica pero que falló al admitir a grupos ligados al gobierno que no eran auténticos opositores. Posteriormente se daría el fracaso de también llamada Coalición Nacional.
6) La aparición y desarrollo de un interesante movimiento que ha venido integrando a numerosas personalidades y ciertos grupos y partidos políticos de limpia trayectoria que se han mantenido activos buscando mejores niveles de coordinación a nivel nacional y en el exterior.
7) Es importante señalar el papel activo y combativo de los organismos nacionales de defensa de los derechos humanos, que han sido tan eficientes que han provocado las represalias del régimen obligando a varios de sus dirigentes a salir al exilio. El trabajo de estos organismos de derechos humanos nacionales ha sido la base para que organismos internacionales, como la CIDH con sus organismos MESENI y GIEI, Américas Watch, la ONU y otros, hayan logrado un nivel de información y denuncia internacional extraordinario. También han contribuido considerablemente las informaciones de la ciudadanía nicaragüense mediante el uso de fotos, vídeos, el internet y las redes sociales.
8) Las dimensiones alcan- zadas por el movimiento de salida al exilio debido a la represión, produciendo más de 180,000 refugiados, radicados mayormente en Costa Rica, que son fuerza viva en esta lucha por la democracia.
9) El papel de la empresa privada y su organismo principal el COSEP, que se había venido retirando de la influencia del régimen y se había mantenido como parte de la Alianza Cívica, reconociendo además el sacrificio y el aporte de la lucha de los autoconvocados, pero que ha sido víctima de las represalias del régimen al cancelarle sus personerías jurídicas pretendiendo terminar de convertir al sector privado independiente en empleados estatales, repitiendo así la misma historia de los años 80s cuyo producto final será la debacle de la economía nacional.
10) El ya mencionado papel de los organismos internacionales de derechos humanos: CIDH, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el organismo del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, etc.
11) El papel del organismo continental, la Organización de Estados Americanos (OEA), que ha pasado a una posición de claro compromiso con la lucha por la democracia en Nicaragua; se ha logrado generar toda una actitud de rechazo contra del régimen, y por primera vez se ha logrado quitarle apoyo externo y aislarlo, aunque se ha fallado en aplicarle totalmente la Carta Democrática al declarar el gobierno orteguista que se retira de la OEA.
12) Igualmente hay que señalando el papel de los organis- mos del continente europeo: La Unión Europea, UE, el Parlamento Europeo, y gobiernos europeos en su nivel particular.
13) El papel de los países de la región: el Grupo de Lima, los presidentes de Centroamérica, la política firme de los Estados Unidos, del Canadá y las democracias sudamericanas, y aún la actitud de reserva respecto al régimen orteguista por parte de los nuevos gobiernos de países latinoamericanos de obvia orientación izquierdista.
14) Y finalmente hay que señalar el formidable apoyo de la diáspora histórica nicaragüense, que, hasta antes de abril del 2018, apenas lograba ser movilizada en protestas en contra del régimen orteguista; a partir de esa fecha, se dio un salto cualitativo extraordinario en toda la diáspora a nivel mundial que han realizado y lo siguen haciendo, un movimiento de apoyo a la lucha por la democracia en Nicaragua.
FALLAS:
También es importante mencionar algunas fallas, vacíos o falencias involuntarias que se han dado en esta lucha, como:
1) La dificultad en lograr la coordinación y la creación de un liderazgo efectivo, lo cual mantiene un cierto riesgo de anarquía.
2) La ausencia de las protestas ante la sangrienta represión del régimen orteguista, y buscando el resguardo de la seguridad y la vida de los ciudadanos.
3) La continuación de la lentitud en la actuación de la OEA, la UE y otros organismos internacionales, en parte por sus procesos administrativos y en parte por el carácter diplomático de sus gestiones.
5) Lentitud en la actuación de los países estratégicos como Estados Unidos, y la aprobación y aplicación de leyes punitivas a los corruptos y violadores de derechos humanos, Nica Act, Ley Magnitsky, etc.
6) Insuficiencia de la lucha cívica para acelerar la derrota del régimen, especialmente por falta de una mejor planificación y organización. Es notoria la falta de planificación y dirección existente en la lucha cívica que, debido a la represión del régimen, ha bajado en su intensidad.
PERSPECTIVAS:
Las perspectivas de la lucha en Nicaragua están entrelazadas con: a) la presencia rusa y china en Nicaragua. Los nicaragüenses debemos alertar sobre la penetración de estos dos países imperialistas en Nicaragua y por ende en Centroamerica. b) el perfil del régimen orteguista que continúa siendo de sangriento represor, y que debe obligarnos a buscar vías efectivas de lucha. c) el aumento de la presión internacional y sus sanciones, sobre los cuales los nicaragüenses debemos trabajar para motivar más a los países del mundo a aumentar su presión efectiva sobre el régimen orteguista. d) los resultados del diálogo interno de la oposición que se ha visto impulsado por el avance de un movimiento de ciudadanos en el exterior. Debemos promover más la búsqueda de una convergencia democrática que puede ser iniciada con la elaboración de un programa mínimo de coincidencias y que puede ser el punto de partida de acercamiento entre los diversos grupos. e) una verdadera planificación de la lucha que tome en cuenta a todas las fuerzas y factores señalados anteriormente. Si las protestas del 19 de abril nos enseñaron la disposición del pueblo a reclamar democracia, esta lucha debe ser hecha con una mejor planificación y organización. f) El régimen orteguista continúa siendo un régimen sangriento y represivo a como lo ha demostrado con la represión realizada en las marchas de conmemoración del primer año de lucha, y la prohibición de los eventos públicos de Semana Santa, que lo continúa presentando en el ámbito internacional como un régimen que no tiene ni presente ni futuro para los nicaragüenses. En este sentido no hay vuelta de hoja, y la única pregunta es: ¿cuándo? Los organismos nacionales e internacionales deben seguir insistiendo en el adelanto de las elecciones acompañadas por un resurgir de las movilizaciones cívicas para obligar al gobierno a abrirse en favor de la democracia para el país. g) La presión y sanciones de la comunidad internacional deben aumentar para obligar al régimen Ortega-Murillo a una apertura democrática que traiga la paz y la estabilidad a Nicaragua. Parte del trabajo nuestro debe ser seguir insistiendo ante estas organizaciones para que tomen medidas más efectivas para lograr una salida democrática en Nicaragua. h) El diálogo nacional debe desembocar a la brevedad posible en resultados positivos para la democratización de Nicaragua, actuándose con alto sentido de presión y responsabilidad para lograr acuerdos sustanciales, y darle un plazo al gobierno antes de dar por agotado este instrumento de búsqueda de una solución política y pacífica de la crisis. En el contexto del diálogo es vital la elaboración de un programa mínimo de gobierno que sirva de discusión para lograr una unidad de acción.
Este programa mínimo debe incluir el anuncio de elecciones libres adelantadas, previo reformas profundas y cambio de autoridades electorales, fijando una fecha concreta para dicho proceso que podría ser entre noviembre 2023 y octubre del 2024, a más tardar.
Seguimos insistiendo que todo lo anterior depende de lograr una verdadera planificación con metas a corto, mediano y largo plazo. Papel importante debe ser el generar un grupo de dirigentes pluralista y democrático que obtenga confiabilidad y también responda positivamente a la pregunta.
¿y después de Ortega, qué? El pueblo de Nicaragua ansía una democracia representativa y participativa, pero aún no se perfila con claridad el proyecto democrático concreto. En este sentido juega un papel importante el desarrollo de una convergencia democrática muy ponderada y que muestre capacidad de análisis, de conducción y de impulso programático para la democracia, que ya los socialcristianos veníamos mencionando.
Los socialcristianos, como parte y expresión de los nicaragüenses democráticos, continuaremos luchando cívicamente al lado del pueblo de Nicaragua, y sus aspiraciones de paz, libertad, justicia y democracia para nuestra sufrida Patria.
Managua, Nicaragua 19 de abril de 2023