Antología
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Grupo Voces del Viento Tercer Encuentro Internacional de Escritores «La Luna con Gatillo» Monte Hermoso/ Argentina/ 2020
Encuentro Internacional de Escritores «La Luna con Gatillo» Monte Hermoso/ 2020
Grupo Voces del Viento
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Comisión organizadora Tercer Encuentro Internacional de Escritores La Luna con Gatillo Monte Hermoso, Buenos Aires, Argentina 2020
Los ‘60/ pág 13 Palestina/ pág 36 India/ pág 58 Brasil/ pág 63 Chile/ pág 65 Colombia/ pág 82 Ecuador/ pág 92 El Salvador/ pág 95 España/ pág 97 Italia/ pág 101 México/ pág 103 Perú/ pág 106 Uruguay/ pág 118 Argentina/ pág 124
Leonardo Gastón Herrmann Natacha Mell Norma Domancich Milagros Sefair Carmen Barrionuevo Sergio Soler Irene Marks Oscar Ruíz de Huidobro Osvaldo Mario Costiglia Deme Pelozo Rubén Parra David Busto José Onias Cuéllar Calderón Maribel Lacave Josefina Kackielo Germánico Druso Elena Eyheremendy Rubén Sacchi Clelia Volonteri Roberto Romeo Divita Mario Eriksen Noemí Correa Viviana Rodríguez Graciela Romero Marisa Larsen Orlando Palomo Roberto Goijman MIEMBROS HONORARIOS: Ricardo Rubio Rubén Derlis José Antonio Cedrón Adolfo González Tuñón Darcy Tortonese Marcos Silber
Armado y selección literaria: Roberto Goijman Compilación y corrección: Norma Domancich Asesoramiento y coordinación: Leonardo Herrmann/ Natacha Mell Traducción, inglés al español: Irene Marks Murales: Movimiento Kultural Diagramación y diseño: Ediciones Patagonia Foto de tapa: Revista Barrilete /12 - año 1966 Parte I. Poemas extraídos de los libros: País de vientre abierto (Ed. Patagonia/ 2005); Legado de poetas (Ed. Patagonia/ 2007); Los Subverdes (Ed. Patagonia/ 2007); 2010, la otra historia (Ed. Patagonia/ 2010)
Grupo Voces del Viento / antología
1ª ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: 2020. / 262p. ; 22x15 cm. 1. Poesía. I. Título CDD A861
© 2020 by grupo voces del viento Ciudad Autónoma de Buenos Aires Impreso en la Argentina Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 Todos los derechos reservados
Encontrarnos es la primera forma de celebrar la vida y vencer la muerte La presente antología es el fruto del trabajo colectivo del grupo Voces del Viento, del que orgullosamente formamos parte junto a escritores de varios países. Roberto Goijman asumió la tarea del armado y selección de la edición. Norma Domancich la de compilación y corrección de la misma. Irene Marks realizó las traducciones al español. Las ilustraciones pertenecen al Movimiento Kultural. Nuestro arduo quehacer cotidiano como grupo iba a plasmarse en el Tercer Encuentro Internacional de Escritores «La Luna con Gatillo» que se realizaría en Monte Hermoso, Buenos Aires, Argentina, del 9 al 12 de abril de 2020. Allí se reunirían con sus letras y sus fuegos doscientos cincuenta artistas de más de veinte países. El imperio de la muerte y sus intrincadas circunstancias que se alimentan de la paranoia y el terror de las masas del mundo, esta vez en la forma del coronavirus, nos obligó a postergarlo. Lo suspendimos no sólo por disposiciones oficiales sino por la conciencia social de cuidarnos y cuidar a los demás frente a una pandemia viral en ciernes. Podríamos habernos quedado en las postrimerías de la desazón lamentándolo, pero no lo hicimos. Por convicción propia y por el ejemplo que nos brindan hermanos de las letras de otras latitudes que escriben a pesar de las bombas en una tierra arrasada, a pesar de la pobreza y de la injusticia social en todas sus formas. Seguimos y seguiremos construyendo como siempre. Pensamos que lo logrado es muy importante y que por ello el Encuentro puede ir germinando en actividades que nos mantengan juntos 6
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compartiendo de formas no presenciales, pero que nos permitan participar e intercambiar ideas.
A ese Encuentro que no pudo ser a todos los compañeros escritores
En esta antología leerán escritos de cada uno de los inscriptos al Encuentro. Con sus características, con sus esperanzas, con sus amores, con sus rebeldías, con esa impostergable pasión de los sobrevivientes. En este enorme trabajo de organización hemos conocido a todos y cada uno de los inscriptos y sabemos que más allá de las circunstancias temporales nos encontraremos nuevamente en los bordes de la Luna para fusilar suavemente la inequidad del mundo. De ahí que nos encontraremos con el poema de Raúl González Tuñón y otros de la Generación poética del ´60. Por todo esto la presente antología no es sólo un trabajo literario, es también un manifiesto de aquellos que desde nuestras rutinas cotidianas salimos de las trincheras y de las barricadas levantando las banderas de la vida. Natacha Mell / Leonardo Herrmann, Grupo Voces del Viento.
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eso es posible.
RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN (1905/ 1974)
La luna con gatillo
¿Comprendéis por qué el poeta y el soldado pueden ser una misma cosa?
Es preciso que nos entendamos. Yo hablo de algo seguro y de algo posible. Seguro es que todos coman y vivan dignamente y es posible saber algún día muchas cosas que hoy ignoramos. Entonces, es necesario que esto cambie.
He marchado detrás de los obreros lúcidos y no me arrepiento. Ellos saben lo que quieren y yo quiero lo que ellos quieren: la libertad, bien entendida. El poeta es siempre poeta pero es bueno que al fin comprenda de una manera alegre y terrible cuánto mejor sería para todos que esto cambiara.
El carpintero ha hecho esta mesa verdaderamente perfecta donde se inclina la niña dorada y el celeste padre rezonga. Un ebanista, un albañil, un herrero, un zapatero, también saben lo suyo.
Yo los seguí y ellos me siguieron. ¡Ahí está la cosa!
El minero baja a la mina, al fondo de la estrella muerta. El campesino siembra y siega la estrella ya resucitada. Todo sería maravilloso si cada cual viviera dignamente.
Cuando haya que lanzar la pólvora el hombre lanzará la pólvora. Cuando haya que lanzar el libro el hombre lanzará el libro. De la unión de la pólvora y el libro puede brotar la rosa más pura.
Un poema no es una mesa, ni un pan, ni un muro, ni una silla, ni una bota.
Digo al pequeño cura y al ateo de rebotica y al ensayista, al neutral, al solemne y al frívolo, al notario y a la corista, al buen enterrador, al silencioso vecino del tercero, a mi amiga que toca el acordeón: –Mirad la mosca aplastada bajo la campana de vidrio.
Con una mesa, con un pan, con un muro, con una silla, con una bota, no se puede cambiar el mundo. Con una carabina, con un libro, 9
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me amenazan la cárcel y el hambre. ¡No me dejaré sobornar!
No quiero ser la mosca aplastada. Tampoco tengo nada que ver con el mono. No quiero ser abeja. No quiero ser únicamente cigarra. Tampoco tengo nada que ver con el mono. Yo soy un hombre o quiero ser un verdadero hombre y no quiero ser, jamás, una mosca aplastada bajo la campana de vidrio.
No. No se puede ser libre enteramente ni estrictamente digno ahora cuando el chacal está a la puerta esperando que nuestra carne caiga, podrida. Subiré al cielo, le pondré gatillo a la luna y desde arriba fusilaré al mundo, suavemente, para que esto cambie de una vez.
Ni colmena, ni hormiguero, no comparéis a los hombres nada más que con los hombres. Dadle al hombre todo lo que necesite. Las pesas para pesar, las medidas para medir, el pan ganado altivamente, la flor del aire, el dolor auténtico, la alegría sin una mancha. Tengo derecho al vino, al aceite, al Museo, a la Enciclopedia Británica, a un lugar en el ómnibus, a un parque abandonado, a un muelle, a una azucena, a salir, a quedarme, a bailar sobre la piel del Último Hombre Antiguo, con mi esqueleto nuevo, cubierto con piel nueva de hombre flamante. No puedo cruzarme de brazos e interrogar ahora al vacío. Me rodean la indignidad y el desprecio; 11
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se sienta a la mesa y escribe «con este poema no tomarás el poder» dice «con estos versos no harás la Revolución» dice «ni con miles de versos harás la Revolución» dice y más: esos versos no han de servirle para que peones maestros hacheros vivan mejor coman mejor o él mismo coma viva mejor ni para enamorar a una le servirán
JUAN GELMAN (1930/2014)
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no ganará plata con ellos no entrará al cine gratis con ellos no le darán ropa por ellos no conseguirá tabaco o vino por ellos ni papagayos ni bufandas ni barcos ni toros ni paraguas conseguirá por ellos si por ellos fuera la lluvia lo mojará no alcanzará perdón o gracia por ellos «con este poema no tomarás el poder» dice «con estos versos no harás la Revolución» dice «ni con miles de versos harás la Revolución» dice se sienta a la mesa y escribe
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(1913 – desaparecido en 1976)
qué es este incendio esta vuelta y vuelta de ojos tristísimos para médula y muerte que tengo para sabor mío. Qué es sino el velorio de lo que se me muere y el bautismo de lo que se me nace. Señor cuerpo te visto y te calzo y te caso con mis ojos aunque en esto se me vaya la vida.
DARDO DORRONZORO
(1933 - desaparecido en 1976)
MIGUEL ÁNGEL BUSTOS
Si fuera posible salir del hueso y del alma y hablar de otras cosas. Cosas que no golpeen vuelen vengan a dormir nada más. Pero
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Vamos a ver, mejor dicho tendríamos que ver, mejor dicho ya hemos visto mucho de lo que hay que ver, hemos visto mucho pero no hemos tocado, mejor dicho nos han tocado, nos han apaleado, nos han enjaulado, y hemos tenido poco, mejor dicho no hemos tenido nada, mejor dicho hemos tenido hambre, a veces, dolor en los huesos, dolor en las uñas, dolor en las tripas, dolor en los hijos, dolor en la sangre, nunca hemos tenido otra cosa, mejor dicho nos han tenido, mejor dicho nos han dado vuelta del revés y del derecho, mejor dicho nos tienen, mejor dicho nos beben y nos respiran, mejor dicho nos empaquetan, mejor dicho nos empaquetan y nos despachan, mejor dicho nos entierran sin muchos honores, mejor dicho nos tiran en un pozo cualquiera, pero vamos a ver, mejor dicho tendríamos que ver, mejor dicho tendríamos que hacer algo, mejor dicho no solamente tocar la guitarra, mejor dicho no solamente decir que somos bravos, mejor dicho tendríamos que agarrar el mundo por las cuatro puntas, mejor dicho agarrar el mundo y darlo vuelta para que caiga todo lo que no sirve, mejor dicho para que caiga toda la basura.
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Canto a la esperanza
Aquel tapado de armiño, esta situación que vivimos, mi amiga, estos recuerdos que siempre tendremos y esta vida que juntos vamos haciendo.
andaba yo desnudo de mí perdido en la lluvia del olvido de barco navegando por las plazas dormido el pecho su gorrión descalzo y tuve que llevarte a la palabra ponerte en posición de vuelo a veces de bufanda rueda azul andaba te seguía mi muerte con su forma de guitarra
Ese tapado de lo que fue, nos hará siempre felices, viejos golpeados; y tendremos tiempo para el ocio, o para la melancolía y nunca llegaremos a aburrirnos. Esta noche espero contento y hacerlo es como ganar la revolución; estaba escrito que tu llegada sería como una caricia después de la pelea, la alfombra de la victoria, el puño que consume la derrota. Pronto será la hora de las brujas y de los secretos y después veremos la luz y escucharemos juntos ese disco del tapado; y comerás con apetito, con juventud y seguramente haremos el amor, y estarás conmigo y no tendrás miedo a nada.
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(1939 – desaparecido en 1977)
Algún día, y digo por decirlo, tendremos ese tapado de armiño; será un tiempo más justo, forrado en lamé, como el tapado del tango. Un tiempo sin olvido.
ROBERTO SANTORO
(1930 – muerto en un enfrentamiento armado en 1976)
PACO URONDO
Abrigo
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y tuve que ponerla en la memoria como se pone un hijo con esa rabia dulce mitad de mí agua del aire andaba así de loco en el olvido de furia que quiere reventar por el costado y un día de tanto nombrarla la encontré se la llevé a mi madre la puse en el saludo la compartí como un pan con mis amigos la arrastré hasta el remolino del amor allí donde los ríos tienen un mismo nombre para que entendiera de una vez por todas que era nuestra para que nunca se olvidara de este país enorme de esta ciudad su ternura abandonada en los portales La luna...
le dije algunos versos le puse el corazón como una hoguera me la bebí de cabo a rabo le enrosqué la cola en mi solapa me di el gusto de agarrarla de la mano y hoy la traigo aquí pero si un día se llega a volar porque fallamos si se escapa esta rabia que llamamos esperanza si un día se va yo crucifico al amor y después de enterrar a mis hermanos me voy con el tranvía de la muerte a clausurar mi corazón en una plaza
¿Y si sí? ¿Y si entre tanto Lenin, coyuntura, y organismo de base, y compañero;
HUMBERTO COSTANTINI (1924/ 1987)
si entre tanta vigilia y Antidühring, entre tanto plenario y cigarrillo, se nos está infiltrando la ternura como un disimulado agente de la CIA? ¿Y si apoyo la moción quiere decir sos linda? ¿Y si yo estoy de acuerdo en el planteo quiere decir qué bárbaros tus ojos? ¿Y si me adhiero quiere decir sencillamente que me adhiero? Ojo compañerita, vigilancia, que el enemigo acecha. Analicemos el asunto a nivel de autocrítica. Pero un poco más cerca. Mirándonos los ojos interminablemente, si es posible.
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La militancia – IV
me ahogan, matria, tus olas de sangre, ya no tengo manos para remar tus duelos, pintora de horruras tus pálidas venas escurren al borde de esta olla de espantos que fuera nuestro corazón y tus uñas puntean la espuma de ayes y preces, guitarra, guitarra mía quién oye tu canción, qué cielos mueven tu pulmón si ahorcaron tus cuerdas nudos ciegos al lunaire de tu voz, rueda tu luz en las ruletas carnívoras del imperio sumo, se la jugaron tus verdugos una noche de lesa traición y cacerías, la noche enramerada de tu asesinación, matria mía azul, tan violadita ella, mía deshijada con el cuchillo en el útero, mi azul de niños que ululan inhallables, mi matria tus cabellos son potras de locura tremolando la pampa en busca de sus hálitos, tus bordonas calcinadas retuercen sus dedos cachorros abrazados a tu milonga como a un sueño perdido, tañen tu canción de cuna refundida en réquiem, guitarra, guitarra mía, calla si ella te besa con labios desollados de su cría y su lechura raptada por un viento de metrallas y negror, guitarra, guitarra mía, diles que anoto esa música con un lápiz de fiebre en tu alvéolo más íntimo, cuando se eleva tu canto me sube un pueblor por lo más hondo de este cuello hijo tuyo, penacho sangral del árbol de tu carne, yo que amé tu madreselva encinta y tu tangura alzo tus amares, tus lloveres, tus morires para reunir los trozos esparcidos de tu vientre y me pongo a cantar con ala tráquea cegada en tus arenas
Época de vasallaje. Época de naufragios. El crimen llama a las puertas asesina las hortencias las últimas gallinas quieren hacer hoguera con la inteligencia convertir en cenizas el asombro. Pero hay que saber de navegación. Saber de barcos de velas de arboladuras y la constelación que nos lleve a puerto seguro. Porque hay un momento preciso para transformar en fusiles /las palabras para sembrar la esperanza donde crecía el llanto. Ya que es alegría la esperanza. Sembrarla cosecharla. Y es alegría secarse las lágrimas con el dorso de las manos.
GLAUCE BALDOVIN (1928/ 1995)
JULIO HUASI (1935/ 1988)
Tu milongura azul
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(esas palabras habrán de subvertirte para siempre la memoria). Es fácil ahondar en ciudades imaginarias como un bello cuento de cienciaficción, el poeta, ese hermoso inservible puede hablar de mil maneras pero yo no diré genialidades a la sombra de los grandes tormentos bajo tantos ojos caídos y tanto pecho amado en manos de los grandes verdugos. Sobre cantáridas verdes y piedras locas tu rostro atormentado me mira con piedad, esta hermosa inservible quiere hablarte, Hugo Blanco, aquí el poeta sólo puede contar historias a su manera, voy a contar historias a pedido de mi corazón, a encargo como tú dices, a encargo de los que amaré en algún amanecer y habrán de habitarme para siempre.
STELLA CALLONI (1935)
Carta a Hugo Blanco Aquí una poeta libre de los colonizadores de conciencia libre de la viejas ataduras aquí una poeta desconocida debajo de alambradas de púas resistiendo dando su cara al frente sin sonrisas ni inclinaciones sola como un cuchillo debajo de un gran páramo, ha decidido hablarte Hugo Blanco he decidido hablarte compañero parte de mis ojeras desde aquellos días de la Convención y Lares donde aprendiste la dulzura de la lengua aymará. No puedo ir con mi muerte bajo el brazo a ver a César Vallejo como tú lo pides. Estoy terriblemente viva, amorada por tantos amores sueltos aullando por las calles, debajo de una colina negra en el imperio del smog. No llevo puesta una camisa de once varas mi camisa palpita como una cosa ajena a mi piel, mi camisa sabe todas las muertes y las resurrecciones de mi corazón. Ya verás, uso sólo el lenguaje cotidiano de los hombres, no soy un poeta surrealista ni siquiera un poeta genial, no es fácil escribir palabras como revolución o muerte o camarada
Mi realidad es América viernes por la tarde, varios focos de combate, dieciséis compañeros fusilados en Trelew bajo la niebla del sur. Qué hace entonces el poeta?, puede cantar? inventar frases geniales? Estar en el café concert de moda? De qué puede hablar el poeta en América, Hoy, viernes por la tarde? De su entretejo polvo de acáridos? o de su majadería poética, aplaudida en París, lejos de estos pies malolientes y estas manos 23
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cortadas? La poesía social es demodé, dirán algunos, la revolución sólo una mueca gastada, dirán otros.
Esos dos que van conmigo
Esos eunucos de la poesía, ¿qué van a hacer sentados en sus vistosas letrinas cuando llegue la hora del huracán y ardan esas pobres maderas que aprendieron a labrar con sus débiles sombras? Ya ves, Yo no haré poemas para el futuro, la Real Academia puede ignorarme, pero qué importa, cuando camino con mi forma loca y mi pelo opaco y mi mano ruda. Camino con los que me entienden aún antes del amanecer y duermen sobre la impiedad de mis versos. (1969)
RUBÉN DERLIS (1938)
El niño que permanece a mi lado se prodiga en morisquetas al pasar frente a cualquier vidriera, con sus manos sucias me hace cuernos, o a diez dedos imprime su impiedad en los pulcros espejos de brillantes ascensores, me invita a burlarme de atildados ejecutivos descartables, debo apartar con rapidez de autómata la traicionera cáscara que arroja al paso del apurado que no falta; incorregible, siempre me pone en estos trances. Lo mismo ocurre con el adolescente de mi otro costado: lo reconvengo para que no hable a gritos ni intente contar cuentos en velorios a los parientes más cercanos, o se empeñe en seducir a la prima solterona de la novia en casamientos donde apenas si fuimos invitados; le detengo la mano a punto de escribir el nombre de su amada en un árido pizarrón de secundario; me sobresaltan su nihilista aerosol de grafitis subversivos, su culto a lo bizarro, la Fender desbocada a todo trapo; cuántas veces debí borrar de afiches de embusteros políticos pulcramente falsarios, barba y bigotes grotescamente dibujados. Así desde siempre son estos dos impredecibles que cagándose de risa van conmigo a todos lados. Dicen que para crecer hay que matarlos, no es de adultos soportar sus imprudencias. Mas no le presto oídos a consejos de mal aconsejados, descreo de palabras cuadradas, 25
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de gente de rostro bilioso de color amargo, me cansé de severos para nada, de ordenados según quién se los mande: gerente, comisario, insoportable esposa, o un, dos, tres, de frente: ¡marchen!; de misa los domingos y lunes de lascivas miradas.
Vulgata Murguera Hacer el odio -Con verso per-versoCantata Cianura para coro; relator Rufián y Mezo Buscona solista.
MARCOS SILBER (1934)
Los que asesinaron a su niño intempestivo, crucificaron a su adolescente luego de traicionarlos, van con su agriada adultez, la corbata fósil sobre la falsa importancia acartonada, y su cópula fláccida, quincenal, mejor nada, boludamente insípidos haciendo agua en su destino de chatarra. No digo que sobrevivir sea una jauja ni que por sonreír el poderoso abra sus arcas, no se trata de eso, sino de saber qué alegría naufraga cuando se decapitan sueños o las postergaciones los aplastan. Los homicidas de sí mismos no se interrogan nunca sobre lo vital traspapelado; la autocrítica siempre será zona vedada. ¿Cómo asumir entonces el autocrimen perpetrado? Para arrastrarse hasta el final del túnel sólo con mentirse les alcanza. Cuando lo único que se posee es su enfermedad, cada enfermo la cuida como un bien de salud. Pero se paga.
Hay sequía loco. Va para largo que no cae una gota de merca, el Monje está guardado y no alcanza el fervor maternal de la Rusa María, la braguetera del callejón no alcanza ni alcanza el fueguito que Juan Mechita sostiene como llama votiva. Entonces nos juntamos – vea – a gritar / cantar entre todos: decimos queremos hacer el odio no el amor y decimos con los derechos de la mishiadura y decimos el que no canta / grita que se borre y decimos el que se borra es hijo de la yuta. Hay sequía loco. Va para mucho que no cae una gota de merca, aunque el Nene Manguera anuncia: hoy vienen, Viene el alemán barbudo, se llama Carlos y la tiene clara, te la dice posta como te tragan los de arriba, chamúya fino pero se entiende. Y también viene Vladimiro, el bocha que no deja de chillar “todo el poder a la doce”. Y anuncia Manguera: algo traen, son de peligro dice la taquería; deben traer de la buena. Sería grande que no tarden. Aquí hay bronca y soledad frío y oscuridad hay aquí. Se supo, fue el cuervo Marito quien se volteó a la sorda del kiosco. y Manguera dice que Vladimiro dice que Carlos dice: “los de abajo no deberían lastimarse entre sí”. Hay sequía loco. Va para demasiado que no cae una gota de merca. Entonces nos juntamos – vea – para gritar / cantar “queremos hacer el odio no el amor” y decimos:
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con los derechos de la mishiadura y decimos: asi que vengan los pesados del verso los grandotes de la palabra que vengan. Que venga el Portugués Fernando con sus múltiples sombras, que venga el Ciego Mayor Señor de los Laberintos, aquí lo espera el arca con las cenizas de Alejandría. Que venga el cabrón Perse con sus “poemas hechos de nada” y el Tano Salvatore que venga, el Quasimodo porque “anochece y estamos solos sobre el corazón de la tierra”. Y que venga Federico, el espléndido marica, en esta calle de los cuchillitos estaremos a las cinco en punto de la tarde. Que venga el Capitán de Chile con sus mineros que venga con sus versos más tristes y el azul de metileno. Y el Cholo César que venga, que se traiga su jueves, el puto jueves, la puta muerte, el aguacero.
Hay sequía loco. Va para olvido y no cae una gota de merca. No queda otra entonces que juntarnos a cantar / gritar “queremos hacer el odio no el amor” y decimos: pesa el bajón, loco, pesa. Va para todo el reloj. y no da para más la sequía. No. Así que vengan los pesados del verso los grandotes de la palabra que vengan. que vengan a levantarla aquí aquí donde vamos a regarla con alcoholes de zozobra y blancas de soledad vamos a regarla; con los gritos nuestros los cantos de nosotros disparados desde las tripas nuestras de nosotros; que vengan los pesados los grandotes que vengan los papás de la espléndida palabra que vengan hasta / para el corazón la cabeza de nuestro fugitivo chiflado mísero día. De cada día. Aquí.
Hay sequía loco. Va para eternidad que no cae una gota de merca. Que pasa, se murieron los dilers, todos se murieron? que dice la gilada, la tele que dice? dice de nosotros, algo dice; porque no vienen? Arrugan, tienen miedo, no quieren que mostremos la jeta? Malos somos, somos feos? Monstruos, eso somos, forajidos y oscuros y perdedores y reos somos, eso . Que pasa hoy, no servimos, no vendemos? No hicimos ningún barullo grande No nos fumamos todo no tapamos el cielo? No somos noticia hoy. Ningún chico se regaló para fiambre? Vengan turros y díganle a la gilada que aquí es siempre noche, sólo noche, y que te devora las tripas una víbora de fuego, y que el silencio, esa rata de la oscuridad se pone arriba del día, y digan que te pudre, mata, revienta. Vengan turros y vean la tiniebla, que vive aquí, que no se corre, que se queda.
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Prosa del Fagot
VICENTE ZITO LEMA (1939)
Para Regine, de Holanda
Si me hubieran llamado Walter, como quería mi madre, en sus dulces ilusiones de radioteatro, o Lucas, que es el nombre que soñé para ese hijo varón, que nunca tuve, y que debía lanzar la pelota hasta el sol y otras estrellas, más allá del tiempo, entre las hierbas húmedas del Edén, ahora tocaría el fagot, en alguna pequeña orquesta de provincia, en el sur argentino, bajo su bóveda de raso que nunca se arruga, cuando los vientos más fuertes de la tierra, resucitan a los ángeles, perdidos entre las araucarias; pero me bautizaron Vicente, por esos hombres de mirada severa, que descubrí en gastadas fotos amarillas, y por mi padre, que me dejó su corazón aventurero, la lágrima pronta y una locura mansa, que viene de familia, igual que los lunares en la espalda y la sospecha ante quien va o viene de uniforme; así que tuve, como mi tío Orestes, una vida reservada a la poesía, los grandes viajes y los peores naufragios; por eso esta noche no toco a Mozart, junto a los fantasmas con dientes de plata, del lago Aluminé, ni tampoco un tango de Piazzola entre las luces, como bocas que se apagan, mirando el cauce de polvo, donde alguna vez estuvo el río Atuel, y refrescaron sus potros los mapuches, tras el sol y tras la luna perseguidos, siempre perseguidos, sin tiempo para las danzas; esta noche con pureza de noche, con hilos de eternidad, mientras se encarna otoño en el silencio de mi pieza, sobre el sigilo de los gatos sin maldad, llevado de la mano por la música oscura de mi alma, siento que me arrastra un remolino,
coronado con algas negras, y me aferro a una soga, que me deja una llaga de señal, y cruzo otra vez los puentes, palpo la tierra que espera la flor del tulipán, debajo del horizonte y de las aguas, y me abro paso en la claridad pobre de las velas de los bares amarronados del Jordaan, donde mejor suena el acordeón y mayor fue la resistencia, cuando la segunda guerra, la madre del espanto, hasta que el invasor de la cruz gamada amenazó con volar los diques (o sea: una marea de odio que arrima la sequedad de la muerte, sin misterio), según cuentan los obreros jubilados, que vuelven rojos sus iris celestes, y bajan con pesada armonía sus cervezas, en tanto llega el alba, que huele a pescado frito en la feria de Lindengracht; y yo aquí, sostenido a duras penas entre las nubes y los desgarros, escribo, recuerdo y sueño, más que sueños, delirios sobre el murmullo dorado de las hojas, y me entrego a la antigua fantasía que me ampara, igual que la Virgen de la Pietà, con los ojos muy cerrados, igual que un niño, que escucha un cuento, en espera de que pare la lluvia, triste como todas las lluvias que vi caer, sobre el desierto de la memoria; hay un silencio sin prisa que deja oír, la respiración de la muchacha que duerme cerca de mí, ligera, sostenida y dulce, como la leche, que pronto soltarán sus pechos, para la niña que ya se anuncia y araña los cristales púrpuras, del cielo de la vida; la noche en el destierro es un barco que ha encallado, algo dice en duermevela la muchacha que ahora suspira y se mueve como la ola de una bahía; me ahoga, su belleza,
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es un diamante entre mis manos rústicas, su belleza; ella vino de Leiden, con una gota de lluvia en la nariz, ella entra y sale de la casa con su bicicleta, ella está en mi vida, y se va de mi vida, y abre las puertas de la mañana, con una llave que arroja al fuego, y sube al aire, y calma mi corazón, que late a los tumbos, que teme la vigilia, y me deja beber el perfume de su cuerpo, igual que un jazmín de fiesta, para que haya luz, donde hubo pesadilla;
que jamás esgrimió su guadaña, y el destierro -y la vuelta sin gloria, envejecidosapenas la excusa para escribir de países lejanos, de combates que se perdieron con más penas que olvidos, y del cuerpo de la muchacha que uno abrazaba, sin entender el murmullo de sus labios.
ya no llueve, corro el velo que me separa de los dioses -los viejos dioses de la infancia-, y pienso una vez más en el fagot de mi otro destino, que pude tocar junto a un lago, de pura quietud para las músicas, pero en mi pasaporte azul, ajado en hoteles sin ascensor y duras policías de frontera, mi nombre es Vicente, nacido en Buenos Aires y domicilio precario en Amsterdam, por gracia de la reina de Holanda; así que dejo el fagot, y salto a mi navío, que va por la mar, hacia la orilla siempre fugaz de los deseos, y trepo a mi estrella, la más pequeña de la bóveda celeste, sobre las Tres Marías, y soy un pez, entre las redes de la bajura, ciego, y soy un animal de nubes, arrastrado por la tormenta, -la tormenta viva de mi corazón-, y bebo en el alcohol del pasado (es un áspero Beerenburger de sesenta y siete hierbas), y sueño que esta noche rodean mi mesa , en la Calle del Árbol, en la ciudad del naufragio, en la soledad de un hombre que conoce el adiós, todos mis amigos; ellos mis bellos perdidos, que sonríen como nunca, y se embriagan, junto a mí, y hablan de sus amores eternos y de la revolución que todavía los espera, junto a mí, y llevan a su boca la fruta del paraíso perdido, junto a mí, como si la muerte fuera una viejita de pelo blanco, 33
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II Palestina
Tawfiq Zayyad (1922/ 1994)
AquĂ estaremos con una pared sobre el pecho, enfrentados al hambre, peleando con hilachas, desafiando cantando nuestras canciones invadiendo las calles con nuestra ira, llenando nuestras covachas con orgullo, enseĂąando la venganza a nuevas generaciones Como miles de prodigios vagamos errantes en Jaffa, Lidda, Ramallah, en Galilea.
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Traducción del inglés al castellano: Irene Marks
HANAN AWWAD
Abrazo de amor
Hoy es tu día Mi felicidad es inminente, Desde los colores de tu compasión El verde toca el rojo de tus mejillas Y el negro de tus pupilas Blanca la pureza de tus ojos, Aurora palpitante dibujada por el destino,
TÚ reclinas tu cabeza sobre los corazones de los amantes Abrazando, Cuando te recuestas Bajo el retoño de las añoranzas Dormitando Hacia los susurros del sol, Tus pestañas aletean de anhelos, Besos que parten en la brisa, Bañan tu rostro cansado.
Cómo se ilumina tu rostro Cuando la revelación De días te honra Días en honor de ti Orgullosa de ti.
Desde tesoros de calidez El amor se consuma. Sostén las flores de primavera Llevadas con dignidad ceremonial, Extendiendo su perfume sobre los sueños dispersos. Recuéstate con amor, Cuando el amor se te aproxime Te desbordará, Cuando ojos de Jerusalén se encuentren con los tuyos La victoria es tuya. Oh tú, el héroe entre héroes, ¿Ha regresado el tiempo Que debe consumarse A la luz de tu luna llena? Una luz reservada para ti, Y en los ríos Tu luz se acentúa, Desde tu luz Los anhelos se difunden Reclina tu cabeza sobre los corazones de los amantes, con tus pestañas cubre los sueños de mis ojos mientras las lágrimas fluyen desde mi corazón, Abraza la fragancia de la gloria, Como canciones y renacimiento Luego cesará la pena. 37
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Infancia que transcurre su tiempo exiliada en los lechos de fuego ¿Qué diré de los gritos cuando torturan a las mujeres, Los estragos del horror, Los gemidos y lamentos Que transgreden todos los límites? (larga vida a la resistencia ). ¿Qué diré del silencio de los Grandes Poderes que permiten que las mangueras de veneno nos ataquen en un viaje genocida? ¿Cómo confrontar a la justicia y los derechos Y las consignas de los Derechos del Hombre? ¿Seguridad excepto para los Palestinos???
¿Somos seres humanos o solamente un destino fulgurante de existencia prohibida? ¿Tenemos derecho a la vida, O está grabado nuestro derecho en las tumbas de muertos sin mortajas? El carnicero de presencia intimidante se para con orgullo con vestiduras no blancas, Con un frasco de miel negra y un tanque para quemar. Él lleva en sus manos los restos de la infancia y camina en la calle hacia el final del túnel . LAS MADRES SON UN TRINO EN EL ADIÓS DEL CONVOY QUE SE DIRIGE A LOS JARDINES DEL CIELO
¿Qué les diré a las Naciones Unidas Que asumen la consigna de la paz para fomentar la guerra y la agresión Negando la existencia y el sustento Y la destrucción de nuestros derechos? ¿Qué puedo decir sobre las críticas heladas en las morgues Y la paciencia cargada de espinas? ¿Qué puedo DECIR CUANDO EL MÁRTIR ES UN NÚMERO MÁS,
Qué puedo decir cuando los convoyes de los residentes han sido volados Y por medio de intentos, reuniones y lecturas sin cartas. La urgente añoranza del alma por algún mensaje o una medida de intermediación por alguna noticia. El amanecer se acerca, Las cataratas de sangre crecen en efervescencia Y las Naciones Unidas fabrican con el cáliz de sangre Un talismán para la protección de Israel. La mañana pasa y se va con perfidia, Luego el sol con su calor tórrido se acuesta en la falda del mar, anhelando paz y seguridad.
EL HERIDO ES UN NÚMERO MÁS, Y LAS CASAS DEMOLIDAS SON UN NÚMERO MÁS?
El vocabulario viaja, las palabras son asesinadas, Los tiranos hacen desastres con los horarios de viaje palestinos, Y luego con la dignidad de la nación en los banquetes de reunión, abstinencia, anestesia y preparación de la última cena.. ¿Cómo se atreve la Ocupación? Y continúa en su viaje de exterminio. Los ojos observan pero sin un ojo Y ponen en el mismo plano a la víctima y al verdugo. Como si los cuerpos de los niños colgados de la guillotina del carnicero fueran solo una fábula. Y más aun, como si el instante de comunicación con la inexistencia fuera apenas una ilusión. Como si Como si
Cada uno lleva su cáliz para brindar con sangre palestina. Tambaleándose, Exagerando y Acusando. ¿Qué diré ante el llamado de los embriones Y los gritos de la infancia torturada con las heridas del terrorismo? ¿Y cómo puede pasar la luz por la aurora de los comprometidos, Y el amor que se mezcla con desgracia regado sobre las tierras de pastoreo del tiempo? ¿Qué diré ante los alambres de púa y espinas que rodean los cuellos de nuestros niños? 39
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Epicedio* de sangre (oda fúnebre) ¿Cómo duerme un líder en la oscuridad del cautiverio???
¿Qué significa el silencio pintado en mi sangre? y la decisión grabada de mi entierro En las tumbas de los sultanes? ¿Qué significa la revolución? ¿Qué significa la revolución? ¿Y el lenguaje romántico de los amantes? ¿Cuándo se marchita el jazmín?
No soy consciente de qué escribir, De qué puede avalar mi pluma, O qué puede registrar mi alma afligida en esta Edad Criminal repleta de odio. ¿Cómo podrá el vocabulario encender las velas del alma arañada por las espinas de la iniquidad? ¿Cómo podrá mi pluma estallar y transportar retratos que no existieron ni siquiera en las antiguas leyendas, ya que ni siquiera en la historia hubo crímenes tales registrados en cartas de sojuzgamiento? ¿Y cómo puedo conversar sobre los ríos de sangre que se filtran a través de los corredores de la guillotina preparada para los individuos imponentes enredados en un país libre que se rebela? ¿Y cómo puede mi voz amplificada surgir en un tiempo de supresión de la voz y de amputación de miembros?
¿Qué significa cuando se activan los rifles en las manos de los hombres Los hombres Y el regreso del alma? Y la voluntad de la sangre busca ayuda POR FAVOR RESISTE POR FAVOR RESISTE
Es una vergüenza que permanezcamos en silencio Es una vergüenza que olvidemos la sangre de los nuestros, derramada Es una vergüenza que comerciemos con la sangre En cualquier puerta Es una vergüenza que eliminemos un texto que no tiene intenciones ortográficas
¿Qué diré sobre las conspiraciones silenciosas? Qué diré al vestir las ropas de la muerte Y la botella de cuello largo de soda cáustica Y una explosión dentro de una explosión
ES UNA VERGÜENZA QUE OLVIDEMOS A LOS HOMBRES Y PASEMOS / ¿SOMOS SEMBLANZA DE HOMBRES? ¿¿¿QUIÉN SE ATREVE??? ¿¿¿QUIÉN SE ATREVE???
(By Dr Hanan Awwad President of Palestinian Pen Centre Member of the Palestinian National Council)
Hanan Awwad: Traducción del árabe al inglés, Hanan Awwad 41
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Traducción del inglés al castellano: Irene Marks
JUMA RIFAI
Una única Oración Repetida
Un Día
El poeta debe prepararse para el desastre inminente. Esto significa que debe pensar en una salvación, para sacarnos a todos de los escombros – previendo el desastre: ¿Cómo salvar lo que pueda salvarse? ¡Construye una pared alrededor del jardín! ¡Abofetea a la muerte con altoparlantes! ¡Anima al tranquilo viento de la playa para que se levante y sople, sople! Cántale al río: ¡Tú eres mi amor! Tu agua es mi tribu; Así, él escribirá esto sobre una página blanca, esta única oración repetida: YO SOY EL DESASTRE. Yo soy la oración mil veces repetida
¡Oh muerte! Un día, caerás victima de las mujeres A ellas no les importarán tus ojos asustados Robarán la sequedad de tus lágrimas y la convertirán en madera para sus lechos fríos Muerte! Algún día, los hombres atravesarán tu puerta descalzos solamente para buscar rutas secretas a la eternidad en los lechos de aquellas mujeres que hicieron de la sequedad de tus lágrimas maderas para sus lechos ¡Muerte! Un día después de aquel otro día, cuando partas de mañana, te olvidarás De que nosotros también queremos que olvides tus llaves sobre el lecho y tus cerraduras destruidas en el camino
Traducción del árabe al inglés: Nizar Sartawi and Verónica Golos
Traducción del árabe al inglés: Hussam Ramadan 43
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Todo lo que hay
Ahora o mañana Ahora o mañana Llegará el momento en que sientas la trivialidad de las cosas, Todas las cosas. La ciudad gritaba una pregunta y el bombardeo era la respuesta La desolación llamaba al amor y el entierro era un renacimiento Los árboles gritaban lamentos y el susurro de sus hojas era un funeral. Luego tu ego intenta romper todas las lámparas del mundo. Los faroles de la calle, Las lámparas de las casas, Y toda la luz envolvió a la oscuridad porque tú quieres ver.
No nos hemos conocido como para establecer un futuro. No tenemos pasado, como para tratar de olvidarlo. Nada hay entre nosotros. No hay cartas de amor humedecidas con agua de los ojos. Ni una sola vez fuimos A una luna en Jericó Todo lo que hay, es un salvaje deseo de cantar.
Traducción del árabe al inglés: Abeer Elfieky
Traducción del árabe al inglés: Abeer Elfieky 45
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Traducción del inglés al castellano: Irene Marks
La cárcel me enseñó que: La esperanza es una estación donde se paran los desesperados Y yo tengo que: Sanar mi herida solo Solo Solo Maldecir al viento y a la vela Construir castillos; mirar desde su altura Mi flor de narciso plantada en la tierra La cárcel también me enseñó Un talento para abreviar el tiempo Leyendo las líneas de mi mano Recuperando los nombres, a los padres y a los niños Esto me confirmó que: Los mensajes no solo les fueron revelados a los profetas; Un lugar sin un ser humano T Es una planta salvaje olvidada cerca de los manantiales y el tiempo; Las cuentas de arena en nuestras uñas nos matarán Si no luchamos También me han enseñado que: Los largos viajes deben hacerse con hondos pensamientos espirituales Lejos de las preocupaciones materialistas; Así, podría alcanzarse un calor en el alma y una percepción del color frío Por eso; La distancia es el arte del descubrimiento Y el amor en mi corazón es grande
Hanoi-Palestina Hanoi-Palestina, dos rostros de lluvia celestial y un aclarar de ensueño, dos heridas que soplan una canción de fuego, intercambiando pena… enfrentados en el pavimento de las heridas y calamidades. Sin embargo, es la libertad roja y la agonía recordada, cada vez que los caballos relinchan en los bosques de silencio Aquí hay un país profanado...una herida sangrante de banderas, luchadores por la libertad, el cuerpo del cuento, Aquí, los niños ascienden hacia sus sueños como flores de los mártires, Aquí, el rocío,...el horizonte de batalla, todos iguales, rosas dolientes en el camino. Esta es Palestina, una cautiva sangrante, un dolor que invoca a los caídos… una brasa y una bandera. Aquí están los hilos del amanecer cosiendo capas de mártires para las mujeres, Aqui, el cielo está tan cerca como la sangre de las víctimas, Aquí, hay un halcón como muerte sobrevolando, Aqui, hay un heroísmo que asciende como fuego. Hanoi es un canto del luchador... Hanoi, es un festival de niños en el paisaje de la guerra, Hanoi, es un sueño que nunca parte, Un cuento de un libro revolucionario humeante. Hanoi-Palestina: dos agonías de trigo y henna, dos aluviones de sangre de perdiz en los bordes de las nubes, Aquí, está Palestina: los heridos y los asesinados. Allí, está Hanoi… un relato perdurable, un relato para revolucionarios, un corazón de amante… una libertad, un poema, una espiga verde inclinada sobre una vieja piedra.
MURAD AL-SUDANI
Presentado a más de 1000 prisioneros palestinos en las cárceles israelíes
Traducción del árabe al inglés: Ziad Mashour Mubaslat 47
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Ho Chi Minh ¡No te llevó la muerte! Es solo la tierra en tus pisadas, y tus manos que son los jardines dormidos en las torres del cuento, una sangre nunca seca...hogares destruidos y veredas de la canción revolucionaria y tinta de sangre que se vuelve bandera... Eres la luz del día que florece en canciones y espigas eres el rocío del horizonte que contempla y se quiebra como una flecha ¡No te llevó la muerte ! tus cuadernos triturados por las granadas son testigos como la mañana los vientos son tus puertas abiertas de par en par… Aminora la marcha para que les escribamos tus mandamientos a los niños antes de la última partida. Aminora la marcha para que plantemos flores de esperanza en los cascos de fuego para que el camino del país reverdezca....para que los cánticos se eleven en gloria y llamaradas, para que este tiempo diurno, decorado de fusiles y niños hambrientos, reverdezca. Aminora la marcha... para que terminemos la canción de triunfo sobre las colinas, y pasemos a través de los valles de muerte y silencio desnudando nuestras penas y sueños para que podamos concluir este largo, largo sendero... Nuestras penas son todos estos campos, las palmeras son nuestra sangre Toma un puñado de tierra de tu país, Toma el aclarar de la tinta que se tornó sangre y jardines, y escribe la canción: Solo estoy dormido... y mi sueños es una gaviota blanca, blanca… solo dormido en la sangre de los árboles quemados... mi corazón es el eco de las balas... mi noche es lluvia Solo estoy dormido, y la luna es mi grito por una libertad anhelada, 49
Solo dormido, y mi sangre es un bastón donde me apoyo sobre la montaña de agua. Solo estoy partiendo, sin embargo sigo presente en las canciones y las risas de los árboles... presente como una vieja lanza a la orilla del río presente como un collar de amor sobre el pecho de las muchachas de Hanoi un tatuaje de significado encantador Aminora la marcha, Oh guerrero… Hanoi está llamándote... Gritando tu nombre Oh la luna en el cenit de las palabras… Oh nuestra herida profética, Oh nuestro halcón en el horizonte de las balas.
Traducción del árabe al inglés: Abdul-Rahim Al-Shaikh 50
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Traducción del inglés al castellano: Irene Marks
OTHMAN HUSSAIN
Y un montón de instrucciones soplarán dentro de nuestras almas los perfumes de la muerte y seguirán Ahora vengan nomás, monstruos Angostas son las calles y angostos son nuestros sueños Nuestras circunstancias bloqueadas por una pesadilla en el cuello de una botella exiliados del cielo del sueño y también deliciosa es nuestra carne y suntuosa Vengan nomás, monstruos porque estoy harto de mi miedo.
En mi estado En mi estado Recuesto mi cabeza pesada sobre la almohada del mediodía Un remolino sin rostro roza tu cuerpo frágil Me estremezco sosteniendo mi cabeza pesada esperando una causa – un grito Las cosas estallan en sí mismas y se tornan inmóviles por eso caigo exhausto en el laberinto del caos nadando en el coma de la ignorancia. Y en mi estado el atardecer se acerca a las expectativas de los soñadores teje el mal en nuestro espacio contaminado para un soñador que no se ahogó como debía hacerlo El atardecer se acerca, los aviones se aproximan a tu cenit Las cosechadoras mecánicas son gemidos y canciones Aminora la marcha Partiremos para nuestro lugar sitiado / para descansar un poco de la adversidad de la muerte, en mi estado Un buena noche como esperan los que sueñan Las mujeres dormidas creen firmemente que el lugar es seguro debajo de las escaleras de la casa ellas están durmiendo ellas me abandonan Yo vigilo el este con temor y sonriendo Tal vez los monstruos estén merodeando esta noche y tal vez yo haya realmente predicho algo: Deténganse, monstruos Los aviones pasarán sobre nuestro espacio para arrancar el pequeño ojo de nuestra noche y escupir su imprecación en el rostro del universo ¡Por el amor de Dios! ¿Por qué estás gimiendo? En poco tiempo pasarán y nos mostrarán en qué dirección rezar 51
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Rafah no puede lidiar con otro nuevo ciego Una negrura de rasgos fuertes lo mantiene despierto Un leñador descuidado lo arrastra fuera de la bruma detrás de nuestra galaxia que envejece ]Realmente moverse hacia la atracción que yace detrás de lo aparente tiene sus recompensas[ La vereda está lista para los peatones Nada cae ni siquiera los gritos de los vendedores que circulan en mi callejón ...pero se está acercando Penetro en la puerta de la bruma Y con ambas manos El guardián de la oscuridad me abofetea los oídos La pared se está acercando voy apoyándome en mi paso vacilante y de ahora en más ¿cuántas veces te veré tragar la oscuridad del mediodía y roer la flaccidez de la noche? ¿Y cuántas veces te veré por azar a ti barriendo lejos mi caída con tanta delicadeza a ti susurrando el viaje que ha sido echado sobre los hombros del tiempo a ti empujando, mi amigo, a la pared por eso entro extendiendo mis brazos desdichados sobrevolando en medio del clamor
Traducción del inglés al castellano: Irene Marks
El niño grita: Détente El se levanta bien y da unos pasos cuidadosamente como un ciego ]Nada pide una acción semejante[ Yo susurro: Solamente ahora caeré, en camino hacia la primera calle de Asia*
El exilio de Adán Declaro inocente a la serpiente pues ni me ha seducido Satanás ni Eva ha sido injusta con mis pasos De la Costilla del amor Oh Señor creaste una posibilidad que eleva al paraíso sobre su imaginación y mi visión Y me enseñaste los nombres y las cosas pero el rocío que humedece los labios de mi única mujer le ha enseñado al nuevo corazón lo que dice la flauta Tú creaste el río, las flores y la luna, suspendida sobre los sueños del atardecer, y me dijiste : Amor pero yo no comprendí ni oyeron los ángeles del Cielo el latido de la pasión Fui en búsqueda de los rangos del amor y mi ego Yo seguí el sueño Oh Señor Pues la manzana es un milagro y el pecho de la amada es su atractivo moldeado por la luna y el encanto del perfume es mayor que mis poderes y dentro de mi cuerpo respiraste amor mezclado con la sonrisa de ella que formó los suspiros de la costilla antes de que yo fuera formado Y me deportaste de tu jardín del Edén Que habías creado para mí. ¿Oh Dios del amor y la paz Escuchas mis sentimientos? Yo seguí mi corazón Oh Dios del rocío y me negaste lo que me habías dado, lo que habías plantado, lo que habías regado
SAMI MUHANNA
*Mamarral-Fâtihòîn: La calle que divide la ciudad de Rafah en dos mitades : una palestina y otra egipcia, la puerta de entrada al continente de Asia y la línea divisoria entre dos continentes. Allí es donde vivo.
He estado esperando lo inesperado por mucho tiempo
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Traducción del árabe al inglés: Tristán Cranfield 53
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Contemplaciones
Pero el Edén Oh Dios de los corazones cuelga de una trenza y está pintado alrededor de la cintura en llamas, ahogado en el rocío de mi mujer
Yo contemplo a la luna viajera, y la que se anida en el lecho de la noche Oh desdichada luna! Desde la aurora del amor has sido el refrán de poemas y canciones Todo aquel que se enamora declara: mi novia es la luna y te convierte en su metáfora hermosa y genuina Tan solitaria estás a las orillas de la noche… Si tuvieras tu propia mujer la llamarías: Mi luna O solo nos contemplarías y dirías: mi novia es una humana.
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Y caminó un poco más, y cayó sobre su rostro y rezó, diciendo: Oh Padre Mío, si fuera posible, aparta de mí este cáliz; sin embargo, que se haga esto según tu voluntad y no la mía. Mateo 26:39
India
¿No apartarás el cáliz de mis labios? Lo pido no por mí, sino por mi madre Tú eres un dios y ella es una madre, Oh Padre Yo veo caer sus lágrimas sobre mí Y tú estás en tu cielo y dentro de mí más allá de los sentidos tu lugar sagrado y alto Has dejado perpleja a mi mitad humana con tu totalidad divina Una humana fue quien dio a luz al hijo de Dios temor siento por ella. Oh Señor Ten compasión Yo la veo en un incendio de mi propia sangre ¿No apartarás el cáliz de mis labios ?
Rabindranath Tagore (1861 1941)
Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por ellas.
Traducción del árabe al inglés: Nizar Sartawi 57
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Traducción del inglés al castellano: Irene Marks
JAGRITI ROY
Teoría de «La supervivencia del clan más débil»
Permanencia anhelada en el cielo
Un estremecimiento en mi columna me conmueve cuando salgo de mi oficina y ya son las nueve.
Déjalo volar, déjalo volar hace tanto que este pájaro tiene que callar. Nunca ignores su anhelo de tocar los límites del cielo.
Una chica de mi pueblo ha sufrido la brutalidad, y era muy sencilla y pura. Por eso sé que esta hora también me será muy dura. Este es un verdadero problema para una chica como yo que se prometió no aceptar la «teoría del clan más débil», el clan que somos nosotras.
Déjalo volar, déjalo volar porque el vuelo nunca ha dejado de intentar las duras pruebas que ha enfrentado para poder volar no se pueden negar.
Trabajamos más para probar nuestra igualdad lo que simplemente aumenta nuestra «popularidad» entre los gurús morales de nuestra localidad. Al final, aumenta su deseo de propagar la austeridad.
Déjalo volar, déjalo volar no intentes detenerlo en su tan alto vuelo de otro modo, su sueño será obligado a morir. Déjalo volar
Nos persiguen, nos violan, nos abandonan. También nos asesinan para acallar nuestros reclamos pero otra vez para borrar la culpa resucitamos y que la escena no les sea tan fácil logramos.
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Oda a una sociedad macabra Escena I
III
Ella luchaba con sus vestidos y su dignidad mientras un lunático cruel libidinoso trataba de violar su santidad. Los miembros de su clan en ese vecindario eligieron mantenerse callados y la culparon por vestirse a la moda. Escena II Una joven, que intentaba equilibrar familia y trabajo fue detenida en sus planes por un matón libidinoso. Nadie se preocupó por ella ni la defendió por temor a sufrir un ataque mortal. Escena III En una mañana de niebla, el cuerpo frío de una prostituta fue colocado sobre la calle de alquitrán, aunque las cicatrices denunciaban violenta lujuria por su pasado sólo a ella la acusaron. Escena IV Las calles y los lugares públicos están cansados de las marchas con
velas, cosas tan grotescas nada tienen que ver con este pacto injusto. Solamente la autoconfianza tiene el poder de sanar, ya que hemos adoptado la conducta de no meternos como estilo de vida.
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Febrero. Place du Pont Neuf. Un viento helado en esa tarde parisiense. Los árboles agitaban las ramas escuálidas. Una pareja camina muy junta. Ropas abrigadas, bufandas, botas, sólo se ven los ojos vivos e iluminados. Se detienen en el No. 13 y finalmente entran en la Taverne de Henri IV. Queda en el Pont Neuf, frente a l’Ile de la Cité. Es una taberna pequeña, rodeada de ventanas y localizada en una esquina. Se ubican en una mesa un poco arrinconada, de espaldas a la puerta. Ella, rubia, de cabello corto, grandes ojos azules y una sonrisa que le ilumina el rostro. Él, moreno, de bigotes. Están allí sentados, en aquel día helado de febrero, protegiéndose del invierno francés, bebiendo diversos vinos que son servidos en copas medianas, sin ostentación. Beaujolais, Jurançon, Bordeaux, vinos franceses, como dice su dueño, «amorosamente conservados en sus bodegas de dos pisos - à double étage». Es el último día de un viaje relámpago, arrancado a sus vidas, días inolvidables, robados del cotidiano. Estaban sellando su amor en aquel rincón de París. Carnaval en París. Ellos brasileños saludaban a Momo discretamente. Estaban lejos del tropicalismo, con sus colores, sus brillos, sus mulatas, sus carros alegóricos. Habían dejado todo eso atrás. ¡Estaban tan lejos de las escolas Copos de nieve
Carlos Drummond de Andrade (1902/1987)
Ya no distingo más si eres sombra o sombra siempre fuiste, y nuestra historia el invento de un libro deletreado bajo pestañas soñolientas. ¿Habré un día conocido tu verdadero cuerpo como hoy lo conozco enlazando el vapor como se enlaza una idea platónica en el aire?
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ANA MARIA PATRONE
Brasil
de samba, en aquella taberna de Henri IV, bebiendo lentamente los vinos y degustando sabia y pausadamente su amor! En silencio, sólo ellos dos, sin teléfonos, sin ruido de autos, sin compromisos. Sólo el murmullo de los frecuentadores de la vieja taberna. Voces apagadas, tonos discretos, vinos ricos. Nadie los veía, ellos no veían a nadie. Sólo ellos dos, con las copas semivacías y las manos juntas, reuniendo en instantes su amor de años. Recorriendo el pasado con la memoria, saboreando la certidumbre dulce, mansa y fuerte del presente. Ya nada era un impedimento, nada ni nadie estaban en contra. Después de algunos momentos de silencio poblado de imágenes y recuerdos, él le preguntó, apretándole suavemente la mano: «Si tuvieras que pedir un deseo, sólo uno, sabiendo que es tu única oportunidad y te sería otorgado al instante, ¿qué pedirías?». Ella respondió sin titubear: «Quisiera que nevara, nunca vi nevar». 64
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Con una diente de león entre mis prensiles Pido el deseo de la sombra que cuando esas semillas vuelen encuentren dónde brotar que tengan todo lo que necesitan las malezas para atraer a una horda de luciérnagas que brillan más cerca que la luna que traigan banda de grillos para que musicalicen los solitarios campos
Chile
A los amantes de las bellas letras Hago llegar mis mejores deseos Voy a cambiar de nombre a algunas cosas.
CATA AMAIRE
Nicanor Parra (1914/ 2018)
Pido el deseo de la sombra que ante la espera de mis trámites diarios sea el árbol quien me da cobijo y no un techo con luces parpadeantes con paredes blancas por estar domesticados no como las malezas, las luciérnagas o los grillos. Eso yo te pido maleza entre mis dedos que a las hadas y a los duendes les lleves mi mensaje para que la sombra se esparza y de la cueva podamos salir.
Mi posición es ésta: El poeta no cumple su palabra Si no cambia los nombres de las cosas.
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Quedamos con miedo y con ausencia No pertenezco al cemento. Las ciudades me embrutecen, me hacen mierda en cinco minutos Sólo para amar la tierra desde adentro por sentir su abrazo cada vez que comparto sus negruras, cada vez que huelo su humedad, yo soy raíz telúrica, arcilla, vertiente subterránea, me vuelvo savia, tallo y fruto. No hay nada más hermoso que el abrazo de la tierra, de los árboles que cuchichean a mi oído sus más hermosos secretos. Las plantas que se nutren de la canción desafinada que les entrego cada vez que llevo a ellas el agua que calma su sed. Cuando niña descifraba las figuras de las nubes recostada sobre la tierra que me acunaba para que durmiera en paz entre los trigales. Aprendí a amar entonces el verde de las cosas y como todas las cosas que pertenecen a la tierra, amo a los árboles y cuando el otoño llega destiñéndolos los amo igualmente amarillos, igualmente los amo cuando el invierno los despoja completamente y como a la tierra los amo desde sus negruras con sus fríos, con sus cuerpos llenos de escarchas, también con sus sonrisas florecidas de primavera. Por eso cuando he visto desierta la plaza de Achao, reemplazados sus árboles por el cemento frío, me ha nacido el grito de la tierra.
Quedamos tú y yo Y otros pocos, Quedamos con miedo y con ausencias Con turismo y monumentos nacionales Con guitarras y bombos, Con nostalgia de oxígeno
OLGA CARDENAS GALLARDO
JANETT CARDENAS
Tú y yo Sin más que ellos Respirando angustias Quedamos con miedo Con ausencia.
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Noche de Wetripantu
Entre las cosas que nunca te diré Está la obra que nunca tocamos Entre las cosas que nunca te diré Está la baraja con la que nunca jugamos Entre las cosas que nunca te diré Está aquel te amo que en la valija sigue guardado Y seguirá siendo semilla, esperando a que vuelvas Entré a la casa donde nunca viviremos Tu trompeta oxidada de olvido se vuelve brújula Me ayuda a sacar el polvo Y pintamos de nuestros colores favoritos La cocina donde nunca comeremos La sala donde nunca nos veremos Y el calor que jamás nos verá nacer Sigo pintando de nostalgia El tiempo que vio tus manos correr De correr a gaviota hay un paso Y tomaste el salto a las estrellas Antes de que la sed se vuelva costumbre Y estoy en la estufa escribiéndote Rezando de amor que la bandada te oriente Que vueles, que bailes, que goces Prueba los sabores que no existen Tal como yo cuidaré la casa Que jamás levantamos.
Anochece. Una mano dibuja en los vidrios el rostro de una helada, cuyo nombre ha olvidado. Los manzanos sueñan la felicidad de compartir el mundo con los pájaros. La Nueva Salida del Sol ilumina el camino de los perdidos. El invierno hunde sus pies dejando una huella sin forma. La estación de las lluvias es nuestro único consuelo. Noche de Wetripantu. Un nuevo orden perdura en las cosas. La memoria recupera el silencio anterior a la palabra.
BERNARDO COLIPAN FIGUEIRA
YANARA CHACON HERNANDEZ
Hogar
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Últimas voluntades
De pronto me doy cuenta que llevo en los bolsillos una luna un pedazo grande de tierra y agua dura jineteando conmigo... dos ladridos rojos rompen lanzas y forman mis latidos... meto la mano entonces en el oscuro ámbar donde el vaso, la luna y las estrellas se encogieron y crecen como una rosa, llena de espinas tardas crece la luna verde y en mi ojal de plata cae la sangre la luna calla.
Muchachada, recuerden, en mi velorio no quiero rezos, ni cuervos ni lágrimas, ni cruces. Ha sido una fiesta conocerlos y amarlos y así ha de continuar ¡Qué siga el baile! Nada hubo mejor que luchar junto a ustedes en las calles, en el desierto, en la poesía y algo debe quedar de tanta entrega. Canten hasta quedar afónicos, beban a la salud de las mujeres, de los marginados todos del planeta y renueven los votos ¡Arriba la revolución! ¡Griten consignas! ¡Cúbranme de banderas! Yo estaré de cuerpo presente sonriendo y evocaré esos momentos donde la risa iba pareja con la rabia. Si hacen un esfuerzo y logran cambiar este mundo tan jodido quizá me anime y vuelva.
MARIBEL LACAVE
MARIO CONTRERAS VEGA
Pequeño nocturno
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La luna...
Aceptémoslo, es difícil decir «nunca», un «para siempre» o un «hasta aquí». Un «por ahora» convendría más... denota la relatividad del trasfondo de la palabra que empleo mientras no tengo la certeza de lo que dura un segundo en la eternidad y la eternidad misma es el instante en que todo y nada pasa, un minúsculo intervalo donde creas espacios mentales para jugar a las escondidas.
JUANA VALENTINA LINCO
MIRIAM LEIVA GARRIDO
Ahora sé dónde el fulgor del aire invisible reposa como una gran ala de pájara al fondo de la sombra que hace el silencio en todo lo nombrado. Ahora desde la ausencia desgarra el filo nombra la luz que deshace los sonidos entre agua- vuelos se instala nuevamente la tristeza la luz que roza levemente la cara de la muerte.
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La luna...
Como cuchillo
Te vas, no estás. Naciste, viniste. Amaste, reíste. Armaste tu existir. Nada fue al azar, todo tuvo un porqué, algunas preguntas nunca se resolverán, respuestas completas nacieron en tu aprender. Vida, enlace infinito. Muerte comienzo del ser.
Afilada y mestiza, se arrincona al borde del bar y da vuelta a los estupefacientes Tiene pena de bestia esta bestia, pero las penas de bestias no están contempladas en la fantasía de los pueblos Las bestias son fuertes y fieras Amarillas, pequeñas y escurridizas Peligrosas Todo lo demás es una danza en prodigio de desintegrarse Todo está en ruinas y es inútil Vuelve la bestia porque siempre estuvo, su lejanía fue sueño, Se pensaba en duraznos, verdes valles y una cadencia de tiempo. Fue un error relajarse tanto, alejarse tanto que se pensó muerta En un chiflido de imperio mira una distancia glacial Igual y parecida, más alta tal vez, más refinada hoy que ayer… Está fregada la bestia, ya no hay poesía.
ALUHEL BALAM MONSALVES FUENTEALBA
MANUEL MARTINEZ OPAZO
En Fin
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La luna...
Vamos hacer una casa mis niños con ventanas de nuevos sueños, con techos de algodón, puertas transparentes. La lluvia vamos a mirarla detrás de nuestra estufa a leña, esa que nos abraza, como el nido de las madres. Vamos a mirar la lluvia, verán que su cuerpo es infinito, tiene colores, miles de formas cuando aparece, es hermosa como vuestros ojos, pura como la primera sonrisa pero, también les digo que es indolente con los pobres, se acurruca en todos los cuerpos y se aleja dejando sus huellas en el humo que queda en los zapatos. Vamos a pedirle consejos al viento porque él será el arrullo de nuestros sueños. Vamos hacer una casa mis niños con ventanas mágicas, para ver los continentes, No hay vacíos en el universo, solo prolongación de la madre tierra, poderosa, abismante, generosa. Vamos hacer una casa mis niños para sentir el latido de nuestros corazones.
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Muerte, santa muerte. Dios ha muerto junto con Nietzsche. Muerte de pétalos por mano izquierda de hombre enamorado y sin dinero. Muerte de caracol aplastado por pie izquierdo de mujer enamorada y sin dinero.
CESAR ALEJANDRO OPAZO REYES
NEDDIEL MUÑOZ MILLALONCO
Sonreíste
¡Muerte que mereces la muerte! Mataste la hoja en blanco murieron comas puntos comillas mueres creyéndote la muerte.
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La luna...
Flor
Todo mi amor se fue sobre 4 ruedas. Yo trataba de conquistarte poniéndome para ti, mi mejor facha. Llevaba puesto unas zapatillas de 5 lucas, un pantalón de ropa americana, una polera teñida de negro, cuando era casi blanca, unos lentes de rascaiman y por si las moscas y las pulgas me echaba colonia inglesa y en los sobacos un poco de jabón. Me cosí con hilos de saco los calcetines con papas. Y me lavé los dientes con cenizas. Me eché limón en el pelo. Planché debajo de la almohada mi camisa. Me corté las uñas con los dientes y me afeité con una «guillette» oxidada. Me compré un chicle «dos en uno «, le tiraba piedras al perro cuando salí de casa y como te vi sobre 4 ruedas me miraste en menos y me encontraste rasca y eso que evité comer un causeo de salmón con cebolla, cuando me sonaba la guata. Te di mi mejor sonrisa cariada, Pero aún así no tuve tu cariño, ¿quizás se me olvidó traer plata o cambiarme de calzoncillos?
Flor perdió su flor cuando tenía 12 su hermano mayor quiso ser jardinero sus padres supieron cuando cumplió 14 Dos años llorando en la almohada dos años llorando en silencio cinco años entre cuatro paredes Flor gritó al viento a las montañas al océano a las cenizas que explotan con la lava se quitó el luto desnudó su alma ahora flor está en cada rocío de la mañana.
ARIELA SANTANA
JUAN SOÑADOR RIVERA
Todo mi amor se fue
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La luna...
Contento Señor… ¿contento? (Décima espinela)
CECILL SCOTT
Contento Señor… ¿contento? aunque el alma se me parta y en pedazos se reparta la luz que le da el sustento. Regresará junto al viento la alegría que hoy termina por no ser mujer divina o una diosa de las puras que habita en las escrituras de libros de tinta fina.
Colombia
Contento Señor… ¿contento? aunque el corazón ignore el triste dolor que aflore y el tiempo cure muy lento. Volverá a mí el opulento amor real y genuino esparciendo en el camino una pasión fuerte y pura que se abrace a mi figura al cruzarse en mi destino.
Álvaro Mutis (1923/2013)
Cuando de repente en mitad de la vida llega una palabra jamás antes pronunciada, una densa marea nos recoge en sus brazos y comienza el largo viaje entre la magia recién iniciada.
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La luna...
Tengo miedo
En el rocío perenne de la madre selva, En los ojos de una madre que se ausenta. Hoy saldré a morir En el arrebol de la tarde que se escapa En tus pisadas de vuelta sin arribo. Hoy saldré a morir En el llanto del guadual al viento Que gimen los dolores de esta tierra. Hoy saldré a morir En el rodar de la gran roca Y su arenisca desprendida. Hoy saldré a morir En los callos de la mano activa Que la tierra arando honra. Hoy saldré a morir Al alzar la voz por todos Y que nadie se dé cuenta. Hoy saldré a morir En estos toscos versos Que Cronos trae a mi cuesta.
tengo miedo de no sentir mi sudor de no avivar mi sudar y de no volver a oler mi hedor soy ~somos~ todo lo que podamos provocar –controlar- +podaamos+ podar amos aprendiendo a morir alcanzado/despertado, En silencio vengo a ti y pierdo el frío en recinto lleno de voces escribiendo/hablando atraes lo que raes He imanas semana tras semana A tus arraigos!, Buscando el sur donde surcos surgen y surten Su realidad extra racional,, El dolor al miedo de venSER debo venSERLO en transición entre ceguera y se guerra,,, vol.vi a mis nimiedades en esta divina edad en la que pare.seré destilando almizcle asistido en coyuntura de enamorarla par a ser dos en la morada buscando sostener el momento continuó,, acendrado en voz propia en voz deSIR ACÁ DIA ALLA NOCHE Tanteo torpemente con digitadores de voz siento el amor lo veo, deseo olerlo con.prendíendo el pero sin disfraces
HECTOR HERNAN HURTADO BOTERO
JOSE ONIAS CUELLAR CALDERON
Hoy saldré a morir
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La luna...
El átomo
A propósito de Wislawa (Fragmento)
Pequeño sistema solar en miniatura que condensas la esencia de todo lo que vibra. Unidad de polos que compiten, que generan la diversidad sumando vueltas.
Wislawa tampoco sabe que yo existo que transito sus letras como aferrada a un paraguas bajo el agua estruendosa que me llevo sus poemas a la cama desayuno sus trenes fúnebres meriendo su filosofía extraña
Enigma del ser, exactitud que define su armonía, puente entre este mundo y ese otro que intuimos en los versos del poeta.
ANTONIO MORA VELEZ
ALEJANDRA MARIA LERMA GARCIA
Polonia no existe esta más allá de cualquier imaginación de provincia en las escuelas públicas el profesor de historia siempre se enferma nadie reconoce continentes los salones se pueblan de revistas pornográficas oídos atentos al timbre de salida
su claro pensamiento nocturno su obsesión con la vida que se muere No tiene por qué saber de mi existencia tan pequeña y lejana tan débil y luminosa como cualquier luciérnaga Le pido perdón en la distancia por maltratar sus hojas por leerlas en cualquier sitio a cualquier hora y no en una ceremonia celeste como merece su tinta
Me pregunto que será de ti cuando la quietud y el frío reinen en el vacío dejado por galaxias y planetas y el cosmos sea una inmensa tumba negra.
Ya sabrá comprender ella y su ojo agudo que en este pobre lugar no existe ni Polonia ni tiempo para leer un gran poema como es debido.
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La luna...
En este instante, Alguien acaba de morir Ella ha sido puntual en la crucifixión Sus huesos, cansados de tanto Ir hacia el vidrio de la espera La aguardaba en el eco de la burla, De la ilusión. El hombre que estaba entre nosotros Con los ojos estancados Desde afuera del mundo Encerrado en el cántaro del deterioro Entró en la inmovilidad Dejó de leer este libro irreal.
ANIBAL PLAZAS BARREIRO
WINSTON MORALES CHAVARRO
La música es lo único que queda después de la muerte. Un viejo murmullo de lo que fuimos Quedará suspendido sobre las teas del tiempo. Acaso alguien camine nuestros pasos Recorra esas huellas borradas por los borbotones de un océano acústico. Al menos seremos eso: Viejas sandalias calzadas por una muchacha que secunda Lo que creíamos era el camino.
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La luna...
Vengo...
Poeta negra, poeta maldita, nieta de las brujas e hija de las palabras. Eres prohibida pero tu alma y tus letras NO.
Vengo desde las mismas entrañas de la tierra, tengo un taller por dentro tallado con la más perfecta armonía; perfecto universo.
No necesito penetrar tu cuerpo Para poseerte No necesito mostrarte como un trofeo Para afirmar que eres mía.
Vengo con una gran capacidad de amar, sin limites sin recompensa, sin prejuicios, sin preguntas.
Tu voz musical y tus letras en formas de notas serán mi «propiedad».
Amor del grande amor sublime amor subversivo
OLGA LUCIA RIOS
ADONIS RAMIREZ CUELLAR
Poeta maldita
Amante de fantasía nos veremos, cuando el sol se encuentre con la luna.
Vengo con los brazos al viento recibiendo de cada oleada y, a través de cada poro de mi piel, un amor grande sublime, para revolucionar mi ser. Así somos las mujeres; hermanas, radiantes, Senderos insospechados, impredecibles. Mujeres andariegas navegantes de nuestros propios sueños, con el pelo suelto y; revuelto. Con el cuerpo, un cuerpo libre Con el alma, el alma Con el corazón… Dispuesto.
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La luna...
DAMARIS ROMÁN
C13 Aprendimos a vender nuestro dolor como sungas de esquina barata, a internacionalizar nuestras vaginas y a esconder la llaga purulenta en el costado, aún continuamos saciando voraces águilas con la sangre de nuestros vientres, nuestras frentes destilan combos de hierba, polvo y bala en loncheras, que nutren glotones cachorros de hienas. Cada noche llevamos a nuestra cama la fábula del buitre y la paloma, conectados a través de transfusiones anestésicas a la caja negra. Colgamos la foto del asesino que señala la puerta de nuestra casa, sonriendo como impulsadoras de supermercado. Nuestra demacrada historia se exhibe como museo de paleontología y el turismo del horror se viste con pocillos y camisetas de colores, mientras las comisuras de la prosperidad esconden sus coles podridas en una olla a presión a punto de estallar, su pesado aire se disemina en la ciudad. ¡Esta es la ciudad del desarrollo! ¡Esta es la comuna redimida! el gueto embellecido que aprendió a etiquetar y guardar su verdad con bolsitas, en la vitrina de la hipocresía.
Ecuador
Jorge Enrique Adoum (1926/2009)
a contra pelo a contramano contra la corriente a contralluvia a contracorazón y contraolvido a contragolpe de lo sido sobreviviendo a contracónyugue a contradestino y contra los gobiernos que son todo lo absurdo del destino
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La luna...
Líquidos
A Gustavo Adolfo
Una mandrágora se fue al mar, flotaban nenúfares insondables, se hicieron ánima.
Eres el torbellino del amor más puro, retienes el paso del maternal aroma y en silencio grabas el trino de las aves. Conmueves el corazón del hombre impío y desatas las cadenas del prisionero de amor eterno. Eres el Hayy! de un inconforme ciego que ve la luz del oscuro cielo; mientras cuentas las estrellas en la pizarra negra del silencio. El sol de medianoche te sorprende dormido, soñando en la vida consciente del mañana y vas tatuando mi cerebro de ilusiones quimeras. En la sombra del espectro, tú, hurtando el aroma de las flores, entre el irónico revoletear de las abejas. Eres mi diario libro de recuerdos y balbuceante entonas profana poesía. Tu tenue voz agrieta la tenebrosa niebla de nostálgicos suspiros. Pequeño hacedor de un mundo de misterio. que correteando con el viento huyes de este mundo enfermo de soledad y hastío. Si eres evasivo y tierno ¿cómo he de aprisionarte en mis dolientes brazos? No temas esa tempestad de agónicos suspiros en el peregrinar perenne del pensar profundo.
La luna se bañó desnuda entre los peces el ojo del mar se fue por el vientre del arco iris, hasta que la insaciable razón llegó Inmensa, solitaria, se comió la Mandrágora, los pétalos, la luna, los peces y el arco iris, los convirtió en partículas gigantes de engendros para implumes; desde entonces, el sinsentido procrea, crece, se multiplica en la vaciedad profunda de los moldes humanos…
ADOLFO PARRA MORENO
MIREÍA ORTEGA ENRIQUEZ
El cielo se soñó agua, y debajo de las olas jugaban los hechizos; tejían con hilo de rocío las noches claras y a los pétalos les nacía el sol.
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La luna...
Manifiesto Instigaré hasta el último de mis huesos blancas promesas a la tierra transeúntes por la vereda de la historia
El Salvador
Empujaré con ellos la carreta de mis tiempos cargarán en el tuétano un laúd de dinamita y estallará en los megáfonos elípticos su sonoridad
Desde el punto de vista molecular apenas hemos hecho más que dos perros. Desde el ángulo cultural hemos despertado bien pocas envidias. …. Ahora vamos a hacer que alguien sonría o paladee un poco de dulce tristeza hablando de nuestro amor en este poema.
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ADA MEMBREÑO
Roque Dalton (1935/1975)
Mi garganta esta afilada y tu puño rocoso vos y yo somos puntiagudas espadas plumas de hueso y fuego También somos flores broncíneas y adornamos el cañón que despierta a los muertos cuyos huesos de luz brillarán cuando por fin escribamos ¡Libertad!
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La luna...
Federico García Lorca (1898/ 1936)
Se fueron los árboles de la pimienta, los pequeños botones de fósforo. Se fueron los camellos de carne desgarrada y los valles de luz que el cisne levantaba con el pico. Era el momento de las cosas secas, de la espiga en el ojo y el gato laminado, del óxido de hierro de los grandes puentes y el definitivo silencio del corcho.
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MARIA JOSE CASTEJÓN TRIGO
España
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Crear, crear, crear Confusión de palabras Para alabar El sentido de la nada NADA Oculto tras el velo De la virtud Llora de pena el silencio ¿Será la creación? Creó Dios del silencio La vida ¿Sufriría de angustia? O para Él no existen Los sentimientos Entonces no somos A su imagen y semejanza
La luna...
Hace frío a mi alrededor, la humedad es intensa y huele a sal. Percibo un movimiento continuo, como una travesía en barco. Muchos días, dura mi viaje que parece no tener fin. Tiro, Sidón y Biblos. En algún lugar de esos tres puertos de Fenicia, me embarcaron. He viajado a través del Mediterráneo, Egipto, Túnez y Cartago, donde creí había finalizado mi viaje; pero, hemos atravesado el mar hasta la costa de Iberia. Al fin hemos atracado en el puerto de Malaca, La temperatura aquí es suave y constante. Me han desembarcado con otras muchas cepas y nos han plantado en la ladera de las colinas próximas. Orientadas al norte, a media altura, para evitar el calor sofocante del desierto de África. Creo que es un lugar agradable para florecer y echar raíces, como Xarab al Malaquí. La tierra es rica en nutrientes y mis raíces se expanden por el terreno absorbiendo lo que necesito. Tengo cinco años y deseo florecer por primera vez con un fruto apto para el consumo, aquí. Mi tronco ha ensanchado. Parece que todo va bien. Estamos en primavera y el calor inunda el viñedo. No hay otro lugar más apropiado. Las hojas obran el milagro del «lloro» y se prodigan por todo mi cuerpo vegetal dándole el color verde de la clorofila. Siento fluir los ácidos orgánicos y mi «envero» va tomando un ligero color amarillo, así que, deduzco que soy una cepa que dará uva blanca. Las temperaturas han subido favoreciendo la maduración. Con todo ello llegaré a ser un buen alimento con un sabor exquisito. Al margen de que pasen los años, estoy muy bien considerado en la sociedad y existo en todas las culturas bajo distinta denominación. Yo pertenezco a la Vitis Vinífera Póntica y mi origen es la región del Cáucaso; de ahí pasé a la Meseta de Anatolia y Líbano. Con el paso del tiempo y junto a otras
Una rosa sin olor El viento a mí me envió Yo la cogí entre mis brazos Y la estreché en mi corazón Ella se dejó querer Pues sus latidos escuché Y sin preguntar quién era De ella me enamoré
MARIA DEL PINO MARTIN SANCHEZ
ANTONIA MARIA CHICO LOBATO
La cepa fenicia
La regaba día a día La cuidaba con esmero El agua que recibía Eran gotitas de lluvia que Yo le robaba al cielo Poco a poco Se fue marchitando Poco a poco sus Pétalos perdió Pero el último suspiro El último pétalo De su hoja caída Aún la conservo En lo más profundo De mi corazón
mercancías llegaremos a Agadir y Xerez y luego por el resto de la península facilitando este enorme trasiego subir por los ríos Tajo, Duero, Guadiana, Betis y Ebro.
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La luna...
Llanto en el Vientre* … «La guerra no solo existe entre naciones; de hecho, mientras haya racismo, discriminación, explotación y abuso de los derechos humanos, la guerra también existe entre los seres humanos». Nunca imaginé responder a Enza de ese modo. Es más, no sé qué fue lo que me motivó a defenderme; ¿quizás el documento que sustraje de su bolso? ¿Acaso fue el cansancio por tanto abuso? O, tal vez, el verme rodeada de personas. El rostro de Enza estaba desencajado de la ira; mi reacción la indignó tanto que continuaba gritando. Ilham me indicó con un gesto que no la respondiese más, por lo que me quedé callada. Avergonzada y cabizbaja esperé a que Enza se calmara; pero, de un momento a otro, ella se cayó al piso…
Giuseppe Ungaretti (1888/ 1970)
No tengo más que soberbia y bondad. Y me siento exiliado en medio de los hombres. Pero por ellos estoy en pena. ¿No sería digno de volver en mí? He poblado de nombres el silencio.
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ALCIRA ACOSTA
Italia
*(fragmento de la novela)
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La luna...
Atardecer Zapoteca Existen momentos que se tatúan en cada poro, que cual vital liquido interno renueva con suspiros nuestro sendero, eso fue lo vivido y hasta hoy me pregunto si algún día la dicha tendré de repetirlo…
Jaime Sabines (1926/ 1999)
Del mar, también del mar, de la tela del mar y de su boca, de su vagina obscura, de su vómito, de su pureza tétrica y profunda, vienen la muerte, Dios, el aguacero golpeando las persianas, la noche, el viento.
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GUILLERMO JIMENEZ GUZMAN
México
La brisa marina conjugaba poemas, mientras rostros morenos tornabanse naranja atrapando a los últimos rayos solares de aquella tarde de mayo; el canto de la flauta armonizaba con el palpitar del pueblo engullido en la regada de frutas, carretas adornadas, redes de pesca emulando arcoíris y cobijando corazones en las esquinas, la fiesta empezaba a ser externa, a fluir y desprenderse para ser compartida, porque el corazón indígena es alegría sin fin, canto y poesía; porque la esencia nuestra es armonía, espiritualidad, sones, susurros marinos y los vocablos caracolas emitiendo voces de nuestros abuelos, del rio, el cenzontle, el alcaraván y la tortuga. La calle entonces se enfundo en huipiles, enaguas, algarabía y danzas en cada movimiento. El pueblo, se daba, se ofrecía... Mientras, la naturaleza toda, comunicaba su dicha en lluvia sutil... fue en mayo lo recuerdo y a veces ese pasaje después de un tiempo se torna... melancolía.
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La luna...
Sueños
JAVIER MALAGÓN
V Un caballo blanco agita la crin en su galope sus cascos destrozan piedras mansas Luego vuela sobre mí relincho en viento y es el deseo mismo omnímodo y sin nombre
Perú
La luz láctea de la luna baña su cuerpo
César Vallejo (1892/ 1938)
Masha Hay un hombre galopando en el vacío Masha Hay un hombre junto a ti sangrando sueños
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma… Yo no sé!
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La luna...
Elementos naturales
El patio el Hospital María Auxiliadora
Aire que esparces Mis pensamientos somnolientos Por todos los rincones del planeta Agua que lava Mis culpas ancestrales Dejando mi alma desnuda Fuego que hace arder Mis sórdidos deseos Tierra que cobija Mi sufrida humanidad Con ansias de esperanza Mis huesos calcinados Son el soporte de mi cuerpo maltrecho Llenándolo de sonidos luminosos Benditos elementos naturales Con los cuales me alimento Haciendo de mí un templo Donde el amor vive por siempre
LOURDES APARICION
CARLOS EGISTO ANTINORI ASCOY
(fragmento)
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Soy un tacho de basura desinfectado que usan los doctores para acumular papeles donde la muerte escribe y se dibuja de lobo negro con garras de gato salvaje y ojos de luna vacía como la sonrisa del guachimán que me pide una gaseosa y pan con chicharrón para desayunar a las 11am porque su mujer no trajo la botella de quinua con algún pan Lleno de rabia y odio ese odio que se regala como flores un 14 de febrero que se revienta como globos un 15 de febrero quienes lloran y se arrancan la piel como si se tratara de alguna máscara en Halloween o de una mascarilla facial que la secretaría del SOAT olvido ponerse porque su pareja le prohibió maquillarse y sentirse bonita sentir y sentarse como le da la gana en el patio del hospital de maría auxiliadora
La luna...
Entre los dos saldrá la madrugada Su cuerpo es una ciudad derruida Subsisten esquirlas en sus muslos Solo una parte de su corazón naufragó Mitad es habitada por murciélagos En la otra parte sobreviven pájaros de fantásticos cantos.
Todos los colores de mi oficio Serán para desvelar tu rostro Sepultado por siglos de neblina Saltarán los agoreros de la muerte Su miedo es más fuerte que la luz Su terror apuñala a la verdad No importa si vuelven a intentarlo Como ayer a matar nuestra leyenda A romper la piedra más hermosa Pero ya es la hora Anunciada por fuerza inmemorial Ya no retrocederá la aurora Con tu grito y con mis alas Con tus alas y con mi grito Entre los dos saldrá la madrugada
Por ir a él Tendía cables de acero en los rascacielos Hacía de equilibrista y retaba a los vientos Cruzaba con los ojos vendados los puentes colgantes
ZOILA CAPRISTAN CARHUAPOMA
ARTURO BOLIVAR BARRETO
J. Heraud
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-El violín del abuelo ya extendió sus cuerdas para musicalizar el recorrido de nuestros cuerpos, por todos mis cielos, por todos tus infiernos, anda amor el lecho no es de hielo.
-Debo irÉl es dueño del atardecer del jardín espinado El controla las emboscadas de mis enemigos Contiene la ira de los perseguidores El domina la ciudad De su presencia huye la tormenta -Debo ir, ahora que aún tengo un hilo de cordura, después, cuando anochezca las cosas perderán sentido, como pluma atraída por la gravedad descenderé a dormir con los cadáveres del Talalán. Debo ir, ahora que planeo humedecer con sangre las calles, hoy que el viento hace girar el sentido de las bestias hacia mí.
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La luna...
Mi país
Breve noche encima de las piedras A Desly Angulo
Lento fue tu movimiento Lento se precipitó desde tu cuerpo Hacia todos los cuerpos Que eran como piedras en el horizonte. Tu cuerpo entero una piedra Una milenaria forma de ser un instante Este instante que fue y es único y basta. Noche de la bucólica y rápida consigna De la palabra que nacida se renace Del cuerpo que carga con la voz Como quien lleva leña para el fuego Del movimiento que importa y la quietud que importa más Porque aquí la vida es un instante Y el instante es un latido prolongado.
MARTIN CORDOBA BRAN
FERNANDO CASSAMAR
Mi país es un lugar hermoso en el que mis hermanos mueren... Repito Mi país es un lugar hermoso en el que todas las mañanas sale el sol las aves cantan los niños salen a jugar a los parques los amantes sueñan y todos anhelamos que la vida no se acabe nunca… Pero fracasamos... ... fracasamos porque mi país es un lugar maravilloso en el que todo florece en el que las hojas de otoño danzan arrastradas por el suave céfiro de mayo; mientras los tuyos... descienden río abajo... avanzando entre acacias luminosas y abetos fluorescentes... arrastrados como flores inmaculadas por las inexorables cascadas de la muerte.
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La luna...
El viento a mí a quejarse
La tristeza no, es la tarde
«Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestiduras». Su camino no es el mismo, ahora le cuesta alcanzar la cúspide de la sombra, la voz de la palabra emitida en un respirar de angustias, desasosiegos y penas. No perdura la luz de los caminos, se escucha un lamento que discurre entre los pétalos de la azucena y el hombre, el hombre que afila las noches eliminando los sueños de una vida hermosa. Vino hace poco una mensajera paloma, sin saber dónde posarse como lo hacía antes, en el alero de una iglesia, en el alfeizar del vitral donde vive la condesa, aquella de las cartas de amor a su combatiente padre de sus hijos. Aquel hombre vestido de verde olivo y granadas, proyectil explosivo de rostro pintado, mirada de muerte. No sabe porque lucha, no sabe si matar al capullo de la rosa o eliminar al hermano humano convaleciente. El viento vino a quejarse que ya no hay campos, ni sembradíos, ya no existen ríos que por las noches declaran su amor al plenilunio de verano. Entre desfiladeros se escuchan los últimos suspiros de niños muertos, entre peñascos oscuros el llanto de muchas madres a quienes les han desgarrado el alma a mordiscos, con la reja de un arado, con un hacha con la hoz y la Parca sonríe escribiendo unas epístolas llenas de embuste, falacia y falsedad. El viento vino a mí a quejarse, que ya no quería volar por estar el cielo tan distante, ya no existen ángeles en las iglesias, ni monedas que se den al inicio de una misa, porque las palabras sacras se han bañado con el brillo de la hipocresía. El viento vino a mí a quejarse y juntos con la lluvia nos pusimos a llorar.
Podrá acaecer que un hombre construya puentes en los corazones de la otredad que el vacío sea llenado por turbulencias de deseos, que extinga la soledad, el amor, pero no, la tristeza no, es la tarde.
ROBERTO MARTIN GALA FLORES
MARIO DANIEL CUBAS ROMERO
(Fragmento)
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Podrán maldecir al firmamento, con tal maldición que el odio llegase hasta los tuétanos del universo, que el big bang escape de su eternidad y sea el caos, el orden, pero no, la tristeza no, es la tarde. Podrán hundirse los barcos que navegan en la angustia de los oprimidos y su revolución sea suspendida por la muerte de las ansias, que el deterioro de la motivación sea el castigo el engaño, pero no, la tristeza no, es la tarde.
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La luna...
Viejo lobo de mar
Malecón Miranda
a Manuel Pásara
Compadre y vigía de noches de ron e insomnio Decías mientras mirabas la bahía: Solo la mar conoce muy bien Mis aventuras y angustias de escritor errante Arquitecto de barricadas Se me viene a la memoria tus inventos en el papel
Miro sus calles tras el lomo de un flamenco desde la aurora hasta el poniente desde el muelle, desde el viento desde una cúpula en la que se encuentran todos los astros.
Te recuerdan las calles de la Habana Vieja Donde aprendiste a descifrar los mensajes Dejados por las esmeraldas Amantes del buen saber
MANUEL MOSQUERA
LUCIANA MENDOZA ROMAÑOL
Fue en aquel pueblo con mar que nací apenas y a fragmentos. con sus ciénagas y sus aves con sus brazos de agua y con la luna enterrada bajo la arena marina.
Nada persiste después del concierto de peces sólo mi cuerpo y el océano, la sombra azul del horizonte -cuya recta me parte en dosy el verdugo salino decantándose en mis oídos, en mis letras, en mis zapatos… Al rostro del puerto le envuelve un firmamento claro, acongojado y solemne que solloza a garúas, que se muere lento.
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Viejo lobo de mar Cuánto te extrañan los bares bucaneros A los que entrabas acompañado Por la suerte de haber vivido Como los hombres nacidos Solo para volar
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La luna...
Llueve
JULIO RODRIGUEZ BURGOS
Se descuelgan las gotas del cielo entre moribundos bamboleos caen a tierra para saludar escriben acuosos renglones garabatos de precisión
Uruguay
Petricor agradece hálito de saludo que solo es excusa para escribir
Delmira Agustini (1886//1914)
Muerte para unas vida para otros Confusión de aromas e intenciones más una es la fascinación Corren en sinuosos caminos ¿retornarán?
Preparadme una barca como un gran pensamiento… La llamarán «La sombra» unos, otros «la Estrella». No ha de estar al capricho de una mano o de un viento: ¡yo la quiero consciente, indomeñable y bella!
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La luna...
Oda a esos instantes idiotas
Despertó de su letargo pre impuesto y sin saber si algún día tendría fin el opaco amanecer que asfixiaba. Despertó desbordando todo cauce, desmesurada, golpeando las rocas aquellas que servían de prisión, dejando que su corazón cabalgase libre rumbo al horizonte. Entregándose plenamente al amor sin tapujos y sin miedos. Desnudo el cuerpo, temblorosa el alma, la sangre zangoloteando su ser entero. Fundiéndose con otra pie, otros olores, en aquel minuto azul del sentimiento.
Y sigo en este cuadrado, sigo arrojándome una y otra vez a sus esquinas, sigo calando el costado, bebiéndome, estrujándome, arrullándome... Sigo volcando la bestia por el inodoro, atrapándola entre mis dientes, sigo perdida, escondida de mí, a veces cuelgo de la cuerda como trapo viejo, a veces me veo por momentos drogada en la reminiscencia autocompasiva.
AMANDA BUDHAT SAMANIEGO
ANA AMORÓS
Un momento azul del sentimiento
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La luna...
Superficie calma
«y todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada.» Cesar Vallejo
Atardece junto al río de superficie muy calma que refleja los colores con que el sol pinta en mi alma.
la cicatriz tiene memoria la cicatriz narra dormida el dolor inolvidable de la herida.
Y el poeta ve el fluir que subyace entre sus ondas para moldear un poema con sus vivencias más hondas.
CECILIA GIANLUPI
ANA LUCY DIAZ TAUBER
Mas debajo, velozmente, se desliza la corriente... puede arrastrar tempestades de lo físico y la mente.
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La luna...
IV Argentina
Luis Franco (1898/ 1988) Toda mi piel está tatuada y mi sangre y lo que hay más allá de mi sangre. Tatuadas llevo noches y más noches y noches de tinieblas cerradas y estrellas ventaneras. Y auroras desfilando en vuelo de flamencos. Y el mar con sus mareas de ida y vuelta como savia de los árboles. Y helechos publicando la pubertad primera de la tierra. Y los bosques cobijando sus dédalos nocturnos. Y tardos delegados del abismo. Y esculturales y ágiles transeúntes de los prados. Y pájaros con su alta rima de canto y vuelo. Y un simio entre los simios izando el chato cráneo hasta el dintel de la conciencia y trocando sus remos delanteros en sus manos replasmantes de las formas del Génesis. Y el todo en incesante emigración y cambio. Y el viejo Adán volviéndose a medias al pasado y el aún nonato haciendo señas desde el futuro. 123
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La luna...
ANABEL AGUILAR
JUAN AGUILAR Ruidos Un demonio infinito merodea por la parte de afuera de mi patio Estremece mis ventanas siento su aliento a través de mis paredes Ronda mis rondas No sabe mi nombre pero mi olor me delata Elige las noches del miedo para golpear esas en que los parches se caen del alma y uno es piel transparencia sexo de nadie Él sabe que en algún lugar soy débil espera tiene tiempo y aprendió a resucitar
tu nombre se pintó en las frías paredes de las polis pidiendo reclamo para ver tus vidriados ojos celestiales tu nombre lleva la insignia de la voz que no deja ser oída por ellos tu cuerpo ya no se trasladará de un lugar a otro en forma de protesta, de conciencia social tu cuerpo ya no viajará de un lugar a otro buscando respuesta a lo que no te pueden decir. tu nombre se hace grafiti en mí. tu cuerpo se pinta en mi memoria tus huellas quedan plasmadas en el asfalto caluroso tu voz revolotea como las aves mensajeras
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La luna...
GUADALUPE ALBORNOZ
ALICIA ALCIRA ALBANESI
(fragmento)
Examen Empleada del tiempo. Destornillo, con paciencia cada retrospectiva profunda, lejana mirada conmovida, embaucadora, soñadora acostumbrada a matizar.
Ríen las hienas al acecho de la carroña, que destilan seudo artistas lucrando con la entrega naciente.
No hay espacio en ese desierto de aciertos y derrotas. Sísifo sabe y enseña las trampas, círculos repetidos desgastados… Más no vacíos.
Ríen las hienas sobre zapatos gastados, de los que caminan viviendo la pena. Ríen las hienas en discursos demagogos, de pobreza y pena. Ríen las hienas ocultos tras poemas y cantos, que disfrazan la verdad en cartelera.
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La luna...
MARIO ALIENDRO
ANAHI ALMUNA
Sonrío La noche, comienza a cubrir el día. El cielo rojizo, las primeras estrellas anteceden la oscuridad.
A veces te dibujo con lápices efímeros con movimientos rápidos como esa plegaria silenciosa que se despega del aire sujetando voces que pretenden liberarse… A veces escucho deseos y no deseos con miedo de que sean muy reales… Camino por sendas invisibles suponiendo que voy, que voy a despertarme… Es preferible nacer como las mariposas viviendo sólo presentes sin nudos punzantes ni condenas infernales A veces dibujo alas en versos trashumantes y abro las jaulas sabiendo que nunca, nunca vas a escucharme
Sutil naturaleza, que acompaña mis horas, y en ello sumerjo los pensamientos. Sonrío de mis atrevimientos, de lo hermosa que ha sido, y es mi vida. Bailo los compases, abrazado a esta noche que anticipa mi sueño.
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La luna...
PATRICIA ALONSO
MYRIAM ARCERITO
Lied
Incógnitas a Gustav Mahler
Los años descerrajados cayendo como hojas muertas nos unen desde el abismo del tiempo. En el mismo miedo en la misma magia estamos… Ante la fuerza incompresible y misteriosa de la naturaleza un lenguaje nos hace compañeros.
Habrá nuevos suspiros en el laberinto de la suerte arrasará lo absurdo como ventarrón maldito/ como resultado bucólico del relato mendaz. ¿De dónde surgirá el temple que mueva la consciencia para reflotar el día, tras la penumbra? A veces aprendo a esperar en las coplas del cariño. Integro el millar de huestes/ de caminantes vagabundos tras el deseo común que no sabe de excusas que no habita postraciones. Integro/acaso integramos… la incógnita de quienes persisten.
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La luna...
ANIBAL ARIEL ARONA
CARLOS AUDISIO Compás
I y el verso pudoroso se aferró a los labios para celebrar la sempiterna de la esencia poética y del beso vagabundo que se suicidó en tus muslos después del sudor a la hora del adiós
Amar al compás de un delirio el verbo es delirar y la oración un milagro. Mística conexión de cósmica sinfonía son tu piel y su fragancia, donde el amor encuentra mi alma y su elemento.
II el ceremonial misterio del hombre aguijoneando el surco de la vida solo es brote jocundo del laberinto incierto en intento fatigoso por descubrirse a sí mismo
III cuando estalla en sombras el madrigal del vino se rebeldiza el ajado vientre de la memoria / de tajos y del cristal empañado de nostalgia con el sudor del olvido
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La luna...
FRANCISCO AVENDAÑO
MARIA ALEJANDRA AVILA
Principio de Arquímedes
Padre señor
El asunto sigue siendo entender los signos en la hoja de ruta. Martínez cree que los arabescos que ha trazado en el papel pueden entenderse como carta de navegación. Yo no discuto, sólo manejo, si una noche de estas amanecemos incrustados en medio de la General Paz, no va a ser mi culpa. El resto de la tripulación ha sabido entender que esta humildad no es otra muestra de lo precario y que las pulgas que los habitan sirven al menos para dar cierta vitalidad a sus cuerpos. Hay una de la carga (como les llama Martínez) que puede mover la punta de los dedos ni bien se le presta un poco de atención y hasta llega a abrir la boca cuando le hablas. A Martínez y a los otros les gusta ir atrás y hablarle seguido, yo no, me dan asco las pulgas. El médico de la base me revisó y dijo que lo mío es un miedo venéreo, yo sé que son sólo las pulgas. Además no quiero encariñarme, puede que un día de estos no sepa cómo descifrar los dibujos de Martínez y ahí sí que no puedo volver a tener asco ni nada. Mejor no, además la carga dura tan poco. Martínez dice que no sufren cuando dan contra el agua, que para el caso es lo mismo porque ya vienen amortiguados de la base. A mi me da la impresión que el vértigo los mata en el aire. Los cuerpos paralelos al río, miembros agitándose, blandiendo en vano las extremidades, siempre que los veo caer pienso en que la velocidad no sólo come del tiempo.
Perdona mis pecados. Perdona mi osadía así podré lograr alcanzar el cielo prometido. Ruego y te ruego escuches mis plegarias bendigas mi camino y las noches para que no sean tan tristes, tan solas, en oración mi alma te entrego, en penitencia. Sin compromiso más que el compromiso de estar en alabanza y soñar con el mundo sin pesares sin dolores, sin desprecios. Aquí espero mi señor.
Marcos Cáceres, «Plan de vuelo», Buenos Aires, 2076.
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La luna...
ALEXIS BALCO
MARIA DEL CARMEN BARRIONUEVO
Todo lo sólido...
Ya no danzan
¿Qué has hecho? Te me desintegraste, de tanto mirarte en espejos empañados. Te hubiera bastado acariciarlos para verte, te hubiera bastado abrir la puerta y dejar entrar el aire. Te dejaste ahogar, parada, desnuda frente al espejo que no te miraba, y ahora, tu identidad volatilizada se condensa en el cristal y solo te muestra grietas de tu yo, gotas tibias que abren heridas y ahí quedan, suspendidas. Mirá tu carne salpicada en las paredes, mirá tu espejo desempañado por tu sangre, ¿Qué has hecho?
los pasajeros de la melancolía navegan las tristes luces deshojan espumas invisibles ya no hay dunas ni tamariscos los puertos fueron borrados entre ensueños entre olvidos cautelosos los delfines esconden su algarabía ya no danzan ya no danzan no
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La luna...
PATRICIA BERHO
DAMIAN BRUNO BERON
El tiempo va rápido y yo trémula
Manifiesto del requerimiento
Ya sabemos de los domingos mancilla lo inoportuno, lo luctuoso, hace rato es domingo tengo que evitar remover en el misterio intentar la alegría, duele el atardecer, luz escondida, robada, marchita. Visito tu aposento azul ambiente, el alma es infinita por eso en sueños solías volver, por eso ciento de veces te quise, sin conocer dónde fuiste verdad. Alguien dijo que el recuerdo es como un perro que se acuesta dónde quiere, y hoy quiero volver a ver los peces brindando una fiesta a mis ojos encanecidos, arrojar botellas al mar, instar lo vedado, a sentir el viento en fiesta apocalíptico y bello. Yo que nací sola como la luna en medio del océano sufro porque somos menos palabras y más recuerdos, develo que la vida es tan corta, y el tiempo va rápido y yo trémula, si no hace tanto avanzaba con perfumes de magnolias y graznidos de gansos, y la alegría verdadera no tenía explicación posible pero los hijos del mundo crecían y se transformaban en hombres y mujeres, nuevos poetas escribirán sus proclamas a este punto tan viejo como efímero mientras, nos iremos resignando, como a todo. Como algunos floreciendo hasta ser humanos más humanos.
Acuéstate conmigo hembra abrazadera equinoccinal, vena del hambre de las sangres en mi ilimitado apremio. Yace sobre el suelo al descubierto de ojos perplejos para ser la humanidad de sed en su alarido parturiento de si misma. Se tejen roces de ángeles a un signo de ruptura y canto. Acuéstate conmigo. Soy macho violento en estrellas, dibujante de cielos acercados por rugidos e intentos, por sabores. Ofrenda solidaria de repercusiones hondas en la sal y el esperma, en el acecho.
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La luna...
DIEGO BRUTTEN
ZAINAB CARAM
Sobre el Diablo
Exodo
El diablo mete la cola, entre el big data y los blogs de poca monta, entre filósofos poco conocidos y YouTubers propagandistas.
La quemazón augura la victoria. Aquel éxodo amplía el rumbo del pueblo y fortalece las alas del vuelo. Dejarlo todo para ser.
Ay, pobre de Gramsci, en estas épocas donde lo viejo no muere y lo nuevo no nace, surgen los monstruos que en nombre de Cristo violentan y matan hermanos. Ay, pobre de Cristo. El diablo mete la cola, Entre una búsqueda y otra, nos desvía del camino y sin darnos cuenta estamos sumergidos, navegando desde el más moderno smartphone en su universo de símbolos.
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La luna...
CARLOS NORBERTO CARBONE
GABRIELA CARLEVARI
El presagio Ella cuelga como harapos lágrimas sin sueños y un desgarrado corazón en el vientre de la lluvia.
alarma crónica atadura de la carne que me habita observo y veo en lo fugaz del espejo el despertar de mi mirada
Ella deja sus manos sobre un viejo libro y sus ojos sobre el olvido de los siglos.
retazos de mí emergen
Ella con suspiro de mariposa piensa en una llave de pan.
alarma crónica atadura de la carne que me habita
La tarde es pálida como el presagio de un tigre.
observo y veo en lo fugaz del espejo el despertar de mi mirada retazos de mí emergen voraces
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La luna...
PAULA ANDREA CARRASCO
SILVIA CARRAZANA Camino
Y de repente tus ojos, tu pelo, tu sonrisa la soledad nunca más estará sola gracias al regalo divino este regalo para mí fue esperanza.
Un camino invisible nos une. Abro la puerta de cada día y mis pasos avanzan a tu encuentro. El camino es largo y es corto, llano y sinuoso. Sé que vienes a mí. Nuestro punto de encuentro es el punto medio entre tu camino y el mío. Allí confluyen tus sueños y los míos, allí tu cuerpo y el mío liberan sus deseos de plenitud amorosa.
Sos como la lluvia de verano, por más que uno la anhele llegará cuando tenga que llegar ni antes ni después. Por eso te espero, pero no ansiosamente porque sé que llegarás en el momento preciso y podría ser mañana. Nunca sabés cuando puede sorprenderte un chaparrón de verano.
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La luna...
RUDY CATONI
DÁMARIS CHAMORRO OYARZUN
Carta 5 cuando rompen témpanos los bordes de tu cintura mi novicia estatura redime el vuelo de pájaros nocturnos
Que se pierdan las medias con el cerebro adentro Que el miedo apriete los ojos hasta secar sus lágrimas Que todos los «que» se repitan enfermos, cuanto sea necesario Que la garganta sienta los rasguños y el cuello sangre, pero sin morir Que sea doloroso el pecho por el golpe de los gritos Que todos los «que» se repitan enfermos, cuanto sea necesario Que se incendien las orejas y sus llamas derritan las voces Que le mienta el sueño a las pesadillas que Que que que Que Que todos los «que» se repitan enfermos, hasta sanar
la santidad se retuerce entre sábanas que detonan y la noche es sólo un resonar de existencia inhóspita un piano, una bossa, un cielo la imagen que transporta el leve hilvanar del espantajo cuando la llave clarea la despedida mirando tus ojos de libélulas la noche se lleva lo egregio de tu lento y sensual caminar cuando el carrusel enrosca mi lengua con la sortija en mis manos veo crecer telarañas
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La luna...
MARÍA LAURA COPPIÉ
NOEMI MARIA CORREA OLIVÉ
Dandelión
Vuelos de la muerte
Abrir los ojos. Palpar cómo se desparrama la mañana. Arrullar el pasto, frotar la superficie para despabilar al rocío y su memoria de salitre. Liberar esquirlas frescas, verde olor y savia en la boca. Rescatar una flor, juntar las manos y en un gesto para nada inútil -casi una redención de tálamossoplar. En cada vellón se espesará una idea (ansias de milagritos nacarados se fundirán con el aliento).
El tiempo se estrecha en el laberinto fingido del océano. Llueve. O se escucha tu llanto de sirena. Las olas se aquietan y te reciben blandamente en lo inmenso, en la perfecta mortaja de tu sueño.
Observar manso, silente, profundo. Inesperada semántica la de este recreo. Tomar nota: las mariposas ya no sangran en enero.
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La luna...
OSVALDO MARIO COSTIGLIA
SILVIA MARINA CRESPO
Ahora es la noche
Concepción del grito
Ahora es la noche, hora de cerrar los ojos, para que baile el alma para nosotros para nadar en la retina como un pez ligero en un mar infinito. Ahora es la noche, ahora salimos de las sombras del día, a la luz de otro sol -que es el meollo del mundoAhora es la noche para la alegría inédita del que se ha atrevido contra sí mismo. Ahora es la noche que es el día que anticipa el impulso sobre la puerta vaivén de la eternidad
De las fisuras del cielo detrás de las puertas que no se abrieron nunca entre los oídos que se cierran como puertas de los redobles del sueño de las preguntas rendidas ante los hechos nace nuevo y remoto el grito humano
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La luna...
ANA MARIA DE BENEDICTIS
MARTA SUSANA DE IRAOLA
El tribunal de los muertos
Brevas
Ni una leve brisa rompía la quietud, silencio en el polvoriento pueblo. El corazón extenuado de su auto era el único signo de que todavía algo se movía. Transpiraba de calor, más aun por esa extraña sensación. Llegó al hotel donde siempre se alojaba; atendía una muchacha nueva, joven, lacónica, aburrida. Dijo menos de lo necesario y le entregó la llave. Se marchaba cuando giró para preguntar por el dueño. No fue necesario, porque antes de abrir la boca divisó un enorme cuadro con la foto, cruzada en un extremo por un lazo negro. Preguntó ¿Cuándo fue? Con igual inexpresividad respondió «menos de un mes». Por mundana cortesía indagó otros detalles, agregando tontos comentarios de circunstancia. Voluntariamente había puesto fin a su vida, no sin dejar antes todo prolijamente ordenado que con solo seguir las instrucciones no habría diferencia. Se tiró en la cama con un cansancio estremecedor y al fresco del ventilador que murmuraba desde el techo y se durmió. Despertó en la oscuridad y con dolor de cabeza. Salió al aire de la noche tan quieto como el de la tarde. Lo atendió la esposa del farmacéutico que consultaba cada paso en una gruesa carpeta. Su esposo había muerto dejando órdenes, guías, inventarios, teléfonos de emergencia. No habría diferencia. El retrato con el negro signo en la pared. En el bar de la esquina tomaba el analgésico con un enorme sorbo de agua helada y antes de que llegara al estómago vio en la pared principal, el cuadro del antiguo dueño que ostentaba el mismo galardón. Preguntó al mozo, quien antes de contestar consultó un cuaderno de hojas cuadriculadas. Comenzó a caminar sin rumbo buscando sosegar el cuerpo, el alma y el espíritu. Los transparentes del diario local, enlutado con cintas negras, anunciaban con grandes titulares la muerte del presidente del país. Decía a su vez que nadie debía preocuparse por el destino común, porque todo estaba excelentemente organizado, producto de una previa planificación, que hasta era posible continuar sin reemplazante, tan solo, alguien debía en cada caso leer minuciosamente las instrucciones. No habría diferencia.
I El poema parece reavivarse con cada madrugada muerde temblores siembra.
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II Brota y rebrota el verso alarga sus raíces suelta sus pájaros al sol ya no sabe callar. III Negados a morir los poemas golpean sus dardos entibian el pan magro de los pueblos.
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La luna...
ROBERTO ROMEO DI VITA Cosas triviales
ARGELIA ISABEL DIAZ
Que primavera el mundo/ después del primer trago Armando Tejada Gómez
¿Sabes? Las mariposas beben de mis lágrimas y ninguna puede levantar mis párpados Vuelan, siguen, se asientan y no habrá nadie que las vea Siguen. Siguen las marchas de gruesas sombras Alargando figuras donde se nombran y mezclan ansiedades en locuras Vayan, vayan todos busquen a la hermosura La torcaza anida entre mis flores que a tarde perfuma…
¡Me levanté de luz esta mañana! ¡Que mañana azul! después del primer beso. De acariciar tu cintura y ponerle alas al mate mañanero. Que esperanza tonta, recibir el primer sueldo (que igual no alcanza para nada). Pero el hombre aun confía en sus fuerzas y sale a pelearse con la vida, camina en las mañanas entre los suyos y no suyos y porfiado atento, le dice SI, a la lucha Y le hace un corte de mangas A la derrota.
¡Hoy encendí el candil de mariposas muertas!
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MARIA AMELIA DINOVA CASTRO
NORMA MABEL DOMANCICH Bolivia tiene un mar
Evita… A Eva Perón
Luchadora sin descanso sin títulos de nobleza sin millones acumulados sin acciones en empresas
Bolivia tiene un mar, un inmenso mar moreno que baja incontenible desde los cielos-montaña, un mar que crece en olas de interminables trenzas, que se viste de arcoíris en millones de banderas, un mar de pieles de soles, de manos hechas de tierra.
Humilde y aguerrida Bolivia tiene un mar, un inmenso mar moreno que sabe de muerte y lucha y de siglos de silencio y en ese mar, van pariendo sus hombres y sus mujeres, las libertades gestadas en el grito de su pueblo.
Sólo tuviste el poder que te dieron tus convicciones en esa lucha sin descanso por los trabajadores de nuestra patria que como nunca hasta nuestros días su dignidad encontraron y a gritos te pedían que con ellos te quedaras
El blanquerío se inquieta ante ese mar que se viene. Manda a sus perros de caza, desteñidos de memoria, los azuza con lisonjas mientras desgrana rosarios, rompe todos los espejos… Que nadie se reconozca en la piel de los ancestros. Pone un fusil en sus manos, les paga cuatro monedas para que tiñan de rojo el inmenso mar moreno. Y no caben tantas muertes en las hojas de una biblia, en justificarlo todo desde ese dios de otras tierras.
Contigo las mujeres se sintieron plenas, verdaderas protagonistas de la historia trabajando junto a ti por los niños de esta tierra a quienes diste
Bolivia tiene un mar, un inmenso mar moreno. Imposible detenerlo, porque el futuro es de ellos.
Tu vida y la Esperanza que dejaste siendo tan joven en tu lucha revolucionaria
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AVELINO DOMINGUEZ
GERMANICO DRUSO Conjetural
La tonada (fragmento)
A don J. L. B
«¡Vaya a traer agua, Pablito!» Me caen (como cuando niño) en un rosario las palabras de mi madre campesina. Hui del Uruguay hacia la pampa bonaerense escapando de las mujeres, el juego, el alcohol y otros vicios que acaban con un encausado y un muerto en el desborde de las pulperías. Fui soldado noble, subordinado, leal; un buen día, me ganaron el dogma y la niebla; asesiné al «sindicato del gaucho» y, hoy, paso a degüello a cuanto gaucho me encuentro a fin de no dejar la más nimia huella de mi crimen atroz, imperdonable. El muerto era un anciano desarmado al que clavé una lanza y di la orden de metralla con el favor de mi Dios y de la Patria. Voy a pedir la baja, no merezco ser comandante de tropa ni el mayor Irrazábal, el peso que soporto está diezmando a mi caballo y no sé si he de llegar a Córdoba en pie. Mientras torturo y degüello oigo la voz de mi madre campesina que a diario me conmina: «¡Pablito, vaya a traer agua; hoy no ha llovido!»
El cogollo que florece entre las coplas en la boca del que toca o del que canta, con sus versos de espontánea ocurrencia. Es un homenaje que dedica la tonada, cálido arte de halagar improvisando tradición tan propia de cuyanos, cuando suelta el acorde una bordona, y ya estamos destapando otra botella.
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EDGARDO ARIEL EPHERRA
MARIO DANIEL ERIKSEN
Rendirse a la evidencia
Mancarrón (fragmento)
Aquel cuento encierra una poesía, la épica roba mitos, esta novela usurpa su identidad al ensayo, los haikus trafican aforismos y hay relatos que prostituyen leyendas. Millones de lectores se quejan por la falta de seguridad. La policía del lenguaje reconoce que la violencia de género literario es un delito irreprimible.
Hoy, el lunar del Lucero, lo entropilla con sus astros, y con las matras del pasto, tiende su sueño tropero. Un solcito doradillo, lo ensilla con tibios rayos, y en los ojos del caballo, hay un cielo de espinillos. La ausencia de un cojinillo sobre el lomo trajinado, delata un rudo pasado, de polvo, tropas y arreos... Y su último deseo, es morir al descampado. Estaqueadero de barbas del diablo, babea el alambre. Un matungo arrastra el hambre, entre yuyales sin parvas; Parece ser, que las larvas pronto serán mariposas... Pero él, es agreste rosa, con un corazón de espinas, y se esfuma en la neblina del ocaso de las cosas. Cerrazón de panaderos, lo envuelven en el cardal. Sólo aguarda el vendaval y ya echa el anca al Pampero. Tal vez, su curtido cuero, se cubre de soledades...
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La luna...
ELENA S. EYHEREMENDY
ENRIQUE JUAN FERRARI
Tímpanos y mohos
Treinta mil veces
Quiebra ya vos también tu condenada prudencia, echa a volar tus reprimidas Aves, tu pico envenenado, tus esquirlas, tu fuego. Desbanda toda estructura fragmentaria, detona el horizonte, corta tus cuerdas, corta las altas bóvedas donde quema la Luz, grita y eriza ahora cada poro de piel en tus rincones.
Arriba, muy arriba, en el alma el cercano sonido de la gloria. Cabalgaban de lejos, en la memoria, voces conocidas, en el tiempo. Repetidas mil veces en lo eterno, empuñando las lanzas de la historia. Revuelo de banderas desplegadas a futuro, vendaval de sueño incandescente. Murmullo terrenal de los que sueñan, fogoneando el verbo bien caliente. Apretando entreveros sin espera, la Patria paga el amor de ser valiente.
Después, será el silencio: El hongo definitivo proclamará la única ley, la de Hiroshima. Los tímpanos mohosos habrán ensordecido para siempre.
Y aunque la derrota sea el precio, en la derrota, vencidos no estaremos. Habrá memoria, compromiso sin olvido, y tomarán la bandera nuestros hijos. Tendremos la humildad por lo que fuimos. Y por nuestros héroes caídos cantaremos. Y aunque treintamil veces nos desaparezcan, Treinta mil veces cantando volveremos.
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La luna...
MIGUEL ANGEL FERREIRA
DARDO FESTINO
Nicanor Parra
Rodaja blanca
Su cabellera de nubes en ese rostro Tallado a canto Y esos ojos de mirada de horizontes lejanos Entre las gaviotas deja su número matemático La caída del fruto en la física de un verso Elaborando los días a hierro caliente Surcando paginas en lo otro lo que No es poema lo que es la otra La poesía oculta entre andes y nieve Entre pliegues de su piel el arado De la palabra, en esos ojos la mirada Del águila en vuelo en cielos de gritos Fuego y esquirlas Mano firme en el timón del poeta Manos que dan la poesía fuerte El grito que otros callan lo da él Con su voz de volcán latiendo Nicanor, si las letras aún están ardiendo. Y el cielo de nubes es tu presencia latiendo.
Sobre los árboles de la noche la luna inclina su ceniza se ofrece pan siniestro al hambre del pensamiento Intemperie y gotas de rocío La soledad es un encierro que llevamos a todas partes
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La luna...
JOSE LUIS FRASINETTI
SONIA GALLARDO
Padre
El forastero
Me ortigan los silencios, padre, y esta quietud postrera de los cardos mientras me voy por el camino pedaleando en la siesta de las liebres, espantando perdices, entre las hierbas altas del olvido.
Un árbol solo en medio de la pampa expuesto a los rigores del desierto, ¿qué hace allí, merced de la llanura, harapiento, desnudo, casi muerto?
Mientras vuela una garza sobre la espiga celeste de este río que pasa, nombrando los reflejos de otra orilla.
Triste figura. Espectral y ceniciento, petrificado en la planicie abierta, ofrece resignado su ramaje yerto y el rítmico crujir de su madera.
Me ortigan los silencios, padre. Encarno, en el infierno del anzuelo, la tempestad del mundo.
Reclama acaso una piedad secreta que hostil el viento ignora o desatiende, fiel al oráculo de su destino
Pasa una flor boyando por el río. Pasan las nubes, allá, a contracorriente. Y los tábanos duelen en tu nombre, padre que andás fumando entre retamas, arrojando la boya del misterio para pescar los bagres de la muerte.
y lejos de brindarle amparo, al final, como un círculo de tierra, se cierra el monte de enfilados pinos.
Cuando el río que pasa nos invente la noche, Pescaré por el río de tus cielos la estrella atardecida de tu voz.
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La luna...
HECTOR GHIDINI
KARINA GIACONI
Crujen
Carnaval
Sobre veredas húmedas sin charcos como detrás de un invisible sulky ruedan amarronadas las hojas del final
Ni la careta del mejor corso oculta la tristeza en los ojos del bailarín.
la música de otoño acompaña el hechizo sólo falta el farol y el compañero perro
Las murgas levantan espíritus dormidos.
hasta hace pocos días domaban arreboles sembrando los rosados en un cielo celeste las hojas son tan sólo respuestas de un cambio conversado con la tierra y el sol
Alegorías callejeras bailan, hasta sacarse el demonio de la mente y el dios del cuerpo.
y lo dicen cantando: caigo pero me quedo llevamos los sonidos del árbol que vendrá se juntan y comienzan su coro por las calles no lloran ni se quejan por su último retiro danzan danzas de cisne de todo despojadas y entonces, desde entonces, es que las hojas crujen.
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ALICIA GIORDANINO
ROBERTO GOIJMAN
La luna es una mujer
La temperatura hormonal de la naturaleza
Luna La cíclica, Con sus ovarios de plata/ revolucionaria/ educadora de masas. La de tajada incipiente/ la redonda/ La menguada/ la ausente/ Deposita su esplendor/ empoderada/ En los tejados del sur.
Ay de tu mar y de tu luna. Si tu pendiente dijera cuántas piedras caen por minuto. Si tu sísmica alegría no provocara daños y tu altura cayera de repente. Si tus lunas se llenaran de bocas las bocas se llenaran de lunas. Si los montes resecos preguntaran tu nombre de orificios salvajes en llamas. Si tu pendiente dijera cuántas piedras de hambre destapas por minuto. Ay entonces de tu mar y de tu luna.
Se deja moldear al antojo/ de los marineros La señora despechada/ la bienamada La contradictoria/ feroz y amable/ Expulsa los residuos del mar Mientras busca las palabras Que le proporcionan los búhos/ que sueñan poemas Arriba de los árboles. La luna es la totalidad de hembras/ clamor de voces/ justicia enramada. Rueda el satélite por las calles Acariciando a las mendigas/ A las bienaventuradas / señoras de la madrugada. Y sigue en infinitos círculos/ la sagrada mujer/ semilla y agua.
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La luna...
EDUARDO ANTONIO GOMEZ
SILVIA GOMEZ
Un ebanista en el frío
Indiferentes
Me imagino otros tiempos un ebanista en el frío duro de mi confluencia mirando hacia el Entre Ríos. Me imagino otros tiempos un ebanista en el frío.
Se aproxima una tormenta y vos ahí en medio de la plaza, inventando no sé qué excusa, esperando tieso que las nubes pasen, henchidas ellas de agua/vapores o huracanes. La tibieza del piso recién lavado te engaña serenidad como la radio, que suena imperceptible y embustera anunciando soles y revoluciones de alegrías. Y no pensás que lo que se aproxima arrasará con todes, y está tan cerca que es posible palparla u olerla en la primera brisa de febrero que se avecina inminente. Y ves gente alrededor corriendo a guarecerse buscando trapos, instrumentos, rejillas o paraguas para resistirla o enfrentarla ,como quien sepa. Se aproxima una lluvia tan fuerte que llevará los sueños al infinito y vos ahí, como invisible pensando salvarte en la soledad de tu techo tibio sin los gritos del gentío, ni los pañuelos, ni las ollas ni las banderas estático, cómplice de tanto viento mirando mudo mientras las pibas corren y se preparan como quien pueda sudando, en medio del vendaval mutándole la esperanza a la agonía creyendo infinitamente que va a caer/ que va a caer/que va a caer hasta que arda.
(zamba - fragmento)
Los colores de tus ríos dejaron de ser rojizos para ponerse el vestido de mis ríos cristalinos. Los colores de tus ríos dejaron de ser rojizos. Yo con hijos pequeños y vos con hijos con hijos que han llegado a dar frutos seres que han florecido. Yo con hijos pequeños y vos con hijos con hijos.
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MARCELO GONZALEZ DEL RIO
LEONARDO HERRMANN
[Aritmética elemental]
Canción de Lorca y su alegría
1 Hombre + 1 Amor = una Historia
Federico anda de la mano de Salvador hablan de la conciencia de ser de los elefantes de cómo los militares son metáforas de los huesos y los osarios, de las circunstancias metafísicas del sexo de los ángeles en una orgia celestial sin precedentes Salvador se estira los bigotes y opina que los celestiales son seres promiscuos que engendran las maravillas del mundo, que la magia es un acto de fornicación sobrehumana y que una hoja de un árbol mecida por el viento es un cortejo de apareamiento de los alados seres escondidos entre los árboles. Luis dice que los perros que aúllan a la luna son parte de una conspiración intergaláctica andaluza, que el mundo pronto será de los perros así hablan el trío de enamorados y cantan canciones por las calles antes de entrar al internado.
1 Hombre + 2 Amores = un Poema
II/ Si vieras que lindo es el amor, jugar a las escondidas con el tiempo sentir ese afecto fraterno de la mano que se tiende bailar por las calles cantar zarzuelas a dúo en la exquisita acústica de los baños quedarse hasta que muere la noche riéndonos de las locuras de la vida el amor es el milagro de los astros incendiándonos los ojos.
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La luna...
OSVALDO HUESO
NELSON FABIAN IRRAZABAL
La gotera
Escucha el sonar
Escuchándolo no parece creíble pero, por la edad del hombre, es respetuoso creerle. Dice que, en Pueblo Seco, unas pocas leguas de acá, todo comenzó con una gotera. Sucedió en el rancho de Don Secundino, dice que al viejo lo despertó un golpecito en el medio de la pieza, y que como el ruido seguía, decidió levantarse. El piso de tierra era un barrial. Las chapas estaban buenas, era imposible que pasara el agua, pero la gotera estaba, y seguía cayendo. Esperó un rato, no sabía cómo llegar hasta la puerta sin embarrarse. Cuando se bajó del catre, casi tuvo que nadar. El agua le llegaba a las rodillas. Las alpargatas con los bigotes haciendo de alerones, viajaban por la pieza. Embarrado y mojado abrió la puerta, el agua salió rauda hacia el campo. ¡No llovía! ¡Ni una nube y el sol, brillando como nunca! Dice que Don Secundino no salía de su asombro, ni entraba en su entendimiento la gotera sin lluvia y a pleno sol… pero la gotera seguía. El agua se fue desparramando a campo traviesa por todo Pueblo Seco. Los alambrados quedaron cubiertos. Las vacas flotaban y mugían haciendo gárgaras. Al rato pasó el caballo de Aparecido Reinoso, con las orejas tiesas apenas fuera del agua… que seguía subiendo. ¡La gotera no paraba bajo el sol brillante del mediodía! El pueblo se fue tapando. Solo el mangrullo que había servido para avistar a la indiada asomaba. De Pueblo Seco no quedó nada. Nada seco. «Pueblo desaparecido» dice el viejo, que le pusieron los que escapaban, agarrados a los troncos desprendidos del mangrullo, cuando cayó. Me parece muy fantasioso lo de este viejo… y además no sé cómo llegó hasta aquí… Mojado, está. No sé si creerle esto de la gotera. Pero, fijándome bien, allá, a lo lejos, en la loma, estoy viendo como un hilito de agua, que se viene acercando…
Se escucha el sonar y a los pozos corremos. Mamá nos dice que no lloremos, que son aviones que solo traen truenos. El cielo se pone rojo y todo se cubre de lenguas de fuego. Parece que el diablo se ha apoderado de las calles de Sarajevo. Cierro mis ojos y así creo que no veo, mi amigo del alma ya no habla y no sigue corriendo: volteo mi cabeza y ahí yace tirado en el suelo. Le grito: ¡vamos! Ahora jugar ya no podemos, Le insisto que se levante y su carita está pintada de negro. Trato de levantarlo pero pesa mucho su cuerpo; el asfalto se raja y se hacen pozos con cada trueno; cuando se escuchan los motores de esos pájaros de acero, ya las fuerzas me abandonan y correr no puedo. Y pienso en mi amigo que no pudo terminar el juego. Corro y corro entre el humo y el fuego, con las piernas temblorosas: me invade el miedo. Todo es gris y bermellón donde antes había flores en las plazas de Sarajevo. Papá hace rato que se fue, vestido de verde, con a cara pintada de marrón y negro; mamá dice que se disfrazó por el carnaval de invierno. Espero que vuelva porque ya pasó mucho tiempo: ya la primavera ha llegado y él aún no ha vuelto. Escucho al cura del pueblo diciendo que pidamos a Dios por la paz de los nuestros; ya no se oye a mamá por ningún lado y solo me encuentro: no he hecho más que correr desde que empezaron los truenos: no he hecho más que correr, por las calles de Sarajevo.
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La luna...
FELIPE JOSE ISSA
ALEXANDRA JAMIESON
Perros Negros
Voraz
perros negros invisibles sus ruedas copian empedrados que conocí dónde estaban cuando el sol en las sombras estudian el suelo, no el cielo tanto afán
Te haría un budín. Con canela, jengibre, manzanas. Quizás almendras picadas y hasta con glasé real. Y te comería a besos, bocado a bocado te saborearía. Si tan solo no cometieran la injusticia de tildarme de antropófaga.
perros negros con cría de todos los colores aún así, nadie los ve corren hurgan, hacen que juegan la macabra fantasía de vivir perros negros invisibles vienen a mendigar poesía al templo de las letras esas que dibujan un cielo que no existió piden por la estrella que los guíe que le digan en cuál de ellas se les quedó la vida si es verdad que una vez soñaron y no recuerdan perros negros invisibles decime poesía dónde está el cielo para cargarlo esta noche para no morir tirando el carro sin soñar mi sueño de cartón.
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La luna...
HECTOR JORGE
JOSEFINA KACKIELO
Yo necesito otra cosa
Desde el borde de la cama
Formación de la personalidad, creatividad, aceptación de reglas, toma de decisiones, son algunos de los atributos destacados a los que debe agregarse su característica de inclusivo, y es por eso que esa mañana me dirigía con mi «club de ajedrez» a cuestas, llámese baúl de automóvil, aliado partícipe necesario, quién es el continente de todos los elementos, tableros, piezas, relojes, que recorren bibliotecas y escuelas. Estaría tentado de definir esta situación como la representación de los juglares del medioevo, pero aplicado al ajedrez y no a la difusión de la poesía como en aquel momento. Ese día, como otros tantos similares, llegué a esa escuela humilde que es hoy motivo del relato. …
Cuando Teresa obligaba a las siestas del verano con la pinza de la mano abría sus ojos cargados de vigilia
Estaba trabajando con la niña de nueve años, creo recordar que era Mercedes su nombre, muy vivaz, activa, contaba cosas, aprendía bien, interpretando lo que se le transmitía. Todo un ambiente distendido y con la alegría de ver que rápidamente descifraba lo enseñado, factor muy necesario y estimulante para mí. En un momento dado, de una bolsa de caramelos que poseía en mis manos, ofrecí para que comieran. Algunos chicos tomaron algunos, como el acto sencillo que implica sólo comer un dulce, pero para otros, como la niña mencionada, fue el detonante de una respuesta inolvidable, quién golpeándose suavemente la pancita con su mano derecha expresó... «yo acá necesito poner otra cosa profe». Desde ya, no pude seguir con la clase y hasta hoy, mi memoria me lo recuerda como dando un cachetazo por tantas mezquindades, acumulación irracional de riquezas y múltiples miserias humanas que poseemos los adultos y de las que son injustamente receptores los niños.
«Mañana va a llover (con los ojos cerrados) hoy a la noche saldremos a buscar hormigas»
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Entonces me arrimaba al borde de la cama y eran largos los brazos del «ahora no» «Vayamos a buscar abejas en la madreselva ellas nunca duermen y me aburre dormir»
Eran lerdas las horas hasta el anuncio de grillos pero todo llega con la curiosidad del tiempo Entonces supe que era yo unos ojos en brotes de la noche y en el camino que tampoco duerme
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La luna...
PAULA KLEJA
RAQUEL LAUDANI Tejedora de sueños
Tres veces, una pausa casi imperceptible. Tres más. Así golpeaba la puerta cada tarde, porque el timbre nunca anduvo. Y él, sin preguntar quién era, abría. Y ahí estaba ella, del otro lado de la puerta, sonriendo.
Entre la luna y el sol diseño mi manta de sueños. Entre el sol y la luna la tejo, la destejo y la vuelvo a tejer. La contemplo terminada. Y al llegar la noche me envuelvo en ella para seguir soñando.
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La luna...
PABLO LAUTARO
KUMEY LELYN – BOKY ROMERO (LOS JUGLARES)
Desamparado
Fogón otoñal
Dicen que a veces en los campos sus alas rozan la ternura candor de ojos de fuga Aseguran también que le han visto al final de la primavera mejillas rosadas y manos de seda Pero nadie afirma conocer su rostro de angustia He saboreado sus labios tristes de ausencias toqué su piel ajada de años bebí sus aguas cuando eran puras y me alegré con sus lluvias de otoño Hoy me duele el alma de ver a mi Madre Tierra víctima de la inconsciencia humana Vencida de luchar en vano mientras se la mata a plena conciencia No quiero ser huérfano
Vivo en un bosque Rodeado de ciprés Hay abedules, misterio blanco Por nacer. Abro hoy mi ventana Y el Piltry ni se ve Hoy hace frio, cae la lluvia Sin saber. silba y se va el fogón otoñal silba y se va el fogón otoñal silba y se va con olor a humedad Vuelan miles de sueños De ocre y de limón Ruedan mosquetas Que el verano coloreo Juegan siempre entre nosotros Poesías del amor Y una guitarra acompaña la canción
tampoco victimario.
silba y se va el fogón otoñal silba y se va silba y se va el fogón otoñal silba y se va con olor a humedad… ardera
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SOFIA LENSKI
CLAUDIA MARIA SUSANA LIUZI Soy
Hay un lado oculto que habita en las cosas /la historia.
Soy la garganta muda de mi ancestro agua torrentosa de protestas ahogadas en el útero de la mujer que acuna mis arcaicas palabras
Su rostro impávido borra el gesto de los cuerpos seniles clava la aguja y tatúa con polvo la línea horizontal de sus siluetas.
Soy mi propio recuerdo atrapado en un amasijo de sinsabores que despierta a carcajadas mi ironía Soy la otra Soy nosotras Soy ellas Soy todas Soy yo
Cuando amanezca las sombras que guarda revelarán lo oculto y será lo que es una fábula de agua.
Nada queda afuera de la realidad que me contiene y me rechaza Dialéctica del permanecer y la renuncia en el embrión desconocido de la muerte definitiva o la vida
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FLORENCIA LO CELSO
JUAN LOPEZ Teoría del conocimiento
era ese placer/ esa estética/ esa música tan ella tan Bovary, era la otra mujer que amaba era esa otra perversa razón de ser la que transformó el fuego en otro diseño el propio y no ajeno una carta una carta quebró la hipocresía y Yonville un espacio/ el otro inmenso
se aprende todo se aprende y si no se aprende se choca hasta partirse contra el contenido del aprendizaje llámese relación amorosa relación filial relación laboral llámese soledad hambre violencia frío enfermedad lo que no se aprende se embiste o te embiste el choque produce a su vez conocimiento y oxígeno se abren las superficies de las superficies y brotan las entrañas el fuego derrite las ideas las imágenes las palabras estallan y las letras regresan desnudas locas al abecedario
Rouen fue esa astilla que ardía y esa otra mujer ella misma ese debe y ser la sombra la marchita.
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LAURA ANABEL LOPEZ
ALICIA LOZA ACHAVAL
Escribir
Quilmes (fragmento)
escribir el polvo escribir las calles escribir el sol en su intensidad de estrella madre escribir la mañana escribir cálida primaveral (y las estaciones se dejan llevar camino de las grandes avenidas) escribir la desobediencia es natural escribir ¿en qué año estamos? las obras completas de Lenin se venden para coleccionar escribir hay ruinas tan hermosas
Sobre el Alto del Rey descansa la Ciudad Sagrada sus últimos huesos su linaje de de maíz y algarrobo de flecha y dardo de pluma blanca bravía. Desde que llegamos no ha cesado el viento rasante y debemos resguardarnos tras unas pircas custodia de piedra. Apenas asoman nuestros ojos por esa ventana los deslumbra el gran valle los maizales las represas las casas y sus patios entramados entre el monte y la puna que germinan círculos de vida de amor y de guerras. El viento no ha cesado desde que llegamos.
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La luna...
MARTIN MAGGI
LILIANA MAJIC
Bondi ladeando
Víctor Siempre hay alguien bajando
volver a ser de repente tan frágil como un segundo Violeta Parra
también soy terca una revelación la sangre nos habla otra vez la impotencia los dolores antiguos y el hígado los pulmones las vísceras vos yo ellos la pared el miedo y todo eso que ya sabemos
Una es de abril su pelo ceniza la delata va mascando, mordiendo y chupando una de esas paletas circulares, de colores la introduce entera en su boca de labios finos y dientes blancos. La otra es de noviembre y de todos los veranos percibe su belleza desde el fondo de sus ojos tiemblan sus pequeños pero carnosos labios rojos y en el crepitar de la hora su mirada atraviesa el espacio y por un segundo se posa en mi hombro.
otra vez
en tu cuerpo enorme
todavía encuentro al nene en tus ojos me mira asombrado me dice todo eso ves en el cielo? y me invita a salir a la noche
Nada es más cruel que verlas bajar sin saber absolutamente nada. Y la tercera ya se bajó hace rato… 193
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GABRIELA MARCONI
SOFIA MARINI
Miel de otoño
La higuera
Me alimento de la vida y elaboro mi respuesta soy amiga de hojas secas crepitar dorado es fiesta. Lamento por las partidas estupor la estancia nueva arreglando nuevos tratos empiezo a calmar mi fiera. Miel de otoño cae libre rodando por las laderas abruptas casi sinuosas de mis gastadas caderas. Arde fuego en mi interior resopla el fuelle la hoguera quemo cartas amarillas en mis húmedas cuencas muertas. Reloj que marcas mis días guarda mi llanto en la arena…
Tiene hojas que parecen manos las de la casa de mi abuela me saludan. La planta nos regala un fruto poco agradable en su exterior que por dentro es un pegote de hebras extraño no me gusta su sabor en crudo sin ser elaborado previamente. Pero mi abuela tiene una cacerola con magia capaz de convertir al higo en dulce siempre que esto ocurre guarda un frasco para mi y no hay mayor honor que un frasco con dedicatoria. las manos de mi abuela están hechas de dulce de higo y de fideos caseros su voz está hecha de cuento sus pies de paseo por la vía. Me llevo el frasco a Bahía Blanca y me siento a preparar exámenes ahí me doy cuenta yo estoy hecha de los dulces de mi abuela de las flores del almendro de las bufandas de invierno y su poesía. 195
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IRENE MARKS
MILAGROS MARTINEZ
Quiero saber
esto para nada es un poema surrealista
Dentro de la niebla estamos desnudos no se escuchan tempestades ni gritos
pimpollos tulipanes nubes tornasoladas fauces en movimiento con rayos penetrantes de sol violentamente entran inexorables labios pestañantes dan un beso a Febo ojos devorados y delante de ellos, imagen exquisita fresca como una tarde de domingo tulipanes lechosos de algodón puertas siempre abiertas al abismo que a modo de sonda en el decidido te arrojas a pulverizar las trabas posiciones inubicables que evocan sombras aquellas flores desnudadas por Febo en el momento que caigo al vacío de mi cama
Soy humana pero no, estoy aquí pero no, no puedo evitar irme, creo que son llamados, tiemblan desde el espacio. Cae la lluvia de silencio sobre la montaña. No me importa que tengas o no tengas, ni qué nombre te han puesto en este tiempo. Quiero saber si tu sueño es de todos o solo de unos pocos. Si tu alma se expande hacia los otros o almacena miserias y sobre todo, quiero saber si puedo tomarte de la mano en el sueño final.
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La luna...
ANGELICA DE LOS SANTOS MASCHIO
ANAMARIA MAYOL
La última hoja Silenciosa como la bruma. Detrás de la cortina azul del ventanal La tenue luz refleja su cuerpo desnudo. Un hombre corre como el viento. En loca carrera por llegar.
Sólo una voz A veces no soy más que una voz sobre los huesos y la memoria nada más que una sombra en el espacio girando en la órbita del sol
¿A dónde? No lo sabía, solo él lo sabría O quizás, también ella, pero lo oculta Siguió mirando la nada, se angustia… Un dolor le tajea el pecho, no le da importancia
sólo una voz que nombra
Sigue tras la cortina azul del ventanal. Luego dice sentenciando… Esta historia es la última hoja del libro de mi vida. ¡Se terminó!
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La luna...
DARCY MELL
NATACHA MELL
Esperanza
Hombre
Tristeza vulnerable, rara, infalible. Mi antiguo arcón guarda misterios de ceniza.
Terminadas las mieles primeras no soy tu Dulcinea del Toboso ni la Beatriz del Dante. A mi paso de Griselda enamorada ya no canta un pájaro Chalchalero. De Lilith me trastocaste en Eva, esa hecha de costilla sobrante. Escapo de la casa de muñecas una Nora consciente revelada. Y con curiosidad de Pandora echo a volar la esperanza.
Mi memoria terrena acuna mis lágrimas. Sobre las ruinas aún persiste la llama. No hay piedad, me escondo. La aurora solitaria me embriaga, me abraza. Ni tempestades ni reflejos morados romperán los lazos. Mi espacio sin raíces, torna azul la esperanza. Mi árbol sigue en pie.
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La luna...
GRACIANA MILLER
HECTOR MINUTILLO
cambiaré algunas cosas
Camalotes a la deriva
cambiaré algunas cosas viejas en mi garganta por empezar todas las mañanas regaré las dalias del balcón
Dile no a la luna al sol dile que no amanezca que se detenga la madrugada que el avión no despegue. No te vuelvas a tu Chile aunque Ovalle te espere demórate un poco amigo que hay mucho para aprender. Quédate en mi barrio, Boedo tanguero y transparente donde Homero Manzi escribía versos y Pichuco ponía músicas dementes. No te vayas aún que a la avenida de los sueños la convertiremos en un río de vino para nuestros versos. Y germinará la poesía querido amigo en el morado río que navegaremos en la alta noche de sentimientos y cofradía como camalotes a la deriva. Quiero que sepas compañero Víctor Eliziev que cuando vuelvas flamearán banderas en Boedo en el mástil legendario que lo identifica. El viento hará que bailen las banderas Búlgara, Chilena y Argentina.
alguien me prestará la regadera y a renglón seguido me emborracharé de palabras de 100.000 palabras donde los nombres se parecerán a otros nombres cantaré (por qué no) el ángelus ante los espejos con mi garganta de viejas cosas nuevas y volveré a nacer ah de rostros limpios en cada torta de nuez en cada perro en cada piedra.
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Al amigo y poeta Búlgaro Chileno Víctor Arenas Elisiev
La luna...
MARIANA MIRANDA
MELINA MOISÉ
Mediodía (fragmento)
Rebelde
Y entre costura y costura de su propia metamorfosis autogestionada, él sabía, aunque era evidente que le costaba reconocerlo, que no había más remedio para los que volvían de ese más allá crónico de esperanzas aguardadas tras las lluvias, y de rezos encontrados en las capillas anónimas de los pueblos cansados de este país, de este puto país de mierda que cada vez se hundía más en sus propias mentiras, mentiras que asiduamente seguían participando en el reflejo virtual y engañoso de nuestra propia Historia, en el que participaban (también) y sin ningún tipo de remordimientos, periodistas avezados, políticos de nombre, ciudadanos renombrados en el supuesto progreso de la Nación próspera. Y cómo él ya sabía que no había más remedios para los esperanzados que rezaban a la Virgencita María o al San Cayetano, o al Ceferino o al Gauchito, por sus desgracias, él había decidido volver a encarar el presente, con todas las ganas, con todas las fuerzas, sin esperar que el diosesito de la última hora le bendiga el infortunio. Y su Destino nunca le susurró al oído, qué es lo que haría. Pero él un día lo hizo. Se levantó puntualmente, como todas las albas de sus amanecidas mañanas y agarró el facón, aquel facón guacho que tantas otras veces había guardado por temor a que Mandinga le picara en los dedos rápidos la vena del odio y la sal de la venganza. Pero sin embargo, esa noche Mandinga había dormido tranquilo. Dios también.
¡SOY LA REBELDE! Vi entre penumbras a la Otra sumida en la posesión desaprensiva de la vanidad de Adán. Y su costilla corroída. El límite de lo lícito. La frontera del encanto y del espanto. El cuerpo pétreo, inmóvil; esperando el término del deleite del Otro, del compañero, el de la protuberancia. Concavidad vana, estrecho margen de la satisfacción y el mandato del dominante. Yo, la rebelde, nacida del semen de las tinieblas. Por elegir ser fiel a mi deseo, no aceptar ser el receptáculo de la soberbia ajena, por escupir en los altares de la sumisión, ¡Rebelde!, echada del Edén. ¡Mundo, ten cuidado! Yo también sembré la semilla de un ejército: hembras abrazadas a la serpiente fálica. Comeremos del fruto prohibido, una y otra vez. Acaso sea el primer mordisco, el de las otras, sea el de la «curiositas», la absurda curiosidad, impotente inacción. Acaso sea, mi mordisco, el de «libertas», libertad, por la libertad, amo el infierno, y devoro las bocas impías. Yo, Lilith, subida al ombligo de los Adanes, transitaré en irreverentes cabalgatas, de orgasmo y de delirio. Seré el inicio y el término. Axis de sortilegios, envilecidos por la mano del hombre que busca en la oscuridad su redención. Yo Lilith, hembra, juzgada por el instinto, condenada a los infiernos por las legiones de angélicos falos, ante los cuales me rebelo. No cargaré la culpa de la irracionalidad del hombre. No cargaré la mancha, ni el dolor del goce… Seremos iguales, frente al Abismo.
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La luna...
MARIA CECILIA MONCALVO
ALFREDO MORELLI
Astillero del lloro
oficio de agua
se va otro río un cierre cosido al ojo otro barco sin fuego otra boca sin vela
ese vendaval secó el río como si quisiera, con sus manos de operaria, sacarle la última gota de planicie.
encallada a sala de gálibo lagrimal que arde
retorció su lecho con justeza lavandera, imperioso escurrir mamelucos de meandros,
orillita opaca del párpado la sombra sin nombre fuente liturgia
ahínco de brazos enrojecidos de conciencia! ese vendaval puso el cauce en la cima de las piedras boca abajo el río, arena de lágrimas, perdió lo más hondo de su agua tendido al sol como un lagarto desparejo
canta refugio sana piedritas de agua a lloro yendo desafeito la viruta de nuestro rincón
optó por secarse el llanto para que no le sufrieran: su lejía arremangada su jabón gerente el enjuague de su mueca para suavizar la esperanza.
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La luna...
ESTER BENICIA MORENO
SUSANA MORENO
4 A.M
Partida
Bajo del puente la sombra inocente de la luna amaneció perdida Oh! un blanco tren se fue y la dejó llorando sola.
¡Me voy... por donde el viento del dolor me lleva! Hasta que se deshoje la «Tristeza»... y vuelva a necesitar... el Sol de tu sonrisa, para volver a caminar... ¡Sin pena!
Males del tiempo de ausencias y miedos Sueño eterno y la mujer del viento Oh! no pudo contener los influjos en el alba de su piel En su cuerpo el sol puso el color de la oscuridad. Una gota fue la que al final provocó su ayer de viento, sombra, luna o de mujer.
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La luna...
PACHO NAZAR
ALDO LUIS NOVELLI
Haiku por una cordobesa
Agradecimiento desde el hospital psiquiátrico
Hubo una noche en que ella subió hasta la luna.
agradezco a la oscuridad que me deja ver claramente el mundo. agradezco a los amigos que nunca vinieron. agradezco a las mujeres que me abandonaron para que enloqueciera solo.
Hubo esa noche en que yo la acompañé.
agradezco a la luna que habla conmigo cuando nadie me habla. agradezco al sol que nunca está salvo cuando salimos al patio a arrastrar los pies y babearnos. agradezco al acolchado de las paredes que me cuida la cabeza. agradezco al enfermero que me da la pastilla azul y la verde y la roja y esa maldita pastilla gris como una bala que nunca tomo y me la meto en el culo. agradezco al otro enfermero que me trae papel y lápiz para que escriba mis poemas de locura y resista a la muerte. agradezco a los dos monos que me aplican electroshock cuando me altero un poco/ para quemar lentamente mis neuronas pero ellas todavía resisten así que vayan sabiéndolo gorilas hijos de puta: todavía escribo mi sucia poesía. 211
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La luna...
KARINA ELIZABETH OBERTINI
ALBA AIDA OLIVA
Escopetazos
Recuerdas Hermana
Somos escopetas Nuestros perdigones Senos escapan Como por tubo de escape.
Recuerdas hermana las teclas del piano su dulce sonido hacías temblar La parra y el patio, en que se sentaba a pasar las horas soñando papá…
Echamos humo negro Entramos en una neblina baja Que cubre todo el planeta.
Recuerdas el parque cubierto de flores Recuerdas las ansias de reír y amar, el mudo murmullo del parque en silencio de nuevo en el tiempo, nos hace llorar.
Llueve, el lodo nos cubre La turba nos cubre El arroyo nos acecha. Son los lobos Cuidado la luna Que esta vez da sombra Como el sol.
Ahora que la plaza mece mis recuerdos Que la lluvia cae sobre el ventanal Ni las hojas yertas, ni este triste canto Puede hacer que vuelvan las teclas del piano Puede hacer que vuelvan de nuevo a sonar…
Con ojos tapados Tapamos la boca y nariz Tapamos el cuerpo Estamos enterrados.
Recuerdas hermana las cálidas horas del sueño lejano junto al ventanal Las teclas del piano y las hojas muertas Y este crudo invierno hace desangrar.
En los periódicos las mismas palabras Las manos unidas pero sin contacto Mejor no tocar nada Y lavarse las manos. No fue nuestra culpa No fui yo No soy yo.
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La luna...
DARIO OLIVA Alfileres de gancho
BLANCA MARGARITA OMAR
A la Poeta Silvina Avalle, in memoriam (1922-2018)
Lame el ojo, que repite huellas de sol y sombra, cada herida de piedra en mi zapato.
Sueño del árbol La Ley no logra aplastar aquella otra, heredada por el oficio del vivir montuoso, grabada por golpes de tierra y sal de luna bebida.
Alfileres de gancho ya no unen sábanas al borde de luz en mi cama, ni entran preguntas del mate por mi boca, caminado por Abuela hasta la pieza en penumbras, donde cebaba el sueño el último oleaje de luna.
El aire desparrama la oración de las esquilas. Las flores entregan su sexo al viento con el griterío toruno. El ritmo de la naturaleza suelta hogueras y desahoga a las crecientes.
Puntada sin hilo desgrava la lengua de lejanas insistencias, pero el olvido no desteje su piel de árbol sobre los frutos del día, y mis raíces de palabras que la abrazan como el mar a la gota en las orillas.
El monte está vacío de oratoria pero embriagado de vida de auroras, de nidos. En el deshojamiento los árboles sueñan. Es la filosofía del monte.
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La luna...
OSVALDO ORTEMBERG
MARIELA PALERMO
Abya Yala
Para que la muerte no
...duendes ancestrales que guían los abismos son puro recuerdo señalan la furia de remotos tormentos privados de hazañas en perdida memoria donde cuerpos de cobre morían invadidos por huincas hambrientos llegando a esta tierra ajena con su dios siniestro en corceles de acero más allá de los mares más allá de los cerros .
Derramar el fuego para beber el fuego en la memoria de la lluvia para que la muerte no. Bravura del fuego de mi sombra que se hamaca de la noche que replica de los que se astillan el cuerpo con palabras para que la muerte no.
Dolorosa condena al que puebla de trigo este suelo y anhela la vida tranquila donde el pan se comparte como el canto y el viento.
Mi amor tiene gorriones en las manos un horizonte me besa el cuello y en la inocente eyaculación de la lluvia, nos rendimos en el fuego nos derramamos en el fuego nos bebemos en el fuego para que la muerte no.
En esta casa retorna lo humano no es por castigo que da bienvenida es para cesar el dolor y que sea recuerdo.
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La luna...
RUBEN PARRA
ELENA PASO
Terminal
Paria
Primero me abandoné en 49 y 4, cuando La Plata todavía no era. Entré en un programa de adopción y me puse a parir a mi madre (todavía estoy en eso). Tenía unos diecisiete. Fumaba Particulares 30. Para los Parisiennes ya vivía de colado en Recoleta y fue en el 41 donde tuve mis mejores sueños. Creo que era azul. Pero de noche los colores vuelan. Y no me acuerdo. ¡Terminal! me despertó el chofer de la Plaza Martín Fierro. «Otra vez te pasaste» me dijo. «Volvé sobre tus pasos, que sabés hacerlo». Y me gritó: «la vida es ese cuento que nos cuentan para atrás, pibe, andá sabiendo» mientras me estaba yendo.
Paria no lo puedo evitar extranjera aquí y en la otra orilla paria cuando camino entre naranjos anhelo jarilla, río, bardas o la ruta 22 si hay viento seco imagino las lluvias tozudas cuando insisten adoquines luces de neón no extraño ser extranjera, uno se acostumbra la soledad pesa en cualquier lado sobre todo, en abril paria en las dos orillas transcurro asida a poemas viaje sin certeza útero voluntario o no de su cauce pujar poesía.
Desde entonces, siempre ando con pedacitos de tristeza en los bolsillos. Por si las moscas. Por cualquier emergencia. Porque siempre siento que me la vengo ver viniendo.
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DEMETRIO PELOZO
LENY PEREIRO
La condena del que condena la risa se le traba los dientes caen uno a uno como frutos maduros ruedan esos frutos en los pozos secos agrietados por la peste que sembró y cosechó luego
Nunca es fácil descorrer los velos, ni bucear en la negrura que repta bajo los sueños. No. No lo es. Y por eso, ojalá pudieras darme la mano y acompañarme. Mirar con mis ojos. Hacerte fuerte sólo para contagiarme un poco. Pero sé que algunas cosas hay que hacerlas solo. Atravesarlas solo. Buscar la forma de poner la luz en la tiniebla y el sustento que resista los pasos, aunque, aún, una vez más, no sepa cómo. Y en eso estamos. Temblando de miedos que te resultan extraños, tanteando el camino a prueba y error, moldeando ese mundo oscuro a un lugar amable. No sé cuándo terminará la travesía. Ni cuando volverá el perfume a fresias. Tal vez, el aire sea definitivo y limpio en breve, o quizás no lo sea nunca. Pero lo que sí sé es que lo intento, aunque no lo veas. Cada segundo de cada día de mi vida lo intento. Y que, aun sin que lo sepas, estarás ahí. Siempre estarás ahí. Y ya estoy yendo.
nunca sabrá como sabe un trago amargo porque no se sabe con los dientes pero perdiéndolos todo sabe a menos
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La luna...
ALVARO POE OLMEDO la foto
MAXIMILIANO POZZER
La bomba explotará en el bar a las trece veinte Wislawa Szymborska
la bomba que iba a explotar por fin llegó a su destino como un Miró ha dibujado un círculo inmenso
Cómo es que funcionamos, Que mirando al cielo Nos perdemos Con los ojos obnubilados Y perdiendo el equilibrio, Frenando la vida
entre el polvo naciente alguien dispara buscando la foto perfecta congela el fondo de humaredas serpenteantes cadáveres y gemidos
Rastreando en el tórax Un recuerdo empedernido En no querer irse más
delante de tanta elocuencia un niño grita huérfano a su sangre de turbante y arena al silencio hecho mundo al poeta al camarógrafo
Un remolino en la nuca, Un sudor en la mirada Escalofrío en los brazos Delegamos al rostro El papel de delatarnos, Cristalizar los sentimientos
nunca un grito fue más baldío sus afectos seguirán sin lápida el silencio deambulará en círculo el poeta sigue puliendo su verso y la foto ya fue vendida
Guardar el instante, Enfocar el camino, Terminar el día.
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La luna...
BEATRIZ PUERTAS
LUCAS NICOLAS QUIROGA
Angustia
la uni no sabe lo que es tener un corazón vacío
trato de sacarme una pelusa un pelo una basurita que me brilla en los ojos una gota de algodón de los palos borrachos no sé si antes o después de que copulen con flores rosadas contra el rasguido azul del cielo intento quitarme lo que me criba el corazón ese desaforado que siempre vuelve a amenazarme con sus amores imposibles inútil mi mano raspando la basura los copitos del árbol de esta nueva primavera tal vez la última del mundo el mío/aunque siga viva ya no puedo soportar mi ingenuidad y tu silencio de piedra
No puedo digerir el asco que gotea luego de comerme la voz cuando veo lo que no me gusta cuando hago lo que no quiero cuando espero lo que nunca llega si quedarse en el molde es frotarse contra un árbol lleno de espinas prefiero quebrar la corteza del miedo ver los sentimientos puros del amor enajenado sentir una última porción de libertad.
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La luna...
KARINA RAPONI
NANIM REKACZ
Abstracción imperfecta
Atravesando el portal
La poesía refunda mi matemática. La posibilidad de admirar un número cualquiera con la complacencia de los otros que sostienen sus espejos. A veces también en forma quijotesca.
Insomne aún en esta madrugada-vientre a punto de parirme, la evolución se manifiesta: emergen en mi espalda alas de cóndor, un par de branquias rasgan los lados del pescuezo y mis pies-raíces se desprenden de la tierra. No duele liberarse. Transmuto nómade, reduzco a lo esencial el equipaje; henchida de milagros construidos comprendo el fluir de las partículas, la transformación de la energía, el despliegue fractal de las bifurcaciones. Ha debido transcurrir más de medio siglo para reconocerme, consentirme y dejar de luchar contra mis fútiles molinos. En armonía conmigo misma soy contenido, continente, orilla, big-bang en expansión… y viajo.
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La luna...
HERNAN RIVEIRO
SILVIA SUSANA RIVERA
Un jueves
Amor de la madurez
hace frío en este insomnio mi cuerpo ya obsoleto le quita peso al día
Hay humo en tus ojos Me dijo. No, son estalactitas de vida Le dije ¿Cómo te las quito? Con sal de mar y agua de rosas. ¿Y si no encuentro? No importa Nos harán falta Para limpiarnos el rencor cuando ya no estemos juntos.
hace frío en este borde los espejos se han vaciado y el silencio es una boca feroz
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La luna...
GABRIELA RIVERO
SOFIA RODRIGUEZ En tus ojos
Me gustaría saber el nombre de todos los pájaros que anidan esta ciudad. Perdonen señores; es que ellos, son testigos de todo. yo no puedo escribir sobre verdades. Tampoco puedo, dejar que me hieran sin que importe, evitar la conciencia social, pagar, para no mirar. Para escándalos, prefiero el refugio de un destello de luz, sobre el canal.
Dicen que cuando el crucifijo se alza en llama crucifijo blanco la madera sagrada toma rogares de solonube silenciovida o astilla tormento. Dicen que en tus ojos de Palo Santo, madre la muerte no tiene muerte y el cielo tiene memoria para guardarte en el viento.
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La luna...
VIVIANA RODRIGUEZ
CANDELARIA ROJAS PAZ
Interrupción
De blanco
El metal viajó desde sus manos y estalló en el silencio de la madera En el camino el tejido se iba haciendo nada La hamaca acompañó el impulso cuando la memoria cruzó el umbral Memoria de un invierno que la dejó sin hoy.
De blanco estoy desde hace tiempo, no por novia ni pirpinto, ni nube ni paloma... Caminé por la plaza con otros blancos. Sobre nosotros /la trémula mancha de los ojos que no entienden el color del azahar ni su aroma, no saben de llenar aulas de jardines y huertas, no ven la clavícula empolvada de tiza, la madrugada con insomnio, el alquiler que sube y los hijos contando rodajas de atardecer entre mi ausencia y el reloj que no alcanza. Llevo la vocación bajo las uñas hace varias décadas y un tarco crecido hasta el cielo en el patio desparramado de niños. Tejo sobre el pizarrón caminos posibles… tan posibles como el blanco impecable que ahora amarillo. Soy luna que mira de frente a la noche. Marcho porvenir sin razón alguna para muchos. La mía apenas una excusa de rodar el cielo a oscuras trazando estelas de dignidad en la marea de espuma blanca como la suma de blancos que hoy caminan. De mar me vi este día. El agua ola tras ola
roe la piedra para crecer. 233
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La luna...
GRACIELA ROMERO
JULIA MARTA ROSSIGNOL
Anhelo
Certidumbre
Una escalera de papel para que subas contando historias de semillas y quimeras. Una tijera de punta redonda para que recortes por donde creas según corresponda. Un horno tibiecito para que cocines a gusto galletas, muffins, tortas y una sartén sobre la cocina para los huevos crujientes. Un patio de juegos para que saltes, bailes y te hamaques junto a hermana, primos y un sin fin de amigos. Una caja de pinceles con muchos colores para que les dibujes mundos a los corazones. Una infancia larga que sea de viaje para que cuando seas grande siempre la recuerdes que vuelvas a ella para que reposes en la cuna de esta poesía. Y emprendas luego el vuelo a mares que tus botes no navegaron a cielos que tus alas aún no rozaron.
El viento enfría mi cara, el viento patagónico me estremece, entonces estoy viva. Digo que el viento enfría mi cara, entonces me expreso, entonces existo. Estoy en comunión con la naturaleza. No se donde empiezo y donde termino, debe ser donde el viento me estremece. Mi paso por la humanidad es un instante, pero hoy, estoy aquí.
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La luna...
FRANCO ROVEIN
SUSANA RUIZ CORDOBA
Absorto
El ángel
Ya casi son la 1am. Absorto. Camino sobre la bandeja de té. Deliro con cruzarte en los rincones. Sombra de lobo a media noche. Gota de vino. Absorto. En esto no hay espera. Gracias y perdón. Incoherente e intenso a veces. Adoleciendo. Impaciente. Soy yo, mírame. Sos vos, amate. Soy vos, te entiendo. Ya me fui. Caminando en pijamas por la calle. Soy 16. Soy semilla. Soy colibrí. Absorto. Soy risas y emoción. Soy lágrimas y papel. Ya son 24 y aún no llego. Costuras legibles. Los ojos de mi madre. El carácter de mi padre. El amor de mi abuela. Curioso e impredecible. Descalzo. Te amo hoy, te espero mañana. Soy vos. Soy yo. Absorto.
Paso de la noche al abismo. Me resguardo en los brazos invisibles desde siempre. ¡Ay, si no fueras cierto, si no contara con tu calor, con tu tibieza! ¿Qué sería de mí en el insomnio? ¿Quién susurraría blandas palabras en el desierto urbano? ¿Cómo podría salvarme, llorar y callar la lejanía? A pesar del invierno y los octubres voy y vuelvo de mí misma por la huella del Ángel de la vida.
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La luna...
OSCAR RUIZ DE HUIDOBRO
RUBEN SACCHI
La Recuperación del sueño (Fragmento)
Sahara
Mientras las gotas del rocío arañaban hasta el hueso corroído de las sombras en pena; con el correr del saqueo, hasta la mismísima miseria perdió unos dientes. Cuando los más pesados ahuecaron varias costillas con el ojo único de los fierros. En el mundo de las viejas estrategias de subsistencia extrema, los chatarreros, no quisieron perder rentabilidad, y coparon la parada. Alquilaron cortadores, que por un jornal dejaban definitivamente sin salarios a la familia obrera de la carne. Los tubos de acetileno deshojaron hasta la cruz del sur. La caldera se rindió sin pedir cuentas y se fue en pedazos en camiones destartalados con rumbo a lo desconocido. Una vez que los más grandes se llevaron todo, volvieron los carros fantasmas a jugarse el resto. Un sillón desnudo, que antes había sido testigo mudo de las tropelías del viejo empresario en fuga, andaba de tumbos en tumbo, entre los escombros, certificando la muerte de la producción de carne. Cuatro generaciones de uñas rasguñaban los marcos de las ventanas y puertas. Adolescentes y maduros pico en mano astillaban la última resistencia de la mampostería. Los abuelos con sus callos gastados por la piedra pomez de la miseria y los niños, a los que el neoliberalismo les había robado juguetes, sonrisas y hasta la inocencia, sacaban los restos de cal a los ladrillos, tratando de concretar el sueño de una pared de canto. Más allá de todo, los perros flacos perseguían gatos flacos, que a su vez corrían ratas flacas, como presagiando un mañana eterno de pobreza e indigencias. -¡Eh, levántese! ¡Tiene que hacer cargo de la guardia! Gritó el compañero que velaba el sueño de la planta recuperada por los insurgentes de la nueva ternura. Refregándose los ojos, el «Orejano» dijo: ¡La puta madre, que pesadilla tuve! ¡Soñé que hasta nos robaban la esperanza, y que la planta no era nada más que escombros! -¡No se preocupe compadre, mientras uno de nosotros viva, el matadero alimentará un futuro digno para los que vienen! Aseguró otro insurrecto de la esperanza.
Millones de diminutas rocas de fuego, fragmentos de tiempo, segundo a segundo desgranados minuciosamente en la clepsidra histórica del hombre.
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Entre aullidos ancestrales, risas y gritos, sordos pasos que se apagan en la noche. El crepitar de una llama y el canto: la poética se expande en su forma primigenia. Sal de los sudores; especiado sabor de los manjares del hambre y la opulencia. El aire seco, eterno de la sed y el metálico carmín de un latido hecho sangre. En la cálida y voraz locura del Siroco, donde abdica la razón bajo la brillante mirada de Sirio, dos infinitos abrazan este mágico espejismo: el de regresar donde nunca antes estuve. 240
La luna...
SILVIA ANGELICA SANCHEZ
RAMONA ESTHER SANCHEZ
Desorden Hoy supe que desde hace dos años él tiene una novia. La misma noche en que se le declaró, ella quedó detenida por borracha. Cuando él fue en su rescate también lo detuvieron. Parece que los dos estaban exaltados y que en lugar de vivir la pasión empezaron a maldecir al mundo. Hoy ambos están solos, cada uno en su cárcel, más tranquilos, esperando que el mundo termine de suceder.
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Mi nombre no es un nombre entre los nombres después de ser fundido en tu dicción Me nombras y amputas sinsentidos me nombras sin pasados con dolor. No es un nombre entre los nombres tejido en vocativo Me llamas en presente Me nombras sin espejos me inventas en mis sombras No es un nombre entre los nombres Con futuros conjugados Ni etimologías ancestrales que define el existir Mi nombre no es un nombre entre los nombres me construye tu diátesis en sujeto que ejecuta… Me figura en sustantivo En existencia Predicativo circunstancial Mi nombre no es un nombre entre los nombres Después de ser cimbreado por tus cuerdas Después de ser Materia de tu voz.
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La luna...
MARCELO SARACENO
MATIAS SASALE SCALCINI
Milagro a la luz del atardecer
Mujerarte
las aves dibujan en el cielo extrañas y retorcidas figuras
En tu pelo juega el aire, como en molinos de viento. Siento tu piel en las flores, tu rostro en las copas veo. En el centro de tu vientre hay finales y hay comienzos, a partir de tu sonrisa nacen momentos eternos. Un día cierras los ojos y haces encender el fuego, algunas noches los abres e iluminas todo el cielo (si hasta emulan las estrellas los lunares de tu pecho). Eres musa, eres poetiza, eres la prosa y el verso y la libertad más pura está en tus pecados nuevos. Eres ninguna eres todas: mil corazones inquietos que van rasgando las calles, buscando pan e intelecto y alimentar tu esperanza, tus días ya no están lejos. Se agrieta al medio la tierra si lloras tus hijos muertos, los ríos unen sus costas si cantas a tus pequeños. Mucho más que una costilla, relevancia de mis huesos ¡alza tu canto mujer, para endulzar mi silencio!.
se percibe con facilidad como suelen disfrutar de su vuelo compartiendo el mismo aire que las envuelve flotan giran danzan se festejan unas junto a otras blancas alas de grullas en blancos cuerpos sobre la laguna conmueve verlas espléndidas en su tiempo de vuelo sostenido cuando el sol del ocaso anuncia el adiós luego se alejan en bandada y se funden con la tarde
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La luna...
MILAGROS SEFAIR
ROMINA REBECA SILVA
El Mudo Muro de los Días
Revolucionaria
Tironeas de mí Hombre- huracán de so long… falanges. Tus dedos enredados en los míos tejen una unidad de cadenas mansas.
Si las revoluciones son las locomotoras de la historia seré sediciosa, rebelde, ecuánime con los mares que se levantan imperiosos hasta naufragar a la playa. He de revertir lo dado, seré tsunami en tus costas, desbordada besaré las ideas hasta pulverizarlas en los labios, tocaré el espacio que nos separa hasta desfigurarlo, hasta que el aire nos una, en una piel, un sueño.
Y me jalo contigo hacia la cima incierta Entre empedrados fatigantes de empinadas calles Barrancos hacia el cielo de tenerte al lado. Desbarrancos al vacío de no tenerte ¡Compañero!
Seré sediciosa, revoltosa, poseedora del embate necesario para conquistarte, seré quien le dé calor a tus huellas, investigaré, seré ajedrecista, malabarista, adoctrinada historiadora, amante, seré la luz que ilumine tu oscuridad.
Me angustia tu distancia en la cercanía Como flechas certeras y asesinas, tus gélidas palabras.
Quiero escalarte, naufragarte, amarte en los ojos por los ojos, sentirte por las manos en tus manos, acariciarte como sólo el sol a la tierra puede hacerlo darte la cálida felicidad de la cercanía, el fulgor que estalla en un beso, el miedo esfumado en una mutua sonrisa, te daré lo que nadie.
En esta noche de insomnio tu espalda es el desierto negado al abrazo. En estas tierras del Medio donde la ciudad se cobija entre paredes y lobos borrachos, tu ronquido es mi nido Y mi insomnio Y tu espaldaUn Muro Eterno 245
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La luna...
GONZALO SIMONETTI
MERCEDES PILAR SIMON Silencio de trinos
Desvío de quién colgó de mi cuello en el techo
Rumor de silencio aciago que me abruma. Silencio de absurda noche y de los grillos. Noche que se deshace en soledad de trinos. Amordazados trinos que otrora fueron himnos.
A veces el mundo es un quejido sangriento de bandoneón resonando en un bar perdido en el orto del Napostá (allá un peregrino prende un candelabro con su lamento sus pieles laceradas y una llaga como amuleto que sana un manantial de deudas consigo mismo en pulso tanguero)
En esquinas oscuras se desdibuja el tiempo. Yo no sé si es que voy por las negras esquinas abarrotadas de ausencias y negados regresos; o vengo por las calles, en paz, sin vos, sin prisa.
A veces el mundo es un cruce de labios y el derrame de una flora en manantial sobre tu lengua cantando el más sano de tus sueños un sacramento, oasis y un delirio de subsistir entre la tensión teatral de un mundo de títeres la crueldad vacilante y la bella inocencia de una tarde de té donde te abracen las crasas la aloe vera bendiga tus quemaduras con unas gotas de su sangre.
Nada dicen los molles que sostienen recuerdos. Los tilos que gritaron la voz de una mirada. Tu voz que provocaba cada rubor y un beso. Rumor de noche. Alarido que gime y clama. En la tortuosa sombra de todos los faroles soy una sombra más. No sé si voy o vengo.
A veces mi mundo es un síntoma sofocado en desencuentros que despellejan, aullidos y no dejan flores artificiales en tumbas del olvido («bebe de las aguas que son dulces aunque te sientas mal...») Y sí, siempre añoro regalar más que unas flores de luto. Soy consciente de que como la araña tejo los techos de mi insanía me desvío de un ahorcado de porcelana que baila calumnias. Sembrar en tu cabello un clavel es mi milagro, una fortuna de los inconscientes? trémulo entre la vaina de aquella daga, propicia para la muerte un vals entre candelabros sin tragedias mi mundo, tan bicéfalo nuestro. 247
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La luna...
GAETANO SOLDANO
SERGIO SOLER
Vuelve la vida
Historia universal de una infamia
Pasan sobre de mí aguas heladas, consciente de las pasadas estaciones, considero mi viaje.
Contá 70 veces 7 antes de enojarte; le enseñaron. A la mano que golpea tu mejilla, le ofrecés la otra; le impusieron. La esperanza se gana el Cielo; lo ilusionaron. Cuando sufrís Dios está cerca de ti; le hicieron creer.
Cruzo por bosques sin vida, navego océanos sin fin, camino por rudos desiertos, a mi alrededor caras sin nombres.
Sus hambrunas suman bastante más que 77. Ofrece la mejilla, el mentón, los ojos, el hígado y otras partes cuando boxea. La desesperanza lo ganó tanto que hasta al Cielo le teme. A Dios le pide que se aleje un poco cuando sufre.
Y de repente... un rayo de sol!
Cuando la fe no alcanza…
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PABLO STASIUK
VANINA SUAREZ
Lugares (canción) No estaba en París ni en Roma. Tampoco en Londres a las cinco de la tarde. No caminaba por los Jardines Colgantes en Babilonia, ni miraba el mundo desde la Gran Muralla. No respiraba el aire de Belén, donde nació tu dios. Mis ojos no contemplaban asombrados el rojo encantador de los tulipanes en Flevolanda. No estaba aturdido por el silencio del Gran Cañón ni por el estruendo de la Garganta del Diablo. Pero sí estaba en el patio de mi casa, acostado en el pasto. Un olor a humedad de caracol, el mismo de mi infancia, inundaba la sombra. Tierra de la calle, calle de tierra, me caía en los ojos. Boca arriba adivinando el sol entre las hojas, extendí largos los brazos sobre el verde. Entonces fui feliz, en el lugar donde viví todas mis vidas, y donde espero morir mi última muerte.
Despertemos a las flores para que los trovadores hagan de ellas migajas de cuerdas y tintas. Desterremos fantasmas para dormir con ellos, hasta volver a matarlos. Hagamos de la ceguera una luz y de la idiotez, un poema así, cuando todo parezca perdido y el olor a rancio haya ganado terreno el eco de un recuerdo saltará al vacío buscando en tu infierno el cielo (o viceversa).
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La luna...
KETTY TITTARELLI
MARIANA TONIOLO Porcelana fría
Kairos
Tengo ya cien mil años y mi nombre en el cielo se escribe con lápiz León Felipe
El fantasma de los besos de amor la curva al revés de los milagros en espera existir en las pupilas y su colmenar cuando la boca es reja por el incienso que la maquilla algarroba de rosas hilvanando ajuares peces perezosos que se acobardan ante los escalones sin plegarias de miel ni mañanas inconclusas. Alguien acusa siempre las cobardías del hombre, los manifiestos de porcelana que no titilan madrugadas ni vuelven al infierno por aquello que los nombra que ata y desune, como si lo presumido siempre muriera en otra boca y otra loba, y otra boca reseca de la raíz que muere siempre al borde del agua, que es escarcha amanecida a pesar del roce de las manos a pesar del crucifijo, cara y seca en la caída las almendras de sus ojos. El fantasma que siempre no. El fantasma que siempre termina con la herida, enjuagada en las lágrimas de su pañuelo.
El mundo sigue girando. Aquí estoy a orillas de un tiempo nuevo. Descalza el alma Juega con los recuerdos. Camino sobre el oleaje turbulento. A veces me sumerjo en la melodía A través del velo primaveral. Los árboles tallan las letras Del beso de despedida. Teje el otoño un broche cobrizo.
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La luna...
DARCY TORTONESE
DANIEL TORTORA
Trascender
Cuatro y diez
Trascender... anhelo vano en un mundo que estalla y del cosmos infinito partícula será.
Las cartas hacen una parábola casi un arco iris antes de caer cerca del hombre que las levanta sin mirar como un deseo sueña treinta de mano siete de espadas tres de espadas y un caballo buena mano las cartas así de espaldas son los ojos de ella la sonrisa chica que llega de la foto da vuelta y orejea el caballo de bastos ya se le dio es sexo porque sí faltan el siete y el tres que son miradas caricia en su barba besos en la espalda suavidad diez de copas se seca con el pañuelo la noche anterior ojea la última con un dolor antiguo cuatro de copas no sirve el caballo con dieces y cuatros sonríe para mentir.
Polvo de estrellas hemos sido y volveremos a ser polvo. Trascender... desolada urgencia de esperanza que con poesía mitiga la certeza de que son ilusorias tales ansias. Y aún así... me maravilla la rendija de futuro que me acecha.
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La luna...
MARIO TRECEK
VICTOR HUGO VALLEDOR
Erinias, o las furias en Juárez Celman Porque los dioses han tejido el hilo de la desgraciada humanidad de tal suerte que la vida del Hombre tiene que ser dolor, mientras que ellos viven exentos de cuidado Homero
Observo una toma de Consuelo Cabral En este otoño tan frío. Miro los ojos de María en la fotografía: Sus labios, su tez oscura. Asocio. Dora-da imagen de un despojo. Se quedó sin kiosco, sin techo, sin chapas. Las topadoras hicieron lo suyo en la Estación Juárez Celman. El derecho romano nunca tiene culpas sólo ejecuta, el de los propietarios. Los hombres -dice Sófocles- son juguetes de los dioses. Platón insiste que de las Leyes de los hombres y Marx de los dueños de la tierra. ¿Será el ágora espacio público donde se resuelva el derecho vital a la vivienda, al hogar, a la esperanza? ¿Nadie tiene culpas, ni furias? ¿Ni Electra. Ni Orestes, que acosado por las Erinias a causa del asesinato de su madre, Clitemnestra, llegó al Acrópolis a buscar justicia?
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Si descubres la entrada al extraño laberinto, encontrarás la salida. En el centro de lo imaginado pueden las arterias del pensamiento huir hacia cualquiera de los puntos cardinales. Nos arrastra el viento hacia las alturas. Nos alucinan las flores de un jardín desconocido. Si en los mástiles hundidos brotan orquídeas y el capitán ordena abordar capullos, el mundo está en orden. Un orden humano. Deshumano. Despojado de lo humano. Un orden frenético de pureza. Un orden humano. Construyo con millones se signos convertidos en palabras una extraña puerta blanca.
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CRISTINA VENTURINI
CLELIA VOLONTERI
Pavese bis
El verbo trastocado
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos y una vez más nadaré en ese río. Me internaré en la bruma de parajes remotos en el medio del monte, como cuando era enero y en la canoa remabas hacia la isla. Será una sutileza, sólo un paso, y el agua del remanso será tan tibia y suave como los remolinos de mi cuerpo.
pronuncio el verbo del amor trastocado reino imposible ingrávido
La poesía morirá si no se la ofende Nicanor Parra
una campana de voces la sabiduría recién inaugurada escondida en el zócalo bebiendo tu vino Nicanor antipoema que me vuela lejos pegaso azabache sonámbulo digo sí a mi palabra y quiebro toda la voz el cántaro el verbo trastocado
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La luna...
ESTELA ZANLUNGO Octubre del 55 La primera puntada de la aguja en el vestido de novia de mamá la dio ella misma, una tarde de junio mientras la fuerza aérea bombardeaba la plaza.
Los ‘60/ pág 13 Palestina/ pág 36 India/ pág 58 Brasil/ pág 63 Chile/ pág 65 Colombia/ pág 82 Ecuador/ pág 92 El Salvador/ pág 95 España/ pág 97 Italia/ pág 101 México/ pág 103 Perú/ pág 106 Uruguay/ pág 118 Argentina/ pág 124
Las tías habían elegido una organza finísima que formaría onditas de godette en la falda forrada de tafeta. Al final de una noche de principios de octubre mi madre y su vestido flamearon en un vals, cuyo estribillo repetía por qué te niegas al olvido, hasta que en un momento todos levantaron las copas y ellos huyeron de la fiesta sucios de arroz se fueron alejando de las zanjas de Gerli ahí van, ahí van, decían las vecinas que los habían visto jugar en las veredas. Entonces alguien gritó ¡Viva los novios! y una voz desde el fondo tronó ¡Viva Perón! paró la música y se escuchó un murmullo de lenguas amputadas justo un segundo antes de que empezaran a volar las sillas. 261
Antología
La luna...
Los ‘60 Palestina India Brasil Chile Colombia Ecuador El Salvador España Italia México Perú Uruguay Argentina
Este libro se terminó de imprimir el 20 de abril de 2020 Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Encuentro Internacional de Escritores «La Luna con Gatillo» Monte Hermoso/ 2020