Ecología y natalidad afb

Page 1

¿Ecología y Población? Las hipótesis detrás de la no-natalidad Alejandro Fabre, UPAEP 1. En las manos de los economistas. ¿Sobrepoblación? No sé si como psicólogo o como persona, pero me disgustan las motivaciones de miedo que en ocasiones nos presentan. Parecen la inscripción en la puerta del infierno de la obra del poeta florentino: ¡Perded toda esperanza los que entráis!1 Empezaré por un economista irlandés, Richard Cantillon (1680-1734)2, quien en su única obra conocida, publicada en francés años después de su muerte, Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general, considera para su análisis solamente dos factores: la tierra y las personas. Diríamos ahora, nuestro único planeta Tierra y la población humana. Cantillon basa su teoría en el siguiente razonamiento: los hombres necesitan alimentos para vivir y el único factor de producción es la tierra. Por ello -leemos en su escrito- “todas las clases y todos los hombres de un Estado subsisten o se enriquecen a costa de los propietarios de tierras” y dependerá de la abundancia de la misma la abundancia de hombres: “Los hombres se multiplican como los ratones en una granja, si cuentan con medios ilimitados para subsistir” y ya en consonancia con lo que planteará Malthus casi un siglo después, a más tierra más beneficio por trabajador. Beneficios que se convertirían en maldiciones por el inconveniente (sólo desde las neuronas intoxicadas del economicismo por los vapores del dinero), que al tener hijos el agricultor no vivirá mejor, ya que tendrá que trabajar ahora también para ellos y se deberá de olvidar de satisfactores como el vino o la carne. Con recursos escasos (la tierra que puede disponer el agricultor), deberá de elegir entre dos finalidades presentadas como excluyentes: o hijos o bienes. El mismo dilema que hoy nos presentan. Pero aun Cantillon entendía que existían factores tanto culturales como tecnológicos a ser tomados en cuenta. Por ejemplo para los chinos de su tiempo existía la obligación religiosa de tener el máximo número de hijos que se pudieran mantener, prescindiendo del lujo, lo que provocaba que en dicha concepción se requiriera de muy poca tierra para “crear” un trabajador. Por otro lado, para los nativos de Norteamérica, debido a motivos “tecnológicos”, se demanda de mucha tierra para mantener a un hombre, ellos eran cazadores. Y de acuerdo a las políticas poblacionales que trataremos más adelante, hoy al igual que en ese entonces, según la teoría de Cantillon, la cantidad de tierra necesaria para mantener a un trabajador dependerá además de los gustos y caprichos de los terratenientes: “la multiplicación y el descenso en el número de habitantes de un Estado dependen principalmente de la voluntad, de los modos y maneras de vivir de los terratenientes, así, si les gustan los caballos, dejarán una porción de tierra sin cultivar (…) Si las damas de París se complacen en llevar encajes de Bruselas, y Francia paga dichos encajes con vino de Champagne, hará falta pagar el producto de un solo acre, destinado al cultivo de lino, con el producto de más de 16,000 acres de viñedo (...) en este tipo de comercio se sustrae gran copia del producto de la tierra a la subsistencia de los franceses, y que todos los artículos enviados a países extranjeros, cuando en compensación no se reciben otros igualmente valiosos, tienden a disminuir el número de habitantes del Estado…” me parece este es el mismo planteamiento que escucho de las políticas controlistas de nuestros tiempos. Terminará Richard Cantillon mencionando que una vez determinada la cantidad de tierra necesaria para que un hombre pueda vivir en “ese” lugar, dadas las circunstancias tecnológicas y culturales del sitio, sólo habrá que dividir la tierra disponible para conocer el número de 1 2

El Infierno: Canto III de la Divina Comedia, Dante Alighieri http://es.wikipedia.org/wiki/Richard_Cantillon


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.